Contruir Ciudadania en La Escuela
Contruir Ciudadania en La Escuela
Contruir Ciudadania en La Escuela
Módulo 4.
La escuela como espacio de construcción de ciudadanías
Introducción
¡Bienvenidas y bienvenidos al cuarto módulo!
En la introducción del módulo tres, decíamos que este funcionaba como un puente
entre los primeros dos módulos y estos últimos. Los desafíos de la escuela en
pandemia y sus efectos en la actualidad, las políticas de cuidado, el derecho a la
educación, la igualdad radical y los derechos humanos fueron los temas de los dos
primeros módulos. Y en el tercero nos abocamos a definir a la ciudadanía, a las
ciudadanías en plural y su relación con diferentes luchas sociales, con el fin de brindar
un marco analítico que nos permita reflexionar acerca de la complejidad al momento
de pensar y enseñar la ciudadanía en la escuela.
Ahora entramos a esta segunda y última parte del curso, en el que nos preguntamos
sobre los significados y las representaciones acerca de la escuela como espacio de
construcción de ciudadanía. Ingresamos al tema preguntándonos sobre el ejercicio de
la ciudadanía de las niñas, niños y adolescentes, y luego nos detendremos a revisar
cómo la escuela fue y es interpelada por las luchas de reconocimiento de los derechos.
Objetivos
La ciudadanía plena de niñas, niños, niñes y adolescentes fue reconocida por el Estado
argentino ante la comunidad internacional a partir de la firma de la Convención
sobre los Derechos del Niño en 1989, ratificada por el Congreso Nacional en 1990 e
incorporada a la Constitución Nacional en 1994.
Sin embargo, durante quince años, las leyes en materia de infancia estaban en clara
contradicción con los principios internacionales. Incluso, durante una década, fueron
inconstitucionales debido a que se enmarcaron en el paradigma tutelar o de la
situación irregular, que concebía a las niñas y los niños como objeto de tutela, y
entendía la protección de la infancia en términos de control social. En esos mismos
términos durante dicho período, aunque en un marco de disputa acerca del enfoque
del cuidado de la infancia, continuaron funcionando las instituciones abocadas a la
infancia, inclusive la escuela.
En Buenos Aires, la adecuación de la ley provincial llegó unos años después de la Ley
Nacional N.o 26.061, precisamente en el año 2007, con la Ley Provincial N.o 13.298 de
promoción y protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Estas leyes derogaron las leyes tutelares y constituyeron la armonización de la
legislación local con el paradigma de los derechos humanos en materia de infancia.
UNICEF.
1. Principio de no discriminación.
2. Interés superior del niño.
3. Derecho a la vida, supervivencia y desarrollo.
4. Derecho del niño a expresar su opinión y que se tenga en cuenta.
5. Autonomía progresiva.
Los principios antes señalados obligan jurídicamente a los Estados a garantizar los
derechos de las niñas, niños y adolescentes. Esto significa que –como todos los
derechos humanos– son exigibles a los Estados en su responsabilidad de garantes y
pueden ser judiciables en caso de incumplimiento. En este marco, la escuela y todas
las instituciones fueron transformándose en función de cumplir efectivamente con
estos estándares. Luego del cambio de paradigma de promoción y protección, el
desafío fue y sigue siendo, transformar la institución escolar, su cultura, sus dinámicas
y los vínculos que en ella se construyen en clave de enfoque de derechos (Belauzarán
y otros, 2015).
Así como durante el predominio del paradigma tutelar existieron discursos y prácticas
de cuidado que disputaban sentido y resistían esta concepción hegemónica, en la
actualidad, a pesar de la reforma de la normativa y de las instituciones, persisten aún
prácticas y discursos que niegan a las niñas, niños, y adolescentes su condición de
sujetos de derechos.
Invitamos a mirar este breve video de UNICEF Argentina (2017), con voces de
adolescentes y jóvenes: qué les preocupa, qué proponen y qué significa ser
adolescente son las cuestiones sobre las que se expresan.
Disponible aquí.
Podemos pensar que una escuela democrática es una escuela donde la palabra de las
niñas, niños y adolescentes es escuchada y tenida en cuenta; donde se promueve la
En el año 2013 se sancionó la Ley Provincial N.° 14.581 que garantiza y promueve en
todas las instituciones educativas de nivel Medio y Superior, de todos los tipos de
gestión, la creación o reconocimiento de los ya existentes centros de estudiantes en
tanto órganos democráticos de representación estudiantil. En esta, se
compromete a las autoridades institucionales a promover la participación estudiantil y
garantizar las condiciones para el funcionamiento de los centros de estudiantes. La
sanción de dicha ley nos invita a pensar que aún existen barreras para el ejercicio del
derecho a la participación de las y los jóvenes en las instituciones educativas que esta
ley intenta eliminar. Según una investigación de alcance y representación nacional,
realizada en junio de 2020 por Roxana Morduchowicz (2021), el 40 % de las y los
adolescentes participa del centro de estudiantes de su escuela, mientras el 35 % dice
que no lo hace porque no existe en su escuela, pero que le gustaría.
La valoración acerca del centro de estudiantes que expresan las y los adolescentes en
esta investigación impacta: son 7 de cada 10 adolescentes a los que les interesa
participar. Hay un interés mayor por parte de las mujeres, de las y los adolescentes de
temprana edad y, también, de quienes forman parte de los sectores populares,
quienes, a su vez, participan más que los y las adolescentes de familias privilegiadas.
Sería interesante indagar si existe alguna relación entre sector social de pertenencia,
el tipo de gestión de la escuela a la que asiste y la participación estudiantil. Nos
preguntamos: ¿qué relación hay entre tipo de gestión (privada o estatal) y
participación estudiantil?
La Ciudadanía Digital
Es importante considerar que la brecha de acceso en nuestro país tiene relación con el
nivel socioeconómico y el menor equipamiento cultural y tecnológico en los hogares.
Dicha brecha de acceso tiene efectos en los usos y en la apropiación y, según estudios
internacionales, los usos más activos de las tecnologías y los medios digitales están
condicionados por la pertenencia social (Morduchowicz, 2021). Por eso, la importancia
de políticas públicas que garanticen el acceso a la tecnología y la alfabetización digital
en las escuelas en función de una ciudadanía digital plena.
Cuando utilizamos internet construimos una huella digital, es decir, el rastro que
dejan nuestras actividades como fotos, videos, publicaciones y comentarios. Así,
toda la información que está en la web y que se asocia con nuestro nombre se
convierte en la manera que tienen terceros para conocernos más y, por ende,
forman parte de nuestra identidad digital. (...) La huella digital incluye las
publicaciones que un usuario realiza, aquellas en las que sea etiquetado o
mencionado, las fotos o videos personales o subidos por otros, las páginas web
donde se cite su nombre, las cuentas de usuario en redes sociales que estén
asociadas a su nombre real, las noticias referidas a su persona, y la participación
como usuario en foros, salas de juegos, de chat u otros. (UNICEF-GBA, 2020, p. 12).
Este artículo periodístico de Página 12, del 11 de junio de 2021, sintetiza los
resultados y conclusiones de la investigación de Roxana Morduchowicz antes
mencionada. Resulta muy interesante la vinculación que encuentra la autora entre
la participación online y offline, la valoración extendida que tienen las personas
adolescentes por la participación en los centros de estudiantes, especialmente, las
mujeres y los y las más jóvenes entre los adolescentes. La investigadora, además,
recomienda fortalecer políticas públicas que promuevan una participación más
activa en las redes sociales por parte de los y las más jóvenes, cuestión que
interpela a la escuela, por supuesto.
Disponible aquí.
Disponible aquí.
A modo de cierre
Llegamos al final del cuarto módulo y es un cierre abierto que nos invita a pensar
cómo la escuela es constantemente interpelada por debates que al principio la
trascienden, pero tarde o temprano es el propio ámbito educativo el encargado de
reacomodarse y reinventarse para transformar esos derechos en una cuestión
educativa.
Ahora bien, reiteramos a lo largo del curso que los derechos son un campo de disputas
permanente, en constante movimiento de avances y retrocesos. Existe una dimensión
simbólica en esa disputa, la cual nos atraviesa como docentes que formamos parte de
una comunidad. Y es este el nuevo punto de partida que trabajaremos en el último
módulo: las miradas, concepciones y valoraciones desde las cuales precisamente nos
posicionamos como docentes cuando trabajamos la construcción de ciudadanía en la
escuela.
Morduchowicz, R. (11 de junio de 2021). La vida es lo que pasa en internet. Página 12.
Disponible en:
https://www.pagina12.com.ar/347660-la-vida-es-lo-que-pasa-en-internet
Bibliográficas
Videos