La Novela Desde Principios Del S. XX Hasta 1939: Tendencias, Autores Y Obras Representativos
La Novela Desde Principios Del S. XX Hasta 1939: Tendencias, Autores Y Obras Representativos
La Novela Desde Principios Del S. XX Hasta 1939: Tendencias, Autores Y Obras Representativos
• Gabriel Miró (1879-1930). Es el que mejor sabe mostrar la riqueza del mundo de
los sentidos. Destacan sus obras Nuestro Padre San Daniel (1921), y El obispo
leproso (1926), que forman un bloque. Transcurren en Oleza (trasunto de Orihuela),
representación de un mundo casi desaparecido que el autor pretende rescatar, en el
que la inocencia y las ansias vitales se estrellan contra la intolerancia religiosa.
• Ramón Pérez de Ayala (1880-1962). Es el que mejor sabe mostrar la riqueza del
mundo del pensamiento, con sus paradojas y complejidad. Comienza escribiendo
en una estética noventayochista, como en Troteras y danzaderas (1913), para pasar
después a una novela "intelectual", más próxima al ensayo, llena de reflexiones,
como en su obra cumbre Belarmino y Apolonio (1921).
• Wenceslao Fernández Flórez (1884-1964). Es el gran maestro de la novela
humorística, que sabe combinar el sentimentalismo con la ironía y es capaz de la
sátira más corrosiva, como en Los que no fuimos a la guerra (1930). Destaca la
belleza y lirismo de El bosque animado (1943), ambientada en su Galicia natal.
• Ramón Gómez de la Serna (1888-1963). La base de su producción literaria es la
greguería, frase o apunte breve que encierra una pirueta verbal o una metáfora
insólita: "Humorismo + Metáfora = Greguería". Como novelista, Ramón rompe los
moldes del género. En sus obras cabe de todo. La más famosa es El torero Caracho
(1927). No podemos olvidar El Novelista (1924), historia de un autor en busca de
motivos para sus novelas y de imaginación. El doctor inverosímil (1921) narra la
historia de un médico que cura por medio de extraños métodos.
3. LA GENERACIÓN DEL 27
Sin alcanzar el esplendor literario de sus coetáneos del grupo poético del 27, en
novela se está experimentando una evolución paralela: del vanguardismo de los años 20 a
una mayor concienciación social en los años de la II República. Se trata de autores
mayoritariamente republicanos que padecieron el exilio, por lo que se desligaron de
nuestra realidad y no llegaron a ser muy conocidos en España; se centraron en temas
como la infancia y la adolescencia (pasado propio), la guerra civil (pasado común), el
desarraigo (presente común) y el incierto regreso (futuro propio).
Entre los autores más afines al arte deshumanizado de Ortega y Gasset: Benjamín Jarnés, Juan
Chabás, Juan José Domenchina, y los más conocidos:
• Rosa Chacel (1898-1994): siguiendo las orientaciones de Ortega y Gasset, escribe una novela
casi sin acción, Estación, ida y vuelta (1930), si bien tienen más mérito sus novelas en el exilio,
Memorias de Leticia Valle (1943) o La sinrazón (1960).
• Max Aub (1903-1972): desde su exilio en México fue agrupando bajo el título de El laberinto
mágico aquellas novelas y colecciones de relatos que tenían la guerra civil como tema central
(entre estas obras destacan Campo cerrado, Campo abierto y Campo del Moro).
• Francisco Ayala (1906-2009): comienza con una novela deshumanizada del gusto de Ortega,
Cazador en el alba (1930), pero sus mejores obras las escribirá en el exilio, Muertes de perro
(1958) y El fondo del vaso (1962), de temática dictatorial hispanoamericana.
Entre los autores del “nuevo romanticismo” partidarios de una novela social más humanizada y
comprometida: Juan José Domenchina, Esteban Salazar Chapela, José Díaz Fernández, Joaquín Arderíus,
César Mª Arconada, Andrés Carranque de Ríos, y los más renombrados:
• Ramón J. Sender (1901-1982): antes de exiliarse escribió seis novelas, de las que destaca Mr.
Witt en el Cantón (1935) sobre el levantamiento federalista de Cartagena en 1873; pero su obra
maestra es Réquiem por un campesino español (1953), breve y realista novela que contrapone
pasado y presente en los recuerdos de un cura que se prepara para decir misa en sufragio de
Paco el del molino. Es autor también de Crónica del alba, nueve novelas autobiográficas.
• Arturo Barea (1897-1957): desde Inglaterra alcanzó éxito mundial con su trilogía de carácter
autobiográfico La forja de un rebelde (1951), compuesta por La forja, La ruta y La llama.