EL - DON - DE - LA - FIDELIDAD - Traduction Au Français

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EL DON DE LA FIDELIDAD.

LA ALEGRÍA DE LA PERSEVERANCIA
Orientaciones

"Permaneced en mi amor" (Jn 15,9)

La Congregación para Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica


(CIVCSVA), en febrero de 2020, publica un nuevo documento dirigido a todos los
consagrados que lleva por título “El don de la fidelidad. La alegría de la
perseverancia”. Lo clasifica como "Orientaciones" ante un problema que viene
repitiéndose durante años en los que son muchos los consagrados que después de varios
años de vida religiosa, en algunos casos demasiado pocos, abandonan la opción de vida a la
que se sintieron llamados y que libremente habían secundado.
El documento nos lleva a reflexionar sobre la fidelidad y la perseverancia, términos que con
frecuencia identificamos, pero que responden a conceptos distintos. La fidelidad es un don
que es preciso cuidar. La perseverancia viene a ser, más bien, una actitud. Es importante
que leamos directamente el documento, y que su contenido dé pie a una conversación
comunitaria en la que compartir vivencias y experiencia. Ambos aspectos, tanto la fidelidad
como la perseverancia los vivimos acompañadas unas por las otras y, en cierto modo, todas
somos responsables de la fidelidad y la perseverancia de las demás hermanas. Esto requiere
relaciones interpersonales sanas, buena comunicación, actitud positiva ante el encuentro,
discreción y también atención hacia las situaciones personales que puedan vivir las
hermanas. El hecho de perseverar no siempre implica que estamos siendo fieles a las
indicaciones del Espíritu en cada momento de la historia, tanto personal como
institucionalmente.
El documento fue presentado on-line el 7 de julio de 2020 a través del canal de youtube de
la editorial claretiana de España, y en su difusión han colaborado otras instituciones
(Confer, UISG, ITVR, Editorial PCL). En esta presentación participaron el P. Arturo Sosa
(presidente de la Unión de Superiores Generales, USG), Jolanta Kafka (Presidenta de la
Unión Internacional de Superioras Generales, UISG), Emili Turú (Secretario General
Unión de Superiores Generales, USG) y Mariña Ríos (Presidenta de la Conferencia
Española de Religiosos, CONFER). Coordina esta presentación Fernando Prado Ayuso,
claretiano, director de la editorial publicaciones claretianas. Lo podéis visualizar aún en la
dirección:
https://www.facebook.com/watch/live/?v=2371308186512363&ref=watch_permalin
De ellos tomaré alguna idea para orientar esta síntesis y motivar la lectura directa del
documento. El texto consta de una introducción, su contenido está distribuido en tres partes
y termina con una conclusión.

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INTRODUCCIÓN
Este documento sale al paso de los abandonos, dando líneas y orientaciones sobre el
acompañamiento personal. El tema sobre la fidelidad y los abandonos en la vida consagrada,
fue abordado con mucha preocupación en la asamblea plenaria de la CIVCSVA celebrada en
enero de 2017. En su discurso a los participantes el Papa Francisco llega a afirmar:
"Podemos decir que en este momento la fidelidad afronta un tiempo de prueba [...] Estamos
ante una "hemorragia" que debilita la vida consagrada y la vida misma de la Iglesia. Los
abandonos dentro de la vida consagrada nos preocupan. Es verdad que algunos abandonan
por un acto de coherencia, porque reconocen, después de un discernimiento serio, que no
han tenido nunca vocación; pero otros, con el pasar del tiempo, dejan de ser fieles, muchas
veces tan solo pocos años después de la profesión perpetua. ¿Qué ha ocurrido?"
En cualquier caso, es preciso adoptar una actitud de escucha y discernimiento, implorando
con confianza la luz del Espíritu Santo para que nos ayude a leer la realidad con seriedad y
serenidad. La Congregación para los Institutos de vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica se interroga y nos invita a interrogarnos acerca de las problemáticas inherentes a
la fidelidad y la perseverancia en la vida consagrada.

PRIMERA PARTE: la mirada y la escucha


Aborda el análisis que la CIVCSVA hace sobre los abandonos, término que sería preciso
matizar. Son muchas las personas, dirá Emili Turú en la presentación referida, que habiendo
dejado la vida religiosa, viven muy comprometidas con la Iglesia, e incluso con los
proyectos apostólicos de nuestras congregaciones. ¿Es justo decir de ellos que nos han
abandonado?
Sin duda, esta crisis de los abandonos en la vida religiosa se enmarca dentro de una crisis
más amplia que alcanza a la Iglesia y también a todo el ámbito sociocultural que vivimos
actualmente, especialmente, en occidente. Pero hemos de hacer un análisis serio también
hacia dentro, pues el hecho en sí no podemos justificarlo acudiendo solo a causas externas.
Aunque son muchos los testimonios de vidas ejemplares, hemos de reconocer que también
es frecuente encontrarnos con síntomas de "vidas aguadas, mediocres, vacías de
significado", en expresión del Papa Francisco. Al vivir así, cualquier dificultad puede
oscurecer la alegría experimentada al comienzo del camino.
En todo ello, juega un papel importante la formación, proceso dinámico que ha de durar
toda la vida. En principio, con un acompañamiento personalizado, que no tiene por qué ser
individualista. La fidelidad podemos pensarla como algo que arranca del pasado, y es
importante guardar memoria. Pero la fidelidad tiene que ver mucho con el futuro. ¿A qué
creatividad de respuesta mirando al futuro prepara la formación en la vida religiosa? se
pregunta Yolanda Kafka en su presentación. Precisamos creatividad de respuesta a los
signos de los tiempos, agilidad y movilidad en nuestras estructuras para responder mejor a
los desafíos del mundo. Esto también es fidelidad. Con frecuencia, la fidelidad nos exige

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cambios profundos. Ya en Vita Consecrata (marzo de 1996) se nos hablaba de fidelidad
creativa (VC, n. 37). Fidelidad es tener la mirada puesta en el Evangelio y en el contexto
actual y ver que haría ahí nuestra fundadora.
El documento nos llama a reconocer, es decir, a mantener una mirada vigilante y una
escucha atenta ante las situaciones que pueden estar viviendo las hermanas. Como se nos
indica en el n. 8, El primer paso para identificar, incluso estratégicamente, qué hacer y qué
caminos recorrer para discernir y prevenir, o para acompañar mediante procesos de
apoyo y de tratamiento, es reconocer que un hermano o una hermana están viviendo un
periodo de dificultad. Aquí cobra suma importancia el papel de la comunidad y las
relaciones que en ella establecemos. ¿Qué sentido de fraternidad tenemos? ¿Cuál es la
calidad de nuestro acompañamiento? Nadie debería desentenderse de los problemas que
preocupan a la comunidad o a la congregación. El malestar o cualquier situación conflictiva
debería llevarnos a una confrontación constructiva y sosegada, y no a entretenernos en
estériles polémicas o a dejarnos vencer por la indiferencia.
A lo largo de la vida las crisis son inevitables, por sus resultados se verá si se han resuelto
como riesgo o como oportunidad. Desde la experiencia de la gracia (cf. 2 Cor 12,9), las
dificultades que hieren nuestra humanidad pueden convertirse en espacios de purificación y
transformación. Lo contrario puede ser signo de que se ha debilitado en nosotras la
confianza en la fidelidad de Dios que nos sostiene y que es con quien podemos contar
siempre.

SEGUNDA PARTE: Reavivar la conciencia


Nos presenta una serie de propuestas para dar en cada situación la respuesta más acertada,
siempre desde el necesario discernimiento. Vuelve a incidir en determinadas líneas de
fuerza presentes en todo el documento, como son el contexto sociocultural, la comunidad
religiosa, la formación inicial y permanente, y la necesidad de situar la cuestión en un plano
teologal pues solo desde ahí la fidelidad y la perseverancia pueden ser entendidas en su
verdadera riqueza.
Para esta valoración sobre la fidelidad y la perseverancia en la vida religiosa es preciso
tener en cuenta el contexto cultural y sociológico en el que hoy se mueve, y por el que,
lógicamente, se encuentra influida. Pero no olvidemos, que es fiel quien conservando
memoria y presente, vive con sentido su perseverancia. Esta perseverancia se sostiene por
una memoria de Dios. El cristiano conoce y recuerda la obra del Señor. La memoria
renovada de la fidelidad divina suscita y sostiene la fidelidad del creyente. Dios es fiel,
fidelidad y perseverancia aparecen como temas fundamentales en la Palabra de Dios.
Partiendo de los textos conciliares, el binomio "fidelidad-perseverancia" ha caracterizado
el magisterio sobre la vida consagrada. El concilio, así como los textos sucesivos, no
entienden los dos términos como sinónimos, sino como aspectos inseparables de una única
disposición espiritual: La perseverancia es una cualidad indispensable de la fidelidad.
El consagrado está llamado por vocación a vivir el discipulado y el seguimiento como
respuesta de amor que implica la adhesión total a Cristo. En este camino hay elementos de

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gran ayuda, como son, la vida fraterna, la corresponsabilidad en la fidelidad de los
hermanos, la perseverancia en la oración, la formación... que generan alegría en la
perseverancia.
La persona consagrada reconoce su vocación como don vivido con profunda gratitud al
Señor. La vida que el Señor nos regala, dirá el Papa Francisco, es una historia de amor, una
historia de vida que quiere mezclarse con la nuestra y echar raíces en la tierra de cada uno.
Sin una buena vida fraterna, el acompañamiento espiritual personal está expuesto a muchos
riesgos.

TERCERA PARTE:
LA SEPARACIÓN DEL INSTITUTO. Normativa canónica y praxis del dicasterio
Esta tercera parte recoge muchos aspectos normativos y de disciplina que es necesario
conocer y tener en cuenta en situaciones extremas en las que se ha de proceder a tramitar la
separación del instituto. Llegado el caso habrá que tener en cuenta el Derecho Universal y el
Propio.
La coherencia de vida ha de ser una respuesta de libertad motivada por el Amor a Aquel que
ha puesto su confianza en nosotros (cf. 1 Ts 5,2); la autenticidad de la respuesta se ve
oscurecida por actitudes, relaciones, estilos de vida, situaciones impropias o no conformes
con la disciplina de la vida religiosa. Nunca puede decirse que se haya adquirido totalmente
la virtud de la coherencia: está sostenida por la gracia y confiada a un ejercicio constante y
paciente de formación de nosotros mismos.

CONCLUSIÓN
"Permaneced en mi amor" (Jn 15,9)
Esta es la petición que hace Jesús a sus discípulos durante la Última Cena. Permaneced, ahí
está la fuerza de la vocación consagrada. La disminución en el número de consagrados o la
separación del instituto de hermanas que habían iniciado con generosidad su camino de
seguimiento, puede llevarnos a emitir ciertos juicios. El documento nos dirá: Quien se
marcha debe plantearse serias preguntas sobre los porqués de la pérdida del sentido de la
propia opción vocacional, y quien permanece, sobre la coherencia de su permanecer, así
como sus posibles implicaciones en las causas de alejamiento y enfriamiento de la
perseverancia de quien se ha marchado.
La expresión permanecer en, presente repetidas veces en el evangelio de Juan, permite
descifrar el simbolismo vid-viñador-sarmiento-fruto en la perspectiva de la perseverancia.
La fidelidad en la inmanencia recíproca entre la vid y los sarmientos, es decir, entre el
Maestro y los discípulos, es un don mutuo de confianza pero se ejercita en la perseverancia
prolongada en los tiempos y en las etapas de la vida. Todos tenemos necesidad de
perseverancia (Hb 10,36) que significa, al mismo tiempo, tener fijos los ojos en Jesús, el que
inicia y consuma la fe (Hb 12,2).

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El documento termina reconociendo en María, nuestra Madre, a la mujer fiel que desea la
fidelidad de sus hijos en la respuesta de amor y entrega total a Cristo. A Ella confiamos a
todos los consagrados y consagradas para que perseveren en la alegría de la vocación
recibida.

PREGUNTAS PARA ORIENTAR NUESTRA REFLEXIÓN


Y COMPARTIR COMUNITARIO

1. A la luz del contenido del documento, fijamos una definición de fidelidad y


otra de perseverancia, señalando aspectos de cada uno de los términos, y
abordando también sus conexiones. Pensemos que en la mera perseverancia
se puede dar la infidelidad.
2. Reflexionamos sobre qué hechos concretos de nuestro ser y actuar pueden
llevarnos a esa vida aguada y mediocre, vacía de significado, a la que hace
referencia el Papa Francisco en una de las citas del documento.
3. Consideramos situaciones críticas que producen malestar y pueden
conducir a pedir la separación del instituto.
4. La relación existente entre la calidad de vida comunitaria y la perseverancia
de los religiosos, es algo que aparece reiterativamente en el documento. Por
supuesto, no es el único factor a tener en cuenta, ni puede ser escusa
justificante de ciertas salidas, pero conviene revisar continuamente la
riqueza y la calidad de nuestra vida comunitaria, para que pueda ser un
ámbito de crecimiento, de servicio entusiasta a la causa del Reino, de
fidelidad y de perseverancia, en definitiva.
5. ¿En qué medida podemos afirmar que en muchas ocasiones los cambios, lo
nuevo, el progreso pueden ser expresión de fidelidad, aún cuando esta
palabra tendemos a asociarla con algo estable y como alejado de la
evolución y del progreso?
6. Las distracciones de lo que da sentido a la vida religiosa minan la fidelidad
misma y afecta a la perseverancia en la misión. ¿Cómo animar la fidelidad
en los que permanecen y qué papel juega aquí la formación permanente?

DIRECCIÓN DEL VÍDEO DE PRESENTACIÓN DEL DOCUMENTO:

https://youtu.be/iOoqLPOEI1w

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