La Curacion Por El Ayuno Alexi Suvorin
La Curacion Por El Ayuno Alexi Suvorin
La Curacion Por El Ayuno Alexi Suvorin
Espero y deseo que tú, querido lector, también quedes hechizado con su
lectura, no sólo para recuperar la salud, sino, sobre todo, como experiencia
espiritual, la cual puede ser lo más maravilloso y apasionante que nos
ofrezca el ayuno, una de las mejores formas de encontrarse a sí mismo.
Marc Ams.
Fundador de:
Los que lean este libro de Suvorin, el más brillante y el más clave de todos
los Libros sobre el ayuno, deben penetrar su Filosofía Biológica de lo que es
la técnica de la "Autofagia” (el depurarse a sí mismo) y como actúa la fuerza
Vital y Medicatriz de nuestro interno ente subconsciente físico.
Dicen que la lucha por la existencia es una de las leyes más importantes de
la vida. Algunos van aún más lejos, afirmando que la vida misma no es más
que una lucha continua y encarnizada entre los hombres, porque desde que
existe la humanidad, los hombres no hacen más que arrebatarse
mutuamente los medios de vivir.
Yo, por mi parte, reconozco que la lucha por la vida era y es el objeto final
de la mayoría de los actos de los hombres, originando innumerables males y
miserias inclusive las guerras que lo arruinan todo, pero hay también otro
factor que obra paralelamente con la lucha por la existencia, no cediéndole
en nada, en cuanto a los males que trae, y a veces, superándola en ese
sentido. Ese factor es el triste hecho de que cada hombre se “arrebata” a sí
mismo la existencia, entregándose a toda clase de excesos en forma de
placeres desordenados, alimentación superabundante y otros abusos, todo
lo cual equivale a un suicidio lento.
Tras de haber comprobado todos esos hechos, así como muchos otros, que
no tengo tiempo ni lugar para comentar aquí, concebí la idea de editar este
libro, cosa que hago ahora con la autorización del autor. Los provechos que
sacarán los lectores de la obra en cuestión los inducirán, sin duda alguna, a
darle las gracias a Alexi Suvorin, su autor, uniéndolas a las mías.
No dudo de que el lector instruido no despreciará esta obra por ser su autor
persona “no diplomada”; sabiendo que las ciencias positivas más
importantes, como la física, la mecánica, etc., contaron entre sus mejores
guías con personas no diplomadas en las ciencias correspondientes, como
por ejemplo, Franklin, Galvani, Edison y Zeppelin. Es cierto que esas
ciencias se burlaron primero de las figuras eminentes arriba mencionadas
por faltarles los diplomas correspondientes, pero, con todo eso, se vieron
luego obligadas a reconocer sus méritos y tomarlos por guías.
Es esta la gran diferencia, del empírico autor de este libro, observador sagaz
y culto, que no utiliza en absoluto ningún alimento en ingestión, ni agua
siquiera, para no perturbar la corriente eliminatoria, a nivel de los
emuntorios. Los demás autores, preconizan y recomiendan insistentemente,
la ingestión de abundantes líquidos, laxantes, que con el método de ayuno
de Alexi Suvorin no sólo no son necesarios sino perturbadores del proceso
de depuración orgánica.
Médico dietólogo
ALEXI SUVORIN.
CAPÍTULO 1. MI DESCUBRIMIENTO.
40° día:
CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES.
3) El lagrimeo ha desaparecido.
9) Ya no ronco.
19 de mayo de 1925
7 de junio de 1925
17 de junio
Mi estatura es de 1,75 m.
He terminado mi ayuno.
El total de la disminución:
Al 4° día el
estómago digiere excelentemente, pero los
intestinos no funcionan. Me veo obligado a
echar un clister. Comí caldo con huevo,
galletas, compota y jamón, pero todo en
pequeñas cantidades.
X.U.
N. BRZOSOVSKY. Teniente
general de artillería, ex gobernador de la
fortaleza Ossovetz, comandante del XDIV
Cuerpo del Ejército, ahora comandante de la
Casa de Inválidos Rusos.
Casos:
1 de agosto de 1930,
Belgrado, Mraovicheva Uliza, 10.
¡El cuadro de una grave tragedia familiar
provocada por los errores del diagnóstico y
de la cura de los médicos! Póngase atención
en con qué prontitud llega la cura al aplicarse
el ayuno. Los médicos hicieron el diagnóstico:
“cáncer”. El diagnóstico era equivocado, y
durante tres años la enferma se sentía cada
vez peor, mientras que yo pude decirle
cuando vino a verme que sólo tenía cálculos
en el hígado y, probablemente, una hinchazón
más en el intestino, pero no cáncer, porque
hallándose atacada de cáncer, no habría
conservado las fuerzas como las había
conservado en realidad. El ayuno debía aclarar
en forma más precisa la naturaleza de la
enfermedad. Fue aplicado y empezó a surtir
sus efectos desde el principio,
independientemente de si mi diagnóstico era
completo o incompleto, acertado o
desacertado. Y al cabo de 28 días le pasaron
los dolores, expulsó los cálculos, la hinchazón
se convirtió en absceso, éste se purificó y... la
enferma se restableció. ¡Y todo terminó
después de 42 días de ayuno, al cabo de tres
años de toda clase de curas de otra
naturaleza!
Durante el ayuno el organismo no espera ni al
médico ni a la botica, sino que empieza solo a
buscar el origen de la enfermedad, nunca se
equivoca, se pone a roerla, y pronto no queda
de ella más que un recuerdo.
--¿Usted ha ayunado?
Bife (1.500.000)
Bife hamburgués (75.000.000)
Hígado de cerdo (95.000.000)
Estiércol fresco de ternero (15.000.000)
Estiércol fresco de cabra (20.000.000)
Estiércol fresco de caballo (30.000.000)
Las muestras de carne fueron tomadas en
siete mercados directamente de los puestos
de venta. Las bacterias de la carne
resultaron las mismas o parecidas a las
encontradas en el estiércol, y entre ellas
siempre se encuentran las clases habituales
en el intestino humano enfermo. Para la
destrucción de muchas de estas bacterias no
basta la temperatura habitual de la cocción;
hace falta someterlas al efecto de 115°
durante al menos dos horas. Rogué dice que si
se puede dar a veces caldo a las personas
sanas, no se le puede dar de ninguna manera
a las enfermas porque la mitad de materias
duras en él son toxinas, o sea, venenos
intestinales. ¡Y con semejante comida se va
llenando el enfermo siguiendo las indicaciones
de la “ciencia”!
--¿Por qué?
Grasas (97%)
Músculos (30%)
Hígado (66%)
Bazo (63%)
Sangre (17%)
Centros nerviosos (0%)
Y además:
ÍNDICE
CAPÍTULO 1. MI DESCUBRIMIENTO.
CAPÍTULO 2. MIS TRES AYUNOS
PROLONGADOS.
CAPÍTULO 3. ESENCIA Y CURSO GENERAL DEL
PROCESO DESCUBIERTO POR MÍ EN EL
ORGANISMO HUMANO.
CAPÍTULO 4. MI PRIMER AYUNO DE 39 DÍAS. EL
HECHO MISMO DEL DESCUBRIMIENTO.
CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES.
CAPÍTULO 6. MI SEGUNDO AYUNO DE
DURACIÓN COMPLETA (37 DÍAS).
CAPÍTULO 7. MI AYUNO INCOMPLETO DE 21
DÍAS.
CAPÍTULO 8. ¿QUÉ HE OBTENIDO DE MIS
AYUNOS?
CAPÍTULO 9. ¿QUÉ ENFERMEDADES SE CURAN
CON EL HAMBRE?
CAPÍTULO 10. HECHOS Y CASOS.
CAPÍTULO 11. OBESIDAD, DILATACIÓN DE LA
AORTA. “MOSCAS NEGRAS ANTE LOS OJOS”.
LA CURA POR MEDIO DEL AYUNO EN 40 DÍAS.
CAPÍTULO 12. LA PÉRDIDA DEL OCHENTA
POR CIENTO DE LA CAPACIDAD DE TRABAJO
GENERAL. EL PULMÓN PARALIZADO POR UNA
CONCRECIÓN VOLVIÓ A FUNCIONAR.
DILATACIÓN DE LA AORTA. CURA EN 35 DÍAS.
CAPÍTULO 13. EL FORTALECIMIENTO
GENERAL DEL ORGANISMO MEDIANTE UN
AYUNO PROLONGADO. CADA CUAL PUEDE SER
MÉDICO DE SÍ MISMO.
CAPÍTULO 14. ADIPOSIS GENERAL (111’5
KILOGRAMOS DE PESO).
GRAN DEBILIDAD GENERAL. DILATACIÓN DE
LA AORTA. ENFISEMA DE PULMONES.
CONTUSIÓN. DILATACIÓN DE TENDONES.
VICIO DE FUMAR MUCHO.
CAPÍTULO 15. EFISEMA DE PULMONES. ASMA.
AFICIÓN INVENCIBLE AL TABACO.
CAPÍTULO 16. CATARRO (INFLAMACIÓN) DE
ESTÓMAGO
DE DOCE AÑOS DE DURACIÓN.
NEUROSIS. CURA EN 38 DÍAS.
FIN
Nunca surgió idea alguna, sea religiosa, científica o política, sin que
hubiesen aparecido simultáneamente partidarios fanáticos de la misma. En
efecto, tanto las religiones como las doctrinas, filosóficas, sociales, político-
sociales o médicas, tuvieron en su tiempo todas prosélitos entusiastas que
les causaron más daño que sus enemigos. En otras palabras, en cada
religión hay feligreses que se imaginan que todos los que no participen de
sus ideas son hombres destinados para el infierno, aunque realicen
muchísimas obras buenas. En la política también hay individuos que creen
permitido torturar y hasta matar a todos los que no comparten sus ideas,
aunque hayan prestado a la patria servicios superiores a los suyos. Entre las
naciones hay muchas convencidas de que su país es el primero del mundo.
No está libre de ese defecto tampoco la medicina, puesto que muchos
alópatas, por ejemplo, sostienen que no siendo alópata, uno no merece
llamarse médico. Muchos naturistas, por su parte, están convencidos de que
no siendo naturista, uno merece ser calificado de embustero.
Por lo que hace a mí, creo que lo absoluto no existe en este Mundo: no he
visto ningún jardín que contuviera todas las rosas hermosas del mundo,
como tampoco he encontrado un campo en que se hallasen reunidas todas
las zarzas del mundo. Por consiguiente, según mi modo de ver, los que
creen que lo que poseen ellos está dotado de todas las buenas calidades del
mundo y lo que es de propiedad ajena es el foco de todas las malas
calidades del mundo, son los fanáticos que hacen más mal a la doctrina
defendida por ellos que los enemigos de la misma, porque, debido a su
fanatismo, siempre se ven impulsados a defender lo suyo sin lógica
meditación.
Parece que al método del ayuno no le faltó gente de esa índole. Esta gente,
teniendo la convicción de las ventajas del ayuno, ayuna y hace ayunar a los
demás de una sola vez el período completo o sea 40 días sin haber hecho
ayunos cortos
como preparación necesaria y sin tener instrucciones precisas que la guíen
en esos casos.
Considero oportuno dar aquí algunos consejos a los lectores de esta obra:
1º No ayune antes de leer este libro atentamente por lo menos dos veces.
4º Los lavados de agua tibia son útiles para el ayunador, abriendo los poros
y facilitando las eliminaciones de materias morbosas.
¿Tendrá este método éxito o no?, no lo sé: no soy profeta para predecirlo en
forma terminante; pero tengo motivos para afirmar que, tanto su éxito
como su divulgación, dependerán de un modo particular de la acogida que
encuentre entre los médicos sinceros.
Para aclarar aún más mi punto de vista digo: la condición más importante y
necesaria para ayunar es la fuerza de voluntad, y ésta, según es notorio,
hace falta a la mayoría de los hombres en sus actividades cotidianas, de
manera que constituirá un requisito aún más indispensable en una empresa
tan rara y extraña como la abstención completa de la comida durante no
pocos días, empresa que le parece al público rodeada de toda clase de
peligros inclusive el de muerte. En vista de ello, todos los débiles de
voluntad necesitarán de aliento por parte del médico, además de sus
instrucciones; pero si el médico asusta a esa gente, diciéndole que el ayuno
daña y pone en peligro la vida misma, la práctica del ayuno resultará cosa
imposible, quedando el provecho milagroso del ayuno reservado
únicamente para hombres dotados de una fuerza de voluntad excepcional,
porque estos una vez persuadidos de la utilidad de una cosa, no se dejan
impresionar por la prohibición de los médicos ni de cualesquier otras
personas del mundo. Pero, según ya queda dicho más arriba, la mayoría de
los hombres pertenece a la primera categoría, o sea los débiles de voluntad,
que necesitan del apoyo de los médicos, así como de las instrucciones
correspondientes.