Monografia Final
Monografia Final
Monografia Final
Esta etapa esta signada, hoy con mayor contundencia que en el pasado, por la
concentración del capital, el abrumador predominio de los monopolios, el acrecentado
papel del capital financiero, la exportación de capitales y el reparto del mundo en distintas
esferas de influencia. La aceleración del proceso de mundialización, no hizo sino
potenciar extraordinariamente las asimetrías estructurales que definen la inserción de los
distintos países en ella. Mientras un puñado de naciones del capitalismo desarrollado
reforzó su capacidad para controlar, los procesos productivos a escala mundial, la
financiarización de la economía internacional y la creciente circulación de mercancías y
servicios, la enorme mayoría de los países vio profundizar su dependencia externa y
ensanchar hasta niveles escandalosos el hiato que lo separaba de las metrópolis. La
globalización, en suma, consolidó la dominación imperialista y profundizo la sumisión de
los capitalismos periféricos, cada vez más incapaces de ejercer un mínimo de control
sobre sus procesos económicos domésticos.
El hecho de que allá dedicado muchas páginas de libro a Baruch Spinoza y las dieciséis
destinadas a explorar los pensamientos de Foucault y solo 6 paginas al análisis de las
corporaciones transnacionales, como así también el funcionamiento del fondo monetario
internacional y el banco mundial apenas mencionadas en las quinientas páginas del libro,
es una de las críticas que hace Atilio Boron a la poca dedicación a temas más centrales.
H&N parecen ignorar que las naciones unidas no son lo que aparentan ser, son una
organización destinada a respaldar los intereses de los grandes poderes imperialistas y
muy especialmente los de los Estados Unidos. La producción jurídica efectiva de la ONU
es de muy poca sustancia e impacto cuando se trata de temas o asuntos que contradigan
los intereses de los Estados Unidos y/o de sus aliados. Los autores antes mencionados
subestiman el papel de las Naciones Unidas, para esto da un ejemplo de la guerra
humanitaria en kosovo la cual tuvo intervención las Naciones Unidas, la naturaleza
Imperialista de las Naciones Unidas existen y no la imaginada por nuestros autores.
LA BIOPOLITICA
Los dice el autor que no llevaría demasiado tiempo encontrar similitudes en el pasado de
lo que planteaba Foucault, como Rousseau quien señalo la importancia del proceso por el
cual los dominados eran inducidos a creer que la obediencia era un deber moral, lo que
hacía que la desobediencia y la rebelión fuesen causas de graves conflictos a nivel de las
conciencias individuales. Para H&N les sorprendió lo que la innovación teórica de
Foucault presentaba, sin embargo medio siglo antes habían escritos autores como Alexis
de Tocqueville: “cadena y verdugos, esos eran los instrumentos que empleaban antaño la
tiranía, pero en nuestros días la civilización ha perfeccionado hasta el despotismo, que
parecería no tener ya nada que aprender”.
Lo que Foucault hizo fue otórgale uno nuevo a lo que todos conocían, pero de ninguna
manera puede decirse que estanos en presencia de una innovación teórica fundamental
de lo que se habla es de rebautizar la teoría.
Decir que el imperio es mejor significa que el actual orden capitalista mundial es algo
distinto al capitalismo. H&N ven al imperio como la superación histórica de a modernidad,
época sobre la cual ellos tienen una mirada distorsionada. La modernidad dejo un legado
de guerras fratricidas, de desarrollo devastador una civilización cruel y una violencia
nunca antes imaginada (p.58) y de la modernidad H&N deducen una línea recta que
conduce sin mediaciones al estado-nación.
En segundo lugar creen estos autores que antes de la modernidad no existía nada? Para
eso dan distintos ejemplos que fueron sucediendo en la historia como por ejemplo las
guerras púnicas o la del Peloponeso, la destrucción de Cartago, del saqueo de Roma o en
saqueo del continente americano entre otros.
En todo caso, una vez que afirman la continuidad histórica y sustantiva entre la
modernidad y el estado-nación, H&N se apresuran a rechazar el anticuado
internacionalismo proletario debido a que éste supone el reconocimiento del estado-
nación y su papel crucial como agente de la explotación capitalista, junto con el
internacionalismo proletario también desaparece la idea de la existencia de un ciclo
internacional de luchas. A partir de esta rotunda afirmación, los autores anuncian una
nueva paradoja: “en nuestra tan celebrada era de las comunicaciones, las luchas han
llegado a ser casi incomunicables”, las razones de la incomunicabilidad permanecen en
las sombra.
El autor nos va a decir que la creación de una estructura teórica general que permita
teorizar y actuar en el imperio y contra él, se derrumba. La falla crucial del libro se
encuentra en sus graves errores de diagnóstico y la total desconexión o incompatibilidad
entre un marco teórico de naturaleza indiscutiblemente conservadora o en el mejor de los
caso, confusa- derivado principalmente del saber convencional del neoliberalismo que
exalta la globalización y naturaliza al capitalismo y la visión borrosa de una sociedad y un
nuevo orden internacional a construir sobre premisas radicalmente diferentes. Si el
diagnóstico es equivocado, la construcción social y política está condenada al fracaso. La
fragilidad del análisis salta a la vista desde el mismo prefacio del libro. Los teóricos
gerencialistas, que conciben a la globalización como un proceso “irresistible e irreversible”
ante el cual los estados democráticos deben caer de rodilla doblegados por su sola
presencia por otra parte el autor Galbraith, nos dice que “la globalización no es un
concepto serio. Nosotros, los norteamericanos, lo inventamos para ocultar nuestra política
de penetración económica en el exterior”.
Atilio Boron nos dice que el problema del análisis de H&N es que la nueva lógica global
de dominio carece de contradicciones estructurales o que le sean inherentes. Durante
mucho tiempo la hegemonía del neoliberalismo fue no solo económica e ideológica sino
también política. El imperialismo ha venido imponiendo incesantemente en los mercados
globales políticas económicas que socavan severamente la soberanía económica de los
países de la periferia y disminuyen las posibilidades de desarrollar sus economías,
consolidar sus democracias y responder positivamente a las expectativas de progreso
material y espiritual de sus poblaciones. La opresión imperialista prosigue imperturbable
su curso mientras que una patrulla extraviada de académicos radicales proclama que la
edad del imperialismo ha concluido y exalta la figura de San Francisco de Asís como
paradigma de la renovada militancia en contra de los espectros de un imperio inasible,
indefinible, inhallable y por eso mismo imbatible. Cada año un país del tamaño de
España, Argentina o Colombia es borrado de la faz de la tierra en nombre del infame
nuevo orden económico internacional, un orden que, si hemos de creer HeN, ya ha dejado
de ser imperialista.
CONCLUSION
Como experiencia personal me fue muy enriquecedor el poder leer estos dos autores y
que uno pueda llevar adelante una crítica. Es interesante porque me permite tener una
mirada más amplia a la hora de comprender qué es el imperio y cómo hoy en día sigue
presente en Latinoamérica cada vez con más presión y las consecuencias que traen los
distintos modelos que se implementan o se imponen, como lo que está sucediendo en
Chile con un sistema neoliberal que se encuentra en sus peores momentos casi
sentenciando su despedida, también es importante para comprender que estas
organizaciones como la ONU, FMI, Banco Mundial, el GATT que supuestamente tienen
un rol de garantizar la paz mundial o mejorar las condiciones de vida de un país, no es tan
así, si no que buscan otros intereses que escapan de la mirada de la sociedad en general.
No es nada casual lo que se está dando en América del sur y cómo las potencias por
ejemplo Estados Unidos celebran estas situaciones que están aconteciendo, está claro
que los intereses por América están presentes en la vida de los grandes imperialistas del
mundo. Nicolás Maquiavelo en el libro “El Príncipe”, nos dice “Aunque el engaño sea
detestable en otras actividades, su empleo en la guerra es laudable y glorioso, y el que
vence a un enemigo por medio del engaño, merece tantas alabanzas como el que lo logra
por la fuerza”.