Mosquera - Las Pulsiones en Analisis
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El saber freudiano circunscribe algo que está en la esencia misma de la pulsión y nos
deniega la satisfacción plena. . El goce absoluto no solo es imposible por las restricciones
impuestas por la cultura, sino por algo que pertenece a la esencia misma de la pulsión, y en
ese algo es que Freud quiere situar un real irreductible a la satisfacción.
El objeto en tanto perdido y el empuje continuo, y en esa articulación se activa la repetición
de la meta que no cesa en realizarse.
3.2Lo tópico
Asume que lo psíquico está compuesto por localidades, instancias, regiones como lugares
virtuales con características que son específicas en cuanto al funcionamiento y a sus
propias lógicas que obedecen a una secuencia fija, una sucesión.
Dos diseños para dar cuenta del acaecer psíquico
1. En la carta 52
2. En la interpretación de los sueños
Los sistemas psíquicos están en dos extremos, que cumplen funciones como percepción-
conciencia y percepción-motilidad. Se llaman los lugares signo perceptivo o huella
mnémica, signo inconsciente o inconsciente y signo pre consciente o preconsciente. Lo
importante es que se trata de registros que conducen a un núcleo imposible de ser dicho.
El masoquismo moral , donde el sesgo duro y cruel del imperativo se revela patético y se
articula con diversos fantasmas correspondientes a los distintos momentos de organización
libidinal. Es la “norma de conducta en la vida”, bajo la forma de deber-ser que se traduce
como deber-gozar-ser humillado,golpeado,maltratado,etc.
18.3.El fantasma entre ser y sentido
La pulsión de muerte ha sido transferida hacia afuera, permanece en el interior su residuo
como el genuino masoquismo erógeno “...que por una parte ha devenido un componente de
la libido, pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio”: De esos dos fragmentos
de pulsión de muerte que residen en interior el organismo, uno de ellos es primordial en el
sentido de lo originario, y por eso precisamente Freud se ocupa de especificar que “sigue
teniendo como objeto al ser propio” (significa que es un resto que no alcanza a ser
neutralizado entonces queda libre de otro que es ligado), mientras el otro fragmento deviene
socio de la libido. Para Freud, el ser con su núcleo pulsional queda determinado por las
metas como modalidades de goce a través del fantasma.
En la elaboración freudiana, al menos en lo que respecta a la neurosis,el sentido está
siempre transferido por desplazamiento,siempre más allá de donde se presume atraparlo,
como queda demostrado con la interpretación de las formaciones del icc. Este
desplazamiento supone la alusión que toma a su cargo el significado, se da a entender algo
pero se habla de otra cosa.Es precisamente que no significa lo que dice,ni dice lo que
significa, sino que hace del no significar la condición de la ilusión por su capacidad de
evocar lo faltante, lo no dicho.Pero aca no importa es el hecho de decir no diciendo y no
tanto lo dicho o no dicho.Lo simbólico es así el recurso de la transposición, y en esa
dimensión el sentido, comprometido en el desplazamiento tiene carácter metonímico. El
sentido como algo que está en permanente fuga, y se puede considerar como el objeto
perdido del lenguaje.
Pero en el fantasma, la fuga del sentido del funcionamiento del lenguaje se coagula a nivel
del fantasma y ahí quedan articulados un ser y un sentido, derivado de la transposición de
las metas pulsionales ser devorado,ser golpeado,ser castrado,ser poseído. El sentido aca
no se desplaza, sino que se fija a modalidades de goce y así retorna en el síntoma como
repetición de la significación de satisfacción.
Por eso Freud dice que la introversión la libido encuentra el camino hacia las
fijaciones:sentido y libido se encuentran fundidos y detenidos a nivel del fantasma y es ese
en rigor el secreto de la fijacion.La fijacion se descubre asi como la de un sentido de la
satisfacción.
El fantasma es el camino de intersección entre el superyó y la ilusión; conduce al deber-
gozar-ser por el que el sujeto ingresa en la dimensión del masoquismo moral.
Se trata de un ser determinado por la pulsión y más precisamente por la meta, en su versión
masoquista como testimonio de la mezcla, de la sujecion pulsional.En el campo del
fantasma el sentido permanece fijado,se apega,se asimila a determinadas modalidades de
goce y retorna en el síntoma como repetición de la significación de satisfacción.