Tema 4N LAS OTRAS NORMAS CON VALOR REGLAMENTARIO
Tema 4N LAS OTRAS NORMAS CON VALOR REGLAMENTARIO
Tema 4N LAS OTRAS NORMAS CON VALOR REGLAMENTARIO
1. INTRODUCCIÓN
Existen entidades públicas que dictan “normas con valor reglamentario” pero que no se acomodan
del todo al esquema de relación “ley-reglamento” estatales o autonómicos.
La Constitución Española reconoce autonomía de los municipios, provincias e islas para la gestión
de sus respectivos intereses (arts. 137, 140 y 141), y, aunque no define en qué se traduce la
autonomía local, la Constitución y el TC la asocian al poder de dictar normas.
Será el legislador competente en cada caso (estatal y autonómico) quien defina el contenido de la
autonomía local, ya sea en la legislación de régimen local o en la legislación sectorial, respetando esa
garantía constitucional: la autonomía implica un ámbito de gobierno y gestión, en el que se adoptan
decisiones propias y no simplemente se reciben y ejecutan las del Estado o la Comunidad Autónoma.
La Ley de Bases de Régimen Local de 1985 (LBRL) atribuye potestad normativa a los municipios,
provincias, islas y mancomunidades de municipios. Las restantes entidades locales también
pueden tener potestad normativa, si lo establecen los Estatutos de Autonomía.
Pero, ¿qué ocurre en lo no previsto por la ley estatal o autonómica? ¿puede dictarse norma
local?:
- Es cierto que la Constitución no establece en qué consiste esa autonomía y que es la ley la que,
para cada ámbito, perfila esa autonomía local.
- Pero eso NO significa que la función de la norma local sea ejecutar las leyes estatales o
autonómicas, ni proporcionarles un complemento normativo, ni colaborar con ellas. Por ello se
dice que no rige el principio de vinculación positiva (de la norma local a la ley estatal o
autonómica): La norma local no es el eslabón final de una cadena que comienza con la ley y continua
con el reglamento, ni se entiende como una mera ejecución de mandatos normativos pronunciados
por los titulares de la potestad legislativa y reglamentaria.
La norma local no constituye un reglamento ejecutivo de la ley para el ámbito local, pero
tampoco debe conducir a concluir que constituye un reglamento independiente.
- La función de la norma local es ordenar e intervenir sobre los vecinos y los individuos
que se encuentran en su territorio: la capacidad de ordenación de la norma local no es
ilimitada, sino que está limitada a “la gestión de sus respectivos intereses”.
Y se ejercitará siempre de acuerdo con la ley, en el espacio definido por las leyes estatales
o autonómicas.
Para algunos autores y para el TS rige la “vinculación negativa” de las normas locales respecto
a la ley: la ley constituye para las normas locales un límite, pero no un techo o marco cerrado: en
lo no regulado o no previsto por la ley estatal o autonómica, se abre un amplio campo de
configuración para la norma local, siempre dentro de su ámbito de competencias.
En el supuesto que en un ámbito de competencia municipal no exista ley estatal o autonómica
que precise los términos de la intervención del ente local, esto no le impide al ente local
ejercer su potestad normativa. Si, con posterioridad, el legislador sectorial precisa el ámbito
competencial local, la norma local deberá adaptarse a esa regulación.
- Si la ley estatal o autonómica regulara con exhaustividad cuál debe ser el contenido de la norma
local, dejando poco o nulo espacio para la decisión local, sin haber una justificación razonable para
ello (como, por ejemplo, la existencia de intereses supramunicipales relevantes), podría haber una
vulneración de la autonomía local.
En materia sancionadora y tributaria rige el principio de reserva de ley (reserva material de ley) y
ambas son materias en las que los entes locales tienen competencias. ¿Qué relación tiene la norma
local con respecto a la ley en estos casos? ¿la misma que un reglamento ejecutivo? ¿debe ocupar
una posición distinta?
• Sin embargo, parece que la posición tradicional implica una contradicción con el
reconocimiento de autonomía a las entidades locales y la función reconocida
constitucionalmente a la ordenanza local y se comienza a modular el alcance de la reserva
constitucional de ley en materias que son indiscutiblemente de competencia local, con dos
argumentos: el representativo y el institucional:
Disposición adicional primera de la Constitución: “La Constitución ampara y respeta los derechos
históricos de los territorios forales. La actualización general de dicho régimen foral se llevará a cabo, en su caso,
en el marco de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía”.
En el caso del País Vasco los Territorios Históricos de Araba/Álava, Bizkaia y Gipuzkoa tienen una
2BLE NATURALEZA:
a) Son entidades locales de ámbito provincial
b) Son entidades de carácter político que integran la Comunidad Autónoma del País Vasco
En las materias de competencia exclusiva, los Territorios Históricos tienen las siguientes
potestades:
- normativa, “aplicándose las normas emanadas de sus órganos forales con preferencia a
cualesquiera otras”
- reglamentaria;
- administrativa, incluida la inspección;
- y revisora en vía administrativa.
DISTINGUE ENTRE POTESTAD NORMATIVA Y POTESTAD REGLAMENTARIA
y dice que las NORMAS que se dictan en ejercicio de la POTESTAD NORMATIVA SE
APLICAN “CON PREFERENCIA A CUALESQUIERA OTRAS”.
DECRETOS FORALES
Diputación Foral
DECRETOS FORALES
Diputado General
ÓRDENES FORALES
Diputados Forales
DFN EN MATERIA TRIBUTARIA: las Diputaciones Forales pueden dictar DFN en materia
tributaria para adaptar la legislación del Territorio Histórico a la del régimen común en aplicación
de lo dispuesto en el Concierto Económico.
c) DECRETOS FORALES
- Expresan el ejercicio de la potestad reglamentaria atribuida a la Diputación Foral.
- Su autoría corresponde al Consejo de Diputados de la Diputación Foral,
- Sirven para desarrollar las normas forales y las leyes estatales y autonómicas, así como para
aprobar las disposiciones de organización interna.
e) Las ÓRDENES FORALES, adoptadas por los diputados forales titulares de los departamentos
en los que se organiza la Administración pública foral.
NATURALEZA DE LAS NORMAS FORALES: La norma foral se aplica “de acuerdo con la ley”
y, en ocasiones, “en lugar de la ley”, es decir, con sujeción directa a la Constitución y al Estatuto de
Autonomía. Cuando esta última circunstancia ocurre, el régimen de control es distinto al general al
que están sujetas las demás normas reglamentarias.
Inicialmente se asimilaron al reglamento ordinario, pero con el tiempo se fue matizando para
acabar proclamando su especial naturaleza.
Formalmente son disposiciones de rango reglamentario pues no tienen rango legal (el único
órgano con potestad legislativa en la Comunidad Autónoma es el Parlamento Vasco. Y, en
consecuencia, su control debe corresponder a la jurisdicción contencioso-administrativa (salvo
excepciones).
Un importante sector doctrinal habla de las normas forales como “reglamentos autónomos o
independientes” que se caracterizan por:
• atribución de la regulación de una materia a una disposición de rango reglamentario;
• falta de subordinación jerárquica de la disposición de rango reglamentario a la ley
• imposibilidad de que una ley posterior pueda modificar o derogar lo que establezca esa
disposición de rango reglamentario.
El TC las sitúa en una especie de limbo jurídico: afirma su naturaleza singular, pero descarta
que sean reglamentos autónomos porque las normas forales fiscales están condicionadas por
las leyes estatales reguladoras del correspondiente tributo.
Las normas forales dictadas en materias de competencia exclusiva de los Territorios Históricos
• cuentan con un respaldo constitucional directo;
• están dotadas de legitimidad democrática directa
• desarrollan una función cuasi legislativa ya que, dentro de su territorio, sustituyen a
enteras leyes estatales que se aplican al resto de territorios del Estado o a enteras leyes
autonómicas como las que se aplican en otras CCAA.
Las universidades públicas, los colegios profesionales y las comunidades de regantes son
entidades o corporaciones de derecho público que elaboran sus propios estatutos para regular su
funcionamiento interno y algunas facultades relacionadas con el ejercicio de su actividad que
conciernen a los intereses generales.
La LRJSP configura las autoridades administrativas independientes, como subgrupo dentro de las
entidades de derecho público que “tienen atribuidas funciones de regulación o supervisión de carácter
externo sobre sectores económicos o actividades determinadas, por requerir su desempeño de independencia
funcional o una especial autonomía respecto de la Administración General del Estado, lo que deberá
determinarse en una norma con rango de Ley”. Externamente se identificarán en su denominación
mediante la indicación “autoridad administrativa independiente” o su abreviatura “A.A.I.”.
Las leyes podrán habilitar directamente a las autoridades independientes u otros organismos que
tengan atribuida esta potestad para aprobar normas en desarrollo o aplicación de éstas, cuando
la naturaleza de la materia así lo exija.
No todas las administraciones independientes cuentan con la capacidad de crear normas.
Algunas se limitan a formular recomendaciones, informes y opiniones (Consejo de la Transparencia
y Buen Gobierno y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal)
Las “entidades colaboradoras”, sujetos privados que actúan en el campo del Derecho de la técnica
o la tecnología, pueden intervenir en todo el ciclo jurídico-administrativo de los productos industriales:
normalización, certificación, homologación, inspección, control y acreditación.
Problemas jurídicos del “Derecho de la técnica”: Las Leyes y los reglamentos se remiten en
ocasiones a una norma o reglamento técnico
• los reglamentos técnicos admiten las cláusulas de remisión dinámicas a especificaciones
técnicas: en el caso que estas especificaciones cambien y la modificación sea a iniciativa de un
tercero privado, la Administración desconocerá su contenido (es una especie de atribución
permanente de potestad normativa a un tercero, que no está prevista en el ordenamiento).
• los reglamentos técnicos suelen remitirse a especificaciones técnicas que no son objeto de
publicación en un diario oficial. En ocasiones pueden no ser de acceso libre y gratuito e
incluso pueden estar sujetas a previo pago.
• Las normas técnicas son numerosas y los organismos de normalización ejercen potestades
normativas de los poderes públicos, sin estar legitimados democráticamente. La Ley debe
velar por la legitimidad y transparencia de los organismos de normalización.
6.2. LOS CÓDIGOS DE CONDUCTA: tienen carácter voluntario, pero pueden adquirir
relevancia jurídica
- En el ámbito de la comunicación audiovisual, las asociaciones de operadores pueden acordar
códigos deontológicos o normas de autorregulación, que son de cumplimiento voluntario.
Pero, si el solicitante de una licencia asume de modo voluntario algunas obligaciones en
virtud de códigos deontológicos y normas de autorregulación, esas obligaciones se convierten
en parte del clausulado de la licencia otorgada.
- En el ámbito de la protección de datos, las entidades públicas y los particulares promoverán la
elaboración de códigos de conducta destinados a contribuir a la correcta aplicación del
Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (RGPD). En el caso que los
elaboren particulares, si son conformes con el RGPD pueden ser autorizados por la autoridad
nacional de control o por la Comisión, que incluso le puede llegar a otorgar validez general dentro
de la Unión.
7.3. DEFENSOR DEL PUEBLO. Su reglamento, aprobado por las mesas del Congreso y del
Senado, tiene rango reglamentario y se subordina a la LODP (es reglamento ejecutivo).
7.4. El TRIBUNAL DE CUENTAS no tiene reglamento, sino que cuenta con una Ley de
Funcionamiento