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Guía de Lectura Trabajo Práctico #4 Autismo Infantil

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PSICOPATOLOGIA II CURSADA 2020

Trabajo Práctico N°4 Autismo: del síndrome a la posición subjetiva

Prof. Gastón Piazze

Duración: 3 clases

Síntesis teórica

En 1943, Leo Kanner, uno de los pioneros de la psiquiatría infantil, utiliza el


término bleuleriano de “autismo” con el objeto de designar un conjunto de
presentaciones clínicas de niños desconocidas hasta el momento: las
"perturbaciones autísticas del contacto afectivo". Su texto inaugural, de naturaleza
descriptiva, da inicio a un ingente trabajo de investigaciones clínicas llevado a
cabo a lo largo de treinta años, en los que se advierte cómo Kanner va mas allá
de la delimitación de una mera categoría diagnóstica vertebrada conforme la
lógica del inventario. En efecto, su voluntad sostenida por jerarquizar los síntomas,
por hallar sus "interconexiones significativas" y por despejar su valor de recurso lo
alejan de Bleuler para acercarlo a Minkowski, en cuya obra se vislumbra también
el hilo de la estructura. En efecto, para el autor polaco todo síndrome
psicopatológico constituyen “una unidad organizada y viviente que expresa una
modificación profunda y característica de la personalidad humana entera”
(Minkowski, 1927, 211), concepción muy próxima a la alcanzada por Kanner en
1956. Otro psiquiatra de origen austríaco propone, casi simultáneamente, un
cuadro psicopatológico muy próximo al primero, la “Psicopatía autística”. El rasgo
dominante común de ambas constelaciones, el anhelo por mantener una “extrema
soledad” para Leo Kanner, la restricción de las relaciones con el entorno, para
Hans Asperger, jalonan la delimitación de un síndrome caracterizado por la actitud
de retraimiento respecto de sus semejantes, por una peculiar dificultad para
tolerar los cambios del medio, por una atracción excepcional por los objetos, por
trastornos persistentes del lenguaje y por una aparición precoz de estos
fenómenos.

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Más allá de sus ortodoxas hipótesis etiológicas, la atención que Kanner
pone en las rarezas del lenguaje en los autistas –acicateado tal vez por su doble
condición de poliglota y poeta- invita a seguir su derrotero desde el fenómeno
hasta su estructura y función a fin de ponerlo a dialogar con las herramientas del
psicoanálisis de orientación lacaniana. El autismo infantil precoz de Kanner se
revela así no como una simple sumatoria de comportamientos sino como un
genuino “asunto de lenguaje”.

Por su parte, y a pesar de su aproximación descriptiva, Hans Asperger llega


a intuir un elemento específico de orden cualitativo que vincula el conjunto de las
manifestaciones clínicas de la “Psicopatía autística”: “El desorden fundamental da
por resultado severas y características dificultades en la integración social (…),
afecta todas las expresiones de su personalidad, y puede explicar sus dificultades
y deficiencias así como también sus logros especiales” (Asperger, 1944, 2). Como
veremos durante la primera clase, la ductilidad de Kanner para captar la envoltura
formal del síntoma y la sensibilidad de Asperger para asir el carácter paradojal de
esta “discapacidad cognitiva” permiten sortear una lectura deficitaria del autismo y
anticipan la posibilidad de pensarlo ya no como una enfermedad sino como una
modalidad infrecuente de funcionamiento subjetivo.

La categoría propuesta por Kanner, el autismo infantil precoz, muy


tempranamente es objeto de una aprehensión psicodinámica. Varios
representantes del psicoanálisis anglosajón -seguidores de Anna Freud, de
Melanie Klein o provenientes de la psicología del yo-, emprenden la cura de niños
autistas a partir de una misma hipótesis evolutiva: la intuición de que se enfrentan
a la patología más arcaica de la relación de objeto. Así, para Margaret Mahler,
entraña la regresión libidinal más profunda; para Frances Tustin, el fantasma más
catastrófico; para Bruno Bettelheim, la reacción a la angustia más extrema. A
pesar de introducir la valiosa premisa de la respuesta subjetiva, en tanto los
analistas mencionados conciben el retraimiento como una defensa, sus abordajes
conllevan un mismo lastre subyacente: el preconcepto de la gravedad y del
pronóstico sombrío en la mayoría de los casos, así como un manejo de la relación
2
de objeto que encuentra su impasse en el registro imaginario, dado el
desconocimiento de la autonomía del orden simbólico.

En los años 70, dicha concepción pesimista comienza a ser cuestionada por
psicólogos experimentales y cognitivos interesados en estudiar las capacidades
efectivas de los autistas y sus variantes evolutivas. Sus conclusiones iniciales
promueven una perspectiva menos deficitaria y conducen a una aproximación del
autismo de Kanner al síndrome de Asperger, taxón inadvertido durante mucho
tiempo, y reactualizado por los trabajos de Lorna Wing y Michael Rutter. Sin
embargo, hacia principios de la década siguiente, se produce una sorprendente
mutación: la misma consiste en el pasaje de una concepción del autismo
entendido como manifestación de un retraimiento social y afectivo a otra en la que
es considerado como un trastorno del desarrollo que implica déficits cognitivos
severos, probablemente debidos a diversas formas de disfuncionamiento cerebral.
La razón de esta metamorfosis puede encontrarse en el avance paulatino de una
aproximación comportamental, de la mano de las nuevas clasificaciones
internacionales de la patología mental y de las teorías cognitivistas acerca del
modo autista de tratamiento de la información, cuya tesis inaugural en 1985 es la
de una incapacidad para forjarse una teoría de la mente, biológicamente
determinada. Desde entonces, la perspectiva sindrómica sincrónica,
supuestamente ateórica y con aspiraciones universales de las sucesivas ediciones
del DSM y las diversas propuestas cognitivistas, signadas por un reduccionismo
psico-biológico creciente, tienen como consecuencias mayores, por un lado, una
extensión desmedida del campo del autismo –que dio lugar al surgimiento del
problemático concepto de espectro autista- y, por otro, una migración del cuadro
desde el ámbito de la psicopatología al terreno de la educación especial.

Finalmente, en estos últimos años, a partir de la publicación de valiosos


testimonios autobiográficos escritos por autistas de alto nivel de funcionamiento
(T. Grandin, D. Williams, D. Tammet, entre otros) y de las herramientas
conceptuales derivadas del psicoanálisis de orientación lacaniana, se ha reabierto
el debate en torno a la posibilidad de una cura psicoanalítica para los sujetos
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autistas. Así, la búsqueda de constantes fenoménicas, ya no en el mero
comportamiento sino en el campo de los hechos de lenguaje considerados en el
marco de la transferencia, apunta a cernir los resortes estructurales de la posición
autista, así como sus peculiares modalidades de satisfacción pulsional, premisa
ineludible para delinear una dirección de la cura. En tal sentido, en la tercera
clase se introducirán las nociones cardinales de las propuestas de Eric Laurent y
de Jean-Claude Maleval acerca de la particularidad de esta modalidad de
respuesta subjetiva. Dos aspectos centrales jalonan la particularidad de la misma:

 por un lado, una perturbación de la enunciación, del decir,


dependiente de una carencia de la identificación primordial,
correlativa de la “forclusión del agujero” del Inconcientei.
 Por otro, una defensa específica, el retorno de goce en un neo-
borde, que, eventualmente, toma apoyo sobre un objeto fuera-del
cuerpo, adecuado para constituir la matriz de un Otro de síntesis
abierto, o borde dinámico.

Ante la irrupción angustiosa del objeto pulsional voz -emergencia intrusiva


de tenor alucinatorio que puede ubicarse en el terreno de los fenómenos
elementales-, el autista apela a diversas estrategias para desplazar semejante
exceso pulsional a un borde fuera del cuerpo. Los tres componentes esenciales de
esta defensa, más o menos interdependientes y que pueden hacerla evolucionar,
son la imagen del doble, el islote de competencia y el objeto autístico. He aquí
los “pseudópodos” que los sujetos autistas van a extender con precaución, como
lo señalaba Kanner, y gracias a los cuales, en ocasiones pueden llegar a elaborar
“compromisos” que les permitan abrirse hacia un mundo que inicialmente les era
extraño.

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Bibliografía obligatoria

 Asociación Americana de Psiquiatría (1994) “Trastornos generalizados del


desarrollo”. En Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades
Mentales (DSM 4to.), IV. Edición, Masson S. A., Barcelona, 1995, p 69-82.

 Asociación Americana de Psiquiatría (2014) “Trastornos del espectro


autista”. En Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades
Mentales, V Edición, Arlington, Asociación Americana de Psiquiatría, 2014,
p 50-59.

 ASPERGER, H. (1944) “Psicopatía autística” en la infancia (traducción ficha


de cátedra) en en Frith, U. (Editor) (1991) Autism and Asperger síndrome.
Cambridge University Press; 1999. Traducción a cargo de Carmen Talou y
Gastón Piazze.

 KANNER, L. (1943) Perturbaciones autísticas del contacto afectivo


[“Nervous child” Nro. 3, vol. 2, (1942-1943)]. Siglo Cero, vol 25.

 KANNER, L. (1946) Lenguaje irrelevante y metafórico en el Autismo Infantil


Temprano. Traducción realizada por Gastón Pablo Piazze para circulación
interna de la cátedra de Psicopatología II de la Facultad de Psicología de la
U.N.L.P. 2015.

 KANNER, L.; EISENBERG, L. (1955) Autismo infantil temprano (1943-


1955). Incluido en “Childhood Psychosis: initial studies and new insights”
publicado por V. H. Winstons &Sons, Washington D. C., 1973. Traducción a
cargo de Mónica Torres y Gastón Piazze.

 KANNER, L. (1971) Estudio de seguimiento de once casos de niños


autistas originalmente comunicados en 1943. [ J. Autism. Schizophr. 1971,
1-2, 119 -145.]. Traducción anónima publicada en la Revista Vértex. Pp.
211-214.

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 MALEVAL, J.-C. (2009) Capítulo III “Más bien verbosos los autistas” en El
autista y su voz. Editorial Gredos, S. A., Madrid, 2011.

 PIRO, M.C. (2017). El autismo como campo de problemas: coordenadas e


interrogantes contemporáneos. En M.C. Piro (Ed.), El autismo. Perspectivas
teórico-clínicas y desafíos contemporáneos (pp. 6-24). La Plata: Editorial de
la Universidad Nacional de La Plata (EDULP).

 RIVIERE, A., NUÑEZ, M. (2001) Teoría de la mente y autismo en La


mirada mental, desarrollo de las capacidades cognitivas interpersonales,
Aique, Madrid, pp. 63 – 80.

Bibliografía optativa

 CARBONE, N.; PIAZZE, G. (2015) “Estructura y función del lenguaje en el


autismo de Kanner”. Capítulo del libro de cátedra digital “El autismo:
perspectivas teórico-clínicas y desafíos contemporáneos”, colección “Libros
de Cátedra” por iniciativa del Rectorado de la UNLP, La Plata, Edulp, 2014.
E-Book. Red de Editoriales Universitarias Nacionales (REUN) – Edición
digital- En prensa.

 MALEVAL, J-C. (2014) “Clínica del espectro del autismo”. En S. E. Tendlarz


(comp.) Estudios sobre el autismo. Colección Diva, 1era. Ed, Buenos Aires,
pp. 41-71.

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Objetivos

 Establecer los cuadros clínicos descriptos por Kanner y por Asperger y los
resortes esenciales de su punto de vista “estructural”. Aprehender la
evolución conceptual del Kanner: del síndrome como “yuxtaposición
enumerativa” de síntomas al establecimiento de su “interconexión
significativa”.

 Captar los alcances de la noción de “desorden fundamental” de Asperger:


su tenor cualitativo y paradojal. Despejar los aspectos originales de la
pedagogía especial promovida por el autor y su solidaridad conceptual con
su idea de “compensación”.

 Situar la articulación teórico-clínica esencial de los autores cognitivistas en


relación a la hipótesis de un déficit de la teoría de la mente en los niños
autistas.

 Delimitar los ejes conceptuales que vertebran la noción de Trastorno


generalizado del desarrollo y su relación con los rasgos generales del DSM
IV: sindrómico, sincrónico, a-teórico, universal. Localizar los aspectos
distintivos de la noción de espectro autista en el DSM V.

 Precisar la noción de “Borde autista”: articular la irrupción angustiosa del


objeto voz como trastorno de la enunciación y las modalidades de la
defensa. Establecer el objeto, el doble y el Otro de síntesis en la
intersección sincronía – diacronía: captar el desplazamiento del borde en
el campo de la transferencia autista.

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Puntuaciones temáticas

 El autismo infantil Precoz de Leo Kanner: descripción clínica y criterios


diagnósticos en las conceptualizaciones del autor en 1943, 1955 y 1971.
Del inventario de síntomas a la búsqueda de su interconexión significativa:
síntomas primarios y secundarios. Rol del análisis lingüístico de las
locuciones autísticas en la mutación de perspectiva de Kanner. Estructura
“metonímica” y Función defensiva del fenómeno autista. Valor “paradojal”
de los síntomas en las evoluciones emergentes.

 El “Desorden fundamental” en la “Psicopatía Autística” de Asperger: su


impronta “cualitativa y paradojal”. La noción de “compensación” y sus
consecuencias sobre la oposición médica normal-patológico. La “Pedagogía
especial”: sus vínculos con la noción de compensación.

 La perspectiva cognitivista de la clínica del autismo: Teoría de la mente,


paradigma de la falsa creencia: experiencia “Sally-Anne”. Indices
Protodeclarativos y protoimperativos en la comunicación preverbal.
Hipótesis etiológicas. Noción cognitivista de espectro autista: perfil estático,
esencialista y deficitario.

 Autismo y Clasificaciones internacionales: Surgimiento del DSM. Finalidad


de su elaboración. Criterios y Presupuestos que subyacen a la noción de
Trastorno Generalizado del Desarrollo. Heterogeneidad del agrupamiento
clínico. Hipótesis causales. Eliminación de la oposición neurosis – psicosis
y el problema de la causa. Carácter empírico y supuestamente a-teórico de
esta clasificación y su incidencia en el plano terapéutico: el abordaje
psicofarmacológico y las terapias cognitivo-conductuales. Perspectiva
dimensional del DSM V: los trastornos del neurodesarrollo.

 Desarrollos lacanianos contemporáneos sobre el autismo: el trastorno de la


enunciación como etiología sexual. Hablar y decir. El borde como defensa
autista. Su relación con los síntomas primarios de Kanner: aislamiento y
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búsqueda de la invariabilidad. Objeto, imagen del doble y Otro de síntesis.
Formas simples y dinámicas del borde autista. La transferencia autista.
Noción psicoanalítica de espectro autista: sincronía y diacronía en la
movilidad del neo-borde.

Guías de orientación para la lectura de la bibliografía

I El autismo en el campo de la clínica psiquiátrica: los pioneros

A partir de la lectura de los textos de Leo Kanner y de Hans Asperger, resuelva el


siguiente cuestionario:

1. Establezca el “desorden fundamental” y describa el cuadro clínico


propuesto por Kanner en 1943 como “Perturbación autística del contacto
afectivo”. ¿Por qué puede ser caracterizado como una mera “colección” de
síntomas?

2. Caracterice los hallazgos de Kanner relativos a las locuciones autistas en


su trabajo de 1946 “Lenguaje irrelevante y metafórico en el Autismo Infantil
Temprano”. ¿Cuáles son las modalidades de “transferencia de sentido”
detectadas por el autor en los dichos autistas? ¿Qué rasgos distintivos
tienen estas modalidades de “lenguaje metafórico”?

3. Precise las novedades que introduce Kanner en el ordenamiento de la


constelación fenoménica del autismo a partir de la revisión de 1955:
establezca la jerarquización de los síntomas. Explique cómo concibe
Kanner la distinción de síntomas primarios y secundarios.

4. ¿Qué entiende el autor por “matrices patognomónicas” en su artículo de


1955? Relacione los síntomas primarios con la noción de “metonimia”
(sustitución del todo por la parte y viceversa), mecanismo lingüístico
detectado por Kanner a la base de todo el comportamiento autista en el
artículo de 1946.
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5. Delimite las funciones que Kanner le atribuye a los síntomas autistas.
¿Cuáles son las fuentes de intrusión frente a las que el autista
eventualmente se “auto-encapsula”? ¿Qué entiende el autor por el “uso
paradojal” que algunos autistas hacen de sus obsesiones? Ejemplifique con
la evolución de Donald según los estudios prospectivos del autor de 1971.

6. Delimite la “perturbación fundamental” y puntualice los rasgos centrales de


la “psicopatía autística” a partir de las consideraciones vertidas por Hans
Asperger en los casos Fritz V. y Harro L. y en el apartado “cuadro clínico de
la psicopatía autística”.

7. Localice a lo largo del texto de Asperger las sucesivas referencias a las


“habilidades compensatorias” que éste le imputa a los psicópatas autistas.
Relaciónelo con la “originalidad” atribuida por el autor a las expresiones y
experiencias de estos niños. Explique por qué Asperger subraya el tenor
cualitativo de la perturbación fundamental, en desmedro de una
consideración cuantitativa de la misma.

8. ¿Cuáles son los aspectos esenciales de la “pedagogía especial” promovida


por Asperger? ¿Qué vínculo puede hallarse entre dicho abordaje y la
concepción cualitativa y paradojal del “desorden fundamental” de la
Psicopatía Autística?

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II El autismo, un trastorno del desarrollo de la mente. El cognitivismo y la
lógica del DSM

En base al artículo de Angel Rivière y colaboradores, y de los apartados


correspondientes del DSM IV y del V, responda las siguientes preguntas:

1. Especifique la noción de Teoría de la mente planteada por los autores del


libro “La mirada mental”. ¿Cuáles son los vínculos señalados por Rivière y
Núñez entre esta competencia y el autismo? Precise la correspondiente
articulación teórico-clínica.

2. Defina el “paradigma de la falsa creencia” y resuma los diferentes


dispositivos experimentales que lo sustentan según estos investigadores:
experiencia Sally-Anne, ordenamiento de historietas. ¿Por qué dicho
paradigma puede ser cuestionado a partir de la noción de “transitivismo”?

3. Detalle las alteraciones comunicativas de los autistas postuladas por Rivière


y Núñez. Sitúe y conceptualice el “indicador decisivo” esgrimido por los
autores para establecer el diagnóstico diferencial del autismo.

4. Pormenorice los rasgos distintivos del DSM IV y reconózcalos en el grupo


denominado Trastornos Generalizados del Desarrollo.

5. Compare los requisitos diagnósticos estipulados para delimitar el Trastorno


Autista y el Trastorno de Asperger con las descripciones originales de
Kanner y Asperger. ¿Qué mutación ha operado en los criterios clínicos?
Particularice sus consecuencias terapéuticas.

6. Localice las novedades que introduce el DSM V (2013) con su noción de


“Trastorno del espectro autista”. ¿Qué implicancias tienen su inclusión
dentro de los denominados “Trastornos del neurodesarrollo”?

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III El autismo como una modalidad de posición subjetiva

1) Según Jean Claude Maleval, el autismo es una modalidad infrecuente de


posición subjetiva. Precise el “trastorno de la enunciación” postulado
por el autor.

2) ¿En qué consiste el borde autista? Delimite su estructura y su función.

3) Relacione los componentes del borde autista (objeto, imagen del doble y
Otro de síntesis) con los síntomas primarios delimitados por Kanner.
¿Cómo explica Maleval la movilidad evolutiva del borde?

4) Establezca la noción de “espectro autista” que plantea J-C. Maleval. Sitúe


sus aspectos sincrónicos y diacrónicos: constantes estructurales y
variaciones clínicas intra e interindividuales. Utilice esta conceptualización
para pensar el derrotero clínico de Donald y Elaine C. pacientes de Kanner,
conforme las reseñas clínicas del autor en sus artículos de 1943 y 1971.

Actividad final de integración

 Construya un cuadro comparativo entre la perspectiva psicoanalítica


y la cognitivista sobre el autismo en lo atinente al problema de la
causa, el criterio clínico para delimitar los síntomas, la perspectiva
evolutiva, el punto de vista espectral y la concepción terapéutica.

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