Revisión Anatomo-Clínica de Las Meninges y Espacios
Revisión Anatomo-Clínica de Las Meninges y Espacios
Revisión Anatomo-Clínica de Las Meninges y Espacios
ABSTRACT
Introduction: A comprehension of the normal anatomy of meninges and intracraneal spaces is crucial for neurosurgeons,
neurologists and neuroradiologists dealing with diagnosis and treatment of a wide range of pathologies of the central nervous
system. Material and method: For example, the distribution of blood within the cranial spaces (extradural, subdural or
subarachnoidal hemorrhages) is highly dependent on the normal or pathologic anatomy of the three meningeal sheaths. Discusion
and conclusions: In this report, the authors made an actualized interpretation of intracranial spaces, based in a literature
review and the study of blocks of brain and meninges and chronic subdural hematoma capsules obtained at surgery.
Key words: Subdural space, chronic subdural hematoma, subarachnoid hemorrage, extradural space.
* Profesor Asociado, Departamento de Anatomía (Profesor Dr. Gonzalo Estapé), Facultad de Medicina de Maldonado (CLAEH). Prado y Salt
Lake, Punta del Este, Maldonado, Uruguay
** Colaborador honorario, Servicio de Neurocirugía, Hospital de Clínicas (UDELAR), Montevideo, Uruguay.
*** Profesora Agregada, Departamento de Anatomía Patológica, Encargada del Laboratorio de Neuropatología del Hospital de Clínicas (UDELAR).
Montevideo, Uruguay.
**** Profesora Adjunta, Departamento de Anatomía Patológica, Responsable de la Unidad de Microscopia Electrónica, Hospital de Clínicas
(UDELAR). Montevideo, Uruguay.
***** Asistente, Departamento de Anatomía, Facultad de Medicina, Universidad de la República (UDELAR). Montevideo, Uruguay.
48 Martínez Fernando, et al. Revisión anatomo-clínica de las meninges y espacios intracraneanos
Rev Mex Neuroci 2008; 9(1): 47-60
1. Capa perióstica.
2. Meníngea.
3. Capa de células del borde dural (CCBD).4,13
Cara
interna
dura
Figura 3. Preparado de microscopia óptica (hematoxilina-eosina). Figura 4. Tomografías computarizadas de cráneo. Se muestran un
Se distingue claramente la transición entre las dos capas superficia- hematoma subdural crónico (izquierda) y agudo (derecha) con su
les de la duramadre (puntas de flecha) y la diferencia estructural clásica forma de semiluna. Esto es debido a que luego del
con las células del borde dural (flecha). decolamiento de la capa de células del borde dural, la colección
hemática sólo tiene como límites para crecer, los tabiques durales.
mente del hematoma extradural por su evolución clíni- duramadre en los sitios donde hay suturas, explican
ca y densidad topográfica (Figura 4). la morfología en lente biconvexo del hematoma
extradural, aunque este tipo de hematomas no siem-
Espacio extradural pre respetan las suturas (Figura 7).32,33
• Espacio extradural de la base del cráneo (Figura
La duramadre está adherida por su cara externa al 8). Desde hace décadas, varios autores han llamado
cráneo, sobre todo a nivel de la base y las suturas. Esta la atención sobre la anatomía del seno cavernoso.34
adherencia es más importante en niños y sujetos añosos, La duramadre en este sector forma las paredes late-
lo que hace que la incidencia de hematomas extradurales ral, superior y posterior del seno cavernoso, en tanto el
sea menor en estos grupos etarios. Hay un sector de la periostio de los huesos de la base del cráneo forma las
convexidad, donde la duramadre puede potencialmente paredes inferior, interna y anterior. Por ello,
decolarse del plano óseo (zona decolable de Marchand). Parkinson34 postula que el seno cavernoso no es un
Igualmente, en la base del cráneo hay una zona donde la seno venoso de la duramadre y propone cambiarle el
dura se separa del plano óseo para alojar los plexos nombre por el de compartimento o logia lateroselar.
venosos de la base del cráneo (espacio extradural de la Esta logia, dada la composición de sus paredes, es
base del cráneo). interduroperióstica (extradural) y contiene plexos
venosos, la porción cavernosa de la arteria carótida
• Zona decolable de Marchand y Ferré. Este espacio interna, los pares craneanos oculomotores y la prime-
se extiende en sentido anteroposterior desde la región ra rama del trigémino (en su interior o incluidos en sus
pterional hasta 2 o 3 cm por delante de la protuberan- paredes), nervios vegetativos y tejido graso. Según el
cia occipital interna. En sentido cefalocaudal va desde concepto difundido por Parkinson34 (y aceptado por
la línea media hasta la base del cráneo. En esta región los autores de este reporte), la logia lateroselar forma
(que abarca fundamentalmente los sectores temporo- parte de un espacio extradural en la base del cráneo,
parietales), la duramadre más fácilmente decolable de compuesto de adelante hacia atrás por:
los huesos del cráneo que en el resto del mismo.7,8
Frente a un traumatismo o una colección traumática 1. El espacio comprendido entre la periorbita y la vaina
(por sangrado a partir de la arteria o venas meníngeas dural del nervio óptico (espacio interduroperióstico).
medias, del diploe de los huesos craneanos o los se- 2. Logia lateroselar.
nos venosos), la duramadre se separará de la tabla 3. Venas de Breschet (situadas en el espacio
interna ósea generándose el hematoma extradural. extradural en relación con el clivus).
La topografía de este espacio y la ubicación de la 4. Seno venoso del foramen magno y seno cavernoso
arteria meníngea media explican la ubicación más suboccipital.
frecuente del hematoma extradural a nivel tempo- 5. Plexos venosos epidurales espinales (plexos venosos
ral. 33 Igualmente, la mayor adherencia de la de Batson).35
PB VI
Todos estos sectores tienen en común su ubica- • Capa aracnoidea reticular (CAR). Recibe este nom-
ción extradural o interduroperióstica, contenido de bre por su disposición y composición.21 Está formado
tejido adiposo y plexos venosos avalvulados por las prolongaciones de las células oscuras de la CBA
interconectados que permiten el flujo sanguíneo de reforzadas por fibras de colágeno.4
forma bidireccional. 34,35 Barrionuevo,36 mediante estudios con microscopia elec-
trónica de barrido distingue al menos tres tipos diferentes
Aracnoides de trabéculas que podrían tener funciones diferentes.
En primer lugar, se encuentran las fibras en red. Se
Está formada por dos sectores diferentes (Figura 5): trata de fibras finas y abundantes que desde la CBA
una capa celular “capa de barrera aracnoidal” y un forman una red que abraza las arterias y las mantiene
conjunto de bridas que se dirigen hacia la piamadre y los suspendidas en el ESA.
vasos y nervios que transitan en el espacio subaracnoideo Luego se encuentran las fibras de anclaje. Las mis-
(capa aracnoidea reticular) (Figura 9).1,3,4,36 mas parten de la CBA y desde la basal interna de la
aracnoides (en contacto con la piamadre), transitan
• Capa de barrera aracnoidal (CBA). Se vincula ex- perpendiculares a los vasos y se fijan en las paredes
ternamente con las CCBD. Está constituida por célu- de los mismos. Según Barrionuevo36 las fibras de an-
las fuertemente unidas por uniones estrechas y tiene claje fijan las arterias a la CBA y las venas a la
poco espacio extracelular, hecho morfológico carac- piamadre.
terístico de este sector.4 Esto le da cierta resistencia al Un tercer tipo de fibras, las microfibras, son abundan-
conjunto de la CBA e impide el pasaje de iones y tes y quedan tendidas entre los vasos, las otras
macromoleculas hacia fuera de esta capa. trabéculas y la CBA.
Se reconocen ultraesructuralmente tres tipos celula- Sobre la función de las trabéculas, se plantean varias
res: las más numerosas e importantes son las células hipótesis, por ejemplo, las fibras en red sostienen los
electrondensas.20 Éstas forman la CCBA y el esque- vasos en el ESA, en tanto las de anclaje, al fijarse en
leto celular de las bridas o prolongaciones la pared vascular los mantienen en posición, pero frente
aracnoidales, e incluso de la adventicia vascular.20 a desplazamientos de las arterias (por traumatismos o
Los otros dos tipos celulares se disponen sólo en la hemorragia), las trabéculas de anclaje pueden
capa superficial. elongarse, deformar la luz vascular o traccionar la ad-
Un hallazgo importante es la presencia de una membrana venticia. Por esta capa de las arterias transitan los
basal dentro de la CBA, que mira hacia el espacio nervios paravasculares que regularían el tono arterial.
subaracnoideo y sirve de base de anclaje a las bridas Por ello, las fibras de CAR han sido implicadas en la
aracnoidales. Estudios de microscopia electrónica de ba- génesis del vasoespasmo temprano.1,36,37
rrido en animales y humanos han mostrado que este sector También se plantea que al estar en contacto con el
presenta algunas áreas continuas y otras fenestradas.4,36 LCR, las trabéculas podrían sensar la presión de cir-
Esto último ocurre en los sitios de fijación de las trabéculas.3,4 culación del mismo, mediante dos mecanismos: des-
A B C
A H
Dura
Figura 9. Abordaje quirúrgico de la fosa posterior. A. Se identifican los hemisferios cerebelosos (H), la duramadre (D) reclinada hacia abajo
y se distingue muy claramente la capa de barrera aracnoidal (A) cerrando por detrás y debajo la cisterna magna. B. Se ha abierto la capa de
barrera aracnoidal y se ponen en evidencia múltiples trabéculas tendidas de ésta a la piamadre y a los vasos. C. Preparado anatómico,
apertura de la cisterna silviana donde se ven las numerosas bridas aracnoidales.
54 Martínez Fernando, et al. Revisión anatomo-clínica de las meninges y espacios intracraneanos
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plazamientos de los vasos o terminaciones nerviosas vaciará lentamente y luego comenzará a venir LCR
libres. Estas últimas se han descrito en la aracnoides de las cisternas vecinas.
de la cisterna magna y en las bridas aracnoidales.1,37 d) Procesos supurados o hemáticos (meningitis, he-
Por su morfología, son mecano receptores; esto esta- morragia subaracnoidea) pueden comprometer las
ría de acuerdo con el planteo de la función de las bri- cisternas.
das. e) En algunos casos, cuando un sangrado previo ha
• Espacio subaracnoideo. Se sitúa entre la aracnoides generado adherencias o cuando un individuo tiene
y la piamadre y queda tabicado por las bridas de la una conformación particular en las paredes
aracnoides (capa trabecular) (Figura 10). En algunos cisternales, una colección hemática puede quedar
sectores, estas trabéculas son constantes y espesas, atrapada en una cisterna y difundir poco o nada a
lo que permite distinguir espacios anatómicos diferen- las circundantes (como ocurre en algunos pacien-
tes dentro del espacio subaracnoideo, denominados tes con hemocisternas) (Figura 11 y 12).
cisternas. A esto se agrega que cada cisterna tiene un
contenido vasculonervioso constante, lo que hace que • Membrana de Liliequist (Figura 13). Se ubica en
el conocimiento de las cisternas y su contenido sea las cisternas basales, por delante de la protuberancia
imprescindible para el neurocirujano vascular. El co- y el mesencéfalo, por detrás del quiasma y el
nocimiento de sus límites y contenido es fundamental infundídulo y por dentro de las regiones
para la planificación y realización de la disección temporomesiales.1,38b-40 Para Zhang y An,38b la mem-
cisternal en neurocirugía vascular, al igual que en brana no se fija al uncus, sino que se vincula a éste
la interpretación de estudios de imagen, como la por trabéculas continuándose con la aracnoides que
cisternografía.38a
Cada una de las cisternas tiene límites aracnoidales
propios que la separan de las otras cisternas. Pero di- A
cha separación no es completa, sino que comunican
entre sí por poros en las paredes aracnoidales. Esto
permite interpretar varios conceptos:
ESA
Piamadre
Aracnoides
A A
Ganglios basales
ACA
AcoA ACI
QO
Techo orbitario
B B
QO
ACT
TB
Figura 12. Hemocisterna silviana. A. A la derecha, la cisterna silviana Figura 13. Preparados anatómicos, cisternas basales y membrana
normal (flecha blanca) y a izquierda, una hemocisterna comprobada de Lilliequist. A. Vista superior izquierda de un hemicráneo izquier-
en el acto quirúrgico. B. Intraoperatorio de hemorragia subaracnoide do. Se identifican el quiasma óptico (QO), las arterias carótida inter-
operada en agudo. El sangrado está claramente contenido por la na (ACI); cerebral anterior (ACA) y comunicante anterior (AcoA). En
aracnoides y por ello se distribuye en los surcos y cisternas. el fondo del espacio interóptico-carotídeo, la membrana de Lilliequist.
B. Se le ha hecho una fenestra a la membrana de Lilliequist (puntas
cubre el tentorio y la protuberancia. Desde la mem- de flecha negras) para mostrar el tronco basilar (TB). Hacia delante
se ve la carótida interna (ACI), el quiasma óptico (QO) y la brida que
brana de Liliequist parten dos hojas aracnoidales ha- marca la separación entre las cisternas silviana y carotídea (punta
cia los bordes del quiasma: las paredes carótido- de flecha blanca).
quiasmáticas. En su conjunto, se compone de dos
hojas aracnoidales vinculadas por adherencias en 57%
de los casos y siempre posee un borde superior 1. Termina en fondo de saco, por lo que la dinámica
libre.38b,39 Matsuno y cols.41 describen también dos circulatoria del LCR es diferente al sector
hojas en la membrana de Liliequist. Las dos se sitúan intracraneano.
a nivel del dorso selar y la clinoides posterior y se 2. Tiene trabéculas que no son simétricas con res-
dirigen hacia el sector posterior de los cuerpos pecto al espacio contralateral.
mamilares (hoja diencefálica) y hacia el surco 3. En la cubierta dural hay linfáticos que intervendrían
mesencéfalo-pontino (hoja mesencefálica). De esta en la absorción de LCR en caso de hipertensión
forma separan la cisterna interpeduncular de las cis- moderada.
ternas quiasmática y prepontina, respectivamente (Fi-
gura 13).41 Estos hechos anatómicos explican varios aspectos clí-
• Espacio subaracnoideo orbitario. El nervio óptico nicos y síndromes oculares:
se considera una extensión del sistema nervioso cen-
tral, y está rodeado por las meninges en su trayecto 1. En la hipertensión endocraneana de cualquier ori-
infraorbitario. Aquí también se reconoce un espa- gen (incluido el pseudotumor cerebral), puede ver-
cio que se continúa con el espacio subarcnoideo se edema de papila asimétrico o unilateral.41-45 Esto
intracraneano.42-44 Dicho espacio presenta algunas se puede acompañar imagenológicamete de una di-
características especiales: latación unilateral de la vaina del nervio óptico.44
56 Martínez Fernando, et al. Revisión anatomo-clínica de las meninges y espacios intracraneanos
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y última etapa, se evidencian cambios escalonados en la coroideos (sitio de formación) y los senos venosos
resistencia de la piamadre, que Aimedieu y Grebe53 atribu- durales (sitio de reabsorción).
yen a rotura paulatina de las fibras totalmente estiradas. El impulso para la circulación está dado por la pulsa-
Resultados similares fueron hallados otros investigadores.54 ción de las arterias en los plexos coroideos y la inspi-
Estos autores concluyen de su estudio que la piamadre es ración, lo que se traduce en ondas de presión durante
muy resistente a la tracción y que las propiedades de de- el monitoreo de la PIC. Durante la inspiración hay una
formación del cerebro frente a injurias agudas (hematomas caída de la presión intratorácica, que favorece la cir-
intraparenquimatosos, swelling) o crónicas (hidrocefalia culación venosa de retorno y por lo tanto hace caer la
crónica, tumores) difiere porque en el segundo tipo de inju- presión dentro de los senos durales aumentando el
rias hay tiempo de que la disposición de las fibras se adap- gradiente de presiones, y por lo tanto mejorando la cir-
ten a las tensiones. culación. Por ello, una de las primeras medidas para
El conocer esta biomecánica de la piamadre, no sólo tratar la hipertensión endocraneana es colocar la ca-
tiene importancia en patología, sino en sus potenciales beza alineada con el tronco y elevada 30 grados, para
aplicaciones en la neuronavegación.55 Uno de los princi- facilitar el retorno venoso. Por otra parte, todo aquello
pales problemas de la neuronavegación es que la imagen que dificulte el retorno venoso encefálico (trombosis
que aporta no es en tiempo real, y, por lo tanto, al abrir la de senos, oclusión de las venas yugulares) dificultará
duramadre, las pérdidas de LCR o la deformación cere- la reabsorción del LCR, con aumento de la PIC. La
bral secundaria a un tumor, hacen variar los reparos ana- trombosis de los senos laterales con aumento de la
tómicos. Estas fallas se están intentando corregir con pro- presión dentro de los mismos ha sido un hallazgo muy
gramas que integran a la neuronavegación imágenes en frecuente en pacientes con pseudotumor cerebral es-
tiempo real de ecografía intraoperatoria.55 Pensamos que tudiados con manometría y flebografía.45
los programas de corrección de imágenes deben tener en
cuenta las propiedades tensiles de la piamadre para obte-
ner un mejor resultado. A
El sitio predominante (pero no el único) para la sición normal de las meninges no muestra la existencia de
reabsorción de LCR son las granulaciones aracnoideas un espacio subdural real ni virtual, como ocurre con las
(Figura 14), Pacchioni, en 1701.2,58,59 Se trata de pro- cavidades serosas (cavidad peritoneal, pleural y
yecciones de aracnoides hacia la luz de los senos, par- pricárdica). Dicho espacio sólo se forma luego del clivaje
ticularmente el seno longitudinal superior.58 Las traumático de la capa más interna de la duramadre (célu-
granulaciones pueden ser únicas o formar grupos y las del borde dural). Dicha capa se separa en dos porcio-
ser polilobuladas, hay autores que plantean que estas nes, por o tanto el espacio neoformado podría considerar-
últimas serían mas aptas para la reabsorción de LCR se “intra” o “interdural”.
dado que tienen una mayor superficie. A la luz de los hallazgos de múltiples estudios sobre
En cuanto a su estructura anatómica, se le reconocen meninges normales y de pacientes portadores de
tres sectores: pedículo, cuerpo y ápex. A su vez, pre- hematomas subdurales crónicos, dicho tipo de hematomas
senta dos cubiertas dependientes de la duramadre y la deberían considerarse entonces como intra o interdurales.
aracnoides: en la periferia de las granulaciones se re- La práctica clínica diaria ha consagrado la denominación
conoce un entramado de fibras co-lágenas que for- de subdural, pero en realidad esto no es correcto.
man una cápsula. Estas fibras son dependientes de la El espacio extradural intracraneano es desarrollado a
hoja interna de la duramadre y en su disposición nivel de la base del cráneo, donde contiene grasa e impor-
tridimensional dejan espacios denominados poros. tantes plexos venosos que se continúan y comunican con:
Dentro de la cápsula se ubica la porción aracnoidea (o venas orbitarias, plexos profundos de la cara, venas del
endotelial) de la granulación. Entre esta última y la foramen magno y plexos venosos extradurales
cápsula se ubica un espacio, equivalente al espacio intrarraquídeos. Esta disposición, explica la migración
subdural, denominado espacio subcapsular.59 Dentro intracraneana o las trombosis sépticas del seno caverno-
del endotelio granular se sitúa el espacio subendotelial. so a partir de procesos infecciosos orbitarios o de las re-
En el espacio extracelular del cuello y el pedículo tran- giones profundas de la cara.
sita el LCR que está en continuidad con el del ESA.
Este LCR queda separado del endotelio que rodea la AGRADECIMIENTOS
vellosidad, por el espacio subendotelial. A nivel del
endotelio se encuentran numerosas uniones de tipo gap, Uno de los autores (FM) desea agradecer a:
pero también sitios donde no existen este tipo de unio-
nes. Dentro de las células endoteliales, es frecuente 1. Hanspeter E Killer, M.D., Ph.D., Departamento de
hallar vacuolas y vesículas de pinocitosis.59 Oftalmología del Kantonsspital Aarau, Suiza, por los
El LCR ingresa al cuerpo de la granulación a través aportes bibliográficos sobre el espacio subaracnoideo
del pedículo y circula por el espacio subendotelial, lle- y los linfáticos de la vaina del nervio óptico.
gado al cuerpo atraviesa los poros por mecanismos 2. Br. Federico Salle (Departamento de Anatomía, Fa-
activos (pinocitosis) y pasivos, volcándose en el to- cultad de Medicina de Montevideo) por la ayuda pres-
rrente venoso.58 tada al disecar el preparado de la figura 8.
Owler y cols.45 plantean como una posible causa de 3. Dr. Pablo Pereda, Ex asistente del Servicio de
seudotumor cerebral la presencia de vellosidades vo- Neurocirugía del Hospital de Clínicas. Me acompañó
luminosas. Las mismas podrían disminuir la luz de los en mis primeros años de residencia, donde aprendí
senos, enlentecer el flujo sanguíneo y esto por sí solo mucho más que neurocirugía. El Dr. Pereda fue el ci-
desencadenar dos hechos: rujano principal en el acto quirúrgico de don de se ob-
tuvo la figura 12b.
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