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CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

(Introducción)

El aire es uno de los factores determinantes de la vida en la Tierra. Diariamente todos los
organismos dependemos de este coctel de gases, nuestros pulmones filtran alrededor de 15
kg de aire atmosférico al día.

En todo momento de la historia del hombre, éste ha arrojado materiales que pueden
considerarse como contaminantes atmosféricos (humo, vapores y partículas), sin embargo,
es a partir del desarrollo industrial que esta acción adquiere proporciones considerables, no
sólo por la cantidad de contaminantes que llegan al aire, sino por la naturaleza y calidad de
éstos.

CONTAMINACIÓN POR CO2

El bióxido de carbono CO2constituye el enlace indispensable que une al Sol con la Tierra
por el intercambio bioquímico que permite que la energía luminosa se "incorpore" a los
sistemas vivientes. A partir de la energía solar y con la intervención de moléculas como la
clorofila y el agua, participa en la construcción de alimentos a través de la fotosíntesis en
las plantas verdes (autótrofos).

La energía contenida en los alimentos puede ser aprovechada dentro de la célula de la


misma planta o de cualquier otro organismo (organismo heterótrofo) mediante procesos de
oxidación que permiten "quemar" esos compuestos a través del proceso de respiración y
así, el CO2 regresa a la atmósfera.

La fotosíntesis y la respiración son los procesos metabólicos que ha utilizado la Tierra por
miles de años para hacer que circule el CO2 ( ciclo del CO2) Se estima que -en condiciones
naturales- el CO2 tarda alrededor de 300 años para completar este ciclo.

Buena parte del ciclo del carbono tiene lugar en el agua, donde enormes cantidades de
organismos acuáticos fotosintéticos lo fijan en moléculas orgánicas, mientras que otros lo
liberan mediante la respiración. El bióxido de carbono liberado pasa a formar compuestos
como los carbonatos. Algunos científicos calculan que la mitad del CO2 que circula se
encuentra absorbido por el océano. Mucho de estos carbonatos se encuentra sobre el fondo
marino "arrastrados" por los organismos que mueren y caen a las profundidades.

Una serie de reacciones carbonato <=> bicarbonato ocurren constantemente en el agua. Los
sedimentos calcáreos contienen mucho de esos compuestos y así, el carbono permanece
depositado en el fondo marino, pues estos compuestos se disuelven muy lentamente.

El ciclo natural del carbono, como sabemos, se ha alterado considerablemente como


producto de la contaminación ambiental y la velocidad e intensidad con la que las plantas
pueden utilizarlo en la fotosíntesis no es suficiente como para evitar que este gas se
acumule en la atmósfera.

La quema de combustibles fósiles que mantuvieron por miles de años al carbono


sedimentado en las profundidades y que ahora son utilizados como gas, petróleo y gasolina,
ha puesto en circulación (en la atmósfera) enormes cantidades de carbono.

Los efectos de concentración de CO2 en la atmósfera tienen además, un ritmo estacional.


En altas latitudes (al norte) se incrementa significativamente en el invierno cuando baja la
actividad fotosintética en los bosques de hoja caduca. Este efecto se acentúa por el
incremento en el uso de combustibles para manetener los sistemas de aire acondicionado en
países de esas latitudes.

El efecto invernadero está asociado directamente con la acumulación de bióxido de carbono


en la atmósfera (alrededor del 50%) y su impacto aumenta en la medida que consumimos
combustibles fósiles, permitimos la tala de bosques en toda la superficie terrestre y
continuamos contaminando el mar con desechos y derrames de productos químicos. Otros
contaminantes que contribuyen al efecto invernadero son el metano y los
clorofluorocarbonos (CFC's, utilizados como propelentes de aerosoles y en sistemas de
refrigeración).
Las principales fuentes de emisión de contaminantes en nuestro medio provienen de:

Emisiones industriales ya sea por la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón,


diesel, gasolinas) para realizar los diferentes procesos; por la emisión de productos o
desechos químicos volátiles (ácidos, solventes, catalizadores) y; la modificación de las
condiciones ambientales (calor y liberación de partículas inertes que modifican la
visibilidad y la penetración de la luz). Se considera que se producen más de 70 000
compuestos químicos diferentes que se utilizan tanto en la industria como en otras
actividades humanas y que, de manera ineludible, van a parar tarde o temprano a nuestro
medio, a nuestra atmósfera, muchos de estos contaminantes producen importantes daños al
ambiente y a la salud..

Emisiones por vehículos de motor, que se liberan por la quema de combustibles como el
diesel y la gasolina. Este tipo de contaminación es particularmente importante donde hay
grandes concentraciones urbanas, sin embargo, sus efectos se empiezan a sentir en
cualquier lugar del planeta. Los gases no reconocen fronteras. Entre los principales
productos contaminantes se encuentran: el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno,
los óxidos de azufre, el plomo, las partículas sólidas y el ozono.

Contaminación en los hogares, aunque sus proporciones pudieran parecer menores


comparadas con las dos fuentes anteriores, los hogares contribuyen: directamente a la
contaminación atmosférica a través del uso de sustancias aerosoles (en aspersores de
aromatizantes o cosméticos, o en el anticongelante del refrigerador o del sistema de aire
acondicionado) que contienen clorofluorocarbonos que dañan la capa de ozono; mediante la
quema incompleta de gas; la incineración de basura; o el uso de insecticidas; por supuesto,
que el uso irracional del automóvil es una fuente directa de contaminación que afecta
sensiblemente el ambiente. De manera indirecta en los hogares se produce contaminación
atmosférica al derrochar energía (luz, calentadores, enfriadores, etc) y aumentar con ello la
combustión de productos fósiles en termoeléctricas o hidroeléctricas.

Emisiones producidas por la incineración de basura. Hace unas cuantas décadas el progreso
estaba asociado al deterioro ambiental. A nadie escandalizaba que el signo del éxito de las
ciudades se representara por la presencia de múltiples fábricas. En ciertos momentos parece
que es un signo del hombre dejar deterioro y basura para mostrar que es poderoso y que
tiene éxito. Nosotros sabemos que eso debe cambiar. No podemos continuar produciendo
diariamente miles de toneladas de basura en las diferentes ciudades del mundo, que deben
ser manejadas y procesadas con el consiguiente gasto de energía y producción de
contaminantes. Muchos contaminantes peligrosos para el ambiente y para la salud son
arrojados al ambiente cuando se decide incinerar la basura en los tiraderos.

El microclima de una determinada región, influye de manera decisiva en la presencia de


contaminantes atmosféricos y los efectos que éstos pueden tener. Los vientos, la
temperatura y la radiación solar modifican de manera drástica la dispersión de
contaminantes y la presencia de reacciones químicas que acentúan o atenúan la
contaminación. El viento contribuye a dispersar los contaminantes disminuyendo así su
concentración, esparciéndolos en áreas mayores. El aumento de la temperatura acelera
ciertas reacciones, que aunadas al efecto luminoso de la radiación solar (reacciones
fotoquímicas) hacen más enérgica la reacción de los contaminantes.

En el caso particular de la Ciudad de México, la contaminación de la ciudad de México,


tiene comportamientos diferentes según la hora del día, la estación del año y, a veces, el
lugar específico donde se observe. Según los datos reportados por L. M. Guerra el smog o
la neblina contaminante puede presentarse en dos tipos: el fotoquímico, y el clásico o
común. Ambos se establecen bajo ciertas circunstancias, que podemos apreciar en el
siguiente cuadro.

TIPO SMOG COMÚN SMOG FOTOQUÍMICO

BAJA
INSOLACIÓN
ALTA INSOLACIÓN
BAJA
CONDICIONES BAJA VELOCIDAD DEL
VELOCIDAD
METEROLÓGICAS VIENTO, TEMPERATURA
DEL VIENTO
ALREDEDOR DE 18ºC
TEMPERATURA
INFERIOR A 0ºC

COMBUSTIBLES
TRANSPORTACIÓN
PRINCIPALES CAUSAS INDUSTRIALES
AUTOMOTORES
Y DOMÉSTICOS

PRINCIPALES SO2 NOx, O3, CO, ALDEHÍDOS,


CONTAMINANTES PARTICULADO HIDROCARBUROS

AMBIENTE QUÍMICO REDUCTOR OXIDANTE

ESTACIÓN CARACTERÍSTICA INVIERNO VERANO

CERCA DEL
HORARIO CARACTERÍSTICO MEDIODÍA
AMANECER
Por otra parte, en las regiones altamente contaminadas se manifiestan algunos fenómenos
atmosféricos muy característicos como: la lluvia ácida, el efecto invernadero y la
inversión térmica.

Como sabemos, los contaminantes atmosféricos amenazan constantemente nuestra salud y,


por la complejidad de las combinaciones que forman y de la forma en que actúan, los riegos
son difíciles de estimar con exactitud.

En la sección La contaminación atmosférica y la salud, encontrarás más información.

Es momento de ver con algo de detalle, algunas de las características de los principales
contaminantes atmosféricos y conocer el efecto más evidente de ciertos compuestos sobre
los seres vivos.
LLUVIA ÁCIDA

La lluvia ácida presenta un pH menor (más ácido) que la lluvia normal o limpia.
Constituye un serio problema ambiental ocasionado principalmente por la contaminación
de hidrocarburos fósiles. Estos contaminantes son liberados al quemar carbón y aceite
cuando se usan como combustible para producir calor, calefacción o movimiento (gasolina
y diesel).

El humo del cigarro es una fuente secundaria de esta contaminación, formada


principalmente por dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx). Las erupciones
volcánicas y los géiseres contribuyen con una pequeña cantidad de estos contaminantes a la
atmósfera.

La lluvia ácida se forma generalmente en las nubes altas donde el SO2 y los NOx
reaccionan con el agua y el oxígeno, formando una solución diluida de ácido sulfúrico y
ácido nítrico. La radiación solar aumenta la velocidad de esta reacción.

SO3+H2O --> H2SO4

2NO2+H20 --> HNO3 + HNO2

La lluvia, la nieve, la niebla y otras formas de precipitación arrastran estos contaminantes


hacia las partes bajas de la atmósfera, depositándolos sobre las hojas de las plantas, los
edificios, los monumentos y el suelo.

A través del ciclo hidrológico, el agua se mueve en plantas y animales, ríos, lagos y
océanos, evaporándose a la atmósfera y formando nubes que viajan empujadas por el
viento, de tal suerte que si transportan contaminantes, éstos pueden alcanzar casi cualquier
lugar sobre la superficie terrestre.

Una lluvia ¨limpia¨ es imposible de despojar de partículas de polvo y polen y de un pH


cercano al 5.6 (ligeramente ácido). Al adicionarse SO2 y NOx el pH se torna
dramáticamente ácido (por los ácidos sulfúrico y nitrico formados en la atmósfera).
Los contaminantes pueden depositarse también en forma seca, como gas o en forma de
pequeñas partículas. De hecho, casi la mitad de la acidez de la atmósfera se debe a este tipo
de deposición.

El viento se encarga de empujar estos contaminantes sobre los edificios, el suelo, el campo
y aún, hacia nuestro interior con el aire que respiramos. Cierta parte de estos contaminantes
la podemos ingerir con los alimentos a los que ha llegado polvo y gas.

¿Cómo afecta la lluvia ácida?

La lluvia ácida huele, se ve y se siente igual que la lluvia normal, y se podría decir que
podemos bañarnos con ella sin sentir un efecto inmediato especial. El daño que produce a
las personas no es directo, es más inmediato el efecto de los contaminantes que producen
esta lluvia y que llegan al organismo cuando éste los respira, afectando su salud.

Los productos del hombre, monumentos y edificios, son más susceptibles a la acción de la
lluvia ácida. Muchas ruinas han desaparecido o están en vías de hacerlo, a causa de este
factor.

En los bosques la situación es un tanto distinta. Aunque los científicos no se han puesto de
acuerdo con respecto a los efectos inmediatos concretos, todos estiman que la lluvia ácida
no mata directamente a plantas y árboles, sino que actúa a través de ciertos mecanismos que
los debilitan, haciéndolos más vulnerables a la acción del viento, el frío, la sequía, las
enfermedades y los parásitos. La lluvia ácida afecta directamente las hojas de los vegetales,
despojándolas de su cubierta cerosa y provocando pequeñas lesiones que alteran la acción
fotosintética. Con ello, las plantas pierden hojas y así, la posibilidad de alimentarse
adecuadamente. En ocasiones la lluvia ácida hace que penetren al vegetal ciertos elementos
como el aluminio (éste bloquea la absorción de nutrientes en las raíces), que afectan
directamente su desarrollo.

Los efectos de la lluvia ácida en el suelo pueden verse incrementados en bosques de zonas
de alta montaña, donde la niebla aporta cantidades importantes de los contaminantes en
cuestión.
Las áreas de cultivo no son tan vulnerables a los efectos de la lluvia ácida, toda vez que
generalmente son abonadas con fertilizantes que restituyen nutrientes y amortiguan la
acidez.

La naturaleza posee ciertos mecanismos para regular la acidez producida por causas
naturales. El suelo, sobre todo el calizo, ejerce una acción amortiguadora (buffer) que
impide que el pH se torne demasiado ácido. No obstante, la mayor cantidad de
contaminantes llegan al medio como producto de la actividad humana, que los produce en
cantidades colosales, que no pueden ser amortiguadas.

En sitios donde los suelos no son tan buenos amortiguadores, o donde el aporte de
contaminantes es muy superior a lo que puede reciclarse, se acentúan los efectos nocivos de
la lluvia ácida.

No contamos con un registro fiel que nos permita conocer el pH de diferentes terrenos a
todo lo largo del territorio mexicano pero ya contamos con un acceso en red para conocer el
pH del agua de lluvia en el DF en www.sma.df.gob.mx/sig/Lluvia_acida/ph99.html .

Sólo como ilustración, presentamos la estimación que los investigadores Inés García y
Carlos Dorronsoro, presentan para el caso de el efecto de la acidez en Europa. Conviene
analizar cada caso para establecer alguna relación con respecto a factores como: tipo de
suelo, actividad humana preponderante, entre otros.

Los efectos de la lluvia ácida en medios acuáticos (lagos, ríos, estanques) son más
evidentes, toda vez que los organismos que en ellos habitan son más vulnerables a las
variaciones de pH.

LÍMITE QUE SOPORTA (pH)


ORGANISMO

trucha 5.0

perca 4.5

rana 4.0
salamandra 5.0

lombriz 6.0

mosca 5.5

acocil 6.0

Los organismos adultos pueden ser mucho más resistentes a la acidez, no obstante, cuando
los huevos o los jóvenes son afectados por ella, o cuando el alimento natural que los
sostiene es abatido por la acidez, los adultos se debilitan o la población merma y puede
llegar a desaparecer.

Algunas de las especies químicas que hay en la atmósfera como el SO 2, NO, NO2 , CO,
CO2 , NH3 , pueden interactuar con el vapor de agua del aire produciendo iones o ácidos
que son los que forman la lluvia ácida.

El agua pura tiene un pH = 7 a 25ºC y una presión de una atmósfera, se ioniza formando
iones hidrógeno o protones y iones oxidrilo o hidroxilo, con una concentración cada uno de
10-7 moles/L.

El agua de lluvia es ligeramente ácida porque el agua y el dióxido de carbono del aire
forman ácido carbónico y tiene un pH entre 5.7 y 7. En lugares contaminados por ácido
sulfúrico y ácido nítrico el pH de esa lluvia varía entre 5 y 3.

El dióxido de azufre y los óxidos nítrico y nitroso son originados principalmente por las
termoeléctricas, los motores de combustión interna de coches y aviones y algunas otras
industrias.

Casi todas las construcciones que hace el hombre como edificios, monumentos y
maquinaria son corroídos por exposición prolongada a ácidos diluidos, sin embargo, sus
efectos a largo plazo sobre la naturaleza son más importantes. El incremento de ácidos en el
suelo acelera la velocidad de lixiviación de los nutrientes vitales como el calcio, para las
plantas y la vida acuática (afecta el desarrollo de los huevos de los peces).

La lluvia ácida se forma gracias a reacciones como:


CO2 + H2O <========>
H2CO3

SO2 + H2O --------> H2SO3

2 SO2 + O2 --------> 2 SO3

SO3 + H2O -------> H2SO4

Las reacciones químicas directas del nitrógeno generalmente requieren altas temperaturas,
debido a su poca reactividad química. Su reacción con el oxígeno puede efectuarse usando
una descarga eléctrica de alto voltaje:

N2 + O2 -----> 2 NO. (Óxido nítrico, gas incoloro).

2 NO(G) + O2(G) -----> 2 NO2(G) . (Bióxido de nitrógeno, gas café).

El bióxido de nitrógeno existe en equilibrio con su dímero, el tetróxido de dinitrógeno,


N2O4 , que es un gas incoloro y se licua a 21.3ºC.

NO2 (G) <========> N2O4 (G).

El dióxido de nitrógeno se descompone por la acción de la luz solar en óxido nítrico y


oxígeno atómico (es muy reactivo).

NO2 (G) + hv (radiación solar) -------> NO(G) + O (G).

El bióxido de nitrógeno se combina con el agua produciendo ácido nítrico y óxido nítrico o
ácido nítrico y ácido nitroso, según la cantidad de bióxido de nitrógeno que reaccione con
el agua:

3 NO2 (G) + H2O(V) --------> 2 HNO3(L) + NO(G) .


2 NO2 (G) + H2O(V) ---------> HNO3(L) + HNO2 (L).

PLOMO

Este contaminante se produce principalmente en la industria siderúrgica, las fábricas de


acumuladores y en los motores que utilizan gasolinas o combustibles con plomo.

La vías de contaminación pueden ser : inhalación y la ingestión a través de los alimentos y


el agua contaminada (presente en el suelo, el polvo y las pinturas).

El Pb se acumula en la sangre, huesos y tejidos blandos. Toda vez que se elimina con
mucha dificultad, ataca a los riñones produciéndoles lesiones irreversibles. En general
también afecta el hígado y el sistema nervioso.

La exposición excesiva ocasiona anemia, desórdenes en la reproducción e impedimentos


neurológicos que van desde los trastornos de conducta, los ataques y el retraso mental.

En dosis bajas altera las funciones enzimáticas del organismo y altera los mecanismos de
manejo energéticos. Los niños son especialmente sensibles a este tipo de contaminante que
les afecta el sistema nervioso central y retrasa su desarrollo.

Recientemente se ha asociado la presencia de plomo en la sangre con la hipertensión


crónica y los trastornos cardiovasculares en hombres de mediana edad. En las mujeres se
relaciona con la osteoporosis posmenopáusica.

Se considera que el límite tolerable para un individuo no debe exceder de 1.5 mg/m3.

Según el Instituto Mexicano del Petróleo, en México se ha logrado disminuir este


contaminante en el aire mediante el tratamiento de la gasolina, a la que se ha eliminado casi
por completo y sustituído por metil-etil-éter. En la siguiente gráfica puede verse el
comportamiento de ese contaminante de 1988 a 1993, donde el I.M.P. afirma que la
concentración media anual bajó de 3.50 mg/m3en 1988 a 0.60 mg/m3 para 1993.
CONCENTRACIÓN DE Pb (MICROGRAMOS
AÑO
POR M3)

3.5 1988

2.6 1989

2.3 1990

1.5 1991

0.9 1992

0.6 1993

MONÓXIDO DE CARBONO

El monóxido de carbono (CO) es un gas no irritante, incoloro, inodoro, insípido y tóxico


que se produce por la combustión de materia orgánica como la madera, el carbón o el
petróleo, en una atmósfera con insuficiencia de oxígeno, donde ocurre la siguiente reacción:

2 C + O2 -----> 2 CO

Si la combustión del carbono se hace en una atmósfera con oxígeno se produce el dióxido
de carbono:

C + O2 -----> CO2
y por oxidación del monóxido de carbono:
2 CO + O2 -----> 2 CO2
El CO tiene como fuente natural (en una baja proporción): gases volcánicos, gases
emanados de los pantanos y de las minas de carbón, las tormentas eléctricas, la
fotodisociación del CO2 en la atmósfera superior, los incendios, así como el metabolismo
de plantas y animales acuáticos y terrestres.

El CO químicamente es un agente reductor y su concentración promedio en la atmósfera es


de 0.1 ppm. La mayor fuente de producción de CO es el motor de combustión interna (su
concentración puede alcanzar hasta 115 ppm en embotellamientos de automóvil). Para
abatir estas emisiones se ha optado por instalar los convertidores catalíticos en los
automóviles, con lo que se reduce hasta un 90 % las emisiones de CO.

Una forma natural de consumo de CO es su reacción química con los radicales hidroxilo
ambientales:

CO + 2 OH- -----> CO2 + H2O.

El CO debe su toxicidad en los seres humanos a su capacidad para combinarse con la


hemoglobina produciendo la carboxihemoglobina (COHb), la cual no puede transportar el
oxígeno porque la COHb y el O2 compiten por el mismo grupo funcional de la
hemoglobina. Sin embargo, el CO se combina unas 10 veces menos que el oxígeno con la
hemoglobina y se disocia unas 2200 veces menos que el oxígeno de la hemoglobina, lo que
significa que la afinidad química de la hemoglobina por el CO es 220 veces mayor que por
el oxígeno.

La reducción de la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre es proporcional a la


cantidad presente de COHb, pero la cantidad de oxígeno disponible para los tejidos se
reduce más todavía por la influencia inhibidora de la COHb sobre la disociación de
cualquier oxihemoglobina (O2Hb) todavía disponible. La COHb es disociable totalmente y
una vez terminada la exposición aguda al CO se excreta por los pulmones. Sólo una
pequeña cantidad se oxida a CO2 .

Un sujeto envenenado por CO que en reposo respire aire, el contenido de CO en la sangre


tiene un tiempo de vida media de 320 minutos. Si se aplica oxígeno puro el tiempo de vida
media se reduce a 80 min ya que el equilibrio se desplaza hacia la formación de
oxihemoglobina según la ecuación química:
CO + O2Hb <=====> O2 + COHb.

El grado de toxicidad del CO depende de la concentración y del tiempo de exposición del


individuo, y los daños pueden ser desde ligeros malestares hasta la muerte.

NIVEL (ppm) EFECTO FISIOLÓGICO

200 por 3 horas ó 600 por


Dolor de cabeza
1 hora

500 por 1 hora ó 1 000 Mareos, zumbido de oídos, náuseas,


por 30 minutos palpitaciones, embotamiento

1 500 por una hora Sumamente peligroso para la vida

4 000 Colapso, inconsciencia, muerte

El envenenamiento por CO puede agravarse por la acción de factores como:

¨ El humo de cigarro

¨ La realización de ejercicio físico

¨ La exposición en sitios localizados a más de 1 500 m sobre el nivel del mar

¨ La presencia de enfermedades cardiorespiratorias

Otras fuentes de emisión son las industrias que utilizan combustibles fósiles en sus fraguas,
calderas e incineradores, en la detonación de explosivos y los escapes en instalaciones
deterioradas de calefacción y estufas.

Los sitios donde se concentran gran cantidad de vehículos de combustión interna


corresponden a los de mayor índice de contaminación producida por monóxido de carbono.
La Zona Metropolitana de la Ciudad de México es un buen ejemplo de ello. Para conocer
los índices reportados cada hora para los principales contaminantes atmosféricos se puede
consultar la página del ÍNDICE METROPOLITANO DE CALIDAD DEL AIRE
http://sma.df.gob.mx/imeca/imeca.asp del gobierno del D.F.

ÓXIDOS DE NITRÓGENO

El NO2 puede irritar los pulmones y predispone ya que abate la resistencia del organismo
para contraer diferentes infecciones respiratorias, como la gripa y la influenza.

Los óxidos de nitrógeno (NOx) son importantes contribuyentes potenciales de fenómenos


nocivos como la lluvia ácida y la eutroficación en las zonas costeras. La eutroficación
ocurre cuando un cuerpo de agua sufre un notable incremento de nutrientes como los
nitratos reduciendo la cantidad de oxígeno disuelto, transformando el ambiente en un medio
no viable para los seres vivientes.
CARACTERÍSTICAS DEL GAS:
INCOLORO (en grandes concentraciones es café pardo)

PRODUCE: irritación en los ojos, nariz y garganta. La


exposición prolongada o crónica produce lesiones pulmonares

PUEDE PERMANECER RESIDENTE EN EL MEDIO HASTA 3 AÑOS

El nitrógeno no reacciona fácilmente con el oxígeno (por eso el aire se mantiene como una
mezcla de nitrógeno y oxígeno, principalmente) pero en condiciones favorables reaccionan
produciendo los óxidos de nitrógeno que se representan como NOx y son el óxido nítrico
(NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2 , gas café rojizo) que se mantiene como mezcla en
equilibrio con su dímero, el tetróxido de nitrógeno (N2O4 , gas incoloro, se licua a 21.3ºC. )
a una temperatura de 25ºC y una presión de una atmósfera. Se representa con la ecuación
química:

NO2 (G) <===> N2O4 (G) .

Por regla general todos los óxidos de nitrógeno se transforman en bióxido de nitrógeno en
el aire, por eso la observación se centra en él .

El óxido nítrico, NO gas incoloro, reacciona con el oxígeno produciendo dióxido de


nitrógeno y se representa mediante la ecuación química:

2 NO(G) + O2 (G) --------> 2 NO2(G) .

El dióxido de nitrógeno se descompone por la acción de la luz solar en óxido nítrico y


oxígeno atómico (es muy reactivo) y reacciona con una molécula de oxígeno produciendo
ozono, procesos que se representan como:

NO2 (G) + hv (radiación solar) -------> NO(G) + O(G) .


O (G) + O2 (G) --------> O3 (G)

El ozono al igual que los demás peróxidos es muy reactivo y reacciona con el óxido nítrico
produciendo dióxido de nitrógeno y oxígeno.

O3 (G) + NO(G) --------> NO2 (G) + O2(G) .

Las reacciones químicas directas del nitrógeno generalmente requieren altas temperaturas,
debido a su poca reactividad química. Su reacción con el oxígeno puede efectuarse usando
una descarga eléctrica de alto voltaje:

N2 + O2 -----> 2 NO (óxido nítrico, gas incoloro).

El bióxido de nitrógeno se combina con el agua produciendo ácido nítrico y óxido nítrico o
ácido nítrico y ácido nitroso, según la cantidad de bióxido de nitrógeno que reaccione con
el agua:

3 NO2 (G) + H2O(V) --------> 2 HNO3(L) + NO(G) .

2 NO2 (G) + H2O(V) ---------> HNO3(L) + HNO2 (L) .

INVERSIÓN TÉRMICA

El fenómeno de inversión térmica se presenta cuando en las noches despejadas el suelo ha


perdido calor por radiación, las capas de aire cercanas a él se enfrían más rápido que las
capas superiores de aire lo cual provoca que se genere un gradiente positivo de temperatura
con la altitud (lo que es un fenómeno contrario al que se presenta normalmente, la
temperatura de la troposfera disminuye con la altitud). Esto provoca que la capa de aire
caliente quede atrapada entre las 2 capas de aire frío sin poder circular, ya que la presencia
de la capa de aire frío cerca del suelo le da gran estabilidad a la atmósfera porque
prácticamente no hay convección térmica, ni fenómenos de transporte y difusión de gases y
esto hace que disminuya la velocidad de mezclado vertical entre la región que hay entre las
2 capas frías de aire.
El fenómeno climatológico denominado inversión térmica se presenta normalmente en las
mañanas frías sobre los valles de escasa circulación de aire en todos los ecosistemas
terrestres. También se presenta este fenómeno en las cuencas cercanas a las laderas de las
montañas en noches frías debido a que el aire frío de las laderas desplaza al aire caliente de
la cuenca provocando el gradiente positivo de temperatura.

Cuando se emiten contaminantes al aire en condiciones de inversión térmica, se acumulan


(aumenta su concentración) debido a que los fenómenos de transporte y difusión de los
contaminantes ocurren demasiado lentos, provocando graves episodios de contaminación
atmosférica de consecuencias graves para la salud de los seres vivos.

La inversión térmica es un fenómeno peligroso para la vida cuando hay contaminación


porque al comprimir la capa de aire frío a los contaminantes contra el suelo la
concentración de los gases tóxicos puede llegar hasta equivaler a 14 veces más.

Condiciones de inversión térmica de larga duración con contaminantes de bióxido de azufre


y partículas de hollín causaron la muerte de miles de personas en Londres, Inglaterra en
1952 y en el Valle de Ruhr, Alemania en 1962.
Generalmente, la inversión térmica se termina (rompe) cuando se calienta el suelo y vuelve
a emitir calor lo cual restablece la circulación normal en la troposfera.

PARTÍCULAS EN SUSPENSIÓN
Las partículas que hay en el aire son generadas por diferentes fuentes que pueden ser
móviles o estacionarias como motores, industrias, aserraderos, incendios, erosión del suelo,
etc. y pueden ser de naturaleza química, física o biológica.

Las partículas viables o capaces de vivir abarcan desde los granos de polen, partes de
insectos como pelos, alas, hasta microorganismos como las bacterias, los hongos, los
mohos o las esporas y pequeños insectos. Causan muchos efectos perjudiciales al hombre
como algunas formas de asmas bronquiales, la fiebre del heno, diversas infecciones por
hongos y enfermedades bacterianas

Partículas no viables abarcan una gran cantidad de materiales, algunos de fuentes naturales
(arena, polvos de la erosión del suelo, polvos volcánicos, etc.) y otros de materia orgánica o
inorgánica resultantes de las actividades del hombre (productos de la combustión del
carbón, petróleo, madera y basura, insecticidas, asbesto, etc.). Los efectos de estos
compuestos pueden consultarse en Algunos de los contaminantes atmosféricos más
frecuentes y/o más dañinos o en Contaminantes peligrosos producidos en la incineración de
basura.

Una fuente de contaminación atmosférica son actividades como la perforación, trituración,


molienda, secado, mezclado y fertilización con fosfatos. Otra fuente de contaminación del
aire es la actividad metalúrgica del fierro, acero, cobre, plomo, zinc y aluminio. Minerales
no metálicos como el cemento, vidrio, cerámica y asbesto. Partículas de plomo resultante
del uso del tetraetilo de plomo o tetrametilplomo (C4H12Pb) como antidetonante de la
gasolina.

A la materia que consta de partículas dispersas que tienen diámetros promedio de 10 a 1000
angstroms (1 angstrom = 1 x 10-8 cm) se dice que se encuentran en estado coloidal. Los
coloides pueden formar espuma, aerosol, emulsión, humo, sol y gel. Las partículas las
clasifican de acuerdo a su diámetro promedio, por ejemplo, las partículas de aerosol son de
10 micrones (micrómetros).

Las partículas ácidas son responsables en gran medida del deterioro de edificios y
monumentos ya que actúan sobre ellos mediante la lluvia ácida. Sus efectos nocivos
pueden identificarse en las lesiones que producen en el tejido del aparato respiratorio, la
predisposición al abatir los sistemas de defensa del organismo, ante la gripa, el asma y la
influenza.

Algunas partículas son precursoras de diferentes tipos de cáncer, y de algunos tipos de


incapacidad en las personas que se exponen a ellas de manera crónica.

Los problemas de disminución de visibilidad están directamente asociados a la presencia


de este tipo de contaminante. Estas partículas en suspensión en el aire absorben y dispersan
la luz impidiendo la visibilidad. La visibilidad es un fenómeno fácilmente medible, pero de
la misma forma en que las partículas son difíciles de relacionar con una determinada fuente,
el problema de la visibilidad es difícil de comprender y por ende, de eliminar.

EL PROBLEMA DE LA CONTAMINACIÓN EN LA ZMCM


(ZONA METROPOLITANA DE LA CIUDAD DE MÉXICO)
Notas sobre un reporte presentado por PEMEX.

La contaminación atmosférica en la Ciudad de México crecía a fines de los ochentas, a un


ritmo muy preocupante. Es en esta época, con la puesta en marcah del tratato de libre
comercio entre EUA, Canadá y México que se pusieron en marcha una serie de medidas
para combatirla.

La contaminación atmosférica se ha encuentrado entre los problemas más serios que


enfrenta nuestro mundo moderno. En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México
(ZMCM) ésta es una de las prioridades más urgentes, ya que afecta tanto la calidad de vida
de sus más de 15 millones de habitantes como el ecosistema donde se encuentra localizada.
El problema de la contaminación atmosférica, en particular por ozono, no se había abatido
a fines del siglo XX al ritmo que se esperaba, a pesar de las estrictas medidas tomadas por
las autoridades.

A fines de los 80, la ciudad estaba experimentando lo que en otras ciudades había ocurrido
cuando sus habitantes y las industrias localizadas en ella se adaptan a nuevas leyes y
normas ambientales. Es decir, el abatimiento de los contaminantes más fáciles de controlar
provocó que los contaminantes más pertinaces destacaran. De igual manera, la complejidad
del problema hacía imposible que tanto los científicos como los tomadores de decisiones
pudieran predecir con precisión los efectos de las nuevas políticas de control utilizando
únicamente las herramientas disponibles hasta ese momento.

Dentro de la comunidad mexicana existían dos corrientes acerca del siguiente paso a
tomar. La primera sugería que se implantaran las acciones tomadas en otras ciudades con
problemas similares de contaminación atmosférica. Este enfoque hubiese colocado a la
Ciudad de México en un rezago de cinco, diez o más años con relación a éstas. La segunda,
con un enfoque más dinámico y una propuesta de colaboración con los Estados Unidos
sugería buscar una herramienta de vanguardia que permitiera analizar el efecto real
asociado con cada una de las acciones puestas en marcha, individual o simultáneamente.

Las autoridades mexicanas optaron por esta última y apoyaron el desarrollo conjunto entre
científicos de los EUA y México del Estudio Global de la Calidad del Aire en la Ciudad de
México (EGCA). Con lo que además se vislumbraba la posibilidad de tomar el liderazgo en
este campo en tan sólo unos años.

Para iniciar este esfuerzo México contaba con técnicos y científicos altamente calificados;
equipo de cómputo; una red de monitoreo atmosférico tradicional; experiencia práctica en
problemas ambientales locales; habilidad para adaptar diferentes herramientas a la solución
de problemas; un marco de cooperación entre las instituciones mexicanas; la
recomendación de sus consejeros y asesores de que los aspectos socio-económicos del
problema deberían tener igual importancia que los aspectos ambientales. Por último, pero
no menos importante existía el ofrecimiento de Petróleos Mexicanos (PEMEX) de aportar
recursos financieros para el EGCA.
Los Estados Unidos contaban con la experiencia de sus más destacados científicos, la
tecnología de uno de sus más renombrados laboratorios nacionales y el deseo tanto de
aprender como de enseñar. Juntos, Estados Unidos y M

EFECTO INVERNADERO,
Término que se aplica al papel que desempeña la atmósfera en el calentamiento de la
superficie terrestre. La atmósfera es prácticamente transparente a la radiación solar de onda
corta, absorbida por la superficie de la Tierra. Gran parte de esta radiación se vuelve a
emitir hacia el espacio exterior con una longitud de onda correspondiente a los rayos
infrarrojos, pero es reflejada de vuelta por gases como el dióxido de carbono, el metano, el
óxido nitroso, los clorofluorocarbonos (CFC) y el ozono, presentes en la atmósfera. Este
efecto de calentamiento es la base de las teorías relacionadas con el calentamiento global.
El contenido en dióxido de carbono de la atmósfera se ha incrementado aproximadamente
un 30% desde 1750, como consecuencia del uso de combustibles fósiles como el petróleo,
el gas y el carbón; la destrucción de bosques tropicales por el método de cortar y quemar
también ha sido un factor relevante que ha influido en el ciclo del carbono. El efecto neto
de estos incrementos podría ser un aumento global de la temperatura, estimado entre 1,4 y
5,8 ºC entre 1990 y 2100. Este calentamiento puede originar importantes cambios
climáticos, afectando a las cosechas y haciendo que suba el nivel de los océanos. De ocurrir
esto, millones de personas se verían afectadas por las inundaciones.
Se están intentado distintos esfuerzos internacionales para reducir las emisiones de gases de
efecto invernadero. En 1997 se reunieron en Kioto representantes de los países integrantes
de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, creada en el
seno de la Cumbre sobre la Tierra (Cumbre de Río), celebrada en Río de Janeiro en 1992.
En el Protocolo de Kioto se estableció que los países desarrollados debían reducir sus
emisiones de gases causantes del efecto invernadero en un 5,2% para el año 2012 respecto a
las emisiones del año 1990. Sin embargo, este protocolo debe ser ratificado por un 55% de
los países desarrollados cuyas emisiones de gases de efecto invernadero sumen el 55% del
total. En noviembre de 2000 se celebró en La Haya la VI Conferencia de las Partes de la
Convención Marco sobre el Cambio Climático, en la que debían acordarse los reglamentos
del Protocolo de Kioto. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo y se fijo una nueva cita de la
misma para el año 2001.
Calentamiento global, aumento de la temperatura de la Tierra debido al uso de
combustibles fósiles y a otros procesos industriales que llevan a una acumulación de gases
invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y clorofluorocarbonos) en la
atmósfera. Desde 1896 se sabe que el dióxido de carbono ayuda a impedir que los rayos
infrarrojos escapen al espacio, lo que hace que se mantenga una temperatura relativamente
cálida en nuestro planeta (efecto invernadero). Sin embargo, el incremento de los niveles de
dióxido de carbono puede provocar un aumento de la temperatura global, lo que podría
originar importantes cambios climáticos con graves implicaciones para la productividad
agrícola.
Dióxido de carbono, gas incoloro, inodoro y con un ligero sabor ácido, cuya molécula
consiste en un átomo de carbono unido a dos átomos de oxígeno (CO2). El químico escocés
Joseph Black lo denominó "aire fijo", y lo obtuvo a partir de la descomposición de la marga
y la caliza, como parte de la composición química de esas sustancias. El químico francés
Antoine Lavoisier lo identificó como un óxido de carbono al demostrar que el gas obtenido
por la combustión del carbón de leña es idéntico en sus propiedades al "aire fijo" obtenido
por Black. El dióxido de carbono es 1,5 veces aproximadamente más denso que el aire. Es
soluble en agua en una proporción de un 0,9 de volumen del gas por volumen de agua a 20
°C.
El dióxido de carbono se produce por diversos procesos: por combustión u oxidación de
materiales que contienen carbono, como el carbón, la madera, el aceite o algunos alimentos;
por la fermentación de azúcares, y por la descomposición de los carbonatos bajo la acción
del calor o los ácidos. Comercialmente el dióxido de carbono se recupera de los gases de
hornos de calcinación, de los procesos de fermentación, de la reacción de los carbonatos
con los ácidos, y de la reacción del vapor con el gas natural, una fase de la producción
comercial de amoníaco. El dióxido de carbono se purifica disolviéndolo en un solución
concentrada de carbonato alcalino y luego calentando la disolución con vapor. El gas se
recoge y se comprime en cilindros de acero.
Metano, llamado gas de los pantanos, compuesto de carbono e hidrógeno, de fórmula CH4,
es un hidrocarburo, el primer miembro de la serie de los alcanos. Es más ligero que el aire,
incoloro, inodoro e inflamable. Se encuentra en el gas natural, como en el gas grisú de las
minas de carbón, en los procesos de las refinerías de petróleo, y como producto de la
descomposición de la materia en los pantanos. Es uno de los principales componentes de la
atmósfera de los planetas Saturno, Urano y Neptuno. El metano puede obtenerse mediante
la hidrogenación de carbono o dióxido de carbono, por la acción del agua con carburo de
aluminio o también al calentar etanoato de sodio con álcali. El metano es apreciado como
combustible y para producir cloruro de hidrógeno, amoníaco, etino y formaldehído.

El metano tiene un punto de fusión de -182,5 °C y un punto de ebullición de -161,5 °C.

Ozono (del griego ozein, 'oler'), forma alotrópica del oxígeno que tiene tres átomos en
cada molécula, y cuya fórmula es O3. Es un gas azul pálido de olor fuerte y altamente
venenoso. El ozono tiene un punto de ebullición de -111,9 °C, un punto de fusión de -192,5
°C y una densidad de 2,144 g/l. El ozono líquido es de color azul intenso, y fuertemente
magnético. El ozono se forma al pasar una chispa eléctrica a través de oxígeno, y produce
un olor detectable en las inmediaciones de maquinaria eléctrica. El método comercial de
obtención consiste en pasar oxígeno frío y seco a través de una descarga eléctrica
silenciosa. El ozono es mucho más activo químicamente que el oxígeno ordinario y es
mejor como agente oxidante. Se usa para purificar el agua, esterilizar el aire y blanquear
telas, ceras y harina. Sin embargo, el bajo nivel de ozono en la atmósfera, causado por los
óxidos de nitrógeno y los gases orgánicos emitidos por los automóviles y las industrias,
constituye un peligro para la salud y puede producir graves daños en las cosechas (Lluvia
ácida; Medio ambiente).

Aerosol (recipiente), envase provisto de una válvula, diseñado para proporcionar una
amplia variedad de sustancias en forma pulverizada, de espuma o chorro líquido. El
producto, que puede ser pintura, cosméticos o insecticida, se mezcla con un gas propulsor
que está sellado a presión en el recipiente.
Algunos propulsores, como el óxido nitroso o el dióxido de carbono, se mantienen en forma
de gas en el aerosol aunque estén a presión. Otros, como los clorofluorocarbonos, se licúan
(Flúor). Hay sistemas de dos fases en los que el producto se mezcla con el líquido
propulsor, que al liberarse se convierte en gas y se expande, dividiendo el producto en gotas
diminutas. Los sistemas de tres fases consisten en una capa del producto entre capas de
propulsor licuado (en el fondo) y gases propulsores (en la parte superior). En ambos
sistemas, al apretar el botón de la válvula, el producto sube por un tubo y sale por ella. El
gas licuado del fondo del aerosol se vaporiza para mantener la presión constante.

Desde la década de los setenta se ha investigado mucho sobre los clorofluorocarbonos


(CFC) y se sabe que atacan la capa de ozono de la atmósfera. Estos gases están ya
prohibidos en muchos países, aunque se siguen utilizando en algunos casos específicos.
Fertilizante o Abono, sustancia o mezcla química natural o sintética utilizada para
enriquecer el suelo y favorecer el crecimiento vegetal. Las plantas no necesitan compuestos
complejos, del tipo de las vitaminas o los aminoácidos, esenciales en la nutrición humana,
pues sintetizan todos los que precisan. Sólo exigen una docena de elementos químicos, que
deben presentarse en una forma que la planta pueda absorber. Dentro de esta limitación, el
nitrógeno, por ejemplo, puede administrarse con igual eficacia en forma de urea, nitratos,
compuestos de amonio o amoníaco puro.
Los suelos vírgenes suelen contener cantidades adecuadas de todos los elementos
necesarios para la correcta nutrición de las plantas. Pero cuando una especie determinada se
cultiva año tras año en un mismo lugar, el suelo puede agotarse y ser deficitario en uno o
varios nutrientes. En tal caso, es preciso reponerlos en forma de fertilizantes. La aplicación
de fertilizantes adecuados estimula el crecimiento de las plantas.
De entre los nutrientes necesarios, el aire y el agua aportan hidrógeno, oxígeno y carbono
en cantidades inagotables. Casi todos los suelos encierran abundancia de azufre, calcio,
hierro y otros nutrientes esenciales. El calcio suele añadirse al suelo, pero su función
primordial es reducir la acidez, no actuar como fertilizante en sentido estricto. El nitrógeno
se halla presente en la atmósfera en cantidades enormes, pero las plantas no pueden
utilizarlo de esta forma; ciertas bacterias proporcionan a las leguminosas el nitrógeno
necesario, que toman del aire y lo transforman mediante una serie de reacciones llamadas
de fijación de nitrógeno. Los tres elementos que deben contener casi todos los fertilizantes
son nitrógeno, fósforo y potasio. En ocasiones, es preciso añadir a éstos pequeñas
cantidades de algunos otros, entre ellos boro, cobre y manganeso.
Desde la antigüedad se usan muchos fertilizantes que contienen uno o varios elementos
valiosos para el suelo. Así, el estiércol y el guano contienen nitrógeno, los huesos contienen
pequeñas cantidades de nitrógeno y son ricos en fósforo, las cenizas de madera encierran
cantidades apreciables de potasio (la proporción depende del tipo de madera). El trébol, la
alfalfa y otras leguminosas se intercalan con otras especies en un régimen rotativo y luego
se trabajan con el arado para enriquecer el suelo en nitrógeno.
Suele describirse como fertilizante completo cualquiera que contenga los tres elementos; la
composición se codifica con ayuda de tres números. Así, un 5-8-7 es un abono (por lo
general preparado en polvo o en gránulos) que contiene un 5% de nitrógeno, un 8% de
fósforo (calculado en forma de pentóxido de fósforo) y un 7% de potasio (como óxido de
potasio).
Aunque esenciales para la agricultura moderna, el abuso de los fertilizantes puede ser
nocivo para las plantas, los cultivos y el suelo. Además, la lixiviación de los nutrientes
puede causar contaminación del agua y alteraciones como la eutrofización o desarrollo
excesivo de la vegetación.
ANTÁRTIDA
Los expertos meteorológicos han realizado continuos registros durante alrededor de
veinticinco años que proporcionan datos sobre la función de la Antártida en el clima
mundial. Una de esas contribuciones ha sido el descubrimiento, observado por primera vez
por científicos británicos en 1985, del llamado ‘agujero en la capa de ozono’, que se
desarrolla cada primavera antártica en la estratosfera por encima del continente y que
desaparece total o parcialmente al final de la estación. El significado de esta reducción en la
capa de ozono en las cercanías del polo sur continúa en estudio. Puede ser un fenómeno
natural en parte, pero la evidencia indica que la pérdida de ozono está relacionada con el
problema de la liberación de clorofluorocarbonos a la atmósfera.
Capa de ozono, zona de la atmósfera que abarca entre los 19 y 48 km por encima de la
superficie de la Tierra. En ella se producen concentraciones de ozono de hasta 10 partes por
millón (ppm). El ozono se forma por acción de la luz solar sobre el oxígeno. Esto lleva
ocurriendo muchos millones de años, pero los compuestos naturales de nitrógeno presentes
en la atmósfera parecen ser responsables de que la concentración de ozono haya
permanecido a un nivel razonablemente estable. A nivel del suelo, unas concentraciones tan
elevadas son peligrosas para la salud, pero dado que la capa de ozono protege a la vida del
planeta de la radiación ultravioleta cancerígena, su importancia es inestimable. Por ello, los
científicos se preocuparon al descubrir, en la década de 1970, que ciertos productos
químicos llamados clorofluorocarbonos, o CFC (compuestos del flúor), usados durante
largo tiempo como refrigerantes y como propelentes en los aerosoles, representaban una
posible amenaza para la capa de ozono. Al ser liberados en la atmósfera, estos productos
químicos, que contienen cloro, ascienden y se descomponen por acción de la luz solar, tras
lo cual el cloro reacciona con las moléculas de ozono y las destruye. Por este motivo, el uso
de CFC en los aerosoles ha sido prohibido en muchos países. Otros productos químicos,
como los halocarbonos de bromo, y los óxidos de nitrógeno de los fertilizantes, son también
lesivos para la capa de ozono.
Durante varios años, a partir de finales de la década de 1970, los investigadores que
trabajaban en la Antártida detectaron una pérdida periódica de ozono en las capas
superiores de la atmósfera por encima del continente. El llamado agujero de la capa de
ozono aparece durante la primavera antártica, y dura varios meses antes de cerrarse de
nuevo. Otros estudios, realizados mediante globos de gran altura y satélites meteorológicos,
indicaban que el porcentaje global de ozono en la capa de ozono de la Antártida estaba
descendiendo. Vuelos realizados sobre las regiones del Ártico, descubrieron que en ellas se
gestaba un problema similar. Estas evidencias llevaron a que, en 1987, varios países
firmaran el Protocolo de Montreal sobre las sustancias que agotan la capa de ozono con el
fin de intentar reducir, escalonadamente, la producción de CFCs y otras sustancias químicas
que destruyen el ozono. En 1989 la Comunidad Europea (hoy Unión Europea) propuso la
prohibición total del uso de CFC durante la década de 1990, propuesta respaldada por el
entonces presidente de Estados Unidos, George Bush. En 1991, con el fin de estudiar la
pérdida de ozono a nivel global, la NASA lanzó el Satélite de Investigación de la
Atmósfera Superior, de 7 toneladas. En órbita sobre la Tierra a una altitud de 600 km, la
nave mide las variaciones en las concentraciones de ozono a diferentes altitudes, y
suministra datos completos sobre la química de la atmósfera superior.
Como consecuencia de los acuerdos alcanzados en el Protocolo de Montreal, la producción
de CFCs en los países desarrollados cesó casi por completo en 1996. En los países en vías
de desarrollo los CFCs se van a ir retirando progresivamente hasta eliminarse por completo
en el año 2010. Los hidroclorofluorocarbonos (HCFCs), menos destructivos que los CFCs
aunque también pueden contribuir al agotamiento del ozono, se están usando como
sustitutos de los CFCs hasta el año 2020 en que deberán eliminarse por completo en los
países desarrollados; en los países en desarrollo la eliminación debe producirse en el año
2040. Los CFCs y otras sustancias químicas que destruyen el ozono pueden permanecer en
la atmósfera durante décadas, por lo que a pesar del progreso que se ha logrado en los
países en desarrollo para eliminar gradualmente estos productos la destrucción del ozono
estratosférico continuará en los próximos años. Así, a finales del año 2000 el agujero en la
capa de ozono alcanzó una superficie de 29,7 millones de kilómetros cuadrados sobre la
Antártida. A pesar de que las dimensiones del agujero de ozono son las mayores hasta
ahora detectadas, los científicos prevén que, si las medidas del Protocolo de Montreal se
siguen aplicando, la capa de ozono comenzará a restablecerse en un futuro próximo y
llegará a recuperarse por completo a mediados del siglo XXI.

LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA
1 INTRODUCCIÓN
Contaminación atmosférica, contaminación de la atmósfera por residuos o productos
secundarios gaseosos, sólidos o líquidos, que pueden poner en peligro la salud del hombre y
la salud y bienestar de las plantas y animales, atacar a distintos materiales, reducir la
visibilidad o producir olores desagradables. Entre los contaminantes atmosféricos emitidos
por fuentes naturales, sólo el radón, un gas radiactivo, es considerado un riesgo importante
para la salud. Subproducto de la desintegración radiactiva de minerales de uranio
contenidos en ciertos tipos de roca, el radón se filtra en los sótanos de las casas construidas
sobre ella. Se da el caso, y según recientes estimaciones del gobierno de Estados Unidos, de
que un 20% de los hogares del país contienen concentraciones de radón suficientemente
elevadas como para representar un riesgo de cáncer de pulmón. Veáse también Medio
ambiente.
Inversión térmica El smog rodea El Ángel, monumento situado en pleno centro de México
D.F. durante una inversión térmica. La contaminación aumenta de forma espectacular
cuando una masa de aire frío queda atrapada bajo una de aire caliente, a consecuencia de su
situación física, ya que las montañas que rodean la ciudad impiden la circulación del aire.

Principales contaminantes atmosféricos Las fuentes de los principales contaminantes


atmosféricos incluyen las actividades individuales, como conducir o manejar un coche, y
las actividades industriales, como la fabricación de productos o la generación de
electricidad.
Cada año, los países industriales generan miles de millones de toneladas de contaminantes.
Los contaminantes atmosféricos más frecuentes y más ampliamente dispersos se describen
en la tabla adjunta. El nivel suele expresarse en términos de concentración atmosférica
(microgramos de contaminantes por metro cúbico de aire) o, en el caso de los gases, en
partes por millón, es decir, el número de moléculas de contaminantes por millón de
moléculas de aire. Muchos contaminantes proceden de fuentes fácilmente identificables; el
dióxido de azufre, por ejemplo, procede de las centrales energéticas que queman carbón o
petróleo. Otros se forman por la acción de la luz solar sobre materiales reactivos
previamente emitidos a la atmósfera (los llamados precursores). Por ejemplo, el ozono, un
peligroso contaminante que forma parte del smog, se produce por la interacción de
hidrocarburos y óxidos de nitrógeno bajo la influencia de la luz solar. El ozono ha
producido también graves daños en las cosechas. Por otra parte, el descubrimiento en la
década de 1980 de que algunos contaminantes atmosféricos, como los clorofluorocarbonos
(CFC), están produciendo una disminución de la capa de ozono protectora del planeta ha
conducido a una supresión paulatina de estos productos.

METEOROLOGÍA Y EFECTOS SOBRE LA SALUD


La concentración de los contaminantes se reduce al dispersarse éstos en la atmósfera,
proceso que depende de factores climatológicos como la temperatura, la velocidad del
viento, el movimiento de sistemas de altas y bajas presiones y la interacción de éstos con la
topografía local, por ejemplo las montañas y valles. La temperatura suele decrecer con la
altitud, pero cuando una capa de aire frío se asienta bajo una capa de aire caliente
produciendo una inversión térmica, la mezcla atmosférica se retarda y los contaminantes se
acumulan cerca del suelo. Las inversiones pueden ser duraderas bajo un sistema
estacionario de altas presiones unido a una baja velocidad del viento.
Un periodo de tan sólo tres días de escasa mezcla atmosférica puede llevar a
concentraciones elevadas de productos peligrosos en áreas de alta contaminación y, en
casos extremos, producir enfermedades e incluso la muerte. En 1948 una inversión térmica
sobre Donora, Pennsylvania, produjo enfermedades respiratorias en más de 6.000 personas
ocasionando la muerte de veinte de ellas. En Londres, la contaminación segó entre 3.500 y
4.000 vidas en 1952, y otras 700 en 1962. La liberación de isocianato de metilo a la
atmósfera durante una inversión térmica fue la causa del desastre de Bhopal, India, en
diciembre de 1984, que produjo al menos 3.300 muertes y más de 20.000 afectados. Los
efectos de la exposición a largo plazo a bajas concentraciones de contaminantes no están
bien definidos; no obstante, los grupos de riesgo son los niños, los ancianos, los fumadores,
los trabajadores expuestos al contacto con materiales tóxicos y quienes padecen
enfermedades pulmonares o cardiacas. Otros efectos adversos de la contaminación
atmosférica son los daños que pueden sufrir el ganado y las cosechas.
A menudo los primeros efectos perceptibles de la contaminación son de naturaleza estética
y no son necesariamente peligrosos. Estos efectos incluyen la disminución de la visibilidad
debido a la presencia de diminutas partículas suspendidas en el aire, y los malos olores,
como la pestilencia a huevos podridos producida por el sulfuro de hidrógeno que emana de
las fábricas de papel y celulosa.

FUENTES Y CONTROL
Contaminación atmosférica Los vehículos emiten una serie de contaminantes aéreos que
afectan de forma adversa a la salud del ser humano, los animales y las plantas y a la
composición química de la atmósfera. Las emisiones de dióxido de carbono e
hidrocarburos, dos de los principales contaminantes liberados por los automóviles,
contribuyen al calentamiento global. La presencia de niveles elevados de estos productos
hacen que la radiación reflejada quede atrapada en la atmósfera, haciendo subir lentamente
la temperatura de la misma.Harold Taylor/Oxford Scientific Films
La combustión de carbón, petróleo y gasolina es el origen de buena parte de los
contaminantes atmosféricos. Más de un 80% del dióxido de azufre, un 50% de los óxidos
de nitrógeno, y de un 30 a un 40% de las partículas en suspensión emitidos a la atmósfera
en Estados Unidos proceden de las centrales eléctricas que queman combustibles fósiles,
las calderas industriales y las calefacciones. Un 80% del monóxido de carbono y un 40% de
los óxidos de nitrógeno e hidrocarburos emitidos proceden de la combustión de la gasolina
y el gasóleo en los motores de los coches y camiones. Otras importantes fuentes de
contaminación son la siderurgia y las acerías, las fundiciones de cinc, plomo y cobre, las
incineradoras municipales, las refinerías de petróleo, las fábricas de cemento y las fábricas
de ácido nítrico y sulfúrico.
Entre los materiales que participan en un proceso químico o de combustión puede haber ya
contaminantes (como el plomo de la gasolina), o éstos pueden aparecer como resultado del
propio proceso. El monóxido de carbono, por ejemplo, es un producto típico de los motores
de explosión. Los métodos de control de la contaminación atmosférica incluyen la
eliminación del producto peligroso antes de su uso, la eliminación del contaminante una
vez formado, o la alteración del proceso para que no produzca el contaminante o lo haga en
cantidades inapreciables. Los contaminantes producidos por los automóviles pueden
controlarse consiguiendo una combustión lo más completa posible de la gasolina, haciendo
circular de nuevo los gases del depósito, el carburador y el cárter, y convirtiendo los gases
de escape en productos inocuos por medio de catalizadores (véase Motor de combustión
interna). Las partículas emitidas por las industrias pueden eliminarse por medio de ciclones,
precipitadores electrostáticos y filtros. Los gases contaminantes pueden almacenarse en
líquidos o sólidos, o incinerarse para producir sustancias inocuas.
EFECTOS A GRAN ESCALA
Emisiones de chimeneas industriales El dióxido de carbono, de azufre y otros
contaminantes emitidos por las chimeneas de las industrias contribuyen a la contaminación
atmosférica. El dióxido de carbono contribuye al calentamiento global, y el dióxido de
azufre es la principal causa de la lluvia ácida en el norte y este de Europa y el noreste de
Norteamérica.Kim Westerskov/Oxford Scientific Films
Las altas chimeneas de las industrias no reducen la cantidad de contaminantes, simplemente
los emiten a mayor altura, reduciendo así su concentración in situ. Estos contaminantes
pueden ser transportados a gran distancia y producir sus efectos adversos en áreas muy
alejadas del lugar donde tuvo lugar la emisión. El pH o acidez relativa de muchos lagos de
agua dulce se ha visto alterado hasta tal punto que han quedado destruidas poblaciones
enteras de peces. En Europa se han observado estos efectos, y así, por ejemplo, Suecia ha
visto afectada la capacidad de sustentar peces de muchos de sus lagos. Las emisiones de
dióxido de azufre y la subsiguiente formación de ácido sulfúrico pueden ser también
responsables del ataque sufrido por las calizas y el mármol a grandes distancias.
El creciente consumo de carbón y petróleo desde finales de la década de 1940 ha llevado a
concentraciones cada vez mayores de dióxido de carbono. El efecto invernadero resultante,
que permite la entrada de la energía solar, pero reduce la reemisión de rayos infrarrojos al
espacio exterior, genera una tendencia al calentamiento que podría afectar al clima global y
llevar al deshielo parcial de los casquetes polares. Es concebible que un aumento de la
cubierta nubosa o la absorción del dióxido de carbono por los océanos pudieran poner freno
al efecto invernadero antes de que se llegara a la fase del deshielo polar. No obstante, los
informes publicados en la década de 1980 indican que el efecto invernadero es un hecho y
que las naciones del mundo deberían tomar medidas inmediatamente para ponerle solución.
MEDIDAS GUBERNAMENTALES
Muchos países tienen normas sobre la calidad del aire con respecto a las sustancias
peligrosas que pueda contener. Estas normativas marcan los niveles máximos de
concentración que permiten garantizar la salud pública. También se han establecido normas
para limitar las emisiones contaminantes del aire que producen las diferentes fuentes de
contaminación. Sin embargo, la naturaleza de este problema no podrá resolverse sin un
acuerdo internacional. En marzo de 1985, en una convención auspiciada por las Naciones
Unidas, 49 países acordaron proteger la capa de ozono. En el Protocolo de Montreal,
renegociado en 1990, se solicita la eliminación progresiva de ciertos clorocarbonos y
fluorocarbonos antes del año 2000 y ofrece ayuda a los países en vías de desarrollo para
realizar esta transición.
F. Sherwood Rowland (1927- ), químico estadounidense galardonado con el Premio
Nobel. Nació en Delaware, Ohio, y se doctoró en la Universidad de Chicago en 1952. Tras
enseñar en la Universidad de Princeton y en la de Kansas, Rowland se convirtió en
catedrático de química de la Universidad de California, Irvin, en 1964. En 1994 obtuvo la
cátedra de investigación Donald Bren de esta misma universidad.
Rowland, junto con su colega Mario Molina, demostró que los clorofluorocarbonos
industriales (CFC) destruyen la capa de ozono, que protege la vida de animales y plantas de
la radiación ultravioleta procedente del Sol. La capa de ozono está formada por moléculas
de 3 átomos de oxígeno (O3). Ya en los años cincuenta, los científicos pensaban que la
concentración de ozono en la atmósfera era muy baja. En 1970, el químico holandés Paul J.
Crutzen anunció sus descubrimientos sobre un compuesto llamado óxido nitroso, que
ascendía a las capas altas de la atmósfera y destruía las moléculas de ozono. Tres años
después, Molina, estudiante posdoctoral de Rowland, sugirió que los CFC también subían a
la atmósfera y destruían la capa de ozono. Rowland y Molina realizaron más
investigaciones para probar el efecto de los CFC sobre el equilibrio de las moléculas de
ozono. Concluyeron que las moléculas de CFC empiezan a absorber luz ultravioleta cuando
alcanzan una altura de unos 24 km sobre la superficie terrestre. Esto provoca la ruptura de
las moléculas de CFC, generándose átomos de cloro que atacan las moléculas de ozono. La
Academia Nacional de Ciencias apoyó los descubrimientos de Rowland y Molina, y la
campaña para prohibir los clorofluorocarbonos en todo el mundo se ha intensificado desde
1985, cuando investigadores británicos descubrieron una destrucción del 40% en la capa de
ozono sobre la Antártida. Por sus estudios sobre la destrucción de la capa de ozono,
Rowland ganó el Premio Nobel de Química en 1995, premio que compartió con Molina y
Crutzen.
Fotodisociación, reacción fotoquímica en la que una molécula, tras absorber un cuanto de
luz, principalmente visible y ultravioleta, se disocia.
Los fragmentos producidos son, a menudo, átomos o radicales libres, por lo que esta
reacción inicia con frecuencia un mecanismo en cadena. La energía del cuanto de luz debe
ser igual o superior a la energía de disociación de la molécula.
En estas reacciones es frecuente la formación de un átomo en estado excitado, pues es poco
probable que la energía del cuanto de luz suministre exactamente la cantidad de energía
necesaria para disociar la molécula en átomos en su estado fundamental.
Se denomina rendimiento cuántico de una reacción de fotodisociación a la relación entre el
número de moléculas disociadas y el número de cuantos de luz absorbidos.
Un ejemplo de estas reacciones es la fotodisociación del ozono en la atmósfera provocada
por la luz solar. La absorción de la luz por parte del ozono ayuda a tamizar la radiación
ultravioleta del Sol, que es la más perjudicial.
Freón, es el diclorodifluorometano, CF2Cl2, un derivado tetrahalogenado del metano que
se utiliza como refrigerante y como propulsor en los aerosoles. Es un gas casi inodoro, no
tóxico, no corrosivo, no irritante y no inflamable. Se obtiene tratando el tetracloruro de
carbono con fluoruro de antimonio, en presencia de pentacloruro de antimonio como
catalizador.
Fue preparado por primera vez, en 1930, por el químico estadounidense Thomas Midgley
para utilizarlo como material refrigerante en los frigoríficos en sustitución del amoníaco y
el dióxido de azufre, que emiten olores desagradables y son muy venenosos.
El diclorodifluorometano se considera en la actualidad uno de los compuestos responsables
de la destrucción de la capa de ozono de la atmósfera. Se incorpora a la atmósfera
procedente de la pulverización de los aerosoles, en los que actúa como propulsor, y de los
equipos de refrigeración, y al ser menos denso que el aire se eleva hacia la estratosfera,
donde se descompone por acción de la luz ultravioleta, dejando en libertad átomos de cloro.
Estos átomos de cloro destruyen después las moléculas de ozono en una secuencia de
reacciones que puede repetirse sin cesar, ya que los átomos de cloro se regeneran en estas
reacciones.
Lluvia ácida, dícese de la precipitación, normalmente en forma de lluvia, pero también en
forma de nieve o niebla, que presenta un pH del agua inferior a 5,65. Ésta implica la
deposición de sustancias desde la atmósfera durante la precipitación. Las sustancias
acidificantes pueden presentar un carácter directamente ácido o pueden adquirir dicha
condición por transformación química.
Contaminación atmosférica y lluvia ácida En tiempos remotos, el agua de lluvia era la más
pura disponible, pero hoy contiene muchos contaminantes procedentes del aire. La lluvia
ácida se produce cuando las emisiones industriales se combinan con la humedad
atmosférica. Las nubes pueden llevar los contaminantes a grandes distancias, dañando
bosques y lagos muy alejados de las fábricas en las que se originaron. Cerca de las fábricas,
se producen daños adicionales por deposición de partículas de mayor tamaño en forma de
precipitación seca. La contaminación ha ido en aumento desde la Revolución Industrial,
pero hasta hace poco sus efectos, como la lluvia ácida, no han producido alarma
internacional.
Bosque dañado por la lluvia ácida Los bosques, lagos, estanques y otros ecosistemas
terrestres y acuáticos del mundo sufren graves daños ocasionados por la lluvia ácida. Ésta
se origina por la combinación, con la humedad atmosférica, de los óxidos de azufre y
nitrógeno que se emiten a la atmósfera, originando ácidos sulfúrico y nítrico. La lluvia
ácida, además de quemar las hojas de las plantas también acidifica el agua de los lagos
dejando sin vida muchos de estos ecosistemas acuáticos.
El problema de la lluvia ácida
Las bases (compuestos químicos con un pH mayor que 7) existentes en el polvo
atmosférico tienen un efecto beneficioso al contrarrestar la acidez de las deposiciones
ácidas. Su reducción por múltiples factores parece incrementar los efectos dañinos sobre el
medio ambiente provocados por la lluvia ácida, como se pone de manifiesto en este
epígrafe del artículo Polvo atmosférico y lluvia ácida.

ANTECEDENTES
El problema de la lluvia ácida tuvo su origen en la Revolución Industrial, y no ha dejado de
empeorar desde entonces. Hace tiempo que se reconoce la gravedad de sus efectos a escala
local, como ejemplifican los periodos de smog ácido en áreas muy industrializadas, así
como su gran capacidad destructiva en zonas alejadas de la fuente contaminante. Una
extensa área que ha sido objeto de múltiples estudios es el norte de Europa, donde la lluvia
ácida ha erosionado estructuras, dañado los bosques y las cosechas, y puesto en peligro o
diezmado la vida en los lagos de agua dulce.
La preocupación por la lluvia ácida quedó de manifiesto por primera vez en foros
internacionales de relevancia, como en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente Humano celebrada en Estocolmo (Suecia) en 1972. En este encuentro, el
gobierno sueco presentó una ponencia titulada “Polución del aire a través de las fronteras
nacionales: el impacto del azufre del aire y la precipitación sobre el ambiente”. En este
estudio se ponía de manifiesto cómo los residuos oxidados de azufre, vertidos al aire por las
instalaciones industriales alimentadas por combustibles fósiles situadas lejos de las
fronteras suecas (en especial las centrales térmicas británicas), dañaban los ecosistemas del
país nórdico al ser arrastrados por los vientos, transformándose en la atmósfera en ácido
sulfúrico, y precipitar en el suelo y en las aguas interiores en forma de lluvia ácida.

ACIDIFICACIÓN
La mayor parte de las sustancias acidificantes vertidas al aire son el dióxido de azufre y los
óxidos de nitrógeno. Se comenta aquí, como ejemplo, la ruta de acidificación del azufre:
una gran parte del dióxido de azufre es oxidado a trióxido de azufre, que es muy inestable y
pasa rápidamente a ácido sulfúrico. La oxidación catalítica del dióxido de azufre es también
rápida. Se cree que en las gotas de agua se produce la oxidación implicando oxígeno
molecular y, como catalizadores, sales de hierro y manganeso procedentes de la combustión
del carbón. Además, puede producirse oxidación fotoquímica por la acción del ozono. En
cualquier caso, la consecuencia es la formación de niebla con alto contenido en ácido
sulfúrico.
DAÑOS MEDIOAMBIENTALES
La lluvia ácida provoca impactos ambientales importantes. Ciertos ecosistemas son más
susceptibles que otros a la acidificación. Típicamente, éstos tienen normalmente suelos
poco profundos, no calcáreos, formados por partículas gruesas que yacen sobre un manto
duro y poco permeable de granito, gneis o cuarcita. En estos ecosistemas puede producirse
una alteración de la capacidad de los suelos para descomponer la materia orgánica,
interfiriendo en el reciclaje de nutrientes. En cualquier caso, además de los daños a los
suelos, hay que resaltar los producidos directamente a las plantas, ya sea a las partes
subterráneas o a las aéreas, que pueden sufrir abrasión (las hojas se amarillean). Además, la
producción primaria puede verse afectada por la toxicidad directa o por la lixiviación de
nutrientes a través de las hojas. No obstante, existen algunos casos en que se ha aportado
nitrógeno o fósforo al medio a través de la precipitación ácida en los que la consecuencia ha
sido el aumento de producción ya que ese elemento era limitante.
Uno de los grandes peligros de la lluvia ácida es que su efecto en un ecosistema particular,
además de poder llegar a ser grave, es altamente impredecible.
Hay también evidencias incontrovertibles de daños producidos en los ecosistemas acuáticos
de agua dulce, donde las comunidades vegetales y animales han sido afectadas, hasta el
punto de que las poblaciones de peces se han reducido e incluso extinguido al caer el pH
por debajo de 5, como ha
ocurrido en miles de lagos del sur
de Suecia y Noruega. Estos
efectos se atenúan en aguas duras
(alto contenido en carbonatos),
que amortiguan de modo natural
la acidez de la precipitación. Así,
de nuevo, los arroyos, los ríos,
las lagunas y los lagos de zonas donde la roca madre es naturalmente de carácter ácido son
los más sensibles a la acidificación. Uno de los grandes peligros de la lluvia ácida es que su
efecto en un ecosistema particular, además de poder llegar a ser grave, es altamente
impredecible.

Mario Molina (1943- ), químico e investigador estadounidense nacido en México, que


recibió el Premio Nobel de Química por sus estudios sobre el ozono en la atmósfera
terrestre.

En 1974, junto con su colega estadounidense Sherwood


Rowland, presentó en la revista Nature la tesis de que el
cloro contenido en los compuestos CFC
(clorofluorocarbonos) se libera en la estratosfera, donde
provoca la destrucción de la capa de ozono a alturas
superiores a los 30 km. En 1987 el grupo de científicos
dirigido por Molina esclareció el sistema de reacciones
químicas que destruyen el ozono en la estratosfera baja. Recibió el Premio Nobel de
Química en 1995 junto con Sherwood Rowland y el holandés Paul Crutzen. En la
actualidad continúa sus trabajos sobre el ozono en Estados Unidos.
CICLO DEL CARBONO

INTRODUCCIÓN

Ciclo del carbono (ecología), en ecología, ciclo de utilización del carbono por el que la
energía fluye a través del ecosistema terrestre. El ciclo básico comienza cuando las plantas,
a través de la fotosíntesis, hacen uso del dióxido de carbono (CO2) presente en la atmósfera
o disuelto en el agua. Parte de este carbono pasa a formar parte de los tejidos vegetales en
forma de hidratos de carbono, grasas y proteínas; el resto es devuelto a la atmósfera o al
agua mediante la respiración. Así, el carbono pasa a los herbívoros que comen las plantas y
de ese modo utilizan, reorganizan y degradan los compuestos de carbono. Gran parte de
éste es liberado en forma de CO2 por la respiración, como producto secundario del
metabolismo, pero parte se almacena en los tejidos animales y pasa a los carnívoros, que se
alimentan de los herbívoros. En última instancia, todos los compuestos del carbono se
degradan por descomposición, y el carbono es liberado en forma de CO2, que es utilizado
de nuevo por las plantas.

Ciclo del carbono El carbono, vital para todos los seres vivos, circula de manera continua
en el ecosistema terrestre. En la atmósfera existe en forma de dióxido de carbono, que
emplean las plantas en la fotosíntesis. Los animales usan el carbono de las plantas y liberan
dióxido de carbono, producto del metabolismo. Aunque parte del carbono desaparece de
forma temporal del ciclo en forma de carbón, petróleo, combustibles fósiles, gas y
depósitos calizos, la respiración y la fotosíntesis mantienen prácticamente estable la
cantidad de carbono atmosférico. La industrialización aporta dióxido de carbono adicional
al medio ambiente.

INTERCAMBIOS AIRE-AGUA
A escala global, el ciclo del carbono implica un intercambio de CO2 entre dos grandes
reservas: la atmósfera y las aguas del planeta. El CO2 atmosférico pasa al agua por difusión
a través de la interfase aire-agua. Si la concentración de CO2 en el agua es inferior a la de
la atmósfera, éste se difunde en la primera, pero si la concentración de CO2 es mayor en el
agua que en la atmósfera, la primera libera CO2 en la segunda. En los ecosistemas
acuáticos se producen intercambios adicionales. El exceso de carbono puede combinarse
con el agua para formar carbonatos y bicarbonatos. Los carbonatos pueden precipitar y
depositarse en los sedimentos del fondo. Parte del carbono se incorpora a la biomasa
(materia viva) de la vegetación forestal y puede permanecer fuera de circulación durante
cientos de años. La descomposición incompleta de la materia orgánica en áreas húmedas
tiene como resultado la acumulación de turba. Durante el periodo carbonífero este tipo de
acumulación dio lugar a grandes depósitos de combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas.

RECURSOS TOTALES DE CARBONO


Los recursos totales de carbono, estimados en unas 49.000 gigatoneladas (1 gigatonelada es
igual a 109 toneladas), se distribuyen en formas orgánicas e inorgánicas. El carbón fósil
representa un 22% del total. Los océanos contienen un 71% del carbono del planeta,
fundamentalmente en forma de iones carbonato y bicarbonato. Un 3% adicional se
encuentra en la materia orgánica muerta y el fitoplancton. Los ecosistemas terrestres, en los
que los bosques constituyen la principal reserva, contienen cerca de un 3% del carbono
total. El 1% restante se encuentra en la atmósfera, circulante, y es utilizado en la
fotosíntesis.
ADICIONES A LA ATMÓSFERA
Debido a la combustión de los combustibles fósiles, la destrucción de los bosques y otras
prácticas similares, la cantidad de CO2 atmosférico ha ido aumentando desde la Revolución
Industrial. La concentración atmosférica ha aumentado de unas 260 a 300 partes por millón
(ppm) estimadas en el periodo preindustrial, a más de 350 ppm en la actualidad. Este
incremento representa sólo la mitad del dióxido de carbono que, se estima, se ha vertido a
la atmósfera. El otro 50% probablemente haya sido absorbido y almacenado por los
océanos. Aunque la vegetación del planeta puede absorber cantidades considerables de
carbono, es también una fuente adicional de CO2.
El CO2 atmosférico actúa como un escudo sobre la Tierra. Es atravesado por las
radiaciones de onda corta procedentes del espacio exterior, pero bloquea el escape de las
radiaciones de onda larga. Dado que la contaminación atmosférica ha incrementado los
niveles de CO2 de la atmósfera, el escudo va engrosándose y retiene más calor, lo que hace
que las temperaturas globales aumenten en un proceso conocido como efecto invernadero.
Aunque el incremento aún no ha sido suficiente para destruir la variabilidad climática
natural, el incremento previsto en la concentración de CO2 atmosférico debido a la
combustión de combustibles fósiles sugiere que las temperaturas globales podrían aumentar
entre 2 y 6 °C a comienzos del siglo XXI. Este incremento sería suficientemente
significativo para alterar el clima global y afectar al bienestar de la humanidad.

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