Kage No Jitsuryokusha

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Prólogo – ¡La oscuridad que se esconde en la escuela, el caso de los

estudiantes desaparecidos!

Parte 1

“Lo logré por poco…”

Salí del auditorio de la academia de Midgar y suspiré, mi aliento blanco luego desapareció en el
cielo de la mañana.

Justo estaba por acabar la ceremonia de inicio del tercer periodo.

“Amigo, ¿a dónde rayos fuiste en las vacaciones de invierno?”

“Eso mismo me pregunto. ¿No habías quedado en invitar a salir a las señoritas que trabajan en
Mitsubishi?”

Hace un tiempo que no veía los rostros de estos mobs, Hyoro y Jaga. Qué nostalgia.

“Ya les dije que lo siento. En serio, es que me surgió un asunto importante.”

Mis vacaciones de invierno se llenaron de eventos divertidos, como la batalla por la sucesión en
el reino de Oriana y mi inesperado regreso a japón.

“En serio que pasamos muchos problemas mientras tú no estabas…”

“Exacto. Tu hermana casi nos estrangula…”

Hyoro y Jaga se quejaron.

“¿Claire nee‐san? ¿Y por qué?”

“Pues, porque te estaba buscando. Yo le dije que no sabía en dónde estabas, y aun así me agarró
del cuello y comenzó a apuntarme con su espada…”

“Aunque es muy linda, cuando yo le dije que si quería podía acompañarla en su búsqueda,
estuvo a muy poco de meterme su espada por el trasero…”

“Aah, ya veo. Perdón por eso.” Será mejor no acercarme a mi hermana por el momento.

“Y hablando de grandes casos, ¿te enteraste que luego de que desapareciera, la ex presi Rose
de repente se volvió la reina de Oriana? Todo el país habló de ello.”

“Ah sí, lo escuché.”

Jejeje, ni se imaginan que fui yo quién la convirtió en reina.

Detrás de la repentina subida al trono del nuevo rey se esconde la eminencia en la sombra
moviendo los hilos de la historia… y nadie sabe que su verdadera identidad es un simple y común
estudiante.

Este es literalmente el epítome de una eminencia en las sombras.


“Pero eso no es todo. Luego dijeron que aparecieron un montón de monstruos en el reino de
Oriana o que el país fue usurpado o algo así.” Claro que eso también lo sé.

Después de todo, el que planeó y resolvió todo eso no fue otra persona más que la eminencia
en las sombras. Pero ninguno de los dos sabrá nunca que justo en frente tienen al responsable
de todo.

“Aunque parece que por eso, nuestra alianza con el reino de Oriana está por
desaparecer.” ¿Hmm? ¿Qué alianza está por desaparecer?

“Es verdad~ Quién pensaría que la ex presi Rose terminaría caminando por el camino del mal. A
veces no hay que dejarse llevar por las apariencias.”

“¿Camino del mal? ¿Eh? ¿De qué hablan?” “¿Cómo que de qué? ¿No lo sabes? Dicen que fue la
ex presi Rose la que invocó a todas esas bestias para así poder quedarse con el reino de Oriana.
Ahora mismo su imagen está por los suelos, y quedará grabada como la peor mujer de todas en
la historia.” “Y eso que en la escuela era muy agradable y todo, jamás pensé que llegaría a ser
ese tipo de persona. Aunque bueno, considerando que mató a su propio padre en el festival
Bushin, parece que no hay que juzgar un libro por su cubierta. Aunque bueno, aquí entre los
tres, si me pidiera matrimonio creo que podría hacer un esfuerzo y casarme con ella.”

“A‐Ah sí, ahora que lo dicen, sí parece una mujer malvada…”

Jamás imaginé que la historia de la nueva reina se fuera por la ruta de la oscuridad.

Pero bueno, pensándolo bien, esto también me sirve.

La reina malvada que amenaza al mundo, y la eminencia en las sombras que la controla desde
la oscuridad… Sí, cada día me sorprendo más con mis habilidades de adaptación. Qué
maravilloso.

“Además, ya desde antes habían ciertos rumores rondando alrededor de ella.” “Ah, ese también
me lo sé. Dicen que está conectada a ese grupo llamado el Jardín de las Sombras…”

“Espera Jaga, no es buena idea seguir hablando de eso.” De repente Hyoro detuvo a Jaga.

“Ah, es verdad. Dicen que aquel que habla de eso, desaparece.”

“¿Hm? ¿A qué te refieres?” “Es que, cuatro estudiantes desaparecieron durante las vacaciones
de invierno. Y pues se dice que pudo haber sido obra del grupo que atacó a la escuela
anteriormente.” Hyoro dijo eso con un rostro serio, mientras que Jaga se acercó y con una voz
asustada, agregó.

“De seguro fueron ellos los que hicieron desaparecer a los estudiantes por estar investigando
sobre ellos…”

“Hmmm, yo no creo que ellos hagan eso.”

“Bueno, yo tampoco.”

Jaga agregó, cambiando su rostro a uno de gran confianza y valor.

“Las desapariciones fueron tan repentinas que todos culpan a esa organización secreta. Pero la
verdad es que los caballeros estuvieron investigando y no encontraron ningún rastro de intrusos
en el área.”
“La verdad es que por estas fechas muchos escapan de la realidad por perder puntos en las
materias. A lo mejor no desaparecieron sino que huyeron. ¿Tú vas bien con los puntos, Jaga?”

“Uhh, un poco. ¿Y tú, Hyoro‐kun?” “P‐Pues ahí la llevo sin pena ni gloria. ¿Y tú, Cid‐kun?”

“Pues, creo que sí voy bien…” “Y‐Ya veo. Bueno me alegro que los tres vayamos a aprobar el
curso.” “E‐Es verdad.” “Ajá.”

“Por cierto, ¿y a dónde vamos ahora?”

“Pues, hoy solo era la ceremonia de inicio así que no hay clases. ¿Y si jugamos cartas atrás del
edificio de la escuela?”

“¿Eh? ¿Cartas?”

“¡Sí amigo, esto! ¡Es el nuevo producto de Mitsugoshi!”

Hyoro puso la expresión de un ganador mientras sacaba unas cartas de su bolsillo. Eran cartas
iguales a las que existen en mi anterior mundo. No pensé que fueran a replicar esto también.

“Nina‐senpai me las regaló. ¡Juguemos al poker!” “Es tu primera vez jugando a las cartas,
¿verdad Cid‐kun? Entonces es momento de enseñarte lo duro que es el mundo de la
competencia de cartas.”

“Fuufu… Ya veo, entonces por eso jugaremos poker. ¡Bien, vamos a quitarle todo el dinero que
tenga!” así que poker.

De seguro es la versión de texas hold’em, con las mismas reglas que les enseñé a las 7 sombras
cuando eran niñas.

Qué lindos recuerdos. Todavía puedo recordar cómo todas lloraban cuando les ganaba y le
quitaba su dinero.

Pero hey, ¿qué tiene de malo cobrarles ese pequeño incentivo a cambio de enseñarles lo duro
que es la sociedad? … Aunque mejoraron más rápido de lo que pensé así que no volví a jugar
con ellas.

Aprovecharé la ocasión para enseñarles lo mismo a Hyoro y Jaga de paso cobrarles ese pequeño
incentivo.

Chasqueé mis dedos.

“Acepto el reto. Estoy ansioso porque me enseñen lo supuestamente duro del mundo del juego
de cartas.” “Pondré 10 veces más la taza de inicio inicial. Con esto conseguiré un montón de
dinero extra.”

“¿Sabes cómo le dicen a eso? Tirar piedras sobre tu propio tejado.”

“Jaj…”

Ups, reaccioné a tiempo y cubrí mi boca con mi mano para tapar mi sonrisa.

Parte 2
Al final decidimos jugar al poker en mi habitación.

Para el final del día, ya le había quitado todo el dinero a Jaga y este estaba viendo al techo con
el alma saliéndose por su boca.

Tomé una ficha modesta y…

“Raise.”

“Guuh… All in.” Hyoro apostó todas las fichas que le quedaban.

Por supuesto, yo hice el llamado.

“Kukuku… caíste derechito en mi trampa.”

Dijo Hyoro con una sonrisa llena de confianza mientras me enseñaba su mano.

“Ya veo. Tienes una buena mano.”

“Lo siento Cid, pero ya me aprendí todos tus movimientos. Ahora es cuando remonto y–”

“–¿Qué dices? El juego ya terminó.” “¿Eh?” Le mostré mi mano.

“Imposible… ¿tres cartas…? ¿Cómo es que derrotaste tan fácilmente las habilidades que
conseguí practicando con Jaga…?” “Todavía tengo oportunidad si pido un préstamo… debo
recuperar mi dinero de manutención… o moriré…”

Jaga comenzó a murmurar algo.

“Listo, ahora todo el dinero es mío.”

Luego de recolectar todo el dinero de los dos, los pateé fuera de mi habitación.

“Lo siento chicos, regresen cuando tengan dinero.” Y luego les cerré la puerta en la cara.

Pude escuchar sus voces en el pasillo gritando: “¡Ya me las pagarás!” “¡Verás que la próxima te
ganará así sea con trampa!” Ah bueno, si así quieren jugar, en ese caso yo también sacaré mi
lista de trampas. Ni siquiera Alfa es capaz de darse cuenta de mis mejores trampas.

Metí todo el dinero en mi caja de ‘’fondos de batalla de la eminencia en las sombras’’ y luego
hice más pequeña la luz de la lámpara.

Me concentré por un momento en los sonidos de la noche.

Y luego hablé en dirección al otro lado de la ventana.

“– Lamento la espera. Ya puedes entrar.” “… Hm.”

Luego de esa pequeña respuesta, una chica apareció de la nada en mi habitación.

Sus habilidades de sigilo son dignas de alabar. Parece que Zeta ha mejorado bastante.

La chica que cargaba el traje negro de slime era una mujer bestia. Ella me miró fijamente con
sus ojos azul hielo, como los de un gato.

“Es un gusto volver a verlo, amo.”

“Sí, ha pasado un tiempo.”

“Veo que ha crecido un poco.”


“¿En serio?”

“Hm.”

Ella asintió levemente.

Y luego, de repente, me ofreció un pescado seco.

“Un recuerdo.”

“¿Un recuerdo…?”

“Es una caballa.”

“Ah, con que una caballa.”

“Lo pesqué en el mar de la costa.”

“Debió ser difícil.”

“Está bañado en su propio aceite. Es la mejor caballa de esta temporada.”

“Ya veo.”

Ella es una mujer bestia, de la raza de los gatos y también la sexta de las 7 sombras.

A pesar de su raza, Zeta es muy inteligente, además habla muy poco y actúa de forma muy
calmada.

Es muy diferente a cierto cachorro que conozco.

Acepté el pescado que me dio Zeta y ella siguió mirándome fijamente.

Como si fuese un gatito esperando su premio.

“Gracias. Más tarde lo cocinaré y lo comeré.”

“Hm.”

Zeta movió su cola dorada de un lado a otro con felicidad.

“Muy bien…”

Después, puse un rostro serio.

“Vayamos al grano… ¿ha habido avances en lo que ya sabemos?”

Le pregunté, y luego su mirada cambió nuevamente a la de un noble gato.

“El culto se está moviendo tal y como lo predijimos.”

“–Fumm.”

Tomé una de las copas que estaban cerca de la ventana de mi habitación.

Al hacerlo, Zeta se movió rápidamente y me sirvió vino.

Sus movimientos son igual de ágiles que siempre. A ella desde que la conozco siempre le han
gustado jugar a los espías, por eso es muy buena en situaciones de sigilo o incluso infiltrándose
en todo tipo de lugares.
“Siguen avanzando en su intento de revivir el brazo derecho.”

“… Me lo imaginaba.” “Las lágrimas de Diabolos están por agotarse, y la razón de todo eso está
allí.” “–Entiendo.” “Descubrimos que el brazo derecho está sellado en las ruinas de la escuela.”

“–Me lo imaginaba.”

“Están asustados. Temen que entremos en las ruinas.”

“–Sí, ya me lo esperaba.”

“Pero no nos queda mucho tiempo. Debemos actuar ahora.”

Luego de decir eso, Zeta me miró, esperando a que le diera alguna orden.

Ella me dio un documento escrito con letras antiguas… no tengo ni idea de lo que dice.

“¿Y qué hay de los estudiantes desaparecidos?”

“Todavía no sabemos nada.”

“Son cuatro…”

“Exacto.”

“Y faltan más..”

“Es probable.”

Mientras nos veíamos el uno al otro haciendo como si entendiéramos todo lo que el otro estaba
diciendo, vimos una luz encendiéndose en el dormitorio de las chicas.

“–Parece que allí está la quinta víctima.”

“Sí… ¿Qué hacemos?”

Zeta me miró.

“… No hagas nada.” “¿Seguro?”

“Sí, solo observa.”

“Hm… ¿Qué cosa?”

“El futuro… lo que realmente necesitas.”

“… Si usted lo dice, eso haré.”

Una atmósfera de misterio flujo entre ambos.

Qué buena idea fue usar esa luz e interpretar la situación para dar a entender que allí se esconde
la razón detrás de las desapariciones.

Detrás de todos los sucesos que están ocurriendo en la escuela, se encuentra un malévolo plan
del culto de Diabolos– Zeta y yo nos miramos el uno al otro.

Yo asentí, y ella asintió.

“Puede estar tranquilo, amo. Le juro que llegaré al fondo de todo.”


Y así, junto con una brisa de aire, ella desapareció en la oscuridad de la noche.

Pero antes de que se fuera hizo un movimiento que obviamente no perdí de vista; ella frotó su
cola en mi cama.

“Dios, ¿cuántas veces le tengo que decir que deje de marcar mi cama?”

Sacudí mi sábana para sacar los pelos que había dejado y luego miré hacia el cielo.

“¿Qué nos deparará la rueda de la fortuna? ¿Una oscuridad perpetua? ¿O un despertar de la


perpetuidad?”

Murmuré eso, mientras pensé en irme a dormir rápido porque ya era tarde y quería despertarme
lleno de energía mañana.

Parte 3

“¡Juro que esta vez no lo perdonaré!

Claire Kageno estaba en su habitación, en el dormitorio de chicas haciendo un puchero.

“¿Cuántas veces necesita romper sus promesas para estar satisfecho? Me prometió que
regresaríamos a casa juntos en las vacaciones de invierno…” Su rostro, malhumorado como el
de una niña pequeña, estaba siendo iluminado por la lámpara de su habitación.

Y por alguna razón, cargaba un collar de metal en su mano.

“No lo perdonaré, no lo volveré a hacer. ¡Juro que le pondré esto y lo obligaré a estar pasar
conmigo todas las vacaciones de primavera!” Ella movió el collar, hizo resonar el metal y luego
de confirmar que cerraba a la perfección, sonrió.

“Esta vez no escapará de mí.”

Pero en ese momento ella frunció las cejas.

“–”

El collar de metal cayó al piso, haciendo un enorme ruido.

“¡No puedo controlar… mi mano derecha…!” Ella frunció las cejas con una mueca de dolor
mientras apretaba con fuerza su mano derecha.

“¿Por qué…? No había sentido nada últimamente.”

Pero desde aquel día que apareció un círculo mágico grabado en su mano, esta comenzó a
descontrolarse y a doler de forma continua.

Aunque últimamente esos casos habían desaparecido.

“¿Qué rayos es esto…? Aurora, responde.” Ella intentó llamarla, pero desde aquel día Aurora no
se había vuelto a comunicar con Claire.

Por eso, por un momento ella pensó que todo se había tratado de un sueño.

Pero debajo del ventaja que cubría su brazo todavía tenía el círculo mágico incrustado.
Claire abrió uno de los cajones en su habitación y sacó unos documentos.

“Esto es todo lo que he descubierto. Sé que grabaron el mismo círculo mágico en los restos del
demonio Diabolos.”

El círculo mágico del demonio Diabolos dibujado en los documentos era igual al que Claire tenía
en la mano.

En ese momento, ella creyó escuchar algo.

Levantó la mirada y vio a sus alrededores.

“¿Eh? ¿Qué fue eso…?” “… ye.”

“¡ ! ¡¿Aurora?! ¡¿Eres tú?!” Su voz comenzó a resonar en su cabeza.

“… Ye… pido… ellos…”

Y poco a poco esa voz comenzó a hacerse más clara.

“Huye… pido…”

“¿Eh? … ¿Huir?” En el momento en qué ella se preguntó eso, se escuchó el ruido como de algo
crujiendo.

“¡¿Qué es esto…?!” La visión, todo el espacio a su alrededor estaba rompiéndose.

Como si fuera un espejo, el escenario frente a sus ojos se rompió en pedazos, como cristal.

El escritorio que trató de agarrar por mero impulso también se hizo añicos.

Pero más allá de las cosas rotas, se extendía un nuevo mundo.

“¿Sigo en mi habitación…?” No había duda de que ella estaba en su habitación.

Pero por alguna razón, estaba llena de nubes.

Sin embargo no podía escuchar nada.

Solo escuchaba su propia respiración…

No, de hecho, logró escuchar el sonido de ropa moviéndose.

“–Ingenuo.” Al siguiente instante, Claire se dio la vuelta, enterrando su codo en la mandíbula


del atacante.

“Guaah.”

El atacante casi cae al suelo, pero logró aguantar y ponerse de pie.

Sin embargo, esa fue su perdición.

Claire aprovechó la posición de su rodilla para encestar un golpe en la cara.

“Esto lo aprendí de Cid, más o menos.”

Su falda se meció con el movimiento de su pierna, aunque el hombre ya yacía en el suelo


desmayado.

“¿Y quién es esta persona?” Claire se agachó para investigar al hombre.


Pero cuando trató de hacerlo, el cuerpo del hombre comenzó a romperse como cristal.

“¡O‐Otra vez el mismo truco…!”

Y así, el cuerpo del hombre se hizo añicos.

“¿Qué diablos está pasando…! ¡Hey! ¡¿Alguien me escucha?!” Claire salió de la habitación y
golpeé la puerta de la habitación de al lado.

No obstante, no recibió respuesta de la estudiante que residía allí.

Lo mismo pasó con la siguiente habitación, y con la siguiente.

No había nadie.

Claire era la única aquí, en este mundo.

“Qué rayos es todo esto… Aurora, ¿estás ahí no?”

“No estoy.” Respondió una voz perezosa.

“Sabía que estabas ahí. Déjate de bromas que no es momento para eso.” “Te avisé que huyeras.”

“¿En serio me estás culpando? Todo fue muy repentino, no tuve tiempo de hacerlo.”

“No tengo ganas de hacer nada ahora mismo.”

“¡Pues qué lástima porque estamos en una situación de emergencia!” “Yo tengo mi propia
situación de emergencia entre manos.”

“¿Qué tipo de situación?”

“No quería involucrarte en todo esto.”

“¡…! Pues ya es muy tarde. ¡Y todo por culpa de este estupido sello mágico!” Claire dijo eso
mirando con odio hacia el sello mágico en su mano.

“Ese sello mágico está para protegerte.”

“Ya lo sé… Pero lo que quiero decir es que al menos me expliques todo.”

“Pensaba hacerlo, pero no puedo.” “¿Qué quieres decir?”

“Digo que él solo intenta protegerte.” “¿Quién es él…?”

“Él solo intenta protegerte, mantenerte alejada de todo esto para que no corras peligro. Por eso
no puedo decirte nada.”

“Eso mismo dijiste la vez pasada. ¿De quién rayos estás hablando? Yo no recuerdo estar siendo
protegida por nadie.”

“Te equivocas. Él te está protegiendo, siempre te ha protegido y siempre te protegerá. Debo


confesar que me da un poco de envidia.” “… Te lo repetiré una vez más. No sé de quién
estés hablando, pero estoy segura de que no hay nadie, absolutamente nadie que me esté
protegiendo.” Claire repitió sus palabras, esta vez con enojo.

“Si así quieres pensar, está bien. De seguro esto es lo que él desea también. Mantenerte alejada
de todo.”
“… ¡Si vas a decir algo entonces dilo todo de una vez por todas! ¡Además yo no deseo nada de
eso!” “No voy a decirte nada, pase lo que pase. Esta es mi forma de pagarle el gran favor que le
debo.” Aurora dijo eso, aunque con un tono algo disconforme también.

“Haré que me lo digas.”

“¿Cómo?”

“Hmm…”

Claire lo pensó con cuidado.

¿Qué podía hacer ella para que alguien que solo se comunica a través de una voz en su cabeza,
le hiciera caso? “Pues… Gritaré sin parar, muy muy alto hasta que me digas todo.”

“Adelante.”

“Ya no te haré caso.”

“Como quieras.”

“… Voy a esparcir rumores malos sobre ti.”

“¿Y luego?”

Claire frunció sus mejillas en un puchero.

“¿Ya estás satisfecha?”

“Si con satisfecha te refieres a molesta, sí.”

“Tranquilízate. Te diré cómo salir de este lugar.”

“En primer lugar, ¿en dónde rayos estoy?”

“Eso tampoco te lo puedo decir.”

“Dios, me pones de los nervios.”

“Primero camina recto.” “No quiero.”

“Si no caminas te quedarás encerrada aquí de por vida.” “Ya ya, solo tengo que caminar, ¿no?
Bueno.”

“Bien, así. Ahora da tres vueltas.”

“¡¿Tres vueltas?!” “Solo bromeaba.”

“Algún día juro que te daré un buen golpe.” Y así la chica de cabello negro siguió caminando en
un mundo lleno de nubes.

Y detrás de ella, se podía vislumbrar tenuemente la figura de una mujer, viéndola fijamente con
ojos color violeta.

Parte 4
Desde hoy empezaba el tercer periodo en la escuela.

Como ya se acercaban los exámenes de final de año, todos en la clase estaban con caras bien
serias.

“Hey, escuché que siempre salen las mismas preguntas de la clase de teoría de control de magia
de hoy en los exámenes de todos los años.”

“Bien hecho agente Jaga, como siempre eres un pro para la información.”

“Es que ya debo actuar con más responsabilidad. Si repito el año mis padres me matarán.”

“Sí, creo que yo también debo ir un poco más en serio. Hasta ahora he holgazaneado
demasiado.”

“Pero si estudiamos en serio será pan comido.” “Pues claro, pan requete comido.”

Los ojos de Hyoro y Jaga estaban llenos de desesperación.

“Cid, ¿tus calificaciones también son bajas, no? Deberías ponerte más serio desde ahora.” “Aah,
tienes razón. Creo que debería hacer eso.”

La verdad es que mis calificaciones están por debajo de la media.

Eso se debe a que en las clases siempre estoy practicando mi control de poder mágico, así que
en los exámenes no entiendo es nada de nada.

Pero tampoco me preocupa demasiado. Puedo hacer trampa cuando quiera y copiar las
respuesta si me pongo realmente a ello.

Tampoco sé qué dieron en la clase de hoy, pero sé que la teoría del control de poder mágico es
la explicación a mi teoría de que comprimir el poder mágico aumenta su potencia x1000.

Esta es solo otra parte de mi entrenamiento para ser la eminencia en las sombras perfecta.

Y hoy nuevamente, como nunca faltaba, me dediqué a entrenar.

–Pero.

La puerta de la clase se abrió de repente, y desde el otro lado apareció una chica de cabello
plateado.

Es Alexia.

“Ah, qué bonito está el clima hoy.”

Dije eso, mirando hacia el otro lado de la ventana.

Estaba nublado.

Sentí como la mirada de todos iban directo hacia mí.

Esto es algo que siempre sucedía. Por alguna razón todos me miraban cuando Alexia llegaba al
salón de clases, y eso que yo no era más que un simple mob.

“Oye.”

“Ah, un pajarito.”
En el cielo había un paisaje cotidiano.

“Mírame cuando te hablo, Pochi.”

“El viento se está llevando las nubes.”

Me pregunto si así mismo se podría llevar este día sin que nada ocurra.

“No me ignores.”

Me agarró de la barbilla.

Luego, lentamente comenzó a girar mi cabeza mientras mi cuello rechinaba con un desagradable
sonido.

Alexia me estaba mirando fijamente con sus ojos color carmesí.

“¿Cómo le va, princesa Alexia?”

Traté de saludarla de la forma más mob posible.

“Buenos días, Cid Kageno‐kun.”

“Disculpe mi atrevimiento princesa Alexia, ¿pero no se está equivocando de clase?” “No, estoy
en la correcta. Vine porque tengo asuntos contigo, Cid Kageno‐kun.”

“Ah, pero la siguiente clase está por empezar. ¿Podríamos dejarlo para después?” “No te
preocupes por eso. Lo tomaré prestado por un rato.”

Alexia le dijo eso a Hyoro y Jaga y luego me agarró por el cuello.

“¡P‐Pe‐Pero claro que sí!”

“¡A‐Adelante, lléveselo!”

Y me llevó a rastras, mientras escuchaba la descarada respuesta de mis dos amigos.

Parte 5

Por alguna razón, el lugar al que me llevó fue al dormitorio de chicas.

“¿Y yo puedo entrar así como así?”

“Ya obtuve un permiso.”

“Pero soy un chico.”

“Les dije que eras un colaborador.”

“¿Colaborador?”

Alexia se paró frente a una puerta.

Era la puerta de la habitación de Claire nee‐san.

“Nadie ha visto de nuevo a tu hermana desde ayer después de la cena.” “Fuum.”


“Eso me dio curiosidad, entonces le pregunté a una de las estudiantes y dijo que la habitación
estaba cerrada con llave.”

Alexia tocó la puerta pero nadie respondió.

“Traté de buscarla en los lugares que suele frecuentar pero no estaba en ningún lado.”

“Hooom.”

“¿No sabes nada?”

“Nada.” Respondí honestamente, pero Alexia me miró como si dijera: “¿estás bien de la
cabeza?”.

“¿Y no te preocupas por ella?”

“Bueno, no es como si fuera la primera vez.”

“¿Sucede a menudo?”

“Ella siempre tiende a desaparecerse por unos días desde que eramos niños.” “Pues entonces sí
sabes algo del caso.”

“Ahora que lo dices es verdad.” “¿Y dónde estaba tu hermana en aquellas ocasiones cuando
desapareció?”

“Ni idea, ella solo regresaba por su cuenta y ya.”

Aunque en realidad siempre era buscada y encontrada por las 7 sombras.

Se supone que Zeta estaba vigilándola esta vez. Zeta es muy buena en lo que hace, así que si ella
no ha hecho ningún movimiento es porque todo está bien.

“¿Será como una especie de huida de casa?”

“Probablemente.”

“Pues ojalá que solo sea eso, porque en realidad hay algo más que me llama la atención.”

“¿Qué cosa?”

“Mira esto.”

Entramos a la habitación y allí Alexia recogió un collar de metal del suelo.

“¿Un collar? Sí que se ve robusto.” “Y eso no es todo, de hecho tiene un efecto mágico. No es
algo que una estudiante común y corriente tendría en su habitación.”

“Te puedo asegurar que mi hermana está muy lejos de ser alguien común y corriente.”

“Es probable que alguien haya irrumpido en su habitación, y luego haya tratado de ponerle esto
para secuestrarla.”

“Pero el collar estaba caído justo aquí.” “Es probable que haya caído ahí en medio del forcejeo.
Además, hay otra cosa que me intriga.”

Alexia esta vez vio unos documentos que estaban encima de un escritorio.

Al verlos, me vino un rayo de iluminación.


“¡Pero si esto es…!” Letras antiguas, signos mágicos geniales, palabras complejas que parecen
tener un significado pero en realidad no lo tienen.

Sí, estoy seguro.

Es una libreta de chuunibyou.

“¿Sabes qué es esto?”

“Nop, para nada, nunca he visto esto en mi vida.” “¿En serio? ¿Por qué estás desviando la
mirada?”

“T‐Te estás imaginando cosas.”

“Ojalá.”

Alexia miró nuevamente la libreta chuunibyou.

“La verdad dudo que algo de lo que está escrito aquí tenga sentido.”

“¿Seguro?”

Alexia dijo eso y volvió a mirar la libreta.

Lo siento por ella, pero eso no es más que una libreta de la etapa bochornosa de una persona.

Ahora que lo pienso, eso del collar también parece ser un objeto chuuni, y ahora que recuerdo,
hasta hace poco ella jugaba a que tenía una marca mágica en el brazo y la tenía que ocultar con
unas vendas.

Puede que finalmente el estado chuuni de mi hermana se haya salido de control.

Además que desaparecer de repente es otro de los elementos del chuunibyou.

“Ella de seguro está bien.”

“Sí que confías en ella…”

“¿Confiar? … Bueno, algo así.”

Más bien, solo decía que no tenía sentido alterarse.

“En cambio yo… mi hermana y yo…” Alexia entrecerró sus ojos, como si recordara los días de un
lejano pasado.

“Últimamente no nos entendemos. No sé en qué está pensando…” “Fuum.” “¿Tú alguna vez no
has pensado así, Pochi?” “La verdad es que yo tampoco entiendo casi nunca en qué está
pensando mi hermana.” “Ya veo… Supongo que solo ellas mismas se pueden entender.”

“Los hermanos son extraños unidos por la sangre, solo eso.”

“Qué forma tan cruel de decirlo.” “¿Tú crees?”

“Al menos yo quiero entenderla.”

“Ya veo.”

Alexia soltó un pequeño suspiro.

“… Ya puedes regresar a clases si quieres. Yo me quedaré aquí a investigar un poco más.”


“Bueh.”

Me retiré del lugar, dejando sola a Alexia quien estaba revisando muy detalladamente la libreta
chuuni que contenía una bochornosa etapa de mi hermana mayor.

Parte 6

Al final terminaron las clases de hoy y mi hermana no apareció por ningún lado.

Pero bueno, Zeta está con ella así que dudo que le haya pasado algo.

Ahora mismo estaba atrás del edificio de la escuela preparando el pescado que Zeta me había
regalado. Ya había pasado el tiempo de apagar las luces por lo que todo estaba oscuro por aquí.

“Creo que ya casi está listo.”

Las chispas del fuego caían sobre el pescado, levantando un rico aroma y un dulce sonido de la
carne cocinándose.

“¿O debería dejarlo cocinar un poco más?”

Estar aquí solo, cocinando pescado no está nada mal.

La paz entra a mi corazón. Las personas pueden disfrutar de una gran paz simplemente viviendo
el día a día de esta forma.

Mientras observaba la flama, me di cuenta de alguien acercándose a una gran velocidad.

“¡¡Jefeee!! ¡¡Finalmente lo encuentro!!” Ese alguien era Delta, que apareció de repente frente a
mí, moviendo su cola y orejas.

“Hola Delta. Ya es de noche así que no hagas tanto ruido.”

“¡¡Jefe, ya cacé a ese tal jaga el negro que me ordenó cazar!!”

“Ya veo. Ya es de noche así que no hagas tanto ruido.”

“¡¡Y Alfa‐sama me dijo que hice un buen trabajo!!”

“Qué bien por ti. Pero ya es de noche así que no hagas tanto ruido.” “¡¡Jefe, quiero que usted
también me hologie!!”

“Ohh, ya ya, buena chica.”

Acaricié la cabeza de Delta y ella movió su cola de un lado a otro con total felicidad.

“Pero ya es de noche así que no hagas tanto ruido.”

“¡¡De acuerdo, no haré tanto ruido!!”

Ella respondió con fuerza y luego tapó su boca.

“Ahora hablaré bajito.”

Dijo Delta, esta vez murmurando.


“Bien, así se hace.”

“Gracias jefe. Por cierto, ya terminé de cavar el agujero que me ordenó cavar.”

“¿Agujero? ¿Yo te ordené cavar un agujero?”

“¡Sí me lo ordenó!” Nuevamente regresó a su tono de voz de siempre.

“Ah, bueno. No importa.”

“¡Y entonces lo encontré! ¡Fue tal y como me dijo, jefe!” Delta sonrió y luego mordió una joya
roja que traía.

“¿Y para que la muerdes?”

“¡Para no perderla!”

“Eres la encarnación de la inteligencia.”

“Nijiji.”

Tomé la joya llena de la saliva de Delta. Era una joya con un brillo hermoso.

“Oh… parece que se puede vender a un muy buen precio.” Tenía el mismo tamaño que una
pequeña pelotita, pero su brillo no era normal.

“¡¡Di mi mayor esfuerzo!!” “Oh, ya ya, buena chica.”

Nuevamente acaricié su cabeza.

Y otra vez la expresión de Delta se disolvió en una sonrisa.

“¡Quiero un premio!”

“Hmm, bueno…” “Hm…¡Algo huele muy bien por aquí!” Delta ya tenía el pescado en su mano.

“Ah, ese es un regalo que me trajo Zeta–”

“¡Gracias por la comida!” Y me ignoró.

“Qué rico está~” Le dio una mordida y luego sonrió felizmente.

Bueno, es verdad que hizo un buen trabajo, así que…

“Bueno, no importa.”

Al mismo tiempo, escuché el sonido de las hierbas de atrás moviéndose.

“Perrita… ¿qué estás comiendo?” Me di la vuelta y allí estaba Zeta, con una mirada tan fría como
el hielo.

“Hmm, ¡¿qué haces aquí gata callejera?! ¡Este es mi premio, esta comida!” Delta comenzó a
gruñir.

“Ese pescado se lo regaló a mi amo, no a ti, perrita.”

“¡Vete de aquí! ¡Este pescado es mío!” Luego de decir eso, Delta se tragó el pescado entero.

“Ah…”
Zeta soltó un suspiro mezclado con angustia.

“Estaba rico~”

Mientras que Delta no se enteraba de nada.

“Eres una…” Con un “fuuuh”, Zeta tomó aire.

“¡No eres bienvenida aquí, gata callejera! ¡Si no te vas ahora mismo te haré irte por la fuerza!”

“Ese pescado era el más delicioso que había encontrado, solo para mi amo… no te lo
perdonaré.” “Ya, ya, tranquilas.” Las cosas ya se estaban poniendo algo molestas, así que decidí
intervenir.

Entonces, quedé en medio de la mirada de las dos.

“Ehmm… Quiero decir, yo solo estaba aquí preparando el pescado, aunque tampoco le di
permiso de que se lo comiera, lo que digo es que–”

Cuando las cosas se ponen feas, lo primero que uno debe hacer es excusarse.

Básicamente decir y dejar claro que el problema no es con uno mismo y que nada de lo sucedido
es por responsabilidad propia.

“– En pocas palabras, yo no tengo la culpa de nada.”

“Hm, es verdad. Usted no tiene la culpa de nada, amo.” “¡Es obvio que el jefe no tiene la
culpa!” “Exactamente, yo no tengo la culpa.”

Yo estaba preparando mi pescado como era debido, ya que otra persona aprovechara la
oportunidad para comérselo, no era responsabilidad mía.

“Está claro que–”

Zeta y Delta se señalaron una a la otra.

“–¡Esta tiene la culpa!”

Dijeron ellas.

“¿Eh?” De inmediato el poder mágico en ellas explotó.

Y esa onda de impacto literalmente me mandó a volar.

Luego de bloquear ese ataque y aterrizar en el piso, vi que Zeta y Delta estaban paradas un poco
lejos de mí.

“No te perdonaré que le hayas robado el presente que le traje con tanto cariño a mi amo… perro
tonto.”

“¡Jamás te perdonaré por interrumpirme mientras disfrutaba de mi premio… gata


callejera!” “Aah, la verdad no entiendo nada, pero espero que hayamos quedado en claro que
yo no tengo la culpa.” Me alejé lentamente.

Estas dos nunca se han llevado bien y siempre viven peleando, y esas peleas pueden destruir
casas y campos si es que Alfa no llega para detenerlas.

“Que disfruten su pelea, pero tengan cuidado de no volar todo el terreno.”


Qué bueno que esa onda de choque nos mandó a volar lejos del dormitorio.

“Te haré trizas.”

Delta tomó su espada y tomó una posición de batalla.

“Te enseñaré un poco de modales.” Zeta mientras tanto entrecerró sus ojos… y desapareció.
Ella desapareció de la nada, sin dejar ni un solo rastro.

“¿Huyó?” Delta se preguntó.

Pero rápidamente una espada negra apareció desde atrás.

“¡–!” Ella logró esquivar el ataque al último segundo.

Pero como fue tan repentino, su posición se quebró y ella rodó por el piso.

Pero los ataques no se detuvieron, se podía escuchar cómo la hoja de la espada cortaba el aire.

“… Jaj.”

Pero Delta esquivó cada uno de esos ataques.

Ella rodó por el piso, se impulsó, dio una media vuelta, todos movimientos que serían imposibles
de lograr por un humano.

“– ¿En dónde te escondes?”

Zeta no estaba por ningún lado.

Solo un montón de espadas negras aparecían desde la oscuridad.

Esto era igual a esa técnica… sí, a la habilidad de la reina de la sangre.

No imaginé que ella pudiera usarla, pero ahora que lo pienso, tampoco es tan extraño.

Ella de entre todas, es la chica más habilidosa con la que me he encontrado.

Ella logra hacer cualquier cosa a la perfección, sin importar qué sea y sin importar si lo ha hecho
o no antes. Por eso su desarrolló ha sido más rápido que todas las demás, y con ese buen estilo
que tiene me atrevería a decir que es la chica más talentosa de las que conozco.

Sí, en talento, nadie como ella.

Pero incluso Zeta del “Talento” tiene un punto débil.

“… ¿Hm?”

Dijo Zeta.

Se podía ver su cola aun en medio de la oscuridad.

Y lo hizo otra vez.

Su punto débil es que ella se deja llevar por la emoción del momento, se suele aburrir muy rápido
y por eso no logra concentrarse en una sola técnica.

“Rayos, me falta entrenamiento.” “–¡Te encontré!”

A un milisegundo de que el ataque de Delta impactase en ella, su cola volvió a convertirse en un


humo negro y desapareció.

“Eso estuvo cerca.”

Nuevamente se escuchó su voz.

“… Iré más en serio.”


Luego de decir eso, del humo negro aparecieron un número incalculable de espadas negras.

Las espadas estaban alrededor de Delta.

“Técnica definitiva – Mil Espadas.”

Un nombre bastante tímido considerando que claramente hay más de mil.

Sin embargo, el poder de esa técnica fue brutal.

Las espadas impactaron en el cuerpo de Delta, lanzándola por el aire.

“Gah, gaah, guuh.”

Las espadas seguían cortando a Delta incluso mientras estaba volando en el aire.

A pesar de que sus extremidades estaban protegiendo sus puntos vitales, se veía algo peligroso.

Parece que Zeta se ha hecho más fuerte de lo que pensé…

Y eso que es de las más nuevas en las 7 sombras, pero ahora es todo un monstruo por ese
crecimiento excesivamente rápido…

“Gaaaa, aaaaaaaaaah.”

El grito de Delta resonó en el cielo.

Rápidamente hizo explotar una gran cantidad de poder mágico desde su cuerpo y las espaldas
negras desaparecieron sin dejar rastro.

“¿Eh…? No puede ser.”

Zeta con sorpresa, cayó desde el humo negro.

Ella aterrizó como un gato, justo en frente de Delta que estaba toda llena de sangre.

*Puff*

Delta escupió saliva con sangre y luego miró directamente hacia Zeta.

Su mirada ya no era la misma de antes; se habían terminado los juegos para ella.

“¡…!” Todos los pelos de Zeta se levantaron.

Luego Delta utilizó el traje de slime para crear una espada negra gigante.

No, de hecho, la forma era demasiado distorsionado y grande como para llamar a eso una
espada, por eso nosotros le llamábamos “masa de hierro”.

Normalmente Delta trata de imitarnos, creando espadas como la que usamos nosotros.

Pero esa no es la verdadera Delta.

La verdadera Delta usa esta masa de hierro gigante, su muestra de que va a pelear en serio y la
razón por la cual la llaman Delta la “Tirana”.

“Grrrruh.”

Delta comenzó a gruñir.


Mientras que un sudor recorrió la mejilla de Zeta.

Yo mientras tanto estaba rezando por el pobre dormitorio y edificio de la escuela.

¿Y ahora? A este paso de verdad van a volar toda la escuela.

Aunque tampoco quisiera detener una pelea en serio, eso a cualquiera lo enoja.

Y por desgracia, mi código me impide hacer algo que no me gustaría que me hagan.

Por tanto, adiós academia de Midgar, fue un placer. Adiós Hyoro y Jaga, rezaré por sus almas.

Recé en mi interior.

“Estás muerta.”

La masa de hierro fue consumiendo el verdadero poder mágico de Delta.

Esta vez sí retrocedí un poco más en serio.

Mientras que Zeta… voló por el cielo.

No es una metáfora ni nada, ella simplemente saltó y voló por el cielo.

Usé mi vista mejorada para observarla mejor y noté que estaba rodeada de un poco del humo
negro de hace un rato.

Ah, también se puede usar de esa forma.

“Adiosito, cachorrita.” Dijo eso y rápidamente desapareció en medio del humo negro.

Luego de quedarse anonadada por un momento, Delta gritó con furia.

“¡¡¿A‐A dónde crees que vas gata callejeraaaaaaaaaaaaa?!!”

Luego ella también desapareció en el cielo.

“Bueno, al final terminó como siempre.” Las peleas de esas dos siempre terminan así sin un
resultado.

Casi siempre Zeta termina huyendo, o con Alfa enojandose con ambas. ¿Yo? Yo solo me limito a
ver.

Bueno, ya puedo irme y dormir.

“¿Hm?” Noté unas nuevas presencias acercándose hacia mí.

Y bueno, lo raro sería que no con tanto alboroto que se armó aquí.

“Aunque estas presencias son… sí, supongo que una es de Alexia y las otras de los guardias.”

Borré mi presencia y decidí quedarme a observar.

Parte 7

Alexia corrió por el patio trasero del edificio de la escuela.


Aunque más que un patio, era un pequeño bosque lleno de árboles y maleza sin cortar, por lo
que sus botas se ensuciaban con cada paso que daba.

“¡Ustedes dos, apresurense!”

Alexia seguía corriendo mientras le hablaba a las personas que la estaban siguiendo.

“¡Alexia‐sama, es demasiado peligroso acercarse a ese poder mágico! ¡Esperemos a los


refuerzos!”

El personal, los guardias, estaban dando todo de sí para seguirle el paso.

“¡Si nos demoramos mucho se nos van a escapar!”

“¡Espere un momento por favor, Alexia‐sama!” Ella ignoró a los guardias y siguió corriendo.

Luego al llegar al lugar, se encontraron con rastros de una batalla.

“¿Qué…?”

Habían varias huellas, árboles y maleza partidas.

También había un rastro de poder mágico en el aire.

“¡¿Quién pudo liberar semejante poder mágico en este lugar…?!”

“¡Alexia‐sama! ¡Uhh…! ¡¿Qué pasó aquí?!” Al llegar finalmente, los guardias se quedaron sin
palabras al notar el rastro de poder mágico.

“¡Es peligroso estar aquí, los responsables todavía pueden estar cerca!”

“Sí, y es su trabajo capturar a los responsables, ¿no?”

“P‐Pues, tiene razón, pero…”

Los guardias suspiraron y se miraron entre sí en busca de apoyo mutuo.

Alexia mientras tanto suspiró sin que se dieran cuenta.

“Esto es sangre.”

Luego encontró un rastro de sangre en la maleza.

“Hay mucha. La persona que estuvo aquí debió salir gravemente herida. Además, es probable
que sea la persona responsable de las desapariciones…”

Ella se refería al caso de las desapariciones de los estudiantes.

El caso había sido investigado por los caballeros, pero a falta de pruebas y otras pocas ignoradas,
el caso se cerró como algo no provocado.

Pero Alexia sospechaba de que había algo oculto en todo esto.

“Lo que es seguro es que espadachines muy poderosos pelearon aquí… Pero esa es la incógnita,
¿por qué aquí…?” Este no era un coliseo ni nada, era el terreno de la escuela.

“Es casi seguro de que esto tiene que ver con las desapariciones. Probablemente algo muy
poderoso se esconde en–”

“A‐Alexia‐sama.”
De repente, las voces de los guardias interrumpieron su razonamiento.

“¿Ahora qué sucede?”

“¡M‐Mire allí!” Los guardias señalaron a la figura de alguien vistiendo un abrigo negro azabache.

“¡¿En qué momento apareció?!” Ninguno de ellos había notado la presencia de esta persona.

“T‐Tú eres…”

La persona vestida de negro se agachó y tocó con sus dedos la sangre en la hierba.

Luego habló, con una voz que parecía venir del mismísimo vacío.

“Así que este fue el sacrificio de su pelea…” “Shadow…” Alexia se quedó sin palabras, mientras
que Shadow admiró con fascinación la sangre en su dedo.

“Pero, ¿y la vida que se perdió aquí, habrá sido un sacrificio necesario para el mundo…?”

“Shadow, ¿tienes algo que ver con esto?” Shadow no le prestó atención a Alexia ni a los guardias
y simplemente siguió inmerso en sus pensamientos.

“¡A‐Alexia‐sama, es peligroso acercarse más! ¡Debemos llamar a los caballeros–!” Uno de los
guardias gritó nervioso, sacando su espada.

“No tiene caso hacerlo. Y retrocede, ni siquiera nuestras espadas juntas podrían tocarlo.”

Y aun sabiendo eso, Alexia apuntó a Shadow con su espada.

“Responde, Shadow. ¿Qué fue lo que pasó aquí?”

Al decir eso, esta vez soltando más poder mágico de su cuerpo, Shadow regresó en sí.

Sus ojos con un profundo color rojo la miraron fijamente.

“–¿Qué harás luego de saberlo?”

“Te atraparé. No dejaré que hagas lo que te plazca en este lugar.” Shadow mostró una leve
sonrisa al otro lado de su máscara.

“No pierdas tu tiempo.”

Dicho eso, él desapareció.

No, no desapareció.

De hecho, él apareció justo delante de Alexia.

“¡¿Qué–?!” Ella no fue capaz de sentir nada; no sintió su poder mágico, ni tampoco su presencia.

Él simplemente apareció de la nada frente a Alexia y apretó su espada contra su garganta.

¿Su espada? ¿La de Shadow? No, pero una espada que ella conocía bien.

Después de todo, era su propia espada.

“Mi espa…da…” Ella ni siquiera se había dado cuenta de que se la quitó.

“–Vivimos en mundos totalmente distintos.”


“¡¿Y qué quieres decir con eso?!” Ella dijo eso, apretando con fuerza sus dientes.

Ella había entrenado duró.

Pensó que ahora, solo tal vez, había cerrado un poco la brecha entre su fuerza y la fuerza de él.

“Así como una moneda tiene dos lados, así como existe la luz y la oscuridad… existe también un
mundo con el que no debes involucrarte.”

Luego de decir eso, él apartó la espada y se dio la vuelta.

Comenzó a caminar, marchandose mientras el viento mecía su abrigo negro.

“–Llegó la hora.”

“¿La hora? ¿La hora de qué?”

“La hora de que ellos comiencen a actuar–”

De repente, una especie de liquido negro brotó desde los pies de Shadow.

El líquido subió por todo su cuerpo, envolviéndolo como un remolino.

Y luego de una ventisca, el liquido se convirtió en un humo negro que hizo desaparecer a
Shadow.

Lo único que quedó en ese lugar donde estaba parado fue la espada de Alexia.

“Se fue… Pero, ¿quienes rayos son ‘’ellos’’?”

Había muchas cosas que todavía no entendía.

Pero ya era un avance el saber que Shadow estaba involucrado.

Uno pequeño, igual que un pequeño paso.

Alexia pensó de esa forma, burlándose de sí misma mientras se daba la vuelta.

“¿Todavía no llegan los refuerzos? Hay que darnos prisa y asegurar la escena–”

Alexia se quedó parada sin poder terminar sus palabras.

“No puede… ser…” Todos los guardias estaban desmayados.

En ese único movimiento que había hecho Shadow, no solo le había quitado la espada, sino que
además dejó inconscientes a todos los guardias.

Y por supuesto, ella no se había dado cuenta de nada.

“Todavía, todavía existe una brecha muy grande entre nuestros poderes… pero algún día… algún
día yo…”

Alexia miró hacia abajo mientras apretaba con fuerza sus puños.
Capítulo 1 – ¡El regreso de mi hermana y el progreso de su enfermedad…!

Parte 1

Al día siguiente, todos estaban hablando sobre el alboroto de ayer, la pelea de Zeta y Delta cerca
de la escuela.

“Escuché que anoche unas personas estuvieron usando un enorme poder mágico en la parte
trasera de la escuela.”

“Así escuché yo también. Aunque ya a esa hora estaba durmiendo así que no sé mucho más.”

Hyoro y Jaga pusieron una expresión de duda.

“¿Ya están asegurando la escena?” “Así parece. Vi a varios profesores y otras personas
ayudando.”

“Pero si todo eso sucedió en la parte trasera de la escuela, entonces el culpable de seguro trató
de entrar al dormitorio de las chicas. Estoy casi seguro de que se trata de algún acosador.”

“Eso es lo raro. Parece que sucedió cerca de los dormitorios de los hombres.”

“¿Hm? ¿Entonces trató de infiltrarse en los dormitorios de los chicos?”

“¿Cuál crees que haya sido el objetivo de esa persona?”

“¿Que no es obvio? De seguro andaba busco de chicos guapos.”

Dijo Hyoro con una sonrisa asquerosa.

“Ah, es verdad. Acá también hay un par de guapetones.”

Respondió Jaga con otra sonrisa asquerosa.

“Ajá, puede ser.”

Y yo les seguí el juego y asentí.

Dejando de lado a estos dos, sí era cierto que muchos de los estudiantes estaban hablando
seriamente sobre este tema. Algunos suponían que se trataba de las acciones de alguien que
tenía un resentimiento en contra de la escuela, otros decían que alguien quería robarse los
artefactos de los laboratorios y otros más creían que algo tenía que ver con el caso de los
estudiantes desaparecidos.

Lo siento chicos.

La verdad es que solo se trataba de la pelea entre un perro y un gato. Aunque me gusta cómo
se siente el ambiente aquí, con todos pensando que algo malvado está ocurriendo tras las
sombras.

“Mejor ya vámonos. Tenemos seminario en la próxima clase.”

“Un momento Cid, no te atreves a dejar atrás a este guapetón.”


“Esperenme un momento~ Este chico guapo tiene que prepararse para la siguiente clase.”

Me adelanté a los dos idiotas y comencé a caminar.

Ahora que lo pienso, ayer después de la pelea, mi escena como una eminencia en las sombras
con Alexia sí que fue asombrosa.

Ayer era literalmente una eminencia en las sombras preocupada por la cruel batalla que se libra
en las sombras del mundo y su desenlace. Debo decir que mis habilidades de actuación realistas
y habilidades de interpretación son una obra de arte.

Sin mencionar la parte donde le digo que vivimos en mundos diferentes y le muestro un poco
de mi poder.

Una persona que vive en el lado pacifico del mundo no está preparada para entrar en el lado
cruel y oscuro de este– siempre quise interpretar una escena tan elegante como esa que existe
incluso desde antes de los tiempos de cristo.

Con solo recordarlo una sonrisa aparece en mi rostro.

A este paso grabaré en la historia del mundo a la eminencia en las sombras perfecto.

“Amo.”

Qué raro, creí escuchar la voz de Zeta.

“Amo, por aquí.”

“Oh.” No me lo imaginé.

De repente una chica vestida con ropa de personal de limpieza me agarró de la manga de mi
uniforme. Era Zeta.

Ella estaba usando el uniforme del personal de limpieza de la escuela y ocultando sus orejas con
un gorro.

“¿Qué haces vestida así?”

“Estoy infiltrándome.” Zeta me responde de forma directa, todo mientras pega su cuerpo al mío.

“Deja de marcarme, llamarás la atención.”

Todavía había muchos estudiantes por el pasillo.

“Es que, amo, todavía huele a perro.”

“Pero si tú te pegas mucho oleré a gato.”

“Hm.”

Alejé a Zeta de mí.

“¿Y qué pasó con Delta?”

“La despisté. Ahora mismo debería estar en el mar.” “Bien. No pediré detalles sobre eso.”

Cuando Zeta quiere huir, nadie la puede atrapar, por eso no dudaba en buscar pelea con Delta.

“Hm, por aquí.”


Zeta agarró mi mano y me llevó hasta una habitación vacía.

Al parecer era una habitación que no había sido usada en un buen tiempo, el aire se sentía frío
y olía a polvo.

“Hazlo rápido, ya casi empieza mi siguiente clase.”

“Tengo un informe.”

Dijo ella, levantando las orejas con firmeza.

Al parecer todavía quería seguir jugando a los espías.

“El ataque hacia ella falló.”

“Sí, lo imaginé.”

“Pero ella todavía está en el otro lado.”

“Ya veo.”

“Pero el culto enviará a otro asesino.”

Zeta se movió hasta la ventana y miró hacia abajo.

Le seguí el juego y me paré a su lado. Allí abajo en la escena de la pelea de ayer, se encontraban
varios caballeros y profesores.

La imité y los miré fijamente.

“Probablemente es él.”

“Oh, así que él.”

“Si toma acciones peligrosas, intervendré.”

“Te dejo esa decisión a ti.”

Luego Zeta rápidamente se alejó de la ventana.

Yo también la imité.

“Alguien nos estaba viendo.”

“Parece que hay alguien muy perspicaz entre ellos.”

“Hm, está escondido en la oscuridad.”

Vi ligeramente hacia afuera, y pude sentir la mirada de alguien.

“¿Qué estará viendo…? Ah, ya debo irme.”

La campana resonó.

Cuando me di la vuelta, Zeta ya no estaba en ninguna parte.

Parte 2
Era el receso.

Estaba con Hyoro y Jaga en el comedor de la escuela.

“Bien, ¿qué debería comer hoy?”

“Qué suerte tienen algunos, ¿no Cid‐kun? Puedes comer lo que quieras con el dinero que me
robaste.” Tiene un punto, pero el dinero que les gané los metí en mis fondos para ser una
eminencia en las sombras, y no lo desperdiciaría en este tipo de cosas porque eso afectaría a
mis próximas actividades.

Soy un hombre que tiene sus prioridades muy claras.

Creo que hoy elegiré el almuerzo de 980 Zenis, un combo pobre para nobles. Estoy seguro de
que este tipo de ahorro me ayudará en un futuro.

“Hace tiempo que no nos veíamos, hermanito.”

De repente alguien me habló desde atrás. Solo existe una sola persona en el mundo que me
llama ‘’hermanito’’.

“Hola de nuevo, Nina‐senpai.”

Su cabello color rojo vino hoy era tan sedoso como siempre.

Tenía un poco abierta su blusa en la parte superior, dejando ver unos voluptuosos pechos, y su
minifalda dejaba a la vista de todos unas esbeltas piernas. Un estilo moderno, pero bastante
atrevido.

Ella es Nina‐senpai, una estudiante de tercer año.

“¿A dónde te metiste en todas las vacaciones de invierno? Claire te estuvo buscando todos los
días, y hasta me obligó a que la ayudara. Sí que fue cansado eh.”

“Tuve varios asuntos entre manos.”

“Oh, así que asuntos eh.”

Nina‐senpai se acercó a mí.


A decir verdad, ella es bastante pequeña.

Su estatura total llega solo hasta la altura de mi pecho.

“Está prohibido meterse en la fila.” Dije, tratando de detenerla, pero ella pasó con facilidad.

“Hermanito, ¿otra vez vas a comer el almuerzo pobre de nobles de 980 Zenis? Qué triste~”
“No es triste. Estos ahorros me ayudarán a cumplir mi gran meta en la vida.”

“Ya ya, lo que tú digas. Pero déjame invitarte algo hoy. ¿Qué quieres comer?”

“Lo más caro del menú.”

“Bien. En ese caso será el almuerzo deluxe para nombres súper ricos de 100 mil Zenis.”

Nina‐senpai me pidió el almuerzo más caro de todos.

Ella es la mejor amiga de mi hermana, y debido a eso siempre me trata bien. De hecho ,es una
gran senpai que hace todo lo que le pido.

La otra vez le dije que quería leer un grimorio prohibido y rápidamente me lo trajo. Todavía es
un misterio el cómo lo consiguió, pero el caso es que se comporta muy bien conmigo.

Cuando conocí a Nina‐senpai, esa vez y por primera vez, me alegré de ser el hermano menor de
mi hermana mayor.

“¡I‐Inviteme a mí también por favor!”

“¡S‐Sí, yo también quiero!”

Dijeron Hyoro y Jaga, aunque muy nerviosos por estar cerca de Nina‐senpai.

“Pero a ustedes ya les di un juego de cartas.”

“¡E‐Es verdad!” “¡M‐Mu‐Muchas gracias por las cartas, senpai!”

“Tranquilos. Fue mi forma de disculparme por los problemas que Claire les causó.”

Al parecer les regaló las cartas por eso.

Gracias a la influencia de Nina‐senpai pudimos conseguir una mesa de primera clase junto a la
ventana.

“Siéntense.”

“Ya.”

Me senté al lado de Nina‐senpai y comencé a degustar mi almuerzo de ricos, mientras que Jaga
y Hyoro estaban del otro lado de la mesa comiendo su almuerzo de pobres.

El almuerzo de ricos estaba a otro nivel. Todo te lo preparaban y te lo servían unas sirvientas.

“Parece que Claire está desaparecida.”

Dijo senpai mientras comía un carpacho.

“Así parece~”

Yo también comí. La verdad no sabía qué tipo de pescado era este, pero estaba muy bueno.

“Hace un rato la princesa Alexia me preguntó si no sabía nada de ella, pero es que en primer
lugar, ese día fue como cualquier otro. ¿Tú no sabes algo, hermanito?” “Yo tampoco sé nada la
verdad. Pero parece que ella sigue buscando pistas.”

“Sí, parece que hay algo que no le cuadra. Y es que también hay otros estudiantes desaparecidos.
Ya estoy empezando a preocuparme.”
“Es verdad, es preocupante. Y más con todo el ajetreo que hubo anoche.”

“¿Te refieres a lo que pasó detrás de los dormitorios de chicos? Sí, qué
salvajismo.” “Ajá~” “Ahora que recuerdo, vi a los caballeros escarlata en el lugar. Parece que
ahora hay más miembros, pero la mayoría parecen ser unos debiluchos.”

“Ohh, estás bien enterada.”

“Tengo mis fuentes~” Respondió Nina‐senpai guiñando un ojo.

“¿Tú también te unirás a los caballeros cuando te gradúes, Nina‐senpai?”

“No lo sé. Mis calificaciones no son tan buenas como las de Claire.”

“¿Eh? ¿En serio?”

“¿Te sorprende? Soy bastante famosa por mis malas calificaciones.”

“Ahh, y yo que pensé que serías la estudiante estrella de este año.”

“Ajajaja, ese puesto de seguro se lo quedará Claire. Ella mejora tan rápido que es complicado
seguirle el paso. Y yo, bueno yo soy solo una retrógrada.”

Nina‐senpai respondió mientras felizmente llevaba una cucharada de sopa a su boca.

La verdad es que a mí siempre me ha parecido que Nina‐senpai es más fuerte que mi hermana,
pero bueno, la gente tiene sus razones para ocultar su verdadera fuerza. Además, Nina‐senpai
es una persona llena de misterios.

“Si escucho algo sobre Claire te lo diré. De seguro estás preocupado por ella, ¿no?”

“¿Preocupado? No, para na… es decir, claro, estoy que me muero de la preocupación.”

“Tú sí que no cambias para nada… Pero bueno, es verdad que no tiene caso preocuparse por
Claire. Si necesitas algo de mí no dudes en buscarme.”

Dijo Nina‐senpai con una linda sonrisa.

Mientras tanto Hyoro y Jaga seguían sin decir una sola palabra mientras comían su almuerzo
pobre de 980 Zenis.

Parte 3

“Oye, ¿todavía falta mucho para poder salir?”

Claire suspiró en una de de las aulas de clases de la escuela.

Todo a su alrededor estaba rodeado de nubes blancas, sin ni una sola alma además de ella.

“Ya falta poco.”

“¿Cuánto tiempo crees que llevas diciendo eso?”


“Ya te dije que falta poco. Estoy tratando de expandir la brecha, pero toma tiempo porque tu
poder mágico no es suficiente para hacerlo.” “Ah, sí sí, pues lo siento por tener poco poder
mágico. Aunque no lo parezca, soy de las que más poder mágico tienen en la escuela.”

“Qué nivel tan pobre tiene esa escuela.”

“¿Quieres dejar de irritarme?”

“Lo siento, dije la verdad sin querer.”

“En fin, ¿qué es eso de la brecha?” “Una brecha para poder regresar a tu mundo.”

“¿Mi mundo? En primer lugar, ¿en dónde rayos estoy?”

“Uy perdón, no te lo puedo decir~” Claire nuevamente suspiró. Había muchas cosas que ella no
entendía.

En el aula de clases, sentada con las piernas cruzadas, ella se dio cuenta de una incongruencia.

“¿Eh?”

Algo estaba tocando sus piernas.

Al ver con más atención, se dio cuenta que era el brazo medio transparente de alguien, un brazo
humano lleno de sangre, aferrándose a uno de sus pies.

“¡¿Q‐Qué rayos es esta cosa?!”

Claire se levantó y comenzó a sacudir su pie para liberarse del agarre de esa mano.

Luego de zafarse del brazo, este cayó al suelo, pero como si creciera de él, una persona bañada
en sangre apareció.

Era un hombre de piel oscura, con unos ojos hundidos y una gran herida en el pecho.

Era claramente un muerto.

“Ten cuidado. Es un espectro.”

“¿Espectro?” “Uno de los héroes que quedaron atrapados en la eternidad de este lugar, en el
pasado. Por favor, liberalo.” “¿Liberarlo…? ¿Y cómo?”

“No sé, ¿qué tal si lo golpeas, por ejemplo?” “Ja.” Claire puso un poco de su poder mágico en su
puño y golpeó al espectro.

Al hacerlo, este se hizo añicos por el golpe.

“Eso fue asqueroso.”

“Si los espectros ya están por aquí, significa que el sello se está debilitando… creo que, esto es
malo.” “¿Qué sello?”

“Ah, olvida lo que dije. Qué mal, la próxima vez tengo que decir estas cosas sin que me escuche.
Aunque debería concentrarse más en su poder mágico que en sus oídos.” “Te estoy
escuchando.” Luego de eso Aurora volvió a quedarse callada.

Claire siguió peleando con los espectros.

“Como quisiera tener mi espada.” Claire había dejado su espada en el otro lado.
Por lo que, ella simplemente esperó a que Aurora terminara lo que sea que estuviera haciendo
mientras derrotaba a uno que otro espectro.

Los espectros se hacían cada vez más frecuentes y las nubes blancas aumentaban.

“Aurora, ¿vas a tardar mucho?”

“Un poco más.”

“¿En serio?” “En serio. Aunque, qué lástima… tenemos a un invitado especial.” “¿Eh?” Claire
sintió una presencia detrás de ella, y al girarse, allí había un hombre de pie con una túnica negra.

Tenía el rostro cubierto con una máscara.

“¡¿En qué momento apareció…?!” Claire retrocedió un poco y se puso en guardia, pero su
postura era algo incómoda para ella por no tener su espada.

Mientras que el hombre, que sí tenía una espada y parecía estar acostumbrado a usarla, se puso
frente a Claire en un abrir y cerra de ojos.

“¡Es rápido–!” Claire esquivó el ataque al último instante y trató de tomar más distancia.

No obstante, el hombre de la túnica negra no se lo permitió. Él siguió atacando.

“Guh.”

Luego de recibir el golpe, Claire trató de levantarse, con sus pies temblando.

Aunque recibió un buen golpe, al parecer ella todavía podía pelear.

Además que, no parecía que el hombre quisiera matarla, así que probablemente quería
capturarla.

“Parece que vas a perder.”

Aurora le habló dentro de su cabeza.

“Guarda silencio, la pelea recién está empezando.”

“¿En serio? Pues yo ya veo cómo va a terminar.”

“¡Cierra la boca! ¡Si tan solo tuviera mi espada…!”

“No creo que una espada te ayude mucho en este caso.”

“¡Que cierres la boca!”

“Ahí viene otra vez.”

Rápidamente el hombre se impulsó y acortó la distancia entre ambos.

“Te prestaré mi poder.”

“–¿Eh?”

Todo pasó muy rápido.

El hombre, que ya estaba frente a frente con Claire, de repente fue mandado a volar por unos
tentáculos rojos.
Los tentáculos rojos aparecieron debajo de los pies de Claire, moviéndose como si estuvieran
vivos.

“¿Q‐Qué son estas cosas?”

“Sangre.”

“¡¿Sangre?!” “Si te esforzaras un poco también podrías activar esta técnica. Después de todo tú
eres–” “… ¿Yo soy qué?”

“… Nada. Concéntrate, la pelea todavía no ha terminado.” Claire levantó la mirada. El hombre


de túnica y máscara negra todavía seguía de pie.

La sangre rodó por su mejilla y su máscara estaba rota.

“Tú eres de los caballeros…” Era alguien que ella había visto cuando estaba en su periodo de
prueba dentro de los caballeros.

“Es un gusto volver a verte, Claire‐san.” Dijo el hombre, saludando con una sonrisa.

“Vizconde Jean. El comandante de la cuarta división del tercer grupo de los caballeros…” “Esa es
una identidad falsa. En realidad soy un Named Children, Jean ‘’el de la sonrisa oscura’’.”

¿No había un peor nombre? Pensó Claire, pero no lo dijo.

“No sé qué es un named children, pero no pensé que fueras de las personas que hicieran esta
clase de actos.” “Para ser sincero, yo tampoco imaginé que tuvieras tanto poder. De hecho, es
fascinante… este poder no lo tenías la vez pasada que investigamos sobre ti.” “¿Antes?” “No te
preocupes, es un asunto nuestro. En todo caso, parece que será necesario volver a investigar
más a fondo sobre ti.” Luego de decir eso, él tomó una postura con su espada.

Los tentáculos de Claire también entraron en un modo de batalla, pero por alguna razón,
carecían de la fuerza que habían mostrado hace un rato.

“Claire, esto es malo.”

“¿Eh?”

“Creo que ya me quedé sin poder mágico.”

“Eres una…” Claire dijo eso mientras una de sus pestañas temblaba.

“Parece que es mi día de suerte. Podré llevarle un gran regalo a mi señor.”

Y entonces el de la sonrisa oscura, tal y como decía su nombre, puso una sonrisa sombría en su
rostro.

Fue entonces que algo resonó.

Se escuchó el sonido como de cristal rompiéndose, y una parte del mundo rodeado de nubes se
quebró.

“¡¿Eh?!”

De ese lugar apareció alguien.

Era una hermosa mujer bestia vestida con un traje negro azabache, con una hermosa cola y
orejas de color dorado.
Ella aterrizó frente a Claire y desvió el ataque de la espada de la sonrisa oscura con una extraña
niebla negra.

“¡Guhh!”

El impacto fue tan fuerte que mandó a volar a la sonrisa oscura.

A pesar de que el movimiento en sí parecía ligero, su fuerza por alguna razón fue abrumadora…

La mujer envuelta en una niebla negra tenía una mirada tranquila y fría.

“¿Quién eres…?”

“Zeta.”

Respondió ella con un frío tono de voz.

“Alejate Claire, no sé si es aliada o enemiga.”

Aurora le dijo eso.

Claire se sorprendió por lo inesperado que fue escucharla hablar de forma nerviosa.

Por eso, ella dio un paso atrás, guardando distancia.

“¿Puedo interpretar tus acciones como que has venido a salvarme?”

“Por ahora. Todavía no puedo dejar que el culto te capture.”

“¿Eh?” La niebla negra brilló por un instante y al siguiente, Zeta ya estaba detrás de ella.

“Adiosito.”

Luego ella agarró a Claire por el cuello de su camisa y la lanzó hacia la brecha.

“¿Eh? ¡¿Qué haceeeeeeeeeeees?!”

Claire elevó un grito, pero ese grito junto con ella misma fueron absorbidos por la brecha y
desaparecieron.

Así, solo Zeta y la sonrisa oscura quedaron en este mundo.

“Tch… Cómo te atreves a interrumpir mi misión.” Jean el de la sonrisa oscura se puso frente a
frente con Zeta.

“Hm, encantada.”

“Ya me imaginaba que vendrían, Jardín de las Sombras.”

Luego de decir eso, él tomó una postura con su espada, mientras que Zeta simplemente se lo
quedó viendo sin mucho interés.

“Pareces bastante confiada. ¿Eres una de las generales del jardín de las sombras?”

“¿Te diste cuenta?” La respuesta de Zeta estaba llena de auto confianza.

Después de todo, ella sabía que ella era la más poderosa aquí.

“¿De qué?” “El secreto de ella.”


“¿Te refieres a ese poder? No sé de qué–”

En ese momento, el poder mágico de Zeta estalló.

El poder era tan grande y denso que hizo que la sonrisa oscura cayera sobre sus rodillas.

“¿Q‐Qué es este poder…? ¿Tenías escondido este poder mágico…?”

“Qué mal. Te podría haber dejado vivo si no te hubieras dado cuenta.” “¡¿D‐De qué rayos estás
hablan–”

“Pero ahora que lo sabes, este es el adiós.” “Qué mierda estás… ¡¿Uhhhh?!”

De repente, lagrimas negras salieron de los ojos de la sonrisa oscura.

Luego, desde cada uno de sus orificios, salió una bruma negra, hasta que finalmente su cuerpo
explotó.

Zeta miró su cadáver y murmuró.

“Hm, la nueva técnica no está mal.”

Luego se dio la vuelta y le habló a un espacio vacío, donde no había nada a la vista.

“Terminamos.”

En respuesta esa voz, el espacio allí comenzó a distorsionarse y desde él, salió una hermosa
mujer con un cabello rubio rosado, vestida con un traje negro azabache pegado al cuerpo. Era
Victoria.

“Sí, Zeta‐sama.”

Ella se puso de rodillas en reverencia hacia Zeta.

“Confirmé la presencia de Aurora dentro de Claire‐sama.” “Parece que teníamos razón…”

“Hm, ahora todo está conectado.”

“¿Cree que el culto ya se dio cuenta?”

“No todavía.”

“¿Y qué hacemos con el plan?” “Lo cambiaremos al plan C.” “Claire‐sama será la llave para
realizar con éxito nuestro plan. Pero eso es, para nosotras, nuestro futuro ideal.”

“Mi amo me dijo que viera hacia el futuro.”

“Entonces esa es la voluntad de nuestro amo…” Victoria unió ambas manos frente a su pecho,
como si estuviera rezando.

“Avísale a ella también que cambiaremos el plan.”

Zeta se volvió un humo negro y desapareció, mientras que Victoria se quedó allí, despidiéndose
con una sonrisa.

Parte 4
Lo único que se escuchaba en el aula de clases era el sonido del papel de la hoja de respuestas
y los bolígrafos.

Miré un poco a mi alrededor y luego a mi hoja del exámen.

“… No entiendo nada.”

Ahora que se acercaban los exámenes de final de año, los exámenes sorpresa dentro de clases
aumentaban.

A los que sacaban un mal puntaje se les enviaba tareas de refuerzo, pero estas tareas de refuerzo
eran demasiado molestas, eran mucho.

Se notaba que los profesores estaban desesperados por intentar que los más idiotas no se
quedaran de año.

Hasta ahora he seguido mi papel de mob, evitando a duras penas los puntajes malos.

Claro que, copiando.

Pero mientras más se copia, más fácil se vuelve que te descubran.

–Issac‐kun no vino hoy a clases.

Issac‐kun era el estudiante modelo de nuestra clase, y su asiento estaba a un lado del mío, en
una posición perfecta en la que siempre podía ver su hoja en los exámenes.

En otras palabras, un estudiante que solo nació con el objetivo de hacer exámenes para que yo
le copie las respuestas, y gracias a él siempre había mantenido un balance antinatural en mis
puntajes.

¡Pero no pensé que faltaría a clases!

A este paso estaba cerca de obtener una mala calificación.

“¡Kuh…!”

Lo más importante de copiar en un examen no es el copiar, sino a quién le copias.

No tiene sentido copiarlo a los más tontos.

Miré a mi derecha y vi a Hyoro moviendo su mirada sospechosamente de un lado a otro.

Este tipo no me sirve.

Miré a mi izquierda y vi a Jaga viendo sospechosamente hacia la parte inferior de su escritorio.

Este tampoco me sirve.

La única opción que me queda es… la estudiante que está delante de mí, la hija de un duque,
Christina‐san.

Ella es una de las cinco mejores estudiantes del aula, pero hay un punto en contra.

Y es que, por la posición en la que está su asiento, solo puedo ver la mitad de su hoja.

Ya copié todas las respuestas que pude ver en la mitad de su hoja.


El problema es que a este paso solo obtendré 40 puntos, y hay que sacar 60 para evitar la mala
calificación.

¿Debería borrar mi presencia y moverme para poder copiar mejor? El problema es que aunque
borre mi presencia, no es como si me hiciera invisible. Y como estábamos en pleno día, en un
espacio amplio, si me muevo, obviamente me verán aún si borro mi presencia.

No creo que sea difícil descubrir que estoy copiando y más cuando había muchas miradas en el
aula.

La otra opción era moverme tan rápido que nadie pueda darse cuenta de que me estoy
moviendo.

Esto puedo hacerlo.

Si lo hago con todo lo que da mi velocidad, es pan comido.

Pero aquí viene otro problema.

Si me muevo a una velocidad en la que nadie se dé cuenta de que soy yo, de todas formas van
a notar la ráfaga de aire que se creara con mi movimiento.

Es probable que las hojas del examen se vayan volando.

No, de hecho, creo que Christina‐san se puede ir volando.

Pero no tenía más opción.

No me quedaba de otro que ser tan cuidadoso de no levantar ni una sola ráfaga de viento y tan
rápido que nadie se dé cuenta que me estoy moviendo.

Jamás pensé que un simple examen sorpresa me obligara a usar mis artes más poderosas…

Es más, ahora me pregunto si de verdad podré hacerlo…

Hasta ahora he entrenado para moverme muy rápido, pero no he entrenado para hacerlo sin
soltar ninguna ráfaga de aire.

Pero si me dan tarea extra de seguro gastaré 2 días enteros, eso sí que sería una molestia.

“… No tengo de otra.”

Si me rindo aquí, perderé mi honor como mob.

Aumenté mi poder mágico sin que nadie se diera cuenta.

Este es mi verdadero poder, aquí voy.

Y, en ese mismo instante–

“¡Tú, el de ahí! ¡¿Qué crees que haces?!” “¡¿ ?!”

¡¿Me descubrió?!

Rápidamente reduje mi poder mágico.

Pero, el profesor no me estaba viendo a mí realmente.

Él estaba viendo a–
“¡¡Hyoro Gari!! ¡¿Estabas copiando?!” “¡¡C‐Cla‐Claro que no señor, le juro que no estaba viendo
las respuestas de Christina‐san!!”

Dijo Hyoro temblando con el rostro pálido.

“Oh, gracias por confesarlo tú mismo. Ya te tenía visto desde el inicio del examen. Sal de la clase,
tú vas a recibir el doble de tarea extra.”

“N‐No puede ser…”

El rostro de Hyoro parecía el de un muerto mientras salía de clases.

Y al mismo tiempo que lo hacía, Christina‐san lo vio como quien vería un montón de basura
arrumada en la calle.

B‐Bueno, sigamos con el plan.

Nuevamente elevé mi poder mágico– y entonces.

“¡Tú, el de ahí! ¡¿Qué estás haciendo?!”

¡¿Otra vez?!

Sorprendido, levanté el rostro pero el profesor no me estaba viendo.

Estaba viendo a la persona sentada a mi lado.

“¡¡Jaga Imo!! ¡¿Qué tienes debajo de tu escritorio?!” “¡N‐Na‐nada señor, se lo juro! ¡¡Le juro que
no tengo ninguna nota para copiar debajo del escritorio!!”

Jaga dijo eso mientras sudaba por montones.

“Oh, qué bueno que lo confesaste tú mismo. Sal de la clase, a ti te daré el triple de tarea.” “¿N‐
No eran 2…?” Jaga salió de la clase casi arrastrando sus pies por el suelo.

“El próximo que intente copiar tendrá el cuádruple de tarea.”

Dijo el profesor con una mirada tenaz.

Malditos Jaga y Hyoro, arruinaron mi plan.

Por su culpa ahora era más difícil copiar, porque el profesor ahora estaba más atento a todos
los estudiantes.

“… No voy a aceptar esa amenaza.”

Elevé mi poder mágico.

Sentí como el tiempo comenzó a correr más lento.

Creo que ahora sí podré hacerlo.

Esta es mi técnica del estilo mob‐fu para copiar en exámenes… ¡¡La técnica número 49!!

“Admiren–”

Me concentré por completo, y en ese mismo momento, se escuchó algo cayendo del techo.

“…” Todo fue tan repentino que todos los estudiantes se quedaron totalmente sin palabras.
Y es que, de repente Claire nee‐san apareció y cayó sobre el profesor, robándose la atención de
todos los estudiantes.

La verdad, no pensé que mi hermana fingiera estar desaparecida solo para hacer esto, no pensé
que llegaría hasta este punto…

“¡¿Qué quiso decir con que todavía no dejará que me atrapen…?!”

Mi hermana se puso de pie, pisando al profesor mientras le gritaba a la nada.

“¡Ya cuéntame todo de una vez! ¡¿Qué es este poder especial que tengo?!” Fue entonces que
ella reaccionó y comenzó a ver a todos los lados del aula de clases.

“Claire Kagenou, esta no es tu clase.” Dijo el profesor adolorido por las pisadas.

“Ah, ¿eh? Yo… Ejej.”

Luego su cara se puso roja, y no sabría decir si estaba riendo o asustándose, era una mueca rara.

“¡C‐Con permiso! ¡¡Lo lamento mucho!!” Luego se disculpó con una reverencia, se dio media
vuelta y se fue corriendo del aula.

Más tarde la llamaran a dirección, segurísimo.

Pero, primero aparece de la nada, le grita a un espacio vacío y exclama tener un poder especial…
parece que la enfermedad sigue avanzando.

Pero eso para mí fue de gran ayuda.

“… Qué suerte que llegara mi hermana y llamara la atención.”

Gracias a eso me encontraba sonriendo por haber llenado todos los espacios en blanco en mi
examen.

Parte 5

Claire salió de la sala de profesores y suspiró.

“Qué pésimo día he tenido.”

La luz del atardecer estaba llenando el pasillo. Ella había estado al menos una hora sin parar
recibiendo los sermones de uno de sus profesores.

Podía escuchar las voces de los estudiantes a lo lejos, pero en el pasillo no había nadie, solo se
escuchaban sus pasos.

“¿Por qué de todos los lugares tuve que aterrizar en la clase de Cid? ¿Ahora cómo lo miraré a la
cara mañana?”

Con sus mejillas sonrojadas, ella le habló a la nada.

“Todo es culpa tuya.”

“Qué cruel. Yo no hice nada.”


“Entonces cuéntame qué fue todo eso. Le conté al profesor lo de estar en un espacio extraño,
lo de las personas que me atacaron y que entonces escapé y aterricé encima de él y no me creyó
nada. Es más, estuvo a poco de llamar a un psicólogo.” “Es más si no lo sabes. Si lo supieras, no
podrías regresar a cómo eres ahora.” “Pero a ver, ¿en serio quieres que no diga nada después
de todo por lo que acabo de pasar? Estoy enojada, ¿sabes?” “… Aun así no puedo decirte nada.
No puedo ponerte en peligro.”

“Muy tarde, justo acabo de escapar de uno. Pero está bien, si no quieres contarme nada,
entonces yo investigaré por mi cuenta, no dejaré que esto termine así como así.”

“No tiene caso.”

“Si tiene o no caso lo decido yo, no tú, bruja de la calamidad, Aurora‐san.”

“¡¿Dónde escuchaste ese nombre…?!” “Te lo dije, puedo investigar–” Claire no terminó sus
palabras.

En el pasillo en el que pensaba que no había nadie más aparte de ella, apareció una chica de
cabello plateado.

“Lo siento por interrumpirte mientras hablas sola, Claire Kagenou‐san. ¿Podríamos hablar?”

Ella era la princesa del reino de Midgar, Alexia Midgar, viendo con interés a Claire con sus
profundos ojos rojos.

La expresión de Claire se puso más rígida.

“No estoy hablando sola.”

“Bueno, al menos yo no veo a nadie más.”

Alexia dijo eso mientras fingía buscar a alguien alrededor.

Eso hizo que la cara de Claire se pusiera más rígida de lo que ya la tenía.

“Lo siento princesa, pero no tengo interés alguno en charlar amigablemente contigo.”

“Vaya, ¿es odio lo que siento? Pero es raro, se supone que esta es la primera vez que
hablamos.” “¿Tienes arena en los oídos? Estoy diciendo que no tengo nada que hablar con la
princesa zorra jugó con Cid.” La mirada de Claire cambió a la de una asesina.

No, literalmente sus ojos se abrieron de par en par por el enojo.

“¿Perdón? ¡Tal vez no lo sepas, pero hay una razón detrás de todo lo que pasó! Además, yo
nunca jugué con él.”

Mientras que Alexia desvió un poco la mirada, con bastante incomodidad.

“¿Aaah? ¿Y por qué tan nerviosa? Desde aquí huelo que estás mintiendo.” “¡Habla por ti mismo,
yo no estoy mintiendo! Es más, ¿por qué te comportas así? Y yo que trataba de ser lo más
respetuosa posible contigo solo por ser su hermana mayor.”

“Lo sabía, eres una gata fea y mentirosa.”

Claire respondió al instante, y esta vez Alexia chasqueó su lengua.


“De tal palo tal astilla, se nota que son hermanos. Ambos son igual de irrespetuosos.” “¿Eh? ¿En
serio crees que nos parecemos?”

“E‐Eso fue lo que dije. Ambos son igual de irrespe–” “Ahh, ya veo~ Tienes razón, somos iguales…
ejeje.”

Claire sonrió tan vívidamente como una flor.

“¿Y ahora qué te pasa?”

“¡Parece que eres muy perspicaz!”

“¿Hmm…?” Claire agarró a Alexia por los hombros y esta se quedó sorprendida.

“¿Y bien? ¿Querías hablar de algo?”

“Sí…”

“La verdad es que ahora estoy muy ocupada, pero está bien. Haré una excepción por ti.”

“Gracias, supongo…” “Por cierto, ¿en qué otra cosa crees que Cid y yo nos parecemos?” “E‐En
que ambos tienen cabello negro… (¿?)”

Y así, ambas caminaron abrazadas de los hombros por el pasillo iluminado por la luz del
atardecer.

Parte 6

“… ¿Qué es este lugar?”

“Una sala especial donde solo pueden entrar personas con influencia.”

Alexia encendió la lámpara para iluminar una elegante habitación.

“¿Influencia?”

“Creo que se te olvida que soy de la realeza.”

“Ahh, es verdad.” Esta maldita de verdad se olvidó de eso; pensó Alexia.

“Adelante, siéntate.”

“Qué sillón tan hermoso, y el bordado también es muy elegante. Qué desperdicio de dinero.”

“Dime, ¿no te dicen que a veces hablas demasiado?”

“No, nunca.” Alexia y Claire estaban sentadas en unos sillones muy esponjosos, una al frente de
la otra.

Las dos estaban solas en una enorme habitación.

Alexia nuevamente miró a Claire.

Ella era una hermosa mujer con ojos rojos, cabello negro, buena en los estudios y la esgrima.
Es más, se decía que su habilidad había crecido tanto que ya estaba en un periodo de prueba
dentro de los caballeros.

Dejando de lado lo irrespetuosa que era, se parecía y a la vez no a su hermano menor.

“¿Por qué tan seria?”

“Porque quiero hablar de algo muy serio.”

“Lo sé. Pero lo siento, no te daré a Cid.”

“¡N‐No lo quiero!” Alexia elevó su voz y luego tosió para cambiar de tema.

“Quiero hablar sobre lo que pasó esta tarde, cuando caíste encima del profesor.” “¿Qué, me vas
a regañar?”

“Solo quiero saber qué fue lo que pasó.”

“Usé todo mi poder mágico para saltar y entrar al aula de clases y atacar al profesor~ Creo que
es el estrés, pero me salí de control~ La verdad no tengo ni idea de lo que estoy diciendo pero
así se quedaron las cosas~ Ya reflexioné~” Dijo Claire, repitiendo esas palabras memorizadas.

“No quiero esa explicación extraoficial.”

“Solo te dije lo que me hicieron escribir en mi carta de reflexión.” “Pero la verdad es que pasó
algo diferente, ¿no?”

“¿A qué quieres llegar?”

“Sé muy bien que has estado investigando sobre el demonio Diabolos.” Acompañada de esas
palabras, Alexia soltó en la mesa de la habitación los documentos que encontró en el cuarto de
Claire.

“¡Hey, eso es mío…!” “Dudo mucho que hayas estado investigando todo esto solo por mera
curiosidad.”

“… ¿Qué es lo que quieres saber?” Claire esta vez se puso seria.

“Todo. Quiero saber todo lo que está ocurriendo en esta escuela.”

“… ¿No te vas a burlar?”

“Lo juro.” “¿En serio?” “En serio.”

Claire se quedó callada y luego desvió la mirada.

Miró a la nada, como si estuviera hablándole a alguien que realmente no estaba allí.

Luego de un rato, ella negó con la cabeza.

“Lo siento Aurora.”

“¿Eh?”

Alexia se sorprendió por esas palabras, no la entendía.

Pero no parecía que Claire estuviera hablando con ella, porque todavía seguía mirando hacia un
espacio vacío en la habitación.
“Ya no aguanto más esto. No sé qué hacer, no entiendo nada–” Claire dijo eso con sus hombros
temblando ligeramente.

“Lo siento, no es nada.” Dijo eso, sonriendo levemente.

“… ¿Estás bien?”

“No estoy nada bien, pero por eso mismo te contaré todo. La verdad yo misma pienso que es
una ridiculez, así que eres libre de creerme o no.”

“Te creeré.”

Claire vio a Alexia a los ojos, ella no parecía estar mintiendo.

“En ese caso, empezaré presentándotela.”

“… ¿A quién?” “Es un espíritu llamado Aurora, aunque también la conocen como ‘’la bruja de la
calamidad’’. Saluda Aurora.”

Claire dijo eso señalando a un lugar donde no había nada.

Alexia trató de poner más atención, de abrir y cerrar los ojos, pero no veía nada.

“A ella la conocí cuando–”

Al ver a Claire hablando mientras parecía ver a alguien que no estaba por ningún lado, Alexia
comenzó a arrepentirse un poco de haberle dicho que le creería.

Parte 7

“–Y eso fue todo lo que pasó.”

Para cuando Claire terminó de contar todo lo que le había pasado, ya era de noche afuera.

En la habitación solo se escuchaba el sonido del fuego de la lámpara, y luego de tomar un sorbo
de su taza de café, Alexia suspiró.

“… Entendí más o menos todo.”

“¿Y me crees?”

“Sí. La verdad es que todo suena a una locura, pero es innegable que ahora todo
encaja.” “¿Encaja?”

“Sí. Todo encaja, lo del jardín de las sombras, el culto de Diabolos, lo que está ocurriendo en la
escuela, todo. Aunque la verdad me cuesta creer lo del fantasma.” “¡Y‐Ya te dije que Aurora de
verdad existe! Ahora mismo está sentada ahí riéndose.”

Alexia miró al sofá donde no había nadie.

“Bueno, dejando de lado lo del fantasma…”

“¡Te digo que sí existe!” “Sí reconozco su nombre. La bruja de la calamidad, Aurora. Creo que
uno de los generales del culto mencionó ese nombre.” “¿El culto de Diabolos tiene alguna
relación con ella?”
“No estoy segura. Traté de investigar, pero no encontré demasiada información sobre ella. Lo
único que queda en los registros es que fue una mujer que causó un gran desastre en el mundo.”

“Aurora, ¿qué clase de desastre hiciste?” Claire le preguntó al fantasma que estaba a su lado.

Al parecer estaban conversando.

“Oh, ya, ya. Entiendo. Pues, Aurora dice que exterminó a una raza llamada orcos. Al parecer le
causaba mucho asco solo verlos.” “… Dudo mucho que esa haya sido la razón.”

“¿No lo es…? Oh, ya, ya. Aurora dice que fue ella la que hizo garabatos en el escudo sagrado de
Aegis. Al parecer no sabía que era un escudo tan famoso.”

“¡Eso tampoco! Además, el escudo sagrado de Aegis está perdido y nadie lo ha encontrado…”

“Ya veo, tampoco es por eso. Entonces…”

“–Dejemos el tema del fantasma para otro día. Mejor sigamos con lo que nos importa.”

“Pero Aurora dice que todavía tiene muchas anécdotas de su leyenda que quiere contar.”

“¡Otro día dije! ¡Volvamos al tema principal!”

Alexia tosió y cambió el tema.

“Primero tenemos que revelar el misterio del caso que está ocurriendo en la escuela.”

“Es verdad.”

Claire finalmente se puso seria otra vez.

“Y sobre el espacio ese donde estuviste encerrada, la verdad es que yo también experimenté
algo así antes, en el ‘’Santuario’’–”

Alexia le explicó todo lo que vivió en el santuario.

“… Es verdad, suena igual al espacio en el que estaba.”

“En otras palabras, en esta escuela está pasando algo similar a lo que sucedió en el santuario. Y
ese tipo con el que peleaste, el tal sonrisa oscura o algo así, de seguro es un miembro del culto.”

“Era el vizconde Jean de la tercera división de los caballeros.” “Sí, la verdad ya me esperaba que
hubieran miembros del culto infiltrados en la orden de caballeros. Ahora con más razón hay que
desconfiar de ellos.”

“¿Y Iris‐sama? Ella es la comandante de los caballeros escarlata, ¿no nos puede ayudar?” “Mi
hermana… ahora mismo está ocupado. En todo caso, no cabe duda de que el culto está raptando
a los estudiantes y planea hacer algo con ellos.”

“¿Planear qué?”

“Piénsalo bien. En esta escuela está ocurriendo lo mismo que ocurrió en el santuario, eso
significa que la situación también podría ser la misma. En otras palabras, es probable que el
demonio Diabolos esté sellado aquí en la escuela.” “Ahora que lo dices, escuché un rumor que
decía que aquí estaba sellado el brazo del demonio Diabolos… Pero, ¿no era solo un rumor?”

Alexia negó con su cabeza.


“La verdad es que ya no estoy tan segura.” “¿Eh? ¿Bromeas?”

“No puedo asegurarlo… Pero en la escuela hay libros prohibidos que hablan de la historia de
este lugar. Si el brazo del dominio realmente está sellado aquí, esa información debería salir en
uno de esos libros.”

“¿Y ese libro no se puede conseguir con la influencia de la realeza?”

“Podría, pero tomará tiempo.” “¿Y entonces qué haremos?” “Pues, no queda otra más que
robarlo.” Alexia puso una sonrisa en su cara.

“Si nos descubren estaremos en grandes problemas.”

“Solo tenemos que hacer que no nos descubran. Esto es algo que solo nosotras podemos hacer,
porque ahora ya no podemos fiarnos de los caballeros, ni de los profesores.”

“Pero si a mí me descubren me voy a quedar sin trabajo por el resto de mi vida.”

“Tranquila, yo te daré contrataré por el resto de tu vida. Estoy acostumbrada a tirar dinero a la
gente.”

“¿Y hace falta tirarlo?” “Es importante dejar en claro quién está arriba y quién está abajo.”

“Hmmm.” “En fin, tenemos que actuar ahora. Incluso mientras hablamos, el culto está actuando
desde las sombras y el jardín de las sombras también debe estar maquinando algo. Tenemos
que hacer algo antes de que sigan apareciendo más víctimas.”

Luego de escuchar las palabras de Alexia, Claire pensó por un momento y luego dijo.

“¿Y si se lo dejamos todo al jardín de las sombras?” “… Todavía hay mucho que no sé sobre ellos.
No sé ni por qué están peleando contra el culto, pero mientras no sepa nada, no puedo confiar
totalmente en ellos.”

“¿En serio? Bueno, yo lo digo porque a mí me salvaron aquella vez en la ciudad sin leyes.” “Aun
así… son demasiado peligrosos. Con la fuerza que tienen, estaríamos perdidas si decidiesen ir en
contra de este reino. Por eso entiendo la preocupación de mi hermana.”

“Ya… en eso te doy la razón. Todavía recuerdo cómo ese tal Shadow acabó él solo con la reina
de la sangre. Si el poder de la reina de la sangre era tal y como se decía en las leyendas, entonces
el poder de Shadow está más allá de nuestra comprensión.”

“La verdad quiero creer que la reina de la sangre estaba muy débil para pelear… porque sino,
me temo que este reino tendrá que lamerle las botas a Shadow para ganarse su favor.” “Es decir,
si nos descuidamos, podrían ser una amenaza mucho peor que el culto.”

“Exacto. Además dentro del jardín de las sombras existe un grupo de sequitas llamadas las 7
sombras. Cada una de ellas tiene un gran poder, igual o incluso mayor que el de mi hermana…
es decir que el único poder no es el de Shadow sino el de toda su organización.”

“Me hiciste acordar de esa mujer bestia llamada Zeta… Me sorprendió ver a Aurora tan nerviosa
cuando la vio. Dijo que no sabía si era aliada o enemiga.”

“Yo de verdad espero que sean aliados, pero al menos por ahora… todavía no puedo confiar del
todo en ellos, son demasiado peligrosos.”

Alexia apretó sus labios con fuerza.


“Es verdad… por eso nosotras tenemos que actuar por nuestra cuenta. De acuerdo Alexia, te
ayudaré.” “Gracias, Claire.” Claire apretó con fuerza la mano en la que tenía grabado el sello
mágico.

“Nada empezará si no hago que empiece. Y yo necesito saber más sobre Aurora, sobre este sello
mágico y sobre Shadow. Gracias, Alexia.”

“¿Eh?”

Alexia no se esperaba esas palabras de parte de Claire.

“Gracias por escuchar mi historia. No podía soportar mucho más estar sola en todo esto, pero
cuando me escuchaste y dijiste que me creías, me sentí un poco mejor.” “… Bueno.”

“Por eso entiendo lo que sientes. Es duro estar sola.”

“… No es que me sienta sola realmente.”

La voz de Alexia tembló por un instante.

Ella simplemente no quería ver a su hermana moviendo su espada como si estuviera poseída
por algo.

Rose se fue por su propio camino dejándola sola.

Y en Natsume nunca confió así que ella no contaba para ella.

“Hagamos esto juntas.” Claire extendió su mano y Alexia la tomó por reflejo. Pudo sentir un
acogedor calor viniendo de ella.

“Gracias, Claire.”

“No hay de qué. Además, con esto ya tendré una excusa para vigilarte.” Claire asintió y de
repente apretó la mano de Alexia con mucha más fuerza.

“¿Eh?” “Vale la pena ayudarte en esto si con eso puedo alejar a una mosquita muerta de él.”

“C‐Claire, me estás lastimando.”

“¿Oh, en serio? Perdóname Alexia. Estoy feliz por poder trabajar contigo.” “S‐Sí, será un gusto,
Claire.” Alexia le devolvió el apretón con la misma fuerza, y las dos sonrieron juntas.
Mientras que cierta fantasma las miraba pensando en lo parecidas que eran.

Parte 8
Claire y Alexia se pararon frente a la puerta de cierta habitación en el dormitorio de chicas.

“Claire, ¿estás segura?”

Dijo Alexia dudando.

“Es en serio. Se lo preguntaré a Nina para que veas que digo la verdad. Cid me dijo una vez que
le había dicho a Nina que quería leer un grimorio prohibido, ¡y al siguiente día Nina se lo
trajo!” “¿De verdad~? La verdad estoy empezando a dudar más.”

“Tranquila. Cid sería incapaz de decirme una mentira.”

“Nah, eso no me lo creo. Ese tipo es un hombre lleno de mentiras y ambiciones.” “Oye, no digas
eso de Cid.”

“Solo dije la verdad.”

Alexia dijo eso y luego tocó la puerta.

“Ya voy~”

Respondió Nina casualmente y luego abrió la puerta.

“Oh, Claire. Qué bueno, ya estaba preocupada por ti.”

Era una pequeña chica con el cabello rojo vino.

“Lo siento por preocuparte, Nina.”

“Bueno, lo importante es que estás bien. Pero la próxima vez que vayas a desaparecer dímelo
con tiempo.” “Si puedo lo haré.”

“Dejando eso de lado, qué raro es verla a ustedes dos juntas eh. Un gusto, princesa Alexia.” Dijo
Nina mirando a Alexia.

“Hola, mucho gusto Nina‐san.”

“Solo dime Nina. ¿En qué momento se hicieron amigas ustedes dos?”

“Todavía no somos amigas.”

“De hecho diría que enemigas.”

Alexia y Claire dieron casi la misma respuesta.

“Oh bueno. En todo caso, ¿quieren entrar? Supongo que vinieron a hablarme de algo.”

Ella invitó a las dos a entrar en su habitación.

Nina se sentó en la cama, y las dos se sentaron en un lujoso sofá.

“Antes de entrar al tema que nos interesa, ¿podría hacerte una pregunta?”

Dijo Alexia que al parecer no sabía hacia dónde mirar.

“Claro, si es algo que pueda responder.”

“¿Por qué estás en ropa interior?”

En realidad Nina estaba en ropa interior, una muy sexy de hecho.


A pesar de ser pequeña de altura, su figura era asombrosa, con partes voluptuosas que podían
robar las miradas hasta de las mujeres.

“Porque es más cómodo.”

“¿Siempre andas así?”

“La verdad es que sí. Es que la sensación de la ropa interior que venden en Mitsugoshi es
asombrosa, la mejor de todas.”

Nina dijo eso con una sonrisa mientras enseñaba su ropa interior cubriendo sus curvas.

“No puedo creerlo… Por cierto, luego me dices el número del modelo.”

“Pero claro. Si quieres también puedo recomendarte algunas.”

“A ver.” Alexia respondió con una expresión muy seria.

“¿Para qué? Si nunca se lo vas a mostrar a nadie.”

Claire dijo riéndose de ella.

“Silencio.”

Y Alexia la miró enojada.

“Mejor entremos al tema principal rápido.”

“Es verdad. Ya casi es hora de irme a dormir así que sean breves que no dormir le hace daño a
la piel.”

“Sí, lo que digas. Lo único que queremos preguntarte es sobre el grimorio. ¿Cómo lo
conseguiste?” “¿Grimorio? No sé de qué hablas.”

“No tienes que mentir, Cid mismo me lo dijo. Dijo que le conseguiste un grimorio.”

“¿A tu hermanito? Qué va, jamás haría eso.” “Ya te dije que no necesitas mentir.”

“En serio no estoy mintiendo. No tengo ni idea de qué hablas.”

“¿En serio?”

“En serio. Además, ¿cómo se supone que voy a infiltrarme en esos almacenes?”

“¿Lo ves? Te dije que pochi te mintió.”

Dijo Alexia en un tono burlesco.

“¡C‐Cierra la boca! ¡¿N‐Nina, lo dices en serio, no me estás ocultando algo?!” “¡C‐Cálmate Claire,
te estoy diciendo la verdad!” Claire comenzó a sacudir a Nina por sus hombros, tan fuerte que
hizo que los broches de su sostén se soltasen.

“¡Uhhhh~!”

Mientras que Claire toda roja se mordió sus labios con fuerza.

“¡¡Cid tonto!! ¡Otra vez me mintió! ¡Esta vez de verdad no lo voy a perdonar!” “Ahora hasta tú
admites que mintió.”
“¡Silencio, silencio silencio! ¡Ya me harté, me voy a casa!” “¿A tu verdadera casa?” “¡A mi
habitación!” “¡E‐Espera, hey! Todavía no hemos planeado nada para maña–”

Claire toda roja del enojo se fue de la habitación mientras que Alexia la persiguió.

“Ah, lamento haberte molestado~”

“La verdad no entiendo nada, pero suerte.”

Luego de que Nina dijo eso, Alexia cerró la puerta con una sonrisa forzada.

La habitación se quedó en total silencio, y fue entonces que Nina se levantó y caminó hacia la
ventana.

“Bien.”

El sostén ya desabrochado cayó al piso y su figura se reflejó en el vidrio de la ventana.

Allí, en su seno izquierdo, ella tenía una cicatriz.

“… Ya va siendo hora de actuar.” Ella acarició esa herida con uno de sus delgados dedos.

Y aquella mirada, una mirada fría como el hielo, estaba observando a lo profundo de la
oscuridad.

Parte 9

Me gusta caminar por la noche.

Me gusta cómo la luz de la luna ilumina el mundo y se lleva todas mis preocupaciones.

Hoy en día ya no tengo preocupaciones, pero en mi vida pasada, recuerdo que solía
preocuparme mucho cuando tenía que separar la realidad de la ficción de una eminencia en las
sombras.

En esos momentos solía despejar esas dudas entrenando, pero me di cuenta que pasear por la
noche, siendo iluminado por la luna, era una buena forma de reformarme.

Y es que, con solo pararme en este mundo silencioso y ver hacia la luna, ya podía sentirme como
una eminencia en las sombras.

A veces había una que otra pandilla en moto haciendo ruido, pero en esos momentos podía
tomar una barra de metal y usarla en nombre de la justicia.

En todo caso y como iba diciendo, desde que entré a la escuela, casi siempre salgo de esta forma
a dar un paseo por las noches.

Mi parte favorita es trepar a la parte más alta de los edificios de la escuela y observar todo desde
arriba.

“Kukuku…”

Y reírme de esta forma sospechosa solo me hace ver más genial.

La luna hoy estaba más hermosa que de costumbre.


Saqué la joya roja que ya había limpiado porque estaba con la saliva de Delta, y luego la alcé
hacia la luna.

Su color era de un rojo profundo, fantástico, y muy hermoso.

“Parece que tiene poder mágico adentro. Me pregunto cuánto me darán por esta cosa.”

Dios, Delta sí que hizo un buen trabajo esta vez.

Me muero por ver cuánto me dan en Mitsugoshi por esta cosa.

Si me dan una buena cantidad creo que podré comprar el set para ser una eminencia en las
sombras, una lista de objetos que guardo con cariño en mi corazón.

Por ejemplo, una melena de león negro, un jarrón oscuro, y también…

“… ¿Hm?”

De repente miré a mi lado, y allí en la azotea de la escuela, justo a mi lado, estaba un viejo con
túnica negra.

¿Qué estará haciendo aquí? Qué raro…

¿Hm? Espera, ¡¿eso que carga puesto no es una túnica hecho con hilos de una araña negra?! Sí
de seguro lo es, jamás confundiría ese profundo color negro.

Es un atuendo confeccionado con la tela más fina de todas.

“… Qué buen gusto tiene el viejo.” Quedé admirado por el estilo que traía el viejo.

Su cabello le llegaba hasta la cintura.

Su rostro era profundo, con una mirada tan filosa como la de un águila, lo cual lo hacía ver mucho
más genial.

Traté de escuchar lo que estaba murmurando.

“El plan va más atrasado de lo planeado…” Ah, es un ladrón.

Con eso del plan y estando en este lugar, no se me ocurre nada más que eso.

Supongo que viene por los famosos objetos raros que hay en esta escuela.

En otras palabras, es un ladrón elegante.

“Ya sabía que se iban a entrometer. Pero está bien… solo debo eliminarlos.”

Estaba diciendo todo eso sin siquiera saber que lo estaba viendo.

Pero me agrada, sus palabras tienen estilo.

De repente, el ladrón elegante se giró.

Y nuestras miradas se encontraron.

Tenía mi presencia borrada pero no mi cuerpo, así que como era obvio, me vio.

“¡¿Eh?! ¡¿Desde cuándo estás ahí?!”


“Ah, tranquilo tranquilo. Solo estaba dando un paseo.” Traté de decirle que no planeaba
interrumpirlo.

“No pareces ser un caballero. ¿Quién rayos eres?”

“Un simple estudiante.” “Así que un estudiante… por cómo luces, parece que es cierto. Quién
pensaría que en mi primer día me descubriría un simple estudiante.”

“Esas cosas pasan amigo. Bueno, yo me voy.”

“Espera. Ahora que me viste, debo matarte.”

“Ah, tranquilo, no pensaba en detenerte o algo así. La verdad me da bastante igual si robas o no
algo de esta academia–”

Traté de decirle eso pero el ladrón elegante no me hizo caso.

“Qué mala suerte tienes, chico.”

“Oh.”

Esquivé dos guadañas que iban dirigidas a mi cuello moviéndome hacia un lado.

Fue bastante rápido, y parecía bastante fuerte para un ladrón.

No esperaba menos de un ladrón elegante.

“¡¿Qué?! ¡¿Cómo es posible que lo esquivaras?!”

El ladrón fue precavido y tomó distancia.

“¿Quién rayos eres…? No pareces ser un estudiante común y corriente.”

Preguntó el ladrón elegante en un tono de voz baja.

“En serio no era mi intención interrumpirte.” “De seguro eres de las fuerzas especiales de los
caballeros. Eres el primero en esquivar uno de mis ataques.”

“Solo soy un estudiante común y corriente.”

“No digas tonterías. De seguro fuiste tú el que acabaste con la sonrisa oscura. Con razón mi
señor me pidió que me viniera, a mí, la araña oscura.” “Ya, creo que te equivocas de persona.”

“Pero qué mala suerte la tuya.”

“¿Mala suerte?”

“Yo soy… más fuerte que la sonrisa oscura.” El ladrón elegante esta vez se lanzó a cortar mi
brazo.

Track.

Pero cuando las guadañas golpearon mi brazo, se escuchó un ruido sordo y salieron chispas.

“¡¿P‐Por qué no pude cortarlo?!”

Transformé mi ropa.

Hice que el slime que estaba cubriendo mi ropa se moviera a través de mi brazo para crear unas
garras.
“Esas ropas negras… tú eres del jardín de las sombras…”

El ladrón elegante rápidamente tomó distancia.

Pero, no importa qué tanta distancia tome, el resultado es el mismo.

“¡Qué rápido–!” Acorté la distancia entre ambos y enterré mis garras en su corazón.

“I‐Imposible… este poder es…”

“¿Hm?” Él apretó las garras en mis manos mientras fruncía las cejas.

“No puede ser… justo aquí… disfrazándose de estudiante… Lo lamento… mucho… Fen… rir…
sama…”

Luego de decir eso, el hombre escupió una gran cantidad de sangre.

“Santo cielo. La verdad no quería matarlo.” Tomé su túnica hecho de telaraña de araña negra
para que no se manchara con su sangre y luego a él lo tiré del edificio.

“– Ah, mierda.”

Miré hacia abajo pero ya era tarde, el ladrón elegante había muerto al caer.

Es decir, estaría bien que hubiera muerto al caer al piso, pero para su muy mala suerte cayó
justo en la espada de la estatua de la escuela.

Y bueno, ahora parecía como si alguien lo hubiese ejecutado.

¿Y ahora qué hago con su cadáver? “… Bueno, da igual.”

Había mucha sangre y me daba pereza limpiar todo.

Lo dejaré ahí como regalo sorpresa para los estudiantes que viven una vida normal y pacífica.

“¿Hm?”

Luego me di cuenta cómo una niebla color blanca estaba envolviendo todo alrededor.

Era extraño. Hace un rato no había ni rastro de niebla.

“¿Es niebla…?”

Pero antes de que pudiera observarla bien, esa niebla blanca desapareció sin dejar rastro.

“¿Eh? ¿Me lo habré imaginado…? Nah.”

No me lo imaginé, estaba seguro de haber visto una niebla blanca.

“… Bueno, tampoco es que importe.”

Mi vida no iba a cambiar solo por haber visto un rastro de niebla blanca, y de hecho si quería ver
niebla, podía ir a la montaña y verla en cualquier momento.

Además tengo algo más importante que hacer ahora; ir a mi habitación, colgar en la pared esta
túnica hecha con telarañas de una araña negra y finalmente irme a dormir.

Parte 10
Este lugar estaba cubierto por una profunda niebla blanca.

Y solo cuatro luces redondas estaban iluminando el lugar.

“El porcentaje de precisión es muy bajo… ¿será porque el ejemplar no es el adecuado? Pero
tampoco es que podamos hacer mucho. Últimamente es muy complicado encontrar a poseídas.”

Frente a las luces, había un hombre delgado parado.

El hombre suspiró mientras escribía letras en un archivo que tenía en las manos.

“¿Todavía no hay noticias del escuadrón de búsqueda de ejemplares?” Más cerca, en medio de
las luces rojas, había algo más.

Una persona.

No era una, eran cuatro. Las cuatro personas estaban flotando en medio de la luz roja,
conectados por lo que parecían ser tubos delgados.

Los tubos estaban absorbiendo algo de ellos, como si fueran seres vivos, lo cual hacía que el
rostro de esas personas careciera de vitalidad.

“Ya no hay tiempo… a este paso vamos a…”

El hombre dio vueltas alrededor de las luces rojas.

En ese momento, escuchó unas pisadas que venían de la niebla.

“¿Cómo va todo, ‘’Sauce’’?”

La persona que dijo eso se paró en medio de la niebla.

Y luego, el hombre al que llamó “Sauce” se dio la vuelta rápidamente y arregló su postura.

“Hemos capturado a cuatro estudiantes con un tipo de magia compatible. Seguimos extrañando
su poder mágico, así que creemos que el sello tarde o temprano se romperá–”

“¿Tarde o temprano? Además, ¿esos cuatro son los mismos cuatro de la vez pasada?” “S‐Si me
disculpa, es que el jardín de las sombras no ha dejado de interrumpirnos…” ‘’Sauce’’ tragó saliva,
nervioso.

“Escuché eso.”

“Sí, y entonces, parece que las que están metiéndose en nuestro camino son generales del jardín
de la sombras…”

“Ohh… ¿Las famosas 7 sombras?” El hombre al que todavía no se le podía ver el rostro dijo con
interés.

“Es probable. En caso de serlo, es una de las 7 sombras de las cuales no tenemos
información.” “En ese caso probablemente sea Zeta.” “Sí, escuché que la persona en cuestión
es buena escondiéndose y corriendo, así que…” “Nunca he escuchado ningún reporte sobre ella
peleando, por eso pensé que no era del tipo combatiente.”

“Así es. Además, dado que probablemente fue ella la que eliminó a la sonrisa oscura, debe ser
mucho más fuerte que un Named Children.” “Ohh, interesante. ¿Y a quién llamaste en
reemplazo de la sonrisa oscura?” “Quise ser precavido así que esta vez llamé a uno de los named
childrens más poderosos que tenemos, la araña oscura. Creo que con él nuestro plan esta vez
sí–”

“Ah, hablando de la araña oscura, justo acaba de morir.” “… ¿Eh?” “Fue empalado frente a la
escuela.” “Disculpe señor… ¿en serio?”

“En serio.” “¿D‐De verdad? Ah, disculpe, no es que esté dudando de usted. Imagino que fue Zeta
quien lo eliminó.” “Eso no lo sé. Pero vaya que en el jardín de las sombras trabajan rápido, qué
envidia me dan. Yo también quisiera tener subordinados así de eficaces.”

“Jaja…” “¿Cómo planeas compensarnos por el retraso en este plan?”

“Pediré más apoyo al cuartel general.” “¿Sabes? Nuestros fondos se han reducido mucho debido
al problema con el colapso de crédito de la vez pasada. Imagino que te podrán dar a un 2nd and
3rd Children, pero me pregunto cómo vas a lidiar con esto con un personal tan débil como ellos,
¿hm?”

“B‐Bueno, yo…” “El jardín de las sombras ya sabe de la existencia de estas ruinas. No creo que
falte demasiado par que logren atravesar el sistema de seguridad.” “Ya hemos identificado a los
sujetos perfectos. Una es Claire Kagenou, y la otra es Alexia Midgar. Si me concede el permiso,
ordenaré que las capturen y terminaremos con el plan de inmediato.”

“Con que Alexia Midgar…” “¿No debería capturarla?” “… No, está bien. De todas formas ya
Zenon la capturó una vez, no creo que haya problemas en intentarlo de nuevo. De todas formas,
nosotros la facción Fenrir hemos estado controlando al reino de Midgar ya por mucho tiempo.”

“En ese caso le daré la orden a mis subordinados.”

“No, el que irás serás tú personalmente, Suace.”

“¿Eh?”

“Vamos, imagino que debes extrañar ese lugar. Además nos tomamos la molestia de prepararte
un lugar y un rol en la escuela, así que deberías aprovecharlo.”

“P‐Pero con todo respeto, no creo tener la fuerza para…” Apenas dijo eso, una ráfaga de viento
cruzó al lado del cuello de Sauce, dejándole una pequeña herida.

“Si usas tu posición de seguro podrás arreglártelas para atraparlas.”

“… Sí señor.” “No tengo mucho tiempo libre ahora que estoy investigando las ruinas. No me
falles.” “Sí señor.”

Sauce se fue del lugar tan rápido como pudo.

“… Bien.”

Y allí en medio de la niebla algo se estaba proyectando.

La imagen de dos chicas. Una era una mujer bestia de cabello dorado y la otra una humana de
cabello rubio rosado.

Ambas eran del jardín de las sombras.


“Esta es Zeta, y supongo que la otra es la famosa ‘’santa’’… Así que el jardín de las sombras la
acogió. Me pregunto qué harán los de ese país cuando lo sepan.” En la proyección, Zeta y
Victoria estaban caminando en medio de una neblina.

Y detrás de ellas, había una mujer más.

Su vestimenta era diferente al de los miembros del jardín de las sombras y llevaba también una
túnica cubriendo su cara.

“Ya pasaron el tercer nivel del sistema de seguridad. Ahora todo depende de los resultados de
Sauce…”

Luego de murmurar eso, el hombre desapareció.

Pero la proyección seguía corriendo en esta habitación vacía, por lo que nadie se dio cuenta que
la mujer con ojos dorados dentro de la proyección, estaba viendo justo hacia esta dirección.

Capítulo 2 – Una mañana de infarto: ¡¡El caso del asesinato por empalamiento!!

Parte 1

Me desperté lleno de vida.

Probablemente gracias a la capa de seda tejida con hilos de las arañas oscuras. Al levantarme,
admiré aquella preciosa capa, brillando con los rayos del sol de la mañana y luego me dirigí a la
academia, un poco más temprano que de costumbre.

Hoy a diferencia de días anteriores iba solo.

Eso porque normalmente Hyoro y Jaga partían con la cantidad de tiempo necesario.

Pero en mí está que, ir un poco más temprano de lo habitual no está nada mal de vez en cuando.

Ver el rostro de los demás estudiantes de camino a la academia no era algo de todos los días, y
la sensación de la luz del sol de la mañana al cruzar la puerta de la escuela se sentía increíble…

“… Increíble.”

“¿Qué haces aquí, Pocchi?”

“Lo mismo te pregunto, Alexia.”

Apenas crucé la puerta me encontré con Alexia.

“¿Te estás quejando? Deberías alegrarte de poder verme desde tan temprano.” “Ohh, estoy feliz
como una lombriz.”

“Y no es para menos.”

“Ajá. Bueno, adiós.”


“Alto ahí, ¿a dónde crees que vas?” Me apresuré a alejarme, pero Alexia me persiguió y
rápidamente se puso a mi lado.

“¿Por qué me estás siguiendo?”

“Me dan ganas de seguirte cuando huyes así de mí.”

“¿Y ahora eres un depredador o qué?”

“Deberías sentirte un poco más honrado de poder caminar a la escuela junto a mí.”

“…”

“¿Y ahora por qué no dices nada?” “… Nada, es que, qué raro verte así de contenta.”

“Lo mismo podría decir yo de ti.”

Seguimos conversando de esa forma hasta llegar al edificio de la escuela, donde por alguna
razón había mucha gente amontonada.

Desde aquí se podían escuchar los murmullos de los demás estudiantes.

“¡E‐Está muerto…!”

“¿Quién pudo hacerle algo tan terrible…?”

“¡Hey, aléjense de ahí! Tenemos que esperar a que lleguen los caballeros…”

Alexia y yo nos miramos extrañados.

“¡Al parecer encontraron un cadáver!”

“Vayamos a ver.”

Una gran sorpresa había ocurrido en la academia, un lugar donde normalmente todos los días
son iguales.

Pero por eso mismo me encontraba muy emocionado.

Me abrí paso a través de la multitud de personas, deseoso de ver qué tipo de cadáver habían
encontrado.

Y al llegar… me quedé sin palabras.

“Ah, solo es este tipo.”

Ahora que recuerdo, ayer luego de que se cayó ni siquiera me asomé a verlo.

Me olvidé por completo de que se había muerto.

“Qué horrible… Quedó empalado en la espada de la estatua. Es como si alguien lo hubiera


ejecutado.”

“¿Tú crees? Yo creo que solo se cayó.”

“¿Acaso eres tonto? ¿No ves la forma tan rara en la que murió? De seguro hay alguien detrás de
esto.”

“Hm, no lo sé.”
Alexia se quedó viendo fijamente al cadáver.

“¿Lo reconoces? No parece ser alguien de la academia…”

“Pues yo creo que solo es un ladrón.”

“Tampoco recuerdo haberlo visto entre los caballeros. ¿Será algún infiltrado…?”

“Para mí que es un ladrón.”

“¿Y si es del culto? O acaso es…”

“Yo le veo cara de ladrón.”

“¿Todavía sigues diciendo eso? No hay forma de que sea un mero ladrón.”

“Bueno.”

Da igual.

Parece que los estudiantes están bastante animados, así que digamos que todo salió justo como
lo planeé.

“Qué miedo… ¿será obra de la organización secreta de la que tanto hablan?”

“No lo sé. Y además escuché que todavía no hay pistas de los estudiantes desaparecidos.”

“Y no nos olvidamos del caso del poder mágico del otro día. Estoy seguro de que todo está
conectado.”

Oh, sí que lo están disfrutando.

La realidad es que lo del poder mágico solo fue una pequeña pelea entre un perro y un gato, y
el cadáver este solo fue un ladrón que se cayó y se murió. Pero si lo están disfrutando, entonces
yo como el organizador de todo, también debería hacerlo.

Oh amigo, qué emoción. ¿Y si esta noche me disfrazo de Shadow y animó más el ambiente con
algún otro evento?

“¿Por qué te ríes de esa forma tan desagradable?” “¿Hm? Ah, por nada.” Alexia me miró
extrañada con esos ojos suyos color rojo.

“Ustedes dos, ¿me permiten?” De repente, un estudiante varón se acercó a hablarnos.

Era un chico atractivo de cabello negro… Isaac‐kun.

“Oh, pero sí eres tú, Issac‐kun. ¿Por qué no viniste a clases ayer?”

“Hmm, tú eres Cid‐kun, ¿no? Ayer tuve un predicamento. ¿Acaso sucedió algo mientras no
estuve?”

“Hubo una evaluación.”

“¿Una evaluación? ¿Y qué más?”

“Pues, nada más.” “Me alegro entonces. Por cierto, dijeron que hoy no habrá clases.”

“Ya veo.”
“Qué horrible escenario, ¿no creen? Hace un rato dieron la orden de que nos alejemos para que
el personal de la academia y los caballeros puedan entrar a investigar. De paso también nos
recomendaron no salir de nuestros dormitorios.”

“Oh, ya, ya.”

“Parece que el peligro no ha pasado totalmente. Ten cuidado, Pocchi.”

“Está bien–”

Y antes de terminar de decir eso, sentí cómo algo se cerró alrededor de mi cuello.

¿Un collar?

“Pooor fin te atrapé.”

Al darme la vuelta, me encontré con mi hermana, mirándome con una sonrisa cubriendo todo
su rostro.

“H‐Hola nee‐san. Ha pasado un tiempo, eh.”

“Y que lo digas. La última vez que nos vimos fue antes de las vacaciones de invierno, ¿no?”

“A‐Ajá, eso creo.”

Mierda. Bajé demasiado la guardia.

Olvidé que estaba tratando de evitar a mi hermana para evitar este tipo de problemas.

“O‐Oye Claire, ¿y ese collar?” “¿Qué sucede con el collar?”

“¿Es tuyo?” “Exacto. Lo había dejado en mi habitación y cuando regresé se lo habían llevado los
caballeros. Sí que fue difícil recuperarlo.”

“Y‐Ya veo. ¿Y cómo para qué sirve?”

“¿Eh? ¿Por qué me preguntas algo tan obvio?” Mi hermana respondió entre sonrisas, jalando al
mismo tiempo las cadenas.

“Ah, sí, ya veo… con que es un collar para perros.”

“Exacto. Todo perro necesita de un collar.”

“Disculpen, yo no soy un perro.” “¿Qué estás diciendo, Pocchi? ¿Si no eres un perro entonces
qué eres?”

“Qué cosas tan raras dices, Cid. Bien, andando Pocchi. Digo, Cid.” Y así, mi hermana me comenzó
a arrastrar de la cadena en frente de toda la chusma.

Pero mi duda es: ¿en qué momento estas dos se hicieron tan amigas?

Parte 2

“¿Cómo te atreves a romper tu promesa?”


“A‐ajaja.”

Luego de que mi hermana me llevara a la fuerza hasta su habitación, ella me tumbó y se puso
encima de mí.

“Y eso no es todo, sino que también me mentiste.”

“¿Mentirte? ¿En qué?”

“¿Y todavía te atreves a preguntarlo?” Ella apretó mi cuello con fuerza.

Mierda, creo que no debí decir eso.

Pero lo preguntaba en serio. Le he mentido tantas veces que no sé a cuál de todas las mentiras
se refiere.

“N‐No puedo respirar…”

Sí que podía.

“¿O acaso me estás diciendo que me has mentido en otras cosas?”

“No, no, jamás lo haría.”

Sí que lo haría.

“¿En serio?”

“Muy en serio.”

Mi hermana acercó su rostro tan cerca de mí, a una distancia corta entre nuestras narices, y
todo mientras me miraba directo a los ojos.

“… Tus ojos son bellos, y eso me dice de lo puro que es tu corazón en este momento. Bien, te
creo en que no me estás mintiendo.”

Mi hermana está ciega.

“Sabes bien que ninguna mentira tuya dura mucho conmigo. ¿Por qué entonces decidiste
mentirme de esa forma?”

“Ah ya recuerdo, sí, te refieres a eso, a esa mentira.” “Exacto. Me refiero a lo de Nina.”

¿Eh? ¿Cuándo he mentido en algo sobre Nina‐senpai? “¿O acaso ya te olvidaste?”

“No, jamás podría olvidarlo. Sí, hablas de esa mentira que dije sobre Nina‐senpai. Sucede que
hay un gran motivo detrás….”

“Haah… Ya lo sé. De seguro solo querías lucirte en frente de mí, ¿no?”

“Sí, eso que dices.”

“¿Lo ves? Siempre descubro lo que estás pensando.”

“Ajá. Lo siento.”

“Bueno. Te perdonaré, pero solo por esta vez.”

Y así la conversación terminó.


O eso creía, pero por alguna razón mi hermana seguía viendo fijamente.

“Nee‐san, ¿ya puedes quitarte? Estás algo pesadita… Uggh.”

¡M‐Mi cuello…!

“Cid, ¿qué acabas de decir?”

“D‐Dije, ¿ya te quitaste? Porque ni te siento de lo liviana que eres. Por cierto, ¿ya dije lo hermosa
y atractiva que eres?”

“Sí, eso creí escuchar.”

“Pues claro, es lo que dije.”

“Ufufu. Tú nunca cambiarás, ¿no? Y quiero que así seas siempre. Así yo…”

De repente mi hermana se puso en modo seria.

“¿Nee‐san?”

“Mientras sigas siendo así, tú mismo, estoy segura de que podré enfrentarme a cualquier
enemigo, sin importar qué tan fuerte sea.”

“Ehmm…”

¿Será que esa enfermedad que tiene sigue progresando? “Cid, escúchame bien. Ahora mismo la
academia está en manos de una malvada organización.”

“Oh ya…”

“Pero yo iré a desvelar los secretos que esconden aquí. Es una misión peligrosa, pero por ti…
creo que puedo lograrlo.”

“Buena suerte~” “Solo ten mucho cuidado, Cid. Al ser mi hermano, es probable que algunos
traten de ir a por ti. ¡Pero tranquilo, yo me esforzaré por ti, y acabaré con cualquiera que intente
hacerte daño…!” “Sí hermana, acaba con ellos~” “Lo siento si esto te hace preocupar. Lo siento
por no decirte demasiado, pero esto lo hago para protegerte. Sé que no tengo derecho a
pedírtelo, pero entiéndelo.”

“Entiendo~”

“Por último… si no logro regresar… si muero–”

Mi hermana me estaba hablando entre gotas, y luego, así de repente miró fijamente a un espacio
vacío.

“Aurora, estamos tratando de ponernos sentimentales aquí, ¿podrías guardar silencio? ¿Eh?
¿Ah? ¿Qué me detenga porque te estoy dando vergüenza ajena? ¡Nada de lo que estoy diciendo
es vergonzoso!”

Me quedé mirando hacia ella con un rostro serio y luego nuestras miradas se encontraron.

“Nee‐san…” “Ah. N‐No es nada, en serio, nada de nada. ¡Ya sabes, solo hablaba un poco conmigo
misma!”

“Nee‐san. Te entiendo.”
“Cid… ¿en serio lo entiendes? Hay una razón muy compleja detrás de esto.”

“Claro que sí.”

La enfermedad del chuuni.

“Gracias, Cid. Eres el mejor hermano que pude tener. Si yo, si acaso yo llego a morir…”

Una gran cantidad de gotas bajan por las mejillas de mi hermana.

“Sé que estarás bien, nee‐san. Es imposible que mueras.”

“¡¡Ciiiiid!! ¡¡Sí, tienes razón!! ¡Regresaré, te juro que regresaré con vida!” “Ajá.”

Ella me abrazó con tal fuerza que casi me rompe los huesos.

¿Hasta cuándo voy a tener que seguirle el juego?

Parte 3

Entonces, la noche que tanto esperaba llegó.

Salí a escondidas del dormitorio y como ya era una costumbre, me infiltré en la azotea de la
academia.

Ahora como la academia estaba en un estado de alerta, todos los lugares, incluyendo los
dormitorios, estaban siendo muy vigilados. Por esto los demás estudiantes estaban nerviosos.

Para ser sincero no esperé que el tema del ladrón fuera a escalar hasta este punto. Pero eventos
así, días fuera de la rutina diaria hacían que todo fuera emocionante.

Desde mi vida pasada siempre fui el tipo de persona que se emocionaba con la llegada de una
gran tormenta, por ejemplo.

Y es que, el ambiente dentro de una habitación llena de oscuridad incluso en medio de la tarde,
con una gran lluvia y viento era simplemente… asombroso.

Parecía como si cualquier cosa estuviera a punto de ocurrir. Aunque bueno, al final jamás
sucedió nada.

Pero eso me hacía pensar: ¿y si es mi deber hacer que algo ocurra, aquí, aprovechando mi
experiencia de mi vida pasada?

Los estudiantes estaban viviendo una vida monótona, aburrida y demasiado pacífica. Así que de
seguro estaban esperando a que ocurriera un evento que rompiera esa monotonía.

“¿Qué debería hacer…?” ¿No hay un buen plan de evento que pueda usar para que todos
piensen que el caso de los cuatro estudiantes desaparecidos, la pelea del perro y del gato y la
muerte del ladrón están conectados…?

“¿Y si dibujo un enorme círculo mágico? ¿O mejor me pongo a recitar algún hechizo? No, no
tiene mucho sentido. ¿Hm?”

Mientras pensaba eso, de repente comencé a ser rodeado por una densa niebla.
“¿Hm? Creo que ayer también salió niebla… ¿El clima se habrá vuelto loco?”

Luego, cuando la niebla terminó de reunirse a mi alrededor, de repente me encontraba en un


espacio totalmente blanco.

“¿Hmm? ¿Qué es esto?” Vaya, qué tono tan fantástico.

Había sido transportado a otro tipo de dimensión. Aunque esto ya había pasado antes, creo que
en el santuario…

“¿Quién eres?”

Preguntó una niña dentro de ese espacio blanco.

Era un poco menor que yo, llevaba un atuendo blanco de una sola pieza y sus ojos eran de un
hermoso color violeta.

“Hey, nos volvemos a ver.” La edad con la que se veía ahora era diferente a la de aquella vez,
pero la reconocí al instante. Ella era Violet‐san.

“¿Quién eres? ¿Otro investigador?”

“¿No me recuerdas?”

“N‐No te conozco.”

“Ah. Ahora que recuerdo sí dijiste algo sobre tus recuerdos.”

“¡No te acerques…!” Al parecer la pequeña Violet‐san estaba asustada.

“No me tengas miedo. No soy ningún justiciero, pero tampoco soy un absoluto malvado.”

“¿Q‐Qué haces aquí…?”

“Pues buena pregunta. Me trajeron aquí sin darme cuenta. Más bien, ¿tú qué haces aquí?” “Yo…
yo solo… ¡aaaaaaaah!”

Ella comenzó a quejarse mientras agarraba su cabeza con fuerza.

“¿Te duele algo?”

“Yo… yo, ¿por qué?… aaaaaaaaaaah.”

Ella siguió frotando su cabeza mientras gritaba.

Al parecer le dolía mucho.

“Si no puedes recordar algo, no tienes que hacerlo. De hecho, yo suelo ser bien olvidadizo. Como
me gusta concentrarme solo en las cosas que considero importante, muchas veces elimino
muchos recuerdos en mi cerebro.”

“Y‐Yo, yo ya no… no quiero esto… detente, haz que se detenga… ¡aaaaaaaaaaaaaaaaaah!”

Al mismo tiempo que soltó ese grito, ella liberó un gran poder mágico.

“Oof. ¿Lo ves? Por eso te dije que no tenías que esforzarte en recordarlo.” Esquivé el golpe de
poder mágico de Violet‐san, y luego me acerqué.

“¡No te acerqueeeeeeeeeeees!”
“Vaya poder mágico.”

Me quedé sin palabras.

La Violet‐san adulta tenía un gran poder mágico, pero la chiquita incluso la superaba.

Pero un poder mágico que sale disparado en dirección recta es muy fácil de esquivar.

Cambié la dirección de ese poder mágico mientras me acercaba, hasta que finalmente la atrapé.

“¡¡No, no, noo, noooooooooooooooooooooo!!” “Ya, ya. Tranquila.” La tomé en mis brazos y
luego introduje en ella un poco de mi poder mágico.

Bastaba con ingresar la misma cantidad que usaba para curar a las poseídas, y si podía hacerlo
cubriendo gran parte de su cuerpo como lo estaba haciendo ahora, era más afectivo.

“Suéltame… suél… tame…”

“Está bien olvidar las cosas que no quieres recordar.” Así y poco a poco, mientras más introducía
poder mágico en ella, más iba recuperando el control.

Finalmente, ella perdió todas sus fuerzas y del nerviosismo se dejó caer en el piso.

“¿Y‐Y qué hago con… las cosas que no puedo olvidar?”

Preguntó ella ligeramente.

“Pues, no sé. Trata de no recordarlas, así algún día supongo que se te olvidarán sin que te des
cuenta.”

“… No puedo.”

“Ya veo. Bueno, ¿ya estás mejor?”

“Sí… Sí.”

Solté a Violet‐san y ella se quedó con la mirada baja, avergonzada.

“Bien. Ahora el tema es cómo salir de aquí.”

“… ¿Ya te vas?”

Comencé a caminar, pero con unos pequeños pasitos, ella me siguió.

“Pronto, pero sí. Ahora estoy investigando cómo hacerlo.”

Este espacio solo era una dimensión en blanco, no había entrada, tampoco salida.

“.. Todos los que dicen eso desaparecen.”

“No será mi caso.”

“Todos, siempre se mueren.”

“Bueno, la gente muere, es natural.”

“¿Tú también morirás?” “Nah, yo no moriré.”

Viviré al menos 600 años, pero sigo buscando la forma de vivir más.
“Eres un mentiroso.”

“Eso sí.”

“No te vayas.” “… ¿Y si vienes conmigo cuando encuentre la salida? Aunque la verdad sería
sencillo si solamente mando a volar todo este espacio.” Aunque la vez que hice eso, la Violet‐
san adulta desapareció.

“Yo no puedo salir.”

“Qué mal.”

“No me dejes.”

“… Nos volveremos a ver.”

“Mentiroso.”

“No estoy mintiendo.” “Bueno… entonces dame eso.” Violet‐san señaló a mi bolsillo.

Metí la mano y de allí saqué la joya roja que encontré el otro día.

“Hmm, pero esto es mío.”

“Algo de ella se siente muy cálido. Me hace sentir en paz.”

“Pero si solo es una joya.”

“No solo es eso. Es algo mucho más valioso.”

“¿Puedes sentir eso?”

“Síp.”

Entonces, se escuchó de una puerta cerrándose.

Violet‐san se estremeció al escuchar eso.

Pero lo raro era que, en este espacio en blanco no había ninguna puerta a la vista.

“¡¿A dónde fuiste?!”

De repente se escucharon unas voces.

“¡Deja de esconderte, número—!”

“¡T‐Tengo que irme!”

“Ah, espera.” La dimensión blanca comenzó a agrietarse.

“¡¡Ya aparece de una vez!! ¿O quieres que te volvamos a lastimar?” “Espera. Toma–”

Tomé su mano y entonces el espacio en blanco se hizo trizas.

“–Esto.”

La joya roja que le iba a dar simplemente cayó al suelo.

Había regresado a la azotea.

La dimensión blanca, la niebla, y la chica con un atuendo blanco había desaparecido.


Recogí la joya roja que había caído al suelo y la volví a meter en mi bolsillo.

“¿Será que Violet‐san está por aquí cerca?” Extendí mi rango de poder mágico para buscar su
presencia.

Pero, no la encontré.

Aunque, lo que sí encontré fue–

“Estas presencias son de mi hermana y Alexia.” ¿Qué estarán haciendo en ese lugar?

Parte 4

“Ya está abierta. Ven.”

Bajo la luz de la luna, dos sombras se estaban infiltrando en la biblioteca a través de la ventana.

Eran Alexia y Claire.

Primero entró Alexia; apenas entró comenzó a ver de un lado a otro de forma rara.

Luego–

“Quítate.”

“¡Auch!” Claire también entró.

“¿Qué estás haciendo? ¡Quedamos en que primero yo vería si no había moros en la


costa!” Alexia se enojó en voz baja mientras era pisada.

“Nos descubrirán si actuamos con demasiada cautela.Será más rápido si nos movemos a toda
velocidad.” “Ya, lo que sea pero quítate.”

Claire se quitó y Alexia se puso de pie.

“Alexia, andando. Tenemos que hacer que esto funcione a cómo dé lugar.”

“Qué raro. Hace unos días no te motivaba demasiado este plan.”

“Ahora tengo una razón para hacerlo. ¡Y también un lugar al cual regresar!” Dijo Claire
apretando sus puños con una mirada llena de decisión.

Alexia avanzó al frente, caminando hacia la puerta al fondo de la biblioteca y luego abriéndola.

“¿Cómo conseguiste la llave?”

“Chantajes.”

“Entendible. Y bueno, ¿este es el almacén de libros prohibidos?”

Dentro de la habitación había enormes estanterías alineadas una al lado de la otra.

“Todavía no. Aquí siguen estando archivados los libros normales. El almacén de libros prohibidos
está más al fondo.” Alexia se paró frente a una de las enormes estanterías.
“Es enorme. ¿Y esto que está escrito son letras antiguas?” “Esta estantería en sí es un enorme
artefacto mágico. Pero se puede abrir recitando un hechizo que mi padre solía decir cuando me
contaba cuentos cuando era niña.” “¿Hechizo?” Alexia tomó una bocanada de aire.

“¡Bibbidi‐Bobbidi‐Boo, ábrete sésamo!”

Un silencio recorrió el lugar por unos segundos.

“No es momento de estar jugando.” “¡N‐No estoy jugando! ¡Es en serio, debería abrirse con este
hechizo!” “Qué tontería.” “¿Me habré equivocado? ¿Y si era pittoo en vez de bibboo?”

Y, en ese instante.

El enorme estante comenzó a abrirse con un gran sonido.

“¿Eeh? ¿En serio se abrió con eso?”

“¿Lo ves? ¡Era Pittoo en vez de Bibboo!”

Dijo Alexia con una cara de ganadora.

“De seguro solo tardó en responder porque es una puerta vieja.”

Alexia y Claire avanzaron hacia el otro lado del a estantería.

“Wow…”

Luego las dos dejaron escapar un sonido de asombro al entrar al almacén de libros prohibidos.

La habitación tenía unos hermosos candelabros brillantes, los cuales iluminaban las estanterías
que tocaban el techo, donde a su vez estaban los libros que, aunque estaban descoloridos por
los años, guardaban cierto estilo único.

“Bueno, ¿y estás segura que encontraremos aquí el libro que tiene la historia de la academia?”

Dijo Claire mientras perseguía con la mirada al montón de libros en las estanterías.

Si se ponían a buscar libro por libro iban a demorar toda la noche.

“Tenemos que llamarlo con la mente.”

“Deja de bromear.”

“¡Ya te dije que no estoy bromeando! Mira, se hace así–”

Alexia movió extrañamente sus brazos y los puso al lado de su cabeza.

“¿Y ahora qué haces?”

“Ponerme en ambiente. Ven a mí libro de historia de la academia, oh libro de historia de la


academia, libro, historia, academia… ¡Pippipi‐Tottoo!”

“Qué tontería.”

Pero, luego.

Una luz apareció en la habitación y luego de eso un libro comenzó a flotar.

El libro se puso frente a la cara de Alexia y luego automáticamente se abrió.


“Tienes que estar bromeando…”

“¿Lo ves? Te lo dije.”

“Qué artefacto más tonto. Hasta me dan ganas de romperlo.” “Ni lo pienses. Si lo piensas bien,
es bastante lindo y obediente.”

“Lo que sea. ¿Qué dice el libro?”

Dijo Claire con una expresión de no poder aguantar más todo esto.

“Hmm, no sé. No lo puedo leer.”

“Hm… Son letras antiguas.”

“Yo solo puedo leer palabras muy básicas. ¿Y tú Claire?”

“Solo sé lo básico. Y como no es un tema de estudio muy popular, creo que solo los de la clase
académica podrían leerlo.”

“Es verdad~”

“¿Y ahora qué hacemos?”

“Pues decir la palabra mágica… ¡Pipippi‐Tottoo! ¡Tradúceme el libro!” Dijo Alexia en un tono
complaciente mientras formaba un corazón con sus manos.

“Dios, qué asco. Deja de hacer eso, no lo vas a conseguir.”

“Pues no perdemos nada con intentarlo. Puede que tenga una función como esa integrada.”

“Jo, jo, jo. Así que quieren una traducción, eh. Dufufu.”

De repente una desagradable voz se escuchó alrededor del almacén de libros prohibidos.

“¿Eh? ¡¿Habló?!” “¿Quién está ahí?”

Las dos miraron a todas partes pero no encontraron a nadie más.

“Y‐Yo soy el núcleo del almacén de libros prohibidos. S‐Si quieren puedo traducirles el
texto.” “No esperaba menos del gran artefacto de la academia.”

“Guacala… Tiene voz de gordo.”

“Claire, deja de molestarlo.”

“Uuhh… e‐entonces no les traduzco nada…” “¿Ya ves? Lo hiciste enojar.”

“Ya, ya. Lo siento.” “Señor almacén de libros prohibidos, la traducción por favor.”

“Mufufufu… ¡D‐De acuerdo, haré una excepción y les traduciré esto! ¿Q‐Qué parte quieren que
les traduzca?”

“Pues… queremos saber en dónde está sellado el brazo del demonio Diabolos.”

“E‐Eso es fácil. Está debajo de la escuela, en las ruinas subterráneas.” “Hmm… Ya veo. Eso sí que
fue fácil…”

“… Sí, no pensé que esta cosa fuera tan útil.”


El libro flotante comenzó a cambiar de páginas y luego las partes traducidas comenzaron a
brillar.

“H‐Hace mucho, mucho tiempo atrás, el héroe y el demonio Diabolos pelearon en este lugar. E‐
En esa batalla el demonio perdió un brazo y ese brazo fue sellado. Luego pasaron un montón de
cosas y ese lugar terminó en ruinas.”

“¿A qué montón de cosas te refieres?” “Muchos pelearon por el control del brazo de Diabolos.
Nadie escribió muchos detalles sobre eso. Pero al parecer el brazo fue escondido en esas ruinas.”

“¿Y cómo llegaremos a esas ruinas?”

“H‐Hay una iglesia oculta en alguna parte de la academia. Por ahí pueden llegar.” “¿En qué
parte?”

“Dufufu… s‐solo puedo contarles sobre las cosas que están escritas aquí.”

“Tch, basura inservible. Pero bueno, al menos descubrimos el objetivo del culto de Diabolos.
Muy probablemente quieren romper el sello del brazo.”

“¿Pero qué tiene que ver eso con el secuestro de los estudiantes?” “Pues probablemente es para
romper el sello. Lo más seguro es que sea más fácil de hacer con un poder mágico similar cerca.”

“Ya veo. Eso explicaría por qué solo escogen a un tipo específico de estudiantes, por su poder
mágico. ¿Quieres que busquemos esa iglesia oculta?” “… Antes quisiera hablarlo con mi
hermana.”

Dijo Alexia, tomando su decisión.

“Es verdad, recién recuerdo que eres de la realeza. Pero oye, ¿por qué no hiciste eso desde un
inicio?” “¿En serio crees que no lo intenté?”

“¿Eh?”

“Se lo dije un montón de veces. Le conté todo sobre lo que pasa en la academia, sobre lo que
pasó en el santuario, y aun así…”

“Alexia…”

“Pero esta vez será diferente. Esta vez tengo pruebas, así que estoy segura de que mi hermana
me creerá.”

“A‐Alexia‐chan, buena suerte~”

“Tú cállate gordo asqueroso.”

Dijo Alexia con la mirada de una desquiciada.

“¡H‐Heeh…!” “Alexia… Mejor salgamos rápido de este lugar. Nos encontrarán si nos quedamos
más tiempo.”

“Tienes razón. Pero antes, ¿no hay nada escrito sobre el culto de Diabolos?” Un silencio recorrió
el lugar.

“… Aquí al menos, no.” “Ya veo… Está bien.”

“Adiós.”
“A‐Adiosito… Tengan cuidado al regresar…”

Alexia y Claire aumentaron su capacidad física usando su poder mágico y en un abrir y cerrar de
ojos llegaron al almacén de hace un rato.

“Estoy segura que con este libro mi hermana va a…”

Alexia salió del almacén con el libro prohibido en sus brazos.

Pero–

“¿A dónde cree que lleva ese libro prohibido sin permiso?”

“¡¿–?!” Alexia y Claire se giraron al mismo tiempo.

En una de las esquinas de las estanterías estaba escondido un hombre viejo pero alto.

Una mirada hundida, y unas extremidades largas; él estaba dirigiendo esos ojos hacia las chicas.

“U‐Usted es…el director de la biblioteca.”

Alexia trató de esconder el libro detrás de su espalda, pero ya era demasiado tarde.

“Princesa Alexia, sabe muy bien que llevarse un libro prohibido sin permiso es un crimen muy
grave incluso para un miembro de la realeza. Y ni qué decir de la estudiante a su lado.” Dijo él
mirando hacía Claire, quien frunció sus cejas.

¿La irían a suspender, o tal vez a expulsar? Sea cual sea la decisión, eso podría afectar a su
hermano.

“¿Lo matamos…?”

Dijo Claire en voz baja, de forma muy seria.

Pero Alexia rápidamente hizo retroceder a Claire.

“¡L‐Lo siento mucho, señor! Hay una razón muy compleja detrás de todo esto, ¿podría por favor
darnos la oportunidad de explicárselo?”

“Dado que es usted quien me lo pide, haré una excepción.”

“Muchas gracias.” “Cambiemos de lugar. Síganme por favor.” Dijo el director, saliendo del lugar.

Alexia lo siguió mientras le hablaba en voz baja a Claire que venía detrás.

“¡¿Qué rayos planeabas hacer?!”

“¡¿Tú qué crees?! ¡Si me atrapan todos comenzarán a molestar a Cid! ¡Le dirán que es hermano
de una criminal! Él es muy sensible, podría terminar suicidándose…”

“Creme, no lo haría.”

Dijo Alexia entre un suspiro.

“Princesa Alexia, por favor dese prisa.”

“Ah, ahí voy~” Alexia jaló del brazo a Claire y ambas salieron del almacén.
Parte 5

“Disculpe, ¿exactamente a dónde vamos?”

Alexia preguntó al director que iba caminando delante de ellas.

Su gran espalda iba caminando a través de un oscuro pasillo.

“Ya casi llegamos.”

“Pero podríamos haber hablado en algún aula.”

“… Bien. Aquí está bien.” El hombre se detuvo, justo en medio del pasillo.

“¿Aquí?”

“Sí. Ya terminé los preparativos.”

El hombre se giró y sonrió.

Era una sonrisa desagradable, una que hizo que Alexia frunciera las cejas.

“… Alexia.”

Claire desde atrás tocó el hombro de Alexia.

“Hay niebla…”

“¿Niebla?”

De repente se dieron cuenta que el pasillo se había llenado de una niebla blanca de un momento
a otro.

“¿Por qué hay niebla en este lugar…?”

La niebla seguía aumentando rápidamente.

Pero no veían el lugar de dónde salía; no venía del suelo, tampoco de las paredes.

“¡Es la misma niebla que vi cuando me atacaron…!”

“¿La misma?”

Y entonces, el mundo se hizo mil pedazos.

Todo el paisaje se rompió, como si fuera un vidrió haciéndose añicos.

“¡¿Q‐Qué está pasando?!” Estaban en el pasillo de la academia, pero el espacio que ahora veían
era totalmente diferente.

Era un mundo lleno de neblina blanca.

Y desde todas partes llegaba un aroma dulce.

“Alexia, saca tu espada.”

Dijo Claire, y Alexia le hizo caso.

“Parece que estamos rodeadas.”


“¿Eh?”

Ella agudizó sus sentidos y entonces sintió la presencia de varias personas escondidas entre la
neblina.

Todas ellas estaban acercándose poco a poco, de forma cautelosa. No parecían tener buenas
intenciones.

“¿Cómo te diste cuenta, Claire?”

“El fantasma que me persigue es muy bueno.”

“Ah, ya. Entonces, ¿tiene algo que decir, señor?” Alexia bajó su tono de voz y apuntó con su
espada al director.

Él simplemente siguió parado en medio de la niebla, con aquella pequeña sonrisa en su rostro.

“¿A qué se refiere, princesa?” “Me refiero a qué es todo esto.”

Alexia no era tan tonta como para confiar en él después de esto.

“Válgame dios. Y yo que pensé que sería un poco más tonta.” El director entonces sacó un gran
machete desde su ropa.

En realidad eran dos; un machete para la mano izquierda y otro para la derecha.

“Qué armas tan letales. Y yo que pensé que pelearía usando papel y pluma.”

“El papel y la pluma se usan para crear ideales, pero la realidad solo puede ser creada con una
espada.”

Dijo el director, tomando una posición con los machetes en ambas manos.

“Yo me encargo de él. Claire, tú encárgate del resto de enemigos.”

“Está bien.”

Ambos se dieron la espalda la una a la otra y comenzaron a pelear.

El ataque de los dos machetes vino desde la niebla.

Alexia retrocedió para esquivar el primer ataque y luego receptar el segundo.

“Oh.” El director se quedó sorprendido, mientras que Alexia aprovechó para contraatacar.

El movimiento tan natural de su espada logró dejarle un pequeño rasguño en la mejilla del
hombre.

“Vaya, vaya.”

El hombre tomó distancia para reposicionarse y limpiar la sangre que corría por su mejilla.

“Me deja sorprendido. Parece que ya no es la misma princesa Alexia que solía ser.” Dijo el
director, elogiando de forma sincera.

“Estoy en mi etapa de desarrollo.”


“Eso lo hace aún mejor. La experiencia de una persona reside en su espada. Antes solo era una
mera imitación del estilo de la princesa Iris. Pero ahora ha superado eso. No, es una mezcla de
varios estilos, esa sería la forma más correcta de describirlo.”

“¿Crees que tienes tiempo para ponerte a evaluarme?”

“Claro que sí.”

“– ¿En serio?”

La que dijo eso fue Claire a su espalda.

La mayoría de los enemigos que estaban alrededor ahora estaban en el suelo, y seguían cayendo
uno tras otro.

El director movió las cejas con sorpresa.

“Vaya, derrotaste por completo a 7 2nd. Claire Kagenou, ganaste el festival Bushin de este año,
¿no? Lo estuve viendo y no parecía que tuvieras la habilidad que tienes ahora. ¿O tal vez estás
usando algún tipo de poder especial?”

“… ¿Me estabas viendo?”

“Acabo de ver que usaste unos tentáculos rojos. Qué intrigante.”

Él no le había quitado el ojo de encima a Claire aunque estuviera peleando contra Alexia

Al darse cuenta de esto, ambas chicas tomaron una postura hacia el hombre.

“Ahora tendrás que pelear tú solo contra nosotras.”

“Vaya giro de acontecimientos, ¿no crees?”

“Oh, ¿en serio?”

Pero él seguía estando tranquilo.

“Admito que eres fuerte. Pero no podrás ganarnos en un dos contra uno.”

“Qué ingenuas son.”

“Y tú pareces estar muy tranquilo, eh.”

“Porque ya me rendí.”

“¿Qué quieres decir?”

“Ya me rendí a seguir el camino de la espada. Este mundo es enorme, y siempre hay alguien
superior en algún lado. Pero por eso mismo me alegro al ver a un par de jovencitas llenas de
talento con la espada como ustedes. No cabe duda de que muy pronto llegarán a mi nivel.”

“Si te rendiste entonces deja de resistirte y escupe todo lo que sabes.”

Dijo Alexia, pero el director solo sonrió.

“Qué ingenuas, y qué jóvenes. Lo que quise decir es que, si no estuvieran tan obsesionadas con
la espada, podrían aprender otras formas de pelear.” “¿Eh?”

Un dulce aroma llegó a la nariz de Alexia.


Y luego, dos sonidos metálicos se escucharon desde el suelo.

Alexia y Claire habían dejado caer sus espadas.

“¡¿Qué…?!”

“¡No puedo moverme…!” “Este aroma es una droga que altera el poder mágico y causa un efecto
relajante en los músculos.”

Las dos chicas no pudieron aguantar más y cayeron al piso mientras el hombre las veía de pie.

“¡Dijiste que pelearíamos con nuestras espadas…!”

“Ustedes dos rebozan de talento, y tienen un futuro más que brillante. Pero por eso mismo se
cruzaron con alguien como yo.”

El director sacó una cuerda y amarró a ambas de los brazos.

“¡¿Por qué…?! ¡Dime por qué haces esto!”

“… Lo mismo me pregunto.”

“Eres fuerte, pero por eso mismo no entiendo por qué haces esto.”

“… Porque cuando alguien es fuerte, siempre hay alguien que lo es más. Y por esa razón mi
espada se rompió hace mucho.”

“¿Se rompió…? ¿De qué estás hablando?”

Al hacer esa pregunta, el hombre puso una mirada nostálgica.

“Hace mucho tiempo existió un espadachín mágico al que llamaban “Fenrir”. ¿Han escuchado
de él?”

“… Para nada.” “Tuvieron que haberlo escuchado al menos una vez. Es un nombre que toda
persona en este país debería conocer.”

Alexia trató de recordar a los participantes del festival Bushin y a los espadachines mágicos de
otros lados pero no recordó a ninguno con ese nombre.

“Un espadachín mágico llamado Fenrir… ¡¿Te refieres al mismo Fenrir el de las leyendas?!”

“El mismo. Fenrir fue considerado el espadachín mágico más poderoso del mundo, y su nombre
resonó por toda la faz de esta tierra.”

“¡Espera un minuto! Se supone que Fenrir vivió hace cientos de años atrás. Es más, ni siquiera
es seguro que realmente haya existido.” “Pues déjeme decirle que realmente existió. Es más,
todavía sigue existiendo a día de hoy.”

“Eso es imposible, a no ser que… ¡¿usó la lágrima de Diabolos?!”

Alexia entonces recordó algo que había escuchado en el santuario.

La existencia de los “Rounds”; personas que consiguieron la vida eterna gracias a la lágrima de
Diabolos.

“Así que también sabe de la existencia de la lágrima de Diabolos. Con más razón no puedo dejarla
con vida.”
“¡¿Qué piensas hacer con nosotras…?!”

“Se convertirán en un sacrificio. La verdad es que no pensaba hacerles nada, pero últimamente
se ha vuelto complicado encontrar poseídas.”

El director entonces sacó una botella con un liquido extraño desde su pecho y lo acercó a la boca
de Alexia.

Era un liquido con un aroma muy dulce.

“Ahora por favor, descansen en un sueño eterno, del que jamás despertarán…”

“Kuhh…”

Alexia apretó con fuerza su rostro, tratando de aguantar la respiración pero su conciencia se iba
desvaneciendo poco a poco.

“¡Alexia!”

“Cla…ire.”

De repente, se comenzó a escuchar el sonido de algo siendo desgarrado por la fuerza.

Era como si una enorme presión estuviera sacudiendo toda la dimensión en la que se
encontraban.

Y de repente, el techo se hizo trizas.

“¿Qué… qué es esto?”

El director miró hacia esa dirección con precaución.

Y desde ahí descendió una sombra.

Un solo sonido.

Con un solo sonido, y muy delicado, la sombra aterrizó de pie.

“Tú…”

“Tú eres…”

Un hombre vistiendo un traje y túnica negra resaltaba en la niebla blanca.

“¡¡Shadow…!!” Él movió delicadamente su túnica y desde allí sacó su espada.

En respuesta, el otro hombre puso un rostro sombrío mientras tomaba una posición con sus
machetes.

“No pensé que Shadow viniera en persona… Al menos nadie me lo reportó.”

“–Desagradable.” Fue lo que Shadow le dijo al director.

“¿Oh? ¿A qué te refieres?” “A tu forma de hacer las cosas.”

“Tch… ¡Y tienes razón!”

Respondió el director con una mueca, una sonrisa burlona pero no hacia Shadow, sino que hacía
él mismo.
“Las cosas en la vida no salen como uno espera que salgan. Es como un remolino, y yo me
adentré en él y perdí. Y ahora mírame, sigo viviendo cargando con esa vergüenza. Así que sí,
tienes razón en llamarme desagradable.”

Y entonces, él siguió hablando tranquilamente.

“Pero valió la pena soportar toda esta vergüenza.”

“Oh…”

“Shadow, tú eres la meta, el punto final de este viaje al que llamo vida. No puede haber mejor
final para un tonto como yo, quien perdió su espada y traicionó a su propio país.”

“… ¿Ya estás listo?”


“Ya sabía que este momento llegaría desde el día en que mataste a Zenon. Por eso, al menos
por esta última ocasión… ¡quiero pelear como un verdadero espadachín!” El hombre dispersó la
niebla con un movimiento de sus machetes y corrió hacia Shadow.

–La espada posee las experiencias de las personas.


Alexia recordó esas palabras al ver ese ataque.

Era un ataque hermoso y deslumbrante.

“–Asombroso.” Shadow bloqueó ese deslumbrante ataque.

Sí, pero no solo eso.

Sino que al siguiente instante, los dos machetes se hicieron trizas.

“… Se rompieron, como imaginé.”

Los pedazos de los machetes comenzaron a caer al piso.

Y luego Shadow movió su espada, y ese ataque liberó una ráfaga que hizo desaparecer toda la
neblina.

El mundo comenzó a agrietarse junto a un sonido solitario.

Hasta que finalmente, el mundo entero se rompió.

Y, como si todo hubiera sido una ilusión, de repente se encontraban de nuevo en su mundo
original.

Pero, el hombre tirado en el suelo, en un charco de sangre, el cuerpo del director, les dejaba
claro que todo había sido real.

“Shadow… Parece que ni siquiera fui rival para ti….”

Dijo el director de la biblioteca, escupiendo sangre de su boca.

“–Todavía quedan alturas por descubrir.”

Shadow movió su abrigo largo negro y desapareció.

“… Así que esa es la espada de Shadow.”

Murmuró Claire. Su cuerpo se estremeció al ver cómo con un solo golpe había acabado con
alguien tan fuerte como el director.

“Otra vez, se está volviendo fuerte otra vez…”

Murmuró Alexia con pesar…

Claire y Alexia se ayudaron la una a la otra para desatarse y luego mirar al director que estaba
en el suelo.

“Director…”

“Parece que… este es mi fin.”

Él tenía heridas muy profundas.

“Usted era algún espadachín de renombre hace mucho, ¿no?”

Alexia no pudo evitar preguntarle eso, y más al ver lo hermoso que había sido su último ataque.

“No… solo era un espadachín errante, sin nombre.”

Respondió él, negando con la cabeza.


Alexia sabía bien que estaba mintiendo, y podía notarlo al ver las viejas cicatrices en sus dos
brazos.

“¿Y esas cicatrices en sus brazos…?” “Me las cortaron… pudieron volver a unirlas a mi cuerpo
usando la tecnología del culto, pero ya no puedo moverlas igual que antes. Aunque no lo
parezca, antes podía usar técnicas más sofisticadas.”

“¿Quién se las cortó?”

“… Fue Fenrir. El mismo día en que mi espada se rompió.” “¿Me puede contar qué fue lo que
sucedió?”

“Bien… entonces hablemos antes de que mi vida desaparezca por completo.”

Dijo él mirando la herida en su pecho

.Claire y Alexia se sentaron a su lado.

“Aquello fue hace 50 años, cuando todavía era un caballero de este reino…”

El director de la biblioteca miró hacia el cielo del otro lado de la ventana, recordando una
memoria pasada.

“Luego de ganar el festival Bushin, ingresé a ser parte de los caballeros. Tenía un gran futuro por
brillante; solía capturar a los malos, y castigarlos en nombre de la justicia.”

“Como pensé. Sí era un espadachín de renombre.”

“Lo único de renombre en mí era la pasión por mi trabajo. Pero esa pasión me llevó a tocar una
verdad que jamás debí haber tocado. Conocí la existencia de unos parásitos dominando al reino
de Midgar… no, dominando casi a todo el mundo. Creo que usted ya debe conocerlos bien.”

“… El culto de Diabolos.”

“Exacto. Por esos tiempos no los conocía muy bien, así que pensé que el sumo sacerdote de la
iglesia tenía algo que ver con sus maldades, y me infiltré en ese lugar.”

“¿En la iglesia?”

“Era muy joven. Pensé que todo estaba permitido si se hacía en nombre de la justicia. Por eso
traté de castigarlos. Llevé a mis subordinados a la iglesia, y juntos tratamos de conseguir pruebas
que demostraran sus actos malvados. Pero, los clérigos comunes y corrientes no estaban
haciendo nada malo. Ellos creían fielmente en su dios y extendían su palabra por todo el mundo.
Los creyentes también eran iguales. Ellos creían en la iglesia, en su fe y la extendían. Los únicos
que estaban cometiendo actos malvados era solo un pequeño grupo, los que estaban más
arriba. Fuimos pacientes. Observamos detalladamente al sumo sacerdote, hasta que un día
encontramos una puerta secreta en la iglesia. Y al bajar por las escaleras, nos topamos con un
escenario terrorífico. Docenas y docenas de poseídas con su cuerpo casi putrefacto, encerradas
en jaulas siendo heridas, mientras otras eran inyectadas con un líquido misterioso. Nos
quedamos sin palabras, y no nos dimos cuenta cuando la puerta detrás nuestra se cerró.

Era una trampa.

Sentí una gran intención asesina e hizo lo posible para cubrir mi cuerpo. Pero luego, fui golpeado
por un ataque tan violento que me estrelló contra el piso. Cuando me levanté, lo único que vi
fue mi brazo cortado, la cabeza de uno de mis subordinados cercenada, y en el centro de todo
eso… a Fenrir.

Al parecer el culto de Diabolos ya estaba bien acostumbrado a acabar con ‘’justicieros’’ como
yo.”

El hombre bajó la mirada hacia las viejas heridas en ambos brazos.

“El poder de Fenrir es abrumador. Cuando se deshizo de mis dos brazos, él trajo consigo a una
mujer inconsciente, y la puso delante de mí. Esa mujer era mi esposa. Probablemente para ellos,
al haber ganado el festival Bushin y entrar a los caballeros, eso me convertía en una persona a
la que podían darle un uso. Por eso yo les vendí mi alma, a cambio de que le perdonaran la vida
a mi esposa…”

“… ¿Y qué sucedió con su esposa? Si todavía está viva haré todo lo posible para protegerla.”

“Por suerte ella falleció naturalmente sin saber nada.”

“¿Y jamás intentó oponerse a ellos?” El director negó tristemente con la cabeza.

“Mi intención de revelarme cayó al piso al mismo tiempo que mis brazos. Princesa Alexia, por
favor tenga mucho cuidado. El camino que usted intenta seguir es el mismo que yo un día recorrí.
Es un camino que solo lleva a la desesperación, y a una profunda oscuridad.”

El director le dijo eso con una mirada sombría, una mirada que Alexia no pudo dejar de mirar.

“… Lo sé, pero aún así debo hacerlo. Es mi deber como princesa de este reino.”

El director entrecerró con alegría sus ojos.

“Se ha vuelto una maravillosa señorita. En ese caso, esto es lo último que le diré…”

El director tomó un gran respiro y luego tosió sangre de su boca.

“Princesa Alexia… ¿conoce usted el objetivo del culto de Diabolos?”

“La resurrección del demonio Diabolos, ¿no?” “En ese caso, ¿por qué cree usted que están
tratando de resucitarlo?” “Hmm, no estoy segura…”

Alexia no supo qué más responder.

Ella sabía el objetivo final del culto, pero no la razón detrás de ese objetivo.

“Existen dos razones: la primera es para simplemente ganar más poder. Los tres héroes de la
historia fueron mujeres, y todas las poseídas también lo son. Como las células de Diabolos solo
son compatibles con mujeres, las personas del culto solo han podido obtener su poder de drogas
imperfectas.”

Luego de decir eso, el director sacó una píldora roja.

“Es la misma droga que usaba Zenon.”

“Sí. Mi incompetente discípulo.”

“Pero usted no la usó.”

“Sí, usarla es una vergüenza para todo espadachín… Pero los del culto encontraron una gran
posibilidad en esta droga. Por eso comenzaron a desarrollar una con mejores resultados, una
droga completa y sin efectos secundarios. Por eso se dedicaron por tantos años a obtener sangre
de los descendientes de los héroes, y si logran resucitar a Diabolos, probablemente podrán
completar su droga. Si lo hacen, obtendrán un poder muy superior al de los mismos héroes de
la leyenda.”

“Eso suena bastante feo.” “Sin embargo, para el culto la segunda razón es la más importante.
Conocen la lágrima de Diabolos, ¿verdad?” “¿Esa que te otorga vida eterna?”

“El máximo de gotas que se pueden producir al año es de 12. Pero una gota solo puede detener
el envejecimiento por 1 año. El problema es que ahora la cantidad de gotas que se están
recolectando ha disminuido.” “¿Disminuido? ¿Por qué?”

“No sé la razón exacta. Pero si las gotas dejan de producirse, entonces todos perderán su vida
eterna. Y para los altos mandos del culto, eso es algo que debe evitarse a toda costa. Esa es la
razón más importante detrás de su ambición de querer resucitar al demonio Diabolos, para que
de esa forma puedan conseguir una gran cantidad de gotas y volverse completamente
inmortales. Los altos mandos que han conseguido la vida eterna gracias a eso, han podido
gobernar el mundo desde las sombras de forma continua. Pero si pierden las gotas, aquel orden
se romperá y… coff coff.”

El director tosió, y luego miró hacia la luna en el cielo nocturno.

“Puede que la aparición del jardín de las sombras no haya sido una mera casualidad. Los
gobiernos perpetuos en realidad siempre están destinados a caer. Pero por eso mismo, debe
tener… cuidado. Nada nos asegura que… ellos quieran la justicia… y la paz de este mundo.”

Alexia no pudo responder a eso.

Lo único que ella sabía del jardín de las sombras era que son los enemigos del culto y nada más.
El resto de cosas estaba oculto en misterio.

“Puede que ellos… estén tratando de robarle eso al culto…”

“¿Robar? ¿Robar qué?”

“La vida eterna… y el dominio… del mundo… coff coff.”

El director tosió una gran cantidad de sangre.

“¡Director–!”

“P‐Princesa Alexia…”

Pero aun en medio de su sufrimiento, él fue capaz de conectar unas últimas palabras.

“El futuro de este reino… ¡está en sus manos…!”

Y finalmente, el hombre dejó de respirar.

Parte 6

Una hermosa mujer con un cabello rojo incandescente estaba investigando el cadáver del
director de la biblioteca.
Ella era Iris Midgar, la primera princesa del reino de Midgar y la hermana mayor de Alexia. Alexia
había hecho que Claire regresara primero a los dormitorios mientras ella se quedó explicando la
situación a los caballeros.

“Onee‐sama, el director me contó sobre los planes del culto de Diabolos antes de morir.
También habló sobre los estudiantes desaparecidos. Y parece que un brazo de Diabolos está
sellado en la academia–”

“Ya fue suficiente.”

Iris se negó a escuchar más de las palabras de Alexia.

“¿Eh?”

“Ya me cansé de escuchar esas tonterías.”

“¿Tonterías?”

Alexia no podía creerlo.

“Escucha Alexia, ese tal culto de Diabolos no existe.” Iris le dijo eso, mirando a Alexia muy
seriamente.

“¿Que no existe…? ¿Qué estás diciendo? ¿No habíamos prometido investigar juntas sobre el
culto de Diabolos…?”

“Y por eso lo digo. Llegamos a la conclusión de que ese culto es ficticio.” La persona que dijo eso
no había sido Iris, sino el hombre a su lado.

Era un hombre desagradable, alto, con la mirada de una serpiente y una piel muy blanca.

“¿Y tú eres?”

“Sí, mi nombre es Hub, y soy el vicecomandante de los caballeros carmesíes.”

“Es el sucesor de Glen. Es un hombre bastante habilidoso y confiable.”

“… Me halaga.”

Hub sonrió al ser elogiado por Iris.

“Y entonces, ¿a qué te refieres con que no existe el culto de Diabolos? Ya habían muchas pruebas
que comprobaban su existencia.”

“Todo es un montaje del jardín de las sombras.”

“¿U‐Un montaje?”

“Todo lo provocó el jardín de las sombras. Empezando por su secuestro, el incidente en la


academia, la destrucción del santuario, la gran masacre en el reino de Oriana y muchas otras
cosas que nos reportan desde otros países del mundo.”

“¡Pero todo eso es culpa del culto de Diabolos–!” “–Fue el jardín de las sombras quienes crearon
esa organización para cubrir sus crímenes. En otras palabras, crearon una organización criminal
para cubrir sus propias fechorías.”

“¡¿En serio creen que me voy a tragar una razón tan pobre?!”
“Aquí están las pruebas.”

“¿Eh?”

Hub le entregó un documento grueso a Alexia.

El título era: la creación del culto de Diabolos a manos del jardín de las sombras.

“Un hombre de 34 años confesó haber actuado como un seguidor del culto por órdenes del
jardín de las sombras. Al parecer no tuvo más opción ya que el jardín de las sombras tenía a su
familia secuestrada. Siguiente, una mujer de 24 años fue secuestrada para crear materiales para
el culto de Diabolos. También hay un hombre de 57 años que afirma–”

“¡¡No digas estupideces–!!” Alexia tiró al suelo los papeles.

“¡¿En serio espera que crean en estos papeles baratos?! ¡Esto sí parece fábricas y no otra cosa!”

“Alexia‐sama, no debería decir tales cosas. ¿Acaso está sugiriendo que ellos mienten?”

“¡Estoy diciendo que todo está demasiado planificado!”

“Si esto no la complace, también tenemos evidencia física. Por ejemplo, esto es algo que dejaron
los del jardín de las sombras–”

“¡Ya es suficiente!”

Alexia rechazó la mano de Hub quien intentaba darle algo.

“¡Onee‐sama, por favor abre los ojos! ¡¿Por qué confías en un hombre como este?! ¡Por favor
mírame!”

Dijo Alexia rogando por su hermana, pero esta simplemente desvió su mirada.

“La única que debe abrir los ojos aquí eres tú, Alexia.”

“¡Por favor creme, onee‐sama! ¡No debemos dejar que liberen ese brazo derecho!”

“Te has dejado engañar por el juego del jardín de las sombras. Esa organización a la que llamas
el culto de Diabolos solo son otros miembros del jardín de las sombras.”

“¡¡Eso no es cierto!! ¡Onee‐sama, por favor escúchame!”

Alexia extendió su mano hacia Iris.

Pero…

Con un sonido sordo, ella rechazó su mano.

“¿Por qué…?” “Mi único enemigo es Shadow. Y no tendré piedad hacia quienes intenten
interferir, ni siquiera si es mi propia hermana.”

Luego de decir eso, ella se marchó.

“Aquí en los caballeros carmesíes estamos muy ocupados en contrarrestar al jardín de las
sombras. Así que, si me permite.”

Mientras que Hub, con una expresión ganadora, también se marchó.

Alexia simplemente se quedó en silencio viendo hacia la espalda de su hermana.


“Princesa Alexia.” De repente alguien le habló desde atrás; una cara conocida.

“Marco…”

Era uno de los primeros caballeros carmesíes. Un joven caballero que tenía la confianza de Glen,
y de quien se pensaba sería él su sucesor.

“Lo lamento mucho, princesa.”

Marco no pudo mirarla a los ojos, simplemente se disculpó y se marchó.

“Marco… ¿tú también?”

Él no respondió a esa pregunta. Los caballeros comenzaron a llevarse el cuerpo del director de
la biblioteca.

Y luego, Alexia dejó caer el libro prohibido que tenía en sus manos.

Parte 7

Una cola dorada se movía de un lado a otro en medio de una neblina blanca.

“Lalalalalan~”

También se escuchó un alegre tarareo.

Cada uno de los pasos que daba era tan alegre que parecía estar bailando. Mientras que a su
alrededor, todo estaba lleno de sangre roja, chorreando de un lado o de otro.

“Zeta‐sama, veo que está de muy buen humor.”

Al escuchar esa voz, Zeta dejó de tararear.

“Oh vamos, no me arruines el momento.”

“Lo lamento mucho.”

“Hm.”

Zeta hizo girar con la punta de sus dedos un chakram lleno de sangre.

“No me lo vaya a lanzar, eh.”

Luego, desde la misma niebla apareció una pequeña chica con túnica negra.

“No lo haré, tranquila. ¿Y Victoria?”

“Progresando con el plan.”

“Hm.”

“Tengo un reporte de ella.”

“Hmm.”

Luego de darle vueltas un par de veces, Zeta lanzó el chakram al aire.


Después, impactó en algo.

Desde arriba cayó desprendida hacia el suelo la cabeza de un hombre, todavía con una expresión
de sorpresa en el rostro.

“Magnífico.” “Hm.”

“Tengo un reporte de parte de Victoria‐sama.”

“Hmm.”

“Al parecer Shadow‐sama se involucró en el asunto de la princesa Alexia y Claire.”

“Se dice ‘’Claire‐sama’’.”

El chakram cortó el viento y movió la túnica de la chica.

“Lo lamento mucho.”

“Ten más cuidado. Y bien, ¿qué hizo mi amo?”

“Ejecutó al director de la biblioteca y dejó que ellas dos escaparan del santuario.”

“Excelente. Ahora tenemos más acorralado a Fenrir.”

“Sí. Creemos que ya no le quedan muchas cartas por jugar. Zeta‐sama, ¿y cómo va su trabajo?”

“¿Hm?”

“La investigación del santuario.”

“Ah, eso ya está hecho.” “¿Tan rápido? Si solo han pasado unos pocos días…”

“Bueno, los artefactos de Eta son muy convenientes.” Zeta dijo eso y luego mostró un extraño
dispositivo que cargaba en su mano.

Al meter un poco de poder mágico en este, el dispositivo comenzó a brillar con fuerza.

“Esta cosa permite visualizar los circuitos mágicos. Es decir, por dónde y hacia dónde fluyen y el
significado que hay detrás.”

El dispositivo liberó unas luces parecidas a unas delgadas venas, luego comenzaron a palpitar y
a unirse a una luz roja en forma de círculo.

Dentro de esas cuatro luces estaban los estudiantes desaparecidos que estaban conectados por
unos tubos delgados.

“Están tratando de romper el sello usando el poder mágico de esos chicos.” “Aunque parece que
no es suficiente.”

“Sí. Por eso necesitan de un poder más compatible, el poder de los descendientes de los héroes.
Pero bueno, gracias a esto sé más o menos de qué forma el culto selló al demonio Diabolos y
cómo construyeron el santuario.”

“¿Entonces ya no los necesitamos más?” “Hm.”

“¿Qué hacemos? Creo que si destruimos estos tubos podemos evitar que el sello se rompa.”

Zeta se quedó pensando un poco al escuchar la pregunta de la chica.


Pero, ella no estaba pensando en si destruir o no los tubos, sino en su propia resolución.

“No los destruiremos.”

“¿Está segura?”

“Ya tomé una decisión.”

Zeta dijo eso y luego caminó a través de la niebla.

Pasó por una luz roja y puso su mano en una enorme puerta.

“El brazo derecho de Diabolos está sellado detrás de esta puerta.”

“¿Qué planee hacer?”

“Aprovechemos la ocasión y echémosle un vistazo.”

“¿Y si dejamos nuestra firma?”

“Sería bueno. Bien, Zeta a la acción.”

Zeta puso poder mágico en la puerta.

La puerta tenía unos grabados con letras antiguas y estaba cerrada con unas enormes y pesadas
cadenas.

“¿Se podrá abrir?”

“No lo sé. Pero sabemos que fue ella la que selló al demonio en esta habitación.”

“¿Ella?”

“Estoy segura de que responderá a nuestro llamado.”

Zeta usó más poder mágico.

Al hacerlo, la puerta comenzó a brillar de color rojo, y un montón de circuitos mágicos


aparecieron en ella. Las cadenas comenzaron a sonar y se podía ver cómo la puerta poco a poco
comenzaba a estremecerse.

Pero no se abrió.

Los circuitos mágicos se concentraron frente a la puerta, pero poco a poco fueron tomando la
forma de una persona.

“Retrocede.”

“Sí.”

La chica obedeció la orden de Zeta y guardó distancia.

Luego de que las luces rojas desaparecieran, apareció una mujer bestia.

Su cabello era dorado, sus orejas de gato doradas, su cola era dorada y sus ojos eran propios de
los de un gato. Toda su apariencia era similar a la de Zeta.

“Pero qué…”

La chica en túnica se quedó sin palabras.


“Es un placer tener en frente a la héroe de los hombres bestia.”

“Zeta‐sama, ¿qué está pasando?”

“Ya sabía que esto pasaría.”

Comenzó a hablar Zeta sin tomarle tanta importancia.

En ese momento, la héroe de los hombres bestia sacó sus garras y trató de alcanzar el cuello de
Zeta.

La cabeza de Zeta voló por el aire, convirtiéndose en una neblina negra, y luego lo mismo sucedió
con todo su cuerpo.

La niebla negra se mezcló con la niebla blanca alrededor y de allí apareció Zeta sin un solo
rasguño.

Ella estaba flotando, mirando con indiferencia a la héroe.

“Solo quería confirmarlo.”

Dijo Zeta.

La héroe no dijo nada. Simplemente se la quedó mirando con una mirada que no alberga
sentimiento alguno.

“¿Recuerdas la primera vez que viste a mi amo?”

Preguntó Zeta desde el aire a la chica con túnica.

“Por supuesto que sí. Jamás se me olvidaría.” La chica puso su mano contra su pecho y
respondió.

“Yo tampoco jamás olvidaré ese día.”

Zeta se quedó viendo fijamente a la héroe, como si más allá, en el interior de sus ojos, estuviera
recordando un lejano pasado.

“Yo… yo no soy más que una pobre gata adoptada por mi amo.”

Pero aquello era la base de la decisión de Zeta.

“Adiós, héroe. Yo no recorreré un camino igual al tuyo.” Zeta se dio la vuelta.

La chica en túnica también se apresuró a perseguirla.

“¿Está segura? Todavía no hemos dejado nuestra firma.”

“Hmm. Lo conseguiremos en otra ocasión. Ya avanzamos hasta donde teníamos que avanzar.
Ahora solo queda esperar entre las sombras a que todo progrese.”

“En ese caso, es hora de volver a las sombras.” Las dos chicas intercambiaron esas palabras
mientras desaparecían en la niebla.

Mientras tanto, la héroe de los hombres vestía simplemente se quedó allí, parada observándolas
desde atrás.
Capítulo 3 – El caso se resolvió. ¡Ahora hablemos de una anécdota pasada!

Parte 1

Válgame dios, ayer sí que pasó de todo.

El responsable de las desapariciones de los estudiantes resultó ser nada más y nada menos que
el director de la biblioteca.

Ayer de pura casualidad vi cómo trató de secuestrar a Alexia y a mi hermana, atándolas en medio
de un espacio lleno de una extraña neblina blanca. Qué desagradable.

Jamás se me ocurrió que ese viejito pudiera ser tremendo pervertido–

Pero a pesar de ser un pervertido, al parecer tenía sus propios conflictos y circunstancias, lo cual
no lo dejaba parar de cometer tales actos criminales.

Es decir, las personas viven su vida por diferentes motivos y objetivos, pero cuando esos
objetivos son un mal para la sociedad, las personas deben tomar una decisión.

Corregirse a sí mismos, o seguir y morir por la causa.

Yo soy lo segundo, y el viejo de ayer también lo era.

No me agrada mucho comparar a un pervertido que secuestra estudiantes con una eminencia
en las sombras, pero bueno, es la realidad y hay que aceptarla como es.

Los caballeros estaban entrando y saliendo de la academia desde muy temprano por la mañana,
probablemente investigando el caso del director de la biblioteca.

“¿Hm? Esa es…”

Al lado de los caballeros, venía caminando una chica de cabello negro con la mirada cabizbaja.

“Es mi hermana.” No quería que me viera para así evitar problemas, pero bueno, no creo que
sea necesario ocultarme hoy.

Así como está, dudo mucho que se dé cuenta de mi presencia.

“Lalalalala.”

Seguí caminando bajo los placenteros rayos del sol, tarareando una canción cualquiera.

Sí, ahora mismo era un estudiante común y corriente, un mob.

Pero, ¿cómo debería reaccionar cuando alguien me diga sobre la muerte del director? ¿Debería
sorprenderme enormemente como lo haría un mob? ¿O tal vez ponerme a temblar del miedo…?

Pensé en eso al mismo tiempo que crucé al lado de mi hermana.

“Alto ahí.”

Pero de repente ella me agarró del cuello y me hizo retroceder.

“H‐Hola, nee‐san. ¿Me notaste?”


Me di la vuelta y noté a mi hermana viéndome fijamente.

“Claro que sí. Por cierto, ¿no tienes nada más que decir?” “¿B‐Buenos días?” “Buenos, Cid. ¿Qué
más?”

“¿Qué más…? Nada más, supongo.”

Pensé por un instante, pero no encontré nada más de lo que tendría que hablar con ella.

“Estoy bastante deprimida, ¿sabes?” “Ohh…”

“Estaba mirando hacia el suelo, con mis hombros caídos y muy triste, ¿lo notaste?” “Aah…”

“Y me parece que cuando un hermano menor ve así a su hermana mayor, es natural que le diga
algo, ¿no crees?” “Hmm..”

Pensé 3 segundos en ello.

“No pareces estar bien. ¿Te pasó algo?” “… Aprobado, por poco.”

“¿Me faltó decir algo?”

“Pues podrías preocuparte más por mí, o tal vez intentar adivinar por qué estoy deprimida.” “No
pidas imposibles.” “Bueno. No creo que lo sepas así que te lo diré.”

“Bueno, no es que quiera saberlo…”

“… Claro que quieres saberlo, ¿no?”

“¡Pero por supuesto que sí!” Le respondí al mismo tiempo que sentí cómo me apretaba el cuello
con más fuerza.

“Hay mucho ruido por aquí, vayamos a otro lugar.”

“¿Eh? ¿Y las clases?”

“Hoy no hay.”

Mi hermana dijo eso, y luego volteó la mirada hacia el edificio de la academia.

“… El director de la biblioteca está muerto.”

Dijo ella con un tono de complejidad, así que decidí sorprenderme al estilo mob.

Parte 2

Me encontraba bebiendo un rico té con leche en una elegante recepción.

Se suponía que esta era una sala especial donde solo los millonarios podían entrar, así que era
un total misterio el por qué mi hermana, una noble de campo, tenía ingreso a este lugar.

“Lo siento, no puedo decirte los detalles. No quiero involucrarte en todo esto…”

Dijo mi hermana con una expresión complicada.


“Pero los caballeros están tratando de ocultar la verdad sobre la muerte del director… y no sé
qué hacer. Me siento tan impotente…”

“Oh, con que la verdad de su muerte…”

Pues claro que tratarían de ocultar la verdad de que el director de la biblioteca era en realidad
un pervertido. No está demás proteger su honor, así que estaba bastante de acuerdo con la
decisión de los caballeros.

“Yo creo que la verdad no siempre es buena…”

“¡¿Estás diciendo que me estoy equivocando?!”

Dijo mi hermana con una mirada muy enojada.

“No es eso. Es solo que…”

“¿Solo que qué?”

Su mirada me decía claramente que no era buen momento para decirle un comentario tonto y
sin sentido.

“La oscuridad del mundo siempre es profunda, y nada nos asegura de que todas las personas
sean capaces de aceptar esa oscuridad.” “… ¿Dices que hacer todo eso público provocaría caos?”

“Probablemente.”

Se formaría un caos entre las chicas que confiaban mucho en el director de la biblioteca.

“¡Pero no por eso está bien tratar de ocultar la verdad en las sombras!”

“Por supuesto. Pero por eso, a veces se necesita de alguien que resuelva las cosas desde las
sombras.” “Resolver las cosas desde las sombras…”

“Exacto. Porque no importa qué tan oscura sea la verdad, las cosas no terminan allí…”

“En otras palabras, tengo que resolverlo todo desde las sombras, ¿no?”

“Ah, no. No me refería a ti.”

“Se necesita de alguien que pueda actuar con libertad y que conozca la verdad… Sí, soy la elegida
para eso.”

Dijo mi hermana, apretando la venda que tenía en su mano.

“No, es que no me refería a que tu fueras la elegida para eso.” “Cid, yo soy la única que puede
protegerte.”

“¿Eh? No, yo puedo protegerme a mí mismo.”

“Sí, lo sé. Ya sé que tratas de que no me preocupe.” Luego, mi hermana me abrazó lentamente.

“Pero tranquilo. Te juro que yo te protegeré… protegeré a la academia, y también al reino de


Midgar.”

“… Bueno, haz lo que quieras.”

“No dejaré que las cosas se queden así.” Seguí tomando mi té con leche mientras mi hermana
me seguía abrazando.
No sé si lo he dicho antes, pero el té con leche sí que es rico.

Parte 3

Hoy las clases se cancelaron, y apenas regresar al dormitorio, Hyoro y Jaga irrumpieron en mi
habitación.

“Wow amigo, ¿vieron cómo mataron al director de la biblioteca? Sí que fue horrible.” “¿Verdad
que sí? Yo creo que fue obra de esa organización de la que todos hablan.”

“Sí. La verdad esto ya me está comenzando a asustar.”

“Sí, la cosa parece bastante seria.”

Hyoro y Jaga se sirvieron y bebieron el café de alta calidad de Mitsugoshi como si fueran los
amos y dueños de este lugar.

Y eso que es mi habitación.

“¿No deberían estar haciendo la tarea de refuerzo?”

Les dije eso tratando de transmitirles mi gran deseo de que se marcharan rápido.

“Ya lo haremos después. Gracias a estos días libres ahora tenemos tiempo de sobra.”

“Es verdad. Es de desquiciados no aprovechar la pequeña felicidad que hay antes de que llegue
la fecha límite de las tareas.”

Respondieron ambos, sorbiendo tranquilamente el café.

“Pero al menos no vengan a mi habitación.”

“Pero es que tú tienes el café de alta calidad de Mitsugoshi.”

“Ajá, incluso tienes los dulces más caros.”

Dijo Jaga abriendo sin permiso el cajón de mi escritorio y sacando unos chocolates.

“Eso es mío:”

“Oh vamos, ¿qué más da? Somos amigos, ¿no?”

“Dejando eso de lado. Todavía no sé cómo es que consigues comprar todo esto con la miseria
de mesada que te dan.”

“Sí, a mí también siempre me ha parecido raro.”

De repente los dos dijeron eso y se giraron, mirándome fijamente.

“E‐Es que…”

Es verdad.

Considerando que los chocolates y el café más caro de Mitsugoshi está en 2000 Zenis, era raro
que un noble de campo y pobre como yo tuviera ambas cosas en su habitación.
Aunque la realidad es que solo los tengo porque Gamma siempre me envía un montón.

“Cid… Estás pidiendo préstamos, ¿no?” “¿Eh?” “Vamos amigo, nos lo hubieses dicho antes.”

“Espera, ¿de qué préstamos estás hablando?” “Pues me refiero a esto. Este papel que encontré
en tu habitación.” Dijo Hyoro mostrando el papel.

“El crédito rotativo de Mitsugoshi, el nuevo sistema del banco de Mitsugoshi. Amigo, ¿por qué
no nos dijiste antes que tenías un préstamo tan genial?” “¿C‐Crédito rotativo…?”

Algo me olía mal, así que tomé el papel ese y leí sobre el nuevo sistema del banco de Mitsugoshi.
Era el mismo sistema de crédito rotativo que existía en mi mundo anterior.

Ahora que recuerdo, una vez le conté a Gamma sobre eso.

“¿U‐Ustedes también sacaron ese préstamo?”

“Pero claro. Yo obtuve unos riquísimos 2 millones de Zenis.”

“Yo 1 millón. ¡Este préstamo es genial, y lo mejor es que solo tengo que pagar 20 mil Zenis al
mes!”

“Ah…”

Están acabados – pensé.

“¿Qué pasa Cid? ¿Por qué pones esa cara?” “¿Y cuál es la tasa de interés?”

“Creo que del 2% al mes.”

“Ajá, y al año es 24%. Si lo piensas bien, es más barato que el interés de la mayoría de los
prestamistas en la capital.”

Desvié la mirada.

“A ver, ¿estás seguro de que el préstamo fue de 1 millón de Zenis, diferido a 20 mil Zenis
mensuales y con una tasa de interés anual de 24%?”

“Sí.”

“¿Por qué lo preguntas?”

“¿Y ya calcularon la fecha de terminación de la deuda?” Como el préstamo fue de 1 millón de


Zenis y el interés de 24% al año, se tiene que adjuntar un interés de 240 mil Zenis al año.

Y como el pago de las tarifas es de 20 mil Zenis mensuales, el total a pagar al año es de 240 mil
Zenis.

Eso hace que el interés anual sea de 240 mil Zenis y el pago de la deuda anual también sea de
240 mil Zenis.

En otras palabras, de esta forma solo podrás pagar el interés cada año pero la deuda te
perseguirá por el resto de tu vida.

“Pues no sé, ¿unos 5 años?”


“¿Para qué deberíamos calcular eso? Basta con saber que tenemos que devolver 20 mil Zenis
cada mes.” “Los e Mitsugoshi sí que son increíbles personas, ¿no? Hasta nos ahorran la molestia
de tener que calcular todo eso.” “… Yo creo que deberían aumentar un poco más las tarifas.”

“¿Estás loco? Los de Mitsugoshi dijeron que con 20 mil al mes bastaba, ¿por qué íbamos a
subirlo?”

“Es verdad. Además he escuchado que muchos estudiantes han prestado 1 millón de Zenis, así
que parece ser una cantidad que cualquier noble o estudiante puede permitirse prestar. Y
mientras tenga el dinero de mi familia todo estará bien.”

No me quedó otra más que mirar hacia el cielo.

“Bien, es hora de empezar.”

“Ahora ya sabes para qué préstamos tanto dinero.”

Dijeron ambos, sacando unas cartas.

“… ¿Poker?”

“Oh, ¿tienes miedo?” “No vamos a permitir que te lleves así como así nuestro dinero. Y menos
ahora aque tenemos más reservas.” “Bueno.” “–Double Down.”

Y así apilamos los billetes en la mesa.

Parte 4

“¡Maldita sea, me las pagarás!”

“¡E‐Esto es raro…! ¡De seguro estás haciendo trampa!” Dijeron Hyoro y Jaga quejándose.

“Lo que digan, pero guarden silencio que ya es de noche.”

Los tomé a ambos por el cuello y los lancé afuera, al pasillo.

“¡Espera! ¡Solo una vez más, un juego más!”

“¡Me niego a terminar el juego de esta forma.”

“Lo siento pero yo no juego con gente pobre. Suerte con la deuda por cierto.” Dije eso y cerré la
puerta con fuerza.

“¿Cómo fue que pasó esto…? Mi entrenamiento en hacer trampas no sirvió de nada.”

“No puedo creerlo. ¿En serio volvimos a perder todo nuestro dinero?”

“¡Maldición! Andando Jaga, vamos a prestarle más dinero a Mitsugoshi.” Escuché a ambos decir
eso al otro lado de la puerta.

Obviamente me di cuenta de las trampas, y como ellos estaban usandolas, yo también usé
trampa.

Miré al montón de billetes en la mesa y sonreí.


“Ahora Hyoro y Jaga son mis nuevas alcancías. Bendito sea el crédito rotativo de Mitsugoshi.”

Hyoro y Jaga prestarán más dinero y yo me quedaré con ese dinero.

Lo siento, pero en este mundo el más fuerte se come al débil.

“Lalalalalalan~” Tarareé una canción mientras guardaba todo el dinero que había ganado dentro
de mis cajón de fondos.

Luego, hablé en dirección a la ventana.

“Lamento la espera, Zeta. Ya puedes entrar.”

Y de repente apareció una mujer bestia de pelaje dorado sin siquiera hacer un solo sonido.

“Amo, feliz cumpleaños.”

“¿Hm? Ah, es verdad. Acabo de cumplir 16 años.”

Sin darme cuenta ya se había acabado el día, lo que significaba que hoy era mi cumpleaños.

“Feliz cumpleaños.”

“Gracias.”

La verdad no estaba muy feliz.

Cumplir un año más solo significaba que un año de los 600 que planeaba vivir desaparecía.

Y eso que todavía no he alcanzado el pináculo de la eminencia en las sombras. La vida puede ser
realmente cruel.

“¿Odia cumplir años?”

“No me gusta mucho. Cumplir años significa reducir la cantidad de años que te quedan por
vivir.” “Yo entiendo muy bien lo que siente.” Dijo Zeta sonriendo levemente. Fue una sonrisa
muy natural, algo raro en ella.

“La vida es demasiado corta y el camino a cumplir nuestros objetivos demasiado largo.” “Sí, lo
entiendo.”

Dijo ella nuevamente.

Luego me miró fijamente con una expresión seria.

“Hoy vine a decirle algo muy importante.”

“Hm.”

¿Querrá dinero o algo así? Zeta me ha ayudado mucho, así que bien podría prestarle unos 1000
Zenis.

“Amo, usted desea la vida eterna, ¿no?”

“Por supuesto.”

Dije sin titubeos.


Si vivía eternamente podría causar el evento de desaparecer por cientos de años y luego
aparecer para que la gente diga: “E‐Ese es el legendario…”. En otras palabras, podría jugar a ser
la eminencia en las sombras toda la vida.

Ya tenía planeado vivir al menos 600 años gracias a mi poder mágico, pero la vida está llena de
sorpresas y 600 años es demasiado poco para disfrutar de todas ellas.

Por eso quería vivir eternamente. Dios mío, ¿por qué no inventas un sistema donde pueda
comprar la vida que los demás no quieren? “Entiendo sus deseos.” “Hm.”

“Siempre lo he entendido, y por eso he hecho mis propios movimientos.” “¿Hm?”

“¿Recuerda el día en que nos vimos por primera vez?” “Hm.” Creo que fue un día lluvioso.

“Fue un día nevado.”

Sí, quise decir nevado.

“Era una poseída, y gracias a eso me di cuenta de la inmundicia que habita entre las
personas.” “Hm.”

“Y también pensé en todo. En las personas que nos querían atrapar, y en lo tonto que es
este mundo.” Dijo ella con una mirada indiferente.

Zeta hizo esta misma mirada la primera vez que nos vimos. Me pareció bastante cool así que yo
la imito de vez en cuando.

“Las personas cometen errores una y otra vez, perpetuamente, sin descanso ni fastidio. Por eso
el mundo está lleno y seguirá lleno de estupidez.” “Hm.”

“Al principio pensé que no tenía sentido vivir. Si moría, el mundo no cambiaría, y si vivía tampoco
lo haría. Pero cuando lo conocí, me di cuenta de lo que tenía que hacer–”

Y así Zeta empezó a contar una anécdota.

Parte 5

Ella nació en una tribu muy prestigiosa dentro de las demás de la raza de los hombres bestia.

La tribu de los felinos dorados.

Se decía que incluso el rey de los hombres bestia presentaba su respeto hacia los miembros de
esa tribu.

Muchas otras tribus estaban bajo el mando directo de la tribu de los felinos dorados, y ella había
nacido en la familia de los gobernantes de la tribu, su nombre era Lilim.

Lilim ya era una chica súper dotada desde muy pequeña, y su familia la cuidaba muy bien hasta
el punto de dejarla permanecer en la familia en vez de forzarla a casarse con alguna otra.

El líder de la tribu incluso conseguía libros muy valiosos para educarla, lo cual ya era raro en los
felinos dorados a pesar de su basta inteligencia.
Ella por su parte amaba leer, y esperaba el día en que todos esos conocimientos fueran de ayuda
para su tribu.

Así, Lilim siguió creciendo sin ningún conflicto, amando y siendo amada por todos.

Todo comenzó a cambiar cuando ella cumplió 12 años.

Un día de repente una marca negra apareció en su estómago. Al principio era muy pequeña, por
lo que no se preocupó por ello. Pero gradualmente esta marca fue creciendo, hasta que no pudo
soportar más y decidió contárselo a su madre.

Su madre quedó con el rostro pálido.

Ella no dijo nada y llamó al padre.

El padre al llegar también se quedó helado.

Lilim entonces se dio cuenta de que esto era serio.

El padre, al revisar la marca en su estómago dijo lentamente…

“… Es la marca de una poseída.” Poseída, posesión. Lilim se quedó en blanco.

Ella había leído sobre ello. Es más, ella sabía más que nadie más sobre ello pues ella era la que
más leía en toda su tribu.

Sin embargo, la imagen que tenía en su cabeza, y la imagen de la marca en su estómago no


coincidía totalmente.

Posesión.

Lilim repitió esas palabras en su cabeza una y otra vez hasta que finalmente se echó a llorar.

Ella ya lo sabía.

Al mismo tiempo que aceptaba la realidad ante sus ojos, sabía lo que le esperaba.

La posesión era una enfermedad, y las enfermedades debían ser exterminadas. Esa era la regla
en su tribu.

Pero el problema no solo era que esta enfermedad había aparecido entre los felinos dorados,
sino que justamente en la hija mayor del líder de la tribu. El problema no solo era de ella, sino
que de toda la tribu en general.

“Padre, por favor quémame viva.”

“Pero…”

“La marca en mi estómago no es muy grande, es pequeña. Si me quemas ahora todavía estamos
a tiempo, y estoy segura de que las personas de la tribu lo entenderán.”

“¡Pero tú eres mi…!”

“Por favor, padre. Esto es por el bien de toda la tribu, por el bien de mi hermano menor.” Dijo
Lilim mirando al bebé que su madre tenía en brazos. Él había nacido hace medio año y era el
tesoro de la tribu, el próximo heredero de la familia.
“… No lo haré.”

“¡Padre!”

“¡No me hagas repetirlo! Además leí en los libros de los elfos que existe una forma de curar la
enfermedad.”

“¡Nada nos asegura que eso vaya a funcionar!” “El libro también decía que existe un elixir capaz
de curar la posesión.”

Su padre se dio la vuelta y comenzó a buscar los libros.

Esa espalda a los ojos de Lilim se veía más pequeña de lo habitual.

“Padre, ¿qué es lo que te sucede? No es normal en ti confiar en ese tipo de cosas. Madre, por
favor dile algo.” DIjo ella, pero su madre simplemente desvió la mirada.

“Aquí está, este es el libro.” “¡Padre! ¡Por favor abre los ojos de una vez–!” Dijo ella, pero luego
se detuvo.

Encima del libro que tenía su padre, lágrimas comenzaron a caer. Era la primera vez que Lilim
veía a su padre llorando.

“Padre…” “Te juro que encontraré el elixir. Confía en mí, solo espérame.”

“¡Padre…!”

Su padre la abrazó con cariño.

Su madre también hizo lo mismo.

“¡Padre… madre…!” Sin poder soportarlo más, Lilim también comenzó a llorar.

Al día siguiente el padre de Lilim salió de la tribu.

Mientras que su madre se quedó envolviendo una venda en el estómago de Lilim.

“Dijo que volvería en un mes. Tú solo aguanta y espéralo. Y bajo ningún motivo vayas a salir de
casa.” “Sí, madre.”

“No te preocupes, yo me encargaré de todos los quehaceres del hogar.”

Su madre la miró con una cálida sonrisa.

Lilim tocó las vendas y también sonrió. Sintió que tal vez, todo iba a salir bien.

Parte 6

Y entonces pasó un mes.

De repente Lilim se despertó en medio de la noche.

Había mucho ruido afuera. Pensando que tal vez su padre había vuelto, Lilim y su madre salieron
de la casa.
Y efectivamente, ahí estaba su padre.

Pero amarrado, y arrodillado en el suelo.

“¿Pa…dre…?”

Había muchas antorchas alrededor de su padre, y su ropa estaba manchada de sangre.

“¿Qué significa todo esto?”

Preguntó su madre valerosamente.

“Supimos que surgió una enfermedad en la tribu.”

La persona que dijo eso era uno de los líderes de las otras ramas de la tribu de los felinos
dorados. Él salió en representación del grupo con antorchas.

“Y las enfermedades deben ser erradicadas lo más antes posible. Así lo dicta nuestra ley.” “…”

La madre se quedó en silencio, parándose en frente de su hija.

“¿Quién porta la enfermedad? Responde.”

Dijo el hombre, apuntando hacia el hombro del padre con su espada.

“No lo sé.”

Dijo el padre lentamente.

“Ya veo…”

El hombre entonces enterró su espada en el hombro.

Cuando la retiró, la sangre salió a montones y el sonido de un hueso quebrándose fue escuchado
por todos.

Pero su padre no se quejó; se quedó en silencio, sin mover ni un solo músculo.

“Qué penoso.”

Dijo el hombre, tratando de enterrar la espada una vez más.

“¡Detente! ¡¿Quién te crees para apuntar con tu espada al líder de la tribu?!” “Soy el nuevo líder
de la tribu. Tomé el mando por la traición de este hombre.”

“¿Qué pruebas tienes de eso…?”

“Un sacerdote de la iglesia visitó la aldea hace poco y nos avisó que había una poseída cerca.
Parece que ellos se encargan de recolectar y limpiar las impurezas de las poseídas en todo el
oriente.”

Al decir eso, otra persona salió del grupo de personas. Era un hombre vestido con ropa de
sacerdote, con una desagradable sonrisa en el rostro.

“Las impurezas deben ser exorcizadas. Si no se hace, la impureza se extenderá y causará


estragos en toda su aldea–” “… Qué gran mentira.”

Fue el padre de Lilim quién desafió las palabras del sacerdote.

“¿Dijiste algo, hombre bestia?”


“Dije que estás mintiendo, humano.” Aquella mirada llena de desdén del sacerdote fue dirigida
hacia el padre.

“¿Exactamente en qué dices que estoy mintiendo?” “En todo. Todo el tema de las poseídas no
es más que un invento de ustedes los de la iglesia.” “Oh, qué gran tontería. ¿Acaso ya perdiste
la razón?”

El hombre de la otra rama de la tribu golpeó a su padre.

Todos los demás comenzaron a reír, e incluso Lilim y su madre no entendían de qué estaba
hablando su padre.

Pero aquel sacerdote se quedó mirando al hombre sin pestañear.

“¿Y qué pruebas tienes?” “Los líderes de la tribu de los felinos dorados somos descendientes
directos de uno de los héroes de la antigüedad. De la héroe de los hombres bestia, aquella que
junto a los demás héroes peleó para derrotar al demonio Diabolos.” “¿Esa es tu prueba? ¿Un
cuento?” “Sí, pero el cuento tiene una parte que nadie más sabe. Esa parte es que los héroes no
eran hombres, sino mujeres, y la posesión no era ninguna enfermedad sino una bendición.” “¿Te
das cuenta que tus palabras son un insulto hacia la iglesia?”

Dijo el sacerdote con una mirada filosa.

“Siempre se me hizo extraño. Por qué la historia que se cuenta en nuestra tribu es diferente a la
historia que cuenta la iglesia.”

“Qué tonto. Los cuentos se van modificando con el paso del tiempo.” “¿En serio? Pues en
nuestra familia siempre ha sido una leyenda muy importante. No creo que nadie se atreviera a
modificarla. Además, nosotros somos de la tribu de los felinos dorados. Descendientes directos
de una de los héroes que derrotó al demonio Diabolos, descendientes de la héroe Lily. Esa es la
respuesta.”

“… ¿Qué respuesta?” “Que la versión que se cuenta en nuestra tribu es la verdadera, y ustedes
siempre han mentido sobre ella.”

Dijo el padre seriamente.

El silencio recorrió el espacio por unos instantes.

Luego se escuchó una pequeña risa, que fue creciendo hasta convertirse en un montón de risas.

“Kuh, jajajaja. ¡JAJAJAJA! Qué bromas tan divertidas dices. En serio, ha pasado mucho desde que
me reí de esta forma.”

Dijo el hombre de la otra rama de la tribu, presionando su mano contra su estómago de la risa.

“Interesante.”

Dijo el sacerdote con una sonrisa. Pero, sus ojos no parecían estar denotando ninguna diversión.

“Oh, ya entiendo. Entonces, básicamente lo que quieres decir es que; las poseídas solo son un
invento de la iglesia, y en realidad son las descendientes de las héroes y por eso no hay necesidad
de exorcizarlas, ¿no?”

Dijo el hombre de la otra rama entre risas.


“… Exacto.”

“¡¿Crees que esto es una maldita broma?!”

Dijo enojado.

“¡¿Quieres poner en juego la vida de todos en la tribu solo por tu estúpida imaginación?!” “Ya
sé que suena increíble. Pero esta es la verdad–”

“¡Deja de decir estupideces–!” El hombre comenzó a golpear al padre una y otra vez.

Lilim no pudo moverse, simplemente se quedó temblando mirando todo.

“Ya se acabó este juego.”

Dijo el hombre con sus puños manchados de sangre.

“¿En dónde está la enferma?”

El padre simplemente sonrió.

“…”

“Si no me lo dices entonces los quemaré a todos.”

“De todas formas lo harías si te lo dijera. Lo único que siempre has querido es tomar mi lugar.”

El hombre no respondió, y ese silencio era su respuesta.

“Bien, si eso es lo que quieres, entonces así será.”

El hombre volvió a sacar su espada.

“¡D‐Detente…!” Dijo de repente Lilim y todas las miradas cayeron sobre ella.

“¡Yo… yo soy…!” Las piernas de Lilim no dejaban de temblar.

“Y‐Yo soy la pose…” Con vergüenza, mucha vergüenza, Lilim trataba de formar sus palabras, con
lágrimas rodando de sus ojos–

Pero en eso, ella miró fijamente a los ojos de su padre. La mirada de ambos chocaron.

“– Escúchame.”

Dijo su padre, con su tono gentil de siempre.

“La tribu de los felinos dorados somos descendientes de la gran héroe Lily. Hay una razón por la
cual ella nos confió la verdadera historia, una razón por la cual ha pasado de generación en
generación. Y es porque tenemos un deber que cumplir.” “¡Padre…!”

“Y tú Lilim, eres la que más ha heredado la sangre de nuestra héroe. Eres fuerte e inteligente.
Ahora ve al reino de Midgar. Hay alguien allí que sabe cómo curar a las poseídas. Allí es donde
se encuentra nuestro deber a cumplir.” “P‐Padre, pero yo….”

“Sé que puedes hacerlo.”

Luego de decir eso, el padre miró a la madre de Lilim.

“Protégelos.” La madre asintió levemente y luego abrazó a Lilim.


“¿Crees que los dejaremos escapar?”

En un instante fueron rodeados por un montón de hombres.

“Tú no, pero yo sí. ¡Aunque me cueste la vida!”

El sonido de algo estallando comenzó a escucharse.

Pero no venía de ningún otro lado más que del cuerpo de ese padre.

Y, antes de que todos se dieran cuenta, el hombre hizo estallar las cuerdas que lo apresaban y
liberó una enorme cantidad de poder mágico.

“¡¿Q‐Qué es este poder?!” Gritó el hombre de la otra rama de la tribu.

“En nuestra raza existe la sangre pura de una bestia. Lo único que hice fue liberarla.”

El cabello del padre comenzó a crecer.

Era como una transferencia, la transformación de un humano a un animal.

“¡I‐Imposible! ¡Nunca había escuchado sobre eso!”

“Porque solo ha sido transmitida entre la familia que lidera la tribu, y el precio de esta técnica…
es la vida misma.”

Dijo el padre con lágrimas de sangre en sus ojos.

Su cuerpo estaba hinchada, y las venas comenzaron a brotar y estallar en su cuerpo.

“¡¡Gooaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!”

Finalmente se había convertido en un animal sin control que se lanzó a atacar al grupo de
hombres.

Pero al mismo tiempo se posicionó para proteger a su familia.

“¡¡Ahora, corran!!” “¡¡Padre, por favor ven con nosotras!!”

“¡¡Olvídense de mí!” Lilim se quedó estupefacta al girarse y ver el rostro de su padre.

“¡…!”

La mitad de su rostro se había transformado en el rostro de un animal.

“Él se transformará en un animal por completo en poco tiempo. ¡Debemos irnos rápido…!”

“¡N‐No… no quiero! ¡Padre…!”

Lilim trató de alcanzar a su padre, pero su mano no llegó a él.

“Qué intrigante. Quién pensaría que me encontraría a un descendiente directo de ese animal.”

El sacerdote sacó unas cadenas rojas y las envolvió alrededor del padre.

“¡¡Gaaaaaaaaaaaaaaah!!”

Pero el padre usó sus garras para rechazarlas.

Las espinas que estaban en la parte frontal de las cadenas también salieron volando.
“¡Increíble…! La capacidad de regeneración de un poseído nos será de mucha utilidad.”

“¡¡Ve Lilim, corre!!” Aprovechando ese momento, la madre de Lilim la tomó en sus brazos y
salieron corriendo.

“¡Padre…! ¡¡Nooo, noooooooooooooooooo!!”

Y esta y por última vez, la espalda de su padre que ella vio se veía enorme.

Parte 7

La madre de Lilim corrió por lo profundo del bosque con ella en brazos.

Pero ni siquiera se escuchaban sus pasos; su madre era una experta en el sigilo.

No obstante, todavía las estaban siguiendo.

Dentro de la tribu de los felinos dorados había algunos con un olfato desarrollado. De seguro
ellos estaban guiando al grupo.

“Separémonos aquí.”

Dijo su madre, deteniéndose frente a un río. El bosque era enorme, profundo y estaba lleno de
nieve.

“Yo correré por la corriente del río hasta el suroeste. Lilim, tú corre hacia el este.” Dijo su madre,
bajando al hermanito de Lilim y dándoselo a ella.

“Por favor, cuídalo bien.”

“¡No…! ¡Madre, vayamos juntas!” “Por favor, no digas esas cosas. Solo ten un poco de paciencia.
Nos volveremos a ver en el reino de Midgar.”

La madre la abrazó con fuerza.

“Entonces… ¿entonces por qué me estás dando a mi hermano?” “Lilim…”

“Yo no puedo pelear como lo haces tú, tampoco soy tan rápida como tú.”

“Lilim, pon atención.”

“¡Es mejor si nos quedamos juntas!” “¡¡Escúchame, Lilim!!”

“¡No…!” Lilim presionó su rostro contra el pecho de su madre y negó con la cabeza.

“Lilim…”

“Todo esto pasó porque soy una poseída… todo porque no me prendí fuera a mí misma… ¡Por
eso mi padre terminó así… por mi culpa!” “Tu padre cambió cuando tú naciste. Él que siempre
pensaba únicamente en la espada de repente comenzó a leerte libros. No imaginas la sorpresa
que me llevé cuando lo vi haciendo eso. Pero él siempre decía lo mismo, decía que nuestra hija,
que tú eras muy inteligente, una niña súper dotada.”

“¡Padre…!” “No te imaginas lo felices que fuimos con cada paso que dabas, con cada centímetro
que crecías. Lilim… es verdad que no puedes pelear como nosotros. Pero eres muy inteligente,
y sé que eres capaz de superar cualquier dificultad que se atraviese por enfrente. Por eso, no te
preocupes.”

“¡Madre…!” “Así que por favor, Lilim. Cuida de tu hermano.” Su madre entregó al hermano de
Lilim en sus brazos, y aquel bebé, con un rostro de inocencia pura, solo se la quedó viendo.

Lilim derramó lágrimas, gotas que el bebé atrapaba con las manos.

“Gracias, Lilim. Tenerte a ti fue una bendición para nosotros.”

“Madre… ¡Te prometo que nos veremos de nuevo en Midgar…!” “Ve, Lilim. No olvides de borrar
tu aroma con el río.”

Lillim comenzó a borrar su olor con el agua del río una y otra vez y después corrió hacia lo
profundo del bosque.

Su madre se quedó viéndola por un rato y luego también corrió hacia la dirección opuesta.

Sus enormes pisadas hicieron eco por todo el bosque.

Parte 8

Hacia el este.

Lilim simplemente corrió en línea recta hacia el este.

Era invierno, hacía frío y sentía como sus piernas y brazos estaban tan frías como el hielo.

Finalmente ella salió del bosque al amanecer.

“Esto es…”

Había llegado a una playa de arena, con agua a su alrededor, un paisaje que veía por primera
vez pero que ya conocía gracias a los libros.

“… El mar.” Solo por si acaso ella decidió probar el agua del mar.

“… Salado.”

Ahora estaba segura de ello.

“Padre… aquí no hay nada.

Su aliento blanco ascendió al cielo, cielo de donde caía más nieve.

Ella se sentó en la fría arena y bajó la mirada.

“Ya llegué al este, pero no hay nada… ni el reino de Midgar, ni nuestro deber a cumplir…
Madre.” Sus piernas estaban tan tiesas como un palo, y no podía dar un paso más.

La marca negra en su pecho seguía extendiéndose, y ahora dolía.

Pero en sus brazos todavía tenía a su hermano menor; una pequeña vida que Lilim debía
proteger a toda costa.
“Vamos… crucemos el mar.”

Ella sabía que al otro lado del mar había un país, un reino. Ella no sabía si ese reino era el reino
de Midgar, pero su padre así se lo aseguró así que ella confió en sus palabras.

Allí su madre de seguro la estará esperando, y probablemente también su padre.

Por eso ella decidió caminar por la costa, encontrar algún pueblo de pescadores y pedirles un
bote prestado.

Lilim comenzó a caminar otra vez.

–Pero.

“Oh, vaya. Con que aquí estabas.” Frente a ella apareció el mismo sacerdote de hace unas horas,
haciendo resonar una cadena llena de sangre en sus manos.

“¡No… No te me acerques…!”

Ella retrocedió con sus piernas temblorosas.

“Ahora una pregunta. ¿En dónde crees que se encuentra la poseída que busco?” Dijo el hombre
con una sonrisa desagradable, pero luego tirar una cabeza al suelo.

“Lo digo porque, al parecer, este hombre no era.” “Pa… ¡¡¡¡Padreeeeeeeeeeeeeeee!!!!”

Era la cabeza cercenada de su padre.

Esa cabeza llena de sangre era la realidad del cruel final de aquel hombre, su padre.

“Ah, y esta mujer tampoco lo era.”

Dijo el sacerdote, lanzando otra cabeza más.

“¡¡¡Madreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!”

Era la cabeza de su madre.

Esta cabeza tenía los ojos abiertos de par en par, lo que significaba que había muerto con un
rostro de sorpresa.

“Por qué… ¡¿Por qué…?!” “Bien, solo quedan dos más.”

El sacerdote dejó las cabezas en el suelo y caminó.

“Nooooooooo, padreeeee, madreeeee…”

“No se suele escuchar muchos informes sobre poseídos hombres, pero ciertamente existen.”

“… ¡D‐Detente! ¡No te acerques a mi hermano…!”

Dijo Lilim entre lágrimas, abrazando con fuerza a su hermano menor.

“Pero bien, ¿cuál de ustedes dos será el poseído?”

“Y‐Yo… ¡Yo soy la poseída! ¡Por favor deja a mi hermano…!”

“Excelente. Me agradan las niñas obedientes.”

Dijo el sacerdote, acariciando la cabeza de Lilim con sus manos llenas de sangre.
“¡Heh…!” “Como nos veremos muy frecuentemente a partir de ahora, será mejor presentarnos,
¿no crees? Mi nombre es Pethos, sumo sacerdote de la iglesia. Y tú serás uno de mis valiosos
sujetos de prueba.”

“¿Y‐Y mi hermano…?” “Tranquila. Un niño que no es un poseído no me sirve de nada.” Dijo


Pethos, acariciando suavemente el cuello del bebé.

“Por eso te haré el favor de matarlo rápido y sin dolor.” Y de repente, la sangre voló por el aire.

La cabeza del hermano menor de Lilim cayó desde sus brazos.

“¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!” “Kuku
, kukukukukuku. ¡Vamos, celebra conmigo!” Pethos comenzó a reír exaltado mientras miraba a
Lilim gritando desesperadamente debajo de él.

“¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!! ¡¿Por qué?! ¡¡¿Por qué?!!”

“Hoy es un día maravilloso, un día de celebración. Gracias a ti finalmente estoy a un paso de ser
parte de los Rounds.”

Lilim vio las tres caras reunidas en el suelo.

La cara de su padre, de su madre y finalmente de su hermano.

“¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa….! ¡Te mataré! ¡Juro que te mataré!” Gritó Lilim con una expresión de
locura.

Pethos por otra parte la ignoró y le dio la espalda.

“–¿Terminaron?”

Dijo él hacia el bosque. Desde allí apareció un extraño grupo de encapuchados.

“Sí, con todos ellos.”

“Veamos.”

Todos ellos tiraron un montón de cabezas cercenadas en la arena. Eran las cabezas de los
miembros de la tribu de los felinos dorados.

“Con esto acabamos por completo con la tribu de los felinos dorados. No tenemos que
preocuparnos más por que alguien pueda infiltrar la información.”

“Ya veo. ¿No te alegra ver esto?”

Dijo Pethos, pero esas palabras ahora estaban siendo dirigidas a Lilim.

“Ya vengamos a tu padre en tu lugar.”

Dijo Pethos riendo, y luego lanzando la cabeza del hombre que pertenecía a otra rama de la
tribu.

“¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!”

Lilim se impulsó desde la arena y saltó hacia Pethos.

No obstante él la tumbó nuevamente usando sus cadenas.


“Coff… te… mataré… te mata… ré….” Su cuerpo se estaba quedando sin fuerzas y su conciencia
poco a poco se desvanecía.

“Atenla y llévenla al laboratorio de Valiora. Yo tengo que quedarme a construir la facción–”

En ese mismo instante, Lilim perdió el conocimiento.

Parte 9

Cuando Lilim despertó, se encontraba dentro de un carruaje.

Estaba atada de pies y manos y en su boca tenía un ligero sabor a sangre.

“Los mataré… los mataré a todos, lo juro.”

Murmuró ella, y el hombre que la estaba vigilando simplemente se rio con un “ja”.

“¡Te mataré…!” Su ropa estaba manchada de sus lágrimas.

Y ahora lo único que la mantenía con vida era el odio.

Lo único que necesitaba era poder.

No necesitaba inteligencia, la inteligencia no protegía nada ni a nadie. Solo el poder en su estado


más puro podía sobrepasar cualquier cosa.

“¡Quiero poder…!”

Lilim deseó con fuerza.

Deseó poder para romper estas ataduras, poder para matar a ese sacerdote, y poder para…

“– ¿Quieres poder?” De repente una voz resonó cerca de ella.

“¿Ah…?”

Ella miró a su alrededor, pero aparte del hombre vigilándola, no había nadie más.

“Te pregunté si quieres poder…”

Esta vez la escuchó de forma más clara. Una voz baja, que parecía surgir del mismísimo abismo.

“¡¡Lo quiero…!! ¡Quiero poder, si tuviera poder, podría hacer cualquier cosa!!”

“Jaja, miren, la mocosa ya se volvió loca.”

Al parecer el hombre que la vigilaba no podía oírlo, pero aquella voz llegaba de forma muy clara
a los oídos de Lilim.

A ella no le importaba de quién fuera esa voz; no importaba si era la voz de un demonio o una
voz en su propia cabeza.

Ella simplemente quería poder.

“Si deseas poder… déjame otorgártelo.”


Y de repente, un poder mágico púrpura apareció dentro del carruaje.

“¡¿Q‐Qué es esto?!” El carruaje se detuvo y desde afuera entraron varios hombres.

“¡¿Qué sucedió?! ¡¿Qué es este poder mágico?!”

El poder mágico tomó la forma de unos delgados hilos que a su vez formaron un espiral.

Y, en el centro de ese espiral, apareció un chico. Era un chico vistiendo un abrigo largo de color
negro azabache.

“¡¿En qué momento se metió al carruaje?!” “¡¡Atrápenlo!! ¡No lo dejen escapar!” “I am…”

El chico levantó una espada negra azabache, parado en el centro de su poder mágico.

El aire, el ambiente alrededor comenzó a estremecerse por el enorme poder mágico.

Y Lilim podía ver como ese enorme poder se concentraba en la espada negra.

Eso era lo que ella estaba buscando.

Un poder capaz de aplastar todo.

“–Atomic – Prototipo.”

Y el poder mágico salió disparado.

Todo sonido desapareció, y el mundo fue engullido de un color púrpura.

Parte 10

“… Unos 60 puntos, tal vez. Todavía me falta mejorarla.”

Lilim despertó gracias a la voz de ese chico. Al parecer se había desmayado.

“No es suficiente. Todavía estoy lejos de mi objetivo…”

Dijo el chico que se encontraba parado en el centro de un enorme cráter.

El carruaje había volado en pedazos y el grupo de hombres de hace un rato había desaparecido
sin dejar rastro.

Lilim estaba temblando.

Pero no era por miedo, eso no es lo que estaba sintiendo.

“Disculpa…”

“¿Hm? ¿Ya despertaste? Bien, primero déjame curarte la posesión.”

Dijo el chico, disparando un poco de su poder mágico púrpura.

Ese poder mágico envolvió la marca negra de Lilim y la hizo brillar.

Luego, fue sanando su piel como si estuviera regresando el tiempo.

“No puede… ser.”


Cuando la luz púrpura desapareció, la marca negra se fue junto con ella.

La posesión que tanto la había atormentado había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos.

“Y a esto le doy 90 puntos. Ya falta poco para completar esta técnica. Aunque es cansado.”

“Estaba en lo correcto…”

DIjo Lilim, con unas lágrimas que parecían venir de su corazón mismo.

“Estaba en lo correcto… ¡mi padre estaba en lo correcto…!”

“¿Hm?”

“Todo lo que dijo era verdad… las poseídas son descendientes de los héroes, y en el este sí existe
alguien capaz de curarlas.”

“Vaya. No esperé que esa historia se extendiera hasta por acá…”

“Pero entonces ¿por qué? ¿Por qué mi padre… mi madre… todos terminaron así? ¿Cómo
terminó así si no estábamos equivocados…?”

El chico se rascó un poco la cabeza y luego…

“… Es por culpa del culto de Diabolos. Ellos tienen la culpa de todo.” “¿El culto de
Diabolos…?” “Exacto. Los hombres de hace un rato en realidad no eran clérigos, eran miembros
del culto de Diabolos. Son malvados que tratan de esconder la verdad, que tratan de enterrar
en la oscuridad la verdadera historia de los héroes y revivir al demonio Diabolos. Por eso los
descendientes de las héroes son un obstáculo para ellos–”

Dijo el chico, agitando su enorme abrigo negro. “Y nosotros somos el jardín de las sombras.
Acechamos en las sombras y cazamos a las sombras–”

“Acechar en las sombras, cazar a las sombras…”

El corazón de Lilim se estremeció. Ella sintió que todo finalmente se conectaba.

“Mi padre tenía razón.”

“Así es.”

“En el reino de Midgar hay alguien capaz de curar a las poseídas, y nosotros tenemos un deber,
un destino que cumplir con esa persona… eso fue lo que dijo mi padre.”

“¿Hm? Ah, sí.”

“Entonces tú eres mi destino.”

Sí, este chico era su destino.

La muerte de su padre, de su madre, de su hermano, todo fue un sacrificio para mantenerla con
vida.

“¡Quiero poder…! ¡Poder para poder cazarlos!”

“De acuerdo. De todas formas, ella ya está por llegar.”

“¿Ella…?”
De repente, algo apareció desde la oscuridad de la noche.

Era una hermosa elfa de cabello rubio con un traje negro pegado al cuerpo.

“¡¿Ya ves?! ¡Por eso te dije que nos esperaras! Entiende que no podemos correr a la misma
velocidad que tú.”

Estaba un poco enojada.

“No importa. La misión terminó.”

“Sí, ya me doy cuenta. Supongo que ese es el carruaje del culto, ¿no? Es un desastre, y eso que
te dije que dejaras algo para tomarlo como prueba.”

Dijo la hermosa elfa, quejándose con el chico. Aunque este simplemente se rascó la cabeza y la
ignoró.

Entonces la elfa suspiró y se dio por vencida.

“¿Una nueva chica…?”

Dijo ella mirando a Lilim.

“Sí. Te dejo el resto.”

“¿Eh? ¡Oye!” “Nos vemos. Pregúntale cualquier cosa a Alfa.” Dijo el chico antes de desaparecer
en un abrir y cerrar de ojos.

“¡Dios! También le he dicho que no desaparezca sin avisar.” “Disculpa… ¿quién eres tú?”

Preguntó Lilim y la elfa la miró y le sonrió.

“Lo siento, no era nuestra intención asustarte. Mi nombre es Alfa, el primer asiento del jardín
de las sombras. Un placer.”
“Alfa… Yo soy–”

Lilim trató de presentarse, pero Alfa la detuvo.

“Espera. De ahora en adelante vivirás con otro nombre.”

“¿Eh?”
“Nosotros acechamos en las sombras y cazamos en las sombras. Por eso nuestra identidad al
público no es más que una fachada, pues nuestra verdadera identidad está en las sombras. Y es
probable que nunca más podamos volver a la luz…”

Dijo Alfa, extendiendo una máscara.

Ella miró fijamente a Lilim con sus hermosos ojos azules.

“Si crees tener la convicción de aceptar ese destino, tómala. Si la tomas serás ‘’Zeta’’, el sexto
asiento del jardín de las sombras.”

“Zeta… será… Zeta…”

Lilim repitió ese nombre una y otra vez.

“Pareces estar decidida. Tu mirada es poderosa, pero…” “… Quiero poder.”

“Tienes justo lo que buscamos. Y estoy segura de que muy pronto obtendrás un gran poder. Sin
embargo, ese odio que guardas podría…”

Alfa estuvo a punto de decir algo, pero se detuvo.

Ella miró por un rato más con sus ojos azules a Lilim, y entonces–

“No, olvida lo que dije”

Dijo en un tono de tristeza. Todo mientras la nieve seguía cayendo desde el cielo nocturno.

Parte 11

“Hm, fueron momentos difíciles.”

Luego de terminar de escuchar la historia de Zeta, él dijo eso mientras veía hacia fuera.

Sin embargo, al mismo tiempo se escucharon como palabras reconfortantes para ella. Zeta no
quería nada más, no deseaba palabras de lástima.

“Hm, sí lo fueron.”

Por eso Zeta respondió de la misma forma.

Desde ese día, ella enterró todo sentimiento de odio, pues esa clase de sentimientos
innecesarios solo entorpecerían su plan.

Y desde cierto día, ella comenzó a hablar menos para evitar mostrar más emociones de las
necesarias.

Gracias a ese crecimiento emocional, y también físico, ella sentía que poco a poco iba
acercándose a su meta.

“No soy más que una gata solitaria, una pobre y pequeña gatita que usted recogió de la calle.
Por eso siempre he intentado tratar de pensar en el tipo de mundo que usted desea. La verdad
es que eso también me hace sentir a veces un poco triste porque usted no me dice nada.”

“Ya veo.”
“Sí, eso pasa.”

Él tomó una copa.

Zeta rápidamente tomó una botella de vino y le sirvió. Después, se acercó y pegó su cuerpo muy
cerca del de él.

“Cuando supe que deseaba la vida eterna, finalmente lo entendí todo.”

“Me sorprende que lo lograras.”

“Lo hice porque me di cuenta que es el mismo camino que yo quiero recorrer.”

“Ya veo…”

Dijo él mirando hacia la profunda oscuridad que yacía afuera. Zeta también miró a la misma
dirección.

“Haré que el demonio Diabolos resucite.”

“… Ya veo.”

“Lo sabía. ¿No me va a detener?”

“No voy a negar una decisión que tú mismo has tomado.”

“Amo, usted es demasiado amable. Por eso sé que usted no sería capaz de elegir esa decisión.”

“¿Tú crees?” “Pero el mundo no funciona solo con amabilidad. Es esa misma amabilidad lo que
ahora lo está encadenando.”

“… Puede ser.”

“Sí. Pero yo no soy amable, ni gentil. Por eso haré que resucite y no me importa poner a todo el
mundo en mi contra si puedo conseguirlo.” “… Todas te odiarán.”

“No me importa. Lo que haré es lo que el mundo necesita–”

Zeta por un momento dudó si apoyar su cabeza en el hombro del chico, pero al final lo hizo.

“–Porque, no importa si soy odiada por todo el mundo, lo único que importa es usted… mi
destino.”

“Ya veo…”

Zeta se alejó de él y luego le dio la espalda.

“Y cuando llegue el momento, puede deshacerse de mí si así lo desea…”

Luego de decir eso, ella desapareció en la oscuridad de la noche.

Parte 12

Zeta estaba parada en medio de la oscuridad de la azotea, con el aire frío de la noche de invierno
moviendo su cola dorada.
“–El momento ha llegado.”

Murmuró Zeta.

“Así que, finalmente es hora.”

“¿Ya tomó su decisión?”

De repente, dos sombras aparecieron detrás de ella.

Una de ellas era Victoria, y la otra una chica con una túnica y capucha negra.

“Resucitaré al demonio Diabolos.”

Exclamó Zeta.

“¿Qué dijo Shadow‐sama?”

Preguntó Victoria.

“Se lo dije. Pero eso fue todo.”

“Entonces, ¿no le pidió su permiso?”

“Nunca tuve intención de pedirlo en primer lugar. Pero, pensé en detenerme si él me pedía que
lo hiciera.”

“En otras palabras, no la detuvo.”

Sonrió Victoria.

“Sí. Por eso todo lo que haré será por decisión propia.”

“¿Está consciente de que eso sería traicionar a todo el jardín de las sombras?”

“No importa. Alfa es demasiado indulgente. Ni siquiera tiene un plan a futuro luego de vencer
al culto. Pero yo sí lo tengo.”

Ella entrecerró suavemente sus ojos azules.

“Resucitaré al demonio Diabolos y conseguiré la vida eterna. Con ello podré vigilar este mundo
por la eternidad.” “Y luego haremos de Shadow‐sama el nuevo dios de este mundo.”

Dijo Victoria con sus mejillas sonrojadas.

“… Todas la odiarán.”

Dijo la chica con túnica que había estado guardando silencio todo este tiempo.

“Mi amo conseguirá la vida eterna, pero yo cargaré con todos nuestros pecados.”

“Así es. Es hora de actuar. Gloria a Shadow‐sama.”

“… Seguiré con mi parte del plan.”

Victoria y la chica con túnica desaparecieron.

En la azotea solo quedó Zeta.

Ella se quedó viendo fijamente a las lámparas de la academia.


“Me haré con todo. Con la vida eterna, y con el control de este mundo… de esa forma, construiré
un mundo perfecto donde nadie vuelva a comer un solo error…”

Las luces de las lámparas parpadearon en la oscuridad como las luces de las antorchas de aquel
día, despertando una vez más aquellos recuerdos dentro de Zeta.

“¡Lo haré porque este es mi deber, mi destino…!” Ella tomó su decisión y con sus propios brazos
se abrazó como para no dejarla escapar.

Pero no había problema. Ella no estaba temblando.

Y su corazón latía con total normalidad, serenamente.

Luego dejó escapar un aliento blanco hacia el cielo nocturno.

“Padre… Amo… yo, me he vuelto más fuerte.”

Y murmuró eso, completamente sola.

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