54 - MP Doctrina 2004

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO PUBLICO
FISCALIA GENERAL DE LA REPUBLICA
DESPACHO DE VICE FISCAL
_____

BIBLIOTECA CENTRAL "RAFAEL ARVELO TORREALBA"

DOCTRINA
DEL
MINISTERIO PUBLICO
( 2004 )

CARACAS
2006
CONTENIDO

pág.

PRELIMINAR, por la Lic. Carmen Celeste Ramírez Báez, Coordinadora de la


Biblioteca Central “ Rafael Arvelo Torrealba ” del Ministerio Público.
I

DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO ( 2004 ) 1

__
PRELIMINAR

La Doctrina del Ministerio Público (2004) contenida en esta publicación es


la continuación del trabajo que viene realizando la Biblioteca Central “Rafael Arvelo
Torrealba” del Ministerio Público desde 1994, comprendida hasta el momento en 14
tomos que abarcan la Doctrina del Ministerio Público desde 1984 a 2004, con la
separata Doctrina del Ministerio Público sobre el Código Orgánico Procesal Penal
(1996-2003), constante de 6 volúmenes.

Extraída del Informe del Fiscal General de la República presentado ante la


Asamblea Nacional, esta información es ordenada, clasificada (bajo un léxico
normalizado de terminología político-legal), automatizada y con un Indice de
Descriptores (materias) y una Lista de Abreviaturas que facilitan la localización de los
registros, se presenta a los funcionarios del Ministerio Público y profesionales
interesados como una valiosa herramienta para sus investigaciones.

La Abog. Rosa Rodríguez Noda RRodriguez@fiscalia.gov.ve, a cargo de la


Sección Informática Jurídica de la Biblioteca Central “Rafael Arvelo Torrealba” del
Ministerio Público lleva a cabo este trabajo, bajo la orientación de la Coordinadora de
esta dependencia.

La Doctrina del Ministerio Público (1984-2004) y la Doctrina del Ministerio


Público sobre el Código Orgánico Procesal Penal (1996-2003) pueden ser localizadas
también en la pagina web de la Institución www.fiscalia.gov.ve /site Doctrina/ y en la
Intranet http// Intranetmp:4040/ /site Biblioteca/.

Igualmente, se puede obtener en CD en la Biblioteca Central del Ministerio


Público, al cual se le han incorporado documentos legales e institucionales de interés
para los funcionarios del Organismo.

Lic. Carmen Celeste Ramírez Báez


Coordinadora de la Biblioteca Central del Ministerio Público
cramirez@fiscalia.gov.ve

Caracas: Agosto 2006.

I
DOCTRINA DEL
MINISTERIO
PUBLICO
1
001
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP DID-22-2431-2004-24253 FECHA:20040430
TITL El fiscal del Ministerio Público con su proceder incumplió con
los deberes inherentes al cargo previstos en los numerales 1, 2,
11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio
Público.

FRAGMENTO

“(…)
Primero: Que efectivamente, en la estadística del mes de abril de 2003, usted suministró a
la fiscalía superior, una información que no se corresponde con la realidad, por cuanto
señaló que se habían elaborado ocho opiniones de solicitudes de sobreseimientos, las
cuales no pudo demostrar durante la inspección por no existir los correspondientes
soportes, tal y como se dejó constancia en el acta de
inspección.
Segundo: Utilizó la papelería con el emblema del Ministerio Público indicando su cargo
como fiscal (…), a fin de recomendar a título personal a la abogada (…), en una
comunicación dirigida a un magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, abogado (…),
hecho que usted admitió en su declaración, infringiendo lo establecido en el numeral 7 del
artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.
Tercero: En su declaración admitió que durante los meses de abril y mayo utilizó personal
ajeno a la Institución para realizar labores propias del Despacho, hecho este que también
es corroborado en las declaraciones de (…) y (…) Asistente Administrativo II y Fiscal
Auxiliar de la Fiscalía (…) de esa Circunscripción Judicial, respectivamente.
Cuarto: Se pudo constatar de acuerdo con su declaración y a las investigaciones realizadas
que solicitó al Cuerpo de Investigaciones Penales, Científica y Criminalistica una inspección
en esa representación fiscal, sin la debida autorización del fiscal superior del Ministerio
Público de esa circunscripción judicial, con lo cual incumplió con los deberes inherentes a
su cargo.
De lo expuesto se evidencia que usted incurrió en actuaciones que van en detrimento de su
condición como fiscal del Ministerio Público al incumplir con los deberes inherentes a su
cargo preceptuados en el numeral 2 y 3 del artículo 90 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público y los numerales 1, 7, 11 del artículo 100 y el numeral 3 del artículo 117, ambos del
Estatuto de Personal del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:90-2
LOMP art:90-3
EPMP art:100-1
EPMP art:100-2
EPMP art:100-11
EPMP art:100-12
EPMP art:117-3

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.18.

2
002
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp.1384-2003- FECHA:20040414
2001
TITL El fiscal del Ministerio Público actuó de manera errónea al
interponer el amparo sobrevenido por ante el mismo juez que
dictó el fallo, cuando lo procedente era la interposición del
recurso por ante el tribunal superior tal como lo señala
jurisprudencia reiterada del Tribunal Supremo de Justicia.

FRAGMENTO

“(…)
Al analizar los recaudos contentivos de la averiguación preliminar instruida en su contra se
denota que, de manera reiterada y sin fundamentación alguna, solicitó la remisión de
causas a su Despacho por parte del abogado (…), quien para entonces se desempeñaba
como Juez Segundo de Juicio del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del
Estado (…); sin tomar en cuenta el criterio fijado por el mencionado juez a través de auto
interlocutorio con fuerza de definitivo dictado en fecha 7 de enero del año 2002;
procediendo con posterioridad a recusar al referido juez en nueve oportunidades siendo
declaradas todas ellas sin lugar, para posteriormente, proceder a la interposición errónea
del amparo sobrevenido por ante el mismo juez que dictó el fallo, cuando lo procedente es
la interposición por ante el superior, tal como señala reiterada jurisprudencia del Tribunal
Supremo de Justicia (Sentencia de fecha 20 de enero de 2000: Caso Emery Mata Millán;
Sentencia de fecha 24-3-2000: Caso Canteras y Minas Severino Camiseca, C.A; Sentencia
del 2 de noviembre de 2002, con ponencia del Magistrado José M. Delgado Ocando: Caso
Unidad Educativa Cimientos).
Con relación a este aspecto, la Dirección le recuerda que dentro de las obligaciones
inherentes al cargo que desempeña se encuentra la de prestar sus servicios con la
diligencia, idoneidad y eficacia requeridas, en cumplimiento de las actividades
encomendadas, adecuando siempre su actuación dentro de las disposiciones establecidas
en la Ley Orgánica del Ministerio Público, la normativa interna de esta Institución y demás
leyes. En su condición de fiscal del Ministerio Público, deberá velar en todo momento por
cumplir y hacer cumplir los principios fundamentales establecidos en la Constitución y
demás leyes de la República, conforme lo establece el artículo 100 numerales 1, 11 y 12
del Estatuto de Personal del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1
EPMP art:100-11
EPMP art:100-12
STSJ 20-01-2000
STSJ 24-03-2000
STSJ 02-11-2002

DESC AMPARO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC RECUSACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.19.

3
003
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP DID-03-Exp.1384-2003-20001 FECHA:20040414
TITL El fiscal del Ministerio Público al no dar respuesta a los
requerimientos de la Dirección de Inspección y Disciplina en
cuanto a la información que debe suministrarle, incumple con el
deber establecido en el numeral 2 del artículo 100 del Estatuto
de Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Se evidencia asimismo el incumplimiento de sus deberes al no dar


respuesta los
requerimientos formulados por esta Dirección de Inspección y Disciplina
obstaculizando con su proceder su labor investigativa.
En este sentido, establece el numeral 2 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público:
´Sin perjuicio de los deberes que les impongan las leyes, los fiscales,
funcionarios y empleados del Ministerio Público, están obligados a:
2. Acatar las órdenes e instrucciones emanadas legalmente de sus
superiores jerárquicos, con motivo del cumplimiento de sus funciones;´
La Dirección de Inspección y Disciplina, de acuerdo con lo previsto en los
ordinales 3°, 5° y 7° del artículo 19 de la Resolución N° 979, de fecha 15
de diciembre de 2000 dictada por el Fiscal General de la República, está
plenamente facultada, en virtud de la labor investigativa que le es propia,
para requerir de cualquier representante del Ministerio Público información
con relación a las investigaciones penales que estos lleven a cabo, cuando
esta información sea necesaria para la sustanciación de las
averiguaciones preliminares que debe tramitar.
Se hace necesario, dentro de un ordenamiento estrictamente piramidal,
como el de esta Institución, que se acaten las instrucciones que sean
impartidas por nuestros superiores jerárquicos, ya que ello redundará en
beneficio de las funciones que lleva a cabo nuestra Institución…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-2
RSMP art:979-art:19-3
RSMP art:979-art:19-5
RSMP art:979-art:19-7

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC INVESTIGACIÓN
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.19-20.

4
004
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-11-2317-2004-19999 FECHA:20040414
TITL El representante del Ministerio Público no dio inicio a una
averiguación penal al tener conocimiento de la presunta
comisión de un hecho punible, incumpliendo con lo previsto en
los artículos 283 y 300 del Código Orgánico Procesal Penal, en
concordancia con los numerales 5 y 8 del artículo 34 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Del informe que usted suministró a esta Dirección, no se evidenció en


ninguna de sus actuaciones que, al tener conocimiento de la denuncia
interpuesta por la ciudadana (…) de la presunta comisión de un hecho
punible, cumpliera su obligación de iniciar la averiguación penal de
conformidad con lo establecido en los artículos 283 y 300 del Código
Orgánico Procesal Penal, en concordancia con los numerales 5 y 8 del
artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:283
COPP art:300
LOMP art:34-5
LOMP art:34-8

DESC AVERIGUACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.20-21.

5
005
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-11-2317-2004-19999 FECHA:20040414
TITL El representante del Ministerio Público usurpó funciones
jurisdiccionales e incurrió en abuso de poder ya que ante una
denuncia de un hecho que no reviste carácter penal procedió a
citar a las partes para llegar a un acuerdo en el que se
cancelaría el monto adeudado y los intereses de mora.

FRAGMENTO

“Igualmente, usted usurpó funciones, por cuanto los hechos denunciados


por la ciudadana (…) no revisten carácter penal, ya que por simple
exposición de la denunciante, se evidencia que se trata de materia
netamente civil, por cobro de bolívares. Sin embargo, usted procedió a
citar a las ciudadanas (…) y (…) a ese Despacho fiscal, para llegar a un
acuerdo privado entre ellas, que consistió en cancelar el monto
supuestamente adeudado de Bs. (…) más Bs. (…) por supuestos intereses
de mora, facilitándole a la ciudadana (…), que obtuviera beneficio o
ventaja frente a la ciudadana (…), valiéndose para ello de su condición de
representante del Ministerio Público...”.

DESC EXCESO DE PODER


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC REPRESENTANTES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC USURPACION DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.21.

6
006
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-11-2317-2004-19999 FECHA:20040414
TITL El fiscal del Ministerio Público solicitó al Juez de Control la
homologación del “Acuerdo Reparatorio” realizado en la fiscalía
y el sobreseimiento de la causa incumpliendo con lo previsto en
los numerales 11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En el escrito suscrito por usted, supuestamente dirigido al juez de control,


en el cual solicitaba la homologación del ´acuerdo reparatorio´ realizado en
la fiscalía y del sobreseimiento de la causa seguida a la ´imputada (…)´, es
improcedente e irrelevante, por cuanto si bien es cierto que no inició
investigación penal no es menos cierto que no individualizó la
responsabilidad penal de la referida, por el contrario, se desconocen con
precisión los elementos probatorios e incriminatorios de la participación en
un ilícito penal de la ciudadana (…), en consecuencia, el mismo carece de
motivación y fundamento legal, ya que no cumple con las formalidades
previstas en el artículo 324 del Código Orgánico Procesal Penal y mal
podría basarse usted en el supuesto contenido en numeral 3 del artículo
318 del Código Adjetivo...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:318-3
COPP art:324
EPMP art:100-11
EPMP art:100-12

DESC ACUERDOS REPARATORIOS


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC PRUEBA
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.21-22.

7
007
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-6-14-15-2004 FECHA:20040413
TITL Luego de practicarse diligencias sobre los asientos del Libro
Diario llevado por la representación del Ministerio Público se
evidenciaron alteraciones, con lo cual incurre en la comisión de
las faltas disciplinarias previstas en el numeral 2 del artículo 90
de la Ley Orgánica del Ministerio Público y numeral 3, parágrafo
único literal “b” del artículo 117 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En el curso de la aludida averiguación se le solicitó a la Dirección de Asesoría Técnico Científica e


Investigaciones de esta Institución, practicara experticia grafotécnica para la determinación de
agregados, tachaduras o alteraciones en los asientos originales del Libro Diario Manuscrito de la
Fiscalía (…) del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, correspondiente al día (…),
(folios 194 al 201) ambos inclusive, recibiéndose de la
referida Dirección Oficio N° DGAP-DATCI-078-2004 de fecha 18-2-2004, con los resultados siguientes:
´Los folios 195, 196, 197, 198 y 199 del libro Diario de la Fiscalía (…) del Ministerio Público del año
2002, presentaron maniobras de alteración por borradura y agregado´.
De lo anteriormente expuesto, se evidenció que efectivamente fueron alterados los asientos del Libro
Diario del Despacho fiscal a su cargo. En relación a esta irregularidad se evidencia que usted incumplió
con las funciones inherentes a su cargo y en consecuencia incurrió en la comisión de las faltas
disciplinarias previstas en el numeral 2 del artículo 90 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y en el
numeral 3 del artículo 117 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, en concordancia con el
Parágrafo Único literal ´b´ del mencionado artículo; referidos a:
1) Incumplimiento o negligencia en el ejercicio de sus deberes, específicamente los contenidos en los
numerales 1 y 5 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público; 2) Conducta
descuidada, culposa o intencional en el manejo de documentos y material de oficina, toda vez que de
las actas que contienen la presente averiguación se infiere que ese representante del Ministerio
Público no veló por el exacto cumplimiento del contenido de la normativa anteriormente transcrita, toda
vez que usted no procuró el resguardo adecuado de los documentos de su Despacho fiscal,
especialmente de un Instrumento tan importante y relevante como lo es el Libro Diario cuyos asientos
deben reflejar las actuaciones de manera fidedigna y confiable, sin alteraciones…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:90-2
EPMP art:100-1
EPMP art:100-5
EPMP art:117-3-pg.un-b

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC LIBRO DIARIO
DESC NEGLIGENCIA
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC REPRESENTANTES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.22.

8
008
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-13-2202-9113 FECHA:20040225
TITL El fiscal del Ministerio Público ordenó el inicio de la
averiguación penal sin especificar las diligencias necesarias
tendentes a investigar y hacer constar la comisión del hecho
punible, incumpliendo las previsiones de los numerales 1 y 2
del artículo 108 y artículos 283 y 300, todos del Código
Orgánico Procesal Penal y los numerales 7 y 8 del artículo 34 la
Ley Orgánica del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Esta Dirección observó, que el Abg. (…) una vez que tuvo conocimiento de la
presunta comisión de un hecho punible, en donde aparece como víctima la
ciudadana (…) y otros, ordenó el inicio de la correspondiente averiguación penal
en fecha 3-4-2002, de conformidad con lo previsto en el artículo 300 del Código
Orgánico Procesal Penal, observándose en dicha orden de inicio numerales con
espacios en blanco, sin especificar en la Comunicación N° 865 enviada al Jefe del
Puesto de Tránsito Terrestre las diligencias necesarias tendientes a investigar y
hacer constar su comisión, con todas las circunstancias que pudieran influir en su
calificación y la responsabilidad de los autores y demás partícipes. En tal sentido,
se hace necesario mencionar que dentro de las atribuciones que le han sido
conferidas a los fiscales del Ministerio Público, se encuentran el orientar y dirigir la
investigación penal, cuyo fin primordial es la búsqueda de la verdad, y cuyas
disposiciones se encuentran previstas en los artículos 108 numerales 1 y 2, 283 y
300 del Código Orgánico Procesal Penal, así como en el artículo 34 numerales 7 y
8 de la Ley Orgánica del Ministerio Público. De todo lo cual se evidencia por parte
de usted incumplimiento de las obligaciones inherentes al cargo, toda vez que
como director de la investigación penal, debe averiguar los hechos y
circunstancias que tipifiquen el delito o agraven la responsabilidad del imputado, y
las que la atenúen, eximan o extingan…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:108-1
COPP art:108-2
COPP art:283
COPP art:300
LOMP art:34-7
LOMP art:34-8

DESC AVERIGUACION
DESC CAUSAS EXIMENTES
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.23.

9
009
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-13-2202-9113 FECHA:20040225
TITL El Fiscal del Ministerio Público tomó una audiencia a un
ciudadano utilizando hojas con un membrete de otro Despacho
fiscal.

FRAGMENTO

“De los recaudos remitidos a esta Dirección por el fiscal (…), cursa copia
fotostática de la audiencia recibida en fecha 3-2-2003, ante esa fiscalía al
ciudadano (…), donde es impuesto de la averiguación signada con el N°
(…) que instruye ese Despacho, sin embargo, se observó en la parte
superior de la misma el membrete de la fiscalía (…) de esa misma
circunscripción judicial, razón por la cual esta Dirección considera oportuno
recordarle al fiscal que debe ser cuidadoso al momento de suscribir
actuaciones relacionadas con las causas que cursan ante la fiscalía (…)
del Ministerio Público, ya que dicha actuación podría ocasionar
confusiones en el transcurso de la referida investigación…”.

DESC DOCUMENTACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.23-24.

10
010
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N°: DID-13-2202-9113 FECHA:20040225
TITL El fiscal del Ministerio Público omitió presentar al imputado
ante el órgano jurisdiccional competente, habiéndole sido
acordada orden de aprehensión al momento en que este
acudiera junto a su abogado a la sede de la fiscalía.

FRAGMENTO

“Consta en la presente averiguación preliminar que el fiscal (…) solicitó en


fecha 14-1- 2003 ante el tribunal de control, orden de aprehensión en
contra del ciudadano (…), cuya solicitud fue acordada en fecha 31-1-2003
por el Tribunal de Instancia Penal en Función de Control N° 01 del Circuito
Judicial Penal del Estado (…), Extensión (…). Asimismo, cursan en la
presente averiguación preliminar, en copias fotostáticas, actuaciones de
fecha 3-2-2003 llevadas a cabo en la fiscalía (…) del Ministerio Público en
presencia del fiscal, donde el ciudadano (…) acompañado de su abogado,
es impuesto de los hechos y lo insta a que acuda ante el tribunal de control
a los fines de que sea juramentado su defensor. Ahora bien, de lo
expuesto en el presente particular se evidencia que el representante del
Ministerio Público incumplió con su deber al no realizar los trámites
correspondientes a los fines de que se llevara a cabo, en ese momento, la
presentación del imputado ante el órgano jurisdiccional en virtud de que
existía una orden de aprehensión en su contra y por cuanto éste era
competente para resolver sobre, mantener la medida impuesta o sustituirla
por otra menos gravosa, con lo cual el fiscal contravino disposiciones
establecidas en el Código Orgánico Procesal Penal, aunado al hecho de
que según información suministrada por el propio fiscal cuestionado, es en
fecha 31-7-2003, cuando se efectuó la audiencia de presentación del
ciudadano (…) por la presunta comisión del delito de homicidio culposo,
ante el Tribunal de Control N° 2 extensión (…), quien le acordó medida
cautelar sustitutiva, lo cual demuestra un evidente retardo en la
presentación del mencionado ciudadano ante el tribunal de control…”.

DESC DETENCION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.24.

11
011
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-13-2792-9111 FECHA:20040225
TITL No puede un fiscal del Ministerio Público en su condición de
funcionario y mucho menos en su condición de fiscal superior
del Ministerio Público, solicitar donaciones por ningún motivo,
conducta esta con la cual estaría incumpliendo lo previsto en el
numeral 2 del artículo 101 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.

FRAGMENTO

“De la información por usted suministrada a esta Dirección y de los


recaudos cursantes en la averiguación preliminar se observó que, si bien
es cierto que mediante comunicación N° (…) de fecha 3-11-2003 dejó sin
efecto el Oficio N° (…) de fecha 27-10-2003 dirigido al ciudadano (…),
Gerente de Aduana, donde le solicitó, en calidad de donación, bebidas
alcohólicas con motivo de la celebración del Día Interamericano del
Ministerio Público, no es menos cierto, que al remitir el citado oficio y
suscribirlo en su condición de Fiscal Superior del Ministerio Público de esa
Circunscripción Judicial no tomó en consideración la disposición prevista
en el artículo 101 numeral 2 del Estatuto de Personal del Ministerio Público
relacionada con la prohibición a los fiscales, funcionarios y empleados de
esta Institución de aceptar o solicitar atenciones, obsequios o
gratificaciones, que puedan entenderse como dirigidas a influir en el
resultado de las gestiones que le han sido encomendadas.
En razón de lo expuesto, esta Dirección lo insta a acatar dicha normativa,
asimismo deberá abstenerse de realizar cualquier actuación de esta
índole, ya que podría comprometer su investidura como representante del
Ministerio Público, así como empañar la imagen de la Institución a la cual
representa...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:101-2

DESC DONACIONES
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.24-25.

12
012
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP DID-17-2002-2003-13810 FECHA:20040317
TITL El fiscal del Ministerio Público al actuar como mediador en un
conflicto entre partes fuera del ámbito penal, realizó funciones
que son competencia de otros órganos de la Administración
Pública actuando fuera de las atribuciones que le da la ley,
configurándose de este modo una usurpación de funciones
(Abuso de poder).

FRAGMENTO

“En fecha 20-1-2003, se hace entrega de boleta de citación al ciudadano


(…), para comparecer por ante este Despacho, a los fines de tratar un
asunto que le concierne, lo cual se hace a solicitud de la denunciante...”
“Del informe presentado (...) se evidencia cada una de las diligencias que
aquí se solicitaron a raíz de la problemática vecinal con ocasión de haber
cortado unos árboles según lo planteado por la denunciante (…) y el señor
(…) con ocasión del compromiso firmado por ante la Comisaría del Cuerpo
de Seguridad y
Orden Público de ese Estado. A las partes se les manifestó la importancia
que tenía darle cumplimiento a las obligaciones contraídas con ocasión al
compromiso firmado por ante el ente competente y que como parte
mediadora y de buena fe es que se hacían las citaciones correspondientes
a los fines de evitar a futuro una situación más grave y delicada e incluso
una averiguación penal si fuere el caso en virtud que hasta el momento no
estábamos en presencias (sic) de una situación distinta a lo ya señalado
por las partes. Y quedando a la orden del despacho en someterse a
cualquier examen o diligencia que fuere necesario realizar. Como
efectivamente se realizaron…”.
“Efectivamente del contenido de la información y recaudos remitidos a esta
Dirección, se evidencia que usted ordenó una serie de actuaciones
dirigidas a resolver un conflicto fuera del ámbito penal, que confrontaban
las partes, no obstante no se ordenó el inicio de una investigación penal, lo
que hace indefectiblemente presumir que se tramitó el caso actuando
como instancia mediadora, actuando fuera de su ámbito de
competencias...”.

DESC BUENA FE
DESC EXCESO DE PODER
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC USURPACION DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.25-26.

13
013
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP DID-17-2002-2003-13810 FECHA:20040317
TITL Al tener conocimiento de la comisión de un hecho punible, el
representante del Ministerio Público deberá de manera
inmediata ordenar el inicio de la investigación, ya que al no
hacerlo estaría incumpliendo lo previsto en el numeral 5 del
artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público en relación
con los numerales 1, 11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Al respecto es conveniente señalarle que el numeral 5 del artículo 34 de la


Ley Orgánica del Ministerio Público establece que son deberes y
atribuciones de los fiscales del Ministerio Público:
´Ordenar el inicio de la investigación cuando tengan conocimiento de la
presunta comisión de algún hecho punible de acción pública…´.
Por su parte, el artículo 283 del Código Orgánico Procesal Penal señala:
´El Ministerio Público, cuando de cualquier modo tenga conocimiento de la
perpetración de un hecho punible de acción pública, dispondrá que se
practiquen las diligencias tendentes a investigar y hacer constar su
comisión, con todas las circunstancias que puedan influir en su calificación
y la responsabilidad de sus autores y demás partícipes, y el aseguramiento
de los objetos activos y pasivos relacionados con la perpetración´.
Igualmente, establece el artículo 300 del Código Orgánico Procesal Penal:
´Interpuesta la denuncia o recibida la querella, por la comisión de un delito
de acción pública, el fiscal del Ministerio Público, ordenará, sin pérdida de
tiempo, el inicio de la investigación, y dispondrá que se practiquen todas
las diligencias necesarias para hacer constar las circunstancias de que se
trata el artículo 283…”
Como corolario de lo anterior establece el artículo 301 del citado código
que: “El
Ministerio Público, dentro de los quince días siguientes a la recepción de la
denuncia o querella, solicitará al juez de control, mediante escrito
motivado, su desestimación, cuando el hecho no revista carácter penal….´.
Ahora bien, de acuerdo a la normativa penal antes transcrita el fiscal del
Ministerio Público está en el ineludible deber de dar inicio a la
investigación, por cuanto los órganos de policía de investigación no
pueden dictar el auto de proceder, éstos sólo están facultados para
practicar las diligencias necesarias y urgentes las cuales deben
extenderse, como la preservación del lugar del suceso o el hallazgo.
De lo antes expuesto, se infiere que dentro de las funciones inherentes a
su cargo
como fiscal del Ministerio Público, está la de ´ordenar´ la apertura de la
correspondiente averiguación como titular de la acción penal, de practicar
las diligencias pertinentes, desde el momento en que tenga conocimiento
de hechos que puedan revestir carácter penal, correspondiéndole la
obligación de investigar sobre la veracidad y tipificación de los hechos
14
denunciados, y proceder en consecuencia, de acuerdo con los resultados
obtenidos, lo cual es sólo posible a través de una investigación
debidamente iniciada y orientada.
Cabe destacar que para tomar la determinación de no iniciar la
averiguación, debe en todo caso expresar las razones en las cuales
fundamenta dicha decisión y una vez analizadas solicitar bien sea la
desestimación de la denuncia o la querella, según el caso, pero en ningún
caso ordenar la prácticas de actuaciones propias para la investigación sin
que medie la orden de inicio de investigación.
En el presente caso, usted se limitó a mencionar las actuaciones
realizadas por el
cuerpo policial, sin realizar ninguna otra investigación, conformándose con
las efectuadas por el referido órgano policial, como lo es la firma de
caución y compromisos entre las partes, haciendo extensiva dichas
actuaciones en su Despacho, con lo cual no dio cumplimiento a la
obligación de ordenar la apertura de la investigación y realizó funciones
que son competencia de otros órganos, incumpliendo así con lo
establecido en el numeral 1 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público, que establece la obligación del representante del
Ministerio Público de prestar sus servicios con diligencia, idoneidad y
eficiencia requerida, para el mejor cumplimiento de las actividades
encomendadas.
En virtud de lo antes expuesto, se observa que ordenó la práctica de
algunas actuaciones tendentes a esclarecer el caso, no obstante omitió dar
inicio a la investigación correspondiente, lo que pudo originar la nulidad de
todas las actuaciones practicadas, por el incumplimiento de una formalidad
indispensable en el proceso penal, como lo es la orden de inicio de la
averiguación penal correspondiente...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:34-5
EPMP art:100-1
EPMP art:100-11
EPMP art:100-12
COPP art:283
COPP art:300
COPP art:301

DESC ACCION PUBLICA


DESC DELITOS
DESC INVESTIGACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.26-27.

15
014
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-7539 FECHA:20040216
TITL El fiscal del Ministerio Público al citar a cualquier ciudadano a
su Despacho en calidad de testigo, experto, víctima o imputado,
no podrá hacerlo mediante la simple utilización de un trozo de
papel, sin membrete, sin destinatario y sin firma, sino con todas
las formalidades de ley.

FRAGMENTO

“Primero: Ante su reiterada e injustificada omisión, de no dar respuesta oportuna a


la información solicitada por esta Dirección, infringió la normativa prevista en el
numeral 2 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, que
reza lo siguiente: ´..Sin perjuicio de los deberes que les impongan las leyes, los
fiscales,funcionarios y empleados del Ministerio Público, están obligados a: 2.
Acatar las ordenes e instrucciones emanadas legalmente de sus superiores
jerárquicos, con motivo del cumplimiento de sus funciones...´
Segundo: Con respecto al citatorio enviado al ciudadano (…), el fiscal denunciado
reconoció haberlo elaborado e indicó en el particular tercero de su Oficio N° (…)
de fecha (…), lo siguiente: ´….Sí elaboré la nota que anexó (sic) al oficio de fecha
(…),ya que después de tanto insistir el ciudadano (…), compareció a la fiscalía…´
Quien suscribe considera que efectivamente usted estaba en la obligación de
adelantar la investigación que seguía en contra del ciudadano (…), por la presunta
comisión del delito de lesiones en perjuicio de la ciudadana (…) y lógicamente
podía citar al ciudadano (…) ya sea en calidad de testigo o de imputado. Pero, lo
que no se comprende es la informalidad utilizada para citarlo, mediante la simple
utilización de un trozo de papel, sin membrete, sin destinatario y sin firma.
El Código Orgánico Procesal en su artículo 184 establece que en caso de
urgencia la citación de la víctima, expertos, intérpretes y testigos puede realizarse
de forma verbal, por teléfono, por correo electrónico, fax, telegrama o cualquier
otro medio de comunicación interpersonal, pero eso no es aplicable al caso que
nos ocupa, pues al tratarse de un imputado, como es el caso del ciudadano (…),
usted debió cumplir con todas las formalidades ley para dirigir comunicaciones de
carácter oficial con lo cual se respetan sus derechos desde el inicio de la
investigación…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-2
COPP art:184

DESC CITACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.28.

16
015
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-6103 FECHA:20040209
TITL Las observaciones realizadas por la Dirección de Inspección y
Disciplina a los fiscales del Ministerio Público no son objeto de
reconsideración ya que no constituyen un acto de esta índole.

FRAGMENTO

“Dado el contenido del oficio por usted suscrito, debemos informarle que
los exhortos u observaciones realizadas por esta Dirección, con ocasión a
la instrucción de una averiguación previa, constituyen actos de corrección
y no actos sancionatorios, pues su finalidad específica es enmendar los
posibles errores en que hubieren incurrido los representantes del Ministerio
Público en el ejercicio de sus funciones.
Los funcionarios que laboramos para esta Institución, nos encontramos
bajo un orden piramidal, el cual es precedido por el Fiscal General de la
República, quien se apoya en las diferentes direcciones pertenecientes a
su Despacho, por lo cual, las observaciones emanadas de ellas, en los
diferentes ámbitos de competencia, son instrucciones que deben ser
cumplidas, y cuyo inobservancia podría constituir una falta grave prevista
en el artículo 90, numeral 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, en
concordancia con el artículo 117, numeral 3 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
Por otra parte, es necesario destacarle la diferencia entre lo que es un
exhorto u observación y lo que es un acto administrativo de carácter
sancionatorio; las observaciones o exhortos, como tales, no constituyen
sanciones disciplinarias, son actos de carácter interno que revisten la
naturaleza de indicaciones o señalamientos que se le hacen al funcionario,
a fin de evitar futuras faltas o llamados de atención, pero desde ningún
modo constituyen sanciones disciplinarias, que alteren la situación jurídica
de su destinatario, y que por ende, puedan ser objeto de algún tipo de
recurso.
En este sentido, cumplo en informarle que la Dirección de Consultoría
Jurídica de esta Institución, mediante Memorándum número DCJ-3-382-
2002 de fecha 5 de marzo del 2002, ratificó el presente criterio. Por lo que
resulta conveniente citar un extracto de dicho dictamen:
´....Las observaciones que se hacen con ocasión de una averiguación
previa, deben considerarse actos de corrección y no actos sancionatorios
pues tienen como finalidad enmendar los errores en que incurrieron los
representantes del Ministerio Público al realizar determinadas actuaciones
en el ejercicio de sus funciones, amén de que a su vez sirve a la Dirección
de Inspección y Disciplina como un medio de control y seguimiento de
tales actuaciones, pues mediante las observaciones puede precisar en
cuales aspectos están fallando los fiscales del Ministerio Público y qué
medidas deben adoptarse para mejorarlos...´.
Por todo lo anteriormente expuesto, se le informa que en lo relacionado al
recurso de reconsideración elevado por usted ante esta Dirección, no
existe materia sobre la cual pronunciarse...”.

17
Disposiciones legales contenidas en el documento:
LOMP art:90-2
EPMP art:117-3
MMP Nº DCJ-3-382-2002
05-03-2002

DESC ACTOS DE CORRECCION


DESC DIRECCION DE INSPECCION Y DISCIPLINA /DEL MINISTERIO
PUBLICO/
DESC EXHORTOS
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.28-30.

18
016
TDOC Oficio
REMI Dirección de inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 09-2101-24742 FECHA:20040503
TITL Cuando un representante del Ministerio Público emite una
orden de inicio de la investigación en una causa sin verificar la
existencia de una orden de inicio de la investigación por parte
de otro fiscal, previa a la suya, actúa de manera descuidada, no
dando cumplimiento a lo previsto en el numeral 1 del artículo
100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En el desarrollo de la averiguación preliminar, se pudo observar que si


bien es cierto que usted manifiesta que, por conducto de familiares de
quien en vida respondiera al nombre de (…), tuvo conocimiento de la
averiguación y como consecuencia firmó una orden de inicio de la
investigación, no es menos cierto que el descuido por parte de esa
representación fiscal de no verificar que ya existía la orden firmada por el
fiscal principal del Despacho al cual usted está adscrito, ocasionó el error
material en el expediente.
En virtud de lo anteriormente expuesto, considera quien suscribe necesario
observarle su deber de cumplir con lo establecido en el numeral 1 del
artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, ya que la
recurrencia en casos similares, podría dar inicio a un procedimiento
disciplinario en su contra…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1

DESC INVESTIGACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.30.

19
017
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-09-2101-24743 FECHA:20040503
TITL La firma de dos órdenes de inicio por parte del mismo
representante del Ministerio Público constituye una conducta
descuidada, actuación con la cual no se da cumplimiento a los
deberes establecidos en el numeral 1 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Si bien es cierto que usted tuvo conocimiento de que había ocurrido un
hecho donde resultó muerto el ciudadano quien vida respondiera al
nombre de (…), por información del Cuerpo de Investigaciones Científicas
Penales y Criminalísticas, (…), y ordenó inmediatamente el inicio de las
investigaciones, no es menos cierto que fue el descuido por parte de esa
representación fiscal al no diarizar ni tener un control en las órdenes de
inicio emanadas de ese Despacho, lo que causó que el Abg. (…) incurriera
en el error de firmar una nueva orden de inicio en el caso de la
investigación antes mencionada, originando con esto errores materiales en
el expediente.
En virtud de lo anteriormente expuesto considera quien suscribe necesario
observarle su deber de cumplir con lo establecido en el numeral 1 del
artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, ya que la
eventual reincidencia en casos similares podría ocasionarle el inicio de un
procedimiento disciplinario…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1

DESC INVESTIGACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.30-31.

20
018
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-12-99498 FECHA:20040622
TITL Las hojas o espacios en blanco dejados dentro de cualquiera de
los libros llevados por una representación fiscal del Ministerio
Público constituye incumplimiento de los deberes contenidos
en el numeral 1 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En el Libro de Actas con nota de apertura de fecha (…), se observaron al


final dos (2) hojas en blanco con firma similar a la suya, ante lo cual usted
reconoció que si se trataba de su firma, sin dar mayor explicación pues no
recordaba el motivo por el cual las había realizado. Al respecto, se le
advierte que debe evitar incurrir en situaciones como la expuesta, pues así
como firmó esas hojas en blanco y las dejó en el Libro de Actas, éstas han
podido ser utilizadas por cualquier funcionario o hasta por un tercero y
darle un uso inadecuado, lo que podría tener grandes consecuencias.
Se le recuerda que deberá dar cumplimiento a los deberes previstos en el
Estatuto de Personal del Ministerio Público, en especial, el estatuido en el
numeral 1 artículo 100 en el sentido de prestar sus servicios con diligencia
y eficiencia para el cumplimiento de las tareas y actividades
encomendadas…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC LIBRO DE ACTAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.31.

21
019
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-12-99498 FECHA:20040622
TITL Cuando el representante del Ministerio Público comete errores
en los escritos suscritos por su persona, incurre en
inobservancia de los deberes inherentes a su cargo previstos
en el numeral 1 del artículo 100 Estatuto de Personal del
Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Se deben revisar con mucho detenimiento todos los escritos,


comunicaciones y oficios antes de suscribirlos, todo con el objeto de evitar
errores materiales que afectan considerablemente el desempeño de sus
funciones, pues se observó en el Expediente N° (…) relacionado con los
imputados (…) y (…), tachaduras en el
contenido del escrito de acusación específicamente en cuanto al número
de expediente y la fecha en que ocurrieron los hechos, y en el expediente
(…), en la
solicitud de sobreseimiento, se hace mención a un delito previsto en la Ley
Sobre
Violencia contra la Mujer y la Familia, y luego, en el oficio enviado a la
Dirección de Revisión y Doctrina, indicó el delito de hurto agravado. En
ambos casos usted manifestó que se trataba de errores involuntarios, lo
cuales deben minimizarse a fin de mejorar la eficiencia y rendimiento en el
Despacho.
Finalmente se le recuerda que deberá dar cumplimiento a los deberes
previstos en el Estatuto de Personal del Ministerio Público en especial el
estatuido en el numeral 1 artículo 100 en el sentido de prestar sus
servicios con diligencia y eficiencia para el cumplimiento de las tareas y
actividades encomendadas...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1

DESC DOCUMENTACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.31-32.

22
020
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N°: DID-07-12-99498 FECHA:20040622
TITL El fiscal del Ministerio Público, deberá establecer los controles
necesarios a fin de tener conocimiento de todas las actividades
que suceden en el Despacho a su cargo, de lo contrario no
estaría dando cumplimiento a los deberes previstos en el
numeral 1 del artículo 100 Estatuto de Personal del Ministerio
Público.

FRAGMENTO

“Deberá usted establecer controles que permitan la supervisión directa de


toda la documentación que se recibe en el despacho, para que tenga pleno
conocimiento y esté informada de todas las actividades inherentes al
mismo. Tal es el caso del
expediente (…) relacionado con un accidente de tránsito con lesionados,
en el cual no aparece la fecha de recepción del mismo y tampoco la
dependencia interna o externa desde donde fue remitido.
Se le recuerda que deberá dar cumplimiento a los deberes previstos en el
Estatuto de Personal del Ministerio Público en especial el estatuido en el
numeral 1 artículo 100 en el sentido de prestar sus servicios con diligencia
y eficiencia para el cumplimiento de las tareas y actividades
encomendadas…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.32.

23
021
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-12-99498 FECHA:20040622
TITL Todas las comisiones conferidas por las diferentes Direcciones
que conforman el Despacho de Fiscal General de la República
deberán ser debidamente tramitadas, sustanciadas e
informadas a las Direcciones comitentes por el representante
del Ministerio Público al que le son conferidas, de lo contrario
estará incurriendo en inobservancia de los deberes contenidos
en los numerales 1 y 2 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Las comisiones deberán estar actualizadas, tanto en lo que respecta a las


diligencias practicadas como en cuanto a la información que debe ser
enviada a las Direcciones comitentes.
Se le recuerda que deberá dar cumplimiento a los deberes previstos en el
Estatuto de Personal del Ministerio Público en especial los estatuidos en
los numerales 1 y 2 del artículo 100 en el sentido de prestar sus servicios
con diligencia y eficiencia para el cumplimiento de las tareas y actividades
encomendadas…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1
EPMP art:100-2

DESC COMISIONES
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.32-33.

24
022
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-2189-34679 FECHA:20040608
TITL Los fiscales del Ministerio Público deben abstenerse de
recomendar a personas para que obtengan ventajas o
beneficios, ante cualquier dependencia del Ministerio Público u
otro organismo, ya que al hacerlo estarían incumpliendo con
los deberes previstos en los numerales 7 y 11 del artículo 100
del Estatuto de Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En el Oficio N° (…) de fecha (…) dirigido al Síndico Procurador Municipal


del Municipio Autónomo (…), usted solicitó la colaboración en el sentido de
atender a la ciudadana (…) quien confronta un problema con una pared
medianera respecto a un vecino de nombre (…) quien a su vez pretende
invadir una porción de terreno de la denunciante.
Una vez analizado el contenido de dicho oficio, se advierte que ese tipo de
planteamientos no deben ser realizados por un fiscal del Ministerio Público
y menos aún por un fiscal del proceso, quien no tiene ningún tipo de
inherencia en ese tipo de conflictos de naturaleza civil. Por lo tanto, para
sucesivas situaciones, basta con la orientación que pudo haberle
dispensado a la referida ciudadana en forma oral, pero la recomendación
por escrito está demás, pues con ello está violentando lo previsto en el
numeral 7 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público,
que reza lo siguiente: ´…Sin perjuicio de los deberes que les impongan las
leyes, lo fiscales, funcionarios y empleados del Ministerio Público, están
obligados a: 7.Abstenerse de recomendar a personas para que obtengan
ventajas o beneficios, ante cualquier dependencia del Ministerio Público u
otro organismo´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-7
EPMP art:100-11

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC TRAFICO DE INFLUENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.33.

25
023
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-2189-34679 FECHA:20040608
TITL Cuando un representante del Ministerio Público ordena
libertades, aprehensiones o medidas cautelares sustitutivas a
los imputados, no solo usurpa funciones que le corresponden a
los órganos jurisdiccionales sino que también incumple con los
deberes previstos en los numerales 1, 2 y 11 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público, así como incumple
con lo establecido en la Circular N° DFGR-DVFGR-DCJ-DRD-6-9-
2001-014 de fecha 6-8-2001.

FRAGMENTO

“En el oficio N° (…) dirigido al Sub-Comisario (…), Comandante Sector


Norte Tránsito Terrestre, usted señaló entre otras cosas lo siguiente:
´…Tal como lo pauta el artículo en mención, es por lo que se acuerda
poner al ciudadano (…), antes identificado, bajo régimen de presentación,
ante ese Comando, bajo las mismas condiciones que le fueron impuestas
al resto de los imputados en el presente caso…´
En atención a la instrucción que usted giró al mencionado Sub-comisario,
es preciso señalarle que se atribuyó facultades que no le corresponden,
por cuanto esa es una función estrictamente jurisdiccional.
En efecto, el artículo 256.3 del Código Orgánico Procesal Penal establece
lo siguiente: ´…Siempre que los supuestos que motivan la privación judicial
preventiva de libertad puedan ser razonablemente satisfechos con la
aplicación de otras medidas menos gravosas para el imputado, el tribunal
competente, de oficio o a solicitud del Ministerio Público o del imputado,
deberá imponerle en su lugar, mediante resolución motivada, alguna de las
medidas siguientes: 3. La presentación periódica ante el Tribunal o la
autoridad que aquel designe…´.
De la norma anterior, no queda duda que es facultad del juez y no del
Ministerio Público imponer la aplicación de una medida cautelar sustitutiva.
El Ministerio Público se limita a solicitarla pero la decisión corresponde,
mediante decisión motivada, al órgano jurisdiccional quien es el único con
competencia para imponer estas medidas de coerción personal.
De tal manera que para futuras situaciones deberá ser muy cuidadoso en
esta materia ya que todas estas medidas cautelares, ya sea la privación
judicial preventiva de libertad, así como las medidas cautelares
sustitutivas, le corresponde dictarlas al órgano jurisdiccional, ya sea por
solicitud del Ministerio Público o por el imputado según sea el caso…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1
EPMP art:100-2
EPMP art:100-11
CMP Nº DFGR-DVFGR-DCJ-DRD-6-9-2001-014
06-08-2001
COPP art:256-3
26
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PRIVACION JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.34.

27
024
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 03-EXP1526-2004-27797 FECHA:20040513
TITL Detención contraria a la Constitución.

FRAGMENTO

“Este Despacho considera que como representante del Ministerio Público


no dio cumplimiento a sus deberes por cuanto no acató las instrucciones
giradas mediante Circular N° DFGR-DVFGR-DCJ-DRD-6-9-2001-014 de
fecha 6 de agosto de 2002 emanada del Fiscal General de la República, ya
que ordenó en fecha (…) la cesación de la privación de libertad del
ciudadano(…), quien permanecía en la sede de la División de Capturas del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, por
considerar que la misma era injusta, ilegal y arbitraria.
En este sentido establece la referida Circular lo siguiente:
´En el caso de que el representante del Ministerio Público tuviere
conocimiento de una detención contraria a la Constitución y las leyes
deberá hacerlo del conocimiento del juez competente y solicitar en forma
motivada y fundamentada la inmediata restitución de la libertad con lo cual
también se garantiza el cumplimiento del artículo 7, numerales 5 y 6 de la
Ley Aprobatoria de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de
San José de Costa Rica…y en el artículo 9 de la Ley Aprobatoria del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos…´.
Señala al respecto la Convención Americana Sobre Derechos Humanos en
su artículo 7, lo siguiente:
´5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante
un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones
judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a
ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad
podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en
el juicio.
6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o
tribunal competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la
legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o la
detención fueran ilegales. En los Estados partes cuyas leyes prevén que
toda persona que se viera amenazada de ser privada de su libertad tiene
derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste decida
sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido
ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o por otra persona´.
En el mismo sentido, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
en el artículo 9, señala:
´4. Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o
prisión tendrá derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a
la brevedad posible sobre la legalidad de su prisión y ordene su libertad si
la prisión fuera ilegal´.
Considera este Despacho que si bien es cierto que toda persona tiene
derecho a la libertad y nadie puede ser privado de ella de manera
arbitraria, también es cierto que si usted estaba en desacuerdo con la
detención del ciudadano (…), lo procedente era haber hecho del
28
conocimiento del juez competente la detención del referido ciudadano, y
solicitar de manera motivada la restitución de la libertad.
Se le recuerda que dentro de un ordenamiento estrictamente piramidal
como el de esta Institución, se hace necesario que se acaten las
instrucciones que sean impartidas por nuestros superiores jerárquicos, ya
que ello redundará en beneficio del ejercicio de nuestras funciones.
En este sentido, en los numerales 2, 11 y 12 del artículo 100 del Estatuto
de Personal del Ministerio Público, se establece lo siguiente:
´Sin perjuicio de los deberes que les impongan las leyes, los fiscales,
funcionarios y empleados del Ministerio Público, están obligados a:
2. Acatar las órdenes e instrucciones emanadas legalmente de sus
superiores jerárquicos, con motivo del cumplimiento de sus funciones.
11. Dar estricto cumplimiento a los deberes consagrados en la Ley
Orgánica del Ministerio Público y en la normativa interna de la Institución.
12. En general, cumplir y hacer cumplir la Constitución y leyes de la
República´.
Por lo anteriormente señalado, se le insta a dar estricto cumplimiento a las
instrucciones que le sean impartidas y a lo establecido en la ley, de
reincidir en este tipo de conducta, podría dar cabida a la futura apertura de
un procedimiento disciplinario…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CMP DFGR-DVFGR-DCJ-DRD-6-9-2001-014
06-08-2002
LACADH art:7-5
LACADH art:7-6
LAPIDCP art:9-4
EPMP art:100-2
EPMP art:100-11
EPMP art:100-12

DESC DERECHOS HUMANOS


DESC DETENCION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.35-36.

29
025
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 12-16-2004-26150 FECHA:20050505
TITL Los fiscales y funcionarios del Ministerio Público deben
mantener, en todo momento, una conducta cortés, respetuosa y
considerada con sus superiores jerárquicos, iguales,
subalternos y público en general a los fines de dar
cumplimiento a lo establecido en el numeral 3 del artículo 100
del Estatuto de Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Le recuerdo que está entre sus deberes de conformidad con el Estatuto
de Personal vigente del Ministerio Público, guardar una conducta
armónica, debiendo mantener en las relaciones con sus iguales,
subordinados y superiores jerárquicos, la consideración, el respeto y la
cortesía debidas.
En consecuencia, deberá tratar de canalizar los conflictos de esta
naturaleza que eventualmente ocurren, utilizando los mecanismos o las
vías pacíficas y acordes a la función que desempeña, tratando en todo
momento de solventar y subsanar la problemática de una manera justa,
equitativa, siguiendo los canales regulares (…), ya que confrontaciones de
esta naturaleza van en contra de la armonía que debe existir entre los
integrantes de un equipo de trabajo, más aun cuando se trata de una
representación del Ministerio Público.
En consideración a lo anterior, debe dar cumplimiento al numeral 3 del
artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, a los fines de
mantener la coordinación necesaria para que el desempeño de la función
que tiene encomendada en la normativa interna, Ley Orgánica del
Ministerio Público y Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-3

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC CONDUCTA RESPETUOSA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.36-37.

30
026
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 12-16-2004-26150 FECHA:20040505
TITL Los fiscales y funcionarios del Ministerio Público no podrán
retirar de las representaciones fiscales, ni guardar para sí
libros, documentos, expedientes, o materiales que pertenezcan
a la Institución, ya que con esa forma de proceder estarían
incumpliendo con los deberes previstos en el artículo 94 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público en correlación con los
numerales 1, 5, 11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En cuanto a las páginas desprendidas del libro que fuera llevado en ese
Despacho Fiscal para la entrada y salida de expedientes, las cuales tenía
bajo resguardo en su residencia, se le recuerda que los materiales de
oficina, libros, expedientes y bienes públicos, pertenecientes a la
Institución no pueden ser retirados de la sede de esa representación fiscal
y llevarlos a destinos que no guarden relación con las funciones inherentes
al Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:94
EPMP art:100-1
EPMP art:100-5
EPMP art:100-11
EPMP art:100-12

DESC BIENES PUBLICOS


DESC DOCUMENTACIÓN
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.37.

31
027
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp 2239-2004- FECHA:20040830
58856
TITL El fiscal del Ministerio Público incumple lo previsto en el
artículo 283 del Código Orgánico Procesal Penal, al no ordenar
el inicio a la averiguación penal correspondiente.

FRAGMENTO

“Señalan los denunciantes que usted no dio respuesta a la solicitud que


realizara la abogada (…), Juez Primero de Control del Circuito Judicial
Penal de la Circunscripción Judicial del Estado (…), al momento de
decretar el sobreseimiento en la Causa N° (…) y que consistió en que se
iniciara una averiguación penal en contra de los ciudadanos (…), quienes
figuraban como denunciantes en la causa antes referida.
Observa esta Dirección en relación a este particular que el abogado (…),
debió iniciar la averiguación penal correspondiente con la intención de
esclarecer los hechos. Al respecto, señala el artículo 283 del Código
Orgánico Procesal Penal, lo siguiente:
´Investigación del Ministerio Público. El Ministerio Público,cuando de
cualquier modo tenga conocimiento de la perpetración de un hecho punible
de acción pública, dispondrá que se practiquen las diligencias tendentes a
investigar y hacer constar su comisión, con todas las circunstancias que
puedan influir en su calificación y la responsabilidad de los autores y
demás partícipes, y el aseguramiento de los objetos activos y pasivos
relacionados con la perpetración´.
En el mismo sentido, establece el artículo 34 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, lo siguiente:
´Son deberes y atribuciones de los fiscales del Ministerio Público:
5.- Ordenar el inicio de la investigación, cuando tengan conocimiento de la
presunta comisión de algún hecho punible de acción pública…´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:283
LOMP art:34-5

DESC ACCION PUBLICA


DESC AVERIGUACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.38.

32
028
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin remitente/
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp 2239-2004- FECHA:20040830
58856
TITL Al serle requerida información por parte de la Dirección de
Inspección y Disciplina al representante del Ministerio Público,
este respondió anexando copia de una comunicación que
presuntamente había sido remitida a su Dirección de
adscripción, incumpliendo de esa manera lo previsto en el
numeral 2 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Este Despacho considera que el investigado (…), incumplió lo previsto en el


numeral 2 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, ya que
al serle requerida información en relación a una averiguación previa que se
instruye en su contra, se limitó a responder de manera incompleta y anexó copia
de una comunicación que había sido remitida a su Dirección de adscripción y que
presuntamente hace referencia a los mismos particulares.
Debe recordarse que la Dirección de Inspección y Disciplina, según las
previsiones de los ordinales 3°, 5°, 7° y 8° del artículo 19 de la Resolución N° 979
está plenamente facultada para solicitar a cualquier representante del Ministerio
Público información necesaria para sustanciar una averiguación preliminar que se
instruya en su contra.
Es importante tener en cuenta que el Ministerio Público se caracteriza por una
estructura piramidal, siendo el Máximo Jerarca de la Institución el Fiscal General
de la República quien tiene acceso a cualquier información que requiera en
relación a las actuaciones de los representantes del Ministerio Público,
directamente o por intermedio de los Directores del Despacho.
En tal sentido este Despacho considera que el abogado (…) debió dar respuesta a
los requerimientos de la Dirección de Inspección y Disciplina mediante
comunicación dirigido a esta Dirección y no remitiendo copia de un oficio dirigido a
su Dirección de adscripción…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-2
RSMP Nº 979-art:19-3
RSMP Nº 979-art:19-5
RSMP Nº 979-art:19-7
RSMP Nº 979-art:19-8

DESC DIRECCION DE INSPECCION Y DISCIPLINA /DEL MINISTERIO


PUBLICO/
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.38-39.

33
029
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp 1926-2004- FECHA:20040830
58858
TITL El representante del Ministerio Público, incumple con los
deberes inherentes a su cargo al no dar oportuna respuesta a
los requerimientos formulados por la Dirección de Inspección y
Disciplina.

FRAGMENTO

“Al analizar los recaudos contentivos de la averiguación preliminar instruida en su


contra, se denota el incumplimiento de sus deberes al no dar oportuna respuesta a los
requerimientos formulados por esta Dirección; al extremo que fue necesario
ratificar en contenido de los oficios números (…) de fecha 14-10-2002 y (…) de fecha 5-12-
2002, mediante comunicaciones números (…) de fecha 22-5-2003 y (…) de fecha 10-7-
2003. Obteniendo respuesta al primero y tercero de los oficios referidos, en fecha 29-8-
2003, es decir casi ocho meses después.
En tal sentido, establece el ordinal 2° del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público lo siguiente:
´…Sin perjuicio de los deberes que les impongan las leyes, los fiscales, funcionarios y
empleados del Ministerio Público, están obligados a:/2.- Acatar las órdenes e instrucciones
emanadas legalmente de sus superiores jerárquicos, con motivo del cumplimiento de sus
funciones´.
La Dirección de Inspección y Disciplina, de acuerdo con lo previsto en los ordinales 3°, 5° y
7° del artículo 19 de la Resolución N° 979, de fecha 15 de diciembre de 2000 dictada por el
Fiscal General de la República, está plenamente facultada en virtud de la labor
investigativa que le es propia, para requerir de cualquier representante del Ministerio
Público información en relación a las investigaciones penales que estos lleven a cabo,
cuando esa información sea necesaria para la sustanciación de las averiguaciones
preliminares que debe tramitar este Despacho.
Por lo anteriormente señalado, se le insta a dar oportuno cumplimiento a los requerimientos
que se le hagan, lo cual constituye un deber, por cuanto al incurrir de manera reiterativa en
tal conducta, podría dar cabida a la futura apertura de un
procedimiento disciplinario…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-2
RSMP Nº 979-art:19-3
15-12-2000
RSMP Nº 979-art:19-5
15-12-2000
RSMP Nº 979-art:19-7
15-12-2000

DESC DIRECCION DE INSPECCION Y DISCIPLINA /DEL MINISTERIO


PUBLICO/
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.39-40.

34
030
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-16-2636-54684 FECHA:20040813
TITL Aun cuando el artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal,
faculta al Ministerio Público para devolver lo antes posible los
objetos recogidos o incautados, el fiscal del Ministerio Público,
cuando tenga duda con respecto algún caso en particular con
relación a la devolución de vehículos que le sean requeridos,
deberá solicitar apoyo de la Dirección de Asesoría Técnico
Científica de esta Institución.

FRAGMENTO

“Usted ordenó la entrega de vehículos existiendo experticias que arrojaron seriales


adulterados, discrepancias entre dos peritajes, con autorizaciones simples y con opción de
compra venta(…).En este sentido, es preciso señalar que aun cuando el artículo 311 del
Código Orgánico Procesal Penal le faculta para devolver lo antes posible los objetos
recogidos o que se hayan incautado, debió haber requerido apoyo a la Dirección de
Asesoría Técnico Científica e Investigaciones de conformidad con las atribuciones
conferidas en el numeral 2 del artículo 16 de la Resolución N° 979 de fecha 15-12-2000, a
los fines de que funcionarios allí adscritos orientaran la investigación y posterior devolución
de los automóviles solicitados, en caso de ser procedente, por dicha representación fiscal y
a la Dirección de Revisión y Doctrina de conformidad con el artículo 9 de la señalada
resolución, para que esta opinara en torno a las entregas realizadas por usted.
Así las cosas, se le insta a solicitar a dichas oficinas la colaboración necesaria cuando
exista duda con respecto a algún caso en particular y en relación a la devolución de
vehículos que sean reclamados por dicha representación fiscal cuando de dichas
experticias se desprendan irregularidades en sus seriales o documentación. Igualmente,
deberá dar cumplimiento a lo establecido en la Circular N° DFGR-DVFGR-DGAJ-DCJ-5-9-
2004-001 de fecha 2-1-2004 emanada del Fiscal General de la República, así como
también a la opinión emitida por la Dirección de Revisión y Doctrina en Memorándum N°
DRD-7-154-2004 de fecha 23-3-2004, en torno a las entregas con autorizaciones simples y
con opción de compra-venta…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:311
RSMP Nº 979-art:9
RSMP Nº 979-art:16-2
15-12-2000
CMP N° DFGR-DVFGR-DGAJ-DCJ-5-9-2004-001
02-01-2004
MMP Nº DRD-7-154-2004
23-03-2004

DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC VEHICULOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.40-41.

35
031
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-13-2634-54679 FECHA:20040813
TITL El representante del Ministerio Público no dio cumplimiento al
contenido de la Circular N° DFGR/DVFGR/DGAP/DID/DCJ/DRD/DATCI-
006-2003 de fecha 18-3-2003, relacionada con la obligación de los
representantes del Ministerio Público de requerir a los órganos de
investigaciones científicas, penales y criminalísticas, el depósito de
las evidencias u objetos recogidos o incautados con motivos de las
investigaciones penales.

FRAGMENTO

“Para la fecha, en la que tuvo conocimiento, de la pérdida de unos objetos


que se encontraban a la orden de su Despacho (9-7-2003), ya se había
emitido la Circular N° DFGR/DVFGR/DGAP/DID/DCJ/DRD/DATCI-006-
2003 de fecha 18-3-2003, suscrita por el ciudadano Fiscal General de la
República, relacionada con la obligación de los representantes del
Ministerio Público de requerir a los órganos de investigaciones científicas,
penales y criminalísticas, el depósito de las evidencias u objetos recogidos
o incautados con motivo de la investigaciones penales. Asimismo, se
observó durante la inspección ordinaria practicada en fecha 13-5-2004 en
la sede de esa representación fiscal, que aún permanecen evidencias (un
televisor y un equipo de sonido) en ese Despacho fiscal. Lo antes
mencionado demuestra que incumplió con las instrucciones impartidas por
el ciudadano Fiscal General de la República, infringiendo a su vez con lo
establecido en el numeral 2 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público, y artículo 72 de la Ley Orgánica del Ministerio Público,
que disponen lo siguiente:
Artículo 100 numeral 2 del Estatuto de Personal del Ministerio Público:
´Sin perjuicio de los deberes que les impongan las leyes, los fiscales,
funcionarios y empleados del Ministerio Público, están obligados a/2.-
Acatar las órdenes e instrucciones emanadas legalmente de sus
superiores jerárquicos, con motivo del cumplimiento de sus funciones…´.
Artículo 72 de la Ley Orgánica del Ministerio Público que dispone:
´Los fiscales del Ministerio Público están obligados a cumplir las
instrucciones del Fiscal General de la República, sin perjuicio de formular
las observaciones que consideren procedentes…´.
En consecuencia, se le observa a los fines de que adopte los correctivos
necesarios, advirtiéndole que de reincidir en situaciones como la expuesta
será sancionada, previa tramitación del procedimiento disciplinario
respectivo, a tenor de lo previsto en los artículos 90 al 92 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, en concordancia con los artículos 117 y
118 del Estatuto de Personal del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CMP Nº DFGR/DVFGR/DGAP/DID/DCJ/DRD/DATCI-006-2003
18-03-2003
EPMP art:100-2
EPMP art:117
36
EPMP art:118
LOMP art:72
LOMP art:90
LOMP art:91
LOMP art:92

DESC EVIDENCIAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.41-42.

37
032
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DID-15-2619-51891 FECHA:20040805
TITL El representante del Ministerio Público omitió la tramitación de
una medida de protección, por lo que incumplió con el
contenido del numeral 4 del artículo 31 de la ley Orgánica del
Ministerio Público, el artículo 55 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y el numeral 14 del artículo
108 del Código Orgánico Procesal Penal.

FRAGMENTO

“Que en fecha 7-4-2003 compareció el ciudadano (…), ante la Unidad de Atención a la


Víctima del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado (…) con la finalidad
de solicitar medida de protección en virtud de las amenazas y hostigamientos del cual
estaba siendo objeto, y en esa misma fecha la abogada (…), Supervisora de la referida
Unidad presentó proyecto para la debida consideración y tramitación por parte del abogado
(…), Fiscal Superior del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado (…), de
la medida de protección a favor del citado ciudadano, la cual no fue presentada por ante el
órgano jurisdiccional correspondiente por el referido fiscal superior, incumpliendo con lo
establecido en el numeral 4 del artículo 31 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, según
el cual:
´Son atribuciones y deberes de los Fiscales Superiores…/...Tomar las decisiones que en
relación a los procesos, le son atribuidas por el Código Orgánico Procesal Penal´.
Asimismo, se incumplió con lo establecido en el artículo 82 ejusdem, que reza lo siguiente:
El Fiscal Superior, por intermedio de la Oficina de Protección de la Víctima, por iniciativa
propia o por solicitud del interesado o su representante, solicitará al Juez competente que
tome las medidas conducentes a garantizar la integridad de la víctima y su libertad o bienes
materiales´.
Se puede evidenciar que la conducta del abogado (…), Fiscal Superior del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado (…), no fue la más diligente ya que al
omitir la tramitación de la referida medida de protección solicitada, no solamente quebrantó
las disposiciones antes mencionadas, sino también la contenida en el artículo 55 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establece lo siguiente: ´Toda
persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de
seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenaza,
vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute
de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes´, y la establecida en el artículo 108
numeral 14 del Código Orgánico Procesal Penal referente a las atribuciones del Ministerio
Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:55
LOMP art:31-4
COPP art:82
COPP art:108-14

DESC AMENAZAS
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC PROTECCION A LA VICTIMA
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.42-43.

38
033
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-10-568-2002-050228 FECHA:20040730
TITL El representante del Ministerio Público en el escrito de
acusación ofreció como medios de prueba, reconocimientos en
rueda de individuos que no se habían practicado, incumpliendo
de esa manera con el contenido del numeral 5 del artículo 326
del Código Orgánico Procesal Penal.

FRAGMENTO

“Al elaborar su escrito de acusación, el fiscal debe ser muy cuidadoso,


prestando toda su atención y cuidado en la realización del mismo, dado
que esto redundará en el restablecimiento del estado de derecho y en una
buena administración de justicia.
No puede el representante del Ministerio Público, utilizar para acusar
elementos de convicción ó medios de prueba que no tengan un resultado
favorable y que por ende sirvan para lograr un óptimo resultado en el
ejercicio de la acción penal.
Al ofrecer en su acusación, como medios de prueba reconocimientos en
rueda de
individuos que no se habían practicado y de los cuales desconocía el
resultado, no sólo violenta el derecho a la defensa del imputado,
ofreciendo un medio de prueba con resultado desconocido y que no podrá
ser controvertido y sometido al control de las partes, sino que se está
apoyando en hechos falsos e inexistentes que pueden redundar en el
fracaso de su acción. Ello denota incumplimiento de los deberes que le son
atribuidos como representante del Ministerio Público, así como
incumplimiento de lo establecido en el numeral 5 del artículo 326 del
Código Orgánico Procesal Penal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:326-5

DESC ACCION PENAL


DESC ACUSACION
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC PRUEBA
DESC RECONOCIMIENTO
DESC REPRESENTANTES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.43.

39
034
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp. 2275-2004- FECHA:20040513
27798
TITL Para que la Dirección de Inspección y Disciplina pueda iniciar
una averiguación previa contra un funcionario del Ministerio
Público es necesario que la denuncia interpuesta en contra de
ese funcionario sea presentada en original.

FRAGMENTO

“A criterio de este Despacho, no dio cumplimiento al contenido de la


Circular N° 10 de fecha 2-6-1999 emanada del Despacho del Fiscal
General de la República, que señala lo siguiente:
´Por disposición del ciudadano Fiscal General de la República, quien en
virtud del conocimiento que ha tenido de una práctica que se viene
desarrollando, para la tramitación de las denuncias recibidas en distintas
dependencias del Despacho, vía telefax, a cuyas copias se les da curso
como si se trataran de originales y en ningún momento se realizan las
gestiones pertinentes a los fines de su obtención…en tal sentido, usted
deberá solicitar a toda persona que envíe a través del Fax de la Dirección
a su cargo, una comunicación en la que informe de la comisión de
cualquier irregularidad, la posterior presentación en original, de la misma´.
Considera este Despacho, que constituye su deber y obligación, el
verificar, cotejar y filtrar la información que le sea remitida y que guarde
relación con las actuaciones de los fiscales del Ministerio Público de esa
Entidad, y sólo cuando, después de haber confirmado las circunstancias
que rodean el caso, se presuma que los fiscales del Ministerio Público
actuantes, pudieran haber incurrido en actuaciones irregulares
susceptibles de ser consideradas faltas disciplinarias, deberá remitir los
recaudos correspondientes a esta Dirección.
En razón de lo anteriormente expuesto se le insta a proveer lo conducente,
debiendo abstenerse de incurrir en conductas como las anteriormente
señaladas y verificar que sean remitidos a esta Dirección los originales de
las denuncias en contra de representantes del Ministerio Público de esa
Circunscripción Judicial a los fines de poder tramitar la averiguación
preliminar correspondiente…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CMP Nº 10
02-06-1999

DESC AVERIGUACIÓN
DESC DENUNCIA
DESC DOCUMENTACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.43-44.

40
035
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID DID-10-2302-2003- FECHA:20040618
38554
TITL Todos los fiscales, funcionarios y empleados del Ministerio
Público guardarán secreto sobre los asuntos de que conozcan
en razón de sus funciones, en caso contrario estarían
incumpliendo con los deberes previstos en el artículo 94 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público, así como en los numerales
1 y 5 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio
Público.

FRAGMENTO

“Todo fiscal del Ministerio Público tiene el deber de resguardar todos y cada uno de los
documentos que le son confiados en razón del ejercicio de sus funciones.
Si bien es cierto que de los recaudos que conforman la averiguación preliminar número (…)
no se logró determinar como la fuente periodística obtuvo la información publicada el día
(…), no es menos cierto que los funcionarios que tenían el resguardo y custodia de los
documentos públicos, no procedieron con el suficiente celo en el cuidado y custodia de los
documentos ya señalados, lo que trajo como consecuencia que fueran publicados en un
diario de circulación nacional.
En este sentido, debemos recordarle los deberes de confidencialidad y reserva que
conlleva el ejercicio de la función fiscal y que se encuentran previstos en el artículo
94 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que señala:
´Los fiscales y demás personal del Ministerio Público guardaran secreto sobre los asuntos
de que conozcan en razón de sus funciones. Se les prohíbe conservar para sí, tomar o
publicar copias de papeles, documentos o expedientes del archivo de los Despachos
respectivos´.
Usted ha incumplido con los deberes inherentes a su cargo al no proceder con la diligencia,
idoneidad y eficiencia requeridas en el resguardo de los documentos que reposan en esa
representación fiscal.
En este sentido usted incumplió con la obligación que tienen todos los funcionarios del
Ministerio Público, y en especial los representantes fiscales, de resguardar con especial
celo los documentos que tienen bajo su tutela y custodia, tal y como lo exigen los
numerales 1 y 5 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Publico contenido
en Resolución N° 60 de fecha 4 de marzo de 1999 emanada del Despacho del Fiscal
General de la República…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:94
EPMP art:100-1
EPMP art:100-5

DESC ARCHIVOS
DESC AVERIGUACION
DESC DOCUMENTACION
DESC DOCUMENTOS PUBLICOS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC SECRETO DE ACTUACIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.44-45.

41
036
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 07-2640-63523 FECHA:20040921
TITL Cuando un fiscal del Ministerio Público omite ejercer el control,
supervisión y dirección de la investigación penal actúa de
manera descuidada, conducta esta con la cual no esta dando
cumplimiento a los deberes previstos en el numeral 2 del
artículo 108 del Código Orgánico Procesal Penal, numerales 7 y
8 del artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público en
correlación con los numerales 1, 11 y 12 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Una vez analizadas sus actuaciones en el caso en referencia, se observó


que no estuvieron acordes con la diligencia y responsabilidad que deben
caracterizar a un representante del Ministerio Público, específicamente en
cuanto al seguimiento de la materialización de la prueba de experticia de
muestra gástrica, sangre y orina del occiso (…) solicitada al inicio de la
investigación penal.
En el caso que nos ocupa usted no supervisó adecuadamente las
actuaciones llevadas a cabo por los funcionarios del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas que son los
encargados de practicar la experticia en mención, pues ni siquiera llevó a
cabo actuación alguna para obtener los resultados de dicho peritaje.
Además, la Sala I de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Estado(…), en fecha (…) con ocasión a una apelación interpuesta por
el acusado (…), solicitó la incorporación de la mencionada experticia a los
autos, y en razón de esa exigencia es que usted, se percató que dicha
experticia no fue incorporada por cuanto las muestras no fueron tomadas
para los análisis correspondientes, según lo informó el Doctor (…), adscrito
al Laboratorio de Toxicología del Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas de (…), en el oficio N° (…) de fecha (…).
Tomando en cuenta que el fiscal es quien ejerce la acción penal y a su vez
solicita todas las diligencias que estime convenientes para el
esclarecimiento de los hechos, debe hacer una supervisión de esas
diligencias practicadas por el Órgano de Investigación Penal a fin de
cumplir con idoneidad y eficiencia las tareas que la ley le obliga a realizar.
En el caso que nos ocupa usted debió supervisar y realizar un seguimiento
de las actuaciones policiales, a lo cual estaba obligado en razón de las
delicadas funciones que ejerce como representante de la vindicta pública.
En tal sentido, con su comportamiento negligente, infringió la normativa
que se indica a continuación:
El numeral 2 del artículo 108 del Código Orgánico Procesal Penal que reza
lo siguiente: ´Atribuciones del Ministerio Público. Corresponde al Ministerio
Público en el proceso penal: 2. Ordenar y supervisar las actuaciones de los
órganos de policía de investigaciones en lo que se refiere a la adquisición
y conservación de los elementos de convicción´.
Los ordinales 7° y 8° del artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio
42
Público establecen: ´Son deberes y atribuciones de los fiscales del
Ministerio Público: 7.-
Dirigir en los casos que le sean asignados las investigaciones penales,
realizadas por los órganos policiales competentes, y supervisar la legalidad
de las actividades correspondientes. 8.- Promover y realizar durante la
fase preparatoria de la investigación penal, todo cuanto estimen
conveniente al mejor esclarecimiento de los hechos´.
Finalmente, es preciso hacer mención a lo establecido en el Estatuto
Personal del Ministerio Público, en su ordinal 1°, artículo 100: ´Sin perjuicio
de los deberes que les impongan las leyes, los fiscales, funcionarios y
empleados del Ministerio Público, están obligados: 1. Prestar sus servicios
con la diligencia, idoneidad y eficiencia requeridas, para el cumplimiento de
las tareas y actividades encomendadas´.
Asimismo, se le recuerda que deberá ser más diligente en el manejo de las
funciones que tiene encomendadas, pues de lo contrario será sancionado
previa tramitación del procedimiento disciplinario respectivo, a tenor de lo
previsto en los artículos 90 al 92 de la Ley Orgánica del Ministerio Público
y los artículo 117 y 118 del Estatuto de Personal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:108-2
LOMP art:34-7
LOMP art:34-8
LOMP art:90
LOMP art:91
LOMP art:92
EPMP art:100-1
EPMP art:100-11
EPMP art:100-12
EPMP art:117
EPMP art:118

DESC ACCION PENAL


DESC APELACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC PRUEBA PERICIAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.45-47.

43
037
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 7-865-63657 FECHA:20040922
TITL El representante del Ministerio Público que emita una opinión
posterior a la ya dada por otro fiscal en un mismo caso deberá
respetar los principios de unidad e indivisibilidad que rigen a
nuestra Institución, de lo contrario no estará dando
cumplimiento a lo previsto en los numerales 1 y 11 del artículo
100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En el escrito dirigido al Juez (…) del Circuito Judicial Penal del Estado (…)
, de fecha (…), en su petitorio señaló: ´.....Igualmente solicito honorable
Juez, que de decretar la nulidad absoluta solicitada en este escrito, decrete
igualmente el sobreseimiento de la causa al ciudadano (…)´.
Dicho pedimento conlleva dos (2) situaciones que producen consecuencias
procesales diferentes, por una parte el hecho de solicitar la nulidad de
actuaciones, contradice la solicitud de un acto conclusivo como lo es el
sobreseimiento, ya que el efecto de la nulidad es retrotraer el proceso al
estado en que se produjo el acto que ocasionó la nulidad, en el caso
concreto a la fase preparatoria del proceso, para entonces profundizar la
investigación y darle continuidad, a fin de esclarecer los hechos.
En efecto, si el órgano jurisdiccional acuerda la solicitud de nulidad de las
actuaciones realizadas, ello no implica la cesación de la causa, por cuanto
una vez declarada la misma, sus consecuencias son la de anular el acto
en sí mismo y consecuencialmente los actos consecutivos que dependan
de lo anulado, conservando plena validez lo ejecutado con anterioridad al
acto irrito. Por tanto, resulta contradictorio en criterio de este Despacho,
que solicitada la nulidad de todo lo actuado, se requiera un sobreseimiento
con base en esas mismas actuaciones, siendo lo adecuado de declararse
la nulidad requerida, retomar la investigación a objeto aclarar los hechos
para buscar la verdad.
Por otra parte, el sobreseimiento en esencia tiene por objeto concluir el
proceso y su efecto es la extinción de la acción, por ende tiene fuerza de
cosa juzgada, e implica la imposibilidad de perseguir penalmente por
segunda vez al imputado, de tal manera que con tal solicitud se negó la
posibilidad de la búsqueda de la verdad como una de las principales
finalidades del proceso penal.
De tal manera que resulta forzoso concluir que solicitar la nulidad y por vía
de consecuencia el sobreseimiento es improcedente, por cuanto son
pedimentos incompatibles que como se dijo con anterioridad producen
consecuencias jurídicas distintas.
Adicionalmente, con su proceder se apartó de la doctrina institucional al
realizar un pedimento completamente contrario al que había sido solicitado
con anterioridad por otro representante del Ministerio Público, por lo tanto,
resquebrajó la unidad de criterio que debe existir en la Institución, cuya
pauta ha constituido uno de los principios fundamentales del Ministerio
Público, a través de sus representantes en el ejercicio de sus atribuciones.

44
En razón de lo anterior, se le advierte que en sus actuaciones debe poner
de relieve la objetividad, eficiencia e idoneidad, así como prestar atención
a todas las circunstancias pertinentes del caso, y de esa forma dar cabal
cumplimiento a los deberes inherentes al cargo previstos en el ordinal 2°
del articulo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y el numeral 1 del
artículo 100 del Estatuto de Personal.
Asimismo, se le previene que de reincidir en situaciones como la expuesta
podría ser sancionado, previa tramitación del procedimiento disciplinario
respectivo, a tenor de lo previsto en los artículos 90 al 92 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, en concordancia con los artículos 117 y
118 del Estatuto de Personal del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1
EPMP art:100-11
EPMP art:117
EPMP art:118
LOMP art:34-2
LOMP art:90
LOMP art:91
LOMP art:92

DESC ACTOS CONCLUSIVOS


DESC COSA JUZGADA
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INDIVISIBILIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC UNIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.47-48.

45
038
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 12-15-64726 FECHA:20040917
TITL El fiscal del Ministerio Público que efectúa u homologa
acuerdos reparatorios está invadiendo esferas de competencias
asignadas a los órganos jurisdiccionales. Esta conducta por
parte de un representante del Ministerio Público configura el
incumplimiento de los deberes previstos en los numerales 1 y
12 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio
Público.

FRAGMENTO

“Se observó que en el Expediente N° (…), nomenclatura de ese despacho,


en fecha (…) se realizó un acuerdo entre los ciudadanos (…) y (…), en la
sede de esa fiscalía.
Al respecto, es importante destacar que establece el artículo 40 del Código
Orgánico Procesal Penal, lo siguiente: ´El Juez podrá, desde la fase
preparatoria, aprobar acuerdo reparatorio entre el imputado y la víctima,
cuando: 1.- El hecho punible recaiga exclusivamente sobre bienes jurídicos
disponibles de carácter patrimonial; ó 2.- Cuando se trate de delitos
culposos contra las personas, que no hayan ocasionado la muerte o
afectado en forma permanente y grave la integridad física de las personas.
A tal efecto, deberá el Juez verificar que quienes concurran al acuerdo
hayan prestado su consentimiento en forma libre y con pleno conocimiento
de sus derechos, y que efectivamente se está en presencia de un hecho
punible de los antes señalados. Se notificará al Fiscal del Ministerio
Público a cargo de la investigación para que emita su opinión previa a la
aprobación del acuerdo reparatorio (...)´.
La norma anterior establece los supuestos de procedencia de los acuerdos
reparatorios e igualmente señala cuales son las atribuciones que
corresponden tanto al juez como al fiscal del Ministerio Público en la
aplicación de esta alternativa procesal. En relación al juez, la norma señala
que le corresponde la aprobación de los acuerdos, lo que implica tanto el
deber previo de verificación de los presupuestos de procedencia, como lo
relativo a la formación de la voluntad de las partes, es decir, debe
determinar, primero: que se trate de un hecho punible que recaiga
exclusivamente sobre bienes jurídicos de carácter patrimonial, o que se
trate de un delito culposo contra las personas que no haya ocasionado la
muerte o afectado en forma permanente y grave la integridad física de la
persona; y segundo: que quienes concurran al acuerdo hayan prestado su
consentimiento en forma libre y con pleno conocimiento de sus derechos.
Asimismo, es deber del órgano jurisdiccional hacer la correspondiente
notificación al fiscal del Ministerio Público a cargo de la investigación, a los
fines que emita su opinión previa a la aprobación del acuerdo.
Es justamente en ese contexto que el fiscal del Ministerio Público debe
desarrollar las atribuciones que le confiere la ley como titular de la acción
penal, cuidando, como garante de la exacta observancia de la Constitución
y las leyes, de no incurrir en actuaciones que pudieran constituir
46
menoscabo o exceso de sus facultades.
Como puede observarse, el rol del fiscal del Ministerio Público en la
aprobación de un acuerdo reparatorio es bastante activo; no obstante,
estas atribuciones no se extiende a que sea él quien lleve la iniciativa de
propiciar, gestionar y concretar un acuerdo reparatorio entre víctima e
imputado. Tan evidente es esta circunstancia, que si al acuerdo celebrado
en la sede fiscal, le quitamos la ´homologación´ otorgada posteriormente
por el tribunal de la causa, en nada se vería afectado materialmente dicho
acuerdo, toda vez que ya la víctima habría recibido a satisfacción la
compensación esperada; sin embargo, a los efectos procesales, resulta
pertinente destacar que el mismo no tendría ninguna validez si no se
celebra en la sede del tribunal con intervención del juez competente. En
consecuencia ha sido doctrina de esta Institución que los fiscales del
Ministerio Público no están facultados para llevar a efectos acuerdos
reparatorios, debiendo sujetar su actuación a los límites exactos que les
fija el Código Orgánico Procesal Penal y la Ley Orgánica del Ministerio
Público, es decir, a los deberes de información de sus derechos a víctimas
e imputados y al deber de emitir su opinión sobre la procedencia de los
acuerdos reparatorios. Por otra parte, se evidencia invasión a las
competencias propias del órgano jurisdiccional a quien compete en
definitiva aprobar acuerdo reparatorios…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1
EPMP art:100-12
COPP art:40

DESC ACCION PENAL


DESC ACUERDOS REPARATORIOS
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC JUECES
DESC NOTIFICACIONES
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.48-50.

47
039
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N°: 12-15-64730 FECHA:20040927
TITL Todo fiscal del Ministerio Público que tenga conocimiento de la
comisión de un hecho punible deberá ordenar de manera
inmediata el inicio de la investigación penal respectiva de
conformidad con los artículos 283 y 300 del Código Orgánico
Procesal Penal, de lo contrario no estará dando cumplimiento a
lo previsto en los numerales 1 y 12 del artículo 100 del Estatuto
de Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“De las actuaciones cursantes en la averiguación preliminar se observó que en


fecha (…) fue recibida en esa fiscalía del Ministerio Público la denuncia formulada
por el ciudadano (…), procedente de la Fiscalía Superior del Ministerio Público de
esa misma Circunscripción Judicial, sin embargo, es en fecha (…), cuando se
ordena el inicio de la investigación penal, así como la práctica de las diligencias
pertinentes, lo demuestra un evidente retardo en la tramitación de la misma, y
cuya actuación contraviene las disposiciones legales previstas en los artículos 283
y 300 del Código Orgánico Procesal Penal los cuales establecen:
´Artículo 283. Investigación del Ministerio Público. El Ministerio Público, cuando de
cualquier modo tenga conocimiento de la perpetración de un hecho de acción
pública, dispondrá que se practiquen las diligencias tendientes a investigar y hacer
constar su comisión, con todas las circunstancias que puedan influir en su
calificación y la responsabilidad de los autores y demás partícipes, y el
aseguramiento de los objetos activos y pasivos relacionados con la
perpetración…´.
´Artículo 300. Inicio de la investigación. Interpuesta la denuncia o recibida la
querella, por la comisión de un delito de acción pública, el fiscal del Ministerio
Público, ordenará, sin perdida de tiempo, el inicio de la investigación, y dispondrá
que se practiquen todas las diligencias necesarias para hacer constar las
circunstancias de que trata el artículo 283…´.
En tal sentido, esta Dirección le señala que en su condición de fiscal titular del
Despacho, tiene la atribución-deber de una vez en conocimiento de que se ha
cometido un hecho punible usted debe ordenar sin dilación alguna, el inicio de la
investigación penal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:283
COPP art:300
EPMP art:100-1
EPMP art:100-12

DESC ACCION PUBLICA


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.50.

48
040
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 12-15-64730 FECHA:20040927
TITL Inicio de investigación penal.

FRAGMENTO

“Se constató que los expedientes signados con los números (…), en los
que aparece como víctima (…), no constaban las órdenes de inicio de la
investigación penal ni ninguna otra actuación.
En este sentido, se le recuerda el deber en que se encontraba como fiscal
del Ministerio Público, de dictar la orden de inicio de la investigación penal
de conformidad con lo establecido en los artículos 283 y 300 del Código
Orgánico Procesal Penal, que establecen la obligación de realizar esta
actuación al momento de que tenga conocimiento de los hechos. De igual
manera, los representantes del Ministerio Público deben velar por el
cumplimiento de los lapsos establecidos en nuestras leyes penales, así
como realizar todas aquellas diligencias tendientes al esclarecimiento de
los hechos...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:283
COPP art:300

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC INVESTIGACION
DESC TERMINOS JUDICIALES
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.50-51.

49
041
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 15-2441-64727 FECHA:20040927
TITL El fiscal del Ministerio Público que omita estampar su firma en
las actuaciones judiciales que elabora estará actuando de
manera negligente, con lo cual estaría incumplimiento lo
establecido en el numeral 1 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Se observa que usted envió el Expediente Nº (…) al Tribunal (…) de


Control del Circuito Judicial Penal del (…), sin firmar el auto de inicio de la
investigación ni el acta mediante la cual impuso a la imputada antes
mencionada de sus derechos constitucionales.
Es preciso advertirle que todos y cada unos de los escritos elaborados en
ese Despacho, deberán ser sometidos a su previo estudio y análisis, y ser
revisados meticulosamente, para entonces proceder a su firma antes de
darle salida del Despacho fiscal, a fin de que no se cometan ´errores
involuntarios´, que puedan afectar sus actuaciones.
Por otra parte, le recuerdo el contenido del numeral 1 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público que establece, lo siguiente:
´Sin perjuicio de los deberes que les impongan las leyes, los fiscales,
funcionarios, funcionarios y empleados del Ministerio Público, están
obligados a prestar sus servicios con la diligencia, idoneidad y eficiencia
requeridas, para el cumplimiento de las tareas y actividades
encomendadas´.
Por lo tanto deberá tomar en cuenta las anteriores consideraciones ser
más cuidadoso y evitar en lo sucesivo incurrir en situaciones similares a la
que nos ocupa y es que podría ser objeto de sanción… “.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1

DESC DOCUMENTACION
DESC FIRMAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC NEGLIGENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.51.

50
042
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 14-2441-64728 FECHA:20040927
TITL El fiscal del Ministerio Público que elabore un acto deberá ser el
mismo que lo suscriba. No podrá un representante fiscal firmar
un documento en nombre de otro fiscal ya que con este tipo de
conductas no estará dando cumplimiento a lo previsto en el
numeral 1 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Se observa que usted en la audiencia preliminar celebrada en fecha (…), en el Juzgado
(…) de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito judicial Penal del (…),
procedió a firmar y consignar copia fotostática del auto de inicio de la investigación penal en
la referida causa el cual se encontraba a nombre de la abogada (...). Tal proceder es
incorrecto e inaceptable ya que como representante del Ministerio Público le esta prohibido
firmar sobre la identificación de otra persona, por cuanto esta actitud le resta seriedad y
confiabilidad a la actuación, además de generar confusión al organismo al cual esta
dirigido, ya que se hace imposible determinar en definitiva la persona responsable de la
emisión del referido auto, por cuanto cada uno de los fiscales del Ministerio Público tiene
asignada su propia representación fiscal.
Por otra parte, se le recuerda que el único funcionario que puede delegar la firma en esta
Institución es el Fiscal General de la República en los Directores de su Despacho y estos
firman a nombre propio por delegación del Fiscal General de la República, es decir, bajo
ninguna circunstancia puede un fiscal del Ministerio Público actuar por delegación de otro
fiscal. Además, establece el artículo 39 de la Ley Orgánica del Ministerio Público que los
fiscales ordenarán a sus auxiliares la práctica de actividades que sean pertinentes para el
mejor cumplimiento de los deberes y atribuciones del Ministerio Público, es decir, que
pueden encomendar funciones inherentes del Despacho al fiscal auxiliar adscrito a su
dependencia, pero dicha actuación será suscrita directamente por el fiscal que participe en
ella y en su propio nombre, siempre y cuando sea de conformidad con lo establecido en la
Resolución 585 de fecha 30-8-2000, emanada del Fiscal General de la República, referida
a las competencias de los fiscales auxiliares.
Por lo que se exhorta a tomar en cuenta las anteriores consideraciones, y evitar en lo
sucesivo incurrir en situaciones similares a las que nos ocupan, ya que podría ser objeto de
sanción…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1
RSMP Nº 585
30-08-2000

DESC DELEGACIÓN DE AUTORIDAD


DESC DOCUMENTACIÓN
DESC FIRMAS
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO (AUXILIARES)
DESC INVESTIGACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.52.

51
043
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 14-2557-2004-69190 FECHA:20041004
TITL Cuando un fiscal del Ministerio Público conserva en la sede de
su Despacho evidencias de interés criminalístico está
incumpliendo con las instrucciones impartidas en la Circular N°
DFGR/DVFG/DGAP/DID /DCJ/DRD/DATCI-006- 2003 emanada del
Fiscal General de la República, conducta con la cual no estará
dando cumplimiento a lo previsto en el numeral 2 del artículo
100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“No obstante, esta Dirección en uso de las atribuciones conferidas en el artículo 19 de la


Resolución N° 979 de fecha 15-12-2000, considera necesario realizarle la presente
observación debido a que se constató la presencia en ese Despacho fiscal de una gran
cantidad de objetos recuperados o incautados y en este sentido se le recuerda el contenido
de la Circular N° DFGR/DVFGR/DGAP/DID/DCJ/DRD/DATCI-006-2003 de fecha 18-3-
2003, dictada por el Fiscal General de la República y por ende de obligatorio cumplimiento
la cual establece lo siguiente:
´La obligación del representante del Ministerio Público de requerir a los órganos de
investigaciones científicas, penales y criminalisticas, el deposito de las evidencias u objetos
recogidos o incautados con motivo de la investigación penal .../... Primera: Una vez que
tenga conocimiento de la perpetración de un hecho punible de acción pública y hayan sido
puestos a la orden de la Fiscalía del Ministerio Público a su cargo, los objetos incautados o
recogidos relacionados con ese hecho, ordenada por usted la práctica de las respectivas
experticias y/o avalúos de los mismos, deberá requerir al órgano de investigación penal
comisionado por el Ministerio Público para auxiliarlo en el esclarecimiento del hecho, el
resguardo y conservación de las evidencias físicas sobre las cuales se efectuaron dichas
diligencias´.
En tal sentido se le insta a dar cumplimiento a lo establecido en las instrucciones impartidas
y se le exhorta para que las evidencias y objetos incautados con motivo de las
averiguaciones adelantadas por ese Despacho, sean debidamente remitidas a los
organismos policiales correspondientes, las cuales deberán quedar allí en depósito a la
orden del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-2
CMP N° DFGR/DVFG/DGAP/DID /DCJ/DRD/DATCI-006- 2003
RSMP Nº 979-art:19
15-12-2000

DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC EVIDENCIAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC OBJETOS RECUPERADOS
DESC POLICIA JUDICIAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.52-53.

52
044
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 03-3176-2004-70518 FECHA:20041006
TITL Los fiscales del Ministerio Público deberán abstenerse de visar
cualquier tipo de documentos a particulares tal y como lo
ordena el artículo 71 de la Ley Orgánica del Ministerio Público,
de lo contrario no estarían dando cumplimiento a lo previsto en
los numerales 1 y 11 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En cuanto al hecho de haber visado un contrato de arrendamiento en el


año 2002 a la ciudadana (…), quien se desempeña como secretaria en la
fiscalía (…) se le participa que a los fines de dar cumplimiento a lo previsto
en el artículo 71 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, deberá
abstenerse en futuras oportunidades de visar documentos que no guarden
relación con la labor que desempeña en el Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:71
EPMP art:100-1
EPMP art:100-11

DESC DOCUMENTACION
DESC FIRMAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.53-54.

53
045
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 07-2-72892 FECHA:20041012
TITL Al remitir a la Dirección de adscripción el Resumen Mensual de
Actuaciones, el fiscal del Ministerio Público deberá revisarlo
muy cuidadosamente, constatando que la información que se
suministra sea la correspondiente al mes sobre el cual se está
informando, de lo contrario no estará dando cumplimiento a lo
previsto en los numerales 1 y 11 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Deberá revisar muy minuciosamente el Resumen Mensual de Actuaciones


antes de remitirlo a las Direcciones correspondientes, pues en los meses
de mayo, junio y julio de 2004 se observaron ciertas imprecisiones con
respecto al número de archivos fiscales decretados. En consecuencia,
deberá ser muy cuidadoso y preciso en el reporte de este tipo de
información, ya que cualquier error incide considerablemente en los datos
estadísticos que maneja la Institución…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1
EPMP art:100-11

DESC ARCHIVO FISCAL


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.54.

54
046
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 7-3246-77313 FECHA:20041029
TITL Los fiscales del Ministerio Público están en la obligación de
acudir a todos y a cada unos de los actos que les sean fijados
por los tribunales respectivos, y en caso de no poder asistir,
por una causa justificada, deberán informarlo con suficiente
antelación, de lo contrario no entrarán dando cumplimiento a lo
previsto en los numerales 1 y 12 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En la oportunidad de hacer referencia al oficio (…) de fecha (…) suscrito


por el abogado (…), Juez (…) en Función del Juicio de Primera Instancia
del Circuito Judicial Penal del (…), a través del cual envió a esta Dirección
copia del Oficio N° (…) de la misma fecha dirigido al Fiscal Superior del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del (…), en el cual señaló
que los representantes de las Fiscalías (…) y (…) no asistieron a la
continuación del juicio seguido al ciudadano (…) por la presunta comisión
del delito de homicidio calificado, los días 26 y 30 de agosto del año en
curso, a pesar de haber sido notificado.
Al efecto, se observa que para tales fechas usted se encontraba
encargada del Despacho de la fiscalía (…), por lo tanto, se le recuerda que
está en la obligación de acudir a todos y a cada uno de los actos que sean
fijados por los tribunales respectivos, en causas que corresponda conocer
al Despacho a su cargo, salvo que medie causa justificada caso en el cual
deberá presentar con antelación la excusa respectiva ante el órgano
jurisdiccional, todo con el objeto de garantizar la buena marcha de la
administración de justicia.
En consecuencia, se le advierte que deberá cumplir los deberes previstos
en el artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público,
especialmente el estatuido en el numeral 1, en el sentido de prestar sus
servicios con idoneidad y eficiencia para el cabal cumplimiento de las
tareas y actividades encomendadas…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1
EPMP art:100-12

DESC ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC TRIBUNALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.54-55.

55
047
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 07-24-72892 FECHA:20041012
TITL Los fiscales del Ministerio Público al decretar el archivo de las
actuaciones deberán notificar a la víctima de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 315 del Código Orgánico Procesal
Penal, caso contrario no estarán dando cumplimiento a lo
previsto en los numerales 1 y 12 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Se le informa que deberá notificar a las víctimas una vez decretados los
archivos fiscales de conformidad con lo establecido en el numeral 6 del
artículo 120 y el artículo 315 del Código Orgánico Procesal Penal, dado
que se observó que en las causas números (…) usted no cumplió con
dicha exigencia…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:120-6
COPP art:315
EPMP art:100-1
EPMP art:100-12

DESC ARCHIVO FISCAL


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NOTIFICACIONES
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.55.

56
048
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 13-3075-2004-70522 FECHA:20041006
TITL Los fiscales del Ministerio Público no podrán ausentarse de sus
Despachos sin la debida autorización de su superior jerárquico
de conformidad con lo establecido en el artículo 67 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, de conformidad con lo previsto
en los numerales 1 y 11 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Refiriéndonos al acta de fecha (…), mediante la cual el Abg. (…), Fiscal


Superior del Ministerio Público de esa Circunscripción Judicial, dejó
constancia que en esa misma fecha siendo las 10:15 a.m., usted no se
había presentado en dicha fiscalía, ni tampoco notificó su ausencia durante
esas horas.
Al respecto, se le advierte que deberá notificar a su superior inmediato de
cualquier inasistencia a su jornada laboral, las cuales, además, deberán
ser debidamente justificadas.
De igual modo, le recuerdo el contenido del numeral 8 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público, según el cual:
´Artículo 100. Sin perjuicio de los deberes que les impongan las leyes, los
fiscales, funcionarios y empleados del Ministerio Público, están obligados
a:…8. Cumplir estrictamente el horario de trabajo establecido en el
Ministerio Público, sea cual fuere su jerarquía o nivel profesional…´.
En virtud de lo antes expuesto, se le exhorta a dar cumplimiento a la
normativa interna, pues en caso contrario podría ser objeto de sanciones
disciplinarias…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:67
EPMP art:100-1
EPMP art:100-8
EPMP art:100-11

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC JORNADA DE TRABAJO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.55-56.

57
049
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-12-4313 FECHA:20040129
TITL Las averiguaciones preliminares que realiza la Dirección de
Inspección y Disciplina son de carácter personalísimo por lo
tanto son los funcionarios investigados los que deben dar
respuesta a los requerimientos realizados por la Dirección.

FRAGMENTO

“Al respecto, cumplo con informarle que las averiguaciones previas de


naturaleza disciplinaria, que instruye esta Dirección, conforme a lo previsto
en los numerales 3, 5 y 7 del artículo 19 de la Resolución N° 979 de fecha
15-12-2000 del Fiscal General de la República, son de carácter
personalísimo, es decir, son los funcionarios denunciados los que deben
dar respuesta a los requerimientos de este Despacho, con el objeto
garantizarles el derecho a la defensa.
En consecuencia, se le exhorta a abstenerse de enviar respuestas a
oficios que no están dirigidos a su persona, o cuando se trate de
averiguaciones previas en las cuales usted no figura como fiscal
denunciado…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


RSMP Nº-979-art:19-3
RSMP Nº-979-art:19-5
RSMP Nº-979-art:19-7

DESC AVERIGUACIÓN
DESC FUNCIONARIOS DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.57.

58
050
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 2834-2003-1205 FECHA:20040118
TITL Los funcionarios del Ministerio Público deben observar en todo
momento una conducta decorosa y cortés en el trato con sus
iguales, subordinados, superiores jerárquicos y público en
general a fin de dar cumplimiento al deber contenido en
numeral 3 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Es su deber como servidor público de conformidad con lo establecido en


el numeral 3 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio
Público, observar en sus relaciones con iguales, superiores, inferiores y
público, la consideración, el respecto y cortesía debidas; siendo el caso
que, el incumplimiento de este deber estaría enmarcado dentro de la falta
disciplinaria prevista en el numeral 1 del artículo 90 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público en concordancia con la establecida en los numerales 1 y
2 del artículo 117 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.
Como consecuencia de lo anteriormente señalado puede usted, como
titular del despacho fiscal al cual se encuentra adscrita, girar las
instrucciones y efectuar las observaciones que estime necesarias y
convenientes para mantener y preservar el óptimo funcionamiento de esa
dependencia fiscal, pero en términos considerados y respetuosos para con
sus subordinados y dentro de los límites aceptables de la autoridad...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:90-1
EPMP art:100-3
EPMP art:100-1
EPMP art:100-2

DESC FUNCIONARIOS DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.57-58.

59
051
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 6-Exp. 2834-2003-1205 FECHA:20040118
TITL Se prohíbe la permanencia de personas ajenas al Ministerio
Público en los Despachos fiscales sin autorización de la
Dirección de Recursos Humanos.

FRAGMENTO

“Con respecto a la permanencia en ese Despacho del ciudadano (…) es


una persona ajena al Despacho fiscal, (.....) este ciudadano debe cesar
inmediatamente en las funciones que usted le ha encomendado, hasta
tanto su permanencia sea debidamente autorizada por la Dirección de
Recursos Humanos de esta Institución…”.

DESC MINISTERIO PUBLICO


DESC TRABAJADORES IRREGULARES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.58.

60
052
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-1628-18870 FECHA:20040404
TITL El representante del Ministerio Público de conformidad con lo
establecido en el artículo 373 del Código Orgánico Procesal
Penal, deberá presentar conjuntamente con la acusación todos
los elementos de convicción en los cuales se basa, al no
hacerlo estará incumpliendo con los deberes previstos en los
numerales 1, 11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Primero: En la causa seguida al ciudadano (…), por la presunta comisión del


delito de homicidio calificado y porte Ilícito de arma de fuego en perjuicio de (…),
solicitó la aplicación del procedimiento abreviado, en la audiencia especial
celebrada el (…) ante el juzgado (…) de control de ese circuito judicial penal, lo
cual fue acordado y el tribunal ordenó la remisión de las actuaciones al tribunal de
juicio.
Posteriormente, en fecha 24-5-2002 presentó su escrito de acusación, pero no fue
sino hasta el 20-6-2002 que consignó ante el tribunal (…) de juicio los soportes de
su escrito de acusación, entre ellos, la experticia de reconocimiento legal y
balística (...).
Ahora bien, de acuerdo con lo previsto en el artículo 373 del Código Orgánico
Procesal Penal, el fiscal y la víctima presentarán el escrito de acusación
directamente en la audiencia del juicio oral, lo que quiere decir que si la juez de
juicio ante la cual se presentó el escrito de acusación, hubiera recibido la
acusación en la audiencia de juicio como lo establece la ley o en su defecto, la
hubiese fijado inmediatamente, esta podía haberse celebrado sin los elementos de
convicción que usted tenía en su poder. En razón de lo cual lo viable y ajustado al
debido proceso habría sido presentar conjuntamente con su escrito de acusación,
todos los elementos de convicción incluyendo experticias, entrevistas,
inspecciones, pruebas documentales y otros…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:373
EPMP art:100-1
EPMP art:100-11
EPMP art:100-12

DESC ACUSACIÓN
DESC ARMAS
DESC HOMICIDIO
DESC JUICIO BREVE
DESC PRUEBA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.58-59.

61
053
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-1628-18870 FECHA:20040404
TITL Toda comunicación emanada de las diferentes
representaciones del Ministerio Público deben contener un
número de identificación así como la firma del fiscal que la
suscribe y el sello húmedo del Despacho.

FRAGMENTO

“En su comunicación de fecha 22-7-2002, recibida en esta Dirección el 25-


7-2002 no indicó el número de oficio y tampoco estampó al lado de su
firma el sello húmedo del Despacho, aspectos que deben ser incorporados
en toda comunicación emanada de un representante del Ministerio Público.
Además, dichos requerimientos formales, son indispensables y esenciales
para la validez de las actuaciones, y concretamente el número de oficio es
imprescindible para reconocer e identificar las comunicaciones, en virtud
del volumen de documentos que manejan las distintas dependencias que
integran nuestra Institución.
En consecuencia, se le recuerda que en el ejercicio de sus funciones está
en la obligación de acatar los deberes previstos en el artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público, especialmente el previsto en el
numeral 1, en el sentido de prestar sus servicios con idoneidad y
eficiencia, requeridas para el cumplimiento de las tareas y actividades
encomendadas, lo cual redundará en su beneficio y en el de la
Institución…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1

DESC COMUNICACIONES
DESC FIRMAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.59.

62
054
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-6-2921-2004-30589 FECHA:20040525
TITL Los libros anuales que con motivo del inicio de cada año
comienza una fiscalía del Ministerio Público, sólo pueden ser
cerrados al final de cada año, ya que con el incorrecto manejo
de los libros se estará incumpliendo con lo señalado en el
numeral 1 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En aras de un idóneo desempeño de sus funciones es importante que,


(…) cuando estén bajo su responsabilidad libros diarios manuscritos del
Despacho, se abstenga de cerrarlos o de iniciarlos fuera de las fechas
correspondientes, toda vez que por ser anuales deben iniciarse el primer
día del año (1-1) y cerrarse el último día del año correspondiente (31-
12)…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:100-1

DESC LIBRO DIARIO


DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.59.

63
055
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DID-11-2771-2004 FECHA:20040728
TITL Las averiguaciones preliminares que sustancia la Dirección de
Inspección y Disciplina contra fiscales del Ministerio Público,
son de carácter personal por lo tanto son éstos funcionarios
investigados los que deben dar respuesta a los requerimientos
realizados por este Despacho.

FRAGMENTO

“Cumplo con informarle que las averiguaciones previas de naturaleza


disciplinaria que instruye esta Dirección, conforme con lo previsto en los
numerales 3, 5 y 7 del artículo 19 de la Resolución N° 979 de fecha 15 de
diciembre de 2000 emanada del Fiscal General de la República son de
carácter personal, es decir, son los funcionarios denunciados los que
deben dar respuesta a los requerimientos de esta Dependencia, todo con
el objeto de garantizarles el derecho a la defensa.
En consecuencia, se le exhorta para que se abstenga en lo sucesivo de
enviar respuestas a oficios que no estén dirigidos a su persona, o cuando
se trata de averiguaciones previas en las cuales usted no figure como
denunciado…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


RSMP Nº-979-art:19-3
RSMP Nº-979-art:19-5
RSMP Nº-979-art:19-7

DESC AVERIGUACIÓN
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.60.

64
056
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-42432 FECHA:20040707
TITL El representante del Ministerio Público debe evitar la
permanencia de personas ajenas al Ministerio Público
laborando en los Despachos fiscales, sin la debida autorización
de la Dirección de Recursos Humanos.

FRAGMENTO

“En tal sentido, se le recuerda que para realizar funciones administrativas


como pasantes o colaboradores dentro de los Despachos fiscales, deberá
cumplirse previamente con las exigencias de la Dirección de Recursos
Humanos de este Organismo, en tal virtud hasta tanto no se cumpla con
tales requerimientos la referida ciudadana deberá ser retirada del
Despacho.
En consecuencia, se le exhorta a dar cumplimiento a los lineamientos
antes referidos, lo cual redundará en beneficio del desempeño de su labor
y por ende de la Institución…”.

DESC MINISTERIO PUBLICO


DESC PASANTIAS
DESC TRABAJADORES IRREGULARES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.60.

65
057
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-3038-42427 FECHA:20040707
TITL El representante del Ministerio Público incumple con sus
deberes al no observar el calendario de guardias fijado por la
fiscalía superior para atender los procedimientos de
aprehendidos flagrantes.

FRAGMENTO

“En tal sentido, se le recuerda que debe cumplir con el calendario de


guardias para atender los procedimientos de aprehendidos flagrantes,
fijado por el fiscal superior, puesto que su incumplimiento configura una
grave infracción de los deberes inherentes a su cargo, y estaría incurso en
la falta prevista en el numeral 3 del artículo 117 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público relacionado con el incumplimiento en el ejercicio de
sus deberes.
En consecuencia, se le advierte que deberá evitar incurrir en situaciones
como la expuesta, pues podría ser sancionado disciplinariamente previa
tramitación del procedimiento disciplinario respectivo…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:117-3

DESC CALENDARIO DE GUARDIAS


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FLAGRANCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.60-61.

66
058
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP DID-07-13-97763 FECHA:20041229
TITL El fiscal superior del Ministerio Público debe abstenerse de
suscribir comunicaciones sobre asuntos que no son de su
competencia de lo contrario estaría incumpliendo con lo
previsto en el artículo 31 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público y el artículo 18 de la Resolución N° 979 de fecha 15-12-
2000 del Fiscal General de la República, así como el ordinal 1°
del artículo 100 del Estatuto de Personal de esta Institución.

FRAGMENTO

“Dentro de las facultades y atribuciones de los fiscales superiores previstas


en el artículo 31 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y el artículo 18
de la Resolución N° 979 de fecha 15-12-2000 del Fiscal General de la
República, no se encuentra la de expedir constancias de trabajo a los
funcionarios adscritos a esa jurisdicción.
Dicha atribución corresponde a la Dirección de Recursos Humanos de este
Organismo, que es la dependencia donde reposa toda la documentación e
información acerca de los cargos que desempeñan los funcionarios de
nuestra Institución.
Para sucesivas situaciones, deberá abstenerse de suscribir
comunicaciones para lo cual no ha sido autorizado, y es por ello que se le
exhorta a acatar los deberes previstos en el artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público, especialmente el establecido en el ordinal
1° en el sentido de prestar sus servicios con idoneidad y eficiencia para el
cabal cumplimiento de las tareas y actividades encomendadas...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:31
RSMP Nº 979-art:18
15-12-2000
EPMP art:100-1

DESC CONSTANCIAS LABORALES


DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.61.

67
059
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-643-95353 FECHA:20041212
TITL El representante del Ministerio Público que reciba instrucciones
verbales deberá dejar constancia en el Libro Diario de su
Despacho y con posterioridad solicitar al respectivo superior
jerárquico su ratificación por escrito.

FRAGMENTO

“No obstante se observó que con respecto a las instrucciones verbales que
le fueron dadas en fecha (...) por la Dirección de (...) ha debido dejar
constancia en el Libro Diario, y con posterioridad solicitar al respectivo
superior jerárquico su ratificación por escrito, todo ello con el objeto de
acreditar, sin lugar a dudas, su representación en la causa seguida a (...)
por la comisión del delito de (...). En consecuencia se le exhorta a que en
futuras situaciones sea muy cuidadoso con este tipo de aspectos...”.

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC LIBRO DIARIO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.61-62.

68
060
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-984-95350 FECHA:20041212
TITL El fiscal del Ministerio Público está en la obligación de velar por
la legalidad y constitucionalidad de las actuaciones que
conforman la fase preparatoria del proceso penal y sobre todo
el deber de ordenar y supervisar las actuaciones de los órganos
de investigaciones penales. Caso contrario no estará dando
cumplimiento a los numerales 1 y 2 del artículo 108 del Código
Orgánico Procesal Penal y los numerales 2 y 5 del artículo 34 de
la Ley Orgánica del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“En razón de lo anterior, esta Dirección considera oportuno recordarle que


una de las diferencias determinantes que prevé el nuevo sistema penal
acusatorio y que lo distingue del derogado sistema inquisitivo previsto en el
anterior Código de Enjuiciamiento Criminal, consiste efectivamente en la
subordinación de los órganos de policía de investigaciones penales al
Ministerio Público, el cual dirige todas y cada una de las diligencias
destinadas a la determinación de un hecho punible y sus autores; y sin
cuya orden y supervisión los funcionarios de investigaciones penales no
podrán realizar o practicar diligencia alguna en resguardo del principio de
licitud de la prueba, so pena de viciar de nulidad su actuación, tal como lo
establecen los artículos 111, 114 y 197 del Código Orgánico Procesal
Penal vigente.
Por tal motivo, esta Dirección observa que a pesar de que los funcionarios
policiales cuenten con un formato único en el cual se establece que toda
actuación que realicen con el fin de esclarecer los hechos en una
determinada investigación penal, se encuentra ordenada por el fiscal del
Ministerio Público; todas y cada una de las diligencias que los mismos
practiquen, deben ser ordenadas previamente por el representante fiscal
que dirige la investigación, pues de lo contrario, se estaría favoreciendo la
práctica de actuaciones que eventualmente podrían ser declaradas nulas
durante el proceso penal, o bien se estaría posibilitando actuaciones
irresponsables o arbitrarias por parte de los funcionarios policiales
actuantes.
Igualmente, no podemos obviar el deber del fiscal del Ministerio Público en
velar por la legalidad y constitucionalidad de las actuaciones que
conforman la fase preparatoria del proceso penal y sobre todo el deber de
ordenar y supervisar las actuaciones de los órganos de policía de
investigaciones penales, obligación ésta que por cierto debe ser cumplida
con anterioridad a la práctica de actuaciones policiales y no con
posterioridad a las mismas.
En el caso que nos ocupa, usted como representante del Ministerio Público
debió indagar o investigar sobre esta situación al tener conocimiento de la
existencia de un presunto hecho irregular cometido por funcionarios
policiales actuantes, más aún cuando la diligencia practicada no fue
ordenada previamente por su persona tal como usted mismo lo admite; y
69
en consecuencia, si de dicha investigación se hubieren generado
presunciones determinantes sobre dicha irregularidad, debió ejercer las
acciones destinadas a hacer valer la responsabilidad a que hubiere lugar
de los referidos funcionarios policiales.
Finalmente y como consecuencia de lo anterior, se desprende que obvió e
incumplió con el deber previsto en los numerales 1 y 2 del artículo 108 del
Código Orgánico Procesal Penal, por lo que esta Dirección en base a las
anteriores consideraciones acuerda exhortarlo al cumplimiento de las
obligaciones antes señaladas, además de las previstas en los numerales 2
y 5 del artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:108-1
COPP art:108-2
COPP art:111
COPP art:114
COPP art:197
LOMP art:34-2
LOMP art:34-5

DESC CONSTITUCIONALIDAD
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC LEGALIDAD
DESC POLICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.62-63.

70
061
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina desestima la denuncia
por cuanto no reviste carácter disciplinario.

FRAGMENTO

“Visto el contenido del auto de fecha (…), el cual se relaciona con la inspección
extraordinaria realizada por abogados adscritos a esta Dirección en la sede del Despacho
del abogado (…), Fiscal (…) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
(…), mediante la cual se recabaron en fotocopia el Oficio N° (…) de fecha (…), dirigido al
fiscal superior de esa misma entidad; el oficio (…) de fecha (…) dirigido a la abogada
representante de la Empresa (…) y el Oficio N° (…) de fecha (…), dirigido al Comandante
del Destacamento N° (…) de la Guardia Nacional, Comando Regional N° (…), todos
suscritos por el citado representante del Ministerio Público. Ahora bien, de la lectura de los
referidos recaudos, se evidencia que la representante legal de la citada empresa, la cual se
encuentra involucrada en la investigación que se sigue por ante la fiscalía (…) del Ministerio
Público, a cargo del abogado (…), efectuó requerimiento ante ese Despacho, en el sentido
de que se le permitiera el reinicio de las actividades de la misma, ante lo cual el
representante del Ministerio Público procedió a darle respuesta, aclarando que la orden
para el cierre o clausura de establecimientos regidos por la Ley para el Control de los
Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, no emanó de su Despacho, sino que
fue una actuación de los funcionarios adscritos a la Guardia Nacional que fueron
debidamente comisionados para actuar en la citada investigación, la cual consideró total y
absolutamente al margen de la ley, por cuanto los mismos se extralimitaron en su actuación
al ordenar, sin el debido conocimiento y autorización de ese Despacho fiscal, el cierre de
una serie de establecimientos que se rigen por la referida ley, lo cual no evidencia
trasgresión alguna de lo contemplado en el artículo 304 del Código Orgánico Procesal
Penal, relacionado con la reserva de las actuaciones, por el contrario, se observa que el
abogado (…) procedió a darle oportuna respuesta al representante legal de la citada
empresa en cumplimiento de la normativa legal vigente. En virtud de lo antes expuesto, se
concluye que el representante del Ministerio Público mencionado actuó conforme a sus
atribuciones legales, y que por ende, su conducta no encuadra en ninguno de los
supuestos previstos como sancionables en la Ley Orgánica del Ministerio Público, por lo
tanto sería inoficioso la apertura de averiguación previa con fines disciplinarios por parte de
esta Dirección.
En tal sentido, se procede a ordenar el archivo de los presentes recaudos, por las razones
antes expuestas…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:304

DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.64.

71
062
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina procede a desestimar la
denuncia presentada por cuanto la misma no cumple con los
requisitos formales previstos en el artículo 49 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos.

FRAGMENTO

“Visto el contenido del escrito de representación suscrito por el ciudadano


(…), titular de la cédula de identidad N° (…), mediante el cual denuncia al
abogado (…), Fiscal (…) del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado (…) y a una ciudadana de nombre (…) a la que
identifica como funcionaria del Ministerio Público sin indicar a que
dependencia pertenece, aunado a ello del contenido del presente escrito
se desprende que el referido ciudadano no realiza un análisis claro y
preciso de los hechos presuntamente irregulares en los cuales se
encuentran incursos los referidos funcionarios ni expone las razones y
pedimentos que puedan dar origen a una averiguación por parte de esta
Dirección, por lo que esta Dirección acuerda elaborar comunicación al
ciudadano antes mencionado, instruyéndolo en el sentido de que debe
elaborar escrito de denuncia que contenga los requisitos establecidos en el
artículo 49 de la Ley Orgánica Procedimientos Administrativos e identificar
plenamente a los funcionarios del Ministerio Público denunciados,
indicando claramente su nombre y apellido y el cargo que desempeña.
Igualmente, se le indicó que en un lapso de quince (15) días deberá
subsanar dichas fallas u omisiones tal y como lo establece el artículo 50 de
la referida ley orgánica. En vista de que el denunciante no aportó en su
escrito dirección alguna, este Despacho se ve imposibilitado en dar
respuesta oportuna como lo señala el artículo 51 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y acuerda el archivo del presente
recaudo hasta tanto el ciudadano antes identificado manifieste a través de
cualquier vía su intención de proseguir con la referida denuncia
oportunidad en la cual esta Dirección le notificará lo aquí acordado…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
LOPA art:49
LOPA art:50

DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.64-65.

72
063
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina acuerda no tramitar la
denuncia por cuanto el escrito se encuentra en fotocopia.

FRAGMENTO

“Visto el contenido de la Comunicación N° (…) de fecha 26-1-2004,


suscrita por la abogado (…), Fiscal Superior del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, mediante la cual remite
comunicación suscrita por el ciudadano (…), en la cual realiza
señalamientos en contra de la abogado (…), Fiscal Décima Segunda
(encargada) del Ministerio Público de esa misma circunscripción judicial.
Ahora bien, por cuanto el escrito remitido se encuentra en fotocopia, es por
lo que esta Dirección se exime de realizar tramitación alguna, hasta tanto
no se reciba el original del mismo, a tal efecto se acuerda librar oficio al
peticionario, a fin de que suministre la información requerida…”.

DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.65.

73
064
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Se acuerda archivar la denuncia por cuanto su contenido es
insuficiente e impreciso para dar inicio a una averiguación
preliminar.

FRAGMENTO

“Visto el contenido del Memorándum N° (…) de fecha 16-2-2004, recibido


en esta Dirección en fecha 18-2-2004, emanado de la Dirección de
Fiscalías Superiores, anexo al cual remite el Oficio N° (…) de fecha 14-1-
2004 suscrito por la abogado(…), Fiscal Superior del Ministerio Público de
la Circunscripción Judicial del Estado (…) , quien remitió en fotocopia
decisión emanada de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
de ese mismo Estado, que declaró sin lugar el recurso de apelación
interpuesto en contra de la decisión del Juzgado Segundo de Primera
Instancia en Funciones de Control de esa misma entidad, que declaró sin
lugar la solicitud de entrega de una suma de dinero incautada y además
señaló que presuntamente el dinero objeto de la citada averiguación fue
entregado por la Fiscal Tercera del Ministerio Público de esa misma
Circunscripción Judicial, sin identificar al representante del Ministerio
Público actuante, y sin mencionar datos concretos que permitan iniciar la
correspondiente averiguación previa, así como tampoco remite
documentación que haga presumir la actuación irregular del fiscal
cuestionado. En razón de lo anteriormente expuesto, se acuerda: no iniciar
en este caso averiguación preliminar alguna y proceder al archivo de la
documentación relacionada con el caso por ser insuficiente e imprecisa.
Por otra parte, se hace necesario acusar recibo a la Dirección de Fiscalías
Superiores informándole de los trámites efectuados por este Despacho en
el caso en referencia, así como indicarle que deberá requerir escrito
complementario de denuncia al fiscal superior de la referida entidad que
reúna los requisitos exigidos por el artículo 49 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPA art:49

DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.65-66.

74
065
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina acuerda desestimar la
denuncia por cuanto el fiscal del Ministerio Público denunciado
actuó ajustado a derecho eximiéndose de intervenir en una
causa de índole civil.

FRAGMENTO

“Es el caso que la denuncia es interpuesta en fecha 20 de septiembre de 2002 por ante la
Unidad de Atención a la Víctima del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado (…) sin embargo, tal y como consta en Acta de Asamblea General de Asociados del
´SINDICATO DE (…)´ celebrada el día 25 de mayo de 2003, se expuso el problema de la
supuesta apropiación indebida por parte de los ciudadanos (…), Secretario General y (…),
Secretario de Finanzas, quienes en su condición de Secretario General y Secretario de
Finanzas, tenían firma autorizada para el manejo de las cuentas del sindicato, además
dichos gastos fueron plenamente justificados en el balance correspondiente al año 2001-
2002, y aprobado por la Asamblea General de Asociados, por tanto estos hechos no
constituyen ningún tipo de delito, y en tal caso de haberse generado la distracción de
alguna cantidad de dinero lo indicado era desaprobar el balance indicado o pedir su
impugnación una vez aprobado, además de la respectiva rendición de cuentas que debe
darse en estos casos, la cual corresponde conocer a la jurisdicción civil y no a la penal.
Por lo tanto, esta Dirección, una vez analizados tanto el escrito de denuncia y los anexos
que la acompañan, interpuesta en contra del abogado (…), Fiscal (…) del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del Estado (…), considera que no se puede dar inicio a una
averiguación preliminar sobre la base de los presupuestos expuestos en la denuncia, ya
que en este caso el funcionario cuestionado actuó ajustado a derecho al solicitar al tribunal
el sobreseimiento de la causa número (…), dado que en este caso el delito denunciado por
el ciudadano (…) nunca se cometió.
En base a todos los argumentos anteriormente expuestos, esta Dirección, actuando de
conformidad a lo dispuesto en el numeral 7 del artículo 19 de la Resolución N° 979, de
fecha 15 de diciembre de 2000, emanada del Despacho del Fiscal General de la República,
acuerda desestimar la presente denuncia y no abrir la averiguación preliminar
respectiva…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


RSMP Nº 979-art:19-7
15-12-2000

DESC APROPIACIÓN INDEBIDA


DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC SINDICATOS
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.66-67.

75
066
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina acuerda desestimar la
denuncia por cuanto en el escrito no se señala cúal es la
presunta falta disciplinaria cometida por el funcionario
denunciado.

FRAGMENTO

“Visto el contenido del Memo Rápido N° (…) de fecha 29-10-2003, de la


Dirección de Delitos Comunes, anexo al cual remitió copia del oficio-fax N°
(…) de fecha 28-10-2003, suscrito por el ciudadano abogado (…), Fiscal
Auxiliar Quinto del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado (…), se observó que el mencionado fiscal realizó aclaratoria por
ante la fiscalía superior de esa misma circunscripción judicial sobre una
presunta actuación irregular de su parte cuando estuvo encargado de la
Fiscalía Quinta de esa Circunscripción Judicial y la cual fue comentada por
el abogado (…) al abogado (…) Fiscal Séptimo a Nivel Nacional, para ser
informada al Fiscal General de la República. Al respecto, se verificó en el
referido oficio que no se señala específicamente cual es el ilícito
disciplinario que se le imputa al fiscal, ni tampoco consta por ante esta
Dirección denuncia alguna en contra del mismo donde participen tales
irregularidades. Por lo tanto, esta Dirección acuerda no tramitar la presente
información y ordena el archivo de la presente actuación por no encuadrar
en ninguna de las causales contenidas en el artículo 90 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público ni en el artículo 117 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:90
EPMP art:117

DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.67.

76
067
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina acuerda desestimar la
denuncia por cuanto el Fiscal del Ministerio Público denunciado
actuó ajustado a derecho.

FRAGMENTO

“En fecha 30 de octubre de 2002 se recibió en esta Dirección Oficio N° (…) suscrito por el
abogado (…), Juez Primero de Ejecución del Circuito Judicial Penal de (...), quien cuestionó
la conducta del abogado (…), Fiscal (…) del Ministerio Público con Competencia Nacional
en Régimen Penitenciario y Ejecución de Sentencias, por cuanto en fecha 30 de
septiembre de 2002 le solicitó información en relación a la solicitud de revocatoria del
beneficio de Régimen Abierto que hasta el momento se encontraba disfrutando el
ciudadano (…), aun cuando el fiscal que se encontraba notificado para esa causa era el
ciudadano Fiscal (…) del Ministerio Público a Nivel Nacional.
En fecha 15 de noviembre se remitió memorandum a la Dirección de Protección de
Derechos Fundamentales solicitando información en relación a los siguientes particulares:
a) En cuanto a la competencia del abogado (…) para atender lo concerniente a los Centros
de Tratamiento Comunitario; b) Si por la naturaleza de sus actuaciones le era dado solicitar
ante un Juzgado de Ejecución información relacionada con la revocatoria de un beneficio
de Régimen Abierto aun cuando no sea el fiscal notificado en la causa. En fecha 30 de
diciembre de 2002 se recibe Memorandum N° (…) procedente de la Dirección de
Protección de Derechos Fundamentales, en donde se señala lo siguiente:
´…una de las atribuciones del Fiscal del Ministerio Público con Competencia en Régimen
Penitenciario y Ejecución de Sentencias, es atender todo lo concerniente a los Centros de
Tratamiento Comunitario, de conformidad con los artículos 42 y 34 ordinal 22 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público…/…de requerirse la atención inmediata de un caso por
parte de un fiscal del Ministerio Público para actuar en la Etapa de Ejecución de
Sentencias, este tiene la atribución aun cuando no fuere el fiscal notificado en la causa de
atenderla, tramitarla y resolverla…´.
Por lo anteriormente expuesto, en virtud de que la conducta del abogado (…), Fiscal (…)
del Ministerio Público con Competencia Nacional en Régimen Penitenciario y Ejecución de
Sentencias no constituye falta disciplinaria, esta Dirección acuerda desestimar la presente
denuncia por no existir elementos suficientes que fundamenten la apertura de la
correspondiente averiguación preliminar…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:34-22
LOMP art:42

DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PRESOS
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.67-68.

77
068
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin identificar/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Por cuanto no es competencia del fiscal del Ministerio Público
servir de intermediario en la realización de acuerdos
reparatorios, se desestima la denuncia.

FRAGMENTO

“Visto el contenido de la audiencia concedida por este Despacho a la ciudadana (…), en la


cual denunció presuntas irregularidades cometidas por la abogada (…), Fiscal (…) del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial de (…), específicamente que no ha decidió
con relación al caso N° (…), en el que investiga la muerte de la ciudadana (…), y las
lesiones de la ciudadana (…) como resultado de un accidente de tránsito.
Por otra parte, manifestó la referida denunciante que la fiscal cuestionada no ha realizado
un acuerdo reparatorio y que necesita dinero para costear los gastos ocasionados por la
funeraria y el cementerio.
Al respecto, se observa que existe retardo procesal en el caso desde el mes de junio de
2003, por lo que copia de la referida audiencia deberá remitirse a la Dirección de Delitos
Comunes con el fin de que realicen las actuaciones pertinentes en cuanto a la supervisión
de la representante fiscal prenombrada adscrita a ese Despacho. Por otra parte en cuanto
al acuerdo reparatorio y a criterio de esta Dirección, no debe el fiscal del Ministerio Público
proponer tal actuación en virtud de que de acuerdo al contenido del artículo 40 del Código
Orgánico Procesal Penal sólo será el juez quien aprueba tal acuerdo entre el imputado y la
víctima de donde se desprende que el representante del Ministerio Público por ley no tiene
participación alguna en tales acuerdos. Asimismo, según el numeral segundo del artículo
40 ejusdem, procede el acuerdo reparatorio entre otras cosas ´…Cuando se trate de delitos
culposos contra las personas, que no hayan ocasionado la muerte o afectado en forma
permanente y grave la integridad física de las personas…´, de lo cual se desprende que en
el caso en comento no procede el acuerdo en virtud de que en el accidente de tránsito
perdió la vida una ciudadana y resultó seriamente herida su hermana.
Luego de hacer un análisis del contenido de la denuncia no se observa alguna actuación
irregular cometida por la abogada (…), Fiscal (…) del Ministerio Público y, en cuanto al
retardo del caso el mismo puede ser tramitado por la Dirección de adscripción de dicho
fiscal.
Por lo antes expuesto, esta Dirección considera archivar la presente comunicación en el
entendido de que cualquier circunstancia que fuere consignada con posterioridad a dicho
archivo, pudiere ocasionar el inicio de una averiguación preliminar…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:40
COPP art:40-2

DESC ACUERDOS REPARATORIOS


DESC CELERIDAD PROCESAL
DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.68-69.

78
069
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:20040306
TITL Abandono de cargo.
La ausencia por parte del fiscal del Ministerio Público o de
cualquier otro funcionario de esta Institución de su sitio de
trabajo o de sus labores, sin la debida autorización de sus
superiores jerárquicos, configura el abandono del cargo y por
ende en incumplimiento de los deberes previstos en los
artículos 67 y 74 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y los
numerales 8 y 11 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público, lo cual encuadra en las faltas previstas en el
numeral 2 del artículo 90 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público, en correlación con el numeral 3 y, literales “a” y “c” del
Parágrafo Único del artículo 117 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público. Auto de inicio de procedimiento disciplinario

FRAGMENTO

“En fecha 9 de abril de 2002, la Dirección de Inspección y Disciplina de


este Despacho recibió de la Dirección de Delitos Comunes Memorandum
N° (…) de fecha (…), en el cual se pone en conocimiento de ese Despacho
que el abogado (…), Fiscal (…) del Ministerio Público, no se había
reincorporado a sus labores habituales a pesar de encontrarse vencido el
lapso de un (1) año contado a partir del 1 de abril de 2002, conferido por el
Fiscal General de la República al funcionario en cuestión, a los fines de
realizar un doctorado en la especialización de Derecho Penal a efectuarse
en la ciudad de Salamanca, España.
Es de hacer notar, que ese permiso no remunerado conferido por el lapso
de un (1) año, contado a partir del día 1 de abril de 2002 hasta el 1 de abril
de 2003, no ha sido extendido, pudiéndose evidenciar que hasta la
presente fecha el abogado (…), fiscal del Ministerio Público, no se ha
reincorporado a sus labores lo cual debió hacer a partir del día 2 de abril
de 2003, ausentándose del ejercicio de sus funciones sin estar autorizado
y sin justificar el motivo de su ausencia del Despacho fiscal, con lo cual
abandonó su cargo.
El hecho indicado en el aparte único podría configurar por parte del citado
representante del Ministerio Público, el incumplimiento de los deberes
consagrados en los artículos 67 y 74 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público y los numerales 8 y 11 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público, lo cual encuadraría en las faltas previstas en el
numeral 2 del artículo 90 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, en
correlación con el numeral 3 y, literales ´a´ y ´c´ del Parágrafo Único del
artículo 117 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.
En tal sentido, se acuerda iniciar de oficio el correspondiente
Procedimiento Disciplinario al abogado (…), Fiscal del Ministerio Público,
de conformidad con lo pautado en el numeral 14 del artículo 21 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público en concordancia con los artículos 108 y
119 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, cuyo procedimiento se
79
regirá por la normativa prevista en el referido Estatuto. En virtud de lo cual
se comisiona para la tramitación y substanciación del mismo a la Dirección
de Consultoría Jurídica de acuerdo con las atribuciones que me confiere el
artículo 92 de la Ley Orgánica del Ministerio Público. Igualmente, a los
fines de practicar la notificación de la apertura del presente procedimiento
disciplinario al funcionario investigado, de acuerdo con las previsiones del
Artículo 92 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, se comisiona a la
Dirección de Consultoría Jurídica. Procédase en consecuencia.
En el presente caso se dio inicio a un procedimiento disciplinario contra un
representante del Ministerio Público por cuanto se ausento de su sitio de
trabajo, sin la debida autorización del Fiscal General de la República, a los
fines de asistir a un curso en el extranjero.
En el auto de inicio del procedimiento se comisionó a la Dirección de
Consultoría Jurídica para que sustanciará el procedimiento.
Una vez iniciado el procedimiento disciplinario, el fiscal del Ministerio
Público investigado presentó su renuncia, la cual fue aceptada, culminando
de esta manera con la substanciación del procedimiento…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art_21-14
LOMP art:67
LOMP art:74
LOMP art:90-2
LOMP art:92
EPMP art:100-8
EPMP art:100-11
EPMP art:108
EPMP art:117-pg.un-3-a
EPMP art:117-pg.un-3-c
EPMP art:119

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC FUNCIONARIOS DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JORNADA DE TRABAJO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC RENUNCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.70-71.

80
070
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Prescripción de la acción en materia disciplinaria.
Momento a partir del cual la administración comienza a
computar la prescripción de la acción disciplinaria.

FRAGMENTO

“Primero: En lo que respecta al alegato expuesto por el investigado en el


sentido de que el lapso de prescripción de la acción disciplinaria comienza
a computarse a partir del momento en que ocurrieron los hechos, no tiene
fundamentación por cuanto el artículo 115 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público, establece dos (2) supuestos para el cómputo de dicho
lapso; el primero, a partir del momento en que ocurrieron los hechos y el
segundo, a partir del momento en que se tenga conocimiento del asunto y
en el caso que nos ocupa la Dirección competente, es decir, la Dirección
de Inspección y Disciplina tuvo conocimiento de los hechos que originan la
apertura del procedimiento disciplinario, el día (…), cuando el propio
afectado presentó formal denuncia en contra de los fiscales (…) y (…). De
tal manera que, la argumentación del investigado en cuanto a éste aspecto
es improcedente.
Adicionalmente, el investigado en su defensa señaló lo siguiente: ´...es
importante destacar que con relación al presente caso, en materia
administrativa no existen reglas específicas para la prescripción, por tanto,
se aplican por analogía las reglas existentes en el Código Penal
Venezolano...´.
Establece el artículo 115 del Estatuto de Personal del Ministerio Público:
´La acción disciplinaria prescribirá:
1. A los seis (6) meses para los casos de hechos que ameriten la sanción
de apercibimiento oral o escrito o amonestación.
2. Al año, para los hechos que merezcan las sanciones de multa,
suspensión y destitución.
Parágrafo Único: Los lapsos de prescripción comenzarán a contarse, a
partir del momento en que ocurrieren los hechos, o se tuvo conocimiento
de los mismos´.
Como podemos apreciar en la norma anteriormente transcrita, se
establecen lapsos de prescripción para el ejercicio de la acción
disciplinaria derivada de hechos supuestamente irregulares cometidos por
fiscales, funcionarios y empleados del Ministerio Público.
En este particular, mal podemos hablar de analogía, cuando el Estatuto no
deja lagunas en esta materia.
De igual manera, el artículo 70 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, reza lo siguiente:
´Las acciones provenientes de los actos administrativos creadores de
obligaciones a cargo de los administrados prescribirán en el término de
cinco (5) años, salvo que en Leyes especiales se establezcan plazos
diferentes.
La interrupción y suspensión de los plazos de prescripción se rigen por el
Código Civil´.
81
En este mismo orden de ideas, señala el artículo 175 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público lo siguiente:
´Las dudas que surjan con la interpretación de las normas contenidas en el
presente Estatuto, serán resueltas por el Fiscal General de la República,
con base a los principios generales contenidos en la Ley Orgánica del
Ministerio Público, Ley de Carrera Administrativa, Ley Orgánica del
Trabajo, Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos y demás leyes
que conciernan al caso´.
De las disposiciones previamente transcritas y ante las lagunas que
puedan surgir en nuestro Estatuto en materia de prescripción, podemos
apreciar como en todos y en cada uno de los casos se mencionan como
fuentes supletorias de aplicación de primer orden, la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos, el Código Civil, las cuales regulan la
materia que nos ocupa.
En este sentido, es importante hacer referencia a la Sentencia de la Sala
Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 31 de
octubre de 2000, con ponencia del Magistrado Carlos Escarrá Malavé, en
la cual se indicó:
´Ahora bien, con base a la jurisprudencia antes citada, había venido esta
Sala recurriendo a la aplicación analógica del Código Penal a fin de
establecer un lapso de prescripción de la acción en materia disciplinaria de
los jueces. Sin embargo, luego de un nuevo y profundo análisis sobre la
materia, este Alto Tribunal acogiendo en parte, el criterio interpretativo
expuesto en el voto salvado antes transcrito estima fundamental formular
las siguientes consideraciones:/1.- (...) cuando no hubiere disposición
precisa de la ley, se tendrán en consideración las disposiciones que
regulan casos semejantes o materia análogas, y si hubiera todavía dudas,
se aplicarán los principios generales del derecho./ 5.- Ahora bien, de
conformidad con lo expuesto en el primer punto, debe aplicarse la
normativa más acorde con la naturaleza administrativa del procedimiento
disciplinario. En efecto el régimen disciplinario de los jueces está sometido
al procedimiento de naturaleza administrativa que se deriva de la relación
de empleo público que lo conforma. Es por ello que mientras la Ley
Orgánica del entonces Consejo de la Judicatura regulaba un procedimiento
administrativo especial, como es el caso de los procedimientos
disciplinarios de los jueces, la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos contempla una seria (sic) de aspectos, y principios que por
regla general, son aplicables a todos los procedimientos administrativos./
Estima esta Sala vistas las consideraciones expuestas, (...) resulta (sic)
aplicable entonces a las acciones administrativas disciplinarias (...) en
principio, el término de cinco (5) años para que opere la prescripción
ordinaria de la acción prevista en el artículo 70 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos, cuyo objeto es regular los procedimientos
administrativos de forma general, y por ende, aplicables a los esenciales,
que poseen naturaleza administrativa´.
Así pues, no podemos aplicar para los procedimientos administrativos por
vía de analogía las normas del Código Penal, pues en primer lugar como
bien lo hemos señalado, en nuestra normativa interna se establecen
disposiciones expresas que regulan la materia de prescripción (artículo
115 Estatuto de Personal); en segundo lugar, el propio Estatuto prevé que
ante el silencio, y por vía supletoria se aplica la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos, cuyos artículos 70 y 71 establecen
normas que regulan lo relacionado con la prescripción y, específicamente,

82
en lo que respecta a la interrupción de la prescripción, remite a las normas
que prevé al respecto el Código Civil; y en tercer lugar, porque tales
normas son de naturaleza distinta.
De tal manera que, la materia penal no está llamada a ser fuente supletoria
ni por su naturaleza, ni por ser señalada como tal por el Estatuto de
Personal de esta Institución.
Por lo tanto, el alegato del investigado en el sentido de que se apliquen
analógicamente las normas del Código Penal, es improcedente…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:115
EPMP art:175
LOPA art:70
LOPA art:71
STSJSPA 31-10-2000

DESC MINISTERIO PUBLICO


DESC PRESCRIPCIÓN
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.71-74.

83
071
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL El lapso de prescripción se interrumpe con el ejercicio de la
acción disciplinaria, no con la notificación del inicio del
procedimiento disciplinario al investigado.

FRAGMENTO

“Segundo: En cuanto al alegato hecho por el investigado y su defensa de


la prescripción de la acción disciplinaria basándose en que la misma se
interrumpe con la notificación y no con el ejercicio de la acción
disciplinaria, y que en este caso en especial, según lo señala el mismo,
desde que la Dirección de Inspección y Disciplina tuvo conocimiento del
hecho en fecha (…), hasta que se hizo la notificación del inicio del
procedimiento disciplinario en su contra, en fecha (…), ha transcurrido más
de un (1) año; tal razonamiento resulta equívoco, en base a la razones y
argumentaciones que a continuación se exponen:
La notificación que se hace de la apertura de un procedimiento disciplinario
al investigado, es un acto consecuencial del ejercicio de la acción
disciplinaria y así se puede apreciar cuando el artículo 123 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público, señala lo siguiente:
´Iniciado el procedimiento, se notificará al investigado, enviándole copia del
auto mediante el cual el Fiscal General de la República autorizó la
averiguación, así como de la argumentación donde consten los hechos
imputados y cualquier otro recaudo pertinente al caso. En dicha
notificación se le indicará al funcionario que dispone de diez (10) días
hábiles, para presentar el correspondiente escrito de descargo, con la
advertencia de que la falta de presentación del informe, no suspenderá la
continuación del procedimiento. En el supuesto que los descargos los
formule verbalmente, el funcionario comisionado deberá levantar la
correspondiente acta, que una vez leída suscribirá conjuntamente con el
investigado´.
La notificación es un presupuesto procesal indispensable para que pueda
darse la sustanciación del procedimiento disciplinario, en tanto que el
ejercicio de la acción disciplinaria, que interrumpe la prescripción, se
materializa con el respectivo ´auto de inicio o de apertura´ del
procedimiento disciplinario.
La notificación del ejercicio de la acción disciplinaria debe darse a fin de
garantizar derechos básicos como el debido proceso y el derecho a la
defensa del investigado y, una vez realizada esta notificación es que
comenzarán a computarse los lapsos procesales establecidos para la
sustanciación del procedimiento disciplinario, tal y como lo establece la
norma transcrita.
En este sentido, cabe resaltar la sentencia emanada de la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 2 de octubre de
2002, con ponencia del Magistrado Hadel Mostafá Paolini, en la cual se
indicó lo siguiente:
´...asimismo, es necesario señalar que en aquellos procedimientos
iniciados de oficio, tales como los del caso de autos que culminaron con la
84
resolución recurrida, la Administración debe en un primer momento,
efectuar la notificación de los interesados, oportunidad en el (sic) cual,
comienza a computarse el lapso de resolución del procedimiento (...), (...)
es la notificación de la apertura del procedimiento administrativo
correspondiente la que marca el inicio del referido lapso...´.
En el caso particular que aquí nos ocupa, la Dirección de Inspección y
Disciplina de este organismo tuvo conocimiento de los hechos el día (…),
cuando el ciudadano (…) acudió a ese Despacho a interponer su
denuncia, y el X se dicta el auto de inicio del procedimiento disciplinario
instruido en contra del abogado (…), para ese entonces, no había
transcurrido el lapso de prescripción de un (1) año que señala el artículo
115 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, ejerciéndose la acción
en tiempo hábil.
Por lo tanto, se considera improcedente el alegato de prescripción de la
acción disciplinaria argumentado por el investigado y su defensa…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:115
EPMP art:123
STSJSPA 02-10-2002

DESC DERECHO DE DEFENSA


DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC PRESCRIPCIÓN
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.74-75.

85
072
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL El alegato de prescripción de la acción disciplinaria realizado
por el fiscal de Ministerio Público en su carácter de investigado
en un procedimiento disciplinario no interrumpe la continuación
del procedimiento, ya que en este no hay lugar a incidencias.

FRAGMENTO

“Los apoderados de la abogada (…), en diversos escritos presentados,


una vez admitidas las pruebas e iniciado el lapso de evacuación, ratificaron
su alegato sobre la prescripción de la acción y solicitaron la suspensión y
conclusión del procedimiento, pues, en su criterio, la acción se encuentra
prescrita. Además no participaron en el lapso de evacuación de pruebas ni
tampoco durante el período de las prórrogas ordenadas por la Dirección de
Inspección y Disciplina de esta Institución. Es decir, voluntariamente
decidieron no ejercer el principio de contradicción de la prueba.
Con ocasión de estos escritos, la Dirección de Inspección y Disciplina,
mediante diversos autos dictados al efecto (...) señaló que, de acuerdo con
lo previsto en el artículo 111 del Estatuto de Personal del Ministerio
Público, en el procedimiento disciplinario no se admiten incidencias por lo
tanto, el alegato de prescripción no podía ser resuelto en aquella
oportunidad; no obstante se sometería a la consideración del Fiscal
General de la República para ser tomado en cuenta en la oportunidad de la
decisión.
Además, cabe señalar que la comisionada de acuerdo con lo establecido
en el artículo 53 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos en
concordancia con lo estatuido en el artículo 111 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público está en la obligación de impulsar de oficio el
procedimiento en todas y cada una de sus fases, pues la obligación de
demostrar los hechos imputados corresponde a la Administración en quien
recae la carga probatoria…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


EPMP art:111
LOPA art:53

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC PRESCRIPCIÓN
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PRUEBA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.75-76.

86
073
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Cuando por un mismo hecho de carácter disciplinario se da
inicio a un procedimiento disciplinario en contra de varios
fiscales del Ministerio Público, debe hacerse por piezas
separadas.

FRAGMENTO

“Los abogados (…) y (…), actuando en su carácter de apoderados de la


abogada (…) mediante escrito presentado en fecha (…) solicitaron la
acumulación de los expedientes en los que se pretenden sustanciar
paralelamente las averiguaciones administrativas contra la investigada y el
abogado (…), con fundamento a lo previsto en el artículo 52 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos.
El alegato de la investigada en cuanto a este aspecto es improcedente,
sobre la base de las razones que se aducen a continuación:
1.- En fecha (…) la Directora de Inspección y Disciplina de esta Institución,
con amplias facultades para tramitar y sustanciar el presente
procedimiento solicitó a la Dirección de Secretaría General de este
organismo la expedición de copia certificada de la primera pieza del
expediente a fin de sustanciar, por separado, todo lo relacionado con la
investigada (…), Fiscal (…) del Ministerio Público. Ahora bien, la
investigada luego de haber sido notificada del presente procedimiento en
fecha (…); de presentar su escrito de descargos en fecha (…) y su escrito
de promoción de pruebas en fecha (…), no fue sino hasta el día (…)
cuando realizó su alegato sobre la oposición a la separación de los
expedientes, es decir pasados diez (10) días desde el momento en que la
Dirección de Inspección y Disciplina ordenó sustanciar por piezas
separadas el presente procedimiento, con lo cual fue convalidada esta
forma de sustanciar el procedimiento, pues en ninguna de las actuaciones
realizadas por la investigada inmediatamente después del (…), es decir los
días (…) (escrito de descargo) y (…) (escrito de promoción de pruebas) la
investigada no hizo ningún alegato relacionado con la improcedencia de la
separación de la causa.
2.- Por otra parte, el artículo 32 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos reza lo siguiente:
´...La administración racionalizará sus sistemas y métodos de trabajo y
vigilará su cumplimiento. A tales fines, adoptará las medidas y
procedimientos más idóneos...´.
En tal sentido, la Administración con fundamento al principio de
racionalización de la actividad administrativa adoptó las medidas que
consideró pertinentes a fin de sustanciar por piezas separadas el
procedimiento disciplinario seguido a los fiscales (…) y (…), tomando las
previsiones a fin de que se siguieran paralelamente en el mismo estado
procesal.
3.-Asimismo, de acuerdo con la doctrina y la jurisprudencia la
responsabilidad disciplinaria es independiente, autónoma y personalísima,
de tal manera que el hecho de sustanciar el presente procedimiento por
87
piezas separadas, lejos de propiciar decisiones contradictorias, como lo
dice la investigada, va a generar decisiones independientes entre sí, que
se van a referir en particular a cada uno de los investigados; es decir, esas
decisiones van a versar sobre la responsabilidad personal de cada uno de
ellos, cuyo grado puede ser diferente, aun cuando se le imputen los
mismos hechos.
Por lo tanto, la Administración al ordenar la sustanciación del presente
procedimiento por piezas separadas, no lesionó los derechos de la
investigada a quien se le brindaron todas las oportunidades para que
ejerciera su defensa en lo que concierne a su participación en los
hechos…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPA art:32
LOPA art:52

DESC EXPEDIENTE
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.76-77.

88
074
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Allanamiento de morada.
El fiscal del Ministerio Público que permite la práctica de un
allanamiento de morada sin la debida orden judicial no sólo
está violando derechos y garantías constitucionales sino que
también incurre en falta grave en el ejercicio de sus funciones.

FRAGMENTO

“Todos estos derechos y garantías constitucionales que le fueron


violentados al ciudadano (…) y a su familia, generaron que se iniciaran
además de la averiguación disciplinaria que nos ocupa, investigaciones
penales por la privación ilegítima de libertad, violación de domicilio, y otros
derechos fundamentales, para lo cual la Dirección de Derechos
Fundamentales de esta Institución comisionó a la Fiscalía (…) del
Ministerio Público (...), que actualmente adelanta investigación a tal efecto.
En definitiva, el allanamiento en cuestión se realizó en contravención y con
inobservancia de las formas y condiciones previstas en el Código Orgánico
Procesal Penal y en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, pues no estaban en presencia de una situación de flagrancia
por lo cual no podía prescindirse, bajo ningún concepto, de la orden judicial
de allanamiento, puesto que se trataba de una morada o residencia y la
inobservancia de tales formas ocasionó la violación de derechos y
garantías constitucionales a las víctimas. Estos aspectos fueron ignorados
por los fiscales avalando con su proceder una actuación ilegal, haciéndose
partícipes de ello, lo que trajo consecuencias graves para las víctimas.
Es por ello que la Juez (…) de Control, mediante decisión dictada en fecha
(…) decretó la nulidad de todas las actuaciones y por ende la libertad
plena de los imputados por violación de derechos y garantías
constitucionales.
En cuanto a este aspecto es importante hacer referencia a la sentencia de
fecha 8-4-2003 emanada de la Sala Penal del Tribunal Supremo de
Justicia, con ponencia del Magistrado Rafael Pérez Perdomo, relacionada
con el allanamiento de morada, de la cual se extrae lo siguiente:
´...En estos casos en los términos del artículo 124 del Código Orgánico
Procesal Penal, es entonces cuando ya puede hablarse de imputado, o
sea, la persona que presente una relación inferencial con los hechos
punibles objeto de la investigación. De allí surge el requerimiento legal de
que, en el allanamiento, la persona objeto del mismo sea provista de la
asistencia de abogado. Así lo reconoce expresamente el artículo 210
ejusdem al admitir en el acto la presencia del imputado y su defensor.
La disposición últimamente señalada, tomando en cuenta los motivos de
viabilidad del proceso, establece que la orden de registro debe emanar de
un juez de control, previa solicitud del Ministerio Público, expedida
mediante escrito debidamente fundado y motivado.../…
La falta de una actividad investigativa de cierta significación, previa a la
orden de registro, tendiente a demostrar los elementos de verosimilitud en

89
que se fundamenta, la previsión sucinta de la identificación del
procedimiento de que se trata, la determinación precisa e indubitable del
lugar a ser registrado, el motivo fundado del allanamiento, con indicación
exacta de los objetos y personas buscadas (artículo 211, numeral 4, del
citado Código), son exigencias legales tendientes (sic)a obviar la
discrecionalidad y subjetividad en la práctica de la medida y a evitar
registros arbitrarios e irracionales que conllevan la afectación de garantías
de rango constitucional, tales como la inviolabilidad del hogar doméstico
(artículo 47), el debido proceso y el derecho de defensa (artículo 49), e
incluso llegar a constituir delito (artículo 184 del Código Penal)...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:47
CRBV art:49
CP art:184
COPP art:124
COPP art:210
COPP art:211-4
STSJSP 08-04-2003

DESC ALLANAMIENTO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FLAGRANCIA
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC NULIDAD
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC VIOLACIÓN DE DOMICILIO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.77-78.

90
075
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0297-2004 FECHA:20040322
TITL Aumento en el número de oficios suscritos por Jueces en los
cuales notifican el extravío de expedientes en los tribunales a
su cargo.

FRAGMENTO

“Esta representación fiscal manifestó su preocupación por el incremento en


el número de expedientes extraviados en distintos tribunales de la
República, siendo la actitud de los jueces encargados de dichos
Despachos, bien librar una notificación a ese organismo, a la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial o al Cuerpo de
Investigaciones Científicias, Penales y Criminalísticas (CICPC), quienes la
remiten a este Despacho, o bien solicitar directamente a la Dirección de
Salvaguarda de este Ministerio el inicio de la averiguación penal
correspondiente. En virtud de esta situación se solicitó a la Dirección de
Salvaguarda una relación detallada de las averiguaciones iniciadas por tal
motivo obteniendo como resultado: (…).
(…omissis…).
Los datos transcritos exigen que ese organismo conjuntamente con la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura imponga medidas dirigidas a evitar
que tales irregularidades continúen presentándose, ello tomando en
consideración que cada vez con más frecuencia se reciben oficios
procedentes de jueces que simplemente se limitan a notificar el extravió
ocurrido, a fin de que se inicie la investigación penal correspondiente sin
asumir la responsabilidad que en lo particular les atañe, olvidando el deber
de supervisión que deben ejercer sobre los funcionarios asignados al
tribunal y la obligación de fijar medidas internas de seguridad que eviten el
extravío de expedientes(…) ello sin menoscabo de las averiguaciones
disciplinarias que de oficio debe iniciar ese Organismo con fundamento en
las razones precedentemente citadas…”.

DESC EXPEDIENTE
DESC JUECES
DESC TRIBUNALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.79.

91
076
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0299-2004 FECHA:20040322
TITL Objeción a la designación del abogado (…), para desempeñar el
cargo de juez tal como apareció reseñado en cartel publicado
en un diario de circulación nacional.

FRAGMENTO

“Acudo ante usted con vista al remitido de prensa publicado en el Diario


(…) en sus ediciones de fechas 12 y 13 de los corrientes, a fin de formular
objeciones a la designación del abogado (…) para desempeñar el cargo de
juez.
Fundamento tal objeción en razón de que cursa por ante la Inspectoría
General de Tribunales averiguaciones disciplinarias iniciadas en contra del
citado abogado, las cuales se detallan a continuación:
(…omissis…).
En razón de lo expuesto, encontrándome en tiempo hábil objeto la
designación del abogado (…) para desempeñar el cargo de juez…”.

DESC JUECES
DESC MEDIOS DE COMUNICACIÓN
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.79-80.

92
077
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0339-2004 FECHA:20040406
TITL Conflicto de competencia existente entre la Inspectoría General
de Tribunales, la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Sistema Judicial y la Coordinación del
Servicio Autónomo e la Defensa Pública.

FRAGMENTO

“En fecha 26-8-2003, sostuve reunión con el Coordinador del Servicio


Autónomo de Defensa Pública, exponiendo que la Inspectoría General de
Tribunales y la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del
Sistema Judicial, debían seguir conociendo de tales procedimientos hasta
tanto no se promulgara la ley que regulara el funcionamiento de ese
organismo y sus competencias en materia disciplinaria, asunto sobre el
cual manifestó su conformidad, acordando la remisión a la brevedad de los
expedientes nuevamente a los Despachos remitentes para de esta manera
continuar con los procedimientos iniciados, evitando la prescripción de los
mismos.
Es el caso que hasta la presente fecha tal remisión no se ha efectuado,
desconociendo quién suscribe su estado actual.
En razón de lo expuesto le reitero la necesidad que a la brevedad ese
Despacho remita a la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del
Sistema Judicial y a la Inspectoría General de Tribunales, los expedientes
mencionados y cualquier otro no relacionado a fin de que ambos
organismos continúen conociendo de los mismos tal como ocurre
actualmente con las denuncias que se formulan contra representantes de
ese organismo, garantizando de esta manera al peticionario una respuesta
oportuna conforme a lo dispuesto en los artículos 26 y 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:51

DESC COMISION DE FUNCIONAMIENTO Y REESTRUCTURACION DEL


SISTEMA JUDICIAL
DESC CONFLICTO ENTRE AUTORIDADES
DESC DEFENSORIA PUBLICA
DESC INSPECTORIA GENERAL DE TRIBUNALES
DESC PODER JUDICIAL
DESC SERVICIO AUTONOMO DE DEFENSA PUBLICA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.80.

93
078
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FDJ-0292-2004 FECHA:20040813
TITL Recursos contra decisiones emanadas de la Inspectoría
General de Tribunales, con ocasión a los Procedimientos
Disciplinarios instruidos a los representantes del Poder Judicial
(Jueces y Defensores Públicos).

FRAGMENTO

“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que
reposan en el Expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de
Tribunales, así como la decisión de archivo acordada, esta representación
fiscal observa que tanto la juez (…) como (…), ambas en el ejercicio del
cargo de juez, invadieron la jurisdicción por el territorio, pues si bien es
cierto que el caso que nos ocupa correspondía a un juez con competencia
en materia penal, su ejercicio se encuentra limitado al territorio en el cual
fueron designadas; ambas jueces se encontraban designadas para actuar
como jueces penales en la jurisdicción del Estado (…), motivo por el cual,
al percatarse de que el caso elevado a su conocimiento ocurrió en
jurisdicción del Estado (…), existiendo incluso una causa cursante ante la
Delegación de ese Estado, han debido declinar el conocimiento del mismo
en dicha circunscripción judicial y remitir las actuaciones al Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de ese
Estado. Por lo demás no debe dejar de advertirse en el caso particular de
la juez (…), que le fue requerido tiempo después por la propia solicitante
ciudadana (…) que declinara la competencia en la ciudad de (…) en razón
de la denuncia existente en dicho Estado, lo cual sólo realizó tiempo
después.
Por su parte, la juez (…), primera en proveer sobre la solicitud efectuada
por la ciudadana (…), debió inmediatamente advertir que no podía en
forma alguna admitir la solicitud de entrega del vehículo interpuesta por la
ciudadana (…), en contra del ciudadano (…), toda vez uno de los
supuestos de procedencia para iniciar ésta reclamación es la existencia de
un proceso penal como tal, el cual como se indicó existía pero en la ciudad
de (…). El argumento explanado por la Inspectoría General de Tribunales
en cuanto a que la admisión y posterior tramitación de la solicitud
interpuesta por la abogada en mención, poseen un fundamento de orden
jurisdiccional, no resulta acertado pues se trata de que la juez infringió los
deberes que la ley le establece, supuesto establecido como ilícito
disciplinario en la Ley de Carrera Judicial.
Debe reconocerse que si bien el representante fiscal actuó de manera
desacertada –situación que fue denunciada ante el órgano disciplinario
correspondiente- no puede ser de ninguna manera pretexto para que
ambas representantes del Poder Judicial, se excusen del conocimiento de
uno de los principios fundamentales que rigen los procesos
jurisdiccionales, materia que en ningún caso debe ser desconocida por los
operadores de justicia.
No puede la Inspectoría General de Tribunales, omitir el error cometido por
todos estos administradores de justicia, alegando que los aspectos
94
señalados son jurisdiccionales, toda vez que la competencia por el
territorio puede ser declarada de oficio por el juez o solicitada por las
partes intervinientes en el proceso, ante lo cual el legislador previó que la
declinatoria de la competencia no acarrea la nulidad de los actos
procesales que se hayan realizado con anterioridad a que ésta haya sido
pronunciada, para provocar de ésta forma que el tribunal que se percate
de una irregularidad como ésta lo señale en su oportunidad y el
procedimiento continúe sin dilaciones indebidas, salvaguardando así los
principios que rigen el proceso penal.
Es por todo ello, que ésta Fiscalía en Materia Disciplinaria Judicial
considera que la juez (…), transgredió lo dispuesto en los artículos 57 y 61
del Código Orgánico Procesal Penal, puesto que estaba obligada a
desprenderse del conocimiento de la causa para que un tribunal de su
misma categoría, en el Estado (…) continuara conociendo la misma.
Tal conducta por parte de las abogadas (…), tipifican el ilícito previsto en el
numeral 11 del artículo 40 de la Ley de Carrera Judicial en virtud de no
haber acatado lo previsto en las normas procesales citadas y continuar el
conocimiento de la causa judicial, en la que se encontraban ambas
legalmente impedidas en razón del territorio.
Señala igualmente la Inspectoría General de Tribunales en el auto de
cierre, en cuanto al punto señalado por el denunciante en cuanto a que la
juez (…), dictó un auto de fecha(…), fecha en que se encontraba de
reposo médico, que el mismo se inició en fecha posterior, no existiendo en
el expediente instruido por dicho organismo, prueba alguna que lo
evidencie, sólo la circunstancia de que dicho auto se encuentra firmado, lo
cual ha podido realizar aún estando de reposo, adminiculado a su propio
dicho, el cual fue tomado textualmente como fundamento para desvirtuar lo
señalado por el denunciante; no cursa ninguna actuación en el expediente
administrativo disciplinario, que avale lo indicado por la jueza denunciada
en cuanto a las fechas en las cuales no estuvo presente en el tribunal.
Además de ello, tampoco previno el Inspector que realizó la investigación,
que debía consignar en el presente expediente, copias certificadas del libro
diario que avalaran lo indicado por la juez sobre su ausencia, aspectos
estos que no fueron desvirtuados.
En cuanto a los señalamientos efectuados en contra de la abogada (…),
cabe destacar un aspecto que no puede pasar desapercibido como lo es la
forma de llevar el Libro Diario del tribunal, toda vez que se puede observar
de las actuaciones que rielan en el expediente disciplinario y de las copias
certificadas del Libro Diario, que ciertas actuaciones judiciales no fueron
diarizadas en el momento de ser realizadas o por lo menos en el día
correspondiente. Así las cosas podemos observar que en el asiento del
Libro Diario correspondiente al día (…), se encuentra diarizada la
actuación correspondiente a la Causa N°(…). (…) Tal asiento, no
corresponde a la fecha en que se realizó la actuación, sin embargo no se
hace mención alguna a ello.
Asimismo, se observa en el asiento correspondiente a la fecha (…),
relacionado con la Causa N° (…), indicando “Se deja expresa constancia,
que en fecha (…) por error involuntario, se omitió diarizar auto dictado con
el fin de subsanar error cometido por omisión, en acta de audiencia de
fecha (…)”. Es decir, se subsanó el error involuntario, dos (2) meses
después de ocurrido.
Señala al respecto la Inspectoría General de Tribunales en el auto de
cierre, que ´(..) corre inserta copia certificadas del Libro Diario llevado por

95
el Juzgado de Primera Instancia del Circuito Judicial Penal del Estado (…),
en Funciones de Control N° (…), mediante el cual se constató que las
actuaciones precedentemente mencionadas por el denunciante, si se
encuentran asentadas en dicho libro, quedando así desvirtuado lo alegado
por el ciudadano (…)´. Debe tomar en cuenta esta Inspectoría General de
Tribunales no sólo la circunstancia de que las actuaciones se encuentren
diarizadas sino la oportunidad en que ello se realizó; resulta evidente la
irregularidad en el manejo del libro diario tanto desde el punto de vista de
la extemporaneidad de los asientos, como en cuanto a los errores en que
incurrieron en la oportunidad de su realización.
En virtud de los señalamientos expuestos se concluye que las
abogadas(…), y (…), incurrieron en los ilícitos disciplinarios previstos en
los artículos 40 numeral 11 de la Ley de Carrera Judicial y 37 ordinal 6° de
la Ley Orgánica del Consejo de la Judicatura.
En razón de lo expuesto, esta Fiscalía en materia Disciplinaria Judicial,
recurre de la decisión dictada por la Inspectoría General de Tribunales en
fecha (…), notificada en fecha (…) y solicita que la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial, aplique la sanción
de amonestación, y destitución a la abogada (…), y la sanción de
destitución a la abogada (…), quienes se desempeñan como juezas del
Estado (…)…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:57
COPP art:61
LCJ art:40-11
LOCJ art:37-6

DESC COMPETENCIA JUDICIAL


DESC DEFENSORIA PUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INSPECTORIA GENERAL DE TRIBUNALES
DESC JUECES
DESC LIBRO DIARIO
DESC NULIDAD
DESC PODER JUDICIAL
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC VEHICULOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.81-83.

96
079
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0747-2004 FECHA:20040623
TITL Se recurre decisión de la Inspectoría General de Tribunales.

FRAGMENTO

“Analizadas como han sido las actuaciones que reposan en el expediente


(…), nomenclatura de la Inspectoría General de Tribunales, así como la
decisión de archivo acordada, esta representación fiscal pasa a realizar las
siguientes consideraciones:
Señala la Inspectoría General de Tribunales en primer término, que el
Consejo de Protección del Niño y del Adolescente, remitió los recaudos
relacionados con la medida de abrigo a favor del niño (…), sin petición
concreta. Sin embargo consta en el expediente disciplinario oficio (…)
fechado (…) en el textualmente se lee: (…).
De lo anteriormente se infiere, que la Inspectoría General del Tribunales
incurre en un falso supuesto de hecho, al indicar que el Consejo de
Protección no efectuó petición alguna en la oportunidad en que remitió el
citado expediente administrativo contentivo de la medida de protección de
abrigo dictada, pues como se observa el Consejo de Protección precisó
situación, indicó las posibles soluciones y señaló textualmente el carácter
de urgencia que esta requería.
Por otra parte y en cuanto al señalamiento de la Inspectoría General de
Tribunales de que la Jueza (…), comenzó el disfrute de sus vacaciones a
partir del (…), debe advertirse que si bien es cierto que es en esa fecha en
que comenzó el disfrute de tal derecho, no es menos cierto que tal como
se indicó anteriormente, el Consejo de Protección advirtió en su escrito el
carácter de urgencia que requería el caso elevado a su conocimiento,
resultando un descuido injustificado y una infracción de los deberes que le
establecen las leyes, al no proveer de inmediato. Se configuró por parte de
la jueza una conducta omisiva en cuanto al trámite requerido (…).
Por último en cuanto al señalamiento que efectuó la Inspectoría General
de Tribunales, de que durante el período de vacaciones de la Juez (…)se
designó como Juez temporal al abogado (…), quien se avocó al
conocimiento de la referida causa, se observa que no es sino hasta el
(…)cuando éste dicta el correspondiente auto de admisión, sin acordar
ninguna medida dirigida a garantizar los derechos a la supervivencia del
niño limitándose simplemente a librar boleta de notificación a la fiscal del
Ministerio Público fechada (…), pero recibida el (…) dos días después de
la fecha en que fallece el niño, así como otras actuaciones que a su criterio
resultaban necesarias, pero que en nada resolverían la situación de
urgencia que requería el caso (…) En razón de lo expuesto, esta Fiscalía
en Materia Disciplinaria Judicial a Nivel Nacional recurre de la decisión
dictada por la Inspectoría General de tribunales en fecha (…), notificada el
(…), al estimar que la Juez (…) retardó indebidamente la tramitación que
debía realizar en cuanto a la notificación efectuada por el Consejo de
Protección del Niño y del Adolescente del estado (…), e infringió los
deberes que el cargo impone y solicito que se imponga la sanción
correspondiente.
97
Solicito igualmente se inicie la respectiva averiguación al Juez temporal
(…) al incurrir en las mismas infracciones observadas en cuanto a la
actuación de la juez...”.

DESC INSPECTORIA GENERAL DE TRIBUNALES


DESC JUECES
DESC NIÑOS
DESC PODER JUDICIAL
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.83-84.

98
080
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0840-04 FECHA:20040721
TITL Se recurre decisión de la Inspectoría General de Tribunales.

FRAGMENTO

“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que
reposan en el expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de
Tribunales, así como la decisión de archivo dictada, esta representación
fiscal observa que el juez (…), acordó en fecha (…), la realización del juicio
oral y público al ciudadano (…) con un tribunal unipersonal, infringiendo la
norma contenida en el artículo 164 del Código Orgánico Procesal penal.
(…) Fundamenta el Juez (…), su decisión, en la aplicación del control
difuso previsto en el artículo 334 constitucional al alegar que esperar cinco
convocatorias ´es una formalidad no esencial´ en el proceso para
administrar justicia con lo cual infringe el juez principios y garantías
procesales, al acordar la realización del juicio con un juez unipersonal sin
cumplir expresamente con las cinco convocatorias requeridas para que
pueda el acusado elegir ser juzgado de ésta manera.
En el mismo sentido se pronunció la Sala Cinco de la Corte de
Apelaciones, al declarar con lugar el recurso ejercido por el fiscal y el
querellante, cuyo fundamento coincide con las razones por las cuales
solicitó el Ministerio Público el inicio del presente procedimiento
disciplinario al decidir en fecha (…) lo siguiente:
´…Es un requisito de procedibilidad para poder aceptar la propuesta de
juez unipersonal del acusado, el que se haya permitido todos los pasos
conducentes, en grado sumo, de manera plural, para la constitución del
tribunal mixto. Y dicho tribunal mixto es de necesario establecimiento –
procurándose 5 veces al menos, su estructuración- en lo que atañe a
delitos como los acusados.
…Es decir, dicho artículo 65 del Código Orgánico Procesal Penal define
sin embages, sin dudas, cual es el único juez natural y competente para
conocer acusaciones admitidas por el delito de lesiones personales
gravísimas; juez natural colegiado éste que sólo excepcionalmente podrá
sustituirse judicialmente por el singular juez profesional…´.
De lo trascrito se infiere que el Juez (…), incurrió en el ilícito disciplinario
previsto en el numeral 11 del artículo 40 de la Ley de Carrera Judicial cuya
norma establece que sin perjuicio de las responsabilidades penales y
civiles a que hubiere lugar, los jueces serán destituidos de sus cargos
cuando infrinjan las prohibiciones o deberes que le establecen las leyes
Debe necesariamente advertirse que la Sala (…) de la Corte de
Apelaciones expresamente señaló: ´en modo alguno, deben ser asumidas
como un cuestionamiento en función de error intencional o negligente del
juzgador, o como inducción a cuestionamiento disciplinario alguno, ya que
lo que se motiva en este fallo es un parecer jurisdiccional que asume la
Alzada, que en este caso, es distinto al parecer que en interpretación de la
Ley asumió en invocación de derecho, el juez de la recurrida, es decir, el
ejercicio del legítimo derecho que tiene el juez de interpretar las
normas…´.
99
Precisamente fundamenta la Inspectoría General de Tribunales el cierre
dictado en el criterio sustentado por la Sala al considerar que si bien el
juez (…), incurrió en violación de derechos y principios procesales y
constitucionales, lo cual conllevó a que ésta acordara la nulidad absoluta
de los actos dictados, la interpretación efectuada por el juzgados es de
naturaleza jurisdiccional.
Al discrepar ésta representación fiscal del cierre dictado y su
fundamentación, debe necesariamente advertir a esa Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial, que la Sala (…)
de la Corte de Apelaciones incurre en una extralimitación de funciones al
asumir funciones disciplinarias propias de la Inspectoría General de
Tribunales y esa Comisión cuando señala que tal parecer no debe
inducirse como cuestionamiento disciplinario. (...) Por lo antes expuesto se
concluye que el abogado (…), juez (…), incurrió en el ilícito disciplinario
previsto en el artículo 40 numeral 11 de la ley de Carrera Judicial. (…)
En consecuencia, esta Fiscalía en Materia Disciplinaria Judicial a Nivel
Nacional, recurre de la decisión dictada por la Inspectoría General de
Tribunales en fecha (…), notificada en fecha (…) y solicita que la Comisión
de Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial aplique la
sanción de destitución al abogado (…), quien se desempeña como Juez
(…) y se aperture la averiguación disciplinaria correspondiente a los
abogados (…), (…), Jueces integrantes de la Sala (…) de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado (…), por haber incurrido
en extralimitación de funciones de conformidad con el artículo 40 numeral
16 de la ley Orgánica del Consejo de la Judicatura…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:334
COPP art:65
COPP art:164
LCJ art:40-11

DESC DESPIDO
DESC COMISION DE FUNCIONAMIENTO Y REESTRUCTURACION DEL
SISTEMA JUDICIAL
DESC EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES
DESC INSPECTORIA GENERAL DE TRIBUNALES
DESC JUECES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROCESOS (DERECHO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.84-86.

100
081
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0808-04 FECHA:20040709
TITL Se recurre decisión de la Inspectoría General de Tribunales.

FRAGMENTO

“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que reposan
en el Expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de Tribunales, así
como la decisión de archivo acordada, esta representación fiscal observa que la
Inspectoría General de Tribunales en la decisión objeto del presente recurso,
indica que la causa judicial N° (…) nomenclatura de (…), por no ser una causa con
detenidos, no se encontraba dentro del ´orden de prioridades´ que fue establecido
por el juez denunciado a los fines de decidir las causas que cursaban en el
juzgado a su cargo. Tal argumento, en opinión de esta Fiscalía en Materia
Disciplinaria Judicial, no puede ser esgrimido como causa de justificación del
retardo de (…) observado en dicha causa. Resulta desacertado el pretender
justificar el retardo operado, en la presunta existencia de un orden de prioridades
establecido con ´estricta obligatoriedad´ por el juez, sin asidero legal alguno;
aceptar ello como válido, traería como consecuencia que, aquellos casos
considerados por el juez como de menor relevancia por carecer de imputados, por
ejemplo, no serían atendidos con la prontitud que ameritan y se vulneraría el
derecho que asiste a todos por igual, a una justicia expedita, por cuanto sólo se
atenderían de manera inmediata los casos denominados ´prioritarios´ por el
tribunal, causando un desequilibrio en la atención necesaria que se debe brindar a
todo aquel que acuda al órgano de justicia, buscando la resolución de los
conflictos que se le plantean, pues como bien lo indica el artículo 26 de nuestra
Carta Magna, todas las personas tienen derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia, para hacer valer sus derechos e intereses, y por
supuesto a obtener con la prontitud requerida, la decisión correspondiente. (…) En
consecuencia, esta Fiscalía en Materia Disciplinaria Judicial a Nivel Nacional,
recurre de la decisión dictada por la Inspectoría General de Tribunales en fecha
(…), notificada en fecha (…) y solicita que la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Sistema Judicial, aplique la sanción de suspensión al
abogado (…), quien se desempeña como (…) del Circuito Judicial Penal del
Estado. (…)”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26

DESC ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA


DESC CELERIDAD PROCESAL
DESC INSPECTORIA GENERAL DE TRIBUNALES
DESC JUECES
DESC JUSTICIA
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.86-87.

101
082
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-1087-04 FECHA:20040910
TITL Se recurre de acto dictado por la Inspectoría General de
Tribunales.

FRAGMENTO

“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que reposan
en el expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de tribunales, así
como la decisión de archivo dictada, esta representación fiscal observa:
La jueza (…), motiva en acta de entrevista realizada en fecha (…), por el Inspector
comisionado, que ´Para la fecha en que se acumulan las dos solicitudes en
fecha,(…) (la interpuesta por ante el Tribunal de Primera Instancia en Función de
Juicio y la interpuesta por ante la Corte de Apelaciones) ya había cumplido con la
presunta sanción disciplinaria, Por (sic) las dos causas. (omissis)´, dejando
entrever, que tenía conocimiento de la acumulación de la causa contentiva de la
acción de amparo en la causa contentiva del habeas corpus. Sin embargo,
asevera la Inspectoría General de Tribunales en el auto objeto del presente
recurso que la jueza denunciada ´(…) desconocía la existencia del amparo
constitucional y de su acumulación al habeas corpus, porque en el fallo nunca se
hizo mención a la interposición de habeas corpus (omissis)´.
Debe necesariamente advertirse que de la lectura efectuada al auto impugnado,
se observa que el mismo presenta el vicio de falso supuesto de hecho, toda vez
que deja entrever que la Jueza denunciada no tenía conocimiento de las
actuaciones cursantes en la causa judicial, contrario a lo que ella afirma en el acta
de entrevista realizada por el inspector comisionado, fundamentando de esta
forma el auto en cuestión, en hechos que ocurrieron de una manera distinta a la
apreciación efectuada por el órgano administrativo(Sentencia N° 00465 del 27-3-
2001 de la SPA/ TSJ). Se trata pues, de un hecho concreto que ha sido
establecido inexactamente a causa de un error de percepción del órgano
disciplinario, cuya inexistencia resulta de las actas (Sentencia N° 01752 del 27-7-
2000 de la SPA/TSJ.).
De las aseveraciones realizadas por la Inspectoría General de Tribunales, en
cuanto a que el Juez Presidente de la Corte de Apelaciones y Ponente en las
causas, vendría a ser el único responsable de la decisión proferida, omitiendo así,
la responsabilidad de la jueza denunciada en el presente caso, pone de lado
evidentemente, las características fundamentales que rigen la conformación de los
órganos colegiados, toda vez que el Código Orgánico Procesal Penal y la Ley
Orgánica del Poder Judicial, prevén que la Corte de Apelaciones estará por Salas,
cada una de las cuales tendrá por lo menos, tres jueces profesionales y quién
presida tales tribunales colegiados, designará el ponente de las causas que
lleguen y el mismo será el encargado de elaborar el proyecto de decisión y
redactar la decisión adoptada, pero el ponente no será el único encargado de
refrendarla.
Argumentos como los señalados, dejan claro que la decisión que tenga a bien
tomar el ponente, no será suya exclusivamente, por cuanto deberá ser sometida a
la consideración de los otros integrantes de la Corte de Apelaciones, toda vez que
éstos últimos deberán suscribir la sentencia proferida so pena de nulidad de la
misma, tal como lo señala el artículo 174 del Código Orgánico Procesal Penal,
salvo la excepción prevista en el artículo 23 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Para que tal acto fedatario se pueda llevar a cabo, es necesario que los firmantes
tengan conocimiento de las actas cursantes en el expediente judicial, pues con su
firma dan ejecutoriedad a la sentencia.
102
De la misma forma cabe señalar, que constituye un principio fundamental de la
actividad jurisdiccional, el hecho de que los jueces lleguen al conocimiento pleno
de las actuaciones realizadas en el expediente judicial a los fines de tomar la
decisión respectiva, pues lo contrario llevaría al justiciable a una incertidumbre
jurídica producida por la mala apreciación de los hechos, no juzgados
correctamente, por quién tiene el deber de aplicar sus conocimientos a los fines de
impartir justicia.
Por último indico, que aun cuando la abogada (…) no estaba facultada por la ley
para tener injerencia en el asunto tramitado por el ponente de la causa en
referencia y, en consecuencia, no puede tener responsabilidad en la tardía
tramitación de los recursos interpuestos ni en la acumulación de las actuaciones
correspondientes a procedimientos incompatibles, si tiene responsabilidad en la
decisión proferida, ya que la misma fue sometida a su conocimiento y refrendada
por ella, por lo cual concluye está representación fiscal, que la Jueza si estaba en
conocimiento de las actuaciones cursantes en el expediente para haber
corroborado con su actuación tal decisión sin presentar objeción ni negativa
alguna...
…Por lo expuesto se concluye, que la abogada (…), Juez Integrante de la Corte
de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado (…), incurrió en los ilícitos
disciplinarios previstos en el artículo 37 numerales 7 y 11 de la Ley Orgánica del
Consejo de la Judicatura (…).
En consecuencia, esta Fiscalía con competencia en Materia Disciplinaria Judicial a
Nivel Nacional, recurre del auto de archivo dictado por la Inspectoría General de
Tribunales en fecha (…), notificado en fecha (…) y solicita que la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial, aplique la sanción de
amonestación a la abogada (…), quien se desempeña como Juez Integrante de la
Corte de apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado (…)…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:174
LOPJ art:23
LOCJ art:37-7
LOCJ art:37-11
STSJSPA 27-07-2000
STSJSPA 27-03-2001

DESC AMPARO
DESC FALSEDAD
DESC HABEAS CORPUS
DESC INSPECTORIA GENERAL DE TRIBUNALES
DESC JUECES
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC SANCIONES LEGALES
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.87-88.

103
083
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-1383-04 FECHA:20041018
TITL Se recurre decisión de la Inspectoría General de Tribunales.

FRAGMENTO

“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que
reposan en el expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de
Tribunales, así como la decisión de archivo acordada, esta representación
fiscal pasa a realizar las siguientes consideraciones: Expediente N°(…)
contentivo de solicitud de autorización de pasaporte presentada por la
ciudadana (…), en representación de su hijo (…). El Ministerio Público
presentó solicitud para obtener la expedición del pasaporte, ante lo cual la
Defensora (…), intervino asistiendo al progenitor del niño ciudadano (…),
dando contestación a la solicitud efectuada, oponiéndose a la expedición
del mismo.
Tal actuación vulneró el derecho que asiste al niño de estar identificado,
conforme a lo establecido en los artículos 17 y 22 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del adolescente, que consagra el derecho de
obtener los documentos públicos que comprueban su identidad.
Señaló en sus descargos la Defensora, que en su criterio la expedición del
citado documento llevaba implícita la petición de la madre de residenciarse
fuera del país, con lo cual se vulneraría el derecho del niño de relacionarse
con su padre. Tal afirmación demuestra por parte de la defensora un
desconocimiento en cuanto a los procedimientos que deben cumplirse en
cuanto a la expedición y posterior autorización de viaje, toda vez que
ambas solicitudes deben canalizarse de manera independiente; la primera
no significa necesariamente el otorgamiento de la segunda, pues luego de
expedido el pasaporte, a lo cual se opuso la Defensora, debe el
representante que pretende viajar con el menor solicitar autorización para
ello, supuesto éste que en este caso nunca ocurrió. La defensora apreció
circunstancias fácticas que en ese momento no existían, impidiendo con su
actuación la expedición de un documento de identidad y vulnerando con
ello el derecho de identificación que lo asistía.
Expediente N° (…) Solicitud de restitución de Guarda y Custodia
interpuesta por el Ministerio Público a favor de la ciudadana (…) madre del
niño (…). La defensora (…), intervino asistiendo a la ciudadana (…) quien
en fecha 22-4-2003, le otorga poder apud acta.
Alego la Defensora Pública denunciada en acta de investigación levantada
por la Inspectora comisionada en fecha (…) que:
´…Es entendido que la Defensa Pública, no está habilitada por la ley,
como sí lo está el Ministerio Público, para actuar en juicio, en nombre
propio y en representación de otro. Los defensores Públicos, no podríamos
tomarnos esa atribución, sin ley previa que nos autorice…´.
Resulta desacertado el criterio argumentado por la Defensora para
justificar la representación que le fuera otorgada en juicio, toda vez que tal
como consta en el expediente disciplinario que nos ocupa, la citada
Defensora fue juramentada para actuar en el Área de Protección del Niño y
del Adolescente, tal como se evidencia del acta de juramentación
104
levantada a tal efecto en fecha (…), por la Comisión Judicial,
nombramiento este que le otorga competencia para actuar en todas
aquellas causas relacionadas con la materia de su competencia, sin
necesidad de utilizar poder alguno. De ser cierta la afirmación esgrimida
como defensa por la Defensora Pública nos preguntamos ¿con que
legitimidad actuó y continúa actuando en todas aquellas causas en las
cuales no le es otorgado poder?.
Expediente N° (…). Juicio de divorcio presentado por los ciudadanos (…) y
(…). La Defensora (…), asistió a la ciudadana (…) y solicitó la expedición
de copias certificadas en dicho expediente, actuación esta en la cual dicha
defensora carece de competencia toda vez que las partes intervinientes en
un Juicio de divorcio deben estar asistidas por representantes judiciales,
más no por Defensores Públicos en Materia de Protección de Niños y
Adolescentes. Justifica la Defensora su actuación indicando que con la
misma facilitaría los juicios subsiguientes que en su particular criterio iban
a ser instaurados en materia de obligación alimentaria.
No puede bajo ninguna circunstancia convalidarse dicha actuación bajo un
supuesto de hecho futuro e incierto y menos aún justificar dicha actuación
con el argumento de que con ello no se lesionaron derechos de las partes
y en consecuencia no se configura falta disciplinaria alguna.
Expediente N° (…) Ofrecimiento de pensión de alimentos presentado por
el ciudadano (…) a favor de sus hijos (…), asistido por la abogada (…). El
Tribunal de la causa posteriormente la designa como Defensora Pública
contra la oferida (…).
Estimamos que no apreció la Inspectoría General de Tribunales que la
Defensora con posterioridad a dicho nombramiento asistió en el mismo
juicio a la contraparte, ciudadana (…) a los fines de que la misma se diera
por citada.
Justifica la investigada su actuación alegando en el acta de investigación
levantada por la Inspectora comisionada en fecha (…), cursante al folio
(…) del presente expediente disciplinario: ´…el objeto de la actuación era
darse por citada y motivar la audiencia conciliatoria…´ alegando en el
mismo sentido que la ciudadana en referencia fue la que realizó la solicitud
de asistencia debido a que carece de los medios económicos suficientes
para pagar un abogado privado.
Sin embargo, vuelve a olvidar la Defensora Pública, que existe la figura del
defensor Ad-litem, figura procesal utilizada en aquellos casos en los cuales
una de las partes se encuentra desasistida judicialmente. Se produce con
su actuar una colusión de intereses, al servir en una misma causa a ambas
partes, situación que vulnera los deberes que el Código de Ética del
Abogado prevé en el artículo 30 que indica: ´El abogado que ha aceptado
prestar su patrocinio a una parte, no puede, en el mismo asunto,
encargarse de la Representación de la otra parte, ni prestarle sus servicios
en dicho asunto, aun cuando ya no represente a la contraria´.
Expediente N° 3992.- Demanda de obligación alimentaria incoada por el
Ministerio Público en representación de la ciudadana (…) en contra del
ciudadano (…) en beneficio de los niños (…). La defensora asiste al
referido demandado para darse por citado en la causa en referencia, en
lugar de representar y velar por los intereses de los niños, competencia
que le fue atribuida en la oportunidad de su nombramiento como
Defensora de Protección del Niño y del Adolescente, desfavoreciendo con
ello el interés superior del niño en el disfrute pleno de sus derechos y
garantías.

105
En virtud de los señalamientos expuestos estima esta representación fiscal
que la abogada (…), Defensora Pública (…), incurrió en el ilícito
disciplinario previsto en el numeral 11 del artículo 37 de la Ley Orgánica
del Consejo de la Judicatura, al estimar que esta incurrió en conducta
profesional inapropiada a la dignidad del cargo.
En razón de lo expuesto, esta Fiscalía con competencia en Materia
Disciplinaria Judicial, recurre de la decisión dictada por la Inspectoría
General de Tribunales en fecha (…), notificada en fecha (…) y solicita que
la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial,
aplique la sanción de suspensión, a la abogada (…)...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CEAB art:30
LOPNA art:17
LOPNA art:22
LOCJ art:37-11

DESC COMISION DE FUNCIONAMIENTO Y REESTRUCTURACION DEL


SISTEMA JUDICIAL
DESC DEFENSORIA PUBLICA
DESC DIVORCIO
DESC ETICA PROFESIONAL
DESC IDENTIFICACION
DESC INSPECTORIA GENERAL DE TRIBUNALES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC PASAPORTES
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.88-91.

106
084
TDOC Resolución
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Funcionarios del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 806 FECHA:20040109
TITL Se resuelve establecer un Sistema Computarizado del Libro
Diario, que permita a las fiscalías y a las oficinas de atención a
la víctima dejar constancia de sus actuaciones diarias en forma
eficaz y oportuna.

FRAGMENTO

“JULIAN ISAÍAS RODRÍGUEZ DÍAZ, Fiscal General de la República, en


uso de las atribuciones que me confieren los artículos 1 y 21, numerales 1
y 19, de la Ley Orgánica del Ministerio Público.
CONSIDERANDO
Que el artículo 69 de la Ley Orgánica del Ministerio Público establece que
es obligación de los funcionarios del Ministerio Público llevar y firmar un
libro donde dejen constancia de sus actuaciones diarias.
CONSIDERANDO
Que en vista del considerable incremento de las actividades que realizan
las fiscalías del Ministerio Público y las oficinas de atención a la víctima y
la circunstancia de que el sistema manual que hasta la fecha han utilizado
para llevar y firmar el libro donde dejan constancia de sus actuaciones
diarias, en la actualidad no les permite cumplir de manera ágil eficaz y
oportuna con lo dispuesto en el artículo 69 contenido en el instrumento
legal antes citado.
CONSIDERANDO
Que la utilización de la tecnología constituye un instrumento eficaz y
valioso que permite solventar el problema de la lenta ejecución que
presentan los registros manuales.
CONSIDERANDO
Que dentro del Plan Estratégico del Ministerio Público 2001-2007 se
estableció como objetivo modernizar y fortalecer a la Institución mediante
la proyección y coordinación de su entorno y el incremento de la capacidad
de gestión de sus recursos.
CONSIDERANDO
Que al implantarse un sistema computarizado del libro diario, las fiscalías y
las oficinas de atención a la víctima podrán dejar constancia de sus
actuaciones diarias de manera eficaz y oportuna, cumpliéndose de esta
forma el fin perseguido por el artículo 69 de la Ley Orgánica del Ministerio
Publico.
RESUELVE
Artículo 1. Establecer un sistema computarizado del libro diario que
permita a las fiscalías y a las oficinas de atención a la víctima dejar
constancia de sus actuaciones diarias en forma eficaz y oportuna,
cumpliéndose de esta forma el fin perseguido por el artículo 69 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público.
Artículo 2. El uso del sistema computarizado destinado a asentar las
actuaciones diarias, al cual se hace referencia en la presente resolución,
será de carácter obligatorio en todas aquellas oficinas de atención a la
víctima y las fiscalías del Ministerio Público, una vez que se encuentre
107
instalado y operativo, salvo cuando por razones técnicas, caso fortuito o
fuerza mayor resulte imposible su funcionamiento, debiendo en este
supuesto asentarse los registros en forma manuscrita.
Artículo 3. La Dirección de Inspección y Disciplina deberá supervisar el
cumplimiento y observancia de la presente Resolución, por parte de las
oficinas de atención a la víctima y fiscalías del Ministerio Público, a partir
de la implantación del sistema computarizado del libro diario, al cual se
hace referencia en la presente resolución”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:1
LOMP art:21-1
LOMP art:21-19
LOMP art:69

DESC AUTOMATIZACION
DESC LIBRO DIARIO
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.92-93.

108
085
TDOC /Sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por el ciudadano
Eduardo Manuit Carpio, Gobernador del Estado Guárico contra
las actuaciones de la Asamblea Nacional, por órgano de la
Subcomisión de Control del Gasto Público e Inversión del
Ejecutivo Regional de la Comisión Permanente de Contraloría,
relativas al procedimiento de declaratoria de responsabilidad
política que estaría tramitando dicho órgano contra el citado
accionante, de conformidad con los artículos 26 y 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en
concordancia con lo dispuesto en los artículos 1, 2 y 5 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales.

FRAGMENTO

“…La división vertical y su esfera de competencias entre entidades


territoriales, devienen en primer lugar, del artículo 4º de la novísima
Constitución que señala: ‘ La República Bolivariana de Venezuela es un
Estado Federal descentralizado, en los términos consagrados por esta
Constitución….’ En segundo lugar, del artículo 136 ejusdem, ‘ El Poder
Público se distribuye entre el Poder Municipal, el Poder Estadal y el Poder
Nacional. EL Poder Público Nacional se divide en Legislativo, Ejecutivo,
Judicial, Ciudadano y Electoral’ .
Los precitados artículos establecen la división de poderes desde el punto
de vista jurídico-político-territorial, esta división se ciñe más a lo que se
concibe como un Estado Federado de la que se establecía en la
Constitución anterior, pues el sistema de gobierno era más concentrado a
nivel nacional, diluyéndose la autonomía estadal y municipal.
Ahora se precisa que dichos poderes gozan de autonomía y gozan de
autoridad jurídica plena (artículos 160 y 168); y como entes
descentralizados, puede decirse que existe una mejor aproximación a lo
que debe entenderse como un Estado Federal.
Dentro de esta facultad de acción la Asamblea Nacional utiliza las
interpelaciones, las investigaciones las preguntas y otras que se
establezcan mediante instrumentos legales (artículo 222 de la
Constitución). Asimismo, no hay límites en la investigación en cuanto a las
materias de su competencia objeto de análisis, estando obligado todo
funcionario público a comparecer ante sus Comisiones y suministrar las
informaciones o documentos que requieran (artículo 223).
Especial referencia, debe hacerse del artículo 224 de la Constitución, en
cuanto a que ‘ la facultad de investigación no afecta las atribuciones de los
demás poderes públicos’ , en este sentido, debe entenderse se trata del
Poder Judicial y del Poder Ciudadano como la Contraloría y la Fiscalía
General de la República y finaliza dicho artículo en lo siguiente: ‘ Los
109
jueces o jueza estarán obligados u obligadas a evacuar las pruebas para
las cuales reciban comisión de los Cuerpos Legislativos’ .
Sin extendernos a los criterios de división de Poderes que prescribe el
texto constitucional, consideramos suficientes para tener una idea clara, de
hasta donde llegan los límites de las funciones de control de la Asamblea
Nacional, que existe un deslinde geográfico evidente en el ejercicio de esta
competencia, del cual no escapa dicho órgano, que aun cuando allí se
encuentran representados los Estados que conforman el Territorio de la
Nación, tiene sus propios órganos de control, como en el caso, el Consejo
Legislativo y la Contraloría Estadal.
Retomando el asunto bajo examen, se observa que el numeral 3 del
artículo 187 de la Constitución, es claro y determinante al señalar que el
límite de acción de la Asamblea Nacional se circunscribe al ‘ Gobierno y la
Administración Pública Nacional’ entendiéndose por ésta la ejercida por el
Ejecutivo Nacional en toda su dimensión, de acuerdo a la distribución del
Poder Público establecida por la propia Constitución en su artículo 136.
La Doctrina patria, al analizar la facultad de este Cuerpo Legislativo en ese
sentido, aun cuando su estudio se hizo bajo la vigencia de la Constitución
derogada, en lo fundamental conserva todavía su validez, pues, en la
actual Constitución se le dio el mismo tratamiento, que prescribía el
artículo 139, a saber: ‘ Corresponde al Congreso Legislar sobre las
materias de la competencia nacional y sobre el funcionamiento de las
distintas ramas del Poder Nacional (…). El Congreso ejerce también el
control de la Administración Pública Nacional en los términos establecidos
por esta Constitución…’.
En el caso en estudio, aun cuando los informes cuestionados no son actos
definitivos, pues deben cumplir otras etapas, hasta culminar con su
aprobación o rechazo, tanto ellos como la investigación y suministrar las
informaciones o documentos que requieran (artículo 223).
En el caso autos, los informes realizados por el Diputado José Ernesto
Rodríguez, integrante de la Comisión Permanente de Contraloría de la
Asamblea Nacional, no podían producir sus efectos, por ser un funcionario
incompetente para investigar al ciudadano Gobernador del Estado Guárico
Eduardo Manuitt, toda vez que tales funciones de investigación están
otorgadas a otro ente. Como consecuencia, de lo anterior carece de
validez la declaratoria de responsabilidad política contenida en dichos
informes, al haberse violado el artículo 49 ordinal 4º de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela.
Por las razones expuestas, el presente amparo interpuesto debe ser
declarado con lugar y así lo solicito de ese Alto Tribunal de la República”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:4
CRBV art:26
CRBV art:49-4
CRBV art:51
CRBV art:136
CRBV art:160
CRBV art:168
CRBV art:187-3
CRBV art:222
CRBV art:223
CRBV art:224

110
LOADGC art:1
LOADGC art:2
LOADGC art:5

DESC AMPARO
DESC CONTRALORIA
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC GOBERNADORES
DESC INTERPELACIÓN
DESC INVESTIGACIÓN
DESC RESPONSABILIDAD POLITICA
DESC SEPARACION DE PODERES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.19-21.

111
086
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por los
ciudadanos Nerio Medina, Javier Pirela y Abel Pelaez Bustos,
invocando los intereses difusos de la colectividad pesquera del
Lago de Maracaibo, en contra de la empresa de Servicios
Halliburton de Venezuela, S.A., en virtud de la declinatoria de
competencia efectuada por el Juzgado Tercero de Primera
Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial
del Estado Zulia.

FRAGMENTO

“…En virtud de la decisión del 12 de mayo de 2003 de la Sala


Constitucional, que revoca la medida cautelar acordada por el Juzgado de
Primera Instancia y la cual ya había sido ejecutada, desconoce esta
representación fiscal cuál es el destino de los equipos que contienen
nitrógeno líquido y que fueron retirados de la embarcación MAC II
(Barcaza), propiedad que se atribuye a la empresa Servicios Halliburton,
S.A, tomando en cuenta el tiempo transcurrido desde que se efectuó la
desinstalación de los mismos.
Si la consecuencia lógica, al revocarse una medida cautelar, es
reestablecer las cosas al estado en que estaban, es por ello que cabría
preguntarse, en poder de quién se encuentran dichos equipos y si en base
a lo decidido por esa Sala Constitucional en aquella oportunidad, se
hicieron gestiones para lograrlo o si por el contrario no tuvo ningún efecto.
En cuanto a los derechos conculcados por la empresa Servicios
Halliburton de Venezuela S.A., los recurrentes fundamentan su acción en
el posible perjuicio que pueda causarse al Lago de Maracaibo, de ocurrir lo
mismo que en época pasada sucedió con la embarcación Nissos Amorgos,
señalando como agraviante a la citada empresa, cuando puede
evidenciarse que la embarcación MAC II –que contenía los tanques de
nitrógeno líquido-, posible agresora de daños al ecosistema, pertenece a
una empresa distinta a la que se ataca a través de este amparo, con lo
cual estaríamos frente a una causal de inadmisibilidad prevista en el
numeral 2 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, ya que no podría ser posible y realizable por el
imputado el agravio denunciado, al no ser el dueño de la embarcación que
contiene las bombas de nitrógeno, en el entendido que es la barcaza la
posible amenaza de una tragedia que a juicio de los recurrentes pudiera
presentarse.
No obstante lo expuesto, los accionantes lograron el fin propuesto en el
amparo, es decir, el retiro de los equipos de la embarcación MAC II,
cuando el 14 de agosto de 2000, se acordó la medida cautelar por el
Juzgado Tercero de Primera Instancia, sin probanza alguna de que esos
equipos eran propiedad de la empresa Halliburton de Venezuela S.A., lo
112
cual pudieron determinar en su escrito a pesar que estos se encontraban
en una embarcación de otra empresa, siendo lo lógico que fueran contra
ambas, una por poseer los equipos y otra, por ser la dueña de los equipos.
Dado que era de suponer, desconocían el tipo de relación existentes entre
las mismas, ya que ellos actuaron en protección del ecosistema y de la
salud de los habitantes de la zona, establecidos en los artículos 127, 83 y
112 de la Constitución e invocando los intereses difusos reconocidos en el
artículo 26 del citado Texto Fundamental.
Por otra parte, se observa, que el amparo interpuesto tiene como finalidad
proteger hechos futuros o sea, sobre hechos inciertos, eventuales, que
pudieran ocurrir, pero no hay una verdadera certeza de que se consuma el
agravio, ‘ ...se aprecia que las razones en las cuales se fundamentan los
actores son de naturaleza eventual e hipotética, lo cual contradice la
exigencia de que la violación o amenaza de las garantías o derechos
constitucionales sea objetiva y real, como una condición esencial para el
ejercicio de la acción de amparo’ (sentencia citada).
Tales razonamientos harían improcedente la admisibilidad de la acción
propuesta de acuerdo con el numeral 2 del artículo 6 de la Ley de Amparo,
con respecto a los solicitantes del amparo, pues como bien lo señala la
Sala Constitucional en el auto de admisión, el escrito presentado por los
accionantes es ‘ precario y confuso’ , al no estar suficientemente
demostrado el carácter con que actúan, la determinación del sujeto
presuntamente agraviante, y la comprobación de la lesión actual.
Ahora bien, haciendo abstracción de las formalidades legales antes
señaladas, que harían inadmisible la pretendida acción de amparo,
considera el Ministerio Público, que en virtud del derecho denunciado ante
el temor que puedan ocurrir daños ambientales al Lago de Maracaibo y a
las especies que en ella se encuentran; así, como daños colaterales a los
habitantes que lo circundan y siendo evidente que se trata de un substrato
necesario en la vida del colectivo, cuya protección y conservación
corresponde tutelar con mayor participación al Estado, para obtener una
calidad de vida plena en un espacio ambiental humanizado, forzoso es
establecer si este líquido de nitrógeno contenido en los equipos objeto del
debate, pueden causar daños al ecosistema como lo señalan los
accionantes.
La preponderancia que le dio el constituyentista a la política ambiental,
como parte de la relación hombre-naturaleza, la encontramos en el artículo
127 y siguientes de la Constitución, especial referencia merece este
artículo que a la letra dispone: Como consecuencia de ese derecho a la
protección del ambiente, su afectación es quizás más sensible que otros
derechos, ya que puede llegar hasta la propia población humana,
perjudicando su salud y bienestar cuando se trata de contaminación por el
alto grado de toxicidad que pueda contener un componente químico.
Como puede apreciarse, el nitrógeno es un elemento que tiene múltiples
usos desde una acción benigna hasta nociva, cuando sufre alteraciones en
su composición, por lo que su acción en los seres humanos y en el
ecosistema, no es fácil determinar a través de un simple informe como lo
pretenden demostrar los accionantes del amparo, ya que se requiere de
conocimientos científicos-técnicos de personas dedicadas a su
investigación. En ese campo, por más que funcione la hermenéutica
jurídica, resultaría difícil un pronunciamiento si no se cuenta con pruebas
suficientes que demuestren que la propagación hipotéticamente del
nitrógeno líquido en el Lago de Maracaibo, pueda ser altamente

113
contaminante para el medio ambiente. En razón de ello, al no contar con
un estudio sobre el caso, efectuado por personas calificadas sobre la
materia en el presente caso, se hace imposible corroborar lo expuesto por
los recurrentes del amparo.
En virtud de los razonamientos antes expuestos considera esta
representación del Ministerio Público, que la acción de amparo
constitucional interpuesta por los ciudadanos Nerio Medina, Javier Pirela y
Abel Pelaéz Bustos, contra la empresa Servicios Halliburton de Venezuela,
S.A., deviene en inadmisible”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:83
CRBV art:112
CRBV art:127
LOADGC art:6-2

DESC AMBIENTE
DESC AMPARO
DESC CONTAMINACIÓN DEL AGUA
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC LAGO DE MARACAIBO
DESC MEDIDAS CAUTELARES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.21-24.

114
087
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por el ciudadano
José Rafael García, en su carácter de Presidente de la
Asociación de Jubilados y Pensionados de la Asamblea
Nacional (extinto Congreso de la República de Venezuela) y el
ciudadano Nuno Concepción Alves Díaz, en su carácter de
Secretario General del Sindicato de Trabajadores, Empleados y
Obreros del Congreso de la Republica, Nuevas Estructuras
Sindicales -SITRANES-, asistidos debidamente de abogados,
contra la presunta negativa o abstención de la Asamblea
Nacional a negociar la Convención Colectiva de Trabajo de los
Empleados activos y jubilados del órgano Legislativo Nacional,
de conformidad con el artículo 27 de la Constitución y artículos
1º, 2º y 8º de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales.

FRAGMENTO

“…Los solicitantes denuncian la violación concreta del artículo 96, norma


constitucional que garantiza el derecho de los trabajadores a la
negociación colectiva, alegando que se ha producido la abstención u
omisión por parte de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional de instalar
la mesa de negociación para sustituir el Convenio Colectivo vencido en el
año 1998.
La Contratación Colectiva en Venezuela, ha demostrado que es un
instrumento progresivo en el desarrollo de la justicia social, que provee al
trabajador de una herramienta de lucha para lograr una posición más
honorable en el reparto de los recursos, bien sea frente al Estado
omnipotente o frente al poder económico generador de riquezas del sector
privado. Hasta no hace mucho, el derecho a la sindicalización y de
negociación colectiva, encontraba un sin número de obstáculos para su
implementación, sin embargo, adquiere su consolidación en el año 1949,
cuando se adoptó en la Organización Internacional del Trabajo, el
denominado ‘ Convenio 98’ , mediante el cual los Estados signatarios
debían adoptar medidas necesarias y adecuadas, para estimular y
fomentar entre los empleadores y las organizaciones de trabajadores,
procedimientos de negociación voluntaria con el objeto de lograr mejores
condiciones de empleo, en las que se reconociese el valor del trabajo del
hombre de manera más digna y equitativa, propuesta a la que se sumó
Venezuela en agosto de 1968.
… existía una Convención Colectiva que tenia una fecha de vencimiento
(1998), y que amparaba a los trabajadores allí descritos, cuya renovación
se postergó, por una parte, debido al cambio estructural no sólo del
organismo sino del Estado, lo que conllevó a que se rediseñaran los
organismos públicos desde sus bases; y por otra, a la ausencia de
115
voluntad de las partes, toda vez, que es a partir del año 2001, de acuerdo
a lo expresado por los accionantes que comienzan a realizarse gestiones
para discutir el nuevo contrato colectivo. Ahora bien, una vez
reacomodadas las instituciones, estas deben asumir el rol que les
corresponde, sin soslayar ninguna de sus atribuciones y una de ellas es, la
responsabilidad que tienen como patrono.
Consciente la Asamblea de la obligación de darle nacimiento al nuevo
contrato colectivo, en fechas 7 y 15 de agosto de 2001, convienen con los
trabajadores, en el pago de un Bono Único no salarial, para paliar de
alguna manera la merma del salario, con lo cual se estaba reconociendo el
incumplimiento de ese deber legal y consensual.
Las normas contenidas en el precitado Capítulo IV, entre otras, establece
la obligación que tiene el patrono de negociar y celebrar una convención
colectiva de trabajo (Art. 514); la obligación de presentar un proyecto de
convención colectiva por parte del Sindicato que desee celebrarla,
conjuntamente con el Acta de Asamblea que acuerde dicha presentación
por ante la Inspectoría del Trabajo (Art. 516); y el Inspector del Trabajo
receptor, tiene también la carga de fijar la oportunidad para que se inicien
las negociaciones (Art. 517).
Ahora bien, la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales establece como condición para la procedencia de la
acción de amparo, que no exista un medio procesal idóneo, lo cual, no se
cumple en el presente caso al contar los accionantes con el procedimiento
contencioso administrativo por abstención o carencia al cual se puede
sumar una medida cautelar a fin de evitar eventuales daños inminentes a
garantías constitucionales, contra los actos que dicten las Inspectorías del
Trabajo. (S.C. Sentencia del 20-11- 2002. Caso: Inspectorías del Trabajo).
Con base en las anteriores consideraciones, esta representación del
Ministerio Público, observa que no es posible por esta vía, determinar la
violación flagrante, grosera, directa e inmediata, del derecho fundamental
consagrado en el artículo 96 de la Carta Magna, que resulta una condición
necesaria para la procedencia del amparo; y en cambio, si puede utilizarse
una vía distinta, como lo es el procedimiento contencioso administrativo
por abstención o carencia para calificar la actuación de la Administración
en el presente caso, y por tanto, se ha verificado el supuesto de
inadmisibilidad establecido en el numeral 5 del artículo 6 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
En fuerza de las razones que anteceden el Ministerio Público considera,
que la presente acción de amparo constitucional interpuesta por los
representantes de la Asociación de Jubilados y Pensionados De La
Asamblea Nacional y El Sindicato de Trabajadores, Empleados y Obreros
del Congreso de la República, Nuevas Estructuras Sindicales -Sintranes-
contra la abstención o negativa de la Asamblea Nacional Legislativa, a
iniciar el proceso de negociación, discusión y celebración de una
Convención Colectiva de Trabajo es inadmisible, en virtud de lo dispuesto
en el artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:27
CRBV art:96
LOADGC art:1
LOADGC art:2

116
LOADGC art:6
LOADGC art:6-5
LOADGC art:8
STSJSCO 20-11-2002

DESC AMPARO
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC CONGRESO DE LA REPUBLICA
DESC JUBILACIONES
DESC PENSIONES
DESC CONVENCIÓN COLECTIVA DE TRABAJO
DESC SINDICATOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.24-26.

117
088
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Política Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad interpuesto por el ciudadano Efrén José
González Gamarra, contra el acto administrativo contenido en el
Oficio Nº 3981 de fecha 8-7-1999, suscrito por el Director de
Personal de la Dirección General Sectorial de los Servicios de
Inteligencia y Prevención-DISIP-, mediante el cual se le notifica
al accionante su destitución del cargo que desempeñaba en
dicha institución.

FRAGMENTO

“..La decisión en referencia fue adoptada con fundamento en lo dispuesto


en los artículos 54 ordinales 1°, 3°, 4°, y 7°; 55 ordinales 1°, 2° y 5°; y 62
ordinales 2°, 5°, 6° y 8° del precitado Reglamento Interno, el cual se
encontraba vigente para la fecha en que ocurrieron los hechos.
Tomando en consideración que el expediente formado por el Director de
Personal del precitado organismo, constituye en vía judicial, la prueba que
presenta la Administración para demostrar la legitimidad de sus actos, la
veracidad de los hechos y el fundamento de sus actuaciones, lo cual
determina si el acto impugnado cumple con los principios tanto
constitucionales, como legalmente establecidos, pasa al análisis del
mismo:
Luego de un exhaustivo análisis de las actas procesales cursantes en el
expediente administrativo remitido por el ciudadano Ministro de Interior y
Justicia, ha constatado que no existe prueba alguna que demuestre que el
recurrente haya infringido alguna de las faltas previstas en los artículos 54
ordinales 1°, 3°, 4°, y 7°, artículo 55 ordinales 2°, 3° y 5°; artículo 62
ordinales 2°, 5°, 6° y 8° todos del Reglamento Interno para la
Administración de Personal de la Dirección de los Servicios de Inteligencia
y Prevención, fundamento de la sanción de la cual fue objeto el recurrente.
No obstante ello, se evidencia del expediente administrativo que la
apertura de la averiguación contra el recurrente, se realizó en fecha 8 de
julio de 1999; que en esa misma fecha se tomó declaración al recurrente;
así como también, en la misma fecha se dictó el acto de destitución,
remitiendo las actuaciones al Director General. (folios, 1, 2, 4, y 21 del
expediente administrativo).
Resulta entonces cierto, que la Administración vulneró su propio régimen
interno, pues si el indiciado tenía derecho a acceder a los recaudos con
diez (10) días de antelación para ejercer su defensa, tal previsión
reglamentaria no se cumplió, por cuanto la totalidad del ‘ procedimiento’
anunciado en el acta de inicio, se desarrolló en un solo día.
Todas las razones expuestas, conducen a esta representación del
Ministerio Público, a concluir que el acto impugnado contenido en el oficio
N° 3981 de fecha 8 de julio de 1999, dictado por la Dirección de Personal
de la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y
118
Prevención -DISIP- adolece de violaciones de orden constitucional y legal,
que lo vician de nulidad absoluta”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


RIPAPDISIP art:54-1
RIPAPDISIP art:54-3
RIPAPDISIP art:54-4
RIPAPDISIP art:54-7
RIPAPDISIP art:55-1
RIPAPDISIP art:55-2
RIPAPDISIP art:55-5
RIPAPDISIP art:62-2
RIPAPDISIP art:62-5
RIPAPDISIP art:62-6
RIPAPDISIP art:62-8

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DESPIDO
DESC DIRECCION DE LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA Y PREVENCION
DESC NULIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.26-27.

119
089
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso contencioso electoral interpuesto por el abogado
Jesús Cristóbal Rangel Rachadell, mediante el cual solicita a
esa Sala Electoral, la nulidad de la resolución dictada por el
Consejo Nacional Electoral, contentiva tanto de la Convocatoria
como del Cronograma Electoral de Actividades para la
celebración de Elecciones de Gobernadores, Diputados a los
Consejos Legislativos Regionales, Alcaldes Metropolitanos,
Concejales a los Cabildos Metropolitanos y Alcaldes,
contenidos en la Resolución Nº 040119-04 del 19-1-2004, la cual
fuera publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana
de Venezuela Nº 37.871 de fecha 3 de febrero de 2004 y
publicada además, en la Gaceta Electoral de la República
Bolivariana de Venezuela Nº 187 del 6-2-2004; así como
también, de la Resolución Nº 040202-010, publicada en la
Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela Nº
187 contentiva del ´Reglamento de Postulaciones de
Candidatos para las Elecciones de Agosto de 2004´ .

FRAGMENTO

“En primer lugar debe el Ministerio Público señalar, que aún con los cambios ocurridos en
el ordenamiento jurídico venezolano a raíz de la promulgación de la nueva Constitución, los
principios rectores del Estado de Derecho se mantienen y se fortalecen todavía más en
ella, es así que sigue siendo pilar fundamental de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, el ‘ Principio de la Separación de los Poderes Públicos’ , cuya
consecuencia es el sometimiento al ‘ Principio de Legalidad’ y, por ende, a sus derivaciones
como las relativas a ‘ la Reserva Legal’ .
…Esta representación del Ministerio Público, para atender la pretensión del recurrente,
considera necesario unir en este punto lo que significa la denuncia de violación de una
norma constitucional tan importante como es la contenida en el artículo 67 de la Carta
Magna, que consagra el derecho de asociarse con fines políticos y concurrir a los procesos
electorales postulando candidatos en un proceso electoral, dado que se concluye en uno de
los puntos de partida del complejo proceso electoral, el cual puede ser visto como una
restricción al ejercicio del sufragio pasivo, lo cual garantiza la efectividad jurídica del acto de
naturaleza electoral cuya estructura debe estar necesariamente apoyada en un marco legal
y constitucional preestablecido.
…Efectivamente, tal como señala el recurrente, el requisito del respaldo de los electores
que deberá acompañar a los elegibles, no ha sido establecido en ninguna ley dictada
posteriormente a la entrada en vigencia de la Carta Magna, distinta a lo que en esa materia,
establece el Estatuto Electoral del Poder Público, lo cual constituye razón suficiente para
aclarar lo relativo a la vigencia del precitado Estatuto, en virtud del principio de reserva legal
que nos rige, en tanto y en cuanto tratemos con un elemento que podría ser evaluado como
una restricción a un derecho político que forma parte del sistema electoral vigente en
Venezuela, lo que sería si entendemos la inquietud del recurrente una restricción en el
lapso de postulaciones y el respaldo impuesto del uno por ciento (1%)..…Resulta
fundamental determinar, si el Estatuto Electoral del Poder Público se encuentra vigente, por
cuanto éste sirvió de base legal a la Resolución cuestionada, y para ello es necesario
recurrir a la doctrina establecida por la Sala Constitucional del Supremo Tribunal de la
República.
120
…Aplicando la doctrina de la Sala Constitucional al caso de autos, nos conduce sin duda a
la vigencia del Estatuto Electoral del Poder Público, en cuanto suple la normativa que
tendría que dictar la Asamblea Nacional, sin dejar de considerar su carácter temporal, hasta
cumplirse tal condición, cual es, la contenida en el artículo 3 del Régimen de Transición del
Poder Público ‘ …implantación efectiva de la organización y funcionamiento de las
instituciones previstas por la Constitución aprobada, de conformidad con la legislación que
a los efectos apruebe la Asamblea Nacional…’ .
Aclarado el tema de la vigencia del Estatuto Electoral del Poder Público, en cuanto se
refiere a la utilidad de las normas aplicables para el presente proceso comicial, siendo que
el mismo conjuntamente con las sentencias inmediatamente citadas, sirven de base legal
para la Resolución impugnada, queda claro para esta representación fiscal, que el Consejo
Nacional Electoral estaba habilitado para dictar el ‘ Reglamento de Postulaciones de
Candidatos para las Elecciones Agosto 2004’ en los términos que lo hizo, y ello en sí
mismo desestima la denuncia formulada por el recurrente.
Por las razones antes expuestas, considera el Ministerio Público, que el recurso
contencioso electoral interpuesto por el ciudadano Jesús Cristóbal Rangel Rachadell,
contra las Resoluciones números, 040119-04, del 19-1-2004, contentiva tanto de la
Convocatoria como del Cronograma Electoral de Actividades para la celebración de
Elecciones de Gobernadores, Diputados a los Consejos Legislativos Regionales, Alcaldes
Metropolitanos, Concejales a los Cabildos Metropolitanos y Alcaldes; así como también, de
la 040202-010, identificada como ‘ Reglamento de Postulaciones de Candidatos para las
Elecciones de Agosto de 2004’ , dictada por el Consejo Nacional Electoral, no adolecen de
vicios legales ni constitucionales, que pudieran traer como consecuencia su nulidad, y por
tanto deben tenérseles como ajustadas a las normas legales y constitucionales antes
señaladas”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


RTPP art:3
RCNE 040119-04
19-01-2004
RCNE 040202-010

DESC ALCALDES
DESC CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
DESC CONTITUCIONALIDAD
DESC ELECCIONES
DESC GOBERNADORES
DESC LEGALIDAD
DESC NULIDAD
DESC PODER ELECTORAL
DESC PRINCIPIO DE RESERVA
DESC RECURSO CONTENCIOSO ELECTORAL
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.27-29.

121
090
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur planteada por la ciudadana Filomena
García Otero, contra sentencia dictada por el Juzgado de
Primera Instancia Número Tres de A Coruña España, que
declaró disuelto el vínculo matrimonial entre la solicitante y el
ciudadano José Manuel Bouzada.

FRAGMENTO

“…En atención al texto de la sentencia parcialmente trascrito, es


concluyente el carácter contencioso del referido procedimiento. En este
sentido, el análisis de toda solicitud de exequátur debe hacerse a la luz del
Derecho Procesal Civil Internacional, lo cual impone al órgano
jurisdiccional competente, observar necesariamente la jerarquía de las
fuentes en materia de Derecho Internacional Privado.
En el caso de autos, ante la ausencia de tratado entre Venezuela y los
Estados Unidos que regule de manera específica la eficacia de las
sentencias extranjeras, deben entonces aplicarse las disposiciones
contempladas en el Capítulo X de la Ley de Derecho Internacional Privado
‘ De la Eficacia de las Sentencias Extranjeras’ y, particularmente, el
artículo 53 de ese texto legal, que derogó parcialmente el contenido de los
artículos 850 y 85l del Código de Procedimiento Civil, ambos relativos al
procedimiento de exequátur.
Por las consideraciones antes expuestas, estima el Ministerio Público que
en la sentencia que nos ocupa, se ha dado fiel cumplimiento a cada uno de
los requisitos exigidos por nuestro ordenamiento jurídico, no siendo por lo
demás, la sentencia evaluada disconforme con los preceptos del orden
público venezolano, razón por la cual procede la solicitud el exequátur
solicitado por la ciudadana Filomena García Otero”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LDIP art:53
CPC art:850
CPC art:851

DESC DIVORCIO
DESC ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA
DESC EXEQUATUR
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.29-30.

122
091
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por los apoderados
judiciales Corporacion Maraplay, C.A., contra la Comisión
Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles,
por incumpliendo de la sentencia de fecha 13-3-2001, emanado
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
concordancia con el auto del 18-5-2001 y de la sentencia del 28-
4-2003.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de amparo ejercida por los apoderados


judiciales de la empresa Corporación Maraplay, C.A, lo constituye a su
juicio i) el incumplimiento por parte de la Comisión Nacional de Casinos,
Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, (en lo adelante se identificará
con la palabra Comisión) de la sentencia de fecha 13 de marzo de 2001
emanada de la Sala Constitucional 1ª ante el Tribunal Supremo de
Justicia, en concordancia con el auto del 18 de mayo de 2001 y de la
sentencia del 28 de abril de 2003.
Además impugnan ii) la actuación de fecha 18 de septiembre de 2003 por
parte de la Guardia Nacional -siguiendo sus propios dichos-‘ alegando
órdenes superiores, y un supuesto mandato de esa Sala del Tribunal
Supremo de Justicia, precinta las máquinas y equipos y de hecho clausura
el local’ .
En tal sentido denuncian la violación a los principios relacionados con la
ejecución de las sentencias íntimamente relacionados con la seguridad
jurídica, libertad económica, al trabajo, a la prohibición de existencia de
monopolios, al debido proceso, y el derecho a la propiedad, previstos en
los artículos 26, 112, 87, 89, 113 y 49 de la Carta Magna.
Así las cosas, observa el Ministerio Público que la empresa accionante,
trae a los autos tres situaciones distintas que colocaría a la acción de
amparo ante varios supuestos que deberían verificarse previamente para
su procedencia, esto es, amerita el análisis de una posible ejecución de
sentencia que podría arropar hasta un desacato por parte del ente
administrativo involucrado; por la otra una presunta vía de hecho, y
finalmente una omisión en sentido estricto.
Como quiera que, han planteado el incumplimiento de los fallos de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la vía idónea sería
solicitar la ejecución de las mismas y no iniciar nuevamente una acción de
amparo ya que como lo ha sostenido reiteradamente esta Sala, que la
ejecución de sentencias judiciales constituye un verdadero obstáculo al
derecho a la tutela judicial efectiva, cuando la parte que resulta vencedora
en juicio no es repuesta en su derecho.
Igualmente se infringe este derecho, cuando se niega la ejecución de una
decisión de cualquier Tribunal de la República, o si se pretende ejecutar
123
una decisión sin atender a los preceptos que establece el ordenamiento
jurídico. La necesidad de la ejecución de las sentencias está regida por el
principio de la seguridad jurídica, dentro del cual se debe respetar la
santidad de la cosa juzgada.
Observa el Ministerio Público que la situación concreta de la empresa
accionante, así como la de los terceros, no se subsume en lo acordado por
la Sala Constitucional, visto que en estos fallos se refieren -
específicamente la Sentencia Nº 937 del 28-4-2003- a ‘ permitir a partir de
la publicación de la presente decisión, el ejercicio de las actividades de las
empresas accionantes que para el momento de dictarse el fallo del 13 de
marzo de 2001 le habían sido otorgadas las correspondientes licencias de
instalación y funcionamiento por parte de la Comisión Nacional de
Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles’ .
En el caso concreto para la fecha en que se ejerce esta acción de amparo
las empresas no tienen licencia de funcionamiento, antes bien, han
realizado las respectivas solicitudes con posterioridad a los fallos cuyo
incumpliendo demandan, lo cual se evidencia de los oficios de fechas 14
de noviembre de 2002, correspondiente a la empresa Corporación
Maraplay, C.A, quien solicitó la licencia de funcionamiento el 16 de
septiembre de 2002; 16 de junio de 2003; 3 de diciembre de 2003;
suscritos por la Comisión dirigidos a las empresas informando que la
licencia queda sujeta al cumplimiento del artículo 25 de la Ley que rige esa
materia.
Ello permite a juicio del Ministerio Público concluir que conceder la acción
de amparo sería desnaturalizar el carácter restablecedor de la acción de
amparo, y se crearía una situación o status que no detentan las mismas,
esto es, concederle a través de esta acción de amparo que la Comisión les
conceda las licencias de funcionamiento, lo que amerita un análisis de la
legalidad, lo que es ajeno al Tribunal actuando en sede constitucional,
atendiendo el criterio reiterado de esta Sala Constitucional (Sentencia del
1-10-2002 Nº 2279) según el cual ‘ …la acción de amparo está sujeta a la
inexistencia de otras vías procesales que permitan el restablecimiento de
una situación jurídica que se denuncia como infringida, pero además de
esto dicha acción no puede funcionar cuando lo que se pretende no es
realmente el restablecimiento de una situación particular sino la creación,
modificación o extinción de la misma, pues ello podría dar lugar a la
utilización de esta acción como medio de coerción para que los órganos
del Estado actúen de una determinada manera’ .
Por otra parte, en lo referente a la denuncia del derecho de propiedad
producida con ocasión al decomiso de bienes de su representada, se
observa de los autos ‘Constancia de Retención’ , suscrita por el Comando
Regional Nº 2 Destacamento 21 Primera Compañía, de fecha 6 de octubre
de 2003, y 14 de octubre de 2003.
Estima el Ministerio Público que la accionante ha debido señalar al
Comando Regional Nº 2 como agraviante en la presente causa, a los fines
de ordenarle el restablecimiento de la situación jurídica infringida, no sin
antes observar que de conformidad con la Ley de los Órganos de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas éstos actúan como
Auxiliares del cumplimiento de la normativa de la Ley para el Control de los
Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles.
En cuanto a la denuncia referente a que la Comisión ha omitido cumplir
con sus funciones, las partes afectadas deben ejercer el recurso
contencioso administrativo correspondiente, de estimar que la omisión se

124
corresponde a una obligación legal específica.
Por último, resulta adecuado informar a esta Sala, que en fecha 9 de
octubre de 2003, con ocasión de la acción de amparo ejercida los
apoderados judiciales de INVERSIONES LNH contra la comunicación Nº
CNC-IN-01-427 del 10 de diciembre de 2003, suscrita por el Director de
Administración de la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y
Máquinas Traganíqueles, (Expediente Nº 03-1491) según el cual le
informan que ‘ La respectiva licencia le será otorgada una vez cumplido
con el artículo 25 de la Ley que rige la materia’ , fue declarada inadmisible
Así las cosas, observa el Ministerio Público que si bien, en esta causa la
empresa INVERSIONES LNH, C.A pretende hacerse parte como tercero
interviniente invocando el oficio de fecha 16 de junio de 2003, suscrito por
la Comisión en los mismos términos que el atacado en la acción de
amparo N° 03-1491, la situación jurídica de ésta no ha variado, por lo que
su pretensión debe ser declarada Improcedente, por las razones que
anteceden y así lo solcito de este Alto Tribunal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:49
CRBV art:87
CRBV art:89
CRBV art:112
CRBV art:113
ATSJ 18-5-2001
STSJ 28-4-2003
STSJSCO 2279
1-10-2002
STSJSCO 13-3-2001
STSJSCO Nº 937
28-04-2003

DESC AMPARO
DESC COSA JUZGADA
DESC EJECUCION
DESC JUEGOS DE AZAR
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.30-33.

125
092
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJPSCPAE
Justicia en Pleno y ante su Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo intentada por los abogados Iris Auxiliadora
Rangel Aponte, Zulay Orellanes y Teobaldo Velásquez, contra la
sentencia interlocutoria dictada en fecha 27-11-2003, por el
Juzgado Quinto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito del Área Metropolitana de Caracas.

FRAGMENTO

“…Denuncian la violación de la garantía de preservación del patrimonio


cultural nacional, prevista en el artículo 99 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, por cuanto la ocupación previa que
denuncian como lesiva implica la destrucción del patrimonio cultural
tangible que constituye la casa sede del fondo de comercio y el patrimonio
intangible que es el fondo por sí mismo.
Por otra parte, denuncian la violación al derecho al debido proceso
consagrado en el artículo 49 del Texto Constitucional por cuanto la
ocupación previa se notificó a una persona fallecida El objeto de la
presente acción de amparo lo constituye a juicio de los accionantes ‘ …la
sentencia interlocutoria contenida en el auto de fecha 27 de noviembre de
2003, dictada por el Juzgado Quinto de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, mediante la cual se decretó la ocupación previa
del inmueble constituido por un lote de terreno y la casa sobre éste
construida marcada con el N° 67 ocupada por el fondo de comercio ‘
Sastrería La Habana’ , la cual se encuentra ubicada en la Calle Sur 2,
entre las Esquinas de Miracielos a Hospital, Parroquia Santa Teresa,
Municipio Libertador del Distrito Capital’ .
La acción de amparo constitucional no es el medio idóneo para revisar
criterios de estricto orden jurisdiccional que corresponde a los jueces de
mérito, respecto a la interpretación y aplicación de normas de rango legal,
y que los errores de juzgamiento del juez sólo serán revisados en una
acción de amparo cuando éstas produzcan violaciones directas a los
derechos constitucionales.
Expuesto lo anterior, resulta necesario precisar que el juzgado denunciado
actúo dentro de su competencia de conformidad con el artículo 23 de la
Ley de Expropiación por causa de Utilidad Pública o Social, que establece:
‘ El Juez de Primera Instancia en lo Civil de la jurisdicción de la ubicación
del bien, conocerá de los juicios de expropiación; y de las apelaciones y
recursos contra sus decisiones conocerá, en segunda instancia, el Tribunal
Supremo de Justicia en Sala Político Administrativa…’ .
El Ministerio Público se pregunta, ¿por haber formulado la empresa C.A.
Metro de Caracas, una solicitud de expropiación sobre la casa Nº 67 se ha
incumplido la anterior decisión, o se estaría violando la garantía prevista al
artículo 99 del Texto Constitucional?

126
Pensamos que no, visto que no debemos pasar por alto que se debatió
ampliamente en la acción de amparo que cursó ante la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo y que culminó con la sentencia dictada por la
Sala Constitucional identificada con el Nº 2670, a que se ha hecho
referencia, lo que constituye cosa juzgada, no revisable en esta nueva
acción de amparo. Además ello no demuestra que la empresa esté
negándose a conservar como patrimonio histórico la casa Nº 67.
Por otra parte, el Ministerio Público informa a esta Sala que de la revisión
exhaustivamente realizada sobre el expediente que actualmente cursa
ante el Juzgado Sexto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
vista la recusación planteada por el ciudadano Felipe Ocampo en fecha 18
de diciembre de 2003, (Expediente Nº 9961) se desprenden las siguientes
actuaciones, por lo que se procederá a resaltar alguna de ellas, a los fines
de verificar la presunta violación al debido proceso, previsto en el artículo
49 del Texto Constitucional.
Es el caso que en fecha 14 de noviembre de 2002 los apoderados
judiciales de la sociedad mercantil C.A. Metro de Caracas, interpusieron
solicitud de expropiación total de la Casa N° 67, ubicada en la Avenida Sur
4, entre las Esquinas de Miracielos a Hospital, parroquia Santa Teresa,
Municipio Libertador del Distrito Federal (hoy Distrito Capital), propiedad de
la empresa Inversiones Jocarsoi 157, C.A, sociedad mercantil inscrita ante
el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del Distrito
Federal y Estado Miranda en fecha 18 de julio de 1994, bajo el N° 80,
Tomo 14-A-Pro, según documento de propiedad de fecha 2 de diciembre
de 1994, inscrito bajo el N° 48, Tomo 40, Protocolo Primero de los Libros
respectivos.
En fecha 10 de marzo de 2002, previa reforma del libelo realizada en fecha
8-3-2002, el Juzgado Quinto de Primera Instancia en lo Civil admitió el
recurso, y ordenó la notificación al representante legal de la empresa
Inversiones Jocarsoi 157, C.A, siendo recibida en fecha 11 de noviembre
de 2002.
Por mandato expreso del artículo 57 de la Ley de Expropiación por Causa
de Utilidad Pública o Social, antes de proceder a decretar la ocupación
previa del bien, debe practicarse una Inspección Judicial en el precitado
inmueble. En el presente caso se notificó a las partes el 28 de febrero de
2003, y se llevó a cabo el 19 de marzo de 2003, en los siguientes términos:
Cursa contrato de transacción consignado en fecha 11 de noviembre de
2002 por ante el Juzgado Quinto de Primera Instancia entre la C.A. Metro
de Caracas, la empresa Inversiones Jocarsoi 157, C.A, y la firma personal
Hospedaje para Caballeros, en la que fueron indemnizados por las
edificaciones y bienhechurías la cantidad de Bs.12.000.000,00; y al Fondo
de Comercio Hospedaje Para Caballeros la cantidad de Bs.11.000.000,00,
como monto indemnizatorio por concepto de paralización de actividades y
daños y perjuicios causados, de conformidad con el artículo 35 y 36 de la
Ley de Expropiación.
Además las partes convienen de manera expresa (Cláusula Segunda) en
que ‘ EL METRO’ expropie las edificaciones y bienhechurías levantadas
sobre el terreno aquí descrito.
Constituyendo a su vez la propietaria de la casa N° 67 un contrato de
comodato por un plazo de 48 meses contados a partir de su firma, para
hacer uso del inmueble mientras duren los trabajos de construcción de la
Línea 4 del Sistema Metro de Caracas.

127
Posteriormente el 4 de junio de 2003, el Juzgado Quinto de Primera
Instancia de acuerdo a lo previsto en el artículo 56 de la referida Ley
decretó la ocupación judicial del inmueble, librando a tal efecto la
notificación de las partes involucradas.
En fecha 14 de julio de 2003, el Alguacil deja constancia que ‘ el día 26-6-
2003 me trasladé a la siguiente dirección: Miracielos a Hospital, Sastrería
La Habana. Caracas, negándose a firmar la mencionada boleta una
persona que se identificó como Hine Ocampo debido a que iba dirigida a
su Papá quien falleció según información hace cinco (5) años. Consigno en
un folio útil. Es todo…’ .
En atención al anterior iter procedimental, observa el Ministerio Público
que los accionantes han utilizado en el procedimiento inicial, demanda de
expropiación, pedimentos y recursos propios de la vía ordinaria para
reclamar sus pretensiones, cuya resolución corresponde al Juez a-quo, y
no a través de esta extraordinaria vía, demanda que se encuentra para la
fecha en que se celebra la presente audiencia oral de las partes en la
publicación del edicto para los herederos conocidos y desconocidos,
oportunidad procesal a la que acudirán y expondrán sus alegatos y
defensas.
En consecuencia, a juicio del Ministerio Público, en los casos en que se
denuncian violaciones al debido proceso como consecuencia de error,
fraude o ausencia de citación del demandado en juicio, la Ley Procesal
Adjetiva, dispone de medios idóneos para lograr el restablecimiento de la
situación jurídica infringida que se alega, y no la acción de amparo...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49
CRBV art:99
LECUPS art:23
LECUPS art:35
LECUPS art:36
LECUPS art:56
LECUPS art:57

DESC AMPARO
DESC CITACION
DESC COSA JUZGADA
DESC EXPROPIACION
DESC FRAUDE
DESC METRO DE CARACAS
DESC PATRIMONIO CULTURAL
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.33-36.

128
093
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo intentada por la abogada Claudia Cuesta,
actuando como representante judicial de la Corporación
Televen C.A., contra decisión dictada en fecha 28-1-2004 por el
Juzgado Superior Primero en lo Civil y Contencioso
Administrativo de la Región Capital, mediante la cual se
suspenden los efectos de la Resolución Nº SPPLC/0037-2003 de
fecha 26-11-2003, dictada por la Superintendencia para
Promoción y Protección de la Libre Competencia. Se declinó la
competencia a la Corte Primera de lo Contencioso-
Administrativo.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de amparo constitucional lo constituye a


juicio de la empresa Corporación TELEVEN, C.A., la sentencia dictada por
el Juzgado Superior Primero en lo Civil y Contencioso Administrativo de la
Región Capital, de fecha 28 de enero de 2004, mediante la cual acordó
medida innominada solicitada por la Corporación Venezolana de
Televisión, C.A. -Venevisión- y, suspendió el procedimiento administrativo
sancionador identificado con el Nº SPPLC/0042-2003, que había iniciado
la Superintendencia para la Protección de la Libre Competencia -
PROCOMPETENCIA-.
Contra esta sentencia, en fecha 5 de febrero de 2004, los apoderados
judiciales de Precompetencia formularon oposición, la cual fue decidida por
el Juzgado Superior Primero en lo Contencioso Administrativo en
sentencia de fecha 18 de marzo de 2004, resolviendo en la parte
dispositiva lo siguiente: ‘ …sin lugar la oposición formulada, contra la
medida cautelar de amparo dictada por este Tribunal en fecha 28 de enero
del presente año, mediante el cual se suspendieron los efectos de la
Resolución Nº SPPLC/0037-2003, dictada por ese organismo, y, en
consecuencia ratifica dicha medida cautelar…’ .
La Sala Constitucional en fecha 14 de abril de 2004, al momento de
conocer de la presente acción de amparo constitucional contra decisión
judicial, admitió la misma y acordó la medida cautelar solicitada de manera
subsidiaria, en tal sentido suspende los efectos de la decisión de fecha 28
de enero de 2004, y autoriza a la Superintendencia para la Promoción y
Protección de la Libre Competencia -PROCOMPETENCIA- a que, en
pleno ejercicio de sus competencias constitucionales y legales continúe
con el procedimiento iniciado mediante Resolución de fecha 26 de
noviembre de 2003.
Posteriormente en fallo de fecha 14 de mayo de 2004, estimó igualmente
suspendido los efectos de la sentencia dictada por el referido Juzgado
Superior de fecha 18 de marzo de 2004, que declaró sin lugar la oposición
formulada por Precompetencia.
129
Los representantes legales de TELEVEN denuncian que el Juzgado
Superior Contencioso Administrativo, actuó fuera de competencia, con
abuso de poder y en franca violación al derecho al juez natural, a la
defensa y debido proceso, a la libertad económica, libre competencia y
propiedad previstos en los artículos 49 numerales 1 y 3, 112 y 113 del
Texto Constitucional.
Tratándose de una acción de amparo ejercida contra un fallo judicial, el
Ministerio Público considera necesario hacer ciertas consideraciones sobre
este tipo de acciones, planteadas con fundamento en el artículo 4 de la
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
De la norma …se desprende el carácter concurrente de tres presupuestos
establecidos para la procedencia de la acción de amparo contra una
resolución o sentencia dictada por un Tribunal de la República: a) que el
Juez, de quien emanó el acto supuestamente lesivo, incurra en usurpación
de funciones o abuso de poder (incompetencia sustancial); b) que tal poder
ocasione la violación de un derecho constitucional, lo que implica que no
es recurrible en amparo aquella decisión que simplemente desfavorece a
un determinado sujeto procesal; y c) que los mecanismos procesales
existentes resulten inidóneos para la restitución del derecho o garantía
lesionada o amenazada de violación.
En cuanto al primero de los requisitos apuntados, denuncia la empresa
accionante que el Juzgado Superior Primero en lo Civil y Contencioso
Administrativo incurrió en grave error al declararse competente para
conocer del recurso contencioso administrativo de nulidad interpuesto por
Venevisión, violando así el derecho al juez natural.
En tal sentido, observa el Ministerio Público que para la fecha en que
Venevisión presentó el recurso contencioso administrativo de nulidad
conjuntamente con la acción de amparo constitucional la Corte Primera de
lo Contencioso Administrativo no se encontraba en funcionamiento para
los justiciables, razón por la que el Juzgado Superior Primero en lo Civil y
Contencioso Administrativo de la Región Capital, resultaba por vía de
excepción, competente para conocer del acto impugnado, así lo estableció
la Sala Constitucional en sentencia de fecha 8 de diciembre de 2003,
(caso: Asociación Civil y Cultural Comunitaria Amigos de Santa Rosalía).
Por otra parte, resulta necesario precisar, si el juzgador actúo fuera de su
competencia en el entendido que debe examinarse la actividad realizada
por el Juzgado Superior Contencioso Administrativo, en el ejercicio de las
atribuciones que le han sido conferidas por Ley.
A juicio de la empresa accionante, y lo apoyan los representantes
judiciales de la República, el Juzgado accionado no debió suspender la
facultad investigativa de un órgano del Estado que estaba actuando dentro
del marco de sus competencias, la cual tiene atribuida por la Constitución y
la ley claras potestades que debe ejercer para investigar a las empresas
que presuntamente estén incurriendo en prácticas restrictivas de la
competencia.
Para verificar tal denuncia, se requiere analizar la sentencia dictada por el
Juzgado accionado en fecha 28 de enero de 2004.
Observa esta representación del Ministerio Público, que lo concerniente a
la naturaleza del acto impugnado en sede judicial –Resolución Nº
SPPLC/0037-2003- es una acto de trámite que ordena la apertura de un
procedimiento administrativo tendiente a investigar presuntas actividades
prohibidas en la Ley para Promover y Proteger el Ejercicio de la Libre
Competencia.

130
Siguiendo la doctrina de esta Sala este tipo de acto puede ser atacado en
sede judicial cuando imposibilite su continuación, cause indefensión, o
prejuzgue como definitivo.
El Ministerio Público se pregunta, ¿el Juzgado accionado utilizó su
potestad de juzgamiento más allá de los límites que le otorga la ley, al
dictar la medida cautelar?. Actuó con abuso de poder, extralimitación de
atribuciones o usurpación de funciones, al haberla dictado el 28 de enero
de 2004, y a su vez ratificado en sentencia de fecha 18 de marzo de 2004?
El juez no está impedido de dictar medidas cautelares, por cuanto sería
violatorio del derecho a la defensa y al debido proceso un procedimiento
carente de ellas, tendientes a resguardar la eficacia de la futura decisión,
pero como se analizó precedentemente el acto administrativo impugnado
en sede judicial se trataba de un acto de trámite, no definitivo, tiene el
carácter de preparatorio, y le ofrece a los destinatarios del mismo probar
los alegatos que estime pertinente para el esclarecimiento del asunto en
ejercicio del derecho a la defensa que le asiste, por lo que dada su
naturaleza, al dictarse en sede judicial una medida cautelar el Juzgado
Superior vació de contenido el objeto del recursos de nulidad.
En fuerza de las razones que anteceden el Ministerio Público solicita
respetuosamente que la presente acción de amparo constitucional
interpuesta contra la sentencia de fecha 28 de enero de 2004, dictada por
el Juzgado Superior Primero en lo Civil y Contencioso Administrativo debe
ser declarada procedente…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49-1
CRBV art:49-3
CRBV art:112
CRBV art:113
LOADGC art:4
RSPPLC SPPLC/0037-2003
26-11-2003
STSJSCO 08-12-2003

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC AMPARO
DESC COMPETENCIA ECONOMICA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC EXCESO DE PODER
DESC JUECES
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DESC TELEVISION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.36-40.

131
094
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de Inconstitucionalidad e
ilegalidad. contra la Ordenanza Electoral de Justicia de Paz del
Municipio Baruta del Estado Miranda, publicada en la Gaceta
Municipal Número Extraordinario 075-03-2001 de fecha 13-3-
2001, Ramón Antonio Lugo Rodríguez y Domingo Antonio
Palacios, en su carácter de Concejales de dicho Municipio.

FRAGMENTO

“…El objeto del presente recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad e


ilegalidad lo constituye la Ordenanza Electoral de Justicia de Paz del Municipio
Baruta del Estado Miranda, publicada en la Gaceta Municipal Número
Extraordinario 075-03-2001, de fecha 13 de marzo de 2001, mediante la cual se
regula todo lo relativo a la materia electoral atinente a la Justicia de Paz en la
jurisdicción del Municipio Autónomo Baruta del Estado Miranda.
Aducen los recurrentes que ‘ la vigencia de esa Ordenanza, ignora la Disposición
Derogatoria Única de la Constitución y desconoce el Poder Electoral como órgano
rector encargado de organizar, administrar, dirigir y vigilar todos los procesos
electorales de representación popular de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 293
numeral 5, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela’ , por lo
que a su juicio el Concejo Municipal del Municipio Baruta, usurpa la competencia
del Poder Electoral, y las funciones de éste en contravención a los artículos 292 y
293 del Texto Constitucional.
Arguyen que la aplicación de los artículos 10 y 11 de la Ley Orgánica de Justicia
de Paz, quedaron tácitamente derogados con la entrada en vigencia de la Ley
Fundamental, concretamente la Disposición Derogatoria Única.
Expuesto lo anterior, es necesario precisar que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en el encabezamiento del artículo 169, establece la
jerarquía de los actos dictados por las autoridades municipales.
El Poder Público está estructurado en forma vertical entre los tres niveles político-
territoriales que conforman el Estado venezolano Poder Nacional, Estadal y
Municipal. A cada uno de estos poderes la Constitución del 6l y las leyes que la
desarrollaron, asignan poderes, potestades y competencias. Esta situación no ha
variado en la Constitución de 1999, por tanto, habrá incompetencia constitucional
por usurpación de funciones cada vez que uno de los niveles político territoriales
del poder público invade el poder, las potestades o las competencias asignadas
por la Constitución a otro nivel político territorial del Poder Público.
La usurpación de funciones ocurrirá en este caso bien en los supuestos en que un
ente político territorial invada las competencias por la materia de otro ente político
territorial o también cuando dicho ente ejecute su actuación fuera del ámbito
territorial dentro del cual le corresponde ejercerla.
Es necesario precisar el alcance de la autonomía normativa, de los Municipios la
cual ha sido descrita por la jurisprudencia de la Sala Plena de la entonces Corte
Suprema de Justicia, caso: Heberto Contreras Cuenca, de fecha 13 de noviembre
de 1998.
En tal sentido la Constitución de 1999, mantiene en vigencia los límites de la
autonomía normativa municipal a que se refiere la sentencia, que además de
exigir la competencia del órgano y del funcionario que dicte el acto, la Constitución
132
y las leyes establecen que el mismo se produzca conforme a unas normas
determinadas, por que la función pública no puede ser ejercida de manera
arbitraria, sino dentro del marco de actuación que ellas señalan, de lo contrario, se
ocasiona la nulidad del acto que se dicte contraviniendo las disposiciones
constitucionales y legales.
En cuanto a la naturaleza de la Ordenanza Municipal impugnada, podemos decir
que la misma constituye un acto normativo, con carácter de ley local, cuya fuente
directa es la Constitución y la Ley Orgánica de Justicia de Paz, por lo que teniendo
un rango inferior no puede violar las disposiciones contenidas en ellas, en razón
que por su inferior jerarquía está subordinada a esta última. En consecuencia, al
violar el principio de la jerarquía previsto en el artículo 169 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, estaría viciada de inconstitucionalidad e
ilegalidad.
La competencia de los Municipios referida a la Justicia de Paz, está contenida en
el artículo 178 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que al
efecto señala:
La norma contiene dos exigencias: i) remite a la ley la organización de la justicia
de paz en las comunidades, esto trae como consecuencia, que el Municipio tenía
que sujetarse al mandato constitucional, no debió regularse por vía de Ordenanza;
y ii) previó, además, que los jueces de paz deben ser elegidos por votación
universal, directa y secreta, conforme a la ley, esto es, a través del mecanismo de
participación ciudadana en los asuntos públicos, por la manifestación de la
voluntad soberana que se manifiesta en un proceso electivo, pero en el caso
concreto se desarrolla en un ámbito municipal, por lo que están llamados a
intervenir activamente los órganos del Poder Electoral.
En cuanto al mecanismo de la participación ciudadana que propugna el Texto
Constitucional, es importante citar la jurisprudencia de esta Sala Constitucional en
sentencia de fecha 22-1-2003 (Exp. 03-017), con ocasión al recurso de
interpretación del artículo 71 de la Carta Magna, la cual parcialmente se transcribe
a continuación, postulados que se aplican al caso objeto de análisis:
En el caso objeto de análisis, la ‘ Ordenanza Electoral de Justicia de Paz’ , está
compuesta de cinco Títulos, discriminados de la siguiente manera, y se procederá
a destacar alguno de sus artículos; en el Título I, Disposiciones Generales, artículo
1 señala: ‘ La presente Ordenanza tiene por objeto regular todo lo relativo a la
materia electoral, atinente a la Justicia de Paz en la Jurisdicción del Municipio
Autónomo Baruta del Estado Miranda’ .
Vista su estructura normativa, no cabe duda que el Consejo Municipal de Baruta
del Estado Miranda, sancionó una Ordenanza para regular la organización,
administración, dirección y vigilancia de la materia electoral atinente a la elección
de los Jueces de Paz, en dicho Municipio.
En este sentido el Consejo Nacional Electoral en uso de las atribuciones
conferidas en el ordinal 5° del artículo 293 de la Constitución Bolivariana de
Venezuela, dictó la Resolución N° 010808-38 de fecha 8 de agosto de 2001.
Se establece que es el Consejo Nacional Electoral el órgano competente para
efectuar la elección de los Jueces de Paz, cuando así se lo soliciten y una vez que
se dicten las normas y procedimientos necesarios para el desarrollo de dichos
comicios.
Es oportuno señalar que la aludida Resolución fue impugnada ante la Sala
Electoral en fecha 27 de noviembre de 2001, por los ciudadanos Carlos Ponce
Silén, y otros, toda vez que consideraron que la misma constituía una violación a
los artículos 70, 178 y 258 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, siendo
sentenciado mediante decisión N° 205 de fecha 19 de diciembre de 2001.
Es importante señalar que contra los actos de convocatoria a elecciones de los
Jueces de Paz en distintos Municipios del país, se han ejercido impugnaciones
diversas por ante la Sala Electoral, contra el proceso electoral para la escogencia
de los Jueces de Paz, pero en la jurisprudencia no encontramos alguna sentencia
definitiva que haya aclarado esta situación, por lo que el presente recurso resulta
de gran trascendencia para la jurisdicción contencioso administrativa, visto que lo
que se está impugnando es el acto normativo que trasgrede de manera directa e
133
inmediata el Texto Constitucional.
En consecuencia, visto el análisis precedentemente expuesto, a juicio del
Ministerio Público, el Consejo Municipal de Baruta del Estado Miranda al
sancionar la Ordenanza Electoral de Justicia de Paz usurpó funciones propias del
Poder Electoral, razón por la cual la misma debe ser anulada, y así lo solicito
respetuosamente sea declarado por este Máximo Tribunal de la República.
Por las razones expuestas el presente recurso de nulidad por razones de
inconstitucionalidad e ilegalidad debe ser declarado con lugar, exhortando a las
autoridades competentes dicten la normativa correspondiente...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:70
CRBV art:71
CRBV art:169
CRBV art:169-Encab
CRBV art:178
CRBV art:258
CRBV art:292
CRBV art:293
CRBV art:293-5
LOJP art:10
LOJP art:11
RCNE Nº 010808-38
08-08-2001
OEJPMBEM 13-03-2001
OEJPMBEM art:1
13-03-2001
SCSJSPL 13-1101998
STSJSCO 22-01-2003

DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA


DESC BARUTA (MUNICIPIO)
DESC CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC ELECCIONES
DESC ILEGALIDAD
DESC JUSTICIA DE PAZ
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC RECURSO DE INTERPRETACION
DESC USURPACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.40-43.

134
095
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por el ciudadano
General de Brigada (Ej) Moisés Antonio Montero Ferrer, en su
carácter de Presidente del Consejo Directivo del Instituto
Autónomo Círculo de la Fuerza Armada Nacional -IACFA-,
contra la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y
Máquinas Traganíqueles.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de amparo ejercida por el ciudadano


General de Brigada Moisés Antonio Montero Ferrer, lo constituye el
presunto incumplimiento por parte de la Comisión Nacional de Casinos,
Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, de la sentencia de fecha 13 de
marzo de 2001 emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, en concordancia con el auto del 18 de mayo de 2001 y de la
sentencia del 28 de abril de 2003.
Observa el Ministerio Público que el accionante, señala tres situaciones
distintas que colocaría a la acción de amparo ante varios supuestos que
requieren de un análisis para su procedencia, constituido por una posible
ejecución de sentencia por parte del ente administrativo involucrado; una
presunta vía de hecho, y finalmente una omisión en sentido estricto.
Como quiera que se ha planteado el incumplimiento de los fallos de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, resulta necesario
determinar si efectivamente el accionante se encuentra en igualdad de
condiciones a las que se verificaron en aquellos casos ya decididos por
esa Sala, con lo cual, estaríamos frente a una acción de amparo ejercida
contra un órgano del Poder Público, que ha incumplido una orden
contenida en un fallo, lo cual traería como consecuencia, la violación del
derecho a la tutela judicial efectiva contenida en el artículo 26 de la Carta
Magna.
En este sentido, la Sala Político-Administrativa, luego de la entrada en
vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
analizó el tema de la garantía de ejecución de los fallos judiciales,
reiterando la doctrina establecida de antiguo por esa Sala, según la cual, la
ejecución de la sentencia, forma parte del derecho a la tutela judicial
efectiva, evidenciando que el incumplimiento de una orden judicial, trae
consigo la violación de la garantía de ejecución de los fallos judiciales,
contenida en el derecho a la tutela judicial efectiva, consagrado en el
artículo 26 de la Constitución Nacional.
Ahora bien, observa el Ministerio Público que la situación concreta de la
empresa accionante, no guarda relación con la condición que detentaban
aquellos -la de licenciatarios-, por cuanto para la fecha en que se ejerce la
presente acción de amparo, el accionante no se le ha expedido la licencia
de funcionamiento, antes bien, han realizado las respectivas solicitudes

135
por ante la Comisión con posterioridad a los fallos cuyo incumplimiento
demandan.
Ello permite concluir que conceder la acción de amparo sería tanto como
desnaturalizar el carácter restablecedor de ésta, creando en consecuencia
una situación o status nuevo, esto es, concederle a través de esta acción
de amparo, que la Comisión les expida las licencias de funcionamiento, lo
que amerita un análisis de la legalidad, al Tribunal actuando en sede
constitucional, atendiendo el criterio reiterado de esta Sala Constitucional
(sentencia del 1-10-2002 N° 2279) según el cual ‘ ...la acción de amparo
está sujeta a la inexistencia de otras vías procesales que permitan el
restablecimiento de la situación jurídica que se denuncia como infringida,
pero además de esto dicha acción no puede funcionar cuando lo que se
pretende no es realmente el restablecimiento de una situación particular
sino la creación, modificación o extinción de la misma, pues ello podría dar
lugar a la utilización de esta acción como medio de coerción para que los
órganos del Estado actúen de una determinada manera...’ .
En el mismo sentido, y en casos similares al presente, en los cuales no se
obtuvo la licencia para el funcionamiento e instalación de Salas de Bingo,
la Sala Constitucional reiteró aquella doctrina según la cual ‘ ...respecto de
todas aquellas empresas que formularen sus solicitudes con posterioridad
al fallo del 28 de abril de 2003, lo cual a juicio de la Sala es un asunto que
forma parte del ámbito de la legalidad, ya que lo que se impondría, en todo
caso, sería la valoración por parte de la Comisión acerca de si las
solicitantes cumplen o no con determinados requisitos impuestos por la
ley, cuestión que rebasa el ámbito de control de esta Sala, el cual, en
estos casos debe circunscribirse a la determinación de la violación de
derechos de rango constitucional...’ . (S.C. Casos: Hiperbingo y
Corporación Maraplay de fechas 13-7-2004 y 27-7-2004).
En consecuencia, aprecia el Ministerio Público que justamente, no podía la
Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles
ni ningún otro órgano del poder público, aplicar las sentencias invocadas al
caso del hoy accionante.
En lo que se refiere a la presente omisión de la Comisión a cumplir con sus
funciones, la parte afectada cuenta con el recurso contencioso
administrativo correspondiente, de estimar que la omisión corresponde a
una obligación legal específica.
En cuanto a la existencia de una vía idónea para atacar la actividad de la
administración, esta Sala reiterando su propia doctrina en fecha 9 de
octubre de 2003, en la acción de amparo interpuesta por los apoderados
judiciales de Inversiones LNH contra la comunicación N° CNC-IN-01-427
del 10 de diciembre de 2003, suscrita por el Director de Administración de
la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas
Traganíqueles, (expediente N° 03-1491) según la cual le informan que ‘ La
respectiva licencia le será otorgada una vez cumplido con el artículo 25 de
la ley que rige la materia’ , la declaró inadmisible ‘ ...ya que existían los
medios ordinarios de impugnación contra éste, bien mediante los recursos
administrativos o los contenciosos administrativos, conforme lo dispone el
numeral 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y
Garantías Constitucionales...’ .
Más adelante el fallo referido, reproduce la doctrina señalada con respecto
a la naturaleza de la acción de amparo, al señalar ‘ ...observa la Sala que
la recurrente pretende ser favorecida por el fallo dictado el 28 de abril de
2003, y con ello lograr la creación de un derecho que antes del ejercicio de

136
la acción de amparo no detentaba, pues no consta en autos que haya
obtenido el correspondiente permiso de instalación o el de funcionamiento,
lo que contradice el carácter restablecedor y no constitutivo de la acción de
amparo constitucional...’
Por las razones expuestas, esta representación fiscal considera que la
presente acción de amparo Constitucional interpuesta contra la Comisión
Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles con el fin
de obtener la licencia para operar un Salón de Bingo debe ser declarada
improcedente...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
LOADGC art:6-5
LCSBMT art:25
STSJSCO 13-03-2001
STSJSCO 01-10-2002
STSJSCO 28-04-2003
STSJSCO 09-10-2003
ATSJ 18-05-2001
STSJSCO 13-07-2004
STSJSCO 27-07-2004

DESC AMPARO
DESC CIRCULO DE LA FUERZA ARMADA
DESC EJECUCION
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC JUEGOS DE AZAR
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.43-46.

137
096
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribuna Supremo de Justicia FPTSJSPSCPAE
en Pleno y ante sus Salas Constitucional, Político
Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por el ciudadano
Gustavo Corredor Muller, contra Sentencia Nº 150, dictada por
la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo el 31 de
enero de 2002, que declaró sin lugar la apelación interpuesta
contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior Tercero en
lo Civil y Contencioso-Administrativo de la Región Capital, en
fecha 12-8-1994.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de amparo lo constituye la decisión Nº


150, dictada por la Corte Primera de Contencioso Administrativo el 31 de
enero de 2002, que declaró sin lugar la apelación interpuesta por los
representantes judiciales del hoy accionante, contra la sentencia dictada
por el Juzgado Superior Tercero en lo Civil y Contencioso-Administrativo
de la Región capital, debido a la supuesta violación de los derechos
constitucionales del derecho a la defensa y al debido proceso contenidos
en los artículo 26, 27 y 49 numeral 2 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
Se observa que la Corte Primera de lo Contencioso-Administrativo,
consideró que el Tribunal de primera instancia valoró las pruebas
existentes en autos, señalando como causal de reparo la omisión en la
presentación de comprobantes, los cuales eran esenciales para la
verificación de la exactitud de la cuenta; y en consecuencia, correspondía
al accionante probar los hechos para desvirtuar la aseveración del
demandado, lo cual no resultó suficiente para el sentenciador y al efecto
afirmó ‘ ...dichos elementos no permiten la comprobación de los referidos
gastos, ni reflejan en qué fueron invertidos los fondos manejados...’ .
En cuanto al petitorio del accionante, relacionado con la orden a la Corte
Primera de lo Contencioso-Administrativo de dictar una nueva sentencia
basada en criterios uniformes y no contradictorios, por cuanto viola el
principio de igualdad de las partes, de la seguridad jurídica y el derecho a
la defensa, denunciado en virtud de que la misma, en sentencia del 24 de
octubre de 2002, le impone a la Contraloría General de la República la
carga de la prueba, mientras que en la hoy objeto de amparo, ante
alegatos idénticos le impone dicha carga; se aprecia, que en reiteradas
oportunidades la Sala Constitucional se ha pronunciado acerca de la
imposibilidad de que por vía de amparo constitucional, se revisen los
criterios de interpretación del juez, compartiendo la doctrina establecida
por la Sala de Casación Civil de la antes Corte Suprema de Justicia.
Hechas las anteriores consideraciones, observa esta representación fiscal,
que la decisión impugnada fue dictada por la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo, haciendo uso de sus potestades
jurisdiccionales. Por tal razón, el Ministerio Público considera que con la
138
sentencia accionada actúo en ejercicio legítimo de sus atribuciones
legalmente conferidas, por ende no existe violación alguna de derechos y
garantías constitucionales...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:27
CRBV art:49-2
SCPCA Nº 150
31-01-2002
SJSTCCARC 12-08-1994

DESC AMPARO
DESC APELACIÓN
DESC CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC IGUALDAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA
DESC SEGURIDAD JURIDICA
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.46-47.

139
097
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativo y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por el ciudadano
Antonio Eduardo Galue Segovia, contra la Resolución Nº 27546
de fecha 1-7-2004, dictada por el ciudadano Ministro de la
Defensa.

FRAGMENTO

“…El accionante en amparo, denuncia la violación de los derechos constitucionales


consagrados en los artículos 21, 26, 49 numerales 1, 2, 3 y 7; y 102, y el principio de
legalidad contenido en el artículo 137 de la Carta Magna.
Afirma entonces el representante, que al accionante le fueron violados los derechos
constitucionales relacionados con el desarrollo integral de la persona humana, y el derecho
a la igualdad ante la ley, por cuanto culminó sus estudios aprobando todas las evaluaciones
correspondientes, para el egreso de la institución de formación militar, ser titulado como
licenciado en Ciencias y Artes Militares y el consecuente ascenso al grado de Sub-Teniente
del Ejército ‘ ...actos éstos que son realizados, el primero por el Director de la Academia
Militar, y el segundo mediante Resolución suscrita por el ciudadano General en Jefe ... en
su condición de Ministro de la Defensa, no obstante haber cumplido con los requisitos
exigidos en el Plan de Estudios Andrés Bello de la Academia Militar de Venezuela para la
obtención de tal rango y título de la misma forma que el resto de sus compañeros de
promoción que sí fueron graduados y ascendidos...’ .
Debe esta representación fiscal analizar la vía para lograr la presente demanda de
naturaleza constitucional, y en tal sentido tanto la doctrina como la jurisprudencia han
sostenido, que su naturaleza es extraordinaria, destinada a evitar que el orden jurídico,
quede lesionado ante la inexistencia de una vía idónea que con su eficacia, impida la lesión
de un derecho que la Carta Magna garantiza a los administrados.
Considera el Ministerio Público, que se hace necesario en primer lugar, examinar la
denuncia referida a las vías de hecho, conducta ésta que es ajena a la Constitución y las
leyes, y en consecuencia vulnera los derechos y garantías constitucionales del accionante,
determinado lo cual será suficiente para declarar la procedencia del amparo constitucional
demandado por el representante del ciudadano Antonio Eduardo Galue Segovia.
El representante del accionante denuncia específicas vías de hecho constituídas en
omisiones dentro del proceso administrativo que necesariamente se ha debido seguir para
llegar a la Resolución del Ministro de la Defensa, mediante la cual excluyó de la lista de
Alféreces al ciudadano Antonio Eduardo Galue Segovia.
Al respecto, la doctrina comparada sostiene que el concepto de vía de hecho comprende
por lo tanto, ‘ ...todos los casos en que la Administración Pública pasa a la acción sin haber
adoptado previamente la decisión que le sirva de fundamento jurídico y aquellos otros en
los que en el cumplimiento de una actividad material de ejecución comete una irregularidad
grosera en perjuicio del derecho de propiedad o de una libertad pública...’ . (Garcia De
Enterria; Eduardo Fernández; Tomás Ramón, en su obra ‘ Curso de Derecho
Administrativo’ . Tomo I. Madrid. 1997. p. 796).
En el presente caso, constituye una vía de hecho el no haber seguido el procedimiento
administrativo previo, lo que conduce a una flagrante violación del derecho a la defensa del
accionante, toda vez, que el ciudadano Antonio Eduardo Galue Segovia, al considerar que
están llenos los requisitos en la carrera cursada, tiene el derecho de obtener por parte de la
Academia Militar, una respuesta, previo el estudio acerca del cumplimiento de los requisitos
indispensables para obtener el título que lo acredite -en este caso- como Licenciado en
Ciencias y Artes Militares y el consecuente ascenso al grado de Sub-Teniente, dado que la
negativa del título causa un perjuicio directo e inmediato lo cual conduce al administrado a
ejercer el derecho de contradicción.
Al haber la Administración condicionado la obtención del Título tantas veces comentado, al
resultado de una sentencia judicial futura, compromete además el principio de la legalidad,
140
fundamento indispensable del actuar de la Administración, por cuanto omitió la carga que
tenía de razonar su decisión, materializando así un supuesto de indefensión para el hoy
accionante.
Atendiendo a la denuncia de la violación al derecho a la educación, se advierte lo señalado
en cuanto a su reconocimiento por esa Sala Constitucional, ‘ ...el derecho a la educación es
un derecho humano reconocido por la Asamblea General de la Organización de Naciones
Unidas el 10 de diciembre de 1948, sino que, además, es uno de los derechos sociales del
individuo más relevante, incluido en la vigente Constitución en la categoría de los Derechos
Culturales y Educativos de los ciudadanos...’ . (S.C. Sentencia N° 2457 del 1-9-2003. Caso:
Heidy Buscemy).
En este sentido, el Ministerio Público considera que se hace necesario que el actuar de la
administración sea efectivamente de respeto y valor a este derecho, ajustando su conducta
a lo previsto en la normativa que al efecto ha sido dictada para preservar este derecho que
a todas luces se presenta indispensable para la dignidad humana.
Con base en las anteriores consideraciones, esta representación fiscal, observa que es
posible por esta vía, determinar la violación flagrante, grosera, directa e inmediata, del
derecho fundamental consagrado en el artículo 102 de la Carta Magna, lo cual resulta una
condición suficiente para la procedencia del amparo…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:21
CRBV art:26
CRBV art:49-1
CRBV art:49-2
CRBV art:49-3
CRBV art:49-7
CRBV art:102
CRBV art:137
RMD Nº 27546
01-07-2004
STSJSCO 01-09-2003

DESC AMPARO
DESC DENUNCIA
DESC DERECHO A LA EDUCACION
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC IGUALDAD ANTE LA LEY
DESC LEGALIDAD
DESC MILITARES
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC TITULOS ACADEMICOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.47-49.

141
098
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de Interpretación Junta Liquidadora del Instituto
Nacional de Hipódromos, acerca del contenido y alcance de los
artículos 1, 2, 4, 6, 8, 11, 14, 29, 30, y, 31; como de la
Superintendencia Nacional de Actividades Hípicas, acerca del
alcance y contenido de los artículos 9,18,28, todos ellos del
Decreto Nº 422 con Rango y Fuerza de Ley de fecha 25 de
octubre de 1999, publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria
Nº 5397.

FRAGMENTO

“…Debe esta representación fiscal observar previamente, si los presentes


recursos están dentro de alguna de las causales de inadmisibilidad delineadas en
la Doctrina creada tanto por esa honorable Sala, como por la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, para resolver este recurso, y al efecto se
aprecia:
Aun cuando ambas solicitudes de interpretación han sido admitidas por esa Sala
Político-Administrativa al momento de su presentación, -en funciones
sustanciadoras contenciosas- no escapa de una nueva revisión que pueda ejercer
esa Sala de las causales de inadmisibilidad.
Así tenemos, que un estudio sobre el punto de la apelación del auto de admisión
dictado por el Juzgado de Sustanciación de esa Sala, reconoce, la facultad del
Juez contencioso administrativo, cuando señala, que ‘ ...el auto del Juez
sustanciador, si bien decisorio, no causa cosa juzgada material pues se trata de
normas de evidente orden público, de allí que nada impide a la Corte revisar en
apelación la decisión de dicho Juzgado; en tal sentido, es reiterada la doctrina de
la Corte, particularmente de su Sala Político -Administrativa, que señala que ella
(la Corte) es árbitro de su propia competencia, de donde la decisión de
admisibilidad de recurso pronunciada por el Juez Sustanciador no es vinculante
para la Sala, quien consecuencialmente puede proceder siempre a declarar la
inadmisibilidad de la acción de observar alguna causal de inadmisibilidad no
observada oportunamente por el sustanciador...’.
(Revista de Derecho Administrativo N° 4 año 1998. p. 327. Editorial Sherwood).
Criterio que fue deducido, de la sentencia de fecha 9 de mayo de 1988, emanada
de la Sala Político-Administrativa bajo la ponencia de la Dra. Josefina Calcaño de
Temeltas, la cual estableció que ‘ ...este Alto Tribunal conserva siempre la
soberana potestad de pronunciarse sobre la admisibilidad o inadmisibilidad de la
acción intentada en la sentencia definitiva, aunque ésta haya sido admitida por el
Juzgado de Sustanciación y nadie hubiere apelado de esa admisión. Más aún, la
Sala puede declarar inadmisible el recurso aún en el caso de que tal defensa no
haya sido opuesta durante la sustanciación del juicio. Por lo tanto, la
extemporaneidad del alegato de la República resulta irrelevante ya que no afecta
la potestad del Tribunal y así se declara...’ . (Revista de Derecho Público N° 34 p.
230 Editorial Jurídica Venezolana).
La Sala Político-Administrativa en sentencia N° 708 de fecha 22 de mayo de 2002,
siguiendo los lineamientos establecidos en la Sala Constitucional en cuanto a los
requisitos exigidos para la admisión del recurso de interpretación, y con el fin de
preservar la uniformidad de la interpretación de las leyes y la jurisprudencia,
142
estableció que los requisitos para la admisibilidad del referido recurso son los
siguientes:
1.- Tener legitimación para recurrir y que dicha interpretación recaiga en un caso
concreto.
2.- Que la interpretación solicitada verse sobre un texto legal, aun cuando el
mismo no establezca expresamente la posibilidad de interpretarse.
3.- Que se precise en qué consiste el motivo de la interpretación.
4.- Que la Sala no se haya pronunciado con anterioridad sobre el punto requerido
y en tal caso, que no sea necesario modificar el criterio sostenido.
5.- Que el recurso de interpretación no persiga sustituir los recursos procesales
existentes, u obtener una declaratoria con carácter de condena o constitutiva.
6.- Que no acumule a la pretensión otro recurso o acción de naturaleza diferente,
o acciones incompatibles, excluyentes o contradictorias.
7.- Que el objeto de la interpretación no sea el de obtener una opinión previa del
órgano jurisdiccional para solución de un caso concreto que esté siendo conocido
por otro órgano jurisdiccional, bien sea entre particulares o entre éstos y los
órganos públicos.
Coincidente con la doctrina reiterada de esa Sala Político-Administrativa; la Sala
Constitucional ha establecido los límites del recurso de interpretación, en el
sentido de precisar el contenido y alcance de las normas legales sujetas a
interpretación.
Ahora bien, de la lectura de los recursos de interpretación en estudio, considera el
Ministerio Público, que en ambos casos se solicita un pronunciamiento de la Sala
Político-Administrativo a los fines de determinar cuál de los nuevos Entes creados,
Junta Liquidadora del Instituto Nacional de Hipódromos o Superintendencia
Nacional de Actividades Hípicas, está legitimado para ejercer las competencias y
atribuciones. Se trata de aclarar la controversia con motivo de funciones, esto es,
que la disputa gira en relación a cuál de los órganos, corresponde determinada
función o competencia, y así obtener su legitimidad.
Aplicando la tesis jurisprudencial supra transcrita, resulta claro que en los términos
en que han sido planteados los recursos, más allá de una interpretación de las
normas contenidas en el Decreto N° 442, lo que se persigue es la obtención de un
pronunciamiento por parte de la Sala Político-Administrativa, que sirva de solución
a un posible conflicto entre la Junta Liquidadora del Instituto Nacional de
Hipódromos y la Superintendencia Nacional de Actividades Hípicas.
Por tanto, considera el Ministerio Público que el recurso de interpretación
interpuesto tanto por la Junta Liquidadora del Instituto Nacional de Actividades
Hípicas, como por la Superintendencia Nacional de Actividades Hípicas, debe ser
declarado inadmisible…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


DP Nº 422-art:9
DP Nº 422-art:18
DP Nº 422-art:28
SCSJSPA 09-05-1988
STSJSPA Nº 708
22-05-2002

DESC INSTITUTO NACIONAL DE HIPÓDROMOS


DESC INTERPRETACIÓN DE LA LEY
DESC JUEGOS DE AZAR
DESC RECURSO DE INTERPRETACIÓN
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.49-52.
143
099
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad conjuntamente con acción de amparo
constitucional contra el acto administrativo de fecha 10 de
mayo de 2000, interpuesto por el ciudadano Luis Alberto
Villasmil, emanado de la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Sistema Judicial.

FRAGMENTO

“…Esa Sala ha señalado reiteradamente que cuando el recurrente no


cumple con la carga procesal de retirar el cartel, publicarlo y consignar un
ejemplar del mismo, está denotando poco o ningún interés en la demanda
y por ello ha entendido la declaratoria de desistimiento como una sanción
para el recurrente en virtud del manifiesto desinterés de éste en el
procedimiento (sentencia de la Sala Político-Administrativa Nº 01467 de
fecha 23 de septiembre de 2003).
En el presente caso ha quedado demostrado, que el recurrente no
consignó la publicación del cartel de notificación expedido por el Juzgado
de Sustanciación de fecha 4 de junio de 2002, tal como se evidencia del
cómputo realizado por secretaría donde se determinó que ha transcurrido
sobradamente el lapso legal establecido.
En cuanto a la acción de amparo propuesta conjuntamente con el
precitado recurso de nulidad, esta representación observa que para la
presente fecha, no se ha decidido.
En ese sentido, esa honorable Sala en casos similares al presente, en los
cuales se ha producido un desistimiento tácito en recurso de nulidad, ha
declarado, que ‘ carece de objeto dada la extinción de la causa principal’
(Sala Político-Administrativa sentencia Nº 1354 del 3-9-2003).
Considera esta representación fiscal, que lo expuesto conduce a la
declaración de desistimiento del recurso de nulidad interpuesto por el
ciudadano Luis Alberto Villasmil contra el acto administrativo de fecha 10
de mayo de 2000, emanado de la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Sistema Judicial, y el subsecuente decaimiento de la
acción de amparo interpuesta conjuntamente con el precitado recurso de
nulidad…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


STSJSCO Nº 1354
03-09-2003
STSJSPA Nº 01467
23-09-2003

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC AMPARO

144
DESC COMISION DE FUNCIONAMIENTO Y REESTRUCTURACION DEL
SISTEMA JUDICIAL
DESC DESISTIMIENTO
DESC NOTIFICACIONES
DESC NULIDAD
DESC PODER JUDICIAL
DESC TERMINOS JUDICIALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.52-53.

145
100
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad, contra
la norma contenida en el artículo 6 de la Ley de Reforma
General de la Ley que crea el Instituto de Beneficencia Pública y
Bienestar Social del Estado Táchira, publicada en la Gaceta
Oficial Legislativa del Estado Táchira, Número Extraordinario
001 del 4 de octubre de 2001, dictado por el Consejo Legislativo
del Estado Táchira.

FRAGMENTO

“…El acto impugnado lo constituye la norma contenida en el artículo 6 de


la Ley de Reforma General de la Ley que crea el Instituto de Beneficiencia
Pública y Bienestar Social del Estado Táchira, publicada en la Gaceta
Oficial Legislativa del Estado Táchira, Número Extraordinario 001 de fecha
4 de octubre de 2001 dictada por el Consejo Legislativo del Estado
Táchira.
Denuncia la recurrente, que el artículo 6 de la ley recurrida, está viciado de
nulidad en virtud que se le atribuye potestad jerárquica al Poder Legislativo
sobre el Ejecutivo, al permitir que el Poder Legislativo pueda remover a
funcionarios miembros del Directorio del Ente Descentralizado de la
Administración Pública adscrito a la Gobernación de ese Estado, lo que a
criterio de la Procuradora, constituye una usurpación de funciones que
viola los artículos 160, 136 y 137 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, pues corresponde al Gobernador del Estado,
como jefe de la Administración del Estado Táchira, el control de la tutela
sobre la actividad de los Institutos Autónomos Estadales y de los
funcionarios que lo integran.
Esta representación fiscal, pasa a verificar si el Poder Legislativo del
Estado Táchira invadió la competencia del Poder Ejecutivo, al designar a
uno de los miembros que componen la Directiva de la Lotería del Táchira,
para ello es necesario precisar las normas constitucionales y legales
denunciadas por la accionante, a tal efecto, denuncia la violación de los
artículos 160, 136 y 137 constitucionales.
Por tratarse la usurpación de funciones, de un vicio que afecta el elemento
subjetivo del acto administrativo, y que además una vez constatado
produce la nulidad de éste, es necesario examinar su materialización en el
acto, y así determinar si fue dictado respetando el principio de
competencia, inherente a toda providencia administrativa, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 160 de nuestra Carta Magna.
En el presente caso, el punto a resolver consiste en determinar, a quien
corresponde nombrar y remover a la Junta Directiva de la Lotería del
Táchira, de acuerdo a la competencia atributiva de competencia, para ello
es necesario aclarar quien ejerce el control de tutela sobre dicho ente.
Resulta importante, señalar el concepto de la tutela de los institutos
146
autónomos comprendidos dentro de la descentralización funcional, a tal
efecto, la doctrina ha señalado que la consecuencia fundamental de la
descentralización funcional es la existencia del control de tutela, el cual es
un tipo de control que se establece, en el campo administrativo,
sustancialmente distinto al control jerárquico. El principio de control de
tutela en materia de entes públicos, se da básicamente, en la
administración descentralizada funcionalmente, particularmente en los
institutos autónomos.
Tenemos, que dentro de la Administración Descentralizada
correspondiente al Estado Táchira se encuentra el Instituto de
Beneficencia Pública y Bienestar Social del Estado Táchira, tal como lo
prescriben los artículos 164 de la Constitución del Estado Táchira, y el
artículo 1 de la Ley de Reforma General a la Ley que crea el Instituto de
Beneficencia Pública y Bienestar Social del Estado Táchira, en tal sentido
al Gobernador como jefe de la Administración del referido Estado y de
conformidad con las normas constitucionales y legales anteriormente
señaladas, corresponde el control de tutela sobre la actividad de la Lotería
del Táchira, y de los funcionarios que la integran.
Ahora bien, lo anterior demuestra, que el Consejo Legislativo del Estado
Táchira al cual le es asignada constitucionalmente como función propia la
de legislar, al otorgarse la potestad de designar a un miembro de la Junta
Directiva del Instituto de Beneficencia Pública y Bienestar Social del
Estado Táchira el cual depende del
Ejecutivo Estadal, invadió la esfera de competencias constitucionalmente
atribuidas al mismo, visto que tal competencia le corresponde al
Gobernador como Jefe de la Administración del Estado…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:136
CRBV art:137
CRBV art:160
CETA art:164
LIBPBSETA art:1
LIBPBSETA art:6

DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA


DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
INSTITUTO DE BENEFICIENCIA PUBLICA Y BIENESTAR SOCIAL DEL
ESTADO TACHIRA
DESC GOBERNADORES
DESC INSTITUTOS AUTONOMOS
DESC JUEGOS DE AZAR
DESC NULIDAD
DESC PODER LEGISLATIVO
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.53-55.

147
101
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo interpuesta por los ciudadanos María Dorila
Canelón, Maritza Rodríguez Canelón, Miriam Rodríguez Canelón
y otros, contra la sentencia Nº 3310 dictada por la Corte Primera
de lo Contencioso Administrativo en fecha 8 de octubre de
2003, que declaró inadmisible el recurso contencioso
administrativo de nulidad interpuesto contra la Resolución Nº
2535, de fecha 5 de noviembre de 2001, dictada por la Gerencia
de Ingeniería Municipal de la Alcaldía del Municipio Baruta del
Estado Miranda.

FRAGMENTO

“…En el presente caso, aducen los apoderados judiciales de los


accionantes que la sentencia dictada por la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo vulneró los derechos a la tutela judicial efectiva
y el debido proceso establecidos en los artículos 21, 26, 49 y 51, 257 de la
Carta Fundamental.
Así las cosas, observa el Ministerio Público que en el presente caso, el
objeto de la acción de amparo es la sentencia N° 3310 dictada por la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo en fecha 8 de octubre de 2003,
que declaró con lugar la apelación interpuesta por la representante judicial
del Municipio Baruta del Estado Miranda, contra la sentencia dictada por el
Juzgado Superior Tercero en lo
Civil y Contencioso Administrativo, que declaró con lugar el recurso
contencioso administrativo de nulidad; por considerar que era inadmisible
el recurso contencioso administrativo de nulidad interpuesto por los
ciudadanos María Dorila Canelón, Maritza Rodríguez Canelón, Mirian
Rodríguez Canelón y otros, contra la Resolución N° 2535, del 5 de
noviembre de 2001 dictada por la Gerencia de Ingeniería Municipal de la
Alcaldía del Municipio Baruta del Estado Miranda, mediante la cual se
aplicó sanción de multa y orden de demolición a construcciones realizadas
entre la Avenida La Guarita y la Quebrada La Guairita, Urbanización
Colinas del Tamanaco, Municipio Baruta, las cuales constituían los
hogares de cuatro familias.
De lo anterior se colige que la Corte Primera actuó en ejercicio legítimo de
sus atribuciones legalmente conferidas, con apego a derecho; por cuanto
las normas contentivas de las causales de admisibilidad de una acción,
son de orden público, lo cual le permite al juez revisarlas en cualquier
etapa del proceso judicial, en este caso, el momento de decidir sobre el
fondo del recurso ya mencionado. Con su actuar, el juez no desvirtuó el
propósito de su potestad y, en consecuencia, no existió por parte del
órgano jurisdiccional abuso de poder ni usurpación o extralimitación de
funciones, por ser esta causal -el agotamiento de la vía administrativa- un
requisito para acceder a la jurisdicción contencioso-administrativa cuyo
148
incumplimiento acarrea la declaratoria de inadmisibilidad del recurso
correspondiente, tal como lo decidió la Corte Primera de lo Contencioso en
la sentencia recurrida.
En virtud de los razonamientos anteriormente expuestos, esta
representación del Ministerio Público estima que la presente acción
autónoma de amparo constitucional, debe ser declarada sin lugar…”

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:21
CRBV art:26
CRBV art:49
CRBV art:51
CRBV art:257
RAMBEM Nº 2535
05-11-2001
CPCA Nº 3310
08-10-2003

DESC AMPARO
DESC BARUTA (MUNICIPIO)
DESC DEMOLICIONES
DESC EXCESO DE PODER
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.55-56.

149
102
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Querella funcionarial interpuesta por la ciudadana Ruth Ibarra
García, en el recurso contencioso contra el acto administrativo
contenido en la Resolución Nº 290 de fecha 21 de mayo de 2004,
mediante la cual el ciudadano Julián Isaías Rodríguez Díaz en
su condición de Fiscal General de la República, resuelve
sancionarla con la medida disciplinaria de destitución; acto que
le fuera notificado -actuando por delegación- por la Directora de
Recursos Humanos Lic. Sandra Brito C., en fecha 27 de mayo
de 2004.

FRAGMENTO

“…Con el objeto de demostrar que el Ministerio público no incurrió en el


vicio de falso supuesto alegado por la querellante, debemos indicar que la
Institución que represento, pudo establecer, luego de valorar las pruebas
contenidas en el expediente administrativo, los supuestos establecidos
tanto en el numeral 12 del artículo 100 como del numeral 3 del artículo 101
del Estatuto de Personal del Ministerio Público, los cuales son del tenor
siguiente:
‘ Artículo 100.- Sin perjuicio de los deberes que les impongan las leyes, los
fiscales, funcionarios y empleados del Ministerio Público, están obligados
a:
(...)
12. En general, cumplir y hacer cumplir la Constitución y Leyes de la
República.’.
‘ Artículo 101.- Sin perjuicio de lo establecido en la Ley Orgánica del
Ministerio Público, se prohíbe a los fiscales, funcionarios y empleados:
(...)
3. Intervenir, ilegítimamente, en relación con el trámite de asuntos de
particulares, ante las dependencias del Ministerio Público u otro ente
oficial;...’”.
A tal efecto, el Ministerio Público valoró las siguientes pruebas:
“a.- Las testimoniales rendidas por los ciudadanos Gumersindo Piñero, del
cual dejó constancia en el acto administrativo recurrido, que tuvo
conocimiento directo del hecho que se investiga; Carolina Pru, de la cual
dejó constancia la Institución que represento, en el acto administrativo
recurrido, que no tuvo conocimiento directo del hecho que se
investiga;Eudemil José González Velásquez, del cual dejó constancia en el
acto administrativo recurrido que no tuvo conocimiento directo del hecho
que se investiga; Eduardo Ledezma, del cual dejó constancia en el acto
administrativo recurrido que tuvo conocimiento directo del hecho que se
investiga; Ericcson Bonilla Zapata, del cual dejó constancia en el acto
administrativo recurrido, que tuvo conocimiento directo del hecho que se
investiga; y la testimonial rendida por el Dr.David Palis Fuentes, -no
150
compareció la ciudadana Ruth Ibarra García a pesar de haber sido
notificada- del cual dejó constancia en el acto administrativo recurrido que
tuvo conocimiento directo del hecho que se investiga.
b.- La documental contenida en el escrito de Informes presentado por la
hoy querellante, a través del cual el acto recurrido señala, que ‘
...reconoció que se trasladó el día 11 de enero de 2003, en horas de la
noche a las oficinas de la ONI-DEX en la Plaza Miranda , a solicitar
información relacionada con la detención de la ciudadana colombiana. De
igual manera reconoció que se identificó como funcionaria de la Fiscalía’ .
En cuanto al tratamiento de las pruebas dentro del procedimiento
administrativo, la doctrina y la jurisprudencia nacional han coincidido en los
amplios poderes inquisitivos con los que cuenta la administración,
haciendo uso para establecer los hechos que considere relevantes para su
decisión, de todos los medios de prueba establecidos en el Código Civil,
de Procedimiento Civil, Código Orgánico Procesal Penal, o en otras leyes,
tal como lo establece el artículo 58 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, en cuanto sólo pueden admitirse los medios de prueba
establecidos en las leyes, pero con la particularidad de que basta con que
cualquier ley establezca un medio de prueba, para que éste pueda ser
utilizado en el procedimiento administrativo.
Resulta pues concluyente, que el Ministerio Público se limitó a valorar las
pruebas testimoniales, controladas debidamente por la ciudadana Ruth
Ibarra García, salvo el caso que dejó sentado en la declaración rendida por
el Dr. David Palis; y la documental ya señalada de conformidad con lo
establecido en el Código de Procedimiento Civil la cual fue traída a los
autos por la querellante en virtud de ser su escrito de informes. Todo lo
cual justifica, que los alegatos precedentes sean desestimados en base a
la defensa planteada.
Finalmente, para llegar al supuesto antes descrito, en nombre de la
Institución que represento, debo señalar que no sólo la Administración
tiene la potestad de traer todas las pruebas que –en principio le resulten
pertinentes- sino que además existe dentro del procedimiento
administrativo, la oportunidad para oponerse a ellas y ejercer el debido
control.
En nombre de la Institución que represento, alego las normas contenidas
en los artículos 122 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, que lo
autoriza para recabar ‘ todos los documentos y actuaciones a que diera
lugar el asunto’ , de conformidad con la norma contenida en el artículo 125
del precitado Estatuto, que señala con amplitud la posibilidad de promover
toda la variedad de pruebas contenidas en el Código de Procedimiento
Civil, y sólo prohíbe el juramento decisorio y las posiciones juradas, en
virtud de las cuales sólo era necesario establecer la pertinencia de
cualquier documento agregado al procedimiento disciplinario.
Lo anterior se justifica en virtud de la actividad probatoria que debe
desplegarse en sede administrativa, siendo que al particular de una parte,
le interesa evitar que un acto administrativo que afecte su esfera jurídica,
sea dictado en su fase constitutiva; y a la Administración por su parte, le es
necesario establecer los hechos y su comprobación con el propósito de
justificar su actuación para así, respetar el principio de legalidad que rige
su actuación.
Todos los alegatos señalados por el querellante, decaen al haberse
demostrado, -en base a las pruebas contenidas en el expediente
administrativo- que se produjo el incumplimiento que le impone a los

151
empleados del Ministerio Público, el numeral 12 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público; e incurrir además, en la
prohibición prevista en el numeral 3 del artículo 101 eiusdem, todo lo cual
conforma razón suficiente, para solicitarle ciudadana Juez, que este
alegato sea desestimado en su totalidad.
En nombre de mi representada, debo señalar que el Ministerio Público
para arribar a la conclusión de que la investigada incurrió en las faltas ya
señaladas, apreció todas las pruebas en su conjunto, dando a cada una el
valor legalmente establecido, por cuanto resultaban pruebas pertinentes al
proceso, sin desvirtuar la naturaleza de cada una de ellas.
El acto recurrido no valora particularmente alguna de las pruebas
presentes en el expediente disciplinario, y la señala como fundamental,
única o decisiva para concluir en la falta ya precitada.
Contrariamente a ello, lo hace tomando en cuenta todos los elementos de
convicción que tuvo frente a sí al momento de decidir.
En ese sentido, el Tribunal Sexto de lo Contencioso Administrativo ha
sostenido reiteradamente el criterio jurisprudencial, según el cual las
pruebas deben ser valoradas por la Administración, ‘ ... no atendiendo a
declaraciones aisladas, sino de lo que se desprende como un todo de su
contexto, efectuado así por la Administración....’ . (Caso: Héctor José
Lucena Mijares vs. Gobernación del Estado Miranda. Sentencia dictada el
21 de junio de 2004).
Establecidos todos los razonamientos anteriores, tenemos, que la doctrina
y la jurisprudencia han establecido que el vicio de falso supuesto, se
configura en tres formas: a) cuando la administración asume como cierto
un hecho que no ocurrió; b) cuando se aprecian erróneamente los hechos
y, c) cuando se valoran equivocadamente los mismos.
En ese sentido, el precitado vicio se producirá cuando la administración en
el procedimiento de formación del acto no lograse probar la existencia de
los hechos; se haya incurrido en una errónea calificación de los hechos por
haberlos tergiversado, por lo que insisto que los hechos están
demostrados y contenidos en las pruebas contenidas en el expediente
administrativo y, que se dan aquí por reproducidos.
Asimismo, se establece la calificación de los hechos, a medida que se van
valorando cada una de las pruebas existentes, relacionadas con el
comportamiento asumido por la hoy querellante, lo cual demuestra, que en
modo alguno, el Ministerio Público, tergiversó los hechos, y así pido
respetuosamente sea declarado.
Queda de esta manera, demostrado que la actuación asumida por la
querellante, fue opuesta a la obligación de asumir una buena conducta que
honrara el cargo que ostentaba, lo cual legitimó al Máximo Jerarca de la
Institución que represento (Fiscal General de la República) hacer uso de
sus potestades, aplicándole las sanciones disciplinarias previstas en el
numeral 4 del artículo 91 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, en
concordancia con el numeral 4 del artículo 118 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público, por haber incurrido en las faltas disciplinarias
previstas en el numeral 2 del Artículo 90 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público, en correlación con numeral 3 del artículo 117 del Estatuto de
Personal.
En efecto, el artículo 1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público establece ‘
El Ministerio Público velará por la exacta observancia de la Constitución y
de las Leyes, y estará a cargo y bajo la dirección y responsabilidad del
Fiscal General de la República’ ; por su parte el artículo 21 numeral 14

152
eiusdem establece que: ‘ Son deberes y atribuciones del Fiscal General de
la República:
(Omissis) 14. Ejercer la potestad disciplinaria sobre los ...empleados…’
Las normas antes transcritas, -sin lugar a dudas- determinan que la
potestad disciplinaria es detentada por el Fiscal General de la República
sobre la actuación de los empleados del Ministerio Público, lo cual pudiera
aparejar a una sanción producto del procedimiento administrativo
disciplinario, que sea necesario iniciar en virtud de su proceder, con las
limitaciones contenidas en el mismo Estatuto que rige las relaciones
funcionariales de la Institución que represento, preservando la garantía del
debido proceso del investigado.
En defensa de la Institución que represento, debo señalar que se
desprende la legalidad de la sanción impuesta a la hoy querellante, por
cuanto la misma está prevista en el artículo 91 numeral 4 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público que establece: ´Las sanciones
disciplinarias aplicables a los ... empleados, (…) son: (Omissis) 4.
Destitución´, norma ésta que se repite en los mismos términos en el
numeral 4 del artículo 118 del Estatuto de Personal del Ministerio Público,
razón por la cual, el Fiscal General de la República ejerció la potestad
sancionatoria, luego de concluido el procedimiento administrativo
disciplinario correspondiente, imponiendo a la hoy querellante, la sanción
disciplinaria de destitución, con fundamento en las atribuciones que le son
inherentes.
En consecuencia, la Institución que represento decidió imponerle la
sanción de destitución, debido a la constatación de que la hoy querellante
incurrió en hechos irregulares faltando así a la conducta que debe
mantener un empleado del Ministerio Público, Institución que actúa como
garante de la Constitucionalidad y de la legalidad; y así solicito
respetuosamente sea declarado.
Las consideraciones precedentemente expuestas, nos conducen a concluir
que no se configuran los vicios denunciados por la querellante para lograr
la declaratoria de nulidad absoluta del acto administrativo impugnado.
Ciudadana Juez, la sanción aplicada guarda el principio de legalidad
propio de los actos de la Administración, pues se evidenció de la
investigación las faltas cometidas por la querellante, que encuadran dentro
de las faltas graves previstas en la normativa interna que rige a la
Institución.
Vistas las consideraciones que anteceden, resulta clara la adecuación
entre lo decidido y el supuesto de hecho comprobado dentro de la
investigación, y eso hace oportuno señalar, lo que estableciera la Sala
Constitucional del Máximo Tribunal en cuanto a la constitucionalidad de las
normas contenidas en los artículos 90 y 91 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público; así como también, las cargas que tiene el Máximo
Jerarca al decidir en materia disciplinaria, y el respeto debido al principio
de proporcionalidad, en los siguientes términos:
‘ ...esta Sala juzga que la normativa invocada no resulta inconstitucional en
tanto y en cuanto el ejecutor de la misma conserve una correcta
adecuación entre la conducta desplegada por el funcionario y la sanción
que determine aplicar, por lo que está obligado a equiparar correctamente
la infracción y la sanción, bajo idónea fundamentación so pena de incurrir
en vicios de inmotivación y/o falso supuesto de hecho o de derecho. La
aplicación del principio de proporcionalidad establecido en el artículo 12 de
la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos debe considerarse

153
implícitamente establecido en los artículos 90 y 91 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público a los fines de delimitar la correlación de los hechos
respecto a la decisión que adopte la Máxima Autoridad de dicho Ente en
materia disciplinaria, por lo que de no ser así se estaría infringiendo el
principio de legalidad y tipicidad en lo concerniente a la certeza (lex certa)
que debe tener toda persona que se encuentre sometida a este régimen
funcionarial, por lo que al no haber un nexo que certifique la relación entre
ambos órdenes normativos la correlación entre la conducta u omisión y la
sanción, deberá regirse por el principio de la proporcionalidad...’. S.C.
Caso: Indira Margarita Farias. Sentencia del 29-4-2003).
En base a lo precedentemente expuesto, es forzoso concluir que el acto
administrativo impugnado está ajustado a derecho, dado que no se
configuran los vicios denunciados por la querellante para lograr la
declaratoria de nulidad absoluta del mismo...”

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:1
LOMP art:21-14
LOMP art:90
LOMP art:90-2
LOMP art:91
LOMP art:91-4
EPMP art:100-12
EPMP art:101-3
EPMP art:117-3
EPMP art:118-4
EPMP art:122
EPMP art:125
RSMP Nº 290
21-05-2004
LOPA art:12
LOPA art:58
STSCA 21-06-2004
STSJSCO 29-04-2003

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC DESPIDO
DESC FALSEDAD
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC LEGALIDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PRUEBA
DESC QUERELLA
DESC RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.56-62.

154
103
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Consideraciones relativas al desistimiento del procedimiento y
de la acción respecto al recurso de nulidad por motivos
inconstitucionalidad interpuesto por el ciudadano Carlos
Manuel Ortiz, en su condición de Contralor del Municipio San
Diego del Estado Carabobo, contra la Ordenanza de la
Contraloría del referido Municipio, publicada en la Gaceta
Municipal de San Diego, N° 70, Extraordinario, de fecha 26 de
noviembre de 2002.

FRAGMENTO

“...en el presente caso, a juicio de esta Representación del Ministerio


Público, no procedería el desistimiento del procedimiento y de la acción
solicitado, ya que se trata de la interposición de un recurso de nulidad por
razones de inconstitucionalidad fundamentado en la supuesta violación de
principios medulares del ordenamiento jurídico por la Ordenanza de
Contraloría del Municipio San Diego del Estado Carabobo, publicada en la
Gaceta Municipal de ese Municipio, N° 70, Extraordinario, del 26 de
noviembre de 2002, y ello, en criterio de esta Representación, afecta el
orden público, porque al encontrarnos frente a las presuntas violaciones
constitucionales de la Ordenanza impugnada, basadas en las supuestas
invasiones de competencias del Concejo del Municipio San Diego del
Estado Carabobo respecto a la Contraloría de ese Municipio, en presunta
trasgresión de los artículos 136, 137 y 138, todos de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y que consagran los principios de
separación de poderes, de ejercicio del poder bajo la ley y de la
consecuente nulidad de la usurpación de autoridad, respectivamente, se
estaría recurriendo contra la Ordenanza identificada en virtud de supuestas
infracciones que afectarían a una colectividad, porque vulnerarían
principios cuya magnitud es tal, que son los que inspiran el ordenamiento
jurídico y cuyas violaciones, de ser el caso, afectarían el derecho de los
ciudadanos a la seguridad jurídica, por cuanto tienen que ver con el
contenido esencial del ejercicio del poder por el órgano al cual la
Constitución de la República y la ley le otorgan la competencia y le definen
sus atribuciones (...) / En virtud de las consideraciones que anteceden, el
Ministerio Público, como garante de la Constitución y de las leyes,
considera que no es posible la utilización del mecanismo procesal del
desistimiento, ...” (Opinión del Ministerio Público N° FSATSJ-03-2004,
consignada ante la Sala Constitucional, en fecha 12 de febrero de 2004,
Exp. N° 03-0655; pp. 10-12).
“Cabe señalar que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
en decisión de fecha 14 de julio de 2004, declaró no homologar el
desistimiento del procedimiento y de la acción”.

155
Disposiciones legales contenidas en el documento:
CRBV art:136
CRBV art:137
CRBV art:138
OCSDEC Nº 70
26-11-2002
OPMP Nº FSATSJ-03-2004
STSJSCO 14-07-2004

DESC CONTRALORIA
DESC DESISTIMIENTO
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC ORDEN PUBLICO
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SEGURIDAD JURIDICA
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC USURPACIÓN DE AUTORIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.74-75.

156
104
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Pleno y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad, de los
artículos 41, literal a); 64, literales c) y d); 66, 67, 68, 80, 88, 101,
107, numeral 2, y del Título V, de la Ley de Servicio Exterior,
promulgada en fecha 6 de agosto de 2001.

FRAGMENTO

“...El primer artículo de la Ley impugnada es el 41, literal a), que reza:
/ ‘ Artículo 41. Para ascender se requiere: / a) Haber servido no menos de cinco
(5) años en el rango inmediato inferior…’ / Así las cosas, respetando esta
Representación del Ministerio Público lo establecido por el principio de
irretroactividad de la ley, (...) visto que en el caso bajo examen, (...) no se constata
la violación a tal principio, estima el Ministerio Público improcedente la denuncia
de violación del principio de irretroactividad alegada. / Con relación a la
presunta violación del artículo 64 literales c) y d), (...) / para el Ministerio Público
no se constata la violación a la prohibición de desmejora laboral consagrada en el
artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ni a la
estabilidad y protección estatal al trabajo, (...) denunciadas por la recurrente (...) /
Con relación al literal d) del referido artículo 64, (...) / observa el Ministerio Público
que esa opinión que emite el Jurado Calificador,(...), se traduce (...) en una opinión
(...) respecto a un funcionario diplomático de carrera que haya permanecido en un
mismo rango sin reunir méritos suficientes para ser ascendido, y a juicio de esta
Representación, podría interpretarse que esos ‘ meritos suficientes’ , se
encuentran establecidos en la propia Ley de Servicio Exterior, (...) en su artículo
41, literal b), (...) / Igualmente, (...) cabe hacer notar que en las dos hipótesis que
ejemplificativamente señala la parte recurrente, para esgrimir que el literal d) del
artículo 64 de la Ley de Servicio Exterior está viciado de nulidad por
inconstitucionalidad, como son, que el ascenso del funcionario diplomático de
carrera no se efectúe por la inactividad del jurado (hasta por dos años) o por ‘ falta
de cargo disponible’ , simplemente no se corresponden con el supuesto que prevé
el artículo impugnado (...) / Respecto de la denuncia de presunta violación de los
artículos 66 y 67, relativos al régimen de jubilaciones y pensiones, (...) estima (...)
el Ministerio Público, hacer las siguientes consideraciones: (...) / el legislador al
plasmar los artículos objeto de impugnación, desmejoró las condiciones de los
funcionarios de carrera del Servicio Exterior, puesto que el régimen anterior de su
propia ley les era más beneficioso (...) / En cuanto a la impugnación del artículo 68
de la Ley de Servicio Exterior, (...) llama la atención a esta Representación del
Ministerio Público que si los recurrentes consideraron para fundamentar la
impugnación de los artículos 66 y 67 de la Ley de Servicio Exterior, que al
personal del Servicio Exterior no le resulta aplicable el régimen de pensiones y
jubilaciones previsto en la Ley del Estatuto Sobre el Régimen de Jubilaciones y
Pensiones de los Funcionarios o Empleados de la Administración Pública
Nacional, de los Estados y de los Municipios, es incongruente invocar esta ley
como parámetro a seguir en el caso de la impugnación del artículo 68 de la Ley de
Servicio Exterior. / En cuanto a la denuncia del artículo 88 de la Ley del Servicio
Exterior (...) / esta representación del Ministerio Público no encuentra que el
artículo 88 de la ley impugnada represente una discriminación si se lo compara
con el artículo 36 ejusdem, (...) / Otros artículos denunciados por la parte

157
recurrente, son el 101 y 107 numeral 2 de la ley objeto de impugnación, (...) /
Ciudadanos Magistrados, los recurrentes fundamentan la nulidad del artículo 101
de la Ley de Servicio Exterior alegando que: ‘ …el régimen derogado, preveía un
jurado integrado por 5 miembros (artículo 61) de los cuales 2 solamente eran
designados directamente por el Ejecutivo Nacional…’ , lo cual a juicio de esta
representación del Ministerio Público: / 1.- No puede considerarse un logro ‘ …aun
(sic) intangible de los trabajadores…’ , cuyo irrespeto acarrea la violación del
artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (...) / 2.-
Tampoco puede decirse que podría circunscribirse en el numeral 3 de ese artículo
89 de la Carta Magna, (...) ya que la disposición que a juicio de los recurrentes
resulta más favorable al trabajador -como lo es, el artículo 61 de la Ley del
Personal del Servicio Exterior-, se encuentra expresamente derogado por
aplicación del artículo 134 de la Ley de Servicio Exterior (...) / 3.- Colide con el
principio de irreversibilidad de la ley (...) el cual se encuentra en estrecha relación
con la noción de seguridad jurídica, ello por cuanto en el caso específico, el
artículo 101 de la Ley de Servicio Exterior (...) entró en vigencia en el año 2001, y
por tanto, surtió sus efectos a partir de su ingreso en el ordenamiento jurídico,
como consecuencia de la norma que en forma expresa derogó la normativa
contenida en la Ley del Personal del Servicio Exterior, y a juicio de esta
representación del Ministerio Público, mal puede alegarse que la norma vigente
alteró un logro aún intangible de los trabajadores, establecido por la ley anterior
derogada (...) / En relación a la denuncia del artículo 107, numeral 2 (...) / se
observa en criterio del Ministerio Público que el artículo precitado no establece
una nueva causal de destitución, por cuanto el motivo -causal- de la destitución de
un funcionario diplomático, no es el hecho de que el Jurado Calificador haya
recomendado -y no decidido- su destitución, como lo hacen ver los recurrentes,
sino los hechos, (...) en los que incurrió tal funcionario y los cuales dieron origen a
esa recomendación del Jurado. / Por último denuncian los apoderados judiciales
de la recurrente, la nulidad del Título V de la Ley de Servicio Exterior, (...) / Sobre
el particular, aducen los apoderados judiciales de la recurrente, que: ‘ …la primera
discriminación la constituyen los artículos 115 y 116, (...)’ / En tal sentido, el
Ministerio Público debe observar lo siguiente: Si bien resulta cierto como lo
afirman los recurrentes, que los funcionarios diplomáticos en comisión tienen que
cumplir requisitos que no se exigen a los funcionarios diplomáticos de carrera, ello
obedece a las siguientes razones: / 1.- (...) muchos de esos funcionarios
diplomáticos en comisión (...) ingresarán en categorías superiores a la categoría
en la que ingresan los aspirantes a ingresar en la carrera diplomática que no son
funcionarios diplomáticos en comisión./ 2.- Conforme al mencionado artículo 29 de
la Ley de Servicio Exterior, para que un aspirante que no se trate de un
funcionario diplomático en comisión, ingrese a la carrera diplomática, debe
aprobar un concurso público de oposición, mientras que cuando se trata de
funcionarios que para la fecha de la promulgación de la ley impugnada, sean
Embajadores en comisión, Ministros Consejeros en comisión, Consejeros en
comisión, Primeros Secretarios en Comisión, o Segundos Secretarios en
comisión, y reúnen los requisitos que para cada uno de ellos establecen los
artículos 118, 119, 120, 121 y 122 de la referida ley, respectivamente, conforme a
esos mismos preceptos podrán solicitar al Jurado Calificador su incorporación
como funcionarios de carrera, sin que se les exija la presentación del señalado
concurso público de oposición. / En tal sentido, cabe señalar que conforme al
artículo 146 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: ‘ …El
ingreso de los funcionarios y las funcionarias públicas a los cargos de carrera será
por concurso público, (...)’ / En relación a la presunta discriminación que se
evidenciaría en el artículo 129 de la ley impugnada, que a decir de la parte
recurrente: (...) esta representación del Ministerio Público encuentra (...) que (...) /
la designación del personal diplomático en comisión es una facultad del
Presidente de la República en el período constitucional respectivo y el mismo
queda fuera del servicio al concluir el período en el cual fueron nombrados, y es
en virtud de ello, que conforme al precepto impugnado, sólo aquellos que fueron
evaluados (...) por el Ministerio de Relaciones Exteriores -cuyo Ministro ejerce el
158
Poder Ejecutivo- correspondiente al actual período constitucional y reclasificados
como funcionarios diplomáticos en comisión en diciembre de 2000 y enero de
2001, es decir, en este período constitucional, son los que conservarán sus
respectivos rangos.
(...) estima el Ministerio Público que la norma contenida en el artículo 127 de la
Ley de Servicio Exterior, lo que desea significar es que el personal de Agregados
y Oficiales con trayectoria profesional administrativa o técnica auxiliar, no podrán
optar a la carrera diplomática, ello en razón, a que sus funciones son de apoyo
administrativo y técnico, y por tanto no forman parte del personal de la carrera
diplomática. En cambio, el personal de Agregados y Oficiales que sí tengan
trayectoria en funciones diplomáticas, por esa razón, si pueden optar a ejercerla,
siempre y cuando soliciten su incorporación como personal diplomático de carrera,
y este pedimento les haya sido acordado. / Lo anterior es (...) pues, a criterio del
Ministerio Público, una circunstancia acorde que necesariamente debe ostentarse
para poder ejercer cargos diplomáticos de carrera, pues el personal que ejerce
esta función debe poseer los requerimientos para ello, (...) / Con respecto al
artículo 128 de la ley objeto de la presente opinión, (...) / observa esta
representación del Ministerio Público, lo siguiente: (...) / 1.- Resulta indudable que
la reclasificación de esos cargos de Agregados y Oficiales creados antes de la
vigencia de esa ley, en cargos profesionales administrativos y de técnico auxiliar,
no implica que si esos funcionarios tienen aspiraciones de ingresar a la carrera
diplomática, puedan hacerlo perfectamente, cumpliendo los requisitos para
ingresar a la carrera previstos en la Ley de Servicio Exterior (...) / Con respecto a
la denuncia del artículo 130 (...) para el Ministerio Público, el artículo 130 debe
concretar la situación o las situaciones que deben producirse para que esos
funcionarios diplomáticos en comisión, y los Agregados y Oficiales, no puedan
permanecer en el Ministerio de Relaciones Exteriores. En caso contrario, en virtud
de lo inconcreto e impreciso del precepto, su aplicación podrá causar indefensión,
y por ello, ser inconstitucional. / Por último, con respecto a la denuncia del artículo
131 que conforma las Disposiciones Transitorias de la ley objeto del recurso
interpuesto, debe señalar esta representante del Ministerio Público que -a su
juicio- mal puede impugnarse con fundamento el referido precepto, sin vincularlo
al análisis de ese régimen de transición para el personal profesional administrativo
y técnico auxiliar que en el momento de la promulgación de la Ley de Servicio
Exterior prestaba servicios en el Ministerio de Relaciones Exteriores (...) y el
análisis de ese régimen (...) no se realiza en el escrito recursivo. (...) / Por las
razones precedentemente expuestas, el Ministerio Público, (...) solicita que el
presente recurso (...) sea declarado ...parcialmente con lugar...”.
“(Opinión del Ministerio Público N° FSATSJ-04-2004, consignada ante la Sala
Constitucional, en fecha 2 de marzo de 2004, Exp. N° 01-002451; pp. 13, 20, 25-
27, 33-34, 36-44, 48-51)”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:89
CRBV art:89-3
CRBV art:146
LSE art:29
LSE art:41-a
LSE art:64-c
LSE art:64-d
LSE art:66
LSE art:67
LSE art:68
LSE art:80
LSE art:88
LSE art:101
LSE art:107-2
159
LSE art:115
LSE art:116
LSE art:118
LSE art:119
LSE art:120
LSE art:121
LSE art:122
LSE art:127
LSE art:129
LSE art:130
LPSE art:61
OPMP FSATSJ-04-2004

DESC DERECHOS ADQUIRIDOS


DESC DESPIDO
DESC DIPLOMATICOS
DESC LEYES
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC JUBILACIONES
DESC NULIDAD
DESC PENSIONES
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES
DESC SEGURIDAD JURIDICA
DESC SERVICIO EXTERIOR

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.75-79.

160
105
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por la firma PDV
Marina S.A., Filial de Petróleos de Venezuela, S.A. -PDVSA-, en
contra del auto dictado por el Juzgado Superior del Tránsito y
del Trabajo -Accidental-de la Circunscripción Judicial del
Estado Zulia, el 1 de agosto de 2000.

FRAGMENTO

“...se observa que el referido tribunal no profirió la sentencia de fondo


dentro del lapso que fijó para ello, ni dentro del lapso de diferimiento que
estableció, (...) / resulta que el citado Juzgado Superior en lugar de dictar
una sentencia de fondo, decidió lo que ya fue pormenorizadamente
señalado en esta opinión, y que a continuación el Ministerio Público
analizará: / 1.- Notificar al Procurador General de la República: (...) / El
artículo 38 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República
establece expresamente que en caso de obviarse la notificación del
Procurador General de la República, (como ocurrió en el caso de autos
donde una de las partes es la empresa PDV Marina, S.A., filial de
Petróleos de Venezuela, S.A. -PDVSA-), la causa será repuesta, siempre
que ello sea solicitado por el propio Procurador, y en este caso no existe
en autos solicitud en tal sentido. (...) / Por tanto, si se entiende el debido
proceso como un derecho constitucional ‘ de las partes’ en el proceso, y
entendemos que la notificación al Procurador General de la República no
tiene por finalidad hacer a la República parte en el proceso, ni abogado de
PDV Marina, S.A., pues sólo constituye el cumplimiento de una formalidad
que faculta al Procurador para intervenir, sin que esa notificación lo obligue
a actuar en el proceso, entonces, en este caso no se violó el derecho al
debido proceso en la relación procesal que se ha establecido entre las
partes directamente interesadas en la litis. / Igualmente, esta
representación del Ministerio Público destaca con respecto a la notificación
al Procurador General de la República, que si bien la decisión del 1 de
agosto de 2000 estableció (...) que una vez notificado este funcionario -al
igual que el Fiscal General de la República-, es que se procedería a fijar el
comienzo de la relación no obstante, la relación, de la causa comenzó a
pesar de que la Representación de la Procuraduría General de la
República, mediante oficio (...) dirigido al Juez Superior del Tránsito y del
Trabajo Accidental de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia,
manifestó que en la notificación no se había acompañado copia certificada
del recurso de nulidad de la Providencia Administrativa de fecha 16 de julio
de 1997, ni del auto de fecha 1 de agosto de 2000, (...) / 2.- (...) / en cuanto
al (...) artículo 251 del Código de Procedimiento Civil, el Ministerio Público
encuentra que el mismo no se cumplió, por cuanto habiéndose dictado
decisión (...) fuera del lapso de diferimiento para sentenciar el fondo, la
misma (...) no le fue notificada a la accionante en amparo y el Ministerio

161
Público considera que tal falta de notificación le violó su derecho a la
defensa y al debido proceso, pues (...) fue sorprendida con una decisión
que de no haberle sido notificada, le impidió realizar los actos procesales
pertinentes (...) / 2.1.- La subversión de los actos y lapsos procesales
establecidos en la ley y evidenciados en la presente causa y
concretamente, en la decisión del Juzgado Superior del Tránsito y del
Trabajo Accidental de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, implica
la violación de los derechos constitucionales al debido proceso y a la tutela
judicial efectiva: (...) / 2.2.- La decisión del 1 de agosto de 2000, emanada
del Juzgado Superior del Tránsito y del Trabajo Accidental de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia, violó la garantía a una justicia sin
dilaciones indebidas y eficiente, prevista en el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: Es así, que esta
representación considera que también se le violó el derecho al debido
proceso y garantía a una justicia eficiente, al ciudadano José Ildemaro
Chourio Rubio, por cuanto (...) el mencionado ciudadano presentó por lo
menos cuatro (4) escritos de fundamentación a la apelación, en los cuales
confiesa (...) ‘ ...la incertidumbre en relación a la oportunidad cierta en la
que ha de presentarse tales argumentaciones...’ (...) / En virtud de las
consideraciones que anteceden, el Ministerio Público opina, que la acción
de amparo (...) debe declararse con lugar...” (Opinión del Ministerio Público
N° FSATSJ-05-2004, consignada ante la Sala Constitucional, en fecha 8
de marzo de 2004, Exp. N° 2001-2705; pp. 21-25; 27-29).
“Cabe señalar que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
en sentencia de fecha 24 de marzo de 2004, declaró con lugar la acción de
amparo interpuesta”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
LOPGR art:38
CPC art:251
AJSTTACJEZ 01-08-2000
OPMP FSATSJ-05-2004
STSJSCO 24-03-2004

DESC AMPARO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC NOTIFICACIONES
DESC PETROLEOS DE VENEZUELA S.A.
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PROCURADURIA GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC REPOSICION
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.79-81.

162
106
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional “...por intereses colectivos y
difusos, contra la conducta lesiva de los derechos
constitucionales de nuestra representada, así como de toda la
comunidad venezolana, por parte de la empresa Informática de
Negocios y Tecnología, S.A. -INTESA-” , interpuesta por los
apoderados judiciales de la empresa estatal Petróleos de
Venezuela, S. A. -PDVSA-.

FRAGMENTO

“...I.- Las repercusiones del presente caso en el orden público, el interés


general y el bien común (...) / si a la empresa INTESA y a través de ella, la
sociedad norteamericana SAIC INTERNATIONAL CORPORATION le
correspondía el control de la información, de la base informática para la
realización de las operaciones de Petróleos de Venezuela, (...) la
vinculación de INTESA con PDVSA implicaba una relación que atañe al
orden público (...) / II.- De la no cesación de las violaciones y amenazas de
los derechos constitucionales que hubiesen podido causarlas, de acuerdo
a los informes consignados en autos por el apoderado judicial de Petróleos
de Venezuela, S.A. -PDVSA- (...) / se evidencia que para el momento en el
cual se presenta esta opinión del Ministerio Público, no se ha producido la
cesación de las violaciones y amenazas de los derechos constitucionales
que hubiesen podido causarlas, que constituyeron el objeto del presente
amparo (...) / III.- (...) / 1.- De la amenaza actual a la violación de la
restricción del derecho a difundir informaciones, en virtud de la necesidad
de proteger el orden público (...) / que actualmente existe la amenaza de
que en virtud de esa información que aún posee INTESA como
consecuencia de que aún no se producido la entrega formal de la misma,
(...) en virtud (...) de que hasta la presente fecha no se ha producido el
acatamiento a la medida cautelar ordenada por esa Sala Constitucional
mediante sentencia del 5 de junio de 2003, (...) INTESA pueda divulgar la
información que en tal sentido posee de PDVSA, sin considerar que (...) la
relación entre INTESA y PDVSA (...) trascendía el marco contractual y toca
aspectos vinculados al orden público, al interés general y al bien común
(...) / 2.- De la amenaza actual a la violación de la restricción del derecho a
la libertad de expresión, en virtud del derecho de no divulgar la información
recibida en confidencia (...) / existe la amenaza de que INTESA viole la
restricción a su derecho a la libertad de expresión, en virtud del derecho de
PDVSA de que no divulgue la información financiera, contable, etc, que
posee de ella, por cuanto (...) la entrega formal de la información de
PDVSA, que debe materializarse a través de la entrega de sus libros
contables, balances financieros, etc, no se ha producido, y esa información
fue recibida por INTESA en confidencia, como consecuencia de las
funciones que ejercía la misma para prestarle servicios a PDVSA. (...) / 3.-
163
De la violación del derecho de propiedad (...) / en virtud de que no se ha
producido la entrega formal de la información de INTESA concerniente a
PDVSA, los libros contables, los balances financieros, propiedad de esta
última, aún se encuentran en poder de INTESA, (...) / de haber procedido
INTESA a la entrega formal del patrimonio de PDVSA, vale decir, mediante
la entrega de sus libros contables, de sus balances financieros, habría
cesado la violación del derecho de propiedad de esta última y a su vez, se
hubiese podido deslindar cuáles eran los bienes que no correspondían a
PDVSA, sino a terceros, como es el caso de la sociedad mercantil Sun
Microsystems de Venezuela, S.A. (...) / 5.- De la violación del derecho a
dedicarse libremente a la actividad económica de su preferencia (...) / en el
presente caso se configura una violación al derecho constitucional a la
libertad económica de la empresa Petróleos de Venezuela, S.A. -PDVSA-
,puesto que a pesar de que la misma cuenta con los requisitos jurídicos
necesarios para desarrollar su actividad económica, INTESA procedió de
hecho a restringir injustificadamente el ejercicio de tal actividad, vale decir,
PDVSA no se puede dedicar libremente a su actividad económica, porque
depende de los libros, balances, las claves de acceso, y la base
informática de su sistema, los cuales están en poder de INTESA (...) / En
virtud de las consideraciones precedentemente expuestas, el Ministerio
Público opina que la acción de amparo constitucional (...) debe ser
declarada con lugar...”
(Opinión del Ministerio Público N° FSATSJ-06-2004, consignada ante la
Sala Constitucional, en fecha 29 de marzo de 2004, Exp. N° 03-001295;
pp. 6-8; 10, 12, 14-16; 19-21).
“Cabe señalar que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
en sentencia de fecha 6 de mayo de 2004, declaró con lugar la acción de
amparo interpuesta”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


OPMP FSATSJ-06-2004
29-03-2004
TSJSCO 06-05-2004

DESC AMPARO
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC LIBERTAD DE EXPRESION
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PETROLEOS DE VENEZUELA, S.A.
DESC PROPIEDAD NACIONAL
DESC SISTEMAS DE INFORMACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.81-83.

164
107
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Conflicto de autoridades planteado en el Municipio Alto Orinoco
del Estado Amazonas.

FRAGMENTO

“...la anormalidad denunciada como existente en el Municipio Alto Orinoco


del Estado Amazonas, en el fondo deriva de la disputa entre el ciudadano
Jaime Turón y Felipe Santo, respecto a la legitimidad para representar la
rama ejecutiva de dicho Municipio, lo cual plantea un anormalidad en el
desenvolvimiento de la vida institucional de ese Municipio; es decir, (...)
hay una pugna que entraba o amenaza con perturbar las actividades del
referido Municipio, el desenvolvimiento y la prestación de las funciones
públicas, o sea, que estamos en presencia del supuesto contenido en el
artículo 166 de la Ley Orgánica de Régimen Municipal denominado
conflicto de autoridades, determinación que procede a hacer el Ministerio
Público en los siguientes términos:
1.- El ciudadano Jaime Turón, resultó electo Alcalde del Municipio Alto
Orinoco del Estado Amazonas./ 2.- En fecha 22 de abril de 2002, el
Juzgado de Primero de Primera Instancia Penal en función de Juicio del
Circuito Judicial Penal del Estado Amazonas, le dictó al antes identificado
ciudadano Jaime Turón, medida de privación de libertad por cinco (5) años
de prisión y multa del cuarenta por ciento (40%) del valor de los bienes
objeto del delito, más las accesorias de ley contenidas en los artículos 16 y
34 del Código Penal./ 3.-Radicado como fue el citado juicio en el Estado
Anzoátegui, en fecha 19 de agosto de 2002, la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del referido estado,
anuló la decisión precedentemente mencionada, y estableció que el
ciudadano Jaime Turón quedaba con una ‘ … Medida Cautelar Sustitutiva
acordada, por el Juez Provisorio Segundo de Control de ese Circuito
Judicial Penal (del Estado Amazonas), de fecha 5 de noviembre del año
2001, vale decir, Fianza Personal, con las condiciones establecidas./
Como del acta de la imposición de la Medida Cautelar Sustitutiva (fianza
personal) se infiere que no se impuso una presentación periódica del
imputado ante el Tribunal de la causa, esta Corte ordena su traslado a este
Tribunal, a los fines de imponerlo de la decisión y de la obligación de
presentarse cada quince días ante las oficinas del Alguacilazgo del Circuito
Judicial Penal del Estado Amazonas…’ (Paréntesis (...) nuestro) (...) / con
ocasión de la radicación de juicio (...) el Ministerio Público interpuso
recurso de revisión ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia. / 4.- En fecha 24 de marzo de 2003, la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, anuló la anterior decisión (...) ordenándole a
la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui
que una nueva Sala se pronuncie nuevamente sobre la admisibilidad del
recurso de apelación que interpuso la defensa del procesado Jaime Turón
165
el 2 de septiembre de 2002, con estricta sujeción a las causales de
inadmisibilidad. / 5.- En fecha 31 de marzo de 2003,(...) la Cámara
Municipal del Municipio Alto Orinoco del Estado Amazonas celebró una
sesión extraordinaria en la cual designó al Vicepresidente de la Cámara
Municipal, ciudadano Felipe Santo, como Alcalde encargado de dicho
Municipio. / 6.- En fecha 14 de mayo de 2003, el Ministerio Público solicitó
la privación de libertad del ciudadano Jaime Turón, en cumplimiento del
mandato de amparo constitucional emanado de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, que anuló el fallo de la Corte de Apelaciones
del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui. / 7.- En fecha 08 de
octubre de 2003, el Alcalde encargado del Municipio Alto Orinoco del
Estado Amazonas, ciudadano Felipe Santo, solicitó a la Comisión Judicial
del Tribunal Supremo de Justicia, su intervención en la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Amazonas, en virtud de
que hasta esa fecha habían transcurrido más de seis (6) meses, sin
ejecutar el mandato de amparo constitucional que dictó la Sala
Constitucional de ese Máximo Tribunal de la República. / Por todas las
consideraciones que anteceden, el Ministerio Público opina que la solicitud
de resolución de conflicto de autoridades presentada (...) debe ser
declarada con lugar, pero considera fundamental destacar que resulta
esencial a los fines de lograr una verdadera resolución del conflicto, el que
se ejecute el amparo acordado por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia (...) y se decida cuál es la situación real del ciudadano
Jaime Turón...”
“(Opinión del Ministerio Público FSATSJ-001-2004, consignada ante la
Sala Constitucional, en fecha 13 de enero de 2004, Exp. N° 03-000501;
pp. 32-35)”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LORM art:166
CP art:16
CP art:34
OPMP FSATSJ-001-2004

DESC ALCALDES
DESC ALTO ORINOCO (MUNICIPIO)
DESC AMAZONAS
DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC CONFLICTO ENTRE AUTORIDADES
DESC FIANZAS
DESC LIBERTAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUNICIPIOS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.83-85.

166
108
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Política Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad e
ilegalidad, contra el acto administrativo contenido en el Decreto
N° 020, de fecha 19 de septiembre de 2000, dictado por la
Gobernación del Estado Mérida, publicado en la Gaceta Oficial
del Estado Mérida N° 144, Extraordinario, mediante el cual
rescindió el Convenio de fecha 19 de julio de 1995, suscrito
entre el gobierno del Estado Mérida y la Arquidiócesis de
Mérida, conforme al que se convino la creación, organización y
mantenimiento del Hospital General “Sor Juana Inés de la Cruz”
en la ciudad de Mérida; recurso que también se intentó contra la
forma en la cual se ejecutó el referido Decreto, por la
Gobernación del Estado Mérida, interpuesto por los apoderados
judiciales de la Arquidiócesis de Mérida y de la Fundación
“Hospital General Sor Juana Inés de la Cruz”.

FRAGMENTO

“...I / De la naturaleza jurídica del Convenio de fecha 19 de septiembre de


1995 suscrito por el Gobernador del Estado Mérida y el Arzobispo de
Mérida. / El Convenio suscrito entre el Gobernador del Estado Mérida y el
Arzobispo de Mérida, en fecha 19 de julio de 1995, es de naturaleza
administrativa (...) / Ahora bien, en el caso específico del Convenio del 19
de julio de 1995 (...) el interés colectivo y la utilidad pública son
expresamente establecidos en ese contrato (...) /cuando tiende a satisfacer
la necesidad del colectivo, relativa a la prestación del servicio de salud (...)
/ II / De la importancia de la decisión de fecha 2 de agosto de 2001,
emanada de esa Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia, mediante la cual se exhorta a los representantes de la
Arquidiócesis de Mérida y de la Fundación Sor Juana Inés de la Cruz, así
como al Gobernador del Estado Mérida, con el objeto de que participen en
un acto alternativo de resolución de controversias (...) / visto que en el
presente caso se encuentra involucrado el interés colectivo, es que esta
representación del Ministerio Público considera particularmente importante
que el mismo sea resuelto mediante un acto de resolución alternativa de
controversia tal y como originariamente lo dispusiera esa Honorable Sala,
(...) en el cual las partes manifestaran sus puntos de vista y motivaciones
específicas, contribuyendo en el logro de una decisión que beneficie en
definitiva, a ese colectivo beneficiario de la prestación del servicio público
de salud. A favor del planteamiento anterior nos permitimos señalar lo
siguiente: / 1.- El artículo 257 del Código del Procedimiento Civil, establece
que: (...) / En cualquier estado y grado de la causa, antes de la sentencia,
el Juez podrá excitar a las partes a la conciliación, (...) / 2.- En fecha 16 de
octubre de 2003, los apoderados judiciales del Estado Mérida consignaron
167
ante esa Sala Político-Administrativa escrito de informes (...) en el cual
solicitaron de la referida Sala, que: ‘ …fije una nueva oportunidad para la
celebración de un acto alternativo...’ (...) / 3.-Igualmente, el 4 de noviembre
de 2003, los apoderados judiciales de la Arquidiócesis de Mérida y de la
Fundación ‘ Hospital Sor Juana Inés de la Cruz’ , consignaron ante esa
Sala Político-Administrativa, escrito mediante el cual señalaron que: ‘
…nuestra representada, conforme a instrucciones recibidas, no tiene
objeción en que si así lo decide esa Sala concurra a escuchar las
propuestas de la Gobernación de resolución del presente conflicto…’ (...) /
En virtud de lo antes expuesto, el Ministerio Público solicita
respetuosamente a esa Sala Político-Administrativa, fije una nueva
oportunidad con el objeto de que tanto los representantes de la
Arquidiócesis de Mérida y de la Fundación Sor Juana Inés de la Cruz,
como el Gobernador del Estado Mérida, participen en un acto alternativo
de resolución de controversias, en el cual se logre una decisión que
contenga la esencia de la equidad y de la justicia...” (Opinión del Ministerio
Público N° FSATSJ-02-2004, consignada ante la Sala Político-
Administrativa, en fecha 3 de febrero de 2004, Exp. N° 00-1071; pp. 3-4, 6,
10-12).
“En fecha 3 de febrero de 2004, la Sala Político-Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia, exhortó a los representantes de la Arquidiócesis de
Mérida y de la Fundación Sor Juana Inés de la Cruz, y a los de la
Gobernación del Estado Mérida, para que comparecieran ante la referida
Sala, al decimoquinto día de despacho siguiente, contado a partir de la
constancia en autos de la última notificación que se haga de ellos, a las
doce meridiem, con el objeto de que participen en un acto alternativo de
resolución de controversias, el cual se realizaría en una reunión en el
Despacho de la Magistrada ponente.
En fecha 13 de abril de 2004, se realizó la mencionada reunión, a la cual
asistió y participó activamente esta representante del Ministerio Público”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


DGEME Nº 020
19-09-2000
CPC art:257
OPMP FSATSJ-02-2004

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC CONTRATOS
DESC CONVENIOS
DESC ESTADO MERIDA
DESC FUNDACIONES
DESC GOBERNADORES
DESC HOSPITALES
DESC IGLESIA CATOLICA
DESC ILEGALIDAD
DESC NULIDAD
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.85-86.

168
109
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal Segundo ante el Tribunal Supremo de Justicia FSTSJSPSCPAE
en Sala Plena y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativo
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso contencioso-administrativo de nulidad, interpuesto por
la ciudadana Lizet Violeta Pérez Terán, contra la decisión de
fecha 3 de diciembre de 2002, dictada por la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial,
mediante la cual fue sancionada con la destitución del cargo de
Juez Suplente del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Estado Lara, así como de cualquier otro que desempeñase en el
Poder Judicial.

FRAGMENTO

“...II. I.- Del orden público involucrado en el presente caso (...) / el


procedimiento disciplinario que condujo a la destitución de la Jueza Lizet
Violeta Pérez Terán, es de orden público, el mismo repercute sobre los
intereses superiores de la colectividad, a la cual debe garantizarse una
justicia impartida por jueces idóneos y excelentes, y como se desarrollará
en la presente opinión, con su actuación la referida Jueza violó uno de los
principios que inspiran el ordenamiento jurídico, como lo es, el principio de
seguridad jurídica (...) / II. II.- De los vicios que se atribuyen al acto
administrativo impugnado (...) / la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Sistema Judicial, en forma alguna cuestionó la labor
interpretativa de la citada Jueza, toda vez que lo que (...) se cuestiona es
la forma en que manejó desde el punto de vista procedimental dicho juicio,
motivo por el cual en criterio del Ministerio Público la referida Comisión no
usurpó funciones (...) / En relación al alegato según el cual, la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial se extralimitó en
sus atribuciones cuando cuestionó la admisión o no de la demanda
corregida, así como la legitimidad de los instrumentos fundamentales
acompañados con la demanda, (...) el Ministerio Público estima que el
mismo es improcedente, por cuanto tal y como se anotó up supra la
Comisión no está criticando la labor jurisdiccional de la ciudadana Jueza
recurrente, sino la forma en que condujo el proceso. / Por lo demás, (...)
debe señalarse la incompatibilidad existente entre los vicios de usurpación
de funciones y de extralimitación de atribuciones, (...) / Por otra parte (...) el
alegato de la recurrente constituido en que (...) independientemente de las
fallas procesales, se logró el fin de la justicia, (...) debe (...) declararse
improcedente, toda vez que las normas de procedimiento son de orden
público (...) / En lo concerniente al alegato según el cual la decisión
impugnada le violó a la ciudadana Jueza recurrente su derecho al debido
proceso y a la defensa, (...) se considera improcedente, en virtud de las
razones siguientes: / Primera: De los recaudos que cursan al expediente,
no se obtuvo o se desprendió nada que fuese determinante para apoyar la
169
defensa de la recurrente en sede jurisdiccional respecto a su imparcialidad.
(...) / Segundo: De acuerdo al contenido del acto administrativo
sancionatorio, el hecho por el cual fue efectivamente sancionada la hoy
recurrente, es porque: ‘ …la ciudadana Lizet Violeta Pérez Terán toma la
decisión de admitir la demanda sobre la cual ella misma había pronunciado
la inadmisión, por lo que tal comportamiento constituye el ilícito
disciplinario previsto en el numeral 11 del artículo 40 de la Ley de Carrera
Judicial...’ (...) (Acto impugnado; p. 25) / En lo atinente al alegato según el
cual, de igual forma la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del
Sistema Judicial, tergiversó los hechos, lo cual vició el acto de falso
supuesto de hecho,(...) el Ministerio Público lo estima improcedente,
habida consideración de que (...) una demanda declarada inadmisible no
es susceptible legalmente de ser reformada (...) / en lo relativo a que del
libelo presentado en fecha 29 de noviembre de 1999, se deducía su
carácter de una nueva demanda, (...) se considera que tal aseveración es
improcedente, porque (...) de haber constituido una nueva demanda, era
preciso que la misma se sustanciara en un expediente aparte, distinto y
separado del juicio original, a tenor de lo dispuesto en el artículo 25 del
Código de Procedimiento Civil (...) / Es así que la Jueza destituida violó el
principio de seguridad jurídica cuando luego de que declaró inadmisible la
demanda originariamente presentada, en virtud de que las letras de
cambio en las cuales se fundaba la pretensión carecían de la firma del
librador, admite la reforma de tal demanda, en el mismo expediente,
obviando por completo que (...) tal reforma no era procedente (...) / Por
tanto, no solamente se trataba de que las letras de cambio no valían como
tales por carecer de la firma del librador, sino porque aún después de que
el mismo procediera a firmarlas (...)no contenían la determinación de la
suma a pagar (...) / Igualmente, la Jueza recurrente argumenta que la
admisión de la demanda se produjo en resguardo del derecho a la tutela
judicial efectiva (...) lo cual resulta a todas luces improcedente, ya que (...) /
no tiene cabida invocar el derecho a la tutela judicial efectiva, si el mismo
no se materializa (...) dentro de un proceso en el cual no se cumplen los
requisitos legales, ni se produce una decisión ajustada a Derecho, como
ocurrió en el caso de autos (...) / De las consideraciones que anteceden,
(...) esta representación del Ministerio Público considera que el presente
recurso debe declararse sin lugar...”
“(Opinión del Ministerio Público N° FSATSJ-07-2004, consignada ante la
Sala Político-Administrativa, en fecha 13 de abril de 2004, Exp. N° 03-
0190; pp. 26, 28-29, 36-41, 43-45)”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CPC art:25
LCJ art:40-11
OPMP FSATSJ-07-2004

DESC DESPIDO
DESC COMISION DE FUNCIONAMIENTO Y REESTRUCTURACION DEL
DESC SISTEMA JUDICIAL
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC EXTRALIMITACIÓN DE ATRIBUCIONES
DESC FALSEDAD
DESC JUECES
DESC NULIDAD

170
DESC PODER JUDICIAL
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SEGURIDAD JURIDICA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.86-88.

171
110
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de interpretación del artículo 54 de la Ordenanza del
Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Caracas,
sancionada por el Cabildo del Distrito Metropolitano de
Caracas, en fecha 21 de marzo de 2002, y publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
37.409 de esa misma fecha, que interpusieron los miembros del
Comité Directivo Nacional de la Asociación Sindical Nacional de
Bomberos y Bomberas de Venezuela -Asin.Bom.Pro.Ven- y
trabajadores activos del Cuerpo de Bomberos del Distrito
Metropolitano de Caracas

FRAGMENTO

“...En la audiencia oral celebrada ante la Sala Político-Administrativa en


fecha 27 de abril del corriente, con ocasión del acto de informes, esta
representación del Ministerio Público tuvo la oportunidad de ahondar más
en lo relativo a los alegatos del recurrente, así como también, de conocer
la opinión de la representación judicial de la Alcaldía del Distrito
Metropolitano de Caracas, en torno al recurso interpuesto./ En tal sentido,
ante el alegato de inadmisibilidad planteado por la representación judicial
de la referida Alcaldía, respecto a que lo que se persigue con el ejercicio
del presente recurso era un pronunciamiento condenatorio, la recurrente
aclaró en el momento de la réplica que no se perseguía tal
pronunciamiento, ni que por vía del recurso interpuesto se condenara a la
Alcaldía Metropolitana de Caracas al pago de cantidades especificas de
dinero, sino que se dilucidara el alcance del artículo 54 de la Ordenanza
del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Caracas, (...) / Por
su parte, ante la pregunta que el Magistrado Levis Ignacio Zerpa formuló a
la representación judicial de la Alcaldía del Distrito Metropolitano de
Caracas, respecto a cuál era su interpretación del artículo 54 de la
Ordenanza precedentemente señalada, la referida representación contestó
que a su juicio tal precepto no es oscuro. No obstante; esta representación
del Ministerio Público observa que la recurrente plantea en su escrito
libelar que: / ‘ …a pesar de los innumerables esfuerzos realizados por la
organización sindical, la Alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas, se
ha rehusado a reconocer los derechos de los funcionarios transferidos y
los derechos que se ocasionaron por virtud de la fusión a los funcionarios
que prestaban sus servicios al extinto Cuerpo de Bomberos del Distrito
Federal, toda vez que a su entender es errónea la interpretación dada por
los trabajadores al nuevo texto normativo que rige el recién creado Cuerpo
de Bomberos del Distrito Metropolitano de Caracas…’ (...) (Escrito
recursivo; p. 13).
/ Por tanto, a juicio del Ministerio Público sí resulta sano que esa Sala
172
Político-Administrativa interprete el ya mencionado artículo 54, (...) /Por lo
demás, (...) el Ministerio Público quiere destacar que la prestación del
servicio de Bomberos, constituye un servicio público, razón por la cual la
presente solicitud atañe a una materia de especial relevancia por su
vinculación con el interés general, en la que tiene interés el estado. / En tal
sentido, cabe señalar que el artículo 54 de la Ordenanza del Cuerpo de
Bomberos del Distrito Metropolitano de Caracas, cuya interpretación se
solicita es del siguiente tenor: / ‘ Artículo 54. De las remuneraciones y las
jerarquías dentro del Cuerpo de Bomberos. Se mantendrán dentro de su
respectiva jerarquía, los funcionarios adscritos a los Cuerpos de Bomberos
fusionados. / Igualmente, mantendrán los beneficios obtenidos por vía de
la negociación colectiva, entendiendo los mismos como derechos
adquiridos reconocidos en el artículo 89 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. / Las remuneraciones que perciban los
funcionarios o empleados de los Cuerpos de Bomberos Fusionados,
deberán ser inmediatamente homologadas. / Sin menoscabo de lo anterior,
los funcionarios que ingresen a partir de la entrada en vigencia de la
presente Ordenanza se regirán por lo dispuesto en el Régimen Especial
Sobre el Sistema de Administración de Personal en el Distrito
Metropolitano de Caracas, publicado en la Gaceta Oficial N° 37.180 del 28
de diciembre de 2000, así como en lo establecido en la legislación
aplicable en Venezuela.’ / Ciudadanos Magistrados, a juicio del Ministerio
Público la redacción del referido precepto es bastante clara, y el mismo
debe ser interpretado en armonía con los numerales 1 y 3 del artículo 89
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pues en
efecto, el mencionado artículo 54 de la citada Ordenanza evidencia el
cumplimiento en una ley local del referido numeral 1 del precepto
constitucional en cuestión (...) En base a las consideraciones
precedentemente expuestas, el Ministerio Público considera que el recurso
de interpretación propuesto, debe ser declarado procedente...”
“(Opinión del Ministerio Público N° FSATSJ-08-2004, consignada ante la
Sala Político-Administrativa, en fecha 29 de abril de 2004, Exp. N° 03-
1239; pp. 17-20, 23)”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:89
CRBV art:89-1
CRBV art:89-3
OCBDMC art:54
OPMP FSATSJ-08-2004

DESC BOMBEROS
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC RECURSO DE INTERPRETACIÓN
DESC SERVICIOS PUBLICOS
DESC SINDICATOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.89-90.

173
111
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativo y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Electoral TSJSE
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional que por la amenaza de
difundir por vía de los diversos medios de comunicación social
los resultados del referendo revocatorio presidencial,
convocado por el Consejo Nacional Electoral para el día 15 de
agosto de 2004.

FRAGMENTO

“...Del análisis pormenorizado del presente caso, el Ministerio Público


observa lo siguiente: / Que en fecha 12 de agosto de 2004, siendo la una y
cincuenta dos de la tarde (1:52 p.m), el ciudadano Rubén Darío Herrera,
ejerció la acción de amparo autónoma prevista en los artículos 1 y 2 de la
Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
contra la amenaza proferida por el Gobernador del Estado Miranda,
ciudadano Enrique Mendoza, de difundir a través de los medios de
comunicación social los resultados del referendo revocatorio, antes de que
lo hiciera el órgano oficial autorizado para ello, vale decir, el Consejo
Nacional Electoral, amenaza ésta que de materializarse, lesionaría sus
derechos constitucionales a una información oportuna, veraz e imparcial.
Que en fecha 13 de agosto de 2004, esa Sala Electoral mediante
sentencia que distinguió con el correspondiente Nº 123, admitió la referida
acción y ordenó la notificación del presunto agraviante y del Ministerio
Público, entre otros.
Asimismo, se observa que esa Sala Electoral al advertir que ‘ …el acto de
votación respecto del cual se ha anunciado la proyección anticipada de
resultados electorales, está previsto para el próximo domingo 15 de agosto
de 2004, por lo que existe un riesgo manifiesto de que al no dictarse una
medida cautelar tendente a evitar la conducta anunciada, pueda
materializarse tanto una lesión del derecho al sufragio de los votantes,
como graves alteraciones del orden público durante la correspondiente
fase de votación y antes de que proceda a emitir el fallo definitivo en la
presente causa…’ , procedió a dictar una medida cautelar innominada
mediante la cual ordenó ‘ …prohibir la publicación de resultados parciales
o definitivos a través de los medios de comunicación, impresos,
audiovisuales y/o radioeléctricos, nacionales e internacionales, públicos o
privados, ya sea en programas de opinión, de entrevistas, sitios web,
informativos o avances, por parte de personas naturales o jurídicas,
cualquiera sea su naturaleza, antes de que el Consejo Nacional Electoral
lo autorice…’ .
De los hechos antes expuestos, el Ministerio Público observa que esa Sala
Electoral en la medida de lo posible y a todo evento protegió el derecho a
la defensa del presunto agraviante, pues siendo las ocho y veintidós
minutos de la noche (8:22 p.m) del mismo día en que fue dictada la pre-
citada medida cautelar, se le notificó de su contenido, es decir, de que

174
debía concurrir al Tribunal a conocer el día en que tendría lugar la
audiencia oral, la cual se efectuaría dentro de las noventa y seis horas a
partir de la última notificación realizada, así como de la medida cautelar
dictada, dándole la oportunidad tanto de que si se consideraba preparado
solicitara la realización de la audiencia oral y pública, con la premura del
caso, sin ningún tipo de formalismos, reduciendo al máximo los lapsos,
pues lo importante era que ejerciera su derecho a la defensa, como el
oponerse a la medida cautelar acordada (...) (...) se colige, que para que
pueda declararse con lugar una acción de amparo fundado en una
amenaza de daño constitucional, se requiere que la misma, además de ser
actual e inminente para el momento de la interposición de la acción,
subsista para la fecha en que deba decidirse, pues no tiene sentido
proteger contra un daño cuyas probabilidades de materialización
desaparecieron.
En el presente caso se observa, que para el momento en que se interpuso
la presente acción de amparo, la amenaza en que se fundó llenaba los
citados requisitos, es decir era actual e inminente.
Ahora bien, es el caso que el Ministerio Público observa, que constituye un
hecho público y notorio que el referendo revocatorio se celebró en la fecha
pautada por el Consejo Nacional Electoral, esto es el día quince (15) de
agosto de 2004, motivo por el cual también es público y notorio que el
hecho que generó el ejercicio de la presente acción cual fue la ‘ amenaza’
proferida de divulgar los resultados de dicho referendo antes que el
Consejo Nacional Electoral, cesó o desapareció al celebrarse dicho
referendo, resultando en consecuencia inoficioso desde el punto de vista
práctico y jurídico celebrar el debate oral que se fijó en la presente causa,
pues no se puede demostrar lo que no existe (...) (...) Por las
consideraciones que anteceden, el Ministerio Público opina, que en el
presente caso lo procedente es declarar que ya no hay materia sobre la
cual decidir, toda vez que decayó el objeto del amparo interpuesto”.
“(Opinión del Ministerio Público consignada ante la Sala Electoral del
Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 23 de septiembre de 2004 (Exp. N°
04-0077); (pp. 8-12)”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOADGC art:1
LOADGC art:2

DESC AMPARO
DESC CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC GOBERNADORES
DESC JEFES DE ESTADO
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MEDIOS DE COMUNICACION
DESC REFERÉNDUM
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.90-92.

175
112
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por la ciudadana
Ana Beatriz Agelvis, contra la presunta omisión imputada al
Fiscal General de la República.

FRAGMENTO

“…La pretensión esgrimida por la presunta agraviada está dirigida a


obtener que el ciudadano Fiscal General de la República, dicte el
pronunciamiento (…), en relación a la solicitud de nulidad absoluta
formulada por ésta mediante escrito de fecha 30 de julio de 2002. En el
caso bajo análisis, tenemos que (…) mediante Oficio N° DSG-23.885, de
fecha 30 de mayo de 2002, fue notificada de la decisión del ciudadano
Fiscal General de la República, del (…) cese en el ejercicio de sus
funciones como Fiscal Suplente Especial. Ahora bien, contra este último
acto, la accionante debió ejercer en sede administrativa el respectivo
recurso de reconsideración ante el Máximo Jerarca (…) ello a los fines de
cumplir con uno de los requisitos de admisibilidad para la procedencia de
un eventual recurso contencioso administrativo de nulidad, de conformidad
con el ordinal 2° del artículo 124 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema
de Justicia (…). De allí que, al no proceder de esa manera, dejando
transcurrir dos (2) meses contados a partir de la notificación del acto
administrativo contentivo de su sustitución (…), el mismo adquirió firmeza,
en fecha 30 de julio de 2002, la hoy accionante solicitó de conformidad con
el artículo 83 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, la
nulidad de tal acto en sede administrativa. (…) En nombre de la Institución
que represento, alego que el ciudadano Fiscal General de la República
ostenta amplias potestades en materia estatutaria y especialmente, en el
caso de los representantes del Ministerio Público (fiscales), la Ley
Orgánica del Ministerio Público en sus artículos 1 y 21 numerales 1, 3, 4,
8, 14 y 21 respectivamente, lo facultan expresamente (…). De las normas
antes transcritas, emerge la potestad que ostenta el Fiscal General de la
República para designar ‘ ...hasta nuevas instrucciones...’ a los fiscales del
Ministerio Público, así como la atribución de sustituirlos o retirarlos, como
ocurre en el presente caso, sin que sea necesario instaurar procedimiento
administrativo previo alguno, toda vez que los suplentes especiales no son
fiscales de carrera. (…) el nombramiento de la accionante en el Ministerio
Público era provisional, toda vez que para ingresar a la carrera de los
Fiscales del Ministerio Público se debe aprobar un concurso de oposición
con la mayor calificación sobre el setenta y cinco (75%) de la escala de
puntuación establecida, tal como lo prevé el artículo 79 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público. (…). Por tal razón, quien suscribe observa que la
verdadera intención de la hoy accionante es procurar a través de cualquier
medio, incluso esta extraordinaria vía de amparo, que el Ministerio Público
dicte un nuevo acto administrativo que se pronuncie sobre su solicitud de
nulidad en sede administrativa (…), por no haber interpuesto
176
oportunamente el recurso de reconsideración ante el Máximo Jerarca (…),
para luego entonces estar habilitada para acudir a la jurisdicción
contencioso administrativa, como consecuencia de haber agotado la vía
administrativa. Sin contar además, que (…) para la fecha de interposición
de la presente acción de amparo constitucional, esto es, 25 de abril de
2003, habían transcurrido 4 meses y 22 días de los seis (6) meses a los
cuales alude el artículo 134 de la Ley Orgánica que rige las funciones de
este Máximo Tribunal de la República, sin que el ciudadano Fiscal General
de la República, vencidos los noventa (90) días hábiles 8 (…), hubiese
dado respuesta a su petición de nulidad absoluta en sede administrativa,
de conformidad con el artículo 83 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos y, ello a juicio de la accionante comporta la violación de su
derecho de petición, consagrado en el artículo 51 de la Carta Magna. (…)
Aplicando los criterios jurisprudenciales antes transcritos, al presente caso
tenemos que el ciudadano Fiscal General de la República no pudo
transgredirle el derecho de petición a la hoy accionante, ante la falta de
respuesta a la solicitud de nulidad absoluta (…), por cuanto, el
ordenamiento jurídico previó el establecimiento de un beneficio para los
particulares, a fin de que éstos puedan ejercer el recurso inmediato
siguiente contra el acto tácito derivado de la presunción denegatoria, que
no es más que la figura del silencio administrativo, consagrado en el
artículo 4 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, sin contar
además que el artículo 83 ejusdem, no contempla lapso alguno para
decidirlo. Por tal razón, alego en nombre del ciudadano Fiscal General de
la República, que al ser el Máximo Jerarca el que debe decidir la solicitud
de nulidad, este contaba con noventa (90) días hábiles para decidir la
misma, según lo previsto en el artículo 91 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos, por lo que transcurrido íntegramente dicho
lapso y producidos los efectos del silencio administrativo, la hoy accionante
podía interponer el recurso jurisdiccional que proceda o, facultativamente,
esperar la (…) decisión en sede administrativa. (…) mal podría, entonces
considerarse vulnerado el derecho de petición y respuesta en el presente
caso, donde no existe legalmente un lapso para decirlo (…),sino además
porque la hoy accionante debió entender denegado su solicitud de nulidad
absoluta (…), ello porque disponía de otra vía judicial…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
LOCSJ art:124-2
LOCSJ art:134
LOPA art:4
LOPA art:83
LOPA art:91
LOMP art:1
LOMP art:21-1
LOMP art:21-3
LOMP art:21-4
LOMP art:21-8
LOMP art:21-14
LOMP art:21-21
LOMP art:79

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS

177
DESC AMPARO
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC PETICIÓN
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DESC SILENCIO ADMINISTRATIVO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.107-109.

178
113
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía ante el Tribunal Supremo de Justicia en FTTSJSPSCPAE
Sala Plena y ante sus Salas Constitucional, Político
Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional ejercida por los ciudadanos
Ángel Jurado Machado, Ninfa Díaz Bermúdez y Gabriel
Costanzo, contra la Presidenta del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, abogada Alicia
García De Nicholls.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de amparo constitucional lo constituye la


actuación de la Presidenta del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción
Judicial del Estado Carabobo, con ocasión a la implementación del
mecanismo de seguridad que se circunscribe (…) a la colocación de
cadenas en custodia de un alguacil, la construcción de muros, la
prohibición de mostrar los Expedientes ni de obtener copia si no se es
parte en los procesos, la prohibición a los jueces y secretarios de ‘ …dar
información a las partes en los pasillos…’ y el horario de archivo, que (…)
quebrantan sus derechos constitucionales relativas al acceso a los
órganos de la administración de justicia, el debido proceso y la igualdad y
no discriminación, consagradas en los artículos 26, 49 y 21 numeral 1 del
Texto Fundamental. (…) observa esta representación Fiscal que las
denuncias formuladas por los accionantes constituyen una ‘ vía de hecho’
imputada a la Presidente del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción
Judicial del Estado Carabobo, (…) conducta ésta que es ajena a la
Constitución y las leyes, que vulnera los derechos y garantías
constitucionales de los accionantes, que devino en el ejercicio de un poder
que legalmente carece. En efecto, el Código Orgánico Procesal Penal en
el Título II (…), Capítulo I relativo a los órganos jurisdiccionales penales,
consagra las atribuciones del Juez Presidente del Circuito Judicial Penal,
específicamente en el artículo 534, (…) Sin prejuzgar sobre el contenido
de la referida norma, a simple vista se infiere que dentro de las
atribuciones del Juez Presidente del Circuito Judicial Penal, no encuentra
esta representación (…) sustento legal para la implementación del
mecanismo de seguridad (…) por lo que evidentemente su actuación es
lesiva de derechos y garantías constitucionales, con ocasión a la vía de
hecho cometida, en razón de lo cual, la presente acción de amparo
constitucional se convierte en la única vía para restituir la situación jurídica
infringida. (…) Aplicando la tesis jurisprudencial antes transcrita al presente
caso, tenemos que se ha vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva,
consagrada en el artículo 26 del Texto Fundamental, que se inicia con el
acceso físico a la sede de dicho órgano judicial, en virtud de lo cual,
cualquier hecho, acto u omisión que impida o limite de alguna manera su
acceso, comportará sin duda alguna, la trasgresión del precepto
constitucional antes referido. Aunado a lo anterior, el Ministerio Público
coincide íntegramente con lo sentado por esa Sala, en el sentido de que,

179
las limitaciones de acceso a dichas instalaciones no es óbice para que se
restrinja el acceso físico, por cuanto, también se restringe el derecho a la
asistencia jurídica en todo estado y grado de la investigación y del
proceso, establecido en el artículo 49, numeral 1 de la Carta Magna y, más
grave aún se obstruye el buen funcionamiento de la administración de
justicia, que implica la intervención de órganos como el Ministerio Público y
de la Defensa Pública para la actuación en el proceso penal. Por último, el
Ministerio Público exhorta a esa Sala respetuosamente, en aras de
preservar el orden constitucional, se ordene publicar la presente decisión,
con el objeto de que la Presidencia del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, como las demás
presidencias de los Circuitos Judiciales Penales, se abstengan de restringir
el acceso a las instalaciones de los tribunales y, así pido respetuosamente
sea declarado por esa Sala…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:21-1
CRBV art:26
CRBV art:49
CRBV art:49-1
COPP art:534

DESC ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA


DESC AMPARO
DESC DISCRIMINACION
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC IGUALDAD
DESC JUECES
DESC JUSTICIA
DESC PODER JUDICIAL
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC TRIBUNALES
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.109-110.

180
114
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad parcial por razones de inconstitucionalidad
e ilegalidad, contra los artículos 3, numeral 4, 31 y 39,
numerales 1, 3, y 5 de la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y
la Familia, sancionada en fecha 19 de agosto de 1998, publicada
en Gaceta Oficial N° 36.531 de fecha 3 de septiembre de 1998,
posteriormente reimpresa en Gaceta Oficial N° 36.576 del 06 de
noviembre de 1998.

FRAGMENTO

“…lo que cuestiona el Fiscal General de la República (…) es el hecho de


que los artículos 3, numeral 4; 32 y 39 ordinales 1°, 3° y 5° de la precitada
ley, contravienen la Constitución y las leyes. (…) Por lo que atañe a los
vicios de inconstitucionalidad de que adolecen las normas impugnadas,
tenemos (…) que violan disposiciones constitucionales relativas a la
defensa y al debido proceso consagradas en el artículo 49 de la Carta
Magna, en virtud de que, órganos administrativos dictan medidas que
afecten derechos esenciales del hombre (…), sin que se le conceda
oportunidad para poder ejercer cabalmente su derecho a la defensa. (…)
las medidas cautelares cuestionadas vulneran igualmente el contenido del
numeral 4 del artículo 49 del Texto Fundamental, relativo al derecho a ser
juzgados por el juez natural, por ser de la competencia exclusiva del Poder
Judicial, la adopción de medidas de carácter judicial autorizadas por la ley.
(…) infringen el derecho a la inviolabilidad de la libertad personal
consagrado en el artículo 44 numeral 1 del Texto Fundamental, cuando
autoriza la imposición de arresto a órganos desprovistos de potestad
jurisdiccional. Por lo que atañe a los vicios de ilegalidad, el ciudadano
Fiscal General de la República denunció la violación de las disposiciones
del Código Orgánico Procesal Penal, relativas a los principios que rigen la
medidas de coerción personal, a saber: el estado de libertad consagrado
en el artículo 243, el principio de proporcionalidad contenido en el artículo
244, el de la motivación previsto en el 246 y el principio de interpretación
restrictiva contenido en el artículo 247 respectivamente. En consecuencia,
manifestó que las normas impugnadas (…) usurpa funciones propias de
los órganos jurisdiccionales, por no cumplir con el procedimiento para la
formulación de denuncia (…) consagrada en el artículo 285 del Código
Orgánico Procesal Penal, (…) se transgrede el principio de la legalidad
consagrado en el artículo 137 del Texto Fundamental. (…) vulnera el
principio de separación de los poderes públicos, cuando autoriza a
órganos que carecen de potestad jurisdiccional dictar medidas de privación
de libertad, que corresponden exclusivamente al Poder Judicial, (…) los
entes administrativos receptores de las denuncias al dictar medidas
cautelares de privativas de libertad, incurren en usurpación de funciones
propias de los órganos jurisdiccionales (…) contraviene (…) el artículo 285
181
del Código Orgánico Procesal Penal, que establece el procedimiento que
debe seguirse en relación a la formulación de una denuncia (…). violenta
el principio de la legalidad consagrado en el artículo 137 del Texto
Fundamental, porque desconoce el derecho constitucional de inviolabilidad
de la libertad personal, así como, los principios relativos a las medidas de
coerción personal establecidas en el Código Orgánico Procesal Penal, en
el sentido de que, la orden de arresto es una atribución exclusiva del Poder
Judicial y, su ejercicio por parte de otro órgano del Poder Público (…)
implica la sujeción de su actividad a este principio constitucional. (…) La
norma cuya nulidad parcial se solicita, enviste a los órganos receptores
que señala el artículo 32 ejusdem, de facultad para poder dictar medidas
cautelares, (…) sin que en su tramitación participe la parte presuntamente
agraviante, lo que (…) constituye una verdadera vulneración al derecho al
debido proceso. (…) el ordenamiento jurídico prevé para la adopción de
determinadas medidas cautelares que afecten derechos constitucionales
como la libertad personal, se deba oír al afectado por la decisión y en este
sentido, el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, establece que
antes de la imposición de la medida cautelar de privación judicial
preventiva de la libertad, el imputado deberá ser conducido previamente
ante el juez para permitirle el ejercicio de la defensa (…) el Ministerio
Público advierte que las normas cuya nulidad se solicita, no concuerdan
con lo establecido en la Constitución respecto al derecho al debido
proceso, ya que, en el procedimiento previsto para la tramitación de la
denuncia no se contempla la intervención del posible afectado por la
adopción de la medida (…), así como el principio procesal de la motivación
de la decisión, quedando a la discrecionalidad del órgano receptor de la
denuncia, (…) la adopción de las medidas cautelares (…), sólo
corresponden adoptarlas al Poder Judicial, en virtud de que, se trata de
verdaderas medidas de coerción personal que deben ser dictadas por un
órgano jurisdiccional, (…) de conformidad con los artículos 64, 108
numeral 10, 250 y 256 del Código Orgánico Procesal Penal y, no por los
órganos administrativos encargados de la recepción de la denuncia
previstos en el artículo 32 de la ley recurrida. De la lectura de los artículos
36 y 37 ejusdem, se infiere la aplicación del procedimiento abreviado y el
procedimiento de faltas previstos en el Código Orgánico Procesal Penal,
que corresponde a los jueces, lo que ratifica que las normas impugnadas
confieren a los órganos administrativos facultades de corte jurisdiccional,
(…) el Ministerio Público insiste en que la norma recurrida (…) restringe
arbitrariamente el valor supremo a la libertad personal, cuando autoriza la
imposición de arresto por órganos desprovistos de potestad jurisdiccional,
aun cuando del texto constitucional trasluce que la potestad para acordar
arrestos o detenciones es una atribución exclusiva del Poder Judicial y a
su vez, la propia Ley Orgánica del Poder Judicial advierte que la
jurisdicción es inviolable.
(…) Sobre la procedencia del vicio de ilegalidad del acto impugnado, el
ciudadano Fiscal General de la República alegó que la autorización para
imponer la medida cautelar de arresto transitorio prevenida en el artículo
39 numeral 3 ejusdem, quebranta (…) disposiciones del Código Orgánico
Procesal Penal, (…). En efecto, la norma (…), concede una amplía
discrecionalidad a los órganos receptores de las denuncias, toda vez que
no se les exige justificar o motivar sus decisiones con respecto a la
adopción de las medidas cautelares y, menos aún, proporcionalidad o
adecuación con relación a los hechos denunciados. (…) el Ministerio

182
Público insiste en que la medida cautelar contenida en el numeral 3 del
artículo 39 de la ley cuya nulidad parcial se solicita, es contraria a lo
consagrado en el numeral 1 del artículo 44 del Texto Fundamental y las
disposiciones legales contenidas en los artículos 243, 244, 246 y 247 del
Código de Orgánico Procesal Penal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44-1
CRBV art:49
CRBV art:49-4
CRBV art:137
LVMF art:3-4
LVMF art:31
LVMF art:32
LVMF art:37
LVMF art:39-1
LVMF art:39-3
LVMF art:39-5
COPP art:64
COPP art:108-10
COPP art:243
COPP art:244
COPP art:246
COPP art:247
COPP art:250
COPP art:256
COPP art:285

DESC ARRESTO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DETENCION
DESC FAMILIA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC ILEGALIDAD
DESC LEYES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MUJER
DESC NULIDAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.110-113.

183
115
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional ejercida por los apoderados
judiciales de la Federación Médica Venezolana, en defensa de
los derechos e intereses difusos de la sociedad y en particular
del gremio médico, contra la conducta omisiva de la Ministra de
Salud y Desarrollo Social y el Presidente del Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales.

FRAGMENTO

“…acción de amparo autónoma ante la omisión imputada al Ministro de


Salud y Desarrollo Social y al Presidente del Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales, al no adoptar las medidas tendentes a la dotación
suficiente de los insumos, equipos médicos y mantenimiento de la
infraestructura hospitalaria a nivel nacional y en general, todo lo
relacionado al servicio de salud, que aparece integrado al sistema de
seguridad social. (…) ejercen la acción de amparo constitucional
fundamentándose en la violación del contenido de los artículos 83, 84 y 85
constitucional, relativo al derecho a la salud, servicio público nacional de
salud, financiamiento del sistema de salud y seguridad social (…). En
efecto, está omisión no responde a una obligación especifica legal o
reglamentaria vigente o tampoco se trata de las llamadas obligaciones
genéricas ante una petición cualquiera, de dar respuesta. Se trata
entonces de un no hacer por parte de funcionarios que tienen a su cargo la
gestión, dirección y administración de los Centros de Salud, de proveer lo
conducente a fin de que el mismo tenga la capacidad de prestar la
asistencia médica en las condiciones idóneas a que tiene derecho la
población.
De allí que, la acción de amparo autónoma ejercida ante esta omisión
resulta la vía idónea dado que no hay otro recurso ordinario, para lograr el
fin restablecedor que se pretende. Como pruebas fundamentales de los
alegatos esgrimidos por los apoderados judiciales de la accionante,
acompañaron a su escrito libelar, inspecciones judiciales practicadas en
diversos centros de la capital y del interior de la República (…) para
invocar y probar el hecho notorio comunicacional, que en dichos de los
apoderados judiciales de la peticionante en amparo, revelan las graves
carencias del sector salud a nivel nacional (…) consignaron cinco (5) cintas
de video VHS, que según sus alegatos son ‘ demostrativas de la situación
de carencia de insumos, equipos y demás elementos necesarios para la
prestación del servicio de salud, en la cual se encuentran los centros
hospitalarios, aunado al deterioro de su planta física’ . Todo este acervo
probatorio y el hecho notorio comunicacional alegado, hacen inferir al
Ministerio Público (…) la conducta omisiva imputada a los agraviantes,
relativas a la insuficiente dotación de los insumos, equipos médicos y
mantenimiento de la infraestructura hospitalaria a nivel nacional, y en

184
general todo lo relacionado al servicio de salud, lo cual afecta la calidad de
vida del venezolano, (…). Como derecho cívico que es la salud, la
justificación de su existencia es el bien común, cuyo contenido gira
alrededor de prestaciones exigibles bien al Estado o a los particulares, que
deben favorecer a toda colectividad sin hacer distingos en cuanto a edad,
sexo, religión entre otras, por cuanto, en la medida en que el derecho a la
salud se vea afectado, indirectamente se está afectando el derecho
fundamental a la vida. (…) estima el Ministerio Público que la lesión al
derecho a la salud, como garantía fundamental del individuo, comporta la
restricción del derecho de todo hombre al acceso a los servicios que
permiten el mantenimiento o restauración de su bienestar físico, mental y
social, lo cual (…) lesiona su calidad de vida, razón por la cual, es deber
del Estado (…) velar porque el derecho a la salud, se proteja
efectivamente, cuyo incumplimiento es el objeto del presente acción de
amparo constitucional. Considera el Ministerio Público que (…) hay
suficientes indicios que permiten colegir el incumplimiento por parte de las
autoridades señaladas como agraviantes del deber que tienen de
promover y desarrollar las políticas orientadas a elevar la calidad de vida,
el bienestar colectivo y el acceso a los servicios de salud, incumplimiento
que tiene como consecuencia inmediata poner en riesgo la salud y la vida
de los habitantes del país, por lo que la presente acción de amparo debe
ser declarada con lugar, ordenándose a los agraviantes la adopción de las
medidas conducentes a fin de solventar las insuficiente dotación de los
insumos, equipos médicos y mantenimiento de la infraestructura
hospitalaria a nivel nacional, con la intermediación de la Defensoría del
Pueblo, cuya función (…) la de velar porque los servicios públicos
funcionen perfectamente y que sean dotados, en lo posible, para amparar
y proteger los intereses legítimos, colectivos o difusos de los ciudadanos,
contra las arbitrariedades, desviaciones de poder y errores cometidos en la
prestación de los servicios públicos…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:83
CRBV art:84
CRBV art:85

DESC AMPARO
DESC ASISTENCIA SOCIAL MEDICA
DESC HOSPITALES
DESC INSTITUTO VENEZOLANO DE LOS SEGUROS SOCIALES
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC MEDICOS
DESC NEGLIGENCIA
DESC PODER EJECUTIVO
DESC SALUD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.113-114.

185
116
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional contra las omisiones y vías de
hecho presuntamente realizadas por la empresa Eleoriente y
Elecentro.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente demanda por derechos o intereses colectivos lo


constituye (…) las actuaciones y las vías de hecho presuntamente
cometidas tanto por (…) (ELEORIENTE), como por (…) (ELECENTRO), al
cobrar la primera unilateralmente (…) ‘ …un recibo azul por concepto de
energía recuperada…’ no facturada y, la segunda, por la amenaza ‘ …de
insistir en cobrar el denominado Diferencial Tarifario…, producida por la
protección constitucional otorgada en primera instancia, por el Juzgado
Superior Segundo en lo Civil, Mercantil y Contencioso Administrativo de la
Región Capital, con sede en Maracay, que ‘ …ordenaba la desaplicación
de los Artículos 5, 6 y 16 de la Resolución publicada en la Gaceta Oficial
Nº 4478, vigente para la época…’ , suspendiendo los incrementos en las
tarifas eléctricas contenidas en la referida norma. (…). Al respecto se
observa que en el caso de (…) (ELECENTRO), no se configuran los
supuestos de procedencia de una vía de hecho, ya que, con ocasión al
mandamiento de amparo constitucional concedido en primera instancia, el
incremento de las tarifas eléctricas contenida en la Resolución conjunta del
Ministerio de Fomento y del Ministerio de Energía y Minas, (…) de fecha
19 de octubre de 1992, (…) fue suspendida indefinidamente en el Estado
Aragua, más en ningún momento podía ser anulada. Por lo que apelada la
anterior decisión, ésta fue revocada por sentencia dictada por la Sala
Político-Administrativa (…), de fecha 5 de mayo de 1994, ello (…) condujo
a que el incremento de las tarifas eléctricas se aplicaran nuevamente en el
Estado Aragua (…) el Ministerio Público infiere que al ser declarado como
servicio público las actividades que constituyen el servicio eléctrico y, de
utilidad pública e interés social las obras directamente afectas a la
prestación del servicio eléctrico en el territorio nacional, es lo que justifica
que la obtención del suministro de energía eléctrica (…) supone el pago
del servicio por parte de los usuarios en las condiciones establecidas en el
ordenamiento jurídico (…). En consecuencia, es forzoso concluir en que la
Resolución conjunta del Ministerio de la Producción y el Comercio y de
Energía y Minas, vigente para la época, tenía plena eficacia como
consecuencia de la revocatoria del fallo apelado, razón por la cual, (…)
(ELECENTRO) debía cobrar el denominado ‘ Diferencial Tarifario’ , (…)
(…) Por lo que atañe al caso de (…) (ELEORIENTE),esta representación
del Ministerio Público considera que si se configuran los supuestos de
procedencia de una vía de hecho, toda vez que los suscriptores del
servicio eléctrico en el Estado Anzoátegui, fueron intimados al pago de un
recibo azul, por concepto de energía recuperada no facturada (…).
Además, es necesario apuntar que las modalidades del funcionamiento
186
sistema prestacional del servicio eléctrico, está regulado por la Ley
Orgánica del Servicio Eléctrico y su Reglamento General, en la cual se
establecen tanto obligaciones como derechos para obtener el suministro
de energía eléctrica de la empresa distribuidora concesionaria en el área
geográfica donde estén ubicados (…). Recientemente, ha sido promulgado
el Reglamento de Servicio aludido en el artículo 24 del Reglamento
General (…). De las normas antes transcritas, emergen que (…)
(ELEORIENTE), ha facturado a sus usuarios energía no facturada en la
oportunidad normal de cobro, por concepto de anomalías así como por
irregularidades, sin que previamente se contara con el Reglamento de
Servicios, lo cual sin dudas revela el tratamiento unísono de conceptos que
son diferentes. En efecto, el Reglamento de la Ley Orgánica del Servicio
Eléctrico, en su artículo 2, definió como anomalías (…). Además, la Ley
que regula este sector, en sus artículos 93 y 94, tipificó como infracción de
los usuarios, (…). En consecuencia, el Ministerio Público invoca los
poderes jurisdiccionales de esa Sala, en el sentido de que, excluya la
conminación del pago a los suscriptores del servicio eléctrico en el Estado
Anzoátegui, al pago del recibo azul, por concepto de energía recuperada
no facturada, sólo en los casos en que se constante una irregularidad,
previa la conclusión de procedimiento administrativo aperturado contra el
presunto infractor, en los términos consagrados en el artículo 129 del
Reglamento General de la Ley Orgánica del Servicio Eléctrico, lo cual
obedece al principio de interpretación más favorable al consumidor o
usuario (…). En función de lo antes expuesto, el Ministerio Público
considera que la empresa prestadora del servicio en esa localidad estaba
impedida de cobrar energía recuperada no facturada por concepto de
anomalías, toda vez que el mismo no es imputable al usuario, siendo
responsabilidad del Estado la aferición y provisión de los medidores de
energía eléctrica…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


RMFEM 19-10-1992
RGLOSE art:2
RGLOSE art:24
RGLOSE art:93
RGLOSE art:94
RGLOSE art:129
SCSJSPA 05-05-1994

DESC AMPARO
DESC ELECTRIFICACION
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC NEGLIGENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.114-116.

187
117
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad,
intentado por el ciudadano Henry Pereira Gorrín, actuando en
nombre propio y el ciudadano Pedro Carmona Estanga,
actuando en su carácter de Presidente de Fedecamaras,
respectivamente, contra los Decretos Leyes dictados por el
Presidente de la República en Consejo de Ministros, en
ejecución de la ley que lo autoriza para dictar los decretos con
rango y fuerza de ley, publicada en Gaceta Oficial N° 37.036 del
13 de noviembre de 2000.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de nulidad por razones de inconstitucionalidad,


lo constituyen los decretos-leyes dictados por el Presidente de la República, en
Consejo de Ministros, en ejecución de la Ley Habilitante, emanada de la Asamblea
Nacional en fecha 7 de noviembre de 2000, mediante la cual se autorizó al
Presidente de la República para dictar ‘ Decretos con fuerza de Ley en las
materias que se le delegan’ ,(…) Previamente, debe el Ministerio Público destacar
que (…) el proceso de formación de leyes consagrado en la Carta Fundamental,
está íntimamente vinculado al principio de participación ciudadana y del pluralismo
político (…) garantizando así, que cada uno de los sectores sociales pueda
participar directamente o a través de sus representantes electos en la formación
de la leyes, en los términos consagrados en el artículo 203 de la Carta Magna.
Ello hace forzosamente formularse la siguiente pregunta: ¿en la ejecución de una
ley habilitante, debe dársele cumplimiento al principio de participación ciudadana,
consagrado en los artículos 6, 62 y 211 de nuestra Constitución? Obviamente la
respuesta parte del análisis del último aparte del artículo 203 del Texto
Fundamental (…). Del artículo parcialmente transcrito, se infiere que la ley
habilitante según la Constitución de 1999, es una verdadera delegación de
potestades realizada por la Asamblea Nacional al Poder Ejecutivo Nacional, con
ocasión a la transferencia de la competencia que le pertenece al órgano
legislativo, debiendo contener una delimitación del objeto sobre el cual ejerza la
potestad transferida. (…) En este estadio, conviene subrayar que la delegación
legislativa es una forma excepcional de legislar, por lo que el Poder Ejecutivo
Nacional disfruta de un margen razonable de discrecionalidad para hacer uso de
esa delegación (…). El Ministerio Público considerara que los Decretos con
Fuerza de Ley, que fueron dictados en ejecución de la Ley Habilitante, de fecha 13
de noviembre de 2000, en modo alguno transgredieron la garantía de la reserva
legal y de los Acuerdos y Tratados Internacionales suscritos por Venezuela, ya
que, los mismos fueron dictados dentro de los límites fijados por la Ley Habilitante.
(…) En consecuencia, el Ministerio Público estima que la violación la garantía de
la reserva legal y de los Acuerdos y Tratados Internacionales suscritos por
Venezuela, alegado por (…) (FEDECAMARAS) debe ser desechado por esa Sala
(…). Tampoco resulta procedente la denuncia relativa al vicio de usurpación de
funciones (…), ello en virtud de que, sólo se incurre en el vicio de usurpación de
funciones cuando una autoridad legítima, dicta un acto invadiendo la esfera de
competencia de un órgano perteneciente a otra rama del Poder Público,

188
violentando de ese modo las disposiciones contenidas en los artículos 136 y 137
del Texto Fundamental, donde se consagra por una parte, el principio de
separación de poderes según el cual, cada rama del Poder Público tiene sus
funciones propias y se establece, por otra, que sólo la Constitución y la Ley
definen las atribuciones del Poder Público y a éstas normas debe sujetarse su
ejercicio. (…) el Ministerio Público insiste en que el ciudadano Presidente de la
República no se excedió ni incumplió con los términos de la delegación de la Ley
Habilitante, de fecha 13 de noviembre de 2000, por cuanto, la Constitución no
limita ni su contenido ni la calificación de dichos decretos, únicamente que estén
conformes con la ley fundamental. En función de lo antes expuesto, esta
representación del Ministerio Público considera que el vicio de usurpación de
funciones alegado por (…) (FEDECAMARAS), debe ser igualmente desechado
por esa Sala (…). De seguidas el Ministerio Público se pronuncia sobre lo
(…)relativo a la violación al derecho de participación, (…) en los siguientes
términos: (…) el Ministerio Público se formula la siguiente pregunta: ¿Puede la
delegación legislativa al Presidente de la República configurarse como un
mecanismo para eludir el cumplimiento de esta obligación constitucional de
consulta en el proceso de elaboración de los Decretos leyes respectivos?
Obviamente la respuesta debe ser negativa, dado que no puede eliminarse este
derecho constitucional en el procedimiento de formación de las leyes, por el
simple hecho de que se le haya conferido poderes para legislar, a través de una
Ley Habilitante. En efecto, los proyectos de Decreto-Ley impugnados, debían
haberse sometido a consulta por parte del Ejecutivo Nacional, en la misma forma
indicada en la Constitución, antes de su adopción en Consejo de Ministros, para
promover la participación ciudadana en la gestión pública, (…) Efectivamente, el
contenido del artículo 137 de la Ley Orgánica de la Administración Pública, (…) es
del tenor siguiente:
(…) Por otra parte, el artículo 4 de la Ley Habilitante de fecha 13 de noviembre de
2003, efectivamente consagró la obligación del Ejecutivo Nacional de informar a la
Asamblea Nacional sobre los proyectos de decretos con fuerza de ley, ‘ …por lo
menos diez (10) días antes de su publicación en Gaceta Oficial…’ , lo cual es
demostrativo de que la Ley Habilitante estableció fórmulas adicionales de control,
como la presentación de los decretos con fuerza de ley legislativo a la Asamblea
Nacional antes de su publicación. Ahora bien, el Ministerio Público aprecia que
cursa a los autos, comunicación suscrita por el Presidente de la Asamblea
Nacional de la época, de fecha 18 de diciembre de 2002 (…), por medio del cual
remite (…) copia del Acta de Sesión de Clausura de fecha 13 de diciembre de
2001, en la cual se ‘ …designa una Comisión Especial de veinticinco miembros
(…), para que en un plazo que no exceda del 31 de enero de 2002 evalúe, en una
amplia consulta con todos los sectores nacionales, los contenidos de los decretos
dictados en cumplimiento de la Ley Habilitante y presente a la plenaria un informe
que sirva a la Asamblea para tomar las decisiones que resulten convenientes…’ y,
particularmente sobre cumplimiento del control parlamentario consagrado en el
artículo 4 de la Ley Habilitante, informa que ‘ …la Comisión Especial que se
designó es la que indicamos en el punto 1 de este escrito, ya que la Comisión
Especial que se menciona (…) no se ha designado…’ . (…) se observa que la
Asamblea Nacional, durante la vigencia de la Ley que autorizó al Ejecutivo
Nacional para dictar Decretos con rango y fuerza de ley, (…) no constituyó la
Comisión Especial a la cual alude el artículo 4 ejusdem. Más comprometedor
resulta aún, el hecho admitido por el Presidente de la Asamblea Nacional para
época, según el cual en fecha 13 de diciembre de 2001, se instituyó una Comisión
Especial diferente a la consagrada en la Ley Habilitante, cuya misión era evaluar
el contenido de los Decretos dictados por el Ejecutivo Nacional en cumplimiento
de la misma, lo cual representa que se conformó efectivamente un (1) mes
después de la expiración de la Ley Habilitante. Incluso pudo constatar esta
representación del Ministerio Público, que el informe elaborado por la mencionada
Comisión Especial, (…), contiene reclamaciones formuladas por (…)
(FEDECAMARAS), relacionadas con la violación del derecho de participación,
consagrado en los artículos 62 y 211 del Texto Fundamental. Vistas las
189
consideraciones que anteceden, es forzoso concluir que el Ejecutivo Nacional
efectivamente transgredió el derecho de participación, consagrado en los artículos
62 y 211 del Texto Fundamental, como el control parlamentario consagrado en el
artículo 4 de la Ley Habilitante, alegado por los accionantes, razón por la cual,
debe esa Sala declarar su procedencia y así pido respetuosamente sea declarado.
Por los razonamientos antes expuestos, esta representación del Ministerio
Público, considera que la presente acción de nulidad por razones de
inconstitucionalidad, debe ser declarado parcialmente con lugar…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:6
CRBV art:62
CRBV art:136
CRBV art:137
CRBV art:203
CRBV art:203-ult.ap
CRBV art:211
DP art:4
13-11-2000
LOAP art:137
AAN 13-12-2001

DESC FEDERACION VENEZOLANA DE CAMARAS Y ASOCIACIONES


DE COMERCIO Y PRODUCCION
DESC JEFES DE ESTADO
DESC LEGISLACIÓN POR DECRETO
DESC NULIDAD
DESC PRINCIPIO DE PARTICIPACION
DESC PRINCIPIO DE RESERVA
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.116-119.

190
118
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por la ciudadana
Celeste Liendo Liendo, contra sentencia dictada en fecha 2 de
mayo de 2002, por la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo. (Expediente N° 2002-2680).

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de amparo constitucional lo constituye la


decisión judicial dictada por la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo, de fecha 2 de mayo de 2002, que declaró desistida la
apelación ejercida por la hoy accionante, contra la sentencia dictada en
fecha 8 de marzo de 1999, por el Tribunal de la Carrera Administrativa,
(…) vulnerando sus derechos constitucionales al debido proceso,
consagrado en el artículo 49 del Texto Fundamental. (…) Planteada en
estos términos la controversia debe determinarse, en cuanto a la acción de
amparo constitucional se refiere sí se cumplen, para que proceda
mandamiento de amparo contra el fallo de fecha 2 de mayo de 2002,
concurrentemente los requisitos previstos en el artículo 4 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales (…). La
acción de amparo debe interponerse por ante el tribunal superior al que
emitió el fallo presuntamente lesivo.
Es así que, se requiere para la procedencia de la acción de amparo
constitucional contra sentencia, que la conducta del juez accionado,
constituya un abuso de poder o una grave usurpación o extralimitación de
funciones que lesione simultáneamente un derecho constitucional. En
cambio no podría proceder el amparo cuando el juez haya actuado dentro
de los límites de su oficio sólo que el
accionante no esté de acuerdo con los criterios jurídicos utilizados por
aquél al adoptar su decisión o realizar la actuación, siendo necesario,
igualmente en cuanto al carácter del amparo, que no exista otro medio
procesal ordinario y adecuado para la protección requerida, por lo que de
seguidas se procede a constatar si está presente en el fallo objeto de
examen. (…) la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo haciendo uso de la facultad de reducción de
plazos prevista en el artículo 135 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema
de Justicia y, preservando la desformalización de la justicia y la tutela
judicial efectiva consagrada en los artículos 26 y 257 del texto
constitucional, estableció la tramitación de los procedimientos en segunda
instancia con plazos más reducidos para aquellas causas que a su juicio,
no revistan mayor complejidad, no requiera mayor trámite, por su urgencia
o por la sencillez de los hechos a demostrar o, por ser cuestiones de mero
derecho. Es pues por ello, que el Ministerio Público considera que la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo -lejos de proteger las garantías
constitucionales consagradas en los artículos 26 y 257-, abusó de sus
poderes al subvertir el orden procesal en el procedimiento establecido para
191
la segunda instancia, lo cual sin dudas constituye una clara violación al
derecho al debido proceso, por ignorar un procedimiento previamente
establecido por ley, con la finalidad de permitir la realización de
determinados actos procesales, imprescindibles para el ejercicio seguro y
efectivo de los derechos de las partes dentro del debate judicial y para
garantizar de esta manera el cumplimiento de los postulados
constitucionales que persiguen ofrecer un debido proceso, el derecho a la
defensa de las partes y una tutela judicial efectiva, los cuales sin lugar a
dudas, le fueron cercenados a la accionante. (Vid. Sentencia Oswaldo
Juan Bosco Starchevich Castillo, contra sentencia dictada por la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo, el 31 de julio de 2001, de fecha
7 de mayo de 2003).
Aunado a la anterior, el Ministerio Público advierte en el desorden procesal
producido por la extinta Corte Primera de lo Contencioso Administrativo,
que la sentencia impugnada omitió incluso la decisión adoptada por ella,
de fecha 6 de diciembre de 2001 (…) En consecuencia, el Ministerio
Público estima que la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo
impidió groseramente que la hoy accionante obtuviera una decisión sobre
la apelación ejercida comprometiendo la defensa de sus derechos, no sólo
cuando redujo los plazos del procedimiento de segunda instancia, sino
cuando además, omitió la notificación de la parte querellante -hoy
accionante-de la reducción de lapso acordado en fecha 24 de octubre de
2000 y así pido respetuosamente sea declarado. Las anteriores
consideraciones conducen a concluir que el fallo impugnado dictado por la
Corte Primera de lo Contencioso Administrativo en fecha 2 de mayo de
2002, fue proferido en total contradicción al ordenamiento jurídico, ya que,
se dictó con abuso de poder generando así, la violación directa de los
derechos y garantías constitucionales de la peticionante relativos al debido
proceso, consagrado en el Texto Fundamental. No obstante lo anterior, el
Ministerio Público se formula las siguiente pregunta: ¿Podía la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo subvertir el orden procesal de
segunda instancia establecido en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, en aras de preservar la desformalización de la justicia y la tutela
judicial efectiva, consagrados en los artículos 26 y 257 de nuestra Carta
Magna? Su respuesta está relacionada con la interpretación realizada por
esa Sala en sentencia del 25 de mayo de 2001, recaída en el caso Instituto
Autónomo Policía de Chacao, la cual estableció lo siguiente: (…) Aplicando
el criterio jurisprudencial antes trascrito, el Ministerio Público considera
imperativo que esa Sala como garante de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en los términos consagrados en el artículo 334 y
siendo además, la rectora del proceso que la obliga a adoptar una postura
activa que le demanda el artículo 335 constitucional respecto a la
interpretación.
sobre el contenido y alcance de las normas y principios constitucionales
(…), se le exhorta respetuosamente a restaurar el orden procesal de
segunda instancia previsto en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, subvertido por el criterio adoptado por la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo, en Sentencia N° 279 de fecha 13 de abril de
2000. (…) Por las razones que anteceden, el Ministerio Público considera
que la presente acción de amparo constitucional, debe ser declarada con
lugar…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:

192
CRBV art:26
CRBV art:49
CRBV art:257
CRBV art:334
CRBV art:335
LOCSJ art:135
LOADGC art:4
SCPCA Nº 279
13-04-2000
SCPCA 31-07-2001
SCPCA 06-12-2001
SCPCA 02-05-2002
TCA 08-03-1999

DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC EXCESO DE PODER
DESC JUSTICIA
DESC NOTIFICACIONES
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TERMINOS JUDICIALES
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.119-122.

193
119
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por los
apoderados judiciales de la sociedad mercantil HANOVER PGN
COMPRESSOR C.A., contra las decisiones judiciales: i)
Sentencia de fecha 8 de agosto de 2002, dictada por la Corte
Primera de lo Contencioso-Administrativo;
ii) Sentencia de fecha 2 de mayo de 2002, dictada por el
Juzgado Superior Civil y Contencioso-Administrativo de la
Circunscripción Judicial del la Región de Los Andes; iii) auto
dictado por ese Juzgado Superior en fecha 6 de febrero de
2003; iv) Oficio Nº 176, de fecha 7 de febrero de 2003, emanado
de dicho Juzgado Superior; v) auto de fecha 14 de abril de 2003,
por el cual se ordena la ejecución forzosa y; vi) ejecución
forzosa de la sentencia efectuada el 6 de mayo de 2003, por el
Tribunal Ejecutor de Medidas del Municipio Barinas de la
Circunscripción Judicial del Estado Barinas, todas dictadas en
el recurso contencioso-administrativo de nulidad interpuesto
por el ciudadano Heriberto José Mora Justy, ante ese Juzgado
Superior, contra la providencia administrativa Nº 65 del 27 de
diciembre de 1999, dictada por la Inspectoría del Trabajo del
Estado Táchira, que declaró sin lugar su solicitud de
reenganche y pago de salarios caídos.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de amparo constitucional es la decisión


judicial dictada por la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo de
fecha 8 de agosto de 2002, que declaró desistida la apelación ejercida por
el apoderado judicial de la empresa MCA de Venezuela S.A., contra la
sentencia dictada por el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso
Administrativo de la Región de Los Andes en fecha 2 de mayo de 2002, en
virtud de no haber formalizado la misma en tiempo oportuno, y en
consecuencia, confirmó el fallo apelado, contentiva de la declaratoria con
lugar del recurso contencioso administrativo de nulidad interpuesto por el
ciudadano Heriberto José Mora Yuste, contra la Providencia Administrativa
N° 65 de fecha 27 de diciembre de 1999, dictada por la Inspectoría del
Trabajo del Estado Táchira, que a su vez, declaró sin lugar la solicitud de
reenganche y pago de salarios caídos. Igualmente, impugnaron los demás
actos jurisdiccionales subsiguiente dictados y ejecutados, en virtud de la
declaratoria de firmeza de dicho fallo, a saber: i) auto dictado por Juzgado
Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región de Los
Andes de fecha 6 de febrero de 2003; ii) Oficio Nº 176, de fecha 7 de
febrero de 2003, emanado de dicho Juzgado Superior; iii) auto de fecha 14
de abril de 2003, por el cual se ordena la ejecución forzosa y, iv) ejecución
194
forzosa de la sentencia efectuada el 6 de mayo de 2003, por el Tribunal
Ejecutor de Medidas del Municipio Barinas de la Circunscripción Judicial
del Estado Barinas. (…) Planteada en estos términos la controversia debe
determinarse, en cuanto a la acción de amparo constitucional se refiere, sí
se cumplen los requisitos concurrentes previstos en el artículo 4 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, para
que proceda mandamiento de amparo contra el fallo dictado por la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo en 8 de agosto de 2002, la
sentencia dictada por el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso
Administrativo de la Región de Los Andes en fecha 2 de mayo de 2002 y,
los sucesivos actos jurisdiccionales, a saber: 1.- Que dicho Tribunal actúe
fuera de su competencia, habiendo sostenido la jurisprudencia que la
referida expresión no se refiere sólo a la incompetencia por la materia,
cuantía y el territorio sino que también corresponde a los conceptos de
abuso de poder o extralimitación de atribuciones. 2) Que con su actuación
se lesione un derecho constitucional. 3) Que contra el fallo en cuestión se
hayan agotados los recursos pertinentes. La acción de amparo debe
interponerse por ante el tribunal superior al que emitió el fallo
presuntamente lesivo. (…) el Ministerio Público aprecia que la sentencia
dictada el 8 de agosto de 2002, por la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo, la sentencia del 2 de mayo de 2002, dictada por el Juzgado
Superior Civil y Contencioso Administrativo de la Circunscripción Judicial
del la Región de Los Andes y los consiguientes actos de ejecución,
transgredieron normas de orden público relacionadas con la materia
laboral y específicamente, las disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo
relativas al procedimiento especial de estabilidad laboral, (…) Por tal
razón, el Ministerio Público estima que tanto la extinta Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo como el Juzgado Superior Civil y Contencioso-
Administrativo de la Circunscripción Judicial del la Región de Los Andes,
no respetaron el orden jurídico preestablecido, cuando realizaron
apreciaciones sesgadas omitiendo la verdad procesal que devenía de los
autos y especialmente, el carácter de cosa juzgada que se desprende del ‘
Acta de Homologación N° 14’ , de fecha 11 de enero de 2000, emanada de
la Sub-Inspectoría del Trabajo del Ministerio del Trabajo, en Guasdualito,
Municipio Autónomo Páez, (…) Las consecuencias jurídicas de la
aceptación de las prestaciones sociales por parte del trabajador
reclamante, fue analizado por esa Sala Constitucional en Sentencia N°
1489 de fecha 28 de junio de 2002, caso Municipio Arístides Bastidas del
Estado Yaracuy, donde estableció (…) ‘ …En este caso, (…) resulta ilógico
pensar que un trabajador que recibió el pago de sus prestaciones sociales
y demás conceptos laborales correspondientes, lo cual implica la
terminación de la relación laboral, luego pretenda el reenganche y pago de
salarios caídos. (…) La Sala Político-Administrativa de este Supremo
Tribunal señaló que, en casos como el de autos, esa aceptación del
trabajador de sus prestaciones sociales debe tenerse como una renuncia
tácita que puso fin a la relación laboral. En efecto, la Sala Político-
Administrativa decidió lo siguiente: ‘ De manera tal que, cuando el
trabajador aviene en recibir la totalidad de las prestaciones sociales que le
corresponden con ocasión al reconocimiento de la terminación de la
relación de trabajo, está abandonando o renunciando a toda posibilidad de
entablar un controvertido sólo respecto a la estabilidad, esto es, a obtener
un reenganche en su puesto de trabajo; quedando a salvo, no obstante,
que pueda intentar acciones judiciales tendentes a reclamar otras

195
cantidades que estime, aún se le adeuden.’ (s.SPA del 20-11-01, Nº
02762)…’ . Aplicando la tesis jurisprudencial parcialmente transcrita, se
colige que el trabajador no podía pretender la nulidad de la providencia
administrativa N° 65 de fecha 27 de diciembre de 1999, emanada de la
Inspectoría del Trabajo del Ministerio del Trabajo del Estado Táchira, ante
la jurisdicción contencioso administrativa, para solicitar su reincorporación
y consecuente pago de salarios dejados de percibir, por cuanto, de los
autos se desprende que éste había recibido el pago de su prestación de
prestaciones sociales, lo cual implica que aceptó tácitamente la finalización
o ruptura de la relación de trabajo, dado el carácter de cosa juzgada del ‘
Acta de Homologación N° 14’ , de fecha 11 de enero de 2000. En
consecuencia, el Ministerio Público estima que lo decidido por la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo, como por el Juzgado Superior
Civil y Contencioso-Administrativo de la Circunscripción Judicial del la
Región de Los Andes y los consiguientes actos de ejecución, no se
ajustaron adecuadamente al ejercicio de sus facultades jurisdiccionales,
por cuanto, no respetaron el orden jurídico preestablecido y, realizaron
apreciaciones sesgadas omitiendo la verdad procesal que devenía de los
autos, obrando ‘ fuera de su competencia’ que constituye un abuso de
poder y una grave extralimitación de funciones generando así, la violación
directa de los derechos y garantías constitucionales de la empresa
relativos al debido proceso y a la defensa, consagrados en el Texto
Fundamental (…) y así lo solicito respetuosamente de esa Sala…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOADGC art:4
PAITET Nº 65
27-12-1999
STSJSCO Nº 1489
28-06-2002
STSJSPA 20-11-2001
SCPCA 08-08-2002
SJSCCACJRLA 02-05-2002

DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC BARINAS (MUNICIPIO)
DESC COSA JUZGADA
DESC EJECUCIÓN
DESC EXCESO DE PODER
DESC EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC PRESTACIONES SOCIALES
DESC REINCORPORACION AL TRABAJO
DESC RELACION DE TRABAJO
DESC RENUNCIA
DESC SALARIOS
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.122-125.

196
120
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de Justicia FTTSJSPSCPAE
en Sala Plena y ante sus Salas Constitucional, Político
Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad e
ilegalidad, intentado por los apoderados judiciales de las
empresas Baker Hughes, S.R.L. y, Schlumberger Venezuela,
S.A., contra diversos artículos contenidos en las Ordenanzas
de Aprobación del Convenio entre los Municipios Ribereños del
Lago de Maracaibo para la Unificación de Tarifas y
Procedimientos de Recaudación del Impuesto Sobre
Actividades Económicas de Industria, Comercio, Servicio o de
Índole Similar, por actividades realizadas en dicho Lago,
emanadas de diversos Municipios del Estado Zulia.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de nulidad por razones de


inconstitucionalidad, lo constituyen el artículo 2 y las Cláusulas Primera,
Segunda, Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima contenidas en las Ordenanzas
de Aprobación del Convenio entre los Municipios Ribereños del Lago de
Maracaibo para la Unificación de Tarifas y Procedimientos de
Recaudación del Impuesto Sobre Actividades Económicas de Industria,
Comercio, Servicio o de Índole Similar, por actividades realizadas en dicho
Lago, dictadas por los Municipios Valmore Rodríguez, Cabimas, Baralt,
Lagunillas, Simón Bolívar, La Cañada de Urdaneta, Maracaibo, Miranda y
Santa Rita, todos en jurisdicción del Estado Zulia. (…) Conviene en primer
lugar, destacar que la potestad tributaria de los Municipios y en especial, la
relativa a los impuestos de las patentes de industria y comercio gravan la
actividad lucrativa propiamente dicha, que realiza el contribuyente durante
el período impositivo en jurisdicción del municipio de que se trate y se
dimensiona económicamente sobre el resultado o producto bruto de la
actividad comercial o industrial generada en o desde la localidad municipal
en cuestión. (…) Asimismo, es conveniente destacar que la Constitución
recogió los conceptos antes aludidos, cuando estableció como ingresos de
los Municipios, los obtenidos por ‘ …los impuestos sobre las actividades
económicas de industria, comercio, servicios, o de índole similar, con las
limitaciones establecidas en esta Constitución…’ (…), agregando que, la
potestad tributaria que corresponde a los Municipios es distinta y
autónoma de las potestades reguladoras de los Estados y del Poder
Nacional (…).
De igual forma, el artículo 183 consagró las prohibiciones de los Estados
como de los Municipios y por ende, dejó fuera de su esfera o competencia
la de ‘ crear aduanas ni impuestos de importación, de exportación o de
tránsito sobre bienes nacionales o extranjeros, o sobre las demás materias
rentísticas de la competencia nacional’ .
(…). De allí que, puede colegirse que tanto los Municipios como las
Entidades Federales están sujetos a las mismas limitaciones de crear
197
impuestos sobre materias rentísticas de la competencia nacional (…), pero
además, la norma constitucional aclara que el impuesto sobre patente de
industria y comercio no puede incidir sobre la misma materia rentística,
ello porque el mismo se circunscribe a lo que efectivamente es, un
impuesto a la actividad lucrativa de las personas jurídicas domiciliadas en
los territorios de los Municipios en cuestión.
(…)
El Ministerio Público observa que las empresas recurrentes alegaron que
las Municipalidades del Estado Zulia al dictar las ordenanzas objeto de
impugnación, gravaron por concepto de impuesto sobre patente de
industria y comercio a las sociedades BAKER HUGHES, S.R.L. y
SCHLUMBERGER VENEZUELA, S.A, empresas éstas dedicadas a las
actividades de prestación de servicios petroleros en el Lago de Maracaibo,
invadiendo la esfera de competencias tributarias que corresponden al
Poder Nacional, pues la materia de las aguas le corresponde a éste con
carácter exclusivo, violando lo establecido en los artículos 156 numerales
13, 16 y 23; 178, 179 numeral 2; 183 numeral 1; 187 numeral 1; 304 y 317
de la Constitución, lo cual apareja la nulidad por razones de
inconstitucionalidad de las ordenanzas impugnadas; sin embargo,
tenemos que el objeto de los presupuestos de patentes sobre la industria y
comercio es –precisamente– toda actividad industrial, comercial o de
índole similar ejercida con fines lucrativos. (…) A juicio del Ministerio
Público, resulta forzoso concluir que cuando las Administraciones Públicas
Municipales pecharon la actividad de las empresas recurrentes,
efectivamente distinguieron por una parte, el hecho imponible o hecho
generador de impuesto, que no es más que una actividad lucrativa ‘
…realizadas por empresas contratistas de la industria petrolera en el Lago
de Maracaibo, (…) en tierra firme, como actividad preparatoria de la parte
que deba ejecutarse en las aguas del Lago, en su lecho o en el subsuelo
del mismo…’ y, por la otra, la base imponible que es el cálculo de los
ingresos brutos o en el monto de las ventas o de las operaciones
efectuadas o en el capital para medir la actividad lucrativa y aplicarle el
impuesto correspondiente.
De lo antes expuesto, se colige que las ordenanzas impugnadas no
transgredieron los artículos 156 numerales 13, 16 y 23; 178, 179 numeral
2; 183 numeral 1; 187 numeral 1; 304 y 317 de la Constitución, como
pretenden las empresas recurrentes, en razón de lo cual, las Ordenanzas
de Aprobación del Convenio entre los Municipios Ribereños del Lago de
Maracaibo para la Unificación de Tarifas y Procedimientos de
Recaudación del Impuesto Sobre Actividades Económicas de Industria,
Comercio, Servicio o de Índole Similar, por actividades realizadas en dicho
Lago, dictadas por los Municipios Valmore Rodríguez, Cabimas, Baralt,
Lagunillas, Simón Bolívar, La Cañada de Urdaneta, Maracaibo, Miranda y
Santa Rita, todos en jurisdicción del Estado Zulia, fueron dictadas con
estricta sujeción a la legalidad por cuanto, las normas cuestionadas
efectivamente pechaban la actividad lucrativa realizada por las empresas
hoy recurrente en su jurisdicción…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:156-12
CRBV art:156-16
CRBV art:156-23
CRBV art:178

198
CRBV art:179-2
CRBV art:183-1
CRBV art:183
CRBV art:187-1
CRBV art:187-1
CRBV art:304
CRBV art:317
OACMRLMUTPRISAEICSIS art:2

DESC IMPUESTOS
DESC LAGO DE MARACAIBO
DESC LEGALIDAD
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.125-127.

199
121
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Demanda por intereses colectivos interpuesta en fecha 3 de
septiembre de 2004, por el ciudadano Horacio Serrano,
Presidente de la Fundación Oftalmológica Venezolana y de la
Asociación Civil Banco de Ojos de Caracas para Toda
Venezuela y actuando en representación de “…los intereses
colectivos y difusos del pueblo venezolano (…) que padecen
enfermedades visuales (…) necesitan trasplantes de córnea…”
y de los ciudadanos Alexis López, Chevance Kerhaema Gerard
y Lourdes Fernández de Fernández, “…contra la omisión
proveniente del Ministerio de Interior y Justicia…”.

FRAGMENTO

“…Previamente, estima oportuno el Ministerio Público pronunciarse en


relación a su intervención en causas como la presente, esto es, donde se
ventilen acciones relativas a diversos derechos colectivos o difusos,
tomando en cuenta que (…) la notificación del Ministerio Público, se realizó
‘ …a los fines de que participen o no como terceros coadyuvantes, si lo
estiman conveniente…’ . Al respecto el Ministerio Público precisa que su
intervención en el caso que sirvió de fundamento para que esa Sala,
aplicará al caso bajo examen, es el procedimiento seguido en la demanda
por intereses colectivos que incoara el ciudadano Carlos Tablante Hidalgo
contra CADAFE y ELECENTRO (…), pero sin dudas, esa Sala por error
desconoce que en fecha 20 de noviembre de 2002, admitió la demanda
contenida en el Expediente N° 01-0519, acumulándola a la contenida en el
Expediente N° 02-0444, donde se ordenó las notificaciones entre otras, de
la Defensoría del Pueblo, de la Procuraduría General de la República, del
Instituto para la Defensa y Educación del Consumidor y el Usuario -
INDECU-, así como, la del Fiscal General de la República, ‘ …de
conformidad con el artículo 15 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales…’ , la cual efectivamente se realizó
el día 10 de diciembre de 2002. (…) la intervención del Ministerio Público
se traduce en una garantía jurídico institucional, cuyo objeto es resguardar
en la jurisdicción constitucional la vigencia de los derechos previstos en el
Texto Fundamental, incluso por mandato del literal g) del numeral primero
del artículo 32 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, establece que los
fiscales designados para actuar ante el Tribunal Supremo de Justicia en
Sala Plena y ante sus Salas Constitucional, Político-Administrativa y
Electoral, intervienen en las acciones de amparo constitucional como parte
de buena fe, cumpliendo así con la misión que constitucionalmente le
confiere el artículo 285 y así actuar en nombre de la misma sociedad que
exige a los distintos órganos del Poder Público, ser celosos guardianes en
el respeto y efectivo cumplimiento de los derechos y garantías
fundamentales. (…) Por tal razón, el Ministerio Público considera que su
200
intervención como sujeto del procedimiento del juicio oral (…) será para
emitir dictamen o informe sin que por ello se entienda que deduce una
pretensión o se opone a la pretensión deducida por personas distintas,
esto es, en el entendido de que se limita a acreditar una opinión acerca de
la admisibilidad o procedencia de una pretensión jurídica, oportunidad que
se produce en la audiencia oral definitiva y, así pido respetuosamente sea
declarado por esa Sala. (...) Precisado lo anterior, de seguidas el Ministerio
Público procede a realizar las siguientes consideraciones: En el presente
caso, se ha ejercido una demanda por intereses colectivos ante la omisión
imputada al Ministro de Interior y de Justicia, al no adoptar las medidas
que permitan a los médicos del Banco de Ojos ingresar a las morgues, de
conformidad con la ley y, poder así, retirar tejidos u órganos oculares de
los cadáveres para el trasplante de éstos en seres humanos, razón por la
cual, denuncian la violación del contenido de los artículos 83 y, 84
constitucional, relativo al derecho a la salud y, al servicio público nacional
de salud, (…). Mediante escrito de fecha 2 de noviembre de 2004, la
sustituta de la Procuraduría General de la República, solicitó la citación del
ciudadano Ministro de Salud y Desarrollo Social, por considerar que este
Despacho Ministerial es el que coordina las obligaciones relacionadas con
el Registro Nacional de Donantes, a lo cual accedió esa Sala, con ocasión
de su emplazamiento. Realizado el emplazamiento del ciudadano Ministro
de Salud y Desarrollo Social, de los autos no se desprende que éste haya
presentado el correspondiente ‘ …escrito de contestación a la demanda
interpuesta…’ , como sí lo hizo el apoderado judicial del ciudadano Ministro
de Interior y Justicia, situación que ocasiona el desconocimiento de las ‘
…circunstancias fácticas y jurídicas que rodean el caso…’ o, la conducta
omisiva de un órgano administrativo que tienen a su cargo la autorización
de trasplante o disposición de órganos, tejidos, derivados o materiales
anatómicos provenientes de seres humanos, con fines terapéuticos, de
investigación y de docencia, en los términos consagrados en la Ley Sobre
Trasplantes de Órganos y Materiales Anatómicos en Seres Humanos.
Ahora bien, tal situación produce la inexistencia de acervo probatorio que
haga inferir al Ministerio Público, que la conducta omisiva imputada a los
órganos administrativos, ‘ …consistente en no otorgar la autorización
correspondiente, no sólo resulta inconstitucional e ilegal, sino que además,
es totalmente absurda y carente de cualquier asidero jurídico...’ , dañando ‘
…la salud ocular del país por la falta del cumplimiento de la ley...’ y en
general la calidad de vida del venezolano, entendida como ‘ …el producto
de la satisfacción colectiva de los derechos y garantías constitucionales
que protegen a la sociedad como ente colectivo, como cuerpo que trata de
convivir en paz y armonía, (…) no es el producto de derechos individuales
como los contenidos puntualmente en el Capítulo de los Derechos
Humanos, sino del desenvolvimiento de disposiciones constitucionales
referidas a la sociedad en general, como lo son –sólo a título enunciativo-
los artículos 83 y 84 que garantizan el derecho a la salud…’ . (…). De allí
que, constata el Ministerio Público que no existe a los autos,
documentación suficiente aportada por las partes involucradas en el
presente juicio, que permitan establecer suficientes indicios que
demuestren el incumplimiento del deber que tienen las autoridades
públicas denunciadas, de promover y desarrollar las políticas orientadas a
elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios
de salud, que apareja poner en riesgo la salud y la vida de los habitantes
del país, específicamente ‘ …la salud ocular…’ . En función de lo antes

201
expuesto y, siguiendo la naturaleza del proceso oral, regido por el principio
de inmediación, recogido en el artículo 860 del Código de Procedimiento
Civil, que implica que ‘ …el juez que va a decidir debe presenciar tanto el
debate como la incorporación de las pruebas de las cuales obtendrá su
convencimiento, elementos probatorios que le servirán para fijar los
hechos en el fallo definitivo...’ (…), es razón suficiente para que el
Ministerio Público acuerde diferir -hasta la oportunidad de la audiencia oral
definitiva-, la presentación del dictamen o informe en el presente juicio, por
cuanto, requiere obtener elementos suficientes de convicción, como
consecuencia de la celebración del presente debate oral preliminar y por
supuesto, de la evacuación de las pruebas formuladas por las partes
involucradas y, así se pido respetuosamente sea considerado por esa
Sala…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:83
CRBV art:84
CRBV art:285
LOADGC art:15
LOMP art:32
CPC art:860

DESC ASOCIACIONES CIVILES


DESC BANCO DE OJOS
DESC BUENA FE
DESC FUNDACIONES
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC PODER EJECUTIVO
DESC PROTECCION AL CONSUMIDOR
DESC SALUD
DESC TRASPLANTE DE ORGANOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.127-129.

202
122
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por el ciudadano
José Emilio Jiménez Mendía, en su carácter de Síndico
Procurador del Municipio Iribarren del Estado Lara, contra la
sentencia dictada por la Corte Primera de lo Contencioso-
Administrativo, en fecha 3 de julio de 2003, por la supuesta
violación de los derechos a la defensa, al debido proceso y a la
tutela judicial efectiva, así como al principio de seguridad
jurídica, consagrado en los artículos 26 y 49 del Texto
Fundamental.

FRAGMENTO

“…El objeto de la presente acción de amparo constitucional lo constituye la


decisión judicial dictada por la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo de fecha 3 de julio de 2003, que declaró con lugar la
apelación interpuesta por el apoderado judicial del ciudadano Alirio José
Suárez, contra la decisión dictada en fecha 7 de octubre de 2002, por el
Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región
Centro Occidental, por lo que procedió a anular el fallo apelado y, ordenó
analizar el fondo del caso planteado.
(…) Planteada en estos términos la controversia debe determinarse, en
cuanto a la acción de amparo constitucional se refiere, sí se cumplen los
requisitos concurrentes previstos en el artículo 4 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, para que proceda
mandamiento de amparo contra el fallo dictado por la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo en fecha 3 de julio de 2003, a saber: 1) Que
dicho Tribunal actúe fuera de su competencia, habiendo sostenido la
jurisprudencia que la referida expresión no se refiere sólo a la
incompetencia por la materia, cuantía y el territorio sino que también
corresponde a los conceptos de abuso de poder o extralimitación de
atribuciones. 2) Que con su actuación se lesione un derecho
constitucional. 3) Que contra el fallo en cuestión se hayan agotados los
recursos pertinentes. La acción de amparo debe interponerse por ante el
tribunal superior al que emitió el fallo presuntamente lesivo. (…) Al
respecto observa el Ministerio Público que el único alegato esgrimido por
el representante del Municipio -hoy accionante- para pretender enervar la
validez del fallo impugnado, se refiere a que la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo no consideró los alegatos y pruebas
promovidos, tanto por la parte demandante como por la parte demandada,
de los cuales se desprende la existencia de la causal de inadmisibilidad de
la demanda incoada, toda vez que existía la celebración de una
transacción que tiene fuerza de cosa juzgada para las partes. (…) Así las
cosas, resulta pertinente acotar que el Tribunal de origen -Juzgado
Superior Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro
203
Occidental– para decidir la demanda por diferencia de cobro de
prestaciones sociales, se fundamentó en la existencia de ‘ …una
disposición expresa de la ley para inadmitir la acción, dado que el contrato
de transacción cuya nulidad no se ha alegado, tiene entre las partes el
mismo efecto que la cosa juzgada (…)…’ . Lo anterior revela -a juicio del
Ministerio Público- que el a-quo no previno que la pretensión esgrimida por
el ciudadano Alirio Suárez, era precisamente ‘ una acción por cobro de
diferencias de prestaciones sociales’ , como sí lo advirtió la Alzada en la
sentencia hoy impugnada, cuando anuló el fallo apelado, por lo que la
actuación desplegada por la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo comporta la protección del derecho de los trabajadores
consagrado en el artículo 92 constitucional, (…). se colige que en el
presente caso, el ciudadano Alirio Suárez ante la inconformidad con el
monto de las prestaciones sociales que le correspondían, con ocasión a la
renuncia efectuada en fecha 17 de octubre de 2001, al cargo que venía
desempeñando como Avaluador de Inmuebles I, en la División de Avalúo
Catastral I de la Alcaldía del Municipio Iribarren del Estado Lara, demandó
a su patrono por la diferencia en el cobro de sus prestaciones sociales
(querella funcionarial), ante la jurisdicción contencioso administrativo
competente, de conformidad con lo previsto en la derogada Ley de Carrera
Administrativa, hoy Ley del Estatuto de la Función Pública . Por tal razón,
el Ministerio Público considera que la querella funcionarial era el
mecanismo idóneo que le permitía al actor como funcionario público,
acudir ante los órganos judiciales para solicitar la protección de sus
derechos e intereses, frente actos o actuaciones, emanados de la
Administración Pública en ejercicio de la función pública y así, poder exigir
las cantidades ciertas que le correspondía por sus pasivos laborales.
Asimismo, se aprecia que el Juzgado Superior Civil y Contencioso
Administrativo de la Región Centro Occidental, en la sentencia de fecha 15
de octubre de 2002, no emitió pronunciamiento alguno sobre la exigencia
del ciudadano Alirio José Suárez, sobre las cantidades ciertas que le
correspondía por pasivos laborales, sino que se limitó a desestimarla como
consecuencia de la existencia de la transacción celebrada con la Alcaldía
del Municipio Iribarren del Estado Lara, quebrantando así, con su deber de
examinar todas las pruebas aportadas de autos, ya que, este examen es
precisamente la única forma que tenían las partes de saber cuál es el
fundamento y la operación intelectual que utilizó el sentenciador para llegar
a la conclusión de apreciación, o por el contrario de saber por qué la
desestimó, por lo que al no existir motivación alguna lesionó el derecho a
la defensa y el debido proceso del peticionante (Alirio José Suárez), ya
que, las partes tienen derecho a saber las razones por las cuales el juez
valora o no las pruebas aportadas en el juicio.
Aunado a lo anterior, el Ministerio Público no puede dejar de advertir que el
Juzgado Superior Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro
Occidental, no previno el cumplimiento de los requisitos de fondo y de
forma previstos en el artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo,
relacionados con el ‘ …contrato de transacción…’ , los cuales son de
obligatorio cumplimiento, dado el carácter de orden público de las
disposiciones contenidas en la referida ley, sin contar que además, no
apuntó que lo debatido en el juicio era una acción judicial que únicamente
perseguía reclamar cantidades de dinero por concepto de prestaciones
sociales que el actor estimaba que la Municipalidad aún le adeudaba. Es
por ello que en el presente caso, el Ministerio Público no encuentra

204
procedente las denuncias efectuadas por el ciudadano José Emilio
Jiménez Mendía, en su carácter de Síndico Procurador del Municipio
Iribarren del Estado Lara, sobre violaciones a los derechos
constitucionales relativos a la tutela judicial, al debido proceso y al derecho
a la defensa consagrados en los artículos 26 y 49 del Texto Constitucional
y, a los principios de seguridad jurídica y sujeción al ordenamiento jurídico
de los órganos que ejercen el Poder Público, consagrado en los artículos
22 y 137 del Texto Constitucional, dado que el fallo impugnado dictado por
la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo en fecha 3 de julio de
2003, fue proferido en total sujeción al ordenamiento jurídico…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:22
CRBV art:26
CRBV art:49
CRBV art:92
CRBV art:137
LOADGC art:4
LOT art:3
CPCA 03-07-2003
JSCCARCO 07-10-2002
JSCCARCO 15-10-2002

DESC AMPARO
DESC COSA JUZGADA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC MUNICIPIOS
DESC PRESTACIONES SOCIALES
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA
DESC RENUNCIA
DESC SEGURIDAD JURIDICA
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.129-132.

205
123
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad ejercido por el ciudadano José Gersón
Renavales, contra Resolución N° DGR -00252, de fecha 14 de
junio de 2001, emanada del Ministerio de Relaciones Exteriores.

FRAGMENTO

“…El objeto del presente recurso de nulidad lo constituye el acto


administrativo de efectos particulares, de fecha 14 de junio de 2001,
dictado por el Ministro de Relaciones Exteriores (…), por medio del cual
remueve al hoy recurrente del cargo de Embajador en el Servicio Interno
(…). el Ministerio Público observa que la pretensión esgrimida por los
apoderados judiciales del recurrente está vinculado a una controversia
suscitada con ocasión a la extinción de una relación de empleo público, y
en ese sentido, esa Sala ha sostenido reiteradamente (…) que el tribunal
competente para conocer de causas de esa naturaleza son los Juzgados
Superiores Contenciosos Administrativos y el procedimiento aplicable es el
consagrado en la Ley del Estatuto de la Función Pública. (…) En función
de lo antes expuesto, en aras de preservar la tutela judicial efectiva del
hoy recurrente, consagrada en el artículo 26 del Texto Fundamental, esta
representación del Ministerio Público solicita respetuosamente de esa
Sala, que se ordene que el presente juicio sea decido con todos los
elementos cursantes en autos, para evitar así el perjuicio que ocasionaría
la anulación de todo lo actuado en esta sede judicial. En caso de que esa
Honorable Sala declare su competencia para conocer del presente recurso
contencioso administrativo, de seguidas el Ministerio Público se pronuncia
sobre el fondo del asunto debatido, en base a las siguientes
consideraciones: (…) Analizada la documentación íntegra que conforma el
expediente administrativo (…) el Ministerio Público constató que el
ciudadano (…), ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores en fecha 26
de diciembre de 1978, en el cargo de Funcionario de Sexta Categoría del
Servicio Exterior de la República (…) según se desprende de Resolución
N° DGSSA.DSE.539, publicada en la Gaceta Oficial N° 31.642 de fecha 27
de diciembre de 1978 y posteriormente, ejerció el cargo de Director
General de Economía y Cooperación en el mismo Ministerio hasta el 14 de
junio de 2001, hasta que fuera notificado el acto administrativo impugnado.
Cursa a los autos Resolución N° DGRH N° 000252 de fecha 14 de junio de
2001, suscrita por el Ministro de Relaciones Exteriores objeto de
impugnación (…). Del contenido del acto administrativo (…) y de su base
legal, se desprende que el recurrente fue removido por considerar la
Administración, que las funciones que desempeñaba eran propias del
personal diplomático al servicio exterior de la República (….). Es pues por
ello, que resulta conveniente analizar en su integridad la Ley del Personal
del Servicio Exterior (…). Examinado el régimen estatutario especial
aplicable a los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, esta
206
representación del Ministerio Público observa que el recurrente
efectivamente es un funcionario de carrera, ubicado dentro de la
clasificación del personal del servicio exterior en su Primera Categoría (…),
por lo que para la fecha en que fue removido realizaba labores
administrativas en un cargo de libre nombramiento y remoción. De manera
que, para proceder a removerlo la Administración debió otorgarle el mes
de disponibilidad, consagrado en el Reglamento de la Ley de Carrera
Administrativa, para la realización de las gestiones reubicatorias propias
antes de dictar el proveimiento administrativo contentivo de su retiro (…).
Vistas las consideraciones que anteceden, esta representación del
Ministerio Público observa que ni del expediente administrativo, ni de las
actas que conforman el presente expediente, se desprenden las gestiones
reubicatorias del hoy recurrente, a las que estaba obligado el Ministerio de
Relaciones Exteriores, en razón de lo cual, procede la nulidad absoluta del
acto administrativo impugnado (…), por violar el artículo 19, ordinal 4° de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, al prescindir total y
absolutamente del procedimiento legalmente establecido…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
LOPA art:19-4
RMRE 27-12-1978
RMRE Nº DGR-00252
14-06-2001

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC ADMINISTRACIÓN PUBLICA
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
DESC NULIDAD
DESC PODER EJECUTIVO
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC RELACION DE TRABAJO
DESC REMOCIÓN
DESC SERVICIO EXTERIOR
DESC TRABAJADORES DE CONFIANZA
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.132-134.

207
124
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Conflicto de autoridades suscitado en el Municipio Simón
Rodríguez del Estado Anzoátegui, planteado por la ciudadana
Marleny Salgar Barrios, en su carácter de Contralora Municipal.

FRAGMENTO

“…El presente conflicto de autoridades administrativas se origina por la


creación del sistema de control interno en el Municipio Simón Rodríguez
del Estado Anzoátegui, (…) por el cual se adjudicó el control previo y otras
funciones propias de los órganos de control fiscal, por lo que debe
comprobarse si en efecto, en el presente caso, se verifican los supuestos
de procedencia del conflicto de autoridades planteado por la recurrente, a
la luz del artículo 166 de la Ley Orgánica de Régimen Municipal (…) el
Alcalde como rama ejecutiva del Municipio –en ejercicio de su función
administrativa–, dictó el Decreto N° 360 de fecha 30 de diciembre de 2002,
(…). Sobre el particular se pronunció la Contraloría General de la
República, mediante Oficio N° 07-02-350 de fecha 15 de febrero de 2003,
(…). De igual forma, ese ente contralor mediante Oficio N° 07-02-2207, de
fecha 22 de julio de 2003, (…). Mediante comunicación N° 07-02-2799, de
fecha 28 de agosto de 2003, precisó la Contraloría General en relación al
informe anual de las actuaciones cumplidas por la Contraloría Municipal
del Municipio Simón Rodríguez del Estado Anzoátegui, correspondiente al
ejercicio fiscal 2002, (…). Con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica
de la Administración Financiera del Sector Público, publicada en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 37.029, de fecha 5 de
septiembre de 2000, se modificó el sistema de control interno, ello también
fue analizado por esa Sala, en sentencia de fecha 26 de agosto de 2003,
(…). Vistas las consideraciones que anteceden, es forzoso concluir que a
la luz del nuevo orden jurídico, el sistema de control previo del sector
público fue conferido a los sujetos de aplicación de la Ley, en los que se
encuentra los municipios, razón por la cual, su actuación debe realizarse
coordinadamente con el sistema de control externo a cargo de la
Contraloría General de la República, a fin de promover eficiencia en la
captación y uso de los recursos públicos. Ahora bien, el Ministerio Público
considera que la creación del sistema de control interno en el Municipio
Simón Rodríguez del Estado Anzoátegui, mediante Decreto (…) dictado
por el Alcalde, adjudicándose el control previo y otras funciones propias de
los órganos de control fiscal, constituye en el presente caso, la existencia
de una situación de conflicto entre autoridades capaz de poner en peligro
la normalidad institucional del Municipio, presupuesto esencial para la
procedencia del recurso específico y especial regulado por el artículo 166
de la Ley Orgánica de Régimen Municipal. En efecto, el Alcalde debía dar
cumplimiento al ordenamiento jurídico, sin invadir las competencias
propias del ente contralor municipal, adecuando sus sistemas de control en
208
forma coordinada con la Contraloría Municipal de esa jurisdicción, en los
términos consagrados tanto en la Ley Orgánica de la Contraloría General
de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal, como en la Ley
Orgánica de la Administración Financiera del Sector Público. En función de
lo antes expuesto, el Ministerio Público insta tanto al Alcalde como a la
Contralora Municipal del Municipio Simón Rodríguez del Estado
Anzoátegui –ante la ausencia de subordinación y la grave confusión entre
control interno y control previo de compromisos y gastos de la Alcaldía– a
dirimir sus diferencias para el mejor desempeño de ambos órganos, con el
objeto de que se ejerza una correcta administración de los fondos y bienes
de ese Municipio…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LORM art:166
DM Nº 360
30-12-2002

DESC ALCALDES
DESC CONFLICTO ENTRE AUTORIDADES
DESC CONTRALORIA
DESC MUNICIPIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.134-135.

209
125
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur de sentencia de fecha 20 de diciembre
de 2000, dictada por el Tribunal de Distrito de la 11
Circunscripción Judicial del Condado de Dade, Florida, Estados
Unidos de América, que declaró disuelto el vínculo matrimonial
entre la solicitante Mariela Josefina Marini Veracierto y el
ciudadano Luis Alejandro Blanco Uribe.

FRAGMENTO

“…Como punto previo a la procedencia de la solicitud debe procederse a verificar


si se cumplen los requisitos exigidos en el ordenamiento jurídico vigente para la
procedencia o no de dicha solicitud, por lo que el análisis de toda solicitud de
exequátur debe efectuarse dentro del marco del Derecho Procesal Civil
Internacional, lo cual impone al órgano jurisdiccional competente observar
necesariamente la jerarquía de las fuentes en materia de Derecho Internacional
Privado. Así, la ley de Derecho Internacional Privado (…) dispone en su artículo
1°, lo siguiente: (…) De la disposición legal antes transcrita, emerge que se
consagra la aplicación de las normas de Derecho Internacional Público sobre la
materia, en particular, las establecidas en los tratados internacionales vigentes en
Venezuela, o en su defecto, se aplican las normas de Derecho Internacional
Privado y, dentro de ésta, lo establecido en las disposiciones contempladas en su
Capítulo X, a saber: ‘ De la Eficacia de las Sentencias Extranjeras’ . Ahora bien,
en el caso de autos, se solicita se declare la fuerza ejecutoria en la República de
Venezuela, de una sentencia dictada por un Tribunal con sede en los Estados
Unidos de Norte América, país con el que Venezuela no tiene tratados
internacionales en esta materia, por lo que ante la ausencia de normas de
Derecho Internacional Público aplicable al caso bajo examen, se debe aplicar las
normas de Derecho Internacional Privado, particularmente las consagradas en el
artículo 53, derogatorio parcialmente de los artículos 850 y 851 del Código de
Procedimiento Civil, cuyos requisitos que deben concurrir para que las sentencias
extranjeras tengan efecto en Venezuela, los cuales son: (…) Precisado lo anterior,
de seguidas el Ministerio Público procede a constatar que se le han dado
cumplimiento a los requisitos establecidos en la referida norma: 1.- La sentencia
extranjera cuyo exequátur se solicita, fue dictada en materia civil, específicamente
en un juicio de divorcio. 2.- Tiene fuerza de cosa juzgada, de acuerdo a la ley del
Estado en la cual fue pronunciada, lo cual se constata de lo siguiente: ‘
…sentencia definitiva de disolución de matrimonio (…) El vínculo matrimonial
entre el Demandante/Esposo, Luis Alejandro Blanco Uribe, y la Demanda/ Esposa,
Mariela Josefina Marini Veracierto, sean disuelto por siempre, ya que este
matrimonio esta roto de manera irremediable…’ , revistiendo formalidades
externas necesarias para ser considerada auténtica, por cuanto se encuentra
debidamente legalizada y contiene Apostilla (…). 3.- Que no versa sobre derechos
reales respecto a bienes inmuebles situados en la República, ni se le arrebató a
Venezuela la Jurisdicción para conocer del negocio. 4.- El Tribunal de Distrito de
la 11 Circunscripción Judicial del Condado de Miami-Dade, Florida, Estados
Unidos de América, tenía jurisdicción para conocer de la causa, toda vez que
cuando la pareja efectuó la solicitud de divorcio tenían su último domicilio
210
conyugal en el lugar donde el Tribunal tiene jurisdicción (Estado de Florida,
Estados Unidos de América), por lo cual se demuestra que existía una vinculación
efectiva con dicho territorio. 5.- Que se dio cumplimiento a las formalidades
requeridas, por cuanto las partes participaron activamente en el proceso en
relación a la citación y defensa de la parte demandada, conforme se infiere de la
sentencia cuyo pase se solicita. 6.- Que del objeto de la presente solicitud de
exequátur, no se desprende que sea incompatible con sentencia de fecha anterior
que tenga autoridad de cosa juzgada, ni que se encuentre pendiente en los
tribunales de Venezuela, algún juicio que verse sobre el mismo objeto y entre las
mismas partes iniciado previamente a que se hubiese dictado la sentencia
extranjera que nos ocupa. Finalmente, en el ‘ Convenio de Liquidación de Bienes’ ,
celebrados por las partes, en fecha 21 de noviembre de 2000, incorporado a la
sentencia cuyo pase se solicita como ‘ prueba A’ , se estableció que
expresamente lo siguiente: (…) Ahora bien, sobre el particular observa esta
representación del Ministerio Público que de acuerdo con nuestro ordenamiento
jurídico la patria potestad sobre los hijos la ejercen conjuntamente el padre y la
madre (artículo 261 del Código Civil) y, en caso de divorcio o separación de
cuerpos, sólo se privará de ella cuando se fundamenten en las causales
contempladas en los ordinales 4°, 5° y 6° del artículo 185 ejusdem, relativos a
conato de corrupción o prostitución, condenación a presidio o adicción alcohólica o
fármacodependencia, razón por la cual, en el presente caso, se observa que lo
relacionado con la custodia y manutención de la menor hija nacida del matrimonio
disuelto, de nombre (…), no contraría el derecho público interno del país. En
fuerza a las consideraciones anteriores, estima el Ministerio Público que es
procedente la solicitud de exequátur de la sentencia de fecha 20 de diciembre de
2000, dictada por el Tribunal de Distrito de la 11 Circunscripción Judicial del
Condado de Miami-Dade, Florida, Estados Unidos de América, mediante la cual
se declaró disuelto el vínculo matrimonial entre la solicitante Mariela Josefina
Marini Veracierto y el ciudadano Luis Alejandro Blanco Uribe, y así lo solicito
respetuosamente a ese Alto Tribunal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LDIP art:1
LDIP art:53
CC art:185-4
CC art:185-5
CC art:185-6
CC art:261
CPC art:850
CPC art:851

DESC DIVORCIO
DESC ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA
DESC EXEQUÁTUR
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.135-137.

211
126
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur de sentencia de fecha 11 de octubre de
1999, dictada por el Juzgado Primero de Familia de la
Circunscripción Judicial de Lisboa, República de Portugal, que
declaró disuelto el vínculo matrimonial existente entre la
solicitante Giuseppina Gentile y el señor Luis Guerreiro Pereira.

FRAGMENTO

“…Como punto previo a la procedencia de la solicitud debe procederse a


verificar si se cumplen los requisitos exigidos en el ordenamiento jurídico
vigente para la procedencia o no de dicha solicitud, por lo que el análisis
de toda solicitud de exequátur debe efectuarse dentro del marco del
Derecho Procesal Civil Internacional, lo cual impone al órgano
jurisdiccional competente observar necesariamente la jerarquía de las
fuentes en materia de Derecho Internacional Privado. Así, la Ley de
Derecho Internacional Privado (…) dispone en su artículo 1°, lo siguiente:
(…) De la disposición legal antes transcrita, emerge que se consagra la
aplicación de las normas de Derecho Internacional Público sobre la
materia, en particular, las establecidas en los tratados internacionales
vigentes en Venezuela, o en su defecto, se aplican las normas de Derecho
Internacional Privado y, dentro de ésta, lo establecido en las disposiciones
contempladas en su Capítulo X, a saber: ‘ De la Eficacia de las Sentencias
Extranjeras’ . Ahora bien, en el caso de autos, se solicita se declare la
fuerza ejecutoria en la República de Venezuela, de una sentencia dictada
por un Tribunal con sede en Lisboa, República de Portugal, país con el que
Venezuela no tiene tratados internacionales en esta materia, por lo que
ante la ausencia de normas de Derecho Internacional Público aplicable al
caso bajo examen, se debe aplicar las normas de Derecho Internacional
Privado, particularmente las consagradas en el artículo 53, derogatorio
parcialmente de los artículos 850 y 851 del Código de Procedimiento Civil,
cuyos requisitos que deben concurrir para que las sentencias extranjeras
tengan efecto en Venezuela, los cuales son (…) Precisado lo anterior, de
seguidas el Ministerio Público procede a constatar que se le haya dado
cumplimiento a los requisitos establecidos en la referida norma:
l.- La sentencia extranjera cuyo exequátur se solicita, fue dictada en
materia civil, específicamente en un juicio de divorcio.2.- Tiene fuerza de
cosa juzgada, de acuerdo a la ley del Estado en la cual fue pronunciada, lo
cual se constata de certificado emitido por el Juzgado Primero FRL
Tribunal de Familia y Menores de Lisboa de fecha 7 de enero de 2002, de
cuyo testo se lee lo siguiente: ‘ …CERTIFICA, que en este Juzgado y
Sección se encuentran concluidos unos autos de Divorcio Litigioso,
registrados bajo el N° 221/98, en los cuales es demandante (omissis).
Asimismo certifico que la sabia sentencia quedó definitivamente firme con

212
fecha 11/10/99…’ , revistiendo formalidades externas necesarias para ser
considerada auténtica, por cuanto se encuentra debidamente legalizada y
contiene Apostilla (…) 3.- Que no versa sobre derechos reales respecto a
bienes inmuebles situados en la República, ni se le arrebató a Venezuela
la Jurisdicción para conocer del negocio. 4.- El Tribunal Primero de Familia
de la Circunscripción Judicial de Lisboa, República de Portugal, tenía
jurisdicción para conocer de la causa, toda vez que, el último domicilio
conyugal de la pareja fue el lugar donde el Tribunal tiene jurisdicción
(Lisboa, República de Portugal), por lo cual se demuestra que existía una
vinculación efectiva con dicho territorio. 5.- Que se dio cumplimiento a las
formalidades requeridas, por cuanto se lee de la sentencia cuyo pase se
solicita ‘ …no compareció la demandada, quien fue debidamente citada…’
. 6.- Que del objeto de la presente solicitud de exequátur, no se desprende
que sea incompatible con sentencia de fecha anterior que tenga autoridad
de cosa juzgada, ni que se encuentre pendiente en los tribunales de
Venezuela, algún juicio que verse sobre el mismo objeto y entre las
mismas partes, iniciado previamente a que se hubiese dictado la sentencia
extranjera que nos ocupa. En fuerza a las consideraciones anteriores,
estima el Ministerio Público que es procedente la solicitud de exequátur de
la sentencia de fecha 11 de octubre de 1999, dictada por el Tribunal
Primero de Familia de la Circunscripción Judicial de Lisboa, República de
Portugal, mediante la cual se declaró disuelto el vínculo matrimonial entre
la solicitante Guiseppina Gentile y el señor Luis Guerreiro Pereira…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LDIP art:1
LDIP art:53
CPC art:850
CPC art:851

DESC DIVORCIO
DESC EXEQUÁTUR
DESC PORTUGAL
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.137-139.

213
127
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur de sentencia de fecha 6 de febrero de
1956, dictada por el Tribunal Regional de Innsbruck,
Departamento 7, Austria, que declaró la nulidad del matrimonio
entre el solicitante Angelo Martín Conedera y la señora Edith
Guschelbauser.

FRAGMENTO

“…Como punto previo a la procedencia de la solicitud debe procederse a


verificar si se cumplen los requisitos exigidos en el ordenamiento jurídico
vigente, por lo que el análisis de toda solicitud de exequátur debe
efectuarse dentro del marco del Derecho Procesal Civil Internacional, lo
cual impone al órgano jurisdiccional competente observar necesariamente
la jerarquía de las fuentes en materia de Derecho Internacional Privado.
Así, la Ley de Derecho Internacional Privado (…), dispone en su artículo
1°, lo siguiente: (…) De la disposición legal antes transcrita, emerge que se
consagra la aplicación de las normas de Derecho Internacional Público
sobre la materia, en particular, las establecidas en los tratados
internacionales vigentes en Venezuela, o en su defecto, se aplican las
normas de Derecho Internacional Privado y, dentro de ésta, lo establecido
en las disposiciones contempladas en su Capítulo X, a saber: ‘ De la
Eficacia de las Sentencias Extranjeras’ .Ahora bien, en el caso de autos,
se solicita se declare la fuerza ejecutoria en la República de Venezuela, de
una sentencia dictada por un Tribunal con sede en Austria, país con el que
Venezuela no tiene tratados internacionales en esta materia, por lo que
ante la ausencia de normas de Derecho Internacional Público aplicable al
caso bajo examen, se debe aplicar las normas de Derecho Internacional
Privado, particularmente las consagradas en el artículo 53, derogatorio
parcialmente de los artículos 850 y 851 del Código de Procedimiento Civil,
cuyos requisitos que deben concurrir para que las sentencias extranjeras
tengan efecto en Venezuela, los cuales son: (…) Precisado lo anterior, de
seguidas el Ministerio Público procede a constatar que se le han dado
cumplimiento a los requisitos establecidos en la norma: l.- La sentencia
extranjera cuyo exequátur se solicita, fue dictada en materia civil,
específicamente en un juicio de nulidad de matrimonio. 2.- Tiene fuerza de
cosa juzgada, de acuerdo a la ley del Estado en la cual fue pronunciada.
3.- Que no versa sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles
situados en la República, ni se le arrebató a Venezuela la Jurisdicción para
conocer del negocio. 4.- el Tribunal Regional de Innsbruck, Departamento
7, Austria, tenía jurisdicción para conocer de la causa, toda vez que el
último domicilio conyugal de la pareja fue el lugar donde el Tribunal tiene
jurisdicción (Austria), por cuanto según señala la sentencia cuyo pase se
solicita, debidamente legalizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores

214
y traducida por interprete Público del idioma alemán al castellano,´…Ha
quedado comprobada la competencia del Tribunal conforme párrafo 76 (3)
(…) igualmente conforme Aparte 1, ya que ambos esposos tenían su
domicilio y su residencia común hasta ahora en la ciudad de Innsbruck…’ ,
por lo cual se demuestra que existía una vinculación efectiva con dicho
territorio. 5.- Si bien no se desprende del texto de la sentencia ni de los
recaudos acompañados cuál fue el medio utilizado para practicar la
citación, ni existe forma alguna de verificar si el empleado fue el correcto,
esta representación del Ministerio Público estima que el fin último de la
comparencia en juicio del demandado es garantizar su derecho a la
defensa, el cual se entiende convalidado al haber sido el demando quien
ocurriera ante esa Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia a solicitar el exequátur de la sentencia bajo análisis. 6.- Que del
objeto de la presente solicitud de exequátur, no se desprende que sea
incompatible con sentencia de fecha anterior que tenga autoridad de cosa
juzgada, ni que se encuentre pendiente en los tribunales de Venezuela,
algún juicio que verse sobre el mismo objeto y entre las mismas partes,
iniciado previamente a que se hubiese dictado la sentencia extranjera que
nos ocupa. En fuerza a las consideraciones anteriores, estima el Ministerio
Público que es procedente la solicitud de exequátur de la sentencia de
fecha 06 de febrero de 1956, dictada por el Tribunal Regional de
Innsbruck, Departamento 7, Austria, que declaró la nulidad del matrimonio
el solicitante Angelo Martin Conedera y la señora Edith Guschelbauser de
nacionalidad Austriaca…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LDIP art:1
LDIP art:53
CPC art:850
CPC art:851

DESC AUSTRIA
DESC DIVORCIO
DESC EXEQUÁTUR
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.139-140.

215
128
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad intentado por el apoderado judicial de la
empresa Seguros La Seguridad, C.A., contra la decisión tácita
denegatoria, emanada del Ministro de Hacienda que denegó el
recurso jerárquico intentado contra la Resolución Nº 0001258,
de fecha 6 de noviembre de 1997, dictada por la
Superintendencia de Seguros, mediante el cual se le sancionó
con multa por la cantidad de tres millones ochocientos mil
bolívares (Bs. 3.800.000,00).

FRAGMENTO

“…el Ministerio Público debe referirse previamente al alegato esgrimido por la


empresa recurrente, según el cual, el acto administrativo impugnado fue dictado
sin seguir el procedimiento establecido en el artículo 420 de la Ley Orgánica de la
Hacienda Pública Nacional, como consecuencia de la remisión expresa del
artículo 177 de la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros, para poder
determinar si la actuación de la administración efectivamente trasgredió su
derecho a la defensa y, los principios del contradictorio, de oficialidad, globalidad y
la presunción de inocencia. (…) Precisado lo anterior, en el presente caso,
tenemos que la Superintendencia de Seguros -en ejercicio de su actividad
controladora- (artículo 6 de la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros), inició
una averiguación administrativa contra la empresa hoy recurrente, aplicando las
previsiones (…) ‘ Del Procedimiento Ordinario’ de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos, por lo que concluida la sustanciación del
procedimiento, le impuso sanción de multa consagrada en el artículo 175 de la Ley
de Empresas de Seguros y Reaseguros. A pesar de lo anterior, el apoderado
judicial de la empresa recurrente insistió en que como consecuencia de la
remisión expresa contenida en el artículo 177 ejusdem, la administración debía
aplicar el procedimiento previsto en el artículo 420 de la Ley Orgánica de
Hacienda Pública Nacional, cuyo contenido es del tenor siguiente:
(…) En relación al Acta que debía levantarse, así como la notificación de la
misma, la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros en su artículo 12, dispone
que: (…) De las normas antes transcritas, se colige que la Ley de Empresas de
Seguros y Reaseguros, constituye la especialidad, pero ésta no establece un
procedimiento especial que deba seguirse, ya que, no determina la forma, ni la
oportunidad de ejercer el derecho de oposición a la sanción, ni los lapsos para la
presentación de los alegatos ni pruebas, que garanticen efectivamente el derecho
a la defensa. Contrariamente a lo alegado por el apoderado judicial de la empresa
recurrente, a juicio del Ministerio Público, de los autos se evidencia que la
Superintendencia de Seguros, actuó ajustada a derecho al aplicar el
procedimiento ordinario previsto en la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, cuya aplicación en este caso, no puede considerarse excluida por
las normas anteriormente citadas, toda vez que dichas disposiciones no otorgan al
administrado ninguna garantía especial o adicional para el resguardo de sus
derechos. Sin dudas, procedimiento ordinario ofrece más oportunidades para el
eficaz ejercicio del derecho a la defensa, en razón de lo cual, no puede sostenerse

216
que la omisión del acta a la cual alude el artículo 420 ejusdem, representa un
elemento procedimental esencial que pueda lesionar el derecho a la defensa de la
empresa hoy recurrente, ya que, del expediente administrativo que cursa a los
autos, se desprende que la Superintendencia de Seguros inició un procedimiento
que cumplió con todos los extremos legales, preservándole en el mismo su
participación. En consecuencia, el Ministerio Público considera que no se constata
la ausencia del procedimiento legalmente establecido, (…) ni tampoco se le
transgredió su derecho a la defensa, ni los principios al contradictorio, ni de
globalidad de los actos administrativos, ni de la presunción de inocencia (…) Por
lo que atañe al vicio de falso supuesto de hecho alegado (…) relativo a la elusión
o retardo en el cumplimiento de la obligación de indemnizar por parte de la
aseguradora, se observa lo siguiente: (…) Ahora bien, en el caso bajo examen, no
emerge del acto administrativo impugnado, el vicio de falso supuesto de hecho
alegado, ello en virtud de que, la propia Ley de Empresas de Seguros y
Reaseguros contempla en su artículo 175, Parágrafo Segundo, el momento en el
cual debe ser pagado el siniestro, para lo cual dispone que la empresa
aseguradora tendrá un plazo máximo de treinta (30) días hábiles para pagar el
siniestro cubierto, una vez que el reclamante haya demostrado su derecho a la
indemnización. En efecto, la empresa hoy recurrente -como consecuencia del
reclamo formulado en fecha 26 de septiembre de 1996-, emitió la correspondiente
carta aval a favor del Centro Médico de Caracas y en tiempo oportuno pagó el
siniestro correspondiente, razón por la cual, no puede hablarse de elusión o
retardo por lo que respeta a éste reclamo, pero posteriormente le exigió al
asegurado la devolución de la suma cancelada, en virtud de que, consideró que se
trataba de una enfermedad preexistente de la asegurada, sin demostrarlo en sede
administrativa. (…) Por tal razón, el Ministerio Público estima que el informe
médico presentado por la empresa recurrente no constituye plena prueba, ello por
cuanto, era necesario que se acompañarán los correspondientes exámenes
médicos practicados a la beneficiadora de la póliza, por lo que resulta ajustado a
derecho la calificación realizada por la Superintendencia de Seguros,(…) Aunado
lo anterior, en el presente caso, tenemos que la enfermedad de la asegurada
estaba amparada en dos pólizas celebradas con la aseguradora, lo cual sin duda,
comporta su continuidad dado que el asegurado al finalizar su relación laboral con
la empresa contratante Black and Decker, en fecha 13 de marzo de 1996, contrató
una póliza individual para mantener la vigencia del contrato, (…) En consecuencia,
el Ministerio Público estima que no se constata el vicio de falso supuesto de hecho
alegado por la parte accionante, razón por la cual, debe ser desestimado (…). En
relación al vicio de falso supuesto de derecho esgrimido por la empresa
recurrente, según el cual la Superintendencia de Seguros interpretó y aplicó
erróneamente el artículo 175 de la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros, el
Ministerio Público precisa lo siguiente: (…) Del artículo (…) emerge la potestad del
Estado -a través de la Superintendencia de Seguros- de sancionar con multas a
las empresas aseguradoras que incumplan injustificadamente con las obligaciones
contraídas con sus asegurados, bien por retardo o elusión en el pago de la
indemnización, lo cual ocurrió en el presente caso, si consideramos que la
empresa hoy recurrente, no logró desvirtuar en sede administrativa la
preexistencia de la enfermedad de la beneficiaria. En consecuencia, el Ministerio
Público estima que el vicio de falso supuesto de derecho alegado por la empresa
recurrente, debe ser desestimado (…). Por último, en cuanto al vicio de
usurpación de funciones esgrimido por la actora, según la cual, la
Superintendencia de Seguros no podía intervenir en resolución de controversias
de carácter subjetivo, que a su juicio es privativo de los órganos jurisdiccionales,
como consecuencia de la interpretación de la potestad discrecional que le otorga
el tantas veces mencionado artículo 175 de la Ley de Empresas de Seguros y
Reaseguros, se observa lo siguiente: (…) el Ministerio Público considera que el
acto administrativo hoy impugnado, fue dictado respetando en todo momento el
principio de competencia, así como el principio de legalidad, por cuanto, la
Superintendencia de Seguros en ejercicio de sus funciones legales de control,
vigilancia e inspección y, específicamente en uso de la potestad discrecional
217
conferida por la norma in comento, estableció que la empresa aseguradora eludió
o retardó el cumplimiento de sus obligaciones legales y contractuales, luego de
haber culminado la sustanciación del procedimiento administrativo
correspondiente. De allí que, no puede sostener que la actuación de la
administración haya invadido la esfera de actuación del Poder Judicial, toda vez
que en ningún momento su averiguación va dirigida a resolver el conflicto entre las
partes sobre la procedencia o no del pago reclamado, ni muchos menos obliga a
cumplir con la obligación de indemnización solicitada, que si es competencia de
los órganos jurisdiccionales, sino más bien se limitó a determinar si las empresas
sujetos de la ley especial, incurren o no injustificadamente en una falta o infracción
sancionable, tal como lo dispone la norma in comento. En consecuencia, el
Ministerio Público estima que debe ser desestimado el alegato del vicio de
usurpación de funciones alegado por la empresa hoy recurrente (…) En virtud de
las razones expuestas anteriormente, considera el Ministerio Público que el
presente recurso de nulidad, debe ser declarado sin lugar…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOHPN art:420
LESR art:6
LESR art:12
LESR art:175
LESR art:175-pg.s
LESR art:177
RSS Nº 0001258
06-11-1997

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FALSEDAD
DESC INDEMNIZACION
DESC LEGALIDAD
DESC NULIDAD
DESC PRESUNCION
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC RECURSOS ADMINISTRATIVOS
DESC SANCIONES LEGALES
DESC SEGUROS
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.140-144.

218
129
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur de sentencia de fecha 30 de marzo de
2000, dictada por el Tribunal Municipal Popular de Artemisa,
República Socialista de Cuba, que declaró disuelto el vínculo
matrimonial existente entre el solicitante Pedro Andrés Posada
Leal y la señora María Teresa Cintado Fuentes.

FRAGMENTO

“…Como punto previo a la procedencia de la solicitud debe procederse a


verificar si se cumplen los requisitos exigidos en el ordenamiento jurídico
vigente, por lo que el análisis de toda solicitud de exequátur debe
efectuarse dentro del marco del Derecho Procesal Civil Internacional, lo
cual impone al órgano jurisdiccional competente observar necesariamente
la jerarquía de las fuentes en materia de Derecho Internacional Privado.
Así, la Ley de Derecho Internacional Privado (…) dispone en su artículo 1°
(...) De la disposición legal antes transcrita, emerge que se consagra la
aplicación de las normas de Derecho Internacional Público sobre la
materia, en particular, las establecidas en los tratados internacionales
vigentes en Venezuela, o en su defecto, se aplican las normas de Derecho
Internacional Privado y, dentro de ésta, lo establecido en las disposiciones
contempladas en su Capítulo X, a saber: ‘ De la Eficacia de las Sentencias
Extranjeras’ . Ahora bien, en el caso de autos, se solicita se declare la
fuerza ejecutoria en la República de Venezuela, de una sentencia dictada
por un Tribunal con sede en la República de Cuba, país con el que
Venezuela no tiene tratados internacionales en esta materia, por lo que
ante la ausencia de normas de Derecho Internacional Público aplicable al
caso bajo examen, se debe aplicar las normas de Derecho Internacional
Privado, particularmente las consagradas en el artículo 53, derogatorio
parcialmente de los artículos 850 y 851 del Código de Procedimiento Civil,
cuyos requisitos deben concurrir para que las sentencias extranjeras
tengan efecto en Venezuela, (…) l.- La sentencia extranjera cuyo
exequátur se solicita, fue dictada en materia civil, específicamente en un
juicio de divorcio. 2.- Tiene fuerza de cosa juzgada, de acuerdo a la ley del
Estado en la cual fue pronunciada, lo cual se constata de la certificación de
sentencia de divorcio emitida por el Tribunal Municipal Popular de
Artemisa, de fecha 12 de abril de 2000, de cuyo testo se lee lo siguiente: ‘
…CERTIFICO: Que en los autos del proceso de divorcio radicado al
número 72 de 2000 se dictó sentencia por dicho Tribunal con fecha 30-3-
2000 la cual quedó firme desde el día 11-4- 2000 por la que se declaró
disuelto el vínculo matrimonial entre María Teresa Cintado Fuentes y
Pedro Andrés Posada Leal…’ (…)revistiendo formalidades externas
necesarias para ser considerada auténtica, por cuanto se encuentra
debidamente legalizada ante las autoridades competentes. 3.- Que no

219
versa sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la
República, ni se le arrebató a Venezuela la Jurisdicción para conocer del
negocio. 4.- El Tribunal Municipal Popular de Artemisa, República de
Cuba, tenía jurisdicción para conocer de la causa, toda vez que, el último
domicilio conyugal de la pareja fue el lugar donde el Tribunal tiene
jurisdicción, por lo cual se demuestra que existía una vinculación efectiva
con dicho territorio. 5.- Que se dio cumplimiento a las formalidades
requeridas, por cuanto se lee de la sentencia cuyo pase se solicita ‘…que
admitida la demanda y emplazado en forma legal el demandado, éste no
se apersonó dentro del plazo señalado, por lo que se dio por contestada la
demanda a su perjuicio se le declaró rebelde y se abrió el proceso a
pruebas…’ . 6.- Que del objeto de la presente solicitud de exequátur, no se
desprende que sea incompatible con sentencia de fecha anterior que tenga
autoridad de cosa juzgada, ni que se encuentre pendiente en los tribunales
de Venezuela, algún juicio que verse sobre el mismo objeto y entre las
mismas partes, iniciado previamente a que se hubiese dictado la sentencia
extranjera que nos ocupa. Finalmente, en la sentencia cuyo pase se
solicita en relación a los dos menores hijos, estableció ‘ …Que los
menores quedan al abrigo y cuidado de la madre, pudiendo el padre
visitarlos y sacarlos a pasear cundo lo desee el mismo le deberá pasar una
pensión alimenticia de veinte pesos mensuales para cada uno, haciendo
un total de cuarenta pesos mensuales, la patria potestad se le confiere a
ambos padres, no pensión para los esposos por tener medios propios de
vida; ni sobre la vivienda por no ser un bien común del matrimonio…’ .
Ahora bien, sobre el particular observa esta representación del Ministerio
Público que de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico la patria
potestad sobre los hijos la ejercen conjuntamente el padre y la madre
(artículo 261 del Código Civil) y, en caso de divorcio o separación de
cuerpos, solo se privará de ella cuando se fundamenten en las causales
contempladas en los ordinales 4°, 5° y 6° del artículo 185 ejusdem,
relativos a conato de corrupción o prostitución, condenación a presidio o
adicción alcohólica o fármacodependencia, razón por la cual, en el
presente caso, se observa que lo relacionado con la custodia y
manutención de los menores hijos nacidos del matrimonio disuelto, no
contraría el derecho público interno de Venezuela…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LDIP art:1
LDIP art:53
CC art:261
CC art:185-4
CC art:185-5
CC art:185-6
CPC art:850
CPC art:851

DESC CUBA
DESC DIVORCIO
DESC EXEQUÁTUR
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.144-145.

220
130
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-12-75-2004 FECHA:20040115
TITL Los fiscales del Ministerio Público no son los únicos
funcionarios que pueden representar a la Institución.
La Circular N° DFGR-01, de fecha 15 de enero de 1998, y sus
ampliación, la Circular N° DGSJ-DCJ-98-12, del 20 de abril del
mismo año, se encuentran plenamente vigentes, y ambas les
son aplicables a todos los fiscales del Ministerio Público,
incluidos aquellos que dirijan investigaciones penales.
Estas circulares constituyen una normativa interna que puede
generar consecuencias disciplinarias para los fiscales que no
les den cabal cumplimiento, pero no les confieren a los
funcionarios allí mencionados ningún privilegio que éstos
puedan reclamar, pues sólo se trata de un trato deferente que la
Institución establece en razón de los usos sociales en relación
con este tipo de comunicaciones.
Conforme a tales circulares, si fuere necesario requerirle
información a un gobernador, siendo que el mandatario
regional es el funcionario de mayor jerarquía dentro de la
gobernación de cada Estado, sólo el Fiscal General de la
República podría dirigirle la solicitud respectiva.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de dar respuesta a su comunicación


N° DPDF-9-F-5033-03-1472, de fecha 17 de diciembre de 2003, mediante
la cual somete a consulta de este Despacho una situación jurídica que
según su criterio debe ser objeto de aclaratoria.
El punto es el relativo a las Circulares números DFGR-01, de fecha 15 de
enero de 1998, y DGSJ-DCJ-98-12 del 20 de abril del mismo año, que
regulan lo relativo a la facultad de suscribir oficios por parte de los fiscales
del Ministerio Público.
La Dirección a su cargo estima que en razón de la atribución de ordenar y
dirigir la averiguación que le confiere el artículo 285, numeral 3, de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la última circular
mencionada ´no es aplicable a los fiscales del Ministerio Público cuando
éstos actúan como directores de un proceso penal específico´.
Se señala más adelante que: ´Tal atribución… no se lleva a cabo por
cualquier funcionario de nuestra Institución, sino sólo mediante unos
específico (sic), como podemos verificar del contenido del artículo 108
ordinal 1 del Código Orgánico Procesal Penal, donde se establece que
corresponde al fiscal del Ministerio Público dirigir la investigación de los
hechos punibles y la actividad de los órganos de policía de
investigaciones. Del contenido de ambos artículo (sic) podemos concluir
que el Ministerio Público es el director de la investigación penal que ejerce
sólo mediante sus fiscales (no de otros) por lo que, salvo el control que la
misma ley establece sobre tal procedimiento a través de los jueces de
221
control, aquellos (sic) son completamente autónomos en el ejercicio de sus
funciones investigativas, lo que significa que éstas no pueden ser
reguladas por ninguna autoridad distinta a las que establece la
Constitución y las leyes´.
Asimismo, argumenta que ´las diligencias que se llevan a cabo en un
procedimiento penal no están sujetas a mayores formalidades que las
establecidas en la ley, por lo que, salvo excepciones establecidas en las
misma, todos los ciudadanos sin excepción deben someterse a los
procedimientos preestablecidos cuando están, de alguna manera,
relacionados con la investigación, esto descartaría por ejemplo que un
fiscal del Ministerio Público tenga, como es nuestro caso, que recurrir a
nuestra máxima autoridad para citar o pedir información a un alto
funcionario del Estado, cuando una ley específica no lo exige´, para
referirse al supuesto ´rol judicial´ de los fiscales del Ministerio Público y la
autonomía inherente a ello.
Por último se dice que las circulares en cuestión son simples instructivos
sin carácter legal ni constitucional.
En atención a tales planteamientos, cumplo con informarle que a juicio de
este Despacho, la Circular N° DFGR-01, de fecha 15 de enero de 1998, y
su ampliación, a Circular N° DGSJ-DCJ-98-12, del 20 de abril del mismo
año, se encuentran plenamente vigentes, salvo su necesaria adaptación a
la terminología jurídica originada por el cambio del texto constitucional de
la República.
Asimismo se estima, que no es cierto que sólo los fiscales del Ministerio
Público puedan ejercer la representación de la Institución. Como
seguidamente se apreciará, la propia Carta Magna prevé la posibilidad de
que otros funcionarios representen a la Institución.
En cuanto la autonomía de los fiscales del Ministerio Público, le aclaro que
ella es preponderantemente aplicable en relación con los demás órganos
del Poder Público, más no ocurre lo mismo en relación con el Fiscal
General de la República (y los Directores de su Despacho, que lo
representan en sus atribuciones como Máximo Jerarca).
Antes de abordar con más detalle el análisis de los argumentos expuestos
por usted, debo manifestarle que en el presente caso carece de relevancia
lo relacionado con la representación del Ministerio Público por parte de los
Directores del Despacho del Fiscal General de la República, por cuanto la
solicitud cuya tramitación han requerido los fiscales de la investigación le
correspondería realizarla al Máximo Representante de la Institución, toda
vez que el gobernador del Estado respectivo, es el funcionario de mayor
jerarquía dentro de la respectiva gobernación.
Sin lugar a dudas, el Fiscal General de la República es un fiscal con
competencia plena en cualquiera de los ámbitos en los cuales el Ministerio
Público ejerce sus atribuciones. En efecto, el artículo 284 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela deja claro que el
mismo ´ejercerá sus atribuciones directamente con el auxilio de los
funcionarios o funcionarias que determine la ley” y previamente señala que
el Ministerio Público estará bajo su “dirección y responsabilidad´.
En ninguna de sus disposiciones la Carta Magna les atribuye a los fiscales
del Ministerio Público la representación exclusiva y excluyente de la
Institución. Por el contrario, deja a la ley el establecimiento de quiénes
actuarán como auxiliares del Fiscal General de la República en el ejercicio
de las funciones del Ministerio Público, lo que quiere decir que los fiscales
son en realidad representantes del Fiscal General de la República. Asumir

222
lo contrario -que los fiscales ejercen una función propia e
independientemente del Fiscal General de la República- sería tanto como
afirmar que existen tantos Ministerios Públicos como fiscales, lo cual es a
todas luces absurdo, tratándose de una Institución vertical o de estructura
piramidal.
Por su parte, la Ley Orgánica del Ministerio Público, ley a la que le
corresponde precisar quiénes son los representantes del Ministerio
Público, no le atribuye esa condición con exclusividad a los fiscales de la
Institución.
Se insiste entonces, en que el artículo 284 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela dispone que ´El Ministerio Público
estará bajo la dirección y responsabilidad del Fiscal o Fiscala General de la
República, quien ejercerá sus atribuciones directamente con el auxilio de
los funcionarios o funcionarias que determine la ley´.
Es notorio que la Carta Magna no se refiere a los fiscales como únicos
representantes del Ministerio Público. Más aún: no los menciona
expresamente cuando se refiere a los auxiliares del Fiscal General de la
República.
Como ya se indicó, la ley que debe determinar los funcionarios mediante
los cuales el Fiscal General de la República ejercerá sus atribuciones es
precisamente la Ley Orgánica del Ministerio Público, y ésta prevé las
Direcciones del Despacho del Fiscal General de la República y no limita
sus atribuciones al ámbito administrativo, pues el artículo 14 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, remite al Reglamento Interno la
determinación de las competencias de cada una de las dependencias que
integren aquel Despacho.
En efecto, es inherente a tales Direcciones el auxilio al Máximo
Representante de la Institución en el ejercicio de sus funciones y si pueden
o no actuar en procesos, dependerá del ámbito dentro del cual representen
al Fiscal General de la República.
Así, entonces, si sus atribuciones están relacionadas con la actuación
procesal de la Institución, lo consecuente es que puedan ejercer la
representación del Fiscal General de la República, si éste lo determina así
mediante un acto expreso.
De este modo, si el Fiscal General de la República le hubiere conferido la
representación de la Institución (´representación fiscal´, en lenguaje
coloquial), sería procedente su actuación dirigiéndoles solicitudes a
organismos públicos o a particulares, atendiendo por su puesto a la
jerarquía del funcionario al que deba oficiar.
Ahora bien, en el marco de las circulares en referencia debe respetarse la
jerarquía del funcionario a quien estaría dirigida la solicitud para precisar
cuál Dirección sería la llamada a dirigirle el respectivo oficio.
Partiendo de esta premisa, esta Dirección estima que a los máximos
jerarcas de los distintos organismos mencionados sólo puede dirigirse
directamente el Fiscal General de la República, pues la Circular N° DGSJ-
DCJ-98-12, de fecha 20 de abril de 1998, señala expresamente que
cuando se trate de solicitudes dirigidas entre otros a ´gobernadores de
Estados´ y los ´secretarios de gobierno´, ´lo conducente es que sea el
propio Fiscal General de la República, o los Directores de mi Despacho,
tomando en consideración el organigrama funcional de cada institución
oficial, quienes requieran la información o colaboración, de acuerdo a las
jerarquías que se ostenten´.
Luego entonces, si fuere necesario requerirle información a un gobernador,

223
siendo que el mandatario regional es el funcionario de mayor jerarquía
dentro de la gobernación de cada Estado, sólo el Fiscal General de la
República podría dirigirle la solicitud respectiva.
Por otra parte, a los fines de la mayor celeridad en las tramitaciones
respectivas, los Directores de adscripción bien podrían solicitar que los
fiscales les envíen en tales casos un proyecto de la comunicación que
sería suscrita por el Fiscal General de la República.
En cuanto a lo dispuesto en el artículo 108 del Código Orgánico Procesal
Penal, es falso que el mismo sirva de base a la afirmación de que la
Institución dirige la investigación ´sólo mediante sus fiscales (no de otros)´,
pues por el contrario, la norma se refiere expresamente a las ´Atribuciones
del Ministerio Público´ y antes de enumerarlas señala que ´Corresponde al
Ministerio Público en el proceso penal…´, quedando claro que se refiere a
la Institución y no a alguno de sus representantes en particular. En todo
caso, el Código Adjetivo Penal es una ley preconstitucional, de modo tal
que debe adaptarse a la Carta Magna y no podría establecer una exclusiva
representación a los fiscales del Ministerio Público, toda vez que la Carta
Magna remite esas precisiones a la ley respectiva, que no es otra sino la
Ley Orgánica del Ministerio Público.
En otro orden de ideas, es preciso destacar que el trámite previsto en las
circulares en cuestión no impiden ni perturban el desarrollo de la
investigación penal, y en cuanto a las posibles demoras que pudiera
ocasionar, se podrían adoptar mecanismos expeditos para los casos de
urgencia (por ejemplo: envío vía fax del respectivo proyecto de
comunicación).
Finalmente, tampoco se comparte la afirmación según la cual las circulares
serían simples instructivos sin carácter legal ni constitucional.
Al respecto le destaco, que las constituciones y leyes no son los únicos
instrumentos normativos, ya que existen instrumentos jurídicos de rango
sublegal que también son obligatorios dentro de su ámbito de aplicación.
En el presente caso es la propia Ley Orgánica del Ministerio Público la que
autoriza al Fiscal General de la República a dictar tales circulares, que
tienen carácter obligatorio en el ámbito interno de la Institución, razón por
la cual su incumplimiento generaría consecuencias de índole disciplinarias.
En tal sentido, es claro el artículo 5° de la citada ley, al disponer que ´El
Fiscal General de la República, mediante circular de carácter general,
podrá establecer criterios para informar el ejercicio de la acción penal o de
la renuncia al enjuiciamiento´.
El carácter obligatorio de esas circulares -como normativa interna- se
evidencia de los dispuesto en el artículo 6 eiusdem, conforme al cual “En el
ejercicio de sus funciones los fiscales del Ministerio Público no podrán ser
obligados por el Fiscal Superior a requerir o dictaminar en contra de su
interpretación en un asunto concreto, salvo lo dispuesto en el artículo
anterior”. En consecuencia, los fiscales del Ministerio Público deben dar
cabal cumplimiento a las circulares dictadas por el Fiscal General de la
República, cuyo carácter jurídico tiene asidero en las disposiciones legales
ya comentadas.
Distinto es afirmar, que las circulares in comento no les confieren a los
funcionarios allí mencionados ningún privilegio que éstos puedan reclamar,
pues sólo se trata de un trato deferente que la Institución establece en
razón de los usos sociales en relación con este tipo de comunicaciones.
Al margen de ello, el Fiscal General de la República si puede regular
internamente las actuaciones fiscales y ello es consecuencia de ostentar la

224
máxima jerarquía institucional, apoyada no sólo en el artículo 284 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, antes citado, sino
también en el artículo 1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, el cual
es enfático al disponer que ´autoridad del Fiscal General de la República
se extiende a todos los funcionarios del Ministerio Público, sea cual fuere
la jurisdicción a que pertenezcan´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:284
CRBV art:285-3
COPP art:108-1
LOMP art:1
LOMP art:5
LOMP art:6
LOMP art:14
CMP DFGR-01
15-01-1998
CMP DGSJ-DCJ-98-12
20-04-1998

DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC COMUNICACIONES
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC GOBERNADORES
DESC INVESTIGACION
DESC JERARQUIA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC REPRESENTANTES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.273-278.

225
131
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-302-2004-9187 FECHA:20040125
TITL El fiscal del Ministerio Público solamente debe permitir el
acceso de las situaciones que conforman la investigación penal
a la Defensoría del Pueblo, en los casos en que se presuma la
participación de funcionarios de algún organismo de seguridad
del Estado, sobre la base de lo preceptuado en el segundo
aparte del artículo 304 del Código Orgánico Procesal Penal, a
menos que el representante fiscal haya dispuesto mediante acta
motivada, la reserva total o parcial de las actuaciones, en los
términos establecidos en el tercer aparte del mencionado
dispositivo legal.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Oficio N° 08-FS-0086, de


fecha 21 de enero del año en curso, a través del cual requiere un
pronunciamiento que guarda relación con la revisión de las actuaciones
que conforman la fase de investigación del proceso penal, por parte de
funcionarios adscritos a la Defensoría del Pueblo.
Argumenta en ese sentido, que tal pretensión dimana en virtud de la
problemática originada en el Estado Carabobo, debido a la ´…interferencia
del Defensor Delegado del Pueblo y los abogados que trabajan en el
referido Despacho Defensorial, por cuanto insisten reiteradamente en
violentar el Artículo 304 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual
establece claramente, quienes son parte en un proceso y quienes tienen
acceso a las actas en fase de investigación (…) e incluso, no contraen su
actuación al instante en que su participación es permisible en ciertos y
determinados casos, los cuales son aquellos en los que la cualidad del
sujetos (sic) activo del delito así lo permita…´.
Una vez analizado el contenido de su comunicación, este órgano asesor le
participa que el punto sometido a nuestra consideración ya ha sido objeto
de pronunciamiento por parte de este Despacho, a través de Oficio N°
DCJ-16-2000-55210, de fecha 2 de noviembre de 2000, dirigido al
ciudadano Juan Navarrete Monasterio, Director General de la Defensoría
del Pueblo, con fundamento a lo que en ese entonces preceptuaba el
Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo 313 –actualmente 304-“.
Efectivamente, en dicho dictamen se expresó, entre otros particulares, lo
siguiente:
“…de conformidad con el primer aparte del artículo 313 del Código
Orgánico Procesal Penal, los actos de investigación serán reservados para
terceros y como bien sabemos, tal actividad, la realizan los representantes
del Ministerio Público. Por lo tanto, tomando en consideración esa reserva
y observando la solicitud que hiciera al Fiscal Tercero del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado Apure la Defensora
Adjunta (…) mediante el cual se requiere ‘ toda la información concerniente
al respectivo caso’ , tal solicitud pudiera considerarse como una injerencia
en la actividad investigativa que de conformidad con la ley, lleva a cabo el
226
representante fiscal, debido a que la Defensoría del Pueblo no tiene
cualidad de ‘ parte’ en el proceso…”.
“Coincidente con la citada opinión, concurre el dictamen emitido por este
Despacho, mediante Memo Rápido N° 12, de fecha 30 de enero de 2001,
en el cual se manifestó, entre otros particulares, en la forma siguiente que:
´...la Defensoría del Pueblo, siendo una institución que forma parte de la
organización del Poder Público Nacional, debe someter el ejercicio de su
funciones a lo previsto en el artículo 281 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, por lo que ese organismo no debe ni puede
asumir la delegación del ejercicio de los derechos de la víctima en el
proceso penal, ni mucho menos tiene la legitimidad para intervenir como
parte en el mismo, ya que de ser así estaríamos en presencia de una
usurpación de funciones, máxime cuando en la Exposición de Motivos de
la Carta Fundamental, al referirse al Poder Público, se establece ‘ ...el
principio restrictivo de la competencia, según el cual los órganos que
ejercen el Poder Público sólo pueden realizar aquellas atribuciones que le
son expresamente consagradas por la Constitución y la ley’ , y como
puede observarse fácilmente, dentro de las atribuciones que el referido
artículo 281 le confiere a la Defensoría del Pueblo, no está el intervenir en
el proceso penal, de la forma antes indicada.”
“Es de agregar que, con la reforma parcial del Código Orgánico Procesal
Penal, el artículo 313 fue modificado, ahora 304, y se le adicionó un nuevo
aparte conforme al cual además del imputado, sus defensores y la víctima
o su apoderado, la Defensoría del Pueblo también podrá tener acceso a
las actuaciones que conforman la investigación penal, en los casos que se
presuma la participación de funcionarios de organismos de seguridad del
Estado.
Así, reza la citada norma jurídica, en su segundo aparte, que ´…En los
casos en que se presuma la participación de funcionarios de organismos
de seguridad del Estado, la Defensoría del Pueblo podrá tener acceso a
las actuaciones que conforman la investigación. En estos casos, los
funcionarios de la Defensoría del Pueblo estarán obligados a guardar
reserva sobre la información…”.
“Quiere significar entonces, que ésta constituiría la excepción a la regla
contenida en el citado precepto, y en tal virtud, el aludido organismo
cuando se esté en presencia del referido supuesto podrá tener acceso a
las actuaciones, y por ese motivo no le sería dable al Ministerio Público
negarse a un requerimiento de tal naturaleza, a menos que el
representante fiscal haya dispuesto mediante acta motivada, la reserva
total o parcial de las actuaciones, por el plazo señalado en la ley, de
conformidad con lo establecido en el tercer aparte del artículo 304 del
código adjetivo penal.
De tal manera que a criterio de esta Dirección de Consultoría Jurídica, en
el caso bajo análisis resulta contraria a derecho la actuación desplegada
por la Defensoría del Pueblo del Estado Carabobo, en el sentido de
pretender querer acceder a unas actuaciones en las cuales el presunto
sujeto activo del delito no tiene la cualidad exigida por la ley, ya que de las
actuaciones cursantes en autos no se infiere que el ciudadano Jorge José
Ortega Pulidor, quien figura como imputado en la Causa N° 12.840, sea un
funcionario perteneciente a algún organismo de seguridad del Estado.
Adicional a ello cabe advertir, que los sujetos procesales que llevan a
conocimiento del órgano jurisdiccional la controversia a dilucidar se
denominan partes. Este vocablo, en nuestro ordenamiento jurídico incluye

227
al fiscal del Ministerio Público, al imputado o su defensor y a la víctima;
sujetos fundamentales de la relación procesal penal, al igual que el juez,
pero con la discrepancia que éste último no recibe el calificativo de parte,
por ser el funcionario llamado por ley a resolver el conflicto sometido a su
consideración en forma imparcial y con los elementos del proceso, vistos
los alegatos esgrimidos por cada una de las partes y sometido siempre a la
Constitución y demás leyes, cualidad ésta de la cual adolece la Defensoría
del Pueblo.
Siendo esto así, tendríamos entonces que la Defensoría del Pueblo -
institución que forma parte de la organización del Poder Público Nacional-
debe someter el ejercicio de su funciones a lo previsto en el artículo 281 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ya que en caso
contrario, estaríamos en presencia de una usurpación de funciones, debido
al principio restrictivo de competencia consagrado en el Texto
Fundamental, en su artículo 137, según el cual ´Esta Constitución y la ley
definen las atribuciones de los órganos que ejercen el Poder Público, a las
cuales deben sujetarse las actividades que realicen´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:137
CRBV art:281
COPP art:304
COPP art:313
OMP 16-2000-55210
02-11-2000
MRMP Nº 12
30-01-2001

DESC COMPETENCIA JUDICIAL


DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTO PENAL
DESC RESERVA DE ACTUACIONES
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.278-280.

228
132
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-470-2004-13521 FECHA:20040316
TITL La sola particularidad de que el fiscal del Ministerio Público sea
uno de los sujetos fundamentales de la relación jurídico
procesal penal, vale decir, una de las partes, excluye la
capacidad subjetiva de ser testigo en un proceso del cual esté
conociendo, máxime aun cuando la facultad investigativa le
viene por mandato constitucional y procesal.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido de la Comunicación N° 08-FS, a


través de la cual requiere un pronunciamiento con relación a la expectación
siguiente:
¿Puede un Fiscal del Ministerio Público asistir a los allanamientos como parte
activa dentro de la fase de investigación del proceso penal? O por el contrario,
considera que no debiera asistir por creer que se convertirían en partes, por
ejemplo, testigo del allanamiento.
Al respecto, una vez examinado el contenido del escrito en mención este órgano
asesor le advierte, que en su comunicación no dio cumplimiento a los requisitos
que exige la Circular N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20, de fecha 29 de septiembre
de 1999, referidos al procedimiento a seguir por parte de los representantes
fiscales para solicitar instrucciones y elevar consultas al Fiscal General de la
República, quien las evacuará por conducto de la dependencia correspondiente,
instrumento en el cual se establecen entre otros particulares, que en el escrito
remitido con ese fin, el fiscal del Ministerio Público debe dar su opinión
debidamente motivada.
No obstante ello, este Despacho tomando en consideración el asunto jurídico
sometido a nuestra consideración procede a emitir el dictamen correspondiente en
los términos siguientes:
El fiscal del Ministerio Público, sujeto fundamental de la relación procesal penal,
como asimismo lo es el imputado o su defensor, y la víctima, son las personas que
acorde con lo sostenido por la doctrina procesal reciben el calificativo de partes.
En ese sentido, las partes llevan a conocimiento de otro sujeto también esencial
de la relación jurídica, como lo es el juez, la controversia a dilucidar, pero con la
diferencia de que este operador de justicia no es considerado parte, toda vez que
es el funcionario llamado por ley a resolver el conflicto sometido a su
consideración en forma imparcial y con los elementos del proceso, visto los
alegatos esgrimidos por cada una de las partes y sometido siempre a la
Constitución y demás leyes. Pág. 18 Según Angulo Ariza F. S. se consideran
partes ´…aquellos sujetos procesales entre y contra los cuales se inicia la relación
jurídica de carácter penal; de modo que el primer elemento de las partes en el
proceso penal es que sean sujetos procesales, que ejerzan una de las funciones
fundamentales del proceso; pero eso sólo pueden serlo el acusador y el acusado
o reo, porque el juez, aun cuando es sujeto procesal, no es parte, ya que éstas
son las que inician y contra quienes se incoa la acción penal, o sea la relación
jurídica ya sea sustantiva penal o civil´.
Bajo este esquema, el representante fiscal en el proceso penal tiene la
preponderante misión, entre otras, de ordenar y dirigir la investigación penal por la
perpetración de los hechos punibles de acción pública, así como ejercer la acción
penal en dichos casos; atribuciones que ejerce sobre la base de lo preceptuado en
los artículos 285, numeral 3 y 4 de la Constitución de la República Bolivariana de
229
Venezuela; 11, numerales 4 y 6, 34, ordinales 3°, 5°, 7° y 8°, de la Ley Orgánica
del Ministerio Público, y 108 numerales 1 y 4, y 300 ambos del Código Orgánico
Procesal Penal.
En el ámbito de las citadas atribuciones, el funcionario en mención al tener
conocimiento de la perpetración de un hecho punible de acción pública, ordenará
el inicio de la investigación, y en ese sentido, dispondrá que se practiquen todas
las diligencias conducentes a investigar y hacer constar su comisión, recopilando
para ello, todos los elementos de convicción que sean necesarios a los fines de
descubrir la verdad, fase de carácter preparatorio del proceso penal que se
consuma con la presentación del correspondiente acto conclusivo.
La actividad investigativa implica la práctica de determinadas pruebas todas ellas
tendentes a acreditar o desvirtuar la hipótesis planteada, gestión que reviste gran
importancia, ya que es precisamente con la acumulación de la información
recabada en el transcurso de la etapa preparatoria del proceso penal, que el fiscal
del Ministerio Público va a determinar si es viable o no requerir al órgano
jurisdiccional competente el enjuiciamiento público de una persona, mediante la
presentación de la acusación, acto que a todo evento deberá contener entre otros
particulares, por exigencia expresa de la ley procedimental penal, el ofrecimiento
de los medios de pruebas que se presentarán en el juicio, con indicación de su
pertinencia y necesidad.
En el sentir de Eric Lorenzo Pérez Sarmiento ´…las evidencias que resulten de las
diligencias de investigación tienen gran valor para el proceso penal, pues, en
primer lugar, estas evidencias sirven para fundamentar las diversas solicitudes y
decisiones que se producen en las propias fases preparatoria e intermedia y que
requieren de prueba, tales como la imposición o revisión de medidas de coerción
personal o real, las excepciones, el sobreseimiento y el auto de apertura a juicio.
En segundo lugar, esas evidencias son la base o fundamento de las que deben
ser promovidas u ofrecidas, por las partes, y sobre todo por las partes acusadoras,
para su práctica en juicio oral. / La prueba es, por tanto, un elemento constante en
el proceso penal acusatorio, dada la cantidad de incidencias que deben ser
resueltas con su auxilio a lo largo de sus diversas fases…´.
Como regla general, en nuestra legislación procesal penal impera la libertad de
prueba, en tal virtud, el fiscal del Ministerio Público para la resolución del caso,
podrá probar todos los hechos y circunstancias por cualquier medio de prueba que
se refiera directa o indirectamente al objeto de la investigación, y que además sea
útil para el descubrimiento de la verdad, actividad que desplegará como rector de
la investigación por motu propio o con la ayuda de los Órganos de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, auxiliares directos del Ministerio Público en
el ejercicio de sus funciones.
La prueba, según José I. Cafferata Nores, es el medio ´…más confiable para
descubrir la verdad real, y, a la vez, la mayor garantía contra la arbitrariedad de
las decisiones judiciales. / La búsqueda de la verdad sobre los hechos contenidos
en la hipótesis acusatoria (el llamado fin inmediato del proceso ) debe
desarrollarse tendiendo a la reconstrucción conceptual de aquéllos. La prueba es
el medio más seguro de lograr esa reconstrucción de modo comprobable y
demostrable, pues la inducirá de los rastros o huellas que los hechos pudieron
haber dejado en cosas o personas, o de los resultados de experimentaciones o de
inferencias sobre aquéllos´.
Así, en la etapa de pesquisa el funcionario instructor ordenará realizar, entre otros
medios de prueba, el registro de lugares, acto descrito en el Título VII ´Régimen
Probatorio´, Capítulo II ´De los Requisitos de la Actividad Probatoria´, Sección
segunda del código adjetivo penal bajo la expresión ´Del Allanamiento´, diligencia
sumarial de investigación para la cual se requiere el cumplimiento de
determinadas formalidades específicas, ello en los términos exigidos en el
ordenamiento jurídico, y cuyo incumplimiento acarrearía la nulidad de la evidencia
obtenida por quebrantamiento de normas esenciales, como lo sería la infracción
de la garantía constitucional del derecho fundamental a la inviolabilidad del
domicilio, y consecuencialmente, la violación del principio de la licitud de la
prueba, regulado en el artículo 197 del texto procedimental penal.
230
Exige, salvo ciertas excepciones, el artículo 210 del Código Orgánico Procesal
Penal, en plena armonía con lo preceptuado en el artículo 47 del Texto
Fundamental, que para la práctica de la diligencia sumarial del registro de lugares
con miras a la búsqueda de elementos probatorios, a efectuarse en una morada,
establecimiento comercial, en sus dependencias cerradas, o en recinto habitado,
la orden escrita emanada del órgano jurisdiccional, bien sea a requerimiento del
fiscal del Ministerio Público o a solicitud directa del órgano de policía de
investigaciones penales, en casos de necesidad y urgencia, pero previo en este
supuesto, a la aprobación del Ministerio Público.
Demanda asimismo, el dispositivo legal en mención, entre otros particulares, que
la ejecución del registro se verifique en presencia de dos testigos hábiles, que no
deben tener vinculación con la policía, y quienes de acuerdo con las resultas que
arroje la investigación podrán ser promovidos como tales por las partes para el
debate del juicio oral y público, y consecuencialmente, ser apreciados por el Juez
de Primera Instancia en Función de Juicio durante el desarrollo de dicha etapa
procesal, según la sana critica observando las reglas de la lógica, los
conocimientos científicos y las máximas de experiencias, según lo prescrito en el
artículo 22 del Código Orgánico Procesal Penal.
Expresa en este sentido Jesús Eduardo Cabrera Romero, que para ser estimado
testigo es ineludible ´…que se le califique de tal por las partes, y ello sólo se logra
promoviendo a la persona con ese carácter en el juicio´.
En la acepción del autor Bentham, citado por Francisco Gorphe en su Obra ´La
Critica del Testimonio´, los testigos son ´…los ojos y los oídos de la justicia (…)
Desde que existen los hombres y desde que tienen la pretensión de hacer justicia
se han valido del testimonio como del más fácil y más común de los medios de
prueba.
Su importancia en materia penal es considerable; frecuentemente es la única base
de las acusaciones´.
Según otro autor, testigo es la persona física que ´...sin ser parte del proceso, es
llamada a declarar, según su experiencia personal, acerca de la existencia y
naturaleza de unos hechos conocidos con anterioridad al proceso (por haberlos
presenciado -testigo presencial- o por haber tenido noticia de ellos por otros
medios –testigo referencial-)´.
De lo expuesto se infiere, que la condición de testigo reclama no ser sujeto
fundamental de la relación jurídico procesal penal -como lo son las partes- sino
una persona ajena a los hechos que se ventilan en el proceso, que es llamada a
declarar en el transcurso del mismo en torno a unos acontecimientos pasados de
los cuales ha tenido conocimiento, ya sea porque los ha presenciado o por saber
de ellos por otras circunstancias.
Todo esto significa entonces, que resulta paradójico interpretar que por el hecho
que el fiscal del Ministerio Público intervenga activamente en la práctica de una
diligencia en el desarrollo de la fase preparatoria del proceso penal, como lo es el
allanamiento, pueda como corolario a dicha actuación, adquirir la condición de
testigo, toda vez que la sola particularidad de ser parte -sujeto primordial de la
relación jurídica- excluye la capacidad subjetiva de ser testigo en un proceso del
cual esté conociendo, máxime aun cuando la facultad investigativa le viene dada
por mandato constitucional y procesal.
La inhabilidad para que el fiscal, entre otros, declare como testigo tiene su
fundamento, según lo razona la jurisprudencia española en lo siguiente:
´...lo que las autoridades judiciales y fiscales dicen queda documentado y
autenticado en forma legal y sólo lo que en dicha documentación consta es válido,
sin que puedan ni deban pedirse explicaciones de otra naturaleza que no podrían
darse de ninguna manera porque sería contrario a los más elementales principios
que gobiernan la propia Organización Judicial en relación con el proceso…´.
La situación sería distinta si el representante fiscal ha presenciado la presunta
comisión de un hecho punible, caso en el cual estaría en el deber de concurrir y
prestar declaración, ello a tenor de lo establecido en el artículo 222 del Código
Orgánico Procesal Penal, según el cual ´Todo habitante del país o persona que se
halle en él tendrá el deber de concurrir a la citación practicada por un tribunal con
231
el fin de que preste declaración testimonial, de declarar la verdad de cuanto sepa
y le sea preguntado sobre el objeto de la investigación, y de no ocultar hechos,
circunstancias o elementos sobre el contenido de su declaración. / Se observarán
los tratados, convenios o acuerdos internacionales suscritos por la República, que
establezcan excepciones a esta regla´.
Es menester señalar, que con relación al asunto sometido a nuestra
consideración, este Despacho se pronunció en términos similares a los
argumentos precedentemente expuestos, mediante comunicación N° DCJ-159-88,
de data 18 de mayo de 1988; dictamen en el cual se dejó asentado entre otros
particulares, lo siguiente:
´El Ministerio Público constituye una verdadera parte en el proceso penal
venezolano. En consecuencia, cuando un Fiscal ha intervenido en una causa, no
podrá ser citado a declarar como testigo, en la misma causa, ni en ningún otro
proceso en el cual haya cumplido actuaciones funcionariales, por cuanto ello
vendría a constituir una dualidad testigo-parte´.
´No deben los representantes del Ministerio Público, al ser citados por los órganos
jurisdiccionales, negarse a atender tal citación. Lo conducente sería enterarse del
motivo de la citación y si la misma es para rendir declaración como testigo en un
proceso en el cual han intervenido en representación del Ministerio Público,
deberán negarse a ello, aduciendo que no pueden ser testigos y partes a la
vez…´.
Como complemento de lo anotado, es preciso advertir que a través de la Circular
N° DCJ-36-82, de la cual le adjunto copia, el Fiscal General de la República, giró
instrucciones a los representantes del Ministerio Público en torno a la admisión de
determinada prueba, instrumento que aun cuando fue elaborado bajo la vigencia
del extinto Código de Enjuiciamiento Criminal, aún mantiene su vigor, amén de
que su contenido hace referencia a la imposibilidad legal que tiene el fiscal del
Ministerio Público de prestar declaración en aquellos casos cuyos hechos hubiese
conocido en pleno ejercicio de sus funciones…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:47
CRBV art:285-3
CRBV art:285-4
LOMP art:11-3
LOMP art:11-4
LOMP art:34-3
LOMP art:34-5
LOMP art:34-7
LOMP art:34-8
COPP art:22
COPP art:108-1
COPP art:108-4
COPP art:197
COPP art:210
COPP art:222
COPP art:300
CMP DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
29-09-1999
CMP Nº DCJ-36-82
DIMP DCJ-159-88
18-05-1988

DESC ACCION PENAL


DESC ALLANAMIENTO
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
232
DESC CONSULTAS
DESC DECLARACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC PROCEDIMIENTO PENAL
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC TESTIGOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.281-286.

233
133
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-667-2004 FECHA:20040420
TITL No existe impedimento legal para que las notificaciones
judiciales realizadas de conformidad con lo ordenado en el
artículo 132 del Código de Procedimiento Civil, sean recibidas
por las secretarias de los despachos fiscales, quienes
colocarán el sello húmedo de la respectiva fiscalía; el día y hora
en que dichas notificaciones sean recibidas, al igual que su
nombre y apellido de manera legible, quedando de esta manera
debidamente notificado el Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de avisar recibo de su Comunicación N°


DPIF-15-2093-2003 de fecha 13 de octubre de 2003, mediante la cual
eleva a consulta de este Despacho la posibilidad de que sean las
secretarias de las fiscalías especializadas con competencia para actuar en
las materias Civil, Familia y Protección quienes puedan ´recibir´ las boletas
de notificación provenientes de los tribunales, en virtud de ser estas
empleadas del Ministerio Público quienes se encuentran en los despachos
fiscales la mayor parte del tiempo dada la labor que desempeñan, a
diferencia de los fiscales principales y/o los abogados adjuntos, lo que
acarrea como consecuencia que las boletas de notificación permanezcan
en los despachos fiscales 2 ó 3 días a la espera de la firma de los fiscales
principales y poder así el alguacil consignarlas en los respectivos
expedientes.
Argumenta en su escrito que lo señalado se basa en la premisa ´... el
Código de Procedimiento Civil, obliga al Ministerio Público, pero no se
refiere específicamente a la figura del fiscal como aquella a quien
directamente le es inherente el auto de la notificación´.
Comienza su planteamiento alegando lo siguiente: ´El artículo 132 del
Código de Procedimiento Civil preceptúa la obligatoriedad que tiene el juez
ante quien se inicie uno de los juicios citados en el artículo precedente, de
notificar al Ministerio Público inmediatamente de admitida la demanda,
bajo pena de nulidad de lo actuado en caso de no haberse cumplido con
dicha notificación, la cual será previa a toda actuación, debiéndose anexar
copia certificada de la demanda en cuestión´.
Continúa, haciendo mención a los artículos 185-A del Código Civil y 497 de
la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, referidos a
la solicitud de divorcio basada en la separación fáctica de cuerpos por 5
años y al procedimiento de adopción respectivamente, resaltando en
ambos la necesaria notificación del fiscal del Ministerio Público a los fines
de que éste realice las diligencias que considere pertinentes en el
expediente contentivo del proceso del cual ha sido notificado.
Una vez revisada su comunicación esta Dirección de Consultoría Jurídica
considera necesario hacer las siguientes consideraciones con relación a
sus planteamientos:
Como punto previo se advierte en su comunicación que de manera
234
repetida alude al hecho de que las boletas de notificación sean ´recibidas´
por las secretarias de los diferentes despachos fiscales, por lo que se hace
necesario definir el verbo recibir.
En este sentido el Diccionario Jurídico Elemental de Guillermo Cabanellas
de Torres, define recibir como ´... Tomar lo que se da o entrega. Admitir.
Aceptar.
Aprobar. Conceder el ingreso en corporación, sociedad u organismo...´.
Por su parte, el Gran Diccionario Enciclopédico Grijalbo define recibir como
´Aceptar uno lo que le dan o envían...´.
Al interpretar el vocablo recibir en el sentido antes señalado se podría
pensar que su consulta está referida al acto mediante el cual la secretaria
recibe, acepta, admite, que las notificaciones que le son entregadas por los
alguaciles de los tribunales ingresen físicamente al Despacho.
Igualmente, manifiesta en su comunicación que ´... ha sido ya costumbre
entre los representantes del Ministerio Público especializados con
competencia en materia Civil, Familia y Protección, recibir personalmente
dichas boletas de notificación, las cuales son firmadas por éstos de modo
tal que son agregadas al expediente respectivo, una vez que el alguacil las
hace llegar al tribunal de la causa...´.
Por todo lo señalado, concluimos que su consulta se refiere a la debida
notificación fiscal a la cual hacen mención las normas que señalan la
intervención de esta Institución y que al ser consignadas en los
expedientes están firmadas por los fiscales principales.
En este punto se hace pertinente, establecer que se entiende
jurídicamente por notificación, y al respecto señala la Enciclopedia Jurídica
Opus, ´... que es la acción y efecto de hacer saber, a un litigante o parte
interesada en un juicio, cualquiera sea su índole, o a sus representantes y
defensores, una resolución judicial u otro acto del procedimiento. Couture
dice que es también constancia escrita, puesta en autos, de haberse
hecho saber a los litigantes una resolución del juez u otro acto del
procedimiento...´. Como notificado señala ´... lo que se notifica.
Persona a quien se ha hecho una notificación, acto del cual emanan
derechos y obligaciones...´.
Igualmente, Eduardo J. Couture, al clasificar los actos del tribunal como
actos de los agentes de la jurisdicción, incluye dentro de los actos de
decisión, a las notificaciones, considerándolas como ´...los actos de
comunicación mediante los cuales los órganos de la jurisdicción mantienen
contacto con las partes (...) La palabra notificación, en el lenguaje forense,
representa, indistintamente, el acto de hacer saber la decisión, el acto de
extender la diligencia por escrito y el documento que registra toda esa
actividad...´.
Definida como ha sido la notificación, es necesario entonces definir lo que
es la citación y en tal sentido, se puede acotar que la citación es el
llamamiento obligatorio que se hace al demandado para que concurra a
juicio a objeto de que conteste la demanda. A pesar de que la citación está
compuesta por varios actos, se entiende por tal al acto por el cual el
demandado recibe la compulsa con la orden de comparecencia y entrega
el correspondiente recibo que debe expresar el lugar, la fecha y la hora de
la citación. La citación está prevista en el Código de Procedimiento Civil,
como una formalidad necesaria para la validez del juicio.
En este mismo sentido, la Enciclopedia Jurídica Opus, la define como ´el
llamamiento que se hace a cualquier persona, por mandato del juez, sea o
no parte en el juicio, para que concurra a un acto judicial (...) La citación

235
puede definirse en nuestro sistema, como el acto del juez por el cual se
llama al demandado para que comparezca a dar contestación a la
demanda dentro de un plazo determinado.
Siendo la citación, el acto que realiza en el proceso civil la garantía
constitucional de la defensa en el juicio, se comprende que la ley procesal
atribuya al requisito de la citación el carácter de formalidad necesaria (...)
Sin embargo por la trascendencia que tiene el acto de la citación para la
contestación, la ley consagra expresamente que se pondrá constancia en
el expediente de todas las diligencias practicadas (...) por el alguacil para
citar personalmente al demandado´.
Continúa dicha obra el comentario referente a la citación, en el siguiente
sentido: ´...Según la doctrina contenida en sentencia de fecha 18 de
octubre de 1990, con ponencia del Magistrado Adán Febres Cordero la
citación puede definirse como un acto del Juez, mediante el cual se llama
al demandado para que comparezca a dar contestación a la demanda,
dentro de un plazo determinado que se fijará según el procedimiento
ordinario o especial escogido al respecto. La orden de comparecencia
contenida en el acto formal de citación debe ser comunicada a su
destinatario a fin de que se perfeccione y alcance sus efectos jurídicos, a
cuyo objeto el legislador ha establecido una serie de formalidades para
alcanzarla´ (Sentencia del 30 de julio de 1991. C.S.J. Casación. Industrias
Vemar C. A. contra Constructora Parupa C.A.).
La citación se corresponde entonces con una orden emanada del órgano
jurisdiccional que tiene por finalidad que la parte citada concurra por ante
la sede del tribunal a los fines de realizar un acto específico, en cambio la
notificación consiste sólo en hacer del conocimiento de alguna de las
partes la realización de un acto o una resolución judicial.
La notificación no tiene necesariamente que ser realizada de manera
personal, sino, que el alguacil puede dejarla con quien lo atienda en el
lugar donde la misma sea practicada, dejando constancia de la identidad
de la persona que recibió la boleta de notificación -nombre, apellido y
número de cédula de identidad-, al contrario en la citación es
imprescindible agotar primeramente la vía de la citación personal antes de
acudir a la citación por carteles tal y como lo establece el Código de
Procedimiento Civil. Lo antes señalado constituye básicamente la
diferencia entre ambas instituciones.
Por otra parte el artículo 233 del Código de Procedimiento Civil, prevé que
“Cuando por disposiciones de la ley sea necesaria la notificación de las
partes para la continuación del juicio, o para la realización de algún acto
del proceso, (...) También podrá verificarse por medio de boleta librada por
el juez y dejada por el alguacil en el citado domicilio. De las actuaciones
practicadas conforme a lo dispuesto en este artículo dejará expresa
constancia en el expediente el secretario del tribunal”. Dada la
especialidad en materia de notificaciones en el proceso civil, ésta norma
debe prevalecer.
En cuanto a las notificaciones de las partes, es necesario destacar que en
fecha 22 de junio de 2001 en el Expediente N° 00-127, la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del
Magistrado Dr. Carlos Oberto Vélez Ledo, reexaminó el tema de las
notificaciones en juicio y al respecto ratifica que ´... la notificación es el
acto procesal dirigido a los sujetos procesales y que constituye un acto
comunicacional dirigido a éstas para que comparezcan al proceso,
conozcan lo que ha acontecido en el juicio e integren la relación jurídico

236
procesal conjuntamente con el juez y su contraparte. Deja claro la
sentencia que las notificaciones previstas en el artículo 233 del Código de
Procedimiento Civil, proceden entre otros casos, para la realización de
algún acto del proceso que así lo requiera y su exigencia reposa en la
obligación que tiene el Estado de garantizar a toda persona que se dirige a
la jurisdicción, en busca de su tutela jurídica y efectiva, una justicia
transparente e idónea. Igualmente, ratifica el criterio del fallo del 27 de
junio de 1996 en cuanto a que resulta improcedente que el secretario del
tribunal deje constancia de una actuación que la ley no le ha confiado,
siendo suficiente, a los efectos de lo dispuesto en el último aparte del
artículo 233, que el secretario autorice la diligencia que el Alguacil estampe
mediante la cual indica al juez y a las partes que dejó la boleta de
notificación en el domicilio procesal constituido por la parte, con lo cual se
entenderá que ésta -la notificación- quedó legalmente practicada...´.
Como se puede evidenciar, la norma expresamente menciona la
notificación de las partes que no son más que los sujetos de un proceso -
demandante y demandado-.
Según Couture, en el proceso civil -que es el que nos ocupa- ´la noción de
parte adquiere un significado específico y designa el atributo o condición
del actor, del demandado o tercero interviniente que comparecen ante los
órganos de la jurisdicción en materia contenciosa, requiriendo una
sentencia favorable a su pretensión´.
En este contexto, sostiene A. Rengel Romberg, que ´... la condición o
cualidad de parte se adquiere con abstracción de toda referencia al
derecho sustancial, por el sólo hecho, de naturaleza exclusivamente
procesal, de la proposición de una demanda ante el juez: la persona que
propone la demanda, y la persona contra la cual es propuesta, adquieren
sin más, la cualidad de las partes; aunque la demanda sea infundada o
inadmisible, ella basta para hacer surgir la relación procesal de la cual las
partes son precisamente los sujetos...´.
Por su parte señala el Código de Procedimiento Civil, en su artículo 129
´En el proceso civil el Ministerio Público interviene como parte de buena fe
en los casos permitidos por este código, por el Código Civil, por la Ley
Orgánica del Ministerio Público y por otras leyes especiales, en resguardo
de las disposiciones de orden público o de las buenas costumbres´.
Aunado a lo anterior, prevé la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente en su artículo 172, la intervención necesaria del fiscal del
Ministerio Público al señalar que ´la falta de intervención del Ministerio
Público en los juicios que la requieran implica la nulidad de éstos´.
Ahora bien, es el caso que el Ministerio Público en el procedimiento civil
tiene la particularidad de estar representado por funcionarios que actúan
en ciertas ocasiones en el proceso, pero que no tienen la facultad decisoria
del órgano jurisdiccional, ni están interesados en la controversia concreta
planteada entre las partes, y sin embargo, pueden tomar la iniciativa del
proceso o intervenir y ser llamados al juicio iniciados por aquellas. Es el
órgano encargado de cooperar con la administración de justicia, velando
por los intereses del Estado, de la sociedad y de los particulares mediante
el ejercicio de las acciones pertinentes, haciendo observar las leyes. Es
esencialmente una Institución imparcial cuya máxima finalidad es velar por
el imperio de la ley.
Como bien expresa Rengel Rombreg, ´... los funcionarios del Ministerio
Público están colocados así en el proceso, en una posición especial, en
una posición intermedia, podría decirse, entre el juez y las partes, porque

237
son órganos públicos, sin llegar a ser juzgadores, y ejercen en el proceso
actividades que le son propias de las partes, sin confundirse
completamente con éstas (...) En el proceso civil puede definirse el
Ministerio Público como el órgano de carácter nacional y autónomo que
ejercita la acción civil o interviene en el proceso ya iniciado, en los casos
establecidos por la ley, en resguardo de intereses vinculados al orden
público y social, esto es funciona como agente de la jurisdicción en unos
casos o como interviniente o requeriente, en otros, y en este desempeña
un papel muy cercano al de las partes, aunque no se identifica totalmente
con ellas (...) Si el Ministerio Público agente ejercita la acción civil en los
casos expresamente previstos por la ley en defensa del interés público o
social, en cambio el Ministerio Público interviniente se limita, en las causas
promovidas por otros en las cuales está interesado el orden público o
social (...) Las características principales del Ministerio Público interviniente
son: a) Actúa como parte de buena fe (...) b) Aunque es parte de buena fe
no puede establecerse una absoluta equiparación del concepto de parte
entre el actor, el demandado y el Fiscal del Ministerio Público, porque las
primeras son en rigor las partes verdaderas (dominus litis), entendidas
como las personas del pretensor y del contradictor en el juicio. El fiscal es
sólo parte formal, sui generis, que de buena fe interviene en el juicio con el
fin de procurar la exacta observancia de la ley sustantiva y procesal, en
materia que interesa al orden público o social, y con ese carácter no ha de
estar sino al lado de la justicia y la integridad de la moral pública. / Lo que
diferencia esencialmente a las partes privadas de la parte pública o de
buena fe, es que ésta no defiende intereses suyos propios, ni de las partes
privadas, sino de la colectividad (...) y los defiende procurando en el
proceso el exacto conocimiento de los hechos de la causa en procura de
una sentencia correspondiente a la verdad real y no meramente formal. Es
una parte imparcial, que actúa con los medios de la parte, aunque se
propone los fines del juez. Esto es, el Ministerio Público es parte por la
función que cumple, no por el interés que sirve; es un sujeto de la acción,
no un sujeto de la litis...´.
En este sentido Emilio Calvo Baca, sostiene que ´La función del Ministerio
Público no sólo se desarrolla por vía de acción, sino también, por vía de
intervención. Y la intervención puede ser necesaria o facultativa. Necesaria
es la intervención cuando el Ministerio Público debe intervenir bajo pena
de nulidad señalable de oficio. / Al respecto, Satta opina que ... Es
suficiente esta consecuencia para diferenciar netamente esta intervención
de la de la parte. Finalidad de la intervención es únicamente, en efecto,
asegurar que la actuación de la ley inter partes se produzca respetando el
interés general en el cual se inspira la norma al disciplinar la relación.
Función que también corresponde al juez, y que la presencia del Ministerio
Público estimula y refuerza...´.
De todo lo anterior, se evidencia que el Ministerio Público en el proceso
civil es una parte de buena fe, es una parte sui géneris, pero parte al fin y
como tal debe ser notificado en los juicios que así lo requieran. Dada la
especialidad del artículo 233 en lo referente a las notificaciones debe ser
éste el rector en lo que atañe al procedimiento que debe seguirse para
realizarlas y al respecto cabe resaltar que de conformidad con esta norma
en concordancia con lo establecido en el artículo 73 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, corresponderá al alguacil del tribunal trasladarse a la sede
de la fiscalía del Ministerio Público a la cual le corresponda conocer o
intervenir en el juicio a objeto de notificarlo del mismo.

238
Como bien señala en su comunicación, es cierto que los alguaciles suelen
dejar las boletas de notificación en las fiscalías a la espera de que la fiscal
principal firme dichas boletas, pero esta actuación no es obligatoria por
parte del alguacil quien en un amplio sentido de colaboración para con el
Ministerio Público realiza dicha práctica como algo que –según su dicho-
se ha convertido en algo rutinario. Esta práctica -según manifiesta- se hace
cada vez más engorrosa debido a ´... la distancia entre los tribunales y los
despachos fiscales, así como el incremento de la exigencia laboral de los
fiscales principales, lo que conlleva a que cada vez deban ausentarse con
mayor frecuencia de las oficinas, trayendo como consecuencia que, en
muchas oportunidades, al dirigirse el alguacil a consignar la boleta de
notificación al representante del Ministerio Público, éste no se encuentre
presente, lo que ocasiona que la misma no pueda ser firmada, debiendo
entonces, en algunos casos, ser dejada por el alguacil que la retira 2 ó 3
días después o incluso, mas grave aún, el traslado de esta persona que
constituye parte del tribunal, 2 y 3 veces por una misma boleta, tratando en
lo posible de lograr la firma de ésta por el fiscal principal del Despacho. /
Dicha situación genera gran preocupación en quien suscribe, por la
demora en que incurre el Ministerio Público ante tal práctica, ya hasta
cotidiana, del procedimiento de notificación...´.
Del contexto de lo antes transcrito, se desprende que las boletas de
notificación permanecen durante 2 ó 3 días en los despachos de los
representantes del Ministerio Público a la espera de ser firmadas por los
fiscales principales, que se encuentren realizando otras actuaciones
inherentes a sus funciones fuera de la sede de los mismos.
En este sentido llama poderosamente la atención de esta Dirección que un
fiscal del Ministerio Público amerite de 2 ó 3 días para firmar las
notificaciones judiciales, pues si bien es cierto que algunas de sus
actuaciones lo obligan a trasladarse fuera de la sede del despacho, no es
menos cierto que de conformidad con lo establecido en el artículo 65 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público en concordancia con el artículo 68
ejusdem y el artículo 100, numeral 1 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público publicado en la Gaceta Oficial de la República de
Venezuela N° 36.654, de fecha 4 de marzo de 1999 que además funge
como Reglamento Interno, es un deber del fiscal acudir todos los días
hábiles a su oficina, por lo que en la práctica si le es imposible firmar las
notificaciones judiciales el mismo día que ingresan al despacho, por
encontrarse fuera del mismo debido a razones de servicio, nada impide
que al día siguiente al acudir a su oficina proceda a firmarlas, cuestión ésta
que no amerita más que los pocos minutos diarios que pueda dedicarse a
estos fines. Aunado a lo antes expuesto es de advertir que las
notificaciones judiciales procedentes de los diferentes tribunales, no suelen
llegar diariamente a los despachos fiscales, ni en cantidades tales que
impidan tal actuación en caso de que el fiscal principal considere que debe
firmar personalmente las notificaciones, cuestión ésta que no es
estrictamente necesaria.
Sumado a lo anterior, una práctica errada del Ministerio Público no puede
ni debe causar un retraso en los órganos jurisdiccionales encargados de
administrar justicia, violentando así lo previsto en el artículo 26 ´... El
Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita,
sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles´.
Por su parte, la norma referida a las notificaciones nada expresa con

239
relación a la obligación por parte del alguacil de dejar las boletas de
notificación en la sede del despacho fiscal a la espera de que el fiscal
principal las firme para que puedan ser consignadas en las actas del
expediente y considerar debidamente notificado al Ministerio Público, al
contrario pareciera que basta con que el secretario del tribunal autorice la
diligencia que el alguacil estampe, mediante la cual indica al juez y a las
partes que dejó la boleta de notificación en el despacho del representante
del Ministerio Público a los fines de considerar a éste notificado. Si esto es
así, entonces basta con que el alguacil acompañe a la diligencia que
estampe en el expediente, copia de la boleta de notificación donde conste
el sello húmedo correspondiente a la fiscalía notificada, la fecha de la
notificación, la hora de la misma, así como la identificación de la secretaria,
es decir, su nombre y apellido legibles, a los efectos de que pueda
considerarse debidamente notificado al Ministerio Público. No se debe
argumentar en contra de este procedimiento el posible extravío de alguna
boleta de notificación que sea recibida en la representación del Ministerio
Público o el posible olvido por parte de la secretaria del despacho de hacer
del conocimiento del fiscal principal o auxiliar las notificaciones judiciales
recibidas, pues es un deber de todo empleado del Ministerio Público,
cumplir cabal y responsablemente las tareas que le sean asignadas.
En virtud de lo hasta aquí expuesto, bastará con que el representante del
Ministerio Público una vez notificado acuda diligentemente al tribunal y
constate que las actuaciones que conforman las actas del expediente se
encuentran ajustadas al procedimiento establecido para el juicio del cual
sea notificado, lo que se traduce en que no se haya violentado el debido
proceso. En caso contrario, deberá hacer las observaciones, oposiciones o
ejercer los recursos que considere necesarios a los fines de cumplir
cabalmente con las atribuciones que constitucional y legalmente tiene
establecidas.
Las razones antes señaladas se fundamentan en la naturaleza de la
notificación judicial, pero no comparte esta Dirección el criterio que
sustenta ese Despacho en la última parte de su comunicación cuando
expresa ´... las secretarias que conforman el despacho fiscal son
empleadas del Ministerio Público, integrando así un todo único e
indivisible...´.
Respecto al criterio de unidad e indivisibilidad del Ministerio Público, este
Despacho en fecha 26 de agosto mediante Comunicación N° DCJ-2-1293-
2002, se pronunció en el siguiente sentido ´... En cuanto al principio de
unidad e indivisibilidad, aparece consagrado legalmente en el artículo 3 de
la Ley Orgánica que rige nuestra Institución: El Ministerio Público es único
e indivisible y ejercerá sus funciones través de los órganos establecidos
por la ley. Los fiscales señalados en esta ley lo representan íntegramente´
. / De conformidad con tal principio debe entenderse que todos sus
representantes integran un solo órgano, jurídicamente cada uno de ellos
son considerados como si fueran una sola persona, por lo que al emitir
cualquier parecer lo hacen a título institucional y no personal. / El Ministerio
Público es uno e indivisible en el sentido de que la función forma un
todo,... en otros términos, la personalidad de los miembros desaparece
dentro de la función, los diferentes funcionarios o sustitutos pueden
reemplazarse y son ‘ intercambiables’ dentro del conjunto del mismo
proceso y en sus diferentes etapas. / Lo que cuenta no es el hombre sino
la función . / Tal concepto, de vieja data, ha sido -inclusive- objeto de
tratamiento por nuestra jurisprudencia, siendo oportuno traer a colación lo

240
señalado por la extinta Corte Superior Tercera en lo Penal de la
Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda, a saber: En
cumplimiento de su misión el Ministerio Público es único e indivisible... La
acción que ejercita uno de sus miembros es por decirlo así, la acción de la
entidad, que aún continuada por cualquiera de ellos, persiste idéntica a sí
misma obedeciendo a la impulsión que le fuera dada, con independencia
de los miembros que en un momento determinado la ejercitan o la
continúen; ... Cuando un miembro del Ministerio Público habla o interviene,
no lo hace a título personal; es el Ministerio Público el que habla o actúa,
por tanto es la función la que está en juego, en nada incide el cambio de
persona...”.
“Es decir, que el criterio de unidad e indivisibilidad del Ministerio Público
aplicable a los fiscales del Ministerio Público, no se extiende a otros
funcionarios y empleados de la Institución, por lo tanto mal podría aplicarse
dicho razonamiento para sustentar el hecho de que las secretarias de los
despachos tienen la facultad de recibir y firmar las notificaciones judiciales
quedando en consecuencia notificado el Ministerio Público.
Con ocasión de lo expuesto por usted en el sentido de que el permitir que
las boletas de notificaciones sean recibidas por las secretarias del
despacho, redundaría en beneficio de los fiscales titulares o sus auxiliares
quienes podrían entonces revisar con detenimiento aquellos casos en los
cuales están siendo `partícipes´, y de esta manera emitir su opinión ´en
caso de que la misma sea vinculante´, es conveniente destacar qué
significa a los fines procesales que una opinión sea vinculante y al
respecto señalamos que según la Enciclopedia Jurídica Opus, vincular es
´...asegurar, atar con prisiones (...) Atar o fundar una cosa en otra (...)
Someter la suerte o el comportamiento de alguien o de algo a los de otra
persona o cosa...´, en consecuencia, vinculante es aquella opinión que es
acogida en la sentencia definitiva en los mismos términos en que ha sido
expuesta, es decir, el juez acoge en toda y cada una de sus partes la
opinión emitida por el representante del Ministerio Público, lo cual en
ningún caso es cierto pues si bien existen opiniones fiscales cuya emisión
es de carácter obligatorio -adopción, administración de bienes
pertenecientes a niños, niñas o adolescentes, artículo 185-A del Código
Civil, entre otras- esto no significa que dichas opiniones sean
determinantes en la decisión del juez, ni que las mismas sean
reproducidas en la definitivas, ya que el juzgador puede apartarse del
criterio del Ministerio Público, en cuyo caso quedará a criterio del fiscal que
emitió la opinión desechada, ejercer el recurso que considere pertinente.
Asimismo, estima quien suscribe que los fiscales especializados deben
revisar todos los expedientes contentivos de los juicios en que sean
notificados, a objeto de cumplir con las obligaciones que constitucional y
legalmente tienen asignadas, tales como garantizar la celeridad y buena
marcha de la administración de justicia así como el debido proceso.
En virtud de todo lo señalado en la presente comunicación, considera esta
Dirección de Consultoría Jurídica que no existe impedimento alguno para
que las secretarias adscritas a los diferentes despachos fiscales reciban
las notificaciones provenientes de los tribunales, y procedan a colocar el
sello húmedo de la fiscalía, así como el día y la hora en que las reciben al
igual que su nombre y apellido de manera legible, quedando de esta
manera notificado el Ministerio Público, evitando así las demoras
innecesarias atribuibles a la espera de que el fiscal principal firme las
mismas y proceda luego el alguacil a consignarlas en los expedientes

241
respectivos.
Corresponderá posteriormente al fiscal notificado, revisar los respectivos
expedientes a los fines de garantizar la celeridad y buena marcha de la
administración de justicia así como el debido proceso…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CC art:185-A
CPC art:129
CPC art:132
CPC art:233
LOPNA art:172
LOPNA art:497
LOPJ art:73
LOMP art:3
LOMP art:65
LOMP art:68
EPMP art:100-11
SCSJ 30-07-1991

DESC ACCION CIVIL


DESC BUENA FE
DESC CITACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INDIVISIBILIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JORNADA DE TRABAJO
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NOTIFICACIONES
DESC UNIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.286-297.

242
134
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-932-2004-22306 FECHA:20040422
TITL Concebido estructuralmente el Ministerio Público en forma
piramidal, los fiscales del Ministerio Público sólo deben rendir
cuentas de sus actuaciones al Fiscal General de la República,
como máximo ductor o en su defecto a cualesquiera de los
directores, los cuales actúan por su delegación, ello sin
perjuicio de la observancia de los deberes que con motivo de
sus actividades deben rendir mensualmente a sus superiores
inmediatos, de conformidad con lo establecido en la ley
orgánica que rige a la Institución.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido de la Comunicación N° 08-


F12-1132-03, y sus anexos, mediante la cual requiere un pronunciamiento
sobre la conducta a seguir por parte del fiscal del Ministerio Público en
´…los casos de denuncias interpuestas ante la Defensoría del Pueblo, por
supuestas violaciones al debido proceso…´.
Tal expectación le deviene toda vez que:
En fecha 5 de noviembre de 2003, recibió oficio suscrito por el ciudadano
Yoel Pérez Marcano, Defensor del Pueblo del Estado Carabobo mediante
el cual le notifica ´…que una comisión de esa Defensoría realizaría una
visita al Despacho el día 12 de noviembre de 2003, a los fines de verificar
una denuncia por violación de debido proceso, interpuesta por la
ciudadana Nancy Coromoto Mora Chacón, en su carácter de madre del
acusado Jairo Alberto González Mora´.
En la data pretendida, vale decir, 12 de noviembre de 2003, recibió a los
funcionarios Fabio Moretti y Alberto Ramírez, representantes de la
Defensoría del Pueblo de la entidad federal en mención quienes
´…además de revisar el expediente…solicitaron información acerca de las
actuaciones que fueron realizadas en dicha causa por el Ministerio Público,
con especial referencia a la calificación jurídica de los hechos imputados a
ambos ciudadanos y en cuanto a las pruebas solicitadas por la defensa y
que según lo manifestó el abogado Fabio Moretti, no fueron ofrecidas en el
escrito acusatorio (…) a lo que esta representación fiscal y la fiscal
auxiliar…dimos respuesta…/…el abogado Fabio Moretti, solicitó se le
informara a que obedeció el cambio de calificación jurídica efectuado en el
escrito acusatorio…´, y del contenido de las comunicaciones números
DP/DDEC/521-03 y DP/DDEC/00520-03, de fechas 17 de noviembre de
2003, suscritas por el ciudadano Fabio Moretti, Defensor Adjunto de la
Defensoría del Pueblo del Estado Carabobo, en las cuales le requiere,
entre otros particulares, ´aclaratoria amplia y suficiente´, sobre su
actuación en la Causa N° 11.421, seguida a los ciudadanos Jairo Alberto
González Mora y Henry Alexander Prada Oviedo, contra quienes esa
representación fiscal presentó formal acusación por la comisión del delito
de suministro de sustancias ilícitas, previsto y sancionado en el artículo 41
de la Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas,
243
aclaratoria que se encuentra circunscrita a los siguientes particulares:
´…de la opinión por Usted emitida en la reunión del 12 de noviembre del
año en curso, en relación al cambio de calificación, observado en el
expediente 08-F12-0046- 03, donde se le imputa al ciudadano González
Mora Jairo Alberto en la audiencia preliminar el delito previsto y
sancionado en el artículo 46 de (…) la Ley Orgánica de Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas, cuando en la audiencia especial de
presentación por el Juzgado 6to de control, se le imputó el delito previsto y
sancionado en el artículo 41…´.
´…del criterio sostenido por el Despacho que Usted representa, en la
reunión del 12 de noviembre del año en curso, en relación a que las
experticias practicadas por la experto adscrita al Dpto. de toxicología del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (...) no
fueron promovidas en la audiencia preliminar (…) en razón que según lo
manifestado por la fiscal auxiliar (…) no eran útiles para fundamentar la
acusación presentada…/…Información solicitada con carácter URGENTE
a objeto de informar a la superioridad de las investigaciones adelantadas
con motivo de la denuncia de presunta violación al debido proceso
interpuesta según planillas de audiencia…´.
Esbozado lo anterior, este órgano asesor procede a emitir el dictamen
requerido en los términos siguientes:
En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como en
la ley correspondiente, se precisan cuales son las facultades de cada uno
de los órganos que componen el Poder Público y a las cuales deben
ajustarse las actividades que realizan. Así, en virtud de este régimen
restrictivo de competencia, los órganos que integran el poder en mención
sólo pueden realizar las atribuciones que les son expresamente
consagradas, ya que en sentido contrario, toda autoridad usurpada es
ineficaz y sus actos son nulos, en los términos establecidos en el artículo
138 de la norma suprema, fundamento de nuestro ordenamiento jurídico.
Concebido esto así, se tiene entonces que estructuralmente el Ministerio
Público se encuentra instituido de forma piramidal. Tal organización
jerárquica dimana del contenido del encabezamiento del artículo 284, del
Texto Fundamental, y artículos 1 y 13, encabezamiento, de la Ley
Orgánica que lo rige, siendo el Fiscal General de la República su máximo
rector, y en ese sentido su autoridad se extiende a todos los funcionarios
del Ministerio Público.
El Despacho del Fiscal General de la República cuenta con las Direcciones
necesarias para el cabal cumplimiento de sus funciones. Así, el Despacho
del Máximo Jerarca de la Institución tendrá ´…la Dirección General
Administrativa, las Direcciones Sectoriales y las unidades de apoyo, de
servicios técnicos y administrativos que sean necesarias para el
cumplimiento de sus deberes y atribuciones…´, dependencias éstas que
actúan por órgano de su Director, por delegación del Fiscal General de la
República.
De esta manera, el Fiscal General de la República ejerce sus atribuciones
directamente o por conducto de los demás funcionarios auxiliares
señalados en la Ley Orgánica del Ministerio Público, como lo son entre
otros, los fiscales del Ministerio Público, funcionarios subalternos que de
conformidad con lo establecido en el artículo 3 del citado cuerpo
normativo, lo representan íntegramente.
De este modo, congruente con los argumentos expuestos esta Dirección
de Consultoría Jurídica considera que la actuación desplegada por los

244
Delegados de la Defensoría del Pueblo del Estado Carabobo, ciudadanos
Fabio Moretti y Alberto Ramírez, pudiera considerarse como una injerencia
en la actividad que de conformidad con la ley lleva a cabo el Ministerio
Público, el cual se encuentra personificado en el presente caso por esa
representación fiscal, toda vez que concebido estructuralmente este
Organismo en forma piramidal, los fiscales del Ministerio Público sólo
deben rendir cuentas de sus actuaciones al Fiscal General de la
República, como máximo ductor o en su defecto a cualesquiera de los
Directores, los cuales actúan por su delegación, ello sin perjuicio de la
observancia de los deberes que con motivo de sus actividades deben
rendir mensualmente a sus superiores inmediatos, de conformidad con lo
establecido en la ley orgánica que rige a esta Institución.
De otra parte se considera oportuno destacar, que una de las
particularidades especiales que caracterizan al Ministerio Público es su
independencia en relación con las demás ramas que conforman el Poder
Público, naturaleza autónoma que le viene dada en los términos
establecidos en el artículo 2 de la ley orgánica que rige a la Institución,
según el cual ´El Ministerio Público es autónomo e independiente de los
demás órganos del Poder Publico y en consecuencia, no podrá ser
impedido ni coartado en el ejercicio de sus funciones por ninguna otra
autoridad´.
Adicional a ello cabe advertir, que los sujetos procesales que llevan a
conocimiento del órgano jurisdiccional la controversia a dilucidar se
denominan partes. Este vocablo, en nuestro ordenamiento jurídico incluye
al fiscal del Ministerio Público; al imputado o su defensor y a la víctima;
sujetos fundamentales de la relación procesal penal, al igual que el juez,
pero con la discrepancia que éste último no recibe el calificativo de parte,
por ser el funcionario llamado por ley a resolver el conflicto sometido a su
consideración, en forma imparcial y con los elementos del proceso, vistos
los alegatos esgrimidos por cada una de las partes y sometido siempre a la
Constitución y demás leyes, cualidad ésta de la cual adolece la Defensoría
del Pueblo.
Las partes para cumplir a cabalidad con sus funciones deben orientar sus
actuaciones sometidas siempre a la Carta Magna y demás leyes,
observando para ello, entre otros particulares, el postulado constitucional
del debido proceso el cual debe ser aplicado a toda actuación judicial y
administrativa, en los términos establecidos en el artículo 49
Constitucional, y desarrollado en el código adjetivo penal, en el artículo 1,
como uno de los principios orientadores del proceso penal.
Siendo esto así se tiene entonces, que la Defensoría del Pueblo -
institución que forma parte de la organización del Poder Público Nacional-
debe someter el ejercicio de su funciones a lo previsto en el artículo 281 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, no debiendo
subrogarse en las funciones que como máximo doctor del Ministerio
Público le corresponde al propio Fiscal General de la República, y a los
Directores que conforman su Despacho, ni mucho menos de las que son
propias del órgano jurisdiccional que va a asegurar el cometido del aludido
principio constitucional del debido proceso, mandato de ineludible
acatamiento por parte de los jueces o juezas de la República dentro del
ámbito de su competencia, visto su compromiso de asegurar la integridad
de la Constitución, ya que de ser así estaríamos en presencia de una
usurpación de funciones, debido al principio restrictivo de competencia
consagrado en el Texto Fundamental, en su artículo 137 según el cual

245
´Esta Constitución y la ley definen las atribuciones de los órganos que
ejercen el Poder Público, a las cuales deben sujetarse las actividades que
realicen´.
Por tales argumentos, considera esta Dirección de Consultoría Jurídica
que el fiscal del Ministerio Público no está en la obligación de dar cuenta
en los términos como le fue requerido en el presente caso por la
Defensoría del Pueblo del Estado Carabobo, de sus actuaciones que de
conformidad con lo establecido en el ordenamiento jurídico ejerce en el
proceso penal.
Sin embargo, atendiendo al régimen de colaboración que debe existir entre
los órganos que ejercen el Poder Público, el cual tiene por finalidad la
mejor consecución de los fines generales del Estado, y en resguardo de la
armonía que debe existir entre las instituciones que conforman el Poder
Ciudadano, se estima conveniente una respuesta al ciudadano Fabio
Moretti, Defensor Adjunto de la Defensoría del Pueblo del Estado
Carabobo, en la que se indique que la apreciación de la acusación
presentada y el debate entre las partes corresponde al órgano
jurisdiccional, de conformidad con lo establecido en nuestro ordenamiento
jurídico…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49
CRBV art:137
CRBV art:138
CRBV art:281
CRBV art:284
LOSEP art:41
LOSEP art:46
LOMP art:1
LOMP art:2
LOMP art:3
LOMP art.13-Encab
COPP art:1

DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA


DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC DENUNCIA
DESC DROGAS
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JERARQUIA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RESERVA DE ACTUACIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.297-301.

246
135
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-1199-2004 FECHA:20040628
TITL El fiscal del Ministerio Público por el hecho de intervenir
activamente en el desarrollo de la fase preparatoria del proceso
penal en cumplimiento de sus múltiples funciones
encomendadas en el ordenamiento jurídico, no por ello
adquiere la condición de testigo, toda vez que la sola
particularidad de ser parte excluye la capacidad subjetiva de ser
testigo en un proceso del cual esté conociendo o que haya
conocido e intervenido, máxime aun cuando la facultad
investigativa le viene dada por mandato constitucional y
procesal.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Memorando N° DDC-SD-


1411-2004, de fecha 21 de mayo del presente año, mediante el cual hace
referencia a la Comunicación N° DDC-SD-1047-2004, de data 24 de abril
de 2004, y anexos, con el que eleva una consulta que guarda relación con
la citación practicada a la ciudadana Verónica María Rosario Castellano,
Fiscal Auxiliar de la Fiscalía Cuarta del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Apure, por la ciudadana Norka Mirabal
Rangel, en su condición de Juez Segundo de Juicio del Circuito Judicial
Penal de la referida Entidad Federal, a los fines de que la funcionaria en
mención, comparezca y rinda declaración como testigo en un juicio oral y
público, por actuaciones realizadas en un ´…proceso relacionado con una
investigación de la cual tuvo conocimiento en razón de su cargo´.
Vista su pretensión, este órgano consultivo del análisis efectuado a la
documentación remitida procede a emitir el dictamen correspondiente en
los términos siguientes:
El fiscal del Ministerio Público, sujeto fundamental de la relación procesal
penal, como asimismo lo es el imputado o su defensor, y la víctima, son las
personas que acorde con lo sostenido por la doctrina procesal reciben el
calificativo de partes.
En opinión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
partes son aquellas personas ´…que sujetas al cumplimiento de exigencias
legales actúan en el proceso, solicitando se declaren derechos a su favor,
o que quedan sujetos a que se declaren derechos en su contra, así como
aquellos que persiguen una declaratoria judicial de fondo, la cual puede
ser a favor de otro…´.
En palabras de Angulo Ariza F.S. se consideran partes ´…aquellos sujetos
procesales entre y contra los cuales se inicia la relación jurídica de
carácter penal; de modo que el primer elemento de las partes en el
proceso penal es que sean sujetos procesales, que ejerzan una de las
funciones fundamentales del proceso; pero eso sólo pueden serlo el
acusador y el acusado o reo, porque el juez, aun cuando es sujeto
procesal, no es parte, ya que éstas son las que inician y contra quienes se
incoa la acción penal, o sea la relación jurídica ya sea sustantiva penal o
247
civil´.
Frente a lo anterior, la condición de testigo reclama no ser sujeto
fundamental de la relación jurídico procesal penal -como lo son las partes-
sino una persona ajena a los hechos que se ventilan en el proceso, que es
llamada a declarar en el transcurso del mismo en torno a unos
acontecimientos pasados de los cuales ha tenido conocimiento, ya sea
porque los ha presenciado o por saber de ellos por otras circunstancias.
Expresa en este sentido Jesús Eduardo Cabrera Romero, que para ser
estimado testigo es ineludible ´…que se le califique de tal por las partes, y
ello sólo se logra promoviendo a la persona con ese carácter en el juicio´.
El testigo, en el sentir de Sara Aragoneses Martínez, es la persona física
que ´...sin ser parte del proceso, es llamada a declarar, según su
experiencia personal, acerca de la existencia y naturaleza de unos hechos
conocidos con anterioridad al proceso (por haberlos presenciado -testigo
presencial- o por haber tenido noticia de ellos por otros medios -testigo
referencial-)´.
Ello significa entonces que, por el hecho que el fiscal del Ministerio Público
intervenga activamente en el desarrollo de la fase preparatoria del proceso
penal en cumplimiento de sus múltiples funciones encomendadas en el
ordenamiento jurídico, no por ello, como corolario a determinada actuación
realizada va adquirir la condición de testigo, toda vez que la sola
particularidad de ser parte –sujeto primordial de la relación jurídica-
excluye la capacidad subjetiva de ser testigo en un proceso del cual esté
conociendo, o que haya conocido e intervenido, máxime aun cuando la
facultad investigativa le viene dada por mandato constitucional y procesal.
La inhabilidad para que el fiscal declare como testigo tiene su fundamento,
según lo razona la jurisprudencia española, en lo siguiente:
´...lo que las autoridades judiciales y fiscales dicen queda documentado y
autenticado en forma legal y sólo lo que en dicha documentación consta es
válido, sin que puedan ni deban pedirse explicaciones de otra naturaleza
que no podrían darse de ninguna manera porque sería contrario a los más
elementales principios que gobiernan la propia Organización Judicial en
relación con el proceso…´.
La situación sería distinta si el representante fiscal ha presenciado la
presunta comisión de un hecho punible, caso en el cual estaría en el deber
de concurrir y prestar declaración, ello a tenor de lo establecido en el
artículo 222 del Código Orgánico Procesal Penal, según el cual:
´Todo habitante del país o persona que se halle en él tendrá el deber de
concurrir a la citación practicada por un tribunal con el fin de que preste
declaración testimonial, de declarar la verdad de cuanto sepa y le sea
preguntado sobre el objeto de la investigación, y de no ocultar hechos,
circunstancias o elementos sobre el contenido de su declaración. / Se
observarán los tratados, convenios o acuerdos internacionales suscritos
por la República, que establezcan excepciones a esta regla´.
En esta misma línea interpretativa, esta Dirección de Consultoría Jurídica
se pronunció mediante dictamen contenido en la Comunicación N° DCJ-
159-88, de data 18 de mayo de 1988; en los términos siguientes:
´El Ministerio Público constituye una verdadera parte en el proceso penal
venezolano. En consecuencia, cuando un Fiscal ha intervenido en una
causa, no podrá ser citado a declarar como testigo, en la misma causa, ni
en ningún otro proceso en el cual haya cumplido actuaciones
funcionariales, por cuanto ello vendría a constituir una dualidad testigo-
parte.

248
No deben los representantes del Ministerio Público, al ser citados por los
órganos jurisdiccionales, negarse a atender tal citación. Lo conducente
sería enterarse del motivo de la citación y si la misma es para rendir
declaración como testigo en un proceso en el cual han intervenido en
representación del Ministerio Público, deberán negarse a ello, aduciendo
que no pueden ser testigos y partes a la vez…´.
Para terminar únicamente nos resta resaltar, que a través Circular N° DCJ-
36-82, de vieja data, y de la cual le adjunto copia, el Fiscal General de la
República, giró instrucciones a los representantes del Ministerio Público en
torno a la admisión de determinada prueba, instrumento que aun cuando
fue elaborado bajo la vigencia del extinto Código de Enjuiciamiento
Criminal, aún mantiene su vigor, amén de que su contenido hace
referencia a la imposibilidad legal que tiene el fiscal del Ministerio Público
de prestar declaración en aquellos casos cuyos hechos hubiese conocido
en pleno ejercicio de sus funciones…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:222
DIMP Nº DCJ-159-88
18-05-1988
CMP Nº DCJ-36-82

DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC CITACION
DESC DECLARACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA
DESC TESTIGOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.301-304.

249
136
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-2-1534-2004-43026 FECHA:20040708
TITL El Ministerio Público no es órgano consultivo de particulares,
funcionarios públicos, o cualquier ente del poder público, en
virtud de que la orientación que realiza a través de sus
dictámenes podría derivar en un adelanto de opinión, dadas las
múltiples funciones que conforme al ordenamiento jurídico
corresponden a esta Institución.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted en atención a su oficio signado con la nomenclatura MD-


FGM, de fecha 5 de mayo de 2004, mediante el cual solicita la emisión de
una opinión jurídica en la cual se realice una ´interpretación Jurídica
Extensiva del artículo 550 del Código Orgánico de Justicia Militar, el cual
tipifica y penaliza el Delito de Revelación o Divulgación de Órdenes
Consignas o documentos de Carácter Secreto o Privado que son de
interés para el Estado´.
Visto el alcance del planteamiento realizado, debo significarle que es
doctrina institucional que el Ministerio Público no es órgano consultivo de
particulares, funcionarios ajenos al organismo ni de otras instituciones del
Estado.
Lo señalado es criterio reiterado que se evidencia en numerosos oficios y
memoranda publicados en los Informes presentados por el Fiscal General
de la República al antes denominado Congreso de la República y ahora
Asamblea Nacional, sobre la base del deber-atribución que el confiere el
artículo 21, numeral 9 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, entre los
cuales pueden citarse a título de ejemplos, los siguientes: DCJ-28-954 del
19 de octubre de 1983, Informe FGR,, año 1983, páginas 260 y 261; DCJ-
168-87 el 28 de mayo de 1987, Informe FGR,, año 1987, página 231; DCJ-
19-237 del 5 de agosto de 1988, Informe FGR,, año 1988, páginas 205 y
206; DCJ-8-05526 del 19 de febrero de 1992, Informe FGR,, año 1992,
Tomo II, páginas 218 al 220 y DCJ-9-436-98 del 25 de septiembre de
1998, Informe FGR,, año 1998, Tomo I, páginas 462 al 464. En igual
sentido puede citarse el Memorándum N° DCJ-380-5-2003 de fecha 5 de
marzo de 2003.
En palabras textuales ha señalado esta Dirección que ´El criterio
sustentado a lo largo de los años, sobre la no emisión de opiniones o
dictámenes a particulares, funcionarios públicos, o cualquier ente del
Poder Público, se debe, por una parte, a las características propias de esta
Institución (intervención con el carácter de buena fe en diversos procesos
en curso por ante los diferentes tribunales de la República, v. gr., penales,
civiles,… contencioso administrativo, etc.) y, por la otra, a la imposibilidad
legal que tiene de emitirlos. En efecto, en la Ley Orgánica del Ministerio
Público, se consagró una expresa disposición, conforme a la cual, los
fiscales del Ministerio Público y por supuesto el Fiscal General de la
República y demás representantes del Ministerio Público, tienen una
prohibición absoluta de ‘ …adelantar opiniones respecto a los asuntos que

250
están llamados a conocer…’ (artículo 52 –actual 73- de la citada ley)…´.
En tal sentido dispone textualmente el artículo 73 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público:
Artículo 73. ´Los Fiscales del Ministerio Público se abstendrán de adelantar
opinión respecto de los asuntos que están llamados a conocer´.
En virtud de lo señalado, siendo que la orientación que pudiera dar el
Despacho en cuanto a la interpretación institucional sobre el artículo 550
del Código Orgánico de Justicia Militar en relación con lo que establece el
Reglamento de Clasificación de la Documentación de las Fuerzas
Armadas Nacionales, podría derivar en un adelanto de opinión -lo cual se
encuentra expresamente prohibido por el reproducido artículo 73 de la ley
que rige a esta Institución- dadas las múltiples funciones que conforme al
ordenamiento jurídico corresponden al Ministerio Público, lamento decirle
que resulta imposible proveer lo solicitado por usted…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:21-9
LOMP art:73
COJM art:550
IFGR 1983, DCJ-28-954, 19-10-1983, 260-261 pp.
IFGR 1987, DCJ-168-87, 28-05-1987, 231 p.
IFGR 1988, DCJ-19-237, 05-08-1988, 205-206 p.
IFGR 1992, DCJ-8-05526, 19-02-1992, T.II., 218-220 pp.
IFGR 1998, DCJ-9-436-98, 25-09-1998, T.I., 462-464 pp.
MMP Nº DCJ-380-5-2003
05-03-2003

DESC CONSULTAS
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.304-306.

251
137
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2113-2004-048460 FECHA:20040726
TITL La Dirección de Consultoría Jurídica tiene por norte al evacuar
consultas, el compromiso de ser orientadora de la actividad de
los fiscales del Ministerio Público en el tratamiento de los
problemas jurídicos de carácter general, sin que ello los exima,
de resolver según su criterio y con pleno apego a la legalidad y
a la doctrina institucional imperante en relación con el asunto
correspondiente, la situación jurídica sometida a su
consideración, sin supeditar su resolución al análisis o
pronunciamiento por parte de cualesquiera de las dependencias
que conforman el Despacho del Máximo Director de este
Organismo.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido de la Comunicación N° FMP-


63-520-2004, de fecha 15 de junio de 2004, a través de la cual remite
adjunto -con el objeto de elevar una consulta- expediente N° F-404.018,
constante de siete (7) piezas, instruido contra el ciudadano Jean Pierre
Faouen, por la presunta comisión de uno de los delitos contra la propiedad,
así como un informe detallado del caso, con el propósito ofrecerle a este
Despacho ´…una amplia visión de los hechos, en virtud que quien suscribe
requiere elevar consulta, que permita finalmente realizar un Acto
Conclusivo objetivo y ajustado a derecho, en aras de una perfecta
aplicación de nuestra normativa legal sustantiva´.
Ante esta situación, este órgano consultivo del Despacho del Fiscal
General de la República, una vez analizado el contenido de su escrito
considera pertinente efectuarle las observaciones siguientes:
La Dirección de Consultoría Jurídica tiene por norte al evacuar consultas,
el compromiso de ser orientadora de la actividad de los fiscales del
Ministerio Público en el tratamiento de los problemas jurídicos de carácter
general, sin que ello los exima, en fiel cumplimiento de sus deberes-
atribuciones expresamente regulados en el ordenamiento jurídico, de
resolver según su criterio y con pleno apego a la legalidad y a la doctrina
institucional imperante en relación con el asunto correspondiente, la
situación jurídica sometida a su consideración, sin supeditar su resolución
al análisis o pronunciamiento por parte de cualesquiera de las
dependencias que conforman el Despacho del Máximo Director de este
Organismo.
Lo contrario implicaría admitir que mientras el representante fiscal no
reciba las directrices o instrucciones solicitadas, se abstendría de cumplir
con sus deberes, contraviniendo así una de sus principales atribuciones,
como lo es la de cumplir sus funciones con objetividad, diligencia y
prontitud, y más aún en un proceso penal en el cual los lapsos procesales
son tan breves.
Excepción a lo señalado lo constituiría el hecho de que el representante
fiscal tenga una comisión para actuar en determinado proceso y con
252
ocasión a ello, del trabajo coordinado con la Dirección comitente,
considere necesario solicitar a tal Despacho, instrucciones sobre las
actuaciones que le corresponda efectuar.
Además de lo anterior, se le advierte que cuando se desee elevar una
consulta al Despacho del Fiscal General de la República, se debe en el
escrito respectivo, cumplir con las pautas establecidas por el Máximo
ductor de este Organismo, a través de la Circular N° DFGR-DGSSJ-DCJ-
1-99-20, de fecha 29 de septiembre de 1999, intitulada ´Procedimiento
para solicitar instrucciones y elevar consultas´ cuya observancia al igual
que la de todas las circulares es de obligatorio acatamiento, instrumento
en el cual se establece entre otros particulares, que en la comunicación
remitida con ese fin, el fiscal del Ministerio Público debe dar su opinión
debidamente motivada.
En virtud de lo señalado, se insta a esa representación fiscal a tener
presente las indicaciones anteriormente expuestas, para que en la
elaboración de futuras solicitudes o escritos sean debidamente atendidas
las observaciones efectuadas…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CMP N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
29-09-1999

DESC ASESORIA JURIDICA


DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC CONSULTAS
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.306-307.

253
138
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2386-2004 FECHA:20041227
TITL Los fiscales del Ministerio Público en cumplimiento de la misión
institucional además de rendir cuentas de sus actuaciones al
Fiscal General de la República, como máximo ductor, así como
a los Directores que conforman el Despacho que actúan por su
delegación, están en la obligación de suministrar la información
que acorde con el cumplimiento de sus deberes les sea
requerida por el fiscal superior, sin que tal actuación deba ser
entendida como una subordinación de orden jerárquico.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Memorándum N° DFS-1-782-2004, de fecha
12 de abril de 2004, y anexos, a través del cual requiere un dictamen con relación ´…a la
discrepancia en la interpretación de los artículos 51° (sic) de la Constitución (…) y el 304
del Código Orgánico Procesal Penal, surgida entre el Fiscal Primero (…) de la
Circunscripción Judicial del Estado Guárico (…) Héctor Francisco Martínez y la Fiscal
Superior de la misma Circunscripción Judicial (…) Mirlenys Guevara Baute, en virtud de la
negativa del Fiscal Primero, en aportar algunas informaciones relacionadas con una
investigación penal´.
Expresa en ese sentido, que en presencia de tal eventualidad se demanda establecer si las
normas en mención ´…menoscaban las atribuciones conferidas en los artículos 540 del
Código Orgánico Procesal Penal en concordancia con el artículo 27 y 31 ordinal 3°, de la
Ley Orgánica del Ministerio Público, relativas a la creación en cada Circunscripción Judicial
de un fiscal con rango superior al de los demás fiscales del Ministerio Público, que coordina
y supervisa las actuaciones de los mismos´.
La pretensión en referencia surge, toda vez que en fecha 10 de julio de 2003 compareció
por ante la Fiscalía Superior del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Guárico, la ciudadana Yaritza Inmaculada Oropeza Acosta, en su condición de víctima en la
causa N° 12 F1-215-03, cursante por ante la Fiscalía Primera del Ministerio Público de la
Entidad Federal en mención, y abierta con ocasión a la presunta comisión de uno de los
delitos previstos y sancionados en la Ley Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia.
Con ocasión a dicha comparecencia, la citada fiscalía superior solicitó información sobre la
ya mencionada causa al ciudadano Héctor Francisco Martínez, Fiscal Primero del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado Guárico, quien en su debida oportunidad
proveyó. Posterior a ello, en fecha 17 de julio de 2003, la ciudadana Yaritza Inmaculada
Oropeza Acosta compareció nuevamente por ante la referida fiscalía superior, y solicitó una
medida de protección, requerimiento ante el cual dicho órgano procedió en reiteradas
oportunidades a solicitar información al citado fiscal del proceso sobre la aludida causa,
quien en comunicación N° 12F1 0379 04, de fecha 25 de febrero de 2004, le respondió con
las expresiones siguientes:
´…En relación con lo solicitado (…) se desconoce por su comunicación si dicho
requerimiento se hace por iniciativa propia o por requerimiento de alguien interesado, por
cuanto la víctima no ha mostrado ante esta representación (…) el menor interés…/...las
fiscalías superiores, hasta donde alcanza mi conocimiento no tienen competencia en
materia de dirección del proceso penal, siendo así un tercero en la causa, salvo cuando por
mandato constitucional, legal o delegarlo así el ciudadano Fiscal General de la
República…/...le imploro para que oriente correctamente a las personas que acudan a su
despacho para que soliciten directamente la información, ante la fiscalía de proceso
correspondiente, por otra parte si la intención del requirente es denunciar, la investigación
previa le corresponde a la Dirección de Inspección y Disciplina, y si lo que requiere es una
representación le corresponde a la Dirección de adscripción, a donde debería remitirla…´.
Ante esta situación, y una vez analizado el planteamiento sometido a consideración de este
órgano asesor, se procede a emitir el dictamen correspondiente en los términos siguientes:
El Ministerio Público está concebido estructuralmente de forma piramidal. Dicha
254
organización jerárquica dimana del contenido del encabezamiento del artículo 284 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y del artículo 1 de la Ley Orgánica
que rige a la Institución; en ese sentido, el Fiscal General de la República es su máximo
rector y por tanto, su autoridad se extiende a todos los funcionarios del Ministerio Público.
En el sentir de José I. Cafferata Nores, la estructura jerárquica del Ministerio Público se
lleva a efecto ´…mediante instrucciones que impartirá a los de inferior rango,
proporcionándoles pautas uniformes, no sólo para la aplicación de los criterios de
oportunidad que ya existen en la legislación penal (…) sino también instruyendo sobre la
priorización de tratamiento de los casos penales. Con el mismo propósito también podrá
impartir instrucciones en casos particulares, que siempre deberán estar enmarcados en la
legalidad (…) y enderezadas a la mayor eficacia del desempeño fiscal en un tema
concreto´.
Para el cabal cumplimiento de sus funciones, el Despacho del Fiscal General de la
República cuenta con las Direcciones necesarias. Así, tendrá ´…la Dirección General
Administrativa, las Direcciones Sectoriales y las unidades de apoyo, de servicios técnicos y
administrativos que sean necesarias para el cumplimiento de sus deberes y
atribuciones…´, dependencias éstas que actúan por órgano de su Director, por delegación
del Fiscal General de la República, y en ese sentido podrán impartir instrucciones de
carácter particular a sus dependientes para el desempeño de las labores que la ley otorga
al cuerpo.
En este orden de ideas, el Fiscal General de la República ejerce las atribuciones que le
asignan los distintos cuerpos normativos directamente o por conducto de los demás
funcionarios auxiliares señalados en la Ley Orgánica del Ministerio Público, como lo son
entre otros, los fiscales del Ministerio Público, funcionarios que de conformidad con lo
establecido en el artículo 3 del citado cuerpo normativo, representan a este Organismo
íntegramente.
Según la ley que organiza funcionalmente a esta Institución los fiscales del Ministerio
Público ejercen las funciones de fiscales superiores; fiscales ante el Tribunal Supremo de
Justicia; fiscales de proceso; de ejecución de la sentencia; de los derechos y garantías
constitucionales; en el sistema de protección del niño, el adolescente y la familia; en el
sistema penal de responsabilidad del adolescente y de auxiliares, todo ello conforme lo
señale el máximo jerarca de la Institución, de conformidad con la atribución que le confiere
el numeral 4, del artículo 21, de la Ley Orgánica del Ministerio Público.
Además de lo anterior, en el cuerpo normativo antes citado en capítulos separados, se les
confirió a su vez a los referidos funcionarios deberes-atribuciones, diferenciándose de esta
forma la competencia que les corresponde según las especialidades anteriormente
mencionadas, lo cual se encuentra en plena correspondencia con los requerimientos de
racionalidad administrativa.
Señala en ese contexto, Allan R. Brewer Carias que dentro de las exigencias de
racionalidad administrativa ´…la ley exige que se determinen, con precisión, las
competencias, y las funciones de los diversos funcionarios en la estructura jerárquica, a los
efectos de la determinación de responsabilidades…´.
En ese orden de ideas tendríamos entonces que, con relación a los fiscales superiores en
el artículo 31 de la Ley Orgánica del Ministerio Público se define sus funciones en los
términos siguientes:
´Son atribuciones y deberes de los Fiscales Superiores:
1° Ejercer las funciones del Ministerio Público en la Circunscripción Judicial
correspondiente;
2° Dirigir la Oficina de Protección a la víctima;
3° Coordinar y supervisar la actuación de los Fiscales del Ministerio Público en la respectiva
Circunscripción Judicial;
4° Tomar las decisiones que en relación a los procesos, lo son atribuidas por el Código
Orgánico Procesal Penal;
5° Elevar consultas al Fiscal General de la República cuando lo juzgue necesario para el
mejor desempeño de sus funciones;
6° Las demás que le asignen las leyes´.
Por otra parte, se le asigna al Fiscal General de la República como supremo director del
Ministerio Público la atribución de determinar ´…en el Reglamento Interno que dicte, las
direcciones, unidades, divisiones, departamentos, oficinas, comisiones y servicios de
conformidad con esta Ley y señalará sus respectivas competencias…´.
Es así como, debido a dicha facultad y en justa correspondencia con lo previsto en el
numeral 2, del artículo 540 del Código Orgánico Procesal Penal, dictó el Reglamento de la
Unidad de Atención a la Víctima, así como el Reglamento Interno que define las
competencias de las demás dependencias que integran el Despacho del Fiscal General de
la República, publicados en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela

255
números 37.099 y 5.511, en fechas 14 y 20 de diciembre de 2000, respectivamente.
En este último instrumento se desarrollaron las mismas atribuciones que la Ley Orgánica
del Ministerio Público le confiere a los fiscales superiores –específicamente en el artículo
18- las cuales deben desplegar en el ámbito de sus respectivas jurisdicciones.
Es importante subrayar que la unidad de atención a la víctima como dependencia que
funcionalmente se encuentra adscrita a los despachos de los fiscales superiores del
Ministerio Público de cada Circuito Judicial Penal, está bajo la dirección y responsabilidad
de este funcionario, y tiene como objetivo el prestar a las víctimas de delitos, los servicios
de protección, asesoría, apoyo, información y educación de sus derechos para garantizar
su correcta y oportuna intervención en el proceso, a tenor de lo previsto en los artículos 85
y 4, de la Ley Orgánica del Ministerio Público y del Reglamento de la Unidad de Atención a
la Víctima, respectivamente.
Cabe advertir que, tomando en cuenta la estructura organizativa del Ministerio Público -
reflejada en el organigrama- los fiscales denominados superiores, no se encuentran en un
nivel más elevado que los fiscales del Ministerio Público sino en un mismo rango. Pero sus
particulares funciones de coordinar y supervisar las actuaciones de los mismos en la
respectiva Circunscripción Judicial demanda el deber por parte de los representantes
fiscales de corresponder a los requerimientos que los fiscales superiores le realicen con
motivo de la observancia de las labores encomendadas por la ley, atribuciones que ejerce
como se acotó ut supra, conforme a lo establecido en el ordinal 3°del artículo 31 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, y numeral 3 del Reglamento Interno que define las
competencias de las dependencias que integran el Despacho del Fiscal General de la
República.
Dentro de este contexto, los vocablos ´coordinar y supervisar´ bajo la acepción de la Gran
Enciclopedia Larousse significan lo siguiente:
Coordinar. (…) ´Disponer cosas metódicamente (…) concertar esfuerzo, medios, etc., para
una acción común´.
Supervisar. (…) ´Ejercer la vigilancia o inspección general o superior de una cosa´.
En este marco conceptual, José Peña Solís sostiene que la coordinación es una fórmula
organizativa que tiene por finalidad ´…lograr la unidad de dirección de órganos y entes
dotados de autonomía, en ejercicio de determinadas actividades…/…en este marco
conceptual la figura de la coordinación excluye la de la jerarquía, o dicho en otros términos,
resultan incompatibles jerarquía y coordinación, pues la primera supone (…) una estructura
piramidal donde existe una competencia material general única, razón por la cual a los
jerarcas para lograr el fin de la organización, sólo les basta impartir órdenes, instrucciones y
directivas, basados precisamente en la potestad derivada de la relación de jerarquía que se
instaura entre los órganos…/…Cabe precisar que la coordinación implica que el órgano
coordinador tiene el poder de impartir directivas a los coordinados, y éstos el deber de
ajustarse a ellas, salvo razones plenamente justificadas…´.
Es oportuno resaltar, que la incorporación a la organización del Ministerio Público de la
figura del fiscal superior tuvo su origen en tendencias de desconcentración funcional del
Organismo con el objeto de ´…agilizar la toma de decisiones en un proceso caracterizado
por la celeridad´.
En el sentir de Héctor Cardoze Rangel, la creación de los aludidos representantes fiscales
obedece a ´…un loable propósito de desconcentración de funciones, que es sin embargo,
perfectamente conciliable con los propósitos de unidad e indivisibilidad que caracterizan a
la institución. A estos (…) se les asigna la misión de coordinar la gestión del Ministerio
Público en el ámbito de cada Circunscripción Judicial, estableciéndose relaciones de
dependencia funcional de los demás Fiscales del Ministerio Público y Procuradores de
Menores para con él, así como de las Unidades Administrativas y de Atención a la Víctima´.
Siendo ello así, los fiscales del Ministerio Público en cumplimiento de la misión institucional
además de rendir cuentas de sus actuaciones al Fiscal General de la República, como
máximo ductor, así como a los Directores que conforman el Despacho que actúan por su
delegación, están en la obligación de suministrar la información que acorde con el
cumplimiento de sus deberes les sea requerida por el fiscal superior, sin que tal actuación
deba ser entendida como una subordinación de orden jerárquico.
Lo expuesto deriva de la necesidad de que miembros de un mismo cuerpo colaboren entre
sí, máxime aun cuando se esté en el supuesto de dar cumplimiento con una de las
atribuciones conferidas por ley a uno de estos funcionarios, como lo es en el presente caso,
la atribuida al fiscal superior del Ministerio Público de solicitar al juez competente que tome
las medidas conducentes a garantizar la integridad de la víctima y su libertad o bienes
materiales, bien sea por iniciativa propia o por solicitud del interesado o su representante.
De tal manera que, lejos de existir una discrepancia de interpretación en cuanto al
contenido de los artículos 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela -
derecho de representar o dirigir peticiones ante cualquier autoridad y de obtener oportuna y

256
adecuada respuesta- y 304 del Código Orgánico Procesal Penal -referido al carácter
reservado para los terceros de todos los actos de la investigación- lo que se advierte en el
caso bajo análisis es una falta de colaboración entre miembros de un mismo cuerpo, lo cual
incide negativamente en la obtención de los objetivos comunes que la ley le otorga a la
Institución.
En tal sentido, debe destacarse que a diferencia de la relación vertical existente entre el
Fiscal General de la República y las dependencias que le están subordinadas, la facultad
conferida al fiscal superior del Ministerio Público de coordinar y supervisar las actuaciones
de los representantes fiscales en la respectiva Circunscripción Judicial, bajo ningún
concepto constituye subordinación de éstos hacía aquél, toda vez que a través del ejercicio
de las aludidas atribuciones lo que se pretende es la unidad de acción de funcionarios que
prestan servicio en un mismo cuerpo, y que además de ello demanda -en el cumplimiento
de determinadas funciones conferidas por el ordenamiento jurídico- la consecución de un
objetivo común, como lo es el cabal desempeño del preponderante cometido encomendado
al Ministerio Público.
Teniendo en consideración lo precedentemente expuesto, considera esta Dirección de
Consultoría Jurídica -siguiendo el orden jerárquico- que corresponderá a ese Despacho
cuyo perfil es altamente operativo, dar las instrucciones pertinentes al fiscal del Ministerio
Público cuya actuación se cuestiona -sin perjuicio de las directrices que a bien pudiera girar
la Dirección de adscripción del representante fiscal- ya que con independencia de la tarea y
función que se le confiere al fiscal del Ministerio Público en los diversos textos legales, los
funcionarios en mención deben colaborar unos con otros, en el cumplimiento de la misión
que cada área en concreto persiga, máxime aún cuando se trata de cumplir a cabalidad con
los deberes-atribuciones asignados por el ordenamiento jurídico, observando el fiscal
superior del Ministerio Público en todo caso, lo establecido en el artículo 6 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
CRBV art:284
COPP art:304
COPP art:540
COPP art:540-2
LOMP art:1
LOMP art:3
LOMP art:4
LOMP art:6
LOMP art:21
LOMP art:27
LOMP art:31
LOMP art:31-3
LOMP art:85

DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA


DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JERARQUIA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PETICION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.307-314.

257
139
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:20040217
TITL La hora de espera que por razones de índole práctico suele
estilarse en la práctica forense, más que una obligación a ser
atacada por las partes en el proceso penal, podría considerarse
como una deferencia del órgano jurisdiccional para con las
mismas, toda vez que el legislador en el código adjetivo penal
no reguló esta formalidad como un deber para este operador de
justicia.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Memorando N° DDC-SD-


94-2004, de fecha 13 de enero de 2004, a través del cual remite adjunto
copia de la Comunicación N° 1096, de data 29 de octubre de 2003, y sus
respectivos anexos, suscrita por la ciudadana Beatriz Josefina Ruiz Marín,
Juez Segundo en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del
Estado Guárico, y dirigida al fiscal superior del Ministerio Público de la
entidad federal en mención, en la cual le requiere ´…se sirva participar e
informar a todos los fiscales del Ministerio Público bajo su dependencia y
que tengan conocimiento de asuntos durante la fase de Juicio Oral y
Público, que el lapso de espera en todos los casos que se ventilen ante
este tribunal es de una (1) hora…´, todo lo cual fue enviado a esta
Dirección con el objeto de que se emita ´…opinión en torno al caso´.
Menciona el órgano jurisdiccional en su escrito que, la demanda deviene
ya que ´…en esa misma fecha el tribunal tenía pautada la celebración de
una Audiencia Oral y Privada en el Asunto N° JK01-P-2000-13, para la
2:00 p.m., dejándose un lapso de espera de una (1) hora, como
normalmente y siempre lo ha hecho este tribunal recibiéndose a tal efecto
a las 3:10 p.m., una diligencia suscrita por la ciudadana Fiscal Cuarta del
Ministerio Público, representada por (…) donde manifestó que a las 2:35
p.m. se retiraba de la sede de este Circuito Judicial Penal, en razón de que
la ciudadana juez no se encontraba en su despacho, evidenciándole por
parte de la vindicta pública el desconocimiento que tiene acerca de los
lapsos de espera que siempre ha acordado este tribunal…´.
Esbozado lo anterior, este órgano asesor observa que esa Dirección en su
comunicación no señala con precisión cuál es la inquietud que comportaría
el compromiso por parte de esta dependencia a emitir el dictamen
correspondiente, ya que bien pudiera interpretarse por un lado, que es con
relación al lapso de espera al cual alude el órgano jurisdiccional en su
escrito, y por el otro, con relación a la actuación que en fecha 23 de
octubre de 2003, desplegara la ciudadana (…), Fiscal 4° del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado Guárico, en el citado
circuito.
Sin embargo, este Despacho procede a emitir opinión en torno al caso
expuesto en los términos siguientes:
La distribución de funciones entre los distintos jueces penales se
encuentran previstas en el código procedimental penal, la ley y los
258
reglamentos internos, según lo previsto expresamente en el artículo 56 del
citado código adjetivo penal. En esos términos, al Juez de Primera
Instancia en Funciones de Juicio le fue encomendada la fase de
juzgamiento en el proceso penal.
Es así como, este operador de justicia dentro de sus múltiples funciones
en la sustanciación del juicio, tiene el compromiso de dirigir el debate y
ejercer la facultad disciplinaria en el desarrollo del mismo, de conformidad
con lo establecido en el artículo 341 del Código Orgánico Procesal Penal.
En este sentido, constituye una de sus obligaciones, fijar la fecha para la
celebración del juicio oral o audiencia pública, debiendo para ello ordenar
la citación de todos los que deban asistir a dicho acto.
Una vez cumplida con esta formalidad, dispone el artículo 344 del Código
Orgánico Procesal Penal, que en el día y hora fijados ´… el juez
profesional se constituirá en el lugar señalado para la audiencia y de ser el
caso, tomará juramento a los escabinos. Después de verificada la
presencia de las partes, expertos interpretes o testigos que deban
intervenir, el juez presidente declarará abierto el debate, advirtiendo al
imputado y al público sobre la importancia y significado del acto.
/Seguidamente en forma sucinta, el fiscal y el querellante expondrán sus
acusaciones y el defensor su defensa´.
Del precepto antes trascrito se colige que, el juez presidente del tribunal de
juicio tiene la carga, entre otros particulares, de verificar la presencia de las
partes, y demás personas que deban intervenir en el debate, en el lugar
señalado para su celebración, para así, una vez cumplido con este
requerimiento formal del juicio oral, declarar abierto el evento.
Estos actos, denominados poderes de dirección del juez presidente, se
clasifican en dos grupos: ´…«actos de dirección formal» y comprende
todos los actos relativos al orden externo y a la forma de la vista principal,
como, por ejemplo, la apertura. Son medidas contra las cuales no hay
recurso. El segundo grupo está integrado por los «actos de dirección
material» que son los que sirven directamente a la obtención de la
sentencia, como el interrogatorio del acusado…´.
Dentro de este marco jurídico se tiene entonces, que en el presente caso
no le asiste la razón a la ciudadana Beatriz Josefina Ruiz Marín, Juez
Segundo en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado
Guárico, toda vez que como juez presidente de dicho tribunal está en el
deber de dar estrictamente cumplimiento con lo previsto en la ley
procedimental penal, en el sentido de dar apertura al acto de la celebración
de la audiencia pública oral, una vez que haya verificado la presencia de
las partes y demás personas que deban intervenir en el debate, sin
pretender implementar el cumplimiento de requerimientos formales
inexistentes en nuestro ordenamiento jurídico, como lo es en el caso de
marras, dejar transcurrir una hora de espera a la fijada para la realización
de la audiencia oral fijada, a los fines de poder dar inicio al acto, y menos
aún para salvaguardar el cumplimiento de sus deberes, que por razones
de incomparecencia le son atribuibles, toda vez que como se colige del
contenido del escrito de fecha 29 de octubre de 2003, suscrito por el
aludido operador de justicia, y dirigido al Fiscal Superior del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado Guárico, era
precisamente la ciudadana Beatriz Josefina Ruiz Marín, Juez Segundo en
Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal de la entidad federal en
mención, quien se encontraba ausente para la hora en la cual se había
establecido el acto.

259
La hora de espera que por razones de índole práctico suele estilarse en la
práctica forense, y a la cual alude la ciudadana Beatriz Josefina Ruiz
Marín, Juez Segundo en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal de
la entidad federal en referencia, más que una obligación a ser acatada por
las partes en el proceso penal, podría considerarse como una deferencia
del órgano jurisdiccional para con las mismas, toda vez que el legislador
en el código adjetivo penal no reguló esta formalidad como un deber para
este operador de justicia, prerrogativa cuyo origen deviene del extinto
Código de Procedimiento Civil de 1916, que en la parte correspondiente a
la contestación de la demanda fijaba una hora para la apertura del acto y
se convenía la hora de espera al demandado, pasada la misma si no
comparecía, se le consideraba confeso ficto.
Refiere en ese contexto, Yury Naranjo C. que ´…el viejo Código estipulaba
que la contestación de la demanda debía tener lugar a una hora
determinada del décimo día hábil siguiente a la citación, pero que sólo se
consideraba que quedaba confeso el reo cuando no concurría al tribunal
dentro de la hora siguiente a la fijada. Es decir, se estipulaba una hora de
espera (…) Tal como lo concibe el nuevo Código de Procedimiento Civil,
ya no es menester que el actor se haga presente en tal oportunidad, ni
tampoco se le fija al demandado una hora determinada...´.
Siendo ello así, mal podría el Ministerio Público -garante de la legalidad-
girar a los representante fiscales, por conducto de su Máxima Autoridad,
unas instrucciones que no se encuentran acordes con nuestro
ordenamiento jurídico, en los términos que pretende la ciudadana Beatriz
Josefina Ruiz Marín, Juez Segundo en Funciones de Juicio del Circuito
Judicial Penal del Estado Guárico…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:56
COPP art:341
COPP art:344

DESC AUDIENCIAS
DESC DEMANDAS (DERECHO PROCESAL)
DESC HORA DE ESPERA
DESC JUICIO ORAL
DESC JUECES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.315-318.

260
140
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DFGR-DGAJ-DCJ-8-2004- FECHA:20040302
10466
TITL El supuesto especial de oportunidad en el artículo 39 del
Código Orgánico Procesal Penal procede mientras el tribunal de
control no se haya pronunciado sobre la admisión de la
acusación, y el imputado decide delatar a otras personas que
hayan participado en la comisión del correspondiente hecho
punible.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo del Oficio N° 12F3-197-010403,


mediante la cual eleva consulta a esta Dirección, respecto a la viabilidad en la aplicación
del supuesto especial del principio de oportunidad contemplado en el artículo 39 del Código
Orgánico Procesal Penal, una vez que se ha presentado formal acusación contra el
imputado que decide convertirse en delator.
A tal efecto, la Circular N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20, de fecha 29 de septiembre de
1999, establece la manera en la cual los representantes fiscales deben elevar sus
consultas ante el Despacho del Fiscal General de la República y al ser ésta de obligatorio
cumplimiento deberá ser tomada en cuenta por usted para la realización de próximas
consultas.
Al respecto, esta Dirección de Consultoría Jurídica a los fines de emitir la opinión requerida,
observa lo siguiente:
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 285, numeral 4,
contempla entre las atribuciones que posee el Ministerio Público la siguiente:
´...Ejercer en nombre del Estado la acción penal en los casos en que para intentarla o
proseguirla no fuere necesaria instancia de parte, salvo las excepciones establecidas en la
ley...´.
De igual forma la Constitución de la República, establece las bases mínimas requeridas
para poder concebir criterios de oportunidad dentro de nuestro sistema
penal, con la garantía a los derechos a los cuales se refiere la Doctora Beatriz Di Totto :
´1) A la igualdad jurídica (Art. 21): de acuerdo con este precepto, ningún criterio de
selección de causas enjuiciables podría apoyarse en discriminaciones fundadas en la raza,
el sexo, el credo, la condición social o en circunstancias que menoscaben las condiciones
de igualdad o de los derechos y libertades de toda persona.
2) A la tutela judicial efectiva (Art. 26) y al debido proceso (Art.49): estos derechos suponen
el acceso a los órganos de administración de justicia y la obtención pronta de la decisión
correspondiente, por una parte y, por la otra, la garantía de ser oído, recurrir de los fallos y
ser resarcido de los errores judiciales...´.
De esta manera, el principio de oportunidad tiene una base constitucional, encontrándose
dentro de las excepciones a las cuales se hace referencia en el mencionado artículo, pero
al mismo tiempo tiene un sustento legal en el artículo 11 del Código Orgánico Procesal
Penal, el cual establece:
´Titularidad de la Acción Penal. La acción penal corresponde al Estado, a través del
Ministerio Público, quien está obligado a ejercerla, salvo las excepciones legales´.
De igual forma y como complemento a la norma precitada, se encuentra lo dispuesto por el
ordinal 6º del artículo 108 ejusdem, al determinar como una de las atribuciones del
Ministerio Público ´...Solicitar autorización al juez de control, para prescindir o suspender el
ejercicio de la acción penal;...´.
Como puede observarse, la normativa citada anteriormente deriva del ius puniendi –
derecho a imponer las penas correspondientes por la comisión de hechos punibles-
perteneciente de manera exclusiva al Estado, y que se hace efectivo a través de los
órganos jurisdiccionales mediante la sentencia, previa tramitación de un proceso con todas
sus garantías.
La acción penal en nuestro ordenamiento jurídico es pública, lo cual significa que su
ejercicio no se hace depender de la titularidad de un derecho o interés que sea disponible.
261
Así las cosas, el principio de oportunidad se configura como una excepción al principio de
legalidad procesal, y ambos sirven para determinar en qué condiciones debe ejercitarse y
extinguirse la acción penal y por ende el proceso. Un ordenamiento jurídico se encuentra
informado por el principio de oportunidad cuando se autoriza al titular de la acción penal (en
nuestro caso al Ministerio Público), cumplidos unos presupuestos estipulados por el
legislador, a hacer uso de su ejercicio o no.
Es así, como la promoción de la acción penal -en nuestro sistema- por parte del Ministerio
Público cuando se presume la comisión de un delito y el hecho de no poder suspenderla
luego de haberla iniciado, constituyen la expresión del principio de legalidad, el cual figura
como regla. Las excepciones las encontramos en los criterios de oportunidad a los cuales
nos referiremos próximamente.
Tal y como lo expresa el maestro alemán Claus Roxin , el principio de legalidad ´...enuncia,
por un lado, que la fiscalía debe realizar investigaciones cuando exista la sospecha de que
se ha cometido un hecho punible y, por otra parte, que está obligada a formular la
acusación cuando después de las investigaciones sigue existiendo esa sospecha
vehemente. Su antitesis teórica está constituida por el principio de oportunidad, que
autoriza a la fiscalía a decidir entre la formulación de la acusación y el sobreseimiento del
procedimiento, aun cuando las investigaciones conducen, con probabilidad rayana en la
certeza, al resultado de que el imputado ha cometido una acción punible´.
Los criterios de oportunidad -como lo ha manifestado el Doctor Alberto Binder -, constituyen
un abandono en los sistemas procesales modernos al principio de legalidad procesal en
sentido estricto, según el cual el Estado debía perseguir y sancionar todas y cada una de
las infracciones cometidas en el seno de la sociedad, lo cual impide a la justicia penal dar
respuesta a todos esos casos, violándose así la garantía de la tutela judicial efectiva.
El principio de oportunidad ha sido definido por el autor español Andrés de la Oliva Santos,
de la siguiente manera:
´...el principio de oportunidad es aquél en cuya virtud el deber estatal de imponer penas no
habría de ser cumplido (o el denominado ius puniendi, satisfecho), siempre según los
criterios legales, en todo caso en que concurriesen sus presupuestos (esto es, ante toda
conducta calificable de delictiva y punible), sino que estaría condicionado al poder atribuido
al Ministerio Fiscal (u órgano oficial similar) para disponer, bajo condiciones precisamente
especificadas en la ley (la llamada oportunidad reglada) o con amplio arbitrio, del ejercicio y
del modo de ejercicio de la acción penal, independientemente de que se hubiese conocido
la existencia de un hecho de apariencia punible y de que apareciesen unos presuntos
autores del mismo´. (p. 21).
Al efecto, es importante tener presente que el principio de oportunidad, nace de la
necesidad en la cual se ve el Ministerio Público de seleccionar aquellas causas en las
cuales va a trabajar, es decir, aquéllas que ameritan que el fiscal del Ministerio Público
realice una investigación exhaustiva, sin que con ello se fomente la selección de causas
que existía en el anterior sistema, no sujeta a controles y además violatoria de derechos y
garantías procesales.
Los criterios de oportunidad se conciben dentro de las alternativas a la prosecución del
proceso, en armonía con las modernas teorías que avalan la mínima intervención del
derecho penal, regulando el despliegue de todo el poder coactivo del Estado a los fines de
sancionar los delitos. De igual forma debe considerarse el fin que cumplirá la aplicación de
la pena, por lo que se hace necesario recordar que en la actualidad la doctrina maneja las
teorías de la prevención general y especial, y no la de la retribución, que consistía en la
utilización de la pena ante cualquier infracción a la norma, dejando de lado el principio de
proporcionalidad.
Es por esto que el principio de oportunidad cumple una doble finalidad dentro del sistema
penal: por un lado, descarga de trabajo al Ministerio Público y en general a todo el aparato
jurisdiccional, y por el otro, se logra la mínima intervención del Estado en una serie de
situaciones que pueden ser resueltas por ejemplo, a través de la conciliación entre las
partes o de otras vías administrativas sin tener que acudir a la vía penal.
La situación objeto análisis plantea un punto muy interesante, referente a la posibilidad de
aplicación de un criterio de oportunidad, una vez que ha sido presentada la acusación -y sin
que el tribunal de control se haya pronunciado acerca de la misma- cuando el imputado
manifiesta su deseo de convertirse en delator y contribuir eficazmente con la investigación.
Al respecto y al no ser abordado este supuesto por la literatura jurídica, nos vemos
impulsados a realizar una interpretación cónsona con los principios que rigen el proceso
penal y con las finalidades que justifican la aplicación de los criterios de oportunidad.
Según lo manifiesta el autor colombiano Alberto Suárez Sánchez , ´El instituto de la
delación es una forma de oportunidad, porque rompe con el principio de la legalidad de la
acusación, dado que el fiscal, con la aprobación del juez, puede acordar tratamientos
punitivos diferentes a los expresamente contemplados por la ley; de esta manera se

262
quiebran la seguridad jurídica (legalidad) y la igualdad, porque a comportamientos iguales
se les da tratamientos diferente; en efecto, no puede afirmarse que todos están en
condiciones de delatar y obtener beneficios, pues hay quienes, por ser inocentes, no saben
nada, en tanto que hay responsables que saben más que otros y tienen mayor información
por estar más compenetrados con las organizaciones criminales; estas personas están en
condiciones de delatar a sus compañeros de delincuencia y contribuir, si es el caso, a
desarticular tales organizaciones; por el contrario, quienes no forman parte de las mismas
nada saben o saben poco y, por consiguiente, no pueden, así lo quieran, delatar, y quedan
entonces en situación desventajosa con relación a aquéllos, lo que pone de manifiesto el
trato discriminatorio, pues la igualdad en tal caso es simplemente formal´.
En primer lugar, para poder considerar la procedencia de este supuesto especial de
oportunidad contemplado en el artículo 39 del Código Orgánico Procesal Penal, debe
tenerse muy en cuenta todas las exigencias establecidas por el mismo, siendo dicho
artículo del siguiente tenor:
´Supuesto especial. El fiscal del Ministerio Público solicitará al juez de control autorización
para suspender el ejercicio de la acción penal, cuando se trate de 1) hechos producto de la
delincuencia organizada o de la criminalidad violenta y el imputado 2) colabore eficazmente
con la investigación, aporte información esencial para evitar que continúe el delito o se
realicen otros, ayude a esclarecer el hecho investigado u otros conexos, o proporcione
información útil para probar la participación de otros imputados, siempre que 3)la pena que
corresponda al hecho punible, cuya persecución se suspende, sea menor o igual que la de
aquellos cuya persecución facilita o continuación evita.
El ejercicio de la acción penal se suspende en relación con los hechos o las personas en
cuyo favor se aplicó este supuesto de oportunidad, hasta tanto se concluya la investigación
por los hechos informados, oportunidad en la cual se reanudará el proceso respecto al
informante arrepentido.
El juez competente para dictar sentencia, en la oportunidad correspondiente, rebajará la
pena aplicable, a la mitad de la sanción establecida para el delito que se le impute al
informante arrepentido, cuando hayan sido satisfechas las expectativas por las cuales se
suspendió el ejercicio de la acción, lo cual deberá constar en el escrito de acusación.
En todo caso, el Estado adoptará las medidas necesarias para garantizar la integridad
física del informante arrepentido´.
Como puede observarse la norma transcrita, exige el cumplimiento de tres requisitos para
poder considerar viable este supuesto al cual nos estamos refiriendo, y los mismos
consisten en:
1. Que el hecho delatado debe ser producto de la delincuencia organizada o de la
criminalidad violenta, haciéndose necesario definir que se puede entender por cada uno de
éstos, sin perder de vista que dichos conceptos son conceptos jurídicos indeterminados, lo
cual hace un tanto compleja su interpretación y aplicación en la práctica, generando cierta
inseguridad jurídica.
A nivel internacional -doctrina y jurisprudencia- se considera que la delincuencia organizada
abarca materias muy diversas como lo son por ejemplo: el tráfico de drogas, de armas, de
órganos humanos, la legitimación de capitales, la corrupción administrativa e incluso el
robo, hurto y tráfico de vehículos.
Es así como la ONU, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo -
PNUD-, ha definido la delincuencia organizada como el conjunto de personas que se
agrupan para dedicarse a un actividad delictiva, de manera más o menos constante, bajo el
caparazón de compañías, proporcionando bienes y servicios ilícitos o bienes lícitos que han
sido obtenidos por medios ilícitos como el hurto, el robo o el fraude.
Por otra parte, por criminalidad violenta, podemos entender, siguiendo a los investigadores
colombianos Camacho y Guzmán (1990), a ´todas aquellas actuaciones de individuos o
grupos que ocasionen la muerte de otros o lesionen su integridad física, con lo cual
estamos hablando fundamentalmente de homicidios, lesiones personales, atracos, robos,
tentativas de homicidio, secuestros, violación, maltrato familiar (o violencia doméstica) y
muertes y lesiones en el tránsito terrestre´ (p.26).
En base a lo anteriormente expuesto, surge por parte de usted como representante fiscal la
misión de determinar si los hechos delatados son el producto de los conceptos a los cuales
hemos hecho referencia, para luego poder determinar la procedencia a no de tal supuesto
de oportunidad.
2. Como segundo requisito, encontramos el referido a la eficacia de la información
proporcionada por el delator, para lo cual se deja en manos del fiscal del Ministerio Público,
evaluar de manera exclusiva, si considera o no de utilidad la información proporcionada por
el delator. Este requisito es sumamente criticado por la doctrina ya que constituye una
intervención demasiado subjetiva por parte del Ministerio Público, aparentemente no sujeta
a control jurisdiccional, por lo cual lo más sano sería que hubiera una motivación por parte

263
del fiscal en relación a la eficacia o no de la información suministrada, aun cuando esta
motivación no sea un requisito exigido por el legislador.
3. Como tercer aspecto a evaluar se encuentra el relativo a la pena, ya que la pena por el
delito cuya persecución se suspende (desvalijamiento de vehículo automotor, artículo 3 de
la Ley sobre el hurto y robo de vehículo automotor), debe ser menor o igual a la del hecho
punible que se ha delatado. En esta previsión relacionada con la pena, actualmente se ven
incluidos el coautor y el cómplice necesario, quienes habían sido obviados antes de la
última reforma del Código Orgánico Procesal Penal, al preverse que se suspendía el
ejercicio de la acción cuando la pena correspondiente al delito ejecutado por el delator era
menor a la del hecho delatado.
Ahora bien, en el caso concreto existe una circunstancia en favor de la aplicación del
supuesto en cuestión, ya que a pesar de haberse presentado la acusación, el tribunal de
control difirió el acto (audiencia preliminar) en espera de la respuesta del Ministerio Público,
acerca de la situación a la cual se ha venido haciendo referencia.
Así las cosas, no pareciera incompatible con este supuesto especial de oportunidad, el
hecho de haberse presentado la acusación, ya que se debe tener muy presentes los
propósitos de política criminal del Estado que justifican esta figura, y primordialmente en
este caso, que el hecho de suspender el ejercicio de la acción penal en contra del delator
no implica impunidad por su conducta, ya que el proceso se suspende hasta obtenerse los
resultados por los hechos que fueron informados y luego se retoma el mismo, el cual
concluirá -de haber sido provechosa para el fiscal del Ministerio Público dicha información-
con una rebaja de pena correspondiente a la mitad de la que debía imponérsele.
Por lo tanto, al encontrarse las razones que motivan la aplicación de este supuesto de
oportunidad relacionadas directamente con la política criminal del Estado, y vista la
dificultad en la aplicación práctica de este supuesto especial, no debería desperdiciarse la
ocasión que se presenta en éste caso para lograr su aplicación, ya que en la práctica no
luce atractivo para el imputado delatar, ya que a diferencia de la norma consagrada antes
de la última reforma del Código Orgánico Procesal Penal, aquí no se extingue la acción
penal respecto de quien delata, sino que simplemente obtendrá una rebaja de pena,
siempre y cuando el Ministerio Público estime que su colaboración fue eficiente.
Por otra parte, cuando el juez de control se ha pronunciado acerca de la acusación,
admitiéndola total o parcialmente, no debería proceder la aplicación de tal supuesto de
oportunidad, pues en ese caso el imputado para ese momento conocería la apreciación del
órgano jurisdiccional de control, acerca de la acusación presentada en su contra por el
fiscal del Ministerio Público e incluso, ya tendría conocimiento de los medios de prueba a
través de los cuales se buscaría probar su autoría o participación en los hechos a ser
discutidos en el juicio oral y público.
En conclusión, esta Dirección no encuentra obstáculos para la aplicación del supuesto
especial de oportunidad -delación- en el caso planteado, ya que una vez verificados todos y
cada uno de los requisitos exigidos por el legislador, y encontrándose el proceso en la
oportunidad de celebrarse la audiencia preliminar y señalando el artículo 329 del Código
Orgánico Procesal Penal, que es éste el momento para que el juez informe acerca de las
alternativas a la prosecución del proceso y no habiéndose pronunciado acerca de la
admisión de la acusación o por lo menos esta circunstancia no se señala en la
comunicación de la Fiscal 3ª del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Guárico y por ende no habiéndose dictado auto de apertura a juicio, pareciera ser el
momento propicio para que el imputado que quiere convertirse en delator sea objeto de la
aplicación de dicho supuesto…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:21
CRBV art:26
CRBV art:49
CRBV art:285-4
COPP art:11
COPP art:39
COPP art:108-6
COPP art:329
LHRVA art:3
CMP Nº DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
29-09-1999

264
DESC ACCION PENAL
DESC ACUSACIÓN
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC CONSULTAS
DESC DELACIÓN
DESC DELINCUENCIA ORGANIZADA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IGUALDAD
DESC PENAS
DESC PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.318-324.

265
141
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:20040412
TITL Sólo por disposición expresa del legislador manifestada en los
diversos cuerpos normativos de carácter penal, la acción para
conseguir determinados delitos es privada y ante tal
circunstancia el representante fiscal deberá limitar su
intervención, ya que este órgano atendiendo a su función
delegada no puede actuar sino de acuerdo con la competencia
que le ha conferido el ordenamiento jurídico.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en atención al contenido del Memorándum N° DPDF-7-CF-18


NACIONAL-1289, a través del cual requiere opinión con relación a los particulares
siguientes:
´Cual (sic) es la prelación a los fines de su aplicación, de los instrumentos jurídicos
que regulan la propiedad industrial, como son la Ley de Propiedad Industrial y el
Código Penal vigente, a fin de determinar el procedimiento aplicable a seguir
conforme al Código Orgánico Procesal Penal; y Cuales (sic) hechos deben ser
considerados de acción privada y cuales de acción pública, en lo que se refiere a
la propiedad industrial, tanto en la ley que rige la materia, como en el Código
Penal. Esto debido a los cuestionamientos que actualmente surgen en contra del
Ministerio Público, por falta de legitimación o cualidad (sic) para el ejercicio de la
respectiva acción penal´.
Al respecto, este órgano asesor procede a emitir la opinión requerida en los
términos consiguientes:
La norma penal contentiva de la exigencia de observar una determinada conducta
de hacer o de no efectuar algo, y cuya trasgresión acarrea consecuencialmente la
imposición de una pena, se encuentra contenida en el Código Penal, así como en
otros instrumentos especiales de carácter penal, acorde con uno de los principios
que rigen el Derecho Penal, como lo es el de legalidad, según el cual ´…exige que
el delito se encuentre expresamente previsto en una ley formal, previa, descrito
con contornos precisos, de manera de garantizar la seguridad del ciudadano,
quien debe saber exactamente cuál es la conducta prohibida, y, asimismo, cuáles
son las consecuencias de la transgresión o las penalidades que siguen a su
conducta lesiva a los bienes protegidos por la norma penal…´.
Adicional a estas normas que prescriben determinado comportamiento, la ley
penal contiene disposiciones de carácter general o fundamental, que recogen
principios rectores comunes a los delitos y penas, ello con la finalidad de no repetir
en cada caso una misma norma o principio, y tienen su fundamento en razones de
técnica legislativa.
Refiere en ese contexto Alberto Arteaga Sánchez que además de las normas que
´…describen la conducta que la ley prohíbe y que señalan la pena
correspondiente, denominadas normas incriminadoras, por razones de técnicas
legislativas se incluyen en la ley otras normas no autónomas que sólo cumplen la
función de integrar, precisar, o limitar el alcance de aquéllas. Con tales
disposiciones se evitan repeticiones inútiles, tratándose de dispositivos que, en
general, son comunes a todos los delitos y penas…´.
Es así que en los diversos cuerpos normativos tipificadores de delitos -Código
Penal y demás leyes especiales- encontramos para ciertos tipos incriminadores,
un marco de referencia para el ejercicio de la acción penal -medio para hacer
efectiva la pretensión punitiva del Estado-. En ese sentido, es menester acotar que
266
la regla general es que la acción penal es pública por su naturaleza y que sólo en
ciertos supuestos expresamente señalados en la ley, es privada, siendo el
tratamiento penal en el cuerpo normativo regulador del proceso desde su inicio
hasta su conclusión, distinto para cada uno de ellos.
La publicidad es uno de los caracteres que conforman la estructura de la acción
penal, y ello es concebido así porque va dirigida a ´...hacer valer un derecho
público del Estado (la aplicación de la ley penal frente a aquel que ha cometido un
delito) y a hacer efectivo en el caso concreto el derecho penal objetivo que es
eminentemente público. Es decir, que es pública por el fin que se propone y por el
objeto a que se refiere…/ A ese carácter público no se opone la necesidad de la
querella en los delitos perseguibles a instancia de parte: tal exigencia no altera la
estructura de la acción penal ya que la querella no es más que una condición para
el ejercicio de la misma…´.
Congruente con lo antes expuesto, según el principio oficial que rige en nuestro
ordenamiento jurídico, corresponde al Ministerio Público en los delitos de acción
pública, solicitar el enjuiciamiento del sujeto activo del hecho ocurrido,
independientemente de la voluntad de la víctima.
Así, el Ministerio Público en su función delegada no puede actuar sino de acuerdo
con la competencia que le ha dado la ley, y sobre dicha base y en búsqueda del
objetivo de su función, ejerce la acción penal; actuación ésta que despliega sin
menoscabar el ejercicio de los derechos y acciones que puedan corresponder a
los particulares o funcionarios, de acuerdo con la Carta Magna y la ley, todo ello
con fundamento a lo prescrito en el numeral 4, y único aparte del artículo 285 de la
norma suprema, atribución que a su vez se encuentra en plena correspondencia
con lo preceptuado en los artículos 11, numeral 4, y 34, ordinal 3°, ambos de la
Ley Orgánica que rige a esta Institución, así como en el Código Orgánico Procesal
Penal en sus artículos 11 y 24, que regulan lo concerniente a la titularidad y
ejercicio de la acción penal en cabeza de este funcionario.
En la acepción de Alberto M. Binder, el Ministerio Público ´…encausa, soporta,
sostiene, ayuda, estimula, refuerza o potencia la tutela judicial de las víctimas.
Nunca debe desplazarlas. Si existen conflictos entre distintos niveles de víctimas
(individuales o colectivas, por ejemplo) debe armonizar esos distintos intereses. El
Ministerio Público siempre actúa en nombre de ese mandato legal, como ocurre
con cualquier otro funcionario público. En esta dimensión, las formas ordenan la
actividad de esos funcionarios para que ellos intervengan en los estrictos limites
de su función y bajo la dirección exclusiva de lo que la ley les indica como ámbito
de su competencia…´.
La situación es distinta en los hechos ilícitos de acción dependiente de acusación
o a instancia de parte agraviada, toda vez que en estos casos sólo la víctima tiene
la titularidad y la disponibilidad de la acción penal, en los términos establecidos en
el numeral 4 del artículo 285 constitucional, y artículo 25 del Código Orgánico
Procesal Penal, -salvo los supuestos a los cuales alude esta última norma jurídica
referidos a los Capítulos I, II, III, Título VIII, Libro Segundo del Código Penal-
siendo el procedimiento especial contenido en el Libro Tercero, Título VII,
intitulado ´Del procedimiento en los delitos de acción dependiente de instancia de
parte´, comprendido en los artículos que van del 400 al 418, al cual debe remitirse
para el enjuiciamiento público del sujeto activo del delito.
A decir de Arminio Borjas, si se indaga en la ley sustantiva penal cuáles son los
hechos punibles en los que no se puede proceder sino por querella de parte
agraviada, es debido a las consideraciones siguientes:
´... no a tientas y a locas se los califica de acción privada, y que, en cada uno de
los casos en que así se procede, hay, sin duda, un interés público herido, pero hay
a la vez uno personal de tan singular trascendencia para el interesado, y concurre
en su ejecución tal cúmulo de peculiares circunstancias que pueden afectar a
éste, que, en casi todos ellos, más pudiera sufrir la víctima por el escándalo del
proceso que por soportar, en silencio y sin provocar la represión judicial
correspondiente, el daño que el agente le irrogó. En casos tales, discreto el
legislador en no querer violentar esos derechos sacratísimos del ciudadano,
considerando que la vindicta pública no debe ser más exigente que la víctima, y
267
procurando evitar que ésta sufra doblemente, por el daño del delito y por el daño,
que teme y quisiera rehuir, de un proceso que lo ponga en exhibición y que
diafanice lo que, por noble pudor, desea ocultar, erige al interesado en árbitro para
escoger lo que más le convenga, instaurando o no juicio contra el delincuente (…)
A consideraciones de ese orden se debe, pues, la división de la acción penal en
pública y privada. La regla general es que ella es pública por su naturaleza, y que
sólo por excepción expresa de la ley en cada caso, es a veces privada…´.
Según Helena Fierro Herrera, la razón de la existencia de los delitos de acción
privada es debido a que:
´Una de las atribuciones irrenunciables del Estado moderno es la potestad de
perseguir y castigar los delitos señalados en la ley. Siendo parte inherente a la
política criminal que la colectividad se sienta protegida, no sólo en su vida física y
moral, sino también en sus bienes y en todos los derechos que la Constitución, les
garantiza. Sin embargo, existen todavía los denominados delitos de acción privada
donde la potestad de perseguir al culpable se deja a la libre voluntad del particular
agraviado (…) Razones, pues, de tradición histórica hacen posible la existencia de
estos delitos en las nuevas legislaciones (…) Por ello encontramos, desde los
romanos, la clasificación de los delitos en públicos y privados, aunque para esa
época esos términos equivalían a delitos contra la sociedad o el Estado y delitos
contra los particulares´.
Una gama de delitos cuya acción penal es perseguible a instancia de parte
privada, vale decir, por acusación de la víctima ante el tribunal competente, serían
los previstos y sancionados en el Capítulo XII, intitulado ´De las Penas´,
específicamente, los artículos 98, 99, 100 y 101, respectivamente, de la Ley de
Propiedad Industrial, concebida para regir los derechos de los ´…inventores,
descubridores e introductores sobre las creaciones, inventos o descubrimientos
relacionados con la industria; y los de los productores, fabricantes o comerciantes
sobre las frases o signos especiales que adopten para distinguir de los similares
los resultados de su trabajo o actividad´, a tenor de lo consagrado en su artículo 1.
De acuerdo a la doctrina patria, al establecer el legislador ´…un conjunto de
normas de naturaleza primitiva, tipificantes de delitos, en el Capítulo XII de la Ley
de Propiedad Industrial, está creando un sistema tutelar de aquellos bienes
industriales, esencialmente importantes para el propio sistema jurídico de la
propiedad industrial, visto éste como realidad socio-económica y jurídica…´.
En este sentido, cabe señalar que la Ley de Propiedad Industrial, pretende
complementar y no sustituir las figuras tipificadas en el Título VI, Capítulo V,
denominado ´De los fraudes cometidos en el comercio, las industrias y
almonedas´, del Código Penal, tendentes a la protección de la propiedad industrial
-artículos 338 y 339, entre otros- creando de esta forma nuevos tipos penales con
el fin de tutelar bienes jurídicos que requieren de la protección penal, como
consecuencia del desarrollo industrial.
En estos casos, el sujeto pasivo calificado tiene la titularidad y la disponibilidad,
exclusiva y excluyente, del ejercicio de la acción penal, por cuanto el legislador en
este supuesto decidió limitar la intervención del Estado -por órgano del Ministerio
Público- en el proceso penal, al dejar en manos de la víctima la promoción de la
acción, a excepción de lo previsto en el artículo 102 de la citada ley.
Es conveniente acentuar que la acción penal de las normas incriminadoras
reguladas en la ley especial en comento -artículos 98, 99, 100 y 101- por
disposición expresa del legislador como ya fue referido, no podrán ser ejercitada
por el Ministerio Público, visto que la víctima es la dueña de la acción procesal,
pudiendo inclusive hasta renunciar a la misma, a tenor de lo establecido en el
artículo 27 del código adjetivo penal.
De allí una de sus diferencias con los tipos penales que en relación con esa
materia están previstos en el Código Penal como lo son los artículos 338 y 339,
para los cuales el representante fiscal es el órgano legitimado para ejercer la
acción por tratarse de hechos punibles de acción pública, ello sin obviar la
circunstancia que el legislador en cuanto a otro delito contra la propiedad industrial
regulado en dicha ley sustantiva -artículo 340- exige como requisito para su
persecución, la instancia de la parte agraviada.
268
De esta manera queda claro que en el caso bajo análisis, no estamos en
presencia de un problema de prelación de cuerpos normativos constitutivos de
conductas incriminadoras -Código Penal y Ley de Propiedad Industrial- sino de
delitos para cuya persecución confluyen dos tratamientos penales disímiles en
cuanto al ejercicio de la acción se refiere, dependiendo en definitiva de la norma
donde se subsuma la conducta desplegada por el sujeto activo del hecho punible,
máxime aun cuando es la propia ley especial la que alude a los delitos contra la
propiedad industrial previstos y sancionados en el Código Penal, al establecer en
su artículo 97 que ´Además de los delitos contra la propiedad industrial previstos y
castigados en el Código Penal, son también punibles los hechos enumerados en
los artículos siguientes con las penas que en ellos se señalan´.
Se considera útil señalar además que en la última reforma parcial del Código
Penal, los delitos contra la propiedad industrial previstos y sancionados en dicho
instrumento jurídico no fueron objeto de tratamiento alguno por parte del
legislador, con lo cual reiteró su intención de mantener su vigencia así como la
forma procesal para proceder a su enjuiciamiento.
En síntesis, sólo por disposición expresa del legislador manifestada en los
diversos cuerpos normativos de carácter penal, la acción para perseguir
determinados delitos es privada y ante tal circunstancia el representante fiscal
deberá limitar su intervención, ya que este órgano atendiendo a su función
delegada no puede actuar sino de acuerdo con la competencia que le ha conferido
el ordenamiento jurídico.
El corolario jurídico que podría acarrear el hecho que el fiscal del Ministerio
Público ejercite una acción que no le corresponde, es el sobreseimiento de la
causa por estar en presencia de una acción promovida ilegalmente, sobre la base
de lo prescrito en el numeral 4 del artículo 28, y numeral 4 del artículo 33, ambos
del Código Orgánico Procesal Penal.
Las formas procesales en palabras de Alberto M. Binder, ´…le dan al Ministerio
Público un marco legal que debe respetar, ya sea que la forma esté al servicio de
los principios que protegen al imputado, ya sea que sean manifestación concreta
de la tutela judicial. Las formas procesales son para el fiscal mecanismos de orden
para el cumplimiento de sus funciones. Regulan su actividad en el proceso y
objetivan su actuación, pero no introducen una función distinta de la defensa de la
tutela judicial o la garantía de los principios de protección del imputado. Fórmulas
de orden que forman parte del principio de objetividad y encauzan su actividad por
la senda de la ley´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285-4
LOMP art:24
LOMP art:11-4
LOMP art:34-3
CP art:338
CP art:339
CP art:340
COPP art:25
COPP art:27
COPP art:28-4
COPP art:33-4
COPP art:400
COPP art:401
COPP art:402
COPP art:403
COPP art:404
COPP art:405
COPP art:406
COPP art:407
269
COPP art:408
COPP art:409
COPP art:410
COPP art:411
COPP art:412
COPP art:413
COPP art:414
COPP art:415
COPP art:416
COPP art:417
COPP art:418
LPI art:98
LPI art:99
LPI art:100
LPI art:101

DESC ACCION PENAL


DESC ACCION PRIVADA
DESC ACCION PUBLICA
DESC ACUSACION
DESC LEGALIDAD
DESC PRINCIPIO DE OBJETIVIDAD
DESC PROPIEDAD INDUSTRIAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.324-331.

270
142
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General de Apoyo Jurídico DGAJ
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-706-2004 FECHA:20040422
TITL En el ejercicio de sus funciones el fiscal del Ministerio Público
debe observar el postulado constitucional del debido proceso
por ser de obligatorio acatamiento por parte de los distintos
operadores que conforman el sistema de justicia.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Memorandum N° DGAJ-1126-


2003, a través del cual remite adjunto actuaciones relacionadas con el proceso
seguido contra el ciudadano Luis Alejandro Pérez Zambrano, por la comisión del
delito de lesiones personales menos graves agravadas, cometidas en perjuicio de
la ciudadana Sioly María Torres Zambrano, a los fines de que este Despacho
emita opinión en torno a que si ´…en la causa penal en referencia se cumplieron
todas las normas del debido proceso´.
Con ocasión a ello es preciso acotar, que las aludidas actuaciones fueron
remitidas al Ministerio Público -Fiscal Superior de la Circunscripción Judicial del
Estado Mérida- por el ciudadano Luis Quiñónez, Vicepresidente del Consejo
Legislativo del Estado Mérida, mediante Comunicación N° LQ-V-0482, de data 4
de junio de 2003, visto el escrito de fecha 14 de mayo de 2003, y su respectivo
anexo, suscrito y dirigido a su persona por el ciudadano Luis Alejandro Pérez
Zambrano, a los fines de que este Organismo emita un pronunciamiento sobre
´…si en la causa penal signada con el N° LK11-P-P-2003-000019, se cumplieron
todas las normas del debido proceso´.
En el escrito en mención, el ciudadano Luis Alejandro Pérez Zambrano le
manifiesta al referido legislador, que ´…por medio de este instrumento hago
constar la siguiente denuncia en contra de los abogados Gustavo Araque y Zaida
Davila R. Fiscales: 7mo. y adjunta (…) los cuales actúan como parte acusadora
…/ En este caso han tenido una conducta irregular por cuanto han querido
desvirtuar los hechos ocurridos, MENCIONO: LOS FISCALES NO QUISIERON
ACUSAR A LAS PERSONAS QUE ME LESIONARON, POR SU ABIERTA
CONCHUPANCIA CON LA JUEZ Y LA SEÑORA SIOLI TORRES, QUE ES LA
DUEÑA DE LA ESTACION DE SERVICIO, violándoseme de esta manera todos
mis derechos constitucionales. / Este juicio llevado en mi contra está viciado…´.
Esbozado lo anterior, este órgano asesor observa del análisis efectuado a las
actuaciones remitidas, que en el caso bajo análisis, se realizan dos
planteamientos, a saber:
De una parte, el ciudadano Luis Quiñónez, Vicepresidente del Consejo Legislativo
del Estado Mérida, requiere del Ministerio Público un pronunciamiento sobre si en
el juicio seguido contra el ciudadano Luis Alejandro Pérez Zambrano se
´…cumplieron todas las normas del debido proceso´, y por la otra, éste último
ciudadano, a través del escrito que le dirigiera al legislador en mención, denuncia
que los representantes del Ministerio Público que actuaron en su proceso,
ciudadanos Gustavo Araque y Zaida Dávila R., violentaron sus derechos
constitucionales toda vez que omitieron acusar a las personas que lo lesionaron,
razón por la cual el juicio seguido en su contra se encuentra viciado.
Tras lo expuesto, este órgano asesor advierte en primer término que el legislador
Luis Quiñónez, al no especificar el hecho constitutivo de la violación de alguna de
las garantías constitucionales conformante del principio del debido proceso, en la
causa seguida contra el ciudadano Luis Alejandro Pérez Zambrano, genera una
imprecisión que no puede ser suplida por este Despacho.
No obstante lo antes acotado es oportuno referir, que en el marco de la protección
271
a las personas, la norma suprema consagra el derecho a la tutela judicial efectiva,
derecho fundamental que representa el ejercicio facultativo del cual goza toda
persona de acudir ante los órganos de administración de justicia -representados
por las cortes y tribunales que forman parte del Poder Judicial, así como por los
demás órganos del sistema de justicia previsto en la Constitución, entre los cuales
se encuentran los ciudadanos que participan en la administración de justicia o que
ejercen la función jurisdiccional de conformidad con la ley- con el objeto de hacer
valer sus derechos e intereses, principio que se satisface con la obtención de una
resolución bien sea favorable o desfavorable.
La tutela judicial efectiva ´…no es sino el principio según el cual cualquier persona
puede y debe ser protegida y amparada en el ejercicio pacífico de sus
pretensiones ante la justicia para que esas pretensiones le sean satisfechas. Lo
que no quiere decir aceptadas, sino resueltas razonablemente con arreglo a
Derecho y en un lapso de tiempo también razonable, a lo largo de un proceso en
el que todas las personas titulares de derechos e intereses afectados por esas
pretensiones puedan alegar y probar lo pertinente a la defensa de sus respectivas
posiciones´.
Refiere René Molina Galicia, en su obra ´Reflexiones Sobre una Visión
Constitucional del Proceso, y su tendencia Jurisprudencial ¿Hacia un gobierno
judicial?´, que en ese sentido, el Máximo Tribunal de la República, en Sala
Constitucional, en fallos dictados en fechas 15 de febrero de 2000; 2 de abril y 22
de junio de 2001, se pronunció en los términos siguientes:
´…Si bien es cierto que el derecho de acceso a la justicia previsto en el artículo 26
de la Constitución, comprende también el derecho una tutela judicial efectiva y a
un debido proceso, en que se obtenga una resolución de fondo debidamente
razonada, este derecho comprende una garantía de que las sentencias sean
acertadas. Esto es, que no puedan ser jurídicamente erróneas por una infracción
de la ley o por errores cometidos en la apreciación o establecimiento de los
hechos o de las pruebas…´.
En esa línea de razonamiento, el derecho al ejercicio de un recurso forma parte
integrante del derecho a la tutela judicial efectiva, garantía que comprende desde
el acceso a la justicia hasta el eficaz cumplimiento del fallo. Así, la pretensión a un
recurso como componente de la referida garantía ´…se satisface tanto con un
pronunciamiento del Tribunal sobre el fondo, como por una resolución razonada
de inadmisibilidad´.
El recurso, medio impugnativo de las decisiones judiciales, es definido por la
doctrina como ´…el procedimiento y también el acto de parte que lo inicia, que
tiene por objeto una decisión jurisdiccional a la que se imputa un defecto de forma
o de fondo y tiene por finalidad la corrección de tal defecto´. En ese sentido,
mediante la interposición del recurso ordinario de apelación el sujeto legitimado
para ello, solicita ante el órgano jurisdiccional correspondiente la revisión del auto
o de la resolución judicial que le es adversa, con el objeto de que dicho
pronunciamiento sea reformado o revocado.
Sobre este punto, expresa Jorge Villamizar Guerrero, en su Texto ´Lecciones del
Nuevo Proceso Penal Venezolano´, que los medios de impugnación o recursos
tienen su sostén en el sistema de la doble instancia, la cual no viene a ser otra
cosa que ´…la posibilidad cierta de recurrir ante un órgano superior, que es el que
tiene la última palabra para decidir la controversia´.
En ese sentido, el legislador en el código adjetivo penal reguló en el Libro Cuarto,
todo lo concerniente a la materia de los recursos procesales, apuntando en el
Título I, denominado ´Disposiciones Generales´, artículo 436, intitulado ´Agravio´,
que las partes sólo podrán impugnar los pronunciamientos judiciales que le sean
adversos, instituyendo asimismo que el imputado podrá siempre recurrir del fallo
judicial en el supuesto en que se lesionen normativas constitucionales o legales
acerca de su intervención, asistencia y representación, aun cuando el mismo haya
ayudado a incitar el vicio objeto del recurso.
La legitimación recursoria según asienta Eric Lorenzo Pérez Sarmiento ´…es la
cualidad que la ley reconoce a una determinada persona natural o jurídica o a un
órgano del poder público, que lo habilita para interponer válidamente un recurso.
272
La legitimación para recurrir es simplemente una manifestación de la legitimatio ad
causam, aplicada concretamente a los recursos como sector del proceso. Por
tanto, la legitimación recursoria constituye simplemente el derecho subjetivo a
recurrir…´.
De otra parte, existe en nuestro ordenamiento jurídico otra figura procesal que no
es sustitutiva de los medios de impugnación ordinarios y extraordinarios previstos
en la legislación procesal penal para la resolución de los conflictos, y que recibe el
apelativo de acción de amparo constitucional, la cual tiene por finalidad ´…la tutela
judicial reforzada de los derechos humanos, aun de aquellos inherentes a la
persona humana, que no figuren expresamente en la Constitución o en los
instrumentos internacionales sobre derechos humanos´.
Dentro de esa perspectiva, el Estado como protector del interés social cumple su
oficio en la apuntada garantía jurisdiccional -tutela judicial efectiva- a través de la
creación del órgano jurisdiccional que va a asegurar tan preponderante cometido,
toda vez que es por conducto del juez -órgano que crea y al cual faculta para ello-
que establece su pretensión punitiva. La principal y más importante misión del
descrito sujeto procesal integrante del sistema de justicia, es la de resolver la
pretensión formulada por la persona, en pleno ejercicio de su derecho subjetivo de
acceder ante la justicia, mediante el establecimiento de la verdad de los hechos
por las vías jurídicas y la justicia en la aplicación del derecho, cumpliendo con ello
con la finalidad del proceso.
Es así como, para cumplir a cabalidad con tal labor el aludido operador de justicia
debe orientar su actuación sometido siempre a la Carta Magna y demás leyes,
observando para ello, entre otros particulares, el postulado constitucional del
debido proceso el cual tiene que ser aplicado a todo acto judicial y administrativo,
en los términos establecidos en el artículo 49 de la norma fundamental, y
desarrollado en el código adjetivo penal, en el artículo 1, como uno de los
principios orientadores del proceso penal, mandato de ineludible acatamiento por
parte de los jueces o juezas de la República dentro del ámbito de su competencia,
visto su compromiso de asegurar la integridad de la Constitución, así como,
conocer de las causas y asuntos de su competencia mediante los procedimientos
que determinen las leyes.
Subraya la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en fallo N° 029,
emitido en fecha 15 de febrero de 2000, que se denomina debido proceso:
´…aquél proceso que reúna las garantías indispensables para que exista una
tutela judicial efectiva. Es a esta noción a la que alude el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuando expresa que el
debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas´.
Aduce por su parte Carmelo Borrego, que el principio del debido proceso ´…nace
y encuentra su mayor ambiente en el principio de la legalidad procesal nulla poena
sine iudicio, es decir, tiene que ver con la legalidad de las formas, de aquellas que
se declaran esenciales para que exista un verdadero, auténtico y eficaz
contradictorio y que a la persona condenada se le haya brindado la oportunidad de
ejercer apropiadamente la defensa…´.
Así pues, concretándonos al análisis de las presentes actuaciones remitidas por
esa Dirección de adscripción, se observa que estamos en presencia de un
proceso iniciado con ocasión a la detención del ciudadano Luis Alejandro Pérez
Zambrano, por la presunta comisión de un delito flagrante -delito contra las
personas- cometido en perjuicio de la ciudadana Sioly María Torres Zambrano, en
data 31 de enero de 2003, en el sector denominado Don Pepe Rojas, frente a la
estación de servicio Iberia, el Vigía, Estado Mérida; aprehensión practicada por
funcionarios policiales adscritos a la Sub-Comisaría N° 12 de esa entidad federal.
En dicho proceso, seguido por los trámites del procedimiento especial abreviado,
el ciudadano Gustavo Alfonso Araque Rojas, en su carácter de Fiscal Séptimo del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida, extensión El
Vigía, presentó en la audiencia del juicio oral y público celebrado en fecha 14 de
abril de 2003, ante el Juzgado de Primera Instancia en Funciones de Juicio N° 4
del Circuito Judicial Penal de la citada entidad federal, acusación contra el
ciudadano Luis Alejandro Pérez Zambrano, por la comisión del delito de lesiones
273
personales menos graves calificadas, previsto y sancionado en el artículo ´…415 y
420 en concordancia con el artículo 408, numeral 1 del Código Penal (…) al ser
causadas con alevosía…´, cometidas en perjuicio de la ciudadana Sioly María
Torres Zambrano ejerciendo el precitado representante fiscal en ese momento, la
acción penal en nombre del Estado.
Como consecuencia del desarrollo del debate, el acusado en mención fue
condenado por el hecho objeto del presente proceso, a cumplir la pena de ocho
(8) meses y veinte (20) días de prisión por la comisión del delito de lesiones
personales menos graves agravadas, agotando de esta manera el citado órgano
jurisdiccional su jurisdicción según su competencia funcional.
Como puede verse, el fallo condenatorio fue congruente con el hecho objeto del
proceso -hecho y las circunstancias descritas en la acusación fiscal- con lo cual la
ciudadana Deisy Magali Barreto Colmenares, Juez de Primera Instancia en
Funciones de Juicio N° 4 del Circuito Judicial Penal del Estado Mérida, dio
cumplimiento con la previsión contenida en el artículo 363 del texto procedimental
penal.
Indica Magaly Vásquez González que ´La sentencia, como decisión judicial que le
pone fin al juicio, no puede sobrepasar el hecho imputado en la acusación. Esta
limitación, que recibe el nombre de principio de congruencia entre acusación y
sentencia, impide al juez sentenciar con base a una calificación distinta al de la
acusación o del auto de apertura a juicio si no advirtió previamente al acusado de
tal posibilidad. / Esa congruencia o correlación debe ser subjetiva y objetiva. La
primera se refiere a la persona del acusado e implica que no podrá ser condenado
si no tuvo previamente aquella condición. La correlación objetiva se refiere al
hecho punible e impone su inmutabilidad´.
Por otro lado, de las actuaciones cursantes en autos se advierte, la intervención,
asistencia y representación de manera plena del ciudadano Luis Alejandro Pérez
Zambrano, por parte de sus respectivos defensores, desde los actos iniciales del
proceso instaurado en su contra, concretándose con ello una manifestación
expresa del ejercicio del derecho a la defensa el cual constituye un requisito legal
dentro del proceso penal, garantizando de esta manera el Estado, por conducto
del órgano jurisdiccional, la tutela judicial efectiva de esta pretensión que conforma
entre otros, el principio del debido proceso y cuya violación conllevaría la nulidad
de todas las actuaciones realizadas, sobre la base de lo establecido en los
artículos 125, numeral 3; 137 y 191 del código adjetivo penal, por constituir un
derecho natural, imprescindible e irrenunciable en todo estado y grado del proceso
penal.
Adicionalmente a lo señalado se considera oportuno agregar, que las sentencias o
autos dictados en el transcurso del proceso penal son susceptibles de ser
controladas o revisadas a través de mecanismos procesales -ordinarios y
extraordinarios- creados para la resolución de los conflictos, y cuya finalidad no es
otra que el fallo dictado por el juez a-quo sea reformado o revocado por el Tribunal
de alzada, ello en virtud del fundamento de la doble instancia.
En ese orden de ideas, la función de la defensa en el proceso penal, según se
pronuncia Arquímedes Enrique González Fernández , viene a ser ´…el contrapeso
de la acusación y su misión última es tratar de desvirtuar la base de aquélla, que
es justamente la imputación. El maestro Carnelutti, al referirse a su concepto,
señala: El concepto de la defensa es opuesto y complementario del de la
acusación; ya se ha dicho que la formación del juicio penal sigue el orden de la
tríada lógica: tesis, antítesis, síntesis de la acusación y de defensa, no se puede
dar acusación sin defensa, la cual es un contrario y, por eso, un igual de la
acusación (por ello, si el imputado no tiene defensor, el Estado está obligado a
proporcionárselo)…´.
En efecto, la pretensión al ejercicio del recurso -parte integrante del derecho a la
tutela judicial efectiva- depende de la parte a la cual el fallo le ha sido adverso.
Esto desde el punto de vista teórico recibe el apelativo de interés subjetivo
legítimo, pudiendo en consecuencia el imputado o su defensor, con fundamento a
su legitimación recursoria, ejercer en el curso del proceso penal los medios de
impugnación pertinentes, visto que los mismos constituyen un medio más de
274
defensa, pretensión ésta la cual no se evidencia en autos que haya sido ejercida
por el ciudadano Luis Alejandro Pérez Zambrano, habida cuenta el efecto jurídico
causado en su persona por la sentencia condenatoria dictada en su contra.
Por otra parte, con ocasión a lo expresado por el ciudadano Luis Alejandro Pérez
Zambrano, al ciudadano Luis Quiñónez, Vicepresidente del Consejo Legislativo
del Estado Mérida, esta Dirección de Consultoría Jurídica advierte, de la revisión
efectuada a las actuaciones remitidas, que al folio cincuenta y cinco (55) cursa el
resultado del reconocimiento médico legal practicado en la persona del ciudadano
en mención, por el ciudadano Wenceslao Parra Rincón, médico forense, adscrito a
la Medicatura Forense del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y
Criminalísticas, El Vigía, Estado Mérida, y sobre las cuales no aparece
evidenciado en autos que el Ministerio Público haya emitido a ese respecto algún
tipo de pronunciamiento.
Siendo ésto así, se considera que a los fines de esclarecer el hecho denunciado
por el ciudadano Luis Alejandro Pérez Zambrano la Dirección de adscripción –
Dirección de Delitos Comunes- debe requerir del ciudadano Gustavo Araque,
Fiscal 7° del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida, la
información correspondiente, ya que solamente con base en sus resultas es que
se podrá determinar con precisión si el Ministerio Público infringió el postulado
constitucional del debido proceso, principio de obligatorio acatamiento por parte de
los distintos operadores que conforman el sistema de justicia, y con ello la
consecuencial pretensión a la tutela judicial efectiva, y de ser el caso, establecer la
responsabilidad individual si hubiere lugar a ello…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:49
CP art:408-1
CP art:415
CP art:420
COPP art:1
COPP art:125-3
COPP art:137
COPP art:191
COPP art:363
COPP art:436
STSJSCO 15-02-2000
STSJSCO 02-04-2001
STSJSCO 22-06-2001

DESC ACUSACION
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC JUSTICIA
DESC LEGALIDAD
DESC LESIONES
DESC PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.332-339.

275
143
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-995-2004-22297 FECHA:20040422
TITL La prescripción de la acción penal aplicable a los delitos contra
el patrimonio público que hayan sido penetrados antes del 30
de diciembre de 1999 será la prevista en el artículo 102 de la Ley
Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, por ser la ley
vigente para el momento de su comisión, no operando el
principio de retroactividad, por resultar menos favorable lo
contemplado al respecto en el texto constitucional. Asimismo,
la responsabilidad civil nacida de la penal durará como las
obligaciones civiles con sujeción a las reglas del derecho civil,
en ese sentido, la prescripción por el resarcimiento del daño al
que es condenado un encausado, con ocasión de la acción civil
intentada por el Ministerio Público, opera a los veinte años.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de avisar recibo de su Comunicación


N°: 13-F13-0112-2004 del 13 de febrero de 2004, recibida en este
Despacho el 25 de febrero de 2004 y ratificada bajo el N° F13-0161-2004
de fecha 10 de marzo de 2004, mediante las cuales solicita se ´...emita
opinión sobre si procede o no la prescripción de la acción civil...por cuanto
según la nueva Constitución no prescriben los delitos de salvaguarda, y la
sentencia se dictó en el año 1990 y la Constitución en 1999 y no habían
transcurrido los 10 años...´, manifestando en la segunda de las
comunicaciones a las que se hizo referencia que ´...la audiencia había sido
suspendida, ya que estaba pautada para el día 9-3-2004, y no se presentó
escrito fiscal...´.
Al respecto, de la lectura efectuada al escrito de remisión, este órgano
asesor observa que en su comunicación no dió cumplimiento a los
requisitos que exige la Circular N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20, de fecha
29 de septiembre de 1999, referidos al procedimiento a seguir por parte de
los representantes fiscales para solicitar instrucciones y elevar consultas al
Fiscal General de la República, quien las evacuará por conducto de la
dependencia correspondiente, instrumento en el cual se establecen entre
otros particulares, que en el escrito remitido con ese fin, el fiscal del
Ministerio público debe dar su opinión con indicación de los fundamentos
legales en los cuales se sustente y sus respectivas conclusiones.
En ese sentido, es importante destacar, que la observancia de la Circular
intitulada ´Procedimientos para solicitar instrucciones y elevar consultas´
antes aludida, al igual que todas las que se encuentran vigentes son de
obligatorio acatamiento, por constituir el mecanismo mediante el cual el
Máximo representante de la Institución, da cumplimiento a una de sus
atribuciones conferidas en el numeral 19 del artículo 21 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público, cual es impartir instrucciones para cumplir con
eficacia los deberes a cargo del Ministerio Público, así como procurar la
unidad de acción de los funcionarios al servicio del organismo.
Aunado a lo antes señalado, debe advertirse que los fiscales del Ministerio
276
Público no deben supeditar el cumplimiento de sus funciones, en un
determinado proceso del cual esté conociendo, a instrucciones o
autorizaciones previas por parte del Despacho, ya que sus atribuciones-
deberes se encuentran expresamente reguladas en el ordenamiento
jurídico, funciones con las que deben cumplir a cabalidad, interviniendo y
ejerciendo las acciones correspondientes, todo ello según su criterio y de
acuerdo con la doctrina institucional imperante al momento.
De no aceptarse tal posición tendríamos, que admitir que mientras el fiscal
del Ministerio Público no reciba directrices o instrucciones provenientes del
Despacho, se abstendría de cumplir con sus funciones, contraviniendo así
una de sus atribuciones como lo es el de cumplir con sus funciones con
objetividad, diligencia y prontitud, y más aún en un proceso penal en el
cual los términos procesales son tan breves.
La excepción a ello la constituiría, la circunstancia de que el fiscal del
Ministerio Público tenga una comisión para actuar en determinado
proceso, y que dicha comisión tenga la instrucción expresa de informar al
comitente de toda actuación que deba realizarse al respecto.
No obstante lo antes señalado, esta Dirección de Consultoría Jurídica pasa
a emitir la opinión que el caso le merece:
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, consagra la
imprescriptibilidad de las acciones judiciales dirigidas a sancionar los
delitos contra los derechos humanos, o contra el patrimonio público o el
tráfico de estupefaciente.
Asimismo, prevé que previa decisión judicial serán confiscados los bienes
provenientes de las actividades relacionadas con tales delitos.
Ahora bien, toda comisión de un hecho que lesione intereses
fundamentales de la sociedad, da lugar a la interposición de una acción a
los fines de proteger el interés lesionado.
El término acción es definido por la Enciclopedia Jurídica Opus , de la
siguiente manera: ´proviene de la palabra latina actio operación. Accesere:
movimiento; actividad de una persona./ Acción es un derecho subjetivo
público, por el cual se requiere la intervención del órgano jurisdiccional
para la protección de una pretensión jurídica. Viene también a ser un poder
jurídico que tienen los sujetos de derecho, de acudir a los órganos
jurisdiccionales para reclamar la solución del conflicto/ Es el derecho,
facultad o poder de iniciativa personal de poder provocar el ejercicio de la
función jurisdiccional...´.
El legislador por su parte, como un medio de control social, aprisiona en
tipos penales conductas antisociales que ponen en peligro el equilibrio que
debe existir en toda comunidad; es decir, prohíbe determinadas acciones
sancionando su realización con la imposición de una pena, por cuanto
constituyen violaciones de mandatos y prohibiciones contenidos en la
norma penal.
Por otra parte, la citada Enciclopedia Jurídica , define el término pena,
como ´...el castigo impuesto por autoridad legítima al que ha cometido una
falta o delito, la comisión de un delito por parte de un sujeto culpable
determina la responsabilidad penal y por ello la sujeción del trasgresor a
las consecuencias que son indicadas por el orden jurídico: la pena. La
pena es pues, la consecuencia lógica del delito, y consiste en la privación
o restricción de ciertos derechos del trasgresor, que debe estar
previamente establecida en la ley, y que es impuesta a través de un
proceso, como retribución del mal del delito cometido´.
Establecida como ha sido la delimitación conceptual, se impone la

277
necesidad de hacer referencia a que tanto la acción penal como la pena se
extinguen por la prescripción.
La prescripción penal no es más que la extinción, por el transcurso del
tiempo, del ius puniendi del Estado, es decir, la pérdida del poder estatal
en sus dos manifestaciones: la de perseguir los hechos punibles
(prescripción de la acción penal) y la de penar los delincuentes
(prescripción de la pena).
En ese mismo sentido, Jorge Villamizar Guerrero señala que, ´...la
prescripción es el transcurso del tiempo en determinadas condiciones, sin
que el delito sea perseguido o sin que la pena sea ejecutada...´.
Al respecto, es importante destacar que la eficacia de la ley se encuentra
restringida entre otras circunstancias, por razones de orden temporal,
referidas al período de existencia de las normas. La vigencia limitada en el
tiempo hace que surjan los diferentes planteamientos que se presentan
con la sucesión de leyes. Cuando una ley que regula determinadas
situaciones de hecho se extingue por la sustitución de otra, donde quedan
por tanto regulados dichos hechos, se plantea la sucesión de leyes y con
ello la ley que debe aplicarse a los hechos realizados bajo la ley derogada.
Hay sucesión de leyes, según el Dr. Jorge Sosa Chacín, ´...cuando la ley
anterior pierde su poder por entrar en vigencia la posterior..´”.
Toda ley tiene un proceso de formación que culmina según lo determina la
Constitución y el Código Civil con la correspondiente publicación en la
Gaceta Oficial, con la excepción del señalamiento de un término para que
la misma comience a regir, lo que produce la llamada vacatio legis, durante
la cual rige la ley precedente.
La ley penal describe conductas jurídicamente vinculantes desde su
promulgación hasta su extinción, por lo que no puede ser aplicada a
hechos pasados, es decir no tiene efecto retroactivo. El principio de la
irretroactividad constituye la regla general que rige en nuestro
ordenamiento jurídico el problema de la sucesión de leyes.
Como complemento del mismo, se enuncia ´la no ultractividad de la ley
penal´, en virtud del cual una norma penal no puede aplicarse a hechos
ocurridos después del momento de la cesación de su vigencia.
Sin embargo, a pesar de que el principio de la irretroactividad de la ley
constituye la regla general, el propio ordenamiento jurídico por razones de
defensa social consagra la excepción a dicha regla, al admitir en los
artículos 2 y 24 del Código Penal y la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela respectivamente, la retroactividad de la nueva
ley, cuando ésta resulte más favorable al reo. Por lo tanto existe
retroactividad cuando se aplica la ley vigente para el momento de
pronunciarse el fallo a un caso acontecido durante la vigencia de una ley
ya derogada, y ultractividad cuando se aplica la ley vigente para el
momento de la perpetración de los hechos, a pesar que esté derogada
para el momento de dictarse el pronunciamiento.
La extractividad de la ley en sus dos formas, es decir tanto la retroactividad
como la ultractividad delimitan la validez de la ley penal en el tiempo,
rigiendo su aplicación por el principio supremo tempus regit actum, en
fuerza del cual la eficacia de la norma incriminadora queda circunscrita al
tiempo durante el cual está en vigencia.
Sin embargo, el prenombrado artículo 24 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, además de contemplar la excepción
al principio de la irretroactividad cuando la disposición legislativa imponga
menor pena, consagra las reglas de aplicación para las leyes de

278
procedimiento, disponiendo que deben ser aplicadas a partir del momento
mismo de entrar en vigencia aún en los procesos que se hallaren en curso.
En cuanto a la prescripción de la acción penal, el texto sustantivo la regula
de manera expresa en sus artículos 108, 109 y 110, los cuales deben ser
concatenados en este caso específico, por haber ocurrido el hecho antes
de la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y la Ley Contra la Corrupción y, con lo establecido en el artículo
102 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, con
ocasión del perjuicio ocasionado al Estado venezolano por parte de un
funcionario público en el ejercicio de sus funciones.
La referida ley especial a diferencia del Código Penal, fija un lapso de
prescripción de cinco (5) años para todos los delitos contemplados en ella,
los cuales se contaban siguiendo las reglas establecidas en el referido
código; sin embargo, cuando el infractor fuere funcionario público, la
prescripción comenzará a contarse desde la fecha de cesación en el cargo
o función, y si se tratare de funcionarios que gocen de inmunidad se
contará desde el momento en que ésta hubiere cesado o haya sido
allanada.
A tal efecto cabe recordar como bien usted señala en su comunicación,
que el constituyente consagró en el artículo 271 de la Carta Fundamental
de 1.999, que las acciones judiciales dirigidas a sancionar los delitos
contra el Patrimonio Público, son imprescriptibles; no obstante, debemos
señalar que en nuestro ordenamiento jurídico domina, la máxima tempus
regit actum a la que se hizo referencia, según la cual los hechos se regulan
por la ley vigente para el momento de su realización, siendo como ya se
señaló, una de sus vertientes, el principio de la irretroactividad de la ley, en
virtud del cual ésta no puede aplicarse a los hechos ocurridos con
anterioridad a su entrada en vigencia, salvo que la nueva ley sea más
favorable, supuesto en el que tendría efecto la retroactividad.
En consecuencia, es criterio de este Despacho, que en el caso que los
delitos contra el Patrimonio Público hayan sido perpetrados antes del
treinta de diciembre de mil noventa y nueve (30-12-1999), será aplicable la
prescripción de la acción penal contenida en el artículo 102 de la Ley de
Salvaguarda del Patrimonio Público, por ser la ley vigente para el momento
de su comisión, no operando la retroactividad de la ley por resultar menos
favorable lo contemplado al respecto en el texto constitucional.
Ahora bien, se observa del contenido de la comunicación, que sobre la
causa seguida contra el ciudadano José de la Cruz Madrid pesa sentencia
definitiva, por lo que en dicho caso no forma parte de la diatriba, el
dilucidar la ley a aplicar en lo relativo a la materia de la prescripción de la
acciones judiciales, ya que al haber sido juzgado el hecho se evidencia
que la acción para perseguir el delito se encontraba imperante, por lo que
dicho proceso se rigió bajo la vigencia de la Ley Orgánica de Salvaguarda
del Patrimonio Público y el Texto Constitucional de 1961.
No obstante, en cuanto a la responsabilidad civil derivada de delito, es
importante señalar la independencia de la misma con respecto a la
responsabilidad penal consagrada en el artículo 113 del Código Penal bajo
los siguientes términos: ´La responsabilidad civil nacida de la penal no
cesa porque se extinga ésta o la pena, sino que durará como las
obligaciones civiles con sujeción a las reglas del derecho civi´. En ese
sentido, el artículo 1.977 del Código Civil advierte en su parte in fine que
´...la acción que nace de una ejecutoria se prescribe a los veinte años...´.
Sin embargo, la influencia de fallo penal en la reclamación civil es

279
concluyente, toda vez que el sentenciado penalmente es igualmente
condenado a resarcir el perjuicio económico ocasionado. A ese respecto,
el encabezamiento del citado artículo 113 señala que ´Toda persona
responsable criminalmente de algún delito o falta, lo es también
civilmente...´, en esa misma línea de pensamiento el legislador estableció
en el artículo 115 ejusdem que ´Las demás personas exentas de
responsabilidad criminal lo están también de responsabilidad civil´.
En el caso que nos ocupa, a pesar de no señalar en su escrito la fecha
cierta en que la sentencia condenatoria quedó firme, refiere que la misma
fue dictada en el año 1990, de lo que se deduce que hasta la presente
fecha no ha transcurrido el tiempo necesario para que opere la
prescripción del resarcimiento del daño al que fue condenado el ciudadano
José de la Cruz Madrid, con ocasión de la acción civil intentada por el
Ministerio Público; de lo que se concluye que se encuentra vigente el
poder estatal que faculta el derecho de castigar, toda vez que no está dado
el supuesto requerido -transcurso del tiempo- para que se extinga la
responsabilidad civil declarada en juicio…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:24
CRBV art:271
CP art:2
CP art:108
CP art:109
CP art:110
CC art:113
CC art:115
CC art:1977
LOSPP art:102
LOMP art:21-19
CMP Nº DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
29-09-1999

DESC ACCION CIVIL


DESC ACCION PENAL
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC COMISO
DESC CONSULTAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PENAS
DESC PRESCRIPCIÓN
DESC RESPONSABILIDAD CIVIL
DESC RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES
DESC SALVAGUARDA DEL PATRIMONIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.339-345.

280
144
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-913-004 FECHA:20040517
TITL Los representantes del Ministerio Público con competencia en
régimen penitenciario y ejecución de sentencias están en el
deber de recibir las notificaciones y emplazamientos que con
motivo de las decisiones dictadas les sean remitidas por los
tribunales de ejecución de sentencias, dentro del margen de su
competencia.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Memorando N° DPDF-10-268,


mediante el cual envía adjunto, comunicación suscrita por la ciudadana Eliana
Cherubini Sánchez, Juez Quinto de Primera Instancia en Funciones de Ejecución
de Sentencias y Medidas de Seguridad del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, y anexos, relacionados con la negativa de los Fiscales
13 y 14 del Ministerio Público con Competencia a Nivel Nacional en materia de
Ejecución de Sentencia, de recibir las boletas de notificaciones y emplazamientos,
procedentes del aludido órgano jurisdiccional, y que remite a los fines que este
Despacho elabore el análisis jurídico correspondiente.
Argumenta a ese respecto, que ´…toda notificación en fase de ejecución de
sentencia, debe estar acompañada del auto que por resolución el juzgador dictare
sobre las condiciones impuestas al reo, a los fines del Ministerio Público ejercer la
oposición o corrección a que hubiere lugar, a tenor de los dispuesto en los
artículos 482 y 511 del Código Orgánico Procesal Penal´. Efectuado el anterior
planteamiento, esta Dirección de Consultoría Jurídica procede a emitir el dictamen
requerido en los términos siguientes:
Es principio general en materia de notificaciones y citaciones en el proceso penal,
que los fallos -sentencias y autos- salvo disposición en contrario, deben ser
notificados por el órgano jurisdiccional dentro del plazo al cual alude el artículo
179 de la ley de procedimiento penal, llenando los requisitos de forma previstos
en el artículo 182 ejusdem, en el sentido, que deberá ser practicada a través de
boleta suscrita por el órgano jurisdiccional, en la cual se indique el acto o decisión
a cuyo efecto se notifica Refiere a ese respecto, Jesús R. Quintero P. que ´…el
principio de que ‘ las partes están a derecho’ (…) ha sido totalmente invertido al
disponerse, como principio general, en un sentido diametralmente opuesto, en el
citado artículo 179 del Código Orgánico Procesal Penal, que las decisiones, esto
es las sentencias y los autos fundados (…) deben ser notificados…´.
La notificación, es definida por Manuel Osorio, como la ´Acción y efecto de hacer
saber, a un litigante o parte interesada en un juicio, cualquiera sea su índole, o a
sus representantes y defensores, una resolución judicial u otro acto del
procedimiento…´.
A su vez, el Diccionario Jurídico Espasa la puntualiza como el ´Acto procesal de
comunicación del tribunal que tiene por objeto dar noticia de una resolución,
diligencia o actuación, a todos los que sean parte en el pleito o la causa y también
a quienes se refieran o puedan causar perjuicios, cuando así se disponga
expresamente en aquellas resoluciones, de conformidad con la ley…´.
Así pues, una de las variantes conductuales por parte del sujeto que recibe la
comunicación del aludido acto procesal, estaría representada por el ejercicio del
derecho a interponer el recurso correspondiente. En ese sentido, el recurso, medio
impugnativo de las decisiones judiciales, es definido por la doctrina como ´…el
procedimiento y también el acto de parte que lo inicia, que tiene por objeto una
281
decisión jurisdiccional a la que se imputa un defecto de forma o de fondo y tiene
por finalidad la corrección de tal defecto´. De tal manera que, mediante la
interposición del recurso pertinente el sujeto legitimado para ello, solicita al órgano
jurisdiccional competente la revisión del fallo que le es adverso, con el objeto de
que el mismo sea reformado o revocado.
Según manifiesta Jorge Villamizar Guerrero, los medios de impugnación o
recursos tienen su sostén en el sistema de la doble instancia, la cual no viene a
ser otra cosa que ´…la posibilidad cierta de recurrir ante un órgano superior, que
es el que tiene la última palabra para decidir la controversia´.
Ahora bien, el legislador en el Libro Quinto del Código Orgánico Procesal Penal,
reguló en diferentes capítulos la materia relativa ´De la Ejecución de la Sentencia´,
recogiendo de esta manera en distintos dispositivos legales que se encuentran
comprendidos desde los artículos 478 al 515, respectivamente, el procedimiento a
seguir en esta etapa procesal, la cual según lo expresado por Magaly Vásquez
González, surge proyectada en el código adjetivo penal como:
´…una fase más del proceso, ello se deduce de la previsión del Art. 2 del citado
Código, en donde se establece la obligación para los jueces de juzgar y ‘ hacer
ejecutar lo juzgado’ , y al mismo tiempo resulta corroborado por el control
jurisdiccional que en la misma se advierte y la concreción en esta fase de algunos
de los principios procesales y de procedimiento…´.
La materialización del dispositivo del fallo tiene como propósito ´…dar
cumplimiento práctico a todas las disposiciones en ella contenida una vez que
está definitivamente firme, tanto en lo referente a la sanción principal, como a las
accesorias y a lo referente a las costas procesales (…) así como respecto a
medidas de seguridad impuestas. La ejecución comprende igualmente la solución
de los incidentes que se suscitan con motivo del cumplimiento de los extremos
arriba mencionados…´.
Dentro de este escenario tendríamos entonces, que en el caso en estudio, los
Fiscales Décimo Tercero y Décimo Cuarto del Ministerio Público a Nivel Nacional
en Régimen Penitenciario y Ejecución de Sentencias, respectivamente, se niegan
a recibir las boletas de notificaciones y emplazamientos emanados del órgano
jurisdiccional -Juez Quinto de Primera Instancia en lo Penal en Funciones de
Ejecución de Sentencias y Medidas de Seguridad del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, ciudadana Eliana Cherubini Sánchez-.
Dicha actuación la sustentan en el hecho que la juez en referencia, además de
cumplir con la obligación de notificarlos de la decisión dictada con ocasión a una
incidencia surgida durante el curso de la ejecución de la sentencia -tales como,
suspensión condicional de la pena, de las fórmulas alternativas del cumplimiento
de la misma, así como la redención judicial de la pena por el trabajo y el estudio-
está en el deber de remitirles copia de la resolución que atañe al otorgamiento de
la medida, adjunto a la advertencia, y como corolario de ésta las condiciones
impuestas al condenado, argumentación que es compartida por ese Despacho y
de lo cual discrepa el órgano jurisdiccional en mención por considerar que la ley
procedimental penal no lo constriñe a ello.
Visto el anterior planteamiento, esta Dirección de Consultoría Jurídica, a pesar de
tener presente la importancia práctica que para la agilización del trabajo podría
representar el contar con la aludida remisión, se ve en la necesidad de disentir del
criterio esgrimido por esa Dirección así como de la postura asumida por los
ciudadanos (…), en su carácter de Fiscales Décimo Tercero -cuando se
desempeñaba como tal- y Décimo Cuarto del Ministerio Público a Nivel Nacional
en Régimen Penitenciario y Ejecución de Sentencias, respectivamente.
Tal discrepancia tiene su fundamento toda vez que el análisis del conjunto de
normas que consagran la fase de la ejecución de la sentencia -artículos del 478 al
515 del Código Orgánico Procesal Penal- permite aseverar que de las mismas no
se desprende la obligación del Juez de Primera Instancia en Funciones de
Ejecución de Sentencias y Medidas de Seguridad para con el Ministerio Público,
de remitirle cada vez que lo notifique del otorgamiento de cualquiera de las
medidas anteriormente señaladas, copia del acto procesal en el cual convino su
concesión, es decir, la resolución dictada a ese efecto; deber que si se colige para
282
con el condenado, de conformidad con lo establecido en el artículo 511 ejusdem.
En efecto, reza el referido dispositivo legal que:
´Artículo 511.Otorgamiento. En el auto mediante el cual el tribunal otorgue
cualquiera de las medidas previstas en este Capítulo, fijará las condiciones que se
imponen al condenado. Este, en el acto de la notificación, se comprometerá a
cumplirlas, y recibirá una copia de la resolución. / Asimismo, se notificará de esta
al Ministerio Público…´.
En esa línea de pensamiento se hace necesario advertir, que constituye un deber
del representante del Ministerio Público en el proceso penal, el ejercer
oportunamente los recursos contra las decisiones judiciales que le sean
desfavorables, sobre la base de lo establecido en los artículos 34, numeral 14, de
la Ley Orgánica del Ministerio Público y 108, numeral 13, del Código Orgánico
Procesal Penal.
Concebido ello así, mal podrían negarse los aludidos funcionarios a recibir las
notificaciones y emplazamientos que con motivo de las decisiones dictadas, les
remitan los tribunales de ejecución de sentencias dentro del margen de su
competencia, máxime cuando es atribución de este Organismo, el garantizar la
celeridad y buena marcha de la administración de justicia, el juicio previo y el
debido proceso, de conformidad con lo consagrado en el artículo 285, numeral 2,
de la Carta Fundamental.
De allí que quedará a criterio del órgano jurisdiccional correspondiente, el tener
ese tipo de deferencia -remisión de la resolución dictada adjunto a la notificación-
para con el fiscal del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285-2
COPP art:2
COPP art:108-13
COPP art:179
COPP art:182
COPP art:478
COPP art:482
COPP art:511
LOMP art:34-14

DESC CELERIDAD PROCESAL


DESC CITACION
DESC EJECUCIÓN
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NOTIFICACIONES
DESC PENAS
DESC PENITENCIARIAS
DESC RECURSOS (DERECHO)
DESC REPRESENTANTES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.345-349.

283
145
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Despacho del Fiscal General de la República DFGR
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-12-1141-2004 FECHA:20040618
TITL El artículo 283 del Código Orgánico Procesal Penal impone un
deber de actuación al Ministerio Público, cuyo incumplimiento
no puede provenir de un órgano distinto.
Si el órgano policial descarta “motu propio” la comisión de
algunos hechos punibles y afirma la presunta comisión de
otros, excede con ello sus limitadas funciones como órgano
auxiliar del Ministerio Público en las investigaciones penales.
Cuando órganos distintos al Ministerio Público asumen la
función de dirigir la actividad investigativa penal en forma
independiente, a tal punto que descartan la responsabilidad de
algunos de los involucrados, ello implica la usurpación de
atribuciones exclusivas del Ministerio Público.
La inexistencia de la dirección de la investigación por parte del
Ministerio Público es un vicio de nulidad absoluta de las
actuaciones.
La investigación debe iniciarse si se produce efectivamente la
imputación pública, siempre que no exista una investigación
iniciada anteriormente por el Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Memo Rápido N°


DFGR-0609-2003, y sus anexos: Oficios DGSIM-AJ-N° 03-223 y DGSIM-AJ-N°
03-226, ambos de fecha 6 de junio de 2003, según los cuales el Director General
Sectorial de Inteligencia Militar del Ministerio de la Defensa, General de Brigada
(Ej.) Alí de Jesús Uzcátegui Duque, remite al Fiscal General de la República dos
expedientes, signados con los números 031/2.2002 y 009/2.003, respectivamente.
Los mismos según se afirma, estarían relacionados con averiguaciones
administrativas (En realidad, no se trata de los expedientes originales, sino de
copias, las cuales aunque están selladas al dorso, no están certificadas).
Del estudio de las aludidas comunicaciones y de las copias de los expedientes
respectivos, esta Dirección aprecia que en ambos casos se han adelantado
investigaciones penales de forma irregular, practicando actuaciones de corte
investigativo, casi sin intervención del Ministerio Público, tal y como seguidamente
se expondrá.
1. Irregularidades
En las dos comunicaciones recibidas se expresa que la remisión se realiza para el
debido conocimiento del Fiscal General de la República y ´en cumplimiento de lo
establecido en los artículos 283 y 287, numeral 2° del Código Orgánico Procesal
Penal´.
Al respecto se observa en primer lugar, que el artículo 283 del Código Adjetivo
Penal es una norma que impone un deber de actuación al Ministerio Público, en
razón de lo cual no podría ser cumplida ni incumplida por el Director General
Sectorial de Inteligencia Militar.
Con relación al artículo 287, numeral 2, del referido instrumento normativo, se
aprecia que dicha disposición establece para los funcionarios públicos el carácter
obligatorio de la denuncia ´cuando en el desempeño de su empleo se impusieren
de algún hecho punible de acción pública´, de manera que la citada norma no es
284
aplicable cuando el funcionario que con ocasión al ejercicio de sus funciones
tenga conocimiento de la comisión de un hecho punible, forme parte de un
organismo con facultades de policía de investigaciones penales, tal y como ocurre
en el presente caso con la Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar,
porque en este último supuesto se debe aplicar el artículo 284 del Código
Orgánico Procesal Penal, el cual dispone que:
´…si la noticia es recibida por las autoridades de policía, éstas la comunicarán al
Ministerio Público dentro de las doce horas siguientes y sólo practicarán las
diligencias necesarias y urgentes…´.
Así entonces, el órgano de inteligencia militar no dio cumplimiento a lo ordenado
por el dispositivo legal antes citado, por cuanto no informó al Ministerio Público en
el término legal, de la presunta comisión de hechos punibles y más aún, realizó
actuaciones invocando su carácter de ´Órgano de Apoyo a la Investigación Penal´,
sin sujetarse a la dirección que el Ministerio Público debe realizar de la actividad
investigativa, por mandato constitucional y legal.
En tal sentido, la Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas contempla en su artículo 14, numeral 6, que ´Los cuerpos policiales
de inteligencia´ son ´órganos de apoyo a la investigación penal´ (denominación
impropia, pues el Código Orgánico Procesal Penal los agrupa a todos, en igualdad
de condiciones, con el nombre ´órganos de policía de investigaciones penales´)
siendo inconstitucionales las limitaciones que se les imponen en la participación
en la investigación.
Así entonces, en el curso de actuaciones supuestamente ´administrativas´, se tuvo
noticia de la presunta comisión de varios hechos punibles, por parte no sólo de los
ciudadanos a los que se refieren los oficios de remisión sino también por otros
funcionarios de la Dirección General de Inteligencia Militar, algunos de los cuales
son funcionarios militares activos. Sin embargo, ese organismo descartó “motu
propio” la comisión de algunos hechos punibles y afirmó la presunta comisión de
otros, excediéndose con ello de sus limitadas funciones como órgano auxiliar del
Ministerio Público en las investigaciones penales.
Es importante traer a colación lo señalado por el autor Eric Lorenzo Pérez
Sarmiento, quien al interpretar el artículo 284 del Código Orgánico Procesal Penal
expresó que:
´El contenido de este artículo es inequívoco en dos sentidos: primero, porque la
policía, cualquiera sea el cuerpo policial de que se trate y cualquiera sea la vía por
la que conozca de la posible existencia de hecho punible, no puede iniciar el
procedimiento por sí, es decir, no puede dictar orden de apertura de la fase
preparatoria, sin la anuencia del Ministerio Público, sino solamente asegurar los
elementos indispensables que permitan la investigación del hecho; y segundo: que
esta disposición atañe por igual a todos los cuerpos policiales, por cuanto las
disposiciones del presente Código, deben prevalecer, en tanto ley orgánica y
especial en materia de proceso penal, por encima del DLOICPC y de cualquier
otra ley administrativa de policía. En este último sentido, lo aquí establecido vale
para todos los cuerpos policiales´.
/Por ‘ diligencias urgentes y necesarias, a los efectos de este artículo, debemos
entender la preservación del lugar del suceso o hallazgo, la toma de declaraciones
a las personas que pudieran tener conocimiento de los hechos, el auxilio a heridos
o lesionados y la evitación de consecuencias nocivas permanentes del hecho
dañoso. Para eso son más que suficientes las ocho horas a que se refiere este
artículo, pues no son para investigar como han creído algunos jefes policiales.
/Este artículo debe ser interpretado en estricta correspondencia con los artículos
del DLOICPC, que complementan las disposiciones del Código Orgánico Procesal
Penal en el sentido de que los cuerpos policiales no pueden realizar funciones de
instrucción en el proceso penal, y su absoluta subordinación al Ministerio Público
en esta actividad´.
Debe insistirse entonces, que aunque en los oficios de remisión se señala que los
expedientes correspondientes contienen averiguaciones administrativas, los
mismos contienen igualmente actuaciones de investigación penal, toda vez que
cuando en ambos casos se tuvo conocimiento de la presunta comisión de hechos
285
punibles de acción pública, se realizó la subsiguiente actividad investigativa penal.
En este orden de ideas, es improcedente que aún calificando de administrativas
las actuaciones practicadas, muchas de ellas se hagan supuestamente
sustentadas en la condición de órganos de policía de investigaciones penales o
con apoyo en disposiciones del Código Orgánico Procesal Penal, aplicables sólo
por los organismos que pueden participar en la investigación penal cuando actúan
como auxiliares del Ministerio Público.
Ahora bien, antes de expresar la opinión de esta Dirección en cuanto la situación
irregular que se ha comentado, se hará referencia brevemente al contenido de
cada uno de los expedientes, especialmente para indicar los presuntos hechos
punibles cuya investigación se hace necesaria y quiénes podrían figurar como
imputados. En este sentido es necesario puntualizar, que las conclusiones a las
que se arriba en los mencionados expedientes sobre la inexistencia de
responsabilidad penal de funcionarios adscritos a la Dirección General Sectorial
de Inteligencia Militar no limitan al Ministerio Público en cuanto a sus facultades
investigativas. 2. Actividades de investigación sin participación del Ministerio
Público.
2.1. Expediente N° 031/2.002
Contiene una supuesta ´Averiguación Administrativa´ realizada por la Inspectoría
General de la Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar del Ministerio de la
Defensa a los ´ex funcionarios (DIM) Rafael Rodríguez Martínez, Carlos Andrés
Pereira y Humberto Ávila… de cuyas resultas se presume que los citados
ciudadanos están involucrados en la comisión de hechos punibles´.
Sobre este expediente debe precisarse lo siguiente:
a) Desde el día 9 de agosto de 2002 la mencionada Inspectoría General, conoció
que ´Funcionarios Operativos´ de la Dirección General Sectorial de Inteligencia
Militar presuntamente estaban ´participando en los delitos de Tráfico de Droga,
Tráfico de Armas y Municiones, Sicariato y Extorsión´ (Folio 2. Ver además el
anexo 2, inserto al folio 18). No se notificó al Ministerio Público, violándose así lo
dispuesto en el artículo 284 del Código Orgánico Procesal Penal.
b) El Director General Sectorial de Inteligencia Militar comisionó a dos funcionarios
del organismo a su cargo pertenecientes a la Dirección de Contrainteligencia,
quienes el día 1° de octubre de 2002 se trasladaron hasta Guasdualito, Estado
Apure, ´con la finalidad de efectuar averiguaciones referentes a las presuntas
vinculaciones con actividades ilícitas por parte de Funcionarios Adscriptos a la
Unidad Regional N°22 (DIM-GUASDUALITO)´ (Folio 2). Estos funcionarios
realizaron un conjunto de actuaciones investigativas, insertas en los folios 31 al
105, sin que el Ministerio Público fuere notificado y por consiguiente, sin que se
diese inicio a una investigación penal por orden de la Institución, contraviniéndose
así lo previsto en los artículos 108, numerales 1 y 2; 283; 284 y 301, del Código
Orgánico Procesal Penal entre otros, y lo que es mucho más grave, en franca
violación del artículo 285, numeral 3, de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, relativas todas estas normas, a las atribuciones del
Ministerio Público para ordenar y dirigir la investigación sobre la comisión de
hechos punibles, así como la dirección de los órganos de policía de
investigaciones que tienen el deber de auxiliarle.
c) Los funcionarios policiales comisionados practicaron varias declaraciones
tendentes a investigar la presunta comisión de los hechos punibles respectivos
(folios 31 al 40) y manifestaron en varias de las actuaciones constantes en actas,
que procedían de conformidad con los artículos 112 y 303 del Código Orgánico
Procesal Penal. Esto no es cierto, porque tales disposiciones legales sólo son
aplicables en el curso de una investigación penal iniciada por el Ministerio Público
y desarrollada bajo su dirección. De esta manera, la primera de esas normas está
dirigida a los órganos de policía de investigaciones penales y se refiere a las
actuaciones que los mismos practican durante la investigación, y debe
interpretarse en armonía con los artículos 113 y 114 eiusdem, relativos al deber de
información y a la subordinación de los mencionados órganos respecto al
Ministerio Público como director de la investigación penal.
d) Las declaraciones tomadas y las demás actuaciones realizadas tenían por
286
objeto investigar la presunta comisión de hechos punibles, razón por la cual
debieron practicarse dentro de una averiguación cuyo inicio hubiera dispuesto el
Ministerio Público y que debían realizarse según las directrices de la Institución.
e) La supuesta averiguación administrativa se inició después de que transcurriera
más de dos meses de haberse tenido conocimiento de la presunta comisión de
hechos punibles, una vez que fueron concluidas en fecha 22 de octubre de 2002
las actuaciones investigativas previas adelantadas por una Comisión de la
Dirección de Contrainteligencia del Ministerio de la Defensa (Adscrita a la DGSIM),
es decir incluso, al encabezar las entrevistas realizadas en el curso de la supuesta
averiguación administrativa adelantada contra funcionarios de la Dirección
General Sectorial de Inteligencia Militar del Ministerio de la Defensa, se señala
que los declarantes comparecen ante la ´Dirección General Sectorial de
Inteligencia Militar, Órgano de Apoyo a la Investigación Penal´.
En el expediente que se comenta, se aprecia según el correspondiente parte
diario de la División de Inteligencia del Teatro de Operaciones N° 1 de la Fuerza
Armada Nacional, que el día 9 de agosto de 2002, se recibió información ´del
informante Rayo´ sobre la participación del Sub-comisario Rafael Santiago
Rodríguez Martínez en el transporte de ´droga´ ´desde Arauca hasta la ciudad de
Guasdualito´ en un vehículo ´machito´ Toyota de color blanco, además de otras
actividades del referido funcionario (Anexo N° 2; folio 18: documento confidencial).
El 14 de agosto de 2002, el mismo informante se refirió a la participación de
Rafael Santiago Rodríguez Martínez en el tráfico de armas y municiones (Anexo
N° 2; folio 19: documento confidencial). También se reitera lo relativo al transporte
de ´droga´ y se vincula a dicho ciudadano con el sicariato.
En el parte diario de la División de Inteligencia del Teatro de Operaciones N° 1 de
la Fuerza Armada Nacional, de fecha 16 de agosto de 2002, se menciona entre
otros, a un funcionario de la ´DIM´ de nombre ´Rafael´, señalado por un informante
denominado ´El Gordo´. Asimismo se alude a los funcionarios ´Pereira´ y
´Humberto´ (folio 21).
En el ´parte diario´ inserto al folio 22, se hace referencia a la visita de un
funcionario del ´CICPC´, quien solicitó que funcionarios adscritos a la División de
Inteligencia del Teatro de Operaciones N° 1 de la Fuerza Armada Nacional,
visitaran a uno de sus informantes, el cual resultó ser una ciudadana que
manifestó que un tío suyo fue víctima de un secuestro e indicó que entre los
autores y partícipes del delito se encuentran ´Cristóbal´, ´Pereira´, ´Humberto´ y
´Rafael´. Además de lo relacionado con el presunto secuestro, la informante
habría manifestado que Rafael Rodríguez traficaría con drogas a cambio de
armas.
En virtud de los ´partes diarios´ antes comentados, desde el día 2 de octubre de
2002, los comisionados de la Dirección de Investigaciones de la Dirección General
de Inteligencia Militar (En lo adelante DIM), realizaron una serie de diligencias de
investigación, las cuales son las siguientes:
1) Entrevista con la ciudadana Eliana Marina Mejías Garrido (2 de octubre de
2002), quien denunció el secuestro de su tío y que en razón de que no conseguía
el dinero que le exigían, fue hostigada y golpeada. Dijo además que los
funcionarios de la DIM relacionados con el caso eran ´Humberto´, ´Pereira´,
´Hugo´, ´Celso Cristel´ y el ´Comisario Rafael Rodríguez´ (folio 31). A esta
ciudadana se el interrogó nuevamente el 7 de octubre de 2002, pero se negó a
contestar la mayoría de las preguntas.
2) Entrevista al ciudadano Selso (sic) Cristel Santana González (3 de octubre de
2002), quien manifestó ser primo de Eliana Marina Mejías Garrido, pero contradijo
las afirmaciones de esta ciudadana. Por otra parte, admitió haber visitado el
Departamento de Arauca (Colombia), junto con otros funcionarios de la DIM
(´Pereira´, ´Guanipa´, ´Galeano´, ´Hugo´), “en el machito blanco, en el vino tinto,
cuando iba al Consulado” (Folio 35).
3) Acta policial del 2 de octubre de 2002, practicada ´de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 112 y 303 del Código Orgánico Procesal Penal´, suscrita
por los Comisarios de la DIM Juan Pablo Paiva y José Francisco Ramos
Montezuma, quienes se entrevistaron con el Teniente Coronel Oscar Aponte
287
Landaeta, Comandante del Destacamento de Fronteras N° 17 de la Guardia
Nacional, quien habría manifestado que no le ha observado ´una conducta
irregular´ al Sub-comisario Rodríguez Martínez. (Folio 42).
4) Acta policial del 2 de octubre de 2002, que habría sido practicada, según se
afirma erróneamente, ´de conformidad con lo dispuesto en los artículos 112 y 303
del Código Orgánico Procesal Penal´, suscrita por los Comisarios de la DIM Juan
Pablo Paiva y José Francisco Ramos Montezuma, quienes se entrevistaron con el
Coronel (Ej.) Ricardo Zomacal Longo, Jefe de la División de Inteligencia del Teatro
de Operaciones N° 1, quien les entregó un manuscrito que habría elaborado un
funcionario de la DIM, de apellido Arévalo, y les informó que el Sub-comisario
Rafael Rodríguez Martínez ´presuntamente esta (sic) relacionado con el sicariato”,
dado que según afirma, éste último “el día que ajusticiaron a los cuatros
ciudadanos colombianos del Amparo estaba en el sitio y luego regresó
nuevamente al lugar del hecho… donde saludo (sic) a un Oficial… (Capitán de
Fragata Pablo Ustariz Márquez)´.
Por otra parte, respecto al expediente que se analiza, se observa que ni siquiera
puede afirmarse que exista una averiguación legal y formalmente iniciada, pues no
consta en modo alguno que el Ministerio Público haya impartido la orden
respectiva.
Sin embargo, de acuerdo con lo que se afirma en la ´cuenta´ cursante en los folios
223 al 238, el ciudadano Rafael Rodríguez Martínez, uno de los investigados,
solicitó el inicio de una investigación por imputación pública, pero la representante
del Ministerio Público no lo hizo, sino que solicitó información a los organismos
policiales de la zona, obteniendo como respuesta que ´no cursa averiguación
alguna en su contra´.
Al respecto es de destacar, que esta respuesta implica que la representante fiscal
ignoró que la investigación debe iniciarse si se produce efectivamente la
imputación pública, siempre que no exista una investigación iniciada anteriormente
por el Ministerio Público, todo lo contrario a lo ella pareciera suponer. A pesar de
ello, se estima que el fiscal que sea comisionado para conocer del caso, no sólo
debe dar formal inicio a la investigación, sino que también es necesario que
requiera información a la Fiscal Tercera del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Apure acerca del curso definitivo de la solicitud
de inicio de la investigación que le fuere formulada por el ciudadano Rafael
Rodríguez Martínez.
2.2. Expediente N° 009/2.003
Contiene la supuesta ´Averiguación Administrativa´ realizada por la Inspectoría
General Sectorial de Inteligencia Militar del Ministerio de la Defensa a los ´ex
funcionarios (DIM) Félix Jesús Guicara Hurtado y Carlos José Pérez… de cuyas
resultas se presume que los citados ciudadanos están involucrados en la comisión
de hechos punibles.´.
La instrucción de la aludida averiguación administrativa se desarrolló durante el
primer semestre del año 2003, independientemente de la investigación penal
relacionada con los mismos hechos iniciada en 2002.
En el curso de dicha averiguación administrativa, se entrevistó a los ciudadanos
Félix de Jesús Guaicara Hurtado, Carlos José Pérez, Cesar Augusto Sotillet
Urbaneja, Rosa Aura Clemente, Alirio del Mar Zerpa, Isidro Jesús Ledezma Sierra,
Juan Estaban Ledezma Sierra y José Francisco Silva Coronil.
Asimismo, los ciudadanos Guido Jesús Tovar y Luis Rafael Huise, realizaron un
´reconocimiento fotográfico´ de los ciudadanos Félix Guaicara Hurtado y Carlos
José Pérez.
Es de hacer notar, que el ciudadano Luis Rafael Huise Ereipa no fue entrevistado
en el curso de la averiguación administrativa, con posterioridad a la interposición
de la respectiva denuncia que dio origen a la correspondiente averiguación
administrativa.
Ahora bien, estima este Despacho, que la mencionada averiguación administrativa
está íntimamente relacionada con la investigación penal iniciada antes y aún sin
concluir. En efecto, en el ´ACTA DE FORMULACIÓN DE CARGOS´ de dicha
´averiguación administrativa´ se indica que los funcionarios investigados estarían
288
incursos en la causal de destitución prevista en el artículo 86, numeral 11, del
Estatuto de la Función Pública, el cual establece que ´serán causales de
destitución… Solicitar dinero o cualquier otro beneficio, valiéndose de sus
condición de funcionario o funcionaria público´.
Es evidente que de comprobarse la conducta descrita, dicho hecho tendría
consecuencias jurídico-penales, pues podría configurarse la comisión del delito
previsto en el artículo 67 de la entonces vigente Ley Orgánica de Salvaguarda del
Patrimonio Público, el cual disponía que:
´Cualquier funcionario público que por hacer, retardar u omitir algún acto de sus
funciones, o que por efectuar alguno que sea contrario al deber mismo que ellas
impongan, reciba o se haga prometer dinero u otra utilidad, por sí mismo o
mediante otra persona, para sí o para otro, será penado con prisión de tres a siete
años y multa de hasta cincuenta por ciento del beneficio recibido o prometido…´.
En efecto se cometería el delito previsto en la citada norma, si los funcionarios
denunciados hubieren desempeñado alguna función en los organismos en los
cuales se debían realizar los trámites por los cuales se habría exigido dinero en
forma indebida. Si dichos funcionarios no laboraban en las respectivas
dependencias, pero pretendieron tener alguna influencia en los trámites que se
realizan en las mismas, se podría haber cometido entonces el delito previsto en el
artículo 72 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del patrimonio Público, el cual
establece que:
´El funcionario público que en forma indebida, directamente o por interpuesta
persona, con aprovechamiento de las funciones que ejerce o usando las
influencias derivadas de las mismas, hubiere obtenido ventaja o beneficio
económico para sí o para un tercero, será castigado con prisión de de dos a
cuatro años…´.
Ahora bien, entre los medios de prueba promovidos en la averiguación
administrativa, se encuentra la copia de un expediente seguido al ciudadano
Antonio Rafael Martínez Velandria, la cual se incorporó al expediente
administrativo comentado.
Sobre la aludida investigación penal se aprecia, que el día 31 de mayo de 2002, la
Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar tuvo noticias de la presunta
comisión del delito de estafa, cometido en la tramitación de pasaportes que habría
realizado el ciudadano Antonio Rafael Martínez Velandria, haciéndose pasar por
coronel retirado de la Fuerza Aérea Venezolana.
Si se aprecia el dicho del ciudadano Luis Rafael Huise Ereipa, en la entrevista de
fecha 17 de febrero de 2003, se puede afirmar que el mismo hace referencia a la
participación de los funcionarios identificados como ´Guaicara y Carlos Pérez´,
quienes habrían recibido una determinada cantidad de dinero, para servir de
´enlace con FONTUR, para conseguir unos carros y para eso le dijeron que le
diera cinco millones de bolívares…´, aunque también se refirió al supuesto coronel
´Martínez Velandria Antonio Rafael´, a quien le habrían entregado dieciséis
millones de bolívares.
Asimismo, el denunciante afirma que el funcionario ´Guaicara´ lo interceptó
cuando se dirigió a interponer la correspondiente denuncia en la Dirección General
Sectorial de Inteligencia Militar, aseveración que es confirmada por lo declarado
por el funcionario de este organismo César Augusto Sotillet Urbaneja, cuando fue
entrevistado el día 5 de marzo de 2003.
Es igualmente relevante, que las declaraciones de los ciudadanos Isidro Jesús
Ledesma Sierra, Juan Estaban Ledezma Sierra y José Francisco Silva Coronil
(Quienes niegan que le hayan entregado dinero a los funcionarios de inteligencia
investigados), son irreconciliables con lo declarado por Luis Rafael Huise Ereipa y
César Augusto Sotillet Urbaneja, por lo cual se hace necesario profundizar en la
investigación a fin de determinar cuál es la versión cierta sobre lo acontecido, sin
que deba tomarse necesariamente como criterio determinante la cantidad de
declaraciones que apoyan o niegan determinada tesis.
Al respecto es preciso aclarar, que aunque exista evidencia de que el ciudadano
Rafael Martínez Velandría recibió cantidades de dinero por las supuestas
gestiones que se harían para la adquisición de vehículos incluidos en programas
289
del Fondo para el Desarrollo del Transporte Urbano -FONTUR-, ello no excluye la
participación de los funcionarios investigados, máxime cuando un tercero a los
hechos, el ciudadano César Augusto Sotillet Urbaneja (también funcionario de la
Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar), señala que uno de ellos, “El
Inspecto Guaicara” trató de evitar que el ciudadano Luis Rafael Huise Ereipa
formulara la respectiva denuncia ´pidiéndoles que por favor no fueran a hacerle
una denuncia ya que el (sic) iba a ser responsable del pago de la deuda´. Esto
concuerda perfectamente con lo afirmado por el denunciante, quien expuso que
´… Guaicara…nos paro (sic) y nos dijo que no lo denunciáramos porque sino (sic)
iba a perder el trabajo´ (folio 2). Ante esta correspondencia, surge la siguiente
interrogante: ¿Qué motivación puede llevar a que un denunciante -y un funcionario
del cuerpo policial involucrado- coincidan sobre su conocimiento de los hechos,
evidenciando la responsabilidad de funcionarios del mismo organismo policial? Si
no existe una motivación especial, los testimonios resultan creíbles.
Además, resulta inverosímil que un grupo de ciudadanos entregue significativas
cantidades de dinero (millones) a un gestor (Rafael Martínez Velandría, quien lo
admite en su declaración cursante a los folios 137 y 138 con sus contracaras), que
no trabaja en la institución en la cual se realiza la tramitación, sin tener alguna
evidencia de su ascendencia sobre funcionarios que efectivamente puedan lograr
lo requerido, en este caso, la adquisición de un vehículo automotor, siendo más
razonable que sean otros funcionarios quienes tengan las influencias necesarias.
Llama la atención, que Rafael Martínez Velandria no haya sido interrogado acerca
de la participación en los hechos investigados, de los funcionarios Jesús Guaicara
Hurtado y Carlos José Pérez (justamente quienes eran objeto de una averiguación
administrativa).
Por otra parte se ha obviado, que también quienes entreguen cantidades de
dinero para que funcionarios públicos influyan en la obtención de algún beneficio,
podrían incurrir en la comisión de hechos punibles.
En este orden de ideas se aprecia, que el ciudadano Rafael Martínez Velandría
estaría vinculado asimismo a irregularidades en la tramitación de pasaportes (ver
copia del expediente penal), además de que él señaló que ha actuado como
´facilitador habitacional´; todo lo cual evidencia preliminarmente que se trata de un
gestor “profesional”, y debe presumirse en principio que actúa siempre con la
complicidad de funcionarios públicos que obran como ´contactos´.
En cuanto a la intervención del Ministerio Público, a partir de la notificación del
Fiscal Militar Superior ante el Consejo de Guerra Permanente de Caracas
realizada mediante el Oficio N° DGSIM-005-434/02, en fecha 4 de julio de 2002,
en virtud del principio de unidad e indivisibilidad de la Institución, se estima que las
actuaciones del funcionario en referencia son válidas, a pesar de que la
investigación corresponde a la competencia de los tribunales ordinarios, y por lo
tanto la actividad investigativa debe reputarse formalmente iniciada desde que se
produjo su intervención.
Sin embargo, dado que se investigan presuntos delitos previstos en la entonces
vigente Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, sancionados
también por la ley que la sustituyó, de cuyo conocimiento están excluidos los
tribunales militares, por cuanto su competencia está circunscrita a los delitos de
naturaleza militar, el expediente penal original (no una copia, ni siquiera
certificada) debería ser requerido y ser asignado a un fiscal de proceso con
competencia penal en materia de Salvaguarda del Patrimonio Público.
En relación con las actuaciones practicadas sin el control del Ministerio Público
respecto al expediente que se analiza, como más adelante se analizará, se
aprecia que debe solicitarse la nulidad de las mismas, dada la incompetencia
material manifiesta de cuerpo policial para fijar el curso y la orientación de la
investigación penal, al punto que se desvió lo relativo a la investigación de dos
funcionarios del propio organismo investigador quienes fueron denunciados, hacia
la autoría de un tercero.
Por último resulta sumamente extraño, que si bien se concluyó que no estaba
comprobada la participación de los funcionarios Jesús Guaicara Hurtado y Carlos
José Pérez en los hechos investigados, sin embargo se propuso la destitución de
290
sus cargos (y así fue aprobado).
3. Consecuencias jurídicas de la actuación irregular de los funcionarios de la
Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar del Ministerio de la Defensa.
En opinión de este Despacho, los expedientes cuyas copias fueron remitidas a
este Despacho adolecen de vicios que implican la nulidad absoluta de aquellas
actuaciones practicadas en violación de disposiciones constitucionales y legales,
fuera de su marco competencial.
En efecto, cuando órganos distintos al Ministerio Público asumen la función de
dirigir la actividad investigativa penal en forma independiente, a tal punto que
descartan la responsabilidad de algunos de los involucrados, ello implica la
usurpación de atribuciones exclusivas del Ministerio Público, por parte de órganos
que pertenecen a otra rama del Poder Público, como es el caso del Poder
Ejecutivo, configurándose así un vicio de nulidad absoluta por imperativo del
artículo 138 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
conforme al cual:
´Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos´.
Es preciso recalcar que esta nulidad por mandato constitucional es absoluta y es
independiente de los supuestos previstos en el Código Orgánico Procesal Penal.
No obstante, debe tenerse en cuenta que, como lo señala Jesús Eduardo Cabrera
Romero, el Código Adjetivo Penal sí prevé el caso de la nulidad a consecuencia
de la incompetencia material, si bien no lo hace dentro de las normas relativas a
las nulidades sino en las atinentes a la competencia, como más adelante se
apreciará.
La nulidad comentada tiene carácter absoluto, por cuanto el citado artículo 137 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela señala que la actividad
usurpada es ´ineficaz´, es decir, que desde un punto de vista jurídico debe
negárseles todo efecto lícito y por consiguiente los actos de esa autoridad ´son
nulos´.
Al respecto es preciso traer a colación lo expresado por el Magistrado de la Sala
Constitucional y Director de la Revista de Derecho Probatorio, Dr. Jesús Eduardo
Cabrera Romero, quien analiza la situación procesal que se presenta frente
actuaciones policiales de investigación penal realizadas al margen del control y
dirección del Ministerio Público y señala lo siguiente:
´Tratándose que los miembros de la policía judicial son funcionarios que no
pueden salirse en sus actuaciones de las competencias y formalidades que les
señala la Ley, ellos –conforme al Art. 108 COPP - no podrán practicar diligencias
conducentes a la determinación de los hechos punibles y a la identificación de los
autores, si no están dirigidos en esas actuaciones por el Ministerio Público (Art.
105-2 COPP), quien las ordena y supervisa, excepto la práctica de diligencias
necesarias y urgentes cuando la policía reciba noticias del acaecimiento de un
hecho punible (Art. 293 COPP), o cuando actúa en supuestos de flagrancia; por lo
que fuera de estos casos excepcionales, la dirección del Ministerio Público tiene
que constar en alguna forma, ya que ella es la que legitima la acción policial, pero
no dice el COPP, ni como se constata esa dirección ni que efectos producen los
actos de investigación policial realizados sin dirección. / Como la actuación policial
responde a una competencia funcional que debe ceñirse al cumplimiento de
determinados requisitos ( en estos casos, dirección de las actividades por el
Ministerio Público), pensamos que bien sea de forma genérica o específica, pero
documentada, deben constar las órdenes y directrices a la policía de
investigación, y que si ellas no existen o no se demuestra que existieron, y no se
está ante los casos del artículo 293 COPP o de los de flagrancia, las actuaciones
de la policía de investigación son nulas por aplicación del Art. 119 CN, el cual
reza: ‘ Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos’ , lo que se ve
apuntalado por el artículo 66 COPP que contempla la nulidad por incompetencia
material. Obrar sin el consentimiento (dirección) del Ministerio Público, conlleva a
que los actos policiales de investigación se realizaron usurpando funciones, por lo
tanto, son nulos...´ (Algunas apuntaciones sobre el sistema probatorio del COPP
en la fase preparatoria y en la intermedia, por Jesús Eduardo Cabrera Romero,
en: Revista de Derecho Probatorio N° 11, Ediciones Homero, Caracas, 1999, pp.
291
27,28.
En consecuencia, la inexistencia de la dirección de la investigación por parte del
Ministerio Público es un vicio de nulidad absoluta de las actuaciones. En cambio,
se estaría frente a un vicio de nulidad relativa, cuando aún existido las
instrucciones escritas, el funcionario del órgano de policía de investigaciones no
señala expresamente que actúa según tales directrices. En este caso, el acto
puede ser saneado mediante la presentación de correspondiente instrucción
escrita. Así lo expresa el mencionado autor en su citada obra, al expresar, que:
´En las actas que confecciones la policía de investigaciones penales deberá
dejarse constancia de las instrucciones recibidas del Ministerio Público (Art. 11
LPIP). Su ausencia la consideramos causa de nulidad relativa, si las instrucciones
existían y se presentan saneando el vicio.´ (p.51).
4. Correctivos a las irregularidades en la actuación de los funcionarios de la
Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar del Ministerio de la Defensa
Frente esta situación de nulidad absoluta de actuaciones investigativas
practicadas por la Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar del Ministerio
de la Defensa, por haberse realizado sin orden ni dirección del Ministerio Público,
este Despacho considera que deben tomarse dos medidas fundamentales:
1) Requerir al mencionado Despacho los originales de los expedientes
respectivos, salvo las actuaciones referidas a procedimientos disciplinarios, de las
cuales se deben solicitar copias certificadas y 2) Solicitar la nulidad de las
actuaciones de investigación practicadas sin el conocimiento ni la dirección del
Ministerio Público. Previamente, la Institución debería dar inicio formal a las
investigaciones, en atención a las circunstancias que les dieron origen (informes
de inteligencia y denuncias de particulares).
En tal sentido debe aclararse, que no forman parte de las actuaciones viciadas de
nulidad absoluta las mencionadas actividades iniciales de inteligencia policial que
motivaron la actividad investigativa propiamente dicha en relación con el
Expediente N°031/2.002. Se trata de informaciones sin procesar, es decir, sin
investigar, y en consecuencia no requieren la dirección del Ministerio Público.
En cambio, desde que se tuvo conocimiento de la presunta comisión de hechos
punibles por funcionarios identificados, era ya necesaria la participación al
Ministerio Público, para que se diese inicio a la correspondiente investigación
penal.
Asimismo, las actas de recepción de denuncias quedan al margen de la nulidad
absoluta, pues las autoridades policiales sí son competentes para recibirlas,
aunque no podían iniciar motu proprio ninguna investigación penal.
No ocurre lo mismo con las entrevistas practicadas por funcionarios de la
Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar sin sujeción a la dirección del
Ministerio Público, cuya nulidad es notoria.
En este sentido se estima, que no existen en los respectivos expedientes
diligencias realizadas por su necesidad y urgencia según el supuesto previsto en
el artículo 284 del Código Orgánico Procesal Penal. Sin embargo, cualquier
diligencia que eventualmente pudiere ser calificada como tal, ha debido realizarse
dentro de las doce horas siguientes a la recepción de la denuncia o de la
obtención de la información de la comisión de un hecho punible, en virtud de lo
previsto en el encabezamiento de la norma citada. Además, la necesidad y
urgencia debe ser invocada por el órgano policial, lo cual no ocurrió en el presente
caso.
De acuerdo con el criterio anteriormente expuesto, le remito el correspondiente
proyecto de oficio, mediante el cual se requeriría la remisión de las actuaciones de
los expedientes respectivos, estimándose que una vez recibidos los mismos lo
procedente sería comisionar a través de la Dirección competente, a uno o más
fiscales del Ministerio Público para el conocimiento de los casos respectivos…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:119
CRBV art:137
292
CRBV art:138
CRBV art:285-3
COPP art:66
COPP art:105-2
COPP art:108
COPP art:108-1
COPP art:108-2
COPP art:112
COPP art:113
COPP art:114
COPP art:283
COPP art:284
COPP art:287-2
COPP art:293
COPP art:301
COPP art:303
LPIP art:11
LPIP art:14-6
LOSPP art:72
EFP art:86-11

DESC ARMAS
DESC AVERIGUACION
DESC DENUNCIA
DESC DESPIDO
DESC DIRECCION DE INTELIGENCIA MILITAR
DESC DROGAS
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INVESTIGACIÓN
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC POLICIA
DESC POLICIA JUDICIAL
DESC RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC SALVAGUARDA DEL PATRIMONIO PUBLICO
DESC USURPACIÓN DE ATRIBUCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.349-363.

293
146
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-12-1206-2004 FECHA:20040628
TITL En la Ley Orgánica de la Seguridad de la Nación no se tipifica
como hecho punible, a la concesión ilegal de autorizaciones
para la realización de actos en zonas de seguridad.
Quien formule una denuncia debe asumir las responsabilidades
que se deriven de dicho acto, conforme a lo previsto en el
artículo 291 del Código Orgánico Procesal Penal. Escritos
genéricos y sin precisión de delito alguno no permitirían hacer
efectiva la responsabilidad del denunciante que actúe de mala
fe, es decir, que sería necesaria la mención expresa de que se
realiza una denuncia, con la expresión clara del hecho
denunciado, para exigirse la responsabilidad del denunciante.
La denuncia es un acto mediante el cual se señala de forma
manifiesta que se ha conocido la comisión de un hecho punible.
El cuestionamiento a la legalidad de un acto, sin la aseveración
de que el mismo constituye delito y sin que se aporte
información sobre la efectiva comisión de hechos punibles,
carece de la entidad para calificarlo como denuncia.
Si en una aparente denuncia no se afirma efectivamente la
comisión de un hecho punible, no debe dársele al escrito que la
contenga la tramitación inherente a las denuncias penales.
Las razones por las cuales aún existiendo una denuncia o una
querella regulares, es procedente rechazar el inicio de la
investigación, son aún más valederas frente a noticias o
escritos que pretenden motorizar el inicio de la investigación
penal, auque no puedan calificarse como denuncias o querellas.
Cuando se requiere formalmente el inicio de la actividad
investigativa sin formular realmente una denuncia, lo
procedente sería aplicar por analogía las reglas de la
desestimación de dicho acto, pero sin atender a las limitaciones
temporales de la figura previstas en el artículo 301 del Código
Orgánico Procesal Penal, ya que dicho límite tiene sentido sólo
cuando se afirma la comisión de un delito.
Sería manifiestamente absurda la realización de una
investigación cuando en una presunta denuncia no se afirme
que se ha cometido delito ni surjan sospechas fundadas acerca
de su perpetración, pues no conduciría a resultado alguno,
salvo el desperdicio de recursos públicos.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de dar respuesta a la Comunicación


N° DDC-S-0290-2003, mediante la cual se remite a esta Dirección el Oficio
N° CR5-EM-DI:
1287, de fecha 5 de noviembre de 2002, suscrito por el General de Brigada
(EJ) Jesús Ramón Villegas Solarte, Comandante del Comando Regional
294
N° 5 de la Guardia Nacional, quien solicita la apertura de una averiguación
penal, en atención a lo previsto en los artículos 284 y 285 del Código
Orgánico Procesal Penal ´en contra del Secretario de Política Up (sic)
supra, por actos ilegales y falta de observancia a los Decretos de Zona de
Seguridad, que atentan contra el Estado de Derecho´, señalándose una
´flagrante violación de los artículos 138 y 139 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela´ .
La interrogante planteada por esa Dirección, se refiere a la determinación
de si ´los hechos denunciados en el mencionado oficio configuran materia
competencia del Ministerio Público´.
No se señala en el mencionado memorándum, cuáles serían las razones
que arrojarían dudas acerca de la competencia del Ministerio Público para
conocer del escrito en referencia, dirigido expresamente al Fiscal General
de la República, aunque pudiera ser que esa inquietud haya surgido
debido a que en el asunto estarían involucradas autoridades militares.
Al respecto debe indicarse, que en criterio de este Despacho la
comunicación del prenombrado funcionario militar no expresa de ninguna
manera que se haya cometido algún hecho punible, limitándose a solicitar
el inicio de una investigación penal relacionada con la concesión de
permisos para realizar un acto cívico en un área declarada Zona de
Seguridad, constituida por un perímetro donde se ubican instalaciones
militares.
Sobre el problema de la competencia es preciso acotar, que los hechos a
los que se refiere el General Villegas Solarte no encuadran a juicio de este
Despacho en la categoría de los delitos de naturaleza militar, únicos
respecto a los cuales serían competentes los fiscales que actúan ante los
tribunales con competencia penal militar, conforme lo prevé el artículo 261
de la Carta Magna.
En efecto y sin que sea preciso abundar en el tema, se aprecia que en
principio son delitos de naturaleza militar sólo los cometidos por
funcionarios castrenses, siempre que atenten contra bienes jurídicos
exclusivamente militares. Por el contrario, los hechos narrados se refieren
a un funcionario civil (el Secretario de Gobierno de la Alcaldía
Metropolitana) y a una materia (las Zonas de Seguridad) regulada por
instrumentos normativos que no establecen delitos de naturaleza militar.
Luego entonces, teniendo en cuenta que el delito de naturaleza militar sólo
tendrá lugar en el ámbito interno de la Fuerza Armada Nacional y se
presenta como una infracción de valores específicos de la Institución
Armada, esta Dirección considera que el Ministerio Público es competente
para conocer sobre lo planteado en el oficio en referencia, aunque ello no
implica que deba iniciarse y proseguirse una investigación penal, como
más adelante se expondrá.
Los hechos narrados Es cierto que la Plaza Madariaga se sitúa frente al
Comando General de la Guardia Nacional, el cual está ubicado dentro de
una Zona de Seguridad establecida en el Decreto Nº 1.972 dictado en
fecha 17 de septiembre de 2002 y publicado en la Gaceta Oficial Nº 37.530
de fecha 18 de septiembre de 2002 .
Ahora bien, para la fecha de los hechos referidos por el solicitante las
Zonas de Seguridad estaban reguladas en la Ley Orgánica de Seguridad y
Defensa, instrumento normativo en el cual no se previó como delito la
conducta constituida por la simple autorización de la realización de actos
públicos dentro del perímetro de las respectivas Zonas, por un funcionario
distinto al Ministro de la Defensa.

295
Asimismo se observa, que en la actualmente vigente Ley Orgánica de la
Seguridad de la Nación no se tipifica como hecho punible, a la concesión
ilegal de autorizaciones para la realización de actos en Zonas de
Seguridad.
Por otra parte, esta Dirección estima que el permiso concedido no es
ilegal, por cuanto no es cierto que el decreto que declara como Zona de
Seguridad el área donde se encuentra ubicada la Plaza Madariaga,
establezca que las autorizaciones para realizar actos públicos dentro de
los límites de la respectiva Zona deba expedirlos necesariamente el
Ministro de la Defensa.
Por el contrario, el artículo 2° del aludido decreto establece que:
´“El Ministerio de la Defensa queda encargado de la administración,
supervisión, control y vigilancia de la Zona de Seguridad que se declara en
el artículo 1° de este Decreto, sin perjuicio de las competencias atribuidas
a otros organismos´.
En este sentido es de destacar, que el mencionado decreto contiene sólo
una norma prohibitiva, pero la misma no está dirigida a cualquier tipo de
reuniones o concentraciones. En efecto, de acuerdo con el artículo 3° de la
citada ley: ´Se prohíbe la realización de actividades y eventos que
amenacen la integridad física y moral de las personas, bienes y servicios
dentro de los límites de la zona de seguridad declarada en el artículo 1° de
este Decreto´.
Por su parte, el General Villegas Solarte y el Director de Política del
Ministerio de la Defensa no menciona en modo alguno que la reunión
convocada por un colegio de abogados amenazara la integridad física y
moral de las personas, bienes y servicios.
Así entonces, debe descartarse que se haya cometido algún delito
conforme a la ley vigente cuando ocurrieron los hechos y por ello, resulta
improcedente la apertura de una investigación, pues ésta sería
evidentemente inoficiosa y supondría el gasto de recursos tanto materiales
como humanos por parte del Ministerio Público, en desmedro de la gran
cantidad de causas a cargo de la Institución y que en la práctica desbordan
su capacidad de respuesta.
No obstante, exclusivamente con fines comparativos se han analizado las
disposiciones de la Ley Orgánica de la Seguridad de la Nación,
actualmente vigente, luego de lo cual se puede concluir que en la citada
ley sólo se tipifica un hecho punible relacionado con la violación del
régimen inherente a las Zonas de Seguridad, estando previsto en el
artículo 56 eiusdem, en el cual no podría encuadrarse la situación fáctica
narrada, pues específicamente dispone que:
´Cualquiera que organice, sostenga o instigue a la realización de
actividades dentro de las zonas de seguridad, que estén dirigidas a
perturbar o afectar la organización y funcionamiento de las instalaciones
militares, de los servicios públicos, industrias y empresas básicas, o la vida
económico social del país, será penado con prisión de cinco (5) a diez (10)
años´.
Como se puede observar esa norma no castiga cualquier tipo de actividad
grupal dentro de las Zonas de Seguridad.
Así entonces, como quiera que el General Villegas Solarte no señala que
haya existido organización, sostenimiento ni instigación de actividades
dirigidas a perturbar o afectar la organización y funcionamiento de
instalaciones militares, servicios públicos, industrias y empresas básicas o
la vida económico social, puede concluirse que lo narrado en el oficio del

296
mencionado funcionario castrense no encuadraría en el citado artículo 56
(en el supuesto negado de que fuera aplicable al presente caso, ya que no
lo es por ser la norma posterior a los hechos), además de que sería
contrario al principio de la irretroactividad de la ley penal, consagrado en el
artículo 49, numeral 6, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Ello es así, porque en la referida comunicación sólo se afirmó que el
Secretario de
Política de la Alcaldía Mayor del Distrito Metropolitano autorizó al Colegio
de Abogados de Caracas ´para realizar un acto cívico el día 2 de
noviembre de 2002,
desde las 10:00 AM hasta las 07:00 PM, en la Plaza Madariaga del
Paraíso Caracas´, y seguidamente se señala que la aludida autorización
´fue concedida en forma ilegal´ y sin el debido conocimiento del Ministro de
la Defensa, por cuanto según se afirma sería este funcionario quien podía
otorgarla.
Resulta claro entonces, que la actividad que se autorizó no fue
cuestionada en sí misma, pues incluso se le denomina ´acto cívico´ y de
ningún modo se señala que la misma pudiera atentar contra la seguridad
dentro de la respectiva zona.
Incluso, cuando el Director General de Coordinación Policial del Ministerio
del Interior y Justicia, según el Oficio DGCP-CCCP-N° 8270 de fecha 1 de
noviembre de 2002, le informó al General Villegas Solarte acerca de la
concesión del respectivo permiso por la autoridad municipal, se refirió a la
actividad que se llevaría a efecto, calificándola como ´acto cívico´,
indicando que fue notificado de la autorización concedida por el Secretario
de Política de la Alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas, mediante el
Oficio 002771 de fecha 1 de noviembre de 2002.
De igual modo consta que mediante el Oficio DGCP-CCCP-N° 8271 de
fecha 1 de noviembre de 2002, el mencionado Director del Ministerio del
Interior y Justicia le manifestó al Secretario de Política de la Alcaldía del
Distrito Metropolitano de Caracas, que ´ese tipo de autorización debe ser
hecha del conocimiento al ciudadano G7B (EJ) José Luis Prieto, Ministro
de la Defensa, por ser éste la autoridad competente para autorizar la
permisología en esta materia cuando se realicen en la zonas (sic) de
seguridad´.
Con relación a esta afirmación, considera este Despacho que el Ministro
de la Defensa sólo estaba legitimado para solicitar que no se realizara el
acto cívico en referencia, pero para ello ha debido estimar y manifestar
expresamente que ese acto implicaba algún riesgo para la seguridad de
bienes y personas dentro de la respectiva Zona de Seguridad.
En razón de las anteriores consideraciones se estima, que el oficio suscrito
por el General de Brigada (EJ) Jesús Ramón Villegas Solarte no se
enmarca en la figura jurídica de la ´denuncia´.
Sobre este punto, es preciso traer a colación la definición de la denuncia
aportada por Eric Lorenzo Pérez Sarmiento, en su obra ´Comentarios al
Código Orgánico Procesal Penal´. Expresa dicho autor que:
´La denuncia es la comunicación hecha por un particular a la autoridad
competente de un hecho que a su juicio reviste caracteres de delito…´.
En cuanto al presente caso llama la atención, que el referido funcionario
militar no identifica a su escrito como ´denuncia´, no estándole permitido al
Ministerio Público suplir ésta omisión, la cual reviste suma importancia, ya
que todo aquel ciudadano que formule una denuncia debe asumir con ello

297
las responsabilidades que se deriven de dicho acto, conforme a lo previsto
en el artículo 291 del Código Orgánico Procesal Penal, al cual no se
ajustan los escritos genéricos y sin precisión de delito alguno, porque no
permitirían hacer efectiva la responsabilidad del denunciante que actúe de
mala fe, es decir, que sería necesaria la mención expresa de que se
realiza una denuncia, con la expresión clara del hecho denunciado, para
exigirse la responsabilidad del denunciante.
En segundo lugar, como ya se indicó, en ninguna de las expresiones del
funcionario en referencia se afirma la comisión de hecho punible alguno,
siendo ello necesario para que pudiera aplicarse lo previsto en el artículo
285 del Código Orgánico Procesal Penal relativo a la ´denuncia´.
En este sentido le destaco, que la naturaleza de una denuncia penal
dimana de la propia ley. La misma constituye un acto mediante el cual se
señala de forma manifiesta que se ha conocido la comisión de un hecho
punible.
Cualquier otro acto, en virtud del cual por ejemplo, se manifiesten
cuestionamientos a la legalidad de un acto, sin la aseveración de que el
mismo constituye delito y sin que se aporte información sobre la efectiva
comisión de hechos punibles, carece de la entidad para calificarlo como
denuncia y no debería ser hecho del conocimiento del Ministerio Público
sino de las autoridades de policía, a fin de que realicen las
correspondientes actividades previas de pesquisa policial.
Por lo tanto, no es tramitable por el Ministerio en calidad de denuncia, una
afirmación en la cual se indique que ´en la casa X del sector Y se realizan
actividades ilegales´ o ´reñidas con la moral pública´, pues en tal caso no
se afirma la comisión de un hecho punible.
Al respecto se aprecia, que si cualquier información, aunque fuere
genérica o ambigua, bastara para obligar al Ministerio Público a ordenar el
inicio de una investigación, sólo con sintonizar los noticieros de radio y
televisión o con revisar la prensa escrita, la Institución tendría que iniciar
un número desmesurado e inmanejable de investigaciones penales, de las
cuales muy probablemente la gran mayoría no llevaría a resultado alguno,
salvo el gasto (o desperdicio) de los recursos del Estado.
En efecto, dispone el artículo 300 del Código Orgánico Procesal Penal,
que:
´…Interpuesta la denuncia o recibida la querella, por la comisión de un
delito de acción pública, el Fiscal del Ministerio Público, ordenará, sin
pérdida de tiempo, el inicio de la investigación, y dispondrá que se
practiquen todas las diligencias para hacer constar las circunstancias de
que trata el artículo 283…´.
La norma no se refiere genéricamente a la ´denuncia´ o a la ´querella´,
sino que las reviste de un sentido material, en tanto que tales actos deben
hacer mención de ´…la comisión de un delito de acción pública…´.
Así entonces, el objeto de la denuncia penal es hacer del conocimiento del
Ministerio Público que se ha cometido un delito, razón por la cual, si en
una aparente denuncia no se afirma efectivamente la comisión de un
hecho punible, como ocurre en el presente caso, no debe dársele al escrito
que la contenga la tramitación inherente a las denuncias penales.
Resolución del caso Ahora bien, aunque el oficio bajo análisis no debe ser
calificado como una denuncia, pues no cumple con las formalidades
contempladas en el Código Orgánico Procesal Penal, dicha comunicación
contiene una petición de apertura de investigación penal que debe ser
objeto de un pronunciamiento por parte de la Institución.

298
Respecto a esta solicitud es notorio que no existe previsión legal expresa,
pero asimismo lo es que no se correspondería con el espíritu del citado
código, que aún frente a un escrito con tales deficiencias, el Ministerio
Público decidiera por cuenta propia y sin control judicial, abstenerse de
iniciar una investigación penal cuando esa apertura le haya sido solicitada
expresamente.
Esta negativa es posible, como seguidamente se verá, pero debe estar
sujeta al control jurisdiccional.
En este orden de ideas estima este Despacho, que las razones por las
cuales aún existiendo una denuncia o una querella regulares, es
procedente rechazar el inicio de la investigación, son aún más valederas
frente a noticias o escritos que pretenden motorizar el inicio de la
investigación penal, auque en estricto sentido no puedan calificarse como
denuncias o querellas.
En este orden de ideas, es preciso traer a colación los argumentos
utilizados por Eric Lorenzo Pérez Sarmiento para justificar la figura de la
desestimación de la denuncia o la querella, pues su contundencia es aún
mayor respecto a aquellas informaciones que ni siquiera alcanzan a la
categoría de denuncia. Señala el referido autor:
´La desestimación es una institución destinada a la depuración del proceso
penal, pues éste no debe incoarse si no existen bases serias para ello.
Pero la desestimación no pende de ninguna comprobación sustancial del
hecho denunciado o querellado, es decir, como bien dice Cabrera Romero,
no necesita de mayor prueba sino fundamentalmente de máximas de
experiencia o sentido común, pues se trata de establecer del mero análisis
de la fuente de la notitia criminis, si el hecho es típico y, de serlo, si la
acción penal está evidentemente prescrita o si hay algún obstáculo legal
que impida perseguirlo´.
Distinto sería el caso de un escrito en el cual el solicitante someta ´a la
consideración´ o al ´criterio´ del Ministerio Público si se apertura o no la
investigación, pues la petición sería satisfecha tanto con la negativa como
con la orden de inicio de la investigación, ya que lo requerido sería
simplemente el análisis del caso.
Por el contrario, cuando como ocurre en el presente caso, se requiere
formalmente el inicio de la actividad investigativa, lo procedente sería
aplicar por analogía las reglas de la desestimación de la denuncia, sin
atender a las limitaciones temporales de la figura, previstas en el artículo
301 del Código Orgánico Procesal Penal.
Al respecto es preciso puntualizar que si se aplicara el término previsto en
la citada norma, no habría lugar a la solicitud de desestimación de la
denuncia, por cuanto luego de la recepción del oficio suscrito por el
General Jesús Ramón Villegas Solarte y antes de su remisión a este
Despacho, transcurrieron muchos más que los quince días establecidos
como lapso dentro del cual se puede ´mediante escrito motivado´, solicitar
la desestimación de denuncias.
En todo caso se reitera, que debe descartarse la posibilidad de abrir una
averiguación sin fundamento alguno conforme a la pretendida denuncia y
sus anexos, si los hubiera, como lo sería la que se iniciara sin que se
afirme la comisión de un hecho punible ni se evidencie que el mismo haya
acaecido, por cuanto en ese supuesto, aplicable al caso en estudio, no
existiría delito alguno que investigar y no tendría sentido por ejemplo, que
se realizaran entrevistas o que se requirieran documentos a pesar de la
inconducencia manifiesta de esas diligencias.

299
Luego entonces, sería manifiestamente absurda la realización de una
investigación cuando en una presunta denuncia no se afirme que se ha
cometido delito ni surjan sospechas fundadas acerca de su perpetración.
Sería diferente que el denunciante manifestase que sí ha ocurrido un delito
y no se requiera la desestimación dentro del lapso de ley. Es este
supuesto el de una denuncia que llena las formalidades establecidas en la
legislación adjetiva penal, respecto a la cual por consiguiente, debe operar
la limitación temporal a la que se refiere el artículo 301 del Código
Orgánico Procesal Penal.
En efecto, no sería en ese caso inoficioso el inicio de una investigación,
pues para iniciarla no es preciso que el fiscal del Ministerio Público esté
convencido de que se ha perpetrado un delito, pues basta que haya
recibido la noticia de su comisión, entendida ésta como la puesta en
conocimiento del Ministerio Público del supuesto acaecimiento de hechos
que están tipificados en la ley como punibles, independientemente de que
se aporten o no elementos de convicción que apoyen esa tesis.
Así entonces, si bien el Código Orgánico Procesal Penal no prevé las
consecuencias de que no se solicite la desestimación de la denuncia
dentro de los quince días a los que se refiere el artículo 301 del Código
Orgánico Procesal Penal, este Despacho estima que el fenecimiento de
dicho lapso genera consecuencias jurídicas sólo para las denuncias
interpuestas de conformidad con la ley.
Este planteamiento es de suma importancia, por cuanto si erróneamente
se le otorgase al escrito del funcionario informante el carácter de denuncia,
no sería posible su desestimación, como ya se dijo, por cuanto
transcurrieron los quince días posteriores a su presentación contemplados
en el artículo 301 del Código Orgánico Procesal Penal. En efecto, cuando
fue recibido en esta Dirección el oficio del General Villegas Solarte en
fecha 19 de febrero de 2003, remitido mediante el Memorándum N° CR5-
EM-DI:1287 de fecha 18 de febrero del mismo año, hacían ya tres (3)
meses y trece (13) días de su recepción en la Dirección actualmente a su
cargo, toda vez que allí había sido recibida el día 5 noviembre de 2002.
Ahora bien, dado que el comentado escrito no constituye una denuncia
propiamente dicha, se le podría desestimar aunque se haya producido el
fenecimiento del lapso legal previsto para que se requiera la desestimación
de la denuncia regular, porque en el presente caso sería improcedente que
se diera impulso a una actividad investigativa infundada e inoficiosa.
Por consiguiente, sólo si la denuncia cumple con las formalidades de ley,
el agotamiento del lapso para pedir su desestimación sin que ello se haya
pedido, implicaría la necesidad de dar inicio a una investigación, es decir,
que únicamente frente a una denuncia regular, el Ministerio Público estaría
obligado a practicar las diligencias necesarias para establecer si lo
afirmado por quien denuncia es cierto o no por tratarse de delitos, sobre
los cuales está obligado a investigar.
En cambio, a los escritos como el analizado al no ser realmente denuncias,
dada su falta de regulación, se les podría aplicar el régimen previsto para
las verdaderas denuncias, sólo en cuanto tal normativa se ajuste a la
naturaleza de aquellas seudo denuncias.
Ahora bien, dado el carácter sui géneris del escrito bajo estudio y lo
novedoso que resultaría la tesis de la aplicación al mismo de la figura de la
desestimación, esta Dirección opina que una eventual solicitud en este
sentido debe estar muy bien motivada y señalar expresamente que se trata
de una aplicación analógica de la ley en cuanto a la figura de la

300
desestimación, porque no se estaría solicitando con relación a una
denuncia, sino a la de un acto diferente no previsto por la ley penal,
respecto al cual no opera el lapso preclusivo de quince días contemplado
en el artículo 301 del Código Orgánico Procesal Penal, en razón de que no
se afirma que se haya cometido un hecho sancionable penalmente…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49-6
CRBV art:138
CRBV art:139
CRBV art:261
COPP art:283
COPP art:284
COPP art:285
COPP art:291
COPP art:300
COPP art:301
DP art:1
DP art:2
DP art:3
DP art:56

DESC DENUNCIA
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INVESTIGACION
DESC MANIFESTACIONES
DESC RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES
DESC SEGURIDAD Y DEFENSA
DESC ZONAS DE SEGURIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.363-373.

301
147
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-1764-2004-42167 FECHA:20040706
TITL El aseguramiento de los objetos activos del delito, en los
términos establecidos en el ordenamiento jurídico no siempre
procede de oficio por parte del fiscal del Ministerio Público que
conduzca la investigación sino que para ciertos casos se exige
la autorización del órgano jurisdiccional, bien sea a solicitud del
representante fiscal o a solicitud directa del órgano de policía
de investigaciones penales, en casos de necesidad y urgencia,
previo siempre en esta hipótesis, a la aprobación del Ministerio
Público.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido de la Comunicación N° AMC-120-997-


04, dirigida a la Dirección de Drogas, y remitida a este Despacho por la aludida
dependencia, a través Memorándum N° DD-04-0453, de data 30 de abril del
presente año -a solicitud de esa representación fiscal- en la cual somete a
consideración de esta Dirección de Consultoría Jurídica una serie de interrogantes
que guardan relación con la devolución de un vehículo automotor.
Dichas incógnitas le sobrevienen toda vez que en fecha 10 de marzo de 2004, la
ciudadana Vicky Ninoska Herrera Rojas, en su condición de consultor jurídico del
Consejo Legislativo del Estado Miranda, le solicitó la entrega del vehículo marca
Chevrolet, color plata, modelo Blazer 4x2, año 2001, placa ADM59Y, tipo
camioneta sport-wagon, serial de carrocería 8ZNCS13W11V342756, serial del
motor 11V342756, propiedad del referido cuerpo legislativo.
La aludida unidad -según manifiesta en su oficio- fue retenida por funcionarios
adscritos a la División Nacional de Investigaciones Contra Drogas del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, toda vez que en su interior
fue decomisado un ´…envoltorio de material sintético de color blanco (…) que al
practicarle la experticia química (…) resultó ser la cantidad de ochocientos
ochenta y cuatro con dos céntimos (884, 2) de Cocaína´.
En el operativo en mención, fue detenido entre otros, el ciudadano Jesús Antonio
Crespo, conductor del vehículo y chofer del ciudadano Inocencio Figueroa,
Legislador del Consejo Legislativo del Estado Miranda, a quien le fue asignado el
referido bien.
Ahora bien, analizado como ha sido el contenido de su comunicación, este
Despacho como punto previo procede a efectuarle las siguientes observaciones:
La Dirección de Consultoría Jurídica como órgano asesor del Despacho del Fiscal
General de la República tiene por norte al evacuar consultas, el compromiso de
ser orientadora de la actividad de los fiscales del Ministerio Público en el
tratamiento de los problemas jurídicos de carácter general y no particular.
En tal sentido, los funcionarios en mención, en fiel cumplimiento con sus deberes-
atribuciones expresamente regulados en el ordenamiento jurídico, deben resolver
según su criterio y con pleno apego a la legalidad y a la doctrina institucional
imperante al momento, la situación jurídica sometida a su consideración, sin
supeditar su resolución al análisis o pronunciamiento por parte de cualesquiera de
las dependencias que conforman el Despacho del Máximo ductor de este
Organismo.
De no aceptarse tal posición, tendríamos que admitir que mientras el
representante fiscal no reciba las directrices o instrucciones correspondientes, se
abstendrá de cumplir con sus funciones, contraviniendo así con una de sus
302
atribuciones como lo es el de cumplir con sus funciones con objetividad, diligencia
y prontitud, y más aún en un proceso penal en el cual los términos procesales son
tan breves.
La excepción la constituiría, la circunstancia de que el representante fiscal tenga
una comisión para actuar en determinado proceso, y con ocasión a ello, del
trabajo coordinado con la Dirección comitente, considere necesario solicitar
instrucciones sobre las actuaciones que le corresponda efectuar.
A lo señalado debe agregarse, que su escrito no cumple con las pautas
establecidas por el Fiscal General de la República a través de la Circular N°
DFGR-DGSSJ-DCJ- 1-99-20, de fecha 29 de septiembre de 1999, intitulada
´Procedimiento para solicitar instrucciones y elevar consultas´ cuya observancia al
igual que la de todas las circulares es de obligatorio acatamiento, instrumento en
el cual se establece entre otros particulares, que en la comunicación remitida con
ese fin, el fiscal del Ministerio Público debe dar su opinión debidamente motivada.
No obstante lo antes acotado, esta Dirección de Consultoría Jurídica tomando en
consideración las interrogantes formuladas por esa representación fiscal, procede
a emitir el dictamen correspondiente en los términos siguientes:
El Ministerio Público en la fase de investigación del proceso penal tiene como una
de sus atribuciones -una vez que tenga conocimiento de la perpetración de un
hecho punible de acción pública- el asegurar los objetos activos y pasivos que
guarden relación con el mismo, sobre la base de lo preceptuado en los artículos
285, numeral 3, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; 108
numeral 11 y 283 del Código Orgánico Procesal Penal.
Las medidas de aseguramiento, bien sean personales o reales, se dictan para
asegurar la finalidad del proceso, así se colige del Título VIII ´De las Medidas de
Coerción Personal´, Capítulo I ´Principios Generales´, artículo 243 del Código
Orgánico Procesal Penal, cuando en su único aparte establece que la ´…privación
de libertad es una medida cautelar, que sólo procederá cuando las demás
medidas cautelares sean insuficientes para asegurar las finalidades del proceso´.
En general, las medidas de aseguramiento tienen por propósito, ´…la aprehensión
de los objetos activos y pasivos del delito. Son activos aquellos que se utilizan
para perpetrar el delito, mientras que son pasivos los que se obtienen como
consecuencia directa o indirecta del delito, es decir: el producto del mismo…´.
En el sentir de José Luis Tamayo Rodríguez, los objetos activos del delito son
aquéllos que se ´…utilizan para la comisión del delito, es decir, los instrumentos
con lo cuales se delinque´. Para San Martin Castro. ‘ Los instrumentos del delito
(instrumenta scaeleris), son los objetos o elementos esenciales y no meramente
accidentales con los que se consigue la objetividad típica’ . Son las armas o
cualquier otro objeto de los que hace uso el delincuente para la comisión del
delito…, mientras que los objetos pasivos del delito son todos aquellos de
´…utilidad para demostrar su comisión (huellas, vestigios y rastros del delito) o los
que se obtienen, directa o indirectamente, por la comisión del hecho punible, es
decir, el producto mismo del delito (bienes hurtados, robados o estafados, tales
como muebles, inmuebles, semovientes, sumas de dinero, derechos corporales o
incorporales, etc.) o el provecho derivado de su perpetración…´.
Para Federico Puig Peña, citado por el antes mencionado autor en su Separata de
la Obra en preparación ´Medidas Cautelares o de Coerción Real en el Copp´, los
objetos activos el delito son todos aquellos:
´…útiles empleados por el delincuente para la realización cumplida de su
propósito criminal, bien estén situados en la misma línea del delito, bien estén
emplazados en un campo aparte”; agregando además que “…son instrumentos
del delito el precio del delito, es decir, el dinero o cualquiera otra actividad material
que una persona entrega a otra en pactum sicaris, para que ésta lleve a efecto la
realización del propósito criminal ideado por aquella´.
Concebido ello así, tendríamos que aseverar que en la acepción ´objeto activo del
delito´ se subsume todo aquello que es utilizado en la comisión de un hecho
punible.
El aseguramiento de dichos objetos, en los términos establecidos en el código
adjetivo penal -Título VII, Capítulo II De los Requisitos de la Actividad Probatoria-
303
no siempre procede de oficio por parte del fiscal del Ministerio Público que
conduzca la investigación sino que para ciertos casos se exige la autorización del
órgano jurisdiccional, bien sea a solicitud del representante fiscal o a solicitud
directa del órgano de policía de investigaciones penales, en casos de necesidad y
urgencia, previo siempre en esta hipótesis, a la aprobación del Ministerio Público.
Una de las hipótesis que requiere la autorización judicial para ocupar un bien,
estaría representado por un bien derivado de una actividad relacionada con el
tráfico de estupefacientes, de conformidad con lo establecido en el artículo 271
constitucional, según el cual ´…previa decisión judicial, serán confiscados los
bienes provenientes de las actividades relacionadas con los delitos contra el
patrimonio público o con el tráfico de estupefacientes. / El procedimiento referente
a los delitos mencionados será público, oral y breve, respetándose el debido
proceso, estando facultada la autoridad judicial competente para dictar las
medidas cautelares preventivas necesarias contra bienes propiedad del imputado
o de sus interpósitas personas, a los fines de garantizar su eventual
responsabilidad civil´.
Expresó en ese sentido, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
en sentencia de fecha 14 de marzo de 2001 - ya referida con antelación- lo
siguiente:
´…El artículo 271 constitucional ha exigido la orden judicial para dictar las medidas
cautelares preventivas sobre bienes, y por su incidencia sobre el derecho de
propiedad, considera la Sala que tal autorización atiende a un principio rector en
materia de medidas cautelares. / En materia de salvaguarda, conforme al artículo
55 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, las medidas de
aseguramiento de bienes del investigado, debe solicitarlas el Ministerio Público
ante la autoridad judicial. / Fuera de estos supuestos, o de aquellos que la ley
señala expresamente, y que constituye el aseguramiento de los objetos activos y
pasivos relacionados con la perpetración del delito (artículo 292 del Código
Orgánico Procesal Penal), el Ministerio Público tiene vedado coleccionar, ocupar o
incautar bienes o derechos de las personas, u ordenar la inmovilización de
activos, y por tanto si por su propia iniciativa procediera a desposeer a las
personad de sus bienes y derechos, sin autorización judicial, estaría cometiendo
una ilegalidad e infringiendo el derecho de propiedad de los dueños o de los
derechohabientes. Ello se deduce, no sólo de la protección al derecho de
propiedad, sino de normas del Código Orgánico Procesal Penal, como los
artículos 217 o 233 del mismo´.
El enfoque que prosigue ahora, parte de otra atribución conferida al fiscal del
Ministerio Público en el transcurso de la fase investigativa del proceso penal,
como lo es el deber de restituir lo antes posible -previo la práctica de las
experticias correspondientes- los objetos recogidos o incautados, siempre y
cuando los mismos no sean imprescindibles para la investigación.
La calificación de prescindibilidad la efectúa el Ministerio Público tomando en
cuenta la correlación existente entre el objeto del proceso -hecho punible
perpetrado- con los elementos del aseguramiento de los bienes tanto activos
como pasivos del delito relacionados con la consumación del mismo, y que
podrían tener un significado probatorio en el transcurso del proceso penal.
En palabras de Jesús Eduardo Cabrera Romero, si consta su ocupación, el bien
´…tiene que haber sido objeto de algún medio de prueba, cuyo resultado positivo
o negativo debe estar recogido en acta. Si el resultado es negativo
indudablemente que no es un bien imprescindible para la investigación; pero si es
positivo, si es necesario para el juicio, y pensamos que no puede ser sustituido por
el acta o dictamen que contiene los resultados del examen, sino que debe
guardarse para fundar los alegatos de la acusación…´.
Dentro de este orden de ideas, el legislador reguló en el Libro Segundo ´Del
Procedimiento Ordinario´, Capítulo III ´Del Desarrollo de la Investigación´, en el
artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal, la devolución de objetos en los
términos siguientes:
´El Ministerio Público devolverá lo antes posible los objetos recogidos o que se
incautaron y que no son imprescindibles para la investigación. No obstante, en
304
caso de retraso injustificado del Ministerio Público, las partes o los terceros
interesados podrán acudir ante el Juez de control solicitando su devolución, sin
perjuicio de la responsabilidad civil, administrativa y disciplinaria en que pueda
incurrir el Fiscal si la demora le es imputable. / El Juez o el Ministerio Público
entregarán los objetos directamente o en depósito con la expresa obligación de
presentarlos cada vez que sean requeridos…´.
Significa entonces que, quedará a criterio del representante fiscal que conduzca la
investigación determinar -sobre la base de las actas que conforman la
investigación- la procedencia o no de la devolución de los objetos reclamados a la
persona que acredite ser el propietario de los mismos, actuación que deberá
realizar el aludido funcionario con la celeridad que el caso amerita, so pena de
incurrir en retraso injustificado; situación ésta que podría acarrear que las partes o
terceros interesados acudan ante el órgano jurisdiccional competente -juez de
control- a los fines de poder hacer efectiva dicha pretensión, sin perjuicio de las
responsabilidades en que pudiera incurrir el representante fiscal si la demora le es
atribuible, de conformidad con lo establecido en el artículo 311 del código adjetivo
penal.
En ese sentido, el Máximo Tribunal de la República en Sala Constitucional, fijó
posición en los siguientes términos:
´Las medidas sobre los bienes y derechos de las personas pueden atender a la
instancia del Ministerio Público o a órdenes de los jueces penales./Con relación al
Ministerio Público, la vigente Constitución en su artículo 285, numeral 3, le
atribuye el aseguramiento de los objetos activos y pasivos relacionados con la
perpetración del delito./La captura de estos elementos activos y pasivos pueden
ser el resultado de una actividad propia, oficiosa, del Ministerio Público, o de una
efectuada previa autorización judicial. Tal posibilidad dimana de la letra del Código
Orgánico Procesal Penal; y la aprehensión de los bienes, tanto por impulso del
Ministerio Público como por el juez penal, se ejecutará mediante varias figuras de
aseguramiento de bienes mencionados en la Ley Adjetiva Penal (…) ./Sobre los
bienes recolectados, algunos con fines probatorios, como se desprende del
artículo 319 del Código Orgánico Procesal Penal, así como los incautados
conforme al artículo 233 eiusdem, el Ministerio Público puede devolverlos a los
interesados, siempre que no sean imprescindibles para la investigación, lo que
destaca el carácter probatorio de algunas de esas medidas asegurativas./
Igualmente, el juez de control podrá ordenar la devolución de los bienes cuando
ante él sean reclamados y siempre que no estime necesario su conservación´.
De allí que, tanto el Ministerio Público como el órgano jurisdiccional están
legitimados para efectuar la devolución de los objetos incautados o decomisados
en la fase de investigación, operadores de justicia ante quienes podrán acudir las
partes o los terceros interesados y efectuar la aludida solicitud.
Sentado lo anterior, tendríamos entonces que en el caso bajo estudio se señala
que en el interior de un vehículo -perteneciente al Consejo Legislativo del Estado
Miranda- marca Chevrolet, color plata, modelo Blazer 4x2, año 2001, placa
ADM59Y, tipo camioneta sport-wagon, serial de carrocería
8ZNCS13W11V342756, serial del motor 11V342756 -retenido en un
procedimiento iniciado por flagrancia- conducido por el ciudadano Jesús Antonio
Crespo, en su condición de chofer del ciudadano Inocencio Figueroa, Legislador
del citado cuerpo, a quien le fue asignado el referido bien, fue decomisado por
funcionarios adscritos a la División Nacional de Investigaciones Contra Drogas del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, un ´…envoltorio
de material sintético de color blanco (…) que al practicarle la experticia química
(…) resultó ser la cantidad de ochocientos ochenta y cuatro con dos céntimos
(884, 2) de Cocaína´.
Es oportuno acotar que para procesos donde se ventilen delitos de tal naturaleza,
el artículo 66 de la Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y
Psicotrópicas, prescribe el decomiso de los vehículos, entre otros bienes, que se
utilizaren en la perpetración de los delitos previstos y sancionados en el citado
cuerpo normativo.
Así, dispone textualmente la disposición legal en comento lo siguiente:
305
´Artículo 66. Los bienes muebles e inmuebles, capitales, vehículos, naves,
aeronaves, aparatos, equipos, instrumentos y demás objetos que se emplearen
para la comisión de los delitos a que se refieren los artículos precedentes, así
como aquellos bienes sobre los que exista presunción grave de proceder de los
delitos o de los beneficios de los delitos que tipifica esta Ley, serán en todo caso,
decomisados y se pondrán en la sentencia condenatoria definitivamente firme, sin
necesidad de remate, a disposición del Ministerio de Hacienda, quien dispondrá
de los mismos…´.
El vocablo decomiso conlleva, según la acepción de la Enciclopedia Jurídica
Opus:
´Decomiso. Comiso. La confiscación de los medios o efectos del delito constituye
una pena accesoria, en perjuicio del delincuente y en beneficio del Estado, cuando
no procede la restitución de tales objetos al propietario (…) En materia de
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, la Ley Orgánica que la regula aplica
el decomiso cuando (…) ilícitamente se trafique, distribuya, suministre, fabrique,
elabore, refine, transforme, extraiga, prepare, produzca, transporte, almacene,
ordene o dirija o financie, o de alguna manera facilite el tráfico de cualesquiera de
las sustancias o sus materias primas (…) Igualmente se aplica sobre vehículos o
locales o lugares para reunión de personas que concurran a consumir las
sustancias a que se refiere esta ley…´.
Por otra parte, de acuerdo a lo previsto en el numeral 6 del artículo 60 de la Ley
Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, constituye una pena
accesoria a la principal ´…la pérdida de los bienes muebles e inmuebles,
instrumentos, aparatos, equipos, armas, vehículos, capitales y sus frutos,
representados de cualquier forma, que se emplearen en la comisión de los delitos
previstos en esta ley, así como los efectos o productos que de los mismos
provengan, y la cual se ejecutará mediante el comiso, de conformidad con lo
establecido en el artículo 66 de esta ley´.
El decomiso -medida de aseguramiento que se materializa a través de la
ocupación penal- a juicio de José Luis Tamayo Rodríguez, atiende a una doble
función ´…conservativa, pues con ella se garantiza la conservación de los objetos
con fines probatorios; y, asegurativa, pues con ella se pretende asegurar aquellos
objetos susceptibles de ser restituidos, o bien a la víctima, o bien a quien
corresponda (terceros poseedores o el propio imputado, en caso de absolución),
que, según pensamos, sólo pueden ser los objetos decomisados´ .
Ahora bien, subsumiendo lo antes expuesto al planteamiento formulado por esa
representación fiscal, esta Dirección de Consultoría Jurídica debe concluir que en
el caso bajo análisis resulta improcedente la devolución del vehículo marca
Chevrolet, color plata, modelo Blazer 4x2, año 2001, placa ADM59Y, tipo
camioneta sport-wagon, serial de carrocería 8ZNCS13W11V342756, serial del
motor 11V342756, requerida por la ciudadana Vicky Ninoska Herrera, en su
condición de Consultor Jurídico del Consejo Legislativo del Estado Miranda.
La aludida aseveración tiene su fundamento en la circunstancia que la referida
unidad presuntamente se encuentra involucrada en la perpetración de uno de los
delitos previstos y sancionados en la Ley Orgánica Sobre Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas, y por lo tanto en criterio de esta Dirección, resulta
imprescindible para la investigación que adelanta ese Despacho, habida cuenta
que la misma forma parte de lo que la doctrina comúnmente denomina ´objeto
activo del delito´, y que podría tener un significado probatorio que debe ser
dilucidado en el transcurso del presente proceso penal.
En el sentir de Eric Lorenzo Pérez Sarmiento, la prueba ´…es un estado de cosas,
susceptible de comprobación, de contradicción y de valoración, que tiene lugar en
el proceso de conformidad con la ley, para producir convencimiento sobre la
veracidad o falsedad de los hechos del proceso, no sólo en el juez, sino en las
partes y en el público y, consiguientemente, para sustentar las decisiones que
deban tomarse…´.
En tal sentido, a los fines de preservar el contenido del artículo 66 de la Ley
Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, así como el
contenido del artículo 60 ejusdem, este órgano asesor del Despacho del Fiscal
306
General de la República, considera que lo procedente y ajustado a derecho en el
presente caso, es declarar la improcedencia de la devolución del vehículo
reclamado por la ciudadana Vicky Ninoska Herrera, en su condición de Consultor
Jurídico del Consejo Legislativo del Estado Miranda -vista su imprescindibilidad-
sobre la base de lo establecido en el artículo 311 del Código Orgánico Procesal
Penal Tal actuación no menoscabaría el derecho de las partes o terceros
interesados, ya que los mismos podrían acudir ante el Juez de Control y plantear
su pretensión en los términos prescritos en la citada norma jurídica…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:271
STSJSCO 14-03-2001
CRBV art:285-3
COPP art:108-11
COPP art:217
COPP art:233
COPP art:243
COPP art:283
COPP art.292
COPP art:311
COPP art:319
LOSPP art:55
LOSEP art:60-6
LOSEP art:66
CMP DFGR-DGSSJ-DCJ- 1-99-20
20-09-1999

DESC ACCION PUBLICA


DESC ASESORIA JURIDICA
DESC BIENES
DESC COMISIONES
DESC COMISO
DESC CONFISCACION
DESC CONSULTAS
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC DROGAS
DESC EVIDENCIAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC POLICIA JUDICIAL
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC PROPIEDAD
DESC RESPONSABILIDAD CIVIL
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
DESC VEHICULOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.373-381.

307
148
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-1765-2004-42288 FECHA:20040706
TITL La decisión interlocutoria sin fuerza de definitiva dictada bajo el
imperio del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal, a
través de la cual el órgano jurisdiccional acordaba proseguir
con la averiguación sumarial imponía la necesidad de continuar
con la investigación, y como corolario la práctica de
determinadas diligencias o actuaciones.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido de la Comunicación N° FMP-


23 NN-212-04, de fecha 26 de abril de 2004, y anexos, dirigida a la
Dirección de Salvaguarda, y remitida a esta dependencia mediante
Memorando N° DS-15-10919-1014-2004, recibido el 5 de mayo del
presente año -en atención a su requerimiento- en la cual solicita se estudie
la decisión dictada en fecha 20 de junio de 1999, por el extinto Tribunal
Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público.
En el aludido fallo el Juzgado ad-quem, declaró con lugar el recurso de
hecho interpuesto por los profesionales del derecho, Jhonny Enrique
Araujo Paredes y Oscar Linares Angulo, en su carácter de defensores
provisorios de los ciudadanos Antonino Di Bartolomeo Sonsini; Humberto
Corómoto Méndez Medina; José Armando Perdomo Albornoz y César
Augusto Alban Borjas, en el Expediente N° 01-FMP-23NN-0029-02,
instruido con ocasión a presuntas irregularidades ocurridas con motivo de
la celebración de los XI Juegos Deportivos Nacionales Juveniles Trujillo
´96´ -JUDENATRU 96-.
Expresa en su escrito que solicita el dictamen en cuestión, a los efectos de
´…establecer si es procedente emitir un acto conclusivo a favor o en contra
de los mismos y en caso positivo que sirva como apoyo jurídico para el
eventual acto conclusivo a que haya lugar, con la finalidad de no vulnerar
el principio non bis in idem (…) el cual estima este Despacho, que no se
vería vulnerado en caso de presentar una acusación en contra de los
mismos, con la prueba presente en la causa en cuestión. Asimismo,
solicito (…) se sirva emitir el referido pronunciamiento a la mayor brevedad
posible, en razón de que en días próximos será fijada la audiencia
preliminar en el presente caso y no se quiere dejar acéfala la situación
jurídica de estos (sic)…´.
Esto último lo manifiesta, toda vez que los ciudadanos Antonio Di
Bartolomeo Sonsini y Humberto Corómoto Méndez Medina ´…no fueron
incluidos en el escrito de acusación, presentado por los fiscales del
Ministerio Público, comisionados anteriormente (…) debido a que el extinto
Tribunal Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público, revocó la
decisión dictada por el tribunal de la causa, mediante la cual decretó la
detención judicial de dichos ciudadanos (…) y en su lugar ACORDÓ
PROSEGUIR con la averiguación sumarial hasta el total esclarecimiento
de los hechos…/…en tal sentido por cuanto dicha fase ya culminó en
razón de la acusación presentada y en espera de la audiencia preliminar, y

308
en virtud que los referidos ciudadanos alegan en la causa en cuestión que
sobre ellos ya existe cosa juzgada y no es posible dictar un acto conclusivo
que establezca su responsabilidad.
Esbozado lo anterior, este Despacho una vez analizado el contenido de su
comunicación, como punto previo le advierte lo siguiente:
La Dirección de Consultoría Jurídica como órgano asesor del Despacho
del Fiscal General de la República tiene por norte al evacuar consultas, el
compromiso de ser orientadora de la actividad de los fiscales del Ministerio
Público en el tratamiento de los problemas jurídicos de carácter general y
no particular.
En tal sentido, los funcionarios en mención, en fiel cumplimiento con sus
deberes-atribuciones expresamente regulados en el ordenamiento jurídico,
deben resolver según su criterio y con pleno apego a la legalidad y a la
doctrina institucional imperante en el punto correspondiente, la situación
jurídica sometida a su consideración, sin supeditar su resolución al análisis
o pronunciamiento por parte de cualesquiera de las dependencias que
conforman el Despacho del Máximo Director de este Organismo.
De no aceptarse tal posición, tendríamos que admitir que mientras el
representante fiscal no reciba las directrices o instrucciones
correspondientes, se abstendrá de cumplir con sus deberes,
contraviniendo así con una de sus atribuciones como lo es el de cumplir
con sus funciones con objetividad, diligencia y prontitud, y más aún en un
proceso penal en el cual los lapsos procesales son tan breves.
La excepción la constituiría, la circunstancia de que el representante fiscal
tenga una comisión para actuar en determinado proceso, y con ocasión a
ello, del trabajo coordinado con la Dirección comitente, considere
necesario solicitar instrucciones sobre las actuaciones que le corresponda
efectuar.
A lo señalado debe agregarse, que su escrito no cumple con las pautas
establecidas por el Fiscal General de la República a través de la Circular
N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1- 99-20, de fecha 29 de septiembre de 1999,
intitulada ´Procedimiento para solicitar instrucciones y elevar consultas´
cuya observancia al igual que la de todas las circulares es de obligatorio
acatamiento, instrumento en el cual se establece entre otros particulares,
que en la comunicación remitida con ese fin, el fiscal del Ministerio Público
debe dar su opinión debidamente motivada.
No obstante lo antes acotado, este órgano consultivo del análisis
efectuado a la documentación remitida observa lo siguiente:
Conoció el extinto Tribunal Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público
de la incidencia surgida -recurso de hecho- en el expediente instruido con
ocasión a las presuntas irregularidades ocurridas en la realización de los
XI Juegos Deportivos Nacionales Juveniles Trujillo ´96´ -JUDENATRU 96-,
el cual fue interpuesto por los ciudadanos Jhonny Enrique Araujo Paredes
y Oscar Linares Angulo, en su carácter de defensores provisorios de los
ciudadanos Antonino Di Bartolomeo Sonsini; Humberto Corómoto Méndez
Medina; José Armando Perdomo Albornoz y César Augusto Alban Borjas,
en razón del auto dictado en fecha 11 de enero de 1999, por el suprimido
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del
Patrimonio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Trujillo,
mediante el cual negó los recursos de apelación introducidos en contra de
los autos de detención dictados en data 23 de octubre de 1998.
Los fallos emanados fueron dictados por el Juzgado de Primera Instancia
en lo Penal supra mencionado, contra los ciudadanos:

309
- Emirson Ferrini, por los delitos de corrupción, malversación genérica y
tráfico de influencias, previstos y sancionados en los artículos 60, 67 y 72
de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público;
- Miguel Eduardo Briceño Lugo y Antonino Di Bartolomeo, por los delitos
de corrupción; concierto de funcionarios y tráfico de influencias, previstos y
sancionados en los artículos 67, 70 y 72 de la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público; y
- Humberto Coromoto Méndez Medina; César Augusto Alban Borjas, y
José Armando Perdomo Albornoz, por el delito de peculado culposo,
previsto y sancionado en el artículo 59 de la ya citada ley orgánica.
En este orden, la interposición del recurso de hecho acarreó como
corolario jurídico que mediante decisión de data 20 de junio de 1999, el
eliminado Tribunal Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público, dictara
el siguiente pronunciamiento:
- Declaró con lugar el recurso de hecho introducido por los abogados
Jhonny Enrique Araujo Paredes y Oscar Linares Angulo, contra el auto
dictado por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Penal y de
Salvaguarda del Patrimonio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado Trujillo, en el cual negó los recursos de apelación interpuestos en
contra de los autos de detención dictados;
- Revocó, los autos de detención dictados por el referido Juzgado de
Primera Instancia, en contra de los ciudadanos Humberto Corómoto
Méndez Medina; César Augusto Alban Borjas, y José Armando Perdomo
Albornoz, por la comisión del delito de peculado culposo, previsto y
sancionado en el artículo 59 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del
Patrimonio Público, por considerar que no se encontraban llenos los
extremos legales exigidos en el artículo 182 del derogado Código de
Enjuiciamiento Criminal, acordando en su lugar proseguir con lo
investigación; y - Revocó el auto de detención dictado por el ya
mencionado Tribunal de Primera Instancia en lo Penal, en contra del
ciudadano Antonino Di Bartolomeo por la comisión de los delitos de
corrupción, concierto de funcionarios y tráfico de influencias, previstos y
sancionados en los artículos 67, 70 y 72 de la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público, por considerar que no estaban
satisfechos los extremos legales señalados en el artículo 182 del derogado
Código de Enjuiciamiento Criminal, y en su lugar acordó proseguir con la
averiguación sumarial ´…ello con la finalidad de que se esclarezcan
hechos que hasta la presente fecha no fueron dilucidados, y los cuales se
citaron en la parte motiva de la presente decisión´.
Como es bien sabido, la figura procesal denominada ´auto de prosecución
de la averiguación´ fue ideada en el ámbito judicial penal, toda vez que la
misma no se encontraba consagrada en el ordenamiento jurídico procesal
penal. En ese sentido, a criterio del extinto Tribunal Superior de
Salvaguarda del Patrimonio Público, dicho término era un ´…derivado por
la doctrina patria de la expresión contenida en el artículo 75-H del Código
de Enjuiciamiento Criminal, también sugerido por el encabezamiento del
artículo 206 ejusdem…´.
De esta manera, cuando el órgano jurisdiccional correspondiente dictaba
tal determinación bajo el imperio del derogado Código de Enjuiciamiento
Criminal, no era porque los hechos investigados no revistiesen carácter
penal o porque la acción penal estuviese evidentemente prescrita, sino
porque a su criterio y acorde con las actuaciones cursantes en autos,
consideraba que no se encontraban satisfechos los extremos legales

310
establecidos en el artículo 182 del abolido código adjetivo penal,
dispositivo legal que exigía la comprobación de la perpetración de un
hecho punible que mereciese pena corporal; que la acción penal no
estuviese ciertamente prescrita, y adicional a ello, que existiesen plurales y
concordantes indicios de culpabilidad en contra de alguna persona.
En opinión de José Erasmo Pérez España, la institución procesal en
estudio prosperaba cuando se presentaba ´…una situación en la que se
sabe que se ha cometido un hecho punible: una lesión, por ejemplo, pero
no está en los autos, el informe médico-legal para precisar la magnitud o a
la entidad de la lesión, para el momento en el que se debe dictar la
decisión principal o central o en la que se debe pronunciar acerca de otros
hechos que son parte de la misma averiguación. O también, cuando se
advierte en la instrucción sumaria, una situación con características que
podrían llegar a configurar un delito, pero sin una definición cierta todavía;
entonces, el juez (…) como medida profiláctica contra una eventual
impunidad, acuerda en ese aspecto, proseguir la averiguación…´.
El resultado de la determinación judicial en comento no era otro -como de
su mismo término se infería- que la continuación de la averiguación, a tal
punto que podía ocasionalmente el juez decretar de nuevo auto de
detención contra el investigado, en el supuesto de que aparecieren nuevos
elementos de convicción, que aunado con los cursantes en autos lo
llevaran al convencimiento de que esa persona era el autor del hecho
punible cometido.
En apoyo de lo señalado es importante reproducir, parte del voto salvado
del Magistrado Ángel Betancourt Ríos, integrante del suprimido Juzgado
Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público, en sentencia de fecha 18
de febrero de 1988 -ya citada con antelación- en los términos siguientes:
´…el nombre de auto que acuerda continuar la averiguación o de
continuación de la averiguación debe, por el contrario, reservarse para el
pronunciamiento que emite un tribunal cuando, al conocer, mediante algún
recurso interpuesto u ope-legis, de la decisión de un tribunal inferior, que
declaró terminada la averiguación (…) acordó mantener abierta la
averiguación sumarial (…) o decretó auto de detención o de sometimiento
a juicio (…) considera que no están comprobados los fundamentos propios
de alguna de esas decisiones y, revistiendo carácter penal los hechos que
dieron origen a la averiguación sumarial, considera que la averiguación
debe seguir y, en consecuencia, debe revocar las referidas decisiones; de
modo que cuando se dicta el auto que acuerda continuar la averiguación
existe un pronunciamiento de otro tribunal y un juzgamiento sobre las
actas procesales; en consecuencia, el tribunal que lo emite no puede dictar
después, sobre la base de las mismas actuaciones, aquellas decisiones
revocadas; por ello, ese auto no puede considerarse como de mera
sustanciación, sino como interlocutorio sin fuerza de definitiva y, en tal
virtud, apelable por las partes, sino lo dictó la segunda instancia (…)
ambos autos postulan la necesidad de la práctica de otras diligencias o
actuaciones…´.
En íntima relación con lo antes reproducido se encuentra el fallo bajo
análisis, toda vez que a través del ejercicio de un recurso de hecho se
revocaron varios autos de detención dictados por el suprimido Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del
Patrimonio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Trujillo,
acordando en su lugar el Juzgado ad-quem -Juzgado Superior de
Salvaguarda del Patrimonio Público- proseguir con la averiguación

311
sumarial.
A todo ello se une el hecho que en la motivación de la decisión, el Juzgado
Superior en mención, demandó la necesidad de la práctica de otras
diligencias o actuaciones, en los términos que de seguidas procedemos
parcialmente a transcribir de la manera siguiente:
´…considera este Tribunal Superior que fueron analizados una serie de
elementos por el Tribunal de la Causa para dictar auto de detención, a los
procesados anteriormente identificados, pero no es menos cierto que de
los mismos no se infieren indicios suficientes que le permitan hasta el
presente momento llegar a la convicción a este Tribunal Superior que se
ha cometido un ilícito penal establecido en la Ley Orgánica de Salvaguarda
del Patrimonio Público, ni en otras leyes, los cuales podrían emerger de
una mas exhaustiva investigación, toda vez que a lo largo de la presente
averiguación se pudo apreciar que hubo fallas a nivel administrativo, tal y
como se evidencia de los Informes realizados por la Unidad de Inspección
de Fiscalización de la Contraloría General del Estado Trujillo, en los que se
concluyeron entre otras cosas que hubo un desorden a nivel
administrativo; lo que llevó al Gobernador de ese estado a decretar la
emergencia (…) por tal razón ante la insuficiencia de los elementos
probatorios hasta ahora analizados (…) lo procedente (…) es revocar la
decisión dictada por el Tribunal de la Causa, mediante la cual decretó la
detención judicial de los ciudadanos Humberto Coromoto Méndez Medina
(…) por la presunta comisión del delito de peculado culposo (…) y en
consecuencia se ordena continuar con la averiguación.
(omissis)
Ahora bien en vista al informe que se ha recibido con posterioridad, este
Tribunal Superior considera que es necesario ahondar en las
investigaciones, toda vez que de las conclusiones del informe presentado
por la Comisión Permanente de la Contraloría de la Cámara de Diputados,
se presume que de por sí tal investigación fue incompleta puesto que la
misma experticia practicada no fue del todo clara en relación a las
presuntas irregularidades del manejo de los bienes para la celebración de
los juegos (…) razón por la cual en relación a los hechos así como las
personas que fueron citadas en el precitado informe del Congreso (…)
considera este Tribunal Superior procedente continuar con la averiguación,
y a tal respecto entre otros elementos probatorios que puede recabar el
Tribunal de la Causa, se permite citar entre otros (omissis) 4.- Así como
todas aquellas diligencias necesarias y tendentes a esclarecer los hechos
objeto de la presente averiguación (…).
(omissis)
En cuanto al procesado Antonino Di Bartolomeo (…) por el cual el tribunal
de la causa le dictara auto de detención por la comisión de los delitos de
corrupción, concierto de funcionarios y tráfico de influencias (…) este
Tribunal Superior considera que a lo largo de la presente averiguación
sumaria se pudo apreciar que no existe en su contra plurales indicios que
lo comprometan en la comisión de los delitos antes mencionados, toda vez
que este al momento de suscribir todos los contratos de obras (…) lo hizo
basado en las atribuciones que le confiere la Ley de la Procuraduría del
Estado (…) toda vez que si analizamos el fondo de la denuncia (…) la
misma se circunscribe a los informes parciales levantados por la unidad
temporal de Inspección y Fiscalización del la Contraloría (…) razón por la
cual este Tribunal Superior que ante la insuficiencia de indicios lo
procedente (…) es revocar la decisión dictada por el Tribunal de la Causa,

312
mediante la cual decretó la detención (…) del ciudadano anteriormente
identificado (…) ello en virtud de no encontrarse llenos los extremos
legales exigidos en el artículo 182 del Código de Enjuiciamiento Criminal y
en su lugar se acuerda proseguir con la averiguación sumarial hasta el
total esclarecimiento de los hechos, las cuales entre otras fueron
enumeradas ut supra´.
De lo reproducido se advierte fácilmente, que el sentir del sentenciador era
que para ese momento no existían elementos suficientes que sustentaran
una medida de detención judicial en contra de los ciudadanos Humberto
Corómoto Méndez Medina; César Augusto Alban Borjas; Armando
Perdomo Albornoz y Antonino Di Bartolomeo Sonsini, pero que
eventualmente podrían surgir de una más exhaustiva indagación; de allí
que en relación a las mencionadas personas se imponía la necesidad de
continuar con la investigación.
En tal sentido yerran los ciudadanos Humberto Córomoto Méndez Medina
y Antonino Di Bartolomeo Sonsini, cuando afirman que en el proceso
seguido en su contra operó el postulado constitucional y procesal relativo a
la cosa juzgada –apreciación que se desprende de su comunicación-
según el cual ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos
hechos en virtud de los cuales hubiese sido juzgada con anterioridad,
habida cuenta que en el presente caso estamos en presencia de una
decisión interlocutoria sin fuerza de definitiva que demandó la continuación
de la averiguación, y como corolario de ello la práctica de determinadas
diligencias o actuaciones.
En palabras de Arminio Borjas, conforme al principio del ne bis in idem
´…nadie puede volver a ser juzgado por el mismo delito que fue objeto de
una sentencia ejecutoriada anterior (…) la excepción de cosa juzgada
debe producir el efecto de no darle entrada al nuevo juicio, por haber sido
decidida antes y haberse extinguido así la acción penal que con él se
pretende deducir nuevamente. / La fuerza de cosa juzgada atribuida a todo
fallo firme se descompone en dos resultados: uno positivo, la fuerza
ejecutoria, o sea la actio judicati; y otro negativo, o sea la exceptio rei
judicati. El primero tiene por objeto hacer proceder a la ejecución del fallo:
el segundo impedir que se pueda instaurar un nuevo procedimiento que,
por el mismo delito, persiga la imposición del castigo correspondiente a
una misma persona´,
Situación ésta que como antes se acotó no ocurrió en el caso de marras.
Llegados a este punto se puede señalar, que tomando en consideración el
alcance del fallo emitido por el suprimido Juzgado Superior de
Salvaguarda del Patrimonio Público, en criterio de este órgano consultivo
del Despacho del Fiscal General de la República, resulta procedente emitir
un acto conclusivo en relación con la actuación de los ciudadanos
Humberto Córomoto Méndez Medina y Antonino Di Bartolomeo Sonsini,
dada la investigación penal sustanciada en su contra por la presunta
comisión de delitos previstos y sancionados en la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público.
Siendo esto así, se estima que corresponderá a esa representación del
Ministerio Público -no a esta Dirección de Consultoría Jurídica- determinar
el pronunciamiento que conforme a derecho sea pertinente emitir con
relación a los precitados ciudadanos, sobre la base de las actuaciones
cursantes en el Expediente N° 01-FMP- 23NN-0029-02, y con fundamento
a las atribuciones que le confiere el ordenamiento jurídico.
Por último cabe advertir que la opinión expresada en el caso analizado,

313
tiene como única finalidad orientarlo de tal manera que pueda usted
formarse un mejor criterio sobre el asunto planteado, quedando de esta
manera en definitiva bajo su responsabilidad la emisión del acto conclusivo
correspondiente, dando de esta manera cumplimiento a las atribuciones
que le impone el ordenamiento jurídico…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CEC art:75-H
CEC art:182
CEC art:206
LOSPP art:59
LOSPP art:60
LOSPP art:67
LOSPP art:70
LOSPP art:72
CMP N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1- 99-20
29-09-1999
JSSPP 18-02-1988

DESC ACTOS CONCLUSIVOS


DESC ACUSACION
DESC ASESORIA JURIDICA
DESC AVERIGUACIÓN
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC CODIGO DE ENJUICIAMIENTO CRIMINAL
DESC COMISIONES
DESC CONSULTAS
DESC CONTRALORIA
DESC CONTRATOS
DESC COSA JUZGADA
DESC DEPORTES
DESC DETENCION
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC GOBERNADORES
DESC INVESTIGACIÓN
DESC LEGALIDAD
DESC RECURSO DE HECHO
DESC SALVAGUARDA DEL PATRIMONIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.381-389.

314
149
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-1388-2004 FECHA:20040722
TITL Corresponde al fiscal del Ministerio Público determinar, acorde
con las actuaciones que posea, cuál es el organismo
competente por la materia al que le concierne la devolución de
los productos perecederos, que hayan sido retenidos por ser
considerados elementos u objetos probatorios de delitos
ambientales, ya que mal podrían ser devueltos al infractor de la
norma ambiental, quien precisamente sería la persona que se
encontraría incursa en el presunto hecho punible o en la
averiguación administrativa correspondiente.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Memorándum N° DDIADA-


523-001, a través del cual requiere la opinión de este Despacho en torno a
la actuación que debe seguir el Ministerio Público cuando la Guardia
Nacional u otro organismo de policía de investigación penal, coloque a su
disposición ´…productos o recursos naturales perecederos, legalmente
administrados o manejados por algún ente del ág. Poder Ejecutivo, y
retenidos por ser considerados elementos u objetos probatorios de delitos
ambientales…´.
Planteadas así las cosas, este órgano asesor del Despacho del Fiscal
General de la República, procede a emitir el dictamen solicitado en los
términos siguientes:
En el marco de los derechos humanos, garantías y de deberes
constitucionales, la norma suprema consagra el compromiso del Estado de
proteger el ambiente, la diversidad biológica, los recursos genéticos, los
procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y
demás áreas de especial importancia ecológica.
Dentro de ese contexto se orienta la Ley Orgánica del Ambiente,
instrumento base en el cual se consagran los principios rectores para la
conservación, defensa y el mejoramiento del ambiente en beneficio de la
calidad de la vida, declarados asimismo de utilidad pública, en los términos
establecidos en sus artículos 1 y 2.
Por ambiente debe entenderse ´…una totalidad interdependiente de la cual
forman parte los recursos naturales y no renovables, .las diversas especies
animales y vegetales que conviven en el planeta y todo el sistema
ecológico, incluyendo al hombre, que en conjunto constituyen un sistema
que permite el desarrollo de la vida.
El ambiente está integrado también por el patrimonio histórico cultural,
paleo-ecológico, arqueológico y arquitectónico´.
A través de Decreto Presidencial, la administración de la materia ambiental
le fue conferida al Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales en
su mayoría, toda vez que dentro de la estructura organizativa del Poder
Público existen otros entes gubernamentales que tienen competencias
ambientales.
Ejemplo de lo expresado es la competencia atribuida al Ministerio de
315
Energía y Minas, cuando en el numeral 4 del artículo 17 del Decreto sobre
Organización y Funcionamiento de la Administración Pública Central, se
señala que compete al aludido Organismo la ´…prevención de la
contaminación del medio ambiente derivada de las actividades mineras,
energéticas y de hidrocarburos, en coordinación con el Ministerio del
Ambiente y de los Recursos Naturales´.
De igual manera, a otros organismos públicos también se les confiere
atribución en materia ambiental a través de ley especial, como sería el
caso de la Ley de Protección a la Fauna Silvestre, la cual en su artículo 97
establece que ´Corresponde al Ejecutivo Nacional, por órgano del
Ministerio de Agricultura y Cría - hoy Ministerio de Agricultura y Tierras- la
intervención en todas las materias a que se refiere esta ley´.
Continúa expresando el cuerpo normativo en mención, en su artículo
subsiguiente -98-que ´El Ministerio de Agricultura y Cría ejercerá la
administración, inspección, fiscalización y protección de la fauna silvestre.
La guardería de la fauna silvestre la ejercerá por medio de un cuerpo
especializado en conservación, fomento y protección de los recursos
naturales renovables, con dedicación específica a estas funciones y de los
demás funcionarios técnicos y administrativos que el Ministerio de
Agricultura y Cría estime necesario…´.
En este orden de ideas, múltiples son las funciones encomendadas al
Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales, a través del
mencionado Decreto Presidencial, dentro de las cuales se pueden citar,
entre otras, las siguientes:
“Artículo 18. Son competencias del Ministerio del Ambiente y de los
Recursos Naturales:
1. La regulación, formulación y seguimiento de las políticas ambiental del
Estado
venezolano;
(omissis)
4. El ejercicio de la autoridad nacional de las aguas;
(omissis)
6. La administración y gestión en cuencas hidrográficas;
(omissis)
8. El manejo y control de los recursos forestales;
(omissis)
15. Las demás que le atribuyan las leyes y otros actos normativos.
Dentro de estas otras leyes y otros actos normativos encontramos la Ley
Forestal de Suelos y Aguas y su Reglamento, cuerpo normativo este último
a través del cual se le atribuye al Ministerio del Ambiente y de los
Recursos Naturales, competencia en los términos que de seguidas se
pasa a reproducir:
´Artículo 2. La intervención del Estado en todas las materias a que se
refiere la Ley Forestal de Suelos y de Aguas y este Reglamento,
corresponde al Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales
Renovables…´.
En el referido instrumento de rango sub-legal -Reglamento de la Ley
Forestal de Suelos y Aguas- así como en otras leyes especiales -Ley de
Pesca y Acuacultura- se consagran procedimientos de índole
administrativo, específicamente en los Títulos XII ´De las Penas, los
Comisos y Remates, Capítulo Único´, y Título X ´Inspección, Control y
Procedimiento, Capítulo III´, respectivamente, que tienen que llevar a cabo
los funcionarios que en ellas se señalan, cuando tengan conocimiento que

316
se ha perpetrado una infracción de carácter forestal o una contravención
pesquera, de acuacultura, y las que le fueren conexas.
Así, para el caso de productos que estén expuestos a pérdida, deterioro,
corrupción o depreciación, dispone el segundo aparte del artículo 203, del
ya citado Reglamento que ´…el funcionario podrá sacarlos a remate o
disponer de ellos en otra forma según lo que disponga la Dirección
General Sectorial de Administración del Ambiente, aún antes de haberse
decidido definitivamente el comiso´.
En igual sentido se pronuncia la Ley de Protección a la Fauna Silvestre,
cuando en su Título V, Capítulo II, consagra un procedimiento penal
administrativo para los casos de infracciones al referido texto, disponiendo
a ese efecto en su artículo 122 que ´Al practicarse la retención de animales
silvestres o de sus productos mientras se decide el comiso, el Ministerio de
Agricultura y Cría los guardará en la forma que determine al efecto. En
caso de que dichos animales o productos estén expuestos a pérdidas o
deterioro, dispondrá de ellos en la forma que considere conveniente…´.
Por otra parte, la necesidad de preservar bienes fundamentales que
conforman el ambiente, aunado al hecho que la propia Ley Orgánica del
Ambiente demandó en su artículo 36 la regulación de normas penales en
garantía de los bienes jurídicos tutelados en la misma, conllevó que a
través de un cuerpo normativo denominado Ley Penal del Ambiente, se
tipificaran y sancionaran los delitos ambientales o tipos penales
ambientales, los cuales a juicio de José Francisco Martínez Rincones son
definidos como ´…comportamientos típicos, antijurídicos, culpables y
sancionables punitivamente por atentar contra los bienes ambientales o
ecológicos´.
El objeto de la Ley Penal del Ambiente es tipificar como delitos ´…aquellos
hechos que violen las disposiciones relativas a la conservación, defensa y
mejoramiento del ambiente, y establece (sic) las sanciones penales
correspondientes. Así mismo determina (sic) las medidas precautelativas,
de restitución y de reparación a que haya lugar´.
En palabras de Isabel De Los Ríos, la ut supra citada ley especial trata
solamente los ´…delitos y deja las infracciones administrativas a las leyes
especiales que la contemplan y cuyas sanciones corresponden al
Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, a otros
despachos del Ejecutivo y a otros organismos con capacidades
sancionatorias. / Los delitos allí contemplados son de peligro, en los cuales
basta la simple amenaza al bien jurídico para perfeccionar el delito. Si
efectivamente se produjere el daño, la sanción se agrava…´.
Como es bien sabido, para los hechos punibles que violen las
disposiciones relativas a la conservación, defensa y mejoramiento del
ambiente, deberá el fiscal del Ministerio Público seguir el sistema de
normas contenidas en el Código Orgánico Procesal Penal, por ser el
procedimiento rector, a los fines de descubrir el delito y la responsabilidad
de sus autores.
Dentro esta normativa consagrada en el referido texto adjetivo penal, se
encuentra la referente a la facultad atribuida al representante fiscal, de
restituir en la fase de investigación lo antes posible -previo la práctica de
las experticias correspondientes-los objetos recogidos o incautados,
siempre y cuando los mismos no sean imprescindibles para la
investigación; calificación de prescindibilidad que efectuará el Ministerio
Público tomando en cuenta la correlación existente entre el objeto del
proceso -hecho punible perpetrado- con los elementos del aseguramiento

317
de los bienes tanto activos como pasivos del delito relacionados con la
consumación del mismo, y que podrían tener un significado probatorio en
el transcurso del proceso penal.
En el sentir de Jesús Eduardo Cabrera Romero, si consta su ocupación, el
bien ´…tiene que haber sido objeto de algún medio de prueba, cuyo
resultado positivo o negativo debe estar recogido en acta. Si el resultado
es negativo indudablemente que no es un bien imprescindible para la
investigación; pero si es positivo, si es necesario para el juicio, y pensamos
que no puede ser sustituido por el acta o dictamen que contiene los
resultados del examen, sino que debe guardarse para fundar los alegatos
de la acusación…´.
La devolución de objetos recogidos o incautados en la fase de
investigación del proceso penal lo encontramos regulado en el Libro
Segundo ´Del procedimiento Ordinario´, Capítulo III ´Del Desarrollo de la
Investigación´, artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal, en los
términos siguientes:
´El Ministerio Público devolverá lo antes posible los objetos recogidos o
que se incautaron y que no son imprescindibles para la investigación. No
obstante, en caso de retraso injustificado del Ministerio Público, las partes
o los terceros interesados podrán acudir ante el juez de control solicitando
su devolución, sin perjuicio de la responsabilidad civil, administrativa y
disciplinaria en que pueda incurrir el Fiscal si la demora le es imputable. /
El Juez o el Ministerio Público entregarán los objetos directamente o en
depósito con la expresa obligación de presentarlos cada vez que sean
requeridos…´.
Establecido ello así, quedará a criterio del representante fiscal que
conduzca la investigación, determinar -sobre la base de las actas que
conforman la investigación- la procedencia o no de la devolución de los
objetos reclamados a la persona que acredite ser el propietario de los
mismos; actuación que deberá realizar el aludido funcionario con la
celeridad que el caso amerita, so pena de incurrir en retraso injustificado;
situación ésta que podría acarrear que las partes o terceros interesados
acudan ante el órgano jurisdiccional competente -juez de control- a los
fines de poder hacer efectiva dicha pretensión, sin perjuicio de las
responsabilidades en que pudiera incurrir el representante fiscal si la
demora le es atribuible, de conformidad con lo establecido en la citada
norma jurídica.
En ese sentido, el Máximo Tribunal de la República en Sala Constitucional,
fijó posición en los siguientes términos:
´Las medidas sobre los bienes y derechos de las personas pueden atender
a la instancia del Ministerio Público o a órdenes de los jueces penales./Con
relación al Ministerio Público, la vigente Constitución en su artículo 285,
numeral 3, le atribuye el aseguramiento de los objetos activos y pasivos
relacionados con la perpetración del delito./La captura de estos elementos
activos y pasivos pueden ser el resultado de una actividad propia, oficiosa,
del Ministerio Público, o de una efectuada previa autorización judicial. Tal
posibilidad dimana de la letra del Código Orgánico Procesal Penal; y la
aprehensión de los bienes, tanto por impulso del Ministerio Público como
por el juez penal, se ejecutará mediante varias figuras de aseguramiento
de bienes mencionados en la Ley Adjetiva Penal (…) ./Sobre los bienes
recolectados, algunos con fines probatorios, como se desprende del
artículo 319 del Código Orgánico Procesal Penal, así como los incautados
conforme al artículo 233 eiusdem, el Ministerio Público puede devolverlos

318
a los interesados,siempre que no sean imprescindibles para la
investigación, lo que destaca el carácter probatorio de algunas de esas
medidas asegurativas./ Igualmente el juez de control podrá ordenar la
devolución de los bienes cuando ante él sean reclamados y siempre que
no estime necesario su conservación´.
De allí que tanto el Ministerio Público como el órgano jurisdiccional estén
legitimados para efectuar la devolución de los objetos incautados o
decomisados en la fase de investigación; operadores de justicia ante
quienes podrán acudir las partes o los terceros interesados y plantear la
aludida pretensión.
Llegados a este punto considera esta Dirección de Consultoría Jurídica
que en el caso bajo análisis, la actuación a asumir por parte del Ministerio
Público una vez que la Guardia Nacional en sus funciones de investigación
de delitos en el ámbito de sus atribuciones legales u otro órgano de policía
de investigación penal, ponga a su disposición productos o recursos
naturales perecederos, y retenidos por ser considerados elementos u
objetos probatorios de delitos ambientales -los cuales son todos de acción
pública- no podrá ser otra que la de ordenar el inicio de la investigación,
sobre la base de la atribución que le confiere los artículos 285, numeral 3;
34, ordinal 5°, y 283 y 300, de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, de la Ley Orgánica del Ministerio Público y del Código
Orgánico Procesal Penal, respectivamente.
Lo contrario a dicha actuación estaría representado por el hecho de que el
representante fiscal, en el ámbito de su autoridad solicite al juez de control,
dentro
de los quince días siguientes a la recepción de la denuncia o querella, su
desestimación, por cuanto de la revisión efectuada a las actuaciones
recibidas se desprenda que el hecho no reviste carácter penal o cuya
acción esté evidentemente prescrita, o exista un obstáculo legal para el
desarrollo del proceso, de conformidad con lo preceptuado en el artículo
301 del Código Orgánico Procesal Penal.
Tanto en uno como en otro caso, la actuación del fiscal del Ministerio
Público tomando en cuenta la naturaleza de esos productos perecederos -
los cuales son definidos como aquellos poco durables, que han de perecer
o acabarse-retenidos por ser considerados elementos de delitos
ambientales, deberá estar orientada a devolverlos una vez practicadas las
experticias de rigor, al Organismo competente por la materia, ya que mal
podrían ser devueltos al infractor de la norma ambiental, quien
precisamente sería la persona que se encontraría incursa en el presunto
hecho punible o en la averiguación administrativa correspondiente.
Se dice organismo competente por la materia, toda vez que el Ministerio
del Ambiente y de los Recursos Naturales, no es el único ente
gubernamental que tiene asignada competencia en materia ambiental, ya
que como antes se acotó, existen otros organismos que la ostentan, en
virtud de la complejidad de la actividad en referencia, como sería el caso
de las infracciones contempladas en la Ley de Pesca y Acuacultura, cuyas
sanciones corresponde aplicarlas al Instituto Nacional de la Pesca y
Acuacultura, en proporción a la gravedad que implique la falta cometida
por el infractor, en los términos establecidos en el artículo 84.
Así entonces, corresponderá al fiscal del Ministerio Público determinar,
acorde con las actuaciones que posea, cuál es el organismo al que le
compete la devolución de los productos perecederos, que hayan sido
retenidos por ser considerados elementos u objetos probatorios de delitos

319
ambientales…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:34-5
CRBV art:283
CRBV art:285-3
CRBV art:300
LOAM art:1
LOAM art:2
LOAM art:36
COPP art:233
COPP art:301
COPP art:311
COPP art:319
LPFS art:97
LPFS art:98
LPFS art:122
LPA art:84
DOFAPC art:17-4
DOFAPC art:18
RLFSA art:203-s.apt

DESC ACCION PENAL


DESC ACUSACION
DESC AMBIENTE
DESC AVERIGUACION
DESC COMISO
DESC DESISTIMIENTO
DESC EVIDENCIAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INVESTIGACION
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC POLICIA
DESC PRUEBA
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.389-395.

320
150
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-1919-2004 FECHA:20041019
TITL Siendo el fiscal del Ministerio Público el único funcionario
obligado por la ley para solicitar el enjuiciamiento de la persona
incursa en un hecho punible denominado falta, el desempeño
de la autoridad policial deberá circunscribirse sólo a dejar
constancia en un acta del día en que se suscitaron los hechos,
la identificación de sus autores, partícipes y demás personas
que puedan proporcionar información, del aseguramiento de
los objetos activos y pasivos y la descripción de las
circunstancias de utilidad, que sirvan al Ministerio Público para
fundar la acusación, así como prestar su auxilio para la práctica
de la correspondiente citación; ya que en caso contrario, se
extralimitaría en el ejercicio de sus funciones.
La medida cautelar prevista en el numeral 3 del artículo 39 de la
Ley sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, que implica
la restricción de la libertad personal impuesta por una autoridad
administrativa, resulta inconstitucional, ya que viola no sólo el
derecho a la libertad personal a la que se ha hecho referencia
sino también el derecho al debido proceso, contenido en el
artículo 49 de Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión a su Memorandum N° DPIF-9-1174-04,


mediante el cual remite anexo comunicación emanada de la Dirección
General de la Policía Municipal del Municipio Autónomo Sucre del Estado
Miranda, donde se solicita ´...se sirva ilustrar a este cuerpo policial sobre el
procedimiento a seguir en el caso de la aplicación de las normas
contenidas en el Libro Tercero del Código Penal, en relación con el Título
V del Libro Tercero del Código Orgánico Procesal Penal; y respecto a la
aplicación de la medida cautelar dispuesta en el artículo 39, numeral 3, de
la Ley Sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia´.
Visto el planteamiento formulado, esta Dirección de Consultoría Jurídica
procede a emitir su opinión bajo los siguientes términos:
En lo que respecta a la aplicación de la ley penal, el Código sustantivo
señala en su artículo 1:
´Nadie podrá ser castigado por un hecho punible que no estuviere
expresamente previsto como punible por la ley, ni con penas que ella no
hubiere establecido previamente./ Los hechos punible se dividen en delitos
y faltas´.
La distinción entre ambos términos se hace en función de su gravedad.
Esta diferenciación tiene consecuencias tanto de orden material como
procesal. En lo que respecta a esta última, la misma se refiere a una
competencia judicial distinta y a un procedimiento a aplicar distinto.
Para este tipo de infracciones, el legislador reguló en el Código Orgánico
321
Procesal Penal, en su Libro Tercero, Titulo V, denominado ´De los
Procedimientos Especiales´, el procedimiento a seguir en los artículos 382
al 390 en caso de la comisión de dichas faltas.
Sobre la legitimidad del funcionario competente para solicitar el
enjuiciamiento penal de una persona incursa en una falta, se hace
necesario advertir el criterio sostenido al respecto por este órgano asesor,
publicado en el Informe Anual del Ministerio Público, 2001, Tomo III,
referencia 2.16., el cual transcrito parcialmente es del tenor siguiente:
´...Establece el artículo 385 del citado instrumento legal, que ‘ El
funcionario que haya tenido conocimiento de la falta, o aquél que la ley
designe para perseguirla, solicitará el enjuiciamiento indicando lo
siguiente:/ 1° Identificación del imputado y su domicilio o residencia; 2°
Descripción resumida del hecho imputado, indicando tiempo y lugar; 3°
Disposición legal infringida; 4° Señalamiento de los datos pertinentes,
agregando los documentos y los objetos entregados por el infractor o que
se incautaron; 5° Identificación y firma del solicitante’ ./ Ahora bien, si bien
es cierto que la norma jurídica antes transcrita, no hace mención expresa
de que es el fiscal del Ministerio Público el funcionario a quien le
corresponde la facultad de solicitar el enjuiciamiento del autor de una falta,
no es menos cierto, que al concatenar lo establecido en el único aparte del
artículo 1 del Código Penal, según el cual ‘ los hechos punibles se dividen
en delitos y faltas’ , con el artículo 285, numerales 3 y 4 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, que entró en vigencia con
posterioridad al código adjetivo penal, en los que se les confirió al
Ministerio Público, entre otras, la atribución de ordenar y dirigir la
investigación penal de la perpetración de los hechos punibles con el fin de
hacer constar su comisión, y la titularidad para ejercer en nombre del
Estado la acción penal en los casos en que para intentarla o proseguirla no
fuere necesaria instancia de parte, salvo las excepciones establecidas en
la ley, tendríamos que forzosamente concluir, que el funcionario obligado
por la ley para solicitar el enjuiciamiento de la persona incursa en un hecho
punible denominado falta, no es otro que el fiscal del Ministerio Público.”
“En ese sentido, cuando las autoridades de policía, de cualquier modo
tengan conocimiento de la comisión de una falta, deberán dejar constancia
en un acta que suscriba el funcionario actuante, del día en que se
suscitaron los hechos, la identificación de los autores, partícipes y demás
personas que puedan proporcionar información, el aseguramiento de los
objetos activos y pasivos relacionados con el hecho y la descripción de las
circunstancias de utilidad, con la mayor exactitud posible, que sirvan al
Ministerio Público para fundar la acusación, sin menoscabo del derecho de
defensa del imputado.
En consecuencia, una vez consignada la acusación por ante el órgano
jurisdiccional correspondiente, se citará al imputado con auxilio de la
policía, indicándole en dicha citación, el tribunal asignado y el plazo dentro
del cual deberá comparecer, sin que para ello sea necesario la presencia
física del funcionario que practique la citación a juicio.
El desempeño de la autoridad policial deberá circunscribirse a la actuación
antes descrita, ya que en caso contrario incurriría en una extralimitación
del ejercicio de sus funciones.
Por otra parte, en lo atinente a la medida cautelar dispuesta en el numeral
3 del artículo 39 de la Ley Sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia,
este órgano asesor considera pertinente hacer las siguientes
observaciones:

322
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra entre
sus derechos civiles, el derecho a la libertad personal. Al respecto, el
artículo 44 señala que la libertad personal es inviolable, en consecuencia,
el numeral 1 de la disposición antes citada consagra como regla
procedimiental -el juicio en libertad- por lo que ninguna persona puede ser
arrestada o detenida sino:
- en virtud de una orden judicial, o
- cuando sea sorprendida in fraganti.
En los sistemas acusatorios la detención del imputado está sometida al
control de la autoridad judicial, siendo el órgano jurisdiccional el que debe
decidir sobre la procedencia o no de la detención y de las diversas
medidas cautelares.
El artículo 250 del Código Orgánico Procesal armoniza en su
encabezamiento con el ordinal 1° del artículo 44 del Texto Constitucional,
en el sentido de que aparte de los casos de flagrancia, para que pueda
practicarse la detención del imputado como medida cautelar, es necesario
que el juez expida previamente una orden de aprehensión, a solicitud del
Ministerio Público; siempre que se cumplan de manera acumulativa los
tres requisitos exigidos en los numerales que integran la disposición en
referencia.
Sólo de esta manera la persona que es objeto de una investigación puede
ser arrestada o detenida, para que le sea decretada la privación judicial
preventiva de libertad, siguiendo el procedimiento previsto en el artículo
255 del Código Adjetivo, que establece que cuando el imputado sea
aprehendido deberá ser informado acerca del hecho que se le atribuye y
de la autoridad que ha ordenado la medida a cuya orden será puesto
Ahora bien, la medida cautelar prevista en el numeral 3 del artículo 39 de
la Ley Sobre La Violencia Contra La Mujer y La Familia, que implica la
restricción de la libertad personal impuesta por una autoridad
administrativa, resulta inconstitucional, ya que viola no sólo el derecho a la
libertad personal a la que se ha hecho referencia sino también el derecho
al debido proceso, contenido en el artículo 49 de Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
En ese sentido, cuando la ley cuya aplicación se pida colidiere con el Texto
Fundamental, los tribunales deberán atenerse a la norma constitucional
(artículos 19 del Código Orgánico Procesal Penal y 334 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela), ya que todo acto dictado en
ejercicio del Poder Público que menoscabe o viole los derechos
garantizados en la Constitución y la ley es nulo; todo ello en virtud de la
supremacía de nuestra Carta Magna.
Señala igualmente el Texto Constitucional, que las leyes de
procedimientos se aplicarán desde el momento mismo de entrar en
vigencia, aún en los procesos que se hallaren en curso y cuando haya
dudas se aplicará la norma que más beneficie al reo o rea.
En tal sentido, el artículo 516 del Código Orgánico Procesal Penal
establece entre otros aspectos, que quedarán derogados cualesquiera
otras disposiciones de procedimiento penal que se oponga al mencionado
texto adjetivo, y como quiera que la medida cautelar contemplada en el
numeral 3 del artículo 39 de la Ley Sobre Violencia Contra la Mujer y la
Familia, forma parte del procedimiento seguido con ocasión a la comisión
de delitos y faltas constitutivas de violencia a la que refiere la aludida ley,
debe entenderse que por estar contemplada dicha medida de privación
preventiva de libertad en el nuevo Código Procedimental bajo una

323
perspectiva más garantista para el imputado, resulta incompatible con la
ley anterior, por lo que se hace necesario señalar lo inapropiado de la
postergación del dogma sostenido por el principio inquisitivo, el cual nació
emplazado en la rigidez que invertía el principio de la afirmación de
libertad, consagrando la detención como la regla y la libertad como la
excepción.
En esa misma línea de pensamiento se observa, que si bien el proceso
penal tiene por finalidad la búsqueda de la verdad, la misma no debe
obtenerse infringiendo principios fundamentales; por ello el legislador
consideró necesario plasmar positivamente una serie de garantías para los
sujetos procésales intervinientes.
A tal efecto, el artículo 9 del Código Orgánico Procesal Penal ratifica el
principio conforme al cual la libertad durante el proceso es la regla y su
privación es la excepción, toda vez que dicha norma establece: ´Las
disposiciones de este Código que autorizan preventivamente la privación o
restricción de libertad o de otros derechos del imputado, o su ejercicio,
tienen carácter excepcional, sólo podrán ser interpretadas restrictivamente,
y su aplicación debe ser proporcional a la pena o medida de seguridad que
pueda ser impuesta./ Las únicas medidas preventivas en contra del
imputado son las que este Código autoriza conforme a la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela´, de allí se infiere la necesidad de
regular cuidadosamente la mayor ingerencia que el derecho puede
reconocer al juez, esto es, decidir sobre la restricción o limitación de
alguno de los Derechos Constitucionales debiendo interpretarse
restrictivamente todas las disposiciones que restrinjan la libertad del
imputado o limiten sus facultades y las que definen la flagrancia.
Expuestas las consideraciones que anteceden, esta Dirección de
Consultoría Jurídica estima pertinente advertir que en fecha 26-8-2003 el
Fiscal General de la República solicitó por ante la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, la nulidad parcial por inconstitucionalidad e
ilegalidad de los artículos 3 numeral 4, 31 y 39, numerales 1, 3 y 5 de la
Ley Sobre La Violencia contra la Mujer y la Familia…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44-1
CRBV art:49
CRBV art:285-3
CRBV art:285-4
COPP art:334
LVMF art:3-4
LVMF art:31
LVMF art:39-1
LVMF art:39-3
LVMF art:39-5
CP art:1
COPP art:9
COPP art:19
COPP art:250
COPP art:255
COPP art:382
COPP art:383
COPP art:384
COPP art:385

324
COPP art:386
COPP art:387
COPP art:388
COPP art:389
COPP art:390
COPP art:516
IFGR 2001, T.II, R.2.16

DESC ACCION PENAL


DESC ACUSACION
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FALTAS
DESC FAMILIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUJER
DESC NULIDAD
DESC POLICIA
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
DESC PROCESOS (DERECHO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.396-400.

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151
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2004-074116 FECHA:20041020
TITL El fiscal del Ministerio Público por mandato constitucional y
procesal ejerce la acción penal en los delitos de acción pública,
y vista la separación de las funciones de investigación y
juzgamiento, debe ejercitar con independencia su labor
investigativa, salvo las restricciones jurisdiccionales previstas
en el ordenamiento jurídico; función que desplegará a todo
evento con estricta sujeción a la constitución, los tratados
internacionales y las leyes.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido de la comunicación N° FMP-


67-04-1583, de fecha 7 de septiembre del año en curso, a través de la cual
remite adjunto, constante de noventa y tres (93) folios útiles, Expediente
N° 19-J-091-01, instruido contra el acusado Wilfredo Leonardo Pérez, por
la presunta comisión del delito de desvalijamiento de vehículo automotor,
previsto y sancionado en el artículo 3 de la Ley Sobre Hurto y Robo de
Vehículo Automotor.
Expresa que la aludida remisión, obedece al hecho de elevar una consulta
vista la situación generada por la ciudadana Renée Moros Troccoli, quien
en su condición de Juez de Primera Instancia en Funciones de Juicio N°
19 del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, acordó
mediante auto dictado en fecha 13 de agosto de 2004, remitirle la causa
seguida contra el precitado ciudadano, bajo los argumentos siguientes:
´Revisadas las presentes actuaciones que conforman la causa N°19-J-
091-01…se observa que este Tribunal dictó orden de captura…contra el
ciudadano Wilfredo Leonardo Pérez…sin que hasta la presente fecha se
haya obtenido resultas de su efectiva localización y captura, en tal sentido,
este Tribunal a los fines de cumplir con el artículo 26 de la Constitución…y
en presencia de un sistema acusatorio pasa a emitir las consideraciones
siguientes con el objeto de lograr el ius puniendi del Estado con el auxilio
de la parte requirente en este sistema acusatorio, vale decir, el Ministerio
Público.
(omissis)
En síntesis este Tribunal estima necesario determinar que la
responsabilidad del fiscal del Ministerio Público alcanza no sólo la de
probar la acusación sino la de utilizar todos los recursos que la ley y la
facultad constitucional le confiere para perseguir a los presuntos culpables,
y someterlos a la justicia penal, pues está fuera de discusión que
corresponde al acusador la demostración de la posición que haga
procedente la aplicación de la sanción punitiva y en el presente caso para
hacer procedente la aplicación de la sanción punitiva se requiere la
búsqueda del acusado, lograr su captura, pero no solamente esta función
investigativa para llegar a ese resultado, sino también, el verificar sus
datos filiatorios, indagar en lugares de su residencia habitual, con sus
familiares, en su trabajo, en los registros civiles, y en fin, con todos los
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organismos correspondiente, identificar situaciones tales como: si el mismo
vive o ha fallecido, si ha sido denunciado como desaparecido, si se
encuentra en estado de incapacidad mental, si fue objeto de otra detención
etc; lo que evidentemente implica un trabajo que es propio de la función de
quien tiene esa responsabilidad ante el Estado de acuerdo con las normas
que de manera sucinta se transcriben al comienzo del presente auto. Y en
caso de que no sea posible continuar con la prosecución del proceso
penal, le corresponde igualmente solicitar al Ministerio Público el
requerimiento judicial correspondiente de acuerdo con la situación
descubierta´.
Con base en la argumentación expuesta, y con apoyo a lo dispuesto en los
artículos 285, numeral 2, de la Carta Magna; 2, 11, 24, 108, numeral 14,
114 (referido a la subordinación de los órganos de policía de investigación
al Ministerio Público) y 116 (atinente al poder disciplinario que sobre tales
órganos ejerce el Ministerio Público), todos del Código Orgánico Procesal
Penal, y 34, numerales 1 y 10, de la ley Orgánica del Ministerio Público, el
citado órgano jurisdiccional acordó:
´…remitir las presentes actuaciones (…) a la Fiscalía Sexagésima Séptima
(67) del Ministerio Público, con el objeto que atendiendo a las
consideraciones anteriormente expuestas, realice todo lo necesario con el
fin de lograr la captura del acusado Wilfredo Leonardo Pérez, o verificar las
circunstancias antes explicadas (…) solicitando en estos casos el
requerimiento judicial a que haya lugar. Aclarando esta jueza, que las
actuaciones jurisdiccionales que se remiten estarán a la órden (sic) de la
fiscalía a los fines expuestos y en el caso que la autoridad correspondiente
informe de manera oficial sobre la captura del acusado, se librará oficio al
Ministerio Público con el objeto de que remita de inmediato la causa y se
prosiga conforme a la normativa procesal correspondiente…´.
Criterio éste ratificado por el órgano jurisdiccional en mención, cuando en
data 31 de agosto del presente año, acordó mediante resolución judicial
devolverle las actuaciones, visto el retorno que de las mismas le efectuara
esa representación fiscal, mediante comunicación N° FMP-67-04-1546, de
fecha 30 de agosto de 2004, en los términos que de seguidas se pasa a
reproducir.
Efectivamente manifiesta usted en su escrito, entre otras cosas que:
´…no es responsabilidad de este Despacho fiscal la ubicación del
acusado, ya que se cumplió con el deber del Ministerio Público de ejercer
la acción penal, al presentar la debida acusación, y se veló, igualmente por
los derechos de la víctima, por la misma razón; por lo que el Ministerio
Público cumplió a cabalidad sus atribuciones/deberes, habiendo omitido el
tribunal verificar la dirección aportada por el acusado al momento de
otorgarle su libertad o de exigirle algún otro tipo de recaudo que
garantizara su ubicación en caso de incumplimiento, como es el caso que
nos ocupa.
A todo lo antes expuesto, cabe aunar que en la audiencia realizada en
fecha 22-1-2004, la Juez acordó su captura, y por ende ‘ …una vez que
este (sic) sea aprehendido por la División de Capturas del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, se acuerda su
traslado al tribunal a los fines de imponerlo de esta decisión y convocar al
juicio oral y público por el procedimiento abreviado, momento en el cual se
notificará a las partes…’ ¿Como (sic) se le dará cumplimiento a esta
decisión si el expediente fue remitido a la fiscalía?.
Es por las consideraciones antes realizadas que me permito devolverle las

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actuaciones a los fines de que permanezcan en la sede del tribunal hasta
tanto se produzca la aprehensión del acusado o se verifique su deceso, ya
una vez presentado el acto conclusivo, el Ministerio Público cumplió con
sus funciones contenidas en los 327 (sic) y siguientes del Código Orgánico
Procesal Penal, más aún cuando le es imputable exclusivamente al órgano
jurisdiccional otorgarle su libertad a un acusado sin tomar las medidas
mínimas para garantizar que este (sic) cumplirá con las obligaciones
contraídas con el tribunal´.
Dentro de ese marco, se considera oportuno apuntar que en fecha 22 de
enero de 2004, el Juzgado de Primera Instancia en Funciones de Juicio N°
19 del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, acordó
revocar al ciudadano Wilfredo Leonardo Pérez, el beneficio de suspensión
condicional del proceso otorgado en data 11 de julio de 2001, y
consecuencialmente, el régimen de prueba impuesto, acordando en su
lugar reanudar el proceso seguido en su contra, y librar su correspondiente
orden de captura, para así, una vez aprehendido por la División de
Capturas del Cuerpo de Investigaciones Penales, Científicas y
Criminalísticas, se efectué su traslado al respectivo tribunal para notificarlo
de la decisión dictada y de esta manera poder convocar al juicio oral y
público; orden librada al Jefe de la División Nacional de Captura del citado
cuerpo de investigación penal, mediante Oficio N° 060-2004, en fecha 22
de enero de 2004, tal y como se colige del folio 66 al 67 de las actuaciones
remitidas.
Esbozado lo anterior, este órgano consultivo del análisis efectuado a la
documentación remitida procede a emitir el dictamen correspondiente en
los términos siguientes:
El proceso penal está conformado por un conjunto de actos sucesivos con
sus respectivas fases que imponen a cargo de los distintos operadores de
justicia que intervienen en el desarrollo del mismo, diferentes funciones
que les asigna la ley, todo ello orientado a la investigación y
esclarecimiento del hecho punible, así como establecer la responsabilidad
de sus autores; de tal manera que, con cada actuación desplegada se va
dejando atrás aspectos que forman parte de esa actividad, para así llegar
a la solución del conflicto generado por el delito.
En este sentido, una de las características del sistema acusatorio es la
separación en órganos autónomos, de la actividad de persecución penal y
de juzgamiento, vale decir, órgano instructor -Ministerio Público- y órgano
juzgador -juez-. Así, el juez en su función delegada -el Estado establece su
pretensión punitiva a través de sus órganos jurisdiccionales- como órgano
del Poder Judicial, le corresponde conocer de las causas y asuntos de su
competencia a través de los procedimientos que determinen las leyes, así
como ejecutar o hacer ejecutar sus sentencias, en los términos
establecidos en los artículos 253, primer aparte; 5, encabezamiento, 55; 2
y 10 del Texto Fundamental, Código Orgánico Procesal Penal, y Ley
Orgánica del Poder Judicial, respectivamente.
En íntima relación con lo antes expuesto se pronunció el Tribunal Supremo
de Justicia, en Sala Constitucional, cuando en fallo dictado en fecha 9 de
diciembre de 2003, expresó lo siguiente:
´En el procedimiento de corte acusatorio se encomienda la investigación –
que no es una función jurisdiccional propiamente tal, sino una especie de
fase preparatoria para ella- al Ministerio Público, un órgano técnico
profesional especializado; y el juzgamiento a un tribunal. / Esta separación
de las funciones de investigación y juzgamiento expresa una característica

328
fundamental del procedimiento acusatorio, como es la racionalización del
sistema procesal penal (…) el sistema acusatorio es superior al mixto
desde el punto de vista de las garantías y de la racionalización del sistema.
En efecto, permite, mediante la institución del juez de garantías, controlar
la investigación realizada por el Ministerio Público y asegurar, además, la
imparcialidad del tribunal en lo atinente a la adopción de medidas
cautelares que, como la prisión preventiva, entre otras, afectan
intensamente los derechos del imputado…´.
En este contexto, la principal y más importante misión del juez no es otra
que la de resolver la controversia suscitada entre las partes, mediante el
establecimiento de la verdad de los hechos por las vías jurídicas y la
justicia en la aplicación del derecho, cumpliendo con ello con la finalidad
del proceso, pudiendo en ejercicio de sus facultades jurisdiccionales en
casos de necesidad, imponer durante el transcurso del proceso, medidas
de coerción debidamente fundadas, que restrinjan la libertad del imputado,
salvaguardando así el postulado constitucional del debido proceso.
En el sentir de Manuel de Jesús Flores, la función jurisdiccional sólo
´…puede actuarse a través del proceso como vía legal que debe estar
preestablecida, con el propósito de que el Órgano Jurisdiccional, al amparo
de las normas jurídicas pueda en ejercicio del poder público, tutelar el
derecho. / La función jurisdiccional traducida al campo penal, sólo puede
actuarse a través del proceso correspondiente, sucesivos, preestablecidos
y preclusivos, que tiene como finalidad la determinación de los hechos, en
base a lo cual el Estado a través de dicho órgano competente, ejercita su
poder sancionador para contrarrestar las conductas antisociales sin
distingos, contra quien haya violado la norma sustantiva penal y formaliza
la sanción, a través de la sentencia´.
En este orden de ideas, el texto adjetivo penal establece en su normativa
que la distribución de las funciones entre los distintos jueces penales se
establecerá conforme a lo consagrado en él, la ley y los reglamentos
internos. Dentro de ese marco, la fase de juzgamiento en el proceso penal
se la encomienda a los tribunales de juicio, los cuales se integrarán ´…con
jueces profesionales que actuarán solos o con escabinos, según el caso,
conforme a lo dispuesto en este Código, y se rotarán
anualmente…(omissis)…Los tribunales competentes para conocer del
procedimiento abreviado, de las faltas, y el de ejecución de sentencia
serán unipersonales. / El tribunal unipersonal estará constituido por un juez
profesional. /
Los tribunales unipersonales y mixtos se integrarán con el juez profesional,
con los escabinos y con el secretario que se les asigne´.
De esta manera, el aludido operador de justicia durante el desarrollo de la
fase de juzgamiento tiene múltiples funciones que desempeñar. En
concreto, tiene el compromiso de dirigir el debate, y ejercer la facultad
disciplinaria en el mismo –artículo 341-; fijar la fecha para la celebración
del juicio oral o audiencia pública, debiendo para ello ordenar la citación de
todos los que deban asistir a dicho acto, tales como el acusado quien debe
ser citado por los menos con diez días de anticipación a la realización de la
audiencia, atribuciones todas éstas que se coligen del contexto del Título
III ´Del Juicio Oral´, del Libro Segundo del Código Orgánico Procesal
Penal.
Según Gómez Colomer, citado por Frank E. Vecchionacce L., estos actos
se denominan poderes de dirección del juez presidente, y los mismos se
clasifican en dos grupos: ´…«actos de dirección formal» y comprende

329
todos los actos relativos al orden externo y a la forma de la vista principal,
como, por ejemplo, la apertura. Son medidas contra las cuales no hay
recurso. El segundo grupo está integrado por los «actos de dirección
material» que son los que sirven directamente a la obtención de la
sentencia, como el interrogatorio del acusado…´”.
“A este poder jurisdiccional, según asienta Alberto M. Binder aluden tanto
…las teorías ‘ objetivas’ de lo jurisdiccional -que hacen radicar la esencia
de la función en la facultad de solucionar un conflicto-, como las teorías ‘
subjetivas’ de lo jurisdiccional- que explican la función por la potestad de
aplicar el Derecho al caso concreto. Para una y otra, el juez es un
funcionario del Estado con poder para solucionar un litigio que otras
personas llevan a su consideración. Por otra parte, no se trata de ‘
cualquier solución’ , sino de aquella solución prevista por el orden jurídico
para ese conflicto (…) Lo importante es el hecho de que lo jurisdiccional
tiene un contenido sustantivo, que no se puede identificar sin más con el
poder de decisión, puesto que el juez tiene también otras facultades:
ciertas facultades coercitivas, ciertas facultades ordenatorias dentro del
proceso, ciertas facultades disciplinarias…".
“Frente a lo anterior, los fiscales por su parte en el proceso penal tienen
entre otras, la función de ordenar y dirigir la investigación penal por la
perpetración de los hechos punibles de acción pública, así como ejercer la
acción penal en dichos casos; atribuciones que ejerce sobre la base de lo
consagrado en los artículos 285, numerales 3 y 4 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela; 11, numerales 4 y 6, 34, ordinales 3°,
5°, 7° y 8°, de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y 108 numerales 1 y
4, y 300, ambos del Código Orgánico Procesal Penal.
La actividad investigativa implica la obtención de elementos de convicción
todos ellos tendentes a acreditar o desvirtuar la hipótesis planteada,
actuación que podrá ser efectuada por el propio fiscal o con el apoyo de
los órganos de policía de investigaciones científicas, penales y
criminalísticas, quienes deben cumplir siempre sus órdenes vista la
dependencia funcional que tiene en relación con el Ministerio Público en lo
relativo a la investigación de los hechos punibles, sin perjuicio de la
autoridad administrativa a la cual estén sometidos, todo ello de
conformidad con lo preceptuado en los artículos 114 del Código Orgánico
Procesal Penal, 19 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y 3 del
Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas; fase de carácter preparatoria de la investigación
preliminar que termina, de conformidad con lo previsto en el texto adjetivo
penal, con la presentación por parte del representante fiscal, del
correspondiente acto conclusivo, actuación que efectuará ante el órgano
jurisdiccional competente, y en la oportunidad procesal que señale el
legislador en el código rector del procedimiento penal.
Dispuesto ello así, incumbe a los órganos de investigaciones científicas,
penales y criminalísticas, bajo la dirección del Ministerio Público, la
práctica de las diligencias tendentes a la determinación de los hechos
punibles y a la identificación de sus autores y partícipes, constituyendo ese
el propósito de la ley que reglamenta su actuación.
Llegados a este punto se puede indicar, que el sistema acusatorio impone
la necesidad de la separación de la actividad de persecución penal -
acusación- a cargo de un órgano estatal -Ministerio Público- y la función de
juzgamiento, en potestad también de otro órgano estatal -juez- funciones
diferenciadas que deben ser desplegadas por los operadores de justicia en

330
referencia en el proceso penal, apegados siempre a los principios de
legalidad, independencia y objetividad.
Concebido ello así, tenemos que en el caso bajo análisis el acusado
Wilfredo Leonardo Pérez, se encuentra a la orden del Juzgado de Primera
Instancia en Funciones de Juicio N° 19 del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, tribunal al que fueron remitidas las presentes
actuaciones, visto que en fecha 11 de mayo de 2001, el Juzgado de
Primera Instancia en lo Penal en Funciones de Control N° 47 del mismo
Circuito Judicial Penal, en el acto de la audiencia de calificación de
flagrancia, ordenó la remisión de las actuaciones al juez unipersonal de
juicio para que directamente convocara al juicio oral y público, de
conformidad con lo previsto en ese entonces en el artículo 374, aparte
primero –hoy segundo aparte del artículo 373- del Código Orgánico
Procesal Penal.
Así las cosas, en dicha oportunidad procesal -acto de la audiencia del
juicio oral y público- el ciudadano Augusto José Zapata, en su condición de
Fiscal Auxiliar de la Fiscalía Sexagésima Sexta del Ministerio Público (E)
del Área Metropolitana de Caracas, presentó formal acusación contra el
encausado Wilfredo Leonardo Pérez, por la comisión del delito de
desvalijamiento de vehículo automotor, previsto y sancionado en el
artículo 3 de la Ley Sobre Hurto y Robo de Vehículo Automotor,
cumpliendo de esta forma el Ministerio Público, en la oportunidad procesal
prevista por el legislador en el texto adjetivo penal, con la atribución que le
confiere el ordenamiento jurídico.
Por ello consideramos que, interpretar que por el hecho que el Ministerio
Público sea el funcionario llamado por ley para dirigir la investigación
penal, así como por tener a su cargo funcionalmente a los órganos de
policía de investigaciones penales, en cuanto al desarrollo de la
investigación, tenga que practicar una serie de diligencias en la causa N°
19-J-091-01, seguida contra el ciudadano Wilfredo Leonardo Pérez, tales
como ´…verificar sus datos filiatorios; indagar en lugares de su residencia
habitual, con sus familiares, en su trabajo, en los registros civiles (…)
identificar situaciones tales como: si el mismo vive o ha fallecido, si ha sido
denunciado como desaparecido, si se encuentra en estado de incapacidad
mental, si fue objeto de otra detención etc.…´, todas ellas tendentes a
lograr la aprehensión del acusado en mención, es un criterio, a nuestro
juicio equivocado de la ciudadana Renée Moros Troccoli, Juez de Primera
Instancia en Funciones de Juicio N° 19 del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas.
Dicha aseveración se sustenta en el argumento que el encausado de autos
no se encuentra a la orden del Ministerio Público sino del citado órgano
jurisdiccional, único facultado para decretar en ejercicio de su poder
jurisdiccional medidas de coerción debidamente fundadas, que restrinjan la
libertad del imputado, y consecuencialmente, a los fines de hacer ejecutar
sus decisiones, llevar a cabo, vista la advertencia de los motivos de su
procedencia, la captura del ciudadano Wilfredo Leonardo Pérez.
Complementa lo antes expresado, el hecho que en el presente caso
estamos en presencia de actuaciones que deben ser llevadas a cabo por
el propio órgano policial al cual de hecho el juez le encomendó la misión
de hacer efectiva la aprehensión del precitado acusado, a quien en data 22
de enero de 2004, acordó reanudarle el proceso, visto el incumplimiento
del régimen de prueba impuesto por el órgano jurisdiccional con ocasión al
otorgamiento de una de las formas alternativas a la prosecución del

331
proceso, como lo es la suspensión condicional del proceso (la acusación
en el caso de marras fue presentada por el representante fiscal en el acto
de la audiencia del juicio oral y público, celebrada por ante el citado
tribunal en fecha 6 de julio de 2001).
En efecto, en fecha 22 de enero de 2004, la ciudadana Renée Moros
Troccoli, en su condición de Juez de Primera Instancia en Funciones de
Juicio N° 19 del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
a través comunicación N° 060-2004, dirigida al Jefe de la División Nacional
de Captura del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y
Criminalísticas, le remitió adjunto, orden de
captura a nombre del acusado Wilfredo Leonardo Pérez, a los fines de que
´…sea ubicado, y trasladado con carácter de inmediatez a la sede de este
Juzgado…´, tal y como se colige a los folios 66 y 67 del expediente.
Siendo ello así, mal pudo la juez en mención remitir el Expediente N° 19-J-
091-01, seguido contra el ciudadano Wilfredo Leonardo Pérez, por la
presunta comisión del delito de desvalijamiento de vehículo automotor,
previsto y sancionado en el artículo 3 de la Ley Sobre Hurto y Robo de
Vehículo Automotor, a la sede de esa representación fiscal, a los fines
antes señalados, ya que no le es dable al Ministerio Público practicar las
diligencias ordenadas mediante Resoluciones Judiciales de fechas 13 y 31
de agosto de 2004, sino al cuerpo de policía de investigaciones penales al
cual la referida juez le encargó la captura del acusado en mención,
haciendo uso de su poder jurisdiccional; amén de que las mismas forman
parte de las diligencias que debe realizar el Cuerpo de Investigaciones,
Científicas, Penales y Criminalísticas, a los fines de hacer efectiva la orden
confiada.
Por otro lado, en la hipótesis de que la ciudadana Renée Moros Troccoli,
en su condición de Juez de Primera Instancia en Funciones de Juicio N°
19 del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, le
solicitara directamente al cuerpo policial en referencia la práctica de dichas
actuaciones, bajo ningún concepto tal solicitud comprometería, a criterio de
este órgano consultivo, la imparcialidad del citado órgano jurisdiccional,
toda vez que dicha orden no constituye una intromisión en las facultades
investigativas del Ministerio Público, sino por el contrario las mismas
forman parte de las denominadas facultades ordenatorias que tiene el juez
dentro del proceso penal, y a las cuales le debe fiel cumplimiento, vista su
condición de tutor de la correcta aplicación de las leyes.
En concreto, habida cuenta que el fiscal del Ministerio Público por mandato
constitucional y procesal ejerce la acción penal en los delitos de acción
pública, y vista la separación de las funciones de investigación y
juzgamiento –característica fundamental del sistema acusatorio- éste
funcionario debe ejercitar con independencia su labor investigativa, salvo
las restricciones jurisdiccionales previstas en el ordenamiento jurídico;
función que desplegará a todo evento con estricta sujeción a la
Constitución, los tratados internacionales y las leyes.
En términos similares se pronunció la Comisión Legislativa del Congreso
de la República -hoy Asamblea Nacional- en el Informe presentado sobre
el Proyecto de Código Orgánico Procesal Penal, al señalar lo siguiente:
´En el sistema propuesto en el Proyecto de Código, aprobado por la
Comisión, la titularidad de la acción penal corresponde al Ministerio
Público que, en su carácter de tal, conduce la investigación
preparatoria…/…En dicha fase se establece un control jurisdiccional que
obliga a que cualquiera actuación de investigación que implique alguna

332
restricción a un derecho fundamental requiera la autorización del juez de
control, quien actuará a solicitud del fiscal y decidirá sólo en consideración
a si la medida planteada está prevista en la ley. Se trata así de crear un
adecuado balance entre la eficacia de la investigación y la necesaria
protección de los derechos de los ciudadanos. Si la prueba es obtenida de
manera ilegal ella no puede se utilizada´.
Como colofón de lo anterior, la doctrina extranjera se manifiesta con las
palabras siguientes:
´La investigación de los hechos punibles y el ejercicio de la acción y
acusación públicas, así como la promoción del proceso en todas sus fases
hasta su fenecimiento, sólo será posible al Ministerio Público, sí su
actuación está respaldada con plena y real independencia funcional y
económica, sin supeditaciones ni interferencias, salvo las excepciones en
cuanto al control de la investigación y la acusación, a cargo de los Jueces
de Primera Instancia´.
Ante estas consideraciones, se sugiere que esa representación fiscal
devuelva el Expediente N° 19-J-091-01, seguido contra el ciudadano
Wilfredo Leonardo Pérez, por la presunta comisión del delito de
desvalijamiento de vehículo automotor, al juzgado de Primera Instancia en
Funciones de Juicio N° 19 del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, por considerar que el mismo debe reposar en
dicho recinto tribunalicio, a la espera que el órgano de policía de
investigaciones penales comisionado en el presente caso, haga efectiva la
orden de captura a nombre del precitado ciudadano, y para tales fines le
remito adjunto, la causa en referencia constante de noventa y tres (93)
folios útiles.
Asimismo, se propone con el fin de mantener el equilibrio armónico entre
los órganos que integran el Poder Público, que tal actuación se haga del
conocimiento del Juez Presidente del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas -sin obviar que el mismo no puede interferir en
las actuaciones de los jueces- por representar al Circuito ante las
instituciones públicas y privadas, en los términos establecidos en el
numeral 5, del artículo 534, del Código Orgánico Procesal Penal.
Por último, hago de su debido conocimiento que la revisión efectuada a las
actas procesales que integran el expediente de marras, estuvo dirigida de
manera exclusiva a la materia sometida a nuestra consideración por esa
representación del Ministerio Público, por lo que este Despacho no entró a
analizar otros aspectos jurídicos relacionados con las mismas…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:253-p.apt
CRBV art:285-2
CRBV art:285-3
CRBV art:285-4
LHRVA art:3
COPP art:2
COPP art:5-Encab
COPP art:11
COPP art:24
COPP art:55
COPP art:108-1
COPP art:108-4

333
COPP art:108-14
COPP art:114
COPP art:116
COPP art:300
COPP art:327
COPP art:373
COPP art:534-5
LOMP art:11-4
LOMP art:11-6
LOMP art:19
LOMP art:34-1
LOMP art:34-3
LOMP art:34-5
LOMP art:34-7
LOMP art:34-8
LOMP art:34-10
LOPJ art:2
LOPJ art:10
LPIP art:3
STSJSCO 09-12-2003

DESC ACCION PENAL


DESC ACCION PUBLICA
DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC CONSULTAS
DESC CUERPO DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS, PENALES Y
DESC CRIMINALISTICAS
DESC DETENCION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC HURTO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC LIBERTAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC POLICIA
DESC ROBO
DESC SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO
DESC TRIBUNALES
DESC VEHICULOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.400-410.

334
152
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2886 -2004-78777 FECHA:20041101
TITL El precepto comprendido en el artículo 12 de la Ley para el
Desarme, contentivo de la violación de una regla de conducta
que acarrea la consecuente aplicación de una sanción de multa
como mecanismo coercitivo del Estado, constituye una
infracción de índole administrativa.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Oficio N° LAR-7-3351 03,
mediante el cual eleva a consideración de este Despacho una serie de
interrogantes que guardan relación con la Ley para el Desarme, las cuales
se encuentran formuladas de la forma siguiente:
¿Es la normativa contenida en el artículo 12 de la Ley Para el Desarme un
tipo penal o una infracción administrativa?;
¿Incurrirá en el delito de porte ilícito de armas aquel ciudadano que
detente un arma de fuego poseyendo vencida la permisología emanada de
la Dirección Nacional de Armas y Explosivos del extinto Ministerio de
Relaciones Interiores, o sólo debe considerarse una infracción
administrativa?, y ¿Cómo deben ser tramitadas estas infracciones y ante
cuál órgano? Ante tales expectaciones, este órgano consultivo del
Despacho del Fiscal General de la República, procede a emitir el dictamen
correspondiente en los términos siguientes:
En sintonía con el Texto Fundamental, la ley es el acto sancionado por la
Asamblea Nacional como cuerpo legislador, y la misma se clasifica en
orgánicas, y habilitantes; en tanto que los instrumentos normativos que
reúnan sistemáticamente disposiciones relativas a determinadas materias
reciben el calificativo de códigos”.
“En palabras de José Peña Solís, en el campo doctrinario se estila emplear
las calificaciones... ‘ leyes formales’ y ‘ leyes ordinarias’ (…) En realidad
todas las leyes emanadas del Congreso Nacional -hoy Asamblea Nacional-
son formales (…) y dentro de este género las ordinarias constituyen el tipo
más común, o mayoritario de toda la producción normativa emanada de
dicho órgano legislativo. / En efecto, de conformidad con el texto
constitucional la otra clase de leyes formales está constituida por las
orgánicas (…) de tal manera que en forma reductiva se puede sostener
que son leyes formales ordinarias todas las emanadas del Congreso
Nacional, excluyendo a las calificadas como orgánicas, ya sean por
denominación constitucional o por investidura parlamentaria”
“Continúa expresando el citado autor, que el vocablo ley desde el punto de
vista jurídico suele ser usado ´…en sentido amplísimo, como sinónimo de
derecho, o mejor dicho de norma jurídica, escrita o no; por tanto será
correcto llamar ley tanto a la Constitución como a la costumbre; en sentido
amplio como norma escrita, cualquiera que sea su rango y fuente de
producción. Luego, será ley tanto el reglamento Ejecutivo o el autónomo,
dictado por el Presidente de la República en Consejo de Ministro, como
una ley sancionada por el Congreso (…) y; finalmente, en sentido

335
restringido, como ley formal, que es el acto dictado por las Cámaras
actuando como cuerpos colegisladores, siguiendo el procedimiento
establecido en la Constitución…´.
En términos generales, el ordenamiento jurídico se compone de la suma
de distintos cuerpos normativos, unos de los cuales son autónomos, y
otros se hallan coordinados, integrándose o excluyéndose entre sí.
Algunos de dichos instrumentos, regulan preceptos jurídicos con la
consecuencia inmediata de la aplicación de una pena o la imposición de
una multa, bien sea por estar en presencia de una conducta denominada
delito; de una falta o de un precepto administrativo”.
“Sobre este punto, refiere Francisco Muñoz Conde, que para saber cuándo
estamos en presencia de un delito o de una falta hay que …ver (…) la
pena que en el precepto penal correspondiente se asigne al hecho en
cuestión (consideración abstracta). Esta distinción entre delito y falta es,
por consiguiente, puramente cuantitativa (…) Es, pues, una cuestión de
política legislativa el que un hecho se considere como delito o como una
falta. Normalmente las faltas suelen ser delitos en miniatura, ‘ delitos
veniales’ (…) y no difieren mucho de los delitos. Pero otras veces son más
bien puras infracciones administrativas, que sólo por la tradición se
incluyen en el Código Penal…/…La distinción entre delito y falta tiene
consecuencias de orden material (así, por ejemplo, en lo relativo a la
punición de la tentativa (…) prescripción (…) reglas de aplicación de la
pena (…) y de orden procesal (distinta competencia judicial y distinto
procedimiento)...”.
“En este orden de ideas, dentro de este amplio conglomerado de leyes
encontramos aquéllas que aluden a la materia administrativa, cuyo control
está a cargo de la administración en su carácter de tuteladora del interés
colectivo, y que castigan con la imposición de una sanción denominada
multa la vulneración de determinados preceptos contenidos en ellas, y
cuya delimitación del derecho penal es debido a ciertas particularidades,
tales como, la relativa al órgano que va a imponer la sanción -órgano
jurisdiccional, administración- distintos procedimientos y diferencias en
cuanto a la sanción a imponer por la transgresión de una regla de
conducta.
Tal es la posición adoptada por el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, cuando en fallo proferido en data 22 de julio de 2003,
asentó lo siguiente:
´…Como la administración está encargada de velar porque la sociedad
logre la satisfacción de sus necesidades, para ello puede quedar habilitada
para sancionar a quienes infrinjan las normas que permitirían ese
bienestar, siempre que la violación sea de escasa entidad y la sanción se
corresponda precisamente con esa ausencia de gravedad. En el resto de
los casos -conductas graves que merecen sanciones severas- sólo el
legislador nacional y los jueces podrían actuar, el primero para reglar la
situación y el segundo para castigar al culpable según la tipificación
previa…/…en materia penal no sólo existe el límite indicado-tipificación por
ley nacional-, sino que únicamente los jueces pueden imponer la sanción.
En materia administrativa no es así: aparte de que los órganos
deliberantes estadales y locales están habilitados para la tipificación,
dentro de sus competencias respectivas, la imposición de la sanción le
está permitida a la propia Administración estadal y local, sin necesidad de
acudir a los órganos jurisdiccionales. Igual ocurriría con la Administración
nacional: la falta debe preverla una Ley de la Asamblea, pero su sanción

336
toca al Poder Ejecutivo…´.
Sintetizando lo expuesto en los párrafos anteriores, podemos decir, sin
obviar la importancia de la tipificación de la norma por ley nacional, estadal
o local dentro de sus competencias respectivas, que lo determinante para
distinguir el derecho penal del derecho administrativo sancionador, es lo
concerniente al órgano encargado de aplicar la sanción así como la
gravedad o nimiedad de la penalidad a imponer, como corolario de la
infracción del mandato.
En el sentir de Jesús-María Silva Sánchez, lo decisivo es la finalidad que
persiguen el derecho penal y el administrativo sancionador, habida cuenta
que ´El primero persigue proteger bienes concretos en casos concretos y
sigue criterios de lesividad o peligrosidad concreta y de imputación
individual de un injusto provecho.
El segundo persigue ordenar, de modo general, sectores de actividad
(reforzar, mediante sanciones, un determinado modelo de gestión
sectorial). Por eso no tiene que seguir criterios de lesividad o peligrosidad
concreta, sino más bien, de afectación general, estadística; asimismo no
tiene que ser tan estricto en la imputación, ni siquiera en la
persecución…/…el Derecho administrativo sancionador es el refuerzo de
la ordinaria gestión de la Administración. Así cabría afirmar que es el
derecho sancionador de conductas perturbadoras de modelos sectoriales
de gestión. Su interés reside en la globalidad del modelo, en el sector en
su integridad, y por eso tipifica infracciones y sanciona desde perspectivas
generales…/…el Derecho administrativo sancionador no precisa, para
sancionar, que la conducta específica, en sí misma concebida, sea
relevantemente perturbadora de un bien jurídico, y por ello tampoco es
necesario un análisis de lesividad en el caso concreto…´.
Dentro de este marco de análisis, esta Dirección de Consultoría Jurídica
considera que en el caso sometido a estudio estamos en presencia de un
instrumento normativo de índole netamente administrativo -Ley para el
Desarme- toda vez que la misma esta conformada por reglas reguladoras
de determinada conducta cuyo control está a cargo de la administración -
Poder Ejecutivo, representado por la Dirección de Armamento de la Fuerza
Armada Nacional- en su carácter de tuteladora del interés colectivo, con el
fin de garantizar el objeto de utilidad general de la actividad pública.
La utilidad general de la actividad pública en el caso de marras no es otra,
que el ´…desarme de las personas que porten, detenten u oculten armas
de fuego de manera ilegal, a los fines de salvaguardar la paz, la
convivencia, la seguridad ciudadana y de las instituciones, así como la
integridad física de las personas y de sus propiedades´, constituyendo éste
el objeto del citado cuerpo, en los términos establecidos en su artículo 1°.
Complementa tal tesis, el hecho de que el instrumento en comento
sanciona con la imposición de multas -equivalente a veinte unidades
tributarias (20 U.T.) -de cara a la inobservancia por parte de los
particulares de determinados deberes contenidos en ella -artículos 11 y 12-
peculiaridad que constituye otra de las características del campo
sancionador administrativo, cuyo marco de actuación le corresponde al
Poder Ejecutivo, por conducto de la Dirección de Armamento de la Fuerza
Armada Nacional, tal y como se colige del propio cuerpo normativo en
estudio.
Subraya el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, en
pronunciamiento dictado en fecha 30 de marzo de 2004, que tanto la
doctrina como la jurisprudencia han reconocido que:

337
´...el objeto y estudio del Derecho Administrativo Sancionador se configura
en el ejercicio de la potestad punitiva realizada por lo (sic) órganos del
Poder Público actuando en función administrativa, requerida a los fines de
hacer ejecutables sus competencias de índole administrativa, que le han
sido conferidas para garantizar el objeto de utilidad general de la actividad
pública. Esto se debe la necesidad de la Administración de contar con los
mecanismos coercitivos para cumplir sus fines, ya que de lo contrario la
actividad administrativa quedaría vacía de contenido, ante la imposibilidad
de ejercer el ius puniendi del Estado frente a la inobservancia de los
particulares en el cumplimiento de las obligaciones que les han sido
impuestas por ley, de contribuir a las cargas públicas y a las necesidades
de la colectividad´.
A lo señalado, se suma el hecho de que la propia Ley para el Desarme
remite expresamente en su artículo 13, a las disposiciones del Código
Penal, específicamente a lo dispuesto en el Título V, del Libro Segundo, a
los fines de sancionar el comercio; la entrega a otra persona de un arma
de fuego ilegal, o a quien la oculte.
Por todo lo antes expuesto se puede afirmar, que el precepto previsto en el
artículo 12 de la Ley para el Desarme, contentivo de la violación de una
regla de conducta que acarrea la consecuente aplicación de una sanción
de multa como mecanismo coercitivo del Estado, constituye a criterio de
este órgano consultivo una infracción de índole administrativa.
En cuanto a la interrogante de que si incurre en el delito de porte ilícito de
arma el ciudadano que detente un arma de fuego poseyendo vencida la
permisología emanada de la Dirección Nacional de Armas y Explosivos del
extinto Ministerio de Relaciones Interiores, o sólo debe considerarse una
infracción administrativa, este Despacho considera que existe
responsabilidad tanto penal como administrativa por el hecho de ´portar´
armas sin la debida autorización expedida por el órgano correspondiente
de conformidad con lo establecido en la Ley para el Desarme, ello debido a
las distintas formas que reviste la responsabilidad jurídica, y dado que las
mismas no se excluyen entre sí.
Hildegard Rondón De Sansó, refuerza lo antes dicho en los términos
siguientes:
´De un solo hecho es posible que deriven distintas consecuencias
desfavorables para un mismo sujeto. De un acto ocasionado con intención
de daños (dolo) puede desprenderse para su autor la responsabilidad
penal, la patrimonial, la disciplinaria. /Es conveniente señalar igualmente la
situación contraria, esto es, la de que de un hecho derive sólo un tipo de
responsabilidad, con prescindencia de las demás. De allí que convenga
enunciar la regla con toda claridad en el sentido siguiente: de un mismo
hecho pueden derivar diferentes responsabilidades, lo cual no implica que
siempre sea así, ya que tal hecho puede ser simplemente la fuente de
alguna de ellas específicamente, con prescindencia de las demás. / Es el
anterior el llamado ‘ principio de la independencia de cada tipo de
responsabilidad frente a los restantes’ enunciado en la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público, en su artículo 32 –hoy Ley Contra la
Corrupción- respecto a la responsabilidad administrativa frente a la
responsabilidad civil y penal…´.
Por último resta señalar, que por tratarse el cuerpo normativo en comento,
de una ley especial de corte administrativo, lo concerniente a la
responsabilidad que acarrea la inobservancia de los preceptos contenidos
en ella, debe ser tramitada por la autoridad competente en los términos

338
indicados en el texto jurídico en referencia…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LD art:12
LD art:13
LOSPP art:32
STSJJSCO 22-07-2003
STSJSCO 30-03-2004

DESC ARMAS
DESC DELITOS
DESC DESARME
DESC FALTAS
DESC LEYES
DESC RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC SANCIONES LEGALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.410-415.

339
153
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Fiscalías Superiores DFS
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2941-2004-79329 FECHA:20041102
TITL Mediante la inclusión del artículo 261 constitucional, se
descartó cualquier posibilidad de interpretación, al instituirse
claramente que el conocimiento de las infracciones de
naturaleza militar compete exclusivamente a los tribunales
castrenses, en tanto que los delitos comunes deben ser
juzgados por los tribunales ordinarios.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido de la comunicación N° DFS-


04-1091-04, de fecha 22 de octubre de 2004, a través de la cual reformula
la solicitud de opinión planteada a través Oficio N° DFS-04-0995-04, de
data 29 de septiembre del presente año, en la que informaba a este
Despacho que la Fiscalía Cuarta Militar le requirió a la Fiscalía Duodécima
del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Apure, la
remisión del Expediente N° 04-F3-743-04, instruido con relación a unos
hechos perpetrados en data 17 de septiembre de 2004, así como los
objetos recuperados, y en tal sentido solicitó las ´…indicaciones al
respecto, bajo el acorde y la urgencia de la perentoriedad en virtud que se
podría estar en presencia de un inminente y actual conflicto de
competencia´.
Dicha reformulación se circunscribe al hecho de informar con relación a lo
acaecido en el …Sector denominado ‘ Mata de Caña’ , Parroquia Urdaneta
Jurisdicción del Municipio Páez del Estado Apure, ejecutado
presuntamente por las Fuerza Armadas Revolucionarias de Colombia -
FARC- y donde perdieron la vida los ciudadanos:
Subteniente (EJ) Carlos Pérez Fernández (…) Sargento Segundo (EJ)
Julio Alberto Castro Sanguino (…) Cabo Primero (EJ) Rafael Ilzazi
Ildemaro (…) Cabo Primero (EJ) Luis Alexander Rojas González (…) Cabo
Primero (EJ) Jean Narváez Valdez (…) y la ciudadana (…) Ana Laura
Carrasco…”.
“Refiere en ese contexto que el ciudadano Víctor Argenis García, en su
condición de Fiscal Duodécimo del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Apure, en fecha 18 de octubre de 2004, inició la
correspondiente averiguación bajo el N° 04-F3-743-04, indagación en la
cual el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas ha
practicado una serie de diligencias, y cuya opinión sobre el presente caso
es la siguiente:
´Considero que por cuanto la Fiscalía Militar dio inicio en primer lugar a la
averiguación debido a que ellos dictaron el acto de inicio el día 17-9-2004 y
nosotros el día 18-9-2004, y así mismo el (sic) Fiscalía Militar Cuarto
previó primero de conformidad con el artículo 78 del Código Orgánico
Procesal Penal, es decir llevó la causa antes que nosotros a un tribunal y
lo hizo al momento de solicitar la aprehensión del ciudadano Jhoel Alfonso
Rojas y posteriormente se dirigió ante el tribunal a los fines de solicitar la
prorroga (sic) de la acusación; quiero resaltar que estas actuaciones de la

340
fiscalía militar llevan implícito una declaración de competencia de parte de
los tribunales militares porque en caso negativo hubiesen planteado la
declaratoria de incompetencia de conformidad con el artículo 77 del
Código Procesal Penal, es de resaltar que esta fiscalía ordinaria para
dirigirse ante un tribunal debería realizar algún acto conclusivo, lo cual es
imposible en los actuales momentos y no podremos hacerlo antes de que
venza el plazo del 7-11-2004, fecha en que debe presentar la Fiscalía
Militar Cuarta la acusación ante el tribunal militar´ .
Informa asimismo, que la Fiscalía Militar calificó de manera inmediata los
hechos suscitados como delito de rebelión militar, conforme a lo previsto
en el artículo 476, numeral 1, del Código Orgánico de Justicia Militar, y la
preocupación de dicho organismo por obtener las evidencias efectuadas
por la fiscalía del Ministerio Público; elementos de convicción éstos que
podrían ser utilizados en contra del ciudadano Jhoel Alfonso Rojas, a quien
le fue imputado el delito en mención.
En tal sentido considera ´…pertinente plantear la excepción (…) prescrita
en el ordinal 2° del artículo 28 del COPP, y se despliega (sic) en ese orden
el tramite (sic) de la misma conforme a lo señalado en el artículo 29
ejusdem, en forma de incidencia por estar inmersos actualmente en la fase
preparatoria, por escrito debidamente fundada (sic) ante el Juez de
Control´.
Ante tales planteamientos este órgano consultivo procede a emitir el
dictamen correspondiente en los términos siguientes:
Acorde con lo preceptuado en el Texto Fundamental en su artículo 261, los
delitos comunes deben ser juzgados por los tribunales ordinarios, mientras
que los delitos de naturaleza militar son de la competencia exclusiva de los
tribunales militares a cuya actuación deben limitarse.
En efecto, reza dicha disposición lo siguiente:
´La jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder Judicial, y sus
jueces o juezas serán seleccionados o seleccionadas por concurso. Su
ámbito de competencia, organización y modalidades de funcionamiento se
regirán por el sistema acusatorio y de acuerdo con lo previsto en el Código
Orgánico de Justicia Militar. La comisión de delitos comunes, violación de
derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, serán juzgados por los
tribunales ordinarios. La competencia de los tribunales militares se limita a
delitos de naturaleza militar…´.
Como se advierte, mediante la inclusión de esta norma el constituyente de
1999 descartó cualquier posibilidad de interpretación, al instituir claramente
que el conocimiento de las infracciones de naturaleza militar compete
exclusivamente a los tribunales castrenses, en tanto que los delitos
comunes deben ser juzgados por los tribunales ordinarios.
Así lo ha desarrollado el Tribunal Supremo de Justicia en insistida
jurisprudencia, al solucionar conflictos de competencia por la materia
surgidos entre las jurisdicciones ordinaria y militar, sobre la base de lo
establecido en el citado artículo 261 Constitucional, dentro de las cuales
cabe citar las siguientes:
- Fallo proferido por la Sala de Casación Penal, en fecha 23 de octubre de
2001, mediante el cual declaró competente para conocer de la causa
instruida contra el ciudadano Tte. (EJ) Alejandro Dario Sicat Torres, por la
comisión de los delitos de homicidio y lesiones personales, cometidos en
perjuicios de los ciudadanos Jesús Alberto Febres; Jesús Alberto Vásquez
Álvarez y Jorge Luis Araiza Coronado, al Tribunal Tercero de Control del
Circuito Judicial Penal del Estado Aragua, y consecuencialmente, declaró

341
la nulidad de todo lo actuado y ordenó al Consejo de Guerra Permanente
con sede en Maracay, enviar el expediente al Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial Penal correspondiente.
En la aludida decisión, el Máximo Tribunal de la República señaló lo
siguiente:
´Establece el artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que los delitos comunes serán juzgados por los tribunales
ordinarios y la competencia de los tribunales militares se limitará a las
infracciones de naturaleza militar. En consecuencia debe entenderse por
éstos delitos aquellas infracciones que atenten a los deberes militares. La
Constitución resuelve, en esta forma las viejas dudas existentes al
respecto y lo hace aplicando el principio de la igualdad: no existe fuero
castrense en razón de las personas que cometan o sean víctimas de
delitos, sino que la jurisdicción sigue a la naturaleza de la infracción,
siendo procedente declarar que el tribunal competente para conocer de la
causa, seguida al ciudadano Tte. (EJ) Alesandro Sicat Torres, lo es el
Tribunal Tercero de Control del Circuito Judicial Penal del Estado
Aragua…´.
Se considera importante resaltar que el conflicto de competencia de
conocer en dicho caso, fue generado a solicitud de declaratoria que
efectuara en tal sentido, el Fiscal Sexto del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Aragua, al Tribunal Tercero de Control
del Circuito Judicial Penal de la entidad federal en mención.
- Pronunciamiento dictado en fecha 13 de mayo de 2004 por la Sala de
Casación Penal, a través del cual declaró competente al Tribunal Primero
de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, para conocer de los
hechos ocurridos el 30 de marzo del presente año, en la sala disciplinaria
´…del 105 BING CARLOS SOUBLETTE ubicado en Fuerte Mara…´ en los
cuales los ciudadanos Ángel Enrique Medina; Mauricio Pulgar Parra; Jesús
Mena Torres; Eusebio Reyes Galué; César Cambar Tatys y Alcides
Martínez Velásquez, resultaron lesionados y fallecido con posterioridad, el
ciudadano que en vida respondiera al nombre de Ángel Ciro Pedreáñez, y
en consecuencia ordenó remitir el expediente al tribunal declarado
competente.
Tuvo como fundamento dicha decisión entre otros particulares, lo referido
por la Sala Constitucional en cuanto a la jurisdicción militar, en los términos
que de seguidas se procede a transcribir:
´…Comparte esta Sala Constitucional el referido criterio de la Sala de
Casación Penal, puesto que conforme al dispositivo expreso del artículo
261 de la Constitución, los delitos comunes cometidos por los militares,
aun cuando sea en ejercicio de funciones militares, en actos de servicio,
en comisiones o con ocasión de ellas o encontrándose dentro o fuera de
las instalaciones militares, deben ser juzgados por los tribunales
ordinarios, sin que pueda establecerse ninguna excepción en este sentido,
y la jurisdicción militar se limita al juzgamiento de los delitos militares
tipificados en las leyes especiales que regulan esta materia, de forma tal
que es la naturaleza del delito lo que determina en todos los casos la
jurisdicción que debe juzgarlo…´.
En esa línea de razonamiento se considera oportuno acotar que en
materia de fuero de atracción, el Código Orgánico Procesal Penal es claro
al disponer en el encabezamiento de su artículo 75, que ´Si alguno de los
delitos conexos corresponde a la competencia del Juez ordinario y otros a
la de los jueces especiales, el conocimiento de la causa corresponderá a la

342
jurisdicción penal ordinaria…´.
Concatenando lo antes expuesto con el caso sometido a estudio, se tiene
forzosamente que llegar a la conclusión que por estar en presencia de un
delito común previsto y sancionado en el código sustantivo penal,
corresponderá al fiscal del Ministerio Público que conduce la investigación
N° 04-F3-743-04, iniciada con ocasión a los hechos acaecidos en el sector
denominado Mata de Caña, Parroquia Urdaneta Jurisdicción del Municipio
Páez del Estado Apure, ejecutado presuntamente por las Fuerza Armadas
Revolucionarias de Colombia -FARC- y donde perdieron la vida los
ciudadanos: Subteniente (Ej) Carlos Pérez Fernández; Sargento Segundo
(Ej) Julio Alberto Castro Sanguino; Cabo Primero (Ej) Rafael Ilzazi
Ildemaro; Cabo Primero (Ej) Luis Alexander Rojas González; Cabo Primero
(Ej ) Jean Narváez Valdez, y Ana Laura Carrasco, solicitar a un Juez de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado Apure una declaratoria de competencia, sobre la base de los
estatuido en el artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela; operador de justicia éste al cual corresponde pronunciarse
sobre su competencia para conocer de los hechos.
Ahora bien, en la solicitud de opinión dirigida en esta ocasión, se indica el
criterio del fiscal del proceso sobre la oportunidad en que a su juicio
corresponde plantear un conflicto de competencia, señalando al efecto que
´...esta fiscalía ordinaria para dirigirse ante un tribunal debería realizar
algún acto conclusivo…´.
Discrepa esta Dirección de tal criterio por considerar que aún en fase
preparatoria debe plantearse judicialmente el conflicto de competencia
cuando exista motivo para ello, pues dicha etapa procesal al igual que las
demás es controlada por el órgano jurisdiccional; además de ser materia
de orden público. Postura ésta que ha sido doctrina de esta Institución.
Efectivamente, mediante opinión DCJ-2-1626-2003, de fecha 9 de junio de
2003, este Despacho se pronunció de la forma siguiente:
´…es jurídicamente procedente el planteamiento de un conflicto de
competencia durante la fase preparatoria; y en segundo lugar, que el
planteamiento de un conflicto de competencia en esta fase no puede
sujetarse a la previa producción de algún acto conclusivo, pues además de
no disponerlo así la ley, tal fase por ser judicial desde su inicio se
encuentra sometida al control del órgano jurisdiccional…´.
Por otra parte, concluye usted en su requerimiento que nos encontramos
en el supuesto contenido en el numeral 2, del artículo 28 del Código
Orgánico Procesal
Penal, por lo que ´…considera pertinente plantear la excepción citada (…)
y se despliega (sic) en ese orden el tramite (sic) de la misma conforma a lo
señalado en el artículo 29 ejusdem (sic) en forma de incidencia por estar
inmersos actualmente en la fase preparatoria…´.
Nuevamente disiente este órgano consultivo de tal criterio por carecer el
mismo de toda argumentación jurídica, en virtud de que el ciudadano
Víctor Argenis García Flores, Fiscal Duodécimo del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Apure, es incompetente para actuar en
la jurisdicción militar, no teniendo en consecuencia la cualidad de parte
para hacerlo.
Como colofón, esta Dirección de Consultoría Jurídica estima que el citado
representante fiscal en ejercicio de sus funciones constitucionales y
procesales debe requerir a un Juez de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Estado Apure, que se declare

343
competente para conocer del proceso iniciado con ocasión a los hechos
ocurridos en data 17 de septiembre de 2004, en el sector denominado
Mata de Caña, Parroquia Urdaneta Jurisdicción del Municipio Páez del
Estado Apure, y donde perdieron la vida los ciudadanos: Subteniente (Ej)
Carlos Pérez Fernández; Sargento Segundo (Ej) Julio Alberto Castro
Sanguino; Cabo Primero (Ej) Rafael Ilzazi Ildemaro; Cabo Primero (Ej) Luis
Alexander Rojas González; Cabo Primero (Ej ) Jean Narváez Valdez, y
Ana Laura Carrasco…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:261
COPP art:28-2
COPP art:29
COPP art:75
COPP art:77
COPP art:78
COJM art:476-1
OPMP Nº DCJ-2-1626-2003
09-06-2003
STSJSP 23-10-2001
STSJSCP 13-05-2004

DESC ACTOS CONCLUSIVOS


DESC COLOMBIA
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FUERO MILITAR
DESC FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA
DESC HOMICIDIO
DESC JURISDICCIÓN PENAL
DESC REBELION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.416-421.

344
154
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2046-2004 FECHA:20041108
TITL Los fiscales del Ministerio Público para el régimen de
transición, no tienen la facultad de decretar el archivo fiscal.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Memorandum N° DPE-V-


2470-04, y anexos, mediante el cual eleva una consulta que guarda
relación con el Expediente N° 1644 (CM-1874), instruido con ocasión a los
hechos ocurridos en fecha 29 de octubre de 1988, Caño La Colorada,
Sector Guafitas, Distrito Páez del Estado Apure, conocido como ´Caso El
Ampar´; en el cual figuran como imputados los ciudadanos José Ramón
Zerpa Poveda; Florencio Javier López, y Huber Bayona Ríos, por la
presunta comisión del delito de homicidio intencional; proceso en el cual la
Fiscalía Militar Superior de la citada entidad federal acordó el archivo de
las actuaciones a tenor de lo dispuesto en el código adjetivo penal.
Expresa a ese respecto, que en data 12 de febrero de 2004, la ciudadana
Onely Méndez, en su condición de Fiscal del Ministerio Público para el
Régimen Procesal Transitorio de la Circunscripción Judicial del Estado
Táchira, solicitó ´…en virtud de las instrucciones verbales que le fueron
impartidas por la Directora de Proyectos Especiales para la época…´ de la
Fiscalía Superior Militar de la jurisdicción del Consejo de Guerra
Permanente de San Cristóbal, el expediente en mención, a los fines de
´…emitir el acto conclusivo a que hubiere lugar…´.
Dentro de ese marco, sostiene que ´…los fiscales del Ministerio Público
para el Régimen Procesal Transitorio, no están facultados para decretar
Archivo Fiscal, por Resolución emanada del (…) Fiscal General de la
República, y en consecuencia, menos aún podrían dictar el auto de
reapertura de un archivo fiscal que fuera decretado por otro representante
fiscal…´.
Por otra parte, requiere ´…aclarar si el presente caso debe seguir por la
vía penal ordinaria, aún con un acto conclusivo, como lo es el Archivo
Fiscal…´.
Sentado lo anterior, se considera oportuno advertir que de la
documentación remitida se colige lo siguiente:
´En fecha 3 de julio de 1998, la Corte Marcial ad-hoc, actuando como
Tribunal de Reenvío en lo Penal, según lo ordenado por la Sala de
Casación Penal de la extinta Corte Suprema de Justicia, dictó sentencia
absolutoria …/…en contra de los procesados: Ali Coromoto González (…)
Ernesto Morales López (…) Omar Pérez Hudson (…) Salvador Ortiz
Hernández (…) Andrés Alberto Roman (…) Celso José Rincón (…) Carlos
Alberto Duran Tolosa (…) Luis Alberto Villamizar (…) Omar Gregorio
Márquez (…) Tony Urbina (…) Edgard Arturo Mendoza (…) Jesús
Rodríguez (…) Alfredo José Montero (…) Gerardo Rugeles Molina (…)
Daniel Vitana Gómez (…) por considerar que los funcionarios antes
mencionados actuaron en ejercicio legítimo de una autoridad o cargo y en
defensa de sus personas, circunstancia que los eximía de pena, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 397, ordinales 1° y 7° del
345
Código de Justicia Militar.
(omissis)
En fecha 9 de febrero de 1999, el Consejo de Guerra Permanente de San
Cristóbal, vista la sentencia absolutoria, dictada por la Corte Marcial ad-
hoc, en fecha 3 de julio de 1998, la cual quedó definitivamente firme, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 351 del Código de Justicia
Militar, procedió a su ejecución y de acuerdo con lo contemplado en el
único aparte del referido artículo y el ordinal 5° del artículo 334, ordenó la
plena e inmediata libertad de los ciudadanos absueltos de responsabilidad
penal (…).
En fecha 30 de junio de 2000, el Fiscal Militar Superior ante el Consejo de
Guerra Permanente de San Cristóbal, bajo el argumento de que existía
auto de detención vigente de fecha 30 de diciembre de 1988 dictado por el
Consejo de Guerra Permanente de San Cristóbal, así como la existencia
de requisitoria en contra de los ciudadanos: José Ramón Zerpa Poveda
(…) Florencio Javier López (…) y Huber Bayona Ríos, por la comisión del
delito de homicidio intencional, sin que hasta la presente fecha hubiesen
sido capturados, por alguna autoridad civil o militar, acordó en uso de lo
establecido en el artículo 322 del Código Orgánico Procesal Penal,
decretar el archivo fiscal de las actuaciones del expediente N° 1644, sin
perjuicio de la reapertura de dicha investigación si aparecieran nuevos
elementos de convicción para hacerlo.
(omissis)
De igual manera revisadas las atribuciones que le otorga al Ministerio
Público el artículo 285 del nuevo Texto Constitucional en concordancia con
el carácter de garante de la exacta observancia de la Constitución y las
leyes (…) se observa que si bien es cierto, que para el momento en que se
produjeron los hechos que dieron origen a este proceso, los funcionarios
José Ramón Zerpa Poveda (…) Florencio Javier López (…) y Huber
Bayona Rios, tenían atribuidas funciones de carácter militar, es igualmente
cierto que, derogada como se encuentran las disposiciones que los
sometían bajo tal jurisdicción, y encontrándose estos civiles
sustraídos en consecuencia de ese fuero de atracción, a la luz del nuevo
orden constitucional, así como habiéndose decretado la detención judicial
con motivo de un delito común, como lo es el homicidio intencional cuya
autoría les fue atribuida, dichos ciudadanos, se encuentran entonces hoy
sometidos a la jurisdicción penal ordinaria por disposición de nuestro
nuevo Texto Constitucional.
Por otra parte, el Código Orgánico Procesal Penal, dispone en forma
expresa y taxativa, todo lo relacionado con el Régimen Procesal
Transitorio, y la causa que nos ocupa debe estar bajo dicho Régimen, en
virtud de que los hechos acontecieron antes de la entrada en vigencia del
Código Orgánico en referencia´.
Ahora bien, vista la pretensión formulada esta Dirección de Consultoría
Jurídica procede a emitir el dictamen correspondiente en los términos
siguientes:
A los fines de cumplir con el mandato del código adjetivo penal en relación
con el Régimen Procesal Penal Transitorio, en el cual el Ministerio Público
tiene como objetivo entre otros particulares, descongestionar el cúmulo de
expedientes que se encuentren en esa etapa de transición, entre el
derogado Código de Enjuiciamiento Criminal y el Código Orgánico
Procesal Penal, en fecha 13 de septiembre de 2001, el Fiscal General de
la República mediante Resolución N° 517, entre otras, publicada en

346
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.569, de
fecha 31 de diciembre de 2001, le amplió la competencia para las causas
penales a los ´fiscales auxiliares interinos´ y ´fiscales auxiliares´, adscritos
a las fiscalías de las distintas Circunscripciones Judiciales del Territorio
Nacional.
Tal ampliación de competencia a los mencionados representantes fiscales
está circunscrita, de conformidad con lo establecido en el artículo 1 de la
citada Resolución N° 517, a las atribuciones contenidas en los ordinales
del 2° al 4°, 6° al 8°, numerales del 10 al 14, 24 y 25 del artículo 34 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público, referido a los deberes y atribuciones
de los fiscales del Ministerio Público, y las mismas les fueron asignadas y
atribuidas de manera excepcional y provisoria para el ejercicio de sus
funciones con el carácter de accidental y ad-hoc de fiscales especiales
para el proceso de transición, tal y como se evidencia de los artículos 1° y
2 de la resolución en comentario.
Dentro de esta asignación de deberes y atribuciones no se encuentra la
concerniente a la facultad de dictar el archivo de las actuaciones como
acto conclusivo de la investigación, figura procesal que de conformidad
con lo previsto en el artículo 315 del Código Orgánico Procesal Penal
procede cuando el resultado de la investigación resulta insuficiente para
acusar.
Cabe advertir con relación a dicha institución, que con su aplicación no se
concluye la investigación, ya que de acuerdo con lo previsto en el
encabezamiento de la norma jurídica citada ut supra, ésta se puede reabrir
por el fiscal del Ministerio Público cuando aparezcan nuevos elementos de
convicción o cuando así lo solicite la víctima indicando a ese efecto las
diligencias conducentes.
Como se observa, la provisionalidad es la característica principal de dicho
acto, por lo que cabe señalar que el archivo fiscal en otras legislaciones se
conoce bajo la acepción de sobreseimiento provisional, por configurar
ambas instituciones un aplazamiento del proceso.
En ese contexto, se pronuncia el autor de la obra ´El Proceso Penal´
Fernando Gómez de Liaño González, en los términos siguientes: ´…se
incluyó en el texto actual para resolver aquellos casos en que existiendo
indicios razonables de haberse perpetrado un delito, no hubiese pruebas
suficientes para mantener una acusación, y mientras esas pruebas no
apareciesen la causa se sobreseerá provisionalmente…´.
En tal sentido, tomando en consideración que la reapertura de la
investigación está supeditada a motivos fácticos que surjan o no en el
proceso en el transcurso del tiempo, mal podría atribuírsele a los fiscales
del Ministerio Público para el Régimen de Transición la facultad de
decretar el archivo de las actuaciones; toda vez que la asignación de las
referidas competencias les fue atribuida de manera excepcional y
provisoria sólo para el proceso de transición hasta tanto se culmine el
descongestionamiento del cúmulo de expedientes penales que se
encuentren en esa fase.
No obstante ello, no se puede pasar por alto la previsión contenida en el
artículo 522 del Código Orgánico Procesal Penal, en el cual el legislador
de manera expresa previó como uno de los actos conclusivos para las
causas bajo el régimen procesal transitorio en la etapa sumarial, la
institución del archivo de las actuaciones a ser aplicado por el fiscal del
Ministerio Público, lo cual resulta acertado habida cuenta de la existencia
de casos, aún en materia de transición, en los que podría resultar

347
procedente la aplicación de ésta figura procesal.
Ante esta situación y habida cuenta del alcance de la competencia que
provisionalmente fue conferida por el Fiscal General de la República a los
denominados ´fiscales auxiliares interinos´ y ´fiscales auxiliares´ en la
respectiva Circunscripción Judicial, no les sería dable decretar el archivo
de las actuaciones, y menos aún podrían reaperturar la investigación, cuyo
marco de procedencia sólo sería factible en el supuesto de que aparezcan
nuevos elementos de convicción o cuando así lo solicite la víctima
debiendo en este caso indicar las diligencias conducentes, en los términos
establecidos en el encabezamiento del artículo 315 del Código Orgánico
Procesal Penal Ahora bien, centrándonos en el caso bajo análisis esta
Dirección de Consultoría Jurídica considera improcedente el archivo fiscal
decretado en fecha 30 de junio de 2000 por la Fiscalía Militar Superior ante
el Consejo de Guerra Permanente de San Cristóbal, en el Expediente N°
1644 (CM-1874), en el cual figuran como imputados los ciudadanos José
Ramón Zerpa Poveda; Florencio Javier López, y Huber Bayona Ríos, por
la presunta comisión del delito de homicidio intencional.
Tal apreciación emerge, del hecho de que el numeral 2, del artículo 522
del código adjetivo penal, relativo al Régimen Procesal Transitorio para las
causas en etapa sumarial, establece que ´En los procesos en los cuales no
se haya ejecutado el auto de detención o de sometimiento a juicio, el Juez
diligenciará la ejecución del auto, y una vez ejecutado y firme, remitirá la
causa al fiscal del Ministerio Público correspondiente, para que proceda
como se indica en el numeral siguiente…´.
Lo que quiere decir que si el órgano jurisdiccional no ejecuta el auto de
detención o el auto de sometimiento a juicio, no le sería dable al fiscal del
Ministerio Público dictar algún acto conclusivo; previsión ésta que en el
presente caso no se observó, vista la existencia de autos de detención sin
ejecutar dictados en data 30 de diciembre de 1988, por el Consejo de
Guerra Permanente de San Cristóbal, en contra de los ciudadanos José
Ramón Zerpa Poveda; Florencio Javier López, y Huber Bayona Ríos, por
la presunta comisión del delito de homicidio intencional, tal y como se
colige de la documentación remitida.
De cara a este escenario, considera esta Dirección de Consultoría Jurídica
que lo procedente en el presente caso es que el Ministerio Público solicite
ante un Juez de Primera Instancia en Funciones de Control, la declaratoria
de nulidad del decreto de archivo fiscal, acordado en fecha 30 de junio de
2000 por la Fiscalía Militar Superior ante el Consejo de Guerra
Permanente de San Cristóbal, en el Expediente N° 1644 (CM-1874), en el
que figuran como imputados los ciudadanos José Ramón Zerpa Poveda;
Florencio Javier López, y Huber Bayona Ríos, por la presunta comisión del
delito de homicidio intencional, de conformidad con lo establecido en los
artículos 190 y 195, ambos del Código Orgánico Procesal Penal, y de esta
manera pueda el órgano jurisdiccional dar cumplimiento con lo prescrito en
el numeral 2, del artículo 522, ejusdem.
Lo señalado se impone, habida cuenta que la misión del proceso penal no
es otra que la realización del derecho penal, y dicho decreto -archivo de
las actuaciones por parte de la Fiscalía Militar Superior ante el Consejo de
Guerra Permanente de San Cristóbal- lejos de propulsar la acción de la
justicia lo que conlleva es a un aplazamiento del proceso, toda vez que
dicha medida impide el impulso procesal ineludible, tendente a lograr la
captura de los ciudadanos José Ramón Zerpa Poveda; Florencio Javier
López, y Huber Bayona Ríos, y las diligencias subsiguientes a éste.

348
Dicho en otras palabras, aceptar la validez del citado decreto de archivo
fiscal implica desconocer la vigencia de los autos de detención dictados en
contra de los precitados ciudadanos por el Consejo de Guerra Permanente
de San Cristóbal, toda vez que el efecto inmediato de la figura procesal en
comentario es la cesación de ´…toda medida cautelar decretada contra el
imputado a cuyo favor se acuerda el archivo…´, en los términos
establecidos en el encabezamiento del artículo 315 del código adjetivo
penal.
Por otro lado, en cuanto a su interrogante sobre si ´…el presente caso
debe seguir por la vía penal ordinaria, aún con un acto conclusivo, como lo
es el Archivo Fiscal…´, le comunico lo siguiente:
Acorde con lo preceptuado en el Texto Fundamental en su artículo 261, los
delitos comunes deben ser juzgados por los tribunales ordinarios, mientras
que los delitos de naturaleza militar son de la competencia exclusiva de los
tribunales militares a cuya actuación deben limitarse.
En efecto, reza dicha disposición lo siguiente:
´La jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder Judicial, y sus
jueces o juezas serán seleccionados o seleccionadas por concurso. Su
ámbito de competencia, organización y modalidades de funcionamiento se
regirán por el sistema acusatorio y de acuerdo con lo previsto en el Código
Orgánico de Justicia Militar. La comisión de delitos comunes, violación de
derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, serán juzgados por los
tribunales ordinarios. La competencia de los tribunales militares se limita a
delitos de naturaleza militar…´.
Como se advierte, mediante la inclusión de esta norma el constituyente de
1999 descartó cualquier posibilidad de interpretación, al instituir claramente
que el conocimiento de los tribunales castrenses queda reducido
estrictamente a las infracciones de naturaleza militar, en tanto que los
delitos comunes deben ser juzgados por los tribunales ordinarios.
Así lo ha desarrollado el Tribunal Supremo de Justicia en insistida
jurisprudencia, al solucionar conflictos de competencia por la materia
surgidos entre las jurisdicciones ordinaria y militar, sobre la base de lo
establecido en el citado artículo 261 Constitucional, dentro de las cuales
cabe citar las siguientes:
Fallo proferido por la Sala de Casación Penal, en fecha 23 de octubre de
2001, mediante el cual declaró competente para conocer de la causa
instruida contra el ciudadano Tte. (EJ) Alejandro Dario Sicat Torres, por la
comisión de los delitos de homicidio y lesiones personales, cometidos en
perjuicios de los ciudadanos Jesús Alberto Febres; Jesús Alberto Vásquez
Álvarez y Jorge Luis Araiza Coronado, al Tribunal Tercero de Control del
Circuito Judicial Penal del Estado Aragua, y consecuencialmente, declaró
la nulidad de todo lo actuado y ordenó al Consejo de Guerra Permanente
con sede en Maracay, enviar el expediente al Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial Penal correspondiente.
En la aludida decisión, el Máximo Tribunal de la República señaló lo
siguiente:
´Establece el artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que los delitos comunes serán juzgados por los tribunales
ordinarios y la competencia de los tribunales militares se limitará a las
infracciones de naturaleza militar. En consecuencia debe entenderse por
éstos delitos aquellas infracciones que atenten a los deberes militares. La
Constitución resuelve, en esta forma las viejas dudas existentes al
respecto y lo hace aplicando el principio de la igualdad: no existe fuero

349
castrense en razón de las personas que cometan o sean víctimas de
delitos, sino que la jurisdicción sigue a la naturaleza de la infracción,
siendo procedente declarar que el tribunal competente para conocer de la
causa, seguida al ciudadano Tte. (EJ) Alejandro Sicat Torres, lo es el
Tribunal Tercero de Control del Circuito Judicial Penal del Estado
Aragua…´.
Pronunciamiento dictado en fecha 13 de mayo de 2004 por la Sala de
Casación Penal, a través del cual declaró competente al Tribunal Primero
de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, para conocer de los
hechos ocurridos el 30 de marzo del presente año, en la sala disciplinaria
´…del 105 BING CARLOS SOUBLETTE ubicado en Fuerte Mara…´ en los
cuales los ciudadanos Ángel Enrique Medina; Mauricio Pulgar Parra; Jesús
MENA Torres; Eusebio Reyes Galué; César Cambar Tatys y Alcides
Martínez Velásquez, resultaron lesionados y fallecido con posterioridad, el
ciudadano que en vida respondiera al nombre de Ángel Ciro Pedreáñez, y
en consecuencia ordenó remitir el expediente al tribunal declarado
competente.
Tuvo como fundamento dicha decisión entre otros particulares, lo referido
por la Sala Constitucional en cuanto a la jurisdicción militar, en los términos
que de seguidas se procede a transcribir:
´…Comparte esta Sala Constitucional el referido criterio de la Sala de
Casación Penal, puesto que conforme al dispositivo expreso del artículo
261 de la Constitución, los delitos comunes cometidos por los militares,
aun cuando sea en ejercicio de funciones militares, en actos de servicio,
en comisiones o con ocasión de ellas o encontrándose dentro o fuera de
las instalaciones militares, deben ser juzgados por los tribunales
ordinarios, sin que pueda establecerse ninguna excepción en este sentido,
y la jurisdicción militar se limita al juzgamiento de los delitos militares
tipificados en las leyes especiales que regulan esta materia, de forma tal
que es la naturaleza del delito lo que determina en todos los casos la
jurisdicción que debe juzgarlo…´.
A todo ello se une el hecho de que en materia de fuero de atracción, el
Código Orgánico Procesal Penal es claro al disponer en el
encabezamiento de su artículo 75, que ´Si alguno de los delitos conexos
corresponde a la competencia del Juez ordinario y otros a la de los jueces
especiales, el conocimiento de la causa corresponderá a la jurisdicción
penal ordinaria…´.
En síntesis, concatenando lo antes expuesto con el caso sometido a
estudio, este órgano consultivo forzosamente llega a la conclusión que por
estar en presencia de un delito común previsto y sancionado en el código
sustantivo penal, y a la luz de lo preceptuado en nuestra Carta Magna y
demás normas que conforman el ordenamiento jurídico, el conocimiento de
la Causa N°1644 (CM-1874) en el cual figuran como imputados los
ciudadanos José Ramón Zerpa Poveda; Florencio Javier López, y Huber
Bayona Ríos, por la presunta comisión del delito de homicidio intencional,
corresponde a la jurisdicción ordinaria…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:261
CRBV art:285
COPP art:190
COPP art:195
COPP art:315

350
COPP art:322
COPP art:522
COPP art:522-2
CJM art:334-5
CJM art:351-u.apt
CJM art:397-1
CJM art:397-7
LOMP art:34-2
LOMP art:34-3
LOMP art:34-4
LOMP art:34-6
LOMP art:34-7
LOMP art:34-8
RSMP Nº 517
13-09-2001
RSMP art:517-1
13-09-2001
RSMP Nº 517-2
13-09-2001
STSJSCP 23-10-2001
STSJSCP 13-05-2004

DESC ACTOS CONCLUSIVOS


DESC ARCHIVO FISCAL
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC CAUSAS EXIMENTES
DESC CONSEJOS DE GUERRA
DESC DETENCION
DESC EXPEDIENTE
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO (AUXILIARES)
DESC FUERO MILITAR
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC HOMICIDIO
DESC INVESTIGACION
DESC JURISDICCIÓN PENAL
DESC REGIMEN PROCESAL TRANSITORIO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.421-429.

351
155
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2975-2004-86240 FECHA:20041122
TITL Siendo el juez de control el llamado a vigilar durante la fase
preparatoria e intermedia, el cumplimiento de los principios y
garantías establecidos en la Constitución de la República, el
Código Orgánico Procesal Penal, tratados, convenios o
acuerdos internacionales, debe restituir las actuaciones
originales que conforman la investigación, una vez decidida la
incidencia surgida, al despacho fiscal que instruye el proceso,
para que éste pueda continuar o concluir dicha investigación.

FRAGMENTO

“Tengo el agrado de dirigirme a usted en la oportunidad de solicitar su


intervención, con relación a las actuaciones desplegadas por los ciudadanos Luis
Ramón Díaz Ramírez, Presidente del Circuito Judicial Penal del Estado Delta
Amacuro, y Carlos Enrique Vargas, Juez de Primera Instancia en Funciones de
Control de la misma entidad federal, contenidas en la circular y notificación de
fechas 22 y 25 de junio de 2004, respectivamente, las cuales fueron sometidas a
la consideración del Fiscal General de la República, mediante Oficio N° FSDA-
1827-2004, de fecha 16 de septiembre de 2004, por la ciudadana Carmen Eloina
Brito C., en su condición de Fiscal Superior del Ministerio Público (E) de la
Circunscripción Judicial del Estado Delta Amacuro, quien manifiesta entre otros
particulares en su comunicación lo siguiente:
´Es el caso, que en la Circunscripción Judicial del Estado Delta Amacuro,
específicamente los Tribunales en Función de Control N° 1 y 2, siguiendo
instrucciones impartidas por la Presidencia del Circuito Judicial Penal, se niegan a
devolver las actuaciones que le son enviadas por el Ministerio Público, en atención
a su función jurisdiccional de control la cual le ha sido asignada por el Código
Orgánico Procesal Penal..
En tal sentido, cuando los representantes del Ministerio Público, por cualquier
motivo requieren el control jurisdiccional en la etapa preparatoria, bien sea para la
presentación de aprehendidos, oír al imputado, realizar la imputación, realización
de pruebas anticipadas, etc., y por ende acuden al Circuito Judicial Penal,
acompañando la solicitud que a tal efecto demanden de las actuaciones o
diligencias que recabaron durante la investigación (…) estos no son devueltos
luego de la realización de la audiencia respectiva.../Como argumento para la
negativa en comento, esgrimen una Circular de fecha 22-6-2004, emanada de la
Presidencia del Circuito Judicial Penal…´.
En tal sentido le significo que a través de la aludida Circular de fecha 22 de junio
de 2004, dirigida a los Jueces de Primera Instancia en Funciones de Control,
Juicio, Ejecución (Ordinaria) y Responsabilidad Penal del Adolescente del Circuito
Judicial Penal del Estado Delta Amacuro, el Presidente del Circuito Judicial Penal
en mención les previno lo siguiente:
´Se les participa a todos los Jueces del Circuito Judicial Penal del Estado Delta
Amacuro, que a partir de la presente fecha, queda prohibida la remisión de los
asuntos a la fiscalía del Ministerio Público. Todo ello por medidas de Seguridad y
para resguardar el cumplimiento de que no sea violado el principio de defensa e
igualdad entre las partes, haciendo notar,que serán acordadas las copias simples
y certificadas solicitadas por las partes que las requieran, debiendo el interesado
costear los gastos relacionados con dichas solicitudes´.
Por su parte, el ciudadano Carlos Enrique Vargas, Juez de Primera Instancia en
352
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Delta Amacuro, le hizo
saber mediante boleta de notificación de fecha 25 de junio de 2004, al Fiscal
Primero del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Delta
Amacuro, lo siguiente:
´…este Tribunal en fecha 21-6-2004, nego (sic) la remisión del presente asunto,
seguido contra los ciudadanos José Gregorio Espinoza, José Francisco Benítez,
Neomar Antonio González y Luis Zacarías Espinoza, por la presunta comisión del
delito de transporte de sustancias estupefacientes y psicotropicas (sic), el mismo
reposará en la Sede de este Circuito Judicial Penal, en el archivo, para que sea de
fácil ubicación y acceso a las partes, todo ello en fundamento a lo indicado en la
Gaceta Oficial N° 330.845 del 04-11-2003, artículo 20 de lo resuelto por la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura del Tribunal Supremo de Justicia…´.
Con ocasión a esto se considera oportuno reproducir lo que expresamente
dispone el artículo 20 de la Resolución N° 1484, de fecha 30 de octubre de 2003,
publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
37.810, de fecha 4 de noviembre de 2003, instrumento éste que se presume fue al
que quiso hacer referencia el órgano jurisdiccional en la comunicación dirigida al
fiscal del Ministerio Público, habida cuenta que en la citada resolución la Dirección
Ejecutiva de la Magistratura dispuso que ´…los Circuitos Judiciales Penales de las
Circunscripciones Judiciales de los Estados que en ella se mencionan, utilizarán
para el desarrollo de su actividad y el ejercicio de sus funciones, el Modelo
Organizacional y el Sistema Automatizado de Gestión, Decisión y Documentación
Juris-2000´.
Reza la citada disposición lo siguiente:
´El Archivo de Asuntos en Trámite (AAT) está encargado de mantener el orden y
la custodia de los asuntos que se encuentran en curso y que, por lo tanto,
necesitan una gestión centralizada que garantice el control dentro del sistema y
dentro de la sede;
Los objetivos específicos del AAT son:
a) Administrar física y de manera automatizada los asuntos, en forma segura y
ordenada, permitiendo su rápida ubicación, a tales efectos llevará un control
dentro del sistema y dentro de la sede; b) Remitir al Archivo de la Sede los
asuntos terminados; c) Informar al Coordinador Judicial sobre cualquier
irregularidad que se presente en el AAT;
d) Tomar las medidas necesarias para garantizar la guarda y custodia de los
expedientes; y e) Cualquier otra función relacionada con la materia de su
competencia´.
Precisado lo anterior se impone hacer referencia a lo siguiente:
Una de las características del sistema acusatorio es la separación en órganos
autónomos, de la actividad de persecución penal y de juzgamiento –Ministerio
Público y juez-. Así, el juez en su función delegada como órgano del Poder
Judicial, le corresponde conocer de las causas y asuntos de su competencia a
través de los procedimientos que determinen las leyes, así como ejecutar o hacer
ejecutar sus sentencias, en los términos establecidos en los artículos 253, primer
aparte; 5, encabezamiento, 55; 2 y 10 del Texto Fundamental, Código Orgánico
Procesal Penal y Ley Orgánica del Poder Judicial, respectivamente.
En íntima relación con lo antes expuesto se pronunció el Tribunal Supremo de
Justicia, en Sala Constitucional, cuando en fallo dictado en fecha 9 de diciembre
de 2003 expresó lo siguiente:
´En el procedimiento de corte acusatorio se encomienda la investigación –que no
es una función jurisdiccional propiamente tal, sino una especie de fase
preparatoria para ella- al Ministerio Público, un órgano técnico profesional
especializado; y el juzgamiento a un tribunal. / Esta separación de las funciones
de investigación y juzgamiento expresa una característica fundamental del
procedimiento acusatorio, como es la racionalización del sistema procesal penal
(…) el sistema acusatorio es superior al mixto desde el punto de vista de las
garantías y de la racionalización del sistema. En efecto, permite, mediante la
institución del juez de garantías, controlar la investigación realizada por el
Ministerio Público y asegurar, además, la imparcialidad del tribunal en lo atinente a
353
la adopción de medidas cautelares que, como la prisión preventiva, entre otras,
afectan intensamente los derechos del imputado…´.
En este contexto, la principal y más importante misión del juez no es otra que la de
resolver la controversia suscitada entre las partes, mediante el establecimiento de
la verdad de los hechos por las vías jurídicas y la justicia en la aplicación del
derecho, cumpliendo con ello con la finalidad del proceso, operador de justicia que
en ejercicio de sus facultades jurisdiccionales puede imponer a manera de
ejemplo, en casos de necesidad durante el transcurso del proceso penal, medidas
de coerción debidamente fundadas que restrinjan la libertad del imputado,
salvaguardando así el postulado constitucional del debido proceso.
En el sentir de Manuel de Jesús Flores, la función jurisdiccional sólo ´…puede
actuarse a través del proceso como vía legal que debe estar preestablecida, con
el propósito de que el Órgano Jurisdiccional, al amparo de las normas jurídicas
pueda en ejercicio del poder público, tutelar el derecho. / La función jurisdiccional
traducida al campo penal, sólo puede actuarse a través del proceso
correspondiente, sucesivos, preestablecidos y preclusivos, que tiene como
finalidad la determinación de los hechos, en base a lo cual el Estado a través de
dicho órgano competente, ejercita su poder sancionador para contrarrestar las
conductas antisociales sin distingos, contra quien haya violado la norma sustantiva
penal y formaliza la sanción, a través de la sentencia´”.
“A este poder jurisdiccional, según asienta Alberto M. Binder aluden tanto …las
teorías ‘ objetivas’ de lo jurisdiccional -que hacen radicar la esencia de la función
en la facultad de solucionar un conflicto-, como las teorías ‘ subjetivas’ de lo
jurisdiccional- que explican la función por la potestad de aplicar el Derecho al caso
concreto. Para una y otra, el juez es un funcionario del Estado con poder para
solucionar un litigio que otras personas llevan a su consideración. Por otra parte,
no se trata de ‘ cualquier solución’ , sino de aquella solución prevista por el orden
jurídico para ese conflicto (…) Lo importante es el hecho de que lo jurisdiccional
tiene un contenido sustantivo, que no se puede identificar sin más con el poder de
decisión, puesto que el juez tiene también otras facultades: ciertas facultades
coercitivas, ciertas facultades ordenatorias dentro del proceso, ciertas facultades
disciplinarias…".
“Frente a lo anterior, los fiscales por su parte en el proceso penal tienen entre
otras, la función de ordenar y dirigir la investigación penal por la perpetración de
los hechos punibles de acción pública, así como ejercer la acción penal en dichos
casos; atribuciones que ejerce sobre la base de lo consagrado en los artículos
285, numerales 3 y 4 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela;
11, numerales 4 y 6, 34, ordinales 3°, 5°, 7° y 8°, de la Ley Orgánica del Ministerio
Público, y 108 numerales 1 y 4, y 300, ambos del Código Orgánico Procesal
Penal”.
“La existencia de la fase preparatoria a cargo del Ministerio Público ´…sólo es
posible en el marco de este último modelo, ya que surge como consecuencia
necesaria de la adopción de la forma acusatoria: al separarse definitivamente la
función requirente de la persona del juez, encomendándosela al ministerio público
(órgano natural para ejercer la pretensión represiva), resulta claro que la tarea
preliminar al eventual ejercicio de la acción penal debe quedar en manos del
mismo órgano requirente´.
La actividad investigativa implica la obtención de elementos de convicción todos
ellos tendentes a acreditar o desvirtuar la hipótesis planteada; actuación que
podrá ser efectuada por el propio fiscal o con el apoyo de los órganos de policía
de investigaciones científicas, penales y criminalísticas, fase de carácter
preparatoria de la investigación preliminar que termina, de conformidad con lo
previsto en el texto adjetivo penal, con la presentación por parte del representante
fiscal, del correspondiente acto conclusivo que efectuará ante el órgano
jurisdiccional competente y en la oportunidad procesal que señale el legislador en
el código rector del procedimiento penal.
Precisamente con la acumulación de la información recabada en el transcurso de
la fase preparatoria del proceso penal, es como el representante fiscal va a
determinar si es o no viable requerir al juez, el enjuiciamiento público de una
354
persona. De allí la importancia de que el juez de control restituya las actuaciones
originales que conforman la investigación, al despacho fiscal, una vez decida la
eventualidad surgida -visto su rol de vigilante de la aludida fase, así como de
garante de los derechos constitucionales y procesales- para que de esta manera
pueda el fiscal del Ministerio Público que conduce la indagación continuar o
concluir con la misma.
Llegado a este punto se puede indicar, que el sistema acusatorio impone la
necesidad de la separación de la actividad de persecución penal -acusación- a
cargo de un órgano estatal -Ministerio Público- y la función de juzgamiento, en
potestad también de otro órgano estatal -juez- funciones diferenciadas que deben
ser desplegadas por los operadores de justicia en referencia en el proceso penal,
apegados siempre a los principios de legalidad, independencia y objetividad.
En concreto, el fiscal del Ministerio Público por mandato constitucional y procesal
ejerce la acción penal en los delitos de acción pública, y en este sentido debe
ejercitar con independencia su labor investigativa, salvo las restricciones
jurisdiccionales previstas en el ordenamiento jurídico; función que desplegará a
todo evento con estricta sujeción a la Constitución, los tratados internacionales y
las leyes.
En términos similares se pronunció la Comisión Legislativa del Congreso de la
República -hoy Asamblea Nacional- en el Informe presentado sobre el Proyecto de
Código Orgánico Procesal Penal, al señalar lo siguiente:
´En el sistema propuesto en el Proyecto de Código, aprobado por la Comisión, la
titularidad de la acción penal corresponde al Ministerio Público que, en su carácter
de tal, conduce la investigación preparatoria…/…En dicha fase se establece un
control jurisdiccional que obliga a que cualquiera actuación de investigación que
implique alguna restricción a un derecho fundamental requiera la autorización del
juez de control, quien actuará a solicitud del fiscal y decidirá sólo en consideración
a si la medida planteada está prevista en la ley. Se trata así de crear un adecuado
balance entre la eficacia de la investigación y la necesaria protección de los
derechos de los ciudadanos. Si la prueba es obtenida de manera ilegal ella no
puede se utilizada´.
Como colofón de lo anterior, la doctrina extranjera se manifiesta con las palabras
siguientes:
´La investigación de los hechos punibles y el ejercicio de la acción y acusación
públicas, así como la promoción del proceso en todas sus fases hasta su
fenecimiento, sólo será posible al Ministerio Público, si su actuación está
respaldada con plena y real independencia funcional y económica, sin
supeditaciones ni interferencias, salvo las excepciones en cuanto al control de la
investigación y la acusación, a cargo de los Jueces de Primera Instancia´.
En virtud de todo lo antes señalado, a la fines de salvaguardar los distintos roles
que cumplen en el proceso penal los sujetos que participan en el ejercicio del
poder punitivo del Estado -vista la adopción en nuestro procedimiento procesal
penal del sistema de corte acusatorio- y tomando asimismo en consideración lo
previsto en el artículo 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, informo a ese
Despacho con el objeto de que sean tomados los correctivos pertinentes, lo
interpretado por los ciudadanos Luis Ramón Díaz Ramírez, en su condición de
Juez Presidente del Circuito Judicial Penal del Estado Delta Amacuro, en la
Circular dirigida a todos los Jueces de Primera Instancia en Funciones de Control,
Juicio, y Ejecución (Ordinaria), y Responsabilidad Penal del Adolescente del
Circuito Judicial Penal en mención, y Carlos Enrique Vargas, Juez de Primera
Instancia en Funciones de Control del mismo Circuito Judicial Penal, en la
notificación enviada al Fiscal Primero del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Delta Amacuro…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:253-p.apt
CRBV art:285-3
CRBV art:285-4
355
COPP art:5-Encab
COPP art:55
COPP art:108-1
COPP art:108-4
COPP art:300
LOMP art:11-4
LOMP art:11-6
LOMP art:34-3
LOMP art:34-5
LOMP art:34-7
LOMP art:34-8
LOPJ art:2
LOPJ art:4
LOPJ art:10
STSJSCO 09-12-2003

DESC ACUSACION
DESC ARCHIVOS
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC INVESTIGACIÓN
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC PROCESOS (DERECHO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.429-435.

356
156
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-3393-2004-97252 FECHA:20041228
TITL En el caso del procedimiento de faltas, el juez sólo deberá
admitir las acusaciones formuladas por el fiscal del Ministerio
Público; ya que los órganos de policía no poseen legitimación
alguna para solicitar el enjuiciamiento del infractor.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, con ocasión a su comunicación: N° BO-F4-1617-69237,


mediante el cual remite anexo comunicación emanada de la Dirección General de
la Policía Municipal del Municipio Autónomo Sucre del Estado Miranda, donde se
solicita ´...consulta relacionada con supuestos que establece el artículo 382, del
Código Procesal Penal, en el sentido de que de su lectura se desprende que el
funcionario que haya tenido conocimiento de la falta...solicitará el
enjuiciamiento...que el legislador le dio la facultad a otro funcionario distinto al
Ministerio Público el conocimiento y tramitación de este tipo de solicitud de
procedimiento´.
Visto el planteamiento formulado, esta Dirección de Consultoría Jurídica procede a
emitir su opinión bajo los siguientes términos:
En lo que respecta a la aplicación de la ley penal, el Código sustantivo señala en
su artículo 1:
´Nadie podrá ser castigado por un hecho punible que no estuviere expresamente
previsto como punible por la ley, ni con penas que ella no hubiere establecido
previamente./ Los hechos punible se dividen en delitos y faltas´.
La distinción entre ambos términos se hace en función de su gravedad. Esta
diferenciación tiene consecuencias tanto de orden material como procesal. En lo
que respecta a esta última, la misma se refiere a una competencia judicial distinta
y a un procedimiento a aplicar distinto.
Para este tipo de infracciones, el legislador reguló en el Código Orgánico Procesal
Penal, en su Libro Tercero, Titulo V, denominado ´De los Procedimientos
Especiales´, el procedimiento a seguir en los artículos 382 al 390 en caso de la
comisión de dichas faltas”.
Sobre la legitimidad del funcionario competente para solicitar el enjuiciamiento
penal de una persona incursa en una falta, se hace necesario advertir el criterio
sostenido al respecto por este órgano asesor, publicado en el Informe Anual del
Ministerio Público, 2001, Tomo III, referencia 2.16., el cual transcrito parcialmente
es del tenor siguiente:
“...Establece el artículo 385 del citado instrumento legal, que ‘ El funcionario que
haya tenido conocimiento de la falta, o aquél que la ley designe para perseguirla,
solicitará el enjuiciamiento indicando lo siguiente:/ 1° Identificación del imputado y
su domicilio o residencia; 2° Descripción resumida del hecho imputado, indicando
tiempo y lugar; 3° Disposición legal infringida; 4° Señalamiento de los datos
pertinentes, agregando los documentos y los objetos entregados por el infractor o
que se incautaron; 5° Identificación y firma del solicitante’ ./ Ahora bien, si bien es
cierto que la norma jurídica antes transcrita, no hace mención expresa de que es
el fiscal del Ministerio Público el funcionario a quien le corresponde la facultad de
solicitar el enjuiciamiento del autor de una falta, no es menos cierto, que al
concatenar lo establecido en el único aparte del artículo 1 del Código Penal, según
el cual ‘ los hechos punibles se dividen en delitos y faltas’ , con el artículo 285,
numerales 3 y 4 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que
entró en vigencia con posterioridad al código adjetivo penal, en los que se les
confirió al Ministerio Público, entre otras, la atribución de ordenar y dirigir la
357
investigación penal de la perpetración de los hechos punibles con el fin de hacer
constar su comisión, y la titularidad para ejercer en nombre del Estado la acción
penal en los casos en que para intentarla o proseguirla no fuere necesaria
instancia de parte, salvo las excepciones establecidas en la ley, tendríamos que
forzosamente concluir, que el funcionario obligado por la ley para solicitar el
enjuiciamiento de la persona incursa en un hecho punible denominado falta, no es
otro que el Fiscal del Ministerio Público.”
“En ese sentido, cuando las autoridades de policía, de cualquier modo tengan
conocimiento de la comisión de una falta, deberán dejar constancia en un acta que
suscriba el funcionario actuante, del día en que se suscitaron los hechos, la
identificación de los autores, partícipes y demás personas que puedan
proporcionar información, el aseguramiento de los objetos activos y pasivos
relacionados con el hecho y la descripción de las circunstancias de utilidad, con la
mayor exactitud posible, que sirvan al Ministerio Público para fundar la acusación,
sin menoscabo del derecho de defensa del imputado.
En consecuencia, una vez consignada la acusación por ante el órgano
jurisdiccional correspondiente, se citará al imputado con auxilio de la policía,
indicándole en dicha citación, el tribunal asignado y el plazo dentro del cual deberá
comparecer, sin que para ello sea necesario la presencia física del funcionario que
practique la citación a juicio.
El desempeño de la autoridad policial deberá circunscribirse a la actuación antes
descrita, ya que en caso contrario incurriría en una extralimitación del ejercicio de
sus funciones...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285-3
CRBV art:285-4
CP art:1
COPP art:382
IFGR 2001, T.III, R.2.16

DESC ACUSACIÓN
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES
DESC FALTAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUNICIPIOS
DESC POLICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.435-437.

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157
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-2-3374-2004-97250 FECHA:20041228
TITL Sobre la base de lo establecido en el artículo 551 del Código
Orgánico Procesal Penal, resulta clara la atribución de los
representantes del Ministerio Público de requerir, en el curso de
las investigaciones penales que conducen, la aplicación de las
medidas cautelares nominadas e innominadas previstas en el
Código de Procedimiento Civil.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en atención a su comunicación N° 20-F18-0174-2004,


de fecha 6 de septiembre de 2004, mediante la cual plantea la situación
jurídica presentada en el caso adelantado por ese Despacho bajo el N° 20-
F18-0691-03, iniciado con ocasión de la denuncia que formulara el
ciudadano Jesús José Ramírez en contra del ciudadano Ramón Sánchez,
por la presunta comisión del delito de usura, previsto y sancionado en el
artículo 108 (hoy 126) de la Ley de Protección al Consumidor y al Usuario,
ante la solicitud del primero de los nombrados, de gestionar ante el órgano
jurisdiccional penal, la emisión de una ´medida cautelar de secuestro
judicial´; ello, a los fines de requerir el pronunciamiento de este Despacho
en relación con la legalidad de la aludida pretensión.
Al respecto, esta Dirección se encuentra en el deber de realizar la
siguiente observación:
La Dirección de Consultoría Jurídica como órgano asesor del Despacho
del Fiscal General de la República, tiene por norte al evacuar consultas, el
compromiso de ser orientadora de la actividad de los fiscales del Ministerio
Público en el tratamiento de problemas jurídicos, pero los mismos, en fiel
cumplimiento con sus deberes-atribuciones expresamente regulados en el
ordenamiento jurídico, deben resolver –según su criterio y con pleno apego
a la legalidad y a la doctrina institucional- la situación jurídica sometida a
su consideración, sin supeditar su resolución al análisis o pronunciamiento
por parte de cualesquiera de las dependencias que conforman el
Despacho del Máximo ductor de este Organismo.
Excepción a lo señalado, lo constituye la circunstancia de que el fiscal del
Ministerio Público tenga una comisión para actuar en determinado caso; y,
producto del trabajo coordinado con la Dirección comitente, considere
necesario solicitar instrucciones sobre las actuaciones que le corresponda
efectuar.
Lo contrario implicaría admitir que mientras el representante fiscal no
reciba las directrices o instrucciones correspondientes, estaría legitimado
para abstenerse del cumplimiento de sus funciones, con lo cual
contravendría la atribución asignada por la Ley Orgánica del Ministerio
Público, de cumplir sus funciones con ´objetividad, diligencia y prontitud´,
máxime en el proceso penal en el cual los lapsos procesales son tan
breves.
En refuerzo a lo señalado, las instrucciones impartidas por el Fiscal
General de la República contenidas en la Circular N° DFGR-DGSSJ-DCJ-

359
1-99-20 de fecha 29-9-1999, titulada ´Del procedimiento para solicitar
instrucciones y elevar consultas´, de manera expresa advierten lo
siguiente:
´…conforme a los lineamientos antes señalados, y en virtud de que la
brevedad de los términos procesales vigentes impiden que las actuaciones
fiscales del Ministerio Público se sujeten a consultas previas, las
instrucciones impartidas por vía de consulta, no podrán preceder a una
determinada actuación…´.
No obstante ello, este órgano consultivo tomando en consideración el
alcance de la materia jurídica elevada a nuestra consideración, estima
necesario realizar las siguientes consideraciones:
El Ministerio Publico en la fase de investigación del proceso penal tiene
como una de sus atribuciones -una vez que esté conocimiento de la
perpetración de un hecho punible de acción pública- el aseguramiento de
los objetos activos y pasivos que guarden relación con el mismo, sobre la
base de lo preceptuado en los artículos 285, numeral 3, de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela; 108, numeral 11 y 283 del
Código Orgánico Procesal Penal.
Respecto de tales objetos acota José Luis Tamayo Rodríguez, que en
cuanto se refieren a cosas que de alguna manera guardan relación con la
perpetración del hecho punible, integran la noción amplia de cuerpo del
delito.
Agrega el mismo autor -siguiendo a Aguilera De La Paz y De La Oliva
Santos- que el cuerpo del delito responde a una concepción netamente
objetiva y está constituido por todos aquellos instrumentos de los que se
vale el autor para cometerlo (objetos activos) así como por el producto
obtenido por su comisión (objeto pasivo) y las huellas, vestigios o rastros
dejados por la perpetración (piezas de convicción).
En este orden de ideas, los objetos activos del delito son aquéllos que se
utilizan para la comisión del delito, o dicho de otra manera, son los
instrumentos con los cuales se delinque; en tanto que los objetos pasivos
del delito, en palabras de Máximo Febres Siso, ´…comprenden todo lo que
constituye el objeto material del delito, que va desde las personas mismas
hasta los bienes sobre los cuales recae la acción del sujeto que son
consecuencia o producto de ella, directa o indirectamente…´.
En relación con esta materia, el máximo Tribunal de la República a través
de su Sala Constitucional se ha pronunciado, señalando:
´Las medidas de aseguramiento en general, tienen por finalidad la
aprehensión de los objetos activos y pasivos del delito. Son activos
aquellos que se utilizan para perpetrar el delito, mientras que son pasivos
los que se obtienen como consecuencia directa o indirecta del delito, es
decir: el producto del mismo, como se desprende del artículo 320 –hoy
312- del Código Orgánico Procesal Penal, que prevé la devolución a sus
dueños de los bienes hurtados, robados o estafados; o la entrega de los
bienes ocupados a quien el tribunal considere con mejor derecho a
poseerlos, sin perjuicio de los reclamos que correspondan ante los
tribunales competentes (artículo 368 -hoy 367- eiusdem)´.
´El aseguramiento de los objetos pasivos del delito obedece a una doble
finalidad:/ 1) asegurar los efectos del fallo, en el sentido de que la víctima
pueda en lo posible recuperar los bienes que le hayan desposeído, si ese
fuese el caso; y, / 2) recabar elementos de prueba, si es que los bienes
asegurados pueden relacionarse con la comisión del delito, y por tanto,
sirven de prueba del cuerpo del delito, y según las circunstancias, de

360
evidencia sobre la culpabilidad del imputado…´.
Como se observa, el aseguramiento de dichos objetos -cuya finalidad
como se ha podido apreciar está dirigida a garantizar las resultas del juicio-
por lo general, se logra mediante la ocupación penal, actuación que
normalmente se produce durante las inspecciones, los registros y los
allanamientos practicados durante la fase preparatoria del proceso penal.
Tales medidas, de acuerdo con lo que establece nuestro ordenamiento
jurídico, como lo ha expresado esta Dirección, no siempre proceden de
oficio por parte del fiscal del Ministerio Público que conduce la
investigación, sino que en determinados casos se requiere de la
autorización del órgano jurisdiccional.
Por otra parte cabe destacar, que dentro de las atribuciones del Ministerio
Público se encuentra la referida a ´Requerir del tribunal competente las
medidas cautelares y de coerción personal que resulten pertinentes´, en
los términos establecidos en el numeral 10 del artículo 108 del Código
Orgánico Procesal Penal.
En conexión con ello conviene subrayar, la limitación que antes de la
última reforma del citado cuerpo adjetivo penal, existía en cuanto a la
aplicación en el proceso penal de las medidas cautelares de naturaleza
civil, debido a la ausencia de normas en aquél cuerpo legal que
permitieran la remisión al Código de Procedimiento Civil, como si lo hacía
el artículo 20 del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal.
A propósito de esto, cabe precisar, que la reforma del 14 de noviembre de
2001 del Código Orgánico Procesal Penal, vino a cambiar radicalmente
esta situación, mediante la inclusión del actual artículo 551, norma que
dispone lo siguiente:
´Artículo 551. Remisión. Las disposiciones del Código de Procedimiento
Civil relativas a la aplicación de las medidas preventivas relacionadas con
el aseguramiento de bienes muebles e inmuebles, serán aplicables en
materia procesal penal´.
En relación con esa norma José Luis Tamayo Rodríguez comenta lo
siguiente:
´… 1°) Se incorpora este nuevo artículo con el fin de suplir la omisión del
Código derogado en materia de medidas cautelares reales o de coerción
real, a cuyo efecto se hace remisión expresa a las Medidas Preventivas
contempladas en el Código de Procedimiento Civil (Arts. 585 y ss). La
ausencia de regulación sistemática de las medidas de coerción real en el
COPP generó múltiples inconvenientes de tipo práctico, que se agravaron
ante la imposibilidad de aplicar supletoriamente el Código de
Procedimiento Civil, lo que ahora si es legalmente posible con este nuevo
artículo 551. / 2°) Este Artículo 551 viene a ejercer la misma función
supletoria que cumplía el artículo 20 del derogado Código de
Enjuiciamiento criminal; y, en tal sentido, los jueces pueden ahora
ampararse en esta nueva disposición a los fines de dictar –cuando ello sea
procedente- las medidas preventivas (nominadas -embargo, secuestro y
prohibición de enajenar y gravar- e innominadas) contempladas en el
Código de Procedimiento Civil, tendentes al aseguramiento de bienes
relacionados con la perpetración del delito´.
Lo señalado anteriormente pone de relieve la viabilidad jurídica de solicitar
en el transcurso de una investigación penal, la aplicación de las medidas
cautelares nominadas e innominadas previstas en el Código de
Procedimiento Civil relacionadas con el aseguramiento de bienes muebles
e inmuebles, claro está, cuando las circunstancias del caso así lo hagan

361
procedente.
Precisado lo anterior y circunscribiéndonos al caso particular que nos
ocupa, se advierte que el planteamiento elevado al conocimiento de esta
Dirección resulta impreciso en la medida en que adolece de la información
suficiente que permita abordar con precisión el asunto.
En efecto, esa representación fiscal, por lo que al proceso penal en que se
produce la solicitud de una ´medida cautelar de secuestro judicial´, se
limita a referir la existencia de una investigación penal iniciada ante la
presunta comisión del delito de usura, previsto y sancionado en el artículo
108 (hoy 126) de la Ley de Protección al Consumidor y al Usuario, sin
siquiera referir su estado actual, vale decir, no indica hacia dónde se
orienta la investigación y si en la misma, a su criterio –como conductor de
tal proceso- existen suficientes elementos de convicción que permitan
fundamentar una medida como la señalada.
Así, los señalamientos por usted realizados en cuanto a las razones que
harían procedente la solicitud de tal medida ante el órgano jurisdiccional,
más que estar apoyados en los resultados de la investigación adelantada
por ese Despacho, parecen encontrar fundamento exclusivamente en las
afirmaciones realizadas por la víctima-denunciante, aseveraciones que
precisamente constituyen el objeto de tal investigación penal.
En tal sentido, se hace necesario reproducir parte de lo expuesto en su
comunicación a los fines de evidenciar lo señalado; esto es:
´En el caso particular que nos ocupa, la víctima denunciante manifestó en
su escrito de solicitud de medida cautelar, que el denunciado le había
prestado un dinero a interés superior al previsto en la ley, dando en
garantía la maquinaria de su negocio, lo cual corroboró con documentos
autenticados consignados con su denuncia -entiéndase venta con pacto de
retracto- , y que conjuntamente suscribió un cúmulo de letras de cambio
que afianzarían los intereses presumiblemente usurarios. Alegó que el
denunciado le había cobrado el doble del dinero que le facilitó en
préstamo, y que además lo presionó a firmar un contrato para darle más
tiempo para que pagara la deuda que a decir del denunciado, aún no había
se había (sic) amortizado ningún pago a capital, más sólo a intereses.
Agregó que tal contrato resultó ser un comodato que trasmitía la propiedad
al prestamista, mientras la víctima seguía pagando dinero en razón de
intereses superiores al fijado legalmente.
Añadió que el denunciado de marras se había presentado en su negocio,
de los comúnmente denominados ‘ Cauchera’ , con la intención de
despojarlo de sus bienes, a través de un embargo que haría su abogado y
que se encontraba presente el día de tales amenazas -catorce (14 ) de
junio de dos mil tres (2003)-, quien a decir de la víctima era el mismo
abogado que rellenó alguna (sic) de las letras que serían utilizadas para
garantizar los intereses presuntamente usurarios y que había hecho los
contratos de venta con pacto de retracto y de comodato.
Por otra parte, la víctima alegó el cumplimiento de los requisitos para que
procedan medidas preventivas, para su caso particular, anexando un
justificativo de testigos, donde declara el abogado y un funcionario policial
de los presentes el día de las presuntas amenazas que impetró el
denunciado contra la víctima, consistentes en que lo despojaría de la
maquinaria en comento, para probar con todo ello el fumus periculum in
mora, de ser despojado de sus pertenencias, que al parecer de este
despacho fiscal son el objeto sobre las cuales pudiera estar recayendo el
delito de usura continuada.

362
Por otra parte, para probar el fumus boni iuris, la víctima consignó el
documento de propiedad por el cual adquirió la maquinaria que dio en
préstamo bajo un presunto contrato de venta con pacto de retracto, con el
que presumiblemente se oculta la celebración de un contrato de préstamo,
lo cual se corrobora con las letras de cambio anexadas a las denuncias
(sic) y presuntamente rellenas algunas por el abogado redactor de los
documentos y que al parecer presenta sus servicios al denunciado. Al
mismo fin consignó copia del Contrato de Venta de Retracto mencionado,
como el aducido contrato de comodato.
De lo observado de las actuaciones fiscales, específicamente de los
documentos consignados por el presunto agraviado, maquinarias de su
propiedad, parecen ser el provecho o ventaja injusta y desproporcionada,
que persigue el denunciado de la víctima, hecho que podría llegar a
enmarcarse a la culminación de la investigación en la comisión del delito
de usura continuada (…)
Por lo expuesto, visto que los objetos sobre los cuales presumiblemente
recae un delito continuado, se encuentran en posesión de la víctima
denunciante, siendo los mismos su medio de trabajo, este representante
fiscal, solicita a la Dirección de Consultoría Jurídica se tramite consulta
sobre la legalidad de la acción a interponer por el Ministerio Público con el
fin de obtener la medida instrumental…´
Siendo tal la situación planteada, esta Dirección de Consultoría Jurídica
carece de los elementos de juicio necesarios para afirmar la procedencia
de la “medida cautelar de secuestro judicial” demandada en el presente
caso.
En efecto, si bien en el caso que nos ocupa, la víctima aduce la identidad
de la maquinaria que se intenta proteger, con parte del provecho injusto
que presuntamente proyectaría procurarse el denunciado, no es menos
cierto que es necesaria la existencia de elementos de convicción
recabados durante la investigación penal, que permitan respaldar lo
sostenido por el denunciante; máxime si existe, como se afirma en su
escrito, un contrato de venta con pacto de retracto –cuya nulidad no
parece haber sido demandada- en atención al cual, de acuerdo con lo
preceptuado en el artículo 1536 del Código Civil ´Si el vendedor no ejerce
el derecho de retracto en el término convenido, el comprador adquiere
irrevocablemente la propiedad´.
Así pues, sobre la base de lo establecido en el artículo 551 del código
adjetivo penal, resulta clara la atribución de los representantes del
Ministerio Público de requerir, en el curso de las investigaciones penales
que conducen, la aplicación de las medidas cautelares nominadas o
innominadas previstas en el Código de Procedimiento Civil; para lo cual,
deberán contar con el respaldo de suficientes elementos de convicción,
habida cuenta que, por lo general, su concreción afecta el derecho de
propiedad que también es objeto de protección constitucional.
Señalado lo anterior, sólo resta agregar que corresponderá al
representante fiscal que conduzca el proceso penal de que se trate,
determinar en cada caso y con fundamento en las actuaciones que
conformen la investigación penal, la procedencia o no de solicitar al órgano
jurisdiccional competente las medidas de aseguramiento sobre bienes
muebles o inmuebles, toda vez que aun cuando es al órgano jurisdiccional
al que en definitiva le corresponderá evaluar si dicta o no la medida
solicitada, el efectuar peticiones destinadas a obtener un pronunciamiento
positivo al respecto, sin la base suficiente para ello, podría generar, como

363
usted mismo lo asoma, consecuencias en cuanto a la responsabilidad
personal de los fiscales del Ministerio Público como funcionarios públicos,
a tenor de lo que disponen los artículos 139 del texto constitucional y 64 de
la ley orgánica que rige nuestra Institución…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:139
CRBV art:285-3
COPP art:108-10
COPP art:108-11
COPP art:283
COPP art:312
COPP art:367
COPP art:551
CC art:1536
CPC art:585
LPCU art:126
LOMP art:64
CMP Nº DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
29-09-1999

DESC ASESORIA JURIDICA


DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC CONSULTAS
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC LEGALIDAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC USURA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.437-444.

364
158
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL El hecho de que se deba realizar un nuevo juicio oral y público,
dentro del mismo proceso, no puede afectar la objetividad del
representante fiscal ni perjudicar de esa manera la
imparcialidad con que debe actuar todo representante de la
justicia.

FRAGMENTO

“Julián Isaías Rodríguez Díaz, Fiscal General de la República.


Visto el escrito suscrito por la ciudadana Lyudmila Franco, Fiscal
Centésima Primera del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, mediante el cual plantea su inhibición en
la causa signada con el N° F-920.776, para resolver previamente se
observa:
La representante fiscal inhibida aduce como razones de hecho para
sustentar su escrito, que sostuvo acusación contra el ciudadano Douglas
Antonio Vásquez Sánchez, por el delito de homicidio calificado, por ante el
Vigésimo Cuarto de Primera Instancia en Funciones de Juicio de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, cuya decisión
fue condenar al mencionado ciudadano pero por la comisión del delito de
trato cruel. Asimismo, alega que presentó recurso de apelación contra esa
decisión y la resolución de la Sala N° 1 de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, fue anular la
sentencia dictada y ordenar la celebración de un nuevo juicio oral y
público.
En cuanto a las razones de derecho, lo hace con fundamento a lo previsto
en el ordinal 7° del artículo 86 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual
establece como causal de inhibición: ´Por haber emitido opinión en la
causa con conocimiento de ella...´.
Ahora bien, una vez analizado el contenido del presente escrito de
inhibición este Despacho observa, que el hecho de que se deba realizar un
nuevo juicio oral y público, dentro del mismo proceso, no puede afectar la
objetividad de la representante fiscal ni perjudicar de esa manera la
imparcialidad con que debe actuar todo representante de la justicia, toda
vez que ella debe mantener la acusación original en sus mismos términos,
con todas las formalidades previstas en el Código Orgánico Procesal
Penal, de acuerdo con lo establecido en el ordinal 12° del artículo 34 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público, según el cual es deber y atribución del
representante fiscal:
´Mantener la acusación durante el juicio oral, mediante la demostración de
los hechos aducidos en el escrito y su relación con el acusado´.
Es importante señalar, que aunque el ordinal 7° del artículo 86 del Código
Orgánico Procesal Penal establece como causal de recusación que
también lo es de inhibición, ´el emitir opinión en la causa con conocimiento
de ella´, no puede entenderse que esto se refiera a las opiniones exigidas
por la propia ley y que se emitan en las oportunidades previstas en la

365
misma, toda vez que ello conllevaría a la absurda conclusión, que después
de formulada una acusación o ejercido algún recurso por parte de la
representante fiscal, ésta ya no podría realizar ninguna otra actuación
dentro de ese proceso debido a que estaría incurso en la causal antes
indicada; cuando por el contrario debe interpretarse, que esa causal se
refiere a expresiones referentes al caso investigado, efectuadas extra
procesalmente o fuera de las oportunidades previstas en la ley, ya que ello
si pondría en duda su imparcialidad.
En consecuencia, se considera procedente y ajustado a derecho declarar
sin lugar la inhibición planteada por la ciudadana Lyudmila Franco, Fiscal
Centésima Primera del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, en la causa signada con el N° F-920.776”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:86-7
LOMP art:34-12

DESC ACUSACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INHIBICION
DESC JUICIO ORAL
DESC RECUSACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.445-446.

366
159
TDOC Resolución
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Se declara sin lugar la inhibición planteada por la Fiscal
Septuagésima del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, por no aportar
suficientes fundamentos de hecho para que se pueda
configurar la causal 8° del artículo 86 del Código Orgánico
Procesal Penal.

FRAGMENTO

“Julián Isaías Rodríguez Díaz, Fiscal General de la República:


Visto el escrito suscrito por la ciudadana Malva Moreno, Fiscal
Septuagésima del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, mediante el cual se inhibe de conocer en la causa N° 029-2004,
para resolver previamente se observa:
La inhibida argumentó sus pretensiones en los siguientes términos:
´...En fecha 11-2-2004, comparece por ante este Despacho, la ciudadana
Cristina Macias Capri, en su condición de apoderada judicial del ciudadano
Agustín Varela Pérez, a objeto de solicitar mediante escrito presentado, se
ordene la entrega del vehículo propiedad del antes mencionado ciudadano.
/ Estando en el día de hoy, realizando funciones inherentes al cargo,
acudió a mi despacho la mencionada ciudadana a los fines de solicitar
nuevamente la entrega del vehículo, a la cual le manifesté que era
necesario que trajera a su cliente a declarar a lo cual me respondió que
ella lo que quería era que le entregara el vehículo y no traer a su cliente a
perder el tiempo y que ella le preguntó al Fiscal Superior y este (sic) le
mencionó que no eran necesarios los requisitos de la circular emanada de
ese Despacho Superior en cuanto a la entrega de vehículos. A lo que le
mencioné que me lo pasara por escrito.../ En razón de lo anterior me inhibo
de conocer de la presente causa, por cuanto dicha ciudadana logró que
me alterara, ya que trató de lograr una entrega de un vehículo, cuando
esta (sic) no cumplía los requisitos establecidos en la circular emanada del
Fiscal General de la República, aunado el hecho que me hizo ver que se
había entrevistado con el Fiscal Superior, a los fines de hacerme cambiar
de parecer en cuanto a la entrega del vehículo...´.
Como razones de derecho, la inhibida invoca el ordinal 8° del artículo 86
del Código Orgánico Procesal Penal, el cual establece como causal de
recusación, que lo es también de inhibición: ´cualquiera otra causa,
fundada en motivos graves, que afecte su imparcialidad´
Al respecto cabe destacar, que la inhibición de un fiscal del Ministerio
Público debe ser entendida como un mecanismo concebido con la finalidad
de permitir separarse del conocimiento de la causa, a aquellos
representantes del Ministerio Público que se consideren incursos en
alguna o algunas de las causales previstas en el artículo 86 del Código
Orgánico Procesal Penal, previa presentación de un escrito en el cual
manifiesten las razones tanto de hecho como de derecho en las cuales se

367
fundamente su pretensión, de conformidad con lo establecido en la Ley
Orgánica del Ministerio Público.
En tal sentido, se aprecia que las razones de hecho aducidas por la
representante fiscal no pueden subsumirse en la causal de inhibición
invocada, toda vez que se inhibe principalmente porque ´..dicha ciudadana
logró que me alterara, ya que trató de lograr una entrega de un vehículo,
cuando esta (sic) no cumplía los requisitos establecidos en la circular
emanada del Fiscal General de la República... ´ hecho éste que no puede
considerarse como un motivo grave que pudiera afectar la imparcialidad y
objetividad de la referida representante fiscal; además, tampoco se
observa en el escrito de inhibición analizado, ningún elemento que permita
presumir que éstas se encuentren alteradas.
Por todo lo antes expuesto, se considera procedente y ajustado a derecho
declarar sin lugar la inhibición planteada por la ciudadana Malva Moreno,
Fiscal Septuagésima del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, en la causa signada con el N° 029-
2004. Háganse las correspondientes notificaciones”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:86
COPP art:86-8

DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INHIBICIÓN
DESC VEHICULOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.446-448.

368
160
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DFGR-DGAJ-DCJ-8-1608- FECHA:20040618
2004-38403
TITL Cuando un fiscal del Ministerio Público se ha desempeñado en
la misma circunscripción judicial como juez, es viable su
inhibición en aquellas causas de las cuales tuvo conocimiento
como integrante del órgano jurisdiccional, para garantizar la
imparcialidad y la objetividad que deben caracterizar a los
representantes fiscales.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de hacer referencia a la Comunicación N°


LAR-F22-0396-04, mediante la cual eleva consulta a este Despacho, en el sentido
de que con anterioridad a desempeñarse como fiscal del Ministerio Público, lo ha
hecho como juez en esa circunscripción judicial, y actualmente se le ha
presentado la siguiente situación:
´En fecha: 5-5-2004 fueron recibidas actuaciones que conforman el asunto KP01-
P-2001-000297, procedente del Juzgado de Control N° 6, el 4-6-2003 a cargo en
esa oportunidad por (sic) mi persona, enviadas a la Fiscalía Superior quien se
pronuncia el 26-4-2004 con una RECTIFICACION en relación a un
SOBRESEIMIENTO DE LA CAUSA solicitado por el Fiscal Undécimo de este
Ministerio Público en fecha: 1-4-2002, por uno de los delitos establecidos en la Ley
Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas.- Siendo que lo
solicitado por el Juzgado de Control en esa oportunidad era solamente para
subsanar el error en la fundamentación de dicho sobreseimiento´.
Al respecto, plantea usted la siguiente interrogante: ´Si en mi condición de fiscal
del Ministerio Público puedo continuar conociendo de los ASUNTOS en donde
tuve actuaciones como juez o en su defecto debo Inhibirme de estas causas o
debe conocer el fiscal auxiliar de este Despacho Fiscal?´
A tal efecto, la Circular N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20, de fecha 29 de septiembre
de 1999, establece la manera en la cual los representantes fiscales deben elevar
sus consultas ante el Despacho del Fiscal General de la República y al ser ésta de
obligatorio cumplimiento deberá ser tomada en cuenta por usted para la
realización de próximas consultas.
En primer lugar se debe tener en cuenta, que la inhibición en el proceso penal es
un mecanismo concebido con la finalidad de permitirle a aquellos funcionarios
públicos que se consideren incursos en alguna o algunas de las causales
previstas en el artículo 86 del Código Orgánico Procesal Penal, separarse del
conocimiento de la causa, previa presentación de un escrito donde consten tanto
las razones de hecho como las de derecho que le sirven de fundamento a su
pretensión, todo esto acorde con las exigencias establecidas por el legislador en la
Ley Orgánica del Ministerio Público, es decir, que este mecanismo se encuentra
reservado a los funcionarios públicos, no siendo viable la utilización del mismo
para tratar de excluirlo de un determinado proceso, puesto que para ello ha sido
concebida la recusación, la cual opera previo pedimento de los legitimados activos
para su interposición.
Tanto la inhibición como la recusación son mecanismos que tienden a asegurar la
imparcialidad de los funcionarios públicos, y a su vez constituyen una garantía del
debido proceso, del derecho a la defensa y también de la función jurisdiccional.
Al respecto -y haciendo referencia a la doctrina comparada-, específicamente al
caso español, en donde la jurisprudencia se ha enriquecido con las decisiones del
369
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, se hace hincapié en la importancia que
tienen las apariencias en materia de imparcialidad, por lo cual todo juez
(extensible a funcionarios como por ejemplo, a los representantes fiscales), del
que puede temerse ´legítimamente´ alguna alteración en su imparcialidad debe
inhibirse de continuar conociendo de la causa, pues en caso contrario se atentaría
contra la confianza que los justiciables tienen en los órganos de administración de
justicia y también en el Ministerio Público.
En tal sentido se establece una diferencia primordial entre los mecanismos de
recusación y de inhibición, la cual ha sido señalada por el Doctor Fabio Espitia
Garzón, quien al respecto expresa que: ´...el impedimento es la manifestación
expresada en forma espontánea e inequívoca del juez o magistrado de separarse
del conocimiento de un asunto que le haya sido repartido, por considerar que se
da una o alguna de las causales señaladas en la ley como impedimentos, la
recusación, es la manifestación igualmente clara e inequívoca de una de las
partes ante el silencio del funcionario frente a la causal que en su sentir se da en
el proceso, para separarlo de su conocimiento...´.
Así las cosas y en el caso concreto planteado por usted, hay que tener presente
que luego de haber emitido una opinión referente al fondo de la causa de la cual
tuvo conocimiento cuando se desempeñaba como juez en la misma
circunscripción judicial en la cual hoy ejerce sus funciones como fiscal del
Ministerio Público, le resultaría sumamente difícil mantener la imparcialidad
durante el proceso, en razón de que ya tiene una visión acerca de los hechos en
cuestión, la cual pudiera inclinarse a favor o en perjuicio de alguna de las partes -
situación ésta totalmente comprensible- generándose así un desequilibrio que
trata de evitar el legislador a través del mecanismo de la inhibición.
Por lo tanto, considera este Despacho que en el caso expuesto, lo más sano para
el proceso es el planteamiento de su inhibición, ya que de lo contrario pudiera ser
recusado por cualquiera de las partes y ello traería como consecuencia la
declaratoria con lugar de la misma, con la imposición de las sanciones prevista en
la ley a tales efectos…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:86
CMP Nº DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
29-09-1999

DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC CONSULTAS
DESC DROGAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INHIBICIÓN
DESC JUECES
DESC RECUSACION
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.448-450.

370
161
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Para la realización de un allanamiento es imprescindible contar
con la autorización del órgano jurisdiccional, ya que de lo
contrario podrían materializarse violaciones a derechos
constitucionales, las cuales deben hacerse valer a través del
régimen de nulidades contemplado en el Código Orgánico
Procesal Penal y no por medio del mecanismo de la recusación.

FRAGMENTO

“Julián Isaías Rodríguez Díaz, Fiscal General de la República.


Visto el escrito suscrito por el ciudadano Juan Ilso Figueras De Sousa, en su
condición de presunto imputado, asistido por el abogado Félix Guevara, mediante
el cual plantea recusación contra el ciudadano Carlos Alberto Navarro Arzolay,
Fiscal Segundo del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Aragua, para resolver previamente se observa:
El recusante como razones de hecho para fundamentar la presente incidencia,
manifiesta lo siguiente:
´El drama humano que vivo y padezco y el estado de necesidad en el que mi
familia, trabajadores y yo vivimos actualmente, mientras viva no podré entenderlo
y mucho menos aceptarlo y comprenderlo, que sea despojado de mis bienes sin
ninguna formula de juicio, sin decisión judicial, por las actuaciones de fiscales del
ministerio público; parece que expresarlo es fácil, vivirlo y padecerlo es muy difícil,
llegar al extremo de ver como se pierde mi patrimonio que con mucho trabajo y
sacrificio desde los 14 años de edad logre (sic) obtener lícitamente, y que todo lo
que estoy viviendo sea realizado con el aval de un funcionario que por la
Constitución de República y todo el ordenamiento jurídico existente, debería
acatar, respetar y hacer cumplir y no lo hace, como es el Ciudadano Fiscal
Segundo del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua,
quien debería actuar como garante de la Legalidad y de mis derechos, lo
considera insólito, un Ciudadano Fiscal del Ministerio Público utilizando el poder
que le otorga la investidura legal que tiene, demuestra un desprecio absoluto por
la ley, con sus ilicitas actuaciones parcializadas , ha logrado que ahora viva en la
miseria . (...)/ He probado con documentos la propiedad de mis bienes, su origen
licito (sic), he probado con declaraciones juradas y promoviendo como testigos a
las personas naturales y jurídicas que me vendieron mis bienes (sic) autobuses; el
ciudadano Fiscal del Ministerio Público igualmente sin orden judicial alguna
emitida por el juez sexto de control allanó, ordenó a la policía que me incautaran
los bienes, mis Abogados le han probado, han insistido que se cite a las personas
que me vendieron para que declaren, sin embargo el ciudadano Fiscal Segundo
no provee, no ordena, y dispone de mis bienes como si fueran de su
propiedad,...´.
Como fundamento de derecho para sustentar la presente recusación, señala lo
dispuesto por los ordinales 4°, 6°, 7° y 8° del artículo 86 del Código Orgánico
Procesal Penal, los cuales establecen como causales de recusación lo siguiente:
Ordinal 4°: ´Por tener con cualquiera de las partes amistad o enemistad
manifiesta´,
Ordinal 6°: ´Por haber mantenido directa o indirectamente, sin la presencia de
todas las partes, alguna clase de comunicación con cualquiera de ellas o de sus
abogados, sobre el asunto sometido a su conocimiento´,
Ordinal 7°: ´Por haber emitido opinión en la causa con conocimiento de ella, o
371
haber intervenido como fiscal, defensor, experto, intérprete o testigo, siempre que,
en cualquiera de estos casos, el recusado se encuentre desempeñando el cargo
de Juez´, y
Ordinal 8°: ´Cualquiera otra causa, fundada en motivos graves, que afecte su
imparcialidad´.
Ahora bien, como lo ha sostenido este Despacho en todas sus decisiones, la
recusación constituye una de las expresiones de la garantía de imparcialidad
otorgada a las partes de un determinado proceso; es un mecanismo procesal que
se le confiere a las mismas, al cual pueden acudir en aquellos casos en los que
existan dudas acerca de la imparcialidad de un funcionario, para solicitar su
separación del conocimiento de la causa, previa presentación de un escrito donde
expongan tanto la razones de hecho como de derecho que lo fundamentan, todo
esto acorde con las exigencias establecidas por el legislador; ello con la finalidad
de evitar retardos en los procesos al presentarse recusaciones sin fundamento
alguno, lo cual no se correspondería con el principio de celeridad que se propugna
dentro del proceso penal.
En el caso en análisis, el fundamento fáctico de la presente recusación se basa en
una serie de acciones que ha llevado a cabo el Fiscal Segundo del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, entre las que se
encuentran un allanamiento y producto de ésta, la incautación de unos bienes
(autobuses), y que según manifiesta el recusante, han sido realizadas sin que
medie ningún tipo de autorización por parte del órgano jurisdiccional.
Así las cosas, debe destacarse lo previsto por el artículo 210 del Código Orgánico
Procesal Penal, relativo al allanamiento:
´Allanamiento. Cuando el registro se deba practicar en una morada,
establecimiento comercial, en sus dependencias cerradas, o en recinto habitado,
se requerirá la orden escrita del Juez´.
En primer lugar, como puede observarse las reglas a seguir para la realización de
un allanamiento, dispuestas en el Código Orgánico Procesal Penal, son bastantes
claras, y de ellas se desprende lo indispensable de la orden judicial, para poder
llevar a cabo esa actividad, por lo cual de no cumplirse con dicho requisito, tal
inobservancia deberá hacerse valer a través del régimen de nulidades previsto en
el artículo 191 del mencionado código, el cual prevé:
´Nulidades Absolutas. Serán consideradas nulidades absolutas aquellas
concernientes a la intervención, asistencia y representación del imputado, en los
casos y formas que este Código establezca, o las que impliquen inobservancia o
violación de derechos y garantías fundamentales previstos en este Código, la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes y los tratados,
convenios o acuerdos internacionales suscritos por la República´.
Por tal motivo, ante la posibilidad de la materialización de violaciones de algún
derecho o garantía constitucional -como por ejemplo del debido proceso- el
legislador dotó a las partes de todo un sistema de nulidades, al cual pueden acudir
sin necesidad de emplear mecanismos como el de la recusación, no concebidos
con esa finalidad.
En tal sentido y partiendo de que el acto que viola derechos y garantías
constitucionales sea el del allanamiento, los actos subsiguientes de igual forma
serán nulos, es decir, que el pronunciamiento del órgano jurisdiccional -en caso de
estimar que hubo tal vulneración- deberá ser el de la nulidad absoluta y recaerá
sobre el allanamiento y la incautación de bienes realizados ilegalmente,
debiéndose por lo tanto procederse a la entrega de dichos bienes inmediatamente,
con la finalidad de restituir la situación jurídica infringida.
En segundo término, en el supuesto en el cual el allanamiento haya sido realizado
sin atentar contra ningún derecho o garantía constitucional, y en consecuencia la
incautación de los bienes sea legal, debe entonces tenerse presente, que cuando
los objetos incautados no se consideren imprescindibles para la investigación,
deben ser devueltos a la brevedad posible por el fiscal del Ministerio Público, y en
caso contrario cualquiera de las partes podrá acudir ante el juez de control a
solicitar la devolución de los mismos, tal y como lo establece la norma contenida
en el artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal, la cual dispone lo
372
siguiente:
´Devolución de objetos. El Ministerio Público devolverá lo antes posible los objetos
recogidos o que se incautaron y que no son imprescindibles para la investigación.
No obstante, en caso de retraso injustificado del Ministerio Público, las partes o los
terceros interesados podrán acudir ante el Juez de control solicitando su
devolución, sin perjuicio de la responsabilidad civil, administrativa y disciplinaria en
que pueda incurrir el fiscal si la demora le es imputable./ El juez o el Ministerio
Público entregarán los objetos directamente o en depósito con la expresa
obligación de presentarlos cada vez que sean requeridos./ Las autoridades
competentes deberán darle cumplimiento inmediato a la orden que en este sentido
impartan el juez o el fiscal, so pena de ser enjuiciados por desobediencia a la
autoridad, conforme a lo dispuesto en el Código Penal´.
Es por éstas razones, que a pesar de que el desarrollo de las actuaciones de los
representantes fiscales debe ser en todo momento apegado a las normas y a la
buena fe que los caracteriza, el legislador previó mecanismos de control para la
actuación de estos funcionarios, debiendo acudirse al órgano jurisdiccional al cual
corresponda revisarla o controlarla, según la etapa en la cual se encuentre la
causa; existiendo también dentro del Ministerio Público otros mecanismos para
hacer valer las denuncias en contra de la actuación de los fiscales en un
determinado proceso, sin tener que acudir a la incidencia de recusación, la cual no
se ha concebido con esa finalidad. Al respecto debe considerarse lo dispuesto por
el artículo 282 del Código Orgánico Procesal Penal:
´Control Judicial. A los jueces de esta fase corresponde controlar el cumplimiento
de los principios y garantías establecidos en este Código, en la Constitución de la
República, tratados, convenios o acuerdos internacionales suscritos por la
República, y practicar pruebas anticipadas, resolver excepciones, peticiones de
las partes y otorgar autorizaciones´.
A través de la norma transcrita se resalta la función que cumple el juez de control
dentro del proceso penal, sobre todo en lo que a la fase de investigación se
refiere, porque es ante ese funcionario que las partes deben hacer valer cualquier
circunstancia que pudiere acarrear la violación de un derecho constitucional, no
teniendo por lo tanto justificación alguna que en este caso específico, el Juez
Sexto de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Aragua manifieste que ´no
puede hacer nada´, en virtud de que él como titular del órgano jurisdiccional tiene
la obligación legal de controlar el cumplimiento de los derechos y garantías
constitucionales.
En cuanto al primer fundamento de derecho invocado por el recusante (ordinal 4°
del artículo 86 del Código Orgánico Procesal Penal), manifestando que existe una
relación de amistad entre el fiscal recusado y ´las personas que he denunciado´,
es importante tener presente que el legislador venezolano al establecer el
supuesto de ´amistad´ se refirió a la relación de afecto estrecho que surge entre
dos personas, producto del trato constante, sincero y profundo, que es muy
diferente al de la relación cordial que surge del contacto común y superficial entre
las personas.
En virtud de esto y para la procedencia de la incidencia de una recusación
fundada en la mencionada causal, es necesario acreditar de manera suficiente tal
circunstancia, ya que no basta con la sola mención que en el presente caso
realiza el recusante, puesto que se debe tener conocimiento de ciertas
circunstancias específicas para considerar materializada dicha causal, las cuales
no se conocen en este caso, y su aporte debe realizarlo quien las alegue, por ser
una carga propia del recusante que no puede ser suplida por este decisor.
Por otra parte y en cuanto a la causal prevista en el ordinal 6° del artículo 86 del
Código Orgánico Procesal Penal, debe tenerse en cuenta la posición sostenida
por este decisor, la cual ha sido expuesta en las observaciones que hizo el
Ministerio Público al Proyecto del Código Orgánico Procesal Penal, (acogidas
como doctrina del Ministerio Público), en donde se señala que ´...esta causal no
puede aplicarse al Ministerio Público (...); ya que sus representantes, en virtud de
la misión que están llamados a cumplir y por su carácter de partes en el proceso,
muchas veces necesitarán estar en contacto con el imputado y su defensor, como
373
ocurrirá cuando deban tomarle declaración a éste último o cuando deba ponerse
de acuerdo con la defensa, a los fines de proponer la aplicación de un criterio de
oportunidad, caso en el cual la comunicación estaría prohibida si por ejemplo, no
estuviese presente la víctima o el querellante (si se hubiere constituido alguno)´,
resultando así, que en la práctica la causal en comento es de muy poca aplicación
en relación a los representantes fiscales.
Es por esto que teniéndose tal actuación como una práctica muchas veces
necesaria en el desenvolvimiento del proceso, el recusante han debido explicar de
qué manera se ha afectado la imparcialidad del representante fiscal recusado, y
no simplemente señalar, que los querellantes o sus abogados han puesto al fiscal
recusado en conocimiento del lugar en donde se encontraban los bienes
incautados, puesto que dicha actuación por parte de los querellantes pudiera ser
vista como normal en razón de ostentar interés dentro del proceso.
Como tercer fundamento de derecho, el recusante destaca lo dispuesto por el
ordinal 7° del artículo 86 ejusdem, indicando que el representante fiscal ha emitido
opinión con el proceso seguido en su contra, y ello -según el recusante- ´se
evidencia con la entrega de mis bienes´. Al respecto, este decisor ha sostenido
que ´el emitir opinión en la causa con conocimiento de ella´, no puede entenderse
que se refiera a las opiniones exigidas por la propia ley emitidas en las
oportunidades previstas en la misma, toda vez que ello conllevaría a la absurda
conclusión, que después de formulada una acusación o ejercido algún recurso por
parte del representante fiscal, éste ya no podría realizar ninguna otra actuación
dentro de ese proceso debido a que estaría incurso en la causal antes indicada;
cuando por el contrario, debe interpretarse que esa causal se refiere a
expresiones referentes al caso investigado, efectuadas extra procesalmente o
fuera de las oportunidades previstas en la ley, ya que ello si pondría en duda su
imparcialidad.
Así las cosas, y sobre la base de lo anteriormente expresado, no puede tenerse
por configurada la causal de derecho a la cual se ha venido haciendo referencia,
debido a que los pronunciamientos realizados por el representante fiscal recusado
han sido efectuados dentro del proceso, en su oportunidad legal.
Por último, en relación con el ordinal 8° del artículo 86 del Código Orgánico
Procesal Penal, el recusante encuadra en el mismo los argumentos de derecho a
los cuales ha hecho referencia anteriormente, y agrega el hecho de que ha
transcurrido mucho tiempo sin que el fiscal se haya pronunciado a través de la
interposición de un acto conclusivo. En este sentido es importante recordar la
disposición contenida en el artículo 313 del Código Orgánico Procesal Penal, el
cual establece lo siguiente:
´Duración. El Ministerio Público procurará dar término a la fase preparatoria con la
diligencia que el caso requiera./ Pasados seis meses desde la individualización del
imputado, éste podrá requerir al juez de control la fijación de un plazo prudencial,
no menor de treinta días ni mayor de ciento veinte días para la conclusión de la
investigación./ Para la fijación de este plazo, el juez deberá oír al Ministerio
Público y al imputado y tomar en consideración la magnitud del daño causado, la
complejidad de la investigación, y cualquier otra circunstancia que a su juicio
permita alcanzar la finalidad del proceso. Quedan excluidas de la aplicación de
esta norma, las causas que se refieran a la investigación de delitos de lesa
humanidad, contra la cosa pública, en materia de derechos humanos, crímenes de
guerra, narcotráfico y delitos conexos´.
Así entonces, el imputado cuenta con un medio para lograr poner fin a la fase de
investigación, pero para ello se hace necesaria la intervención del juez de control,
quedando resaltada una vez más la importancia de la participación activa que
tiene el órgano jurisdiccional dentro del proceso penal.
Por lo tanto, y en virtud todas las razones expuestas anteriormente, este
Despacho considera que lo procedente y ajustado a derecho es declarar
inadmisible la recusación interpuesta por el ciudadano Juan Ilso Figueras De
Sousa, en su condición de presunto imputado, asistido por el abogado Félix
Guevara, contra el ciudadano Carlos Alberto Navarro Arzolay, Fiscal Segundo del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua”.
374
Disposiciones legales contenidas en el documento:
COPP art:86-4
COPP art:86-6
COPP art:86-7
COPP art:86-8
COPP art:191
COPP art:210
COPP art:282
COPP art:311
COPP art:313

DESC ALLANAMIENTO
DESC BIENES
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC INVESTIGACION
DESC JUECES
DESC NULIDAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PROPIEDAD
DESC RECUSACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.450-456.

375
162
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL La realización de un reconocimiento en rueda de individuos
como prueba anticipada, no conlleva la actuación parcializada
del fiscal del Ministerio Público y no configura causal de
recusación alguna, en razón de que para poder llevarse a cabo
dicha prueba deben llenarse los extremos exigidos por el
artículo 307 del Código Orgánico Procesal Penal, entre los
cuales se encuentra el pronunciamiento de admisibilidad del
órgano jurisdiccional.

FRAGMENTO

“Julián Isaías Rodríguez Díaz, Fiscal General de la República.


Visto el escrito suscrito por los ciudadanos William Uribe y Elena Chacón, en su
condición de defensores privados del ciudadano Geny Alfredo Nebot Calderón,
imputado en la causa N° MJ21-21-S-2002-000433 (MJ21-P-2003-000532),
mediante el cual plantean recusación contra el ciudadano Leonardo José Rosales,
Fiscal Décimo Sexto del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado Miranda, para resolver previamente se observa:
Los recusantes, señalan como fundamento fáctico de la presente incidencia, lo
siguiente:
´...el Ciudadano Fiscal 16° se ha dado a la tarea de solicitar pruebas anticipadas
como el Reconocimiento en Rueda de Personas sin llenar los extremos
contenidos en el artículo 230 del Código Orgánico Procesal Penal, habiéndosele
advertido de manera personal y por escrito que anexamos a esta recusación y que
habla por sí solo./ Ciudadano Fiscal, el delito de mayor entidad que se le imputa a
nuestro representado es el homicidio calificado en grado de complicidad, hecho
sucedido en la población de Cúa Estado Miranda y donde está interviniendo, como
abogado un hermano mayor del occiso quién tenía o tiene aspiraciones a cargos
públicos en esta entidad, ha sido candidato a Alcalde en varias oportunidades por
lo que sin duda alguna y por ser un pueblo pequeño está íntimamente relacionado
con funcionarios públicos, policiales y otros que enturbian, como en este caso el
buen desempeño, justo e imparcial, de este juicio, contraviniendo de esta manera
normas expresas de la Constitución y la Ley./ Al ciudadano Fiscal 16° se le
advirtió de la tremenda irregularidad que estaba cometiendo al desarrollar una
prueba tan fundamental como lo es la de reconocimiento de forma totalmente
amañada y en lugar de cumplir con lo establecido con el artículo 87 del mismo
COPP, esto era, inhibirse, prosiguió con la prueba anticipada cuando ha podido
evacuarse de manera ordinaria, pues no llenaba los extremos establecidos en el
artículo 307 ejusdem´.
En cuanto a las razones de derecho, que les asisten para plantear la presente
recusación, invocan la causal de recusación contenida en el ordinal 8° del artículo
86 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual establece lo siguiente:
´Cualquiera otra causa, fundada en motivos graves, que afecte su imparcialidad´.
Ahora bien, ha sido doctrina reiterada por este Despacho, el considerar que la
recusación constituye una de las expresiones de la garantía de imparcialidad
otorgada a las partes en un determinado proceso; es un mecanismo procesal que
se le confiere a las mismas, al cual pueden acudir en aquellos casos en los cuales
existan dudas acerca de la imparcialidad de un funcionario, para solicitar su
separación del conocimiento de la causa, previa presentación de un escrito donde
expongan tanto la razones de hecho como de derecho que lo fundamentan; todo
376
esto acorde con las exigencias establecidas por el legislador; ello con la finalidad
de evitar retardos en los procesos al presentarse recusaciones sin fundamento
alguno, lo cual no se correspondería con el principio de celeridad que se propugna
dentro del proceso penal.
Es por esta razón, que a pesar de que el desarrollo de las actuaciones de los
representantes fiscales debe ser en todo momento apegado a las normas y a la
buena fe que los caracteriza, el legislador previó mecanismos de control para la
actuación de estos funcionarios, debiendo acudirse al órgano jurisdiccional al cual
corresponda revisarla o controlarla, según la etapa en la cual se encuentre la
causa; existiendo también dentro del Ministerio Público otros mecanismos para
hacer valer las denuncias en contra de la actuación de los fiscales en un
determinado proceso, sin tener que acudir a la incidencia de recusación, la cual no
ha sido concebida con esa finalidad. Al respecto debe considerarse lo dispuesto
por el artículo 282 del Código Orgánico Procesal Penal:
´Control Judicial. A los jueces de esta fase corresponde controlar el cumplimiento
de los principios y garantías establecidos en este Código, en la Constitución de la
República, tratados, convenios o acuerdos internacionales suscritos por la
República, y practicar pruebas anticipadas, resolver excepciones, peticiones de
las partes y otorgar autorizaciones´.
En el caso en análisis, se tiene que el fundamento de hecho expuesto por los
recusantes principalmente se refiere a la realización de un reconocimiento en
rueda de personas como prueba anticipada, encontrándose estas pruebas
contempladas en el artículo 307 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual
dispone que:
´Cuando sea necesario practicar un reconocimiento, inspección o experticia, que
por su naturaleza y características deben ser considerados como actos definitivos
o irreproducibles, o cuando deba recibirse una declaración que, por algún
obstáculo difícil de superar, se presuma que no podrá hacerse durante el juicio, el
Ministerio Público o cualquiera de las partes podrá requerir al juez de control que
lo realice. Si el obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá
concurrir a prestar su declaración./ El juez practicará el acto, si lo considera
admisible, citando a todas las partes, incluyendo a la víctima aunque no se
hubiere querellado, quienes tendrán derecho de asistir con las facultades y
obligaciones previstas en este Código´.
Así se observa, que la realización de la prueba anticipada se encuentra en el
ámbito de control del órgano jurisdiccional, constituyendo una excepción a la
intervención del juez en la fase preparatoria, el cual de ordinario no participa en la
actividad probatoria de esta fase, y en tal sentido, cuando el fiscal del Ministerio
Público estima que es necesaria su realización, y siendo el reconocimiento de
imputado una modalidad de prueba testimonial, encontrándose llenos los
extremos del citado artículo, el juez de control se pronunciará por la admisibilidad
de dicha prueba.
Al respecto, señala el Doctor Roberto Delgado Salazar que la prueba anticipada
´Es aquella que en el proceso penal venezolano se realiza, en principio, en la fase
preparatoria, por razones de urgencia y la necesidad de asegurar su resultado
pudiendo ser apreciada por el juez como si se hubiera practicado en el
juicio,siempre que se incorpore allí mediante lectura del acta que la contiene´.
De igual forma, debe resaltarse que a pesar de que ésta diligencia de
investigación, de reconocimiento de imputado, tal y como lo señala el Doctor
Delgado Salazar ´...parece que se contempla para ser aplicada sólo en la fase de
investigación; ... no vemos ningún impedimento para que se realice durante el
debate del juicio, a petición de cualquiera de las partes...´, es decir, que de
efectuarse la misma cumpliendo con los requisitos de la prueba anticipada, nada
obstaría para que en el supuesto en el cual desaparezca el obstáculo que motivó
su realización anticipada, se pueda realizar en el juicio oral.
Ahora bien, en el escrito de recusación presentado no se señala cuáles son las
razones para considerar que no debía realizarse la prueba anticipada en cuestión,
limitándose a mencionar que la misma no cumplía con los requisitos del artículo
230 del Código Orgánico Procesal Penal, siendo insuficiente tal fundamento para
377
considerarlo como un motivo grave que pueda afectar la imparcialidad del fiscal
recusado.
Aunado a lo anterior -y como ya se ha señalado- en el supuesto en el que no se
encuentren llenos los extremos legales para la realización de esa prueba,
corresponde al juez de control pronunciarse acerca de la admisibilidad o no de la
misma, no siendo controlable tal situación a través de la incidencia de recusación.
Por lo tanto, no puede considerarse que los hechos señalados constituyen motivos
graves, en razón de que el fiscal del Ministerio Público es quien determina la
extensión y necesidad de las diligencia de investigación, sin que ello constituya
vulneración de derechos, puesto que tal actividad se encuentra sujeta a
parámetros legales y al control de las partes y del órgano jurisdiccional.
En consecuencia sobre la base de todo lo expuesto anteriormente, este Despacho
estima que lo procedente y ajustado a derecho es declarar inadmisible la
recusación propuesta por los ciudadanos William Uribe y Elena Chacón, en su
condición de defensores privados del ciudadano Geny Alfredo Nebot Calderón,
imputado en la causa N° MJ21-21-S-2002-000433 (MJ21-P-2003-000532),
mediante el cual plantean recusación contra el ciudadano Leonardo José Rosales,
Fiscal Décimo Sexto del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado Miranda, al no configurarse la causal de derecho invocada”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:86-8
COPP art:87
COPP art:230
COPP art:282
COPP art:307

DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC JUECES
DESC PRUEBA
DESC PRUEBA ANTICIPADA
DESC RECONOCIMIENTO
DESC RECUSACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.456-459.

378
163
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL La medida de prohibición de salida del país no constituye un
pronunciamiento sobre el fondo de la causa por parte del fiscal
del Ministerio Público y mucho menos la imposición de una
pena anticipada, por lo cual no se configura ninguna de las
causales de recusación previstas en el Código Orgánico
Procesal Penal.

FRAGMENTO

“Julián Isaías Rodríguez Díaz, Fiscal General de la República.


Visto el escrito suscrito por el ciudadano Ángel Jurado Machado, en su
carácter de apoderado judicial de los ciudadanos Thomas Reyes Oliva y
María de Lourdes Rivera de Reyes, imputados en la causa N° D-141.253,
mediante el cual plantea recusación contra la ciudadana Rossana Marcano
Lares, Fiscal Sexta del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado Carabobo, para resolver previamente se observa:
El recusante, como razones de hecho que fundamentan la presente
incidencia, señala lo siguiente:
´Los querellantes con la anuencia de la fiscal solicitaron por ante el
Tribunal de Control N° 1 de Control (sic) del Circuito Judicial Penal del
Estado (sic) Carabobo la prohibición de salida del país de mis
representados y la cual le fue otorgada por el ciudadano juez. Pero la
ciudadana fiscal no se detuvo a pensar que se estaban (sic) pronunciando
al fondo toda vez que esto fue solicitado de acuerdo con lo establecido en
el Código Orgánico Procesal Penal una medida cautelar contenida en el
artículo 256 Numeral 4, es decir han impuesto una pena a mis
representados en una fase de investigación y sin haberlo oído (...)./ Por
otro lado aunado esta situación la Fiscal Sexta, en forma parcializada, sin
antes haber oído a nuestro defendido ha solicitado medida de aprehensión
(...). Esa medida le fue negada, pero insistió la fiscal en pedir de nuevo la
medida de aprehensión a sabiendas de que mi representado se encuentra
fuera del país./ Más grave aun (sic) es el hecho de que aun (sic) a
sabiendas de que nuestro defendido no se encontraba en el país la
ciudadana fiscal ... Libra sendas boletas de citación la primera el día 21 de
abril de 2004 donde en forma inexcusable por parte de la Fiscal Sexta le
ordena a nuestro defendido Thomas Reyes para que comparezca el día
23-4-2004 ha sabiendas de que no SE ENCONTRABA EN EL PAÍS, que
objeto tenía esta citación si no era de sorprender en su buena fe al Juez de
Control para pedirle la medida de aprehensión. Igualmente produce otra
citación el 30 de abril de 2004 ha sabiendas de que Thomas Reyes no se
encontraba en el país para provocar la medida de aprehensión. Estos
hechos demuestran la parcialidad y la mala fe de la ciudadana fiscal. Es
por ello que no debe conocer de este asunto. Si se observa el libro de
préstamo de expedientes se puede evidenciar que el ciudadano Ángel
Jurado Machado estuvo en la fiscalía antes de las citaciones para hacer
saber que el ciudadano Tomas Reyes no se encontraba en el país la

379
ciudadana fiscal tiene el movimiento migratorio de Thomas Reyes y mal
puede señalar que desconocía esta situación...´.
Como fundamento de derecho para sustentar la interposición de la
presente recusación señala lo dispuesto por los ordinales 4°, 6°, 7° y 8° del
artículo 86 del Código Orgánico Procesal Penal, los cuales establecen
como causales de recusación lo siguiente:
Ordinal 4°: ´Por tener con cualquiera de las partes amistad o enemistad
manifiesta´;
Ordinal 6°: ´Por haber mantenido directa o indirectamente, sin la presencia
de todas las partes, alguna clase de comunicación con cualquiera de ellas
o de sus abogados, sobre el asunto sometido a su conocimiento´;
Ordinal 7°: ´Por haber emitido opinión en la causa con conocimiento de
ella, o haber intervenido como fiscal, defensor, experto, intérprete o testigo,
siempre que, en cualquiera de estos casos, el recusado se encuentre
desempeñando el cargo de Juez´; y
Ordinal 8°: ´Cualquiera otra causa, fundada en motivos graves, que afecte
su imparcialidad´.
En fecha 6 de agosto de 2004, de conformidad con lo establecido en el
artículo 60 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y en los artículos 97 y
109 del Código Orgánico Procesal Penal, se designó al Fiscal Décimo del
Ministerio Público de esa Circunscripción Judicial, para continuar
conociendo del proceso mientras se resolvía la incidencia. De igual forma
se procedió a notificar a la Fiscal Sexta del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, de la recusación propuesta
en su contra y se le remitió copia del escrito para su debida consideración.
Ahora bien, antes de pronunciarse acerca de la admisibilidad, este
Despacho observa lo siguiente:
Ha sido doctrina reiterada, el considerar que la recusación constituye una
de las expresiones de la garantía de imparcialidad otorgada a las partes en
un determinado proceso; es un mecanismo procesal que se le confiere a
las mismas, al cual pueden acudir en aquellos casos en los que existan
dudas acerca de la imparcialidad de un funcionario, para solicitar su
separación del conocimiento de la causa, previa presentación de un escrito
donde expongan tanto la razones de hecho como de derecho que lo
fundamentan; todo esto acorde con las exigencias establecidas por el
legislador; ello con la finalidad de evitar retardos en los procesos al
presentarse recusaciones o inhibiciones sin fundamento alguno, lo cual no
se correspondería con el principio de celeridad que se propugna dentro del
proceso penal.
Según la opinión doctrinaria, entre ellas la del maestro Claus Roxin, la
recusación de los funcionarios judiciales en el proceso penal se equipara a
la de los representantes del Ministerio Público, y al respecto sostiene que:
´la solicitud de reemplazo de un fiscal, dirigida por el imputado al superior
en el servicio, debe ser acogida favorablemente cuando exista un motivo
de los que conducen a la exclusión del juez o cuando, desde la perspectiva
del imputado, esté justificado el temor de parcialidad´.
El mencionado autor -al igual que la doctrina mayoritaria- fundamenta la
posibilidad de interponer recusación en la existencia de un ´temor de
parcialidad´, razón ésta suficiente como para justificar la desconfianza
sobre la imparcialidad del funcionario, pero para ello se exige que
realmente sea parcial, porque derivar ese temor de la pura visión subjetiva
del recusante atentaría contra el equilibrio procesal.
Respecto a esta incidencia es importante considerar la posición de la

380
doctrina española, según la cual ´...el instituto de la recusación responde a
la finalidad de asegurar la imparcialidad de la resolución y el prestigio de la
administración de justicia, pero la ley no excluye al juez porque sea parcial,
sino porque puede temerse que lo sea -iudex suspectus-, en virtud de unas
determinadas relaciones extraprocesales taxativa y legalmente
enumeradas´. (Sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo
Español de fecha 28 de noviembre de 1997).
Como uno de los fundamentos fácticos de la presente recusación, destaca
la solicitud de prohibición de salida del país que realizara la recusada
contra los imputados, y que fuera acordada por el tribunal, lo cual según
manifiesta el recusante, es un pronunciamiento sobre el fondo del asunto
del cual se encuentra conociendo y a la vez constituye una pena impuesta
en la fase de investigación.
Al respecto debe aclararse, que la solicitud realizada por la representante
fiscal no representa la imposición de una pena anticipada, ya que como lo
afirma el Doctor Alberto Arteaga Sánchez, ninguna de las medidas
cautelares son castigos que se imponen a una persona por el delito
cometido. ´Se trata, simplemente de instrumentos o medios de cautela que
se consideran imprescindibles a los fines de la determinación de una
verdad procesal que establecerá la culpabilidad o la no culpabilidad de un
procesado, no pudiendo anticiparse un castigo que no tiene ninguna razón
de ser, siendo así que se ha de presumir la inocencia del
imputado,mientras una sentencia definitiva no establezca su culpabilidad´.
En este sentido es importante insistir, en que el fundamento de las
medidas cautelares sustitutivas, es el de evitar la aplicación de una medida
más severa como lo es la de privación de libertad, persiguiéndose en todo
momento asegurar las resultas del proceso, garantizando el sometimiento
del imputado al proceso y a una eventual sentencia condenatoria, y como
lo expresa el Doctor Cafferata Nores, ´Si estos objetivos pudieran
asegurarse con el mero compromiso del imputado asumido al efecto, más
aún la pretensión de encerrarlo en una cárcel. En síntesis, cuando no sea
necesario el encarcelamiento preventivo, es necesario evitarlo o hacerlo
cesar, manteniendo o dejando libre al imputado y asegurando, mediante
garantías económicas o simple promesa, su sometimiento al proceso y a la
ejecución de la pena´.
Ahora bien, agrega el recusante que la representante fiscal solicitó una
medida de aprehensión sin haber oído al imputado, a pesar de estar en
conocimiento de que el ciudadano Thomas Reyes no se encontraba en el
país, con lo cual se evidenciaría su parcialidad.
Al respecto hay que resaltar que la solicitud de la medida de privación de
libertad se encuentra sometida a una serie de controles, ya que no sólo
deben llenarse los requisitos establecidos en la ley (artículos 250 y 251 del
Código Orgánico Procesal Penal), sino que también debe ser objeto de
control por parte del órgano jurisdiccional, el cual verificará las
circunstancias objetivas y subjetivas que rodean la solicitud en cuestión,
para luego pronunciarse acerca de su viabilidad.
En el mismo sentido debe destacarse el papel que desempeña la defensa
del imputado en el desarrollo del proceso, ya que en el presente caso,
manifiesta el recusante que la representante fiscal intenta justificar la
solicitud de la medida privativa de libertad solicitada contra el ciudadano
Thomas Reyes, en virtud de haberlo citado a sabiendas de que el mismo
no se encontraba en el país, situación ésta que debió hacerse valer ante el
órgano jurisdiccional e incluso a través del ejercicio del respectivo recurso

381
de apelación contra el auto que acordó tal medida.
En cuanto a la fundamentación de derecho invocada, en primer lugar se
hace referencia a la contenida en el ordinal 4° del artículo 86 del Código
Orgánico Procesal Penal, con ocasión de la cual, el recusante considera
que la misma se configura en razón de haber interpuesto una anterior
recusación, sin haber recibido notificación acerca de la respectiva decisión,
´constituyendo retardo procesal la falta de pronunciamiento; lo que
determina infaliblemente enemistad manifiesta entre la Fiscal sexta del
ministerio (sic) Público del Circuito Judicial del estado (sic)Carabobo y
nuestra persona por cuanto que no es un secreto el grado de
animadversión que siente para con nosotros...´.
Así las cosas, es necesario puntualizar, que existe una gran dificultad para
determinar cuándo se está en presencia de una relación de enemistad, al
ser ésta un concepto jurídico indeterminado. La doctrina extranjera ha
referido una serie de requisitos para considerar su existencia y así
tenemos que Joan Picó I Junoy señala las siguientes reglas, las cuales
comparte este decisor totalmente:
1. ´...la enemistad debe ser extraprocesal, es decir, ha de surgir al margen
de la existencia de un proceso´.
2. ´...el sentimiento de enemistad ha de ser personal del juez, esto es,
debe existir en su esfera emocional, por lo que es indiferente la enemistad
que le pueda profesar alguna de las partes si el juzgador no lo concibe
como enemigo´.
3. ´...es necesario que dicha enemistad sea manifiesta, esto es, haya sido
exteriorizada a terceras personas (...) entendemos <manifiesta> debería
equipararse como sinónimo de grave, ya que puede haber una enemistad
real y grave pero oculta y, a la inversa, una enemistad poco grave pero
conocida´.
En este sentido y teniendo presente los anteriores señalamientos en
referencia a la relación de enemistad, se estima que lo expuesto por el
recusante no puede ser considerado como una fundamento fáctico para
tener por configurada la causal de derecho en cuestión, ya que en primer
lugar el hecho de la falta de notificación de las resultas de la primera
recusación que interpusiera, no le es imputable a la representante fiscal y
por lo tanto, se estima como no materializada la situación de enemistad
manifiesta alegada por el recusante.
Por otra parte, en lo que respecta al resto de las causales invocadas
(ordinales 6°, 7° y 8° del artículo 86 del Código Orgánico Procesal Penal),
el recusante no hace mención alguna a cuáles de los hechos narrados, se
encuadran en dichas normas, por lo cual, este decisor, no puede suplir una
carga propia del recusante como lo es el de subsumir los hechos que
alega en la norma de derecho invocada, más aún teniendo en cuenta, que
la recusación es una incidencia que debe cumplir con una serie de
requisitos tanto de forma como de fondo exigidos por el legislador; así por
ejemplo en el artículo 57 de la Ley Orgánica del Ministerio Público se
dispone lo siguiente:
´La recusación podrá ser presentada por cualquiera de las partes ante el
Fiscal General de la República, o ante el Fiscal Superior, según el caso,por
escrito razonado, con indicación de las causales en que se fundamente.
En el caso de que haya sido presentada ante el Fiscal Superior, éste la
remitirá al Fiscal General de la República, dentro de un lapso no mayor de
doce horas, a los fines del establecimiento establecido en el Código
Orgánico Procesal Penal y esta ley´.

382
En consecuencia, sobre la base de todas las consideraciones expuestas
anteriormente, este Despacho considera que lo procedente y ajustado a
derecho es declarar inadmisible la recusación interpuesta por el ciudadano
Ángel Jurado Machado, en su carácter de apoderado judicial de los
ciudadanos Thomas Reyes Oliva y María de Lourdes Rivera de Reyes,
imputados en la causa N° D-141.253, contra la ciudadana Rossana
Marcano Lares, Fiscal Sexta del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Carabobo”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:86-4
COPP art:86-6
COPP art:86-7
COPP art:86-8
COPP art:97
COPP art:109
COPP art:250
COPP art:251
COPP art:256-4
LOMP art:57
LOMP art:60
STSESP 28-11-1997

DESC JUECES
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PROHIBICIÓN DE SALIDA DEL PAIS
DESC PRUEBA
DESC RECUSACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.459-464.

383
164
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-269-2004 FECHA:20040220
TITL Es procedente la colocación familiar de niños y/o adolescentes
en algunos casos en los cuales los supuestos difieran de los
previstos en el artículo 397 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, por no ser éstos de
carácter taxativos.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de avisar recibo de su Comunicación N° DPIF-


15-001-2004 de fecha 5 de enero de 2004, mediante la cual hace del
conocimiento de esta Dirección su opinión con relación al caso de la colocación
familiar a favor del niño (…) de un (1) año de edad.
Esa Dirección a su cargo, luego de exponer de manera sucinta las actuaciones y
opiniones de la Fiscal Nonagésima Séptima del Ministerio Público de esta
Circunscripción Judicial, explana sus consideraciones con relación al caso.
Destaca en su comunicación que ´… el artículo 397 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, establece 3 supuestos conforme a los
cuales procede la figura de colocación familiar, sin embargo la presente causa no
se encuentra enmarcada en ninguno de dichos supuestos (…) Es criterio de esta
Dirección que la legislación especial hace referencia a tres hechos específicos, sin
mencionar otra posibilidad que pudiese conllevar a pensar en otros asuntos
distintos a los referidos en el artículo ya mencionado (…) Ahora bien, dada la
complejidad del presente caso, y por cuanto lo que se trata es de determinar si los
supuestos contenidos en el artículo 397 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente son taxativas o por el contrario pudiese intentarse una
colocación familiar basada en un punto controvertido como el que nos ocupa…´.
Una vez revisada y analizada la opinión jurídica de ese Despacho, así como el
caso particular, esta Dirección de Consultoría Jurídica pasa de seguidas a hacer
los siguientes señalamientos:
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente ha desarrollado lo
referente a la Familia Sustituta, cuyo marco legal se fundamenta en la Doctrina de
la Protección Integral conformada por un conjunto de instrumentos jurídicos
internacionales siendo su principal fuente la Convención Internacional Sobre Los
Derechos del Niño.
Esta Convención, establece en su artículo 9 con relación al tema: ´Los Estados
Partes velarán por que el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad
de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades
competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos
aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño. Tal
determinación puede ser necesaria en casos particulares…´.
Esta norma supranacional, consagra dos aspectos considerados fundamentales:
el niño debe permanecer con sus padres salvo cuando sea contrario a su interés
superior, y la separación del niño de sus padres sólo es posible para garantizar
dicho interés mediante la aplicación de procedimientos legales que garanticen el
debido proceso, así como los derechos consagrados en dicha Convención y en
otros cuerpos normativos. En consecuencia, cuando sea imperiosa la separación
de los niños o adolescentes de sus padres se hace necesario observar las
siguientes reglas: 1.- La intervención debe ser hecha por la autoridad competente,
ya sea judicial o administrativa. 2.- Las causas en las que se fundamente la
separación deben estar establecidas en la ley que rija la materia. 3.- Deben

384
respetarse las garantías del debido proceso. Las partes tienen derecho a
participar, a ser escuchados y a emitir opinión en la toma de la decisión,
especialmente en lo referente a la opinión de los niños y adolescentes
involucrados en la situación.
Por su parte, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece
en su artículo 75: ´El Estado protegerá a las familias como asociación natural de la
sociedad y como espacio fundamental para el desarrollo integral de las personas.
Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes, la
solidaridad, el esfuerzo común, la comprensión mutua y el respeto recíproco entre
sus integrantes (…) Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir, ser
criados o criadas y a desarrollarse en el seno de su familia de origen. Cuando ello
sea imposible o contrario a su interés superior, tendrán derecho a una familia
sustituta, de conformidad con la ley…´.
Conteste con el instrumento supranacional y el constitucional, la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, prevé lo referente a la familia
sustituta y sus modalidades en el artículo 128: ´La colocación es una medida de
carácter temporal dictada por el juez competente y que se ejecuta en familia
sustituta o en entidad de atención´.
En concordancia, el artículo 394 ejusdem señala: ´Se entiende por familia sustituta
aquella que no siendo la familia de origen, acoge, por decisión judicial, a un niño o
a un adolescente privado permanente o temporalmente de su medio familiar, ya
sea por carecer de padre y de madre, o porque éstos se encuentran afectados en
la titularidad de la patria potestad o en el ejercicio de la guarda´.
Asimismo, en el artículo 396 ibidem se lee: ´La colocación familiar o en entidad de
atención tienen por objeto otorgar la guarda de un niño o de un adolescente, de
manera temporal y mientras se determina una modalidad de protección
permanente para el mismo…´.
De lo antes señalado se colige, que la colocación familiar como modalidad de
familia sustituta es una medida de protección temporal que se decide
exclusivamente por vía judicial y tiene por objeto, que un niño o un adolescente
privado de su familia de origen sea acogido por otra familia que pueda
proporcionarle un ambiente familiar, en donde sea tratado como un miembro más
del núcleo familiar mientras dure su separación de sus padres o se determine una
modalidad de protección permanente para él. La temporalidad de la medida
dictada dependerá del tanto y el cuanto varíen las causas que la originaron.
En cuanto a su otorgamiento, sólo corresponde al órgano jurisdiccional
competente, o sea, a la Sala Unipersonal del Tribunal de Protección del Niño y del
Adolescente que esté conociendo de la solicitud en cuestión, una vez comprobada
la amenaza o violación del derecho del niño o del adolescente a ser criado en el
seno de su familia de origen, consagrado en al artículo 75 de nuestra Carta Magna
y en el artículo 26 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente. Esta exclusividad en cuanto a la competencia del órgano
jurisdiccional se corresponde con lo establecido en el artículo 177, literal ´e´ del
Parágrafo Primero.
Se reserva esta materia a los jueces y se excluye de los órganos administrativos –
Consejos de Protección- debido a que las actuaciones de los mismos conducen a
determinar la persona o personas a quienes se les va a confiar la responsabilidad
de los aspectos más importantes de la vida y de los intereses de aquellos niños o
adolescentes, que no disponen de sus progenitores o que están impedidos para
velar por ellos y asumir su crianza, su representación jurídica y la de sus bienes.
Estos criterios se ven recogidos en las sentencias de la Corte Superior del
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, que expresan: ´(Omissis) La Colocación
Familiar es una medida de protección mediante la cual se persigue que el niño o
adolescente desprovisto de su familia de origen sea protegido por una familia
sustituta, garantizándole de esta manera su derecho a vivir, ser criado y
desarrollarse en una familia; se trata de una medida de carácter temporal mientras
se decide otra modalidad de protección permanente, como es la adopción o
regresa nuevamente al cuidado de sus progenitores, es al Juez de Protección a
385
quien corresponde decretarla en atención a lo dispuesto en el artículo 128 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente mediante el
procedimiento contencioso en asuntos de familia y patrimoniales…´ .
La institución familiar analizada, si bien es cierto que sólo puede ser decidida por
el juez, no es menos cierto que éste se apoya en los informes técnicos que sean
aportados por el equipo multidisciplinario del tribunal, es decir, por aquellos
profesionales a quienes compete realizar y presentar al tribunal las resultas de los
estudios -informes sociales, médicos, psicológicos, psiquiátricos, entre otros- que
el juzgador considere pertinentes a los fines de tomar la decisión que recaiga
sobre la solicitud presentada. Queda entonces consagrado el derecho del niño a
no ser separado de su medio familiar de origen cuando no sea el más conveniente
para su cabal desarrollo y formación a discrecionalidad del juez, y que una vez
evaluada objetivamente la situación que se plantee en el caso concreto, se revele
que la permanencia en su familia de origen es perjudicial para su formación
integral.
Al respecto, la Corte Superior del Tribunal de Protección del Niño y del
Adolescente de esta Circunscripción Judicial, en la Sentencia N° C-031485
(36760) de fecha 13 de noviembre de 2003 -a la cual se hizo referencia
anteriormente- señaló lo siguiente: ´… (Omissis) el medio idóneo con el que
cuentan los Juzgados de Protección del Niño y del Adolescente, es el Equipo
Multidisciplinario del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente, por lo que
resulta procedente es que sea este ente quien realice la evaluación integral con el
fin de aportar la información, que adminiculada a otros elementos probatorios,
ilustraran al juez en la toma de sus decisiones…´.
Como se observa, toda la normativa que rige la materia, destaca que el niño o el
adolescente tiene derecho a ser criado en el seno de su familia de origen, salvo en
aquellos casos en que la autoridad competente determine que tal permanencia es
imposible o contraria a su interés superior, por lo cual resulta pertinente
puntualizar lo que debe entenderse como el interés superior del niño o del
adolescente.
Respecto al interés superior del niño y del adolescente, el artículo 8 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, prevé:
´El Interés Superior del Niño es un principio de interpretación yaplicación de esta
ley, el cual es de obligatorio cumplimiento en la tomade decisiones concernientes
a los niños y adolescentes. Este principio está dirigido a asegurar el desarrollo
integral de los niños y adolescentes, así como el disfrute pleno y efectivo de sus
derechos y garantías.
Parágrafo Primero: Para determinar el interés superior del niño en una situación
concreta se debe apreciar:
a) La opinión de los niños y adolescentes;
b) La necesidad de equilibrio entre los derechos y garantías de los niños y
adolescentes y sus deberes;
c) La necesidad de equilibrio entre las exigencias del bien común y los derechos y
garantías del niño o adolescente;
d) La necesidad de equilibrio entre los derechos de las demás personas y los
derechos y garantías del niño o adolescente;
e) La condición específica de los niños y adolescentes como personas en
desarrollo.
Parágrafo segundo: En aplicación del Interés Superior del Niño, cuando exista
conflicto entre los derechos e intereses de los niños y adolescentes frente a otros
derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros´.
De todo lo antes transcrito se desprende que el concepto del interés superior del
niño constituye el fundamento obligatorio de todo pronunciamiento, cualquiera que
sea su naturaleza en materia de niños, niñas y adolescentes.
De esta noción, expresa Georgina Morales en su ponencia intitulada ´Caminos de
búsqueda del Interés Superior del Niño´ lo siguiente:
´… En verdad todos damos por sentado qué es lo mejor para el niño y emitimos
criterios rectores bajo la perspectiva de los adultos, convencidos como estamos de
tener la verdad sobre lo que más le favorece: en su formación educativa, en su
386
comportamiento social y ciudadano, en su proyección profesional, ¡hasta en la
búsqueda de su propia felicidad! Y preferimos guiarlos y conducirlos en la vida
bajo la convicción, aún inconsciente, de que se trata de su bien, es decir, de su
interés. / Cuando invocamos el concepto ‘ interés superior del niño’ , elaboramos
una suerte de predicción de cómo visualizamos su futuro y tomamos decisiones
que en nuestro criterio son lo mejor para él. Ahora bien, si nos conformamos con
una visión abstracta del concepto, nos arriesgamos a permanecer en un exclusivo
marco teórico, que resultaría etéreo o impráctico (…) La ley no lo define, se trata
de un concepto jurídico indeterminado (…) cuya indeterminación le otorga una
gran carga de subjetividad. La ley se limita a expresar supuestos generales de
contenido que el intérprete debe analizar y resolver frente a la situación de hecho
que se le presente para encontrar el ‘ buen pronóstico’ para el niño (…) La
aproximación al estudio del ‘ interés superior del niño’ pareciera que nos lleva a
dos lecturas, o mejor dicho, a dos tipos de interés superior: una primera versión
del concepto que lo podemos identificar como de carácter abstracto o genérico,
que responde a una lógica jurídica y que se vincula preferentemente a derechos
consagrados en la ley y, por otra parte, una aproximación de carácter concreto
que responde más bien a una lógica factual, dirigida a evaluar hechos o
situaciones del niño en específico. /
Desde el punto de vista normativo, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
el Adolescente es el instrumento jurídico que mejor nos conduce en la búsqueda
del interés superior del niño, tanto para la versión en abstracto como para el
encuentro de lo más beneficioso del niño en específico…´.
A objeto de ratificar su opinión, Georgina Morales cita a Francisco Rivero
Hernández: ´El interés del menor constituye, en efecto, en nuestro sistema jurídico
y en otros, un concepto jurídico indeterminado, por medio del cual la ley se refiere
a una realidad cuyos límites no precisa con exactitud, pero con lo que intenta
definir o delimitar un supuesto concreto que permita que sea precisado luego en el
momento de su aplicación. Se trata, en este caso como en otros en que el
legislador recurre a standards o conceptos indeterminados (la buena fe, la
negligencia, la diligencia de un buen padre de familia) de conceptos de valor o de
experiencia referidos a realidades que inicialmente no permiten una mayor
precisión o concreción, pero que, trasladadas a situaciones específicas, a
supuestos determinados, su aplicación conduce a una solución y no a otras (…) El
hallazgo de esa solución, la única adecuada, sólo es posible al trasladar el
concepto indeterminado, en la aplicación de la ley, a la realidad y circunstancias
concretas del caso´.
Asimismo, Carmen Luisa Reyna de Roche sostiene que ´… Este elemento de la
definición del Interés Superior del Niño es quizás el que permite discernir con más
claridad en qué consiste ese interés. La finalidad que debe buscarse en todo
momento, por considerar que en ello se sitúa el interés del niño, es asegurar su
desarrollo integral, por una parte, y, por la otra lograr el disfrute efectivo de sus
derechos. En caso de dudas, entonces, habrá que preguntarse de qué manera,
con la información de que se dispone respecto de esos niños o adolescentes, en
ese caso y circunstancias concretas, se puede tomar la decisión que mejor
asegure su desarrollo integral y el goce de sus derechos (…) Se señala la
necesidad de apreciar la condición específica de los niños y adolescentes como
personas en desarrollo, lo que se vincula con la finalidad del principio mismo del
Interés Superior del Niño. Ello supone tomar especialmente en cuenta que se trata
de personas que, por estar en etapa de desarrollo, tienen necesidades
particulares que derivan de esa realidad y que esa circunstancia debe orientar la
decisión en el caso concreto con el fin de asegurar las condiciones que permitan
el desarrollo integral del niño o adolescente de que se trate, lo que implica además
evitar situaciones que podrían obstaculizar o amenazar ese desarrollo (…) Se
replantea el problema de la aplicación del principio en los casos concretos y de la
necesidad de encontrar un equilibrio para producir soluciones justas que redunden
en beneficio de los niños y adolescentes…´.
Por otro lado, en cuanto a los requisitos de procedencia, el artículo 397 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente prevé que ´La colocación
387
familiar o en entidad de atención procede cuando: / a) Transcurrido el lapso
previsto en el artículo 127 de esta ley, no se haya resuelto el asunto por vía
administrativa; / b). Sea imposible abrir o continuar la tutela; / c) Se haya privado a
sus padres de la patria potestad o ésta se haya extinguido´. Dada la redacción de
la norma, pareciera que la colocación familiar sólo procede cuando se da alguno
de los tres supuestos señalados y no en otros casos distintos a ellos.
En este sentido Marcos R. Carrillo Perera, en su ponencia ´Consideraciones
hermenéuticas sobre la normativa de la Ley Orgánica para la Protección del Niño
y del Adolescente en materia de conciliación: Los casos de patria potestad,
guarda, obligación alimentaria y régimen de visitas´, señala con relación a la
interpretación de la mencionada ley: ´… Es dentro de este marco regulatorio
(ciertamente complejo, completo y sometido a una cantidad de normas no
relajables en principio, que procuran el desarrollo y la protección de la infancia y la
adolescencia) donde se debe desenvolver toda actividad relacionada con los niños
y adolescentes en nuestro país. / Esto produce un problema a la hora de
pretender interpretar de forma coherente algunas de las instituciones establecidas
en la ley (…) la denominada ‘interpretación literal de la norma’ es un método de
interpretación que adolece de infinidad de problemas teóricos y prácticos
relacionados con los límites de los conceptos desde un punto de vista lingüístico y
con la intención de la norma (que no del legislador) la cual puede conllevar
lecturas inadecuadas de las disposiciones contenidas en un cuerpo normativo. /
En el caso concreto de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y el
Adolescente, como se tratará de probar a lo largo de este ensayo, seguir ‘ la letra
de la ley’ conlleva contradicciones dentro del mismo cuerpo normativo y sus
principios que pueden ser subsanadas usando otras herramientas interpretativas
más adecuadas. En este sentido debe asumirse una interpretación integrativa del
texto, pues sólo a través de esta se puede entender el contenido del cuerpo
normativo en el marco de los principios jurídicos, políticos y morales que dan
origen a las disposiciones de la ley…´.
El caso que nos ocupa, se trata de la posible colocación familiar a favor del niño
M.A. de un (1) año de edad a ser ejecutada en la casa de la tía materna, la
ciudadana C.C.R., pues el ciudadano M.P., presunto padre del niño dio muerte de
manera accidental -según su dicho- a la ciudadana A.C.N.R., madre de M.A. El
citado ciudadano reconoció la autoría del hecho señalado, en el despacho de la
Fiscal consultante y la averiguación penal se sigue en la Fiscalía Quincuagésima
Sexta del Ministerio Público de esta misma Circunscripción Judicial.
Aunado a esto, en el caso de marras, el niño sólo tiene legalmente establecida la
filiación materna, pues la abuela materna procedió a realizar las gestiones
necesarias para su reconocimiento, post-mortem de la madre. Por su parte, el
presunto padre del niño manifestó su decisión de reconocerlo voluntariamente,
pero es el caso que a la fecha de evacuar esta consulta se desconoce si existe tal
reconocimiento. En el supuesto de que aún no exista tal reconocimiento por parte
del presunto padre, la filiación paterna no está legalmente establecida, en
consecuencia carece éste de la titularidad de la patria potestad de manera
unilateral prevista en el artículo 262 del Código Civil.
Tal y como señala la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
en su artículo 347 ´… el ejercicio de la patria potestad comprende la guarda, la
representación y la administración de los bienes de los hijos sometidos a ella´.
A su vez el artículo 358 ejusdem, respecto al contenido de la guarda prevé que
´La guarda comprende la custodia, la asistencia material, la vigilancia y la
orientación moral y educativa de los hijos (omissis) por tanto, la facultad para
decidir acerca del lugar de la residencia o habitación de éstos´.
A pesar de desconocerse si el niño tiene o no la filiación paterna legalmente
establecida, el niño convive junto al presunto padre en la casa de la abuela
paterna, decidiendo de hecho con relación al lugar de residencia o habitación del
niño, sin tener la facultad que de conformidad con el artículo señalado -artículo
358 LOPNA- sólo le está otorgado a quien o quienes tengan la guarda y custodia
de sus hijos.
En otro contexto, el caso que aquí nos ocupa se trata de la solicitud de colocación
388
familiar a favor de un niño a ser ejecutada en la casa de su tía materna, por lo que
considera conveniente quien suscribe, hacer mención del contenido de la
sentencia N° 02-1288 de fecha 2 de octubre de 2002, emanada de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia con ponencia del Magistrado
Pedro Rafael Rondón Haaz, quien con relación a una medida provisional de
colocación familiar a favor de una adolescente en la casa de la tía materna
(solicitante de la misma) sin que se cumplieran los supuestos del artículo 397 de la
ley especial, sostiene:
´… Así considera esta Sala que el procedimiento aplicable a la solicitud de la
ciudadana (…) (tía materna) corresponde al de colocación familiar, por cuanto
éste, además de permitir su participación, está en concordancia con los principios
para determinación de la modalidad de familia sustituta y la finalidad de la
colocación familiar (artículos 395 y 396 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente). Pero, aún más importante, considera esta Sala, tal como
lo hizo la Corte Superior de Apelaciones que el procedimiento aplicable es el de
colocación familiar, por cuanto éste permite inspección y vigilancia más
exhaustivas de aquellas personas, distintas a los padres, que ejerzan la guarda o
representación de los niños o adolescentes que se le haya confiado. / A este
respecto, señala la Profesora Haydée Barrios, corredactora de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, en su artículo ‘ Colocación Familiar
o en Entidad de Atención en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y el
Adolescente’ , lo siguiente: / ‘ Resulta conveniente que existan vínculos de
parentesco, sea por consanguinidad o por afinidad, entre el niño o adolescente y
la persona o personas que puedan constituirse en familia sustituta. Este principio
nos lleva a conectar la familia de origen con la familia sustituta, ya que si bien es
cierto que, de conformidad con el artículo 345 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y el Adolescente, la familia de origen está constituida por el
padre o la madre, o por uno de ellos y sus descendientes, ascendientes y
colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad, correspondiéndole a estas
personas una serie de obligaciones conforma a la ley (como por ejemplo, lo que
establece en materia de obligación alimentaria, el artículo 368 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y el Adolescente), cuando se trata de asumir por parte
de estas personas (abuelos, hermanos, tíos) especiales facultades de decisión y
responsabilidad sobre la persona del niño o adolescente, como lo serían las que
entrañan las modalidades de familia sustituta (colocación familiar, tutela,
adopción), estos parientes por consanguinidad se constituirán, además, a los
efectos legales en familia sustituta. Sólo así podría hacérseles las especiales
exigencias de cuidado y protección que conlleva una concesión de guarda o de
representación, concedida a personas distintas de los padres’ .
(Barrios Haydée, Colocación Familiar o en Entidad de Atención en la LOPNA,
UCAB, Caracas, 2000, p. 302)…”. Pág. 210
“En el extracto de la sentencia transcrita, el Máximo Tribunal de la República no
objeta que la solicitud de la medida de protección denominada colocación familiar,
solicitada a favor de una adolescente, sea ejecutada en la casa de la tía materna,
por el contrario, considera que esta situación ´… está en concordancia con los
principios para determinación de la modalidad de la familia sustituta y la finalidad
de la colocación familiar…´.
Como se observa, de conformidad con este criterio es procedente el otorgamiento
de la colocación familiar en supuestos distintos a los previstos en el tantas veces
mencionado artículo 397 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, en consecuencia, los contenidos en esa norma no son taxativos,
siempre y cuando la medida sea otorgada por el órgano jurisdiccional competente,
se respete la garantía del debido proceso y se dicte en beneficio del interés
superior del niño o del adolescente a favor de quien se solicite, tomando en
consideración que este interés superior es concreto en cada caso en particular tal
y como se dejó asentado en punto previo a este.
Por otra parte se observa, que en su comunicación destaca en el punto ´1´ de sus
consideraciones: ´… salvo que, para la presente fecha, el presunto padre no haya
procedido a realizar el reconocimiento voluntario, caso en el cual podríamos
389
encontrarnos frente al literal b del citado artículo, vale decir, apertura la tutela...´,
criterio del cual discrepa esta Dirección de Consultoría Jurídica, pues ésto
implicaría esperar las resultas del juicio de tutela, el cual por sí mismo no
constituye un procedimiento expedito, de resultados rápidos tal y como la situación
particular requiere.
En este aspecto, Haydée Barrios en su ponencia ´La colocación familiar:
principios y requisitos de procedencia´, presentada durante las Terceras Jornadas
sobre la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, sostiene: ´La
colocación familiar se inicia mediante sentencia judicial (…) La razón por la cual se
dispuso la aplicación de un procedimiento contencioso para decidir lo relativo a la
colocación familiar, es que dicho procedimiento resulta más adecuado para dirimir
las controversias que puede suscitarse entre la persona que viene ejerciendo la
guarda de derecho o de hecho sobre un niño o adolescente y aquella otra que
solicita que se dicte, como medida de protección, dicha colocación. / En tal
sentido, podemos observar que la colocación familiar puede decidirse por vía
subsidiaria, como medida a aplicar dentro de otro procedimiento judicial (…) Sería
absurdo (…) que el tribunal tenga que esperar que curse un nuevo procedimiento
para decidir la colocación del respectivo niño o adolescente en familia sustituta,
mientras cesan las circunstancias que originaron la decisión o se dicta una medida
de protección permanente. En estas circunstancias, la colocación formaría parte
de lo decidido por el juez…´.
Asimismo, en el punto ´3´ de sus consideraciones destaca lo siguiente: ´Por otra
parte el artículo 396 de la supra citada ley, nos indica que la colocación familiar
tiene por objeto otorgar la guarda de un niño o de un adolescente de manera
temporal´, mientras que el artículo 405 ejusdem menciona que dicha figura jurídica
puede ser revocada por el Juez en cualquier momento, si el interés superior del
niño así lo requiere, previa solicitud, entre otros, del padre afectado en la patria
potestad o en el ejercicio de la guarda.”
“El artículo 405 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
prevé lo referente a la revocatoria de la colocación y reza: ´La Colocación familiar
o en entidad de atención puede ser revocada por el juez; en cualquier momento
(…) y de cualquier persona que tenga conocimiento directo de los hechos o
circunstancias que lo justifiquen´.
Dentro de los hechos o circunstancias justificadas por las cuales se puede revocar
una colocación familiar, se encuentra el que la filiación esté determinada
legalmente, en cuyo caso el progenitor puede acudir al juez que dictó la medida y
solicitar la revocatoria de la misma. Aplicando esto al caso de marras, una vez que
el padre haya reconocido voluntariamente al niño, podrá solicitar la revocatoria de
la medida de colocación familiar que el juez haya dictado a favor de su hijo para
que sea ejecutada en la casa de la tía materna.
Comparte esta Dirección su preocupación en cuanto a lo especialísimo del caso
en que se encuentra el niño M.A. de apenas un (1) de edad, así como la
necesidad de determinar hasta qué punto opera el hecho de separar al niño de su
familia de origen, dado que para la fecha sólo existe en contra del ciudadano M.P.,
una averiguación penal por la presunta comisión de un hecho punible cometido en
contra de la madre del niño -hoy occisa-.
Asimismo, compartimos que es realmente conveniente agotar las investigaciones
a que haya lugar, incluidos los informes a los cuales hace referencia, ´a objeto de
canalizar la problemática expuesta sin incurrir en una acción que pueda
menoscabar los derechos del niño de criarse en un hogar sano y armonioso, no
obstante sin poner en riesgo su situación psicológica y moral´.
En este sentido, es necesario recordar que la medida de colocación familiar objeto
del presente estudio, sólo puede ser dictada por el órgano jurisdiccional
competente, el cual ordenará al equipo multidisciplinario la realización de los
informes técnicos que el juzgador considere pertinentes a los fines de decidir en
beneficio del interés del niño M.A. y la Ley Orgánica para la Protección el Niño y
del Adolescente, le confiere al ciudadano M.P. quien dice ser el padre del niño, la
posibilidad de solicitar en cualquier momento la revocatoria de la medida de
colocación familiar dictada a favor del niño, a ser ejecutada en la casa de la tía
390
materna.
En virtud de lo expuesto, considera esta Dirección de Consultoría Jurídica que los
supuestos contenidos en el artículo 397 no son taxativos y en consecuencia puede
solicitarse una colocación familiar en un caso controvertido como es el que nos
ocupa, pues su otorgamiento es una atribución legal que compete al Juez
Unipersonal del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente que conozca de
la causa, apoyándose para la toma de la decisión en los informes que a juicio del
juzgador deba practicar el equipo multidisciplinario del tribunal, siempre en
consideración al interés superior del niño…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:75
LOPNA art:8
LOPNA art:26
LOPNA art:117-e-pg.p
LOPNA art:127
LOPNA art:128
LOPNA art:345
LOPNA art:347
LOPNA art:358
LOPNA art:368
LOPNA art:394
LOPNA art:395
LOPNA art:396
LOPNA art:397
LOPNA art:405
CC art:262
CIDN art:9
CSTPNA 13-11-2003
STSJSCO 02-10-2002

DESC ADOLESCENTES
DESC COLOCACIÓN FAMILIAR
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC FAMILIA SUSTITUTA
DESC JUECES
DESC NIÑOS
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PROTECCIÓN DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.465-476.

391
165
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-728-2004 FECHA:20040426
TITL En los casos de alteraciones del orden público ocasionados por
las manifestaciones estudiantiles, se debe aplicar la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente a los
fines de sancionar a los adolescentes a quienes se les impute la
comisión de hechos punibles con ocasión de su participación
activa en el desarrollo de las mismas.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de avisar recibo de su comunicación N° DPIF-


12-1130-2003, mediante la cual solicita que esta Dirección emita opinión con
relación a la problemática que se presenta con ocasión de las manifestaciones
protagonizadas por los estudiantes de los liceos públicos, y la aplicación de la
Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Sanción de Infracciones Menores con
su Reglamento o la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
Expresa asimismo, que la consulta se origina por cuanto en muchos casos los
funcionarios policiales aplican directamente la Ordenanza mencionada, la cual
sólo prevé la sanción de multas y, en otras oportunidades los manifestantes son
puestos a la orden del fiscal especializado, el juez se declara incompetente y
ordena remitir las actuaciones a la Primera Autoridad Civil, cuya sede se
encuentre más cercana al sitio del disturbio. Igualmente, manifiesta que algunas
de las conductas desplegadas por los adolescentes durante las manifestaciones
constituyen delitos, por lo tanto debe seguirse el procedimiento previsto en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, pero si el hecho
constituye una falta debe entonces aplicarse el procedimiento previsto para las
mismas en el Código Orgánico Procesal Penal”.
“En atención a lo planteado, esta Dirección hace las siguientes observaciones:
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 44,
prevé que ´la libertad personal es inviolable´ y en el numeral 1, se lee Ninguna
persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a
menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso será llevada ante una
autoridad judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas a partir del
momento de la detención..”.
“Igualmente, nuestra Carta Fundamental, reconoce en su artículo 78, que ´Los
niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán protegidos
por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales respetarán,
garantizarán y desarrollarán los contenidos de esta Constitución, la ley, la
Convención sobre los Derechos del Niño y demás tratados internacionales que
en esta materia haya suscrito y ratificado la República. El Estado, las familias y la
sociedad asegurarán, con prioridad absoluta, protección integral, para lo cual se
tomará en cuenta su interés superior en las decisiones y acciones que les
conciernan... ´.
De conformidad con lo antes expuesto y con lo establecido en la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño, aprobada en la Asamblea General de
las Naciones Unidas en noviembre de 1989 y ratificada por Venezuela en 1990,
se hizo necesario la definitiva adecuación de la legislación venezolana dando así
origen a la promulgación de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente.
En este mismo sentido, el artículo 1 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, acoge la Doctrina de la Protección Integral. Así, esta ley
392
tiene como finalidad asegurar los derechos de todos los niños y adolescentes,
razón por la cual cuando se desarrolla el Sistema de Protección del Niño y del
Adolescente, se crean mecanismos e instancias dirigidos a toda la población
infantil y adolescente de Venezuela y no sólo a un determinado sector de ella.
Este mismo artículo en concordancia con el artículo 10 ejusdem, ratifica que la
ley se fundamenta en la concepción de los niños y adolescentes como sujetos
plenos de derechos, pues se señala que debe asegurárseles el ejercicio y
disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías.
Ahora bien, el hecho de reconocer que los niños y adolescentes son sujetos de
derechos, obliga a crear vías efectivas para garantizarlos, así como el hecho de
que adolescentes cometan delitos o faltas previstas en el Código Penal, exige
concebir una estructura capaz de establecer la responsabilidad del adolescente
por los hechos punibles en los que incurran y la aplicación de las sanciones
correspondientes. Es así como la ley crea dos sistemas diferenciados: el Sistema
de Protección del Niño y del Adolescente y, el Sistema Penal de Responsabilidad
del Adolescente. Este último se destina a los adolescentes que violan los
derechos de los demás.
Este Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente, se construyó
atendiendo estrictamente a los mandatos de la Convención de los Derechos del
Niño, la cual consagra en su artículo 40: ´1. Los Estados Partes reconocen el
derecho de todo niño de quien se alegue que ha infringido las leyes penales o a
quien se acuse o declare culpable de haber infringido esas leyes a ser tratado de
manera acorde con el fomento de su sentido de dignidad y el valor, que
fortalezca el respeto del niño por los derechos humanos y las libertades
fundamentales de terceros y en las que se tenga en cuenta la edad del niño y la
importancia de promover la reintegración del niño y de que éste asuma una
función constructiva en la sociedad. / 2. Con ese fin y habida cuenta de las
disposiciones pertinentes de los instrumentos internacionales, los Estados Partes
garantizarán, en particular: (omissis) III ) Que la causa sea dirimida sin demora
por una autoridad u órgano judicial competente, independiente e imparcial en una
audiencia equitativa conforme a la Ley, en presencia de un asesor jurídico u otro
tipo de asesor adecuado .....´.
En este orden de ideas, el artículo 528 ibidem, establece la responsabilidad del
adolescente que incurra en la comisión de hechos punibles, pero esta
responsabilidad se establece de manera gradual e igualmente se diferencia por
la sanción que se les aplique -artículo 533 ibidem-.
Ahora bien, el artículo 529 de la ley en comento, consagra que ´Ningún
adolescente puede ser procesado ni sancionado por un acto u omisión que al
tiempo de su ocurrencia, no esté previamente definido en la ley penal, de manera
expresa e inequívoca, como delito o falta...´.
En este contexto, establece el Código Penal en su artículo 1 que ´Nadie podrá
ser castigado por un hecho que no estuviere expresamente previsto como
punible por la ley, ni con penas que ella no hubiere establecido previamente. /
Los hechos punibles se dividen en delitos y faltas´.
Al respecto señala Ignacio Berdugo Gómez De La Torre, ´... el hecho de que se
clasifiquen las infracciones no quiere decir, en absoluto, que la estructura
esencial de ellas varíe por ese motivo; al contrario los elementos de unas y otras
son exactamente iguales. Existen si acaso algunas disposiciones en las que se
da un tratamiento diferente a las faltas, por tratarse de infracciones más leves´ .
En este mismo sentido, señala Alberto Arteaga Sánchez, ´... los hechos punibles
como lo señala el Código Penal Venezolano (artículo 1) se dividen en delitos y
faltas.
Nuestro derecho acoge pues el sistema de bipartición a este respecto y no el
sistema tripartito de otras legislaciones (crímenes, delitos y faltas). / Se ha dicho
así que los delitos ofenden la seguridad del individuo o de la sociedad y que
constituyen hechos reprochables en sí (mala in se) y que las faltas violan tan sólo
leyes destinadas a promover el bien público (mala quia prohibita); que los delitos
ofenden condiciones primarias, esenciales, permanentes de la vida social, y las
faltas condiciones secundarias, accesorias contingentes; que los delitos son
393
infracciones dolosas o culposas y que en las faltas basta la mera voluntariedad
de la acción o de la omisión; y, aparte de otros criterios señalados por la doctrina,
en la Relación de Zanardelli se señala como criterio de diferenciación que los
delitos producen una lesión jurídica, en tanto que las faltas, aún pudiendo ser
hechos inocuos en sí mismos, representan un peligro para la tranquilidad pública
o el derecho ajeno, de tal manera que el precepto de la ley en los delitos diría por
ejemplo: no matar, en tanto que en las faltas diría : no hacer nada que pueda
exponer al peligro la vida ajena. / ....En la práctica, con relación a lo que
establece el Código Penal Venezolano, no existe problema alguno para
diferenciar los delitos de las faltas, ya que aquellos se encuentran descritos en el
Libro II (De los Delitos), y éstas, están contenidas en el Libro III (De las Faltas)´ .
Por otro lado, de conformidad con el principio de legalidad del procedimiento, que
se encuentra consagrado en el artículo 530 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente: ´Para determinar la responsabilidad de un
adolescente en un hecho punible y la aplicación de la sanción que corresponda,
se debe seguir el procedimiento previsto en esta ley´.
Es así como la ley, prevé el procedimiento penal para determinar la
responsabilidad del adolescente, regulado en el Capítulo II -Procedimiento- del
Título V –Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente-, el cual fue
concebido siguiendo el modelo del Código Orgánico Procesal Penal. Al respecto,
la exposición de motivos de la ley especial expresa que con ello ´...además de
mantenerse la uniformidad de la legislación, se reconoce al adolescente todo un
sistema de garantías derivado de la concepción del proceso acusatorio, que
conforme a los mas acabados documentos producidos y aprobados por la
comunidad organizada de naciones, constituye el marco de referencia de los
derechos del ciudadano enjuiciado penalmente.....´. El procedimiento previsto en
la ley se desarrolla cumpliendo las fases de investigación, de juicio y de
ejecución, establecidas en el Código Orgánico Procesal Penal, reduciéndose los
lapsos, adoptándose también fórmulas de solución anticipada de conflictos, tales
como la conciliación y la remisión. En caso de que la investigación arroje méritos
y no habiéndose logrado o no siendo posible una fórmula de solución anticipada,
el fiscal del Ministerio Público presentará la acusación ante el Juez de Control,
quien decidirá si ordena o no el enjuiciamiento del adolescente previa audiencia.
Igualmente, establece la ley en comento, el procedimiento a seguir en los casos
en que el adolescente sea detenido en flagrancia, y al respecto el artículo 557
determina que ´El adolescente detenido en flagrancia será conducido de
inmediato ante el fiscal del Ministerio Público quien, dentro de las veinticuatro
horas siguientes lo presentará al Juez de Control y le expondrá como se produjo
la aprehensión. El juez resolverá, en la misma audiencia, si convoca
directamente a juicio oral para dentro de los diez días siguientes. El fiscal y, en
su caso, el querellante, presentará la acusación directamente en la audiencia de
juicio oral y se seguirá en lo demás las reglas del procedimiento ordinario. / En la
audiencia de presentación del detenido de en flagrancia el juez resolverá la
medida cautelar de comparecencia a juicio, pudiendo decretar la prisión
preventiva, sólo en los casos en que proceda, conforme a los artículos
siguientes´.
Con respecto a la aprehensión por flagrancia, cita Alberto Arteaga Sánchez,
´...delito flagrante, llameante o resplandeciente, es el que se está realizando y es
apreciado como tal por una persona. Esa circunstancia de la comprobación
directa de alguien con relación a la materialización del delito, es la que faculta
para la aprehensión de su autor o partícipe. Pero el código equipara a la
flagrancia, esto es, a la percepción del hecho en el momento en que se comete
por alguien, la situación de la misma percepción del hecho que acaba de
cometerse o del que todavía se aprecian signos que evidencian su inmediatez y
que se concretan en la persecución policial, por la víctima o el clamor público o
por la posesión, en el mismo lugar de los hechos o en su cercanía, de armas,
instrumentos u objetos que identifiquen a su autor´”.
“Por su parte Eric Lorenzo Pérez Sarmiento, sostiene que ... flagrancia viene de ‘
flagrar’ , que significa literalmente ‘ estar ardiendo’ , lo aplicado figurativamente a
394
un acontecimiento o hecho, nos da idea (carga semántica) de que el asunto está,
como dice el monóculo aquel ‘ en pleno desarrollo’ ... La definición de flagrancia
podría mejorarse un poco redefiniéndola así: ‘ Será delito flagrante aquel que es
descubierto por las autoridades cuando se está cometiendo o acaba de
cometerse’ ... La flagrancia procesal es un asunto muy delicado y realmente sólo
sirve para juzgar delitos menores y que, consumados o no, se agotan en el acto
de la flagrancia. No hay cómplices, no hay motivaciones anteriores, no hay
modus operandi escabroso, no hay finalidades ocultas, ni autores intelectuales,
ni delitos de medio a fin, ni receptadores, ni cómplices, pues si aflora algo de eso
y hay que averiguarlo, adiós procedimiento por flagrancia. La flagrancia
realmente existe para los arrebatones, el carterismo, los hurtos frustrados en
supermercados o tiendas por departamentos y para los altercados en la vía
pública... ”.
“A su vez, el Código Orgánico Procesal Penal en su artículo 248 reza lo siguiente
´Para los efectos de este capítulo, se tendrá como delito flagrante el que se está
cometiendo o el que acaba de cometerse. También se tendrá como delito
flagrante aquel por el cual el sospechoso se vea perseguido por la autoridad
policial, por la víctima o por el clamor público, o en el que se le sorprenda a poco
de haberse cometido el hecho, en el mismo lugar o cerca del lugar donde se
cometió, con armas, instrumentos u otros objetos que de alguna manera hagan
presumir con fundamento que él es el autor´.
En las situaciones planteadas anteriormente, es decir, en el procedimiento
ordinario y en la aprehensión en flagrancia, será el juez de control quien
determine el procedimiento a seguir para el enjuiciamiento del adolescente a
quien se señale como autor de un hecho punible.
Por otra parte, cabe advertir que la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, no consagra un procedimiento para los hechos punibles que
constituyen faltas, por lo cual y de conformidad con la remisión general ordenada
por el artículo 537 de la misma, se debe aplicar lo dispuesto en el Código
Orgánico Procesal Penal en el Libro Tercero, denominado ´De los
Procedimientos Especiales´, Titulo V, intitulado ´Del Procedimiento de Faltas´,
contenido en los artículos 382 al 390.
En el caso de marras, se plantea la problemática que se suscita cuando ocurren
disturbios estudiantiles en los liceos públicos, pues no existe criterio uniforme en
cuanto a la aplicación de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Sanción de
Infracciones Menores con su Reglamento o de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, a los fines de sancionar a los
adolescentes a quienes se les impute la comisión de hechos punibles, con
ocasión de su participación activa en el desarrollo de alteración del orden
público.
Por su parte, la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Sanción de Infracciones
Menores con su Reglamento, publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 37.180, de fecha 18 de abril de 2001, enumera en
su artículo 2, quienes son los funcionarios competentes para hacerla cumplir y,
aplicar las sanciones previstas en ella y, dentro de esa enunciación, no se señala
ningún órgano, ni tribunal especializado encargado de establecer la
responsabilidad penal del adolescente, tal como lo prescribe el artículo 78 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, indicado al inicio de esta
comunicación y, el artículo 526 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, por lo tanto los funcionarios señalados en la Ordenanza
mencionada, no deben recibir las actuaciones que realicen los órganos policiales
durante los disturbios ocasionados por las manifestaciones estudiantiles, sino
que una vez aprehendido el adolescente a quien se le señale de haber cometido
un hecho punible durante dichas manifestaciones, debe ser puesto a la orden del
fiscal especializado del Ministerio Público con competencia para actuar en el
Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente, a objeto que éste lo
presente ante el Juez de Control de la Sección de Adolescentes del Tribunal
Penal, y que sea el órgano jurisdiccional competente quien le imponga la sanción
que le corresponda, dependiendo de si el hecho punible que se le imputa se trata
395
de una falta o de un delito.
Por otro lado, es el caso que así como la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, prevé derechos para los niños y los adolescentes,
también les establece deberes, los cuales se encuentran estipulados en el
artículo 93 de dicha ley, así todos los niños y adolescentes deben honrar a la
patria y sus símbolos; respetar, cumplir y obedecer todas las disposiciones del
ordenamiento jurídico y las órdenes legítimas que en la esfera de sus
atribuciones, dicten los órganos del poder público; respetar los derechos y
garantías de las demás personas; honrar, respetar y obedecer a sus padres,
representantes o responsables, siempre que sus órdenes no violen sus derechos
y garantías o contravengan el ordenamiento jurídico; ejercer y defender
activamente sus derechos; cumplir sus obligaciones en materia de educación;
respetar la diversidad de conciencia, pensamiento, religión y culturas; conservar
el medio ambiente, así como cualquier otro deber que sea establecido en la ley.
Así, para la correcta formación ciudadana es indispensable exigir que el
adolescente responda por sus actos cuando incumpla sus deberes,
quebrantando la ley y violando el derecho de los demás, cometiendo delitos y
haciendo víctimas...”

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44-1
CRBV art:78
LOPNA art:1
LOPNA art:10
LOPNA art:93
LOPNA art:526
LOPNA art:528
LOPNA art:529
LOPNA art:530
LOPNA art:533
LOPNA art:537
LOPNA art:557
CP art:1
COPP art:248
COPP art:382
COPP art:383
COPP art:384
COPP art:385
COPP art:386
COPP art:387
COPP art:388
COPP art:389
COPP art:390
CDN art:40
OCCSIM art:2

DESC ADOLESCENTES
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTUDIANTES
DESC FLAGRANCIA
DESC LEGALIDAD
DESC MANIFESTACIONES
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC ORDEN PUBLICO
396
DESC POLICIA
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC SANCIONES LEGALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.476-483.

397
166
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General de Apoyo Jurídico DGAJ
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-1628 -2004 FECHA:20040614
TITL Resulta improcedente la aplicación supletoria a la que hace
referencia el artículo 537 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, del efecto suspensivo consagrado
en el artículo 374 del Código Orgánico Procesal Penal, en
aquellos procesos seguidos contra adolescentes, ya que sólo
son recurribles las decisiones judiciales por los medios y en los
casos establecidos expresamente por la ley, y entre las
señaladas de manera taxativa en el artículo 608 de la ley que
rige la materia, no se contempla la que acuerde la libertad del
adolescente.

FRAGMENTO

“Me es grato dirigirme a usted, con ocasión al Memorando N° DGAJ-0909-


04 de fecha 24-3-2004 recibido en este Despacho el 22-04-04, mediante el
cual remite anexo comunicación suscrita por la Directora de Protección
Integral de la Familia en la que solicita, visto el planteamiento formulado
por la Fiscal Noveno del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del Estado Yaracuy, se emita opinión sobre la procedencia de la
´...aplicación por supletoriedad del artículo 374 del Código Orgánico
Procesal Penal en los procesos contra adolescentes´.
En relación al particular consultado, esta Dirección de Consultoría Jurídica,
luego de efectuar la correspondiente lectura a la documentación remitida
hace las siguientes consideraciones:
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente establece
dentro del marco del Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente,
en su Título V, Capítulo I, Sección Tercera, entre las garantías
fundamentales del proceso penal pupilar, la excepcionalidad de la
privación de libertad, la cual, salvo la detención en flagrancia, sólo procede
por orden judicial, bajo las condiciones y por los lapsos previstos en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, siendo revisable
en cualquier tiempo a solicitud del adolescente.
En ese sentido, la Convención sobre los Derechos del Niño, consagra en
el literal ´b´ del artículo 37 que ´Ningún niño sea privado de su libertad
ilegal o arbitrariamente.
La detención, el encarcelamiento o la privación de un niño se llevarán a
cabo de conformidad con la ley y se utilizará como medida de último
recurso y durante el período más breve que proceda´.
A los fines de dar cumplimiento al mandato sobre la excepcionalidad de la
libertad al que se ha hecho referencia, la ley especial que rige la materia
dedica especial atención al régimen de libertad, restringiéndola a tres
situaciones límites a saber, la detención en flagrancia, la detención para la
identificación y la detención para asegurar la comparecencia a la audiencia
preeliminar. Estas detenciones preventivas dictadas durante la fase de
investigación no debe confundirse con la prisión preventiva que pueda
dictar el juez de control en el auto de apertura a juicio, pues ésta última ya
398
implica la declaratoria de haber méritos para el enjuiciamiento del
adolescente imputado, al admitirse la acusación presentada en su contra,
debiendo cumplirse con los presupuestos de procedibilidad que erigen
toda privación de libertad, el fumus boni iuris y el periculum in mora. De ahí
que sólo deba hacerse uso de esta limitación cuando las demás medidas
cautelares sean insuficientes para asegurar la finalidad del proceso.
Respecto al sistema de impugnación, existen principios generales
establecidos claramente en la ley, que rigen su aplicación,
específicamente, el Código Orgánico Procesal Penal establece en el
artículo 432 que:
´Las decisiones judiciales serán recurribles sólo por los medios y en los
casos expresamente establecidos´.
En ese sentido, la Ley Orgánica Para la Protección del Niño y del
Adolescente impone taxativamente en su artículo 608, los fallos recurribles
por el recurso ordinario de apelación, al señalar:
´Sólo se admite recurso de apelación contra los fallos de primer grado que:
a) No admitan la querella; b) Desestimen totalmente la acusación;
c)Autoricen la prisión preventiva; d) Pongan fin al juicio o impidan su
continuación; e) Decidan alguna incidencia en fase de ejecución que
conlleve a la modificación o sustitución de la sanción impuesta´.
En esta misma línea de pensamiento es importante advertir, que el efecto
suspensivo consagrado en el artículo 374 del Código Orgánico Procesal
Penal, se refiere al recurso de apelación que interponga el Ministerio
Público contra la decisión que acuerde la libertad del imputado;
circunstancia ésta que no se encuentra prevista en la normativa que regula
el ejercicio del mencionado recurso.
Hecha la observación anterior, estima pertinente este órgano consultor, a
los fines de procurar la justificación de la falta de previsión del recurso de
apelación contra la decisión que acuerda la libertad del adolescente,
advertir la importancia de la relación existente entre el sistema garantista
aplicable al adolescente en conflicto con la ley penal y el interés superior
del niño, el cual se pone de manifiesto en esta etapa del proceso, ya que al
reconocerle derechos al adolescente sometido al proceso penal, establece
límites temporales al poder punitivo del Estado.
En ese sentido la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente consagra en su artículo 8, inspirado en el contenido del
artículo 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño, el Interés
Superior del Niño, como principio básico, rector de las orientaciones que
informan la doctrina de la Protección Integral, el cual es definido por el
legislador en los siguientes términos:
El Interés Superior del Niño es un principio de interpretación y aplicación
de esta ley, el cual es de obligatorio cumplimiento en la toma de las
decisiones concernientes a los niños y adolescentes. Este Principio esta
dirigido a asegurar el desarrollo integral de los niños y adolescentes, así
como el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías.
Ahora bien, dicha máxima no puede interpretarse como un mecanismo que
permita la impunidad, por lo que a objeto de evitar la preeminencia entre
deberes y derechos, el propio texto del artículo 8 antes citado, señala
como parámetros a adoptar por parte de los órganos y autoridades
competentes para delimitar el Interés Superior del Niño en la toma de
decisiones concernientes a niños y adolescentes, su opinión y condición
de personas en desarrollo, la búsqueda del necesario equilibrio entre los
derechos y deberes de los niños y adolescentes, los derechos de las

399
demás personas y las exigencias del bien común, lo que permitirá
asegurar el desarrollo integral de los niños y adolescentes, así como el
disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías.
Así las cosas, al establecer de manera inequívoca el artículo 537 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente que ´...En todo lo
que no se encuentre expresamente regulado en este título, debe aplicarse
supletoriamente la legislación penal sustantiva y procesal y, en su defecto
el Código de Procedimiento Civil´, cabe recordar que entre las decisiones
recurribles previstas de manera taxativa en el artículo 608 del citado
instrumento legal no se contempla la que acuerde la libertad del
adolescente, por lo que al ser sólo recurribles las decisiones judiciales por
los medios y en los casos establecidos expresamente en la ley, resulta a
todas luces inaplicable por supletoriedad, el efecto suspensivo al que hace
referencia el artículo 374 del Código Orgánico Procesal Penal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:8
LOPNA art:537
LOPNA art:608
COPP art:374
COPP art:432
CDN art:3
CDN art:37-b

DESC ADOLESCENTES
DESC APELACION
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DETENCION
DESC FLAGRANCIA
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.483-486.

400
167
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-1303-2004 FECHA:20040712
TITL Es procedente la aplicación de la sanción penal prevista en el
artículo 272 del la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, cuando el retenedor ilegítimo del niño o del
adolescente es cualquier persona diferente del progenitor que
tiene legalmente atribuida la guarda y custodia, aun cuando
sean familiares a quienes de conformidad con lo señalado en el
artículo 388 ejusdem se puede extender el régimen de visita
fijado a favor del niño o adolescente.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de avisar recibo de su Comunicación Nº DPIF-3-


532-2004 de fecha 11 de marzo de 2004, mediante la cual remite anexa la
Comunicación Nº 15F12-0239-04 de fecha 4 de marzo de 2004, suscrita por la
Fiscal Décima Segunda del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado Miranda, referida a la aplicación del artículo 272 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente.
Manifiesta en su comunicación que la presente consulta la realiza en virtud de la
especial competencia que ostenta esta Dirección de Consultoría Jurídica para
conocer de la misma, estimándonos que la respuesta que se otorgue se haga del
conocimiento de ese Despacho a su cargo a los fines de unificar criterios entre los
representantes del Ministerio Público especializado.
A este respecto, considera pertinente esta Dirección de Consultoría Jurídica
expresarle que de conformidad con lo preceptuado en el artículo 17 numeral 9 del
Reglamento Interno que define las competencias de las dependencias que
integran el Despacho del Fiscal General de la República, corresponde a ese
Despacho fijar las directrices necesarias a objeto de unificar criterios entre los
representantes del Ministerio Público adscritos a esa Dirección de Protección
Integral de la Familia, máxime dada la especialidad de la materia tratada en el
caso de marras.
Sin embargo, de conformidad con lo señalado en el artículo 7 numeral 2 del
Reglamento ut supra identificado, una vez revisada y analizada la comunicación
remitida, se procede a evacuar la consulta de la siguiente manera:
Señala la fiscal consultante que ha recibido algunos casos procedentes de la
Fiscalia Décima Primera del Ministerio Público de esa misma Circunscripción
Judicial, por la presunta comisión del delito de sustracción y retención de niños o
adolescentes, pero ´... luego de aperturar la investigación y realizar las diligencias
de investigación respectiva, se ha podido corroborar, que la persona que retiene el
niño en la generalidad de los casos resultan ser un familiar cercano, como lo es la
abuela materna, muchas veces por el criterio equivocado de que si no lo puede
tener la madre, quien es la hija de esta abuela, el padre no tiene derecho a estar
con el hijo, porque un hombre no tiene los mismos cuidados de una madre hacia
un niño, y luego de concientizar a la persona que incurre en la retención, en la
mayoría de los casos, llegan a la conciliación y el niño es entregado al padre y/o
madre que le corresponde el derecho (...) La conciliación debería llevarse a cabo
previamente por el Fiscal de Protección para corroborar si realmente se trata de
una retención o sustracción de niño y así poder orientar a los presuntos
retenedores y lograr la conciliación porque muchas veces es por falta de
conocimiento de la persona retenedora, sobre el derecho del niño a estar con sus
padres o existen problemas personales, o de índole afectiva entre los afectados
401
(...) Por todos los razonamientos antes expuestos, se hace necesario conocer con
precisión el alcance de la norma establecida en el artículo 272 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, para determinar cuando constituyen
hechos punibles y cuando puede ser conocido por el Fiscal de Protección...´.
En el caso expuesto por la representante del Ministerio Público, la conducta
desplegada por los familiares del niño o del adolescente no puede subsumirse en
los supuestos de procedencia de la restitución de guarda y custodia prevista en el
artículo 390 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
pues éste limita el sujeto pasivo de la solicitud al progenitor, es decir, la persona
que sustrae o retiene al niño o al adolescente es el padre o la madre que no tiene
legalmente atribuida la guarda y custodia del mismo, por lo que debe ser
conminado judicialmente a restituirlo a la persona que la ejerce por ley o por
mandato judicial.
Por su parte, el artículo 272 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, reza:
´Quien sustraiga a un niño o adolescente del poder de quien lo tenga por virtud de
la Ley u orden de la autoridad, será penado con prisión de seis meses a dos años.
En la misma pena incurre quien retenga indebidamente a un niño o adolescente.
El culpable debe sufragar los gastos de envío del niño o adolescente a su lugar de
procedencia´.
Esta norma prevé y sanciona el delito de sustracción y retención indebida de niños
o adolescentes por parte de un tercero diferente a los progenitores, inclusive
considerando como terceros a la familia extendida, es decir, aquellos familiares a
quienes de conformidad con lo preceptuado en el artículo 388 ejusdem, se puede
extender el régimen de visitas fijado a favor del niño o adolescente. De lo antes
expuesto se colige que se erige en delito este comportamiento del tercero que
sustraiga un niño o adolescente de la esfera de quien le corresponde tenerlo
legalmente, reforzándose así los derechos del guardador. El derecho de cuidar del
hijo, lleva consigo el derecho de exigir, incluso de manera coactiva, la devolución
del hijo contra cualquiera que lo haya sustraído o lo retenga ilícitamente.
Debe interpretarse que existe retención cuando el tercero, lo mantiene alejado del
progenitor que ejerce la guarda y custodia, y es ilegítima esa retención cuando el
tercero carece de razón jurídica para ejecutarla. Es inadmisible la existencia de un
derecho de retención de la persona del hijo a favor de un tercero, a consecuencia
de una reclamación contra el progenitor. Podrán los padres exigir la devolución del
hijo contra cualquiera que lo retenga sin derecho para ello, en consecuencia
podrán reclamarlo incluso contra los abuelos que se nieguen a entregarlo a su
legítimo guardador.
Por las razones que anteceden, considera esta Dirección de Consultoría Jurídica
que es procedente la aplicación de la sanción penal prevista en el artículo 272 de
la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, cuando el
retenedor ilegítimo del niño o del adolescente es cualquier persona diferente al
progenitor que tiene legalmente atribuida la guarda y custodia, aun cuando éstos,
sean familiares cercanos incluyendo a los abuelos.
Ahora bien, en el caso planteado por la fiscal, existen imprecisiones en cuanto a la
titularidad de la guarda y custodia del niño, las razones por las cuales en éstos
casos específicos la madre ha cedido -de hecho- en su propia madre la guarda y
custodia del niño, tampoco es claro el motivo por el cuál el padre o la madre,
alegan una retención indebida del niño, máxime cuando presuntamente el
cuidador lo tiene con el consentimiento del progenitor que ostenta la guarda y
custodia del niño.
Así las cosas, los planteamientos realizados por la Fiscal Décima Segunda del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, se semejan
más a desacuerdos entre los padres relacionados con una posible modificación de
guarda y custodia o al régimen de visita del niño que a una retención indebida;
desacuerdos éstos que pueden ameritar la posible intervención del fiscal
especializado del Ministerio Público con competencia para actuar en las materias
civil, familia y protección -como parte integrante del Sistema de Protección Integral
del Niño y del Adolescente- a los fines de tratar de conciliar las posiciones en
402
conflicto, tratando de lograr acuerdos entre las partes involucradas en los cuales
prevalezca el interés superior del niño o del adolescente a los fines de evitar que
las controversias se prolonguen en detrimento de la integridad psicológica del
mismo.
Asimismo, considera esta Dirección de Consultoría Jurídica que el alcance del
artículo 272 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
objeto de la presente consulta es suficientemente claro, pero en casos como los
descritos por la fiscal, lo que se encuentra en pugna son las relaciones entre los
integrantes de una familia, por lo tanto determinar cuando nos encontramos
realmente frente a la presunta comisión de un hecho punible dependerá del
resultado de las investigaciones que se realicen con ocasión de la denuncia
presentada por el progenitor que ´reclama´ al hijo…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:272
LOPNA art:388
LOPNA art:390
RSMP art:17-9

DESC CONCILIACION
DESC CUSTODIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RETENCION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.486-489.

403
168
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General de Apoyo Jurídico DGAJ
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-1727-2004 FECHA:20040927
TITL La competencia conferida en el literal ´b´ del artículo 170 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, no
es una atribución excluyente que impida, que el fiscal
especializado asuma la totalidad de la competencia cuando se
esté en presencia de un hecho punible donde concurran
víctimas adultos con niños o adolescentes, ya que su ausencia
en procesos de estas características, atentaría contra la
especial atención que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y demás leyes otorga a los niños y
adolescentes.

FRAGMENTO

“Me es grato dirigirme a usted, con ocasión al Memorándum N° DGAJ-


2582-2004, mediante el cual solicita opinión de este Despacho en relación
al límite de las competencias de la Dirección de Protección Integral de la
Familia y de Derechos Fundamentales, en lo que respecta a ´...las
violaciones de derechos humanos de los menores de edad cometidas por
funcionarios públicos...´.
Visto el planteamiento formulado por el Despacho remitente, esta
Dirección de Consultoría Jurídica de seguidas hace las siguientes
consideraciones:
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente transforma
la doctrina de la Situación Irregular en la de Protección Integral,
constituyendo su marco referencial un conjunto de instrumentos jurídicos
internacionales, cuyo antecedente directo se encuentra en la Declaración
Universal de los Derechos del Niño, reconocidos en el artículo 78 de
nuestro Texto Constitucional.
Por ello, el actual paradigma reconoce a los niños y adolescentes como
objeto de tutela por parte del Estado, como sujetos de plenos derechos, a
los que la ley especial les garantiza en el territorio nacional, el ejercicio y
disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías a través de la
protección integral que el Estado, la sociedad y la familia deben brindarles
desde el momento en que son concebidos.
La concepción moderna de la protección integral fundamenta su doctrina
en una serie de principios rectores que constituyen sus pilares
fundamentales, como son la consideración del niño como sujeto de
derechos, el interés superior del niño, la prioridad absoluta, la participación
y el rol fundamental de la familia, en la garantía de los derechos de los
niños y los adolescentes.
Para hacer efectivos estos derechos que la nueva doctrina les reconoce a
los niños y adolescentes, el legislador reguló a su vez en la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, los mecanismos idóneos
para garantizarlos mediante la creación de dos sistemas diferenciados,
como son el de protección del niño y del adolescente, destinado a los
niños y adolescentes cuyos derechos resultan violados o amenazados y el
404
de responsabilidad penal, destinado a los victimarios adolescentes para
establecer su responsabilidad por los hechos punibles en que incurran.
En ese sentido, el ejercicio de las atribuciones expresamente consagradas
en el Titulo V, referido al Sistema Penal de Responsabilidad del
Adolescente, artículo 170 la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, son conferidas sin distinción alguna en los dos sistemas
mencionados, a los fiscales del Ministerio Público especializados para la
protección del niño y del adolescente, con los cuales se debe contar por
mandato constitucional, con especial referencia a los artículos 169 y 648
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
Por ello, el literal ´b´ del mencionado artículo 170, confiere al fiscal
especializado para la protección del niño y del adolescente, la obligación
de intentar las acciones a que hubiere lugar para hacer efectiva la
responsabilidad penal de las personas que incurran en delitos contra niños
y adolescentes.
Ahora bien, se desprende de la Resolución N° 610 de fecha 5 de
septiembre de 2000, publicada en la Gaceta Oficial N° 37.040 del 20 de
septiembre de 2000, que entre las atribuciones asignadas en el artículo 7 a
los fiscales de proceso en materia de derechos fundamentales, se
encuentran en sus literales c y f, las de ´Ejercer la acción civil,
administrativa y disciplinaria por los hechos que en violación de derechos
humanos cometan los funcionarios públicos en el ejercicio de sus
funciones o por razón de su cargo .../Ordenar y dirigir la investigación
penal cuando tengan conocimiento de la presunta comisión de algún
hecho punible de acción pública, con motivo de la violación de derechos
fundamentales y supervisar la legalidad de las actividades desarrolladas
por los órganos de policía de investigaciones penales´.
No obstante, dado que el orden jurídico es un sistema de normas, la
validez del derecho debe atender a la estructura jerárquica que lo
conforma, por lo que al estudiar la relación de dependencia que debe
existir entre las mismas, se observa que una norma superior regula el acto
por el cual la norma inferior es creada.
Al respecto, el autor Ángel Fajardo en lo atinente a la jerarquía de las
normas, considera que ´...el ordenamiento jurídico, viene a ser toda una
unidad, la cual debe interpretarse en el sentido de que la creación de una
norma, la de grado más bajo, se encuentra determinada por otra, de grado
superior, cuya creación, a su vez, aparece condicionada por otra todavía
más alta...´. Así entonces,´... la concepción unitaria del ordenamiento
jurídico no debe ser considerada como un sistema de normas coordinadas
entre sí que se hallan en un mismo nivel, sino como una verdadera
estructura jerárquica de preceptos jurídicos...´.
Por su parte el jurista Eduardo García Maynez señala, en lo que respecta a
la clasificación de las normas jurídicas, que ´... el orden jerárquico
normativo de cada sistema de derecho se compone de los siguientes
grados: normas constitucionales, normas ordinarias, normas
reglamentarias y normas individualizadas Las normas constitucionales se
encuentran en la cúspide y, por lo tanto, constituye el principio del sistema,
mientras que las normas ordinarias, representan un acto de aplicación de
preceptos constitucionales; y las reglamentarias, a su vez, se encuentran
condicionadas por las ordinarias; y las individualizadas por normas de
índole general´.
Ahora bien, tratándose dicha resolución de un acto administrativo, se hace
necesario advertir lo señalado por Allan R. Brewer Carias sobre la

405
consolidación del principio de la legalidad administrativa, en los siguientes
términos: ´...La ley precisa el carácter sub-legal de la actividad y acción
administrativa; es decir, que la actividad administrativa, dentro de las
actividades del Estado, es una actividad que se desarrolla vinculada y
sometida a la Ley, por debajo de la ley...´.
Por ello, establecido como ha sido el marco organizativo del orden jurídico,
determinado por la jerarquía de las leyes que lo conforman, debe
atenderse ahora a su prevalencia en el ámbito de aplicación.
Las consideraciones expuestas en materia de niños y adolescentes, se
encuentran orientadas a justificar la adaptación del legislador a la
concepción moderna de la Doctrina de Protección Integral, que exige de
las instancias competentes, la efectividad del ejercicio y disfrute de los
derechos reconocidos a todos los niños y adolescentes del territorio
nacional, por lo que se observa que la competencia conferida en el literal
´b´ del artículo 170 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, no es una atribución excluyente que impida, que el fiscal
especializado asuma la totalidad de la competencia cuando se esté en
presencia de un hecho punible donde concurran víctimas adultos con niños
o adolescentes, independientemente de su número; ya que su ausencia en
procesos de estas características, atentaría contra la especial atención que
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y demás leyes
otorga a los niños y adolescentes, toda vez, que la Carta Fundamental
dispone en el régimen especial previsto en su artículo 78, que los niños,
niñas y adolescentes estarán protegidos por la legislación, órganos y
tribunales especializados, los cuales respetarán, garantizarán y
desarrollarán los contenidos de la Constitución, la Convención sobre los
Derechos del Niño y demás tratados internacionales que en esta materia
haya suscrito y ratificado la República.
En el supuesto planteado, cuando en la perpetración de un hecho punible
concurran víctimas adultos y niños o adolescentes, debe privar la
presencia del órgano especializado, es decir, del fiscal especializado para
la protección del niño y del adolescente con competencia en materia penal
ordinario, a fin de que ejerza las acciones a que hubiere lugar para hacer
efectiva la responsabilidad penal de quienes incurran en el delito.
Así las cosas, considera este Despacho que la Dirección Integral de
Protección a la Familia, en cumplimiento de las facultades que le fueron
conferidas en el Reglamento Interno que define las competencias de las
dependencias que integran el Despacho del Fiscal General de la
República, debe ejercer por conducto de los fiscales del Ministerio Público
con competencia en las materias propias de la Dirección, las facultades
señaladas en las leyes especiales, todo ello, sin menoscabo de la
participación de la Dirección de Derechos Fundamentales, a los efectos de
que ésta comisione a un fiscal de proceso en materia de derechos
fundamentales a fin de que ejerza la acción civil, administrativa y
disciplinaria a que hubiere lugar por los hechos que en violación de los
derechos humanos cometan los funcionarios públicos en el ejercicio de sus
funciones o por razón de su cargo, bien contra niños y adolescentes,
únicamente o en el caso de presentarse concurso de agraviados, es decir,
mayores y menores…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:78
LOPNA art:169

406
LOPNA art:170
LOPNA art:170-b
LOPNA art:648
RSMP Nº 610-art:7-c
05-09-2000
RSMP Nº 610-art:7-f
05-09-2000

DESC ADOLESCENTES
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FUNCIONARIOS DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC LEGALIDAD
DESC LEYES
DESC NIÑOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.489-492.

407
169
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-2321-2004 FECHA:20041220
TITL En aquellos delitos cometidos por adolescentes, en los cuales
el sujeto pasivo es la colectividad o el Estado venezolano, el
Ministerio Público debe abstenerse de promover la conciliación
en el proceso mediante el cual se determina la responsabilidad
penal del adolescente.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de acusar recibo de su comunicación Nº DPIF-3-


714-2004, mediante la cual ese Despacho a su cargo solicita que esta Dirección
de Consultoría Jurídica emita opinión con relación a la conciliación, como fórmula
de solución anticipada en el proceso penal de adolescentes cuando el sujeto
pasivo es la colectividad o el Estado venezolano.
Una vez analizado su planteamiento, esta Dirección de Consultoría Jurídica hace
las siguientes consideraciones:
Nuestra Carta Magna prevé la posibilidad de emplear los métodos alternativos en
la resolución de conflictos, tales como el arbitraje, la conciliación, la mediación y
otros que persigan el mismo fin, es decir resolver mediante un acuerdo entre las
partes involucradas el conflicto de intereses existente entre ellas.
Tal posibilidad se debe a que a lo largo del tiempo, han surgido una gran variedad
de formas para enfrentar las controversias en la sociedad, algunas sencillas, pero
otras son procesos altamente especializados y regulados, dentro de las cuales se
encuentra la conciliación, que se define como ´... la acción y efecto de conciliar; de
componer y ajustar los ánimos de los que estaban opuestos entre sí...´.
Esta forma de resolución de conflictos es cada vez más utilizada, en las diversas
áreas, ya que su estructura, caracterizada por la flexibilidad permite su adaptación
a los requerimientos de cada área en particular.
Por su parte, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
tomando en cuenta los modernos conceptos antes señalados y a el objeto de
adecuarse a la norma supralegal expresa en su Exposición de Motivos con
relación a la existencia de la figura de la conciliación dentro del Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente, que ´... por el principio de oficialidad, el fiscal de
Ministerio Público tiene la obligación de investigar cuando tenga sospecha
fundada de la existencia de un hecho punible, pero la confirmación de la sospecha
por la investigación debe conducirlo a acusar al adolescente que lo cometió o
participó. Por aplicación del principio de oportunidad puede darse al asunto
soluciones distintas a la acusación. Dichas soluciones son: / a) La conciliación:
fórmula mediante la cual el fiscal del Ministerio Público promueve un acuerdo que,
si es homologado por el Juez de Control, conlleva a la suspensión del proceso a
prueba (...) Esto tiene la gran ventaja de permitir la reparación individual o social
del daño y al mismo tiempo pretende la concientización del adolescente a cuyo
efecto se ordena su orientación y supervisión por el ente más idóneo. Finalmente,
se evita llevar a juicio oral una significativa cantidad de asuntos, que se solucionan
favorablemente a las partes sin que se renuncie a la responsabilidad del
adolescente por su acto, excluyéndose únicamente aquellos hechos punibles que
por su gravedad y repercusión social se estima deben ser enjuiciados...´..
Así, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente preceptúa en el
artículo 564 lo siguiente:
Artículo 564. ´Conciliación. Cuando se trate de hechos punibles para los que no
sea procedente la privación de libertad como sanción, el Fiscal del Ministerio

408
Público promoverá la conciliación. Para ello celebrará una reunión con el
adolescente, sus padres, representantes o responsables y la víctima, presentará
su eventual acusación, expondrá y oirá proposiciones.
Parágrafo Primero: En caso de hechos punibles que afecten intereses colectivos o
difusos propondrá la reparación social del daño.
Parágrafo Segundo: Si se llega a un preacuerdo, el fiscal, lo presentará al Juez de
Control, conjuntamente con la eventual acusación´.
La propia norma señala las personas que intervienen en la conciliación, es decir,
el fiscal especializado promoverá la reunión entre las partes en la cual expondrá la
eventual acusación, además oirá al adolescente, sus padres, representantes o
responsables y a la víctima. En este caso, el representante del Ministerio Público
actúa como un verdadero mediador, tratando de lograr un acuerdo entre las partes
involucradas en aquellas materias sobre las cuales se puede transigir. Esta figura
le ofrece al adolescente una solución alternativa, que puede tener carácter
compensatorio frente a lo que significaría la intervención del Derecho Penal.
Asimismo, resalta como presupuesto de procedencia de la conciliación que el
hecho punible no sea de aquellos que conlleven como sanción la privación de
libertad, expresamente consagrada en el parágrafo segundo del artículo 628
ejusdem, que reza:
Artículo 628. ´Privación de libertad. Consiste en la internación del adolescente en
establecimiento público del cual sólo podrá salir con orden judicial.
(Omissis)
Parágrafo Segundo: La privación de libertad sólo podrá ser aplicada cuando el
adolescente:
a) Cometiere alguno de los siguientes delitos: homicidio, salvo el culposo; lesiones
gravísimas, salvo las culposas; violación; robo agravado; secuestro; tráfico de
drogas, en cualesquiera de sus modalidades; robo o hurto sobre vehículos
automotores.
b) Fuere reincidente y el hecho punible objeto de la nueva sanción prevea pena
privativa de libertad que, en su límite máximo, sea igual o mayor a cinco años.
c) Incumpliere, injustificadamente, otras sanciones que le hayan sido impuestas.
En este caso la privación de libertad tendrá una duración máxima de seis meses´.
Por su parte, Alejandro Perillo Silva equipara la conciliación al acuerdo reparatorio
previsto en el artículo 40 del Código Orgánico Procesal Penal, en los cuales existe
entre la víctima y el imputado un acuerdo de reparación prestado en forma libre y
voluntaria, del cual se notifica al Ministerio Público a los fines de que emita su
opinión, previa a la aprobación de dicho acuerdo por parte del juez. En este caso
no es el representante del Ministerio Público quien promueve el acuerdo entre las
partes.
En este sentido, ambas figuras -la conciliación y el acuerdo reparatorio- están
fuertemente ligadas a la reparación del daño producido en los bienes e intereses
de una determinada persona, por lo cual comparte esta Dirección su opinión en el
sentido de que es de fácil aplicación la conciliación en el sistema de
responsabilidad del adolescente, cuando existe una víctima individualizada.
En otro contexto, expone en su comunicación la dificultad que se presenta para la
aplicación de la conciliación, cuando el delito se trata de aquellos en los cuales el
sujeto pasivo es la colectividad o el Estado ya que es al representante del
Ministerio Público a quien le está atribuida legalmente la conducción del proceso y
en caso de hallar suficientes elementos productos de la investigación, ejercer la
acción penal pública.
Tal aseveración es compartida por esta Dirección de Consultoría Jurídica, pues en
el Sistema de Responsabilidad del Adolescente, el representante del Ministerio
Público está en el deber de promover la conciliación cuando se trate de tipos
penales que no entrañen como sanción una medida de privación de libertad,
mediante una reunión entre las partes comportándose en estos casos como un
verdadero mediador que tratará de lograr la conciliación entre ellas llegando a un
preacuerdo que será presentado por ante el juez de control, conjuntamente con la
eventual acusación.
Aunado a lo antes señalado, es deber del Ministerio Público el velar por los
409
intereses de las víctimas en el proceso y, en los delitos objeto de la presente
consulta, la víctima estará representada por el Ministerio Público fusionándose en
estos casos actuaciones disímiles -acusar y promover la conciliación- en una
misma persona, lo que a todo evento luce contradictorio.
Por lo antes expresado comparte igualmente esta Dirección de Consultoría
Jurídica su posición al respecto, considerando en consecuencia que en aquellos
delitos en los cuales el sujeto pasivo sea la colectividad o el Estado venezolano,
debe el Ministerio Público abstenerse de promover la conciliación en el proceso
mediante el cual se determina la responsabilidad penal del adolescente…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:564
LOPNA art:628-pg.s
COPP art:40

DESC ACUERDOS REPARATORIOS


DESC ADOLESCENTES
DESC CONCILIACION
DESC DELITOS CONTRA EL ESTADO
DESC DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD COLECTIVA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC LIBERTAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.492-496.

410
170
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-3375-2004-96106 FECHA:20041222
TITL El objeto de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente es proteger de manera integral los niños, niñas y
adolescentes, por lo que resulta contradictorio asumir que el
artículo 379 del Código Penal ha sido derogado tácitamente por
el artículo 260 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de avisar recibo de su comunicación N° F-107-


643-4, mediante la cual solicita a esta Dirección de Consultoría Jurídica opinión
jurídica relacionada con la vigencia del artículo 379 del Código Penal, en virtud de
su presunta derogatoria tácita por el artículo 260 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente.
Manifiesta, que la disparidad de interpretaciones existentes en los diferentes
actores de la administración de justicia con relación a ambas normas conlleva a
una inseguridad jurídica que debe ser disipada, y a tales efectos para mayor
ilustración de esta Dirección transcribe varias sentencias de instancia, de la corte
de apelaciones y de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia.
Una vez analizada la comunicación remitida, esta Dirección de Consultoría
Jurídica hace las siguientes consideraciones:
La Convención sobre los Derechos del Niño, constituye un instrumento jurídico
social de carácter universal que consagra los derechos humanos de la niñez y la
adolescencia. Es así como en su artículo 4°, compromete a los países que la han
ratificado a adoptar y continuar de manera progresiva un grupo de medidas de
distinta índole entre las que destacan con especial atención las medidas de
carácter legislativo, transformando las leyes internas en cuerpos que respondan a
los principios y normas de Derechos Humanos, y consagren los mecanismos
idóneos para hacer efectivos todos y cada uno de esos derechos.
Es así como Venezuela, al ratificar el instrumento legislativo internacional arriba
señalado, asumió el compromiso de adoptar todas las providencias necesarias
para garantizar el goce pleno y efectivo de los derechos de todos los niños y
adolescentes del país, responsabilidad que en lo atinente a las medidas de orden
legislativo desarrolla la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
su artículo 78 cuando consagra que ´... Los niños, niñas y adolescentes son
sujetos plenos de derecho y estarán protegidos por la legislación, órganos y
tribunales especializados, los cuales respetarán, garantizarán y desarrollarán los
contenidos de esta Constitución, la Ley, la Convención sobre los Derechos del
Niño y demás tratados internacionales que en esta materia haya suscrito y
ratificado la República...´.
El legislador, debido al nuevo paradigma representado por la Doctrina de la
Protección Integral, ofrece mecanismos y garantías para asegurar el efectivo
ejercicio, la preservación y la restitución de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes mediante la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, reconociéndolos no sólo como titulares de los derechos exigibles
consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño, sino también de
todos aquellos que correspondan a las personas como seres humanos Por su
parte, el artículo 1 de la supra mencionada ley, establece que el objetivo de la
misma es garantizar a todos los niños y adolescentes, que se encuentren en el
territorio nacional, el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y
411
garantías. Cabe advertir que estos comprenden una amplia gama que va desde el
derecho a la educación; derecho a mantener relaciones personales y contacto
directo con los padres; derecho a un nivel de vida adecuado; derecho a la vida;
derecho a la integridad personal; derecho a ser protegidos contra el abuso y la
explotación sexual, entre otros.
Con relación al abuso y la explotación sexual, la Convención sobre los Derechos
del Niño en su artículo 19, establece que: ´1. Los Estados Partes adoptarán las
medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para
proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental (...)
incluidos el abuso sexual...´.
En este sentido, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
toma en consideración que la integridad sexual es parte de la integridad personal
y desarrolla las previsiones contenidas en la Convención sobre los Derechos del
Niño con relación al abuso sexual, protegiéndolos contra situaciones de hecho que
afecta esa integridad mediante la intervención punitiva del Estado para la
persecución y castigo de los actos criminales de esa índole.
Como se puede colegir, uno de los bienes jurídicos protegidos es la libertad
sexual, ya que las secuelas de un delito de esta naturaleza cometido en la
persona de un adolescente -generalmente manipulado para que mantenga el
incidente en secreto- se reflejarán en su vida futura. Dentro de estas secuelas se
pueden mencionar:
Destrucción de la autoestima, inclinación al consumo de drogas o alcohol, estrés,
deseos de morir; agresividad con los animales y otros problemas emocionales, las
cuales variarán según la edad, madurez emocional, naturaleza del incidente,
historia del adolescente, etc.
Por su parte, al abuso sexual, se le define como ´... toda conducta o
comportamiento que atenta contra los derechos básicos fundamentales de las
personas: a la vida, la libertad, la integridad y la dignidad humana. Se manifiesta
por conductas agresivas, temporales o permanentes que buscan lesionar,
humillar, degradar, expresar dominio o presión sobre una persona o personas que
se encuentran o se colocan en condiciones de inferioridad. Esta asume muchas
formas: físicas y psíquicas y de la mejor manera posible garantizándoles a las
personas afectadas sus derechos...´.
Tal conducta está prevista y sancionada en el artículo 260 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente: ´Quien realice actos sexuales con un
adolescente, contra su consentimiento, o participe en ellos, será penado conforme
al artículo anterior...´.
Por su parte, el artículo 379 del Código Penal prevé: ´El que tuviere acto carnal
con persona mayor de doce y menor de dieciséis años, o ejecutare en ella actos
lascivos sin ser su ascendiente, tutor ni institutor y aunque no medie ninguna de
las circunstancias previstas en el artículo 375, será castigado con prisión de seis a
dieciocho meses y la pena será doble si el autor del delito es el primero que
corrompe a la persona agraviada...´.
Al efectuar un análisis comparativo del contenido de ambas normas, algunos
juristas consideran que en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente se ha despenalizado el acto carnal con menor en caso de existir
consentimiento entre ambos actores, pero es el caso que si el fin del legislador en
esta ley especiales proteger al máximo a los niños, niñas y adolescentes, resulta
contradictorio asumir que en un asunto tan importante como es la vida sexual
activa del adolescente, haya querido desmejorar su situación si obra su
consentimiento.
Cabe destacar, que el adolescente se ve afectado por las características propias
de esta etapa de la vida en la cual atraviesan una crisis de identidad. La
adolescencia, se caracteriza por el crecimiento físico, el desarrollo glandular y, en
particular, el desarrollo de los órganos sexuales desempeña un papel
importantísimo en los cambios de conducta del individuo. Este período vital se
distingue por ser especialmente emotivo; en esta etapa la acción está al servicio
del instinto, además, los adolescentes son fácilmente impresionables y
manipulables desde el punto de vista psíquico por parte de los adultos.
412
Razones como las anteriores, apoyan el criterio de que el consentimiento en los
adolescentes se ve seriamente comprometido debido a la inestabilidad emocional,
propia de esta etapa de la vida”.
En este sentido, compartimos con el representante del Ministerio Público lo
alegado en su apelación cuando manifiesta: “... el consentimiento de los
adolescentes se encuentra disminuido, pero no porque sean incapaces, sino
porque se encuentran precisamente atravesando por una crisis de identidad, tal
como lo plantea de una manera acertada León De Viloria, al señalar textualmente:
‘ Los logros desde infancia hasta el escolar preparan al adolescente para que
enfrente adecuadamente la crisis de identidad que debe resolver, bajo los efectos
de acelerados cambios físicos, endocrinológicos y afectivos que interfieren sus
capacidades cognitivas de razonamiento hipotético y abstracto...’ (...) Lo
reprochable de la conducta del adulto que mantiene relaciones sexuales con una
adolescente menor de dieciséis años y mayor de doce, es que con dicho acto se
corrómpe la adolescente, porque aún cuando no medie su consentimiento el
mismo se encuentra disminuido desde el punto de vista psíquico y de esta manera
lo entendió el legislador...”.
“De igual manera, se pronuncia Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada de la
Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en la Sentencia Nº 039
de fecha 19 de febrero de 2004, al expresar en un voto concurrente lo siguiente:
´... La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, los considera
sujetos de derechos y obligaciones, reconociéndoles la capacidad de
autodeterminación y de autonomía en el ejercicio de sus derechos civiles, sin dejar
a un lado la presunción de su incapacidad, ya que ese reconocimiento de
autonomía, va ligado a las etapas de maduración de la conciencia, el cual se va
adquiriendo progresivamente. /
Es así como los niños van madurando y con el tiempo logran un desarrollo cada
vez mayor de la capacidad de decisión y evolución de las consecuencias de sus
actos (...) En el caso que nos ocupa, se encuentra involucrada como víctima una
adolescente, de catorce años de edad, por Abuso Sexual, y en cuyo proceso tanto
los juzgados de instancias inferiores como esta Sala en la sentencia proferida,
adujeron que el acusado era inocente por no haberse podido comprobar la falta de
consentimiento de la víctima en el hecho. / Ahora bien, al revisar dicho acto para
determinar si hubo o no hecho delictivo, tenemos que tener en cuenta el concepto
de consentimiento el cual juega un papel preponderante, en la norma prevista en
el artículo 260 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. /
Y, es así como la Real Academia de la Lengua, define que el consentimiento es la
acción y efecto de consentir, en tanto que consentir, es permitir una cosa o
condescender en que se haga. / La norma en comento exige el libre
consentimiento del adolescente para que el hecho no sea punible, consentimiento
éste que debe ser examinado minuciosamente, ya que no solamente existe
manipulación por la fuerza, intimidación o resistencia, que es la que visiblemente
deja huellas, sino que existe manipulación psicológica, que no deja huellas, pero
que también causa daño al adolescente, por ser de más fácil manipulación por el
mismo hecho de que el progreso psicológico de la madurez no ha sido alcanzado.
/
Considero que al aplicar la norma en la que se encuentra prevista el Abuso Sexual
a Adolescente -artículo 260 LOPPNA- tanto el Ministerio Público como el Juez de
la Causa deben escudriñar acerca de si ese consentimiento del adolescente fue
libre o manipulado psicológicamente, pues ello tiene que ser mirado a la luz de las
situaciones sociales y de hecho que se pretende regular, ya que si bien es cierto
que la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, le reconoce
suficiente capacidad y autonomía para consentir en un asunto tan delicado como
su vida sexual y así determinar las directrices de orden moral que guiarán su
propio destino, no es menos cierto, que esa ‘ plena autonomía’ , se adquiere de
forma evolutiva, dada la naturaleza del ser humano, producto de un proceso, en el
que el individuo avanza paulatinamente en el conocimiento de si mismo y en el
reconocimiento y uso de sus potenciales, por lo cual puede más fácilmente ser
manipulado por una persona mayor que él, bajo engaños corrientes usados para
413
despertar el lujo, la vanidad, comodidades y otros. / No basta aplicar dicha norma,
basarse en el hecho de que en el proceso no se probó la falta de consentimiento
del adolescente, sin la necesaria verificación por parte del Estado representado
por el Ministerio Público y de que dicho consentimiento estaba sustentado en la
libertad de decidir, sin la perturbación provocada por cualquier manipulación
ejercida con el objeto de conseguirlo. / Es por ello que estimo necesarias las
anotadas consideraciones para que de esta manera todos aquellos jueces al
momento de encontrarse con un caso similar, ponderen la situación al momento
de emitir su pronunciamiento, porque de no hacerlo así, estaríamos en presencia
de una norma muerta y ante un hecho impune´.
En este contexto, cabe resaltar que en casos como el de marras, la intervención
del equipo interdisciplinario conformado por especialistas en la materia de abuso
sexual infanto juvenil, resulta más que acertado a los fines de revisar -
aproximadamente- el grado de libertad en el consentimiento prestado por el
adolescente.
En otro orden de ideas, nuestra Carta Magna establece en su artículo 218 lo
referente a la derogación de las leyes. Asimismo, el Código Civil en su artículo 7
prevé ´Las leyes no pueden derogarse sino por otras leyes; y no vale alegar contra
su observancia el desuso ni la costumbre o práctica en contrario, por antiguos y
universales que sean´.
Al respecto esta Dirección, en la comunicación antes identificada -DJ-14-1094-
2000 del 30 de noviembre de 2000- expone de manera clara:
´... en los casos en los cuales se encuentra señalados adolescentes como
víctimas de delito de acto carnal, ejecutados por personas mayores de edad,
prestando su consentimiento, por considerar que los hechos no revisten carácter
penal, sin considerar los motivos y circunstancias que rodean el hecho, es
necesario acotar que las normas penales son de orden público y no pueden ser
derogadas sino en virtud de norma expresa, lo que significa que mal podría
interpretarse (...) la derogatoria tácita del artículo 379 del Código Penal, tomando
como base para ello el contenido del artículo 684 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, en el cual se señala expresamente cuales
son las normas derogadas por ella, agregando la expresión así como todas las
disposiciones contrarias a la presente ley... / Al respecto señala el referido artículo
684: (Omissis) / Ahora bien, como se evidencia de la norma transcrita, el artículo
370 (acto carnal) tipificado en el Código Penal, no fue señalado como
expresamente derogado por el legislador, menos aún puede interpretarse que esa
derogatoria quedaría implícita cuando la norma señala ‘ todas las disposiciones
contrarias a la presente ley’ , toda vez que, el contenido del artículo 379 lejos de
ser contrario a la ley, más bien brinda una mayor protección a los niños y
adolescentes cuando éstos son objeto de abuso sexual. / Por todo lo antes
expuesto, considera esta Dirección de Consultoría Jurídica, que con la entrada en
vigencia de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en
ningún caso puede interpretarse como derogado el encabezamiento del artículo
379 del Código Penal, en virtud del contenido de los artículos 260 y 684 de la Ley
Especial antes citada, razón por la cual las decisiones judiciales que se produzcan
en sentido contrario, deberán ser acatadas con el ejercicio de los recursos
procesales que correspondan en aras de un mejor control constitucional”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:78
CRBV art:218
CP art:379
LOPNA art:1
LOPNA art:260
LOPNA art:684
CDN art:4
CDN art:19
OPMP Nº DJ-14-1094-2000
414
30-11-2000
STSJSCP Nº 039
19-02-2004

DESC ABUSO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES


DESC ACTO CARNAL
DESC ADOLESCENTES
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC LEYES
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.496-501.

415
171
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-2385-2004 FECHA:20041227
TITL En virtud del fuero atrayente, la causas vinculadas con
asuntos laborales en los cuales estén involucrados niños y/o
adolescentes, deben ser conocidas por el Tribunal de
Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción
Judicial correspondiente, salvo los procedimientos
administrativos laborales, que se regirán por las normas
adjetivas contenidas en la Ley Orgánica del Trabajo y la Ley
Orgánica de Tribunales y Procedimientos del Trabajo.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de acusar recibo de su comunicación


Nº DPIF-6-1023-2000, mediante la cual eleva a consulta de este
Despacho, lo relacionado con la competencia para conocer de los
asuntos laborales por parte de los órganos jurisdiccionales, cuando
dichos asuntos se refieren al trabajo de los adolescentes.
Una vez analizada su comunicación, esta Dirección de Consultoría
Jurídica hace las siguientes consideraciones:
El artículo 78 de nuestra Carta Magna, reconoce los principios y
garantías que sirven de base para la mejor defensa de los derechos e
intereses de los niños, niñas y adolescentes. En él se les garantiza la
existencia de una legislación, órganos y tribunales especializados, los
cuales en conjunto aseguran la existencia de una jurisdicción
especializada.
Por su parte, los tribunales especializados están conformados por jueces
unipersonales que tienen como objetivo la defensa integral de los
derechos e intereses de los niños, niñas y adolescentes, y están
señaladas sus atribuciones en el artículo 177, de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente el cual reza:
´Parágrafo Segundo: Asuntos patrimoniales y del trabajo: (Omissis)
b Conflictos laborales;
c) Demandas contra niños y adolescentes;
d) Cualquier otro afín a esta naturaleza que deba resolverse
judicialmente´.
Ahora bien, si bien es cierto que dicha ley es anterior a la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela no es menos cierto que ésta
última consagra en su articulado que los niños, niñas y adolescentes son
sujetos plenos de derechos, que deben ser respetados. Ambos cuerpos
normativos están en sintonía con relación a los procedimientos que
garanticen una normativa adjetiva a favor de los derechos de los
adolescentes trabajadores.
En este contexto, el artículo 116 ibidem, enmarcado dentro del Capítulo
III correspondiente al Derecho a la Protección en Materia de Trabajo,
señala que se deben aplicar en materia de trabajo de los niños y
adolescentes con carácter preferente, las disposiciones del Título II de
dicha ley especial-Derechos, Garantías y Deberes- con preeminencia a
416
la legislación ordinaria del trabajo, y por su parte el artículo 115 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, remite
supletoriamente a las normas procesales contenidas en la Ley Orgánica
de Tribunales y Procedimientos del Trabajo, y a la Ley Orgánica del
Trabajo, las cuales se aplicarán en procedimientos administrativos del
trabajo tales como despidos masivos, solicitud de reenganche hecha por
los niños y adolescentes trabajadores a quienes le fueren violados sus
derechos, y la solicitud de falta a los empleadores.
En este sentido, con relación a los procedimientos especiales del trabajo,
señala Carlos Sainz Muñoz, que ´... constituyen una mención especial
los relativos a la competencia judicial que señala el artículo 115 de la
LOPNA (...) Es bueno destacar que si bien es cierto corresponde la
jurisdicción de los derechos de los menores y adolescentes a los
Tribunales de protección del niño y del adolescente no es menos cierto,
que en materia laboral corresponde a estos tribunales aquellas acciones
que no estén enmarcadas dentro de las que denomina la legislación del
trabajo: a la conciliación ni al arbitraje; en este orden de ideas es
imperioso concluir que se transfiere a los tribunales de protección lo que
analizamos en las facultades de éstos órganos jurisdiccionales y
especialmente aquellos contenidos en el Art. 177 parágrafo segundo
referido a asuntos patrimoniales y del trabajo que los denomina conflictos
laborales...´.
Respecto a la competencia del Tribunal Protección del Niño y del
Adolescente, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación
Social, en sentencia de fecha 30 de noviembre de 2000, con ponencia
del Magistrado Omar Alfredo Mora Díaz, sostuvo que:
´… En virtud de este principio de protección a los niños y adolescentes,
que se constituye en el bien jurídico tutelado por la precitada ley, podría
decirse que se generarán, en principio, las normas atributivas de
competencia dada la especialidad que se le atribuye, por cuanto se
desprende del cuerpo normativo de esta novísima Ley que la misma está
fundamentada en un sistema de fuero atrayente que nace cuando en
distintas situaciones está involucrado el interés de un menor de edad (…)
Se desprende de las normas (...) la especialidad de los órganos
judiciales para conocer de determinadas materias, dignas de la tutela
jurídica, en las cuales están involucrados los intereses de niños y
adolescentes (…) Por otra parte, la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Sistema Judicial dictó la Resolución número 159,
publicada en la Gaceta Oficial Nº 36.931, de fecha 12 de abril de 2000,
mediante la cual se disponen las funciones que cumplirán los Tribunales
de Protección al ser instalados, adoptándose un régimen de transición
que se conducirá como de seguidas se transcribe (…)
Artículo 2
(Omissis)
2º. - Los Juzgados de Primera Instancia Civil que conocen causas donde
están involucrados niños o adolescentes, bien sea como partes o como
interesados (Omissis)
En relación con las normas y la Resolución precedentemente transcritas,
a los fines de determinar la competencia (…) precisa la Sala hacer las
siguientes consideraciones:
La competencia, vista como la medida de la jurisdicción, como los límites
dentro de los cuales el juez investido del poder orgánico de administrar
justicia; objetivamente se divide en razón de la materia, del valor, del

417
territorio y la doctrina, agrega una adicional denominada competencia
funcional, en razón del grado del órgano al que le corresponde conocer.
Expresaba el autor Piero Calamandrei en su obra Instituciones del
Derecho Procesal Civil que del aspecto objetivo de la causa extrae la
Ley dos Índices distintos de competencia: Unas veces toma en
consideración en el objeto y el título de la causa los caracteres
cualitativos atinentes a la naturaleza jurídica de la relación controvertida
o de la providencia requerida (competencia por razón de la materia),
otras veces toma como relevantes, independientemente de la naturaleza
jurídica de la relación, los caracteres cuantitativos de la causa, es decir,
el importe económico del objeto del cual se contiende (competencia por
el valor)’ .
El cuerpo normativo en estudio, la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, pareciera atender a una competencia
esencialmente funcional, en razón de un fuero personal atrayente dados
los individuos a los que va dirigida, que mediante un sistema integral de
políticas, programas, y órganos y procedimientos garanticen el goce y
disfrute de los derechos e intereses de los niños y adolescentes.
Igualmente, esta competencia se hace patente por el contenido de la
Resolución 159, ut supra transcrita, que dispone que aquellas causas
donde estén involucrados niños y adolescente (...) sean transferidas a los
Juzgados de Protección (...) Expresa la exposición de motivos y el
cuerpo normativo de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente que la finalidad esencial de ésta última se circunscribe a la
necesidad de garantizar a los sujetos a los cuales se oriente la
protección integral, mediante la introducción de cambios en el
procedimiento y en los principios generales que rigen la nueva ley,
asegurarles el ejercicio pleno y disfrute efectivo de los derechos y
garantías a través de la protección del estado, la familia y la sociedad
para contribuir a su desarrollo integral (...) Es en virtud de esta protección
y el reconocimiento de los derechos de las personas menores de 18
años, por lo que se crean los Tribunales de Protección del Niño y del
Adolescente como órganos jurisdiccionales con competencia especial
para la resolución de todas las causas que afecten directamente a los
niños y adolescentes, criterio que fue acogido por el legislador cuando
señala, en la exposición de motivos de la ley, que:
‘ Puntual del nuevo sistema es la concepción del Tribunal de Protección
del Niño y del Adolescente, órgano jurisdiccional especializado para
conocer de todos los asuntos que afecten directamente la vida civil de
niños y adolescentes, en materia de la familia, patrimoniales y laborales
(...) Esto evidencia la magnitud de la importancia del tribunal, diseñado
para una especial, integral y cabal protección’ (Omissis)... Esta
protección se materializa cuando pudieren verse afectados intereses
directos de los niños y adolescentes, sin que para ello se tome en
consideración la naturaleza de los hechos pretendidos, lo cual deriva sin
lugar a dudas en que la competencia atribuida a estos Juzgados atiende
a un criterio exclusivamente funcional, en razón del interés del individuo
al cual se procura resguardar (...) Debe entenderse que esta protección
se materializa cuando pudieren verse afectados intereses directos de los
niños y adolescentes, sin que para ello se tome en consideración la
naturaleza de los hechos pretendidos, lo cual deriva sin lugar a dudas en
que la competencia atribuida a estos Juzgados atiende a un criterio
exclusivamente funcional, en razón del interés del individuo al cual se

418
procura resguardar (...) Cuando exista la necesidad jurisdiccional de
proteger los derechos y garantías que directamente afecten a los sujetos
tutelados, es decir, niños y adolescentes, efectivamente corresponderá
en virtud del fuero de atracción personal, el conocimiento de los
Juzgados de Protección, que están previstos en el artículo 177 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente...´.
Este criterio jurisprudencial, fue reiterado por la misma Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 18 de diciembre de
2000, en la Sentencia Nº 00-033 con ponencia del mismo magistrado,
quien manifiesto en esa oportunidad:
´... se reitera el criterio ya establecido según el cual la competencia tanto
material como funcional conferida a los Juzgados de Protección, viene a
configurar una competencia especial (...) en la cual, cuando exista
necesidad jurisdiccional de proteger los derechos y garantías que
directamente afecten a los sujetos tutelados, es decir, niños y
adolescentes, efectivamente corresponderá en virtud del fuero de
atracción personal, el conocimiento de los asuntos propios sometidos al
conocimiento de los Juzgados de Protección, que están previstos en el
artículo 177 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente...´.
Por todo lo antes expuesto, esta Dirección de Consultoría Jurídica,
comparte lo explanado por ese Despacho a su cargo en la comunicación
que dio orígen a la presente consulta, en el sentido de que en virtud del
fuero de atracción personal, todas aquellas causas vinculadas con
asuntos laborales en las cuales están involucrados niños y/o
adolescentes deben ser conocidas por el Tribunal de Protección del Niño
y del Adolescente de la Circunscripción Judicial correspondiente, de
conformidad con lo previsto en el artículo 177, parágrafo segundo de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:78
LOPNA art:115
LOPNA art:116
LOPNA art:177
LOPNA art:177-pg.s
RCFRSJ Nº 159-art:2
12-04-2000
STSJSCS 30-11-2000
STSJSCS 18-12-2000

DESC ADOLESCENTES
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC CONSULTAS
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC NIÑOS
DESC TRABAJO DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTES
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.502-506.

419
172
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-2391-2004 FECHA:20041228
TITL No constituye delito la lesión causada por un animal en
cautiverio, pero de dicho acto se deriva la responsabilidad civil
por la comisión de este hecho ilícito para quien lo tenga bajo su
guarda o vigilancia. Dicha acción debe ser interpuesta por la
propia víctima ante el órgano jurisdiccional competente.
El Ministerio Público, por conducto de los fiscales
especializados para actuar en las materias civil, familia y
protección con fundamento en el artículo 170, literal “a” de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, es
uno de los legitimados activos para incoar la correspondiente
acción de protección, a los fines de lograr el adecuado
acondicionamiento de las instalaciones donde la fauna se
encuentra en cautiverio.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de acusar recibo de su comunicación Nº


DPIF-3-1571-2004 de fecha 22 de julio, mediante la cual nos remite el
original del Oficio Nº F8-BO-2C-Nº 0779-2004 de fecha 23 de marzo de
2004, suscrito por la abogado Hilda María Arteaga Sifontes, Fiscal Octava
del Ministerio Público del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial
del Estado Bolívar, y los recaudos relacionados con el caso del niño
A.C.C.E., de nueve (9) años de edad quien fue agredido por un tigre en las
instalaciones del Parque Zoológico Leofing, ubicado dentro del Parque
Cachamay, tutelado por la Corporación Venezolana de Guayana -CVG-.
En el caso de marras, considera la fiscal consultante que debido a las
condiciones de inseguridad y a la falta de vigilancia adecuada que se
observa en las instalaciones del Parque Zoológico Leofing, es procedente
el ejercicio de la acción civil prevista en el artículo 49 del Código Orgánico
Procesal Penal, responsabilizando a la Corporación Venezolana de
Guayana de la lesión sufrida por el niño A.C.C.E., causada por un tigre que
se encuentra en cautiverio en dicho parque.
En presencia de tales planteamientos, así como del estudio de los
documentos remitidos, esta Dirección de Consultoría Jurídica procede a
emitir el dictamen correspondiente en los términos siguientes:
Establece el artículo 49 del Código Orgánico Procesal Penal que: ´La
acción civil para la restitución, reparación e indemnización de los daños y
perjuicios causados por el delito, sólo podrá ser ejercida por la víctima y
sus herederos, contra el autor y los partícipes del delito y, en su caso
contra el tercero civilmente responsable´.
Como se observa, la acción civil de la que se ocupa la norma contenida en
el mencionado instrumento legal adjetivo, es la que deriva de la comisión
de un delito, es decir de ´... todo acto antijurídico y culpable, imputable a
un hombre y sometido a una sanción penal..´.
En palabras de Francisco Muñoz Conde, la norma jurídica penal
´...pretende la regulación de conductas humanas (...) La conducta humana
420
es el punto de partida de toda reacción jurídico penal y el objeto al que se
agregan determinados predicados (tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad),
que convierten esa conducta humana en delito (...) No pueden constituir
nunca delito ni el pensamiento ni las ideas, ni siquiera la resolución de
delinquir, en tanto no se traduzcan en actos externos (...) Tampoco pueden
constituir delitos los actos de los animales, ni los sucesos puramente
casuales, como los fenómenos de la naturaleza, por más que puedan
producir resultados lesivos (la muerte de una persona o la destrucción de
una cosecha)...´.
En este mismo sentido, señala Alberto Arteaga Sánchez, que ´... no parece
ofrecer mayores problemas ni dudas en cuanto a la exclusión como sujetos
activos del delito a los animales y a las cosas inanimadas (...) la razón de
la pena es de carácter humano y sólo se dirige a quienes con inteligencia y
voluntad son capaces de retribución y prevención...´.
Siendo consecuentes con lo señalado previamente, se concluye que en el
caso en estudio no se está en presencia de la consumación de un delito
pues por exigencias propias del Derecho Penal, el sujeto activo, es decir el
sujeto o persona a cuyo cargo pone la norma la realización de un hecho
punible, debe tratarse de un ser humano capaz de actuar como tal, esto
es, con conciencia y voluntad libre, capaz de sujetarse y sufrir las
consecuencias de la pena y no un animal.
Ahora bien, no se trata en este caso en particular de la comisión de un
delito, pero considerando que una de las maneras de regular las
actividades de los individuos en la sociedad es determinando sus
respectivas conductas mediante reglas o normas prefijadas, señalando
como consecuencia a la desobediencia de las mismas la obligación de
reparar los daños que dicha conducta produzca, puede ocurrir que la
obligación de reparar provenga de la violación de una conducta que el
legislador no consagra expresamente, pero la presupone y tutela, creando
sanciones determinadas derivadas de la realización de un hecho ilícito. En
esta materia, se compara la conducta del agente con la del mejor padre de
familia, es decir, con el hombre más diligente y perspicaz.
En efecto, el Código Civil en la Sección V -De los Hechos Ilícitos- del
Capítulo I –De las fuentes de las obligaciones- preceptúa en su artículo
1.185 lo siguiente:
´El que con intención, o por negligencia, o por imprudencia, ha causado un
daño a otro, está obligado a repararlo...´.
Este artículo abarca todas las variedades posibles de hechos ilícitos en los
cuales un agente puede incurrir. En este caso, la necesidad de reparar
proviene de la violación de una conducta preexistente que consiste en no
causar daños a otros por culpa la cual no está expresamente enunciada
por el legislador, pero que si la presupone cuando ordena reparar el daño
causado por el incumplimiento de dicha conducta.
La doctrina, considera que el hecho ilícito es la conducta culposa contraria
a derecho y de la cual deriva como consecuencia sustantiva el deber de
indemnizar o de reparar daño causado. De manera general se dice que el
hecho ilícito es el hecho culposo que produce daño. En ese sentido
sostiene Eloy Maduro Luyando, que ´... se puede describir el hecho ilícito
como una actuación culposa que causa daños, no tolerada ni consentida
por el ordenamiento jurídico positivo. Esa actuación puede ser positiva o
negativa, según que el agente (causante del daño) desarrolle un hacer o
un no hacer...´.
Según el mismo autor ´... El hecho ilícito es un hecho culposo que produce

421
daño, comporta la violación de una norma jurídica derivada de una relación
de derecho privado (...) Produce como efecto fundamental para el agente
la obligación de reparar el daño causado (...). Para que exista un hecho
ilícito, es necesario la producción de un daño; de no existir éste, nada
habrá que indemnizar y por lo tanto no procederá la responsabilidad civil
(...)El agente del hecho ilícito queda obligado a reparar los daños
causados no sólo por el hecho propio sino también por el hecho ajeno, así
ocurre con la responsabilidad del padre, madre y tutor por el hecho ilícito
de los hijos menores (...) y también con el guardián por las cosas y
animales que tiene bajo su guarda o vigilancia.
Aunado a lo antes señalado, el artículo 192 de la ley sustantiva civil,
establece que ´El dueño de un animal o el que lo tiene a su cuidado, debe
reparar el daño que éste cause, aunque se hubiese perdido o
extraviado...´.
En el presente caso, se deduce de conformidad con lo señalado por la
fiscal consultante y del contenido de los anexos, que existe una
responsabilidad civil que recae sobre la Corporación Venezolana de
Guayana -CVG-, por ser esta empresa el ente que tutela dicho parque
zoológico, y que presuntamente de manera imprudente y negligente ha
inobservado el contenido de la Resolución por la cual se dictan las Normas
Generales para el Registro y Funcionamiento de Parques Zoológicos y
Acuarios, publicadas en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº
36.314, de fecha 16 de octubre de 1997, incurriendo de esta manera en la
comisión de un hecho ilícito.
Con relación a la acción por responsabilidad civil derivada del hecho ilícito,
ésta tiene un marcado carácter privado por lo que debe ser interpuesta por
la propia víctima ante los órganos jurisdiccionales. En el presente caso, los
legitimados activos para incoarla son los padres del niño A.C.C.E.en su
carácter de representantes legales del mismo, no ostentando en
consecuencia el Ministerio Público la capacidad de subrogarse en el
derecho de los particulares a los fines de intentar la citada acción.
En punto, considera pertinente quien suscribe traer a colación el contenido
del artículo 5 de la Ley para la Protección del Niño y del Adolescente, que
es del siguiente tenor ´La familia es responsable, de forma prioritaria,
inmediata e indeclinable, de asegurar a los niños y adolescentes el
ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías. El padre y
la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo
que respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos...´. En
esta norma, el concepto de familia se extiende a toda la estructura familiar
incluyendo la familia ampliada.
Es necesario acotar que no es propósito de esta Dirección, que tal
señalamiento sea interpretado como el posible despliegue de una
conducta negligente en la vigilancia del niño lesionado por parte de sus
padres, pero no puede obviarse la manifestación de los mismos contenida
en su comunicación dirigida a la Corporación Venezolana de Guayana en
fecha 30 de junio de 2004, en la cual señala entre otros particulares los
siguientes:
´... ante la visita que dispensaban mi esposa, Milagros Espejo de Carpio,
con mis tres (3) hijos (…), y en compañía de mi cuñado Víctor Espejo.
Mientras realizaban el paseo, mi menor hijo (...) se acercó a la jaula de los
Tigres, a saludar a los felinos (...) y en un descuido el felino lo agarró por
los dedos hasta llevarle todo el brazo derecho (...) Como puede advertirse,
mi mejor hijo (...) es un niño especial con una limitación que podría

422
describirse como un retardo mental de severidad con trastorno mixto de
lenguaje receptivo-expresivo...´.
Tal manifestación se traduce en que, el tantas veces mencionado niño
A.C.C.E. requiere de un cuidado o vigilancia en extremo especial por parte
de la persona con quien se encuentre en un momento determinado.
En otro orden de ideas, manifiesta la representante del Ministerio Público
que al carecer el referido zoológico de las medidas de seguridad
necesarias, se ponen en peligro los derechos colectivos y difusos de los
niños y adolescentes que visitan las instalaciones en cuestión,
considerando por lo tanto procedente interponer la correspondiente acción
de protección contra la Corporación Venezolana de Guayana -CVG-.
A ese respecto, establece la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, en sus artículos 63 y 64, el derecho al descanso,
recreación, esparcimiento, deporte y juego que tienen todos los niños y
adolescentes, así la creación y conservación de espacios e instalaciones
públicas destinadas a tales actividades.
Igualmente, esta ley especial define y señala la finalidad de la acción de
protección en los artículos que a continuación se transcriben:
Artículo 276. ´Definición. La acción de protección es un recurso judicial
contra hechos, actos u omisiones de particulares, órganos e instituciones
públicas o privadas que amenacen o violen derechos colectivos o difusos
del niño y del adolescente´.
Artículo 277. ´Finalidad. La acción de protección tiene como finalidad que
el tribunal haga cesar la amenaza, ordene la restitución del derecho,
mediante la imposición de obligaciones de hacer o de no hacer´.
Los intereses colectivos y difusos, fueron conceptualizados por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia Nº 656 del
31 de Junio de 2001 en los términos siguientes:
´... Con los derechos e intereses difusos o colectivos, no se trata de
proteger clases sociales como tales, sino a un número de individuos que
pueda considerarse que representan a toda o a un segmento
cuantitativamente importante de la sociedad, que ante los embates contra
su calidad de vida se sienten afectados, en sus derechos y garantías
constitucionales destinados a mantener el bien común, y que en forma
colectiva o grupal se van disminuyendo o desmejorando, por la acción u
omisión de otras personas (...) El derecho o interés difuso, debido a que la
lesión que lo infringe es general (a la población o a extensos sectores de
ella), vincula a personas que no se conocen entre sí, que individualmente
pueden carecer de nexo o relaciones jurídicas entre ellas, que en principio
son indeterminadas, unidas sólo por la misma situación de daño o peligro
en que se encuentran como miembros de una sociedad, y por el derecho
que en todos nace que se le proteja la calidad de vida, tutelada por la
Constitución...´.
Sobre las nociones ´colectiva´ y ´difusa´ de los intereses o derechos,
considera la doctrina que:
´... El derecho o interés difuso se identifica por corresponder a sujetos de
un grupo indeterminado. Mientras que los derechos de incidencia colectiva
reconocen y definen a un sector particular del gravamen (...) En el primer
grupo hallamos aquellos derechos que no tienen un titular efectivo, sino
varios que tienen algo así como cuotas indeterminadas de interés que
persiguen (V. gr.: medio ambiente, ecología, salubridad, etc.).
Mientras que son colectivas los que pueden protegerse a través de
asociaciones o grupos que asumen la representación correspondiente del

423
interés agraviado (V. gr.: derechos del consumidor, defensa de la
competencia, discriminación, etc.)...´.
Con base a lo antes expuesto, los derechos presuntamente violados a los
niños y adolescentes que visitan el Parque Zoológico Leofing, por la falta
de seguridad en las estructuras donde pernocta la fauna en cautiverio en la
instalación son derechos colectivos, toda vez que atañe a un grupo
determinado, como es el de los niños y adolescentes que acuden a dicho
parque.
Este razonamiento comporta que el Ministerio Público, por conducto de un
fiscal especializado con competencia para actuar en las materias civil,
familia y protección, puede incoar la correspondiente acción de protección
con fundamento en el artículo 170, literal ´a´, de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente.
Resta señalar que en la comunicación de la Fiscal Octavo del Ministerio
Público del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado
Bolívar, se observa que la misma indica que queda ´... en la espera de que
se giren las instrucciones que a bien tenga cumplir este Despacho, y
solicitando orientación sobre las llamadas recibidas por la Corporación
Venezolana de Guayana -CVG-...´. (sic).
Cabe advertir con relación a este particular, que los representantes del
Ministerio Público no deben supeditar el cumplimiento de sus funciones en
un determinado caso del cual estén conociendo, a instrucciones o
autorizaciones previas por parte del Despacho, ya que sus atribuciones-
deberes se encuentran expresamente reguladas en el ordenamiento
jurídico las cuales deben cumplir a cabalidad, interviniendo y ejerciendo las
acciones correspondientes, todo ello según su criterio y de acuerdo con la
doctrina institucional imperante al momento.
De no aceptarse tal posición, se tendrá que admitir, que mientras el fiscal
del Ministerio Público no reciba directrices o instrucciones provenientes del
Despacho, se abstendría de cumplir con sus funciones, contraviniendo así
una de sus atribuciones como lo es el de cumplir con sus funciones con
objetividad, diligencia y prontitud.
La excepción a lo antes expuesto, lo constituiría la circunstancia de que el
representante del Ministerio Público tenga una comisión para actuar en
determinado proceso y con ocasión a ello, de sus actuaciones coordinadas
con la Dirección comitente, estime necesario solicitar instrucciones con
relación a las gestiones que le corresponda realizar.
Adicional a ello, en la Circular N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20 de fecha 29
de septiembre de 1999, contentiva del ´Procedimiento para solicitar
instrucciones y elevar consultas´ impartida a todos los representantes del
Ministerio Público, el Fiscal General de la República señaló entre otros
particulares, lo siguiente ´...conforme a los lineamientos antes señalados y
en virtud de que la brevedad de los términos procesales vigentes impiden
que las actuaciones de los fiscales del Ministerio Público se sujeten a
consultas previas, las instrucciones impartidas por vía de consulta (...)
tendrán que referirse a eventuales situaciones...´.
Para concluir, esta Dirección de Consultoría Jurídica, considera que lo
procedente en el caso planteado por la Fiscal Octavo del Ministerio Público
del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, es
que los padres del niño A.C.C.E., interpongan la acción de responsabilidad
civil derivada del hecho ilícito en contra de la Corporación Venezolana de
Guayana -CVG-, en virtud de las lesiones sufridas por su hijo.
Asimismo, puede el representante del Ministerio Público con competencia

424
para actuar en las materias civil, familia y protección de conformidad con el
artículo 170, literal ´a´ de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, interponer la respectiva acción de protección en contra de la
mencionada corporación a objeto de lograr el adecuado acondicionamiento
de las instalaciones del Parque Zoológico Leofing, para los fines a las que
están destinadas. Igualmente, pueden intentar la referida acción de
protección el Consejo Nacional de Derechos del Niño y del Adolescente, el
Consejo Estadal de Derechos del Niño y del Adolescente, o el Consejo
Municipal de Derechos del Niño y del Adolescente, legitimados activos por
la ley especial…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:5
LOPNA art:63
LOPNA art:64
LOPNA art:170-a
LOPNA art:276
LOPNA art:277
COPP art:49
CC art:192
CC art:1185
CMP N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
29-09-1999
STSJSCO 31-06-2001

DESC ACCION CIVIL


DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC CONSULTAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC LESIONES
DESC NIÑOS
DESC PARQUES NACIONALES
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RESPONSABILIDAD CIVIL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.506-513.

425
173
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría de Consultoría DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-3432-2004-98138 FECHA:20041230
TITL En virtud de que la disposición general contenida en el artículo
218 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente es aplicable tanto a todas las sanciones -civiles y
penales- previstas en esta ley especial, pueden los fiscales
especializados del Ministerio Público, con fundamento en el
artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y el artículo 8 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, solicitar en los casos de abuso
sexual a niños, la aplicación del artículo 377 del Código Penal, a
objeto de lograr una efectiva protección integral al niño.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de acusar recibo de su comunicación N°


ZUL-35-1358-03, mediante la cual eleva a consulta de esta Dirección
asunto relacionado con la aplicación de los artículos 377 del Código Penal
-actos lascivos violentos- y, 259 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente -Abuso Sexual a Niños-.
Una vez analizada la comunicación remitida, esta Dirección de Consultoría
Jurídica hace las siguientes apreciaciones:
La Convención sobre los Derechos del Niño, constituye un instrumento
jurídico social de carácter universal que consagra los derechos humanos
de la niñez y la adolescencia. Es así como en su artículo 4, compromete a
los países que la han ratificado a adoptar y continuar de manera
progresiva un grupo de medidas de distinta índole, entre las que destacan
con especial atención las medidas de carácter legislativo, transformando
las leyes internas en cuerpos que respondan a los principios y normas de
Derechos Humanos y consagren los mecanismos idóneos para hacer
efectivos todos y cada uno de ellos.
Al ratificar Venezuela este instrumento legislativo internacional, asumió el
compromiso de adoptar todas las providencias necesarias para garantizar
el goce pleno y efectivo de los derechos de todos los niños y adolescentes
del país, responsabilidad que en lo atinente a las medidas de orden
legislativo desarrolla la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, en su artículo 78 al consagrar que: ´... Los niños, niñas y
adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán protegidos por la
legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales respetarán,
garantizarán y desarrollarán los contenidos de esta Constitución, la Ley, la
Convención sobre los Derechos del Niño y demás tratados internacionales
que en esta materia haya suscrito y ratificado la República...´.
En este contexto, al ser sancionada la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, se adecuó la legislación interna a la nueva
concepción de protección a los niños y adolescentes a quienes se
reconoce como sujetos plenos de derechos garantizándoles el ejercicio y
disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías.
Por su parte, la Convención sobre los Derechos del Niño dedica su artículo
426
19 al derecho que tienen los niños a estar protegidos contra las diversas
formas de abuso y explotación sexual y en este sentido establece que: ´1.
Los Estados Partes adoptarán las medidas legislativas, administrativas,
sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma
de perjuicio o abuso físico o mental (...) incluidos el abuso sexual..´.
Este derecho a la protección especial de los niños a la cual hace alusión
dicha Convención, implica la intervención penal del Estado para sancionar
la comisión de los actos cometidos en detrimento de su integridad sexual.
En este aspecto, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, considera que la integridad sexual es parte de la integridad
personal y desarrolla las previsiones contenidas en el referido instrumento
internacional.
En este contexto, esta Dirección de Consultoría Jurídica mediante
comunicación N° DCJ-14-1094-2000, de fecha 30 de noviembre de 2000,
estableció que: ´...(Omissis) La Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente (...) Especialmente los artículos 32 y 33 de la citada Ley
prevén el derecho a la integridad personal de todos los niños y
adolescentes, lo cual comprende la integridad física, psíquica y moral y, el
derecho a ser protegido contra cualquier forma de abuso y explotación
sexual...´.
Una vez resaltado que la ley especial desarrolla el contenido internacional
y constitucional existente en lo concerniente a la integridad sexual de los
niños y adolescentes, resulta pertinente transcribir el contenido de las
normas relacionadas con los actos lascivos violentos consumados en la
persona de un niño:
Código Penal. Artículo 377. ´El que valiéndose de los medios y
aprovechándose de las condiciones o circunstancias que se indican en el
Artículo 375, haya cometido en alguna persona de uno u otro sexo, actos
lascivos que no tuvieren por objeto el delito previsto en dicho artículo, será
castigado con prisión de seis a treinta meses.
Si el hecho se hubiere cometido con abuso de autoridad, de confianza o de
relaciones domésticas, la pena de prisión será de uno a cinco años, en el
caso de violencias o amenazas; y de dos a seis años en los casos de los
números 1° y 4° del artículo 375´.
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. Artículo 259.
´Abuso Sexual a Niños. Quien realice actos sexuales con un niño o
participe en ellos, será penado con prisión de uno a tres años.
Si el acto sexual implica penetración genital, anal u oral, la prisión será de
cinco a diez años.
Si el culpable ejerce sobre la víctima autoridad, guarda o vigilancia, la pena
se aumentará en una cuarta parte´.
De esta última norma, se desprende que la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, señala dos tipos de actos sexuales:
los actos sexuales simples, que son aquellos descritos en el
encabezamiento del artículo, en los cuales la acción se puede verificar
mediante una amplia gama de situaciones, pero que no implican la
penetración genital, anal u oral y, los actos sexuales agravados, que son
aquéllos en que la situación específica es la penetración en cualquiera de
las variedades descritas anteriormente.
Como especie de los actos sexuales en los que no se verifica penetración,
está el género de los actos lascivos, que según definición de Mendoza
Troconis, ´... son los dirigidos a excitar la propia concupiscencia hacia
placeres carnales (...) Estos actos pueden ser simples, complejos,

427
contemporáneos o progresivos hasta conseguir el fin libidinoso...´.
Igualmente, Gonzalo Himiob Santomé, define los actos lascivos como ´...
todas aquellas manifestaciones físicas de naturaleza y finalidad eróticas
que no son un acto carnal, es decir, que no suponen penetración genital,
anal u oral del órgano sexual o de parte del mismo en otra persona pero
que involucran contacto físico entre la víctima y el victimario...´.
Asimismo, señala la Enciclopedia Jurídica Opus, que los actos lascivos
son ´... las acciones que tienen por objeto despertar el apetito de lujuria, el
deseo sexual, a excepción de la conjunción carnal (...) Tales actos para
que constituyan delitos, deben ser determinados por la intención del
agente de excitar el apetito carnal en sí mismos o en otros (...) La
circunstancia de que el Código mencione tales actos en plural -actos
lascivos- no significa que deben ser varios; con uno sólo se ejecuta el
delito...´.
Según Jurisprudencia -sin identificar- citada en esta misma obra, ´...acto
lascivo es la acción ejecutada por el individuo en directa relación con el
sexo, sea en forma normal, anormal o aberrante...´.
Ahora bien, en el mismo tratado se lee con relación a los actos lascivos
violentos, que ´... se trata de aquellos actos para cuya ejecución el agente
se vale de los medios y se aprovecha de las condiciones y circunstancias
que se indica en el artículo 375 del C.P. Así, para que el acto lascivo sea
punible, se requiere que se haya cometido mediante violencia o amenazas,
o sin mediar éstas, en personas menores de doce años (...) o en la que no
estuviese en capacidad de resistir por causa de enfermedad física o
mental que padezca, por otro motivo independiente de la voluntad del
sujeto activo, o a consecuencia del empleo de medios fraudulentos o de
sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya valido. La
violencia, física o moral, debe estar dirigida a vencer la oposición de la
víctima...´.
Con relación a este tipo delictual señala Alberto Arteaga Sánchez, que ´...
es el delito cuya esencia está en la realización, con violencia real o
presunta, sobre otra persona, del mismo sexo o de otro, de actos
libidinosos o lujuriosos que no consistan en el ayuntamiento carnal ni
puedan ser sancionados en relación a este fin...´.
A su vez, el Código Penal, sanciona en el artículo 377 la conducta de
quien sirviéndose de la violencia o amenaza, o de cualquiera de las
condiciones previstas en el artículo 375 ejusdem, numerales 1 y 4, ejecute
en otra persona actos lascivos. Estos especiales medios de comisión -
violencia o amenazas- y condiciones -incapacidad de resistencia por
enfermedad física o mental o como consecuencia del empleo de medios
fraudulentos, sustancias narcóticas o excitantes- no están explícitamente
contemplados en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, la cual considera que el solo hecho de ser un niño la persona
ofendida -menor de doce años de edad- es condición suficiente para la
configuración del delito.
Respecto al artículo 377 de la ley sustantiva penal, expone en su
comunicación la fiscal consultante que:
´... si bien es cierto, pareciera ser más específico el contenido del artículo
377 en su último aparte del Código Penal en cuanto a la conducta
sancionada, no es menos cierto que este tipo penal está a su vez
contemplado en el artículo 259 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, encontrándose entonces ante dos normas
jurídicas que contienen el mismo tipo penal, por cuanto la violencia

428
reflejada por el legislador al referirse a los actos libidinosos (que no tienen
por objeto la consumación del acto sexual, sino la satisfacción de la lujuria)
contra niños menores de doce años en el Código en comento, es una
violencia presunta enfocada desde el punto de vista de la incapacidad de
comprender la magnitud o consecuencias derivadas del mismo acto, y no
desde el punto de vista de la violencia física (...) por otro lado la disyuntiva
más relevante, está referida a la sanción a aplicarse, puesto que en el
Código Penal dicha conducta establece una pena privativa de libertad de
dos (2) a seis (6) años de presión (sic), a diferencia de la Ley Especial que
contempla una pena a aplicar de uno (1) a tres (3) años de prisión, lo que
conlleva por mandato constitucional a que deba aplicársele al imputado la
ley que le sea más benigna, de conformidad con lo establecido en el
artículo 24 de la Constitución Nacional (...) se debe aplicar la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, con primacía, en todos los
casos cuyas conductas infringidas por el sujeto activo, se encuentren
previstas en la Sección Cuarta, Capítulo IX de las Sanciones Penales,
puesto que al utilizar la normativa contenida en el Código Penal, en el caso
de los actos lascivos violentos, no sólo se lesionaría la Garantía
Constitucional, referida a que debe aplicarse la Ley que le sea más
favorable al imputado, sino que además se estaría violentando el orden
jerárquico que tienen las leyes...´..
Tal aseveración por parte de la Fiscal Trigésima Quinta del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial de Estado Zulia, se corresponde con
lo que la doctrina define como un aparente concurso de leyes, en virtud de
lo cual se hacen necesarias las siguientes reflexiones:
Sostiene Santiago Mir Puig, al respecto que ´... se habla de concurso de
leyes cuando uno o varios hechos son incluibles en varios preceptos
penales de los que sólo uno puede aplicarse, puesto que su estimación
conjunta supondría un bis in ídem. Ello sucede siempre que uno de los
preceptos basta por si sólo para aprehender todo el desvalor del hecho o
hechos concurrentes (...) la concurrencia de los distintos preceptos es sólo
aparente, puesto que una correcta interpretación de los mismos pone de
manifiesto que, desde un principio, en realidad sólo concurre uno de ellos.
/ Los principios de solución de un concurso de leyes. / La decisión de
cuándo existe un concurso de leyes (y un solo delito) y no un concurso de
delitos, así como, en su caso, la cuestión de que una norma es preferente
y cuál debe quedar desplazada, dependen de la interpretación de las
distintas normas penales en juego.
Pero existen distintos principios que la doctrina ha ido elaborando para
orientar dicha interpretación y que resultan válidos a condición de que se
admita que no suelen ofrecer soluciones automáticas (...) Según el
principio de especialidad, existe concurso de leyes cuando de los varios
preceptos aparentemente concurrentes uno de ellos contempla más
específicamente el hecho que los demás, y tal concurso de leyes debe
resolverse aplicando sólo la ley más especial (lex specialis derogat legem
generalem: la ley especial deroga la general) (...) Todo aquel hecho que
realiza el precepto especial realiza necesariamente el tenor literal del
general, pero no todo hecho que infringe el precepto general realiza el
tenor literal del especial...´.
En este mismo contexto, Luis Jiménez de Asúa, señala que ´... el principio
de especialidad puede formularse diciendo que en el caso en que una
misma materia sea regulada por dos leyes o disposiciones de ley, la ley o
la disposición especial será la aplicable: Lex specialis derogat legi

429
generale. / Se dice que dos leyes o dos disposiciones legales se hallan en
relación de general y especial, cuando los requisitos de tipo general están
todos contenidos en el especial (...) Es preciso que ambas leyes estén
vigentes contemporáneamente en el instante de su aplicación, porque, en
el supuesto contrario, no sería un caso de concurso, sino que presentaría
un problema en orden a la ley penal en el tiempo...´.
En cuanto al objeto de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, la misma, en su artículo 1 establece que el objetivo de la
misma es garantizar a todos los niños y adolescentes, que se encuentren
en el territorio nacional, el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo de sus
derechos y garantías que van desde el derecho a la educación; derecho a
mantener relaciones personales y contacto directo con los padres; derecho
a un nivel de vida adecuado; derecho a la vida; derecho a la integridad
personal; derecho a ser protegidos contra el abuso y la explotación sexual,
entre otros.
Ahora bien, de nada valdría consagrar derechos y darles contenido, sin
crear las vías idóneas para garantizarlos, y es así como esta ley especial
concibe el denominado Sistema de Protección del Niño y del Adolescente,
consagrado en el Título III que dedicó el Capítulo IX al establecimiento de
un conjunto de medidas sancionatorias para quienes estando obligados a
ellos, no garanticen, amenacen o violen, los derechos y garantías
consagrados a los niños y adolescentes, es así como este Capítulo
contiene las disposiciones sancionatorias.
Dicho Capítulo, a su vez está subdividido en cuatro dispositivos: Sección
Primera: Disposiciones Generales; Sección Segunda: Infracciones y
Sanciones; Sección Tercera: Multas y Cuarta: Sanciones Penales.
En este punto, a los fines de interpretar adecuadamente las ideas que se
desarrollarán más adelante es necesario definir el término infracción, el
cual según el Diccionario Enciclopédico Grijalbo, significa ´contravención
de una ley, tratado o norma. Acción u omisión que produce un mal al orden
social y se sanciona con una pena´”.
Por su parte, la Enciclopedia Jurídica Opus, la define como:
“Contravención de una ley, tratado o norma. Acción u omisión que produce
un mal al orden social y se sanciona con una pena. Acción y efecto de
violar una prohibición legal o de realizar un acto contrario al deber
impuesto por una norma, orden legítima o convención.
Según Escriche: ‘ Es la transgresión, violación o quebrantamiento de una
ley, pacto o tratado’ . Para José Buxade, tratadista español, la infracción
es: ‘ Contravención de lo dispuesto en la ley, contrato u obligación de
observancia forzosa...”, es decir, latus sensus, la infracción es toda
violación a una ley, tratado o norma que produce un mal, el cual es
sancionable”.
“Una vez señalado lo anterior, cabe resaltar que el legislador en la Sección
Primera del Capítulo en estudio ofrece seis (6) artículos contentivos de las
Disposiciones Generales, dentro de las cuales merece especial atención el
artículo 218, que reza:
´Cuando una Ley establezca sanciones más severas a las previstas como
infracciones en esta Ley, se aplicará con preferencia a las aquí
contenidas´.
Si se interpreta que la aplicación preferente del artículo 218, está
destinada sólo a las infracciones contenidas en la ley especial, quedan
entonces excluidas todas aquellas conductas que ésta no considere como
tales sino como delitos, por lo que aunque el tipo delictual descrito por la

430
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente esté previsto
en otro cuerpo normativo que sancione dicha actuación con una pena más
severa, no se podrá aplicar, pues el artículo 218 sólo se considera referido
a las infracciones y no a los delitos.
La propia Exposición de Motivos de la ley in comento reconoce el sacrificio
en lo atinente a la técnica legislativa, y Leopoldo Palacios, en lo referente a
las disposiciones generales de toda ley, señala que ´... se hace necesario
recoger bajo esta denominación los principios rectores del proyecto de ley,
ya no para evitar equívocos sino más bien para no tener que repetir en
cada caso una misma norma o un mismo principio... (...) Las leyes
especiales son el caballito de batalla del legislador venezolano, se utilizan
para regular cualquier materia o actividad (...) Como su nombre lo indica y
así lo tiene consagrado el Código Civil (Artículo 14), estas leyes deben ser
especiales; es decir reguladoras de una sola materia en particular (...) Si
en los códigos es recomendable utilizar un Título Preliminar, no sucede así
cuando se trata de Leyes Orgánicas o Especiales, en las cuales dicha
primera parte debe cubrirse con un título bajo la denominación de
Disposiciones Generales o Disposiciones Fundamentales...´.
Aunado a lo anterior, continúa la Exposición de Motivos expresando ´...El
Proyecto contempla un conjunto de sanciones, tanto civiles como penales,
aplicables en caso de infracciones contra los bienes jurídicos más
relevantes consagrados a favor de los niños y adolescentes...´.
Al respecto, Belkys Vethencourt de Escobar en su ponencia ´Las
Infracciones a la Protección Debida y las Sanciones en la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente´, sostiene que:
´... el Título III de la LOPNA, en el cual se define y norma la actuación del
Sistema de Protección del Niño y del Adolescente, además de establecer
las estrategias, actores, órganos, instancias, procedimientos y fuentes de
recursos para lograr el objetivo de la protección integral, dedicó capítulo
aparte al establecimiento de un conjunto de medidas sancionatorias para
quienes, estando obligados a ello, no garanticen, amenacen o violen los
derechos y garantías consagrados a los niños y adolescentes. / El capítulo
IX del Título III es el que contiene las disposiciones sancionatorias
aplicables cuando en la realidad se produzca una infracción a la protección
debida a dichos niños y adolescentes. En este sentido, este capítulo IX
contiene cuatro secciones: Una dedicada a las disposiciones generales,
las cuales son aplicables tanto a las sanciones penales como a las de
carácter civil; otra dedicada a la enumeración de las conductas ilícitas que
conllevan a la imposición de una sanción; una tercera contentiva de la
forma de calcular las multas impuestas según la sección anterior; y la
última, dedicada a la enumeración de las conductas que conforman un
ilícito penal...´.
De lo precedentemente expuesto, se colige latus sensus que infracción es
toda violación a una ley, tratado o norma que produce un mal, el cual es
sancionable, y que dicho vocablo puede ser utilizado para referirse tanto a
acciones de índole penal como civil.
Siendo ello así, no es dable interpretar que la disposición de carácter
general contenida en el artículo 218 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente -aplicación preferente- sólo es aplicable para
las infracciones previstas en la Sección Segunda del Capítulo IX del
referido cuerpo normativo, toda vez que dicho artículo debe ser tomado en
consideración para las demás secciones que conforman el aludido
capítulo, en virtud de contemplar un conjunto de sanciones –civiles y

431
penales- aplicables en caso de contravenciones contra los bienes jurídicos
más relevantes consagrados a favor de niños y adolescentes.
Adicionalmente, resulta incomprensible que el contenido del referido
artículo sólo es aplicable para aquellos hechos denominados a la luz de la
esta ley especial como infracción, cuya trasgresión deriva en una sanción
pecuniaria -multa- y no así para aquellos actos antijurídicos que la misma
ley consagra como delitos, cuya perpetración acarrea la aplicación de una
pena corporal -prisión-.
Tal afirmación se concilia con lo destacado en la Exposición de Motivos de
la ley especial en los siguientes términos: ´... Se decidió denominarla ley y
no código porque no es un dispositivo cerrado, aun cuando este proyecto
recoge la mayoría de las normas aplicables a niños y adolescentes y
contiene principios y disposiciones programáticas, sustantivas y
procedimentales de aplicación preferente frente a otras leyes que rigen la
materia. En efecto, hay materias que se seguirán regulando por otras
normas, como por ejemplo el Código Civil...´.
Concordante con lo antes señalado, José Luis Irazú Silva sostiene que:
´... La ley trae algunas disposiciones de carácter general, relativas a las
sanciones penales, que se estimaron necesarias en pro de una cabal
protección al niño y al adolescente entre las cuales cabe destacar la
declaratoria de acción pública de todos los hechos punibles cuyas víctimas
sean niños o adolescentes; la consagración como circunstancia agravante
de todo hecho punible a los efectos del cálculo de la pena que la víctima
sea un niño o un adolescente; la disposición de privilegiar la aplicación del
tipo más gravoso, ante la concurrencia de varios tipos penales que definan
y castiguen la misma conducta en perjuicio de un niño o de un
adolescente. / Se entiende por concurso de tipos el fenómeno en virtud del
cual una misma conducta parece subsumirse, a la vez, en diversos tipos
penales de tal manera que el juez, no pudiendo aplicarlos correctamente
sin violar el principio del non bis in ídem, debe resolver concretamente a
cual de ellos se adecua el comportamiento. / En virtud del principio
comentado, la LOPNA soluciona el problema al ordenar, si el conflicto de
leyes es real, aplicar como ley especial, la que mejor protege a niños y
adolescentes, que es la que mayor pena imponga a quienes delincan en
su perjuicio...´.
En otro orden de ideas, cabe advertir que la ley penal describe conductas
vinculantes desde su promulgación hasta su extinción, por lo que no puede
ser aplicada a hechos pasados, es decir, no tiene efectos retroactivos. El
principio de la irretroactividad constituye la regla general que rige nuestro
ordenamiento jurídico.
Sin embargo, a pesar de que este principio constituye la regla general, el
propio ordenamiento jurídico por razones de defensa social consagra la
excepción a dicha regla, al establecer en el artículo 2 del Código Penal; 24
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y 680 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, la
retroactividad de la nueva ley cuando ésta resulte más favorable al reo.
La extractividad en sus dos formas, es decir, tanto la retroactividad como al
la ultractividad, delimitan la validez de la ley penal en el tiempo, rigiendo su
aplicación el principio tempus regit actum, en fuerza del cual la eficacia de
la norma incriminadora queda circunscrita al tiempo durante el cual está en
vigencia.
De tal manera que es en protección de los derechos del niño y del
adolescente definidos como prioridad absoluta del Estado y como sujetos

432
estratégicos para el desarrollo sustentable tal y como se desprende de la
Exposición de Motivos de la Carta Magna, y desarrollado en su artículo 78
-interés superior- que los fiscales del Ministerio Público especializados
deben acatar lo dispuesto en el ya citado artículo 218 de la ley especial,
tomando en consideración para ello la previsión contenida en el artículo 24
de la norma fundamental.
Para concluir, esta Dirección de Consultoría Jurídica considera que en
virtud de la
interpretación del artículo 218 de la ley especial que se desarrolla en la
presente opinión, pueden los fiscales especializados del Ministerio Público,
con fundamento en el artículo 78 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y el artículo 8 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente solicitar en los casos de abusos
sexuales a niños, la aplicación del artículo 377 de la ley sustantiva penal.
Asimismo, en caso de que la decisión emanada del órgano jurisdiccional
competente sea contraria a la imputación formulada, podrán agotar la vía
recursiva a fin de que prive una efectiva protección integral al niño...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:24
CRBV art:78
LOPNA art:8
LOPNA art:32
LOPNA art:33
LOPNA art:218
LOPNA art:259
LOPNA art:680
CP art:2
CP art:375
CP art:375-1
CP art:375-4
CP art:377
CDN art:4
CDN art:19
OPMP Nº DCJ-14-1094-2000
30-11-2000

DESC ABUSO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES


DESC ACCION CIVIL
DESC ACCION PENAL
DESC ACTOS LASCIVOS
DESC CONCURSO DE LEYES
DESC CONSULTAS
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INTERPRETACIÓN DE LA LEY
DESC LEYES
DESC PROTECCIÓN DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.513-524.

433
174
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-406-2004 FECHA:20040315
TITL Conforme al principio del equilibrio patrimonial que debe privar
entre las partes que lleven a cabo una contratación el Ministerio
Público, debe reconocer a sus contratistas las variaciones en
los precios producto del fenómeno inflacionario, siempre y
cuando estos últimos justifiquen su solicitud a satisfacción de
la Institución.

FRAGMENTO

“En atención al Memorandum N° DGA-037-2004, mediante el cual se


remite a este Despacho ´copia del oficio N° 52098, de fecha 31/10/2003,
mediante el cual se le notificó el otorgamiento de la Buena Pro a la
empresa Otal C.A, como resultado del proceso de Licitación N° 04/2003,
copia de la comunicación de fecha 4/12/2003, en la cual el Director
General de Otal C.A., informa sobre el aumento de precios de los equipos
de su suplidor, copia de la factura pro-forma del suplidor con los nuevos
precios, copia de la cotización original y copia de la cotización en la cual la
empresa OTAL C.A, presenta la oferta actualizada´, a los fines de que se
emita un pronunciamiento al respecto se observa lo siguiente:
I. De los hechos: De la revisión de los documentos que acompañan al
memorándum en comentario, se observa que el representante de la
sociedad mercantil OTAL C.A, presentó al Ministerio Público una oferta
para el suministro e
instalación de equipos de aire acondicionado para la sede del organismo
ubicada en la ciudad de Maracaibo del Estado Zulia, por la cantidad de
doscientos sesenta y ocho millones setecientos cuarenta y dos mil
doscientos noventa y ocho bolívares con veinte céntimos (Bs.
268.742.298,20), calculado a la tasa oficial de cambio de Bs. 1.600,oo por
dólar de los Estados Unidos de Norteamérica.
Por otra parte, se observa comunicación suscrita por la Directora de
Administración dirigida a la sociedad mercantil OTAL C.A, de fecha 31 de
octubre de 2003, en la cual se expresa que a la referida empresa le fue
otorgada la buena pro en el proceso de Licitación General N° 04-2003, por
el monto anteriormente indicado.
Mediante comunicación de fecha 4 de diciembre de 2003, el representante
de la sociedad mercantil Otal C.A, le comunica al Ministerio Público, que
´en vista de que el suplidor de equipos ha aumentado los precios, anexo le
estamos enviando los nuevos análisis de precios y la actualización de la
oferta´. Asimismo señala, que ´se ha obtenido de CADIVI la autorización
de divisas, que entendemos es la primera vez que se otorga para equipos
de aire acondicionado, Trane de Venezuela logró esta autorización´ y que
´estamos anexando la pro forma de ellos a nosotros, que fue la utilizada en
los análisis de precios. Consideramos que estas divisas han sido una gran
oportunidad ya que como habíamos informado anteriormente, no se
conocía de ningún caso de dólares a Bs. 1.600,00 para aire
acondicionado´.

434
Se acompaña al memorandum en referencia, comunicación suscrita por el
representante de la sociedad mercantil Otal C.A, de fecha 4 de diciembre
de 2003, en la cual presenta una nueva oferta al Ministerio Público, para el
suministro e instalación de los equipos en referencia, por la cantidad de
trescientos nueve millones cuatrocientos treinta y tres mil trescientos ocho
bolívares con treinta y dos céntimos (Bs. 309.433.308,32).
II. Del pronunciamiento: El caso que nos ocupa se circunscribe a
determinar la procedencia o no de que el Ministerio Público, le reconozca a
la sociedad mercantil Otal C. A, el incremento en el monto de la oferta
efectuada por ésta última a los fines del suministro e instalación de los
equipos de aire acondicionado en la sede del organismo ubicada en la
ciudad de Maracaibo del Estado Zulia, y sobre la cual ya el Ministerio
Público había otorgado la buena pro.
1. Punto previo: Es de advertir que este Despacho, mediante
Memorandum N° DCJ-6-1872-2003, de fecha 1 de diciembre de 2003, se
pronunció sobre un anterior planteamiento efectuado por la sociedad
mercantil Otal C.A, en el mismo sentido, vale decir, sobre un ajuste en la
oferta presentada por la compañía motivado en esa oportunidad a la
supuesta dificultad que se le presentó para adquirir la divisa
norteamericana a través de la Comisión de Administración de Divisas -
CADIVI-. El ajuste en la oferta consistía en que el Ministerio Público, le
reconociera a la sociedad mercantil OTAL C.A, el precio de los equipos a
ser suministrados a una tasa de cambio significativamente superior a la
oficial, en concreto a razón de Bs. 2.700,00 por dólar de los Estados
Unidos de Norteamérica.
Esta Dirección de Consultoría Jurídica ante tal solicitud, entre otros
particulares señaló, que el hecho de que en la actualidad exista un control
de cambio de divisas, no imposibilitaba el cumplimiento de las obligaciones
asumidas por la compañía frente al Ministerio Público, dado que no
estamos en presencia de alguna disposición prohibitiva o imperativa
emanada del Estado por razones de interés público general que deba ser
acatada por ésta y que por ello, la contratista, en este caso la sociedad
mercantil OTAL C.A, debía mantener el monto de la oferta que presentó al
Ministerio Público para el suministro e instalación de equipos de aire
acondicionado en la sede del organismo en la ciudad de Maracaibo del
Estado Zulia.
Por otra parte este Despacho señaló que el Decreto de Reforma Parcial de
la Ley de Licitaciones publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 5.556 Extraordinaria de fecha 13 de
noviembre de 2001, no prevé en sus disposiciones norma alguna que
faculte al contratante, en este caso el Ministerio Público, a autorizar un
ajuste de precios una vez que se hubiese otorgado la buena-pro en una
licitación. Se indicó que no le estaría permitido a la Institución reconocer un
diferencial cambiario para la adquisición de los equipos de aire
acondicionado diferente y considerablemente superior al establecido de
manera oficial y que rige de manera obligatoria en todo el territorio de la
República.
Asimismo está Dirección, refirió que sin entrar en contradicción con lo
expresado, tal y como lo ha manifestado en anteriores oportunidades, es
viable que en los casos de órdenes de compra o de servicios generados
por adjudicación directa o procesos licitatorios, se les debe reconocer a los
proveedores del Ministerio Público, las variaciones en los precios producto
de las diferencias entre el valor del Bolívar frente al Dólar de los Estados

435
Unidos de Norteamérica, siempre y cuando los primeros justifiquen su
solicitud a satisfacción del Ministerio Público.
Dicho reconocimiento está fundamentado en el principio del equilibrio
patrimonial que debe privar entre las partes contratantes y en el hecho de
que en las relaciones entre particulares y el Estado, en este caso
representado por el Ministerio Público, ambos sujetos actúan en un plano
de igualdad en sus relaciones comerciales. Sin embargo, dicha variación
de precios y su consecuente reconocimiento, tendría lugar solamente si se
produjese una modificación oficial del valor del bolívar frente al dólar
norteamericano que incremente su valor; como por ejemplo, cuando la
paridad cambiaria fue ajustada de Bs. 1600,oo a Bs 1.920,00. Este
supuesto implicaría que el Ministerio Público reconocería el diferencial
cambiario a que hubiere lugar desde el momento de la presentación de la
oferta por parte del contratista hasta la oportunidad en que haga efectiva la
entrega de los bienes y/o servicios mediante algún documento (nota de
entrega o factura).
En este orden de ideas se destacó el hecho de que los bienes y/o servicios
sujetos a éste ajuste serán única y exclusivamente los que contengan
componentes importados, dado que son éstos los que están sujetos a la
incidencia de la política cambiaria en cuanto a su valor.
Ahora bien, una vez señalado lo expresado mediante el Memorándum N°
DCJ-6- 1872-2003, de fecha 1 de diciembre de 2003, esta Dirección de
Consultoría Jurídica pasa a pronunciarse sobre los nuevos planteamientos,
en los siguientes términos:
2. Del ajuste de precios una vez otorgada la buena pro en un proceso
licitatorio: Esta Dirección reitera, que conforme al principio de legalidad
administrativa, el cual puede ser enunciado en el sentido de que todos los
actos emanados de los órganos del poder público deben realizarse en
completa armonía con las reglas del derecho, lo cual significa no sólo la
subordinación de los actos del poder público a las leyes sino también a los
reglamentos, ordenanzas y demás actos normativos e implica para las
autoridades administrativas ceñir sus decisiones a lo que se ha
denominado ´el bloque jurídico´, esto es el conjunto de reglas jurídicas
preestablecidas, contenidas en la Constitución, las leyes normativas, los
decretos leyes, los tratados, los reglamentos, las ordenanzas y demás
fuentes escritas del derecho y los principios que informan al ordenamiento
jurídico, y de acuerdo con lo dispuesto en el Decreto de Reforma Parcial
de la Ley de Licitaciones publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 5.556 Extraordinaria de fecha 13 de
noviembre de 2001, no es posible que el Ministerio Público, autorice un
ajuste de precios una vez otorgada la buena pro en un procedimiento
licitatorio.
Si se analiza con detenimiento el texto de la mencionada Ley Especial, se
observa que la intención del legislador fue la de establecer la obligación
del ente contratante de otorgar la buena pro a la oferta que en un proceso
licitatorio resulte ganadora, según los criterios de evaluación que hayan
sido adoptados y que cumpla los requisitos y condiciones establecidos en
los pliegos de licitación, tal y como se establece en el artículo 90, pero no
así permitir la modificación de la oferta una vez que es presentada.
En este sentido, si se toma como referencia lo dispuesto en el artículo 54
eiusdem, se puede evidenciar que al ente contratante no se le permite con
respecto al oferente, pedirle o aceptarle modificar condiciones de la oferta,
distintas a su plazo de validez en aquellos casos en que solicite su

436
prorroga.
En efecto, la norma en referencia señala que: ´El ente contratante puede
solicitar a los oferentes que prorroguen la validez de sus ofertas. Los
oferentes que accedan a prorrogar la validez de la oferta, proveerán lo
necesario para que la garantía de sostenimiento de la oferta se mantenga
vigente durante el tiempo requerido en los pliegos de licitación más la
prorroga. Con ocasión de la solicitud de prórroga de validez de las ofertas,
no se pedirá ni permitirá modificar condiciones de la oferta, distintas a su
plazo de validez´.
Por otra parte, el artículo 86 ibidem se encuentra redactado en el mismo
sentido, ya que no permite la modificación de la oferta presentada por el
oferente. Así tenemos que según lo dispone la norma, en caso de que el
participante adjudicatario no mantenga su oferta, se niegue a firmar el
contrato, no suministre la fianza de fiel cumplimiento o le sea anulada la
Buena Pro, por haber suministrado información falsa, existe la obligación
del ente contratante de otorgar la buena pro a los oferentes que hubieren
merecido la segunda y tercera opción, en este mismo orden. El referido
precepto legal textualmente señala: ´Los oferentes que hubieren merecido
la segunda y la tercera opción tienen, en ese mismo orden, el derecho a
que le sea otorgada la buena pro, en caso de que el participante
adjudicatario no mantenga su oferta, se niegue a firmar el contrato, no
suministre la fianza de fiel cumplimiento o le sea anulada la buena pro, por
haber suministrado información falsa´.
Circunscribiéndonos al caso en concreto, tenemos que el Ministerio
Público, le otorgó la Buena Pro a la sociedad mercantil OTAL C.A, por
haber cumplido con los requisitos establecidos en el procedimiento de
licitación y presentar la oferta más beneficiosa para el organismo,
circunstancia ésta que hizo del conocimiento de esa empresa mediante
oficio N° 52098 de fecha 31 de octubre de 2003, dirigido por la Directora
de Administración al representante de la sociedad mercantil OTAL C.A, y
en el cual además le señalaba a este último que ya se había emitido la
correspondiente orden de compra signada con el N° 381.
En consecuencia sobre la base de lo anteriormente expresado, esta
Dirección de Consultoría Jurídica es del criterio, que el Ministerio Público
por el hecho de haber otorgado la buena pro a la sociedad mercantil OTAL
C.A, dentro del proceso licitatorio para la adquisición de equipos de aire
acondicionado para la sede del organismo ubicada en la ciudad de
Maracaibo del Estado Zulia, se encuentra ante la imposibilidad legal de
reconocerle a la referida compañía, el incremento en el monto de la oferta
que ésta última solicita.
3. De la variación de los precios producto del fenómeno de la inflación:
Este Despacho es de la opinión y así lo ha manifestado en anteriores
oportunidades, que ciertamente en los casos de ordenes de compra o de
servicios generados por adjudicación directa o procesos licitatorios, se les
debe reconocer a los contratistas del Ministerio Público, las variaciones en
los precios producto del fenómeno inflacionario, siempre y cuando los
primeros justifiquen su solicitud a satisfacción del Ministerio Público. Dicho
reconocimiento está fundamentado en el principio del equilibrio patrimonial
que debe privar entre las partes que llevan a cabo una contratación y en el
hecho de que en las relaciones entre los particulares y en este caso la
administración representada por el Ministerio Público, ambos sujetos
actúan en un plano de igualdad en sus relaciones comerciales.
Pudiera ser que desde el momento en que el contratista pactó la obligación

437
con el Ministerio Público, hasta el momento de su efectivo cumplimiento,
se hubieren producido una serie de modificaciones en los precios de los
materiales, equipos, suministros, mano de obra y otros insumos, así como
variaciones en el valor real de la moneda, lo que es conocido jurídicamente
como perturbaciones económicas apreciables en situaciones
contractuales, siendo que en tales condiciones evidentemente queda roto
el equilibrio contractual originalmente convenido entre las deudas
asumidas por una y otra parte. Una vez reconocida la procedencia de las
perturbaciones económicas, lo conducente es determinar la forma en la
cual se ajustarán las obligaciones.
En este sentido, el Índice de Precios al Consumidor del Área Metropolitana
de Caracas, publicado por el Banco Central de Venezuela, es el
instrumento a considerar para tales fines.
III. Conclusión: Sobre la base de lo expresado, esta Dirección de
Consultoría Jurídica estima que lo procedente en el caso que nos ocupa,
es reconocerle a la sociedad mercantil OTAL C.A, un ajuste sobre la
totalidad del monto originalmente presupuestado para la ejecución de la
obra, para lo cual se deberá tomar como factor de cálculo la variación del
Índice de Precios al Consumidor del Área Metropolitana de Caracas,
publicado por el Banco Central de Venezuela. El periodo a considerar para
efectuar el ajuste en comentario, abarca desde la fecha de la presentación
de la oferta por parte del contratista hasta la fecha en que el contratista a
través de la documentación correspondiente haga efectiva la entrega de la
obra.
Es entendido que de no existir la disponibilidad presupuestaria para el
pago del referido ajuste, el mismo se cancelará en el siguiente ejercicio
fiscal previo reconocimiento administrativo de la acreencia por parte del
Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LL art:54
LL art:86
LL art:90
MMP Nº DCJ-6-1872-2003
01-12-2003

DESC CONTRATOS DE SERVICIOS


DESC INFLACION
DESC INTERMEDIARIOS Y CONTRATISTAS
DESC LEGALIDAD
DESC LICITACIÓN PUBLICA
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.525-530.

438
175
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General Administrativa DGA
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-661-2004 FECHA:20040420
TITL El Ministerio Público cada vez que emita o utilice órdenes de
pago, cheques, transferencias o cualquier otro medio de pago a
favor de sus contratistas se encuentra en la obligación de
gravar el monto que corresponda con el impuesto del 1x1000,
establecido en el artículo 9 de la ordenanza de timbre fiscal del
Distrito Metropolitano de Caracas, publicada el 12 de noviembre
de 2003 en la Gaceta Oficial N° 0015 de dicho distrito
metropolitano, impuesto éste, que la Institución deberá enterar
al tesoro metropolitano.

FRAGMENTO

“En atención a su Memorándum N° DGA-132-2004, mediante el cual


solicita a este Despacho: ´pronunciamiento jurídico en relación a la
procedencia del condicionamiento del pago de obligaciones contraídas por
el Ministerio Público, a través de contratos, ordenes de servicios u ordenes
de compra, al cumplimiento del pago del impuesto 1X 1000 consagrado en
el artículo 9 de la Ordenanza de Timbre Fiscal del Distrito Metropolitano,
publicada en Gaceta Oficial del Distrito Metropolitano de Caracas N° 0015
Extraordinaria, de fecha 12 de noviembre de 2003, en concordancia con la
Ley de Timbre Fiscal (se anexan copias), en atención a la comunicación
emanada de la Dirección de Recaudación de Tasas e Impuestos de la
Alcaldía Metropolitana de Caracas´, se observa lo siguiente:
El pronunciamiento solicitado a esta Dirección de Consultoría Jurídica, se
circunscribe a determinar si la emisión de órdenes de pago, cheques,
transferencias o cualesquiera otros medios de pago por cantidades iguales
o superiores a cincuenta unidades tributarias (50 U.T), que realicen las
dependencias del Ministerio Público ubicadas en jurisdicción del Distrito
Metropolitano de Caracas, en calidad de anticipos, pagos totales o
parciales a favor de los contratistas que le ejecuten obras, le presten
servicios o le suministren bienes, están sujetos o no al impuesto
establecido en el artículo 9 de la Ordenanza de Timbre Fiscal del Distrito
Metropolitano de Caracas, publicada el día 12 de noviembre de 2003 en la
Gaceta Oficial N° 0015 de dicho Distrito Metropolitano.
Al respecto, una vez analizado el caso planteado así como la
comunicación N° DRTI-2004-000140 dirigida por el Director de
Recaudación de Tasas e Impuestos de la Alcaldía del Distrito
Metropolitano de Caracas a la Dirección General Administrativa, se
presentan las siguientes consideraciones:
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el numeral 7
del artículo 164 establece que es de la competencia exclusiva de los
Estados ´la creación, organización, recaudación, control y administración
de los ramos de papel sellado, timbres y estampillas´. En este sentido,
tenemos que del referido precepto constitucional se infiere que los entes
políticos territoriales que detentan el Poder Estadal no son sólo
competentes para recaudar los ramos del tributo de timbre fiscal, sino
439
además para crearlos, tal y como lo manifestó la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia en Sentencia N° 572 de fecha 18 de marzo
de 2003, con ocasión del recurso de nulidad interpuesto en contra de
ciertos artículos de la Ordenanza de Timbre Fiscal del Distrito
Metropolitana de Caracas, publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 5.493, de fecha 19 de octubre de 2000, al
señalar que: ´por voluntad del artículo 164, numeral 7, de la constitución,
que habla de la creación y no sólo de la recaudación, el establecimiento
por parte del órgano legislativo estadal, o por el Cabildo Metropolitano de
Caracas, de tributos por concepto de timbre fiscal, no se encuentra
limitado a la exacción de tasas por la prestación de servicios públicos que
de manera exclusiva y excluyente sean brindados por los órganos o los
entes que lo integran administrativamente, ya que los entes políticos
territoriales serían los únicos competentes para crear, a través de sus
leyes estadales, tributos en materia de timbre fiscal´.
En lo que se respecta al Distrito Metropolitano de Caracas, es de
mencionar que el fallo anteriormente citado, dictado por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (el cual tiene carácter
vinculante a tenor de lo dispuesto en el artículo 334 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela), establece una equiparación entre
éste y los entes políticos territoriales que detentan el Poder Estadal a los
fines tributarios, específicamente en materia de Timbre Fiscal cuando
señala que: ´será a partir de la publicación del presente fallo, competencia
exclusiva de aquellos Estados que como el Distrito Metropolitano de
Caracas, asuman dicha atribución mediante la sanción de la respectiva
Ley de Timbre Fiscal´.
En este orden de ideas, en atención a la aludida equiparación del Distrito
Metropolitano de Caracas, con los entes políticos territoriales que detentan
el Poder Estadal en lo que a materia de timbre fiscal se refiere, y sobre la
base de la mención efectuada por la Sala Constitucional de nuestro
Máximo Tribunal, en cuanto a que dicho Distrito Metropolitano legisle sobre
la referida materia, el Cabildo del Distrito Metropolitano de Caracas, en
desarrollo del precepto constitucional contenido en el numeral 7 del
artículo 164 de nuestra Carta Magna ya referido y en ejercicio de las
atribuciones contenidas en el numeral 2 del artículo 12 y el numeral 1 del
artículo 24 de la Ley Especial sobre el Régimen del Distrito Metropolitano
de Caracas en concordancia con el numeral 3 del artículo 167 de nuestra
Carta Magna, procedió a sancionar la Ordenanza de Timbre Fiscal del
Distrito Metropolitano de Caracas, publicada el día 12 de noviembre de
2003, en la Gaceta Oficial N° 0015 de dicho Distrito Metropolitano. Es de
señalar, a fines ilustrativos que en el texto de la Ordenanza en cuestión,
incluso se hace referencia al varias veces citado fallo de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, así por ejemplo en su
artículo 31 se expresa: ´que a los fines de la aplicación del artículo 26,
para la distribución de los montos efectivamente recaudados por el Distrito
Metropolitano de Caracas con ocasión de hechos imponibles ocurridos en
jurisdicción del Municipio Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre del Estado
Miranda, se aplicará provisionalmente el criterio establecido en la
Sentencia N° 572 , de fecha 18 de marzo de 2003, emanada de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia´.
De todo lo expresado anteriormente, este Despacho puede afirmar que las
previsiones fiscales contenidas en dicha Ordenanza distrital son
jurídicamente procedentes, en particular, la que nos ocupa que se

440
encuentra contenida en su artículo 9 del Capítulo IV, mediante la cual se
establece un impuesto que ingresará al Tesoro Metropolitano, cuando se
configure el supuesto allí establecido.
En este orden de ideas, el mencionado artículo 9 de la varias veces
mencionada Ordenanza de Timbre Fiscal del Distrito Metropolitano de
Caracas, establece un impuesto del uno por mil, (1 X 1000) que grava la
emisión de órdenes de pago, cheques, transferencias o cualesquiera otros
medios de pago por parte de entes u
órganos del sector público nacional, estadal, distrital y municipal ubicados
en la jurisdicción del Distrito Metropolitano de Caracas, cuyo monto sea
igual o superior a cincuenta unidades tributarias (50 UT), que sean
realizados en calidad de anticipos, pagos parciales o pagos totales a favor
de contratistas, derivados de contratos de ejecución de obras, de
prestación de servicios o de adquisición de bienes o suministros.
En el caso del Ministerio Público resulta claro que lo dispuesto en la
mencionada norma le es aplicable por cuanto: (1) forma parte del ´sector
público nacional´, en concreto, es un órgano del Poder Ciudadano, (2)
consuetudinariamente emite o utiliza los diferentes medios de pago
previstos en la norma por montos iguales o superiores a cincuenta
unidades tributarias (50 U.T), para honrar las obligaciones parcial o
totalmente según el caso, que asume con los contratistas que le ejecutan
obras, le prestan servicios o le suministran bienes, y (3) la emisión o
utilización de dichos medios de pago tiene lugar en jurisdicción del Distrito
Metropolitano de Caracas.
Por ello, esta Dirección de Consultoría Jurídica, considera que el
Organismo cada vez que emita o utilice dichos medios de pago a favor de
sus contratistas se encuentra en la obligación de gravar el monto que
corresponda con el impuesto del 1 X 1000, establecido en el artículo 9 de
la Ordenanza de Timbre Fiscal del Distrito Metropolitano de Caracas,
publicada el día 12 de noviembre de 2003 en la Gaceta Oficial N° 0015 de
dicho Distrito Metropolitano, impuesto éste, que la Institución deberá
enterar al tesoro metropolitano.
Es de señalar, que el Director de Recaudación de Tasas e Impuestos de la
Alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas, en el escrito que enviara a
la Directora de Administración del Ministerio Público, advierte que el
enteramiento de este impuesto en el tesoro metropolitano, ´no podrá
efectuarse a través de la denominada forma 16, emitida por el Servicio
Nacional Integrado de Administración Tributaria -SENIAT-, por cuanto la
misma carece de validez para realizar el pago de tributos de competencia
del Distrito Metropolitano de Caracas´, e indica que hasta tanto el Distrito
Metropolitano de Caracas no emita sus propias Planillas ´especiales de
pago´, éste deberá ser pagado directamente a través de la CUENTA
CORRIENTE N° 01050632831632005034, del BANCO MERCANTIL, a
nombre de ADMC INGRESOS FISCALES año 2001.
Por otra parte, el referido funcionario indica en su escrito que dentro de los
cinco (5) primeros días de cada mes, se le debe remitir a la Alcaldía del
Distrito Metropolitano de Caracas, las planillas que acrediten que el
Ministerio Público efectuó el depósito bancario en cuestión, acompañadas
de la siguiente información: fecha de la operación, número del documento
o serial, nombre del contribuyente, cédula de identidad o Registro de
Información Fiscal -RIF-, monto de la operación, monto del impuesto,
número de planilla de pago de impuesto y Municipio donde se ejecutó la
obra, prestó el servicio o adquirió bienes o insumos, para lo cual

441
acompañó a su comunicación una fotocopia del formato a ser utilizado
para el suministro de la mencionada información, el cual se anexa al
presente memorando…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:164-7
CRBV art:167-3
CRBV art:334
OTFDMC art:9
OTFDMC art:26
OTFDMC art:31
LERDMC art:12-2
LERDMC art:24-1
STSJSCO Nº 572
18-03-2003

DESC DISTRITO METROPOLITANA DE CARACAS


DESC IMPUESTOS DEL TIMBRE
DESC INTERMEDIARIOS Y CONTRATISTAS
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.531-534.

442
176
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Administración DA
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-404-2004 FECHA:20040315
TITL En los casos de suscripción de contratos de obras se le debería
exigir al contratista la constitución de una fianza laboral, en
garantía del cumplimiento de las obligaciones de tal naturaleza
y en resguardo de los intereses patrimoniales del Ministerio
Público. Asimismo, antes de suscribir el referido contrato se le
deberá exigir al contratista una póliza de seguro de
responsabilidad civil para garantizar el cumplimiento de las
obligaciones derivadas de daños y perjuicios a bienes y/o
personas, con vigencia durante todo el tiempo de ejecución de
la obra y cuyo monto deberá ser determinado según cada caso
en particular.

FRAGMENTO

“En atención a su Memorando N° DA-CLYC-321-2004, mediante el cual se


dirige a este Despacho con el objeto de solicitar un pronunciamiento ´en
relación a la procedencia del requerimiento de constitución de fianzas de
daños a terceros y laborales, a las empresas que resulten favorecidas en
la adjudicación de contratos de obras, por parte del Ministerio Público´, en
razón de que ´durante el presente año se tiene planificado realizar varios
procesos licitatorios que derivan en un contrato de obra, razón por la cual
debemos revisar los criterios de contratación en función a la normativa
vigente´, se presentan las siguientes consideraciones:
1. De las Condiciones Generales de Contratación para la Ejecución de
Obras:
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1 de las Condiciones Generales
de Contratación para la Ejecución de Obras, publicadas en la Gaceta
Oficial de la República de Venezuela N° 5.096 de fecha 16 de septiembre
de 1996, éstas ´regirán con carácter de obligatoriedad´, en los contratos
que celebre la República a través de los órgano públicos allí mencionados.
En este orden de ideas, dado el referido carácter obligatorio de las
Condiciones Generales de Contratación, es claro que aún y cuando no se
haga mención expresa de las mismas en los contratos de obras, resultan
aplicables a éstos últimos.
No obstante, independientemente que las normas contenidas en las
Condiciones Generales de Contratación para la Ejecución de Obras, rigen
obligatoriamente en los contratos y prácticamente regulan todos los
aspectos relacionados con la ejecución de una obra, constituye una
práctica administrativa el incluir dentro los contractos de obras que celebra
la administración, cláusulas referidas a las garantías que debe constituir el
contratista en favor de la primera, siendo la más utilizada la figura jurídica
de la fianza, entendida como el contrato por el cual una persona llamada
fiador se obliga frente al acreedor de otra a cumplir la obligación de ésta si
el deudor no la satisface.
Esta práctica administrativa ha surgido por la necesidad de: (i) procurar la
efectiva ejecución de los contratos de obras, por cuanto en éstos no sólo
443
privan intereses particulares sino también los públicos y las prestaciones
de interés general. El contratista al contratar con la Administración,
prácticamente se constituye en un colaborador de ésta en la consecución
del servicio público que se persigue satisfacer, y por ello es que se le exige
el máximo de diligencia y esfuerzo en la ejecución de sus obligaciones
contractuales y también por (ii) evitarle a la República el cumplimiento de
compromisos financieros que en todo caso, le son atribuibles al contratista.
Es conveniente mencionar que la Contraloría General de la República,
conforme a lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 289 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, le corresponde ejercer el
control, la vigilancia y fiscalización de los ingresos y gastos públicos, así
como las operaciones relativas a los mismos, dentro de los cuales se
pueden incluir los contratos de obras que nos ocupan.
2. De la Constitución de Fianzas:
Circunscribiéndonos al caso que nos ocupa, se tiene que en materia de
garantías, las mencionadas Condiciones Generales de Contratación para
la Ejecución de Obras, prevén dentro de sus normas la fianza de fiel
cumplimiento. En tal sentido el artículo 10 del instrumento legal en
comentario establece que ´para garantizar el fiel cumplimiento de todas las
obligaciones que asume según el contrato, el Contratista deberá constituir,
ante de la suscripción del contrato, una fianza de fiel cumplimiento
otorgada por un instituto bancario o una empresa de seguros, a
satisfacción del Ente Contratante, de acuerdo al texto elaborado por éste y
hasta por la cantidad que se indique en el documento principal´, sin
embargo, no se prevé la constitución de fianzas de daños a terceros y
laborales, figuras éstas de gran importancia en los contratos de obras que
celebra la administración.
Es de señalar, que conforme a lo dispuesto en el artículo 65 de la Ley
Orgánica del Trabajo ´se presumirá la existencia de una relación de trabajo
entre quien preste un servicio personal y quien lo reciba´, con excepción
de aquellos casos en los cuales por razones de orden ético o de interés
social, se presten servicios a instituciones sin fines de lucro con propósitos
distintos de los de la relación laboral. En el caso de los contratos de obras
suscritos por el Ministerio Público, si bien es cierto que la relación de
trabajo se configura entre el contratista y sus trabajadores (y así debe
quedar claramente especificado en el contrato), siendo que el primero, en
su condición de patrono del personal debe dar cumplimiento a las
obligaciones laborales derivadas del contrato, pudiera presentarse la
situación de que éste incumpla con dichas obligaciones y que el trabajador
afectado intente una demanda civil fundamentada en el supuesto hecho de
que el Ministerio Público, es solidariamente responsable con el contratista
en el pago de las remuneraciones que le puedan corresponder, por haber
sido la Institución la receptora del servicio. Por tal razón, esta Dirección de
Consultoría Jurídica es del criterio que antes de suscribir el
correspondiente contrato de obras, se le debería exigir al contratista la
constitución de una fianza laboral, en garantía del cumplimiento de las
obligaciones de tal naturaleza y en resguardo de los intereses
patrimoniales del Ministerio Público.
Por otra parte, visto que el artículo 75 de las Condiciones Generales de
Contratación para la Ejecución de Obras, preceptúa que el contratista será
responsable de los daños y perjuicios que se ocasione durante la
ejecución de los trabajos, bien sea por errores, omisiones o negligencia del
propio contratista o del personal a su cargo, o causados con los equipos y

444
maquinarias que utilice; por lo que deberá mantener estricta vigilancia
tomando las precauciones necesarias para evitar que se causen daños a
la obra o a terceros, debiendo además proteger tanto las propiedades y
bienes de la República como la de los particulares y el ambiente en
general y que el artículo 79 eiusdem, señala que el contratista se obliga a
evitar que sean causados daños o perjuicios de cualquier naturaleza a
terceras personas, con motivo de la ejecución de las obras objeto del
contrato y que en todo caso, procurará que los derechos y bienes de las
personas no sean afectados sino en el mínimo compatible con la normal
ejecución de las obras, este Despacho es de la opinión de que ciertamente
se debe garantizar que el contratista cumpla con tales obligaciones.
Sin embargo, esta Dirección estima que más que una fianza es preferible
que el contratista antes de suscribir el contrato, garantice el cumplimiento
de las obligaciones derivadas de daños y perjuicios a bienes y/o personas,
a través de una póliza de seguro de responsabilidad civil cuyo beneficiario
sea el Ministerio Público, con vigencia durante todo el tiempo de ejecución
de la obra cuyo monto deberá ser determinado según cada caso en
particular…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:289-1
LOT art:65
CGCEO art:1
CGCEO art:10
CGCEO art:75
CGCEO art:79

DESC CONTRATOS DE OBRAS


DESC DAÑOS Y PERJUICIOS
DESC FIANZAS
DESC INTERMEDIARIOS Y CONTRATISTAS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC RESPONSABILIDAD CIVIL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.534-537.

445
177
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Administración DA
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-1363-2004 FECHA:20040720
TITL En los casos de órdenes de compra se les debe reconocer a los
proveedores del Ministerio Público, las variaciones en los
precios producto de las diferencias entre el valor del bolívar
frente al dólar de los Estados Unidos de Norteamérica, siempre
y cuando los primeros justifiquen su solicitud a satisfacción del
Ministerio Público y se trate de bienes que contengan
componentes importados que para su adquisición se requieran
divisas, lo cual incluye el incremento de los gastos de aduana
(arancel de aduana, servicio de aduana tsa/tss, servicios de
verificación y agente aduanal), que se hubiere generado con
ocasión de la importación.

FRAGMENTO

“En atención al Memorando N° DA-1105-2004 mediante el cual se remite a este Despacho


´comunicación de fecha 6-5-2004, recibida en la Coordinación de Licitaciones y Contratos,
adscrita a esta Dirección, emitida por la empresa Telemulti C.A´, así como ´los anexos de
dicha comunicación, a los efectos de que esa Dirección a su digno cargo verifique la
procedencia del reconocimiento por gastos de aranceles de aduanas´, se observa lo
siguiente:
(i) Del caso: La solicitud presentada por la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, tal y como
se desprende de los anexos que se acompañan al Memorando N° DA-1105-2004 en
comentario, tiene por objeto el reconocimiento por parte del Ministerio Público, del
diferencial cambiario y los gastos por concepto de aduana (arancel de aduana, servicio de
aduana TSA/TSS, servicios de verificación y agente aduanal), que según señala el
representante legal de dicha compañía, se produjeron ´en las operaciones comerciales que
se amparan en nuestras facturas´, N° 244 de fecha 15 de diciembre de 2003
correspondiente a la licitación general N° 09/2003 ´Adquisición de equipos de computación
y periféricos para el Ministerio Público´, N° 255 de fecha 18 de diciembre de 2003 referida a
la licitación general N° 12/2003 ´Adquisición de artículos varios para aprovisionamiento del
Almacén Central del Ministerio Público´, N° 252 de fecha 18 de diciembre de 2003 emitida
con ocasión de la licitación general N° 13/2003 ´Adquisición de faxes para 150 nuevas
fiscalías del Ministerio Público´ y N° 253 y N° 256 correspondientes a la licitación selectiva
N° 14/2003 ´Adquisición de cámaras de video y fotocopiadoras para el Ministerio Público´,
respectivamente.
Es de señalar, que con anterioridad a la comunicación de fecha 6 de mayo de 2004 anexa
al memorando que nos ocupa, el representante legal de la empresa TELEMULTI C.A, en
fecha 22 de marzo de 2004 dirigió a la Coordinación de Licitaciones y Contratos de la
Dirección de Administración, un escrito en donde presenta un detalle numérico del
mencionado diferencial cambiario y del incremento por gastos por arancel de aduanas del
cual una fotocopia le fue remitida a este Despacho mediante el referido Memorando N° DA-
1105-2004 y cuyo contenido se da por reproducido en el presente memorando. La
comunicación en cuestión refleja un monto consolidado a pagar por tales conceptos de
quinientos ochenta y tres millones seiscientos sesenta y dos mil trescientos cincuenta y
nueve bolívares sin céntimos (Bs. 583.622.359,00).
(ii) De las bases y condiciones de las licitaciones y del contenido de las ofertas presentadas
por la sociedad mercantil Telemulti C.A: Como punto previo, esta Dirección de Consultoría
Jurídica estima necesario precisar ciertas condiciones, que el Ministerio Público estableció
mediante las denominadas ´Bases de la licitación´, a los fines de la presentación de las
ofertas por los diferentes oferentes en los procesos licitatorios que nos ocupan, así como
también los términos en que estos últimos las presentaron. Al respecto, se observa:
a) En lo que respecta a la LICITACIÓN GENERAL N° 09/2003: En la Sección II
Instrucciones de los Oferentes, de las ´Bases de licitación´, específicamente en el punto
446
11.1 del Punto 11 se estableció que: ´El oferente deberá indicar en el formulario de Oferta y
en la lista de Precios, los precios unitarios y el precio total de los bienes y servicios conexos
que se propone suministrar de acuerdo con la presente licitación. II.3. Los precios
propuestos en la lista de precios deberán figurar en forma desglosada, cuando corresponda
de la siguiente manera: (i) el precio de los bienes hasta su destino final, (ii) el precio de los
servicios conexos, (iii) el impuesto a las ventas. II.4 El desglose de precios que debe
efectuarse conforme a la cláusula 11.3, Lista de Precios, tiene por objeto facilitarle al
comprador la comparación de ofertas´.
Por otra parte en el punto 12 de dichas ´Bases de Licitación´, denominado ´Moneda de la
oferta´, se señala que: ´Los precios serán cotizados en bolívares con indicación de la tasa
de cambio oficial fijada por el Banco Central de Venezuela, de bolívares con respecto al
dólar estadounidense para la fecha de presentación de la oferta´.
En la Sección III de las ´Bases de licitación´, referida a las ´Condiciones de la Orden de
Compra´, se establece en el punto 15.1 del punto 15 denominado ´Pago´ que: ´El
comprador efectuará los pagos con prontitud, a partir de la fecha en que el Proveedor haya
presentado una factura o solicitud de pago y ésta haya sido aceptada por el Comprador´.
Por su parte en el punto 15.2 se indica que ´Los pagos se realizarán mediante transferencia
a favor del Proveedor, en la cuenta de un Banco de Venezuela que éste indique, en
bolívares, según lo siguiente: Se tramitará el 50%, cincuenta por ciento, a la firma de la
orden de compra previa presentación de una fianza de anticipo por el monto total del
anticipo. Se tramitará el 50%, del valor de cada factura como aceptación definitiva por parte
del comprador´. Por su parte, en el punto 16.1 del punto 16 denominado ´Precios´, se indica
que: ´Los precios facturados por el Proveedor de los bienes entregados y los servicios
prestados de conformidad con la orden de compra, no diferirán de los que se hayan
cotizado en la oferta´.
Con relación a la oferta presentada por la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, en el
proceso licitatorio que nos ocupa y sobre la cual le fuera otorgada la Buena Pro dando lugar
a la Orden de Compra N° 379 de fecha 17 de octubre de 2003, por la cantidad de Bs.
1.933.364.355,60, en la misma entre otros particulares se expresa lo siguiente: ´Luego de
haber examinado los documentos de licitación, los suscritos ofrecemos proveer y entregar...
por la suma de mil seiscientos ochenta y tres millones setenta y nueve mil trescientos
cuarenta y cinco bolívares con veinte céntimos incluido el IVA, u otras sumas que se
determinen de acuerdo con la lista de precios que se adjuntan a la presente oferta y forman
parte de esta´. Asimismo, se señala como ´Condiciones de la Oferta´ lo siguiente: ´Cláusula
del dólar: Esta cotización está calculada al dólar emitido por el Banco Central de
Venezuela, y a la tasa oficial de Bs. 1600, en el entendido de que en caso de presentarse
un comunicado oficial de liberación o incremento de la tasa cambiaria, se deberá tomar en
cuenta el reconocimiento del diferencial cambiario. Todos los gastos de transporte,
seguros, derechos, arancelarios, servicios de gestoria aduanal y cualquier otro gasto en
que se incurra para la entrega de los equipos en puerta, están incluidos en nuestra oferta´.
75 b) En cuanto a la Licitación General N° 12/2003, N° 13/2003 y la Licitación Selectiva N°
14/2003: tenemos que en todas ellas dentro de sus ´Bases de la licitación´, se establece en
lo que respecta a las ´Ofertas y cauciones y garantías´, la ´Presentación de la oferta
económica en bolívares. En la misma debe estar detallado el IVA. Se elaborará según el
Anexo II, Formulario de Oferta y Lista de Precios´. Asimismo, en el punto 6 de dichas
´Bases de Licitación´, denominado ´Criterios de Evaluación´, específicamente en el punto d.
´Oferta Económica´, se expresa: ´Para realizar el análisis de las ofertas económicas, se
considerará la oferta de la empresa que cumpla con la descripción de los bienes, y que sea
la mas baja o favorable´. Por otra parte, en dichas ´Bases de Licitación´, se indica ´Sobre
N° 2 Ofertas y cauciones o garantías´: Presentación de la oferta económica en bolívares.
En la misma debe estar detallado el IVA. Se elaborará según el Anexo II Formulario de
Oferta y Lista de Precio.
Pasando a otro aspecto, en este caso el referido a las ´Condiciones de la orden de
compra´, que se especifican en el anexo III de las ´Bases de Licitación´ para la Licitación
General N° 12/2003 y la Licitación General N° 13/2003, se señala lo siguiente: ´El Ministerio
Público, pagará al Proveedor, hasta un total de ...el pago se realizará contra entrega y
aceptación definitiva de los bienes por parte de EL COMPRADOR´ y en cuanto a la
Licitación Selectiva N° 14/2003 que: ´EL Ministerio Público, pagará a EL PROVEEDOR,
hasta un total de... el pago se realizará de la siguiente forma: se tramitará el 50% a la firma
de la Orden de Compra, contra presentación de la fianza de anticipo. Se tramitará el 50%
contra entrega y aceptación definitiva de bienes´.
En cuanto a las otras ofertas presentadas por la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, se
tiene lo siguiente:
En la Licitación General N° 12/2003, se señaló que: ´La oferta presentada por la sociedad
mercantil TELEMULTI C.A, refleja la cantidad de Bs. 627.905.931,00 por concepto de

447
accesorios para equipos de computación y video y Bs.100.464.948,96 por concepto de IVA,
para un total de Bs.728.370.879,96 y las condiciones son las siguientes: Garantía de
cartuchos HP, tendrán una vigencia mínima de 18 meses. Asimismo, refleja la cantidad de
Bs.42.048.425,00 por concepto de artículos de oficina y Bs.6.727.748,00 por concepto de
IVA, para un total de Bs.48.776.173,00´. Esta oferta dio lugar a la orden de Compra N° 498
de fecha 19 de diciembre de 2003, por la cantidad de Bs.392.843. 437,36.
En cuanto a la Licitación General N° 13/2003, se indicó: ´La oferta presentada por la
sociedad mercantil TELEMULTI C.A,... refleja la cantidad de Bs. 51.150.000,00 por
concepto de faxes y Bs.8.184.000,00 por concepto de IVA, para un total de
Bs.59.334.000,00´. Esta oferta dio lugar a la orden de compra N° 559 de fecha 18 de
diciembre de 2003 por la cantidad de Bs.59.334.000,00.
Por último en lo que se refiere a la Licitación Selectiva N° 14/2003, expresó:
´La oferta presentada por la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, refleja la cantidad de
Bs.54.446.320,00 por concepto de cámaras de video y Bs.8.711.411, 20 por concepto de
IVA, para un total de Bs.63.157.731,20 y las condiciones son las siguientes: Tiempo de
entrega: 30 días hábiles contados a partir de la firma de la orden de compra, Lugar de
entrega: Los bienes serán entregados en el almacén del Ministerio Publico, ubicado en el
Edificio Sede del Ministerio Publico, Pele el Ojo a Misericordia, Avenida Universidad
Caracas, Forma de Pago: Emisión de cheque de gerencia u orden de pago emitida a
nombre de TELEMULTI C.A, Anticipo: Solicitamos anticipo del 20% a la firma del contrato
contra la presentación de la fianza de anticipo. 80% restante contra entrega y acta de
aceptación definitiva de los bienes, Validez de la Oferta: Cuarenta y cinco días (45)
calendarios, contados a partir de la fecha de consignación de la misma´. La orden de
compra emitida por el Ministerio Público fue la signada con el N° 560 de fecha 18 de
diciembre de 2003 por la cantidad de Bs.63.157.731,20.
(iii) Del pronunciamiento: Expresado lo anterior este Despacho procede a emitir su
pronunciamiento sobre el asunto que nos ocupa en los términos siguientes:
Del reconocimiento del diferencial cambiario y del incremento de los gastos por concepto
de aduana en la Licitación General N° 09/2003: Como se mencionó en el punto anterior, el
Ministerio Público estableció como ´Bases de licitación´, para el oferente el que indicara en
el ´Formulario de Oferta y Lista de Precios´, los precios unitarios y el precio total de los
bienes y servicios conexos que se proponía suministrar, cotizados en dólares, con
indicación de la tasa de cambio oficial fijada por el ente emisor con respecto al dólar de los
Estados Unidos de Norteamérica para la fecha de presentación de la oferta.
Asimismo, en las referidas ´Bases de licitación´, el Organismo indicó que los precios de los
bienes que le fueran facturados y entregados por el oferente de conformidad con ´la orden
de compra, no diferirán de los que se hayan cotizado en la oferta´, lo que expresado en
otras palabras equivale a decir, que la Institución a los fines de efectuar el correspondiente
pago en principio se obligaría a reconocer en todos sus términos y condiciones, las
cantidades que por el suministro de dichos bienes hubiere ofertado el proveedor.
La oferta presentada por la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, desglosó los precios de
los bienes a entregar al Ministerio Público, y los totalizó indicando que estaban cotizados a
la tasa oficial de cambio de Bs. 1.600 por 1US$, pero en el entendido de ´que en caso de
presentarse un comunicado oficial de liberación o incremento de la tasa cambiaria, se
deberá tomar en cuenta el reconocimiento del diferencial cambiario". Señaló además que
"Todos los gastos de transporte, seguros, derechos, arancelarios, servicios de gestoria
aduanal y cualquier otro gasto en que se incurra para la entrega de los equipos en puerta,
están incluidos en nuestra oferta´.
La aceptación de dicha oferta por parte del Ministerio Público, materializada mediante el
otorgamiento de la Buena Pro y la emisión de la Orden de Compra N° 379 de fecha 15 de
octubre de 2003 por la cantidad de Bs.1.933.364.355,60, obliga al Organismo a cumplir con
el condicionamiento en ella contenido, vale decir, el reconocimiento del diferencial
cambiario en el precio de los bienes en el caso de producirse ´el incremento de la tasa
cambiaria´, lo cual ciertamente tuvo lugar por cuanto de acuerdo al Convenio Cambiario
vigente la tasa de cambio oficial, varió de Bs.1600 por 1 US$ a Bs.1.920 por 1 US$.
Sobre la base de todo lo anteriormente expresado, esta Dirección de Consultoría Jurídica
puede afirmar que la solicitud efectuada por el representante de la compañía TELEMULTI
C.A., mediante comunicación de fecha 22 de marzo de 2004, en el sentido de que le sea
reconocido el diferencial cambiario con relación a la factura N° 0244 de fecha 15 de
diciembre de 2003, correspondiente a la Licitación General N° 09/2003 es procedente,
razón por la cual de existir la disponibilidad de recursos económicos en el presente ejercicio
fiscal se debe proceder a cancelarlo, en caso contrario el Ministerio Público le deberá
reconocer administrativamente a la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, la diferencia
cambiaria en cuestión , la cual se le cancelará con cargo al siguiente ejercicio fiscal.
Por otra parte, este Despacho estima igualmente procedente el pago del incremento de los

448
gastos de aduana (arancel de aduana, servicio de aduana TSA/TSS, servicios de
verificación y agente aduanal), solicitado por la empresa TELEMULTI C.A. En este sentido,
tenemos que esta afirmación tiene como fundamento el hecho de que el reconocimiento del
diferencial cambiario resulta aplicable sobre la totalidad del precio de los bienes que fueron
ofertados por la referida empresa y es el caso que dentro de dicho precio se encuentran
incluidos los gastos de aduana que se generan con ocasión de la importación de los bienes
y que para efectos de su cálculo se toma en cuenta en valor del bolívar frente al dólar de
los Estados Unidos de Norteamérica que informa el Banco Central de Venezuela.
Del reconocimiento del diferencial cambiario y del incremento de los gastos por concepto
de aduana en Licitación General N° 12/2003, N° 13/2003 y la Licitación Selectiva N°
14/2003: En los procesos licitatorios que nos ocupan no se le exigió a los oferentes que
indicaran los precios unitarios y el precio total de los bienes y servicios conexos que se
proponían suministrar, cotizados en dólares, con indicación de la tasa de cambio oficial
fijada por el Banco Central de Venezuela, por el contrario, era requerido que dichos precios
los presentarán expresados en bolívares e incluyeran el monto correspondiente al Impuesto
al Valor Agregado -IVA-.
Dentro de las ´Bases de licitación´, y en lo que se refiere al precio de los bienes que le
fueran facturados y entregados al Ministerio Público, este último no estableció ningún
condicionamiento para prever una posible variación de los mismos. En este sentido, en lo
que respecta a la Licitación General N° 12/2003 y N° 13/2003, se observa que el
Organismo indicó que realizaría el pago del precio que correspondiera contra entrega y
aceptación definitiva de los bienes por parte del proveedor y en cuanto a la Licitación
Selectiva N° 14/2003, que la Institución pagaría el precio de los bienes en dos partes, un
cincuenta por ciento (50%) al momento de la firma de la orden de compra y el restante
cincuenta por ciento(50%) contra entrega y aceptación definitiva de los bienes.
En lo que respecta a las ofertas presentadas en los diferentes procesos licitatorios en
comentario, en ninguna de ellas la empresa TELEMULTI C.A, señaló como si lo hizo en la
Licitación General N° 09/2003, que en caso de presentarse un incremento de la tasa oficial
de cambio, se debería tomar en cuenta a los fines del reconocimiento del diferencial
cambiario. En este sentido, tenemos que la sociedad mercantil TELEMULTI C.A.,
solamente en el caso de la Licitación Selectiva N° 14/2003, estableció algunos
condicionamientos pero en este caso referidos al tiempo de la entrega de los bienes, al
lugar de entrega, a la forma de pago mediante cheque de gerencia u orden emitida a favor
de la empresa, al anticipo a serle otorgado y a la validez de la oferta.
No obstante, con independencia de lo anteriormente expresado, es un hecho cierto que
desde el momento en que en estos procesos licitatorios fue otorgada la Buena Pro y
emitidas las correspondientes órdenes de compra, hasta la oportunidad en que el
representante de la sociedad mercantil Telemulti C.A, presentara la solicitud de
reconocimiento que nos ocupa, se produjo una diferencia entre el valor del Bolívar frente al
Dólar de los Estados Unidos de Norteamérica. En este sentido, tenemos que cuando fueron
emitidas las Órdenes de Compra N° 498 de fecha 19 de diciembre de 2003, por la cantidad
de Bs.392.843.437,36, N° 559 de fecha 18 de diciembre de 2003 por la cantidad de
Bs.59.334.000,00 y N° 560 de fecha 18 de diciembre de 2003 por la cantidad de
Bs.63.157.731,20, la tasa oficial de cambio era de Bs.1.600,00 por un 1US$ pero a partir de
febrero de 2004 pasó a ser de Bs.1.920,00 por un 1US$ para la compra de esta divisa.
Esta Dirección de Consultoría Jurídica ha señalado que ciertamente en los casos de
órdenes de compra o de servicios generados por adjudicación directa o procesos
licitatorios, se les debe reconocer a los proveedores del Ministerio Público, las variaciones
en los precios producto de las diferencias entre el valor del Bolívar frente al Dólar de los
Estados Unidos de Norteamérica, siempre y cuando los primeros justifiquen su solicitud a
satisfacción del Ministerio Público y se trate de bienes que contengan componentes
importados que para su adquisición se requieran divisas. Dicho reconocimiento está
fundamentado en el principio del equilibrio patrimonial que debe privar entre las partes
contratantes y en el hecho de que en las relaciones entre particulares y el Estado, en este
caso representado por el Ministerio Público, con ocasión de la adquisición de bienes o
servicios, ambos sujetos actúan en un plano de igualdad en sus relaciones comerciales.
En el caso en concreto, la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, mediante la ya referida
comunicación de fecha 22 de marzo de 2004, le está solicitando al Ministerio Público, el
reconocimiento del diferencial cambiario y del incremento de los gastos de aduana en la
factura N° 255 de fecha 18 de diciembre de 2003 referida a la Licitación General N°
12/2003, la factura N° 252 de fecha 18 de diciembre de 2003 emitida con ocasión de la
Licitación General N° 13/2003 y las facturas N° 253 y 256 correspondientes a la Licitación
Selectiva N° 14/2003 respectivamente, anexando a tales fines los correspondientes
documentos.
Ahora bien, este Despacho considera que para poder determinar si efectivamente la

449
solicitud de reconocimiento del diferencial cambiario y del incremento de los gastos de
aduanas efectuada por el representante legal de la empresa TELMULTI C.A, resulta
procedente en su totalidad o en parte de ella, o que por el contrario no tendría lugar, resulta
imprescindible que la Dirección de Administración sobre la base de la documentación
aportada por dicha compañía verifique si efectivamente los bienes suministrados al
Organismo en atención a las ordenes de compra que fueron emitidas en los procesos
licitatorios en comentario, y reflejados en las facturas antes señaladas fueron adquiridos a
razón de una tasa oficial de cambio de Bs.1.920,oo por 1US$ y no a la de Bs.1.600,00 por
1 US$.
En este sentido, si del resultado de dicho análisis resulta justificada la solicitud que nos
ocupa, se debe proceder a verificar si existe disponibilidad de recursos económicos en el
presente ejercicio fiscal para proceder a cancelar el diferencial cambiario y el incremento de
los gastos de aduana y en caso contrario reconocerlos administrativamente para pagarlos
con cargo al siguiente ejercicio fiscal…”.

DESC ARANCELES DE ADUANA


DESC CAMBIO EXTERIOR
DESC COMPRAS
DESC LICITACIÓN PUBLICA
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.537-544.

450
178
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-1404-2004 FECHA:20040726
TITL El artículo 78 del decreto de reforma parcial de la Ley de
Licitaciones, no resulta aplicable a la contratación de obras por
parte del Ministerio Público, cuyo monto no supere las once mil
quinientas unidades tributarias (11.500 u.t).

FRAGMENTO

“En atención a su Memorando N°DGA-DIE-835-2004 mediante el cual se


dirige a este Despacho con el objeto de requerir un pronunciamiento sobre
´la procedencia de solicitar una garantía o caución a los oferentes para la
ejecución de obras, tal como lo establece el artículo 78 de la Ley de
Licitaciones, para asegurar la celebración del contrato respectivo para el
caso que se le asigne la realización de aquellas obras cuyo monto no
supera las 11.500 U.T, siendo su procedimiento de contratación: la
solicitud de por lo menos 3 ofertas en sobres cerrados, los cuales se
aperturan ante el Comité de Apertura de Sobres, se realiza el análisis
técnico y se recomienda al ciudadano Fiscal General de la República
mediante Punto de Cuenta, la contratación de la empresa que presenta la
mejor oferta técnico-económica´, señalando además que ´las Condiciones
Generales de Contratación para la Ejecución de Obras, por la cual nos
regimos, no establecen este tipo de garantías, sin embargo, la solicitud
obedece a que se nos ha presentado en dos oportunidades, que luego de
elaborado el contrato y firmado por el Fiscal General, después de todo el
proceso de evaluación, la empresa comunica que renuncian a la
contratación, por diferentes motivos´, y a la fotocopia del Memorando
N°DGA-DIE-878-2004, que dirigiera a la Directora General Administrativa
haciendo referencia a este particular, se presentan las siguientes
consideraciones:
(i) Del caso: De la lectura del contenido del Memorando N° DGA-DIE-835-
2004, se evidencia que el pronunciamiento que se le solicita a este
Despacho consiste en analizar la factibilidad o no de requerirle a los
oferentes en los casos de ejecución de obras cuyos montos no superen las
11.500 UT, que presenten junto con sus ofertas caución o garantía para
´asegurar la celebración del contrato´, tomando como referencia lo
dispuesto en el artículo 78 del Decreto de Reforma Parcial de la Ley de
Licitaciones vigente y considerando que las Condiciones Generales de
Contratación para la Ejecución de Obras, no contienen previsión alguna
sobre el particular.
(ii) De la normativa legal: las Condiciones Generales de Contratación para
la Ejecución de Obras, publicadas en la Gaceta Oficial de la República de
Venezuela N° 5.096 de fecha 16 de septiembre de 1996, tal y como se
indica en el Memorando N° DGA-DIE-835-2004 que nos ocupa, dentro de
su texto no establecen ningún tipo de caución o fianza que asegure que los
oferentes (contratistas) seleccionados para la ejecución de una
determinada obra efectivamente mantendrán su oferta durante el lapso de
vigencia o que suscribirán el correspondiente contrato con el ente
contratante. En este orden de ideas, solamente destaca dentro de las
451
mencionadas Condiciones Generales de Contratación para la Ejecución de
Obras, la denominada ´Fianza de Fiel Cumplimiento´, prevista en su
artículo 10, la cual en todo caso tiene por finalidad garantizar que el
contratista cumpla con todas sus obligaciones de naturaleza contractual,
fianza esta, que debe ser otorgada por un instituto bancario o una empresa
de seguros, y hasta por la cantidad que se indique en el documento
principal.
En lo que respecta al Decreto de Reforma Parcial de la Ley de
Licitaciones, tenemos que en su artículo 78, se establece que los oferentes
(los contratistas) deben obligarse a sostener sus ofertas durante el plazo
indicado en los pliegos y para ello ´deben presentar además, con sus
ofertas, caución o garantía por el monto fijado por el organismo licitante,
para asegurar que no se retirará la oferta durante su vigencia, y que se
celebrará el contrato y otorgará la garantía de fiel cumplimiento dentro del
plazo establecido en los pliegos, en caso que se le otorgue la buena Pro´.
Si se observa el contexto en el cual se encuentra ubicado el referido
dispositivo legal, se evidencia que el mismo resulta aplicable a las
licitaciones generales que de acuerdo a los preceptuado en el numeral 2
del artículo 61 Decreto de Reforma Parcial de la Ley de Licitaciones,
proceden ´en el caso de construcción de obras, si el contrato a ser
otorgado es por un monto estimado superior a veinticinco mil unidades
tributarias, 25.000 U.T.", y a las licitaciones selectivas que conforme a lo
dispuesto en el numeral 2 del artículo 72 eiusdem aplican "en el caso de
construcción de obras, si el contrato a ser otorgado es por un precio
estimado superior a once mil quinientas unidades tributarias 11.500 U.T y
hasta veinticinco mil unidades tributarias 25.000 U.T´. En efecto, tenemos
que el artículo 78 del Decreto Ley que nos ocupa, está contenido en su
Título IV denominado ´Procedimiento para Licitaciones´, del Capítulo I
referente a la ´Licitación General y Selectiva´, lo cual implica que lo
preceptuado en el mismo solamente esta referido a dichas licitaciones
excluyendo en consecuencia tácitamente a la denominada ´Adjudicación
Directa´, prevista en el Capítulo II del Decreto Ley en comentario, y que
según dispone el numeral 2 del artículo 87 resulta procedente ´en el caso
de construcción de obras, si el contrato a ser otorgado es por un precio
estimado de hasta once mil quinientas unidades tributarias (11.500 U.T)´.
Sobre la base de lo anteriormente expresado, se puede afirmar que la
intención del legislador fue que el otorgamiento de cauciones o garantías
por parte de los oferentes (contratistas), por el monto fijado por el
organismo solicitante para asegurar que no retire la oferta que hubiere
presentado y que celebrará el contrato solamente sea exigible en los
procedimientos que el artículo 2 del Decreto Ley de Reforma Parcial de la
Ley de Licitaciones define como ´competitivos´, y que están representados
por la aludida licitación general en la cual participan personas naturales y
jurídicas nacionales y extranjeras, previo el cumplimiento de los requisitos
legales y las condiciones particulares inherentes a cada proceso de
licitación y por la referida licitación selectiva en la que los participantes son
invitados a presentar ofertas por el ente contratante con base a su
capacidad técnica, financiera y legal. En este orden de ideas, es de
señalar que en el caso de la Adjudicación Directa la misma no constituye
un procedimiento competitivo sino por el contrario, de carácter excepcional
por cuanto a diferencia de la licitación general y selectiva no existe el
concurso de diferentes oferentes, dado que el contratista es seleccionado
directamente por el ente contratante de conformidad con la ley.

452
(iii) Del pronunciamiento: En el caso que nos ocupa, como anteriormente
se mencionó, se plantea la posibilidad de requerirle a los oferentes en los
casos de ejecución de obras cuyos montos no superen las 11.500 UT, la
presentación conjuntamente con su oferta de una caución o garantía para
´asegurar la celebración del contrato´, tomando en consideración lo
dispuesto en el artículo 78 del Decreto de Reforma Parcial de la Ley de
Licitaciones vigente.
En este sentido, conforme al análisis anteriormente efectuado, esta
Dirección de Consultoría Jurídica puede afirmar que tal requerimiento no
es factible debido a que la contratación de toda obra por parte del
Ministerio Público, cuyo monto no supere las 11.500 U.T, se realiza
mediante la figura de la Adjudicación Directa, y como quedó establecido en
el punto anterior a ésta última, no le resulta aplicable lo dispuesto en el
artículo 78 del Decreto Ley varias veces mencionado.
En todo caso, el procedimiento a seguir para las Adjudicaciones Directas
es el que se describe de forma resumida en el memorando que nos ocupa,
consistente en ´la solicitud de por lo menos 3 ofertas en sobres cerrados,
los cuales se aperturan ante el Comité de Apertura de Sobres, se realiza el
análisis técnico y se recomienda al ciudadano Fiscal General de la
República mediante Punto de Cuenta, la contratación de la empresa que
presenta la mejor oferta técnico-económica”, el cual fue aprobado por
nuestra máxima autoridad jerárquica mediante punto de cuenta…´”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LL art:2
LL art:61-2
LL art:72-2
LL art:78
LL art:87-2
CGCEO art:10

DESC CONTRATOS DE OBRAS


DESC FIANZAS
DESC LICITACIÓN PUBLICA
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.544-547.

453
179
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin remitente/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-1409-2004 FECHA:20040726
TITL Conforme a la Ley Orgánica de la Administración Financiera del
sector público, el Ministerio Público no está facultado para
adquirir compromisos para los cuales no existan créditos
presupuestarios, ni disponer de créditos para una finalidad
distinta a la prevista, como tampoco para ordenar ninguna
erogación que no sea para pagar obligaciones válidamente
adquiridas.

FRAGMENTO

“En atención a su Memorando N° DGA-DIE-852-2004 mediante el cual


remite a este Despacho ´copia de Oficio N° PRE-699 de fecha 13/3/2004,
suscrito por el ciudadano Rómulo Henríquez Navarrete Presidente del
Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria FOGADE y
certificación suscrita por el Dr. Nelson Merentes, Presidente del Consejo
Superior del Ministerio de Finanzas anteriormente de la Junta de
Regulación Financiera, con respecto a la venta al Ministerio Público del
inmueble que fue sede del Banco Italo Venezolano, ubicado en la carrera
19, entre calles 26 y 27 de la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara´ , se
observa lo siguiente:
(I) De los hechos: En el memorando en referencia se solicita que ´nos
indique a través de esta misma vía, si el inmueble no siendo propiedad del
Ministerio Público, debido al proceso de elaboración del contrato de
COMPRA-VENTA el cual será cancelado a través del Ministerio de
Finanzas, según listado N° 3 de Contrato Marco anexo, se puede proceder
a su adecuación, considerando los siguientes aspectos:
A la presente fecha se encuentra desocupado. Ha sido objeto de
vandalismo en tres oportunidades.
FOGADE autoriza la ocupación previa del inmueble.
Al presente año disponemos de los recursos financieros asignados para su
adecuación´.
Por otra parte se indica que ´de acuerdo a la información suministrada
sobre este caso en particular, adicionalmente se le informa que esta
Dirección ya tiene contemplado los trabajos de adecuación a efectuar en
dicho inmueble, ya que es nuestro deber resguardar cuanto antes la
edificación en vista de que es un bien inmueble asegurado por el Ministerio
Público´ y que ´de esta forma evitamos siga siendo objeto de nuevos
hurtos o deterioro, debido al estado de abandono en el cual se encuentra
actualmente, por tal motivo se espera un pronunciamiento jurídico de esa
Instancia para proceder a la mayor brevedad con la ejecución de los
trabajos´.
Al respecto se presentan las siguientes consideraciones:
(ii) Del régimen presupuestario: La Ley Orgánica de la Administración
Financiera del Sector Público, publicada en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela, N° 37.029 del 5 de septiembre de
2000, que tiene por objeto regular la administración financiera, el sistema
454
de control interno del sector público y los aspectos referidos a la
coordinación macroeconómica, en su Capítulo II, denominado ´Del
Régimen Presupuestario de la República y de sus Entes Descentralizados
Funcionalmente sin Fines Empresariales´, establece tal y como se
desprende de dicho título, el régimen presupuestario al cual deben
adecuarse los entes de la República descentralizados funcionalmente y sin
fines empresariales, categoría dentro de la cual a los fines presupuestarios
se encuentra incluido el Ministerio Público.
En la sección quinta de dicho Capítulo, que se denomina ´De la Ejecución
del Presupuesto de la República y de sus entes Descentralizados
Funcionalmente sin fines Empresariales´, el legislador previó a través del
artículo 49, que los entes descentralizados de la República sin fines
empresariales, al momento de ejecutar su presupuesto no podrán ´adquirir
compromisos para los cuales no existan créditos presupuestarios ni
disponer de créditos para una finalidad distinta a la prevista´, y de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 54 tampoco podrán ordenar
ninguna erogación sino solamente ´para pagar obligaciones válidamente
contraídas´.
(iii) De la normativa contenida en el Código Civil: De acuerdo con el
principio doctrinario superficie solo cedit, se entiende que todos los
trabajos hechos sobre el suelo se hacen parte integrante del mismo, de
modo que el propietario de éste incorpora necesaria y automáticamente a
su patrimonio cualquier construcción, independientemente del origen de
los materiales utilizados y con prescindencia de que ellos hubieren
pertenecido a una persona distinta.
La consagración normativa de dicho principio resulta de la concordancia
lógica de dos artículos del Código Civil: el 549 que señala, que ´La
propiedad del suelo lleva consigo la de la superficie y de todo cuanto se
encuentre encima o debajo de ella, salvo lo dispuesto en leyes especiales´,
y el 555 que dispone que ´Toda construcción, siembra plantación u otras
obras sobre o debajo del suelo, se presume hecha por el propietario a sus
expensas y que le pertenece mientras no conste lo contrario, sin perjuicio
de los derechos legítimamente adquiridos por terceros´.
El régimen establecido en el artículo 555 del Código Civil se desdobla en
una triple presunción: a) que toda construcción u otra obra que se
encuentre sobre o debajo de la superficie es realizada por el propietario del
suelo b) que las obras son hechas a sus expensas y c) que tales obras le
pertenecen. Tales presunciones, dictadas a favor del propietario del suelo,
conforme a lo dispuesto en el artículo en comentario, admiten prueba en
contrario (presunción iuris tantum), por parte del tercero que efectivamente
hubiere realizado la construcción u obra de que se trate.
Ahora bien, el aludido principio superficie solo cedit también se desdobla
en tres supuestos que la doctrina ha denominado a) Incorporación en
suelo propio con materiales ajenos, b) incorporación hecha en suelo ajeno
con materiales ajenos y c) incorporación hecha en suelo ajeno con
materiales propios. En el caso concreto, interesa hacer referencia al
supuesto relativo a la incorporación hecha en suelo ajeno con materiales
propios.
En tal sentido es de observar, que este supuesto se encuentra regulado en
el artículo 557 del Código Civil. Conforme a lo dispuesto en dicho artículo
el propietario del bien inmueble hace suya la obra incorporada, pero tiene
derecho a optar en cuanto al pago, a cancelar el precio de los materiales,
el valor de la mano de obra y demás gastos inherentes a la misma, o bien

455
abonar el aumento del valor adquirido por el inmueble como resultado de
la incorporación.
(iv) Nuestra opinión: Sobre la base de lo anteriormente expresado, este
Despacho emite su opinión de la forma siguiente:
Conforme a la normativa contenida en la Ley Orgánica de la
Administración Financiera del Sector Público, el Ministerio Público no
estaría facultado para adquirir compromisos para los cuales no existan
créditos presupuestarios, ni disponer de créditos para una finalidad distinta
a la prevista, en consecuencia de no disponer el Organismo en el presente
ejercicio fiscal, de una partida destinada a cubrir gastos como el que le es
planteado a esta Dirección de Consultoría Jurídica, no sería posible
realizar los trabajos de ampliación del inmueble que nos ocupa.
Sin embargo, de existir tal disponibilidad presupuestaria, tal y como se
menciona en el Memorando N° DGA-DIE-852-2004, en comentario se
pudieran llevar a cabo dichos trabajos de adecuación en el entendido de
que conforme a la normativa contenida en el Código Civil:
a) De ser adquirido el inmueble por el Ministerio Público, el costo de los
trabajos de ampliación efectuados sobre el mismo debería ser reconocido
por el Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria -FOGADE-.
Este convenimiento debe quedar evidenciado mediante la suscripción del
correspondiente documento.
b) De no ser adquirido el inmueble por el Ministerio Público, el Fondo de
Garantía de Depósitos y Protección Bancaria -FOGADE-, deberá abonar al
Ministerio Público, el precio de los materiales, el valor de la mano de obra
y demás gastos inherentes a la ampliación efectuada al inmueble, lo cual
al igual que en el caso anterior deberá quedar convenido de forma escrita
mediante la suscripción del respectivo documento…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOAFSP art:49
LOAFSP art:54
CC art:549
CC art:555
CC art:557

DESC BIENES INMUEBLES


DESC COMPRAS
DESC CONSTRUCCION
DESC CONTRATOS
DESC FONDO DE GARANTIA DE DEPOSITOS Y PROTECCION BANCARIA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PRESUPUESTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.547-550.

456
180
TDOC Memo Rápido
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCA
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° 116 FECHA:20040413
TITL La imputación se dirige personalmente al ciudadano objeto de
ella, debiendo especificarse el hecho punible por el cual se le
investiga.
El delito de desacato de mandamiento de amparo, previsto en el
artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, constituye una desobediencia
cualificada por la naturaleza de la decisión que se incumple. La
falta prevista en el artículo 485 del Código Penal
(“desobediencia a la autoridad”) es abarcada por el delito
previsto en la citada ley orgánica, el cual contiene otros
elementos típicos como el órgano y la decisión específica.
El concurso ideal de delitos sólo opera cuando pueden
diferenciarse idealmente las distintas conductas implícitas en
un mismo hecho, pero no se produce dicho concurso cuando
una conducta es abarcada y superada en especificidad por la
otra.
No habrá concurso ideal cuando deba elegirse entre dos tipos
que presenten semejanzas y en tal caso deberá optarse por
aquél que se identifique en mayor grado con el hecho
investigado.
El delito de desacato de mandamiento de amparo es un delito
de naturaleza permanente, ya que no se agota si permanece la
actitud de rebeldía ante el órgano jurisdiccional.
Un breve retraso en el cumplimiento no basta para estimar que
se ha cometido el delito de desacato de mandamiento de
amparo, pues con ello quedaría evidenciado que no habría
existido intención de incumplir la respectiva orden judicial.
El mandamiento de amparo es una decisión de ejecución
inmediata, es decir que para hacerlo efectivo no es necesario
esperar por el agotamiento de las vías impugnativas existentes,
las cuales no producen el efecto suspensivo que normalmente
opera con la impugnación, ello en aras de efectividad inherente
a la institución del amparo constitucional. El destinatario del
mandato del juez constitucional no podrá negarse a cumplir con
el pretexto de la pendencia de medios de impugnación contra el
pronunciamiento judicial.
El desacato se producirá frente al incumplimiento del
mandamiento de amparo, independientemente de que se
produzca o no una decisión confirmatoria del mandamiento de
amparo constitucional, pues el precepto penal contenido en el
artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, repudia la rebeldía frente a una
decisión judicial cuyo cumplimiento no admite dilaciones.
Sólo excepcionalmente cuando se declara la nulidad absoluta
457
del mandamiento de amparo, lo que inicialmente se consideró
un incumplimiento de mandato de amparo constitucional se
dejaría de estimar como tal, caso en el cual no habría comisión
de delito alguno.

FRAGMENTO

“Se recibió en esta Dirección, mediante el Memorándum N° CDFGR-019-


2004, suscrito por la Coordinadora del Despacho del Fiscal General de la
República, el Expediente N° 24FS-02-1164 contentivo de la investigación
iniciada a instancia del Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso
Administrativo de la Región Occidental, quien según el oficio N° 2122, de
fecha 17 de julio de 2001, le participó al Máximo Representante del
Ministerio Público que ´en la acción de AMPARO CONSTITUCIONAL
propuesta por el ciudadano Pablo Segundo Bencomo contra la ciudadana
Zulay Becerra en su carácter de Jefe de Personal (e) del Centro Médico
Dr. Regulo (sic) Pachano Añez (sic)´ ese juzgado ´ordenó notificarlo por
auto de fecha 9 de julio de 2001, acerca de la solicitud de apertura del
correspondiente procedimiento por desacato en contra de la parte vencida
en la presente acción de amparo constitucional, conforme al artículo 31 de
la Ley Orgánica de Amparo…´, remitiendo al efecto copia de la sentencia
respectiva, dictada en fecha 15 de agosto de 2001 y de ´los subsiguientes
actos de ejecución´.
1. Inicio de la investigación
Realizados los trámites internos correspondientes, el caso le fue asignado
al Fiscal 5° del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Zulia, según consta en el Oficio N° DDC-R del 21 de septiembre de 2001,
suscrito por el Director de Delitos Comunes, al cual el fiscal comisionado le
dio respuesta en fecha 15 de marzo de 2002, indicando que lo procedente
era ´recabar los elementos probatorios del Desacato y plantear la
correspondiente Acusación´, lo que lleva a suponer que se abrió
formalmente la respectiva investigación, a pesar de que no se señala la
fecha de inicio de la misma.
Por otra parte se aprecia, que aunque el Fiscal 5° del Ministerio Público de
la Circunscripción Judicial del Estado Zulia se pronunció mediante Oficio
N°24-FS-03-0131, de fecha 24 de enero de 2003, en relación con la
conclusión de la investigación respectiva con el acto acusatorio indicado,
no realizó el debido análisis y comparación de los elementos de convicción
para fundamentar adecuadamente su opinión.
En tal sentido, uno de los aspectos que debería haber profundizado es el
relativo a la refutación de los argumentos expuestos por las autoridades
regionales, respecto al incumplimiento de la decisión dictada por el
Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región
Occidental.
Dejando clara esta apreciación en cuanto a la insuficiencia argumentativa
de la opinión fiscal, este Despacho concuerda con que en el presente
caso, efectivamente se habría cometido el delito de desacato de
mandamiento de amparo.
Ahora bien, el Fiscal 5° del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del Estado Zulia se dirigió al Gobernador de esa entidad regional,
instándole a dar cumplimiento al mandamiento de amparo dictado a favor
del ciudadano Pablo Segundo Bencomo, mediante su Comunicación N°
24-FS-02-1164, de fecha 24 de julio de 2002. Sin embargo, no ha debido
458
haber realizado dicha diligencia, por cuanto no es función de los fiscales
del Ministerio Público con competencia en materia penal, interceder para la
ejecución de mandamientos de amparo constitucional. En caso de que el
Ministerio Público debiera tener alguna participación en el respectivo
procedimiento, serían los fiscales de los Derechos y Garantías
Constitucionales los llamados a actuar, para garantizar el debido proceso y
la celeridad y buena marcha de la administración de justicia.
En el ámbito de actuación del Ministerio Público dentro del procedimiento
penal, lo procedente era que tan pronto como se tuviese noticia del
supuesto incumplimiento del mandamiento de amparo dictado a favor del
ciudadano Pablo Segundo Bencomo, se hubiese iniciado la investigación
respectiva a los fines de comprobar si efectivamente se cometió o no el
delito previsto en el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, toda vez que fueron numerosas e
infructuosas las diligencias judiciales realizadas para dar ejecución a la
sentencia correspondiente.
En efecto, producido el incumplimiento del mandamiento de amparo era
procedente la apertura de la respectiva investigación penal,
independientemente de que también se realicen diligencias judiciales para
hacer efectivo el correspondiente fallo. El desacato se producirá aunque
luego del incumplimiento se realizaran por el órgano jurisdiccional las
subsiguientes actuaciones tendientes a ejecutar la sentencia de manera
forzosa.
En tal sentido, ha señalado la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia, en un caso de ejecución forzosa de un mandamiento
de amparo, lo siguiente:
´con la entrada en vigencia de la Constitución de 1999, que propugna entre
sus valores superiores el de la justicia (artículo 2), la tutela judicial efectiva
(artículo 26) y consagra asimismo, en el artículo 253 que la potestad de
administrar justicia comprende, además de la actividad de sentenciar, la de
ejecutar sus propias decisiones, cobra mayor énfasis lo preceptuado en su
Exposición de Motivos, al destacar expresamente la doble cualidad del
amparo como derecho y garantía constitucional, conforme a la cual,
además de perseguir la tutela reforzada de los derechos fundamentales
establece que el procedimiento no estará sujeto a formalidades con el
objeto precisamente de garantizar su eficacia./ En este sentido la doctrina
ha entendido que la ejecución de las sentencias forma parte del derecho
de acceder a la administración de justicia y por ende, del derecho a la
tutela judicial efectiva, derechos estos indispensables para la eficacia del
Estado de Derecho y de Justicia.
De allí que el derecho de acceder a los órganos judiciales comprende
además de la posibilidad de acudir ante el juez natural para que dicte una
determinada decisión, fundamentalmente, comprende el derecho a que
éste emita una orden de efectivo cumplimiento. De lo contrario, en caso de
no acatarse su decisión, no sólo se vulneran los derechos que a través de
esta última se han reconocido a quien solicitó el mandamiento de amparo,
sino también se estarían violando otros derechos constitucionales. / En
este contexto, considera la Sala que si se ha sostenido que el amparo
constitucional es el mecanismo por excelencia para restablecer el ejercicio
de los derechos y las garantías constitucionales, la finalidad primordial
perseguida por el actor al conseguir que se decrete en su favor, la medida
cautelar de amparo, es lograr que se emita una orden de efectivo
cumplimiento.

459
En consecuencia, nada obsta para que el tribunal que decrete la medida
cautelar de amparo disponga lo que considere conveniente y oportuno a fin
de hacer ejecutar dicha decisión. Más aún si se está ante un mandamiento
de amparo constitucional, ya que en definitiva lo que se pretende es la
tutela efectiva de la carta de derechos y garantías constitucionales. Por
ello, en el presente caso, no puede la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo declarar improcedente la solicitud de ejecución interpuesta
por la parte actora. / Por otra parte la Sala debe precisar nuevamente que
con la presente decisión no cambia su criterio expuesto en sentencia N°
789 de fecha 7 de noviembre de 1995, citada anteriormente, sino que la
misma se complementa ya que una cosa es la sanción a la que se refiere
el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, la cual como se ha expuesto, por ser privativa de la
libertad, corresponde a la jurisdicción penal y otra cosa es la ejecución en
sí misma del mandamiento de amparo constitucional, que sin duda
corresponde al tribunal que lo dictó ya que de no procurar la ejecución de
la misma estaría incumpliendo con su deber de juzgar y ejecutar lo
juzgado, elemento fundamental de la tutela judicial efectiva consagrado por
nuestro constituyente y por consiguiente, como se ha indicado, el juez
constitucional estaría no sólo vulnerando los derechos que a través del
mandamiento de amparo se han reconocido, sino también se estarían
violando otros derechos constitucionales…´.
Luego entonces, frente al incumplimiento del mandamiento de amparo, el
órgano jurisdiccional debe instar al Ministerio Público a los fines de que se
inicie la respectiva investigación. Así lo sostuvo la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo en sentencia de fecha 18 de septiembre de
2002, en la cual se expresó que:
´… una vez verificado el incumplimiento del amparo ordenado, debe esta
Corte pronunciarse sobre la sanción derivada del artículo 31 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el cual
dispone: / Artículo 31.- Quien incumpliere el mandamiento de amparo
constitucional dictado por el juez, será castigado con prisión de seis (6) a
quince (15) meses . / Dicha norma establece el tipo delictivo descrito por
tratadistas y estudiosos del Derecho, como el delito configurado por el
hecho de ofender de cualquier modo en su dignidad o decoro a un
funcionario público, a causa del ejercicio de sus funciones o al tiempo de
practicarlas. (Manuel Ossorio, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y
Sociales. Editorial Heliasta. 1996). / Ahora bien, tratándose de un tipo
delictual, la verificación de sus elementos configuradores e imposición de
pena, corresponden al juez penal, en virtud de la extensión del ius
punendi, poder exclusivo de la jurisdicción penal. / Así, ante el
incumplimiento del mandamiento de amparo dictado por esta Corte, y a fin
de determinar si se ha configurado o no el desacato al fallo dictado por
este Órgano Jurisdiccional, se estima procedente remitir copias
certificadas del presente expediente al Ministerio Público, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 294 del Código Orgánico Procesal Penal,
vista las atribuciones previstas en los numerales 1, 2 y 5 del artículo 285
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, según las
cuales corresponde a dicho Órgano garantizar en los procesos judiciales el
respeto a los derechos y garantías constitucionales, la celeridad y la buena
marcha de la Administración de Justicia´.
2. No se ha realizado la imputación formal.
Según se desprende de las actuaciones analizadas, en el caso en estudio

460
aún no se ha realizado la imputación formal del ciudadano Manuel
Rosales, Gobernador del Estado Zulia, a pesar de que el Fiscal 5° del
Ministerio Público de la respectiva Circunscripción Judicial solicita el inicio
del procedimiento para la eventual solicitud de antejuicio de mérito contra
el mencionado funcionario.
Así entonces, el mencionado oficio de fecha 25 de julio de 2002, que el
representante del Ministerio Público a cargo de la investigación le dirigiera
al máximo mandatario regional del Estado Zulia, no constituye un acto de
imputación, pues mediante el mismo únicamente le advierte del desacato
que estarían cometiendo sus funcionarios subalternos y le solicita el
cumplimiento de la sentencia ya varias veces mencionada, indicando que
tal petición se hace ´de conformidad con lo establecido en los artículos 29
y 31, de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en concordancia con el ordinal 1, del artículo 285
ejusdem (sic), y 485, del Código Penal´, con lo cual se le advirtió en el
sentido de que el incumplimiento del aludido fallo judicial implicaría la
comisión por su parte del delito de desacato de mandamiento de amparo.
En efecto, el representante del Ministerio Público se dirige al Gobernador
de Estado Zulia en su condición de mandatario regional, y es por ello que
su oficio no fue respondido de manera personal por el referido funcionario,
sino que la contestación está suscrita por el Procurador del Estado Zulia, si
bien el mandatario regional también le dirigió personalmente una
comunicación al Fiscal General de la República para dar respuesta a los
señalamientos hechos en su contra.
Existe una clara diferencia entre la verdadera imputación y el aludido oficio
del Fiscal 5° del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Zulia, pues aquélla está dirigida de manera personal al ciudadano que
corresponda, debiendo especificar el hecho punible por el cual se investiga
al sujeto que se imputa, y aunque su destinatario ostente el cargo de
Gobernador estadal, no le corresponderá a la respectiva Procuraduría del
Estado darle respuesta a la imputación, sino que deberá hacerlo el
interesado personalmente o a través de un defensor designado de
conformidad con las previsiones del Código Orgánico Procesal Penal.
Por consiguiente, esta Dirección estima que, previa autorización del Fiscal
General de la República en el presente caso debería realizarse
formalmente la imputación del ciudadano Manuel Rosales, indicándosele
que se le investiga por el delito previsto en el artículo 31 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
3. Apreciación fiscal sobre los delitos objeto de la investigación.
En la supuesta imputación, que como ya se dijo no es tal, el Fiscal 5° del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia hace
referencia a los artículos 29 y 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales e igualmente hace mención del
artículo 485 del Código Penal, el cual contempla la falta constituida por la
desobediencia a la autoridad, con lo cual pareciera asumir que pueden
cometerse con el mismo hecho tanto el delito previsto en el artículo 31
antes citado, como el tipificado en la citada norma del código adjetivo
sustantivo, pero ello no es cierto, ya que para que se tratase de un
concurso ideal de delitos, con un mismo hecho tendrían que haberse
transgredido distintos preceptos penales; diferentes no sólo por estar
previstos en normas disímiles sino principalmente porque castiguen
conductas diferenciables que en un caso específico puedan confluir en un
solo hecho. Por lo tanto, el concurso no opera cuando uno de los hechos

461
punibles se subsume en el otro.
En efecto, en el presente caso sólo sería imputable el delito de desacato
de mandamiento de amparo, previsto en el artículo 31 de la Ley Orgánica
de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, pues se trata de
una desobediencia cualificada por la naturaleza de la decisión que se
incumple, es decir, que la falta prevista en el Código Penal es abarcada en
el delito previsto en la ley especial, pero con el agregado de otros
elementos típicos como el órgano y la decisión específica, ello en razón de
la primordial importancia de los derechos y garantías que con ella se
protegen.
La imputación simultánea de los dos hechos punibles implicaría pretender
que se castigue doblemente la misma conducta, desnaturalizando la
institución del concurso ideal de delitos, la cual opera sólo cuando pueden
diferenciarse idealmente las distintas conductas implícitas en un mismo
hecho, todo lo contrario al presente caso, en el cual una conducta es
abarcada y superada en especificidad por la otra. Así, el concurso ideal de
delitos se encuentra definido en el artículo 98 del Código Penal, conforme
al cual:
´El que con un mismo hecho viole varias disposiciones legales, será
castigado con arreglo a la disposición que establece la pena más grave´.
No habrá entonces concurso ideal cuando debe elegirse entre dos tipos
que presenten semejanzas, es decir, que compartan el núcleo que define
la acción delictiva, y en tal caso deberá optarse por aquél que se
identifique en mayor grado con el hecho investigado.
Al respecto, Alberto Arteaga Sánchez al referirse al concurso ideal de
delitos, afirma que:
´Se trata así de un supuesto en el cual realmente no hay pluralidad de
delitos, ya que se da un solo hecho, pero idealmente existe tal pluralidad
por implicar este hecho la violación de varias disposiciones legales, esto
es, por resultar abarcado el mismo hecho por diversas disposiciones que
no se excluyen entre sí, exclusión que se da en el denominado concurso
aparente de normas, en el que cada norma, como lo observa Antolisei,
comprende por entero el hecho y excluye la aplicación de la otra norma
que pugna por abarcarlo…´ .
En el presente caso, tanto el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales como el artículo 485 del
Código Penal están referidos al incumplimiento de una orden dictada por
una autoridad legítima, pero la primera norma citada es más específica al
referirse al desacato de un mandamiento de amparo, que es una decisión
dictada por un órgano jurisdiccional en un procedimiento especialísimo,
resultando por lo tanto aplicable la citada ley especial a los hechos objeto
de investigación, referidos precisamente al incumplimiento de una mandato
de amparo constitucional, excluyéndose así la aplicación de la citada
norma del código sustantivo penal, que se refiere a cualquier tipo de orden,
incluso las dictadas por autoridades administrativas.
4. No ha preescrito la acción penal para perseguir el delito de desacato de
mandamiento de amparo.
En relación con la inquietud planteada sobre la eventual prescripción de la
acción penal, este Despacho estima que ello no ha ocurrido, dado que por
la naturaleza jurídica del hecho delictivo investigado, la prescripción no ha
comenzado a correr aún, pues para los delitos permanentes, como es el
caso del que se comenta, el lapso de prescripción comienza a correr
desde el momento en el cual cesa la ejecución del hecho punible.

462
Además, en cuanto atañe al ciudadano Manuel Rosales, visto que para su
eventual enjuiciamiento se requiere la previa realización de un antejuicio
de mérito por ordenarlo así el artículo 266, numeral 3, de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, en el presente caso la
prescripción se encuentra en suspenso, en atención a lo previsto en el
único aparte del artículo 109 del Código Penal, según el cual: ´Si no
pudiere promoverse o proseguirse la acción penal sino después de
autorización especial o después de resuelta una cuestión prejudicial
diferida a otro juicio, quedará en suspenso la prescripción y no volverá a
correr hasta el día en que se dé la autorización o se define la cuestión
prejudicial´.
Como se indicó, respecto a la naturaleza del hecho, este Despacho
considera que el desacato de mandamiento de amparo es un delito
permanente, lo que implica que la prescripción sólo comienza a
computarse una vez que se extinga la conducta delictiva, tal y como lo
prevé el encabezamiento del citado artículo, al expresar que:
´Comenzará la prescripción(…) para las infracciones continuadas o
permanentes, desde el día en que cesó la continuación o permanencia del
hecho ´.
Por consiguiente, en razón de que hasta la presente fecha no se ha dado
cabal cumplimiento del mandamiento de amparo dictado por el Juzgado
Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Occidental,
la comisión del hecho delictivo permanece en el tiempo, lo que implica que
no ha comenzado a correr la prescripción de la acción penal.
En efecto, el desacato frente a la autoridad no se agota si todavía se
mantiene la actitud de rebeldía ante la autoridad jurisdiccional. Por el
contrario, se hace mucha más grave la afrenta en tanto se dilate el periodo
de incumplimiento. Sólo cuando se da cabal cumplimiento a la orden en
principio desacatada termina la comisión del delito.
Sin embargo, debe aclararse que en el caso del ciudadano Manuel
Rosales, se observa que el mismo fue notificado por el Juzgado Superior
en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Occidental, mediante
oficio de fecha 19 de junio de 2001, entregado el día 21 del mismo mes y
año, por lo cual aún en el supuesto negado de que estuviese corriendo la
prescripción, la acción penal se podría extinguir en el mes de junio de
2004.
El referido juzgado le notificó al Fiscal General de la República, en fecha
17 de julio de 2001, que ´ordenó notificarlo por auto de fecha 9 de julio de
2001, acerca de la solicitud de apertura del correspondiente procedimiento
por desacato en contra de la parte vencida en la presente acción de
amparo, conforme al artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales´, es decir, que para esta última
fecha ya el mencionado órgano jurisdiccional estimaba que se había
cometido desacato.
Ciertamente, tal y como más adelante se explicará, el mandamiento de
amparo es una decisión de cumplimiento inmediato, razón por la cual en
principio el desacato habría operado desde el mismo momento en el que
se notificó y no se cumplió de inmediato la orden judicial, salvo que se
hubiere acordado un plazo para cumplir.
Así entonces, este Despacho estima que la reincorporación formal del
ciudadano Pablo Segundo Bencomo a la nómina de la Gobernación del
Estado Zulia, debió ordenarla el mandatario regional el día 21 de junio de
2001, y en cuanto al pago de lo adeudado, debió ordenar lo conducente en

463
esa misma fecha, independientemente de que los trámites presupuestarios
implicaran el diferimiento de la fecha en la cual se hiciera efectivo el pago.
Debe aclararse que si se hubiera producido sólo un breve retraso en el
cumplimiento, no se estimaría cometido el delito de desacato de
mandamiento de amparo, pues con ello quedaría evidenciado que no
habría existido intención de incumplir la respectiva orden judicial. Sin
embargo, corresponderá al juzgador establecer según su criterio razonado,
cuál plazo haría presumir que se ha desacatado la autoridad judicial.
6. La ejecución del mandamiento de amparo debe ser inmediata. Ni el
ejercicio del recurso de apelación ni la consulta de ley producen efecto
suspensivo.
El mandamiento de amparo es una decisión de ejecución inmediata, es
decir que para hacerlo efectivo no es necesario esperar por el agotamiento
de las vías impugnativas existentes. Al contrario de lo que ocurre en
general con la impugnación de decisiones judiciales, el efecto suspensivo
no opera en el caso del mandamiento de amparo. Ello implica que el
destinatario del mandato del juez constitucional no podrá negarse a
cumplir con el pretexto de la pendencia de medios de impugnación contra
el pronunciamiento judicial.
Así entonces, la tramitación de la revisión de la decisión contentiva de un
mandamiento de amparo, por haberse ejercido recurso de apelación o por
la consulta obligatoria prevista en la ley, no suspende la ejecución del
pronunciamiento judicial. Ello se desprende claramente de lo previsto en el
artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, según el cual ´Contra la decisión dictada en primera
instancia sobre la solicitud de amparo se oirá apelación en un solo efecto´,
es decir, que el recurso tendrá únicamente efecto devolutivo.
La no suspensión de los efectos del mandamiento de amparo tiene plena
justificación en la necesidad del restablecimiento de la situación jurídica
infringida, dada la grave vulneración del ordenamiento jurídico
constitucional que implica la violación de derechos y garantías inherentes a
todas las personas.
Por su parte, el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales dispone que: ´Quien incumpliere el
mandamiento de amparo constitucional dictado por el juez, será castigado
con prisión de seis (6) a quince (15) meses´. Es de hacer notar, que esta
norma no sujeta la comisión del delito a que se resuelva en segunda
instancia confirmando el mandamiento de amparo, precisamente porque
se trata de una decisión de ejecución inmediata.
Más aún, el artículo 29 eiusdem señala expresamente que el desacato de
la orden del restablecimiento de la situación jurídica infringida por parte de
las autoridades de la República, implica desobediencia a la autoridad.
En virtud de ello, la citada norma establece textualmente que: ´El juez que
acuerde el restablecimiento de la situación jurídica infringida ordenará, en
el dispositivo de la sentencia, que el mandamiento sea acatado por todas
las autoridades de la República, so pena de incurrir en desobediencia a la
autoridad´.
Luego entonces, el desacato se producirá frente al incumplimiento,
independientemente de que se produzca o no una decisión confirmatoria
del mandamiento de amparo constitucional, pues el precepto penal
contenido en el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, repudia la rebeldía frente a una decisión
judicial cuyo cumplimiento no admite dilaciones, porque es inadmisible que

464
una parte se convierta en el juez de su propia impugnación y decida según
su criterio particular cumplir o no con la sentencia.
En este orden de ideas, resulta razonable que la revisión del mandamiento
de amparo no tenga efecto suspensivo, pues en caso contrario se
despojaría de efectividad a la institución del amparo constitucional, que es
por su propia naturaleza una medida urgente dada la gravedad inherente a
la violación de derechos y garantías constitucionales.
Cuando una sentencia es ejecutable, quien deba cumplirla no puede
alegar su ilegalidad para no acatarla, pues ello implicaría el
desconocimiento de la autoridad judicial. No hay otro medio distinto a la
impugnación para oponerse a los fallos judiciales, y en caso de que no
opere el efecto suspensivo de los recursos, debe acatarse cabalmente la
decisión de la cual se trate, sin perjuicio de las acciones que se puedan
ejercer posteriormente en caso de error judicial.
Tal como se ha expresado, el efecto devolutivo es el único que se produce
con el ejercicio de la apelación y/o con la tramitación de la consulta
obligatoria de la decisión dictada en el procedimiento de amparo
constitucional. Al respecto señalan Brewer-Carías y Ayala Corao que:
´La revisabilidad de las sentencias de amparo, ya sea mediante la
apelación o la consulta, no impide la inmediata ejecución del mandamiento
de amparo. De lo contrario, se haría nugatorio el principio constitucional de
restablecimiento inmediato de la situación jurídica infringida, mediante un
procedimiento breve y sumario...´ .
Y añaden que:
´La revisión (apelación o consulta) de las sentencias de amparo en primera
instancia es oída en un solo efecto (devolutivo), por lo que no impide la
inmediata ejecución del mandamiento de amparo o habeas corpus´.
Incluso, así como el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales regula lo relativo al amparo en
general, el artículo 43 eiusdem se refiere a la consulta en materia de
habeas corpus, y dispone en su único aparte que ´La consulta no impedirá
la ejecución inmediata la de la decisión´.
De esta manera, está claro que una vez notificada la decisión que acuerda
el amparo constitucional, aquél o aquéllos a quiénes la misma esté dirigida
deberán acatar el mandamiento de amparo, independientemente de las
vías recursivas existentes.
En conclusión, si quien debe cumplir el mandamiento de amparo no lo
acata de forma voluntaria, es procedente su ejecución forzosa, pero
además se configuraría la comisión del delito de desacato de
mandamiento de amparo, independientemente de que haya habido una
ejecución forzosa o de que se pretenda cumplirse a destiempo.
Ahora bien, si bien el incumplimiento de un mandamiento de amparo
implica la comisión del referido hecho punible, independientemente de la
vía impugnativa existente, se contempla un supuesto excepcional que
implicaría que lo que inicialmente se consideró un incumplimiento luego
deje de estimarse como tal, y por consiguiente no habría comisión de delito
alguno; es el caso de la declaratoria de nulidad absoluta del mandamiento
de amparo, pues dado que los efectos de esta última decisión operan
hacia el pasado, debe reputarse que el mandamiento de amparo nunca
existió.
Fuera de esta excepción, todo incumplimiento de un mandamiento de
amparo conlleva a la comisión del comentado delito.
Así por ejemplo, si luego de dictado el mandamiento de amparo la alzada

465
revoca la decisión por motivos de fondo –por ejemplo, por considerar que
no se amenazó ni vulnero garantía constitucional alguna- la existencia
jurídica del mandamiento de amparo antes de su revocación no se ve
afectada; su ejecutoriedad habría producido efectos jurídicos y por
consiguiente sí se habría cometido el delito de desacato de mandamiento
de amparo, pues lo que se castiga no guarda relación con que el autor
tenga o no razón en cuanto al fondo de la decisión sino que se sanciona el
desconocimiento de la autoridad de un órgano jurisdiccional actuando en
sede constitucional, debido a que como ya se indicó, la imperatividad de
sus decisiones no debe depender del criterio de ninguna de las partes.
En el sentido indicado, jurisprudencialmente ya se ha establecido que el
incumplimiento del mandamiento de amparo supone per se la comisión del
delito analizado. En efecto, sobre el aspecto tratado se ha pronunciado la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, reconociendo que
incluso si luego de producida una sentencia condenatoria por el delito en
referencia, se declara la nulidad absoluta del mandamiento de amparo, si
la condena se produce antes de la nulidad, el juez de juicio actúa conforme
a Derecho, sin perjuicio de que su sentencia pierda validez jurídica. En tal
sentido, en su Sentencia N° 1526, de fecha 13 de agosto de 2001, el
mencionado órgano jurisdiccional expresó que:
´Esta Sala ha sostenido que los fallos de amparo son de ejecución
inmediata, motivo por el cual las apelaciones de amparo se oyen en un
solo efecto, conforme al artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales. / En este sentido, el Tribunal de
Juicio que decidió en Primera Instancia resolvió ajustado a derecho, ya
que para la fecha existía un desacato. Pero la base de ese desacato fue la
sentencia dictada por el Juez de Primera Instancia del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Vargas, la cual quedó anulada, y al
suceder ello, la fuente del desacato dejó de existir, motivo por el cual,
sobrevenidamente quedó eliminada./ Observa la Sala, que lo que se
discute en el presente caso no es la ejecutoriedad inmediata de la
sentencia de amparo, pues ella está garantizada en el artículo 31 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
De lo que se trata es de la existencia o no de la sentencia cuya
ejecutoriedad se alega, pues al ser anulada, su principal consecuencia son
sus efectos ex tunc, es decir, que tocan o atacan el origen o nacimiento
mismo del objeto de la anulación. De tal suerte que sólo podía gozar de
ejecutoriedad la sentencia efectivamente proferida por el órgano
competente, y no participa de esta condición la sentencia cuya anulación
fue declarada ab initio por la Sala´.
Sin embargo se reitera, que sujetar la comisión del delito de desacato de
mandamiento de amparo al agotamiento de las vías recursivas, sería tanto
como ignorar que se trata de una decisión de ejecución inmediata, además
de que despojaría de toda fuerza disuasiva a la previsión del referido
hecho punible, pues no sería sino luego del pronunciamiento de la alzada y
eventualmente luego de una decisión del Máximo Tribunal de la República
si se ejerciera el recurso de casación, que podría estimarse cometido el
delito in comento. Ello sería contrario a la finalidad de la mencionada
categoría delictiva, la cual no es otra que apoyar la ejecutoridad de las
decisiones que acuerden el amparo de derechos y garantías
constitucionales. El legislador, sin privar al presunto agraviante de los
medios de impugnación respectivos, ha establecido un delito pensando en
el ciudadano cuyo derecho o garantía, luego de obtenida una tutela

466
constitucional, no puede quedar sujeto a los engorrosos trámites de los
recursos ordinarios y extraordinarios.
7. Conclusión
Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, en criterio de esta
Dirección, el fiscal del Ministerio Público a cargo de la investigación, antes
de realizar la imputación tal y como se ha indicado, deberá verificar el
estado del procedimiento de amparo en fase de revisión, a objeto de
descartar que se haya producido la nulidad del mandamiento respectivo.
Luego de realizada la imputación respectiva y de que se le otorgue al
imputado la oportunidad de ejercer su derecho a la defensa, y practicadas
como hayan sido las actuaciones complementarias que considere
necesarias, el respectivo representante de la Institución deberá elevar un
informe al Fiscal General de la República proponiendo la solicitud de
antejuicio de mérito, de conformidad con lo previsto en el artículo 36 del
Código Orgánico Procesal Penal.
Igualmente, si el Máximo Representante del Ministerio Público resuelve
interponer la correspondiente querella de conformidad con lo previsto en el
artículo 377 del código citado, se estima prudente una revisión previa del
respectivo expediente en el órgano jurisdiccional en el cual se encuentre, a
objeto de dejar constancia en el escrito acusatorio del estado de la causa
de amparo al momento de la solicitud de antejuicio de mérito…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:2
CRBV art:26
CRBV art:253
CRBV art:266-3
CRBV art:285-1
CRBV art:285-2
CRBV art:285-5
LOADGC art:29
LOADGC art:31
LOADGC art:35
CP art:98
CP art:109
CP art:485
COPP art:36
COPP art:377
SCPCA 18-09-2002
STSJSCO Nº 1526
13-08-2001

DESC AMPARO
DESC ANTEJUICIO DE MERITO
DESC CONCURRENCIA DE DELITOS
DESC DESACATO
DESC DESOBEDIENCIA A LA AUTORIDAD
DESC EJECUCIÓN
DESC ESTADO ZULIA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC GOBERNADORES
DESC IMPUTABILIDAD
DESC PRESCRIPCION

467
DESC JUSTICIA
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.551-578.

468
181
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-12-1140-2004 FECHA:20040617
TITL La pena del delito de rebelión militar es la establecida por el
artículo 479 en relación con el ordinal 1° del artículo 477 del
Código Orgánico de Justicia Militar.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Comunicación


N°DDC-S-0291-2003, a través de la cual remite anexa la denuncia
formulada por un grupo de militares fuera de servicio activo, entre los
cuales se encuentra el Teniente Coronel (GN) Héctor Herrera Jiménez,
quienes integran el ´Frente Militar Bolivariano´.
Tal remisión la realizó, a los fines de que este Despacho emita opinión ´en
cuanto a si los hechos denunciados en el mencionado escrito
configuración (sic) materia
competencia del Ministerio Público´.
Antes emitir la correspondiente opinión se aprecia, que la Dirección de
Secretaría General recibió en fecha 17 de julio de 2002, el escrito de fecha
16 de julio de 2002, dirigido al Fiscal General de la República por el
´Frente Militar Bolivariano´, mediante el cual algunos de sus integrantes
solicitaron la apertura de una averiguación penal.
Es de presumir, que la referida solicitud de investigación fue remitida a la
Dirección de Delitos Comunes -aunque en la misma no se aprecia el sello
de recibo de ese Despacho- pues transcurridos exactamente siete meses y
dos días de su recepción, la misma fue recibida en esta Dirección de
Consultoría Jurídica el día 19 de febrero de 2003, conforme al
Memorándum N° DDC-S-0291-2003, de fecha 18 de febrero de 2003,
cuando había fenecido evidentemente el lapso de quince (15) días dentro
del cual el Ministerio Público puede desestimar las denuncias que le sean
presentadas, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 300 del
Código Orgánico Procesal Penal.
En el respectivo escrito de denuncia se solicita la apertura de una
investigación penal sobre ´los hechos, insinuaciones y acciones
PÚBLICOS Y NOTORIOS´ ´presuntamente delictivos´, por los cuales se
señala a los ciudadanos Enrique Ochoa Antich, William Dávila Barrios;
Sergio Omar Calderón y Ángela Zago, quienes según se afirma en la
citada denuncia, ´con premeditación organizaron y dirigieron la desviación
de un grupo de manifestantes que se encontraban participando en una
marcha debidamente permisada por las autoridades competentes para que
se realizara en la Avenida Urdaneta de Caracas y ellos trasladaron
ilegalmente a una gran cantidad de personas a la Base militar
Generalísimo Francisco de Miranda o Base Aérea ‘ la Carlota’ , con la
intención velada de entregar un documento y sublevar a los militares
acantonados en la misma e iniciar una posible rebelión militar contra el
régimen Constitucional que impera en nuestra nación.´.
Se señala también en el escrito que se analiza, que los manifestantes
intentaron ingresar a la instalación militar antes mencionada, pero ello les
fue impedido por la ´precaria´ vigilancia del lugar, así como que
469
posteriormente se produjo la intervención de la Guardia Nacional, la cual
habría ´restringido´ a los manifestantes, quienes habrían conminado al
contingente del mencionado componente de la Fuerza Armada Nacional ´a
que desconocieran la autoridad de su Comandante en Jefe y que se
revelaran contra el régimen´, pero que ´vista la demostración de apego a la
Constitución y las Leyes por parte de los oficiales, GNs, y soldados y a la
falta de respuesta positiva a sus requerimientos, los protestantes
empezaron a ofender a los uniformados llamándolos cobardes,
lanzándoles improperios, e incitando o provocando una reacción violenta
de ellos´.
Los denunciantes afirman asimismo, que el representante de la ONG
´Queremos Elegir´, Elías Santana, ´manifestó por la televisora
GLOBOVISIÓN, que los prenombrados ya tenían preparado un documento
hecho inconsultamente y lo llevaron a la Comandancia General de la
Aviación para que los militares se les unieran en una acción de
desobediencia cívico-militar´.
Narrados los hechos anteriores, los denunciantes manifestaron que en su
criterio ´… estamos frente a los supuestos de ley consagrados como; (sic)
SEDICIÓN, INSTIGACIÓN A DELINQUIR, INSTIGACIÓN A LA REBELIÓN
(ALZAMIENTO) MILITAR Y CONSPIRACIÓN´.
Al respecto, esta Dirección estima que con ese supuesto conjunto de
delitos se hace referencia a un único presunto hecho punible, que
probablemente podría encuadrarse en la instigación a la delinquir, pues
conforme se ha expuesto, un grupo de manifestantes habría pretendido
públicamente que funcionarios castrenses desconocieran a sus mandos y
al comando del Presidente de la República, atentando así contra la
constitucionalidad del Estado venezolano.
Asimismo, solicitaron que se investigue la actuación en el referido acto ´…
de los Diputados (Primero Justicia), Julio Borges, Liliana Hernández, el
Alcalde Leopoldo López, y Carlos Ortega, quines (sic) se presentaron y
avalaron las acciones allí desarrolladas y arengaron a los manifestantes a
que permanecieran indefinidamente en los alrededores del Fuerte Militar y
se declararan en Rebelión Popular…´.
Esta afirmación como se puede apreciar es sumamente genérica, por lo
cual difícilmente sea suficiente para ordenar el inicio de una investigación
en relación con la conducta de los prenombrados ciudadanos, pues no se
indica cuando se presentaron ni como ´avalaron´ ´las acciones allí
desarrolladas´.
Por otra parte, en criterio de los integrantes del Frente Militar Bolivariano,
la conducta de quienes organizaron y ´avalaron´ la manifestación en
referencia constituiría una violación de lo pautado en el artículo 322 de la
Carta Magna.
Ahora bien, resulta evidente que se ha denunciado la comisión de hechos
punibles por parte de los ciudadanos a los que se refieren los
denunciantes, más para determinar si el Ministerio Público debe o no
intervenir en relación con la investigación de los hechos respectivo, es
preciso traer a colación por una parte, que se señala expresamente la
posible comisión de al menos uno de los delitos previstos en la legislación
castrense, como lo es el delito de rebelión militar, tipificado en el artículo
476 del Código Orgánico de Justicia Militar, y por otra parte, la cualidad de
los supuestos partícipes en los hechos respectivos.
Así, según los denunciantes, se habrían cometido los siguientes ´delitos´:
sedición, instigación a delinquir, instigación a la rebelión (alzamiento)

470
militar y conspiración.
Por lo que respecta al delito de sedición, se aprecia que el mismo no está
tipificado con esa denominación en la legislación penal venezolana. Sin
embargo, la noción de ese hecho punible podría encuadrar en alguna de
las hipótesis del delito de rebelión previstas legalmente en nuestro país.
De esta manera, atendiendo a su naturaleza, la sedición -como variante de
la rebelión- no es un delito militar, por cuanto es evidente que el bien
jurídico tutelado trasciende la esfera de los valores militares e incluso
puede ser cometido sin que exista participación alguna de funcionarios
castrenses.
En el derecho comparado pueden traerse a colación los siguientes
ejemplos:
En México, el artículo 130 del Código Penal para el Distrito Federal en
materia del Fuero Común y para toda la República en materia del Fuero
Federal, dispone que:
´Se aplicará la pena de seis meses a ocho años de prisión y multa hasta
de diez mil pesos, a los que en forma tumultuaria, sin uso de armas,
resistan o ataquen a la autoridad para impedir el libre ejercicio de sus
funciones con alguna de las finalidades que se refiere el artículo 132.
A quienes dirijan, organicen, inciten, compelan o patrocinen
económicamente a otros para cometer el delito de sedición, se les aplicará
la pena de cinco a quince años de prisión y multa hasta de veinte mil
pesos´.
El sujeto activo es por consiguiente indiferenciado y no está vinculado de
manera exclusiva a la esfera castrense. Informe Anual del Fiscal General
de la República Por su parte, el Código Penal colombiano diferencia los
delitos de rebelión, sedición, asonada y conspiración, en sus artículos 467,
468, 469 y 471, respectivamente.
En cuanto a la sedición, el mencionado artículo 468, dispone que: ´Los que
mediante el empleo de las armas pretendan impedir transitoriamente el
libre funcionamiento del régimen constitucional o legal vigentes, incurrirán
en prisión de dos (2) a ocho (8) años y multa de cincuenta (50) a cien (100)
salarios mínimos legales mensuales vigentes´.
Apréciese que en este caso a diferencia de lo previsto en la legislación
mexicana, que lo excluye, se hace referencia la ´empleo de armas´. Esto
pone de relieve que como ha sido observado con anterioridad, la
tipificación del delito de sedición debe analizarse conforme a la legislación
concreta de cada país.
En el caso venezolano, el Código Penal prevé en el Capítulo II, Título I,
Libro Segundo, ´los delitos contra los Poderes Nacionales y de los
Estados´.
El artículo 144, que es el primero del referido Capítulo, prevé el delito de
Rebelión.
A su vez, los artículos 145, 146 y 147 prevén conductas que no se
corresponden con la noción de la sedición, pues ésta no tiene la magnitud
ni la organización que son propias de la rebelión, y que en términos
sencillos podría afirmarse que constituyen especies de alzamientos
aislados de un grupo de ciudadanos contra una autoridad, alzamientos que
en individualmente no constituyen una rebelión, pero que podría tener
como fin que esta última se produzca.
En efecto, ello es lo que sugiere el significado literal de la palabra sedición,
pues según la Enciclopedia Jurídica Opus se entiende por tal:
´…Del Lat. seditio, onis. Desunión, discordia, sublevación. Acción de

471
alzarse en armas con los mismos propósitos que en la rebelión, pero en
relación con las constituciones y los poderes públicos locales.
Para estos casos son aplicables los conceptos de la rebelión (V.). Dícese
del levantamiento multitudinario y agresivo en contra de las autoridades,
para obligarlas a realizar determinados propósitos o abstenerse de cumplir
sus funciones o ciertas disposiciones legales en los ámbitos legislativo,
ejecutivo o judicial…´ .
Es de hacer notar, que el artículo 144 del Código Penal, dispone que:
´Serán castigados con presidio de doce a veinticinco años: /1° Los que se
alcen públicamente en actitud hostil, contra el Gobierno legítimamente
constituido o elegido, para deponerlo o impedirle tomar posesión del
mando. /2° Los que, sin el objeto de cambiar la forma política republicana
que se ha dado la Nación, conspiren o se alcen para cambiar
violentamente la Constitución Nacional… / 3° Los que promuevan la guerra
civil entre la Unión y los Estados o entre éstos´.
En esta norma -ajena a la legislación penal castrense- se consagra el
delito de rebelión -distinta a la militar- en sus distintas modalidades, en la
cual podría encuadrarse la denominada sedición, que no sería más que
uno de los supuestos de la rebelión no militar o rebelión civil.
Caso distinto sería que quienes incurrieran en sedición fueren funcionarios
militares, pues para ellos está prevista una norma especial. En efecto, si la
rebelión fuere de funcionarios castrenses se aplicaría lo previsto en el
artículo 476 del Código Orgánico de Justicia Militar, lo cual no quiere decir
que la competencia para conocer del mismo corresponda a los tribunales
militares, pues como más adelante se apreciará, el delito de rebelión no
puede considerarse un delito de naturaleza militar.
Pero además resulta determinante, que como ya se ha visto la sedición
constituye un delito perteneciente al derecho común, cuyo conocimiento
corresponde a los tribunales ordinarios, razón por la cual en virtud del
fuero de atracción previsto en el artículo 75 del Código Orgánico Procesal
Penal, dichos tribunales también conocerían de los delitos conexos que en
principio debieran ser conocidos por otros tribunales. En efecto, establece
la citada norma, que:
´Fuero de atracción. Si alguno de los delitos conexos corresponde a la
competencia del juez ordinario y otros a la de jueces especiales, el
conocimiento de la causa corresponderá a la jurisdicción penal ordinaria. ´.
Por otra parte debe tomarse consideración, que si bien el Código Orgánico
de Justicia Militar prevé concretamente el delito de instigación a la rebelión
militar, del tipo que lo establece se evidencia claramente que sólo puede
ser cometido por funcionarios militares. Así entonces, establece el artículo
481 del mencionado código, que:
´La instigación a la rebelión se castigará:/Con prisión de cinco a diez años
y expulsión de las Fuerzas Armadas, a los oficiales y clases; y prisión de
cuatro a ocho años a los individuos de tropa o de marinería´.
En otro orden de ideas, se descarta también la comisión del delito de
instigación a la sublevación previsto en el citado código -aunque no fue
alegado por los denunciantes- por cuanto tal hecho punible no sería
aplicable, en razón de que no supone el desconocimiento del Gobierno
Nacional, que es precisamente lo que pretenderían los manifestantes
según el decir de los denunciantes y además debería ser cometido por un
oficial de la Fuerza Armada Nacional. Ello queda claro de lo dispuesto en
el artículo 497 del código citado, según el cual:
´El oficial que subleve la tropa a sus órdenes u otra fuerza armada, sin

472
cometer los delitos de rebelión o motín, será castigado con presidio de
ocho a dieciséis años.´.
Resta por analizar lo concerniente al delito de instigación a delinquir,
respecto al cual esta Dirección estima que este delito sí es compatible con
el de sedición, pues los presuntos sediciosos, si efectivamente fueren
tales, también podrían haber pretendido que funcionarios castrenses
incurrieran en el delito de rebelión contemplado en el Código Orgánico de
Justicia Militar.
Ahora bien, según se afirma en la denuncia comentada, los ciudadanos a
quienes se señala en la misma, habrían actuado ´con la intención velada
de entregar un documento y sublevar a los militares acantonados en la
misma e iniciar una posible rebelión militar contra el régimen Constitucional
que impera en nuestra nación´.
Como ya se expresó, de acuerdo con el mismo contexto de lo denunciado,
en realidad no se afirma la instigación de una sublevación, pues la
conducta de los presuntos agentes no habría pretendido provocar una
simple desobediencia circunstancial sino -según se afirma- el
desconocimiento del gobierno nacional.
Por otra parte, no se indica cuál es el contenido del documento que iban a
entregar dichos ciudadanos, el cual se supone debía conocerse -y
consignarse- para fundamentar adecuadamente la denuncia. Además
debe aclararse que el Derecho Penal no castiga intenciones -y mucho
menos si éstas son veladas- por lo cual en el presente caso, el análisis
deberá reducirse a analizar el delito en el cual directamente podrían haber
incurrido los manifestantes, es decir, el delito de sedición.
Así entonces se afirma también, que ´los manifestantes intentaron ingresar
a la instalación militar antes mencionada´, y aunque no se señala
expresamente cuáles serían los fines de esa tentativa, pareciera sugerirse
que la misma pretendía igualmente provocar el alzamiento de los efectivos
castrenses destacados en el sitio.
Sobre este particular, le destaco que intentar ingresar a una instalación -
civil o militar- no está tipificado como delito, así que a lo sumo podría
tratarse de parte del iter criminis de otro delito, lo cual no está planteado en
el presente caso.
Por otra parte, los manifestantes habrían conminado al contingente del
mencionado componente de la Fuerza Armada Nacional ´a que
desconocieran la autoridad de su Comandante en Jefe y que se revelaran
contra el régimen´. Con esto, los agentes sí podrían haber cometido el
delito de instigación a delinquir, previsto en el artículo 284 del Código
Penal, el cual establece, que:
´Cualquiera que instigare, públicamente, a otro a cometer una infracción
determinada, por el solo hecho de la instigación será castigado: / 1°. Si se
trata de un delito para el cual se ha establecido pena de presidio, con
prisión de diez a treinta meses. / 2°. Si se trata de un delito cuya pena sea
de prisión, con prisión de tres a doce meses. /3°. En todos los demás
casos, con multa de cincuenta a mil bolívares, según la entidad del hecho
instigado´.
En este orden de ideas, se enmarcaría lo supuestamente afirmado por el
ciudadano Elías Santana, acerca de un supuesto documento vinculado a
un alzamiento ´cívico-militar´.
Como ya se expresó, los delitos militares, únicos respecto a los cuales
deben conocer los tribunales con competencia penal militar, son aquéllos
cometidos por funcionarios castrenses y que atenten contra bienes

473
jurídicos pertenecientes al ámbito militar.
Así entonces, no basta con que un delito esté previsto en el Código
Orgánico de Justicia Militar, para que pueda ser juzgado por los tribunales
militares, pues es preciso que se trate de un delito de naturaleza militar, en
atención a lo previsto en el artículo 261 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
Esta Dirección ha opinado con anterioridad sobre los delitos de naturaleza
militar y la restricción de la mal llamada ´jurisdicción´ penal militar al
conocimiento exclusivo de delitos de naturaleza militar, según lo dispone el
artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Como se verá seguidamente, la nueva Carta Magna ha consagrado un
criterio sustancial en cuanto a los delitos que pueden ser conocidos por los
tribunales con competencia penal militar, de tal manera que no bastaría ni
siquiera que una disposición legal denominara algún hecho punible como
delito militar, pues es necesario que ostente naturaleza militar, y en caso
de que una ley calificase erróneamente a un delito como militar, habría que
atender a la verdadera naturaleza del hecho punible y desaplicar la norma
respectiva, de conformidad con lo previsto en el artículo 334, primer
aparte, del texto fundamental.
Así entonces, al diferenciar entre los delitos comunes y los de naturaleza
militar, esta Dirección expresó en el Memorándum N° DCJ-12-1465-2001,
dirigido a la Vice Fiscal General de la República en fecha 26 de diciembre
de 2001, lo siguiente:
´… respecto a los delitos de naturaleza militar, cabe resaltar que los
mismos son un ejemplo claro de hechos punibles especiales, lo que lleva
implícita la existencia de un sujeto activo especial que actúa en una
situación de deber que le es particular…/… no necesariamente porque un
hecho punible esté calificado como delito militar en el Código Orgánico de
Justicia Militar, será de naturaleza militar, es decir, que no debe partirse de
una orientación formal, sino que debe atenderse a un criterio material,
según el cual sólo pertenecerán a esa categoría aquellos hechos punibles
que reúnan las características especiales que les son inherentes…/… la
trasgresión de los deberes de subordinación y de obediencia, así como de
los deberes de respeto a los subordinados … se ubican efectivamente en
el ámbito de los ilícitos militares, de forma tal que los delitos tipificados en
estas materias serán en principio de naturaleza militar, más si implican la
comisión de delitos comunes, tanto éstos como aquellos serán
competencia de la jurisdicción ordinaria, pues ésta es el fuero de atracción,
según lo establecido en el artículo 75 del Código Orgánico Procesal
Penal…/ … el delito de naturaleza militar sólo tendrá lugar en el ámbito
interno de la Fuerza Armada Nacional, y se presenta como una infracción
de valores específicos de la Institución Armada, es decir, los que incumban
principalmente a ésta…/… constituirá una guía fundamental lo establecido
por el Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia de su Sala Penal,
en la cual definió los límites de la denominada jurisdicción militar de
acuerdo con lo establecido en el artículo 261 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, que la restringe al enjuiciamiento de
delitos de naturaleza militar./ En dicha decisión, el Máximo Tribunal de la
República interpretó el referido criterio material previsto por la Carta
Magna, en el sentido de que será la esencia del hecho y no la cualidad del
autor la que determinará si un delito es o no de naturaleza militar. Ello
quiere decir que no es concluyente que el hecho sea cometido por un
militar, sino más bien que el mismo materialice el incumplimiento de

474
deberes específicamente militares. Puede expresarse gráficamente con el
siguiente ejemplo: Así como en materia de salvaguarda del patrimonio
público, no todo delito cometido por un funcionario público es un delito de
la especialidad que corresponde a dicha materia, puesto que lo serán
únicamente aquellos vinculados con sus funciones, sea que se produzcan
durante su ejercicio o por razón del cargo que ocupen, y que además
afecten al patrimonio público, no todo los delitos cometidos por militares
tienen naturaleza militar, aunque para ser considerados tales deben
necesariamente ser cometidos por funcionarios castrenses, pues sólo
estos podrían encontrarse en las especiales condiciones que configuran
esta categoría de hechos punibles./ Asimismo, atendiendo entonces a este
criterio sustancial, no basta con que un hecho punible esté previsto en el
Código Orgánico de Justicia Militar para considerar que es de naturaleza
militar, como tampoco sería suficiente que el mencionado código así lo
denominara, pues siempre privará la determinación de si el mismo ostenta
o no naturaleza militar de conformidad con lo establecido en el artículo
261 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.…/ …
que la jurisdicción penal militar sólo puede juzgar a militares, deviene del
principio del juez natural, y ello ha sido claramente expresado por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, como lo reseña Carlos M. Ayala
Corao, quien expresa que:/ ‘ La CtIDH ha interpretado la garantía del juez
natural frente a jurisdicciones especiales, afirmando que los tribunales
militares no son competentes para juzgar a civiles. En este sentido, CtIDH
ha mantenido que la jurisdicción militar tiene por fin mantener el orden y la
disciplina dentro de las fuerzas armadas, por lo cual los únicos sujetos que
pueden estar sujetos a su jurisdicción son los militares por delitos de
función castrense. Además, en la mayoría de los sistemas de organización
de la justicia militar, sus órganos (tribunales) no son independientes, ni
imparciales ni judiciales. Por todo ello, CtIDH ha determinado que la
justicia militar no es la justicia natural aplicables a los civiles. En este
sentido, CtIDH ha determinado que el juzgamiento de civiles por tribunales
militares, constituye una violación del artículo 8.1 de la CADH (Sentencia
de fecha 30-5-99, CDT, caso Castillo Petruzzi y otros contra Perú, Párr.
(sic) 128 a 132)…´.
En el presente caso, además, sólo se encontrarían involucrados civiles
como presuntos autores de los delitos denunciados, lo que excluye su
sometimiento a los tribunales con competencia penal militar.
Asimismo, es de hacer notar que el delito de rebelión -militar o no- no tiene
como núcleo central un atentado contra bienes jurídicos intrínsecos de la
institución castrense, pues el orden constitucional que es en última
instancia el objeto de la protección penal, trasciende evidentemente al
ámbito de los principios e intereses de la Fuerza Armada Nacional.
No obstante, en criterio de este Despacho ninguno de los delitos que se
podrían haber cometido en presente caso -sedición e instigación a
delinquir- está previsto en la legislación penal militar, motivo por el cual no
debería existir duda en cuanto a la competencia de los tribunales
ordinarios.
Por consiguiente, en criterio de esta Dirección el Ministerio Público es
competente para adelantar, si fuere procedente, la investigación sobre los
hechos denunciados.
Por otra parte, de acuerdo con lo anteriormente expuesto, el único delito
cuya comisión podría presumirse, sería el de instigación a delinquir,
previsto en el artículo 284 del Código Penal, respecto a lo cual considera

475
este Despacho que el delito instigado sería el de rebelión militar,
contemplado en el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia Militar.
La pena aplicable a dicho delito es la contemplada en el artículo 479 en
relación con el ordinal 1° del artículo 477 del citado código, disponiendo la
primera norma citada que esta será de ´… veinticuatro a treinta años de
presidio para las personas comprendidas en el ordinal 1 del artículo 477 ´.
´Por tratarse de una pena de presidio, la pena aplicable a la instigación
sería la prevista en el ordinal 1° del artículo 284 del Código Sustantivo
Penal, es decir, de prisión de diez a treinta meses.
Hay que advertir, que para que exista instigación a la rebelión, se debe
partir de que este delito es sancionable penalmente´.
En tal sentido se aprecia que si bien como antes se indicó, esta Dirección
estima que el delito de rebelión militar sí está previsto y sancionado por la
ley, es importante hacer referencia a la sentencia dictada en el caso de los
militares involucrados en los sucesos acaecidos en abril del año 2002, en
la cual se adujo que por cuanto el artículo 476 del Código Orgánico de
Justicia Militar no establece una pena, sería una norma incompleta, por lo
cual no sería punible la conducta en ella descrita. En el mencionado fallo
judicial del 14 de agosto de 2002 se establece, que:
´Esta conducta ha sido denominada rebelión propia y su tipo, en este caso
específico, tiene como acciones rectoras las de promover o ayudar
cualquier movimiento armado para alterar la paz interior de la República o
para impedir o dificultar el ejercicio del gobierno en cualquiera de sus
poderes. / Para que una determinada conducta del hombre pueda
reprocharse en el mundo del derecho penal, es menester que esa
conducta pueda subsumirse perfectamente en el supuesto de hecho o
descripción del tipo que la ley ha dado. Es decir, esa conducta debe
encajar milimétricamente, tal y como casa el tornillo en la tuerca, el dedo
en la sortija, la bala en el calibre, en el supuesto de hecho que el órgano
legislativo ha establecido como criminoso. / En efecto, es de todos sabido
que la norma jurídica está compuesta por un supuesto de hecho y una
consecuencia jurídica. En el Derecho Penal, regido por el principio de la
legalidad de los delitos y las penas, es preciso, para que pueda existir
delito, que previamente a la acción u omisión del hombre, esa conducta
haya sido reconocida como criminosa y que, igualmente, de manera previa
se haya tarifado la sanción a que se hace acreedor el responsable de esa
conducta. / En este orden de ideas, advierte la Sala que la defensa de los
imputados hizo valer el argumento de que el delito de rebelión militar no
tiene pena establecida en el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia
Militar, o lo que es lo mismo, que dicha norma es una de aquellas que se
conocen como imperfectas, por cuanto si bien establece una conducta
reprochable, no consagra el castigo que deba tener como consecuencia
del ejercicio de esa acción. / Es de tal importancia ese argumento que la
Sala Plena se siente obligada a hacer, de inmediato, su previa
consideración y resolución y pasa a hacerlo en los términos siguientes: / El
ciudadano Fiscal General solicitó la declaratoria de mérito para el
enjuiciamiento de los ciudadanos General de División (EJ) Efraín Vásquez
Velasco, General de Brigada (Av) Pedro Pereira Olivares, Vicealmirante
Héctor Ramírez Pérez y Contralmirante Daniel Lino José Comisso
Urdaneta, identificados en autos, por el delito de rebelión militar. El Fiscal
fundamentó su solicitud en el artículo 476, ordinal 1, del Código Orgánico
de Justicia Militar. / Dicho código, efectivamente, no contiene previsión de
pena respecto a la conducta descrita. / El delito de rebelión militar, en su

476
forma propiamente dicha, que consistiría en la existencia de un movimiento
armado para alterar la paz interior de la República o para impedir o
dificultar el ejercicio del gobierno, no existe en nuestra legislación
castrense. Esta legislación reconoce formas cualificadas o agravadas del
delito y el delito de rebelión impropia (sin alzamiento colectivo armado),
como lo serían la instigación a la rebelión (artículo 481 del Código
Orgánico de Justicia Militar) y, en el ámbito del derecho común, la
conspiración (artículo 144, ordinal 2°, del Código Penal). No obstante,
estos delitos no son materia de la presente decisión. La tipificación
delictiva que estableció el Código de Justicia Militar y Naval de 1933 era
distinta a la del código vigente por cuanto, en el mismo, estaban
dispuestas las penas para los casos de rebelión propia (artículos 116, en
relación con el 117 eiusdem). / En nuestro derecho rige el principio de
legalidad, según el cual la única fuente de los delitos y de las penas es una
ley que dicte el Poder Legislativo Nacional. En este sentido, nuestra
legislación recoge el principio contenido en el clásico apotegma nullum
crimen nulla poena sine lege y que tanto el Código Penal como el de
Justicia Militar lo reconocen cuando expresan: Nadie podrá ser castigado
por un hecho que no estuviere expresamente previsto como punible por la
ley, ni con penas que ella no hubiere establecido previamente (artículo 1°
del Código Penal) y Nadie puede ser enjuiciado militarmente sino por lo
hechos calificados y penados por este Código (artículo 6 del Código
Orgánico de Justicia Militar). Está generalmente admitido que estos
principios se consideran básicos para el estado de derecho. / El artículo
476 del Código Orgánico de Justicia Militar define dos supuestos de hecho
para la rebelión militar: el primero es promover, ayudar o sostener
cualquier movimiento armado para alterar la paz interior de la República o
para impedir o dificultar el ejercicio del Gobierno en cualquiera de sus
poderes . El segundo es cometer, durante una guerra civil, para favorecer
al enemigo de la legalidad, cualquiera de los hechos enumerados en los
ordinales 26, 27, 28 y 29 del artículo 464, en cuanto sean aplicables . / El
artículo 464 se refiere al delito de traición a la patria y los supuestos de
hecho contenidos en los mencionados ordinales, es decir, poner en
peligro la independencia de la Nación o la integridad de su territorio (26);
inducir o decidir a potencia extranjera a hacer la guerra contra la Nación o
atentar en cualquier forma contra la soberanía nacional (27); haber sido
causa de la derrota de las fuerzas nacionales (28) e impedir que una
operación de guerra produzca las ventajas que debía producir. Estas
hipótesis son enteramente distintas, tanto en sus elementos estructurales
como temporales, a los que establece el ordinal 1 del mencionado artículo
476. / El ordinal 2 del mencionado artículo 476 define un supuesto de
hecho distinto e independiente del que contiene en el ordinal 1 señalado,
cuya acción consiste en comisión (elemento objetivo) durante una guerra
civil (elemento temporal), para favorecer al enemigo de la legalidad
(elemento subjetivo y normativo). Resulta procedente recordar, como se ha
dicho, que el tipo penal debe aparecer necesariamente conformado por el
supuesto de hecho (parte objetiva y subjetiva de la conducta) y por la pena
como consecuencia jurídica. Si falta cualquiera de estos dos enunciados
normativos de la disposición referida en primer término, llamados a
estructurar el tipo básico propiamente dicho, no se configura una conducta
punible. / Los artículos 477, 478 y 479 eiusdem, conforman, pues, tipos
autónomos de rebelión, los llamados cualificados o agravados, que deben
partir de una descripción básica (precepto), destinada a establecer

477
conductas, igualmente distintas y autónomas con caracteres y penalidades
propias´.
Así, el artículo 477 requiere, en su primera parte, el componente típico que
está dado por la expresión presencia del ‘ enemigo extranjero’ (referencia
objetiva) y la ‘ adhesión a la rebelión’ . El artículo 478 hace referencia a la ‘
presencia del enemigo rebelde’ (elemento normativo) y el artículo 479
establece textualmente: ‘ en todos los demás casos de rebelión militar la
pena será de veinticuatro (24) a treinta (30) años de presidio para las
personas comprendidas en el ordinal 1 del artículo 477 y de veintidós (22)
a veintiocho (28) años de presidio para las comprendidas en el ordinal 2°
del citado artículo’ . Como puede verse, esta norma no se refiere para
nada al ordinal 1° del artículo 476 citado. / En este mismo orden de ideas,
la Sala observa lo siguiente: / a / El artículo 476 del CÓDIGO ORGÁNICO
DE JUSTICIA MILITAR, al describir el tipo legal de la rebelión militar,
silenció la materialización del reproche a través de la expresión de su
efecto jurídico más importante, esto es, la pena.} / b/ No obstante, estima
esta Sala que el artículo 479 eiusdem resulta inaplicable en concordancia
con el artículo 476, ordinal 1, ibidem, por cuanto entre ambas
disposiciones legales falta una identidad esencial como lo es la de la
incriminación. En efecto, al remitirse al artículo 477 del CÓDIGO
ORGÁNICO DE JUSTICIA MILITAR, el artículo se está refiriendo,
necesariamente a quienes actúan en calidad de iniciadores, directores o
jefes de la rebelión, en tanto que el artículo 476 ordinal 1° eiusdem
describe como supuestos de hecho los de ‘ promover, ayudar o sostener
cualquier movimiento armado para alterar la paz interior de la República o
para impedir o dificultar el ejercicio del Gobierno en cualquiera de sus
poderes’ . En otros términos, vistos los verbos rectores de los supuestos
de hecho en una y otra disposición se concluye que son acciones que no
sólo no son equivalentes sino que, en el caso específico de la ayuda a la
cual se refiere el artículo 476 ordinal 1°, sería más bien un supuesto de
complicidad (Código Penal artículo 84, ordinales 1° y 3°), y ello es
francamente antitético con una actividad de dirección o jefatura. En este
orden de ideas y para reforzar el criterio de la inaplicabilidad de las penas
que dispone en el artículo 479 del CÓDIGO ORGÁNICO DE JUSTICIA
MILITAR a los tipos legales del artículo 476 ordinal 1° eiusdem, bastaría
con preguntarse ¿cuál sería la pena aplicable a quién ayude pero no sea
iniciador, director, ni jefe de la rebelión? / Por lo que cabe la conclusión,
como consecuencia de todo lo anterior, de que ninguno de los delitos
señalados está en discusión en el presente caso. / Desde luego que tal
vacío legal de la disposición referida (artículo 476, ordinal 1) no puede ser
subsanado por interpretación analógica por cuanto ello entraría en colisión
con el principio de legalidad antes señalado, el cual supone, además, que
los componentes punibles sean concebidos en forma precisa. Lo contrario
conduciría a una aplicación analógica in malam partem, en condiciones
similares a las establecidas en el Código soviético de 1926 y nacional
socialista alemán de 1935. / En todo caso la existencia de concepciones
antitéticas o contradictorias en relación con el problema en estudio, es
ciertamente significativo que, en relación con la existencia o inexistencia
de pena para los delitos de rebelión tipificados, total o parciales, según el
criterio que se acoja, en el artículo 476 del CÓDIGO ORGÁNICO DE
JUSTICIA MILITAR existe una duda grave y razonable, lo cual debería
conducir necesariamente a la aplicación del principio pro libertatis o favor
libertatis establecido en el artículo 24 in fine de la Constitución de la

478
República Bolivariana de Venezuela. / No puede olvidarse que nuestro
actual sistema procesal penal es acusatorio y que el juez no puede
sustituir al Ministerio Público en el ejercicio de la acción penal. En
consecuencia, como no contiene pena o sanción alguna el comportamiento
que describe el referido ordinal 1° del artículo 476, único en el cual el
ciudadano Fiscal General de la República fundamentó su calificación
jurídica, no puede ser procedente la declaratoria de mérito para el
enjuiciamiento penal que solicitó dicho funcionario. Así se declara.
Respecto a esta sentencia, salvó su voto el Dr. Alejandro Angulo
Fontiveros (Magistrado de la Sala de Casación Penal). De su voto salvado
se estima pertinente resaltar lo referente al delito de rebelión militar.
Expresa el mencionado juez del más Alto Tribunal de la República, al
criticar que en la sentencia de la cual desisten se utiliza el argumento ´de
que no existe el delito de REBELIÓN MILITAR porque no tiene pena´, que:
“Semejante despropósito se alegó y la sentencia lo acogió religiosamente,
pese a que la pena está establecida en el artículo 479 del Código Orgánico
de Justicia Militar respecto al artículo 476 del mismo código, como también
sucede a veces en la sistemática penal. Así lo expresé durante la
discusión que hubo al respecto en la presentación de mi ponencia: que
podría afirmarse que la pena ya estaba establecida en el artículo 479, ya
que el reenvío (de la pena) es respecto a las personas mencionadas en los
numerales (‘ ordinales’ dice ese código) 1 y 2 de dicho artículo, es decir,
los ‘ iniciadores, directores o jefes de la rebelión, cualquiera sea su
jerarquía militar conforme a la ley’ , y ‘ quienes no estando comprometidos
en el caso anterior se adhieran a la rebelión en cualquier forma que lo
hagan’ . Mas ese reenvío no incluye la agravación (relativa a la ‘ presencia
del enemigo extranjero’ y como creí cuando hice la ponencia) y por lo tanto
no impide que se considere que efectivamente la pena del artículo 476 del
Código Orgánico de Justicia Militar está fijada en el artículo 479 ‘ eiusdem’
(24 a 30 años de presidio y 22 a 28 años de presidio, respectivamente);
pero si en el futuro procesal (congruo momento para decidir en todo juicio
si hay delito y cuál es la pena aplicable) no pareciera ésta la solución
adecuada, se podría aun hacer uso de la interpretación analógica ‘ in
bonam partem’ , esto es, en beneficio (grande por lo demás) de los
eventualmente condenados. / Se pretende que el delito de rebelión militar,
tipificado en el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia Militar, ¡no
tiene pena establecida! Y que por esto ¡no existe como delito! Y esto se
pretende pese a que el artículo 479 ‘ eiusdem’ , aparte de fijar la pena para
los casos comprendidos en el artículo 476 ‘ eiusdem’ , fulmina penas ¡para
todos los casos del delito de rebelión militar”.
“Frente a la aludida sentencia, igualmente salvaron su voto los cinco
magistrados de la Sala Constitucional. Sin embargo, en principio no
corresponde a dicha Sala sino a la Sala de Casación Penal, la
interpretación de las normas jurídico penales de carácter legal, respecto a
lo cual es de destacar como ya se refirió, que sólo uno de los magistrados
de la última Sala mencionada salvó su voto; el magistrado Alejandro
Angulo Fontiveros, mientras que los magistrados Blanca Rosa Mármol de
León y Rafael Pérez Perdomo la suscribieron en su integridad y por lo
tanto estuvieron de acuerdo con su contenido.
De los votos salvados por los Magistrados de la Sala Constitucional,
conviene traer a colación lo expresado por el Magistrado Eduardo Cabrera
Romero acerca de la tipificación del delito de rebelión militar, cuyos
argumentos comparte este Despacho. El mencionado magistrado expresó,

479
que:
´… Especial mención merece la inaplicabilidad declarada en el fallo, del
artículo 476.1 del Código Orgánico de Justicia Militar, para concluir que no
hay mérito./ Es cierto que el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia
Militar, invocado por el Fiscal, describe en qué consiste la rebelión militar,
sin señalar su pena. / Esta es una técnica poco usual, pero no extraña en
materia penal, donde a veces la pena no está integrada de una vez al tipo,
sino a otra norma. Pero no por ello -sin acudir a la analogía que estaría
prohibida en esta materia- se hace imposible determinarla, como pretende
el fallo al referirse a la imputación fiscal (página 20 en adelante de la
sentencia). / El Código Penal en sus artículos 201, 212, 225, 229, 270,
272, 282 y 283, por ejemplo, describen delitos y se remiten a otras normas
para la fijación de la pena. Está también es la situación del artículo 476 del
Código Orgánico de Justicia Militar, el cual aunque no hace expresamente
la remisión, no por ello el tipo que describe carece de pena. Igual técnica la
repite el Código Orgánico de Justicia Militar para tipificar el motín (artículo
488), el espionaje (artículo 471) y la traición a la patria (artículo 464) y
¿cómo puede sostenerse que dichos delitos no existen por no aparecer la
pena junto al tipo, sino en otra norma? / El artículo 476 describe la
rebelión, en qué consiste; y con base en ese marco, sin necesidad de
nueva descripción, los siguientes artículos (477 y 478), dando por sentado
en qué consiste la rebelión que describió el artículo 476, señalan las penas
para las diversas facetas que puede tener el delito. / La conducta que
tipifica la rebelión la contiene el artículo 476 citado, esa es su naturaleza
jurídica, pero las penas que genera tal conducta, aparecen recogidas en
otros artículos que necesariamente parten de ella (de lo descrito). / Las
variantes, con sus penas, las contemplan los artículos 477 (presencia del
enemigo extranjero), 478 (presencia del enemigo rebelde), 481 (instigación
a la rebelión) o las otras variantes del artículo 486. / Ahora bien, el artículo
479 señala sanciones para los demás casos de rebelión militar; es decir,
para quienes se encuentren en el tipo del artículo 476, pero que no actúan
ante la presencia de enemigos extranjeros o de enemigos rebeldes, ya que
esas conductas fueron descritas y además penadas. / En esos demás
casos de rebelión, distintos a los de rebelión ante enemigo extranjero, o
ante enemigo rebelde, si se obra como iniciador, director o jefe de la
rebelión, que es la conducta tomada en cuenta por el numeral 1 del
artículo 477 del Código Orgánico de Justicia Militar, la pena será de 24 a
30 años de presidio; y si se está en el tipo del numeral 2 del artículo 477
eiusdem: es decir, ser adherente en cualquier forma a la rebelión, la pena
será de 22 a 28 años de presidio. / Como la ley no se interpreta a lo
absurdo, a juicio de quien disiente, esa es la interpretación correcta del
artículo 479 del Código Orgánico de Justicia Militar, y por lo tanto el delito
de rebelión está penado en dicho Código. / El artículo 479 citado, se
remitió a las conductas de los numerales 1 y 2 del artículo 477 del Código
Orgánico de Justicia Militar, independientemente del supuesto de dicha
norma:
Rebelión militar en presencia del enemigo extranjero. / Las personas que
se rebelen por cualquier causa distinta a la de los artículos 477 y 478
eiusdem, pero cuya conducta se subsume en la tipificada en los numerales
1 y 2 del artículo 477 (que fueron los tomados en cuenta por el artículo
479) serán penadas. / Por ello, quien disiente no entiende la aseveración
del fallo de que se trate de un delito sin pena. Se trata de un delito (artículo
476) que siempre irá concordado con las penas que aparecen en los otros

480
artículos´.
Así entonces, el fiscal a cargo de la investigación debe sopesar los
criterios encontrados y adoptar uno de ellos.
Ahora bien, esta Dirección debe referirse a la solución a casos en los
cuales, como sucede en el que se analiza, debió darse inmediatamente
inicio a la investigación, pero en lugar de ello transcurrió un significativo
tiempo sin que ello ocurriera.
En tales casos estima esta Dirección, siempre que estén satisfechos los
requisitos de ley para la apertura de la investigación, la misma deberá
ordenarse, pero el fiscal que la dicte deberá dejar a salvo que para el
momento de la interposición de la denuncia era procedente la emisión de
la orden de inicio de la actividad investigativa, y que lo que se está
haciendo es subsanar la omisión respectiva.
Otra posibilidad sería la de configurar un inicio tácito de la investigación,
mediante la ordenación de diligencias investigativas, asumiendo que
vencido el plazo para desestimar la investigación debe tenerse por iniciada
y en consecuencia el proceso sólo puede concluirse a través de los actos
contemplados por el Código Orgánico Procesal Penal.
Así entonces, a pesar de que este Despacho es conteste en cuanto a la
existencia jurídica del delito de rebelión militar -lo que hace posible su
instigación y por consiguiente el inicio de la investigación- la decisión
acerca de si se investiga o no el mismo quedará al criterio del fiscal a
quien se le asigne el caso, para lo cual puede servir como orientación el
presente dictamen, sin que esté permitido -dado su carácter reservado-
que copia del mismo sea consignada en órganos jurisdiccionales ni que se
le alegue como fundamento de la actuación fiscal.
En efecto, la labor de la Dirección de Consultoría Jurídica al darle
respuesta a las consultas consiste en prestar asesoría interna, más no a
girar instrucciones a los fiscales del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV Art:24-in fine
CRBV art:261
CRBV art:322
CRBV art:334-p.apt
COJM art:6
COJM art:464
COJM art:471
COJM art:476
COJM art:476-1
COJM art:476-2
COJM art:477-1
COJM art:477-2
COJM art:478
COJM art:479
COJM art:479-1
COJM art:479-2
COJM art:481
COJM art:488
COJM art:497
CJMN art:116
1933
CJMN art:117

481
1933
CP art:1
CP art:84-1
CP art:84-3
CP art:144
CP art:144-2
CP art:145
CP art:146
CP art:147
CP art:201
CP art:212
CP art:225
CP art:229
CP art:270
CP art:272
CP art:282
CP art:283
CP art:284-1
COPP art:75
COPP art:300
CPDFM art:130
CPCO art:467
CPCO art:468
CPCO art:469
CPCO art:471
MMP Nº DCJ-12-1465-2001
26-12-2001
LACADH art:8.1
SCADH 30-05-1999

DESC COMPETENCIA JUDICIAL


DESC DELITOS CONTRA EL ORDEN PUBLICO
DESC DELITOS MILITARES
DESC DENUNCIA
DESC DERECHO MILITAR
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FRENTE MILITAR BOLIVARIANO
DESC FUERO MILITAR
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC JURISDICCION
DESC MANIFESTACIONES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PENAS
DESC REBELIÓN
DESC SEDICION
DESC SUBVERSIÓN DEL ORDEN CONSTITUCIONAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.578-594.

482
182
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-2-3010-2004-83516 FECHA:20041115
TITL Lo que permite considerar una pistola FN Browning, calibre 9
milímetros Parabelum, con un cañón de longitud de 118
milímetros, como un arma de fuego de largo alcance y por lo
tanto como un arma de guerra, de acuerdo con el artículo 3 de
la Ley sobre Armas y Explosivos, es su característica de
superar fácilmente los 50 metros de distancia.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en atención al contenido del Oficio N° FS-AMC-00828-


2002, y sus anexos, mediante el cual, en cumplimiento de lo establecido
en las Circulares números DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20 de fecha 29-9-1999
y DFGR-DGSSJ-DCJ-1-2000-3 de fecha 13-4-2000, referidas
respectivamente al ´Procedimiento para solicitar instrucciones y elevar
consultas´ y a la ´Aplicación del Principio de Oportunidad´, se solicita
opinión a este Despacho en relación con la aplicación de la citada figura
del principio de oportunidad, al hecho planteado por la ciudadana Sonia
Angarita, para ese entonces, Fiscal Auxiliar Quincuagésimo Octavo del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, calificado por esa representante del Ministerio Público como
porte ilícito de arma de fuego, delito previsto y sancionado en el artículo
278 del Código Penal; hecho que en criterio de ese Despacho se subsume
en una norma diferente, lo cual haría improcedente la aplicación de tal
institución.
Se expresa en la citada comunicación que no se comparte el requerimiento
fiscal, por considerar ´...que la conducta desplegada por el ciudadano
Vivas Pérez Henry José se subsume en la norma que tipifica el delito de
porte ilícito de arma de guerra, previsto y sancionado en el artículo 275 del
Código Penal el cual prevé una pena de dos a cinco años, (vigente para la
fecha del suceso)…´ por tratarse el arma incautada de un arma de fuego
tipo pistola, calibre 9 milímetros, con giro helicoidal dextrogiro, sistema de
accionamiento de simple acción.
Como respaldo de su posición, cita Doctrina del Ministerio Público
producida por la Dirección de Revisión y Doctrina, según la cual ´Una
pistola calibre 9 mm., por ser de largo alcance y usada por el Ejército, la
Guardia Nacional y demás cuerpos de seguridad, queda clasificada como
arma de guerra…´.
Ahora bien, esta Dirección de Consultoría Jurídica una vez analizados los
señalamientos de su Despacho, observa lo siguiente:
Una de las atribuciones conferidas por la Carta Fundamental al Ministerio
Público es la de ´Ejercer en nombre del Estado la acción penal, en los
casos en que para intentarla o proseguirla no fuere necesario instancia de
parte, salvo las excepciones establecidas en la ley´ (Artículo 285, numeral
4).
En correspondencia con lo anterior, la Ley Orgánica del Ministerio Público
consagra en su artículo 34, ordinal 3°, que ´Son deberes y atribuciones de

483
los fiscales del Ministerio Público: .../... Ejercer la acción penal pública, de
conformidad con el Código Orgánico Procesal Penal...´.
Dispone a ese efecto el Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo
11, que ´La acción penal corresponde al Estado a través del Ministerio
Público, quien está obligado a ejercerla, salvo las excepciones legales´.
La excepción a este deber no sería otra que el principio de oportunidad,
una de las medidas alternativas a la prosecución del proceso, previsto en
el artículo 37 (anterior artículo 31) del Código Orgánico Procesal Penal, y
definido como aquella facultad conferida al Ministerio Público para
prescindir total o parcialmente del ejercicio de la acción penal, o limitarla a
alguna de las personas que intervinieron en los hechos en las situaciones
expresamente previstas por la ley, previa la conformidad del juez de
control.
Esta institución constituye una excepción al principio de oficialidad y
legalidad procesal, incorporado en nuestro ordenamiento jurídico penal por
razones de política criminal. Mediante la misma, el Estado se abstiene de
perseguir determinadas conductas con la finalidad de contribuir con la
simplificación y agilización de la administración de justicia penal, al
descongestionarla de la pequeña y mediana criminalidad, al mismo tiempo
que se propende con su aplicación, evitar los efectos criminógenos de las
penas cortas de privación de libertad y al ofrecimiento de una oportunidad
de inserción social a la persona que perpetró el delito, tal y como se
evidencia de la Exposición de Motivos del Código Orgánico Procesal
Penal.
En el presente caso se observa, que la Fiscal Auxiliar de la Fiscalía
Quincuagésima Octava del Ministerio Público de esta Circunscripción
Judicial, solicitó autorización para prescindir del ejercicio de la acción penal
con relación al delito de porte ilícito de arma de fuego, previsto y
sancionado en el artículo 278 del Código Penal, el cual dispone ´El porte,
la detentación o el ocultamiento de las armas a que se refiere el artículo
anterior, se castigará con pena de prisión de tres a cinco años´. Ello, por
considerar que el hecho objeto de la investigación se subsume en lo que
establecía el modificado artículo 31 (actual 37), en su ordinal 4°, aplicable
conforme a lo que dispone el artículo 553 del Código Orgánico Procesal
Penal, por cuanto el delito imputado pudiere comportar la imposición del
´beneficio de suspensión condicional de la ejecución de la pena´.
Opuesta a la calificación realizada por la citada Fiscal Auxiliar de la
Fiscalía Quincuagésima Octava del Ministerio Público de esta
Circunscripción Judicial, esa Fiscalía Superior califica el hecho como porte
ilícito de arma de guerra, conforme a lo que establece el artículo 275 del
Código Penal; calificación jurídica ésta considerada adecuada por esta
Dirección.
A tal afirmación se llega, tomando en consideración el ´Dictamen Pericial
Balístico´ sobre el arma retenida, realizada por los funcionarios Víctor
Aguilar y Alexander Tineo, adscritos a la Policía del Municipio Sucre del
Estado Miranda, en el cual se dejó constancia de sus características, esto
es, una pistola marca FN Browning, calibre 9 milímetros Parabelum,
fabricada en Bélgica, con un cañón de longitud de 118 milímetros.
Al respecto, explica Hartink, refiriéndose a este tipo de pistola, lo siguiente:
´Pistolas Browning / La pistola Browning High Power HP-35, conocida en
Francia como la Grand Puissance (GP-35), fue desarrollada por Moses
Browning en 1926, por la fábrica de armas de fuego belga Fabrique
Nationale (fábrica nacional), en Lieja, una vez obtenidos los derechos de

484
patente. Como la pistola fue adoptada en 1935 por el ejército belga, se le
añadieron las cifras ‘ 35’ . A lo largo de los años se introdujeron en el
modelo diversos cambios. (…) Después de 1945, la producción en Bélgica
de la FN continuó con el nombre de H-Power. La pistola se ha usado como
arma de reglamento por el ejército y la policía en muchos países.
(…) Los modelos más recientes de la Browning son la BDA (Browning
Double Action) y la BDM (Browning Double Mode), siguiendo la actual
tendencia en las pistolas de gran calibre´.
A lo señalado debe agregarse, que lo que realmente determina el poder y
la distancia, en un arma de fuego, es el tipo de munición empleada. En tal
sentido, tomando en consideración que en presente caso -de acuerdo con
los resultados de la experticia- el arma en cuestión es ´calibre 9 milímetros
parabellum´, es importante destacar siguiendo al mismo autor, lo siguiente:
´Al 9 mm Parabelum se le llama oficialmente el calibre 9 X 19 mm y, en los
Estados Unidos, con el nombre de 9 mm Luger; es el cartucho de arma
más famoso y más frecuente utilizado en todo el mundo. No hay apenas
un ejército o una unidad de policía que no estén equipados con armas de
este calibre. (…) La indicación Parabelum (que, a veces, se abrevia
escribiendo Para) se deriva de las últimas dos palabras de la frase en latín
si vis pacem para bellum: Si quieres la paz, prepárate para la guerra…´.
En atención a lo señalado y siendo usual que la pistola en cuestión, por ser
calibre 9 milímetros, cuyo cañón tiene una longitud de 118 milímetros,
supere con facilidad los cincuenta (50) metros de distancia, lo que permite
definirla como un arma de largo alcance, es que esta Dirección de
Consultoría Jurídica estima que la misma debe ser considerada como un
arma de guerra, a tenor de lo que dispone el artículo 3 de la Ley sobre
Armas y Explosivos, que dispone:
´Artículo 3. Son armas de guerra todas las que se usen o puedan usarse
en el Ejército, la Guardia Nacional y demás Cuerpos de Seguridad, para la
defensa de la Nación y resguardo del orden público, tales como: cañones,
obuses, morteros, ametralladoras, fusiles-ametralladoras, fusiles,
carabinas y mosquetones; pistolas y revólveres de largo alcance; y, en
general, todas aquellas armas que pudieren ser útiles en la guerra, de
todas clases y calibres, de un tiro, de repetición, automáticas y
semiautomáticas y sus respectivas municiones y aparejos para ponerlas
en actividad; sables, espadas, espadines, lanzas y bayonetas; aparatos
lanzallamas; bombas, granadas de mano; gases y sustancias agresivas,
así como las armas y dispositivos que puedan arrojarlos o los envases que
puedan contenerlos.
Quedan comprendidas entre las armas de guerra a que se refiere este
artículo, todas las que sean de la misma especie de las que son propiedad
actual de la Nación y de las que figuran en armamentos de guerra de otras
Naciones, aun cuando no existan en el Parque Nacional´.
Establecido lo anterior, cabe advertir que en el presente caso la norma
aplicable es la contenida en el modificado artículo 31 (ahora 37) del Código
Orgánico Procesal Penal, vista la remisión que a tales fines ordena el
artículo 553 eiusdem; y en atención a su interpretación, resulta
improcedente la aplicación del principio de oportunidad, toda vez que el
numeral 4, invocado por la ciudadana Sonia Angarita, para ese entonces,
Fiscal Auxiliar de la Fiscalía Quincuagésima Octava del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, debe ser
interpretado en armonía con lo que establece el numeral 1, ambos del
citado artículo 31.

485
Al respecto, en apoyo a lo antes señalado, corresponde reproducir parte
del contenido de la circular que respecto de tal institución emanó del
Despacho del Fiscal General de la República, en la cual se señala lo
siguiente:
´... Con relación al cuarto supuesto, inherente a las oportunidades en las
cuales el juez está autorizado para suspender condicionalmente la
ejecución de la pena, el Código Orgánico Procesal Penal nada dice al
respecto. Sin embargo, los requisitos que se deben cumplir son aquellos
establecidas (sic) en el Capítulo IV, De la Suspensión Condicional de la
Ejecución de la Pena, de la Ley de Beneficios sobre el Proceso Penal,
vigente en lo que a esta materia se refiere ./ Sin embargo, es evidente que
si se trata de un delito cuya pena en su límite máximo excede de los cuatro
años de restricción de libertad, pese a que para la suspensión condicional
de la pena, esta pueda superar dicha cifra, el principio de oportunidad
resulta inaplicable, atendiendo a lo previsto en el primer supuesto aquí
analizado ...´.
En virtud de lo señalado, siendo como ha quedado establecido que la
correcta tipificación del hecho investigado es la de porte ilícito de arma de
guerra, previsto y sancionado en el artículo 275 del Código Penal, a criterio
de esta Dirección de Consultoría Jurídica, resulta inaplicable en el
presente caso, el suprimido supuesto consagrado en el numeral 4 del
artículo 31 (ahora 37) del Código Orgánico Procesal Penal, toda vez que la
conducta incriminada en dicha norma se sanciona con una pena de prisión
de cinco (5) a ocho (8) años, penalidad ésta que a la luz de lo contemplado
en el numeral 1 de la citada norma jurídica, excede de los cuatro (4) años,
marco de referencia obligatorio para determinar la procedencia o no, de la
aplicación de la figura procesal del principio de oportunidad.
Por último, en cuanto al señalamiento realizado por usted en uno de los
párrafos contenidos en la consulta formulada a esta Dirección,
concerniente a la pena, según el cual ´excede el límite previsto por el
legislador en el ordinal 1° del artículo 31 del Código Orgánico Procesal
Penal, aumentada de tres a cinco años en la reforma parcial efectuada al
Código Penal en fecha 20 de octubre de 2000, la cual sin embargo, no
sería aplicable en caso que nos ocupa, en virtud de principio de
irretroactividad de la Ley, que prevé como única excepción cuando
favorezca al reo, siendo la nueva pena prevista mas severa que la
anterior´, este Despacho discrepa de su contenido, por las consideraciones
que se señalan a continuación:
En primer lugar, resulta contradictorio con el criterio manifestado y que
como ya fuera señalado es compartido por esta Dirección, toda vez que la
referencia a la pena realizada en esta parte se ajusta al delito de porte
ilícito de arma consagrado en el artículo 278 eiusdem, y no a la establecida
para el porte ilícito de arma de guerra, de conformidad con lo que
establece el artículo 275 del mismo cuerpo normativo, calificación ésta que
se considera ajustada a derecho, como ya fuera expresado; y en segundo
lugar, tal afirmación resulta inaplicable al presente caso, habida cuenta que
los hechos objeto de la presente investigación -de acuerdo con la
información suministrada- ocurrieron el día 8-12-2000, es decir,
bajo la vigencia de la citada reforma y no antes, con lo cual pierde sentido
entrar a realizar consideraciones sobre la aplicación del principio de
irretroactividad de la ley penal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:

486
CRBV art:285-4
LAE art:3
CP art:275
CP art:278
COPP art:31
COPP art:37
COPP art:553
COPP art:553-4
LOMP art:34-3
CMP DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
29-09-1999
CMP DFGR-DGSSJ-DCJ-1-2000-3
13-04-2000

DESC ACCION PENAL


DESC ARMAS
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC LEGALIDAD
DESC PENAS
DESC PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD
DESC RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.594-599.

487
183
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Observaciones al Proyecto de Tratado de Asistencia Jurídica en
materia Penal entre la República Bolivariana de Venezuela y la
República del Perú.

FRAGMENTO

“En lo que respecta al literal ´c´ del artículo 1 relativo a la definición de


´delito´, se sugiere suprimir el adverbio ´como´ ubicado en la parte in fine
del texto, pues tal como está redactado pareciera que en todo caso la
conducta punible que motiva la solicitud de asistencia debería estar
tipificada como delito tanto en la legislación de la Parte Requirente como
en la Requerida, lo cual no es cierto, pues tal como señalaremos más
adelante, el principio de doble incriminación en materia de solicitud de
asistencia, sólo será exigible en determinados casos.
En relación al numeral 1 del artículo 2, relativo a las ´Disposiciones
Generales´, se sugiere sustituir la denominación ´autoridades judiciales´
por ´autoridades competentes´, a fin de no restringir el uso de la asistencia
sólo a las primeras, pues en el caso venezolano, el Ministerio Público
como director de la investigación penal y titular exclusivo del ejercicio de la
acción penal en nombre del Estado, es el órgano competente para librar y
ejecutar cartas rogatorias y solicitudes de asistencia legal mutua en
materia penal, según lo dispuesto en el artículo 201 del Código Orgánico
Procesal Penal, en concordancia con el artículo 108 numeral 17 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público.
Respecto al numeral 2 del artículo in comento, se recomienda por razones
metodológicas, incluirlo en el artículo 5 titulado ´Limitaciones en el
cumplimiento´, excluyendo la misma cuando se trate de un delito sujeto
exclusivamente a la jurisdicción militar.
Por otra parte, se sugiere suprimir el numeral 3 del presente artículo, ya
que el mismo hace referencia a aspectos que son tratados en el artículo 4
correspondiente al ´Alcance de la Asistencia´.
Respecto al numeral 4, se propone el siguiente texto a los fines simplificar
su redacción actual:
´Las autoridades de la Parte requirente, podrán, previo consentimiento de
la Parte requerida, estar presentes en la ejecución de la solicitud de
asistencia en la medida en que no lo prohíba la legislación de la Parte
requerida y haya expreso consentimiento de sus autoridades al respecto´.
En cuanto al artículo 3, relativo a las ´Autoridades Centrales´, se estima
pertinente señalar que para la República Bolivariana de Venezuela, la
Autoridad Central es el Ministerio Público, en virtud de lo establecido en
nuestra legislación adjetiva, tal y como quedó expresado en el comentario
efectuado respecto al numeral 1 del artículo 2 del presente proyecto de
Acuerdo.
En lo relativo al numeral 1 del artículo 4 dedicado al ´Alcance de la
Asistencia Jurídica´, se propone modificar la redacción relativa a los actos
que comprende la asistencia, de la siguiente forma:
´La Asistencia comprenderá:
488
a)Localización e identificación de personas;
b)Remisión de documentos, informes, y elementos de prueba;
c)Cumplimiento de solicitudes de allanamiento, secuestro, embargo y
cualquier otra medida que implique la inmovilización de activos;
d)Traslado de personas detenidas con la finalidad de rendir testimonio;
e)Exhibición de documentos judiciales;
f)Notificación de testigos y peritos a fin de rendir testimonio;
g)Intercambio de información relacionada con la investigación y el proceso;
h)Efectuar inspecciones e incautaciones;
i)Examinar objetos y lugares;
j)Notificación de Resoluciones, citaciones y sentencias;
k)Cualquier otra forma de asistencia de conformidad con la finalidad de
este Acuerdo, siempre y cuando no sea incompatible con las leyes de la
Parte Requerida´.
En el numeral 2 de este artículo, referente a la solicitud de copias
certificadas o el envío de documentos originales, se propone añadir en su
parte in fine la frase ´de acuerdo con su ordenamiento jurídico interno´.
En cuanto al artículo 5, se sugiere reemplazar su título actual ´Limitaciones
en el cumplimiento´ por ´Denegación de Asistencia´, pues no se trata de
una limitación o condicionamiento de la asistencia sino de una denegación,
por cuanto de cumplirse cualquiera de los supuestos previstos en el
presente artículo el Estado estaría facultado para negar la asistencia.
En lo concerniente al literal ´b´ del presente artículo se sugiere incluir a los
delitos militares y aquellos perseguidos por tribunales de excepción o
tribunales ad hoc.
Respecto al literal ´g´ de este artículo, el cual señala como causal para
denegar la asistencia, que los delitos que la motivan no sean punibles en
la Parte requerida, es menester aclarar que la asistencia puede prestarse
aun cuando el hecho punible por el cual se procede en la Parte requirente
no esté previsto como delito en la legislación de la Parte requerida. Sin
embargo, existen casos específicos en los cuales es necesario el
cumplimiento del Principio de la Doble Incriminación para prestar la
asistencia, tal es el caso de las inspecciones, embargos, requisas,
decomisos, registros y medidas cautelares o definitivas sobre bienes.
En relación al literal ´h´, relativo a la denegación de asistencia cuando la
solicitud se refiera a un delito investigado en la Parte requerida y se
considere que pueda perjudicar la investigación que realiza dicha Parte, se
sugiere concatenarlo con el numeral 3 del presente artículo, ya que el
mismo establece la posibilidad de posponer o condicionar el cumplimiento
de la solicitud en tales casos.
Respecto al artículo 7, relativo a la ´Entrega de Expedientes, Documentos
u Objetos´, se propone incluir para iniciar el artículo, una disposición de
carácter general como sería:
´1. El Estado podrá facilitar copias de documentos y expedientes que estén
a disposición del público o entidad similar, o que puedan ser objeto de
adquisición o inspección públicas´.
(A éste seguirían los numerales que actualmente contiene este artículo).
En cuanto al artículo 8, titulado ´Notificación de Documentos Procesales y
Resoluciones Judiciales, Comparecencia de Procesados, Imputados,
Testigos, Peritos o Expertos´, se recomienda hacer una distinción entre los
dos supuestos referidos en el mismo, toda vez que el contenido del artículo
sólo hace referencia a la notificación de documentos procesales,
resoluciones judiciales y citaciones;

489
mientras que lo relativo a la ´comparecencia de testigos, peritos y
expertos´ está regulado en el artículo 9 del presente proyecto de Acuerdo y
lo concerniente a ´procesados e imputados´ en el artículo 11 del mismo.
Por lo tanto, se estima conveniente conservar este artículo para regular
solamente lo relativo a las ´Notificaciones, Citaciones y Entrega de
Documentos´. Para la cual se sugiere añadir al texto del artículo lo
siguiente:
´La autoridad competente de la Parte requerida tomará todas las medidas
necesarias para efectuar notificaciones, citaciones o entrega de
documentos relacionados, total o parcialmente, con una solicitud de
asistencia efectuada por la autoridad competente de al Parte Requirente,
con arreglo a las disposiciones del presente Acuerdo´.
En lo relativo al artículo 9 titulado ´Comparecencia de Testigos, Peritos o
Expertos´, se estima conveniente antes de referirse a los aspectos
puntuales expresados en el mismo, incluir al comienzo un ordinal que
contemple de manera genérica el tipo de asistencia particular a que éste
hace referencia.
En tal sentido, proponemos el siguiente numeral:
´1. A solicitud de la Parte requirente cualquier persona que se encuentre
en la Parte Requerida será citada a comparecer conforme a la legislación
del Estado requerido ante la autoridad competente para prestar testimonio
o aportar documentos, antecedentes o elementos de prueba.
Asimismo, cuando la parte requirente solicite la comparecencia de una
persona en su territorio para prestar testimonio o rendir informe, la Parte
requerida invitará al testigo o perito a comparecer en forma voluntaria ante
la autoridad competente de la parte requirente y sin utilizar medidas
conminatorias o coercitivas. Si se considera necesario, la Autoridad
Central del Estado requerido podrá registrar por escrito el consentimiento
de la persona a comparecer en el Estado requirente. La Autoridad Central
de la Parte requerida informará con prontitud a la Autoridad Central del
Estado requirente de dicha respuesta´.
En cuanto al artículo 14 se sugiere añadir al inicio del título la palabra
´Forma´, para referirse a la ´Forma y contenido de las Solicitudes de
Asistencia Jurídica´.
Finalmente, se sugiere incorporar al texto del proyecto de Acuerdo, un
artículo referente a los ´gastos´. A tal efecto se propone la siguiente
redacción:
´La Parte Requerida se encargará de los gastos ordinarios de
diligenciamiento de la solicitud. La Parte Requirente pagará los gastos y
honorarios correspondientes a los peritos, así como los gastos
extraordinarios en que haya que incurrir para el cumplimiento de la
solicitud y los gastos de viaje de las persones que se trasladen a la Parte
requerida a los fines de presenciar la práctica de la actuación
requerida´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


PTAJMPRBVRP art:1-c
PTAJMPRBVRP art:2-1
PTAJMPRBVRP art:3
PTAJMPRBVRP art:4
PTAJMPRBVRP art:4-1
PTAJMPRBVRP art:4-2
PTAJMPRBVRP art:5

490
PTAJMPRBVRP art:5-b
PTAJMPRBVRP art:5-g
PTAJMPRBVRP art:5-h
PTAJMPRBVRP art:7
PTAJMPRBVRP art:8
PTAJMPRBVRP art:9
PTAJMPRBVRP art:11
PTAJMPRBVRP art:14
COPP art:201
LOMP art:108-17

DESC PERU
DESC ROGATORIA INTERNACIONAL
DESC TRATADOS INTERNACIONALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.600-603.

491
184
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Consultoría DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Observaciones al proyecto de “Convenio entre el gobierno de
la República Bolivariana de Venezuela y el gobierno de la
Federación de Rusia sobre el traslado de personas
condenadas”.

FRAGMENTO

“En el preámbulo del presente Acuerdo se está conteste con la


observación efectuada por el Ministerio del Interior y Justicia respecto a la
supresión del paréntesis y la sustitución de la frase actual por ´...en
adelante las Partes´.
En cuanto al literal c) del artículo 1, relativo a la definición de “Persona
condenada” se estima conveniente modificarlo de la siguiente manera:
´c) Persona condenada significa una persona que en el territorio de una de
las Partes haya sido condenada en virtud de sentencia definitivamente
firme, a una pena o medida de seguridad privativa de libertad, incluso
hallándose en situación de libertad vigilada o condicionada´.
En tal sentido, se considera importante ampliar esta definición a fin de
establecer que no se trata de la ejecución de cualquier ´orden expedida
por un tribunal´ como lo señala el proyecto de Acuerdo, sino de aquellas
decisiones judiciales que ponen fin a un proceso y respecto a las cuales se
ha agotado la vía recursiva. Asimismo, se consideró oportuno no referirse
exclusivamente a la pena privativa de libertad, por tal motivo se incluyeron
otras instituciones de derecho penal, a objeto de ampliar el criterio en
virtud de lo previsto en Acuerdos que sobre la materia se han suscrito con
los gobiernos de Colombia, Canadá y España, países en los cuales se
aplican penas como la condena condicionada, la libertad preparatoria o
cualquier otra forma de libertad vigilada.
En relación al literal d) del artículo in comento, mediante el cual se define
el término ´Condena´ a los fines del Acuerdo, es preciso destacar que en el
mismo literal se establece la posibilidad de que el período de privación de
libertad sea ´indeterminado´, lo cual contraría disposiciones de nuestro
ordenamiento jurídico interno según el cual tales penas no podrán exceder
de treinta años. Así lo establece el artículo 44, numeral 3 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en concordancia
con el artículo 94 del Código Penal.
En cuanto al literal e) del artículo 1, relativo a la definición de ´Sentencia´,
se sugiere incluir en la parte in fine del mismo la frase ´definitivamente
firme´ para significar que se trata como se mencionó anteriormente de una
decisión que concluye el proceso penal y contra la cual no se puede
ejercer recurso alguno.
En relación al párrafo 2.1 del artículo 2 titulado ´Principios Generales´, se
propone modificar la redacción del mismo de la siguiente forma:
´2.1. Las Partes se comprometen a brindarse la más amplia colaboración
con respecto al traslado de condenados de acuerdo a las disposiciones del
presente Convenio´.
En lo que respecta al artículo 3 relativo a las ´Condiciones del Traslado´,
492
se está conteste con las observaciones formuladas por el Ministerio del
Interior y Justicia en cuanto a la sustitución del vocablo ´satisfacen´ por
´cumplen´.
Igualmente en el literal b) del artículo en estudio se acoge la nueva
redacción propuesta por el referido Ministerio del Interior y Justicia.
En lo atinente a las observaciones formuladas por el Ministerio del Interior
y Justicia respecto al literal e) del párrafo 4.2 del artículo 4, así como las
del párrafo 4.3, este Despacho considera oportuno adoptar las mismas.
Por otra parte, en torno al párrafo 5.2 del artículo 5 se sugiere excluirlo del
mismo y crear un nuevo artículo que se titule ´Autoridad Central´, asimismo
se sugiere modificar su texto de la siguiente manera:
´Las Partes designan como autoridades centrales encargadas de ejercer
las funciones prevista en este Convenio al Ministerio del Interior y Justicia
por parte del gobierno la República Bolivariana de Venezuela y al (…) por
parte del gobierno de la Federación de Rusia´.
En cuanto artículo 12 del presente Convenio dedicado a los ´Costos´ del
traslado, se estima pertinente suprimir la parte in fine del mismo en virtud
de que ni nuestra legislación ni los tratados que regulan la materia prevén
tal supuesto...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44-3
CP art:94
PCRBVFRTPC art:1-c
PCRBVFRTPC art:1-d
PCRBVFRTPC art:1-e
PCRBVFRTPC art:2-2.1-prf
PCRBVFRTPC art:3
PCRBVFRTPC art:3-b
PCRBVFRTPC art:4-e-4.2-prf
PCRBVFRTPC art:4-4.3-prf
PCRBVFRTPC art:5-5.2-prf
PCRBVFRTPC art:12

DESC COOPERACIÓN INTERNACIONAL PENAL


DESC PRESOS
DESC RUSIA
DESC TRATADOS INTERNACIONALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.603-605.

493
185
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Observaciones al proyecto de “Tratado sobre Extradición entre
el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y el
gobierno de la Federación de Rusia”.

FRAGMENTO

“En cuanto a la modificación propuesta por el Ministerio del Interior y


Justicia relativa al encabezamiento del artículo I del presente Acuerdo, se
considera oportuno acoger la misma a los fines de hacer más compresible
su redacción, pero sustituyendo la frase ´sobre base recíproca´ por ´en
base al principio de reciprocidad´.
Igualmente, se sugiere corregir en el artículo II, colocándola en mayúscula
la letra inicial de la palabra ´estado´, ya que se refiere al país y no a otro de
los significados atribuidos a esta palabra.
Asimismo, en la tercera línea del segundo párrafo del artículo II se está
conteste en que debe tratarse de ´cómplice´ y no de ´complica´.
Por otra parte, al igual que el Ministerio del Interior y Justicia, se formulan
observaciones en torno a la palabra ´cuanta´ contenida en el literal a) del
artículo in comento, así como respecto a la omisión de la frase ´delito´ en
la parte in fine del mismo.
En cuanto a la propuesta efectuada por el Ministerio del Interior y Justicia
respecto a la supresión de la frase ´...por el cual se solicita la extradición´,
en el encabezamiento del numeral 5 del artículo II, este Despacho
considera necesario mantenerla para que se entienda que se trata del
delito que motiva la solicitud de extradición, a fin de evitar confusiones en
el marco del Acuerdo.
En lo que respecta al literal a) del numeral 5 de este artículo, se considera
inoficioso modificar la redacción actual.
Se está conteste con la observación de forma que realiza el Ministerio del
Interior y Justicia en relación al literal c) del numeral 1 del artículo IV.
Respecto al literal a) del artículo VII, se propone suprimir la frase ´cualquier
delito por el cual la persona solicitada puede ser detenida o juzgada
conforme a este tratado...´, por ser considerada redundante ya que la
misma esta contenida en la frase inicial del párrafo relativa al ´delito por el
cual se solicita la extradición´.
Asimismo, se sugiere incluir en el presente literal que no se concederá la
extradición cuando el delito por el cual se solicita esté castigado con penas
privativas de libertad, superiores a treinta, por cuanto en nuestro país
existe esa limitación de orden constitucional y legal para aplicar tales
penas, en virtud de lo dispuesto en el artículo 44, numeral 3 de la
Constitución de República Bolivariana de Venezuela, publicada en Gaceta
Oficial N° 36.860 del 30 de diciembre de 1999, en concordancia con el
artículo 94 del Código Penal venezolano vigente.
En literal c) del numeral 2 del artículo VIII se recomienda sustituir la
palabra ´crea´
por ´tipifica y sanciona´.
Respecto al párrafo 4 del artículo in comento, se está conteste con el
494
Ministerio del Interior y Justicia en cuanto a la supresión del mismo, en
virtud que constituye una violación del debido proceso, consagrado en los
numerales 2 y 5 del artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en concordancia con el artículo 8 del Código
Orgánico Procesal Penal. Semejante sugerencia se propone en relación al
párrafo 6 pues se considera que el mismo igualmente viola el debido
proceso, según lo dispuesto en el artículo 49 de nuestra Carta Magna y en
el artículo 1 del Código Orgánico Procesal Penal.
Finalmente, se recomienda acoger las demás observaciones formuladas
por el Ministerio de Interior y Justicia en torno al presente proyecto de
Tratado…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44-3
CRBV art:49-1
CRBV art:49-2
CRBV art:49-5
CP art:94
COPP art:1
COPP art:8
PTERBVFR art:1
PTERBVFR art:2-S.prf
PTERBVFR art:2-a
PTERBVFR art:2-5
PTERBVFR art:art:2-5-a
PTERBVFR art:4-c-1
PTERBVFR art:7-a
PTERBVFR art:7-c-2
PTERBVFR art:7-4-prf
PTERBVFR art:7-6-prf

DESC EXTRADICIÓN
DESC MINISTERIO DE INTERIOR Y JUSTICIA
DESC RUSIA
DESC TRATADOS INTERNACIONALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.605-606.

495
186
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DFGR-DVFGR-DGAJ-DCJ- FECHA:20040802
11-20-2004-50664
TITL No se concederá la extradición de ningún extranjero cuando el
delito que se le impute en el país requirente sea castigado con
pena de muerte o privativa de libertad a perpetuidad, a menos
que dicho estado se comprometa a no imponer pena superior a
treinta años.

FRAGMENTO

“Julián Isaías Rodríguez Díaz, Fiscal General de la República, en ejercicio


de la atribución que me confiere el artículo 21, numeral 13, de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, ante ustedes ocurro a fin de exponer lo
siguiente:
Cursa ante esa Sala, Expediente Nº AA30-P-2004-000243, contentivo de
la solicitud de extradición del ciudadano Franceso Salerno, de nacionalidad
italiana, formulada al Estado venezolano por el Gobierno de la República
de Italia, a través de su representación diplomática, mediante nota número
0001035, de fecha 24 de mayo de 2004.
Del citado expediente, fue remitida copia certificada a fin de emitir la
opinión que considere procedente, lo que me propongo hacer después de
los siguientes razonamientos jurídicos:
Primero: En la República Bolivariana de Venezuela, la extradición de
ciudadanos extranjeros se rige por la siguiente normativa legal:
Artículo 6, apartes primero, segundo y tercero del Código Penal
Venezolano:
´...La extradición de un extranjero no podrá tampoco concederse por
delitos políticos ni por infracciones conexas con estos delitos, ni por ningún
hecho que no esté calificado de delito por ley venezolana.
La extradición de un extranjero por delitos comunes no podrá acordarse
sino por la autoridad competente, de conformidad con los trámites y
requisitos establecidos al efecto por los Tratados Internacionales suscritos
por Venezuela y que estén en vigor y, a falta de éstos, por las leyes
venezolanas.
No se acordará la extradición de un extranjero acusado de un delito que
tenga asignada en la legislación del país requiriente, la pena de muerte o
una pena perpetua...´.
Segundo: Del contenido del expediente analizado se evidencia, que la
solicitud de extradición del ciudadano Francisco Salerno se fundamenta en
la comisión del delito de homicidio, previsto y sancionado en los artículos
575 y 577 del C.P.
Italiano.
Art. 575 C.P. (homicidio)
´Cualquiera que causa la muerte a un hombre está castigado con la
reclusión no inferior a veintiún años´.
Art. 577 C.P. (Otras circunstancias agravantes: prisión perpetua) ´Se aplica
la pena de la prisión perpetua si el hecho considerado por el artículo 575

496
está cometido:
1. contra el ascendiente o descendiente;
2. con el medio de sustancias venenosas, o con otro medio tramposo;
3. con premeditación;
4. con el concurso de algunas de las circunstancias indicadas en los
números 1 y
4 del artículo 61.
La pena es de la reclusión de veinticuatro a treinta años, si el hecho es
cometido en contra del consorte, del hermano o de la hermana, del padre o
de la madre adoptivos, o el hijo adoptivo, o contra un afín en línea recta´.
Del análisis de la normativa precedente se desprende, que los hechos
atribuidos al ciudadano Francesco Salerno no revisten carácter político ni
conexo con éste, pues los mismos se subsumen en el delito de homicidio
intencional simple y homicidio intencional calificado, previstos y
sancionados en los artículos 407 y 408 del Código Penal venezolano, con
lo cual se cumple con el requisito de la doble incriminación, en virtud del
cual, sólo se concederá la extradición del solicitado cuando el hecho que
se le impute en el país requirente constituya delito en el país requerido.
Artículo 407 del Código Penal:
´El que intencionalmente haya dado muerte a alguna persona será penado
con presidio de doce a dieciocho años´.
Artículo 408 del Código Penal:
´En los casos que se enumeran a continuación se aplicarán las siguientes
penas: 1°- Quince a veinticinco años de presidio a quien cometa el
homicidio por medio de veneno o de incendio, sumersión u otro de los
delitos previstos en el Título VII de este Libro, con alevosía o por motivos
fútiles o innobles, o en el curso de la ejecución de los delitos previstos en
los Artículos 453, 454, 455, 457, 460 y 462 de este Código.
2°- Veinte a veintiséis años de presidio si concurrieren en el hecho dos o
más de las circunstancias indicadas en el numeral que antecede.
3°- Veinte a treinta años de presidio para los que lo perpetren:
a) En la persona de su ascendiente o descendiente, legítimo o natural, o
en la de su cónyuge.
b) En la persona del Presidente de la República o de quien ejerciere,
aunque fuere interinamente, las funciones de dicho cargo´.
Tercero: Asimismo se observa, que la presente solicitud de extradición
cumple con la tramitación prevista en el artículo 395 del Código Orgánico
Procesal Penal, el cual establece lo siguiente:
Artículo 395 del Código Orgánico Procesal Penal:
´Extradición pasiva. Si un gobierno extranjero solicita la extradición de
alguna persona que se halle en territorio de Venezuela, el Poder Ejecutivo
remitirá la solicitud al Tribunal Supremo de Justicia con la documentación
recibida´.
Cuarto: Entre los Estados Unidos de Venezuela y el Reino de Italia existe
un Tratado de Extradición y de Asistencia Judicial en Materia Penal,
suscrito por las Partes el 23 de agosto de 1930, con aprobación legislativa
del 23 de junio de 1931, y por consiguiente hay que acudir a lo convenido
entre las Partes contratantes.
En tal sentido, el artículo 1º del referido Tratado de Extradición, establece:
Artículo 1° del Tratado de Extradición entre Venezuela e Italia:
´Las Altas Partes Contratantes se comprometen a hacer buscar, arrestar y
entregarse recíprocamente las personas que, sindicadas o condenadas
por la competente autoridad judicial de uno de los dos Países, por alguno

497
de los delitos indicados en el artículo siguiente, se encontraren en el
territorio del otro´.
Quinto: De las actas procesales que conforman el presente expediente se
evidencia, que contra el ciudadano Francesco Salerno existe una
sentencia condenatoria a pena perpetua, emitida por el Tribunal de lo
Criminal de Milán, Sección I, de fecha 29 de enero de 2001, por la
comisión del delito de homicidio de los ciudadanos Mario Iaccio, Vincenzo
Morelli y Mauricio Barbone, previsto y sancionado en los artículos 575 y
577 del C.P. Asimismo, consta en el expediente, la decisión emanada del
Tribunal de lo Criminal de Apelación de Milán, Tercera Sección, de fecha
15 de abril de 2002, mediante la cual se reforma parcialmente la sentencia
del 29 de enero de 2001, reduciendo a 22 años de reclusión la pena
impuesta al ciudadano Francesco Salerno por el homicidio del ciudadano
Iaccio Mario. De igual forma consta, copia del auto emanado del Tribunal
de lo Criminal de Apelación de Milán, en fecha 23 de febrero de 2003,
declarando como cosa juzgada desde el 30 de octubre de 2002, la
sentencia dictada contra el ciudadano Francesco Salerno.
Según se evidencia de lo anterior, la pena impuesta al ciudadano Franceso
Salerno por el delito cometido contra el ciudadano Mario Iaccio, no es de
muerte ni privativa de la libertad a perpetuidad, lo cual concuerda
perfectamente con nuestra legislación vigente en la materia, según lo
preceptuado en el numeral 3 del artículo 44 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y al artículo 94 del Código Penal.
Artículo 44, numeral 3, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela:
´La libertad personal es inviolable, en consecuencia:
3.La pena no puede trascender de la persona condenada. No habrá
condenas a penas perpetuas o infamantes. Las Penas privativas de la
libertad no excederán de treinta años´.
Artículo 94 del Código Penal venezolano:
´En ningún caso excederá del limite máximo de treinta años la pena
restrictiva de libertad que se imponga conforme a la Ley´.
Sin embargo, por lo que respecta al homicidio de los ciudadanos Vincenzo
Morelli y Mauricio Barbone, la pena impuesta por el Tribunal de lo Criminal
de Milán, Sección I, al ciudadano Franceso Salerno, es de prisión
perpetua, y ello colide con el ordenamiento jurídico venezolano, según el
cual, no se concederá la extradición de ningún extranjero cuando el delito
que se le impute en el país requirente sea castigado con pena de muerte o
privativa de libertad a perpetuidad, a menos que dicho Estado se
comprometa a no imponer pena superior a treinta años.
No obstante, se considera que la presente solicitud se encuentra apegada
a las leyes venezolanas que rigen la materia, en virtud de que consta en el
expediente el compromiso efectuado por la Fiscalía ante el Tribunal de
Apelación de Milán, en fecha 9 de abril de 2004, mediante el cual ese
Despacho teniendo en cuenta la norma prevista en el artículo 16 del
Tratado de Extradición entre Venezuela e Italia, suscrito el 23 de agosto de
1930, señala que si el mencionado ciudadano fuera detenido y extraditado
desde Venezuela, la pena que se le ha impuesto será
sustituida de derecho por la pena de 25 años de prisión.
Artículo 16 del Tratado de Extradición y de Asistencia Judicial en materia
penal:
´El individuo entregado por el Gobierno de Venezuela al Gobierno de Italia,
sindicado de delito punible con pena de muerte o prisión perpetua no

498
podrá, a consecuencia del proceso que se le siga, ser condenado a
ninguna de dichas penas, las cuales deben sustituirse con la de reclusión
por los términos de 30 y 25 años, respectivamente´.
Sexto: Por otra parte, en cuanto a la detención preventiva con fines de
extradición en nuestro país, del ciudadano Francesco Salerno, se advierte
que este Despacho en los actuales momentos efectúa los trámites
correspondientes a tal efecto, sobre la base de la copia certificada del
expediente de extradición remitida por esa Sala para la emisión de la
respectiva opinión.
En virtud de lo expuesto, el Ministerio Público a mi cargo, dirección y
responsabilidad, opina que la solicitud de extradición del ciudadano
Francesco Salerno, de nacionalidad italiana, solicitada por el gobierno de
la República de Italia, se encuentra ajustada a derecho, debiendo ser
declarada con lugar”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44
CRBV art:44-3
LOMP art:21-13
CP art:6-1
CP art:6-2
CP art:6-3
CP art:94
CP art:407
CP art:408
CPI art:575
CPI art:577
COPP art:395
TEEUVRI art:1
1930
TEAJMPEUVRI art:16
1930

DESC EXTRADICIÓN
DESC EXTRANJEROS
DESC HOMICIDIO
DESC ITALIA
DESC PENAS
DESC TRATADOS INTERNACIONALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.606-610.

499
187
TDOC Oficio Circular
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-11-20-2051-2004- FECHA:20040823
56730
TITL Se informa a todos los fiscales superiores del Ministerio
Público sobre el procedimiento para el trámite de cartas
rogatorias y solicitudes de asistencia legal mutua en materia
penal, con ocasión de la designación del Ministerio Público
como autoridad central en los acuerdos que rigen la materia y
en los que la República Bolivariana de Venezuela es parte.

FRAGMENTO

“Por medio de la presente comunicación me dirijo a usted, en la oportunidad de


hacer de su conocimiento el nuevo procedimiento establecido por esta Dirección
para el trámite de Cartas Rogatorias y Solicitudes de Asistencia Legal Mutua en
Materia Penal, con ocasión de la designación del Ministerio Público como
Autoridad Central en los Acuerdos que rigen la materia y en los que la República
Bolivariana de Venezuela es Parte.
Procedimiento activo:
Cuando el fiscal de proceso requiera elaborar una Carta Rogatoria o una Solicitud
de Asistencia Legal Mutua en Materia Penal, deberá notificar por escrito a la
Dirección de Consultoría Jurídica sobre la actuación a realizar y si lo considera
necesario, podrá solicitar asesoría a la referida Dirección.
En caso que la carta rogatoria o solicitud de asistencia legal mutua en materia
penal esté dirigida a un país de habla extranjera, la misma debe estar previamente
traducida por un intérprete público al idioma del país requerido; para lo cual
deberá efectuar la solicitud respectiva ante la Dirección de Consultoría Jurídica.
Finalmente, una vez elaborada la carta rogatoria o la solicitud de asistencia legal
mutua en materia penal deberá enviarla a la Dirección de Consultoría Jurídica,
para la tramitación respectiva.
Procedimiento pasivo:
El Ministerio de Relaciones Exteriores recibe las Cartas Rogatorias o Solicitudes
de Asistencia Legal Mutua en Materia Penal libradas por las autoridades
extranjeras y las remite a la Dirección de Consultoría Jurídica del Ministerio
Público y ésta a su vez al Fiscal Superior de la entidad federal correspondiente,
quien deberá comisionar a un fiscal de su respectiva Circunscripción Judicial, para
que realice las actuaciones requeridas, informando a la Dirección de Consultoría
Jurídica respecto al fiscal comisionado en cada caso.
Finalmente, el fiscal comisionado debe remitir todas las actuaciones a la Dirección
de Consultoría Jurídica para la tramitación pertinente y notificar paralelamente a la
Fiscalía Superior correspondiente según sea su Circunscripción Judicial.
Información que le suministro a los fines de que imparta las instrucciones
pertinentes a los fiscales de su Circunscripción Judicial…”.

DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC ROGATORIA INTERNACIONAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.611-612.

500
188
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General de Apoyo Jurídico DGAJ
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-1413-2004 FECHA:20040726
TITL En aquellos casos tipificados en la Ley Sobre la Violencia
Contra la Mujer y la Familia que se hayan conocido antes del 21
de julio de 2003, en los cuales la medida cautelar dictada sea
alguna de las contenidas en los ordinales 1°, 3° y 5° del artículo
39 de dicha ley especial, debe permitirse a la persona afectada,
recuperar sus instrumentos de trabajo o documentos de
identificación, pues dichos bienes personales no pueden estar
comprometidos en ninguna medida que prive al dueño de su
posesión.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de acusar recibo de su Comunicación Nº


DGAJ-0621-2004, de fecha 1 de marzo de 2004, remitiendo anexa la
Comunicación Nº DPIF-9-354-2004 de fecha 26 de febrero de 2004,
suscrito por la Directora de Protección Integral de la Familia, mediante la
cual solicita pronunciamiento jurídico relacionado con las medidas
cautelares contenidas en el artículo 39, ordinales 1°, 3°, y 5° de la Ley
Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, dictadas por los
representantes del Ministerio Público en fechas previas a la de la Circular
N° 009 de fecha 21 de julio de 2003, suscrita por el Fiscal General de la
República.
La Dirección consultante, manifiesta que a ese Despacho han acudido
algunos ciudadanos solicitando que se levanten las medidas cautelares
dictadas en su contra, en virtud de considerar las mismas violatorias a la
Carta Magna, alegando otros la injusticia que existe en el hecho de que en
virtud de la medida cautelar no tienen acceso a sus hogares a fin de
recuperar objetos personales, instrumentos de trabajo e inclusive
documentos de identificación como el pasaporte.
Una vez analizada la comunicación remitida, esta Dirección de Consultoría
Jurídica hace las siguientes consideraciones:
La Ley Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, fue promulgada en
fecha anterior a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
y al vigente Código Procesal Penal, lo cual explica la falta de armonía que
se observa con relación a algunas de las normas de estos cuerpos
normativos.
La Circular N° 009, a la cual se refiere la presente consulta fue suscrita por
el Fiscal General de la República en fecha 21 de julio de 2003, y está
referida a ´Las medidas cautelares previstas en la Ley Sobre la Violencia
Contra la Mujer y la Familia´, en la cual el máximo representante de la
Institución, de conformidad con las atribuciones que le otorga la Ley
Orgánica del Ministerio Público, impartió instrucciones fijando directrices
con relación a las medidas cautelares previstas en los numerales 1, 3 y 5
del artículo 39 de la mencionada ley.
Respecto a este artículo, es necesario indicar que el Fiscal General de la
República, presentó en fecha 26 de agosto de 2003 ante la Sala
501
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, escrito contentivo del
recurso de nulidad parcial por motivos de inconstitucionalidad e ilegalidad
contra los artículos 3 numeral 4; 31 y 39, numerales 1, 3 y 5 de la Ley
Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, el cual fue admitido por el
Juzgado de Sustanciación de dicha Sala en fecha 23 de septiembre de
2003, y el 3 de diciembre de 2003, la Sala mediante auto de esa misma
fecha, declaró la cuestión debatida como un punto de mero derecho,
motivo por el cual acordó la supresión de la sustanciación y la relación de
la causa, ordenando en consecuencia la remisión del expediente a la
Secretaría de la Sala, a los fines de la prosecución de la tramitación del
juicio principal de nulidad. Para la presente fecha se está a la espera de la
decisión del Máximo Tribunal de la República.
Ahora bien, es el caso que -según plantea la Dirección consultante-
algunos representantes del Ministerio Público, en fecha anterior al 21 de
julio de 2003, en el conocimiento de casos de los tipificados en la Ley
Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, dictaron algunas de las
medidas cautelares de las señaladas en el referido recurso de nulidad
parcial.
De lo expresado en la comunicación se desprende que se trata de las
medidas previstas en los numerales 1 y 5 del artículo 39 ejusdem. La
característica de estas medidas, es el alejamiento de la persona contra
quien se dicten, del hogar o residencia común lo que trae como
consecuencia que en la generalidad de las veces, el presunto agresor se
encuentra en la imposibilidad de retirar sus enseres
personales o instrumentos de trabajo.
Al respecto, cabe advertir que el Código Civil en su artículo 1.929,
establece que no están sujetos a la ejecución: ´... 2º. La ropa de uso de las
mismas personas y los muebles y enseres de que estrictamente necesiten
el deudor y su familia. / 3º. Los libros, útiles e instrumentos necesarios
para el ejercicio de la profesión, arte u oficio del deudor...´.
En el caso de que las personas involucradas en el conflicto familiar sean
cónyuges, el artículo 151 ejusdem, igualmente prevé: ´... Son también
bienes propios (...) otros enseres u objetos de uso personal o exclusivo de
la mujer o el marido´.
En este contexto, deben entenderse como útiles e instrumentos necesarios
para el ejercicio de una profesión, aquellos por medio de los cuales la
persona ejerce una industria artesanal y le son estrictamente necesarios e
indispensables para la ejecución de la misma.
Como se puede colegir de las normas antes transcritas, le asiste el
derecho a la persona contra quien se haya dictado alguna de las medidas
cautelares antes citadas, el tener acceso a retirar del hogar común o del
lugar en donde se encuentren, aquellos objetos o bienes que estén
destinados a sus labores y más aún, si es un documento de identificación.
Asimismo, considera quien suscribe que los representantes del Ministerio
Público pueden de interceder en el sentido que la persona afectada
recupere sus bienes, especialmente cuando los mismos -las herramientas
de trabajo o el pasaporte- son bienes de los considerados inembargables,
y por lo tanto exentos de la aplicación de cualquier medida que prive al
dueño de su posesión.
En virtud de todo lo antes expresado, es opinión de esta Dirección de
Consultoría Jurídica que debe permitirse a la persona afectada recuperar
sus instrumentos de trabajo o documentos de identificación, máxime
cuando el simple hecho de que estos bienes se encuentren involucrados

502
en situaciones como las que dieron origen a esta consulta, puede implicar
falta de precaución en las actuaciones del representante del Ministerio
Público, al no advertir a las partes que los bienes de esas características
no pueden estar comprometidos en las medidas cautelares que de
conformidad con la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia se
dicten, por encontrarse dentro de la categoría de bienes personales, los
cuales el interesado tiene derecho a poseer…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LVMF art:3-4
LVMF art:31
LVMF art:39-1
LVMF art:39-3
LVMF art:39-5
CC art:151
CC art:1929
CMP Nº 009
21-07-2003

DESC BIENES
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC DOCUMENTACIÓN
DESC IDENTIFICACIÓN
DESC FAMILIA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC ILEGALIDAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC MUJER
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.613-615.

503
189
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica Dcj
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-2322-2004 FECHA:20041220
TITL Cuando un adolescente sea responsable por la comisión de uno
de los delitos previstos en la Ley sobre la Violencia contra la
Mujer y la Familia, se procurará la conciliación prevista en el
artículo 564 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, y en la medida de su culpabilidad será sancionado
con alguna de las medidas previstas en esta ley especial,
debiendo cumplirlas conforme a las reglas establecidas en ella.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con la finalidad de acusar recibo de su comunicación Nº


DPIF-9-457-2004, mediante la cual solicita que esta Dirección de
Consultoría Jurídica emita opinión jurídica con relación al acto conciliatorio
que debe realizarse cuando el hecho punible cometido por un adolescente
sea de los tipificados en la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la
Familia, y no aparece consagrado en la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente.
Una vez analizado el contenido de su comunicación esta Dirección de
Consultoría Jurídica hace las siguientes consideraciones:
La Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia, tiene por objeto
prevenir, controlar, sancionar y erradicar la violencia familiar y asistir a las
víctimas de los hechos tipificados en ella.
Consagra esta ley una serie de principios procesales y denominaciones
técnicas sobre violencia física, psicológica y sexual contra la mujer y la
familia; políticas de prevención y asistencia, otorgando una serie de
atribuciones específicas a los organismos del Poder Público que
intervienen en su aplicación, así como los procedimientos a seguir para
hacer efectiva la responsabilidad penal y civil de los infractores de la ley en
cuestión.
Por su parte, el Ministerio Público como órgano receptor de denuncias por
hechos punibles constitutivos de violencia intrafamiliar, actuando sobre la
base de las atribuciones delegadas y en cumplimiento de su deber está en
la obligación de recibir y procesar las denuncias que se interpongan con
ocasión de la perpetración de un hecho punible de acción pública.
En tal sentido, la misma ley en su artículo 36 prevé lo relativo al trámite
que debe seguirse frente a la comisión de los delitos contenidos en ella, y
al respecto dispone que el juzgamiento de los mismos, salvo el descrito en
su artículo 18 -acceso carnal violento- se seguirá por los trámites del
procedimiento abreviado previsto en el Código Orgánico Procesal Penal.
Ahora bien, como señala en su comunicación, el artículo 4 de la Ley sobre
la Violencia contra la Mujer y la Familia al mencionar a los sujetos pasivos
no hace distinción en cuanto a la edad del presunto agresor por lo que no
se puede estimar que un adolescente responsable de la comisión de los
hechos tipificados en ella se considera excluido de la norma en cuestión.
Por su parte, el encabezamiento del artículo 34 ejusdem al hacer
referencia a la ´gestión conciliatoria´ lo hace en los siguientes términos:
504
´Según la naturaleza de los hechos el receptor de la denuncia procurará la
conciliación de las partes, para lo cual convocará a una audiencia de
conciliación dentro de las treinta y seis (36) horas siguientes a la recepción
de la denuncia...´.
Del texto antes trascrito se puede colegir que la finalidad de esta gestión
conciliatoria, es lograr que las partes involucradas en una problemática de
violencia intrafamiliar logren mediante un concurso de voluntades la
solución del conflicto que los afecta, entendiendo que dicha solución debe
estar contenida en el marco de la legalidad, vale decir, que no sea
contraria a derecho ni a las buenas costumbres, principios éstos que
deben ser garantizados por la presencia del fiscal del Ministerio Público
durante la realización de esta reunión.
En este contexto, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente – vigente desde el 1º de abril de 2000- en su Exposición de
Motivos, señala dentro de los requisitos mínimos para la construcción del
Sistema de Responsabilidad del Adolescente lo siguiente:
´... La responsabilidad implica que a los adolescentes se les atribuya, en
forma diferenciada respecto de los adultos, las consecuencias de los
hechos que siendo típicos, antijurídicos y culpables signifiquen la
realización de una conducta definida como delito o falta, pues aun no esté
plenamente presente en él la capacidad de entender y de obrar conforme a
esa comprensión, hay ya un proceso de maduración que permite
reprocharles el daño social que causen, imponiéndoles una sanción que
constituye una medida con una finalidad educativa.
La más moderna doctrina aconseja incluso dejar a un lado los eufemismos
y asumir, de una vez por todas, que los adolescentes infractores tienen
responsabilidad penal, de la misma naturaleza que la del adulto, si bien
atenuada...´.
Es así como este sistema se constituye en un conjunto de órganos
especializados que determinarán la responsabilidad penal del adolescente
así como las medidas aplicables y su ulterior control, activándose dichas
instituciones mediante un procedimiento especial, con las garantías
propias a toda causa penal además de las intrínsecas del proceso penal
juvenil consagradas en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente.
Igualmente, continúa la Exposición de Motivos: ´... se decidió denominarla
ley y no código porque no es un dispositivo cerrado, aún cuando este
proyecto recoge la mayoría de las normas aplicables a niños y
adolescentes y contiene principios y disposiciones programáticas,
sustantivas y procedimentales de aplicación preferente frente a otras leyes
que rigen la materia...´.
Dentro del proceso consagrado en la ley especial para determinar la
responsabilidad del adolescente se prevé en determinados supuestos la
realización la conciliación, que es una de las fórmulas de solución
anticipada mediante la cual el fiscal del Ministerio Público promueve un
acuerdo entre las partes involucradas, que en caso de ser homologado por
el juez de control conlleva la suspensión del proceso a prueba.
La comparación de las disposiciones contenidas en ambos cuerpos
normativos relacionadas con la conciliación deja en claro que tanto la
prevista en el artículo 34 de la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la
Familia como la del artículo 564 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, tienen como finalidad lograr la solución del
conflicto de violencia intrafamiliar mediante el consenso de las partes

505
involucradas en la problemática, a fin de que sean capaces de encontrar
soluciones derivadas de su manifestación de voluntad con la intervención
de un tercero.
De lo precedentemente expuesto, se colige que ante una situación como la
descrita en donde el sujeto activo es un adolescente, se debe recurrir a la
aplicación de la ley concebida para determinar la responsabilidad que
pueda derivarse de su conducta, por ser los destinatarios del sistema de
responsabilidad consagrado en la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente.
Por último, cabe advertir, que el adolescente que sea declarado
responsable de la comisión de las conductas antijurídicas de las señaladas
en la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia, responderá por el
hecho en la medida de su culpabilidad y será sancionado con las medidas
previstas en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
debiendo cumplirlas conforme a las reglas establecidas en ella”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LVMF art:4
LVMF art:34
LVMF art:36
LOPNA art:564

DESC ACCION PUBLICA


DESC ADOLESCENTES
DESC AUDIENCIAS
DESC CONCILIACION
DESC CULPABILIDAD
DESC FAMILIA
DESC JUICIO BREVE
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC MUJER
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC VICTIMA
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.615-618.

506
190
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP DGAJ-DCCA-7-2004-0003 FECHA:20040102
TITL Participación ciudadana en la Ley de Regulación de la Tenencia
de la Tierra.

FRAGMENTO

“… solicitan se lleve a cabo la segunda discusión, en mesas de trabajo y aprobación del


Proyecto de Ley de Regulación de la Tenencia de la Tierra en los Asentamientos Urbanos
Populares, a fin de obtener la adjudicación de la tierra donde se encuentran sus
bienhechurias./…el Ministerio Público tiene dentro de sus atribuciones, el velar por el
exacto cumplimiento de los preceptos y garantías constitucionales, así como el ejercicio de
la acción penal en nombre del Estado, entre otros; además de ser parte integrante del
Poder Ciudadano el cual es independiente y autónomo con respecto a las distintas ramas
del Poder Nacional / Por su parte el Poder Legislativo tiene constitucionalmente la función
de legislar en las materias de la competencia nacional (artículo 187.1 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela), por órgano de la Asamblea Nacional, atribución
ésta que no puede ser asumida por un Poder distinto al Poder Legislativo./…el artículo 187,
numeral 4 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece que la
Asamblea promoverá la organización y participación ciudadana en los asuntos de su
competencia y tendrá la iniciativa en materia de leyes; y el artículo 62 eiusdem y la
Exposición de Motivos de la Carta Fundamental consagra de manera amplia, el derecho
que tienen los ciudadanos de ejercer la intervención ciudadana en la gestión pública, de
manera directa a través de sus representantes, para lo cual el Estado debe facilitar los
medios para que este derecho se pueda materializar./ Por lo anteriormente expuesto y
dado que el Ministerio Público no es parte integrante del Poder Legislativo, no puede
atender su solicitud, pues ello supondría por parte de la Institución, una usurpación de las
funciones conferidas a la Asamblea Nacional, quien también es autónoma e independiente
para desempeñar las actividades que le han sido constitucionalmente asignadas / No
obstante lo anterior el Ministerio Público les sugiere dirigirse nuevamente a la Comisión
Nacional, encargada del Proyecto de Ley, a fin de presentarles su propuesta para que sean
consideradas a los efectos de su inclusión en el Proyecto que ha de tramitarse en segunda
discusión”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:62
CRBV art:187-1
CRBV art:187-4

DESC ASAMBLEA NACIONAL


DESC BIENHECHURIAS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PARTICIPACIÓN CIUDADANA
DESC TENENCIA DE LA TIERRA
DESC TIERRA
DESC URBANISMO
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.623.

507
191
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D-2004-4841 FECHA:20040202
TITL Los Fiscales del Ministerio Público en los procesos de
licitación.

FRAGMENTO

“…solicita al Fiscal General de la República la designación de un


funcionario adscrito de este Despacho, para que asista como observador
al Proceso de Licitación del Servicio de Aseo Urbano y Domiciliario
organizado por esa Alcaldía./… los denominados actos preparatorios
para la contratación administrativa de un servicio público, que son
competencia exclusiva y excluyente de la Administración Pública
contratante(…/…) se llevan a cabo durante la fase de la formación de
voluntad administrativa, de allí que al estar involucrado, de manera
potencial el manejo de recursos y fondos públicos, el control de legalidad
corresponde a los órganos de control interno o en su defecto al ente de
control fiscal encargado de la coordinación del control interno./… no existe
disposición normativa alguna que atribuya al Ministerio Público la
competencia para intervenir en procesos licitatorios en calidad de
observador. A mayor abundamiento es necesario señalar que de
conformidad con lo establecido en los numerales 1 y 2 del artículo 285 del
Texto Fundamental, sólo en los casos en que se denuncie la
violación al debido proceso y de las garantías constitucionales en los
procedimientos administrativos, será pertinente la intervención de un
funcionario de esta Institución”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285-1
CRBV art:285-2

DESC ASEO URBANO


DESC DESECHOS
DESC LICITACIÓN PUBLICA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC MUNICIPIOS
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC SERVICIOS PUBLICOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.624.

508
192
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D-2004-5098 FECHA:20040203
TITL Consejos locales de planificación pública.

FRAGMENTO

“…mediante el cual solicita ‘...la presencia de un representante de la


fiscalía para que nos apoye en la Sesión extraordinaria, que convocamos
para el día viernes 30-1-2004 en Cámara Municipal del Municipio Sucre,
ubicada en el casco colonial de Petare a la hora: 8:30 a.m., a fin de evitar
se sigan violando los lapsos legales para el funcionamiento del nuestro
C.L.P.P.’/… de conformidad con lo establecido en el artículo 25 de la Ley
de los Consejos Locales de Planificación Pública, la competencia
corresponde a la Contraloría Municipal, razón por la cual éste Organismo
es quien debe iniciar las investigaciones tendentes a determinar si se ha
producido el supuesto de hecho previsto en la norma antes citada. Por
tanto el Ministerio Público ha remitido su planteamiento a la Contraloría
Municipal del Municipio Sucre a los fines legales consiguientes”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LCLPP art:25

DESC CONCEJOS MUNICIPALES


DESC CONSEJOS LOCALES
DESC CONTRALORIA
DESC MUNICIPIOS
DESC SUCRE (MUNICIPIO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.624.

509
193
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004-5418 FECHA:20040204
TITL Atribuciones constitucionales de la Defensoría del Pueblo.

FRAGMENTO

“…con el objeto de hacer referencia a la copia de la comunicación que


remitiera a este Despacho, el Presidente de la Asociación Venezolana de
Unidades de Diálisis, doctor Dietrich Zschaeck y otros directivos de la
misma, dirigida originalmente al Dr. Earle Siso, Presidente del Consejo
Directivo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales -IVSS-./ De la
mencionada asociación ya hemos recibido otras copias de comunicaciones
con el mismo planteamiento, cual es la grave situación financiera en que
se encuentran las unidades de hemodiálisis extra-hospitalarias, que
suministran tratamiento dialítico a los pacientes asegurados que padecen
insuficiencia renal crónica./… Teniendo la Defensoría del Pueblo como
órgano competente del Poder Ciudadano, la atribución de velar por el
efectivo respeto y garantía de los derechos humanos consagrados en la
Constitución, por el correcto funcionamiento de los servicios públicos y la
de amparar y proteger los derechos e intereses legítimos, colectivos y
difusos de las personas y otras facultades previstas en los numerales 3, 5,
9 y 10, entre otros, establecidos en la Carta Magna y las leyes de la
República, es por lo que considero necesario y procedente solicitarle
información de cualquier actuación de los órganos de su Despacho, sobre
el asunto expuesto todo ello a los fines de determinar las ulteriores
acciones a ser emprendidas por el Consejo Moral Republicano y actuar si
fuere procedente, lo más pronto posible, para atender esta problemática
que confronta la Asociación Venezolana de Unidades de Diálisis Extra-
hospitalarias./Siendo el derecho a la salud un interés difuso, y la vida, un
derecho humano y correspondiéndole al Estado a través del Poder
Ciudadano conformado por nuestras instituciones, el proporcionar los
medios para preservar o restituir la salud de sus ciudadanos, es por lo que
me siento obligado a invitarlo a adoptar medidas tendentes a salvaguardar
esos derechos y dar la respuesta efectiva que la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela nos impone, mediando lo necesario
para lograr una respuesta favorable al problema”.

DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO


DESC DIALISIS
DESC ENFERMEDADES RENALES
DESC HOSPITALES
DESC SALUD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.625.

510
194
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004-6904 FECHA:20040211
TITL Intervención del Fiscal General de la República en materia
contencioso electoral.

FRAGMENTO

“…mediante la cual solicita la intervención del Ministerio Público al solicitar


‘que de conformidad a lo establecido en el artículo 26 de nuestra
Constitución, le sean restituidos sus derechos a expresarse libremente, sin
discriminación bajo ninguna circunstancia o pretexto no contemplado en
nuestra Constitución y mucho menos violando su derecho a mantener el
secreto del voto’. / También solicita en el parágrafo final de su
comunicación que se le permita conocer de conformidad a lo dispuesto en
la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos si la formalidad
mediante la cual está solicitando la restitución de sus derechos cumple con
los requisitos y términos establecidos dentro de nuestras leyes que le
permiten ejercer sus derechos establecidos en el artículo 26 de la
Constitución o por el contrario debe ajustarse a algún procedimiento
administrativo distinto. / En atención a su petición para que el Ministerio
Público se pronuncie sobre si la formalidad por la cual está solicitando la
restitución de sus derechos, cumple con los requisitos establecidos en
nuestras leyes (…), este Despacho considera importante observar, previo
el análisis de todo lo expuesto en su representación, que el artículo 235
de la Ley de Reforma Parcial de la Ley Orgánica del Sufragio y
Participación Política, publicada en la Gaceta Oficial N° 5.233
Extraordinario del 28 de mayo de 1998, en la Sección Segunda que hace
referencia al Recurso Contencioso Electoral señala: / ‘El Recurso
Contencioso Electoral podrá ser interpuesto, por los partidos políticos y los
grupos de electores, y por las personas naturales o jurídicas que tengan
interés según sea el caso, para impugnar la actuación, o la omisión de
que se trate, contra los siguientes actos o actuaciones del Consejo
Nacional Electoral: / 1. Los actos administrativos de efectos particulares; /
2. Los actos administrativos de efectos generales; / 3. Las actuaciones
materiales y las vías de hecho; / 4. La abstención o negativa a cumplir
determinados actos a que estén obligados por las leyes; y 5. Las
resoluciones que decidan los recursos jerárquicos en sentido distinto al
solicitado o cuando no se dicte decisión en el plazo estipulado’. / Ahora
bien, cuando se dé alguno de los supuestos de hecho a los que alude la
norma transcrita, el particular o particulares, que se consideren que un
derecho o garantía constitucional le ha sido vulnerado por un acto dictado
por el Consejo Nacional Electoral, podrá ejercer el recurso contencioso
electoral por ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia. /
Admitido el recurso, la Sala Electoral del Máximo Tribunal, procederá
conforme a lo dispuesto en el artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia o 125 eiusdem, en concordancia con el artículo 238
de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política a notificar al Fiscal
General de la Republica y a solicitar su dictamen, oportunidad que
511
guardamos en reserva para consignar el informe respectivo con la opinión
del Ministerio Público, en caso de concretarse algunas de estas
situaciones. / En lo que respecta a las demás consideraciones legales que
hace en su escrito, invocando el artículo 72 de la Carta Magna, debemos
señalarle que el Constituyente del año 1999 no le confirió al Ministerio
Público, la atribución de administrar justicia, teniendo esa potestad los
órganos del Poder Judicial, y tratándose de materia electoral, el monopolio
en cuanto a emitir juicios sobre los actos dictados por el Consejo Nacional
Electoral, lo tiene la Sala Electoral. / En virtud de lo expuesto, nos
abstenemos de emitir opinión sobre sus planteamientos, ratificando la
reserva del Ministerio Público de pronunciarse ante la cualquier
eventualidad como la señalada”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:72
LOCSJ art:116
LOCSJ art:125
LOSPPO art:238

DESC CONSEJO NACIONAL ELECTORAL


DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC RECURSO CONTENCIOSO ELECTORAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.625-626.

512
195
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-7421 FECHA:20040216
TITL Intervención del fiscal del Ministerio Público en acción de
amparo constitucional cuando el presunto agraviante es un
fiscal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo del oficio N°
137-2004, de fecha 11 de febrero de 2004, dirigida al Fiscal Superior del
Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas, mediante el cual se
notifica al Ministerio Público de la admisión de la acción de amparo
constitucional incoada por el abogado Alejandro R. Yermes, en su carácter
de defensor del ciudadano Alexis Escobar, contra la decisión del fiscal de
disponer la reserva total de las actas y actos de investigación dispuesta
por el Fiscal Décimo Séptimo del Ministerio Público del Área Metropolitana
de Caracas, acción de amparo que cursa bajo el Expediente Nº J-9-266-
04. / En atención a su requerimiento, esta Dirección muy respetuosamente,
pasa a hacer las siguientes consideraciones. / La solicitud de designación
de un representante del Ministerio Público para que participe en la
audiencia oral y pública, en el presente caso, es en criterio de este
Despacho, improcedente habida cuenta que el denunciado como presunto
agraviante es un fiscal del Ministerio Público, y al respecto hay que
recordar que de conformidad con lo establecido en el artículo 3 de la Ley
Orgánica que rige las funciones de esta Institución, el Ministerio Público es
único e indivisible, y por tanto, tiene un interés evidente en la defensa de la
posición jurídica de la fiscal señalada como agraviante. / En consecuencia,
la intervención de otro representante del Ministerio Público distinto al
señalado como presunto agraviante, podría conducir a una violación del
derecho a la defensa y a la igualdad, previstos en los artículos 49 y 21 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de quien se
considera lesionado en sus derechos constitucionales, en la causa sub
exámine. / La anterior posición tiene su basamento, en la modificación del
procedimiento que con carácter vinculante, estableció la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la Sentencia Nº 7 de
fecha 1º de febrero de 2000, que regula el procedimiento judicial del
amparo constitucional. / La intervención del Ministerio Público, conforme al
artículo 15 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en los procedimientos de acciones de amparo
constitucional contra sus representantes o ejercidas por éstos, fue
regulada por la propia Sala Constitucional en la Sentencia Nº 3.255, de
fecha 13 de diciembre de 2002, caso Francisco Javier Álvarez, César
Mirabal y otros, por lo cual, sobre este punto, dejó de tener aplicación, lo
establecido en la Sentencia Nº 7, de fecha 1º de febrero de 2002. / Con
base a lo establecido por el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, el Ministerio Público se abstiene de designar un fiscal del
Ministerio Público para que de conformidad con lo establecido en el
artículo 15 de la ley antes citada, actúe en el presente caso, habida cuenta
513
que Representantes de esta Institución han sido señalados como
presuntos agraviantes por los quejosos en amparo constitucional”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:21
CRBV art:49
LOMP art:3
LOADGC art:15
STSJSCO Nº 7
01-02-2000
STSJSCO Nº 3.255
13-12-2002

DESC AMPARO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IGUALDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC INDIVISIBILIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS
DESC UNIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.627-628.

514
196
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004-8165 FECHA:20040217
TITL Actos de autorización en materia de tránsito.

FRAGMENTO

“…usuarios de diferentes localidades del país, han venido planteando ante


el Ministerio Público y solicitado su opinión sobre la falta de competencia
de las policías municipales para actuar en materia de control y vigilancia
de tránsito y muy especialmente para imponer multas a los conductores,
entre los cuales mencionó los casos del Municipio Girardot del Estado
Aragua y Municipio Chacao del Estado Miranda./ El Ministerio Público a
través de esta Dirección hizo el estudio del caso y se pronunció en sendas
oportunidades, haciendo énfasis en la homologación de las policías
municipales, como requisito previo y sine qua non previsto en el numeral
4° del artículo 16 de la Ley de Tránsito y Transporte Terrestre para actuar
en la materia y muy especialmente en lo que respecta a la imposición de
multas a los infractores./…Por tal motivo creemos que esa competente
autoridad debe girar un instructivo con el objeto de que los organismos
municipales, tengan un criterio unificado en la interpretación y aplicación
de lo dispuesto de la Ley de Tránsito y Transporte Terrestre y muy
especialmente en cuanto a lo dispuesto en su artículo 16, numeral 4
referente al requisito de la homologación como condicionamiento para las
actuaciones de las policías municipales asignada competencia para el
control y vigilancia de tránsito./…De igual manera le agradezco su valiosa
colaboración en el sentido de suministrarnos un informe sobre los
mecanismos de coordinación que ha implantado ese Despacho para la
referida homologación de las autoridades de policía municipal y
estadal y así también sobre la propuesta que hacemos mediante esta
comunicación”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LTTT art:16-4

DESC CHACAO (MUNICIPIO)


DESC GIRARDOT (MUNICIPIO)
DESC MUNICIPIOS
DESC POLICIA
DESC SANCIONES LEGALES
DESC TRANSITO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.628.

515
197
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-8751 FECHA:20040219
TITL Recurso Jerárquico. Debido proceso.

FRAGMENTO

“…con el objeto de acusar recibo de su atenta comunicación identificada con el número


GJT/2003/6919 de fecha 26 de noviembre de 2003, recibida en el Despacho a mi cargo, en
fecha 4 de diciembre de 2003, mediante la cual da respuesta al Oficio Nº DGAJ-DCCA-
2003-55098 de fecha 12 de noviembre de 2003, relacionado con la solicitud de respuesta al
recurso jerárquico incoado por el ciudadano José Francisco Rausseo, en su carácter de
representante legal de la Sociedad de Comercio RAU, C.A. / Con relación a los particulares
expresados en su comunicación, el Ministerio Público observa que la Gerencia Jurídico
Tributaria admite que aún no ha emitido el acto administrativo que cause estado, a través
del cual resuelva el recurso jerárquico incoado por la contribuyente antes identificada. / (…)
este Despacho disiente de la afirmación contenida en su respuesta, en torno a que no se
ha vulnerado el derecho a la defensa y al debido proceso de la contribuyente, por cuanto,
hasta la fecha el contribuyente desconoce el resultado del pronunciamiento definitivo de la
Administración Tributaria sobre los alegatos que expuso, para solicitar la revocatoria del
acto constitutivo y ello es evidente que lo coloca en estado de indefensión. / En cuanto al
derecho al debido proceso, es menester destacar que a pesar de la existencia de un plazo
establecido al ente decisor para resolver el recurso, éste aún no ha dado fin al mismo, a
través del acto que lo resuelva, esto es, que el proceso administrativo de segundo grado o
de revisión, aún no ha culminado con el acto que niegue o acoja, total o parcialmente, los
planteamientos del contribuyente. La violación del debido proceso, se concretaría por la
imposibilidad del recurrente de contar con la decisión administrativa a los efectos de su
impugnación ante los órganos jurisdiccionales competentes. / (Sentencia Nº 1949 de la
Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 11 de diciembre de
2003. Expediente Nº 2002-0742) / En este orden de ideas, estima el Ministerio Público
necesario que la Administración Tributaria, dentro de los términos y plazos establecidos por
el Código Orgánico Tributario, debe procurar emitir la oportuna y adecuada respuesta a las
peticiones de particulares, a fin de hacer efectivos los principios de celeridad, eficiencia y
eficacia que informan la actividad administrativa, conforme lo previsto en el artículo 141 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:141
STSJSPA Nº 1949
11-12-2003

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC IMPUESTOS
DESC PETICION
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO JERARQUICO
DESC RECURSOS ADMINISTRATIVOS
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.628-629.

516
198
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040225
9289
TITL Intervención del Ministerio Público en inspecciones oculares en
procedimientos administrativos.

FRAGMENTO

“…acusar recibo a su Comunicación Nº F29NNCAT-255-2003, de fecha 17


de noviembre de 2003, en la cual solicita instrucciones en cuanto a la
viabilidad o no de la solicitud formulada por el representante judicial de la
Sociedad Mercantil RAU C.A., requiriendo a esa representación fiscal
practique una inspección ocular en la sede de la Gerencia de Recaudación
de la Intendencia de Tributos Internos SENIAT./…el Ministerio Público es
competente para garantizar la celeridad y buena marcha de la
administración de justicia, el juicio previo y el debido proceso./… En este
sentido, se entiende por inspección ocular el medio probatorio por el cual
el juez constata personalmente, a través de todos los sentidos, los hechos
materiales que fundamentan la controversia./…de conformidad con lo
establecido en los artículos 936 y 938 del Código de Procedimiento Civil
(…/…) este medio de prueba sólo puede practicarlo un juez, a solicitud de
una persona (natural o jurídica), que pretenda beneficiarse de sus
resultados / Por lo antes expuesto, corresponde al apoderado judicial de la
Sociedad Mercantil RAU, C.A., solicitar ante un Tribunal Civil que practique
la inspección ocular, a que se hace referencia en su solicitud, en virtud que
la misma constituye una prueba preconstituida antes de incoar una acción
judicial”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CPC art:936
CPC art:938

DESC ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA


DESC CELERIDAD PROCESAL
DESC IMPUESTOS
DESC INSPECCION JUDICIAL
DESC JUECES
DESC JUICIO
DESC JUSTICIA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.629-630.

517
199
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040308
11830
TITL Presupuesto Público.

FRAGMENTO

“…Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo a su


comunicación de fecha 18 de noviembre de 2003, dirigida al Fiscal
General de la República, en la cual solicita el pronunciamiento del
Ministerio Público, en cuanto a la reconducción del presupuesto de
ingresos y gastos de la Gobernación del Estado Vargas para el ejercicio
fiscal 2004. / Sobre el particular, esta Dirección muy respetuosamente
pasa a formular las siguientes consideraciones, previo análisis de la
normativa que rige la materia: / El presupuesto público, es el sistema
mediante el cual se elabora, aprueba, coordina la ejecución, control y
evaluación la producción pública de una institución, sector o región, en
función de las políticas de desarrollo previstas en los planes. El
presupuesto público comprenderá los ingresos y los gastos, así como las
operaciones de financiamiento sin compensaciones entre sí, para el
correspondiente ejercicio económico financiero, de conformidad a lo
establecido en el artículo 12 de la Ley Orgánica de la Administración
Financiera del Sector Público. / Sobre la reconducción del Presupuesto, la
Ley Orgánica de la Administración Financiera del Sector Público en su
artículo 39 dispone, que si por cualquier causa el Ejecutivo no hubiese
presentado a la Asamblea Nacional, dentro del plazo previsto en el artículo
anterior, el proyecto de ley de presupuesto, o si el mismo fuere rechazado
o no aprobado por la Asamblea Nacional antes del quince de diciembre de
cada año, el presupuesto vigente se reconducirá, con los ajustes que
introduzca el Ejecutivo. / De la norma trascrita, se observa que es al Poder
Ejecutivo a quien le corresponde, elaborar el proyecto de ley de
presupuesto público, y presentarlo antes del 15 de octubre de cada año a
la Asamblea Nacional para su aprobación o no. Si dicho presupuesto fuere
rechazado o no aprobado por el órgano legislativo antes del 15 de
diciembre de cada año, el presupuesto vigente se reconducirá con los
ajustes que introduzca el Poder Ejecutivo. / De lo anterior advierte este
Despacho que en el procedimiento de formación y sanción del
presupuesto, están llamados a intervenir los Poderes Ejecutivos y
Legislativos, que en el caso de los Estados, los representan la
Gobernación y el Consejo Legislativo, a tenor de lo dispuesto en los
artículos 160 y 162 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. / A los fines de orientar y asesorar en materia de presupuesto,
la Ley Orgánica de la Administración Financiera del Sector Público, en su
artículo 21 numeral 8, establece quien es el órgano consultivo (…) / Debe
recordarse que conforme al artículo 6, numeral 2 de la Ley Orgánica
referida, el régimen presupuestario estadal se rige por lo dispuesto en la
citada ley. / Igualmente, el artículo 16 del Decreto con Fuerza de Ley
518
Orgánica de la Procuraduría General de la República, establece que la
Procuraduría General de la República, puede asesorar jurídicamente a los
institutos autónomos, fundaciones, asociaciones y sociedades civiles del
Estado, empresas del Estado y demás establecimientos públicos
nacionales y a los Estados y Municipios, cuando a su juicio, el asunto
objeto de la consulta esté relacionado con los derechos, bienes e intereses
patrimoniales de la República. / De lo anterior emerge con meridiana
claridad que son los órganos antes mencionados, a los que les
corresponde dictaminar sobre la solicitud presentada por usted, en torno a
la reconducción presupuestaria. / Las atribuciones del Ministerio Público
están señaladas, en el artículo 285 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (…) / Como quiera que lo requerido por usted es
una opinión consultiva, que no se corresponde con las atribuciones del
Ministerio Público, se le sugiere remitir su planteamiento a la Oficina
Nacional de Presupuesto o a la Procuraduría General de la República, a
los fines legales consiguientes”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285
LOAFSP art.6-2
LOAFSP art:12
LOAFSP art:21-8
LOAFSP art:39

DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA


DESC CONSULTAS
DESC ESTADO VARGAS
DESC GOBERNADORES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PRESUPUESTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.630-631.

519
200
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-12038 FECHA:20040309
TITL Arresto disciplinario

FRAGMENTO

“…Me dirijo a usted, de conformidad con lo establecido en el artículo 136


de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con el objeto
de acusar recibo de la copia certificada de la sentencia proferida por ese
órgano jurisdiccional en fecha 21 de noviembre de 2003, dictada en la
Causa Nº 8950 con motivo de la acción de amparo constitucional
propuesta por la ciudadana Carmen Cecilia López Lugo contra el Juzgado
Sexto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, enviada al
Ministerio Público por intermedio de la Fiscal Septuagésima Séptima del
Ministerio Público, quien fuera comisionada por esta Dirección para
intervenir en dicho proceso judicial mediante Oficio Nº DGAJ-DCCA-M-
2003-55259 de fecha 13 de noviembre de 2003. / En la decisión de la
causa, ese órgano jurisdiccional emitió, entre otros, el siguiente
pronunciamiento: ‘…En cuanto al arresto ordenado contra el abogado
Mario Trivella, se dispone: / Vista la exposición realizada en fecha 18 de
noviembre de 2003, por el abogado Mario Trivella, actuando en su carácter
de apoderado judicial de la ciudadana Magali Cannizzaro de Capriles en
su condición de tercero interviniente en la presente acción de amparo
constitucional, en la cual afirmó que existe ‘un interés personal y directo’
del juez de este tribunal ‘en las resultas del presente procedimiento de
amparo’ y utilizando un lenguaje irrespetuoso, procedió a descalificarlo con
insultos, injurias y variados improperios e igualmente ante el hecho de que
el mencionado profesional del derecho amenazó al juzgador en forma
directa, el Tribunal ratifica la medida de arresto decretada contra el
ciudadano Mario Trivella el 18 de noviembre de 2003, al dictar el
dispositivo de la presente acción de amparo, todo de conformidad con la
reciente resolución del Tribunal Supremo de Justicia en Sala Plena, de
fecha 16 de julio de 2003. A fin de ejecutar lo ordenado se ordena oficiar a
la Fiscalía General de la República Bolivariana de Venezuela a fin de que
apertura el procedimiento correspondiente, e igualmente se dispone oficiar
al colegio de abogados para que se de inicio a un procedimiento
disciplinario contra el abogado Mario Trivella…’ / Al respecto, en criterio del
Ministerio Público, es necesario puntualizar lo siguiente: / De acuerdo con
lo ordenado por el Juez de Amparo Constitucional, el Ministerio Público
debe dar inicio al procedimiento correspondiente para la imposición del
arresto dispuesto en contra del abogado Mario Trivella y para ello el juez
invoca ‘la reciente resolución del Tribunal Supremo de Justicia en Sala
Plena de fecha 16 de julio de 2003’. / Sobre el particular, es necesario
aclarar que lo dictado por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia
no fue una resolución, sino un Acuerdo vinculante, para lo cual el Máximo
Tribunal de la República está habilitado por el artículo 44, numeral 17 de la
520
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, y de la revisión efectuada
al texto del mismo, no se advierte referencia alguna a que el Ministerio
Público deba iniciar un procedimiento administrativo para hacer efectiva la
sanción impuesta a quien incurra en falta en contra de los Jueces de la
República. / En este sentido y de conformidad con lo establecido en el
artículo 253 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
corresponde a los órganos del Poder Judicial conocer de las causas y
asuntos de su competencia mediante los procedimientos que determinen
las leyes y ejecutar o hacer ejecutar sus sentencias. / Por su parte los
artículos 2,10 y 11 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (así lo ratifican)
(…) / De acuerdo con la disposición constitucional y las normas legales
antes indicadas, la potestad jurisdiccional es exclusiva del Poder Judicial y
para su ejercicio y ejecución no se requiere la intervención de otro órgano
del Poder Público, salvo en aquellos casos que por motivos de contumacia
o desacato se requiera del concurso de la fuerza pública para lograr la
concreción de la voluntad de la ley, expresada en la sentencia. /
Igualmente, para el ejercicio de la potestad jurisdiccional el ordenamiento
jurídico ha dotado al juez, de potestades correctivas y disciplinarias a fin de
mantener el orden en el tribunal así como el respeto y el decoro que se
debe a la majestad del Poder Judicial. En este orden de ideas, el artículo
91 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (lo) establece (…) / En el caso
que nos ocupa, observa el Ministerio Público que el tribunal a su cargo,
impuso al abogado Mario Trivella, medida de arresto disciplinario por la
presunta falta de respeto debido, al juez que en ese momento llevaba la
causa, lo cual no requiere de la sustanciación de procedimiento alguno
para su ejecución. En efecto, una de las características de la potestad
correctiva de los jueces es su ejercicio inmediato, visto que su finalidad es
el orden y respeto para el juez en el momento en que se esté celebrando
el acto judicial. La posible infracción del derecho constitucional a la
defensa y al debido proceso puede ser restablecida a través del ejercicio
de los recursos judiciales correspondientes para enervar dicha medida. /
Sobre este aspecto, la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo
de Justicia, en Sentencia Nº 1859 de fecha 26 de noviembre de 2003, dejó
establecido que: ‘…Sobre el anterior particular, esta Sala considera
pertinente destacar que en nuestro ordenamiento jurídico los jueces se
encuentran dotados de autoridad disciplinaria o correctiva, a los fines de
hacer respetar por sus subordinados, las partes que ante ellos actúan y los
ciudadanos en general, la autoridad de la cual están investidos y el recinto
judicial. Así, el artículo 10 de la Ley Orgánica del Poder Judicial vigente,
dispone en su único aparte que Corresponde al Poder Judicial intervenir en
todos los actos no contenciosos indicados por la ley, y ejercer las
atribuciones correccionales y disciplinarias señaladas por ella (…).De allí
que, esta medida de carácter administrativo, puede ser impuesta por el
juez inmediatamente después de conocer los hechos que originan su
imposición, lo cual no puede considerarse como una violación al derecho a
la defensa, ya que una vez dictada la sanción, ésta puede ser recurrida a
través de los recursos administrativos y contenciosos consagrados en el
ordenamiento jurídico./ (…) En efecto, una sanción de esta naturaleza,
cuando se cumplen con todas las formalidades de ley (se levanta un acta,
se notifica el texto íntegro del mismo y los recursos que contra la misma
puedan ejercerse), y se ajusta al principio de razonabilidad de la sanción
(fue tomada con las debidas consideraciones del caso), puede ser dictada,
se reitera, sin un procedimiento administrativo previo formal como el que

521
se exige en los procedimientos administrativos disciplinarios ordinarios’. /
Lo antes expuesto, conduce al Ministerio Público a solicitar al Juzgado a
su digno cargo, que se revoque el dispositivo del fallo que ordena al
Ministerio Público a sustanciar un procedimiento para la imposición de la
sanción de arresto disciplinario contra el abogado Mario Trivella, en virtud
que tal competencia no corresponde a esta Institución. / No obstante lo
anterior, hago de su conocimiento que con el fin de determinar si la
conducta del ciudadano Mario Trivella podría constituir un hecho punible
que ameritara la imposición de una sanción de carácter penal, se remitió la
copia certificada de la sentencia a la Dirección de Delitos Comunes del
Despacho del Fiscal General de la República para que disponga lo
conducente”…

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:253
LOCSJ art:44-17
LOPJ art:2
LOPJ art:10
LOPJ art:11
LOPJ art:91
STSJSPA Nº 1859
26-11-2003

DESC ABOGADOS
DESC AMPARO
DESC ARRESTO
DESC COLEGIOS DE ABOGADOS
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC JUECES
DESC JURISDICCION
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PODER JUDICIAL
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.631-633.

522
201
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-13399 FECHA:20040315
TITL Falso supuesto de hecho y desviación de poder.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de dar respuesta al requerimiento de


intervención que realizara a esta Dirección en reunión sostenida el día 26
de febrero de 2004, referido a la impugnación del Decreto N° 002, de fecha
4 de febrero del año en curso, emanado del Tribunal Superior en lo
Contencioso Tributario Región Los Andes, mediante el cual se le impuso
multa equivalente a tres unidades tributarias, de conformidad con lo
previsto en el artículo 93 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. / Al
respecto, esta Dirección procedió a realizar el análisis de dicho acto
administrativo de efectos particulares determinando, de acuerdo con su
naturaleza, la existencia de los vicios que podrían afectarlo, a los fines de
la interposición del correspondiente recurso de nulidad por ante la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo, órgano competente de
conformidad con el numeral 3 del artículo 185 de la Ley Orgánica de la
Corte Suprema de Justicia. / En ese sentido, se determinó que el referido
decreto no contiene vicios en el procedimiento, la competencia, ni en su
motivación. En todo caso, lo aconsejable sería fundamentar su
impugnación en los vicios en la causa y el fin del acto en cuestión, lo que
supone alegar que dicho Juzgado incurrió en falso supuesto de hecho y
desviación de poder. (Vid. Sentencias de la SPA N° 01089 del 15-7-2003,
01117 del 19-9-2002 y 00474 del 2-3-2000, entre otras). (Sentencia de la
Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia N° 00044 del
3-2-2004, en el caso ‘Diómedes Potentini Millán vs. Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial’). / En el presente
caso implicaría la demostración de que las razones de hecho que sirvieron
de fundamento a la imposición de la multa en cuestión son falsas, en virtud
de lo cual, le correspondería desvirtuar los elementos probatorios
aportados por la autora del acto para sostener la sanción. / (…) sobre el
vicio de desviación de poder (…) (Sentencia de la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia N° 00051 del 3-2-2004, en
el caso: ‘Makro Comercializadora vs. Ministerio de Industria y Comercio’). /
De allí que en este caso, le correspondería demostrar que la juez no actuó
a los fines de preservar la majestad del Poder Judicial, sino que perseguía
un fin distinto de naturaleza personal, en virtud de las relaciones
preexistentes entre ella y el Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria. / En ese orden de ideas, esta Dirección le
recomienda la interposición del correspondiente recurso contencioso
administrativo de nulidad por ante el órgano competente antes señalado,
con fundamento en los vicios antes mencionados, cuya procedencia
depende fundamentalmente del aporte probatorio que realice durante el
proceso judicial en cuestión”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


523
LOPJ art:93
LOCSJ art:185
STSJSPA Nº 01089
15-07-2003
STSJSPA Nº 01117
19-09-2002
STSJSPA Nº 00474
02-03-2000
STSJSPA Nº 00044
03-02-2000
STSJSPA Nº 00051
03-02-2004

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC DESVIACIÓN DE PODER
DESC FALSEDAD
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC NULIDAD
DESC SANCIONES LEGALES
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.633-634.

524
202
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-2004- FECHA:20040316
13587
TITL Desobediencia a la autoridad.

FRAGMENTO

“…en acatamiento a lo dispuesto en el artículo 51 de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela, me dirijo a usted, en la oportunidad
de comunicarle sobre el trámite dado a la denuncia que ustedes
expusieron en la Dirección General de Atención al Ciudadano de la
Defensoría del Pueblo, por presunta violación al debido proceso así como
el presunto desacato a unos mandamientos de amparo constitucional, por
parte de los representantes académicos de la Universidad de los Andes. /
(…) del estudio de la denuncia (…) se pudo verificar primeramente que el
ciudadano Julio Quintero Valero (…) ejerció acción de amparo
constitucional contra la negativa de la Universidad de los Andes, de acatar
el reenganche y el pago de los salarios dejados de percibir del citado
ciudadano, acordado en la Providencia Administrativa de la Inspectoría del
Trabajo del Estado Mérida, declarada con lugar por el Juzgado de Primera
Instancia del Transito y del Trabajo de la Circunscripción Judicial del
Estado Mérida, ratificado por el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso
Administrativo de la Región de los Andes, apelada esta última decisión por
los representantes legales de la citada casa de estudios ante la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo, quien confirmó el fallo apelado
mediante sentencia del 22-5-2003. / Se concluye que, se trata de un
proceso judicial culminado, es decir, en el que ya se dictó una sentencia de
amparo, la cual acuerda la solicitud del ciudadano Julio Quintero Valero,
cuya inobservancia acarrea pena de prisión para la parte agraviante, ello
de conformidad con lo dispuesto en el articulo 31 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. / En lo referente a
su planteamiento, le señalamos que del análisis de los copias de recaudos
por usted enviados (…) se advirtió que el Consejo de Apelaciones de la
Universidad de los Andes en sesión ordinaria de fecha 3 de Julio de 2003,
le notificó acerca de su decisión de revocar la sanción disciplinaria de
suspensión del cargo sin goce de sueldo por el período de 5 años, que le
fue impuesta por el Consejo Universitario de esa casa de estudios, de
acuerdo con lo estipulado en los artículos 43 y 46.1 de la Ley de
Universidades, 51 del Reglamento Interno y 90 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos; solicitando el Consejo de Apelaciones,
mediante Comunicación Nº CA Nº 00249/2003 sin fecha, al Rector
Presidente y demás miembros del Consejo Universitario ‘…ejecute la
decisión emitida en fecha 3-7-2003 por cuanto que de conformidad con el
articulo 45 de la Ley de Universidades, el Consejo de Apelaciones
constituye la (…) última instancia administrativa en materia disciplinaria
(…) y sus decisiones son actos administrativos dotados de ejecutividad’
(…). / Si el Consejo Universitario considera la decisión del Consejo de
Apelaciones, improcedente por alguna razón de tipo legal o constitucional,
525
deberá ejecutarla primero y posteriormente recurrir ante las instancias
correspondientes, sin que esto signifique la suspensión de los efectos de la
decisión (…). / Como puede apreciarse, se trata de un acto administrativo,
al que las autoridades de la Universidad de los Andes, entidad dotada de
aptitud legal no le han dado cumplimiento (…) / Ahora bien, El Código
Penal, en el Capítulo I De la desobediencia a la autoridad, el artículo 485
prescribe taxativamente lo siguiente: / ‘El que hubiere desobedecido una
orden legalmente expedida por la autoridad competente o no haya
observado alguna medida legalmente dictada por dicha autoridad en
interés de la justicia o de la seguridad o salubridad públicas, será
castigado con arresto de cinco a treinta días, o multa de veinte a ciento
cincuenta bolívares’. / De las anteriores consideraciones se colige que, el
planteamiento efectuado por usted versa como ya se dijo de un acto
administrativo el cual ha sido inobservado por el Consejo de Facultad de la
Universidad de los Andes, hecho este que encuadra con lo dispuesto en la
norma antes transcrita. / Es de acotar que la intervención del Ministerio
Público no supone el ejercicio de las acciones que el ordenamiento jurídico
confiere a los ciudadanos y ciudadanas para la defensa de sus derechos e
intereses, conforme lo manda el artículo 285 último aparte de la Carta
Magna, en otras palabras, no corresponde al Ministerio Público ejercer
acciones tendentes a la nulidad de los actos administrativos de efectos
particulares que lesionen intereses personales, legítimos y directos o
derechos subjetivos. / Lo que sí tiene asignado el Ministerio Público, es la
función constitucional y legal de aperturar, ejercer y dirigir en nombre del
Estado la acción penal; en virtud de ello, se remitió, su denuncia con los
anexos enviados a la Dirección de Delitos Comunes”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
CRBV art:285-ult.ap
LOADGC art:31
CP art:485
SCPCA 22-05-2003
LU art:43
LU art:45
LU art:46-1
RIU art:51
LOPA art:90

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC AMPARO
DESC DESACATO
DESC DESOBEDIENCIA A LA AUTORIDAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC REINCORPORACION AL TRABAJO
DESC SALARIOS
DESC UNIVERSIDADES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.634-636.

526
203
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-11-2004- FECHA:20040317
13869
TITL Competencias de la Defensoría del Pueblo.

FRAGMENTO

“…mediante la cual hace una serie de consideraciones relacionadas con la


constitución de una sociedad equitativa de respeto mutuo, de solidaridad y
de igualdad; y que las mismas han sido truncadas en virtud de que la
titularidad de la tenencia de las tierras ubicadas en la carretera del Sur de
Monagas, Municipio Maturín, Parroquia San Simón, denominadas ‘Hato El
Rosillo’, donde se encuentran asentadas 15.000 familias de las
comunidades de los pueblos indígenas, han sido objeto de demanda entre
personas privadas, la Alcaldía de Maturín y el Gobernador del Estado
Monagas por ante el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil
de la Circunscripción Judicial del Municipio Maturín del Estado Monagas,
por ser consideradas ejidos municipales. / Al respecto, esta Dirección
vistos los planteamientos contenidos en su comunicación, observa los
siguientes puntos (…) / En este sentido, la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela establece en su normativa el reconocimiento de
los pueblos indígenas, y recoge en el artículo 119, cito: / ‘El Estado
reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su
organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres,
idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las
tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para
desarrollar y garantizar sus formas de vida. Corresponderá al Ejecutivo
Nacional, con la participación de los pueblos indígenas, demarcar y
garantizar el derecho a la propiedad colectiva de sus tierras, las cuales
serán inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles de
acuerdo a lo establecido en esta Constitución y la ley’. / Efectivamente, la
propuesta que ustedes se han trazado está contenida dentro del marco
constitucional, y como se desprende del propio texto de la norma macro,
corresponde al Poder Ejecutivo Nacional, en la esfera de su competencia,
estar presente en la organización propia de los estados y municipios. / De
allí que el control del Poder Ejecutivo lo realizan los órganos con el
carácter de la titularidad en el Gobierno Estatal a través del Consejo
Legislativo, el Contralor del Estado y El Consejo de Planificación y
Coordinación de Políticas Públicas, correspondiéndole a éste último
organismo, conocer lo pertinente a las comunidades organizadas,
incluyendo los indígenas donde los hubiere. / En cuanto a la copia anexa a
su escrito, de la decisión emanada del Tribunal Supremo de Justicia en
Sala de Casación Civil, de fecha 7 de noviembre de 2003, donde declara
procedente en derecho el desistimiento del recurso de casación propuesto
por el ciudadano Rigoberto Ferrara (…) la competencia en materia de
representación y defensa de los derechos, bienes e intereses
patrimoniales de la República, corresponden a la Procuraduría General de
la República, en cuento a representar, defender a la República en los
527
juicios que se susciten entre ésta y personas públicas o privadas, en lo
atinente (entre otros intereses patrimoniales), al régimen de tierras baldías;
constituyéndose como abogado de la República, y, asimismo, la de actuar
como asesor jurídico del Estado, judicial y extrajudicialmente en los
intereses patrimoniales; así como también, tiene la facultad como órgano
de consulta obligatoria para la aprobación de los contratos de interés
público nacional. / Precisado lo anterior, y como se desprende de sus
afirmaciones de que se le reconozcan los espacios necesarios para el
desarrollo de la vida de los pueblos indígenas (…) esta Dirección advierte
que de acuerdo a las atribuciones que le son conferidas en el artículo 281,
numerales 1, 2 y 8 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, le corresponde al Defensor del Pueblo velar por el efectivo
respeto y garantía de los derechos humanos (…), el funcionamiento de los
servicios públicos, amparar y proteger los derechos e intereses legítimos,
colectivos y difusos de las personas, contra las arbitrariedades,
desviaciones de poder y errores cometidos en la prestación de los mismos
(…), asimismo, dentro de las atribuciones el Defensor del Pueblo debe
velar por los derechos de los pueblos indígenas y ejercer las acciones
necesarias para su garantía y efectiva protección, y en tal sentido le
remitiremos su comunicación al citado Órgano, a los fines de la
intermediación, con el Órgano estatal competente y correspondiente”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:119
CRBV art:281-1
CRBV art:281-2
CRBV art:281-8
STSJSCC 07-11-2003

DESC BIENES PUBLICOS


DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC EJIDOS
DESC GOBERNADORES
DESC INDÍGENAS
DESC MUNICIPIOS
DESC PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC PROPIEDAD DE LA TIERRA
DESC TIERRAS BALDIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.636-637.

528
204
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040318
14268
TITL Ejercicio del voto en proceso electoral para desempeñar el
cargo de alcalde.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo a su


comunicación de fecha 21 de octubre de 2001, mediante la cual señala,
entre otros aspectos, los siguientes: ‘1. EL ciudadano Carlos Tremont no
puede ser juramentado como Alcalde Provisorio del Municipio, en virtud de
que dicho ciudadano perdió su investidura de concejal en fecha 2 de julio
del 2001 según acuerdo de Cámara publicado en Gaceta Municipal GM.
019, por formar parte del Directorio de un Instituto Paramunicipal,
contraviniendo así lo establecido en el artículo 67, numeral 3 de la Ley
Orgánica de Régimen Municipal./2. El ciudadano Ramón González
perdió su investidura de concejal en fecha 2 de julio del 2001, según
acuerdo de Cámara publicado en Gaceta Municipal GM.019 por formar
parte de la administración activa al ejercer el cargo de presidente de
una Fundación municipal contraviniendo así lo establecido en el artículo
67, numeral 3 de la Ley Orgánica de Régimen Municipal. 3. El
ciudadano Julio Rodríguez perdió su investidura de concejal por no haber
ejercido el derecho al voto en el proceso electoral para el cual era
candidato, siendo esto un requisito indispensable para poder ejercer la
función de concejal, según lo establecido en el artículo 56 de la Ley
Orgánica de Régimen Municipal’./ La situación por ustedes expuestas, ya
ha sido ventilada por ante los órganos de la administración de justicia,
quienes han emitido pronunciamientos judiciales sobre los puntos
contenidos en su comunicación, por lo cual, el Ministerio Público
respetuoso del principio de separación de poderes y de la independencia y
autonomía del Poder Judicial, no puede pronunciarse ni vulnerar dichas
decisiones. Los fallos recaídos en la problemática del Municipio Carirubana
del Estado Falcón, son los siguientes: La Sala Político administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, mediante decisión de fecha 30 de octubre
de 2001, declaró:/ ‘1.- Que debe tenerse al ciudadano Carlos Tremont,
titular de la cédula de identidad N° 3.683.038, como autoridad legítima,
para ejercer el cargo de Vicepresidente del Concejo Municipal del
Municipio Carirubana del Estado Falcón. 2.- Además la Sala ordenó, la
realización de una sesión extraordinaria del Concejo Municipal del
Municipio Carirubana del Estado Falcón, convocada según los términos
de dicha decisión, a los efectos que se han elegidos por los concejales
principales las autoridades legítimas que habrán de desempeñar los
cargos de Secretario Municipal y Síndico Procurador Municipal, en el
referido Municipio.’/ De lo decidido por la Sala Político-Administrativa, se
advierte que la autoridad legítima para desempeñar el cargo de
Vicepresidente del Concejo Municipal del Municipio Carirubana del Estado
Falcón, es el ciudadano Carlos Tremont. /Asimismo, es necesario señalar
529
que esa misma Sala del Máximo Tribunal de la República, mediante
decisión de fecha 24 de enero de 2002, declaró, entre otros aspectos, lo
siguiente:/ ‘1.- SE DECRETA la ejecución forzosa del fallo dictado en
fecha 30 de octubre de 2001. 2.- SE ORDENA realizar una sesión
extraordinaria con el objeto de que los miembros principales del Concejo
Municipal del referido Municipio, procedan a la designación de los
funcionarios que habrán de desempeñar los cargos de Secretario
Municipal y de Síndico Procurador Municipal de dicho Concejo; cuyo único
punto a tratar será el nombramiento y juramentación de los dos citados
funcionarios. 3.- SE COMISIONA al Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil,
Tránsito, Trabajo y Menores de la Circunscripción Judicial del Estado
Falcón, no pudiendo subcomisionar, a fin de que realice la convocatoria a
la sesión extraordinaria aquí ordenada, en un lapso no mayor de cinco (5)
días de despacho siguientes al recibo de la comisión, mediante un aviso
de prensa en dos de los diarios de mayor circulación de la localidad,
expresándose el día y hora de la sesión y señalando el objeto único que
la motiva. 4.- SE ORDENA al Tribunal comisionado, se constituya en la
sede del Concejo Municipal del Municipio Carirubana del Estado Falcón,
donde deberá realizarse la sesión extraordinaria ordenada, con el objeto
de presenciar y verificar que la misma se realice en las condiciones
señaladas, hasta que se ponga en posesión de los cargos a los
designados. Queda facultado para realizar la sesión en otro lugar, si se
impide o dificulta que la misma se efectúe en la sede del Concejo
Municipal. 5.- SE ORDENA al ciudadano Luis Eduardo Marcano Rubio,
Alcalde del Municipio Carirubana del Estado Falcón, realice todas las
gestiones necesarias a fin de que el tribunal comisionado pueda cumplir
con la comisión aquí conferida por esta Sala Político-Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia. 6.- Se deja sin efecto la sesión
extraordinaria del Concejo Municipal del Municipio Carirubana del Estado
Falcón, celebrada en fecha 27 de noviembre de 2001.’/ De lo
anteriormente declarado por la Sala, esta Dirección advierte que se
decretó en primer lugar, la ejecución forzosa del fallo dictado en fecha 30
de octubre de 2001, y se ordenó nuevamente al Concejo Municipal del
referido Municipio, la realización de una sesión extraordinaria con la
presencia de los concejales principales para que procedan a la
designación de los funcionarios que habrán de desempeñar los cargos de
Secretario Municipal y Síndico Procurador Municipal de dicho Concejo,
ratificando al ciudadano Carlos Tremont como Vicepresidente del Concejo
Municipal del Municipio Carirubana Igualmente, cabe destacar que la Sala
Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, mediante decisión
de fecha 27 de enero de 2004, decidió el conflicto de autoridades,
formulado por el ciudadano Juan Bautista Zambrano, en su carácter de
Alcalde del Municipio Carirubana del Estado Falcón por designación del
Alcalde Luis Marcano Rubio. Con dicha acción judicial, el prenombrado
Juan Bautista Zambrano solicitaba se restableciera el orden constitucional
infringido, en la sesión realizada el 16 de septiembre de 2003, en la
Cámara Municipal del Municipio Carirubana del Estado Falcón y como
consecuencia de ello, se dejara sin efecto la incorporación como
concejales de los ciudadanos Carlos Antonio Tremont, Ramón González y
Julio César Rodríguez Hernández, pretensión que fue declarada
inadmisible por el Máximo Tribunal de la República./ En consecuencia,
este Despacho advierte que los ciudadanos Carlos Antonio Tremont,
Ramón González y Julio César Rodríguez Hernández, pueden

530
incorporarse en calidad de concejales principales al Concejo Municipal
del Municipio Carirubana. /En cuanto a su denuncia sobre el ciudadano
Ramón González, quien supuestamente perdió su investidura como
concejal, en fecha 2 de julio de 2001, según Acuerdo de Cámara
publicado en Gaceta Municipal GM.019, observa este Despacho, que
dicho Acuerdo fue suscrito por el ciudadano José Luis Maduro como
Vicepresidente del Concejo Municipal, siendo que en la sentencia de fecha
30 de octubre de 2001, dictada por la Sala Político-Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, declaró que el Vicepresidente del Municipio
Caribubana es el concejal Carlos Tremont. /Por otra parte, es importante
resaltar la situación del Alcalde del Municipio Carirubana, en vista que el
mismo se encuentra sometido a proceso penal por la presunta comisión de
delitos previstos y sancionados en la derogada Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público, hoy Ley Contra la Corrupción, por
hechos presuntamente irregulares ocurridos en la Alcaldía de ese
Municipio. /En este sentido este Despacho considera importante destacar
que de acuerdo a lo previsto en los artículos 54 y 76 de la Ley Orgánica de
Régimen Municipal, el Alcalde, debe ser sustituido por el Concejo o
Cabildo cuando en su contra obre una medida privativa de libertad,
producto de un proceso penal en que se le señale como presunto
responsable de hechos punibles previstos en la ley, y a su vez el artículo
163 eiusdem establece el procedimiento para la adopción de las
decisiones de la Cámara Municipal. En consecuencia, es competencia del
Concejo del Municipio Carirubana, sesionar para designar por mayoría
absoluta el sustituto del Alcalde, en virtud que el Juzgado Segundo de
Primera Instancia de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Falcón,
decretó orden de aprehensión en fecha 11 de agosto de 2003, en contra
del ciudadano Luis Eduardo Marcano Rubio. / A mayor abundamiento, es
menester señalar que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, mediante decisión de fecha 20 de enero de 2004, decidió lo
siguiente: ‘1.- CON LUGAR la apelación ejercida contra la decisión del 9
de septiembre de 2003, dictada por la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Falcón, que declaró inadmisible por inepta
acumulación, la acción de amparo constitucional interpuesta por los
abogados Amer Richani y Wilmer Antonio Bracho Pérez, en su condición
de apoderados judiciales del ciudadano Luis Eduardo Marcano Rubio,
contra el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Control del mismo
Circuito Judicial Penal y el Fiscal Superior (E) del Ministerio Público
del Estado Falcón. 2.- Anula la decisión recurrida proferida por la citada
Corte de Apelaciones, el 9 de septiembre de 2003; 3.- REPONE la causa
al Estado en que la citada Corte de Apelaciones se pronuncie sobre la
acción de amparo incoada contra el Juzgado Segundo de Primera
Instancia de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Falcón,
extensión Punto Fijo, prescindiendo de los vicios observados en este
fallo; y 4.- improcedente la declaratoria de nulidad de todos los actos
procesales desde el inicio de la investigación, por haber sido
ordenados por una autoridad del Ministerio Público manifiestamente
incompetente en usurpación técnica de funciones, así como, también, la
nulidad de los actos subsiguientes, por haber sido sustanciados y
decididos por un tribunal en funciones de control incompetente; la solicitud
de libertad plena del mencionado ciudadano y la reincorporación al
cargo de alcalde del Municipio Carirubana del Estado Falcón, así como
la revocatoria de las medidas cautelares otorgadas a su favor, por el

531
citado Juzgado Segundo de Control, el 1° de octubre de 2003. Queda en
los términos expuestos, resuelta la apelación ejercida.’ /De acuerdo a lo
anteriormente expuesto, la Sala Constitucional declaró improcedente la
solicitud de libertad plena del ciudadano Luis Eduardo Marcano Rubio y la
reincorporación al cargo de Alcalde del Municipio Carirubana. /Por último,
este Despacho no puede pronunciarse por el estado del proceso penal que
se le sigue al ciudadano Luis Eduardo Marcano Rubio, por no ser de la
competencia de esta Dirección, sino de los fiscales designados en ese
caso”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LORM art:54
LORM art:56
LORM art:67-3
LORM art:76
LORM art:163
STSJ 24-01-2002
STSJSPA 30-10-2001
STSJSPA 27-01-2004
STSJSCO 20-01-2004

DESC ALCALDES
DESC AMPARO
DESC CARIRUBANA (MUNICIPIO)
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC EJECUCION
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC PODER JUDICIAL
DESC REPOSICION
DESC SENTENCIAS
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC VOTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.637-641.

532
205
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004- FECHA:20040330
16738
TITL Competencia para imponer sanciones por infracciones de
tránsito.

FRAGMENTO

“…mediante el cual da respuesta al contenido del Oficio N° DGAJ-DCCA-


3-2003-10792, de fecha 25-3-2003, emanado de esta Dirección a través
del cual se fijó la posición del Ministerio Público sobre la inconveniencia de
la imposición de multas por infracciones de tránsito, por funcionarios de la
Policía Municipal del Municipio Chacao, sin cumplirse con el requisito de
homologación exigido por la Ley de Tránsito y Transporte Terrestre, como
tal lo denunciaron representantes de SUTRADIMECA Y FEDUTRARUS,
asociaciones que aglutinan a transportistas del Municipio, Chacao. / En
primer lugar y con relación a las objeciones formuladas por el Despacho a
su cargo, esta Dirección ratifica la posición expresada en el ya
mencionado Oficio Nº DGAJ-DCCA-3-2003-10792, y con fundamento a la
normativa sobre la materia observa y adiciona lo siguiente: / - En lo que
respecta a su señalamiento de ‘dejar por sentada la inobjetable
competencia que tienen los Municipios en materia de circulación y
ordenación de tránsito de vehículos y personas’, este Despacho comparte
tal afirmación, mas discrepa de lo expresado en cuanto a que ‘el
dispositivo constitucional no sujeta la atribución conferida a ningún factor
limitante, como no sea el derivado de la jurisdicción territorial’. / Al
respecto, es necesario traer a colación, lo dispuesto en los artículos 7 y
131 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (…) / Los
dispositivos constitucionales trascritos, afianzan la posición del Ministerio
Público en el sentido que todos los ciudadanos y órganos que ejercen el
Poder Público, están obligados a cumplir con las normas que componen el
ordenamiento jurídico, y como consecuencia de la sujeción de los
ciudadanos y entidades públicas a las normas constitucionales y legales,
ninguna persona puede desaplicar una norma sin que previamente la Sala
Constitucional del más Alto Tribunal de la República, hubiere declarado
su nulidad, como lo señala el artículo 334, del Texto Constitucional (…) /
En este orden de ideas, el numeral 1 del artículo 336 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela establece la competencia que tiene
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para declarar la
nulidad de las leyes nacionales que sean contrarias a la Carta
Fundamental. / En el caso que nos ocupa, si el Municipio considera que la
normativa establecida en la Ley de Transporte y Tránsito Terrestre
contraviene las normas constitucionales acerca de la competencia
municipal en materia de transporte y vialidad municipal, lo ajustado a
derecho es ejercer la acción de inconstitucionalidad o puede plantear,
conforme al numeral 9 del mencionado artículo 336, el conflicto
constitucional de Poderes, si estima que la República está invadiendo
competencias constitucionales del Municipio, pero siempre dentro del
533
marco del respeto al estado de derecho, que se traduce en el acatamiento
de la normativa establecida, hasta tanto la misma sea declarada nula por
el Máximo Tribunal de la República. (…omissis…) / (Sentencia dictada
por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 13 de
marzo de 2001 sobre la Acción de Amparo interpuesta por el ciudadano
Enrique Capriles Radonsky en su carácter de Alcalde del Municipio Baruta
del Estado Miranda, contra las actuaciones de la Comisión Nacional de
Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles)(…) / En lo
concerniente a la afirmación expresada en su misiva, en torno a que el
numeral 2 del artículo 178 constitucional, no sujeta a ningún factor limitante
la atribución en materia de vialidad urbana, de circulación y de ordenación
del tránsito de vehículos y personas en las vías municipales y en servicios
de transporte público urbano y de pasajeros, el Ministerio Público estima
necesario puntualizar que para que dicha interpretación de la norma,
pueda ser oponible erga omnes, se requiere que ésta haya sido producida
por el órgano judicial a quien la propia Constitución le ha asignado la
competencia para interpretar las normas constitucionales, que no es otra
que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, según lo
previsto en los artículos 266, numeral 1 y 335 de la Carta Magna. / En
consecuencia, tampoco autoriza a incumplir las normas establecidas en el
ordenamiento jurídico, la interpretación que haga el operador jurídico, que
en el caso concreto, es el Municipio Chacao, representado por el
Despacho que usted, dignamente dirige. / A juicio del Ministerio Público,
los límites de la autonomía municipal, son delimitados por la propia
Constitución, y de manera expresa señala las leyes de la República. Esto
se evidencia de la lectura del in fine del primer párrafo del artículo 168
(constitucional) / En la materia de policía municipal, el artículo 178
eiusdem reafirma lo afirmado anteriormente al señalar que la
competencia en materia de policía municipal, deberá ser ejercida
conforme a la legislación nacional aplicable / El último aparte del artículo
332 del mismo Texto Constitucional también se refiere a que la
competencia concurrente de los órganos de seguridad ciudadana se
encuentra regulada por la Constitución y la ley. / En este sentido, y por
mandato expreso del artículo 14 del Decreto con Fuerza de Ley de
Tránsito y Transporte Terrestre, ley nacional que regula la materia, el
Ministerio de Infraestructura es el órgano rector en materia de tránsito, de
tal manera que los Estados y Municipios deben ejercer sus competencias
constitucional y legalmente atribuidas ajustándose a las políticas y
lineamientos generales que dicte el ente ministerial. / Por otra parte, y
frente a los cuestionamientos esgrimidos en su comunicación relacionados
con lo que considera un análisis somero a la disposición contenida en el
artículo 6 del Decreto Ley, la cual a su juicio es de capital importancia
para dilucidar el punto central en el que se enfoca la discusión planteada
como lo es la competencia de los municipios para imponer sanciones
administrativas en materia de tránsito y transporte terrestre, ya que
considera que la norma en cuestión delimita en forma por demás clara y
precisa el ámbito de competencia que dentro de lo concerniente al Tránsito
y Transporte Terrestre, corresponde ejercer al Municipio; y
específicamente incluye en dicha esfera de competencia lo relativo a la
“ejecución de sanciones”. / En cuanto a estos particulares, el Ministerio
Público observa lo siguiente: / Las normas constitucionales trascritas al
inicio, refuerzan la posición del Ministerio Público en cuanto a la
obligatoriedad de observancia de lo dispuesto en los artículos 14, 16

534
numeral 4 y la Disposición Transitoria Tercera de la Ley de Tránsito y
Transporte Terrestre en concordancia con los artículos 407, 408 y 409 del
Reglamento respectivo, que atribuyen al Poder Ejecutivo Nacional , por
órgano del Ministerio de Infraestructura la rectoría del Tránsito y
Transporte Terrestre, y al Instituto Nacional de Tránsito y Transporte
Terrestre la atribución de coordinar y homologar las policías municipales.
(Dichas) (…) normas (…) indican que el ejercicio de las competencias de
las policías municipales en materia de tránsito debe hacerse con la
interpretación concatenada y armónica de las normas constitucionales,
legales y reglamentarias aplicables en la materia que nos ocupa. / Por
tanto, el Ministerio Público considera necesario resaltar que en el Oficio
signado DGAJ-DCCA-3-2003-10792, y fechado 25-3-2003, no se objetó
la competencia de los municipios para dictar las medidas que estime
necesarias para la ordenación del tránsito de vehículos y personas, la cual
ciertamente encuentra su cobertura normativa en los artículos
constitucionales y legales citados en su escrito. Lo que sí dejó claro el
Ministerio Público es que el ejercicio de las potestades sancionatorias por
parte de los Municipios, en materia de tránsito terrestre, requiere la
autorización previa por parte del órgano rector, a través de la
homologación, tal y como lo disponen las normas vigentes, antes
mencionadas, las cuales por formar parte del ordenamiento jurídico deben
ser acatadas por todos los ciudadanos y órganos del Poder Público. En
caso de inconformidad con tales dispositivos normativos, el Municipio
puede ejercer las acciones tendentes a su declaratoria de nulidad. / (…) la
observación principal del Ministerio Público, recae sobre la imposición de
sanciones de multa por infracciones de tránsito, por los funcionarios de los
policías municipales en este caso del Municipio Chacao del Estado
Miranda, sin haberse cumplido con el condicionante contenido en el
artículo 16, numeral 4, del Decreto N° 1.535 de fecha 8 de noviembre de
2001, con fuerza de Ley de Tránsito y Transporte Terrestre (publicado en
la Gaceta Oficial N° 37.332 de fecha 26 de noviembre de 2001) legislación
dictada por el Poder Público Nacional y por tanto rectora de la materia de
tránsito en todo el territorio del país. / (…) por considerar que estamos en
presencia de una potestad legalmente conferida al Instituto Nacional de
Transporte y Tránsito Terrestre para que éste autorice, a las policías con
competencia para el control y vigilancia del tránsito y transporte terrestre, a
través del acto administrativo denominado homologación, la potestad de
ejecución de las sanciones por infracciones de tránsito, acto sin el cual la
actuación de la autoridad policial, es susceptible de ser anulable, por
cuanto la atribución no se ha perfeccionado, esto es que no se ha
cumplido con la condición que la misma norma establece y el
Constituyente consagró como un limitante”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:7
CRBV art:131
CRBV art:168
CRBV art:178
CRBV art:178-2
CRBV art:266-1
CRBV art:332-ult.ap
CRBV art:334
CRBV art:335

535
CRBV art:336-1
CRBV art:336-9
LTTT art:6
LTTT art:14
LTTT art:16-4
RLTTT art:407
RLTTT art:408
RLTTT art:409
STSJSCO 13-03-2001

DESC BARUTA (MUNICIPIO)


DESC CHACAO (MUNICIPIO)
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC POLICIA
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SANCIONES LEGALES
DESC SENTENCIAS
DESC TRANSITO
DESC TRANSPORTE
DESC VIALIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.641-643.

536
206
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040412
19299
TITL Legitimación para impugnación de reglamento de ley.

FRAGMENTO

“…en la cual solicita al Fiscal General de la República intente la anulación


del contenido del Parágrafo Segundo del artículo 209 del Reglamento de la
Ley de Impuesto sobre la Renta, en virtud que el mismo atenta contra los
intereses del Estado Venezolano, por cuanto se desprende de su
planteamiento que esto podría facultar a algún otro organismo público
distinto a la Federación de Colegios de Contadores Públicos de
Venezuela. / Como punto previo, este Despacho observa que en su
solicitud no se especifica de qué manera la norma del reglamento en
cuestión viola la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela u
otra disposición de ley. / Al respecto, el Ministerio Público considera
necesario mencionar el artículo 209 del Reglamento de la Ley de Impuesto
sobre la Renta, el cual es del tenor siguiente: / ‘Artículo 209: A los fines de
lo establecido en el segundo párrafo del artículo 67 de la ley, se
considerará renta neta aquella que es aprobada en la Asamblea de
Accionistas, conforme con lo previsto en el artículo 91 de la ley. / Parágrafo
Primero. A los fines de la determinación de la parte de renta neta gravable
con el impuesto proporcional sobre los dividendos establecidos en el
Capítulo II, Título V de la ley, la Administración Tributaria aplicará las
reglas contenidas en la ley y este reglamento. / Parágrafo Segundo. A los
efectos de la determinación de la renta neta a utilizarse para la
comparación a que hace referencia el artículo 67 de esta ley, se entiende
como Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados en Venezuela,
aquellos emanados de la Federación de Colegios de Contadores Públicos
de Venezuela.’ / De la norma transcrita se observa que es la Federación
de Colegios de Contadores Públicos la entidad a la que el ordenamiento
jurídico le atribuye la potestad para establecer los ‘Principios de
Contabilidad Generalmente Aceptados’, que son un cuerpo de doctrinas
asociadas con la contabilidad, que sirven de explicación de las actividades
corrientes o actuales y como guía en la selección de convencionalismos o
procedimientos aplicados por los profesionales de la Contaduría Pública en
el ejercicio de las actividades que le son propias en forma independiente
de la entidades analizadas y que han sido aceptados en forma general. /
Asimismo, dichos principios son las guías que dictan las pautas para el
registro, tratamiento y presentación de las transacciones económicas o
financieras. Una de las principales razones por las cuales surgen los
Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados, está referida al
entendimiento básico que debe tener un usuario sobre las cifras de una
entidad para ser comparadas con otras similares. Los objetivos básicos de
los principios contables en este contexto son al menos los siguientes: / 1.-
Uniformar los criterios contables para el Registro de las operaciones, se
refiere a que operaciones similares deben ser tratadas en forma
537
homogénea. / 2.- Establecer tratamientos especiales para operaciones
específicas, surgen por cuanto en la práctica comercial pueden surgir
diferentes formas de llevar a cabo una operación que persigue el mismo
objetivo. / 3.-Orientar a los usuarios de los estados financieros, está
determinado principalmente por los diferentes tipos de usuarios que
pueden utilizar las cifras. / 4.- Sistematizar el conocimiento contable, es
uno de los más importantes, debido a que tiene que existir una correlación
entre todos los pronunciamientos que emiten los gremios y cuerpos
profesionales de la contaduría. / En Venezuela la responsabilidad por la
sistematización del conocimiento contable recae en primera instancia en el
Comité Permanente de Principios de Contabilidad de la Federación de
Colegios de Contadores Públicos de Venezuela. / Ahora bien, en
Venezuela es posible que a entes de carácter privado, el ordenamiento
jurídico les asigne determinadas funciones públicas, técnica que se
denomina ‘descentralización por colaboración’, y que en modo alguno
supone violación a norma jurídica, constitucional o legal, vigente, y menos
aun, afecta los intereses del Estado. / Es importante resaltar que en
nuestro país existe la Administración Pública Descentralizada
Funcionalmente, la cual puede definirse como una forma de organización
administrativa que permite la existencia de personas jurídicas públicas o
privadas que tienen a su cargo actividades concretas, entre las que están
las personas de derecho público no estatales tales como los colegios
profesionales, las federaciones y los institutos de previsión social. / En este
sentido, los artículos 19 y 22 de la Ley de Ejercicio de la Contaduría
Publica, (lo) establecen (…) / De acuerdo con las normas trascritas, la
Federación de Contadores Públicos tiene facultad para dictar las normas
que incrementen el conocimiento científico de los contadores públicos
entre los que caben citar, los Principios de Contabilidad Generalmente
Aceptados. / Por lo tanto en opinión de esta Dirección no se evidencian
razones de inconstitucionalidad o de ilegalidad que se requieren, según la
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, en su artículo 112, para
intentar la nulidad del Reglamento de la Ley de Impuesto sobre la Renta, lo
que no obsta para que usted en el ejercicio del derecho que le asiste a
impugnar los actos estatales interponga el recurso correspondiente”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LISR art:67-prf-s
LISR art:91-pg-p
RLISR art:209
LECP art:19
LECP art:22
LOCSJ art:122

DESC CONTADURÍA PUBLICA


DESC IMPUESTOS
DESC NULIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.643-645.

538
207
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040415
20363
TITL Derecho de petición y oportuna respuesta.

FRAGMENTO

“…mediante comunicación de fecha 19 de marzo de 2004 el ciudadano


Rafael Mújica Rodríguez, requirió la intervención del Ministerio Público con
el objeto de que se agilice la información requerida por el prenombrado
ciudadano ante la Dirección de Recursos Humanos del Ministerio de Salud
y Desarrollo Social. / En este orden de ideas, el Ministerio Público advierte
que la solicitud de intervención se refiere al derecho a la adecuada y
oportuna respuesta, y en este sentido considera importante destacar, lo
dispuesto en el artículo 51 del Texto Constitucional, en concordancia con
los artículos 3 y 6 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos
en lo referente al derecho que tienen los particulares de acceder a los
órganos de la Administración Pública para ventilar asuntos de su
interés y a obtener de ellos una oportuna y adecuada respuesta (…) /
Sobre el contenido de este derecho, la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, señaló en sentencia del 30 de octubre de 2001
(Caso: Teresa Valera Marín y Cruz Marín vs. Ministro del Interior y
Justicia), lo siguiente: / ‘...no hay lugar a dudas, en cuanto a que la
exigencia de oportuna y adecuada respuesta supone que la misma se
encuentre ajustada a derecho, pero no implica necesariamente la
obligación de la Administración de acordar el pedimento del administrado,
sino sólo en aquellos casos en que el marco jurídico positivo permita al
órgano de la Administración tal proceder, sobre la base de las
competencias que le han sido conferidas.’ / En virtud de lo anterior se
puede concluir, que el derecho constitucional de petición y oportuna
respuesta establece claramente la obligación a que están sujetos las
entidades públicas de solventar las peticiones efectuadas por los
administrados; para lo cual debe haber una relación entre la solicitud
planteada y la competencia que le ha sido atribuida al funcionario público
ante el cual sea presentada la instancia, dado que el marco de
competencia permite al órgano tal proceder; no pudiendo pues, un órgano
distinto al competente emitir respuesta alguna sobre asuntos que no
son de su competencia; considerando imperioso subrayar que la
trasgresión de este derecho constitucional podría generar sanciones e
inclusive la destitución de los funcionarios o funcionarias que hayan
incurrido en ella (…) / Por otra parte, es oportuno indicar que la
Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, consagra la
división de funciones, el respeto a la independencia y autonomía funcional
de la que deben gozar los órganos encargados de desarrollarlas; y aun
cuando particulariza la especialidad de la labor asignada a cada una de
ellas, también establece un régimen de colaboración entre los distintos
entes públicos para la optima consecución de los fines del Estado, por
tanto resulta forzoso concluir que la intervención del Ministerio Público
539
ante ese Ministerio de Salud y Desarrollo Social, se concretara a una
estricta función cooperadora respecto de sus labores, pero siempre dentro
del marco de las atribuciones constitucionales que fueron conferidas a esta
Institución. / Ahora bien, por lo antes expuesto y en virtud de las
atribuciones legales otorgadas a la Dirección de Recursos Humanos del
Ministerio de Salud y Desarrollo Social, se infiere que corresponde a la
Dirección por usted presidida, el emitir la oportuna y adecuada respuesta a
la petición formal presentada por el ciudadano Rafael Mújica Rodríguez, en
acatamiento de la norma constitucional precedentemente señalada”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
LOPA art:3
LOPA art:6
STSJSCO 30-10-2001

DESC ADMINISTRACIÓN PUBLICA


DESC PETICIÓN
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.645-646.

540
208
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-11-2004- FECHA:20040421
21985
TITL Competencia del Ministerio Público en materia laboral.

FRAGMENTO

“…solicita la intervención del Ministerio Público para arbitrar en la problemática planteada referida
a (…/…) los siguientes puntos:
1.- Con respecto a lo atinente al primer punto y al tercero: ‘se le solicita la posibilidad de ARBITRAR
para que sean estudiadas nuestras liquidaciones, las cuales fueron efectuadas hace nueve (9)
años, muy mal calculados, violando la Ley Orgánica del Trabajo y los contratos colectivos’. (sic)./ ´se
solicita la posibilidad de arbitrar para que nos sea entregado nuestro dinero, por los años en que fueron
mal calculados los intereses anuales por el Fideicomiso de las prestaciones sociales...‘. (sic) /…le
informo que el artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo vigente, contempla que todas las acciones
provenientes de la relación de trabajo tales como: prestaciones sociales, diferencia de las mismas,
conceptos a salarios, horas extras, días domingos y feriados entre otros, prescribirán al cumplirse un
(1) año contado desde la terminación de la prestación de sus servicios(…/…) usted y los
extrabajadores in comento debieron en su oportunidad, es decir, dentro del año siguiente a la
terminación de la relación de trabajo, haber interpuesto la demanda por diferencia de prestaciones
sociales ante el Juez de Primera Instancia del Trabajo./ En lo atinente al punto 2, donde señala: ‘la
posibilidad de ARBITRAR para que nos sea concedida la tan ansiada Jubilación a los extrabajadores
jubilables...’. (sic) /…la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia en Sentencia de
fecha 24 de enero de 2001, con ponencia del Magistrado Omar Alfredo Mora Díaz, caso Basilo R.
Vásquez, Expediente N° 00286, estableció entre otros aspectos, lo siguiente: ‘Las acciones
personales son aquellas que derivan de las obligaciones de crédito. Todas las acreencias de un
trabajador respecto de su patrono son obligaciones de crédito, de allí que se califiquen como acciones
personales. Disuelto el vínculo de trabajo en virtud de haber adquirido y habérsele reconocido
al trabajador su derecho a la jubilación, ya entre las partes, jubilado, y patrono, media un vínculo de
naturaleza no laboral, que se califica en consecuencia como civil, lo que hace aplicable el artículo 1980
del Código Civil, que señala que prescribirán a los 3 años...’./ Del extracto de la sentencia trascrita,
se desprende que el trabajador, tenía tres (3) años, siguientes a la terminación del vínculo laboral,
para demandar su derecho a la jubilación./ Con respecto al arbitraje solicitado, le informamos que,
el mismo, no le es conferido al Ministerio Público; (…) la Constitución prevé dentro de los
principios rectores del Poder Judicial y el Sistema Judicial, que el arbitraje corresponde al juez, juzgar
y fallar de acuerdo con las reglas de la equidad, y conforme a las disposiciones legales
señaladas en la Constitución y las leyes / No obstante, el Ministerio Público estima que es la
Defensoría del Pueblo a la que corresponde mediar en la situación planteada y por tanto remitiremos a
ese órgano su planteamiento”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CC art:1980
LOT art:61
STSJSCS 24-01-2001

DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO


DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC TRABAJO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.646-647.

541
209
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-23269 FECHA:20040427
TITL Intervención del Ministerio Público en querella funcionarial.

FRAGMENTO

“…acusar recibo de su Oficio N° 784 de fecha 3 de mayo de 2004, (y anexa copias


certificadas del recurso) recibido en este Despacho el 4 de junio de 2004,
mediante el cual notifica al Fiscal General de la República que por auto de fecha
25 de febrero de 2004, ese tribunal admitió recurso de nulidad ejercido
conjuntamente con acción de amparo constitucional por el ciudadano Emilio
Ramón Medina, contra el ciudadano Freddy Oswaldo Natera Rojas, Director
General de la Policía Municipal del Municipio Barinas del Estado Barinas, y
además, acordó notificarle para que concurra a formular oposición dentro de los
diez (10) días de despacho siguiente, a que consta en autos la última
formalidad cumplida, vencido el cual se abrirá la causa a pruebas (Exp. N° 4762-
2003)./…se observa que se trata de una querella funcionarial incoada por el
ciudadano Emilio Ramón Medina, contra el ciudadano Freddy Oswaldo Natera
Rojas, Director General de la Policía Municipal del Municipio Barinas del Estado
Barinas, en la cual el Ministerio Público no es parte (…/…) En consecuencia, no
es procedente la notificación al Fiscal General de la República para que concurra
a contestar o formular oposición dentro de los diez (10) días de despacho
siguiente, en virtud de que no es parte en dicha querella funcionarial, ni mucho
menos autor de la resolución impugnada./ No obstante a lo anterior, esta Dirección
comisionó al Fiscal Décimo Sexto del Ministerio Público a Nivel Nacional con
Competencia en Materia Contencioso Administrativo y Tributario, para que esté
atento y vigilante por el cumplimiento de los derechos y garantías constitucionales
en dicha querella funcionarial, de conformidad con lo previsto en el artículo 285,
numerales 1 y 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la
Ley Orgánica del Ministerio Público y demás leyes que rigen la materia”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285-1
CRBV art:285-2

DESC AMPARO
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC MUNICIPIOS
DESC NOTIFICACIONES
DESC NULIDAD
DESC QUERELLA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.647-648

542
210
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-4-2004 FECHA:2004
TITL Solicitud de credenciales como funcionario de los Derechos
Humanos.

FRAGMENTO

“…respuesta a su comunicación de fecha 15 de mayo del año en curso, mediante la cual


solicita a las autoridades competentes el otorgamiento de credenciales que lo acrediten
como funcionario de los Derechos Humanos de un Organismo Público./… El único
Organismo Público por excelencia Defensor de los Derechos Humanos, con rango
constitucional es la Defensoría del Pueblo, con sus atribuciones consagradas en el
artículo 281 de nuestra Carta Fundamental, quienes a través de sus funcionarios tiene a
cargo la promoción defensa y vigilancia de los derechos y garantías consagrados en la
Constitución, por lo que solamente pueden obtener la credencial de Defensores del Pueblo,
quienes dependan nominalmente de dicha Institución./No obstante lo anterior, el artículo
122 del Código Orgánico Procesal Penal establece: ‘Artículo 122. Asistencia especial. La
persona ofendida directamente por el delito podrá delegar, en una asociación de protección
o ayuda a las víctimas, el ejercicio de sus derechos cuando sea más conveniente para la
defensa de sus intereses. En este caso, no será necesario poder especial y bastará que la
delegación de derechos conste en un escrito firmado por la víctima y el representante
legal de la entidad.’/ De su inquietud se infiere, la imposibilidad de dedicarse a la
defensa de víctimas en los juicios penales, por carecer de cualidad que le permita de
manera personal e individual dedicarse a tan noble labor. No obstante, el legislador exige
que sean personas jurídicas quienes puedan representar a las víctimas en juicio, todo
ello con el propósito de estimular la defensa de los derechos humanos por organizaciones
de la sociedad civil; ante tal eventualidad le sugerimos la conformación de una organización
civil que se dedique a la defensa y promoción de los derechos humanos, para lo cual
deberá cumplir con algunos requisitos indispensables para su formación tales como:-
Organizarse en mínimo de cuatro (4) personas- Indicar nombre de la organización-
Redactar sus estatutos pro defensa de los derechos humanos.- Señalar: objetivo, misión,
organización, estructura, fondos, etc.- Presentarlo ante un Notario Público y luego proceder
a formalizar en el Registro Civil./Una vez cumplidos estos requisitos, podrán proveerse de
sus respectivas credenciales, que los identifiquen como defensores de los Derechos
Humanos./ Esta información nos fue suministrada por la Comisión de los Derechos
Humanos de la Asamblea Nacional, Comisión de los Familiares de las Víctimas de los
Sucesos de febrero y Marzo 1989 (COFAVIC) y la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz,
Organizaciones con vasta experiencia en materia de defensa de los Derechos Humanos, a
quien recurrimos en busca de la información necesaria para otorgarle a usted, una
respuesta que satisfaga su requerimiento”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:281
COPP art:122

DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO


DESC DERECHOS HUMANOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.648-649.

543
211
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-4-2004 FECHA:2004
TITL Intervención del Ministerio Público en actos de revocación de
inscripción de una Fundación.

FRAGMENTO

“…en respuesta a su comunicación de fecha 21 de junio del año en curso,


mediante la cual solicita la intervención del Ministerio Público, ante la situación
que en la actualidad confronta el Instituto Universitario de Caracas con la
Fundación Amigos del Colegio Universitario de Caracas -FUNDACUC-, la cual a
su criterio está causando un daño al patrimonial al Estado venezolano y a la
institución que usted dirige, en tal sentido requiere de nuestra Institución lo
siguiente:/ 1.- Que se oficie al Registrador Subalterno a objeto de que se revoque
el Registro a FUNDACUC, y así evitar que sus miembros continúen utilizando las
siglas del Colegio Universitario de Caracas -CUC- para obtener un lucro, mediante
la realización de cursos, talleres, suscripción de convenios, etc., que en nada
favorecen a nuestra Institución, haciendo valer su condición de Sociedad Civil ‘sin
fines de lucro’. / (...) es oportuno señalar que lo expuesto no puede concebirse
como una denuncia de hechos punibles, ya que su expresión ‘a nuestro criterio, la
actuación de FUNDACUC no está ajustada a derecho y la misma está causando
un daño patrimonial a la Institución y, en consecuencia al Estado venezolano’, no
contiene una conducta concreta imputable a una persona natural, que
posteriormente pueda ser individualizada como imputada. Una denuncia de
hechos punibles debe referirse siempre a hechos con apariencia de tipos penales
que hubieren ocurrido efectivamente y que como tales hayan afectado bienes
jurídicos protegidos por el ordenamiento jurídico penal y afectado o creado la
condición de víctima de algún sujeto (en este caso en particular el Estado
venezolano) que haya experimentado los agravios de lo denunciado. / Al respecto,
el artículo 286 del Código Orgánico Procesal Penal, establece claramente:
‘Artículo 286. Forma y contenido. La denuncia podrá formularse verbalmente o por
escrito y deberá contener la identificación del denunciante, la indicación de su
domicilio o residencia, la narración circunstanciada del hecho, el señalamiento de
quienes lo han cometido y de las personas que lo hayan presenciado o que
tengan noticia de él, todo en cuanto le constare al denunciante. / En el caso de la
denuncia verbal se levantará un acta en presencia del denunciante, quien la
firmará junto con el funcionario que la reciba. La denuncia escrita será firmada por
el denunciante o por un apoderado con facultades para hacerlo. Si el denunciante
no puede firmar, estampará sus huellas dactilares’. / El escrito por usted
presentado, no reúne los requisitos exigidos por la norma in comento, ya que no
atribuye hechos concretos que pudieran ser encuadrados en una norma penal ni
tampoco atribuye tales conductas a personas naturales perfectamente
identificables. En tal sentido, le recomendamos seguir los lineamientos del artículo
286 de la ley adjetiva penal, y presentar una denuncia formal ante un fiscal del
Ministerio Público, o un órgano de policía de investigaciones penales. / En cuanto
a su solicitud de oficiar al Registrador Subalterno con la finalidad de que se
revoque el registro de FUNDACUC, la Ley de Registro Público y del Notariado, en
su artículo 41, al referirse al efecto registral señala: ‘Artículo 41. La inscripción no
convalida los actos y negocios jurídicos inscritos que sean nulos a anulables
conforme a la ley. Sin embargo, los asientos registrales en que consten esos actos
o negocios jurídicos solamente podrán ser anulados por sentencia definitivamente
firme’./ De lo trascrito se desprende, que los actos de administración de los fondos
544
suministrados por el Ministerio de Educación Superior a FUNDACUC y el dinero
proveniente de las inscripciones de los alumnos, pudieran ser anulados mediante
una sentencia definitivamente firme, si se comprueba a través de un juicio, que la
desviación de esos fondos son hechos de tipo penal, siempre y cuando esos
actos o negocios jurídicos consten en los asientos registrales, es decir, en el
expediente que reposa en el Registro Mercantil de FUNDACUC. / En cuanto a su
solicitud de ‘revocatoria de la Fundación’, es oportuno indicarle que el tiempo de
duración de la misma, lo señalan sus propios estatutos, en los que deben quedar
establecidos la organización, objetivo, misión, fondos, tiempo de duración, etc., no
correspondiendo a un tercero, solicitar la revocatoria del registro de determinada
Fundación. / 2.- ‘Que se obligue a los miembros de FUNDACUC a rendir cuenta
de los ingresos provenientes del dinero depositado en las cuentas por los
estudiantes del Colegio Universitario de Caracas’. / En lo referido a este punto, es
conveniente señalar que la rendición de cuentas es un juicio cuyo procedimiento
se rige por las disposiciones del Código de Procedimiento Civil, en sus artículos
673 al 689. En tal sentido, para lograr la rendición requerida, deberán activar el
referido juicio ante el órgano competente. / 3.- ‘Solicitamos igualmente, se exhorte
a la Fundación a fin de que entreguen los espacios que han venido ocupando en
las Instalaciones del Colegio que represento y que el mobiliario adquirido con
recursos de los estudiantes que se beneficiaron del programa, sean donados a
nuestra Casa de Estudios, por cuanto consideramos que éstos bienes patrimonio
de FUNDACUC, corresponden al estado’. / Al respecto le informamos, que la
figura de la mediación no encuadra dentro de las atribuciones consagradas en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela al Ministerio Público, por lo
que no podemos intervenir en esa situación; además de desconocer por qué
medios se encuentran allí instalados, si es por la figura del contrato, pueden
rescindirlo amistosamente, y de no lograrlo, deberán recurrir a la vía jurisdiccional.
Si por el contrario se efectuó sin ninguna formalidad, deberá ser el Ministerio de
Educación Superior quién los inste a desocupar sus instalaciones. / De igual
manera hacemos de su conocimiento, que de no obtener los resultados de lo
antes indicado, puede recurrir a la Defensoría del Pueblo, quienes de
conformidad con lo previsto en el artículo 281, numeral 10 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, puede servir de mediador entre las partes”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:281-10
LRPN art:41
COPP art:286

DESC BIENES
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC DENUNCIA
DESC FUNDACIONES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC UNIVERSIDADES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.649-651.

545
212
TDOC Ofico
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-24979 FECHA:20040504
TITL Actuación del Ministerio Público en relaciones jurídicas de
derecho privado.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo de su


Oficio signado CE-13/2003 de fecha 22-12-2003, recibido en este
Despacho en fecha 24-3-2004, así como también de los recaudos que lo
acompañan, relacionados con la problemática de la ‘obstrucción de una vía
de acceso que comunica al sector Coche-Curtidor, jurisdicción del
Municipio Tovar’. Agrega que la situación ha generado diversos problemas
a los habitantes de la comunidad, en virtud de lo cual ‘ha considerado
pertinente notificarlo al ciudadano Fiscal General de la República con la
intención de que pueda tomar las acciones a que haya lugar’. / (…) se
insertan fotocopias donde se deja constancia de las gestiones realizadas y
de diferentes comunicaciones cruzadas entre los afectados y las diversas
instituciones oficiales que de una u otra forma han venido mediando por
una solución que favorezca a los vecinos del sector de ‘Coche- Curtidor’,
con la apertura del paso que pretenden sobre terrenos propiedad del
ciudadano Juan Rafael Carrillo el cual según señalan ‘presenta claros
visos de paso de servidumbre’. / Acogiéndose a esa envergadura dada al
pretendido paso, es por lo que el cuerpo edilicio de ese Municipio, en
Acuerdo N° 519, en Sesión de fecha 13 de noviembre de 2.003, aprobó
reconocer la existencia del ‘paso de servidumbre’ a la altura de la
propiedad de ciudadano Juan Rafael Carrillo (…) / El Ministerio Público,
previo análisis de todos los recaudos y de los planteamientos que aportan,
pasa a considerar lo siguiente: / El Código Civil vigente en la Sección I, del
Capítulo II, (artículos 644 y siguientes), distingue entre las limitaciones de
la propiedad, que son impuestas por la ley por razones de utilidad pública,
(artículo 645), y aquellas que tienen por objeto la utilidad privada que son
concertadas o pactadas por el propietario y que comportan el deber de
respetar una determinada limitación de su propiedad en razón de la
situación (ubicación), de la propiedad en que está ubicado el fundo vecino.
(…) figurando dentro de éstas últimas, el derecho de paso, consagrado en
el articulo 660 eiusdem, y a los efectos de cuyo análisis se transcribe: /
(…) / Sobre esta norma el artículo 665 del mismo Código señala: / (…) /
Por su naturaleza de derecho real, que tiene su fuente en la ley o en el
título por el cual se constituyen; imponen una carga al propietario del
fundo ‘sirviente’ a manera de ‘obligaciones accesorias’ a favor del
propietario del fundo contiguo llamado ‘dominante.’ / (…) / Ahora bien, ese
derecho real una vez constituido como servidumbre, tiene una justificación
económica para el fundo dominante, por la utilidad o ventaja que el
propietario del fundo sirviente, presta a aquél, pudiendo a tal fin
establecerse sobre varios predios sirvientes. / Por ese carácter de ser un
derecho real no puede presumirse, debe ser expreso y en consecuencia
está sujeto a prueba. (…) / Es importante significar también que el
546
articulado del Parágrafo Segundo de la Sección II, del Código Civil hace
referencia al modo de establecerse las servidumbres, de cuyos artículos
destacamos lo dispuesto en el artículo 720, el cual señala que las
servidumbres se establecen por título, por prescripción o por destinación
del padre de familia. / En cuanto a los requisitos y circunstancias para el
establecimiento de las servidumbres, es necesario atender a lo previsto en
el artículo 709 del Código Civil que regula esta figura, al señalar: / (…)/ La
servidumbres para tomas de agua y las de paso, entre otras, como es la
del caso que nos ocupa, entra en la clasificación de las servidumbres
descontínuas (…) Tal carácter presupone no sólo la necesidad del hecho
del hombre sino que esa necesidad sea actual para hacerlas exigibles. /
Por tanto, su constitución por título, así como sus modificaciones, deben
hacerse por escrito y estar sometidas a las formalidades del registro
conforme a lo dispuesto en los artículos 1920 ordinal 2° y 1924 del Código
Civil. No puede ser pactada sino por quien tiene facultad para disponer de
la cosa gravada. (…) / De lo antes expuesto se puede inferir lo
determinante del requisito impuesto por legislador en cuanto a que en
principio es él, o los propietarios de un predio, quién o quienes pueden con
su consentimiento autorizar un gravamen sobre un predio que le es propio,
como es una servidumbre de paso. Esta disposición se deriva de la
ubicación que tiene el Derecho Civil dentro del Derecho Privado. (…) De
tal manera que como corolario de esta referencia, no hay duda que la
cuestión de la limitación de la propiedad privada y la regulación de las
servidumbres, es materia propia del Derecho Privado. / Ahora bien, dentro
del marco de atribuciones que el constituyente le ha conferido al Ministerio
Público en el artículo 285 de la Carta Magna, no figura el poder
pronunciarse sobre cuestiones que tengan que ver con las relaciones
jurídicas de los particulares, cuya disponibilidad y sus acciones son
reguladas por normas del derecho privado. / Sin embargo y por cuanto la
problemática expuesta en la comunicación suscrita por el Lic. Mario Rocco
Buffone López, Síndico Procurador del Municipio Tovar del Estado Aragua,
ha sido remitida a este Despacho, ‘a los fines de tomar la acciones a que
haya lugar’, no teniendo competencia para hacerlo, es por lo que el
Ministerio Público en su carácter de órgano del Poder Ciudadano y con
fundamento a lo previsto en el artículos 274 de la Constitución, considera
prudente, hacer las observaciones siguientes, partiendo de los conceptos
jurídicos que se analizaron supra: / En primer término, se estima necesario
hacer el análisis del Acuerdo que se anexa en fotocopia: / (…) / El Concejo
del Municipio Tovar, en una aparente disposición de resolver el problema,
en fecha 13 de noviembre de 2003. dictó el Acuerdo N° 519, publicado en
la Gaceta Municipal respectiva, en el cual, luego de efectuar una serie de
considerandos sobre el asunto en cuestión, acuerda: Reconocer la
existencia del paso de servidumbre a la altura de la propiedad del
ciudadano Juan Rafael Carrillo (…) / Del Acuerdo dictado por la Cámara
Municipal, es importante señalar la motivación del segundo Considerando:
‘Que ningún particular puede obstruir un paso de servidumbre, ya que no
es contrario a la ley, según lo dispuesto en el artículo 709 del Código Civil.’
/ Al respecto dicho artículo señala: / (…) / De la comparación del contenido
de dicha norma con lo expresado en el acuerdo se evidencia la falta de
relación entre aquella y el alegato de que ningún particular puede obstruir
un paso de servidumbre. En nada se refiere el artículo a una obstrucción o
cierre de vía. Cabe señalar también que en el caso en cuestión, no se
trata de un particular pues se trata del propietario de un predio que

547
presuntamente ha cerrado un paso o un camino que accede o atraviesa
su inmueble, lo cual, no es contrario a la ley a menos que ya existieren
derechos de servidumbres constituidas conforme a la ley. Por el contrario,
si el propietario efectúa el cierre de un paso por su predio, el mismo sería
completamente legítimo según lo dispuesto en el artículo 551 del Código
Civil. / (…) / En lo que respecta a la presunta violación del artículo 78 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de las
disposiciones de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, este Despacho observa lo siguiente: / Esta norma
constitucional en general lo que establece es que los niños, niñas y
adolescentes son sujetos plenos de derecho y deben estar protegidos por
la legislación, los tribunales y demás órganos del estado. Asimismo,
establece que el estado, la familia y la sociedad deben asegurar con
prioridad, la protección integral de los niños tomando en cuenta su interés
superior en las decisiones y acciones que les conciernan. (…) / Pero no
podemos obviar que los entes del Estado incluyendo las entidades
municipales están sometidas al principio de legalidad, conforme al cual
todas sus actuaciones deben realizarse de conformidad con las normas
preestablecidas. / (…) / Ahora bien, no podemos dejar a un lado que el
artículo 115 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
reconoce los atributos de la propiedad privada y consagra la garantía de
que ‘toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus
bienes’ y que ‘sólo por causa de utilidad pública o interés social, mediante
sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización, podrá ser
declarada la expropiación de cualquier clase de bienes.’ / De manera pues,
que mal puede un ente de la Administración Pública, en este caso del
nivel Municipal, violar el derecho a la propiedad y el principio de legalidad,
ambos constitucionales, al reconocer mediante un Acuerdo la existencia
de un ‘paso de servidumbre’, cuando la ley ha reservado esa facultad a
los tribunales de la República. En tal caso los propietarios de los predios
interesados, deben ocurrir a esa vía mediante el ejercicio de la acción
confesoria, que es el medio para tutelar las servidumbres cuando se
discuta su existencia o cuando se impida u obstaculice su ejercicio. (…) /
La alternativa que le quedaría entonces al Municipio sería la de atenerse a
las disposiciones previstas en la Ley de Expropiación por Causa de
Utilidad Pública de fecha 1 de julio de 2002, que regula la expropiación
forzosa por causa de utilidad pública o de interés social, de los derechos y
bienes pertenecientes a los particulares. / A todo evento, (…) el Ministerio
Público estima pertinente que el planteamiento sobre el equilibrio entre el
derecho del propietario del fundo y la pretensión de los vecinos de obtener
paso por dicho fundo, sea sometido a la consideración de la Defensoría del
Pueblo como órgano del Poder Ciudadano con competencia para mediar y
conciliar en situaciones de conflicto entre particulares, según lo dispuesto
en los artículos 280 y 281 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (…) el Ministerio Público concluye, su intervención en el
presente caso, reservándose cualquier actuación eventual de conformidad
con sus atribuciones”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:78
CRBV art:115
CRBV art:274
CRBV art:280

548
CRBV art:281
CRBV art:285
CC art:551
CC art:644
CC art:645
CC art:665
CC art:709
CC art:720
CC art:1920-2
CC art:1924

DESC ACCION PRIVADA


DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC EXPROPIACION
DESC FUNDOS
DESC LEGALIDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC MUNICIPIOS
DESC PROPIEDAD DE LA TIERRA
DESC SERVIDUMBRE DE PASO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.651-654.

549
213
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004- FECHA:20040506
26610
TITL Actuación del Ministerio Público cuando se trata de relaciones
jurídicas de derecho privado.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted con el objeto de acusar recibo de su


comunicación, así como también de los anexos que la acompañan,
mediante la cual plantean lo siguiente: / Que mediante Asamblea General
Extraordinaria de la compañía Casa de Cambio Vía Única C.A, de fecha
20 de septiembre de 2002, el ciudadano Eliseo Duarte Noguera y otros
accionistas de la dicha empresa aprobaron entre otros puntos, el cambio
del objeto y de la razón social, y, se pactó la venta de acciones a los
accionistas Eliseo A. Duarte Noguera, Carlos A. Duarte Arrieta y Miguel O.
Duarte Arrieta así como también la cesión de los derechos de reclamación
del pasivo contingente que el Banco Central de Venezuela tiene pendiente
por liquidar a dicha empresa. / Que del texto de dicha Asamblea ‘se
colige que la cesión se realizó en favor de los prenombrados en su
condición de cesionarios, para que pudiesen realizar las siguientes
actuaciones’: / Reclamación por vía judicial (No administrativa).
/Formalización de Querella por ante la Sala Político-Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia (escogencia del órgano Jurisdiccional). /
Notificación previa y por escrito de la cesión al Banco Central de
(Condición sine qua non) / Declaración de haber cumplido a cabalidad las
obligaciones que los señores Duarte tienen contraídas con la empresa
Tomas Cook. / Los trámites legales (entiéndase introducción de la
querella) debían quedar finiquitados antes del cierre del Ejercicio Fiscal del
año 2002. / Señala además que da por entendido que la cesión de
derechos ‘quedó anulada de pleno derecho ab initio’, en vista de que el
Acta de Asamblea fue autenticada por los Duarte en febrero de 2003 y
protocolizada en agosto del mismo año (fecha posterior a la pactada); por
tanto, considera que el carácter de legitimados activos que tenían en
virtud de las obligaciones contraídas, reposa ahora en ‘hombros de la
actual Junta Directiva de la empresa y no en algún miembro de la familia
Duarte’. / ‘Que el punto álgido’ de su planteamiento está en que los
señores Duarte, no cumplieron, con las obligaciones que la Casa de
Cambio Viajes Única tenía contraídas con la empresa Tomas Cook, en
virtud de la transacción que habían celebrado el 18 de julio de 1997 para
finiquitar el juicio que ésta había intentado en su contra el cual cursa en el
Expediente N° 482/96 del Juzgado Noveno de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil Bancario con Competencia Nacional. / Finalmente expresa
que la comunicación la remite a éste Despacho, ‘para ponerlo sobre aviso
a los efectos de proteger los intereses de la nación’. / Ahora bien, luego del
análisis de los hechos sucintamente transcritos, el Ministerio Público
observa que éstos se derivan de una serie de actos jurídicos en que han
intervenido los representantes y accionistas de las personas jurídicas
550
antes señaladas, hoy en conflicto relacionadas con las obligaciones
contraídas en el ejercicio de sus operaciones mercantiles, situaciones que
son regidas por las leyes especiales en la materia y pertenecen al ámbito
del Derecho Privado. / El artículo 285 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, enumera las atribuciones del Ministerio Público.
Además de tener asignada la responsabilidad del ejercicio de la acción
penal en los delitos de acción pública, también le atribuye en los
numerales 1 y 2 del citado artículo, el de garantizar en los procesos
judiciales y procedimientos administrativos, el respeto de los derechos y
garantías constitucionales y asimismo la celeridad y buena marcha de la
administración de justicia, el juicio previo y el debido proceso. / Como los
demás entes del Poder Público, está obligado a sujetar sus actividades a
la Constitución y a las leyes, de conformidad con el principio de legalidad.
De lo expuesto supra, se puede evidenciar que esta Institución no tiene
dentro del marco de sus atribuciones la de intervenir ni pronunciarse en
asuntos que evidentemente son materia del Derecho Privado, y menos
aun cuando los tribunales, que son los órganos encargados de administrar
justicia, ya están conociendo de hechos vinculados como es el caso en
análisis. / En lo que respecta a su indicación, hecha a manera de ‘sobre
aviso’ para que el Ministerio Público intervenga eventualmente, a objeto de
proteger los intereses de la Nación, debo significarle que de los
particulares señalados en su comunicación y de los recaudos que la
acompañan, no se desprende en principio ningún elemento que haga
advertir la comisión de un ilícito penal que comprometa el patrimonio
público o los intereses de la Nación. En todo caso, si considera que se ha
causado algún daño de esa naturaleza que amerite el inicio de una
averiguación, se le sugiere formalizar su denuncia, concretando los hechos
y cumpliendo con los requisitos establecidos en el artículo 285 y siguientes
del Código Orgánico Procesal Penal. / Con la emisión del presente oficio el
Ministerio Público considera agotada su actuación, quedando en reserva
sus eventuales actuaciones conforme a la competencia que la Constitución
le confiere”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285-1
CRBV art:285-2
COPP art:285

DESC ACCION PRIVADA


DESC ACCION PUBLICA
DESC CAMBIO EXTERIOR
DESC DENUNCIA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC SOCIEDADES MERCANTILES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.654-655.

551
214
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-11-2004- FECHA:20040506
26737
TITL Competencias del Poder Judicial.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, con ocasión a su Comunicación N°


DP/DGSJ/DRJ N° 005-2004, de fecha 9-3-2004, mediante la cual remite a
esta Dirección copias de los recaudos del expediente aperturado por la
Defensoría del Pueblo contentivo de la denuncia interpuesta por el
ciudadano Freddy Orlando, titular de la cédula de identidad N° 8.476.837,
quien en su carácter de apoderado judicial representa a las sociedades
mercantiles ‘VINCCLER, C.A. y KOYAIKE, S.A.’, que demandaron al
Instituto Nacional de Hipódromos -INH-, por incumplimiento de contrato y
daños y perjuicios, al no cancelar las obligaciones derivadas de la
contratación celebrada para la construcción y puesta en funcionamiento
del Hipódromo de Santa Rita, situado en el Estado Zulia, motivo por el cual
solicitan a esta Dirección en lo Constitucional y Contencioso Administrativo
del Ministerio Público, la interposición nuestra, basado en las normativas
conferidas a la Defensoría del Pueblo en el artículo 281, numerales 4 y 10
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / Al respecto,
este Despacho de los planteamientos contenidos en su comunicación, en
cuanto al requerimiento efectuado por usted, se observa lo siguiente: /
‘…le solicito girar las instrucciones pertinentes para garantizar en el
referido proceso jurisdiccional la observancia de los derechos y garantías
constitucionales, tomando las medidas correctivas a que hubiere lugar a fin
de materializar la ejecución de la sentencia que ordena el pago de lo
adeudado…’. / De acuerdo a la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, si bien el Ministerio Público forma parte del Sistema
Judicial, pertenece igualmente al Poder Ciudadano, conjuntamente con el
Defensor del Pueblo y el Contralor General de la República; y a cada uno
le está delimitado sus lineamientos, regulados en las disposiciones
generales que la ley establece, para ejercer sus atribuciones; y en ese
sentido las actuaciones del Ministerio Público están en el deber, entre
otros, de garantizar en los procesos judiciales el respeto a los derechos y
garantías constitucionales, vigilar a través de los fiscales que determina la
ley, el cumplimiento al debido proceso, el derecho a la defensa, la
celeridad procesal y buena marcha de la administración de justicia en
todos los procesos en que estén interesados el orden público y las buenas
costumbres. / Como se desprende del contenido de su requerimiento, la
demanda ut supra, no se encuentra en la fase del proceso judicial, sino
todo lo contrario, existe sentencia emitida por el Máximo Tribunal de la
República Bolivariana de Venezuela, la cual es de carácter de obligatorio
cumplimiento y sin recurso alguno que pueda ejercer por parte de ningún
otro organismo, vista la naturaleza contractual entre las mencionadas
sociedades mercantiles y el deudor. / De allí que consideramos, y en virtud
de la condición de autoridad de cosa juzgada, como se desprende de la
552
sentencia definitiva y firme dictada en la Sala Político-Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, publicada en fecha 17 de octubre de 1996,
la cual condenó al Instituto Nacional de Hipódromos al pago de lo
adeudado, le corresponde la exigencia y las pertinentes acciones legales
ante el juez competente, a la parte gananciosa, o sea a las empresas
‘VINCCLER, C.A. y KOYAIKE, S.A.’, a fin de materializar la ejecución de la
sentencia in comento. / La potestad de administrar justicia, corresponde a
los órganos del Poder Judicial; quien conoce de las causas y asuntos de
su competencia, mediante los procedimientos que determinen las leyes, y
ejecutar o hacer ejecutar sus sentencias, de allí que este Despacho con
fundamento a lo citado, y visto su requerimiento para que el Ministerio
Público ‘…tome las medidas y correctivos (…) a fin de materializar la
ejecución de la sentencia que ordena el pago de lo adeudado…’, le
informa que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la
Ley Orgánica que nos regula, no le atribuye esta función específica, por
ser eminentemente potestativa del Poder Judicial y del Sistema de Justicia
conforme a las disposiciones legales señaladas en la Constitución y las
leyes”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285-4
CRBV art:285-10
STSJSPA 17-10-1996

DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA


DESC CONTRATOS
DESC COSA JUZGADA
DESC DAÑOS Y PERJUICIOS
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC DEUDA
DESC EJECUCION
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC HIPODROMOS
DESC INSTITUTO NACIONAL DE HIPODROMOS
DESC PODER CIUDADANO
DESC PODER JUDICIAL
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC SOCIEDADES MERCANTILES
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.656-657.

553
215
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-2004- FECHA:20040507
26862
TITL Competencias del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme nuevamente a usted, en alcance a nuestra


Comunicación N° DGAJ-DCCA-7-2004-26862, de fecha 7 de mayo de
2004, a fin de manifestarle que mediante Oficio N° CM-DC 198-2004 de
fecha 25 de mayo de 2004, el Contralor Municipal del Municipio Autónomo
Guaicaipuro dio respuesta a nuestra Comunicación N° DGAJ-DCCA-7-
2004-26863, del 7-5-2004, relacionado con la solicitud de intervención que
usted presentara a este Despacho. / Sobre los particulares expuestos por
el titular del órgano contralor destacan las siguientes afirmaciones: ‘En
efecto, la ciudadana Carmen E. Aponte Arias ingresó a prestar servicios en
esta Contraloría mediante Contrato de prestación de servicios a tiempo
determinado suscrito en fecha 16 de mayo de 2002 y que concluyó el 16
de agosto de ese mismo año, en virtud de lo cual procedió a suscribirse un
segundo Contrato con vigencia desde el 17 de agosto de 2002 hasta el 30
de noviembre de 2002 y que se extendió hasta el 31 de diciembre de 2002’
(…) / Este ente contralor, en estricto acatamiento de lo ordenado por la
Inspectoría del Trabajo, procedió a reenganchar a la citada ciudadana a
cuyos efectos elaboró un contrato de prestación de servicios con vigencia
desde el 16 de junio hasta el 31 de diciembre de 2003 ./Es el caso que la
señora Aponte se negó en rotundo a suscribir el referido Contrato
alegando que es ‘personal fijo’ de este organismo, situación que obligó a
esta Contraloría, a partir de la segunda quincena del mes de septiembre
de 2003, a suspender el pago del sueldo de dicha ciudadana pues no
había soporte legal alguno que justificara esta erogación’. (...) / A partir de
ese momento esta Contraloría ha intentado infructuosamente, a través de
la Defensoría del Pueblo y de la propia Inspectoría del Trabajo, hacer
comprender a la señora Aponte que es indispensable suscribir un Contrato
de Prestación de Servicios para resolver la orden dada por dicha
Inspectoría, lo cual (...) ha sido en vano pues la citada ciudadana se niega
a suscribir el Contrato propuesto…’. / A mayor abundamiento, advierte este
Despacho que el Contralor Municipal invoca, en apoyo de su posición, el
contenido del artículo 146 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela que establece el concurso como forma de ingreso de los
funcionarios públicos a los cargos de carrera. / Por su parte, el máximo
titular de la Contraloría Municipal señala que la Ley del Estatuto de la
Función Pública en su artículo 39 establece que ‘en ningún caso el
contrato podrá constituirse en una vía de ingreso a la Administración
Pública’. / Finalmente, el Contralor Municipal concluye afirmando que: /
‘…Siendo ello así, es obvio que la única manera a través de la cual puede
esta Contraloría cumplir con lo ordenado por la Inspectoría del Trabajo es
a través de la suscripción de un Contrato de Trabajo con la mencionada
señora Aponte, pues ese es el status que siempre ha mantenido con este
554
organismo, pero nunca ingresarla a un cargo público pues con ello violaría
expresas disposiciones constitucionales y legales…’. / Analizados los
alegatos esgrimidos por el Contralor Municipal del Municipio Autónomo
Guaicaipuro del Estado Miranda, el Ministerio Público observa que el
órgano estadal ha considerado que la manera de restablecer su situación
laboral, es a través de la suscripción de un contrato de trabajo, vista la
imposibilidad manifestada por el Contralor Municipal de considerarla como
funcionaria pública, en virtud que usted no ingresó al cargo que
actualmente ostenta a través de un concurso público como ordena la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley del
Estatuto de la Función Pública. / Ante la controversia planteada, estima
este Órgano del Poder Ciudadano, que corresponde al Poder Judicial
dilucidar si la posición del Contralor Municipal está ajustado a derecho,
correspondiéndole a usted el ejercicio de los recursos y acciones que le
concede el ordenamiento jurídico para la mejor defensa de sus derechos e
intereses, no estando facultado el Ministerio Público para ordenar a la
Administración, dictaminar en forma contraria a la posición que ha
asumido, en virtud del principio de separación de poderes y en razón de la
presunción de legalidad y legitimidad que rodea los actos administrativos”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:146
EFP art:39

DESC CONTRATOS DE TRABAJO


DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC MUNICIPIOS
DESC REINCORPORACION AL TRABAJO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.657-658.

555
216
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040601
32980
TITL Competencias del Ministerio Público. Derecho de Petición.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, de conformidad con lo previsto en el


artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
para ratificar el Oficio N° DGAJ-DCCA-10-32980-2004, de fecha 1 de junio
de 2004, en el cual se manifiesta que de acuerdo a las atribuciones
conferidas al Ministerio Público por los numerales 1 y 2 del artículo 285 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con lo dispuesto en el artículo 1 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, a los fines de manifestarle que mediante comunicación
de fecha 2 de julio de 2004, el ciudadano Argenís A. Méndez, Contralor
Social del Proyecto ‘Pueblos Urbanos’, requirió nuevamente la intervención
del Ministerio Público con el objeto de que se agilice la información
requerida por el prenombrado ciudadano ante el Fondo Nacional de
Desarrollo Urbano -FONDUR-, en virtud que hasta la presente fecha no ha
recibido respuesta. / Al respecto, el Ministerio Público advierte que la
solicitud de intervención se refiere al derecho a la adecuada y oportuna
respuesta, y en este sentido considera importante destacar, lo dispuesto
en el artículo 51 del Texto Constitucional, en concordancia con los
artículos 3 y 6 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos en lo
referente al derecho que tienen los particulares de acceder a los órganos
de la Administración Pública para ventilar asuntos de su interés y a
obtener de ellos una oportuna y adecuada respuesta; el cual es del tenor
siguiente: / ‘Artículo 51. Toda persona tiene el derecho de representar o
dirigir peticiones ante cualquier autoridad, funcionario público o funcionaria
pública, sobre los asuntos que sean de la competencia de éstos, y a
obtener oportuna y adecuada respuesta...’. / Sobre el contenido de este
derecho, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, señalo
en sentencia del 30 de octubre de 2001 (Caso: Teresa Valera Marín y Cruz
Marín vs. Ministro del Interior y Justicia), lo siguiente: / ‘...no hay lugar a
dudas, en cuanto a que la exigencia de oportuna y adecuada respuesta
supone que la misma se encuentre ajustada a derecho, pero no implica
necesariamente la obligación de la Administración de acordar el pedimento
del administrado, sino sólo en aquellos casos en que el marco jurídico
positivo permita al órgano de la Administración tal proceder, sobre la base
de las competencias que le han sido conferidas.’ / En virtud de lo anterior
se puede concluir, que el derecho constitucional de petición y oportuna
respuesta establece claramente la obligación a que están sujetos las
entidades públicas de solventar las peticiones efectuadas por los
administrados; para lo cual debe haber una relación entre la solicitud
planteada y la competencia que le ha sido atribuida al funcionario público
ante el cual sea presentada la instancia, dado que el marco de
competencia permite al órgano tal proceder; no pudiendo pues, un órgano
556
distinto al competente emitir respuesta alguna sobre asuntos que no
son de su competencia; considerando imperioso subrayar que la
trasgresión de este derecho constitucional podría generar sanciones e
inclusive la destitución de los funcionarios o funcionarias que hayan
incurrido en ella; tal y como lo estipula el articulo 51 del Texto
Constitucional en su parte in fine: / ‘...Quienes violen este derecho serán
sancionados conforme a la ley, pudiendo ser destituidos del cargo
respectivo.’ / Por otra parte, es oportuno indicar que la Constitución de la
Republica Bolivariana de Venezuela, consagra la división de funciones, el
respeto a la independencia y autonomía funcional de la que deben gozar
los órganos encargados de desarrollarlas; y aun cuando particulariza la
especialidad de la labor asignada a cada una de ellas, también establece
un régimen de colaboración entre los distintos entes públicos para la
optima consecución de los fines del Estado, por tanto resulta forzoso
concluir que la intervención del Ministerio Público ante ese Fondo
Nacional de Desarrollo Urbano, se concretará a una estricta función
cooperadora respecto de sus labores, pero siempre dentro del marco de
las atribuciones constitucionales que fueron conferidas a esta Institución. /
Ahora bien, por lo antes expuesto y en virtud de las atribuciones legales
otorgadas, se infiere que corresponde a la Dependencia por usted
presidida, el emitir la oportuna y adecuada respuesta a la petición formal
presentada por el ciudadano Argenís A. Méndez, en acatamiento de la
norma constitucional precedentemente señalada, y una vez producida le
estimamos nos informe de la misma”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
CRBV art:285-1
CRBV art:285-2
LOMP art:1
LOPA art:3
LOPA art:6
OMP DGAJ-DCCA-10-32980-2004
01-06-2004
STSJSCO 30-10-2002

DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS


DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PETICION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.658-660.

557
217
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-4-2004- FECHA:20040616
37592
TITL Inconstitucionalidad del Decreto Nº 2001-008 emanado de la
Alcaldía de ese Municipio.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, de conformidad con lo previsto en los artículos 136, 285
y 333 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con lo establecido en los artículos 1, 11 y 21 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, con el objeto de someter a su
consideración el siguiente planteamiento. / El Ejecutivo Municipal en aras
de preservar la conservación del ambiente, el ornato y los bienes públicos
o privados en el referido municipio, dictó el Decreto N° 2001-008, de fecha
18 de mayo de 2001, que a juicio del Ministerio Público, previo el estudio y
análisis, detectó que el referido acto administrativo adolece de vicios de
inconstitucionalidad y de ilegalidad, a saber: / Análisis de la situación
planteada / El acto objeto del presente análisis, fue dictado por el
Despacho a su cargo, invocando para ello lo previsto en los artículos 3, 74,
ordinal 3° de la Ley Orgánica de Régimen Municipal, en concordancia con
lo estipulado en el artículo 36, ordinales 12 y 13 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y el Adolescente, cuyo texto es del tenor siguiente: /
‘Decreto 2001- 008 / (…) / Considerando / Que dentro de las
atribuciones legales que confiere la Ley Orgánica del Régimen
Municipal, en donde es competencia del Municipio, promocionar toda
clase de actividades, para satisfacer las necesidades y aspiraciones de la
comunidad, comprendiendo dentro de los mismos servicios de limpieza
y protección de los bienes municipales del dominio público y privado. /
Decreta / Artículo 1: Quien arroje, bote, lance o deje en la vía pública,
desperdicios de cualquier naturaleza, que atente contra la conservación
del ambiente y el ornato, bienes públicos o privados, o los lance desde un
vehículo en circulación. Será sancionado con multa, del equivalente de 15
a 30 unidades tributarias o arrestos proporcional a la misma. / Artículo 2:
Quien apagase por cualquier medio y sin causa justificada el alumbrado
de una vía o lugar de acceso pública (sic) o donde tuviere (sic) lugar una
reunión pública será sancionado, con arresto de 24 horas. / Artículo 3:
Quien condicionase el paso de los transeúntes por una vía, mediante
el ejercicio de algún tipo de coacción, o la exigencia de alguna
contraprestación física, moral, o económica; será sancionado con arresto
de 24 horas. / La sanción será de 48 horas en caso de reincidencia dentro
del lapso de 6 meses, al hecho en que contrae el presente artículo. /
Artículo 4: La Jefatura Civil y la Dirección de la Policía Municipal quedan
encargados del cumplimiento del presente Decreto. / Dado firmado y
sellado en el Despacho del Alcalde en Sierra Imataca a los dieciocho
días del mes de mayo del 2001, 191° años de la Independencia y 142°
de la Federación.’ / El referido Decreto, fue dictado dentro del marco de
competencias asignadas al Municipio, con la finalidad de promocionar toda
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clase de actividades y satisfacer las necesidades y aspiraciones de la
comunidad del Municipio Autónomo Casacoima, Sierra de Imataca del
Estado Delta Amacuro, específicamente las referidas a los servicios de
limpieza y protección de los bienes municipales del dominio público y
privado. / De acuerdo con los artículos 1, 2 y 3 del referido Decreto, se
establecen sanciones de multa y arresto a los ciudadanos que dentro del
ámbito de la jurisdicción del municipio, arrojen, boten, lancen o dejen en
la vía pública, desperdicios de cualquier naturaleza, que atenten contra la
conservación del ambiente y el ornato, bienes públicos o privados, o los
lancen desde un vehículo en circulación. Igualmente, se establecen como
causales de sanción, a quien apagase por cualquier medio y sin causa
justificada el alumbrado de una vía o lugar de acceso público o donde
tuviere lugar una reunión pública. Finalmente, también se establecen como
causales de sanción quien condicionase el paso de los transeúntes por
una vía, mediante el ejercicio de algún tipo de coacción, o la exigencia de
alguna contraprestación física, moral, o económica. / Ahora bien, el
Ministerio Público en su carácter de máximo garante de la Constitución y
las leyes, estima oportuno hacer de su conocimiento que el acto antes
descrito es contrario a disposiciones constitucionales y legales que hacen
necesaria su revisión a fin de adecuarlo a la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela./ De los vicios del acto administrativo / a) De la
usurpación de funciones / Para el Ministerio Público, al dictar el Decreto en
comento, en su condición de Primera Autoridad Civil del referido Municipio,
usurpó atribuciones del Poder Público Nacional, ya que la materia relativa
a los derechos y garantías constitucionales es competencia del Poder
Público Nacional, según lo dispuesto en el artículo 156, numeral 32 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. A mayor
abundamiento, dentro del elenco de materias que el Texto Fundamental
confiere al Municipio como competencias exclusivas, no se encuentran
consagradas las que fueron reglamentadas a través del Decreto 2001-008.
/ En este mismo orden de ideas, se advierte que en su carácter de Alcalde
del Municipio Casacoima al dictar el precitado acto, también incurre en el
vicio de usurpación de funciones, por cuanto la materia de derechos y
garantías constitucionales sólo puede ser objeto de regulación por ley
formal que debe ser dictada por el Poder Legislativo Nacional, a través de
la Asamblea Nacional. En efecto, el acto administrativo establece
limitaciones a los derechos constitucionales a la libertad personal (Art. 44
constitucional), a la defensa y al debido proceso (Art. 49 constitucional), a
ser juzgado por sus jueces naturales, entre otros, materia que sólo
puedan ser desarrolladas por ley nacional. / De lo anterior se colige que el
Decreto objeto de análisis se encuentra viciado de inconstitucionalidad por
contrariar los artículos 137, 156 numeral 32 y 187 numeral 1 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / b) De la violación
del derecho a la libertad personal / En cuanto a las sanciones de arresto
que establece el mencionado Decreto, es necesario destacar que la
libertad personal es inviolable, en consecuencia ninguna persona puede
ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que
sea sorprendida infragante. / De lo anterior se advierte que sólo a través
de orden judicial puede ordenarse la restricción del derecho constitucional
a la libertad personal, no estando autorizado ningún acto administrativo de
rango sublegal, para establecer sanciones de arresto, ya que ésta, según
lo dispuesto en el ordinal 3° del artículo 9 del Código Penal, es una pena
corporal. Por tal motivo, estima el Ministerio Público que las sanciones de

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arresto contempladas en el Decreto analizado son violatorias del derecho a
la libertad personal, previsto en el artículo 44 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. / c) Violación del derecho al debido
proceso y a la defensa / Las sanciones establecidas en el Decreto 2001-
008 pueden ser impuestas sin la apertura de procedimiento alguno, visto
que el texto del acto administrativo no contiene referencia alguna al inicio
de investigación previa al sancionado para determinar si incurrió o no, en
la conducta prohibida por la norma, tampoco prevé el acto dictado por el
Ejecutivo Municipal, las posibilidades de defensa, los recursos que
proceden contra las sanciones y tampoco la autoridad administrativa o
judicial ante la cual pueden ejercerse, ni los plazos para ello, todo lo cual
se traduce en una violación del derecho a la defensa y al debido proceso
de quienes vayan a ser objeto de sanciones con base en este acto. / En
razón de lo anterior estima la Dirección que el acto está viciado de
inconstitucionalidad por violación del derecho a la defensa y el debido
proceso, previstos en el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. / d) Violación del derecho a ser juzgado por sus
jueces naturales / Tal y como se desarrollara anteriormente, sólo el Poder
Judicial puede imponer medidas restrictivas a la libertad personal, por lo
que la facultad atribuida por el Decreto al Alcalde y al Director de la Policía
Municipal, viola el derecho que toda persona tiene a ser juzgada por sus
jueces naturales en la jurisdicciones ordinarias especiales, con las
garantías establecidas en la Constitución en el artículo 49 numerales 1 y 4
y en la ley. / d) Otras observaciones: / El Decreto también se encuentra
viciado por falso supuesto de derecho, habida cuenta que la norma
invocada por el Alcalde, como fundamento jurídico del acto, no se
corresponde con las situaciones fácticas llamadas a regular, por cuanto el
artículo 36 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, no posee ordinales tal como lo señala el Decreto 2001-008
objeto del presente estudio y además se refiere a los derechos culturales
de los menores, y no a la tipificación de alguna conducta que pudiera dar
lugar a la autoridad competente a imponer alguna sanción relativa a su
comportamiento; menos aún le concede a la autoridad municipal el
subrogarse tales atribuciones. / En tal sentido, la Sala Político
Administrativa de la Corte Suprema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de
Justicia, en sentencia de fecha 22 de octubre de 1992, caso: Casa Paris,
S.A. Vs. Ministerio de Fomento decidió lo siguiente: / (…) / Por su parte, el
autor Jorge Enrique Ayala Caldas, en su texto ‘Elementos de Derecho
Administrativo General’, página 208, respecto a la falsa motivación señala
que: / (…) / De lo antes expuesto, se evidencia que debe existir una
finalidad de interés público en las manifestaciones de voluntad de la
Administración, de igual manera debe existir estrecha vinculación entre la
finalidad y la norma que la autoriza, intención que debe privar en el
funcionario al hacer uso de su facultades. / La antes Corte Suprema de
Justicia, hoy día, Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Político
Administrativa, en decisión de fecha 17-3-1990, caso: Varios Vs.
República (Ministerio de Educación) dispuso: / (…) / Ahora bien, por
cuanto corresponde al Ministerio Público velar por la exacta observancia
de la Constitución y las leyes, conforme lo contemplan los artículos 333 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el 1 y 11,
numeral 1, de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y con el objeto de
reestablecer el orden constitucional vulnerado por el acto administrativo
antes analizado, lo exhorto para que en uso de la potestad de autotutela

560
administrativa prevista en el artículo 83 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos, el Ejecutivo Municipal proceda a
reconocer la nulidad absoluta del Decreto 008-2001, emanado del
Despacho a su cargo, el 18 de mayo de 2001”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44
CRBV art:49
CRBV art:49-1
CRBV art:49-4
CRBV art:136
CRBV art:137
CRBV art:156-32
CRBV art:187-1
CRBV art:285
CRBV art:333
LOMP art:1
LOMP art:11
LOMP art:11-1
LOMP art:21
LORM art:3
LORM art:74-3
LOPNA art:36
LOPNA art:36-12
LOPNA art:36-13
LOPA art:83
CP art:9-3
DM Nº 2001-008-art:1
18-05-2001
DM Nº 2001-008-art:2
18-05-2001
DM Nº 2001-008-art:3
18-05-2001
DM Nº 2001-008-art:4
18-05-2001
SCSJSPA 17-03-1990
SCSJSPA 22-10-1992

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC ALCALDES
DESC AMBIENTE
DESC ARRESTO
DESC ASEO URBANO
DESC BIENES
DESC BIENES PUBLICOS
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DESECHOS
DESC ESTADO DELTA AMACURO
DESC FALSEDAD
DESC ILEGALIDAD
DESC LIBERTAD
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD

561
DESC POLICIA
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SERVICIOS PUBLICOS
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.660-663.

562
218
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
Ministra del Trabajo MT
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004- FECHA:20041104
80293
TITL Derecho a oportuna respuesta.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted con el objeto de hacer de su conocimiento que en fecha 31-
3-2004, los ciudadanos Julio Gómez y Elida Blanco, miembros de la ONG Prodefensa de
los Derechos de los Trabajadores, Empleados y Obreros del Congreso Nacional, solicitaron
la intervención del Ministerio Público para que se les garantice su derecho constitucional a
la oportuna y adecuada respuesta, consagrado en el artículo 51 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
En tal sentido, los peticionarios alegaron que se han dirigido a diferentes organismos
públicos buscando una solución satisfactoria a la reclamación que han venido formulando
ante la Asamblea Nacional para que este Organismo Legislativo les reconozca algunos
beneficios laborales, que afirman, les son adeudados por ese Organismo Legislativo.
Señalaron haberse dirigido al Despacho a su digno cargo, en fechas 20-9-2000; 4-10-2001
y 3-2-2004.
El Ministerio Público, atendiendo a la solicitud de los mencionados ciudadanos, y en
ejercicio de su función de garante de la constitucionalidad y legalidad de todos los actos del
Poder Público, considera que el derecho previsto en el artículo 51 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, comporta una obligación para todos los órganos que
ejercen el Poder Público, de asegurar su goce y ejercicio irrenunciable, según lo
establecido en el artículo 19 eiusdem.
La satisfacción del derecho constitucional de petición, significa que la respuesta emitida
debe ser ajustada a derecho, sin que ello signifique un sometimiento de la Administración a
lo propuesto, es decir no necesariamente debe acordarse siempre lo pedido.
Por lo antes expuesto y atendiendo al Principio de colaboración entre los órganos del Poder
Público, previsto en el artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, solicito su valiosa colaboración, para que siempre que sea procedente, ordene
lo conducente para que se dé oportuna y adecuada respuesta a las peticiones de los
miembros de la ONG Prodefensa de los Derechos de los Trabajadores, Empleados y
Obreros del Congreso Nacional.
Finalmente, hago propicia la ocasión para manifestarle la disposición del Ministerio Público
de cooperar con el Ministerio a su cargo en la consecución de los fines del Estado”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:19
CRBV art:51
CRBV art:136

DESC CONGRESO DE LA REPUBLICA


DESC ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES
DESC PETICIÓN
DESC TRABAJADORES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.663-664.

563
219
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Presidente del Instituto Venezolano de los Seguros PIVSS
Sociales
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D-69302 FECHA:20041104
TITL Derecho de petición y seguridad social.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, en uso de las atribuciones que al Ministerio


Público le confieren, el artículo 285, numeral 2 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y los artículos 1 y 11, numeral 1 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, con el objeto de hacer de su conocimiento que el ciudadano
Rodolfo Horacio Villafranca Padilla, titular de la cédula de identidad N° 1.846.596,
ocurrió ante este Despacho para denunciar la presunta violación de su derecho
constitucional de oportuna y adecuada respuesta, en los términos establecidos por
el artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por
parte de ese Instituto Autónomo.
Según lo expresado por el denunciante, en fecha 6 de agosto de 2002, inició los
trámites pertinentes ante la Dirección General de Recursos Humanos y
Administración de Personal del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales -
IVSS-, solicitando le fuera otorgado el derecho a jubilación de conformidad con lo
establecido en el artículo 27 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, en
concordancia con la Cláusula 72 de la Convención Colectiva de Trabajadores
celebrada entre esa Institución y FETRASALUD.
De acuerdo con la información suministrada por el peticionario, en fecha 5-8-2003,
el Dr. Edgar A. González Marín, quien para esa fecha, se desempeñaba como
Presidente de la Junta Directiva de ese ente público, dictó la Resolución N° 1996,
otorgándole el derecho a la jubilación solicitado, con base en el Decreto
Presidencial N° 1.653 de fecha 18-1-2002, publicado en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela N° 37.367 de fecha 18-1-2002, y en uso de
las atribuciones y facultades que le conferían el artículo 131 de la Ley Orgánica
del Sistema de Seguridad Social, todo lo cual fue plasmado en el Acta N° 25 de
fecha 29 de julio de 2003.
Manifiesta el peticionario, que hasta la presente fecha dicho beneficio no se ha
hecho efectivo, a pesar de haber solicitado en varias ocasiones, la notificación de
la resolución antes mencionada y de que se inicien los trámites para el pago de
sus prestaciones sociales y demás beneficios derivados de la terminación de la
relación de empleo público.
Con el objeto de atender el planteamiento del mencionado ciudadano, el Ministerio
Público comisionó al Fiscal Octogésimo Cuarto del Ministerio Público con
competencia en materia de derechos y garantías constitucionales del Área
Metropolitana de Caracas, a los fines de trasladarse al Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales, para verificar la denuncia y constatar el estado en el cual se
encontraba el proceso administrativo de concesión de la jubilación y de ser
procedente, actuara de conformidad con las atribuciones que le confieren la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley Orgánica del
Ministerio Público, siendo infructuosas tales gestiones.
Igualmente, a través de los oficios Nros. DGAJ-DCCA-2004-4983, DGAJ-DCCA-
2004-8173, DGAJ-DCCA-2004-8172 y DGAJ-DCCA-11-2004-21986 de fechas 2-
2-2004, 17-2-2004, 17-2-2004 y 21-4-2004, respectivamente, el Ministerio Público
solicitó información sobre el caso, a la Dirección General de Recursos Humanos y
Administración de Personal del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, en
especial acerca de la falta de oportuna y adecuada respuesta a los planteamientos
del ciudadano Rodolfo Horacio Villafranca Padilla, con el propósito de cumplir con
564
la obligación que nos impone la Carta Magna de satisfacer su derecho de petición,
conforme al artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, en concordancia con los artículos 3 y 6 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos; comunicaciones que aún no han sido
respondidas.
Para el Ministerio Público, el derecho constitucional de petición establece la
obligación a que están sujetos los entidades públicas de solventar las peticiones
efectuadas por los administrados, para lo cual debe haber una relación entre la
solicitud planteada y la competencia que le ha sido atribuida al funcionario público
ante el cual sea presentada la instancia, pero no implica necesariamente la
obligación de la Administración de acordar el pedimento del administrado, sino
sólo en aquellos casos en que el marco jurídico positivo permita al órgano
administrativo, tal proceder, sobre la base de las facultades que le han sido
conferidas.
En el presente caso, el Ministerio Público con base en el principio constitucional
de colaboración entre los órganos que ejercen el Poder Público, previsto en el
artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, estima
que lo procedente y ajustado a derecho, es que el Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales, satisfaga el derecho de petición del ciudadano Rodolfo Horacio
Villafranca Padilla, dando oportuna y adecuada respuesta a las solicitudes que ha
formulado, tomando en consideración que las mismas están referidas a la
procedencia o improcedencia de su derecho a la jubilación, el cual tiene rango
constitucional, según se desprende de la lectura concatenada de los artículos 80 y
86 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
CRBV art:80
CRBV art:86
CRBV art:136
CRBV art:285-2
LOMP art:1
LOMP art:11-1
LEFP art:27
LOSSS art:131
LOPA art:3
LOPA art:6
DP Nº 1653
18-01-2002
CCTR claú-72

DESC INSTITUTO VENEZOLANO DE LOS SEGUROS SOCIALES


DESC JUBILACIONES
DESC PETICIÓN
DESC PRESTACIONES SOCIALES
DESC SEGURIDAD SOCIAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.664-666.

565
220
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ–DCCA-D-2004- FECHA:20040906
60563
TITL Competencias del Ministerio Público en procedimientos
administrativos sancionatorios.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo del escrito
presentado en fecha 17 de agosto de 2004, y recibido por la Dirección de la
Secretaría General del Despacho del Fiscal General de la República, en fecha 20
de agosto de 2004, mediante el cual solicita la nulidad absoluta del acto
administrativo dictado por la Junta Evaluadora de Ascensos de la Policía
Metropolitana, fecha 13 de julio de 2004, orden del día Nº 196, correspondiente a
la resolución Nº 034, y la investigación de las Direcciones involucradas, en dar
oportuna respuesta a la solicitud realizada. / Al respecto, este Despacho, una vez
revisados los recaudos por usted consignados, y analizados los alegatos
esgrimidos, pasa a dar respuesta en los siguientes términos: / Señala que
dándose cumplimiento a la Orden del Día emitida por la Dirección General de la
Policía Metropolitana, se emite oficio de fecha 7 de noviembre de 2003, signado
con el Nº DISE-DA-601030-1460, donde se encuentra postulada, signada con el
Nº1, en el concurso para ascender a la jerarquía superior inmediata la cual
corresponde a la de Cabo 2do, todo esto en vista de que reúne los méritos
requeridos y el tiempo previsto para ascender. / Indica que en su desenvolvimiento
dentro del Cuerpo de Policía de Metropolitana, lo cual se evidencia de su
expediente personal, no tiene reposos médicos, boletas, amonestaciones escritas,
ni informe alguno que aperture procedimiento de índole administrativo o
disciplinario. / Refiere así que, en fecha 11-2-2004, solicitó Carta de Buena
Conducta con fines de estudio pero la misma le fue negada, lo cual se evidencia
del escrito que se desprende del oficio signado con el número DRH-DD-166-04,
de fecha 25 de febrero de 2004, dirigido al ciudadano Comisario Jefe (PM)
Ricardo Núñez Liscano, Director del D.I.S.E que textualmente expresa: ‘No se le
puede tramitar la carta de buena conducta, ya que la misma estuvo involucrada en
el conflicto de esta Institución en el mes de Octubre de 2002’ de lo cual nunca le
envió respuesta formal, y de la que tienen conocimiento ‘…por copia simple que
pude obtener por vía paralela.’ / Aduce que a la presente fecha debería haber sido
notificada sobre los hechos que la involucran en un conflicto del cual no tiene
conocimiento y en ningún momento ha tenido acceso a soporte legal alguno
donde haya quedado establecido o aperturado un procedimiento de investigación
en el que se encuentre involucrada. / Posteriormente luego que fuera emanada la
orden del día con los ascensos ya referidos, su jefe superior, Comisario Ricardo
José Núñez Liscano, Director de los Servicios Especiales -DISE- le participó
verbalmente que su ascenso no procedía, dirigiéndose así a la Comandancia de la
Policía Metropolitana y solicitando audiencia con la Junta Evaluadora. / Al
entrevistarse con la Junta la cual estaba a cargo de la Comisario Jefe Luzmila
Ochoa, esta le participó verbalmente que no ascendería en esta oportunidad
debido un informe que presentó el Comisario (PM) José Rafael Linares Carta,
quien era el Jefe de la División de Adquisiciones, unidad a la cual se encontraba
adscrita cuando se suscitaron los hechos de toma de la Policía Metropolitana en el
año 2002. Debido a que la División de Adquisiciones esta ubicada en la
Comandancia y que para la fecha aún continúa en el mismo lugar, asociado a esto
se debía su presencia en el lugar y la del resto del grupo de adquisiciones. /
566
Señala que solicitó a la Comisario Jefe (PM) Luzmila Ochoa, le permitiera
observar el supuesto informe, ya que nunca se le notificó la existencia del mismo,
de lo cual nunca obtuvo respuesta, cercenándosele de esa forma su derecho
constitucional de acceso a la información que involucra sus intereses y derechos
personales y legítimos. / Posteriormente, al observar la negativa de la Junta
Evaluadora a darle respuesta, solicitó audiencia ante el ciudadano Sub-director de
la Policía Metropolitana Comisario General Orlando Gutiérrez, quien le atendió y
recibió tanto la Síntesis curricular como las fotocopias de las felicitaciones,
nombramiento y reconocimiento que ha recibido, efectuando así llamada
telefónica al día siguiente y recibiendo como respuesta que su ascenso no
procedía, que la Junta Evaluadora ya había decidido. / Indica que en todo
momento ha procedido por la vía regular y que en virtud de lo establecido en la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, en sus disposiciones legales
números 2, 3, 4, 5 y 6 ha solicitado por escrito mediante oficios ante los
funcionarios competentes respuesta sobre la negativa a su ascenso de ley,
evidenciado esto en la orden del día y resolución referidos. / Refiere que a los
actuales momentos no ha recibido respuesta formal de ninguno de los oficios,
verificándose al silencio administrativo, que pone en detrimento su derecho de
petición y de información. / Solicita así sea considerado en su caso el principio
proteccionista del debido proceso. / Igualmente como consecuencia de la violación
alegada solicita a través de este acto la nulidad absoluta e investigación del acto
administrativo dictado por la Junta Evaluadora de Ascensos de fecha 13 de julio
de 2004, de orden del día Nº 196 correspondiente a la Resolución Nº 034, de
conformidad con lo establecido en el artículo 19 de la Ley orgánica de
Procedimientos Administrativos, además de la investigación de todas las
direcciones y funcionarios involucrados en dar oportuna respuesta. / Conforme a
lo expuesto, considera necesario el Ministerio Público hacer algunas
consideraciones relativas a la interposición de recursos en lo concerniente al área
contencioso administrativo funcionarial. / Al respecto, el artículo 92 de la Ley del
Estatuto de la Función Pública establece: / (…) / Así, la orden del día Nº 196, de
fecha 13-7-2004, dictada por el Director General de la Policía Metropolitana,
Comisario General Lazaro José Forero López, corresponde a un acto dictado por
el funcionario con la más alta competencia para hacerlo, siendo ello así, tal acto
debe entenderse como definitivo, que causa estado y por lo cual, mal podría el
Fiscal General de la República, atribuirse la potestad de revisar, convalidar o
anular, un acto definitivamente firme, emanado de la administración. / Asimismo,
corresponde al Poder Judicial el conocimiento de las causas y asuntos de su
competencia, mediante los procedimientos establecidos en la ley. Es por ello que,
el acto dictado por el Director General de la Policía Metropolitana, generador de
una derivativa consecuencial, como lo es el agotamiento de la vía administrativa,
es materia a ser conocida por los órganos jurisdiccionales competentes en materia
contencioso administrativa. Ello en base a lo establecido en el artículo 253
constitucional en concordancia con el artículo 11 Ley Orgánica del Poder Judicial.
/ En este sentido, el artículo 93 y 94 de la ya referida Ley del Estatuto de la
Función Pública establece la correspondencia para conocer y decidir la materia
dentro de la cual se enmarca el acto motivo de impugnación, en los siguientes
términos: / (…) / Aunado a ello, en relación con la vía recursiva legítima para la
impugnación del acto administrativo objeto del presente escrito, el artículo 95 de
la Ley del Estatuto de la Función Pública señala: / (…) / De lo anterior, advierte el
Ministerio Público que existe una vía procesal idónea del cual puede valerse el
administrado en todos los conflictos que deriven de las materias relacionadas con
la ley señalada. Por lo antes expuesto, el Ministerio Público carece de
competencia y cualidad para declarar la nulidad del acto administrativo dictado por
el Director General de la Policía Metropolitana, relativo a la orden del día Nº 196,
de fecha 13 de julio de 2004, ya que corresponde a los Tribunales con
Competencia en lo Contencioso Administrativo decidir acerca de el acto en
cuestión y es frente a ellos que debe ser ejercido el Recurso Contencioso
Administrativo Funcionarial señalado ut supra. / No obstante, a pesar del ejercicio
impropio del recurso de reconsideración para la obtención de la respuesta a la
567
petición formulada, el Ministerio Público advierte que subsiste la facultad para
ejercer la querella funcionarial prevista para el caso en la Ley de Estatuto de la
Función Pública. / Igualmente, dado que debido al derecho de acceso a la
jurisdicción y el derecho de petición, queda pendiente aún la respuesta de la
Dirección General de la Policía Metropolitana en torno al planteamiento efectuado,
por medio del cual se solicita respuesta con relación a la averiguación que
presuntamente se lleva a cabo en su contra, relativa a los sucesos de la toma de
la policía en octubre del año 2002, esta representación, en aras de velar por el
cumplimiento de la ley y los derechos establecidos en la Constitución, designará al
Fiscal Trigésimo Tercero a Nivel Nacional con competencia en materia
Contencioso Administrativo y Contencioso Especial Inquilinario, para que se
traslade al referido organismo policial, verifique lo denunciado, y en caso de
constatar su veracidad, promoverá ante la autoridad competente, el cumplimiento
del artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así
como la articulación del debido proceso, según las reglas del artículo 49 eiusdem.
La dirección del Despacho fiscal es Av. Urdaneta, edificio Interbank, piso 8. / Por
otra parte, y en el supuesto que ejerza la querella funcionarial, el Ministerio
Público intervendrá en la causa una vez que sea notificado para ello, por el
Tribunal competente, o en su defecto, cuando así le sea requerido por solicitud de
las partes, para asegurar el respeto a los derechos y garantías constitucionales en
el proceso judicial…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49
CRBV art:51
LOPA art:2
LOPA art:3
LOPA art:4
LOPA art:5
LOPA art:6
LOPA art:19
LEFP art:92
LEFP art:93
LEFP art:94
LOPJ art:11
RPM Nº 034
13-07-2004

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC PETICION
DESC POLICIA
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.666-669.

568
221
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-73161. FECHA:20041014
TITL Intervención del Ministerio Público en los procesos de amparo
constitucional cuando es señalado como legitimado activo o
pasivo de la acción.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, de conformidad con lo establecido en el artículo 136 de


la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con el objeto de
acusar recibo del oficio N° 542-004, de fecha 8 de octubre de 2004,
dirigido al Consultor Jurídico del Ministerio Público, mediante el cual le
notifica que ese Tribunal acordó sustanciar solicitud de amparo
constitucional interpuesta por el ciudadano Bruno Sallusti en contra de la
Dirección de Proyectos Especiales del Ministerio Público y el Fiscal
Superior del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas.
(Expediente N° 337) A tal efecto, solicita que ‘se designe un representante
de ese ente para que conozca del procedimiento en cuestión’. /En atención
a su requerimiento, esta Dirección muy respetuosamente pasa a hacer las
siguientes consideraciones./La solicitud de designación de un
representante del Ministerio Público para que participe en la audiencia oral
y pública, en el presente caso, es en criterio de este Despacho,
improcedente habida cuenta que los denunciados como presuntos
agraviantes son: la Dirección de Proyectos Especiales del Ministerio
Público y el Fiscal Superior del Ministerio Público del Área Metropolitana
de Caracas, ambos representantes de esta Institución, y al respecto hay
que recordar que de conformidad con lo establecido en el artículo 3 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público, éste es único e indivisible, y por tanto,
tiene un interés evidente en la defensa de la posición jurídica de los
funcionarios señalados como agraviantes. / En consecuencia, la
intervención de otro representante del Ministerio Público distinto de los
señalados como presuntos agraviantes, podría conducir a una violación del
derecho a la defensa y a la igualdad, previstos en los artículos 49 numeral
1, y 21 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de
quien se considera lesionado en sus derechos constitucionales, en la
causa sub exámine./La anterior posición tiene su basamento, en la
modificación del procedimiento que con carácter vinculante, estableció la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la sentencia Nº 7
de fecha 1 de febrero de 2000./La intervención del Ministerio Público,
conforme al artículo 15 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, en los procedimientos de acciones de amparo
constitucional contra sus representantes o ejercidas por éstos, fue
regulada por la propia Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en la sentencia Nº 3.255 de fecha 13 de diciembre de 2002, caso
Francisco Javier Álvarez, César Mirabal y otros, por lo cual, sobre este
punto, dejó de tener aplicación, lo establecido en la sentencia Nº 7 de
fecha 1 de febrero de 2002./Al respecto, en la mencionada sentencia Nº
3.255, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, estableció
569
entre otros aspectos lo siguiente (…)/ Con base a lo establecido por el
Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, el Ministerio
Público se abstiene de designar a un fiscal del Ministerio Público
para que de conformidad con lo establecido en el artículo 15 de la ley
antes citada, actúe en el presente caso, habida cuenta que son
representantes de esta Institución quienes han sido señalados como
presuntos agraviantes por el quejoso en la acción de amparo
constitucional./Por otra parte, y de conformidad con lo establecido en la
sentencia N° 7 de fecha 1 de febrero de 2000, emanada de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, una vez admitida la
solicitud de tutela constitucional, el tribunal de la causa, debe notificar al
presunto agraviante de dicha admisión y remitir copia certificada del libelo
con sus anexos, a los fines de enterarse de las denuncias constitucionales
que les son atribuidas, para que ejerzan su defensa en la audiencia
constitucional oral y pública, tomando en consideración el carácter
contradictorio que informa el procedimiento de amparo constitucional./ En
base a lo anterior, este Despacho, muy respetuosamente solicita de ese
honorable tribunal de juicio, que se proceda a la notificación de los
presuntos agraviantes en los términos establecidos en la sentencia N° 7
emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, a fin
de salvaguardar el derecho a la defensa y al debido proceso de los
funcionarios señalados como presuntos agraviantes, en la presente causa.
Sin otro particular, es propicia la ocasión para manifestarle la disposición
del Ministerio Público en colaborar con usted en una sana y recta
administración de justicia...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:21
CRBV art:41-1
CRBV art:136
LOMP art:3
LOADGC art:15
STSJSCO Nº 7
01-02-2000
STSJSCO Nº 3.255
13-12-2002

DESC AMPARO
DESC AUDIENCIAS
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IGUALDAD
DESC INDIVISIBILIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NOTIFICACIONES
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
DESC UNIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.669-671.

570
222
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-64053 FECHA:20040923
TITL Alcances de la intervención del Ministerio Público en los
procesos judiciales.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, de conformidad con lo establecido en los


artículos 136 y 253 la Constitución Bolivariana de la República de
Venezuela, con el objeto de acusar recibo de los oficios N° 0740-1503 y
0740-1504, ambos de fecha 30 de agosto de 2004, dirigidos al Fiscal
Vigésimo Noveno a Nivel Nacional con Competencia en Materia
Contencioso Administrativo y Tributario, mediante los cuales informa, al
mencionado representante del Ministerio Público acerca del estado de los
Expedientes N° 22.059, relativo al Procedimiento de Oferta, incoado por la
ciudadana Omaira E. Olivier de Hernández, contra Servicios Valle Arriba, y
N° 22.057, relativo al Procedimiento de Oferta Real incoado por la
ciudadana Aguilar Key María, contra Servicios Valle Arriba. Al respecto,
muy respetuosamente y con base al principio de unidad e indivisibilidad del
Ministerio Público, este Despacho, actuando por delegación del ciudadano
Fiscal General de la República, pasa a hacer algunas consideraciones en
los términos siguientes: De acuerdo con el contenido de los oficios
emanados del órgano jurisdiccional a su digno cargo, se recomienda al
Fiscal Vigésimo Noveno del Ministerio Público a Nivel Nacional con
Competencia en Materia Contencioso Administrativo y Tributario, procurar
solicitar informes sólo en base a los asuntos sometidos a su competencia,
ello en virtud de que, a criterio de ese Despacho resulta inoportuno por
parte del referido fiscal, como representación del Ministerio Público, emitir
señalamientos acerca del interés de esta Institución en determinar el grado
y situación procesal de las causas anteriormente señaladas, las cuales son
llevadas por ese juzgado bajo su responsabilidad./Al respecto, muy
respetuosamente este Despacho, estima necesario exponer y determinar
la naturaleza y finalidad del Ministerio Público, ello bajo el fundamento
primario constitucional de ser este el organismo llamado a ser garante de
los derechos constitucionales en los procesos judiciales y
administrativos./En este sentido, debe señalarse que el Ministerio Público,
desde su creación como órgano dotado de autonomía e independencia, ha
sido concebido tanto por el constituyente como por el legislador, como
órgano que garantiza la constitucionalidad, la legalidad y los derechos y
garantías constitucionales, incluso con mayor amplitud en las
Constituciones de 1947 y de 1961, en la cual la función de garante se
extendía a situaciones extra proceso. Con la Constitución de 1999, el
Ministerio Público alcanza su verdadera dimensión como órgano de control
de legalidad de los procesos administrativos y judiciales, formando parte
de un nuevo Poder, el Poder Ciudadano, concebido como la función de
control de las actuaciones tanto de los particulares como del Poder
Público, al cual de acuerdo con el artículo 274 de la Constitución le
corresponde velar por la correcta aplicación del principio de
571
legalidad./Siendo ello así, los requerimientos efectuados por parte del
Ministerio Público, relativos a situaciones que demarcan el proceso,
específicamente en el caso que nos ocupa, las causas llevadas por ese
Juzgado Primero de Primera Instancia, signadas con los números 22.077 y
22059, respectivamente, así como todas aquellos procedimientos donde
exista premura y necesidad de tutela jurídica, viene a ser precisamente
parte de esas atribuciones conferidas al Ministerio Público, las cuales, de
ser obviadas o no acatadas por la Institución, equivaldría a aceptar y
permitir la vulneración de normas y principios constitucionales relacionados
con el funcionamiento del sistema de justicia, del cual, el Ministerio Público
forma parte integrante, a tenor de lo dispuesto en el artículo 253 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y que lo legitima
para intervenir como garante en cualquier proceso judicial en el cual, en
principio no esté prevista su intervención por una ley, y en el cual se estén
produciendo violaciones a principios y derechos
constitucionales./Igualmente, los postulados constitucionales establecidos
en los artículos 7, 19, 26, 253, 257, 274 y 285, numerales 1 y 2 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, determinan que la
Constitución es una norma de obligatoria observancia tanto por los
ciudadanos como por los órganos que ejercen el Poder Público, por tanto
en materia de derechos y garantías constitucionales relacionados con los
procesos judiciales y administrativos, se aplica directamente sin necesidad
de ley que la limite o reglamente y todos los órganos del Poder Público
están obligados a garantizar su vigencia./De tales dispositivos
constitucionales se desprende que el derecho a la tutela judicial efectiva,
así como al debido proceso y la celeridad procesal, implican para el Estado
la carga de garantizar una justicia expedita sin dilaciones indebidas ni
reposiciones inútiles y por ello se ha incluido al Ministerio Público como
órgano del sistema de justicia, integrante del Poder Ciudadano, que debe
intervenir para que el proceso efectivamente sea un instrumento de la
justicia, de allí que como órgano de control de los procesos judiciales y
administrativos se le haya atribuido el velar por la vigencia de los derechos
y garantías constitucionales (artículo 285, numeral 1) tales como el
derecho a la tutela judicial efectiva, a una justicia expedita, a un proceso
como instrumento de la justicia y también se le ha atribuido el de velar por
la buena marcha de la Administración de Justicia, la celeridad procesal y el
debido proceso (artículo 285, numeral 2)./ Cuando la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, ha atribuido al Ministerio Público la
garantía de la celeridad procesal y de la vigencia de los derechos y
garantías constitucionales, le ha impuesto no sólo un poder de actuación
sino un deber, atributos intrínsecos a la noción de competencia en el
derecho constitucional, ello en completa correlación con lo establecido en
artículo 11, numeral 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, en base a
la cual es entendida como atribución del Ministerio Público la vigilancia, a
través de sus fiscales de la celeridad y buena marcha de la administración
de justicia. /En base a lo expuesto, considera este Despacho, que los
requerimientos formulados por el Fiscal Vigésimo Noveno del Ministerio
Público a Nivel Nacional con Competencia en Materia Contencioso
Administrativa y Tributario a ese juzgado, en atención a la situación
procesal en la cual se encuentran los Expedientes signados con los
números 22.059 y 22.057, se corresponde en cuanto a naturaleza y
fundamento jurídico a las atribuciones conferidas al Ministerio Público en
base a su función fiscalizadora y garante de los Derechos y Garantías

572
Constitucionales, en el caso en referencia, en lo atinente al derecho al
debido proceso, celeridad procesal y tutela judicial efectiva, consagrados
en los artículos 49, 285 numeral 2, y 26 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, ello en concordancia con los principios
tendentes a la observancia del correcto funcionamiento del aparato judicial,
materializados estos en atribuciones que por disposición taxativa le son
conferidas al Ministerio Público, establecido ello en el artículo 11 de la ley
Orgánica del Ministerio Público./Sin otro particular, es propicia la ocasión
para reiterarle la disposición del Ministerio Público en cooperar con usted,
para asegurar una recta y sana administración de justicia, en cumplimiento
de los fines del Estado…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:7
CRBV art:19
CRBV art:26
CRBV art:49-2
CRBV art:136
CRBV art:253
CRBV art:257
CRBV art:274
CRBV art:285-1
CRBV art:285-2
LOMP art:11-2

DESC CELERIDAD PROCESAL


DESC INDIVISIBILIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUSTICIA
DESC LEGALIDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
DESC UNIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.671-673.

573
223
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-80227 FECHA:20041104
TITL Intervención del Ministerio Público en ejecución de decisiones
judiciales.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo del oficio N°
04-401 de fecha 8 de octubre de 2004, dirigido al Fiscal General de la
República, mediante el cual solicita la designación de funcionarios
debidamente capacitados a fin de coordinar junto con el tribunal a su
cargo, las acciones a tomar, para la práctica de la medida de secuestro
decretada por el Juzgado Noveno de Primera Instancia en lo Civil y
Mercantil Bancario con Competencia Nacional y sede en la ciudad de
Caracas, en el juicio que por reivindicación sigue Banco Federal, C.A.,
contra los ciudadanos Lino Páez, Ángel Donado, Morales Gilbert, Sierra
Miguel, Sierra Rubén, González Ernesto, Marcos León y otros, a
ejecutarse el día 9 de noviembre de 2004, a las 09:00 a.m., en la
jurisdicción de la Parroquia El Valle del Municipio Bolivariano Libertador del
Distrito Metropolitano de Caracas en el lugar denominado Turmerito,
señalando que el referido inmueble se encuentra invadido./Al respecto, me
permito informarle que conforme a lo establecido en el artículo 11, numeral
7 de la Ley Orgánica que rige las funciones de esta Institución, el
Ministerio Público, a través de los fiscales que lo representan, es
competente para supervisar la ejecución de las decisiones judiciales
cuando éstas se relacionen con el orden público o las buenas costumbres.
/ En el caso planteado por usted, se trata de la práctica de la medida
cautelar de secuestro, prevista en el artículo 599 del Código de
Procedimiento Civil, en el marco de un juicio de naturaleza privada, habida
cuenta que se trata de una acción reivindicatoria sobre un bien inmueble,
presuntamente propiedad de una entidad bancaria, en el cual, el interés de
las resultas, tanto del juicio principal como de la incidencia cautelar,
concierne exclusivamente a las partes en litigio, por lo que no se
corresponde con el tipo de decisiones en las cuales deba el Ministerio
Público ejercer la competencia de supervisión que le confiere la ley
orgánica que rige sus funciones. En consecuencia, no es procedente la
designación de fiscales del Ministerio Público para que intervengan en
dicho acto judicial./Ahora bien, como quiera que informa que el inmueble
sobre el cual ha de ejecutarse la medida cautelar de secuestro se
encuentra presuntamente invadido, el Ministerio Público considera que
debe solicitarse la intervención de la Defensoría del Pueblo, para que este
órgano del Poder Ciudadano, en ejercicio de la competencia establecida
en el artículo 15, numeral 4 de la Ley Orgánica de la Defensoría del
Pueblo, ejerza labores de mediación y conciliación, como método alterno
de resolución de conflictos a fin de evitar situaciones que pongan en riesgo
la integridad de los funcionarios llamados a ejecutar la decisión judicial así
como de las partes y sus representantes judiciales./Sin otro particular, es
propicia la ocasión para manifestarle la disposición del Ministerio Público
574
en colaborar con usted, en una sana y recta administración de justicia…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:11-7
CPC art:599
LODP art:15-4

DESC ACCION PRIVADA


DESC ACCION REINVIDICATORIA
DESC BIENES INMUEBLES
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC EJECUCIÓN
DESC EMBARGO
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS
DESC USURPACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.673-674.

575
224
TDOC Memorandun
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-6-134-2004 FECHA:20040225
TITL Información relacionada con el criterio actualmente sostenido
por el Ministerio Público, en cuanto a la competencia de los
fiscales del Ministerio Público y fiscales superiores para ejercer
la acción de amparo constitucional como parte agraviada.

FRAGMENTO

“… para que un fiscal del Ministerio Público se encuentre legitimado para


ejercer una acción de amparo constitucional necesariamente debe ser
parte en un proceso judicial o administrativo y sufrir una lesión de manera
directa en su esfera jurídica de derechos constitucionales. Así por ejemplo,
cuando un fiscal del Ministerio Público con competencia en el proceso
penal, sufre un agravio producto de un acto lesivo, que afecta su derecho
constitucional al debido proceso, a la defensa, a la igualdad, a la
presunción de inocencia, imputable al juez o a las partes contra quienes
confronta en dicho proceso, ello lo legitima para solicitar el amparo
constitucional ante el tribunal competente./ Asimismo, si se trata de un
fiscal con competencia en el Sistema de Protección del Niño, el
Adolescente y la Familia, un fiscal de Derechos y Garantías
Constitucionales o un fiscal competente para actuar ante la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, serán aquellos casos que se produzcan en los
procesos judiciales o administrativos en que actúen como parte o que
lesionen sus derechos constitucionales, los que lo habilitarán para el
ejercicio de la acción. / De tal forma, que según el criterio de esta
Dirección, sostenido reiteradamente, en materia de amparo constitucional,
el fiscal del Ministerio Público competente para interponer como
accionante los recursos de amparo constitucional, tomándose en
consideración la competencia asignada, es aquel que sea lesionado en
sus derechos subjetivos e intereses, en el marco de un proceso judicial o
administrativo, según la competencia que le haya sido atribuida, que
genere violaciones a derechos constitucionales. No existe un fiscal del
Ministerio Público que tenga con carácter exclusivo la legitimación para
ejercer una acción de amparo constitucional, ello depende de la
vulneración o amenaza de violación a su derecho constitucional, que se
produzca dentro de un proceso judicial o administrativo, en el cual es parte
el representante del Ministerio Público. / Ahora bien, en lo que se refiere a
la competencia de los fiscales superiores para interponer una acción de
amparo constitucional, opera el mismo principio general, es decir, que su
legitimación se encuentra supeditada a la existencia de un acto lesivo de
un derecho constitucional, que afecte la esfera subjetiva de sus derechos,
no de los fiscales a quienes supervisa, de manera que resulte agraviado
por el hecho, acto u omisión, o que exista una amenaza de violación de
sus derechos constitucionales./ De tal forma, que es en la esfera jurídica
del fiscal superior en que se debe producir la violación constitucional, como
consecuencia de algún acto procesal, como sería el caso, por ejemplo, de
la solicitud que hiciera de una medida de protección ante un tribunal de
576
control, la cual da inicio a un trámite procesal que hace nacer derechos
constitucionales vinculados con la función jurisdiccional, como el derecho
al debido proceso y a la defensa, el derecho a la tutela judicial efectiva,
entre otros, y que le confiere a dicho funcionario la legitimación para
ejercer la acción de amparo constitucional. /A juicio de esta Dirección, el
fiscal superior del Ministerio Público no puede sustituirse en un fiscal de
proceso, o en cualquier otro fiscal adscrito, a los fines de ejercer una
acción de amparo constitucional, por cuanto son éstos últimos los
agraviados y como tales los legitimados para ejercer la acción, no el fiscal
superior, cuyas funciones están dirigidas principalmente a desempeñar
labores de coordinación entre los fiscales adscritos, y no a ejercer, en
principio, una participación activa dentro del proceso”.

DESC AMPARO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IGUALDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PRESUNCION
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.675-676.

577
225
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-127-2004 FECHA:20040225
TITL Adecuación del organigrama estructural y atribuciones
correspondientes a la Dirección en lo Constitucional y
Contencioso Administrativo, establecidas en el Reglamento
Interno.

FRAGMENTO

“…la Dirección en lo Constitucional y Contencioso Administrativo se encuentra organizada


por Salas, Constitucional y Contencioso Administrativo, las cuales no se encuentran
adaptadas a las funciones que cumple la Dirección. /… este esquema se correspondía con
las funciones que la Constitución de la República de Venezuela (1961) le atribuían al
Ministerio Público, tomando en consideración que el Despacho del Fiscal General de la
República carecía de Reglamento Interno que desarrollara las disposiciones del artículo 14
de la Ley Orgánica que rige sus funciones / La entrada en vigencia de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, con la consecuente creación de la Defensoría del
Pueblo y la modificación estructural del Tribunal Supremo de Justicia, han atribuido al
Ministerio Público nuevos cometidos que hacen inoperante la división por Sala. / …Todos
estos cambios trajeron consigo la necesidad de asumir una estructura de funcionamiento
que se ajustara más a las competencias establecidas en el novísimo Reglamento Interno.
De esta forma, la dependencia fue dividida en tres áreas de trabajo, a saber: … Área de
Dictámenes y Demandas. /… Área de Estudios y Representaciones. / … Área de
Audiencias. /Para la Dirección, ciertamente el análisis de las competencias atribuidas por el
Reglamento Interno se corresponden con la labor de apoyo jurídico en las áreas
constitucional y contencioso administrativo que se presta al Ministerio Público y con las
funciones que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela atribuye al
Ministerio Público / Sin embargo, una futura reforma del Reglamento Interno debe eliminar
el numeral 7 del artículo 8 el cual es del tenor siguiente: / 7. ‘Elaborar los proyectos de
opinión a ser presentados por los fiscales del Ministerio Público en los recursos por
inconstitucionalidad e ilegalidad, intentados por ante el Tribunal Supremo de Justicia y
demás órganos de la jurisdicción contencioso-administrativa, en los cuales sea notificado
para intervenir’. / En este sentido, la labor de elaborar proyectos de dictámenes u
opiniones, forman parte de la labor de apoyo jurídico que esta Dirección tiene asignada con
respecto al Fiscal General de la República, la cual no puede ser extendida o ampliada a los
fiscales del Ministerio Público, adscritos a la Dirección, por cuanto conforme al artículo 32
de la Ley Orgánica del Ministerio Público, son éstos los llamados a intervenir en los
procedimientos judiciales que se llevan a cabo ante la jurisdicción contencioso
administrativa. Aunado a lo anterior, el cumplimiento de tal función impediría a la Dirección
ejercer el control de gestión sobre la labor de los fiscales, ya que supondría participar
directamente en la labor propia del fiscal, con lo cual, la Dirección se involucraría en los
procesos de ellos, lo que afectaría su imparcialidad para evaluar objetivamente el trabajo
que ellos desarrollen”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:14
LOMP art:32

DESC MINISTERIO PUBLICO


DESC ORGANIGRAMA
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.676-677.
578
226
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-1-143-2004 FECHA:20040301
TITL Solicitud de recurso de interpretación artículo 266, numeral 3 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

FRAGMENTO

“…respuesta al requerimiento formulado mediante Memoradum Nº DFGR-DCJ-5-


2-1521-2003, de fecha 6 de octubre de 2003, emanado de ese Despacho, y
recibido en esta Dirección el día 9 de octubre de 2003, relativo al estudio de
factibilidad para que esta Institución presente ante la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, un recurso de interpretación en cuanto al alcance
del artículo 266, numeral 3, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela./ La anterior solicitud tiene su basamento en las interrogantes
planteadas por la Dirección de Consultoría Jurídica adscrita a este organismo,
mediante Memorándum Nº DCJ-5-2-1492-2003 del 1º de octubre de 2003, anexo
a su comunicación, en cuanto a sí resulta o no extensible el privilegio o
prerrogativa procesal del antejuicio de mérito consagrado en el artículo 200 de la
Carta Magna a favor de los diputados o diputadas integrantes de la Asamblea
Nacional a los legisladores o legisladoras regionales. /Antes de analizar la
procedencia o improcedencia del ejercicio del recurso de interpretación
constitucional, esta Dirección estima necesario revisar el cumplimiento de los
requisitos de admisibilidad de esta novísima acción, cuyo fundamento se
encuentra en el artículo 335 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, tomando en consideración que su desarrollo es eminentemente
jurisprudencial, habida cuenta que aún no se ha dictado la ley respectiva. / Como
punto de partida, advierte este Despacho que la Sala Constitucional en la
sentencia de fecha 22 de septiembre de 2000, Caso: Servio Tulio León, esbozó
los principios fundamentales del recurso de interpretación constitucional, criterios
éstos que fueron reiterados en posteriores fallos, siendo uno de ellos el dictado en
fecha 10 de mayo de 2001, caso José Román Pernía, con ponencia del
Magistrado Jesús Eduardo Cabrera, respecto a la procedencia del recurso
autónomo de interpretación constitucional. En este sentido, la Sala Constitucional
sostuvo: ‘…Surge así, una distinción que nace del propio texto constitucional y de
la intención del constituyente comprendida en la Exposición de Motivos, cual es
que existe un recurso de interpretación atinente al contenido y alcance de las
normas constitucionales, y otro relativo al contenido y alcance de los textos
legales…/…La interpretación vinculante que hace esta Sala, y que justifica la
acción autónoma de interpretación constitucional, se refiere a los siguientes casos:
/1. Al entendimiento de las normas constitucionales, cuando se alega que chocan
con los principios constitucionales…/… 2. Igual necesidad de interpretación existe,
cuando la Constitución se remite como principios que la rigen, a doctrinas en
general, sin precisar en qué consisten, o cuál sector de ellas es aplicable…/… 8.
También pueden existir normas constitucionales cuyo contenido ambiguo las haga
inoperantes, y ante tal situación, a fin que puedan aplicarse, hay que interpretarlas
en sentido congruente con la Constitución y sus principios, lo que es tarea de esta
Sala. 9.- Dada la especial situación existente en el país, producto de la labor
constituyente fundada en bases preestablecidas (bases comiciales), también
puede ser fuente de discusiones las contradicciones entre el texto constitucional y
las facultades del constituyente; y si esto fuere planteado, es la interpretación de
esta Sala, la que declarará la congruencia o no del texto con las facultades del
constituyente(…)/Respecto de la admisibilidad, serán inadmisibles los recursos de
579
interpretación que no persigan los fines antes mencionados. Asimismo, se podrá
declarar inadmisible el recurso cuando no se constate en el actor su interés
jurídico personal y directo -o actual-, toda vez que el recurso de interpretación no
es una acción popular. Tampoco se admitirá el recurso si éste no expresa con
precisión en qué consiste la oscuridad, ambigüedad o contradicción entre las
normas del texto constitucional, o en una de ellas en particular; o sobre la
naturaleza y alcance de los principios aplicables; o sobre las situaciones
contradictorias o ambiguas surgidas entre la Constitución y las normas del
régimen transitorio o del régimen constituyente./ Igualmente, será inadmisible el
recurso, cuando en sentencias de esta Sala anteriores a su interposición, se haya
resuelto el punto, sin que sea necesario modificarlo; o cuando, a juicio de la Sala,
lo que se plantea no persigue sino la solución de un conflicto concreto entre
particulares o entre éstos y órganos públicos, o entre estos últimos; o una
escondida forma destinada a lograr una opinión previa sobre la
inconstitucionalidad de una ley.’ De lo anterior, emerge uno de los presupuestos
de inadmisibilidad del recurso de interpretación constitucional solicitado por la
Dirección de la Consultoría Jurídica, como es, la existencia de un pronunciamiento
previo de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que resolvió las
dudas planteadas por la mencionada dependencia, lo que haría innecesario el
ejercicio del recurso./ En efecto, las interrogantes planteadas por la Dirección de
Consultoría Jurídica en cuanto a la prerrogativa procesal del antejuicio de mérito a
los legisladores de los Consejos Legislativos de los Estados, fueron resueltas por
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante la Sentencia N°
1636 de fecha 16 de junio de 2003, dictada con motivo del recurso de
interpretación constitucional ejercido por el ciudadano Nelson Farías Morales en
su carácter de Consultor Jurídico del Consejo Legislativo del Estado Lara, sobre el
alcance y contenido de los artículos 162 y 200 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:162
CRBV art:200
CRBV art:226-3
CRBV art:335
STSJSCO 22-09-2000
STSJSCO 10-05-2001
STSJSCO Nº 1636
16-06-2003

DESC ANTEJUICIO DE MERITO


DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC RECURSO DE INTERPRETACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.677-679.

580
227
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-178-2004 FECHA:20040315
TITL Trámites que debe ordenar un representante del Ministerio
Público cuando tiene conocimiento del delito de desacato de
amparo constitucional.

FRAGMENTO

“…Vencido el plazo establecido para el cumplimiento voluntario de la


sentencia, sin que éste se haya verificado, corresponderá al juez
constitucional, a petición de parte o de oficio, decretar la ejecución forzosa
del fallo, disponiendo todas las medidas para que la sentencia sea
plenamente acatada. / Ordenado el cumplimiento forzoso del fallo judicial y
siendo infructuosas las gestiones que debe realizar el órgano jurisdiccional
que lo dictó para lograr su cumplimiento, corresponderá al Ministerio
Público, de conformidad con lo establecido en el artículo 283 del Código
Orgánico Procesal Penal, por solicitud del propio tribunal o por denuncia
del presunto agraviado, dar inicio a la investigación penal para determinar
si se está en presencia del delito de desacato de amparo constitucional,
previsto en el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales. / (…) en criterio de esta Dirección, no existe un
catálogo o listado de actos de investigación que deben cumplir de manera
rigurosa los fiscales del Ministerio Público ya que deben tomar en cuenta la
naturaleza de la prestación ordenada en la sentencia, el plazo, el tipo de
amparo constitucional (amparo contra sentencia, amparo autónomo,
amparo cautelar, hábeas corpus), el sujeto obligado, etc. / No obstante lo
anterior, esta Dirección expone algunas ideas generales sobre el inicio de
investigación, tipos de diligencias de investigación y por último el
procedimiento a seguir. /…Especial atención se deberá prestar al momento
consumativo del tipo penal de desacato, pues será a partir de éste que
comenzará a correr la prescripción. En este sentido, se deberá atender al
tipo de orden judicial, pues el desacato se consuma desde el mismo
momento en que el sujeto, una vez notificado, hace o deja de hacer la
conducta prohibida u ordenada en la decisión judicial. Es decir, no se
consuma el delito en la fecha en que se publica la decisión ni en la fecha
en que se notifica, sino desde el momento en que el individuo incumple
con lo ordenado o prohibido en la orden judicial / Una vez determinado el
momento consumativo, comenzará a correr el lapso de la prescripción de
la acción penal, el cual, según lo dispuesto en el artículo 108 ordinal 5° del
Código Penal, será de tres años, /…Diligencias de investigación./ Por ello,
entre otros elementos de convicción, el representante del Ministerio
Público deberá recabar la copia certificada de la orden judicial
presuntamente desacatada; verificar si se requirió la ejecución voluntaria o
forzosa de la misma y recabarla; determinar si efectivamente el sujeto hizo
o dejó de hacer lo que la decisión le imponía o prohibía, e indagar las
razones; verificar el estado de la causa que originó la decisión y el estado
de la causa en el tribunal al cual se comisionó para la ejecución (de ser el
caso). Todo ello deberá requerirlo en copias certificadas por el tribunal que
581
dictó la orden o el que posea las actuaciones. Dependiendo del caso,
ordenará otras diligencias que considere pertinentes y que contribuyan a
esclarecer los hechos, por ejemplo: puede ser que el imputado alegue
fuerza mayor o caso fortuito para el momento del cumplimiento de la orden
judicial, y ello lo tendrá que descartar el Ministerio Público mediante otras
diligencias tales como, declaraciones a testigos, u otras fuentes de prueba
relacionadas con los hechos. /Procedimiento ordinario o abreviado/. Ahora
bien, una vez determinado el delito, el fiscal del Ministerio Público deberá
precisar el procedimiento a seguir, cuando se trate del delito recogido en el
artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, todo dependerá de las circunstancias del caso, es decir,
el fiscal del Ministerio Público deberá ponderar la solicitud del
procedimiento abreviado, en primer lugar, por merecer una pena no mayor
de cuatro años, y en segundo lugar, por la posibilidad de haberse iniciado
el proceso en virtud de la comisión del delito en situación de flagrancia,
todo ello según lo dispuesto en el artículo 372 del Código Orgánico
Procesal Penal / Igualmente, nada obsta para que el representante del
Ministerio Público, en supuestos de la comisión del delito tipificado en la
Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
opte por el trámite del procedimiento ordinario”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOADGC art:31
CP art:108-5
COPP art:283
COPP art:372

DESC ACCION PENAL


DESC AMPARO
DESC DESACATO
DESC EJECUCION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PRESCRIPCION
DESC REPRESENTANTES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.679-680.

582
228
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-169-2004 FECHA:20040311
TITL Ejecución de amparo constitucional ejercido por el Ministerio
Público ante el Tribunal Primero de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil, Tránsito, Trabajo y Menores de la
Circunscripción Judicial del Estado Delta Amacuro en
protección de los derechos de 250 ciudadanos indígenas de la
etnia Warao, albergados en la casa Yakariyene bajo condiciones
sanitarias de insalubridad, promiscuidad y alcoholismo.

FRAGMENTO

“… es necesario señalar que la ejecución de las sentencias de amparo


constitucional, se rige por lo establecido en los artículos 523 y siguientes
del Código de Procedimiento Civil, por mandato expreso del artículo 48 de
la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales /
Igualmente, en el supuesto que se verifique, por parte del tribunal ejecutor
la contumacia del obligado a cumplir con la acción de amparo
constitucional, es que, en criterio de este Despacho, puede darse inicio a
la acción penal por el delito de desacato, previsto y sancionado en el
artículo 31 de la ley especial que rige la materia, toda vez que conforme a
lo previsto en los artículos 253 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y 11 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, es a
los tribunales de la República a quienes corresponde la ejecución
voluntaria o forzosa de sus decisiones. /En este orden de ideas, observa
este Despacho que la fecha de inicio de la investigación penal por el delito
de desacato de amparo constitucional, es anterior a la fecha en que el
tribunal de la causa acordó la ejecución forzosa de mandamiento de
amparo y ordenó una inspección judicial en la Casa Yakariyene, sin que se
disponga de información sobre el estado actual de dicha ejecución. En
opinión de la Dirección en lo Constitucional y Contencioso Administrativo,
lo procedente y ajustado a derecho, es haber hecho la solicitud, anterior y
oportunamente ante el juez de la causa, para que procediese la ejecución
voluntaria o forzosa del fallo, tomando en consideración que el accionante
del amparo fue el Ministerio Público / En otras palabras, para esta
Dirección, el momento de consumación del delito de desacato de amparo
constitucional, ocurre cuando el tribunal de la causa, deja constancia
expresa de la negativa por parte del obligado a cumplir con el mandato. /
Por tanto, la culminación de la investigación penal que actualmente
desarrolla la Fiscalía Segunda del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Delta Amacuro, mediante la presentación del acto
conclusivo correspondiente, estará sometida a los resultados de la
ejecución forzosa del fallo judicial obtenido por el Ministerio Público a favor
de la etnia Warao”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:253

583
CPC art:523
LOADGC art:48
LOADGC art:48
LOPJ art:11

DESC AMPARO
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC DESACATO
DESC EJECUCION
DESC ESTADO DELTA AMACURO
DESC INDÍGENAS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.680-681.

584
229
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D192-2004 FECHA:20040319
TITL Seguridad social. Contingencia por Paro Forzoso.

FRAGMENTO

“…en la cual solicita opinión con relación a la posición que debería asumir
el Ministerio Público, en relación con el descuento que se continúa
efectuando a los trabajadores por concepto de Paro Forzoso y el aporte
patronal que realiza la Institución. / Al respecto, esta Dirección (…) emite
su criterio sobre lo planteado, en los siguientes términos: / El núcleo
central de la problemática planteada, está referido a la vigencia de los
instrumentos legales que rigen la contribución parafiscal del Seguro de
Paro Forzoso, toda vez que la denuncia de las empresas que motivó la
acción de amparo constitucional estaba referida a que el Instituto
Venezolano de Seguros Sociales está pretendiendo el cobro de tributos sin
base legal alguna, infringiendo el artículo 317 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, así como el artículo 115 eiusdem. /
Las normas constitucionales señalan dos principios fundamentales de
nuestra Carta Magna como son el principio de legalidad tributaria (artículo
317 constitucional) según el cual no puede cobrarse o pretender el cobro
de cualquier tributo que no se encuentre consagrado legalmente y el
principio del respeto al derecho de propiedad de los ciudadanos (artículo
115 constitucional), según el cual, las contribuciones, restricciones y
obligaciones que puedan imponerse a la propiedad, deben siempre estar
fundamentadas en una ley. / En el caso concreto, se trata de examinar si
efectivamente la contribución parafiscal del Seguro de Paro Forzoso, tiene
basamento legal, luego de entrada en vigencia de la novísima Ley
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, publicada en Gaceta Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela N° 37.600 del 30-12-2002. / Luego
del análisis de las disposiciones legales que rigen la materia, esta
Dirección advierte que la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social,
establece en su artículo 138: / ‘Derogatoria del Decreto con Rango y
Fuerza de Ley que regula el Subsistema de Paro Forzoso y Capacitación
Laboral / Artículo 138. Se deroga el Decreto con Rango y Fuerza de Ley
que regula el Subsistema de Paro Forzoso y Capacitación Laboral,
publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela N° 5.392,
Extraordinario, de fecha 22 de octubre de 1999.’ / La anterior disposición
legislativa, efectivamente deroga la base legal del cobro de la contribución
parafiscal del Seguro de Paro Forzoso, el cual tuvo inicialmente, una
regulación de rango sublegal, a través de Decretos dictados por el Poder
Ejecutivo Nacional desde el año 1985, alcanzando por primera vez su
consagración legal, en el Decreto con Rango y Fuerza de Ley N° 2963 de
fecha 21 de octubre de 1998, que reguló el Subsistema de Paro Forzoso y
de Capacitación Profesional, publicado en la Gaceta Oficial N° 36.373 de
fecha 5 de noviembre de 1998, el cual fue derogado y sustituido por el
Decreto con Rango y Fuerza de Ley N° 366 de fecha 5 de octubre de
1999, publicado en la Gaceta Oficial N° 5.392 Extraordinario del 22 de
585
octubre de 1999, instrumento jurídico derogado por el artículo 138 antes
citado. / Igualmente, advierte la Dirección que la Ley Orgánica del Sistema
de Seguridad Social, sustituye el régimen del paro forzoso por el régimen
prestacional de empleo, cuya finalidad es la de asegurar una atención
integral al trabajador, cuando ha perdido su empleo por causas no
imputables a él o se encuentra en situación de desempleo. / (…) El
régimen prestacional de empleo, como sustitutivo del seguro de paro
forzoso, comporta necesariamente unas indemnizaciones y contribuciones
parafiscales, cuya base legal, debe ser desarrollada por la Ley Orgánica
del Sistema de Seguridad Social y por la Ley del Régimen Prestacional de
Empleo, que hasta la fecha no ha sido promulgada. / En este orden de
ideas, es necesario recalcar que la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad
Social no contempla las tasas de cotización para los patronos y empleados
y menos aún la base imponible para el cálculo de las contribuciones a este
régimen especial, por cuanto los mismos son delegados a la ley especial
que ha de regir este régimen especial. / De allí que para el Ministerio
Público, en la actualidad las contribuciones, tanto de los trabajadores como
de los patronos, al régimen destinado a enfrentar las contingencias de la
pérdida de empleo, carecen de base legal, por tanto su exigibilidad,
vulnera el principio de legalidad tributaria, establecido en el artículo 317 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / La opinión ante
sustentada ha sido compartida por los Tribunales de la Jurisdicción
Contencioso Tributaria, vale citar entre otras decisiones, la dictada por el
Tribunal Superior Séptimo de lo Contencioso Tributario del Área
Metropolitana de Caracas (caso Sincrudos de Oriente, C.A.), la dictada por
el Tribunal Superior Quinto de lo Contencioso Administrativo del Área
Metropolitana de Caracas (caso OTEPI Consultores, C.A.), con ocasión a
acciones de amparo constitucional ejercidas por el cobro del seguro de
paro forzoso. / 3.- Alternativas que podría asumir el Ministerio Público / (…)
esta Dirección considera las siguientes opciones: / a) Solicitud de
extensión de efectos de decisión de amparo constitucional / En principio, la
sentencia que declara con lugar una acción de amparo constitucional sólo
tiene efectos inter partes, esto es entre el presunto agraviante y el
presunto agraviado. / Sin embargo, la jurisprudencia ha admitido la
posibilidad de la aplicación de los efectos de una decisión de amparo
constitucional, sobre sujetos distintos a la relación procesal planteada
originariamente, exigiendo como condición que se encuentren en idéntica
situación jurídica. Así, en la decisión de fechas 17-12-2001 (caso Haydee
Margarita Parra), ratificada por la sentencia de fecha 24-2-2003 (caso
Domitila Isabel Mújica), la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, (lo) afirmó (...) / Recientemente, en decisión de fecha 1-12-2003
(caso Bingo Fortuna, Bingo Star Queen y otros), la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, declaró la procedencia de la declaratoria con
lugar de la extensión de efectos de amparos constitucionales a sujetos
distintos de los que inicialmente intervinieron en el proceso judicial (...) / En
el caso concreto, el Ministerio Público, en la persona del Fiscal General de
la República podría solicitar al Tribunal Superior Noveno en lo Contencioso
Tributario, la aplicación de los efectos extensivos de la sentencia dictada
en fecha 17 de noviembre de 2003 (Exp.2115), en la acción de amparo
constitucional ejercida, por el contribuyente SPE PRODUCCIONES, C.A.
contra el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, en la que se
ordenó al referido Instituto Autónomo, abstenerse de liquidar o cobrar en lo
sucesivo la contribución parafiscal por concepto de la contingencia del

586
Seguro de Paro Forzoso. / Más recientemente, en decisión que fuera
notificada al Ministerio Público el pasado 19 de marzo de 2004, el Tribunal
Superior Sexto de lo Contencioso Tributario de la Región Capital dictó en
fecha 16 de enero de 2004, sentencia mediante la cual declaró con lugar la
acción de amparo constitucional incoada por la Sociedad Mercantil
MARAMBIO GONZÁLEZ & ASOCIADOS contra el Instituto Venezolano de
los Seguros Sociales (Expediente 2.299) / La similitud de la situación
jurídica que haría procedente dicha solicitud, estaría constituida por la
inexistencia de base legal del tributo, en los términos expuestos en el
presente escrito, que harían improcedente la emisión de la facturación
respectiva por este concepto y por tanto inexigible la cancelación de la
obligación tributaria al Ministerio Público, así como la identidad del
presunto agraviante, esto es, el Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales. /Esta solicitud debe hacerse, mediante escrito fundamentado el
cual debe presentarse ante el Tribunal que dictó la sentencia cuyos efectos
extensivos se solicitan. / b) Interposición de recurso contencioso
administrativo de nulidad / En segundo lugar, y aun cuando la contribución
parafiscal, efectivamente carece, en criterio de la Dirección, de base legal,
el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, ha venido oponiendo
como defensa en los procesos judiciales de amparo constitucional el
Decreto Nº 2870 de fecha 25 de marzo de 1993, publicado en la Gaceta
Oficial Nº 35.183, que estableció el Reglamento del Seguro Social a la
Contingencia del Paro Forzoso, el cual, de acuerdo con el criterio del
mencionado instituto autónomo, continúa vigente ya que considera que ni
el Decreto con Rango y Fuerza de Ley que Regula el Subsistema de Paro
Forzoso y Capacitación Laboral, publicado en la Gaceta Oficial de la
República de Venezuela Nº 5.392 Extraordinario, de fecha 22 de octubre
de 1999 ni la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social (vigente
actualmente), publicada en Gaceta Oficial Nº 37.600 de fecha 30 de
diciembre de 2002, lo derogaron expresamente. / En este orden de ideas,
esta Dirección considera que el Fiscal General de la República en ejercicio
de la competencia que le asigna el artículo 21, numeral 7, de la Ley
Orgánica del Ministerio Público en concordancia con el artículo 112 de la
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, puede solicitar la nulidad
del citado Reglamento por establecer el cobro de una contribución
parafiscal sin que exista ley que la establezca. / c) Ejercicio de una acción
de amparo constitucional / Por último, el ciudadano Fiscal General de la
República, con base en los artículos 1, 2 y 5 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales podría ejercer una
acción de amparo constitucional contra el Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales para que se ordene a éste, abstenerse de emitir
facturaciones por concepto de Seguro de Paro Forzoso y abstenerse de
efectuar acciones de cobro de dicha contribución. / La base constitucional
de la mencionada acción sería la amenaza de violación de los derechos
constitucionales, establecidos en los artículos 115 y 317 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, relativos al derecho de
propiedad y a la violación del principio de legalidad presupuestaria”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:115
CRBV art:317
LOADGC art:1
LOADGC art:2

587
LOADGC art:5
LOMP art:21-7
LOSSS art:138
LOCSJ art:112
STSJSCO 17-12-2001
STSJSCO 24-02-2003
STSJSCO 01-12-2003
STSSCTRC 16-01-2004

DESC AMPARO
DESC INSTITUTO VENEZOLANO DE LOS SEGUROS SOCIALES
DESC LEGALIDAD
DESC NULIDAD
DESC PROPIEDAD
DESC SEGURIDAD SOCIAL
DESC SEGURO DE PARO FORZOSO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.681-684.

588
230
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-217-2004 FECHA:20040331
TITL Juicio de divorcio en el cual el juez de la causa, habiendo
declarado sin lugar la demanda incoada, en ejercicio del poder
discrecional que ostenta, declaró la disolución del vínculo
matrimonial.

FRAGMENTO

“…El caso planteado está referido a las posibilidades de impugnación de


una decisión judicial que, habiendo declarado con lugar una apelación y
como consecuencia de ello, la declaratoria sin lugar de una demanda de
divorcio, de oficio disolvió el vínculo matrimonial, lo cual, según lo expuesto
en su comunicación, podría considerarse como una infracción del orden
público que legitima al Ministerio Público para accionar en contra de
ella./…advierte esta Dirección que desde el punto de vista procesal, no
existe infracciones al orden público, habida cuenta que se notificó al
Ministerio Público para su intervención en la causa, cumpliendo así con el
requisito previsto en la ley adjetiva civil. / …es necesario precisar que las
únicas personas dotadas de legitimidad para la interposición de las
acciones correspondientes, dentro de los lapsos dispuestos por la ley,
contra la referida sentencia son los cónyuges, que actuaron como
demandante y demandado en el referido juicio, por cuanto detenta un
interés personal, legitimo y concreto en las resultas del proceso de
disolución del nexo matrimonial por ellos incoado. / … Del análisis de la
decisión proferida por la Corte Superior, como tribunal de alzada, se
detectó que, aun cuando declaró con lugar la apelación de uno de los
cónyuges y como consecuencia de ello, se revocó la decisión del tribunal
de primera instancia que había declarado con lugar la demanda y disuelto
el vínculo por la causal de abandono voluntario (artículo 185, ordinal 2° del
Código Civil), contradictoriamente y con base a un pronunciamiento de la
Sala de Casación Social, disuelve, de oficio el matrimonio, creando una
causal de divorcio no prevista en la ley. / La sentencia incurre en el vicio de
usurpación de funciones, por cuanto sólo a la Asamblea Nacional
corresponde legislar en materia civil, a tenor de lo dispuesto en los
artículos 156, numeral 32 y 181, numeral 1 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. / Tal y como lo ha venido sosteniendo
esta Dirección, no corresponde al Ministerio Público ejercer la acción de
amparo constitucional contra esa decisión, por cuanto la misma no recae
sobre la esfera jurídica subjetiva de la Institución y menos aún afecta a
algún representante del Ministerio Público. Por tanto, con base en lo
establecido en el artículo 191 del Código Civil, corresponde de manera
exclusiva a los cónyuges todo lo relativo a la acción de divorcio y de
separación de cuerpos / En lo atinente a las posibilidades de impugnación
del fallo judicial objeto de consulta, éstas dependerán de varios factores,
entre otros, tipo de vicio, lapso de impugnación, legitimación, etc”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


589
CRBV art:156-32
CRBV art:181-1
CC art:185-2
CC art:191

DESC AMPARO
DESC CONYUGES
DESC DIVORCIO
DESC JUECES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.684-685.

590
231
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-10-330- FECHA:20040524
2004
TITL Observaciones al Proyecto de Reforma de la Ley Orgánica
Sobre la Justicia de Paz.

FRAGMENTO

“…El Proyecto enviado por la Dirección General de Actuación Procesal, es


autoría de una organización denominada ‘Asociación Civil Consorcio
Justicia’, Organización No Gubernamental que no integra el Poder Público,
razón por la cual, el material enviado para su análisis, no puede ser
considerado como proyecto de ley, toda vez que aún no se le ha dado el
trámite ante el Poder Legislativo./… no corresponde al Ministerio Público
emitir opinión sobre proyectos de leyes, elaborados por organizaciones
que no conforman el Poder Público y que aun no hayan sido sometidos a
la consideración de la Asamblea Nacional, como ocurre en el presente
caso / No obstante lo anterior, (…) se presentan algunas consideraciones
de carácter general (…) a saber:/ (…) En cuanto a los límites de la Justicia
de Paz, es necesario afirmar que no le corresponde resolver conflictos en
donde este presente el interés público, sino controversias provenientes de
la vida vecinal (ruidos molestos, arrojo de basura, mascotas, etc.) o entre
la comunidad y el ente local, es decir, situaciones cotidianas de la
colectividad, no tipificadas o consideradas delitos, faltas o infracciones en
los instrumentos legales vigentes, que deben resolverse aplicando los
métodos alternativos de resolución de conflictos, a fin de tener la
oportunidad de encontrar una solución consensual, extrajudicial y
participativa entre las partes./ (…) El interés público obra como un limitante
para aplicar los métodos alternativos de resolución de controversias, pues,
le impone a las partes en conflicto el considerar que las potestades
encomendadas a la Administración tienen su razón de ser en la necesidad
de satisfacer el interés colectivo, el cual no puede ser soslayado por las
partes en la resolución de sus conflictos. / De allí que, en todas aquellas
asuntos en los que esté involucrado el interés colectivo, como concepto
superior que prevalece sobre el interés individual del particular y el de la
propia Administración, no será posible hacer uso de estos mecanismos de
auto composición procesal (métodos extrajudiciales). En éstos casos, se
admite que la Administración está obligada a velar por la satisfacción de
ese interés general, careciendo la entidad local, por tanto, de toda
capacidad negociadora-intermediaria en aquellas materias y/o áreas en las
que dicho interés está presente, teniendo todo ello su fundamento en el
principio de la legalidad, sin descartar, además, las potestades
constitucionales y legales otorgadas al Poder Judicial. / Efectuadas las
precedentes consideraciones, pasamos a realizar las observaciones al
Papel de trabajo sobre la Reforma de la Ley Orgánica sobre la Justicia de
Paz. Para tal fin, se ha escogido como metodología, exponer las normas
que en criterio de la Dirección, merecen algún tipo de observación o
recomendación: Artículo 3 ‘Los Jueces o Juezas de Paz procuran la
591
solución de conflictos y controversias por medio de la conciliación. Cuando
ello no fuera posible, dichos conflictos y controversias se resolverán con
arreglo a la equidad, salvo en casos de orden público. Los Jueces de Paz
también resolverán conforme a la equidad cuando así lo soliciten
expresamente las partes. Los Jueces y Juezas de Paz están facultados
para proponer alternativas de solución de conflictos a las partes a fin de
facilitar la conciliación, así como el uso de otros métodos alternos. Los
Juzgados de Paz dedican el tiempo necesario para el desempeño de su
cargo’./ Comentario y sugerencias: … Se recomienda cambiar la redacción
de mencionado artículo, eliminando la siguiente mención ‘Los Jueces de
Paz también resolverán conforme a la equidad cuando así lo soliciten
expresamente las partes’, (…) ‘Artículo 8. Para ser Juez o Conjuez de Paz
se requiere: 1. Ser venezolano o venezolana 2. Mayor de Veinticinco (25)
años. 3. Saber leer y escribir. 4. De profesión u oficio conocido. 5. Tener,
para el momento de la elección, tres (3) años por lo menos de residencia
en la circunscripción intramunicipal donde ejercerá sus funciones. 6. No
haber sido objeto de condena penal mediante sentencia definitivamente
firme, ni de declaratoria de responsabilidad administrativa o disciplinaria. 7.
No estar sujeto a interdicción o inhabilitación civil o política. 8. No ser
miembro de la directiva de alguna de las agrupaciones con capacidad para
postular para el momento de la postulación. 9. No pertenecer a la directiva
de partidos políticos al momento de la postulación ni durante el
desempeño de su función como Juez o Jueza de Paz o Conjuez. 10.
Haber realizado el Programa Especial de Adiestramiento de Jueces de
Paz. 11. El Juez o Jueza de Paz debe ser una persona de reconocida en
su ámbito familiar y local, así como de comprobada sensatez, capacidad
para el dialogo y respetuoso por la condición humana de sus semejantes’.
Comentarios y Sugerencias: 1. Un juez de paz, es ante todo un árbitro que
ha de resolver conflictos entre miembros de su comunidad, utilizando la
mediación, la conciliación y el arbitraje. Por tanto, debe estar dotado de
ciertas herramientas de interpretación de la ley y de la voluntad de las
partes en conflicto. Por tanto, se recomienda que uno de los requisitos,
aun cuando no excluyente, sea que el Juez o la Jueza de Paz sea un
profesional con título universitario. (…) ‘Artículo 15. Los Jueces de Paz son
competentes para conocer por vía de equidad: 1. Todos aquellos conflictos
y controversias que deriven de la vida en comunidad y vecinal. En los
casos de contenido patrimonial, sólo conocerán de aquellos cuya cuantía
no exceda de diez (10) salarios mínimos mensuales. 2. Los conflictos y
controversias propios de la vida en familia, inclusive aquellos en los cuales
se presente violencia o maltrato, exceptuando lo referido al estado y
capacidad de las personas. 3. Los conflictos y controversias no
patrimoniales, relativos a la convivencia entre vecinos, en materia de
arrendamiento y propiedad horizontal, salvo aquellos asignados
autoridades administrativas. 4. Los conflictos y controversias entre vecinos
derivados de la aplicación de Ordenanzas Municipales relativas a la
convivencia vecinal y familiar, con excepción de la materia urbanística. 5.
La protección y preservación de los derechos del niño y del adolescente,
de la mujer y de la familia, del medio ambiente y de los derechos humanos,
en el marco de la normativa legal correspondiente. 6. Control y
fiscalización de la comercialización y mercadeo de los bienes de consumo
en el ámbito local. 7 Aquellos conflictos y controversias que las partes le
hayan confiado para decidir con arreglo al procedimiento de equidad. 8. En
materia de faltas menores previa delegación expresa del Tribunal Supremo

592
de Justicia’. Comentarios y Sugerencias: Las materias contenidas en los
numerales 2 y 5 del artículo 15, constituyen asuntos de orden público que
exceden de la competencia que pudiera tener atribuida un juez de paz,
toda vez que el interés del Estado y del colectivo, se encuentran presente
en dichos asuntos. En el caso de la violencia intrafamiliar, se genera
incluso responsabilidad penal, tal y como lo señala la Ley sobre Violencia
contra la Mujer y la Familia. En materia de protección de menores, niños,
medio ambiente y derechos humanos, existe tribunales y fiscales con
competencia en dichas áreas, motivo por el cual, no puede un juez de paz,
entrar a conocer de casos vinculados con estos aspectos. De allí que se
recomienda cambiar la redacción del mencionado artículo, en lo
concerniente a la protección y preservación de los derechos del niño y del
adolescente, de la mujer y de la familia, del medio ambiente y de los
derechos humanos, disponiendo que el Juez de Paz en caso de tener
conocimiento de un hecho que los infrinja, los remita a la jurisdicción
competente./ ‘Artículo 16.Los Jueces o Juezas no podrán decidir por vía de
equidad aquellos conflictos o controversias sobre hechos de orden público
o asignados a otra jurisdicción especial, por lo que deberán remitir sus
actuaciones a la autoridad competente. Los Jueces de Paz tienen
prohibido conciliar y fallar asuntos relativos al vínculo matrimonial, nulidad
y anulabilidad de actos jurídicos o contratos, declaratoria de herederos,
derechos sucesorios, testamentos, derechos constitucionales y aquellos
que expresamente señala la ley, salvo el reconocimiento voluntario de
hijos extramatrimoniales. No tendrán competencia para conocer de las
acciones constitucionales y contencioso – administrativo’./ Comentarios y
Sugerencias: Se recomienda eliminar de este artículo, lo relativo al
reconocimiento voluntario de hijos extramatrimoniales, primordialmente
porque el estado y la capacidad de las personas se encuentran excluidos
del ámbito de actuación de los jueces de paz, tomando en consideración
que es materia de orden público. Además, tal mención colide con los
dispuesto en el artículo 63, numeral 5 y el artículo 66 de la Ley de Registro
Público y de Notariado que establecen lo tocante con las funciones del
Registro Civil, así como cuáles son los órganos encargados de informar al
Registro Civil todo aquel hecho que afecte el estado civil de las personas,
por tanto, se concluye que la presente norma del proyecto bajo estudio
estaría viciada de ilegalidad. Artículo 20. ‘Los Jueces y Juezas de Paz,
cuyo juzgado se encuentra a más de diez kilómetros de distancia de una
Notaria Pública, tienen las siguientes funciones notariales: 1- Títulos
Supletorios y registros de bienhechurias.- Llevar un registro en el que
anota, mediante acta la fecha de presentación de la minuta, el nombre,
apellido, estado civil, nacionalidad, ocupación, domicilio y documentos de
identidad de los otorgantes y de sus cónyuges, la naturaleza del acto o
contrato, el derecho o cosa a que se refiere, su valor si se lo anuncian, el
monto de los impuestos pagados y derechos cobrados, acotándose fecha
y numero de los recibos correspondientes. Anota asimismo su apreciación
sobre la capacidad de los otorgantes. El Acta es firmada por el juez, los
otorgantes y dos testigos mayores de edad y vecinos del lugar. Las actas
se extienden en estricto orden cronológico, una a continuación de otra sin
dejar espacios libres. Asentada y firmada el acta el juez devuelve la
escritura a los interesados, dejando constancia del folio y libro así como la
fecha de inscripción en su registro. 2- Protestos.- Efectuar el protesto de
letras de cambio y demás documentos susceptibles de esta diligencia con
las formalidades establecidas en la ley de la materia. De la diligencia se

593
asienta un acta en el registro al que se refiere el inciso anterior, en estricto
orden cronológico. El juez imprime el sello ‘protesto’ o dicha palabra en
cualquier otra forma, en el documento objeto de la diligencia. 3
Legalizaciones.- Legalizar las firmas de un documento cuando el otorgante
lo solicite y se halla en su presencia. Asentar el acta respectiva en libro
referido en los incisos anteriores y poner la constancia en el documento
firmado. Los Jueces y Juezas de Paz podrán cobrar una tarifa básica por
las funciones notariales, la cual será utilizada en el mantenimiento del
Juzgado de Paz. La tarifa a cobrar por funciones notariales deberá ser
menor en por lo menos un cincuenta por ciento (50%) de las tarifas por
servicios similares prestados por la notaria más cercana’. Comentarios y
Sugerencias: La norma del Proyecto atribuye a los jueces de paz,
competencias notariales y registrales, lo cual, en opinión de esta Dirección,
excede las facultades de dichos funcionarios, ya que la función de Notarios
y Registradores es dotar de fe pública los actos que presencien, cualidad
que no puede ser atribuida a quien no se le exige formación jurídica
profesional como se pretende en los requisitos para ser juez de paz. (…)
por lo cual, la norma del proyecto aquí analizado, contraría el artículo 74
numerales 1 y 4, del Decreto Ley del Registro Público y del Notariado, los
cuales disponen las competencias de los Notarios dentro del ámbito de su
jurisdicción; así como el artículo 79 eiusdem, el cual define que se
entiende por documento notarial. Por otra parte, El Decreto sobre
Organización de la Administración Central, asigna competencia en materia
registral y notarial al Ministerio del Interior y Justicia, competencia que se
vería alterada o sería de imposible ejercicio, ya que los jueces de paz, son
supervisados por el Tribunal Supremo de Justicia en cooperación con los
municipios, conforme a lo establecido en el proyecto, por tanto, se sugiere
suprimir las competencias notariales y registrales del proyecto./ ‘Artículo
55. En caso de incumplimiento de las disposiciones del artículo anterior, el
Juez o Jueza de Paz podrá conmutar cada día de trabajo comunitario por
un día de arresto. Asimismo, el Juez o Jueza de Paz, podrá imponer en
aquellos casos donde la gravedad así lo amerite de uno (1) a siete (7) días
de arresto preventivo. Los cuerpos policiales serán los responsables de
coadyuvar al cumplimiento a las medidas adoptadas por los Jueces y
Juezas de Paz’./ Comentarios y Sugerencias: La norma proyectada
establece para los jueces de paz, una facultad sancionatoria que la Ley
Orgánica del Poder Judicial atribuye a los jueces profesionales para
mantener el orden y la compostura de la sede del tribunal. De lo anterior, el
proyecto vulnera el principio de legalidad de las sanciones ya que no
define con claridad cuales son las situaciones concretas que ameritarían la
imposición de esta sanción. Además, en criterio de la Dirección, el plazo
de privación de libertad, excede del límite constitucional previsto en el
artículo 44 de la Carta Magna, por lo que se sugiere suprimir la norma del
proyecto”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44
PRLOJP art:3
PRLOJP art:8
PRLOJP art:15
PRLOJP art:15-2
PRLOJP art:15-5
PRLOJP art:16

594
PRLOJP art:55
LRP art:63-5
LRP art:66
PRLOJP art:20
LRPN art:74-1
LRPN art:74-4
LRPN art:79

DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA


DESC CONCILIACION
DESC JUECES
DESC JUSTICIA DE PAZ
DESC LEYES
DESC ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.685-689.

595
232
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-299-2004 FECHA:20040512
TITL Ejecución de sentencia.

FRAGMENTO

“acusar recibo a su Memorando Nº DD-04-225 de fecha 26 de febrero de


2004, mediante el cual remite informe del Fiscal Vigésimo Sexto del
Ministerio Público a nivel nacional con competencia plena, Dr. (…),
señalando que fue atendida en audiencia, por esa fiscalía, la ciudadana
Elsa Samper Molinares (.../...) / De acuerdo con la denuncia, (...) en fecha
20 de mayo de 2002 el Tribunal Primero de Juicio del Circuito Judicial
Penal del Estado Bolívar, dictó sentencia contra (...) Jaime Samper
Molinares quien fue condenado a cinco (5) años de prisión, por estar
implicado en el delito de tráfico de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas. / (...) el 14 de agosto de 2002 el Tribunal Primero de
Ejecución de Sentencia del Circuito Judicial Penal del Estado Bolívar,
extensión Ciudad Bolívar, se abstuvo de cumplir con el dispositivo de la
sentencia del 20 de mayo de 2002, fundamentándose en que el citado fallo
fue apelado por un grupo de los acusados, y por cuanto se presume que la
totalidad de los condenados se encuentran en una misma situación
jurídica, la ejecución de la misma debe ser suspendida. / En razón de ello,
(...) el ciudadano Jaime José Samper Molinares ejerció acción de amparo
constitucional contra la decisión del Tribunal Primero de Ejecución ‘…por la
violación inminente del debido proceso…’, la cual fue declarada sin lugar,
por la Corte de Apelaciones de ese Circuito Judicial Penal, y según la
denunciante, ese tribunal de alzada, no envió a consulta ante el Tribunal
Supremo de Justicia la sentencia de amparo constitucional. / Es por ello
que la peticionaria solicita que: ‘En tal sentido solicito a esta Fiscalía como
garante de todos los derechos y principios constitucionales, investigue y
realice todas las diligencias necesarias para hacer efectivo el derecho que
le asiste y le sea decretada y sustanciada conforme a derecho la ejecución
de la sentencia…’. (...) / Es oportuno señalar que el procedimiento del
allanamiento es un acto investigativo propio de los procesos judiciales
penales, el cual se lleva a cabo en la fase preliminar del proceso, previo el
cumplimiento de los requisitos que taxativamente estipula el artículo 210
del Código Orgánico Procesal Penal, acto que va dirigido a la obtención de
elementos de convicción tendentes a la comprobación de la comisión de
un hecho punible. / En tal sentido, la Sala de Casación Penal del Máximo
Tribunal de la República, en Sentencia Nº 122 de fecha 8 de abril de 2003
señaló lo siguiente: ‘La Institución del allanamiento de morada, si bien
inserta dentro de las actuaciones propias de la etapa preparatoria del
proceso, no se corresponde con los actos de mero impulso procesal sino
con los de investigación propiamente dicha. Vale decir, los orientados al
descubrimiento de los hechos delictivos y a la participación de las
personas que hayan intervenido en su ejecución con el carácter de autores
o partícipes. (…). De allí surge el requerimiento legal de que, en el
allanamiento, la persona objeto del mismo sea provista de la asistencia de
596
abogado. Así lo reconoce expresamente el artículo 210 del Código
Orgánico Procesal Penal al admitir en el acto la presencia del imputado y
su defensor.’/ El procedimiento del allanamiento además está sujeto a la
observancia de preceptos y garantías constitucionales tales como, la
inviolabilidad del hogar doméstico, el derecho a la defensa y al debido
proceso e incluso, su incumplimiento puede llegar a constituir el delito
previsto en el artículo 184 del Código Penal. / Los artículos 47 y 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, consagran la
protección del hogar domestico, el debido proceso y el derecho a la
defensa(.../...) / El Código Penal, en el titulo relativo a los delitos contra la
inviolabilidad del domicilio, dispone: ‘Artículo 184. Cualquiera que,
arbitraria, clandestina o fraudulentamente, se introduzca o instale en
domicilio ajeno, o en sus dependencias, contra la voluntad de quien tiene
derecho a ocuparlo, será castigado con prisión de quince días a quince
meses. Si el delito se ha cometido de noche o con violencia a las
personas, o con armas, o con el concurso de varios individuos, la prisión
será de seis a treinta meses. El enjuiciamiento no se hará lugar sino por
acusación de la parte agraviada.’ (...) De acuerdo con la Sala de Casación
Penal del Tribunal Supremo de Justicia, si no se verifican las previsiones
legales señaladas, el allanamiento de morada se presentaría arbitrario e
ilegal y, en consecuencia, viciado de nulidad, de acuerdo con lo dispuesto
en el artículo 191 del Código Orgánico Procesal Penal. (...) / En el caso
bajo análisis, el Fiscal 1° del Ministerio Público del Primer Circuito del
Estado Bolívar, en su informe señaló que el argumento del tribunal ejecutor
para suspender la ejecución de la sentencia condenatoria, se sustenta en
la existencia de una apelación interpuesta por una parte de los acusados,
basándose en la presunta violación al debido proceso al momento de
practicarse el allanamiento, procedimiento en el que se detuvo al
ciudadano Jaime José Samper Molinares. (.../...) El Código Orgánico
Procesal Penal consagra el efecto extensivo y suspensivo, que produce la
impugnación de una sentencia por parte de uno o varios de los acusados,
respecto al resto de los culpados que no ejerzan el recurso. (…) De lo
antes expuesto, y en relación con el caso concreto, se observa que la
decisión del Tribunal Primero de Ejecución de Sentencia del Circuito
Judicial Penal, extensión Ciudad Bolívar, que acuerda suspender la
ejecución de la sentencia emitida por el Tribunal Primero de Juicio de ese
Circuito Judicial, se fundamenta en que una parte de los acusados ejerció
apelación contra la sentencia condenatoria, basándose en el hecho que
hubo una presunta violación al debido proceso en el procedimiento del
allanamiento, impugnación que conforme lo disponen los artículos
trascritos supra, produce un efecto extensivo y suspensivo para el resto
de los acusados, cuando uno de ellos, en interés propio interpone
apelación; toda vez, que se presume que en el procedimiento del
allanamiento se encontraban todos los imputados, hecho que hace
presuponer que todos ellos se encuentran en una situación semejante y le
son aplicables motivos análogos. / No obstante, la anterior apreciación no
supone un pronunciamiento de fondo, habida cuenta que no se dispone del
texto de la sentencia condenatoria, ni tampoco de las actas del debate
para determinar si ciertamente el resultado de la apelación, tiene una
incidencia directa en la situación del ciudadano Jaime Samper Molinares.
A pesar de ello, la circunstancia de modo, lugar y tiempo en que tuvo lugar
la aprehensión del prenombrado ciudadano, parece indicar que el
resultado de la apelación, ciertamente se haría extensivo a su situación

597
jurídica. (.../...) De ser cierta la denuncia, acerca de la omisión en que
habría incurrido la Corte de Apelaciones del Estado Bolívar, en remitir
dentro del lapso establecido para la consulta de ley, la sentencia que
declaró sin lugar el amparo constitucional propuesto por el ciudadano
Jaime Samper Molinares, estaría infringiendo normas de orden público y
además estaría incurriendo en una violación al debido proceso del
condenado, lo que haría procedente una intervención del Ministerio
Público, conforme a lo previsto en el artículo 285, numerales 1 y 2 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia
con lo establecido en los artículos 11, numerales 1 y 2; 34, numerales 16 y
20, de la Ley Orgánica del Ministerio Público. En razón de lo anteriormente
expuesto, y por cuanto este Despacho no tiene adscritos fiscales con
competencia en materia de Derechos y Garantías Constitucionales en esa
región del país, que puedan solicitar a la Corte de Apelaciones la remisión
del expediente a la Sala Constitucional y por cuanto el restablecimiento de
derechos constitucionales es una atribuciones común a todos los
representantes del Ministerio Público, esta Dirección recomienda que se
requiera la colaboración del Fiscal Superior del Estado Bolívar, para que
designe un fiscal, que inste a la Corte de Apelaciones de ese Circuito
Judicial Penal a remitir el expediente a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia para que éste a través de la consulta obligatoria,
efectúe la revisión del fallo”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:47
CRBV art:49
CRBV art:285-1
CRBV art:285-2
COPP art:191
COPP art:210
CP art:184
LOMP art:11-1
LOMP art:11-2
LOMP art:34-16
LOMP art:34-20
STSJSCP Nº 122
08-04-2003

DESC ALLANAMIENTO
DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DROGAS
DESC EJECUCIÓN
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC ORDEN PUBLICO
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.689-692.

598
233
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-418-2004 FECHA:20040628
TITL Revocatoria de nacionalidad venezolana.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted con el objeto de acusar recibo de su Memorando N°


DPDF-16-PRO-153-6794 de fecha 14-6-2004, en el que manifiesta haber
recibo vía fax, una comunicación suscrita por la Directora de Asuntos
Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, mediante la cual
ésta notifica ‘que el ciudadano Amyebi Ligabo Relator Especial sobre la
Promoción del Derecho a la Libertad de Opinión y de Expresión de las
Naciones Unidas, recibió información respecto a una propuesta formulada
por una legisladora oficialista de la Asamblea Nacional, conforme a la cual
se pretende despojar de la nacionalidad venezolana al empresario
Gustavo Cisneros y a los periodistas Napoleón Bravo, Marta Colomina,
Norberto Maza y Robert Alonso, en represalia por su labor y actuación
profesional, y que conforme a la información manejada por dicho
funcionario internacional, tal propuesta debería seguirse en el Ministerio
Público’. / Por motivo de lo expuesto, es por lo que usted solicita a esta
Dirección la designación de un represente fiscal competente a fin de que
‘corrobore’ si en la Asamblea Nacional efectivamente se aperturó algún
procedimiento ocasionado por solicitud de revocatoria presuntamente
interpuesta por una legisladora y en caso de ser cierto, ‘verificar’ si se han
respetado los derechos y garantías constitucionales de los mencionados
ciudadanos. / Al respecto debo señalarle lo siguiente: / En principio, de
conformidad con lo establecido en los artículos 11 y 34 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público, todos los fiscales del Ministerio Público dentro de
sus respectivas competencias están obligados a velar por los derechos y
garantías constitucionales. / Ahora bien, los fiscales adscritos a esta
Dirección con competencia en materia de Derechos y Garantías
Constitucionales ejercen sus atribuciones siempre fundamentados en una
denuncia concreta, con hechos precisos que afecten o amenacen, de
manera real, algún derecho o garantía constitucional, y siempre que tal
afectación ocurra en el marco de un procedimiento judicial o administrativo,
como lo expresa el artículo 285, numeral 2 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y la Ley Orgánica del Ministerio
Público. / Esta puntualización se hace, en virtud de que el objeto principal
de la comisión solicitada es el de ‘corroborar’ una información recibida por
el representante de las Naciones Unidas. El verbo ‘corroborar’ utilizado,
conforme al castellano común significa dar nueva fuerza a una idea o
hecho, o teoría adquirida, con nuevos argumentos o datos, y, según el
Diccionario Jurídico del autor argentino Guillermo Cabanellas, en sentido
figurado significa, confirmar o reforzar las razones, argumentos o
pareceres con nuevos raciocinios, mejores datos o acreditados autores; y,
en lo contencioso, con la cita de textos legales. / Como se puede apreciar
a juicio de este Despacho, lo solicitado por la Dirección a su digno cargo,
equivale a comisionar un fiscal del Ministerio Público para que compruebe
599
la veracidad de la información suministrada por el funcionario de las
Naciones Unidas, lo cual a nuestro juicio, sería muy delicado e incluso
improcedente, por cuanto no existe la certeza de la existencia de un
procedimiento administrativo o judicial en el que se esté materializando la
propuesta en cuestión, a no ser que los interesados o afectados formalicen
sus denuncias. / Más cuestionable aún, sería ordenar una actuación sobre
la base de presuntos hechos o situaciones hipotéticas, respecto a una
propuesta, de la cual no se tienen datos ciertos sobre su contenido y
mucho menos sobre si la misma fue debatida y aprobada por la Asamblea
Nacional. / Por otra parte, es necesario señalar que la competencia en
materia de naturalizaciones, viene determinado por lo previsto en el
artículo 13 de la Ley de Naturalización, y en este sentido, la declaración de
pérdida de nacionalidad en los casos enunciados en ella, será hecha por el
Ministerio de Relaciones Interiores, hoy Ministerio del Interior y Justicia y
sin perjuicio de que apliquen a los responsables las sanciones penales a
que haya lugar. / A mayor abundamiento, es necesario señalar que el
artículo 2, numeral 5 del Decreto sobre Organización y Funcionamiento de
la Administración Pública Central (Gaceta Oficial N° 37.305 de fecha 17-
10-2001), expresa que corresponde al Ministerio del Interior y Justicia la
identificación de los habitantes de la República, lo que implica los procesos
de identificación de extranjeros y de los naturalizados. / De lo anterior, se
desprende con meridiana claridad que la competencia en materia de
adquisición y revocatoria de la nacionalidad derivada, es competencia
exclusiva del Poder Ejecutivo Nacional por órgano del Ministerio del
Interior y Justicia, y no de la Asamblea Nacional. / Igualmente, y para que
se ordene el ‘despojo de la nacionalidad’, le significo que las causales para
solicitar la apertura del respectivo procedimiento están contenidas en los
numerales 1 al 7 del artículo 11, de la citada Ley de Naturalización, lo cual
explica que para su aplicación, se debe tener como norte el principio de la
legalidad y el principio nullum crimen nulla poena sine lege, así como el
respeto a los derechos y garantías constitucionales. / Finalmente y en
cuanto a la designación de un representante del Ministerio Público para
que se traslade a la Asamblea Nacional y ‘corrobore’ la certeza de la
información, es necesario señalar que tratándose de la expresión orgánica
del Poder Legislativo Nacional, las relaciones con ésta, deben ser
conducidas dentro de un marco de prudencia y respeto para con la alta
investidura de quienes la integran. Es por ello que dentro de las normas
internas del Ministerio Público existe la Circular de fecha 15 de enero de
1998, suscrita por el entonces Fiscal General de la República Doctor Ivan
Darío Vadell, que continúa vigente, que es de obligatorio conocimiento y
cumplimiento para todos los funcionarios del Ministerio Público, en la cual
señala que sólo con su firma pueden dirigirse comunicaciones a altas
autoridades públicas, quedándole prohibido al resto del personal, este tipo
de trámite. / En consecuencia, esta Dirección es del criterio que lo ajustado
a derecho en el presente caso, es que la Dirección a su cargo elabore un
proyecto de oficio para la firma del Fiscal General de la República, en la
que sea el máximo representante del Ministerio Público quien solicite
información a la Asamblea Nacional acerca de la propuesta en cuestión y
el trámite dispensado por el órgano legislativo, a fin de dar respuesta al
funcionario de las Naciones Unidas, y evaluar ulteriores actuaciones del
Ministerio Público”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:

600
CRBV art:285-2
LOMP art:11
LOMP art:34
LN art:11-1
LN art:11-2
LN art:11-3
LN art:11-4
LN art:11-5
LN art:11-6
LN art:13-7
DOFAPC art:2-5

DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA


DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC DENUNCIA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC LEGALIDAD
DESC LIBERTAD DE EXPRESION
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NACIONALIDAD
DESC NACIONES UNIDAS
DESC NATURALIZACION
DESC PERIODISTAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.692-694.

601
234
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-463-2004 FECHA:20040708
TITL Reclusión de adolescentes en centros de adultos.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted en la oportunidad de acusar recibo a su


Memorando Nº DPIF-3-715-2004, fechado el 13 de abril de 2004,
mediante el cual solicitó se le orientara sobre ‘…las posibles actuaciones a
emprender por la Dirección a mi cargo, a través de los Fiscales
Especializados, en el problema que se viene presentando con los jóvenes
adultos sometidos al Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente,
que son trasladados a centros de reclusión de adultos, donde no cuentan
con recintos exclusivos para ellos…’. / (…) / 2.- Análisis de la situación
planteada / (…) / De acuerdo con su exposición, los referidos centros de
reclusión presuntamente no cuentan con las instalaciones apropiadas y
aptas para desempeñar sus objetivos, es decir, no satisfacen las
condiciones señaladas en la citada ley para cumplir su tarea social, cual
es, poder lograr la reinserción del joven adulto a la sociedad. / Señala en
su comunicación que para la defensa de los derechos que les asisten a
estos jóvenes adultos, no procede la interposición de una acción de
protección, en razón de lo cual solicita de esta Dirección emita criterio
sobre la factible acción a ejercer y el organismo facultado para intentarla. /
(…) la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en los
artículos 549 y 631, literal d, ciertamente establece que la reclusión de los
adolescentes penados, que cumplieron la mayoría de edad, debe hacerse
separadamente de los adultos que han sido sancionados por la ley penal. /
De igual manera, el artículo 641 del citado instrumento normativo, reitera
que la reclusión de los adolescentes adultos siempre debe efectuarse
aislados de los adultos; hace referencia al traslado de esos adolescentes
condenados a un centro de internamiento para adultos, cuando aquellos
hayan cumplido la mayoría de edad, pero establece una excepción para
que dicho traslado no se produzca, y es que el juez, de manera expresa,
autorice su permanencia en el sitio original de reclusión, potestad
discrecional que le viene otorgada por la ley, así como de la observancia y
examen de una serie de consideraciones. / (…) / Dicha excepción la
autoriza el juez con el objeto de proseguir y persistir con la tarea de
reinserción del joven adulto a la sociedad. / Al respecto, el Dr. Alejandro
Perillo Silva, señala entre otros aspectos, lo siguiente: (…) / Asimismo, el
artículo 634 de la referida ley, establece que los adolescentes que deban
cumplir medida de privación de libertad, lo harán en establecimientos
constituidos y organizados exclusivamente para ellos, que no podrán ser
aquellos recintos destinados al cumplimiento de medidas de protección. /
(…) / Igualmente, y en el supuesto que la sanción se cumpla en
establecimiento de adolescentes, al alcanzar la mayoría de edad se les
debe trasladar a una institución para adultos, estableciéndose una
posibilidad en la ley, en beneficio del joven adolescente, como es que el
traslado no se efectúe, a objeto de proseguir con la labor resocializadora
602
del menor. / De acuerdo con el planteamiento de la Dirección a su cargo,
se objeta, que los centros de reclusión de adultos, no cuentan con las
instalaciones apropiadas para alcanzar los objetivos, cual es, lograr la
reincorporación del joven adulto a la sociedad, es decir, no satisfacen las
condiciones señaladas en la ley para cumplir su tarea social, por lo que el
Ministerio Público, en razón de ello, a través de múltiples comunicaciones
remitidas al Ministerio de Interior y Justicia, ha agotado la vía de
mediación. / Sobre el particular, advierte este Despacho que la Ley de
Régimen Penitenciario (Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela N° 36.975 de fecha 19 de junio de 2000) establece que la
organización estructural, el adecuado funcionamiento, así como la
prestación de determinados servicios, estipulados en las leyes, en los
recintos penitenciarios estará a cargo del Poder Ejecutivo Nacional a
través del Ministerio de Interior y Justicia (artículo 1). Igualmente, la
referida ley, establece, entre otras obligaciones del Despacho ministerial
antes mencionado, la de solicitar la revisión de la pena (artículo 5),
establecer los servicios técnicos llamados a clasificar a los internos, de
acuerdo con su sexo, edad, naturaleza y tipo de delito, estado de salud,
grado cultural, etc. (artículo 9). / De lo anterior, se desprende claramente
que el órgano responsable del funcionamiento óptimo del régimen
penitenciario, es el Ministerio del Interior y Justicia, de allí, que de forma
acertada, el Despacho a su cargo haya realizado gestiones ante ese
Ministerio a fin de resolver la problemática planteada. / Ahora bien, como
quiera que han sido infructuosas tales gestiones, es oportuno señalar que
el ordenamiento jurídico establece mecanismos de impugnación por las
abstenciones de los funcionarios nacionales, a cumplir obligaciones
específicas previstas en las leyes. En el caso concreto, a juicio de esta
Dirección, existe una obligación concreta para el Ministerio del Interior y
Justicia de mantener un sistema penitenciario adecuado, en el cual se
garantice a los jóvenes que hayan alcanzado la mayoría de edad, que el
cumplimiento de la pena que deba llevarse a cabo en establecimientos
para adultos, se efectúe separado de la población adulta. / Al respecto, la
nueva Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia en su artículo 5.26
prevé el recurso en carencia o por abstención el cual tiene por objeto,
obtener una sentencia judicial que obligue al funcionario al cumplimiento
de las prestaciones concretas y específicas, que debe cumplir conforme a
las leyes. (…) / Ahora bien, a fin de tutelar los derechos colectivos de los
jóvenes adultos, que son trasladados pero no ubicados en lugares
separados de la población de adultos penados, también puede estudiarse
la posibilidad del ejercicio de una acción de amparo constitucional para la
protección de los derechos colectivos de estos menores. / En primer
término es importante delimitar que se entiende por derechos e intereses
colectivos, y al respecto vale citar los conceptos emitidos por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en la sentencia Nº 656 de
fecha 30 de junio de 2000, caso: Dilia Parra Guillen, en la cual expuso lo
siguiente:/ (…) / En tal sentido, la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en Decisión N° 3342 de fecha 19-12-2002, caso:
Félix Rodríguez vs. Gente del Petróleo, estipuló lo siguiente: / (…) / De lo
anterior, advierte la Dirección a mi cargo que en el ordenamiento jurídico
venezolano es aceptado que por vía de amparo constitucional se
restablezcan derechos colectivos que hayan sido vulnerados o que estén
siendo amenazados de violación, por algún acto, hecho u omisión de
particulares, personas jurídicas u órganos del Estado. La posibilidad de

603
ejercicio de esta acción tiene su fundamento en el orden público
involucrado, cuando las violaciones constitucionales denunciadas afectan
a una parte de la colectividad o al interés general más allá de los intereses
particulares. / Para el ejercicio de la referida acción de amparo
constitucional, debe indicarse en el libelo de la acción, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, entre otros aspectos, el derecho
constitucional infringido o amenazado de violación. En el caso concreto, el
artículo 272 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
señala que (…). De lo anterior, estima esta Dirección que se desprende la
existencia de un derecho constitucional de los penados a cumplir su
sanción en establecimientos con infraestructuras adecuadas, (…) / Si el
objeto de la acción de amparo constitucional, no es el restablecimiento de
los derechos de un colectivo efectivamente vulnerados o amenazados de
violación, sino la obtención por parte del Estado, de una prestación
concreta destinada a asegurar el disfrute de un derecho colectivo que aún
no se encuentra amenazado o no ha sido objeto de violación, lo
procedente no sería la acción de amparo constitucional, sino la acción de
protección de intereses colectivos o difusos, desarrollada por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, hasta tanto se dicte la ley
respectiva, en la sentencia de fecha 22 de agosto de 2002 caso
ASODEVIPRILARA. / Para determinar si la acción procedente es el
amparo constitucional o la acción de protección de intereses colectivos se
requiere examinar la situación concreta, a los fines de precisar si el
colectivo de los jóvenes en la situación descrita, son determinados o
determinables, si todos se encuentran en el supuesto de hecho descrito,
cuanto de ellos han sido trasladados a sitios de reclusión en los cuales no
se les ha separado de los mayores de edad, y cuantos de ellos se
encuentran amenazados de traslado sin garantías de ser separados de la
población adulta, todo ello con el fin de asegurar el restablecimiento de sus
situaciones, a través del ejercicio del amparo constitucional por derechos
colectivos. / 3.- Conclusiones / (…) / Advierte la Dirección a mi cargo que
en el ordenamiento jurídico venezolano es aceptado que mediante amparo
constitucional se restablezcan derechos colectivos que hayan sido
vulnerados o que estén siendo amenazados de violación, por algún acto,
hecho u omisión de particulares, personas jurídicas u órganos del Estado.
(…) / En lo relativo a la legitimación, tal y como lo expresa en su
comunicación, el artículo 280 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, confiere a la Defensoría del Pueblo la defensa y
vigilancia de los derechos y garantías establecidos en la Constitución,
además de la defensa de los intereses legítimos, colectivos y difusos de
los ciudadanos, y de acuerdo con las decisiones dictadas por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de fechas 30 de junio de
2000 y 19 de febrero de 2002, (…) no así el Ministerio Público. / Ahora
bien, si el objeto de la acción es obtener por parte del Estado, una
prestación concreta destinada a asegurar el disfrute de un derecho
colectivo que aún no se encuentra amenazado o no ha sido objeto de
violación, lo procedente sería la acción de protección de intereses
colectivos o difusos, desarrollada por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, hasta tanto se dicte la ley respectiva, en la sentencia
de fecha 22 de agosto de 2002 caso ASODEVIPRILARA. / Así, para
determinar si la acción procedente es el amparo constitucional o la acción
de protección de intereses colectivos se requiere examinar la situación

604
concreta, a los fines de precisar si el colectivo de los jóvenes en la
situación descrita, son determinados o determinables, si todos se
encuentran en el supuesto de hecho descrito, cuanto de ellos han sido
trasladados a sitios de reclusión en los cuales no se les ha separado de los
mayores de edad, y cuanto de ellos se encuentran amenazados de
traslado sin garantías de ser separados de la población adulta, todo ello
con el fin de asegurar el restablecimiento de sus situaciones, a través del
ejercicio del amparo constitucional por derechos colectivos. / Otro de los
mecanismos que pudieran intentarse para lograr que el Poder Ejecutivo
Nacional de cumplimiento a la Ley de Régimen Penitenciario, es el
ejercicio de un recurso en carencia o por abstención, previsto en la actual
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia en su artículo 5.26”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:272
CRBV art:280
LOPNA art:549
LOPNA art:631-d
LOPNA art:634
LOPNA art:641
LOADGC art:18
LRPE art:1
LRPE art:5
LRPE art:9
LOTSJ art:5-26
STSJSCO Nº 656
30-06-2000
STSJSCO 19-02-2002
STSJSCO 22-08-2002
STSJSCO Nº 3342
19-12-2002

DESC ADOLESCENTES
DESC AMPARO
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC PENITENCIARIAS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RECURSO DE ABSTENCION
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.694-697.

605
235
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-545-2004 FECHA:20040728
TITL Reseva legal. Usurpación de funciones.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted en la oportunidad de acusar recibo a su


Memorando N° DFS-1-950-2004 de fecha 6 de mayo de 2004, mediante la
cual remite Oficio N° EV-FSUP-1293-04 del 5-5-2004, suscrito por la Fiscal
Superior del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Vargas, en el que anexan el Decreto N° 405-03, emanado de la
Gobernación del Estado Vargas, publicado en la Gaceta Oficial del Estado
Vargas, N° 69 Extraordinaria, contentivo del Plan Regional de Prevención
y Atención de la Violencia hacia la Mujer 2003-2005, cuyo objetivo es
‘Capacitar a un equipo de docentes multiplicadores’ sobre la ‘Ley contra la
Violencia hacia la Mujer y la Familia’ y sobre los mecanismos de
prevención de la VIF’, quienes a su vez dictarán cursos a aquellos
funcionarios y órganos receptores de tales denuncias, designando al
Ministerio Público como una de las Instituciones responsables de dar
cumplimiento a dicho plan. / (…) / 2.- Análisis de la situación planteada /El
planteamiento expuesto a la consideración de este Despacho, está referido
a la promulgación, por parte de la Gobernación del Estado Vargas, del
Decreto N° 405-03 de fecha 27 de noviembre de 2003, mediante el cual se
aprueba el Plan Regional de Prevención y Atención de la Violencia hacia la
Mujer 2003-2005. / (…) / Las normas constitucionales transcritas supra
versan, sobre el compromiso que asume el Estado, en cualquiera de sus
manifestaciones político territoriales de salvaguardar y proteger a la familia
como núcleo fundamental de la sociedad (artículo 75), lo que constituye
una obligación para el Poder Público Estadal, lo cual se ve reforzada por el
artículo 159 de la Constitución de la República Bolivariana, cuando se
impone a los Estados, como entidades federales la obligación de cumplir la
Constitución, las leyes de la República, que es la esencia del pacto federal,
siendo una de las funciones que se atribuyen al Gobernador del Estado,
como máxima autoridad que ejerce el Poder Ejecutivo en dicha entidad
federal, según lo dispone el artículo 160 eiusdem./ Por su parte, el artículo
13 de la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia, establece la
cooperación que deben prestar los entes estadales y municipales para
prevenir la violencia contra la mujer. / Se desprende de la lectura de las
disposiciones antes transcritas, que las mismas no le confieren al
Gobernador del Estado Vargas, la competencia necesaria para promulgar
actos administrativos que establezcan obligaciones para otros órganos del
Poder Público Nacional. / El Poder Público Estadal, solo tiene competencia
para dictar actos en las materias que expresamente determine la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (artículo 164). En
este orden de ideas, se observa que el régimen jurídico relativo al
Ministerio Público no se encuentra dentro del elenco de materias para las
cuales se haya autorizado a las entidades federales, legislar. / Al respecto,
es necesario recordar que el artículo 136 de la Constitución de la
606
República Bolivariana de Venezuela, incorpora dentro de la división
horizontal del Poder Público Nacional, al Poder Ciudadano, siendo el
Ministerio Público uno de los órganos que lo integran, tal y como lo
dispone el artículo 273 eiusdem. / En este orden de ideas, el artículo 156,
numeral 32 en concordancia con el artículo 187, numeral 1 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establecen que la
materia relativa al Ministerio Público sólo puede ser objeto de regulación,
por parte de la Asamblea Nacional, por ser materia de la competencia del
Poder Público Nacional. / En el Decreto bajo análisis, el ciudadano Antonio
Rodríguez San Juan Gobernador del Estado Vargas, presenta un plan
preventivo regional en materia de violencia contra la mujer, siendo uno de
los objetivos, el que se capacite un equipo de docentes multiplicadores que
dicten cursos orientadores, en relación a la Ley sobre la Violencia contra la
Mujer y la Familia, su importancia, las condiciones para su ejercicio en
todas aquellas situaciones donde se produzcan hechos de violencia
intrafamiliar que requieran su aplicación. El plan regional de formación y
capacitación también comprende la optimización y fortalecimiento de los
órganos receptores e instructores de denuncias en esa materia,
señalándose en el referido acto, al Ministerio Público como una de la
Instituciones responsables de cumplir con las mencionadas actividades. /
De lo antes expuesto, y de las normas antes transcritas se concluye que el
contenido del Decreto Nº 405-03 de fecha 27 de noviembre de 2003,
dictado y suscrito por el Gobernador del Estado Vargas, adolece del vicio
de usurpación de funciones, toda vez que a través del citado decreto se le
atribuyen labores al Ministerio Público, cuya asignación corresponde de
manera exclusiva a la Asamblea Nacional, según lo dispuesto en el
artículo 156.32 y el artículo 187.1 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. / (…) / En cuanto a la esfera de atribuciones del
Ministerio Público, la misma se encuentra delimitada por lo establecido en
los artículos 273 y 285 de la Carta Magna, las cuales se encuentran
desarrolladas por la Ley Orgánica del Ministerio Público, el Código
Orgánico Procesal Penal, la Ley sobre Violencia contra la Mujer y la
Familia, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
entre otras. / Como se apunta precedentemente, en el Decreto N° 405-03
se señala al Ministerio Público como uno de los organismos responsables
de la formación de un equipo de docentes multiplicadores para llevar a
cabo el plan preventivo de violencia contra la mujer, a ser ejecutado por el
Estado Vargas, actividad que no se encuentra enmarcada dentro de las
atribuciones constitucionales y legales que tiene conferidas esta
Institución. Igualmente, para esta Dirección, el Poder Ejecutivo del Estado
Vargas, carece de la aptitud legal para dictar actos administrativos que
establezcan obligaciones a los órganos que componen el Poder Público
Nacional. / (…) / 3.- Conclusiones / (…) / En razón de lo expuesto, esta
Dirección procederá a someter a la consideración del ciudadano Fiscal
General de la República un proyecto de comunicación en la cual se
recomiende al Gobernador del Estado Vargas, con base en el principio de
autotutela administrativa, establecido en el artículo 83 de la Ley Orgánica
de Procedimientos Administrativos, revise el referido acto administrativo, y
proceda a revocarlo, toda vez que, al designarse al Ministerio Público
como uno de los responsables subsidiarios del cumplimiento de unos de
los objetivos del plan regional, el órgano usurpa funciones que no le han
sido legalmente encomendadas, pues carece de competencia legal para
dictarlo, lo que afecta al Decreto N° 405-03 del vicio nulidad absoluta, de

607
conformidad con lo dispuesto en el artículo 19.4 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:136
CRBV art:156-32
CRBV art:159
CRBV art:160
CRBV art:164
CRBV art:187-1
CRBV art:273
CRBV art:285
LVMF art:13
LOPA art:19-4
LOPA art:83
DGEV Nº 405-03-art:75

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC ESTADO VARGAS
DESC GOBERNADORES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC MUJER
DESC NULIDAD
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.697-699.

608
236
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP DGAJ-DCCA-556-2004 FECHA:20040802
TITL Recurso de queja contra fiscal del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo a su


Memorando N° DFS-3-1559-2004, fechado el 21 de julio de 2004,
mediante el cual remite Oficio N° F5DA-853-04 de fecha 15 de julio de
2004, suscrito por el Fiscal 5° del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Delta Amacuro, donde le anexó el recurso de queja,
interpuesto en fecha 17 de junio de 2004, debido a la falta de
pronunciamiento de la ciudadana Carmen Eloina Brito, Fiscal Superior del
Ministerio Público de esa entidad estadal, al recurso de reconsideración,
por él ejercido contra la evaluación de desempeño de fiscales,
manifestando el citado fiscal en su comunicación ‘…que una vez
consultado debidamente a abogados expertos en la materia sobre la
utilización del recurso de queja, me señalan que es completamente
procedente, es por ello que le solicito sea consultado el caso con la
Dirección de lo Contencioso Administrativo de la Institución, y se le dé el
trámite de ley en aras de la Tutela Judicial Efectiva de mis Derechos e
Intereses consagrado en el artículo 26 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela…’. / Análisis de la situación planteada. / A los
efectos de la emisión de la opinión sobre el presente caso, se requiere,
como punto previo, hacer algunas consideraciones generales, acerca de
recurso de reclamo o queja, o como lo denominan algunos doctrinarios,
sobre el ‘derecho’ de queja o reclamo. / La actividad administrativa además
de regirse por el principio de legalidad, debe ajustarse, según lo
establecido en el artículo 141 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, a principios de eficacia, celeridad e
imparcialidad acarreando para los funcionarios competentes una serie de
obligaciones generales de hacer, que al ser inobservadas trae como
consecuencia la responsabilidad de estos por retardo, omisión o
incumplimiento de cualquier procedimiento, trámite o plazo, consagrando
la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, el reclamo o queja
como un remedio ante las irregularidades y desagravios de la
Administración. / El derecho de queja sirve para asegurar el que la
Administración cumpla con la obligación de resolver las peticiones que los
administrados, presenten ante cualquiera de sus órganos. / De lo anterior
se puede afirmar que el derecho de queja, se enmarca dentro del derecho
constitucional a la oportuna y adecuada respuesta, consagrado en el
artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
(…) / Para ejercer el derecho a reclamar, el ordenamiento jurídico ha
previsto el recurso de queja o reclamo, como una garantía de la que
disponen los administrados, contemplado en el artículo 3 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos, el cual puede ejercerse
contra las fallas de los empleados de la Administración, es decir, por el
retardo, omisión, distorsión, infracción o inobservancia de algún
609
procedimiento, trámite o plazo, que incurren los funcionarios responsables
del conocimiento de determinados asuntos. / El artículo 3 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos, textualmente establece lo
siguiente: / (…) / ‘El recurso de queja o reclamo no tiene por objeto la
revisión de un determinado acto administrativo, de acuerdo con lo
establecido en la norma antes transcrita; se emplea para reclamar la
inacción de algún órgano administrativo, su incumplimiento o la distorsión
del procedimiento legalmente previsto. / El reclamo puede formularse en
cualquier momento, en forma escrita y razonada, ante el superior
jerárquico del funcionario que conoce del procedimiento, para que aplique
su potestad jerárquica a fin de remediar una situación irregular antijurídica
contraria a la legalidad administrativa, debiendo ser resuelta la queja o
reclamo dentro de los quince (15) días hábiles siguientes, de conformidad
con lo estipulado en la ley’. / En este sentido, es necesario precisar que,
ante la omisión de pronunciamiento en los procedimientos administrativos
de segundo grado o de revisión, el particular afectado por la falta de la
respuesta, tiene dos opciones, a saber, asumir que su petición ha sido
negada mediante el beneficio procesal del silencio administrativo negativo
(artículo 4 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos) y ejercer
el recurso subsiguiente o esperar por la respuesta de la Administración
que siempre estará obligada a emitirla, caso en el cual, puede hacer uso
del mecanismo del recurso de queja para emplazar al funcionario que ha
omitido emitir el acto administrativo que resuelve el recurso, el cual se
ejerce ante el superior jerárquico, a tenor de lo dispuesto en el ya citado
artículo 3 eiusdem. / (…) / De acuerdo con lo previsto en el artículo 3 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, el reclamo debe reunir
como requisitos fundamentales de procedencia para su ejercicio, los
siguientes: / (…) / Hechas las anteriores precisiones, a continuación se
verificará si están dadas las condiciones de procedencia del recurso de
queja, a fin que la Dirección de Fiscalías Superiores evalúe la pertinencia
de intervenir en el asunto planteado. / En cuanto al primer requisito, esto
es, la omisión por parte de un funcionario de emitir pronunciamiento, de los
recaudos consignados se advierte que el Fiscal 5° del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del Estado Delta Amacuro, en fecha 17 de
junio de 2004 con fundamento a lo dispuesto en los artículos 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; 2, 49, 86 y 94 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, interpuso ante la Fiscal
Superior del Estado Delta Amacuro, el recurso de reconsideración contra
la evaluación que le fuera practicada en fecha en fecha 4 de junio de 2004.
/ Dicho recurso de conformidad con lo establecido en el artículo 94 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos debió ser resuelto, dentro
de los quince (15) días hábiles siguientes después de la interposición del
recurso, que en el caso concreto se venció el día 8 de julio de 2004. / En
consecuencia, para esta Dirección, se configura el primer requisito de
procedencia del recurso de queja. / En cuanto al segundo requisito, relativo
a la forma de ejercicio, el recurso de reclamo fue ejercido mediante escrito
presentado en fecha 15 de julio de 2004, con lo cual se cumple el segundo
requisito de procedencia. / Por último, y en lo relativo a su presentación
ante el Superior Jerárquico inmediato del funcionario que ha omitido la
respuesta, es necesario señalar que conforme a lo establecido en el
artículo 4 del Reglamento Interno que define las competencias de las
dependencias que integran el Despacho del Fiscal General de la
República, es competencia de la Dirección General de Actuación Procesal

610
‘4. Coordinar, supervisar y ejercer el control de gestión sobre la actividad
de las Fiscalías Superiores’, sin embargo, dichas competencias fueron
delegadas, por el ciudadano Fiscal General de la República a la Dra.
Lesbia Margarita Morales Castillo, en la oportunidad en que fue designada
Directora de Fiscalías Superiores, según Resolución Nº 051 de fecha 19
de febrero de 2004, emanada del Despacho del Fiscal General de la
República. De lo anterior, se desprende que la Directora de Fiscalías
Superiores es el superior jerárquico de la Fiscal Superior del Estado Delta
Amacuro, quien ha omitido resolver, de manera expresa el recurso de
reconsideración ejercido por el Fiscal 5° de ese Estado./ Conclusiones
(…)El derecho de queja, se enmarca dentro del derecho constitucional a la
oportuna y adecuada respuesta, consagrado en el artículo 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuyo objeto es
permitir a los interesados el acceso ante los órganos de la Administración
Pública, estando ésta obligada a solventar la petición de los solicitantes,
por tanto, se infiere que el derecho de queja es un medio administrativo
garantizador, que se emplea para asegurar que la administración cumpla
con la obligación de resolver las peticiones de los administrados. / De la
revisión de los recaudos se advierte, que el Fiscal 5° del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del Estado Delta Amacuro, en fecha 17 de
junio de 2004 con fundamento a lo dispuesto en los artículos 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; 2, 49, 86 y 94 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, interpuso ante la Fiscal
Superior del Estado Delta Amacuro, en su condición de superior
inmediato, recurso de reconsideración, el cual de conformidad con lo
establecido en el artículo 94 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos debió ser resuelto, dentro de los quince (15) días hábiles
siguientes después de la interposición del recurso. / Ahora bien, ante la
omisión de pronunciamiento de la Fiscalía Superior del Estado Delta
Amacuro, el Fiscal 5° del Ministerio Público de esa Circunscripción
Judicial, optó por esperar la respuesta de la Administración, haciendo uso
del mecanismo del recurso de queja, para emplazar al superior inmediato,
a que emita el acto administrativo que resuelve el recurso, a tenor de lo
dispuesto en el artículo 3 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, en razón de ello el fiscal envió ante su Despacho, escrito
de queja, procediendo a remitirlo a esta Dirección, en virtud de la petición
formulada por el fiscal solicitante, antes identificado. / En tal sentido, el
artículo 4 del Reglamento Interno que define las competencias de las
dependencias que integran el Despacho del Fiscal General de la
República, estipula que la Dirección General de Actuación Procesal es la
facultada de. ‘4. Coordinar, supervisar y ejercer el control de gestión sobre
la actividad de las Fiscalías Superiores’, dichas competencias fueron
delegadas, por el ciudadano Fiscal General de la República a la Dra.
Lesbia Margarita Morales Castillo, en la oportunidad en que fue designada
Directora de Fiscalías Superiores, según Resolución Nº 051 de fecha 19
de febrero de 2004. / De lo anterior, se desprende que la Directora de
Fiscalía Superiores es el superior jerárquico de la Fiscal Superior del
Estado Delta Amacuro, quien ha omitido solventar, de manera expresa el
recurso de reconsideración ejercido por el Fiscal 5° del Estado Delta
Amacuro, por tanto, es la llamada a resolver el recurso de queja
planteado...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:

611
CRBV art:26
CRBV art:51
CRBV art:141
LOPA art:2
LOPA art:3
LOPA art:4
LOPA art:49
LOPA art:86
LOPA art:94
RSMP Nº 051
19-02-2004

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC ESTADO DELTA AMACURO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PETICION
DESC RECURSO DE QUEJA
DESC RECURSOS ADMINISTRATIVOS
DESC SILENCIO ADMINISTRATIVO
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.699-702.

612
237
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:20040831
TITL Procedencia de acción de amparo constitucional.

FRAGMENTO

“Tengo el agrado de dirigirme a usted, en la oportunidad de acusar recibo


a su Memorando Nº DPIF-3-1266-2004, fechado el 21 de junio de 2004,
mediante el cual remite copia de la solicitud de la acción de amparo
constitucional intentada por la Fiscal 9° del Ministerio Público con
competencia en materia de Responsabilidad Penal del Adolescente de la
Circunscripción Judicial del Estado Yaracuy, contra la sentencia dictada
por el Tribunal de Control Nº 1 de la Sección Penal del Adolescente del
Circuito Judicial Penal del Estado Yaracuy. De acuerdo con el
planteamiento de la fiscal del Ministerio Público accionante, el citado fallo
vulnera los derechos constitucionales del Ministerio Público al debido
proceso. / En razón de ello, el Despacho a su cargo remite copia de la
acción de amparo constitucional, para conocer la opinión que esta
Dirección tiene sobre la referida pretensión. / 2.- Análisis de la situación
planteada / La acción de amparo constitucional, interpuesta por la Fiscal 9°
del Ministerio Público con competencia en materia de Responsabilidad
Penal del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Yaracuy,
es ejercida contra la decisión emitida por el Tribunal de Control Nº 1 de la
Sección Penal del Adolescente del Circuito Judicial Penal del Estado
Yaracuy. / Expone la fiscal accionante, que el Tribunal de Control no
admitió la solicitud de calificación de flagrancia ni la detención preventiva,
del menor infractor (…), por cuanto no se cumplieron los extremos
previstos en el artículo 557 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño
y del Adolescente, y el artículo 248 del Código Orgánico Procesal Penal,
ordenando la juez la libertad plena del adolescente, en virtud de lo cual, la
representante del Ministerio Público ejerció el recurso de apelación
contenido en el artículo 374 del Código Orgánico Procesal Penal por
remisión expresa del artículo 537 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente. / Indica la fiscal, que al señalar el tribunal en su
pronunciamiento sobre la apelación, que comparte el criterio sustentado
por la defensa, según el cual el Ministerio Público no debió interponer el
recurso previsto en el artículo 374 del Código Orgánico Procesal Penal,
sino el de revocación contemplado en el artículo 444 eiusdem, violó los
derechos del Ministerio Público (…) / Como punto previo (…) este
Despacho quiere hacer la salvedad que la sentencia que dio origen al
amparo propuesto no fue enviada anexo al recurso, de allí que el análisis
se limitará al tipo de recurso que sería procedente y a la estructura del
escrito presentado por la representante del Ministerio Público. / (…) /
Respecto al caso concreto, la Fiscal 9° del Ministerio Público, ante la
negativa del tribunal de no calificar la aprehensión como flagrante, ni de
mantener al adolescente infractor detenido, procedió a ejercer el recurso
contemplado en el artículo 374 del Código Orgánico Procesal Penal, cuya
interposición ocasiona un efecto suspensivo de lo dispuesto en el fallo
613
recurrido, el cual es del tenor siguiente:/ (…) / Argumenta la fiscal, que la
juez en su pronunciamiento sobre la apelación, declarada inadmisible,
expuso que el recurso debió ser el de revocación, previsto en el artículo
444 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual se procede a transcribir
seguidamente: / (…) /De la lectura de los artículos transcritos supra, se
deduce que el recurso contenido en el artículo 444 del Código Orgánico
Procesal Penal procede contra los autos de mera sustanciación (…) / (…)
se evidencia que en la sentencia accionada en amparo constitucional, la
negativa a calificar flagrante una detención, puede ser enmendada por el
mismo juez que la negó, a través del recurso de revocación, de lo que
infiere el Ministerio Público que para la juez autora de la decisión, dicha
negativa es un auto de mera sustanciación. / (…) tal consideración judicial
no se encuentra ajustada a derecho, ya que ante la negativa de calificación
de detención flagrante, lo pertinente es el recurso de apelación
contemplado en el artículo 447 del Código Orgánico Procesal Penal, en
concordancia con el artículo 374 eiusdem, cuyo ejercicio tiene por objeto
que un tribunal superior examine una decisión de un órgano jurisdiccional
de primera instancia, la cual resuelve algún punto esencial del proceso y
mientras se resuelve el mismo, el procesado se mantenga a la disposición
del tribunal y del órgano encargado de la persecución penal para
garantizar el ejercicio del poder punitivo por parte del estado. / En tal
sentido, el Dr. Eric Lorenzo Pérez Sarmiento, respecto a este recurso
señala lo siguiente: / (…) / De lo antes señalado, se puede evidenciar que
la resolución del tribunal que acuerda la libertad del adolescente (…), no
versa sobre un simple acto de trámite, sino de una disposición tocante a un
parte fundamental del proceso, como es la libertad o no del aprehendido
flagrante, lo cual tiene un efecto determinante, ya que supone la
posibilidad cierta que el presunto trasgresor de la ley penal, se encuentre a
la disposición del tribunal de la causa, para continuar con su
enjuiciamiento. / En virtud de ello, se infiere que la representante del
Ministerio Público al recurrir de la decisión emitida por el Tribunal de
Control Nº 1 de la Sección Penal del Adolescente del Circuito Judicial
Penal del Estado Yaracuy, de conformidad con lo dispuesto en el artículo
señalado 374 del Código Orgánico Procesal Penal en concordancia con el
artículo 537 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, ejerció el medio de impugnación adecuado, por cuanto la
resolución del órgano judicial competente ordena la libertad plena del
adolescente. / (…) / Para la representante del Ministerio Público la
declaratoria de inadmisibilidad de la apelación propuesta, por el tribunal de
control, vulnera lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, vale decir, la
garantía constitucional al debido proceso, lo cual constituye el argumento
principal de la acción de amparo que propuso. / (…) / En este sentido, la
Sala de Casación Penal, del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia
Nº 106 de fecha 19 de marzo de 2003, con respecto a la garantía
constitucional del debido proceso dispuso lo siguiente: / (…) / Igualmente,
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de
fecha 15 de marzo de 2000, en cuanto a la garantía constitucional del
debido proceso estableció lo siguiente: / (…) / Basado en las anteriores
consideraciones, esta Dirección estima que el tribunal de control, al
fundamentar la decisión de la apelación (declarada inadmisible), en el
hecho de que el recurso ha ser intentado por la Fiscal 9° del Ministerio
Público con competencia en materia de Responsabilidad Penal del

614
Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Yaracuy no era el
idóneo, infringió la norma constitucional del debido proceso, toda vez que
la fiscal interpuso el recurso de apelación pertinente, tomando en
consideración la naturaleza de la decisión adoptada por el mencionado
órgano jurisdiccional. / Debe precisarse que, el Ministerio Público como
titular de la acción penal, si determina en el transcurso de un juicio
infracciones directas, inmediatas y flagrantes de derechos de rango
constitucional o previsto en los instrumentos internacionales sobre
derechos humanos como hemos afirmado en otras oportunidades, en su
condición de parte agraviada y, siempre y cuando haya agotado las vías
ordinarias, puede ejercer la acción de amparo constitucional, de
conformidad con lo previsto en el artículo 27 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. / En consecuencia, para la Dirección
a mi cargo, la Fiscal 9° del Ministerio Público con competencia en materia
de Responsabilidad Penal del Adolescente de la Circunscripción Judicial
del Estado Yaracuy, en la causa que sigue contra el adolescente infractor
(…), hizo uso del medio de impugnación adecuado contra la sentencia del
Tribunal de Control Nº 1 de la Sección Penal del Adolescente del Circuito
Judicial Penal de ese estado, por quebrantar la garantía constitucional al
debido proceso, al negarle la posibilidad que un tribunal superior conociera
de la apelación propuesta./ Conclusiones. / En este orden de ideas, la
Dirección a mi cargo comparte el criterio expuesto por la fiscal accionante,
en cuanto a que se produjo una violación de su derecho al debido proceso,
ya que el tribunal de control agraviante, con base a lo previsto en los
artículos 374 y 447 del Código Orgánico Procesal Penal, estaba obligado a
tramitar conforme a derecho la apelación ejercida y aplicar el efecto
suspensivo a fin de evitar la libertad del menor infractor, hasta tanto la
Corte de Apelaciones del Estado Yaracuy, se pronunciara sobre el recurso
interpuesto. / El Ministerio Público como titular de la acción penal, en su
condición de parte, al determinar en un proceso judicial la infracción
directa, inmediata y flagrante de preceptos de rango constitucional o de
aquellos contenidos en los instrumentos internacionales sobre derechos
humanos, puede ejercer la acción de amparo constitucional, prevista en el
artículo 27 constitucional. / La fiscal del Ministerio Público, en su condición
de agraviada, goza de la cualidad legal requerida para ejercer este tipo de
pretensión, criterio reiterado la Sala Constitucional del más Alto Tribunal de
la República(…/…)concluye esta Dirección que es procedente la acción de
amparo constitucional, incoada por la citada representante del Ministerio
Público contra el fallo dictado por la Dra. Myrian Rojo de Arambulo, Juez
del Tribunal de Control Nº 1 de la Sección Penal del Adolescente del
Circuito Judicial Penal de el Estado Yaracuy. / En cuanto a los requisitos
formales se observa la omisión en cuanto a los datos del agraviante, lo
cual podría dar lugar a que el tribunal que haya de conocer y en uso del
despacho saneador previsto en el artículo 19 de la ley que rige la
institución del amparo, devuelva la acción para la debida corrección dentro
del lapso de 48 horas...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:27
LOADGC art:19
LOPNA art:537
LOPNA art:557
COPP art:248

615
COPP art:374
COPP art:444
COPP art:447
STSJSCO 15-03-200
STSJSCP Nº 106
19-03-2003

DESC ADOLESCENTES
DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC FLAGRANCIA
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC ESTADO YARACUY
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC SENTENCIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.702-705.

616
238
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-647-2004 FECHA:20040831
TITL La imputación penal como limitación para la concesión de
ascensos militares.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, en la oportunidad de presentar ante esa


Dirección General, el estudio realizado por esta Dirección al planteamiento
remitido por el Fiscal Superior del Estado Bolívar, mediante Oficio N° FS-
04-1611 de fecha 14 de julio de 2004, el cual guarda relación con la
situación del Subteniente de la Guardia Nacional Gustavo Puerta Martínez,
quien habría sido objeto de ascenso, a pesar de haber sido imputado por
el Ministerio Público, por los sucesos acaecidos en la Cárcel de Vista
Hermosa en esa entidad federal. / (…) II.- Análisis de la situación
planteada / Como punto previo, advierte este Despacho una falta de
certeza en la información suministrada, toda vez que el planteamiento
formulado por el Fiscal Superior del Estado Bolívar, se basa en una
publicación de prensa, contenido en la columna ‘Terminal aéreo’ firmada
por un ciudadano que se hace llamar Cruz Moreno Seijas, la cual,
textualmente señala: / (…) / Lo anterior, no suministra ningún dato cierto
acerca del acto mediante el cual le habría sido conferido el ascenso al
oficial antes mencionado, ni la fecha en que se hizo efectivo, la autoridad
de quien emanó, etc, lo cual incidiría de manera determinante en la
veracidad de lo informado. En otras palabras, la reseña periodística a la
que se ha hecho referencia, no puede ser considerada como la prueba de
que ciertamente se hubiese producido el ascenso del ciudadano Gustavo
Puerta Martínez. En torno a la cualidad probatoria de las publicaciones de
prensa, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
Decisión N° 98 de fecha 15 de marzo de 2000, ha señalado que: / (…) / No
obstante lo anterior, esta Dirección pasa a hacer las siguientes
consideraciones, siempre bajo el tratamiento hipotético de una situación no
verificada. / El planteamiento sometido a la consideración de esta
Dirección, por el Fiscal Superior del Estado Bolívar, se refiere a la presunta
infracción del artículo 155 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas
Nacionales por parte de la Junta Calificadora para los Ascensos, al
concederle al ciudadano Gustavo Puerta Martínez, el ascenso al grado
superior, a pesar de estar sometido a un proceso penal. / El ascenso es
considerado, dentro del régimen jurídico militar, como un premio que se
obtiene, como producto de la conducta de sus efectivos ajustada a los
valores de la institución militar. En este sentido, el artículo 152 de la Ley
Orgánica de la Fuerza Armada Nacional, establece: / (…) / Para obtener el
derecho al ascenso, se requiere cumplir con los requisitos previstos en el
artículo 158 eiusdem, los cuales son del tenor siguiente: / ‘(…) b) Aptitud
moral, puesta de manifiesto por el carácter, espíritu militar y conducta; (…)/
Para obtener el ascenso, como premio al mérito, se requiere entre otros
requisitos, la aptitud moral entendida ésta como la cualidad para
pertenecer a la institución militar, actuando siempre con base en los
617
lineamientos de conducta guiados por el servicio a la patria, el amor por los
símbolos patrios, la decencia, la rectitud, la moral, entre otros. Quien no
cumpla con estos parámetros no es digno de merecer el ascenso. / El
artículo 155 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales,
dispone: / (…) / De acuerdo con la norma trascrita ut supra, no tiene
derecho al ascenso el militar que se encuentra en uno de los siguientes
supuestos: / Sometido a investigación judicial o administrativa; / En su
contra se haya dictado un auto de detención o de sometimiento a juicio. /
La finalidad de esta disposición es proteger el decoro y el buen nombre de
la Fuerza Armada Nacional, garantizando que aquellos integrantes del
componente militar, cuya conducta no sea cónsona con los valores
institucionales de disciplina, obediencia, rectitud, moralidad y apego a la
Constitución y las leyes, no sean ascendidos en el orden de méritos
previsto en el artículo 180 de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada
Nacional. / El artículo 32 de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada
Nacional, refuerza lo anterior, al señalar: / (…) / De lo anterior, se puede
afirmar que en el supuesto que el Sub-Teniente (GN) Gustavo Puerta
Martínez, haya sido ascendido al grado superior, estaríamos en presencia
de una infracción al artículo 155, antes citado, ya que el Fiscal Superior del
Estado Bolívar, afirma que este oficial militar, se encuentra imputado en la
causa signada con el N° G-540.649, referida a los hechos ocurridos en el
Internado Judicial de Vista Hermosa en fecha 11-11-2003, lo que significa
que se encuentra sometido a una investigación judicial penal, por existir
elementos de convicción que lo vinculan como autor o partícipe en los
presuntos hechos punibles acaecidos en el referido establecimiento
penitenciario. / De acuerdo con lo previsto en el artículo 124 del Código
Orgánico Procesal Penal, se considera imputado: / (…) / Lo anterior,
permite señalar sin lugar a dudas que, si un militar es objeto de un acto de
imputación, por parte de la autoridad encargado de la persecución penal,
esto es, el Ministerio Público, no podría ser objeto de ascenso alguno, ya
que se lesionaría el buen nombre, dignidad y decoro del orden militar. /
Igualmente, de haberse verificado la hipótesis antes examinada, dicho acto
administrativo estaría viciado de nulidad absoluta por violar la prohibición
establecida en la ley orgánica que rige a la Fuerza Armada Nacional de
ascender a quienes se encuentren sometidos a investigación judicial o
administrativa, motivo por el cual, no podría generar derechos a favor del
prenombrado ciudadano, todo a tenor de lo previsto en el artículo 19,
ordinal 1° de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, que
sanciona con nulidad absoluta, los actos dictados en infracción de la
Constitución o las leyes, como sería lo ocurrido en el caso bajo análisis,
siempre que se verifique la información reseñada en la prensa local. /
Finalmente y como mecanismos para actuar en el presente caso, la
Dirección a mi cargo, sugiere que: / Se oficie al Ministerio de la Defensa
para que informe al Ministerio Público, si el ciudadano Subteniente de la
Guardia Nacional Gustavo Puerta Martínez, le fue otorgado el ascenso al
grado inmediatamente superior de Teniente. / De obtenerse una respuesta
afirmativa, se sugiere que el Fiscal General de la República, como máximo
garante de la constitucionalidad y la legalidad, se dirija al Fiscal General
Militar, exhortándole para que, de conformidad con lo establecido en el
artículo 83 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, solicite
al Ministerio de la Defensa, que en uso de la potestad de autotutela de la
Administración, proceda a la revisión del acto administrativo de concesión
del ascenso al ciudadano Gustavo Puerta Martínez, y la declaratoria de

618
nulidad absoluta del mismo, por violar lo previsto en los artículos 152 y 158
de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales. A tales efectos,
se sugiere requerir al Fiscal Superior del Estado Bolívar un informe acerca
de la causa en la que fue imputado el citado oficial militar./ III.-
Conclusiones: 1.- El Fiscal Superior del Estado Bolívar, con base en una
información de prensa ha solicitado a la Dirección un pronunciamiento
acerca del presunto ascenso de un oficial de la Guardia Nacional quien se
encuentra imputado en una causa penal. / 2.- Las informaciones de
prensa, salvo que constituyan lo que la jurisprudencia ha denominado
como hecho notorio comunicacional, no pueden ser consideradas como el
instrumento que acredite la veracidad y fiabilidad de una situación como la
que se examina. / 3.- No obstante, de haberse producido tal situación,
supondría la infracción de los artículos 155 y 158 de la Ley Orgánica de las
Fuerzas Armadas Nacionales, que podría legitimar al Fiscal General Militar
para que solicite la revisión del acto a fin de procurar el reconocimiento de
su nulidad absoluta, con base en lo establecido en el artículo 19, ordinal 1°
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, en concordancia
con lo previsto en el artículo 83 eiusdem…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOFAN art:32
LOFAN art:152
LOFAN art:155
LOFAN art:158
LOFAN art:180
COPP art:124
LOPA art:19-1
LOPA art:83
STSJSCO Nº 98
15-03-2000

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC IMPUTABILIDAD
DESC MEDIOS DE COMUNICACION
DESC MILITARES
DESC NULIDAD
DESC PENITENCIARIAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.705-708.

619
239
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D-672-2004 FECHA:20040909
TITL Razgos de Insconstitucionalidad del artículo 91 del Estatuto de
la Función Pública.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, (…) con el objeto de presentar a su


consideración, el estudio realizado por esta Dirección acerca de la
constitucionalidad y legalidad del artículo 91 de la Ley del Estatuto de la
Función Pública, publicada en la Gaceta Oficial N° 37.522 de fecha 6 de
septiembre de 2002. / Dicho estudio fue efectuado, con motivo del
requerimiento enviado por el Instituto de Estudio Superiores del Ministerio
Público, mediante Memorando N° DGAJ-IESMP-1414-2004 de fecha 30 de
agosto de 2004 …/ 2. Análisis de la situación planteada / De los
señalamientos expuestos, por el Instituto de Estudios Superiores, se
desprende que el planteamiento principal apunta a una presunción de
inconstitucionalidad del artículo 91 de la Ley del Estatuto de la Función
Pública, específicamente en lo relativo al debido proceso, la presunción de
inocencia y el juicio previo. / Para una mejor comprensión de la situación a
analizar, se trascribe el artículo 91, objeto de estudio, el cual es del tenor
siguiente: ‘Artículo 91. Si a un funcionario le ha sido dictada medida
preventiva de privación de libertad, se le suspenderá del ejercicio del cargo
sin goce de sueldo. Esta suspensión no podrá tener una duración mayor a
seis meses./ En caso de sentencia absolutoria con posterioridad al lapso
previsto en este artículo, la Administración reincorporará al funcionario o
funcionaria público con la cancelación de los sueldos dejados de percibir
durante el lapso en que estuvo suspendido.’ / La norma trascrita ut supra,
se encuentra ubicada dentro del Título VII denominado ‘Medidas
Cautelares Administrativas’, y regulan la situación del funcionario o
funcionaria público, que estando en servicio activo, es objeto de la
aplicación de una medida de privación judicial preventiva de libertad, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 250 y 251 del Código
Orgánico Procesal Penal. Según la norma de la Ley del Estatuto de la
Función Pública, la privación judicial preventiva de la libertad, produce una
suspensión, tanto del cargo, como del sueldo del funcionario sometido a
ella, por un lapso que no puede exceder de seis (6) meses. / En este
sentido conviene hacer algunas consideraciones en lo referente a la
naturaleza y alcance de los derechos constitucionales al debido proceso y
la presunción de inocencia, ya que, en criterio del Instituto de Estudios
Superiores, el artículo 91 de la Ley del Estatuto de la Función Pública
contraviene disposiciones constitucionales que consagran tales derechos. /
El debido proceso, en una primera aproximación conceptual de este
derecho constitucional, responde a un punto de origen, donde está
envuelto el desarrollo progresivo de prácticamente todos los derechos
fundamentales de carácter procesal, entendidos éstos como un conjunto
de garantías a los derechos de goce -cuyo disfrute satisface
inmediatamente las necesidades o intereses del ser humano, en este caso,
620
en lo relativo al aspecto procedimental y la conexión del Estado con la
ciudadanía por medio de la jurisdicción, en uso de la herramienta
destinada a tal fin, que es el proceso- apuntando así, a la seguridad de
todos los medios tendentes a mantener la vigencia y eficacia de tales
presupuestos. / Partiendo de estas afirmaciones, tal derecho deviene en
consecuencias directas de carácter procesal, que al materializarse en
todos aquellas situaciones o consecuencias jurídicas derivadas de
supuestos de hechos presentados como contrarios al ordenamiento
normativo, traen consigo la demanda de exigencias fundamentales
respecto de toda esa fase procedimental en donde se determina el grado
de responsabilidad de la persona, especialmente en aquellos que
desembocan en una denegación, restricción o supresión de derechos o
libertades ciudadanas. / Es pues el debido proceso, el punto donde
converge esa necesidad de saneamiento judicial que demanda la
ciudadanía y al mismo tiempo la garantía del Estado al proporcionar
certeza de esa expectativa de proceso justo, tenida por cierta y
consagrada en la Constitución para todo ciudadano al momento de ser
parte en un procedimiento. (…) El proceso, entendido entonces como el
mecanismo por medio del cual el Estado entra en contacto con los
ciudadanos a través de la jurisdicción, con el fin de regular, normar y
dirimir todo lo relativo a la tutela de los derechos, implica, y de allí la
esencia del derecho al debido proceso, un estado de resguardo, dentro del
mismo, el cual responde a una expectativa legítima de confianza en la
eliminación de la auto tutela en virtud de la existencia de un órgano mayor
(Estado), creado y regulado por los pueblos en busca de una mejor
calidad de vida, supresión de abusos y eliminación de arbitrariedades,
reservándosele así la potestad de impartir justicia por medio de procesos
estructurados para el bien de la comunidad y no para su desmejora. / De
este modo, queda entonces patente que la indefensión procesal debe ser
evitada en todo grado y estado de la causa, ya que la misma responde a
los valores contrarios al principio constitucional estudiado, siendo esta
precisamente la consecuencia no permitida en toda planificación
estructural normativa donde se tenga como base preconcebida, los
derechos fundamentales de los seres humanos. / Ahora bien, el artículo 91
de la Ley del Estatuto de la Función Pública, establece una precondición
como lo es que se dicte una medida preventiva de privación de libertad a
un funcionario público, la cual determina o se engrana en una
consecuencia jurídica, como lo es la suspensión del ejercicio del cargo y la
suspensión del goce del sueldo, las cuales tienen un efecto jurídico
determinante sobre el derecho que tiene el funcionario a la percepción del
salario y al desempeño de las funciones para las cuales fue designado,
situaciones que se dan previas al inicio del procedimiento, contraviniendo
así lo dispuesto en los principios que rigen el debido proceso en lo relativo
al derecho a ser oído y el derecho a que se presuma de su inocencia hasta
que se demuestre su culpabilidad. / Tales restricciones fueron establecidas
atendiendo a una naturaleza preventiva y cautelar en base al supuesto de
hecho planteado. Tal naturaleza, partiendo de las ideas que subyacen
detrás de los principios de protección cautelar, tienen por objetivo proteger
derechos cuyo reconocimiento, por otra parte, es solicitado en un proceso,
preservando al mismo tiempo y durante el mismo el statu quo tanto de
hecho como de derecho. / Para esta Dirección es imperativo precisar que
lo cautelar tiene su fundamento en el significante derivado de la
precaución; implica así una limitante a la consecución de hechos o daños

621
a temerse. Tal concepto, no presenta así carácter coactivo desde una
perspectiva sancionadora, siendo precisamente un ejercicio de medios que
responden a una finalidad de guarda. / De este modo, resulta la medida
cautelar un prolegómeno necesario que reacciona frente a una necesidad
preventiva, que tiende a evitar un riesgo, esto con el fin de que no quede
burlado el derecho y a su vez devenga en un revestimiento de efectividad
tutelar. / Por argumento al contrario, no puede considerarse como cautelar,
la disposición normativa que restringe o afecta derechos, con carácter de
definitivo, ya que se desnaturaliza la esencia de la cautela, que tal como se
ha venido desarrollando, no es otra que una prevención, una protección
para asegurar las resultas de un proceso. / Ahora bien, el Código Penal en
su estructura normativa, ha dado carácter de pena, a determinadas
medidas cuya finalidad es la sanción, según el grado de la responsabilidad
penal de algún individuo, las cuales se encuentran desarrolladas en los
artículos 10 y siguientes del citado texto normativo. / Esto ha generado,
como una consecuencia directa, la determinación expresa de que ciertas
situaciones materiales queden revestidas de una naturaleza condenatoria
y por lo tanto se encuentren subsumidas dentro del carácter coactivo y
punible que conlleva toda sanción. / Así, el artículo 10 del Código Penal
establece: ‘Artículo 10: Las penas no corporales son: 1.- Sujeción a la
vigilancia de la autoridad pública.2.- Interdicción civil por condena penal;
3.- Inhabilitación Política; 4.-Inhabilitación para ejercer alguna profesión,
industria o cargo; 5.- Destitución de empleo; 6.- Suspensión del mismo; 7.-
Multa; 8.- Caución de no ofender o dañar; 9.- Amonestación o
apercibimiento 10.- Pérdida de los instrumentos o armas con que se
cometió el hecho punible y de los efectos que de el provenga; 11.- Pago de
las costas procesales’ / Igualmente, el artículo 27 eiusdem, señala:
‘Artículo 27: la suspensión del empleo impide al penado su desempeño
durante el tiempo de la condena, con derecho, terminada esta, a continuar
en el, si para su ejercicio estuviera fijado, un período que corriera aún. /
Parágrafo único. Esta pena y la del artículo anterior pueden imponerse
como principales o como accesorias’. / Así, el Código Penal ha establecido
de manera expresa que la suspensión del empleo es una pena, que se
encuentra dentro de las calificadas penas no corporales, que puede ser
impuesta tanto de manera principal como de manera accesoria y
revistiendo por ello carácter condenatorio Por tanto, para esta Dirección,
es claro que la referida ‘medida cautelar administrativa’, es de naturaleza
sancionatoria y no preventiva cautelar. / Esto conlleva a la configuración de
un choque conceptual entre lo que se entiende por medida preventiva y la
definición de sanción, encontrándose en el artículo 91 de la Ley del
Estatuto de la Función Pública la fijación de un hecho como lo es la
suspensión del empleo y el goce de sueldo dentro de un supuesto
categórico de índole cautelar, cuando expresamente se encuentra
establecido en el Código Penal que tal situación se configura como una
sanción; está calificada inclusive dentro de las llamadas penas no
corporales, y por lo tanto resulta imposible de enmarcar dentro de una
medida preventiva. / De manera tal que, la norma in comento nos coloca
frente a una situación, en donde se evidencia la imposición de una
sanción sin la previa determinación de los supuestos de hecho o
situaciones materiales que, en cuanto a su grado de responsabilidad,
devienen en consecuencias jurídicas, establecidas en la ley, para el hecho
que se le impute. / Por otra parte, si bien es cierto que la norma señalada
plantea una situación extra procesal (ello porque plantea un supuesto fuera

622
del espectro dentro del cual se desarrolla el proceso) como lo es la
suspensión del cargo y del sueldo pertenecientes a un funcionario que se
vea sujeto a una medida preventiva de privación de libertad, no es lo
menos que para el momento en que el mismo incursa dentro de la
jurisdicción a fin de que determine su responsabilidad y grado de
culpabilidad, ya viene con una sanción impuesta, fijada por el órgano
administrativo. / Tal sanción colide con lo preceptuado en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela relativo al derecho a la defensa,
en lo atinente al derecho de toda persona a ser oída en cualquier clase de
proceso, con las debidas garantías y dentro del plazo razonable
determinado legalmente, antes de que se emita cualquiera acto jurídico,
capaz de afectar su situación jurídica subjetiva. / Lo planteado lleva en sí
una finalidad procesal, traducida a su vez en garantía constitucional. Tal
finalidad se encuentra en el hecho de poder decidir cada proceso con una
providencia final producto de una labor investigativa, no al comienzo y
previo al inicio del proceso en base a una suposición, si no al final, en la
sentencia definitiva, conforme a lo alegado y probado en autos, en base a
la pretensión procesal fijada en el thema decidemdum. / Siendo así, una
suposición previa que establece a su vez una sanción, todo ello fuera de
los procedimientos legales y sin las garantías procesales que suponen los
mismos, tal como está planteado dentro de los términos expuestos en el
artículo 91 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, supone una
contradicción inevitable entre un principio constitucional que sirve de
fundamento al proceso y una norma que, excediéndose en los poderes de
la Administración y dejando a un lado presupuestos normativos
considerados como vitales para la función jurisdiccional, fija sanciones e
impone consecuencias a determinadas situaciones materiales. / En
relación con la presunción de inocencia, este principio encuentra su base
legal en el numeral 2 del artículo 49 constitucional relativo al derecho a la
defensa y al debido proceso. / La presunción de inocencia se desprende
del forzoso requerimiento previo de una demostración de culpabilidad.
Ninguna persona puede ser considerada ni tratada como culpable mientras
no haya en su contra una sentencia definitivamente firme, dictada en un
proceso regular que lo declare como tal, deviniendo esto en consecuencia
directa de la superación de aquella presunción. / De este modo, el derecho
a la presunción de inocencia sólo puede ser desvirtuado, cuando el juicio
de culpabilidad se encuentre apoyado en pruebas que han sido legalmente
practicadas y evacuadas. / En este sentido la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia N° 113 de fecha 27-3-2003
señaló: ‘El derecho constitucional a la presunción de inocencia, sólo puede
ser desvirtuado cuando se determina definitivamente la culpabilidad del
sujeto incriminado, luego de un procedimiento contradictorio.’ / Siendo ello
así, en virtud del estado de inocencia que se presume en fase primaria, no
es el acusado quien debe probar su falta de culpabilidad, sino los órganos
encargados de ejercer la acción penal, en nombre del Estado, a través de
la acusación. La libertad, sólo puede restringirse de manera cautelar y
extraordinaria para garantizar los fines del proceso, valga decir, para
prevenir que el acusado o imputado, eluda la acción de la justicia o
obstaculice la comprobación de hechos, tal y como de manera clara señala
el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, en cuanto a los
requisitos para la medida de privación judicial de la libertad, pero nunca
invocándose la gravedad de los delitos o de las pruebas que existan en su
contra, precisamente porque el estado de inocencia veda de modo

623
absoluto el tenerlo, directa o presuntamente, por culpable. / Corresponde
pues, la carga material de la prueba, de manera exclusiva, al acusador,
quien ha de probar en juicio los hechos constitutivos de la pretensión, sin
que se pueda constitucionalmente exigir a la defensa una probatio
diabólica de lo hechos negativos. / Aunado a ello, es menester resaltar que
la presunción de inocencia está recogida como derecho fundamental
dentro de la Constitución, por ser considerada un derecho inherente a la
persona humana. Por tanto, al ser reconocido por la Carta Magna, donde
se encuentra apoyada toda la legitimidad institucional, se desprende que el
resto de la legislación interna le está subordinada, tal y como
expresamente lo reconoce el artículo 7 de la novísima Constitución de
1999. Esta particularidad le da a la presunción de inocencia un carácter
fundamental que no puede menoscabarse en sistemas normativos de
menor jerarquía. / De este modo, el mandato constitucional que se
desprende del derecho a la presunción de inocencia, debe tener desarrollo
legislativo en toda la actividad estatal que comprometa la responsabilidad
del hombre, penal y administrativa. Es este un mandato que por su
naturaleza resulta superior, por ende, se traduce en un poder que obliga a
los estamentos subordinados a la difusión de los preceptos en ella
establecidos. / Asimismo, en base al concepto de separación de poderes y
las competencias fijadas dentro del rango de potestades atribuidos a los
órganos que ejercen el Poder Público, corresponde al Poder Judicial, a
través de los órganos jurisdiccionales, el conocimiento de todas aquellas
controversias que se susciten bien sea por particulares entre sí como por
éstos frente al Estado, siempre que las mismas presenten trascendencia
jurídica y sean susceptibles de tutela, sin más limitaciones que las
establecidas en la ley, derivándose de ello, un acto (sentencia) al final del
proceso que, entendido éste como un documento público que pone fin al
conflicto planteado, materializa en él, una de las potestades que tiene el
Poder Judicial como lo es el de administrar justicia. / En base a lo
expuesto, advierte esta Dirección que la Ley del Estatuto de la Función
Pública, en su artículo 91, contraría disposiciones fundamentales relativas
a la condición de inocente, del ciudadano procesado, ya que adelanta el
veredicto de culpabilidad, al separar al funcionario del cargo que ostentaba
y además privarlo del salario a que tiene derecho, sin la articulación de un
proceso administrativo previo, lo que ocasiona, su entrada al proceso
penal, sufriendo las consecuencias de una sanción preestablecida, lo cual
implica dejar a la jurisdicción, como función potestad del Estado,
desprovista de una de sus principales atribuciones como lo es la
administración de justicia, y en segundo lugar, la inconstitucional
aplicabilidad de una sanción a un supuesto material fijado con total
prescindencia de una sentencia que así la determine, emanada de un
procedimiento legalmente establecido. / Conclusión / 1.- El artículo 91 de la
Ley del Estatuto de la Función Pública, establece para el supuesto de la
determinación de una medida preventiva de libertad, una restricción
material basada en la suspensión del ejercicio del cargo sin goce de
sueldo. / 2.- Las medidas cautelares responden a una naturaleza de
guarda y protección cuya finalidad se centra en el mantenimiento del
derecho y la posibilidad de tutela judicial efectiva. / 3.- La suspensión de
sueldo, es una sanción calificada de no corporal por parte del artículo 10
del Código Penal, y puede ser impuesta de manera principal o accesoria. /
4.- La suspensión del ejercicio del cargo y goce de sueldo establecida en
el artículo 91 de la ley en referencia, contraría los principios tendentes a la

624
fijación de medidas en base a una carácter protector de índole cautelar, ya
que la misma es una sanción y por lo tanto reviste naturaleza
condenatoria, tal como lo establece el Código Penal, contraviniendo así lo
preceptuado en las normas constitucionales relativas al derecho al debido
proceso y a la presunción de inocencia. /
De lo anteriormente expuesto considera esta Dirección en lo Constitucional
y Contencioso Administrativo, que el artículo 91 objeto de análisis,
presenta rasgos de inconstitucionalidad debido a extralimitación en el
alcance de la norma, puesto que el precepto normativo, determinante en
la consecuencia jurídica, colide con principios fundamentales establecidos
dentro de la Constitución, resultando evidente la imposibilidad de
aplicación del mismo. En fuerza de lo anterior, este Despacho somete a su
consideración, la posibilidad de plantear al Fiscal General de la República,
el ejercicio de un recurso de nulidad por motivos de inconstitucionalidad en
contra del artículo 91 de la Ley del Estatuto de la Función Pública…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:7
CRBV art:49-2
LEFP art:91
CP art:10
CP art:27
COPP art:250
COPP art:251
STSJSCP Nº 113
27-03-2003

DESC JUICIO
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC LEYES
DESC LIBERTAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC NULIDAD
DESC PRESUNCION
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SALARIOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.708-713.

625
240
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-64055 FECHA:20040923
TITL Intervención del Ministerio Público en el proceso de formación
de los actos administrativos en materia tributaria.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, con objeto de dar respuesta a su


comunicación N° LAR-12-068-04, de fecha 13 de septiembre de 2004, en
la cual solicitó a este Despacho una consulta acerca del criterio que posee
en relación a la función que asigna al Ministerio Público el parágrafo único
del artículo 162 del Código Orgánico Tributario, referente a la intervención
del fiscal del Ministerio Público en los simples actos de trámite que efectúe
la administración tributaria. / (…) / 3.- Análisis de la situación planteada. /
Como punto previo esta Dirección estima pertinente hacer las siguientes
consideraciones: / El artículo 285 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, establece: / (…) / La disposición constitucional
antes transcrita, convierte al Ministerio Público en el garante de la
constitucionalidad, legalidad y vigencia de los derechos y garantías
constitucionales en los procesos judiciales y administrativos, atribución que
está sujeta al desarrollo legislativo, y por tanto, materia de reserva legal.
Ello supone que el legislador, respetando el principio de separación de
poderes y con estricto apego al texto constitucional, puede desarrollar
nuevas competencias para el Ministerio Público, siempre que ellas se
correspondan con la naturaleza de órgano de control de constitucionalidad
y de legalidad. / En este orden de ideas, los artículos 1 y 11, numerales 1 y
2, de la Ley Orgánica del Ministerio Público vigente por mandato de la
Disposición Transitoria Novena de la Constitución establece: / ‘ Artículo 1:
El Ministerio Público velará por la exacta observancia de la Constitución y
las leyes. / Artículo 11: Son deberes y atribuciones del Ministerio Público: /
Velar por la observancia de la Constitución, de las leyes y de las libertades
fundamentales en todo el territorio nacional. / Vigilar, a través de los
fiscales que determine esta ley, por el respeto de los derechos y garantías
constitucionales; y por la celeridad y buena marcha de la administración de
justicia en todos los procesos en que estén interesados el orden público y
las buenas costumbres.’ / El marco constitucional y legal, antes citado,
permite a este Despacho afirmar que en cualquier proceso, judicial o
administrativo, es el Ministerio Público el órgano del Poder Ciudadano,
llamado a ejercer el control de legalidad de la actuación de la
Administración Pública o del Poder Judicial, a fin de velar por su apego
estricto a las previsiones constitucionales y legales que rigen sus
actividades. / Precisada la función del Ministerio Público en base a sus
respectivas atribuciones, este Despacho conviene en hacer algunas
consideraciones en lo atinente a los actos administrativos, ello en virtud del
planteamiento formulado en cuanto a la intervención del Ministerio Público
en los actos de la Administración Tributaria, específicamente en aquellos
calificados como actos simples o de mero trámite. / Al respecto, conviene
citar previamente los artículos 161 y 162 del Código Orgánico Tributario,
626
los cuales tienen relevancia para la emisión del criterio de la Dirección,
sobre el punto expuesto en su consulta. Dichas normas establecen: /
‘Artículo 161. La notificación es requisito necesario para la eficacia de los
actos emanados de la Administración Tributaria, cuando éstos produzcan
efectos individuales.’ / ‘Artículo 162: Las notificaciones, se practicarán, sin
orden de prelación, en alguna de estas formas: / 1. Personalmente,
entregándola contra recibo al contribuyente, o responsable. Se tendrá
también por notificado personalmente el contribuyente o responsable que
realice cualquier actuación que implique el conocimiento del acto, desde el
día en que se efectuó dicha actuación. / 2. Por constancia escrita
entregada a cualquier funcionario, de la Administración Tributaria en el
domicilio del contribuyente o responsable. Esta notificación se hará a
persona adulta que habite o trabaje en dicho domicilio, quien deberá firmar
el correspondiente recibo, del cual se dejará copia para el contribuyente o
responsable en la que conste la fecha de entrega. / 3. Por correspondencia
postal efectuada mediante correo, público o privado, por sistemas de
comunicación telegráficos, facsimilares, electrónicos y similares siempre
que se deje constancia en el expediente de su recepción. Cuando la
notificación se practique mediante sistemas facsimilares o electrónicos, la
Administración Tributaria convendrá con el contribuyente o responsable la
definición de un domicilio facsimilar o electrónico. / Parágrafo Único: En
caso de negativa a firmar al practicarse al notificación conforme a lo
previsto en los numerales 1 y 2 de este artículo, el funcionario en
presencia de un fiscal del Ministerio Público, levantara Acta en al cual se
dejará constancia de esta negativa. La notificación se entenderá practicada
una vez que se incorpore el Acta en el expediente respectivo.’/ De acuerdo
con las normas trascritas, al Ministerio Público se le atribuye una
competencia para dejar constancia de la negativa de un contribuyente a
recibir las notificaciones que emanen de la Administración Tributaria, bien
personalmente o bien a través de la persona que se encuentre en su
domicilio fiscal. / Ahora bien, de la lectura concatenada de las normas ya
mencionadas, se advierte que tal competencia debe ser ejercida en
aquellos casos en que se pretenda la notificación de actos que ocasionen
efectos individuales, de allí surge el planteamiento central de su solicitud,
acerca de en cuáles casos, debe acudir el fiscal del Ministerio Público,
cuando se produzca la negativa del contribuyente a recibir la notificación,
toda vez que le surge la duda, en lo que respecta los actos de mero
trámite. / Así, los actos de mero trámite están definidos como aquellos que
no revisten su ser en sí de una connotación concluyente. Responden más
bien a una situación de trámite, de sustanciación, facilitando así, dentro
del procedimiento, el impulso-deber de la Administración de concretar las
investigaciones del tema controvertido, devengándose así la fase
decisoria. / Los actos de mero trámite no resuelven el fondo del asunto
que debe decidir la Administración, en principio no causan indefensión ni
prejuzgan sobre la cuestión de fondo, de allí que los mismos sean
irrecurribles en sede jurisdiccional. / De lo anterior, es claro entonces que
los actos de mero trámite no ocasionan gravamen alguno para el
administrado, toda vez que su finalidad no es otra que ordenar el
procedimiento administrativo, sustanciarlo sin emitir un pronunciamiento
sobre el mérito principal de la causa. / Cuando el artículo 161 del Código
Orgánico Tributario, se refiere a la notificación como requisito necesario
para la eficacia de los actos emanados de las Administración Tributaria, la
circunscribe a aquellos actos que produzcan efectos individuales, y precisa

627
de manera específica cuales son los atributos que debe reunir un acto,
para que, en el supuesto de la negativa de recepción de la notificación del
contribuyente, se active la intervención del Ministerio Público. / Tales
atributos son: que produzca efectos individuales, y que dichos efectos
aseguren la eficacia del acto, entendida ésta como la cualidad de la
voluntad de la Administración, que permite su oponibilidad al administrado
y facilita su ejecución (AYALA CALDAS, Jorge Enrique. Elementos de
Derecho Administrativo General. Ediciones Doctrina y Ley Ltda. Santa Fé
de Bogotá. 1999, p.238). / Con base a lo anterior, advierte la Dirección
que la intervención del fiscal del Ministerio Público en los casos previstos
en el parágrafo único del artículo 162 del Código Orgánico Tributario, se
refiere a la notificación de actos administrativos eficaces, ello como
consecuencia del efecto jurídico administrativo que causa en el particular,
derivado del carácter definitivo que trae consigo. / En estos casos, la
presencia del Ministerio Público, tiene fundamento en la disposición
constitucional del artículo 285, numerales 1 y 2, basado en la naturaleza
garante y de control de legalidad de los procesos judiciales y
procedimientos administrativos que revisten la actuación fiscal. / En otras
palabras, cuando la norma objeto de análisis prevé la intervención del
Ministerio Público en el marco de un procedimiento de naturaleza
tributaria, le está asignando al fiscal del Ministerio Público la función de
control de la veracidad y autenticidad de la actuación administrativa
tributaria, siempre en función de los actos eficaces y definitivos emanados
de la misma y no de los simples actos de mero trámite, ya que la
naturaleza de los primeros de los nombrados, la que se corresponde con la
función establecida por disposición constitucional al Ministerio Público, de
garantizar en los procesos el respeto a los derechos y garantías
constitucionales, así como la buena marcha de la administración de
justicia, el juicio previo y debido proceso, en razón que los mismos afectan
situaciones jurídicas subjetivas del contribuyente. / Cabe destacar que otro
de los requisitos para que proceda la intervención del Ministerio Público en
los casos previstos en el parágrafo único del artículo 162, del Código
Orgánico Tributario es que ciertamente se haya producido la negativa del
contribuyente a recibir la notificación, lo que acarrea la necesidad por parte
del Ministerio Público de exigir a la Administración Tributaria las pruebas
que demuestren los intentos que ha efectuado para notificar al
administrado y sus resultas. Sin el cumplimiento de dichas formalidades,
resulta inconveniente la designación de un fiscal para que acompañe a la
administración tributaria a la práctica de la notificación por cuanto ello
puede ser visto o interpretado como actos de intimidación en el cual el
Ministerio Público sea utilizado como instrumento de coerción. / De este
modo, considera este Despacho, que la intervención del Ministerio Público
en los actos de mero trámite emanados de la Administración Tributaria, no
se corresponden con la naturaleza fiscalizadora y garante de legalidad que
determina al Organismo, ya que tales actos responden a una finalidad
específica, están destinados a llevar el procedimiento a su fase final y por
ende no resultan ser los llamados a la observación y control de legalidad,
por cuanto carecen de carácter dispositivo y por ende no son susceptibles
de modificar, extinguir o crear realidades jurídicas…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art.285
CRBV art:285-1

628
CRBV art:285-2
COT art:161
COT art:162
LOMP art:1
LOMP art:11-1
LOMP art:11-2

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC CONSULTAS
DESC IMPUESTOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NOTIFICACIONES
DESC SEPARACIÓN DE PODERES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.713-716.

629
241
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-64056 FECHA:20040923
TITL Lapso para la interposición de la acción de amparo
constitucional contra la negativa de los patrones a acatar las
providencias administrativas emanadas de las Inspectorías del
Trabajo que ordenen el reenganche y pago de salarios caídos.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, de conformidad con lo establecido en el artículo 8,


numeral 21 del Reglamento Interno que define las competencias de la Dirección
en lo Constitucional y Contencioso Administrativo, con el objeto de dar respuesta a
su consulta de fecha 6 de septiembre de 2004, la cual guarda relación con el
cómputo para determinar los lapsos de prescripción y caducidad previstos en el
primer aparte del artículo 6, numeral 4, primer aparte, de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, en la interposición de
acciones de amparo constitucional contra la negativa de los patrones a acatar las
providencias administrativas emanadas de las Inspectorías del Trabajo que
ordenen el reenganche y pago de salarios caídos. / (…) / 3. Análisis de la situación
planteada / De los señalamientos expuestos se desprende, que el planteamiento
principal apunta a que la Fiscalía 15° de Carabobo presenta un criterio distinto a la
interpretación sostenida por el Juzgado Superior Civil y Contencioso
Administrativo de la Región Centro Norte, con sede en la ciudad de Valencia,
acerca del momento a partir del cual, debe comenzar a correr el cómputo para el
ejercicio de la acción de amparo, en los casos de incumplimiento o desacato de
providencias administrativas emanadas de las Inspectorías del Trabajo,
arriesgando así la posibilidad de tutela jurídica que pudiera tener el agraviado,
susceptible de verse inmerso, por el transcurrir del tiempo, en sanciones
procesales derivadas del retardo en el ejercicio de la acción, refiriéndonos
específicamente a la prescripción y la caducidad. / (…) el Juzgado en referencia
estima que el cómputo para el ejercicio de la acción de amparo debe comenzar a
correr cuando se hubiere agotado el procedimiento de multa impuesto al patrono
contumaz, previsto en el Título XI ‘De las Sanciones’ artículos 625 y siguientes de
la Ley Orgánica del Trabajo. / Al respecto, para este Despacho, es necesario
efectuar una serie de consideraciones con relación al procedimiento de multa
establecido en la Ley Orgánica del Trabajo. / Para una mejor comprensión de la
situación a analizar, se trascriben los artículos 625, 647 y 648 de la Ley Orgánica
del Trabajo, los cuales son del tenor siguiente: / (…) / Ahora bien, de las normas
transcritas se desprende, que el procedimiento por multa establecido en los
artículos 647 y siguientes de la Ley Orgánica del Trabajo, tiene un carácter
evidentemente sancionatorio que responde a faltas del patrono con respecto al
cumplimiento de una serie de obligaciones derivadas de la propia Ley Orgánica
del Trabajo, en relación con los trabajadores que frente a éste, se encuentran en
una situación de subordinación. / Siendo ello así, es entendido el procedimiento
sancionatorio por multa, como uno de los tantos mecanismos existentes,
autónomos, de los que dispone la Administración para, de manera forzosa, regular
las relaciones derivadas del trabajo, como hecho social. En base a ello, existe la
posibilidad para quien incumple la voluntad de la Administración, de verse inmerso
en un procedimiento sancionatorio, para la verificación de la situación jurídico
material alegada por la parte agraviada, como infringida. Sin embargo, la sanción
administrativa, aquí establecida, en ningún caso deviene como mecanismo de
restitución de la estabilidad del trabajador y de su derecho al salario justo; sólo se
630
trata del castigo impuesto por el desacato a la decisión administrativa de la
Inspectoría del Trabajo. / (…) resulta necesario destacar que el criterio del
Juzgado Superior Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro Norte
(…) deviene en una interpretación que no se corresponde con la naturaleza
restitutoria de derechos constitucionales de la acción de amparo constitucional, en
los términos concebidos por el artículo 27 constitucional en concordancia con los
criterios vinculantes vertidos por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en la sentencia N° 7 de fecha 1° de febrero de 2000, caso José Amando
Mejía. / (…) / Siendo ello así, resulta concomitante el efecto de protección
buscado en el ejercicio de la acción de amparo con el carácter restitutorio que el
mismo reviste en su esencia. / (…) / De lo anterior, dimanan diferencias entre
ambos procedimientos -multa y amparo constitucional- que pueden ser resumidas
en los siguientes ítems: la acción de amparo constitucional es restitutoria en sí,
mientras que el procedimiento por multa a los patronos en desacato es
sancionatorio; en segundo lugar, la acción de amparo apunta a la violación de
derechos constitucionales, en tanto que el procedimiento por multa apunta a la
infracción de dispositivos contenidos en actos administrativos, dictados por la
Administración Pública, por parte del patrono. Con base a esto último logra
inferirse, incluso, una tercera diferenciación en cuanto al carácter específico del
procedimiento por multa, dirigido así al patrono contumaz, ello en contraposición al
carácter abstracto de la acción autónoma de amparo, la cual abriga en sí a
cualquier persona que lesione los derechos constitucionales de otro. Por último,
no puede dejar de señalarse que, mientras el procedimiento administrativo
sancionatorio se desenvuelve dentro del esquema organizativo de la
Administración Pública, el amparo constitucional es un proceso judicial cuya
decisión corresponde a los jueces, como tutores de la Constitución y de los
derechos que ésta consagra, según lo establecido en los artículos 27 y 334 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / En base a lo expuesto
conviene concluir, que no puede existir ningún tipo de relación conexa entre el
procedimiento por multa establecido en la Ley Orgánica del Trabajo y la acción
autónoma de amparo constitucional, regulada en la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales. / Establecido lo anterior, pasa la
Dirección a analizar la caducidad de la acción de amparo (…) / Al momento en
que se produce una violación de derechos constitucionales, la situación jurídico
material del individuo que sufre el agravio adquiere una necesidad privilegiada de
tutela la cual deriva del valor jerárquico, cultural, político y social que tienen las
normas constitucionales. / En el caso de las relaciones jurídicas surgidas, con
motivo del hecho social trabajo, el despido del trabajador, entendido como la
manifestación unilateral del patrono de poner fin a la relación de empleo (artículo
99 de la Ley Orgánica del Trabajo), genera para el laborante, un efecto jurídico
sobre su estabilidad en el puesto de trabajo y sobre el salario que devenga, lo que
hace nacer en él, la necesidad de tutela por parte del Estado, bien a través de los
órganos de la Administración del Trabajo o a través de los órganos de la
Administración de Justicia. / Cuando el trabajador, por determinadas condiciones
establecidas en el ordenamiento jurídico, acude a las Inspectorías del Trabajo,
órganos de la Administración del trabajo, y producto del procedimiento
administrativo correspondiente, obtiene una providencia administrativa que ordena
su reincorporación y pago de salarios, nace en él la expectativa que se
restablezca su situación jurídica, que ha sido infringida por el empleador. / Ante tal
alternativa, el patrono tiene dos opciones, o cumplir con la voluntad de la
Administración, reincorporando y cancelando al trabajador su salario; o acudir a
los órganos de la Administración de Justicia a solicitar la nulidad de dicho acto
administrativo. En el segundo supuesto, la declaratoria sin lugar del recurso
intentado o el no ejercicio del recurso de nulidad, dentro de los plazos
establecidos por la ley, convierte a la providencia administrativa en un acto
definitivamente firme, correspondiendo a la Administración Pública su ejecución,
bien de manera voluntaria o de manera forzosa. Cuando la ejecución no es
posible, la Administración acude al procedimiento de multas, como mecanismo de
sanción a la actitud contumaz del patrono, en desconocer la providencia
631
administrativa, sin que ello implique, la tutela del derecho invocado por el
administrado. / De tal situación se deriva, la imposibilidad de pensar que el
derecho constitucional, se encuentra sometido a una ficción de carácter
suspensivo, mientras se inicia, sustancia y finaliza un procedimiento de naturaleza
laboral. / (…) los derechos constitucionales, al trabajo y al salario, no pueden
esperar para su restablecimiento, que un procedimiento administrativo, someta al
patrono a multas sucesivas, de las cuales por cierto, puede recurrir, ante la propia
Inspectoría, ante el Ministro del ramo, e incluso en la propia Administración de
Justicia, prolongando en el tiempo la violación constitucional. / En este sentido, el
criterio del Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región
Centro Norte, en torno a su interpretación del lapso para el ejercicio de la acción
de amparo y la privación otorgada a otro tipo de procedimientos por encima de la
tutela especial que requieren las normas fundamentales, apunta a la necesidad de
repensar los fundamentos por medio de los cuales el órgano jurisdiccional decide
e interpreta la ley, siendo necesario acotar que el mismo se encuentra sometido
al ejercicio de actividades válidas y acordes con la eficacia, en cuanto a la
aplicabilidad, de todo lo concerniente a la protección de disposiciones de índole
constitucional. / De este modo, en relación con el aspecto programático, el
mandato de protección y primacía constitucional que se desprende de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, debe tener un
desarrollo práctico en la actividad judicial, que comprometa la responsabilidad de
los órganos jurisdiccionales en la interpretación de cada texto normativo, a fin de
asegurar la eficacia y eficiencia del amparo constitucional como mecanismo
restablecedor de derechos y garantías constitucionales vulnerados. / Asimismo,
en base al concepto de separación de poderes y las competencias fijadas dentro
del rango de potestades atribuidos a los órganos que ejercen el Poder Público,
corresponde al Poder Judicial, a través de los órganos jurisdiccionales, el
conocimiento de todas aquellas controversias que se susciten bien sea por
particulares entre sí como por éstos frente al Estado, siempre que las mismas
presenten trascendencia jurídica y sean susceptibles de tutela, sin más
limitaciones que las establecidas en la ley, derivándose de ello, un acto
(sentencia) al final del proceso que, entendido éste como un documento público
que pone fin al conflicto planteado, materializa en él, una de las potestades que
tiene el Poder Judicial como lo es el de administrar justicia. Tales disposiciones
encuentran fundamento en el artículo 253 constitucional, (…) / Ahora bien, con
relación al aspecto procesal y material del asunto planteado, ello en
concatenación con las ideas expuestas, conviene ahora determinar el lapso a
partir del cual debe entenderse como existente la lesión que legitima al agraviado
para el ejercicio de la acción. / Resulta así conveniente precisar que la acción,
como posibilidad jurídico constitucional de acudir ante los órganos jurisdiccionales,
tiene un momento inicial el cual surge en el instante en que el agravio producido
deviene en un interés de resolución el cual, en un primera aproximación, se
encuentra configurado como un interés sustancial, entendido este como la
aspiración o querencia en orden a la satisfacción de una necesidad. / Sin
embargo, al momento en que el interesado acude a los órganos jurisdiccionales el
interés reviste entonces una naturaleza reforzada, hablándose así de un interés
procesal, el cual es entendido como la necesidad que tiene todo justiciable de
requerir de los órganos jurisdiccionales las providencias de trámite o definitivas en
orden a la realización del derecho de accionar. / Lo anterior nos hace pensar, que
el agravio, como elemento que genera el interés simple de resolución y que
impulsa así al ejercicio de la acción, la cual adquiere trascendencia en el mundo
jurídico por medio del conocimiento de los órganos jurisdiccionales de la
pretensión que se busca, no puede configurarse a partir de una situación
construida en base a ejercicios intelectuales relacionados con momentos
específicos del proceso, si no más bien desde una situación meramente fáctica
que evidencia la lesión, faculta al interesado y lo lleva a entrar en contacto con el
órgano jurisdiccional. / Así, en el caso particular que nos ocupa, es criterio de este
Despacho, que el lapso a partir del cual transcurren los cómputos para el
ejercicio de la acción de amparo constitucional y junto con ello los lapsos de
632
caducidad y prescripción, se inicia en el preciso instante en que el patrono
desacata la providencia administrativa que ordena el reenganche y el pago
de salarios caídos, ya que es a partir de ese momento que se configura la lesión
a la situación jurídica que disfruta el trabajador como expresión de los derechos
constitucionales al trabajo y al salario justo…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:27
CRBV art:253
CRBV art:334
RSMP Nº 979-art:21-8
15-12-2000
LOADGC 6-4-p.apt
LOT art:625
LOT art:647
LOT art:648
STSJSCO Nº 7
01-02-2000

DESC AMPARO
DESC CADUCIDAD
DESC CONSULTAS
DESC DESACATO
DESC NULIDAD
DESC PRESCRIPCION
DESC REINCORPORACION AL TRABAJO
DESC SALARIOS
DESC SANCIONES LEGALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.716-720.

633
242
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-820-2004 FECHA:20041027
TITL Abstención del Consejo Nacional de Derechos a la
alternabilidad de los cargos directivos.

FRAGMENTO

“…De acuerdo con lo expuesto en su memorando, la resistencia de las


autoridades del Consejo Nacional de Derechos, en dar cumplimiento al
principio de alternabilidad de los cargos, previsto en el artículo 154 de la
ley especial que rige la materia ‘…atenta contra las políticas de infancia en
nuestro país, toda vez que el Consejo Nacional de Derechos es la máxima
autoridad del Sistema de Protección del Niño y del Adolescente previsto en
la citada Ley. / (...) Está integrado por un número paritario de los
representantes del Poder Ejecutivo y la sociedad. / (...) Se debe elegir
entre sus miembros a un presidente. Esta elección debe ser por períodos
de seis meses, en forma alternativa entre los representantes del Poder
Ejecutivo y de la sociedad. / De acuerdo con lo expuesto, si la presidencia
del Consejo Nacional de Derechos, viene siendo ejercida desde el mes de
diciembre de 2003, por los representantes de la sociedad, el período de
seis meses al cual hace referencia el artículo antes mencionado se venció
en el mes de mayo de 2004, por lo que, la presidencia de dicho Consejo
debe ser ejercida por un representante del Ejecutivo Nacional, para dar
cumplimiento a la alternabilidad a la que se refiere la norma legal supra
indicada.’ / En ese sentido, a los fines de sustentar la actuación del
Ministerio Público, como parte integrante del Sistema de Protección del
Niño y del Adolescente, solicita la opinión de esta Dirección en relación a
‘...cuál o cuáles son las vías que desde el punto de vista jurídico y legal,
pudieran seguirse para buscar una solución posible al problema en
referencia, el cual afecta directamente a los niños, niñas y adolescentes de
este país.’ / 2.- Análisis de la situación planteada /…En el caso que nos
ocupa, el Consejo Nacional de Derechos es definido por el artículo 134 Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente ‘…como órgano de
naturaleza pública, con personalidad jurídica propia, que ejercerá sus
funciones con plena autonomía de los demás órganos del poder público,
sin menoscabo del principio de legalidad consagrado en nuestro
ordenamiento jurídico. / El Consejo Nacional de Derechos será la máxima
autoridad del Sistema de Protección del Niño y del Adolescente. Este
Consejo se rige por esta Ley y lo que disponga su reglamento interno…’ /
…el Consejo Nacional de Derechos es susceptible de ser condenado,
mediante un recurso por abstención, a elegir a un nuevo Presidente, de
conformidad con el artículo 154 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente. / (…) tradicionalmente la jurisprudencia ha
establecido como condición de procedencia de la pretensión por
abstención o carencia, la existencia de un deber específico previsto en la
ley. / (…) Ahora bien, en el caso que nos ocupa, se trata de una obligación
específica y prevista en una ley en sentido formal, y ello se evidencia de la
expresa previsión del artículo 154 de la Ley Orgánica para la Protección
634
del Niño y del Adolescente, en concordancia con los artículos 133, 135,
136 eiusdem. / En efecto, el referido artículo 154 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente establece: ‘Artículo 154.
Nombramiento del Presidente. Cada Consejo de Derechos elige entre sus
miembros a un presidente. La elección debe ser por períodos de seis
meses, en forma alternativa entre los representantes del Poder Ejecutivo y
de la sociedad.’ / De la norma citada se evidencia con claridad la
obligación para los miembros de los Consejos de Derechos de elegir cada
seis meses un presidente, de forma alternativa entre los miembros
representativos del Poder Ejecutivo y aquellos que representan a la
sociedad. / De hecho, en ejecución de lo previsto en el artículo 78 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el artículo 4 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente establece la
obligación indeclinable del Estado ‘de tomar todas las medidas
administrativas, legislativas, judiciales, y de cualquier otra índole que sean
necesarias y apropiadas para asegurar que todos los niños y adolescentes
disfruten plena y efectivamente de sus derechos y garantías’, mientras que
el artículo 6 de la referida ley, establece el derecho y el deber de
participación de la sociedad ‘para lograr la vigencia plena y efectiva de los
derechos y garantías de todos los niños y adolescentes’, de lo que puede
evidenciarse que el objeto de establecer la conformación paritaria de los
Consejos de Derechos proviene de la efectiva implementación y ejecución
de tales obligaciones y derechos por parte del Estado, a través de los
miembros del Poder Ejecutivo, y de la sociedad, por intermedio de sus
representantes. / De allí que se exija la alternabilidad en la elección, a los
fines de preservar el ejercicio pleno y equitativo de los referidos deberes y
derechos, en acatamiento del principio de corresponsabilidad que informa
a dichos órganos en el ejercicio de sus funciones, tal como lo señalan los
artículos 133, 135 y 136 de la citada ley, según los cuales: ‘Artículo 133.
Definición y Objetivos. Naturaleza de sus decisiones. Los Consejos de
Derechos del Niño y del Adolescente son órganos de naturaleza pública,
deliberativa, consultiva y contralora que, con representación paritaria de
entes del sector público y de la sociedad se encargan, de acuerdo a su
competencia geográfica, de velar por el cumplimiento de los derechos
difusos y colectivos de los niños y adolescentes, consagrados en esta
Ley…’ / ‘Artículo 135. Principios. En el ejercicio de sus funciones los
Consejos de Derechos deben observar los siguientes principios: a)
corresponsabilidad del Estado y de la sociedad en la defensa de los
derechos de niños y adolescentes…’. / ‘Artículo 136. Miembros. Los
Consejos de Derechos están integrados por un número paritario de
representantes del Poder Ejecutivo nacional, estadal o municipal, según se
trate, y de la sociedad.’ (Resaltado nuestro). / En adición a lo anterior, cabe
resaltar que los principios de alternabilidad y corresponsabilidad, entre
otros, son de aplicación obligatoria para los órganos del Poder Público, por
disposición de los artículos 4 y 6 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. / (…) 3.- Conclusiones. 1) Que el Consejo
Nacional de Derechos tiene la obligación de elegir cada seis meses un
presidente, en forma alternativa entre los representantes del Poder
Ejecutivo y de la sociedad, de conformidad con lo dispuesto en el artículo
154 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. / 2)
Que en el supuesto que una autoridad se niega a cumplir determinados
actos a que está obligada por las leyes se verifica una omisión ilegal, lo
cual constituye el supuesto de procedencia de la pretensión por abstención

635
o carencia, que conduciría a un pronunciamiento de la jurisdicción
contencioso-administrativa sobre la obligatoriedad para la Administración
de producir un determinado acto o de realizar una actuación concreta en
vista de un imperativo legal expreso y específico que, según demuestra el
recurrente, ella se niega a cumplir. / 3) Que la jurisprudencia ha venido
exigiendo como condiciones para la procedencia de dicho recurso: a) que
la omisión provenga de un órgano del Poder Público, lo cual abarca a los
órganos que ejercen el Poder Público Nacional, Estadal y Municipal, así
como el Poder Legislativo, el Ejecutivo, el Judicial, el Ciudadano y el
Electoral; b) que se trate de una obligación específica establecida en una
ley en sentido formal. / En ese sentido, se observa que dichos supuestos
se encuentran presentes en el caso objeto de consulta, ya que el Consejo
Nacional de Derechos es un Instituto Autónomo Nacional, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 134 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente y por otra parte, tal como se advirtió
anteriormente, la obligación de designar a un nuevo presidente cada seis
meses se encuentra contemplada en el artículo 154 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, además de encontrarse
relacionada con los principios de alternabilidad y corresponsabilidad que
tanto la propia ley como la Carta Magna establecen como principios a regir
a los Poderes Públicos. / 4) El Fiscal General de la República se encuentra
plenamente legitimado para la interposición del referido recurso, de
conformidad con las atribuciones que le confiere el artículo 285, numeral 6
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con los artículos 1 y 11, numeral 1 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público. / Tratándose de un recurso por abstención, se
aplicarían las reglas procedimentales establecidas para los recursos de
nulidad contra actos de efectos particulares, tal como ha establecido la
jurisprudencia, en virtud de lo cual, su legitimación estaría expresamente
consagrada en el aparte octavo del artículo 21 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia, considerando que es manifiesto el interés
público involucrado, que en este caso, se refiere a la protección especial
que el artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece a favor de los niños y los adolescentes, cuyo interés
superior se encontraría afectado por el incumplimiento de sus obligaciones
por la Comisión Nacional de Derechos, interés que por demás se protege a
través del efectivo cumplimiento de la normativa contenida en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. / 5) La
competencia para conocer el recurso por abstención indicado
correspondería a las Cortes de lo Contencioso Administrativo, de
conformidad con el criterio establecido por la Sala Político Administrativa
del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N° 1605 del 29 de
septiembre de 2004, en el caso ‘Junta Liquidadora del Instituto Nacional de
Hipódromos’, tomando en cuenta que el Consejo Nacional de Derechos es
una autoridad nacional que no se encuentra entre los supuestos
contemplados en el artículo 45 de la Ley Orgánica de la Administración
Pública ni el artículo 5, numeral 26 de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:4
CRBV art:6
CRBV art:78

636
CRBV art:285-6
LOPNA art:4
LOPNA art:6
LOPNA art:133
LOPNA art:134
LOPNA art:135
LOPNA art:136
LOPNA art:154
LOMP art:1
LOMP art:11-1
LOTSJ art:21
LOTSJ art:5-26
LOAP art:45
STSJSPA Nº 1605
29-09-2004

DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC RECURSO DE ABSTENCION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.720-723.

637
243
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-859-2004 FECHA:20041111
TITL Acciones judiciales por desaplicación judicial del artículo 379
del Código Penal.

FRAGMENTO

“… El problema planteado se refiere a la presunta derogatoria del artículo


379 del Código Penal por la parte final del artículo 684 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, pues en criterio de la Sala
Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en la sentencia N° 039 de fecha
19 de febrero de 2004, su comisión contrasta con lo prescrito en la ley que
regula la materia de menores y adolescentes. Este criterio ha servido de
base para que los jueces, tanto del Estado Táchira como del Estado
Bolívar, decreten el sobreseimiento en aquellas causas en las cuales se
presente acusación por actos carnales cometidos con menores. / … tal y
como lo señala el Despacho a su digno cargo, sobre el punto existe un
pronunciamiento de la Dirección de Consultoría Jurídica (Memorando N°
DCJ-14-1094-2000 de fecha 30 de noviembre de 2000) en el cual, la
Dirección consultora advierte que la normativa de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, tiene como ratio legis, la protección
del niño y del adolescente contra los abusos de tipo físico, psíquico y moral
de los cuales pudieren ser objeto, de allí que la gravedad de las secuelas
de los delitos de naturaleza sexual, como sería el caso del acto carnal con
menor, impiden considerar la posibilidad de un sobreseimiento porque en
criterio de un tribunal, la norma del artículo 379 del Código Penal haya
quedado derogada tácitamente por la interpretación concatenada de lo
dispuesto en los artículos 260 y 684 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, máxime cuando ésta no lo señala
expresamente, aunado al hecho que las leyes sólo se derogan por otras
leyes. / Igualmente, la Dirección de Consultoría Jurídica, estima que del
análisis del artículo 260 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, se infiere que aquellos actos sexuales con menores, no
previstos en ella, quedan incluidos en la disposición del Código Penal la
cual complementa a la normativa que protege a los menores, cuando éstos
son objeto de abuso sexual. / Lo anterior, sirve a esta Dirección para
establecer la pretensión a plantear ante el Tribunal Supremo de Justicia
con relación a la problemática ocasionada por la interpretación judicial de
los artículos 260 y 680 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, con relación a la vigencia del artículo 379 del Código Penal, y
en este sentido, lo procedente es obtener un pronunciamiento acerca del
contenido y alcance de las normas ya señaladas, lo cual puede lograrse a
través el ejercicio del recurso de interpretación de leyes, previsto en el
artículo 266, numeral 6 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, en concordancia con lo establecido en el artículo 5, numeral 52
y en su primer aparte, de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia, el cual se interpondrá ante la Sala afín con la materia. En el caso
concreto, sería competencia de la Sala de Casación Penal, ya que las
638
normas a interpretar consagran tipos penales. / A tal efecto, la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia N° 02749 del
20-11-2001, dispuso lo siguiente: ‘... como quiera que la creación de
nuevas Salas es reveladora del ánimo de especializar sus funciones con
respecto a las áreas que constituyen su ámbito de competencia, debe
entenderse que la intención del constituyente, es que dicho mecanismo
dirigido a resolver las consultas que se formulen acerca del alcance e
inteligencia de los textos legales sean conocidas y resueltas por la Sala
cuya competencia sea afín con la materia del caso concreto’. / …En el
caso bajo análisis, producida la duda sobre la inteligencia y alcance de los
artículos 260 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, y 379 del Código Orgánico Procesal Penal, el Ministerio
Público está legitimado para ejercer el recurso de interpretación de
normas, con el fin que se establezca y resuelva la duda sobre la vigencia
de la norma del Código Penal, en aquellas situaciones no contempladas en
la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente el cual
tipifica el delito de acto carnal con menor. / Es necesario señalar que de
acuerdo con el criterio expuesto por la Consultoría Jurídica al que se ha
hecho referencia, el artículo 379 del Código Penal establece la sanción
para los actos carnales con menores, en los que haya consentimiento, a
diferencia de lo previsto en el artículo 260 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente que sanciona los actos en los cuales
éste no se haya producido. En opinión de la Dirección consultora, las
normas no regulan el mismo supuesto de hecho, sino que la norma del
Código Penal complementa a la ley especial. (…) 3.- Conclusiones / Sobre
el punto existe un pronunciamiento de la Dirección de Consultoría Jurídica
(Memorando N° DCJ-14-1094-2000 de fecha 30 de noviembre de 2000) en
el cual, la Dirección consultora advierte que la normativa de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, tiene como ratio
legis, la protección del niño y del adolescente contra los abusos de tipo
físico, psíquico y moral de los cuales pudieren ser objeto, de allí que la
gravedad de las secuelas de los delitos de naturaleza sexual, como sería
el caso del acto carnal con menor, impiden considerar la posibilidad de un
sobreseimiento porque en criterio de un tribunal, la norma del artículo 379
del Código Penal haya quedado derogada tácitamente por la interpretación
concatenada de lo dispuesto en los artículos 260 y 684 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, máxime cuando ésta no lo
señala expresamente, aunado al hecho que las leyes sólo se derogan por
otras leyes. / Para resolver el problema planteado, es necesario obtener un
pronunciamiento acerca del contenido y alcance de las normas ya
señaladas, lo cual puede lograrse a través el ejercicio del recurso de
interpretación de leyes, previsto en el artículo 266, numeral 6 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia
con lo establecido en el artículo 5, numeral 52 y en su primer aparte, de la
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, el cual se interpondrá ante
la Sala afín con la materia. En el caso concreto, sería competencia de la
Sala de Casación Penal, ya que las normas a interpretar consagran tipos
penales. / En el caso bajo análisis, producida la duda sobre la inteligencia
y alcance de los artículos 260 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, y 379 del Código Orgánico Procesal Penal, el
Ministerio Público, como órgano del Estado encargado del ejercicio de la
acción penal pública, está legitimado para ejercer el recurso de
interpretación de normas, con el fin que se establezca y resuelva la duda

639
sobre la vigencia de la norma del Código Penal, en aquellas situaciones no
contempladas en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente el cual tipifica el delito de acto carnal con menor…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:266-6
LOPNA art:260
LOPNA art:379
LOPNA art:680
LOPNA art:684
CP art:379
COPP art:379
LOTSJ art:5-52-p.apt
STSJSP Nº 039
19-02-2004
STSJSPA Nº 02749
20-11-2001
MMP Nº DCJ-14-1094-2000
30-11-2000

DESC ABUSO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES


DESC ACTO CARNAL
DESC ADOLESCENTES
DESC DELITOS CONTRA EL PUDOR Y LAS BUENAS COSTUMBRES
DESC INTERPRETACIÓN DE LA LEY
DESC NIÑOS
DESC RECURSO DE INTERPRETACION
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.723-725.

640
244
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Principio de Separación de Poderes, Principio de la Legalidad.
Reserva Legal: Usurpación de Funciones.
Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad
interpuesto por el Fiscal General de la República en fecha 17
de marzo de 2004, contra los artículos 25 y 43 al 58 de la Ley
sobre el Régimen para la Comparecencia de Funcionarios
Públicos o Funcionarias Públicas y los o las Particulares ante
el Consejo Legislativo del Estado Lara o sus Comisiones, de
fecha 11 de diciembre de 2001, publicada en la Gaceta Oficial
del Estado Lara Ordinaria Nº 320, de fecha 9 de enero de 2002.
Admitido por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia en fecha 30 de marzo de 2004.

FRAGMENTO

“EL ACTO IMPUGNADO / Está constituido por los artículos 25 y 43 al 58


de Ley sobre el Régimen para la Comparecencia de Funcionarios
Públicos o Funcionarias Públicas y los o las Particulares ante el Consejo
Legislativo del Estado Lara o sus Comisiones, de fecha 11 de diciembre
de 2001, publicada en la Gaceta Oficial del Estado Lara Ordinaria N° 320,
de fecha 9 de enero de 2002./Las normas impugnadas son del tenor
siguiente: ‘Artículo 25.- La citación para la Comparecencia del Defensor o
Defensora del Pueblo, Fiscal o Fiscala Superior del Ministerio Público,
Contralor o Contralora General del Estado, Procurador o Procuradora
General del Estado, Secretario o Secretaria General de Gobierno,
Directores o Directoras del Ejecutivo, Directivos del Consejo Nacional
Electoral Dirección Lara (sic), Tesorero o Tesorera General del Estado y
representantes del Poder Judicial en el Estado Lara, se hará del
conocimiento previo de la Junta Directiva del Consejo Legislativo del
Estado Lara. / PARÁGRAFO ÚNICO: la comparecencia ante alguna
Comisión de los funcionarios señalados en el presente artículo, deberá
ser acordada por la mayoría de los integrantes de la respectiva
Comisión.’ Por su parte, el artículo 43 eiusdem, establece: ‘Artículo 43.-
Todo funcionario público o funcionaria pública o particular, que siendo
citado a comparecer ante el Consejo Legislativo del Estado Lara o sus
Comisiones, no asista o se excuse sin motivo justificado, será sancionado
por contumacia, con multa comprendida entre treinta Unidades
Tributarias (sic) (30 U.T.) y Sesenta Unidades Tributarias (60 U.T.), o
arresto proporcional, por multa no satisfecha, a razón de un (1) día de
arresto por Unidad Tributaria.’ / En el mismo sentido, los artículos 44 al
50, correspondientes al Título III de la referida ley, denominado ‘De las
Sanciones’ tipifica una serie de supuestos sancionables con la misma
pena establecida en el artículo 43, anteriormente citado. Las normas
impugnadas rezan: ‘Artículo 44: Será sancionado con la misma pena
establecida en el artículo anterior: 1.- El funcionario o funcionaria pública
que obstaculice o impida sin causa justificada, las investigaciones o
641
inspecciones que conforme al artículo 7 de la presente ley realice el
Consejo Legislativo del Estado Lara o sus comisiones. / 2.- Quien fuere
citado en calidad de testigo, experto, perito o intérprete, y no
comparezca, o que habiendo comparecido, rehúse sin razón legal a
cumplir con el oficio que ha motivado su citación. / 3.- Quien, estando
obligado a enviar al Consejo Legislativo del Estado Lara o sus
Comisiones, informes, libros y documentos, o cualquier otro
requerimiento en el lapso previsto por el Consejo Legislativo o por la
comisión respectiva. /‘Artículo 45.- A los funcionarios o funcionarias
públicas de carrera que incurran en las faltas previstas en los artículos 43
y 44 de la presente ley, se le aplicaran las sanciones establecidas en los
mismos, sin perjuicio de que puedan aplicárseles las sanciones que
establece la ley que rige a los funcionarios al servicio de la
Administración Pública del Estado Lara. En este caso se remitirá la
Resolución correspondiente al organismo donde este prestando servicio
el funcionario, para que la máxima autoridad jerárquica proceda a abrir el
procedimiento respectivo en un lapso de quince (15) días. / Parágrafo
Único: Cuando se trate de funcionarios o funcionarias de libre
nombramiento y remoción, el Consejo Legislativo del Estado Lara le
impondrá un voto de censura, con las tres quintas (3/5) partes de los
integrantes, con la obligación de proceder a la remoción inmediata del
funcionario público o funcionaria pública por su órgano superior
jerárquico. / Artículo 46.- Quien siendo emplazado a responder las
preguntas por escrito u oralmente se niegue a responderlas, o no
asistiere, o no las remita en la fecha, hora y lugar indicado en la citación
de comparecencia o se excuse de hacerlo sin motivo justificado, será
sancionado con la multa prevista en el artículo 43. / Artículo 47.- La
aplicación de una multa comprendida entre dos (2) límites, por
incumplimiento a la presente ley se hará según lo dispuesto en el artículo
37 del Código Penal, y se tomará en cuenta la mayor o menor gravedad y
urgencia del caso objeto de la investigación. / Artículo 48.- Las sanciones
previstas en el presente título se aplicarán mediante Resolución
Motivada, sin perjuicio de las acciones civiles, administrativas o penales a
que hubiere lugar. / Artículo 49.- El enjuiciamiento por contumacia a la
comparecencia ante el Consejo Legislativo o sus comisiones, sólo tendrá
lugar mediante requerimiento del Consejo Legislativo del Estado Lara o
sus comisiones al representante del Ministerio Público, para que
promueva lo conducente. / Artículo 50.- Las resoluciones que impongan
multas conforme a la presente ley, podrán ser recurridas en revisión por
ante el Consejo Legislativo del Estado Lara, dentro de los quince (15)
días hábiles siguientes a su notificación, sin perjuicio de que el multado
pueda ejercer la vía jurisdiccional contra la resolución que imponga la
multa. El asunto será decidido dentro de los quince (15) días hábiles
siguientes. Esta decisión agota la vía Administrativa.’ Igualmente, se
impugnan los artículos 51 al 58, pertenecientes al Título IV, denominado
‘Del Procedimiento para la Aplicación de Sanciones’, en los cuales se
regula el trámite que corresponde realizar a las distintas unidades del
Consejo Legislativo del Estado Lara para la imposición de las
mencionadas sanciones, previendo expresamente en sus normas, lo
siguiente: / ‘Artículo 51.- La Comisión elaborará un informe por
incumplimiento a la citación para la comparecencia o por incumplimiento
a lo establecido en los artículos 44, 45 y 46 de la presente ley y lo remitirá
a la Secretaria para que sea incluido en el orden del día de la sesión

642
inmediata siguiente. De ser aprobado el informe, se abrirá el
procedimiento, remitiéndose a la Consultoría Jurídica con sus respectivos
recaudos quien deberá instruir el expediente respectivo para la
continuación del procedimiento y el Presidente o Presidenta del Consejo
Legislativo del Estado Lara, procederá a la notificación del interesado
dentro de los dos (2) días hábiles siguientes, contados a partir de la fecha
en que fue aprobado en sesión. / Parágrafo Único: Cuando el
incumplimiento sea a la citación para comparecer ante el Consejo
Legislativo del Estado Lara, se hará constar en el acta correspondiente la
inasistencia del citado y se remitirá con los respectivos recaudos a la
Consultoría Jurídica del Ente Legislativo, continuándose con el
procedimiento establecido en el presente título. / Artículo 52.- Notificado
el interesado, deberá comparecer por ante la Consultoría Jurídica del
Consejo Legislativo del Estado Lara, dentro de los ocho (8) días hábiles
siguientes al recibo de la notificación, a exponer los argumentos que
considere en su descargo y promueva y evacue las pruebas pertinentes.
Cuando los alegatos sean presentados en forma oral la Consultaría
Jurídica dejará constancia por escrito de lo alegado. / Artículo 53.- Al
vencimiento del lapso establecido en el artículo anterior, la Consultoría
Jurídica, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes producirá un
informe y lo enviará a la Secretaría quien procederá dentro de los dos (2)
días hábiles siguientes a distribuirlo a los Diputados y Diputadas del
Consejo Legislativo del Estado Lara. / Artículo 54.- Vencido el lapso de
distribución, en la segunda sesión se considerara el informe emitido por
la Consultaría Jurídica y se decidirá por mayoría de los Diputados
presentes, la imposición o no de la multa correspondiente. Acordada la
aplicación de la multa se emitirá la correspondiente Resolución
debidamente motivada. / Artículo 55.- El Presidente o Presidenta del
Consejo Legislativo del Estado Lara notificará al interesado, de la sanción
de la cual fue objeto, indicándole que dispondrá de quince (15) días
hábiles para ejercer el recurso de revisión ante el Consejo Legislativo del
Estado Lara. Este recurso agota la vía administrativa. / Artículo 56.- Firme
la sanción, el Presidente o Presidenta del Consejo Legislativo del Estado
Lara notificará al interesado para que proceda en un plazo no mayor de
quince (15) días continuos al pago de la multa en la Tesorería del
Estado o en sitio o lugar que ella indique. Asimismo, el Presidente o
Presidenta del Consejo Legislativo del Estado Lara notificará a la
Contraloría General del Estado y a la Tesorería General del Estado para
que proceda a la elaboración de la planilla de pago correspondiente. /
Artículo 57.- La Tesorería General del Estado Lara dentro de los cinco (5)
días hábiles siguiente al vencimiento del plazo para el pago de la multa
informará al Presidente o Presidenta del Consejo Legislativo del Estado
Lara sobre el cumplimiento o incumplimiento de la obligación por parte
del multado. / Artículo 58.- En el caso de que el multado no cumpliere con
la obligación de pago de la multa, el Presidente o Presidenta del Consejo
Legislativo del Estado Lara notificará al Ministerio Público y le enviará
todos los recaudos relacionados con el caso, a fin de que se proceda a la
aplicación de la pena de arresto proporcional mencionada en el Título III
de la presente ley.’ / De la inconstitucionalidad de las normas
impugnadas por violación de los principios de separación de poderes, de
la legalidad y de la reserva legal: usurpación de funciones / A juicio del
Ministerio Público, los citados artículos de la Ley sobre el Régimen para
la Comparecencia de Funcionarios Públicos o Funcionarias Públicas y los

643
o las Particulares ante el Consejo Legislativo del Estado Lara y sus
Comisiones, violentan los principios de la Separación de Poderes y de la
Legalidad, establecidos en los artículos 136 y 137 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, los cuales son del tenor siguiente: /
‘Artículo 136. El Poder Público se distribuye entre el Poder Municipal, el
Poder Estadal y el Poder Nacional. El Poder Público Nacional se divide
en Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral. / Cada una de
las ramas del Poder Público tiene sus funciones propias, pero los
órganos a los que incumbe su ejercicio colaborarán entre sí en la
realización de los fines del Estado. Artículo 137. Esta Constitución y la ley
definen las atribuciones de los órganos que ejercen el Poder Público, a
las cuales deben sujetarse las actividades que realicen.’ / En Sentencia
Nº 1182 del 11 de octubre de 2000, la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia expresó: ‘En el sistema constitucional venezolano la
competencia es materia de orden público, en virtud de lo cual las
funciones estatales están distribuidas entre diversas autoridades, cada
una de ellas con una función propia y especial que están llamadas a
cumplir dentro de los límites que la Constitución y las leyes les señalan…’
‘Conforme a lo anterior, cuando el artículo 136 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela dispone que ‘El Poder Público se
distribuye entre el Poder Municipal, el Poder Estadal y el Poder Nacional’,
significa que cada ente político territorial del Poder Público, solamente
tiene competencia para dictar sus leyes y actos dentro de los límites de
los respectivos territorios que le asignan la Constitución y las leyes, y
dependiendo de las materias que cada uno de ellos esté llamado a
regular. Con tal manifestación -como antes se expresó- la Constitución no
hace otra cosa que consagrar un elemento esencial del Derecho Público,
como lo es el principio de la competencia de los funcionarios y los
órganos públicos, precepto según el cual todas las actuaciones de la
Administración están subordinadas a la ley, de modo que ésta sólo puede
hacer lo que la ley le permite, de allí que, la nulidad sea la consecuencia
jurídica de la inobservancia del aludido principio…’ Resulta claro
entonces, que los Estados son favorecidos constitucionalmente por el
principio de autonomía para organizar sus Poderes Públicos, sin
embargo, debe entenderse que tal autonomía es relativa y por tanto está
sometida a diversas restricciones establecidas en la Constitución y en la
ley…’. / En ese orden de ideas, en criterio del Ministerio Público, el
Consejo Legislativo del Estado Lara incurrió en el vicio de usurpación de
funciones al incluir entre los órganos sujetos a su control al fiscal superior
de ese Estado y por haber tipificado una serie de conductas como delito,
estableciendo incluso penas privativas de la libertad, así como el
procedimiento para su aplicación. / La usurpación de funciones supone
una violación del esquema de distribución de competencias
constitucionales por alguno de los Poderes Públicos reconocidos por la
Carta Magna, que trae como consecuencia, la emisión de actos para los
cuales no ha sido autorizado por la norma suprema y por ende, viciados
de nulidad absoluta. / De acuerdo con la jurisprudencia, el referido vicio
se manifiesta ‘…cuando una autoridad legítima, dicta un acto invadiendo
la esfera de competencia de un órgano perteneciente a otra rama del
Poder Público, violentando de ese modo las disposiciones contenidas en
los artículos 136 y 137 del Texto Fundamental, en virtud de los cuales se
consagra, por una parte, el principio de separación de poderes, según el
cual cada rama del Poder Público tiene sus funciones propias y se

644
establece, por otra, que sólo la Constitución y la ley definen las
atribuciones del Poder Público y a estas normas debe sujetarse su
ejercicio./ Se trata, entonces, la ‘usurpación’ de ‘funciones’, de un vicio
que afecta el elemento subjetivo del acto administrativo, de manera que
al invadirse la esfera de atribuciones que es propia de otro órgano del
Poder Público, se estaría incurriendo en una incompetencia manifiesta, la
cual traería como consecuencia inmediata la nulidad absoluta del acto
impugnado.’ (Sentencia de la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia Nº 2716 del 20 de noviembre de 2001, Expediente
Nº 16059. / De acuerdo a lo anteriormente expuesto, el Consejo
Legislativo del Estado Lara transgredió las atribuciones que le son
conferidas a los Consejos Legislativos Estadales por el artículo 162 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual dispone:/
‘Artículo 162. El Poder Legislativo se ejercerá en cada Estado por un
Consejo Legislativo (…). El Consejo Legislativo tendrá las atribuciones
siguientes: / 1. Legislar sobre las materias de la competencia estadal. /
2.Sancionar la Ley de Presupuesto del Estado. / 3. Las demás que le
atribuya esta Constitución y la ley. / (…omissis…) La ley nacional
regulará el régimen de la organización y el funcionamiento del Consejo
Legislativo.’. / En ese sentido, como puede observarse en la citada
norma, así como de su lectura concordada con el artículo 174 de la Carta
Magna, que establece las materias de la competencia exclusiva de los
Estados, los Consejos Legislativos carecen de competencia, tanto para el
ejercicio de la función de control sobre el Ministerio Público y sus
órganos, como para la creación de delitos y procedimientos de cualquier
naturaleza. / La función de control de los Consejos Legislativos de los
Estados se encuentra regulada en el Capítulo VI, de la Ley Orgánica de
los Consejos Legislativos de los Estados, en cuyo articulado se
circunscribe el ámbito subjetivo para su ejercicio, en los siguientes
términos: / ‘Artículo 42. Obligación de comparecencia. (…omissis…) /
Todos los funcionarios o funcionarias públicos estadales están obligados
u obligadas, bajo las sanciones que establezca la ley, a comparecer ante
el respectivo Consejo Legislativo o sus comisiones y a suministrarle las
informaciones y documentos que requieran para el cumplimiento de sus
funciones…’./ ‘Artículo 43. Invitaciones a funcionarios públicos
nacionales. A los efectos de las investigaciones que se adelanten, los
funcionarios responsables de las delegaciones regionales de los
organismos de la Administración Pública Nacional, están obligados en las
materias de su competencia, a comparecer cuando le sea requerido por
los Consejos Legislativos de los Estados.’ / Como se observa en las
normas citadas, los Consejos Legislativos de los Estados tienen
efectivamente atribuidas funciones de control, pero éstas pueden recaer
únicamente sobre los funcionarios estadales y los funcionarios
responsables de las delegaciones regionales de los organismos de la
Administración Pública Nacional. / En ese sentido, no pueden
considerarse incluidos en ninguna de las referidas categorías los fiscales
del Ministerio Público, ya que independientemente de que éstos se
encuentran distribuidos por todo el territorio nacional, a los fines del
eficiente ejercicio de sus funciones, también debe considerarse, que tal
como establece el artículo 3 de la Ley Orgánica del Ministerio Público: ‘El
Ministerio Público es único e indivisible y ejercerá sus funciones a través
de los órganos establecidos por la ley. Los fiscales señalados en esta ley
lo representan íntegramente’. / La doctrina del Ministerio Público ha

645
desarrollado el aspecto antes mencionado, en los siguientes términos: /
‘…En efecto, lo que hacen los fiscales del Ministerio Público es
representar al Ministerio Público en esa circunscripción geográfica, por lo
que cuando un Parlamento del nivel regional o municipal pretende
interpelar a un fiscal del Ministerio Público, estaría a su vez pretendiendo
interpelar al Fiscal General de la República, puesto que el fiscal del
Ministerio Público que labora en una región o localidad es el
representante del Fiscal General de la República en esa circunscripción
geográfica. Todo fiscal del Ministerio Público es un funcionario
perteneciente al servicio del Ministerio Público y por ende también del
Poder Público y por vía de consecuencia del Poder Público Nacional,
correspondiéndole el carácter, nivel y tratamiento del funcionario
nacional. / De tal manera que, aunque un fiscal del Ministerio Público
desarrolle sus funciones en un determinado Estado y tenga competencia
para actuar dentro de esa circunscripción geográfica, ello no le sustrae
de la condición y nivel propio del Ministerio Público que detenta como
organismo nacional, que le otorga a ese fiscal el carácter de funcionario
nacional, todo lo cual es corroborado por el hecho de que el fiscal del
Ministerio Público está adscrito al Ministerio Público y no a un organismo
estadal, siendo el Fiscal General de la República quien lo designa, de
conformidad con el numeral 3 del artículo 21 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público…’. (Informe Anual del Ministerio Público. Año 2001.
Tomo III. pp. 134-143). / Así pues, el Ministerio Público forma parte del
Poder Público Nacional específicamente del Poder Ciudadano, tal como
lo prevé el artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, citado ut supra, en virtud de lo cual, los Consejos Legislativos
de los Estados mal podrían atribuirse funciones de control sobre sus
órganos, ya que los fiscales del Ministerio Público no son funcionarios
regionales ni pueden considerarse representantes de las delegaciones
regionales de órganos de la Administración Pública Nacional, puesto que,
actúan en representación y por delegación del Fiscal General de la
República, ya que de acuerdo al artículo 284 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela ‘El Ministerio Público estará bajo la
dirección y responsabilidad del Fiscal General de la Republica, quien
ejercerá sus atribuciones directamente o con el auxilio de los funcionarios
o funcionarias que determine la ley (…)’. Situación ésta que no sólo
ocurre en el Ministerio Público venezolano, puesto que también es común
denominador en la mayoría de los Ministerios Públicos del mundo (USA,
Francia, Alemania y otros), que hasta la fecha han venido adoptando el
modelo alemán de 1933, que en sus líneas fundamentales, prevé para el
Ministerio Público una estructura monocrática y jerárquica, que ocasiona
que los miembros del mismo, en el ejercicio de sus funciones, sean
representantes del titular de dicha Institución y por tanto se considera que
éstos no actúan con poder propio. / De lo precedentemente expuesto, se
puede decir que el Ministerio Público tiene una naturaleza
predominantemente monocrática. / De allí la atribución normativa al
Fiscal General de la República de los poderes de representación,
dirección, fiscalización, ejecución y responsabilidad del Ministerio Público.
Naturaleza, que plenamente reconoce, con tal sentido, el artículo 284
constitucional y cuyo contenido normativo, ha sido en Venezuela, de
tradicional estirpe legislativa y de noble abolengo constitucional, y que ha
hecho que histórica y jurídicamente se considere que todo el Ministerio
Público, de manera monocrática, está a cargo y sujeto a la dirección y

646
responsabilidad del Fiscal General de la República. / En ese orden de
ideas, de acuerdo al artículo 187, numeral 1 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela: ‘Corresponde a la Asamblea
Nacional: 1. Legislar en las materias de la competencia nacional y sobre
el funcionamiento de las distintas ramas del Poder Nacional…’ y en
adición a ello, los numerales 31 y 32 del artículo 156 eiusdem establecen
que: ‘Es de la competencia del Poder Público Nacional: (….) 31. La
organización y administración nacional de la justicia, del Ministerio
Público y de la Defensoría del Pueblo. 32. La legislación en materia de
derechos, deberes y garantías constitucionales; (…) la de organización y
funcionamiento de los órganos del Poder Público Nacional y demás
órganos e instituciones nacionales del Estado; y la relativa a todas las
materias de la competencia nacional…’. / De allí se evidencia la
existencia de una reserva legal cuyo titular es el Poder Público Nacional,
respecto a la regulación del Ministerio Público, así como una
competencia exclusiva en sus manos, en relación al el ejercicio de
facultades de control sobre éste. / En general, corresponde a la
Asamblea Nacional, de conformidad con el numeral 3 del artículo 187 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: ‘Ejercer
funciones de control sobre el Gobierno y la Administración Pública
Nacional, en los términos consagrados en esta Constitución y en la
ley…’, sin embargo, tomando en cuenta que el Ministerio Público no
forma parte del gobierno ni de la Administración Pública Nacional, en
sentido estricto, éste no se encontraría sometido a dicho control, sin
perjuicio de la información que pudiere suministrar esta Institución a la
Asamblea Nacional o a cualquiera de los órganos de los demás Poderes
Públicos, en virtud del Principio de Colaboración entre los Poderes
Públicos, consagrado en el único aparte del artículo 136 de la Carta
Magna. / En ese sentido, ratifica lo expresado la Ley sobre el Régimen
para la Comparecencia de Funcionarios y Funcionarias Públicos y los o
las Particulares ante la Asamblea Nacional o sus Comisiones, la cual en
su artículo 12, como manifestación del Principio de Colaboración entre
los Poderes Públicos, incluye al Fiscal General de la República entre los
funcionarios a quien puede citarse a comparecer ante dicho Cuerpo. / En
todo caso, el control del Ministerio Público se ejerce fundamentalmente
sobre su titular y corresponde exclusivamente a la Asamblea Nacional y
al Tribunal Supremo de Justicia, conforme lo dispone el último aparte del
artículo 279 del Texto Constitucional, en lo siguientes términos: ‘Artículo
279. (…) Los o las integrantes del Poder Ciudadano serán removidos o
removidas por la Asamblea Nacional, previo pronunciamiento del Tribunal
Supremo de Justicia, de acuerdo con lo establecido en la ley.’ / La
evidente violación a los principios de separación de poderes, de la
legalidad y de la reserva legal respecto al ejercicio de la función de
control, que se manifiesta en la usurpación de funciones en que incurrió
el Consejo Legislativo del Estado Lara, igualmente se evidencia respecto
a la creación de delitos y la regulación de procedimientos de naturaleza
punitiva que realiza la Ley sobre el Régimen para la Comparecencia de
Funcionarios Públicos o Funcionarias Públicas y los o las Particulares
ante el Consejo Legislativo del Estado Lara y sus Comisiones, en sus
Títulos III y IV, ya que la regulación de dicha materia corresponde
igualmente al Poder Público Nacional y en ese sentido, es de estricta
reserva legal. / Así pues, el artículo 156 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, tal como expresamos con

647
anterioridad, establece en su numeral 32, como una competencia
exclusiva del Poder Público Nacional: ‘La legislación en materia de
derechos, deberes y garantías constitucionales; la civil, mercantil, penal,
penitenciaria, de procedimientos y derechos internacional privado…’, lo
que evidentemente incluye la previsión de delitos y procedimientos para
la imposición de sanciones de cualquier naturaleza del ámbito penal. / En
concordancia con dicha norma, el numeral 1 del artículo 187 preserva la
garantía de la reserva legal en la materia, expresando que: ‘Corresponde
a la Asamblea Nacional: 1. Legislar en las materias de la competencia
nacional y sobre el funcionamiento de las distintas ramas del Poder
Nacional...’. / En ese mismo orden de ideas, el numeral 6 del artículo 49
del Texto Constitucional establece entre las garantías que conforman el
debido proceso, el principio de la legalidad en materia penal y
sancionatoria, en los siguientes términos: / ‘Artículo 49. El debido
proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas;
en consecuencia: / (…omissis…) / 6. Ninguna persona podrá ser
sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos como delitos,
faltas o infracciones en leyes preexistentes…’. . /De lo anteriormente
expuesto, se evidencia que los Consejos Legislativos de los Estados
carecen de competencia para legislar en materia de delitos y
procedimientos penales, lo que comprueba la usurpación de funciones en
que incurrió el Consejo Legislativo del Estado Lara, al regular dichas
materias en los artículos 43 al 58 de la Ley sobre el Régimen para la
Comparecencia de Funcionarios Públicos o Funcionarias Públicas y los o
las Particulares ante el Consejo Legislativo del Estado Lara y sus
Comisiones. / Petitorio / En virtud de las anteriores consideraciones, el
Ministerio Público solicita a esa digna Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, que de conformidad con los artículos 335 y 336,
numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
declare la nulidad por inconstitucionalidad de los artículos 25 y 43 al 58
de la Ley sobre el Régimen para la Comparecencia de Funcionarios
Públicos o Funcionarias Públicas y los o las Particulares ante el Consejo
Legislativo del Estado Lara y sus Comisiones, de fecha 11 de diciembre
de 2001, publicada en la Gaceta Oficial del Estado Lara Ordinaria N° 320,
de fecha 9 de enero de 2002, considerando que el Consejo Legislativo de
dicho Estado incurrió en extralimitación y usurpación de funciones del
Poder Público Nacional, en manifiesta violación de los artículos 136; 137;
156, numerales 31 y 32; 187, numerales 1 y 3 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, así como de los artículos 49 y 279,
eiusdem, conforme a los cuales corresponde al Poder Público Nacional,
la regulación y control del Ministerio Público, así como la previsión de
delitos y procedimientos de naturaleza punitiva. / De conformidad con lo
establecido en el artículo 135 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, se solicita que la presente causa sea tramitada sin relación ni
informes, considerando que se trata de un asunto de mero derecho, ya
que no existen hechos controvertidos a probar sino que se trata de un
litigio que únicamente requiere la confrontación entre normas legales y
constitucionales. (…) / Igualmente, de conformidad con el artículo 131 de
la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia solicito que esa Sala
declare la nulidad de las disposiciones impugnadas con efectos ex nunc o
hacia el pasado, ya que éstas se encuentran viciadas de nulidad
absoluta”.

648
Disposiciones legales contenidas en el documento:
CRBV art:49-6
CRBV art:136
CRBV art:137
CRBV art:156-31
CRBV art:156-32
CRBV art:162
CRBV art:174
CRBV art:187-1
CRBV art:187-3
CRBV art:279
CRBV art:284
CRBV art:335
CRBV art:336-1
LOCLE art:42
LOCLE art:43
LRCFPFPPCLELC art:7
LRCFPFPPCLELC art:25
LRCFPFPPCLELC art:43
LRCFPFPPCLELC art:44
LRCFPFPPCLELC art:45
LRCFPFPPCLELC art:46
LRCFPFPPCLELC art:47
LRCFPFPPCLELC art:48
LRCFPFPPCLELC art:49
LRCFPFPPCLELC art:50
LRCFPFPPCLELC art:51
LRCFPFPPCLELC art:52
LRCFPFPPCLELC art:53
LRCFPFPPCLELC art:54
LRCFPFPPCLELC art:55
LRCFPFPPCLELC art:56
LRCFPFPPCLELC art:57
LRCFPFPPCLELC art:58
CP art:37
LOMP art:3
LOMP art:21-3
LOCSJ art:131
LOCSJ art:135
IFGR 2001, T.III., pp.134-143
STSJSCO Nº 1182
11-10-2000
STSJSPA Nº 2716
20-11-2001
STSJSCO 30-03-2004

DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA


DESC COMPARECENCIA
DESC CONSEJOS LEGALISTIVOS
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESTADO LARA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO

649
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC LEGALIDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SENTENCIAS
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.726-734.

650
245
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa, incoada
por el ciudadano Baudilio Rafael Jiménez Ortega, actuando en
su carácter de Concejal del Cabildo Metropolitano de Caracas,
contra la Asamblea Nacional por no cumplir con el mandato del
constituyente, en aprobar la ley que desarrolla la hacienda
pública estadal, dentro del lapso establecido en el Texto
Constitucional. (Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, Exp. Nº 03-2023).

FRAGMENTO

“…DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO EN CUANTO AL DERECHO


APLICABLE / Corresponde al Ministerio Público, de conformidad con lo
establecido en el artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia,
presentar su dictamen con relación a la denuncia de inconstitucionalidad
formulada por el accionante y al respecto hace las siguientes consideraciones. /
En el presente caso, el recurrente ejerce una acción de inconstitucionalidad por
omisión legislativa contra la Asamblea Nacional, como órgano del Poder
Legislativo Nacional, por no cumplir con el mandato del Constituyente en aprobar
la ley que desarrolla la hacienda pública estadal, prevista en la Disposición
Transitoria Cuarta, numeral 6, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, la cual dispone: / ‘Cuarta. Dentro del primer año, contado a partir de su
instalación, la Asamblea Nacional aprobará: / (...). / 6. Una ley que desarrolle la
hacienda pública estadal, estableciendo, con apego a los principios y normas de
esta Constitución, los tributos que la componen, los mecanismos de su aplicación
y las disposiciones que la regulan.(…).’ La acción de inconstitucionalidad por
omisión legislativa, se encuentra regulada en el artículo 336, numeral 7 de la Carta
Magna, como una de las atribuciones de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en los siguientes términos: / ‘Artículo 336. Son atribuciones
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia: / (…) / 7. Declarar la
inconstitucionalidad de las omisiones del poder legislativo municipal, estadal o
nacional, cuando haya dejado de dictar las normas o medidas indispensables para
garantizar el cumplimiento de esta Constitución, o las haya dictado en forma
incompleta; y establecer el plazo y, de ser necesario, los lineamientos de su
corrección (…)’. Al respecto, en primer lugar, es necesario hacer algunas
consideraciones con relación a la novísima acción de inconstitucionalidad por
omisión legislativa. / La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
su artículo 336, numeral 7, prevé por primera vez, la competencia de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, para declarar la
inconstitucionalidad del poder legislativo municipal, estadal o nacional, cuando
haya dejado de dictar las normas o medidas indispensables para garantizar el
cumplimiento de la Constitución, o las haya dictado en forma incompleta; y
establecer el plazo y, de ser necesario, los lineamientos de su corrección. / De
esta forma, el Constituyente acogió una tesis doctrinaria de gran importancia para
la defensa de la constitucionalidad, que ya existía en algunas legislaciones, tales
como la de Portugal, Brasil, Costa Rica y Hungría. El objetivo de esta acción
es verificar los casos en los cuales no se han emitido las leyes o actos
ejecutivos requeridos para hacer que las normas constitucionales sean
plenamente aplicables, de manera que, pudiera evitarse, que se repitan
situaciones similares a la ocurrida, por ejemplo, con la legislación en materia de
651
amparo constitucional, que a pesar de haber sido regulada en el artículo 49 de la
Constitución de 1961, no fue desarrollada legislativamente, sino hasta después
de treinta años. / En este sentido, la inconstitucionalidad por omisión se
producirá, según se expresa en la Exposición de Motivos de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, ‘por falta de desarrollo por parte del Poder
Legislativo, durante un tiempo excesivamente largo, de aquellas normas
constitucionales de obligatorio y concreto desarrollo, de forma tal que impida su
eficaz aplicación’. (Exposición de Motivos de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial N° 5453, Extraordinaria del 24 de marzo
de 2000). / En ese caso, la competencia de la Sala Constitucional no es declarar
la inconstitucionalidad de un acto, sino la inconformidad con la Constitución de la
conducta negativa o inactividad en que haya incurrido el órgano del Poder
Legislativo al no adecuar su conducta, en absoluto o parcialmente, al
cumplimiento de una obligación suya de dictar una norma indispensable para
garantizar el cumplimiento del Texto Fundamental. / Adicionalmente, la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia no se limita a declarar la
inconstitucionalidad de la omisión, sino que además, puede establecer el plazo
dentro del cual debe ser sancionada la norma, e incluso, puede establecer los
lineamientos para hacer la corrección. / No obstante, este asunto debe ser
considerado con mucho cuidado, en vista que ello se traduce en atribuirle
facultades legislativas al Tribunal Supremo de Justicia, lo cual debe ser
interpretado en forma restrictiva. / Cabe destacar que, la realidad venezolana
demuestra un desarrollo aún incipiente de esta acción, tanto en lo concerniente
a la doctrina, como a la misma jurisprudencia. Pocos autores se han dedicado a
estudiar en profundidad su alcance y la jurisprudencia apenas ha establecido
algunos lineamientos básicos sobre el tema. Tal es el caso, de la sentencia de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 9 de julio de
2002, en el caso Alfonso Albornoz Niño y Gloria de Vicentini, con ponencia del
Magistrado Jesús Eduardo Cabrera, en la cual además de hacer un análisis de
derecho comparado de la acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa, se
estableció que dicha acción puede ser considerada como una subespecie, de
reciente creación, de la acción popular de inconstitucionalidad, por lo que
cualquier persona, natural o jurídica, posee legitimación para ejercerla, como se
desprende del ejercicio de una acción popular de inconstitucionalidad. / En este
sentido, el tratadista Fernández Segado apunta que para la determinación de la
existencia de la omisión inconstitucional, los extremos a ponderar serán la
trascendencia de la mediación legislativa conectada con el elemento temporal,
parámetros ambos decisivos para precisar la razonabilidad del tiempo por el que
se prolonga la inacción legislativa. / Aprecia el autor antes citado que, de este
modo, es como puede entenderse que la mera no realización normativa de un
mandato constitucional abstracto engendra simplemente un ‘incumplimiento de las
exigencias constitucionales’, que no obstante ser criticable, no es suficiente para
convertirla en omisión legislativa inconstitucional, calidad a la que arribará, cuando
dejara de ser ‘razonable’ la inercia admitida hasta ese momento como discrecional
del legislador. (Fernández Segado, Francisco: Los nuevos retos del estado social
para la protección jurisdiccional de los derechos fundamentales, Año XXXII,
N° 8545. Rep. Arg; 25 de julio de 1994, p.4). / En criterio del Ministerio Público y
de acuerdo con lo planteado, la sola violación de un mandato constitucional
abstracto, no es suficiente para comprobar la omisión legislativa inconstitucional,
para ello es necesario tomar en cuenta el criterio de la razonabilidad del tiempo
transcurrido. En consecuencia, el elemento temporal cobra fuerza a la hora de
determinar la existencia de una omisión legislativa inconstitucional. Este
argumento, no sólo se desprende de la posición adoptada por la doctrina
reconocida, sino además, de la Exposición de Motivos de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, cuando establece que la
inconstitucionalidad por omisión se producirá ‘por la falta de desarrollo por parte
del Poder Legislativo, durante un tiempo excesivamente largo, de aquellas normas
constitucionales de obligatorio y concreto desarrollo, de forma tal que impida su
eficaz aplicación…’. Adicionalmente, cabe destacar que el artículo 336, numeral
652
7, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sólo
establece como condición para declarar la inconstitucionalidad por omisión
legislativa, que el órgano del Poder Legislativo que se trate, haya dejado de dictar
normas o medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de la
Constitución, o las haya dictado en forma incompleta. / Con fundamento en lo
expuesto, advierte el Ministerio Público que son dos los elementos definitorios de
la omisión legislativa inconstitucional, el primero, el aspecto temporal, es decir, el
margen de tiempo durante el cual se ha mantenido la omisión del legislador, y en
segundo lugar, el requisito según el cual, las normas omitidas deben ser
indispensables para garantizar el cumplimiento de la Constitución. / Con relación
al primer aspecto, es preciso distinguir dos escenarios, uno, cuando estamos
frente a una disposición constitucional que contempla un mandato abstracto al
legislador, en el cual no se prevé un lapso para que el órgano legislativo dicte
una determinada ley, y, el segundo, cuando se trata de un mandato concreto,
que establece un plazo determinado dentro del cual dicho órgano debe cumplir
con su obligación de dictar la ley. / En el primer supuesto, ante la ausencia de un
plazo determinado, debe considerarse un plazo razonable para que el legislador
cumpla con su obligación, atendiendo a criterios, tales como el fallo estructural del
sistema, la cantidad de trabajo, la necesidad de la ley, su dificultad de estudio, e
incluso, la etapa dentro del proceso de elaboración en que se encuentra.
Atendiendo a todas estas circunstancias, el órgano jurisdiccional decidirá si está
frente a una omisión legislativa inconstitucional o si el lapso transcurrido es
razonable y por ende, no se está en presencia de una omisión legislativa
inconstitucional. / En el segundo supuesto, cuando se trata de un mandato
concreto, el tiempo razonable es determinado por el Constituyente, es decir, es
éste el que decide cuál es el plazo que se le concede al órgano legislativo para
dictar una ley o norma. Fuera de dicho lapso, se entiende que el legislador ha
excedido el tiempo razonable de omisión y en consecuencia, se está frente a una
omisión legislativa inconstitucional. / Ahora bien, en el caso particular, el Texto
Constitucional establece en su Disposición Transitoria Cuarta, numeral 6, un
mandato concreto dirigido a la Asamblea Nacional, para que apruebe en el
lapso de un año, a partir de su instalación, una ley que desarrolle la hacienda
pública estadal. El lapso que el Constituyente consideró razonable a los fines
de dictar dicha ley, es de un año y ese lapso se venció el 14 de agosto de 2001,
por lo que a partir de esa fecha se da por cumplido el elemento temporal, como
requisito para que se configure la omisión legislativa inconstitucional. / En cuanto
al otro requisito, es decir, que las normas o disposiciones omitidas deben ser
indispensables para garantizar el cumplimiento de la Constitución, cabe hacer las
siguientes precisiones: / La Disposición Transitoria Cuarta, numeral 6, de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, exige a la Asamblea
Nacional que dicte una ley que regule la hacienda pública estadal,
estableciendo, con apego a los principios y normas de esta Constitución, los
tributos que la compongan, los mecanismos de su aplicación y las disposiciones
que la regulen. / De acuerdo a lo anterior, la ley que regule la hacienda pública
estadal debe desarrollar los principios y normas contenidos en la actual
Constitución, que han experimentado profundos cambios con respecto a los que
estaban consagrados en la Constitución de 1961. / En efecto, de acuerdo a la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se definen los ingresos
de los Estados dentro de una visión integral de la materia hacendística pública,
con especial atención al problema de financiamiento de las autonomías
territoriales. De esta forma, se redefinen las competencias exclusivas de los
Estados, manteniéndose e incluso ampliándose las previstas en la Ley Orgánica
de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder
Público. / Específicamente, en materia tributaria, las competencias que en la
Constitución de 1961, eran catalogadas como competencias concurrentes entre el
Poder Nacional y el Poder Estadal, la Constitución de 1999, las define como
competencias exclusivas de los Estados, a fin de garantizar su autonomía
financiera. Además, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
contempla dentro de sus objetivos la configuración de haciendas públicas
653
estadales, con la finalidad de dar cimientos financieros a la autonomía de los
Estados y consolidar el proceso de descentralización del Estado Venezolano. /
Este objetivo, se manifiesta a través de las normas constitucionales que atribuyen
a los Estados, la competencia exclusiva en la organización, recaudación, control y
administración de los ramos tributarios propios, según las disposiciones de las
leyes nacionales y estadales (artículo 164, numeral 4, constitucional), así como
en la norma que incluye dentro de los ingresos de los Estados los demás
impuestos, tasas y contribuciones especiales que se les asigne por ley nacional
con el fin de promover el desarrollo de las haciendas públicas estadales (artículo
167, numeral 5, constitucional). / Finalmente, en la comentada Disposición
Transitoria Cuarta, numeral 6, del Texto Constitucional, que exige la sanción de
una ley que desarrolle la hacienda pública estadal. / Asimismo, cabe recalcar que
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, impone el cumplimiento
del principio de armonización tributaria entre los entes políticos pertenecientes a
los tres niveles de gobierno, para lo cual atribuye al Poder Nacional la función de
coordinar las potestades tributarias por vía de legislación. Dicho principio,
pretende someter los tributos estadales y municipales a las normas generales
que dictará el Poder Legislativo Nacional, es decir, a una ley que regule en
forma general la hacienda pública estadal, a los fines de desarrollar los tributos
con atención al carácter múltiple y global del sistema tributario, evitar diversas
imposiciones y no exceder la capacidad de los contribuyentes. / En este sentido, la
meta de la legislación de armonización que propugna la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, es lograr una articulación de todas las
potestades tributarias, con el fin de asegurar que cada una de ellas opere dentro
de un espacio delimitado, de evitar que se produzcan graves desigualdades entre
las entidades político-territoriales, de adecuar la magnitud de esas
potestades a la dimensión y contenido del gasto público de cada entidad y sobre
todo, de impedir que la acumulación de cargas tributarias termine siendo un
medio de confiscación de sus patrimonios. / Claro está, este principio
constitucional de armonización tributaria y el objetivo fundamental del
Constituyente de configurar haciendas públicas estadales, garantizando la
autonomía tributaria de los Estados, sólo es posible a través de una ley que
regule en forma general la hacienda pública estadal, que establezca los
tributos que la compongan, los mecanismos de su aplicación y las disposiciones
que la regulen, de allí el mandato concreto contenido en la Disposición
Transitoria Cuarta, numeral 6 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. / De acuerdo a lo anteriormente expuesto, no cabe la menor duda,
que la ley cuya omisión se demanda, es necesaria para el cumplimiento de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de los principios de
armonización tributaria y autonomía tributaria de los Estados que ella propugna,
por lo que se evidencia el cumplimiento del segundo de los requisitos de
procedencia de la acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa, que,
junto con el elemento temporal, anteriormente analizado, otorga a este Despacho
la plena convicción que la omisión legislativa de la Asamblea Nacional al no
aprobar la ley que regule la hacienda pública estadal es inconstitucional. / En el
caso concreto, advierte el Ministerio Público que el impugnante, en su condición
de Concejal del Cabildo Metropolitano trasluce en su acción de
inconstitucionalidad por omisión legislativa, la importancia que representa para el
Distrito Metropolitano que se apruebe la Ley a que se refiere la Disposición
Transitoria Cuarta numeral 6 constitucional, que determine los tributos que
compongan la hacienda pública estadal, así como los mecanismos de aplicación y
las disposiciones que la reglamentan, a los fines del cabal cumplimiento de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en todo lo que atañe a la
hacienda pública estadal, que comprende materias constitucionalmente atribuidas
en forma exclusiva a los Estados, de manera que la transferencia a los Estados
del poder tributario originario para crear, organizar, recaudar, controlar y
administrar los ramos de papel sellado, timbres y estampillas que se llevó a cabo
con la Constitución de 1999, lleva necesariamente consigo la posibilidad de que
estos entes político-territoriales (incluido el Distrito Metropolitano por mandato del
654
artículo 24, numeral 1, de la Ley Especial sobre el Régimen del Distrito
Metropolitano de Caracas), ante la imposibilidad de que el Poder Nacional ejerza
potestades tributarias en tales materias, puedan gravar servicios prestados por el
Poder Nacional dentro de su ámbito territorial, al ser tal competencia originaria y
no delegada, en los términos indicados por la Sala Constitucional en fallo del 30
de enero de 2000. / Igualmente deviene para el accionante la relevancia en que se
dicte la mencionada ley, en las disposiciones contenidas en los artículos 18, 164
numeral 7, Disposición Decimotercera de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, y, 24 de la Ley Especial sobre el Régimen del Distrito
Metropolitano de Caracas, pues la asunción de la competencia del rubro
impositivo del timbre fiscal por parte del Distrito Metropolitano de Caracas se
realizó en atención a la necesidad de afianzar, en sintonía con la voluntad del
constituyente, las Haciendas Estadales dentro del proceso de descentralización. /
Además, se agrega a esto que, contar con un instrumento legislativo para la
hacienda pública estadal, podría significar un real avance histórico en la
descentralización y el desarrollo de una verdadera forma federal de gobierno,
caracterizada por el incremento del protagonismo y la responsabilidad de las
regiones, tal y como lo dispone la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. / En consecuencia, a juicio del Ministerio Público, la omisión
legislativa en que ha incurrido la Asamblea Nacional, al no sancionar la ley que
regule la hacienda pública estadal, es inconstitucional, y así debe ser declarada
por esa honorable Sala Constitucional, debiendo fijar un lapso perentorio para que
el órgano legislativo apruebe, en concordancia con los principios establecidos en
la Carta Magna, dicho texto legal, todo ello de acuerdo con los efectos de la
acción por omisión legislativa, previstos en el artículo 336, numeral 7, de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / Conclusión / Por los
razonamientos antes expuestos, el Ministerio Público considera que la acción por
omisión legislativa de la Asamblea Nacional al no aprobar una ley que desarrolle
la hacienda pública estadal, dentro del plazo establecido en la Disposición
Transitoria Cuarta, numeral 6, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, ejercida por el ciudadano Baudilio Rafael Jiménez Ortega, en su
condición de Concejal del Cabildo Metropolitano de Caracas, debe ser declarada
CON LUGAR por esa honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, y en consecuencia el Ministerio Público considera que debe establecerse
un plazo perentorio y razonable a la Asamblea Nacional para que sancione la
referida ley, de acuerdo con los principios y normas establecidos en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y así lo solicito
respetuosamente de ese Supremo Tribunal”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV Disp.tran.4
CRBV Disp.tran-4-6
CRBV Disp.13
CRBV art:18
CRBV art:164-4
CRBV art:164-7
CRBV art:167-5
CRBV art:336-7
CR art:49
LOCSJ art:116
LERDMC art:24
LERDMC art:24-1
STSJSCO 30-01-2000
STSJSCO 09-07-2002

DESC ASAMBLEA NACIONAL


DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
655
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC CONSTITUCIONALIDAD
DESC HACIENDA PUBLICA
DESC LEYES
DESC MUNICIPIOS
DESC OMISION LEGISLATIVA
DESC PODER LEGISLATIVO
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.735-741.

656
246
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia
TSJ Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-723 FECHA:20040107
TITL Acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa, incoada
por el ciudadano José Isael Hernández, en su condición de
legislador, Presidente del Consejo Legislativo del Estado
Trujillo, contra el Poder Legislativo Nacional, por no haber
dictado, dentro del primer año contado a partir de la instalación
de la Asamblea Nacional, “el régimen legal sobre municipios y
en general la legislación que desarrolla los principios
constitucionales sobre el régimen municipal a que se contrae el
numeral 7, de la disposición transitoria cuarta del texto
constitucional”, afectando así la creación del Municipio “La
Puerta”, en el Estado Trujillo. (Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, Exp. Nº 03-1510).

FRAGMENTO

“DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL DERECHO


APLICABLE / Corresponde al Ministerio Público, de conformidad con lo
establecido en el artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, presentar su dictamen con relación a la denuncia de
inconstitucionalidad formulada por el accionante y al respecto hace las
siguientes consideraciones. / En el presente caso, el recurrente ejerce una
acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa contra la Asamblea
Nacional, como órgano del Poder Legislativo Nacional, por no haber
cumplido con lo establecido en la Disposición Transitoria Cuarta, numeral
7, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual
dispone: / ‘CUARTA. Dentro del primer año, contado a partir de su
instalación, la Asamblea Nacional aprobará: / (...) / 7. La legislación que
desarrolle los principios constitucionales sobre el régimen municipal. De
conformidad con ella, los órganos legislativos de los Estados procederán a
sancionar los instrumentos normativos que correspondan a la potestad
organizadora que tienen asignada con respecto a los Municipios y demás
entidades locales, y a la división político territorial en cada jurisdicción. Se
mantienen los Municipios y parroquias existentes hasta su adecuación al
nuevo régimen previsto en dicho ordenamiento…’. Como se observa de la
norma transcrita, la ley que el Constituyente ordena dictar a la Asamblea
Nacional es la que servirá de base para el ejercicio de la potestad atribuida
a los Consejos Legislativos de los Estados para organizar su territorio y,
con ello, los municipios que integran la entidad federal. La propia
Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7, ordena mantener la situación
pre-constitucional, en lo que se refiere a la existencia de municipios y
parroquias, los cuales deberán adaptarse a las normas que
posteriormente se dicten. / La consecuencia directa cuando se dicta una
nueva Constitución, es que pierdan vigencia las normas previas que entren
en contradicción con aquélla. No obstante, el resto del ordenamiento
jurídico se mantiene, ya que sería un despropósito exigir una renovación
total del derecho, máxime si muchos de los textos legislativos, anteriores a
657
la Carta Magna, guardan perfecta correspondencia con ella. / Por lo tanto,
para el caso concreto, el Ministerio Público considera que la Ley Orgánica
de Régimen Municipal está vigente, salvo aspectos concretos sobre los
cuales pueda discutirse su apego al Texto Fundamental. / Desde el inicio
de la vigencia de la nueva Constitución todo órgano creado por ella, en
principio, está facultado para ejercer sus poderes; existen casos en que
por previsión especial, ello no es así. Es lo que ocurre en el expediente
subiúdice, pues la Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7, ha limitado el
poder de los Estados, ejercitable por sus Consejos Legislativos, de manera
que se les impide organizar su territorio, mientras la Asamblea Nacional
no sancione una ley general sobre el régimen municipal. / En efecto, sin
negar la autonomía estadal y municipal en muy variados aspectos, la
organización local está atribuida, al menos en su regulación fundamental,
al Poder Nacional, por lo que la ley orgánica nacional es imprescindible
para adaptarse totalmente a la nueva Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, a tenor de lo dispuesto en el numeral 10 del
artículo 156 y en el artículo 169, eiusdem. Además, el propio Texto
Fundamental ha previsto la posibilidad de un régimen municipal que
presenta considerables cambios en relación con el contemplado por la
Constitución de 1961, que fue el sustento de la actual ley, en vigor desde
1989. / Por tales motivos, carece de sentido que los Estados, que al fin de
cuentas deben sujetarse al legislador nacional en esta materia
organizativa, actúen con base en textos que fueron concebidos para dar
desarrollo a una realidad distinta, cuando lo cierto es que la Asamblea
Nacional está obligada a sancionar una ley que debe ser, en muchos
aspectos, diferente de la actual. / La Ley Orgánica de Régimen Municipal
está vigente, lo contrario conduciría a un indeseable vacío, pero el
Constituyente ha querido, y así lo indicó expresamente, que en lo referente
al ejercicio de la potestad organizativa de los Estados la situación no se
viera alterada por la aplicación de normas que no fueran las que la
Asamblea Nacional debe dictar. / Se trata de una excepción, por lo que en
el resto de su articulado no hay limitación y los Estados (o Municipios)
pueden ejercitar sus poderes constitucionales, con base en su desarrollo
legal, así éste hubiera nacido a la luz de los preceptos de la Constitución
de 1961. Establecido la vigencia de la Ley Orgánica de Régimen Municipal
en aquellos aspectos en que contraríe la novísima Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, pasa el Ministerio Público a analizar
la procedencia de la acción incoada. / La acción de inconstitucionalidad por
omisión legislativa, se encuentra regulada en el artículo 336, numeral 7 de
la Carta Magna, como una de las atribuciones de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en los siguientes términos: / ‘Artículo 336.
Son atribuciones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia: / (…) / 7. Declarar la inconstitucionalidad de las omisiones del
poder legislativo municipal, estadal o nacional, cuando haya dejado de
dictar las normas o medidas indispensables para garantizar el
cumplimiento de esta Constitución, o las haya dictado en forma
incompleta; y establecer el plazo y, de ser necesario, los lineamientos de
su corrección’. En la norma citada, se establecen los requisitos de
procedencia y los efectos de la sentencia que declare la
inconstitucionalidad de las omisiones en materia legislativa, previéndose
en tal sentido, que el objeto de dicha acción, lo constituyen las omisiones
del Poder Legislativo municipal, estadal o nacional, siempre que cumplan
con dos requisitos esenciales, a saber: 1) Que las normas o medidas se

658
hayan dejado de dictar o se hayan dictado en forma incompleta; y, 2) Que
dichas normas o medidas sean indispensables para garantizar el
cumplimiento de la Constitución. / En sentencia N° 1556, de fecha 9 de
julio de 2002, en el caso: Alberto Albornoz Niño y Gloria de Vicentini, la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, se refirió a la acción
de inconstitucionalidad por omisión haciendo mención a la doctrina
extranjera, y en tal sentido expresó lo siguiente: / ‘…En un sentido amplio,
la acción de inconstitucionalidad por omisión es concebida por la doctrina
extranjera como una institución jurídica procesal mediante la cual se
demanda la declaratoria de inconstitucionalidad de un órgano del Poder
Público que ha omitido (control posterior) cumplir un deber concreto
(conducta debida, esperada y jurídicamente establecida) que la
Constitución directamente, implícita o explícitamente, le asigna, de manera
que el precepto constitucional resulta, total o parcialmente, ineficaz, por
falta de desarrollo, con lo cual se produce la vulneración constitucional./
(…) En sentido restringido, el instituto es concebido como la acción
mediante la cual se demanda la declaratoria de inconstitucionalidad del
órgano legislativo que ha permanecido inactivo en el cumplimiento de su
obligación concreta de dictar leyes ordinarias que desarrollen preceptos
constitucionales de obligatorio desarrollo, de manera tal que dichos
preceptos o uno de uno de ellos, se hace ineficaz, con lo cual se produce
la vulneración constitucional. El presupuesto de hecho necesario será la
abstinencia, inercia o inactividad del órgano legislativo, en cumplir, dentro
de un plazo razonable, o dentro de un plazo predeterminado, una
obligación o encargo concreto a él atribuido por la norma fundamental, de
manera que se imposibilite la ejecución de las disposiciones o garantías
contenidas en ella. La ausencia de desarrollo del precepto constitucional
que, por ello, se haya hecho ineficaz al estar impedida su aplicación, podrá
ser parcial o total, produciéndose, en el primer caso, una infracción de la
garantía de trato igualitario y no discriminatorio.’ / Con base a los criterios
jurisprudenciales expuestos por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, el Ministerio Público considera que la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela vigente desde el 30 de diciembre
de 1999 ha previsto un régimen transitorio para evitar el vacío jurídico
hasta tanto, sean dictadas y entren en vigencia las leyes que la propia
Constitución ha establecido para desarrollar y reglamentar las nuevas
instituciones y los derechos constitucionales previstos en ella. / En
complemento a lo anterior, la Asamblea Nacional Constituyente dictó el
Decreto del Régimen de Transición del Poder Público, publicado en
Gaceta Oficial N° 36.859 de fecha 29 de diciembre de 1.999, el cual
integra el régimen constitucional que ha de regular la transitoriedad hasta
tanto la Asamblea Nacional dicte las leyes necesarias para reglamentar la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / La Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia N° 180 del
28 de marzo de 2000, en el caso: Estatuto Electoral del Poder Público,
expresó: / ‘El régimen de transición del poder público se proyecta hacia el
futuro, no sólo hasta la instalación de la Asamblea Nacional, sino aún más
allá; ya que el artículo 3 de dicho régimen, señala: ´Cada disposición del
régimen de transición del Poder Público tendrá vigencia hasta la
implantación efectiva de la organización y funcionamiento de las
instituciones previstas por la Constitución aprobada, de conformidad con la
legislación que a los efectos apruebe la Asamblea Nacional´, por lo que
mientras tales legislaciones no se aprueben, las normas y actos emanados

659
de la Asamblea Nacional Constituyente tienen plena vigencia, hasta que
de conformidad con la Constitución se establezca el régimen legal que
vaya derogando la provisionalidad, y vaya dejando sin efectos las normas
y actos emanados de la Asamblea Nacional Constituyente. Ese régimen
legal es el ordinario que corresponde a la Asamblea Nacional, y el que le
ordena adelantar las Disposiciones Transitorias que como parte integrante
del texto constitucional, se publicaron con él.’ / Por tanto, es de interés
público que el Poder Legislativo Nacional dicte tales leyes, máxime cuando
para su sanción, es la propia Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, la que ha establecido el lapso en que deban ser sancionadas.
/ Con base en las anteriores premisas, el Ministerio Público pasa a
analizar si en la omisión legislativa denunciada, se verifican los requisitos
de procedencia establecidos en la Constitución de 1999, para su
declaratoria de inconstitucionalidad. / Así, tenemos que el accionante
argumenta, que el Poder Legislativo Nacional ha omitido la obligación de
dictar la legislación a que alude la Disposición Transitoria Cuarta, numeral
7, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, dentro del
plazo de un (1) año contado a partir de la instalación de la Asamblea
Nacional, lo cual ocurrió en fecha 14 de agosto de 2000, sin que hasta el
11 de junio de 2003, fecha en que se interpuso la acción que da lugar al
presente dictamen, se haya cumplido con dicho mandato. / De acuerdo
con el tratadista Fernández Segado, para la determinación de la existencia
de la omisión constitucional, los extremos a ponderar serían: la
trascendencia de la mediación legislativa conectada con el elemento
temporal, parámetros-ambos-decisivos para precisar la razonabilidad del
tiempo por el que se prolonga la inacción legislativa. / Aprecia el referido
tratadista, que de este modo se puede entender que la mera no
realización normativa de un mandato constitucional abstracto, engendra
simplemente un ‘incumplimiento de las exigencias constitucionales’, que no
obstante ser criticable, no es suficiente para convertirla en omisión
legislativa inconstitucional, conclusión a la que se arribaría cuando deja de
ser ‘razonable’ la inercia admitida hasta ese momento como discrecional
del legislador. (Fernández Segado, Francisco: ‘Los nuevos retos del
Estado social para la protección de los derechos fundamentales’, Año
XXXII, N° 8545, Rep. Arg; 25 de julio de 1994, p. 4). / De acuerdo con lo
planteado, la sola violación de un mandato constitucional abstracto no es
suficiente para comprobar la omisión legislativa inconstitucional, sino que
es necesario considerar el criterio de razonabilidad del tiempo transcurrido.
Así se desprende, no sólo de la posición doctrinaria más reconocida, sino
de la propia Exposición de Motivos de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que establece que la inconstitucionalidad por
omisión se producirá ‘por la falta de desarrollo por parte del Poder
Legislativo, durante un tiempo excesivamente largo, de aquellas normas
constitucionales de obligatorio y concreto desarrollo, de forma tal que
impida su eficaz aplicación…’. / En relación con el referido requisito
temporal, es preciso distinguir, cuando estamos frente a una disposición
constitucional que contempla un mandato abstracto al legislador, sin prever
un lapso expreso para su cumplimiento, del caso en que se establece un
mandato concreto, a cumplirse dentro de un determinado lapso. / En el
primer caso, la razonabilidad del plazo vendría determinada por criterios
tales como: el fallo estructural del sistema, la cantidad de trabajo, la
necesidad de la ley, su dificultad de estudio e incluso, la etapa dentro del
proceso de elaboración en que se encuentra; en el segundo caso, ante la

660
previsión expresa de un lapso para cumplir la obligación, el tiempo
razonable es determinado por el Constituyente, de manera que
transcurrido el mismo, debe considerarse la existencia de una omisión
legislativa inconstitucional. / En el caso concreto, se observa que de
conformidad con el encabezamiento de la Disposición Transitoria Cuarta,
las leyes en cuestión debían ser dictadas por la Asamblea Nacional:
‘Dentro del primer año, contado a partir de su instalación…’, es decir, el
Constituyente estableció el lapso dentro del cual, a su juicio, el legislador
podía razonablemente cumplir con dicha obligación, de manera que en
criterio del Ministerio Público, la ‘razonabilidad’ de la inercia del Poder
Legislativo Nacional en dictar la legislación que desarrolle los principios
constitucionales sobre el régimen municipal, no requiere de examen a
objeto de determinarla, puesto que ya fue valorada por el Constituyente al
haber apreciado como límite máximo para el impedimento del ejercicio de
la referida competencia por parte de los Estados, el lapso de un año,
contado a partir de la fecha de instalación de la Asamblea Nacional. De
modo que, una vez fenecido el lapso que a su juicio era el razonable para
la aprobación de dicha legislación, evidentemente dejó de ser justificable la
inactividad atribuida al Poder Legislativo Nacional. / De allí que en opinión
del Ministerio Público, el primero de los requisitos exigidos por el numeral 7
del artículo 336 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela se ha verificado plenamente, ya que la instalación de la
Asamblea Nacional ocurrió en fecha 14 de agosto de 2000, siendo que
hasta la fecha en que se emite el presente dictamen, el órgano legislativo
nacional no ha cumplido con su obligación constitucional. / En cuanto al
segundo de los requisitos, es decir, que se trate de una norma
indispensable para el cumplimiento de la Constitución, señala el
accionante, que la omisión del Poder Legislativo Nacional, cuya
inconstitucionalidad solicita sea declarada, ha impedido el desarrollo y
creación de un nuevo municipio en el Estado Trujillo, específicamente el
Municipio ‘La Puerta’. / Al respecto, la Disposición Transitoria Cuarta,
numeral 7 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
ordena a la Asamblea Nacional, el dictado de ‘La legislación que desarrolle
los principios constitucionales sobre el régimen municipal’ y señala
además, que de conformidad con tal legislación, es que los Estados
procederán a sancionar los instrumentos normativos relativos a los
municipios, demás entidades locales, y a la división político - territorial de
cada jurisdicción. / Como se observa, la anterior competencia fue atribuida
con carácter de exclusividad por el Constituyente a los Estados a través
del artículo 164, numeral 7 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. La cual, a su vez, debe ser ejercida a través de los
Consejos Legislativos de los Estados, por corresponderle a dichos órganos
según lo preceptuado en el artículo 162, numeral 1 eiusdem, ‘legislar sobre
las materias de la competencia estadal’. / Sin embargo, tal y como se
afirmó anteriormente, su ejercicio está condicionado a que el Poder
Legislativo Nacional apruebe, dentro del año siguiente a su instalación, la
ley orgánica nacional que desarrolle los principios constitucionales sobre el
régimen municipal. / En ese sentido la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en oportunidad de decidir la solicitud de
interpretación de las Disposiciones Transitorias Cuarta, numeral 7, y
Decimocuarta de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, expresó: / ‘…desde el inicio de la vigencia de una Constitución
todo órgano creado por ella, en principio, está facultado para ejercer sus

661
poderes, existen casos en que por previsión especial ello no es así. Es lo
que ocurre en este caso, pues la Disposición Transitoria Cuarta, numeral
7, ha limitado el poder de los Estados, ejercitable por sus Consejos
Legislativos, de manera que se les impide organizar su territorio mientras
la Asamblea nacional no sancione una ley general sobre el régimen
municipal. / (…) En el caso de los mandatos al legislador que no han sido
atendidos, esas Disposiciones Transitorias siguen en vigor, y la Asamblea
nacional debe cumplir lo que se le ordena, así su plazo se encuentre
ampliamente superado. Lo anterior, que es predicable respecto de todos
los mandatos similares, tiene especial relevancia en el caso del numeral 7
de la Disposición Transitoria Cuarta, toda vez que en ella se contempla
una inmovilización ausente en otros supuestos. Por tanto, la prohibición a
los Estados para ejercer su poder constitucional a organizarse
territorialmente debe encontrar rápido fin’. (Sentencia de fecha 27 de
mayo de 2003. Exp. 03-1167). / Trasluce de lo anterior, que la legislación
que se le encomienda dictar al Poder Legislativo Nacional a través de la
Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7, es de aquellas imprescindibles
para el cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, porque sin ella, los Estados no podrán ejercer competencias
que constitucionalmente le fueron atribuidas. / Ahora bien, el Ministerio
Público considera que la ley orgánica nacional cuya omisión legislativa fue
denunciada por el recurrente, es indispensable desde el mismo momento
que el Constituyente atribuyó, con carácter de exclusividad a los Estados,
ejercer su potestad organizadora con respecto a los municipios y demás
entidades locales, así como a su división político territorial. / Sin embargo
el carácter temporal es el que ha de tomarse en cuenta para la declaratoria
de inconstitucionalidad de tal omisión. / Al respecto señaló la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que: / ‘…La omisión de la
Asamblea Nacional en el cumplimiento de su deber no hace ´derogar´ la
norma que lo prevé, pero sí le coloca en una situación de violación al
ordenamiento supremo, lo que en casos como el de autos es doblemente
grave, desde el momento en que su inacción impide a entes
constitucionalmente creados actuar conforme a su poderes. / (…) Decidido
lo anterior, observa esta Sala que el poder constitucionalmente reconocido
a los Estados no puede quedar en suspenso indefinido a causa de la
inactividad de la Asamblea Nacional, pues ello sería desconocer la
vigencia misma de la Carta Magna’ (Sentencia de fecha 27 de mayo de
2003. Exp. 03-1167) / Con base en los razonamientos precedentes, en
criterio del Ministerio Público, el segundo requisito para que sea
procedente la declaratoria de inconstitucionalidad por omisión legislativa,
se encuentra igualmente satisfecho en el presente caso, por lo cual, lo
procedente y ajustado a derecho sería la declaratoria con lugar de la
presente acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa. / Ahora
bien, el Ministerio Público considera de importancia destacar que en fecha
6 de noviembre de 2003, ese Máximo Tribunal de la República, actuando
en Sala Constitucional, mediante Sentencia Nº 3118, resolvió la pretensión
contenida en el Expediente Nº 03-1167, concerniente al recurso de
interpretación de la Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7, y
Decimocuarta de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, ejercido por los ciudadanos Henry Ramírez y Martha Ariza. /
En dicha causa, esa honorable Sala Constitucional, luego de examinar el
informe que en fecha 27 de mayo de 2003, mediante Sentencia Nº 1347
solicitare a la Asamblea Nacional, con el propósito de conocer las razones

662
por las cuales aún no se había dictado la ley a que alude la Constitución
en su Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7, la cual a su vez constituye
el objeto de la presente acción de inconstitucionalidad por omisión
legislativa, sentenció lo siguiente: / ‘…Por lo expuesto, esta Sala declara
que la falta de sanción de la ley sobre régimen municipal dentro del plazo
previsto en la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución constituye
una violación del Texto Fundamental, a la que debe dársele pronta
terminación. En atención a ello, esta Sala ordena a la Asamblea Nacional
preparar, discutir y sancionar, dentro del plazo máximo de tres (3) meses
contados a partir de la notificación de este fallo, una ley sobre régimen
municipal que se adapte a las previsiones del Capítulo IV del Título IV de
la Constitución y, en especial, a los principios contenidos en su artículo
169. Así se declara.’. / En consonancia con la motivación precedente, la
Sala Constitucional decidió que: / ‘…Por las razones expuestas, esta Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia e
nombre de la República, por autoridad de la ley declara la
inconstitucionalidad de la omisión de la Asamblea Nacional, por no haber
dictado, dentro del plazo fijado por el constituyente de 1999, una ley sobre
régimen municipal y, en consecuencia, ordena a la Asamblea Nacional
que, dentro de un plazo máximo de tres (3) meses contados a partir de la
notificación que se le haga del presente fallo, prepare, discuta y sancione
una ley sobre régimen municipal que se adapte a las previsiones del
Capítulo IV del Título IV de la Constitución.’ / Pues bien, en el fallo al cual
se ha hecho referencia anteriormente, la Sala Constitucional, aun cuando
resuelve una solicitud de interpretación de las Disposiciones Transitorias
Cuarta, numeral 7, y Decimocuarta de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, expresamente se pronuncia sobre la pretensión
formulada por el ciudadano José Isael Hernández, en el escrito libelar
contentivo de la presente acción de inconstitucionalidad por omisión
legislativa ejercida contra la Asamblea Nacional e incluso fija un plazo
para que la Asamblea Nacional dicte las normas cuya omisión fue
denunciada por el accionante, lo que coincide con lo planteado en su
petitorio. / En consecuencia, estando satisfecha la pretensión aducida por
el ciudadano José Isael Hernández, con el dictado de la Sentencia Nº
3118, tantas veces mencionada, el Ministerio Público es del criterio que en
la actualidad no hay materia sobre la cual decidir en la presente causa,
puesto que ya está declarada la omisión legislativa e igualmente el plazo
en el cual el órgano legislativo nacional deberá dictar la ley respectiva. /
Conclusión / En virtud de las consideraciones anteriormente expuestas, el
Ministerio Público es del criterio que en la acción de inconstitucionalidad
por omisión legislativa del Poder Legislativo Nacional, interpuesta por el
ciudadano José Isael Hernández, en su condición de Presidente del
Consejo Legislativo del Estado Trujillo, no existe materia respecto a la cual
decidir, en virtud que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, mediante sentencia Nº 3118 de fecha 6 de noviembre de 2003,
declaró la omisión legislativa del Poder Legislativo Nacional y estableció el
plazo para que la Asamblea Nacional dicte las normas exigidas por la
Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, y así respetuosamente solicita lo
declare ese Supremo Tribunal de la República”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV Disp-tran.4

663
CRBV Disp.tran.4-6
CRBV Disp.tran.4-7
CRBV Disp.tran.14
CRBV art:156-10
CRBV art:162-1
CRBV art:164-7
CRBV art:169
CRBV art:336-7
LOCSJ art:116
DRTPP art:3
STSJ 27-05-2003
STSJSCO 30-12-1999
STSJSCO 28-03-2000
STSJSCO Nº 1556
09-07-2002
STSJSCO Nº 3118
06-11-2003

DESC ASAMBLEA NACIONAL


DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
DESC CONSTITUCIONALIDAD
DESC ESTADO TRUJILLO
DESC LEYES
DESC MUNICIPIOS
DESC OMISION LEGISLATIVA
DESC PARROQUIAS
DESC PODER ELECTORAL
DESC PODER LEGISLATIVO
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.741-749.

664
247
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-9778 FECHA:20040227
TITL Recurso de nulidad que por motivos de inconstitucionalidad,
incoaren los abogados Alejandro González Valenzuela y
Ezequiel Zamora Presilla, en su carácter de apoderados
judiciales de la sociedad mercantil Distribuidora Samtronic de
Venezuela, C.A., contra los artículos 42 ordinal 29, y
parcialmente el 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, aprobada en fecha 26 de julio de 1976 por el extinto
Congreso de la República, y publicada en la Gaceta Oficial N°
1.893 Extraordinario, de fecha 30 de julio de 1976. (Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, Exp. Nº 02-
0893).

FRAGMENTO

“DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL DERECHO


APLICABLE / Corresponde al Ministerio Público, de conformidad con lo
establecido en el artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, presentar su dictamen con relación a la denuncia de
inconstitucionalidad formulada por la accionante y al respecto hace las
siguientes consideraciones. / Trata el presente caso, de un recurso de
nulidad, interpuesto por la empresa Distribuidora Samtronic de Venezuela,
C.A., con el propósito de que la honorable Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, declare la inconstitucionalidad del artículo 42 ordinal
29 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia y parcialmente el
artículo 43 eiusdem. / Como punto previo, se advierte en el expediente,
que la parte recurrente solicitó a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, que se declarase la inexistencia de materia sobre la
cual emitir pronunciamiento alguno. Así, en el expediente contentivo del
presente recurso de nulidad, cursa escrito de fecha 30 de octubre de 2002
consignado por la accionante, en el cual señala lo siguiente: / ‘Luego de
presentada nuestra acción de nulidad por inconstitucionalidad, esta Sala
Constitucional profirió en fecha 24 de abril de 2002 (Caso ‘Sintracemento’)
una sentencia mediante la cual, declaró la nulidad parcial de las normas
precitadas, al suprimir el inconstitucional monopolio que detentaba la Sala
Político Administrativa en materia de avocamiento, atribuyendo en
consecuencia el conocimiento de las solicitudes de avocamiento a las
diferentes Salas del Tribunal Supremo de Justicia según la afinidad de la
materia controvertida con las competencias propias de cada Sala. Siendo
ello así, resulta patente que la pretensión constitucional que planteáramos
ante esta honorable Sala, ha sido plenamente satisfecha con la sentencia
antes referida. / En consecuencia solicitamos respetuosamente a esta Sala
Constitucional declare no haber materia sobre la cual decidir, al proferir el
fallo relativo a nuestra solicitud. Así pedimos se declare’. / Pues bien,
efectivamente, en fecha 24 de abril de 2002, esta Sala Constitucional
emitió el fallo Nº 806, correspondiente al expediente Nº 00-3049, a través
del cual, se resolvió la solicitud de avocamiento presentada por
665
Sintracemento. En esa oportunidad, con ponencia del Magistrado José
Manuel Delgado Ocando, esta Honorable Sala Constitucional se pronunció
acerca de la facultad de avocamiento, en los siguientes términos: / ‘Por
todo lo expuesto, la Sala estima: Que la norma contenida en el artículo 43
de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia que reserva de modo
exclusivo y excluyente a la Sala Político Administrativa la facultad de
avocamiento contenida en el artículo 42.29. de la misma ley, es
incompatible con el principio de distribución de competencias por la
materia a nivel del Máximo Tribunal de la República, sin que la propia
Constitución lo autorice ni establezca una excepción al mismo en tal
sentido, (sic). / Que el artículo 336.1. de la Constitución le otorga la
facultad de anular total o parcialmente las leyes nacionales que colidan
con la Constitución; / Que, no obstante tratarse de un asunto prejudicial
respecto al fondo de la solicitud planteada, tiene la potestad de anular
dicha norma con efectos pro futuro y erga omnes; / Que dicha norma
resulta inconstitucional y, por lo tanto nula, desde la publicación del
presente fallo en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela. / (…) Por las razones que anteceden, este Tribunal Supremo
de Justicia, en Sala Constitucional, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley, declara: / 1.- NULA, con efectos
generales y pro futuro la norma contenida en el artículo 43 de la Ley
Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, en lo que respecta a que la
competencia referida en el artículo 42.29. de la misma ley, sólo la ejerce la
Sala Político Administrativa de este Alto Tribunal’. / El Ministerio Público
advierte que con la emisión del fallo parcialmente citado, queda satisfecha
la pretensión de la accionante relacionada con la nulidad parcial del
artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, toda vez
que la facultad de avocarse prevista en el artículo 42 ordinal 29 eiusdem,
dejó de ser una competencia exclusiva de la Sala Político-Administrativa
de este Supremo Tribunal. / Lo anterior conduce al Ministerio Público a
solicitar que esa honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, declare que no hay materia sobre la cual decidir en lo atinente a la
pretensión de nulidad del artículo 43 de la Ley Orgánica que rige las
funciones del Máximo Tribunal de la República. / No obstante lo anterior,
es conveniente advertir, que la sentencia en referencia no hace juicio de
valor sobre la conformidad o inconformidad del artículo 42, ordinal 29 con
la Carta Fundamental, respecto al cual el accionante, también solicitó la
nulidad por inconstitucionalidad. / En tal sentido es oportuno destacar, que
el ordinal 29 del artículo 42, antes aludido, lo que hace es señalar una de
las competencias que la respectiva ley le confiere al Máximo Tribunal de la
República, como es la facultad de avocamiento, cuyo objeto, según se
expone en el fallo citado, es: / ‘en palabras de los proyectistas de la Ley
Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, traer al más Alto Tribunal de la
República ‘cualquier asunto que por su gravedad y por las consecuencias
que pudiera producir un fallo desatinado, amerite un tratamiento de
excepción con el fin de prevenir antes de que se produzca una situación de
caos, desquiciamiento, anarquía o cualesquiera otros inconvenientes a los
altos intereses de la Nación y que pudiera perturbar el normal
desenvolvimiento de las actividades políticas, económicas y sociales
consagradas en nuestra carta fundamental.’ (…) Además de los referidos
motivos esbozados por los proyectistas de la ley, la jurisprudencia a que se
ha hecho referencia en este fallo, justificó el ejercicio de esta institución
ante casos de manifiesta injusticia, denegación de justicia, amenaza en

666
grado superlativo al interés público y social o necesidad de restablecer el
orden en algún proceso judicial que así lo amerite en razón de su
trascendencia e importancia.’ / Para el Ministerio Público, es el tratamiento
que de esta institución se efectúe, el que puede producir eventualmente
una violación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
como sería el caso en que sea subvertido el procedimiento
jurisprudencialmente establecido o desconocidos los supuestos de
procedencia establecidos igualmente por vía jurisprudencial, o cualquier
otra circunstancia que se apartara de los principios contenidos en la Carta
Fundamental. / Sin embargo, hay que destacar que la norma por si misma
sólo encierra una facultad que interpretada y aplicada debidamente no
resulta incompatible con el Texto Fundamental, habida cuenta que su fin
último es la ordenación o corrección de errores en un proceso, que sean
capaces de lesionar derechos y garantías constitucionales, debido al mal
funcionamiento del servicio de justicia. / En este orden de ideas, es
necesario señalar que para el Ministerio Público no hay violación al
derecho constitucional al juez natural, ya que la Sala del Tribunal Supremo
de Justicia, que por vía de avocamiento, entre a conocer de una causa,
forma parte de la estructura del Poder Judicial, es un tribunal que existe
con anterioridad a la causa, es imparcial y objetivo y su fin último es
corregir las fallas del procedimiento o errores que generen injusticias, y
siempre dentro del ámbito de competencias por la materia afín con el
proceso judicial que se trate. Todos estos atributos conforman la noción
del juez natural a los cuales se ajusta el artículo 42, ordinal 29 de la Ley
Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, de allí que en criterio de este
Despacho, no se configura violación constitucional de lo previsto en el
artículo 49, numeral 4 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. / En cuanto a la denuncia de violación del derecho a la doble
instancia, advierte el Ministerio Público que la facultad de ordenación del
proceso implícita en el avocamiento, no supone sustraer de la competencia
del tribunal de la causa, los actos procesales o la continuación del proceso,
lo que dejaría intacta la posibilidad de recurrir ante las instancias
superiores del tribunal ordinario que venga conociendo del caso en el cual
se ha avocado la Sala del Tribunal Supremo de Justicia, que de acuerdo
con la materia entre a revisar. / A manera de ejemplo quiere este
Despacho invocar el contenido de la sentencia de avocamiento dictada por
la Sala de Casación Penal en fecha 23 de julio de 2002 (caso ‘Richard
Peñalver, Rafael Cabrices y otros’) en la cual la Sala de Casación Penal,
una vez declarada la nulidad de los actos procesales considerados como
injustos y contrarios a derecho, remitió la causa al tribunal correspondiente
para la continuación del proceso penal, lo que dejó a salvo la competencia
de los tribunales superiores para revisar las decisiones de los tribunales
inferiores. Salvaguardando así el principio de la doble instancia. / No
obstante, aún en aquellos casos excepcionales en los cuales alguna de las
Salas del Tribunal Supremo de Justicia resuelva sobre el fondo de la
controversia, apartándose de la interpretación de principios o normas
constitucionales, el interesado puede acudir a la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia para solicitar la revisión del fallo, a tenor de
lo dispuesto en el artículo 336, numeral 10 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, lo que evidencia que en modo alguno
se está violando el principio de la doble instancia, como fuere denunciado
por los apoderados judiciales de la impugnante. / Por tanto, en criterio del
Ministerio Público la facultad contenida en el ordinal 29 del artículo 42 de la

667
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia no viola los principios
constitucionales al juez natural y al debido proceso, denunciados por la
recurrente. / En todo caso, para el Ministerio Público, la
inconstitucionalidad se produce a partir de la exclusividad que a dicha
facultad le atribuye o asigna el artículo 43 de la misma ley, cuando
discrimina las competencias por Salas, sobre lo cual ya se pronunció este
Máximo Tribunal, en sentencia precedentemente citada. / Conclusión / En
virtud de las consideraciones de hecho y de derecho anteriormente
expuestas, el Ministerio Público considera que en el recurso de nulidad
que por motivos de inconstitucionalidad fuere interpuesto por los abogados
Alejandro González Valenzuela y Ezequiel Zamora Presilla, en su carácter
de apoderados judiciales de la sociedad mercantil Distribuidora Samtronic
de Venezuela, C.A., contra el artículo 42 ordinal 29, de la Ley Orgánica de
la Corte Suprema de Justicia, y parcialmente contra el artículo 43 eiusdem
deben emitirse los siguientes pronunciamientos: / Primero: Declararse sin
lugar, la denuncia de inconstitucionalidad contra el artículo 42, ordinal 29
de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia; / Segundo: Declararse
que no hay materia sobre la cual decidir, en lo que respecta a la petición
de nulidad parcial del artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema
de Justicia, y así solicita muy respetuosamente el Ministerio Público, que
sea declarado por esa honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49-4
CRBV art:336-1
CRBV art:336-10
LOCSJ art:42-29
LOCSJ art:43
LOCSJ art:116
STSJSCO Nº 806
24-04-2002
STSJSP 23-07-2002

DESC AVOCAMIENTO
DESC CONGRESO DE LA REPUBLICA
DESC CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DESC LEYES
DESC NULIDAD
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SOCIEDADES MERCANTILES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.749-753.

668
248
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-9179 FECHA:20040225
TITL Colisión de normas legales. Inadmisibilidad por incumplimiento
de los requisitos del libelo de la demanda previstos en el
artículo 113 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia.
Recurso de colisión intentado por el Juez Temporal Segundo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Lara, ciudadano Rafael
Albahaca Mendoza, entre el artículo 680 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, de fecha 3 de
septiembre de 1998, publicada en la Gaceta Oficial de la
República de Venezuela Nº 5.266 Extraordinario de fecha 2 de
octubre de 1998 y la Resolución N° 159, de fecha 12 de abril de
2000, dictada por la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Poder Judicial, publicada en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 36.931 de
fecha 12 de abril de 2000. (Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, Exp. Nº 01-1391).

FRAGMENTO

“DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL DERECHO


APLICABLE / Corresponde al Fiscal General de la República, en su
carácter de Máximo Representante del Ministerio Público presentar el
dictamen a que se contrae el artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia sobre la colisión de leyes denunciada y a tales
efectos observa. / Punto Previo / Antes de realizar cualquier tipo de
análisis, resulta importante señalar en el presente caso, que el
procedimiento para resolver la colisión de leyes, no está previsto en
normativa legal alguna. / De allí que por vía jurisprudencial, la extinta Corte
Suprema de Justicia, estableciera el procedimiento aplicable mediante
sentencia del 31 de octubre de 1995, dictada en el caso: Alí José Venturini
B. Al respecto, estableció el otrora Máximo Tribunal de la República: / ‘3.
No existe un procedimiento expresamente previsto, (…), por lo cual rige
para su decisión lo previsto en el artículo 102 de la Ley Orgánica de la
Corte Suprema de Justicia: / Cuando ni en esta ley, ni en los códigos y
otras leyes nacionales se prevea un procedimiento especial a seguir, la
corte podrá aplicar el que juzgue más conveniente, de acuerdo con la
naturaleza del caso. / Justamente, en ejercicio de esta facultad, el Juzgado
de Sustanciación, ordenó aplicar por analogía la norma prevista en el
artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, que está
enclavada en el procedimiento de los juicios de nulidad de los actos de
efectos generales. El Juzgado de Sustanciación no hizo ningún otro
señalamiento, pero al acoger el sistema previsto en el artículo 116 por
considerarlo analógicamente aplicable, estaba adoptando el procedimiento
de nulidad de los actos de efectos generales. / Esto sienta un precedente
que puede considerarse constituye la regla en el estado actual de la
tramitación del llamado recurso de colisión.’ / En virtud de la sentencia
669
supra señalada, podemos concluir que de conformidad con lo establecido
en el artículo 102 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, el
procedimiento a aplicar en el recurso de colisión de leyes, es el que se
encuentra previsto para los juicios de nulidad de los actos administrativos
de efectos generales, con exclusión de la etapa probatoria a que alude el
artículo 117 eiusdem y sin relación ni informes, por tratarse de un asunto
de mero derecho. / Ahora bien, dentro de las disposiciones generales que
rigen el procedimiento judicial de impugnación de los actos de efectos
generales, el artículo 113 eiusdem regula los requisitos formales, que con
carácter de obligatoriedad deben cumplir los recurrentes que pretendan
impugnar o denunciar la colisión de normas. / En este orden de ideas,
resulta necesario examinar si el recurso presentado por el Juez Temporal
Segundo en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Estado Lara, cumple con los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 113 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, el cual
señala: / ‘Artículo 113. En el libelo de demanda se indicará con toda
precisión el acto impugnado, las disposiciones constitucionales o legales
cuya violación se denuncie y las razones de hecho y de derecho en que se
funde la acción. Si la nulidad se concreta a determinados artículos, a ellos
se hará mención expresa en la solicitud indicándose respecto de cada uno
la motivación pertinente. / Junto con dicho escrito el solicitante
acompañará un ejemplar o copia del acto impugnado, el instrumento que
acredite el carácter con que actúe, si no lo hace en nombre propio, y los
documentos que quiera hacer valer en apoyo de su solicitud’. / De acuerdo
con lo anterior, advierte el Ministerio Público que la denuncia de colisión
debe hacerse a través de escrito en el cual debe indicarse con precisión
las normas cuya colisión se denuncia y fundamentar con argumentos de
hecho y de derecho, su denuncia. / En el caso subíudice, el recurrente no
presentó el recurso de colisión de leyes, mediante escrito o libelo, tal como
se exige en el encabezamiento de la norma supra señalada. Simplemente
se limita a remitir, a esta honorable Sala Constitucional, a través de oficio
signado con el N° 1322 de fecha 18 de junio de 2001, el expediente
signado con el N° 97-19655, contentivo de las actas procesales del
juicio de impugnación de paternidad interpuesto por el ciudadano Alexis
José Bravo León. / Por otra parte, se advierte que el accionante no expone
‘...las razones de hecho y de derecho en que se funde la acción...’,
deficiencia que en ningún caso puede ser subsanada por el órgano
jurisdiccional competente. Por el contrario, el oficio con que el recurrente
remite las actuaciones a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia se circunscribe a describir una situación muy ambigua y genérica;
el recurrente no explica, cuáles son los dispositivos involucrados en la
referida colisión, ni siquiera indica en qué forma la misma se produce; ni
las razones de hecho y de derecho en que se fundamenta la pretendida
acción, es decir, no indicó con absoluta precisión cuál de los cuatro (4)
artículos que conforman la Resolución N° 159 emanada de la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Poder Judicial, colide con el
artículo 680 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente. / Por lo tanto, al no haber presentado el recurrente el recurso
de colisión en la forma (de escrito o libelo debidamente razonado con
fundamentos de hecho y de derecho claramente expuestos), el Ministerio
Público concluye que existe una ausencia total y absoluta de los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 113 de la Ley Orgánica
de la Corte Suprema de Justicia, y así solicito sea declarado por esa Sala

670
Constitucional. / En consecuencia, el presente recurso de colisión
interpuesto por el Juez Temporal Segundo en lo Civil, Mercantil y Tránsito
de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, debe ser declarado
inadmisible, por cuanto no se encuentran cubiertos los requisitos de
admisibilidad a que alude el artículo 113 de la ley que rige las funciones de
este alto Tribunal, y así solicito sea declarado. / No obstante, en el
supuesto de que esa honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia considere la admisibilidad del recurso de colisión interpuesto
por el Juez Temporal Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, el Ministerio
Público pasa a dictaminar sobre la procedencia de la colisión denunciada,
en los siguientes términos: / El pretendido recurso de colisión ha sido
intentado a los fines que el Tribunal Supremo de Justicia, en atención a la
competencia que tiene atribuida conforme al ordinal 6º del artículo 42 de la
Ley Orgánica que rige sus funciones, establezca si existe la colisión entre
el artículo 680 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela
N° 5.266 Extraordinario, de fecha 2 de octubre de 1998, con vigencia a
partir del 1 de abril de 2000, y la Resolución N° 159 de fecha 12 de abril de
2000, dictada por la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del
Poder Judicial, publicada en la Gaceta Oficial N° 36.931, de fecha 12 de
abril de 2000, y determine, mediante sentencia declarativa, cual de ellas
debe prevalecer. / La colisión de leyes, como situación que genera un
recurso judicial cuya competencia corresponde al Tribunal Supremo de
Justicia, consiste en la regulación de manera contradictoria o excluyente,
por parte de dos o más normas legales vigentes, de un mismo supuesto de
hecho, de manera que la vigencia de una impide la aplicación de la otra. /
En este orden de ideas, el propio Tribunal Supremo de Justicia, a través
de jurisprudencia pacífica y reiterada, ha delimitado los alcances de la
figura de la colisión de leyes precisando que: / ‘...la colisión de
norm as parte de la existencia de dif erentes disposiciones que
est én destinad as a regul ar en f orma di f erente una m isma
hipótesis. De allí que, este recurso im pl ica la aplicación de l os
siguientes criterios int erpretati vos: / a) Puede plantearse cuando la
presunta colisión se da entre cualquier tipo de normas, e incluso tratarse
de diferentes disposiciones de un mismo texto legal. / b) El conflicto de
normas se manifiesta cuando la aplicación de una de las normas implica la
violación del objeto de la otra norma en conflicto; o bien, cuando impide la
ejecución de la misma. / c) No se exige que exista un caso concreto de
conflicto planteado, cuya decisión dependa del predominio de una norma
sobre otra; sino que el conflicto pueda ser potencial, es decir, susceptible
de materializarse en cualquier momento en que se concreten las
situaciones que las normas regulan. / d) No debe confundirse este recurso
con el de interpretación, previsto en el numeral 6 del artículo 266 de la
Constitución de 1999 y en el ordinal 24 del artículo 42 de la Ley Orgánica
de la Corte Suprema de Justicia. / e) No se puede pretender que a través
de este mecanismo se resuelvan cuestiones de inconstitucionalidad.’
(Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia N°
889, de fecha 31 de mayo de 2001. Caso: ‘Carlos Brender’. Ponente:
Pedro Rafael Rondón Haaz. Expediente N° 00-1235). / Del cri terio
j urisprudencial t rans cri to supra, así como del propio numeral 8
del artículo 336 d e la Constit ución de l a República Bolivari ana
de V ene zuela, se col ige que en el re curso de colisión de leye s

671
l a f unción del órgan o jurisdiccional se reduce c oncretam ente a
est abl ecer una comparación de las nor m as legales sobre l as
cuales vers a el rec urso, y, en el ca so de que ese órgano
j urisdi ccional esti me que se plantea una colisión entre ell as,
declarar c uál de be preval ec er. / En este ord en de ide as,
resulta nec esario s eñalar, que la coli sión de le ye s no debe
conf undirse con el recurso contencio so adm inistrativo de
nul idad, cu ya f inali dad es la de terminaci ón de la
i nconstit uci onalidad o ilegalidad d e la norm a impugnada a los
f ines de su anul ació n. Cuando una norma de menor j erarquí a
contradice o r egula contradictoriamente un s upu esto previ st o
en otra ley de s up erior jerarquía, se produc e un vi cio de
i legali dad por violación del pri ncipio de jerarquí a de las
norm as. / Por el contrari o, l a coli sión de leyes supone la
coexi stencia de dos o m ás norm as legal es que sin contrari ar
l a Constituci ón de l a Repúbli ca Bolivariana de V ene zuela o
una l e y de sup erior jerarquía, r egul an de m anera
contradictoria un m ism o supuesto de hecho. / De allí que, en
un s entido r estringid o, la ide a d e c olisión qu edaría reduci da a
l os cas os de i nc ompatibi lidad e ntre u na le y c ualquier a y otra
de igual o su peri or categoría, de vi gencia posterior. / En
f unción de lo anterior el Mini sterio Públi co es del criterio, que
neces ariam ent e la colisión se pro duce entre norm as legales
de un m ism o rango, porque obviam ent e, si coli de con una
norm a de rango superior, ya no es colisión, porque las normas
de rango inf erior tienen qu e som eterse a las de rango
superior, en virtud de l a teoría de la ordenación del dere c ho
por grad os del maestro austriaco Hans Kel sen, conocida como
principio de la pirá mi de jurí dica. / La posi ción ant erior se
encue ntra ref lejada en la norm a del artículo 42, numeral 6, de
l a Ley Org ánica de la Corte Supr ema de Justicia, al
est abl ecer: / ‘Artículo 42. Es de la competencia de la Corte como más
alto Tribunal de la República: / (...omissis...) / 6. Resolver las colisiones
que existan entre diversas disposiciones legales y declarar cuál de ellas
debe prevalecer…’. / Igualm ente, el art ículo 336, num eral 8 de l a
Constituci ón de l a República Bolivariana de Venezuela, señal a
l a com petencia de la Sala Consti tucional del Tribunal Supremo
de Justi cia para resolver las col isi ones entre diver s as
disposiciones legale s. / En criterio del Mini sterio Público, la
contradicción e n la regulaci ón de un m ism o supuest o de
hecho, sólo pued e darse entre norm as de rang o legal. / As í
l as cosas, es pre ci so anali zar las nor m as denunciadas en
col isi ón para dete rminar si procede la decl ar at oria de
prevalenci a por part e de la Sal a Consti tuci onal del T ribunal
S uprem o de Justicia. / La norm a cont eni da en el artículo 680
de la Ley Org ánica para la Prot ecci ón del Niño y de l
A dol escente es una norm a de ran go legal, pert eneci ent e a una
l ey org ánica di cta da por el Poder Le gislativo Nacional en
ejercicio de la f unción le gi slativa que le atribuye la
Constituci ón de la R epública Bolivariana de Venezuela. / Por
su parte, la Resoluci ón N° 159 de fecha 12 de abril de 2000, dictada
por la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Sistema
Judicial, publicada en la Gaceta Oficial N° 36.931, de fecha 12 de abril de

672
2000, es un acto administrativo, de rango sublegal, dictado por un órgano
administrativo encargado de la función disciplinaria, mientras, se crea la
legislación que regule la jurisdicción disciplinaria y se creen los tribunales
correspondientes, según lo dispuesto en el artículo 30 de la Normativa
sobre la Dirección, Gobierno y Administración del Poder Judicial, dictada
por el Tribunal Supremo de Justicia en f echa 2 de agos to de 20 00 ,
publicada en la Gac et a Of icial de la Repúbl ica Boli variana de
V ene zuel a N° 37014 de f echa 15 d e agosto de 2000. / En
consecuen cia, la supuest a colisión que pla ntea el Juez
T em poral Segund o en l o Civil, Mercantil y Tránsit o d e l a
Ci rcunscripci ón Judi cial del Estado Lara, es sobre dos n orm as
de di f erentes rangos, una de rango legal com o lo es la Ley
Orgánica para el Niño y el A dol escente y otra d e rango
sublegal , que es la Resoluci ón em anada de la Com isi ón de
Reestructuraci ón y Funci onam iento del Poder Ju dicial, acto
adm inist rativo de c onteni do norm ativo, lo que co nduc e al
Ministerio Público a concl uir, q ue por tratarse de
disposiciones normativas de distint as cat egorías, no existe ta l
col isi ón; por tant o, la ref eri da acción no es proced ente, y a sí
sol ici to sea d eclarado por e se Máxi mo Tribunal. / Fi nalmente,
a juicio del Ministerio Público, el recurrente lo que pretende es que a través
del recurso de colisión planteado entre el artículo 680 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente y la Resolución N° 159,
emanada de la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del
Sistema Judicial, esa honorable Sala se pronuncie respecto a la
regulación de la competencia surgida en el Expediente N° 97-19655,
decidida por el Juez Superior Segundo en lo Civil, Mercantil y Menores de
la Circunscripción Judicial del Estado Lara; es decir, que su pretensión es
obtener una decisión por parte de esa Sala Constitucional, contraria a la
emitida por el juez superior, que en definitiva lo releve de continuar
conociendo de la aludida causa. / Advierte el Ministerio Público que la
pretensión del recurrente supone una subversión de las reglas procesales
existentes, a través de la indebida utilización de los mecanismos
procesales existentes para la resolución de problemas de competencia
judicial, sobre los cuales incluso ya existía un pronunciamiento judicial
definitivo. / En consecuencia, estima el Ministerio Público que esta
honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia debe
advertir al recurrente de evitar incurrir en actuaciones como la descrita,
que afectan la sana administración de justicia. / Conclusión / Por las
razones precedentemente expuestas, el Ministerio Público considera que
el recurso de colisión intentado por el Juez Temporal Segundo de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial
del Estado Lara, ciudadano Rafael Albahaca Mendoza, entre el artículo
680 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, de
fecha 3 de septiembre de 1998, publicada en la Gaceta Oficial de la
República de Venezuela Nº 5.266 Extraordinario, de fecha 2 de octubre de
1998 y la Resolución N° 159, de fecha 12 de abril de 2000, dictada por la
Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Poder Judicial,
publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela
Nº 36.931 de fecha 12 de abril de 2000, debe ser declarado inadmisible,
en virtud de no haber llenado los extremos de los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 113 de la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia. / Sin embargo, en el supuesto de que esa honorable

673
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia no comparta la
declaratoria de inadmisibilidad propuesta, este Despacho es del criterio
que el presente recurso de colisión debe ser declarado improcedente, por
la inexistencia de la colisión denunciada y, así lo solicita a este Alto
Tribunal”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:266-6
CRBV art:336-8
LOCSJ art:42-6
LOCSJ art:42-24
LOCSJ art:102
LOCSJ art:113
LOCSJ art:116
LOCSJ art:117
LOPNA art:680
RCFRPJ Nº 159
12-04-2000
SCSJ 31-10-1995
STSJSCO Nº 889
31-05-2001
NTSJDGAPJ art:30
02-08-2000

DESC ACTOS ADMINISTRATIVOS


DESC ADOLESCENTES
DESC CONFLICTO DE LEYES
DESC CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DESC DEMANDAS (DERECHO PROCESAL)
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC LEGALIDAD
DESC NIÑOS
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC NULIDAD
DESC PRUEBA
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.753-758.

674
249
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-9779 FECHA:20040227
TITL Recurso de colisión entre el Decreto N° 1.511 con Fuerza de Ley
de Los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas, publicado en la Gaceta Oficial N° 5.551 de fecha
9 de noviembre de 2001, y la Ley del Estatuto de la Función
Pública, publicada en la Gaceta Oficial N° 37.522 de fecha 6 de
septiembre de 2002, incoado por el ciudadano Marcos José
Chávez, actuando en su carácter de Director General Nacional
del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas. (Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, Exp. Nº 03-2027).

FRAGMENTO

“DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL DERECHO APLICABLE /


Corresponde al Fiscal General de la República, en representación del Ministerio Público y
conforme a lo previsto en el artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, presentar su dictamen sobre la denuncia de colisión de normas, que origina la
presente causa, y a tales efectos hace las siguientes consideraciones. / En el presente
caso, observa el Ministerio Público que el recurrente ejerce el recurso de colisión de
normas, entre lo dispuesto en el artículo 40 del Decreto N° 1.511 con Fuerza de Ley de los
Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, y lo establecido en el
artículo 21 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, con el propósito que la honorable
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en ejercicio de las atribuciones que
tiene conferidas por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su
artículo 336, numeral 8, en concordancia con lo dispuesto en el artículo 42 ordinal 6º de la
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, resuelva la colisión de normas que exista
entre las disposiciones legales antes mencionadas y declare cual debe prevalecer. / En
consecuencia, en el supuesto que la Sala Constitucional determine la existencia de la
colisión denunciada, deberá declarar cuál de los artículos antes mencionados de los textos
legales citados, es el aplicable a los funcionarios y funcionarias de investigación penal
adscritos al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. / Como punto
previo, advierte el Despacho a mi cargo, que el recurrente de manera impropia señala que
las normas presuntamente contradictorias entre sí, provienen de Decretos Leyes, lo cual no
es parcialmente cierto. / En efecto, el Decreto Nº 1.511 con Fuerza de Ley de los Órganos
del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas es ciertamente una
norma dictada por el ciudadano Presidente de la República en ejercicio de la facultad
conferida por el artículo 236, numeral 8 de la Constitución de la República, y de acuerdo a
la habilitación legislativa que le fuera acordada por la Asamblea Nacional mediante Ley
Habilitante Nº 4 publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
37.076, de fecha 13 de noviembre de 2000. / Por el contrario, la Ley del Estatuto de la
Función Pública no es un Decreto Ley, como de manera errada lo ha mencionado el
recurrente en su libelo, ya que se trata de una ley dictada por la Asamblea Nacional, en
ejercicio de las competencias conferidas por el artículo 187, numeral 1 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con lo establecido en los
artículos 144 y 156, numeral 32 eiusdem, sin que medie intervención alguna del Presidente
de la República. / No obstante el error conceptual en que incurre el recurrente, advierte el
Ministerio Público que ambas normas poseen rango de ley, razón por la cual, en principio
es procedente el planteamiento de la colisión de ley. / En cuanto a la competencia para
conocer del presente recurso, el Ministerio Público observa, que a raíz de la entrada en
vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, -tal competencia
atribuida anteriormente a la extinta Sala en Pleno de la Corte Suprema de Justicia-, se
encuentra actualmente asignada a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
para conocer, resolver los recursos de colisión de leyes, declarar cuál de ellas debe
prevalecer, según lo dispuesto en el numeral 8 del artículo 336 de la Carta Magna. / Este
675
criterio ha sido sostenido por la Sala Constitucional del Máximo Tribunal de Justicia, en la
Sentencia N° 889 de fecha 31 de mayo de 2001, Caso: ‘Carlos Brender’, con Ponencia del
Magistrado Pedro Rafael Rondón Haaz. / Establecida la competencia de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para conocer del presente recurso, pasa el
Ministerio Público a analizar, si se está en presencia de las condiciones de procedencia del
recurso de colisión de normas denunciado por el ciudadano Marcos José Chávez. / Para
determinar si existe colisión de normas, es necesario analizar los supuestos de hecho
previstos en las normas, en razón de la procedencia del recurso. Al respecto la
jurisprudencia de la extinta Corte Suprema de Justicia señalaba que: / ‘...éste se hace
presente cuando disposiciones con igual destino teleológico regulen en forma diferente un
mismo supuesto, bien que hayan sido dictadas en períodos distintos, o bien, de relativa
contemporaneidad’ (Sentencia de la Corte Suprema de Justicia en Pleno del 31 de octubre
de 1995. Ponente Hildegard Rondón de Sansó Expediente 0655., consultada en
Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. Dr. Oscar Pierre Tapia. Octubre 1995. Año
XXII. p. 130). / En tal sentido, el Ministerio Público advierte que para que se verifique una
colisión de normas, desde el punto de vista material, debe plantearse un conflicto entre dos
disposiciones de rango legal que intenten regular el mismo supuesto en forma diferente y
correspondería al Tribunal Supremo de Justicia, determinar la existencia de un contraste
entre ambas normas que presuma que la aplicación de una de ellas, implica la violación
del sentido y alcance de la otra o impida su ejecución y en ese sentido, establecer cuál
debe prevalecer. / En este orden de ideas, el Ministerio Público estima pertinente traer a
colación lo afirmado por el autor Joaquín Sánchez-Covisa Hernando, para quien ‘…existe
una colisión entre dos proposiciones legales cuando afectan a un mismo supuesto de
hecho consecuencias jurídicas incompatibles’. / Al respecto, se requiere que ambas normas
de rango legal, afecten un mismo supuesto de hecho, que la consecuencia jurídica de
ambas disposiciones sean incompatibles, no únicamente diferentes, y finalmente, que se
trate de dos disposiciones dictadas conforme a la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, es decir, que abarque dos disposiciones legales, que fueron dictadas y
aprobadas conforme al Texto Constitucional como se observa en el presente caso. / De allí
que, en el caso concreto, el Ministerio Público infiere que lo planteado por el recurrente,
está relacionado con el régimen jurídico disciplinario aplicable a los funcionarios del Cuerpo
de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas. / Por tanto, en primer lugar,
advierte el Ministerio Público que aparentemente existen dos normas de rango legal que
regulan la situación jurídica de funcionarios públicos, lato sensu. / Sin embargo, antes de
continuar con la aplicación de los criterios para resolver la colisión, el Ministerio Público
estima necesario adentrarse en el supuesto de hecho, presuntamente regulado en forma
contradictoria por las normas cuya colisión se denuncia, ya que el accionante pretende
demostrar la colisión entre el artículo 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y el artículo 21 de la Ley del Estatuto
de la Función Pública, esto es la relación estatutaria de los funcionarios que desempeñan
actividades de seguridad de Estado, invocando el criterio expuesto por decisiones de la
Corte Primera de lo Contencioso Administrativo. / A juicio de este Despacho, los supuestos
de hecho regulados por las normas invocadas por el recurrente, son diferentes y por tanto,
de los motivos expuestos por el ciudadano Marcos Chávez, se evidencia que no hay lugar a
la colisión denunciada. / En efecto, el artículo 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los
Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas establece el régimen
jurídico aplicable a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas, excluyéndolos expresamente de la Ley del Estatuto de la Función Pública. /
Por su parte el artículo 21 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, establece cuales
son las actividades que definen los cargos considerados de confianza dentro de la
Administración Pública, entre los cuales se encuentran aquellos que ejercen labores de
seguridad de estado. / Se observa entonces, que ninguna de las dos normas tienen puntos
coincidentes entre sí, que permitan analizar si la regulación del supuesto de hecho de una,
genera una consecuencia jurídica que implique la inaplicación de la otra o su derogatoria. /
En otras palabras, el hecho que el Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos del Cuerpo
de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, establezca que los funcionarios
del Cuerpo de Investigaciones están excluidos de la aplicación de la Ley del Estatuto de la
Función Pública, en nada afecta la definición de las actividades que definen los cargos de
confianza según la Ley del Estatuto de la Función Pública, y mucho menos impide su
aplicación. / En consecuencia para el Ministerio Público, no existe colisión entre las normas
denunciadas por el ciudadano Marcos Chávez, en virtud que no regulan el mismo supuesto
de hecho, de manera tal, que la aplicación de una de las normas, implique la imposibilidad
de la aplicación de la otra, y así solicita muy respetuosamente lo declare esta honorable
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. / Ahora bien, aun cuando de los
autos se evidencia, que el accionante planteó de manera errada y con fundamento en el

676
criterio expuesto por la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, la colisión entre los
artículos 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas y 21 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, lo cual no ha
lugar en cuanto a derecho, por las razones expuestas, si advierte el Ministerio Público que
existe una contradicción, pero no en la forma expuesta por el denunciante, sino entre el
artículo 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la Función Pública y el ya citado
artículo 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas. / Para el Ministerio Público, en su carácter de máximo garante de
la exacta observancia de la Constitución y las leyes, según lo dispuesto en el artículo 11,
numeral 1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, la contradicción entre las normas antes
mencionadas es de evidente orden público, por cuanto encierra valores supremos del
ordenamiento jurídico, como son la igualdad, la justicia, la legalidad, según lo establecido
en el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que esta
Institución debe defender y resguardar, según lo dispuesto en los artículos 7, 19, 23 y 285
eiusdem. / En consecuencia, el Ministerio Público, de oficio, expone a continuación su
criterio sobre la colisión entre los artículos 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la
Función Pública y 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, para que sea resuelta con una decisión de fondo, en
los siguientes términos: / El artículo 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la Función
Pública, establece: / ‘Artículo 1. La presente Ley regirá las relaciones de empleo público
entre los funcionarios y funcionarias públicos y las administraciones públicas nacionales,
estadales y municipales, lo que comprende: / (…omissis…) / Parágrafo Único: Quedarán
excluidos de la aplicación de esta ley: / Los funcionarios y funcionarias públicos al servicio
del Poder Legislativo Nacional; / Los funcionarios y funcionarias públicos a que se refiere la
Ley Orgánica del Servicio Exterior; / Los funcionarios y funcionarias públicos al servicio del
Poder Judicial; / Los funcionarios y funcionarias públicos al servicio del Poder Ciudadano; /
Los funcionarios y funcionarias públicos al servicio del Poder Electoral; / Los obreros y
obreras al servicio de la Administración Pública; / Los funcionarios y funcionarias públicos al
servicio de la Procuraduría General de la República; / Los funcionarios y funcionarias
públicos al servicio del Servicio Nacional Integrado de la Administración Aduanera y
Tributaria -SENIAT-; / Los miembros del personal directivo, académico, docente,
administrativo y de investigación de las universidades nacionales.’ / De acuerdo con la
norma antes trascrita, sólo el catálogo de funcionarios allí descritos están excluidos del
ámbito de la aplicación de la Ley del Estatuto de la Función Pública, no advirtiéndose
mención alguna a los órganos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas. / Por su parte el artículo 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos
de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas anteriormente trascrito, excluye a
los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, de la
aplicación de la Ley del Estatuto de la Función Pública, lo que ciertamente permite apreciar
un conflicto entre normas, por cuanto, ambas regulan de manera diferente e incluso
contradictoria un mismo supuesto de hecho. / La contradicción entre las normas
mencionadas se concreta en que mientras la Ley del Estatuto de la Función Pública define
con precisión cuales funcionarios están excluidos de su ámbito de aplicación, no
mencionando a los funcionarios de los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas, por lo que por argumento en contrario, dichos funcionarios están incluidos
dentro del ámbito de aplicación de la referida ley, el Decreto con Rango y Fuerza de Ley de
los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, por el contrario,
establece que tales funcionarios están excluidos de la Ley del Estatuto de la Función
Pública. / Antes de aplicar las normas relacionadas al conflicto de leyes, estima el Ministerio
Público necesario exponer algunas consideraciones sobre la naturaleza jurídica de los
Órganos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. / El artículo
332, numeral 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece: /
‘Artículo 332. El Ejecutivo Nacional, para mantener y restablecer el orden público, proteger
a los ciudadanos y ciudadanas, hogares y familias, apoyar las decisiones de las
autoridades competentes y asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos
constitucionales, de conformidad con la ley, organizará: / 1. Un cuerpo uniformado de
policía nacional. / 2. Un cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas. / 3.
Un cuerpo de bomberos y bomberas y administración de emergencias de carácter civil. / 4.
Una organización de protección civil y administración de desastres. / Los órganos de
seguridad ciudadana son de carácter civil y respetarán la dignidad y los derechos humanos,
sin discriminación alguna. / La función de los órganos de seguridad ciudadana constituye
una competencia concurrente con los Estados y Municipios en los términos establecidos en
esta Constitución y en la ley.’ / De acuerdo con la propia norma constitucional el Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, es un órgano de seguridad
ciudadana y no de seguridad de Estado. / En consecuencia, los funcionarios del Cuerpo de

677
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, en el Texto Constitucional no están
contemplados como organismo de seguridad del estado, sino como órganos auxiliares de
administración de justicia o cuerpo de seguridad ciudadana. / Siendo así, la seguridad
ciudadana como actividad tendente a mantener y restablecer el orden público, proteger a
los ciudadanos y ciudadanas, hogares y familias, apoyar las decisiones de las autoridades
competentes y asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos constitucionales es
una función propia de la Administración Pública, razón por la cual, el vínculo de
subordinación que se establece con los funcionarios llamados a ejercerla, debe
necesariamente inscribirse dentro de una relación de carácter estatutaria con el
reconocimiento de algunos derechos a los mismos. / Es por ello que el legislador no
excluyó de la aplicación de la Ley del Estatuto de la Función Pública a los funcionarios del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, y de allí que, la
disposición establecida en el Decreto Nº 1.511 de fecha 9 de noviembre de 2001, entre en
contradicción con el artículo 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la Función
Pública, debiendo la Sala Constitucional establecer cuál de estas normas debe prevalecer. /
Para el Ministerio Público, en la resolución del presente conflicto de normas, debe aplicarse
el principio que la ley posterior deroga la anterior, considerando que ambas leyes tienen el
mismo rango, y además que ambas regulan el régimen jurídico aplicable a los funcionarios
públicos, al servicio de los órganos de investigaciones científicas, penales y criminalísticas,
al no haber sido excluidos, de manera expresa, del ámbito de aplicación del artículo 1 de la
Ley del Estatuto de la Función Pública. / Es preciso destacar que el Decreto N° 1.511, con
Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, fue
dictado por el Presidente de la República en Consejo de Ministros, en ejercicio de la
potestad legislativa que le fuera delegada mediante Ley Habilitante N° 4, publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 37.076, de fecha 13 de
noviembre de 2000, mediante la cual la Asamblea Nacional delegó en el Presidente de la
República la potestad de dictar Decretos con Fuerza de Ley en las materias mencionadas
en el artículo 1°, numeral 4, literal b) y el mismo fue publicado en la Gaceta Oficial N° 5.551
de fecha 9 de noviembre de 2001, por su parte, la Ley del Estatuto de la Función Pública,
fue aprobada por la Asamblea Nacional y publicada en la Gaceta Oficial N° 37.522 de
fecha 6 de septiembre de 2002, de manera tal, que se trata de dos normas de rango legal y
aplicando el criterio de ley posterior deroga a la anterior, es evidente que la Ley del
Estatuto de la Función Pública es posterior al Decreto N° 1.511 con Fuerza de Ley, y en
ese sentido, debería prevalecer sobre la anterior. / Conclusión / De conformidad con los
razonamientos anteriormente expuestos, el Ministerio Público considera que en el recurso
de colisión de normas, entre los artículos 40 del Decreto N° 1.511 con Fuerza de Ley de los
Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y 21 de la Ley del
Estatuto de la Función Pública, intentado por el ciudadano Marcos Chavéz, en su carácter
de Director General Nacional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas, debe declararse que no hay colisión entre las normas denunciadas, en
virtud que ambas regulan supuestos de hecho diferentes, sin que exista contradicción entre
ellos. / No obstante lo anterior, el Ministerio Público en ejercicio de su función de garante de
la exacta observancia de la Constitución y las leyes, según lo dispuesto en el artículo 11,
numeral 1 de la Ley Orgánica que rige sus funciones, considera, de oficio, que ha lugar a la
colisión entre el artículo 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la Función Pública y el
artículo 40 del Decreto Nº 1.511 con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, por cuanto ambos regulan de manera contradictoria
un mismo supuesto de hecho, es decir el régimen jurídico aplicable a los funcionarios de los
Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. / Para la resolución del
conflicto planteado, el Ministerio Público estima que en aplicación del criterio ley posterior
deroga la anterior, debe prevalecer la normativa prevista en la Ley del Estatuto de la
Función Pública y así solicita lo declare esa honorable Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:2
CRBV art:7
CRBV art:19
CRBV art:23
CRBV art:144
CRBV art:156-32
CRBV art:187-1
CRBV art:236-8
678
CRBV art:285
CRBV art:332-2
CRBV art:336-8
LOCSJ art:42-6
LOCSJ art:116
DP Nº 1.511-art:40
EFP art:1-pg.un
EFP art:21
LH Nº 4-art:1-4-b
13-11-2000
LOMP art:11-1
SCSJSPL 31-10-1995
STSJSCO Nº 889
31-05-2001

DESC COMPETENCIA JUDICIAL


DESC CONFLICTO DE LEYES
DESC CUERPO DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS, PENALES Y
CRIMINALISTICAS
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC IGUALDAD
DESC INVESTIGACION
DESC JUSTICIA
DESC LEGALIDAD
DESC POLICIA
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC TRABAJADORES DE CONFIANZA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.758-765.

679
250
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Derecho a la participación política y soberanía popular.
Referéndum revocatorio de cargos municipales.
Dictamen consignado por el Fiscal General de la República,
mediante Oficio Nº DGAJ-DCCA-2004-11946, de fecha 9 de
marzo de 2004, en relación con el recurso de nulidad que por
motivos de inconstitucionalidad incoaren en fecha 21 de marzo
de 2002, los abogados Juan Carlos Chacin Flores y Leoner
Enrique Chacin Flores, actuando en su carácter de apoderados
judiciales del ciudadano Mario Antonio Urdaneta Inciarte,
Alcalde del Municipio Autónomo Dr. Jesús Enrique Lossada del
Estado Zulia, contra el artículo 69 de la Ley Orgánica de
Régimen Municipal, sancionada en fecha 9 de agosto de l988, y
publicada en Gaceta Oficial de la República de Venezuela N°
4.054, Extraordinario, de fecha 10 de octubre de 1988, siendo
reformada parcialmente en fecha 14 de junio de 1989, y
publicada en Gaceta Oficial de la República de Venezuela, N°
4.109, Extraordinario, de fecha 15 de junio de 1989. (Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia Exp. Nº 02-
0660).

FRAGMENTO

“DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL DERECHO


APLICABLE / Corresponde al Fiscal General de la República, en
representación del Ministerio Público y conforme a lo previsto en el artículo
116 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, presentar su
dictamen sobre las denuncias de inconstitucionalidad expuestas por el
recurrente y a tales efectos observa: / La discusión en el presente recurso
de nulidad se circunscribe a analizar sí el artículo 69 de la Ley Orgánica de
Régimen Municipal, contradice lo dispuesto en el artículo 72 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como lo
previsto en los artículos 5, 6 y 70 eiusdem, que regulan la figura del
referéndum revocatorio y establece los requerimientos para su
procedencia, por lo que estamos en presencia de un recurso objetivo que
se resuelve contrastando el contenido de ambas normas a fin de
determinar la existencia o no de la inconstitucionalidad denunciada. / Antes
de emitir su criterio sobre el aspecto de fondo debatido en el presente
caso, el Ministerio Público considera necesario fijar los alcances de los
principios constitucionales denunciados como vulnerados por el recurrente
y advierte en primer lugar: / El Preámbulo de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, integrado con fuerza normativa al
Texto Fundamental, señala que el pueblo de Venezuela con el fin de
refundar la República para establecer una sociedad democrática,
participativa y protagónica, con lo cual ya no sólo es el Estado el que ha de
adoptar y someterse a la forma y principios de la democracia, sino también
680
la sociedad (integrada por los ciudadanos y ciudadanas venezolanas)
decretó el novísimo Texto Constitucional, dentro del cual se incluye como
uno de sus principios fundamentales el derecho a la participación política
de los ciudadanos y ciudadanas. / Ya la jurisprudencia de la extinta Corte
Suprema de Justicia, se había pronunciado sobre el carácter de derecho
humano de la participación política y en este sentido cabe citar la
sentencia del 19 de enero de 1999, caso: Referendo Consultivo, dictada
por la antigua Corte Suprema de Justicia en Sala Político-Administrativa,
criterio éste, que ha sido mantenido por la Sala Constitucional de Tribunal
Supremo de Justicia. / Partiendo de tal premisa, de acuerdo con el artículo
2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Nación
venezolana se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y
de Justicia, cuyos valores superiores son la vida, la libertad, la justicia, la
igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social, la ética,
el pluralismo político y la preeminencia de los derechos humanos; siendo
la garantía y respeto de dichos postulados axiológicos obligación
irrenunciable de todos los órganos que ejercen el Poder Público, y
responsabilidad compartida de éstos con la totalidad de las personas que
habitan o residen en el territorio de la República, según lo establecido,
entre otros, en los artículos 55, 62, 70, 79, 80, 83, 84, 102, 127, 131, 132,
135, 141, 166, 168, 182, 184, 185, 204, 205, 211, 253, 270, 279, 295, 299
y 326 de la Norma Fundamental. / Lo anterior, encuentra su fundamento
en el artículo 5 constitucional, según el cual la soberanía reside
intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente (democracia
directa) en la forma prevista en la propia Constitución (ver artículos 62 y
siguientes del Texto Constitucional) y en la ley; e indirectamente -mediante
el sufragio- por los órganos que ejercen el Poder Público, y en el artículo 6
eiusdem, que consagra de manera definitiva como forma de gobierno de la
República y de las demás entidades político-territoriales que la integran, la
democracia participativa y electiva, descentralizada, alternativa,
responsable, pluralista y de mandatos revocables, con lo que no es posible
ninguna organización del Estado que niegue o inobserve tal configuración
institucional. / De conformidad con lo anterior, la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, funda las bases axiológicas e
institucionales para profundizar la democracia en Venezuela, al completar
las tradicionales formas e instancias representativas de los sistemas
democráticos contemporáneos, con novedosos y efectivos mecanismos y
medios de participación a través de los cuales los ciudadanos y
ciudadanas pueden, en los distintos niveles político-territoriales, ser
protagonistas en el control de las actividades de los órganos del Estado y
en la toma de decisiones para la gestión del interés público y el bien
común, rompiendo con el esquema que se creó durante la vigencia de la
Constitución de 1961. / De este modo, como bien lo aclara la Exposición
de Motivos de la Constitución, el régimen constitucional vigente
‘…responde a una sentida aspiración de la sociedad civil organizada que
propugna por cambiar la cultura política generada por tantas décadas de
paternalismo estadal y del dominio de las cúpulas partidistas que
mediatizaron el desarrollo de los valores democráticos. De esta manera la
participación no queda limitada a los procesos electorales, ya que se
reconoce la necesidad de la intervención del pueblo en los procesos de
formación, formulación y ejecución de políticas públicas, lo cual redundaría
en la superación de los déficits de gobernabilidad que han afectado
nuestro sistema político debido a la carencia de armonía entre el Estado y

681
la sociedad…’ (Exposición de Motivos de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela N° 5.453 de fecha 24 de marzo de 2000). / Ello indica, que el
modelo democrático electivo, participativo y protagónico instaurado en
Venezuela a partir de la entrada en vigencia de la Constitución de 1999,
concibe a la gestión pública y la preservación y fomento del bien común
como un proceso en el cual se establece una comunicación permanente
entre gobernantes y ciudadanos, entre los representantes y sus
representados, lo cual implica una modificación radical, a saber, de raíz, en
la orientación de las relaciones entre el Estado y la sociedad, en la que se
devuelve a esta última su legítimo e innegable protagonismo, a través del
ejercicio de sus derechos políticos fundamentales, enunciados en el
Capítulo IV del Título III de la Carta Magna. / Este proceso que permite la
profundización de la idea de democracia del pueblo venezolano, como
consecuencia del proceso constituyente y de la entrada en vigencia de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se ve además
reforzado en sus propósitos por el marco jurídico internacional, suscrito y
ratificado por la República Bolivariana de Venezuela, en materia de
derechos humanos, y al respecto, cabe citar lo dispuesto en los artículos
21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; XX de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes de Hombre; 25 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 23 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que forman parte del bloque de la
constitucionalidad de acuerdo con el artículo 23 del Texto Fundamental. /
Sobre la base de los principios de Estado democrático y social,
establecidos en el artículo 2 constitucional; y de soberanía, establecido en
el artículo 5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
así como en su Preámbulo, donde se señala como fin supremo ‘establecer
una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y
pluricultural’, surge el principio de participación, el cual informa a la
estructura y la actuación del Estado y sirve como herramienta para
legitimar al poder, así como también hace más funcional el concepto de
soberanía ya que amplía los mecanismos constitucionales para la
adopción de decisiones que interesan a la colectividad que permiten la
incorporación de los grupos sociales que hacen vida en el país. / El
principio de participación política, como se apuntó, es una consecuencia
del nuevo concepto de soberanía subyacente en el Texto Constitucional y
se corresponde con la concepción de Estado Social de Derecho y de
Justicia, concebido por el Constituyente de 1999, como diseño del nuevo
Estado venezolano. / Para el constitucionalista patrio Ricardo Combellas: /
‘…El constituyente se compromete con un modelo de Estado que
conceptualiza como Estado democrático y social de derecho y de justicia.
Se trata de una síntesis en la cual confluyen un conjunto de ideas-fuerza,
que han terminado por cristalizar en el contemporáneo constitucionalismo
democrático. Para su mejor comprensión analicemos separadamente sus
notas definitorias: / a) La nota democrática. En un Estado democrático que
se rige por el principio democrático participativo, con las notas distintivas
señaladas supra. Es de recalcar que el Estado democrático que prescribe
la Constitución no se circunscribe a su fuente de legitimidad, pues además,
por una parte, tiene como presupuesto y obligación el coadyuvar al
establecimiento de una sociedad democrática, y por la otra, debe abrir su
estructura burocrática a la participación ciudadana (vid. artículos 141 y 143
CB).’ (Combellas Ricardo. Derecho Constitucional. Una introducción al

682
estudio de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Ediciones Mc Graw Hill. Caracas. 2001. p.35). / Indudablemente, que la
participación política aparte de ser un principio que informa la estructura y
la actividad del Estado, es además un derecho fundamental reconocido
jurisprudencialmente (Véase sentencia de la Sala Plena de la extinta Corte
Suprema de Justicia del 5 de diciembre de 1996, caso: Ley de División
Político-Territorial del Estado Amazonas) y consagrado en el artículo 62 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual dispone
que ‘…todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar
libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus
representantes elegidos o elegidas’, y por tanto es un derecho susceptible
de tutela judicial en caso de violación o amenaza -provenga del Estado o
de particulares- en su ejercicio, de conformidad con el artículo 26 eiusdem.
/ Se trata de un derecho político, pues considera al individuo en tanto que
miembro de una comunidad política determinada, con miras a tomar parte
en la formación de una decisión pública o de la voluntad de las
instituciones públicas. Se trata, pues, de un derecho del ciudadano como
parte integrante del Estado, diferente de los derechos de libertad que se
exigen frente al Estado y de los derechos sociales y prestacionales. / El
principio de participación influye en otros derechos políticos establecidos
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como los
derechos al sufragio (artículo 63), de petición (artículo 51), de acceso a
cargos públicos (artículo 62), de asociación política (artículo 67), de
manifestación (artículo 68), y a ser informados oportuna y verazmente por
la Administración Pública (artículo 143), así como también opera en
derechos sociales, como el derecho a la salud (Artículo 84); derechos
educativos (Artículo 102) y derechos ambientales (Artículo 127, primer
aparte). / Si bien, participar en los asuntos públicos no es igual a decidir en
los mismos, tal derecho implica, necesariamente, la apertura de vías que
permitan al ciudadano o ciudadana, de manera activa y responsable
involucrarse en la toma de decisiones que abarquen las materias de
especial trascendencia. / La democracia, como forma de gobierno en la
que el poder político es ejercido por el pueblo, permite la concurrencia de
mecanismos para la toma de las decisiones que involucren al colectivo. /
Para la realización del principio de soberanía popular inherente a la
democracia, ésta se vale de mecanismos en los cuales los ciudadanos
expresan directamente su voluntad (democracia participativa y
protagónica), así como de otros, en los que dicha voluntad es expresada a
través de representantes (democracia representativa). / Así, el encabezado
del artículo 62 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
establece que ‘todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de
participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de
sus representantes elegidos o elegidas’, de lo que se desprende que la
participación puede ser en un sentido directo o en un sentido indirecto. /
Desde esta perspectiva la democracia participativa no se opone a la
democracia representativa, por el contrario, aquélla no implica sino el
perfeccionamiento o complemento de ésta, a través de la creación de
distintos y eficaces medios de participación en lo político, en lo económico,
en lo social, en lo cultural, etc., de tal manera que la responsabilidad de la
conducción de la vida nacional, estadal o local, no sólo sea exclusiva de
los representantes o de la Administración, sino también de todos quienes
integran la comunidad política afectada por la regulación o decisión. /
Dentro de esta idea de democracia, en la que los mecanismos directos y

683
representativos son necesarios, el artículo 70 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, establece algunos medios de
participación política, como la elección de cargos públicos, el referendo, la
consulta popular, la revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa,
constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de
ciudadanos ‘cuyas decisiones serán vinculantes’. / Basado en las
reflexiones anteriormente expuestas, pasa el Ministerio Público a analizar
las denuncias de inconstitucionalidad propuestas por el recurrente y a tales
efectos advierte. / La Ley Orgánica de Régimen Municipal se dictó bajo la
vigencia de la Constitución de 1961, desarrollándose por ende bajo sus
postulados. En consonancia con lo anterior, el Texto Fundamental de 1961
propugnaba una forma de gobierno fundamentalmente representativo, por
lo que la actuación del pueblo se limitaba a la mera elección de los
funcionarios del gobierno; se entendía que la soberanía la ejercía el pueblo
mediante el sufragio y el esquema representativo servía de base para el
otorgamiento de la autonomía plena de los representantes, ante la
ausencia de mecanismos de partición del electorado. En consonancia con
el sistema de gobierno formulado por la Carta Magna de 1961, la Ley
Orgánica de Régimen Municipal estableció en su artículo 69, de manera
precursora, un mecanismo de referendo para revocar el mandato de los
alcaldes, una vez improbada su memoria y cuenta por la cámara municipal
con la mayoría calificada de las tres cuartas (3/4) partes de sus
integrantes. / De manera que, bajo el imperio de la otrora Constitución de
1961, la iniciativa para la realización de un referendo debía partir en
principio, del concejo o cabildo y no del electorado, en consonancia con el
sistema de gobierno representativo que disponía. Además, conforme esta
disposición era posible que en un mismo período de mandato se
produjeran varias convocatorias a referendo, ya que la norma sólo hacía
referencia a su procedencia cada vez que se improbara la memoria y
cuenta de la gestión anual del alcalde. Finalmente, cabe agregar, que no
establecía el número de electores que se requerían para la revocatoria del
mandato del alcalde, lo cual suponía sólo la exigencia de mayoría simple. /
Tal concepción de control de la gestión gubernamental, bajo el predominio
del principio representativo, sería parcialmente reemplazada con la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, la cual en
su artículo 6, propugna al gobierno de las entidades políticas que
componen a la República como democrático, participativo, electivo,
descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos
revocables. / Esta democracia participativa permite a los electores una
efectiva participación y protagonismo político permanente mediante
múltiples medios, tales como: el referendo, la consulta popular, la
revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y
constituyente, el cabildo abierto, asamblea de ciudadanos y otras formas
de participación en lo social y económico. De esta forma, según el principio
de participación política y gestión pública, hay materias con respecto a las
cuales los electores no necesitan representantes para actuar en el ejercicio
de los Poderes Públicos, sino que pueden hacerlo por sí mismos, tal y
como sucede con las que son objeto del referéndum, medio a través del
cual se puede disponer, entre otras, de la abrogación de las leyes o de su
promulgación, de la revocación de los cargos y magistraturas de elección
popular, conformándose como medio de participación ciudadana para
delinear la gestión del Estado. / De esta manera, tenemos que
particularmente el artículo 72 de la Carta Magna constitucionaliza la figura

684
del referendo popular para la revocatoria del mandato de todos los cargos
y magistraturas de elección popular, como es el caso de los alcaldes,
sentando, a su vez, las condiciones para su procedencia, cabe destacar
que la norma constitucional citada es del tenor siguiente. / ‘Artículo 72.
Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. /
Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o
funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o
electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la
convocatoria de un referéndum, para revocar su mandato. / Cuando igual o
mayor número de electores o electoras que eligieron al funcionario o
funcionaria hubieren votado a favor de la revocación, siempre que haya
concurrido al referendo un número de electores o electoras igual o superior
al veinticinco por ciento de los electores o electoras inscritos o inscritas, se
considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la
falta absoluta conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley. / La
revocación del mandato para los cuerpos colegiados se realizará de
acuerdo con lo que establezca la ley. / Durante el período para el cual fue
elegido el funcionario o funcionaria no podrá hacerse más de una solicitud
de revocación de su mandato.’ / Según la disposición constitucional
trascrita, los requisitos de procedencia para el referéndum revocatorio son
los siguientes: / 1. Que se trate de cargos y magistraturas de elección
popular, como es el caso de los alcaldes, de conformidad con el artículo
174 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / 2. Que
haya transcurrido la mitad del período para el cual fue electo el funcionario.
/ 3. Que un número no menor del veinte por ciento (20%) de los electores
inscritos en la correspondiente circunscripción soliciten la convocatoria del
referendo revocatorio. / 4. Que en la oportunidad de celebrarse el
referendo revocatorio igual o mayor número de electores que eligieron al
funcionario voten a favor de la revocatoria de su mandato. / 5. Que
concurra al referendo un número de electores igual o superior al veinticinco
por ciento de los electores inscritos. / 6. Durante el período para el cual fue
elegido el funcionario no podrá hacerse más de una solicitud de revocación
de su mandato. / Como se observa, la figura del referéndum revocatorio
delineada por la vigente Carta Magna, contempla requisitos de
procedencia que no son más que una manifestación del principio de
participación política y gestión pública al cual hemos hecho referencia, por
lo que cabe hacer la obligatoria diferenciación con los previstos en la Ley
Orgánica de Régimen Municipal, la cual se emitió fundamentándose en
una forma de gobierno representativo, que colocaba en manos del Concejo
o Cabildo la convocatoria al referéndum, en franca contradicción con lo hoy
dispuesto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
que le otorga dicha iniciativa al electorado, bajo el predominio de la
participación popular protagónica. / Asimismo, el texto legal orgánico en
referencia autoriza la realización de varias convocatorias a referéndum
revocatorio, toda vez que supedita dicha posibilidad a la oportunidad en la
cual el Concejo o Cabildo impruebe la memoria y cuenta de la gestión
anual del Alcalde, lo cual se puede producir hasta tres veces, a partir
incluso del primer año de mandato del jefe del ejecutivo municipal. Dicha
norma, a todas luces, contraviene lo dispuesto por el actual Texto
Constitucional que establece categóricamente en primer lugar, que durante
el período para el cual fue electo el funcionario no podrá hacerse más de
una solicitud de revocatoria de su mandato y en segundo lugar, exige para
su procedencia que haya transcurrido la mitad del período para el cual fue

685
electo. / Finalmente, mientras la Ley Orgánica en referencia exige mayoría
simple de votantes para que se pueda producir la revocatoria del mandato
del Alcalde, contrariamente, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela requiere que igual o un mayor número de electores que
eligieron al funcionario hubieren votado a favor de la revocatoria, siempre
que haya concurrido al referendo un número de electores igual o superior
al veinticinco por ciento (25%) de los inscritos, de forma tal que se exige un
número representativo de votos. / Como se observa, estamos entonces en
presencia de la inconstitucionalidad sobrevenida del artículo 69 de la Ley
Orgánica de Régimen Municipal, toda vez que dicha norma fue dictada
bajo los principios y postulados establecidos por la derogada Constitución
de 1961 y no se encuentra en consonancia con la democracia participativa
que propugna la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
por lo que, el artículo 69 de dicha Ley está comprendido dentro de la
disposición derogatoria única del Texto Fundamental, que establece la
vigencia del resto del ordenamiento jurídico en todo lo que no contradiga la
Constitución. En consecuencia, el artículo 69 de la Ley en referencia
contraviene lo dispuesto en el artículo 72 de la Carta Magna, por lo que se
encuentra viciado de nulidad absoluta por inconstitucionalidad. /
Conclusión / En atención a los fundamentos antes expuestos, el Ministerio
Público considera que el recurso de nulidad por motivos de
inconstitucionalidad, intentado por los abogados Juan Carlos Chacin Flores
y Leoner Enrique Chacin Flores, actuando en su carácter de apoderados
judiciales del ciudadano Mario Antonio Urdaneta Inciarte, contra el artículo
69 de la Ley Orgánica de Régimen Municipal debe ser declarado con
lugar, y así solicito respetuosamente lo declare esa honorable Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:2
CRBV art:5
CRBV art:6
CRBV art:23
CRBV art:26
CRBV art:51
CRBV art:55
CRBV art:62
CRBV art:63
CRBV art:67
CRBV art:68
CRBV art:69
CRBV art:70
CRBV art:72
CRBV art:79
CRBV art:80
CRBV art:83
CRBV art:84
CRBV art:102
CRBV art:127
CRBV art:127-p.apt
CRBV art:131
CRBV art:132
CRBV art:135

686
CRBV art:141
CRBV art:143
CRBV art:166
CRBV art:168
CRBV art:174
CRBV art:182
CRBV art:184
CRBV art:185
CRBV art:204
CRBV art:211
CRBV art:253
CRBV art:270
CRBV art:279
CRBV art:295
CRBV art:299
CRBV art:326
LOCSJ art:116
LORM art:69
DIMP Nº DGAJ-DCCA-2004-11946
09-03-2004
DUDH art:21
DADDH art:20
LACADH art:23
LAPIDCP art:25
SCSJSPL 05-12-1996
SCSJSPA 19-01-1999

DESC ALCALDES
DESC ASAMBLEA CONSTITUYENTE
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC ESTADO AMAZONAS
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC PARTICIPACIÓN POLÍTICA
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC REFERENDUM
DESC SOBERANIA
DESC SUFRAGIO
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.765-772.

687
251
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Atribuciones constitucionales del Poder Público Nacional y del
Poder Público Estadal. Usurpación de funciones.
Dictamen consignado por el Fiscal General de la República,
mediante Oficio Nº DGAJ-DCCA-2004-13582, de fecha 16 de
marzo de 2004, en relación con el recurso de nulidad ejercido
conjuntamente con acción de amparo constitucional por el
abogado José Moronta, en su carácter de apoderado judicial de
la ciudadana Elizabeth Margarita Zambrano Trujillo, contra los
artículos 60 al 67 de la Ley de Policía del Estado Carabobo,
sancionada por la extinta Asamblea Legislativa del mencionado
Estado, en fecha 11 de noviembre de 1976, publicada en la
Gaceta Oficial del Estado Carabobo, Extraordinario N° 172, de
fecha 24 de enero de 1977. (Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia Exp. Nº 01-1391).

FRAGMENTO

“DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL DERECHO APLICABLE /


Le corresponde al Ministerio Público, conforme a la disposición contenida en el
artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, presentar su
dictamen con respecto a los vicios denunciados y a tales efectos observa: / El
recurso de nulidad incoado por la ciudadana Elizabeth Margarita Zambrano Trujillo
ha sido intentado contra una ley estadal dictada por la extinta Asamblea
Legislativa del Estado Carabobo, por contrariar en criterio de la accionante,
disposiciones constitucionales. En consecuencia, se está en presencia de lo que
la doctrina ha denominado como recurso objetivo de inconstitucionalidad el cual
‘…es un recurso de mero derecho. En principio con este recurso lo que se va a
examinar es si la norma legal está o no en contradicción con una norma
constitucional…’ (Andueza, José Guillermo, el Control de la Constitucionalidad de
las Leyes en el Derecho Venezolano. Archivo de Derecho Público y Ciencias de la
Administración. Volumen VII. Ediciones de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Políticas de la Universidad Central de Venezuela. Caracas 1986, p. 121). / Los
Estados como entidades políticas que integran la federación venezolana, están
obligados a cumplir y hacer cumplir las leyes de la República, de allí que las
normas dictadas por las extintas Asambleas Legislativas, ahora Consejos
Legislativos de los Estados, deben respetar los principios, derechos y garantías
previstos por la Ley Fundamental para todos los habitantes de la República. / El
Ministerio Público advierte que la ley impugnada se refiere a un conjunto de
normas destinadas a regular materias de carácter civil, vinculadas con la posesión
de un bien sea mueble o inmueble, dictada por un cuerpo deliberante estadal, bajo
la forma de ley estadal, y en tal sentido, el recurrente solicita la nulidad absoluta
de los artículos 60 al 67 contenidos en la Ley de Policía del Estado Carabobo, por
razones de inconstitucionalidad, toda vez que la derogada Constitución de la
República de Venezuela 1961, disponía en su artículo 136, ordinal 24, que el
Poder Nacional era el que tenía la competencia exclusiva para legislar sobre la
materia civil. / En este sentido, advierte el Ministerio Público que efectivamente, y
con base en la disposición constitucional de la derogada Constitución de la
República de Venezuela, se desprende que el Constituyente de 1961, reservó
expresamente al Poder Legislativo Nacional, legislar todo lo atinente sobre la
688
materia civil, la cual regula todo lo relacionado con la posesión de bienes muebles
o inmuebles; además, el artículo 17 eiusdem, establecía las atribuciones de los
Estados, y no asignaba competencia a éstos, para legislar sobre la referida
materia. / Esta situación no varió con la entrada en vigencia de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, la cual en su artículo 156, numeral 32,
establece: / ‘Artículo 156. Es de la competencia del Poder Público Nacional: /
(...omissis...) / 32. La legislación en materia de derechos, deberes y garantías
constitucionales; la civil, mercantil, penal, penitenciaria, de procedimientos...’. /
Igualmente, la disposición contenida en el artículo 187, numeral 1, eiusdem,
dispone: / ‘Artículo 187. Corresponde a la Asamblea Nacional: / 1. Legislar en las
materias de la competencia nacional y sobre el funcionamiento de las distintas
ramas del Poder Nacional. / (...omissis...)’. / De las normas trascritas se puede
apreciar que le corresponde a la Asamblea Nacional, en representación del Poder
Nacional, legislar en materia de derechos constitucionales, en materia civil y en
materia de procedimientos en virtud que, por voluntad del Constituyente, tales
materias fueron atribuidas al Poder Nacional, uno de cuyos aspectos es la
posesión de bienes muebles o inmuebles y sus mecanismos de protección. /
Asimismo, en el artículo 162 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, no se establece que dentro de las atribuciones del Consejo Legislativo
del Estado, órgano que sustituyó a la Asamblea Legislativa, esté el legislar en
materia de derecho civil; y menos aún en materia de protección de la posesión, lo
que impide constitucionalmente que regulen lo relativo a mecanismos de
protección de la posesión, habida cuenta que el legislador nacional ha establecido
los denominados interdictos posesorios. En tal sentido, dispone la norma
constitucional: / ‘Artículo 162. El Poder Legislativo se ejercerá en cada Estado por
un Consejo Legislativo conformado por un número no mayor de quince (15) ni
menor de siete (7) integrantes, quienes proporcionalmente representarán a la
población del Estado y de los Municipios. El Consejo Legislativo tendrá las
atribuciones siguientes: / 1.Legislar sobre las materias de la competencia estadal;
/ 2.Sancionar la Ley de Presupuesto del Estado; y 3.Las demás que le atribuya
esta Constitución y la ley. / (...omissis...)’. / Tal como se evidencia de las
disposiciones precedentes, dentro de las atribuciones del Consejo Legislativo está
la de legislar solamente en materias de la competencia estadal, y dentro del
elenco de materias enumeradas como de la competencia exclusiva de los
Estados, no se encuentra la relativa a la posesión y a sus procedimientos de
protección. / En efecto, de conformidad con lo previsto en los artículos 7, 136 y
137 de la Carta Magna, cada una de las entidades político territoriales que
integran la federación venezolana, tienen sus funciones propias, definidas tanto
por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes, actuando
las mismas dentro de los ámbitos permitidos a los órganos que ejercen el Poder
Público en sus respectivas jurisdicciones. En el caso de los Estados, los límites
para el ejercicio de sus competencias están definidas por los artículos 162 y 164
del Texto Constitucional. / La distribución de funciones establecida en las normas
constitucionales, prohíbe que uno de los entes político territoriales que ejerce el
Poder Público, pueda establecer regulaciones o actuar en los ámbitos que la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, haya reservado a otros
entes, por tanto, cualquier violación a este principio constitucional ocasiona que la
norma sea contraria a la Carta Fundamental y en consecuencia, nula de nulidad
absoluta, conforme lo prevé el artículo 25 constitucional. / En este orden de ideas,
el Ministerio Público considera que tanto en la derogada Constitución de 1961 así
como en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, la
potestad de legislar en materia de la competencia nacional, corresponde de
manera expresa al Poder Legislativo Nacional, resultando en consecuencia que el
órgano legislativo estadal al haber recogido en la Ley de Policía del Estado
Carabobo, específicamente desde el artículo 60 al 67, normas relativas a la
posesión de bienes muebles o inmuebles, las cuales son de carácter civil, invadió
el ámbito de competencias del Poder Legislativo Nacional, incurriendo así en uno
de los vicios de nulidad, como lo es la usurpación de funciones. / También incurrió
en usurpación de funciones la extinta Asamblea Legislativa del Estado Carabobo,
689
cuando estableció un procedimiento administrativo denominado ‘amparo policial’,
como mecanismo de defensa de la posesión, obviando la existencia de los
interdictos posesorios, previstos en los artículos 699 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, que son las vías jurisdiccionales previstas por el
ordenamiento jurídico para reclamar cualquier perturbación, despojo o amenaza
de bienes muebles o inmuebles bajo el régimen de posesión. De esta manera las
normas impugnadas vulneran el principio de la reserva legal a favor del Poder
Nacional estatuido por el artículo 156 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. / Finalmente, observa el Ministerio Público que las
disposiciones cuestionadas también incurren en usurpación de funciones al
asignar a funcionarios del Poder Estadal (Gobernador y Prefecto del Distrito)
atribuciones que son privativas del Poder Judicial, según lo dispuesto en el
artículo 253 constitucional. / Al respecto, sólo el Poder Judicial es quien puede,
por atribución constitucional, solucionar los conflictos entre particulares que se
vinculen con la defensa de un derecho o de una situación de hecho reconocida
por el ordenamiento jurídico, como es específicamente la posesión de bienes
muebles o inmuebles. Por tanto, no puede una ley estadal consagrar una
competencia en favor de la autoridad administrativa, a través de un procedimiento
administrativo, para dilucidar controversias entre particulares. / En síntesis, para el
Ministerio Público, las normas de la Ley de Policía del Estado Carabobo objeto del
presente recurso de nulidad se encuentran viciadas de inconstitucionalidad por
cuanto: a) invaden la competencia del Poder Nacional en materia de derechos y
garantías constitucionales, civil y de procedimientos; b) consagran un
procedimiento administrativo alterno para la defensa de la posesión, obviando las
normas consagradas en los artículos 699 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil que regulan la figura de los interdictos posesorios; y c)
Asignan competencia propias del Poder Judicial a la autoridad administrativa. / En
consecuencia, en criterio del Ministerio Público, el presente recurso de nulidad
debe ser declarado con lugar. / Ahora bien, en cuanto a los efectos de la
declaratoria con lugar del presente recurso de nulidad, el Ministerio Público
advierte que, de acuerdo con lo contemplado en el artículo 119 de la Ley Orgánica
de la Corte Suprema de Justicia, se debe determinar los efectos en el tiempo de
las decisiones anulatorias de normas. / Al respecto, en reciente criterio establecido
por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, ha señalado que por
razones de seguridad jurídica, y para evitar un desequilibrio en la estructura de la
administración pública estadal y la preservación de los intereses generales, así
como en resguardo de los derechos de los beneficiados por la Ley Estadal, debe
fijarse los efectos ex nunc, de las sentencia que declare la nulidad absoluta de una
norma, a fin de hacer eficaz el derecho a la tutela judicial efectiva y el
cumplimiento de los fines del Estado constitucional de derecho y de justicia
consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
(Sentencia de la Sala Constitucional del 11 de mayo de 2000, caso: ‘Jesús María
Cordero Giusti’). / Conclusión / De acuerdo a las consideraciones anteriormente
expuestas, el Ministerio Público considera que el recurso de nulidad por razones
de inconstitucionalidad intentado por el abogado José Moronta, actuando en su
carácter de apoderado judicial de la ciudadana Elizabeth Margarita Zambrano
Trujillo, contra los artículos 60 al 67 de la Ley de Policía del Estado Carabobo,
aprobada en fecha 11 de noviembre de 1976, publicada en la Gaceta Oficial del
Estado Carabobo Extraordinaria N° 172, de fecha 24 de enero de 1977, debe ser
declarado con lugar, y así se solicita respetuosamente de esa honorable Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CR art:17
CR art:136-24
CRBV art:7
CRBV art:25
CRBV art:136
690
CRBV art:137
CRBC art:156
CRBV art:156-32
CRBV art:162
CRBV art:164
CRBV art:187-1
CRBV art:253
LOCSJ art:116
LOCSJ art:199
CPC art:699
LPEC art:60
LPEC art:61
LPEC art:62
LPEC art:63
LPEC art:64
LPEC art:65
LPEC art:66
LPEC art:67
OMP Nº DGAJ-DCCA-2004-13582
16-03-2004
STSJSCO 11-05-2000

DESC AMPARO
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC ASAMBLEAS LEGISLATIVAS
DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
DESC DERECHO CIVIL
DESC ESTADO CARABOBO
DESC INTERDICTO
DESC LEYES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC POLICIA
DESC POSESION
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.773-776.

691
252
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Derecho a la igualdad previsto en el artículo 21 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Dictamen consignado por el Fiscal General de la República,
mediante Oficio Nº DGAJ-DCCA-2004-13581, de fecha 16 de
marzo de 2004, en el recurso de nulidad por razones de
inconstitucionalidad intentado por el ciudadano Adolfo José
López Fernández, contra el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, sancionado por el extinto Congreso
Nacional en fecha 5 de diciembre de l985, y publicado en la
Gaceta Oficial Nº 3.694 Extraordinario, de fecha 22 de enero de
1986, siendo reformado parcialmente por el extinto órgano
legislativo, reformas que fueron publicadas en las Gacetas
Oficiales números 3.694 y 4.209 Extraordinarios, de fechas 13
de marzo de 1987 y 18 de septiembre de 1990, respectivamente.
(Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia Exp. Nº
00-2726).

FRAGMENTO

“DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL DERECHO


APLICABLE / Corresponde al Ministerio Público, de conformidad con lo
establecido en el artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, presentar su dictamen sobre las denuncias de inconstitucionalidad
expuestas por el recurrente y a tales efectos observa. / En primer lugar,
considera el Ministerio Público que por su trascendencia sobre el proceso
contencioso administrativo, se hace necesario examinar, como punto
previo, el cumplimiento de las cargas procesales que debe cumplir el
recurrente en el presente caso, por cuanto ello refleja su manifestación de
continuar con la causa como expresión del interés procesal necesario para
todo proceso judicial y, en tal sentido se advierte: / De la revisión del
respectivo expediente, el Ministerio Público detectó que desde el 13 de
febrero de 2001, ocasión en la que se dio cuenta del recurso, en Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y se designó como
ponente al Magistrado Antonio García García, no consta en autos, que la
parte actora realizara alguna otra actuación procesal -de hecho, la última
que efectuó fue la consignación en el expediente del cartel de
emplazamiento en fecha 16 de enero del mismo año-, por lo que han
transcurrido más de dos (2) años sin que se hubiere realizado acto alguno
de procedimiento. / Al respecto, el artículo 86 de la Ley Orgánica que rige
las funciones de ese Máximo Tribunal dispone lo siguiente: / ‘Artículo 86.
Salvo lo previsto en disposiciones especiales, la instancia se extingue de
pleno derecho en las causas que hayan estado paralizadas por más de un
año. Dicho término empezará a contarse a partir de la fecha en que se
haya efectuado el último acto de procedimiento. Transcurrido el lapso aquí
señalado, la Corte, sin más trámites, declarará consumada la perención de
oficio o a instancia de parte. / Lo previsto en este artículo no es aplicable
692
en los procedimientos penales.’ De acuerdo con la disposición antes
trascrita, opera la extinción de la instancia, a consecuencia de la
perención, cuando las causas hayan estado paralizadas de manera
ininterrumpida, por más de un (1) año, por motivos que sean imputables a
las partes. / La interpretación de esta norma, por parte tanto de la doctrina
como de la jurisprudencia, ha permitido definir de manera precisa, la
institución de la perención de la instancia, en el sentido de que: / ‘...trata de
una institución procesal de relevancia negativa que opera como sanción al
comportamiento negligente de las partes en el proceso que, por su
inactividad, por su falta de impulso procesal, lo mantiene inerte más allá
del término legalmente establecido.’ (Fraga Pittaluga, Luis. La terminación
anormal del proceso administrativo por inactividad de las partes, Vadell
Hermanos Editores, Caracas, 1996, p.72). / De esta manera, la perención
se presenta como una sanción para aquellas partes que no impulsen el
proceso de forma diligente, es decir, en las causas donde no se ha
ejecutado acto alguno de procedimiento durante más de un (1) año,
debiendo entenderse además que no se trata de la suspensión de las
causas, sino que durante el lapso establecido de un (1) año, no ocurran
actuaciones, por parte del accionante, capaces de dar continuidad al
proceso, de darle el impulso necesario para mantenerlo activo. / La
finalidad de esta sanción, la atribuye el jurista patrio Ricardo Henríquez La
Roche a que ésta ‘constituye un expediente práctico sancionatorio de la
conducta omisiva de las partes que propende a garantizar el
desenvolvimiento del proceso hasta su meta natural que es la sentencia,
entendida como el acto procedimental que dirime el conflicto de intereses
uti singulis y cumple adicionalmente la función pública de asegurar la
necesaria continuidad del derecho objetivo uti civis, declarando su
contenido y haciéndolo cumplir’ (Citado por Suárez, Jorge Luis en
Comentarios Jurisprudenciales sobre la Perención en el Procedimiento
Contencioso-Administrativo, Revista de Derecho Público Nº 53-54, editorial
jurídica venezolana, Caracas, 1993, p.432). / Ciertamente, la perención
responde básicamente a principios de economía procesal y de certeza
jurídica, cuyo objetivo se traduce en tratar de garantizar el desarrollo del
proceso hasta alcanzar su meta original que es la sentencia, impulsando
de esa manera la terminación de los litigios. Por otra parte, la institución de
la perención de la instancia, es de singular importancia ya que refleja la
intensidad del interés procesal del recurrente, en la medida en que su
participación en el impulso de la causa, se constituye en signos
indicadores de la vigencia de su pretensión, en resguardo del derecho al
acceso de la justicia que establece el artículo 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, por cierto invocado en el presente
recurso como fundamento por el recurrente. / Ahora bien, como ya se
indicó, revisadas las actuaciones cursantes en el expediente del presente
caso, se constató que el último acto de procedimiento se efectuó el día 13
de febrero de 2001, fecha en la cual la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, dictó un auto mediante el cual se dio cuenta en Sala
de dicho expediente y se designó ponente, lo que evidencia absoluta
ausencia de actividad procesal dirigida a movilizar y mantener en curso el
proceso, evitando así su paralización. / En consecuencia, la presente
causa ha estado paralizada por más de dos (2) años, no habiendo
realizado la parte interesada ningún acto procesal tendente a la
continuación del procedimiento del recurso contencioso administrativo de
anulación, por lo que tal inacción se traduce en la extinción de la instancia

693
por haberse consumado la perención en dicho recurso, de conformidad
con el artículo 86 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, y
así solicita el Ministerio Público sea declarado. / Ahora bien, aun cuando,
de los autos se evidencia que el accionante no cumplió con las cargas
procesales para demostrar la actualidad de su interés procesal y por ende
la vigencia de su pretensión, lo que hace que opere la perención de la
instancia, el Ministerio Público considera que la materia que dio origen a la
presente causa es de evidente orden público, por cuanto encierra valores
supremos del ordenamiento jurídico, como son la igualdad, la justicia, la
prohibición de la discriminación, según lo establecido en el artículo 2 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que esta
Institución debe defender y resguardar, según lo dispuesto en los artículos
7, 19, 23 y 285 eiusdem. / En consecuencia, el Ministerio Público, de oficio,
expone a continuación su criterio sobre la inconstitucionalidad de la norma
del artículo 324 del Código de Procedimiento Civil para que sea resuelta a
través de una decisión de fondo. / El presente recurso de nulidad se
circunscribe a analizar si efectivamente, el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, referido a la legitimación especial que deben cumplir
los abogados para ejercer el recurso extraordinario de casación, viola los
artículos 21, 26, 253 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. / Al respecto, es preciso hacer las siguientes
consideraciones con respecto a este recurso extraordinario: / El Título VIII
del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil regula todo lo relativo
al procedimiento del recurso extraordinario de casación en materia civil,
cuya finalidad ha sido concebida principalmente, como un medio de control
de la recta aplicación de la ley, y para mantener la unidad del derecho
objetivo y la uniformidad de la jurisprudencia. / Se trata efectivamente de
un recurso extraordinario de impugnación de sentencias de última o única
instancia que se encuentren viciadas por los motivos expresamente
previstos en la ley procesal, buscando con ello evitar que dichas
sentencias alcancen la autoridad de cosa juzgada. Por ende, esta
institución procesal podría comprenderse como prácticamente una
demanda de nulidad contra el fallo viciado de última instancia, y es por ello
que, aunado a su complejidad y los efectos anulatorios que persigue, el
legislador estableció la importancia de que dicho recurso sea interpuesto
por abogados competentes que posean determinada pericia y
conocimientos sobre la materia. / En efecto, el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, cuya nulidad se solicita, dispone los requisitos que
deben llenar los abogados para poder formalizar y contestar el recurso de
casación, así como para intervenir en los actos de réplica y de
contrarréplica, lo que pone de manifiesto la intención del legislador de
considerar imprescindible que este recurso sea interpuesto por abogados
que gocen de una verdadera noción, entendimiento y práctica del derecho.
/ Ahora bien, en el derogado Código de Procedimiento Civil de 1916, no
existía una norma que impusiera una serie de requisitos a los abogados
para poder formalizar el recurso de casación. De hecho, en el artículo 441
del Código derogado, se establecía que el apoderado ya constituido en el
pleito no necesitaría un nuevo poder para anunciar o formalizar dicho
recurso, ni para cualquier otro acto relativo al mismo. / De esta forma, el
mandato conferido al apoderado judicial en la causa, era válido para
representar a su cliente en todas las instancias del proceso, lo que se
traducía en que no había que otorgar un nuevo poder ni una autorización
especial para intervenir en todos los actos relacionados con el recurso

694
extraordinario de casación. Para tratadistas como Arminio Borjas, esta
posición simplificaba el procedimiento, evitaba gastos y guardaba relación
con los demás textos que para esa época regían la materia de casación,
‘…especialmente con la disposición que declara obligatorio hacer el
anuncio del recurso ante el tribunal que dictó la sentencia accionada,
dentro del breve término de diez días, y la que permite presentar ante esa
misma autoridad judicial el escrito de formalización del recurso. Ello no
sería a veces posible, o fácil por lo menos, si fuese indispensable, como lo
exigen otras legislaciones, conferir un poder especial al abogado o
procurador que hubiese de interponer y gestionar el recurso. (Borjas,
Arminio. Comentarios al Código de Procedimiento Civil Venezolano, Tomo
IV, Ediciones Sales, Caracas, 1964, p. 236) / No obstante, algunos
doctrinarios ya empezaban a asomar la posibilidad de un cambio de
criterio sobre los abogados en casación, por considerar que la redacción
del escrito de formalización, así como su contestación, suponía poner a
prueba la experiencia, la técnica y la sabiduría de estos profesionales. /
Una posición intermedia sobre este tema la sostuvo el destacado
procesalista Humberto Cuenca, quien consideraba que a pesar de que en
nuestro país para ese entonces la sola condición de abogado bastaba para
ejercer el recurso de casación ante la Suprema Corte, -a diferencia de
otros países donde ser abogado en casación constituía un nivel más
elevado del ejercicio común de la profesión e incluso se había creado una
casta privilegiada-, sin embargo, al mismo tiempo sostenía que ‘…somos
opuestos a semejante discriminación en Venezuela, entre abogados de
instancia y abogados de casación (…). Se ha sugerido un certificado que
habilite para actuar en casación mediante condiciones especiales, como
algún tiempo de práctica profesional o exámenes sobre la materia, pues se
observa cierta deficiencia en cuanto a la técnica del recurso,
especialmente entre los abogados jóvenes.’ (Cuenca, Humberto. Curso de
Casación Civil, Tomo II, Facultad de Derecho, Universidad Central de
Venezuela, Caracas, 1963, p. 174). / Pues bien, es a partir de la
promulgación del Código de Procedimiento Civil de 1987 que se incorpora
esta nueva norma contenida en el artículo 324. Al respecto, en la
Exposición de Motivos de dicho código se justificó la inclusión de ese
cambio de posición con relación a los requisitos que debían ahora cumplir
los abogados para actuar en casación, de la siguiente manera: / ‘…Se ha
establecido, en obsequio de la categoría jurídica y fines de este recurso,
condiciones especiales en los abogados encargados de su tramitación.
Esto obedece a la idea general de mantener en el más elevado plan sus
consecuencias y al respeto, distancia y decoro que se debe al más alto
Tribunal de la República, así como al sano principio y presunción de que si
la Constitución Nacional ha exigido condiciones especiales a sus
miembros, también debe exigirlas la ley a quienes de él se valen. Esto
persigue elevar, en el futuro, la calidad de las opiniones acerca de la
interpretación del Derecho Positivo, y no choca con nuestros principios de
igualdad y fraternidad.’ (Congreso de la República, Comisión Legislativa.
Exposición de Motivos y Proyecto de Código de Procedimiento Civil,
Imprenta del Congreso de la República, Caracas, 1984, p. 31) / La mayoría
de la doctrina, desde un principio, se mostró conteste con esta nueva
posición que se asumía en la reforma del Código de Procedimiento Civil.
En este sentido, cabe citar la posición del procesalista José Román Duque
Sánchez quien afirmaba la importancia de la nueva norma, basada en que
para la formalización del recurso de casación se requiere una técnica que

695
no es posible adquirir en los tribunales de instancia, además de sostener
que los abogados podían ser buenos litigantes ante los tribunales de
mérito, pero malos recurrentes en el Supremo Tribunal de Casación.
(Duque Sánchez, José Román. El Recurso de Casación. La nueva
Casación Civil Venezolana, Editorial Jurídica Alba, Caracas, 1987, p. 41) /
Incluso, la Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia,
en el año 1991, interpretó el artículo 324 del Código de Procedimiento Civil
de forma más restrictiva, realizando un cambio de jurisprudencia, pues
antes se permitía que los abogados que no llenaban los requisitos
señalados en la mencionada norma, actuaran ante la Corte Suprema de
Justicia, en defensa de los derechos de sus representados, haciéndose
asistir de otros abogados que sí cumplían dichos requisitos para poder
efectuar las actuaciones ante el Alto Tribunal. De esta forma, la Sala de
Casación Civil señaló: / ‘…Si bien la Sala pudiera haber aceptado esta
situación, en otras oportunidades, sin embargo, penetrada de serias dudas
acerca de la legalidad de tal actuación, decide modificar su doctrina, en lo
atinente a no aceptar formalizaciones e impugnaciones ni como realizados
los actos de réplica y contrarréplica, si en los mismos aparece actuando el
apoderado judicial de cualquiera de las partes, asistido, a su vez, por un
profesional del Derecho que sí esté habilitado para actuar ante esta Corte.
/ (…) En estos casos, a falta de la habilitación requerida por la normativa
procesal, conviene que la misma parte se haga representar o asistir por
abogados que si llenen los requisitos del artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, pero nunca que el apoderado judicial que la ha
representado en la instancia, actúe ante la Corte asistido de un profesional
del Derecho que sí tenga especial capacidad de postulación. / Es por ello
que, a partir de esta fecha, en casos como éstos la Corte tendrá como no
presentado el escrito de formalización o de impugnación o como no
realizados los actos de réplica o contrarréplica, declarando, en el primer
supuesto, perecido el recurso de casación.’ (Sentencia de la Sala de
Casación Civil del 11 de noviembre de 1991, con ponencia del Magistrado
Dr. Aníbal Rueda, en el juicio de Erasmo Herminio Herrera Hernández y
otra contra Jorge Alberto Araque Dávila y otra, en el Expediente N° 91-
266. Pierre Tapia, Oscar. Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia,
año XVIII, Editorial Pierre Tapia, S.R.L., Caracas, 1991, p. 315). / Sin
embargo, a pesar de la posición sentada por la Sala de Casación Civil, y
de una gran parte de la doctrina a favor de la norma objeto de la presente
impugnación, otro sector criticó las exigencias de los requisitos para poder
litigar en casación, por considerar que se trata de una discriminación
injustificada. Al respecto, el doctrinario patrio José Román Duque Sánchez
expresaba que incluso se ha llegado a afirmar que ‘un abogado de muchos
años de ejercicio no siempre es más competente ni conocedor del
derecho, que el abogado de pocos años, pero estudioso y preocupado’, lo
que él consideraba que podría ser cierto en determinados casos, pero que
a los primeros los amparaba una presunción que habría la necesidad de
desvirtuar. (Ob. cit., p. 42). / Ahora bien, independientemente de las
distintas opiniones que se pueden apreciar a favor o en contra de la norma
objeto de impugnación, es imprescindible destacar que todas las citadas
por esta Institución que represento, se hicieron bajo la vigencia de la
Constitución de 1961. / Por lo tanto, se hace necesaria la revisión del
artículo 324 del Código de Procedimiento Civil a la luz de los preceptos de
la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / Lo
anterior, es motivado a que la mayoría de la doctrina nacional, consideraba

696
que dicha norma no constituía una violación al derecho de igualdad y, por
lo tanto, no era discriminatoria, al amparo de las normas establecidas en la
Constitución de 1961 derogada. Al respecto, Ricardo Henríquez La Roche
expresaba: / ‘…Se ha considerado si esta norma es inconstitucional por
desconocer el principio de igualdad que debe haber entre las personas,
particularmente entre las que gozan del mismo título de abogados. La
respuesta a esta duda está en el sentido que debe dársele al concepto de
igualdad ante la ley. El argumento de inconstitucionalidad no tiene, a
nuestro modo de ver, fundamento válido: no se debe confundir la igualdad
esencial del hombre y del ciudadano -que es la protegida por el artículo 61
de la Constitución- con la igualdad existencial (igualitarismo), ni preterir las
exigencias periciales que requiere el artículo 82 de la Carta Fundamental.
Ésta se atiene a esa igualdad radical del hombre cuando censura sólo las
discriminaciones fundadas en causas concernientes a la dignidad humana:
la raza, el sexo, el credo, la condición social. Luego, diferencias
impositivas fundadas en razones distintas, justificadas en el debido uso
que debe dársele a un medio judicial, no afectan el principio constitucional
de la igualdad ciudadana...’ (Henriquez La Roche, Ricardo. Código de
Procedimiento Civil, Tomo II, Centro de Estudios Jurídicos del Zulia,
Caracas, 1995, p. 602). / En efecto, la Constitución de 1961 se limitaba a
establecer el derecho a la igualdad, sólo desde el punto de vista de
prohibirse toda discriminación basada en la raza, el sexo, el credo y la
condición social. De igual forma, dicho Texto Fundamental incluía el
artículo 82, el cual también se tomaba en cuenta para justificar la norma
objeto de la presente impugnación, y el cual era del tenor siguiente: /
‘Artículo 82. La ley determinará las profesiones que requieren título y las
condiciones que deben cumplirse para ejercerlas. / Es obligatoria la
colegiación para el ejercicio de aquellas profesiones universitarias que
señale la ley.’ / Sin embargo, con la entrada en vigencia de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, se hace necesario contrastar el
artículo 324 del Código de Procedimiento Civil con la norma que ahora
contempla el principio de igualdad, para así poder concluir si dicho artículo
es o no inconstitucional; ello en virtud de lo dispuesto en el artículo 7 del
Texto Fundamental, mediante el cual se establece la supremacía del
mismo al expresar que: / ‘Artículo 7. La Constitución es la norma suprema
y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los
órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución.’
Este carácter de norma fundamental o lex superior que se le otorga a la
Constitución, es lo que le asegura, en palabras del maestro español
Eduardo García de Enterría, una ‘…preeminencia jerárquica sobre todas
las demás normas del ordenamiento, producto de los poderes constituidos
por la Constitución misma, obra del superior poder constituyente. Esas
demás normas sólo serán válidas si no contradicen, no ya sólo el sistema
formal de producción de las mismas que la Constitución establece, sino, y
sobre todo, el cuadro de valores y de limitaciones del poder que en la
Constitución se expresa’. (García de Enterria, Eduardo. La Constitución
como norma y el Tribunal Constitucional, Civitas Ediciones, Madrid, 1985,
p. 50). / De lo expuesto, se infiere que una de las consecuencias lógicas
de la promulgación de una nueva Constitución, es la imposición de que
toda norma que colida con la misma, deberá ser reformada con atención a
los valores y principios en ella establecidos o, en todo caso, deberá ser
declarada su nulidad por inconstitucionalidad por el Máximo Tribunal de la
República. / Esta es la razón por la que, y siguiendo al maestro García de

697
Enterria, ‘…la supremacía de la Constitución sobre todas las normas y su
carácter central en la construcción y en la validez del ordenamiento en su
conjunto, obligan a interpretar éste en cualquier momento de su aplicación
(...) en el sentido que resulta de los principios y reglas constitucionales,
tanto los generales como los específicos referentes a la materia de que se
trate.’ (García de Enterria, Eduardo, Ob. Cit., p. 95). / Con relación al caso
subiúdice, el Ministerio Público estima necesario, previo a cualquier
pronunciamiento, analizar la forma en que es concebido dentro de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el principio de
igualdad, denunciado por el recurrente como vulnerado por el artículo 324
del Código de Procedimiento Civil. Al respecto, el artículo 21 del Texto
Fundamental expresa: / ‘Artículo 21. Todas las personas son iguales ante
la ley; en consecuencia: / 1. No se permitirán discriminaciones fundadas
en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general,
tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades
de toda persona. / 2. La ley garantizará las condiciones jurídicas y
administrativas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva;
adoptará medidas positivas a favor de personas o grupos que puedan ser
discriminados, marginados o vulnerables; protegerá especialmente a
aquellas personas que por alguna de las condiciones antes especificadas,
se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta y sancionará los
abusos o maltratos que contra ellas se cometan... (Omissis)’ / De la norma
constitucional anteriormente trascrita, se colige que existe una diferencia
entre la actual concepción del principio de igualdad, en comparación con la
que se establecía en el artículo 61 de la Constitución derogada, puesto
que no sólo se limita a prohibir la discriminación que tenga como base la
raza, el credo, el sexo o la condición social, sino que también incluye
cualquier situación que pueda anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos o libertades
inherentes a las personas. / Como lo consagra la propia Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela en su artículo 2 y lo recoge la
doctrina, efectivamente la igualdad es entendida como un valor superior
del ordenamiento jurídico que, incluso sirve de soporte al desarrollo de los
derechos humanos. Es por ello que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en su artículo 21 anteriormente transcrito,
‘impone a la ley la exigencia de garantizar las condiciones jurídicas y
administrativas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva. Se
puede hablar, entonces, del principio de igualdad en la ley, es decir la
obligación legal y reglamentaria de dar trato igual a personas en la misma
situación, distinto del principio de igualdad en la aplicación de la ley, de
acuerdo a lo cual los aplicadores de la ley deben velar por la efectiva
igualdad de trato a las personas, tal como lo garantiza la ley.’ (Combellas,
Ricardo, Derecho Constitucional. Una introducción al estudio de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, McGraw-Hill
Interamericana de Venezuela, Caracas, 2001, p. 71). / Sin lugar a dudas,
el tratamiento que recibe este valor de la igualdad y sus implicaciones,
debe estar referido a cada caso concreto y ser, por lo tanto, estudiado de
forma cuidadosa, ya que la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela proclama en su artículo 2 al Estado como democrático y social
de Derecho y Justicia, propugnando a la igualdad como uno de los valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación. / Es por ello que
si una norma contempla algún tipo de discriminación, ésta deberá estar

698
razonablemente justificada. / Al respecto, la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia ha expresado: / ‘...Nuestro ordenamiento
constitucional acogió (...) el derecho de igualdad (artículo 21), conforme al
cual, todos los ciudadanos deben considerarse iguales ante la ley. En
desarrollo de este último derecho existe, igualmente, un principio de
igualdad procesal, que si bien no tiene carácter absoluto, y por tanto, es
relativo a la condición que la ley determina para un mismo grupo de
individuos (Cuenca, Humberto. Derecho Procesal Civil, Tomo I), sólo
puede regularse diferenciadamente por el Legislador de forma justificada,
excepcional y restringida para no violentar la igualdad que debe regir como
principio fundamental...’. (Sentencia Nº 2935 del 28 de noviembre de
2002). / De igual forma, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, estableció las condiciones para que una situación no sea
interpretada como una violación a la cláusula de igualdad establecida en el
artículo 21 del Texto Fundamental, en los siguientes términos: / ‘...observa
esta Sala que el derecho subjetivo a la igualdad y a la no discriminación,
es entendido como la obligación de los Poderes Públicos de tratar de igual
forma a quienes se encuentren en análogas o similares situaciones de
hecho, es decir, que este derecho supone, en principio, que todos los
ciudadanos gocen del derecho a ser tratados por la ley de forma igualitaria,
y se prohíbe por tanto, la discriminación. / Ahora bien, no todo trato
desigual es discriminatorio, sólo lo será el que no esté basado en causas
objetivas y razonables, pero el Legislador puede introducir diferencias de
trato cuando no sean arbitrarias, esto es, cuando estén justificadas por la
situación real de los individuos o grupos, es por ello, que el derecho a la
igualdad sólo se viola cuando se trata desigualmente a los iguales, en
consecuencia, lo constitucionalmente prohibido es el trato desigual frente a
situaciones idénticas. / Como conclusión de lo antes expuesto, esta Sala
considera necesario señalar, que la cláusula de igualdad ante la ley, no
prohíbe que se le confiera un trato desigual a un ciudadano o grupo de
ciudadanos, siempre y cuando se den las siguientes condiciones: a) que
los ciudadanos o colectivos se encuentren real y efectivamente en distintas
situaciones de hecho; b) que el trato desigual persiga una finalidad
específica; c) que la finalidad buscada sea razonable, es decir, que la
misma sea admisible desde la perspectiva de los derechos y principio
constitucionales; y d) que la relación sea proporcionada, es decir, que la
consecuencia jurídica que constituye el trato desigual no guarde una
absoluta desproporción con las circunstancias de hecho y la finalidad que
la justifica. Si concurren las condiciones antes señaladas, el trato desigual
será admisible y por ello constitutivo de una diferenciación
constitucionalmente legítima...’. (Sentencia Nº 1197 del 17 de octubre de
2000). / Para el Ministerio Público, antes de determinarse si una norma del
ordenamiento jurídico crea situaciones inconstitucionales de desigualdad,
ha de tenerse cuidado en establecer con claridad que el trato diferente
para situaciones también diversas, debe fundarse necesariamente en
motivos razonables que justifiquen la diferencia, con el objeto de no
eliminar de plano la igualdad por una apreciación exagerada de
características distintas que no sean suficientes para enervar la siempre
preponderante equiparación entre seres sustancialmente iguales. / De la
misma forma, dicho tratamiento legal desigual tendrá siempre como límite
a este principio de no discriminación establecido en nuestra Constitución.
Con relación a lo anterior, la doctrina constitucional ha elaborado el
concepto de ‘juicio de razonabilidad’, que se desprende de la interpretación

699
judicial del valor de la igualdad, en virtud de lo cual, como lo destaca el
tratadista español Enrique Álvarez Conde: ‘ya no se trata de demostrar que
el ordenamiento jurídico conlleva unas consecuencias jurídicas diferentes
para dos o más personas, sino que el problema consiste en justificar que
esas consecuencias son distintas por ser ello razonable, lo cual plantea la
cuestión de la desigualdad en los supuestos de hecho, la desigualdad en
las consecuencias jurídicas y la relación de proporcionalidad que debe
existir entre los medios empleados y la finalidad perseguida.’ (Combellas,
Ricardo, Ob. Cit., p. 70). / En virtud de lo anteriormente expuesto, es
indispensable estudiar los motivos bajo los cuales se redactó el artículo
324 del Código de Procedimiento Civil, a los fines de determinar si
efectivamente dicha norma, considerada como discriminatoria por el
recurrente, ha sido razonablemente justificada y, si por lo tanto, no pudiese
considerarse contraria al artículo 21 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. / Tal como ha sido expuesto anteriormente, la
Exposición de Motivos del Código de Procedimiento Civil, justificó el
establecimiento de las condiciones especiales que se les imponen a los
abogados en la norma impugnada, basándose en la categoría jurídica y los
fines que persigue el recurso de casación. De igual forma, el Legislador
argumentó acerca del respeto y decoro que se debe a ese Tribunal
Supremo de Justicia, por considerarse éste como el más alto de la
República, buscándose como finalidad ‘elevar, en el futuro, la calidad de
las opiniones acerca de la interpretación del Derecho Positivo’. / De lo
anterior puede entenderse que básicamente existen dos motivos
principales por los cuales se redactó la norma impugnada: 1) Por la
categoría que representa el Máximo Tribunal y los Magistrados que lo
componen; y 2) Por el carácter extraordinario del propio recurso de
casación y las consecuencias que él mismo comporta. / En lo que respecta
al primer motivo, debe destacarse que actualmente el Tribunal Supremo de
Justicia mantiene el mismo criterio, al señalar que el artículo 324 del
Código de Procedimiento Civil: / ‘...tiene justificación en la importancia y
complejidad de los asuntos que se someten a la consideración del Máximo
Tribunal de la República, a quien corresponde velar por la integridad de la
ley y la uniformidad de la jurisprudencia...’. (Sentencia Nº 339 de la Sala de
Casación Civil del 31 de octubre de 2000). / El Ministerio Público comparte
la posición de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia,
en torno al elevado grado de importancia y el lugar que ocupa el Tribunal
Supremo de Justicia, no sólo como máximo órgano de dirección, de
gobierno y de administración del Poder Judicial en la República Bolivariana
de Venezuela, sino también por su papel de vigilante de la integridad de la
ley y la uniformidad de la jurisprudencia. / Ahora bien, para el Ministerio
Público, el argumento de la majestad del Tribunal Supremo de Justicia y la
investidura de los honorables Magistrados, presenta cierta inconsistencia,
habida cuenta que ante el Máximo Tribunal de la República, se ejercen
acciones de naturaleza diversas, pero de igual grado de importancia y
complejidad que incluso, en el caso de la Sala Constitucional, constituyen
escenarios para interpretaciones vinculantes de la propia Carta Magna,
verbigracia las acciones de amparo constitucional, los recursos
extraordinarios de interpretación constitucional, recursos de colisión legal,
recursos de inconstitucionalidad por omisión legislativa, entre otros, sin
que se exija a los abogados, otro requisito adicional que el de haber
obtenido el título respectivo y estar inscrito en el Instituto de Previsión
Social del Abogado, así como en el respectivo Colegio Profesional. /

700
Aunado a lo anterior, hay que resaltar que en muchas de las acciones que
anteriormente se enunciaron, se debaten cuestiones de capital importancia
para la entrada en vigencia plena de las normas legales que han de
desarrollar el diseño previsto por el Constituyente en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, como lo es el caso de la acción de
inconstitucionalidad por omisión legislativa que ha llevado al Tribunal
Supremo de Justicia a resolver situaciones trascendentales para el país,
como fue la reciente designación de los rectores del Consejo Nacional
Electoral. / En consecuencia, en criterio del Ministerio Público no es
suficiente para justificar la norma del artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, el argumento acerca de la majestad del Tribunal
Supremo de Justicia y la investidura de los honorables Magistrados que lo
integran, que permita un trato distinto a los abogados que accionan en
áreas del derecho, distintas de la casación civil. / En lo que respecta al
segundo motivo, esto es, la naturaleza extraordinaria del recurso de
casación, ello en razón de su complejidad y los fines anulatorios que
persigue, debe destacarse que, con la entrada en vigencia de la nueva
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la consiguiente
creación de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, han
surgido nuevos mecanismos de impugnación y de acción ante el Máximo
Tribunal de la República, que también tienen naturaleza de recurso
extraordinario sin que para su ejercicio se exija a los abogados, requisitos
adicionales como los establecidos en el cuestionado artículo 324 del
Código de Procedimiento Civil. / A mayor abundamiento, quiere el
Ministerio Público indicar que recursos tales como el de interpretación
constitucional (artículo 335 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela), el de inconstitucionalidad por omisión legislativa (artículo
336, numeral 7 eiusdem) y la potestad extraordinaria de revisión de
sentencias definitivamente firmes (artículo 336, numeral 10 de la Carta
Magna), también adolecen del carácter de recurso extraordinario, en virtud
de la gran importancia que generan las consecuencias que comportan,
cuando son declarados con lugar. / A manera de ejemplo, el Ministerio
Público considera relevante, argumentar lo referente a la potestad
extraordinaria de revisión de sentencias definitivamente firmes, la cual se
encuentra establecida en el numeral 10 del artículo 336 del Texto
Constitucional, en los siguientes términos: / ‘Artículo 336. Son atribuciones
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia: / (…omissis…)
/ 10. Revisar las sentencias definitivamente firmes de amparo
constitucional y de control de constitucionalidad de leyes o normas
jurídicas dictadas por los Tribunales de la República, en los términos
establecidos por la ley orgánica respectiva. (…omissis…)’. / La Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, ha establecido y
desarrollado este medio extraordinario hasta tanto se dicte la Ley Orgánica
respectiva, a través de su jurisprudencia interpretativa, tal como es el caso
de las sentencias de fecha 20 de enero de 2000 (caso: ‘Emery Mata
Millán’) y de fecha 6 de febrero de 2001 (caso: ‘Corpoturismo’). En ésta
última decisión, la Sala Constitucional expresó: / ‘...es incuestionable la
potestad discrecional y extraordinaria de esta Sala para revisar aquéllas
sentencias específicamente establecidas en el numeral 10 del artículo 336
de la Constitución, es decir, las sentencias definitivamente firmes de
amparo constitucional y de control de la constitucionalidad de normas
jurídicas dictadas por los tribunales de la República (…/…) esta Sala
posee la potestad de revisar, en forma extraordinaria y excepcional, y

701
dentro de los límites antes indicados, las decisiones definitivamente firmes
de amparo constitucional y de control de la constitucionalidad de normas
jurídicas dictadas tanto por los demás tribunales de la República, como por
las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia (.../…)Sólo de manera
extraordinaria, excepcional, restringida y discrecional, esta Sala posee la
potestad de revisar lo siguiente: / 1. Las sentencias definitivamente firmes
de amparo constitucional de cualquier carácter, dictadas por las demás
Salas del Tribunal Supremo de Justicia y por cualquier juzgado o tribunal
del país. / 2. Las sentencias definitivamente firmes de control expreso de
constitucionalidad de leyes o normas jurídicas por los tribunales de la
República o las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia. / 3. Las
sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás
Salas de este tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país
apartándose u obviando expresa o tácitamente alguna interpretación de la
Constitución contenida en alguna sentencia dictada por esta Sala con
anterioridad al fallo impugnado, realizando un errado control de
constitucionalidad al aplicar indebidamente la norma constitucional. / Las
sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás
Salas de este tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país que
de manera evidente hayan incurrido, según el criterio de la Sala, en un
error grotesco en cuanto a la interpretación de la Constitución o que
sencillamente hayan obviado por completo la interpretación de la norma
constitucional. En estos casos hay también un errado control
constitucional...’. / De lo anterior se desprende la relevancia que comporta
la potestad extraordinaria de revisión de sentencias que le ha sido
otorgada a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, por la
propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual,
contiene ciertas semejanzas con el recurso de casación. / En efecto, y aun
cuando ha quedado establecido en varias sentencias, que la Sala
Constitucional no se encuentra en la obligación de pronunciarse sobre
todos y cada uno de los fallos que son remitidos para su revisión, como si
ocurre con el recurso de casación que no es potestativo de las respectivas
Salas conocer o no del mismo, los fines que persigue el primero son los
mismos que el segundo: la revisión, corrección o posible anulación de
sentencias definitivamente firmes. / Con lo anterior, quiere el Ministerio
Público significar que, existiendo en la Sala Constitucional la potestad
extraordinaria de revisar e incluso anular las sentencias a las que se
refiere el numeral 10 del artículo 336 del Texto Fundamental, entre ellas,
las dictadas por las otras Salas que integran el más alto Tribunal de la
República y en los términos dispuestos por su jurisprudencia interpretativa,
se observa que para presentar el recurso que permite a la Sala
Constitucional, el ejercicio de tal potestad, no se exige a los abogados,
cumplir con una serie de requisitos, como si ocurre con el recurso de
casación en materia civil, aun cuando a pesar de las diferencias que se
presentan entre ambos, persiguen las mismas consecuencias. / Por otra
parte, estima el Ministerio Público que es mayor la incongruencia, en torno
al artículo 324 del Código de Procedimiento Civil, si se toma en
consideración que para el ejercicio del recurso de casación, en materia
penal, no se exige otro requisito adicional, que el haber sido parte en el
proceso penal como defensor, fiscal, querellante privado o acusador
privado. / Lo anteriormente expuesto, permite afirmar que a juicio del
Ministerio Público, los requisitos establecidos para el ejercicio del recurso
extraordinario de casación en materia civil, se traducen en una

702
discriminación en contra de los abogados, ya que, habiendo cumplido por
igual los requisitos que se han establecido para poder ejercer su profesión,
cuentan con el acceso para poder litigar ante el Tribunal Supremo de
Justicia, en lo que respecta a todos los recursos, demandas y acciones,
con la única excepción del recurso de casación en materia civil. / Por otra
parte, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, contempla
el artículo 105, el cual concuerda con el 82 de la Constitución derogada, y
expresa que: / ‘Artículo 105. La ley determinará las profesiones que
requieren título y las condiciones que deben cumplirse para ejercerlas,
incluyendo la colegiación.’ / Sin embargo, el Ministerio Público considera
necesario acotar, que la norma transcrita en el caso concreto que se
estudia, debe interpretarse como el establecimiento del régimen de las
profesiones, siendo que cuando se menciona que la ley determinará las
condiciones que deberán cumplirse para ejercer las distintas profesiones,
en el caso de los abogados, se entiende que se refiere a los requisitos que
éstos profesionales deberán llenar para poder efectuar la práctica de su
profesión, como sería, el registro del título expedido por la respectiva
Universidad, la inscripción en el Colegio de Abogados que les corresponda
y en el Instituto de Previsión Social del Abogado. / Lo que no puede
pretenderse es utilizar dicha norma para justificar la imposición de
requisitos diferentes, para que los abogados puedan ejercer un
determinado recurso sólo ante un determinado tribunal, como es el caso
del recurso extraordinario de casación, en materia civil, ante el Tribunal
Supremo de Justicia. / Ahora bien, como ya ha sido establecido, debe
tomarse en cuenta el rango jerárquico que posee la Constitución de la
República de Venezuela, dentro de la cual se ha propugnado además,
como uno de los valores superiores del ordenamiento jurídico y de la
actuación de todos los Poderes Públicos que la integran, a la igualdad,
valor que es desarrollado en el artículo 21 constitucional -cuyo contenido
es más amplio que el dispuesto en el artículo 61 de la Constitución
derogada-, al prohibir la discriminación en los términos por él expuesto. /
Siendo la igualdad un valor de rango constitucional, así como un derecho
subjetivo, el trato desigual se considera la excepción que sólo puede ser
considerada constitucional cuando concurran las circunstancias
establecidas por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y
que ya fueron citadas anteriormente. En virtud de ello, ‘ninguna norma
subordinada -y todas lo son para la Constitución- podrá desconocer ese
cuadro de valores básicos y todas deberán interpretarse en el sentido de
hacer posible con su aplicación el servicio, precisamente, a dichos
valores.’ (García de Enterria, Eduardo, Ob. Cit., p. 98). / También ha
quedado determinado que las razones que fundamentaron la redacción del
artículo 324 del Código de Procedimiento Civil, no se consideran contestes
con los principios y valores del Texto Constitucional vigente, además de
señalarse que los requisitos para el ejercicio de la profesión de los
abogados, no se han creado para su actuación ante el Tribunal Supremo
de Justicia, sino sólo para el recurso de casación. / Aunado a lo anterior,
se ha expresado lo relativo al fundamento de lo extraordinario de dicho
recurso por los fines anulatorios que persigue, el cual el Ministerio Público
tampoco considera suficiente, ya que como se indicó, existen actualmente
otros recursos que se pueden intentar ante la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia y aunque tienen la misma consecuencia
procesal, no se han establecido condiciones especiales para que los
abogados puedan ejercerlos. / Sin embargo, esta Institución comparte el

703
criterio de que los abogados deben tener cierta técnica y conocimientos
jurídicos para poder formalizar el recurso de casación, pero tales
exigencias no deberían traducirse en una norma que en la actualidad se
presenta como discriminatoria por los motivos ya expuestos, sino que tal
técnica y conocimientos deben ser objeto de revisión sólo en cuanto al
cumplimiento de ciertas formalidades en la preparación del escrito de
formalización, las cuales se encuentran consagradas en el artículo 317 del
Código de Procedimiento Civil. / Con relación a lo anterior, cabe señalar
que dicho Código de Procedimiento Civil contempla una sanción procesal
para aquellos escritos que carezcan de una adecuada técnica casacional.
Sobre este aspecto la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia, ha indicado lo siguiente: / ‘... no hay posibilidad jurídica para la
Sala de declarar la inadmisibilidad de un escrito de formalización, ya que
no existe en nuestra ley adjetiva civil, la previsión acerca de no admitir un
escrito de formalización de un recurso de casación por falta de debida
técnica. / Lo viable sería sentenciar al recurso de casación perecido por
falta de técnica, a tenor de lo dispuesto en el artículo 325 del Código de
Procedimiento Civil, el cual preceptúa: / ‘Se declarará perecido el recurso,
sin entrar a decidirlo, cuando la formalización no se presente en el lapso
señalado en el artículo 317, o no llene los requisitos exigidos en el mismo
artículo...’. (Sentencia Nº 457 del 16 de noviembre de 2000). / En virtud de
todo lo expuesto, el Ministerio Público considera que la norma impugnada
contraría lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, además de no justificarse en la actualidad el
trato discriminatorio que representa para los abogados en el ejercicio de su
profesión, por lo que considera que el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, debe ser declarado inconstitucional por esa honorable
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. / Conclusión / Por los
fundamentos antes expuestos, el Ministerio Público considera que en el
recurso de nulidad por inconstitucionalidad intentado por el abogado Adolfo
José López Fernández, en contra de la norma contenida en el artículo 324
del Código de Procedimiento Civil, debe declararse la perención de la
instancia, en virtud del tiempo transcurrido sin actividad procesal por parte
del accionante, a tenor de lo dispuesto en el artículo 86 de la Ley Orgánica
de la Corte Suprema de Justicia. / Ahora bien, como quiera que el asunto
de fondo del presente recurso comporta materia de orden público
constitucional, el Ministerio Público, en ejercicio de las atribuciones
consagradas en los numerales 1 y 2 del artículo 285 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el artículo
333 eiusdem y de acuerdo a lo preceptuado en el artículo 11, numeral 1 de
la Ley Orgánica del Ministerio Público considera que el artículo 324 del
Código de Procedimiento Civil, es inconstitucional por ser contrario a lo
establecido en los artículos 21 y 26 de la Carta Magna y así solicito lo
declare, de oficio, esta honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:2
CRBV art:7
CRBV art:19
CRBV art:21
CRBV art:23
CRBV art:26

704
CRBV art:61
CRBV art:82
CRBV art:105
CRBV art:253
CRBV art:257
CRBV art:285
CRBV art:285-1
CRBV art:285-2
CRBV art:333
CRBV art:335
CRBV art:336-7
CRBV art:336-10
CR art:61
CR art:82
LOCSJ art:86
LOCSJ art:116
CPC art:317
CPC art:324
LOMP art:11-1
DIMP Nº DGAJ-DCCA-2004-13581
16-03-2004
STSJ Nº 1197
17-10-2000
STSJ 20-01-2000
STSJSCC 31-10-2000
STSJ Nº 457
16-11-2000
STSJSCO 06-02-2001
STSJ 28-11-2002
SCSJSCC 11-11-1991

DESC ABOGADOS
DESC CASACION
DESC CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL
DESC DISCRIMINACION
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC IGUALDAD
DESC JUSTICIA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC OMISION LEGISLATIVA
DESC ORDEN PUBLICO
DESC PERENCION
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.776-792.

705
253
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJA
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Inconstitucionalidad por omisión legislativa.
Dictamen consignado por el Fiscal General de la República,
mediante Oficio Nº DGAJ-DCCA-2004-22989, de fecha 26 de
abril de 2004, en relación con la acción de inconstitucionalidad
por omisión legislativa, incoada por los abogados María Elena
Rodríguez y Marino Alvarado, actuando en su carácter de
apoderados judiciales de la Organización Programa Venezolano
de Educación Acción en Derechos Humanos -PROVEA-, contra
la Asamblea Nacional por haber promulgado la Ley Orgánica
del Sistema de Seguridad Social, publicada en la Gaceta Oficial
de la República Bolivariana de Venezuela en fecha 30 de
diciembre de 2002, sin contemplar el régimen de transitoriedad
que regule los porcentajes correspondientes a las cotizaciones
de patronos y trabajadores por concepto de contribución
especial al Régimen Prestacional de Empleo. (Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, Exp. Nº 03-
1100).

FRAGMENTO

“DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL DERECHO


APLICABLE / Conforme a lo previsto en el artículo 116 de la Ley Orgánica
de la Corte Suprema de Justicia, corresponde al Ministerio Público
presentar su dictamen con relación a la acción de inconstitucionalidad por
omisión legislativa incoada por los abogados María Elena Rodríguez y
Marino Alvarado, actuando en su carácter de apoderados judiciales de la
Organización Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos
Humanos -PROVEA-, y al respecto se hacen las siguientes
consideraciones: / En el presente caso, el accionante ejerce la acción de
inconstitucionalidad contra la Asamblea Nacional, por haber promulgado la
Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social, publicada en la Gaceta
Oficial N° 37.600, de fecha 30 de diciembre de 2002, sin consagrar el
régimen de transitoriedad que regule cuáles son los porcentajes
correspondientes a las cotizaciones de patronos y trabajadores por
concepto de contribución especial al Régimen Prestacional de Empleo; en
virtud que la ley en comento, en su artículo 138, derogó expresamente el
Decreto con Rango y Fuerza de Ley que Regula el Subsistema de Paro
Forzoso y Capacitación Laboral. / La acción de inconstitucionalidad por
omisión legislativa se encuentra consagrada en el artículo 336, numeral 7
de la Carta Magna, como una de las atribuciones de la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, el cual es del tenor siguiente: / ‘Artículo
336. Son atribuciones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia: / (…) / 7. Declarar la inconstitucionalidad de las omisiones del
poder legislativo municipal, estadal o nacional, cuando haya dejado de
dictar las normas o medidas indispensables para garantizar el

706
cumplimiento de esta Constitución, o las haya dictado en forma
incompleta; y establecer el plazo y, de ser necesario, los lineamientos de
su corrección’. / Esta Institución referida a la acción de inconstitucionalidad
por omisión legislativa, tiene su origen en el sistema yugoslavo y
portugués, y posteriormente se desarrolló en países como Argentina,
Costa Rica, Brasil, Hungría y Angola; tesis doctrinaria que fue acogida por
el Constituyente venezolano de 1999. / El objeto de esta acción es verificar
los casos en los cuales no se han emitido las leyes o actos ejecutivos
requeridos para hacer que las normas constitucionales sean plenamente
aplicables, de manera que, pudiera evitarse, que se continúen presentando
situaciones similares a la ocurrida, durante casi treinta años, con la
legislación en materia de amparo constitucional, que a pesar de haber sido
regulada en el artículo 49 de la derogada Constitución de la República de
Venezuela de 1961, no fue desarrollada legislativamente. / A través de la
norma supra señalada, se consagra por primera vez en el derecho
venezolano, la institución de la declaratoria de inconstitucionalidad de la
omisión en que incurra el Poder Legislativo cuando no ha dictado las
normas o medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de la
Constitución. / En efecto, la citada norma le atribuye directa e
inequívocamente a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, la competencia para el conocimiento de la acción de
inconstitucionalidad por omisión, determinando ella, la inconstitucionalidad,
por la inactividad en que haya incurrido algún órgano del Poder Legislativo
al no adecuar su conducta, en absoluto o parcialmente, al cumplimiento de
la obligación de dictar una norma o una medida indispensable para
garantizar el cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. / Desde el punto de vista de la doctrina las omisiones se
clasifican en: absolutas y relativas. / Las omisiones absolutas se presentan
cuando falta cualquier disposición de desarrollo legislativo de las normas
constitucionales; mientras que las omisiones relativas del legislador, se
producen cuando existe el desarrollo legislativo de la norma constitucional
pero en forma parcial o incompleta; es decir, cuando se regulan sólo
algunos supuestos de hecho o situaciones. / Esta clasificación dada por la
doctrina, se puede verificar a través de los requisitos para la procedencia
de la declaratoria de inconstitucionalidad por omisión legislativa y los
efectos de la sentencia que se produzca o que declare la omisión, los
cuales son: / 1) Cuando haya dejado de dictar normas o medidas
indispensables para garantizar el cumplimiento de la Constitución. / 2)
Cuando las normas o medidas se hayan dictado en forma incompleta. /
Cabe resaltar que, sobre este tema, apenas se han establecido algunos
lineamientos básicos en sentencia emanada de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 9 de julio de 2002, caso: Alfonso
Albornoz Niño y Gloria de Vicentini, con ponencia del Magistrado Jesús
Eduardo Cabrera, en la cual además de hacer un análisis sobre la doctrina
extranjera relacionada con esta acción, se estableció que la misma puede
ser considerada como una subespecie, de reciente creación, de la acción
popular de inconstitucionalidad, por lo que cualquier persona, natural o
jurídica, posee legitimación para ejercerla, como se desprende del ejercicio
de una acción popular de inconstitucionalidad. / En este orden de ideas,
refiere el tratadista Fernández Segado, que para la determinación de la
existencia de la omisión inconstitucional, los extremos a ponderar serán la
trascendencia de la mediación legislativa conectada con el elemento
temporal, parámetros decisivos para precisar la razonabilidad del tiempo

707
por el que se prolonga la inacción legislativa. / Señala el citado autor, que
de este modo es como puede entenderse que la mera realización
normativa de un mandato constitucional abstracto engendra simplemente
un ‘incumplimiento de las exigencias constitucionales’, que no obstante ser
criticable, no es suficiente para convertirla en omisión legislativa
inconstitucional, calidad a la que arribará, cuando dejara de ser ‘razonable’
la inercia admitida hasta ese momento como discrecional del legislador.
(Fernández Segado, Francisco. Los nuevos retos del Estado social para la
protección jurisdiccional de los derechos fundamentales”, Año XXXII, N°
8545, Rep. Arg; 25 de julio de 1994, p.4). / En criterio del Ministerio Público
y de acuerdo con lo planteado, la sola violación de un mandato
constitucional abstracto, no es suficiente para comprobar la omisión
legislativa inconstitucional, para ello es necesario tomar en cuenta el
criterio de la razonabilidad del tiempo transcurrido. / En consecuencia, el
elemento temporal cobra fuerza a la hora de determinar la existencia de
una omisión legislativa inconstitucional. Este argumento no sólo se
desprende de la posición adoptada por la doctrina reconocida, sino
además, de la Exposición de Motivos de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, cuando establece que la inconstitucionalidad
por omisión se producirá ‘por la falta de desarrollo por parte del Poder
Legislativo, durante un tiempo excesivamente largo, de aquellas normas
constitucionales de obligatorio y concreto desarrollo, de forma tal que
impida su eficaz aplicación…’. / Adicionalmente, cabe destacar que el
artículo 336, numeral 7, del Texto Constitucional, sólo establece como
condición para declarar la inconstitucionalidad por omisión legislativa, que
el órgano del Poder Legislativo que se trate, haya dejado de dictar normas
o medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de la
Constitución, o las haya dictado en forma incompleta. / Con fundamento en
lo expuesto, advierte el Ministerio Público que son dos los elementos
definitorios de la omisión legislativa inconstitucional, el primero, el aspecto
temporal; es decir, el margen de tiempo durante el cual se ha mantenido la
omisión del legislador, y en segundo lugar, el requisito según el cual, las
normas omitidas deben ser indispensables para garantizar el cumplimiento
de la Constitución. / Con relación al primer aspecto, es preciso distinguir
dos escenarios, uno, cuando estamos frente a una disposición
constitucional que contempla un mandato abstracto al legislador, en el cual
no se prevé un lapso determinado dentro del cual dicho órgano debe
cumplir con su obligación de dictar la ley. / En el primer supuesto, ante la
ausencia de un plazo determinado, debe considerarse un plazo razonable
para que el legislador cumpla con su obligación, atendiendo a criterios,
tales como el fallo estructural del sistema, la cantidad de trabajo, la
necesidad de la ley, su dificultad de estudio, e incluso, la etapa dentro del
proceso de elaboración en que se encuentra. Atendiendo a todas estas
circunstancias, el órgano jurisdiccional decidirá si está frente a una omisión
legislativa inconstitucional o si el lapso transcurrido es razonable y por
ende, no se está en presencia de una omisión legislativa inconstitucional. /
En el segundo supuesto, cuando se trata de un mandato concreto, el
tiempo razonable es determinado por el Constituyente; es decir, es éste el
que decide cuál es el plazo que se le concede al órgano legislativo para
dictar una ley o norma. Fuera de dicho lapso, se entiende que el legislador
ha excedido el tiempo razonable de omisión y en consecuencia, se está
frente a una omisión legislativa inconstitucional. / Ahora bien, en el caso
particular, el Ministerio Público, advierte que el legislador dictó la Ley

708
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, en virtud del mandato
constitucional previsto en el artículo 86 del Texto Fundamental, el cual es
del tenor siguiente: / ‘Artículo 86.- Toda persona tiene derecho a la
seguridad social como servicio público de carácter no lucrativo, que
garantice la salud y asegure protección en contingencias de maternidad,
paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas,
discapacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de
empleo, desempleo, vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas
de la vida familiar y cualquier otra circunstancia de previsión social. El
Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de este derecho,
creando un sistema de seguridad social universal, integral, de
financiamiento solidario, unitario, eficiente, y participativo, de
contribuciones directas o indirectas. La ausencia de capacidad
contributiva no será motivo para excluir a las personas de su protección.
Los recursos financieros de la seguridad social no podrán ser destinados a
otros fines. Las cotizaciones obligatorias que realicen los trabajadores y las
trabajadoras para cubrir los servicios médicos y asistenciales y demás
beneficios de la seguridad social podrán ser administrados sólo con fines
sociales bajo la rectoría del Estado. Los remanentes netos del capital
destinado a la salud, la educación y la seguridad social se acumularán a
los fines de su distribución y contribución en esos servicios. El sistema de
seguridad social será regulado por una ley orgánica especial.’ / Como
puede observarse, el mandato constitucional fue cumplido por el legislador
al haber dictado la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social, dentro
de un lapso razonable, a pesar de no habérsele establecido un plazo
expreso; es decir, estamos frente a una disposición constitucional que
contempla un mandato abstracto al legislador, en el cual no se prevé un
lapso determinado dentro del cual dicho órgano debía cumplir con su
obligación de dictar la ley. / En cuanto al argumento del recurrente, que el
legislador desarrolló la norma constitucional, pero en forma incompleta, por
cuanto al derogar en el artículo 138 de la Ley Orgánica del Sistema de
Seguridad Social, el Decreto con Rango y Fuerza de Ley que Regula el
Subsistema de Paro Forzoso y Capacitación Laboral, no estableció el
régimen de transitoriedad que regulara los porcentajes correspondientes a
las cotizaciones de patronos y trabajadores por concepto de contribución
especial al Régimen Prestacional de Empleo; el Ministerio Público advierte
que el legislador nacional consagró el régimen de transitoriedad que regula
los porcentajes correspondientes a las cotizaciones de patronos y
trabajadores por concepto de contribución especial al Régimen
Prestacional de Empleo, en el artículo 132 de la Ley Orgánica del Sistema
de Seguridad Social, cuyo texto es del tenor siguiente: / ‘Artículo 132.-
Hasta tanto se aprueben las leyes de los regímenes prestacionales, el
cálculo de las cotizaciones del Seguro Social Obligatorio se hará tomando
como referencia los ingresos mensuales que devengue el afiliado, hasta un
límite máximo equivalente a cinco (5) salarios mínimos urbanos vigentes,
unidad de medida que se aplicará a las cotizaciones establecidas en la Ley
del Seguro Social. / Esta disposición deroga lo establecido en el artículo
674 de la Ley Orgánica del Trabajo en lo que al cálculo de las
contribuciones y cotizaciones de la seguridad social se refiere.’ / Del
contenido de la norma trascrita, se observa que el legislador consagro un
nuevo tope salarial para la base contributiva que deberá tenerse en cuenta
para el cálculo de las cotizaciones y retenciones que deban efectuarse
dentro del sistema de seguridad social, y, en tal sentido, dispone que hasta

709
tanto se aprueben las leyes de los regímenes prestacionales, el cálculo de
las cotizaciones del Seguro Social Obligatorio se hará tomando como
referencia los ingresos mensuales que devengue el afiliado, hasta un límite
máximo equivalente a cinco salarios mínimos urbanos vigentes, unidad de
medida que se aplicará a las cotizaciones establecidas en la Ley del
Seguro Social. / La referida norma derogó expresamente la disposición
contenida en el artículo 674 de la Ley Orgánica del Trabajo, que fijaba
temporalmente como unidad de medida, en sustitución de cada unidad de
salario mínimo, la cantidad de quince mil bolívares (Bs. 15.000,00) a los
fines del cálculo de las contribuciones, garantías, sanciones pecuniarias o
cualquier otra estipulación prevista en cualquier instrumento legal distinto a
la mencionada Ley. / La disposición contenida en el artículo 132 de la Ley
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, comporta dos (2)
consecuencias, a saber: / (a) La primera, que las cotizaciones a la
seguridad social deberán hacerse con base en el ‘ingreso mensual’ del
trabajador, término éste mucho más amplio que el de ‘salario’ utilizado por
la antigua Ley del Seguro Social, y el de ‘salario normal’ mencionado en el
parágrafo cuarto del artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo. / (b) La
segunda consecuencia, es que el tope salarial para el cálculo de las
contribuciones debidas a la seguridad social será ahora de un millón
doscientos treinta y cinco mil quinientos veinte bolívares (Bs.
1.235.520,00) mensuales, en lugar de cuatrocientos cincuenta mil
bolívares (Bs. 450.000,00) mensuales cantidad que venía utilizando a esos
fines el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Esta suma de un
millón doscientos treinta y cinco mil quinientos veinte bolívares (Bs.
1.235.520,00) es el equivalente a cinco (5) salarios mínimos urbanos
vigentes, que fueron establecidos mediante decreto ejecutivo en la
cantidad de doscientos cuarenta y siete mil ciento cuatro bolívares (Bs.
247.104,00). / Al ser una ley de contenido social las disposiciones de la
Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social tienen aplicación inmediata,
por lo que la cotización en referencia tiene vigencia plena desde la fecha
en que dicha ley entró en vigor. En ese sentido, las empresas
contribuyentes deberán retener a sus trabajadores las cotizaciones que se
causen a partir de enero de 2003 inclusive, y hacer sus propios aportes,
con base en el artículo 132 de la mencionada ley. / Cabe destacar, que de
conformidad con el artículo 116 de la Ley Orgánica del Sistema de
Seguridad Social, la base contributiva para el cálculo de las cotizaciones
tendrá como límite inferior el monto del salario mínimo urbano -que
actualmente asciende a la suma de doscientos cuarenta y siete mil ciento
cuatro bolívares (Bs. 247.104,00)- y como límite superior diez (10) salarios
mínimos urbanos, es lo cierto que ese tope de diez (10) salarios mínimos
no podrá aplicarse hasta tanto no sean dictadas las leyes que regulen
cada uno de los regímenes prestacionales previstos en la mencionada ley.
/ Ello en razón de lo establecido en el artículo 132 de la Ley Orgánica del
Sistema de Seguridad Social que dispone que hasta tanto no sean
aprobadas las Leyes de los Regímenes Prestacionales de Salud, Previsión
Social, Vivienda y Hábitat, el cálculo de las cotizaciones del seguro social
obligatorio se hará tomando como referencia los ingresos mensuales que
devengue el afiliado, hasta un límite máximo equivalente a cinco salarios
mínimos urbanos vigentes, lo que actualmente equivale a la cantidad de un
millón doscientos treinta y cinco mil quinientos veinte bolívares (Bs.
1.235.520,00). / Así, en definitiva, hasta tanto no sean sancionadas las
referidas leyes, la base de cálculo de dichas cotizaciones deberá

710
efectuarse de conformidad con lo establecido en el artículo 132 de la Ley
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, esto es, tomando como
referencia los ingresos mensuales que devengue el afiliado, hasta un límite
máximo equivalente a cinco salarios mínimos urbanos vigentes. Por lo
tanto, estima el Ministerio Público que el régimen transitorio que regula las
tasas de cotización para patronos y trabajadores, y la base imponible para
el cálculo de las contribuciones al Régimen Prestacional de Empleo,
denunciado por los accionantes como omitido, fue contemplado por la
Asamblea Nacional en el artículo 132, razón por la cual, en criterio del
Ministerio Público, lo procedente y ajustado a derecho es declarar no ha
lugar, la acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa. / Conclusión
/ Por los razonamientos anteriormente expuestos el Ministerio Público
considera que la acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa
ejercida por los abogados María Elena Rodríguez y Marino Alvarado,
actuando en su carácter de apoderados judiciales de la Organización
Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos -
PROVEA-, contra la Asamblea Nacional por haber promulgado la Ley
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, publicada en la Gaceta Oficial
N° 37.600, de fecha 31 de diciembre de 2002, , sin contemplar un régimen
de transitoriedad que regule los porcentajes correspondientes a las
cotizaciones de patronos y trabajadores por concepto de contribución
especial al Régimen Prestacional de Empleo, debe ser declarada
improcedente por esa honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:86
CRBV art:336-7
CR art:49
LOCSJ art:116
LOSSS art:132
LOSSS art:133
LOSSS art:138
LOT art:674
DIMP Nº DGAJ-DCCA-2004-22989
26-04-2004
STSJSCO 09-07-2002

DESC ASAMBLEA CONSTITUYENTE


DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC LEYES
DESC OMISION LEGISLATIVA
DESC PODER LEGISLATIVO
DESC PRESTACIONES SOCIALES
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SEGURIDAD SOCIAL
DESC SEGURO DE PARO FORZOSO
DESC TRABAJO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.792-798.

711
254
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Reserva legal.
Dictamen consignados por el Fiscal General de la República
mediante Oficio N° DGAJ-DCCA-2004-047488 de fecha 22-7-
2004, en el recurso de nulidad parcial por razones de
inconstitucionalidad e ilegalidad ejercido conjuntamente con
acción de amparo constitucional, por los abogados Evelyn Del
Valle Ramírez Brito y Carlos Valdivia Sánchez, en su carácter de
apoderados judiciales de los ciudadanos Nicolás Castellanos
Gómez, Maribel Martínez Cruz y Omaira María Sánchez Ramírez,
contra el artículo 180 y las Disposiciones Transitorias Séptima,
Octava y Novena de la Constitución del Estado Táchira,
publicada en la Gaceta Oficial del Estado Táchira N° 764
Extraordinario de fecha 2 de febrero de 2001, y reimpresa en la
Gaceta Oficial del mismo Estado N° 778 Extraordinario, del 9 de
febrero de 2001. (Exp. Nº 2003-998).

FRAGMENTO

“…DICTAMEN DEL MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL DERECHO APLICABLE /


Corresponde al Fiscal General de la República, en representación del Ministerio Público y
conforme a lo previsto en el artículo 116 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, presentar su dictamen sobre las denuncias de inconstitucionalidad e ilegalidad
expuestas por los recurrentes y a tales efectos observa: / Los recurrentes denuncian, en
primer lugar, la inconstitucionalidad e ilegalidad contra la Constitución del Estado Táchira,
publicada en la Gaceta Oficial del Estado Táchira N° 764 Extraordinario de fecha 2 de
febrero de 2001, y reimpresa en la Gaceta Oficial del mismo estado N° 778 Extraordinario,
del 9 de febrero de 2001, por considerar que la Asamblea Legislativa del Estado Táchira no
respetó la división de los poderes y distribución de funciones de los órganos del Poder
Público, invadiendo competencias de materia nacional atribuidos a otros Poderes Públicos,
específicamente de la Asamblea Nacional, violando las disposiciones contenidas en los
artículos 4, 7, 136, 137, 169, 292, 293 numeral 7, y Disposición Transitoria Cuarta numeral
7, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / Sobre tales argumentos,
el Ministerio Público considera que de conformidad con lo previsto en los artículos 7, 136 y
137 del texto Fundamental, cada una de las entidades político territoriales que integran la
federación venezolana, tienen sus funciones propias, definidas tanto por la Constitución
como por las leyes, convirtiéndose las mismas en los parámetros de actuación permitidos a
los órganos que ejercen el Poder Público en sus respectivos ámbitos territoriales. / La
distribución de funciones establecida en la norma constitucional, prohíbe que uno de los
entes políticos territoriales que ejerce el Poder Público, pueda establecer regulaciones o
actuar en los ámbitos que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, haya
reservado a otro ente político territorial. / Cualquier violación a este principio constitucional,
ocasiona que la actuación del Poder Público, bien sea a través de una norma, de un
decreto o acto administrativo, sea contrario a la Carta Fundamental y por lo tanto, nulo de
nulidad absoluta, de conformidad con lo previsto en el artículo 25 constitucional, por
violación del artículo 137 de la Carta Fundamental. / Tal como lo ha señalado la
jurisprudencia clásica, cuando un órgano de una de las ramas del Poder Público ejerce una
función que, de acuerdo con la Constitución y las leyes, está atribuida a otra de las ramas
del Poder Público, se incurre en el vicio de incompetencia constitucional denominado
usurpación de funciones. / Sobre el particular, ese Máximo Tribunal de la República ha
reiterado lo siguiente: / ‘… se incurre en usurpación de funciones cuando una autoridad
legítima, dicta acto invadiendo la esfera de competencia de un órgano perteneciente a otra
rama del Poder Público, violentando de ese modo las disposiciones contenidas en los
712
artículos 136 y 137 del Texto Fundamental, en virtud de los cuales se consagra, por una
parte, el principio de separación de los poderes, según el cual cada rama del Poder Público
tiene sus funciones propias y se establece, por otra que sólo la Constitución y la ley definen
las atribuciones del Poder Público y a estas normas debe sujetarse su ejercicio. Se trata,
entonces, la usurpación de funciones de un vicio que afecta elemento subjetivo del acto
administrativo, de manera que al invadirse la esfera de atribuciones que es propia de otro
órgano del Poder Público, se estaría incurriendo en la incompetencia manifiesta, la cual
traería como consecuencia inmediata la nulidad absoluta del acto impugnado…’. (Sentencia
N° 02716, dictada por la Sala Político Administrativa, de fecha 20 de noviembre de 2001,
Caso: Hugo Moreno contra el extinto Consejo de la Judicatura). / En tal sentido, el
Ministerio Público observa que el Consejo Legislativo del Estado Táchira, desarrolló en el
Título IX, Capítulo II de la Constitución de esa entidad federal, disposiciones referidas a
principios constitucionales sobre Régimen Municipal, que sólo pueden ser dictados y
desarrollados por la Asamblea Nacional, mediante la ley nacional, tal como lo establece la
Disposición Transitoria Cuarta numeral 7 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, la cual es del tenor siguiente: / ‘Disposición Transitoria Cuarta. Dentro del
primer año, contado a partir de su instalación, la Asamblea Nacional aprobará: /
(…Omissis…) / 7. La legislación que desarrolle los principios constitucionales sobre el
régimen municipal. De conformidad con ella, los órganos legislativos de los Estados
procederán a sancionar los instrumentos normativos que correspondan a la potestad
organizadora que tienen asignada con respecto a los Municipios y demás entidades locales
y a la división político-territorial en cada jurisdicción. / Se mantienen los Municipios y
parroquias existentes hasta su adecuación al nuevo régimen previsto en dicho
ordenamiento. / (…Omissis…)’. / De la norma constitucional ut supra, se desprende
claramente la voluntad del Constituyente de 1999, al ordenar que el desarrollo de los
principios constitucionales sobre régimen municipal, debe efectuarse a través de una ley
nacional, que evidentemente sólo puede ser dictada por el órgano a quien corresponde la
función legislativa en el Poder Nacional, como es la Asamblea Nacional, según lo dispuesto
en el artículo 187, numeral 1 del Texto Fundamental. / En consecuencia, en criterio del
Ministerio Público, el Consejo Legislativo del Estado Táchira, al haber desarrollado en la
Constitución de ese estado esos principios, incurrió así en un vicio de incompetencia
constitucional denominado usurpación de funciones. / En este orden de ideas, el Ministerio
Público observa que si bien es cierto que, conforme a lo previsto en el artículo 164 de la
Carta Magna, es de la exclusiva competencia de los Estados dictar su Constitución para
organizar los poderes públicos, no es menos cierto que deben hacerlo de conformidad con
lo dispuesto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y en ese sentido,
la Carta Magna es precisa al ordenar a la Asamblea Nacional dictar una ley nacional sobre
régimen municipal, que en definitiva es la que va a servir de base, para el ejercicio de la
potestad atribuida a los Consejos Legislativos de los Estados, para organizar su territorio y,
con ello, los municipios que integran la entidad federal. / A tales efectos, el artículo 169 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece: / ‘La organización de
los Municipios y demás entidades locales se regirá por esta Constitución, por las normas
que para desarrollar los principios constitucionales establezcan las leyes orgánicas
nacionales, y por las disposiciones legales que en conformidad con aquéllas dicten los
Estados. / (…Omissis…)’. / De lo anterior, los estados están impedidos de legislar en
materia de régimen municipal hasta tanto la Asamblea Nacional no dicte las normas
correspondientes para establecer el marco bajo el cual han de legislar los Consejos
Legislativos estadales. Aún más, el propio Texto Fundamental dispone que hasta tanto no
se dicte la normativa del nuevo régimen municipal, seguirán vigente las disposiciones
legales que informan el régimen municipal actual, siempre que no colidan con el novísimo
texto constitucional de 1999 (Disposición Transitoria Décima Cuarta). / Al respecto, esta
honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia de
fecha 27 de mayo de 2003, ponencia del Magistrado Antonio J. García García, (caso: Henry
Ramírez y Martha Ariza, Exp. N° 03-1167), reiteró la restricción antes señalada a los
Estados al señalar: / ‘…desde el inicio de la vigencia de una Constitución todo órgano
creado por ella, en principio, está facultado para ejercer sus poderes, existen casos en
que por previsión especial ello no es así. Es lo que ocurre en este caso, pues la
Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7, ha limitado el poder de los Estados, ejercitable
por sus Consejos Legislativos, de manera que se les impide organizar su territorio mientras
la Asamblea nacional no sancione una ley general sobre el régimen municipal./(…) En el
caso de los mandatos al legislador que no han sido atendidos, esas Disposiciones
Transitorias siguen en vigor, y la Asamblea nacional debe cumplir lo que se le ordena, así
su plazo se encuentre ampliamente superado. / Lo anterior, que es predicable respecto de
todos los mandatos similares, tiene especial relevancia en el caso del numeral 7 de la
Disposición Transitoria Cuarta, toda vez que en ella se contempla una inmovilización

713
ausente en otros supuestos. Por tanto, la prohibición a los Estados para ejercer su poder
constitucional a organizarse territorialmente debe encontrar rápido fin’. / Con base en los
argumentos expuestos, advierte el Ministerio Público que el Consejo Legislativo del Estado
Táchira estaba impedido de establecer, en la Constitución de ese estado, normas relativas
al Régimen Municipal por cuanto hasta la presente fecha la Asamblea Nacional no ha
dictado las normas correspondientes al nuevo régimen municipal, por lo cual, en criterio del
Ministerio Público, las normas impugnadas están viciadas de inconstitucionalidad por
usurpación de funciones. / Por otra parte, estima el Ministerio Público necesario emitir
pronunciamiento acerca de las atribuciones que conforme al impugnado artículo 180 se le
atribuyen al Alcalde o Alcaldesa de los Municipios de ese estado, específicamente en lo
atinente a la de coordinar y velar por el correcto manejo de los libros de registro civil en su
jurisdicción. Igualmente, es necesario a los efectos del presente análisis, traer a colación lo
establecido en la disposición transitoria séptima, impugnada, según la cual, ‘Hasta tanto el
Consejo Nacional no asuma la función del Registro Civil y no se dicte la legislación nacional
que desarrolle lo relativo a esta materia para el cumplimiento del mandato constitucional ...
los bienes y recursos presupuestarios y de personal al servicio de las Prefecturas de
Municipios y de Parroquias serán transferidos por el Ejecutivo Estadal a las Alcaldías. (...)’ /
Sobre el particular, observa el Ministerio Público que la norma impugnada establece
regulaciones relativas al registro civil, que son competencia del Poder Nacional,
específicamente del Poder Electoral, lo que incluso es reconocido por la norma
cuestionada, pero de manera inexplicable establece un régimen transitorio, sin que el
Constituyente le haya conferido tal atribución. No obstante lo anterior, es necesario afirmar
que los Alcaldes, de acuerdo con lo previsto en el artículo 174 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, fungen de primera autoridad civil, lo que les facultaría
para llevar los libros del registro civil, según lo previsto en el Código Civil. / En este orden
de ideas, advierte el Ministerio Público que con relación al registro civil, efectivamente la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, introdujo cambios profundos y
significativos al establecer en los artículos 292 y 293, numeral 7, que dentro de la
competencia del Poder Electoral está, la de mantener, organizar, dirigir y supervisar el
Registro Civil y Electoral, para lo cual se crea una Comisión de Registro Civil y Electoral. /
Sin embargo, y en lo atinente a la competencia de los Alcaldes en materia de los libros de
registro civil, esta honorable Sala Constitucional, a través de la Sentencia Nº 2.651 de fecha
2 de octubre de 2003, con ponencia del Magistrado Antonio J. García García, con ocasión
de dos recursos de interpretación acumulados de oficio, uno interpuesto por el abogado
Ricardo Delgado, sobre la interpretación del artículo 174 del Texto Fundamental, y otro
interpuesto, por los abogados Ramón Crassus, Jesús Alberto Díaz y otros, sobre la
interpretación de los artículos 174, 292 y 293, numeral 7, eiusdem. En dicha sentencia
la Sala interpretó las disposiciones constitucionales sobre el Registro Civil y Electoral, en
los siguientes términos: / ‘…Así, si la Constitución se refirió a un Registro Civil y Electoral,
cuando bien pudo decir sólo Electoral si hubiera pretendido mantener el régimen previo, la
razón debió ser la convicción acerca de la necesidad de unir, en uno solo, ambos registros,
y dejar en el pasado la dualidad. Esa solución además, encuentra acogida en diversos
ordenamientos y se justifica por razones indiscutibles, que guardan relación con la
necesidad de transparencia de las elecciones…(omissis). Lo esencial, para respetar la
norma suprema, es que sea el Poder Electoral, a través de su Comisión de Registro Civil y
Electoral, el que centralice y controle ese Registro, el cual deberá ser único (…omissis...) /
Por lo expuesto, esta Sala enumera las siguientes conclusiones, para dar respuestas a las
interrogantes de los recurrentes: / 1 .A partir de la Constitución de 1999, el Registro Civil y
Electoral, como registro único, es competencia del Poder Electoral, a través de la Comisión
de Registro Civil y Electoral, a tenor de lo dispuesto en sus artículos 292 y 293, numeral 7. /
2.Ahora bien, sin eliminar esa atribución, reconocida de manera expresa por el Texto
Fundamental, que no la concede a ningún otro órgano, el legislador puede válidamente
regular la manera como se llevará efectivamente ese Registro, es decir, la forma como se
harán los asientos correspondientes a los diferentes aspectos de relevancia sobre el estado
de las personas. / 3. Para ello, bien puede mantener el sistema tradicional o instaurar uno
nuevo. Actualmente ha escogido lo primero, según se ha indicado, por lo que los libros del
Registro Civil corresponde llevarlos a la primera autoridad civil de los Municipios, quien
deberá actuar de conformidad con el Código Civil y la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente. / 4. Como la primera autoridad civil de un Municipio es el Alcalde,
de acuerdo con el artículo 174 de la Constitución, es él quien debe llevar los registros
correspondientes, y ya no los Prefectos ni Jefes Civiles, antiguas primeras autoridades de
Municipios y parroquias. Ello, sin perjuicio de las reglas para casos especiales que fijó el
Código Civil. / 5. Esa primera autoridad civil de los municipios, si bien anteriormente tenía el
control total del Registro Civil, ahora debe actuar sólo como colaborador con el órgano que
constitucionalmente tiene el poder de centralización del Registro: la Comisión de Registro

714
Civil y Electoral, por lo que debe atenerse a lo que, al respecto, dispone la Ley Orgánica del
Poder Electoral. / 6. En consecuencia, los Estados, quienes los llevaban por medio de
Prefectos y Jefes Civiles el Registro Civil, deben entregar los Libros respectivos –aquéllos
que regula el Código Civil- a los Alcaldes, quienes, en lo sucesivo, actuarán de la manera
como antes los hacían Prefectos y Jefes Civiles. Ello no excluye, según lo indicado, la
competencia para que otros funcionarios, en los casos expresamente ordenados por la ley,
lleven libros especiales, tales como los de matrimonios en Concejos Municipales o ante
otros funcionarios habilitados para presenciar esos actos. En todo caso, todos esos Libros
pasan a ser centralizados por el Poder Electoral, y no deben ser entregados a los Registros
Principales, pues las disposiciones al respecto se encuentran derogadas por la
Constitución. / 7. Está parcialmente derogado el artículo 447 del Código Civil, en lo que se
refiere al establecimiento de un poder a cargo de los Concejos Municipales respecto del
control de los libros de nacimientos, matrimonios y defunciones. De esta manera, no son
los Concejos Municipales los que entregarán ahora a los Alcaldes los Libros respectivos.
Además, esos Libros no necesitan ir firmados por el Presidente del Concejo Municipal, que
no es otro que el propio Alcalde. En la actualidad los libros deben provenir de la Comisión
de Registro Civil y Electoral y estar firmados por su Director. Por supuesto, ello no incluye
el caso de los libros que ya están iniciados, preparados conforme a la normativa previa. / 8.
Los Alcaldes, recibidos los actuales Libros-que les entregarán los Estados, una vez
recuperados de Prefectos y Jefes Civiles-, deberán de inmediato poner en conocimiento a
la Comisión de Registro Civil y Electoral de toda la información contenida en ellos. Esa
información deberá ser procesada por la referida Comisión y mantenerse continuamente
actualizada, de manera de que no haya disparidad entre la información que reposa en
los Libros que llevan los Alcaldes y la que mantiene la Comisión de Registro Civil y
Electoral.’. / En consecuencia, del fallo al cual se ha hecho referencia, se observa que la
Sala Constitucional de ese Máximo Tribunal de la República, aun cuando expresamente se
pronuncia sobre la solicitud de interpretación de la Disposición Transitoria Cuarta, numeral
7, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, resolvió lo denunciado por
los recurrentes, en cuanto a que efectivamente les corresponde a los alcaldes o alcaldesas
de los municipios, como primera autoridad civil, llevar los libros del Registro Civil, y actuar
como colaborador con el órgano que constitucionalmente tiene el poder de centralización
del Registro, como lo es, la Comisión de Registro Civil y Electoral, por lo que debe atenerse
a lo que, al respecto, dispone la Ley Orgánica del Poder Electoral; por lo tanto, para el
Ministerio Público lo dispuesto en el artículo 180, en cuanto a la competencia de los
Alcaldes en materia de registro civil, no vulnera la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, ya que de acuerdo a lo señalado en el artículo 174 eiusdem, les
corresponde en su carácter de primera autoridad civil del Municipio, dicha función. /
Finalmente, aun cuando no fue denunciado por los recurrentes, advierte el Ministerio
Público que la Disposición Transitoria Octava, se encuentra viciada de inconstitucionalidad,
por cuanto dispone que en materia de justicia de paz, los municipios deben dictar las
respectivas ordenanzas, sin tomar en consideración que conforme a lo previsto en el
artículo 178, numeral 7 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, esta
competencia está limitada por la ley nacional que regule la justicia de paz y que establezca
los parámetros para el ejercicio de la competencia por parte de los municipios, ley nacional
que aun no ha sido dictada. / Por lo expuesto, considera el Ministerio Público que la
Disposición Transitoria Octava está viciada de inconstitucionalidad por cuanto, aún no ha
sido dictada la norma que habilite a los municipios para dictar las ordenanzas en materia de
justicia de paz, conforme a lo previsto en el numeral 7 del artículo 178 de la Constitución,
no estando autorizado el legislador estadal legislar en dicha materia. / Conclusión / Por los
razonamientos anteriormente expuestos, el Ministerio Público considera que en el recurso
de nulidad parcial por motivos de inconstitucionalidad e ilegalidad incoado, por los
abogados Evelyn Del Valle Ramírez Brito y Carlos Valdivia Sánchez, actuando con el
carácter de apoderados judiciales de los ciudadanos Nicolás Castellanos Gómez, Maribel
Martínez Cruz y Omaira María Sánchez Ramírez, contra el artículo 180 y las Disposiciones
Transitorias Séptima, Octava y Novena de la Constitución del Estado Táchira, publicada en
la Gaceta Oficial del Estado Táchira N° 764 Extraordinario de fecha 2 de febrero de 2001, y
reimpresa en la Gaceta Oficial del mismo estado N° 778 Extraordinario, del 9 de febrero de
2001, deben emitirse los siguientes pronunciamientos: / Con lugar: La solicitud de nulidad
parcial del artículo 180 de la Constitución del Estado Táchira, excepto las atribuciones
relativas a la de ‘Coordinar y velar por el correcto manejo de de registro civil en su
jurisdicción’, por cuanto la misma de manera sobrevenida está acorde con la interpretación
vinculante de los artículos 174, 292 y 293, numeral 7 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, contenida en la Sentencia Nº 2.651 de fecha 2 de octubre de
2003, con ponencia del Magistrado Antonio J. García García, emitida por esta honorable
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de acuerdo con la potestad

715
interpretativa de la Constitución que le confiere el artículo 335 del Texto Fundamental. /
Con lugar: La solicitud de nulidad por motivos de inconstitucionalidad de las Disposiciones
Transitorias Octava y Novena de la Constitución del Estado Táchira. / Sin lugar: La solicitud
de nulidad por motivos de inconstitucionalidad de la Disposición Transitoria Séptima de la
Constitución del Estado Táchira, por cuanto la misma de manera sobrevenida está acorde
con la interpretación vinculante de los artículos 174, 292 y 293, numeral 7 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, contenida en la Sentencia Nº 2.651
de fecha 2 de octubre de 2003, con ponencia del Magistrado Antonio J. García García,
emitida por esta honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de
acuerdo con la potestad interpretativa de la Constitución que le confiere el artículo 335 del
Texto Fundamental”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:4
CRBV art:7
CRBV art:25
CRBV art:136
CRBV art:137
CRBV art:164
CRBV art:169
CRBV art:174
CRBV art:178-7
CRBV art:187-1
CRBV art:292
CRBV art:293
CRBV art:293-7
CRBV art:335
CRBV Disp.tran.4-7
CETA art:180
CETA Disp.tran.7
CETA Disp.tran.8
CETA Disp.tran.9
LOCSJ art:116
CC art:447
DIMP Nº DGAJ-DCCA-2004-047488
22-07-2004
STSJSPA 20-11-2001
STSJSCO 27-05-2003
STSJSCO Nº 2651
02-10-2003

DESC ALCALDES
DESC AMPARO
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC ASAMBLEAS LEGISLATIVAS
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
DESC CONSTITUCIONES
DESC ESTADO TACHIRA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC GOBIERNO LOCAL
DESC ILEGALIDAD
DESC JUSTICIA DE PAZ
DESC MATRIMONIO
DESC MUNICIPIOS

716
DESC NULIDAD
DESC PARROQUIAS
DESC PODER ELECTORAL
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC REGISTRO CIVIL
DESC REGISTRO ELECTORAL
DESC SENTENCIAS
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.798-805.

717
255
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Superior en lo Contencioso Administrativo TSCA
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad intentado por el Fiscal General de la
República conjuntamente con medida cautelar innominada,
contra el Decreto N° 0341, de fecha 25 de octubre de 1999,
dictado por el ciudadano Enrique Mendoza D´Ascoli, cuando se
desempeñaba como Gobernador del Estado Miranda, publicado
en la Gaceta Oficial del Estado Miranda N° 3058 del 30 de
octubre de 1999, por la violación de los Valores Superiores del
Ordenamiento Jurídico, Derecho a La Libertad Personal,
Derechos al Debido Proceso y a la Defensa, Derecho al Juez
Natural, Principio de la Reserva Legal y Usurpación de
Funciones.

FRAGMENTO

“…IV. DE LOS VICIOS DE INCONSTITUCIONALIDAD DEL DECRETO


IMPUGNADO. / 1.- Violación a los valores superiores del ordenamiento
jurídico. De acuerdo con lo dispuesto en los artículos 2 y 3 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se consagra lo
siguiente: /‘Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y
social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de
su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la
igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en
general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo
político.’ /‘Artículo 3. El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el
desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático
de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de
la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía
del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos
consagrados en esta Constitución. / (…omissis…)’ / La Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela se inscribe dentro de la tipología
de Constituciones normativas, de aplicación directa y vinculante. Los
valores superiores están contenidos en esa normativa, que condiciona su
interpretación y aplicación, y en consecuencia, es parámetro obligado para
cualquier actuación de los órganos del Poder Público en ejecución de los
cometidos que le imponen el Texto Fundamental. / Cuando el
Constituyente proclama la preeminencia de los derechos humanos, de la
justicia, de la libertad y de la democracia, impone a todos los órganos del
Poder Público, entre ellos al Poder Ejecutivo Estadal, un mandato para que
en los actos que dicten, los derechos fundamentales se interpreten y
preserven de la manera más amplia para que su contenido pueda ser
efectivo, realizable en la vida cotidiana, y que con ello se promueva la
cultura del respeto a los derechos humanos que en definitiva permitirá la
construcción de una sociedad justa en los términos diseñados por la Carta
Magna, siendo la norma suprema, porque en ella se encuentran
reconocidos los valores básicos y la existencia individual y de la
convivencia social, al tiempo que instrumenta los mecanismos
718
democráticos y pluralistas de legitimación del Poder, persiguiendo con ello
el respeto a la determinación libre y responsable de los individuos, y la
promoción del desarrollo armonioso de los pueblos. / Estos son los valores
fundamentales de una sociedad democrática que buscan entre otros,
establecer la libertad, entendida en su expresión más clásica como el
derecho de todos, de hacer lo que no perjudique a otros y de no estar
obligado a hacer lo que la ley no ordene, ni impedido de ejecutar lo que
ella no prohíbe; es decir, el derecho al libre desenvolvimiento de la
personalidad; y a la justicia, entendida no sólo como el derecho a
garantizarla por encima de la legalidad formal sino también, como el
derecho de acceder a ella y a la obtención de una tutela efectiva de los
derechos e intereses de las personas, organizando a los tribunales de
justicia que deben garantizar una justicia gratuita, accesible, imparcial,
idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y
expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles. /
Para que de los valores superiores del Ordenamiento Jurídico se
despliegue todo un contenido normativo y no se constituyan en simples
referencias morales, la Carta Fundamental impone como fines esenciales
del Estado, entre otros, la defensa de la persona y el respeto a su
dignidad. Constituyéndose así, como obligación de todos los órganos del
Poder Público, intervenir de manera activa, ejerciendo todos los recursos y
acciones establecidos por el ordenamiento legal, cuando se produzca
alguna actuación que pueda ser considerada como atentatoria de la
persona humana y de sus condiciones existenciales, tales como la libertad,
la vida, entre otras, por cuanto su tolerancia podría poner en riesgo el
respeto a la integridad y supremacía del Texto Fundamental. / Las normas
contenidas en el Decreto N° 0341, dictado por el entonces Gobernador del
Estado Miranda, contravienen los valores superiores del ordenamiento
jurídico porque establecen sanciones privativas de libertad, suprimen las
normas del debido proceso, tipifican conductas cuya regulación está
asignada al Poder Público Nacional, desconociendo de esta forma, los
valores fundamentales en especial los relativos a la libertad, la justicia, la
tutela judicial efectiva, el derecho a la defensa y al debido proceso y a la
vigencia indeclinable de los derechos humanos, así como las reglas
relativas a la atribución de competencias entre el Poder Público Nacional y
el Poder Público Estadal. Por tanto, al ser vulnerada la Constitución, por
normas de rango sublegal éstas deben considerarse nulas, a tenor de lo
dispuesto en los artículos 7 y 25 de nuestra Carta Magna, como es el caso
del Decreto N° 0341, cuya nulidad se invoca. / Es evidente entonces, que
en el caso planteado estamos en presencia de una colisión contra los
valores superiores que el pueblo de Venezuela al aprobar la nueva
Constitución, consideró esenciales para el funcionamiento de los Poderes
Públicos y de la sociedad en general, consagrados esos valores
superiores en el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela y consecuentemente representa un incumplimiento del
artículo 3 eiusdem, razón por la cual, se solicita a ese honorable Tribunal
declare su nulidad. / 2.- Violación de los derechos constitucionales a la
defensa y al debido proceso / Los artículos contenidos en el Decreto N°
0341, devienen en inconstitucionales en la medida en que atribuyen a la
autoridad administrativa (Secretario General de Gobierno y al Director
Presidente del Instituto de Policía del Estado Miranda) la ejecución del
referido Decreto, y por ende, la potestad para imponer sanciones de
arresto sin la iniciación de procedimiento administrativo previo y sin

719
conceder a los particulares, la posibilidad de alegar y probar todo cuanto
les favoreciere antes de la imposición de la sanción, esto es, ejercer de
manera efectiva y eficaz sus derechos constitucionales al debido proceso y
a la defensa. / Efectivamente, los artículos del Decreto N° 0341,
establecen conductas que a juicio del entonces Gobernador del Estado
Miranda son sancionables de privación de la libertad mediante arresto,
pero se omite el lugar donde debe cumplirse la sanción así como la
indicación de las autoridades para aplicarlas. / Ahora bien, para el
ordenamiento constitucional venezolano resulta inconcebible, la existencia
de un Decreto que confiera una potestad sancionatoria que no esté ceñida
a la exigencia de un procedimiento previo, bien de naturaleza
administrativa o de naturaleza judicial, ello obedece a que el Estado
venezolano está concebido como un Estado de derecho y de justicia,
cuyas actuaciones se inspiran en la preeminencia de los derechos
humanos. / El artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999, consagra el derecho constitucional al debido proceso,
a la defensa, a la asistencia jurídica, a la presunción de inocencia, al
acceso al expediente, como instrumentos que permiten a las personas
hacer valer sus pretensiones frente al poder sancionador del Estado, los
cuales constituyen derechos de obligatorio respeto y promoción, por parte
de los órganos del Poder Público, según lo establecido en el artículo 19 de
la Carta Fundamental. / Sobre el particular, es oportuno traer a colación la
decisión de fecha 17 de mayo de 2000, dictada por la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, mediante la cual estableció entre otros
aspectos, lo siguiente: / ‘...En relación al derecho a la defensa y debido
proceso reconocido en el artículo 49 constitucional, denunciado como
violado por el recurrente, el mismo se aplica no sólo a todo tipo de
actuación judicial sino también administrativa. En este sentido, entiende la
Sala que el debido proceso emana de la Constitución para las
actuaciones administrativas debe garantizar el derecho a la defensa a
todo administrado, esto es, el ejercicio libre del derecho a ser oído,
adjuntar escritos al expediente en cualquier momento, entre otros. Cuando
los administrados se les niega u obstaculiza el acceso al expediente o se
les impide alegar argumentos y probanzas a su favor se entiende que se
ha producido indefensión en su contra...’ . En consecuencia, cualquier acto
sancionatorio que se dicte en ausencia de un procedimiento previo,
impidiendo que el interesado ejerza sus derechos y realice actividades
probatorias, es nulo por violar el derecho a la defensa y al debido
proceso, los cuales han sido reconocidos por la Carta Fundamental como
garantías inherentes a la persona humana. / Al Ministerio Público,
conforme a lo dispuesto en el artículo 285 del Texto Fundamental, le
compete la vigilancia de las garantías procesales que hagan efectivo el
derecho constitucional a la defensa y al debido proceso, así como a la
libertad personal, y con base a este cometido constitucional, advierte que
el Decreto N° 0341, es violatorio del derecho a la defensa y del debido
proceso, por cuanto prevé sanciones que limitan y privan el derecho a la
libertad y seguridad personal, sin que disponga un procedimiento que
garantice los atributos mínimos de la defensa, como es el estar informado
del hecho que se le imputa, la posibilidad de ser oído, tener acceso al
expediente y presentar las pruebas de su defensa, entre otras. / En ese
sentido, valga citar con ahínco los acertados argumentos sostenidos por la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en la decisión de
fecha 7 de agosto de 2001, mediante la cual declaró la nulidad por

720
inconstitucionalidad del Código de Policía del Estado Bolívar, donde dejó
por sentado que: / “...debiéndose destacar por lo demás que en la
aplicación de dichas medidas existe una verdadera ausencia de
procedimiento, no ofreciéndose en consecuencia, garantías suficientes de
defensa para los sancionados, razón por la cual no sólo son
inconstitucionales las medidas correctivas privativas de libertad impuestas,
sino también, todas aquellas medidas relativas a la aplicación de tales
sanciones, resultando en consecuencia arbitrarias y contrarias a derecho. /
A juicio de esta Sala Constitucional, las disposiciones objeto del presente
recurso de nulidad resultan inconstitucionales, visto que a través de la
imposición de las sanciones que contiene el Código de Policía del Estado
Bolívar se generan diversos abusos en su aplicación, sin la tramitación de
un procedimiento debido…”. En consecuencia, los artículos contenidos en
el Decreto N° 0341, violan lo previsto en los artículos 2, 3, 7, 19, 23 y 49
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por lo que en
aplicación de lo contemplado en el artículo 25 constitucional, el Ministerio
Público solicita se declare su nulidad. / 3.- Violación del derecho
constitucional a la libertad personal / La libertad personal, principio
esencial en el cual descansa las relaciones del Estado con los ciudadanos,
constituye un derecho humano objeto de protección especial y de
obligatorio respeto y promoción por parte de los órganos del Poder
Público, según se desprende de lo establecido en los numerales 1 y 2 del
artículo 44 del Texto Constitucional. / La premisa anterior con basamento
en los artículos 2, 3, 19, 23 y 44 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, impone que los actos que limiten o afecten la
libertad personal deben estar fundados estrictamente en pronunciamientos
judiciales, de interpretación restrictiva. / A título de ejemplo, los artículos 9
y 247 del Código Orgánico Procesal Penal señalan: / ‘Artículo 9°.
Afirmación de la libertad. Las disposiciones de este Código que autorizan
preventivamente la privación o restricción de la libertad o de otros
derechos del imputado, o su ejercicio, tienen carácter excepcional, sólo
podrán ser interpretadas restrictivamente, y su aplicación debe ser
proporcional a la pena o medida de seguridad que pueda ser impuesta
(...omissis...)’ / ‘Artículo 247. Interpretación restrictiva. Todas las
disposiciones que restrinjan la libertad del imputado, limiten sus facultades
y las que definen la flagrancia, serán interpretadas restrictivamente.’ / En
este sentido, de acuerdo con el Texto Fundamental sólo el Poder Judicial
puede imponer medidas restrictivas de la libertad, previa investigación o
proceso, en el que se respeten las garantías establecidas por la
Constitución. / Las sanciones restrictivas de la libertad personal previstas
en el Decreto N° 0341, no se fundan en decisiones judiciales que
estén precedidas por una investigación y un procedimiento contradictorio,
sino que son sanciones de carácter administrativo dictadas por el
Gobernador del Estado Miranda, sin un procedimiento previo que las
sustente y basadas en conceptos genéricos y ambiguos tales como orden
público y social, seguridad y paz colectiva, cuya interpretación queda al
criterio del funcionario a quien le ha sido atribuida tal facultad. / Tales
medidas además, no tienen previsto el mecanismo de defensa del
administrado que ha sido detenido, ni están previstos los procedimientos
que le permitan comunicarse de inmediato con su familiares, abogados o
personas de su confianza, a fin de interceder en todo lo que le favorezca
para hacer cesar la detención. / Estas garantías establecidas en los
numerales 1 y 2 del artículo 44 de la Constitución deben preverse en las

721
leyes que el Poder Público dicte para imponer sanciones a los
administrados. / Por tanto, no sólo las violaciones constitucionales
mencionadas anteriormente motivan reconocer la inconstitucionalidad de
las normas del Decreto N° 0341, sino que de igual modo merece atención
la contravención del artículo 44 del Texto Fundamental; norma que
prescribe: ‘La libertad personal es inviolable; en consecuencia: 1. Ninguna
persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden
judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti..’.. Por lo cual, la única
autoridad constitucionalmente facultada para privar de la libertad personal
a un ciudadano es el órgano jurisdiccional (entiéndase: Juez con
competencia en materia penal). En estricto sentido debe entenderse, que
ni las normas reglamentarias, ni los actos de la administración, pueden
imponer sanción alguna que implique restricción de la libertad individual, y
mucho menos suponer la limitación de derecho o garantía constitucional.
Nuevamente la sentencia citada supra comenta con acierto: / ‘...la
imposición de las sanciones que contiene el Código de Policía del Estado
Bolívar se generan diversos abusos en su aplicación, sin la tramitación de
un procedimiento debido, trayendo como consecuencia la ilegal restricción
de la libertad personal de los particulares sujetos a dichos procedimientos,
por lo que observa esta Sala que en efecto la aplicación de las
disposiciones contenidas en el referido Código configuran la violación del
principio de legalidad en sus dos vertientes - la legalidad penal y la
legalidad administrativa-, así como la violación del derecho al debido
proceso (contentivo de la presunción de inocencia) y del principio non bis
in ídem. / En este sentido, al estar los artículos impugnados destinados a
producir actos dirigidos a coartar o condicionar la esfera de los derechos y
garantías de los administrados, y al establecer toda una tipología infractora
para proceder a imponer sanciones privativas de libertad, potestad para la
que -por demás- no estaba facultada la Asamblea Legislativa del Estado
Bolívar, atentando en consecuencia contra el principio de la legalidad e
invadiendo la materia reservada al Poder Legislativo Nacional, se
consagran las violaciones que conducen por consiguiente a la declaratoria
de inconstitucionalidad de los artículos impugnados, y así se declara…’ /
Como corolario de todo lo anterior, imperioso es concluir que los arrestos
administrativos contemplados en el Decreto N° 0341, cuya nulidad se
solicita en el presente recurso, desconocen el mandato impuesto por el
artículo 44, numeral 1, constitucional, resultando inconstitucionales por
vulnerar el derecho a la libertad personal consagrado en la aludida norma.
/ 4.- Violación del derecho a ser juzgado por el juez natural / La
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece en el
numeral 4, del artículo 49, que toda persona tiene derecho a ser juzgada
por sus jueces naturales en las jurisdicciones ordinarias o especiales,
siempre que sea un tribunal competente, independiente e imparcial
establecido con anterioridad, con las garantías establecidas en la
Constitución y en la ley. / Esta garantía constitucional indica, que cuando lo
que se encuentra en juego son los valores de la libertad, el juzgamiento de
las personas corresponde a los funcionarios a quienes la Constitución les
ha atribuido la potestad de administrar justicia, es decir son los jueces,
como órganos del Poder Judicial, quienes deben garantizar la integridad
de la Carta Magna, cuando se pronuncien acerca de las limitaciones y
restricciones de los derechos y garantías en ella consagrados. Por tanto
resulta inaceptable que los funcionarios de la Administración Pública que
no integran el Poder Judicial, juzguen y apliquen sanciones privativas de la

722
libertad a los administrados, en abierta violación de la Constitución. / Con
relación a esta garantía constitucional, la Corte Suprema de Justicia en
Pleno dictó sentencia en fecha 25 de mayo de 1999, en la que declaró sin
lugar la demanda de nulidad intentada por la Federación de Colegio de
Abogados de Venezuela contra el Código Orgánico Procesal Penal, en la
cual estableció lo siguiente: / ‘...el principio de juez natural puede
entenderse desde un punto de vista positivo como el derecho
fundamental que asiste a todo ciudadano a ejercer su derecho de acción
e interponer su pretensión ante órganos jurisdiccionales para la defensa de
sus derechos e intereses, instituidos previamente por el Poder Judicial; y
desde el punto de vista negativo, en la medida en que nadie puede ser
juzgado sino por sus jueces naturales; con ello se evita la creación de
fueros o privilegios...’ / Visto lo anterior, resulta inaceptable que según la
normativa contenida en el Decreto impugnado otorgue potestad a los
funcionarios de la Administración Pública, quienes no integran el Poder
Judicial, para que juzguen y apliquen sanciones privativas de la libertad a
los administrados, en abierta violación de la Constitución. / En este
sentido, siendo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico, sustentado
por la existencia de un sistema de justicia Constitucional, el artículo 334
del Texto Constitucional confiere a los jueces, en el ámbito de sus
competencias y conforme a lo previsto en la Constitución y la Ley, la
obligación de asegurar la integridad de la Constitución, y por tanto, es el
Poder Judicial quien debe pronunciarse acerca de las limitaciones y
restricciones de los derechos y garantías constitucionales, no siendo
atribución de los funcionarios que integran el Poder Ejecutivo Regional,
tales restricciones. / En consecuencia, de conformidad con lo establecido
el artículo 25 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
el Decreto N° 0341, deviene en nulo por inconstitucional, al permitir -como
ya se ha dicho- la imposición de sanciones privativas de libertad por parte
de funcionarios distintos al Poder Judicial, por cuanto en determinados
supuestos de hecho se estatuyen verdaderas contravenciones, cuyas
consecuencias jurídicas devienen incluso, en la imposición de medidas de
arresto dictadas directamente por el Gobernador del Estado respectivo, así
como otros funcionarios adscritos al Poder Público Estadal, en flagrante
violación de lo establecido en el artículo 44, numeral 4 de la Carta
Constitucional que consagra la garantía del juez natural, ya que, la única
autoridad constitucionalmente facultada para privar de la libertad personal
a un ciudadano es el órgano jurisdiccional. / 5.- Violación al principio de
legalidad y tipicidad de los delitos, faltas e infracciones / En adición a lo
anterior se acentúa el hecho de que nadie ‘podrá ser sancionado por actos
u omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas e infracciones en
leyes preexistentes’. Nuevamente la sentencia que declaró la nulidad del
Código Policía del Estado Bolívar, señaló que: / ‘En los artículos antes
enunciados, se prevén sanciones privativas de libertad, tales como el
arresto, sin que exista la especificidad de la conducta a sancionar, creando
además previsiones genéricas de carácter subjetivo y de difícil
determinación, como son el orden moral, la decencia, la seguridad social,
la paz; configurándose la violación al principio de tipicidad de las penas y
sanciones, en vista de una ausencia de lex previa, que se identifica con el
principio de legalidad y de una lex certa, que supone una ley escrita previa
que describa explícitamente los supuestos de hecho que constituyen la
falta y su consecuente sanción administrativa. / Se destaca también, que

723
dichos artículos dejan a la discrecionalidad de elección del funcionario la
imposición de la sanción aplicable, conllevando por lo tanto a que se viole
necesariamente el derecho a la libertad, derecho este sobre el cual se
organiza todo el Estado de Derecho, lo cual impone que las conductas
sancionables sean exactamente determinadas cumpliéndose así el respeto
a la seguridad jurídica, permitiendo el grado de certeza suficiente para que
los administrados puedan predecir las consecuencias de sus actos. / (...)
De lo expuesto, se puede colegir que efectivamente al existir una serie de
disposiciones que crean sanciones que no están tipificadas, ni definen el
ámbito dentro del cual pueden ejercer su potestad los funcionarios
llamados a imponer las sanciones por el Código de Policía del Estado
Bolívar, las disposiciones impugnadas violan el principio de tipicidad de los
delitos y faltas y el principio de legalidad que son en definitiva los que
marcan el límite del ejercicio de las potestades públicas. En consecuencia
al no contener dichos artículos la determinación de los tipos de
infracciones que llevarían a la aplicación de las sanciones en ellas
consagradas se produce una violación evidente y flagrante de la Carta
Fundamental…’ / Las menciones contenidas en el Decreto que se
impugna, relativas al mantenimiento y conservación del orden público y
social; la de impedir por todos los medios posibles los actos atentatorios
contra las personas o contra la propiedad; los factores de riesgos para el
desencadenamiento de conductas irresponsables o violentas, capaces de
comprometer la seguridad y la paz colectiva; constituyen conceptos
ambiguos y generalidades que no precisan los hechos o conductas
sancionables, según el artículo 83 eiusdem, por lo que es menester que
las leyes deban redactarse en forma clara a fin de evitar duda,
incertidumbre o confusión en el momento de interpretarlas para su
aplicación, por lo que son violatorias del artículo 49, numeral 6, de la Carta
Fundamental. / De allí que para el Ministerio Público, el Decreto
impugnado es inconstitucional por violar el principio de legalidad en
materia de delitos, faltas e infracciones contemplado en el artículo 49,
numeral 6, de la Carta Fundamental, por cuanto se evidencia con claridad
de la lectura del Decreto en referencia, que se establecen sanciones de
arresto contra cualquier ciudadano que porte o detente cualquier clase de
arma de fuego que no haya sido autorizado por el ente competente, el uso
indebido de las mismas y los reincidentes, conductas que han sido
previamente calificada como falta, delito o infracción, por ley preexistente,
es decir por una ley nacional, ya que los artículos 278 y 282 del Código
Penal establecen el porte ilícito de armas de fuego como hecho punible
sancionado con una pena de tres a cinco años. / 5.- De la violación al
principio de la reserva legal y del vicio de usurpación de funciones / En
criterio del Ministerio Público, las faltas -y por supuesto sus respectivas
sanciones- establecidas en el Decreto N° 0341 cuya nulidad se solicita,
fungen como francas violaciones a postulados constitucionales
neurálgicos, entre ellos la garantía de la Reserva Legal, principio
fundamental que advierte que el único mecanismo viable para la creación
de tipos y sanciones penales es en razón de una Ley Nacional (y nunca un
Decreto). / En efecto, de conformidad con lo previsto en el artículo 156 del
Texto Constitucional, el cual establece: / ‘Artículo 156. Es de la
competencia del Poder Público Nacional: / (...omissis...) / 32. La legislación
en materia de derechos, deberes y garantías constitucionales; la civil,
mercantil, penal, penitenciaria, de procedimientos (...omissis...).’. / De
acuerdo con la Carta Magna, es el Poder Público Nacional por intermedio

724
de la Asamblea Nacional, el que debe dictar las normas que regulen los
derechos y garantías constitucionales, así como las normas penales
tendentes a sancionar las conductas prohibidas por el ordenamiento
jurídico. / El Poder Público Estadal por el contrario, tiene su ámbito de
competencias definidos en los artículos 162 y 164 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, sin que le esté asignado dictar
normas que restrinjan derechos o que versen sobre la materia penal. / Al
respecto, el entonces Gobernador del Estado Miranda estableció en el
Decreto impugnado, normas que imponen sanciones de arrestos, contra
cualquier ciudadano que porte o detente algún tipo de armas de fuego que
no haya sido autorizada por el ente competente, así como también al que
hiciere uso indebido de las mismas; conductas que se encuentran
previstas en el Código Penal, en sus artículos 278 y 282, usurpando las
atribuciones de la Asamblea Nacional como órgano del Poder Nacional. /
Por tanto, reitera el Ministerio Público que en el Decreto N° 0341, se
encuentran tipificadas faltas así como sanciones corporales, cuya
regulación corresponde al Código Penal y al Código Orgánico Procesal
Penal, como instrumentos legislativos dictados por el Poder Nacional para
regular la materia penal, conforme lo prevé la Carta Magna. / Así pues, a
juicio del Ministerio Público, el Decreto impugnado incurre en una violación
del principio de la Reserva Legal en materia sancionatoria, lo que va
estrechamente vinculado a una evidente violación al principio del Debido
Proceso, expuesto anteriormente. / En consecuencia, el Decreto
impugnado se encuentra afectado por el vicio de usurpación de funciones,
en primer lugar, en la medida en que el Poder Ejecutivo Estadal ha
ejercido una función que es del Poder Público Nacional, como es el dictar
normas penales y sanciones que restringen derechos constitucionales, y
en segundo lugar, porque el Decreto impugnado establece normas que se
encuentran contempladas en el Código Penal dictado por el Poder
Legislativo Nacional, órgano competente para ello por orden constitucional.
/ La jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia ha definido el vicio de
usurpación de funciones en los siguientes términos: / ‘…cabe señalar que
la doctrina de este Alto Tribunal ha sido reiterada en afirmar que se incurre
en usurpación de funciones cuando una autoridad legítima, dicta una acto
invadiendo la esfera de competencia de un órgano perteneciente a otra
rama del Poder Público, violentando de ese modo las disposiciones
contenidas en los artículos 136 y 137 del Texto Fundamental, en virtud de
los cuales se consagra, por una parte, el principio de separación de
poderes, según el cual cada rama del Poder Público tiene sus funciones
propias, y se establece, por otra, que sólo la Constitución y la ley definen
las atribuciones del Poder Público y a estas normas debe sujetarse su
ejercicio’. / En ese sentido, nuevamente es oportuno transcribir algunos
extractos de la decisión ya varias veces mencionada, emitida por la Sala
Constitucional cuando declaró la nulidad por inconstitucionalidad del
Código de Policía del Estado Bolívar, que sirven como respaldo a lo
anteriormente expuesto en este escrito recursivo, por cuanto se sostuvo
que: / ‘Es por ello que el Código de Policía del Estado Bolívar, no podía
regular sino las áreas que la ley le permite de modo que no puede suplirla
allí donde la norma legal es necesaria para producir determinado efecto o
regular un cierto contenido. Este cierto contenido la norma constitucional lo
reservó para el Poder Legislativo Nacional y a éste pertenece la
determinación de conductas infractoras y de las sanciones que las
castigan. Es la ley la que puede definir el delito o falta sin que pueda

725
señalar infracciones genéricas a ser tipificadas y complementadas tal
como lo hace el Código impugnado. / De allí que la Asamblea Legislativa
del Estado Bolívar no sólo violentó el principio de legalidad al establecer la
imposición de sanciones privativas de libertad lo cual le estaba vedado,
sino que usurpó funciones legislativas del Poder Legislativo Nacional al
crear dichas sanciones…’ / Y posteriormente agrega: / ‘Ha querido nuestro
constituyente lograr de esta manera que la materia relativa a la libertad
personal sea regulada a través de la forma más rigurosa posible, para
salvaguardar así uno de los valores capitales del individuo dentro del
Estado de Derecho. Por ello exige la estructuración de un sistema en el
cual se fije sólo a través de la ley formal tanto las obligaciones cuyo
incumplimiento pueda ocasionar sanciones de esa naturaleza, como la
definición y alcance preciso de la sanción misma, para contribuir así a
reducir al máximo la arbitrariedad de los agentes públicos…’ / En
conclusión, el Ministerio Público considera que el Decreto N° 0341, está
viciado de inconstitucionalidad por violación de los artículos 136 y 137 del
vigente texto Constitucional, en los cuales se consagra el Principio de
Separación de Poderes y de Legalidad, respectivamente, en concordancia
con el artículo 156 eiusdem, violando de esta manera el principio de la
reserva legal e incurriendo en el vicio de usurpación de funciones, por lo
cual se considera procedente la solicitud de su declaratoria de nulidad. /
PETITORIO / Por todas las consideraciones de hecho y de derecho
previamente expuestas y con base en lo dispuesto en el artículo 336,
numeral 2, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
en concordancia con el artículo 25 eiusdem, solicito a ese honorable
Tribunal que declare la nulidad por razones de inconstitucionalidad del
Decreto N° 0341, de fecha 25 de octubre de 1999, dictado por el
ciudadano Enrique Mendoza D´Ascoli, cuando se desempeñaba como
Gobernador del Estado Miranda, publicado en la Gaceta Oficial del Estado
Miranda N° 3058 del 30 de octubre de 1999, por violar los dispositivos
constitucionales contemplados en los artículos 2, 3, 7, 19, 44, 49, 50 y 156
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y por violar
los principios de separación de los poderes públicos y de legalidad y de
competencia, previstos en los artículos 136 y 137 eiusdem,
respectivamente…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:2
CRBV art:3
CRBV art:7
CRBV art:19
CRBV art:23
CRBV art:25
CRBV art:44-1
CRBV art:44-2
CRBV art:44-4
CRBV art:49
CRBV art:49-4
CRBV art:49-6
CRBV art:50
CRBV art:136
CRBV art:137
CRBV art:156-32

726
CRBV art:162
CRBV art:164
CRBV art:285
CRBV art:334
CRBV art:336-2
CP art:278
CP art:282
COPP art:9
COPP art:247
DGEM 0341
25-10-1999
STSJSCO 17-10-2000
STSJSCO 07-08-2001
SCSJSPL 25-05-1999

DESC ARMAS
DESC ARRESTO
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC ESTADO MIRANDA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FLAGRANCIA
DESC GOBERNADORES
DESC GOBIERNO ESTADAL
DESC IGUALDAD
DESC JUECES
DESC JUSTICIA
DESC LEGALIDAD
DESC LEYES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC NULIDAD
DESC ORDEN PUBLICO
DESC POLICIA
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PROPIEDAD
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC TIPICIDAD
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.806-816.

727
256
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP Nº DRD-14-196-2004 FECHA :20040420
TITL La base legal que faculta al Ministerio Público para presentar la
acusación y a la que debe hacer referencia en el escrito
respectivo, la conforman las disposiciones legales contenidas
en los siguientes artículos: 285 numeral 4 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, 34 numeral 11 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, 108 numeral 4 y 326 ambos del
Código Orgánico Procesal Penal.

FRAGMENTO

“En la base legal de actuación la fiscal mencionada no señala de forma exhaustiva los
fundamentos legales aplicables que le otorgan competencia para actuar en un caso
específico, procediendo a acusar a un determinado sujeto con apego a la legislación
vigente. En este sentido, se expresa que el fundamento legal aplicable en el caso del
escrito de acusación, es el previsto en los artículos 285 numeral 4 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, 108 numeral 4 y 326 del Código Orgánico Procesal
Penal, 34 numeral 11 de la Ley Orgánica del Ministerio Público. Asimismo, se observa que
la fiscal del Ministerio Público sólo indica como base legal de actuación los artículos 326 del
Código Orgánico Procesal Penal y el artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público,
sin indicar el resto de las normas legales señaladas con anterioridad, es decir, omite citar la
normativa constitucional aplicable en este caso, y el artículo 108 numeral 4º de la ley
procesal penal vigente.
La base legal de actuación es la que faculta al Ministerio Público para actuar en un caso
concreto, dándole la posibilidad de opinar jurídicamente respecto a determinados hechos
que ha conocido. Esta base legal exteriorizada en normas jurídicas, son las que atribuyen
competencia al fiscal del Ministerio Público, la cual debe ser entendida en dos sentidos,
como facultad y deber al mismo tiempo, ya que, dados los presupuestos legales para
actuar, el fiscal del Ministerio Público está facultado y se encuentra en la obligación de
proceder conforme a derecho. La base legal de actuación, no es más que el ámbito dentro
del cual puede y debe actuar el fiscal del Ministerio Público, siendo que la competencia no
sólo concede la facultad de actuar, sino que también constituye una obligación y un límite
dentro del cual puede actuar el fiscal. Uno de los requisitos de la competencia, es que debe
estar expresamente prevista en la Constitución, en la ley y demás fuentes de legalidad o
derivarse de alguno de los principios generales de Derecho Público”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285-4
LOMP art:34-11
COPP art:108-4
COPP art:326

DESC ACUSACIÓN
DESC ESCRITO DE ACUSACIÓN
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.823-824.

728
257
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL Se incumple con el numeral 1 del artículo 326 del Código
Orgánico Procesal Penal, al no indicar el domicilio o residencia
del defensor del imputado.

FRAGMENTO

“Señala la fiscal, que la imputada C.A.N.M., se encuentra asistida por los


abogados en ejercicio J.T.B.R., X.B., E.P.V. y P.B.Y., e indica los
respectivos números de Impreabogado, pero omite indicar el domicilio
procesal de cada uno de ellos.
Aun cuando dentro de un orden lógico procesal, una vez interpuesta la
acusación, se supone que el imputado ha tenido conocimiento de los
hechos que se le han imputado (lo cual, de conformidad con los recaudos
analizados, no ocurrió en el caso concreto), la dirección del defensor sigue
siendo primordial, a los fines de poner al órgano jurisdiccional en
conocimiento de la existencia del defensor, bien sea público o privado,
quien es el encargado de preservar el derecho a la defensa a lo largo del
proceso, e igualmente permitir la efectiva localización y posterior
notificación del mismo, contando con su presencia en cada uno de los
actos del proceso, subsiguientes a la presentación de la acusación, ello
por cuanto sin su presencia no es factible de conformidad con las
previsiones del Código Orgánico Procesal Penal celebrar actos
primordiales establecidos en la ley, como lo constituye el acto de Audiencia
Preliminar (artículo 327 COPP).
En el caso de los defensores privados, resulta de mayor importancia el
señalamiento del domicilio procesal por cuanto el mismo es totalmente
desconocido por el órgano jurisdiccional, impidiendo la respectiva
notificación. A diferencia de los defensores públicos, por cuanto su sede es
conocida por los diferentes tribunales de la República. Tal omisión
constituye por tanto, el incumplimiento de uno de los requisitos de la
acusación, previsto en el numeral 1 del artículo 326 del Código Orgánico
Procesal Penal”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:326-1
COPP art:327

DESC ACUSACIÓN
DESC AUDIENCIAS
DESC DEFENSORES
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DOMICILIO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.824.

729
258
TDOC Memoranudm
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL El fiscal del Ministerio Público, debe indicar fecha en que
ordenó el inicio de la investigación, lo cual es necesario para
conocer cuándo comenzó el proceso penal.

FRAGMENTO

“El fiscal del Ministerio Público omite la indicación de la fecha en que ordenó el
inicio de la investigación, la cual representa un requisito indispensable para
establecer que efectivamente se tuvo conocimiento de la comisión de un
hecho punible de acción pública (puesto que es la manifestación de la
actuación del fiscal al respecto) y la posterior determinación de las
circunstancias que le dieron origen, para con ello establecer la prontitud con la
que el representante del Ministerio Público ordenó la práctica de las
diligencias de investigación necesarias para la obtención de los elementos de
convicción que llevarán a la efectiva demostración de la comisión del hecho
punible, y con ello dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 300 del
Código Orgánico Procesal Penal según el cual:
`Artículo 300. Inicio de la Investigación. Interpuesta la denuncia o recibida la
querella, por la comisión de un delito de acción pública, el fiscal del Ministerio
Público, ordenará sin pérdida de tiempo, el inicio de la investigación, y
dispondrá que se practiquen todas las diligencias necesarias para hacer
constar las circunstancias de que trate el artículo 283. Mediante esta orden el
Ministerio Público dará comienzo a la investigación de oficio…/`.
En consecuencia, la indicación de la fecha de inicio de investigación, como
forma de manifestación del inicio de ésta, dicta el comienzo del proceso penal
y con ello de la actividad del fiscal del Ministerio Público, la cual ha de ser
eficaz y eficiente a los fines de establecer la veracidad de los hechos cuando
ha tenido conocimiento de la comisión de un delito de acción pública... “.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:300

DESC ACCION PUBLICA


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC PROCESOS (DERECHO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.824-825.

730
259
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL La narración de los hechos, debe consistir en la descripción
detallada (modo, tiempo y lugar), de los hechos atribuidos al
imputado, a objeto de no menoscabar el derecho a la defensa
del imputado.

FRAGMENTO

“La narración de los hechos en el escrito de acusación debe ser clara,


precisa y cronológica, que incluya todas y cada una de las circunstancias
de tiempo, modo y lugar que rodean el hecho objeto de investigación, lo
que implica la necesaria indicación de las actuaciones pertinentes de todos
los sujetos involucrados en el proceso, de acuerdo con lo establecido en el
ordinal 2° del artículo 326 Código Orgánico Procesal Penal, según el cual
todo escrito de acusación debe contener ´una relación clara, precisa y
circunstanciada del hecho punible que se le atribuye al imputado´.
Por otra parte, es sobre los hechos indicados por el fiscal del Ministerio
Público que el representante del imputado preparará su defensa, de modo
que si no existe una relación circunstanciada y cronológica de los hechos
imputados, se estaría menoscabando el Debido Proceso y el Derecho a la
Defensa del que gozan todas las partes del proceso, ya que el imputado
desconocería cuáles son los hechos que en su contra está dirigiendo el
acusador, y en tal sentido no podría defenderse.
En este sentido, la narración de los hechos realizada por la Abg. Z.M.A.,
resulta deficiente, ya que si bien señala que ocurrió un accidente de
tránsito, donde hubo una víctima fatal, características del vehículo y lugar
del hecho, omitió referirse de forma específica a las condiciones del sitio
del suceso, entre ellas, si había un semáforo o una pasarela, si la víctima
cumplió con las reglas de tránsito pertinentes; a saber, si cruzó en una
esquina o paso peatonal, entre otras, del mismo modo, indica que fueron
arrolladas tres personas, sin embargo sólo hace referencia a una de las
víctimas sin realizar mención alguna respecto a si las otras dos personas
resultaron o no lesionadas.
Es importante que todo este tipo de omisiones sean esclarecidas en la
narración de los hechos, ya que es a través de su conocimiento que podrá
determinarse cuál es la responsabilidad del imputado en los mismos.
Respecto a este requisito indica Eric Lorenzo Pérez Sarmiento:
`Es particularmente importante que en el numeral 2 se dibuje con todo lujo
de detalles el hecho imputado, pues éste es el eje del debate. La
descripción del hecho debe contener los fundamentos fácticos de
agravantes y atenuantes y debe estar exenta de elementos normativos y
valorativos-conceptuales,…/Todos debemos ser sumamente exigentes en
estos requisitos formales del escrito de calificación, pues de él depende la
legalidad de todo el juzgamiento, el debido proceso, el derecho a la
defensa y la defensa de los intereses de la víctima y de la sociedad´.
Del mismo modo, la Doctrina del Ministerio Público se refiere a la
importancia en la narración de los hechos en el escrito de acusación de la
manera siguiente:
731
`Esta exposición clara, precisa y circunstanciada del hecho que se le
imputa, consiste en el señalamiento del lugar, tiempo, modo y demás
circunstancias que caracterizan la comisión del delito, vale decir, la
narración de cada hecho, en forma cronológica, detallada y correlacionada/
Si la Acusación es confusa y contradictoria, por parte del fiscal del
Ministerio Público, esto podría causar su inadmisibilidad, privando a la
víctima y al Estado de las acciones que puedan ejercer en el justo
resarcimiento de sus derechos y pretensiones en un proceso./ En este
mismos orden de ideas, cabe destacar que de la claridad en la relación
que de los hechos haga usted en su escrito, dependerá la actuación de la
defensa y, si tal relación no se bastase a sí misma, el imputado podría
alegar la violación del derecho a la defensa y del debido proceso, toda vez
que no estaría en capacidad de determinar de manera precisa los hechos
que se le imputan en la acusación…/´.
Asimismo, la narración de los hechos realizada correctamente por parte
del fiscal del Ministerio Público además de indicarle al imputado cuáles son
los hechos por los cuales se solicita su enjuiciamiento, le ofrece la
posibilidad de admitir los mismos en la audiencia preliminar, oportunidad
en la cual tiene la posibilidad de solicitar la aplicación del procedimiento
por admisión de hechos, que implica para él una considerable rebaja en la
pena, no obstante, esto será poco probable si la narración que de los
hechos realiza el fiscal del Ministerio Público, no establece con claridad las
circunstancias en que ocurrió el hecho punible...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:326-2

DESC ACCIDENTES DE TRANSITO


DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC IMPUTABILIDAD
DESC LESIONES
DESC PROCESOS (DERECHO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.825-827.

732
260
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL No basta que el fiscal del Ministerio Público realice una simple
enumeración de los elementos que, según su criterio, resultan
de convicción, es decir, conducentes a la determinación de los
hechos punibles y a la identificación de los autores y partícipes,
es necesario que motive la relación de los mismos, con la
imputación realizada.

FRAGMENTO

“Una vez que el fiscal del Ministerio Público decreta el inicio de la


investigación, debe ordenar la práctica de las diligencias conducentes al
esclarecimiento de los hechos, cuyos resultados serán la base sobre la
cual el representante fiscal sostendrá su acusación. A ello se refiere el
ordinal 3° del artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal, cuando
establece que toda acusación debe contener `los fundamentos de la
imputación, con expresión de los elementos de convicción que la motivan´,
los cuales representan las razones por las cuales el fiscal del Ministerio
Público considera que el imputado fue autor o partícipe del delito
investigado.
En este sentido, la mencionada representante fiscal en su escrito de
acusación se limita a transcribir, y en algunos casos a sólo enunciar, las
actuaciones realizadas dirigidas al esclarecimiento de los hechos, sin
embargo, omite señalar cuál es el convencimiento que obtuvo respecto a
los hechos investigados. Vale acotar, que no basta con la simple
enumeración de los elementos que, según el criterio del fiscal del
Ministerio Público, resulten de convicción, sin motivar su relación con la
imputación, toda vez que de hacerse así se estaría obviando la
fundamentación a la que se refiere el artículo 326 en su ordinal 3° del
Código Orgánico Procesal Penal.
Es importante tener presente, que los elementos de convicción están
conformados por las evidencias obtenidas en la fase preparatoria del
proceso ordinario o en el momento de la aprehensión en los casos de
flagrancia, que pueden subsumir los hechos en el supuesto de la norma
penal sustantiva, y por ende solicitar el enjuiciamiento del imputado, razón
por la cual el legislador exige una debida fundamentación basada en los
elementos de convicción. Una imputación fundada no es solamente atribuir
la comisión de un hecho punible a determinada persona, sino que implica
explicar, razonar, en fin, dar cuenta de los soportes de la misma. Dichos
elementos de convicción han sido definidos por la Doctrina del Ministerio
Público de la manera siguiente:
´...Los elementos de convicción a que se refiere el ordinal 3 del artículo
326 del Código Procesal Penal, lo integran el resultado de las diligencias
practicadas en la fase preparatoria, conducentes a la determinación de
los hechos punibles y a la identificación de los autores y partícipes,
sirviendo de basamento para solicitar el enjuiciamiento de una persona´
Así, sobre este requisito de la acusación se ha dicho que consiste en el

733
´resumen del acervo de diligencias de investigación que constituyeron la
presunción de culpabilidad con proyección abierta hacia la ilustración y
desarrollo de los elementos de la teoría del delito que justificarían la
solicitud de condena (ius puniendi estricto).´, de modo que si el
representante del Ministerio Público omite la indicación de la convicción
que obtuvo de las mismas, no sólo estaría creando un vacío en la
acusación, lo que haría injustificado el ejercicio de la acción penal toda vez
que no habría elementos para ello, sino que además estaría
menoscabando el derecho a la defensa del imputado, quien desconocería
cuáles fueron las circunstancias que dieron lugar a su aprehensión y
posterior acusación, lo que en definitiva devendría en una violación
flagrante del debido proceso, garantía prevista en nuestra Carta Magna, al
señalar:
´Artículo 49. El Debido Proceso se aplicará a todas las actuaciones
judiciales y administrativas y, en consecuencia: 1. La defensa y asistencia
jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la
investigación y del proceso. Toda personas tiene derecho a ser notificada
de los cargos por los cuales se le investiga…/´.
En consecuencia, la labor investigativa del Fiscal, así como su correcta
indicación en el escrito de acusación, es de suma importancia, ya que de
ello dependerá la convicción que obtendrá el juez respecto a si
efectivamente se cometió un delito, así como si el imputado fue autor o
partícipe del mismo; pero además implica la garantía de los derechos del
imputado y la efectiva correlación de los hechos y el delito imputado...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49
COPP art:326-3

DESC ACUSACIÓN
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESCRITO DE ACUSACIÓN
DESC IDENTIFICACION
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACIÓN
DESC PROCESOS (DERECHO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.827-829.

734
261
TDOC Memorandum
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DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL Los elementos de convicción deben estar debidamente
motivados, a fin de ofrecer certeza respecto de la comisión del
hecho y de la participación del imputado en el mismo.

FRAGMENTO

“En el mismo orden de ideas, observa quien suscribe, que la fiscal en el capítulo
referente a los fundamentos de la imputación, se limita a enunciar parte de las
diligencias de investigación practicadas por ese despacho fiscal, sin embargo, de
la lectura de las mismas, no se desprende cuál es la convicción que de ellas
obtuvo, en consecuencia, considero pertinente analizar cada uno de tales
elementos en forma separada:
1.- ´La denuncia hecha ante la Fiscalía Tercera de este estado, por el ciudadano
J.C.R., en su carácter de Gerente General de las citada empresa; en la cual
manifestó lo ocurrido en la Empresa desde hace más de un año y en donde ya se
estaba observando el faltante de mercancía por un monto de más de diez
millones de bolívares, según se desprende claramente de las facturas que
consigno (sic) en el acto y que fueron objeto de experticias contables de parte de
Funcionarios del Cuerpo Técnico de Policía Judicial, en su calidad de expertos
contables´. No obstante, se observa que no indica la fiscal cuál es la vinculación
que tiene el presente elemento de convicción con los imputados de autos, es
decir, cuál es el fundamento que para la acusación tiene la declaración del
denunciante, o cuáles son los hechos que con ella se ven demostrados.
2.-´El Acta Policial, cursante al folio 23, suscrita por los funcionarios del Cuerpo
Técnico de Policía Judicial en la cual citan al ciudadano C.M.H., y posteriormente
en el folio 24, declara el mismo y manifiesta lo investigado, indicando que en
efecto la ciudadana T.M., le había propuesto entregarle mercancía de más, sin
tener documentos contables que lo respalden a la señora M N, ya que esta era la
informante y ella recibía de L.P., y luego se lo dividían en partes iguales; esta
señora (M.N.), fue la persona que ayudó a descubrir el faltante y es por ello que
actuó como puente para poder averiguar el caso´. R e s pe c t o a e st e p un t o, n o
s e ex t r a e d e l a a c u s a c ió n fiscal, si el elemento de convicción ofrecido por la
fiscal del Ministerio Público es la declaración del ciudadano C.M.H., circunstancia
que sería repetitiva, ya que representa el elemento de convicción indicado en el
n ú me r o t r es ; o s i po r e l c o n t r a r i o s e r e f i e r e al Acta Policial que deja
constancia de su citación; en este sentido, el Acta Policial mediante la cual se deja
constancia de la práctica de una citación no representa elemento de convicción
alguno, toda vez que constituye sólo una acción policial en la práctica de una
diligencia de investigación, cuya eficacia se verificará una v e z q u e la p er s o n a
c it a d a c o mp ar e zca y se a e n t r ev is t a d a , siendo ésta última la que podrá,
de acuerdo al dicho del entrevistado, c o ns t i t u ir u n e le me n t o de
c o nv ic c ión e n co nt r a de los i m p ut a d o s . No o bs t a n t e , en e l
p r e s e nt e c as o la f is ca l n o i n d ic a d e f or ma c lar a q ué f u e l o
ma n if es t a d o p o r e l c iu d a d an o C . M. H. , por el contrario, remite a los folios
del expediente a los fines de poder pr e c i sa r l o pl as m a d o e n e l es c r it o de
a c us ac ió n. A s i m ism o , se o bs e r v a q u e e l pr e s en t e e le m e nt o d e
c o nv ic c ión sólo podría representar fundamento en la acusación respecto a la
ciudadana L.P., no así para el resto de los imputados.
3.-`La declaración del señor C.M.H., quien fue la persona que detectó la
irregularidad tal y como consta al folio 25 del expediente´. Se observa que la fiscal
del Ministerio Público se limita a indicar que dicha declaración se encuentra en el
735
folio 25 del expediente, obligando al juez y a la defensa a ir necesariamente al
expediente para comprender la acusación fiscal; en consecuencia este elemento
de convicción incumple lo previsto en numeral 3 del artículo 326 del Código
Orgánico Procesal Penal, puesto que no señala cuál es el fundamento que extrae
de la información indicada respecto a la efectiva materialidad del hecho o a la
responsabilidad de los imputados en el mismo.
En consecuencia, se observa que los elementos de convicción indicados por la
fiscal, no se encuentran motivados, en tal sentido, no son capaces de ofrecer
certeza respecto a que existan fundamentos o no para la acusación fiscal.
Asimismo, la representante de la vindicta pública omitió señalar en forma
específica y por separado, cuáles de los elementos de convicción señalados
representaban fundamento serio para acusar a cada uno de los imputados, ya que
se requiere individualizar el grado de participación de los imputados en el hecho
punible investigado, a los fines de garantizar el derecho a la defensa del que
gozan cada uno de ellos.
Del mismo modo, sobre este requisito de la acusación se ha dicho que consiste en
el ´resumen del acervo de diligencias de investigación que constituyeron la
presunción de culpabilidad con proyección abierta hacia la ilustración y desarrollo
de los elementos de la teoría del delito que justificarían la solicitud de condena (ius
puniendi estricto).´, de modo que si el representante del Ministerio Público omite la
indicación de las mismas, no sólo estaría creando un vacío en la acusación, lo que
haría injustificado el ejercicio de la acción penal toda vez que no habría elementos
para ello, sino que además estaría menoscabando el derecho a la defensa del
imputado, quien desconocería cuáles fueron las circunstancias que dieron lugar a
la investigación que se le sigue y posterior acusación, lo que en definitiva
devendría en una violación flagrante del debido proceso.
Igualmente, respecto a la obligación que tiene el fiscal de fundamentar su
acusación, a través del señalamiento de los elementos de convicción, se ha
pronunciado la Doctrina del Ministerio Público de la manera siguiente:
´Una acusación sin el fundamento requerido por la ley, se traducirá en una fallida
pretensión por parte del fiscal del Ministerio Público, en tanto que la correcta
presentación de las evidencias o elementos de convicción servirá para determinar
los hechos, comprobar la existencia de un delito y sus respectivas circunstancias,
e imputar su comisión a una persona determinada. De no hacerse así su
pretensión acusatoria resultaría inútil, pudiendo producirse un pronunciamiento
judicial a favor del sobreseimiento de la causa…/ la motivación y fundamentación
de los escritos fiscales es un requisito que no puede ser obviado, toda vez que ella
determina el que la actuación del fiscal esté o no ajustada a derecho´…/...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:326-3

DESC ACCION PENAL


DESC ACUSACIÓN
DESC CULPABILIDAD
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACIÓN
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC POLICIA JUDICIAL
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.829-831.

736
262
TDOC Memorandum
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DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL Deben señalarse los preceptos jurídicos de una manera lógica y
concordada con los hechos acaecidos, toda vez que los
mismos constituyen las razones de derecho por las cuales es
solicitado el enjuiciamiento de una persona.

FRAGMENTO

“La expresión de los preceptos jurídicos aplicables, previsto como requisito


de la acusación en el ordinal 4° del Código Orgánico Procesal Penal, no se
refiere sólo a la mera enunciación de la norma penal en la cual se
encuentra prevista la figura delictiva imputada, sino que además requiere
de la fundamentación de la calificación jurídica adoptada por el fiscal del
Ministerio Público. En este sentido, se observa que en el presente caso la
representante fiscal omite el capítulo referente a los ´Preceptos Jurídicos
Aplicables´, se limita a señalar lo que en su criterio sería la calificación
jurídica aplicable en la parte final del capítulo referido a los elementos de
convicción de la manera siguiente: ´Del análisis realizado por esta
representante de la Vindicta Pública, considera que el hecho imputado
constituye el delito de hurto calificado continuado, previsto y sancionado en
los artículos 455 ordinal 1° del Código Penal Venezolano en relación con el
artículo 99 y artículo 77 en sus ordinales 5°,6°,9° y 11° ibidem y en relación
con las ciudadanas L.P. y T.M., la misma calificación más el artículo 83 del
Código Penal Venezolano pues está comprobado en autos que estas dos
ciudadanas son las cooperadoras inmediatas en la facilitación de este
delito. Habiendo actuado con abuso de confianza la señora L.P., por tener
más de seis (6) años laborando en la institución y fue merecedora de ese
ascenso por la confianza que se tenía en ella´.
Se observa que la representante de la vindicta pública, no realiza
indicación alguna respecto a los hechos que la llevaron a la convicción de
que fue ese el delito cometido, así como tampoco a los resultados de las
diligencias practicadas que indiquen que es ese y no otro, el tipo penal
aplicable al caso concreto; del mismo modo, no establece las causas por
las cuales consideró que las normas señaladas se ajustaban a los hechos
descritos y a la conducta desplegada por los imputados. Señalando la
fiscal de manera aislada, al final del párrafo antes trascrito, que se
configuró el abuso de confianza por parte de la imputada L.P., toda vez
que la misma tenía mas de seis (6) años en la Corporación P., de modo
que se crea la duda respecto a los fundamentos utilizados por la fiscal del
Ministerio Público para justificar el abuso de confianza en el que alega
incurrió la imputada de autos.
Asimismo, la representante fiscal hace referencia a la figura de la
continuidad, prevista en el artículo 99 del Código Penal venezolano de la
manera siguiente:

´Artículo 99. Se consideran como un solo hecho punible las varias


violaciones de la misma disposición legal, aunque hayan sido cometidas en
diferentes fechas, siempre que se hayan realizado con actos ejecutivos de
737
la misma resolución; pero se aumentará la pena de una sexta parte a la
mitad´.

En este sentido, no se desprende del escrito fiscal fundamento alguno que


indique la continuidad del hecho punible, sobre todo si se toma en cuenta
que como ya ha sido expresado, no se verifica la presencia de elementos
que corroboren la efectiva comisión del hecho punible principal, en
consecuencia mucho menos podría confirmarse la continuidad del mismo,
al no constar las fechas en que se cometió el delito o en que fueron
registrados los faltantes de la mercancía objeto del mismo.
La importancia de una correcta subsunción de los hechos a la calificación
jurídica realizada por el fiscal, radica en que será ella la que determinará le
efectiva comisión del ello punible cuyo enjuiciamiento se solicita.
Respecto a la trascendencia de la adecuada fundamentación de la
calificación jurídica adoptada por el fiscal, se ha pronunciado la Doctrina
del Ministerio Público de la siguiente manera:
´Esto requiere, por parte del fiscal del Ministerio Público, una correcta
adecuación de los hechos con la norma jurídica contentiva del tipo penal
que considera aplicable al caso concreto, dadas las características del
mismo. La expresión en el escrito de acusación de los preceptos jurídicos
aplicables, se traducirá entonces en las razones de derecho que le dan
vida al ejercicio de la acción penal. Esta labor de adecuación de los
hechos para establecer la exacta aplicación de la norma jurídica, es de
especial relevancia, habida cuenta de que la falta de especificación del
hecho, con el expreso señalamiento del lugar, modo, tiempo y demás
circunstancias de la comisión del delito, y su adecuación a la norma
jurídica, no sólo afectará al derecho a la defensa del imputado, sino que
además será aleatoria al principio de congruencia que debe existir entre la
acusación y la sentencia el cual está consagrado en el artículo 364 del
Código Orgánico Procesal Penal, cuyo texto señala:/ ‘Congruencia entre
sentencia y acusación. La sentencia de condena no podrá sobrepasar el
hecho y las circunstancias descritas en la acusación y en el auto de
apertura a juicio, o en su caso, en la ampliación de la acusación’/ Por
tanto, si no existe en la acusación una descripción circunstanciada del
hecho, y su adecuación a la norma contentiva del tipo penal del que se
trate, será imposible dictar una sentencia válida, ya que esta sólo podrá
recaer sobre los hechos y circunstancias señaladas en la acusación por el
representante del Ministerio Público´.
En atención a lo ya expuesto, y en consideración a las observaciones
realizadas con anterioridad, no es posible establecer con certeza si la
calificación jurídica adoptada por la representante fiscal, se encuentra o no
ajustada a derecho, toda vez que las deficiencias de hecho y de derecho
señaladas, impiden la emisión de una opinión objetiva por parte de esta
Dirección. Es por ello, que un representante del Ministerio Público, no
puede omitir por ninguna circunstancia el señalamiento de los preceptos
jurídicos de una manera lógica y concordada con los hechos acaecidos,
toda vez que los mismos constituyen las razones de derecho por las
cuales es solicitado el enjuiciamiento de una persona...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:77-5
CP art:77-6
CP art:77-9

738
CP art:77-11
CP art:83
CP art:99
CP art:455-1

DESC ABUSO DE CONFIANZA


DESC ACUSACIÓN
DESC CALIFICACIÓN JURÍDICA
DESC HURTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.831-834.

739
263
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DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL El fiscal del Ministerio Público debe indicar la necesidad y
pertinencia del medio probatorio a fin de evitar el menoscabo
del derecho a la defensa del imputado.

FRAGMENTO

“Visto que en nuestro proceso penal rige la presunción de inocencia como


regla, la culpabilidad de una persona sólo es admisible una vez que haya
sido probada, de allí deriva la importancia de la indicación de los medios
de prueba en el escrito de acusación, al cual se refiere el artículo 326
ordinal 5° del Código Orgánico Procesal Penal. Sin embargo, tal
señalamiento no puede limitarse a la simple indicación de dichos medios
de prueba, ya que se requiere además que el representante de la Vindicta
Pública especifique la necesidad y pertinencia de cada uno de los medios
de prueba ofrecidos.
Se dice que algo es necesario cuando ´es menester, indispensable, o hace
falta para un fin´, de modo que la necesidad de una prueba viene dada por
la importancia que tiene la misma para demostrar un determinado hecho
del proceso, así como el convencimiento que se tendrá de la ocurrencia
del mismo a través de su evacuación, es decir, qué es lo que se pretende
probar con ella. Por otra parte, se dice que algo es pertinente cuando
´conduce o concierne a alguna circunstancia en discusión´, en
consecuencia la pertinencia en los medios probatorios se refiere, a la
indicación de la relación que tiene un determinado medio probatorio con el
proceso que se está desarrollando, en otras palabras por qué dicho medio
de prueba debe ser promovido.
Así se observa, que la representante del Ministerio Público se limitó en su
escrito de acusación a realizar la enunciación de los medios probatorios
que ofreció evacuar en el juicio, sin señalar en ninguno de ellos cuál es su
necesidad y pertinencia.
En nuestro sistema procesal penal, visto que es el fiscal del Ministerio
Público el encargado de dirigir la investigación, es a éste a quien le
corresponde dar a conocer las bases sobre las cuales el imputado
preparará su defensa a través de su representante, y a la vez sobre las
cuales el juez fundamentará su decisión. En consecuencia, cuando un
fiscal no indica la necesidad y pertinencia de un medio probatorio está
creando un vacío en la decisión del juez, y un menoscabo al derecho a la
defensa del imputado, así como poniendo en riesgo el ejercicio de la
acción penal dado que la comisión del hecho punible cuyo enjuiciamiento
se solicita, no sería susceptible de ser probado, toda vez que ´la prueba se
presenta como el necesario y adecuado instrumento a través del cual el
Juez, en el marco del proceso, entra en contacto con la realidad
extraprocesal´.
En este orden de ideas, señala la doctrina extranjera de manos de Manuel
Miranda Estrampes:
´…/mediante la prueba lo que se pretende es que el juzgador se convenza
con exactitud, positiva o negativa, de las afirmaciones fácticas formuladas
740
por las partes. La convicción judicial se configura, por consiguiente, como
la finalidad de la prueba procesal; conclusión que es válida cualesquiera
que sea el proceso en que la actividad probatoria tenga lugar´ .
Citamos a continuación al autor Jairo Parra Quijano, quien hace referencia
a la necesidad y pertinencia de la prueba poniendo de relieve lo siguiente:
´La prueba es necesariamente vital para la demostración de los hechos en
el proceso; sin ella la arbitrariedad sería la que reinaría…/ Utilizamos la
palabra necesidad como ‘todo aquello a lo cual es imposible sustraerse,
faltar o resistir’…/ Es la adecuación entre los hechos que se pretenden
llevar al proceso y los hechos que son tema de la prueba de este. En otras
palabras, es la relación de facto entre los hechos que se pretenden
demostrar y el tema del proceso…/ La pertinencia también tiene que ver
con la prueba, y: es la capacidad, que tienen la prueba de aportar hechos
que tienen que ver con el objeto de la prueba. Y es impertinente, inclusive
utilizando los términos de la Corte Suprema de Justicia en el evento de
que…/ se ha separado drásticamente del único objeto señalado en el
proceso como plan de acción…/´.
Igualmente, la doctrina institucional, respecto a este punto establece:
´El ordinal en análisis establece para el Ministerio Público la obligación de
ofrecer los medios de prueba que llevará a juicio, lo cual no debe
concretarse al mero señalamiento de las mismas por parte del fiscal, sino
que, también tiene que expresarse en la acusación el porqué de tal
ofrecimiento, a fin de no dejar dudas sobre la necesidad y pertinencia de
su práctica en el juicio oral, dada su relación con el objeto de la
investigación….´ .

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:326-5

DESC ESCRITO DE ACUSACION


DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC PRESUNCION
DESC PRUEBA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.834-836.

741
264
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL Sólo pueden incorporarse al juicio por su lectura los
testimonios recibidos conforme a las reglas de la prueba
anticipada. Debió la fiscal del Ministerio Público ofrecer como
medios de prueba el testimonio de los funcionarios policiales
que realizaron las diligencias indicadas como elementos de
convicción.

FRAGMENTO

Por otra parte, se advierte que la fiscal ofrece como medio probatorio la
declaración del ciudadano J.M.B., padre del niño S.M., alegando que le ha sido
imposible ver a su hijo. En relación con esta prueba se realizan los siguientes
señalamientos:/ a. No indica la representante del Ministerio Público la fecha en la
cual se rinde la entrevista respectiva, ello a los fines de dejar constancia de su
efectiva realización durante la investigación;/b. Este medio probatorio se ofrece de
conformidad con el artículo 339 numeral 2 del Código Orgánico Procesal Penal,
que establece: “Artículo 339. Lectura. Sólo podrán ser incorporados al juicio por su
lectura: /(…)/ 1. Los testimonios o experticias que se hayan recibido conforme a
las reglas de la prueba anticipada./(…)/ 2. La prueba documental o de informes, y
las actas de reconocimiento, registro o inspección, realizadas conforme a lo
previsto en este Código…”, lo cual es incorrecto por cuanto no se tiene constancia
de haber recibido el testimonio conforme a las reglas de la prueba anticipada,
asimismo, el testimonio propiamente considerado no es una prueba documental,
ni es una prueba de informes, ni un acta de reconocimiento, de registro o de
inspección, de modo que se considera que este medio no puede ofrecerse
alegando la norma antes señalada. /c. Esta declaración no se establece entre los
elementos de convicción presentados por la fiscal del Ministerio Público, lo cual
habría resultado más lógico, es decir, la entrevista propiamente dicha se establece
en el escrito de acusación como elemento que ha llevado a la convicción del fiscal
del Ministerio Público, acerca del incumplimiento por parte de la imputada de una
determinada orden judicial, y el testimonio que habrá de rendir el declarante en
juicio, es aquel que se incluirá entre los medios de prueba, a fin de preservar la
vigencia de los principios de oralidad y contradicción, por cuanto según las
previsiones del Código Orgánico Procesal Penal (artículos 18, y 355 al 357) es en
el juicio oral en donde estos principios adquieren su plena vigencia, ya que las
partes tienen oportunidad de escuchar y alegar lo que consideren pertinente, a
través de los medios de prueba que se promueven en juicio.
El autor Juan Montero Aroca, haciendo referencia al principio de contradicción
íntimamente ligado al derecho a la defensa, ha señalado:

´El principio de contradicción tiene plena virtualidad cuando se le considera como


un mandato dirigido al legislador ordinario para que regule el proceso, partiendo
de la base de que las partes han de disponer de plenas facultades procesales
para tender a conformar la resolución que debe dictar el órgano judicial…´ .
En ese mismo sentido y refiriéndose igualmente al principio de contradicción, se
pronuncia el autor Alex Carocca Pérez, al indicar:

´Esta interlocución debe implementarse a lo largo de todo el juicio, porque si no,


en realidad no habrían posibilidades de las partes de intervenir razonablemente en
la formación de las decisiones que se van adoptando durante su tramitación, y que

742
tienen por objeto intervenir en la decisión final, que habrá de llegar por medio de la
sentencia definitiva´.
El principio de contradicción permite a las partes influir en el criterio del juzgador a
fin de que emita una determinada decisión en uno u otro sentido, ello, por cuanto
la contradicción se realiza en la presencia real del órgano jurisdiccional, quien
juzgará apegado a las previsiones constitucionales y legales, y de conformidad
con lo observado durante el desarrollo del debate en el cual se ejerce a plenitud el
contradictorio.
Sin embargo, respecto de este medio probatorio, debe resaltarse que dado el
contexto del caso analizado, en donde hubo ausencia de investigación, como de
seguidas se desarrollará, todo apunta a considerar que la fiscal del Ministerio
Público, en fase de investigación y previo a la presentación del escrito de
acusación, no entrevistó al ciudadano J.M.B., y es por ello que no lo incluye como
elemento de convicción, pero si lo incorpora como testigo a ser promovido en el
juicio a ser celebrado. No obstante ello, de cualquier manera resultaba incorrecto
alegar el artículo 339 del Código Orgánico Procesal Penal, como antes se indicó.
Por último, se observa que no ofrece la fiscal del Ministerio Público como medios
probatorios, el testimonio de los funcionarios policiales que realizan las diligencias
indicadas como elementos de convicción, a saber: el testimonio del funcionario
detective D.C., que suscribe un acta policial relacionada con los hechos; y el
testimonio de la Sub-comisario M.E.C., quien realiza una diligencia policial en el
presente caso. Estima este Despacho que la fiscal del Ministerio Público debió
ofrecer el testimonio de los funcionarios antes identificados, a fin de que las partes
puedan ejercer la debida contradicción dentro del proceso penal, a la que tienen
derecho de conformidad con la ley vigente, además por cuanto se considera que
es un elemento relevante que demuestra el incumplimiento de la decisión...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:18
COPP art:339
COPP art:339-2
COPP art:355
COPP art:357

DESC ESCRITO DE ACUSACION


DESC JUICIO
DESC POLICIA
DESC PRINCIPIO DE CONTRADICCION
DESC PRINCIPIO DE ORALIDAD
DESC PRUEBA
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC TESTIGOS

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FUEN Informe FGR, 2004, pp.836-838.

743
265
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DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL No puede el fiscal del Ministerio Público solicitar la imposición
de la condena en su escrito de acusación, ya que en esta fase la
pretensión del Estado no es otra que el enjuiciamiento del
imputado. Adicionalmente, el representante del Ministerio
Público en su escrito de acusación, al mencionar a la persona
sobre la cual recae la imputación, debe referirse al “imputado”
y no al “acusado”.

FRAGMENTO

Finalmente al analizar el petitorio realizado por la Abg. L.deC.P.M. se


observa que la misma señala: ´…solicito el enjuiciamiento de los acusados
y su consecuente condena…´, tales afirmaciones no son correctas y
evidencian una utilización errónea de los términos, puesto que hasta tanto
sea admitida la acusación y se dicte la apertura a juicio, el término
adecuado para referirse a los presuntos autores del hecho punible es
´imputados´ y no ´acusados´, de conformidad con lo establecido en el
artículo 124 del Código Orgánico Procesal Penal.
Al respecto, se ha pronunciado la doctrina del Ministerio Público de la
manera siguiente:
´En el Capítulo del petitorio, el representante del Ministerio Público solicita
el enjuiciamiento de los acusados. Se le ha de recordar que tal
denominación Acusado se le da cuando se formalice la acusación y se
abra el juicio. En efecto el artículo 121 del Código Orgánico Procesal Penal
entre otras cosas dispone:…Artículo 121. Imputado…Con el auto de
apertura a juicio, el imputado adquiere la calidad de acusado´./ ´Incorrecto
en la acusación, solicitar el enjuiciamiento de los acusados. El artículo 329
del Código Orgánico Procesal Penal, es muy claro en expresar: la solicitud
de enjuiciamiento del imputado´.
Asimismo, tal afirmación representa un exceso por parte de la
representante fiscal en el petitorio, ya que en un sistema como el nuestro
donde se prevé la presunción de inocencia como principio del proceso, no
puede solicitar un fiscal del Ministerio Público la aplicación de una condena
en su escrito de acusación, ya que puede ser que una vez que se haya
desarrollado el debate el juez declare su absolución. En este sentido ha
emitido opinión la Doctrina institucional en los siguientes términos:
´En el capítulo atinente a la solicitud de enjuiciamiento del imputado se
excede en el mismo, al solicitar su condena. Ya que lo que debe expresar
el fiscal del Ministerio Público, en este aparte, es la pretensión del Estado
la cual no es otra que el enjuiciamiento del imputado. / Esto es lo único
que deberá solicitar el representante del Ministerio Público, porque hasta
ese momento, lo que se pretende es que se abra la fase de juicio para a
través de ella demostrar la culpabilidad del imputado´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:124

744
COPP art:329

DESC ACUSACIÓN
DESC CONDENA
DESC CULPABILIDAD
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESCRITO DE ACUSCION
DESC IMPUTABLIDAD
DESC PRESUNCION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.838-839.

745
266
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-27-022-2004 FECHA:20040123
TITL El incumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 326
del Código Orgánico Procesal Penal podría traer consigo el
sobreseimiento de la causa de conformidad con lo establecido
en el artículo 28 ordinal 4° literal i. El carácter de buena fe que
debe tener el fiscal del Ministerio Público no se contrapone a su
deber de acusador, sino que debe acompañarlo no sólo en la
acusación, sino también en todos los actos del proceso.

FRAGMENTO

Asimismo, la representante del Ministerio Público, hace una serie de


afirmaciones que merecen especial atención, tales como ´…si es cierto
que se suscitó la duda en cuanto a la acusación fiscal presentada en el
momento oportuno…consta en autos que se sucedieron una serie de
delitos que la fiscalía no dejó claro…aun cuando soy y debo ser parte de
buena fe, en este caso fui y soy parte acusadora y en el momento de
concretizar la acusación quedaron dudas que no fueron explanadas aun
cuando si fueron debatidas en el momento de la audiencia oral…´.
En este sentido, no puede la representante del Ministerio Público, escudar
su falta de cumplimiento de los requisitos de la acusación, en el hecho de
haberlas subsanado -a su modo de ver- en la audiencia preliminar, toda
vez que el artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal establece los
requisitos que debe contener la acusación al momento de ser presentada
ante el tribunal, de modo que no puede un fiscal del Ministerio Público
presentar una acusación que incumpla los mismos, con miras de
corregirlos o completarlos en la audiencia preliminar, puesto que ello
podría traer consigo el sobreseimiento de la causa de conformidad con lo
establecido en el artículo 28 ordinal 4° literal i. Aunado a ello, la
manifestación de la fiscal a la que hacemos referencia, hace pensar que
desconoce las implicaciones que tiene la buena fe que dentro del proceso
debe mantener el fiscal del Ministerio Público, la cual no se circunscribe
sólo al cumplimiento de sus obligaciones, sino que además implica la
presencia de objetividad al momento de ejercer las mismas, puesto que
aun cuando el Ministerio Público es el titular de la acción penal, su ejercicio
tienen como finalidad establecer la verdad de los hechos y la búsqueda de
la justicia; en tal sentido el artículo 281 del Código Orgánico Procesal
Penal establece:
´El Ministerio Público en el curso de la investigación hará constar no sólo
los hechos y circunstancias útiles para fundar la inculpación del imputado,
sino también aquellos que sirvan para exculparle. En este último caso, está
obligado a facilitar al imputado los datos que lo favorezcan´.
En este orden de ideas, se verifica que la buena fe que debe tener el fiscal
no se contrapone con su deber de acusador, sino que debe acompañarlo,
y no sólo en la acusación sino también en todos los actos del proceso, de
allí la disposición del artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público
el cual en su ordinal 2° dispone:

746
´Artículo 34.- Son deberes y atribuciones de los fiscales del Ministerio
Público: …/ 2° Proteger el interés público, actuar con objetividad, teniendo
en cuenta la situación del imputado y de la víctima y prestar atención a
todas las circunstancias pertinentes del caso;…´.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:28-4-i
COPP art:281
COPP art:326
LOMP art:34-2

DESC ACUSACION
DESC AUDIENCIAS
DESC BUENA FE
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACION
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.839-840.

747
267
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL La solicitud de las medidas cautelares sustitutivas, no debe
concretarse a una simple enumeración de los requisitos legales
exigidos para su procedencia. Se requiere fundamentar cada
uno, tomando en cuenta las circunstancias presentes en el
caso, acreditando además la existencia del peligro de fuga o de
obstaculización.

FRAGMENTO

“En la parte final del escrito de acusación analizado, la fiscal solicita las
medidas cautelares sustitutivas previstas en los numerales 3 y 4 del
artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal, sin embargo, no
fundamenta debidamente su solicitud, es decir, simplemente se limita a
realizar una enumeración de los requisitos legalmente exigidos para la
procedencia de las medidas cautelares, sin motivar la razón por la cual se
producen en la práctica cada uno de estos requisitos, obviando señalar si
se produce en el caso concreto, bien sea un peligro de fuga, o un peligro
de obstaculización en la búsqueda de la verdad, ello por cuanto el artículo
256 del Código Orgánico Procesal Penal exige para la procedencia de las
medidas cautelares sustitutivas, la verificación de los supuestos necesarios
para que se acuerde la privación judicial preventiva de libertad, en donde
figura el peligro de fuga y el peligro de obstaculización. En este sentido, la
Doctrina institucional establece:
`(...) debe el representante del Ministerio Público, solicitar el decreto de
privación judicial preventiva de libertad del imputado, mediante escrito
debidamente razonado, con apoyo a los requisitos establecidos en el
artículo 259 del Código Orgánico Procesal Penal, teniendo en cuenta
especialmente las circunstancias señaladas en el artículo 260 ejusdem./
(...) / Configura un escrito deficiente, solicitar el representante del
Ministerio Público al juez de control, la aplicación para el imputado de las
medidas cautelares sustitutivas, (...) sin la debida explicación del motivo de
su invocación´.
´La solicitud de cualquiera de las medidas previstas en el artículo 265 del
Código Orgánico Procesal Penal, implica una debida fundamentación que
contenga las razones de su aplicación, teniendo en cuenta la
proporcionalidad de la misma, de tal modo que garantice las resultas del
proceso´.
Asimismo, el Tribunal Supremo de Justicia ha expresado que a fin de
dictar una medida cautelar sustitutiva es necesario que se verifiquen los
elementos exigidos para la procedencia de una privación judicial
preventiva de libertad, a saber:
´A juicio de la Sala, el estado de libertad deviene de la inviolabilidad del
derecho a la libertad personal. De allí, que toda persona a quien se le
impute la participación en un hecho punible tiene derecho a permanecer en
libertad durante el proceso, excepto por las razones determinadas por la
ley y apreciadas por el juez en cada caso. Dichas excepciones nacen de la

748
necesidad del aseguramiento del imputado durante el proceso penal,
cuando existan fundados elementos en su contra de la comisión de un
delito, así como el temor fundado de la autoridad de su voluntad de no
someterse a la persecución penal. Estas dos condiciones constituyen el
fundamento del derecho que tiene el Estado de perseguir y solicitar
medidas cautelares contra el imputado´.
Se observa de la decisión antes transcrita, que en el caso de aplicación de
medidas cautelares en general -en las cuales deben entenderse incluidas
la privación judicial preventiva de libertad y las medidas cautelares
sustitutivas-, deben cumplirse los extremos legales establecidos en el
artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, entre los cuales se
encuentran el peligro de fuga y el peligro de obstaculización, los cuales no
fueron debidamente fundamentados y acreditados en el escrito objeto de
análisis...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:250
COPP art:256
COPP art:256-3
COPP art:256-4
COPP art:259
COPP art:260
COPP art:265

DESC ACUSACION
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC FUGA
DESC LIBERTAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.840-842.

749
268
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-28-153-2004 FECHA:20040323
TITL No puede existir contradicción entre la motivación contenida en
la solicitud de sobreseimiento, y la norma invocada en el
petitorio respectivo. En este caso, la fundamentación de la
solicitud de sobreseimiento versó acerca de la imposibilidad de
atribuirle el hecho a los imputados y en la atipicidad del hecho
(artículo 318, numerales 1º primer supuesto, y 2º primer
supuesto del Código Orgánico Procesal Penal), mientras que se
invocó el numeral 4 del artículo 318 ejusdem, referido a la
imposibilidad racional de incorporar nuevos datos a la
investigación por lo cual no puede solicitarse el enjuiciamiento
del imputado.
Decretado el sobreseimiento porque los hechos no son
constitutivos de delito, es imposible que sobre esos mismos
hechos y respecto del mismo imputado, se pueda iniciar otra
averiguación.

FRAGMENTO

Los fiscales del Ministerio Público dejaron constancia que se encontraba


vencido el lapso de prórroga establecido en el artículo 314 del Código
Orgánico Procesal Penal, por lo que arguyeron que no contaban con la
posibilidad de incorporar nuevos elementos de convicción, al manifestar en
su escrito lo siguiente:
´encontrándonos de conformidad con lo ordenado por el reformado artículo
321 y ahora 314, del Código Orgánico Procesal Penal en la imperiosa
obligación de pronunciarnos exclusivamente por Acusar o Sobreseer en el
lapso perentorio impuesto por el Tribunal, no pudiendo decretar un archivo
fiscal con la esperanza de agregar nuevas pruebas o extendernos en el
tiempo ordenando la práctica de nuevas actuaciones, no pudiendo
fundamentar una acusación en los términos del artículo 326 del Código
Orgánico Procesal Penal en virtud de que no existe probabilidad de que
con estas prueba (sic) se produzca una sentencia condenatoria, nos
encontramos ante el supuesto de sobreseimiento de la causa a que se
refiere el ordinal 4° del artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal
dado que a pesar de la falta de certeza sobre lo ocurrido legalmente no es
posible ni razonable agregar nuevos elementos a la investigación´ .
No comparte esta Dirección la justificación del sobreseimiento, ya que
concluyen que el ordinal del artículo 318 del Código Orgánico Procesal
Penal aplicable al caso es el 4°, por cuanto, según el propio escrito, no les
fue posible ni razonable agregar nuevos elementos a la investigación, pero
en la motiva del escrito se observa que para sustentar su solicitud, se
alegan otras razones distintas a la imposibilidad racional de incorporar
nuevos elementos de convicción. Tales motivos, según el propio escrito
fiscal, contradicen la motivación de la solicitud de sobreseimiento con el
apoyo legal del petitorio, y se resumen en los siguientes:
1. No se comprobó la participación de algunos sujetos en el hecho./2
750
Los ciudadanos R.H. y J.G.S., no son señalados por ninguno de los
testigos, ni por ninguna evidencia respecto al delito de concusión./ 3. El
informe de auditoria de gestión practicada a la Alcaldía del Municipio
Bolívar, sólo evidencia, en su mayoría, situaciones genéricas sin señalar
concretamente casos que pudieran constituir hechos punibles, además de
reflejar problemas contables no constitutivos de delitos.-/ 4 Que algunas
prácticas reflejadas en el informe son la consecuencia de una actividad
laboral ´antiquísima´, reconocida por el derecho laboral./ 5 Que, en
resumen, el informe de gestión lo que refleja es un diagnóstico contable
que sólo evidencia las consecuencias generales de lo que parecen
prácticas administrativas incorrectas./ 6 Que no fueron imputadas
conductas típicas.
Como resulta evidente de los recaudos consignados, se advierte que
ninguno de los alegatos anteriores, recogidos del propio escrito fiscal,
encuadran en la norma recogida en el artículo 318 ordinal 4° del Código
Orgánico Procesal Penal, ya que, salvo la circunstancia de que se
encontraban emplazados, no dejaron constancia del agotamiento de la
investigación y de la imposibilidad de incorporar, a futuro, nuevos
elementos, por el contrario, fundamentaron gran parte de la solicitud en la
circunstancia de no poder atribuirle el hecho a los sujetos y en que el
hecho resultó no ser típico.
Segundo
Se lee en el escrito fiscal lo siguiente:/ ´por lo que consideramos que
nuevamente nos encontramos ante una situación que por sí misma no
constituye delito, lo cual no excluye que en el futuro se demuestren hechos
relacionados con esta situación que si (sic) lo constituyan sin que la
decisión de este proceso pueda afectarlos en la medida que en este
proceso no se intentó persecución sobre hechos concretos´
Continúan los fiscales sosteniendo en su escrito:
´De modo que nuevamente estamos ante una parcial imputación de
hechos que como tal no constituye delito, lo cual no significa que
posteriormente obtenida la noticia o denuncia de alguno o todos los
trabajadores conforme a la cual pueda configurar delito, no pueda iniciarse
una investigación y establecerse una responsabilidad´
Finalmente reafirman los representantes del Ministerio Público que:
´queremos dejar claro que en la presente causa las imputaciones no sean
típicas (sic) no significa que posteriores investigaciones no puedan
establecer hechos que dieron lugar a los resultados de dicha experticia
contable y que alguno o todos estos puedan constituir estos u otros delitos
y mucho menos puede concluirse que el sobreseimiento por falta de
tipicidad en la presente pudiese hacer cosa juzgada respecto a dichos
hechos, puesto que no existiendo tales imputaciones no ha existido al
respecto persecución alguno (sic) y por tanto no se produciría el supuesto
de la doble persecución y cosa juzgada, quedando abierta la posibilidad de
tales y múltiples investigaciones´.
Tales citas extraídas del escrito fiscal merecen varias observaciones. En
cuanto a las dos primeras, debe esta Dirección señalar que no es cierto
que la decisión de sobreseimiento no pueda afectar los hechos cuando
éstos no revisten carácter penal, pues, precisamente el segundo ordinal
del artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal establece la
procedencia del sobreseimiento cuando el hecho no es típico.
Igualmente, resulta falsa la afirmación de que ante una ´imputación parcial´
de hechos que no constituyen delito, pueda a posteriori obtenerse otra

751
información que haga revestir de carácter penal el hecho y por tanto se
inicie otra investigación, pues los únicos motivos de excepción al principio
de única persecución están expresamente establecidos en la ley, por lo
que resultaría violatorio del carácter de cosa juzgada el reanudar en contra
de un sujeto ´parcialmente´ imputado, una nueva respecto a los mismos
hechos de la ya culminada.
Tampoco es cierto que un hecho que no sea típico pueda serlo
posteriormente. La única excepción a ello, sería que por ley posterior a la
comisión del hecho, se tipifique éste, pero entonces no sería aplicable
retroactivamente a los imputados. Por otra parte, si lo que los fiscales
quisieron indicar, es que pueden surgir nuevos elementos de convicción
desconocidos para el momento de la solicitud de sobreseimiento, y
determinar la tipicidad del hecho que fuera objeto del sobreseimiento
inicial, ello nunca podría ser alegado para fundar una nueva persecución
respecto del mismo imputado, pues -como se indicó-, ese hecho, respecto
de ese imputado no puede ser nuevamente investigado, aunque surjan
nuevos elementos de convicción desconocidos para la fecha de la decisión
de sobreseimiento.
Como ya se mencionó con anterioridad, el sobreseimiento establecido en
el artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal, tiene fuerza definitiva
que extingue el proceso y genera cosa juzgada. Aunado a ello es
personal, pues se dicta en favor de los sujetos, y además la cosa juzgada,
entre sus elementos existenciales, requiere de la identidad de personas.
Es aquí cuando cobra mayor importancia la necesidad de identificación
plena de todos los ciudadanos en cuyo favor se solicita el sobreseimiento.
Resulta pertinente recordar lo sostenido por Binder en el sentido que no
existe una cosa juzgada en abstracto, pues, para dicho autor, su efecto,
bien se trate de una sentencia, o sobreseimiento, o cualquier tipo de
resolución que ponga fin al proceso, siempre tendrá una referencia directa
a una persona que ha sido involucrada. Dice Binder, refiriéndose al non bis
in idem, que ´lo importante es tener en cuenta que se trata de una garantía
personal que juega a favor de una determinada persona´(1993:143).
Finalmente, considera necesario esta Dirección aclarar que cuando el
fiscal del Ministerio Público se dirige al órgano jurisdiccional y solicita el
sobreseimiento de la causa, su objetivo es obtener una resolución judicial
mediante la cual se dicte la finalización del proceso penal respecto a los
hechos y sujetos involucrados en su solicitud, por lo que no le será posible
iniciar o continuar otra investigación sobre los mismos hechos, pues,
repetimos, la misma ya ha sido finalizada judicialmente.
No desconoce esta Dirección que resulta difícil en algunos casos lograr
determinar cuando se está en presencia de hechos de la misma naturaleza
que imposibiliten iniciar otra investigación. Para Binder, es suficiente que
se mantenga la misma estructura básica de la hipótesis fáctica para que
opere la garantía de non bis in idem, o se haya ejercido el poder penal con
suficiente intensidad y además, haya existido la posibilidad de completar
adecuadamente la descripción del hecho, aunque no se haya producido
por carencias de la propia investigación, pues incluir cualquier detalle o
circunstancia que ofrezca una pequeña variación en la hipótesis delictiva,
sería burlar la garantía (1993:167).
Considera la Dirección que solicitar el sobreseimiento bajo el argumento
presentado por ambos representantes fiscales, carece de sentido lógico y
jurídico, pues resulta claro que luego de dictado el sobreseimiento operará
la garantía de la cosa juzgada y por consiguiente la imposibilidad de reabrir

752
la investigación...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:314
COPP art:318
COPP art:318-1
COPP art:318-2
COPP art:318-4
COPP art:326

DESC ARCHIVO FISCAL


DESC AVERIGUACION
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC COSA JUZGADA
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACION
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC MUNICIPIOS
DESC PRUEBA
DESC RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC TIPICIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.842-846.

753
269
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-185-2004 FECHA:20040412
TITL La identificación plena del imputado es requisito indispensable
de toda solicitud de sobreseimiento.

FRAGMENTO

En la solicitud de sobreseimiento presentada por la representante del Ministerio Público, no


se identificó plenamente a los imputados, debiendo señalarse además del nombre y
apellido, todos los datos necesarios que permitan su plena identificación.
En tal sentido, la Doctrina de nuestra Institución, la cual nos permitimos transcribir señala lo
siguiente:
´Identificar debidamente al imputado, consiste en dar a conocer ampliamente los datos
personales, consistente, en: nombres y apellidos, nacionalidad, edad, estado civil,
ocupación o profesión, domicilio y número de la cédula de identidad...´ (Informe Anual del
Ministerio Público, Año 2001, Tomo I, p.593)
Dicha identificación es esencial y no puede ser hecha de manera incompleta, ya que uno
de los efectos del sobreseimiento es que tiene autoridad de cosa juzgada con respecto a
los sujetos involucrados en el proceso.
Al respecto el artículo 319 del Código Orgánico Procesal Penal, dispone:
´Efectos. El sobreseimiento pone término al procedimiento y tiene la autoridad de cosa
juzgada. Impide, por el mismo hecho, toda nueva persecución contra el imputado o
acusado a favor de quien se hubiere declarado, salvo lo dispuesto en el artículo 20 de éste
Código, haciendo cesar todas las medidas de coerción que hubieren sido dictadas´.
La debida identificación del imputado permite una adecuada aplicación del principio del non
bis in idem, el cual significa que nadie puede ser perseguido más de una vez por el mismo
hecho. Dicho principio, constituye uno de los pilares básicos de nuestro procedimiento
penal y como una garantía fundamental está recogida en nuestra Carta Magna, en su
artículo 49 numeral 7. Asimismo, dicho principio ha sido recogido en diversos tratados,
pactos y acuerdos internacionales, además del artículo 20 del Código Orgánico Procesal
Penal.
De manera pues, que no ser precisos en la identificación de los imputados respecto a los
cuales se solicita el sobreseimiento, impide determinar la identidad de los sujetos, requerida
para completar la triple identidad del non bis in idem, esto es: identidad de sujeto, de objeto
y de causa de persecución...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49-7
COPP art:20
COPP art:319
IFGR 2001, T.I., p.593

DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC IDENTIFICACIÓN
DESC IMPUTABILIDAD
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.846-847.

754
270
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-185-2004 FECHA:20040412
TITL Son los hechos contenidos en la solicitud de sobreseimiento
los que van a ser ponderados por el juez, por lo que no basta
una exposición indiferenciada de los mismos, se requiere su
descripción, precisando claramente su relación con cada uno
de los imputados, según sea el caso, lo que permitirá
determinar cuándo y cómo fue cometido el hecho investigado, o
contrariamente, concluir que el mismo no llegó a realizarse, o si
habiéndose realizado, el mismo no es típico, además de
determinar el alcance de la solicitud de sobreseimiento.

FRAGMENTO

“El hecho por el cual se apertura la presente investigación, tuvo lugar en fecha 11
de septiembre de 2002, cuando aproximadamente a las 12.30 de la noche, el
ciudadano C.A.G.P., viajaba en su vehículo en compañía de los ciudadanos
L.E.D., J.L.G.V. y N.A., en dirección Caracas-Guarenas, cuando a la altura de la
autopista en las inmediaciones de Guarenas, se encontraron con los funcionarios
policiales PM y CM, los cuales les ordenaron que pararan el vehículo y se bajaran
del mismo, procediendo los funcionarios policiales a realizarles una requisa
personal y una inspección al vehículo, en donde se encontraron seis (6) envases
de cervezas vacías, lo que motivó la detención de los mismos, por lo que fueron
trasladados en la unidad policial hasta el Comando Policial de la Región N° 6 con
sede en Guatire, quedando detenidos por un lapso de ocho (8) horas en una celda
que tiene de diámetro 4mx2,80m de ancho, lugar donde había aproximadamente
30 personas durmiendo, debiendo permanecer parados en las letrinas de la
referida celda, por lo que el denunciante considera, fueron humillados, se puso en
peligro sus vidas y fueron lesionados sus derechos, pues no les fueron leídos; en
consecuencia, se violó el procedimiento establecido en el artículo 44 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 243 y
siguientes del Código Orgánico Procesal Penal, por lo que el denunciante imputó
a los funcionarios aprehensores la comisión de los delitos de abuso de autoridad,
pesquisa personal arbitraria, privación ilegítima de libertad y atropellos contra
personas detenidas, previstos y sancionados en los artículos 204, 182, 177 y 179,
respectivamente del Código Penal.
Esta Dirección observa, al cotejar los tipos penales imputados por el denunciante,
con el escrito de solicitud de sobreseimiento interpuesto por la representante del
Ministerio Público, que en dicha solicitud no se realizó una descripción clara,
precisa y circunstanciada, que comprendiera lugar, tiempo, modo y demás
elementos que configuran los tipos penales imputados por el denunciante, razón
por la que no podemos determinar con certeza si tales aspectos fueron objeto de
la debida investigación, o si dichas circunstancias habiéndose investigado, no
fueron reflejadas en la descripción del hecho realizado por la representante del
Ministerio Público, teniendo dicha descripción relevancia a los efectos de poder
establecer con certeza la calificación jurídica del hecho, siendo esta descripción la
que ulteriormente permitirá determinar si el precepto jurídico invocado se
encuentra o no ajustado a derecho.
Es importante tener presente, que son los hechos contenidos en el escrito de
solicitud de sobreseimiento, los que van a ser ponderados por el juez, por lo que
se advierte que no basta con hacer una exposición indiferenciada de los mismos.
Por el contrario, se requiere que éstos sean descritos, precisando claramente su
755
relación con cada uno de los imputados, según fuere el caso, lo que permitirá
determinar cuándo y cómo fue cometido el hecho investigado, o contrariamente,
concluir que el mismo no llegó a realizarse, o si habiéndose realizado, el mismo no
es típico, además de determinar el alcance de la solicitud de sobreseimiento.
Consideramos que cuando la investigación tenga como objeto diversas conductas
que puedan ser encuadradas dentro de diferentes tipos penales, tal como ocurrió
en el presente caso, cada una de ellas debe ser analizada por separado,
explicando detalladamente los hechos que fueron objeto de la investigación,
exponiendo de una forma motivada la configuración o no de los delitos imputados
y su relación con la norma procesal penal invocada, siendo ello lo que servirá
como fundamento al juez para responder de acuerdo con lo solicitado por el fiscal.
Precisamente, de esta descripción del hecho investigado que debe hacer el
representante del Ministerio Público en su escrito de solicitud de sobreseimiento,
dependerá también la actuación de las partes y, si tal descripción de los hechos
no logra bastarse a sí misma, cualquiera de ellas podría alegar la violación de su
derecho a la defensa y al debido proceso, toda vez que no estaría en capacidad
de determinar en forma precisa, si los hechos denunciados fueron objeto de la
debida investigación.
Se le objeta a la representante del Ministerio Público, que el acta policial levantada
al efecto por los funcionarios policiales, la denuncia interpuesta por el ciudadano
C.AG.P. y las entrevistas realizadas a los ciudadanos N.A.G. y J.L.G.V., quienes
junto con el denunciante fueron privados de su libertad por los funcionarios
aprehensores, tan sólo fueron interpretadas, y no dio a conocer mediante su
trascripción, los aspectos relevantes que podrían estar contenidos en las mismas,
aspectos éstos que de haber sido revelados mediante su trascripción y no
mediante su propia interpretación, habrían permitido advertir si los supuestos de
hecho son los mismos que contemplan los artículos invocados.
La fundamentación realizada por la representante del Ministerio Público para
sustentar su solicitud de sobreseimiento, se basó en un análisis doctrinario de los
tipos penales imputados por el denunciante, los cuales relacionó con el artículo 5
del Decreto N°159 de la Gobernación del Estado Miranda y con la interpretación
que hizo del acta policial, de la denuncia y de las entrevistas realizadas. Siendo
éstos elementos los que consideró determinantes para concluir que los hechos
objeto del proceso no se realizaron y que los mismos no son típicos.
Ahora bien, del análisis realizado a la solicitud de sobreseimiento, se advierte que
el artículo 5 del Decreto N° 159 de la Gobernación del Estado Miranda, invocado
por los funcionarios policiales inicialmente, y luego por la representante del
Ministerio Público, no es aplicable a los hechos objeto del proceso, ya que se
evidencia del escrito analizado, que el denunciante y sus acompañantes no fueron
sorprendidos de manera flagrante consumiendo bebidas alcohólicas en la vía
publica, simplemente, los funcionarios policiales localizaron seis (6) envases
vacíos de cerveza dentro del vehículo propiedad del denunciante, razón por la que
surgen numerosas dudas que no fueron esclarecidas en la solicitud analizada.
Por otra parte, estima esta Dirección que el artículo 5 del Decreto N° 159 de la
Gobernación del Estado Miranda, tiene vicios de inconstitucionalidad por cuanto el
mismo colide con el artículo 44 numeral 1 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
En este sentido, trae luces la Doctrina del Ministerio Público, la cual nos
permitimos transcribir:
´El sobreseimiento es uno de los actos que el Ministerio Público, puede asumir
como pretensión una vez finalizada la llamada fase preparatoria de investigación,
y por tratarse de un acto conclusivo a esta fase, como tal, está controlado por los
órganos jurisdiccionales, en este caso, competencia del juez de control,
generando consecuencialmente efectos atinentes a cada una de las partes, e
impidiendo la prosecución del proceso. Ahora bien, en toda solicitud, se requiere
básica y necesariamente la fundamentación de la misma, para que sea admitida
por el juez, consciente de que lo planteado se encuentra ajustado a derecho.´
(Informe Anual del Fiscal General de la República, Año 1999, Tomo II, p. 76).
Por todo lo anteriormente descrito, considera esta Dirección, que la representante
756
del Ministerio Público incurrió en error al solicitar el sobreseimiento en la presente
causa con base a los hechos descritos supra. En este sentido, para solicitar el
respectivo acto conclusivo, el representante del Ministerio Público debe tener la
plena seguridad que los hechos objeto de su investigación en la fase preparatoria,
encuadran en alguna de las causales del sobreseimiento; cuestión ésta que no se
verifica con mucha claridad, ya que de los elementos en los cuales se basó el
Ministerio Público para formular su petición, no se desprende con certeza que los
funcionarios policiales hayan actuado apegados al ordenamiento jurídico y los
deberes inherentes a su cargo...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44
CRBV art:44-1
CP art:177
CP art:179
CP art:182
CP art:204
COPP art:243
DGEM Nº 159-art:5
IFGR 1999, T.II., p.76

DESC ABUSO DE AUTORIDAD


DESC ACTOS CONCLUSIVOS
DESC ALCOHOLISMO
DESC BEBIDAS ALCOHOLICAS
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC DETENCION
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FLAGRANCIA
DESC INVESTIGACION
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC POLICIA
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.847-850.

757
271
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-185-2004 FECHA:20040412
TITL Es un error invocar simultáneamente como supuestos en la
solicitud de sobreseimiento, que el hecho objeto del proceso no
se realizó, y que el hecho imputado no es típico, por resultar
ambas circunstancias excluyentes entre sí. Frente a un error de
prohibición, procede la solicitud de sobreseimiento, por la
concurrencia de una causa de inculpabilidad (Artículo 318,
numeral 2 del Código Orgánico Procesal Penal).

FRAGMENTO

“Se aprecia que la representante del Ministerio Público no indicó de


manera precisa cuál de los hechos denunciados encuadraba en una u otra
de las causales contempladas en el artículo 318 del Código Orgánico
Procesal Penal, por lo que al invocar de manera acumulativa el primer
supuesto del numeral 1 –el hecho no se realizó- y el primer supuesto del
numeral 2 –el hecho no es típico- del señalado artículo, como causales
que hacen procedente el sobreseimiento, en criterio de este Despacho, lo
hizo equivocadamente, pues las circunstancias de que el hecho objeto del
proceso no se realizó y que el hecho imputado no es típico, son
excluyentes entre sí, son alternativas y no acumulativas, por lo que debió
encuadrar los hechos en uno sólo de los supuestos, explicando las
razones de su invocación.
En consecuencia, no deben alegarse de forma concurrente los dos
supuestos cuando se solicita el sobreseimiento, ya que su invocación
simultánea nos coloca frente a un absurdo o contradicción insalvable.
La contradicción estriba en que cuando hay ausencia del hecho, el hecho
nunca ha sucedido, el acontecimiento histórico no se ha verificado en la
realidad, no hay hecho; mientras que en la ausencia de tipicidad, el hecho
si aconteció, si se verificó en la realidad, pero escapa del ámbito de
aplicación de la ley penal sustantiva.
Por el razonamiento anterior, podemos afirmar que la aplicación del primer
supuesto del numeral 1, descarta la concurrencia del primer supuesto del
numeral 2.
Además, la aplicación simultánea de los supuestos invocados -a los
efectos de solicitar el sobreseimiento-, trae un problema adicional, por
cuanto no permite al juzgador conocer cuál es la opinión precisa del
Ministerio Público en dicho caso, afectando así la claridad y coherencia
que debe tener todo escrito de solicitud de sobreseimiento o de cualquier
otra naturaleza, que amerite ser encuadrado en normas sustantivas o
adjetivas.
Igualmente, es necesario destacar, que si la representante del Ministerio
Público consideró (como en efecto lo hizo) que procedía una de las
causales de sobreseimiento, no debió aplicar el numeral primero, relativo
´a que el hecho no se realizó´, sino que debió aplicar el numeral segundo
del artículo 318, por falta de culpabilidad y no por falta de tipicidad, como
equivocadamente lo hizo. Tal afirmación radica en la forma como está

758
estructurado conceptualmente el numeral 2 del señalado artículo, para
cuya correcta aplicación es menester que el fiscal del Ministerio Público se
adentre en la Teoría General del Delito, y más íntimamente en su
conformación como tal, analizando previamente de forma concienzuda el
hecho que se le presenta y todas sus circunstancias, constatando si se
encuentra en presencia de todos los elementos estructurales del hecho
punible.
El delito está conformado por una serie de elementos positivos que hacen
posible su existencia, tales como: acción-típica, antijuricidad y culpabilidad.
Dichos elementos del delito, a su vez, tienen como contraparte una faz
negativa, ante cuya presencia el delito deja de existir, pierde su cariz, su
existencia real. Estas circunstancias son: la atipicidad, las causas de
justificación, las causas de inculpabilidad y las causas de no punibilidad.
Podemos entonces estar en presencia de un hecho y del sujeto a quien se
le atribuye, pero si ese hecho no está revestido de ciertas características
básicas, descritas en nuestra ley penal como delito, no podremos nunca
hablar de hecho punible, ya que para que exista tipicidad, el hecho debe
adecuarse a la descripción legal prevista en la norma respectiva. En caso
contrario, nos encontraríamos en presencia de un hecho atípico.
Asimismo, si media en el hecho típico una causa de justificación, como
serían por ejemplo la legítima defensa, el cumplimiento de un deber o el
estado de necesidad justificante, entre otras, estaremos en presencia de
un hecho típico jurídicamente viable. Lo mismo podría decirse respecto de
la culpabilidad, en donde los elementos que la excluyen, a saber: la
inimputabilidad, el error de prohibición y la no exigibilidad de otra conducta,
dan como resultado la no imputación personal del hecho y por ende la
inexistencia del hecho punible.
En conclusión, en el caso de marras, esta Dirección es de la opinión que la
conducta desplegada por los funcionarios policiales constituye una acción-
típica, antijurídica y culpable, para lo cual se permite hacer la siguiente
disertación: si bien es cierto que la representante del Ministerio Publico
encuadró su solicitud de sobreseimiento en los ordinales 1° y 2° del
artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal, lo hizo de manera
errada, toda vez que la conducta de los funcionarios actuantes era
subsumible en el tipo penal de privación ilegítima de libertad, previsto y
sancionado en el articulo 179 del Código Penal, debido a que las causas
que excluyen la tipicidad en ningún momento operaron a favor de dichos
funcionarios; en este sentido, es necesario destacar que el tipo penal está
compuesto por una parte objetiva y una parte subjetiva, y en lo que
respecta a su parte objetiva, la misma se excluye si no concurren
determinadas circunstancias externas. Por ejemplo: si estamos en
presencia de un delito de resultado material, para que se pueda configurar
su parte objetiva, es necesario que la conducta del agente esté descrita en
un tipo penal, y además, debe darse una relación causal entre la actuación
del sujeto activo y el resultado que dicha conducta produjo.
Finalmente, una vez constatada esa relación causal, es necesario
determinar si esa conducta se le puede imputar al agente como producto
de su obra, es decir, si se le puede atribuir dicho resultado. Sin embargo,
es preciso destacar que en el caso que nos ocupa no estamos en
presencia de un delito de resultado material, sino ante la presencia de un
delito de mera actividad -privación ilegitima de libertad-, en los cuales la
doctrina ha señalado de manera unánime, que los mismos están
desprovistos de la relación causal, por lo que en este tipo de delito lo único

759
que hay que determinar es, si dicho resultado se le puede imputar al autor,
como producto de su propia obra.
Ahora bien, la Dogmática Jurídico Penal moderna, en lo que se refiere al
punto de determinar cuándo se le puede imputar un resultado a una
determinada conducta, ha tomado como parámetro de medición la idea del
riesgo permitido. En tal sentido, Mir Puig indica que ´...en los delitos de
mera actividad la realización del tipo debe suponer la imputación objetiva´.
Es decir, en vista que en este tipo de delito no opera una relación de
causalidad, como si ocurre en los delitos de resultado, la sola conducta
desplegada por el autor debe ser necesaria para la realización del verbo
rector tipo objetivo, toda vez que la misma desbordaría el riesgo permitido
en el ámbito de protección de la norma jurídico penal. En el caso de
marras, la conducta desplegada por los agentes policiales, al detener a los
ciudadanos denunciantes, debe considerarse suficiente a los efectos de
desbordar el riesgo permitido en el ámbito de protección de la norma, del
artículo 179, que prevé la privación ilegitima de libertad.
En lo que se refiere a la parte subjetiva del tipo, hay que destacar que la
misma se excluye a causa del error de tipo. Asimismo, Arteaga Sánchez
indica lo siguiente: ´...El error, como se sabe, es el falso conocimiento de
algo, una noción falsa sobre algo. Cuando se da la ausencia de toda
noción sobre algo, se habla de ignorancia´. En el caso que nos ocupa,
habrá error de tipo cuando el agente desconozca algunos o todos los
elementos del tipo respectivo. En este sentido, considera quien suscribe,
que dichos funcionarios en ningún momento tuvieron un falso conocimiento
sobre los elementos fácticos y normativos que contiene dicha disposición
legal –privación ilegitima de libertad-, toda vez que ellos actuaron con
pleno conocimiento de los elementos fácticos y normativos que prevé la
aludida norma penal.
Por otra parte, podría aducirse la procedencia de una causa de
justificación como lo es el cumplimiento de un deber, sin embargo, estima
este Despacho, que esa justificante no opera en el presente caso, ya que
de manera reiterada la Doctrina dominante ha referido que para la
materialización de las causas de justificación, éstas deben estar
permitidas por el ordenamiento jurídico en conjunto, cuestión ésta que no
se da en el caso que nos ocupa, toda vez que el mencionado Decreto N°
159 dictado por la Gobernación del Estado Miranda es totalmente contrario
a la Constitución, debido a que contraviene la disposición contenida en el
artículo 44 del la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En fin, como se señaló anteriormente, nos queda sólo por analizar la
categoría relativa a la culpabilidad o imputación personal, y dentro de las
causas que la excluyen, al denominado error de prohibición. En lo que a
este punto se refiere, la Doctrina ha manifestado que el error de
prohibición -a diferencia del error de tipo-, no versa sobre los elementos y
circunstancias del hecho típico, sino sobre la antijuricidad o ilicitud del
hecho. Es decir, para que la conducta del agente pueda ser considerada
culpable, se requiere que el sujeto actúe sabiendo que realiza algo que
está prohibido. Cuando tal conocimiento no se da, nos encontramos
precisamente ante el error de prohibición. Por ejemplo: en el caso de quien
cree erróneamente que concurre una causa de justificación que legitima su
acto, y que dicha causa no exista realmente en el ordenamiento jurídico.
Considera quien n suscribe, que los mencionados agentes
policiales -tomándose aquí en cuenta la totalidad de los hechos objeto de
la presente solicitud- actuaron bajo la creencia errónea de que estaban

760
amparados por un Decreto permitido por el ordenamiento jurídico, cuando
en realidad aquél es evidentemente violatorio de los principios
contemplados en nuestra carta magna. En tal sentido, si la fiscal consideró
-como en efecto lo hizo- que los imputados actuaron bajo la creencia
errónea de que estaban amparados por el Decreto N° 159 de la
Gobernación del Estado Miranda, debió alegar como causal del
sobreseimiento, el numeral 2 del artículo 318, pero no por atipicidad, sino
por falta de culpabilidad, toda vez que la misma quedaría excluida si se
produjere un error de prohibición de tipo invencible.
Ahora bien, a los efectos de fundamentar debidamente la solicitud de
sobreseimiento por la existencia de una causa de inculpabilidad,
específicamente del error de prohibición, es preciso acreditar claramente
que este error era invencible, pues de lo contrario, es decir de
encontrarnos frente a un error vencible, ello nos dará como resultado, la
subsistencia de la responsabilidad penal de manera atenuada...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44
CP art:179
COPP art:318-1
COPP art:318-2
DGEM art:159

DESC CALIFICACIÓN JURIDICA


DESC CAUSALIDAD
DESC CULPABILIDAD
DESC DELITOS
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC POLICIA
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC TIPICIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.850-854.

761
272
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-12-370-2004 FECHA:20040701
TITL La solicitud de sobreseimiento definitivo establecida en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, debe
concatenarse con los supuestos de procedencia del
sobreseimiento establecidos en el artículo 318 del Código
Orgánico Procesal Penal.

FRAGMENTO

“En otro orden de ideas, la Ley para la Protección del Niño y del
Adolescente, consagra en su artículo 561, literal d, el sobreseimiento
definitivo, que procederá cuando resulte evidente la falta de una condición
necesaria para imponer la sanción. Esa falta de condición o supuestos de
aplicación, no fueron regulados por la ley especial, lo cual pudiera dar
lugar a solicitudes de sobreseimiento basadas en visiones subjetivas de
los hechos no contempladas en el derecho adjetivo, lo cual evidentemente
crearía inseguridad jurídica y violaría el principio de legalidad y lesividad,
consagrado en el artículo 529 ejusdem.
Por lo antes expuesto, conforme al artículo 537 de la referida ley especial,
se hace necesario que el representante del Ministerio Público cuando
solicite el sobreseimiento definitivo estipulado en la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, concatene el mismo con los
supuestos de procedencia del sobreseimiento, establecidos en el artículo
318 del Código Orgánico Procesal Penal, cuestión ésta que fue obviada
por la representante del Ministerio Público cuando hizo la respectiva
solicitud...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:318
LOPNA art:529
LOPNA art:561-d

DESC ADOLESCENTES
DESC LEGALIDAD
DESC NIÑOS
DESC PRINCIPIO DE LESIVIDAD
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.854-855.

762
273
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-588-2004 FECHA:20041011
TITL La correcta fundamentación de todo escrito de sobreseimiento,
es necesaria a los fines de una cabal comprensión del
razonamiento técnico-jurídico realizado por el fiscal del
Ministerio Público -compuesto por la perfecta consunción del
contenido fáctico del caso, con el derecho aplicable al mismo- a
los fines de clausurar definitivamente el curso de la
investigación.

FRAGMENTO

“Señala la Doctrina, que la fase preparatoria consiste en la recolección de


todos los elementos probatorios para poder fundar una acusación, ´se trata
de superar un estado de incertidumbre mediante la búsqueda de todos
aquellos medios que puedan aportar la información que acabe con esa
incertidumbre´. La fase de investigación se caracteriza por la orientación a
la recolección, identificación y preservación de datos que determinen la
existencia o no de un hecho delictivo y determinar a su autor. En esta
etapa existe una cierta ignorancia respecto a lo que el investigador trata de
conocer, y una vez superada la incertidumbre y obtenido un cierto grado
de criminalidad objetiva, se podrá ejercer efectivamente la acción penal.
A mayor abundamiento, esta etapa del proceso penal se encuentra
impregnada por un status de penumbra en lo que a los grados del
conocimiento del fiscal del Ministerio Público se refiere- y su cercanía a la
verdad-, presentándose una evolución continua de dicho status en la
medida en que se produce el desenvolvimiento del iter procesal, y
específicamente de la investigación fiscal. En este sentido, en un primer
estadio de esta fase del proceso, se presenta un estado intelectual de
sospecha, en el cual no se posee probabilidad alguna de la existencia del
delito, ni de la participación del sujeto en la comisión del mismo.
Posteriormente, una vez que el desarrollo de la investigación va tomando
una definición específica, ese estado va cambiando, sea apuntando a la
certeza negativa, sea a la duda, sea a la probabilidad.
Dicho lo anterior, se aprecia que una vez finalizada la investigación,
existen tres posibilidades según sea el estado intelectual en que el
representante de la vindicta pública se encuentre con relación a la verdad -
con base en las diligencias practicadas en la mencionada investigación-, a
los fines de decidir la situación legal del imputado. Si existe la primera
(certeza negativa) el fiscal debe solicitar el sobreseimiento del imputado; si
se da la segunda (duda), aquél debe decretar el archivo de las
actuaciones, y si se produce el tercero (probabilidad), debe proceder a
acusar.
Lo anterior nos lleva a una idea sumamente importante, que no es otra que
los actos conclusivos, en lo atinente a su procedencia, siempre van a
depender exclusivamente de los resultados de la investigación.
Entonces, por estar el órgano investigador en un estado de penumbra en
esta fase del proceso, es que resulta imperioso que la misma sea

763
desarrollada y concluida de una manera coherente y correcta, de manera
que se garantice a todos los ciudadanos no ser perseguidos injustamente,
llevados ante tribunales y sometidos a proceso sin fundamento, lo cual
contradice la existencia de un Estado de Derecho.
Partiendo de las anteriores premisas, se debe señalar que la calidad de la
investigación realizada se ve plasmada en el elemento que constituye el
ápice de la misma, estando constituido aquél por los actos conclusivos.
Entonces, para lograr apreciar de manera diáfana que dicha investigación
se condujo apegada a la ley y a las formas procesales, y que su
culminación estuvo ajustada a Derecho, dichos actos conclusivos deben
necesariamente encontrarse fundamentados.
En tal sentido, debe señalarse que una adecuada fundamentación de todo
acto conclusivo, no debe entenderse como una sencilla enumeración de
los elementos de convicción recabados, ni mucho menos suponer la
trascripción total del resultado obtenido de cada diligencia practicada; por
el contrario, consiste por una parte, en hacer constar expresamente en el
propio texto de dichos actos, una vez agotada la investigación, los
elementos de convicción recabados que funjan como sustento de la
decisión fiscal; y por la otra, en analizar exhaustivamente cada uno de
esos elementos de convicción, y extraer de dicho análisis las posibles
implicaciones de aquéllos en la definición del rumbo que tomará el
proceso, que puede ser, tal como se indicó anteriormente, proseguir a
través de la acusación, terminarse con el auto de sobreseimiento, o
paralizarse a través del archivo fiscal de las actuaciones. En pocas
palabras, debe examinarse a cabalidad la relevancia jurídica de cada uno
de dichos elementos, y plasmarse en el acto respectivo tal análisis, así
como también las conclusiones derivadas de éste.
El sobreseimiento se acuerda cuando, una vez agotadas todas las
diligencias investigativas pertinentes -de acuerdo a cada caso en
particular- se hayan recabado durante la averiguación suficientes
elementos de convicción que apunten el convencimiento del fiscal
respectivo hacia algunas de las causales del artículo 318 del Código
Orgánico Procesal Penal.
En pocas palabras, la oportunidad procesal en la cual tiene lugar el
sobreseimiento, es una vez realizadas todas las diligencias ordenadas por
el MINISTERIO PÚBLICO, tendientes a la recolección de elementos de
convicción, y que el representante fiscal haya obtenido la convicción de
que resulta procedente alguna de las causales de sobreseimiento
contenidas en el artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal. De allí
que sea de suma importancia que el fiscal cuente con las resultas de todas
y cada una de las diligencias ordenadas practicar, las cuales, una vez
analizadas y adminiculadas unas con otras, traerán como consecuencia la
falta de elementos necesarios para demostrar adecuadamente el hecho
punible o la participación de alguna persona en su comisión.
Cabe destacar, que el sobreseimiento, por constituir efectivamente un acto
procesal que concluye la investigación, no escapa a la imperiosa
necesidad de encontrarse debidamente fundamentado en lo que a los
elementos de convicción se refiere, por lo que la Doctrina del Ministerio
Público ha establecido lo siguiente:
´...Todo escrito de solicitud de sobreseimiento de la causa, debe contener
una adecuada motivación, basada en la descripción de los hechos y en el
conocimiento de cada una de las actuaciones practicadas, ajustándola al
numeral correspondiente de los comprendidos en el artículo 325 (actual

764
318) del Código Orgánico Procesal Penal./ No hacerlo así, conduce a la
impugnación del acto de solicitud de sobreseimiento por deficiencia
sustancial, por impedir el cumplimiento de lo pautado en el artículo 326
(actual 323) del Código Orgánico Procesal Penal...´.
Por otra parte, la obligación de fundamentar correctamente todo escrito de
sobreseimiento, es susceptible de concebirse como un mecanismo que
coadyuva a garantizar la adecuada terminación de la fase preparatoria del
proceso. En tal sentido, dicha fundamentación es necesaria a los fines de
una cabal comprensión del razonamiento técnico-jurídico realizado por el
fiscal del Ministerio Público -compuesto por la perfecta consunción del
contenido fáctico del caso, con el derecho aplicable al mismo- a los fines
de clausurar definitivamente el curso de la investigación. En pocas
palabras, una adecuada motivación del escrito de sobreseimiento,
garantiza en cierta forma la transparencia de la terminación de la
investigación”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:318
COPPR art:325

DESC ACCION PENAL


DESC ACTOS CONCLUSIVOS
DESC ACUSACION
DESC ARCHIVO FISCAL
DESC INVESTIGACION
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.855-857.

765
274
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-589-2004 FECHA:20041011
TITL No es adecuado a derecho que el fiscal del Ministerio Público
alegue conjuntamente en una solicitud de sobreseimiento los
numerales 1, 3 y 4 del artículo 318 del Código Orgánico
Procesal Penal, por contener los mismos supuestos
contradictorios.

FRAGMENTO

“La representación fiscal fundamentó su solicitud de sobreseimiento en la


aplicación conjunta de las causales contenidas en los numerales 1, 3 y 4
del artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal. En tal sentido, en el
capítulo respectivo señaló en primer término, que el hecho objeto de
proceso no se realizó -ordinal primero-, indicando lo siguiente:
´Ahora bien, esta Representación Fiscal, de una forma seria y responsable
ha realizado un análisis del acerbo (sic) probatorio que conforma el cuerpo
de la presente causa, encontrando que en el mismo no se encuentra
probado el cuerpo del delito de Trato Cruel, Privación Ilegítima de Libertad,
y Falta de Notificación de la Detención, toda vez que de la declaración del
ciudadano N.S.V.C, se desprende que fue el ciudadano Jesús Pérez,
quien dio inicio a una Riña por unos terrenos que le invadió al mencionado
ciudadano Villasana, motivado a ello llegaron los funcionarios policiales y
los detuvieron a todos por alteración del orden público, por lo que se
evidencia que no existió el hecho objeto del proceso...´.
En segundo lugar, señaló que de los reconocimientos médico- legales
practicados a los adolescentes G.P.A., A.P. y J.P., se desprende que éstos
fueron víctimas del delito de lesiones personales levísimas, tipificado en el
artículo 419 del Código Penal. Una vez hecha esta afirmación, acto
seguido señaló que este hecho punible se encontraba prescrito, en razón
de que desde el inicio de la investigación, hasta la fecha en que fue
suscrita la solicitud de sobreseimiento, transcurrió un tiempo superior a la
prescripción ordinaria y un tiempo igual o superior a la prescripción
especial. Esta circunstancia se encuadra en el numeral tercero.
Por último, concluyó el capítulo afirmando que por todo lo expuesto por ella
en el escrito contentivo de la solicitud de sobreseimiento, consideraba que
no existía la posibilidad de probar la comisión de un delito en ese proceso,
motivado a la imposibilidad material de incorporar ´elementos probatorios
de delito alguno a la presente causa´. Este supuesto está inmerso en el
numeral cuarto.
Se aprecia entonces que la fundamentación de la petición de
sobreseimiento, es de carácter tripartito, en razón de que son tres los
motivos por los cuales, en criterio de la fiscal, es procedente dicho acto
conclusivo. Pero es necesario indicar que se evidencia cierta incoherencia
en el razonamiento estructurado por la representante de la vindicta pública,
a los fines de entrelazar armónicamente esas tres causales invocadas. El
fundamento de esta afirmación, radica en que la fiscal -tal como se señaló
supra-separó los presuntos hechos punibles en dos bloques, a saber, el
primero el que contiene a los delitos de trato cruel privación ilegitima de
766
libertad y falta de notificación de la detención, a los cuales les aplicó la
causal contenido en el numeral 1; y el segundo bloque, el que se refiere al
delito de lesiones personales levísimas, a las cuales les aplicó la causal
contenida en el numeral 3. Por último, el numeral 4 lo refirió sin distinción
alguna, a la generalidad de todos estos hechos punibles, tanto a los del
primero como a los del segundo bloque, lo cual trae como consecuencia
necesaria su aplicación conjunta, por una parte, con el numeral 1, y por la
otra, con el numeral 3. Tales aplicaciones conjuntas resultan
incompatibles, tal como se señalará infra.
A los fines de una adecuada sistematización de las observaciones a
realizar, quien suscribe considera pertinente realizar previamente un breve
análisis de la institución procesal del sobreseimiento, tanto en lo que se
refiere a su noción, a su naturaleza jurídica, como en lo referido a los tres
motivos de procedencia impetrados por la representación fiscal.
En tal sentido, y específicamente en lo que se refiere al se sobreseimiento
definitivo -acto solicitado por la representación fiscal en el presente caso-,
cabe destacar que su naturaleza jurídica es la de ser un acto conclusivo de
la fase preparatoria del proceso penal, que se traduce en una providencia
judicial, necesariamente fundamentada en causales de carácter sustancial
legalmente establecidas, la cual tiene por efecto la terminación anticipada
del proceso penal con autoridad de cosa juzgada, con todos los alcances
del non bis in idem, con relación a uno o varias personas a las cuales se
les imputa la comisión de uno o varios ilícitos jurídico-penales.
Clariá Olmedo, al entrar en el análisis sustancial de esta institución
procesal, señala lo siguiente:
´Se trata de un pronunciamiento jurisdiccional, vale decir, emanado del
juez o tribunal del proceso, con lo cual queda excluida la posibilidad de que
emane del agente fiscal durante el trámite de la instrucción o información
sumaria autorizada por alguno de nuestros códigos modernos.
Legalmente es un decisión con forma de AUTO, aunque en muchos casos
pueda significar una verdadera sentencia en atención a su contenido (...)
Sustancialmente sólo puede ser sentencia el sobreseimiento con valor de
cosa juzgada sustancial, fundado en causales referidas al fondo de la
cuestión penal, inexistencia de delito o de responsabilidad penal´.
Resulta ilustrativa la definición que aporta Moreno Brandt, quien concibe a
dicho acto conclusivo de la siguiente manera:
´Consiste el sobreseimiento en una decisión judicial en virtud de la cual se
da por terminado el proceso de manera definitiva, en razón de una causal
expresamente prevista en la ley, y que impide su prosecución./ Constituye
el sobreseimiento otra de las formas de conclusión de la fase preparatoria
del proceso ordinario establecidas por el Código, mediante la cual no sólo
se da por terminada esta fase, sino el proceso mismo, pues
definitivamente firme, tal resolución tiene fuerza de sentencia definitiva y,
por tanto, produce efectos de cosa juzgada, por lo que impide toda nueva
prosecución contra el imputado acusado a favor de quien se hubiere
declarado, salvo lo dispuesto en el artículo 20 del Código [Orgánico
Procesal Penal]...´.
De estas definiciones, podemos extraer una serie de elementos
característicos del sobreseimiento definitivo, a saber: 1.- Constituye un
pronunciamiento judicial, aun cuando lo solicite el Ministerio Público; 2.-
Es un pronunciamiento que necesariamente debe ser fundado, dado que
debe sustentarse en algunas de las causales descritas en el artículo 318
del Código Orgánico Procesal Penal; 3.- Ese pronunciamiento fundado

767
debe dictarse con relación a personas y no a hechos (salvo el caso de la
prescripción de la acción penal, en el cual, por razones prácticas, resulta
inoficioso determinar el autor del delito, y paralizar innecesariamente una
causa, a sabiendas que ya no existe posibilidad alguna de materializar la
persecución penal); 4.- Se encuentra revestida de la autoridad de la cosa
juzgada -siempre que se den todos los presupuestos-, por lo cual
materializa el principio del non bis in idem; y 5.- Es recurrible, en virtud de
que constituye una providencia judicial que le pone fin al proceso, por lo
que puede ser impugnado, a causa de ese agravio causado, mediante los
mecanismos establecidos en la ley.
Por otra parte, en lo que se refiere a las causales de procedencia alegadas
por la fiscal del Ministerio Público, cabe señalar que ellas presentan una
absoluta diferenciación tanto en su contenido como en su estructura
conceptual.
En tal sentido, el primer numeral se refiere a que el hecho objeto del
proceso no se haya realizado o no pueda atribuírsele al imputado. En este
supuesto se dan dos circunstancias que operan en forma independiente.
La primera se refiere a que el hecho objeto del proceso no se haya
realizado, es decir, nunca llegó a cometerse aun cuando inicialmente se
practicaron diversas actuaciones de investigación y los hechos tenían
apariencia de ilícitos penales, demostrándose posteriormente que tal
eventualidad nunca se sucedió. Esta circunstancia ostenta un carácter
objetivo, en virtud de que está referida al hecho contenido en la
imputación, siendo por ello de naturaleza netamente fáctica. Así, Clariá
Olmedo señala que ´afirmar que el hecho no se ha cometido, significa
aceptar definitivamente que la conceptualización fáctica en la cual se
apoya el elemento objetivo de la imputación no se ha mostrado de ninguna
manera en la realidad, sea como hecho consumado, tentado o frustrado.
Se elimina la materialidad del objeto procesal al demostrarse la
inexistencia del acontecimiento histórico o cambio en el mundo exterior
que la alimentaba como una posibilidad´.
La segunda circunstancia del mencionado numeral se verifica cuando,
habiéndose producido el hecho se determine que el imputado no es el
responsable de él, ésto es, no es autor ni partícipe en el hecho de que se
trate, razón por la cual procede la conclusión del proceso a través de la
figura del sobreseimiento. Cabe señalar que esta causal es de naturaleza
subjetiva, en razón de que se refiere a al elemento personal de la
imputación. Específicamente, se centra esta circunstancia en la
imposibilidad de atribuirle materialmente el hecho al imputado.
Por otra parte, el numeral tercero en su primer supuesto, contiene una
causal de sobreseimiento motivada a causas surgidas con posterioridad a
la comisión del hecho punible, las cuales tienen como efecto extinguir la
acción penal, y en consecuencia la acción penal. En el presente caso
resulta aplicable esta causal, específicamente la que se refiere a la
prescripción, que no es otra cosa que el transcurso del tiempo sin que el
delito sea perseguido, lo cual origina la extinción de la acción penal para
perseguir dicho ilícito jurídico-penal. Esta última causal (prescripción)
ostenta una naturaleza extintiva, en virtud de que constituye una condición
negativa para la punibilidad del hecho (pero con efectos distintos a las
excusas absolutorias), porque impide o interrumpe de manera definitiva,
toda actividad acusatoria y jurisdiccional que apunte hacia un
pronunciamiento sobre la punibilidad del hecho.
Por último, el numeral cuarto establece la posibilidad de declarar el

768
sobreseimiento cuando en el caso concreto, a pesar de la falta de certeza,
no exista razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos datos a la
investigación, y no haya bases para solicitar fundadamente el
enjuiciamiento del imputado. En otras palabras, este ordinal implica que de
todas las investigaciones pertinentes, no surgen elementos de convicción
que hagan posible una acusación con bases sólidas, en contra de la
persona señalada como autor de un hecho punible y que, ni siquiera,
surgen suficientes elementos que hagan posible determinar su
participación cierta en el delito. Este supuesto ostenta dos caras, siendo la
primera la que se refiere a la duda que subsiste respecto a la comisión del
delito y/o a la participación del imputado en él; y la segunda, la que se
traduce en la certeza de que no se podrán incorporar nuevos datos a la
investigación, es decir, la certeza negativa propia del sobreseimiento.
En este sentido, Moreno Brant señala que ´se basa esta causal en que la
investigación realizada no proporciona fundamento serio para el
enjuiciamiento público del imputado y a pesar de esa falta de certeza no
existe razonablemente la posibilidad de recabar nuevos elementos de
convicción que permitan en tal sentido el esclarecimiento de los hechos´.
Entonces, visto lo anterior, cabe afirmar que existen incompatibilidades
entre las distintas causales de sobreseimiento, invocadas por la
representante fiscal a los fines de fundamentar la solicitud del señalado
acto conclusivo. En tal sentido, en primer término, entre los numerales 1 y
4 del artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal, existe una
diferencia sustancial, la cual radica en que el primero-específicamente en
su primera modalidad, alegada aquí por la Fiscal- implica certeza, es decir,
la certidumbre o convencimiento de la inexistencia del hecho punible, o la
participación del imputado en ese hecho; mientras que por el contrario, el
ordinal 4 constituye un supuesto de duda respecto a la existencia del
hecho o bien a la participación del imputado, no existiendo bases
suficientes para canalizar un eventual enjuiciamiento de aquél,
presentándose entonces la imposibilidad cierta de materializar dicho
enjuiciamiento.
Sobre el particular, el señalado autor indica lo siguiente:
´...Resulta igualmente contradictoria la fundamentación en esta causal
[numeral 4] de manera conjunta con la prevista en el ordinal. 1, aplicada,
por su parte, sin distinción alguna entre las dos situaciones excluyentes ya
explicadas, vale decir, la inexistencia del hecho punible, o el no poder
atribuírselo al imputado, pues, la causal prevista en el ordinal. 4, se refiere
precisamente a la falta de certeza acerca de tales extremos, o en otras
palabras, a la imposibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación
pese a la falta de certeza y no tener bases para solicitar fundadamente el
enjuiciamiento del imputado, mientras en la primera, existe certeza de que
el hecho no se realizó; o bien que sí se realizó, pero no puede atribuírsele
al imputado.
Por otra parte, también se observa que es incorrecta- por ser
contradictoria- la invocación conjunta de los numerales 3 y 4 del señalado
artículo 318 eiusdem. Esencialmente, si la acción penal para perseguir el
delito se encuentra prescrita, obviamente ya no es necesario darle
continuación a la investigación -independientemente que de las resultas se
deriven autores o partícipes-, en virtud de que ello resulta inoficioso al no
poder ejercer el Estado el poder de castigar una o varias conductas, por
haberse producido la preclusión de la oportunidad que la Ley establece
para ello, por lo tanto, mal podría en estas condiciones incorporar el

769
Ministerio Público nuevos datos a la investigación...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:419
COPP art:20
COPP art:318
COPP art:318-1
COPP art:318-3
COPP art:318-4

DESC ACTOS CONCLUSIVOS


DESC ADOLESCENTES
DESC COSA JUZGADA
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC DETENCION
DESC INVESTIGACION
DESC LESIONES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC NOTIFICACIONES
DESC PRESCRIPCION
DESC PRUEBA
DESC RIÑA
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC USURPACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.858-863.

770
275
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-023-2004 FECHA:20040123
TITL Análisis del régimen aplicable a las medidas cautelares en el
proceso penal venezolano.
¿Puede el representante del Ministerio Público, solicitar una
medida de privación judicial preventiva de libertad, estando
vigente o en curso una medida cautelar sustitutiva de libertad,
que se esté cumpliendo correctamente? Análisis de la medida
solicitada.
El objeto de las medidas cautelares es tender a la protección de
derechos e intereses fundamentales, necesarios a los fines del
establecimiento de la verdad y la búsqueda de la justicia a
través del proceso penal.
La privación judicial preventiva de libertad esta sometida a
unos determinados límites objetivos y subjetivos.
La negativa del tribunal de revocar o sustituir la medida
privativa de libertad no tendrá apelación.
Aun cuando no se encuentra expresamente previsto en el
Código Orgánico Procesal Penal existe la posibilidad de
solicitar una privación judicial preventiva de libertad existiendo
una medida cautelar sustitutiva, siempre que se den los
supuestos legalmente establecidos para ello.

FRAGMENTO

“El Código Orgánico Procesal Penal establece en los artículos 250 al 264
la regulación correspondiente al régimen aplicable a las medidas
cautelares.

1. Objeto y Finalidad

El objeto de las medidas cautelares responde a la necesidad de


salvaguardar el objetivo y el correcto desarrollo del proceso penal, lo que a
su vez trae como consecuencia, un juzgamiento más apegado a derecho a
través de la elaboración de un juicio razonable, íntegro y justo.
Estas medidas permiten tener un control sobre el sujeto activo del delito,
perfectamente determinado durante la fase preparatoria, evitando de esta
forma: la fuga o la evasión del sujeto imputado, cuya presencia resulta
necesaria a los fines del correcto esclarecimiento de los hechos objeto del
proceso, tomando en cuenta los datos primordiales que el mismo podría
aportar, beneficiando de esta forma la labor fiscal desarrollada; la
obstaculización del proceso a través del acceso del imputado de forma
perjudicial a las actas existentes, contentivas de los elementos de
convicción y de los medios de prueba, y la influencia sobre testigos,
víctimas y coimputados a los fines de alterar su sano desempeño dentro
del proceso, atentando tal y como lo establece el artículo 252 numeral 2
del Código Orgánico Procesal Penal, contra la investigación, la verdad de
771
los hechos y la realización de la justicia.
Señalan los autores Mauricio Duce J. y Cristián Riego R., refiriéndose a la
protección de la investigación y medios de prueba y, al peligro de fuga,
como supuestos de las medidas cautelares, lo siguiente:
´El juez (...) podrá decretar medidas cautelares sobre el imputado en la
hipótesis de peligro para la investigación, cuando estime que existen
sospechas graves y fundadas que éste intentará obstaculizar la
investigación, como por ejemplo, destruyendo antecedentes que puedan
ser utilizados como prueba en un juicio en su contra. / ...peligro de fuga,
esto es, riesgo de que el imputado no comparezca a las actuaciones
futuras del proceso, principalmente al juicio oral y al cumplimiento de la
eventual sentencia condenatoria. / Esta circunstancia debiera ser la más
importante en cuanto a su consideración para el establecimiento de
medidas cautelares porque la principal condicionante de la viabilidad de
un proceso será normalmente la garantía de comparecencia del
imputado. Su fuga o falta de comparecencia impide la realización del
juicio y, aunque el sujeto sea luego capturado y el juicio se lleve a efecto
más tarde, esto eleva los costos del sistema, lo deslegitima a los ojos del
público, genera todo tipo de problemas organizativos y, finalmente,
contribuye también a elevar la presión hacia el uso de la prisión
preventiva como anticipación de pena. Es por esta razón que desde la
primera comparecencia los jueces deben, a petición de los fiscales,
prestar mucha atención al modo como garantizarán la comparecencia
futura del imputado´.
A partir de las ideas expuestas, considera esta Dirección que el objeto de
las medidas cautelares es tender a la protección de derechos e intereses
fundamentales, tales como la búsqueda de la verdad, el debido proceso y
realización de la justicia, entre otros, necesarios a los fines del
establecimiento de la verdad y la búsqueda de la justicia a través del
proceso penal.
(omissis)
3. Límites (objetivos/subjetivos)
Existen unos límites objetivos a la privación judicial preventiva de libertad,
referidos al tiempo de duración de la medida, lo cual tiene una íntima
relación con el principio de proporcionalidad previsto en el artículo 244 del
Código Orgánico Procesal Penal, y con la improcedencia de la privación de
libertad prevista en el artículo 253 ejusdem. Igualmente existen unos
límites subjetivos, referidos a la imposibilidad de aplicar la privación judicial
preventiva de libertad a determinadas personas, en supuestos específicos,
límites previstos en el artículo 245 ejusdem.
El principio de proporcionalidad previsto en el artículo 244, toma en cuenta
la gravedad del delito, el grado de afectación del bien jurídico protegido;
las circunstancias de su comisión, las condiciones fácticas que rodearon el
hecho, como por ejemplo: la modalidad de ejecución, los móviles que
llevaron al delincuente a cometer el hecho, la finalidad perseguida y
obtenida con la comisión del delito, algunas circunstancias agravantes o
atenuantes; y la sanción probable, de modo que si por ejemplo se trata de
unas lesiones culposas graves, previstas en los artículos 417 y 422 ordinal
2º del Código Penal, que prevé una pena de prisión de uno (1) a doce (12)
meses, o multa de ciento cincuenta (150) a mil quinientos (1500) bolívares,
no sería proporcional aplicar una privación de libertad, por cuanto, este
delito carece de intencionalidad en su ejecución, y la sanción como se ha
visto puede resultar ínfima en relación con la posible aplicación de una

772
privación de libertad. Igualmente, este artículo 244 permite que
excepcionalmente se solicite por parte del fiscal del Ministerio Público y el
querellante una prórroga, que no podrá exceder de la pena mínima
prevista para el delito. La duración de la prórroga será fijada por el juez de
control, teniendo en cuenta el principio de proporcionalidad.
La privación judicial preventiva de libertad tiene unos límites objetivos
perfectamente determinados:
1. No podrá exceder de la pena o el límite mínimo previsto para cada delito
(artículo 244);
2. No podrá exceder del plazo de dos (2) años (artículo 244);
3.No procede la privación de libertad cuando el delito merece una pena
inferior a tres (3) años, y el imputado ha tenido buena conducta
predelictual (artículo 253);
4.Si el juez acuerda la privación judicial preventiva de libertad durante la
fase preparatoria, el fiscal del Ministerio Público debe presentar la
acusación, sobreseer o archivar, dentro de los treinta (30) días siguientes a
la decisión del juez, este lapso podrá extenderse por quince (15) días, si
así lo acuerda el juez de control (artículo 250).
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante decisión
número 2075, de fecha 5 de agosto de 2003, Expediente N° 2002-01918,
con ponencia del magistrado Antonio J. García G., hace extensiva la
aplicación del lapso establecido en el artículo 250 del Código Orgánico
Procesal Penal, al procedimiento abreviado, a saber:
´… En el orden de esa idea, encontramos que el artículo 373 del Código
Orgánico Procesal Penal establece que una vez que es presentado el
imputado ante el Juez de Control, éste podrá, previa solicitud del Ministerio
Público, estimar la existencia de la flagrancia del delito y la prosecución del
proceso por el procedimiento abreviado, que se refiere grosso modo, en la
remisión de las actuaciones al tribunal de juicio unipersonal para que
celebre la audiencia de juicio oral y pública ‘dentro de los diez a quince
días siguientes’, una vez que reciba el expediente. Igualmente, señala esa
disposición normativa que el Juez de Control puede decretar, en esa
oportunidad, la privación judicial preventiva de libertad del imputado,
cuando considere que los supuestos de su procedencia se encuentran
satisfechos y que el fiscal y la víctima presentarán la acusación
directamente en la audiencia de juicio oral y público. / (…) / Por otro lado,
¿qué sucede cuando ha transcurrido, en ese procedimiento abreviado,
más de quince (15) días sin que el Ministerio Público hubiese presentado
acusación y el imputado se encuentre privado judicialmente de su
libertad?. En efecto, si nos atenemos al contenido del Título II del Libro
Tercero del Código Orgánico Procesal Penal, que se refiere al
procedimiento abreviado, no encontramos ninguna disposición normativa
que nos señale con precisión la procedencia de la libertad o la imposición
de la medida cautelar sustitutiva cuando no se haya presentado acusación
fiscal contra el imputado en los términos antes referidos. / No obstante, el
artículo 371 de ese Código Penal Adjetivo dispone que en lo no previsto en
los procedimientos especiales –en el cual se incluye el procedimiento
abreviado- y siempre que no se opongan a ellos, se aplicará las reglas del
procedimiento ordinario, por lo que conforme al contenido de esa norma,
es posible aplicar supletoriamente lo señalado en el artículo 250 del
Código Orgánico Procesal Penal, cuando se refiere al lapso de treinta (30)
días, y su prórroga, contados a partir de la privación judicial preventiva de
libertad, para que el Ministerio Público presente la acusación. / En efecto,

773
se precisa que si han transcurrido más de treinta (30) días, o su prórroga
en caso de haberse acordado, sin que el Ministerio Público hubiese
presentado acusación en el procedimiento abreviado, el juez que conozca
de la causa deberá acordar, de Memo, la libertad del imputado o imponerle
una medida cautelar sustitutiva, como lo señala el artículo 250 del Código
Orgánico Procesal Penal´.
De lo anteriormente expresado se observa que uno de los postulados
fundamentales de las medidas cautelares es la temporalidad. Estas
medidas son accesorias del proceso principal, por cuanto el mismo puede
desarrollarse con o sin ellas, dependiendo de las circunstancias del caso;
las mismas tienden a la protección -como antes se indicó-, de las resultas
del proceso, evitando que el imputado se evada y entorpezca el sano
desarrollo del proceso, de modo que la duración de las mismas estará
determinada por la necesidad de su existencia.
En tanto y en cuanto el proceso requiera de una medida cautelar, la misma
estará vigente –con las limitaciones antes señaladas-, pero en el momento
en que la misma se haga inútil, innecesaria y perjudicial para los derechos
del sujeto pasivo de la misma, ésta deberá cesar.
Esta medida tiene también unos límites subjetivos establecidos en el
artículo 245 del Código Orgánico Procesal Penal, por cuanto no puede
decretarse la privación judicial preventiva de libertad para personas
mayores de setenta (70) años, para mujeres durante los tres (3) últimos
meses de embarazo, para las madres durante la lactancia de sus hijos con
un límite de seis meses después del nacimiento, y para las personas
afectadas con una enfermedad terminal, que esté debidamente
comprobada.
Entre los límites a las medidas cautelares puede mencionarse la
interpretación restrictiva, prevista en el artículo 247 del Código Orgánico
Procesal Penal, que dispone:
´Artículo 247. Interpretación restrictiva. Todas las disposiciones que
restrinjan la libertad del imputado, limiten sus facultades y las que definen
la flagrancia, serán interpretadas restrictivamente´.
Esta interpretación restrictiva, tiende a la protección de la libertad del
imputado como principio fundamental del proceso y derecho inherente a
todo sujeto. En el nuevo proceso penal la libertad debe ser la regla, es
decir, que si se presenta la factibilidad de desarrollar un proceso sin tener
que detener preventivamente al sujeto, pues esta opción debe
implementarse, a los fines del mantenimiento del necesario estado de
libertad en el que debe encontrarse el imputado durante el proceso.
Ese estado de libertad es protegido por el Código Orgánico Procesal Penal
en sus artículos 9, referido a la afirmación de la libertad, como garantía
fundamental de nuestro proceso, y 243 que prevé el estado de libertad
dentro del proceso. Estas normas disponen lo siguiente:
´Artículo 9. Afirmación de la libertad. Las disposiciones de este Código que
autorizan preventivamente la privación o restricción de la libertad o de
otros derechos del imputado, o su ejercicio, tienen carácter excepcional,
sólo podrán ser interpretadas restrictivamente, y su aplicación debe ser
proporcional a la pena o medida de seguridad que pueda ser impuesta. /
Las únicas medidas preventivas en contra del imputado son las que este
Código autoriza conforme a la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Artículo 243. Estado de Libertad. Toda persona a quien se le impute
participación en un hecho punible permanecerá en libertad durante el

774
proceso, salvo las excepciones establecidas en este Código. / La privación
de libertad es una medida cautelar, que sólo procederá cuando las demás
medidas cautelares sean insuficientes para asegurar las finalidades del
proceso´.
Se observa, que la libertad viene a constituir una máxima dentro del
proceso penal, un derecho que debe ser preservado en todo caso, salvo
que sea necesario restringirla o limitarla, por cuanto la eventual libertad del
imputado puede perjudicar el sano desarrollo del proceso, en cuyo caso se
procederá a dictar bien sea una privación judicial preventiva de libertad o
una medida cautelar sustitutiva.
Se considera igualmente, que este carácter restrictivo, debe extenderse
hasta las previsiones de los artículos 251 y 252, que prevén los
parámetros a considerar para resolver acerca del peligro de fuga o de
obstaculización. De manera que el juez para decidir al respecto, deberá, -
tal como lo señala expresamente la norma-, tener en cuenta
´especialmente´ las circunstancias allí previstas. Por tanto, cualquier otra
circunstancia alegada como peligro de fuga o peligro de obstaculización,
debe analizarse –primordialmente- a la luz de los lineamientos previstos en
los artículos antes citados.
La doctrina nacional, ha señalado sobre este punto:
´Por lo demás, tratándose de elementos destinados a servir de orientación,
a los efectos de la medida de privación judicial preventiva de la libertad,
éstos deberán interpretarse restrictivamente y, en consecuencia, esas
sospechas sobre posibles acciones dirigidas a obstaculizar la averiguación
de la verdad, deben asentarse en circunstancias objetivas, relativas al
delito que se averigua y sus implicaciones (gravedad del hecho punible y
expresiones concretas de su comisión), o en circunstancias subjetivas
(modus operandi y comportamiento del imputado desde el inicio de la
investigación)´.
Siempre las circunstancias a ser tomadas en cuenta por el órgano
jurisdiccional, en el ámbito del peligro de fuga y de obstaculización,
deberán partir de las previamente señaladas en la ley de forma expresa,
ya que todas las normas relativas a la libertad son de interpretación
restrictiva.
4. Posibilidad de Revocación.
El artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal establece la posibilidad
para el imputado de solicitar la revocación o sustitución de la medida de
privación judicial preventiva de libertad, cuantas veces lo considere
conveniente. La negativa del tribunal de revocar o sustituir la medida no
tendrá apelación, ello debido a la facultad antes advertida de solicitar las
veces que lo considere pertinente, la revocación o sustitución de la
privación judicial preventiva de libertad.
Dicho criterio se establece en una decisión de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado José M.
Delgado O., de fecha 3 de julio de 2003, Expediente N° 02-2716, en los
siguientes términos:
´Ciertamente, el 4 de septiembre de 2002, la juez de control N° 2 negó tal
pedimento, mediante una decisión que no es susceptible de ser apelada.
Sin embargo, de acuerdo con la norma transcrita, no hay limitación alguna
a la posibilidad de solicitar al juez que revoque o sustituya la medida de
privación judicial preventiva de la libertad por otra menos gravosa para el
imputado, como una vía ordinaria para lograr tal propósito; y en todo caso,
el juzgador debe revisar cada tres (3) meses la necesidad de mantener la

775
medida cautelar´.
Por su parte, el artículo 262 del Código Orgánico Procesal Penal, prevé la
revocatoria realizada de oficio por el juez o a solicitud del Ministerio
Público, por incumplimiento de las medidas cautelares sustitutivas, en tres
casos determinados legalmente: cuando el imputado se encuentre fuera
del lugar donde debe permanecer, cuando no comparezca
injustificadamente ante la autoridad designada, cuando incumpla
injustificadamente una de las presentaciones a que está obligado.
Ambas revocatorias, tanto la de la privación judicial preventiva de libertad
como la de las medidas cautelares sustitutivas se decretan por el juez de
control, sin embargo, se observa que la solicitud de revocatoria de la
privación judicial preventiva de libertad procede cuando el imputado lo
considere conveniente, tal y como lo indica el artículo 264 del Código
Orgánico Procesal Penal, no indicándose causales para solicitarla,
mientras que en el caso de las medidas cautelares sustitutivas, la
revocatoria procede en unos determinados casos establecidos legalmente,
como antes se indicó.
5. Examen de las Medidas Cautelares.
El artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal, establece la
obligatoriedad para el juez de examinar la necesidad del mantenimiento de
las medidas cautelares cada tres meses, sustituyéndolas por otras menos
gravosas cuando lo considere pertinente.
Este examen se establece para todas las medidas cautelares sin
distinción, ya que podría suceder que una medida resulte muy gravosa en
relación con la conducta del imputado y las condiciones del proceso en
particular, afectándose derechos fundamentales protegidos por nuestro
ordenamiento procesal penal y por la Constitución, tales como, la libertad
personal, la integridad personal, entre otros.
Una vez que se ha establecido el objeto y finalidad de las medidas, las
condiciones o presupuestos, límites, posibilidad de revocación, y examen
de las medidas cautelares, se observa, que si en el caso concreto resulta
necesario dictar una privación judicial preventiva de libertad contra el
imputado por requerir éste de su aplicación, aun cuando ya se ha dictado
una medida cautelar sustitutiva con anterioridad, ello será perfectamente
factible y ajustado a derecho, siempre que se cumplan los requisitos
establecidos en el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, que
dicha medida resulte necesaria para asegurar las finalidades del proceso,
tal y como señala el artículo 243 en su único aparte, y que hayan
cambiado las condiciones del proceso.
Aun cuando no se encuentra expresamente previsto en el Código Orgánico
Procesal Penal la posibilidad de solicitar una privación judicial preventiva
de libertad existiendo una medida cautelar sustitutiva, de conformidad con
lo anteriormente expuesto, es perfectamente factible solicitarla siempre
que se den los supuestos legalmente establecidos para ello.
Alberto Arteaga señala en cuanto a la posibilidad antes indicada, lo
siguiente:
´…vinculado a la provisionalidad y temporalidad, la doctrina señala,
adicionalmente, el principio o regla rebus sic stantibus, la cual impone que
las medidas de coerción personal se mantengan vigentes durante el
proceso, tomando en cuenta la permanencia o variación de las condiciones
que le sirvieron de fundamento, de forma tal que solamente, en tanto y en
cuanto no hayan variado las circunstancias que tienen que ver con la
adopción de una medida de coerción, ésta se mantendrá igual… / Por lo

776
tanto, las medidas cautelares que vamos a enunciar no son sustitutivas de
la privación de libertad, sino principales, ya que la privación de libertad
podría sustituirlas, cuando éstas no sean suficientes para garantizar el
sometimiento a la justicia´...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:417
CP art:422-2
COPP art:9
COPP art:243
COPP art:244
COPP art:245
COPP art:247
COPP art:250
COPP art:251
COPP art:252
COPP art:252-2
COPP art:253
COPP art:254
COPP art:255
COPP art:256
COPP art:257
COPP art:258
COPP art:259
COPP art:260
COPP art:261
COPP art:262
COPP art:263
COPP art:264
COPP art:371
COPP art:373
STSJSCO 07-07-2003
STSJSCO Nº 2075
05-08-2003

DESC APELACION
DESC FUGA
DESC INVESTIGACION
DESC JUICIO ORAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
DESC PROCESOS (DERECHO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.863-871.

777
276
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-023-2004 FECHA:20040123
TITL El artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal, no faculta
al Ministerio Público, para dictar medida de arresto, sino para
aprehender al ciudadano que entorpece el cumplimiento de un
acto determinado. Son los órganos jurisdiccionales, los que
tienen potestad para acordar arrestos o detenciones.

FRAGMENTO

“Sin embargo, es preciso acotar que la fundamentación alegada por el fiscal del
Ministerio Público -artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal-, no tiene
asidero jurídico-fáctico, ya que, dicha norma está referida a unas determinadas
facultades del Ministerio Público, a saber:
´Artículo 309. Facultades del Ministerio Público. El Ministerio Público puede exigir
informaciones de cualquier particular o funcionario público, emplazándolos
conforme a las circunstancias del caso, y practicar por sí o hacer practicar por
funcionarios policiales, cualquiera clase de diligencias. Los funcionarios policiales
están obligados a satisfacer el requerimiento del Ministerio Público. / El Ministerio
Público puede ordenar la aprehensión de personas que perturben el cumplimiento
de un acto determinado y mantenerlas detenidas hasta su finalización. La
aprehensión no podrá durar más de seis horas. En el acta respectiva constará la
medida y los motivos que la determinaron, con indicación de la fecha y horas de
su comienzo y cesación´.
Observa esta Dirección que, la aplicación de esta norma, tiene lugar en virtud de
la necesidad de contrarrestar una conducta que obstruye o entorpece un acto de
investigación, y con pleno apoyo y justificación en la salvaguarda del interés de la
justicia como valor constitucional, en casos de procedencia sobre el bien individual
de libertad, por lo cual el fiscal justificará su conducta en el deber de obtener y
asegurar los elementos necesarios para la investigación, pero dicho deber no lo
excusa de la plena observancia de los requisitos legales que fundamentan su
actuación. Tales deberes son los siguientes:
 Que la persona esté efectivamente obstaculizando el acto.
 Que la aprehensión sea hasta que finalice el acto, no pudiendo tener la misma
una duración superior a seis (6) horas.
 Que se haga constar la medida y sus motivos, así como la fecha y hora de su
comienzo y cesación.
Sobre el primer aspecto, resulta necesario que durante la realización del acto el
sujeto esté perturbando su realización. Ni antes del acto ni después de realizado
éste se puede justificar la aprehensión del sujeto.
También se debe tomar en cuenta que los actos que realiza el sujeto en procura
de obstaculizar la labor del Ministerio Público, no deben ser típicos y merecer
pena privativa de libertad, pues de ser así, lo que procederá es la aprehensión del
sujeto y su presentación ante el juez de control. Sólo cuando el hecho no es típico,
procederá lo previsto en el artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal, y ello
si no existen otras formas menos gravosas de evitar el entorpecimiento del acto.
Otro aspecto importante es que el artículo 309 del Código Orgánico Procesal
Penal se refiere a la ´aprehensión´ del sujeto perturbador, lo que quiere decir que
los funcionarios que deben realizar el acto no pueden ordenar el arresto del sujeto,
ya que ello implica su traslado a un centro especial de detención. Sólo le está
permitido al fiscal del Ministerio Público la aprehensión del sujeto lo que implica
coger, asir, prender a una persona en el mismo acto, y mantenerlo así mientras se

778
realiza el mismo.
De igual importancia es entender que la justificación de la aprehensión es con la
única finalidad de lograr el cumplimiento del deber que tiene el Ministerio Público
de investigar los hechos relacionados con un delito, a lo que debemos concluir
que el ´acto que se perturbe´ debe estar relacionado con una investigación
criminal, y tener como finalidad la búsqueda, identificación o aseguramiento de
elementos de convicción. Sólo el actuar con tales precedentes, la aparente
´inconstitucionalidad´ de la retención de la libertad, adquiere legitimidad ante la
necesidad de resguardar elementos indispensables para la investigación. La
perturbación de cualquier otro acto no justifica la aprehensión.
Respecto a la duración de la aprehensión, sólo procederá desde el momento en
que el sujeto comenzó a entorpecer el acto y hasta la finalización del mismo,
tomando en cuenta que la aprehensión nunca podrá durar más de seis horas, así
el acto aún no haya concluido.
Finalmente, como exigencia formal, debe confeccionarse un acta que recoja la
medida adoptada y sus motivos, la fecha y hora de su comienzo y cesación. La
hora de cesación no se puede fijar con anticipación, pues como la detención sólo
es durante el acto, la hora se determina una vez finalizado éste, por lo tanto, en el
acta debe dejarse constancia de la hora en que comenzó la aprehensión, y luego
de finalizado el acto se podrá saber con exactitud la hora de cesación y de ella se
dejará constancia. Debemos destacar que el momento de finalización del acto
marca la duración de la aprehensión, no pudiendo el Ministerio Público ordenar
aprehensiones por tiempos determinados a priori, por ejemplo: aprehensión desde
las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde, pues como ya se dijo, la
finalización de la aprehensión tiene su límite en el justo momento de la finalización
del acto. Aunque la actividad del Ministerio Público dure más de seis horas, la
aprehensión no puede tener la misma duración, ya que seis horas es el segundo
límite legal de tiempo.
El artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal, no faculta al Ministerio
Público para dictar arrestos, sino a aprehender al ciudadano que entorpece la
.
investigación Sólo los órganos provistos de potestad jurisdiccional (potestad de
administrar justicia), son los que cuentan con la potestad para acordar arrestos o
detenciones, y así lo dispone la Constitución.
Además, sobre este particular, el artículo 9 del Código Penal, al referirse a las
penas corporales menciona al arresto como una de ellas, razón por la cual, no es
concebible su imposición, por una parte, por órganos de naturaleza administrativa
y por la otra, sin que ello comporte necesariamente la realización previa de un
procedimiento de ley, que garantice al afectado el ejercicio de los derechos que la
norma constitucional le consagra. Al respecto, tal como lo señala nuestra
Constitución, sólo es posible detener a un ciudadano por dos razones; la primera
es por encontrarnos ante un delito flagrante según lo indicado en al artículo 248
del Código Orgánico Procesal Penal, la segunda, por orden de detención de
carácter jurisdiccional, siempre y cuando se verifiquen los extremos de ley.
Pérez Dupuy, siguiendo a Borrego, indica que el presupuesto fáctico de toda
detención es necesariamente la comisión de un delito. Agrega Pérez Dupuy que
un límite a la privación de libertad lo impone el principio de legalidad, tanto del
delito y de la pena, como procesal, pues sólo debe proceder en supuestos -
previa y precisamente determinados-, que comporten una pena privativa de
libertad mayor de tres años y siguiendo el procedimiento legalmente establecido.
Concluye esta autora en el mismo sentido que Borrego, diciendo que sólo será
legítima la orden de detención o de arresto si emana de un órgano jurisdiccional,
contra un ciudadano imputado de la comisión de un delito, y cualquier causa
distinta será violatoria de la norma constitucional recogida en el artículo 44 ordinal
1°, salvo los casos de delitos flagrantes.
En este caso concreto no consta en los recaudos analizados, que el fiscal del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, estuviera exigiendo alguna información, o que se estuviera practicando
alguna diligencia (supuestos previstos en el artículo 309 comentado), sino que se
practicó la detención de un sujeto imputado mediando una orden de aprehensión,
779
emitida por un órgano jurisdiccional.
Tampoco se tiene constancia de la verificación del otro supuesto establecido en el
único aparte del artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal, es decir, no
consta que el imputado haya estado perturbando el cumplimiento de algún acto,
por el contrario, de las circunstancias manifestadas en el acta levantada por el
fiscal del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas, se desprende que
el imputado se presentó de forma espontánea ante la sede de la fiscalía del
Ministerio Público, de modo que la mención del artículo 309 del Código Orgánico
Procesal Penal no tiene razón de ser, luego del análisis realizado a las
actuaciones enviadas.
De conformidad con el artículo 44 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, la detención procede en virtud de orden judicial, o en casos de
flagrancia, de modo que en el caso concreto era procedente conforme a derecho
la detención realizada, por cuanto estaba fundamentada en una orden de
aprehensión judicial, todo ello de conformidad con el artículo 285 numerales 1 y 2
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, entre otros, ya que
ante la presencia de un sujeto imputado deben preservarse los derechos
constitucionalmente consagrados, entre los cuales se encuentran los de la víctima,
y velar por la buena marcha de la administración de justicia, reteniendo al sujeto
imputado, e informando de manera inmediata a los funcionarios policiales, para
que realicen la detención del mismo, hasta que sea presentado ante el juez de
control, dando cumplimiento al principio de legalidad procesal...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44
CRBV art:44-1
CRBV art:285-1
CRBV art:285-2
CP art:9
COPP art:248
COPP art:309

DESC ARRESTO
DESC DETENCION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FLAGRANCIA
DESC INVESTIGACION
DESC LEGALIDAD
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC POLICIA JUDICIAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.871-875.

780
277
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL La no comparecencia de la imputada ante el tribunal de control,
pese habérsele librado dos citaciones con anterioridad y en
diferentes fechas, da a lugar a su conducción por la fuerza
pública, siendo procedente la solicitud de privación judicial
preventiva de libertad, por el peligro de fuga existente.

FRAGMENTO

“No obstante, la libertad en el proceso penal se erige en un principio


básico, cuya restricción demanda, adicionalmente, la acreditación de
suficientes circunstancias que hagan presumir una presunción razonable
de peligro de fuga o de peligro de obstaculización. Precisamente, en el
caso sometido a la consideración de este Despacho (y conforme los
recaudos remitidos), la ciudadana C.A.N.M., desatiende dos citaciones que
habían sido libradas por el Juzgado Octavo de Primera Instancia en lo
Penal en Función de Control del Circuito Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, en fechas 18 de marzo de 2002 y 23 de abril de 2002, las cuales
ordenaban su perentoria comparecencia.
La representante del Ministerio Público, en el escrito que se analiza, no
hace alusión a las anteriores consideraciones, las cuales, en criterio de
este Despacho, resultaban medulares a los efectos de acreditar el peligro
de fuga, como presupuesto neurálgico de la solicitud de privación de
libertad. De hecho, el escrito signado por la representante del Ministerio
Público, únicamente asoma las siguientes consideraciones:
´...en fecha 18 de marzo de 2002 libró boleta de notificación a la ciudadana
C.A.N.M, a los fines de que compareciera por ante este Tribunal para
imponerla de los hechos por los cuales fue acusada. Pero es el caso, que
para el día 20 de marzo de 2002, el Alguacil adscrito a la Oficina de
Alguacilazgo del Palacio de Justicia, consigna en las actuaciones
procesales... las resultas de la Notificación; la cual no se hiciera
efectiva...´.
De tal manera que, conforme a lo expuesto, no queda duda que la
desatención manifiesta de los llamados judiciales aducidos, se constituían
en sólidos argumentos para acreditar el peligro de fuga. Dicha
circunstancia debió señalarse expresamente en la solicitud judicial de
privación de libertad, con indicación precisa de las circunstancias que
evidenciaban una actitud contumaz de la imputada, secundadas,
adicionalmente, por una debida motivación.
Por otra parte, resulta imprescindible para este Despacho, referirse a la
procedencia de la privación de libertad -como medida cautelar- a los
efectos de procurar la comparecencia de la ciudadana C.A.N.M, por el
delito de desacato a la autoridad.
Conforme lo dispone el artículo 253 del Código Orgánico Procesal Penal,
cuando el delito materia del proceso merezca pena privativa de libertad
que no exceda de tres años en su límite máximo, y el imputado haya
tenido buena conducta predelictual, la privación de libertad, como medida
cautelar, resultará improcedente.
781
Ello obliga un examen inmediato del hecho punible atribuido a la
ciudadana C.A.N.M; con atención a la solicitud de privación judicial de
libertad, la representante del Ministerio Público alega la comisión del delito
de desacato a la autoridad, hecho punible previsto y sancionado en el
artículo 270 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente. Dispone la referida norma lo siguiente:
´Artículo 270. Desacato a la Autoridad. Quien impida, entorpezca o
incumpla la acción de la autoridad judicial, del Consejo de Protección del
Niño y del Adolescente o del Fiscal del Ministerio Público, en ejercicio de
las funciones previstas en esta Ley, será penado con prisión de seis
meses a dos años´.
Como se colige de lo anterior, el hecho punible en comentario no amerita
pena privativa de libertad superior a los tres años en su límite máximo, lo
que en principio, supondría la improcedencia de prisión como medida de
aseguramiento cautelar. Ello es reconocido por la propia representante del
Ministerio Público, cuando en su escrito de acusación (suscrito en fecha 13
de marzo de 2002) solicita formalmente la imposición de medidas
cautelares sustitutivas, específicamente las dispuestas en los numerales 3
y 4, del artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal.
Una vez interpuesta la acusación –conforme los recaudos sometidos a la
consideración de este Despacho- el Juzgado(...) de Primera Instancia en lo
Penal en Función de Control del Circuito Judicial Penal de Área
Metropolitana de Caracas, ordena la comparecencia de la ciudadana
C.A.M, mediante citaciones libradas en fechas 18 de marzo de 2002 y 23
de abril de abril de 2002, las cuales, en principio, fueron desatendidas por
la imputada. En virtud de todo lo expuesto, es decir, con ocasión del
comportamiento contumaz de la imputada, la representante del Ministerio
Público solicita la privación judicial de libertad como medida de coerción
personal.
Sobre el particular, es menester aludir a una importante sentencia de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la cual desarrolla,
pertinentemente, uno de los supuestos en los que puede entenderse
constituido el peligro de fuga, como presupuesto de la privación de
libertad:
´Lo planteado en el artículo 327 del Código Orgánico Procesal Penal, es
algo distinto; se refiere a la comparecencia obligatoria a un solo acto
procesal, de muchas personas, so pena de no poder realizarse hasta que
todos comparezcan, lo que es una situación ajena a la que surge de la
acumulación, ya que textualmente los autos o juicios acumulados no
perderían tal condición, si, por ejemplo, la audiencia preliminar con
pluralidad de partes pudiera realizarse en varias fechas sucesivas, o
quedara en suspenso por aplicación literal del artículo 327 del Código
Orgánico Procesal Penal. / Considera la Sala, que los artículos 26 y 49.3
constitucionales privan sobre la normativa del Código Orgánico Procesal
Penal, y que éste debe ser interpretado en función de la Constitución. / La
posibilidad de que una audiencia preliminar, como acto especial, pueda
prorrogarse en el tiempo, no está negada en el Código Orgánico Procesal
Penal, siempre que la unidad y continuidad del acto se mantenga; e
igualmente la posibilidad de diferir por una causa justificada por una o dos
veces (máximo) el acto, y ordenar la conducción por la fuerza pública de
quienes por cualquier motivo no hayan acudido, es viable por aplicación
del artículo 5 del Código Orgánico Procesal Penal y del artículo 11 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial. / El uso de la fuerza pública para conducir

782
ante el juez a quienes desacaten sus órdenes, está extensamente
reconocido en el Código Orgánico Procesal Penal (véanse, entre otros, los
artículos 184, 203, 226, 332, 357 del mismo) y no es más que el desarrollo
del referido artículo de la Ley Orgánica del Poder Judicial. / Luego, a juicio
de esta Sala, la garantía de la justicia idónea, expedita y sin dilaciones
indebidas que establece el artículo 26 constitucional, así como el derecho
de las partes a ser oídos dentro de un plazo razonable, sin quedar sujetos
a lo que otros, con el deber de concurrir, se presenten o no, lleva a la Sala
a interpretar el artículo 327 del Código Orgánico Procesal Penal, o
cualquier otra norma que produjera una situación como la comentada, por
aplicación de los artículos 26 y 49.3 constitucionales, a que el juez que
preside el acto, si no existe causa justificada que amerite un máximo de
dos suspensiones, haga comparecer a los citados o notificados mediante
el uso de la fuerza pública, y debido al abuso de derecho que hacen los
incomparecientes al derecho a ser juzgados en libertad y que surge de su
actitud, se les decrete medida privativa de libertad, ya que de facto, en
relación al que obra de mala fe en el proceso, existe peligro de fuga. / Los
derechos que los artículos 26 y 49.3 constitucionales otorgan a las partes,
tampoco pueden dejar de aplicarse cuando el co-imputado se fuga o se
esconde y no puede ser hallado´.
En consecuencia, y habida cuenta de las precisiones asumidas por el
Tribunal Supremo de Justicia, resulta forzoso acotar, que la solicitud
presentada por la representante del Ministerio Público se encontraba
ajustada a derecho. Una vez libradas dos citaciones por la autoridad
judicial (a saber, en fechas 18 de marzo de 2002 y 23 de abril de 2004), a
los efectos de la comparecencia de la ciudadana C.A.N.M., y
materializada, en modo evidente, su actitud contumaz, su conducción por
la fuerza pública resultaba plenamente justificada.
Así pues, reconoce esta Dirección la posibilidad de solicitarse una
privación judicial preventiva de libertad, aun cuando se verifiquen los
supuestos del artículo 253 referido a la improcedencia de dicha medida,
siempre que se demuestre la existencia de un peligro de fuga, o de un
peligro de obstaculización del proceso, a partir de circunstancias fácticas
concretas, siempre que las exigencias del proceso penal en desarrollo así
lo exijan y a los fines de preservar garantías fundamentales, a saber:
Debido Proceso, artículo 1, y Finalidad del Proceso, artículo 13, ambos del
Código Orgánico Procesal Penal.
No obstante ello, es preciso hacer énfasis en que la solicitud de privación
de libertad en el supuesto supra referido, sólo podrá realizarse cuando
sea estrictamente necesaria a las finalidades del proceso, atendiendo al
principio de interpretación restrictiva, o pro libertate, que implica que la
regla en el proceso penal vigente es mantener la libertad del imputado,
salvo que surjan elementos en virtud de los cuales sea procedente solicitar
la privación judicial preventiva de libertad...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:49-3
COPP art:1
COPP art:5
COPP art:13
COPP art:184
COPP art:203

783
COPP art:226
COPP art:253
COPP art:256-3
COPP art:256-4
COPP art:327
COPP art:332
COPP art:357
LOPNA art:270
LOPJ art:11

DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC CITACION
DESC DESACATO
DESC DETENCION
DESC FUGA
DESC IMPUTABILIDAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.875-879.

784
278
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-11-021-2004 FECHA:20040123
TITL El reconocimiento en rueda de individuos del imputado es una
diligencia propia de la investigación penal, que le es útil al
representante del Ministerio Público, para sustentar la
acusación.

FRAGMENTO

“Analizados los recaudos recibidos, considera esta Dirección pertinente


realizar las siguientes precisiones en cuanto a la actuación denominada
por la doctrina procesal, reconocimiento en rueda de individuos, la cual se
practica y lleva a cabo con el fin de que el testigo o la víctima verifiquen,
que la persona que guarda relación (de cualquier tipo) con el hecho
punible cometido, es alguna de las que se encuentran entre los escogidos
a ser reconocidos, lo cual permite identificar al imputado individualmente.
En efecto, el reconocimiento implica un proceso psicológico que lleva a
cabo el testigo o la víctima, permitiéndole hacer un juicio entre la
percepción presente y una apreciación pasada a fin de reconocer si una
persona o cosa es la misma que se supone o que dice ser.
Tal acto lo define Cabanellas de la siguiente manera:
´Identificación de Acusados o Delincuentes (…) 1. Identificación por
reconocimiento. A tal fin se pone a la vista del que haya de verificar la
identificación a la persona que deba ser reconocida, en unión de otras de
aspecto exterior semejante. El que practique el reconocimiento deberá
declarar, ante el juez, si se encuentra en el grupo o rueda el designado por
él o la persona que se haya referido en las actuaciones´.
En este mismo orden de ideas, señala Cafferata Nores:
´Cuando la actividad reconocitiva sea utilizada para identificar o
individualizar a los partícipes, testigos o víctimas de un hecho delictuoso,
será captada por el derecho procesal, el cual asignará relevancia jurídica
al mero hecho psicológico. En sentido amplio, entonces, habrá
reconocimiento toda vez que se verifique la identidad (lato sensu) de una
persona, por la indicación de otra, que manifieste conocerla o haberla
visto/ (…)/ En sentido estricto, el reconocimiento es un acto formal, en
virtud del cual se intenta conocer la identidad (lato sensu) de una persona,
mediante la intervención de otra, quien al verla entre varias afirma (o
niega) conocerla o haberla visto en determinadas circunstancias´.
Tal como lo apunta el referido autor, el reconocimiento es un medio de
prueba que aporta un elemento de convicción, aunque su resultado sea un
dato positivo o negativo.
En la realización de esta actividad se deben dar las siguientes condiciones
esenciales:
Absoluta seguridad en la afirmación del reconocedor, la cual se logra
procurando reunir varios individuos con características y tipologías
parecidas o semejantes.
En caso de percibirse alguna duda o inseguridad en el reconocedor,
deberá establecerse en el acta correspondiente.
 La libertad en su resolución, es decir, la posibilidad de evitar el
785
encuentro del reconocedor con el imputado, a fin de evitar sentimientos de
temor a futuras represalias.
Es una diligencia que practica el juez, según queda claramente establecido
en el artículo 230 del Código Orgánico Procesal Penal.
´Artículo 230. Reconocimiento del imputado. Cuando el Ministerio Público
estime necesario el reconocimiento del imputado, pedirá al Juez la práctica
de esta diligencia. En tal caso se solicitará previamente al testigo que haya
de efectuarlo la descripción del imputado y de sus rasgos más
característicos, a objeto de establecer si efectivamente lo conoce o lo ha
visto anteriormente, cuidando que no reciba indicación alguna que le
permita deducir cuál es la persona a reconocer´.
Sometido a análisis el artículo precitado, observamos que la titularidad de
la acción penal corresponde al Estado a través del Ministerio Público,
quien está obligado a ejercerla, salvo que sólo pueda ejercerse por la
víctima o a su requerimiento (artículos 11 y 24 Código Orgánico Procesal
Penal ). En este mismo orden de ideas, señala el artículo 283 de la norma
adjetiva penal, que el Ministerio Público dispondrá que se practiquen las
diligencias tendentes a investigar y hacer constar la comisión del hecho
punible, agregando en el artículo 305 eiusdem, que tanto el imputado,
como las personas a quienes se les haya dado intervención en el proceso,
y sus representantes, podrán solicitar al fiscal la práctica de diligencias
para el esclarecimiento de los hechos.
En cuanto a las normas del reconocimiento, estas se encuentran previstas
en los artículos 231, 232 y 233 del Código Orgánico Procesal Penal, que
rezan:
´Artículo 231. Forma. La diligencia de reconocimiento se practica
poniendo a la persona que debe ser reconocida a la vista de quien haya de
verificarlo, acompañada de por lo menos otras tres de aspecto exterior
semejante´.
El que practica el reconocimiento, previo juramento manifestará si se
encuentra entre las personas que forman la rueda o grupo, aquella a quien
se haya referido en sus declaraciones y, en caso afirmativo, cuál de ellas
es.
El juez cuidará que la diligencia se lleve a efecto en condiciones que no
representen riesgos o molestias para el reconocedor.
´Artículo 232. Pluralidad de reconocimientos. Cuando sean varios los
reconocedores de una persona, la diligencia se practicará separadamente
con cada uno de ellos, sin que puedan comunicarse entre sí hasta que se
haya efectuado el último reconocimiento...´.
´Artículo 233. Supletoriedad. Para las diligencias de reconocimiento
regirán, correspondientemente, las reglas del testimonio y las de la
declaración del imputado. El reconocimiento procederá aún sin el
consentimiento de éste´.
Es así que le está dado al fiscal del Ministerio Público solicitar al juez de
control la práctica de la diligencia respectiva (artículo 230 del referido
Código), extendiéndole dicha facultad no sólo debido a que éste la estime
necesaria, sino también a solicitud del imputado o de las personas que
intervienen en el proceso, teniendo el juez por su parte, la obligación de
cuidar la forma en que la diligencia se lleva a efecto (artículo 231
eiusdem), para las cuales rigen las reglas del testimonio y las de la
declaración del imputado...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:

786
COPP art:11
COPP art:24
COPP art:230
COPP art:231
COPP art:232
COPP art:233
COPP art:283

DESC ACCION PENAL


DESC ACUSACIÓN
DESC IDENTIFICACION
DESC INVESTIGACIÓN
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC RECONOCIMIENTO
DESC TESTIGOS
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.879-882.

787
279
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-26-139-2004 FECHA:20040318
TITL La falta de firma del representante del Ministerio Público en la
orden de inicio de la investigación, no necesariamente
constituye causa de nulidad absoluta de las actuaciones
practicadas durante la fase preparatoria.

FRAGMENTO

“Según consta de los recaudos remitidos para la consideración de este Despacho,


los hechos objeto de la investigación son susceptibles de ser narrados en el
siguiente orden cronológico:
1. Figura Acta Policial emitida por el Comando Regional N° 7 de la Guardia
Nacional, signada en fecha 17 de marzo de 2003, en la cual se deja constancia de
lo siguiente:
´...aproximadamente a las 11:00 horas de la mañana del día 17 de marzo del
2003, se presentaron por ante este comando los Ciudadanos: P.A.Z.G.
(...)/Operador de Seguridad de la empresa (sic) P... y el ciudadano: H.J.S. (...)
Empleado de la Empresa de VPS, quien presta servicios a la empresa (sic) (...) a
bordo de una unidad patrullera de la empresa P, manifestándome que habían (sic)
capturados en una forma flagrante a dos sujetos y que los habían (sic) sometidos
y traídos para el comando, por tal sentido procedí a identificarlos resultando ser el
ciudadano: C.J.P.C.(...)y el ciudadano Y.H.C.(…)así como también recibí de parte
(sic) estos ciudadanos el material recuperado, tratándose de cuatro láminas de
(sic) cinc...´.
Como corolario de lo transcrito, se desprende la aprehensión en flagrancia de los
ciudadanos C.J.P.C. y Y.H.C., en fecha 17 de marzo de 2003, por el presunto
apoderamiento (hurto) de unas láminas de zinc extraídas de las instalaciones de la
empresa P.
2. Adicionalmente, en ese misma fecha, el abogado J.A.M. en su carácter de
fiscal del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Anzóategui,
solicita al juzgado de control de la misma Circunscripción Judicial el decreto de la
´medida de privación judicial preventiva de libertad´ en contra los ciudadanos
C.J.R. y Y.H.C., por estar presuntamente incursos ´...en el delito de hurto
calificado, previsto y sancionado en el artículo 455 del Código Penal...´.
El representante del Ministerio Público, en su solicitud, deja constancia de los
siguientes hechos:
´..empleados de seguridad de la empresa P, Anaco, en virtud de una llamada vía
radio efectuada por el vigilante del Módulo residencial... informaba que dos
ciudadanos se encontraban cometiendo un hurto. Por tal motivo los empleados de
seguridad de P, se trasladaron al lugar y... observaron a éstos dos ciudadanos, ya
identificados, cuando trasladaban la cantidad de cuatro (4) láminas de zinc,
procedieron a darles captura y posteriormente trasladarlos hasta la sede del
Comando de la Guardia Nacional...´
3. En fecha 17 de marzo de 2003, el abogado J.A.M., en su carácter de Fiscal del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado Anzóategui, ordena el
inicio de la correspondiente averiguación penal, en virtud de la presunta comisión
flagrante de uno de los delitos contra la propiedad, atribuible a los ciudadanos
C.J.P.C. y Y.H.C.
El documento en comentario no especifica el hecho punible materializado
(calificación jurídica indeterminada); adicionalmente, no es debidamente suscrito
por el representante del Ministerio Público que acuerda la apertura de la
investigación.
788
4. En fecha 19 de marzo de 2003, en la respectiva audiencia oral de presentación
de aprehendidos (ciudadanos C.J.P.C. y Y.H.C.) el juzgado de control de la
Circunscripción Judicial del Estado Anzóategui deja constancia de los siguientes
asertos:
´lescrito de presentado por la Fiscalía del Ministerio Público (...) no señala la
tipificación de los hechos, toda vez que se circunscribe a indicar que se trata de un
Hurto Calificado, sin encuadrarlo en ninguno de los numerales correspondientes,
lo cual incide en una violación del debido proceso(..)asimismo, el auto de inicio de
la averiguación penal carece de firma por parte de la representación fiscal...´
Como corolario de lo expuesto, la referida autoridad judicial acuerda la nulidad
absoluta de las actuaciones motorizadas por el representante del Ministerio
Público, y la consecuente libertad plena de los ciudadanos C.J.P.C. y Y.H.C.
Segunda parte
De la decisión jurisdiccional
Tal y como se dejó constancia en líneas precedentes, el juzgado de control de la
Circunscripción Judicial del Estado Anzóategui, acuerda la nulidad absoluta de
todas las actuaciones de investigación efectuadas, en virtud de la no indicación
expresa del ordinal específico del artículo 455 del Código Penal, norma que
califica el hurto e impone un aumento considerable en la pena corporal aplicable.
Adicionalmente, el órgano jurisdiccional acuerda la nulidad absoluta de las
diligencias de instrucción por considerar que el documento que ordena la apertura
de la investigación no fue debidamente suscrito por el representante del Ministerio
Público, circunstancia que atenta -según criterio del juez- contra los presupuestos
ontológicos que integran el principio del debido proceso.
Con ocasión de los planteamientos asomados por la referida autoridad judicial,
esta Dirección reconoce lo valioso de este espacio para dilucidar algunas
consideraciones medulares:
A) La orden de inicio de la investigación no signada por el representante del
Ministerio Público:
1. No pueden comenzar estas líneas sin antes aludirse -a modo de preludio- a
una máxima neurálgica asomada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, en sentencia signada en fecha 13 de noviembre de 2001, con
ponencia de la Magistrada Blanca Rosa Mármol, en la cual, de manera muy
lacónica y acertada, se conviene en el siguiente aserto:
´a conjugación de los artículos 26 o 257 de la Constitución, obliga al juez
interpretar las instituciones procesales al servicio de un proceso cuya meta es la
resolución del conflicto de fondo, de manera imparcial, idónea, transparente,
independiente, expedita y sin formalismos o reposiciones inútiles...´
Según advertíamos en los primeros incisos de las presentes observaciones, el
juzgado de control de la Circunscripción Judicial del Estado Anzóategui, acuerda
la nulidad absoluta de las diligencias de instrucción por considerar que el
documento que ordenaba la apertura de la investigación no fue debidamente
suscrito por el representante del Ministerio Público.
Valga iniciarnos en el presente apartado diferenciando justamente a los principios
de las garantías, pues de la violación de unos u otros dependerá la consecuente
nulidad.
Los principios son considerados como el núcleo central de un Estado de Derecho,
y de allí que hayan sido constitucionalizados y consagrados en todos los pactos
internacionales de derechos humanos (como por ejemplo, el derecho a la
defensa).
Las garantías están, como su nombre lo indica, para garantizar la vigencia de los
principios. Carocca, citando a Gelsi, puntualiza genéricamente el significado de
´garantía´ y explica que es un ´medio para asegurar, para lograr con seguridad o
certidumbre determinado fin´, además agrega que ´está de más demostrado que
el sólo reconocimiento de una norma constitucional no es suficiente para
conseguir su real vigencia... pues tales declaraciones serán meramente retóricas,
si no van acompañadas de medios adecuados para conseguir su cumplimiento´.
Nuevamente Carocca, citando a Hart, concluye afirmando que los derechos
fundamentales no trascienden sin la vigencia de sus respectivas garantías.
789
Como corolario de lo expuesto, podemos afirmar que las garantías son el medio
para ´garantizar´ el cumplimiento o la vigencia de los principios (en palabras
corrientes: las garantías son el medio y los principios el fin), pues de nada vale
tener una catálogo infinito de derechos fundamentales constitucionalizados, o
consagrados en convenios o tratados internacionales, si no se estatuyen normas
que tiendan a asegurar el pleno respeto de tales principios.
Concluye Binder que para garantizar el cumplimiento del principio, se establecen
requisitos para los actos procesales o se regulan secuencias entre actos llamados
´formas procesales´; cuando no se cumple una forma, es decir, se incumple un
requisito legal o se interrumpe una secuencia necesaria, la actividad procesal
deviene en inválida (defectuosa), precisamente por ello Binder advierte que ´las
formas son la garantía´.
No obstante, esta Dirección debe advertir que no todo incumplimiento de una
forma procesal genera la nulidad del acto, pues se debe atender a si
efectivamente se afectó el principio. Sólo si se ha afectado al principio que protege
la forma procesal, el acto será nulo, de lo contrario se debe procurar su
subsanación, de no haberse convalidado con anterioridad.
Resulta perentorio un enfoque distinto de las nulidades en nuestro proceso penal;
deben abandonarse los meros formalismos por el simple hecho de que los
derechos fundamentales no son necesariamente identificados con una norma
procedimental en concreto, sino que cada garantía aparece reflejada en muchas
disposiciones legales que van regulando su respeto en el mismo momento
procesal en que están siendo aplicadas. La apreciación de una violación del
derecho fundamental debe estar orientada en la mayoría de las situaciones a una
evaluación de lo sucedió en el proceso, sin hacer jamás un equivalente a priori
entre la violación de una norma procedimental (garantía) con la violación de un
derecho fundamental.
Actualmente, y a raíz de la progresiva importancia que han adquirido los principios
constitucionales relacionados el Sistema de Justicia Procesal Penal, se imponen
criterios antiformalistas, que obligan a tener en cuenta circunstancias distintas a la
mera infracción de la norma procedimental. Consecuencialmente, es
perfectamente factible acoger la siguiente fórmula: ´no toda violación de una forma
trae como consecuencia la nulidad del acto, pero toda violación de un principio
acarrea nulidad´. La violación de una forma lo que trae como consecuencia es una
advertencia sobre el posible irrespeto a un principio, que de verse afectado, sin
lugar a dudas amerita la nulidad de acto viciado.
Orlando Monagas, siguiendo a Couture, enseña que la nulidad por la nulidad
misma no es admisible, pues ´las nulidades no tienen por finalidad satisfacer
pruritos formales, sino enmendar los perjuicios efectivos que pudieran surgir de la
desviación de los métodos de debate cada vez que esta desviación suponga
restricción de las garantías a que tienen derecho los litigantes´.
Así pues, a título de conclusión, para determinar que un principio fundamental no
ha sido menoscabado pese la violación de una forma procesal, es menester
evaluar, en primer lugar, qué tanto una formalidad procesal salvaguarda a un
principio, o en otras palabras, qué tan efectiva es la forma para garantizar la
vigencia del principio. Y en segundo lugar, es perentorio el examen de cada caso
en concreto, pues a pesar de la violación de una forma procesal (garantía) es
perfectamente admisible que se hayan adoptado otras previsiones para tutelar el
principio que se pretende proteger.
Respecto al auto que acuerda el inicio de la investigación, valga hacer eco de las
siguientes precisiones del profesor Carmelo Borrego:
´El auto de proceder sólo lo dicta el fiscal del Ministerio Público cuando le es
allegada la denuncia o tiene el conocimiento directo de la causación de un evento
típico penal, no tiene mayor formalidad, salvo la mención practicar las diligencias
inmediatas para la investigación (artículo 292) y, sirve para iniciar a la fase
preliminar del procedimiento...´.
Adicionalmente, Frank Vecchionacce, con marcada sencillez, advierte con ahínco:
´...No es necesario que esta orden sea escrita. Mejor dicho, no debe ser escrita,
salvo concretas necesidades. Simplemente como lo establece el Código Orgánico
790
Procesal Penal el fiscal del Ministerio Público ‘dispondrá’ que se practiquen las
diligencias necesarias...´.
Consecuencialmente, y como corolario de todas las precisiones asomadas con
anterioridad, el juzgado de control de la Circunscripción Judicial del Estado
Anzóategui, yerra cuando acuerda la nulidad absoluta de las diligencias de
instrucción por considerar que el documento que ordenaba la apertura de la
investigación no fue debidamente suscrito por el representante del Ministerio
Público. La falta de rúbrica en el documento comentado constituía una formalidad
no esencial; si bien es cierto que la firma garantizaba la identificación expresa de
la autoridad que disponía del inicio de la investigación, no es menos genuino
reconocer que dicha falencia era perfectamente subsanable. Retrotraer el proceso
a sus elementales comienzos, con atención a meras formalidades no esenciales,
atentaría contra principios neurálgicos del vigente sistema acusatorio (la celeridad
y economía procesal) promoviéndose dilaciones indebidas a expensas de una
justicia injustificadamente (intolerablemente) formalista.
Adicionalmente, conforme lo dispone el artículo 174 del Código Orgánico Procesal
Penal, únicamente la falta de firma de los jueces y secretarios en las sentencias y
autos que dimanen de sus respectivos tribunales acarrean la nulidad del acto; por
vía de consecuencia, exigir semejante formalismo en el auto que acuerda el inicio
de la investigación, como presupuesto de validez del proceso mismo, devendría
en un requerimiento arbitrario y ajeno a los fines intrínsecos del proceso penal.
2. Adicionalmente, es necesario remarcar otra consideración trascendente a los
efectos de las conclusiones que se pretenden. En efecto, tal y como se dejó
constancia en apartados iniciales, según Acta Policial emitida por el Comando
Regional de la Guardia Nacional, signada en fecha 17 de marzo de 2003, los
hechos objeto de la investigación son susceptibles de ser reseñados de la
siguiente manera:
´...aproximadamente a las 11:00 horas de la mañana del día 17 de marzo del
2003, se presentaron por ante este comando los Ciudadanos: P.A.Z.G...
Operador de Seguridad de la empresa (sic) P, (...) y el ciudadano: H.J.S ...
Empleado de la Empresa de VPS, quien presta servicios a la empresa (sic) P (...)
a bordo de una unidad patrullera de la empresa P,, manifestándome que habían
(sic) capturados en una forma flagrante a dos sujetos y que los habían (sic)
sometidos y traídos para el comando, por tal sentido procedí a identificarlos
resultando ser el ciudadano: Carlos JPC... y el ciudadano Y.H.C... así como
también recibí de parte (sic) estos ciudadanos el material recuperado, tratándose
de cuatro láminas de (sic) cinc...´.
Como corolario de lo transcrito, se desprende la aprehensión en flagrancia de los
ciudadanos C.J.P.C. y Y.H.C., en fecha 17 de marzo de 2003, por el presunto
apoderamiento (hurto) de unas láminas de zinc extraídas de las instalaciones de la
empresa P.
Se cuestiona esta Dirección lo siguiente: ¿Por qué la falta de rúbrica del auto que
ordenaba la apertura de la investigación afectó incluso la aprehensión en
flagrancia de los imputados?. ¿Acaso la privación de libertad no fue previa al auto
de apertura?. ¿La nulidad de dicho acto procesal podía incidir en la libertad (o
detención en flagrancia) de los ciudadanos antes identificados?.
De convenirse en la nulidad del auto que ordenaba el inicio de la investigación, es
menester acotar que en nada influía en la libertad o aprehensión en flagrancia de
los imputados. La misma se produjo con anterioridad a la emisión de acto procesal
objetado, en consecuencia, mal podía anularse so pretexto de la falta de rúbrica
en una forma procesal que apenas entiende una mención sumaria (sin mayores
formalidades) en el Código Orgánico Procesal Penal... “.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:257
CP art:455
COPP art:174
791
STSJSCO 13-11-2001

DESC ACTA POLICIAL


DESC AVERIGUACION
DESC AUDIENCIAS
DESC FIRMAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FLAGRANCIA
DESC HURTO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC NULIDAD
DESC PRIVACION JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
DESC PROPIEDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.882-888.

792
280
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-26-139-2004 FECHA:20040318
TITL No es causa de nulidad absoluta, que el representante del
Ministerio Público en el escrito de presentación de
aprehendidos, dé a los hechos una precalificación jurídica, sin
especificar el supuesto correspondiente al artículo invocado.

FRAGMENTO

“En fecha 19 de marzo de 2003, en la (respectiva audiencia oral de


presentación de aprehendidos (ciudadanos C.J.P.C. y Y.H.C.) el Juzgado
Primero de Control de la Circunscripción Judicial del Estado Anzóategui
deja constancia de los siguientes asertos:
´El escrito presentado por la fiscalía del Ministerio Público... no señala la
tipificación de los hechos, toda vez que se circunscribe a indicar que se
trata de un hurto calificado, sin encuadrarlo en ninguno de los numerales
correspondientes, lo cual incide en una violación del debido proceso...
asimismo, el auto de inicio de la averiguación penal carece de firma por
parte de la representación fiscal...´.
Como corolario de lo expuesto, el juzgado de control de la Circunscripción
Judicial del Estado Anzóategui, acuerda la nulidad absoluta de todas las
actuaciones de investigación efectuadas, en virtud de la no indicación
expresa del ordinal específico del artículo 455 del Código Penal, norma
que califica el hurto e impone un aumento considerable en la pena corporal
aplicable.
Una revisión sumaria de los recaudos remitidos para la consideración de
este Despacho, evidencian que el abogado J.A.M., (fiscal del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado Anzóategui) solicita al
juzgado de control de la misma Circunscripción Judicial la ´privación
judicial preventiva de libertad´ en contra los ciudadanos C.J.P.C. y Y.H.C.,
por estar presuntamente incursos ´...en el delito de hurto calificado,
previsto y sancionado en el artículo 455 del Código Penal...´. Asimismo, el
auto que ordenaba la apertura de la investigación penal no especificaba el
hecho punible materializado.
Doctrina reiterada del Ministerio Público ha insistido en denunciar que
cuando una misma disposición legal contemple más de un supuesto de
hecho, debe indicarse de manera específica cuál de ellos se adecua a los
hechos objeto de la investigación. En ese sentido apuntan las siguientes
consideraciones:
´El representante del Ministerio Público, al formular cargos por el delito de
estafa, debe encuadrar la conducta lícita del procesado, en la
correspondiente modalidad, de las contempladas en el artículo 464 del
Código Penal...´.
Consecuencialmente, ha de convenirse que la determinación expresa de la
calificación jurídica atribuible a los hechos imputados constituye una
genuina representación del derecho a la defensa. No en vano el artículo
125 del Código Orgánico Procesal Penal dispone que el imputado, como
sujeto protagónico del proceso penal, tiene derecho a conocer de manera
específica y clara los hechos que se le atribuyen.
793
No obstante, lo anterior no es óbice para denunciar -tal y como se hizo en
líneas precedentes- que la no especificación de la calificación jurídica
atribuida, no justificaba la nulidad de la aprehensión misma. Dicha
declaratoria en nada influía respecto la detención de los imputados, la cual
huelga decirlo, se produjo sobre la base de uno de los supuestos típicos de
la flagrancia. La privación de libertad (flagrancia) fue previa al ´acto de
presentación de aprehendidos´, situación que no podía ser desconocida so
pretexto de la indeterminación del tipo penal correspondiente.
Adicionalmente, advierte esta Dirección que el representante del Ministerio
Público, en el auto que acuerda la apertura de la investigación, únicamente
asoma una simple pre-calificación jurídica. Por vía de consecuencia, el
juez de control -en una ulterior oportunidad- está plenamente facultado
para modificar o precisar el hecho punible atribuido, sin que ello devenga
en un justificativo para anular todas las diligencias de investigación (incluso
la propia aprehensión en flagrancia de los imputados) motorizadas con
anterioridad...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:455
CP art:464
COPP art:125

DESC AUDIENCIAS
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DETENCION
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESTAFA
DESC FIRMAS
DESC FLAGRANCIA
DESC HURTO
DESC INVESTIGACION
DESC NULIDAD
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVADE LIBERTAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC REPRESENTANTES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC TIPICIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.888-890.

794
281
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-26-139-2004 FECHA:20040318
TITL Para la interceptación telefónica, el Ministerio Público, solicitará
razonadamente al juez de control del lugar donde se realizará la
intervención, la correspondiente autorización con expreso
señalamiento del delito que se investiga, el tiempo de duración,
que no excederá de treinta días, los medios técnicos a ser
empleados y el sitio o lugar desde donde se efectuará. Artículo
220 del Código Orgánico Procesal Penal.

FRAGMENTO

“Conforme los recaudos sometidos para la consideración de este


Despacho, el representante del Ministerio Público, en fecha 24 de marzo
de 2002, solicitó autorización al órgano jurisdiccional competente para la
interceptación telefónica del número (…), perteneciente a la ciudadana
AdeA, con ocasión de la investigación que motorizaba dicha
representación del Ministerio Público, en virtud de la presunta comisión `de
uno de los delitos contra las personas (Secuestro)´
En fecha 24 de marzo de 2003, el juzgado de control de la Circunscripción
Judicial de Estado Anzóategui, resolvió negar la solicitud de interceptación
telefónica motorizada por la representación fiscal, por considerar que la
misma no satisfacía todos los presupuestos exigidos en los artículos 219 y
220 del Código Orgánico Procesal Penal.
Como bien dispone el artículo 220 del Código Adjetivo Penal, toda
interceptación de comunicaciones privadas será solicitada razonadamente
por el Ministerio Público ante el juez de control del lugar donde se realizará
la intervención, señalándose expresamente el delito que se investiga, el
tiempo de duración de la diligencia, lo medios técnicos que bien serán
utilizados, y el sitio o lugar desde se efectuará la intervención.
El representante del Ministerio Público, conforme la solicitud suscrita en
fecha 24 de marzo de 2002, únicamente se limitó a asomar los siguientes
argumentos:
´Yo, J.A.A.M(...)de conformidad con lo establecido en el artículo 219 del
Código Orgánico Procesal Penal, a los fines de solicitarles se sirva
Autorizar Interceptación Telefónica, del Nro. (…), perteneciente a la
ciudadana A.deA., lo cual guarda relación con investigación que adelanta
esta representación fiscal, por uno de los delitos (sic) contra las personas
(Secuestro)...´.
Lo anterior fue lo único que alegó el fiscal para sustentar un acto de
investigación tan delicado, situación que justificadamente -acertadamente-
motivó el siguiente pronunciamiento judicial:
´...a la luz del contenido de la presente solicitud, podemos inferir que la
solicitud de interceptación de comunicaciones presentada por el
representante del Ministerio Público, debe cumplir con tres extremos
legales a saber: 1.- señalamiento expreso del delito, que en el presente
caso, se trata de un delito de secuestro. 2.- El tiempo de duración de la
interceptación, el cual no está señalado en la solicitud fiscal. 3.- los medios

795
técnicos a ser empleados, los cuales tampoco fueron señalados por el
fiscal del Ministerio Público 4.- El sitio o lugar desde donde se efectuará,
asimismo, no fue indicado por la representación fiscal(...)/ ...por todos los
razonamientos antes expuestos(...)este tribunal... NIEGA La Solicitud De
Interceptación Telefónica...´.
La solicitud del Ministerio Público carecía de toda fundamentación y
motivación; adicionalmente, se omitió la base legal de actuación y la
especificación del delito investigado (y su respectivo fundamento, es decir,
la adecuación de los hechos a los elementos típicos de la conducta
criminosa alegada). En fin, la solicitud del Ministerio Público deviene en
una actuación arbitraria, ajena a los principios y postulados que imperan
en el vigente sistema procesal penal.
Una solicitud carente de argumentación es sinónimo de incertidumbre y
arbitrariedad. El representante del Ministerio Público debió satisfacer
todos los parámetros legales que justificaban un acto de investigación tan
delicado como la interceptación de llamadas telefónicas. Como bien
señala el profesor Borrego en sus comentarios:
´Otros de los derechos individuales que escoge la Constitución para su
protección positiva es el respeto a la fluidez comunicacional en el orden
privado, por ello, el resguardo va en función de cualquier forma de
intercambio, con lo cual se hace referencia a la correspondencia de todo
género que conlleve a ese propósito. Además este derecho a la privacidad
de las comunicaciones se vincula con la protección a la intimidad, vida
privada, honor y reputación del ciudadano en los términos
constitucionales...´.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:219
COPP art:220

DESC INTERCEPTACION DE COMUNICACIONES


DESC INVESTIGACION
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC SECUESTRO
DESC TELECOMUNICACIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.890-892.

796
282
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-154-2004 FECHA:20040323
TITL Es incorrecto que el representante del Ministerio Público,
ordene la entrega de un vehículo automotor a una persona
distinta a su propietario, mediante la presentación de una
autorización simple, requiriéndose para ello en este caso, de un
poder especial legalmente otorgado por el propietario del
vehículo.
El fiscal del Ministerio Público antes de realizar la entrega del
vehículo debe verificar la existencia de dos extremos: a.
Establecer de manera inequívoca la identificación del bien, y b.
Determinar si quien reclama el vehículo automotor, realmente
es su propietario.

FRAGMENTO

“Analizados debidamente los recaudos enviados, esta Dirección observa:


El (...) cuestionamiento versa, acerca de lo procedente que pudiera resultar
la entrega de un vehículo automotor a una persona distinta de su
propietario, mediante una autorización simple, por parte de un
representante del Ministerio Público.
En este sentido, se advierte que presuntamente la ciudadana C.L.R.M.,
suscribe autorización simple, sin indicar fecha ni destinatario, a los fines de
que se entregue al ciudadano J.M., un vehículo modelo: Matiz, color
blanco, marca Daewoo, presumiblemente de su propiedad; y a tal efecto
consigna, además de la citada autorización, certificado de origen de
vehículo automotor emanada del Ministerio de Transporte y
Comunicaciones, Dirección General Sectorial de Transporte y Tránsito
Terrestre, relacionada con el referido bien.
Dentro de este contexto, resulta indispensable puntualizar dos aspectos
fundamentales que deben constituir el trámite obligado por parte de los
representantes del Ministerio Público, a quienes les corresponda hacer
entrega de un vehículo, cuando el legítimo propietario ha sido despojado
del mismo, bajo los tipos legales contemplados en la Ley Sobre el Hurto y
Robo de Vehículos, siendo posteriormente recuperado.
El primer aspecto está referido a establecer de manera inequívoca la
identificación del bien, y ello se logra a través de la práctica de los peritajes
de rigor, conforme a la hipótesis que se plantee, por expertos calificados
para tal fin, cuyos resultados al ser cotejados con los seriales de
identificación del vehículo, se deberán corresponder con la documentación
pertinente y en consecuencia obtener su individualidad. Logrado ello, se
satisface el primer aspecto a ser dilucidado. Empero, en el caso en
análisis no se indica si el peritaje en cuestión fue practicado y de haber
sido así, no se señalan sus conclusiones; en todo caso, esta Dirección
dará como cierta dicha práctica e igualmente supondrá que el resultado de
la misma consiguió su finalidad, vale decir, la identificación del vehículo en
cuestión.
Ahora bien, sobre la base de la afirmación anterior, señalada en la parte in
797
fine del párrafo que antecede, se abordará el segundo aspecto,
concerniente a determinar si quien reclama el vehículo automotor,
realmente es su propietario, lo cual se corrobora, en principio, con el
´Certificado de Registro Automotor´, tal y como lo prevé el artículo 48 de la
Ley de Tránsito y Transporte Terrestre, cuyo contenido es del tenor
siguiente:
Artículo 48: ´Se considera propietario quien figure en el Registro Nacional
de Vehículos y Conductores como adquirente, aun cuando lo haya
adquirido con reserva de dominio´.
Demostrar la titularidad sobre el bien, resulta imprescindible, pues de no
quedar ello establecido de forma certera y contundente, no existirá
derecho alguno que exigir. Por lo tanto, una vez corroborada dicha
situación se procederá al análisis de los hechos en los cuales pudiera estar
involucrado el vehículo en cuestión, para luego tomar la decisión
pertinente.
Tan determinante resulta demostrar la titularidad sobre el vehículo, que no
acreditar tal eventualidad conlleva a la perdida del mismo, en torno a este
criterio, la Dirección de Consultoría Jurídica emitió el siguiente dictamen:
´...En los casos de vehículos que presenten alteraciones en sus seriales de
identificación, cuando no concuerden las informaciones suministradas por
los deponentes, del Servicio Autónomo de Transporte y Tránsito Terrestre
y el resultado de las experticias de reconocimiento físico, el bien mueble
permanecerá a disposición del Ministerio Público y ante la imposibilidad del
reclamante para acreditar su propiedad, se deberá solicitar al juez de
control, que lo pase a disposición del Fisco Nacional, por órgano del
Ministerio de Finanzas, a objeto de que sea incorporado al Patrimonio
Nacional...´.
Sin embargo, podría ocurrir, como parece haber sucedido en el presente
caso, que por tratarse de un vehículo nuevo, aún no se hubiere emitido el
Certificado de Registro Automotor; en estos casos, el representante del
Ministerio Público deberá exigir para corroborar la propiedad sobre el bien,
el certificado de origen del vehículo y el original de la factura de compra-
venta, por cuanto el primero de los documentos señalados resulta
insuficiente por sí solo, para comprobar la titularidad sobre el vehículo;
pues tal y como se evidencia de su propio contexto, en un recuadro
ubicado en la parte superior derecha -tal y como se observa en los
recaudos remitidos-, sólo cumple una función de carácter informativo en lo
que respecta al concesionario, incluso hace alusión a su invalidez para la
realización de cualquier transacción comercial; obviamente, por no
acreditar propiedad alguna sobre la unidad automotriz. En consecuencia,
en el presente caso, ambos documentos debieron ser exigidos por el
representante del Ministerio Público, a los fines de comprobar de manera
irrefutable el derecho de propiedad pretendido sobre el vehículo automotor.
Realizadas las reflexiones anteriores, y sobre la base de que en el caso en
análisis, dichas exigencias se encuentran plenamente satisfechas, se
requiere ahora precisar si es posible la entrega de determinado vehículo, a
disposición del representante del Ministerio Público con ocasión de una
investigación, a una persona distinta de su propietario, valiéndose para ello
de una autorización sin mayor formalismo, más que la rúbrica de quien se
atribuye la propiedad sobre el objeto.
Con base en lo expuesto, esta Dirección estima incorrecto tal proceder, por
cuanto una autorización simple, carente de respaldo de una autoridad
competente que de fe pública de su autenticidad, es absolutamente

798
insuficiente al no garantizar la identidad de quien suscribe el documento, ni
acreditar que en dicho acto estuvo presente el propietario del vehículo, tal
como lo establece el artículo 74 numeral 2 del Decreto con fuerza de Ley
del Registro Público y del Notariado. Por tanto, en criterio de este
Despacho, lo ajustado a derecho en el presente caso, habría sido exigirle
al ciudadano J.M. la exhibición de un poder especial otorgado con las
formalidades de ley, por la ciudadana C.L.R.M., quien para el momento se
atribuía la propiedad sobre el vehículo, mediante el cual se le autorizara a
retirarlo del citado Despacho fiscal. Verificada entonces la propiedad sobre
el vehículo y el debido otorgamiento del poder antes aludido, era
procedente su entrega. No obstante, tal eventualidad no pareciera haberse
confirmado, incluso, tampoco se advierte de los recaudos remitidos, que la
propiedad sobre el bien se encuentre enteramente acreditada, en
consecuencia de no ser ello así, no debió haberse entregado, pues
evidentemente, una autorización desprovista de toda formalidad legal, no
puede ser tomada en consideración a los fines de transferir la
disponibilidad de un bien como si se tratara de su legítimo propietario...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LTTT art:48
LRPN art:74-2

DESC HURTO
DESC PODERES
DESC PROPIEDAD
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC ROBO
DESC VEHICULOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.892-895.

799
283
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-154-2004 FECHA:20040323
TITL Es improcedente la entrega de un vehículo, si luego de
practicársele dos experticias, éstas resultan disímiles, pues no
es posible otorgarle credibilidad al resultado de una sola de
ellas.

FRAGMENTO

“La segunda interrogante busca precisar, si es viable la entrega de


vehículos automotores, cuando los peritajes practicados a los mismos,
arrojen resultados discordantes; e igualmente, cuando existen dos
experticias que indican alteración en sus seriales.
En la primera hipótesis, ciertamente la entrega del vehículo no es factible
bajo ningún aspecto, ya que el resultado discrepante arrojado por las
experticias practicadas hasta ese momento, no creó certeza en torno a la
individualización del vehículo, por lo tanto, ante tal eventualidad, el
representante del Ministerio Público debe ordenar la práctica de un tercer
peritaje, tendente a establecer de manera inequívoca la individualidad del
vehículo, con base en los seriales de identificación que lo hacen único y en
consecuencia permiten su individualización. Para ello contaba, más que
con la posibilidad, con la potestad de seleccionar expertos distintos a los
intervinientes en los dos peritajes anteriores, y de considerarlo pertinente,
solicitar la presencia de funcionarios adscritos a la Dirección de Asesoría
Técnico Científica de la Institución. Inclusive, resultaría aconsejable la
presencia del representante del Ministerio Público durante la realización de
la experticia, a los fines de despejar posibles dudas o resolver
interrogantes surgidas con ocasión de los resultados obtenidos
inicialmente. Con dicha intervención sólo se procura que el fiscal logre la
certeza necesaria acerca de la identificación inequívoca del bien, y por
ende, su otorgamiento a quien por derecho le corresponda y de esa
manera evitar equívocos significativos, atentatorios del derecho a la
propiedad y a la disposición del bien de su legítimo propietario,
establecidos con rango constitucional.
Es evidente que, ante la presencia de dos peritajes sobre un mismo objeto
cuyas resultas son disímiles, no resulta idóneo otorgarle credibilidad al
resultado de uno sólo de ellos; y con base en esto, proceder o no a la
devolución del vehículo. En los casos que se evalúan, se ignora cuál
criterio privó en el representante del Ministerio Público para tomar una u
otra decisión, habida cuenta que ambos peritajes fueron practicados por
peritos expertos adscritos a órganos de policía de investigaciones penales,
con los conocimientos requeridos para emitir un dictamen apropiado; en
consecuencia, al no haberse podido establecer la individualización del
vehículo por los medios legales establecidos, se debió ordenar la práctica
de una tercera experticia con las previsiones del caso y sobre esa base
proceder a la devolución o no del mismo, antes por el contrario, no era
posible su restitución.
Dentro del planteamiento en análisis, la segunda hipótesis señala, si es
procedente la entrega de un vehículo, cuando, realizados dos peritajes,
800
éstos arrojen como resultado, la presencia de alteraciones en sus seriales.
Indudablemente que al haberse practicado dos experticias sobre
componentes análogos de un mismo vehículo automotor, cuyos resultados
son semejantes al indicar la existencia de alteraciones en sus seriales de
identificación, no es dable la devolución de éste, por cuanto su
individualización no ha sido posible; en todo caso, y en aras de
salvaguardar el derecho de propiedad de quien alegue ser su legítimo
propietario, la actuación posterior del representante del Ministerio Público
debe estar encaminada, a la práctica de una experticia de activación de
seriales a fin de tratar de obtener el original, por cuanto existen situaciones
en las cuales aún habiendo alteración de determinados seriales, la entrega
es factible bajo ciertos supuestos; en todo caso, ello siempre dependerá de
cuáles seriales resultaron alterados y de las actuaciones ulteriores
practicadas por el representante del Ministerio Público, orientadas siempre
a la activación o reactivación (si fuera el caso) de los mismos, ello con la
finalidad de establecer la individualización del vehículo, empero si ello no
es posible y consecuencialmente tampoco se determina la titularidad sobre
el mismo, no procederá su entrega.
Como se ha indicado anteriormente, establecer la individualización de un
vehículo cuando sus seriales de identificación se evidencian alterados,
resulta de primer orden, para lo cual se deberá ordenar la práctica de
determinadas diligencias dependiendo del lugar donde se ubique la
irregularidad. Ahora bien, establecer cuál es la actuación a practicar, y
obtenido determinado resultado, definir qué decisión deberá adoptarse,
resulta en suma complicado, pues podría generar la realización de
multiplicidad de diligencias, como por ejemplo, práctica de experticias de
activación o reactivación de seriales, o la ejecución de una inspección de
mecánica o diseño, asimismo podría ser necesario solicitar información a
la planta ensambladora, o requerir del concesionario que vendió el
vehículo informaciones específicas, entre otras. Así las cosas, si bien los
vehículos pueden ser restituidos a su propietario a pesar de encontrarse
alterados determinados seriales de identificación del bien, no siempre la
originalidad, activación o reactivación de la cifra o serial de seguridad hace
posible la entrega, por cuanto ello también pudiera depender si se trata de
autos compactos (carentes de chasis). En todo caso, la asistencia de un
experto siempre será aconsejable.
Finalmente, y en atención al planteamiento expuesto, cuando la práctica
de más de un peritaje concuerde en su resultado, en cuanto a la existencia
de alteración de seriales en algún componente de un vehículo automotor,
el representante del Ministerio Público deberá abstenerse de hacer entrega
de dicho bien, hasta tanto dilucide la individualización del mismo mediante
la práctica de otras experticias que coadyuven a establecer su
individualización...”.

DESC PROPIEDAD
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC VEHICULOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.895-897.

801
284
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-154-2004 FECHA:20040323
TITL El representante del Ministerio Público, puede acordar la
entrega del vehículo al promitente comprador, valiéndose éste,
de la presentación de un documento de opción a compra,
siempre que conjuntamente exhiba un poder especial, otorgado
por quien para el momento de la solicitud, ostente o acredite la
propiedad sobre el vehículo.

FRAGMENTO

“Finalmente, se plantea si el representante del Ministerio Público puede


acordar la entrega de un vehículo al promitente comprador, valiéndose
para ello de un documento de opción a compra.
Analizados los recaudos remitidos, específicamente el documento de
opción a compra-venta, se observa de su contenido, que el mismo sólo
constituye -entre las partes intervinientes-, una promesa tanto de compra,
como de venta, en la cual, la transferencia de la propiedad sobre el bien,
se hará efectiva al momento de perfeccionarse o cumplirse las condiciones
allí pautadas, vale decir, cuando el título de propiedad sobre el vehículo
esté a nombre de la persona identificada en el citado documento como
vendedor.
Es de advertir entonces, que quien figura en el mismo como vendedor, se
encontraba en la imposibilidad de transmitir la propiedad sobre el vehículo,
por cuanto no contaba con tal cualidad, de hecho, del contenido del
contrato de compra-venta se advierte el compromiso de la misma, a
realizar los trámites pertinentes a los fines de obtener el titulo de propiedad
exigido por las normativas reguladoras de la materia, en consecuencia,
mal podría haber trasladado la propiedad del bien cuando tal condición no
se encontraba enteramente acreditada.
Por otra parte, debe acotarse que en el presente caso, el contrato de
opción a compra-venta, especifica que la optante vendedora autoriza
amplia y suficientemente a los optantes compradores, para gestionar ante
cualquier órgano estadal o municipal todo lo concerniente al vehículo
objeto de la contratación en caso de siniestros, robos, hurtos o cualquier
otra eventualidad. Por tanto, en dicha cláusula podría entenderse incluida
la facultad o legitimidad del optante comprador para solicitar ante el fiscal
del Ministerio Público competente, la devolución del vehículo que ha sido
objeto de alguno de los delitos previstos en la Ley sobre el Hurto y Robo
de Vehículos; sin embargo, esa sola disposición contractual resulta
insuficiente para la ejecución de dichos trámites, tomando en cuenta que el
documento en análisis corrobora la existencia de una promesa a una
eventual negociación, sin otorgar por ello el derecho de propiedad y en
consecuencia su disposición, aunado a que no se encuentra acreditada la
propiedad de la promitente vendedora respecto del vehículo solicitado.
Sin embargo, a fin de salvaguardar el derecho del optante comprador que
eventualmente se encuentra en posesión del vehículo objeto de la opción a
compra-venta y guardando coherencia con lo afirmado anteriormente, se

802
considera que la devolución del vehículo, sería procedente siempre que se
exhiba un poder especial, otorgado por quien para el momento de la
solicitud ostente y acredite la propiedad sobre el vehículo, que esté
debidamente notariado, cumpliendo con las formalidades de ley, y
mediante el cual se autorice a retirar el vehículo en cuestión del Despacho
fiscal correspondiente.
Aunado a lo anterior, es necesario hacer énfasis y reiterar, que el
representante del Ministerio Público, al momento de proceder a la entrega
de un vehículo, debe corroborar de manera eficaz la titularidad sobre el
bien solicitado por los medios establecidos en la ley, requisito éste de
primordial cumplimiento, que no podrá ser soslayado bajo ninguna
circunstancia, y sólo una vez satisfecho, se procederá a la entrega del
vehículo, previa realización de las experticias de rigor, cuyas resultas
tampoco dejaran margen a error en torno a la identificación del bien.
El criterio antes señalado no sólo se colige de las disposiciones legales
que regulan la materia, éste igualmente se encuentra reforzado en
sentencia emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en Ponencia del Magistrado Antonio José García, de fecha 23 de
marzo de 2001, en la cual, entre otros aspectos, se señaló lo siguiente:
´...Por ello considera esta Sala que una vez comprobada, sin que medie
duda alguna, la titularidad del derecho de propiedad que posee un
ciudadano sobre el objeto que se reclama en el proceso penal, el juez
deberá ordenar la entrega del vehículo correspondiente....´.
Finalmente resulta importante acotar, que las consideraciones realizadas
en la presente comunicación, encuentran su fundamento básico, en las
normativas legales vigentes y en la Circular DFGR/DVFGR/DGAJ/DCJ-5-
9-2004-1, de fecha 2 de enero de 2004, emanada de la Dirección de
Consultoría Jurídica, relativa al procedimiento a seguir en los casos de
solicitudes de entrega o devolución de vehículos recuperados, que
presenten irregularidades en sus seriales y/o documentos, cuyo contenido,
hasta la fecha de recepción de su comunicación, no era del conocimiento
de los representantes del Ministerio Público...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CMP Nº DFGR/DVFGR/DGAJ/DCJ-5-9-2004-1
02-01-2004
STSJSCO 23-03-2001

DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC PODERES
DESC PROPIEDAD
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC VEHICULOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.897-898.

803
285
TDOC /Memorandum/
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL La falta de investigación previa a la presentación del escrito de
acusación, y la ausencia tanto de la citación en condición de
imputada, como de la imputación, constituyen francas
violaciones del debido proceso, que dan lugar a su nulidad
absoluta.

FRAGMENTO

“El juez en funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, en decisión de fecha 18 de junio de 2002, derivada de la celebración
de la audiencia preliminar en la misma fecha antes indicada, establece:
´A los solos efectos de que este Honorable Tribunal pueda hacerse un mejor
criterio respecto a la situación fáctica que constituye el objeto de su conocimiento,
nos permitimos relatar brevemente las circunstancias de modo, lugar, y tiempo, en
las que se han desenvuelto los hechos que originaron la conducta de la fiscal del
Área Metropolitana de Caracas, violatoria de derechos que permiten afirmar que la
investigación, acusación y solicitud de privación de libertad, se encuentran
viciados de nulidad absoluta. (…) En fecha 13 de marzo de 2002 la Fiscal del Área
Metropolitana de Caracas acusó, sin haber realizado ningún acto de
procedimiento, incluida la ausencia de citación de la ciudadana C.A, ni de su
imputación, ni del señalamiento por parte de la fiscalía de que debía estar asistida
de un abogado. Es más, jamás se enteró de ese proceso de investigación porque
nunca se lo notificaron. / Como podemos ver, en menos de dos meses, sin realizar
ninguna actividad de investigación y, lo que es peor, sin ni siquiera tomarle
declaración a la ciudadana C.A ni como testigo, ni como imputada, se procedió a
acusar, lo que constituye flagrante violación al debido proceso. (…) Primero:
Rechaza la acusación presentada (…) por ser contraria a las observancias y
condiciones previstas en este Código, la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, tratados, convenios y acuerdos internacionales, suscritos por
nuestra República, según el principio regular contenido en el artículo 190 del
Código Orgánico Procesal Penal (…) se deja sin efecto los pedimentos (…) del
representante del Ministerio público atinente a la medida cautelar de Privación
Judicial Preventiva de Libertad, de la hoy sobreseída y decreta el sobreseimiento
de la Causa, con fundamento en el artículo 330, ordinal 3º del Código Orgánico
Procesal Penal, en relación con el ordinal 1º del artículo 318 ejusdem, así como
también con fundamento en el artículo 1º (sic) y 190, 191 ibidem´.
Este Despacho se pronunciará en cuanto a las supuestas omisiones en las que -
de acuerdo a lo señalado por el tribunal-, incurrió la fiscal del Ministerio Público, a
saber: falta de investigación previa a la presentación del escrito de acusación, y
ausencia tanto de la citación en condición de imputada, como de la imputación en
el presente caso, lo cual resultaba fundamental.
Las consideraciones que a continuación se realizarán en lo que corresponde a las
actuaciones de la fiscal del Ministerio Público, que eventualmente podrían
constituir violaciones al debido proceso, tienen como referencia acerca de su
existencia, lo alegado por el órgano jurisdiccional en la decisión antes citada, pero
no el hecho de haber tenido acceso al expediente en este caso.
Una vez realizada la anterior aclaratoria, se procede a señalar lo siguiente:
La ausencia de investigación, y la falta de citación y de imputación en el caso
concreto, constituyen dos elementos, que en criterio del juzgador vician de
nulidad absoluta tanto la acusación interpuesta, como la privación judicial

804
preventiva de libertad solicitada.
1. Respecto a la falta de investigación por parte de la fiscal del Ministerio Público:
El artículo 191 del Código Orgánico Procesal Penal establece:
´Artículo 191. Nulidades absolutas. Serán consideradas nulidades absolutas
aquellas concernientes a la intervención, asistencia y representación del imputado,
en los casos y formas que este Código establezca, o las que impliquen
inobservancia o violación de derechos y garantías fundamentales previstos en
este Código, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes y
los tratados, convenios o acuerdos internacionales suscritos por la República”.
La ausencia de investigación del fiscal del Ministerio Público constituye una causal
de nulidad absoluta en lo atinente a la inobservancia o violación de derechos y
garantías fundamentales, a saber: la garantía de una investigación objetiva,
imparcial y apegada a derecho (artículos 285 numeral 3 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y 108 numeral 1 del Código Orgánico
Procesal Penal), presunción de inocencia (artículos 49 numeral 2 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 8 del Código Orgánico
Procesal Penal), y en general el debido proceso (artículos 49 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y 1° de la ley procesal penal) como una
garantía que abarca a las dos anteriores.
2. Acerca de la falta tanto de citación de la imputada, como de la imputación en
el caso concreto.
La supuesta omisión de la fiscal del Ministerio Público en omitir la citación y
consecuente imputación en el presente caso, constituye causal de nulidad
absoluta en lo que respecta a la intervención del imputado durante el proceso,
vulnerándose en una primera instancia el derecho a la defensa (artículos 49
numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 12 del
Código Orgánico Procesal Penal), el derecho de toda persona a ser oída en
cualquier clase de proceso (artículo 49 numeral 3 del Texto Fundamental), y
presunción de inocencia (artículos 49 numeral 2 de la Carta Magna y 8 del Código
Orgánico Procesal Penal), todos estos derechos considerados como componentes
del debido proceso previsto en el artículo 49 antes citado, y por último el derecho
a la igualdad previsto en el artículo 21 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, aplicable en este caso específicamente el numeral 1.
Tanto la no motorización de la investigación penal, como el hecho de no informar
debidamente al imputado de los hechos que se investigan, constituyen omisiones
gravísimas que atentan contra derechos fundamentales del proceso penal, y
deben ser por ello consideradas como formas procesales indispensables, como
indica el autor Orlando Monagas R., citando al autor Luis Alberto Maurino,
exponiendo lo siguiente:
´En la doctrina existe la tendencia a considerar que son indispensables las formas
del proceso, fundamentalmente si con ello se afecta el orden público, a pesar de la
dificultad de determinar el concepto de orden público. Sin embargo, en este
sentido, siempre se han de tener en cuenta las garantías constitucionales y la
necesidad de asegurar el derecho a la defensa y por consiguiente se han de
considerar irrenunciables, como lo ha expresado la doctrina alemana, las formas
que tienden a la preservación de la bilateralidad del contradictorio y en general a
la garantía del debido proceso´.
La necesidad de llevar a cabo una investigación por parte del fiscal del Ministerio
Público, no sólo se establece en las normas antes señaladas, sino que la ley penal
adjetiva vigente establece un conjunto de normas legales dirigidas a regular de
cierta forma el desarrollo de esta investigación, como lo son el artículo 108
numerales 2 y 3, en donde se le da la atribución el Ministerio Público de ordenar y
supervisar las actuaciones de los órganos de policía de investigación, y la facultad
de requerir de organismos públicos y privados la práctica de exámenes
especializados requeridos por la investigación; artículos 111 al 114, en donde se
concede al Ministerio Público la dirección de la investigación en el proceso penal;
artículo 280, referido a la fase preparatoria; artículo 281, contentivo del principio
de objetividad del Ministerio Público; artículo 283, encargado de regular la práctica
de actuaciones de investigación cuando el Ministerio Público tenga conocimiento
805
de la comisión de un delito de acción pública, todos estos artículos del Código
Orgánico Procesal Penal.
El artículo 49 numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece el derecho de toda persona a ser notificada de los cargos por
los cuales se le investiga, y preparar debidamente su defensa, en el artículo 125
numeral 1 del Código Orgánico Procesal Penal, se establece el derecho del
imputado a ser informado específica y claramente de los hechos que se le
imputan. A fin de ejercer debidamente estos derechos, es necesario que el fiscal
del Ministerio Público cite al imputado, y le informe acerca de los hechos que le
son atribuidos en la investigación. Una vez que ha sido citado e imputado,
corresponde permitir su respectiva declaración que además de ser un derecho
consagrado constitucionalmente, se encuentra asimismo reconocido en el Código
Orgánico Procesal Penal, en sus artículos: 125 numerales 6 y 9; 130 que
reconoce el derecho del imputado a declarar ante el Ministerio Público; 131 en
donde se establece que la declaración es un medio para su defensa; 329 referido
a la declaración del imputado en la audiencia preliminar; 347 referido a la
declaración del imputado en juicio oral y público; se observa que el imputado
puede declarar en todas las instancias del proceso, de modo que si no se niega a
ello, por cuanto su declaración es una facultad y no una obligación, el fiscal del
Ministerio Público está en el deber de citarlo, a fin de imputarlo y tomarle la
respectiva declaración -si así lo decide el imputado-, para que exponga lo que
considere pertinente.
El Tribunal Constitucional Chileno ha establecido en cuanto a la citación del
imputado lo siguiente:
´Se trata, pues, con dichos actos de comunicación de garantizar la defensa de los
derechos e intereses legítimos de las partes, de modo que, mediante la puesta en
conocimiento del acto o resolución que los provoca, tengan aquellas la
oportunidad de disponer lo conveniente para defender en el proceso sus derechos
e intereses, de tal manera que su falta o deficiente realización, siempre que se
frustre la finalidad con ellos perseguida, coloca al interesado en una situación de
indefensión que es lesiva al derecho fundamental citado´.
Asimismo, sobre este particular, nuestro Tribunal Supremo de Justicia estableció a
través de una decisión de la Sala Constitucional, que la acción requerida para que
pueda interponerse la acusación, no procede si en la formación de dicho acto
conclusivo se han violentado derechos y garantías constitucionales, en los
siguientes términos:
´…después de la reforma del Código Orgánico Procesal Penal, una petición de
inconstitucionalidad atinente a la acusación fundada en la indefensión de los
imputados por haberle el Ministerio Público negado el acceso a la investigación,
se convierte, a juicio de esta Sala, en el incumplimiento de un requisito de
procedibilidad de la acción, ya que ésta -diferente a la acusación- pero incoada
mediante ella, no debería proceder si se basa en actividades inconstitucionales de
quien la ejerce. Quien tortura y obtiene una supuesta prueba y en ella funda una
acusación, está pidiendo la intervención jurisdiccional en base a la violación de
derechos fundamentales del acusado, y lo lógico -a juicio de esta Sala- no es sólo
anular las pruebas, sino rechazar la acción, ya que ella no puede fundarse en
violaciones constitucionales. Aceptar tal situación, conduce a que sería lícito que
la acción se utilice para crear procesos instrumentales cuya finalidad es el fraude
a pesar de que ello viola el orden jurídico constitucional. / En consecuencia, los
vicios de inconstitucionalidad que afecten a los actos procesales los anulan, y
considera esta Sala que la acusación, como actuación que da lugar a la fase
intermedia, debe reunir las condiciones señaladas, no sólo en el artículo 326 del
Código Orgánico Procesal Penal, sino haber cumplido previamente para su
elaboración, con los pasos procesales ceñidos a la Constitución; por lo que la
acción no procede si en la formación de la acusación no se han cumplido los
derechos y garantías constitucionales. Así como no procede una acción para
instrumentar un fraude, igualmente, no debe proceder una acción que se funda en
la indefensión del imputado, y los alegatos en ese sentido deben ser resueltos por
el Juez de Control antes de admitir o negar la acusación. / No es que se esté
806
confundiendo el escrito de acusación con la acción, sino que para utilizar el
derecho de accionar, de poner en marcha a la jurisdicción, es necesario que ella
se ejerza, habiendo respetado derechos y garantías constitucionales de los
accionados´.
La imposibilidad para el imputado de conocer las imputaciones que en su contra
se formulan, se traduce en la violación del derecho al debido proceso y dentro de
esta garantía, la violación del derecho a la defensa y de la presunción de
inocencia como elementos conformadores del debido proceso, lo que constituye
para el Fiscal del Ministerio Público el incumplimiento de un requisito de
procedibilidad de la acción.
Se observa en este sentido, que el debido proceso constituye un bloque
constitucionalmente consagrado, dirigido a regular todas las actuaciones
procesales en desarrollo, y en lo que respecta al proceso penal, el postulado
constituido por el debido proceso, viene a salvaguardar los derechos de cada una
de las partes, limitando el ejercicio del ius puniendi, en este caso ejercido por el
representante del Ministerio Público, quien es el titular de la acción penal, y en
virtud de ello, el encargado de desarrollar la investigación y formular la acusación
en caso de haber lugar a ello; es decir, el fiscal del Ministerio Público es el
funcionario que adelanta el proceso penal y en gran medida de su actividad
dependerá que efectivamente el mismo se desarrolle de conformidad con los
derechos y garantías procesales consagradas en el ordenamiento jurídico.
El autor Carlos Mario Molina Arrubla, ha señalado respecto del debido proceso lo
siguiente:
´El debido proceso sustancial, alude a la necesidad de respeto de ciertos
derechos, garantías o libertades, que operan antes (el derecho a no ser
incomunicado, y a contar con un abogado que lo asista desde las diligencias
preliminares; el derecho a la no auto incriminación; el derecho al reconocimiento
de la libertad, en caso de captura ilegal, etc.) durante (derecho a la defensa y a la
contradicción, no sólo probatoria sino también respecto de las providencias
judiciales; la presunción de inocencia; el derecho a ser informado de la acusación;
el derecho a un proceso sin dilaciones injustificadas, etc.) y después del proceso
(el derecho a la apelación, el derecho a no ser juzgado dos veces por los mismos
hechos y el derecho a que no se impongan penas crueles, inhumanas o
degradantes o, en todo caso, inusuales)´.
Una vez que se han expuesto las anteriores ideas, debe concluirse que la falta de
investigación por parte de la fiscal del Ministerio Público, la falta de citación del
imputado y su correspondiente imputación durante el proceso (lo cual era
obligación de la fiscal del Ministerio Público), constituyen francas violaciones del
núcleo esencial del debido proceso derecho reconocido constitucionalmente,
razón por la cual, de ninguna forma podía admitirse una acusación formulada en
esos términos, tal como lo advirtió el juez de control en la decisión producida en la
audiencia preliminar...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:21-1
CRBV art:49
CRBV art:49-1
CRBV art:49-2
CRBV art:49-3
CRBV art:285-3
COPP art:1
COPP art:8
COPP art:12
COPP art:108-1
COPP art:108-2
COPP art:108-3
COPP art:111
807
COPP art:112
COPP art:113
COPP art:114
COPP art:125-1
COPP art:125-6
COPP art:125-9
COPP art:130
COPP art:131
COPP art:190
COPP art:191
COPP art:280
COPP art:281
COPP art:283
COPP art:318-1
COPP art:329
COPP art:330-3
COPP art:349

DESC ACCION PENAL


DESC ACTOS CONCLUSIVOS
DESC ACUSACION
DESC AUDIENCIAS
DESC CITACIÓN
DESC DECLARACION
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC IGUALDAD
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACIÓN
DESC JUICIO ORAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NOTIFICACIONES
DESC NULIDAD
DESC PRESUNCION
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.898-904.

808
286
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-17-286-2004 FECHA:20040528
TITL La incautación supone la destrucción, inutilización o uso
excepcional de los bienes objeto del delito; mientras que el
comiso constituye la aplicación de una pena accesoria, sobre
bienes que serán devueltos a su tenedor o propietario, una vez
satisfechas las exigencias de la investigación.

FRAGMENTO

“Dentro de este contexto, resulta de vital importancia destacar que los


términos, ´incautación y decomiso´ no son sinónimos en cuanto a los
efectos jurídicos que produce su imposición; el bien decomisado es
susceptible de ser devuelto a su tenedor o propietario una vez satisfechas
las exigencias de las labores de investigación que motoriza el
representante del Ministerio Público. Los bienes incautados, en cambio,
tienen un único destino: su destrucción, inutilización o su uso excepcional
en supuestos específicos como los contenidos en la ley de drogas.
La ´incautación´, entiende dos diferencias medulares con relación al
´decomiso´. En primer lugar, al igual que la pena de ´comiso´ la
incautación entraña la desposesión definitiva de los bienes asegurados;
conlleva el apoderamiento definitivo por parte de la autoridad competente
de los objetos afectados. Sin embargo, no está de más advertir que el
comiso supone la aplicación de una genuina pena accesoria, la cual recae,
únicamente, ´sobre bienes de lícito comercio´, previamente ´decomisados´.
La incautación por tanto, a diferencia del decomiso, no es temporal,
provisional, sino definitiva y permanente. En segundo lugar, la incautación
únicamente entiende el aseguramiento de bienes de ilícito comercio; en
consecuencia, la desposesión definitiva que conlleva la incautación de
ningún modo supone la aplicación de la pena de “comiso”, pues los objetos
incautados están sujetos a la destrucción, inutilización o a su uso
excepcional. A modo de referencia, las drogas, alimentos contaminados,
medicamentos en mal estado, cintas cinematográficas copiadas, son
bienes susceptibles de ´incautación´ y nunca de ´decomiso´; son bienes de
ilícito comercio, por tanto, destinados a su destrucción, inutilización o uso
excepcional. De igual modo, aquellos bienes cuya posesión configura la
comisión de un hecho punible (v.gr. bienes provenientes del contrabando o
el arma de fuego cuyo porte es prohibido) imponen su ocupación a título
de ´incautación´, en consecuencia, respecto al tenedor de tales objetos la
medida comporta la pérdida definitiva de la propiedad del bien.
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 29 de
noviembre de 2001, con ponencia del Magistrado Antonio García García,
sostuvo lo siguiente:
´...hasta tanto no se destruyan por incineración las sustancias
estupefacientes y psicotrópicas, las mismas quedarán bajo la custodia del
Ministerio Público, el cual, como órgano encargado de la investigación
penal, podrá delegar a los órganos encargados de la investigación criminal,
la custodia o aseguramiento hasta tanto se proceda a la destrucción, lo
cual siempre será supervisado por el Ministerio Público´.
809
La misma decisión complementa arguyendo:
´...se deben incinerar todas las sustancias que son consideradas como
estupefacientes y psicotrópicas conforme lo establece el artículo 2 de la
Ley Orgánica sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, siempre y
cuando, sean utilizadas ilícitamente o con usos distintos a los
contemplados en el artículo 3 ejusdem, pues ello, se desprende del propio
espíritu de la norma´.
El profesor Tamayo contribuye de modo oportuno: ´el decomiso no
persigue un apoderamiento definitivo de los bienes sino temporal, en tanto
que la incautación sí, pues lo incautado no está sujeto a devolución, ni
siquiera en caso de absolución del imputado. Ambas son medidas de
aseguramiento (‘ocupación’) destinadas a permitir una prueba sobre ellos,
que generan consecuencias jurídicas diferentes´.
Las consideraciones anteriores nos permiten concluir, que las sustancias
estupefacientes confiscadas al imputado constituyen un objeto activo del
delito de ilícito comercio, siendo forzosamente susceptible de incautación y
consecuencialmente de destrucción (salvo casos excepcionales)
independientemente de que la sentencia sea o no condenatoria, por lo
tanto no debe ser considerada como un bien de los señalados en el
numeral 6 del artículo 60 de la Ley Orgánica Sobre Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas, cuyos objetos eventualmente pudieran
llegar a ser restituidos...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOSEP art:2
LOSEP art:3
LOSEP art:60
STSJSCO 29-11-2001

DESC ALIMENTOS
DESC BIENES
DESC COMISO
DESC DROGAS
DESC INCAUTACIÓN
DESC INVESTIGACION
DESC MEDICAMENTOS
DESC PRUEBA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.904-906.

810
287
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-289-2004 FECHA:20040528
TITL El fiscal del Ministerio Público no puede disponer de la acción
penal derivada de los delitos de acción pública.
Resulta improcedente solicitar el sobreseimiento de la causa
por que el hecho no puede ser atribuido al imputado, una vez
iniciado el debate del juicio oral y público.

FRAGMENTO

“Del ejercicio de la acción penal. Nuestro ordenamiento jurídico, bajo el sistema


penal acusatorio, establece el Principio de Oficialidad, según el cual, el fiscal del
Ministerio de Público, como titular de la acción penal, cuando tenga conocimiento
de la comisión de un hecho punible de acción pública, deberá ejercerla de
conformidad con lo establecido en la Constitución y demás leyes. En este sentido,
los artículos 11 y 24 del Código Orgánico Procesal Penal señalan:
´Artículo 11. Titularidad de la acción penal. La acción penal corresponde al Estado
a través del Ministerio Público, quien está obligado a ejercerla, salvo las
excepciones legales´.
´Artículo 24. Ejercicio. La acción penal deberá ser ejercida de oficio por el
Ministerio Público, salvo que solo pueda ejercerse por la víctima o a su
requerimiento´.
Asimismo, el artículo 34 ordinal 3° de la Ley Orgánica del Ministerio Público
establece:
´Artículo 34. Son deberes y atribuciones de los fiscales del Ministerio Público:…/3°
Ejercer la acción penal pública, de conformidad con el Código Orgánico Procesal
penal…/´.
Se evidencia de las normas transcritas, la obligación que tiene el fiscal del
Ministerio Público de ejercer la acción penal cuando ha tenido conocimiento de la
comisión de un delito, y la manera de ejercer efectivamente esta acción penal, es
mediante la presentación ante el juez del escrito de acusación; que como se dijo
en el capítulo primero, representa la actuación más importante del fiscal, a través
de la cual -cuando existen suficientes elementos de convicción para estimar que
una persona ha sido autor o partícipe en la perpetración de un hecho punible-
solicita su enjuiciamiento.
Ahora bien, la trascendencia del ejercicio de la acción penal a través de la
presentación de la acusación, se verifica en el hecho de que el fiscal del Ministerio
Público, una vez que ha incoado la misma, no puede retractarse de su ejercicio, o
disponer de ella. En este sentido la Ley Orgánica del Ministerio Público en su
artículo 34 prevé:
´Artículo 34. Son deberes y atribuciones de los fiscales del Ministerio
Público…/11°. Formular acusación cuando fuera procedente y solicitar el
enjuiciamiento del acusado;/ 12°. Mantener la acusación durante el juicio oral,
mediante la demostración de los hechos aducidos en el escrito y su relación con el
imputado;´ .
En consecuencia, no puede el representante del Ministerio Público, una vez que
ha sido ejercida la acción penal e iniciado el debate del juicio oral y público,
desistir de ella, toda vez que en ese caso el ejercicio del ius puniendi perdería su
sentido, esto es lo que se conoce como Principio de Irretractabilidad de la acción
penal. Al respecto señala Roxin:
´Del Principio de Legalidad se deriva el llamado Principio de Irretractabilidad,
según el cual la acción pública de la fiscalía, ya no puede ser desistida cuando el

811
tribunal que decide ha abierto el procedimiento principal. Por consiguiente, si el
procedimiento penal pende ya ante un tribunal y éste ha dispuesto su apertura, la
fiscalía ya no puede sustraerlo del tribunal (de lo contrario la obligación de acusar
carecería de valor)´.
Todo ello obedece a que ´el Ministerio Público no actúa en nombre propio sino en
representación de intereses públicos y en tal sentido, no puede disponer de la
acción penal. Por tanto, si el ius puniendi pertenece al Estado una vez admitida la
acusación y explanada en el juicio oral y público no podría el Ministerio Público
disponer de ella en orden a plantear su retiro´.
En este orden de ideas, se observa, que el Ministerio Público no podrá retirar su
acusación una vez admitida por el órgano jurisdiccional. No obstante, resulta
necesario aclarar, que en el presente caso no se trata de un retiro o revocatoria de
la acusación, ni que el fiscal del Ministerio Público se hubiere retractado de su
ejercicio, en el caso objeto de análisis lo que se verificó fue la solicitud del
sobreseimiento de la causa por parte de la fiscal del Ministerio Público, de
conformidad con lo establecido en el ordinal 1° del artículo 318 del Código
Orgánico Procesal Penal, lo cual realizó por el surgimiento posterior de una
circunstancia que, si bien debió conocerse antes de la presentación de la
acusación, implicaba para el representante del Ministerio Público que iniciado el
juicio, una vez acreditada esa nueva circunstancia que desvirtúa su imputación
inicial, tuviere que solicitar -de acuerdo al caso- bien la continuación del debate y/o
la absolución del imputado, pero no el sobreseimiento de la causa, lo cual será
explicado infra.
Al respecto, el Código Orgánico Procesal Penal establece de forma taxativa los
supuestos por los cuales puede ser solicitado el sobreseimiento de la causa en la
etapa de juicio, a saber:
´Artículo 322. Sobreseimiento durante la etapa de juicio. Si durante la etapa de
juicio se produce una causa extintiva de la acción penal o resulta acreditada la
cosa juzgada, y no es necesaria la celebración del debate para comprobarla, el
tribunal de juicio podrá dictar el sobreseimiento./ Contra esta resolución podrán
apelar las partes´.
Sobre las causas de extinción de la acción penal, encontramos que las mismas se
encuentran previstas en el artículo 48 del Código Orgánico Procesal Penal, de la
manera siguiente:
´Artículo 48. Causas. Son causas de extinción de la acción penal: /1° La muerte
del imputado./ 2° La amnistía./ 3° El desistimiento o el abandono de la acusación
privada en los delitos de instancia de parte agraviada/4° El pago del máximo de la
multa, previa la admisión del hecho, en los hechos punibles que tengan asignada
esa pena;/ 5° La aplicación de un criterio de oportunidad, en los supuestos y
formas previstos en este Código;/ 6° El cumplimiento de las obligaciones y del
plazo de suspensión condicional del proceso, luego de verificado por el juez, en la
audiencia respectiva./ 8° La prescripción, salvo que el imputado renuncie a ella´.
Se observa entonces, que el supuesto previsto en el artículo 318 ordinal 1°,
referido a que el hecho punible no se haya cometido o no pueda ser atribuido al
imputado, no se encuentra dentro de las causales de extinción de la acción penal,
razón por la cual, bajo el supuesto del artículo 322 al cual anteriormente hicimos
referencia, la solicitud fiscal sería improcedente; no obstante, y tomando en cuenta
todas las posibilidades previstas en la ley, señalaremos además, las excepciones
que establece el Código Orgánico Procesal Penal, que pueden ser oponibles en la
fase de juicio, previstas en el artículo 31 como sigue:
´Artículo 31. Excepciones oponibles durante la fase de juicio oral. Trámite. Durante
la fase de juicio oral, las partes sólo podrán oponer las siguientes excepciones: 1°
La incompetencia del tribunal, si se funda en un motivo que no haya sido
dilucidado en las fases preparatoria e intermedia;/ 2° La extinción de la acción
penal, siempre que esta se funde en las siguientes causas: a) La amnistía y; b) La
Prescripción de la acción penal, salvo que el acusado renuncie a ella;/ 3° El
indulto; y 4° Las que hayan sido declaradas sin lugar por el juez de control al
término de la audiencia preliminar´.
Como se ha indicado, la norma precedentemente citada establece de manera
812
específica, las únicas excepciones que pueden ser oponibles dentro de la fase de
juicio, las cuales además en sí mismas vienen a restringir las causas de extinción
de la acción penal que pueden ser indicadas por las partes en dicha fase del
proceso, lo cual evidentemente lo que persigue es asegurar que el ejercicio de la
acción penal, tenga como norte el encuentro de la verdad y que el aparato
jurisdiccional no se vea inútilmente utilizado, por cuanto los representantes del
Ministerio Público, antes de presentar su acusación, deben contar con los
elementos suficientes para comprometer la responsabilidad del imputado; y para
que sea admitida la misma, debe cumplir con una serie de requisitos que
aseguren su eficacia, ya que luego de intentada la acción no puede ser revocada;
en consecuencia, en el caso in comento, no le estaba dado al fiscal del Ministerio
Público, luego de iniciado el debate del juicio oral y público, solicitar el
sobreseimiento de la causa porque el hecho no podía ser atribuido al imputado,
pues en ese supuesto lo procedente habría sido solicitar, luego de desarrollado el
debate, una sentencia absolutoria.
Ciertamente, un fiscal del Ministerio Público, puede solicitar luego de iniciado el
debate del juicio oral y público el sobreseimiento de la causa, pero sólo bajo las
causales que establece el Código Orgánico Procesal Penal, atendiendo al
principio de legalidad que no sólo rige su actuación, sino que dicta las pautas
sobre las cuales será desarrollado el proceso, toda vez que existen -como bien se
ha mencionado-, las excepciones y causas de inadmisibilidad de la acción, las
cuales impiden el ejercicio de la misma, pero que sólo podrán ser promovidas en
la oportunidad procesal correspondiente, tal como se señaló supra...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:11
COPP art:24
COPP art:31
COPP art:48
COPP art:318-1
COPP art:322
LOMP art:34-3
LOMP art:34-11
LOMP art:34-12

DESC ABSOLUCION
DESC ACCION PENAL
DESC ACCION PUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUICIO
DESC JUICIO ORAL
DESC LEGALIDAD
DESC PRINCIPIO DE IRRECTRACTABILIDAD
DESC PRINCIPIO DE OFICIALIDAD
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.906-910.

813
288
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-26-361-2004 FECHA:20040630
TITL Pocedencia de la figura del mandato de conducción en el
ordenamiento jurídico procesal penal.

FRAGMENTO

“El artículo 310 del Código Orgánico Procesal Penal, en su acápite, dispone
claramente de la siguiente fórmula: ´El tribunal de control, a solicitud del Ministerio
Público, podrá ordenar que cualquier ciudadano sea conducido por la fuerza
pública en forma inmediata ante el funcionario del Ministerio Público... a fin de ser
entrevistado por aquel sobre los hechos que se investigan...´. En principio -y valga
el siguiente aserto como una reflexión obligada- el ´mandato de conducción´ funge
como la concreción definitiva de un clamor tardíamente satisfecho en favor de los
representantes del Ministerio Público. Lo anterior no es una afirmación exagerada,
ni ajena a la dinámica acelerada del sistema de justicia actual.
La ´vindicta pública´ carecía de mecanismos idóneos, efectivos a los efectos de
procurar la recolección definitiva de un cúmulo suficiente (necesario) de elementos
de convicción, susceptibles de esclarecer los hechos objeto de investigación. Así
pues, el ´mandato de conducción´ -figura inserta en el Código Adjetivo Penal con
ocasión de la última reforma a la que fue sometido dicho texto en noviembre de
2001- emerge como una genuina medida de coerción personal; como mecanismo
de coacción tendente a hacer efectivo el traslado de determinados sujetos a la
fase investigativa del proceso, con el objeto de aportar elementos capaces de
orientar una solución respecto a hechos específicos.
No resulta una tarea intrincada discernir en el Código Orgánico Procesal Penal las
normas que fungen como legítima licencia a las ´autoridades judiciales´ para
procurar la comparecencia de determinados sujetos procesales, utilizando la
coacción o intervención por la fuerza pública. Así pues, a modo de ejemplo,
apelamos al artículo 226 del texto Adjetivo Penal, norma que prescribe en su
acápite: ´Si el testigo no se presenta a la primera citación, se le hará comparecer
por medio de la fuerza pública...´. De igual modo, en esa misma dirección, el
artículo 184 ejusdem dispone textualmente: ´las víctimas, expertos, intérpretes y
testigos, podrán ser citados por medio de la policía o por el alguacil del tribunal
siempre mediante boleta de citación... En el texto de la boleta o comunicación se
hará mención... (a) la advertencia de que si la orden no se obedece, sin perjuicio
de la responsabilidad correspondiente, la persona podrá ser conducida por la
fuerza pública...´.
La nota en común en los preceptos legales aludidos es la autoridad que ordena la
comparecencia. En efecto, corresponde al órgano judicial ordenar la concurrencia
efectiva y perentoria de la víctima, testigos o expertos -si así lo estima necesario-
advirtiendo previamente que en el supuesto de negarse a comparecer de modo
espontáneo, podrán ser compelidos por la fuerza pública con el objeto de
materializar su presencia ante la autoridad judicial competente. Por vía de
consecuencia, la comparecencia es ante el órgano judicial que la ordena y no ante
otra institución u órgano.
El artículo 310 del Código Orgánico Procesal Penal -norma que cobija el
examinado mandato de conducción- dispone claramente: ´El Tribunal de Control,
a solicitud del Ministerio Público, podrá ordenar que cualquier ciudadano sea
conducido(...) en forma inmediata ante el funcionario del Ministerio Público que
solicitó la conducción...´. Por tanto, -si bien es cierto que la orden de
comparecencia es avalada por un tribunal de control, no es menos dado reconocer
que la referida solicitud es producto de la necesidad de investigación que recae
814
sobre los representantes del Ministerio Público; la comparecencia propiamente
dicha (lo cual incluye, consecuencialmente, la recepción de las deposiciones del
conducido), es ante el funcionario fiscal que solicita la conducción y no ante la
autoridad judicial que la decreta.
Así pues, por lo que respecta a este primer inciso, es indispensable dejar por
sentado que el ´mandato de conducción´ es solicitado por los representantes del
Ministerio Público, y las deposiciones efectuadas por las personas conducidas
serán realizadas ante éstos y no ante la autoridad judicial que ordena la
comparecencia, situación que diferencia esta institución procesal de las demás
normas que facultan la utilización de la fuerza pública para garantizar la
presentación de algún sujeto procesal…
(omissis)
3. Nauraleza jurídica
En principio, resulta imperioso concluir que el ´mandato de conducción´ es una
facultad de los fiscales del Ministerio Público; un mecanismo para procurar la
comparecencia obligada de un determinado sujeto cuya entrevista se considera
significativa a la luz de los hechos objeto del proceso. El profesor José Luis
Tamayo sostiene, a modo de complemento, que el ´mandato de conducción´,
como mecanismo de investigación, se erige en una innegable medida de coerción
personal que estipula el Código Orgánico Procesal Penal.
Tamayo entiende que las medidas de coerción personal son susceptibles de ser
escindidas conforme sus destinatarios. Entre aquellas que se dirigen
concretamente contra el imputado, resaltan, obviamente, las dispuestas en los
artículos 248, 250 y 256 del Código Adjetivo Penal. No obstante, es perfectamente
factible discernir otro catálogo de normas contentivas de genuinas medidas de
coerción personal, que aun cuando le son aplicables al imputado, también
proceden contra la víctima y terceros que intervienen en el proceso penal. Es el
caso del artículo 310 del Código Orgánico Procesal Penal (Mandato de
Conducción) y el artículo 357 ejusdem, dirigido expresamente contra los testigos.
En consecuencia, valga acotar que la institución procesal in commento es una
medida de coerción personal, dirigida contra el imputado, la víctima, testigos,
expertos, u otros sujetos cuya declaración se estima significativa e indispensable a
propósito de las resultas de la investigación. En pocas palabras, es una vía
jurídica que coadyuva en el establecimiento de la verdad como finalidad del
proceso, y que por ende constituye una clara materialización de lo dispuesto en el
artículo 13 del Código Orgánico Procesal Penal.
(omissis)
Como corolario de todo lo expuesto, el ´mandato de conducción´ es un
mecanismo de sujeción de cualquier ciudadano (incluso al imputado), adoptado en
la fase de investigación del proceso, que representa una medida de coerción
personal en razón de la utilización de la fuerza pública para compeler a
determinado sujeto, que debidamente citado, se rehúsa a comparecer a los
efectos de su entrevista. El ´mandato de conducción´ dispone sobre la libertad del
conducido, lo cual soporta y sostiene las conclusiones anteriores.
4. El régimen de entrevistas en el Código Orgánico Procesal Penal
Pérez Sarmiento, refiriéndose al ´mandato de conducción´ como institución
procesal, argumenta con reconocible acierto lo siguiente:
´Este artículo también es clave para la actuación del Ministerio Público como
director de la investigación de fase preparatoria… Es de destacar que éste es el
único artículo del Código Orgánico Procesal Penal donde se oficializa la
denominación eufemística y diferenciadora de <entrevista> que se atribuye a la
declaración de testigos durante la fase preparatoria para distinguirla de la
declaración que debe rendir la misma persona en el juicio oral, cuya principal
diferencia estriba en que ésta última se hace bajo juramento y la primera no´.
Resulta forzoso compartir las anteriores conclusiones. El artículo 309 del Código
Orgánico Procesal Penal contempla las denominadas ´entrevistas´ - facultad de
los representantes del Ministerio Público durante la fase de investigación-, cuyo
propósito único supone la apreciación de la información aportada por
determinados sujetos cuyos conocimientos se estiman fundamentales a los
815
efectos de la investigación.
No por coincidencia la norma que refugia el mandato de conducción se encuentra
ubicada inmediatamente después del artículo 309 del Código Orgánico Procesal
Penal. Precisamente, éste último precepto legal -antes de la reciente reforma de
2001- representaba el sustento jurídico de las ´entrevistas´ que motorizaban los
representantes del Ministerio Público en la fase preliminar.
(omissis)
5. Procedencia del mandato de conducción
Por último, sirva este apartado para dilucidar los límites que sujetan la aplicación
de la figura procesal en comentario. Del artículo 310 del Código Adjetivo Penal,
discernimos los siguientes presupuestos de procedencia:
El tribunal de control es el órgano encargado de acordar el ´mandato de
conducción´./2.-La solicitud de aplicación del ´mandato de conducción´
corresponde al representante del Ministerio Público./3.-El ciudadano conducido
será ´entrevistado´ sobre los hechos objeto de la investigación por el órgano que
solicitó su comparecencia (Ministerio Público)./4.- La conducción del ciudadano a
entrevistar, debe efectuarse de manera inmediata, en un plazo que no excederá
de ocho horas contadas a partir de la conducción por la fuerza pública./5.-La
procedencia del mandato de conducción merece la efectiva citación previa del
ciudadano requerido.
Sobre este último requerimiento se harán algunas precisiones medulares. No
obstante, en armonía con las conclusiones abordadas supra, y sobre la base de
una premisa obligada, reiteramos en convenir que el ´mandato de conducción´
funge como un mecanismo de coacción dirigido a no dejar ilusorio lo dispuesto en
el artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal.
En principio, pese no existir en el ordenamiento jurídico venezolano norma alguna
que regule la periodicidad de las citaciones, resulta razonable y prudente sostener
que una vez citado determinado ciudadano, al menos en dos (2) oportunidades, y
éste, a su vez, persistiera en su rebeldía o contumacia a los efectos de su
comparecencia, es perfectamente factible solicitar la aplicación del ´mandato de
conducción´ en cabeza de los representantes del Ministerio Público; haciendo
hincapié en lo expuesto supra, la figura en estudio únicamente debe ser entendida
como un mecanismo de coacción indispensable para coadyuvar con la fase
investigativa del proceso penal.
Reiterando en lo dispuesto por el Manual del Fiscal publicado por el Ministerio
Público de la República de Guatemala, refiriéndose a la ´conducción´, valga
subrayar lo siguiente:
´La conducción es el acto mediante el cual una persona es llevada por la fuerza
pública ante el juez o el fiscal, debido a que su presencia es indispensable para
practicar un acto o notificación../ La conducción es subsidiaria de la citación: para
ordenar la conducción es requisito que previamente se haya realizado citación y
que el citado no haya acudido sin causa justificada..´.
Delimitar los presupuestos que condicionan la procedencia del ´mandato de
conducción´, obliga precisar el momento procesal, en el cual, es admisible su
solicitud. En efecto, el artículo 310 del Código Orgánico Procesal Penal encuentra
refugio en el Capítulo III, del Título I, del Libro Segundo de nuestro Código
Adjetivo Penal, referidos éstos a la fase preparatoria o de investigación del
procedimiento ordinario. Es precisamente en esta fase del proceso donde los
representantes del Ministerio Público pueden materializar efectivamente la
solicitud de conducir por la fuerza pública a determinado sujeto con el objeto de
que sea entrevistado sobre los hechos objeto de la investigación.
Como corolario de todo lo anterior, debe concluirse que la ubicación del artículo
310 no es casual; responde a una intención explícita del legislador: la dirección de
la fase de investigación corresponde a los representantes del Ministerio Público,
órgano encargado de recabar los elementos de convicción necesarios para
sustentar una ulterior imputación fiscal. Asimismo, si convenimos en asentar que
la figura procesal in commento es un mecanismo de coerción que tiene por objeto
no dejar de ilusorio el propósito de las ´entrevistas´ (artículo 309 del Código
Orgánico Procesal Penal), debemos entender que la procedencia del mandato de
816
conducción únicamente es admisible durante la etapa investigativa del proceso.
Aunque es el órgano judicial el encargado de acordar la aplicación del mandato de
conducción, no es menos importante subrayar que corresponde al representante
del Ministerio Público recibir las deposiciones del sujeto entrevistado, situación
que avala las conclusiones expuestas supra; el Ministerio Público es el ente
director de la fase preliminar del proceso, y únicamente en esta etapa es
pertinente la solicitud del ´mandato de conducción´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:13
COPP art:184
COPP art:226
COPP art:248
COPP art:250
COPP art:256
COPP art:309
COPP art:310
COPP art:357

DESC CITACION
DESC DECLARACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INTERPRETES PUBLICOS
DESC INVESTIGACION
DESC MANDATO DE CONDUCCIÓN
DESC MEDIDAS DE COERCION PERSONAL
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC TESTIGOS
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.910-915.

817
289
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-26-456-2004 FECHA:20040810
TITL El “allanamiento” previsto en el artículo 110 de la Ley de
Hacienda Pública Nacional, tiene como propósito la
persecución de ilícitos administrativos (contravenciones
fiscales), susceptibles de atentar contra el Fisco Nacional.

FRAGMENTO

“Por otra parte, prescribe el numeral 5, del artículo 110 de la Ley Orgánica
de Hacienda Pública Nacional, que son atribuciones del Resguardo
Nacional, la práctica de allanamientos y visitas de inspección (de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 57 del referido cuerpo
normativo), con el objeto de perseguir contravenciones fiscales y ejercer la
vigilancia.
El artículo 57 aducido, prescribe literalmente lo siguiente:
´Artículo 57. Todas las industrias o actos gravados con alguna contribución
nacional, los establecimientos o locales destinados a la producción, venta
o depósito de especies o materiales gravadas y el comercio, el transporte y
el consumo de dichas especies o materias, están sujetos a la vigilancia de
la Contraloría, a la fiscalización por parte de los empleados competentes y
a visita de inspección y verificación de los mismos, quienes, con arreglo a
la Ley y Reglamentos especiales, podrán practicar en todos los lugares,
edificios, establecimientos, vehículos, libros y documentos requeridos, las
investigaciones y reconocimientos que fueren necesarios para el ejercicio
de las funciones de inspección y fiscalización de las rentas, pudiendo
apremiar a los que se opusieren al cumplimiento de estas funciones con
las penas que se establezcan´.
No es un despropósito reconocer que la utilización del término
´allanamiento´ en las disposiciones aludidas supra, crea un desasosiego
justificado. El contenido y alcance de la referida atribución legal, merece un
tratamiento detenido, acorde con el desenvolvimiento propio de la función
corriente que ejercen los órganos de la Administración Pública en aras de
la incolumidad del Fisco Nacional.
El artículo 1 de la Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional, no vacila
en advertir, que la Hacienda Pública Nacional comprende todos los bienes,
rentas y deudas que forman el activo y pasivo de la Nación, así como los
demás bienes y rentas cuya administración corresponde al Poder
Nacional. Adicionalmente, se deja por sentando, que La Hacienda,
considerada como persona jurídica, recibe el nombre de Fisco Nacional.
Como se colige de todo lo anterior, la referida ley tiene por objeto un
propósito bien diáfano o evidente: la recaudación, administración y
custodia de los bienes pertenecientes al Fisco Nacional. La imposición de
tasas arancelarias, la recaudación de impuestos y la necesidad de gravar
las rentas obtenidas (entre otras cargas impositivas), constituyen el grueso
de la actividad fiscal que despliega necesariamente la Administración
Pública (Nacional, Estadal y Municipal).
Pero esa competencia fiscalizadora no entendería su materialización, si la
Administración no contase con suficientes recursos y procedimientos que
818
permitiesen detectar aquellos agentes rebeldes contra el principio de
igualdad ante las cargas públicas. Precisamente en esa dirección apuntan
las consideraciones del artículo 57 de la Ley Orgánica de Hacienda
Pública Nacional, cuando advierte vehementemente que los
establecimientos o locales destinados a la producción, venta o depósito de
especies o materiales gravadas y el comercio, el transporte y el consumo
de dichas especies o materias, están sujetos a la vigilancia de la
Contraloría, a la fiscalización por parte de los empleados competentes y a
la visita de inspección y verificación de los mismos, quienes, con arreglo a
la ley y reglamentos especiales, podrán practicar en todos los lugares,
edificios, establecimientos, vehículos, libros y documentos requeridos, las
investigaciones y reconocimientos que fueren necesarios para el ejercicio
de sus funciones de inspección y fiscalización de las rentas.
Por vía de consecuencia, esa potestad fiscalizadora entiende su plena
justificación, mucho más cuando convenimos en reconocer que la
persecución y juzgamiento de los ilícitos administrativos, corresponde a
entes con competencia estrictamente administrativa (la cual escapa,
necesariamente, del conocimiento propio de instancias penales).
Los ilícitos administrativos difieren sustancialmente de los tipos penales,
particularmente en lo que refiere al órgano legitimado para castigar la
contravención reprobada. Sobre lo enunciado, el maestro Santiago Mir
Puig ha sido incisivo al sostener lo siguiente:
´...lo único seguro es que las sanciones administrativas se distinguen de
las penas por razón del órgano llamado a imponerlas: si la sanción ha de
decidirla un órgano de la Administración Pública -como un Alcalde,
Subdelegado del Gobierno o Ministro-, se tratará de una sanción
administrativa... mientras que será una pena la que imponga un Juez o
Tribunal judicial en una condena penal...´.
Lo realmente claro es que existen ilícitos administrativos (como por
ejemplo, la publicidad falsa o el comercio fraudulento) cuyo conocimiento
es propio de instancias administrativas (las cuales, tramitarán su
juzgamiento con atención a las garantías y procedimientos que inspiran el
derecho administrativo sancionador). Pero no sólo eso, coexisten
adicionalmente ilícitos penales (como ejemplo, el contrabando o la
defraudación fiscal), cuya constatación, investigación y juzgamiento,
necesariamente se encuentra sometido a los parámetros establecidos en
el Código Orgánico Procesal Penal.
Una de las diligencias de instrucción susceptibles de configurarse en el
proceso penal, es precisamente el allanamiento de una morada, o
establecimiento comercial en sus dependencias cerradas. El problema es
determinar, si la Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional, cuando
alude al término ´allanamiento´, lo hace en idéntico sentido al Código
Orgánico Procesal Penal.
En criterio de este Despacho, la respuesta dimana de la propia redacción
del artículo 110 de la Ley de Hacienda Pública Nacional. El Resguardo
Nacional está efectivamente facultado para practicar allanamientos y
visitas de inspección en cualquier establecimiento comercial, no obstante,
tales actuaciones tienen como único propósito la persecución de ilícitos
administrativos (contravenciones fiscales) susceptibles de atentar contra el
Fisco Nacional.
Consecuencialmente, tales actuaciones se encuentran comprendidas
dentro del catálogo de actuaciones inherentes a la competencia
fiscalizadora de la Administración, y en nada contravienen con las

819
diligencias de investigación susceptibles de ser motorizadas por el
Ministerio Público, de conformidad con las pautas establecidas en el
Código Orgánico Procesal Penal.
Lo que si debe dejarse por sentando, es que en aquellos supuestos, donde
el Resguardo Nacional promueva visitas fiscalizadoras, y efectivamente
atine con objetos o muebles cuyo comercio devenga en un eventual ilícito
penal, la notificación perentoria al Ministerio Público se erigirá en un
imperativo insoslayable (único órgano facultado para instaurar y motorizar
una ulterior imputación penal). Así las cosas -y a título a ejemplo- cuando
la Administración inspecciona un determinado establecimiento comercial, y
constata la existencia de un cúmulo de mercancía ajena a los trámites
impositivos instaurados por el Fisco, la imposición de una sanción
administrativa es perfectamente factible (ajustada, por supuesto, al iter
procedimental establecido en la ley que regule el ilícito administrativo
investigado); no obstante, ello no será óbice para notificar inmediatamente
al Ministerio Público, a los efectos de instruir un procedimiento penal, en el
cual se investigue la materialización eventual de un hecho punible
determinado (como por ejemplo, el contrabando).
Como corolario de todo lo abordado supra, y en sintonía con las
atribuciones inherentes al Resguardo Nacional (como órgano de la
Administración Pública encargado de velar por la recolección y
administración de las rentas nacionales), resulta forzoso concluir, que las
facultades prescritas en el artículo 110 de Ley Orgánica de Hacienda
Pública Nacional, no contradicen en lo absoluto, los postulados básicos
que inspiran el recién estatuido sistema acusatorio (de conformidad con las
pautas impuestas por el Código Orgánico Procesal Penal).
Consecuencialmente, las disposiciones que instauran la institución del
Resguardo Nacional -y sus consecuentes atribuciones-, no resultaron
derogadas en virtud de la promulgación del novísimo Código Adjetivo
Penal; tales normas se encuentran arropadas (legítimamente) por el
cúmulo de competencias que le son inherentes a los órganos encargados
de velar por la incolumidad del Fisco Nacional...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOHPN art:1
LOHPN art:57
LOHPN art:110

DESC ALLANAMIENTO
DESC CONTRABANDO
DESC DELITOS CONTRA EL ORDEN ECONOMICO
DESC FRAUDE
DESC HACIENDA PUBLICA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC RENTAS PUBLICAS
DESC RESGUARDO ADUANERO
DESC SANCIONES (DERECHO ADMINISTRATIVO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.915-918.

820
290
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Puede el fiscal del Ministerio Público adoptar dentro de un
mismo proceso un acto conclusivo distinto al anterior, siempre
que se verifiquen nuevas circunstancias que así lo justifiquen.

FRAGMENTO

“Del cambio de acto conclusivo. Existe la llamada ´doctrina de los propios actos´,
la cual impide que, especialmente el Ministerio Público, pueda actuar en franca
contradicción o desconocimiento de actos anteriores, o realice variaciones al acto
de tal magnitud que impliquen una clara incoherencia. Dicha doctrina ´veda
desplegar una actividad procedimental que se reveló incompatible en una
anterior´, pues ´nadie puede válidamente ir contra sus propios actos´.
De ambos escritos fiscales sometidos al estudio de esta Dirección, no se puede
sino evidenciar contradicción, que sólo puede tener explicación en una incompleta
investigación. Como ya se mencionó, para acusar se requiere de suficientes
elementos de criminalidad objetiva, entonces, si el Ministerio Público ya ha
acusado, se supone que dichos elementos existen y de ellos debe haber
constancia en el escrito acusatorio, de esta manera ¿cómo se puede archivar si ya
se fundamentó una acusación?, ¿cómo poder fundamentar posteriormente un
decreto de archivo fiscal?, ¿Cómo se puede decir en fecha posterior que dichos
elementos ya no son suficientes?.
La respuesta está en haber hallado nuevas circunstancias que hagan evidente y
justa la razón para dictar otro acto conclusivo distinto al ya emitido. Esta es la
única razón por la cual el Ministerio Público puede cambiar su decisión de concluir
una investigación con otro acto distinto al inicial. Ejemplo: Si un fiscal acusa pero
luego surgen nuevos testigos -desconocidos para el momento en que se presentó
la acusación-, que permitan concluir razonadamente que el imputado no tiene
relación con el delito, o bien teniendo relación se hace evidente una causal de
justificación, u otro motivo que impida al Ministerio Público ejercer la acción, sería
absurdo pretender continuar con la acusación y aumentar el perjuicio para el
imputado, y más aún si el Ministerio Público debe actuar de buena fe y la persona
se encuentra cumpliendo una medida de coerción personal. Claro está, el margen
de discrecionalidad es mínimo, y son, como se verá más adelante, circunstancias
absolutamente excepcionales las que justificarán el cambio de acto conclusivo.
Debemos tomar esta posibilidad como una extrema excepción...”.

DESC ACTOS CONCLUSIVOS


DESC ACUSACION
DESC ARCHIVO FISCAL
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC PROCESOS (DERECHO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.918-919.

821
291
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-466-2004 FECHA:20040812
TITL La prueba pericial se incorpora al proceso mediante la
exhibición del dictamen respectivo al experto que lo elaboró,
quién debe ratificarlo con su testimonio.

FRAGMENTO

“Ahora bien, en el presente caso la representante fiscal ha incurrido en un


inadecuado ofrecimiento de los medios de prueba, en el sentido de que
ofrece como medios de prueba documentales, elementos que, de acuerdo
a su naturaleza, no deben ser ofrecidos como tales.
Es el caso, que la representante fiscal ha ofrecido como prueba
documental una experticia de reconocimiento legal, practicada por el
funcionario R.Y., adscrito al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales
y Criminalísticas, sobre varios elementos que presuntamente constituyen
objetos activos del delito. Así, se observa que la fiscal ofrece, por una
parte, como prueba documental, el informe pericial; mientras que por otra
parte, incorpora el testimonio de los expertos en otro capítulo. Pareciera
entonces, que la fiscal considera que la prueba de experticia se encuentra
estructurada por dos medios de pruebas que ostentan distinta naturaleza,
como lo son un testimonio (de los peritos que practican la experticia, la
cual constituye un medio de prueba simple), y un informe pericial
concebido como documento (desconociendo que el documento en realidad
es un medio de prueba complejo, a diferencia de la experticia, que es
simple). Entonces, lo más adecuado habría sido el ofrecimiento, en un
capítulo separado, de la experticia conjuntamente con el testimonio del
experto que la practicó, el cual debería deponer posteriormente en el juicio
oral y público.
Con base en los argumentos antes señalados, cabe afirmar que -en criterio
de quien suscribe-, el ofrecimiento del mencionado medio de prueba, debió
hacerse de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 242 del Código Orgánico
Procesal Penal, para que posteriormente sea ratificado en juicio a través
del artículo 356 eiusdem, es decir, la manera de incorporar la prueba
pericial al proceso, es mediante la exhibición del dictamen respectivo al
experto que lo elaboró, quien debe ratificarlo con su testimonio.
El artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal reza de la siguiente
manera:
´los documentos, objetos y otros elementos de convicción incorporados al
procedimiento podrán ser exhibidos al imputado, a los testigo y a los
peritos, para que reconozcan o informen sobre ellos´ .
Cabe destacar que el mencionado dictamen debe cumplir una serie de
requisitos de forma, los cuales se encuentran contemplados en el artículo
239 del Código Orgánico Procesal Penal. Dicha norma reza lo siguiente:
´Artículo 239. Dictamen pericial. El dictamen pericial deberá contener, de
manera clara y precisa, el motivo por el cual se práctica, la descripción de
la persona o cosa que sea objeto del mismo, en el estado o del modo en
que se halle, la relación detallada de los exámenes practicados, los
resultados obtenidos y las conclusiones que se formulen respecto del
822
peritaje realizado, conforme a los principios o reglas de su ciencia o arte./
El dictamen se presentará por escrito, firmado y sellado, sin perjuicio del
informe oral en la audiencia´.
Ahora bien, señala la citada norma contenida en el artículo 242 del Código
Orgánico Procesal Penal, que los elementos de convicción -entiéndase
que todo elemento de convicción recabado en la fase preparatoria, para
que sea considerado como una verdadera prueba, debe ser evacuado en
un juicio oral, público y contradictorio- incorporados al procedimiento,
podrán ser exhibidos ´…a los peritos, para que reconozcan o informen
sobre ellos´. En conclusión, considera esta Dirección que la prueba de
experticia es una prueba simple, que requiere para su formación, su plena
evacuación en juicio oral, incorporándola conforme al artículo 242, para
que luego los peritos la reconozcan o informen sobre ella en el juicio oral.
Igualmente, debe darse aplicación también al artículo 356 de la citada
norma adjetiva penal, al momento de ofrecer la prueba de experticia.
Dicha norma señala:
´Después de juramentar e interrogar al experto o testigo sobre su identidad
personal y las circunstancias generales para apreciar su informe o
declaración, el juez presidente le concederá la palabra para que indique lo
que se sabe acerca del hecho propuesto como objeto de prueba´.
Ahora bien, si se considera que dicha prueba necesita de dos momentos
para su constitución, el primero se vería satisfecho con la práctica de la
experticia, y el segundo, cuando en el juicio oral se reciba la deposición del
perito experto, sobre esta experticia...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:239
COPP art:242
COPP art:356

DESC JUICIO ORAL


DESC PRUEBA PERICIAL
DESC RECONOCIMIENTO
DESC TESTIGOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.919-921.

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292
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-32-595-2004 FECHA:20041013
TITL El artículo 339 en sus ordinales 1º y 2º del Código Orgánico
Procesal Penal se alega a los fines de incorporar pruebas
preconstituidas, pero al tratarse de una experticia como prueba
simple, la misma debe promoverse de conformidad con los
artículos 242 y 356 ejusdem.

FRAGMENTO

Para Julio Maier, el ofrecimiento de la prueba representa uno los actos -conforme
a las pautas legales- para introducir en el proceso un medio de prueba. Es decir,
es el acto procesal formal de las partes, mediante el cual, se proponen los medios
de prueba que se presentarán y examinarán en el juicio oral a los fines de
acreditar los hechos alegados.
Sobre el particular, es preciso resaltar dos aspectos: el primero, relacionado con la
licitud de las pruebas ofrecidas por la fiscal del Ministerio Público en su escrito de
acusación; y el segundo, vinculado con la necesidad, pertinencia y conducencia
de los medios de prueba.
En cuanto a la licitud de la prueba, el Código Orgánico Procesal Penal establece
en su artículo 197, lo siguiente:
´Art. 197. Licitud de la Prueba. Los medios de convicción sólo tendrán valor si han
sido obtenidos por un medio lícito e incorporados al proceso conforme a las
disposiciones de este Código. No podrá utilizarse información obtenida mediante
tortura, maltrato, coacción, amenaza, engaño, indebida intromisión en la intimidad
del domicilio, en la correspondencias en las comunicaciones, los papeles y los
archivos privados, ni la obtenida por otro medio que menoscabe su voluntad o
viole los derechos fundamentales de las personas. Asimismo, tampoco podrá
apreciarse la información que provenga directa o indirectamente de un medio o
procedimiento ilícito´.
En este sentido, sólo son admisibles como medios de prueba, aquellos cuya
obtención e incorporación al proceso se haya producido con sujeción a las
disposiciones establecidas en el Código Orgánico Procesal Penal. Igualmente, el
profesor Jesús Eduardo Carrera ha señalado lo siguiente:
´…el medio ilícito o ilegítimo es aquel que se obtiene o se crea por cualquiera de
las partes, a través de un acto prohibido por la ley, y agrega que lo es también el
que se incorpora al proceso infringiendo las disposiciones del código…´ .
En consecuencia, de la revisión del escrito de acusación que se analiza, se
observa que algunos de los medios de prueba que la representante del Ministerio
Público ofrece -en opinión de este Dirección-, son promovidos en franca
contradicción con las pautas contempladas en el Código Orgánico Procesal Penal
en materia de promoción de pruebas. Así, se observa, que ofrece la declaración
de los expertos forenses que practicaron el reconocimiento medico legal
(ginecológico) a la víctima V.G.G.S., de conformidad con el artículo 339, ordinales
1º y 2º, en relación con los artículos 358, 197 y 198.
Es de destacar, que el artículo 339, ordinales 1º y 2º, del Código Orgánico
Procesal Penal, contemplan supuestos distintos. El primero: menciona la
posibilidad de incorporar ´los testimonios o experticias que se hayan recibidos
conforme a las reglas de la prueba anticipada…´. El segundo: ´se refiere a la
incorporación de medios de prueba preconstituido, como lo es la prueba
documental´.
Dentro de este contexto de ideas advertimos, que la Doctrina, entre ellos, Manuel

824
Jean Vallejo, señala que para que se pueda hablar de una prueba anticipada se
deben cumplir determinados requisitos:
´1.- Materiales: se refieren a su imposibilidad de reproducción en el momento del
juicio./ 2.-Subjetivos: la necesaria intervención del juez de instrucción./.-3
Objetivos: la posibilidad de contradicción, para la cual se debe proveer de
imputado acompañado de su abogado defensor./4.-Formales: la introducción en el
juicio oral a través de las pautas legales´.
El hecho de haber incorporado las experticias conforme el artículo 339 del Código
Orgánico Procesal Penal, como si se tratara de una prueba anticipada, es
totalmente errado; en tal sentido, para que opere este tipo de prueba -prueba
anticipada-, se requiere un riesgo de probabilidad cierta de pérdida subjetiva -por
ejemplo: un testigo en estado de gravidez- u objetiva, -por ejemplo: peligro en que
desaparezca el objeto material, como ocurre en el caso de sustancias
estupefacientes- de la prueba. Por lo cual, todo esto nos lleva a la conclusión que
siempre que no haya este peligro de pérdida -objetiva y subjetiva- de la prueba, su
práctica debe de realizarse de la manera comúnmente utilizada para la práctica de
los medios de pruebas simples.
Sin embargo, debe señalarse que la doctrina, en cuanto a materia de medios de
pruebas se trata, ha dividido los mismos, en medios de ´pruebas simples´-
testimonio y la experticia-, y medios de ´pruebas complejos o preconstituidos´ -
prueba documental-. En cuanto a los medios de pruebas simples, la doctrina los
ha definido como aquellos que se forman intraproceso, es decir, requieren
constitución procesal -´evacuación´- siempre y cuando, en su formación operen
los cuatros principios cardinales que rigen el juicio oral, a saber: principios de
oralidad, contradicción, inmediación y publicidad. En cuanto a los medios de
pruebas preconstituidos, la doctrina ha señalado, que son aquellos medios de
pruebas que se han formado o se han constituido con antelación al proceso, por lo
cual, los mismos entran directamente probando al juicio.
En consecuencia, son medios de prueba (preconstituidos), aquellos que llegan al
proceso ya formados, y lo único que requieren para ser valorados es su
incorporación al proceso. Ahora bien, con base a la diferenciación señalada up
supra por la doctrina, considera esta Dirección que la prueba de experticia, ´es un
medio de prueba simple´, por lo cual, la misma para poder adquirir la categoría de
prueba, debe formarse o constituirse dentro del proceso. Es decir, necesita que su
práctica o evacuación se lleve a cabo en un juicio oral y público, cumpliendo con
los principios capitales, a saber: publicidad, inmediación, contradicción y control.
De manera pues, que la citada norma del artículo 339, ordinales 1º y 2º, dispuesta
en el Código Orgánico Procesal Penal, prevé la posibilidad de incorporar medios
de pruebas preconstituidos -prueba anticipada y prueba documental, etc.-, al
señalar, que sólo podrán ser incorporados al juicio por su lectura:
´1. Los testimonios o experticias que se hayan recibido conforme a las reglas de la
prueba anticipada, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la
comparecencia personal del testigo o experto, cuando sea posible./2 La prueba
documental o de informes, y las actas de reconocimientos, registro o inspección,
realizadas conforme a lo previsto en este Código...´ .
Continua señalando el mencionado artículo, en su único aparte lo siguiente:
´Cualquier otro elemento de convicción que se incorpore por su lectura al juicio, no
tendrá valor alguno, salvo que las partes y el tribunal manifiesten expresamente su
conformidad en la incorporación.
De lo anteriormente señalado, se desprende con toda claridad, que la norma en
referencia, se refiere a la incorporación de medios de pruebas preconstituidos -
documento o una prueba anticipada que puede ser: tanto una experticia o un
testimonio-. Igualmente, se infiere -de la citada norma- que si llegado a la etapa
del juicio oral, y no se ha concretado la pérdida -subjetiva u objetiva- del medio de
prueba, la misma puede ser evacuada en el juicio oral, lo cual refuerza más aún la
tesis de que los medios de pruebas testimoniales y experticiales son medios de
pruebas simples; por lo cual, sólo se anticipa su constitución o formación en caso
de peligro de probabilidad cierta de pérdida de la prueba.
Por tanto, en caso de no existir esa posibilidad cierta de pérdida de la prueba de
825
testimonio o de experticia, las mismas deberán practicarse y constituirse, de la
manera comúnmente utilizada para los medios de prueba simples. Igualmente, en
lo que respecta al numeral segundo, el Código Orgánico Procesal Penal, señala
una serie de medios que son considerados por la doctrina de manera unánime de
naturaleza preconstituida -por ejemplo: los documentos-.
Por todo lo anteriormente dicho, esta Dirección considera que la prueba de
experticia, es evidentemente una prueba simple que necesita constituirse y
formarse dentro del proceso -es decir, necesita de evacuación-. Sin embargo, la
doctrina no es unánime en lo que se refiere a cómo se debe constituir la misma.
En este sentido, un sector considera que la prueba de experticia empieza a
formarse con la práctica de la misma por los expertos en la fase preparatoria, y
que culmina su constitución cuando es evacuada en el juicio oral, público,
inmediato y contradictorio. Otro sector señala, que la prueba de experticia queda
constituida o formada cuando se practica por los expertos en la fase preparatoria.
Esta Dirección, toma partido por la primera tesis, ya que considera que para que
un medio de prueba simple se convierta en verdadera prueba, debe evacuarse en
un juicio oral, público, contradictorio y controlado. Es decir, no sólo se forma, con
su sola práctica -a través de los expertos-, en la fase preparatoria, sino que
necesita ser evacuada en juicio, cumpliendo así con los cuatros principios aludidos
anteriormente.
En definitiva, sea que la prueba de experticia se forme en la fase preparatoria con
su sola práctica, o se constituya con su práctica y posterior evacuación en el juicio
oral -tesis que esta Dirección comparte plenamente-, lo cierto es que necesita
formarse dentro del proceso, que en definitiva cuenta, es lo que la caracteriza
como prueba simple. Por lo cual, si la norma prevista en el artículo 339, ordinales
1º y 2º, se refiere a la incorporación de medios de pruebas preconstituidos, la
fiscal del Ministerio Público no debió incorporar el testimonio de los expertos a
través de dicha norma, sino que debió ofrecer la experticia conforme al artículo
242 del Código Orgánico Procesal Penal, para ser ratificado en juicio a través del
artículo 356 eiusdem.
Como se ha indicado anteriormente, lo ajustado a derecho es promover la prueba
de experticia conforme al artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, que
señala:
´Los documentos, objetos y otros elementos de convicción incorporados al
procedimiento podrán ser exhibidos al imputado, a los testigos y a los peritos, para
que reconozcan o informen sobre ellos´.
Señala la citada norma, que los elementos de convicción -entiéndase: todo
elemento de convicción (práctica de la prueba de experticia), recabado en la fase
preparatoria, es considerado una verdadera prueba, después que es evacuada en
un juicio oral, público y contradictorio- incorporados al procedimiento, podrán ser
exhibidos ´…a los peritos, para que reconozcan o informen sobre ellos´. En
conclusión, considera esta Dirección que si la prueba de experticia es una prueba
simple, que necesita para formarse plenamente de su evacuación en juicio oral, lo
ajustado sería incorporarla conforme al artículo 242 del Código Adjetivo Penal,
para que luego los peritos los reconozcan o informen sobre ello en el juicio oral.
Igualmente, la representante del Ministerio Público, cuando ofrezca la prueba de
experticia, debe hacer alusión al artículo 356 eiusdem, el cual, señala:
Después de juramentar e interrogar al experto o testigo sobre su identidad
personal y las circunstancias generales parar apreciar su informe o declaración, el
juez presidente le concederá la palabra para que indique lo que se sabe acerca
del hecho propuesto como objeto de prueba.
Ahora bien, como se ha dicho, si se considera que dicha prueba necesita de dos
momentos para su constitución, ese último momento para su evacuación se vería
satisfecho, cuando en el juicio oral se incorpore la expertita a través de la
deposición del perito experto, con respecto a la experticia que practicó en la fase
preparatoria (tomando en cuenta, que es aquí, en ésta etapa, donde
verdaderamente operan los principios conformadores de la prueba, a saber:
oralidad, publicidad, contradicción, inmediación).
Igualmente, se observa en ese capítulo cuarto, en el cual la fiscal del Ministerio
826
Público denominó ´Del Ofrecimiento de Pruebas´, que la fiscal incorpora, conforme
al artículo 339, ordinales 1º y 2º, del Código Orgánico Procesal Penal, la
declaración de los funcionarios policiales que suscribieron el acta policial, donde
dejan constancia del procedimiento policial; la declaración de la Licenciada Nelly
González, en su condición de psicólogo clínico, con su respectivo informe Médico
Psicológico; la declaración de la ciudadana Carmen Rodríguez, en su condición de
Técnico Trabajador Social, con su informe social. Reitera esta Dirección, que la
fiscal al ofrecer los aludidos medios de prueba conforme al artículo 339, ordinales
1º y 2º, del Código Adjetivo Penal, incurre en un craso error, toda vez que los
mismos son medios de convicción, que necesitan ser evacuados en juicio, para
así, de esta manera adquirir la categoría de una verdadera prueba. Por lo cual, lo
más ajustado sería ofrecer los aludidos elementos de convicción, conforme al
artículo 242, del Código Orgánico Procesal Penal, en concordancia con el artículo
356 eiusdem, por las razones sobradamente argumentadas up supra...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:197
COPP art:198
COPP art:339
COPP art:339-1
COPP art:339-2
COPP art:242
COPP art:356
COPP art:358

DESC ACTA POLICIAL


DESC ACUSACION
DESC DOCUMENTACION
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC EVIDENCIAS
DESC INVESTIGACION
DESC PRUEBA
DESC PRUEBA PERICIAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.921-927.

827
293
TDOC Oficio
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-28-71677 FECHA:20041011
TITL A los fines de la procedencia del procedimiento abreviado en el
caso de delitos flagrantes, el fiscal del Ministerio Público debe
contar con suficientes elementos de convicción que atribuyan
el delito cometido al imputado en el caso concreto.

FRAGMENTO

“Tal y como le fuera indicado en el Oficio N° DRD-26-56959 de fecha 23 de


agosto de 2004, y cuyo contenido reproduzco de seguidas:
Cuando el Ministerio Público presenta a un aprehendido ante el juez de
control, tiene la facultad de escoger entre solicitar el procedimiento
ordinario o el abreviado. Cuando opta por el procedimiento abreviado,
debe el fiscal del Ministerio Público estar convencido de que están
satisfechos los dos primeros supuestos para la detención, a saber, un
hecho punible con pena privativa de libertad, y fundados elementos de
convicción respecto la autoría o participación en contra del aprehendido.
Entonces, lo primero que debe verificarse es que el hecho sea típico, pues
el artículo 248 del Código Orgánico Procesal Penal hace referencia al
´delito flagrante´, y no a la simple flagrancia. Ulteriormente, debe constatar
que cuenta con suficientes elementos de convicción que le permitan
determinar, tanto la comisión del delito, como que el aprehendido es su
autor o partícipe.
Ello es así, ya que normalmente el delito flagrante no amerita de otras
indagaciones, pues implica que los elementos de prueba están junto con la
persona detenida, si no totalmente, sí la mayor parte, y con esto es
suficiente para someterla a un proceso, por lo tanto se debe tener en
cuenta, con respecto a la prueba y a los efectos de calificar el delito como
flagrante, lo expresado en la exposición de motivos del Código Orgánico
Procesal Penal, publicada en Gaceta Oficial del 23 de enero de 1998,
cuando se refiere al Libro Tercero y se hace mención que en los supuestos
de flagrancia se cuenta con pruebas abrumadoras en contra del imputado,
lo cual tiende más, no a la cantidad de pruebas, sino a la convicción que
éstas crean.
Respecto a las pruebas en el delito flagrante, la Sala Constitucional,
estableció:
´...ya que en muchos casos la sola aprehensión de una persona no basta,
si no puede vincularse a ésta con el delito que se dice se estaba
cometiendo o acababa de cometerse; o si no puede justificarse la
detención de quien se encontraba cerca del lugar de los hechos, si no se
presentan las armas, instrumentos u objetos que de alguna manera
hicieron presumir con fundamento al aprehensor, que el detenido es el
delincuente.../ De acuerdo a la diversidad de los delitos, la sospecha de
que se está cometiendo y la necesidad de probar tal hecho, obliga a quien
presume la flagrancia a recabar las pruebas que consiga en el lugar de los
hechos, o a instar a las autoridades competentes a llevar a los registros e
inspecciones contempladas en los artículos 202 y siguientes del Código
Orgánico Procesal Pena´l.
828
Sobre este punto, afirmamos que el hecho de sorprender a una persona en
delito in fraganti no es garantía de obtener, en ese mismo hecho, todas las
pruebas necesarias para solicitar al juez de control la calificación de la
flagrancia y el procedimiento abreviado, por ejemplo: al fiscal le pueden
presentar un sujeto que haya sido aprehendido en el momento en que era
señalado por una mujer (víctima) como la persona que le robo sus
prendas, pero ¿qué sucede si nadie lo observó?, ¿podrá el fiscal solicitar
la calificación de flagrancia ante el juez de control con la promesa de que
el hecho será probado en juicio?. Es evidente que el hecho encuadra en
uno de los supuestos del artículo 248 del Código Orgánico Procesal Penal,
pero ¿cómo probará el fiscal el hecho?, ¿es que acaso su acusación en
juicio no tendrá un vicio sustancial de fondo para que sea admitida?
En razón de lo anterior, cuando un sujeto es detenido in fraganti, el fiscal
debe observar, entre otras cosas, los elementos de convicción con los
cuales cuenta para fundamentar su acusación, elementos éstos que
extraerá únicamente del acta de detención in fraganti y los que ordene
luego de la detención del sujeto, y antes de su presentación al órgano
jurisdiccional. De no contar con suficientes elementos de convicción debe
concluir que es preciso realizar una indagación que permita su
esclarecimiento, y siendo una finalidad legítima del proceso establecer la
verdad, deberá iniciar una investigación y por consiguiente, optar por el
procedimiento ordinario. Sólo podrá solicitar la aplicación del
procedimiento abreviado, cuando tenga suficiente fundamento y una alta
probabilidad de obtener una sentencia condenatoria; de esta manera se
estará garantizando a todos los ciudadanos no ser perseguidos
injustamente, llevados ante tribunales y sometidos a proceso sin
fundamento, lo cual es característico de países donde no existe un
verdadero Estado de Derecho.
El encabezamiento del artículo 373 del Código Orgánico Procesal Penal
establece que el fiscal ´presentará´ al aprehendido ante el juez de control,
sin embargo, el Ministerio Público no puede conformarse con la sola
exposición del aprehensor respecto a la forma en que se produjo la
aprehensión, debe contar con suficientes elementos de convicción en
contra del aprehendido, y saber si el hecho a que se enfrenta es típico,
pero debe además entender que puede encaminarlo en un procedimiento
abreviado. Por ello es que el mismo encabezamiento del artículo 373
ejusdem, establece que ´según sea el caso solicitará la aplicación del
procedimiento abreviado´. En tal sentido, el fiscal del Ministerio Público
presentará al aprehendido ante el juez y luego podrá optar por solicitar uno
u otro procedimiento. Como ejemplo se tiene a un sujeto que le es
presentado al fiscal como el autor in fraganti de unas lesiones culposas,
¿se podrá solicitar la calificación de la flagrancia? La respuesta -por lo
general- es negativa, sencillamente porque aún no se cuenta con el
informe médico forense que permita determinar el tipo de lesiones, lo que
influye en el momento de establecer la legitimación para ejercer la acción,
en virtud de no existir la certeza en cuanto a si se ha cometido un delito de
acción pública, o por el contrario, el hecho punible es de acción
dependiente de instancia de parte (ver artículo 422, ordinal 1° del Código
Penal).
El juez de control, también cumple una función vital ante la solicitud de
calificación de flagrancia, la cual es determinar si están dadas las
circunstancias para abrirle un juicio al aprehendido. Para ello debe estimar
que esté comprobada la comisión de un hecho punible que amerite pena

829
corporal, debe calificar jurídicamente ese hecho y verificar si están dadas
todas las referencias típicas del mismo. Igualmente, debe verificar si
existen suficientes elementos de convicción que le permitan presumir con
fundamento que el sorprendido es el autor del delito, elementos éstos que
extraerá del acta de detención en situación de flagrancia.
Por ello afirmamos que, aunque el Ministerio Público solicite la aplicación
del procedimiento abreviado, dependerá de varias circunstancias ajenas a
la Institución las que tornen posible su acuerdo.
Pero respecto a la labor del Ministerio Público en este tipo de situaciones,
hemos insistido en todo lo anterior, no solamente por la importancia de
respetar el derecho a la defensa del imputado, también por la importancia
de evitar que el Ministerio Público se pronuncie de manera contradictoria
respecto de una misma causa, o lo que es peor, presente una acusación a
sabiendas de que no cuenta con los suficientes elementos para
sostenerla...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:422-1
COPP art:202
COPP art:248
COPP art:373
OMP N° DRD-26-56959
23-08-2004

DESC ACCION PUBLICA


DESC ACUSACIÓN
DESC ARMAS
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FLAGRANCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC JUICIO BREVE
DESC LESIONES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC PRUEBA
DESC ROBO
DESC TIPICIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.927-929.

830
294
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-12-656-2004 FECHA:20041111
TITL No todo incumplimiento de una forma procesal genera la
nulidad del acto, pues se debe atender a si efectivamente se
atentó contra el principio.

FRAGMENTO

“No pueden comenzar estas líneas sin antes aludirse -a modo de preludio-
a una máxima neurálgica asomada por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en sentencia signada en fecha 13 de noviembre de
2001, con ponencia de la Magistrada Blanca Rosa Mármol, en la cual, de
manera muy lacónica y acertada, se conviene en el siguiente aserto:
´La conjugación de los artículos 26 o 257 de la Constitución, obliga al juez
interpretar las instituciones procesales al servicio de un proceso cuya meta
es la resolución del conflicto de fondo, de manera imparcial, idónea,
transparente, independiente, expedita y sin formalismos o reposiciones
inútiles...´.
Valga también iniciarnos en el presente apartado diferenciando justamente
a los principios de las garantías, pues de la violación de unos u otros
dependerá la consecuente nulidad.
Los principios son considerados como el núcleo central de un Estado de
Derecho, y de allí que hayan sido constitucionalizados y consagrados en
todos los pactos internacionales de derechos humanos (como por ejemplo,
el derecho a la defensa).
Las garantías están, como su nombre lo indica, para garantizar la vigencia
de los principios. Carocca, citando a Gelsi, puntualiza genéricamente el
significado de ´garantía´ y explica que es un ´medio para asegurar, para
lograr con seguridad o certidumbre determinado fin´, además agrega que
´está de más demostrado que el sólo reconocimiento de una norma
constitucional no es suficiente para conseguir su real vigencia... pues tales
declaraciones serán meramente retóricas, si no van acompañadas de
medios adecuados para conseguir su cumplimiento´. Nuevamente
Carocca, citando a Hart, concluye afirmando que los derechos
fundamentales no trascienden sin la vigencia de sus respectivas garantías.
Como corolario de lo expuesto, podemos afirmar que las garantías son el
medio para ´garantizar´ el cumplimiento o la vigencia de los principios (en
palabras corrientes: las garantías son el medio y los principios el fin), pues
de nada vale tener una catálogo infinito de derechos fundamentales
constitucionalizados, o consagrados en convenios o tratados
internacionales, si no se estatuyen normas que tiendan a asegurar el pleno
respeto de tales principios.
Concluye Binder que para garantizar el cumplimiento del principio, se
establecen requisitos para los actos procesales o se regulan secuencias
entre actos llamados ´formas procesales´; cuando no se cumple una
forma, es decir, se incumple un requisito legal o se interrumpe una
secuencia necesaria, la actividad procesal deviene en inválida
(defectuosa), precisamente por ello Binder advierte que ´las formas son la
garantía´.
831
No obstante, esta Dirección debe advertir que no todo incumplimiento de
una forma procesal genera la nulidad del acto, pues se debe atender a si
efectivamente se afectó el principio. Sólo si se ha afectado al principio que
protege la forma procesal, el acto será nulo, de lo contrario se debe
procurar su subsanación, de no haberse convalidado con anterioridad.
Resulta perentorio un enfoque distinto de las nulidades en nuestro proceso
penal; deben abandonarse los meros formalismos por el simple hecho de
que los derechos fundamentales no son necesariamente identificados con
una norma procedimental en concreto, sino que cada garantía aparece
reflejada en muchas disposiciones legales que van regulando su respeto
en el mismo momento procesal en que están siendo aplicadas. La
apreciación de una violación del derecho fundamental debe estar orientada
en la mayoría de las situaciones a una evaluación de lo sucedió en el
proceso, sin hacer jamás un equivalente a priori entre la violación de una
norma procedimental (garantía) con la violación de un derecho
fundamental.
Actualmente, y a raíz de la progresiva importancia que han adquirido los
principios constitucionales relacionados el Sistema de Justicia Procesal
Penal, se imponen criterios antiformalistas, que obligan a tener en cuenta
circunstancias distintas a la mera infracción de la norma procedimental.
Consecuencialmente, es perfectamente factible acoger la siguiente
fórmula: ´no toda violación de una forma trae como consecuencia la
nulidad del acto, pero toda violación de un principio acarrea nulidad´. La
violación de una forma lo que trae como consecuencia es una advertencia
sobre el posible irrespeto a un principio, que de verse afectado, sin lugar a
dudas amerita la nulidad de acto viciado.
Orlando Monagas, siguiendo a Couture, enseña que la nulidad por la
nulidad misma no es admisible, pues ´las nulidades no tienen por finalidad
satisfacer pruritos formales, sino enmendar los perjuicios efectivos que
pudieran surgir de la desviación de los métodos de debate cada vez que
esta desviación suponga restricción de las garantías a que tienen derecho
los litigantes´
Así pues, a título de conclusión, para determinar que un principio
fundamental no ha sido menoscabado pese la violación de una forma
procesal, es menester evaluar, en primer lugar, qué tanto una formalidad
procesal salvaguarda a un principio, o en otras palabras, qué tan efectiva
es la forma para garantizar la vigencia del principio. Y en segundo lugar, es
perentorio el examen de cada caso en concreto, pues a pesar de la
violación de una forma procesal (garantía) es perfectamente admisible que
se hayan adoptado otras previsiones para tutelar el principio que se
pretende proteger.
Ahora bien, en cuanto al caso en estudio, como se mencionó, el registro de
morada no se realizó en la dirección que contiene la solicitud, ni tampoco
en la que contiene la orden. Ello viola una de las garantías establecidas en
el Código Orgánico Procesal Penal, como lo es la establecida en el artículo
211 ordinal 2°, que exige ´El señalamiento concreto del lugar o lugares a
ser registrados´.
Esta Dirección ratifica que la sola violación de la garantía relativa a la
especificación de la dirección exacta del domicilio al que se ingresa, no
necesariamente debe conllevar a la nulidad de la orden y del registro, pues
sólo si tal violación afecta el principio de la inviolabilidad del domicilio sería
nula. En estos casos, el Ministerio Público debe justificar la entrada al
domicilio en lugar distinto. Por ejemplo: Si la orden fue expedida para

832
ingresar a una casa sin nombre, de rejas verdes, ubicada al lado de una
tienda de motocicletas en la calle 01, del caserío X, y una vez en el lugar
se enteran que en dicha calle 01, sólo hay una tienda de motocicletas y
una casa, pero esta es de rejas negras, el Ministerio Público debe explicar
tal situación y de ingresar, no existiría problema alguno, pues se entiende
que estamos ante un error material que no afecta la práctica del registro.
Distinto resulta si en la mencionada calle 01 existen varias tiendas de
motocicletas, y no hay como justificar el cambio del color de las rejas. En
estos casos debe el Ministerio Público rectificar el error solicitando otra
orden de allanamiento.
En el caso sometido a nuestro análisis, esta Dirección observa que no
existe en el acta levantada con ocasión del allanamiento, razonamiento
alguno que permita justificar el ingreso a un lugar distinto al señalado en la
orden. Si bien se nota un error en cuanto al color de las rejas y la ubicación
del lugar no se describe en el acta ningún detalle que justifique el ingreso,
es decir, no se menciona el por qué se decidió ingresar al inmueble, aún
sabiendo que la dirección de la orden no se correspondía con el lugar y
tampoco se deja constancia con precisión de la dirección exacta del
inmueble donde se ingresa, ya que la solicitud especificaba que se
solicitaba el ingreso al galpón N° 01, y en el acta no se menciona el galpón
al cual se ingresó. Distinto hubiese sido, si en el acta se mencionara que el
único galpón que existía en el lugar era al que ingresaron, pero ello no fue
aclarado.
Por ello, esta Dirección no puede dictaminar si el acta es nula por el solo
ingreso a un sitio distinto al que la orden indicaba, pero sí puede afirmar,
que por carecer el acta de justificativo para el ingreso en una dirección
diferente a la señalada en la autorización judicial, el registro se torna
nulo.En conclusión, el ingreso a un lugar distinto al descrito en la orden de
allanamiento, sin dejar constancia de justificativo alguno, ocasiona que las
actuaciones realizadas sean nulas por violación a la garantía establecida
en el artículo 211 ordinal 2° del Código Orgánico Procesal Penal...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
CRBV art:257
COPP art:211-2
STSJSCO 13-11-2001

DESC ALLANAMIENTO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DOMICILIO
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC NULIDAD
DESC PROCEDIMIENTO PENAL
DESC REPOSICION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.930-933.

833
295
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-26-451-2004 FECHA:20040809
TITL El decreto de archivo fiscal debe quedar reducido a los
supuestos en donde existe alguna posibilidad real y concreta
de reanudar la investigación penal.
De conformidad con el artículo 317 del Código Orgánico
Procesal Penal el Fiscal Superior debe cumplir la orden
emanada de la autoridad judicial, en el sentido de enviar las
actuaciones a otro fiscal de proceso, para que decida lo
pertinente.

FRAGMENTO

“El maestro Alberto Binder advierte magistralmente que la etapa preparatoria o


instrucción del proceso penal cuenta con ´actos iniciales´ perfectamente
determinados; de igual manera, toda fase de investigación procesal presupone la
existencia de ´actos definitivos´, los cuales, procuran la conclusión formal de la
instrucción penal. Entre ellos, el referido autor alude expresamente a la acusación
y al sobreseimiento; no obstante, denuncia que en determinadas situaciones la
investigación no arroja suficientes elementos para acusar, ni tampoco la certeza
necesaria para pedir una absolución anticipada (sobreseimiento). Ante tales
escenarios -continúa diciendo Binder- ´existen dos posibilidades, según los
códigos: o bien se establece un tiempo límite dentro del cual se debe llegar a uno
de los dos estados mencionados - y si no se arriba a ello, necesariamente se
sobresee - o bien se permite que la investigación termine de un modo provisional,
que implica una clausura provisoria de la investigación o sumario, hasta que se
pueda continuar con ella o aparezcan nuevos elementos de prueba´.
Sin embargo, Binder no vacila en advertir que el uso abusivo del archivo fiscal
implica, de hecho, dejar la investigación en una especie de ‘limbo’, ya que la
persona imputada no llega a saber con precisión cuál es su verdadera situación
procesal o real. Así pues - y valga en este momento una precisión obligada - el
decreto de archivo fiscal debe quedar reducido a aquellos supuestos donde existe
alguna posibilidad real y concreta de que la investigación penal sea susceptible de
ser reanudada por la incidencia de un ulterior elemento de prueba. De no ser ese
el caso, tal y como denuncia el referido autor, debe resolverse de modo definitivo,
´ya que existe un derecho, también básico, que indica que las personas sometidas
a proceso tienen que tener certeza sobre su situación y se debe arribar a una
solución definitiva en un plazo razonable´. Si existe la plena certeza de que
posteriormente no surgirán nuevos elementos de convicción, el acto conclusivo
procedente será el sobreseimiento.
Moreno Brandt afirma que la determinación del representante del Ministerio
Público de decretar el archivo de las actuaciones se produce cuando practicadas
todas las diligencias propias de la investigación - que ha considerado pertinentes a
los fines del esclarecimiento del hecho controvertido - el fiscal considera que tales
resultados no arrojan elementos de convicción suficientes para acusar al imputado
y, adicionalmente, no se materializa causal alguna de las establecidas por la ley a
los efectos de solicitar el sobreseimiento de la causa.
Como corolario de lo expuesto, el ´archivo fiscal´ procede en la fase preparatoria
del proceso, una vez realizadas todas las diligencias de investigación ordenadas
por el Ministerio Público, tendentes a la búsqueda de elementos de prueba que
generen plena convicción acerca de la perpetración de un hecho punible y la
individualización de su autor o partícipe; resulta indispensable advertir que el
834
representante del Ministerio Público debe contar con el resultado de todas y cada
una de las diligencias ordenadas, las cuales determinarán el acto conclusivo
procedente. Si la fase de investigación arroja elementos suficientes para lograr el
enjuiciamiento de determinada persona, procederá la acusación. No obstante, si
se demuestra la materialización de alguno de los supuestos que el Código
Orgánico Procesal Penal alberga en el artículo 318 -los cuales impiden la
continuación del proceso- el representante del Ministerio Público solicitará el
sobreseimiento. Y por último, si las averiguaciones realizadas no aportan
elementos de prueba susceptibles de sustentar una futura acusación, y no se
evidencia de manera fehaciente, la existencia de alguna circunstancia capaz de
inducir la conclusión del proceso a través del sobreseimiento, procederá el archivo
de las actuaciones, siempre y cuando exista la posibilidad concreta de incorporar
nuevos elementos de convicción que tornen posible la reanudación de la
investigación. De no ser ese el caso, el archivo fiscal, como acto conclusivo, no
será procedente; la naturaleza del instituto in comento exige una duda razonable
sobre la posible incorporación ulterior de nuevas fuentes de prueba.
Debe enfatizarse que el representante del Ministerio Público no debe limitarse a
un cúmulo exiguo de diligencias investigativas para decretar el archivo de los
recaudos, sino que por el contrario, es menester ordenar la práctica de todas
aquellas actividades conducentes para el esclarecimiento de los hechos objeto de
la investigación; consecuencialmente, es imprescindible la práctica de todo tipo de
diligencias de indagación pertinentes, susceptibles de coadyuvar en la
comprobación de los hechos y sus responsables, antes de decretar el acto
conclusivo en comentario.
Así pues, valgan ulteriores líneas para delimitar el alcance y contenido del artículo
317 del Código Orgánico Procesal Penal. No puede comenzar este inciso sin
antes insistirse sumariamente en lo dispuesto en el artículo 316 del Código
Adjetivo Penal:
´Artículo 316. Facultad de la Víctima. Cuando el Fiscal del Ministerio Público haya
resuelto archivar las actuaciones, la víctima, en cualquier momento, podrá dirigirse
al juez de control solicitándole examine los fundamentos de la medida´.

Asimismo, el artículo 317 ejusdem prescribe literalmente:

´Artículo 317. Pronunciamiento del Tribunal. Si el tribunal encontrare fundada la


solicitud de la víctima así lo declarará formalmente, y ordenará el envío de las
actuaciones al Fiscal Superior para que éste ordene a otro Fiscal que realice lo
pertinente´.
El código dispone como expresa facultad de la víctima, la posibilidad de solicitar al
juez de control la revisión de los argumentos que motivaron el archivo de las
actuaciones. En consecuencia, la víctima, como sujeto secundario del proceso -
afectado por la resolución del representante del Ministerio Público - está en plena
facultad de controvertir los alegatos defendidos por el representante fiscal,
deviniendo ello, en una solicitud formal ante el juez de control para que examine
minuciosamente los fundamentos expuestos.
La norma transcrita (entiéndase: artículo 317 del Código Orgánico Procesal Penal)
advierte tajantemente que si el tribunal de control encontrare fundada la solicitud
de la víctima, dejará constancia de ello mediante un pronunciamiento formal, y
ordenará el envío de las actuaciones al fiscal superior para que proceda a la
ulterior designación de un nuevo fiscal que se encargará de realizar lo
conducente. Consecuencialmente, la resolución judicial no sólo se pronuncia con
ocasión de los argumentos aludidos en el acto conclusivo correspondiente, sino
que supone una orden expresa al fiscal superior para que designe a otro fiscal a
quien corresponderá proceder conforme los requerimientos del caso.
El artículo 317 del Código Orgánico Procesal Penal pareciera no conceder
discrecionalidad alguna al fiscal superior que conoce del pronunciamiento judicial.
Necesariamente debe designarse a otro fiscal - independientemente de las
consideraciones personales del fiscal superior respecto el acto conclusivo emitido
- y corresponderá a aquél, continuar con las actuaciones de investigación que
835
coadyuven con la culminación de la fase preliminar del proceso.
Un examen literal de la disposición aludida sugiere en modo expreso la
designación de otro fiscal para que motorice la continuación de las
investigaciones. Por vía de consecuencia, una vez justificado el pedimento de la
víctima de examinar los fundamentos que motivaron el ´archivo´, el fiscal superior
no tendría facultad de emitir juicio alguno respecto los argumentos explanados por
el fiscal de proceso que decretó el acto conclusivo en comentario. En definitiva, no
se trata de un pedimento que deba ser motivado por el fiscal superior, sino
simplemente el cumplimiento de una orden emanada de una autoridad judicial,
cuyo amparo legal ve refugio en el artículo 317 del Código Orgánico Procesal
Penal.
A título de conclusión, al fiscal superior únicamente corresponde la remisión las
actuaciones, con el único propósito de que se prosiga con la investigación
(entiéndase: se motorice la práctica de todas aquellas diligencias complementarias
susceptibles de proporcionar nuevos elementos de convencimiento que hagan
posible la terminación de la investigación), y se dicte ulteriormente, por vía de
consecuencia, el acto conclusivo correspondiente. El fiscal superior no deberá
motivar documento alguno, puesto que no se trata de una actuación o pedimento.
Simplemente remitirá las actuaciones recibidas, y exhortará al nuevo fiscal
asignado a actuar conforme las exigencias del caso en particular...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:316
COPP art:317
COPP art:318

DESC ACTOS CONCLUSIVOS


DESC ACUSACION
DESC ARCHIVO FISCAL
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC PRUEBA
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.933-937.

836
296
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL No es posible aplicar una agravante genérica a un delito que
tiene previsto en su configuración típica tales circunstancias
agravantes.

FRAGMENTO

“Sin embargo y aunado a lo anterior, la fiscal del Ministerio Público solicita


la aplicación de las agravantes genéricas previstas en los ordinales 5°, 6°,
9° y 11 del artículo 77 del Código Penal Venezolano.
En este mismo orden de ideas, sería improcedente la agravante prevista
en el ordinal 9° toda vez que se refiere al que haya obrado con abuso de
confianza, circunstancia ésta inmersa dentro de los requisitos
configurativos del delito de hurto calificado, precalificado por la
representante fiscal; en consecuencia no es posible aplicar una agravante
genérica a un delito que por sus características ya presenta un aumento de
la pena en razón de las circunstancias en que fue cometido al delito y los
sujetos activos y/o pasivos del mismo.
Respecto a la aplicación de las agravantes, el artículo 79 del Código Penal
Venezolano establece:
´Artículo 79. No producirán el efecto de aumentar la pena las
circunstancias agravantes que por sí mismas constituyeren un delito
especialmente penado por la ley, expresado al describirlo o penarlo, ni
aquellas de tal manera inherentes al delito, que, sin su concurrencia, no
pudiera cometerse´.
Por lo tanto, no podría la fiscal del Ministerio Público solicitar la aplicación
de la agravante genérica prevista en el artículo 77 ordinal 9° ejusdem...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:77-5
CP art:77-6
CP art:77-9
CP art:77-11
CP art:79

DESC CALIFICACION JURIDICA


DESC CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
DESC HURTO
DESC PENAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.938.

837
297
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-368-2004 FECHA:20040701
TITL Al no invocar todos los artículos referidos a la calificación
jurídica y a las circunstancias agravantes aplicables, el
representante del Ministerio Público incurre en falta de
aplicación de normas jurídicas.

FRAGMENTO

“Por otra parte, y a pesar de que no se cuenta con el expediente completo que
nos permita realizar una opinión más precisa en cuanto a la calificación jurídica
(lesiones u homicidio frustrado), se observa de los hechos narrados en el escrito
objeto de análisis, que la representante del Ministerio Público, debió alegar la
aplicación del artículo 420 del Código Penal, relacionado con el artículo 408
ejusdem, por cuanto de los autos se desprende, que los hechos imputados se
ejecutaron con alevosía, ya que se realizaron con ausencia de riesgo para los
autores, amparándose en la imposibilidad de defensa o de reacción de la víctima,
es decir, actuaron sobreseguros, porque, al parecer, fueron tres contra uno los
sujetos agresores, por estar armados con bates en sus manos con los cuales
acometieron a la víctima y la dejaron en completo estado de indefensión,
circunstancia ésta que agrava las lesiones imputadas, por lo que al configurarse la
alevosía en el presente caso, debió subsumir los hechos dentro del artículo 420
del Código Penal relacionado con el artículo 408 ejusdem.
Asimismo, se observa que debió invocar la aplicación de la agravante genérica
establecida en el artículo 217 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, por cuanto, tal y como se desprende de los autos, los hechos se
cometieron en contra de un adolescente, el cual para el momento de los hechos
contaba con catorce (14) años de edad, circunstancia que no fue desvirtuada y
como agravante debió ser ponderada en el presente capítulo, por lo que
consideramos que al no invocar los artículos y circunstancias agravantes
señaladas, la representante del Ministerio Público incurrió en falta de aplicación de
normas jurídicas, en el presente caso, el artículo 420 relacionado con el artículo
408 del Código Penal, así como el artículo 217 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, realizando en consecuencia una errónea
aplicación del artículo 417 del Código Penal”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:408
CP art:417
CP art:420
LOPNA art:217

DESC ADOLESCENTES
DESC ALEVOSIA
DESC CALIFICACIÓN JURÍDICA
DESC CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
DESC HOMICIDIO
DESC LESIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.938-939.
838
298
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-26-105-2004 FECHA:20040309
TITL El incumplimiento de una obligación contractual, no configura
el delito de estafa.

FRAGMENTO

“Los abogados reproducen varios de los alegatos formulados por los


representantes del Ministerio Público (en el escrito de acusación
presentado en fecha 19 de diciembre de 2001) donde se reprocha la
presunta comisión del delito de estafa. Valga resaltar sumariamente los
fundamentos expuestos en el referido acto conclusivo:
´... Con las evidencias que el Ministerio Público traerá a juicio demostrará
que efectivamente en el mes de septiembre de (sic) año 1.997, el
ciudadano A.M., pactó con el hoy acusado, E.A., quien es el Presidente de
la Sociedad Mercantil LLCC, C.A., la compra de cuarenta por ciento (40%)
de las acciones de dicha empresa por un precio de diez millones de
dólares estadounidenses (sic) (U.S. $ 10.000,00); estableciendo
igualmente que ambas partes adicionalmente invertirían, de acuerdo a su
porcentaje accionario, la cantidad de doce millones de dólares
estadounidenses (sic) (U.S. $ 12.000,00), en tanto que el ciudadano E.A.,
aportaría un monto de siete millones doscientos mil dólares
estadounidenses (U.S. $ 7.200.000,00) y el ciudadano A.M., la suma de
cuatro millones ochocientos mil dólares estadounidenses (U.S. $
4.800.000,00), cantidades éstas que estarían destinadas para la
adquisición de los terrenos donde se desarrollaría la totalidad del Proyecto
de LLCC en la ciudad de Puerto Ordaz, estado Bolívar, así como para
desarrollar la construcción de las etapas del proyecto. De igual manera, se
pudo constatar que el ciudadano A.M., efectúo una serie de depósitos a la
cuenta personal del ciudadano E.A., en el C.B. de Miami, la cual alcanza la
totalidad de diecisiete millones cincuenta mil dólares estadounidenses
(U.S. $ 17.050.000,00) no logrando el objetivo previsto al momento de
invertir el dinero en ese proyecto...´.
Lo anterior obliga un examen dogmático del delito de estafa, hecho punible
previsto y sancionado en el artículo 464 del Código Penal, cuyos
elementos se encuentran prescritos en los siguientes términos:
´Artículo 464. El que, con artificios o medios capaces de engañar o
sorprender la buena fe de otro, induciéndole en error, procure para sí o
para otro un provecho injusto con perjuicio ajeno, será penado con prisión
de uno a cinco años...´.
La anterior fórmula responde a la descripción genérica del stelionatus.
Precisar un concepto común y armónico en doctrina puede resultar una
tarea compleja, sin embargo, muchos son los intentos que pretenden
abarcar en toda su extensión las circunstancias que rodean y caracterizan
la estafa como hecho punible. Así pues, el profesor Arteaga Sánchez -en
su sintética y orientadora obra- supone la estafa como el hecho:
´...de quien con artificios u otros medios capaces de engañar o sorprender
la buena fe de otro, induciéndole en error, procura a sí mismo o a un
tercero un provecho injusto con daño o perjuicio ajeno´.
839
Obviamente, la anterior definición responde a los elementos típicos y
legalmente descritos por el legislador en el Código Penal. En Venezuela –
al igual que otros países latinoamericanos – la ley ha optado por aproximar
un concepto genérico de estafa; por ello, el grueso de los autores patrios
prefieren ceñirse a lo dispuesto en el artículo 464 del Código Penal, y
evitar así definiciones aventureras y alejadas del marco regulatorio vigente.
En doctrina foránea es similar la situación; autores como Fontán Balestra
ven en la estafa:
´...una disposición de carácter patrimonial perjudicial, viciada en su
motivación por el error que provoca el ardid o el engaño del sujeto activo,
que persigue el logro de un beneficio indebido para sí o para un tercero´.
Para Rodríguez Devesa, de modo más sencillo: ´la estafa implica un
desplazamiento patrimonial causado mediante engaño´. Igualmente, son
relevantes las conclusiones aportadas por el profesor Núñez Tenorio sobre
el particular:
´Defraudar a una persona mediante engaño o artificio, constituye el
concepto de este delito, que lo distingue claramente del robo, hurto y
falsedad. Por medio del engaño se obtiene la cosa o el bien o se causa la
defraudación por cualquiera de las formas que la malicia criminal emplea
para sus desafueros. En este delito no se trata de apoderarse de la
propiedad ajena por medio de la violencia o intimidación en las personas,
empleando fuerza en las cosas, ni mucho menos aprovechando el
descuido o pérdida en que se encuentre el bien ajeno para lucrarse,
puesto que en todos los señalados casos, existe un apoderamiento, una
aprehensión de las cosas, contra la voluntad de sus dueños legítimos´.
El novísimo Código Penal colombiano regula en similares términos el delito
de estafa. Dispone el artículo 246 del referido cuerpo normativo:
´El que obtenga provecho ilícito para sí o para un tercero, con perjuicio
ajeno, induciendo o manteniendo a otro en error por medio de artificios o
engaños, incurrirá en prisión...´.
El tipo penal en Venezuela comporta los mismos elementos; ello abre
camino a la importantísima tarea de discernir cada presupuesto jurídico del
hecho punible in commento. Sobre el particular, los autores Arboleda
Vallejo y Ruiz Salazar, en una tarea inmolada de exégesis del Código
Penal colombiano, concluyen con mayúsculo acierto:
´De la descripción típica del delito de estafa se ha de concluir que son los
elementos de la misma los siguientes: 1- La conducta del sujeto activo del
delito debe estar orientada a la obtención de un provecho ilícito de carácter
patrimonial, que consecuentemente debe traducirse en un daño de la
misma naturaleza al sujeto pasivo del delito, que se obtiene como
consecuencia del error con que induce a la víctima. 2- La utilización por
parte del sujeto activo del delito de medios o artificios engañosos, dirigidos
a inducir o mantener en error a la víctima. 3- La real producción del error
en el sujeto pasivo de la infracción, o el mantenimiento en el mismo como
consecuencia de la falsa representación de la realidad en la víctima como
producto de los artificios o engaños desplegados por el agente delictivo. 4-
Un acto de disposición patrimonial realizado por el sujeto pasivo y con una
relación causal, con las maniobras engañosas realizadas por el agente del
delito. 5- La obtención del provecho ilícito buscado por el agente, con el
consecuente perjuicio patrimonial de la víctima´.
Se debe tener en consideración que lo que se reprocha al agente es
conseguir que el propio agraviado le traslade a su esfera de dominio su
propio patrimonio; es decir, el aspecto objetivo del delito de estafa requiere

840
que el agente obtenga un provecho ilícito, para lo cual debe mantener en
error al agraviado por medio del engaño. Como corolario de lo anterior, se
torna imperioso un estudio detenido de los elementos del tipo penal en
comentario.
Entiende esta Dirección que todo hecho calificado como punible supone la
satisfacción de determinadas exigencias que configuran la definición de la
figura delictiva examinada. Tales exigencias merecen ser asumidas en su
totalidad con el propósito único de atribuir plena vigencia a los principios
centrales de legalidad y tipicidad que inspiran el Sistema de Justicia
actual. Pero no sólo eso, las normas penales entienden una interpretación
estricta; su aplicación no es gratuita sino comporta una adecuación
racional y objetiva a los presupuestos previamente dispuestos en la ley.
Precisamente por ello, el examen de los elementos típicos del delito de
estafa presume relevancia, todo ello en conjunción con los alegatos
expuestos por los abogados defensores, así como por los asertos
asomados en el escrito de acusación, ambos documentos analizados por
este Despacho.
Elementos constitutivos del delito de estafa.
El primer elemento del tipo de estafa viene constituido por la ´La utilización
por parte del sujeto activo de artificios o medios de engaño capaces de
sorprender la buena fe´ de otra persona. Sin pretender una suerte de
estudio dilatado sobre el particular, conviene una aproximación conceptual
de este primer elemento del tipo penal in commento.
En doctrina es posible discernir intentos por diferenciar los artificios (o
ardides) de los medios engañosos. La fórmula del Código Penal es obvia:
el sujeto activo utiliza artificios o medios engañosos con el único propósito
de sorprender la buena fe del sujeto pasivo. En consecuencia, pareciera
que la propia letra del texto normativo impone una diferenciación
semántica y conceptual de cada mecanismo de defraudación. Sin
embargo, esta Dirección hace eco de lo sostenido por el maestro Arteaga
Sánchez, quien asevera que:
´...a pesar de que reconocemos que, desde el punto de vista lingüístico,
son expresiones diferentes, no encontramos razones suficientes para
insistir en tal distinción, la cual, más que aclarar, contribuye a crear
confusiones en un tema de por sí complejo y de innumerables escollos.
Preferimos, por ello, una noción amplia y de conjunto que traduzca lo más
fielmente posible la voluntad de la ley, aunque no responda exactamente a
las exigencias lingüísticas”. Seguidamente, este mismo autor orienta con el
siguiente aserto: “haciendo alusión, concretamente, a las disposiciones
vigentes, hemos de señalar que la ley penal venezolana, al utilizar la
expresión ‘con artificios o medios capaces de engañar’, quiere hacer
referencia al proceder engañoso y astuto, que se vale de tretas, ficciones o
fingimientos, trampas, dobleces, disimulos o simulaciones, o de
cualesquiera otros medios de la misma índole´.
Tal y como afirma Grisanti Aveledo los procedimientos estafatorios son
incontables. La noción legal de ´artificios o medios capaces de engañar´ es
sumamente amplia, y la intención del legislador es referirse a cualquier
comportamiento engañoso y astuto. Así pues, acciones u omisiones,
asertos, mentiras e incluso el silencio del sujeto activo, puede fungir como
mecanismo idóneo para engañar o inducir al error a la víctima del delito.
En principio, resulta necesario asimilar que un contrato civil (un convenio
entre particulares) es un mecanismo perfectamente idóneo para engañar o
sorprender la buena fe de otro. De allí que las conductas denunciadas

841
como engañosas podría encontrar pleno refugio en un convenio privado
(entiéndase: un contrato de sociedad).
Conforme los hechos objeto del proceso delimitados por los
representantes del Ministerio Público en el escrito de acusación, la
consumación del delito de estafa pareciera desprenderse de la celebración
de un contrato entre las partes (contrato civil que funge como artificio o
medio) capaz de inducir en error a la víctima, y en consecuencia, procurar
un provecho injusto en favor de los imputados.
No obstante, debe acotarse que el delito de estafa supone la existencia de
un ánimo de lucro por parte del sujeto activo. No basta discernir el
mecanismo idóneo capaz de engañar y sorprender la buena fe de otro,
sino es indispensable la comprobación del dolo, la intención de engañar,
de procurarse un provecho injusto. Por tanto, pese a advertir que es
perfectamente factible que convenios entre particulares (entiéndase:
contratos civiles o mercantiles) funjan como medio de engaño o ardid
fraudulento, ello no es suficiente, sino merece un estudio particular de la
intención del sujeto activo de lucrarse ilícitamente del negocio. En palabras
corrientes, el hecho se materializa y consuma cuando se emplea un medio
susceptible de engañar siempre y cuando se pretenda efectivamente
defraudar a la víctima del delito. Consecuencialmente, el delito de estafa,
merece el examen de presupuestos subjetivos, plenamente demostrados,
que determinen visiblemente el ánimo de engañar y procurarse un
provecho injusto.
En comentarios del Código Penal Español resultan pertinentes las
siguientes conclusiones:
´En el ilícito penal de la estafa, el sujeto activo sabe desde el mismo
momento de la concreción del contrato, que no podrá o no querrá cumplir
con la contraprestación que le corresponde en compensación del valor o
cosa recibidos, y que se enriquecerá con ellos. Esta doctrina, (es)
conocida como la de los contratos civiles o mercantiles criminalizados...´.
La estafa entiende un dolo inicial al contratar; aquellos supuestos donde el
medio para defraudar se materialice en la celebración de un contrato entre
las partes, el dolo no es sobrevenido, sino que desde el inicio de la
celebración del convenio existe en cabeza del sujeto activo la intención de
lucrarse ilícitamente, de engañar al otro contratante. Lo anterior es
precisamente el elemento distintivo de la estafa respecto de la apropiación
indebida. En esa dirección apuntan las enseñanzas del profesor Grisanti
Aveledo cuando entiende que: ´La estafa se caracteriza por el dolo inicial o
dolo al comienzo. En otros términos, el dolo es anterior a la tenencia o
recepción de la cosa´.
Los representantes del Ministerio Público no acreditan (en el escrito de
acusación) elemento alguno que evidencie la intención del sujeto activo de
lucrarse ilícitamente, de engañar al otro contratante. No aparece
demostrado el ánimo de defraudar; conforme los documentos sometidos a
la consideración de esta Dirección, únicamente se infiere la celebración de
un contrato de sociedad, de un convenio privado donde se pacta la
adquisición de un conjunto de acciones de la ´SM ILLCC C.A´., y la
manera de cancelación de las mismas. En consecuencia, la verosimilitud
del dolo o la intención de defraudar es difusa, nublada e imprecisa. Tal y
como se convino supra, un convenio de naturaleza mercantil – como bien
lo sería un contrato de sociedad – podría devenir en un mecanismo
idóneo de engaño; no obstante, dicha cualidad no es ostentada per se,
sino merece el examen de otra circunstancia que avale tal calificación.

842
Sostener lo contrario, implicaría una interpretación extensiva (exagerada)
del tipo penal de estafa, tolerando su aplicación incluso cuando se
verifique el simple incumplimiento de cualquiera cláusula contractual
convenida. En consecuencia, esta Dirección advierte que únicamente se
presume la celebración de un convenio privado, cuyo (in)cumplimiento es
materia propia de ser planteada ante otras instancias (ajenas al ámbito
penal).
Tal y como se sostuvo en líneas precedentes, el delito de estafa
presupone la satisfacción de específicos elementos estructurales del tipo
penal. Valga reiterar la fórmula utilizada por el Código Penal cuando
estipula:
´Artículo 464. El que, con artificios o medios capaces de engañar o
sorprender la buena fe de otro, induciéndole en error, procure para sí o
para otro un provecho injusto con perjuicio ajeno, será penado...´.
Pues bien, corresponde en este apartado referirnos al ´error´, a la falsa
representación de la realidad en la víctima como producto de los artificios o
engaños desplegados por el agente delictivo.
El profesor Grisanti Aveledo concluye con lo siguiente:
´La consecuencia del empleo de los medios fraudulentos ha de ser inducir
en error a la víctima. Error es una falsa representación de la realidad... Hay
una sucesión de nexos causales: el artificio provoca el error y éste, a su
vez, determina la prestación perjudicial. La estafa no se concibe sin el error
de la víctima´.
Por su parte, el maestro Sebastián Soler es mucho más claro cuando
expone:
´Dentro del proceso sucesivo de los hechos que integran una estafa, la
situación del error podría decirse que es central. Debe ocupar un lugar
intermedio entre el ardid y la disposición patrimonial y con ambos debe
mantener una estrecha relación de razón suficiente. El ardid debe haber
determinado el error y este a su vez, debe haber determinado la
prestación´.
El error constituye el efecto o consecuencia del engaño, es el éxito de la
maquinación. Este elemento juega un doble papel, ya que en principio
debe ser la consecuencia del acto engañoso, y en segundo lugar, debe
motivar la disposición patrimonial que causa un perjuicio.
Como corolario de todo lo anterior, imperioso es concluir que el ´error´ es
la falsa representación de la realidad, la falsa noción sobre algo. La estafa,
como hecho punible, entiende la utilización de mecanismos engañosos
capaces de inducir en error a la víctima; el engaño es el presupuesto del
error, se trata de un proceso sucesivo, de un vínculo de dependencia
donde aquel es antecedente obligatorio de éste. De no patentarse dicha
reciprocidad tampoco se materializaría el delito en examen.
Entre los ciudadanos E.A. y A.M., existe un convenio privado, un ´contrato
de sociedad cuyo objeto entiende la enajenación de unas cuotas de
participación de la SM ILLCC, C.A. No pretende este espacio un estudio
profundo de los contratos como fuentes de las obligaciones, no obstante,
es imprescindible subrayar algunas disposiciones del Código Civil que en
mucho pueden contribuir con las conclusiones que se pretenden infra. En
efecto, el artículo 1141 del referido texto legal dispone:
´Las condiciones requeridas para la existencia del contrato son:/1.
Consentimiento de las partes; /2. Objeto que pueda ser materia del
contrato; y 3. Causa lícita´.
Seguidamente, el artículo 1142 ejusdem advierte:/ ´El contrato puede ser

843
anulado: 1. Por incapacidad legal de las partes o de una de ellas; y 2. Por
vicios del consentimiento´.
Si se conviene en la existencia de un ´contrato de sociedad´, indispensable
es hondear en los requisitos de validez y eficacia que predisponen el
régimen contractual. Éstos son:
El consentimiento presuntamente plasmado en documento autenticado
con fecha 26 de enero de 2000, donde constan las respectivas firmas de
ambos contratantes.
El ´objeto´ del contrato es ´posible, lícito y determinado´, es decir, la
enajenación de determinado número de acciones; dicha operación otorga
plena cualidad de accionista al ciudadano A.M.
Y por último, la ´causa´ del contrato merece ser lícita; la finalidad de la
sociedad no puede contravenir el orden jurídico, lo pretendido debe
ajustarse a la ley (en el caso que nos ocupa es la participación en un
proyecto inmobiliario, a saber, en la SM ILLCC, C.A.).
Pues bien, procurando un orden en lo expuesto, es perfectamente factible
que el consentimiento, como presupuesto de validez contractual, se
encuentre viciado al momento de su formación. Los vicios del
´consentimiento´ han sido identificados en doctrina como: el dolo, la
violencia y el error. Los dos primeros no merecen estudio alguno, sin
embargo, el ´error´ (como elemento estructural del tipo penal analizado: la
estafa) impone una pausa justificada.
Valga reproducir en este momento lo concluido en líneas acotadas supra:
el error supone una falsa representación de la realidad, la falsa noción que
se tiene sobre determinada cosa. Sobre el particular, mayúscula
importancia merece lo expuesto por el profesor Arteaga Sánchez:
´En la estafa, como ya lo hemos señalado, como consecuencia de un
engaño, una persona es inducida a error, lo cual determina la disposición
patrimonial. Ahora bien, el error padecido por la víctima puede versar
sobre la naturaleza, condiciones causas o motivos de un determinado acto,
sobre las condiciones o cualidades de una determinada persona, o sobre
la naturaleza o cualidades de una determinada cosa. Así por ejemplo,
puede un sujeto padecer un error relativo al acto que realiza, como creer
que vende, cuando en realidad está haciendo una donación; o creer que
entrega determinada cantidad a una persona, tratándose de otro impostor;
o creer que compra algo de mucho valor cuando en realidad se trata de un
objeto despreciable y sin ningún valor´.
Conforme los alegatos sometidos a la consideración de este Despacho, no
es posible aseverar tajantemente que nunca hubo un ´error´ inducido en el
ciudadano A.M., sin embargo, los representantes del Ministerio Público, en
el escrito de acusación, no refieren en espacio alguno las circunstancias
que determinaron el error inducido en la víctima; no especifican cuál fue el
engaño provocado, ni mucho menos la falsa representación de la realidad
que produjo en el sujeto pasivo. Simplemente se evidencia que ambos
contratantes consentían en la celebración de un ´contrato de sociedad´; el
objeto del convenio era la enajenación de cierto número de acciones con el
propósito lícito de adquirir la cualidad de accionista en la empresa
constituida. No podía materializarse un error in personae, toda vez que
cada contratante conocía plenamente las cualidades de su contraparte. Y
no era dable argüir error respecto a cosa o bien alguno; existía un contrato
mercantil cuyo objeto era obtener la participación en la SMI LLCC C.A.
En principio, de acuerdo a los documentos en análisis, podría asumirse un
simple incumplimiento de condiciones contractuales cuya resolución es

844
propia de instancias judiciales civiles; este Despacho (bajo un examen a
priori) no discierne el ´error´ inducido en la víctima capaz de materializar
por completo los elementos estructurales del tipo de estafa.
Pretende este apartado un examen conjunto de la siguiente fórmula: “el
que procure para sí o para otro un provecho injusto con perjuicio ajeno”. La
estafa supone por medio del engaño la obtención de un provecho
inmerecido con ocasión de un perjuicio patrimonial de la víctima.
Nuevamente Grisanti Aveledo orienta con sus conclusiones:
´Provecho injusto es cualquier beneficio, económico o moral, que el sujeto
activo deriva de u conducta, para sí o para otro, sin tener motivo legítimo
para ello. Por tanto, no hay estafa cuando el acreedor logra, mediante
artificios, que el deudor le entregue lo que le debe(...) perjuicio ajeno es el
daño económico, jurídicamente apreciable y correlativo al provecho
obtenido, causado a otro´.
Y Núñez Tenorio complementa con lo siguiente:
´Como se desprende la norma legal que informa este comentario, el
provecho debe ser injusto, esto es, debe estar integrado por un lucro al
cual no tenía derecho el agente, o lo que es lo mismo, que el provecho no
sea legítimo, pues cuando es así, no existe delito de estafa´.
Los abogados denunciantes resumen en su escrito los siguientes
argumentos:
´El Ministerio Público, irreflexivamente, consideró delictivo el sólo hecho
que el ciudadano E.A., recibiera cantidades de dinero por parte de A.M.,
omitiendo observar, adrede, que dichas cantidades de dinero tienen su
causa en el pago del precio de acciones de propiedad del primero, y que a
raíz de la referida compra de participación accionaría A.M., es actualmente
socio de EA, en dos compañías y además miembro de la Junta Directiva
de una de ellas´.
En criterio de esta Dirección, el monto pactado no constituye un ´provecho
injusto´. Se convino en la existencia de un ´contrato de sociedad´
perfectamente consentido entre las partes cuyo objeto era la adquisición
de unas cuotas de participación. Pues bien, la contraprestación debida por
la enajenación de las acciones nunca podría suponerse como un
´provecho injusto´; al contrario, se trata de un monto lícitamente debido al
propietario de la sociedad mercantil. En el caso que nos ocupa, no se
evidencia -en principio- el incumplimiento de la obligación en sí. Si lo
pactado no se entiende ajustado a los parámetros y lineamientos que rigen
dicha relación societaria, nada es óbice para acudir a instancias judiciales
civiles y exigir el cumplimiento efectivo de lo pactado, junto con las
especificaciones del caso. En consecuencia, no existe un ´provecho
injusto´ en favor del ciudadano E.A.; existe un monto acordado como
contraprestación de las acciones enajenadas, circunstancia que legitima el
provecho obtenido.
Por otra parte, Arteaga Sánchez aclara acertadamente:
´Pero no basta, para que se configure el delito de estafa, la obtención de
un provecho injusto; la ley exige además un correlativo perjuicio o daño
ajeno. Ahora bien, ha de tratarse, obviamente de un perjuicio o daño de
carácter patrimonial. Y si entendemos por patrimonio el conjunto de los
valores económicos de una persona, como lo señala Mezger, se hablará
de perjuicio patrimonial cuando haya habido una disminución de ese
conjunto de valores, esto es, cuando haya empeorado o sufrido algún
deterioro la situación económica general de su sujeto, bien sea por una
redacción del activo o por un aumento del pasivo, tomándose en cuenta

845
tanto el daño emergente como el lucro cesante´.
Cuando el artículo 464 del Código Penal exige la producción de un
perjuicio material entiende un daño económico, una merma patrimonial que
sufre el sujeto pasivo, como consecuencia del erróneo acto de disposición
patrimonial realizado a favor del sujeto activo.
Después de todo lo expuesto supra no merece mayor detenimiento el
estudio de este elemento estructural del tipo penal de estafa. En párrafos
recientes se sostuvo que el dinero acordado como contraprestación de las
acciones adquiridas por el ciudadano A.M., no podía ser interpretado como
un provecho injusto en favor del imputado; consecuencialmente, la merma
económica -de haberse materializado en el patrimonio de la víctima- no
puede considerarse un perjuicio ilegítimamente causado, sino el efecto
inmediato producto de la relación societaria convenida...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:246
CP art:464
CC art:1141
CC art:1142

DESC CONTRATOS
DESC ESTAFA
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.939-951.

846
299
TDOC memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-591-2004 FECHA:20041011
TITL Diferencias entre el hurto agravado previsto en los ordinales 1º
y 8º del artículo 454 del Código Penal.

FRAGMENTO

“Por otra parte, resulta sumamente llamativo que la fiscal subsumiera los
hechos en el artículo 454.8 del Código Penal, cuando lo realmente
correcto, vistas las circunstancias particulares que rodean este caso,
habría sido encuadrarlos en el artículo 454.1 eiusdem. El fundamento de
esta afirmación radica en que los supuestos de ambas normas resultan
totalmente distintos, siendo varios los parámetros de diferenciación de los
dos preceptos jurídicos en estudio. En primer término tenemos, el
elemento espacial, el cual cobra suma relevancia en el presente caso, en
virtud de que en el supuesto del artículo 454.8, el sitio donde se ejecuta el
hurto debe ser un establecimiento que por sus características debe
exponer la cosa al alcance de cualquier persona, es decir, debe tratarse de
un lugar público (aceras, plazas, entre otros) o abierto al público (por
ejemplo, las iglesias); mientras que en la norma del artículo 454.1 debe
tratarse de un establecimiento público propiamente dicho (por ejemplo, las
sedes de los organismos públicos).
En segundo lugar, debe considerarse el elemento real, que se refiere a la
naturaleza de la cosa hurtada, en razón de que en el precepto contenido
en el artículo 454.8 se protegen objetos comunes que son dejados en un
lugar público o abierto al público, en razón de la costumbre o por su propia
naturaleza intrínseca (por ejemplo, los objetos ofrecidos a la venta en los
mercados al aire libre); mientras que la norma del artículo 454.1 tutela la
propiedad sobre objetos destinados a un fin de utilidad pública,
especialmente cosas que funjan como medios para la prestación de un
servicio público.
Es de resaltar que el objeto material del delito en el presente caso estaba
constituido por tres (3) barras de aluminio que formaban parte del cuarto
riel de la vía férrea del Metro de Caracas, las cuales constituyen objetos
cuyo uso estaba destinado a la utilidad pública, en razón de que además
de pertenecer a una empresa estatal, se encontraban en un
establecimiento público fungiendo como elementos imprescindibles para la
realización de la actividad propia de dicho establecimiento,
específicamente, se trataba de partes del sistema ferroviario del metro de
la ciudad de Caracas, el cual es una sociedad mercantil cuya titularidad
pertenece al Estado venezolano, y que tiene por finalidad primordial
prestar un servicio público a la colectividad. En tal sentido se debe
recordar que la naturaleza jurídica del Metro de Caracas es la de ser una
empresa estatal, por lo cual puede ser considerado como un ente
descentralizado funcionalmente, es decir, un sujeto de Derecho que se
encuentra incardinado en la estructura organizacional de la Administración
Pública Descentralizada Funcionalmente.
Entonces, partiendo de las premisas consistentes en que las mencionadas
barras de aluminio sí son bienes de utilidad pública, y que la Compañía
847
Anónima Metro de Caracas es un establecimiento público, en caso que el
hurto se consume dentro del recinto de éste, y a su vez recaiga sobre
aquéllas, a todas luces se tratará de un hurto agravado cuyo
encuadramiento deberá recaer necesariamente en el artículo 454.1 del
Código Penal.
Hacia esta línea de criterio apunta la Doctrina institucional, la cual sobre el
punto señala lo siguiente:
´En los delitos de hurto agravado señalado en el artículo 454 ordinal 1 del
Código Penal debe estar plenamente comprobado que el sujeto pasivo de
la acción sea un ente público, quedando incluido dentro de ese a las
figuras de derecho privado de capital absolutamente estata´l.En este orden
de ideas, se aprecia que el criterio de la fiscal anteriormente identificada
resulta desatinado, en virtud de que a pesar que el hecho constituye un
hurto agravado, aquélla lo encuadró erróneamente en el artículo 454.8 del
Código Penal, el cual -tal como se indicó anteriormente- regula la figura del
hurto sobre objetos que se mantienen expuestos a la confianza pública,
cuyo fundamento es a todas luces distinto al que sustenta la agravante
contenida en el artículo 454.1 eiusdem”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:454-1
CP art:454-8

DESC CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES


DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC HURTO
DESC METRO DE CARACAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.951-953.

848
300
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-32-633-2004 FECHA:20041101
TITL Puede imputarse el delito de homicidio previsto en el artículo
407 del Código Penal, a título de comisión por omisión, al
profesional de la medicina que ostentando una posición de
garante respecto del paciente, haya omitido la atención
requerida.

FRAGMENTO

“De acuerdo a los hechos objeto de la investigación, esta Dirección


considera, que en el presente caso … tomando en cuenta la manera como
fueron plasmados los hechos y fundamentados los elementos de
convicción en el escrito fiscal- la materialización del delito de homicidio
intencional, previsto en el artículo 407 del Código Penal, a título de
comisión por omisión.

En este sentido, Santiago Mir Puig establece que:

´El tipo de comisión por omisión posee en su aspecto objetivo una


estructura igual al delito de omisión propiamente dicho: integrada por: la
situación típica, la ausencia de acción determinada y la capacidad de
realizarla, los cuales, se encuentran complementados a su vez, con la
concurrencia de otros tres elementos particulares, necesarios para la
construcción de la imputación objetiva, cuales son: la posición de garante,
la producción de resultado y la posibilidad de evitarlo´.
Igualmente, el mencionado autor señala: ´…que la posición de garante
integra necesariamente la situación típica de los delitos de comisión por
omisión no expresamente tipificados en la ley penal´ Es decir, la posición
de garante completa una parte del tipo objetivo del delito de comisión por
omisión, pero con la dificultad que la misma no viene impuesta por el
Derecho Penal, sino que viene impuesta por otras áreas distintas al
ordenamiento jurídico penal.
Sin embargo, el problema se plantea a la hora de delimitar las fuentes de
posición de garante. En este sentido, la Doctrina ha tratado de
fundamentar la misma con base en dos tendencias: la primera: ´es la
teoría formal del deber jurídico´, que para decidir la existencia de la
posición de garante atendía a sus fuentes formales (generalmente se
menciona la ley, el contrato y el actuar precedente). Una segunda
tendencia: ´es la teoría de las funciones´, ampliamente extendida en la
Doctrina alemana actual, procedente del autor Alemán Armin Kaufman,
que fundamenta la posición de garante en la relación funcional
materialmente existente entre el sujeto y el bien jurídico.
Así las cosas, para que se pueda configurar esa relación materialmente
existente entre el sujeto y el bien jurídico -siguiendo la teoría de las
funciones-, y por vía de consecuencia, determinarse la posición de
garante, se debe tener en cuenta dos ideas centrales: a) la creación o
´aumento´, en un momento anterior, de un peligro atribuible a su autor, y b)
que tal peligro determine, en el momento del hecho, una situación de
849
dependencia personal del bien jurídico respecto de su causante.
Con respecto al primer requisito, ha señalado Santiago Mir Puig ´que la
creación o aumento de un riesgo´ imputable en un momento anterior no es
todavía típica -por ser anterior-, pero permite afirmar que el omitente no es
ajeno al peligro del bien jurídico, sino que es responsable de dicho peligro
y está obligado personalmente a evitar que se convierta en lesión. Para
ello no bastará que haya causado o aumentado el riesgo, sino además que
lo haya hecho voluntariamente, y que permita atribuírselo. Y con respecto
al segundo requisito de la dependencia personal, hará falta además, que la
existencia o indemnidad del bien jurídico cuyo peligro se ha creado, quede
efectivamente en manos del omitente.
En este sentido, en el caso de marras se observa:
´...que el día 4 de julio del año 2001, siendo aproximadamente las 11: p.m
su hijo J.P.R.S. de tres (3) años de edad, para el momento de los hechos,
había presentados dolores leves a nivel del estomago, su esposa le
suministro diez (10) gotas del medicamento conocido como Atroverán,
presentó vómitos, y lo llevaron al medico siendo trasladado en el carro de
su propiedad hasta la clínica Lara ubicada en Cabudare, Av. Intercomunal
Barquisimeto Acarigua, Municipio Palavecino. Una vez en el referido sitio
la enfermera de guardia procedió a tomarle la vía en la vena al niño para
suministrarle suero -vía intravenosa- , como a la 1: 10 am. lo llevaron para
la sala de radiología, para practicarle una radiografía abdominal, y una vez
allí médico acusado H.R.G.D., le informa al padre del niño que en la placa
se observa muchas heces y gases en el estomago que había decidido
indicarle un enema rectal, que en un lapso aproximado de diez minutos le
aplicaron un segundo enema rectal… . Que el mencionado médico le
solicitud una segunda opinión al médico A.T.L.S., el cual le manifestó a los
padres que lo observado en las placa era una mancha marrón y que no le
gustaba porque podría ser que los intestinos se estaban entrelazando que
había que sondearlo para determinar la naturaleza de la mancha y
destacar una posible hemorragia, dejarlo por lo menos seis (6) horas en
observación para operarlo. Al niño en cuestión no se le practicaron estos
exámenes ya que el mismo no tenía seguro médico y los costos eran muy
altos, ante esta situación el médico H.R.G.D., les manifestó a los padres
que trasladaran al niño al hospital pedriático, le quitaron el oxigeno y que
se lo llevaran lo más pronto posible por sus medios porque en la clínica
Lara para ese momento no había ambulancia. Ante esta situación y la
remisión del médico H.R.G.D. al hospital pediátrico, del niño quien
diagnosticó obstrucción intestinal que ameritaba intervención quirúrgica
(A.A.Q.), obstrucción intestinal Bridas post – operatoria. Los padres
procedieron retirarse de la clínica pero no los dejaban irse hasta cancelar
la suma de ochenta y nueve mil bolívares (89.000, oo), durante un lapso
de 45 minutos de espera con el niño en el carro de los padres y estos sin
poderse ir porque no había línea para tarjeta de debito, es por lo que el
padre decide dejar en garantía su aparato celular. Al llegar al hospital
pediátrico Agustín zubillaga, los medios de guardia atendieron al niño
dándole técnicas de resucitación pues presentaba cianosis peribucal y
peridistal entre otras, siendo infructuoso el procedimiento y produciéndose
la muerte. Por otro lado, el medico que practicó la Autopsia legal arrojo
intoxicación medicamentosa...´.
Así las cosas, esta Dirección considera -tomando en cuenta la relación de
los hechos en el escrito fiscal- que el representante del Ministerio Público
pudo haberse planteado la posibilidad de acusar por homicidio intencional,

850
previsto en el artículo 407 del Código Penal a título de comisión por
omisión, si se toma en cuenta la ´teoría de las funciones´, ya que de la
narración de los hechos se desprende que el médico H.R.G.D., con su no
actuación al no querer atender al niño J.P.R.S., configuró la relación
material entre el sujeto y el bien jurídico.
Consecuencialmente, el médico al conocer del grave estado de salud en
que se encontraba el niño, y al no propender su atención médica por
carecer éste de los recursos económicos suficientes, configuró la relación
material existente entre un sujeto y el bien jurídico, o, sea, entre el médico
y el niño (hoy occiso); en opinión de esta Dirección, el médico habría
aumentado el riesgo latente (es decir, la vida del niño se encontraba en
peligro, y así lo habían detectado los profesionales de la medicina que lo
habían atendido) al omitir la atención que la víctima requería para ese
momento; pero adicionalmente, podría colegirse, de igual manera, una
relación de dependencia personal entre el médico y el bien jurídico en
peligro (entiéndase: la vida del niño), pues el omitente (sic) (médico), en
este caso, podía haber estado personalmente obligado a evitar que el
riesgo advertido deviniera efectivamente en un daño. Así pues, de un
menudo examen de los hechos ocurridos, podría presumirse la
satisfacción de las dos ideas centrales que patentizan la fuente de garante
en este caso...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:407

DESC AUTOPSIA
DESC DELITOS POR OMISION
DESC HOMICIDIO
DESC MEDICOS
DESC NIÑOS
DESC RESPONSABILIDAD LEGAL DEL MEDICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.953-956.

851
301
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-466-2004 FECHA:20040812
TITL El concepto de norma jurídico-penal y el principio de legalidad
en el derecho penal, deben tomarse en consideración a la hora
de identificar la existencia de hechos típicos en el ordenamiento
jurídico penal.

FRAGMENTO

“En primer término, cabe destacar que la fiscal le ha imputado a los


adolescentes anteriormente identificados, la comisión de un delito
inexistente en nuestra legislación penal sustantiva. En tal sentido, señala
la fiscal que los adolescentes acusados se encontraron incursos en el
delito de obstrucción de libre tránsito, hecho punible que en su criterio, se
encuentra tipificado en el artículo 51 de la Ley de Tránsito y Transporte
Terrestre.
Tal como se explicará infra, se debe señalar que la norma anteriormente
indicada de ninguna manera contiene un tipo penal, en razón de que su
naturaleza es la de ser un mandato de carácter administrativo general,
cuyo espíritu es el de establecer las bases generales para la regulación del
libre tránsito en las vías públicas. Dicho precepto jurídico reza lo siguiente:
´Artículo 51. Las autoridades administrativas competentes, en el ámbito de
sus respectivas circunscripciones, garantizarán que la circulación peatonal
y vehicular por las vías públicas, (...) segura y sin impedimentos de
ninguna especie./ Por ningún motivo puede impedirse el libre tránsito de
los vehículos o peatones en una vía pública. Los ciudadanos, previa
obtención de la autorización emanada de la autoridad competente, tienen
derecho a manifestar, sin afectar, obstruir o impedir el libre tránsito de
personas y vehículos´.
En este orden de ideas, esta Dirección observa que la representante fiscal,
al interpretar la norma anteriormente transcrita, por una parte pretende
extraer de su redacción una norma jurídico-penal y por ende un delito, y
por la otra, atribuir dicho ilícito penal a los imputados. Tal proceder resulta
obviamente incorrecto, por desconocer principios básicos del Derecho
Penal, y constituye además un peligroso ataque contra la indemnidad de
nuestro estado de Derecho y de Justicia. En vista de tales implicaciones de
la acusación interpuesta por la fiscal anteriormente identificada, y a los
fines de lograr una mayor claridad y sistematización en la presente opinión,
resulta forzoso abordar sucintamente el estudio de dos temas neurálgicos,
relacionados con el presente caso. Dichos temas son: 1.- El concepto de
norma jurídico-penal; y 2.- El principio de legalidad en el Derecho Penal.
Con relación al primer punto, debemos partir de la noción genérica de
norma jurídica, la cual no es más que un mensaje prescriptivo, que se
exterioriza a través de determinados símbolos, los cuales normalmente
consisten en enunciados. Estos últimos, específicamente en el campo del
Derecho, son los enunciados legales o textos legales. Vemos entonces
que esta figura de la norma jurídica es el género, de la cual una de sus
especies es la categoría correspondiente a las normas jurídico-penales.
Por lo tanto, toda norma jurídico-penal es norma jurídica, pero no toda
852
norma jurídica es norma jurídico-penal.
Ahora bien, resulta necesario también estudiar cómo se encuentra
estructurada conceptualmente esta última categoría de norma, ello a los
fines de lograr una correcta diferenciación con normas jurídicas de distinta
naturaleza. En tal sentido, debemos partir de que la estructura lógica de
toda norma, sea o no penal, contiene dos componentes fundamentales, a
saber: un supuesto de hecho y una consecuencia jurídica. Lo anterior ha
sido resaltado de manera diáfana por Larenz, quien afirma que ´la norma
jurídica enlaza, como toda proposición, una cosa con otra. Ello asocia al
hecho circunscrito de modo general, el supuesto de hecho, una
consecuencia jurídica, circunscrita asimismo de modo general. El sentido
de esta asociación es que, siempre que se dé el hecho señalado en el
supuesto de hecho, tiene entrada la consecuencia jurídica, es decir, vale
para el caso concreto´.
Específicamente en el caso de las normas jurídico-penales, se podría
afirmar a primeras luces, que el supuesto de hecho sería la conducta
delictiva, y la consecuencia jurídica sería el deber de imponer la pena o la
medida de seguridad. Pero es el caso que en este punto no se agota la
problemática referida a la conceptualización de la norma penal. En tal
sentido, y desde otra óptica, podría hablarse de la existencia de una norma
primaria, y por otra parte de una norma secundaria. La primera está
dirigida al ciudadano, a los fines de prohibirle la realización de una
conducta dañosa determinada, tal como ´no matarás´ o ´no robarás´, pero
es de resaltar que tal prohibición no se aprecia claramente en la redacción
del enunciado legal que exterioriza la norma, sino que viene expresada de
forma tácita. Por otra parte, tenemos la norma secundaria, la cual se
encuentra dirigida al juez, y que tiene por fin obligar a éste a que imponga
la sanción legal respectiva, en caso de que el ciudadano incurra en la
trasgresión del mandato prohibitivo que la norma -a través de su
enunciado- prescribe.
Ahora bien, para una mejor armonización de las categorías que componen
la teoría de la norma jurídica, debemos conjugar dichas categorías básicas
de supuesto de hecho y consecuencia jurídica, con las de norma primaria y
norma secundaria. En tal sentido, al analizar cualquier norma jurídico-
penal, percibimos fácilmente -y a primeras luces- en la redacción del
enunciado de aquélla, la norma secundaria, siendo el supuesto de hecho
de dicha norma secundaria la conducta delictiva, y su consecuencia
jurídica el deber de imponer la pena o la medida de seguridad, según sea
el caso. Pero no debemos obviar que existe una norma primaria, que
aunque expresamente no se encuentre en la redacción del enunciado
legal, se encuentra tácitamente inserta en el núcleo conceptual de la
norma. Estas normas primarias también tienen un supuesto de hecho y
una consecuencia jurídica. El primero sería una situación fáctica y de
posible realización por parte del destinatario (ciudadano), y la segunda
sería el deber incondicionado de aquél de no materializar tal situación
fáctica.
Ahondando más en el tema, también resulta necesario, a los efectos de la
presente explicación, hacer referencia a las categorías denominadas como
normas de valoración y normas de determinación, las cuales también
forman parte integral de la teoría de la norma jurídico-penal. En tal
sentido, vemos que las normas penales implican -tal como se señaló
anteriormente- un imperativo, el cual se traduce en la prohibición de
realizar ciertas conductas; pero a su vez contienen valoraciones

853
específicas (juicios de valor), como lo son las valoraciones negativas
realizadas sobre determinadas conductas que el Derecho penal considera
como socialmente dañosas, valoraciones positivas de bienes jurídico-
penales y otros intereses jurídicos, etc. En el primer supuesto (imperativos)
nos encontramos ante normas de determinación, es decir, normas que
imponen un deber específico. En el segundo caso (valoraciones), nos
encontramos ante normas de valoración, las cuales materializan un juicio
de valor sobre determinados elementos. Con relación a la ubicación
sistemática de estas dos últimas categorías, cabe afirmar que la norma de
valoración (juicio de valor) encuentra su sede lógicamente en la norma
primaria, contenida a su vez tácitamente en el núcleo de la norma jurídico-
penal; y la norma de determinación (imperativo) encuentra su sede tanto
en la norma primaria (deber impuesto al ciudadano) como en la norma
secundaria (deber impuesto al juez), dado que ambas implican
imperativos.
En conclusión, debe acotarse que la valoración debe anteceder
necesariamente al imperativo, es decir, en primer lugar el Derecho Penal
debe valorar (negativamente) ciertas conductas, así como también debe
valorar (positivamente) ciertos bienes jurídicos-penales; acto seguido, una
vez determinado el carácter dañoso de esas conductas y la importancia de
esos bienes jurídicos, debe pasarse a prohibir (norma primaria) al
ciudadano dichas conductas en virtud del daño o peligro que pueden
representar para esos bienes jurídicos, y establecer el deber para el juez
(norma secundaria) de imponer una pena determinada en caso que el
ciudadano infrinja esa prohibición. Todo este complejo de elementos y
operaciones lógicas que necesariamente deben concurrir, es lo que le da
composición a la norma jurídico-penal.
En lo que respecta al escrito de acusación objeto del presente análisis,
vemos que uno de los preceptos jurídicos en los cuales se fundamentó es
el artículo 51 de la mencionada Ley de Tránsito Terrestre. Dicho precepto,
a pesar de que efectivamente es una norma jurídica, no constituye de
ninguna manera una norma jurídico-penal, en razón de que su estructura
no reúne los elementos anteriormente explicados, es decir, contiene
simplemente un mandato dirigido a las autoridades administrativas a los
fines de que éstas garanticen que la circulación peatonal y vehicular sea
fluida, conveniente, segura y sin impedimentos, así como también un
mandato dirigido a los ciudadanos de no impedir, afectar u obstruir el libre
tránsito de personas y vehículos, pero el legislador no ha incardinado en
su enunciado una sanción penal en caso de incumplimiento, de lo que se
evidencia que el legislador no tuvo la voluntad de tipificar como delito tal
conducta directamente en la anterior ley.
En pocas palabras, apreciamos que hay en cierta forma una norma
primaria, constituida por una determinación específica y por una valoración
positiva del concepto de libre tránsito, pero falta la norma secundaria, es
decir un mandato dirigido al juez para que imponga una sanción penal
determinada en caso de incumplimiento de la anterior determinación.
Además, dicha norma se encuentra incluida en el Título III de la señalada
ley (el cual contiene lo referido al tránsito terrestre), específicamente en el
capítulo referido al régimen administrativo de la circulación en las vías
públicas (Capítulo V), por lo que mal podría incluir dicho capítulo un tipo
penal, el cual en tal caso se encontraría en el Capítulo II del Título VI de la
ley, el cual se refiere a la responsabilidad derivada de los accidentes de
tránsito, y allí no lo está.

854
En conclusión, la naturaleza de norma jurídica in commento, tanto por su
estructura lógica como por su ubicación sistemática en la ley (criterio de la
sede legislativa), es la de ser un precepto que establece una de las bases
fundamentales para la regulación administrativa del tránsito peatonal y
vehicular, por lo cual pertenece al campo del derecho de tránsito y por
ende al Derecho Administrativo, pero nunca al del Derecho Penal, en
razón de que no contiene un tipo penal.
Por otra parte, en lo concerniente al principio de legalidad en el Derecho
Penal, valga acotar que aquél constituye uno de los pilares fundamentales
para el efectivo mantenimiento del Estado de Derecho. Esencialmente, su
formulación se traduce en que todo el régimen de los delitos y las penas,
debe estar regulado necesaria y únicamente en los actos que por
excelencia son dictados por el órgano legislativo del Estado, a saber, en
las leyes. Por lo tanto, su configuración formal básica se traduce en el
aforismo nullum crimen, nulla poena sine lege.
Cabe resaltar que fue Beccaria uno de los primeros pensadores que
desarrolló sustancialmente dicho principio, quien sobre el particular señaló
de manera lapidaria que ´...sólo las leyes pueden decretar las penas de los
delitos, y esta autoridad debe residir únicamente en el legislador, que
representa toda la sociedad unida por el contrato social. Ningún
magistrado (que es parte de ella) puede con justicia decretar a su voluntad
penas contra otro individuo de la misma sociedad´.
Partiendo de lo anterior, se aprecia que el contenido de esta institución
jurídica se desglosa en cuatro aspectos estructurales. En tal sentido, se
habla en primer lugar de una garantía criminal, la cual implica que el delito
se halle previamente establecido por la ley (nullum crimen sine lege); de
una garantía penal, por la cual debe necesariamente ser la ley la que
establezca la pena que corresponda al delito cometido (nulla poena sine
lege); de una garantía jurisdiccional, en virtud de la cual la comprobación
del hecho punible y la ulterior imposición de la pena deben canalizarse a
través de un procedimiento legalmente regulado, y materializarse en un
acto final constituido por la sentencia; y por último, de una garantía de
ejecución, por la que la ejecución de la pena debe sujetarse a una ley que
regule la materia.
Como desarrollo de lo anteriormente expuesto, se debe señalar que en el
ámbito de nuestro Derecho positivo, los dos primeros postulados del
principio de legalidad encuentran refugio en el artículo 49 numeral 6 de la
Constitución Nacional, que prescribe “El debido proceso se aplicará a
todas las actuaciones judiciales y administrativas, en consecuencia: (...) 6.
Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no
fueren previstos como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes”,
y en el artículo 1 de nuestro Código Penal, que establece ´Nadie podrá ser
castigado por un hecho que no estuviese previsto como punible en la ley,
ni con penas que ella no hubiere establecido previamente´. Por otra parte,
los otros dos postulados del señalado principio están contenidos en el
artículo 1 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual prescribe ´Nadie
podrá ser condenado sin un juicio previo, oral y público, realizado sin
dilaciones indebidas, ante un juez o tribunal imparcial, conforme a las
disposiciones de este Código y con salvaguarda de todos los derechos y
garantías del debido proceso, consagrados en la Constitución de la
República, las leyes, los tratados, convenios y acuerdos internacionales
suscritos por la República´
Con base en lo anterior, podemos resaltar como características
855
fundamentales de dicha institución, en primer lugar, que constituye
una exigencia de seguridad jurídica, en el sentido de que se tome la
existencia y conocimiento previo de los delitos y de las penas, como
presupuesto para la imposición de un determinado castigo, y en
segundo lugar, que constituye una garantía política, que se traduce
en que el ciudadano no pueda ser sometido por el Estado a cumplir
penas cuyo establecimiento no haya sido aceptado por el pueblo.
En el presente caso, si observamos el proceder de la fiscal a la luz de los
planteamientos anteriormente explanados, vemos que la imputación
formulada por ésta, con relación al artículo 51 de la Ley de Tránsito y
Transporte Terrestre, no está ajustada a Derecho, por constituir una
flagrante vulneración del principio de legalidad, en lo que se refiere a la
garantía criminal. El fundamento de esta afirmación estriba en que la fiscal
ha hecho formal imputación de un delito (obstrucción del libre tránsito) que
no se encuentra contenido en el señalado artículo 51 -por las razones
anteriormente expuestas- ni en ningún otro rincón de nuestro
ordenamiento jurídico, es decir, es un ilícito penal jurídicamente
inexistente, por lo cual, mal podría la representante de la ´vindicta pública´,
tomando como base normativa ese precepto jurídico-administrativo y no
jurídico-penal, atribuir a varios ciudadanos la comisión de tal ´delito´, y por
consecuencia que también se condenase a éstos a cumplir las medidas
estipuladas en los literales b), d), y e) del artículo 620, en concordancia
con los artículos 626, 627 y 624, respectivamente, de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente.
En segundo lugar, con relación a la imputación del delito de incendio de
vegetación natural, tipificado en el artículo 50 de la Ley Penal del
Ambiente, y a la falta denominada traslado indebido de materiales
explosivos, contenida en el artículo 517 del Código Penal, esta Dirección
observa que aun cuando esos hechos punibles fueron mencionados
expresamente en el encabezado del escrito de acusación interpuesto, tal
señalamiento no se realizó en la sección relativa a los preceptos jurídicos
aplicables, así como tampoco en la correspondiente al petitorio. Tal
proceder de la representante del Ministerio Público, genera un alto grado
de incertidumbre, en virtud de que no se sabe a ciencia cierta si se están
imputando efectivamente tales hechos punibles, y por otra parte, no se
sabe cuál es el capítulo de la acusación que se debe tomar en cuenta, sea
a los fines del ejercicio del derecho a la defensa (por parte del imputado),
en el sentido de determinar qué es lo que eventualmente se debería
atacar; sea al momento de decidirse la admisión de la acusación fiscal, a
objeto de que el juez sepa con claridad cuáles son las imputaciones debe
tomar en consideración para efectuar tal acto procesal.
Por último, considera quien suscribe, que con relación al resto de los
delitos imputados, la calificación jurídica efectuada por la fiscal estuvo
ajustada a Derecho, salvo en lo que se refiere al delito de detentación
indebida de arma de guerra, en el cual la fiscal debió ser más específica,
en el sentido de que no concatenó la norma por ella invocada, a saber, el
artículo 273 del Código Penal, con el artículo 275 eiusdem, en virtud de
que la primera es una norma genérica referida a varios tipos penales,
mientras que la segunda es el tipo específico aplicable al caso... “.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49-6
LTTT art:51
856
CP art:1
CP art:273
CP art.275
CP art:517
COPP art:1
LOPNA art:620
LOPNA art:624
LOPNA art:626
LOPNA art:627
LPA art:50

DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC ARMAS
DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC CALIFICACIÓN JURÍDICA
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC INCENDIOS
DESC LEGALIDAD
DESC LEYES
DESC TIPICIDAD
DESC TRANSITO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.956-962.

857
302
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-03-26-623-2004 FECHA:20041025
TITL Para la configuración de un delito culposo debe verificarse,
entre otros elementos, la infracción de una norma de cuidado.

FRAGMENTO

“A manera de preludio, conviene en este inciso adelantar algunas notas


generales sobre los delitos culposos, consideraciones éstas, que incidirán
notablemente en las conclusiones que se pretenden infra.
Tal y como apunta Bacipalupo en su excelsa obra:
´...los Códigos penales no sólo contienen supuestos de hecho típicos
dolosos, es decir, tipos en los que la finalidad del autor coincide con la
realización del comportamiento prohibido (típico). Existen también
supuestos de hecho punibles en los que el autor realiza el tipo sin quererlo,
pero como consecuencia de su obrar descuidado, negligente... En el delito
culposo, en consecuencia, finalidad y comportamiento no coinciden (a
diferencia de lo que ocurre en los delitos dolosos); esta discrepancia está
compensada por la infracción del cuidado debido, que es, por tanto, el
fundamento del reproche penal´.
Básicamente, la característica principal de los delitos culposos, es la
existencia de una infracción al necesario deber de cuidado con que ha de
conducirse cada ciudadano. Si se trata, adicionalmente, de un delito
culposo de resultado de lesión, el resultado deberá ser objetivamente
imputable a la acción concretizada (Bacigalupo). Así pues -al igual que en
los delitos dolosos-, los ilícitos imprudentes demandan un examen
independiente y separado del aspecto objetivo y subjetivo del
comportamiento dañoso (entiéndase: tipo objetivo y tipo subjetivo). Al
respecto, Mir Puig enseña pertinentemente lo siguiente:
´Todo delito imprudente ofrece la siguiente estructura:/ 1.- La parte objetiva
del tipo supone la infracción de la norma de cuidado (desvalor de la
acción) y una determinada lesión o puesta en peligro de un bien jurídico
penal (desvalor del resultado./2.-La parte subjetiva del tipo requiere el
elemento positivo de haber querido la conducta descuidada, ya sea con
conocimiento del peligro que en general entraña (culpa consciente) o sin él
(culpa inconsciente), y el elemento negativo de no haber querido el autor
cometer el hecho resultante...´.
Sobre la base de lo reseñado supra, y con atención a los hechos
sometidos para la consideración de este Despacho, el ciudadano G.A.P.A.
(imputado en la presente causa), transitaba a una velocidad superior a la
legalmente permitida por el Reglamento de Tránsito Terrestre (entiéndase:
40 Kph -lo cual, comportaría, la concreción del desvalor de acción-). Como
corolario de lo anterior, el tipo objetivo del delito imprudente inquirido (a
saber, las lesiones producidas a la adolescente N.N.C.M. -desvalor del
resultado-), se habría satisfecho a cabalidad, y en consecuencia -producto
del exceso de velocidad evidenciado en el comportamiento típico del
imputado-, el deber objetivo de cuidado exigido en el caso concreto, habría
sido expresamente infringido.
Complementariamente, como bien puede deducirse de un simple examen
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exegético de las normas penales vigentes, no existe una definición del
´deber objetivo de cuidado´ exigible en cada situación en concreto, sino un
deber genérico cuya infracción resulta punible, si se satisfacen los
restantes elementos típicos exigidos por la norma. Advierte Bacigalupo -
sobre este particular-, que cada situación (sometida al conocimiento de los
tribunales), requiere concretar cuál era el deber de cuidado que incumbía
al autor, al momento de desplegarse la conducta típicamente relevante:
´La tipicidad de dicha acción se determinará, entonces, mediante la
comparación de la acción realizada con la exigida por el deber de cuidado
en la situación concreta´.
El autor precitado complementa con lo siguiente:
´La definición del deber concreto de cuidado exige decidir qué
circunstancias deberán tomarse en cuenta a estos efectos. Las opiniones
se dividen entre los que consideran que el deber de cuidado concreto debe
definirse objetivamente, es decir, sin tomar en cuenta las capacidades del
autor del hecho, y aquellos que -por el contrario- dan lugar a las
capacidades y conocimientos del autor y que proponen por ello un criterio
individual./El punto de vista objetivo prescinde, en principio, como se dijo,
del autor concreto y estima que el cuidado exigido por el deber es el que
hubiera puesto un hombre consciente y prudente en la misma situación sin
atender a la especial capacidad que pudiera tener el autor../ El criterio
individual, por el contrario, considera que no debe distinguirse entre
capacidades y conocimientos especiales y que aquello que rige para el
conocimiento especial es de aplicación también a la capacidad especial:
un cirujano que dispone de una capacidad excepcional que, de haber sido
empleada, hubiera evitado la muerte del paciente, habrá obrado
típicamente(...)si sólo empleó la capacidad propia del término medio./ El
criterio individual es preferible. Por lo tanto, la infracción del deber de
cuidado dependerá de las capacidades y de los conocimientos especiales
del autor concreto. Infringe el deber de cuidado el que no emplea el
cuidado que sus capacidades y su conocimiento de la situación le hubieran
permitido. A la inversa no infringe el deber de cuidado el que, de acuerdo
con sus capacidades y conocimientos, no podía haber previsto la
realización del tipo…´.
Prosiguiendo con la delimitación doctrinal del tipo objetivo en los delitos
imprudentes, conviene detenernos en algunas disertaciones dogmáticas
asentadas por Mir Puig en su obra, las cuales, reproducimos a
continuación:
´La infracción del deber de cuidado ha de tener como resultado la lesión o
puesta en peligro de un bien jurídico-penal. Dicho resultado puede consistir
tanto en un resultado separado de la conducta... como en la parte objetiva
de la conducta descrita en un tipo de mera actividad. En ambos casos es
necesario que el hecho resultante haya sido causado por la infracción del
deber de cuidado y pueda imputarse objetivamente a la misma...´.
Por vía de consecuencia, el resultado dañoso debe, necesariamente,
poder imputarse (objetivamente) a la imprudencia contenida en la acción,
lo cual comporta, además, una doble exigencia: a) La relación de
causalidad entre acción y resultado; b) Que la causación del resultado no
sea ajena a la finalidad de protección de la norma de cuidado infringida.
Este segundo (y último) requisito faltará en los siguientes escenarios Mir
Puig:
´1. Cuando, pese el riesgo creado, no era previsible el resultado concreto
causado./ 2. Cuando el resultado nada tenga que ver con la infracción

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cometida./ 3. Cuando el resultado se haya causado por la conducta
imprudente, pero se hubiese causado igual con otra conducta no
imprudente (casos de comportamiento alternativo correcto)´.
Los supuestos de conductas alternativas conforme a derecho, han sido
calificados por Roxin como ´el problema más discutido desde la
postguerra´. Básicamente, el escenario aquí planteado, demanda dilucidar
si se debe imputar un resultado, cuando un comportamiento alternativo
correcto hubiera evitado (con seguridad, o posiblemente) la causación del
resultado dañoso. Apelemos a un ejemplo para clarificar mejor lo
esbozado: Un determinado conductor quiere adelantar a un ciclista en
plena carretera; no obstante, se comprueba que al emprender dicha
conducta, no guarda la distancia requerida legalmente.
Complementariamente, se determina que el ciclista iba fuertemente
bebido, y en el momento del adelantamiento, gira la bicicleta (por una
reacción de cortocircuito, producto del alcohol ingerido), y por vía de
consecuencia, cae bajo las ruedas traseras del automóvil (deviniendo en la
muerte del ciclista). A los efectos de la eventual responsabilidad penal del
conductor, se acredita ulteriormente, que con toda probabilidad
(posibilidad), el accidente también se hubiese producido aunque se
hubiera guardado la distancia legalmente exigida. La pregunta es evidente:
¿puede imputarse objetivamente el resultado al actuar imprudente del
conductor?.
En el ejemplo referido, el automovilista infringe el deber objetivo de
cuidado que predeterminaba su conducta (entiéndase: procurar la
distancia requerida a los efectos del adelantamiento). No obstante, la
propia víctima (ciclista) coadyuva con el desenlace fatal, al maniobrar la
bicicleta en estado de ebriedad. La cuestión es determinar, si el conductor,
acatando los dispositivos legales que regían el acto del adelantamiento,
hubiese podido evitar la producción del resultado.
Sobre el particular -y en función del objeto de la presente opinión-,
conviene reseñar las disertaciones del profesor Mir Puig al respecto:
´La doctrina dominante exige aquí, para la imputación del resultado, que
hubiese sido seguro o prácticamente seguro(...)que si la acción no hubiese
sido imprudente no se hubiera producido el resultado (in dubio pro reo).
Para otro sector basta, en todo caso, que la imprudencia elevara
considerablemente el riesgo para que el resultado sea imputable a la
misma (teoría del incremento del riesgo)...´.
Bacigalupo aduce en idéntico sentido lo siguiente:
´La cuestión de la imputación objetiva del resultado será problemática en
los casos en que el objeto de la acción ya estaba expuesto a un peligro
capaz de producir el mismo resultado que la acción ha producido, pues en
estos casos podría ponerse en duda que el peligro jurídicamente
desaprobado creado por el autor se haya concretado en el resultado. Aquí
habrá que distinguir según el grado de probabilidad con que se hubiera
producido el resultado... (Para algunos) el resultado será objetivamente
imputable si la acción representa una contribución al peligro que se
concretó en el resultado (principio de la elevación del riesgo). Desde este
punto de vista no se deberá requerir que conste con seguridad que el
comportamiento adecuado al deber hubiera evitado el resultado. Por el
contrario, hay quienes partiendo del principio del in dubio pro reo estiman
que sólo podrá imputarse el resultado si se prueba con seguridad que el
mismo no se hubiera producido de ejecutarse la acción adecuada al
deber...´.

860
Conforme lo anterior, son dos los planteamientos que gravitan en doctrina
a propósito de los casos de ´comportamiento alternativo conforme a
derecho´, en los cuales no se sabe (con seguridad) si el resultado
constituyó la realización del riesgo típico o, por el contrario, se debió a otro
factor imprevisible. Aquellos que se sustentan en el principio in dubio pro
reo, abogan por la absolución del inculpado, en todos aquellos casos
donde no se demuestre, con seguridad, que un eventual comportamiento
diligente del agente, hubiese desencadenado en la no producción del
resultado.
Otros egregios autores (entre ellos, el maestro Claus Roxin), inspirados en
el ejemplo precitado, han sostenido con ahínco: en el caso del ejemplo...
es obligada la imputación, porque una conducción correcta habría salvado
la vida del ciclista, cierto que no con seguridad, pero si posiblemente, y por
tanto la superación del riesgo permitido por no guardar la distancia de
separación... ha incrementado de modo jurídicamente relevante la
posibilidad de un accidente mortal´. El nombrado autor concluye con los
siguientes asertos:
´...Si a pesar de guardar la distancia requerida el ciclista hubiera muerto,
también se habría realizado en ese curso del hecho un riesgo como el que
siempre existe en los adelantamientos; pero de ese riesgo le hubiera
liberado al conductor el legislador al autorizarlo, por lo que el resultado no
sería imputable. Si por el contrario el autor rebasa el riesgo permitido y se
produce entonces el resultado como consecuencia del peligro existente en
el adelantamiento, el mismo es imputable como realización de un peligro
prohibido. No existe entonces ningún motivo para liberar también aquí al
autor del riesgo y absolverle, pues el límite máximo del riesgo tolerable lo
traza la distancia legal de separación lateral. Y todo incremento de ese
riesgo hace recaer las consecuencias sobre el autor´ .
Los planteamientos defendidos por Roxin responden a la ´Teoría del
incremento del Riesgo´, promovida por este mismo autor, y acogida por un
número considerable de adeptos. No obstante, Mir Puig, en respuesta (en
objeción) al aducido criterio, argumenta (con acierto, en criterio de este
Despacho) lo siguiente:
´...cuando resulta dudoso que el resultado fuera la realización (ex post) del
riesgo típico de la conducta descuidada, debe distinguirse claramente de la
que se plantea cuando ex ante era dudoso que la observancia de
determinadas precauciones fuera a servir para evitar el resultado. En este
otro caso la norma de cuidado obligaba a observar las precauciones si sin
ellas era seguro ex ante que se elevaba en forma relevante el riesgo de
producción del resultado. Ello sucederá cuando no se sepa seguro ex ante
si determinadas precauciones van a evitar el resultado, pero sí parezca
seguro que con ellas es mucho menos probable que éste se produzca. Si
las precauciones pese a ello no se adoptan y ex post se prueba que el
resultado realizó efectivamente el riesgo que implicaba su no adopción, el
principio in dubio pro reo no se opondrá al castigo. Pero no bastará la
elevación del riesgo ex ante si no se confirma ex post que se ha realizado
el resultado./ Esto último impide admitir con carácter general la teoría de la
elevación del riesgo que, formulada por Roxin, considera suficiente para
castigar, en los casos de duda acerca de si el resultado constituye o no
realización del riesgo típico de la conducta, que se compruebe un
incremento del riesgo... ello sólo puede hacerlo a costa de manejar un
concepto de riesgo ex post que, aparte de no hallarse claramente
diferenciado del riesgo ex ante, ya no constituye un verdadero concepto de

861
riesgo efectivo, sino de probabilidad estadística que puede fallar en el caso
concreto...´..
En criterio de esta Dirección, y como corolario de todos los argumentos
esbozados supra, el resultado dañoso será imputable (objetivamente) a la
realización de la conducta imprudente, únicamente cuando pueda
determinarse, indefectiblemente, que la motorización de la acción, en
resguardo del cuidado debido, no hubiese tenido como desenlace la
producción del daño. En obsequio del principio del in dubio pro reo, la
absolución de inculpado deviene en una necesidad, en función,
precisamente, de la no posibilidad de prever ex ante, la realización del
riesgo...”.

DESC ACCIDENTES DE TRANSITO


DESC ADOLESCENTES
DESC ALCOHOLISMO
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC CULPA
DESC DELITOS
DESC IMPUTABILIDAD
DESC LESIONES
DESC NEGLIGENCIA
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.962-968.

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303
TDOC Memorandum
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TITL Diferencias entre el dolo eventual y la culpa consciente o con
representación.

FRAGMENTO

“A continuación, esta Dirección sólo analizará lo referido al homicidio de la


ciudadana Y.M.M.D., a los fines de determinar en cuál de los dos escenarios
mencionados es susceptible de ser encuadrada la conducta del imputado. Para
ello, se harán unas breves consideraciones referentes a cómo delimitar
conceptualmente al dolo eventual y a la culpa consciente, para establecer así cuál
debe ser el parámetro necesario para diferenciar ambas figuras.
En tal sentido, debe partirse de que -tal como se señaló supra- todo tipo penal se
encuentra compuesto por dos partes principales, a saber, una parte objetiva y una
parte subjetiva. La primera se le denomina tipo objetivo, y a la segunda tipo
subjetivo. Dentro del tipo objetivo se ubican, por una parte, los elementos
esenciales del tipo, conformados por los sujetos, la conducta y el bien jurídico; y
por la otra, los elementos accidentales del tipo, en los cuales se encuentran los
elementos descriptivos, los elementos normativos y las circunstancias de tiempo,
modo y lugar. Por otra parte, dentro del tipo subjetivo se ubican el dolo, la culpa y
los elementos subjetivos especiales del tipo.
Es el caso, que el dolo puede definirse como el conocimiento y la voluntad de
realizar el hecho típico. Esta definición corresponde al concepto de dolo natural
empleado por el finalismo. A su vez, el dolo se puede clasificar en dolo de primer
grado, en el cual el autor persigue plenamente la realización del delito; dolo de
segundo grado o de consecuencia necesaria, en el que el autor no quiere que el
delito se produzca, pero se percata de que para conseguir su fin, inevitablemente
debe llevarse a cabo la comisión de dicho delito, aceptando tal circunstancia; y
dolo eventual, en el cual el autor, al realizar una conducta específica, se
representa que ésta puede constituir un peligro para uno o varios bienes jurídicos,
y aún así continúa desplegando su actuación, sin importarle si se produce o no el
daño. En todos estos casos se tratará de un tipo doloso.
Por el contrario, la culpa se traduce en la realización voluntaria de una conducta
peligrosa por parte del autor, infringiendo el deber objetivo de cuidado (sea por
imprudencia, negligencia o impericia), pero sin la intención de materializar el
resultado dañoso que esa conducta peligrosa implica. A su vez, la culpa puede
clasificarse en culpa consciente y culpa inconsciente. En la primera, el autor
realiza una conducta determinada, pero advierte la posibilidad que dicha acción
pueda ocasionar una lesión, y aun cuando no quiera que aquélla se materialice,
continúa realizando dicha conducta confiando en que ese resultado dañoso no se
realizará, en virtud de que dicho autor confía plenamente en sus facultades para
evitar ese daño. En la segunda, a diferencia de la anterior, el autor no desea que
el resultado dañoso se produzca, y ni siquiera se percata que esa conducta
representa un peligro, es decir, no prevé la posibilidad de la lesión. En estos dos
casos, se estará en presencia de un tipo imprudente.
Ahora bien, a los fines de diferenciar al dolo eventual y a la culpa con
representación, debe tomarse en consideración el criterio del desprecio al bien
jurídico. En tal sentido, cuando el autor despliegue su conducta peligrosa, y se
represente que de ésta puede derivar un resultado lesivo, si continúa realizando
esa conducta, pero confiando en que ese peligro no se materializará, habrá culpa
consciente o con representación; mientras que si se representa ese peligro, y no
confía en que lo podrá evitar, es decir, si hay una actitud de indiferencia ante la
863
circunstancia de si se produce o no el resultado dañoso, y aún así continúa con su
actuación peligrosa, habrá dolo eventual.
La justificación de esto último, radica en que el primer caso no habrá un desprecio
al bien jurídico en peligro, toda vez que el autor confía en que él tiene las
condiciones y facultades personales suficientes para evitar el daño para ese bien
jurídico, es decir, el autor tiene el convencimiento de que el bien jurídico no
resultará lesionado, y por ello sigue desplegando su conducta. En el segundo
caso sí habrá un verdadero desprecio a un bien jurídico, en virtud de que el autor
se representa la peligrosidad de su conducta y por ende una ulterior lesión de
dicho bien, y aún así, sin importarle la indemnidad de éste, sigue realizando su
acción.
Sobre este punto, la Casación Penal patria ha señalado lo siguiente:
´En Derecho Criminal se habla de dolo eventual cuando el agente se representa
como posible o probable la consecuencia de su ejecutoria y, sin embargo,
continúa procediendo del mismo modo: acepta su conducta, pese a los graves
peligros que implica y por eso puede afirmarse que también acepta y hasta quiere
el resultado. Se habla de culpa, en cuanto a imprudencia se refiere, respecto a
casos típicos como el de quien descuidadamente limpia un arma e hiere
accidentalmente a otro; pero cuando la temeridad es tan extrema que refleja un
desprecio por los coasociados, las muertes acarreadas deben castigarse como
homicidios intencionales a titulo de dolo eventual´.
Más recientemente, la Casación Penal patria también ha establecido:
´Los hechos probados configuran un delito doloso pero no a título de dolo directo,
ni tampoco de dolo de consecuencia necesaria que pudiera acompañar al dolo
directo; sino a título de dolo eventual que se da cuando el agente se representa el
resultado, no como un dolo directo en forma segura y cierta, sino como posible y
probable./ Para Bettiol, el dolo eventual es ‘la previsión de un evento como
consecuencia meramente posible de la acción, lo cual implica necesariamente la
voluntariedad del evento mismo, pero ello no excluye, que la actitud de la voluntad
frente al resultado previsto, de indiferencia o de ratificación del mismo, sean
equivalentes a la voluntad del resultado’; para Altavilla, se tiene dolo eventual
‘cuando la intención se dirige indiferentemente a varios resultados, de modo que
es como una ratificación anticipada que cualquiera de ello se realice’. La doctrina
penal, tal como lo refieren los tratadistas del Derecho Penal, Jiménez de Asúa,
Reyes Echandia, Muñoz Conde, Baccigalupo; y entre nosotros Mendoza Troconis,
Tulio Chiossone, Arteaga Sánchez y Grisanti Aveledo, entre otros, son unánimes
en cuanto a señalar los anteriores elementos que configuran el dolo eventual´.
En este mismo orden de ideas, esta Dirección también debe señalar que el dolo, y
específicamente el dolo eventual, son figuras que se encuentran constituidas por
un complejo proceso psicológico, dotado de elementos psicológicos e
intelectuales, lo cual hace que sea sumamente dificultoso su prueba en un
proceso penal. Para hacerle frente a tal dificultad probatoria, deben emplearse
elementos y circunstancias de carácter objetivo, las cuales estarán constituidas
por el cúmulo de elementos de convicción recolectados en el transcurso de la
investigación.
Ahora bien, analizados de manera exhaustiva los dos (2) escritos de acusación
sometidos a consideración de este Despacho, y vistas las serias insuficiencias que
afectan a éstos, específicamente, una deficiente narración de los hechos que
rodean el caso, una imputación sustentada en elementos de convicción
parcialmente fundamentados, y una ausencia total de motivación del capítulo
referido a los preceptos jurídicos, esta Dirección observa que tales defectos de
forma conllevan necesariamente a plantear en un plano hipotético, dos escenarios
posibles con relación a la calificación jurídica de la conducta del imputado, en el
sentido de que puede ser considerada, tal como se señaló supra, como un
homicidio calificado a título de dolo eventual, o un homicidio imprudente.
En tal sentido, podría imputarse al ciudadano J.R.A.R., el primero de los
mencionados delitos, si concurrieran las siguientes circunstancias: 1.- Que dicho
ciudadano haya podido representarse que la acción por él desplegada constituía
objetivamente un peligro para su concubina, a saber, llevar a su casa un arma de
864
fuego que él sabía que se encontraba cargada, a los fines de asustarla; y 2.- Que
dicho ciudadano, sabiendo que su conducta desplegada representaba un peligro
para su concubina, haya actuado con temeridad extrema frente a la posibilidad de
que ésta pudiera recibir un impacto de bala en su cara, y por ende morir. Es decir,
que haya habido un desprecio hacia la vida de la adolescente Y.M.M.D., por parte
del ciudadano J.R.A.R.
Por el contrario, podría plantearse también que el ciudadano J.R.A.R., ha
cometido un delito de homicidio imprudente, con base en una culpa con
representación. Para la procedencia de tal imputación, deberían concurrir las
siguientes circunstancias: 1.- Que el señalado imputado haya podido
representarse que la acción por él desplegada constituía objetivamente un peligro
para su concubina, a saber, llevar a su casa un arma de fuego que él sabía que se
encontraba cargada, para asustar a aquélla; y 2.- Que aun cuando el autor haya
podido representarse el resultado dañoso que su conducta podía ocasionar
(muerte de la adolescente Y.M.M.D.), haya confiado en que tenía la suficiente
pericia para manipular el arma y evitar que ésta se disparara en el momento en
que fuera a asustar a su concubina.
Pero en el presente caso, aun cuando si se encuentra acreditado que el autor
pudo representarse el peligro que su actuar implicaba, no existen suficientes
elementos para afirmar si el imputado siguió desplegando su acción con desprecio
de la vida de su concubina, es decir, si su actitud era indiferente ante la muerte de
su concubina; o si por el contrario, él confiaba en que dicho resultado mortal no se
produciría...”.

DESC CALIFICACIÓN JURIDICA


DESC CONCUBINATO
DESC CULPA
DESC DOLO
DESC HOMICIDIO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.968-972.

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304
TDOC Memorandum
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TITL El procedimiento lógico a fin de darle resolución a los casos
penales, se materializa en dos momentos, a saber: 1. La
subsunción, y 2. La argumentación.

FRAGMENTO

“Con relación a este requisito de forma contemplado en el artículo 326.4


del Código Orgánico Procesal Penal, quien suscribe estima pertinente
realizar unas consideraciones previas, antes de iniciar el análisis de los
dos (2) escritos sometidos a nuestra consideración; a saber, la acusación
interpuesta contra el ciudadano J.R.A.R., así como también el proyecto de
aquélla.
En primer lugar, en este requisito del escrito de acusación, es donde el
operador de justicia expresará el procedimiento lógico que ha empleado
para darle resolución al caso penal respectivo, específicamente, señalará
cuál ha sido la forma en que ha resuelto ese caso a la luz de las normas
penales sustantivas. Esta operación lógica se materializa en dos
momentos, que son: 1.- La subsunción; y 2.- La argumentación.
La subsunción es una operación mental que consiste en vincular un hecho
con un pensamiento, y en consecuencia comprobar si los elementos del
pensamiento se reproducen en ese hecho. En el campo del Derecho
Penal, dicha operación mental es el mecanismo fundamental para resolver
un caso, y se materializa en subsumir un hecho concreto bajo las
categorías del delito, a saber, la tipicidad, la antijuricidad, y la culpabilidad.
En pocas palabras, consiste en comprobar si ese hecho ostenta todas las
características esenciales de todo delito.
La necesidad de llevar a cabo la subsunción -en materia penal- radica en
que para aplicar la ley, es imprescindible comprobar, básicamente, que el
hecho objeto de análisis es sustancialmente igual que el hecho establecido
en la ley penal como presupuesto para una consecuencia jurídica (pena o
medida de seguridad).
Pero para realizar esta operación, no basta la utilización mecánica del
silogismo general, es decir, no solamente se deben utilizar grandes
generalizaciones en la premisa mayor (por ej. ´Estafador´), y grandes
generalizaciones en la premisa menor (por ej. ´X ha estafado´); sino que es
necesario además, saber si se ha cometido un delito (como en el ejemplo
mencionado, es decir, si se ha cometido una estafa), y posteriormente
vincular a persona con ese delito, es decir, saber si esa persona es autor o
partícipe en ese hecho punible (por ejemplo, determinar si es un
estafador). Entonces, para materializar esta operación, se debe aplicar
una técnica analítica, que se traduce en descomponer el hecho punible en
sus elementos básicos.
Esta descomposición se debe aplicar especialmente con relación a la
tipicidad, es decir, analizar todos los aspectos del tipo penal concreto. A
saber, se analizará, en primer término, el aspecto objetivo de la tipicidad
(llamado también tipo objetivo), que comprende el aspecto formal-
estructural del tipo, así como también el aspecto sustancial de éste; y en
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segundo lugar se debe pasar al análisis del aspecto subjetivo de la
tipicidad (llamado también tipo subjetivo), el cual comprende todo lo que se
refiere al dolo, a la culpa y a los elementos subjetivos especiales del tipo.
Pero esta técnica analítica no se agota en la tipicidad, sino que, una vez
que se ha establecido que el hecho es típico, debe aplicarse ahora a la
categoría de la antijuricidad, específicamente en el sentido de determinar
si no concurre alguna de las causas de justificación contempladas en el
artículo 65 del Código Penal.
Posteriormente, una vez que se ha determinado que el hecho es típico y
antijurídico, se debe aplicar entonces esa técnica analítica a la categoría
de la culpabilidad, es decir, determinar si ese hecho típico y antijurídico
(denominado también injusto) puede serle atribuido personalmente al
autor, es decir, determinar: 1.- Si éste es imputable (es decir, que no sufra
una enfermedad mental y que no tenga menos de 12 años), 2.- Que
conocía la antijuricidad del hecho al momento en que lo cometió (en pocas
palabras, que no concurra un error de prohibición); y 3.- Que el Derecho le
podía exigir una conducta distinta a la desplegada (es decir, que no
concurra la eximente de la no exigibilidad de otra conducta).
Por último, una vez que se hayan analizado todas las categorías del delito,
y que se haya arribado a la conclusión de que el autor o los autores si han
cometido uno o varios ilícitos jurídico-penales, deberá examinarse ahora si
ese delito es punible, es decir, que concurra la punibilidad. Para llevar a
cabo esta operación, debe revisarse si concurre o no una excusa
absolutoria, o una condición objetiva de punibilidad. En caso que éstas
concurran, se estará en presencia de un delito, pero no se podrá aplicar la
sanción al autor, en virtud de que el propio legislador quiso que en ciertos
casos se eximiera de pena al autor, aun cuando se haya configurado un
delito, ello motivado a razones de política criminal. Por ejemplo, en la
excusa absolutoria contenida en el artículo 483 del Código Penal,
específicamente en el caso del hurto entre cónyuges no separados
legalmente, el legislador ha considerado que no es política criminalmente
conveniente castigar este delito, ello en aras de proteger el núcleo familiar.
Obviamente, el examen de la punibilidad sólo se realizará con un número
muy reducido de supuestos, en los cuales el legislador, tomando en cuenta
quiénes son los sujetos, cuál o cuáles son los bienes jurídicos en juego, y
cuáles son las repercusiones que colateralmente el castigo pueda tener en
otros intereses socialmente importantes, considera que aun cuando pueda
existir un delito, no es conveniente aplicarle la pena a su autor o autores.
En caso que el examen analítico antes señalado, arroje como conclusión
que el hecho reúne todos los requisitos antes señalados, el fiscal del
Ministerio Público deberá interponer la acusación contra la persona o
personas que cometieron ese hecho; en caso contrario, deberá solicitar el
sobreseimiento definitivo con base en el artículo 318.2 del Código
Orgánico Procesal Penal. En el supuesto de que ni siquiera haya un
hecho, o que éste si exista pero no se pueda atribuir a la persona o
personas imputadas -sea porque no hayan tenido ninguna intervención en
él, o por concurrir una causa de ausencia de acción-, el sobreseimiento
definitivo deberá solicitarse con base en el artículo 318.1 del Código
Orgánico Procesal Penal.
Por otra parte, la argumentación es el mecanismo necesario para justificar
las soluciones dadas a los casos, y en consecuencia, es una condición de
legitimidad para dichas soluciones. La argumentación constituye la forma
en que los operadores de justicia exteriorizan la subsunción, y se expresa

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a través de la motivación que deben realizar aquellos para sustentar sus
actos jurídicos (en nuestro caso los actos conclusivos).
En este sentido, debe resaltarse la importancia de la motivación de los
actos del Ministerio Público (y del Estado en general), en virtud de que
ésta constituye un mecanismo fundamental para darle fijeza a la garantía
del debido proceso y al derecho a la defensa de las partes dentro del
proceso penal -y especialmente del imputado, como en el presente caso-,
mecanismo que se traduce en una barrera que coadyuva a la efectiva
interdicción de las posibles arbitrariedades del Estado.
En el caso específico de la acusación, por ser ésta el acto por excelencia
para la canalización del ius puniendi, ella amerita, además del
cumplimiento de los requisitos de forma contenidos en el artículo 326 del
Código Orgánico Procesal Penal, una delicada y cuidadosa motivación, a
los fines de garantizar a la persona en ella imputada la efectiva protección
de sus derechos fundamentales, sobre todo en nuestro actual sistema
procesal penal, en el que la corriente del garantismo penal tiene una
acentuada vigencia.
Por lo tanto, la motivación de todo escrito fiscal, debe traducirse en la
exposición concisa de los fundamentos de hecho y de derecho, con el
objeto de verificar la racionalidad del pedimento en él contenido.
Específicamente, el capítulo relativo a la calificación jurídica del escrito de
acusación interpuesto por el fiscal auxiliar, establece que ´De los hechos
antes narrados esta representación fiscal observa que la conducta
desplegada por el imputado J.R.A.R., se adecua en el tipo penal previsto y
sancionado en el artículo 411 del Código Penal´.
Visto lo anterior, se observa que en el escrito de acusación antes
mencionado, sólo se indicó que la conducta desplegada por el imputado se
adecuaba en el tipo penal previsto y sancionado en el artículo 411 del
Código Penal, omitiendo la indicación del nombre jurídico -nomen iuris- del
delito imputado, es decir, el homicidio culposo, así como también se omitió
la imputación del delito de porte ilícito de arma de fuego.
Por otra parte, el capítulo respectivo del proyecto de escrito de acusación
elaborado por la fiscal, reza lo siguiente:
´De los hechos antes narrados esta representación fiscal observa que la
conducta desplegada por el imputado J.R.A.R., se adecua en el tipo penal
previsto y sancionado en los artículos 408 ordinal 3 literal a, 278 del Código
Penal, con la agravante prevista en el Artículo 217 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, es decir, homicidio calificado y
porte ilicito de arma de fuego´.
De la lectura de lo anterior, se desprende que la representante fiscal se
limitó a señalar que la conducta desplegada por el ciudadano J.R.A.R., era
susceptible de ser encuadrada en los tipos penales previstos en los
artículos 408.3.a) del Código Penal y 278 eiusdem, vale decir, homicidio
calificado y porte ilícito de arma de fuego, con la agravante prevista en el
artículo 217 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente.
Entonces, una vez expuesto lo anterior, se observa que en el escrito de
acusación interpuesto en el marco del proceso penal seguido contra el
ciudadano J.R.A.R.,-así como también en su proyecto-, no se ha efectuado
motivación alguna respecto a las imputaciones en él contenidas, lo cual se
evidencia de la lectura del capítulo referido a los preceptos jurídicos
aplicables, en el cual el representante fiscal se limitó a señalar las normas
sustantivas aplicables a los hechos. Este proceder del fiscal auxiliar antes

868
identificado, demuestra que éste no ha llevado a cabo la subsunción de
esos hechos en la norma penal respectiva, ni que tampoco ha estructurado
la argumentación necesaria para justificar las soluciones dadas a esos
casos. En otras palabras, el fiscal no ha elaborado una justificación que
haga plausible la procedencia de tales imputaciones, justificación que se
nutriría del análisis de los hechos que rodean el caso a la luz de los
postulados del Derecho penal...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:65
CP art:278
CP art:408-3
CP art:411
CP art:483
COPP art:318-2
COPP art:326
COPP art:326-4
LOPNA art:217

DESC ADOLESCENTES
DESC ARMAS
DESC CULPABILIDAD
DESC DELITOS
DESC ESCRITO DE ACUSACIÓN
DESC HOMICIDIO
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC PROCEDIMIENTO PENAL
DESC TIPICIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.972-976.

869
305
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-4-748-2004 FECHA:20041229
TITL Estructura del tipo penal. Teoría de la Imputación Objetiva.
Diferencias entre Autoría Directa y Autoría Mediata.

FRAGMENTO

“Con relación a este escrito, se aprecia que la representación fiscal solicitó el


sobreseimiento definitivo del imputado, en el proceso penal que se le seguía a
éste por la presunta comisión del delito de lesiones leves, tipificado en el artículo
418 del Código Penal, en perjuicio de la ciudadana WRG. Cabe destacar que los
hechos que rodean el caso son los siguientes: En fecha 25 de septiembre de
2000, el adolescente RM golpeó en la cara a la ciudadana antes identificada, y
posteriormente le soltó un perro que le ocasionó mordeduras en su pierna derecha
todo ello motivado a que la víctima sostuvo una discusión con la madre y la
hermana del agresor, momentos antes de suscitarse los hechos que rodean el
presente caso. En virtud de lo anterior, en fecha 26 de septiembre de 2000, la
víctima interpuso formal denuncia contra el mencionado adolescente.
Posteriormente, en fecha 3 de octubre de 2003, la Fiscal del Ministerio Público
solicitó el sobreseimiento definitivo en beneficio del adolescente imputado, con
fundamento en el artículo 561.d) de la Ley Orgánica Para la Protección del Niño y
del Adolescente, en concordancia con el artículo 318.2 del Código Orgánico
Procesal Penal, alegando que en el presente caso no se evidenciaba la comisión
de ningún hecho punible, toda vez que las lesiones que presentó la víctima fueron
ocasionadas por un animal y no por una persona.
Ahora bien, vistos los hechos narrados en la solicitud de sobreseimiento y la
calificación jurídica conferida a aquellos por la representante del Ministerio
Público, esta Dirección estima necesario realizar unas breves consideraciones en
torno a la TIPICIDAD. En tal sentido, este Despacho analizará tanto el aspecto
positivo de la esta categoría dogmática, es decir, los componentes que un hecho
debe reunir para que pueda considerarse como típico; como su aspecto negativo,
el cual comprende las causas que excluyen la tipicidad en un caso concreto.
En tal sentido, debe partirse de que –tal como se señaló supra- todo tipo penal se
encuentra compuesto por dos partes principales, a saber, una parte objetiva y una
parte subjetiva. La primera se le denomina tipo objetivo, y a la segunda tipo
subjetivo. Es el caso que el tipo objetivo se encuentra compuesto por una serie de
elementos esenciales, los cuales siempre deben concurrir para que pueda
aceptarse en todo caso la existencia de la tipicidad, y por la otra, por un conjunto
de elementos accidentales, los cuales no siempre están presentes, limitándose su
exigencia a algunos tipos penales, dependiendo dicha exigencia de las
particularidades de cada tipo.
Dentro de los elementos esenciales del tipo objetivo, podemos encontrar a los
sujetos, a la conducta y al bien jurídico tutelado. En lo que se refiere a los sujetos,
cabe señalar que ellos están conformados por el sujeto activo, que es quien
realiza el tipo; el sujeto pasivo, que no es otro que el titular del bien jurídico
lesionado por el sujeto activo; y el Estado, el cual está llamado a reaccionar a
través de la pena. Así las cosas, vemos como el tipo penal presupone que se
encuentren tres actores que se encuentran en una relación recíproca.
Por otra parte, en lo que se refiere a la conducta, se debe afirmar que ésta
constituye el núcleo del tipo, y la cual se expresa en un comportamiento humano
que puede manifestarse a través de una acción o de una omisión. Es decir, es la
conducta humana prevista y descrita en el tipo penal de forma general, la cual
fungirá como punto de comparación con la conducta desplegada por el sujeto
870
activo en el caso concreto, a los fines de materializar el juicio de adecuación.
Respecto al bien jurídico, debe señalarse que es una entidad que constituye un
interés o valor de importancia fundamental para la supervivencia de la sociedad,
reconocido en la propia Constitución del Estado, debiendo ser determinada y
dinámica esa entidad. Pero adicionalmente ese bien jurídico, dependiendo de su
importancia, será protegido a través un plus, que no es otro que el conjunto de
normas que conforman el sistema del Derecho penal. En este último caso se
estará en presencia de un bien jurídico-penal.
Por último, los elementos accidentales del tipo objetivo están conformados por el
objeto material u objeto de la acción, que no es otro que la persona o cosa sobre
la cual ha de recaer físicamente la acción, es decir, es la cosa del mundo exterior
sobre el cual recae directamente la acción típica; por los elementos normativos,
que son aquellos que aluden a una realidad determinada por una norma jurídica o
social; por los elementos descriptivos, que son los que expresan una realidad
naturalística aprehensible por los sentidos; y por último, por las circunstancias o
referencias de tiempo, modo y lugar.
Por otra parte, el tipo subjetivo se encuentra conformado por el dolo, la culpa, y los
elementos subjetivos del tipo. El primero de dichos elementos, a saber, el dolo,
puede entenderse como el conocimiento y la voluntad de realizar el hecho típico;
mientras que la culpa vendría a ser la realización voluntaria de una conducta
peligrosa, infringiendo el deber objetivo de cuidado (sea por imprudencia,
negligencia o impericia), pero sin la intención de materializar el resultado dañoso
que esa conducta peligrosa implica. En el primer caso se hablará de un tipo
doloso, sea de acción u omisión; mientras que en el segundo se tratará de un tipo
imprudente o culposo, sea igualmente de acción u omisión.
Pero junto al dolo y la culpa, se encuentran los llamados elementos subjetivos del
tipo, que son todos aquellos requisitos de naturaleza subjetiva distintos al dolo,
que también son exigidos por el tipo adicionalmente al dolo, para que pueda darse
la configuración de aquél. En otras palabras, es una específica tendencia
psicológica del autor, incluida en la redacción legal para darle forma a la tipicidad
que se deseaba con la figura delictiva respectiva.
Todo lo analizado anteriormente se refiere al aspecto formal-estructural de la
tipicidad, es decir, cuál es la estructura conceptual de todo tipo penal. Pero es el
caso que el problema no se agota en este aspecto formal, sino que también debe
atenderse al aspecto sustancial del juicio tipicidad. En este aspecto sustancial, se
deben analizar los mecanismos necesarios para poder atribuir o imputar
objetivamente a una persona (es decir, a nivel de la tipicidad objetiva), un
resultado causado por ésta. En tal sentido, se tomará como modelo para tal
análisis al tipo doloso de acción, el cual ha sido -por razones metodológicas- el
prototipo básico para el estudio de la tipicidad, enmarcado a su vez dicho análisis
en el ámbito de los delitos de resultado material.
En este sentido, debe partirse que el tipo doloso de acción tiene como
presupuesto una acción realizada por un sujeto, vinculada con un resultado
específico a través de un nexo de causalidad. Para determinar cuándo un hecho
ha sido causa de un resultado específico, se deben aplicar conjuntamente dos
teorías, a saber, 1.- La teoría de la equivalencia de condiciones, la cual utiliza a su
vez la fórmula de la conditio sine qua non, y 2.- La teoría de la causalidad
conforme a las leyes de la naturaleza.
Pero esa relación de causalidad obviamente no puede constituir el criterio
exclusivo, para que una persona pueda responder penalmente por un hecho
específico, en razón de la excesiva amplitud que tal criterio atributivo de
responsabilidad implica. Es por ello que resulta necesario establecer un límite
correctivo a tal criterio, y ese correctivo no es otro que el mecanismo de la
imputación objetiva.
Así, no toda relación de causalidad implicará responsabilidad para el que ha
iniciado ese proceso causal, aun y cuando a primeras luces exista adecuación
formal de los hechos en el tipo específico, sino sólo aquél que pueda ser
jurídicamente imputable (objetivamente), con base en una serie de parámetros, a
esa persona que ha producido causalmente el resultado. Entonces, la imputación
871
objetiva funge no sólo como correctivo de la relación de causalidad, sino también
como mecanismo dogmático que le confiere relevancia jurídica a ese específico
resultado causal, a los efectos de la configuración de la tipicidad.
Esos parámetros de la imputación objetiva se traducen básicamente en dos, a
saber, la creación de un riesgo para un bien jurídico por parte de una persona o
personas determinadas, y posteriormente la realización del riesgo, que se traduce
en la materialización de ese riesgo previamente creado, en un resultado dañoso
para ese bien jurídico. Si estos dos extremos se llenan, podrá considerarse que
ese hecho encuadrable formalmente en una norma jurídico-penal determinada, y
que ha causado un resultado dañoso, es imputable objetivamente a una persona.
Debe acotarse, que los mecanismos de la causalidad y de la imputación objetiva
no son un monopolio de los delitos dolosos de acción, sino que también son
susceptibles de ser utilizados en el ámbito de los tipos imprudentes. De igual
manera, en lo que se refiere a los delitos de omisión, aún y cuando la doctrina
científica niega la posibilidad de admitir la relación de causalidad en estos delitos,
debe señalarse que esta modalidad delictiva sí admite la imputación objetiva, la
cual se aplicará sobre una base eminentemente valorativa, sin ninguna
reminiscencia ontológica o física (a saber, sin la relación de causalidad). Este
mecanismo de imputación cobra especial relevancia en los delitos de comisión por
omisión, en los cuales el autor que se encontraba en posición de garante, tenía el
deber de evitar el resultado dañoso causado.
En conclusión, aún y cuando resulta fundamental para la existencia de la tipicidad
que el hecho pueda adecuarse formalmente en la norma jurídico-penal, es decir,
que el autor del hecho coincida con el sujeto activo exigido por el tipo, que haya
un bien jurídico-penal lesionado por el hecho, y que esa conducta desplegada se
encuentre tipificada; se necesita adicionalmente que sustancialmente ese hecho
pueda imputársele al autor, para lo cual resulta fundamental examinar si en el
caso concreto existe un nexo de causalidad entre la conducta desplegada y el
resultado causado, y que además valorativamente ese hecho pueda imputarse a
esa persona, con base en los parámetros de imputación objetiva antes señalados.
Visto entonces el aspecto positivo de la tipicidad, debe estudiarse ahora esta
categoría desde una óptica negativa, es decir, los supuestos de ausencia de
tipicidad (atipicidad).
En lo que se refiere al aspecto formal-estructural, la tipicidad quedaría excluida si
en el caso concreto no concurren algunos de los elementos fundamentales antes
explicados, tanto objetivos, sean esenciales (sujetos, bien jurídico y conducta), o
accidentales (elementos normativos, descriptivos, etc.); como subjetivos (por
ejemplo, ausencia de dolo).
En este sentido, a nivel de tipicidad objetiva, quedaría excluida la tipicidad, por
ejemplo, por falta de sujeto activo, como sería el caso de los delitos especiales
propios, cuando el agente no reúna las cualidades que exige el tipo legal. Por otra
parte, también quedaría excluida la tipicidad objetiva, cuando falta el objeto
material –siempre y cuando el delito lo requiera-, como sería el caso de la
tentativa inidónea absoluta por el objeto, cuando por ejemplo se pretende darle
muerte a un cadáver a través de disparos. También devendría la atipicidad en un
caso concreto, cuando la conducta desplegada por el autor no se encuadra en
ninguna tipificación del ordenamiento jurídico. Tal es el caso, por ejemplo, del
expendio de licores a mayores de edad, hecho que aún y cuando pueda lesionar
el bien jurídico salud pública, no se encuentra tipificado en ninguna norma jurídico-
penal.
Por último, otro caso de ausencia de tipicidad objetiva podría referirse al bien
jurídico tutelado por el tipo penal, como sería el caso, por ejemplo, de que se
pretendiese castigar a una persona por atentar contra intereses o valores sociales
que no constituyan bienes jurídico-penales.
En lo concerniente a la tipicidad subjetiva, esta categoría del delito quedaría
excluida por ausencia de dolo, situación que se produciría cuando en un caso ha
acaecido el error de tipo invencible, el cual se refiere al desconocimiento de
alguno o de todos los elementos del tipo objetivo. En el caso de los delitos
imprudentes, la tipicidad quedaría excluida cuando en el caso concreto no se haya
872
infringido el deber objetivo de cuidado.
Ahora bien, se debe pasar al examen de los supuestos de atipicidad referidos al
aspecto sustancial o material. Así, no podría hablarse de tipicidad, en primer
término –y obviamente-, cuando no exista relación de causalidad entre su
comportamiento y el resultado. En segundo lugar, no habría tampoco tipicidad
cuando el resultado -causalmente producido- no sea imputable objetivamente al
autor, ya sea por no haber creado mediante su conducta un riesgo para el bien
jurídico tutelado; o que aún y cuando haya creado ese riesgo, efectivamente éste
no se haya realizado o materializado en perjuicio del bien jurídico.
A los fines de establecer cuándo se excluye la creación de un riesgo para un bien
jurídico por parte de una conducta humana determinada, deben tomarse en
cuenta dos criterios fundamentales, a saber: 1.- Que la conducta haya disminuido
un riesgo inminente que se cernía sobre el bien jurídico; y 2.- Que la conducta
desplegada por el sujeto constituya un riesgo socialmente permitido.
Por otra parte, para determinar cuándo se excluye la realización de un riesgo
creado por el autor para un bien jurídico, deben tomarse en cuenta tres criterios
fundamentales, a saber: 1.- Que ese riesgo no se haya realizado efectivamente
por el actuar del autor, sino por un curso causal que se ha interpuesto
posteriormente a su acción (caso de la persona que ha sido herida de bala por
otra, y que muere en el hospital a causa de una mala praxis médica); 2.- Que ese
riesgo que se ha creado no se encuentre dentro del fin de protección de la norma;
y 3.- Que ese sujeto que ha creado un riesgo para el bien jurídico, aún y cuando
haya actuado de manera alternativa conforme al Derecho, de todos modos el
resultado dañoso se hubiese producido.
En el presente caso no concurre ninguna de las causas de atipicidad
anteriormente explicadas, por el contrario, se está en presencia de un verdadero
caso de AUTORÍA DIRECTA, en el cual el autor (el adolescente RM) ha utilizado un
instrumento animado para cometer el delito de LESIONES PERSONALES LEVES contra
otra persona. Es decir, él ha ejecutado personalmente el delito, empleado para
ello un medio apto para ocasionarle lesiones –y hasta la muerte- a la ciudadana
WRG, como lo es un perro, teniendo en todo momento el adolescente imputado el
dominio del hecho.
En este orden de ideas, debe indicarse que en el delito de lesiones personales,
cuando se comete vía AUTORÍA DIRECTA, pueden emplearse como mecanismos de
agresión 1.- El PROPIO CUERPO (por ejemplo, puños, patadas, etc.), 2.- OBJETOS
INANIMADOS (palos, piedras, etc.); y 3.- Animales (perros u otros animales que
tengan la capacidad de agredir a las personas). Por el contrario, cuando se
comete vía AUTORÍA MEDIATA o indirecta, debe utilizarse necesariamente un
instrumento humano, es decir, se utiliza de manera interpuesta a otra persona que
ejecutará materialmente el delito, aún y cuando el autor mediato (u “hombre de
atrás” como lo denomina cierto sector doctrinal) no intervenga en dicha ejecución
material, pero en todo caso este último tendrá el dominio del hecho.
Ahora bien, con base en la forma en que quedaron explanados los hechos en el
respectivo escrito de solicitud de sobreseimiento definitivo, considera quien
suscribe, que en el presente caso se estaría en presencia de un DELITO DE ACCIÓN,
siempre que se compruebe que los hechos ocurrieron tal como la Fiscal los narró,
toda vez que de la lectura del mencionado escrito se desprende que el autor,
mediante un comportamiento positivo, fue quien liberó al animal para que
agrediera a la víctima del presente proceso. Por el contrario, también podría
afirmarse que eventualmente podría estarse en presencia de un supuesto de
OMISIÓN IMPROPIA o COMISIÓN POR OMISIÓN, en el cual el autor (el adolescente RM)
respondería por estar en posición de garante, en el sentido de evitar que esa
fuente de peligro bajo su vigilancia -representada por el animal-, lesione o ponga
en peligro los bienes jurídicos de las demás personas (en el presente caso, la
integridad personal de la ciudadana WRG), pero esta Dirección, una vez
examinado el escrito de sobreseimiento antes señalado, y con base en la forma en
que fueron relatados los hechos, considera que no hay suficientes elementos para
afirmar la viabilidad de esta segunda posibilidad.
En este orden de ideas, se evidencia que la solicitud de sobreseimiento definitivo
873
efectuada por la Fiscal, con base en el artículo 318.2 del Código Orgánico
Procesal Penal, no es procedente, en virtud que de la lectura de dicho escrito se
desprende que los hechos que rodean el presente caso sí son típicos, y además,
que no concurre ninguna causa de justificación, ni de inculpabilidad, ni de no
punibilidad.
Por lo tanto, el acto conclusivo que la representante de la vindicta pública debió
presentar era la ACUSACIÓN -siempre y cuando, tal como se señaló supra, se
acredite que los hechos sucedieron en la forma en que fueron explanados-, en
virtud de contar con suficientes y fundados elementos para sustentar un
pronóstico de condena contra el adolescente imputado”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:418
LOPNA art:318-2

DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC AUTORES
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC CULPABILIDAD
DESC DOLO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC LESIONES
DESC RESPONSABILIDAD LEGAL DEL MEDICO
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC TIPICIDAD
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.976-982.

874
306
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-29-367-2004 FECHA:20040701
TITL A los fines de la prescripción de la acción penal, debe tomarse
en cuenta el término medio de la pena aplicable.

FRAGMENTO

“Sobre el cálculo de la prescripción de la acción. Además de las observaciones


anteriormente señaladas, la representante del Ministerio Público aplicó erróneamente
algunas normas vinculadas a la prescripción de la acción penal. De la solicitud de
sobreseimiento que aquí se analiza, se presume que la fiscal consideró que no se suscitó
ningún acto interruptivo del curso de la prescripción, hecho por el cual calculó dicho lapso
con base en el artículo 108 del Código Penal, específicamente de acuerdo al ordinal 4° de
esa disposición legal.
Sobre este particular, caben las siguientes precisiones:
Tal como se puede apreciar, el delito atribuido a los funcionarios policiales identificados en
la solicitud de sobreseimiento, es aquel que se encuentra previsto en el artículo 416 del
Código Penal, a saber, lesiones intencionales gravísimas, el cual prevé pena de de presidio
de tres (3) a seis (6) años.
Para este delito, la pena posee un término medio, que según el contenido del artículo 37
ejusdem, es de cuatro (4) años y seis (6) mes de presidio.
En virtud de ello, el lapso de prescripción de la acción penal aplicable es el previsto en el
numeral 3 del referido artículo 108 y no el numeral 4 que es aplicable si el delito mereciere
pena de prisión (de más de tres años).
En este sentido, en tanto el delito imputado implica pena de presidio (y no de prisión) de
cuatro (4) años y seis (6) meses, considera esta Dirección que el lapso de prescripción
ordinaria aplicable es de siete (7) años (artículo 108 ordinal 3° del Código Penal) y no de
cinco (5) años, tal como lo señaló la referida fiscal en la solicitud de sobreseimiento que
presentó.
Por tanto, en atención a los hechos expuestos por la fiscal en el escrito analizado,
específicamente partiendo de la fecha en la cual se perpetró el delito, a saber, el 14 de
marzo de 1996, hasta el momento en que se realizó la solicitud de sobreseimiento (14 de
enero de 2003) habían transcurrido 6 años y diez (10) meses, por lo cual para ese
momento la acción penal aún no se encontraba prescrita...”

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CP art:37
CP art:108-3
CP art:108-4
CP art:416

DESC ACCION PENAL


DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC LESIONES
DESC PENAS
DESC POLICIA
DESC PRESCRIPCIÓN
DESC SOBRESEIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.982-983.

875
307
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-404-2004 FECHA:20040715
TITL Las normas relativas a la prescripción de la acción penal y de la
pena, no deben considerarse “leyes de procedimiento” a los
efectos del artículo 24 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.

FRAGMENTO

“La prescripción de la acción y la validez de la ley en el presente caso. En


el asunto que nos ocupa, el fiscal calculó la prescripción de la acción con
base en lo previsto en el artículo 615 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, vigente para el momento de la
realización este acto conclusivo -28 de mayo de 2003-, pero no para el
momento de la perpetración o consumación del hecho punible -diciembre
de 1999- (recuérdese que conforme al artículo 683 Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente ´esta Ley entrará en vigencia el
primero de abril del año 2000´). Sobre este punto tenemos que realizar
algunas precisiones.
Si se considera que la prescripción es un instituto de orden meramente
procesal podría sostenerse en este caso la aplicación de lo dispuesto en el
artículo 44 de la Constitución de 1961, según el cual ´las leyes de
procedimiento se aplicarán desde el momento mismo de entrar en
vigencia, aún en los procesos que se hallaren en curso; pero en los
procesos penales, las pruebas ya evacuadas se estimarán en cuanto
beneficien al reo o a la rea, conforme a la ley vigente para la fecha en que
se promovieron´, y, por tanto, podría considerarse válida la aplicación en
este caso del artículo 615 Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente ´en tanto ésta sería una disposición de orden meramente
procesal´.
En palabras de Zaffaroni:
´El más importante y complejo de los impedimentos de perseguibilidad es
la prescripción de la acción. Si bien se trata de un instituto de esencia
procesal, comparte sus fundamentos con la prescripción de la pena,
aunque agregando a éstos los específicamente procedimentales, entre los
que corresponde relevar fundamentalmente el derecho a un juzgamiento
en tiempo razonable. Este derecho del imputado derivado del principio de
razonabilidad aparece afectado cuando el Estado -por cualquier motivo-
viola los plazos legales máximos para la persecución punitiva …´.
Sin embargo, según nuestro entender, el hecho de que se afirme que la
prescripción es un instituto de esencia procesal no implica que debamos
entender que tales disposiciones sobre la prescripción (tradicionalmente
previstas en nuestra ley penal material fundamental: el Código Penal)
tienen una naturaleza meramente procesal o que se encuentran dentro de
la citada previsión constitucional referida a la validez temporal de las ´leyes
de procedimiento´ (Art. 44 CN de 1961 y 24 CN de 1999), según la cual
éstas ´las leyes de procedimiento se aplicarán desde el momento mismo
de entrar en vigencia, aun en los procesos que se hallaren en curso…´.
Al respecto, señala Mir Puig:
876
´El fundamento de la prescripción se halla en parte vinculado a la falta de
necesidad de la pena tras el transcurso de cierto tiempo (fundamento
material), y en parte a las dificultades de prueba que determina el
transcurso del tiempo (fundamento procesal). Este segundo aspecto sólo
afecta a la prescripción del delito. En ésta puede también jugar un papel la
consideración de las expectativas que crea en el sujeto la falta de
persecución del hecho durante un determinado plazo(…)/La prescripción,
sea del delito, sea de la pena, responde a razones que hacen desaparecer
la necesidad de pena, aunque en la prescripción del delito se añadan
consideraciones procesales, deberá reconocerse a ambas clases de
prescripción una naturaleza material y no de mero obstáculo procesal. Dos
consecuencias prácticas importantes se desprenden de este significado
material de la prescripción. Por una parte, puesto que se ha extinguido la
responsabilidad penal, ha de absolverse al reo si procede la prescripción,
aunque ésta no se hubiera alegado como artículo de previo
pronunciamiento antes del juicio oral (art. 666, 3.° LECcr.). Por otra parte,
las modificaciones legislativas de los plazos o condiciones de la
prescripción serán irretroactivas si perjudican al reo y retroactivas si le son
favorables. Si la regulación de la prescripción tuviese sólo carácter
procesal, sus modificaciones podrían considerarse siempre retroactivas. /
Es difícil negar la naturaleza material, y no procesal, de la prescripción de
la pena, puesto que se produce con posterioridad al proceso, pero un
sector doctrinal y jurisprudencia sostiene la naturaleza meramente
procesal de la prescripción del delito. Ahora bien, sería absurdo que el
transcurso del tiempo no pudiera extinguir nunca materialmente la
responsabilidad penal si tuviera lugar antes de la condena y sí, en cambio,
una vez impuesta la pena. Se impone, pues, un planteamiento unitario, sin
perjuicio de admitir matices diferenciales de ambas clases de
prescripción´.
De lo expuesto se puede apreciar que la doctrina no es pacífica a la hora
de tratar el tema de la naturaleza jurídica de la prescripción, sin embargo,
parece innegable la existencia de una dimensión sustancial y otra formal
(esta especialmente en la prescripción de la acción penal), tanto en el
ámbito de la prescripción de la acción penal, como en la de la pena, lo cual
parece ser reconocido por nuestro legislador histórico, quien incluyó la
regulación de la prescripción en el Código Penal (ley penal sustantiva
fundamental), de allí que no deba ser concebida como mera institución
procesal. Pero más allá de esto, el problema interpretativo se sitúa en
determinar cuál es el ámbito de validez temporal aplicable a las normas
relativas a la prescripción, especialmente a las de la prescripción de la
acción penal.
Según nuestro criterio, y en armonía con los criterios favorables
anteriormente expuestos, las normas relativas a la prescripción de la
acción penal y de la pena no deben consideradas como ´leyes de
procedimiento´ a los efectos del artículo 44 de la Constitución de 1961 y
del artículo 24 de la Constitución de 1999, por lo cual rige respecto a las
mismas, el principio de irretroactividad de la ley penal con la excepción de
la favorabilidad para el reo, es decir, con la posibilidad de que la ley se
aplique retroactivamente siempre y cuando favorezca al reo.
En palabras de Arteaga Sánchez:
´El transcurso del tiempo, por voluntad de la ley, tiene también como
consecuencia la extinción de la responsabilidad penal. Se trata de una
necesidad social fundada en la realidad de las cosas y en requerimientos

877
humanitarios, lo que impone poner un término a la persecución penal,
considerando extinguido el delito o la pena. El olvido del hecho y sus
consecuencias, la desaparición de las pruebas, el cese de la conmoción
social y, lo que es más importante, poner un límite al poder del Estado que
no puede mantener sine die una amenaza de sanción sobre el ciudadano,
ya que ello viola su seguridad y el derecho a que la acción penal se
materialice y resuelva en un lapso breve determinado…´.
Ahora bien, respecto al caso que aquí se analiza, el Fiscal Auxiliar de la
Fiscalía 116° del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, consideró que el imputado LLRMG incurrió en
el delito previsto en el artículo 377 del Código Penal (actos lascivos), sin
embargo, no señaló en cuál de las modalidades típicas previstas en ese
artículo incurrió el mismo, lo cual nos ubica en una situación insalvable
puesto que no conocemos a exactitud la edad del sujeto pasivo del delito,
a los efectos de determinar si la imputación se basa en el último supuesto
del referido artículo, el cual prevé una pena de prisión de dos a seis años.
En todo caso, sobre lo que parece haber certeza es que el imputado obró
con abuso de confianza, por lo cual, la pena aplicable en este caso seria la
de prisión de uno a cinco años.
Entonces, en caso que se utilice la normativa contenida en el Código
Penal, si partimos del primero de los supuestos anteriormente señalados,
debemos darle aplicación a lo previsto en el artículo 108 ordinal 5° de
nuestro Código Penal, lo cual conllevaría a que la acción penal
prescribiese a los tres (3) años, contados desde el momento de la
perpetración del delito (diciembre de 1999). En cambio, si partimos de la
base del segundo supuesto, aplicable al presente caso según se
desprende del escrito aquí analizado (que el sujeto pasivo del delito para el
momento de la comisión del mismo no tuviese doce años de edad),
debería aplicarse lo dispuesto en el artículo 108 ordinal 4° eiusdem, por lo
que la acción prescribiría a los cinco (5) años.
Por otra parte, si se toma en cuenta lo previsto en el artículo 615 Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, el lapso de
prescripción de la acción penal en este caso sería, en principio, de seis
meses ya que según lo dispuesto en el 380 del Código Penal, el artículo
377 es un delito de instancia privada. Sin embargo, tenemos que indicar
que de acuerdo a lo previsto en el artículo 216 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente son de acción pública todos los
hechos punibles cuyas víctimas sean niños o adolescentes y, por tanto,
podría decirse que el lapso de prescripción en este caso es de tres años
(artículo 615 ejusdem).
Con respecto a esto último cabe plantearnos una interrogante similar a la
anterior: ¿este delito en concreto y en las circunstancias del caso aquí
ventilado (delito cometido en diciembre de 1999, -antes de la entrada en
vigencia de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente)
puede considerarse como un delito de acción pública o de acción privada?
Con respecto a esto, es conveniente señalar que no es sencilla cualquier
toma de posición en este aspecto vinculado al caso en concreto, sin
embargo, nos inclinamos por la aplicación del principio de irretroactividad
de la ley penal en este caso, con la salvedad de la excepción expuesta
(favorabilidad). En todo caso, es preciso tener presente lo dispuesto en el
único aparte del artículo 24 de la Constitución de 1999, según el cual
cuando haya dudas se aplicará la norma que beneficie al reo.
Por lo tanto, partiendo que la prescripción constituye un instituto de

878
naturaleza sustantiva, y por lo tanto, que la aplicación retroactiva de la
normativa contenida en la Ley Orgánica Para la Protección del Niño y del
Adolescente, por las razones anteriormente señaladas, resulta más
favorable que la contenida en el Código Penal, considera quien suscribe
que lo más correcto es aplicar el lapso de tres años para prescripción de la
acción penal en el presente caso, aspecto en el cual coincidimos con la
decisión tomada por el fiscal en el caso que aquí se analiza. En tal
sentido, es más favorable para el imputado el lapso previsto por el artículo
615 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, y no
el establecido en el Código Penal...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:24
CR art:44
CP art:108-4
CP art:108-5
CP art:377
CP art:380
LOPNA art:216
LOPNA art:615

DESC ACCION PENAL


DESC ACCION PRIVADA
DESC ACCION PUBLICA
DESC ACTOS LASCIVOS
DESC ADOLESCENTES
DESC PENAS
DESC PRESCRIPCIÓN
DESC NIÑOS
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.983-988.

879
308
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-263-2004 FECHA:20040521
TITL Condiciones para la procedencia del delito de omisión impropia
(comisión por omisión).

FRAGMENTO

“Si bien, por falta de una exhaustiva investigación, en este caso no se


recabaron suficientes elementos de convicción que llevaran a afirmar la
presencia del delito comisivo de homicidio, la doctrina penal nos induce a
indagar sobre la posible imputación de un delito omisivo de homicidio,
fundado en la idea de la omisión impropia. Como se sabe, en estos delitos
el comportamiento omisivo no se menciona expresamente en el tipo, que
sólo describe y prohíbe un determinado comportamiento activo, pero la
más elemental sensibilidad jurídica obliga a considerar equivalentes desde
el punto de vista valorativo, y a incluir, por tanto, en la descripción típica
del comportamiento prohibido, determinados comportamientos omisivos,
que también contribuyen a la producción del resultado prohibido, así por
ejemplo, nadie duda en incluir en la acción típica del homicidio el
comportamiento de la madre que deja morir de hambre a su hijo recién
nacido, o el del entrenador de natación que permite que un inexperto
alumno suyo se ahogue en la piscina, teniendo la posibilidad de salvarlo.
En estos casos, la doctrina en general no titubea en subsumir estas
conductas omisivas dentro de la acción típica de los tipos penales
redactados en forma activa o positiva, aun cuando no exista (como sucede
en nuestro ordenamiento jurídico) una cláusula de equiparación valorativa
entre acción y omisión, como si ocurre en el Código Penal Alemán Art. 13;
Español Art. 11; Austríaco Art. 2; Portugués Art. 10; Brasileño Art. 13. 2
párrafo. Así, según Zaffaroni (refiriéndose a la legislación argentina),
aunque en el Código Argentino no existe ninguna de estas cláusulas, en
general se ha venido sosteniendo en la doctrina una construcción análoga,
fundada en la supuesta necesidad derivada de considerar inadmisible o
escandalosa la imaginada impunidad de los impropios delitos de omisión
no escritos.
Según Mir Puig,
´…el tipo de comisión por omisión muestra en su parte objetiva la misma
estructura que el de omisión pura; a) situación típica; b) ausencia de la
acción determinada; c) capacidad de realizarla; pero completada con la
presencia de tres elementos particulares necesarios para la imputación
objetiva del hecho: la posición de garante, la producción de un resultado y
la posibilidad de evitarlo. La posición de garante integra necesariamente la
situación típica (a) de los delitos de comisión por omisión no expresamente
tipificados. A la ausencia de acción determinada (b) debe seguir en ellos la
producción de un resultado. Y la capacidad de acción (c) debe comprender
la capacidad de evitar dicho resultado…´.
De esto se desprende que no todo aquél que omite evitar la producción de
un resultado lesivo puede ser castigado como si lo hubiera causado por vía
positiva, sino sólo determinadas personas que se hallan respecto del bien
jurídico afectado en una específica posición de garante. En efecto, con
880
respecto a estos delitos hay que señalar que sus autores son siempre
calificados, pues la ley no se limita a construir tipos enunciando la norma
deducida de modo imperativo, sino que, debido a la mayor amplitud
prohibitiva de esa formulación, limita el círculo de autores a quienes se
hallan en una particular relación jurídica que se considera fuente de la
obligación en la situación típica.
Siguiendo a Mir Puig, el actual estado de la ciencia jurídico-penal permite
distinguir los siguientes supuestos de posición de garante: a) Función de
protección de un bien jurídico: a) La existencia de una estrecha vinculación
familiar; b) la comunidad de peligro; c) la asunción voluntaria de una
función de protección; d) deber de control de una fuente de peligro; e) el
actuar precedente; f) el deber de control de fuentes de peligro situadas en
el propio ámbito de dominio; g) la responsabilidad por conducta de otras
personas.
En el caso que nos ocupa, no puede afirmarse a priori que el imputado
tenía una específica posición de garante con respecto a la víctima, ya que,
aunque existía una relación familiar entre ambos, habría que demostrar
una efectiva dependencia absoluta de su concubina con respecto a él, en
un momento determinado.
En relación a ello, si bien la víctima en el presente caso no tenía tal
dependencia (en condiciones normales), en los momentos próximos a su
deceso posiblemente sí la tenía, ya que se afirmó la presencia de
marihuana, benzodiazepinas y alcohol en su cuerpo, su conducta suicida
anterior, además de atravesar para ese momento una razonable depresión
en virtud de una discusión con su concubino, lo cual concluyó en la
autolesión de sus muñecas para suicidarse y en la posterior provocación
de su muerte producto del disparo que se propinó en su cabeza, mientras
su concubino, al parecer, luego de ver como ella se cortaba las muñecas
con una botella, resolvió ´arreglar los libros´ (esta es una posible
interpretación que se le puede dar a las palabras que se desprenden de la
declaración del imputado en la audiencia especial).
Adicionalmente, hay que resaltar que no se sabe de quién era el arma con
la que se disparó esta persona, ni dónde estaba, lo cual deja un gran vacío
en esta averiguación, aspectos éstos que habrían podido ser
determinantes para fundamentar una firme acusación en este caso tan
delicado, el cual a simple vista lleva a negar la posición de garante del
ciudadano C.M.S., en virtud de las dudas que circundan en torno al mismo
(las cuales, insistimos, habrían podido esclarecerse con una diligente
investigación)...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CPA art:13
CPE art:11
CPAU art:2
CPP art:10
CPB art:13-prf.s.

DESC ARMAS
DESC DELITOS POR OMISION
DESC DROGAS
DESC HOMICIDIO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC NEGLIGENCIA

881
DESC NIÑOS
DESC SUICIDIO
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.988-990.

882
309
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL Procede la aplicación de la agravante contenida en el artículo
217 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, cuando la víctima del hecho punible cometido,
sea un niño o adolescente.

FRAGMENTO

“La expresión de los preceptos jurídicos aplicables previsto como requisito


de la acusación en el ordinal 4° del Código Orgánico Procesal Penal, no se
refiere sólo a la mera enunciación de la norma penal en la cual se
encuentra prevista la figura delictiva imputada, sino que además requiere
de la fundamentación de la calificación jurídica adoptada por el fiscal del
Ministerio Público.
En este sentido, se observa que la representante del Ministerio Público, en
su escrito acusatorio se limita a señalar los fundamentos sobre los cuales
considera que estamos en presencia de la comisión del delito de homicidio
culposo, previsto y sancionado en el artículo 411 del Código Penal, sin
embargo, la referida fiscal, no consideró el hecho de que la víctima de los
hechos es un menor de edad y en consecuencia le sería aplicable la
agravante genérica prevista en el artículo 217 del la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, según el cual:
´Artículo 217. Agravante. Constituye circunstancia agravante de todo
hecho punible, a los efectos del cálculo de la pena, que la víctima sea niño
o adolescente´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:217
CP art:11
COPP art:4

DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC HOMICIDIO
DESC NIÑOS
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.991.

883
310
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-27-365-2004 FECHA:20040701
TITL La aplicación de la sanción por violación a la confidencialidad
prevista en el artículo 227 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, debe solicitarse al tribunal de
protección del niño y del adolescente, y el conocimiento de
estos hechos corresponde a los fiscales del Ministerio Público
con competencia en el Sistema de Protección del Niño, el
Adolescente y la Familia (materia civil, instituciones familiares y
protección).

FRAGMENTO

“El Título III Capítulo IX de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, se refiere a las Infracciones a la Protección Debida,
dividido el mismo por Secciones distribuidas de la manera siguiente:
´Sección Primera. Disposiciones Generales, Sección Segunda.
Infracciones y Sanciones, Sección Tercera. Multas, y Sección Cuarta.
Sanciones Penales´.
Ahora bien, la Sección Primera de dicho Capítulo establece las
disposiciones generales respecto al manejo de las Infracciones a la
Protección Debida, refiriéndose el artículo 214 de manera específica, a la
forma en que se distribuirán las competencias y los procedimientos de
acuerdo al tipo de sanción de que se trate. Así prevé el artículo 214:
´Competencia y procedimiento. La jurisdicción penal ordinaria es
competente para imponer las sanciones penales, siguiendo el
procedimiento penal ordinario. El tribunal de protección del niño y del
adolescente es competente para imponer las sanciones previstas en la
sección de este capítulo, siguiendo el procedimiento previsto en el capítulo
XII de este Título´.
De ello se desprende que la aplicación de la sanción por la violación a la
confidencialidad (en aquellos casos que la hubiere) deberá ser solicitada al
tribunal de protección del niño y del adolescente, ya que es éste el
competente para conocer de ello. Asimismo, el artículo 215 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente establece quienes
son los legitimados para iniciar y sostener el procedimiento para la
aplicación de sanciones ´civiles´, las personas a las que se refiere el
artículo 291 de dicha ley, indicando que son interesadas para iniciar e
intervenir en dichos procedimientos, el propio niño cuyos derechos son
amenazados o violados, su familia y todos los integrantes del Sistema de
Protección del Niño y del Adolescente. Así lo señala Pret Gentil de la
manera siguiente:
´Los Procedimientos Administrativos…/La Legitimación…/El artículo 291
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
considera que para iniciar o intervenir en los procedimientos
administrativos, son interesados los siguientes: Los integrantes del
Sistema de Protección del Niño y del Adolescente, señalados en el artículo
119 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente…´.
884
Ahora bien, el Capítulo XII del Título III de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente es el referido al Procedimiento
Judicial de Protección, según el cual se tramitarán mediante este
procedimiento especial administrativo, los asuntos previstos en los
parágrafos tercero y quinto del artículo 177 ejusdem.
En este sentido, el parágrafo tercero del artículo 177 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente establece en su literal ´e´
que se tramitarán de esta forma los asuntos provenientes de los Consejos
de Protección que impliquen ´la aplicación de sanciones a particulares,
instituciones públicas o privadas, excepto las previstas en la Sección
Cuarta de este Capítulo´, a saber las sanciones penales.
Asimismo, se observa que la denuncia en el caso que nos ocupa fue
interpuesta ante el Consejo de Protección del Niño y del Adolescente el
cual constituye un órgano administrativo, de esta manera lo reconoce Pret
Gentil al indicar:
´En la rama Ejecutiva, ubicamos las distintas autoridades administrativas,
con competencia en materia de niños y adolescentes. Éstas se encuentran
previstas en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
de la siguiente manera:…/El Consejo Nacional de Derechos…/Los
Consejos Estadales de Derechos…/ Los Consejos Municipales de
Derechos y los Consejos de Protección…/ Las Autoridades Administrativas
que conforman el Sistema Integral de Protección…/El Consejo de
Protección del Niño y del Adolescente son órganos administrativos,
permanentes, con autonomía funcional, que actúan en cada municipio y
por mandato de la sociedad, encargados de asegurar la protección en
caso de amenaza o violación de los derechos y garantías de uno o varios
niños o adolescentes, individualmente considerados (artículo 158 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente)´.
En consecuencia, atendiendo a todo lo antes expuesto, podemos afirmar
que la violación a la confidencialidad, y la violación al derecho al honor,
reputación, propia imagen, vida privada e intimidad familiar, constituyen
conductas que ameritan la apertura de un procedimiento de carácter
administrativo, cuyas sanciones son de naturaleza civil, y la competencia
para conocer de las mismas le corresponde a los Consejos de Protección,
a los tribunales de Protección del Niño y del Adolescente y a los fiscales
del Ministerio Público con Competencia en el Sistema de Protección del
Niño, el Adolescente y la Familia (materia civil, instituciones familiares y
protección), ya que desde la entrada en vigencia de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, específicamente por mandato de
su artículo 169, los antes denominados procuradores de menores
desaparecen y deben ser creadas fiscalías especializadas en materia de
niños y adolescentes, donde cada fiscal ´está legitimado para intervenir en
acciones judiciales y administrativas, no sólo como acusador, sino como
tercero, como simple garante o parte de buena fe, como solicitante y hasta
como representante de intereses colectivos y difusos´.
Por tanto, y atendiendo a lo antes expuesto, el conocimiento de los
hechos objeto del presente análisis le corresponde a los Fiscales del
Ministerio Público con Competencia en el Sistema de Protección del Niño,
el Adolescente y la Familia (materia civil, instituciones familiares y
protección)...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:158

885
LOPNA art:169
LOPNA art:177
LOPNA art:214
LOPNA art:215
LOPNA art:227
LOPNA art:291

DESC ADOLESCENTES
DESC CONFIDENCIALIDAD
DESC DELITOS CONTRA EL HONOR
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.991-994.

886
311
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-27-421-2004 FECHA:20040722
TITL La figura de la conciliación únicamente será procedente cuando
el delito no amerite pena privativa de libertad como sanción.

FRAGMENTO

“Del acto de conciliación. Conforme lo dispone el artículo 564 de la Ley Orgánica


para la Protección del Niño y del Adolescente, la figura de la conciliación
representa una de las fórmulas de solución anticipada del proceso, según la cual,
en aquellos casos donde se hayan cometido delitos para los que de conformidad
con dicha ley, no sea procedente la privación de la libertad como pena, el fiscal del
Ministerio Público promoverá un acuerdo que, si es homologado por el juez de
Control, conlleva a la suspensión del proceso a prueba. Si durante el lapso
determinado para el cumplimiento de las condiciones del acuerdo, éste es
cabalmente satisfecho, procede el sobreseimiento.
La norma aludida implica la satisfacción de un conjunto de requerimientos, los
cuales, vale la pena reseñar:
´Artículo 564. Conciliación. Cuando se trate de hechos punibles para los que no
sea procedente la privación de libertad como sanción, el fiscal del Ministerio
Público promoverá la conciliación. Para ello celebrará una reunión con el
adolescente, sus padres, representantes o responsables y la víctima, presentará
su eventual acusación, expondrá y oirá proposiciones/ Parágrafo Primero: En caso
de hechos punibles que afecten intereses colectivos o difusos propondrá la
reparación social del daño./ Parágrafo Segundo: Si se llega a un preacuerdo, el
fiscal lo presentará al Juez de Control, conjuntamente con la eventual acusación´.
De lo transcrito, emerge una premisa obligada: la figura de la conciliación
únicamente será procedente cuando el delito investigado no amerite pena
privativa de libertad como sanción. Lo anterior merece ser hilvanado,
necesariamente, conforme lo dispuesto en el parágrafo segundo del artículo 628
de dicha Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente:
´Parágrafo Segundo. La privación de libertad sólo podrá ser aplicada cuando el
adolescente:/ a) Cometiere alguno de los siguientes delitos: homicidio, salvo
culposo, lesiones gravísimas, salvo las culposas; violación, robo agravado;
secuestro; tráfico de drogas en cualesquiera de sus modalidades; robo o hurto
sobre vehículos automotores…´.
Antes de cualquier precisión de fondo, este Despacho insiste en la omisión
(injustificada) respecto la indicación de los elementos de convicción, que en
criterio de la representante del Ministerio Público, fundamentaban la solicitud de
sobreseimiento. Del escrito remitido, resulta imposible determinar cuáles eran los
delitos imputados a los ciudadanos N.J.S.Q. y J.J.J.F.
Con atención a los hechos argüidos por la representante del Ministerio Público,
resultaba insoslayable determinar la gravedad de las lesiones que presuntamente
se habían ocasionado en la víctima. Recuérdese que de conformidad con lo
pautado en el artículo 628 de la dicha Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, las lesiones gravísimas justifican la privación de libertad como
sanción, lo cual imposibilitaría, por vía de consecuencia, la admisión de la
conciliación como fórmula de solución anticipada del proceso. Quien suscribe
estas líneas, reitera la imposibilidad de asumir una posición radical al respecto; la
prescindencia del examen médico pertinente, imprescindible a los efectos de
dimensionar la entidad de las lesiones producidas, impide a este Despacho
pronunciarse sobre la procedencia de la conciliación en el presente caso.
La representante del Ministerio Público, no sólo omite indicar cuáles fueron las
887
razones que motivaron la admisión de la conciliación conforme los hechos objeto
de la investigación, sino que también prescinde del señalamiento concreto de los
delitos que se le incriminaban al imputado (circunstancia que supeditaba la
admisión de la conciliación como fórmula anticipada de prosecución del proceso).
El escrito en referencia no satisface los requerimientos mínimos (formales y
sustanciales), que hagan procedente la solicitud de sobreseimiento. Sobre el
particular, valga aludir a doctrina del Ministerio Público:
´Inmotivado resulta un escrito fiscal que se limita a solicitar, realizar, interponer o
decretar algún acto procesal, sin justificar el porqué de su apreciación jurídica. En
otras palabras, todo escrito emanado de los representantes del Ministerio Público,
debe estar suficientemente razonado de la forma que valga por sí mismo en
cuanto a su contenido(…)debe fundamentarse el escrito de solicitud de
sobreseimiento(…)por contener opiniones o decisiones jurídicas emanadas de los
representantes del Ministerio Público, que inciden en el resultado del proceso
penal…/ Dentro de la motivación, se debe hacer una relación de los hechos con
indicación de las circunstancias de tiempo, modo y lugar de ejecución, de manera
clara, precisa y circunstanciada, señalando cuándo, cómo y donde ocurrieron los
hechos´…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:564
LOPNA art:628

DESC ADOLESCENTES
DESC CONCILIACIÓN
DESC DETENCION
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC DROGAS
DESC HOMICIDIO
DESC HURTO
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC LESIONES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC NIÑOS
DESC PENAS
DESC ROBO
DESC SECUESTRO
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC VEHICULOS
DESC VICTIMA
DESC VIOLACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.994-995.

888
312
TDOC Memorandum
REMI Direción de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-26-465-2004 FECHA:20040812
TITL El artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, concebido como remedio procesal a los
efectos de privar preventivamente la libertad del imputado, debe
entenderse sujeto a los parámetros y presupuestos
establecidos en el artículo 250 y siguientes del Código Orgánico
Procesal Penal.

FRAGMENTO

Del artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente. La representante del Ministerio Público solicita que se
acuerde ´la detención como medida cautelar´, con fundamento en lo
dispuesto en el artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño
y del Adolescente; la norma en cuestión, faculta la privación de libertad del
adolescente vinculado con la comisión de un hecho punible, únicamente a
los efectos de asegurar su comparecencia a la audiencia preliminar.
Valga reproducir lo dispuesto en el precepto legal aducido:
´Artículo 559. Detención para Asegurar la Comparecencia a la Audiencia
Preliminar. Identificado el adolescente, el Fiscal del Ministerio Público
podrá solicitar su detención para asegurar su comparecencia a la
audiencia preliminar. A tal efecto, lo conducirá ante el Juez de Control
dentro de las veinticuatro horas siguientes a su ubicación y aprehensión. El
juez oirá a las partes y resolverá inmediatamente. Sólo acordará la
detención si no hay otra forma posible de asegurar su comparecencia´.
Como bien se advierte en el preludio de este inciso, el artículo 559 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, cobija una
genuina medida de coerción personal.
Alberto Binder, en su excelsa obra, reitera la excepcionalidad de las
medidas de coerción personal como mecanismos de aseguramiento del
imputado, arguyendo que la utilización de la prisión preventiva debe ser
mucho más restringida aún, con ocasión de la restricción inevitable de la
libertad como garantía medular del entorno social. El proceso penal exige
la adopción de medidas de coerción personal, precautelativas, destinadas
a evitar que se vean frustradas las exigencias de justicia y que inciden,
necesariamente, en la libertad de movimiento del imputado; la adopción de
tales providencias encuentra legítimo interés en la salvaguarda del sistema
persecutorio penal, y en la necesidad de evitar la posible evasión del
imputado de las consecuencias intrínsecas de una probable decisión
condenatoria ulterior.
Pero no sólo eso, en doctrina, las finalidades de la prisión preventiva son
susceptibles de ser reseñadas en dos criterios terminantes: por una parte,
garantizar la presencia del imputado, y por otra, asegurar el éxito de la
investigación.
La presencia del imputado en audiencia se erige como un fin intrínseco
que valida la existencia del proceso mismo, pues como ya es sabido, no
está permitido el juicio en ausencia, es decir, no se puede adelantar un

889
proceso a espaldas del sujeto sobre el cual recae la acción penal. La
finalidad aludida no trascendería de un ideal intangible, si el proceso no
dispusiera de mecanismos cautelares tendentes a hacer efectivo el
Sistema de Administración de Justicia Penal, entre ellos las medidas de
coerción personal.
Y en cuanto a la motorización de la instrucción penal, es sabido que con
ella se procura la ubicación, identificación y aseguramiento de los
elementos de convicción que sustentan una imputación penal (y probable
sentencia). En este sentido, la prisión preventiva supone la sujeción del
imputado, sustentada en el peligro de que pueda obstaculizar la labor
investigativa del Ministerio Público, manipulando las fuentes de prueba en
procura de su impunidad.
En criterio de este Despacho, el artículo 559 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente no es ajeno a las anteriores
consideraciones. Como innegable medida de coerción personal
(entiéndase: la efectiva privación de libertad del imputado), su adopción
debe necesariamente sujetarse a los parámetros y limitaciones que rigen
toda medida de aseguramiento cautelar. Así pues, se erige en un mandato
aludir a lo dispuesto en el artículo 537 del mismo cuerpo normativo en
estudio:
´Artículo 537. Interpretación y Aplicación. Las disposiciones de este Título
deben interpretarse y aplicarse en armonía con sus principios rectores, los
principios generales de la Constitución, del Derecho Penal y Procesal
Penal, y de los tratados internacionales, consagrados a favor de la persona
y especialmente de los adolescentes./ En todo lo que no se encuentre
expresamente regulado en este Título, deben aplicarse supletoriamente la
legislación penal, sustantiva y procesal y, en su defecto el Código de
Procedimiento Civil´.
De la letra del Código Orgánico Procesal Penal, interesa recurrir al
Capítulo III, del Título VIII, del Libro Primero, referido a los principios
generales (y reglas procesales) que rigen la privación de libertad como
medida de aseguramiento cautelar. Precisamente el artículo 250 del
Código Adjetivo Penal, regula los presupuestos de procedencia de la
prisión preventiva, estableciendo los límites obvios que sujetan a los
operarios de justicia para su respectiva solicitud y consecuente (eventual)
acuerdo.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en
disposición alguna, hace referencia a los presupuestos de procedencia de
la privación judicial preventiva de libertad, entendida como medida
cautelar. La única norma análoga (entiéndase: al artículo 250 del Código
Orgánico Procesal Penal) encuentra amparo en el artículo 581 de la
referida ley especial, cuyo contenido reza textualmente:
´Artículo 581. Prisión Preventiva como Medida Cautelar. En el auto de
enjuiciamiento el Juez de Control podrá decretar la prisión preventiva del
imputado, cuando exista:/ a) Riesgo razonable de que el adolescente
evadirá el proceso;/b) Temor fundado de destrucción u obstaculización de
pruebas;/c) Peligro grave para la víctima, el denunciante o el
Testigo./Parágrafo Primero: Esta medida procederá sino en los casos en
que, conforme a la calificación jurídica dada por el juez, sería admisible la
privación de libertad como sanción, de acuerdo a lo dispuesto en la letra a)
del Parágrafo Segundo del artículo 628. Se ejecutará en centros de
internamiento especializados, donde los adolescentes procesados deben
estar separados de los ya sentenciados./Parágrafo Segundo: La prisión

890
preventiva no podrá exceder de tres meses. Si cumplido este término el
juicio no ha concluido por sentencia condenatoria, el juez que conozca del
mismo la hará cesar, sustituyéndola por otra medida cautelar´.
Como se colige de la simple lectura de la disposición transcrita, en este
caso, la prisión preventiva se concibe como una medida cautelar
susceptible de acordada en el auto de enjuiciamiento emitido por un juez
de Control, lo cual conlleva a concluir, lógicamente, que su acuerdo es
posterior a la celebración de la audiencia preliminar.
En fase de investigación, la adopción de la prisión preventiva no se
entiende sujeta a lo dispuesto en el artículo 581 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente. En criterio de esta Dirección, el
artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, entiende su aplicación
supletoria cuando el objeto del pedimento fiscal, suponga la privación de
libertad del imputado. Tal y como lo advierte el artículo 537 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, todo lo no
regulado por ella (respecto la responsabilidad penal del adolescente),
demanda la aplicación supletoria del Código Orgánico Procesal Penal. En
consecuencia, el artículo 559 de dicha ley especial, concebido como
remedio procesal a los efectos de privar preventivamente la libertad del
imputado, debe entenderse sujeto a los parámetros y presupuestos
establecidos en el artículo 250 (y siguientes) del Código Adjetivo Penal.
Así pues, valga transcribir perentoriamente lo dispuesto en el acápite del
artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal:
´Artículo 250. Procedencia. El juez de control, a solicitud del Ministerio
Público, podrá decretar la privación preventiva de libertad del imputado
siempre que se acredite la existencia de:/ Un hecho punible que merezca
pena privativa de libertad y cuya acción penal no se encuentre
evidentemente prescrita; / 2. Fundados elementos de convicción para
estimar que el imputado ha sido autor o partícipe en la comisión de un
hecho punible; / 3. Una presunción razonable, por la apreciación de las
circunstancias del caso particular, de peligro de fuga o de obstaculización
en la búsqueda de la verdad respecto de un acto concreto de
investigación...´.
La ´privación preventiva de libertad´, como medida de coerción personal,
sólo es susceptible de ser solicitada por el representante del Ministerio
Público cuando acredite fundadamente:
La existencia de un hecho punible que merezca como sanción pena
privativa de libertad, siempre y cuando la acción penal no se encuentre
prescrita.
Suficientes y motivados elementos de convicción que hagan presumible la
autoría o participación del imputado en los hechos objeto de la
investigación.
La presunción consolidada de dos presupuestos alternativos, a saber, el
peligro de fuga y de obstaculización del proceso.
Como corolario de lo transcrito, se erige en un mandato referirnos al fumus
boni iuris y al periculum in mora como presupuestos de procedencia de la
medida cautelar en estudio. Monagas complementa con acierto:
´Decir que la privación de libertad es una medida cautelar, la sujeta al
cumplimiento de unos presupuestos que deben concurrir para convertirla
en una medida viable. Esos presupuestos son: / 1. El fumus bonis iuris, o
apariencia de derecho, que en el proceso penal se traduce en que el
hecho investigado tenga carácter de delito y la probabilidad de que el
imputado hubiese participado en su comisión. / 2. El periculum in mora o

891
peligro por la demora, que en el proceso penal significa que el imputado,
abusando de su libertad, impida el cumplimiento de los fines del proceso. /
3. La proporcionalidad entre la posible pena aplicable y el tiempo de
privación de libertad que pueda sufrir el imputado´.
El fumus boni iuris constituye el primer requisito que debe verificar el juez
al enfrentarse a la obligación de dictar una providencia cautelar. Se trata
de la indagación que hace el órgano judicial sobre la posibilidad
cualificada, sobre la apariencia cierta, de que el derecho involucrado por el
solicitante de la medida cautelar en la realidad exista y que, en
consecuencia, será efectivamente reconocido mediante la sentencia
definitiva. En palabras sencillas, se traduce en la existencia de un juicio o
razonamiento donde el órgano jurisdiccional encargado de decretarla,
prevé las probabilidades sólidas de que el solicitante de la medida será
beneficiado por lo dispuesto en la resolución judicial definitiva.
No obstante, en materia procesal penal la perspectiva de lo planteado
cambia radicalmente. Como bien afirma Gimeno Sendra: ´...considerando
que tanto las medidas cautelares personales como las patrimoniales y en
lo que al responsable criminal se refieren, más que un juicio o
razonamiento positivo respecto a una previsible resolución final favorable a
quien solicita la medida cautelar, exigen la razonable atribución a una
persona determinada de la comisión del hecho punible”. O en palabras
propias de Ortells Ramos, la imposición de una providencia cautelar
depende de: “un juicio sobre la responsabilidad penal del sujeto pasivo de
la medida y, en consecuencia, sobre la futura imposición al mismo de una
pena´.
Precisamente por ello, el profesor Tamayo antes de referirse al fumus boni
iuris, prefiere hablar de ´suficientes indicios de culpabilidad´ (junto con el
periculum in mora) como presupuesto fundamental de las medidas
asegurativas cautelares. Trátese de indicios de culpabilidad o de indicios
de criminalidad, ambas expresiones son amparadas por las conclusiones
de la autora Aragüena Fanego:
´... expresión ésta que circunscribe o acota el objeto sobre el cual deberá
recaer la valoración del órgano jurisdiccional, radicalmente diverso al
objeto civil, y que conlleva además, como sabemos, una doble alteración
con respecto a este ámbito relativa, de un lado, al sujeto que va a ser
centro de tal valoración judicial (el favorecido por la medida, en el civil; el
gravado con ella, en el penal) y, de otro, al signo que debe arrojar tal
valoración (positivo, en el civil; negativo, en el penal). / Concluimos
sosteniendo, por tanto, la validez del fumus en el proceso penal, aún
cuando entendido de modo radicalmente opuesto al civil, ya que aquí,
habida cuenta de las acusadas diferencias existentes, entendemos que
más que de fumus boni iuris habría que hablar del fumus mali iuris o, como
propone Guariniello de fumus commisi delicti...´.
En cuanto al periculum in mora, ya Chiovenda advertía en su momento
que el tiempo invertido en la motorización de un proceso no podría devenir
en perjuicio para quien ostentara la razón. Este segundo presupuesto no
es otra cosa que la referencia al riesgo de que el retardo natural del
proceso pueda neutralizar la acción de la justicia, ante la posible fuga del
imputado o la obstaculización, por su parte, de la búsqueda de la verdad.
Consecuencialmente, el periculum in mora viene representado por el
peligro de fuga y obstaculización del proceso como presupuestos
susceptibles de ser atribuidos al imputado -preestablecido en los artículos
251 y 252 del Código Orgánico Procesal Penal- cuya ausencia no sólo

892
imposibilita el desenvolvimiento natural del iter procedimental, sino también
la efectiva aplicación de la pena si ulteriormente llegase a imponerse...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:537
LOPNA art:559
LOPNA art:581
COPP art:250
COPP art:251
COPP art:252

DESC ADOLESCENTES
DESC DETENCION
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACION
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC NIÑOS
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.996-1001.

893
313
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-591-2004 FECHA:20041011
TITL Los escritos de acusación realizados de conformidad con la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, deben
necesariamente indicar los datos del defensor del imputado,
aunque ello no esté expresamente previsto en el artículo 570
ejusdem.

FRAGMENTO

“Cabe señalar que la fiscal no indica en ninguno de los doce (12) escritos
de acusación -examinados por este Despacho-, que los imputados se
encuentran asistidos por abogados defensores (y por ende omite indicar la
identificación y el domicilio procesal de dichos defensores), lo cual resulta
atentatorio del derecho a la defensa del imputado, ya que como bien lo
establece el artículo 125 del Código Orgánico Procesal Penal –aplicable
supletoriamente a la materia de responsabilidad de niños y adolescentes,
en virtud de lo previsto en el artículo 537 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente-, entre los derechos del imputado
figura la posibilidad de ser informado específica y claramente de cada uno
de los hechos que se le imputan (numeral 1), lo cual se verifica cabalmente
a través de la intervención del defensor del imputado, que es quien clarifica
y explica detalladamente el significado de la imputación realizada
previamente por el representante del Ministerio Público, indicando a su
defendido el alcance jurídico-práctico del presunto delito que ha sido
previamente atribuido, efectos de la imputación, beneficios procesales
aplicables, pena aplicable, es decir, consecuencias jurídicas en general.
Asimismo, el numeral 2 de manera más específica, establece el derecho a
comunicarse con su abogado de confianza, a los fines de informar sobre
su detención; y el numeral 3 del artículo antes citado, indica que el
imputado tiene derecho a ser asistido desde el comienzo del proceso, por
un defensor que él designe, todo ello a los fines de poder ejercer
plenamente su derecho a la defensa, lo cual implica disponer del tiempo
necesario y de los medios apropiados para ejercer dicha defensa, tal y
como lo establece el numeral 1 del artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
Luego de haber expresado lo anterior, debe aclararse que aun cuando
dentro de un orden lógico procesal, una vez interpuesta la acusación, se
supone que el imputado ha tenido conocimiento de los hechos que se le
han imputado, la indicación, identificación y dirección del defensor sigue
siendo primordial a los fines de poner al órgano jurisdiccional en
conocimiento de la existencia de dicho defensor, bien sea público o
privado, quien es el encargado de preservar el derecho a la defensa del
imputado a lo largo del proceso, e igualmente permitir la efectiva
localización y posterior notificación del mismo, a fin de contar con su
presencia en cada uno de los actos del proceso subsiguientes a la
presentación –para su admisión- de la acusación ante el juez de control,
por cuanto sin su presencia no es factible, de conformidad con las
previsiones de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
894
Adolescente, celebrar actos primordiales establecidos en la ley, como lo
constituye el acto de audiencia preliminar artículo 570 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente.
En el caso de los defensores privados -en comparación con los defensores
públicos- resulta de mayor importancia el señalamiento de los extremos
anteriormente señalados, y en especial forma su domicilio procesal, por
cuanto éste es totalmente desconocido por el órgano jurisdiccional,
impidiendo la respectiva notificación del defensor respectivo, como antes
se indicó, a diferencia de los defensores públicos, por cuanto la sede de la
Defensoría Pública se encuentra actualmente en la propia sede de los
tribunales con competencia en materia penal...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49-1
LOPNA art:537
LOPNA art:537-1
LOPNA art:537-2
LOPNA art:537-3
LOPNA art:570
COPP art:125

DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC DEFENSORES
DESC DEFENSORIA PUBLICA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DOMICILIO
DESC ESCRITO DE ACUSACIÓN
DESC IDENTIFICACION
DESC IMPUTABILIDAD
DESC NOTIFICACIONES
DESC NIÑOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1001-1002.

895
314
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Agente de Estado para los Derechos Humanos ante AEDHSII
el Sistema Interamericano e Internacional
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-14-0439-3511 FECHA:20040126
TITL Medidas provisionales de protección.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo a la comunicación


AEDH N° 016, de fecha 21 de enero de 2004, mediante la cual solicita
información relacionada con el estado actual en que se encuentran las
medidas provisionales de protección otorgadas por la Corte Interamericana
de Derechos Humanos; en tal sentido le informo que de acuerdo a la
información que reposa en la Dirección de Protección de Derechos
Fundamentales de esta Institución, son las concedidas a los ciudadanos
Luis Enrique Uzcátegui Jiménez; Luisiana Ríos, Luis Contreras Alvarado,
Armando Amaya y Eduardo Sapene, trabajadores de Radio Caracas
Televisión; Marta Colomina y Liliana Velásquez, del canal de televisión
Televen, y las ciudadanas Liliana Ortega, Iris Medina, Hilda Páez, Maritza
Romero, Aura Liscano, Alicia de González y Carmen Alicia Mendoza,
todos integrantes de la Organización No Gubernamental denominada
Comité de Familiares de Víctimas de los Sucesos de Febrero-Marzo de
1989 -COFAVIC-.
Con respecto al caso donde aparece como víctima el ciudadano Luis
Uzcátegui Jiménez, le informo que el día 12-12-2002, el Fiscal 1° del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón, inició la
correspondiente investigación del caso, habiendo solicitado y efectuado
diversas diligencias tendentes al esclarecimiento de los hechos, en aras de
hacer justicia y cumplir con las peticiones de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.
Asimismo, de conformidad con el artículo 55 de la Carta Magna
Venezolana Vigente, y el artículo 118 del Código Orgánico Procesal Penal,
el Juzgado 5º en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado Falcón, a solicitud del Fiscal Superior de ese Estado, le concedió al
ciudadano Luis Enrique Uzcátegui Jiménez, medida de protección, siendo
encomendada su ejecución al Comando Regional N° 4, Destacamento N°
42 de la Guardia Nacional, sin embargo, desde su inicio se vio dificultado
su cumplimiento, puesto que el referido ciudadano no había sido
localizado, aun cuando funcionarios adscritos a la Guardia Nacional se
trasladaron continuamente a la dirección suministrada en principio por la
víctima, a fin de cumplir con sus labores, sin haber logrado dar con su
paradero.
Por tal motivo, el día 3-12-2003, fue citado el ciudadano Isaac Pérez,
abogado del ciudadano Luis Uzcátegui, a fin que informara el lugar donde
el mismo podía ser ubicado. Así pues el día 9-12-2003, se celebró en la
sede de la Fiscalía Superior del Estado Falcón una reunión a la que
asistieron los mencionados ciudadanos, el fiscal de la causa,
representantes de la Defensoría del Pueblo, el Fiscal Superior de ese
Estado, y el Comandante del Destacamento Nº 42 de la Guardia Nacional,
896
en la que se acordó que aun cuando el mencionado organismo de
seguridad no contaba con el personal suficiente como para brindar un
apostamiento policial, realizaría labores de patrullaje en el domicilio que a
tales efectos designara el beneficiario de la medida, dejando constancia de
los recorridos que se realicen, y que además prestaría cualquier otra
colaboración que el afectado, en razón de su seguridad, solicite.
Con relación a la medida provisional otorgada por la referida Corte a los
ciudadanos Eduardo Sapene, Luisiana Ríos, Armando Amaya, Antonio
José Monroy, y Luis Contreras Alvarado, todos trabajadores de Radio
Caracas Televisión, he de manifestarle que a los fines de iniciar la
investigación del caso, fueron comisionados los Fiscales 2º y 74º del
Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas. Estos
representantes fiscales durante el curso de la investigación, han tramitado
ante los órganos judiciales competentes, diversas medidas tendentes a
lograr la protección de la vida de los periodistas y técnicos de ese canal de
televisión, las cuales han sido ampliadas a los fines de proteger los bienes
y equipos necesarios, incluyéndose a su vez las instalaciones en donde
funcionan las sedes del canal y donde operan y están instaladas las
antenas retransmisoras de microondas, de manera que tales medidas se
suscitaron de la siguiente forma:
1.- Medida de protección de fecha 14-3-2002, emanada del Juzgado 33º
en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, en la cual se ordenó a la Policía Metropolitana de Caracas,
bajo la dirección y/o coordinación del Ministerio Público, la protección física
de los periodistas y técnicos durante la cobertura de hechos y noticias de
carácter político, en sitios abiertos al público o de fácil acceso al público.
En relación con esta medida hay que precisar que la misma beneficia a los
ciudadanos Luisiana Ríos, Armando Amaya, Antonio José Monroy, Laura
Castellanos, Argenis Uribe, Eduardo Sapene y adicionalmente también a
cualquier otro periodista, camarógrafo y técnico que labore en Radio
Caracas Televisión y sean destinados a trabajar en el mismo escenario
planteado.
2.- Medida de protección de fecha 11-4-2002, emanada del Juzgado 13º
en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, con carácter de ampliación de la orden judicial anteriormente
señalada, en la cual se ordena a todas las Policías Municipales del Distrito
Capital, Policía del Estado Miranda, Guardia Nacional y Policía
Metropolitana, bajo la dirección y/o coordinación del Ministerio Público, la
protección física de los periodistas y técnicos durante la cobertura de
hechos y noticias de carácter político, en sitios abiertos al público o de fácil
acceso público, protección de bienes necesarios, además de la custodia
de la sede del canal y de las antenas repetidoras de microondas
instaladas en el territorio de la Jurisdicción del Área Metropolitana de
Caracas.
3.- Orden judicial de fecha 5-11-2003, emanada de la Sala Dos de la Corte
de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, en la cual se ratifican las medidas de protección a favor de los
periodistas, técnicos, directivos, gerentes y empleados, bienes, sedes,
instalaciones y equipos de Radio Caracas Televisión.
En cuanto al caso de las periodistas Marta Colomina y Liliana Velásquez,
le informo que a objeto de realizar las averiguaciones correspondientes al
caso, fueron comisionados los Fiscales 20º del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia, 86º y 123º del Ministerio Público

897
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
iniciándose la investigación el día 27-6-2003.
En virtud de la medida provisional dictada por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, el Fiscal Superior del Ministerio Público del Área
Metropolitana de Caracas, solicitó al Juzgado 42° en Funciones de Control
de este Circuito Judicial Penal, la ampliación de la medida de protección, a
favor de la ciudadana Marta Colomina, la cual fue acordada el día 30-10-
2003, haciéndose extensiva a la ciudadana Liliana Velásquez y
designándose a la Policía Metropolitana la responsabilidad del
cumplimiento de dicha decisión, toda vez que el día 11-8-2002 dicho
juzgado había otorgado medida de protección a diversos periodistas,
entres ellos a la ciudadana Marta Colomina.
Finalmente, en el caso de las ciudadanas Liliana Ortega, Iris Medina, Hilda
Páez, Maritza Romero, Aura Liscano, Alicia de González y Carmen Alicia
Mendoza, todas integrantes de la Organización No Gubernamental
denominada Comité de Familiares de Víctimas de los Sucesos de Febrero-
Marzo de 1989 -COFAVIC-, se comisionó a las Fiscales del Ministerio
Público 24º con Competencia Plena a Nivel Nacional, y 44º del Área
Metropolitana de Caracas, quienes en fecha 15-5-2002, iniciaron la
investigación correspondiente.
La medida de protección en cumplimiento de la provisional otorgada por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos a los miembros de la
referida Organización No Gubernamental, está siendo cumplida por
funcionarios adscritos a la Policía Metropolitana, quienes han brindado una
protección ininterrumpida, vigilando la sede del mencionado comité, y
especialmente preservando la seguridad personal de la ciudadana Liliana
Ortega.
Esperando que la información suministrada sea de utilidad y reiterándole la
disposición de cooperar con usted en la consecución de los fines del
Estado, le saluda”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:55
COPP art:118

DESC COMITÉ DE FAMILIARES DE LAS VICTIMAS DE LOS SUCESOS DE


DESC FEBRERO Y MARZO DE 1989 /COFAVIC/
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC MEDIDAS DE PROTECCIÓN
DESC MEDIOS DE COMUNICACION
DESC ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES
DESC PERIODISTAS
DESC POLICIA
DESC TELEVISION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1305-1307.

898
315
TDOC Oficio
REMI Direcciòn de Protecciòn de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Red de Apoyo por la Justicia y la Paz RAJP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-14-PROMO.1437- FECHA:20040219
8785
TITL Exposición sobre la Práctica de la Tortura en Venezuela y la
Obligación del Estado de Prevenir y Sancionar la Tortura,
correspondiente al período 1999- 2003.

FRAGMENTO

“Me dirijo a ustedes en la oportunidad de acusar recibo del Informe elaborado por
esa Organización No Gubernamental sobre la Práctica de la Tortura en Venezuela
y la Obligación del Estado de Prevenir y Sancionar la Tortura, correspondiente al
período 1999-2003, en virtud del cual les significaré la actuación desempeñada
por el Ministerio Público en las situaciones que en dicho documento se describen
como inherentes a él.
En el texto contentivo del trabajo presentado a ésta Institución, se evidencia la
preocupación de la Red de Apoyo en relación a los casos de varios ciudadanos
que presuntamente fueron víctimas de abuso y tratos crueles e inhumanos por
parte de funcionarios policiales adscritos a los diferentes cuerpos de seguridad de
la nación, por lo que hago de su conocimiento que todos los casos allí señalados
están siendo investigados por el Ministerio Público.
Así pues, le referiré el caso del ciudadano Luis Francisco Buitriago, en el cual se
comisionó al Fiscal 3° del Ministerio Público del Estado Apure, a fin de que
realizara una investigación exhaustiva, tendiente al esclarecimiento de los hechos
denunciados y determinar las responsabilidades a que hubiere lugar.
Una vez que dicho representante fiscal, realizó todas las gestiones inclinadas a la
obtención de tales fines, logró determinar que ciertamente el mencionado
ciudadano había sido detenido por una comisión del Ejército Venezolano, por
encontrarse presuntamente colaborando con secuestradores del Estado Apure,
más no fue hallada evidencia alguna de que el mismo hubiere sido torturado, ya
que aun cuando se le practicaron dos reconocimientos médico legales, uno en su
ingreso y otro a su salida, ninguno de ellos reflejó el hallazgo de lesión alguna.
Por otra parte, está el hecho que aunque el ciudadano Luis Francisco Buitriago,
rindió declaración en presencia del mencionado fiscal, no denunció haber sido
torturado mientras estuvo detenido.
Otro de los casos mencionados en el informe es el del ciudadano José Francisco
Matheus, en ésta causa se comisionó al Fiscal 11º del Ministerio Público del
Estado Zulia, quien luego de efectuar la investigación pertinente al acaso, acusó a
los ciudadanos Luis Curriel Fernández, Ingribeth Morales Ramírez, Wilmer
Ballesteros Ortigoza, Arquímedes Terán, Jefry Ríos Mavarez, José Pirela Torres
Hedí Larrazabal Alvarado, José Quintero Barreto y Alberto Lubo Selem, por la
comisión de los delitos de lesiones intencionales gravísimas y abuso de autoridad,
donde el Juzgado 11º de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, en
ocasión a la celebración de la audiencia preliminar, acordó el sobreseimiento de la
causa, siendo apelada dicha decisión por el referido representante fiscal, estando
para la presente fecha a la espera del pronunciamiento de la Corte de Apelaciones
del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia.
Asimismo, referiré la causa del ciudadano Juan De La Cruz Bravo, respecto a la
cual le informo que esta Dirección sólo tiene conocimiento de una investigación
en la que dicho ciudadano aparecía como imputado por la comisión del delito de
homicidio calificado y porte ilícito de arma de fuego, de la que conoció el Fiscal 3º
del Ministerio Público del Estado Apure, y en la cual fue absuelto. Sin embargo,
899
este Despacho a mi cargo no maneja información de alguna causa donde aquel
aparezca como víctima de maltratos, abusos o torturas, por lo que mucho sabría
agradecerle que de poseer algún dato de interés sobre los abusos que
presuntamente recibió el mencionado ciudadano fuese informado a este
Despacho, específicamente si el hecho que nos ocupa fue denunciado ante
alguna autoridad.
Igualmente señalan en el informe, las causas donde aparecen como víctimas los
ciudadanos: Gabriel, Alí y Reinaldo Verenzuela (de la cual conoce el Fiscal 48º del
Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas), Nicolás Eduardo Rivera (de
la cual conoce el Fiscal 127º del Ministerio Público del Área Metropolitana de
Caracas), y Miguel Arraiza, (donde se encuentra comisionado el Fiscal 2º del
Ministerio Público del Estado Miranda).Todos estas se encuentran en etapa de
investigación.
En la tercera parte de su informe titulada ´Educación, Formación y Acceso a la
Justicia´, se afirma que: ´… los que funcionarios del Ministerio Público irrespetan
y menosprecian a las víctimas que acuden a presentar una denuncia…´. Con
respecto a tal aseveración ésta Dirección estima necesario, respetando la posición
de la Red de Apoyo, que la misma debe ser fundamentada con denuncias
específicas, ya que de ser cierto dicho señalamiento, es preciso imponer los
correctivos necesarios a fin de prevenir nuevas situaciones similares que pudieran
traer consigo situaciones adversas y perjudiciales a las víctimas y que repercuten
negativamente en la labor de hacer justicia.
En todo caso, los agraviados podrán interponer en la Dirección de Inspección y
Disciplina de la Fiscalía General de la República, las denuncias
correspondientes, ya que tal Dependencia tiene entre sus atribuciones, la función
de investigación disciplinaria para la sustanciación de las averiguaciones previas y
de los procedimientos disciplinarios instruidos a los fiscales titulares, fiscales
auxiliares, abogados adjuntos del despacho y personal profesional.
En esa misma parte del informe, se expresa que existen en el Ministerio Público
pocas estrategias de capacitación de sus funcionarios en materia de Derechos
Humanos. Con base a este señalamiento es preciso hacer de su conocimiento
que la Fiscalía General de la República, a través de Instituto de Estudios
Superiores, ha intensificado sus acciones en pro de la enseñanza, adiestramiento
y capacitación de su personal en ésta materia, ejemplo de ello son los siguientes
eventos ya realizados los cuales fueron dirigidos a fiscales y abogados adjuntos
de esta Institución:
Cursos sobre Derechos Humanos, con el apoyo del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo -PNUD-
Cursos sobre delitos contra los Derechos Humanos.
Seminario Internacional sobre el Estatuto de Roma.
Cursos intitulados ´Ministerio Público y los Derechos Humanos´.
Seminario sobre ´Sistema Interamericano de Protección´.
Seminario intitulado ´El Ministerio Público en el Primer Encuentro de Reflexión y
Análisis sobre la Situación en Venezuela de los Refugiados, Asilados y Personas
en Tránsito´.
Cursos sobre ´Derechos de las Víctimas´.
Cursos sobre ´Tipología de los Derechos Humanos´.
Cursos sobre ´Proceso Penal en Materia de Derechos Fundamentales´.
Por otra parte, con respecto a los señalamientos relativos a la insuficiencia de
fiscales del Ministerios Público para conocer los casos de tortura, agradecemos
su loable preocupación e igualmente le informamos que el Ministerio Público ha
hecho grandes esfuerzos en aras de atender los casos de violaciones a los
Derechos Humanos y hacer justicia, así pues se han venido creando nuevas
representaciones fiscales en todo el territorio nacional, a fin de tramitar
exclusivamente los casos de trasgresiones de los Derechos Fundamentales.
En su informe también se realizan recomendaciones a esta Institución, tal que en
primer término, se nos solicita sancionar a los fiscales que nieguen el acceso a
las víctimas de maltrato y tortura, y sus familiares a la información relativa al
proceso investigativo.
900
En tal sentido es de hacer notar que con la entrada en vigencia del Código
Orgánico Procesal Penal, y la creación de un nuevo sistema acusatorio, es un
derecho adquirido por las partes en el proceso penal tener acceso a las actas que
conformen la causa y siendo la víctima parte en el proceso, mal podría negársele
información vinculada al caso de interés. Esta circunstancia es conocida por todos
los fiscales del Ministerio Público, quienes tienen que velar por el cumplimiento de
la ley, por lo que no tengo conocimiento que exista algún representante del fiscal
que de manera negligente haya incurrido en esta falta.
En el caso de los familiares, sólo son parte en un proceso penal el cónyuge o la
persona con que se haga vida marital por más de dos años, hijo o padre adoptivo,
parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, y el
heredero, en los delitos cuyos resultados sea la incapacidad o la muerte del
ofendido; y en todo caso cuando el delito sea cometido en perjuicio de un incapaz
o de un menor de edad. Así las cosas, fuera de estos casos un fiscal de Ministerio
Público no tiene la obligación de permitir el acceso a las actas de un expediente a
una persona que no posea la cualidad de parte afectada en el proceso.
Partiendo de dichos supuestos, si algún representante fiscal en inobservancia de
la ley, negare el acceso a las actas a una persona parte en el proceso, dicho
hecho debe ser denunciado en la Dirección e Inspección y Disciplina de la Fiscalía
General de la República, la cual tal y como lo señalé con anterioridad, es la
encargada de conocer de éstos casos.
La segunda recomendación que se le hace a la Fiscalía General de la República
es la referida a permitirles a las víctimas de maltrato y tortura y a los familiares de
éstas, escoger un médico particular que practique o presencie la autopsia o los
reconocimientos Médico-Forenses.
Con respecto al primer supuesto, el de garantizarle a la víctima o a sus familiares
que un médico de su confianza le practique bien la autopsia, o bien un
reconocimiento Médico-legal, es menester hacerles saber que ésta no es en forma
alguna una obligación del Ministerio Público, puesto que tal petición carece de
asidero legal, ya que los mencionados exámenes sólo pueden realizarlo médicos
que no sólo tienen que estar adscritos a algún organismo de investigaciones del
Estado que lo faculte legalmente para realizar esa labor, sino que además esté
especializado en la materia, es el caso de las autopsias que sólo pueden ser
realizada por un médico anatomopatólogo forense facultado para ello, de lo
contrario dicho examen no poseería valor alguno, por lo que mal podría un
particular elegir algún profesional de la medicina que aún siendo de su confianza,
no tendría ni la facultad legal ni la profesional para efectuar tales reconocimientos.
En relación al segundo supuesto, el de que las víctimas se hagan acompañar por
un médico de su confianza al momento de que se le practique alguno de los
exámenes antes mencionados, el Código Orgánico Procesal Penal en su artículo
209, establece la posibilidad de que en principio, el imputado pueda ser
acompañado por una persona de su confianza cuando sea necesario que se le
efectúe un examen corporal y/o mental, pudiéndosele aplicar también este
supuesto a cualquier otra persona, entre ellas las víctimas, mas siempre y cuando
sea absolutamente indispensable para descubrir la verdad.
En razón a las dos últimas observaciones (las signadas con los números 17 y 18),
la significo que el Ministerio Público tiene la obligación de investigar los hechos
que hicieran presumir la comisión de algún tipo penal de acción pública, debiendo
solicitar la práctica de todas y cada una de las diligencias tendientes a investigar y
a hacer constar su comisión, tal como lo establece la Ley Orgánica del Ministerio
Público y la Ley Penal Adjetiva vigente, por lo que siempre que un fiscal del
Ministerio Público tenga conocimiento de algunas del las situaciones plasmadas
en sus últimas observaciones, deberá iniciar una investigación en el caso, para así
determinar las responsabilidades a que hubiera lugar y hacer justicia como fin
esencial del proceso.
Finalmente, es importante resaltar que esta Dirección de Protección de Derechos
Fundamentales valora los innumerables esfuerzos que realiza, como Organización
No Gubernamental de Derechos Humanos, la Red de Apoyo por la Justicia y la
Paz, en la labor de acompañamiento a víctimas de abuso policial y/o militar, así
901
como a sus familiares...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:209

DESC ABUSO DE AUTORIDAD


DESC ARMAS
DESC CAPACITACION
DESC DENUNCIA
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC HOMICIDIO
DESC INVESTIGACION
DESC LESIONES
DESC MEDICINA LEGAL
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC RED DE APOYO POR LA JUSTICIA Y LA PAZ
DESC SECUESTRO
DESC TORTURA
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1308-1312.

902
316
TDOC Oficio
REMI Direcciòn de Protecciòn Integral de la Familia DPIF
DEST Ministerio de Interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-12-CTC-04-6700-04 FECHA:20040615
TITL Problemática existente en el Centro de Tratamiento Comunitario
Fabián Rubio, el Centro de Tratamiento Comunitario Francisco
Canestri y los Centros de Pernota Agustín Méndez Uroza, Dra.
Elena Aray y Padre Olaso.

FRAGMENTO

“Me es grato dirigirme a usted, en la oportunidad de solicitar sus buenos


oficios, a los fines de exponer una serie de irregularidades las cuales se
vienen comprobando por nuestros representantes fiscales, una vez que
estos realizan las visitas según las guardias asignada por este Despacho a
el Centro de Tratamiento Comunitario Fabián Rubio, el Centro de
Tratamiento Comunitario Francisco Canestri y los Centros de Pernota
Agustín Méndez Uroza, Dra. Elena Aray y Padre Olaso, en las que se
mencionan la siguiente:
En cuanto al Centro de Tratamiento Comunitario ´Dr. Francisco Canestri´,
se observa lo siguiente:

1. El grave hacinamiento existente, incidiendo esto negativamente en el


desarrollo conductual de los penados, lo que conlleva al consumo
de drogas de diferentes tipos, ante la mirada indiferente de las
autoridades de dicho establecimiento.
2. La fabricación para el consumo de drogas se hace con la
participación de algunos residentes que aprovechan el descuido de
los custodios y también el grado de complicidad, tomando en
consideración que no van ha ser sancionados por la mala conducta
desarrollada.
3. El reducido espacio físico existente para una población actual de
doscientos cuarenta y uno (241) residentes aproximadamente lo que
hace casi imposible determinar responsables en las diferentes
prácticas viciosas, e irregularidades que se llevan a cabo dentro del
establecimiento.

En cuanto al ´Centro de Pernocta Dra. Elena Aray´, se pudo evidenciar lo


siguiente:

1. La falta de suministro de los alimentos.


2. La falta de control por parte de las autoridades ante la violación
sistemática de las normas internas cometidas a diario por los
destacamentarios, además de las violación de las normas impuestas
por sus jueces naturales, ya que los destacamentarios no pernoctan
en el centro, y llegan al mismo a la hora de su conveniencia,
exponiendo cualquier excusa, lo que conlleva a la desorientación de
los penados a los cuales se les debe indicar moderación en su
comportamiento a los fines de que no se evadan ante el
conocimiento de cualquier sanción de revocatoria que tardíamente
se decida.
903
3. La falta de seguimiento a los casos puntuales expuestos por los
Delegados de Prueba, lo que evidencia negligencia por parte de
quien tiene la responsabilidad de realizar tal labor.
4. El grave hacinamiento existente de ciento dieciséis (116)
aproximadamente destacamentarios, con dos vigilantes para su
custodia lo cual es insuficiente no permitiendo una vigilancia efectiva
dentro de dichas instalaciones.
5. La falta de respuesta a las solicitudes de revocatoria, lo que
evidencia algún tipo de responsabilidad por parte de la
Coordinación Regional y sus diferentes Zonas, lo que conlleva al
grave deterioro de tan importante programa como lo es el
Tratamiento no Institucional, que permite descongestionar las
diferentes cárceles del país, y cuya irresponsabilidad por parte de las
autoridades competentes induce a los penados a cometer
diariamente faltas al reglamento de internos y que en la mayoría de
los casos no son sancionables, permitiendo así la evasión por la
negligencia de que se tomen las medidas urgentes en periodos de
tiempos considerables.
6. La falta de funcionarios suficientes que puedan custodiar las áreas
especiales de los residentes que reiteradamente violan las normas
internas impuestas por los Directores y por los diferentes tribunales
de la causa, no aplicándose las sanciones a los responsables de
vigilar cabalmente los beneficios de prelibertad que muchas veces
son otorgados ilegalmente y cuya tarea es competencia también de
lo Delegados de Prueba asignados por cada caso específico.
En cuanto al ´Centro de Tratamiento Fabián Rubio´, se pudo constatar lo
siguiente:

1. El otorgamiento de gran cantidad de permisos, que al igual que en


los anteriores señalamientos, ha traído como consecuencia la
pérdida de respeto al estricto cumplimiento de las normas
relacionada con cada uno de los beneficios de prelibertad, (con el
cometimiento más grave), todo debido a la falta de participación
oportuna de todas las irregularidades al Ministerio Publico, ante
cualquier decisión que se tome por parte del personal responsable
de la conducta diaria de los penados.
2. Los permisos especiales otorgados por los por la Junta de
Evaluación, que muy fácilmente otorgan permisos especiales,
evidenciándose inclusive que los jueces imponen a los penados
beneficios sin la presencia de los Delegados de Prueba asignados a
el Centro de Pernocta o al Centro de Tratamiento correspondiente, lo
que trae como consecuencia que los penados nunca lleguen a
presentarse y lo cual no ha sido hecho del conocimiento oportuno
del Ministerio Público y es aquí cuando surge y se mantiene otra
modalidad de evasión.
3. La necesidad imperiosa de que los Directores de los diferentes
Centros informen oportunamente al fiscal asignado según el
cronograma de visitas, a los fines de que se ejerzan los recursos
legales pertinentes que impidan la materialización definitiva de las
decisiones no ajustadas a derecho y las cuales favorecen
ilegalmente a los penados que reciben muchas consideraciones y
permisos extraordinarios, permisos de supervisión especial
indebidamente, reposos médicos sin verificación alguna en ciertos

904
casos, permisos para conducir vehículos de carga y taxis, lo cual
está totalmente prohibido legalmente, sin que exista formalidad
alguna contra tales irregularidades que al final provocan una
degeneración de los beneficios establecidos en la Ley de Régimen
Penitenciario, debiendo además cumplirse con el requisito estricto de
ser tomadas en cuenta las opiniones de todos los expertos
responsables de la conducta diaria de los penados, ante la existencia
de las normas internas impuestas por las diferentes autoridades que
dirigen dichos Centros de Tratamientos, y Centros de Pernocta las
cuales también son irrespetadas.
En cuanto al ´Centro de Tratamiento Comunitario Méndez Uroza´:

1. Se mantiene el hacinamiento existente de ciento diecinueve (119)


residentes aproximadamente.
2. Además del otorgamiento de gran cantidad de permisos de
supervisión especial, permisos judiciales, permisos extraordinarios,
reposos médicos y solicitudes de revocatoria que no reciben
respuesta oportuna originando la figura de los evadidos, ya que
aquellos penados que cometen faltas suficientes para que proceda
su revocatoria se le prohíbe ponerlos a la orden del tribunal
correspondiente hasta tanto llegue la decisión relacionada con la
formalidad administrativa sobre su mala conducta, lo cual
inevitablemente permite su evasión al enterarse estos de la solicitud
hecha al tribunal y a la Coordinación Regional de Tratamiento no
Institucional y cuya respuesta son demasiadas tardías sin motivo
alguno.

En cuanto al ´Centro de Pernocta Padre Olaso´

1. La gran cantidad de permisos, como los reposos médicos sin


ningún tipo de verificación en ciertos casos, las solicitudes de
revocatoria sin respuesta oportuna relacionada con la formalidad
administrativa sobre su mala conducta, la cual inevitablemente
permite la evasión de los residentes al enterarse de la solicitud
hecha al tribunal y a la Coordinación Regional de Tratamiento no
Institucional y cuyas respuestas son demasiado tardías sin que
medie un motivo legal alguno.
2. La violación sistemática de los residentes de las normas internas lo
que se traduce en las llegadas tardes, las faltas en el día y hora, y
sobre lo cual no hay ningún tipo de sanción, ya que las órdenes son
orientarlos para que no sigan ocurriendo en las faltas, resultando
que dichas órdenes no son acatadas y para mayor continuidad de la
mala conducta se les prohíbe a los diferentes Directores de los
Centros solicitar la revocatoria respectiva hasta tanto llegue la
decisión relacionada con la formalidad administrativa sobre la mala
conducta del residente, lo que inevitablemente permite la evasión .
En tal sentido se sugiere tomar los correctivos necesarios y urgentes en
contra de los funcionarios involucrados que no cumplen con sus labores
por cuanto se convierten en cómplices, encubridores o cooperadores en
las faltas y delitos que cometen los penados bien sea como
destacamentarios o residentes.
Comunicación que le dirijo con el propósito de solicitar su valiosa
colaboración en el sentido de que ese Despacho a su digno cargo,

905
gestione lo conducente, con la urgencia que el caso amerita, a fin de que
se de una inmediata solución a la crisis existente en los prenombrados
Centros, evitándose así que la pena prevista en nuestro ordenamiento
jurídico lejos de lograr la reincersión a la sociedad de esos ciudadanos, se
convierta en un instrumento de degradación y empobrecimiento, ante los
cuales el Estado ha asumido un compromiso de protección y corrección a
través de la progresividad...”.

DESC DERECHOS HUMANOS


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MEDIDAS DE SEGURIDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NEGLIGENCIA
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1312-1315.

906
317
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Ministerio de Interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-12-El Rodeo-6197- FECHA:20040602
04
TITL Problemática que se viene suscitando en el Internado Judicial
“Rodeo I”.

FRAGMENTO

Me dirijo a usted, en la oportunidad de participarle que en virtud del


calendario de guardias asignado por este Despacho para los Fiscales de
Ejecución de Sentencias, se realizó inspección ordinaria el día 19 de mayo
de 2004, en el Internado Judicial Rodeo I, a la cual asistió nuestro
representante fiscal pudiendo el mismo constatar la siguiente problemática:

1. Falta de transporte para el respectivo traslado a los tribunales del Área


Metropolitana de Caracas, Estado Miranda y Estado Vargas.
2. Visita de menores de edad en los Centros Penitenciarios, ya que
mientras que no existan áreas específicas dotadas para abrigar a los
niños, esto va en contra de las normas y principios consagrados en la
Convención Sobre los Derechos del Niño, aprobado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, por
ende se atentaría contra la protección especial del niño que ya ha sido
anunciada en la Declaración de Ginebra de 1924, sobre los Derechos
del Niño y la Declaración de los Derechos del Niño adoptada por las
Naciones Unidas en 1959, y reconocida en la Declaración Universal
de Derechos Humanos, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos, en particular en los artículo 23 y 24, en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (en
particular en el artículo 10) y en los Convenios Constitutivos de los
Organismo Especializados y de las Organizaciones Internacionales
que se interesan en el bienes del niño, es lógico que estos por su falta
de madurez física y mental necesitan protección y cuidados
especiales, situación que no encontramos en ningún Centro
Penitenciario de Venezuela de población masculina, ya que afectaría
el estado psíquico del menor, amén de que puedan ser utilizados
como rehenes por ciertos elementos perjudiciales de la población
penal tal como ha sucedido en anteriores oportunidades.
Por todo lo expuesto no se debe permitir la entrada a menores de
edad siempre y cuando las condiciones existentes continúen
presentes, todo a los fines de resguardar la seguridad y el bienestar
emocional del menor.
3. Por último las huelgas de hambre que se han suscitado en el recinto
carcelario, la cual guarda relación con los traslados recientes que se
han realizado del Centro Penitenciario Región Capital (Yare I),
solicitando la población penal que fue trasladado, ser regresados a su
Centro de Origen.
Información que le hago llegar, para que el Despacho a su cargo, adopte
907
las medidas necesarias que estén dentro de su competencia y se tomen
los correctivos necesarios y urgentes y así mantener el orden dentro del
referido Establecimiento Penitenciario.
Mucho sabré agradecer que informe a esta Dirección de las gestiones que
realice esa Dirección a su cargo en el caso que nos ocupa.
Sin más a que hacer referencia, le ratifico la voluntad firme de esta
Dirección para trabajar en beneficio de las personas privadas de su
libertad...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LAPIDCP art:23
LAPIDCP art:24
PIDESC art:10

DESC ADOLESCENTES
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC HUELGAS
DESC NIÑOS
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1315-1316.

908
318
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección de Derechos Fundamentales DPDF
DEST Ministerio de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº PDF-1-19-FP-803-04-3057 FECHA:20040331
TITL Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial”, específicamente, en lo que
respecta a la población indígena que se encuentra separada
dentro de las instituciones carcelarias.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su


comunicación N° IDGPI.5/0305, de fecha 10 de febrero de 2004, mediante
la cual solicita la colaboración del Ministerio Público, en el sentido de
enviar información con ocasión al tema a tratarse en la ´Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
Racial´, específicamente, en lo que respecta a la población indígena que
se encuentra separada dentro de las instituciones carcelarias.
Al respecto, ratifico el contenido del oficio N° DPDF-14-PROM-1185-7079,
de fecha 12 de febrero del presente año, emanado de este Despacho,
(anexo copia fotostática), a través del cual se dió respuesta oportuna a su
requerimiento.
No obstante, se hace de su conocimiento que al Ejecutivo Nacional por
órgano del Ministerio de Interior y Justicia a través de la Dirección General
de Custodia y Rehabilitación del Recluso, le corresponde suministrar la
información requerida, en virtud de que manejan el control cuantitativo de
la población carcelaria a nivel nacional, discriminados por sexo,
nacionalidad y origen étnico, además de ser el ente con cualidad para
indicar cuáles son las políticas asumidas para que la población penal
indígena se encuentre separada del resto de los penados. Asimismo,
indicar si existe aumento del gasto público destinado a los centros de
reclusión, con la finalidad de aliviar el hacinamiento y problemas
conexos...”.

DESC DISCRIMINACIÓN
DESC INDÍGENAS
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1316-1317.

909
319
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección de Derechos Fundamentales DPDF
DEST Ministerio de Interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP DPDF-19-Ag-3459-04 FECHA:20040416
TITL Problemática que se viene suscitando en las instalaciones de la
Penitenciaría General de Venezuela, ubicada en San Juan de
los Morros, Estado Guárico, debido a la falta de vigilancia que
se le debe prestar a los penados que se encuentran allí,
específicamente a los llamados destacamentarios.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de exponerle la problemática que


viene ocurriendo en las instalaciones de la Penitenciaría General de
Venezuela ubicada en San Juan de los Morros, Estado Guárico.
Es el caso que en varias oportunidades, el Fiscal 9° del Ministerio Público
de esa Circunscripción Judicial con Competencia en Ejecución de
Sentencia y Régimen Penitenciario, ha realizado inspecciones en el
precitado centro de reclusión observando que no se esta llevando la
debida vigilancia a los penados que se encuentran allí, específicamente a
los llamados destacamentarios, los cuales en muchos casos no pernoctan
en el área destinada para ellos en ese complejo penitenciario, de igual
manera le informo que se han presentado situaciones irregulares con los
permisos que se les concede a los internos para ausentarse del mismo.
Comunicación que le hago llegar por ser el Despacho a su cargo el
competente para ejercer las acciones necesarias de manera directa, para
evitar este tipo de situaciones irregulares, tal como lo establece la Ley de
Régimen Penitenciario en sus artículos 1 y 6 así como los artículos 42 y 80
del Reglamento de la citada ley...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LRPE art:1
LRPE art:6
RLRPE art:42
RLRPE art:80

DESC MEDIDAS DE SEGURIDAD


DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1317.

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320
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Embajador de la República Bolivariana de ERBVP
Venezuela en Portugal
UBIC Ministerio Público MP Nº DFGR-DVFGR-DGAP- FECHA: 20040824
DPDF-16-57302
TITL Investigaciones adelantadas por el Ministerio Público, en el
caso donde aparecen como víctimas el ciudadano Narciso
Barrios y varios miembros de su familia.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación


distinguida con el N° IV.V.20/369, de fecha 11 de agosto de 2004, mediante la
cual solicita información relacionada con el caso donde aparecen como víctimas el
ciudadano Narciso Barrios y varios miembros de su familia.
Sobre el particular, cumplo con notificarle que para intervenir en el proceso penal
iniciado con ocasión de la muerte del precitado ciudadano, así como en el
aperturado con motivo de los presuntos malos tratos y detenciones arbitrarias
sufridas por algunos integrantes de la familia Barrios, se encuentran comisionadas
las Fiscales Décimocuarta y Vigésima del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Aragua, abogadas Siria Mendoza y Rosabiblia Giovanny,
respectivamente, quienes adelantan todas las diligencias pertinentes orientadas a
lograr el esclarecimiento de los hechos y la determinación de las
responsabilidades a que haya lugar.
En este mismo orden de ideas, las fiscales comisionadas dieron orden de inicio a
dicha investigación, con ocasión a un presunto enfrentamiento entre funcionarios
adscritos a la Policía del Estado Aragua y sujetos desconocidos, resultando
muerto uno de ellos, quien fue, posteriormente, identificado como Narciso Barrios.
Igualmente, se hace necesario precisar que, en cuanto a las amenazas e
intimidaciones realizadas contra miembros de la referida familia, la Fiscalía
Superior del Estado Aragua, solicitó al Juzgado Noveno de Control de ese Circuito
Judicial Penal, en fecha 15 de marzo de 2004, Medida de Protección a los
ciudadanos Pablo Solórzano, Eloisa Barrios, Inés Barrios, Beatriz Cabrera Barrios,
Jorge Barrios, Rigoberto Barrios, Maritza Barrios y Juan Barrios, por cuanto los
mismos expresaron que estaban siendo amenazados por funcionarios adscritos al
Cuerpo de Seguridad y Orden Público de esa Entidad, siendo acordada el día 30
de marzo de 2004 y designándose a la Guardia Nacional para ejecutar dicha
tutela, a la cual se le está dando el debido cumplimiento hasta la presente fecha”.

DESC AMENAZAS
DESC DETENCION
DESC ESTADO ARAGUA
DESC INVESTIGACIÓN
DESC POLICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1318-1319.

911
321
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Facultad de derecho de la Universidad Católica FDUCAB
Andrés Bello
UBIC Ministerio Público MP DFGR-DVFGR-DGAP-DPDF- FECHA:20040806
16-052211
TITL Hechos de violencia presuntamente cometidos contra medios
de comunicación y periodistas.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación de


fecha 9 de junio de 2004, mediante la cual solicita al Ministerio Público investigue
los hechos violentos presuntamente cometidos contra medios de comunicación y
periodistas; y actúe para garantizar el cumplimiento de las medidas emanadas del
Sistema Interamericano de Derechos Humanos, siendo acompañada dicha
solicitud por un documento contentivo de un informe que recoge las diferentes
medidas dictadas tanto por la Corte como por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, en casos específicos.
En este orden de ideas, hay que precisar lo relativo a las actuaciones realizadas
por el Ministerio Público en cuanto a los hechos ocurridos en fecha 7 de enero de
2002, en las inmediaciones de la sede del diario El Nacional. Ese mismo día, en
la Fiscalía Septuagésima Novena del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, se recibió denuncia interpuesta por los
ciudadanos Héctor Cardoze y Andrés Chumaceiro, quienes manifestaron ser
apoderados de la Compañía Anónima ´Editorial El Nacional´ (acompañando copia
simple de poder) por lo que, de inmediato, el Ministerio Público dictó el
correspondiente auto de inicio de investigación, de conformidad con lo establecido
en los artículos 283 y 300 del Código Orgánico Procesal Penal.
Posteriormente, en fecha 9 de enero de 2002, a través de la Dirección de
Protección de Derechos Fundamentales, se comisionó a los Fiscales
Cuadragésimo, Octogésimo Tercero y Octogésimo Sexto del Ministerio Público de
la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, abogados José
Graterol, Alfonso López y Esther Puche, respectivamente, para intervenir en este
caso, quienes han gestionado todas las actuaciones orientadas a lograr el
esclarecimiento de los hechos denunciados y la determinación de las
responsabilidades a que hubiere lugar, entre las que se encuentran la práctica de
los debidos Reconocimientos Médico-Legales a ciudadanos que resultaron
lesionados en los sucesos, la realización de Inspección Ocular y las entrevistas a
testigos y a funcionarios de la Policía Metropolitana que se hallaban en el lugar de
los acontecimientos, a objeto de restablecer el orden público, encontrándose
actualmente el caso en etapa de investigación.
Por otra parte, en relación al ciudadano Andrés Mata Osorio, Presidente del diario
´El Universal´, es preciso resaltar que, en fecha 24 de enero de 2002, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos acordó la adopción de medidas cautelares
a su favor. Por ello, la Dirección de Protección de Derechos Fundamentales del
Ministerio Público, comisionó a las Fiscales Trigésimo Segunda a Nivel Nacional y
Centésimo Vigésimo Sexta del Área Metropolitana de Caracas, abogados Aura
Torres y Zurama Villarroel, respectivamente, quienes se trasladaron a la sede del
edificio ´El Universal´, de esta ciudad, a fin de entrevistarse con el precitado
ciudadano, siendo notificados que el mismo se encontraba de viaje.
Posteriormente, en fecha 5 de abril de 2004, el Fiscal Centésimo Vigésimo Sexto
comisionado, Danilo Jaimes, dirigió oficio a la Fiscalía Superior de la misma
Circunscripción Judicial, para que esta última tramitara la solicitud de medida de
protección ante el tribunal competente, en razón de ello el día 12 de abril de 2004,
912
el Ministerio Público recibió boleta de notificación emanada del Juzgado Vigésimo
Tercero en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, en la cual se afirma que ese órgano judicial acordó medida de
protección a favor del ciudadano Andrés Mata Osorio, por un lapso de seis (6)
meses.
Del mismo modo, hay que hacer referencia a la causa donde aparece como
víctima la ciudadana Alicia La Rotta, periodista del diario ´El Universal´, quien fue
agredida por un funcionario de la Dirección de Inteligencia Militar, mientras dicha
reportera cubría la noticia de una marcha donde participaron militares retirados.
Para conocer de este suceso fue comisionado el Fiscal Auxiliar Decimoséptimo
del Ministerio Público con Competencia a Nivel Nacional, abogado Joaquín Rafael
León Cavalieri, dándose inicio a la investigación el 20 de junio de 2002.
Posteriormente, en fecha 17 de febrero de 2003 se celebró la audiencia preliminar
en la que el Juzgado Cuadragésimo Primero en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas admitió la acusación que el
Ministerio Público interpuso en contra del funcionario de la Dirección de
Inteligencia Militar Marcos Publio Rosales, ordenando la apertura a juicio. Luego,
fue comisionado el Fiscal Centésimo Vigésimo Quinto del Ministerio Público del
Área Metropolitana de Caracas, abogado Gilberto Venere y, una vez celebrado el
juicio oral y público, el día 30 de enero de 2004, el Juzgado Décimotercero de
Juicio de este Circuito Judicial Penal, dictó Sentencia Condenatoria al ciudadano
Marco Rosales Salas, por la comisión del delito de lesiones graves más la
agravante de superioridad del sexo, previsto y sancionado en los artículos 417 y
77, ordinal 8° del Código Penal Venezolano, imponiéndole la pena de dos (2)
años y cinco (5) meses de prisión.
Posteriormente, en fecha 10 de marzo de 2004, el fiscal comisionado dio
contestación al recurso de apelación interpuesto por los ciudadanos María Isabel
Arellano y Rubén Sanoja en contra de la decisión. Dicho recurso fue declarado sin
lugar por la Sala 10 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, siendo notificado el Ministerio Público en fecha 28 de
abril de 2004. Luego, el día 14 de mayo del presente año, los abogados
defensores del ciudadano Marcos Publio Rosales Salas interpusieron y
formalizaron el recurso de casación ante la Sala 10 de la Corte de Apelaciones ya
citada, el cual fue contestado por el representante fiscal, mediante escrito
debidamente fundamentado en fecha 2 de junio de 2004, solicitando la
desestimación del recurso in comento.
Cabe destacar, que el Ministerio Público el día 31 de julio de 2002, introdujo
escrito contentivo de solicitud de medida de protección a favor de la precitada
ciudadana, ante la Oficina Distribuidora de Expedientes, el cual fue remitido al
Juzgado Noveno en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas. Dicho tribunal, en fecha 2 de agosto del mismo año,
acordó la tutela pedida para la ciudadana Alicia La Rotta estando la Policía del
Municipio Baruta, actualmente, designada para cumplir la decisión emanada del
mismo.
En relación a los periodistas y demás trabajadores del canal de televisión
conocido como Radio Caracas Televisión, entre los cuales se encuentran, los
ciudadanos Luisiana Ríos, David Pérez Hansen, Eduardo Sapene, Javier García,
Isnardo Bravo, Wilmer Marcano, Wiston Gutiérrez e Isabel Mavares, hay que
señalar que en fecha 31 de enero de 2002, se procedió a comisionar a los
Fiscales Segundo y Septuagésimo Cuarta de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, Abogados Alí Marquina y Rocío Gásperi,
respectivamente, con el propósito de que éstos intervinieran activamente en el
esclarecimiento de los hechos que fueron denunciados mediante escrito de
representación interpuesto por el ciudadano Eduardo Sapene, quien actuó en su
condición de Vicepresidente de Información y Opinión del canal de televisión
Radio Caracas Televisión, según el cual se habían suscitado actos que
constituían agresiones contra trabajadores de ese medio de comunicación, por lo
que, de inmediato, estos representantes fiscales dieron inicio a la investigación
correspondiente.
913
Asimismo, el Fiscal Segundo del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, antes identificado, canalizó la solicitud de las
respectivas medidas de protección a favor de los trabajadores del medio televisivo
supraseñalado, a través de la Fiscalía Superior del Ministerio Público de la misma
Circunscripción Judicial, materializándose la actuación de este último Despacho,
en la tramitación, por ante los órganos judiciales competentes, de diversas
medidas tendentes a lograr la protección de la vida e integridad física de los
periodistas y técnicos del canal de televisión Radio Caracas Televisión; las cuales
fueron acordadas por los Juzgados Décimotercero y Trigésimo Tercero de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, designándose a la Policía Metropolitana y a la Guardia
Nacional, para ejecutarlas. Dichas providencias fueron posteriormente ampliadas
por los mencionados juzgados, incluyéndose, tanto la protección a las
instalaciones donde funciona la sede del canal de televisión en referencia, como a
las antenas retransmisoras de microondas utilizadas por aquél.
Ahora bien, por cuanto en fecha 23 de abril de 2004, la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos acordó prorrogar las medidas cautelares a favor de los
trabajadores, bienes e instalaciones del canal de televisión Radio Caracas
Televisión, el día 4 de mayo del año en curso, el Fiscal Sexagésimo Octavo del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, Abogado Alejandro Castillo, quien conoce actualmente del caso que nos
ocupa, solicitó al Fiscal Superior del Ministerio Público de esa misma
Circunscripción Judicial, Abogado Marcos Alvarado, tramitar la prórroga de las
medidas de protección ante los órganos judiciales correspondientes.
En esa misma fecha, el Fiscal Superior del Área Metropolitana de Caracas,
gestionó ante el Juzgado Trigésimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, la prórroga
señalada, la cual fue acordada el día 6 de mayo de 2004, por dicho tribunal,
ratificando así las medidas de protección dictadas los días 26 de febrero, 15 de
marzo y 12 de junio de 2002, por el Juzgado Décimo Tercero de Primera Instancia
en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, a favor del personal técnico y directivo, periodistas, reporteros,
instalaciones y equipos de los medios de comunicación social conocidos como
Radio Caracas Televisión, Globovisión y Radio Caracas Radio (emisora 92.9),
designándose a la Policía Metropolitana y al Comando Regional N° 5 de la
Guardia Nacional de Venezuela, para el cumplimiento de dicha tutela.
Por otra parte, le manifiesto que la investigación relacionada con el presente caso
se encuentra en etapa preparatoria, en el transcurso de la cual se han practicado
diversas diligencias útiles y necesarias para lograr el esclarecimiento de los
hechos y la determinación de las responsabilidades a que hubiere lugar, entre las
cuales cabe destacar las entrevistas efectuadas a los denunciantes, testigos y la
colección y búsqueda de los elementos de convicción que guardan relación con
los hechos denunciados.
En cuanto a los casos donde aparecen como víctimas los ciudadanos Mauro
Acosta Padrón, Julio Gregorio Rodríguez García, Laorwins Rodríguez Henríquez,
Luis Alfonso Fernández Rodríguez, Randolfo Blanco Valencia y Sol Vargas, todos
trabajadores del canal de televisión conocido como ´Venevisión´, es necesario
señalar que, en cuanto a la primera de las causas nombradas, es decir, aquella
donde aparece como víctima el ciudadano Mauro Acosta Padrón, se encuentra
conociendo el Fiscal Quinto del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del Estado Carabobo, Abogado Jaime Martínez, quien ha adelantado la
investigación pertinente al caso, en el transcurso de la cual se logró determinar
que el mencionado ciudadano resultó lesionado durante una manifestación
realizada en el Estado Carabobo, siendo testigos presenciales de los hechos los
ciudadanos Laorwins Rodríguez y Randolfo Blanco, quienes para el momento en
el que se produjeron los acontecimientos acompañaban al primero de los
nombrados. Por otra parte, es preciso destacar que la ciudadana Sol Vargas, no
aparece como víctima en el caso de marras, sino que sólo tuvo conocimiento de
los hechos vía telefónica, por lo que se le tomó declaración como testigo
914
referencial.
Así pues, el referido representante fiscal, entre otras actuaciones, ha efectuado
las siguientes diligencias; el correspondiente Reconocimiento Médico-Legal
practicado al ciudadano Mauro Acosta Padrón y diez (10) declaraciones rendidas
ante las autoridades competentes. Igualmente, se ha solicitado a la corresponsalía
de ´Venevisión´ en el Estado Carabobo, la remisión de una copia de la cinta de
video sin editar, donde aparezcan registrados los hechos ocurridos en fecha 7 de
febrero de 2002; solicitud ésta que no ha sido respondida por el medio televisivo.
Asimismo, el fiscal comisionado ha realizado varias llamadas telefónicas al canal
de televisión conocido como ´Venevisión´, con el fin de contactar al ciudadano
Mauro Acosta, para tramitarle la medida de protección pertinente, pero el mismo
no ha comparecido hasta la presente fecha. El proceso actualmente se encuentra
en etapa de investigación.
Por otra parte, en cuanto a los casos donde aparecen como víctimas los
ciudadanos Luis Alfonso Fernández Rodríguez y Julio Rodríguez, el Ministerio
Público ha continuado con la investigación de los hechos denunciados,
habiéndose iniciado la búsqueda y colección de todos los elementos de convicción
disponibles a los fines de la identificación de los autores o partícipes señalados
de la presunta comisión de hechos punibles. Entre las diligencias adelantadas se
destacan, entre otras, la entrevista tomada al ciudadano Luis Alfonso Fernández
ante la Dirección de Asesoría Técnico- Científica del Ministerio Público, así como
a otros cinco ciudadanos, oficio librado al Comando Regional N° 5 de la Guardia
Nacional solicitando la remisión de copias certificadas del libro de novedades
diarias llevados por esa Dependencia, correspondiente al día 3 de diciembre de
2002, así como la remisión de un informe contentivo de la entidad y actual status
en esa institución militar, de los funcionarios que fueron destacados en la referida
fecha para actuar en el lugar donde ocurrieron los hechos. Actualmente está
conociendo el Fiscal Sexagésimo Octavo del Ministerio Público del Área
Metropolitana de Caracas, Abogado Alejandro Castillo, encontrándose el proceso
en fase preparatoria.
Con respecto a los trabajadores del canal de televisión denominado como
´Globovisión´, es preciso destacar que para conocer de los hechos denunciados
por el ciudadano José Vicente Antonetti y otros periodistas y empleados del citado
medio de comunicación, fueron comisionados, en fecha 31 de enero de 2002, los
Fiscales Segundo y Septuagésimo Cuarta del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, abogados Alí
Marquina y Rocío Gásperi, respectivamente, por lo que de inmediato estos
representantes fiscales, dieron inicio a la investigación correspondiente.
Asimismo, el Fiscal Segundo del Ministerio Público, antes identificado, canalizó la
solicitud de las respectivas medidas de protección a favor de los trabajadores del
medio televisivo supraseñalado, a través de la Fiscalía Superior de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, materializándose la
actuación de este último Despacho, en la tramitación, por ante el órgano judicial
competente, de diversas medidas tendentes a lograr la protección de la vida e
integridad física de los periodistas y técnicos del canal de televisión Globovisión;
medidas éstas que fueron acordadas en fechas 26 de febrero y 15 de marzo del
año 2002, por los Juzgados Trigésimo Tercero y Décimotercero de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, designándose para ejecutarlas, a varios organismos de
seguridad del Estado, entre los cuales se encuentran la Policía Metropolitana, la
Policía de Caracas y la Guardia Nacional. Dichas providencias fueron ampliadas
por los mencionados Juzgados, en fechas 15 de marzo, 11 de abril y 20 de
octubre de 2002, incluyéndose de esa manera, tanto las instalaciones donde
funciona la sede del canal de televisión en referencia, como las antenas
retransmisoras de microondas utilizadas por aquél.
Ahora bien, por cuanto en fecha 23 de abril de 2004, la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, acordó prorrogar las medidas cautelares a favor de los
trabajadores, bienes e instalaciones del canal de televisión ´Globovisión´, el día 4
de mayo del año en curso, fue designado el Fiscal Sexagésimo Octavo del
915
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, Abogado Alejandro Castillo, quien solicitó a la Fiscalía Superior del
Ministerio Público de esa misma Circunscripción Judicial, tramitar la prórroga de
las medidas de protección, ante los tribunales competentes.
En esa misma fecha, la fiscalía superior antes citada, gestionó ante el Juzgado
Trigésimo Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, la prórroga señalada, la cual fue
acordada el día 6 de mayo de 2004, por dicho Tribunal, ratificando así las medidas
de protección dictadas con anterioridad, por el Juzgado Décimo Tercero de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, a favor del personal técnico y directivo, periodistas,
reporteros, instalaciones y equipos de los medios de comunicación social
conocidos como Radio Caracas Televisión, Globovisión y Radio Caracas Radio
(emisora 92.9), designándose a la Policía Metropolitana y al Comando Regional
N° 5 de la Guardia Nacional de Venezuela, para el cumplimiento de tal decisión.
Por otra parte, le manifiesto que la investigación relacionada con el presente caso
se encuentra en fase de preparatoria, en el transcurso de la cual se han
practicado diversas diligencias útiles y necesarias para lograr el esclarecimiento
de los hechos y la determinación de las responsabilidades a que hubiere lugar,
entre las cuales cabe destacar las entrevistas efectuadas a los denunciantes y a
cuarenta (40) ciudadanos aproximadamente, entre víctimas y testigos; la práctica
de Reconocimientos Médico-Legales a las víctimas, Experticias de
Reconocimiento Técnico a objetos colectados, Levantamientos Fotográficos e
Inspecciones Oculares. Asimismo, el Fiscal Sexagésimo Octavo antes
identificado, en fecha 21 de mayo de 2004, solicitó a la empresa televisiva
conocida como ´Globovisión´, la remisión del listado de las unidades de transporte
al servicio de dicha compañía que resultaran con daños materiales en los eventos
denunciados ante los Fiscales Segundo y Septuagésimo Cuarta del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
abogados Alí Marquina y Rocío Gásperi, respectivamente.
Otro de los casos planteados, es la causa donde aparecen como víctimas algunos
trabajadores del canal de televisión conocido como TELEVEN. En tal sentido, hay
que hacer referencia a las agresiones sufridas por los ciudadanos Carlos Toro,
Carlos Pérez y Juan Carlos Toro, quienes presentaron en fecha 26 de febrero de
2002, ante la Dirección de Delitos Comunes del Ministerio Público escrito
mediante el cual denunciaron los hechos ocurridos en fecha 21 de febrero de ese
mismo año, en las instalaciones de la Universidad Central de Venezuela, donde
resultó lesionado dicho equipo reporteril, principalmente el ciudadano Carlos Toro,
quien presuntamente fue herido por un objeto contundente. Por ello, el día 26 de
febrero de 2002 fueron comisionados los Fiscales Décimoctavo, Trigésimo
Octavo, Quincuagésimo y Septuagésimo Segundo del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, a fin de intervenir en
el presente caso.
En esa misma fecha los representantes fiscales supraseñalados, dirigieron oficios
a la fiscalía superior de la misma Circunscripción Judicial, anexando además, el
escrito de denuncia y solicitud de medida de protección a los precitados
ciudadanos, por lo que el día 27 de febrero de 2002, la fiscalía superior solicitó
ante el Juzgado Cuadragésimo Primero en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, la correspondiente tutela a favor
de los ciudadanos Carlos Toro, Carlos Pérez y Juan Toro. Dicho tribunal en esa
misma fecha libró oficio dirigido a la Dirección General de los Servicios de
Inteligencia y Prevención, donde notificaba que se había acordado medida de
protección a favor de los ciudadanos Carlos Toro, Carlos Pérez y Juan Toro y
demás equipos de periodistas y técnicos de la misma empresa televisiva, que
cumplan funciones de informar o recibir información que en el curso de actos
masivos o colectivos de carácter político en vías públicas o abiertas que, en el
futuro, ellos realicen; ordenándose en dicho oficio que funcionarios de ese
organismo de seguridad, escolten a los nombrados ciudadanos y le brinden la
protección necesaria para la seguridad de sus personas y de los equipos que
916
porten en el cumplimiento de sus funciones.
En cuanto al proceso penal propiamente dicho, hay que precisar que el día 31 de
marzo de 2002 el Fiscal Cuadragésimo del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, abogado José Graterol acusó
formalmente a la ciudadana Lina Ron, por la comisión de los delitos de
agavillamiento, previsto y sancionado en el artículo 289 (primer supuesto) en
relación con el artículo 287, ambos del Código Penal vigente; instigación a
delinquir, previsto y sancionado en el artículo 284 ordinal 1° del Código Penal
vigente, lesiones dolosas leves a título de sujeto determinador, previsto y
sancionado en el artículo 418 en relación con el único aparte del artículo 83,
ambos del Código Penal vigente, todo ello en perjuicio del ciudadano Carlos
Alfredo Toro Vegas, lesiones dolosas leves en grado de complicidad
correspectiva, previsto y sancionado en el artículo 418 en relación con el artículo
426, ambos del Código Penal vigente, en agravio de la ciudadana Haydee Sarita
Bravo Mayer, y daño agravado a título de sujeto determinador, previsto y
sancionado en el único aparte (segundo supuesto) del artículo 476 en relación con
el artículo 475 ordinal 2°, ambos del Código Penal vigente, todo ello en perjuicio
de la Empresa TELEVEN; llevándose a cabo la correspondiente audiencia
preliminar ante el Juzgado Cuadragésimo Primero de Primera Instancia en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, en fecha 18 de abril de 2003, en la cual se admitió parcialmente la
acusación presentada, desechándose el delito de agavillamiento.
Con posterioridad, se llevó a cabo el correspondiente juicio oral y público ante el
Juzgado Decimotercero de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito
Judicial Penal de esta Circunscripción Judicial, y luego de distintas audiencias de
evacuación de pruebas, en fecha 18 de noviembre de 2003, se dictó decisión en la
cual se absolvió a los acusados de autos, no compareciendo al respectivo juicio
oral y público, el personal de TELEVEN, a pesar de las reiteradas comunicaciones
enviadas a la Consultoría Jurídica de esa empresa.
Con motivo a tal providencia, el Fiscal Cuadragésimo del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, abogado José
Graterol, interpuso apelación contra la decisión dictada por el tribunal en funciones
de juicio ya señalado, en la cual en fecha 18 de noviembre de 2003, absolvió a la
ciudadana Lina Ninette Ron Pereira y otros; de los ilícitos acusados por esa
representación fiscal, ocurriendo que en fecha 9 de julio del año en curso la Corte
de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
Sala N° 09, declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto por el Ministerio
Público.
También es necesario hacer referencia a las medidas cautelares adoptadas en
fecha 22 de mayo de 2002 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
a favor de las ciudadanas Ibéyise Pacheco (quien para ese momento dirigía el
Diario Así es la Noticia), Patricia Poleo (Directora del Diario El Nuevo País), Marta
Colomina (periodista del canal de televisión conocido como TELEVEN) y
Marianella Salazar (también periodista y conductora de un programa radial). En
ese orden de ideas, el Ministerio Público comisionó a los Fiscales Sexagésimo
Segundo, Octogésimo Tercero y Octogésimo Sexto de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, abogados Sonia Buznego, Alfonso López y
Esther Puche, respectivamente, con el propósito de que realizaran una exhaustiva
investigación de los hechos denunciados que dieron origen a la decisión del
órgano internacional supraseñalado, quienes en fecha 18 de marzo de 2002
dictaron la respectiva orden de inicio del proceso penal. Además, a través de la
solicitud interpuesta por el Ministerio Público, el Juzgado Cuadragésimo Segundo
en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, en fecha 25 de marzo de ese mismo año, decidió acordar medidas de
protección a favor de Ibéyise Pacheco, Marta Colomina, Patricia Poleo, Marianella
Salazar y también, en tutela de José Domingo Blanco, designando como órgano
de seguridad para cumplirla a la Policía Metropolitana. Luego, el 25 de marzo de
2004, fue comisionado el Fiscal Centésimo Vigésimo Sexto del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, abogado Danilo
917
Jaimes, quien junto a los demás representantes fiscales que también se
encuentran comisionados en el presente caso, han continuado practicando
diligencias tendentes al esclarecimiento de los hechos y a la determinación de las
responsabilidades a que hubiere lugar.
Posteriormente, en fecha 30 de julio de 2003, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, acordó medidas provisionales a favor de las ciudadanas
Marta Colomina y Liliana Velásquez, en virtud de la solicitud interpuesta por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en fecha 21 de julio de ese
mismo año, basándose en un nuevo hecho ocurrido en contra de las precitadas
ciudadanas el día 27 de junio de 2003. Por ello, se comisionaron los Fiscales
Vigésimo, Sexagésimo Segundo, Octogésimo Tercero y Centésimo Vigésimo
Tercero del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas, abogados Pedro Ramírez, Gilberto Landaeta, Alfonso López y
Eduardo Lantieri, respectivamente, quienes en fecha 27 de junio de 2003, dieron
orden de inicio de la investigación. Luego, estos representantes fiscales
requirieron al Fiscal Superior del Área Metropolitana de Caracas, abogado Marcos
Leoncio Guerra, que solicitara la medida de protección correspondiente, ante el
tribunal en funciones de control competente. Así el día 17 de septiembre de 2003,
el fiscal superior ya citado interpuso formal petición ante el Juzgado
Cuadragésimo Segundo en Funciones de Control del Área Metropolitana de
Caracas, el cual ratificó la tutela acordada con anterioridad a favor de la ciudadana
Marta Colomina y amplió la protección a favor de la ciudadana Liliana Velásquez.
Actualmente el caso se encuentra en etapa de investigación y los fiscales
comisionados están realizando el debido estudio, a fin de emitir el Acto Conclusivo
correspondiente.
En cuanto al caso donde aparece como víctima la ciudadana Dubraska Romero,
quien se desempeñaba como periodista del diario ´Tal Cual´, se encuentran
comisionados los Fiscales del Ministerio Público Quincuagésimo de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y Vigésimo Octava con
Competencia Plena a Nivel Nacional, abogados Pedro Montes y Rosa Mémoli
Bruno, respectivamente.
El día 4 de junio de 2002, se ordenó el inicio de la investigación tendente a
averiguar las presuntas amenazas recibidas por la precitada ciudadana, así como
determinar las responsabilidades a que hubiere lugar, de manera tal que, a los
fines de recabar mayores datos de vital importancia para la prosecución de las
averiguaciones, fue citada en, aproximadamente, cinco (5) oportunidades la
ciudadana Dubraska Romero, sin embargo, la misma nunca compareció a los
fines de ser entrevistada por representación fiscal alguna, lo que ha imposibilitado
de manera inminente la continuación de la investigación, ya que siendo ésta la
persona que presuntamente recibiere amenaza, es la única que pudiera dar luces
a la labor fiscal.
Por otra parte, y en vista de las recomendaciones hechas por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, en fecha 24 de mayo de 2002, de otorgar
medidas de protección a la referida periodista, es de hacer notar que la misma
manifestó que no quería la intervención del Ministerio Público, indicando que ya se
encontraba tutelada por la Policía de Chacao, a su entera satisfacción.
Actualmente, la ciudadana Dubraska Romero, ha sido nuevamente citada a objeto
de ser entrevistada, el día 19 de julio de 2004, ante el Despacho de la Fiscal
Vigésimo Octava del Ministerio Público con Competencia Plena a Nivel Nacional,
antes identificada. Igualmente se le solicitó a la Policita del Municipio Chacao,
información vinculada a la protección que se le brindare a aquella.
A ese tenor y en lo que concierne a la causa donde aparecen como víctima el
ciudadano José Ángel Ocanto, le manifiesto que para el conocimiento y
tramitación del referido caso se encuentra comisionado el Fiscal Tercero del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado Lara, abogado José
Gregorio Petrillo. Para la fecha, el caso se encuentra en etapa preparatoria, en el
transcurso de la cual se han efectuado diversas diligencias orientadas a lograr el
esclarecimiento de los hechos y a determinar las responsabilidades a que hubiera
lugar, de forma tal que fue citada y entrevistada la referida víctima.
918
El día 11 de diciembre de 2002, el Juzgado Tercero de Primera Instancia en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Lara, acordó medida
de protección a favor del ciudadano José Ángel Ocanto, designándose a la
Dirección General de los Servicios de Inteligencia y Prevención -DISIP-, para el
cumplimiento de la misma.
Sobre la causa donde aparece como víctima el ciudadano Gustavo Azócar Alcalá,
le significo que conoce el Fiscal Sexto del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Táchira, abogado Jesús Alberto Sutherland. El caso se
encuentra en etapa de investigación en el transcurso de la cual ha sido
entrevistada la señalada víctima, además de practicarse, entre otras, la
correspondiente Experticia Balística.
El día 24 de marzo de 2004, el Juzgado Quinto de Primera Instancia en Funciones
de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Táchira, acordó medida de
protección a favor del ciudadano Gustavo Azócar Alcalá, designándose a la
Dirección de Seguridad y Orden Público de ese Estado para el cumplimiento de la
misma.
Para la fecha el fiscal comisionado se encuentra efectuando un estudio minucioso
de la causa, a los fines de emitir el acto conclusivo a que hubiere lugar.
Otro de los casos plasmados, es la causa donde aparece como víctima la
ciudadana Janeth Carrasquilla, para cuyo conocimiento se encuentra comisionado
el Fiscal Tercero del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Carabobo, Abogado Darmis Solorzano. La presente causa se encuentra en etapa
de investigación, en la que se ha entrevistado a un testigo de los hechos y a la
supranombrada víctima, a quien se le ordenó la práctica del Reconocimiento
Médico Legal. Por otro lado, se le solicitó al Cuerpo de Investigaciones Científicas
Penales y Criminalísticas, Subdelegación Las Acacias, ubicar y entrevistar a los
testigos que de los hechos pudieran haber, donde para la fecha han sido
entrevistados dos (2) de los testigos de los acontecimientos.
El día 5 de marzo de 2004, el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en Funciones
de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Carabobo, a solicitud del Fiscal
Superior del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial de ese Estado,
acordó medida de protección a favor de la ciudadana Janeth Carrasquilla,
designando a la Policía del Estado Carabobo para su cumplimiento.
Con relación a la causa donde aparece como víctima el ciudadano Carlos
Colmenares, camarógrafo del canal de televisión conocido como ´Radio Caracas
Televisión´, le participo que conoce la Fiscal Vigésimo Primera del Ministerio
Público con Competencia Plena a Nivel Nacional, abogada Alis Fariña,
encontrándose el caso en etapa de investigación, en la que se han entrevistado
aproximadamente a cuatro (4) testigos de los hechos, así como también a la
víctima, y se colectaron cintas de videos en las que se pueden apreciar imágenes
de lo acontecido.
El día 9 de marzo de 2004, el Juzgado Cuadragésimo Séptimo de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, previa solicitud del Fiscal Superior del Ministerio
Público de esa Circunscripción Judicial, antes identificado, acordó Medida de
Protección en procura de la tutela del ciudadano Carlos Colmenares, durante el
ejercicio de su labor profesional, por un lapso de cuarenta y cinco (45) días,
designándose para el cumplimiento de la misma a la Policía Metropolitana, a la
Policía de Caracas, al Instituto Autónomo de la Policía del estado Miranda y a las
Policías de los Municipios El Hatillo, Chacao y Sucre. Por último, en fecha 19 de
mayo de 2004 se tramitó ante el señalado Juzgado la prórroga de la Medida de
Protección a favor del citado ciudadano por cuarenta y cinco (45) días más,
siendo ésta acordada el día 30 de junio de 2004.
Por otra parte, en cuanto a los sucesos acaecidos en la empresa televisiva
conocida como Radio Caracas Televisión en fecha 3 de junio del año en curso,
hay que precisar que ese mismo día la Fiscal Sexagésimo Séptima del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, abogado
Damelis Brazón, se trasladó a la sede de dicho canal de televisión, ubicada en
Quinta Crespo, en la ciudad de Caracas, constatando que en el sitio habían
919
destrozos, específicamente en paredes y puertas, causadas aparentemente por
objetos contundentes y por presuntos impactos de balas. De igual manera, al lugar
de los hechos se presentaron comisiones del Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas.
Por lo antes expuesto, la representante fiscal supraseñalada emitió la
correspondiente orden de inicio de investigación, diligenciando además lo
conducente, con la finalidad de que se practiquen todas y cada una de las
actuaciones necesarias para determinar las circunstancias que puedan influir en la
calificación de un hecho punible y la responsabilidad de sus autores, entre las que
se encuentran, Inspección Ocular, Fijación Fotográfica del sitio del suceso y
Levantamiento Planimétrico.
Por otra parte, la Fiscal Sexagésimo Séptima antes identificada, ha librado varios
oficios, dirigidos al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas, con el propósito de que ese organismo realice las entrevistas a
varios ciudadanos, adscritos al Departamento de Seguridad de Radio Caracas
Televisión, por haber sido testigos presénciales de los hechos que se investigan.
En efecto, en fecha 10 de junio de 2004, mediante oficio dirigido al Asesor Jurídico
del canal de televisión ya señalado, se materializó la solicitud de comparecencia
de los presuntos testigos.
Finalmente, en lo que respecta a los sucesos acaecidos el día 3 de junio de 2004,
relacionados con los ataques a la sede de los Diarios conocidos como ´El
Nacional´ y ´Así es la Noticia´, hago de su conocimiento que han sido
comisionados para el conocimiento del caso los Fiscales Sexagésimo Segundo y
Centésimo Vigésimo Tercero del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, Abogados Gilberto Landaeta y Eduardo
Lantieri, respectivamente.
Es preciso destacar, que tanto las presuntas agresiones sufridas por ´El Nacional´
como por ´Así es la Noticia´, están siendo tramitadas bajo el cobijo de una misma
investigación, toda vez que se trata de hechos estrechamente ligados, ya que
ocurrieron el mismo día, en el mismo sitio, en horas similares y presuntamente
ejecutados por las mismas personas que se desplazaron de una sede a otra
debido a la cercanía existente entre ambas. Además, estos sucesos fueron
notificados al Ministerio Público mediante una sola denuncia, interpuesta por el
Coordinador de Seguridad de la Compañía Anónima ´Editora El Nacional´,
persona jurídica ésta a la que corresponde la propiedad de los citados periódicos.
El caso en concreto se encuentra en etapa preparatoria, en el transcurso de la
cual se han practicado diversas diligencias útiles y necesarias a la averiguación;
tales como la Inspección Ocular con Fijación Fotográfica efectuada en el lugar
donde se produjeron los hechos; se ha solicitado efectuar un retrato hablado de
las personas que presuntamente irrumpieron en la sede de los nombrados diarios,
además de haberse recabado un listado de los vehículos afectados en tales
acontecimientos, y diversas fotografías en las que se pueden apreciar algunas
imágenes de los hechos, a las que se les ordenó realizar las experticias
pertinentes.
Igualmente, se ha solicitado la citación y entrevista de las posibles víctimas y
testigos de los hechos, así como la práctica de un Avalúo Prudencial a los objetos
que se denuncian como sustraídos del edificio donde se encuentra ubicado el
medio de comunicación conocido como ´Así es la Noticia´ dejándose como
solicitados todos aquellos objetos que posean un serial de identificación.
Por otra parte, es preciso destacar que el Fiscal Centésimo Vigésimo Tercero del
Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas, antes identificado, se
trasladó a la sede del diario ´El Nacional´, en la cual se logró entrevistar con
diversos trabajadores del medio y apreciar los daños que poseían diversos
equipos de computación, así como los de algunos vehículos y el edificio sede,
presuntamente causados durante las manifestaciones que tuvieron lugar el día 3
de junio de 2004.
El día 16 de julio de 2004, el Juzgado Segundo de Primera Instancia en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, a solicitud del Fiscal Superior del Ministerio Público de igual
920
Circunscripción Judicial, abogado Leoncio Guerra, acordó Medida de Protección
a favor de los ciudadanos Sergio Dahbar, Ramón José Medina, Enrique Otero,
Rafael Lastra, Ibéyise Pacheco, Patricia Poleo, Marianella Salazar, Henry
Delgado, Alex Delgado, Edgar López, así como de las otras personas que se
encuentren en las instalaciones de los medios de comunicación social ´El
Nacional´ y ´Así es la Noticia´ o que estén vinculadas a la operación periodística
de dichos medios, siendo designada la Policía Metropolitana y la Guardia
Nacional, para su cumplimiento.
Comunicación que le dirijo conforme a lo consagrado en el artículo 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
CP art:83-u.apt
CP art:284-1
CP art:287
CP art:418
CP art:475-2
CP art:476
COPP art:283
COPP art:300

DESC AGAVILLAMIENTO
DESC COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
DESC CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INSTIGACION A DELINQUIR
DESC LESIONES
DESC MANIFESTACIONES
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC MEDIOS DE COMUNICACIÓN
DESC MILITARES
DESC ORDEN PUBLICO
DESC PERIODISTAS
DESC POLICIA
DESC TELEVISION
DESC TESTIGOS
DESC VEHICULOS
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1319-1331.

921
322
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Agente del Estado Venezolano en materia de AEVMDH
Derechos Humanos
UBIC Ministerio Público MP Nº DFGR-DVFGR-DGAP- FECHA:20040518
DPDF-16-28763
TITL Se suministra información acerca de las investigaciones
adelantadas por el Ministerio Público en las causas donde
aparecen como víctimas los ciudadanos Mauro Acosta Padrón,
Julio Rodríguez García, Laorwins Rodríguez, Luis Fernández
Rodríguez, Randolfo Blando y Sol Vargas, todos trabajadores
del canal de televisión conocido como Venevisión.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación


N° 00061, de fecha 26 de abril de 2004, mediante la cual solicita
información acerca de las investigaciones relacionadas con los casos
donde aparecen como víctimas los ciudadanos Mauro Acosta Padrón, Julio
Gregorio Rodríguez García, Laorwins Rodríguez Enriquez, Luis Alfonso
Fernández Rodríguez, Randolfo Blanco Valencia y Sol Vargas, todos
trabajadores del canal de televisión conocido como ´Venevisión´.
Al respecto, le participo que en cuanto a la causa donde aparece como
víctima el ciudadano Mauro Acosta Padrón se encuentra conociendo el
Fiscal Quinto del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado Carabobo, Abogado Jaime Martínez quien ha adelantado la
investigación pertinente al caso, de tal manera que el referido
representante fiscal, entre otras actuaciones tendentes a esclarecer los
hechos investigados, ha ordenado la práctica de la experticia médico legal
correspondiente a la víctima, solicitó a la corresponsalía de Venevisión en
el Estado Carabobo la remisión de la copia de la cinta de video sin editar
relacionado con los sucesos del 7 de febrero de 2002, así como la
declaración de los ciudadanos Laorwins Rodríguez Enriquez, Randolfo
Blanco Valencia y Sol Vargas, en calidad de testigos.
Por otra parte, en cuanto a lo casos donde figuran como víctimas los
ciudadanos Luis Alfonso Fernández y Julio Gregorio Rodríguez García, el
Ministerio Público ha continuado con la investigación de los hechos
denunciados, habiéndose iniciado la búsqueda y colección de todos los
elementos de convicción disponibles a los fines de la identificación de los
autores o partícipes señalados en la presunta comisión de los hechos
punibles, efectuándose entrevista al ciudadano Luis Alfonso Fernández y a
otros cinco (5) ciudadanos en calidad de testigos.
Actualmente se encuentra comisionado, el Fiscal Sexagésimo Octavo del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, Abogado Alejandro Castillo, quien en fecha 7 de mayo de 2004,
solicitó al Comando Regional N° 5 de la Guardia Nacional, la remisión de
copias certificadas del libro de novedades diarias llevado por ese
Organismo del Estado, correspondiente al día 3 de diciembre de 2002, y el
envío de un informe contentivo de la identidad y actual status en esa
Institución Militar, de los funcionarios que fueron destacados en la referida

922
fecha para actuar en el lugar donde presuntamente ocurrieron los hechos.
Asimismo, el precitado representante fiscal, mediante oficio dirigido a la
Consultoría Jurídica de la empresa Corporación Venezolana de Televisión
´Venevisión´, ordenó la citación de varias trabajadores de ese medio de
comunicación social, a fin de que los mismos comparezcan a la sede de su
Despacho, los días 31 de mayo, 1 de junio, 2 de junio y 3 junio del año en
curso, respectivamente; todo ello con el objetivo de sostener con éstos, las
entrevistas correspondientes.
Le reitero nuestra disposición de colaborar con el Despacho a su cargo en
la consecución de los fines del Estado”.

DESC DERECHOS HUMANOS


DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INVESTIGACION
DESC MANIFESTACIONES
DESC MEDIOS DE COMUNICACIÓN
DESC PERIODISTAS
DESC TELEVISION
DESC TESTIGOS
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1332-1333.

923
323
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Ministro de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº DFGR-DVFGR-DGAP- FECHA:20040722
DPDF-14
TITL Se suministró información acerca de la actuación realizada por
el Ministerio Publico, con ocasión a las medidas provisionales
acordadas por la Corte Interamericana de los Derechos
Humanos a favor de trabajadores y sedes de los diarios El
Nacional y Así es la Noticia.

FRAGMENTO

Me dirijo a usted en la oportunidad de acusar recibo a su oficio N° 00100,


de fecha 12 de julio de 2004, mediante el cual informó a este Despacho,
que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en fecha 6 de julio de
2004, adoptó medidas provisionales a favor de los trabajadores y sedes de
los medios de comunicación social conocidos como ´El Nacional´ y ´Así es
la Noticia´.
Con respecto a dicho particular, le manifiesto que para el conocimiento y
tramitación del caso relacionado con los sucesos acaecidos el día 3 de
junio de 2004, vinculado con los ataques a la sede de los mencionados
diarios; han sido comisionados los Fiscales Sexagésimo Segundo y
Centésimo Vigésimo Tercero del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, Abogados Gilberto Landaeta y
Eduardo Lantieri, respectivamente.
Es preciso destacar, que tanto las presuntas agresiones sufridas por ´El
Nacional´ como por ´Así es la noticia´, están siendo tramitadas bajo el
cobijo de una misma investigación, toda vez que se trata de hechos
estrechamente ligados, ya que ocurrieron el mismos día, en el mismo sitio,
en horas similares y presuntamente ejecutados por las mismas personas
que se desplazaron de una sede a otra debido a la cercanía existente
entre ambas. Además, éstos sucesos fueron notificados al Ministerio
público mediante una misma denuncia, interpuesta por el Coordinador de
Seguridad de la Compañía Anónima ´Editora el Nacional´, persona jurídica
ésta, a la que corresponde la propiedad de los citados periódicos.
El caso se encuentra en etapa preparatoria, en el transcurso de la cual se
han practicado diversas diligencias útiles y necesarias a la averiguación;
tales como la Inspección Ocular con Fijación Fotográfica efectuada en el
lugar donde se produjeron los hechos; se ha solicitado efectuar un retrato
hablado de las personas que presuntamente irrumpieron en la sede de los
nombrados diarios, además de haberse recabado un listado de los
vehículos afectados en tales acontecimientos, y diversas fotografías en las
que se pueden apreciar algunas imágenes de los hechos, a las que se les
ordenó realizar las experticias pertinentes.
Igualmente, se ha solicitado la citación y entrevista de las posibles víctimas
y testigo de los hechos, así como la práctica de un Avalúo Prudencial a los
objetos que se denuncian como sustraídos del edificio donde se encuentra
ubicado el medio de comunicación conocido como ´Así es la Noticia´,
dejándose como solicitados todos aquellos objetos que posean un serial
de identificación.
924
Por otra parte es preciso destacar, que el Fiscal Centésimo Vigésimo
Tercero del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas, antes
identificado, se trasladó a la sede del diario ´El Nacional´, en la cual se
logró entrevistar con diversos trabajadores del medio y apreciar los daños
que poseían diversos equipos de computación, así como los de algunos
vehículos y el edificio sede, presuntamente causados durante las
manifestaciones que tuvieron lugar el día 3 de junio de 2004.
Finalmente, le significo que el día 16 de julio de 2004, el Juzgado Segundo
de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, a solicitud del Fiscal Superior del
Ministerio Público de esa Circunscripción Judicial, abogado Leoncio
Guerra, acordó Medida de Protección a favor de los ciudadanos Sergio
Dahbar, Ramón José Medina, Enrique Otero, Rafael Lastra, Ibéyise
Pacheco, Patricia Poleo, Marianella Salazar, Henry Delgado, Alex
Delgado, Edgar López, así como de las otras personas que se encuentren
en las instalaciones de los medios de comunicación social ´El Nacional´ y
´Así es la Noticia´ o que estén vinculadas a la operación periodística de
dichos medios, siendo designada la Policía Metropolitana, para su
cumplimiento.
Le reitero la disposición de colaborar con el Despacho a su cargo en la
consecución de los fines del Estado”.

DESC CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS


DESC DERECHOS HUMANOS
DESC INVESTIGACION
DESC MANIFESTACIONES
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC MEDIOS DE COMUNICACIÓN
DESC POLICIA
DESC TESTIGOS
DESC VICTIMA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1333-1335.

925
324
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Director de Custodia y Rehabilitación del Recluso DCRR
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-19-IJ-PGV-4856-04- FECHA:20040519
28799
TITL Problemática existente con el sistema de alumbrado en la
Penitenciaria General de Venezuela.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de informarle sobre la grave situación


que ha sido constatada por nuestro representante fiscal en el Internado
Judicial de Yare II y Centro Penitenciario Yare I, donde en los actuales
momentos se observa el deterioro en general de la estructura física, poca
cantidad de personal de custodia en relación a la población penal, bocas
de alcantarillas deterioradas con fugas de aguas severas y por último la
falta de parque automotor en el Internado Judicial de Yare II, lo cual trae
como consecuencia que no se efectúen los traslados a los organismos
jurisdiccionales correspondientes, causándose una violación a lo
establecido en el artículo 49 de nuestra Carta Magna, así como en artículo
1° y 10° del Código Orgánico Procesal Penal”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:49
COPP art:10-1

DESC DERECHOS HUMANOS


DESC ELECTRIFICACION
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1335.

926
325
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Ministerio de interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-19-FP-5808-04- FECHA:20040820
10041-04-56300
TITL Se plantea y solicita tome correctivos en relación a la
problemática existente en los Centros de Tratamiento
Comunitario del Estado Zulia, donde entre otras cosas existe
carencia casi total de alimentos.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de saludarle y plantearle la grave


situación que ha constatado nuestro representante fiscal, en los Centros
de Tratamiento Comunitario ´Manuel Matos Romero´ e ´Inspector Rafael
Ochoa Castro´, ubicados en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, en los
cuales existe una carencia casi total de alimentos para la preparación de
las comidas de los residentes, agudizándose y haciéndose más crítica la
situación por cuanto han reducido prácticamente en su totalidad, las
provisiones de las que disponían, para proporcionar una dieta balanceada
a los penados de dichos centros, por lo cual se está considerando la
posibilidad de conceder permisos extraordinarios a los mismos como una
alternativa para subsanar la situación descrita, además existe una grave
situación en cuanto a la infraestructura de los mismos y la disponibilidad de
camas la cual es insuficiente en virtud a la población de residentes en
dichos establecimientos.
Información que le suministro de manera que el Despacho a su cargo
ejerza las acciones necesarias para subsanar la situación planteada”.

DESC ALIMENTOS
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1336.

927
326
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Ministerio de Interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-19-FP-5811-04- FECHA:20040618
6809-04
TITL Deficiencias existentes en los dos Centros de Tratamiento
Comunitarios que funcionan en el Estado Monagas.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de informarle las irregularidades que


se están presentando en los Centros de Tratamiento Comunitario ´Miguel
Antonio Blanco Guerra´ y ´Francisco de Miranda´ en el Estado Monagas,
en los cuales existen deficiencias con respecto a los materiales, a saber:
enseres, sábanas, colchones, camas, ollas, platos, cubiertos, máquinas de
escribir, computadoras y mobiliario; en cuanto a la estructura, no funciona
el sistema de electricidad; carecen de aulas para clases para llevar a cabo
el Plan Robinson y el Plan Ribas; poseen un vehículo inoperativo; además
la dotación de alimentos es insuficiente para las poblaciones que allí se
encuentran.
Información que suministro a los fines de que interponga sus buenos
oficios, para que con la urgencia del caso resuelva esta situación y
gestione lo conducente.
Mucho sabría agradecer que informe a esta Dirección de las gestiones que
realice ese Despacho a su cargo, en el caso in comento.
Reiterándole nuestra disposición de colaborar con su Dirección en pro de
una buena administración de justicia...”.

DESC ALIMENTOS
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC EDUCACION
DESC ELECTRIFICACION
DESC MISION RIBAS
DESC MISION ROBINSON
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1336-1337.

928
327
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP 2004
TITL Operación Caroní 2004.

FRAGMENTO

“Fecha de inicio: 22-2-2004


Fiscales del Ministerio Público comisionados: 3° con Competencia Plena a Nivel
Nacional, 1° y 5° del Primer Circuito y 3° del Segundo Circuito de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolívar.
Situación actual: En fecha 25-2-2004 se comisiona al Fiscal 3° a Nivel Nacional,
para que ejerza las funciones correspondientes al Ministerio Público, con motivo
del contenido del Oficio N° GN.CO.CA.EMI.039 de fecha 20-2-2004 suscrita por
el Cap. (GN) Francisco Álvarez Delgado, Jefe del Equipo Móvil de Inteligencia
Comando Antidrogas de la GN, mediante la cual anexa una (1) Acta Policial en el
que se señala al ciudadano Norberto Angarita, alias ´Beto´, como presunto
miembro de una organización dedicada al tráfico internacional de drogas, la cual
opera desde la ciudad de Puerto Ordaz en el Estado Bolívar. En fecha 25-2-2004
funcionarios de la Guardia Nacional con sede en Caracas, adscritos al Comando
Antidrogas, en operación conjunta con el Comando Antidrogas de la Guardia
Nacional adscrito al Regional N° 8 con sede en la ciudad de Puerto Ordaz,
practicaron allanamiento en el cual fueron decomisadas armas de fuego y tres
lanchas con doble fondo, se practicó la detención de (6) personas; posteriormente
la comisión se trasladó al fundo San Roque logrando desenterrar la cantidad
aproximada de 7.600 Kilos de presunta droga denominada cocaína. Se procedió a
la verificación de la sustancia incautada con fines de incineración, igualmente se
consignó escrito de presentación de los imputados Jorge Alegría Torres, Juan
Manuel Casquete, Manuel Tránsito Garces Mosquera, Jhon Kennedy Baron
Chacón y Michael Stanislao González, precalificándose los hechos bajo la figura
del ocultamiento de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, cooperadores en
dicho delito, ocultamiento de arma de fuego y porte ilícito de arma de fuego. En
fecha 29-2-2004 se culminó el acto de verificación de la sustancia resultando un
peso neto de 7.582,500 kilos de cocaína en forma de clorhidrato, que fue
ordenado incinerar. En fecha 1-3-2004 el Juez Segundo de Control del Primer
Circuito, decretó medida privativa de libertad en contra de los ciudadanos Jaime
Piedrahita, Jorge Alegría Torres, Juan Manuel Casquete, Manuel Tránsito Garces
Mosquera, Jhon Kennedy Baron Chacón y Michael Stanislao González.
Admitiendo la precalificación fiscal y la solicitud de procedimiento ordinario. En
fecha 3-3-2004 se solicitó orden de captura en contra de los ciudadanos José
Ricardo Henríquez Ulloa, Hermes Santana y Hernán Caballero, quienes
participaron en la negociación de la finca San Roque, siendo acordada por el
Juzgado Cuarto de Control de Ciudad Bolívar. En fecha 4-3-2004 se logró la
localización y posterior aprehensión del ciudadano Hermes Santana, quien resultó
ser plaza de la Guardia Nacional en Punta de Mata Estado Anzoátegui, con la
jerarquía de Capitán. En consecuencia se ordenó su traslado al CORE 8 de
Bolívar para la correspondiente presentación. El Juzgado 3° de Control de Ciudad
Bolívar, privó de su libertad al Capitán Hermes Santana en el Destacamento 81
del CORE 8 de la GN. En fecha 14-4-2004 los Fiscales 3° a Nivel Nacional, 1° y 5°
del Primer Circuito del Estado Bolívar, interpusieron acusación contra el
ciudadano Michael Stanislao González Barfusova, por considerarlo responsable
de la comisión de los delitos de ocultamiento de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas en grado de cooperación inmediata y ocultamiento de arma de fuego
en grado de cooperación inmediata, previstos y sancionados respectivamente en

929
los artículos 34 de la Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y
Psicotrópicas, y 278 del Código Penal, en relación con el encabezamiento del
artículo 83 ejusdem; a los ciudadanos Manuel Tránsito Garces Mosquera, Jorge
Alegría Torres, Juan Manuel Casquete, Jhon Kennedy Baron Chacón, por
considerarlos responsables de la comisión de los delitos de ocultamiento de
sustancias estupefacientes y psicotrópicas en grado de complicidad y
ocultamiento de arma de fuego, tipificados y penados respectivamente en los
artículos 34 de la Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas,
en relación con el ordinal 3° del artículo 84 del Código Penal, y 278 ejusdem; a los
ciudadanos Jaime Alberto Piedrahita Rodríguez, por considerarlo responsable de
la comisión de los delitos de ocultamiento de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas en grado de complicidad y porte ilícito de arma de fuego, tipificados
y penados respectivamente en los artículos 34 de la Ley Orgánica Sobre
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, en relación con el ordinal 3° del
artículo 84 del Código Penal, y 278 ejusdem. En lo que respecta a Hermes José
Santana Maneiro, solicitaron la aplicación de las medidas cautelares sustitutivas a
la privación de libertad, específicamente las contempladas en los ordinales 3° y 4°
del artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal, consistente en una
presentación periódica ante el tribunal, y prohibición de salida del país, en virtud
de que se está a la espera de las resultas de las diligencias ordenadas, siendo las
mismas determinantes para la investigación, y la conclusión de que el nombrado
Hermes José Santana Maneiro, tiene o no responsabilidad penal en el
mencionado hecho punible. El Juez 1° del Primer Circuito, otorgó la medida
cautelar sustitutiva de libertad del acusado John Kenedy Baron, de conformidad
con lo establecido en el artículo 256 numerales 3°, 4° y 8 del Código Orgánico
Procesal Penal, ya que a su juicio al imputársele el delito en grado de complicidad,
las circunstancias habían variado. Asimismo, se acusó a Hermes Santana, por
encontrarlo incurso en la comisión del delito de ocultamiento intencional de datos
que debe contener la Declaración Jurada de Patrimonio, previsto y sancionado en
el artículo 76 de la Ley Contra La Corrupción. Igualmente se solicitó sea revocada
la medida cautelar sustitutiva”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOSEP art:34
LC art:76
CP art:83-Encab
CP art:84-3
CP art:278
COPP art:256-3
COPP art:256-4
COPP art:256-8

DESC ARMAS
DESC COOPERADOR EN DELITO
DESC DROGAS
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PATRIMONIO DE FUNCIONARIOS
DESC TIPICIDAD

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1378-1379.

930
328
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP 2004
TITL Tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, en la
modalidad de ocultamiento.

FRAGMENTO

“Fecha de inicio: 17-1-2004.


Fiscal del Ministerio Público comisionado: 19° de la Circunscripción Judicial del
Estado Aragua.
Situación actual: En fecha 15-1-2004 se practica procedimiento donde se incauta
la cantidad de 101 panelas de marihuana y dos envoltorios contentivos de
cocaína, y se detienen a los ciudadanos Manuel Rodríguez, Jhonny González y
Jesús Yarce, con un peso neto de 103 kilos con 214 gramos de marihuana. En
fecha 21-1-2004, se llevó a cabo la inspección por ante la sede del Laboratorio
Toxicológico del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas-
Delegación Aragua, en presencia del Tribunal Octavo de Primera Instancia en
Funciones de Control, obteniéndose como resultado: 103 Kg y 214gr. de
marihuana, y 25 gr. y 192 mg. de cocaína. En fecha 2-3-2004 se acusó a los
ciudadanos Jhonny González y Manuel Rodríguez por los delitos de tráfico de
sustancias estupefacientes y psicotrópicas, en la modalidad de ocultamiento,
previsto y sancionado en el artículo 34 de la Ley Orgánica Sobre Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas, porte ilícito de arma de guerra, previsto y
sancionado en el artículo 275 del Código Penal, en relación con el artículo 3 de la
Ley Sobre Armas y Explosivos, y detentación de artefactos explosivos en grado de
cooperación inmediata, previsto y sancionado en el artículo 297 del Código Penal,
en relación con el 83 ejusdem, y Jesús Yarce por la comisión del delito de tráfico
ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas en grado de cooperador
inmediato, previsto y sancionado en el artículo 34 de la Ley Orgánica Sobre
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, en relación con el artículo 83 del
Código Penal. En fecha 7-5-2004 tuvo lugar la audiencia preliminar, pero el juez
no admitió las pruebas documentales. En fecha 14-5-2004 el Ministerio Público
ejerció recurso de apelación. Pendiente resultas de dicha apelación”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOSEP art:34
CP art:83
CP art:275
CP art:297
LAE art:3

DESC APELACION
DESC ARMAS
DESC DROGAS
DESC POLICIA JUDICIAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1379-1380.

931
329
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP 2004
TITL Tráfico de estupefacientes, agavillamiento y ocultamiento de
arma de guerra.

FRAGMENTO

“Fecha de inicio: 7-3-2003.


Fiscales del Ministerio Público comisionados: 27° a Nivel Nacional y Fiscal
en Materia de Drogas del Estado Sucre
Situación actual: El 7-3-2003, efectivos de la Guardia Nacional
decomisaron 5.020 kilos de cocaína y 100 kilos de marihuana, durante una
operación especial realizada en una aldea de pescadores, cerca de
Carúpano, Estado Sucre, denominada ´Operación Costa Norte´, resultando
detenidos los ciudadanos Francisco Antonio Salazar, Luis Estebán
Monoche, Gregorio Lorant, Buenaventura Espinoza, Nelson José Guillarte
Caraballo, Víctor Sobil Delcine, Luis Francisco Hidalgo, Luis Ramón
Monoche y Marcía Josefina Monoche. El 10-3-2003 se realizó la audiencia
de presentación de los detenidos donde los fiscales comisionados
precalificaron los hechos; a la imputada Marcia Josefina Monoche, por el
delito de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas y para
los demás detenidos tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas, agavillamiento, porte y ocultamiento ilícito de armas de
guerra y resistencia a la autoridad, igualmente se solicitó medida de
prohibición de enajenar y gravar y congelación de todas las cuentas
bancarias o títulos valores, asimismo, se solicitó se practique la inspección
a la sustancia incautada, todo lo cual fue acordado. El 19-6-2003 fue
realizada la audiencia preliminar ante el Tribunal 5° de Control, en la cual
fue admitida totalmente la acusación fiscal. De igual manera, fue
constituido el tribunal en fecha 8-12-2003. El 31-5-2004 se inicia el juicio
oral y público a los acusados y concluyó el 3-6-2004, con el siguiente
resultado: Por decisión unánime del Juzgado Mixto, Luis Esteban
Monoche fue condenado a 21 años y 9 meses de prisión, por la comisión
de los delitos de tráfico de droga, previsto y sancionado en el artículo 34
Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas,
ocultamiento de armas de guerra y agavillamiento; previstos y sancionados
en los artículos 287, 275 y 278 del Código Penal; Francisco Salazar,
Gregorio Loran, Buenaventura Espinoza, Nelson Guilarte Caraballo, Víctor
José Sobila, Luis Francisco Hidalgo y Luis Ramon Monoche, cumplirán la
pena de 20 años de prisión, por los delitos de tráfico de estupefacientes,
previsto y sancionado en el artículo 34 de la Ley Orgánica Sobre
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, agavillamiento y ocultamiento
de arma de guerra, previstos y sancionados en los artículos 287 y 278 del
Código Penal; y a la ciudadana Marcia Josefina Urbaez Monoche, a la
pena de 15 años de prisión por el delito de ocultamiento de sustancias
estupefacientes, previsto y sancionado en el artículo 34 de la Ley Orgánica
Sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


932
LOSEP art:34
CP art:275
CP art:278
CP art:287

DESC AGAVILLAMIENTO
DESC ARMAS
DESC DROGAS
DESC FUERZAS ARMADAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1381-1382.

933
330
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP 2004
TITL Incautación de aproximadamente 2.700 Kg. de cocaína.

FRAGMENTO

“Fecha de inicio: 3-9-2004.


Fiscales del Ministerio Público comisionados: 11° del Primer Circuito de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre y 3° a Nivel Nacional con
Competencia Plena.
Situación actual: Funcionarios de la Guardia Nacional, en compañía de
una comisión mixta, cumpliendo con orden de allanamiento emanada del
Tribunal Cuarto de Control, a realizarse en un galpón de bloque sin frisar,
de aproximadamente 6 metros de altura, con un portón de metal de color
azul y una inscripción que dice venta de materiales de construcción, al lado
de la Compañía Anónima Carlou, frente a la pista de Karting, en la
carretera de acceso que comunica a la urbanización Brisas del Golfo, El
Peñón-Cumaná, propiedad de un ciudadano llamado Mario. Una vez que
la comisión llegó a la referida dirección se observó que de dicho galpón
salían dos (2) vehículos, una camioneta Toyota, modelo Autana, color
beige, placas DAE-93R, y un vehículo marca Toyota, modelo Yaris, color
plata, placas AEF-85X, los cuales al ver la comisión emprendieron veloz
huida, siendo seguidos por la misma, luego la camioneta Autana Beige,
impactó con la pared de un establecimiento comercial (taller) y los
tripulantes salieron del vehículo portando armas de fuego, continuando la
huida a pie, pero fueron aprehendidos por la comisión, quedando
identificados como Carlos Mario Ramírez y Jorge Nelson Guerrero, al cual
se le encontró un arma de fuego, y dentro e la camioneta se pudo
constatar la presencia de varios sacos de polietileno de color blanco, que
en su interior contenían trescientos seis (306) envoltorios, tipo panelas de
droga (cocaína). Igualmente se detuvo a los ciudadanos Roa Guerrero
Héctor González y Parra Barrera Antonio, Al revisar el vehículo, utilizando
un soplete, se pico el tanque de gasolina, donde se encontró 3 panelas de
droga. En el mismo procedimiento, se obtuvo información de uno de los
detenidos, que en el complejo turístico Villa Majagual, específicamente en
la Agropecuaria Geice, C.A., se encontraba otro alijo de droga enterrada,
trasladándose una comisión al referido lugar, siendo recibido en el mismo
por un ciudadano que quedó identificado como García Clemente Santiago,
quien manifestó ser el encargado del lugar, donde se encontraron dos
tanques, los cuales contenían; 61 sacos con envoltorios tipo panela, y 50
sacos, que en su interior contenían envoltorios tipo panela; todo lo cual
sumó 111 sacos contentivos de dos mil doscientas once (2.211) panelas.
De igual manera se encontraron tres bolsas plásticas transparentes, con
tres (3) fusiles AR-15, y ocho (8) cargadores, y diferentes armas de
guerra. En el allanamiento realizado en la residencia de Carlos Mario
Ramírez, se encontró en una de las habitaciones varios objetos y la
cantidad de siete millones ochocientos setenta mil bolívares en efectivo.
Se solicitó privación de libertad de los ciudadanos Carlos Mario Ramírez,
Jorge Nelsón Guerrero, Clemente Santiago García; y prueba anticipada,
934
todo lo cual fue acordado por el Tribunal Cuarto de Control. Se presentó
ante el tribunal de control, escrito de acusación contra los imputados
Carlos Mario Ramírez, Jorge Nelsón Guerrero, Clemente Santiago García,
por la comisión de los delitos de tráfico de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas en la modalidad de transporte, porte ilícito de armas de
fuego, ocultamiento de armas de guerra y agavillamiento, previstos y
sancionados en los artículo 34 de la Ley Orgánica Sobre Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas, 278, 275 y 287 del Código Penal. Se
realizó ante el Juzgado Segundo de Control del Primer Circuito Judicial del
Estado Sucre, la audiencia preliminar de la causa seguida contra los
imputados Carlos Mario Ramírez, Jorge Nelsón Guerrero, Clemente
Santiago García, declarándose con lugar la acusación interpuesta por el
Ministerio Público en su totalidad, así como todas las pruebas promovidas,
se pasó la referida causa al tribunal de juicio”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOSEP art:34
CP art:275
CP art:278
CP art:287

DESC ALLANAMIENTO
DESC ARMAS
DESC DROGAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1404-1405.

935
331
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas en la
modalidad de transporte.

FRAGMENTO

“Fecha de inicio: 16-10-2004.


Fiscal del Ministerio Público comisionado: 11° del Primer Circuito de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre.
Situación actual: Funcionarios de la Guardia Nacional, adscritos al Destacamento
78, practicaron la detención de los ciudadanos Parada Américo Segundo y Parada
Cortez Yenfri Bladimir, cuando al realizar revisión al vehículo tipo volteo color rojo,
placas 973-XHE, con un tanque cisterna, el cual estaba derramando aceite
quemado, detectaron, cuando se procedió a cortar la lamina del tanque, que
dentro del mismo había otro tanque más pequeño, en el cual se pudo observar un
lote de panelas de color anaranjado fuerte que emanaba un olor fuerte y
penetrante, pudiendo contabilizar la cantidad de 653 panelas envueltas en
material sintético, contentivas de residuos vegetales de color pardo verdoso de la
droga denominada marihuana, con un peso aproximado de 653 kilogramos. Se
solicitó ante el tribunal de control de guardia, privación judicial preventiva de
libertad a los ciudadanos Américo Segundo Parada y Yenfri Bladimir Parada
Cortez, por la comisión del delito de tráfico de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas en la modalidad de transporte Igualmente, se pidió la práctica de la
prueba anticipada. La representación fiscal, solicitó el diferimiento de la audiencia
de presentación, en virtud que los expertos adscritos al laboratorio científico de
oriente con sede en la ciudad de Puerto La Cruz se trasladarían a la ciudad de
Carúpano, a fin de realizar la experticia, la cual se practicó dando como resultado
que la sustancia decomisada, con un peso neto de seiscientos cuarenta y un mil
kilos, con ochocientos veinticuatro miligramos, corresponde a la droga
denominada marihuana. Se realizó ante el Tribunal 5° de Control la audiencia de
presentación de los ciudadanos Américo Segundo Parada y Yenfri Bladimir
Parada Cortez, por la comisión del delito de tráfico de sustancias estupefacientes
y psicotrópicas en la modalidad de transporte en la cual se acordó la privación
judicial preventiva de libertad de los mismos. Se presentó ante el Tribunal Cuarto
de Control, escrito de acusación contra los imputados Parada Américo Segundo y
Parada Cortez Yenfri Bladimir, por la comisión del delito de tráfico de sustancias
estupefacientes y psicotrópicas, en la modalidad de transporte, previsto y
sancionado en el artículo 34 de la Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes
y Psicotrópicas. De igual modo se solicitó en el escrito de acusación el decomiso
del vehículo incautado”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOSEP art:34

DESC DROGAS
DESC FUERZAS ARMADAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1405-1406.

936
332
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Presidenta de la Comisión Contra el Uso Ilícito de PCONACUID
las Drogas
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Problemática de pérdida y sustitución de droga.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación


N° 0093 del 19-1-2004, relacionada con la pérdida y sustitución de
sustancias ilícitas y bienes decomisados en custodia de los despachos
policiales, con ocasión a investigaciones por delitos de drogas.
Esta Institución comparte su honda preocupación respecto a la
problemática por usted planteada; en cuanto a los casos de pérdidas de
drogas, los fiscales del Ministerio Público a nivel nacional, han procedido a
ordenar el inicio de las investigaciones correspondientes, conforme lo
establece la ley. En relación a los bienes decomisados, igualmente, se han
impartido instrucciones a los diferentes Despachos fiscales, con el objeto
de impulsar la aplicación del procedimiento a seguir en relación a la
incautación de los bienes productos de los delitos previstos y sancionados
en la Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas.
Cabe señalar, que este problema viene a agravarse, en virtud de la falta de
lugares adecuados para el resguardo de las evidencias, sin embargo,
dentro de los proyectos a emprender por el Ministerio Público, se
encuentra actualmente en estudio la necesidad de establecer un local
adecuado que reúna las medidas de seguridad y operatividad que nos
demanda el desempeño de nuestro rol de director de la investigación
penal, a quien corresponde ordenar el aseguramiento de los objetos
activos y pasivos relacionados con la perpetración del delito.
Hago propicia la ocasión para reiterarle la disposición de la Institución en
colaborar con la comisión a su cargo en la consecución de los fines del
Estado”.

DESC COMISO
DESC DROGAS
DESC EVIDENCIAS
DESC POLICIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1407.

937
333
TDOC Oficio
REMI Dirección de Drogas DD
DEST Fiscales Superiores del Ministerio Pùblico FSMP
UBIC Ministerio Público MP
TITL Entregas vigiladas.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de ratificarle el contenido del oficio


número DCUID-99-47934 de fecha 18-11-1999, en el que se le solicita su
valiosa colaboración a los fines de girarle instrucciones relacionadas con
las solicitudes de Entrega Vigilada, a las fiscalías por usted coordinadas y
supervisadas; en ese sentido se cita:
´…Cada representación del Ministerio Público deberá
1.-Solicitar autorización a esta Dirección para proceder a la apertura de
averiguación y consiguiente trámite ante los jueces de control de las
Entregas Vigiladas.
2.-Informar de cualquier eventualidad que se presente respecto a las
Entregas Vigiladas.
3.- En los seguimientos de Entrega Vigilada, cuando los funcionarios de la
Policía de Investigaciones Penales, propongan al Fiscal cualquier
actuación, intervención, interrupción y/o incautación de la droga objeto de
la entrega deben consultarlo de inmediato con esta Dirección.
(Autorización/notificación Juez Control).
4.- Enviar minuta contentiva de la información más importante sobre las
drogas, características, funcionarios, destino y culminación de la
operación´…”.

DESC AVERIGUACION
DESC DROGAS
DESC JUECES
DESC POLICIA JUDICIAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1408.

938
334
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Delitos Comunes DDC
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Violación y privación ilegítima de libertad

FRAGMENTO

“Fecha de inicio: 22-5-2004.


Fiscal del Ministerio Público comisionado: 51° de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas.
Situación actual: Se inició la presente investigación por denuncia interpuesta por la
ciudadana A.M.H.P., quien señala que el día 21 de mayo siendo aproximadamente las 4:00
p.m., fue interceptada por varios sujetos armados quienes se montaron en su vehículo,
llevándosela desde donde se encontraba en Carmelitas a lugares desconocidos
procediendo a vendarle los ojos y violarla en reiteradas ocasiones por vía vaginal y anal por
los distintos sujetos quienes la mantuvieron privada de su libertad hasta las 11:00 de la
noche aproximadamente, posteriormente es liberada a la altura del Hotel Crillón ubicado en
la avenida Libertador de esta ciudad, luego de despojarla de su vehículo, cartera y
documentos personales. La relevancia de este caso estriba en que una de las personas
investigadas es presuntamente un militar activo con el grado de Teniente Coronel del
Ejercito, ex-Comandante del Batallón Caracas del Cuartel General del Ministerio de la
Defensa, ciudadano I.S.R., quien fuera esposo de la víctima, sobre quien pesa actualmente
medida judicial privativa de libertad, que hasta la fecha no ha sido capturado.
Luego de un trabajo excelente de investigación, el Ministerio Público en fecha 6 de agosto
de 2004, interpuso formal acusación de conformidad con lo previsto en el artículo 285
numerales 4 y 5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, artículo 34
numeral 11 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, así como lo previsto en los artículos
326 y 108 numeral 4, ambos del Código Orgánico Procesal Penal, en contra de los
imputados J.C.M.Z., A.J.M.G., R.J.Z., y D.J.B.Y., por la comisión de los delitos de porte
ilicíto de arma de fuego, privación ilegítima de libertad, robo agravado de vehículo
automotor y violación. No se emitió acto conclusivo con respecto al ciudadano I.V., por
cuanto no ha sido capturado, en razón de lo cual se solicitará la colaboración del Ministerio
de la Defensa”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:285-4
CRBV art:285-5
LOMP art:34-11
COPP art:108-4
COPP art:326

DESC ARMAS
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INVESTIGACION
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MILITARES
DESC ROBO
DESC VIOLACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1420-1421.

939
335
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidenta del Instituto Nacional del Menor PINM
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-4-0-285-2004 FECHA:20040126
TITL Problemática ocasionada por el ingreso de adolescentes
detenidos preventivamente como medida cautelar en el centro
C. U. III, toda vez que el mismo está destinado para los que se
encuentran en fase de ejecución.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de plantearle la problemática que me


fue puesta en conocimiento por la Fiscal 117° de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, con competencia en materia de
ejecución.
Tal situación consiste en que en el C.D.T.C.U.III, el cual está destinado
para el ingreso de adolescentes que cumplen sanción de privación de
libertad, prevista en el artículo 620 literal f de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, esto es en la fase de ejecución, se
están llevando a cabo ingresos de detenidos preventivamente como
medida cautelar, contrariando de esta forma la regla 16 de las Naciones
Unidas para la Protección de Menores Privados de Libertad, la cual es
aplicable por remisión expresa del artículo 537 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente.
En tal sentido agradezco a usted, gire las instrucciones pertinentes para
que se ratifique a los Jueces de la Sección de Adolescentes del Tribunal
Penal de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, el
contenido de la comunicación de fecha 24-10-2002, emanada de esa
Institución, mediante la cual se les indicó la respectiva distribución de los
Centros, conforme a lo previsto en la ley especial que rige la materia.
La falta de cumplimiento de la decisión acordada por el Instituto Nacional
del Menor en la oportunidad señalada constituye por parte de los Jueces y
de los Directores de Centros, quienes ordenan los ingresos y los reciben
respectivamente, violación de los derechos de los adolescentes.
Por otro lado cabe recordar que es al Instituto Nacional del Menor,
mientras se lleva a cabo el proceso de transferencia, a quien corresponde
la vigilancia de los Centros, y por ello la distribución de estos, es
competencia única y exclusivamente de ese Organismo y no de los
Jueces, tal como lo señaló la Dra. S.P.Y., en su condición de Directora de
Seccional Caracas, en comunicación que enviara como respuesta a
información que le requirió la Fiscal 117° de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, de las cuales me permito remitirle en
anexo para su conocimiento.
En atención a lo expuesto agradezco a usted, tome los correctivos
necesarios, para que tanto Jueces como Directores de Centros den
cumplimiento a las instrucciones impartidas en su debida oportunidad por
el Organismo a su cargo en cuanto a la distribución de los Centros, para
evitar irregularidades y violaciones de derechos a los adolescentes que se
encuentren sometidos al Sistema de Responsabilidad Penal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


940
LOPNA art:537
LOPNA art:620-F
RNUPMPL Nº 16

DESC ADOLESCENTES
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSION
DESC INSTITUTO NACIONAL DEL MENOR
DESC JUECES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1440-1441.

941
336
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Juez de Ejecución de Adolescentes del Circuito JEACJPEF
Judicial Penal del Estado Falcón
UBIC Ministerio Público MP N°: DPIF-12-16-5074-2004 FECHA:20041116
TITL Funciones del Juez de Ejecución de Adolescentes establecidas
en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación


N° 1E-262/04, de fecha 25-10-2004, a través de la cual remitió copia
simple de los oficios números 1E-131/04 y E-132/04, del día 22 de junio de
2004, dirigidos al fiscal superior de ese Estado.
Leído el contenido de los mismos, en esta misma fecha se le solicitó
información al fiscal superior de esa Entidad, sobre el destino de las
causas que debieron ser aperturadas por un fiscal de proceso en virtud de
la muerte de los adolescentes E.J.A. y J.C.V.
Ahora bien se desprende de los referidos oficios, que ese Despacho a su
cargo, solicita sea instado el fiscal (…) de ese Estado, a los fines de
recabar las actas de defunción de los adolescentes, sometidos a sanción
por ese Despacho, no obstante, usted conoció de las referidas muertes, a
través de noticia criminis, por lo cual ello no obsta a que recabe los
respectivos documentos y ordene la cesación de la medida, de
conformidad con las funciones del juez, que le son atribuidas por el
artículo 647 literal h, de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, en concordancia con el artículo 103, primer aparte del
Código Penal, que hace referencia a la extinción de la pena, aplicable
supletoriamente en el presente caso, para la extinción de la sanción, tal
como lo establece el artículo 537 de la Ley Orgánica Para la Protección
del Niño y del Adolescente.
Comunicación que se le realiza de conformidad con lo establecido en el
artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
LOPNA art:537
LOPNA art:647-h
CP art:103-p.apt

DESC ADOLESCENTES
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC HOMICIDIO
DESC JUECES
DESC NIÑOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1441-1442.

942
337
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidenta del Instituto Nacional del menor PINAM
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-8-0-5091-2004 FECHA:2004116
TITL Se tomen los correctivos necesarios para solventar la situación
que se ha venido confrontando con los Centros destinados al
cumplimiento de medidas de privación de libertad, para
preservar el espíritu, propósito y razón de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, en la oportunidad de manifestarle que he


tenido conocimiento a través de la fiscal (…) del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial …., la situación que se viene confrontando en los
Centros destinados al cumplimiento de medidas de privación de libertad,
impuestas en sentencia definitiva y los cuales fueron designados por el
Despacho a su cargo, para tal fin, entre los que señalamos los Centros de
Internamiento en la Fase de Ejecución, Centro Diagnóstico y Tratamiento
C.C., Centro Diagnóstico y Tratamiento C.U.III., Centro Diagnóstico y
Tratamiento J. G.H., en donde ingresan los adolescentes o jóvenes
adultos, de otras fases del proceso, quienes cumplen medidas de
privación de libertad de carácter preventivo, junto con los de la fase de
ejecución que cumplen sanciones.
Por lo anteriormente expuesto y en base a lo que dispone el artículo 581
parágrafo primero de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, así como lo previsto en la Regla 17, contenida en el punto II
de los Menores Detenidos o en Prisión Preventiva, de las Reglas de las
Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de Libertad,
le estimo tomar los correctivos necesarios a los fines de solventar la
situación planteada en aras de preservar el espíritu, propósito y razón de la
ley…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:581-pg.p
RNUPMPL Nº 17

DESC ADOLESCENTES
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC NIÑOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1442.

943
338
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal de Rentas del Servicio Autónomo Municipal FRSAMATAB
de Administración Tributaria de la Alcaldía de Baruta
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-299-2004 FECHA:20040127
TITL Competencia acerca de la presencia de adolescentes en centros
prohibidos por ley, es competencia del Consejo de Protección.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación


de fecha 19 de enero de 2004, en el cual remite copia de la Resolución N°
669 de fecha 9-12-2003 relativa a la clausura del establecimiento
comercial C.P.A. D.; en atención a lo preceptuado en los artículos 13 y 16
del Reglamento N° 1 de la Ordenanza de Patente sobre Industria y
Comercio, en concordancia con lo dispuesto en los artículos 87 de la
Ordenanza de Industria y Comercio, y 4, 51 y 92 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente.
A tal efecto le significo que esta Dirección a mi cargo tomó debida nota de
su contenido.
Ahora bien, de la lectura efectuada a dicha resolución, se observa que en
lo relacionado a la presencia de adolescentes dentro del establecimiento
comercial ya mencionado, en el año 2001 ese Despacho, mediante
Resolución N° 030 de fecha 1-2-2001 revocó la licencia de industria y
comercio a la Sociedad Mercantil C.P.A.D.B, fundamentalmente por la
presencia de menores de edad y de presuntas sustancias psicotrópicas y
estupefacientes halladas en el interior del recinto del mencionado
establecimiento comercial.
En dicha oportunidad no indica usted, si se dejó constancia de la cantidad
de adolescentes presentes, ni si hubo alguna intervención del Consejo de
Protección del Niño y del Adolescente del Municipio Baruta, en caso de
que estos hayan sido individualmente considerados y plenamente
identificados, a fin de que el referido ente dictara las medidas en sede
administrativa a que hubiere lugar, de conformidad a las atribuciones que
le confiere la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
en su artículo 160.
De igual modo se observa que durante el allanamiento efectuado en fecha
7 de septiembre de 2003, en la sede donde funciona S.C.; fue ubicado,
entre otras cosas, la presencia del adolescente A.S.C.C.,( …), de 15 años
de edad.
Ahora bien, sólo se menciona la presencia del precitado adolescente, mas
no en que condiciones o circunstancias fue encontrado, por lo que, una
vez constatada su existencia y en el supuesto caso de haberse encontrado
en la comisión de un hecho punible, debió ser puesto a la orden del
Cuerpo Policial correspondiente, a objeto de que este a su vez lo pusiera a
la orden del fiscal en materia penal de responsabilidad del adolescente, no
obstante, de haber sido sólo encontrado dentro del recinto, tal y como se
desprende de la presente resolución, y dado a que quedo plenamente
identificado e individualizado le correspondió conocer en dicha situación al
Consejo de Protección del Municipio Baruta, órgano competente para
dictar la medida.
944
Al efecto el artículo 125 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente define las medidas de protección, señalando que son
aquellas que impone la autoridad competente cuando se produce en
perjuicio de uno o varios niños o adolescentes, individualmente
considerados, la amenaza o violación de sus derechos o garantías;
asimismo, encontramos los tipos de medidas dentro de lo preceptuado en
el artículo 126 ejusdem, desprendiéndose de la lectura del artículo 129 de
la precitada ley que el órgano competente es el Consejo de Protección del
Niño y del Adolescente. Se constató así que el adolescente A.S.C.C., de
15 años, tampoco fue puesto a la orden de dicho organismo.
En tal sentido, esta Dirección a mi cargo le sugiere la conveniencia de que
independientemente de las situaciones en que pueda encontrarse un local
o establecimiento y que conlleven a la aplicación de una multa o sanción,
así como responsabilidad civil, penal y/o administrativa, cuando dentro del
mismo se constate la presencia de niños y/o adolescentes, tal situación
deberá ser del conocimiento del Consejo de Protección del Municipio
Baruta, ente competente en el caso específico para conocer y tramitar,
dentro de sus atribuciones tal situación…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


OPIC art:87
ROPIC Nº 1-art:13
ROPIC Nº 1-art:16
LOPNA art:4
LOPNA art:51
LOPNA art:92
LOPNA art:125
LOPNA art:126
LOPNA art:129
LOPNA art:160

DESC ADOLESCENTES
DESC BARUTA (MUNICIPIO)
DESC COMERCIO
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DROGAS
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC POLICIA
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y ADEL ADOLESCENTE
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1442-1444.

945
339
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidente del Consejo Nacional de Derechos del PCNDNA
Niño y del Adolescente
UBIC Ministerio Público MP Nº Nº DPIF-13-10-0-714-2004 FECHA:20040226
TITL Comportamiento de los niños al jugar con las barajita “YU-GI-
OH”.

FRAGMENTO

Me dirijo a usted, en la oportunidad de comunicarle, que en el mes de


mayo del año 2003, en el noticiero nocturno transmitido por Radio Caracas
Televisión, una maestra en el estado Zulia denunció que el juego de
barajitas denominado ´YU-GI-OH´, es un juego diabólico porque causa
trastornos en la conducta a nivel pedagógico de los niños, en virtud de que
ha aumentado la agresividad en los mismos, afectando de igual manera su
identidad.
Al respecto, si bien es cierto que la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, en su artículo 63 consagra que todos los niños y
adolescentes tienen derecho al juego, no es menos cierto que el ejercicio
de ese derecho debe estar dirigido a garantizar el desarrollo integral de los
niños y adolescentes, además debe fortalecer los valores de solidaridad,
tolerancia, identidad cultural, entre otros.
Es de destacar, que nace para el Estado la obligación de fomentar juegos
que sean creativos o pedagógicos y disuadir la utilización de juegos
violentos que ocasionen deformación en el desarrollo integral de todos los
niños y adolescentes.
Por tales razones, la Dirección a mi cargo, consideró oportuno comisionar
a las Fiscales 94° y 105° del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, respectivamente, a los fines de
que intervinieran en el asunto que nos ocupa.
Luego de las actuaciones propias del trámite del caso en cuestión, las
mencionadas representantes del Ministerio Público, enviaron a este
Despacho informe sobre un Análisis Psicológico del juego ´YU-GI-OH´
elaborado por el Centro de Investigaciones del Comportamiento de la
Escuela de Psicología de la Universidad Católica ´Andrés Bello´, cuya
copia le remito, y de su contenido se evidencia que se trata de un juego
que desprende una multiplicidad de opiniones en donde todo va a
depender del ambiente en que se desenvuelva el jugador y de allí que sea
tan difícil emitir un criterio que permita concluir que efectivamente pudiera
causar distorsión en un niño con edad promedio para el juego entre siete
(7) y once (11) años.
Según uno de los equipos que analizaron el juego, concluyeron que puede
ser interesante y motivante poner en práctica la imaginación sin que tenga
un efecto perturbador, salvo en niños vulnerables con serios conflictos
psicológicos y recomiendan a los padres compartir e interactuar en el
juego y monitorear el impacto del mismo en cada niño en particular.
La remisión del informe obedece a la posibilidad de que dicho Consejo
como órgano administrativo rector del Sistema de Protección del Niño y del
Adolescente, pudiera dictar algún tipo de lineamiento, para que se anexe a
estos juegos un boletín informativo sobre la obligatoriedad en que se
946
encuentran los padres, representantes o responsables de orientar, guiar y
vigilar el comportamiento positivo o negativo de los niños y/o adolescentes
que pudiera desprenderse como consecuencia del desarrollo de este
juego.
Igualmente, se establezcan las directrices, conjuntamente con el Ministerio
de Salud y Desarrollo Social, para el ingreso al país, de la distribución y
ventas de juegos computarizados o cualquier otro de conformidad con el
artículo 78 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
adolescente...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:63

DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC JUEGOS DE AZAR
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC TELEVISION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1444-1445.

947
340
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Consejo de Protección CP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2018-04 FECHA:20040528
TITL Comunicación dirigida a un miembro del Consejo de
Protección, en virtud a la solicitud de intervención de un fiscal
especializado en la problemática surgida entre éste y un
representante del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su oficio signado con el


N° 000153 de fecha 2 de febrero de 2004, recibido en este Despacho el 10
de febrero del año en curso y como alcance a nuestra Comunicación N°
DPIF-5-O-701-04 de fecha 26 de febrero de 2004 que le fue dirigida con
motivo a su solicitud de intervención del Ministerio Público a objeto de que
fuera designado un fiscal especial para que investigara los
acontecimientos que se presentaron entre usted y la Fiscal (…) del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, como la
presión a que se siente sometida por los cuestionamientos de ésta, por lo
que dice que interfiere con sus decisiones, entre otros.
En este sentido, le significo que de la revisión efectuada al informe que nos
remitió la prenombrada fiscal, se pudo conocer que el caso (…) al que
usted hace alusión sin haber identificado a la adolescente ni a las partes
interesadas, fue conocido por la Fiscalía (…) ya mencionada, debido a una
denuncia que en ese Despacho formulara en fecha 10-11-2003 la
ciudadana N. Y.d J., madre de la adolescente K.C.B., quien solicitó se
dictara una medida de protección para su hija debido al problema que
estaba confrontando, por lo que la fiscal remitió el caso al Consejo de
Protección de ese Municipio a los fines de que se abriera la averiguación y
se le dictara a la joven la medida de protección.
Luego, en fecha 7-1-2004 la madre de la adolescente supra mencionada,
regresó al Despacho fiscal señalando que en el Consejo de Protección no
se le había dado solución a su problema que cursaba en dos causas
identificadas como (…) y (…), por lo que esa fiscalía les remitió una
comunicación solicitándoles la tramitación de las mismas, no existiendo
ninguna otra actuación al respecto.
Por otra parte, se conoció que la referida fiscal fue notificada en fecha 27-
10-2003 por el Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de esa
jurisdicción, de una acción de amparo interpuesta por la ciudadana N.M. y
en contra de su persona, en el Expediente signado con el N°(…), donde
solicitaba se le restituyera el derecho a la defensa en el acto administrativo
dictado por usted, donde le concedió al padre de las niñas M. y N.S.M.,
una medida de protección provisional de carácter inmediato de cuidados
en el hogar de éste, separándolas de la madre sin causa aparente y sin
haber escuchado sus alegatos.
Es por ello, que el 31-10-2003 nuestra representante del Ministerio Público
asistió a la audiencia constitucional ante el tribunal respectivo, el cual
declaró con lugar dicha acción y anuló todas las actuaciones practicadas
por su persona por haber vulnerado el derecho a la defensa de la madre
de las niñas, dejando libre todas las acciones que pudiera intentar la
948
querellante y el Ministerio Público, respecto a las sanciones disciplinarias
en contra suya.
Con esto le significo, que del contenido del informe presentado por la
prenombrada fiscal, ésta ha ejercido sus funciones dentro del marco legal
de sus atribuciones y de conformidad con lo pautado en el artículo 170 de
la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. De esta
manera, le indico que el hecho de que la misma le de respuesta oportuna a
las denuncias que se le presentan en el Despacho o como interviniente en
una causa ante un tribunal, lógicamente debe atenderlas y tratar de
impartirles una sana solución.
Por otra parte, recuerde usted que de acuerdo con lo preceptuado en el
artículo 168 de la referida Ley de Protección, las actuaciones que usted
realice o deje de hacer, van a ser evaluadas y decididas por el respectivo
Consejo Municipal de Derechos…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:170

DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IDENTIFICACIÓN
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1445-1446.

949
341
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidenta del Tribunal de Protección del Niño y del PTPNACJAMC
Adolescente de la Circunscripción Judicial del Area
Metropolitana de Caracas
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-0-2297-2004 FECHA:20040615
TITL Falta de notificación al Ministerio Público en las causas de
medidas de protección, detectado en los distintos informes que
presentan los fiscales del Ministerio Público, a la Dirección de
Protección Integral de la Familia.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de comunicarle, que las fiscales del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas con competencia para actuar en el Sistema
de Protección del Niño y del Adolescente, quienes de conformidad con el artículo 199 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, tienen la obligación de inspeccionar las
entidades de atención, mediante los informes respectivos, han puesto en conocimiento de esta
Dirección situaciones que se han venido presentando con los jueces de las diferentes Salas de Juicio
del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas.
Al practicar las inspecciones a las entidades de atención los fiscales del Ministerio Público, han podido
verificar que la mayoría de las medidas de protección dictadas a niños y/o adolescentes por los jueces
de las diferentes Salas de Juicio del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de esta
Circunscripción Judicial, no son debidamente notificadas a los representantes del Misterio Público, así
como tampoco son notificados de las respectivas modificaciones o revocatorias de dichas medidas.
Es por las razones antes expuestas, que solicito sus buenos oficios a los fines de que gestione lo
conducente para que los jueces del mencionado tribunal de protección, cumplan lo establecido en el
Parágrafo Tercero, del artículo 461 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
que señala que de la admisión de la demanda, en el Procedimiento Contencioso en Asuntos de Familia
y Patrimoniales, por el cual se tramitan la colocación familiar o colocación en entidad de atención, debe
notificarse al Ministerio Público.
Asimismo, el artículo 497 de la mencionada ley dispone que de toda solicitud de adopción el juez
notificará al representante del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:199
LOPNA art:461
LOPNA art:497

DESC ADOLESCENTES
DESC COLOCACION FAMILIAR
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC NOTIFICACIONES
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1447.

950
342
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Alcalde de Caracas AC
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-0-3205-2004 FECHA:20040802
TITL Deber de proveer los recursos necesarios, para lograr la
expedición de las actas de nacimiento.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de comunicarle que esta Dirección ha


tenido conocimiento mediante información suministrada por (…). Fiscal
(…) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas con competencia para actuar en el Sistema de
Protección del Niño, el Adolescente y la Familia, de la situación que se
viene presentando en las parroquias La Dolorita, Filas de Mariches,
Leoncio Martínez, Petare y Caucagüita, todas ubicadas en el Municipio
Sucre del Estado Miranda, al momento de expedir las copias certificadas
de las partidas de nacimiento de niños y adolescentes.
Es el caso, que al momento de prestar el servicio de expedición de copias
certificadas de partidas de nacimiento de niños y adolescentes, los
usuarios del mencionado servicio, se encuentran con el inconveniente (…)
que no se cuenta con los equipos de computación suficientes para realizar
esta labor, por cuanto el personal de cada prefectura civil, tiene acceso a
la computadora una vez por semana; sistema que se implementó desde
hace seis meses cuando fue dispuesta la transferencia ordenada en las
directrices para la identificación inmediata de los niños y niñas cuyos
nacimientos hayan ocurrido en las instituciones, centros y servicios de
salud del país y en el Instructivo del Proceso de Identificación Civil de
Niños, Niñas y Adolescentes nacidos en Venezuela, emanados del
Consejo Nacional de Derechos y publicados en la Gaceta Oficial N°
37.771, de fecha 9 de septiembre de 2003.
Lo anteriormente expuesto ha traído como consecuencia que las copias
certificadas de las partidas de nacimientos sean expedidas en forma tardía
y se ha obtenido información que actualmente están represadas unas
cinco mil (5.000) aproximadamente.
Es importante destacarle, que de conformidad con el contenido del artículo
4° de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, el
Estado tiene la obligación indeclinable de tomar todas las medidas
administrativas, legislativas, judiciales y de cualquier otra índole que sean
necesarias y apropiadas para asegurar que todos los niños y adolescentes
disfruten plena y efectivamente de sus derechos y garantías. Entendiendo
la noción de Estado en todos sus niveles territoriales, es decir, nacional,
estadal y municipal.
Asimismo, el artículo 18 de la referida ley, señala que: ´Todos los niños y
adolescentes tienen derecho a ser inscritos gratuitamente en el Registro
del Estado Civil, inmediatamente después de su nacimiento, de
conformidad con la ley.
Parágrafo Primero: Los padres, representantes o responsables deben
inscribir a quienes se encuentren bajo su patria potestad, representación o
responsabilidad, en el Registro del Estado Civil.
Parágrafo Segundo: El Estado debe garantizar procedimientos gratuitos,
951
sencillos y rápidos para la inscripción oportuna de los niños y adolescentes
en el Registro Civil. A tal efecto, dotará oportunamente al mencionado
Registro de los recursos necesarios para dicha inscripción. Asimismo,
debe adoptar medidas específicas para facilitar la inscripción en el
Registro del Estado Civil, de aquellos adolescentes que no lo hayan sido
oportunamente´.
Igualmente, el artículo 21 ejusdem, establece en su único aparte, sobre la
expedición gratuita de partidas de nacimientos, que dicha expedición debe
ser hecha en un plazo no mayor de 24 horas.
Por otra parte, el artículo 22 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño
y del Adolescente, prevé que: ´Todos los niños y adolescentes tienen
derecho a obtener los documentos públicos que comprueben su identidad
de conformidad con la ley. El Estado debe asegurar programas o medidas
dirigidos a garantizar la determinación de identidad de todos los niños y
adolescentes, incluidos el nombre, la nacionalidad, y las relaciones
familiares´.
Por todo lo expuesto y en vista de que el proceso para la expedición de las
copias certificadas de las partidas de nacimiento en las prefecturas civiles
en referencia entorpece, impide, retrasa, viola y amenaza el derecho que
tienen niños y adolescentes a ser inscritos u obtener sus documentos de
identificación, lo cual puede acarrear sanciones para el funcionario público
responsable de este servicio, de acuerdo con el contenido del artículo 225
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, es por lo
que lo exhorto a que realice las gestiones pertinentes a objeto de que cese
la vulneración del derecho infringido a los niños y adolescentes que se
encuentran inscritos o se van a inscribir en el Registro Civil de Nacimientos
en las prefecturas civiles de las parroquias La Dolorita, Filas de Mariches,
Leoncio Martínez, Petare y Caucagüita, pertenecientes a la jurisdicción del
Municipio Sucre del Estado Miranda…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:4
LOPNA art:18
LOPNA art:21
LOPNA art:22
LOPNA art:225

DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC IDENTIFICACION
DESC NACIMIENTO
DESC NIÑOS
DESC PARTIDA DE NACIMIENTO
DESC REGISTRO CIVIL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1447-1449.

952
343
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Directora Ejecutiva del Consejo Nacional de DECNDNA
Derechos del Niño y del Adolescente
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-3882-2004 FECHA:20041004
TITL Trámites que deben seguirse cuando el Concejo Municipal
niega el registro de cualquier entidad de atención.

FRAGMENTO

“Me es grato dirigirme a usted, en la oportunidad de dar respuesta a su


comunicación Nº 00114, de fecha 9 de agosto de 2004, recibida por este
Despacho el 26 de agosto de 2004, mediante la cual nos envía denuncia
efectuada por la ciudadana F.S.R., Vice-Presidenta de la Fundación
´R.d.N.d.l. C.´, cuya sede esta ubicada (…).
Según lo expresado por la denunciante, el Consejo Municipal de Derechos
del Municipio San Cristóbal del Estado Táchira, le ha negado en
reiteradas oportunidades el registro de la Fundación ´R.d.N.d.l.C´. como
entidad de atención, así como la inscripción del programa que prestaría la
misma, a pesar de presentar todos los recaudos establecidos en los
artículos 190 y 191 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente.
Al respecto le indico, que las decisiones del Consejo Municipal de
Derecho, se pueden recurrir mediante la acción judicial ante los Tribunales
de Protección del Niño y del Adolescente.
Tal afirmación tiene su asidero legal en los artículos 177, parágrafo
tercero, literal d y 303 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente; que son del tenor siguiente:
Artículo 177: ´Competencia de la Sala de Juicio.
(Omissis)
Parágrafo Tercero: Asuntos provenientes de los Consejos de Protección,
de los Consejos de Derechos.
(Omissis)
d. Disconformidad de las entidades de atención y de las Defensorías del
Niño y del Adolescente con las decisiones del Consejo de Derechos que
nieguen o revoquen el registro o inscripción de programa…´.
Ahora bien, en el caso que nos ocupa la ciudadana F.S.R., tiene a su
disposición el derecho de ejercer la prenombrada acción de conformidad
con lo establecido en el Capítulo XII, del Título III, de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, (Procedimiento Judicial de
Protección), a los fines de que el órgano jurisdiccional entre examinar las
razones que tuvo el Consejo Municipal de Derechos para negar la
inscripción de la entidad de atención así como su respectivo programa.
En consecuencia, no es competencia del Ministerio Público ejercer esta
acción, pues, su intervención se hará a través de la notificación, cuando la
ciudadana antes mencionada inste el procedimiento antes señalado.
También, es oportuno aclarar que la acción de protección invocada por
usted, sólo será procedente en los casos de Abstención Injustificada de los
Consejos de Derechos, de acuerdo a lo establecido en el artículo 302 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
Comunicación que hago llegar a usted, de conformidad con lo establecido
953
en el artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
LOPNA art:117-pg.t-d
LOPNA art:190
LOPNA art:191
LOPNA art:302
LOPNA art:303

DESC ADOLESCENTES
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC CONSEJO DE DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC FUNDACIONES
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1449-1451.

954
344
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidente del Consejo Estadal de Derechos del PCEDNA
Niño y del Adolescente
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-5672-2004 FECHA:20041217
TITL Ministerio Público dentro de la estructura del Estado no es
órgano consultivo, y que los reglamentos internos que regulan
a cada organismo deben ser revisados por la dependencia
interna con competencia para ello.

FRAGMENTO

“Me es grato dirigirme a usted, en la oportunidad de dar respuesta a su


comunicación Nº 0576, de fecha 8 de diciembre de 2004, mediante la cual
somete a consulta la problemática presentada con las sesiones y el pago
de dieta por incorporación a las sesiones de uno o varios días, por
considerar ese Despacho que realizar dichos pagos, es ir contra los
principios de equidad y de la sana administración.
Se le ratifica la orientación dada en la audiencia que les fuera conferida en
fecha 15 de diciembre de 2004, por mi persona y la abogada adjunta M.S.,
en la cual se le sugirió que solicitaran a instancia judicial una inspección
para que se dejara constancia de los hechos denunciados.
En relación a lo planteado con artículos del Reglamento Interno que les
rige en cuanto al pago de las dietas por incorporación y participación de
uno o varios consejeros en las sesiones ordinarias y/o extraordinarias,
deberá someter ante el órgano interno de ese organismo competente la
revisión del mismo, por cuanto el Ministerio Público como parte de la
estructura del Estado no es órgano consultivo.
Comunicación que hago llegar a usted, de conformidad con lo establecido
en el artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51

DESC CONSULTAS
DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1451.

955
345
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Juez Rectora de la Circunscripción Judicial del Area JRCJAMC
Metropolitana de Caracas
UBIC Ministerio Público MP Nº N°: DPIF-10-0-299-2004 FECHA:20040127
TITL Boletas de notificaciones a Fiscales Especializados en el
Sistema de Protección del Niño, el Adolescente y la Familia.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de hacer de su conocimiento la problemática


que actualmente se ha venido presentando con los Jueces de Primera Instancia
en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas.
Es el caso, que los funcionarios en referencia envían las Boletas de Notificaciones
que libran en aquellas causas donde deben intervenir los fiscales Especializados
en el Sistema de Protección del Niño, el Adolescente y la Familia de esta misma
Circunscripción Judicial, a distintas Direcciones que conforman el Ministerio
Público.
Ahora bien, una vez que dichas Boletas de Notificación son consignadas ante las
Direcciones que integran esta Institución, desde ese mismo momento el Ministerio
Público queda debidamente notificado, comenzando a correr los lapsos
procesales en cada caso en particular para realizar cualquier tipo de intervención
a que hubiere lugar.
Tal situación conlleva a que las diferentes Direcciones, deben posteriormente
remitir a este Despacho las Boletas de Notificaciones para a su vez enviarlas a los
fiscales del Ministerio Público con competencia en el Sistema de Protección del
Niño el Adolescente y la Familia, a quienes les corresponde directamente actuar
en las causas por las cuales fueron notificados, trayendo como consecuencia la
dilación y falta de celeridad procesal en las mismas.
Los Jueces de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, tienen conocimiento
de que siempre se ha elaborado un calendario, sobre la asignación mensual de
fiscales del Misterio Público en cada uno de dichos tribunales, con la finalidad de
que los mismos sean notificados de las causas que allí se ventilen, de acuerdo
con la materia de su competencia, sin embargo, los jueces proceden de manera
contraria como antes se explicó.
Por lo anteriormente expuesto, le remito copia fotostática del citado calendario el
cual ha sido elaborado hasta el mes de abril del presente año, y asimismo, le
comunico que en lo sucesivo le serán enviados los subsiguientes calendarios
correspondientes a los restantes, meses del año 2004, a los fines de que los
mismos sean distribuidos por el Despacho a su cargo a todos los Jueces con
competencia en materia Civil, Mercantil y Tránsito de esta misma Circunscripción
Judicial…”.

DESC ADOLESCENTES
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC NIÑOS
DESC NOTIFICACIONES
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1451-1452.
956
346
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP Nº N°: DPIF-9-O-671-2004 FECHA:20040225
TITL Ministerio Público no tramita casos de compra y venta de
inmuebles entre personas adultas.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted en la oportunidad de acusar recibo de su solicitud de


audiencia al Despacho del Fiscal General de la República de fecha 9-2-
2004, y enviada por la Dirección de Derechos Fundamentales a este
Despacho con Memorándum Nº DPDF-17-AG-FAMILIA-0-2-1132 de fecha
17-2-2004.
Leído y analizado su contenido y anexos, asimismo atendiendo a lo
expuesto por su persona ante esta Dirección, e igualmente analizada la
información que la Fiscal 42 del Ministerio Público, nos ofreció sobre la
información habida en el expediente, así como de sus actuaciones, este
Despacho, desde el punto de vista legal no puede satisfacer sus anhelos
de volver a habitar la vivienda que fue propiedad exclusiva de su padre y
que en vida le vendió a su progenitora ciudadana I.M.F.M., en virtud de
no tener injerencia en un asunto de carácter privado como lo es la venta
de inmuebles entre adultos.
Lo que sí podemos hacer en esta Institución es orientarla en el sentido de
hacer examinar la cadena traslaticia del inmueble a través de instituciones
públicas o privadas que se encarguen del estudio gratuito de documentos
jurídicos, tales como FEVA, ubicada en el Edificio París, frente a la Plaza
La Candelaria, piso 7, a fin de que le satisfagan sus inquietudes en
cuanto a la legalidad de la venta, la cual, sea cual fuere su resultado, no es
competencia de ninguna de las dependencias del Ministerio Público...”.

DESC BIENES INMUEBLES


DESC MINISTERIO PUBLICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1452-1453.

957
347
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Coordinador de Derechos Colectivos y Difusos del CDCDCMDNAML
Consejo Municipal de Derechos del Niño y del
Adolescente del Municipio Libertador
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-712-2004 FECHA:20040317
TITL Hechos no constitutivos de delitos.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio N° 044-


04 de fecha 9-2-2004, mediante el cual remitió adjunto, copias de las
actuaciones relacionadas con el problema suscitado en la Liga de B. M.

Al efecto y luego de analizar el contenido de la comunicación en referencia


y recaudos anexos, se pudo concluir que los hechos no constituyen los
delitos de soborno, instigación a delinquir o el uso de niños o adolescentes
para delinquir, puesto que en el primero de los citados el sujeto pasivo
debe ser un funcionario público y en los dos últimos, se requiere que la
acción vaya dirigida a que el niño cometa un delito o falta tipificada como
tal en la ley penal, y las anotaciones incorrectas en los juegos no los
constituyen.
Igualmente le significo, que se estudio la posibilidad de estar en presencia
de otros tipos delictuales, pero los hechos denunciados no constituyen
delitos de acción pública, por tanto el Ministerio Público no tiene
competencia para intervenir en el citado asunto, lo cual no menoscaba el
ejercicio de los derechos y acciones que correspondan a los particulares o
a otros funcionarios de acuerdo con la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y la ley.
No obstante lo anterior, le manifiesto que las actuaciones que pudiera
emprender el Despacho a su cargo, deberían estar orientadas en el
sentido de oficiar al Instituto Nacional de Deportes solicitando su
intervención, como organismo encargado entre otros asuntos, de proteger,
supervisar y evaluar las actividades deportivas que se desarrollen en el
territorio nacional, a los fines de que emprenda las gestiones pertinentes,
tendentes a evitar que continúen produciéndose acciones como las
denunciadas…”.

DESC ADOLESCENTES
DESC DELITOS
DESC DEPORTES
DESC INSTITUTO NACIONAL DE DEPORTES
DESC NIÑOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1453-1454.

958
348
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidenta del Consejo Metropolitano de Derechos PCMDNNA
de los Niños, las Niñas y los Adolescentes del
Distrito Metropolitano de Caracas
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-0-720-2004 FECHA:20040227
TITL Proyecto de propuestas para el análisis del Sistema de
Adopciones Nacionales del Distrito Metropolitano de Caracas.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de dar respuesta a su comunicación


de fecha 7 de enero de 2004, recibida en esta Dirección el 26-1-2004,
mediante la cual envió el proyecto de Propuesta para el Análisis del
Sistema de Adopciones Nacionales del Distrito Metropolitano de Caracas.
En atención al contenido de la indicada comunicación le informo, que a
consideración de esta Dirección el proyecto de propuestas es sumamente
importante, porque habiendo unidad de criterios en cuanto al sistema de
adopciones no sólo a nivel del Consejo Metropolitano de Derechos sino
también a nivel nacional con los demás Consejos Estadales de Derechos
se haría más efectivo y eficaz el procedimiento para la adopción de niños y
adolescentes.
Es menester sugerirles la conveniencia de que dicha propuesta sea hecha
del conocimiento del Consejo Nacional de Derechos del Niño y del
Adolescente, toda vez que este organismo administrativo rector del
Sistema de Protección del Niño y del Adolescente, tiene dentro de sus
atribuciones formular los lineamientos generales que deben ser requeridos
por los Consejos Estadales de Derechos en cuanto al ejercicio de sus
funciones, todo lo cual se encuentra previsto en el artículo 137, literal b de
la citada ley...”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:137-b

DESC ADOLESCENTES
DESC ADOPCIÓN
DESC NIÑOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1454.

959
349
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2019-04 FECHA:20040528
TITL Retardo procesal de un caso ventilado ante el órgano
jurisdiccional.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su Oficio N° 001751 de


fecha 6 de noviembre de 2003, recibido en este Despacho el 13 de febrero
del año en curso y como alcance a nuestra Comunicación N° DPIF-5-O-
705-04 del mes de febrero de 2004 que le fue dirigida con motivo a su
solicitud de intervención del Ministerio Público en razón de las presuntas
irregularidades cometidas por el órgano jurisdiccional que conoce de una
causa por guarda a favor de sus hijos C.E., M.S. y K.P.G.F., cuyo número
de expediente es el (…) ante la Sala N°(…) del Tribunal de Protección del
Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre.
Al respecto, le significo que esta Dirección se mantiene vigilante de las
actuaciones que realice la Fiscal 4° del Ministerio Público del Primer
Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, con ocasión a las
supuestas irregularidades que se han venido cometiendo por parte del
órgano jurisdiccional en la mencionada causa.
Asimismo, le informo que en fecha 19 de marzo de 2003, la prenombrada
fiscal, dirigió una comunicación al Fiscal Superior del Ministerio Público de
esa jurisdicción, por la cual le requirió su intervención para realizar los
trámites pertinentes para que solicitara la actuación de un Inspector de
Tribunales con conocimiento en procedimientos relacionados con la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, con la finalidad de
que revisara el expediente en cuestión, en virtud de que en el mismo existe
retardo procesal, violación del debido proceso y denegación de justicia.
Por consiguiente, le estimo se sirva acudir ante el Despacho de la Abg. T.
C., Fiscal 4° del Primer Circuito de ese Estado, con el objeto de hacerla
participe de cualquier otra irregularidad en su caso, para que la misma
gestione lo pertinente dentro del marco de sus atribuciones legales…”.

DESC ADOLESCENTES
DESC CELERIDAD PROCESAL
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC TRIBUNALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1455.

960
350
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-11-0-2147-2004 FECHA:20040607
TITL La actuación del Ministerio Público se circunscribe a los
hechos suscitados en el territorio nacional.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su comunicación de


fecha 21-5-2004, recibida en este Despacho el 28-5-2004, mediante la cual
plantea problemática relacionada con el Régimen de Visitas Internacional
otorgado por el Juzgado 7° de Menores de Santiago de Chile en enero de
2003 a favor de sus hijas V.C.P. y F.A.P. de 5 y 2 años de edad,
respectivamente, tal y como se desprende de la información suministrada
por usted en la aludida comunicación.
Analizada como ha sido la misma se observa, que aun cuando el tribunal
antes mencionado acordó el Régimen de Visitas Internacional a cumplirse
a partir de febrero de 2004, la madre de las niñas, ciudadana P.K.D.L.,
solicitó revocar los permisos de salida del país y decretar orden de arraigo
a las niñas, ante el Juzgado 7° de Menores de Santiago de Chile.
Ante tales hechos me permito indicarle, que el Ministerio Público no puede
avocarse a conocer del presente caso; en virtud de que el procedimiento
de Régimen de Visitas Internacional se ventila en Chile (…); y en tal
sentido se le sugiere requerir los servicios de un abogado en particular a
objeto de que lo represente en el juicio en cuestión.
Por otra parte, el presunto fraude al que usted hace mención y que fue
cometido por la madre en el procedimiento supra indicado, deberá
igualmente comprobarlo en el propio juicio; por lo que no procede su
solicitud de asignación de un fiscal de Protección del Niño y del
Adolescente a fin de dar inicio a la correspondiente averiguación y menos
aún, como usted lo señala que el representante de la Vindicta Pública
intervenga de conformidad con lo dispuesto en el artículo 309 y 292 del
Código Orgánico Procesal Penal…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


COPP art:292
COPP art:309

DESC ADOLESCENTES
DESC CHILE
DESC NIÑOS
DESC REGIMEN DE VISITAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1455-1456.

961
351
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Cónsul de la Embajada Británica CEB
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-11-0-3431-2004 FECHA:20040813
TITL Tramitación de un régimen de visitas internacional a favor de un
ciudadano británico.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su oficio de fecha 11-8-2004 y


en tal sentido le remito anexo a la presente comunicación, Minuta Informativa del
caso planteado por el ciudadano W.A., relacionado con el Régimen de Visitas
solicitado a favor de su hija D.S.A.P.
El presente caso es conocido por la Dirección de Protección Integral de la Familia
a requerimiento del ciudadano W.A., quien solicitó Régimen de Visitas para su
pequeña hija D.S.A.P.
Dado el domicilio de la niña con su madre, ciudadana M. I. P., el caso es llevado
por la Fiscal (…) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Carabobo, el cual fue instado por el señor W.A. quien reside en Inglaterra y sólo
puede venir unos meses a Venezuela.
La madre de la niña al contestar la demanda, argumentó que el padre por no tener
residencia en Venezuela, pernoctaba en hoteles, lo cual no le brindaba seguridad
a su hija.
Por auto de fecha 21-3-2001 el Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente
del Estado Carabobo homologó Convenio de Régimen de Visitas acordado en
reunión conciliatoria por los ciudadanos W.A. y M.P., padres de la niña D.S., en
los siguientes términos: cada tres (3) meses el progenitor estará con su hija, bajo
la supervisión de una persona escogida por la madre, durante horas
determinadas.
A lo largo de tres (3) años han venido presentándose una cadena de situaciones
en donde la madre de la niña ha dado parcial cumplimiento al Régimen de Visitas.
La Fiscal (…) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Carabobo, en fecha 16-7-2003 solicita al Tribunal de Protección la realización de
evaluaciones psicológicas a la progenitora.
Posteriormente el referido tribunal acordó evaluación psicológica a la progenitora,
a la niña y a la abuela materna, los cuales aún no se han efectuado.
En fecha 4-8-2003 la Fiscal (…) ofició al tribunal, solicitando la remisión a la fiscal
superior de ese estado de un cúmulo de copias certificadas, con el objeto de que
se aperturara la respectiva averiguación por desacato a la autoridad judicial, de
acuerdo con el artículo 270 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente.
No obstante, el padre de la niña ha manifestado su desacuerdo con tal medida,
alegando que no desea que se instruya expediente contra la madre de su hija.
En fecha 18-8-2003 se efectuó reunión conciliatoria entre las partes y se levantó
un Acta que sólo fue firmada por la madre, ya que el padre se negó a firmar.
El ciudadano W.A. disfrutó del Régimen de Visitas del 30-8-2003 al 8-9-2003. Sin
embargo ha comparecido en múltiples oportunidades a la Dirección de Protección
Integral de la Familia, entrevistándose conmigo y con las abogadas adjuntas que
conocen del caso.
En fecha 9-1-2004, el aludido ciudadano acudió a este Despacho recibiendo
orientación en el sentido de que se oficiaría a la Fiscal (…) con el objeto de
solicitar el cumplimiento del Régimen de Visitas. Luego comparece el 12-2-2004,
planteando nuevos hechos, como que su hija apareció a través de una página de
Internet cuyo tema se titula: ´Niños de Gracia´. Se le orientó a fin de que hiciera
del conocimiento de tales hechos al tribunal a través de su apoderada judicial.
El 2-3-2004, la Fiscal (…), informó que la abogada del Sr. W.A. introdujo por ante
962
la Sala 2 del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente una ampliación del
Régimen de Visitas, el cual fue admitido en fecha 2-2-2004 siendo notificada esa
representación fiscal.
En fecha 29 de marzo del año en curso, la prenombrada funcionaria del Ministerio
Público diligenció en el Expediente N° 3779, correspondiente al Régimen de
Visitas mediante la cual expone al tribunal, su inconformidad respecto a la falta de
celeridad procesal en el caso que nos ocupa.
En fecha 7 de junio de 2004, nuevamente la Fiscal (…) de Carabobo diligencia en
el expediente supra indicado y expone que vistos los resultados de los exámenes
psiquiátricos y psicológicos practicados a la madre, a la abuela materna y a la niña
D.A., solicita con carácter urgente un pronunciamiento por parte de ese órgano
jurisdiccional, a objeto de que se le garanticen y se dé cumplimiento al Régimen
de Visitas tal y como lo sugiere el psiquiatra del Servicio Auxiliar del Tribunal y no
permitir que un problema psicológico de la progenitora entorpezca el objetivo de
este procedimiento.
A la fecha se está en espera de la decisión del tribunal, toda vez que por auto de
fecha 13-7-2004, la juez analizó el caso, ello con ocasión a la diligencia suscrita
por la Fiscal (…) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Carabobo, en Expediente N° 3779 (Régimen de Visitas).
En el Expediente N° C-17-805 por revisión del Régimen de Visitas incoado por el
ciudadano W.A., asistido con abogado privado, se mantiene en igual estado, en
fase de citación de la progenitora.
Finalmente el día 29-7-2004 se revisó el Expediente N° 3779, en el que se
diligenció en el sentido de que la madre fuera impuesta de las recomendaciones
dadas por el psicólogo (en cuanto al cumplimiento del Régimen de Visitas), al
igual que debía el tribunal imponerle al padre de las acciones que debe intentar
con su apoderado judicial en caso de incumplimiento; toda vez que consta en
autos convenimiento en cuanto al Régimen de Visitas por las partes el cual fue
homologado el 21-3-2001, cuyo efecto tiene fuerza de cosa juzgada…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:270

DESC ADOLESCENTES
DESC DESACATO
DESC GRAN BRETAÑA
DESC NIÑOS
DESC REGIMEN DE VISITAS
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1456-1458.

963
352
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF FECHA:20040825
TITL Solicitud de privación de guarda a la madre.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación


S/N° de fecha 12 de agosto de 2004, dirigida a la Dirección de Protección
Integral de la Familia, mediante la cual solicita la intervención del Ministerio
Público a objeto de defender los derechos de las niñas E. y L. S,
manifestando que el caso no ha sido debidamente tramitado por la Fiscal
(…) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Carabobo, ni por el resto de los órganos que componen el Sistema de
Protección del Niño y del Adolescente.
Al respecto, le indico que la Dirección de Protección Integral de la Familia,
consideró oportuno solicitarle a la fiscal supra mencionada, un informe
detallado y pormenorizado del caso en cuestión, a los fines de considerar
sus apreciaciones y solicitudes.
También, le significo que esta Dirección mantiene en sus archivos un
seguimiento del asunto, en virtud que en otra ocasión le hemos dado
respuesta a los planteamientos formulados por usted ante esta
dependencia por la misma causa, donde interviene la referida fiscal.
Manifestó en su escrito, que sus hijas corren peligro, tanto en su integridad
física, moral, como mental, debido a las razones que usted expone en el
mismo, considerando que la madre de las niñas, ciudadana N.S., no
cumple con su responsabilidad materno-filial, por lo que solicitó se dicten
medidas de emergencia de separación inmediata de las dos niñas de su
progenitora, y le sean entregadas a usted para ejercer la guarda sobre las
mismas, ya que considera usted, que como padre de éstas, les pudiera
brindar una protección integral.
En este seguimiento que se ha hecho, le puedo decir que de conformidad
con lo explanado en fecha 1 de agosto de 2003, por la Abg. R.A., Fiscal
(…) del Ministerio Público, ya indicada, se evidenció que en aquella
oportunidad usted no había reconocido legalmente a sus hijas ante el
Registro Civil de Nacimientos, y este es un hecho de suma importancia
para poder requerir el ejercicio de la guarda, ya que mientras las niñas no
hayan inquirido legalmente la paternidad, pues su persona como tal no
puede reclamar la guarda en estas circunstancias.
Ahora bien, puede usted comparecer ante el Despacho de la prenombrada
fiscal, a fin de que ésta le gestione los trámites necesarios en relación a la
solicitud que le formule por inquisición de paternidad.
Igualmente, en fecha 31 de julio de 2003, la ciudadana E.R., en su carácter
de Consejera de Protección del Niño y del Adolescente del Municipio
Valencia, le refirió a través de una comunicación a nuestra fiscal, que
usted había sido atendido en dos oportunidades ante ese órgano
administrativo de protección, y los hechos expuestos no habían sido
comprobados.
Para el caso donde solicita la separación inmediata de las niñas de su
progenitora, es el Consejo de Protección del Niño y del Adolescente
964
competente, el órgano administrativo que de conformidad con lo previsto
en los artículos 160 literal a, 125 y 126 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, puede dictar medidas de protección
cuando se produce en perjuicio de uno o varios niños o adolescentes
individualmente considerados, la amenaza o violación de sus derechos o
garantías, con el objeto de preservarlos o restituirlos; dictando para ello,
cualesquiera de las medidas establecidas en el artículo 126, ya
mencionado.
En cuanto a su petición de que se designe un fiscal del Ministerio Público
en Caracas, con la finalidad de que se transfiera a esta capital, el caso de
sus dos hijas, supra mencionadas, ello, no es posible porque el artículo
453 de la precitada ley, prevé que el juez competente para estos casos
(previstos en el artículo 177 ejusdem), será el de la residencia del niño o
adolescente, excepto en los juicios de divorcio o de nulidad del matrimonio,
en los cuales el juez competente será el del domicilio conyugal.
Asimismo, conforme a lo establecido en el prenombrado artículo 290
ejusdem, la competencia geográfica de los Consejos de Protección y las
Defensorías del Niño y del Adolescente se determina en el siguiente orden
de prelación: a) domicilio o residencia de la familia natural; b) domicilio o
residencia de la familia sustituta o domicilio de la entidad de atención
donde el niño o adolescente se encuentre, según sea el caso; c) lugar de
ubicación del niño y d) lugar de la situación, acción u omisión que ocasiona
la apertura del procedimiento. Por consiguiente, la causa no puede ser
transferida a la ciudad de Caracas y debe proseguir su trámite en la
Circunscripción del Estado Carabobo.
En lo que respecta, a su denuncia de que la progenitora de las niñas, ya
identificadas, no le ha permitido visitar a las mismas, siendo objeto incluso
de presuntas amenazas de muerte por ésta y de presuntos ataques por
desconocidos con armas de fuego; en este aspecto, le indico que para
solicitar las visitas, la referida fiscal (…), es competente para solicitar la
comparencia de la madre a fin de tratar de convenir al respecto; pero para
ser las mismas solicitadas a través de la vía judicial, debe usted ser el
padre legal de dichas niñas, en virtud de lo dispuesto en los artículos 385 y
388 de la citada Ley Orgánica de Protección.
Asimismo, y concatenado con lo dicho en el párrafo anterior, es de vital
importancia el cumplimiento por su parte de una obligación alimentaria
para las niñas mencionadas, ya que ello constituye elemento esencial
dentro de las presunciones relativas a la filiación, como la posesión de
estado prevista en el artículo 214 del Código Civil.
Por lo que atañe, a las presuntas amenazas de muerte por parte de la
progenitora y de los ataques de los desconocidos, debe usted dirigirse
ante la Fiscalía Superior del Ministerio Público del Estado Carabobo,
ubicada en Edificio La Curia, piso 2, Calle Colombia, entre Urdaneta y
Boyacá, al lado de la Catedral de Valencia, con la finalidad de que
interponga la denuncia penal correspondiente a objeto que su denuncia
sea remitida al fiscal competente que trámite la misma.
Por último, y en relación a lo que usted manifestó, que el hijo mayor de la
señora S., presuntamente abusó varias veces de la niña mayor E., deberá
manifestarlo de igual manera ante la fiscalía superior a objeto de que
tramiten lo conducente.
Ahora bien, si se trata del niño de 5 años de edad, al que usted se refirió
en su visita de fecha 29 de julio de 2003, cuando compareció ante la
Dirección de Protección Integral de la Familia, deberá referírselo al

965
Consejo de Protección mencionado anteriormente, ya que en esa
audiencia la Dirección le indicó que como el niño no es imputable de sus
actos y de conformidad con lo previsto en el artículo 532 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, cuando un niño se
encuentre incurso en un hecho punible, sólo se le aplicarán medidas de
protección, de acuerdo con lo previsto en dicha ley. Asimismo, el artículo 2
del citado cuerpo legal, establece que se entiende por niño, toda persona
con menos de doce años de edad…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:2
LOPNA art:125
LOPNA art:126
LOPNA art:177
LOPNA art:453
LOPNA art:160-a
LOPNA art:290
LOPNA art:385
LOPNA art:388
LOPNA art:532
CC art:214

DESC ABUSO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES


DESC CUSTODIA
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC FILIACION
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PATRIA POTESTAD
DESC PENSION ALIMENTARIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1458-1461.

966
353
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Ministerio de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-4171-2004 FECHA:20040930
TITL Solicitud de aplicación de la Convención de La Haya, Sobre los
Aspectos Civiles de la Sustracción de Menores.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación


signada bajo el N° 10932, contentiva de la solicitud de aplicación de la
Convención de La Haya, Sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción
Internacional de Menores conforme a lo formulado por la ciudadana
M.F.C., para obtener la restitución de su hija P.A.S.F.
Analizada como ha sido el contendido de su solicitud paso hacer la
siguiente consideración:
Se desprende de los recaudos acompañados a la solicitud, que el ejercicio
de la guarda de la niña P.A.S.F. le fue conferida al ciudadano G.S.D.,
previo acuerdo con la progenitora de su hija ciudadana M.F.C. en
audiencia de conciliación, celebrada ante el Juez XIV de Familia de
Bogotá-Colombia.
Al respecto, se hace necesario revisar el contenido de la guarda, la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en su artículo 358
contempla que: ´La guarda comprende la custodia, la asistencia material,
la vigilancia y la orientación moral y educativa de los hijos, así como la
facultad de imponerles correcciones adecuadas a su edad y desarrollo
físico y mental´. La ley en referencia destaca que ´para su ejercicio se
requiere el contacto directo con los hijos y, por lo tanto, facultad para
decidir acerca del lugar de la residencia o habitación de éstos´.
En todo caso, la norma en referencia representa la consagración del
derecho-deber de convivencia del padre con respecto a su hijo sometido a
su guarda, el progenitor que detenta la guarda del hijo cumple de manera
normal la obligación de convivencia, por lo que tiene un verdadero poder
de decisión sobre el lugar donde debe habitar el hijo, sólo limitado por los
supremos intereses del niño o adolescente y por el interés público.
Es decir, que en el caso que nos ocupa el ciudadano G.S.D., detenta la
guarda de su hija, y por ende le asiste el derecho-deber de convivencia
con su hija. Además, se comprueba que la solicitante de la restitución
internacional al momento de producirse el traslado de su hija a nuestro
territorio no ejercía efectivamente su derecho, es decir, no es la titular del
ejercicio de la guarda sobre la niña P.A.S.F., en todo caso considera este
Despacho que a la ciudadana M.F.C. le asiste el derecho de tener un
´Régimen de Visitas Internacional´, para que mantenga contacto con su
hija.
También se hace imperioso distinguir que la situación planteada no se
trata del caso en el cual el padre o madre no guardador sustrae o retiene
indebidamente al hijo con ocasión del ejercicio de derecho de visitas o en
cualquier otra circunstancia, para lo cual la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente dispone en su artículo 390 lo
siguiente:
´El padre o la madre que sustraiga o retenga indebidamente a un hijo cuya
967
guarda haya sido otorgada al otro o a un tercero, debe ser conminado
judicialmente a que lo restituya a la persona que ejerce la guarda, y
responde por los daños y perjuicios que su conducta ocasione al hijo,
debiendo reintegrar todos los gastos que se haya hecho para obtener la
restitución del niño o adolescente retenido´.
En el presente caso, el ciudadano G.S.D., es el guardador de su hija
P.A.S.F., y lo que ocurrió es que éste ciudadano incumplió con uno de los
elementos de la patria potestad que debe ser resuelto de conformidad con
los preceptos legales que regulen dichas figuras”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:358
LOPNA art:390

DESC COLOMBIA
DESC CONCILIACION
DESC CUSTODIA
DESC PATRIA POTESTAD
DESC REGIMEN DE VISITAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1461-1462.

968
354
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Ministerio de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-4815-2004 FECHA:20041102
TITL Las resultas obtenidas en la solicitud de aplicación de la
Convención de La Haya, Sobre los Aspectos Civiles de la
Sustracción de Menores, en un caso de restitución de guarda.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de informarle que el Abg. C.R.P., fiscal (…) del
Ministerio Publico de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva Esparta, quien fuera
comisionado a fin de transmitir ante el órgano jurisdiccional competente la petición de la
ciudadana R.B., madre del niño C. F.B. relativa a la restitución a España del mismo, hizo
del conocimiento de este Despacho a mi cargo que, el Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil del Tránsito y de Menores de la Circunscripción Judicial de dicho estado, procedió
a dictar sentencia en el caso que nos ocupa en fecha 6 de octubre del año en curso, en
donde se confirma en todas y cada una de sus partes el fallo apelado dictado en fecha 16
de mayo de 2002 por la Jueza Unipersonal N° (…) de la Sala Única de Juicio del Tribunal
de Protección del niño y del adolescente del estado Nueva Esparta, declarando sin lugar el
recurso de apelación interpuesto por el fiscal del Ministerio Publico ya identificado.
La sentencia se fundamentó, en la facultad que le confiere al tribunal la Ley Aprobatoria de
la Convención de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de
Menores en sus artículos 12 y 13.
La misma menciona entre otras cosas, que el hoy adolescente ingresó a Venezuela en el
año 1998, contando con apenas 6 años de edad, que convivió con su padre y abuelos
paternos hasta el año 2001 cuando su progenitor fallece, quedando entonces con estos
últimos, que siendo oído el niño, manifestó ante el tribunal a quo que no quería volver a
España ni vivir con su mamá.
Por todo lo antes expuesto, se puede determinar que de ambas sentencias se desprende
que el requerimiento formulado por la progenitora del adolescente no fue acordado por el
órgano jurisdiccional que conoció del mismo.
Cabe resaltar que en lo que respecta a la situación jurídica de C.F.B., el mismo se
encuentra con sus abuelos A.F.F. y B.L.V., bajo la figura de colocación familiar.
En ese sentido le significo que el fiscal comisionado, solicitó revisión de la medida
impuesta, así como que se libre la correspondiente rogatoria para la localización de R.B., lo
cual fue acordado por el tribunal, por lo que la misma será oportunamente remitida por el
órgano competente para ello a objeto de que se tramite lo conducente por ante la
Cancillería.
Con la presente información hago de su conocimiento la decisión jurisdiccional en cuanto a
la pretensión de la progenitora del referido adolescente de restituirlo a España, lugar donde
ésta reside…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LACHACSIM art:12
LACHACSIM art:13

DESC ADOLESCENTES
DESC APELACION
DESC COLOCACIÓN FAMILIAR
DESC CUSTODIA
DESC ESPAÑA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1462-1463.

969
355
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Ministerio de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-5673-2004 FECHA:20041217
TITL La eficacia de los actos emanados de una autoridad extranjera,
y las posibles responsabilidades de los funcionarios que no
den cumplimiento a los pasos establecidos en el ordenamiento
jurídico sobre adopción.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación


signada bajo el N° 16027, contentiva de la solicitud de designación de un
fiscal del Ministerio Público a los fines de determinar la responsabilidad
que hubiese dado lugar en el caso de los hermanos A. y K.T. quienes
fueron adoptados por la ciudadana V.T.E. en la República de Rusia.
Analizada como ha sido el contendido de su solicitud paso hacer la
siguiente consideración:
Estamos en presencia de una situación derivada de un acto de una
autoridad extranjera, pues, la adopción tuvo lugar en la región de Nizhnniy
Novgorod, Federación Rusa.
Ahora bien, señala en su comunicación que de conformidad con lo
establecido en el artículo 439 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, el Ministerio Público, es uno de los legitimados
activos para ejercer la acción de nulidad en materia de adopción.
Tal aseveramiento, es cierto, sin embargo en el caso en concreto no es
aplicable esta norma, porque, para el derecho venezolano carece de todo
sentido jurídico las normas y actos emanados de órganos de los demás
Estados, en tanto que nuestro ordenamiento no los haya admitido, por la
vía recepticia, formal o material, para que produzcan sus efectos
normativos en el territorio nacional.
En tal sentido, se hace imperioso citar el artículo 856 del Código de
Procedimiento Civil, el cual es del tenor siguiente:
Artículo 856: ´El pase de los actos o sentencias de las autoridades
extranjeras en materia de emancipación, adopción y otros de naturaleza no
contenciosa, lo decretará el tribunal superior del lugar donde se hayan de
hacer valer, previo examen de si reúnen las condiciones exigidas en los
artículos precedentes, en cuanto sean aplicables´.
Esta norma establece que para las materias no contenciosas, también
está previsto el pase o exequátur, y para ello, se requiere de un
procedimiento especial análogo al señalado para las sentencias
extranjeras, en cuanto pueda aplicarse al caso. Por lo que, la solicitud de
exequátur debe acompañarse de la resolución debidamente certificada y
legalizada. Y si éstos, están en un idioma distinto al nuestro deben ser
traducidos al idioma castellano. Además dicha solicitud debe cumplir con
los requisitos exigidos en el artículo 852 del Código de Procedimiento Civil.
Hecha la presente acotación, se constata que en el caso en concreto no
se evidencia que se haya dado cumplimiento a este procedimiento, es
importante destacar que dicha decisión no tiene eficacia en el territorio
nacional, además la nulidad de la misma debe ser solicitada en el país que
la dictó y la legitimada para la misma es la ciudadana V.T.E.
970
En cuanto a determinar las responsabilidades en el presente caso, se
hace necesario indicarle en relación a la ciudadana V.T.E., en razón de su
carácter de funcionario adscrito a ese organismo público, que le
corresponde iniciar las averiguaciones administrativas a que hubiere lugar
a la Dirección de Disciplina de esa Institución, y si del resultado de la
misma se evidenciara la comisión de un hecho punible, deberá realizar la
respectiva denuncia ante la Fiscalía Superior del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, la cual está
ubicada en la Avenida Urdaneta, esquinas Ánimas a Platanal edificio
Ministerio Público, Caracas. De darse la situación antes descrita
agradezco a usted informar a esta Dirección dicha actuación.
Ahora en relación a la responsabilidad del Notario Público Nº (…) del
Municipio Chacao del Estado Miranda ciudadana I.L., le hago de su
conocimiento que este Despacho oficio a la Dirección de Registros y
Notarias del Ministerio de Interior y Justicia, a los fines de que inicien la
averiguación administrativa del respectivo funcionario que haya dado lugar
con su actuación.
Comunicación que le hago llegar, de conformidad con el artículo 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:51
LOPNA art:439
CPC art:852
CPC art:856

DESC ADOPCIÓN
DESC EXEQUATUR
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
DESC RUSIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1463-1465.

971
356
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Consejo Nacional de Derechos del Niño y del CNDNA
Adolescente
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-1248-2004 FECHA:20040412
TITL Irregularidad del ingreso de jóvenes adultos en establecimiento
de mayores de edad.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio N°


CNDNA-04-2004 de fecha 30-3-2004, relacionado con el problema que se
viene presentando con los jóvenes adultos sometidos al Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescentes, que son trasladados a establecimientos
de internamiento de mayores de edad, donde no existen áreas exclusivas
destinadas para ellos.
Al efecto le significo, que el Ministerio Público ha oficiado en reiteradas
oportunidades al Ministro del Interior y Justicia, con el objeto de que se
implementen centros para tales fines, quien en respuesta de fecha 22-8-
2003, manifestó que giró las instrucciones pertinentes al Presidente del
Fondo Nacional de Edificaciones Penitenciarias.
Igualmente, es importante destacar, que consideramos improcedente la
interposición de la acción de protección prevista en la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescentes, pues los afectados, a pesar de
estar sometidos al citado Sistema, son mayores de edad.
Con respecto a la posibilidad de promover otro tipo de actuación le
expreso, que la legitimidad del Ministerio Público para ejercer acción de
amparo constitucional, cuando la lesión afecta intereses colectivos, ha sido
cuestionada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
en sentencias de fechas 30-6-2000 y 19-2-2002, expedientes números 00-
1728 y 02-0093 respectivamente, donde se indicaron como legitimados a
los particulares afectados y en otros supuestos a la Defensoría del Pueblo,
como órgano encargado de velar por el efectivo respeto y garantía de los
derechos humanos, el cual, para ejercer tal atribución, está facultado para
interponer las acciones respectivas, conforme lo dispuesto en el artículo
281 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
No obstante a lo anteriormente expuesto, este Despacho, elevó consulta a
la Dirección en lo Constitucional y Contencioso Administrativo del
Despacho del Fiscal General de la República, a fin de determinar la
procedencia o no de ejercer una eventual acción de amparo constitucional
por las violaciones de los derechos de los mencionados jóvenes adultos.
Asimismo, en el problema que nos ocupa deberían agotarse otras vías,
como la que la ley le otorga al Juez de Ejecución dentro del ejercicio de
sus atribuciones, en el sentido de velar porque no se vulneren los
derechos de los jóvenes que cumplen medidas privativas de libertad,
consagrada en el literal ´d´ del artículo 647 ejusdem, o que el Consejo
Nacional de Derechos con base en lo dispuesto en el literal ´d´ del artículo
137 de la ley especial, oficie al Ministerio de Interior y Justicia, a fin que de
conocer los planes nacionales intersectoriales que elabora el mencionado
Fondo sobre tales establecimientos o requerir la intervención de la
Defensoría del Pueblo…”.
972
Disposiciones legales contenidas en el documento:
CRBV art:281
STSJSCO 30-06-2000
STSJSCO 19-02-2002
LOPNA art:137-d
LOPNA art:647-d

DESC ADOLESCENTES
DESC AMPARO
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PENITENCIARIAS
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1465-1466.

973
357
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Dirección Ejecutiva de la Magistratura DEM
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-2636-0-2004 FECHA:20040708
TITL Creación de equipos multidisciplinarios adscritos a la Sección
del Tribunal Penal, a los fines de dictar las sanciones
adecuadas, según el perfil psicológico del adolescente y el
hecho punible que se trate.

FRAGMENTO

“Tengo a bien dirigirme a usted, en la oportunidad de manifestarle la


inquietud de la Dirección a mi cargo, en cuanto a la debida sujeción de las
pautas establecidas en el Sistema Penal de Responsabilidad del
Adolescente, para la aplicación de las sanciones.
En relación con el asunto planteado, cabe señalar que el artículo 622 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, contiene un
abanico de posibilidades para la determinación de la naturaleza y monto
de las sanciones, que el juez debe tomar en cuenta para aplicar
individualmente la medida al adolescente que participó en un hecho
punible. Tales aspectos también sirven de base a los fiscales
especializados para que estos especifiquen la sanción definitiva que
solicitan en la acusación y el plazo de su cumplimiento, con lo dispuesto en
el literal ´g´ del artículo 570 ejusdem.
Ahora bien, dentro de las pautas a que se contrae el artículo 622 en
referencia, quiero resaltar la indicada en el literal ´h´, relacionada con los
informes clínicos y psico-sociales, a cargo de equipos multidisciplinarios
especialistas en adolescentes, cuyos resultados basados en los factores
internos y externos que llevaron al adolescente a participar en un hecho
punible, serían prioritarios para que el juez pueda determinar
conjuntamente con los otros indicadores, la naturaleza y la duración de la
sanción individual a imponer.
Como consecuencia de lo anterior y en la búsqueda de la adecuada
valoración de las medidas, es por lo que se considera fundamental contar
con el apoyo del referido equipo interdisciplinario, cuyos estudios, como ya
se mencionó, coadyuvaría al juez de juicio y excepcionalmente al juez de
control en los procedimientos por admisión de los hechos, en la
determinación de las sanciones idóneas, logrando con ello que las mismas
alcancen su cometido, como lo es el desarrollo pleno de las capacidades
del adolescente y la adecuada convivencia con su familia y entorno social.
Cabe recordar la importancia de la sanción impuesta por parte de los
citados jueces, puesto que en la fase de ejecución ya llega fijada la misma,
correspondiéndole al juez competente sólo su ejecución, mediante el
diseño de un plan individual para ello; pero si la medida no es la adecuada,
porque no se valoraron aspectos psico-sociales del adolescente, su
ejecución no conseguirá los objetivos de aquella.
Por lo antes expuesto y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 670
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
considero de urgente necesidad la implementación de los equipos
multidisciplinarios adscritos a la Sección de Adolescentes del Tribunal
Penal, para lo cual recurro a su competente autoridad a los fines de
974
gestionar lo conducente para ello, todo lo cual redundará en la adecuada
aplicación de la mencionada ley…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:570-g
LOPNA art:622-h
LOPNA art:670

DESC ADOLESCENTES
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC TRIBUNALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1467-1468.

975
358
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público de la FSMPCJEA
Circunscripción Judicial del Estado Aragua
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-9-O-515-2004 FECHA:20040212
TITL Validez que debiera dársele a los reconocimientos médicos,
realizados en hospitales, ambulatorios y clínicas, en los casos
de violencia intrafamiliar, en fase administrativa.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de informarle que esta Dirección en el


seguimiento de casos de violencia que tiene atribuida por resolución del
ciudadano Fiscal General de la República, ha detectado que entre los
obstáculos externos de aplicabilidad de la ley, figuran dos, relacionados
con el Poder Judicial y la División de Medicina Legal del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, los cuales
exponemos a continuación a fin de que ese Superior Despacho acometa
las acciones correspondientes en búsqueda de soluciones, a saber:
1º) necesidad de que jueces y médicos forenses, acuerden dar validez a
los brevísimos informes médicos expedidos a los pacientes por los galenos
de las emergencias de los hospitales, ambulatorios y clínicas, sobre el
hallazgo de lesiones físicas, tanto en casos de violencia doméstica en
flagrancia, como en solicitudes de medidas cautelares, y que sea
suficiente como soporte legal, el hecho de que se avalen con el número de
registro del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, en virtud que la Ley
sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, no exige que sean médicos
forenses y además señala en el artículo 36 que el juzgamiento de los
delitos sobre violencia, salvo el descrito en el artículo 18, se seguirá por los
trámites del procedimiento abreviado previsto en el Título II, Libro Tercero
del Código Orgánico Procesal Penal.
2º) en los exámenes psicológicos psiquiátricos, se está dando cita para
tres meses después, y en cuanto a las experticias médico físicas, si se
pueden practicar el mismo día en que acude el agraviado (a), pero el
resultado se recibe en los despachos fiscales con retraso, siendo ésta otra
de las razones por las que no se puede cumplir en la práctica con el
procedimiento que pauta la ley in comento.
Respecto al Estado Aragua, por ejemplo, se ha tenido conocimiento de la
negativa de los centros ambulatorios a recibir casos de violencia
psicológica, al parecer sí están dispuestos a colaborar, pero son
insuficientes, y tienen que darle prioridad a las personas que acuden a sus
consultas, al menos así se desprende de la lectura del oficio Nº 05-F13-52-
04 de fecha 16-1-2004, suscrito por la Fiscal 13 del Ministerio Público de
esa Circunscripción Judicial, cuya copia se anexa al presente oficio. A la
mencionada representante fiscal se le dieron instrucciones, según copia
textual que a continuación se transcribe:
´Se le instruye en el sentido de solicitar la colaboración de DIAGNÓSTICO
y TRATAMIENTO (sólo en los casos graves), a aquellas instituciones
privadas vinculadas a la red de apoyo a la mujer, de las cuales podrá
solicitar información a la Casa de la Mujer Juana Ramírez, La Avanzadora,
ubicada en Calle López Aveledo, Nº 11, Maracay, y remitirle las
976
actuaciones al Fiscal de Proceso, estas instrucciones se le participarán al
Fiscal Superior de Aragua´ (Oficio Nº DPIF-9-270-2004).
Por lo antes expuesto se le estima, iniciar las acciones pertinentes que
conduzcan a la solución de la problemática planteada, con las autoridades
del Circuito Judicial Penal y de la Medicatura Forense de esa
Circunscripción Judicial…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LVMF art:18
LVMF art:36

DESC CUERPO DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS, PENALES Y


DESC CRIMINALISTICAS
DESC FAMILIA
DESC FLAGRANCIA
DESC MEDICINA LEGAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUJER
DESC PODER JUDICIAL
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1469-1470.

977
359
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal de Proceso del Estado Miranda FPED
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-9-O-967-2004 FECHA:20040319
TITL Audiencias de conciliación, en materia de violencia contra la
mujer y la familia, a realizarse los fines de semana.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio Nº 08-


F16-138-04 de fecha 8-3-2004, mediante el cual remite anexa copia de la
Comunicación Nº 08-F16-04 enviada a la fiscalía superior del Ministerio
Público de esa Circunscripción Judicial.
En atención a la inquietud en ella plasmada, relativa a las audiencias
conciliatorias cuyo lapso de celebración coincide con fines de semana, en
los que los fiscales de protección no laboran, esta Dirección es de la
opinión que en virtud de que esa circunstancia no fue prevista en la Ley
Sobre Violencia Contra la Mujer y la Familia, deben celebrarse los días
lunes en las primeras horas de la mañana preferiblemente, en el mismo
despacho fiscal que recibió la denuncia, bien por el fiscal principal o su
auxiliar, indistintamente…”.

DESC AUDIENCIAS
DESC CONCILIACIÓN
DESC FAMILIA
DESC MUJER
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1470.

978
360
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal de Proceso FP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-9-O-918-2004 FECHA:20040324
TITL Pautas a seguir cuando se tramitan denuncias de violencia
intrafamiliar.

FRAGMENTO

“Tengo el agrado de dirigirme a usted, en la oportunidad de informarle que


esta Dirección, tuvo conocimiento el día 11 del corriente mes y año, a
través de voceros del Instituto Nacional de la Mujer, que las mujeres
criollas e indígenas de Santa Elena de Guiaren, se reunieron para solicitar
medidas urgentes de protección a las autoridades, en virtud que muchas
de ellas, en los últimos días, prácticamente han sido ´masacradas´ por los
compañeros de vida y no hay autoridad en el Municipio que haga algo por
ellas.
Ahora bien, por cuanto la materia de violencia intrafamiliar, está asignada a
esta Dirección por Resolución del Despacho del Fiscal General de la
República, se le instruye en el sentido de proceder diligentemente en
todos los casos de la referida materia, reunirse con el Comando Policial
Estadal, instándolos a proceder a detener en flagrancia a todo aquel
miembro de la familia que se encuentre cometiendo alguno de los hechos
previstos en la ley especial.
Igualmente, debe instruir al órgano policial en el sentido que cuando sean
ellos el órgano receptor de la denuncia, no deben enviar el caso a su
despacho, sino que deben asumir todo el procedimiento restante, es decir,
citación del denunciado para la celebración de la audiencia conciliatoria, (la
cual debe celebrarse solamente una vez), imposición de medidas
cautelares, y velar por la ejecución de las mismas. Sólo en caso de
reincidencia, o cuando no haya sido posible la conciliación, es cuando el
órgano policial puede remitir al Ministerio Público las actuaciones.
Cuando el órgano receptor de la denuncia sea esa representación fiscal,
hará lo propio, es decir, recibir la denuncia, ordenar los exámenes
médicos, si no existe medicatura forense en la región, debe solicitar el
reconocimiento médico o un breve informe al centro de salud más cercano
al domicilio de la persona lesionada y citar a la persona denunciada a los
fines de celebrar la audiencia conciliatoria, (siempre que la naturaleza de
los hechos lo permita). Cuando no lleguen las partes a un acuerdo,
motivadamente solicitará al órgano jurisdiccional la imposición de las
medidas correspondientes, (previa asistencia de la adecuada defensa),
para lo cual bastará con remitir las actuaciones que se tengan al juez de
control exponiendo fundadamente los motivos de la solicitud.
Cuando a su Despacho se presente un caso de reincidencia, no debe
celebrar nueva gestión conciliatoria, sino que se procederá a dictar el auto
de inicio y recabar todos los elementos que falten en la investigación para
elaborar la acusación correspondiente, teniendo en cuenta que cuando las
lesiones sean graves o deformantes, debe precalificarlas atendiendo a lo
previsto en el Código Penal.
Otro aspecto relevante de la materia, es que aún con la medida impuesta
por el juez y ejecutada, puede el fiscal de proceso, dictar el auto de inicio
979
y proceder conforme al procedimiento abreviado previsto en el Título II,
Libro Tercero del Código Orgánico Procesal Penal, con miras a la
acusación, salvo el delito de acto carnal violento previsto en el artículo 18
de la Ley sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, caso en el que se
sigue la causa por el procedimiento ordinario tal y como está previsto en el
artículo 36 ejusdem, a menos que las circunstancias especiales del caso
no permitan cumplir con dicho procedimiento abreviado sino con el
ordinario.
El acto conclusivo de la acusación podrá intentarse mientras no hayan
transcurrido tres (3) años desde la perpetración del primero, y no haya
recaído sobre la causa sobreseimiento decretado por el juez.
A falta de juez de control, debe asumir las decisiones el juez de Municipio,
al respecto debe informar periódicamente a esta Dirección cualquier
obstáculo que tenga en la aplicabilidad de la ley in comento…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LVMF art:18
LVMF art:36

DESC ACTO CARNAL


DESC ACTOS CONCLUSIVOS
DESC ACUSACION
DESC AUDIENCIAS
DESC CITACION
DESC CONCILIACION
DESC DENUNCIA
DESC FAMILIA
DESC FLAGRANCIA
DESC INDIGENAS
DESC INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER
DESC JUICIO BREVE
DESC LESIONES
DESC MEDICINA LEGAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC POLICIA
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1470-1472.

980
361
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº N°: DPIF-10-0-564 al 568- FECHA:20040216
2004
TITL El trámite y la competencia de los casos de retención de un
hijo, el cual no debe confundirse con la sustracción de niño o
adolescente, establecido en el artículo 272 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de comunicarle que esta Dirección ha


tenido conocimiento de las situaciones que se han venido presentando en
la jurisdicción de ese estado entre las fiscalías especializadas en el
Sistema de Protección del Niño, el Adolescente y la Familia y los fiscales
especializados en materia Penal Ordinario, cuando tienen conocimiento de
retención de niños y adolescentes debiéndose determinar quién es el
competente para conocer de estos asuntos.
Al respecto, considera este Despacho que cuando un fiscal especializado
en el Sistema de Protección del Niño, el Adolescente y la Familia, tiene
conocimiento directo de un caso de retención de niño, debe tramitarlo de
conformidad con lo previsto en el artículo 390 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, el cual señala lo siguiente:
´El padre o madre que sustraiga o retenga indebidamente a un hijo cuya
guarda haya sido otorgada al otro o a un tercero, debe ser conminado
judicialmente a que lo restituya a la persona que ejerce la guarda, y
responder por los daños y perjuicios que su conducta ocasione al hijo,
debiendo reintegrar todos los gastos que se haya hecho para obtener la
restitución del niño o adolescente retenido´.
De acuerdo con el contenido de la norma transcrita estamos en presencia
de los supuestos para que haya retención de un niño o de un adolescente,
y para que esta situación se dé es necesario: 1.- Que sea el padre o la
madre quienes lo hayan sustraído o retenido indebidamente, no teniendo
alguno de ellos la guarda. 2.- Deben ser conminados judicialmente a que lo
restituya a la persona que ejerce la guarda sobre el mismo. 3.- Responde
por los daños y perjuicios que su conducta ocasione al hijo y 4.- Debe
reintegrar todos los gastos que se hayan hecho para obtener la restitución
del niño o adolescente retenido.
Es decir, el trámite que debe dársele a estos casos previa gestión de
conciliación, y no habiendo acuerdo entre las partes para la restitución del
niño y/o adolescente, es transmitirlo al órgano jurisdiccional para que sea
éste el que decida el caso en cuestión.
No podemos considerar que un caso como el antes mencionado, una vez
conocido por las fiscalías especializadas en el Sistema de Protección del
Niño, el Adolescente y la Familia, estas lo remitan a la fiscalía superior del
estado respectivo, para que ésta lo derive a una fiscalía especializada con
competencia en materia Penal Ordinario, para que lo tramite como si se
tratara de un delito de sustracción y retención de niños y adolescentes,
pues el mismo está previsto en el artículo 272 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente y el supuesto fundamental al que
981
hace alusión la norma es que la sustracción sea realizada por un tercero
que no es ni el padre ni la madre (supuesto del artículo 390 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente) y por tal razón
sólo en los casos previstos en el referido artículo 272 debe conocer de
éstos el fiscal especializado con competencia en materia Penal Ordinario,
en virtud de que estamos ante una de las infracciones a la protección
debida contenida en la referida ley.
Por todo lo expuesto, se le instruye para que al tener conocimiento de
casos por retención de niños y adolescentes, de acuerdo con lo dispuesto
en el artículo 390 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, tramite el caso como antes se explicó…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:272
LOPNA art:390

DESC ADOLESCENTES
DESC CONCILIACION
DESC CUSTODIA
EESC DAÑOS Y PERJUICIOS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1472-1473.

982
362
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2139-0 FECHA:20040604
TITL Incumplimiento de deberes por parte de Fiscal del Ministerio
Público.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su oficio signado con el


N° 15-F13-454-04 de fecha 27 de mayo de 2004, mediante el cual nos
remitió información acerca del caso de obligación alimentaria de la niña
Y.M.M.M., hija de los ciudadanos A.E.M. y E.F.M.
Del contenido del aludido oficio, se constató el hecho de que entre otras
cosas, refiere usted, que efectivamente en fecha 18-6-2003 se levantó acta
durante la reunión conciliatoria que tuvieron ambos progenitores supra
mencionados; la cual, el señor A.E.M. se negó a firmar, alegando no estar
de acuerdo con el contenido de la misma.
Expresa además en el aludido oficio, que en el expediente llevado ante el
Despacho a su cargo, no reposa ningún acta con la firma del señor A.E.M.,
ni tampoco donde éste haya estampado sus huellas dactilares, sino que
únicamente en esa fiscalía se encuentran las actas con la firma y las
huellas de la ciudadana E.F.M.
Por otra parte, esa representación del Ministerio Público explicó que por
error involuntario de esa fiscalía, efectuó una solicitud de homologación de
un acuerdo entre las partes, en lugar de haber interpuesto una demanda
por fijación de la obligación alimentaria, debido a la falta de convenimiento
entre las partes; por lo que al enviar el acta, creyó haberla anexado a la
demanda, siendo realmente anexada a una solicitud de homologación.
Igualmente, indicó que se trasladó a revisar el expediente en el Tribunal de
Protección del Niño y del Adolescente de esa jurisdicción, donde se
percató que el acta que allí reposa, presenta una firma ilegible y sin huellas
dactilares, en el espacio destinado a la rúbrica del padre, lo cual hace que
sea motivo de una denuncia por parte del mismo.
En este sentido, le observo que entre sus deberes se encuentra la
prestación de un servicio eficiente, objetivo y diligente relacionado con la
competencia que tiene asignada, cosa que en este asunto no realizó.
Al respecto, esta Dirección a mi cargo considera, que la actuación
realizada por usted en este caso, encuadra en el incumplimiento de lo
preceptuado en el artículo 11 ordinal 3° de la Ley Orgánica del Ministerio
Público en concordancia con lo previsto en el artículo 100 ordinal 1° del
Estatuto del personal del Ministerio Público.
En relación a esto, es inadmisible que esa representación del Ministerio
Público haya remitido por error involuntario, un acta firmada sólo por la
madre, al Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente respectivo, a
una solicitud de homologación de obligación alimentaria, cuando en su
lugar, lo que tenía que haber hecho era enviar una demanda diciendo
que las partes no llegaron a acuerdo alguno, para que el tribunal sea el
que fije el monto respectivo por ese concepto, sin necesidad de haber
remitido el acta que reposa en los autos, ya que ello no aporta utilidad
alguna a los autos, en virtud de que la misma fue presuntamente
983
aprovechada para estampar una rúbrica que el progenitor dice que no es
de él.
Manifiesta usted, que el tribunal le impartió su homologación, sin
percatarse de la falta de firma del padre de la adolescente; pero ello, no
disculpa su errónea actuación, lo cual crea indefensión e inseguridad ante
el público que acude a nuestras oficinas en busca de justicia.
Esto conlleva a ratificarle la llamada telefónica efectuada en fecha viernes
11 de junio del año en curso por la Abg. A.C., abogado adjunto de esta
Dirección, por la cual le sugirió al (…), fiscal auxiliar de ese Despacho, que
el lunes 14 de junio de 2004 procediera la fiscal principal a solicitar
mediante diligencia en el expediente de dicha causa, que el dinero que sea
recibido derivado de las prestaciones sociales del señor A.E.M., sea
depositado en una cuenta de ahorros a nombre de la adolescente de
autos, a objeto de que no pueda ser cobrado ni por el padre ni por la
madre, en virtud de que a raíz de una presunta falsificación de firma, se
obtuvo este dinero en cuestión.
De comprobarse que hubo la comisión de ese hecho punible, el auto del
tribunal que homologa el presunto acuerdo, quedaría a expensas de que le
sea interpuesto un recurso de invalidación en su contra, de conformidad
con lo previsto en los artículos 327 y 328 ordinal 3° del Código de
Procedimiento Civil, el cual haría que la decisión quedara sin efectos
legales.
Por otra parte, como fiscal especializado no puede dejar a un lado el
interés superior de la adolescente en percibir la obligación alimentaria a
que está obligado su padre, por lo que es menester mantener suspendida
la entrega del dinero destinado a cubrir las mensualidades futuras de
obligación alimentaria, a objeto de no perjudicar ninguno de los intereses
trastocados. Como consecuencia de ello, su actuación ha comprometido la
creencia y majestad del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:11-3
EPMP art:100-1
CPC art:327
CPC art:328-3

DESC CONCILIACION
DESC FIRMAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NEGLIGENCIA
DESC NIÑOS
DESC PENSION ALIMENTARIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1473-1475.

984
363
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-2526-2004 FECHA:20040706
TITL Procedimiento cuando se aplica la Convención Sobre los
Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio N° 05-


F12-770-04 de fecha 23 de junio de 2004, mediante el cual informó sobre
el caso relacionado con el niño L.A.R.L., referencia interna ( …).
Se desprende de su comunicación que una funcionaria del Ministerio de
Relaciones Exteriores, le formuló una serie de preguntas vinculadas con el
procedimiento que se sigue cuando se aplica la Convención sobre los
Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores.
Al efecto le significo, por una parte, que el Ministerio Público no es órgano
de consulta de particulares o instituciones públicas o privadas y menos aún
de los criterios de aplicación de los Tratados Internacionales, donde las
Autoridades Centrales son las llamadas a dar cumplimiento a las
obligaciones que imponen los Convenios y entre otras, a facilitar la
apertura de un procedimiento judicial o administrativo, con el objeto de
conseguir la restitución del menor, conforme al contenido del artículo 7 de
la indicada Convención.
Por otra parte, el citado instrumento internacional no estipula ningún
procedimiento para la restitución de niños o adolescentes o para la fijación
de visitas, a diferencia de la Convención Interamericana sobre Restitución
Internacional de Menores, lo cual no significa, que las solicitudes
realizadas mediante la invocación de la primera, no esté sometida a
procedimiento alguno, por el contrario, del contenido de los artículos 2 y
11, se puede evidenciar que los Estados partes deben recurrir a los
procedimientos de urgencia de que dispongan y se obligan a actuar con
prontitud en los mismos, para la restitución de los menores o para fijar
visitas; en éstos casos se debería llegar a una decisión en el plazo de seis
(6) semanas a partir de su inicio u ordenar la restitución inmediata del niño,
si hubiera trascurrido un período inferior a un año, desde el traslado o
retención ilícita cuando se esté en presencia de las condiciones previstas
en el artículo 3.
También conviene señalar que la República Bolivariana de Venezuela, se
reservó expresamente lo consagrado en el artículo 26, es decir, que no se
obliga a asumir ninguno de los gastos a que se refiere la citada norma.
En el presente caso, el Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente
de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, declaró sin lugar la
solicitud del derecho de visita realizada por el padre del identificado niño,
pero en franca contradicción, acordó un régimen de visitas amplio a favor
de éste, a cumplirse en Venezuela; pudiendo deducirse que no se
desaplicó la tantas veces citada Convención, sino que se fijó un régimen
de visitas distinto al requerido, decisión ésta que debió basarse en lo
dispuesto en el artículo 387 de la Ley Orgánica de Protección del Niño y
del Adolescente.
Lo antes indicado, contestaría la primera pregunta acerca de si la decisión
985
del juez se basa en la opinión del niño, puesto que ésta se debe apreciar
en acatamiento de lo dispuesto en el artículo 8 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, pero además conforme al citado
artículo 387, debe sustentarse en el interés superior del niño que abarca
entre otros aspectos su opinión, en los informes técnicos que el juez
considere necesarios y en las distintas opiniones de los guardadores.
Asimismo, le manifiesto que aun cuando la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, no contempló un procedimiento
judicial específico para la fijación del régimen de visitas, el que se aplique
debe regirse conforme a lo dispuesto en el artículo 387 ejusdem, que
dispone una actuación sumaria del juez para conocer y decidir sobre el
régimen de visitas, con el objeto de preservar el contacto que debe existir
entre los hijos y los progenitores con los que no conviven y sería éste, el
mismo procedimiento cuando se invoca la precitada Convención.
En cuanto al tema de los recursos en el régimen de visitas, existen
posiciones jurisprudenciales y doctrinarias, en cuanto a la modalidad
procesal para dar curso al recurso de apelación, las primeras, que aplican
por analogía lo previsto en el artículo 522 de la ley especial y consideran
por tanto improcedente el recurso de casación y las segundas, basadas en
las pautas generales de la apelación previstas en los artículos 486 y
siguientes de la Ley Orgánica en mención.
Por todo lo antes expuesto y debido a lo delicado de la consulta en
referencia, considero importante ilustrarla e instruirla en el sentido de que
cualquier opinión que sobre el tema se aborde, debe ser tomada por
expertos en la materia y en comunión con las respectivas Consultorías
Jurídicas del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio Público,
así como por jueces de Protección del Niño y del Adolescente…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:26
LACHACSIM art:2
LACHACSIM art:3
LACHACSIM art:7
LACHACSIM art:11
LOPNA art:8
LOPNA art:387
LOPNA art:486
LOPNA art:522

DESC CONSULTAS
DESC NIÑOS
DESC REGIMEN DE VISITAS
DESC TRATADOS INTERNACIONALES
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1475-1477.

986
364
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-5186-2004 FECHA:20041122
TITL Restitución de guarda.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio Nº LAR-


F (…)-2649-2004 de fecha 11 de noviembre del año en curso, donde
informa en relación a la tramitación efectuada por esa representante del
Ministerio Publico en el caso relacionado a los hermanos J.C., L.A. y
M.A.C.R., de 10, 8 y 6 años de edad respectivamente.
Ahora bien, observa este Despacho que, procedió usted a tomar el caso
por ante esa fiscalía a su cargo, citando al ciudadano J.C.C.V., progenitor
de los niños, el cual según usted indica, no compareció al llamado para
promover la reunión conciliatoria a fin de lograr la restitución de los
pequeños, por lo que procedió a introducir ante el Tribunal de Protección
del Niño y del Adolescente de ese Estado, la causa para que se decidiera
sobre la supuesta retención indebida de la niña M.A., y con respecto a J.C.
y L.A., de 10 y 8 años de edad se le indicó a la solicitante que se
introduciría la causa por solicitud de guarda.
En este sentido llama la atención de esta Dirección el trámite dado por
usted al caso que nos ocupa, por cuanto, en principio la requirente solicitó
una restitución de guarda, y si bien es cierto los niños tienen su residencia
habitual en ese Estado, estos se encontraban, al decir de la madre, en el
Estado Carabobo, y en consecuencia es por allí donde debió tramitarse la
restitución, ya que dicha figura opera por el lugar donde, para el momento
de la retención indebida, se encuentren los niños, y no por su domicilio
habitual.
Asimismo, se aprecia que desvirtúa la figura de la restitución prevista en el
articulo 390 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, y separa la causa en dos, una parte la tramita por restitución
y otra por solicitud de guarda, pese a que, de no haber pronunciamiento
judicial, como usted bien lo determina, la guarda, salvo decisión judicial, le
corresponde de pleno derecho a la progenitora…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:390

DESC CUSTODIA
DESC NIÑOS
DESC RESTITUCIÓN DE NIÑOS Y/O ADOLESCENTES
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1477-1478.

987
365
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-737-2004 FECHA:20040303
TITL Se comisiona a Fiscal del Ministerio Público para que solicite
medidas de protección a los niños de un centro de atención.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio N° C8-F19-


0037-04 de fecha 27-1-2004 en el cual solicita se le comisione para iniciar o
intervenir en los procesos administrativos, de conformidad a lo preceptuado en el
artículo 291 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
dado a que según indica, el Consejo de Protección no ha dictado medida de
protección a los niños que se encuentran en la Casa Abrigo ´Mi Refugio´.
A tal efecto le significo se ha tomado debida nota.
De igual modo se le instruye en el sentido de que se sirva practicar nueva visita a
la entidad ya mencionada a objeto de obtener un informe más detallado del listado
de los niños que allí se encuentran y su situación jurídica actual, debiendo de igual
modo entrevistarse con la Directora del Centro, a fin de determinar las peticiones
que sobre el particular debió formular ante el Consejo de Protección con ocasión a
las medidas más cónsonas en cada caso en particular, y diferenciar aquellos en
los cuales conoce el órgano jurisdiccional.
De igual modo se le instruye a objeto de que proceda a informar al Consejo
Municipal de Derechos la situación en que pudiese encontrarse el Consejo de
Protección en caso tal de haber omitido dictar las medidas que por ley está
obligado…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:291

DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE


DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MEDIDAS DE PROTECCION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1478.

988
366
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-11-0-914-2004 FECHA:20040317
TITL Irregularidades reportadas en una visita de inspección.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su comunicación N°


CAR-F21-CSPNAF-N°054 del 10-2-2004, relacionada con la visita de
inspección efectuada a la Entidad de Atención denominada H.H.S.J
practicada durante el mes de enero del corriente año.
Al respecto usted indica:
Primero: Que la mencionada entidad no se encuentra aún inscrita y
Segundo: Que ninguna de las niñas internas tienen medida de protección
ni por el Consejo de Protección ni por el Tribunal de Protección del Niño y
del Adolescente.
En consecuencia esa representación del Ministerio Público a su cargo
ofició al Consejo Municipal de Derechos del Niño y del Adolescente del
Municipio Valencia a objeto de que se le informe si esa Casa Hogar
cumplió con los requisitos de la ley para optar por el Registro como
Entidad de Atención; por lo que se le estima mantener informada a esta
Dirección de la respuesta oportuna del mismo.
Por otra parte, remitió oficio de fecha 9 de febrero de 2004 a los
Consejeros del Consejo de Protección del Niño y del Adolescente del
Municipio Valencia, en el que notifica que las internas presentes en dicha
Entidad de Atención no tienen medidas de protección y en tal sentido insta
a que se les dicte de conformidad con lo dispuesto en el artículo 126, literal
´a´ en concordancia con el artículo 124, literal ´a´ de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente las medidas de protección que
consideren pertinentes hasta tanto se realicen los estudios respectivos y
se defina la situación jurídica de cada una de las niñas internas en la
entidad de atención supra indicada.
Por lo expuesto, se le agradece informar de la respuesta que al efecto
envíe el Consejo de Protección a esa representación del Ministerio Público
a su cargo…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:124-a
LOPNA art:126-a

DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1479.

989
367
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-964-2004 FECHA:20040319
TITL Irregularidades en un centro de atención.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme al gravísimo problema en


que se encuentra la entidad de atención Casa Abrigo P.A.I.S., ubicada en
ese Estado.
Es el caso que la Fiscal 13° del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Aragua, a requerimiento de esta Dirección, informó que
efectivamente, previa las averiguaciones competentes, logró determinarse
que dicha entidad no esta inscrita, no tienen programa alguno ni
autorización de funcionamiento con el agravante de que alberga a niños
y/o adolescentes con serios problemas de adicción con otros no
consumidores.
Por tal motivo se le solicita que, conjuntamente con la Fiscal 13° del
Ministerio Público de esa Circunscripción Judicial se sirva oficiar al
Consejo Municipal de Derechos haciendo del conocimiento tal situación,
oficio éste que deberá ser entregado personalmente por ambas
representantes del Ministerio Público a objeto de sostener entrevista
personal con el Presidente de dicho ente para procurar una solución
definitiva al serio problema que confronta la entidad ya indicada. (…)”.

DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1479-1480.

990
368
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2213-04 FECHA:20040609
TITL Niños y/o adolescentes internados en centros de atención.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a sus oficios signados


con los números 20-F13-0181-04 y 20-F13-0215-04, de fechas 28 de abril
y 18 de mayo de 2004, recibidos en este Despacho el 11 de mayo y 31 de
mayo del año en curso, mediante los cuales nos remitió informes de las
visitas de inspección practicadas en los meses de marzo y abril de 2004,
en las Entidades y Defensorías del Niño y del Adolescente que allí se
indican.
De la revisión efectuada al contenido del primer informe mencionado, esta
Dirección consideró necesario que las representantes del Ministerio
Público de ese estado en esta materia de Protección, se mantengan muy
vigilantes con las medidas de abrigo, ya que en los listados que se anexan
regularmente a las inspecciones realizadas, se ha venido apreciando,
como en el presente informe que se analizó, medidas de abrigo con data
antigua.
En este sentido, se constató del listado de la Casa de Colocación Familiar
de M.L.E., que hay una niña con medida de abrigo, siendo su fecha de
ingreso al Centro del 29-9-1999, entre otros; lo cual evidencia un
incumplimiento de la normativa legal correspondiente.
Del contenido del segundo de los informes, se denotó que en el reporte de
la visita efectuada en la C.H.B., J.C., específicamente en el subtítulo
denominado Datos sobre Niños y Adolescentes, aparecen dos
enmendaduras en el cupo de la Entidad y en el cupo utilizado, sin haber
sido salvadas, por lo que se le insta a tomar los correctivos necesarios, a
los fines de que las comunicaciones e informes que presente deben ser
efectuadas de una manera limpia, legible y sin tachaduras o
enmendaduras a objeto de que su trabajo sea de lo más confiable y
fidedigno.
Por otra parte, se apreció del informe de dicha Casa Hogar, que hay un
interno enfermo con el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida -HIV-,
por lo que le estimo tanto a usted como al resto de los fiscales que realizan
inspecciones en este centro, una vigilancia particular e informarnos, por lo
que se le sugiere notificar en relación a esto, a los fiscales (…) y (…) del
Ministerio Público de esa jurisdicción; estimándole nos informe por lo
pronto, en qué condiciones se encuentra el mismo y en relación con el
resto de la población de la Entidad, así como también si se ha estudiado
su traslado a otro centro especializado.
Igualmente, le significo que debe estar atenta y realizar las gestiones que
le sean inherentes para que se mantengan actualizadas las medidas de
protección; a esto le recalco que de los listados anexados, se evidencian
niños y/o adolescentes con medidas de abrigo con antigua data, si
tomamos en cuenta la fecha de ingreso de cada uno de ellos, con lo cual
se está incumpliendo los preceptos previstos en el artículo 127 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
991
En este orden de ideas, le estimo que nos informe en cuanto a los motivos
por los cuales los adultos discapacitados, tienen medidas de abrigo y que
órgano las dictó, en virtud de que la permanencia de estas personas en
estos centros, no se corresponde con el programa que los mismos
ejecutan…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:127

DESC ADOLESCENTES
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PERSONAS CON DISCAPACIDAD
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC SIDA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1480-1481.

992
369
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-0-3184-2004 FECHA:20040719
TITL Informes relacionados con las visitas de inspección.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de hacer de su conocimiento que una


vez revisado el contenido de los informes de las visitas de Inspección
enviadas bajo los números 309. 162, 311, 261, 312, 260, 258, 310
respectivamente, efectuadas por esa representación fiscal en el Centro de
Diagnóstico y Tratamiento Prof. J.D.R.L., Casa Hogar CJO de R.,
FUNDANIBOL, C. de la M. y del N. ubicadas en su jurisdicción, se constata
lo siguiente:
a) Que el informe identificado con el N° 162 de fecha 5-4-2004,
corresponde al mes de marzo del año en curso, practicada en la Entidad
FUNDANIBOL del Estado Guárico, recibida en este Despacho en el mes
de junio del presente año. Por lo que se le recuerda que las visitas de
inspección corresponden efectuarse mensualmente y deben ser enviadas
dentro de los primeros cinco días de cada mes, también enviar copia del
acta donde se deja constancia de la inspección.
b) Los informes de inspecciones signadas con los números 258 y 261
ambos de fechas 12-3-2004, correspondientes al mes de abril del año en
curso, efectuadas en la entidad FUNDANIBOL y en la Casa Hogar
C.J.O.deR., es evidente que si la inspección fue practicada en el mes de
abril, la fecha de envío no puede corresponder al mes de marzo sino al
mes mayo, por lo que debe ser cuidadoso y revisar los informes antes de
firmar.
c) Del contenido de los informes de inspección efectuados en la
entidad de atención, FUNDANIBOL, signados con los números 309 de
fecha 7-6-2004, 162 de fecha 5-4-2004 y 258 de fecha 12-3-2003, se
puede verificar en el primero de ellos, que en fecha 15 de de mayo del año
en curso, el adolescente J.V. agredió al también adolescente J.L.R., en el
lado derecho de la espalda, propinándole una herida que ameritó cuatro
puntos de sutura. Además el agresor se evadió de la entidad, como usted
sugirió se realizara la denuncia ante el Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, a los fines de que se le practique el
examen médico forense al adolescente agredido, razón por lo que debe
estar atento de que la denuncia se haya efectuado.
Ahora bien, los tres informes de inspección en la prenombrada entidad
tienen en común, que esa representación fiscal no observó la situación
jurídica de los niños y adolescentes albergados, puesto que se evidencia
que el programa que presta dicha entidad es de educación, prevención,
rehabilitación en materia de consumo de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas de acuerdo a lo establecido en el artículo 124 literal d, de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, por otro lado
indica que la mayoría de los que asisten al referido centro lo hacen de
manera voluntaria, o referidos por sus familiares o autoridades públicas,
pero que todos tienen medidas de protección dictadas, revisado el listado
que anexa se evidencia que existen 16 albergados, entre adolescente y
993
niños,14 con medidas de abrigo, y dos en espera de medidas, y que las
mismas han sido dictadas por el Consejo de Protección del Niño y del
Adolescente pero no indica de que municipios; además señala que se
produjeron dos egresos, pero no indica a la orden de quien. Llama
poderosamente la atención las edades de los albergados que van desde
los 3 años de edad a los 17 años de edad, que las causas de ingreso
son de pobreza extrema y deambulismo. Analizados los respectivos
informes, este Despacho lo insta a aclarar la situación jurídica de los
albergados en esa entidad de atención, puesto que el programa inscrito
por la misma, no se corresponde con las medidas dictadas, no queda
claro si los albergados son consumidores de sustancias estupefacientes o
psicotrópicas o se tratan de niños y adolescentes que se encuentran en
situación de pobreza y que requieren satisfacer sus necesidades, para lo
cual deberían estar en una entidad de atención que prestara un programa
de asistencia combinado con un programa de colocación en entidad de
atención.
Si se trata de niños y adolescentes con problemas de consumo de drogas,
la medida que corresponde es la contenida en el literal a del artículo 126
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, que
consiste en inclusión de los mismos en el programa que presta la entidad,
para lo cual la autoridad que dicte la medida hará conjuntamente con el
equipo técnico que lleva a cabo el programa el seguimiento del mismo,
hasta que se determine si están apto para reingreso a la sociedad.
d) Del contenido de los informes signados con lo números 311 y 261 el
primero de fecha 7-6-2004 y el segundo de 12-3-2003, respectivamente,
efectuados en la Casa Hogar C.J.O.deR., se constata que no observó la
situación jurídica de los siguientes albergados, G.D.G., de 15 años de
edad, quien posee medida abrigo dictada en fecha 28 de junio del año
2001, C.C. de 10 años de edad, con medida de abrigo de fecha 20 de
noviembre de 2001, J.G.V. de 12 años de edad, también con medida de
abrigo decretada en fecha 9 de marzo de 1999, no se evidencia que haya
indicado que en dichas medidas se encuentra vencido el plazo máximo de
los treinta (30) días, que establece la ley para este tipo de medida, a pesar
de señalar que es el Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de
la Circunscripción Judicial del Estado Guárico quien las dictó, no
determina cual de las Salas de Juicio que integran a dicho órgano la
impuso, ni las fechas en que fueron decretadas, ahora siendo esa
representación fiscal la única con competencia en materia Civil,
Instituciones Familiares y Protección es a quien le corresponde ser
notificada de las mismas, razón por la cual este Despacho le insta actuar y
solicitar la modificación de esas medidas a una acorde a la situación de los
prenombrados albergados, así como que sean notificadas al responsable
de la entidad de atención por el órgano jurisdiccional.
En cuanto a la falta de evaluación periódica e individual de cada uno de los
albergados, en virtud de que la entidad no cuenta con un equipo técnico,
siendo esta entidad perteneciente al Instituto Nacional del Menor,
corresponde al responsable de la misma enviar comunicación al Jefe de la
Seccional del Estado Guárico a los fines de que le sean asignado su
equipo técnico para cumplir con sus funciones de conformidad con lo
establecido en el artículo 184 literales b y d de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente. Por lo que usted, debió hacer la
observación y dejar constancia, pues la misma es de gran importancia en
virtud de que los informes son fundamentales para las modificaciones de

994
las medidas que van a determinar en parte la situación jurídica.
De los informes de inspección identificados con los números 312 y 260, el
primero de fecha 7-6-2004 y el segundo 12-3-2004, efectuados en la
Asociación Civil CMlN ubicada en la población de Calabozo, se desprende
que esa representación fiscal no constató la situación jurídica de los
albergados, pues se evidencia que internos presentes al momento de la
inspección eran trece (13) y no once (11) como lo indica en el informe, el
ingreso de los siguientes albergados: T.A.M.R., L.E.A. y H.M.C. datan los
dos primeros desde 1995 y la tercera desde 1991, y señala que se está en
la espera de medidas, cabe señalarle que para esa fecha no había entrado
en vigencia la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
y de las situaciones de peligro de conformidad con la situación irregular
conocían los extintos tribunales de menores, por lo que al momento de
entrar en vigencia la precitada ley, estos expedientes fueron declinados al
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción
Judicial del Estado Guárico para su distribución, es decir, que en los
actuales momentos un juez de protección, ya se avocó al conocimiento de
los mismos y debió haber actualizado la situación jurídica (…), pues la
medida correspondiente de conformidad a la doctrina integral en que se
fundamenta nuestra ley, es la colocación en entidad de atención por
cuanto ellos debieron haber tenido sentencias de declaratoria de estado de
abandono, por lo que este Despacho le insta revisar los respectivos
expedientes diligenciar para se dicte la medida si no se hubieren
decretado, de haberse dictado las mismas solicitar que el órgano
jurisdiccional notifique la modificación de las medidas al responsable de la
entidad, puesto que esta materia es de orden público.
Por último, le significo que la labor de inspección constituye un deber de
fiscalización que le viene dado al Ministerio Público de conformidad con lo
establecido en los artículos 170 literal e, 199 y 212 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, con la finalidad de asegurar el
adecuado funcionamiento de las entidades de atención, centro de
cumplimiento de medidas y defensorías del niño y del adolescente, por
cuanto esa facultad de inspección debe entenderse como una función
ordinaria y recurrente en beneficio de los sujetos tutelados como son los
niños y adolescentes privados de su familia de origen, así como aquellos
adolescentes que hayan infringido la ley penal y se encuentran privados de
su libertad.
Del real y efectivo cumplimiento de esta atribución se puede ejercer el
control en la actuación funcionarial de las entidades de atención, centros
de cumplimiento de medidas y defensoría del niño y del adolescente, en
consecuencia según sea el caso pueden generarse acciones para hacer
efectiva la responsabilidad administrativa, civil y penal de las personas a
cargo de las entidades de atención, centros de cumplimiento de medidas y
defensorías del niño y del adolescente. Asimismo, le recuerdo que la
inobservancia de las instrucciones dadas por este Despacho en la Circular
N° DPIF-1-0-C-898-2004, de fecha 19-3-2004, la cual recoge todas las
demás instrucciones suministradas en la materia, puede considerarse
como una falta sancionada disciplinariamente, conforme a lo establecido
en el artículo 90 numeral 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:124-d
LOPNA art:126-a

995
LOPNA art:170-e
LOPNA art:184-b
LOPNA art:184-d
LOPNA art:199
LOPNA art:212
LOMP art:90-2
CMP Nº DPIF-1-0-C-898-2004
19-03-2004

DESC ADOLESCENTES
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DROGAS
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INDIGENTES
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC POBREZA
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROTECCION DEL ANIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1481-1484.

996
370
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-5017-2004 FECHA:20041119
TITL Devolución de expediente al Tribunal de Protección del Niño y
del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado
Bolívar.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su comunicación Nº 07-F07-


1C-1347 de fecha 3 de septiembre de 2004, mediante la cual remite constante de
doscientos tres (203) folios útiles, la causa signada con el Nº 1272-2, emanada del
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial
del Estado Bolívar, Sala N° 1, relacionada con el adolescente H.J.V.L.
Analizado el contenido de la misma este Despacho observa:
1. No debió haber remitido el físico del expediente a esta Dirección, por
cuanto el mismo constituye un documento que debe estar en los tribunales bajo la
custodia del juez.

2. El expediente fue recibido por ese Despacho, en fecha 31 de marzo del


presente año proveniente de Fiscalía Superior, y es hasta la fecha 3 de
septiembre de 2004, que usted realizó actuación al respecto.

3. Si bien es cierto, que las irregularidades presentadas en cuanto a la


distribución de la causa para su conocimiento, tuvieron lugar entre el años 2001,
no es menos cierto que las mismas se producen ante el órgano jurisdiccional,
cuando la Juez de la Sala de Juicio Nº 1 del Tribunal de Protección del Niño y del
Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, declina la causa al
Tribunal de Control de ese Circuito Judicial, por considerar que no era competente
por la materia, deduciéndose que dicho funcionario desconocía que el consumo
de droga no constituye un delito, y que la situación jurídica del adolescente ya
había sido regularizada mediante la imposición de la medida de Colocación en
Entidad de Atención por parte del Juez Unipersonal Nº 13 del Tribunal de
Protección de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, que
debió haberse ejecutado en la Casa Taller de Varones ubicada en Ciudad Bolívar,
aunado a la falta de previsión del juez de control al enviar al representante del
Ministerio Público para que ejerciera la acción penal. Siendo remitido luego, a la
fiscalía (…) del Ministerio Público de esa Circunscripción Judicial con competencia
en materia de Responsabilidad Penal del Adolescente, quien a su vez lo remite a
la fiscalía (…) del Ministerio Público de esa Circunscripción Judicial con
competencia en Civil, Protección e Instituciones Familiares a cargo de L.J.M. por
ser de su materia; cuando lo correcto es que devolviera al juez de control el
expediente indicándole que la causa trataba de una medida de protección que por
la declinatoria efectuada por el juez de protección de la ciudad de Caracas, tenía
que haberse seguido conociendo por un juez de la misma categoría. También se
evidencia que la encargada de la fiscalía (…) tampoco tenía claro en que consiste
la materia de protección y el objeto de la misma sino que ordenó el egreso del
adolescente de la entidad de atención, cuando tal solicitud sólo le corresponde al
juez de protección, por lo que lo volvió a remitir al Juez (…) de Control del Primer
Circuito de esa Circunscripción Judicial; posteriormente este juez lo envió a esa
representación.
En fecha 18 de diciembre de 2001, el Juez Coordinador de Control del Circuito
Penal del Estado Bolívar, ordenó el archivo de las actuaciones basándose en una
norma que no es aplicable en el Sistema de Responsabilidad Penal del
997
Adolescente, además se observa que nunca aperturaron averiguación alguna que
se le pudiera considerar imputado al adolescente, por lo que se denota un gran
desconocimiento en materia de Protección por parte tanto de los jueces de
protección y control como de las representantes del Ministerio Público que
conocieron del presente caso.
En los actuales momentos el adolescente del caso de marras es adulto, egresó en
fecha 28 de junio del año 2001 de la entidad de atención bajo la responsabilidad
del jefe de la entidad a su madre de crianza. Quedando el expediente entre las
múltiples devoluciones dadas entre los funcionarios involucrados para su
conocimiento en su Despacho, pues, se evidencia de las actas procesales que
conforman el expediente que la persona encargada de la fiscalía (…) del
Ministerio Público para ese momento ratificó oficio dirigido al Juez Segundo de
Control, pero no se constata que tal comunicación haya llegado al destino que
tenía y pudiéndose entender que el expediente reposaba en el Despacho de la
fiscalía (…) del Ministerio Público sin actuación alguna hasta la fecha 9 de octubre
del año 2003, cuando la Fiscal E.S.d.S. remite comunicación al fiscal superior
explanándole la situación que envuelve al precitado expediente, obteniendo como
respuesta que se sirviera solicitar instrucciones a esta Dirección, indicando que el
adolescente de autos aparece como imputado por el delito de medida de
protección, siendo incorrecta esta afirmación, pues, las medidas de protección no
constituyen delitos, sino protección especial que operan como mecanismo
restitutorio con efectos de prevención inicial y control social activo. La protección
especial está dirigida al reconocimiento del derecho a ser protegido frente a
situaciones de hecho que impidan el ejercicio de otros derechos, o que violentan
derechos. En consecuencia, se trata de atención positiva y preferencial de los
niños que se encuentran en situación especial de desprotección, para ejercer la
condición subjetiva de derecho y para restituir la situación a parámetros normales
de protección.

4. Una vez realizada todas estas observaciones, considera este Despacho en


relación al físico del expediente, que el mismo debe ser devuelto al Presidente del
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial
del Estado Bolívar, exponiéndole que por error y desconocimiento de todos los
involucrados para el conocimiento del mismo, éste reposaba en su Despacho por
remisión expresa del juez de control. Además debe indicarle que el adolescente
de autos alcanzó la mayoría de edad, que fue egresado de la entidad de atención,
que la esencia de la causa es materia de protección, que debe procederse al
cierre del expediente y al archivo del mismo en sede jurisdiccional…”.

DESC ADOLESCENTES
DESC DROGAS
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSION
DESC EXPEDIENTE
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC TRIBUNALES
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1484-1486.

998
371
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-5333-2004 FECHA:20041202
TITL Contenido y desarrollo de un programa que ha venido siendo
ejecutado por una entidad de atención, el cual se ajusta a los
requisitos exigidos por la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, y redunda en beneficio de una gran
población infantil.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio Nº


OF(…)-709-2004 de fecha 17 de noviembre del año en curso, en el cual
solicita se instruya a ese Despacho fiscal en relación a lo atinente a la
situación que se confronta con el programa que presta la entidad
C.H.V.d.l.D.
A tal efecto le significo que una vez analizado el caso in comento, esta
Dirección le indica que, de las constantes visitas efectuadas por los
diferentes fiscales especializados en el área, se pudo observar que la
A.B.V.D.l.D. fue fundada hace unos 58 años, con la intención de brindar
apoyo y asistencia familiar, y, dado la entrada en vigencia de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, desarrollan el
programa previsto en el artículo 126, literal ´a´ de la referida ley, a saber el
de asistencia, con el objeto de satisfacer las necesidades de los niños,
adolescentes y sus familias que se encuentren en situación de pobreza o
afectados por desastres naturales.
En ese sentido dicha Asociación cuenta con cuatro casas en la ciudad de
Caracas y una en la ciudad de Puerto Ordaz, todas con el mismo
programa, las cuales tienen un equipo multidisciplinario que aborda el caso
a solicitud de la propia familia. Se realiza entonces un estudio social en el
hogar para constatar que la situación que confronta la familia puede ser
amparada por el programa de asistencia.
En cuanto al área educativa se detectó de la revisión de las visitas
realizadas por las distintas representaciones fiscales que todos los niños
y/o adolescentes están escolarizados, siendo los padres de estos sus
representantes en los colegios.
En cuanto a las visitas de los familiares se observa que, estas son, a
diario, salvo los fines de semana cuando los niños y/o adolescentes se
retiran a sus respectivos hogares, para compartir con su familia de origen.
Se destaca de igual modo el hecho de que existe contacto permanente
entre la familia de origen y la directiva de la entidad, y que incluso cada
niño y/ o adolescente es asistido por su progenitor en las reuniones
escolares y citas médicas, de lo cual están obligados a llevar constancia a
la entidad de atención, como una forma de seguimiento, lo que estimula el
contacto y la participación de la familia de origen con éstos.
Por todo lo antes expuesto, esta Dirección estima que el programa que se
ejecuta en dicha entidad enmarca dentro de lo exigido por la norma legal, y
por ende el mismo beneficia a una gran población de niños y/o
adolescentes que, aun cuando cuentan con su familia de origen, la misma,
dadas sus carencias económicas, no puede brindarle la educación y apoyo
999
necesario para el fortalecimiento de su educación escolar, así como en lo
que respecta a la parte de alimentación y atención en general.
Se le enfatiza el hecho que, dentro de cada una de las visitas que efectúa
el representante fiscal a dicha entidad, es menester que el mismo procure
el diálogo con los niños y/o adolescentes, a fin de detectar cualquier
situación que estos quieran manifestar y que les inquiete en cuanto a su
rendimiento diario o sus relaciones intra familiares, a objeto de lograr la
búsqueda de la solución más idónea a cada caso en concreto que se
pudiese presentar…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:126-a

DESC ADOLESCENTES
DESC ALIMENTOS
DESC ASISTENCIA SOCIAL MEDICA
DESC EDUCACION
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1487-1488.

1000
372
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-869-2004 FECHA:20040310
TITL Correcto vaciado del resumen mensual de actuaciones.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio N°


AMAZ-F5-150 de fecha 10-2-2004, mediante el cual remitió adjunto, los
controles estadísticos de las materias que tiene asignadas
correspondientes al mes de enero de 2004.
De la lectura de las estadísticas en el sistema penal de responsabilidad del
adolescente, se pudo evidenciar que a pesar de haberle ingresado 7 casos
y tener pendientes para la fecha, 192, no realizó ningún acto de
investigación.
Igualmente, interesa conocer a esta Dirección, en qué consistieron los 13
casos derivados a otros organismos, reflejados en el rubro de Otros
Asuntos. En el mismo sentido indicó que concluyó 2 casos, pero sólo se
especificó un sobreseimiento, sin poder determinar el otro asunto
terminado.
En las Observaciones señaló que efectúo un acto conciliatorio, se
desconoce si se trató de aquellos a que se contrae el artículo 564 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, caso en el
cual ha debido incluirlo en el particular 5.1 del Total de Fórmulas de
Solución Anticipada, o en su defecto si se trató de un caso de violencia
intrafamiliar, al efecto le participo que existen estadísticos específicos para
reflejar las actuaciones en dicha materia, que pueden ser requeridos al
fiscal superior o a esta Dirección.
En cuanto al control referido a la materia penal ordinario, le significo que
igualmente en Otros Asuntos, indicó 8 casos concluidos, pero la sumatoria
de los sobreseimientos arroja la cantidad de 4.
Por último se le faculta a esa representación del Ministerio Público, a
incluir en los citados estadísticos el rubro de Total de Audiencias Diferidas
(por causas imputables al fiscal y por causas no imputables al fiscal), luego
de las nulidades, al igual que en la materia penal especial, puesto que por
error en el envío, muchos de dichos controles carecen del mismo y es un
dato a destacar dentro de las actividades de los fiscales del Ministerio
Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:564

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC RESUMEN DE ACTUACIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1488-1489.

1001
373
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-1057-2004 FECHA:20040325
TITL Necesidad de creación de otro Tribunal de Juicio cuando se
cuenta con un solo juez en el circuito.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted en la oportunidad de manifestarle, que se ha tenido


conocimiento a través de la Fiscal 6° del Ministerio Público del Segundo
Circuito de esa entidad federal, sobre la remisión de cuatro (4) causas
seguidas por la misma, al órgano jurisdiccional del Primer Circuito de esa
Circunscripción Judicial, por la inhibición de la juez de juicio, en virtud de la
orden de celebración de un nuevo juicio en uno de los casos y por haber
intervenido como juez de control en los demás.
Con relación al asunto, le significo que a pesar de que la precitada
representante del Ministerio Público no está incursa en causales de
inhibición, no es menos cierto que los procesos fueron derivados a otro
Circuito, siendo que la designación del cargo corresponde al Segundo
Circuito, motivo por el cual, salvo con comisión expresa para ello, no
puede continuar interviniendo en los mencionados casos.
Ahora bien, dado los graves problemas que acarrea la remisión de las
citadas causas, no sólo para el Ministerio Público que aunque cuenta con
un representante en la localidad, el mismo no conoce de los procesos, sino
para las víctimas, testigos o expertos, que muchas veces no pueden
comparecer o trasladarse por falta de recursos o de tiempo, lo cual deriva
en impunidad.
Por lo antes expuesto, considero prudente que toda vez que dicho Circuito
sólo cuenta con un juez de juicio, lo que trae como consecuencia que al
ser rotado o se anule un proceso se produzcan las inhibiciones
respectivas, se oficie lo conducente al juez rector, a los fines de gestionar
lo conducente ante la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, para que sea
creado otro tribunal o que se pueda convocar al suplente respectivo…”.

DESC DIRECCION EJECUTIVA DE LA MAGISTRATURA


DESC INHIBICION
DESC TRIBUNALES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1489-1490.

1002
374
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-12-0-4913-2004 FECHA:20041105
TITL Carencia de contenido por parte de un Fiscal del Ministerio
Público al rendir un informe de su actuación al Fiscal General
de la República.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su oficio vía fax


N° 13-F-16-2016, sin fecha, a través del cual le informa al ciudadano Fiscal
General de la República, la investigación seguida al ciudadano I.S., donde
aparecen como víctimas O.K.C. y Y.G.V.

Leído el contenido del mismo, paso a realizarse las siguientes


observaciones:

Dicho informe no reúne los requisitos que debería tener una comunicación
dirigida al ciudadano Fiscal General de la Republica, toda vez que sólo se
limitó a enunciar experticias y entrevistas, que nada aportan al receptor al
momento de leer su contenido.
Le recuerdo que usted como representante del Ministerio Público, debe ser
acucioso al realizar minutas informativas para el Fiscal General de la
República y los superiores que se las requieran.
Los informes deben contener una síntesis de cuál es el hecho que se
investiga y los antecedentes más relevantes del mismo. Asimismo, debe
indicar en forma resumida el resultado de las experticias y entrevistas
realizadas que hayan arrojado significativos elementos de convicción a la
investigación.
Finalmente es su obligación dejar constancia, de la etapa en la cual se
encuentra el proceso, y las diligencias o estrategias trazadas para lograr el
esclarecimiento del hecho…”.

DESC DOCUMENTACION
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INFORMES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1490.

1003
375
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-11-0-2446-2004 FECHA:20040706
TITL Vaciado del resumen mensual de actuaciones.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su Oficio N° MER-F15-


2004-129 de fecha 4-6-2004, relacionado con el Resumen Mensual de
Actuaciones correspondiente al mes de mayo de 2004.
Como alcance a nuestra Comunicación N° DPIF-11-0-2128-2004 en la que
se le formularon varias observaciones respecto al estadístico del mes de
Abril del año en curso; es por lo que este Despacho le ratifica su contenido
ya que se evidencia que incurrió en los mismos errores.
Igualmente, interesa conocer a la Dirección su intervención en el motín
presentado en el Instituto Nacional del Menor /INAM/, seccional Mérida, en
el cual se requirió su presencia.
Asimismo se le requiere informe de sus actuaciones en:
Las dos (2) visitas realizadas al INAM, a solicitud de la Defensoría N° 14
(anexar solicitud recibida de la Defensoría).
Copia de las trece (13) diligencias estampadas en el Tribunal de
Protección, asistiendo a trece (13) personas.
Ahora bien, analizado el resumen mensual se observa lo siguiente:
Primero: En el punto 60, relativo a Divorcio y Separaciones de Cuerpos
Contenciosa, usted refleja seis (6) notificaciones de los órganos
jurisdiccionales (ver punto 61) y en el punto (62) aparece como si esa
representación del Misterio Público no presenció ningún acto conciliatorio,
ni contestaciones de demandas, etc.
Sin embargo en la planilla titulada ´Actuaciones en Juicios de Divorcio´
reporta: en el Expediente N° 9194 un primer acto conciliatorio el día 17-5-
2004; una evacuación de pruebas el 18-5-2004 (Expediente N° 4274); otra
evacuación de pruebas el 25-5-2004 (Expediente N° 6790); un segundo
acto conciliatorio el 31-5-2004 (Expediente N° 6157) el cual quedó
extinguido.
Ante tales cifras se evidencia que el Despacho a su cargo no revisó
exhaustivamente el contenido del mismo; por lo que se le insta a esmerar
su atención en su elaboración y remitir las cifras correctas, relacionando la
información del Resumen con las planillas que lo complementan.
Por otra parte deberá indicar la razón por la cual reportó como actuación la
contenida en los Expedientes N° 4274, donde informa sin fecha, que el
acto de evacuación de pruebas fue diferido por falta de comparecencia de
las partes y el Expediente N° 7135, el cual no tuvo ninguna actuación
correspondiente al mes de mayo; sin embargo lo reportó en la planilla
como actuaciones en juicios de divorcio.
En cuanto al Expediente N° 6790, el cual tuvo el acto de la contestación de
la demanda el 29-8-2003, se le agradece indicar por qué el acto de
evacuación de pruebas se celebró el 25-5-2004, es decir casi un año
después.
Finalmente, en cuanto al punto 63, correspondiente a los divorcios de
acuerdo al procedimiento del artículo 185-A del Código Civil, usted reporta
1004
un total de (42) de los cuales 35 corresponden a las notificaciones de los
órganos jurisdiccionales (punto 64); y siete (7) a las opiniones emitidas.
Sin embargo, analizada la planilla titulada ´Actuaciones en Procedimientos
conforme al artículo 185-A del Código Civil´ sólo reporta dos (2)
actuaciones correspondientes a los Expedientes N° 9223 y N° 9450, aún
así, ninguna de esas dos actuaciones son inherentes al Ministerio Público,
ya que la ratificación del divorcio conforme a este artículo corresponde
únicamente a las partes; por lo que en lo sucesivo deberá abstenerse de
que situaciones como las aquí presentadas se reporten.
Por lo expuesto, deberá remitir copia fotostática de las siete (7) opiniones
que emitió y que no fueron indicadas en el estadístico…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CC art:185-A

DESC ESTADISITICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC RESUMEN DE ACTUACIONES

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1490-1492.

1005
376
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2623-04 FECHA:20040708
TITL Actuación del personal administrativo de los despachos
fiscales en los actos conciliatorios.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a sus oficios signados


con los números F-108-336-2004 y F-108-358-2004 de fechas 10 de junio
y 17 de junio de 2004, mediante los cuales nos remitió información acerca
del caso de la niña A.Y.R.C., de 3 años de edad.
De la revisión efectuada al contenido de la aludida comunicación, se pudo
evidenciar que cuando compareció el padre de la prenombrada niña,
ciudadano M.A.R.R. ante esa fiscalía, les manifestó que ante el Consejo
de Protección se había acordado un régimen de visitas, el cual la madre no
estaba cumpliendo, esa representante del Ministerio Público, debió haber
oficiado al mismo, o en su defecto solicitarle a las partes mayor
información al respecto, a fin de conocer con profundidad sobre las
actuaciones realizadas.
Asimismo, manifiesta usted, que en audiencia sostenida en presencia de la
funcionaria Y.Q., secretaria de ese Despacho, ambos progenitores
acordaron fijar un monto por obligación alimentaria y un régimen de visitas.
En este sentido le indico, que en el Despacho a su cargo, tanto el personal
obrero como el administrativo, deben abstenerse de sostener entrevistas o
reuniones y mucho menos ordenar levantar acuerdos con las partes, ya
que el personal profesional (abogados) son los facultados para
entrevistarse con las partes interesadas a los fines de orientarlos
legalmente y ordenar la suscripción del Acta que será revisada y firmada
por la fiscal principal de la fiscalía, lo cual hace que la prestación del
servicio por parte del Ministerio Público, sea eficaz y segura.
Igualmente, cuando el progenitor consignó copias de las planillas de
depósitos de la manutención de su hija, es de sospechar que si los
progenitores no han tenido un acuerdo verbal entre ellos, pues debieron
acordar el monto de lo depositado en la cuenta de ahorros ante algún
organismo; por lo que es su obligación asegurarse en donde se hizo, para
evitar futuros errores, como el sucedido en este caso.
Así pues, en este asunto en particular, era necesario haber referido a los
progenitores ante la Defensoría de El Junquito, donde se habían suscrito
acuerdos por la obligación alimentaria y por el régimen de visitas y los
mismos fueron homologados por el tribunal de protección, por lo que
tienen fuerza ejecutoria, y no limitarse en ningún momento a suscribir
nuevas actas, donde se rebaja el monto de la mencionada obligación, lo
cual hizo que ese Despacho lejos de proteger el interés superior de la niña,
por el contrario, actuó en contra de ese interés, a pesar de que los padres
así convinieron, existiendo de por medio un acuerdo homologado con
pocos meses de antelación…”.

DESC ABOGADOS
DESC CONCILIACIÓN
1006
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC FUNCIONARIOS DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC PENSION ALIMENTARIA
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC REGIMEN DE VISITAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1492-1493.

1007
377
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-4160-2004 FECHA:20040929
TITL Trámite para la supresión de una de las partidas de nacimiento
de una niña presentada dos veces.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su comunicación Nº


378, mediante la cual nos remite la solicitud de nulidad de acta de
nacimiento que se desprendió del procedimiento Judicial de Protección
que se sigue a favor de la niña A.A.L.M., puesto que la prenombrada niña
fue inscrita dos veces ante el Registro Civil de Nacimiento, la primera ante
la Primera Autoridad Civil del Municipio Autónomo Guaicaipuro del Estado
Miranda, en fecha 22 de abril de 1996, y la segunda ante la Primera
Autoridad Civil de la Parroquia San Juan, Municipio Libertador, en fecha 4
de junio de 1997.
Por cuanto, esa representación fiscal considera que dicha acción debe ser
del conocimiento de un fiscal con competencia en materia Civil,
Instituciones Familiares y Protección de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, en virtud de que la segunda acta de nacimiento
que se pretende atacar fue inscrita ante el registro de nacimiento de la
Primera Autoridad Civil de la Parroquia San Juan, Municipio Libertador, al
respecto este Despacho señala:
Establece el artículo 177 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente lo siguiente:
´l Juez designado por el Presidente de la Sala de Juicio, según su
organización interna, conocerá en primer grado de las siguientes materias:
Parágrafo Cuarto: Otros asuntos: (…) f) Inserción, rectificación o supresión
de partidas relativas al estado civil de niños y adolescente...´.
Por su parte el artículo 453 eiusdem, contempla:
´El juez competente para los casos previstos en el artículo 177 de esta Ley
será el de la residencia del niño o adolescente,… ´.
Asimismo, el artículo 33 del Código Civil instituye que si el menor está bajo
la guarda de uno de los padres, el domicilio de este progenitor determinará
el del menor.
Ahora bien, en el caso que nos ocupa la niña A.A. tiene su lugar de
residencia en los Teques, razón por la cual, en aplicación de las normas
antes descritas dicha supresión de partida de nacimiento debe ser
ventilada y decidida por ante el Tribunal de Protección de la
Circunscripción Judicial del Estado Miranda con sede en Los Teques.
Por último, le anexo copia de la decisión Nº 076, Expediente Nº 03-917,
emanada de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia,
de fecha 29 de enero de 2004, con ponencia del Magistrado A.R.V.C., en
la cual se fija un nuevo criterio con relación a la regulación de competencia
en materia de Registro Civil de Niños y Adolescentes…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:177
LOPNA art:453
1008
CC art:33
STSJSCS 29-01-2004

DESC COMPETENCIA JUDICIAL


DESC NACIMIENTO
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC PARTIDA DE NACIMIENTO
DESC REGISTRO CIVIL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1493-1494.

1009
378
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-11-O-4164-2004 FECHA:20040930
TITL Revisión de régimen de visitas.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme al caso planteado por el


ciudadano W. A., signado con las siglas A-16-00.
En consecuencia, paso a continuación a citarle algunas situaciones que
causan gran preocupación respecto a su intervención como garante del
proceso, muy especialmente las contenidas en el Expediente N° C-17.805
por Revisión del Régimen de Visitas incoado por el ciudadano antes
mencionado a favor de su hija D.A.P.
En tal sentido, la última información suministrada por usted en relación a la
solicitud de Régimen de Visitas, Expediente N° 3779, el cual cursa ante la
Sala de Juicio N° 4, es de fecha 30-7-2004 según Oficio N° CAR-F21-
CSPNAF-352; en el que indica que en el expediente contentivo del
Régimen de Visitas, por auto de fecha 13-7-2004, la juez analizó el caso
en base a la diligencia que consignó esa fiscalía a su cargo en fecha 7-6-
2004, y en lo que respecta al Expediente N° C-17.805 por Revisión del
Régimen de Visitas, el mismo se encuentra en igual estado, es decir en
fase de citación de la progenitora.
Sin embargo, considero oportuno señalarle, que en fecha 19-8-2004, la
Abg. G.A., adscrita a esta Dirección efectuó llamada telefónica a esa
fiscalía, siendo atendida por la Fiscal Auxiliar, Abg. K.T., quien informó que
el estado en que se encuentra la solicitud de Revisión de Régimen de
Visitas, es en fase de citación por cartel; en virtud de que fue agotada la
citación personal de la ciudadana M.I.P., madre de la niña D.A.
Ahora bien, en fecha 28-9-2004 comparece el ciudadano W.A., siendo
atendido por mi persona, quien entre otras cosas, informó de ciertos actos
que se han producido en el expediente por Revisión del Régimen de
Visitas, Expediente N° 17.805, los cuales son desconocidos por este
Despacho, toda vez que los mismos nunca fueron informadas por usted.
Es así como el Sr. A. nos presentó, copia fotostática de una diligencia de
fecha 23-3-2004 suscrita por el Alguacil de la Sala N° 4, quien expone que
el 17-3-2004 siendo las 5:05 p.m., se trasladó a la dirección indicada en la
boleta, con el fin de practicar la citación de la ciudadana M.I.P., y en
consecuencia consignó la misma sin firmar, ya que se trasladó en varias
oportunidades no logrando localizarla.
Igualmente, presentó diligencia de fecha 21 de abril del año en curso,
suscrita por su apoderada, quien solicitó al Tribunal de Protección del Niño
y del Adolescente, se sirva librar Cartel de Citación a los fines legales
consiguientes.
Ahora bien, cabe preguntar si el tribunal acordó dicha solicitud; si
efectivamente se libró el cartel de citación; o si por el contrario se produjo
alguna otra actuación en el expediente en relación a dicha citación, la cual
se desconoce.
La presente observación obedece, ya que el prenombrado ciudadano
también consignó en esta Dirección, copia fotostática de una diligencia de
1010
fecha 6-9-2004, Expediente N° 17.805, en la cual el Alguacil de la Sala N°
2 deja constancia que en esa misma fecha siendo las 12:10 p.m., se
trasladó a los ´pasillos del Palacio´, con el fin de practicar la citación de la
ciudadana M. P., y en consecuencia consignó boleta de citación sin firmar
ya que la misma se negó a hacerlo.
Es por ello que se estima nos aclare la presente situación; ya que se
observan varias irregularidades en lo que respecta a la citación de la
madre de la niña; las cuales presuntamente no fueron objetadas por usted
como garante del proceso, ni reportadas a este Despacho en sus
comunicaciones. Entre las irregularidades se encuentra el hecho de que
agotada la citación personal, se procede a la citación por carteles y luego
sin explicación alguna, el tribunal ordena nuevamente la citación personal.
Igualmente, consta diligencia de fecha 16-9-2004 suscrita por la Abg. I.H.
mediante la cual renuncia al poder que le confiriera su representado W.A.
Asimismo, se observa con gran preocupación, un auto de fecha 2-2-2004
en el que la Juez de Protección, Sala de Juicio N° 1, Expediente N°
17.805, admite la solicitud de Régimen de Visitas; cuando lo cierto es que
se trata de una solicitud de ´Revisión de Régimen de Visitas´; error éste
que se repite en las notificaciones siguientes de la misma fecha dirigidas a
la madre de la niña, M.I.P. y a esa representación del Ministerio Público a
su cargo; sin que hasta la fecha conste en las Actas que integran dicho
expediente, observación alguna por parte de la Vindicta Pública que le
aclarase a la juez que se trataba de una ´Revisión´ y no de un ´Régimen
de Visitas´ (el cual ya cursa ante la Sala N° 4, Expediente N° 3779), lo que
evidencia de su parte una falta de supervisión y seguimiento de las causas
que se ventilan en el tribunal.
Ahora bien, el elemento más grave en la tramitación dada al caso del
señor W.A., es lo atinente a la recusación de la que fue objeto la juez de la
causa ciudadana F.T. (Juez Unipersonal de la Sala de Juicio N° 2 del
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción
Judicial del Estado Carabobo, por parte de la ciudadana M.P., cuando ella
siendo Juez de la Sala N° 4 del mencionado tribunal conociera de la
fijación del régimen de visitas; razón ésta por la que la causa se encuentra
paralizada, ya que se tiene conocimiento por copias fotostáticas
presentadas por el Sr. W.A., que la Juez F.T. mediante Oficio N° 2835 del
5-5-2004 requirió al Juez de la Sala N° 4, su colaboración en el sentido de
que se sirva informar a ese Despacho a su cargo, el resultado de la
recusación realizada por la ciudadana M.P.
Interesa conocer a este Despacho cada una de sus actuaciones respecto a
la falta de celeridad procesal en el expediente que nos ocupa y muy
especialmente su intervención respecto a la recusación y paralización de la
causa hasta tanto se reciban por parte del juez de la Sala N° 4 los
resultados de dicha recusación.
Como garante del debido proceso y en aras de contribuir con la celeridad
del mismo, el Ministerio Público cumple una especial función, y en este
sentido se espera que esa representación a su cargo se haya pronunciado
en relación a ello; para lo cual de ser afirmativa su respuesta; se le estima
remitir copia fotostática de su actuación.
Por todo lo expuesto, se le recuerda la importante misión que tiene el fiscal
del Ministerio Público Especializado en Materia de Protección, como
garante no sólo de los derechos inherentes a los niños y adolescentes que
así lo requieran; sino también de la fiscalización y vigilancia que del
proceso deben mantener periódicamente; ejerciendo los recursos e

1011
interviniendo activamente en el mismo, a objeto de evitar la trasgresión de
normas de orden público; independientemente de que en dichas causas
las partes se encuentren representadas por abogado particular.
En espera de que tenga a bien considerar la presente comunicación y en
la seguridad que responderá oportunamente a nuestros requerimientos,
todo lo cual redundará en beneficio del Despacho a su cargo, queda de
usted…”.

DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO


DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC REGIMEN DE VISITAS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1494-1496.

1012
379
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-O-4829-2004 FECHA:22041102
TITL Nulidad de partida nacimiento, estando pendiente una
prejudicialidad penal.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio N°15F


(…)-514-2004-010284 de fecha 11 de octubre de 2004, mediante el cual
informó sobre el caso del niño F.M.
Ahora bien, señala usted en el mencionado oficio que en fecha 18-9-2000,
solicitó la colaboración del Jefe Civil de la Prefectura del Municipio
Acevedo, a objeto de que el niño F.M.B., fuese inscrito en el Registro Civil
de Nacimientos.
En tal sentido, le observa esta Dirección, que de acuerdo con las
circunstancias que rodean el presente caso, donde el niño F.M.B., fue
inscrito en el Registro Civil de Nacimientos, bajo un falso supuesto, como
lo es, que las personas que aparecen señaladas en la partida de
nacimiento como sus progenitores, realmente no lo son, por lo que existe
una averiguación penal ante la Fiscalía (…) del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Miranda; el Despacho a su cargo, no
debió por ningún motivo hacer solicitud alguna al mencionado funcionario,
toda vez que aquí lo procedente es la nulidad de la actual partida de
nacimiento del niño, una vez resuelto todo lo relativo a la averiguación
penal, es decir, que bien como usted lo señala existe una prejudicialidad
penal a la posible causa civil de nulidad de partida de nacimiento, que si
fuere el caso, deberá intentar esa representación del Ministerio Público.
Por lo que, en lo sucesivo, y al tener el Despacho a su cargo conocimiento
de casos similares al presente, absténgase de actuar como antes se indicó
y sírvase tomar nota de la presente observación…”.

DESC FALSEDAD
DESC NACIMIENTO
DESC NULIDAD
DESC PARTIDA DE NACIMIENTO
DESC REGISTRO CIVIL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1497.

1013
380
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-5647-2004 FECHA:20041216
TITL No procedencia del requerimiento que le hiciera un particular
con relación a la posible acción de inquisición de paternidad,
donde lo que cabría es efectuar un reconocimiento voluntario.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su comunicación


Nº F-(…)-541-2004 de fecha 13 de diciembre del año en curso, en la cual
informa sobre el caso relacionado a la niña K.P., de 6 meses de nacida,
hija de la adolescente L.P., de 16 años de edad.
A tal efecto observa con preocupación esta Dirección la tramitación dada a
la causa in comento, por cuanto, como usted misma lo indica en su oficio,
quien acude inicialmente a esa fiscalía a su cargo, es el ciudadano
J.C.Q.S., alegando ser el progenitor de la pequeña ya mencionada a la
que deseaba reconocer como su hija, por lo que, esa fiscalía procedió a
citar varias veces a la adolescente, a fin de conciliar en la causa de
´Inquisición de Paternidad´. Indicando por último que dicha representación
fiscal se encuentra realizando escrito que sería consignado ante el tribunal
de protección respectivo.
A tal efecto, el artículo 227 del Código Civil de Venezuela establece lo
relativo al establecimiento judicial de filiación indicando que en vida del hijo
y durante su minoridad la acción podrá ser intentada, si no lo hiciera su
representante legal, por el Ministerio Público, por los organismos públicos
encargados de la protección del menor, por el progenitor respecto del cual
la filiación este establecida y por los ascendientes de éste, infiriéndose así,
que aquel que se atribuye la paternidad no tiene cualidad para solicitarla
por la vía judicial.
En relación a ello, el artículo 217 y siguientes del Código mencionado, nos
habla del reconocimiento voluntario y en ese orden de ideas el artículo 221
indica ´El reconocimiento es declarativo de filiación y no puede revocarse,
pero podrá impugnarse por el hijo y por quien quiera que tenga interés
legítimo en ello´.
Señala así en su comentario sobre el particular Emilio Calvo Baca, en el
´Código Civil Venezolano, de 2002´, que existen dos acciones que inciden
sobre la paternidad, una, la que corresponde al padre y tiene por objeto
desvirtuar la presunción de paternidad, refiriéndose a la impugnación de
paternidad, la otra que corresponde al hijo y que tiene por objeto hacer que
el padre le reconozca su condición de tal, la cual va referida a la
inquisición de paternidad.
Por todo lo antes expuesto se puede determinar que no es procedente la
solicitud formulada por el ciudadano J.C.Q.S., ya que este podría, por ser
un acto voluntario, haber reconocido directamente a la niña por ante la
autoridad competente, ante quien sólo se requiere de la manifestación de
voluntad de éste. No operando en este caso de ningún modo la inquisición
de paternidad, por no tener éste cualidad en juicio…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


1014
CC art:217
CC art:221
CC art:227

DESC ADOLESCENTES
DESC CONCILIACION
DESC FILIACIÓN
DESC INQUISICIÓN DE PATERNIDAD
DESC NIÑOS
DESC RECONOCIMIENTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1497-1498.

1015
381
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-O-8-5328-2004 FECHA:20041129
TITL No es oportuno solicitar aclaratoria a la decisión que dirimió el
conflicto de competencia con ocasión al cumplimiento de
sanciones de un adolescente, por cuanto el servicio militar no
es sanción ni el Fuerte es una entidad de atención.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Oficio Nº FMP-


(…)-AMC-363-04 de fecha 28 de octubre del presente año, mediante el
cual comunica que el día 14 de octubre, la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Dr. Julio Elías Mayaudón,
dictó decisión, dirimiendo el conflicto de competencia de no conocer, con
ocasión al cumplimiento de las sanciones impuestas a los adolescentes
J.J.M. y O.C.B.T.
Ahora bien, en cuanto a la solicitud de aclaratoria que usted propone, le
significo por una parte, que la misma sería en este momento
extemporánea y por otra parte, la Sala de Casación Penal, conoció el
asunto para dirimir el conflicto de competencia de no conocer, lo cual es un
problema entre órganos jurisdiccionales, por ello considero que no es la
oportunidad ni el recurso para aclarar el cumplimiento del servicio militar
como sanción, ni si el Fuerte en cuestión es o no una entidad de atención.
Con base a lo antes expuesto, le estimo mantenerse atenta en causas
semejantes, a los fines de intentar las acciones a que hubiera lugar, para
dilucidar el problema planteado ante la Corte Superior respectiva o ante el
Tribunal Supremo de Justicia si fuere necesario…”.

DESC ADOLESCENTES
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC SERVICIO MILITAR

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1498-1499.

1016
382
TDOC Oficio Circular
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio PúblicO FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-1-0-C-898-2004 FECHA:20040412
TITL Visitas de inspección a Entidades de Atención y Defensorías del
Niño y del Adolescente.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de ratificarle el contenido de las


Circulares números DPIF-1-C-2770-2000, DPIF-15-C-1660-2001 y DPIF-3-
C-1873-2002 de fechas 12-9-2000, 10-5-2001 y 16-6-2002,
respectivamente, mediante las cuales esta Dirección le instruyó sobre la
práctica de las visitas de inspección a entidades de atención y Defensorías
del Niño y del Adolescente, de acuerdo con la obligación que al respecto
tiene el Ministerio Público en los artículos 170 literal e, 199 y 212 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
En tal sentido, le comunico que de la revisión de los informes de las visitas
de inspección a las entidades de atención, esta Dirección ha podido
determinar situaciones específicas que en detalle no son abordadas por
los fiscales especializados, al momento de practicar las mencionadas
inspecciones, tales como:
No se señala la fecha de la inspección, ni identifican con exactitud el
nombre de la entidad de atención, su ubicación geográfica ni su número
telefónico.
No se indica el responsable de la entidad de atención ni el personal
adscrito a la misma. Muchas veces el listado de este personal está
desactualizado y en aquellas entidades donde éste es insuficiente no
realizan gestión al respecto, tendente a poner en conocimiento de dicha
situación al órgano administrativo que corresponda.
Muchas entidades de atención no se encuentran registradas ante el
órgano administrativo respectivo, ni tampoco están inscritos los programas
que ejecutan, lo cual es una información repetida mes a mes por los
fiscales especializados que realizan las inspecciones, sin que igualmente
exista una actuación por parte del representante del Ministerio Público
para que cese esta situación, haciendo del conocimiento de la misma al
órgano respectivo.
Es importante recordarle que de conformidad con el contenido del artículo
186 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, las
entidades de atención que no tengan el carácter público, sólo pueden
funcionar después de haber obtenido su registro ante el Consejo Municipal
de Derechos donde la entidad de atención tenga su domicilio principal y
corresponde al Ministerio Público determinar si se está dando
cumplimiento o no a esta norma.
Al efectuar la visita de inspección no se verifica si efectivamente la entidad
de atención está llevando a cabo una adecuada ejecución del programa
que presta.
Una vez que se determina que las condiciones físicas (infraestructura y
estado de conservación) del local donde funciona la entidad de atención no
son la más adecuadas para albergar allí a niños y/o adolescentes, esta
situación no se hace del conocimiento del ente administrativo respectivo,
1017
por escrito, a los fines de que esta problemática sea resuelta.
Si se verifica que las condiciones físicas de los niños y/o adolescentes son
de enfermedad o tienen alguna lesión, deben gestionar lo conducente a los
fines de que se le practique un reconocimiento médico o sea trasladado a
un centro hospitalario y si fuere necesario se ordene la práctica de un
examen médico forense, cuando se esté en presencia de la comisión de
un hecho punible y una vez obtenidos los resultados del mismo remitirlos
al fiscal superior a los fines de su distribución al fiscal del Ministerio Público
competente.
Al determinar que las necesidades básicas, de los niños y/o adolescentes,
tales como, salud, educación, alimentación, vestido y recreación, no están
cubiertas, gestionar por escrito las diligencias que considere necesarias
ante el órgano que corresponda, a los fines de la solución de este
problema.
Se debe verificar la procedencia de la provisión de los fondos para el
efectivo y adecuado funcionamiento de la entidad de atención.
Al informar sobre la situación jurídica de los niños y/o adolescentes, no se
verifica lo siguiente:
Fecha de ingreso del niño, niña o adolescente.
. Medida impuesta (abrigo o colocación en entidad de atención) y el
organismo que la dictó.
Si fue el Tribunal de Protección el que dictó la medida de protección,
indicar quién es el fiscal especializado notificado y el número del
expediente.
. La permanencia de niños, niñas o adolescentes con procedimientos de
adopción y revisar su expediente tanto en la entidad de atención como en
la Sala de Juicio del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente y si
se agotó la vía de la reinserción familiar, a los fines de informar sobre la
irregularidad al fiscal notificado en la causa.
. Que los niños, niñas y adolescentes se encuentren debidamente
documentados; teniendo los responsables de la entidad de atención la
obligación de gestionar la inscripción de ellos en el registro civil de
nacimientos y si fuere el caso la obtención de la cédula de identidad.
Evaluación periódica e individual de cada niño por el equipo técnico.
En cuanto a este punto le indico, que además de enviar el listado de los
niños y adolescentes, no debe limitarse sólo a esta actividad, en virtud de
que muchas veces dichos listados están desactualizados, no señalan la
medida de protección dictada y faltan muchos datos que el fiscal
especializado al revisarlas debe darse cuenta de los pocos datos que
estas planillas aportan haciéndolo saber a los responsables de las
entidades de atención para que realicen los correctivos a que haya lugar.
Asimismo, le comunico que en estos listados se anotan las fechas en que
son dictadas las medidas de protección de abrigo y se ha observado en los
mismos, que han pasado varios meses y los niños y/o adolescentes
continúan con la misma medida, siendo que de conformidad con el artículo
127 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, esta
es una medida provisional y excepcional cuyo plazo máximo para ser
cumplida es de treinta (30) días; vencido dicho lapso el Consejo de
Protección del Niño y del Adolescente que la dictó debe dar aviso al juez
competente, a objeto de que éste resuelva lo conducente, de todo lo cual
debe estar vigilante el Ministerio Público, una vez que se practique la
inspección, debiendo gestionar lo necesario para que el contenido de la
norma mencionada se cumpla.
1018
En los listados de niños y/o adolescentes muchas veces aparecen como
motivo del ingreso a la entidad de atención ´Situación de Peligro´,
´Situación de Abandono´, figuras jurídicas que estaban reguladas en la Ley
Tutelar de Menores, así también se señalan una diversidad de asuntos
como medidas de protección no previstas en la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, lo cual debe ser verificado por el
fiscal especializado antes de enviar el listado a este Despacho, y hacer las
correspondientes observaciones a los responsables de la entidad de
atención.
. De igual modo se observa que en muchos casos los niños y/o
adolescentes tienen medidas dictadas por los suprimidos Tribunales de
Menores, por lo que éstos se encuentran bajo una situación jurídica no
acorde a las disposiciones previstas en la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente. De presentarse esta situación se debe solicitar
la actualización de dichas medidas ante las Salas de Juicio del Tribunal de
Protección del Niño y del Adolescente, donde recayó la causa por
distribución que hubiera ingresado durante la vigencia de la Ley Tutelar de
Menores.
Cuando se producen egresos de niños y/o adolescentes no se indica la
fecha del mismo. Igual ocurre si ha habido algún traslado de una entidad
de atención a otra.
No se especifica si se efectuó un recorrido por las instalaciones de la
entidad de atención.
. En cuanto al oír al niño y/o adolescente que lo solicite, muchas veces se
expresan en los informes que éstos no hicieron ninguna solicitud para ser
oídos. Es importante recordarle que como fiscal especializado en el
Sistema de Protección del Niño, el Adolescente y la Familia, al realizar las
visitas de inspección a las entidades de atención, su actividad no debe
sólo limitarse a esperar a que el niño y/o adolescente le solicite ser oído,
sino que su actuación debe estar dirigida a exhortar a los mismos para que
puedan expresar sus inquietudes y/o satisfacciones en cuanto a su
permanencia en la entidad de atención.
. Al momento de practicar la inspección no se verifica la comisión de
delitos cometidos contra niños y/o adolescentes (Contra las buenas
costumbres y buen orden de las familias, hurto u otra forma de maltrato
infanto-juvenil, etc.).
. De igual manera, cualquier situación que aprecie y que presuma pueda
constituir una irregularidad o constituya la amenaza o violación de algún
derecho debe efectuar la actuación respectiva e informarlo en su reporte.
Es atribución del Ministerio Público inspeccionar las instituciones que
ejecutan medidas y sanciones y en tal sentido, en las mismas además de
verificarse todo lo antes expuesto se deberá determinar lo siguiente:
Los derechos del adolescente durante la ejecución de su medida. Trato
digno y humanitario, lo cual comprende:
Atención a la salud.
Educación.
Alimentación.
Recreación.
Comunicación con sus familiares, salvo prohibición del juez.
Acceso a servicios públicos esenciales.
Separación de adultos condenados.
Acceso a información de los medios de comunicación.
1019
Mantener posesión sobre sus objetos personales.
Que exista un área para procesados y otra para sancionados.
En caso de detección de irregularidades en cuanto al funcionamiento de
una entidad de atención en cumplimiento del programa de ejecución de
sanciones, se debe reportar la irregularidad de la Seccional del Instituto
Nacional del Menor, si aún no se ha efectuado la transferencia de
programas y entidades a los estados y municipios, en caso de haberse
realizado, al Consejo Municipal de Derechos. Si se constata violación de
derechos humanos del adolescente en ejecución de medidas debe
reportarse inmediatamente a la Dirección de Protección Integral de la
Familia a fin de que se giren las instrucciones del caso.
En este sentido, debe realizar las siguientes actuaciones:
. Instar al Consejo Municipal de Derechos que corresponda para que
imponga las medidas contempladas en el artículo 199 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente.
. Intentar las acciones para hacer efectiva la responsabilidad civil o
administrativa de los responsables de la entidad de atención por actos de
acción u omisión que violen derechos colectivos o difusos.
. Hacer del conocimiento del fiscal superior, el caso para que lo distribuya
al fiscal del Ministerio Público competente, a fin de que éste intente las
acciones legales pertinentes para hacer efectiva la responsabilidad penal
de las personas que por acción u omisión, incurran en delitos contra niños
y/o adolescentes o cuando se presuma que éstos últimos hayan cometido
algún delito.
En relación con los informes sobre las inspecciones a las Defensorías del
Niño y del Adolescente se ha podido determinar lo siguiente:
. No se señala la fecha de la inspección, su ubicación geográfica ni su
número de teléfono.
. No están registradas las Defensorías de Niño y Adolescentes ante el
Consejo Municipal de Derechos del Municipio al cual pertenezcan y la
tarjeta de identificación del Defensor de acuerdo con los artículos 202 y
206 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
. No se verifica si cumple con todos los servicios adscritos por la
Defensoría del Niño y del Adolescente.
. El personal con el que cuentan las mismas no es suficiente para prestar
una efectiva y eficaz atención al público que a las mismas comparece.
. Están organizadas administrativamente de manera inadecuada, no llevan
los libros necesarios para tener un mejor control del trabajo efectuado y
para el seguimiento de los casos que son atendidos, no realizan el trámite
respectivo ante el órgano jurisdiccional para la homologación de los
acuerdos que por obligación alimentaria hayan suscrito las partes
interesadas.
Al detectar irregularidades en las Defensorías de Niños y Adolescentes
inspeccionadas deberá dirigir su actuación tal como sigue:
. Instar al Consejo Municipal de Derechos que corresponda para que
imponga las medidas contempladas en el artículo 199 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente.
. Intentar las acciones para hacer efectiva la responsabilidad civil o
administrativa de los Defensores por actos de acción u omisión que
amenacen o violen derechos colectivos o difusos.
. Hacer del conocimiento del fiscal superior, la situación, para que lo
1020
distribuya al fiscal del Ministerio Público competente, a fin de que éste
intente las acciones legales pertinentes para hacer efectiva la
responsabilidad penal del defensor que por acción u omisión, incurra en
delitos contra niños y/o adolescentes.
Es importante señalar que una vez que se finalice cada inspección se debe
leer el acta asentada por el fiscal o el Consejo Municipal de Derechos
correspondiente a la inspección anterior, a fin de verificar si las
sugerencias, recomendaciones u observaciones formuladas en esa
oportunidad fueron tomadas en cuenta por la entidad de atención o por la
Defensoría del Niño y del Adolescente, debiendo posteriormente proceder
a levantar el acta contentiva del resultado de la inspección realizada,
dejando constancia en el libro destinado para ello de haber practicado la
misma y de las irregularidades encontradas lo cual va a permitir al
funcionario que realice la próxima inspección verificar si las mismas fueron
o no tomadas en consideración a los fines de que se ejerzan las acciones
legales a que haya lugar.
Si por algún motivo una entidad de atención o Defensoría del Niño y del
Adolescente deja de prestar sus servicios, previa participación y
autorización del Consejo Municipal de Derechos respectivo, debe
participarlo por escrito a esta Dirección.
Asimismo, se ha podido determinar que en aquéllos estados donde
existen varios fiscales especializados en el Sistema de Protección del
Niño, el Adolescente y la Familia, quienes han elaborado un calendario
donde son asignados para realizar las visitas de inspección a las entidades
de atención y a las Defensorías del Niño y del Adolescente, algunos no
cumplen con su obligación de practicar las visitas, todo lo cual ha podido
ser constatado por esta Dirección.
Igualmente, se le recomienda que si, en la jurisdicción donde funciona el
Despacho a su cargo, existen más de un fiscal especializado y hay varias
entidades de atención y Defensorías de Niños y Adolescentes, deberán
coordinar las visitas y elaborar un calendario de asignación mensual
alternativa para practicar las inspecciones a los fines de que durante un
mismo mes dos o más fiscalías no inspeccionen la misma entidad de
atención o Defensoría del Niño y del Adolescente. Dichos calendarios
deberán ser remitidos con carácter obligatorio a esta Dirección.
Cuando se dirija a la entidad de atención o Defensoría del Niño y del
Adolescente para practicar la visita de inspección que corresponda, y por
alguna circunstancia esta no la pueda realizar, debe nuevamente volver
para practicar efectivamente la indicada inspección.
Finalmente, le comunico que las instrucciones contenidas en este oficio
son de obligatorio cumplimiento, siendo que en caso contrario pudiera
considerarse un acto de indisciplina de conformidad con lo previsto en el
literal e del Parágrafo Único del artículo 117 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público en concordancia con el artículo 90 numeral 2 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, lo que puede traer como consecuencia la
posibilidad de la aplicación de las sanciones previstas en el artículo 118
del mencionado Estatuto y 91 de la referida ley…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:127
LOPNA art:170-e
LOPNA art:199
LOPNA art:202

1021
LOPNA art:206
LOPNA art:212
LOMP art:90-2
EPMP art:91
EPMP art:117
EPMP art:118

DESC ADOLESCENTES
DESC ASISTENCIA SOCIAL MEDICA
DESC CONSEJO DE DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DEFENSORIA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSION
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC REGISTRO CIVIL
DESC RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1500-1506.

1022
383
TDOC Oficio Circular
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público DPIF
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-15-O-C-1585 - FECHA:20040517
2004
TITL Notificaciones efectuadas por el Órgano Jurisdiccional al fiscal
del Ministerio Público.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de comunicarle que esta Dirección a


mi cargo estimó la conveniencia de elevar a la consideración de
Consultoría Jurídica, la viabilidad de que las boletas emanadas de los
órganos jurisdiccionales, con la finalidad de notificar al fiscal del Ministerio
Público Especializado en materias Civil, Instituciones Familiares y
Protección, de las distintas causas en las cuales éste deba conocer, sean
recibidas por las secretarias adscritas a cada dependencia fiscal, en
ausencia del fiscal del Despacho.
En tal sentido la Dirección en referencia en su dictamen se pronunció al
respecto, estableciendo la diferenciación, entre otras cosas, de las figuras
de la citación y de la notificación, indicando al efecto que la primera se
corresponde con una orden emanada de un órgano jurisdiccional que tiene
por finalidad que la parte concurra por ante la sede del tribunal a los fines
de realizar un acto específico, mientras que la segunda consiste sólo en
hacer del conocimiento de alguna de las partes la realización de un acto o
una resolución judicial, por lo cual esta no tienen que ser necesariamente
realizada de manera personal.
En virtud de ello, la Dirección de Consultoría Jurídica en su dictamen
señaló que, no existe impedimento alguno para que las secretarias
adscritas a los diferentes Despachos fiscales reciban las notificaciones
provenientes de los tribunales y procedan a colocar el sello húmedo de la
fiscalía, el día y la hora en que las reciben al igual que su nombre y
apellido de manera legible, quedando de esta manera notificado el
Ministerio Público, evitando así las demoras innecesarias atribuibles a la
espera de que el Fiscal principal firme las mismas.
Cabe resaltar en este punto que no debe argumentarse en contra de este
procedimiento el posible extravío de alguna boleta de notificación que sea
recibida en la representación del Ministerio Público, o el posible olvido por
parte de la secretaria del Despacho de hacer del conocimiento del fiscal
principal o auxiliar las notificaciones judiciales recibidas, pues es un deber
de todo empleado del Ministerio Público cumplir cabal y responsablemente
las tareas que le sean asignadas.
En razón a lo antes señalado, corresponde entonces al fiscal del Ministerio
Público acudir diligentemente al tribunal y constatar que las actuaciones
que conforman las actas del expediente se encuentran ajustadas al
procedimiento establecido para el juicio del cual sea notificado, lo que se
traduce en que no se haya violentado el debido proceso. En caso contrario
deberá hacer las observaciones, oposiciones o ejercer los recursos que
considere necesario a los fines de cumplir cabalmente con las atribuciones
que constitucional y legalmente tienen estable|cidas, tales como garantizar
la celeridad y buena marcha de la administración de justicia así como el
1023
debido proceso…”.

DESC ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA


DESC ADOLESCENTES
DESC CELERIDAD PROCESAL
DESC CITACION
DESC JUSTICIA
DESC NOTIFICACIONES
DESC PROCESOS (DERECHO)

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1506-1507.

1024
384
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales Superiores del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-C-9-0-2961-2004 FECHA:20040720
TITL Pautas para la aplicación de la Ley Orgánica Sobre la Violencia
Contra la Mujer y la Familia.

FRAGMENTO

“A los fines de unificar criterios para la aplicación de la Ley Sobre la Violencia


Contra la Mujer y la Familia y con base en lo dispuesto en el numeral 9 del artículo
17 de la Resolución N° 979 de fecha 15 de diciembre de 2000, he considerado
conveniente dirigirme a usted en la oportunidad de fijar directrices en la materia de
violencia intrafamiliar.
En relación con el asunto, se indican a continuación, las distintas actuaciones que
realizan los fiscales del Ministerio Público en la tramitación de los casos
relacionados con la violencia doméstica:
Como órgano receptor. El Ministerio Público conforme a lo dispuesto en el artículo
32 de la Ley Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, es uno de los órganos
receptores de tales denuncias; lo cual implica que una vez tomada esta, debe
ordenar de inmediato, el examen médico a la víctima y convocar directamente o
por conducto de la policía, al denunciado, para lograr realizar la audiencia
conciliatoria dentro de las treinta y seis (36) horas siguientes al recibo de la
denuncia. Es conveniente resaltar que el fiscal del Ministerio Público debe presidir
el acto de la audiencia de conciliación.
Es importante sugerirle la conveniencia de reunirse con los demás órganos
receptores de tales denuncias, para que cuando reciban las mismas, asuman la
fase administrativa en su totalidad, es decir, ordenen los exámenes médicos
correspondientes, libren las convocatorias al denunciado para comparecer a la
audiencia de conciliación, y advertirles que sólo en los casos en que no se logre
esta o se violen los acuerdos, remitirán las actuaciones al Despacho a su cargo,
para su distribución al fiscal del Ministerio Público competente.
Exámenes médicos. Con respecto a este aspecto conviene aclarar los siguientes
puntos:
 Cuando se denuncie un delito de violencia psicológica, se debe ordenar la
experticia psiquiátrica y psicológica tanto a la víctima como al denunciado.
 Es importante que la orden de dichos exámenes la realice directamente el
fiscal del Ministerio Público si es el receptor de la denuncia, para evitar demoras
en el trámite, que repercutirían en la pérdida de evidencias.
 Cuando no existe médico forense en la localidad, la víctima debe ser
remitida a un centro de salud o al ambulatorio más cercano a su domicilio, para
que le realicen el examen médico de emergencia correspondiente, cuyos
resultados se remitirán posteriormente al médico forense a objeto de que
convalide el mencionado informe.
 En los exámenes médicos realizados por galenos sin acreditación forense,
deben exigirse el número legible de inscripción del que los suscribe en el
Ministerio de Salud, estos al igual que los emanados de clínicas privadas, deben
ser remitidos a la medicatura forense correspondiente, para su convalidación.
 Cuando no sea posible la evaluación psicológica o psiquiátrica en la
medicatura forense o en un centro de salud, debe referirse a la víctima a una
institución pública o privada que tenga dicho servicio y que pueda prestar tal
colaboración. Se recomienda que el Despacho a su cargo posea un listado de
instituciones que cuenten con dichos servicios así como el de defensa a los niños,
adolescentes, la mujer o dedicados a la orientación familiar, para facilitar
protección a las víctimas.
1025
Orden de inicio de la investigación. Conforme a lo dispuesto en el artículo 300 del
Código Orgánico Procesal Penal, el fiscal del Ministerio Público al serle
interpuesta una denuncia por la comisión de un delito de acción pública, está en
la obligación de dictar el inicio de la investigación, lo cual en los casos de violencia
intrafamiliar, no es óbice para actuar con la celeridad que el caso amerita. Lo que
no se debe hacer, es remitir la denuncia respectiva sobre la materia en cuestión,
al cuerpo policial para practicar diligencias de investigación, ya que ello
desnaturalizaría la urgencia que dichos asuntos ameritan así como la atención
inmediata a los mismos.
Los hechos ilícitos vinculados con la violencia doméstica, no requieren en la
mayoría de los casos, de complicadas pesquisas, puesto que gran parte de ellos
se cometen en el propio hogar, sin testigo, salvo los parientes que viven bajo el
mismo techo y los hijos menores de edad, que se convierten también en víctimas
y a los que testificar sobre los hechos les resulta doloroso.
En base a lo anterior, se insiste en que la investigación que se realice la asuma el
propio fiscal del Ministerio Público, la cual debe consistir en recabar los resultados
de los exámenes ordenados, la obtención de declaraciones de personas que
puedan haber sido testigos de ciertos hechos como gritos, llamadas de auxilio o
presénciales, inspecciones oculares en caso de existir en el sitio del suceso
evidencias de interés criminalístico. De allí la importancia de asesorar a la víctima
para que se preserven las evidencias.
Audiencia de conciliación. El artículo 34 de la ley en referencia, establece la
gestión conciliatoria que debe realizarse dentro de las treinta y seis (36) horas
luego de recibida la denuncia, la misma sólo debe realizarse una vez, por el
órgano receptor, es decir, en caso de que el asunto haya sido conocido por una
Prefectura y esta no logró la conciliación, cuando el Ministerio Público reciba las
actas, no debe convocar a una nueva audiencia de conciliación. La misma
también depende de la naturaleza de los hechos, puesto que no en todos los
asuntos se debe promover la conciliación y menos aun cuando la víctima ha
manifestado expresamente en la denuncia, que bajo ningún concepto desea
hacerlo.
Medidas cautelares. Al efecto se debe hacer referencia al contenido de la Circular
N° 00-2003-009 de fecha 21 de julio de 2003 emanada del Despacho del Fiscal
General de la República, en la cual se detalla la situación jurídica del artículo 39
de la Ley Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia. No obstante conviene
resaltar lo siguiente:
Las medidas cautelares deben ser solicitadas obligatoriamente ante el órgano
jurisdiccional, mediante escrito motivado, en el cual se pidan las medidas que se
crean convenientes al caso concreto, invocando prioritariamente las cautelares
previstas en la ley especial, sobre las del Código Orgánico Procesal Penal, puesto
que atienden de manera inmediata y eficaz a la protección del individuo vulnerable
en el núcleo familiar. Igualmente, se debe acompañar el escrito respectivo de los
soportes que sustente la solicitud.
La solicitud de imposición de alguna de las medidas cautelares previstas en la Ley
sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia, por la urgencia que ameritan, no
está sujeta a esperar que termine la investigación, ni a una nueva convocatoria al
denunciado para otra entrevista.
Reincidencia del agresor. Luego de comprobada la reincidencia del agresor, el
representante del Ministerio Público debe solicitar en forma motivada al órgano
jurisdiccional la imposición de medidas cautelares o la revisión de las acordadas,
así como la presentación de la acusación respectiva, con los fundamentos de la
misma que permitan el enjuiciamiento de agresor. En muchos casos es importante
la presencia de la víctima ante el juez en la audiencia respectiva, para que pueda
comprobar el estado de la misma. Corresponderá al órgano jurisdiccional la
ubicación y citación del denunciado, cuya dirección debe ser aportada en el
escrito que se presente.
En los casos de reincidencia, no se debe convocar a las partes para intentar una
nueva audiencia conciliatoria.
Acto conclusivo. Por la brevedad del proceso, el cual se ventila luego de finalizada
1026
la fase administrativa, conforme a lo previsto en el procedimiento abreviado
estipulado en el Título II, Libro Tercero del Código Orgánico Procesal Penal, salvo
en el caso del delito de acto carnal violento, tipificado en el artículo 18 de la Ley
en cuestión; la acusación debe prepararse paralelamente a la presentación del
imputado en flagrancia, si fuera el caso, o a una solicitud de imposición de medida
cautelar, especialmente cuando ha habido reincidencia.
Victimario adolescente. Cuando el denunciado en los hechos de violencia
intrafamiliar sea adolescente, debe aplicarse el procedimiento previsto en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en su Título V, por
prevalecer esta sobre la Ley Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, dado
su carácter orgánico. En este orden de ideas, se debe aplicar la figura de la
conciliación prevista en el artículo 564 y siguientes.
El Despacho a mi cargo ha elevado a la Dirección de Consultoría Jurídica, una
serie de aspectos relacionados con la aplicación de la Ley Sobre la Violencia
Contra la Mujer y la Familia, a los fines de conocer la posición Institucional, cuyos
resultados se harán de su conocimiento, pero en espera de los mismos, se
adelantan las anteriores instrucciones tendientes a orientar las actuaciones de los
fiscales del Ministerio Público…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LVMF art.32
LVMF art:34
LVMF art:564
RSMP Nº 979
15-12-2000
CMP Nº 00-2003-009
21-07-2003

DESC ADOLESCENTES
DESC AUDIENCIAS
DESC CONCILIACION
DESC DENUNCIA
DESC FAMILIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC MEDICINA LEGAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUJER
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1507-1510.

1027
385
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-C-4194-2004 FECHA:20040923
TITL Detención para asegurar la comparecencia a la audiencia
preliminar.

FRAGMENTO

“Con base en opinión emanada de la Dirección de Revisión y Doctrina en


cuanto al alcance del artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, he considerado conveniente conforme a lo
dispuesto en el numeral 9 del artículo 17 de la Resolución N° 979 de fecha
15 de diciembre de 2000, dirigirme a usted en la oportunidad de fijar
directrices sobre la citada medida cautelar, consagrada en el Sistema
Penal de Responsabilidad del Adolescente.
Conviene iniciar el tema, resaltando que en el sistema que nos ocupa,
constituye una garantía fundamental del proceso juvenil, la
excepcionalidad de la privación de libertad, derivada de los postulados de
la Doctrina de la Protección Integral, la cual persigue establecer límites al
poder punitivo del Estado. Dicha excepcionalidad está consagrada en el
artículo 548 de la Ley Especial que establece:
´Salvo la detención en flagrancia, la privación de libertad sólo procede por
orden judicial, en los casos, bajo las condiciones y por los lapsos previstos
en esta Ley. La prisión preventiva es revisable en cualquier tiempo a
solicitud del adolescente´.
Dicha regla está en armonía con lo dispuesto en el mismo sentido, en el
numeral 1 del artículo 44 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, que contempla el principio de la excepcionalidad de la
privación de libertad, al indicar:
´Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una
orden judicial, a menos que sea sorprendido in fraganti…Será juzgada en
libertad, excepto por las razones determinadas por la ley y apreciadas por
el juez o jueza en cada caso´.
En este orden de ideas, siendo el derecho a la libertad un estado inviolable
que sólo puede experimentar limitaciones en el marco de la legalidad,
debiendo por tanto la medida que lo restrinja, observar los criterios
orientadores, a saber: la afirmación de la libertad, la interpretación
restrictiva, la finalidad garantizadora, de aseguramiento o instrumental, la
proporcionalidad, la temporalidad y la provisionalidad, en consecuencia, la
regla general es el derecho del imputado a permanecer en libertad durante
el proceso, con las excepciones que la propia ley contempla.
Las medidas de coerción personal, son aquellas que afectan tanto los
derechos personales del imputado, como los bienes de las personas que
de una u otra manera estén involucradas en un proceso penal.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente consagra
como una de las medidas cautelares aplicables en la fase preparatoria o
de investigación, la detención para asegurar la comparecencia a la
audiencia preliminar prevista en el artículo 559, que establece lo siguiente:
´Identificado el adolescente, el fiscal del Ministerio Público podrá solicitar
su detención para asegurar la comparecencia a la audiencia preliminar. A
1028
tal efecto lo conducirá ante el juez de control dentro de las veinticuatro
horas siguientes a su ubicación y aprehensión. El juez oirá a las partes y
resolverá inmediatamente. Sólo acordará la detención si no hay otra forma
posible de asegurar su omparecencia´.
La Dra. Nelly Mata, en su ponencia sobre las medidas de coerción
personal en el proceso aplicables a los adolescentes en conflicto con la ley
penal, publicada en el libro ´V Jornadas sobre la LOPNA´, páginas 375 y
siguientes, destaca que el artículo en referencia comienza indicando
´identificado el adolescente´, lo cual ha dado lugar a que se interprete
como procedente la detención para identificar al adolescente y luego de
ello, a la aplicación inmediata de la detención para asegurar su
comparecencia a la audiencia preliminar, lo cual no es posible, puesto que
constituiría una violación al principio de la excepcionalidad de la privación
de la libertad o temporalidad de las medidas, ya que excedería del límite
del lapso de 96 horas previsto para presentar la acusación el fiscal.
Dicha detención configura una medida de coerción personal y el proceso
penal exige la adopción de estas, para evitar que se vean frustradas las
exigencias de justicia y que inciden, necesariamente, en la libertad de
movimiento del imputado; la adopción de tales providencias encuentra
legítimo interés en la salvaguarda del sistema persecutorio penal, y en la
necesidad de evitar la posible evasión del imputado de las consecuencias
intrínsecas de una probable decisión condenatoria ulterior. Ahora bien,
como medida de coerción personal, su adopción esta sujeta a los
parámetros y limitaciones que rigen toda medida de aseguramiento
cautelar, por ello y conforme al contenido del artículo 537 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, debe recurrirse
supletoriamente al artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, el
cual regula los supuestos de procedencia de la prisión preventiva,
estableciendo los límites obvios que sujetan a los operarios de justicia para
su respectiva solicitud y acuerdo si fuera el caso.
En fase de investigación, la adopción de la prisión preventiva no se
entiende sujeta a lo dispuesto en el artículo 581 de la ley especial. En
criterio de la Dirección de Revisión y Doctrina, el cual comparte este
Despacho, el artículo 250 del Código Adjetivo, se aplica supletoriamente,
cuando el objeto del pedimento fiscal, suponga la privación de libertad, en
consecuencia, el artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, concebido como remedio procesal a los efectos de
privar preventivamente la libertad del imputado, debe entenderse sujeto a
los parámetros y presupuestos establecidos en el artículo 250 del Código
Orgánico Procesal Penal.
Por ello la privación preventiva de libertad, como medida de coerción
personal, sólo es susceptible de ser solicitada por el fiscal especializado
cuando acredite fundadamente:
a. La existencia de un hecho punible que merezca como sanción la
privación de libertad, siempre y cuando la acción penal no se encuentre
prescrita.
b. Suficientes y motivados elementos de convicción que hagan presumible
la autoría o participación del imputado en los hechos objeto de la
investigación.
c. La presunción consolidada de dos presupuestos alternativos, a saber, el
peligro de fuga y de obstaculización del proceso.
Por tanto como presupuestos de procedencia de la medida cautelar en
comento, se debe hacer referencia al fumus boni iuris y al periculum in

1029
mora. El primero se trata de la indagación que hace el órgano judicial
sobre la posibilidad cualificada, sobre la apariencia cierta, de que el
derecho involucrado por el solicitante de la medida cautelar en la realidad
exista y que en consecuencia, será efectivamente reconocido mediante la
sentencia definitiva. En cuanto al periculum in mora, es el riesgo de que el
retardo natural del proceso pueda neutralizar la acción de justicia, ante la
posible fuga del imputado o la obstaculización, por su parte de la búsqueda
de la verdad.
En materia penal de responsabilidad del adolescente, la privación de
libertad, entendida como medida de aseguramiento cautelar, sólo es
susceptible de ser aplicada cuando se cometiere alguno de los delitos
contemplados en el literal a) del parágrafo segundo del artículo 628 de la
ley especial, a saber: homicidio, salvo el culposo; lesiones gravísimas,
salvo las culposas; violación; robo agravado; secuestro; tráfico de drogas,
en cualquiera de sus modalidades y el robo o hurto de vehículos
automotores.
En consecuencia, cualquier solicitud fiscal que tenga por objeto la
aplicación del artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, necesariamente deberá atender a los límites impuestos
por el artículo 628 ejusdem.
Igualmente la Dra. Nelly Mata, en la ponencia antes citada indica la
procedencia de dicha medida cautelar en dos situaciones:
 Cuando el adolescente haya sido aprehendido en flagrancia y el fiscal
solicite que la causa continúe por el procedimiento ordinario, siempre
que el fiscal precalifique el hecho punible cometido en alguno de los
supuestos del artículo 628 ejusdem.

 Cuando de la investigación se desprenda la comisión de un hecho


punible y la participación de un adolescente y el fiscal presente al
adolescente involucrado al órgano jurisdiccional, en dicho acto y
siempre que el hecho que presuntamente cometió se subsuma en los
delitos contemplados en el artículo 628 de la ley especial, también
puede solicitar la medida cautelar que nos ocupa.
En el mismo sentido, continúa la Dra. Mata comentando que, en caso que
el fiscal solicite la aplicación de dicha medida y el juez así lo acuerde y
conforme al lapso establecido en el artículo 560 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente (96 horas) no presente la acusación
o lo realice extemporáneamente, no da lugar al sobreseimiento de la
causa, puesto que no aparece como una de las causales para ello, el
efecto es el decaimiento de la medida, por lo que la misma cesará,
pudiendo ser sustituida por otra menos gravosa.
Con la seguridad de que los anteriores lineamiento le serán de utilidad en
la consecución de los fines que nos son propios y en la búsqueda de la
unidad de criterios que debe prevalecer en las actuaciones de los
representantes del Ministerio Público, le estimo tomar debida nota de su
contenido y acusar recibo…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:44-1
LOPNA art:537
LOPNA art:548
LOPNA art:559
LOPNA art:560

1030
LOPNA art:581
LOPNA art:628
COPP art:250
RSMP Nº 979-art:17-9
15-12-2000

DESC ADOLESCENTES
DESC AUDIENCIAS
DESC DETENCION
DESC INVESTIGACION
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC RESPONSABILIDAD PENAL

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1510-1513.

1031
386
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-12-C-4537-2004 FECHA:20041013
TITL Procedimiento a seguir cuando tienen conocimiento de
manifestaciones estudiantiles violentas.

FRAGMENTO

“En virtud de los problemas que se presentan con ocasión a las


´manifestaciones violentas´ protagonizadas por algunos estudiantes de los
liceos públicos, cuyas conductas están tipificadas tanto en el Código
Penal, como en la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Sanción de
Infracciones Menores con su Reglamento, se le solicitó opinión a la
Dirección de Consultoría Jurídica, en relación a la posición del Ministerio
Público sobre el particular y en base al dictamen emanado de dicho
Despacho, he considerado conveniente conforme a lo dispuesto en el
numeral 9 del artículo 17 de la Resolución N° 979 de fecha 15 de
diciembre de 2000, dirigirme a usted en la oportunidad de fijar directrices
cuando ese despacho fiscal tramite tales hechos.
Sobre el asunto que nos ocupa, se ha venido observando que existen
funcionarios públicos que cuando sorprenden a estudiantes en
´manifestaciones violentas´, aplican directamente la mencionada
ordenanza, sin notificar al Ministerio Público, la ordenanza prevé como
sanción una multa, sin embargo, en otras oportunidades los adolescentes
´manifestantes´, son detenidos en flagrancia y puestos a la orden del fiscal
especializado, quien al presentarlo ante el juez de control respectivo, se
declara incompetente y remite las actuaciones a la primera autoridad civil,
en aplicación de la ordenanza en cuestión, en muchas ocasiones solicitada
por el representante del Ministerio Publico, o en otras oportunidades el
fiscal no pide su aplicación, pero tampoco ejerce el recurso respectivo.
Es oportuno acotar que muchas de las conductas desplegadas por los
adolescentes en dichos hechos, constituyen delitos, por lo que debe
seguirse el procedimiento previsto en la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, para el enjuiciamiento de éstos en conflicto con
la ley penal. En caso de que los hechos punibles en que incurran,
constituyan faltas, se deberá aplicar el procedimiento previsto para las
mismas en el Código Orgánico Procesal Penal.
Cuando el adolescente incurre en conductas consideradas como delitos o
faltas por las leyes penales, se exige concebir una estructura capaz de
establecer la responsabilidad del adolescente por los hechos punibles
cometidos y la aplicación de las sanciones correspondientes. Es así como
la ley crea el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente.
En este orden de ideas, el artículo 528 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, establece la forma en que deben
responder los adolescentes que incurran en la comisión de hechos
punibles, diferenciándose del proceso contra los adultos, por la jurisdicción
especializada y en la sanción que se les impone, dependiendo esta última
a los efectos de su aplicación, de la culpabilidad del adolescente en el
hecho y del grupo etario al que pertenezca.
Ahora bien el articulo 529 de la ley en comento, consagra que: ´Ningún
1032
adolescente pude ser procesado ni sancionado por un acto u omisión que
al tiempo de su ocurrencia, no este previamente definido en la ley penal,
de manera expresa e inequívoca, como delito o falta...´
Al respecto indica el Dr. Alberto Arteaga Sánchez en su obra ´Derecho
Penal Venezolano´, Novena Edición con referencia al Código Orgánico
Procesal Penal y a la Constitución de 1999, McGraw-Hill Interamericana de
Venezuela, S.A. 2001, páginas 132 y siguientes, que: ´...los hechos
punibles como lo señala el Código Penal Venezolano (artículo 1) se
dividen en delitos y faltas. Nuestro derecho acoge el sistema de la
bipartición...Se ha dicho que los delitos ofenden la seguridad del individuo
o de la sociedad y que constituyen hechos reprochables en sí...y que las
faltas violan tan sólo leyes destinadas a promover el bien público...los
delitos ofenden condiciones primarias, esenciales, permanentes de la vida
social,… y las faltas representan un peligro a la tranquilidad pública o el
derecho ajeno...´.
Por otro lado, de conformidad con el principio de legalidad del
procedimiento, que se encuentra consagrado en el articulo 530 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, establece que,
para determinar la responsabilidad de un adolescente en un hecho punible
se debe aplicar el procedimiento seguido en dicha ley, el cual le reconoce
al adolescente todo un sistema de garantías.
Ahora bien, la citada ley especial no establece un procedimiento especial
para los hechos punibles que constituyan faltas, por lo cual con base a la
remisión general ordenada en el articulo 537 de la ley en comento, se debe
aplicar el procedimiento dispuesto en el Código Orgánico Procesal Penal
en su Libro Tercero, denominado: ´De los Procedimientos Especiales´,
específicamente en el Titulo V, intitulado ´Del Procedimiento de Faltas´,
contenido en los artículos 382 al 390.
Ha sido notorio, que en los casos en los cuales se suscitan los disturbios
estudiantiles en los liceos públicos, surge la duda de aplicar la Ordenanza
de Convivencia Ciudadana o la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, a los fines de sancionar a los adolescente a quienes se
les impute la comisión de un hecho punible, con ocasión de la participación
en la alteración del orden publico.
La Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Sanción de Infracciones
Menores con su Reglamento, publicada en Gaceta Oficial de la Republica
Bolivariana de Venezuela N° 37.180 de fecha 18 de abril de 2001,
establece en su artículo 2, quiénes son los funcionarios para hacerla
cumplir y las sanciones previstas en ella, pero no se señala ningún órgano,
ni tribunal especializado, encargado de establecer la responsabilidad penal
del adolescente, tal como lo prescribe el artículo 78 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 526 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, por lo tanto los funcionarios
señalados en la ordenanza, no deben recibir las actuaciones efectuadas
por los órganos policiales con ocasión a los disturbios ocasionados por las
manifestaciones estudiantiles, sino que una vez aprehendido el
adolescente luego de cometer un hecho punible, debe ser puesto a la
orden de un fiscal especializado del Ministerio Publico, a objeto que lo
presente ante el juez de control de la Sección Penal de Adolescentes y
que sea el órgano jurisdiccional el que decida de acuerdo con las
solicitudes del Ministerio Publico, dependiendo si el hecho constituye delito
o falta.
Lo anterior tiene su basamento por cuanto la Ley Orgánica para la

1033
Protección del Niño y del Adolescente, prevé derechos para los niños y
adolescentes, pero también les establece deberes, puesto que para la
correcta formación ciudadana es indispensable exigir que el adolescente
responda por sus actos cuando incumpla sus deberes, quebrantando la ley
y violando el derecho de los demás, cometiendo delitos o faltas y haciendo
víctimas.
Con el objetivo de unificar los criterios de actuación de los fiscales
especializados, lo instruyo a dar cumplimiento a las presentes
instrucciones, que persiguen lograr una adecuada aplicación de la ley y en
los casos en los cuales se este en presencia de una manifestación
violenta, sea aplicado el procedimiento establecido en La Ley Orgánica
Para la Protección del Niño y del Adolescente cuando se trate de un hecho
punible, o el Código Orgánico Procesal Penal cuando la conducta
constituye una falta…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:78
LOPNA art:526
LOPNA art:528
LOPNA art:529
LOPNA art:530
LOPNA art:537
COPP art:382
COPP art:383
COPP art:384
COPP art:385
COPP art:386
COPP art:387
COPP art:388
COPP art:389
COPP art:390
RSMP Nº 979-art:17-9
15-12-2000
OCCSIM art:2

DESC ADOLESCENTES
DESC ESTUDIANTES
DESC MANIFESTACIONES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NOTIFICACIONES
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC ORDEN PUBLICO
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1514-1516.

1034
387
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-1-3-C-5584-200 FECHA:20041214
TITL Sustracción y retención de niños y/o adolescentes.

FRAGMENTO

“Con ocasión al ámbito de aplicación de los artículos 272 y 390 de la Ley


Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, se han venido
observando diferentes criterios en la tramitación de aquéllos casos en que
el padre biológico retiene al niño, motivo por el cual se consideró necesario
solicitar la opinión que sobre el punto sustenta la Dirección de Consultoría
Jurídica del Ministerio Público, y una vez obtenida la misma, estimé
pertinente, conforme a lo dispuesto en el numeral 9 del artículo 17 de la
Resolución N° 979 de fecha 15 de diciembre de 2000, dirigirme a usted en
la oportunidad de fijar directrices sobre el tratamiento que el Ministerio
Público Especializado debe otorgar a los mencionados asuntos.
Iniciaremos, transcribiendo el contenido de los dos artículos en referencia:
Artículo 272: ´Sustracción y Retención de Niños y Adolescentes.
Quien sustraiga a un niño o adolescente del poder de quien lo tenga por
virtud de la Ley u orden de la autoridad, será penado con prisión de seis
(6) a dos (2) años.
En la misma pena incurre quien retenga indebidamente a un niño o
adolescente.
El culpable deberá sufragar los gastos de envío del niño y del adolescente
a su lugar de procedencia´.
Artículo 390: ´Retención del Niño.
El padre o la madre que sustraiga o retenga indebidamente a un hijo cuya
guarda haya sido otorgada al otro o a un tercero, debe ser conminado
judicialmente a que lo restituya a la persona que ejerce la guarda, y
responde por los daños y perjuicios que su conducta ocasione al hijo,
debiendo reintegrar todos los gastos que se haya hecho para obtener la
restitución del niño o adolescente retenido´.
De la simple lectura pareciera que ambas normas regulan la misma
situación, pero con consecuencias diferentes, la primera, como una
conducta antijurídica que conlleva a sanciones penales y la segunda, en el
ámbito de las instituciones familiares, dentro del derecho a ser visitado,
pero un estudio detallado de dichos artículos, obliga a establecer algunas
distinciones.
La retención del niño contenida en el artículo 390 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, implica que al progenitor o al
tercero que ejerza legalmente la guarda del niño y/o adolescente, se les
vulnere este derecho-deber por la actuación irregular del progenitor que no
la ejerza y su objeto es la restitución de los mismos. En este punto
conviene puntualizar, que incluimos a los adolescentes en dicha figura, a
pesar de que la denominación del artículo 390 no los contiene, puesto que
éstos también están sometidos a la guarda y son considerados
posteriormente dentro de la redacción de la propia norma como sujetos de
retención, por ello también se puede accionar para lograr la restitución.
El representante del Ministerio Público competente para conocer de la
1035
solicitud de restitución es el fiscal especializado en materia Civil,
Instituciones Familiares y Protección, quien de conformidad con lo
establecido en el literal f del artículo 170 de la ley especial, cuando
conozca de tales casos y dependiendo de los particulares del mismo, debe
procurar promover la conciliación entre las partes en interés del niño y/o el
adolescente, para lo cual ordenará la notificación de quien lo retiene. En el
mismo sentido, el órgano jurisdiccional competente es la Sala de Juicio del
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción
Judicial en la cual se encuentre el niño y/o adolescente, para el momento
en que sea requerida la restitución, independientemente del lugar donde
éstos residan.
El citado artículo estipula que el solicitante de la restitución, es el
progenitor o el tercero al que le haya sido otorgada la guarda, lo que se
traduce en que el que retiene es el padre o la madre que no tiene
legalmente atribuida la guarda del niño o el adolescente.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, no
establece ningún procedimiento para la restitución, lo cual se ha resuelto
jurisprudencial y doctrinariamente, mediante una actuación judicial sumaria
y aplicando, en ausencia del respectivo procedimiento, lo dispuesto en el
artículo 607 del Código de Procedimiento Civil.
Por el contrario, si la persona que sustrae o retiene indebidamente al niño
y/o adolescente no es uno de los progenitores o un tercero al que se le ha
otorgado la guarda, presuntamente se ha materializado el delito de
sustracción y retención de niños o adolescentes, previsto y sancionado en
el artículo 272 de la ley especial, correspondiéndole conocer el caso a un
fiscal especializado con competencia en materia penal ordinario”.
Ahora bien, el problema se viene presentando cuando la persona que
retiene al niño o al adolescente es la madre o el padre biológico, cuya
filiación no ha sido legalmente establecida; en esos casos, consideró la
Dirección de Consultoría Jurídica, que en materia de niños y adolescentes,
las sanciones penales tienen carácter fragmentario, subsidiario y exclusivo,
trayendo a colación lo que sostiene el Dr. José Luis Irazú Silva, en su
ponencia titulada: “Las acciones penales en la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente”, en el libro ´Introducción a la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente´, cuando indica:
´…La primera de estas características quiere señalar que ninguna
sociedad puede proteger todos sus bienes con la misma intensidad; el
Derecho Penal pierde su eficacia si su uso no se limita a la protección de
sus valores más fundamentales. El segundo aspecto está vinculado con la
existencia de otros medios extrapenales de regulación social. Debido a la
procedencia de estos medios, la función del Derecho es sólo la última línea
de defensa frente a comportamientos no deseables. El tercer rasgo se
debe a la circunstancia que las reacciones penales se justifican sola y
exclusivamente por su finalidad de combatir la criminalidad (…) Así un
sistema que interviene sin atención a la gravedad de la causa, a los
medios alternativos posibles o sin atención a la finalidad exclusivamente
protectora, fracasa con toda seguridad…”.
“Aunado a lo anterior, vale destacar que el fin último de la solicitud de
restitución de guarda, es el regreso o retorno del niño o el adolescente
sustraído o retenido indebidamente al hogar del progenitor o del tercero
que tiene otorgado este atributo por ley o por decisión judicial, y el ejercicio
de la acción penal no asegura de manera categórica dicho retorno a la
persona que detenta la guarda.

1036
Sobre la base de lo antes indicado, la mencionada Dirección considera que
el espíritu del artículo 272 de la ley especial, no fue incluir a los padres
biológicos cuya filiación no ha sido establecida, como a los sujetos activos
del delito, sino a terceros diferentes a ellos que no tienen atribuida la
guarda, máxime cuando en la práctica generalmente ambos progenitores
reconocen la filiación aun cuando ésta no haya sido legalmente
establecida.
Conviene concluir que el fiscal especializado debe ser sumamente
cuidadoso al tratar tales asuntos y debe oír acuciosamente a la persona
que reclama la restitución del niño o adolescente, puesto que el supuesto
que nos ocupa se trata de un conflicto de índole familiar –restitución de
guarda- el cual debe intentarse solventar por la vía de la conciliación,
tratando de evitar con ello la ruptura de las relaciones paterno-filiales en
interés superior del niño. La mediación familiar es la mejor alternativa para
lograr acuerdos que atiendan las necesidades de los protagonistas en
disputa.
Por último, cabe señalar que dichas situaciones exigen del Ministerio
Público una actuación diligente, expedita, efectiva, evitando las
innecesarias remisiones de casos entre sus diferentes representantes,
especialmente cuando se sabe que el tiempo que transcurre sin haber
intentado las acciones pertinentes, va en detrimento del verdadero
afectado por la situación que no es otro que el niño y/o adolescente
involucrado en el incidente…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOPNA art:170-f
LOPNA art:272
LOPNA art:390
RSMP Nº 979-art:17-9
15-12-2000

DESC ADOLESCENTES
DESC CONCILIACION
DESC CUSTODIA
DESC DAÑOS Y PERJUICIOS
DESC FILIACION
DESC NIÑOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1516-1519.

1037
388
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Presidente de la Organización Internacional para los POICMDN
Congresos Mundiales sobre Derechos del Niño
UBIC Ministerio Público MP Nº FGR-VF-DGAP-DPIF- FECHA:20040422
1543-2004
TITL Creación de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe
del Observatorio Internacional de Justicia.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de saludarlo y a la vez acusar recibo


de su comunicación de fecha 25 de marzo de 2004, relacionada con la
creación de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del
Observatorio Internacional de Justicia.
Al efecto le significo que el Ministerio Público, en comunión con el nuevo
paradigma de la doctrina de la protección integral, que convierte las
necesidades de niños y adolescentes en derechos y distribuye la
responsabilidad de proteger al niño entre el Estado, la familia y la
comunidad, ha basado sus actuaciones en el respeto de los principios
rectores que constituyen los pilares de dicha doctrina, como lo son el
interés superior del niño y la prioridad absoluta de sus derechos como
sujeto de estos.
En este orden de ideas y con base a las exigencias de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, el Despacho a mi cargo
luego de la creación de las Fiscalías Especializadas en los Sistemas de
Protección del Niño y del Adolescente y, Penal de Responsabilidad del
Adolescente, ha venido implementando cursos y eventos, para las mismas
y para el resto de los actores de los mencionados Sistemas, a los fines de
cumplir con las exigencias de la legislación especial.
Ahora bien, conforme a lo dispuesto en el artículo 87 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público, aun y cuando goce de autonomía funcional para
preparar cada año su proyecto de presupuesto de gastos bajo las
condiciones que establece la norma, ésta Institución se encuentra sujeta a
las leyes sobre ejecución de presupuesto en todo cuanto le sean
aplicables.
Pero, de acuerdo con lo establecido en el artículo 54 de la Ley Orgánica de
la Administración Financiera del Sector Público, ningún pago puede ser
ordenado sino para cancelar obligaciones válidamente contraídas, y es el
caso que las erogaciones presupuestarias que pudiesen ocasionar los
gastos de publicidad y propaganda para la creación de la mencionada
Oficina Regional, no pueden considerarse como tales en el presente
ejercicio fiscal, al no encontrarse previstas en el presupuesto y al no estar
imputadas a partida específica alguna.
No obstante lo anterior, ratifícole la disposición de la Institución a mi cargo
en colaborar con todas aquellas actividades que pretenden la difusión y
respeto de los derechos y las garantías de las niñas, los niños y los
adolescentes, todo lo cual pese a no poderse concretar en contribuciones
de índole económicas, puede llevarse a cabo entre otros aspectos, a
través del aporte de ponencias o conferencias del personal especializado
en la materia que integra el Ministerio Público, todo lo cual le estimo
1038
dirimir, a través de la Dirección de Protección Integral de la Familia”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


LOMP art:87
LOAFSP art:54

DESC ADOLESCENTES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC OBSERVATORIO INTERNACIONAL DE JUSTICIA
DESC PRESUPUESTO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1520-1521.

1039
389
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-0-987-2004 FECHA:2004
TITL Reforma de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, el procedimiento del Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente, tomando en consideración la
experiencia de los 4 años de la ley.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de comunicarle que he tenido


conocimiento a través de la Abg. R.L de S., Directora de Protección
Integral de la Familia de esta Institución, que se conformó un Comité para
el Fortalecimiento de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, auspiciado por el Despacho a su cargo y en este sentido se
ha llevado a cabo una serie de reuniones a las cuales vienen asistiendo
representantes de diversos organismos, destinadas, entre otros asuntos, a
la consecución de la reforma de algunos aspectos del Sistema de
Protección del Niño y del Adolescente previstos en la mencionada ley.
En virtud de la reforma de la que próximamente será objeto el texto de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en lo atinente
al Sistema de Protección, del cual el Ministerio Público es uno de sus
integrantes con la intervención de los fiscales especializados y, en vista de
que los procedimientos contenidos en el Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente, dispuestos en la citada ley, deben ser
adecuados a los resultados de la experiencia que en esta materia se han
obtenido luego de transcurrido cuatro años de haber entrado en vigencia la
misma, es por lo que, le solicito se estudie la posibilidad de incluir, como
parte de la reforma lo antes señalado, lo cual redundaría en beneficio de la
labor que conjuntamente realizan los integrantes del mencionado sistema.
Le agradezco la atención que dispense al contenido de esta comunicación
y le estimo me informe sobre la decisión que tome en relación al asunto
anteriormente expuesto”.

DESC ADOLESCENTES
DESC LEYES
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RESPONSABILIDAD PENAL DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1522.

1040
390
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP
TITL Confusión existente, en virtud de las actuaciones propias de los
abogados en ejercicio que vienen desempeñando en algunos
estados del país los Defensores Públicos de Protección.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, a fin de comunicarle que el Despacho a mi cargo ha tenido conocimiento
a través de los fiscales del Ministerio Público Especializados en el Sistema de Protección
del Niño, el Adolescente y la Familia, de la situación de confusión reinante, a propósito de
las actuaciones propias de abogados en el libre ejercicio de la profesión que han venido
realizando en algunos estados del país los Defensores Públicos de Protección
dependientes del Servicio Autónomo de la Defensa Pública.
Lo anterior tiene su origen, en la falta de previsión legal expresa de las referidas figuras
como integrantes del Sistema de Protección del Niño y del Adolescente y menos aún se
encuentran señaladas sus atribuciones.
Resulta de gran importancia indicarle, que la situación arriba descrita es del conocimiento
del Dr. Carlos Arturo Craca Gómez, Director General del Servicio Autónomo de la Defensa
Pública, a través de sendas comunicaciones enviadas por la Dirección de Protección
Integral de la Familia del Ministerio Público. En dichas comunicaciones se le solicitaba
información respecto a la descripción, límites y alcances de las atribuciones conferidas a
los supra mencionados funcionarios, no obteniéndose hasta los actuales momentos
respuesta positiva alguna a los planteamientos formulados por esta Institución que
represento.
Ahora bien, las circunstancias se han ido tornando cada vez más complejas para los
fiscales del Ministerio Público Especializados en el Sistema de Protección del Niño, el
Adolescente y la Familia, toda vez que se ha tenido conocimiento de casos tramitados por
ante los órganos jurisdiccionales, en los cuales éstos funcionarios Defensores Públicos
intervinieron realizando en gran medida actividades que le son propias a los representantes
del Ministerio Público.
En atención a lo señalado, solicítole intervenga interponiendo sus buenos oficios y
gestionando lo conducente a objeto de que la indicada problemática sea resuelta a la
brevedad posible, todo lo cual habrá de redundar en beneficio del Sistema de Protección y
muy especialmente de los niños y adolescentes venezolanos cuyo interés superior impone
el trabajo articulado.
Seguro de obtener una respuesta positiva en torno a lo aquí expuesto”.

DESC ABOGADOS
DESC ADOLESCENTES
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC DEFENSORIA PUBLICA
DESC FAMILIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1523-1524.

1041
391
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Presidente de la Asamblea Nacional PAN
UBIC Ministerio Público MP N°: DFGR/VFGR/DGAP/DPIF- FECHA:2004
10-O-4863-2004
TITL Proceso de transferencia de las entidades de atención,
programas y servicios dependientes del Instituto Nacional del
Menor a los estados y municipios.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de hacer de su conocimiento la


situación que actualmente se está presentando con el Instituto Nacional
del Menor, el cual no ha podido dar cumplimiento a lo dispuesto en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, para realizar la
transferencia de las entidades de atención, programas y servicios que
administra a los Estados y Municipios, en virtud de la inexistencia de un
instrumento legal que la regule.
La prenombrada ley dispone en su artículo 673, que el Instituto Nacional
del Menor debe realizar todas las gestiones necesarias para transferir a
los Estados y Municipios, según corresponda, las entidades de atención,
programas y servicios que administre, en un lapso no mayor de un año, a
contar desde la publicación de la misma.
Han transcurrido cuatro años desde la entrada en vigencia de esta ley y
hasta los actuales momentos el mencionado organismo, no ha dado
cumplimiento a la normativa legal indicada, toda vez, que luego de
algunas situaciones presentadas con el contenido de dicha norma y de los
artículos 672 y 673 ejusdem, este Despacho interpuso ante la Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, recurso de
interpretación de estos artículos, por cuanto en los mismos no se señala
la forma cómo debe efectuarse la citada transferencia.
Es así como la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia,
en sentencia de fecha 9 de agosto de 2002, al interpretar el contenido de
los artículos señalados up supra, consideró la necesidad de crear un
instrumento jurídico que establezca el procedimiento adecuado para
ejecutar con celeridad el proceso de transferencia de las entidades de
atención, programas y servicios dependientes del Instituto Nacional del
Menor a los estados y municipios, así como la supresión, liquidación y
extinción del mismo.
Durante el año 2003, el organismo en cuestión, presentó ante la
Asamblea Nacional, el Proyecto de Ley de Supresión, Liquidación y
Extinción del Instituto Nacional del Menor, y hasta la presente fecha no se
han llevado a cabo las discusiones del referido proyecto dirigidas a la
promulgación de dicha ley.
Por lo expuesto, y en vista de la importancia que tiene la transferencia a la
que se hizo alusión por las consecuencias que ha traído para los niños y
adolescentes recluidos en las entidades de atención dependientes de
dicho Instituto, le solicito sus buenos oficios a los fines de que se dé
prioridad a la materia y pueda ser discutido el Proyecto con la celeridad
que la situación amerita”.

1042
Disposiciones legales contenidas en el documento:
LOPNA art:672
LOPNA art:673
STSJSCS 09-08-2002

DESC GOBIERNO ESTADAL


DESC INSTITUTO NACIONAL DE MENOR
DESC MUNICIPIOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1525-1526.

1043
392
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Direcciones y Coordinaciones del Ministerio Público DCMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-11-15-214-2004 FECHA:20040130
TITL Libros que debe vaciar un despacho fiscal con competencia en
materia Civil, Protección e Instituciones Familiares.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Memorandum


Nº DID-06-24-2003-1568 de fecha 27 de octubre de 2003, mediante el cual
remitió a esta Dirección copia simple del acta de inspección practicada en
fecha 3-10-2003 en la Fiscalía…, a los fines de que sea evaluado el
funcionamiento de dicho Despacho y los numerosos y variados Libros de
Control que han sido implementados luego de la entrada en vigencia de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
En atención al contenido del indicado memorando y respectivo anexo, le
comunico que a consideración de este Despacho los Libros de Controles
internos que deben llevar las Fiscalías Especializadas en el Sistema de
Protección del Niño, el Adolescente y la Familia son los siguientes:
 Libro Diario Computarizado: El cual está destinado a asentar las
actuaciones diarias realizadas por cada una de las fiscalías y es de
obligatorio cumplimiento de acuerdo con la Resolución N° 806, de fecha 22
de diciembre de 2003, publicada en la Gaceta Oficial N° 37.854 de fecha 9-
1-2004.
 Libro Diario: Está igualmente destinado a asentar las actuaciones diarias
llevadas a cabo por cada una de las fiscalías y el cual debe ser llenado de
manera paralela al Libro Diario Computarizado para tener un respaldo de
las actuaciones asentadas en el mismo, hasta su eliminación definitiva.
 Libro de Actas: Debe aperturarse con una nota introductoria firmada por
el fiscal del Ministerio Público y ser sellado. Las actas deberán ser
enumeradas en su encabezamiento. Se levantaran las actas cuando el
fiscal principal se ausente del Despacho por vacaciones y permisos por
más de tres días. Se levantará acta al reingreso del principal. Todas las
actas deberán ser firmadas por el fiscal del Ministerio Público a cuyo cargo
se encuentre la dependencia correspondiente y por el fiscal encargado.
Deberá levantarse acta en todos aquellos casos en los que, en virtud de la
trascendencia del hecho, así se requiera.
 Libro de Correspondencia recibida: En el mismo deben ser anotados
todos los oficios, comunicaciones, telegramas, etc., que reciban las
Fiscalías, colocando la fecha de recibo, el número de la correspondencia y
la identificación del emisor.
 Libro de Correspondencia enviada: En este libro deben ser anotados
todos los oficios, comunicaciones, telegramas, etc., que emanen de las
fiscalías, anotando la fecha de envío, un orden numérico correlativo y la
identificación del destinatario.
 Libro de Control de Público: En este libro se deberán anotar sin
excepción todo el público que comparezca ante la fiscalía. Debiendo
indicar el nombre del compareciente, su número de cédula de identidad, el
motivo de su comparecencia y una breve descripción de la orientación
dada al mismo.
1044
 Libro de Comisiones: En este libro se deberán anotar todas las
comisiones que son asignadas a los representantes del Ministerio Público,
de acuerdo con la competencia que tienen atribuida. Deberán indicar todo
el seguimiento de cada caso desde sus inicios hasta su conclusión
definitiva.
 Libro de Control de Casos Ingresados: Deben anotar todos aquellos
casos que ingresen a las fiscalías y a los cuales sea necesario realizar
algún tipo de trámite por parte de dicho Despacho.
Es importante destacar que algunos de los libros anteriormente indicados
podrán ser obviados por los fiscales del Ministerio Público, una vez que
todos tengan instalados en las computadoras de sus Despachos el
Sistema de Seguimiento de Casos, mediante el cual podrán ingresar toda
la información que actualmente es registrada en los libros antes
mencionados…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


RSMP Nº 806
22-12-2003

DESC FAMILIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC LIBRO DIARIO
DESC LIBROS DE LOS DESPACHOS FISCALES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC SISTEMA DE SEGUIMIENTO DE CASOS

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1527-1528.

1045
393
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Coordinación de Análisis y Evaluación de Medios del CAEM
Ministerio Público
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-4-299-2004 FECHA:20040211
TITL Actuación del Ministerio Público en la investigación aperturada
con ocasión al uso del anestésico denominado ´Sevorane´ .

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de manifestarle que esta Dirección


tiene conocimiento de tres (3) casos relacionados con el medicamento
anestésico denominado ´SEVORANE´, los cuales son: el niño P.F.C., de
12 años de edad; la niña V.A.R.N. (occisa) de 4 años de edad y la niña
P.V.L.R. (occisa), de 2 años de edad.
En fecha 3-8-2003, fue intervenido quirúrgicamente el niño P.F.C., de una
hernia umbilical y fimosis en el Hospital Pediátrico Elías Toro de esta
ciudad, quien después de dicha intervención presentó una lesión cerebral
supuestamente a consecuencia de la anestesia suministrada
´SEVORANE´.
En fecha 22-8-2003, la Fiscal 90° del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, dio la orden de
inicio a la investigación por denuncia de la madre, ciudadana M.C., por
presunta mala praxis, por parte de médicos adscritos al hospital en
referencia.
En fecha 28-9-2003, la Fiscal 20º del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, dio la orden de inicio a la
investigación en el caso de la niña V.A.N.R., por denuncia interpuesta por
la ciudadana L.C.R.L., madre de la occisa, por presunta mala praxis
médica, por parte de médicos adscritos al C.P.L.V. en Valencia, Estado
Carabobo; por cuanto la niña ingresó al Centro Policlínico por una fractura
en el codo izquierdo y después de la intervención falleció,
desconociéndose la causa de la muerte y también le fue suministrada la
referida anestesia.
En fecha 19-9-2002, la Fiscal 20º del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, dio la orden de inicio a la
investigación en el caso de la niña P.V.L.R., por denuncia interpuesta ante
la Fiscalía 16° del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado Carabobo, por el ciudadano G.L., padre de la occisa, quien
manifestó que su hija ingresó en fecha 2-9-2002, a la C.C.M.G.M., para
una operación de hernia umbilical y después de la intervención quirúrgica
quedó en estado de coma y el día 5-10-2002 fallece.
La Fiscal 24° del Ministerio Público a Nivel Nacional, está comisionada
conjunta o separadamente con las fiscales en referencia, para que realicen
las actuaciones pertinentes en las citadas causas.
Asimismo, nuestras representantes fiscales en coordinación con el Cuerpo
de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de cada
jurisdicción, han solicitado una serie de actuaciones como: informes
médicos, entrevistas, experticias, protocolo de autopsia, inspección del
lugar donde se encontraban los niños hospitalizados, entre otras; para el
total esclarecimiento de los hechos.
1046
El Fiscal General de la República solicita la colaboración al Dr. Roger
Capella, Ministro de Salud y Desarrollo Social, por la grave situación que
se viene confrontando en todo el territorio nacional en diferentes centros
hospitalarios y clínicas, debido al suministro del medicamento anestésico
de presunta fabricación por L.A., denominado ´SEVORANE´, utilizado por
galenos en sus intervenciones quirúrgicas y el resultado del mismo, es un
informe sobre las medidas tomadas por la Dirección General de Salud
Ambiental y Contraloría Sanitaria, donde realizan inspecciones en
diferentes farmacias y hospitales del país, retirando dicho medicamento.
Actualmente, las fiscales en referencia realizan las investigaciones
pertinentes en dichas causas, para obtener el resultado de las mismas”.

DESC INVESTIGACIÓN
DESC MEDICAMENTOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC RESPONSABILIDAD LEGAL DEL MEDICO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1528-1529.

1047
394
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal General de la República FGR
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-662-2004 FECHA:20040330
TITL Recusación en contra de una Fiscal en materia Civil, Familia,
Protección e Instituciones Familiares, solicitada por un
particular.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en oportunidad de acusar recibo del Memo Rápido Nº


DFGR-0291-2004 de fecha 29-3-2004, mediante el cual nos remite
comunicación suscrita por la ciudadana A.G.O.B., contentiva de la
solicitud de recusación en contra de la Fiscal 7º del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, y su auxiliar, en el
procedimiento de Colocación Familiar incoado por la prenombrada fiscal a
favor de la niña D.Y.C.O. (hija de la solicitante) en el hogar de los
ciudadanos E.F. y J.L.DE.F.
A tal efecto, le significo que le fue requerido a la Fiscal 7º del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, informe amplio y
pormenorizado de las últimas actuaciones practicadas en el caso
planteado por la solicitante.
Ahora bien, con relación a la recusación planteada es necesario hacer
referencia a lo dispuesto en el artículo 143 del Código Civil, el cual es del
tenor siguiente:
´A los Funcionarios de Ministerio Público que intervienen en el proceso
civil, se aplican las disposiciones relativas a la inhibición de los jueces,
pero no las relativas a la recusación´.
En base a la norma transcrita la Dirección de Consultaría Jurídica, es de
la opinión de que existe la imposibilidad legal de recusar a los fiscales del
Ministerio Público que intervengan en el proceso civil, lo cual se encuentra
en concordancia con el encabezado del artículo 82 del Código de
Procedimiento Civil, ya que esta norma hace mención a las personas que
pueden ser recusados no incluye a los representantes fiscales, sino
solamente a los funcionarios judiciales.
En consecuencia, la única forma por la cual los fiscales del Ministerio
Público pueden separarse del conocimiento de una causa civil, es por
medio de la inhibición, cuando se consideran incursos en alguna de las
causales legales, es decir, que el representante fiscal estime que su
imparcialidad y objetividad en el desarrollo de una causa específica se
encuentren afectadas y por ello deba separarse del conocimiento del
caso. (Memorándum Nº DCJ-19-1872-2002 de fecha 17-12-2002 y
ratificado dicho criterio en Memorándum Nº DCJ-8-1904-2003 de fecha 8-
12-2003).
En tal sentido, este Despacho considera que lo procedente en el presente
caso, es hacer del conocimiento de la ciudadana A.G.O.B. la
improcedencia de recusar a los fiscales del Ministerio Publico que
intervengan en las causas de materia civil haciéndole la salvedad de que
si bien es cierto que el caso donde plantea la recusación es materia de
Protección se le aplica por analogía lo previsto en materia civil en base al
principio de supletoriedad de aplicación de las disposiciones del Código de
1048
Procedimiento Civil…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CC art:143
CPC art:82
MMP Nº DCJ-19-1872-2002
17-12-2002
MMP Nº DCJ-8-1904-2003
08-12-2003

DESC COLOCACIÓN FAMILIAR


DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INHIBICION
DESC JUECES
DESC NIÑOS
DESC PROCEDIMIENTO CIVIL
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RECUSACION

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1530-1531.

1049
395
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales Superiores del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-9-934-2004 FECHA:20040514
TITL Informes estadísticos en los casos de violencia.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de su Memorándum


N° DFS-974-2004 de fecha 7-5-2004, anexo al cual remite copia fotostática
del Oficio N° EV-FSUP-1287-04 de fecha 7-5-2004, emanado de la
Fiscalía Superior del Estado Vargas, en el que envía comunicación
suscrita por la Presidenta de la Fundación Instituto Regional de la Mujer
del Estado Vargas, mediante el cual solicita una estadística de los casos
recibidos ante la fiscalía superior del mencionado estado durante el año
2003.
Al respecto, esta Dirección opina que los estadísticos son de utilidad
pública, especialmente en materia de violencia, que es un mal que se
propaga en la sociedad con mucha facilidad y es difícil erradicarlo, por lo
tanto se debe facilitar la información solicitada porque generalmente la
misma es utilizada por los organismos involucrados para establecer
políticas que conllevan a la toma de decisiones en cuanto a la actividad
desarrollada por el Estado, basada en diversos factores que sirven como
indicadores, en consecuencia, todas las fiscalías superiores deben llevar
datos estadísticos de los hechos punibles ocurridos en sus jurisdicciones y
expedirlos, en cumplimiento del artículo 136 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, que consagra el principio de
colaboración entre los órganos que ejercen el poder Público para la mejor
consecución de los fines generales del Estado. De hecho, está previsto en
el Plan Estratégico del Ministerio Público, colaborar con otros entes. (…)”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


CRBV art:136

DESC ESTADÍSTICA
DESC FUNDACIONES
DESC MUJER
DESC VIOLENCIA

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1531.

1050
396
TDOC Memorandum
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Dirección de Inspección y Disciplina DID
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-10-1101-04 FECHA:20040601
TITL Poder correctivo de los padres y el ilícito de trato cruel.

FRAGMENTO

“Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo del Memorándum N°


DID-13-2582-527-04 de fecha 20 de mayo de 2004, mediante el cual
solicita la opinión de esta Dirección en cuanto a los argumentos esgrimidos
por la abogada M.G., Fiscal (…) del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Falcón, en cuanto a la tramitación
otorgada en los casos indicados en el Oficio N° FAL-9-03-OF-327 del 14
de octubre de 2003.
Al respecto le significo que los fiscales especializados del Ministerio
Público con competencia en el Sistema de Protección del Niño y del
Adolescente y la Familia, que tienen asignadas las indicadas materias, en
general conocen de una serie de hechos que involucran a niños y
adolescentes, los cuales transitan entre el ámbito de protección y la esfera
de la materia penal, no es fácil distinguir en muchos supuestos, cuando se
está en presencia del poder correctivo de los padres o representantes o si
la lesión a sus derechos deviene de la conducta del menor de edad o
cuando son víctimas de trato cruel u otros delitos.
Ahora bien, cuando un representante de la Institución solicita un examen
médico forense y éste da como resultado que se está en presencia de
lesiones, en cualquiera de sus tipos, puesto que de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 216 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño
y del Adolescente, todos los delitos cometidos contra niños o adolescentes
son de acción pública, está en la obligación de ejercer la acción penal,
para disponer que se practiquen las diligencias tendientes a investigar y
hacer constar su comisión.
En el presente caso, lo conducente hubiera sido la remisión de las actas
respectivas conjuntamente con el original de la medicatura forense, al
fiscal Superior del Estado Falcón, a los fines de su distribución al fiscal del
Ministerio Público competente para ello, quien en la fase preparatoria
buscará la verdad y recolectará los elementos de convicción orientados a
determinar si existen o no razones para proponer la acusación contra una
persona, solicitar el archivo de las actuaciones o el sobreseimiento.
Aunado a lo anteriormente expuesto, nada obsta para que el fiscal
Especializado en el Sistema de Protección del Niño, el Adolescente y la
Familia, tramite los casos en que fuere necesaria alguna actuación en
sede administrativa por parte del Consejo de Protección del Niño y del
Adolescente, a los fines de que éste dicte las medidas de protección a que
hubiere lugar, de conformidad con el contenido del artículo 126 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, las cuales son
aquellas que impone la autoridad competente cuando se produce una
amenaza o violación de los derechos o garantías de los niños o
adolescentes, a fin de preservarlos o restituirlos…”.

Disposiciones legales contenidas en el documento:


1051
LOPNA art:216

DESC ACCION PENAL


DESC ACCION PUBLICA
DESC ADOLESCENTES
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC LESIONES
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PODER CORRECTIVO DE LOS PADRES
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, pp.1532-1533.

1052
397
TDOC /sin identificar/
REMI /sin remitente/
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Amenaza o violación de derechos y garantías constitucionales
de los niños y adolescentes con ocasión de las medidas
judiciales de desalojo de los trabajadores en conflicto con la
empresa Petróleos de Venezuela, S.A. -PDVSA-

FRAGMENTO

“Fecha de Inicio: 17-7-2003.


Fiscales del Ministerio Público comisionados: 11°, 13° y 15° de la
Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui con sede en la ciudad de
Puerto La Cruz y la Fiscal 12° de esa Circunscripción Judicial con sede en
la ciudad de El Tigre; 9° y 16 de la Circunscripción Judicial del Estado
Falcón con sede en la ciudad de Punto Fijo con competencia para actuar
en el Sistema de Protección del Niño, el Adolescente y la Familia y en
materia Penal Ordinario, respectivamente, e igualmente los Fiscales 6° y
15° de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón, quienes son
competentes en materia de proceso. 8° de la Circunscripción Judicial del
Estado Monagas y las fiscales 29°, 30°, 32°, 34° y 36° de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia, las cuatro primeras con sede en
la ciudad de Maracaibo y la última con sede en la ciudad de Cabimas.
Situación actual: Como consecuencia del paro cívico nacional ocurrido
durante los primeros meses del año 2002, se ha venido produciendo una
serie de situaciones de violencia y disturbios por parte de los ex
trabajadores de Petróleos de Venezuela, S.A. -PDVSA-, quienes tenían
asignadas viviendas en los campos petroleros pertenecientes a la referida
empresa, en vista de que los mismos han tenido que desalojarlas por
órdenes judiciales.
En virtud de que los trabajadores habitaban en dichas viviendas
conjuntamente con sus familiares entre los que se encontraban niños y
adolescentes y en vista de las situaciones de violencia presentadas, en las
cuales se pudiera estar en presencia de la violación de algún derecho de
los niños y adolescentes hijos de los ex trabajadores petroleros, el
Ministerio Público tuvo que actuar comisionando a los mencionados
fiscales a los fines de garantizar los derechos de éstos y de ser procedente
ejercieran las acciones legales a que hubiere lugar, y en caso de que
fuesen víctimas de algún hecho punible se ordenara la apertura de la
correspondiente averiguación penal.
Durante el año 2004, han continuado los hechos de violencia y disturbios
en cada oportunidad en que por órdenes de un órgano jurisdiccional se
haya tenido que practicar desalojos en los campos petroleros, y la
Dirección de Protección Integral de la Familia, mantiene comisionados a
los citados representantes del Ministerio Público para garantizar los
derechos de los niños y adolescentes, incluso en caso de que sea otro el
organismo que solicite la acción de protección como consecuencia de la
amenaza o violación de los derechos de niños y adolescentes, y sea
notificado algún fiscal especializado comisionado, éste debe actuar
conforme a las previsiones contenidas tanto en la Ley Orgánica del
1053
Ministerio Público como en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, la cual establece el procedimiento judicial de protección
por el cual se tramitan estos casos”.

DESC ADOLESCENTES
DESC DESAHUCIO
DESC DESPIDOS MASIVOS
DESC NIÑOS
DESC PARO PETROLERO
DESC PETROLEOS DE VENEZUELA, S.A.
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RELACION DE TRABAJO

FUEN Venezuela Ministerio Público


FUEN Informe FGR, 2004, p.1534.

1054

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