ADORACION
ADORACION
ADORACION
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos. "Tú tienes
palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo de Dios"
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres. Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Este es el sacramento de la presencia de Cristo que se nos da porque nos ama. Él nos ama a
cada uno personalmente en la vida concreta de cada día.
Es hermoso estar con Él y palpar el amor infinito de su corazón.
Lector 2: Dejemos que la Eucaristía modele nuestra vida; que nos haga sembrar comunión y
vida de familia en nuestros ambientes. En la Eucaristía hallamos la fuente de felicidad que
estamos buscando sin cesar. “Feliz la que ha creído” : María ha anticipado también en el
misterio de la Encarnación la fe eucarística de la Iglesia. Cuando, en la Visitación, lleva en
su seno el Verbo hecho carne, se convierte de algún modo en “tabernáculo”, el primer
“tabernáculo” de la Historia, donde el Hijo de Dios, todavía invisible a los ojos de los
hombres, se ofrece a la adoración de Isabel, como “irradiando” su luz a través de los ojos y la
voz de María.
CANTO: ________________________________
- Jesús, libérame del pecado y de sus consecuencias y concédeme hoy un corazón nuevo.
AMEN
CANTO:______________________________
LECTOR 1: Cuando oramos ante el Santísimo Sacramento, estamos amando a Jesús con el
Corazón de María. Cuando oramos ante Jesús en el Santísimo Sacramento, ofrecemos a Jesús
la perfecta adoración de María. Unimos nuestro amor a Jesús con el perfecto amor y la
alabanza de María. Jesús recibe nuestra adoración como si María misma la estuviera
haciendo, porque no importa lo débil que sea nuestra fe o la pobreza de nuestro amor; María
nos une a su corazón y Jesús acepta nuestra adoración como si viniera directamente del
corazón de su propia Madre. Yo estoy aquí vuestra piadosa Madre
LECTOR 2: Señor nuestro Jesucristo, que en este Sacramento admirable nos dejaste el
memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo
y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros los frutos de tu redención.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amen
CANTO: ________________________________
LECTOR 1: ¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del Salvador, que con la carne y sangre que
tomó en tu castísimo seno nos alimenta en la divina Eucaristía, nosotros te aclamamos bajo el
título de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, porque fuiste la primera en practicar los
deberes de la vida eucarística, enseñándonos con tu perfecto ejemplo a participar del Santo
Sacrificio de la Misa y a comulgar dignamente, como también a visitar a menudo y con
piedad al Augusto Sacramento del Altar; haz que siguiendo tus huellas podamos cumplir
estos sagrados deberes de un modo más perfecto y merecer así la recompensa eterna.
LECOR 2:
En el Cenáculo María, reina augusta, se arrodilla como adoradora y sierva del Santísimo
Sacramento. Ahora nosotros, al lado de nuestra Madre, oremos con ella para continuar su
vida Eucarística en la tierra
Bendito sea Dios, Que escogió a María para hacerla su Santuario.
Bendito sea su Santo Nombre, Tres veces Santo.
Bendito sea Jesucristo, Dios, por quien se vive.
Bendita sea su Preciosísima Sangre, Derramada por la salvación de muchos.
Bendito sea Jesús Eucaristía, Pan bajado del cielo que da vida eterna.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón, Custodiado en el Corazón Inmaculado de María.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito, Esposo de María.
Bendita sea su gloriosa Ascensión, Esperanza de los que dejan todos por Él,
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre, Primera evangelizadora de nuestro
pueblo.
Bendita sea su santa e inmaculada concepción, Garantía de los limpios de corazón que
entrarán a la gloria de Dios.
Bendita sea su gloriosa Asunción, Esperanza de alcanzar la vida eterna.
Bendito sea San José, su castísimo esposo, Hombre bueno y justo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos, Y en todos aquellos que anuncian su
Reino.
CANTO:_____________________________
LECTOR 1: Oh Verbo Eterno, que habiéndote hecho hombre, no te has contentado con
morir por nosotros. Nos has dado también este Sacramento como compañía, como alimento y
como prenda del paraíso. Te haces presente entre nosotros, primero como niño en un establo,
luego como pobre en un taller, después como criminal en una cruz y ahora como pan en un
altar. Dime, ¿podrías inventar más formas de ganarte nuestro amor? ... Señor, no quiero vivir
si no es para amarte sólo a ti, ... Mi amado Redentor, has gastado toda tu vida por mí. Y qué
tengo que amar, sino a ti que eres todo belleza, todo bondad, todo bien, todo amor, todo
gracia. Mi alma sólo vive para amarte, ... Sólo oír las palabras “pesebre”, “cruz”,
“sacramento”, enciende mi espíritu con el deseo de hacer grandes cosas por ti
LECTOR 2:
A cada peticion respondemos “Quedate conmigo Señor”
Te pido Señor tenerte siempre presente para no olvidarte. Tú sabes con cuánta facilidad te
abandono. Oremos
porque soy débil y tengo necesidad de tu fortaleza para no caer tantas veces. Oremos
porque Tú eres mi vida y sin Ti disminuye mi fervor. Oraemos
Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad. Oremos
Quédate, Señor, conmigo, para que oiga tu voz y la siga. Oremos
Quédate, Señor, conmigo, porque deseo amarte mucho y estar en tu compañía. Oremos
Quédate, conmigo, Señor, si quieres que te sea fiel. Oremos
Quédate conmigo, Señor, porque aunque mi alma sea tan pobre, desea ser para Ti un lugar de
descanso, un nido de amor…oremos
CANTO:________________