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La Gran Colombia y Nueva Granada

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INSTITUTO TÉCNICO NACIONAL DE COMERCIO Versión

1
GESTIÓN ACADÉMICA Componente Pedagógico
PROCESO: GESTIÓN DE AULA GUÍA DE TRABAJO
ÁREA SOCIALES ASIGNATURA SOCIALES DOCENTE LORENA DAZA COLLANTES.
GRADO 8 ° ______ SEDE A JORNADA MAÑANA TERCER PERIODO
NOMBRE: CÓD.

1. Colombia de 1819 a la disolución de la Gran Colombia


Con la nueva Constitución de 1819, se trató de garantizar la libre
circulación de los bienes y la liberación del comercio. Igualmente, se
le otorgaron amplios poderes al presidente de la República. El estado
tenía una organización centralizada.
En los cuatro años siguientes, mientras Simón Bolívar se fue al sur a
liderar la guerra de independencia de Ecuador y Perú, el general
Santander tomó el mando y empezó la organización de una república
que atravesaba por uno de sus peores momentos: había quedado
devastada por la guerra de independencia, sufría grandes pérdidas en
la ganadería y la agricultura, la burocracia estaba en completo
desorden pues hacía varios meses no recibían salario, el ejército y la
marina estaban mal equipados y los caminos estaban en estado de
deterioro o habían desaparecido. Para agravar aún más la situación,
el manejo de la política exterior se hacía sin experiencia. Para
rematar, tenía una inmensa deuda con las potencias extranjeras que le habían hecho préstamos para la campaña
libertadora: esta deuda había que pagarla.
A pesar de la difícil situación por la que atravesaba la Gran Colombia, el general Santander emprendió una serie de
acciones para organizar la república, hecho que le mereció el apodo de “Santander el organizador”.
Algunas de las mejoras adoptadas fueron la reactivación del comercio, la fundación de escuelas públicas, colegios y
universidades (la educación básica era obligatoria de los 6 a los 12 años), la facilidad para la inversión de capital extranjero
y el fomento de la marina. Una de las medidas más significativas fue la libertad de vientres: todo esclavo nacido después
del 20 de julio de 1821 quedaba libre por derecho a la edad de 18 años.
A finales de 1826, Bolívar quien había sido reelegido para un nuevo período presidencial, regresó
y se encontró con una fuerte oposición por parte de un grupo de criollos encabezados por
Francisco de Paula Santander. Esto sentaba un preaviso de lo que sería la forma de hacer política
en nuestro país: rencillas y disputas. Mientras las aspiraciones de Bolívar estaban sustentadas en
el poder que le daba el ejército y por consiguiente pretendía organizar un gobierno militar y
centralista, los santanderistas eran defensores del civilismo, que era una actitud política según la
cual, un pueblo debía de seguir los lineamientos de un “estado de derecho”, regido por una
constitución, las leyes y la democracia liberal. Esta actitud fue la que le valió a Francisco de Paula
Santander el sobrenombre del “Hombre de las Leyes”. Los santanderistas también apoyaban el
sistema federalista según la cual el poder no estaba centralizado, sino que era regional (como los
Estados Unidos).
Los dos años siguientes fueron de mucha turbulencia política. Por un lado, estaban las
contradicciones en la forma de pensar entre el Libertador y Santander y sus respectivos seguidores; por otro lado, estaba
el temor latente que el Libertador quería imponer la Constitución promulgada para la nueva república de Bolivia (1826),
la cual creía en la necesidad de un fuerte centralismo y además se le daba un amplio poder al presidente quien era vitalicio.
A lo anterior se sumaban las marcadas diferencias y tensiones regionales entre los pueblos que integraban la república,
cuyas economías, estructuras sociales y antecedentes históricos eran muy diferentes. La situación se agravó cuando
Bolívar adoptó una actitud de intolerancia al nombrarse a sí mismo dictador, como medida temporal para salvar la unidad
nacional.
Este hecho acrecentó la división entre bolivarianos y santandereanos. Los primeros se dedicaron a evitar las reformas al
orden colonial y los segundos a defender el orden constitucional y las reformas que beneficiaban a los comerciantes. Todas
las tensiones políticas que se vivían en esos momentos se acrecentaron con la llamada Conspiración Septembrina, ocurrida
el 25 de septiembre de 1828, en la cual se atentó contra la vida del libertador en un intento por poner fin al régimen
dictatorial que se había instaurado y la cual trajo como consecuencia la pena de muerte para catorce conjurados, entre
ellos el Almirante José Prudencio Padilla, héroe naval de la guerra de emancipación. Santander, a quien se atribuyó la
autoría intelectual del atentado, también fue condenado a muerte, pero se le conmutó la pena por el destierro.
El bolivarismo se fue debilitando tanto por las contradicciones entre Bolívar y sus partidarios como por la resistencia
santanderista que acabó obligando al Libertador a abandonar el poder dos años después. Bolívar, desprestigiado, viajó a
Santa Marta donde murió el 17 de diciembre de 1830.
La Gran Colombia se disolvió finalmente en 1831, trayendo consigo una profunda
inestabilidad política, administrativa, económica y social. A partir de entonces, se
organizaron tres nuevos Estados: Nueva Granada, Venezuela y Ecuador, cada uno
con su propia constitución y un modelo de Estado igualmente propio.
Así, las causas de su disolución se pueden resumir en
 El territorio era muy extenso y se dificultaba la comunicación
 Problemas económicos del Estado (La producción y el comercio estaban
paralizados)
 Los caudillos locales estaban en desacuerdo con el liderazgo de Bogotá.
 La ausencia de Bolívar por varios períodos, en los que se encontraba luchando por la Liberación del Sur.
 Las diferencias existentes entre las costumbres, intereses y carácter de las poblaciones.
 La existencia de sectores económicos y políticos que no estaban de acuerdo con la integración.
 Los caudillos regionales no estaban de acuerdo con un gobierno central.
 La oligarquía desde un comienzo se opuso a la Constitución de Cúcuta, por medio de la prensa y de las Municipalidades.

2. LA REPÚBLICA DE LA NUEVA GRANADA


Luego de la disolución de la Gran Colombia, los seguidores de Santander se reunieron en una Convención Constitucional
en septiembre de 1831. Allí, decidieron retomar el nombre de Nueva Granada para el país y continuar con la forma de
gobierno republicana. Un poco después, en la Convención Granadina de marzo de 1832, eligieron a Santander como
presidente del nuevo Estado y elaboraron una nueva Constitución que dio origen a la República de la Nueva Granada.
El territorio de la Nueva Granada quedó conformado por 19 provincias: Antioquia, Bogotá, Barbacoas, Cartagena,
Casanare, Chocó, Cauca, Santa Marta, Mariquita, Mompox, Neiva, Pamplona, Panamá, Pasto, Popayán, Riohacha, Socorro,
Vélez y Veraguas, que estaba ubicada en la actual Nicaragua. Estas provincias cubrían un área un poco más grande que el
territorio actual de nuestro país, pues comprendían el istmo de Panamá, al norte, y una franja más extensa de la selva
amazónica, al sur.
Luego de un exilio de tres años en Europa, Santander volvió para asumir la presidencia. Efectuó acuerdos con Venezuela
y Ecuador para definir los límites de cada país y repartir la deuda adquirida con Inglaterra, cuando aún hacían parte de la
Gran Colombia. Santander apoyó la educación pública y se enfrentó a la oposición del clero católico, a causa de la ley que
suprimía los conventos que tuvieran menos de ocho religiosos (generó una
guerra civil). Por otra parte, excluyó de su gobierno a los bolivaristas. Algunos de
los antiguos seguidores de Santander criticaron estas medidas por considerarlas
arbitrarias. También se opusieron a la forma como el presidente reprimió el
levantamiento organizado contra el gobierno por militares bolivarianos, entre
ellos el ex general José Sardá, a quien Santander condenó a muerte junto con
otros conspiradores.
En 1837, Santander terminó su mandato y fue remplazado por José Ignacio
Márquez como presidente de la Nueva Granada. Como características de este
gobierno se pueden señalar el incentivo a la producción de tabaco y el apoyo al
proteccionismo económico, es decir, el aumento de los impuestos sobre los
bienes importados para evitar la competencia excesiva con los productos
nacionales.
Durante estos años, comenzaron a marcarse más las diferencias entre dos
bandos o facciones políticas opuestas: los exaltados o los progresistas y los
moderados.
 Los exaltados o los progresistas estaban a favor de medidas más liberales para la sociedad y se oponían al poder
del clero católico. Algunos de sus principales voceros eran Vicente Azuero y Florentino González, quienes habían
tenido una destacada participación en la administración de Santander.
 Los moderados creían que era más importante conservar el orden y evitar conflictos con la Iglesia.
Estas dos facciones políticas se enfrentaron luego en la guerra de los Supremos en 1839, se impuso la ley que suprimía
los conventos de menos de ocho religiosos en Pasto. Esta medida impulsó una rebelión de los habitantes más católicos,
que acusaban al gobierno de querer acabar con la religión. A fines de año, el general Pedro Alcántara Herrán logró reprimir
la revuelta en gran parte.
En enero de 1840, el general José María Obando, al sentirse excluido del gobierno
de Márquez, reinició la guerra al sur de Popayán. Obando, que hacía poco había sido
acusado por la justicia de asesinar al Mariscal Sucre, se declaró “Jefe Supremo” de la
guerra y defensor de la religión. Poco después, en otras regiones de la Nueva
Granada, se produjeron levantamientos similares encabezados por caudillos
regionales de tendencia federalista, que también se hacían llamar supremos. De este
modo, el país se sumió en una guerra civil, con altos costos materiales y humanos,
que se prolongó hasta marzo de 1842.
El retorno de la normalidad En la guerra de los Supremos se destacaron los generales
Pedro Alcántara Herrán y Tomás Cipriano de Mosquera, quienes combatieron a favor
del gobierno constitucional. A ellos correspondió ser los siguientes presidentes de la
Nueva Granada.
Durante el gobierno de Herrán (1841-1845), se reformó la Constitución política. En
la nueva Constitución de 1843 se afianzó el centralismo y se dio mayor poder a la
Iglesia católica. Por ello, se autorizó el regresó de la comunidad religiosa de los jesuitas, que había sido expulsada del país
en 1767. Herrán también reformó el plan educativo y ordenó realizar un censo, que arrojó el dato de 1.931.000 habitantes
en la Nueva Granada.
Durante la administración de Mosquera (1845-1849), el país vivió un período de paz que favoreció el desarrollo de la
economía. Mosquera impulsó una serie de medidas que estimularon la exportación de productos agrícolas como el tabaco
y el algodón. De igual modo, se inició la construcción de un ferrocarril interoceánico por el istmo de Panamá y se impulsó
la navegación por el río Magdalena.

FORMACIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


Los partidos políticos son asociaciones de personas que comparten ideas similares sobre el funcionamiento del gobierno.
A lo largo de la historia de nuestro país, han existido dos partidos políticos tradicionales: el partido liberal y el partido
conservador.
Estas dos colectividades políticas
surgieron a mediados del siglo XIX,
durante el gobierno de Tomás
Cipriano de Mosquera y aunque
han sufrido algunas
transformaciones se mantienen
hasta la actualidad.
El partido liberal fue fundado en
1848, cuando Ezequiel Rojas
publicó un texto llamado “La razón
de mi voto”, que se considera el
primer programa político de dicho movimiento.
El partido conservador fue creado oficialmente un año más tarde, en 1849, cuando Mariano Ospina Rodríguez y José
Eusebio Caro redactaron un artículo titulado “Declaratoria política”, que se considera el primer ideario conservador.
Las reformas liberales
Se trató de varias medidas que
tenían como objetivo encaminar
al país por la vía del progreso
económico e insertarlo en la
economía mundial. Aunque
generalmente se piensa que el
reformismo liberal comenzó con
el gobierno de José Hilario López,
lo cierto es que esta tendencia ya había empezado en la administración de Tomás Cipriano de Mosquera. Pero López la
continuó e impulsó todavía más.

La Constitución de 1853
Como parte de los cambios propuestos, durante el gobierno de López se promulgó una nueva Constitución política en
1853. En ella se incorporaron muchas de las reformas ya adoptadas y se organizó al país de manera federal, pues estaría
compuesto por 36 provincias con amplia autonomía política y económica.
El paso del centralismo al federalismo buscaba disminuir el poder central en beneficio de los intereses regionales.

3. CONFEDERACIÓN GRANADINA
La Constitución de 1858 estableció una nueva organización territorial del país entre
1858 y 1863, que quedó dividido en ocho Estados confederados: Antioquia, Bolívar,
Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Panamá y Santander.
Cada uno de los Estados delegó algunos asuntos al poder central representado por
el presidente de la Confederación, el Congreso y la rama judicial. Tales asuntos
comprendían las relaciones exteriores, la defensa ante una amenaza de otros países,
la instauración del orden público interno cuando dos o más Estados se enfrentaban
y el crédito público.
Por otra parte, la Constitución dispuso que se mantuviera la libertad de prensa, el sufragio universal masculino y la
separación entre Iglesia y Estado.
Esta carta constitucional remplazó al sistema centro-federal que se había organizado con la constitución de 1853. La
Confederación Granadina es parte de una serie de reformas que comenzaron a mediados del siglo XIX en toda
Hispanoamérica, y que tenían por propósito romper de forma definitiva con cualquier rezago del sistema colonial.
En el caso de lo que hoy es Colombia y Panamá, esta trasformación se vivió a través de un paulatino proceso de cambio
en el modelo político, económico y social imperante desde el periodo de las independencias.
Los cambios al orden establecido despertaron profundas contradicciones al interior de la sociedad, que se expresaron en
dos guerras civiles en 1851 y 1860, más un golpe militar en 1854. La primera de estas conflagraciones estuvo relacionada
con el papel de la Iglesia en la sociedad, mientras que la segunda y el golpe de Estado de Tomas Cipriano de Mosquera se
vinculan a las tensiones producidas por la profundización del sistema federal, entre la soberanía nacional y los poderes
regionales.
En este sentido, la Confederación Granadina se destaca porque su efímera existencia dio cuenta tanto de las
trasformaciones políticas, como de la resistencia que esto generó en algunos sectores de la sociedad, que, aun siendo
parte de la idea de un modelo de República federal, consideraban que la existencia de un gobierno general fuerte era
necesaria para mantener el orden después de la guerra de 1851.
Estas contradicciones, sumadas a las tensiones que existían en torno a la separación Iglesia - Estado como parte del ideario
liberal que se imponían en el momento, fueron procesos que llevaron al levantamiento de los seguidores del General
Mosquera y el radicalismo liberal en 1860-1863, como evento central de este periodo Confederado de la historia de
Colombia y Panamá.
ACTIVIDAD:
1. Realiza un mapa conceptual de los aspectos más relevantes para la conformación de las tres etapas expresadas
en la guía (Gran Colombia, Republica de Nueva Granada y Confederación granadina)
2. Escoge uno de los dos partidos políticos tradicionales y realiza un poster o infografía para publicitarlo (teniendo
en cuenta la explicación, los apuntes y consultas). El fin es convencer a las personas para que pertenezcan al
partido político que escogiste. Se creativo

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