Valorando Nuestro Patrimonio Cultural y Natural

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VALORANDO NUESTRO PATRIMONIO

CULTURAL Y NATURAL
Todos los días tratamos de proteger de cualquier riesgo nuestro patrimonio
personal, sea una casa o un negocio. Sería impensable perder aquello que
hemos logrado construir con tanto esfuerzo a lo largo del tiempo.

Lamentablemente, el patrimonio natural y cultural, que es de todos, no se mira


con igual apego hasta que es demasiado tarde, pues no se suele valorar de
una manera profunda hasta que se deteriora o se pierde.

El Patrimonio Cultural está conformado por lugares de valor universal


destacados desde un punto de vista histórico, estético, etnográfico o
antropológico. En el Perú, existe un total de 11 bienes culturales que forman
parte de la Lista de Patrimonio Mundial.

El Patrimonio Natural está constituido por sitios naturales estrictamente


delimitados, que se beneficien de un valor universal excepcional desde el
criterio de la ciencia, conservación y belleza natural. Tenemos cuatro bienes
naturales que forman parte del listado; el más visitado por el turismo receptivo
es el Santuario Histórico de Machu Picchu, que también es patrimonio cultural.
Asimismo, otros bienes son el Parque Nacional de Huascarán, el Parque
Nacional del Manu y el Parque Nacional del Río Abiseo.

Al tener diversas expresiones y manifestaciones, el Perú es uno de los países


con mayor diversidad cultural en el mundo. Entre sus más grandes tesoros
están la danza, la música, la gastronomía, el arte popular, las fiestas
tradicionales, los textiles, las medicinas naturales, las lenguas, entre otros. Por lo
tanto, es importante impulsar acciones para el conocimiento y cuidado de
nuestra riqueza cultural.

Concienciar a las nuevas generaciones es parte fundamental de la protección


y conservación del patrimonio. La educación debe incluir contenidos sobre
patrimonio, que incidan en el concepto de que el patrimonio cultural es una
herencia que forma parte de nuestra identidad como sociedad y que,
explotado de forma sostenible, puede convertirse en motor económico de un
territorio.

Como parte de este compromiso, los organismos públicos deben fomentar la


formación de profesionales enfocados a la preservación, conservación,
divulgación y promoción de los bienes culturales, incrementando el
protagonismo de especialistas relacionados con la historia, la arquitectura, la
arqueología y hasta la paleontología, permitiendo así que la sociedad cuente
con expertos que garanticen la gestión óptima de su patrimonio cultural.

En conclusión recordemos que nuestro Patrimonio Cultural y Natural


contribuye a formar nuestra identidad y nuestro sentido de pertenencia a una
comunidad, región y nación, pues los bienes culturales nos permiten ahondar
en el conocimiento de nuestro pasado y, muchas veces, nos ayudan a
comprender el presente.

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