Su073 20
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Magistrada Ponente:
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SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1. Hechos
1.1. El señor Carlos Enrique Soto Jaramillo fue elegido popularmente como
Senador de la República para los periodos constitucionales 2010–2014 6 y
2014–20187.
1.2.1. Los ciudadanos señalaron que Carlos Enrique Soto Jaramillo fue elegido
senador de la República para el periodo constitucional 2010–2014 y que el 9
de septiembre de 2010, el señor Juan David Giraldo Saldarriaga ingresó a su
Unidad de Trabajo Legislativo.
1.2.6. Los solicitantes advirtieron que las salidas del país por parte de Juan
David Giraldo Saldarriaga son contrarias al desempeño de la función pública,
ya que no fueron precedidas por una solicitud de licencia en la que informara
su ausencia temporal. Añadieron que, pese a lo anterior, el senador Carlos
Enrique Soto Jaramillo “certifico ante el Pagador del Senado, que el miembro
de la UTL había cumplido sus labores a cabalidad, omitiendo también el
Congresista dar informe de la salida del país a los funcionarios encargados
del pago de la nómina”15.
1.3. El 26 de enero de 2015, por auto del Consejero de Estado Luis Rafael
Vergara Quintero, se admitió la solicitud de pérdida de investidura y se ordenó
notificar personalmente al senador Carlos Enrique Soto Jaramillo para que,
dentro de los tres días siguientes a dicho trámite, contestara por escrito la
demanda y aportada o solicitara pruebas de conformidad con el artículo 9 de la
Ley 144 de 1994.
1.5. Siendo las 9:30 am del 17 de marzo de 2015, el despacho del Magistrado
Luis Rafael Vergara Quintero se constituyó en audiencia para llevar a cabo la
recepción del testimonio de Juan David Giraldo Saldarriaga y Álvaro Moreno
Bermúdez.
1.5.3. Juan David Giraldo Saldarriaga explicó que su mamá tenía una relación
sentimental con el senador Carlos Enrique Soto Jaramillo, que este último no
supo de sus salidas del país y que siempre cumplió las funciones relacionadas
con el cargo.
1.5.6. Finalmente, informó que para el año 2014 se remodelaron las oficinas
del Congreso por lo que podía trabajar desde allí y que la asistente del senador
tenia a cargo una planilla con la cual era posible que se giraran los sueldos a
los miembros de la UTL.
1.6. Como el señor Giraldo Saldarriaga reiteró que el senador Carlos Enrique
Soto Jaramillo no tuvo conocimiento de sus salidas del país, la Procuradora
Delegada ante el Consejo de Estado solicitó que se compulsaran copias a la
Procuraduría General de la Nación y a la Fiscalía General de la Nación pues
advertía un posible detrimento patrimonial.
24 Folios 142-148 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida
de investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
11
25 Folio 151 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
26 Folios 164-167 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida
de investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
27 Folio 170 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00
28 Folios 168 y 169 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida
de investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
12
29 Folios 173-198 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida
de investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
30 Folio 182 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
31 Folio 196 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
32 Folios 208 y 209 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida
de investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
33 Folio 210 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
13
34 Folio 211 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
35 Folios 230-233 del cuaderno Nro. 1 del expediente del proceso de pérdida
de investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
36 En el Acta Nro. 5 del 24 de mayo de 2016 quedó consignado el trámite de
la audiencia pública de la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo del
Consejo de Estado, dentro del proceso radicado bajo el número 11001-03-15-
000-2015-00111-00 que se refiere a la solicitud de pérdida de investidura de
Carlos Enrique Soto Jaramillo. Folios 466-468 del cuaderno Nro. 2 del
expediente del proceso de pérdida de investidura con número de radicado
11001-03-15-000-2015-00111-00.
14
1.17. Señaló que, aunque Carlos Enrique Soto Jaramillo era el responsable de
su UTL, resultó probado que no sabía de los viajes al exterior de su empleado
y no certificó la prestación del servicio ya que el trámite se hizo mediante un
documento que tiene una firma escaneada que dista de la firma digital o
electrónica de la que trata la Ley 527 de 1999.
37 Folio 428 del cuaderno Nro. 2 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
15
1.20.9. La Sala indicó que el artículo 388 de la ley 5 de 1992 dispone que
“[l]os empleados de la planta de personal señalados en el articulado de esta
Ley prestarán sus servicios en las dependencias donde fueron nombrados, o
donde las necesidades del servicio así lo exijan previo concepto de la Junta de
Personal, pero no podrán hacerlo en las oficinas de los Congresistas”. A su
vez, reiteró que cada congresista tiene a su cargo una Unidad de Trabajo
17
40 Folio 566 del cuaderno Nro. 2 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
41 Memorias y Antecedentes artículo 183 de la Constitución Política,
Asamblea Nacional Constituyente, transcripción de sesiones, sesión plenaria
de mayo 28 de 1991, página 159.
42 Decreto 2364 de 2012, por medio del cual se reglamenta el artículo 7 de la
Ley 527 de 1999, sobre la firma electrónica y se dictan otras disposiciones.
Artículo 3. Cumplimiento del requisito de firma. Cuando se exija la firma de
una persona, ese requisito quedará cumplido en relación con un mensaje de
datos si se utiliza una firma electrónica que, a la luz de todas las circunstancias
del caso, incluido cualquier acuerdo aplicable, sea tan confiable como
apropiada para los fines con los cuales se generó o comunicó ese mensaje.
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1.20.17. La Sala precisó que no se tuvo como cargo el hecho que Juan David
Giraldo Saldarriaga cursara estudios en la Universidad de los Andes en
jornada diurna y de forma simultánea con la prestación del servicio en la UTL.
No obstante, ello fue tomado como indicio “de la actitud de tolerancia del
senador para con Giraldo Saldarriaga”45.
43 Folio 572 del cuaderno Nro. 2 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
44 Folio 575 del cuaderno Nro. 2 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
45 Folio 580 del cuaderno Nro. 2 del expediente del proceso de pérdida de
investidura con número de radicado 11001-03-15-000-2015-00111-00.
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Salvamentos de voto
Aclaraciones de voto
1.32.5. Por otra parte, el abogado aseguró que la Sala Plena de lo Contencioso
Administrativo del Consejo de Estado había dado por acreditado un hecho sin
estarlo. Estimó que no se probó el incumplimiento de los deberes por parte de
su cliente, pues lo que debía certificar era el cumplimiento de las funciones
por parte de los funcionarios de su Unidad de Trabajo Legislativo y no su
asistencia o permanencia en el país.
1.32.6. Añadió que los pagos hechos si tenían razón que los justificara y
mediaba una justa causa pues el señor Giraldo Saldarriaga cumplió con las
funciones asignadas para los meses de julio de 2012 y noviembre de 2013.
1.32.7. Además, el apoderado sostuvo que la Sala Plena del Consejo de Estado
tergiversó el contenido de una prueba en la que Carlos Enrique Soto Jaramillo
certificó que Juan David Giraldo Saldarriaga cumplió las funciones inherentes
a su cargo durante los meses de julio de 2012 y noviembre de 2013.
También expresó que se habían agotado todos los medios de defensa judicial
dado que el proceso de pérdida de investidura es de única instancia y porque el
recurso extraordinario de revisión no se resuelve con la prontitud de una
acción de tutela y sería resuelto por la Sala Plena del Consejo de Estado que
ya había analizado el asunto en única instancia. Asimismo, informó que la
tutela se interpuso dos meses después de que el Consejo de Estado profiriera
la sentencia de pérdida de investidura.
3.2. Impugnación
3.3. Impedimentos
3.3.3. En Acta de sorteo quedó consignado que mediante sorteo llevado a cabo
el 1 de marzo de 2018 fueron designados como conjueces los doctores Álvaro
Andrés Motta Navas, Alejandro Vanegas Franco, Julieta Rocha Amaya y
Álvaro Orlando Pérez Pinzón.
1. Competencia
Por otro lado, la Sala Plena sostuvo que la cosa juzgada se funda en el principio
de seguridad jurídica y “que se traduce en el carácter inmutable, intangible,
definitivo, indiscutible y obligatorio de los fallos cuando se han dado los
trámites y se han cumplido las condiciones y requisitos previstos por la ley”,
razón por la cual, una sentencia representa “un título dotado de plena validez y
oponible a todo el mundo, pues crea una situación jurídica indiscutible a partir
de la firmeza del fallo”.
de tutela procede contra una providencia judicial que omite, sin razón alguna,
los precedentes aplicables al caso o cuando “su discrecionalidad interpretativa
se desborda en perjuicio de los derechos fundamentales de los asociados”
Por otra parte, las causales específicas o defectos que hacen procedente la
acción de tutela contra providencias judiciales son los siguientes:
Defecto fáctico, que surge cuando el juez carece del apoyo probatorio
que permita la aplicación del supuesto legal en el que se sustenta la
decisión. Al respecto, debe recalcarse que este es uno de los
supuestos más exigentes para su comprobación como causal de
procedencia de la acción de tutela contra sentencias. Ello debido a
que la valoración de las pruebas en el proceso es uno de los campos
en que se expresa, en mayor medida, el ejercicio de la autonomía e
independencia judicial. El ejercicio epistemológico que precede al
fallo es una tarea que involucra, no solo la consideración acerca de
las consecuencias jurídicas que, en materia probatoria, impone el
ordenamiento jurídico positivo, sino también la valoración que de los
hechos del caso realice el funcionario judicial, a partir de su propia
experiencia y de su conocimiento sobre el área del derecho
correspondiente, tópicos que suelen reunirse bajo el concepto de sana
crítica.
Esto mismo ha sido defendido por la Sala Plena del Consejo de Estado al
señalar que el proceso de pérdida de investidura busca que los representantes
del pueblo ejerzan sus funciones con la dignidad requerida. Ciertamente ha
manifestado:
En desarrollo del artículo 183 superior el legislador expidió la Ley 144 de 1994
que hasta diciembre de 2017 rigió los procesos referidos a la pérdida de
investidura de congresistas. El artículo 1 de la normativa consagraba que la
Sala Contenciosa Administrativa “conocerá y sentenciará en única
instancia los procesos relativos a la pérdida de la investidura de los
Congresistas a solicitud de la Mesa Directiva de la Cámara correspondiente o
de cualquier ciudadano y por las causas establecidas en la Constitución”. De
igual manera disponía que la acción podía ser interpuesta por cualquier
ciudadano o por la Mesa Directiva de la Cámara a la cual pertenecía el
Congresista y debía ser resuelta en un plazo no mayor de veinte (20) días
hábiles contados a partir de la fecha de la presentación.
100 Sentencia del veintisiete (27) de septiembre de dos mil dieciséis (2016).
Radicación número: 11001-03-15-000-2014-03886-00(PI).
38
El 15 de enero de 2018 entró a regir la Ley 1881 de 2018 que derogó la Ley
144 de 1994. El artículo 1 consagra “El proceso sancionatorio de pérdida de
investidura es un juicio de responsabilidad subjetiva. La acción se ejercerá en
contra de los congresistas que, con su conducta dolosa o culposa, hubieren
incurrido en una de las causales de pérdida de investidura establecidas en la
Constitución. Se observará el principio del debido proceso, conforme al
artículo 29 de la Constitución Política.”
101 Corte Constitucional Sentencia SU-1159 de 2003. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
102 Sentencias C-247 de 1995 (M.P. José Gregorio Hernández Galindo) y C-
319 de 1994 (M.P. Hernando Herrera Vergara).
103 SU-264 de 2015 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
40
Esta Corporación ha señalado que “el hecho de que el Código establezca que
las faltas disciplinarias solo son sancionables a título de dolo o culpa, implica
que los servidores públicos solamente pueden ser sancionados
disciplinariamente luego de que se haya desarrollado el correspondiente
proceso – con las garantías propias del derecho disciplinario y, en general,
del debido proceso -, y que dentro de éste se haya establecido la
responsabilidad del disciplinado”111.
(…)
Así mismo, existen situaciones fuera de la órbita penal en las cuales puede
incurrirse en la causal de indebida destinación de dineros públicos, las cuales
son las siguientes:
Expediente 11001-03-15-000-2013-00865-00.
117 Sentencia del 30 de mayo de 2000. Expediente AC-9877.
118 Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo.
Sentencia del 3 de octubre de 2000. Consejero ponente: Darío Quiñones
Pinilla. Expediente AC-10529 y AC-10968.
46
Dados por sentados estos hechos, concluyó la Sala, sin desconocer que al
congresista corresponden muy claras obligaciones de control y vigilancia
sobre los miembros de su Unidad de Trabajo Legislativo, que el representante,
123 Consejo de Estado. Sala Plena De Lo Contencioso Administrativo. Consejero Ponente: Alberto
Arango Mantilla. Bogotá, D.C., Diecinueve (19) De Febrero De Dos Mil Uno (2001). Radicación
Número: Ac-12156
48
La Sala recordó que entre las funciones de los miembros de las unidades de
trabajo legislativo de los representantes a la Cámara no se incluyen labores de
apoyo a organizaciones no gubernamentales. Esas labores no podían
cumplirse a expensas de aquéllas para las cuales fueron creados esos cargos,
en particular cuando esas labores resultaban vinculadas espacial y
finalísticamente a intereses proselitistas. Tampoco podía el demandado
asignar a los servidores estatales nombrados para apoyarlo en su labor
legislativa, actividades diferentes a las propias de esos cargos, en beneficio
propio o de terceros y aún menos, inducir a aquéllos a hacer contribuciones
económicas que finalmente redundarían en beneficio de sus intereses políticos
y de los de su movimiento o partido. Esto deriva en la destinación indebida de
los dineros públicos con los cuales se pagaban los salarios de aquéllos a
actividades ajenas a las que debían cumplir en apoyo de la labor legislativa
que correspondía al Representante.
126 Consejo de Estado. Sala Plena de lo Contencioso Administrativo. Consejera Ponente: Ruth
Stella Correa Palacio. Bogotá, D.C., Veinte (20) de septiembre de dos mil once (2011) Radicación
Número: 11001-03-15-000-2010-01357-00.
127 Consejo de Estado. Sala Plena De Lo Contencioso Administrativo. Consejero Ponente: Carlos
Enrique Moreno Rubio. Bogotá, D. C., Noviembre Veintidós (22) De Dos Mil Dieciséis (2016).
Radicación Número: 11001-03-15-000-2015-02938-00(Pi).
50
Sobre la causal se dijo que para que se configure no es necesario que el fin al
que se destine el dinero público no esté autorizado o esté prohibido, por
cuanto se ha sentado jurisprudencialmente que bien puede suceder que éste se
dirija a un objetivo autorizado pero diferente al que fue asignado el recurso
público. Basta entonces, se insistió, en que el dinero sea empleado para un fin
o propósito diferente al que legalmente le fue otorgado. Adicionalmente,
resultaba del caso reiterar que no es necesario que el congresista tenga la
calidad de ordenador del gasto, por cuanto la causal admite una configuración
directa y otra indirecta. No obstante, se negó la solicitud por cuanto no se
probó que el representante a la cámara hubiera certificado el cumplimiento de
las funciones del miembro de su UTL en las fechas en que éste estuvo fuera
del país.
4. Caso concreto
Los ciudadanos señalaron que Carlos Enrique Soto Jaramillo fue elegido
senador de la República para el periodo constitucional 2010–2014 y que el 9
de septiembre de 2010, el señor Juan David Giraldo Saldarriaga ingresó a su
Unidad de Trabajo Legislativo.
La Sala indicó que el artículo 388 de la ley 5 de 1992 dispone que “[l]os
empleados de la planta de personal señalados en el articulado de esta Ley
prestarán sus servicios en las dependencias donde fueron nombrados, o donde
las necesidades del servicio así lo exijan previo concepto de la Junta de
Personal, pero no podrán hacerlo en las oficinas de los Congresistas”. A su
vez, reiteró que cada congresista tiene a su cargo una Unidad de Trabajo
legislativo y la obligación de certificar el cumplimiento de labores de los
integrantes para el pago de sus salarios.
131 Para acreditar que el señor Juan David Giraldo Saldarriaga es hijo de la
compañera sentimental del senador Carlos Enrique Soto Jaramillo, los
ciudadanos que presentaron la solicitud de pérdida de investidura se refirieron
a una entrevista del congresista en la que tocó ese tema en particular.
http://www.wradio.com.co/escucha/archivo_de_audio/para-el-senador-soto-
no-hay-impedimentos-para-que-el-hijo-de-su-novia-trabaje-con-el/20140714/
oir/2320579.aspx
53
Cabe señalar que las causales a las que se hace referencia en esta disposición
corresponden a las causales de revisión que se establecen actualmente en el
artículo 250 del Código de Procedimiento Administrativo y Contencioso
Administrativo. Igualmente, la Corte estableció en sentencia C-207 de 2003
que el artículo 17 de la Ley 144 de 1994 139 debía complementarse con el
artículo 33, numeral 10 de la Ley 446 de 1998, regla de competencia que fue
reproducida en el artículo 111 de la Ley 1437 de 2011, numeral 7140.
A partir de esta posición, por regla general, las sentencias atacadas en sede de
tutela son aquellas que resuelven el recurso extraordinario de revisión
proferidas también por la Sala Plena del Consejo de Estado. Así, desde la
sentencia T-461 de 2003146 y específicamente en la sentencia de unificación
SU- 1159 de 2003147, la Corporación estableció varias reglas referidas al
proceso de pérdida de investidura:
“(…)En estos casos la tutela procede (i) cuando se alegue una vía
de hecho que específicamente tenga origen en el fallo que resuelve
el recurso extraordinario especial de revisión, o en el proceso de
revisión en sí mismo considerado; (ii) cuando se alegue una vía de
hecho que ocurrió durante el proceso de pérdida de investidura,
Los hechos que motivaron la acción se referían a que su cónyuge había sido
elegida como alcalde de un municipio de Risaralda. Al aspirar a ser
representante a la Cámara por el Departamento de Risaralda, se elevaron
consultas a la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado y al
Consejo Nacional Electoral, respectivamente, en las que puso de presente tal
situación e indagó si ese hecho configuraba alguna inhabilidad,
incompatibilidad o conflicto de intereses para aspirar a la Cámara de
Representantes por el departamento de Risaralda en los comicios electorales
que se aproximaban. Las inquietudes fueron remitidas al Ministerio del
Interior y de Justicia, el cual informó que en el Consejo de Estado existía una
postura que sostenía la incursión en inhabilidad por dichas circunstancias,
pero que, luego de un cambio jurisprudencial, la misma desapareció, debido a
que la circunscripción departamental no coincidía con la municipal. Por su
parte, las consultas concluyeron que no se configuraba la prohibición. En la
acción de tutela adujo que amparado en el principio de confianza se inscribió
como candidato por el Partido Conservador a la Cámara de Representantes por
el departamento de Risaralda, para el periodo 2010-2014. No obstante,
posteriormente el Consejo de Estado en Sala Plena declaró la pérdida de
investidura variando su posición anterior.
En efecto, como se ilustró con anterioridad, en los procesos regidos por la Ley
144 de 1994, la jurisprudencia ha sido unánime en la exigencia de la
interposición del recurso extraordinario especial de revisión de las sentencias
proferidas por la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo en los procesos
de pérdida de investidura, incluso la sentencia SU-424 de 2016 162 caso en que
de forma excepcional se concedió la tutela frente a la decisión de declarar la
pérdida de investidura y no frente a la que decide la revisión, el accionante
había interpuesto el recurso extraordinario hace más de 5 años. Lo anterior, en
razón de la existencia de las causales referidas a la vulneración del debido
proceso y del derecho a la defensa, que convierten a dicho recurso en idóneo
para controvertir posibles afectaciones a los derechos fundamentales.
161 Artículo 250 de la Ley 1437 de 2011. Son causales de revisión: 1. Haberse encontrado o
recobrado después de dictada la sentencia documentos decisivos, con los cuales se hubiera podido
proferir una decisión diferente y que el recurrente no pudo aportarlos al proceso por fuerza mayor
o caso fortuito o por obra de la parte contraria, 2. Haberse dictado la sentencia con fundamento en
documentos falsos o adulterados, 3. Haberse dictado la sentencia con base en dictamen de peritos
condenados penalmente por ilícitos cometidos en su expedición, 4. Haberse dictado sentencia penal
que declare que hubo violencia o cohecho en el pronunciamiento de la sentencia, 5. Existir nulidad
originada en la sentencia que puso fin al proceso y contra la que no procede recurso de apelación,
6. Aparecer, después de dictada la sentencia a favor de una persona, otra con mejor derecho para
reclamar, 7. No tener la persona en cuyo favor se decretó una prestación periódica, al tiempo del
reconocimiento, la aptitud legal necesaria o perder esa aptitud con posterioridad a la sentencia o
sobrevenir alguna de las causales legales para su pérdida, 8. Ser la sentencia contraria a otra
anterior que constituya cosa juzgada entre las partes del proceso en que aquella fue dictada. Sin
embargo, no habrá lugar a revisión si en el segundo proceso se propuso la excepción de cosa
juzgada y fue rechazada.
162 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
66
Conclusiones
Finalmente, al resolver el caso concreto la Sala Plena reiteró que para que
proceda la acción de tutela contra la sentencia que decide sobre la pérdida de
investidura en los procesos regidos por la Ley 144 de 1994, es necesario que
el demandante no cuente con recursos ni ordinarios, ni extraordinarios para la
defensa judicial de sus derechos fundamentales. Entre tales recursos el
demandante en este caso concreto cuenta con el recurso extraordinario
especial de revisión que estaba previsto en el artículo 17 de la Ley 144 de
1994.
II. DECISIÓN
165 Corte Constitucional Sentencia SU-1159 de 2003. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
68
RESUELVE:
Las causales que dan lugar a la pérdida de investidura son de orden público,
de interpretación restrictiva y “que no cabe su aplicación por analogía ni por
extensión” por implicar una sanción con vocación de perpetuidad, lo que
exige un examen riguroso de las circunstancias en que se produjo la conducta.
6. Con todo, atendiendo el contenido del citado artículo 6.1, esta Corporación
ha manifestado que, a pesar de la existencia de otros mecanismos judiciales
de protección, la acción de tutela se torna procedente en dos hipótesis
excepcionales: i) cuando el mecanismo dispuesto por la ley para resolver las
controversias no es idóneo ni eficaz, caso en el que el amparo tendrá efectos
definitivos; y ii) cuando el medio es idóneo y eficaz (aptitud material), pero
no resulta lo suficientemente expedito para impedir la ocurrencia de un
perjuicio irremediable, evento en el cual procede como mecanismo
transitorio, mientras el juez natural de la causa dirime la controversia.
9. Lo anterior tras considerar que (i) la presentación del recurso, cuyo carácter
es extraordinario, no interrumpía la ejecución de la sentencia de pérdida de
investidura, circunstancia suficiente para concluir que el accionante estaría
ante la inminencia de un perjuicio irremediable; (ii) la resolución del
mecanismo se tornaba inoportuna, en tanto por más de cinco años no había
sido decidido; y (iii) era posible inferir “el resultado previsible de la revisión”
que efectuaría la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, atendiendo el
fallo adoptado en un asunto semejante.
10. En ese orden, la conclusión a la que en esta ocasión llegó la mayoría, esto
es, que la jurisprudencia constitucional, bajo un criterio unánime, ha exigido
como requisito de procedencia de la acción de tutela la presentación del
recurso extraordinario especial de revisión, no recoge el alcance real de la
línea sentada por la Corte sobre la materia, toda vez que, como se indicó,
también se ha sostenido que dicho instrumento judicial puede carecer de
aptitud material para resolver la controversia, teniendo en cuenta, entre otros
aspectos, que su presentación no impide la ejecución de la sentencia; que la
falta de oportunidad en su resolución puede tornar inane la determinación
final; y que la decisión que adopte la Corporación puede resultar previsible.
Insisto en ello.
167 Lo anterior cobra relevancia, en la medida que no siempre los recursos ordinarios de salvaguarda permiten resolver
la cuestión en una dimensión constitucional, al no ofrecer una solución integral de cara a los derechos presuntamente
afectados. Ver las sentencias T-020 de 2021, SU-016 de 2021, T-391 de 2018, T-230 de 2013, y T-106 de 1993, entre otras.
168 Sentencia C-132 de 2018.
169 Ley 144 de 1994, artículo 17. Consultar el siguiente link:
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_0144_1994.html.
73
170 (i) Recurso rad. 11001-03-15-000-2006-00318, con sentencia del 7 de abril de 2015 (3285 días aprox.); (ii) rad.
11001-03-15-000-2006-00821, con sentencia del 23 de febrero de 2016 (3650 días aprox.); (iii) rad. 11001-03-15-000-
2008-00374, con sentencia del 28 de junio de 2017 (3285 días aprox.); (iv) rad. 11001-03-15-000-2015-00110, con
sentencia del 28 de mayo de 2018 (1095 días aprox.) (v) rad. 11001-03-15-000-2015-00366, con sentencia del 15 de
febrero de 2018 (1095 días aprox.); y (vi) rad. rad. 11001-03-15-000-2017-02078, con sentencia del 5 de junio de 2019
(730 días aprox.).
171 En la sentencia C-279 de 2013, la Corte definió la tutela judicial efectiva como “la posibilidad reconocida a todas
las personas residentes en Colombia de poder acudir en condiciones de igualdad ante los jueces y tribunales de justicia,
para propugnar por la integridad del orden jurídico y por la debida protección o el restablecimiento de sus derechos e
intereses legítimos, con estricta sujeción a los procedimientos previamente establecidos y con plena observancia de las
garantías sustanciales y procedimentales previstas en las leyes”. Esta Corporación también ha indicado que la falta de
oportunidad en la resolución de los diferentes mecanismos judiciales constituye una afectación a este derecho.
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17. Así entonces, la Corte debió analizar si en este caso era necesario brindar
una adecuada garantía a favor de la parte accionante, de cara a las dificultades
que el recurso extraordinario de revisión presenta.
Análisis de fondo
aspecto que implica verificar si se está ante una situación de caso fortuito o
fuerza mayor, o en general exista alguna circunstancia que permita descartar
la culpa”173.
24. Del otro, existían “indicios” de que prodigaba un trato especial y tenía una
actitud de tolerancia frente al señor Giraldo Saldarriaga, en tanto: (i) su novia
era la progenitora del mencionado servidor, y (ii) al funcionario se le había
permitido estudiar de forma simultánea con la prestación del servicio en la
UTL. Precisamente, a partir de estas inferencias, el Consejo de Estado derivó
la culpabilidad del actor, señalando que este había incumplido su deber de
control y vigilancia respecto del empleado de su UTL176.
26. (i) Si los congresistas tienen deberes de vigilancia y cuidado frente a sus
subalternos. De acuerdo con el artículo 122 Constitucional, los servidores
tienen sus funciones detalladas en la Ley o el reglamento; para el caso de los
congresistas, el reglamento se encuentra contenido en la Ley 5ª de 1992,
cuerpo normativo del cual no se desprende prima facie la obligación de
vigilar a los miembros de su UTL. Tampoco resulta claro que los legisladores
puedan perder la investidura en virtud de la noción de culpa por el hecho
ajeno consagrada en el Código Civil (arts. 2347 y 2349 C.C.). Con mayor
razón, este caso resultaba relevante para determinar si ontológicamente la
causal de indebida destinación de dineros públicos puede ser cometida a título
de dolo o de culpa.
176 Al respecto consultar: Jairo Parra Quijano. (2017). Tratado de la Prueba Judicial Indicios y Presunciones. El autor
indica: “el indicio es un medio probatorio que supone tener un hecho probado, que nos permite desplazarnos es busca de
uno desconocido con la utilización de la regla de la experiencia, de la lógica, de la ciencia o de la técnica” (pág. 13).
177 La sanción impuesta implica una inhabilidad vitalicia para aspirar a cargos de elección popular.
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32. Por último, debo indicar que la ponencia de la cual me aparto pareciera
sugerir o enviar un mensaje al Consejo de Estado, en el sentido de que pudo
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