Los Antófilos
Los Antófilos
Los Antófilos
un clado de insectos himenópteros, sin ubicación en categoría taxonómica, dentro de la superfamilia Apoidea. Se trata
de un linaje monofilético con más de 20 000 especies conocidas. Las abejas, al igual que las hormigas, evolucionaron a
partir de himenópteros aculeados. Los antepasados de las abejas estaban relacionados con la familia Crabronidae y eran
depredadores de insectos. Es posible que las primeras abejas se hayan alimentado del polen que cubría a algunas de sus
presas y que, gradualmente, hayan empezado a alimentar a sus crías con polen en lugar de insectos.1
Hay muchas más especies que aún no han sido descritas. Se las encuentra en todos los continentes, excepto en
la Antártida. Están en todos los hábitats donde hay plantas con flores (angiospermas). Están adaptadas para
alimentarse de polen y néctar, usando el primero fundamentalmente como alimento para las larvas y el segundo como
material energético. La especie más conocida es la abeja doméstica (Apis mellifera), a veces simplemente llamada “abeja”;
esta especie es un insecto social que vive en enjambres formados por tres clases de individuos: reina, obreras y zánganos;
sin embargo, la mayoría de las especies de abejas son solitarias, es decir, que no forman enjambres. Existe también un
número de especies semisociales, con capacidad de formar colonias; por ejemplo, los abejorros. Estas colonias no llegan
a ser tan grandes ni duraderas como las de la abeja doméstica.
Osmia ribifloris.
Descripción[editar]
Piezas bucales de una abeja
Biología[editar]
Nido de Osmia
Nido de Abejorro
El ciclo vital de las abejas, ya sea de las especies solitarias o sociales consiste de varias etapas, comenzando por el huevo.
La larva carece de patas y pasa por varias mudas. Cuando llega al tamaño final se convierte en pupa. Durante este
período tiene lugar la metamorfosis. El adulto alado emerge de la pupa. La mayoría de las abejas solitarias y semi sociales
de climas templados pasan el invierno en el estadio adulto o el de pupa y emergen en la primavera, cuando numerosas
plantas están floreciendo. Generalmente, los machos emergen primero y proceden a buscar hembras con quien aparearse.
En el caso de los abejorros y algunas otras especies solo las hembras apareadas pasan el invierno. Todos los machos de
la generación anterior mueren a la llegada del invierno.
El sexo de las abejas es determinado por el sistema de haplodiploidía en que los huevos fertilizados son hembras y los no
fertilizados son machos. Después del apareamiento la hembra almacena el esperma y puede controlar qué huevos son
fecundados o no. Las abejas tropicales pueden tener varias generaciones al año y no pasar por diapausa, como lo hacen
la mayoría de las especies de abejas de otros climas.6 7 8 9
Socialidad[editar]
Eusocialidad[editar]
Un enjambre de abejas melíferas en un
árbol caído
Artículo principal: Eusocialidad
Las abejas pueden ser solitarias o vivir en varios tipos de comunidades. Diversos tipos y grados de socialidad parecen haber
evolucionado repetida e independientemente en distintos grupos de abejas.24 El tipo más avanzado de colonias es el
caso de eusocialidad que se caracteriza por tener cuidado cooperativo de la cría y división del trabajo entre individuos
reproductores y no reproductores, más superposición de generaciones.25
Aproximadamente: 75% de las especies son solitarias, 15% parasíticas (incluyendo cleptoparásitas, ladronas y parásitas
sociales) y 10% son sociales (incluyendo eusociales).26
La división del trabajo crea grupos especializados dentro de la sociedad eusocial llamados castas. En algunas especies, los
grupos de hembras que cohabitan son hermanas y si hay división del trabajo dentro del grupo, son consideradas
semisociales. El grupo es llamado eusocial, si además de esto, consiste de una madre y sus hijas, las obreras. Cuando la
única diferencia entre las castas es de comportamiento como en algunas avispas polistinas, la sociedad es considerada
eusocial primitiva. Si además hay diferencias morfológicas entre las castas el sistema es considerado altamente
eusocial.27
Las verdaderas abejas melíferas (género Apis, con siete especies reconocidas actualmente, son de alta eusocialidad. Son
algunos de los insectos más conocidos. Sus colonias se establecen por medio de enjambres que consisten de una reina y
centenares de obreras. Hay 29 subespecies de Apis mellifera nativas de Europa, el Medio Oriente y África.28
Los meliponinos o abejas sin aguijón son eusociales. Almacenan alimentos, construyen nidos complejos y tienen colonies
permanentes establecidas por medio de enjambres.29
La m ayoría de las abejas solitarias hacen sus nidos en el suelo. Hacen uso de una variedad de texturas y condiciones.
Otras abejas aprovechan los cavidades de tallos huecos, tales como juncos. Por lo general la hembra crea
compartimientos separados, llamados celdillas. Deposita un huevo en cada celdilla después de aprovisionarla con una
mezcla de polen y néctar y su propia saliva. Cuando completa el nido lo cierra con algo de barro. Generalmente las
primeras celdillas contienen hembras y las últimas, que se encuentran más cerca de la entrada al nido, contienen machos.
Así, en la siguiente primavera, los machos emergen primero y están listos para buscar hembras y aparearse, cuando les
toca el turno a ellas. Los adultos no proporcionan cuidado maternal a la cría fuera de suministrarles una provisión de
alimentos. Raramente pican y si lo hacen es solo en defensa propia y su veneno es muy suave.
Polinización
Las abejas son los polinizadores más importantes de las plantas con flores o magnoliófitas. Se calcula que la tercera parte
de los alimentos humanos son polinizados por insectos, fundamentalmente abejas.
La mayoría de las abejas son de cuerpo velludo con pelos plumosos; llevan una carga electrostática. Todo esto ayuda a
que el polen se adhiera a su cuerpo. Con sus patas transfieren el polen a las canastas de polen que pueden ser de dos
tipos: escopas o corbículas. Algunas especies de abejas son muy especializadas y colectan polen de unas pocas especies de
plantas, otras son generalistas y visitan muchos tipos de flores diferentes. Pero en general visitan flores de una sola especie
por un período de tiempo antes de ir a otra especie, lo cual es beneficioso para las plantas que requieren polen de la misma
especie para su fecundación. La abeja posee dos antenas (órganos del olfato), que le sirven para localizar las flores, y dos
pares de alas, muy delgadas, que permiten a algunas especies, largos vuelos de hasta 12 km.