Infecciones de Las Vías Urinarias

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Infecciones de vías urinarias

Definición:
La infección de vías urinarias (IVU) es un término colectivo que describe cualquier infección
que afecte a cualquier parte del tracto urinario, es decir, los riñones, los uréteres, la vejiga y
la uretra. El tracto urinario se puede dividir en superior (riñones y uréteres) e inferior (vejiga
y uretra).
Las infecciones urinarias son infecciones comunes que ocurren cuando entran bacterias a la
uretra, generalmente de la piel o el recto, e infectan las vías urinarias. Pueden afectar a
distintas partes de las vías urinarias, pero la infección de vejiga (cistitis) es el tipo más
común.
La infección de los riñones (pielonefritis) es otro tipo de infección urinaria. Es menos común
que la infección de vejiga, pero más grave.
El tracto urinario es una fuente común de infección en niños y bebés y es la infección
bacteriana más común en niños < 2 años, el resultado suele ser benigno, pero las IVU
pueden progresar a cicatrices renales en la primera infancia, especialmente cuando se
asocian con anomalías congénitas del tracto urinario.
Las mujeres adultas tienen 30 veces más probabilidades que los hombres de desarrollar
una IVU, y casi la mitad de ellas experimentan al menos un episodio de IVU durante su vida.
Se informa que una de cada tres mujeres tiene su primer episodio de IVU a la edad de 24
años y se observan con mayor frecuencia en mujeres jóvenes sexualmente activas. Otros
adultos susceptibles incluyen los ancianos y los pacientes que requieren cateterismo uretral.

Clasificación
Según la ubicación:
● IVU de vía urinaria baja: uretritis, cistitis, prostatitis.
● IVU de vía urinaria alta: pielonefritis, absceso intrarrenal, absceso perinefrítico.

Según la clasificación clínica


● IVU no complicada (mujer sana no gestante): Disuria, polaquiuria y urgencia
miccional si IVU es baja. Fiebre, dolor y puño percusión renal positiva si IVU es alta.
● IVU complicada (pacientes con condiciones de riesgo): Mujeres gestantes y hombres
con patología prostática, inmunosuprimidos incluyendo trasplantados renales,
Trastornos neurológicos, presencia de Insuficiencia renal o litiasis obstructiva
asociada.
● IVU asociada a catéter (sondaje permanente).
● IVU recurrente: 3 IVUs/año, o 2 IVUs en los últimos 6 meses.
● Urosepsis: IVU con choque séptico y disfunción orgánica.

Signos y Síntomas
Los síntomas de una cistitis pueden abarcar:
- Disuria o sensación de quemazón durante la micción.
- Polaquiuria o aumento en la frecuencia urinaria.
- Tenesmo vesical, manifestado como la sensación de tener que orinar a pesar de la
vejiga estar vacía.
- Hematuria o presencia de sangre en la orina.
- Sensación de presión o retorcijones en la ingle o la región inferior del abdomen.
- En el caso de una pielonefritis, los síntomas pueden involucrar:
- Fiebre.
- Escalofríos.
- Dolor en la región lumbar o en el costado.
- Náuseas o vómitos.

Bacterias
- Las infecciones del tracto urinario suelen ser ocasionadas mayormente por bacterias
Gram negativas de origen intestinal. La cepa predominante en estos casos es
Escherichia coli (E. coli), responsable del 75-95% de los casos; mientras que el resto
está vinculado a otras bacterias como Klebsiella sp, Proteus sp y Enterobacter sp.
En cuanto a las bacterias Gram positivas, los agentes patógenos más comunes
incluyen enterococos, Staphylococcus saprophyticus y Streptococcus agalactiae.

Estudios y diagnósticos:
- El diagnóstico de las IVU no complicadas se realiza con base en el cuadro clínico.
- La sospecha de IVU debe confirmarse mediante la realización de un examen general
de orina (EGO) y urocultivo.
- En los casos en que los síntomas son leves o incipientes se recomienda realizar “a
la cabecera del paciente”, de ser posible durante la consulta un examen de orina con
tira reactiva para detectar nitritos y esterasa leucocitaria.
- No se justifica realizar urocultivos ni estudios de imagen en casos de infección del
tracto urinario aislada y no complicada. Estos procedimientos solo deben llevarse a
cabo en pacientes que presenten fiebre persistente, incluso después de 72 horas de
iniciar el tratamiento. Se recomienda realizar el urocultivo en situaciones de
sospecha de pielonefritis, síntomas persistentes o recurrentes en las primeras 2 a 4
semanas después de haber concluido el tratamiento, así como en casos de
síntomas atípicos.
- Se recomiendan urocultivos para pacientes con factores de riesgo de IVU
complicadas y en las siguientes situaciones: (a) sospecha de pielonefritis aguda; (b)
síntomas que no se resuelven o recurren dentro de 2 a 4 semanas después de
completar el tratamiento; (c) mujeres que presentan síntomas atípicos; d) mujeres
embarazadas; y (e) pacientes masculinos con sospecha de IVU.

Tratamiento
Son varios los factores que condicionan la elección de un antibiótico para ser utilizado:
● Aspectos farmacocinéticos (altas concentraciones en la orina, vida media larga).
● Repercusiones sobre la flora intestinal y vaginal que evite efectos secundarios.
● una tolerancia aceptable y que sea lo más barato posible.

Por otro lado, el estado de las resistencias bacterianas a los antimicrobianos condiciona
fuertemente la elección. Además, cuanto mayor es el espectro bacteriano del antibiótico,
mayor efecto destructivo tendrá sobre la flora endógena, lo que favorecerá la aparición de
candidiasis vaginal e incluso faríngea y ocasionalmente, si su actividad es moderada,
facilitará la colonización periuretral por cepas de E. Coli potencialmente patógenas,
potenciando las recaídas.

El efecto destructivo de la flora endógena es elevado en los antibióticos betalactámicos y


bajo en cotrimoxazol y quinolonas. Actualmente se considera que la administración de
amoxicilina-clavulánico, a pesar de los efectos secundarios debidos a su amplio espectro de
acción, es adecuada en una pauta de tres días de tratamiento y presenta una buena
relación coste/eficacia

Agente Dosis Duración

Amoxicilina- clavulánico 500/ 125 mg/8h 3/7 días

Norfloxacino 400 mg/12h 3/7 días

Ofloxacino 200 mg/12h 3/7 días

Ciprofloxacino 250 mg/12h 3/7 días

Cotrimoxazol 160/800 mg/12h 3/7 días

Para la profilaxis de las recurrencias lo más frecuentemente recomendado ha sido


nitrofurantoína en una dosis de 50 mg al día o norfloxacino en dosis de un comprimido de
200 mg al día.

Uretritis
Hombre: ceftriaxona (250 mg) IM una sola vez o doxiciclina 100 mg VO cada 12h x 7 días.
Mujeres: doxiciclina 200 mg VO cada 12h x 7 días.

Cistitis
fosfomicina 3 g en dosis única 1 o 2 sobres administrados en un intervalo de 24 h o
amoxicilina 3g VO en dosis única. También se suele emplear trimetoprim sulfametoxazol en
dosis única de 320 y 1.600 mg.
También se están prescribiendo, quinolonas en intervalos de 12 horas y tratamientos de una
semana, así como amoxicilina-clavulánico en dosis de 500 mg cada 8 horas durante tres o 7
días.

Prostatitis
Ciprofloxacino y trimetoprim sulfametoxazol alcanzan concentraciones adecuadas
administrados por vía oral. También se prescribe ofloxacino, en dosis orales de 200 mg
durante 4 semanas. Se recomienda, asimismo, el uso de antiinflamatorios como diclofenaco
en dosis de 50 mg cada 8 horas por vía oral, y antipiréticos como el paracetamol. Todo ello
acompañado de medidas generales tales como reposo en cama, baños de asiento e
ingestión de abundantes líquidos.

Pielonefritis
Ciprofloxacino en dosis de 500-750 mg por vía oral cada 12 horas durante 15 días.
Cefonicida en dosis de 1 g intramuscular cada 24 horas durante 10 días.

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