F. 6. TEMA 6. REFORMISMO BORBÓNICO

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TEMA 6 -SIGLO XVIII.

REFORMISMO BORBÓNICO
INTRODUCCIÓN- Con la muerte de Carlos II, sin descendencia, el trono español fue disputado por varias potencias
europeas (Guerra de Sucesión,1701-1713). Se presentaron dos candidatos: Felipe de Anjou (Borbón francés
nombrado por el propio Carlos II) y el archiduque Carlos de Habsburgo (con el apoyo de Inglaterra). Esta guerra tuvo
dos frentes: el español (guerra civil entre Castilla que apoya a Felipe y la Corona de Aragón que apoya a Carlos); y el
frente europeo, en el que se desarrolló una guerra por evitar la hegemonía francesa en Europa (cuando Carlos fue
nombrado emperador, en 1711, quedó despejado el camino hacia la paz). La guerra terminó con la Paz de Utrecht, en la
que España perdió sus posesiones europeas y Felipe fue aceptado como rey por todas las partes, siendo el primer
monarca de la casa de Borbón en España (Felipe V).

DESARROLLO- La dinastía comenzó con Felipe V (1700-1746). La principal medida fueron los Decretos de Nueva
Planta (implantados conforme iba conquistando territorios), que suprimieron el gobierno autónomo (leyes,
instituciones...) de Aragón, Valencia, Mallorca y Cataluña. La abolición de los fueros fue seguida de la sustitución
de sus instituciones y leyes por las castellanas. Los antiguos virreyes fueron reemplazados por los capitanes
generales, quienes desempeñaban al mismo tiempo funciones militares y administrativas. Introdujeron los intendentes,
figura de origen francés, para gestionar los aspectos económicos de las provincias. Las tendencias uniformadoras se
aplicaron también mediante la obligación del uso del castellano en la nueva administración. El régimen administrativo
local perdió importancia. Los corregidores reales sustituyeron a los veguers en los municipios, que quedaron así
sometidos al poder real. Sólo vascos y navarros mantuvieron sus prerrogativas históricas como premio a su fidelidad a
Felipe V. Se sustituyeron, en toda España, los Consejos reales por las Secretarías de Estado. También hubo una
remodelación del ejército, implantando un sistema de quintas.

Otro cambio que experimenta España es en cuanto a las relaciones internacionales. Perdidas sus posesiones
europeas en el tratado de Utrecht, su política ahora se centrará en ejercer un control más directo de las posesiones
americanas (descuidadas durante el siglo XVII) y en llevar a cabo los llamados Pactos de familia con Francia. Serán
tres y en ellos España ayudará a Francia en sus conflictos internacionales.

A la muerte de Felipe le sucede su hijo Fernando VI (1746-59). En los pocos años de su reinado destaca la política
exterior pacifista (“paz con todos, guerra con nadie”), la apuesta por las artes y el inicio del Catastro de Ensenada, que
será terminado durante el reinado de Carlos III.

Carlos III (1759-1788). Con experiencia previa como rey de Nápoles y un gran sentido de Estado, continuó con las
reformas iniciadas por sus predecesores con el objetivo de modernizar España. Pese a unos inicios convulsos (ejemplo
Motín de Esquilache 1766) terminará llevando a cabo un programa de reformas que nos harán hablar de él como uno de
los grandes representantes del despotismo ilustrado en Europa.

El despotismo ilustrado fue la aplicación de las ideas de la Ilustración (racionalidad, fe en el progreso humano, búsqueda
de la felicidad colectiva, apuesta por la ciencia...) a la monarquía absoluta del Antiguo Régimen (“todo para el pueblo
pero sin el pueblo”). Carlos III contó con algunos de los ilustrados más destacados en su gobierno: Jovellanos,
Campomanes, Floridablanca, Ensenada, Cabarrús, Olavide, Aranda.

En el terreno religioso se impuso el regalismo: reclamó el derecho a nombrar los cargos eclesiásticos, a controlar la
Inquisición y a fundar monasterios.

En educación los esfuerzos reformadores de Carlos III encontrarán la resistencia conservadora de los privilegiados. Su
objetivo fue promocionar los estudios técnicos y desarrollar la formación profesional ligada a las Juntas de Comercio.
Además de limitar los privilegios de la Mesta, los gobiernos de Carlos III impulsaron proyectos de reforma agraria para
aumentar el número de propietarios y arrendatarios. En el Expediente de la Ley Agraria (Jovellanos) se recoge una
certera visión de los problemas de la agricultura española del siglo XVIII, pero las oposición de la nobleza y la Iglesia
hizo imposible la reforma. El decreto de libertad de precios y circulación del trigo pretendió favorecer la creación de
un mercado interior fuerte. Para fomentar el regadío se abordaron obras como el Canal de Castilla o el Canal Imperial
de Aragón y, por todo el territorio, se mejoraron los sitemas de regadío y el abastecimiento a las poblaciones
construyendo acueductos y fuentes. Las colonizaciones fueron otra iniciativa estatal (ejemplo, Sierra Morena).

En la industria se mantuvo un planteamiento de corte mercantilista cuyas bases eran el intervencionismo estatal y el
proteccionismo. El intervencionismo se manifestó en la creación de las manufacturas reales, grandes centros de
producción artesanal que pretendieron ser un estímulo industrial y una fuente creadora de riqueza para disminuir las
importaciones. Se conocen con el nombre de "reales fábricas": de paños, en Guadalajara y Segovia; de tabacos, en
Sevilla; de cristal, en La Granja de San Ildefonso; de seda, en Murcia; de loza y porcelana, en Alcora; de bronces, en
Riópar; de tapices, en Madrid...

En comercio destaca el comercio colonial, pues el mercado interior estaba poco articulado. Así, el trigo llegaba a
acumularse en Castilla mientras Barcelona necesitaba importarlo desde el extranjero. El Reglamento de Libre Comercio
de 1778 permitió comerciar a 13 puertos españoles con 24 puertos americanos. El comercio se revitalizó: las
exportaciones a América se multiplicaron por seis y las importaciones por cuatro. La subida del volumen de negocio con
América se completó con un mayor control sobre este territorio (creando nuevos virreinatos e instaurando la figura de la
intendencia también allí).

Otras reformas fueron: Para atender a los gastos militares se apostó por un fortalecimiento de la Armada y del ejército,
fomentando los astilleros reales. El Estado emitió vales reales: eran unos títulos de deuda endosables considerados
como la primera forma de papel moneda en la historia de España. Para su control y gestión se creó el Banco de San
Carlos. Se crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País. Su objetivo era estudiar y determinar la situación
de cada una de las provincias, fomentar la agricultura, el comercio y la industria, traducir y publicar libros extranjeros e
impulsar la difusión de las ideas fisiócratas y liberales. Fomento de la cultura (Reales Academias de las Letras, de la
Historia) y de la ciencia (Jardín Botánico, Gabinete de Ciencias Naturales -futuro Museo de Prado-); política urbanística
(Puerta de Alcalá, Cibeles,...); primeras fases de la red radial de carreteras; creación de símbolos que dieran unidad al
país (bandera, himno); establecimiento del servicio de Correos; creación de la Lotería Nacional; decreto de
prohibición de enterramientos en los templos...

CONCLUSIÓN. Los Borbones trataron de implantar en el S.XVIII una serie de reformas modernizadoras, algunas se
llevaron a cabo, pero otras no, quizás las más necesarias, debido a la resistencia de los grupos privilegiados del
país (nobleza y clero), que no querían esta modernización para no perder su poder económico, social y político. Para
intentar cambiar la mentalidad nobiliaria, Carlos III emitió un decreto dignificando el trabajo y ennobleciendo a
aquellas familias que a lo largo de tres generaciones hubieran dirigido una empresa industrial o comercial.

Los últimos años del siglo vinieron marcados por las consecuencias de la Revolución Francesa. Para evitar el
"contagio", Carlos IV estableció una especie de "cordón sanitario" en las fronteras, se negó a reconocer a la República
francesa y le declaró la guerra (Paz de Basilea, 1795). Después, tras la vuelta de la alta burguesía al poder en Francia
(Directorio), se volvió a la tradicional alianza de España y Francia contra Gran Bretaña.

BIBLIOGRAFÍA
-VALDEÓN, J., PÉREZ, J. y JULIÁ, S. (2008): Historia de España. Editorial Austral.
-GARCÍA DE CORTÁZAR (2006): Historia de España. Editorial Planeta.

-RUIZ TORRES, P. (2008): Reformismo e Ilustración. Historia de España, editorial Crítica, volumen 5.

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