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Discoteca Utopia

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“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y

de la conmemoración de las Heroicas Batallas de Junín y Ayacucho”

ESCUELA DE EDUCACION SUPERIOR TECNICAPROFESIONAL

PNP – CUSCO

TEMA:
DISCOTECA UTOPIA

DOCENTE:

ASIGNATURA: INTRODUCCIÓN AL DERECHO

DISCENTES: ALO.PNP ARIAS OLAVARRERA EXALTACION

SECCIÓN:

BATALLÓN:

COMPANIA:

CUSCO – PERÚ

2023
INDICE

UTOPIA 2
PRESENTACIÓN

Presento este trabajo monográfico con la finalidad de brindar un análisis sobre

el caso de la Discoteca Utopía , ya que esta noticia fue muy trágica , sucedió el

día 20 de julio del 2002 , siendo aproximadamente las 3 de la mañana una

mala maniobra pirotécnica desataría aquel incendio que terminó extinguiendo

la vida de 29 personas , dicho trabajo presento para saber el porque se originó

este suceso , las causas, consecuencias , y algunas recomendaciones . Para

realizar el trabajo monográfico se analizó estudios en relación al caso utopía, lo

cual me permitió recopilar información acerca del tema.

UTOPIA 3
INTRODUCCIÓN

En la siguiente monografía desarrollaremos el tema de la discoteca utopía,

específicamente realizare un análisis de los hechos , revisar los documentos,

las declaraciones testimoniales, las pruebas instrumentales y las actas de las

diligencias efectuadas, entre otros aspectos, la Comisión Investigadora ha

podido determinar, respecto a las circunstancias que produjeron el siniestro en

la Discoteca Utopía, lo siguiente; principalmente la ubicación, distribución y

características de la discoteca Utopía fue construida especialmente para

funcionar como local de entretenimiento musical y se encuentra ubicada en la

zona norte de la playa techada del Jockey Plaza, colindante con la tienda Ace

& Home Center, en el distrito de 'Santiago de Surco. La Capacidad de la

discoteca, según el Informe 89 del instituto nacional de Defensa Civil, era de

1000 personas; informe que la Comisión Investigadora cuestiona por cuanto al

entender de los integrantes de la misma la capacidad máxima de la discoteca

era de 500 personas. Finalmente, conviene señalar que la Discoteca Utopía

operaba de modo completamente informal; pues sus trabajadores no estaban

inscritos en el libro de planillas, no contaba con un registro de compras y de

ventas, no tenía autorización de funcionamiento por parte de la municipalidad

de Santiago de Surco, ni tampoco el permiso para expendio de bebidas

alcohólicas y el trabajo administrativo se realizaba a puertas cerradas, en el

mismo local donde funcionaba la discoteca

UTOPIA 4
CASO INCENDIO EN DISCOTECA UTOPIA

La discoteca Utopía fue inaugurada en el mes de mayo de 2002; sin embargo,


no tenía licencia de funcionamiento porque no cumplía con las normas mínimas
de Defensa Civil.

El día 19 de julio 2002, la discoteca organizó una fiesta con motivo del
lanzamiento de una fragancia del diseñador Hugo Boss “Wild” (Salvaje), la
administración del centro nocturno contrató con el circo mexicano Los
hermanos Gasca la presencia en su local de un león, un tigre de Bengala, un
chimpancé y un caballo. Los animales, algunos desde sus jaulas, le darían
ambiente al espectáculo. La administración había cursado más de tres mil
invitaciones dobles, además la fiesta coincidía con el vecino concierto de Los
Prisioneros en el Jockey Club.

A las dos de la madrugada del sábado, en la cabina que corresponde a los disk
jockeys, iniciaron un espectáculo con animales y fuego. Según algunos de los
supervivientes, al costado de la pista de baile y frente a la cabina de los pincha-
discos se había colocado, para formar un rectángulo que sugiriera el escenario
para el espectáculo, varias latas con bencina. Al frente se encontraban dos
grandes jaulas, una para el tigre y la otra para el león, mientras que el
chimpancé y el caballo estaban sueltos.

En el momento en el que los encargados del espectáculo se acercaban con sus


antorchas encendidas para prender las latas de bencina, uno de ellos, que se

UTOPIA 5
había quedado parado delante de la cabina, levantó demasiado la antorcha y
prendió uno de los aleros del falso techo de madera. En cuestión de pocos
segundos la cabina se prendió, los jóvenes que observaban el espectáculo
desde los dos niveles de la discoteca, empezaron a correr hasta la única puerta
de salida que estaba señalizada. Los que estaban más cerca del fuego
quisieron ayudar y para apagarlo le arrojaron cerveza y licores, que avivaron
las llamas.

Ante esta situación, el personal del Centro Comercial desconectó el suministro


eléctrico, se cortó la música, se apagó la luz y los gritos de los animales,
asustados por las llamas, sembraron el pánico y la desesperación en los
asistentes, quienes llamaron a los bomberos en medio del caos.

Al llegar los equipos de rescate y la policía se toparon con un tétrico cuadro:


gente saliendo desesperadamente por las escaleras y tratando de aspirar aire,
cuerpos tirados en el suelo, jóvenes en estado de shock, otros buscando a sus
amigos, y el humo que inundaba los cuatro niveles de la discoteca, 29 jóvenes
murieron envenenados a causa de los gases que se emitieron al quemarse el
material plástico con el cual estaban revestidas las columnas del local, además
el local de tres niveles se convirtió en una trampa mortal para los alrededores
de 1.000 asistentes.

Al constatarse que no habían salidas de emergencia señalizadas, suficientes


extintores, alarmas ni aspersores de agua. Entre las víctimas, se encontraban

UTOPIA 6
varios familiares de conocidas personas del ámbito político nacional, jóvenes
entre los 25 y 30 años de edad que pertenecían a la clase media y alta de
Lima.

ANTECEDENTES:

Ubicada en los sótanos del centro comercial Jockey Plaza, al este de la


ciudad, la discoteca Utopía, para uso preferencial de clase media alta,
no tenía licencia de funcionamiento y su construcción tampoco estaba
autorizada.

Jueces fueron sobornados para dar luz verde a la apertura de la


discoteca.

Un municipio que no exige la licencia, “una autoridad comercial que no


vela por que sus inquilinos respeten las normas de seguridad, el cuerpo
de bomberos desautorizado para inspeccionar tales normas y ningún
poder superior para definir responsabilidades”.

Problemas para el discurrir de la gente en el centro comercial, aunque


no presentaron objeciones contra Utopía.

Dueños del local siniestrado “violaron las condiciones de seguridad al


establecer un espectáculo con fuego abierto en un lugar cerrado en
dimensiones y características inapropiadas”.

UTOPIA 7
La cultura de la indolencia y la informalidad social corroe nocivamente el
tejido de nuestra sociedad, por la cual algunos se creen con derecho de
pisotear e incumplir normas de convivencia ciudadana.

El centro comercial sólo alquila sus locales y que los responsables de


cada negocio son los encargados de gestionar y obtener sus licencias
de construcción, así como de adoptar medidas de seguridad.

Gerente General de la discoteca Utopía, anunció que presentará


documentación probatoria de que estaban autorizados a funcionar y
acusó al representante de una empresa de circo de ser culpable del
incendio.

Roberto Ferreyros fue la persona que en un acto de malabarismo con


fuego provocó el incendio.

Cabrera y los luminotécnicos Jairo Gonzales y Enrique Bravo


confirmaron que Ferreyros activó un encendedor de cigarros sobre un
rociador aromatizador para lanzar fuego para elevar el clímax entre los
asistentes a la discoteca.

UTOPIA 8
El (Ferreyros) puso gotas de bencina en los ceniceros y los iba
prendiendo, de pronto ingresó a la cabina del disc-jockey con el rociador,
lanzó el gas al aire y lo prendió con un encendedor: el fuego alcanzó el
techo y allí empezó todo.

El incendio pasará a la historia como una de las muestras más


repudiables de insensatez, irresponsabilidad y auténtico salvajismo en la
administración de seguridad en el país.

LAS CAUSAS DEL ACCIDENTE SE DEBIERON BASICAMENTE A:

La falta de conciencia de seguridad en la administración de la discoteca.


Alto grado de inflamabilidad de las instalaciones.
Falta de extintores y equipos de protección contra incendios como
gabinetes contra incendios, rociadores y/o splinkers, que requiere un
establecimiento de estas características.
Falta de la existencia de un Plan de Emergencia/Contingencia en caso
de incendios u otro tipo de accidentes.
El excesivo número de personas que albergaron en ese momento dentro
de las instalaciones.
Falta de conciencia por falta de los empleados de la discoteca, al
manipular con fuego de manera irresponsable.
Falta de previsión en el alumbrado de emergencia en caso de
emergencia.
Falta de señalización adecuada para una rápida evacuación en caso de
emergencias.
La discoteca no tenía Licencia de Funcionamiento.

UTOPIA 9
Luego de la tragedia, los padres de las víctimas iniciaron un juicio contra los
administradores del local: Percy North, Alan Azizollahoff Gate y Édgar Paz
Ravines.

El 2004 Percy North fue condenado por homicidio culposo a 4 años de cárcel,
pero meses después se anuló la sentencia a la espera de que se formalice por
doloso. Esto no ocurrió; la fiscalía lo acusó por el mismo delito y fue el juez
Miguel Bazán el que, en el 2006, tuvo que cambiar la tipificación y logró
sentenciarlo por homicidio doloso a 15 años. Sin embargo, North apeló la
sentencia y logró que bajaran la pena.

En julio de 2013 la Sala Constitucional y Social Permanente de la Corte


Suprema de Justicia decidió reabrir el caso 'Utopía' al declarar fundada la
acción de amparo presentada por los familiares de los 29 jóvenes que murieron

UTOPIA 10
en la referida discoteca en el 2002. De esta manera se podrá juzgar a Edgar
Paz y Alan Azizollahoff.

Se sentenció solo a dos empleados de la discoteca mientras que los dueños y


las autoridades que no impusieron su autoridad en el debido momento, salieron
impunes. También los ejecutivos del Centro Comercial donde estaba ubicada.
Para alcanzar el objetivo de “preservar la vida” hay solo dos opciones: Prevenir
el inicio del fuego o, si se inicia, manejarlo. Esto último no siempre significa
echar agua. Hay varias alternativas, dependiendo de la situación. Puede ser:
ventilar, confinar, suprimir, etc., dependiendo de la estrategia a seguir.

En caso de suprimirlo se puede hacer automáticamente (con rociadores) o


manualmente, con extintores y mangueras.

Entonces, en Utopía, a nivel de prevención, se tenía una bomba de tiempo que


en cualquier momento podía arder y con tanto material inflamable se podía
estimar que no sería fácil de extinguir. Máxime, si no se tenía con qué hacerlo.
A nivel de protección, si no había ningún sistema contra incendios, trabajar allí
era simplemente suicida. Aún con extintores, era poco lo que se iba a poder
hacer, dependiendo de la situación. Con esa carga combustible se requería de
gabinetes contra incendio y rociadores. Por otro lado, para asegurar la pronta
evacuación del público, había que contar con escapes adecuados y
señalizados.

UTOPIA 11
Para identificar a los responsables tenemos que preguntarnos, quién o quiénes
eran los que tenían poder de decisión en relación a la instalación de los
sistemas de protección contra incendios. Al inicio de la construcción, los
dueños decidieron no utilizar materiales y decorados ignífugos o retardantes en
los acabados y decorados para ahorrar. El no instalar rociadores, que es a nivel
de ingeniería del proyecto, también fue decisión de ellos para ahorrar. El no
comprar extintores, no señalizar las rutas de escape, no tener luces de
emergencia, bloquear los ductos de ventilación, podría haber sido decisión del
gerente, pero uno de los accionistas estuvo presente aquel día y se sabe que
iba a menudo, por lo que debemos pensar que sabía de la no existencia de
dichos sistemas de protección y, por lo tanto, podía haber ordenado corregir la
situación. Al no hacerlo debemos entender que respaldó la decisión de ahorrar.

El día del evento se sobrepasó la


capacidad del local. Eso podría haber sido
decisión solo del gerente que vendió y
admitió más público, pero ese día estuvo
presente uno de los accionistas y no hizo
nada por dejar de vender entradas. Por lo
tanto, también debemos entender que fue
su decisión para ganar más.

Por lo tanto, la decisión de construir un


local comercial con alto riesgo de incendio
y sin protección adecuada fue decisión de
los dueños. Esa es su responsabilidad,
compartida con el gerente de la discoteca,
pero es aparte de la responsabilidad del
bartender que inició en fuego
negligentemente.

UTOPIA 12
Los accionistas, por ahorrar y ganar más,
pusieron en riesgo la vida del público
varias veces en eventos similares previos
en la discoteca. Finalmente, el día del
incidente, fue decisión del gerente y de, al
menos, un accionista presente, la
ejecución de un número pirotécnico en la
barra aumentando el riesgo de incendio donde todo era altamente inflamable.

En este punto empieza la responsabilidad del supuesto profesional, quien no


cumplió con evaluar previamente la seguridad del local ni lo más simple que
era tener un extintor a la mano.

El resto es historia conocida, el artista que hacía el número entró a la cabina


del DJ y prendió fuego con un aerosol iniciando el caos. Pero no es el único
culpable, porque al haber tomado los accionistas y gerente las decisiones
previas que hemos enumerado, todos son responsables solidarios del resultado
final y en Derecho Penal deben ser considerados coautores. En efecto, de no
haberse prendido el fuego en la cabina no hubiera pasado nada. De haber
habido un extintor a la mano se hubiera extinguido el fuego. De haber habido
señalización e iluminación de emergencia y las puertas abiertas, junto con un
sistema de alarma y una brigada de emergencia se hubiera podido evacuar al
público, aunque se quemara la discoteca. De haber habido un sistema de
rociadores automáticos y un sistema de ventilación se hubiera suprimido el
fuego aún con público en proceso de evacuación.

Las muertes se producen no solo por la existencia de fuego, sino más bien, por
la inexistencia de un sistema de protección contra incendios, de evacuación, de
planes de respuesta y de capacitación. Como no hubo nada de eso, lo cual fue
decisión de los dueños mucho antes del día del siniestro, no puede
exonerárseles de responsabilidad. Técnicamente es más claro que el agua.

La sentencia, aunque en primera instancia, es otra bomba de tiempo, quizá


peor que el crimen de los 29 clientes de Utopía, porque simplemente se está
legalizando vía una futura ejecutoria suprema la impunidad que tendrían los
dueños de locales comerciales en caso de tomar decisiones codiciosas, vía

UTOPIA 13
“ahorro en gastos de seguridad”. A partir de dicha sentencia se podrá
demostrar, con “justicia”, que si ocurre algo similar los dueños no son
responsables a no ser que estén presentes el día de la tragedia o que figuren
como gerentes en registros públicos (habrá mucho trabajo para gerentes
ficticios).

Los empresarios, generalmente, solo se limitan a cumplir con lo que la


autoridad exige. Si colocan extintores es porque se les exige. Si no instalan
rociadores, es por no ser obligatorio. Si pasan la inspección de Defensa Civil –
que no es muy exigente- se conforman con eso; no con brindar seguridad
humana profesionalmente diseñada. En la misma fecha de la sentencia, los
dueños de la discoteca Break demostraron con una cámara oculta y dinero
marcado que un funcionario municipal los había extorsionado con US$ 25,000
para reabrirles el negocio, al margen de la inspección de Defensa Civil. Hace
poco una empresa canceló un contrato de capacitación de personal tan pronto
hubo aprobado la inspección de Defensa Civil. Y así, la seguridad humana es
un rubro que permite “grandes ahorros” para las empresas. Solo falta que se
cuente con una ejecutoria suprema para que ese “anhelo empresarial” sea
legal.

Por ese motivo, buscar solo al que aparece como gerente en los registros, es
una tinterillada y demuestra que ahora se ha incorporado al sistema de
prevención al juez penal. Antes ya lo había sido el juez civil, cuando por medio
de acciones de amparo ordenaba reabrir locales a pesar de haber sido
clausurados por la municipalidad por no cumplir con las normas de seguridad.
Ahora lo confirma la autoridad que podía haber hecho que ese tipo de
decisiones empresariales fuera punible. Por lo tanto, las empresas que no
respetan la vida de sus clientes, podrán estar tranquilos; dentro de poco no
podrán ser juzgados si son responsables de tomar decisiones impropias sobre
seguridad humana en sus empresas.

QUIENES FUERON CONSIDERADOS CULPABLES Y QUIENES DEBERION


SERLO Y NO LO FUERON

UTOPIA 14
Percy North está en una celda del
penal San Jorge. Han pasado doce
años desde que 29 jóvenes murieron
en el incendio que se desató en la
discoteca Utopía, del cual él era
gerente general, y sigue siendo el único
que ha recibido algún castigo penal por
su negligencia. El resto de
responsables, entre propietarios,
empresarios y autoridades locales, que
permitieron un espectáculo con fuego y leones en un local que no tenía
licencia, extintores y estaba envuelto en material inflamable, no conocen de
rejas. Solo saben burlar la ley.

En diciembre del 2010 la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema,


presidida por el ahora titular del Poder Judicial, César San Martín, anuló la
sentencia de 4 años por homicidio culposo que se dictó contra North y dispuso
que se dé una nueva sentencia. Los padres de las víctimas impulsaron esta
decisión porque quieren que el ex gerente sea acusado por homicidio doloso,
que podría acarrearle una pena de hasta 20 años, pero eso aún es incierto.
North regresó a prisión en febrero de este año, por orden judicial. Desde
entonces no hay avances.

UTOPIA 15
“La Tercera Sala Penal de la Corte Superior de Lima envió todo el expediente,
inútilmente, a la fiscalía, pues esta respondió que no tenía competencia sobre
el tema. Se perdieron tres meses”, dice Edward Álvarez, abogado de Percy
North, quien insiste en que su defendido ya pagó sus culpas al pasar por
prisión anteriormente.

Pero Álvarez también ha extendido el proceso al presentar un hábeas corpus y


una recusación contra los jueces, pedidos que están a la espera.

El caso de Percy North es complejo. El 2004 fue condenado por homicidio


culposo a 4 años de cárcel, pero meses después se anuló la sentencia a la
espera de que se formalice por doloso. Esto no ocurrió; la fiscalía lo acusó por
el mismo delito y fue el juez Miguel Bazán el que, en el 2006, tuvo que cambiar
la tipificación y logró sentenciarlo por homicidio doloso a 15 años. Lo que
pedían los deudos.

Sin embargo, las vueltas que solo nuestro Poder Judicial puede dar hicieron
que North apelara el fallo, le variaran la tipificación de nuevo a culposo y les
rebajaran la pena a 4 años. Y como ya había estado 35 meses en prisión,
obtuvo la libertad anticipada. Esto se acabó en febrero tras la orden de César
San Martín.

Pero los indicios de soborno y corrupción hicieron mayor gala en torno a la


culpabilidad de los empresarios Alan Azizollahoff y Édgar Paz. El 2007 fueron
excluidos del proceso, pero luego que el 2010 se conociera un audio en el que
Alberto Quimper (abogado vinculado a los ‘petroaudios’) se jacta de haber
obtenido un fallo corrupto a favor de Azizollahoff, los familiares pidieron que se
reabra el proceso en su contra. Pero eso tampoco avanza.

UTOPIA 16
“Azizollahoff acaba de aparecer, por medio de abogados, y ha presentado
escritos para no ser incluido en el caso”, explica César Nakazaki, abogado de
los deudos.

Seis de los deudos han muerto en los últimos años agobiados por el cáncer,
pero el resto de familiares asume que también por la pena y la impaciencia de
obtener la justicia que quieren.

Nada queda tras desgracias como esta y la de Mesa Redonda si insistimos en


ingresar a locales llenos u obviamos mirar los afiches verdes y blancos que
indican la ruta de escape, o peor, si el recinto donde estamos no tiene ni un
extintor.

UTOPIA 17
Además de Percy North y el barman Roberto Ferreyros, cuyo espectáculo de
luces y fuego dio origen al incendio, el proceso judicial involucró a los
empresarios Alan Azizollahoff y Édgar Paz, así como a Fahed Mitre, socios
propietarios.

Como tercero civil responsable se incluyó al entonces alcalde de Surco, Carlos


Dargent y a la empresa Centros Comerciales del Perú S.A., operadora del
Jockey Plaza, donde quedaba Utopía. De todos ellos, solo North y Ferreyros
purgaron condena.

Los primeros en ser excluidos, en setiembre del 2002, fueron los


representantes de Centros Comerciales del Perú S.A. y el alcalde Dargent. Les
siguieron, el 2007, Azizollahoff, Paz y Mitre

Recomendaciones

1. Ejercer un estricto control en el ingreso a fin de no sobrepasar la capacidad


inicial estimada.
2. Colocar las señales de seguridad según lo indicado durante la inspección.

UTOPIA 18
3. Evitar colocar equipos, materiales y otros objetos en los pasadizos de
circulación de los ambientes, ya que reducen los espacios dificultando una
rápida evacuación.
4. Implementar los gabinetes contra incendios y extintores conforme a lo
descrito en la inspección.
5. Organizar las Brigadas de Defensa Civil.
6. Elaborar el Plan de Evacuación y Seguridad de la discoteca.
7. Capacitar al personal en medidas de seguridad contra desastres.
8. Controlar que los asistentes a la discoteca no porten armas de fuego y otros
elementos que podrían causar daño a otra persona.
9. Contar con un directorio actualizado de teléfonos de Defensa Civil,
Bomberos, Serenazgo, Comisarías, PNP, UDEX, etc.

UTOPIA 19

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