TP Derechos Intelectuales Derechos Conexos

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INTRODUCCIÓN

Resulta difícil en los tiempos modernos, por el desarrollo de la tecnología,


establecer una lista única de los derechos análogos al Derecho de Autor, que
puedan encasillarse en forma taxativa, dentro de un marco único y absoluto.
Como sostiene Henry Jessen en su obra ya citada, sería harto difícil
establecer una nomenclatura, un catálogo de esos derechos, que tuviese su
valor absoluto”. Lo cierto y lo concreto, es que la pauta está dada por la
Convención de Roma, en cuanto a las actividades afines al Derecho de Autor,
que fuesen admitidas por la mayoría de las legislaciones, y que, inclusive, tiene
un marco de protección internacional, admitida por la generalidad de los países
signatarios. En consecuencia, los derechos conexos así establecidos, podemos
resumirlos en los siguientes, que en forma expresa están consagrados en las
legislaciones más modernas: estos derechos son los que se reconocen a los
artistas, intérpretes o ejecutantes, a los productores de fonogramas y a los
organismos de radiodifusión, sin perjuicio de otras actividades muy cercanas,
como el derecho al uso exclusivo del seudónimo, o del nombre artístico, el
derecho a la efigie o de la propia imagen, las cartas misivas, el título de la obra,
las fotografías, retratos o caricaturas, coreografías, informaciones de prensa,
escritos judiciales y exposiciones parlamentarias. En consecuencia, la
enumeración que hace el Convenio de Roma, no es taxativa. Por el contrario,
las legislaciones nacionales de cada país, han adoptado como derechos
conexos, todas estas actividades, sin poner límites a las inquietudes creativas.

DE LOS DERECHOS CONEXOS

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 La convención de roma de 1.961.

Según el autor arriba citado, Asesor Jurídico de la SGAE (Sociedad


General de Autores de España), en un trabajo presentado a la OMPI. para los
Cursos de Derechos de Autor, auspiciado por la misma, las principales
características de la Convención de Roma, son las siguientes:
1ª- Contiene disposiciones que instauran “DERECHOS DIRECTOS”
en beneficio de determinados titulares, como son los acreedores de los
Derechos Conexos, individualizados en los artistas, intérpretes o ejecutantes,
los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión. Los
estados parte de la Convención de Roma, están obligados, por el sólo hecho
de su ratificación, aceptación o adhesión por dicho instrumento, los derechos
que conceden a sus artistas y productores fonográficos nacionales y a los
organismos de radiodifusión que tengan su domicilio legal en su territorio, como
parte del principio del “trato nacional” (Art. 2.1), o los derechos que integran la
protección mínima convencional (Art. 2.2). En este-sentido se habla de un
“derecho material” (lus conventionis) de la Convención.
2a.- El segundo aspecto que caracteriza a este instrumento inter-
nacional es su FLEXIBILIDAD, porque son muchas las reservas y hasta las
opciones, que en relación a esos derechos mínimos y sus estructuras se
permiten a los Estados contratantes, en virtud de las cuales éstos pueden
materializar sus compromisos convencionales (Arts. 16, 17, 5.3, 6.2 y 12).
3ª.- La convención de Roma ha servido de GUIA o PRECEDENTE a las
legislaciones nacionales en materia de Derechos Conexos. A este respecto, el
papel de la Ley TIPO estructurada por la OMPI, ha sido fundamental en
algunos casos.
4ª.- LA PRIMACÍA del Derecho de Autor, por cuanto en su Art. 1°,
dispone que la protección prevista en la presente Convención dejará intacta y
no afectará en modo alguno a la protección del Derecho de Autor sobre las
obras literarias y artísticas. Por lo tanto, ninguna de las disposiciones de la
presente Convención podrá interpretarse en menoscabo de esa protección.
5ª.- Finalmente, esa pretensión de equilibrio entre los intereses de los
autores y los de los titulares de los derechos conexos, y entre los de estos
últimos, trajo como consecuencia que la convención se elabore muy

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estrechamente LIGADA AL ESTADO DE LA TÉCNICA EN 1961. La tremenda
evolución de la tecnología desde el año 1961 hasta nuestros días, hace
necesaria la revisión de las disposiciones del Convenio.

Finalmente podemos agregar, que esta Convención se caracteriza


también por sus definiciones: ARTISTA, según esta Convención, es todo actor,
cantante, músico, bailarín u otra persona que represente un papel; cante,
recite, declame, interprete o ejecute una obra literaria o artística” (Art. 3.a).
Quedan fuera de este contexto, los “artistas de variedad” (los acróbatas
circenses) y los deportistas, lo que no impide sin embargo que los Estados
signatarios a través de su legislación nacional puedan hacer extensivos a ellos,
el concepto de artista (Art. 9).
Productor de Fonogramas, es la persona natural o jurídica, que fija por
primera vez los sonidos de una ejecución u otros sonidos (Art. 3.c.) debiendo
entenderse por fonograma toda fijación exclusivamente sonora, de los sonidos
de una ejecución o de otros sonidos (3. b). De acuerdo con esta definición, los
radiodifusores son productores de las primeras grabaciones de obras
efectuadas por ellos con vistas a sus emisiones.
Sin embargo, el Convenio de Roma no contiene una definición de los
Organismos de Radiodifusión. De acuerdo con la doctrina de la OMPI, dice el
Dr. Delgado, podríamos definirlo como la persona natural o jurídica que tiene la
responsabilidad de la emisión, tanto en el plano de la organización como en el
económico. En lo que respecta a la emisión, esta operación consiste en la
difusión inalámbrica de signos, imágenes y sonidos para la recepción por el
público (Art. 3. f.) y comprende tanto la radio (exclusivamente sonora) como la
de televisión (signos, sonidos e imágenes). En consecuencia, la expresión
organismos de radiodifusión, designa indistintamente las emisiones de ambos
medios.
La Convención de Roma, está administrada por la ORGANIZACIÓN
MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL (OMPI, juntamente con la OIT y
la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura). Está abierta a los Estados miembros de la Convención de
Berna, o a la Convención Universal, sobre los Derechos de Autor. Los

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instrumentos de ratificación o adhesión, deben depositarse ante el Secretario
General de las Naciones Unidas, y los diferentes Estados pueden formular
reservas respecto a la aplicación de ciertas disposiciones (Boletín de
Información General OMPI, Ginebra 1992, Págs. 55 y sgtes.).

 Contenidos que abarcan los derechos conexos.

Los Derechos Conexos son los siguientes, que en forma expresa están
consagrados en las legislaciones más modernas, estos derechos son los que
se reconocen a los artistas, intérpretes o ejecutantes, a los productores de
fonogramas y a los organismos de radiodifusión, sin perjuicio de otras
actividades muy cercanas, como el derecho al uso exclusivo del seudónimo, o
del nombre artístico, el derecho a la efigie o de la propia imagen, las cartas
misivas, el título de la obra, las fotografías, retratos o caricaturas, coreografías,
informaciones de prensa, escritos judiciales y exposiciones parlamentarias. Las
Legislaciones de cada país, han adoptado como derechos conexos, todas
estas actividades, sin poner limites a las inquietudes creativas.

 Intérpretes y ejecutantes.

Cuando las obras literarias, dramáticas, o musicales, son interpretadas


por artistas intérpretes o ejecutantes, asisten a estos una especie de derecho
personal, moral, y en mayor proporción; un derecho patrimonial, para la
percepción de una retribución equitativa por su intervenciones, presentaciones
o actuaciones. Los intérpretes pueden ser clasificados, en la siguiente forma,
de acuerdo al Art. 3° de la Convención de Roma.

Autores: Son los intérpretes de obras teatrales o de las películas


cinematográficas.
Ejecutantes: Son los que interpretan música, mediante el uso o ejecución
de un instrumento musical.

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Cantantes: Son los que en forma personal o llevados de sus atributos
individuales del timbre de su voz, interpretan o ejecutan por sí, o acompañados
de orquesta, una obra musical o lírica.
Bailarines: Son los que ejecutan la obra a través de un ballet, o por medio
de danzas.

Declamadores: Son los intérpretes de obras literarias, por lo general en


verso. Como se puede apreciar; esta forma de aplicación de los Derechos
Conexos, representan un género de la producción intelectual. La labor de los
intérpretes tiene como resultado una actuación de carácter intelectual, cuya
naturaleza jurídica ofrece puntos de semejanza con la de la obra artística o
literaria. En tal sentido la actuación del intérprete, configura jurídicamente una
entidad propia y autónoma, que requiere ser reconocida como tal. El
fundamento de los derechos de los intérpretes debe buscarse en la existencia
de una creación distinta de la que realiza el autor. Tales presupuestos tienen el
valor extensivo a las demás especies como cantantes, actores, ejecutantes,
bailarines etc.

En el Código CIVIL: Prescribe que corresponde, dentro de los límites


establecidos en este Código, a los artistas, autores e intérpretes, de obras
artísticas o literarias, aunque ellas hayan pasado al dominio público, una
compensación equitativa por su interpretación, por arte de quienes la difunden
o transmiten, por cualquier medio idóneo para la reproducción sonora o visual.
Esta retribución se deberá independientemente de la que responda por la
recitación, representación o ejecución. Los autores, artistas o intérpretes,
tienen derecho a oponerse a la difusión o reproducción que pueda dañar a su
honor o reputación. En esta norma, los titulares de derechos conexos, están
equiparados al autor, situación que facilita la aplicación de la norma a los casos
concretos, porque puede aplicarse directamente la ley de Derecho de Autor, y
además, concede prioridad o primacía a este último derecho, sobré los
conexos, como la Convención de Roma. y en forma más concreta en la Ley
1328/98, esta Ley legisla los Derechos Conexos al Derecho de Autor y otros
Derechos Intelectuales, en forma completa y detallada, solucionando, gran
parte algunas confusiones existentes al respecto. Prescribe que La protección

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reconocida a los derechos conexos al derecho de autor, y a otros derechos
intelectuales contemplados en el presente Título, no afecta en modo alguno la
tutela del derecho de autor sobre las obras literarias o artísticas. En caso de
duda o conflicto, se estará a lo que más favorezca al AUTOR.
El Capítulo II de este Título, se refiere a los artistas, intérpretes o
ejecutantes, resolviendo en el artículo 122, que éstos gozan del Derecho Moral:

1- El reconocimiento de su nombre sobre sus interpretaciones o


ejecuciones.
2- A oponerse a toda deformación, mutilación, o a cualquier otro atentado
sobre su actuación que lesione su prestigio o reputación.

 Productores de fonogramas.
La invención del fonógrafo de Tomas Edison significó el comienzo de una
nueva vinculación entre las obras musicales y el público. El fonograma, si bien
en la mayoría de los casos contiene la grabación de la ejecución de una obra
sonora pre-existente, también puede consistir en la grabación de otros efectos
capaces de ser oídos, Ej.: Canto de los pájaros.
El Productor de fonograma, ya en la esfera de la actuación propia, celebra
los contratos de exclusividad, con artistas e intérpretes, sean cantantes o
ejecutantes de musicales. Celebra contratos de naturaleza civil, que tiene algo
de prestación de servicios y algo de compraventa. En este contrato se
determina que la grabación es propiedad del productor, quien está obligado a
pagar al artista por la interpretación efectuada, y en la misma una "regalía" por
los ejemplares o copias vendidas. Esta retribución generalmente se establece
sobre el 5%, del pecio de la venta al público.
La Lev 1328 establece: Los productores fonográficos tienen el derecho
exclusivo de realizar, autorizar o prohibir.
a- La reproducción directa o indirecta de sus fonogramas.
b -La importación de ejemplares cuando no han sido autorizados para el
territorio de sus ingresos.
c- La modificación de sus fonogramas por medios técnicos.

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 El seudónimo.

Esta figura jurídica se usa para designar a la persona que ostenta un


nombre falso, ocultando a su nombre verdadero, en Derecho del Autor se
interpreta como el nombre ficticio, o de fantasía, o simplemente “nombre
artístico”. El creador por cualquier motivo lícito, puede elegir el seudónimo que
estime conveniente, sin más limitaciones que esta adopción no implique un
verdadero anonimato. El seudónimo como identificación no verdadera, es
cambiable. También debe ser mantenido en reserva. También la Ley 1328/98
hace referencia al Seudónimo en el artículo 10.

 Derecho de efigie.

Este Derecho conexo consiste en el derecho que tiene cualquier persona


para oponerse a la reproducción de sus rasgos fisonómicos, a través de una
fotografía u otros medios, sin que la misma haya prestado su autorización
correspondiente. Podrían crear problemas, sobre todo en el periodismo, donde
los hombres públicos están al acecho de las cámaras fotográficas. En estos
casos, los periódicos lo publican sin necesidad de autorización del afectado,
siempre y cuando las mismas tengan por objeto, el ejercicio de su profesión
política o función pública. El Art. 78 de la Ley 1328/98 establece que: " El
retrato o busto de una persona, no podrá ser puesto en el comercio sin el
consentimiento de la persona misma, y a su muerte, de sus causahabientes.
Sin embargo, la publicación del retrato es libre cuando se relacionen con fines
científicos, didácticos o culturales en general o con hechos o acontecimientos
de interés público o que se hubieren desarrollado en público”.

 Cartas misivas.

Hay que partir de la base del principio general, que las cartas misivas no
pertenecen al que escribió. sino a su destinatario o al que la recibió, y es
consenso general que éste, —salvo que sea para la defensa de su reputación
— no pueda publicarla sin el consentimiento o autorización expresa del remi-

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tente, quien podrá oponerse a ello. Sin embargo, existe conciencia que el
redactor de la carta, posee derechos de autor sobre la misma aunque no podrá
divulgarla sin el consentimiento del destinatario
El Glosario de Derecho de autor y Derechos Conexos publicado por
OMPI, define a las cartas en la Página 143, diciendo que "se entiende por
cartas, las comunicaciones escritas, de carácter privadas, dirigidos a
destinatarios concretos. Además de la protección de carácter privado que
tienen también, se otorgan generalmente a las cartas protección por el Derecho
de Autor, en razón de su naturaleza de obras escritas”.
Sin embargo, el Código Civil, en el Art. 2.173, se aparta del principio
general que consagra la propiedad de las cartas a sus destinatarios,
disponiendo que “La propiedad intelectual de las cartas, pertenece a quien las
suscribe, sea que las haya escrito personalmente o que las haya dictado, y sólo
él gozará del derecho de publicarlas. A su muerte, le suceden en este derecho
sus herederos legítimos o testamentarios”. La disposición legal es muy clara en
cuanto a su alcance, que no requiere mayores consideraciones. El mismo
sistema seguía la Ley 94, en el Art. 30 que decía que “La Facultad de publicar
las cartas pertenece a su autor. En caso de incapacidad sobreviniente a la
muerte de éste, será necesaria la autorización de las personas mencionadas,
en el artículo anterior y en el orden ahí indicados”. Sin embargo, transcurrido
veinte años de la muerte del autor de la carta, la publicación es libre (Art. 32,
segunda parte).
Las disposiciones legales arriba citadas corresponden al Código Civil y a
la Ley N° 94/51 del Derecho de Autor. Sin embargo, la nueva Ley de Derecho
de Autor no consagra la CARTA MISIVA, en forma expresa, como protegida
por el Derecho de Autor. Pero sí lo hace en forma implícita, por cuanto el Art. 4°
numeral 1, dispone que “están comprendidas entre las obras a que se refiere el
artículo anterior, las siguientes: 1) Las obras expresadas en forma escrita, a
través de libros, folletos, revistas u otros escritos, y cualesquiera otras expresa-
das mediante letras, signos o marcas convencionales”, que en concordancia
con la última parte del Art. 15, dispone que “la anterior enumeración es
meramente enunciativa y no taxativa”, lo que nos da por este medio la certeza
de la protección de las cartas misivas.

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 Títulos de la obra.

Consiste en la palabra o-conjunto de palabras, frases signos, dibujos o


cualquier otro elemento que en forma precisa y breve, denomina, identifica e
individualiza iza y distingue a una obra de otra, de la misma o similar especie.
La Ley 1328 dispone que los títulos de obra, cuando sea original, queda
protegida como parte de ella. Y con mayor razón aún, el título de la obra está
protegido con sanción privativa de libertad, que será pena de prisión de 6
meses a 3 años, al que emplee indebidamente el Título de una obra.

 Retratos, caricaturas, fotografías.

El retrato o busto de una persona, no podrá ser puesta en el comercio sin


el consentimiento de la persona misma, y a su muerte de sus causahabientes.
Sin embargo la publicación de retratos es libre cuando sea para fines
científicos, didácticos o culturales en general
Para las caricaturas dispone que "lo establecido en el presente Capítulo
se aplicará en forma análoga a los dibujos, chistes, gráficos, caricaturas,
fotografías y demás obras susceptibles de ser publicadas en periódicos,
revistas u otros medios de comunicación social”
La Ley 1328 lo establece en forma expresa en el artículo 82 y dispone
respecto a las
La fotografía constituye obras del ingenio humano en la mediada en que
guarden los requisitos de las demás reproducciones protegidas.

 Coreografías.

La obra coreográfica es un derecho conexo que consiste, en la


adecuación exterior de la presentación de una obra. Generalmente tiene su
vigencia en los arreglos escénicos de las obras teatrales, o en los ambientes
propicios para realzar aún más la belleza de una danza. Es muy importante
para el éxito del espectáculo.

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 Emisión de radio y televisión.

La Emisión consiste en la difusión inalámbrica de sonidos o de imágenes


y sonidos para su recepción por el público. La palabra inalámbrica se refiere a
la difusión por medio de ondas hertzianas.
En su inicio la radiodifusión se limitó a emisiones de contenido
rudimentario, la televisión tenía programas de bajo costo y noticieros de poca
cobertura, pero luego se instalaron antenas repetidoras, la aparición de
satélites, la ampliación del contenido de la programación, las considerables
inversiones qué significaron colocar la señal y los recursos económicos
técnicos y humanos para producir la transmisión, fueron algunos de los
elementos ‘ que justificaron la protección de los organismos de radiodifusión en
el marco de los derechos intelectuales.
La Ley 1328 incluye como parte integrante de los derechos protegidos
expresamente, la definición de las obras radiofónicas, que son las creadas
específicamente para su transmisión por radio y televisión. Son conceptos
técnicos de mucha utilidad para la interpretación de sus normas.
Según la Convención de Roma, adoptada por la mayoría de las
legislaciones nacionales, la protección comprende el derecho del organismo de
radiodifusión a autorizar o prohibir
a- La retransmisión de sus emisiones
b- la fijación sobre una base material de sus emisiones.
c- la reproducción de las fijaciones de sus emisiones hechas.

 Informaciones de prensa.

El Código Civil establece: Que no son lesivos a los derechos del autor la
reproducción en la prensa de noticias y artículos sin carácter literario o
científico publicados en otros diarios o periódicos, mencionándose los nombres
de los autores y de los periódicos donde fueron transcriptos.
Tampoco considera lesivo al Derecho de Autor, el hecho de la mención en
libros, diarios o revistas, de trozos de cualquier obra, con tal de no ser

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destinada a la venta. En consecuencia, las informaciones de prensa son libres,
con la sola limitación que suelen publicarse el nombre de sus autores y de los
documentos de donde surgen, además, deben tener fines de crítica o polémica,
o que la copia a mano de cualquier obra, no deba estar destinada a la venta.
La Ley 1328 dispone que la difusión por la prensa, o la transmisión por
cualquier medio, a título de información de actualidad, de los discursos,
disertaciones, alocuciones, sermones y otras obras de carácter similar
pronunciadas en público. Es lícito, sin autorización ni pago de remuneración,
siempre que se indique el nombre del autor y la fuente y que la reproducción o
divulgación, no hayan sido objeto de reserva expresa.

 Escritos judiciales y exposiciones parlamentarias.

Los escritos judiciales solo podrán publicarse con el consentimiento de las


personas, en cuyo interés o servicio se produjeron. Los discursos pronunciados
en el parlamento, consejos del Estado reuniones oficiales pertenecen al
dominio Público.

 El Hardware y el software.

La creatividad del “programador”, está asimilada al trabajo intelectual de


cualquier autor, debiendo aplicarse, en consecuencia, a estas actividades, los
principios y presupuestos básicos del Derecho de Autor. De ahí que la
distinción entre “ORDENADORES” y “PROGRAMAS”, son las equivalentes a
las palabras inglesas “HARDWARE” y “SOFTWARE”. En español, al comienzo
se han preferido las denominaciones de “SOPORTE LÓGICO" o “LOGICIEL”,
del francés, para llamar al SOFTWARE, que es la más común en nuestros días
y de uso más corriente en la informática.
En la República del Paraguay, la moderna Ley N° 1.328, del 20 de octubre
de 1998, regula el instituto del SOFTWARE, entre los nuevos recursos
técnicos, producto del automatismo imperante de esta época. En efecto, el

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Numeral 33 del Art. 2° denomina al SOFTWARE como PROGRAMA DE
ORDENADOR y lo define como “la expresión de un conjunto de instrucciones
mediante palabras, códigos, planes o en cualquier otra forma que, al ser
incorporadas en un dispositivo de lectura automatizada, es capaz de hacer que
un computador ejecute una tarea u obtenga un resultado. El Programa de
Ordenador comprende también la documentación técnica y los manuales de
uso”.
El Capítulo II de la citada ley, en el Art. 67 al legislar sobre el PROGRAMA
DE ORDENADOR, dispone que “los programas de ordenador se protegen en
los mismos términos que las obras litera-rías. Dicha protección se extiende a
todas sus formas de expresión y tanto a los programas operativos como a los
aplicativos, ya sea en forma de código-fuente o código-objeto. La protección
establecida en la presente ley se extiende a cualesquiera versiones sucesivas
del programa, así como a los programas derivados”.
Con esta disposición, se confirma en forma concreta, que la discusión que
existía en doctrina en los primeros tiempos, definitivamente se establece que el
software está protegido por el derecho de autor y no por la ley de la propiedad
industrial, como se planteó en doctrina en algunos países.
Se estableció además que “El productor del programa de ordenador, es la
persona física o jurídica que toma la iniciativa y la responsabilidad de la obra.
Se presume, salvo prueba en contrario, que es productor del programa la
persona física o jurídica que aparezca indicada como tal en la obra de la
manera acostumbrada”. (Art. 68).
El Art. 69, igualmente establece que “Se presume, salvo pacto en
contrario, que los autores del programa de ordenador han cedido al productor,
en forma ilimitada y exclusiva, los derechos patrimoniales reconocidos en la
presente ley, que la inviste, además, de la titularidad del derecho a que se
refiere el Art. 22 e implica la autorización para decidir sobre la divulgación del
programa y la de ejercer los derechos morales sobre las obras. Los autores,
salvo pacto en contrario, no pueden oponerse a que el productor realice o
autorice la realización de modificaciones o versiones sucesivas del programa,
ni programas derivados del mismo”.
“A los efectos de esta ley, dice el Art. 70, no constituye reproducción ilegal
de un programa de ordenador, su introducción en la memoria interna del

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respectivo aparato, por parte del usuario lícito y para su exclusivo uso personal.
La anterior utilización ilícita no se extiende al aprovechamiento del programa
por varias personas, mediante la instalación de redes, estaciones de trabajo u
otro procedimiento análogo, a menos que se obtenga el consentimiento expre-
so del titular de los derechos”.
Además, el Art. 71, expresa que “El usuario lícito de un programa de
ordenador podrá realizar una adaptación de dicho programa cuando sea
indispensable para la utilización del programa en un ordenador específico y
esté de acuerdo con la licencia otorgada al usuario lícito; y la misma sea
destinada exclusivamente como copia de resguardo para sustituir la copia
legítimamente adquirida, cuando ésta no puede utilizarse por daño o pérdida.
La reproducción de un programa de ordenador, inclusive para uso personal,
exigirá la autorización del titular de los derechos, con la excepción de la copia
de seguridad”.
Asimismo, el Art. 72 ordena que “No constituye transformación a los
efectos del Art. 31, salvo prohibición expresa del titular de los derechos, la
adaptación de un programa realizada por el usuario lícito, incluida la corrección
de errores, siempre que esté destinada exclusivamente para e] uso personal.
La obtención de copias del programa así adaptado, para su utilización por
varias personas, o su distribución al público, exigirá la autorización expresa del
titular de los derechos”.
Por último, el Art. 73 manifiesta que “ninguna de las disposiciones del
presente Capítulo podrá interpretarse de manera que permita que su aplicación
perjudique de modo injustificado los legítimos intereses del titular de los
derechos o sea contraria a la explotación normal del programa informático”.

 La protección del software en la legislación positiva.

Las denominaciones ORDENADOR Y PROGRAMAS, son equivalentes a


las palabras inglesas "HARDWARE y SOFTWARE”. En Paraguay, la moderna
Ley 1328 del 20 de octubre de 1998, regula el instituto del SOFTWARE, entre
los nuevos recursos técnicos, producto del automatismo imperante de esta
época. En efecto, el numeral 33 del Art. 2° denomina al SOFTWARE como
Programa de Ordenador y lo define como la “Expresión de un conjunto de

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instrucciones mediante palabras, códigos, planes o en cualquier otra forma
que, al ser incorporadas en un dispositivo de lectura automatizada, es capaz de
hacer que un computador ejecute una tarea u obtenga un resultado. El
Programa de Ordenador comprende también la documentación técnica y los
manuales de uso”. El Art. 67 legisla sobre el programa de ordenador y dispone
que: “Los programas de ordenador se protegen en los mismos términos que las
obras literarias. Dicha protección se extiende a todas sus formas de expresión
y tanto a los programas operativos como a los aplicativos, ya sea en forma de
código-fuente o código-objeto. La protección establecida en la presente ley se
extiende a cualquier versión sucesiva del programa, así como a los programas
derivados.

 Legislación comparada sobre el software.


Los países que protegen el Software por el Derecho del Autor podrían
dividirse en dos grupos.
1- Países que han dedicado un capítulo especial al Software en sus leyes
sobre el Derecho de Autor (China, España, Francia y Japón)
2- Naciones que han introducido mínimas reformas en sus leyes sobre el
D. Autor Ej. (Alemania, EE.UU., Chile, Corea, etc.)
3- Brasil cuenta con una Ley Especial que incluye los principios de
Derecho de Autor, aplicables al Software.

En Europa el primer país que excluyó la patentabilidad de los programas


de ordenador, fue Francia luego México y Costa Rica. Sin embargo algunos
autores no descartan la posibilidad de que el Software pueda ser tutelado por la
propiedad industrial.
Tres países han consagrado la protección del Software. Brasil mediante
Ley especial sobre la base del derecho de autor. República Dominicana, que
incluye expresamente al software en la enumeración de las obras protegidas
por el derecho de autor, y Chile con la modificación de su ley de Propiedad
Intelectual. El Prof. Hugo Mersan, indica que el término de protección del
Software no puede ser aceptado porque el Software carece del valor cultural

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propio porque son las máquinas las destinatarias de esas obras y no los
hombres.
Con la adhesión de nuestro País al Convenio de Berna donde el Software
es considerado una obra literaria, el mismo se halla protegido por el Derecho
del Autor, aún cuando no esta reglamentada.

CONCLUSIÓN

Las Nuevas Tecnologías: ¿Qué debemos entender en nuestros días por


nuevas tecnologías?: en materia de Derecho de Autor y Derechos Conexos, en
el último Congreso Iberoamericano llevado a cabo en 1997, en Montevideo,
Uruguay, ha sostenido que en estos términos podría incluirse todo lo que iba
apareciendo en los últimos 10 o 20 años en novedades bien puede limitarse a

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unas fundamentales revoluciones técnicas en las cuales se apoya la evolución.
En el presente trabajo se entiende por NUEVAS TECNOLOGIAS la utilización
de la técnica digital para fijar y transmitir datos.
Los avances tecnológicos, sostenemos nosotros, han facilitado un número
cada vez más numeroso de usuarios en el acceso a la información. Las nuevas
tecnologías, han preparado medios para el almacenamiento, transmisión,
procesamiento y recuperación de datos de un modo mucho más ágil que la
antigua imprenta. Todo avance tecnológico supone una agitada actividad por
parte de los organismos nacionales e internacionales, encargados de la protec-
ción de los derechos intelectuales, para limitar el acceso a esas nuevas
tecnologías, hasta constatar que los derechos de los titulares, se encuentren
completamente protegidos. Estos adelantos tecnológicos, afectan directamente
la aplicabilidad y la efectividad de las normas que regulan el, derecho de autor,
a una escala tanto nacional como internacional. Últimamente, estos
organismos, han debido ocuparse con preferencia de las dificultades
generadas por los soportes electrónicos, los programas de ordenador, las
redes de comunicación entre computadoras (Internet), las obras creadas por
computadoras, los datos transmitidos por cables y la radiodifusión por satélites.
El advenimiento de estas nuevas tecnologías de distribución y
reproducción, amenazan con tener un impacto sustancial sobre las industrias
editoriales y sobre el derecho de autor, dado el fácil uso que se puede hacer
sobre obras preexistentes, mediante las cada vez más novedosas técnicas de
reproducción, lo cual han generado un incremento ilegal en la reprografía y la
piratería, afectando directamente los intereses de autores y editores. Los
grandes cambios tecnológicos, han ejercido una gran influencia en la actividad
de los editores y justifican una reconsideración del papel de éstos, con relación
a los derechos de autor. La necesidad de la comunidad, de utilizar obras
protegidas por el derecho de autor, continuará aumentando, para los fines de
educación, información, cultura y entretenimiento.

16
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BIBLIOGRAFÍA

Fremiort Ortíz Pierpaoli “Derechos de Autor y Derechos Conexos”, editorial


Albert, Asunción 1995

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN.............................................................................................................2
DE LOS DERECHOS CONEXOS...................................................................................3
 La convención de roma de 1.961...........................................................................3
 Contenidos que abarcan los derechos conexos......................................................5
 Intérpretes y ejecutantes........................................................................................5
 Productores de fonogramas...................................................................................7

18
 El seudónimo.........................................................................................................8
 Derecho de efigie...................................................................................................8
 Cartas misivas........................................................................................................9
 Títulos de la obra.................................................................................................10
 Retratos, caricaturas, fotografías.........................................................................10
 Coreografías........................................................................................................11
 Emisión de radio y televisión..............................................................................11
 Informaciones de prensa......................................................................................12
 Escritos judiciales y exposiciones parlamentarias...............................................12
 El Hardware y el software..................................................................................12
 La protección del software en la legislación positiva..........................................15
 Legislación comparada sobre el software............................................................15
CONCLUSIÓN...............................................................................................................17
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................19
ÍNDICE............................................................................................................................20

19

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