Estudio 1 - La Sal - La Luz y La Ciudad

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Jesús - 2º Serie (Sus parábolas)

Dr. Samuel Pérez Millos

INTRODUCCION

Como se ha indicado en la introducción al anterior volumen sobre "Jesús de Nazaret", el


estudio de la Persona y la Obra de Jesucristo es, sin duda, una terea a la que todo cristiano
está llamado. Dicho estudio se ha dividido en tres partes, que se desarrollan en otros tantos
"Temas de estudio y bosquejos de predicación". En el primero de ellos, se trató de presentar
una síntesis de los "Viajes y Milagros del Señor". En este segundo se hace una selección de
algunas de las "parábolas" que Cristo pronunció como ilustración de profundas verdades que, a
lo largo de su ministerio, quiso enseñar a las gentes y a sus discípulos.
Hacer una selección entre las parábolas obedece a las limitaciones de una enseñanza
regulada para un periodo de tiempo, de otro modo no debería hacerse, toda vez que ninguna
de ellas puede considerarse de menor importancia, al lado de las otras. Es esta la causa por la
que se consideran sólo 17 parábolas, de entre las pronunciadas por el Señor Jesucristo.
El estudio de las mismas se ha planteado desde la perspectiva de todos los anteriores
manuales como elemento de ayuda para enseñadores, profesores de Escuelas Dominicales,
grupos de estudio bíblico, estudiosos de la Escritura y, en general, para todo aquel que pueda
interesarle una sencilla guía que le conduzca en el estudio a interpretación de las parábolas del
Señor, en unos tiempos en que las múltiples ocupaciones que comprenden las jornadas
cotidianas, impiden disponer de tiempo para esquematizar y resumir estas enseñanzas.
Para la "interpretación" de las parábolas, se ha procurado tener en cuenta el contexto histórico
en que fueron pronunciadas y los destinatarios a quienes iban dirigidas, de modo que se haga
honor a la intención directa de Jesús cuando las dijo. Esto podrá chocar con interpretaciones
tradicionales que habitualmente se dan a las parábolas, y que tratan de "adaptarlas" a la iglesia,
cuando muchas de ellas fueron dichas para Israel en relación con el Reino. Pero si se ha
procurado hacer una interpretación correcta de cada una, no es menos cierto que debe hacerse
una "aplicación" de las mismas para el momento presente y para la vida personal de cada
creyente, por cuya razón se da, al final de cada parábola, una "Aplicación Personal" que indique
pautas para ajustar la vida cristiana a las demandas permanentes de Dios. Juntamente con
esto, este manual contiene una serie de elementos de ayuda, tales como "Preguntas de
Repaso" para cada lección y una lista de "Bibliografía de Consulta" para complementar y
desarrollar los temas tratados en el mismo.
Al usar este material para estudio bíblico en grupos, enseñanza sistemática en la iglesia,
Escuelas Dominicales, etc. -que es uno de los propósitos para su confección- podrá ocurrir que
algunas lecciones, aún con estar sintetizadas, son bastantes extensas, por lo que el enseñador
no podrá abarcar en cada ocasión mas que ciertos aspectos de la misma para enfatizar lo que
pudiera ser más necesario en cada momento, dejando luego a la diligencia del alumno, seguir
estudiando en otro momento el resto de la lección. Todo estudiante, si este material se utiliza
en un programa de enseñanza, deberá dedicar tiempo en su casa a la investigación personal y
detallada del bosquejo de cada lección, a fin de llegar preparado a la clase, teniendo
dispuestas las preguntas que le surjan para ser aclaradas por el profesor.
Si al finalizar este estudio, podemos conocer más de Jesús para vivir siguiendo sus pasos
(1.P.2:21); si somos capaces de descubrir por la Palabra más de su gloria para caminar con los
ojos puestos en Él (He.12:2); si podemos decir -al final del estudio- como Pablo "Ya no vivo yo
más vive Cristo en mí" (Gl.2:20), habrá sido cumplida la misión para la que fueron diseñadas
estas notas.
"Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza, la honra, la gloria y el
dominio por los siglos de los siglos. Amén.

ESTUDIO 1
INTRODUCCION GENERAL. LA SAL, LA LUZ Y LA CIUDAD
Pasajes: Mateo 13:1-3a, 10-17,34-35; Marcos 4:33-34; Mateo 5:13-16.
Lucas 14:34-35; Marcos 9:49-50

1
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
1. Definir lo que es una parábola.
2. Establecer algunas bases para la interpretación de las parábolas.
3. Considerar la razón por la que Cristo habló en parábolas.
4. Analizar el significado de las parábolas sobre la sal, la luz y la ciudad.
5. Aplicar la enseñanza bíblica a la vida cristiana de modo que se conforme a la
voluntad de Dios.

TAREAS
1. Dedicar tiempo a la oración pidiendo la ayuda y dirección del Señor sobre el estudio.
2. Leer los pasajes propuestos varias veces y, a ser posible, en versiones diferentes.
3. Buscar en algún diccionario la definición de "parábola". Estudiar los pasajes sin
ayuda alguna, procurando descubrir las razones por las que Cristo utilizaba las
parábolas tan a menudo. Dar el significado de las parábolas sobre la sal, y la luz y la
ciudad.
4. Hacer nuevamente el estudio con ayuda de las notas y contrastar los resultados
obtenidos.
5. Responder a las preguntas de repaso.

INTRODUCCION

El lenguaje parabólico es común en las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo


Testamento. La parábola permitía enseñar alguna lección espiritual mediante ilustraciones
tomadas de la sencillez de la vida cotidiana. Por medio de una narración se podía obtener una
enseñanza sobre algún aspecto concreto que Dios quería enseñar. Sin duda, las parábolas,
como otras figuras del lenguaje, requieren una interpretación y siempre son más limitadas que
la enseñanza directa sobre el tema que hay en su trasfondo. La parábola, por tanto, ha de ser
interpretada para poner al descubierto el tema que se expresa por medio de ella. Para ello
debe atenderse cuidadosamente al entorno social y al tiempo en que se dijo así como las
razones que la motivaron. De forma muy especial debe prestarse profunda atención a las
parábolas de Cristo, ya que, mediante ese lenguaje, el Señor comunicó profundas enseñanzas
para las personas de su tiempo y que, por ser palabras de Dios, tienen una aplicación para
cualquier tiempo.

I. INTRODUCCION GENERAL

1. Parábola.
1.1. El término "parábola" se compone de dos voces
griegas; "para"
que significa "al lado de", y "ballei" del verbo "echar" o "arrojar".
1.2. Las dos voces juntas significan aquello que se coloca al lado de
otra cosa para demostrar la semejanza entre las dos.
1.3. La parábola es semejante al símil, pero se diferencia de este en su
extensión ya que sus detalles se expresan en forma de narración.
1.4. Se puede definir la parábola como un tipo de ilustración en forma
de relato, expresado por medio de cosas conocidas por el oyente, que
puede ser histórico en ocasiones, fiel a la experiencia humana, con el
fin de comunicar una enseñanza espiritual.
2. La Biblia y las parábolas.
2.1. En la Biblia se utiliza de forma bastante intensiva las parábolas y
el lenguaje parabólico.
2.2. Hay parábolas tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
2.2.1. Ejemplo de parábolas en el Antiguo
Testamento (Jue.9:7-15; 2.Sam.12:1-4;

2
2.Rey.14:8-14; Is.1:2-9; 5:1-7; Jer.1:11-19;
13:1-11; 18:1-10; 19:1-13; etc.)
2.2.2. En el Nuevo Testamento, el uso de las
parábolas se relaciona fundamentalmente, con
las enseñanzas de Jesús, aunque es muy
usual el "lenguaje parabólico" en la mayoría de
los escritores del N.T.
3. Estructura de la parábola.
3.1. Se compone normalmente de tres partes.
3.1.1. La ocasión.
3.1.2. La narración.
3.1.3. La aplicación espiritual.
4. La interpretación de las parábolas.
4.1. Primero: Ha de considerarse conjuntamente los tres elementos de
la parábola.
4.1.1. Cualquier interpretación que resulte
contraria con la ocasión o la lección espiritual
debe considerarse errónea.
4.2. Segundo: Por regla general, cada parábola enseña una sola
verdad central.
4.3. Tercero: No todos los detalles de una parábola enseñan alguna
verdad concreta y sirven, en ocasiones, como adorno del relato, por
tanto, no deben entenderse como vehículos de enseñanza espiritual.
4.4. Cuarto: Las parábolas no deben usarse para establecer bases
doctrinales sobre ellas, sobre todo cuando no existen enseñanzas
directas que afirmen la doctrina que se pretende establecer.
4.5. Quinto: El método alegórico no debe utilizarse para la
interpretación de las parábolas, tratando de descubrir en cada uno de
sus detalles, hasta los más mínimos, un significado oculto que el
intérprete debe establecer.
4.5.1. Como ejemplo de lo interpretación
alegórica de una parábola, que sujeta el relato
y su enseñanza al gusto del intérprete, valga el
ejemplo de la interpretación que da Agustín de
Hipona sobre la parábola del Buen
Samaritano.
4.5.1.1) El hombre que descendía
de Jerusalén a Jericó, representa a Adán
mismo.
4.5.1.2) Jerusalén es la ciudad de
paz celestial, de cuya bienaventuranza cayó
Adán.
4.5.1.3) Jericó es la luna y
simboliza nuestra mortalidad, porque la luna
nace, crece, mengua, y muere.
4.5.1.4) Los ladrones son el diablo
y sus ángeles, quienes le despojaron, lo que
equivale a quitarle la inmortalidad.
4.5.1.5) Hiriéndole, significa que lo
persuadieron a pecar.
4.5.1.6) Dejándole medio muerto
equivale al estado caído del hombre, porque
en mientras puede entender y conocer a Dios,
vive; pero en tanto que está aplastado y
consumido por el pecado, está muerto. Por eso
se lo considera medio muerto.

3
4.5.1.7) El sacerdote y el levita
representan el sacerdocio y ministerio del
Antiguo Testamento, los cuales eran inútiles
para salvación.
4.5.1.8) El samaritano significa
"guardián" por lo que con este nombre se
alude al Señor mismo.
4.5.1.9) Vendó sus heridas
significa la represión del pecado.
4.5.1.10) El aceite es el consuelo
de la buena esperanza.
4.5.1.11) El vino es la exhortación a
trabajar con espíritu ferviente.
4.5.1.12) La cabalgadura es la
naturaleza humana en que el Señor se dignó
venir a nosotros.
4.5.1.13) Poniéndolo en su
cabalgadura, expresa la creencia en la
encarnación de Cristo.
4.5.1.14) El mesón es la iglesia,
donde los viajeros reponen fuerzas en el curso
de su peregrinaje a la patria celestial.
4.5.1.15) Otro día quiere decir
después de la resurrección del Señor.
4.5.1.16) Los dos denarios son los
preceptos de amar a Dios y al prójimo o la
promesa de esta vida y la venidera.
4.5.1.17) El mesonero es el apóstol
Pablo.
5. Las parábolas de Jesús.
5.1. Resulta notable ver que Cristo tomó la determinación de enseñar

"Sólo por parábolas" (Mr.4:34).


33
Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían
oír. 34 Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les
declaraba todo.
5.2. Al principio de su ministerio habló con toda claridad a las gentes
(Mt.5-7).

5.3. A pesar de la evidencia de las enseñanzas y de los milagros


(señales mesiánicas), la nación rechazó a Jesús como el Mesías.

5.3.1. Llegaron a acusarlo de endemoniado


(Mt.12:24).
Mas los fariseos, al oírlo, decían:
24

Este no echa fuera los demonios sino


por Beelzebú, príncipe de los
demonios.
5.4. Dios confirmó la dureza del corazón del pueblo (Mt.13:10-17).

5.5. Las parábolas son una manifestación de la gracia de Cristo.

4
5.5.1. El pueblo tenía menos responsabilidad
si rechazaban las demandas envueltas en el
lenguaje de las parábolas, que si lo hacían con
verdades claramente expresadas.
5.6. Cristo usaba las parábolas porque eran un vehículo muy eficaz
para comunicar esas verdades a todos los que tenían el corazón
preparado para recibir el mensaje del evangelio.
5.7. Las parábolas despertaban interés en la mente de sus oyentes
para que posteriormente pudiesen dar cabida al mensaje de salvación.

LA PARABOLA DE LA SAL (Mt.5:13).

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será
13

salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los
hombres.

6. La ocasión.
6.1. Con motivo de la enseñanza general en el llamado "Sermón del
Monte"
6.2. Cristo estaba enseñando las bases éticas de los súbditos del reino
de los cielos.
7. La enseñanza de la parábola.
7.1. Se refiere al testimonio del creyente y sus consecuencias entre los
que le rodean.
7.2. Por su brevedad podría considerarse, como un símil o un dicho
parabólico.
7.3. El Señor enseñó sobre las bienaventuranzas que hacen del
súbdito del reino un ser feliz. Ahora pasa a ilustrar la influencia que
estos súbditos del reino deberían ejercer.
8. Interpretación de la parábola.
8.1. La sal.
8.1.1. La sal no es antiséptica, es decir que
cura la corrupción, sino aséptica, es decir, que
no puede contaminarse con ella.
8.1.2. La sal no cura lo infectado, ni restaura lo
corrompido, pero impide que se propague la
infección.
8.1.3. Si la carne está corrompida la sal no la
restaura.
8.1.4. Si la sal pudiera perder su sabor, "se
vuelve necia" (literalmente traducido) no
tendría ninguna utilidad.
8.1.5. La sal produce sed en el que ingiere.
8.2. El creyente debe ser en el mundo lo que la sal es entre la
corrupción.
8.3. La parábola enseña la necesidad de que el creyente sea
verdaderamente santo.

LA PARABOLA DE LA LUZ Y LA CIUDAD. (Mt.5:14-16).

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte
14

no se puede esconder.15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un


almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en
casa.16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean
5
vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos.

1. La ocasión.
1.1. Con motivo de las enseñanzas de Cristo sobre la ética en el
Reino.
1.2. Pronunciada durante el Sermón del Monte.
2. La enseñanza.
2.1. El creyente ha de manifestar visiblemente una vida vivida en la
esfera de la luz, semejante a la luz que manifiesta una ciudad
edificada sobre un monte.
2.2. La esfera de testimonio, no sólo ha de manifestarse a los muchos
(figura de la ciudad), sino también a los pocos y más íntimos, como la
luz puesta en un candelero dentro del hogar.
3. Interpretación de la parábola.
3.1. La luz.
3.1.1. Disipa las tinieblas.
3.1.2. No puede ocultarse a la vista cuando
brilla en la oscuridad.
3.2. Cristo dijo de Sí mismo: "Yo soy la luz del mundo" (Jn.8:12).

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del


mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino
que tendrá la luz de la vida.
3.3. También calificó así a los creyentes (v.14).
Vosotros sois la luz del mundo

3.4. Cristo brilló en las tinieblas (Jn.1:4-5).


4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres.5 La luz en las tinieblas resplandece, y las
tinieblas no prevalecieron contra ella.

3.5. Del mismo modo ha de ser la vida de aquel que está en Cristo.

3.6. Las tinieblas no fueron capaces de ocultar la luz, sino todo lo


contrario (Jn.1:5).

3.7. De igual modo el creyente ha de brillar en medio de un mundo


entenebrecido.

3.8. Esta manifestación de luz debe ocurrir en todo lugar y en toda


ocasión (v.16).
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para
que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro
Padre que está en los cielos.

APLICACION PERSONAL
1. Cristo desea poner de relieve el carácter del creyente mucho más que sus obras.
1.1. El creyente obra por lo que es, no es
por lo que obra (Stg.2:17,18,26).

6
Así también la fe, si no tiene obras,
17

es muerta en sí misma.
1.2. La sal y la luz, operan en virtud de lo que son, por eso es
Necesario que conserven su identidad para que puedan mostrar su
actividad.
2. Cristo hace una afirmación enfática: "Vosotros sois"
2.1. No es algo optativo, sino definitivo, el
verbo está en tiempo presente.
2.2. Cristo señala una condición
incuestionable: el creyente es la sal de la
tierra.
3. La aplicación actual a la parábola de la sal.
3.1. El creyente no va a mejorar el mundo con su presencia.
3.1.1. Eso sería tener un concepto erróneo de
lo que es el mundo a los ojos de Dios, algo
totalmente corrompido y orientado al mal.
3.2. La sal es aséptica, está en medio de la
corrupción pero esa corrupción no le afecta.
3.3. El creyente ha sido sacado de la masa
de pecado que es el mundo, por la obra
poderosa de Dios (Ef.2:1-6; Col.1:13).

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos


y pecados,
2
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este
mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que
ahora opera en los hijos de desobediencia,
3
entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los
deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los
demás.
4
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos
amó,
5
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente
con Cristo (por gracia sois salvos),
6
y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los
lugares celestiales con Cristo Jesús,

3.4. El propósito de Dios al hacer esta elección (Ef.1:4).

7
3.5. Dios demanda del creyente una vida de
separación para él. (Jn.17:15-17).

4. 15
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del
mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

4.1. El compromiso del creyente en este


sentido ha de ser tan notorio que incluso
moleste al mundo por su comportamiento
diferente (1.P.4:3-4).

Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los


gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces,
orgías, disipación y abominables idolatrías.
4
A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con
ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;

4.2. La sal está destinada a producir sed.


4.3. La vida santa del creyente ha de servir
para que los que lo observen, deseen tener lo
que él tiene en Cristo.
4.4. Hay una solemne advertencia, de
manera que si un creyente no está actuando
como debiera, lo único que puede esperar es
ser tratado conforme a su inutilidad (v.13).
5. La aplicación que debemos dar hoy a la parábola de la luz.
5.1. La Biblia enseña que los creyentes son
la familia de la luz (1.Ts.5:5).

5
Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día;
no somos de la noche ni de las tinieblas.

5.2. El creyente está puesto para ser un


gran luminar, no una luz pequeña y mortecina
(Fil.2:15).

para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios


sin mancha en medio de una generación maligna y
perversa, en medio de la cual resplandecéis como
luminares en el mundo;

5.2.1. La luz que el creyente manifiesta no es


luz propia, sino la luz verdadera que es Cristo
y que vive en El (Col.1:27;).

a quienes Dios quiso dar a conocer


las riquezas de la gloria de este
misterio entre los gentiles; que es
Cristo en vosotros, la esperanza de

8
gloria,

5.2.2. El creyente brillará en la medida en que


Cristo viva sin impedimentos en él (Ef.5:8).

Porque en otro tiempo erais tinieblas,


mas ahora sois luz en el Señor;
andad como hijos de luz

5.3. Andar en luz exige una vida de limpio


testimonio acorde con la nueva vida recibida
en Cristo.
5.3.1. Brillar, lucir, es vivir a Cristo mismo y
reflejar al Señor (Gl.2:20; Fil.1:21).
5.4. Andar en la luz, brillar, ser luz, permite
señalar el rumbo al que vive en tinieblas, lo
que es un cumplimiento fiel de la comisión de
Cristo (Hch.1:8).
5.5. Quien es luz, no puede esconder esa condición.
5.5.1. No sólo ha de brillar en el mundo, sino
también en el hogar, siendo ejemplo a la
familia de las virtudes de Cristo (1.P.2:9).
5.6. El cristiano debe brillar también en la casa de Dios.

5.6.1. Siendo ejemplo para los más jóvenes en


el evangelio (1.Ti.4:12; Ti.2:7-8).
5.6.2. Los ancianos han de brillar en la iglesia
(1.P.5:2-3).
5.7. El testimonio cristiano debe ser una evidencia ante todos (v.16).
6. La expresión cotidiana de esa condición (v.16).
6.1. El mundo debe ver "vuestras buenas obras".
6.2. Un creyente no sólo habla de Cristo,
sino que expresa a Cristo por medio de su vida
(Gl.2:20; 1.P.3:1).
6.3. Todo lo que un creyente haga en su
vida afecta al testimonio del evangelio.
7. Las consecuencias que traerá el comportamiento fiel de un cristiano (v.16).
7.1. Los hombres glorificarán a Dios al ver el testimonio del creyente.

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