Hora Santa Jornada Vocacional

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 16

Hora santa vocacional

1. Canto:

02
Introducción

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Estas cuestiones


muchas veces zumban como abejas dentro de mi cabeza. Pero
son tan difíciles de responder, que prefiero escuchar música,
reírme con los amigos, ver una serie de Netflix… Sin embargo,
siempre
Están ahí, esperando el instante en que los ruidos del diario
vivir se conviertan en aterradores silencios, y entonces esas
fatigosas preguntas iniciansu ronda por mi mente.
En este momento, estas preguntas inquietan mi corazón. Un
interrogante más se suma a mis muchas dudas: ¿cuál es mi
lugar en el universo? ¿En qué lugar del puzzle deboinsertar mi
existencia? ¿Quién puede responderme? Ahora el silencio me
rodea, pero no estoy solo, hay más gente a mi alrededor; todos
con las mismas preguntas y enmedio de nuestras dudas, está
Cristo reposando en laforma consagrada, presencia real de su
amor infinito.
Alguna vez he escuchadola historia de un tal san Agustín, él
también experimentó las mismas dudas que yo, intentó
responderlas; incluso cayó en una secta. Al final sus
interrogantes fueron aclarándose con la lecturade la Biblia y de
la mano de Jesús, el Amigo. El mismo Cristo delante de quien
estoy en este momento, me tiende su mano y me invita a que
Con él vaya desentrañandoel gran misterio de mi vida.Entonces
mi pregunta ya no es ¿qué haré de mi vida?, sino Dios mío ¿qué
deseas que hagamos Tú y yo con mi vida?
Señor, estoy frente a ti, en ese pedazo de Pan consagrado;
ayúdame a encontrar el sentido y finalidad de mi vida, guíame
por los caminos que consideras los mejorespara mí, conduce mi
vida para hacerme encontrar mi lugar en el universo; hazme
saber dónde puedoamar más y mejor.

04
2. Oración

Señor, Tú has creado el cielo, la belleza de un cielo estrellado y


la hermosura de un mundo lleno de vida. También a mí me has
regalado la vida. A ti que eres infinitamente sabio te pido que,
durante esta hora santa, acompañes y guíes mi mente y mi
corazón. Lléname de tu Espíritu Santo para descubrir poco a
poco mi lugar en el cosmos, en el mundo, en la Iglesia. De este
modo, tu plan, que es mi proyecto de felicidad, irá tomando
forma en mi vida. Este es el clamor de mi corazón, “ayúdame a
entender cuál es tu sueño para mí”.

05
3. Lectura bíblica
(Lc 5, 1-11)
“Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la
gente se agolpaba sobre él para oír para
Palabra de Dios, cuando vio dos barcas
que estaban a la orilla. Los pescadores
habían bajado de ellas, y lavaban las
redes. Subiendo a una de las barcas, que
era de Simón, le rogó que se alejara un
poco de tierra; y, sentándose, enseñaba
desde la barca a una muchedumbre.

Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:


"Rema mar adentro, y echen las redes
para pescar." Simón le respondió:
"Maestro, hemos estado bregando toda la
noche y no hemos pescado nada; pero, en
tu palabra, echaré las redes." Y, haciéndolo
así, pescaron gran cantidad de peces, de
modo que las redes amenazaban
romperse. Hicieron señas a los
compañeros de la otra barca para que

Biblia
vinieran en su ayuda. Vinieron, pues y
llenaron tanto las dos barcas, que casi se
hundían.

Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de


Jesús, diciendo: "Aléjate de mí, Señor, que
soy un hombre pecador." Pues el asombro
se había apoderado de él y de cuantos
con él estaban, a causa de los peces que
habían pescado. Y lo mismo de Santiago y
Juan, hijos de Zebedeo, que eran
compañeros de Simón. Jesús dijo a
Simón: "No temas. Desde ahora serás
pecador de hombres." Llevaron a tierra las
barcas y, dejándolo todo, le siguieron”.

06
4. Reflexión
Ya desde el comienzo de su ministerio, Jesús se hizo de amigos que le ayudaran a
extender el Reino de Dios. "Pasando junto al lago de Galilea vio a Simón y a su
hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando las redes". ¿Pasó casual
de Jesús por aquel trozo de playa, o elección deliberada? Dios se sirve se causas
ordinarias, pero también busca situaciones. Lo importante es que la mirada de Jesús
se detuvo en los dos hermanos. El Señor está junto a mí, en medio de mis
ocupaciones ordinaria; cada día pasa de nuevo a mi lado, ¿me halla dispuesto para
un encuentro?

Jesús dijo a Simón: "Rema mar adentro y echa las redes para pescar? Y, de pronto,
una pesca abundante que casi se hundían las barcas de Simón y sus compañeros. El
número de peces capturados contrasta con la esterilidad de la pesca fallida; solo la
intervención de Jesús, el Señor, hace la diferencia, abre la novedad, ensancha los
horizontes. ¿Quién no tiene en su biografía personal alguna página que obliga a
pensar en la presencia indiscutible del Señor?

Apoyados en estas experiencias, hemos de seguir fiándonos de Jesús, cuando nos invita
a remar mar adentro, y aguardar con esperanza la comprensión de lo que haráfecunda
nuestra vida. La primera virtud que revela Simón, el pescador, es la obediencia de fe.
Podía haberle dicho a Jesús: "Tú entenderás mucho sobre el Reino de Dios, pero aquí
el experto en pesca soy yo". Expone, sí, la reciente experiencia negativa, pero obedece:
"Por tu palabra echaré la red". Al comienzo de la nueva etapa de Jesús resucitado,
Pedro también obedecerá a la sugerencia: "Echen la red a la derecha y hallarán".
Fue en el mismo lago Genesaret y hubo pesca abundante.

Simón Pedro, junto a la obediencia al mandato de Jesús, muestra la humildad tras el


éxito: "¡Señor, apártate de mí que soy pecador!". En este mundo tecnificado corremos
el peligro de atribuir las cosas extra que nos ocurren a la eficacia infalible de las
previsiones y los medios. Pero en el orden del sentido de la vida, hemos de
reconocer que se nos escapa muy fácilmente de las manos. Y hemos de recordar la
advertencia de Jesús: "Sin mí no pueden nada".

Con la obediencia y la humildad, Pedro ya se está preparando para la llamada. Por


eso, Jesús dijo a Simón: “No temas, desde ahora serás pescador de hombres".
Marcos añade un "Vengan conmigo", que completa el triple elemento de la vocación
apostólica: es la iniciativa de Jesús, es para estar con él, es para ganar corazones para
la causa del Reino. La belleza de la vida cristiana debe seguir siendo ofrecida al
mundo. El anzuelo y las redes sólo puede significar el atractivo personal de Jesús y
su Evangelio.

07
5. Tiempo de silencio

08
6. Canto:

09
7. Símbolos

Vasija de barro: Ante nuestros ojos está cierta


cantidad de arcilla, pero no es cúmulo de barro
sin más. Está trabajada, modelada… Nuestra
vida es como un montoncito de arcilla que día a
día y poco a poco, va tomando una forma y a
nuestro lado está el Artesano más sabio. Deja
que ese grande y amoroso Alfarero nos revele la
forma más bella para nosotros.

Planta: Cualquier planta algún día fue una


minúscula semilla. El agua, la tierra y el sol
contribuyeron a su crecimiento. Pero quien
verdaderamente la ha hecho crecer es el que
hizo el cielo, la tierra y el agua: Dios. Deja que
Dios también te ayude a crecer humana,
cristiana y vocacionalmente.

El cirio pascual: Era cera en un panal. El


esfuerzo humano y su ser maleable, la han
convertido en lo que ahora es: una fuente de luz
y calor. Como cristianos debemos esforzarnos y
ser maleables para poder ser luz del mundo;
alumbrar con el amor, la fe y la esperanza.

10
8. Preces
Hay diversidad de dones, pero un mismo
Espíritu; hay diversidad de servicios, pero
un mismo Señor; y hay diversidad de
funciones, pero un mismo Dios que obra
todo en todos. Eleva confiadamente tu
súplicas a Dios Padre guiados por la
palabra de Jesús, para que envíe sobre ti
ese Espíritu que te hará servidor de los
hermanos.

▶ Para que el Papa (Francisco), los obispos


y toda la Iglesia realicen su misión
evangelizadora en medio del mundo;
roguemos al Señor.
▶ Para que la Iglesia anuncie con valentía
la Palabra de Dios en toda situación, por
difícil que sea; roguemos al Señor.
▶ Para que los laicos cristianos sean
fermento de la fuerza evangélica en
medio del mundo; roguemos al Señor.
▶ Para que Dios Padre, dueño de la mies,
envíe abundantes vocaciones a su Iglesia
para el servicio a los hermanos; roguemos
al Señor.
▶ Para que siempre haya corazones
jóvenes, dispuestos a seguir la llamada de
Dios y a entregarse generosamente para
el bien de los demás; roguemos al Señor.
▶ Para que las familias cristianas sean
testigos del Evangelio y fomenten la
vocación religiosa y sacerdotal; roguemos
al Señor.
▶…

Pongo ante ti, Señor, mi súplica por las


necesidades del mundo y tu Iglesia.
Atiéndeme, por tu inmensa bondad de
Padre. Hazme servidor fiel de tu pueblo y
atento a las necesidades de mies
hermanos. Te lo pido en el nombre y por
la mediación de tu Hijo Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.

11
9. Texto del Concilio Vaticano II

Para finalizar este encuentro con Cristo Sacramentado, medita este texto

«La Iglesia santa, por voluntad divina, está ordenada y se rige con admirable variedad.
"Pues a la manera que en un solo cuerpo tiene muchos miembros y todos los
miembros no tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo
en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros" (Rom 12,4-5).

El pueblo elegido de Dios es uno: "Un Señor, una fe, un bautismo" (Ef 4,5); común la
dignidad de los miembros por su regeneración en Cristo, gracia común de hijos, común
vocación a la perfección, una salvación, una esperanza y una misma caridad.Ante
Cristo y ante la Iglesia no existe desigualdad alguna en razón de estirpe o nacimiento,
condición social o sexo, porque "no hay judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay
varón ni mujer. Pues todos vosotros sois "uno" en Cristo Jesús" (Gal 3,28;cf. Col 3,11).

Aunque no todos en la Iglesia marchan por el mismo camino, sin embargo, todos
están llamados a la santidad y han alcanzado la misma fe por la justicia de Dios
(cf. 2Pe 1,1). Y si es cierto que algunos, por voluntad de Cristo, han sido constituidos
para los demás como doctores, dispensadores de los misterios y pastores, sin embargo,
seda una verdadera igualdad entre todos en lo referente a la dignidad y a la acción
común de todos los fieles para la edificación del Cuerpo de Cristo en la caridad”.

12
Oración Final “¡Sígueme!”

Señor, a la orilla del mar de mi vida


resuena con fuerza tu invitación: “¡sígueme!”

Jesús, ¿quién eres tú para mí,


de manera que acepte tu llamada,
deje mis seguridades y te siga?
Sé que solo la relación personal de amistad contigo
me ayudará a entender que tú eres mi Señor

Hoy mi corazón, una vez más, se entusiasma con tu llamada;


pero también lo confunden las sombras del miedo y las dudas,
después de todo, ¡que torpe soy para armar de verdad!

Amigo de mi alma, Pastor bueno, haz que comprenda


que mi vocación cristiana se concentra
en recorrer el camino el Evangelio,
aprendiendo a ser verdadero discípulo tuyo.

Maestro, que yo sea valiente para hacer silencio,


de modo que pueda escuchar tu Palabra,
celebrar la vida y avivar la esperanza.
Nunca permitas que la indiferencia
apague en mí el fuego de la alegría y la fiesta.
Por eso, ¡heme aquí, Señor!
A ti clamo con todo mi corazón: nunca te canses de llamarme.

13
10. Canto final:
“Ven y sígueme”

14
Letra:
Ven y sígueme, no mires atrás
Que delante está el reino
Mi reino de paz
Ven y sígueme, no mires atrás
Que delante está el reino
Mi reino de paz
Desde antes de formarte, aún
En mi mente te tenía ya
Ya tenía asignado para ti
Un llamado
Y ahora, a ti te toca actuar
Da el paso que tienes que dar
Deja todo
Toma tu cruz
Y sígueme
Ven y sígueme (ven y sígueme)
No mires atrás (ven y sígueme)
Que delante está el reino
Mi reino de paz
Ven y sígueme (ven y sígueme)
No mires atrás (ven y sígueme)
Que delante está el reino
Mi reino de paz
Ven y sígueme (ven y sígueme)
Ven y sígueme
Es tan grande mi amor por ti
Que para que pudieras tú vivir
Mi sangre, clavado en la cruz
Yo vertí

15
Ahora esta es tu decisión
Tú sabes lo que para ti es mejor
Recuerda que por siempre estaré
Junto a ti
Ven y sígueme (ven y sígueme)
No mires atrás (ven y sígueme)
Que delante está el reino
Mi reino de paz
Ven y sígueme (ven y sígueme)
No mires atrás (ven y sígueme)
Que delante está el reino
Mi reino de paz
Ven y sígueme
No mires atrás
Que delante está el reino
Mi reino de paz
Ven y sígueme (ven y sígueme)
No mires atrás (ven y sígueme)
Que delante está el reino
Mi reino de paz
Ven y sígueme
Ven y sígueme
Ven y sígueme
Ven y sígueme

16

También podría gustarte