Bloque 4 de Estandares de Historia Castilla y León
Bloque 4 de Estandares de Historia Castilla y León
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La apertura a Francia del comercio con las Indias, lo que provocó el recelo de Inglaterra
y Holanda, contrarias a que una sola potencia reuniera en sus manos todas las
posesiones imperiales.
La toma por parte de Francia de varias plazas en los Países Bajos lo que suponía una
amenaza para Holanda
En cuanto a los contendientes, Felipe de Borbón solo contaba con el apoyo de Francia y España,
aunque no de toda España, mientras el candidato austriaco pronto contó con el apoyo de
Inglaterra, Holanda y la mayor parte de los príncipes del Sacro Imperio Romano Germánico. A
estos se añadieron después Portugal y Saboya.
En España, los diferentes reinos y territorios se dividen a favor de uno u otro candidato,
teniendo en cuenta el modelo de Estado que defiende cada uno.
- Los felipistas o borbónicos son mayoría en la Corona de Castilla, están a favor de la
centralización política de la monarquía absoluta, cuenta con el apoyo de los sectores populares,
los grandes sufridores de la decadencia económica y del poder de los Austrias. La nobleza
castellana recela de los Borbones y espera el desarrollo del conflicto para colocarse del lado del
candidato que vaya ganando.
- Los australitas se encuentran en la Corona de Aragón, especialmente en Cataluña; defienden
un modelo de Estado confederal, basado en el pactismo y en la soberanía de las Cortes de los
diferentes reinos. Además, en Cataluña había un fuerte sentimiento anti francés desde la
ocupación de su territorio durante la Guerra de los Segadores (1640-1652), y un buen recuerdo
del reinado de Carlos II, en el que se habían respetado los fueros y había comenzado la
recuperación económica.
La guerra resultó larga e indecisa, ya que dentro de la Península las tropas de Felipe V lograban
victorias (Almansa, 1707, Brihuega y Villaviciosa, 1710), mientras en el exterior la victoria se
inclinó al bando aliado dirigido por Gran Bretaña gracias a su supremacía naval y que logro
hacerse con Gibraltar y Menorca en nombre de Carlos. La guerra terminó con el triunfo de
Felipe V. Un acontecimiento internacional clave para entender el desenlace del conflicto fue el
acceso al trono imperial del archiduque Carlos de Habsburgo. En esta situación, sus antiguos
aliados iniciaron las negociaciones con Francia, que culminaron con la firma de los Tratados de
Utrecht y Rastadt
22)DETALLA LAS CARACTERISTICAS DEL NUEVO ORDEN EUROPEO
SURGIDO DE LA PAZ DE UTRECHT Y EL PAPEL DE ESPAÑA EN ÉL.
La Guerra de Sucesión española (1701-1713) tendrán diversas alternancias, pero en 1711 el
candidato austriaco (el archiduque Carlos de Habsburgo) se convierte en emperador de Austria
al morir su hermano José I sin descendencia. A partir de este momento sus aliados de Alianza,
agotados por la larga guerra, comienzan las negociaciones de paz.
Ambos bandos firman la Paz de Utrecht y los aliados se retiran de Cataluña y Baleares que
continúan la guerra por su cuenta, hasta su derrota final (1714-1715). A cambio del
reconocimiento internacional de su nieto Felipe V como Rey de España (renunciando a la
corona francesa), el monarca francés Luis XIV, permite el reparto de los territorios de la
monarquía española entre las potencias europeas, incumpliendo el testamento de Carlos II.
Las consecuencias de la aplicación de estos acuerdos de paz son:
- Profundo cambio en el concierto internacional europeo: la hegemonía francesa es sustituida
por un equilibrio europeo entre Francia, Gran Bretaña y Austria que caracterizará la política del
siglo XVIII.
- Inglaterra se consolida como una gran potencia naval y comercial, se apodera de los enclaves
estratégicos de Gibraltar y Menorca, obtiene concesiones en el comercio con las Indias
españolas (envío anual de un barco con mercancías a las colonias españolas o “navío de
permiso”) y obtiene además el monopolio del tráfico de esclavos africanos en América (el
“asiento de negros”).
- España perdió sus posesiones europeas. Flandes pasó a manos austriacas, mientras que las
posesiones italianas se repartieron entre Saboya y Austria. De este modo, los principales
intereses españoles pudieron concentrarse en preservar América.
- España es la gran derrotada, se convierte en una potencia de segunda fila. Cede la mayor parte
de sus posesiones europeas, pierde enclaves estratégicos como Gibraltar y Menorca, y entrega el
control del comercio americano, quedando reducida a los límites actuales, con la excepción del
imperio americano. En el interior, supuso el acceso al trono de una nueva dinastía la de los
Borbones (existente en la actualidad) y con ella un modelo centralizador. Pero, también se
produjo una reorientación de la política exterior española, cuyos objetivos van a ser la defensa
de las posesiones americanas y la recuperación de los territorios perdidos. Por tanto, ahora el
enemigo fue Inglaterra y en menor medida Austria, y la aliada natural, Francia, unida por lazos
familiares a la nueva dinastía española. Ante ello, España y Francia firmarán durante el Siglo
XVIII tres Pactos de Familia, contra el Reino de Gran Bretaña.
Los dos primeros firmados durante el reinado de Felipe V. Por el Primero (1733), España
obtenía el reino de Nápoles para el archiduque Carlos (futuro Carlos III), y por el Segundo
(1743), los ducados de Parma y Guastalla para el infante don Felipe. El Tercer Pacto de Familia
(1761) se firmó durante el reinado de Carlos III y supuso el apoyo a Francia en la Guerra de los
Siete Años y el posterior apoyo a los colonos norteamericanos en su guerra contra Inglaterra -
Guerra de Independencia-, que finalizó con la devolución a España de Menorca y Florida, pero
no Gibraltar.
La aceptación de Felipe de Borbón (Felipe V) como rey de España por parte del resto de las
monarquías europeas, con la instauración de una monarquía absolutista tal como en Francia,
donde todo el poder era ejercido por el monarca.
Las cortes del reino de Aragón y Cataluña fueron absorbidas por Castilla, y beneficiadas por las
nuevas relaciones comerciales.
23) DEFINE QUÉ FUERON LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA Y EXPLICA
SU IMPORTANCIA EN LA CONFIGURACIÓN DEL NUEVO ESTADO
BORBÓNICO.
Los Decretos de Nueva Planta son una serie de medidas adoptadas por Felipe V , entre 1707 y
1716 en la Corona de Aragón, como supuesta represalia por no haberle apoyado en la guerra,
que suponen la desaparición de sus fueros e instituciones y la introducción de instituciones
semejantes a las castellanas.
Se suprimieron todas las instituciones (Cortes, diputaciones, concejos) y fueros. En su lugar se
imponen las leyes, instituciones y cargos castellanos. Se impondrá el castellano como idioma
oficial. Desaparecerán las fronteras con Castilla. Introducirán una contribución/impuestos
únicos y una nueva división del territorio en provincias. Los Decretos de Nueva Planta habían
convertido a los reinos de la Corona de Aragón en provincias gobernadas por un capitán
general. Este sistema provincial se generalizo en toda España, que se dividió en once capitanías
generales.
La administración territorial quedó en manos de nuevos cargos:
-Los intendentes (antecedentes de los gobernadores civiles), creados durante la Guerra de
Sucesión, se establecieron definitivamente desde 1749 con poderes judiciales, administrativos,
fiscales e incluso militares. Eran nombrados por el monarca o por el Secretario de Estado y de
ellos dependían los antiguos corregidores, que controlaban los municipios.
-Los capitanes generales, con competencias militares, sustituyeron a los virreyes, salvo en
América. Presidían las Audiencias, por lo que tenían también competencias judiciales. Junto a
los intendentes constituyeron los ejes del nuevo absolutismo en las provincias.
De esta forma, el territorio quedó uniformizado según el modelo de Castilla y se consiguió la
monarquía unitaria a la que aspiraba el conde duque de Olivares. Pese a ello la igualdad entre
los reinos no fue total. El País Vasco y Navarra mantuvieron sus fueros y aduanas, y Navarra
mantuvo, además, sus Cortes y su virrey, como recompensa por haber apoyado al candidato
Borbón en la Guerra de Sucesión.
Los Decretos de Nueva Planta, aparte de formar parte de las medidas represoras contra los
territorios rebeldes, sirven muy bien a los objetivos unificadores y centralizadores de los
Borbones:
- Establecen la unidad política, jurídica y administrativa de los reinos españoles. Buscan acabar
con los particularismos territoriales, culturales y lingüísticas, y castellanizar la estructura
política y administrativa del Estado.
Además de estas medidas, se crea de una nueva administración central (gobierno central). El
sistema tradicional de gobierno de los Austrias, basado en consejos, queda relegado. Sólo el
Consejo de Castilla tiene un papel importante y pasa a serlo de todo el reino, con funciones
consultivas en gobierno de interior y como tribunal superior de justicia. Las Cortes de Castilla
se convierten ahora en Cortes de toda España, pero apenas se convocan y conservan una única
función la jura del heredero de la corona. Los Consejos son reemplazados por secretarios de
Estado y de despacho, antecedentes de los actuales ministerios con competencias sobre un
determinado asunto para todo el territorio. Con ello se pretendía apartar del poder a la nobleza y
agilizar la actuación de la administración. Eran órganos unipersonales elegidos directamente por
el rey y solo respondían ante él. Solían ocuparse de un aspecto del gobierno y, aunque su
número y funciones variaron a lo largo del siglo, se tendió a fijarlos en seis: Hacienda, Guerra,
Marina, Justicia, Indias y Estado (Asuntos Exteriores). Carlos III en 1787 crea la Junta
Suprema de Estado, antecedente del actual Consejo de Ministros.
El ejército también se reformará con la institución de los regimientos en lugar de los tercios.
Este nuevo ejército se compondrá de voluntarios, de levas obligatorias de vagos y maleantes y
de quintos. También, con Fernando VI, se intentó la construcción de una potente armada con la
que defender el amplio territorio de la monarquía. Como resultado de estas reformas España se
convirtió en la tercera potencia naval europea, solo por detrás de Inglaterra y Francia.
Estas reformas en la Península también tuvieron sus repercusiones en América. De los órganos
de gobierno existentes en España: el Consejo de Indias limitó sus funciones a las de
asesoramiento y judiciales, mientras que la Casa de Contratación, traslada su sede de Sevilla a
Cádiz y va perdiendo atribuciones hasta terminar por desaparecer en 1790.
En cuanto a los órganos existentes en América, persiste la división en virreinatos, aunque se
crean dos nuevos: el de Nueva Granada (con Felipe V) y el del Río de la Plata (con Carlos III),
ambos con el fin de mejorar la defensa del territorio. Con este mismo objetivo se creó un
ejército regular americano. Pero sin duda los más significativo fueron la sustitución de los
criollos por funcionarios españoles y la introducción de la figura del intendente, que vino a
sustituir a los antiguos gobernadores y corregidores.
Los resultados de estas reformas en América fueron más bien limitados, pues si bien se
consiguió acabar con los abusos y reducir la corrupción, chocó con la oposición de los criollos.
Estas reformas fomentaron la unificación del país. A pesar de que la mayor parte de las
propuestas fracasaron, sobre todo en América, un tiempo más tarde a los criollos les servirá para
provocar los movimientos que dieron paso a la independencia.
En suma, el período del Despotismo Ilustrado con sus planteamientos críticos despejo el
camino, sin pretenderlo a las grandes transformaciones liberales del siglo XIX.