TP Derechos Intelectuales Derechos Conexos
TP Derechos Intelectuales Derechos Conexos
TP Derechos Intelectuales Derechos Conexos
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La convención de roma de 1.961.
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estrechamente LIGADA AL ESTADO DE LA TÉCNICA EN 1961. La tremenda
evolución de la tecnología desde el año 1961 hasta nuestros días, hace
necesaria la revisión de las disposiciones del Convenio.
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instrumentos de ratificación o adhesión, deben depositarse ante el Secretario
General de las Naciones Unidas, y los diferentes Estados pueden formular
reservas respecto a la aplicación de ciertas disposiciones (Boletín de
Información General OMPI, Ginebra 1992, Págs. 55 y sgtes.).
Los Derechos Conexos son los siguientes, que en forma expresa están
consagrados en las legislaciones más modernas, estos derechos son los que
se reconocen a los artistas, intérpretes o ejecutantes, a los productores de
fonogramas y a los organismos de radiodifusión, sin perjuicio de otras
actividades muy cercanas, como el derecho al uso exclusivo del seudónimo, o
del nombre artístico, el derecho a la efigie o de la propia imagen, las cartas
misivas, el título de la obra, las fotografías, retratos o caricaturas, coreografías,
informaciones de prensa, escritos judiciales y exposiciones parlamentarias. Las
Legislaciones de cada país, han adoptado como derechos conexos, todas
estas actividades, sin poner limites a las inquietudes creativas.
Intérpretes y ejecutantes.
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Cantantes: Son los que en forma personal o llevados de sus atributos
individuales del timbre de su voz, interpretan o ejecutan por sí, o acompañados
de orquesta, una obra musical o lírica.
Bailarines: Son los que ejecutan la obra a través de un ballet, o por medio
de danzas.
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reconocida a los derechos conexos al derecho de autor, y a otros derechos
intelectuales contemplados en el presente Título, no afecta en modo alguno la
tutela del derecho de autor sobre las obras literarias o artísticas. En caso de
duda o conflicto, se estará a lo que más favorezca al AUTOR.
El Capítulo II de este Título, se refiere a los artistas, intérpretes o
ejecutantes, resolviendo en el artículo 122, que éstos gozan del Derecho Moral:
Productores de fonogramas.
La invención del fonógrafo de Tomas Edison significó el comienzo de una
nueva vinculación entre las obras musicales y el público. El fonograma, si bien
en la mayoría de los casos contiene la grabación de la ejecución de una obra
sonora pre-existente, también puede consistir en la grabación de otros efectos
capaces de ser oídos, Ej.: Canto de los pájaros.
El Productor de fonograma, ya en la esfera de la actuación propia, celebra
los contratos de exclusividad, con artistas e intérpretes, sean cantantes o
ejecutantes de musicales. Celebra contratos de naturaleza civil, que tiene algo
de prestación de servicios y algo de compraventa. En este contrato se
determina que la grabación es propiedad del productor, quien está obligado a
pagar al artista por la interpretación efectuada, y en la misma una "regalía" por
los ejemplares o copias vendidas. Esta retribución generalmente se establece
sobre el 5%, del pecio de la venta al público.
La Lev 1328 establece: Los productores fonográficos tienen el derecho
exclusivo de realizar, autorizar o prohibir.
a- La reproducción directa o indirecta de sus fonogramas.
b -La importación de ejemplares cuando no han sido autorizados para el
territorio de sus ingresos.
c- La modificación de sus fonogramas por medios técnicos.
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El seudónimo.
Derecho de efigie.
Cartas misivas.
Hay que partir de la base del principio general, que las cartas misivas no
pertenecen al que escribió. sino a su destinatario o al que la recibió, y es
consenso general que éste, —salvo que sea para la defensa de su reputación
— no pueda publicarla sin el consentimiento o autorización expresa del remi-
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tente, quien podrá oponerse a ello. Sin embargo, existe conciencia que el
redactor de la carta, posee derechos de autor sobre la misma aunque no podrá
divulgarla sin el consentimiento del destinatario
El Glosario de Derecho de autor y Derechos Conexos publicado por
OMPI, define a las cartas en la Página 143, diciendo que "se entiende por
cartas, las comunicaciones escritas, de carácter privadas, dirigidos a
destinatarios concretos. Además de la protección de carácter privado que
tienen también, se otorgan generalmente a las cartas protección por el Derecho
de Autor, en razón de su naturaleza de obras escritas”.
Sin embargo, el Código Civil, en el Art. 2.173, se aparta del principio
general que consagra la propiedad de las cartas a sus destinatarios,
disponiendo que “La propiedad intelectual de las cartas, pertenece a quien las
suscribe, sea que las haya escrito personalmente o que las haya dictado, y sólo
él gozará del derecho de publicarlas. A su muerte, le suceden en este derecho
sus herederos legítimos o testamentarios”. La disposición legal es muy clara en
cuanto a su alcance, que no requiere mayores consideraciones. El mismo
sistema seguía la Ley 94, en el Art. 30 que decía que “La Facultad de publicar
las cartas pertenece a su autor. En caso de incapacidad sobreviniente a la
muerte de éste, será necesaria la autorización de las personas mencionadas,
en el artículo anterior y en el orden ahí indicados”. Sin embargo, transcurrido
veinte años de la muerte del autor de la carta, la publicación es libre (Art. 32,
segunda parte).
Las disposiciones legales arriba citadas corresponden al Código Civil y a
la Ley N° 94/51 del Derecho de Autor. Sin embargo, la nueva Ley de Derecho
de Autor no consagra la CARTA MISIVA, en forma expresa, como protegida
por el Derecho de Autor. Pero sí lo hace en forma implícita, por cuanto el Art. 4°
numeral 1, dispone que “están comprendidas entre las obras a que se refiere el
artículo anterior, las siguientes: 1) Las obras expresadas en forma escrita, a
través de libros, folletos, revistas u otros escritos, y cualesquiera otras expresa-
das mediante letras, signos o marcas convencionales”, que en concordancia
con la última parte del Art. 15, dispone que “la anterior enumeración es
meramente enunciativa y no taxativa”, lo que nos da por este medio la certeza
de la protección de las cartas misivas.
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Títulos de la obra.
Coreografías.
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Emisión de radio y televisión.
Informaciones de prensa.
El Código Civil establece: Que no son lesivos a los derechos del autor la
reproducción en la prensa de noticias y artículos sin carácter literario o
científico publicados en otros diarios o periódicos, mencionándose los nombres
de los autores y de los periódicos donde fueron transcriptos.
Tampoco considera lesivo al Derecho de Autor, el hecho de la mención en
libros, diarios o revistas, de trozos de cualquier obra, con tal de no ser
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destinada a la venta. En consecuencia, las informaciones de prensa son libres,
con la sola limitación que suelen publicarse el nombre de sus autores y de los
documentos de donde surgen, además, deben tener fines de crítica o polémica,
o que la copia a mano de cualquier obra, no deba estar destinada a la venta.
La Ley 1328 dispone que la difusión por la prensa, o la transmisión por
cualquier medio, a título de información de actualidad, de los discursos,
disertaciones, alocuciones, sermones y otras obras de carácter similar
pronunciadas en público. Es lícito, sin autorización ni pago de remuneración,
siempre que se indique el nombre del autor y la fuente y que la reproducción o
divulgación, no hayan sido objeto de reserva expresa.
El Hardware y el software.
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Numeral 33 del Art. 2° denomina al SOFTWARE como PROGRAMA DE
ORDENADOR y lo define como “la expresión de un conjunto de instrucciones
mediante palabras, códigos, planes o en cualquier otra forma que, al ser
incorporadas en un dispositivo de lectura automatizada, es capaz de hacer que
un computador ejecute una tarea u obtenga un resultado. El Programa de
Ordenador comprende también la documentación técnica y los manuales de
uso”.
El Capítulo II de la citada ley, en el Art. 67 al legislar sobre el PROGRAMA
DE ORDENADOR, dispone que “los programas de ordenador se protegen en
los mismos términos que las obras litera-rías. Dicha protección se extiende a
todas sus formas de expresión y tanto a los programas operativos como a los
aplicativos, ya sea en forma de código-fuente o código-objeto. La protección
establecida en la presente ley se extiende a cualesquiera versiones sucesivas
del programa, así como a los programas derivados”.
Con esta disposición, se confirma en forma concreta, que la discusión que
existía en doctrina en los primeros tiempos, definitivamente se establece que el
software está protegido por el derecho de autor y no por la ley de la propiedad
industrial, como se planteó en doctrina en algunos países.
Se estableció además que “El productor del programa de ordenador, es la
persona física o jurídica que toma la iniciativa y la responsabilidad de la obra.
Se presume, salvo prueba en contrario, que es productor del programa la
persona física o jurídica que aparezca indicada como tal en la obra de la
manera acostumbrada”. (Art. 68).
El Art. 69, igualmente establece que “Se presume, salvo pacto en
contrario, que los autores del programa de ordenador han cedido al productor,
en forma ilimitada y exclusiva, los derechos patrimoniales reconocidos en la
presente ley, que la inviste, además, de la titularidad del derecho a que se
refiere el Art. 22 e implica la autorización para decidir sobre la divulgación del
programa y la de ejercer los derechos morales sobre las obras. Los autores,
salvo pacto en contrario, no pueden oponerse a que el productor realice o
autorice la realización de modificaciones o versiones sucesivas del programa,
ni programas derivados del mismo”.
“A los efectos de esta ley, dice el Art. 70, no constituye reproducción ilegal
de un programa de ordenador, su introducción en la memoria interna del
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respectivo aparato, por parte del usuario lícito y para su exclusivo uso personal.
La anterior utilización ilícita no se extiende al aprovechamiento del programa
por varias personas, mediante la instalación de redes, estaciones de trabajo u
otro procedimiento análogo, a menos que se obtenga el consentimiento expre-
so del titular de los derechos”.
Además, el Art. 71, expresa que “El usuario lícito de un programa de
ordenador podrá realizar una adaptación de dicho programa cuando sea
indispensable para la utilización del programa en un ordenador específico y
esté de acuerdo con la licencia otorgada al usuario lícito; y la misma sea
destinada exclusivamente como copia de resguardo para sustituir la copia
legítimamente adquirida, cuando ésta no puede utilizarse por daño o pérdida.
La reproducción de un programa de ordenador, inclusive para uso personal,
exigirá la autorización del titular de los derechos, con la excepción de la copia
de seguridad”.
Asimismo, el Art. 72 ordena que “No constituye transformación a los
efectos del Art. 31, salvo prohibición expresa del titular de los derechos, la
adaptación de un programa realizada por el usuario lícito, incluida la corrección
de errores, siempre que esté destinada exclusivamente para e] uso personal.
La obtención de copias del programa así adaptado, para su utilización por
varias personas, o su distribución al público, exigirá la autorización expresa del
titular de los derechos”.
Por último, el Art. 73 manifiesta que “ninguna de las disposiciones del
presente Capítulo podrá interpretarse de manera que permita que su aplicación
perjudique de modo injustificado los legítimos intereses del titular de los
derechos o sea contraria a la explotación normal del programa informático”.
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instrucciones mediante palabras, códigos, planes o en cualquier otra forma
que, al ser incorporadas en un dispositivo de lectura automatizada, es capaz de
hacer que un computador ejecute una tarea u obtenga un resultado. El
Programa de Ordenador comprende también la documentación técnica y los
manuales de uso”. El Art. 67 legisla sobre el programa de ordenador y dispone
que: “Los programas de ordenador se protegen en los mismos términos que las
obras literarias. Dicha protección se extiende a todas sus formas de expresión
y tanto a los programas operativos como a los aplicativos, ya sea en forma de
código-fuente o código-objeto. La protección establecida en la presente ley se
extiende a cualquier versión sucesiva del programa, así como a los programas
derivados.
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propio porque son las máquinas las destinatarias de esas obras y no los
hombres.
Con la adhesión de nuestro País al Convenio de Berna donde el Software
es considerado una obra literaria, el mismo se halla protegido por el Derecho
del Autor, aún cuando no esta reglamentada.
CONCLUSIÓN
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unas fundamentales revoluciones técnicas en las cuales se apoya la evolución.
En el presente trabajo se entiende por NUEVAS TECNOLOGIAS la utilización
de la técnica digital para fijar y transmitir datos.
Los avances tecnológicos, sostenemos nosotros, han facilitado un número
cada vez más numeroso de usuarios en el acceso a la información. Las nuevas
tecnologías, han preparado medios para el almacenamiento, transmisión,
procesamiento y recuperación de datos de un modo mucho más ágil que la
antigua imprenta. Todo avance tecnológico supone una agitada actividad por
parte de los organismos nacionales e internacionales, encargados de la protec-
ción de los derechos intelectuales, para limitar el acceso a esas nuevas
tecnologías, hasta constatar que los derechos de los titulares, se encuentren
completamente protegidos. Estos adelantos tecnológicos, afectan directamente
la aplicabilidad y la efectividad de las normas que regulan el, derecho de autor,
a una escala tanto nacional como internacional. Últimamente, estos
organismos, han debido ocuparse con preferencia de las dificultades
generadas por los soportes electrónicos, los programas de ordenador, las
redes de comunicación entre computadoras (Internet), las obras creadas por
computadoras, los datos transmitidos por cables y la radiodifusión por satélites.
El advenimiento de estas nuevas tecnologías de distribución y
reproducción, amenazan con tener un impacto sustancial sobre las industrias
editoriales y sobre el derecho de autor, dado el fácil uso que se puede hacer
sobre obras preexistentes, mediante las cada vez más novedosas técnicas de
reproducción, lo cual han generado un incremento ilegal en la reprografía y la
piratería, afectando directamente los intereses de autores y editores. Los
grandes cambios tecnológicos, han ejercido una gran influencia en la actividad
de los editores y justifican una reconsideración del papel de éstos, con relación
a los derechos de autor. La necesidad de la comunidad, de utilizar obras
protegidas por el derecho de autor, continuará aumentando, para los fines de
educación, información, cultura y entretenimiento.
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BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................2
DE LOS DERECHOS CONEXOS...................................................................................3
La convención de roma de 1.961...........................................................................3
Contenidos que abarcan los derechos conexos......................................................5
Intérpretes y ejecutantes........................................................................................5
Productores de fonogramas...................................................................................7
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El seudónimo.........................................................................................................8
Derecho de efigie...................................................................................................8
Cartas misivas........................................................................................................9
Títulos de la obra.................................................................................................10
Retratos, caricaturas, fotografías.........................................................................10
Coreografías........................................................................................................11
Emisión de radio y televisión..............................................................................11
Informaciones de prensa......................................................................................12
Escritos judiciales y exposiciones parlamentarias...............................................12
El Hardware y el software..................................................................................12
La protección del software en la legislación positiva..........................................15
Legislación comparada sobre el software............................................................15
CONCLUSIÓN...............................................................................................................17
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................19
ÍNDICE............................................................................................................................20
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