54 - MP Doctrina 2004
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54 - MP Doctrina 2004
MINISTERIO PUBLICO
FISCALIA GENERAL DE LA REPUBLICA
DESPACHO DE VICE FISCAL
_____
DOCTRINA
DEL
MINISTERIO PUBLICO
( 2004 )
CARACAS
2006
CONTENIDO
pág.
__
PRELIMINAR
I
DOCTRINA DEL
MINISTERIO
PUBLICO
1
001
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP DID-22-2431-2004-24253 FECHA:20040430
TITL El fiscal del Ministerio Público con su proceder incumplió con
los deberes inherentes al cargo previstos en los numerales 1, 2,
11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio
Público.
FRAGMENTO
“(…)
Primero: Que efectivamente, en la estadística del mes de abril de 2003, usted suministró a
la fiscalía superior, una información que no se corresponde con la realidad, por cuanto
señaló que se habían elaborado ocho opiniones de solicitudes de sobreseimientos, las
cuales no pudo demostrar durante la inspección por no existir los correspondientes
soportes, tal y como se dejó constancia en el acta de
inspección.
Segundo: Utilizó la papelería con el emblema del Ministerio Público indicando su cargo
como fiscal (…), a fin de recomendar a título personal a la abogada (…), en una
comunicación dirigida a un magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, abogado (…),
hecho que usted admitió en su declaración, infringiendo lo establecido en el numeral 7 del
artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.
Tercero: En su declaración admitió que durante los meses de abril y mayo utilizó personal
ajeno a la Institución para realizar labores propias del Despacho, hecho este que también
es corroborado en las declaraciones de (…) y (…) Asistente Administrativo II y Fiscal
Auxiliar de la Fiscalía (…) de esa Circunscripción Judicial, respectivamente.
Cuarto: Se pudo constatar de acuerdo con su declaración y a las investigaciones realizadas
que solicitó al Cuerpo de Investigaciones Penales, Científica y Criminalistica una inspección
en esa representación fiscal, sin la debida autorización del fiscal superior del Ministerio
Público de esa circunscripción judicial, con lo cual incumplió con los deberes inherentes a
su cargo.
De lo expuesto se evidencia que usted incurrió en actuaciones que van en detrimento de su
condición como fiscal del Ministerio Público al incumplir con los deberes inherentes a su
cargo preceptuados en el numeral 2 y 3 del artículo 90 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público y los numerales 1, 7, 11 del artículo 100 y el numeral 3 del artículo 117, ambos del
Estatuto de Personal del Ministerio Público…”.
2
002
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp.1384-2003- FECHA:20040414
2001
TITL El fiscal del Ministerio Público actuó de manera errónea al
interponer el amparo sobrevenido por ante el mismo juez que
dictó el fallo, cuando lo procedente era la interposición del
recurso por ante el tribunal superior tal como lo señala
jurisprudencia reiterada del Tribunal Supremo de Justicia.
FRAGMENTO
“(…)
Al analizar los recaudos contentivos de la averiguación preliminar instruida en su contra se
denota que, de manera reiterada y sin fundamentación alguna, solicitó la remisión de
causas a su Despacho por parte del abogado (…), quien para entonces se desempeñaba
como Juez Segundo de Juicio del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del
Estado (…); sin tomar en cuenta el criterio fijado por el mencionado juez a través de auto
interlocutorio con fuerza de definitivo dictado en fecha 7 de enero del año 2002;
procediendo con posterioridad a recusar al referido juez en nueve oportunidades siendo
declaradas todas ellas sin lugar, para posteriormente, proceder a la interposición errónea
del amparo sobrevenido por ante el mismo juez que dictó el fallo, cuando lo procedente es
la interposición por ante el superior, tal como señala reiterada jurisprudencia del Tribunal
Supremo de Justicia (Sentencia de fecha 20 de enero de 2000: Caso Emery Mata Millán;
Sentencia de fecha 24-3-2000: Caso Canteras y Minas Severino Camiseca, C.A; Sentencia
del 2 de noviembre de 2002, con ponencia del Magistrado José M. Delgado Ocando: Caso
Unidad Educativa Cimientos).
Con relación a este aspecto, la Dirección le recuerda que dentro de las obligaciones
inherentes al cargo que desempeña se encuentra la de prestar sus servicios con la
diligencia, idoneidad y eficacia requeridas, en cumplimiento de las actividades
encomendadas, adecuando siempre su actuación dentro de las disposiciones establecidas
en la Ley Orgánica del Ministerio Público, la normativa interna de esta Institución y demás
leyes. En su condición de fiscal del Ministerio Público, deberá velar en todo momento por
cumplir y hacer cumplir los principios fundamentales establecidos en la Constitución y
demás leyes de la República, conforme lo establece el artículo 100 numerales 1, 11 y 12
del Estatuto de Personal del Ministerio Público…”.
DESC AMPARO
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC RECUSACION
3
003
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP DID-03-Exp.1384-2003-20001 FECHA:20040414
TITL El fiscal del Ministerio Público al no dar respuesta a los
requerimientos de la Dirección de Inspección y Disciplina en
cuanto a la información que debe suministrarle, incumple con el
deber establecido en el numeral 2 del artículo 100 del Estatuto
de Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
4
004
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-11-2317-2004-19999 FECHA:20040414
TITL El representante del Ministerio Público no dio inicio a una
averiguación penal al tener conocimiento de la presunta
comisión de un hecho punible, incumpliendo con lo previsto en
los artículos 283 y 300 del Código Orgánico Procesal Penal, en
concordancia con los numerales 5 y 8 del artículo 34 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC AVERIGUACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
5
005
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-11-2317-2004-19999 FECHA:20040414
TITL El representante del Ministerio Público usurpó funciones
jurisdiccionales e incurrió en abuso de poder ya que ante una
denuncia de un hecho que no reviste carácter penal procedió a
citar a las partes para llegar a un acuerdo en el que se
cancelaría el monto adeudado y los intereses de mora.
FRAGMENTO
6
006
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-11-2317-2004-19999 FECHA:20040414
TITL El fiscal del Ministerio Público solicitó al Juez de Control la
homologación del “Acuerdo Reparatorio” realizado en la fiscalía
y el sobreseimiento de la causa incumpliendo con lo previsto en
los numerales 11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.
FRAGMENTO
7
007
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-6-14-15-2004 FECHA:20040413
TITL Luego de practicarse diligencias sobre los asientos del Libro
Diario llevado por la representación del Ministerio Público se
evidenciaron alteraciones, con lo cual incurre en la comisión de
las faltas disciplinarias previstas en el numeral 2 del artículo 90
de la Ley Orgánica del Ministerio Público y numeral 3, parágrafo
único literal “b” del artículo 117 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
FRAGMENTO
8
008
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-13-2202-9113 FECHA:20040225
TITL El fiscal del Ministerio Público ordenó el inicio de la
averiguación penal sin especificar las diligencias necesarias
tendentes a investigar y hacer constar la comisión del hecho
punible, incumpliendo las previsiones de los numerales 1 y 2
del artículo 108 y artículos 283 y 300, todos del Código
Orgánico Procesal Penal y los numerales 7 y 8 del artículo 34 la
Ley Orgánica del Ministerio Público.
FRAGMENTO
“Esta Dirección observó, que el Abg. (…) una vez que tuvo conocimiento de la
presunta comisión de un hecho punible, en donde aparece como víctima la
ciudadana (…) y otros, ordenó el inicio de la correspondiente averiguación penal
en fecha 3-4-2002, de conformidad con lo previsto en el artículo 300 del Código
Orgánico Procesal Penal, observándose en dicha orden de inicio numerales con
espacios en blanco, sin especificar en la Comunicación N° 865 enviada al Jefe del
Puesto de Tránsito Terrestre las diligencias necesarias tendientes a investigar y
hacer constar su comisión, con todas las circunstancias que pudieran influir en su
calificación y la responsabilidad de los autores y demás partícipes. En tal sentido,
se hace necesario mencionar que dentro de las atribuciones que le han sido
conferidas a los fiscales del Ministerio Público, se encuentran el orientar y dirigir la
investigación penal, cuyo fin primordial es la búsqueda de la verdad, y cuyas
disposiciones se encuentran previstas en los artículos 108 numerales 1 y 2, 283 y
300 del Código Orgánico Procesal Penal, así como en el artículo 34 numerales 7 y
8 de la Ley Orgánica del Ministerio Público. De todo lo cual se evidencia por parte
de usted incumplimiento de las obligaciones inherentes al cargo, toda vez que
como director de la investigación penal, debe averiguar los hechos y
circunstancias que tipifiquen el delito o agraven la responsabilidad del imputado, y
las que la atenúen, eximan o extingan…”.
DESC AVERIGUACION
DESC CAUSAS EXIMENTES
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
9
009
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-13-2202-9113 FECHA:20040225
TITL El Fiscal del Ministerio Público tomó una audiencia a un
ciudadano utilizando hojas con un membrete de otro Despacho
fiscal.
FRAGMENTO
“De los recaudos remitidos a esta Dirección por el fiscal (…), cursa copia
fotostática de la audiencia recibida en fecha 3-2-2003, ante esa fiscalía al
ciudadano (…), donde es impuesto de la averiguación signada con el N°
(…) que instruye ese Despacho, sin embargo, se observó en la parte
superior de la misma el membrete de la fiscalía (…) de esa misma
circunscripción judicial, razón por la cual esta Dirección considera oportuno
recordarle al fiscal que debe ser cuidadoso al momento de suscribir
actuaciones relacionadas con las causas que cursan ante la fiscalía (…)
del Ministerio Público, ya que dicha actuación podría ocasionar
confusiones en el transcurso de la referida investigación…”.
DESC DOCUMENTACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
10
010
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N°: DID-13-2202-9113 FECHA:20040225
TITL El fiscal del Ministerio Público omitió presentar al imputado
ante el órgano jurisdiccional competente, habiéndole sido
acordada orden de aprehensión al momento en que este
acudiera junto a su abogado a la sede de la fiscalía.
FRAGMENTO
DESC DETENCION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
11
011
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-13-2792-9111 FECHA:20040225
TITL No puede un fiscal del Ministerio Público en su condición de
funcionario y mucho menos en su condición de fiscal superior
del Ministerio Público, solicitar donaciones por ningún motivo,
conducta esta con la cual estaría incumpliendo lo previsto en el
numeral 2 del artículo 101 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC DONACIONES
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
12
012
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP DID-17-2002-2003-13810 FECHA:20040317
TITL El fiscal del Ministerio Público al actuar como mediador en un
conflicto entre partes fuera del ámbito penal, realizó funciones
que son competencia de otros órganos de la Administración
Pública actuando fuera de las atribuciones que le da la ley,
configurándose de este modo una usurpación de funciones
(Abuso de poder).
FRAGMENTO
DESC BUENA FE
DESC EXCESO DE PODER
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC USURPACION DE FUNCIONES
13
013
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP DID-17-2002-2003-13810 FECHA:20040317
TITL Al tener conocimiento de la comisión de un hecho punible, el
representante del Ministerio Público deberá de manera
inmediata ordenar el inicio de la investigación, ya que al no
hacerlo estaría incumpliendo lo previsto en el numeral 5 del
artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público en relación
con los numerales 1, 11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
15
014
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-7539 FECHA:20040216
TITL El fiscal del Ministerio Público al citar a cualquier ciudadano a
su Despacho en calidad de testigo, experto, víctima o imputado,
no podrá hacerlo mediante la simple utilización de un trozo de
papel, sin membrete, sin destinatario y sin firma, sino con todas
las formalidades de ley.
FRAGMENTO
DESC CITACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
16
015
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-6103 FECHA:20040209
TITL Las observaciones realizadas por la Dirección de Inspección y
Disciplina a los fiscales del Ministerio Público no son objeto de
reconsideración ya que no constituyen un acto de esta índole.
FRAGMENTO
“Dado el contenido del oficio por usted suscrito, debemos informarle que
los exhortos u observaciones realizadas por esta Dirección, con ocasión a
la instrucción de una averiguación previa, constituyen actos de corrección
y no actos sancionatorios, pues su finalidad específica es enmendar los
posibles errores en que hubieren incurrido los representantes del Ministerio
Público en el ejercicio de sus funciones.
Los funcionarios que laboramos para esta Institución, nos encontramos
bajo un orden piramidal, el cual es precedido por el Fiscal General de la
República, quien se apoya en las diferentes direcciones pertenecientes a
su Despacho, por lo cual, las observaciones emanadas de ellas, en los
diferentes ámbitos de competencia, son instrucciones que deben ser
cumplidas, y cuyo inobservancia podría constituir una falta grave prevista
en el artículo 90, numeral 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, en
concordancia con el artículo 117, numeral 3 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
Por otra parte, es necesario destacarle la diferencia entre lo que es un
exhorto u observación y lo que es un acto administrativo de carácter
sancionatorio; las observaciones o exhortos, como tales, no constituyen
sanciones disciplinarias, son actos de carácter interno que revisten la
naturaleza de indicaciones o señalamientos que se le hacen al funcionario,
a fin de evitar futuras faltas o llamados de atención, pero desde ningún
modo constituyen sanciones disciplinarias, que alteren la situación jurídica
de su destinatario, y que por ende, puedan ser objeto de algún tipo de
recurso.
En este sentido, cumplo en informarle que la Dirección de Consultoría
Jurídica de esta Institución, mediante Memorándum número DCJ-3-382-
2002 de fecha 5 de marzo del 2002, ratificó el presente criterio. Por lo que
resulta conveniente citar un extracto de dicho dictamen:
´....Las observaciones que se hacen con ocasión de una averiguación
previa, deben considerarse actos de corrección y no actos sancionatorios
pues tienen como finalidad enmendar los errores en que incurrieron los
representantes del Ministerio Público al realizar determinadas actuaciones
en el ejercicio de sus funciones, amén de que a su vez sirve a la Dirección
de Inspección y Disciplina como un medio de control y seguimiento de
tales actuaciones, pues mediante las observaciones puede precisar en
cuales aspectos están fallando los fiscales del Ministerio Público y qué
medidas deben adoptarse para mejorarlos...´.
Por todo lo anteriormente expuesto, se le informa que en lo relacionado al
recurso de reconsideración elevado por usted ante esta Dirección, no
existe materia sobre la cual pronunciarse...”.
17
Disposiciones legales contenidas en el documento:
LOMP art:90-2
EPMP art:117-3
MMP Nº DCJ-3-382-2002
05-03-2002
18
016
TDOC Oficio
REMI Dirección de inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 09-2101-24742 FECHA:20040503
TITL Cuando un representante del Ministerio Público emite una
orden de inicio de la investigación en una causa sin verificar la
existencia de una orden de inicio de la investigación por parte
de otro fiscal, previa a la suya, actúa de manera descuidada, no
dando cumplimiento a lo previsto en el numeral 1 del artículo
100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC INVESTIGACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
19
017
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-09-2101-24743 FECHA:20040503
TITL La firma de dos órdenes de inicio por parte del mismo
representante del Ministerio Público constituye una conducta
descuidada, actuación con la cual no se da cumplimiento a los
deberes establecidos en el numeral 1 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
“Si bien es cierto que usted tuvo conocimiento de que había ocurrido un
hecho donde resultó muerto el ciudadano quien vida respondiera al
nombre de (…), por información del Cuerpo de Investigaciones Científicas
Penales y Criminalísticas, (…), y ordenó inmediatamente el inicio de las
investigaciones, no es menos cierto que fue el descuido por parte de esa
representación fiscal al no diarizar ni tener un control en las órdenes de
inicio emanadas de ese Despacho, lo que causó que el Abg. (…) incurriera
en el error de firmar una nueva orden de inicio en el caso de la
investigación antes mencionada, originando con esto errores materiales en
el expediente.
En virtud de lo anteriormente expuesto considera quien suscribe necesario
observarle su deber de cumplir con lo establecido en el numeral 1 del
artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, ya que la
eventual reincidencia en casos similares podría ocasionarle el inicio de un
procedimiento disciplinario…”.
DESC INVESTIGACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
20
018
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-12-99498 FECHA:20040622
TITL Las hojas o espacios en blanco dejados dentro de cualquiera de
los libros llevados por una representación fiscal del Ministerio
Público constituye incumplimiento de los deberes contenidos
en el numeral 1 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
FRAGMENTO
21
019
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-12-99498 FECHA:20040622
TITL Cuando el representante del Ministerio Público comete errores
en los escritos suscritos por su persona, incurre en
inobservancia de los deberes inherentes a su cargo previstos
en el numeral 1 del artículo 100 Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC DOCUMENTACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
22
020
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N°: DID-07-12-99498 FECHA:20040622
TITL El fiscal del Ministerio Público, deberá establecer los controles
necesarios a fin de tener conocimiento de todas las actividades
que suceden en el Despacho a su cargo, de lo contrario no
estaría dando cumplimiento a los deberes previstos en el
numeral 1 del artículo 100 Estatuto de Personal del Ministerio
Público.
FRAGMENTO
23
021
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-12-99498 FECHA:20040622
TITL Todas las comisiones conferidas por las diferentes Direcciones
que conforman el Despacho de Fiscal General de la República
deberán ser debidamente tramitadas, sustanciadas e
informadas a las Direcciones comitentes por el representante
del Ministerio Público al que le son conferidas, de lo contrario
estará incurriendo en inobservancia de los deberes contenidos
en los numerales 1 y 2 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC COMISIONES
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
24
022
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-2189-34679 FECHA:20040608
TITL Los fiscales del Ministerio Público deben abstenerse de
recomendar a personas para que obtengan ventajas o
beneficios, ante cualquier dependencia del Ministerio Público u
otro organismo, ya que al hacerlo estarían incumpliendo con
los deberes previstos en los numerales 7 y 11 del artículo 100
del Estatuto de Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
25
023
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-2189-34679 FECHA:20040608
TITL Cuando un representante del Ministerio Público ordena
libertades, aprehensiones o medidas cautelares sustitutivas a
los imputados, no solo usurpa funciones que le corresponden a
los órganos jurisdiccionales sino que también incumple con los
deberes previstos en los numerales 1, 2 y 11 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público, así como incumple
con lo establecido en la Circular N° DFGR-DVFGR-DCJ-DRD-6-9-
2001-014 de fecha 6-8-2001.
FRAGMENTO
27
024
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 03-EXP1526-2004-27797 FECHA:20040513
TITL Detención contraria a la Constitución.
FRAGMENTO
29
025
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 12-16-2004-26150 FECHA:20050505
TITL Los fiscales y funcionarios del Ministerio Público deben
mantener, en todo momento, una conducta cortés, respetuosa y
considerada con sus superiores jerárquicos, iguales,
subalternos y público en general a los fines de dar
cumplimiento a lo establecido en el numeral 3 del artículo 100
del Estatuto de Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
“Le recuerdo que está entre sus deberes de conformidad con el Estatuto
de Personal vigente del Ministerio Público, guardar una conducta
armónica, debiendo mantener en las relaciones con sus iguales,
subordinados y superiores jerárquicos, la consideración, el respeto y la
cortesía debidas.
En consecuencia, deberá tratar de canalizar los conflictos de esta
naturaleza que eventualmente ocurren, utilizando los mecanismos o las
vías pacíficas y acordes a la función que desempeña, tratando en todo
momento de solventar y subsanar la problemática de una manera justa,
equitativa, siguiendo los canales regulares (…), ya que confrontaciones de
esta naturaleza van en contra de la armonía que debe existir entre los
integrantes de un equipo de trabajo, más aun cuando se trata de una
representación del Ministerio Público.
En consideración a lo anterior, debe dar cumplimiento al numeral 3 del
artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, a los fines de
mantener la coordinación necesaria para que el desempeño de la función
que tiene encomendada en la normativa interna, Ley Orgánica del
Ministerio Público y Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela…”.
30
026
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 12-16-2004-26150 FECHA:20040505
TITL Los fiscales y funcionarios del Ministerio Público no podrán
retirar de las representaciones fiscales, ni guardar para sí
libros, documentos, expedientes, o materiales que pertenezcan
a la Institución, ya que con esa forma de proceder estarían
incumpliendo con los deberes previstos en el artículo 94 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público en correlación con los
numerales 1, 5, 11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.
FRAGMENTO
“En cuanto a las páginas desprendidas del libro que fuera llevado en ese
Despacho Fiscal para la entrada y salida de expedientes, las cuales tenía
bajo resguardo en su residencia, se le recuerda que los materiales de
oficina, libros, expedientes y bienes públicos, pertenecientes a la
Institución no pueden ser retirados de la sede de esa representación fiscal
y llevarlos a destinos que no guarden relación con las funciones inherentes
al Ministerio Público…”.
31
027
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp 2239-2004- FECHA:20040830
58856
TITL El fiscal del Ministerio Público incumple lo previsto en el
artículo 283 del Código Orgánico Procesal Penal, al no ordenar
el inicio a la averiguación penal correspondiente.
FRAGMENTO
32
028
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin remitente/
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp 2239-2004- FECHA:20040830
58856
TITL Al serle requerida información por parte de la Dirección de
Inspección y Disciplina al representante del Ministerio Público,
este respondió anexando copia de una comunicación que
presuntamente había sido remitida a su Dirección de
adscripción, incumpliendo de esa manera lo previsto en el
numeral 2 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
FRAGMENTO
33
029
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp 1926-2004- FECHA:20040830
58858
TITL El representante del Ministerio Público, incumple con los
deberes inherentes a su cargo al no dar oportuna respuesta a
los requerimientos formulados por la Dirección de Inspección y
Disciplina.
FRAGMENTO
34
030
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-16-2636-54684 FECHA:20040813
TITL Aun cuando el artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal,
faculta al Ministerio Público para devolver lo antes posible los
objetos recogidos o incautados, el fiscal del Ministerio Público,
cuando tenga duda con respecto algún caso en particular con
relación a la devolución de vehículos que le sean requeridos,
deberá solicitar apoyo de la Dirección de Asesoría Técnico
Científica de esta Institución.
FRAGMENTO
35
031
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-13-2634-54679 FECHA:20040813
TITL El representante del Ministerio Público no dio cumplimiento al
contenido de la Circular N° DFGR/DVFGR/DGAP/DID/DCJ/DRD/DATCI-
006-2003 de fecha 18-3-2003, relacionada con la obligación de los
representantes del Ministerio Público de requerir a los órganos de
investigaciones científicas, penales y criminalísticas, el depósito de
las evidencias u objetos recogidos o incautados con motivos de las
investigaciones penales.
FRAGMENTO
DESC EVIDENCIAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
37
032
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DID-15-2619-51891 FECHA:20040805
TITL El representante del Ministerio Público omitió la tramitación de
una medida de protección, por lo que incumplió con el
contenido del numeral 4 del artículo 31 de la ley Orgánica del
Ministerio Público, el artículo 55 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y el numeral 14 del artículo
108 del Código Orgánico Procesal Penal.
FRAGMENTO
DESC AMENAZAS
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC PROTECCION A LA VICTIMA
DESC VICTIMA
38
033
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-10-568-2002-050228 FECHA:20040730
TITL El representante del Ministerio Público en el escrito de
acusación ofreció como medios de prueba, reconocimientos en
rueda de individuos que no se habían practicado, incumpliendo
de esa manera con el contenido del numeral 5 del artículo 326
del Código Orgánico Procesal Penal.
FRAGMENTO
39
034
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DID-03-Exp. 2275-2004- FECHA:20040513
27798
TITL Para que la Dirección de Inspección y Disciplina pueda iniciar
una averiguación previa contra un funcionario del Ministerio
Público es necesario que la denuncia interpuesta en contra de
ese funcionario sea presentada en original.
FRAGMENTO
DESC AVERIGUACIÓN
DESC DENUNCIA
DESC DOCUMENTACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
40
035
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID DID-10-2302-2003- FECHA:20040618
38554
TITL Todos los fiscales, funcionarios y empleados del Ministerio
Público guardarán secreto sobre los asuntos de que conozcan
en razón de sus funciones, en caso contrario estarían
incumpliendo con los deberes previstos en el artículo 94 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público, así como en los numerales
1 y 5 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio
Público.
FRAGMENTO
“Todo fiscal del Ministerio Público tiene el deber de resguardar todos y cada uno de los
documentos que le son confiados en razón del ejercicio de sus funciones.
Si bien es cierto que de los recaudos que conforman la averiguación preliminar número (…)
no se logró determinar como la fuente periodística obtuvo la información publicada el día
(…), no es menos cierto que los funcionarios que tenían el resguardo y custodia de los
documentos públicos, no procedieron con el suficiente celo en el cuidado y custodia de los
documentos ya señalados, lo que trajo como consecuencia que fueran publicados en un
diario de circulación nacional.
En este sentido, debemos recordarle los deberes de confidencialidad y reserva que
conlleva el ejercicio de la función fiscal y que se encuentran previstos en el artículo
94 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que señala:
´Los fiscales y demás personal del Ministerio Público guardaran secreto sobre los asuntos
de que conozcan en razón de sus funciones. Se les prohíbe conservar para sí, tomar o
publicar copias de papeles, documentos o expedientes del archivo de los Despachos
respectivos´.
Usted ha incumplido con los deberes inherentes a su cargo al no proceder con la diligencia,
idoneidad y eficiencia requeridas en el resguardo de los documentos que reposan en esa
representación fiscal.
En este sentido usted incumplió con la obligación que tienen todos los funcionarios del
Ministerio Público, y en especial los representantes fiscales, de resguardar con especial
celo los documentos que tienen bajo su tutela y custodia, tal y como lo exigen los
numerales 1 y 5 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio Publico contenido
en Resolución N° 60 de fecha 4 de marzo de 1999 emanada del Despacho del Fiscal
General de la República…”.
DESC ARCHIVOS
DESC AVERIGUACION
DESC DOCUMENTACION
DESC DOCUMENTOS PUBLICOS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC SECRETO DE ACTUACIONES
41
036
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 07-2640-63523 FECHA:20040921
TITL Cuando un fiscal del Ministerio Público omite ejercer el control,
supervisión y dirección de la investigación penal actúa de
manera descuidada, conducta esta con la cual no esta dando
cumplimiento a los deberes previstos en el numeral 2 del
artículo 108 del Código Orgánico Procesal Penal, numerales 7 y
8 del artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público en
correlación con los numerales 1, 11 y 12 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
43
037
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 7-865-63657 FECHA:20040922
TITL El representante del Ministerio Público que emita una opinión
posterior a la ya dada por otro fiscal en un mismo caso deberá
respetar los principios de unidad e indivisibilidad que rigen a
nuestra Institución, de lo contrario no estará dando
cumplimiento a lo previsto en los numerales 1 y 11 del artículo
100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
“En el escrito dirigido al Juez (…) del Circuito Judicial Penal del Estado (…)
, de fecha (…), en su petitorio señaló: ´.....Igualmente solicito honorable
Juez, que de decretar la nulidad absoluta solicitada en este escrito, decrete
igualmente el sobreseimiento de la causa al ciudadano (…)´.
Dicho pedimento conlleva dos (2) situaciones que producen consecuencias
procesales diferentes, por una parte el hecho de solicitar la nulidad de
actuaciones, contradice la solicitud de un acto conclusivo como lo es el
sobreseimiento, ya que el efecto de la nulidad es retrotraer el proceso al
estado en que se produjo el acto que ocasionó la nulidad, en el caso
concreto a la fase preparatoria del proceso, para entonces profundizar la
investigación y darle continuidad, a fin de esclarecer los hechos.
En efecto, si el órgano jurisdiccional acuerda la solicitud de nulidad de las
actuaciones realizadas, ello no implica la cesación de la causa, por cuanto
una vez declarada la misma, sus consecuencias son la de anular el acto
en sí mismo y consecuencialmente los actos consecutivos que dependan
de lo anulado, conservando plena validez lo ejecutado con anterioridad al
acto irrito. Por tanto, resulta contradictorio en criterio de este Despacho,
que solicitada la nulidad de todo lo actuado, se requiera un sobreseimiento
con base en esas mismas actuaciones, siendo lo adecuado de declararse
la nulidad requerida, retomar la investigación a objeto aclarar los hechos
para buscar la verdad.
Por otra parte, el sobreseimiento en esencia tiene por objeto concluir el
proceso y su efecto es la extinción de la acción, por ende tiene fuerza de
cosa juzgada, e implica la imposibilidad de perseguir penalmente por
segunda vez al imputado, de tal manera que con tal solicitud se negó la
posibilidad de la búsqueda de la verdad como una de las principales
finalidades del proceso penal.
De tal manera que resulta forzoso concluir que solicitar la nulidad y por vía
de consecuencia el sobreseimiento es improcedente, por cuanto son
pedimentos incompatibles que como se dijo con anterioridad producen
consecuencias jurídicas distintas.
Adicionalmente, con su proceder se apartó de la doctrina institucional al
realizar un pedimento completamente contrario al que había sido solicitado
con anterioridad por otro representante del Ministerio Público, por lo tanto,
resquebrajó la unidad de criterio que debe existir en la Institución, cuya
pauta ha constituido uno de los principios fundamentales del Ministerio
Público, a través de sus representantes en el ejercicio de sus atribuciones.
44
En razón de lo anterior, se le advierte que en sus actuaciones debe poner
de relieve la objetividad, eficiencia e idoneidad, así como prestar atención
a todas las circunstancias pertinentes del caso, y de esa forma dar cabal
cumplimiento a los deberes inherentes al cargo previstos en el ordinal 2°
del articulo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y el numeral 1 del
artículo 100 del Estatuto de Personal.
Asimismo, se le previene que de reincidir en situaciones como la expuesta
podría ser sancionado, previa tramitación del procedimiento disciplinario
respectivo, a tenor de lo previsto en los artículos 90 al 92 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, en concordancia con los artículos 117 y
118 del Estatuto de Personal del Ministerio Público…”.
45
038
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 12-15-64726 FECHA:20040917
TITL El fiscal del Ministerio Público que efectúa u homologa
acuerdos reparatorios está invadiendo esferas de competencias
asignadas a los órganos jurisdiccionales. Esta conducta por
parte de un representante del Ministerio Público configura el
incumplimiento de los deberes previstos en los numerales 1 y
12 del artículo 100 del Estatuto de Personal del Ministerio
Público.
FRAGMENTO
47
039
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N°: 12-15-64730 FECHA:20040927
TITL Todo fiscal del Ministerio Público que tenga conocimiento de la
comisión de un hecho punible deberá ordenar de manera
inmediata el inicio de la investigación penal respectiva de
conformidad con los artículos 283 y 300 del Código Orgánico
Procesal Penal, de lo contrario no estará dando cumplimiento a
lo previsto en los numerales 1 y 12 del artículo 100 del Estatuto
de Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
48
040
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 12-15-64730 FECHA:20040927
TITL Inicio de investigación penal.
FRAGMENTO
“Se constató que los expedientes signados con los números (…), en los
que aparece como víctima (…), no constaban las órdenes de inicio de la
investigación penal ni ninguna otra actuación.
En este sentido, se le recuerda el deber en que se encontraba como fiscal
del Ministerio Público, de dictar la orden de inicio de la investigación penal
de conformidad con lo establecido en los artículos 283 y 300 del Código
Orgánico Procesal Penal, que establecen la obligación de realizar esta
actuación al momento de que tenga conocimiento de los hechos. De igual
manera, los representantes del Ministerio Público deben velar por el
cumplimiento de los lapsos establecidos en nuestras leyes penales, así
como realizar todas aquellas diligencias tendientes al esclarecimiento de
los hechos...”.
49
041
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 15-2441-64727 FECHA:20040927
TITL El fiscal del Ministerio Público que omita estampar su firma en
las actuaciones judiciales que elabora estará actuando de
manera negligente, con lo cual estaría incumplimiento lo
establecido en el numeral 1 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC DOCUMENTACION
DESC FIRMAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC NEGLIGENCIA
50
042
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 14-2441-64728 FECHA:20040927
TITL El fiscal del Ministerio Público que elabore un acto deberá ser el
mismo que lo suscriba. No podrá un representante fiscal firmar
un documento en nombre de otro fiscal ya que con este tipo de
conductas no estará dando cumplimiento a lo previsto en el
numeral 1 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
FRAGMENTO
“Se observa que usted en la audiencia preliminar celebrada en fecha (…), en el Juzgado
(…) de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito judicial Penal del (…),
procedió a firmar y consignar copia fotostática del auto de inicio de la investigación penal en
la referida causa el cual se encontraba a nombre de la abogada (...). Tal proceder es
incorrecto e inaceptable ya que como representante del Ministerio Público le esta prohibido
firmar sobre la identificación de otra persona, por cuanto esta actitud le resta seriedad y
confiabilidad a la actuación, además de generar confusión al organismo al cual esta
dirigido, ya que se hace imposible determinar en definitiva la persona responsable de la
emisión del referido auto, por cuanto cada uno de los fiscales del Ministerio Público tiene
asignada su propia representación fiscal.
Por otra parte, se le recuerda que el único funcionario que puede delegar la firma en esta
Institución es el Fiscal General de la República en los Directores de su Despacho y estos
firman a nombre propio por delegación del Fiscal General de la República, es decir, bajo
ninguna circunstancia puede un fiscal del Ministerio Público actuar por delegación de otro
fiscal. Además, establece el artículo 39 de la Ley Orgánica del Ministerio Público que los
fiscales ordenarán a sus auxiliares la práctica de actividades que sean pertinentes para el
mejor cumplimiento de los deberes y atribuciones del Ministerio Público, es decir, que
pueden encomendar funciones inherentes del Despacho al fiscal auxiliar adscrito a su
dependencia, pero dicha actuación será suscrita directamente por el fiscal que participe en
ella y en su propio nombre, siempre y cuando sea de conformidad con lo establecido en la
Resolución 585 de fecha 30-8-2000, emanada del Fiscal General de la República, referida
a las competencias de los fiscales auxiliares.
Por lo que se exhorta a tomar en cuenta las anteriores consideraciones, y evitar en lo
sucesivo incurrir en situaciones similares a las que nos ocupan, ya que podría ser objeto de
sanción…”.
51
043
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 14-2557-2004-69190 FECHA:20041004
TITL Cuando un fiscal del Ministerio Público conserva en la sede de
su Despacho evidencias de interés criminalístico está
incumpliendo con las instrucciones impartidas en la Circular N°
DFGR/DVFG/DGAP/DID /DCJ/DRD/DATCI-006- 2003 emanada del
Fiscal General de la República, conducta con la cual no estará
dando cumplimiento a lo previsto en el numeral 2 del artículo
100 del Estatuto de Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
52
044
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 03-3176-2004-70518 FECHA:20041006
TITL Los fiscales del Ministerio Público deberán abstenerse de visar
cualquier tipo de documentos a particulares tal y como lo
ordena el artículo 71 de la Ley Orgánica del Ministerio Público,
de lo contrario no estarían dando cumplimiento a lo previsto en
los numerales 1 y 11 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC DOCUMENTACION
DESC FIRMAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
53
045
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 07-2-72892 FECHA:20041012
TITL Al remitir a la Dirección de adscripción el Resumen Mensual de
Actuaciones, el fiscal del Ministerio Público deberá revisarlo
muy cuidadosamente, constatando que la información que se
suministra sea la correspondiente al mes sobre el cual se está
informando, de lo contrario no estará dando cumplimiento a lo
previsto en los numerales 1 y 11 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
54
046
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 7-3246-77313 FECHA:20041029
TITL Los fiscales del Ministerio Público están en la obligación de
acudir a todos y a cada unos de los actos que les sean fijados
por los tribunales respectivos, y en caso de no poder asistir,
por una causa justificada, deberán informarlo con suficiente
antelación, de lo contrario no entrarán dando cumplimiento a lo
previsto en los numerales 1 y 12 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
55
047
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 07-24-72892 FECHA:20041012
TITL Los fiscales del Ministerio Público al decretar el archivo de las
actuaciones deberán notificar a la víctima de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 315 del Código Orgánico Procesal
Penal, caso contrario no estarán dando cumplimiento a lo
previsto en los numerales 1 y 12 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
“Se le informa que deberá notificar a las víctimas una vez decretados los
archivos fiscales de conformidad con lo establecido en el numeral 6 del
artículo 120 y el artículo 315 del Código Orgánico Procesal Penal, dado
que se observó que en las causas números (…) usted no cumplió con
dicha exigencia…”.
56
048
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 13-3075-2004-70522 FECHA:20041006
TITL Los fiscales del Ministerio Público no podrán ausentarse de sus
Despachos sin la debida autorización de su superior jerárquico
de conformidad con lo establecido en el artículo 67 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, de conformidad con lo previsto
en los numerales 1 y 11 del artículo 100 del Estatuto de
Personal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
57
049
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-12-4313 FECHA:20040129
TITL Las averiguaciones preliminares que realiza la Dirección de
Inspección y Disciplina son de carácter personalísimo por lo
tanto son los funcionarios investigados los que deben dar
respuesta a los requerimientos realizados por la Dirección.
FRAGMENTO
DESC AVERIGUACIÓN
DESC FUNCIONARIOS DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
58
050
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 2834-2003-1205 FECHA:20040118
TITL Los funcionarios del Ministerio Público deben observar en todo
momento una conducta decorosa y cortés en el trato con sus
iguales, subordinados, superiores jerárquicos y público en
general a fin de dar cumplimiento al deber contenido en
numeral 3 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
FRAGMENTO
59
051
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 6-Exp. 2834-2003-1205 FECHA:20040118
TITL Se prohíbe la permanencia de personas ajenas al Ministerio
Público en los Despachos fiscales sin autorización de la
Dirección de Recursos Humanos.
FRAGMENTO
60
052
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-1628-18870 FECHA:20040404
TITL El representante del Ministerio Público de conformidad con lo
establecido en el artículo 373 del Código Orgánico Procesal
Penal, deberá presentar conjuntamente con la acusación todos
los elementos de convicción en los cuales se basa, al no
hacerlo estará incumpliendo con los deberes previstos en los
numerales 1, 11 y 12 del artículo 100 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC ACUSACIÓN
DESC ARMAS
DESC HOMICIDIO
DESC JUICIO BREVE
DESC PRUEBA
61
053
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-1628-18870 FECHA:20040404
TITL Toda comunicación emanada de las diferentes
representaciones del Ministerio Público deben contener un
número de identificación así como la firma del fiscal que la
suscribe y el sello húmedo del Despacho.
FRAGMENTO
DESC COMUNICACIONES
DESC FIRMAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
62
054
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-6-2921-2004-30589 FECHA:20040525
TITL Los libros anuales que con motivo del inicio de cada año
comienza una fiscalía del Ministerio Público, sólo pueden ser
cerrados al final de cada año, ya que con el incorrecto manejo
de los libros se estará incumpliendo con lo señalado en el
numeral 1 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público.
FRAGMENTO
63
055
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DID-11-2771-2004 FECHA:20040728
TITL Las averiguaciones preliminares que sustancia la Dirección de
Inspección y Disciplina contra fiscales del Ministerio Público,
son de carácter personal por lo tanto son éstos funcionarios
investigados los que deben dar respuesta a los requerimientos
realizados por este Despacho.
FRAGMENTO
DESC AVERIGUACIÓN
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
64
056
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-42432 FECHA:20040707
TITL El representante del Ministerio Público debe evitar la
permanencia de personas ajenas al Ministerio Público
laborando en los Despachos fiscales, sin la debida autorización
de la Dirección de Recursos Humanos.
FRAGMENTO
65
057
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-3038-42427 FECHA:20040707
TITL El representante del Ministerio Público incumple con sus
deberes al no observar el calendario de guardias fijado por la
fiscalía superior para atender los procedimientos de
aprehendidos flagrantes.
FRAGMENTO
66
058
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP DID-07-13-97763 FECHA:20041229
TITL El fiscal superior del Ministerio Público debe abstenerse de
suscribir comunicaciones sobre asuntos que no son de su
competencia de lo contrario estaría incumpliendo con lo
previsto en el artículo 31 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público y el artículo 18 de la Resolución N° 979 de fecha 15-12-
2000 del Fiscal General de la República, así como el ordinal 1°
del artículo 100 del Estatuto de Personal de esta Institución.
FRAGMENTO
67
059
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-643-95353 FECHA:20041212
TITL El representante del Ministerio Público que reciba instrucciones
verbales deberá dejar constancia en el Libro Diario de su
Despacho y con posterioridad solicitar al respectivo superior
jerárquico su ratificación por escrito.
FRAGMENTO
“No obstante se observó que con respecto a las instrucciones verbales que
le fueron dadas en fecha (...) por la Dirección de (...) ha debido dejar
constancia en el Libro Diario, y con posterioridad solicitar al respectivo
superior jerárquico su ratificación por escrito, todo ello con el objeto de
acreditar, sin lugar a dudas, su representación en la causa seguida a (...)
por la comisión del delito de (...). En consecuencia se le exhorta a que en
futuras situaciones sea muy cuidadoso con este tipo de aspectos...”.
68
060
TDOC Oficio
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DID-07-984-95350 FECHA:20041212
TITL El fiscal del Ministerio Público está en la obligación de velar por
la legalidad y constitucionalidad de las actuaciones que
conforman la fase preparatoria del proceso penal y sobre todo
el deber de ordenar y supervisar las actuaciones de los órganos
de investigaciones penales. Caso contrario no estará dando
cumplimiento a los numerales 1 y 2 del artículo 108 del Código
Orgánico Procesal Penal y los numerales 2 y 5 del artículo 34 de
la Ley Orgánica del Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC CONSTITUCIONALIDAD
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC LEGALIDAD
DESC POLICIA
70
061
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina desestima la denuncia
por cuanto no reviste carácter disciplinario.
FRAGMENTO
“Visto el contenido del auto de fecha (…), el cual se relaciona con la inspección
extraordinaria realizada por abogados adscritos a esta Dirección en la sede del Despacho
del abogado (…), Fiscal (…) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
(…), mediante la cual se recabaron en fotocopia el Oficio N° (…) de fecha (…), dirigido al
fiscal superior de esa misma entidad; el oficio (…) de fecha (…) dirigido a la abogada
representante de la Empresa (…) y el Oficio N° (…) de fecha (…), dirigido al Comandante
del Destacamento N° (…) de la Guardia Nacional, Comando Regional N° (…), todos
suscritos por el citado representante del Ministerio Público. Ahora bien, de la lectura de los
referidos recaudos, se evidencia que la representante legal de la citada empresa, la cual se
encuentra involucrada en la investigación que se sigue por ante la fiscalía (…) del Ministerio
Público, a cargo del abogado (…), efectuó requerimiento ante ese Despacho, en el sentido
de que se le permitiera el reinicio de las actividades de la misma, ante lo cual el
representante del Ministerio Público procedió a darle respuesta, aclarando que la orden
para el cierre o clausura de establecimientos regidos por la Ley para el Control de los
Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, no emanó de su Despacho, sino que
fue una actuación de los funcionarios adscritos a la Guardia Nacional que fueron
debidamente comisionados para actuar en la citada investigación, la cual consideró total y
absolutamente al margen de la ley, por cuanto los mismos se extralimitaron en su actuación
al ordenar, sin el debido conocimiento y autorización de ese Despacho fiscal, el cierre de
una serie de establecimientos que se rigen por la referida ley, lo cual no evidencia
trasgresión alguna de lo contemplado en el artículo 304 del Código Orgánico Procesal
Penal, relacionado con la reserva de las actuaciones, por el contrario, se observa que el
abogado (…) procedió a darle oportuna respuesta al representante legal de la citada
empresa en cumplimiento de la normativa legal vigente. En virtud de lo antes expuesto, se
concluye que el representante del Ministerio Público mencionado actuó conforme a sus
atribuciones legales, y que por ende, su conducta no encuadra en ninguno de los
supuestos previstos como sancionables en la Ley Orgánica del Ministerio Público, por lo
tanto sería inoficioso la apertura de averiguación previa con fines disciplinarios por parte de
esta Dirección.
En tal sentido, se procede a ordenar el archivo de los presentes recaudos, por las razones
antes expuestas…”.
DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
71
062
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina procede a desestimar la
denuncia presentada por cuanto la misma no cumple con los
requisitos formales previstos en el artículo 49 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos.
FRAGMENTO
DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
72
063
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina acuerda no tramitar la
denuncia por cuanto el escrito se encuentra en fotocopia.
FRAGMENTO
DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
73
064
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Se acuerda archivar la denuncia por cuanto su contenido es
insuficiente e impreciso para dar inicio a una averiguación
preliminar.
FRAGMENTO
DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
74
065
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina acuerda desestimar la
denuncia por cuanto el fiscal del Ministerio Público denunciado
actuó ajustado a derecho eximiéndose de intervenir en una
causa de índole civil.
FRAGMENTO
“Es el caso que la denuncia es interpuesta en fecha 20 de septiembre de 2002 por ante la
Unidad de Atención a la Víctima del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado (…) sin embargo, tal y como consta en Acta de Asamblea General de Asociados del
´SINDICATO DE (…)´ celebrada el día 25 de mayo de 2003, se expuso el problema de la
supuesta apropiación indebida por parte de los ciudadanos (…), Secretario General y (…),
Secretario de Finanzas, quienes en su condición de Secretario General y Secretario de
Finanzas, tenían firma autorizada para el manejo de las cuentas del sindicato, además
dichos gastos fueron plenamente justificados en el balance correspondiente al año 2001-
2002, y aprobado por la Asamblea General de Asociados, por tanto estos hechos no
constituyen ningún tipo de delito, y en tal caso de haberse generado la distracción de
alguna cantidad de dinero lo indicado era desaprobar el balance indicado o pedir su
impugnación una vez aprobado, además de la respectiva rendición de cuentas que debe
darse en estos casos, la cual corresponde conocer a la jurisdicción civil y no a la penal.
Por lo tanto, esta Dirección, una vez analizados tanto el escrito de denuncia y los anexos
que la acompañan, interpuesta en contra del abogado (…), Fiscal (…) del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del Estado (…), considera que no se puede dar inicio a una
averiguación preliminar sobre la base de los presupuestos expuestos en la denuncia, ya
que en este caso el funcionario cuestionado actuó ajustado a derecho al solicitar al tribunal
el sobreseimiento de la causa número (…), dado que en este caso el delito denunciado por
el ciudadano (…) nunca se cometió.
En base a todos los argumentos anteriormente expuestos, esta Dirección, actuando de
conformidad a lo dispuesto en el numeral 7 del artículo 19 de la Resolución N° 979, de
fecha 15 de diciembre de 2000, emanada del Despacho del Fiscal General de la República,
acuerda desestimar la presente denuncia y no abrir la averiguación preliminar
respectiva…”.
75
066
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina acuerda desestimar la
denuncia por cuanto en el escrito no se señala cúal es la
presunta falta disciplinaria cometida por el funcionario
denunciado.
FRAGMENTO
DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
76
067
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL La Dirección de Inspección y Disciplina acuerda desestimar la
denuncia por cuanto el Fiscal del Ministerio Público denunciado
actuó ajustado a derecho.
FRAGMENTO
“En fecha 30 de octubre de 2002 se recibió en esta Dirección Oficio N° (…) suscrito por el
abogado (…), Juez Primero de Ejecución del Circuito Judicial Penal de (...), quien cuestionó
la conducta del abogado (…), Fiscal (…) del Ministerio Público con Competencia Nacional
en Régimen Penitenciario y Ejecución de Sentencias, por cuanto en fecha 30 de
septiembre de 2002 le solicitó información en relación a la solicitud de revocatoria del
beneficio de Régimen Abierto que hasta el momento se encontraba disfrutando el
ciudadano (…), aun cuando el fiscal que se encontraba notificado para esa causa era el
ciudadano Fiscal (…) del Ministerio Público a Nivel Nacional.
En fecha 15 de noviembre se remitió memorandum a la Dirección de Protección de
Derechos Fundamentales solicitando información en relación a los siguientes particulares:
a) En cuanto a la competencia del abogado (…) para atender lo concerniente a los Centros
de Tratamiento Comunitario; b) Si por la naturaleza de sus actuaciones le era dado solicitar
ante un Juzgado de Ejecución información relacionada con la revocatoria de un beneficio
de Régimen Abierto aun cuando no sea el fiscal notificado en la causa. En fecha 30 de
diciembre de 2002 se recibe Memorandum N° (…) procedente de la Dirección de
Protección de Derechos Fundamentales, en donde se señala lo siguiente:
´…una de las atribuciones del Fiscal del Ministerio Público con Competencia en Régimen
Penitenciario y Ejecución de Sentencias, es atender todo lo concerniente a los Centros de
Tratamiento Comunitario, de conformidad con los artículos 42 y 34 ordinal 22 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público…/…de requerirse la atención inmediata de un caso por
parte de un fiscal del Ministerio Público para actuar en la Etapa de Ejecución de
Sentencias, este tiene la atribución aun cuando no fuere el fiscal notificado en la causa de
atenderla, tramitarla y resolverla…´.
Por lo anteriormente expuesto, en virtud de que la conducta del abogado (…), Fiscal (…)
del Ministerio Público con Competencia Nacional en Régimen Penitenciario y Ejecución de
Sentencias no constituye falta disciplinaria, esta Dirección acuerda desestimar la presente
denuncia por no existir elementos suficientes que fundamenten la apertura de la
correspondiente averiguación preliminar…”.
DESC DENUNCIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PRESOS
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC SENTENCIAS
77
068
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin identificar/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Por cuanto no es competencia del fiscal del Ministerio Público
servir de intermediario en la realización de acuerdos
reparatorios, se desestima la denuncia.
FRAGMENTO
78
069
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:20040306
TITL Abandono de cargo.
La ausencia por parte del fiscal del Ministerio Público o de
cualquier otro funcionario de esta Institución de su sitio de
trabajo o de sus labores, sin la debida autorización de sus
superiores jerárquicos, configura el abandono del cargo y por
ende en incumplimiento de los deberes previstos en los
artículos 67 y 74 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y los
numerales 8 y 11 del artículo 100 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público, lo cual encuadra en las faltas previstas en el
numeral 2 del artículo 90 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público, en correlación con el numeral 3 y, literales “a” y “c” del
Parágrafo Único del artículo 117 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público. Auto de inicio de procedimiento disciplinario
FRAGMENTO
80
070
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Prescripción de la acción en materia disciplinaria.
Momento a partir del cual la administración comienza a
computar la prescripción de la acción disciplinaria.
FRAGMENTO
82
en lo que respecta a la interrupción de la prescripción, remite a las normas
que prevé al respecto el Código Civil; y en tercer lugar, porque tales
normas son de naturaleza distinta.
De tal manera que, la materia penal no está llamada a ser fuente supletoria
ni por su naturaleza, ni por ser señalada como tal por el Estatuto de
Personal de esta Institución.
Por lo tanto, el alegato del investigado en el sentido de que se apliquen
analógicamente las normas del Código Penal, es improcedente…”.
83
071
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL El lapso de prescripción se interrumpe con el ejercicio de la
acción disciplinaria, no con la notificación del inicio del
procedimiento disciplinario al investigado.
FRAGMENTO
85
072
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL El alegato de prescripción de la acción disciplinaria realizado
por el fiscal de Ministerio Público en su carácter de investigado
en un procedimiento disciplinario no interrumpe la continuación
del procedimiento, ya que en este no hay lugar a incidencias.
FRAGMENTO
86
073
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Inspección y Disciplina DID
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Cuando por un mismo hecho de carácter disciplinario se da
inicio a un procedimiento disciplinario en contra de varios
fiscales del Ministerio Público, debe hacerse por piezas
separadas.
FRAGMENTO
DESC EXPEDIENTE
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
88
074
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Allanamiento de morada.
El fiscal del Ministerio Público que permite la práctica de un
allanamiento de morada sin la debida orden judicial no sólo
está violando derechos y garantías constitucionales sino que
también incurre en falta grave en el ejercicio de sus funciones.
FRAGMENTO
89
que se fundamenta, la previsión sucinta de la identificación del
procedimiento de que se trata, la determinación precisa e indubitable del
lugar a ser registrado, el motivo fundado del allanamiento, con indicación
exacta de los objetos y personas buscadas (artículo 211, numeral 4, del
citado Código), son exigencias legales tendientes (sic)a obviar la
discrecionalidad y subjetividad en la práctica de la medida y a evitar
registros arbitrarios e irracionales que conllevan la afectación de garantías
de rango constitucional, tales como la inviolabilidad del hogar doméstico
(artículo 47), el debido proceso y el derecho de defensa (artículo 49), e
incluso llegar a constituir delito (artículo 184 del Código Penal)...”.
DESC ALLANAMIENTO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FLAGRANCIA
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC NULIDAD
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC VIOLACIÓN DE DOMICILIO
90
075
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0297-2004 FECHA:20040322
TITL Aumento en el número de oficios suscritos por Jueces en los
cuales notifican el extravío de expedientes en los tribunales a
su cargo.
FRAGMENTO
DESC EXPEDIENTE
DESC JUECES
DESC TRIBUNALES
91
076
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0299-2004 FECHA:20040322
TITL Objeción a la designación del abogado (…), para desempeñar el
cargo de juez tal como apareció reseñado en cartel publicado
en un diario de circulación nacional.
FRAGMENTO
DESC JUECES
DESC MEDIOS DE COMUNICACIÓN
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
92
077
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0339-2004 FECHA:20040406
TITL Conflicto de competencia existente entre la Inspectoría General
de Tribunales, la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Sistema Judicial y la Coordinación del
Servicio Autónomo e la Defensa Pública.
FRAGMENTO
93
078
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FDJ-0292-2004 FECHA:20040813
TITL Recursos contra decisiones emanadas de la Inspectoría
General de Tribunales, con ocasión a los Procedimientos
Disciplinarios instruidos a los representantes del Poder Judicial
(Jueces y Defensores Públicos).
FRAGMENTO
“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que
reposan en el Expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de
Tribunales, así como la decisión de archivo acordada, esta representación
fiscal observa que tanto la juez (…) como (…), ambas en el ejercicio del
cargo de juez, invadieron la jurisdicción por el territorio, pues si bien es
cierto que el caso que nos ocupa correspondía a un juez con competencia
en materia penal, su ejercicio se encuentra limitado al territorio en el cual
fueron designadas; ambas jueces se encontraban designadas para actuar
como jueces penales en la jurisdicción del Estado (…), motivo por el cual,
al percatarse de que el caso elevado a su conocimiento ocurrió en
jurisdicción del Estado (…), existiendo incluso una causa cursante ante la
Delegación de ese Estado, han debido declinar el conocimiento del mismo
en dicha circunscripción judicial y remitir las actuaciones al Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de ese
Estado. Por lo demás no debe dejar de advertirse en el caso particular de
la juez (…), que le fue requerido tiempo después por la propia solicitante
ciudadana (…) que declinara la competencia en la ciudad de (…) en razón
de la denuncia existente en dicho Estado, lo cual sólo realizó tiempo
después.
Por su parte, la juez (…), primera en proveer sobre la solicitud efectuada
por la ciudadana (…), debió inmediatamente advertir que no podía en
forma alguna admitir la solicitud de entrega del vehículo interpuesta por la
ciudadana (…), en contra del ciudadano (…), toda vez uno de los
supuestos de procedencia para iniciar ésta reclamación es la existencia de
un proceso penal como tal, el cual como se indicó existía pero en la ciudad
de (…). El argumento explanado por la Inspectoría General de Tribunales
en cuanto a que la admisión y posterior tramitación de la solicitud
interpuesta por la abogada en mención, poseen un fundamento de orden
jurisdiccional, no resulta acertado pues se trata de que la juez infringió los
deberes que la ley le establece, supuesto establecido como ilícito
disciplinario en la Ley de Carrera Judicial.
Debe reconocerse que si bien el representante fiscal actuó de manera
desacertada –situación que fue denunciada ante el órgano disciplinario
correspondiente- no puede ser de ninguna manera pretexto para que
ambas representantes del Poder Judicial, se excusen del conocimiento de
uno de los principios fundamentales que rigen los procesos
jurisdiccionales, materia que en ningún caso debe ser desconocida por los
operadores de justicia.
No puede la Inspectoría General de Tribunales, omitir el error cometido por
todos estos administradores de justicia, alegando que los aspectos
94
señalados son jurisdiccionales, toda vez que la competencia por el
territorio puede ser declarada de oficio por el juez o solicitada por las
partes intervinientes en el proceso, ante lo cual el legislador previó que la
declinatoria de la competencia no acarrea la nulidad de los actos
procesales que se hayan realizado con anterioridad a que ésta haya sido
pronunciada, para provocar de ésta forma que el tribunal que se percate
de una irregularidad como ésta lo señale en su oportunidad y el
procedimiento continúe sin dilaciones indebidas, salvaguardando así los
principios que rigen el proceso penal.
Es por todo ello, que ésta Fiscalía en Materia Disciplinaria Judicial
considera que la juez (…), transgredió lo dispuesto en los artículos 57 y 61
del Código Orgánico Procesal Penal, puesto que estaba obligada a
desprenderse del conocimiento de la causa para que un tribunal de su
misma categoría, en el Estado (…) continuara conociendo la misma.
Tal conducta por parte de las abogadas (…), tipifican el ilícito previsto en el
numeral 11 del artículo 40 de la Ley de Carrera Judicial en virtud de no
haber acatado lo previsto en las normas procesales citadas y continuar el
conocimiento de la causa judicial, en la que se encontraban ambas
legalmente impedidas en razón del territorio.
Señala igualmente la Inspectoría General de Tribunales en el auto de
cierre, en cuanto al punto señalado por el denunciante en cuanto a que la
juez (…), dictó un auto de fecha(…), fecha en que se encontraba de
reposo médico, que el mismo se inició en fecha posterior, no existiendo en
el expediente instruido por dicho organismo, prueba alguna que lo
evidencie, sólo la circunstancia de que dicho auto se encuentra firmado, lo
cual ha podido realizar aún estando de reposo, adminiculado a su propio
dicho, el cual fue tomado textualmente como fundamento para desvirtuar lo
señalado por el denunciante; no cursa ninguna actuación en el expediente
administrativo disciplinario, que avale lo indicado por la jueza denunciada
en cuanto a las fechas en las cuales no estuvo presente en el tribunal.
Además de ello, tampoco previno el Inspector que realizó la investigación,
que debía consignar en el presente expediente, copias certificadas del libro
diario que avalaran lo indicado por la juez sobre su ausencia, aspectos
estos que no fueron desvirtuados.
En cuanto a los señalamientos efectuados en contra de la abogada (…),
cabe destacar un aspecto que no puede pasar desapercibido como lo es la
forma de llevar el Libro Diario del tribunal, toda vez que se puede observar
de las actuaciones que rielan en el expediente disciplinario y de las copias
certificadas del Libro Diario, que ciertas actuaciones judiciales no fueron
diarizadas en el momento de ser realizadas o por lo menos en el día
correspondiente. Así las cosas podemos observar que en el asiento del
Libro Diario correspondiente al día (…), se encuentra diarizada la
actuación correspondiente a la Causa N°(…). (…) Tal asiento, no
corresponde a la fecha en que se realizó la actuación, sin embargo no se
hace mención alguna a ello.
Asimismo, se observa en el asiento correspondiente a la fecha (…),
relacionado con la Causa N° (…), indicando “Se deja expresa constancia,
que en fecha (…) por error involuntario, se omitió diarizar auto dictado con
el fin de subsanar error cometido por omisión, en acta de audiencia de
fecha (…)”. Es decir, se subsanó el error involuntario, dos (2) meses
después de ocurrido.
Señala al respecto la Inspectoría General de Tribunales en el auto de
cierre, que ´(..) corre inserta copia certificadas del Libro Diario llevado por
95
el Juzgado de Primera Instancia del Circuito Judicial Penal del Estado (…),
en Funciones de Control N° (…), mediante el cual se constató que las
actuaciones precedentemente mencionadas por el denunciante, si se
encuentran asentadas en dicho libro, quedando así desvirtuado lo alegado
por el ciudadano (…)´. Debe tomar en cuenta esta Inspectoría General de
Tribunales no sólo la circunstancia de que las actuaciones se encuentren
diarizadas sino la oportunidad en que ello se realizó; resulta evidente la
irregularidad en el manejo del libro diario tanto desde el punto de vista de
la extemporaneidad de los asientos, como en cuanto a los errores en que
incurrieron en la oportunidad de su realización.
En virtud de los señalamientos expuestos se concluye que las
abogadas(…), y (…), incurrieron en los ilícitos disciplinarios previstos en
los artículos 40 numeral 11 de la Ley de Carrera Judicial y 37 ordinal 6° de
la Ley Orgánica del Consejo de la Judicatura.
En razón de lo expuesto, esta Fiscalía en materia Disciplinaria Judicial,
recurre de la decisión dictada por la Inspectoría General de Tribunales en
fecha (…), notificada en fecha (…) y solicita que la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial, aplique la sanción
de amonestación, y destitución a la abogada (…), y la sanción de
destitución a la abogada (…), quienes se desempeñan como juezas del
Estado (…)…”.
96
079
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0747-2004 FECHA:20040623
TITL Se recurre decisión de la Inspectoría General de Tribunales.
FRAGMENTO
98
080
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0840-04 FECHA:20040721
TITL Se recurre decisión de la Inspectoría General de Tribunales.
FRAGMENTO
“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que
reposan en el expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de
Tribunales, así como la decisión de archivo dictada, esta representación
fiscal observa que el juez (…), acordó en fecha (…), la realización del juicio
oral y público al ciudadano (…) con un tribunal unipersonal, infringiendo la
norma contenida en el artículo 164 del Código Orgánico Procesal penal.
(…) Fundamenta el Juez (…), su decisión, en la aplicación del control
difuso previsto en el artículo 334 constitucional al alegar que esperar cinco
convocatorias ´es una formalidad no esencial´ en el proceso para
administrar justicia con lo cual infringe el juez principios y garantías
procesales, al acordar la realización del juicio con un juez unipersonal sin
cumplir expresamente con las cinco convocatorias requeridas para que
pueda el acusado elegir ser juzgado de ésta manera.
En el mismo sentido se pronunció la Sala Cinco de la Corte de
Apelaciones, al declarar con lugar el recurso ejercido por el fiscal y el
querellante, cuyo fundamento coincide con las razones por las cuales
solicitó el Ministerio Público el inicio del presente procedimiento
disciplinario al decidir en fecha (…) lo siguiente:
´…Es un requisito de procedibilidad para poder aceptar la propuesta de
juez unipersonal del acusado, el que se haya permitido todos los pasos
conducentes, en grado sumo, de manera plural, para la constitución del
tribunal mixto. Y dicho tribunal mixto es de necesario establecimiento –
procurándose 5 veces al menos, su estructuración- en lo que atañe a
delitos como los acusados.
…Es decir, dicho artículo 65 del Código Orgánico Procesal Penal define
sin embages, sin dudas, cual es el único juez natural y competente para
conocer acusaciones admitidas por el delito de lesiones personales
gravísimas; juez natural colegiado éste que sólo excepcionalmente podrá
sustituirse judicialmente por el singular juez profesional…´.
De lo trascrito se infiere que el Juez (…), incurrió en el ilícito disciplinario
previsto en el numeral 11 del artículo 40 de la Ley de Carrera Judicial cuya
norma establece que sin perjuicio de las responsabilidades penales y
civiles a que hubiere lugar, los jueces serán destituidos de sus cargos
cuando infrinjan las prohibiciones o deberes que le establecen las leyes
Debe necesariamente advertirse que la Sala (…) de la Corte de
Apelaciones expresamente señaló: ´en modo alguno, deben ser asumidas
como un cuestionamiento en función de error intencional o negligente del
juzgador, o como inducción a cuestionamiento disciplinario alguno, ya que
lo que se motiva en este fallo es un parecer jurisdiccional que asume la
Alzada, que en este caso, es distinto al parecer que en interpretación de la
Ley asumió en invocación de derecho, el juez de la recurrida, es decir, el
ejercicio del legítimo derecho que tiene el juez de interpretar las
normas…´.
99
Precisamente fundamenta la Inspectoría General de Tribunales el cierre
dictado en el criterio sustentado por la Sala al considerar que si bien el
juez (…), incurrió en violación de derechos y principios procesales y
constitucionales, lo cual conllevó a que ésta acordara la nulidad absoluta
de los actos dictados, la interpretación efectuada por el juzgados es de
naturaleza jurisdiccional.
Al discrepar ésta representación fiscal del cierre dictado y su
fundamentación, debe necesariamente advertir a esa Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial, que la Sala (…)
de la Corte de Apelaciones incurre en una extralimitación de funciones al
asumir funciones disciplinarias propias de la Inspectoría General de
Tribunales y esa Comisión cuando señala que tal parecer no debe
inducirse como cuestionamiento disciplinario. (...) Por lo antes expuesto se
concluye que el abogado (…), juez (…), incurrió en el ilícito disciplinario
previsto en el artículo 40 numeral 11 de la ley de Carrera Judicial. (…)
En consecuencia, esta Fiscalía en Materia Disciplinaria Judicial a Nivel
Nacional, recurre de la decisión dictada por la Inspectoría General de
Tribunales en fecha (…), notificada en fecha (…) y solicita que la Comisión
de Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial aplique la
sanción de destitución al abogado (…), quien se desempeña como Juez
(…) y se aperture la averiguación disciplinaria correspondiente a los
abogados (…), (…), Jueces integrantes de la Sala (…) de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado (…), por haber incurrido
en extralimitación de funciones de conformidad con el artículo 40 numeral
16 de la ley Orgánica del Consejo de la Judicatura…”.
DESC DESPIDO
DESC COMISION DE FUNCIONAMIENTO Y REESTRUCTURACION DEL
SISTEMA JUDICIAL
DESC EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES
DESC INSPECTORIA GENERAL DE TRIBUNALES
DESC JUECES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROCESOS (DERECHO)
100
081
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-0808-04 FECHA:20040709
TITL Se recurre decisión de la Inspectoría General de Tribunales.
FRAGMENTO
“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que reposan
en el Expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de Tribunales, así
como la decisión de archivo acordada, esta representación fiscal observa que la
Inspectoría General de Tribunales en la decisión objeto del presente recurso,
indica que la causa judicial N° (…) nomenclatura de (…), por no ser una causa con
detenidos, no se encontraba dentro del ´orden de prioridades´ que fue establecido
por el juez denunciado a los fines de decidir las causas que cursaban en el
juzgado a su cargo. Tal argumento, en opinión de esta Fiscalía en Materia
Disciplinaria Judicial, no puede ser esgrimido como causa de justificación del
retardo de (…) observado en dicha causa. Resulta desacertado el pretender
justificar el retardo operado, en la presunta existencia de un orden de prioridades
establecido con ´estricta obligatoriedad´ por el juez, sin asidero legal alguno;
aceptar ello como válido, traería como consecuencia que, aquellos casos
considerados por el juez como de menor relevancia por carecer de imputados, por
ejemplo, no serían atendidos con la prontitud que ameritan y se vulneraría el
derecho que asiste a todos por igual, a una justicia expedita, por cuanto sólo se
atenderían de manera inmediata los casos denominados ´prioritarios´ por el
tribunal, causando un desequilibrio en la atención necesaria que se debe brindar a
todo aquel que acuda al órgano de justicia, buscando la resolución de los
conflictos que se le plantean, pues como bien lo indica el artículo 26 de nuestra
Carta Magna, todas las personas tienen derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia, para hacer valer sus derechos e intereses, y por
supuesto a obtener con la prontitud requerida, la decisión correspondiente. (…) En
consecuencia, esta Fiscalía en Materia Disciplinaria Judicial a Nivel Nacional,
recurre de la decisión dictada por la Inspectoría General de Tribunales en fecha
(…), notificada en fecha (…) y solicita que la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Sistema Judicial, aplique la sanción de suspensión al
abogado (…), quien se desempeña como (…) del Circuito Judicial Penal del
Estado. (…)”.
101
082
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-1087-04 FECHA:20040910
TITL Se recurre de acto dictado por la Inspectoría General de
Tribunales.
FRAGMENTO
“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que reposan
en el expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de tribunales, así
como la decisión de archivo dictada, esta representación fiscal observa:
La jueza (…), motiva en acta de entrevista realizada en fecha (…), por el Inspector
comisionado, que ´Para la fecha en que se acumulan las dos solicitudes en
fecha,(…) (la interpuesta por ante el Tribunal de Primera Instancia en Función de
Juicio y la interpuesta por ante la Corte de Apelaciones) ya había cumplido con la
presunta sanción disciplinaria, Por (sic) las dos causas. (omissis)´, dejando
entrever, que tenía conocimiento de la acumulación de la causa contentiva de la
acción de amparo en la causa contentiva del habeas corpus. Sin embargo,
asevera la Inspectoría General de Tribunales en el auto objeto del presente
recurso que la jueza denunciada ´(…) desconocía la existencia del amparo
constitucional y de su acumulación al habeas corpus, porque en el fallo nunca se
hizo mención a la interposición de habeas corpus (omissis)´.
Debe necesariamente advertirse que de la lectura efectuada al auto impugnado,
se observa que el mismo presenta el vicio de falso supuesto de hecho, toda vez
que deja entrever que la Jueza denunciada no tenía conocimiento de las
actuaciones cursantes en la causa judicial, contrario a lo que ella afirma en el acta
de entrevista realizada por el inspector comisionado, fundamentando de esta
forma el auto en cuestión, en hechos que ocurrieron de una manera distinta a la
apreciación efectuada por el órgano administrativo(Sentencia N° 00465 del 27-3-
2001 de la SPA/ TSJ). Se trata pues, de un hecho concreto que ha sido
establecido inexactamente a causa de un error de percepción del órgano
disciplinario, cuya inexistencia resulta de las actas (Sentencia N° 01752 del 27-7-
2000 de la SPA/TSJ.).
De las aseveraciones realizadas por la Inspectoría General de Tribunales, en
cuanto a que el Juez Presidente de la Corte de Apelaciones y Ponente en las
causas, vendría a ser el único responsable de la decisión proferida, omitiendo así,
la responsabilidad de la jueza denunciada en el presente caso, pone de lado
evidentemente, las características fundamentales que rigen la conformación de los
órganos colegiados, toda vez que el Código Orgánico Procesal Penal y la Ley
Orgánica del Poder Judicial, prevén que la Corte de Apelaciones estará por Salas,
cada una de las cuales tendrá por lo menos, tres jueces profesionales y quién
presida tales tribunales colegiados, designará el ponente de las causas que
lleguen y el mismo será el encargado de elaborar el proyecto de decisión y
redactar la decisión adoptada, pero el ponente no será el único encargado de
refrendarla.
Argumentos como los señalados, dejan claro que la decisión que tenga a bien
tomar el ponente, no será suya exclusivamente, por cuanto deberá ser sometida a
la consideración de los otros integrantes de la Corte de Apelaciones, toda vez que
éstos últimos deberán suscribir la sentencia proferida so pena de nulidad de la
misma, tal como lo señala el artículo 174 del Código Orgánico Procesal Penal,
salvo la excepción prevista en el artículo 23 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Para que tal acto fedatario se pueda llevar a cabo, es necesario que los firmantes
tengan conocimiento de las actas cursantes en el expediente judicial, pues con su
firma dan ejecutoriedad a la sentencia.
102
De la misma forma cabe señalar, que constituye un principio fundamental de la
actividad jurisdiccional, el hecho de que los jueces lleguen al conocimiento pleno
de las actuaciones realizadas en el expediente judicial a los fines de tomar la
decisión respectiva, pues lo contrario llevaría al justiciable a una incertidumbre
jurídica producida por la mala apreciación de los hechos, no juzgados
correctamente, por quién tiene el deber de aplicar sus conocimientos a los fines de
impartir justicia.
Por último indico, que aun cuando la abogada (…) no estaba facultada por la ley
para tener injerencia en el asunto tramitado por el ponente de la causa en
referencia y, en consecuencia, no puede tener responsabilidad en la tardía
tramitación de los recursos interpuestos ni en la acumulación de las actuaciones
correspondientes a procedimientos incompatibles, si tiene responsabilidad en la
decisión proferida, ya que la misma fue sometida a su conocimiento y refrendada
por ella, por lo cual concluye está representación fiscal, que la Jueza si estaba en
conocimiento de las actuaciones cursantes en el expediente para haber
corroborado con su actuación tal decisión sin presentar objeción ni negativa
alguna...
…Por lo expuesto se concluye, que la abogada (…), Juez Integrante de la Corte
de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado (…), incurrió en los ilícitos
disciplinarios previstos en el artículo 37 numerales 7 y 11 de la Ley Orgánica del
Consejo de la Judicatura (…).
En consecuencia, esta Fiscalía con competencia en Materia Disciplinaria Judicial a
Nivel Nacional, recurre del auto de archivo dictado por la Inspectoría General de
Tribunales en fecha (…), notificado en fecha (…) y solicita que la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial, aplique la sanción de
amonestación a la abogada (…), quien se desempeña como Juez Integrante de la
Corte de apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado (…)…”.
DESC AMPARO
DESC FALSEDAD
DESC HABEAS CORPUS
DESC INSPECTORIA GENERAL DE TRIBUNALES
DESC JUECES
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC SANCIONES LEGALES
DESC SENTENCIAS
103
083
TDOC Oficio
REMI Fiscal en Materia Disciplinaria Judicial FMDJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° FMDJ-1383-04 FECHA:20041018
TITL Se recurre decisión de la Inspectoría General de Tribunales.
FRAGMENTO
“Ahora bien, revisadas y analizadas como han sido las actuaciones que
reposan en el expediente (…), nomenclatura de la Inspectoría General de
Tribunales, así como la decisión de archivo acordada, esta representación
fiscal pasa a realizar las siguientes consideraciones: Expediente N°(…)
contentivo de solicitud de autorización de pasaporte presentada por la
ciudadana (…), en representación de su hijo (…). El Ministerio Público
presentó solicitud para obtener la expedición del pasaporte, ante lo cual la
Defensora (…), intervino asistiendo al progenitor del niño ciudadano (…),
dando contestación a la solicitud efectuada, oponiéndose a la expedición
del mismo.
Tal actuación vulneró el derecho que asiste al niño de estar identificado,
conforme a lo establecido en los artículos 17 y 22 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del adolescente, que consagra el derecho de
obtener los documentos públicos que comprueban su identidad.
Señaló en sus descargos la Defensora, que en su criterio la expedición del
citado documento llevaba implícita la petición de la madre de residenciarse
fuera del país, con lo cual se vulneraría el derecho del niño de relacionarse
con su padre. Tal afirmación demuestra por parte de la defensora un
desconocimiento en cuanto a los procedimientos que deben cumplirse en
cuanto a la expedición y posterior autorización de viaje, toda vez que
ambas solicitudes deben canalizarse de manera independiente; la primera
no significa necesariamente el otorgamiento de la segunda, pues luego de
expedido el pasaporte, a lo cual se opuso la Defensora, debe el
representante que pretende viajar con el menor solicitar autorización para
ello, supuesto éste que en este caso nunca ocurrió. La defensora apreció
circunstancias fácticas que en ese momento no existían, impidiendo con su
actuación la expedición de un documento de identidad y vulnerando con
ello el derecho de identificación que lo asistía.
Expediente N° (…) Solicitud de restitución de Guarda y Custodia
interpuesta por el Ministerio Público a favor de la ciudadana (…) madre del
niño (…). La defensora (…), intervino asistiendo a la ciudadana (…) quien
en fecha 22-4-2003, le otorga poder apud acta.
Alego la Defensora Pública denunciada en acta de investigación levantada
por la Inspectora comisionada en fecha (…) que:
´…Es entendido que la Defensa Pública, no está habilitada por la ley,
como sí lo está el Ministerio Público, para actuar en juicio, en nombre
propio y en representación de otro. Los defensores Públicos, no podríamos
tomarnos esa atribución, sin ley previa que nos autorice…´.
Resulta desacertado el criterio argumentado por la Defensora para
justificar la representación que le fuera otorgada en juicio, toda vez que tal
como consta en el expediente disciplinario que nos ocupa, la citada
Defensora fue juramentada para actuar en el Área de Protección del Niño y
del Adolescente, tal como se evidencia del acta de juramentación
104
levantada a tal efecto en fecha (…), por la Comisión Judicial,
nombramiento este que le otorga competencia para actuar en todas
aquellas causas relacionadas con la materia de su competencia, sin
necesidad de utilizar poder alguno. De ser cierta la afirmación esgrimida
como defensa por la Defensora Pública nos preguntamos ¿con que
legitimidad actuó y continúa actuando en todas aquellas causas en las
cuales no le es otorgado poder?.
Expediente N° (…). Juicio de divorcio presentado por los ciudadanos (…) y
(…). La Defensora (…), asistió a la ciudadana (…) y solicitó la expedición
de copias certificadas en dicho expediente, actuación esta en la cual dicha
defensora carece de competencia toda vez que las partes intervinientes en
un Juicio de divorcio deben estar asistidas por representantes judiciales,
más no por Defensores Públicos en Materia de Protección de Niños y
Adolescentes. Justifica la Defensora su actuación indicando que con la
misma facilitaría los juicios subsiguientes que en su particular criterio iban
a ser instaurados en materia de obligación alimentaria.
No puede bajo ninguna circunstancia convalidarse dicha actuación bajo un
supuesto de hecho futuro e incierto y menos aún justificar dicha actuación
con el argumento de que con ello no se lesionaron derechos de las partes
y en consecuencia no se configura falta disciplinaria alguna.
Expediente N° (…) Ofrecimiento de pensión de alimentos presentado por
el ciudadano (…) a favor de sus hijos (…), asistido por la abogada (…). El
Tribunal de la causa posteriormente la designa como Defensora Pública
contra la oferida (…).
Estimamos que no apreció la Inspectoría General de Tribunales que la
Defensora con posterioridad a dicho nombramiento asistió en el mismo
juicio a la contraparte, ciudadana (…) a los fines de que la misma se diera
por citada.
Justifica la investigada su actuación alegando en el acta de investigación
levantada por la Inspectora comisionada en fecha (…), cursante al folio
(…) del presente expediente disciplinario: ´…el objeto de la actuación era
darse por citada y motivar la audiencia conciliatoria…´ alegando en el
mismo sentido que la ciudadana en referencia fue la que realizó la solicitud
de asistencia debido a que carece de los medios económicos suficientes
para pagar un abogado privado.
Sin embargo, vuelve a olvidar la Defensora Pública, que existe la figura del
defensor Ad-litem, figura procesal utilizada en aquellos casos en los cuales
una de las partes se encuentra desasistida judicialmente. Se produce con
su actuar una colusión de intereses, al servir en una misma causa a ambas
partes, situación que vulnera los deberes que el Código de Ética del
Abogado prevé en el artículo 30 que indica: ´El abogado que ha aceptado
prestar su patrocinio a una parte, no puede, en el mismo asunto,
encargarse de la Representación de la otra parte, ni prestarle sus servicios
en dicho asunto, aun cuando ya no represente a la contraria´.
Expediente N° 3992.- Demanda de obligación alimentaria incoada por el
Ministerio Público en representación de la ciudadana (…) en contra del
ciudadano (…) en beneficio de los niños (…). La defensora asiste al
referido demandado para darse por citado en la causa en referencia, en
lugar de representar y velar por los intereses de los niños, competencia
que le fue atribuida en la oportunidad de su nombramiento como
Defensora de Protección del Niño y del Adolescente, desfavoreciendo con
ello el interés superior del niño en el disfrute pleno de sus derechos y
garantías.
105
En virtud de los señalamientos expuestos estima esta representación fiscal
que la abogada (…), Defensora Pública (…), incurrió en el ilícito
disciplinario previsto en el numeral 11 del artículo 37 de la Ley Orgánica
del Consejo de la Judicatura, al estimar que esta incurrió en conducta
profesional inapropiada a la dignidad del cargo.
En razón de lo expuesto, esta Fiscalía con competencia en Materia
Disciplinaria Judicial, recurre de la decisión dictada por la Inspectoría
General de Tribunales en fecha (…), notificada en fecha (…) y solicita que
la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial,
aplique la sanción de suspensión, a la abogada (…)...”.
106
084
TDOC Resolución
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Funcionarios del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° 806 FECHA:20040109
TITL Se resuelve establecer un Sistema Computarizado del Libro
Diario, que permita a las fiscalías y a las oficinas de atención a
la víctima dejar constancia de sus actuaciones diarias en forma
eficaz y oportuna.
FRAGMENTO
DESC AUTOMATIZACION
DESC LIBRO DIARIO
DESC MINISTERIO PUBLICO
108
085
TDOC /Sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por el ciudadano
Eduardo Manuit Carpio, Gobernador del Estado Guárico contra
las actuaciones de la Asamblea Nacional, por órgano de la
Subcomisión de Control del Gasto Público e Inversión del
Ejecutivo Regional de la Comisión Permanente de Contraloría,
relativas al procedimiento de declaratoria de responsabilidad
política que estaría tramitando dicho órgano contra el citado
accionante, de conformidad con los artículos 26 y 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en
concordancia con lo dispuesto en los artículos 1, 2 y 5 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales.
FRAGMENTO
110
LOADGC art:1
LOADGC art:2
LOADGC art:5
DESC AMPARO
DESC CONTRALORIA
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC GOBERNADORES
DESC INTERPELACIÓN
DESC INVESTIGACIÓN
DESC RESPONSABILIDAD POLITICA
DESC SEPARACION DE PODERES
111
086
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por los
ciudadanos Nerio Medina, Javier Pirela y Abel Pelaez Bustos,
invocando los intereses difusos de la colectividad pesquera del
Lago de Maracaibo, en contra de la empresa de Servicios
Halliburton de Venezuela, S.A., en virtud de la declinatoria de
competencia efectuada por el Juzgado Tercero de Primera
Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial
del Estado Zulia.
FRAGMENTO
113
contaminante para el medio ambiente. En razón de ello, al no contar con
un estudio sobre el caso, efectuado por personas calificadas sobre la
materia en el presente caso, se hace imposible corroborar lo expuesto por
los recurrentes del amparo.
En virtud de los razonamientos antes expuestos considera esta
representación del Ministerio Público, que la acción de amparo
constitucional interpuesta por los ciudadanos Nerio Medina, Javier Pirela y
Abel Pelaéz Bustos, contra la empresa Servicios Halliburton de Venezuela,
S.A., deviene en inadmisible”.
DESC AMBIENTE
DESC AMPARO
DESC CONTAMINACIÓN DEL AGUA
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC LAGO DE MARACAIBO
DESC MEDIDAS CAUTELARES
114
087
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por el ciudadano
José Rafael García, en su carácter de Presidente de la
Asociación de Jubilados y Pensionados de la Asamblea
Nacional (extinto Congreso de la República de Venezuela) y el
ciudadano Nuno Concepción Alves Díaz, en su carácter de
Secretario General del Sindicato de Trabajadores, Empleados y
Obreros del Congreso de la Republica, Nuevas Estructuras
Sindicales -SITRANES-, asistidos debidamente de abogados,
contra la presunta negativa o abstención de la Asamblea
Nacional a negociar la Convención Colectiva de Trabajo de los
Empleados activos y jubilados del órgano Legislativo Nacional,
de conformidad con el artículo 27 de la Constitución y artículos
1º, 2º y 8º de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales.
FRAGMENTO
116
LOADGC art:6
LOADGC art:6-5
LOADGC art:8
STSJSCO 20-11-2002
DESC AMPARO
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC CONGRESO DE LA REPUBLICA
DESC JUBILACIONES
DESC PENSIONES
DESC CONVENCIÓN COLECTIVA DE TRABAJO
DESC SINDICATOS
117
088
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Política Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad interpuesto por el ciudadano Efrén José
González Gamarra, contra el acto administrativo contenido en el
Oficio Nº 3981 de fecha 8-7-1999, suscrito por el Director de
Personal de la Dirección General Sectorial de los Servicios de
Inteligencia y Prevención-DISIP-, mediante el cual se le notifica
al accionante su destitución del cargo que desempeñaba en
dicha institución.
FRAGMENTO
119
089
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso contencioso electoral interpuesto por el abogado
Jesús Cristóbal Rangel Rachadell, mediante el cual solicita a
esa Sala Electoral, la nulidad de la resolución dictada por el
Consejo Nacional Electoral, contentiva tanto de la Convocatoria
como del Cronograma Electoral de Actividades para la
celebración de Elecciones de Gobernadores, Diputados a los
Consejos Legislativos Regionales, Alcaldes Metropolitanos,
Concejales a los Cabildos Metropolitanos y Alcaldes,
contenidos en la Resolución Nº 040119-04 del 19-1-2004, la cual
fuera publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana
de Venezuela Nº 37.871 de fecha 3 de febrero de 2004 y
publicada además, en la Gaceta Electoral de la República
Bolivariana de Venezuela Nº 187 del 6-2-2004; así como
también, de la Resolución Nº 040202-010, publicada en la
Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela Nº
187 contentiva del ´Reglamento de Postulaciones de
Candidatos para las Elecciones de Agosto de 2004´ .
FRAGMENTO
“En primer lugar debe el Ministerio Público señalar, que aún con los cambios ocurridos en
el ordenamiento jurídico venezolano a raíz de la promulgación de la nueva Constitución, los
principios rectores del Estado de Derecho se mantienen y se fortalecen todavía más en
ella, es así que sigue siendo pilar fundamental de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, el ‘ Principio de la Separación de los Poderes Públicos’ , cuya
consecuencia es el sometimiento al ‘ Principio de Legalidad’ y, por ende, a sus derivaciones
como las relativas a ‘ la Reserva Legal’ .
…Esta representación del Ministerio Público, para atender la pretensión del recurrente,
considera necesario unir en este punto lo que significa la denuncia de violación de una
norma constitucional tan importante como es la contenida en el artículo 67 de la Carta
Magna, que consagra el derecho de asociarse con fines políticos y concurrir a los procesos
electorales postulando candidatos en un proceso electoral, dado que se concluye en uno de
los puntos de partida del complejo proceso electoral, el cual puede ser visto como una
restricción al ejercicio del sufragio pasivo, lo cual garantiza la efectividad jurídica del acto de
naturaleza electoral cuya estructura debe estar necesariamente apoyada en un marco legal
y constitucional preestablecido.
…Efectivamente, tal como señala el recurrente, el requisito del respaldo de los electores
que deberá acompañar a los elegibles, no ha sido establecido en ninguna ley dictada
posteriormente a la entrada en vigencia de la Carta Magna, distinta a lo que en esa materia,
establece el Estatuto Electoral del Poder Público, lo cual constituye razón suficiente para
aclarar lo relativo a la vigencia del precitado Estatuto, en virtud del principio de reserva legal
que nos rige, en tanto y en cuanto tratemos con un elemento que podría ser evaluado como
una restricción a un derecho político que forma parte del sistema electoral vigente en
Venezuela, lo que sería si entendemos la inquietud del recurrente una restricción en el
lapso de postulaciones y el respaldo impuesto del uno por ciento (1%)..…Resulta
fundamental determinar, si el Estatuto Electoral del Poder Público se encuentra vigente, por
cuanto éste sirvió de base legal a la Resolución cuestionada, y para ello es necesario
recurrir a la doctrina establecida por la Sala Constitucional del Supremo Tribunal de la
República.
120
…Aplicando la doctrina de la Sala Constitucional al caso de autos, nos conduce sin duda a
la vigencia del Estatuto Electoral del Poder Público, en cuanto suple la normativa que
tendría que dictar la Asamblea Nacional, sin dejar de considerar su carácter temporal, hasta
cumplirse tal condición, cual es, la contenida en el artículo 3 del Régimen de Transición del
Poder Público ‘ …implantación efectiva de la organización y funcionamiento de las
instituciones previstas por la Constitución aprobada, de conformidad con la legislación que
a los efectos apruebe la Asamblea Nacional…’ .
Aclarado el tema de la vigencia del Estatuto Electoral del Poder Público, en cuanto se
refiere a la utilidad de las normas aplicables para el presente proceso comicial, siendo que
el mismo conjuntamente con las sentencias inmediatamente citadas, sirven de base legal
para la Resolución impugnada, queda claro para esta representación fiscal, que el Consejo
Nacional Electoral estaba habilitado para dictar el ‘ Reglamento de Postulaciones de
Candidatos para las Elecciones Agosto 2004’ en los términos que lo hizo, y ello en sí
mismo desestima la denuncia formulada por el recurrente.
Por las razones antes expuestas, considera el Ministerio Público, que el recurso
contencioso electoral interpuesto por el ciudadano Jesús Cristóbal Rangel Rachadell,
contra las Resoluciones números, 040119-04, del 19-1-2004, contentiva tanto de la
Convocatoria como del Cronograma Electoral de Actividades para la celebración de
Elecciones de Gobernadores, Diputados a los Consejos Legislativos Regionales, Alcaldes
Metropolitanos, Concejales a los Cabildos Metropolitanos y Alcaldes; así como también, de
la 040202-010, identificada como ‘ Reglamento de Postulaciones de Candidatos para las
Elecciones de Agosto de 2004’ , dictada por el Consejo Nacional Electoral, no adolecen de
vicios legales ni constitucionales, que pudieran traer como consecuencia su nulidad, y por
tanto deben tenérseles como ajustadas a las normas legales y constitucionales antes
señaladas”.
DESC ALCALDES
DESC CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
DESC CONTITUCIONALIDAD
DESC ELECCIONES
DESC GOBERNADORES
DESC LEGALIDAD
DESC NULIDAD
DESC PODER ELECTORAL
DESC PRINCIPIO DE RESERVA
DESC RECURSO CONTENCIOSO ELECTORAL
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
121
090
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur planteada por la ciudadana Filomena
García Otero, contra sentencia dictada por el Juzgado de
Primera Instancia Número Tres de A Coruña España, que
declaró disuelto el vínculo matrimonial entre la solicitante y el
ciudadano José Manuel Bouzada.
FRAGMENTO
DESC DIVORCIO
DESC ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA
DESC EXEQUATUR
DESC SENTENCIAS
122
091
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por los apoderados
judiciales Corporacion Maraplay, C.A., contra la Comisión
Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles,
por incumpliendo de la sentencia de fecha 13-3-2001, emanado
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
concordancia con el auto del 18-5-2001 y de la sentencia del 28-
4-2003.
FRAGMENTO
124
corresponde a una obligación legal específica.
Por último, resulta adecuado informar a esta Sala, que en fecha 9 de
octubre de 2003, con ocasión de la acción de amparo ejercida los
apoderados judiciales de INVERSIONES LNH contra la comunicación Nº
CNC-IN-01-427 del 10 de diciembre de 2003, suscrita por el Director de
Administración de la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y
Máquinas Traganíqueles, (Expediente Nº 03-1491) según el cual le
informan que ‘ La respectiva licencia le será otorgada una vez cumplido
con el artículo 25 de la Ley que rige la materia’ , fue declarada inadmisible
Así las cosas, observa el Ministerio Público que si bien, en esta causa la
empresa INVERSIONES LNH, C.A pretende hacerse parte como tercero
interviniente invocando el oficio de fecha 16 de junio de 2003, suscrito por
la Comisión en los mismos términos que el atacado en la acción de
amparo N° 03-1491, la situación jurídica de ésta no ha variado, por lo que
su pretensión debe ser declarada Improcedente, por las razones que
anteceden y así lo solcito de este Alto Tribunal…”.
DESC AMPARO
DESC COSA JUZGADA
DESC EJECUCION
DESC JUEGOS DE AZAR
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
125
092
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJPSCPAE
Justicia en Pleno y ante su Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo intentada por los abogados Iris Auxiliadora
Rangel Aponte, Zulay Orellanes y Teobaldo Velásquez, contra la
sentencia interlocutoria dictada en fecha 27-11-2003, por el
Juzgado Quinto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito del Área Metropolitana de Caracas.
FRAGMENTO
126
Pensamos que no, visto que no debemos pasar por alto que se debatió
ampliamente en la acción de amparo que cursó ante la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo y que culminó con la sentencia dictada por la
Sala Constitucional identificada con el Nº 2670, a que se ha hecho
referencia, lo que constituye cosa juzgada, no revisable en esta nueva
acción de amparo. Además ello no demuestra que la empresa esté
negándose a conservar como patrimonio histórico la casa Nº 67.
Por otra parte, el Ministerio Público informa a esta Sala que de la revisión
exhaustivamente realizada sobre el expediente que actualmente cursa
ante el Juzgado Sexto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
vista la recusación planteada por el ciudadano Felipe Ocampo en fecha 18
de diciembre de 2003, (Expediente Nº 9961) se desprenden las siguientes
actuaciones, por lo que se procederá a resaltar alguna de ellas, a los fines
de verificar la presunta violación al debido proceso, previsto en el artículo
49 del Texto Constitucional.
Es el caso que en fecha 14 de noviembre de 2002 los apoderados
judiciales de la sociedad mercantil C.A. Metro de Caracas, interpusieron
solicitud de expropiación total de la Casa N° 67, ubicada en la Avenida Sur
4, entre las Esquinas de Miracielos a Hospital, parroquia Santa Teresa,
Municipio Libertador del Distrito Federal (hoy Distrito Capital), propiedad de
la empresa Inversiones Jocarsoi 157, C.A, sociedad mercantil inscrita ante
el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del Distrito
Federal y Estado Miranda en fecha 18 de julio de 1994, bajo el N° 80,
Tomo 14-A-Pro, según documento de propiedad de fecha 2 de diciembre
de 1994, inscrito bajo el N° 48, Tomo 40, Protocolo Primero de los Libros
respectivos.
En fecha 10 de marzo de 2002, previa reforma del libelo realizada en fecha
8-3-2002, el Juzgado Quinto de Primera Instancia en lo Civil admitió el
recurso, y ordenó la notificación al representante legal de la empresa
Inversiones Jocarsoi 157, C.A, siendo recibida en fecha 11 de noviembre
de 2002.
Por mandato expreso del artículo 57 de la Ley de Expropiación por Causa
de Utilidad Pública o Social, antes de proceder a decretar la ocupación
previa del bien, debe practicarse una Inspección Judicial en el precitado
inmueble. En el presente caso se notificó a las partes el 28 de febrero de
2003, y se llevó a cabo el 19 de marzo de 2003, en los siguientes términos:
Cursa contrato de transacción consignado en fecha 11 de noviembre de
2002 por ante el Juzgado Quinto de Primera Instancia entre la C.A. Metro
de Caracas, la empresa Inversiones Jocarsoi 157, C.A, y la firma personal
Hospedaje para Caballeros, en la que fueron indemnizados por las
edificaciones y bienhechurías la cantidad de Bs.12.000.000,00; y al Fondo
de Comercio Hospedaje Para Caballeros la cantidad de Bs.11.000.000,00,
como monto indemnizatorio por concepto de paralización de actividades y
daños y perjuicios causados, de conformidad con el artículo 35 y 36 de la
Ley de Expropiación.
Además las partes convienen de manera expresa (Cláusula Segunda) en
que ‘ EL METRO’ expropie las edificaciones y bienhechurías levantadas
sobre el terreno aquí descrito.
Constituyendo a su vez la propietaria de la casa N° 67 un contrato de
comodato por un plazo de 48 meses contados a partir de su firma, para
hacer uso del inmueble mientras duren los trabajos de construcción de la
Línea 4 del Sistema Metro de Caracas.
127
Posteriormente el 4 de junio de 2003, el Juzgado Quinto de Primera
Instancia de acuerdo a lo previsto en el artículo 56 de la referida Ley
decretó la ocupación judicial del inmueble, librando a tal efecto la
notificación de las partes involucradas.
En fecha 14 de julio de 2003, el Alguacil deja constancia que ‘ el día 26-6-
2003 me trasladé a la siguiente dirección: Miracielos a Hospital, Sastrería
La Habana. Caracas, negándose a firmar la mencionada boleta una
persona que se identificó como Hine Ocampo debido a que iba dirigida a
su Papá quien falleció según información hace cinco (5) años. Consigno en
un folio útil. Es todo…’ .
En atención al anterior iter procedimental, observa el Ministerio Público
que los accionantes han utilizado en el procedimiento inicial, demanda de
expropiación, pedimentos y recursos propios de la vía ordinaria para
reclamar sus pretensiones, cuya resolución corresponde al Juez a-quo, y
no a través de esta extraordinaria vía, demanda que se encuentra para la
fecha en que se celebra la presente audiencia oral de las partes en la
publicación del edicto para los herederos conocidos y desconocidos,
oportunidad procesal a la que acudirán y expondrán sus alegatos y
defensas.
En consecuencia, a juicio del Ministerio Público, en los casos en que se
denuncian violaciones al debido proceso como consecuencia de error,
fraude o ausencia de citación del demandado en juicio, la Ley Procesal
Adjetiva, dispone de medios idóneos para lograr el restablecimiento de la
situación jurídica infringida que se alega, y no la acción de amparo...”.
DESC AMPARO
DESC CITACION
DESC COSA JUZGADA
DESC EXPROPIACION
DESC FRAUDE
DESC METRO DE CARACAS
DESC PATRIMONIO CULTURAL
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
128
093
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo intentada por la abogada Claudia Cuesta,
actuando como representante judicial de la Corporación
Televen C.A., contra decisión dictada en fecha 28-1-2004 por el
Juzgado Superior Primero en lo Civil y Contencioso
Administrativo de la Región Capital, mediante la cual se
suspenden los efectos de la Resolución Nº SPPLC/0037-2003 de
fecha 26-11-2003, dictada por la Superintendencia para
Promoción y Protección de la Libre Competencia. Se declinó la
competencia a la Corte Primera de lo Contencioso-
Administrativo.
FRAGMENTO
130
Siguiendo la doctrina de esta Sala este tipo de acto puede ser atacado en
sede judicial cuando imposibilite su continuación, cause indefensión, o
prejuzgue como definitivo.
El Ministerio Público se pregunta, ¿el Juzgado accionado utilizó su
potestad de juzgamiento más allá de los límites que le otorga la ley, al
dictar la medida cautelar?. Actuó con abuso de poder, extralimitación de
atribuciones o usurpación de funciones, al haberla dictado el 28 de enero
de 2004, y a su vez ratificado en sentencia de fecha 18 de marzo de 2004?
El juez no está impedido de dictar medidas cautelares, por cuanto sería
violatorio del derecho a la defensa y al debido proceso un procedimiento
carente de ellas, tendientes a resguardar la eficacia de la futura decisión,
pero como se analizó precedentemente el acto administrativo impugnado
en sede judicial se trataba de un acto de trámite, no definitivo, tiene el
carácter de preparatorio, y le ofrece a los destinatarios del mismo probar
los alegatos que estime pertinente para el esclarecimiento del asunto en
ejercicio del derecho a la defensa que le asiste, por lo que dada su
naturaleza, al dictarse en sede judicial una medida cautelar el Juzgado
Superior vació de contenido el objeto del recursos de nulidad.
En fuerza de las razones que anteceden el Ministerio Público solicita
respetuosamente que la presente acción de amparo constitucional
interpuesta contra la sentencia de fecha 28 de enero de 2004, dictada por
el Juzgado Superior Primero en lo Civil y Contencioso Administrativo debe
ser declarada procedente…”.
131
094
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de Inconstitucionalidad e
ilegalidad. contra la Ordenanza Electoral de Justicia de Paz del
Municipio Baruta del Estado Miranda, publicada en la Gaceta
Municipal Número Extraordinario 075-03-2001 de fecha 13-3-
2001, Ramón Antonio Lugo Rodríguez y Domingo Antonio
Palacios, en su carácter de Concejales de dicho Municipio.
FRAGMENTO
134
095
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por el ciudadano
General de Brigada (Ej) Moisés Antonio Montero Ferrer, en su
carácter de Presidente del Consejo Directivo del Instituto
Autónomo Círculo de la Fuerza Armada Nacional -IACFA-,
contra la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y
Máquinas Traganíqueles.
FRAGMENTO
135
por ante la Comisión con posterioridad a los fallos cuyo incumplimiento
demandan.
Ello permite concluir que conceder la acción de amparo sería tanto como
desnaturalizar el carácter restablecedor de ésta, creando en consecuencia
una situación o status nuevo, esto es, concederle a través de esta acción
de amparo, que la Comisión les expida las licencias de funcionamiento, lo
que amerita un análisis de la legalidad, al Tribunal actuando en sede
constitucional, atendiendo el criterio reiterado de esta Sala Constitucional
(sentencia del 1-10-2002 N° 2279) según el cual ‘ ...la acción de amparo
está sujeta a la inexistencia de otras vías procesales que permitan el
restablecimiento de la situación jurídica que se denuncia como infringida,
pero además de esto dicha acción no puede funcionar cuando lo que se
pretende no es realmente el restablecimiento de una situación particular
sino la creación, modificación o extinción de la misma, pues ello podría dar
lugar a la utilización de esta acción como medio de coerción para que los
órganos del Estado actúen de una determinada manera...’ .
En el mismo sentido, y en casos similares al presente, en los cuales no se
obtuvo la licencia para el funcionamiento e instalación de Salas de Bingo,
la Sala Constitucional reiteró aquella doctrina según la cual ‘ ...respecto de
todas aquellas empresas que formularen sus solicitudes con posterioridad
al fallo del 28 de abril de 2003, lo cual a juicio de la Sala es un asunto que
forma parte del ámbito de la legalidad, ya que lo que se impondría, en todo
caso, sería la valoración por parte de la Comisión acerca de si las
solicitantes cumplen o no con determinados requisitos impuestos por la
ley, cuestión que rebasa el ámbito de control de esta Sala, el cual, en
estos casos debe circunscribirse a la determinación de la violación de
derechos de rango constitucional...’ . (S.C. Casos: Hiperbingo y
Corporación Maraplay de fechas 13-7-2004 y 27-7-2004).
En consecuencia, aprecia el Ministerio Público que justamente, no podía la
Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles
ni ningún otro órgano del poder público, aplicar las sentencias invocadas al
caso del hoy accionante.
En lo que se refiere a la presente omisión de la Comisión a cumplir con sus
funciones, la parte afectada cuenta con el recurso contencioso
administrativo correspondiente, de estimar que la omisión corresponde a
una obligación legal específica.
En cuanto a la existencia de una vía idónea para atacar la actividad de la
administración, esta Sala reiterando su propia doctrina en fecha 9 de
octubre de 2003, en la acción de amparo interpuesta por los apoderados
judiciales de Inversiones LNH contra la comunicación N° CNC-IN-01-427
del 10 de diciembre de 2003, suscrita por el Director de Administración de
la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas
Traganíqueles, (expediente N° 03-1491) según la cual le informan que ‘ La
respectiva licencia le será otorgada una vez cumplido con el artículo 25 de
la ley que rige la materia’ , la declaró inadmisible ‘ ...ya que existían los
medios ordinarios de impugnación contra éste, bien mediante los recursos
administrativos o los contenciosos administrativos, conforme lo dispone el
numeral 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y
Garantías Constitucionales...’ .
Más adelante el fallo referido, reproduce la doctrina señalada con respecto
a la naturaleza de la acción de amparo, al señalar ‘ ...observa la Sala que
la recurrente pretende ser favorecida por el fallo dictado el 28 de abril de
2003, y con ello lograr la creación de un derecho que antes del ejercicio de
136
la acción de amparo no detentaba, pues no consta en autos que haya
obtenido el correspondiente permiso de instalación o el de funcionamiento,
lo que contradice el carácter restablecedor y no constitutivo de la acción de
amparo constitucional...’
Por las razones expuestas, esta representación fiscal considera que la
presente acción de amparo Constitucional interpuesta contra la Comisión
Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles con el fin
de obtener la licencia para operar un Salón de Bingo debe ser declarada
improcedente...”.
DESC AMPARO
DESC CIRCULO DE LA FUERZA ARMADA
DESC EJECUCION
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC JUEGOS DE AZAR
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
137
096
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribuna Supremo de Justicia FPTSJSPSCPAE
en Pleno y ante sus Salas Constitucional, Político
Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por el ciudadano
Gustavo Corredor Muller, contra Sentencia Nº 150, dictada por
la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo el 31 de
enero de 2002, que declaró sin lugar la apelación interpuesta
contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior Tercero en
lo Civil y Contencioso-Administrativo de la Región Capital, en
fecha 12-8-1994.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC APELACIÓN
DESC CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC IGUALDAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA
DESC SEGURIDAD JURIDICA
DESC SENTENCIAS
139
097
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativo y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por el ciudadano
Antonio Eduardo Galue Segovia, contra la Resolución Nº 27546
de fecha 1-7-2004, dictada por el ciudadano Ministro de la
Defensa.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC DENUNCIA
DESC DERECHO A LA EDUCACION
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC IGUALDAD ANTE LA LEY
DESC LEGALIDAD
DESC MILITARES
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC TITULOS ACADEMICOS
141
098
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de Interpretación Junta Liquidadora del Instituto
Nacional de Hipódromos, acerca del contenido y alcance de los
artículos 1, 2, 4, 6, 8, 11, 14, 29, 30, y, 31; como de la
Superintendencia Nacional de Actividades Hípicas, acerca del
alcance y contenido de los artículos 9,18,28, todos ellos del
Decreto Nº 422 con Rango y Fuerza de Ley de fecha 25 de
octubre de 1999, publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria
Nº 5397.
FRAGMENTO
FRAGMENTO
144
DESC COMISION DE FUNCIONAMIENTO Y REESTRUCTURACION DEL
SISTEMA JUDICIAL
DESC DESISTIMIENTO
DESC NOTIFICACIONES
DESC NULIDAD
DESC PODER JUDICIAL
DESC TERMINOS JUDICIALES
145
100
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad, contra
la norma contenida en el artículo 6 de la Ley de Reforma
General de la Ley que crea el Instituto de Beneficencia Pública y
Bienestar Social del Estado Táchira, publicada en la Gaceta
Oficial Legislativa del Estado Táchira, Número Extraordinario
001 del 4 de octubre de 2001, dictado por el Consejo Legislativo
del Estado Táchira.
FRAGMENTO
147
101
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo interpuesta por los ciudadanos María Dorila
Canelón, Maritza Rodríguez Canelón, Miriam Rodríguez Canelón
y otros, contra la sentencia Nº 3310 dictada por la Corte Primera
de lo Contencioso Administrativo en fecha 8 de octubre de
2003, que declaró inadmisible el recurso contencioso
administrativo de nulidad interpuesto contra la Resolución Nº
2535, de fecha 5 de noviembre de 2001, dictada por la Gerencia
de Ingeniería Municipal de la Alcaldía del Municipio Baruta del
Estado Miranda.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC BARUTA (MUNICIPIO)
DESC DEMOLICIONES
DESC EXCESO DE PODER
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
149
102
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Primera ante el Tribunal Supremo de FPTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Querella funcionarial interpuesta por la ciudadana Ruth Ibarra
García, en el recurso contencioso contra el acto administrativo
contenido en la Resolución Nº 290 de fecha 21 de mayo de 2004,
mediante la cual el ciudadano Julián Isaías Rodríguez Díaz en
su condición de Fiscal General de la República, resuelve
sancionarla con la medida disciplinaria de destitución; acto que
le fuera notificado -actuando por delegación- por la Directora de
Recursos Humanos Lic. Sandra Brito C., en fecha 27 de mayo
de 2004.
FRAGMENTO
151
empleados del Ministerio Público, el numeral 12 del artículo 100 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público; e incurrir además, en la
prohibición prevista en el numeral 3 del artículo 101 eiusdem, todo lo cual
conforma razón suficiente, para solicitarle ciudadana Juez, que este
alegato sea desestimado en su totalidad.
En nombre de mi representada, debo señalar que el Ministerio Público
para arribar a la conclusión de que la investigada incurrió en las faltas ya
señaladas, apreció todas las pruebas en su conjunto, dando a cada una el
valor legalmente establecido, por cuanto resultaban pruebas pertinentes al
proceso, sin desvirtuar la naturaleza de cada una de ellas.
El acto recurrido no valora particularmente alguna de las pruebas
presentes en el expediente disciplinario, y la señala como fundamental,
única o decisiva para concluir en la falta ya precitada.
Contrariamente a ello, lo hace tomando en cuenta todos los elementos de
convicción que tuvo frente a sí al momento de decidir.
En ese sentido, el Tribunal Sexto de lo Contencioso Administrativo ha
sostenido reiteradamente el criterio jurisprudencial, según el cual las
pruebas deben ser valoradas por la Administración, ‘ ... no atendiendo a
declaraciones aisladas, sino de lo que se desprende como un todo de su
contexto, efectuado así por la Administración....’ . (Caso: Héctor José
Lucena Mijares vs. Gobernación del Estado Miranda. Sentencia dictada el
21 de junio de 2004).
Establecidos todos los razonamientos anteriores, tenemos, que la doctrina
y la jurisprudencia han establecido que el vicio de falso supuesto, se
configura en tres formas: a) cuando la administración asume como cierto
un hecho que no ocurrió; b) cuando se aprecian erróneamente los hechos
y, c) cuando se valoran equivocadamente los mismos.
En ese sentido, el precitado vicio se producirá cuando la administración en
el procedimiento de formación del acto no lograse probar la existencia de
los hechos; se haya incurrido en una errónea calificación de los hechos por
haberlos tergiversado, por lo que insisto que los hechos están
demostrados y contenidos en las pruebas contenidas en el expediente
administrativo y, que se dan aquí por reproducidos.
Asimismo, se establece la calificación de los hechos, a medida que se van
valorando cada una de las pruebas existentes, relacionadas con el
comportamiento asumido por la hoy querellante, lo cual demuestra, que en
modo alguno, el Ministerio Público, tergiversó los hechos, y así pido
respetuosamente sea declarado.
Queda de esta manera, demostrado que la actuación asumida por la
querellante, fue opuesta a la obligación de asumir una buena conducta que
honrara el cargo que ostentaba, lo cual legitimó al Máximo Jerarca de la
Institución que represento (Fiscal General de la República) hacer uso de
sus potestades, aplicándole las sanciones disciplinarias previstas en el
numeral 4 del artículo 91 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, en
concordancia con el numeral 4 del artículo 118 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público, por haber incurrido en las faltas disciplinarias
previstas en el numeral 2 del Artículo 90 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público, en correlación con numeral 3 del artículo 117 del Estatuto de
Personal.
En efecto, el artículo 1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público establece ‘
El Ministerio Público velará por la exacta observancia de la Constitución y
de las Leyes, y estará a cargo y bajo la dirección y responsabilidad del
Fiscal General de la República’ ; por su parte el artículo 21 numeral 14
152
eiusdem establece que: ‘ Son deberes y atribuciones del Fiscal General de
la República:
(Omissis) 14. Ejercer la potestad disciplinaria sobre los ...empleados…’
Las normas antes transcritas, -sin lugar a dudas- determinan que la
potestad disciplinaria es detentada por el Fiscal General de la República
sobre la actuación de los empleados del Ministerio Público, lo cual pudiera
aparejar a una sanción producto del procedimiento administrativo
disciplinario, que sea necesario iniciar en virtud de su proceder, con las
limitaciones contenidas en el mismo Estatuto que rige las relaciones
funcionariales de la Institución que represento, preservando la garantía del
debido proceso del investigado.
En defensa de la Institución que represento, debo señalar que se
desprende la legalidad de la sanción impuesta a la hoy querellante, por
cuanto la misma está prevista en el artículo 91 numeral 4 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público que establece: ´Las sanciones
disciplinarias aplicables a los ... empleados, (…) son: (Omissis) 4.
Destitución´, norma ésta que se repite en los mismos términos en el
numeral 4 del artículo 118 del Estatuto de Personal del Ministerio Público,
razón por la cual, el Fiscal General de la República ejerció la potestad
sancionatoria, luego de concluido el procedimiento administrativo
disciplinario correspondiente, imponiendo a la hoy querellante, la sanción
disciplinaria de destitución, con fundamento en las atribuciones que le son
inherentes.
En consecuencia, la Institución que represento decidió imponerle la
sanción de destitución, debido a la constatación de que la hoy querellante
incurrió en hechos irregulares faltando así a la conducta que debe
mantener un empleado del Ministerio Público, Institución que actúa como
garante de la Constitucionalidad y de la legalidad; y así solicito
respetuosamente sea declarado.
Las consideraciones precedentemente expuestas, nos conducen a concluir
que no se configuran los vicios denunciados por la querellante para lograr
la declaratoria de nulidad absoluta del acto administrativo impugnado.
Ciudadana Juez, la sanción aplicada guarda el principio de legalidad
propio de los actos de la Administración, pues se evidenció de la
investigación las faltas cometidas por la querellante, que encuadran dentro
de las faltas graves previstas en la normativa interna que rige a la
Institución.
Vistas las consideraciones que anteceden, resulta clara la adecuación
entre lo decidido y el supuesto de hecho comprobado dentro de la
investigación, y eso hace oportuno señalar, lo que estableciera la Sala
Constitucional del Máximo Tribunal en cuanto a la constitucionalidad de las
normas contenidas en los artículos 90 y 91 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público; así como también, las cargas que tiene el Máximo
Jerarca al decidir en materia disciplinaria, y el respeto debido al principio
de proporcionalidad, en los siguientes términos:
‘ ...esta Sala juzga que la normativa invocada no resulta inconstitucional en
tanto y en cuanto el ejecutor de la misma conserve una correcta
adecuación entre la conducta desplegada por el funcionario y la sanción
que determine aplicar, por lo que está obligado a equiparar correctamente
la infracción y la sanción, bajo idónea fundamentación so pena de incurrir
en vicios de inmotivación y/o falso supuesto de hecho o de derecho. La
aplicación del principio de proporcionalidad establecido en el artículo 12 de
la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos debe considerarse
153
implícitamente establecido en los artículos 90 y 91 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público a los fines de delimitar la correlación de los hechos
respecto a la decisión que adopte la Máxima Autoridad de dicho Ente en
materia disciplinaria, por lo que de no ser así se estaría infringiendo el
principio de legalidad y tipicidad en lo concerniente a la certeza (lex certa)
que debe tener toda persona que se encuentre sometida a este régimen
funcionarial, por lo que al no haber un nexo que certifique la relación entre
ambos órdenes normativos la correlación entre la conducta u omisión y la
sanción, deberá regirse por el principio de la proporcionalidad...’. S.C.
Caso: Indira Margarita Farias. Sentencia del 29-4-2003).
En base a lo precedentemente expuesto, es forzoso concluir que el acto
administrativo impugnado está ajustado a derecho, dado que no se
configuran los vicios denunciados por la querellante para lograr la
declaratoria de nulidad absoluta del mismo...”
154
103
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Consideraciones relativas al desistimiento del procedimiento y
de la acción respecto al recurso de nulidad por motivos
inconstitucionalidad interpuesto por el ciudadano Carlos
Manuel Ortiz, en su condición de Contralor del Municipio San
Diego del Estado Carabobo, contra la Ordenanza de la
Contraloría del referido Municipio, publicada en la Gaceta
Municipal de San Diego, N° 70, Extraordinario, de fecha 26 de
noviembre de 2002.
FRAGMENTO
155
Disposiciones legales contenidas en el documento:
CRBV art:136
CRBV art:137
CRBV art:138
OCSDEC Nº 70
26-11-2002
OPMP Nº FSATSJ-03-2004
STSJSCO 14-07-2004
DESC CONTRALORIA
DESC DESISTIMIENTO
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC ORDEN PUBLICO
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SEGURIDAD JURIDICA
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC USURPACIÓN DE AUTORIDAD
156
104
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Pleno y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad, de los
artículos 41, literal a); 64, literales c) y d); 66, 67, 68, 80, 88, 101,
107, numeral 2, y del Título V, de la Ley de Servicio Exterior,
promulgada en fecha 6 de agosto de 2001.
FRAGMENTO
“...El primer artículo de la Ley impugnada es el 41, literal a), que reza:
/ ‘ Artículo 41. Para ascender se requiere: / a) Haber servido no menos de cinco
(5) años en el rango inmediato inferior…’ / Así las cosas, respetando esta
Representación del Ministerio Público lo establecido por el principio de
irretroactividad de la ley, (...) visto que en el caso bajo examen, (...) no se constata
la violación a tal principio, estima el Ministerio Público improcedente la denuncia
de violación del principio de irretroactividad alegada. / Con relación a la
presunta violación del artículo 64 literales c) y d), (...) / para el Ministerio Público
no se constata la violación a la prohibición de desmejora laboral consagrada en el
artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ni a la
estabilidad y protección estatal al trabajo, (...) denunciadas por la recurrente (...) /
Con relación al literal d) del referido artículo 64, (...) / observa el Ministerio Público
que esa opinión que emite el Jurado Calificador,(...), se traduce (...) en una opinión
(...) respecto a un funcionario diplomático de carrera que haya permanecido en un
mismo rango sin reunir méritos suficientes para ser ascendido, y a juicio de esta
Representación, podría interpretarse que esos ‘ meritos suficientes’ , se
encuentran establecidos en la propia Ley de Servicio Exterior, (...) en su artículo
41, literal b), (...) / Igualmente, (...) cabe hacer notar que en las dos hipótesis que
ejemplificativamente señala la parte recurrente, para esgrimir que el literal d) del
artículo 64 de la Ley de Servicio Exterior está viciado de nulidad por
inconstitucionalidad, como son, que el ascenso del funcionario diplomático de
carrera no se efectúe por la inactividad del jurado (hasta por dos años) o por ‘ falta
de cargo disponible’ , simplemente no se corresponden con el supuesto que prevé
el artículo impugnado (...) / Respecto de la denuncia de presunta violación de los
artículos 66 y 67, relativos al régimen de jubilaciones y pensiones, (...) estima (...)
el Ministerio Público, hacer las siguientes consideraciones: (...) / el legislador al
plasmar los artículos objeto de impugnación, desmejoró las condiciones de los
funcionarios de carrera del Servicio Exterior, puesto que el régimen anterior de su
propia ley les era más beneficioso (...) / En cuanto a la impugnación del artículo 68
de la Ley de Servicio Exterior, (...) llama la atención a esta Representación del
Ministerio Público que si los recurrentes consideraron para fundamentar la
impugnación de los artículos 66 y 67 de la Ley de Servicio Exterior, que al
personal del Servicio Exterior no le resulta aplicable el régimen de pensiones y
jubilaciones previsto en la Ley del Estatuto Sobre el Régimen de Jubilaciones y
Pensiones de los Funcionarios o Empleados de la Administración Pública
Nacional, de los Estados y de los Municipios, es incongruente invocar esta ley
como parámetro a seguir en el caso de la impugnación del artículo 68 de la Ley de
Servicio Exterior. / En cuanto a la denuncia del artículo 88 de la Ley del Servicio
Exterior (...) / esta representación del Ministerio Público no encuentra que el
artículo 88 de la ley impugnada represente una discriminación si se lo compara
con el artículo 36 ejusdem, (...) / Otros artículos denunciados por la parte
157
recurrente, son el 101 y 107 numeral 2 de la ley objeto de impugnación, (...) /
Ciudadanos Magistrados, los recurrentes fundamentan la nulidad del artículo 101
de la Ley de Servicio Exterior alegando que: ‘ …el régimen derogado, preveía un
jurado integrado por 5 miembros (artículo 61) de los cuales 2 solamente eran
designados directamente por el Ejecutivo Nacional…’ , lo cual a juicio de esta
representación del Ministerio Público: / 1.- No puede considerarse un logro ‘ …aun
(sic) intangible de los trabajadores…’ , cuyo irrespeto acarrea la violación del
artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (...) / 2.-
Tampoco puede decirse que podría circunscribirse en el numeral 3 de ese artículo
89 de la Carta Magna, (...) ya que la disposición que a juicio de los recurrentes
resulta más favorable al trabajador -como lo es, el artículo 61 de la Ley del
Personal del Servicio Exterior-, se encuentra expresamente derogado por
aplicación del artículo 134 de la Ley de Servicio Exterior (...) / 3.- Colide con el
principio de irreversibilidad de la ley (...) el cual se encuentra en estrecha relación
con la noción de seguridad jurídica, ello por cuanto en el caso específico, el
artículo 101 de la Ley de Servicio Exterior (...) entró en vigencia en el año 2001, y
por tanto, surtió sus efectos a partir de su ingreso en el ordenamiento jurídico,
como consecuencia de la norma que en forma expresa derogó la normativa
contenida en la Ley del Personal del Servicio Exterior, y a juicio de esta
representación del Ministerio Público, mal puede alegarse que la norma vigente
alteró un logro aún intangible de los trabajadores, establecido por la ley anterior
derogada (...) / En relación a la denuncia del artículo 107, numeral 2 (...) / se
observa en criterio del Ministerio Público que el artículo precitado no establece
una nueva causal de destitución, por cuanto el motivo -causal- de la destitución de
un funcionario diplomático, no es el hecho de que el Jurado Calificador haya
recomendado -y no decidido- su destitución, como lo hacen ver los recurrentes,
sino los hechos, (...) en los que incurrió tal funcionario y los cuales dieron origen a
esa recomendación del Jurado. / Por último denuncian los apoderados judiciales
de la recurrente, la nulidad del Título V de la Ley de Servicio Exterior, (...) / Sobre
el particular, aducen los apoderados judiciales de la recurrente, que: ‘ …la primera
discriminación la constituyen los artículos 115 y 116, (...)’ / En tal sentido, el
Ministerio Público debe observar lo siguiente: Si bien resulta cierto como lo
afirman los recurrentes, que los funcionarios diplomáticos en comisión tienen que
cumplir requisitos que no se exigen a los funcionarios diplomáticos de carrera, ello
obedece a las siguientes razones: / 1.- (...) muchos de esos funcionarios
diplomáticos en comisión (...) ingresarán en categorías superiores a la categoría
en la que ingresan los aspirantes a ingresar en la carrera diplomática que no son
funcionarios diplomáticos en comisión./ 2.- Conforme al mencionado artículo 29 de
la Ley de Servicio Exterior, para que un aspirante que no se trate de un
funcionario diplomático en comisión, ingrese a la carrera diplomática, debe
aprobar un concurso público de oposición, mientras que cuando se trata de
funcionarios que para la fecha de la promulgación de la ley impugnada, sean
Embajadores en comisión, Ministros Consejeros en comisión, Consejeros en
comisión, Primeros Secretarios en Comisión, o Segundos Secretarios en
comisión, y reúnen los requisitos que para cada uno de ellos establecen los
artículos 118, 119, 120, 121 y 122 de la referida ley, respectivamente, conforme a
esos mismos preceptos podrán solicitar al Jurado Calificador su incorporación
como funcionarios de carrera, sin que se les exija la presentación del señalado
concurso público de oposición. / En tal sentido, cabe señalar que conforme al
artículo 146 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: ‘ …El
ingreso de los funcionarios y las funcionarias públicas a los cargos de carrera será
por concurso público, (...)’ / En relación a la presunta discriminación que se
evidenciaría en el artículo 129 de la ley impugnada, que a decir de la parte
recurrente: (...) esta representación del Ministerio Público encuentra (...) que (...) /
la designación del personal diplomático en comisión es una facultad del
Presidente de la República en el período constitucional respectivo y el mismo
queda fuera del servicio al concluir el período en el cual fueron nombrados, y es
en virtud de ello, que conforme al precepto impugnado, sólo aquellos que fueron
evaluados (...) por el Ministerio de Relaciones Exteriores -cuyo Ministro ejerce el
158
Poder Ejecutivo- correspondiente al actual período constitucional y reclasificados
como funcionarios diplomáticos en comisión en diciembre de 2000 y enero de
2001, es decir, en este período constitucional, son los que conservarán sus
respectivos rangos.
(...) estima el Ministerio Público que la norma contenida en el artículo 127 de la
Ley de Servicio Exterior, lo que desea significar es que el personal de Agregados
y Oficiales con trayectoria profesional administrativa o técnica auxiliar, no podrán
optar a la carrera diplomática, ello en razón, a que sus funciones son de apoyo
administrativo y técnico, y por tanto no forman parte del personal de la carrera
diplomática. En cambio, el personal de Agregados y Oficiales que sí tengan
trayectoria en funciones diplomáticas, por esa razón, si pueden optar a ejercerla,
siempre y cuando soliciten su incorporación como personal diplomático de carrera,
y este pedimento les haya sido acordado. / Lo anterior es (...) pues, a criterio del
Ministerio Público, una circunstancia acorde que necesariamente debe ostentarse
para poder ejercer cargos diplomáticos de carrera, pues el personal que ejerce
esta función debe poseer los requerimientos para ello, (...) / Con respecto al
artículo 128 de la ley objeto de la presente opinión, (...) / observa esta
representación del Ministerio Público, lo siguiente: (...) / 1.- Resulta indudable que
la reclasificación de esos cargos de Agregados y Oficiales creados antes de la
vigencia de esa ley, en cargos profesionales administrativos y de técnico auxiliar,
no implica que si esos funcionarios tienen aspiraciones de ingresar a la carrera
diplomática, puedan hacerlo perfectamente, cumpliendo los requisitos para
ingresar a la carrera previstos en la Ley de Servicio Exterior (...) / Con respecto a
la denuncia del artículo 130 (...) para el Ministerio Público, el artículo 130 debe
concretar la situación o las situaciones que deben producirse para que esos
funcionarios diplomáticos en comisión, y los Agregados y Oficiales, no puedan
permanecer en el Ministerio de Relaciones Exteriores. En caso contrario, en virtud
de lo inconcreto e impreciso del precepto, su aplicación podrá causar indefensión,
y por ello, ser inconstitucional. / Por último, con respecto a la denuncia del artículo
131 que conforma las Disposiciones Transitorias de la ley objeto del recurso
interpuesto, debe señalar esta representante del Ministerio Público que -a su
juicio- mal puede impugnarse con fundamento el referido precepto, sin vincularlo
al análisis de ese régimen de transición para el personal profesional administrativo
y técnico auxiliar que en el momento de la promulgación de la Ley de Servicio
Exterior prestaba servicios en el Ministerio de Relaciones Exteriores (...) y el
análisis de ese régimen (...) no se realiza en el escrito recursivo. (...) / Por las
razones precedentemente expuestas, el Ministerio Público, (...) solicita que el
presente recurso (...) sea declarado ...parcialmente con lugar...”.
“(Opinión del Ministerio Público N° FSATSJ-04-2004, consignada ante la Sala
Constitucional, en fecha 2 de marzo de 2004, Exp. N° 01-002451; pp. 13, 20, 25-
27, 33-34, 36-44, 48-51)”.
160
105
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por la firma PDV
Marina S.A., Filial de Petróleos de Venezuela, S.A. -PDVSA-, en
contra del auto dictado por el Juzgado Superior del Tránsito y
del Trabajo -Accidental-de la Circunscripción Judicial del
Estado Zulia, el 1 de agosto de 2000.
FRAGMENTO
161
Público considera que tal falta de notificación le violó su derecho a la
defensa y al debido proceso, pues (...) fue sorprendida con una decisión
que de no haberle sido notificada, le impidió realizar los actos procesales
pertinentes (...) / 2.1.- La subversión de los actos y lapsos procesales
establecidos en la ley y evidenciados en la presente causa y
concretamente, en la decisión del Juzgado Superior del Tránsito y del
Trabajo Accidental de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, implica
la violación de los derechos constitucionales al debido proceso y a la tutela
judicial efectiva: (...) / 2.2.- La decisión del 1 de agosto de 2000, emanada
del Juzgado Superior del Tránsito y del Trabajo Accidental de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia, violó la garantía a una justicia sin
dilaciones indebidas y eficiente, prevista en el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: Es así, que esta
representación considera que también se le violó el derecho al debido
proceso y garantía a una justicia eficiente, al ciudadano José Ildemaro
Chourio Rubio, por cuanto (...) el mencionado ciudadano presentó por lo
menos cuatro (4) escritos de fundamentación a la apelación, en los cuales
confiesa (...) ‘ ...la incertidumbre en relación a la oportunidad cierta en la
que ha de presentarse tales argumentaciones...’ (...) / En virtud de las
consideraciones que anteceden, el Ministerio Público opina, que la acción
de amparo (...) debe declararse con lugar...” (Opinión del Ministerio Público
N° FSATSJ-05-2004, consignada ante la Sala Constitucional, en fecha 8
de marzo de 2004, Exp. N° 2001-2705; pp. 21-25; 27-29).
“Cabe señalar que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
en sentencia de fecha 24 de marzo de 2004, declaró con lugar la acción de
amparo interpuesta”.
DESC AMPARO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC NOTIFICACIONES
DESC PETROLEOS DE VENEZUELA S.A.
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PROCURADURIA GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC REPOSICION
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
162
106
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional “...por intereses colectivos y
difusos, contra la conducta lesiva de los derechos
constitucionales de nuestra representada, así como de toda la
comunidad venezolana, por parte de la empresa Informática de
Negocios y Tecnología, S.A. -INTESA-” , interpuesta por los
apoderados judiciales de la empresa estatal Petróleos de
Venezuela, S. A. -PDVSA-.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC LIBERTAD DE EXPRESION
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PETROLEOS DE VENEZUELA, S.A.
DESC PROPIEDAD NACIONAL
DESC SISTEMAS DE INFORMACION
164
107
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Conflicto de autoridades planteado en el Municipio Alto Orinoco
del Estado Amazonas.
FRAGMENTO
DESC ALCALDES
DESC ALTO ORINOCO (MUNICIPIO)
DESC AMAZONAS
DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC CONFLICTO ENTRE AUTORIDADES
DESC FIANZAS
DESC LIBERTAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUNICIPIOS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
166
108
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Política Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad e
ilegalidad, contra el acto administrativo contenido en el Decreto
N° 020, de fecha 19 de septiembre de 2000, dictado por la
Gobernación del Estado Mérida, publicado en la Gaceta Oficial
del Estado Mérida N° 144, Extraordinario, mediante el cual
rescindió el Convenio de fecha 19 de julio de 1995, suscrito
entre el gobierno del Estado Mérida y la Arquidiócesis de
Mérida, conforme al que se convino la creación, organización y
mantenimiento del Hospital General “Sor Juana Inés de la Cruz”
en la ciudad de Mérida; recurso que también se intentó contra la
forma en la cual se ejecutó el referido Decreto, por la
Gobernación del Estado Mérida, interpuesto por los apoderados
judiciales de la Arquidiócesis de Mérida y de la Fundación
“Hospital General Sor Juana Inés de la Cruz”.
FRAGMENTO
168
109
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal Segundo ante el Tribunal Supremo de Justicia FSTSJSPSCPAE
en Sala Plena y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativo
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso contencioso-administrativo de nulidad, interpuesto por
la ciudadana Lizet Violeta Pérez Terán, contra la decisión de
fecha 3 de diciembre de 2002, dictada por la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial,
mediante la cual fue sancionada con la destitución del cargo de
Juez Suplente del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Estado Lara, así como de cualquier otro que desempeñase en el
Poder Judicial.
FRAGMENTO
DESC DESPIDO
DESC COMISION DE FUNCIONAMIENTO Y REESTRUCTURACION DEL
DESC SISTEMA JUDICIAL
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC EXTRALIMITACIÓN DE ATRIBUCIONES
DESC FALSEDAD
DESC JUECES
DESC NULIDAD
170
DESC PODER JUDICIAL
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SEGURIDAD JURIDICA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
171
110
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de interpretación del artículo 54 de la Ordenanza del
Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Caracas,
sancionada por el Cabildo del Distrito Metropolitano de
Caracas, en fecha 21 de marzo de 2002, y publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
37.409 de esa misma fecha, que interpusieron los miembros del
Comité Directivo Nacional de la Asociación Sindical Nacional de
Bomberos y Bomberas de Venezuela -Asin.Bom.Pro.Ven- y
trabajadores activos del Cuerpo de Bomberos del Distrito
Metropolitano de Caracas
FRAGMENTO
DESC BOMBEROS
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC RECURSO DE INTERPRETACIÓN
DESC SERVICIOS PUBLICOS
DESC SINDICATOS
173
111
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Segunda ante el Tribunal Supremo de FSTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativo y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Electoral TSJSE
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional que por la amenaza de
difundir por vía de los diversos medios de comunicación social
los resultados del referendo revocatorio presidencial,
convocado por el Consejo Nacional Electoral para el día 15 de
agosto de 2004.
FRAGMENTO
174
debía concurrir al Tribunal a conocer el día en que tendría lugar la
audiencia oral, la cual se efectuaría dentro de las noventa y seis horas a
partir de la última notificación realizada, así como de la medida cautelar
dictada, dándole la oportunidad tanto de que si se consideraba preparado
solicitara la realización de la audiencia oral y pública, con la premura del
caso, sin ningún tipo de formalismos, reduciendo al máximo los lapsos,
pues lo importante era que ejerciera su derecho a la defensa, como el
oponerse a la medida cautelar acordada (...) (...) se colige, que para que
pueda declararse con lugar una acción de amparo fundado en una
amenaza de daño constitucional, se requiere que la misma, además de ser
actual e inminente para el momento de la interposición de la acción,
subsista para la fecha en que deba decidirse, pues no tiene sentido
proteger contra un daño cuyas probabilidades de materialización
desaparecieron.
En el presente caso se observa, que para el momento en que se interpuso
la presente acción de amparo, la amenaza en que se fundó llenaba los
citados requisitos, es decir era actual e inminente.
Ahora bien, es el caso que el Ministerio Público observa, que constituye un
hecho público y notorio que el referendo revocatorio se celebró en la fecha
pautada por el Consejo Nacional Electoral, esto es el día quince (15) de
agosto de 2004, motivo por el cual también es público y notorio que el
hecho que generó el ejercicio de la presente acción cual fue la ‘ amenaza’
proferida de divulgar los resultados de dicho referendo antes que el
Consejo Nacional Electoral, cesó o desapareció al celebrarse dicho
referendo, resultando en consecuencia inoficioso desde el punto de vista
práctico y jurídico celebrar el debate oral que se fijó en la presente causa,
pues no se puede demostrar lo que no existe (...) (...) Por las
consideraciones que anteceden, el Ministerio Público opina, que en el
presente caso lo procedente es declarar que ya no hay materia sobre la
cual decidir, toda vez que decayó el objeto del amparo interpuesto”.
“(Opinión del Ministerio Público consignada ante la Sala Electoral del
Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 23 de septiembre de 2004 (Exp. N°
04-0077); (pp. 8-12)”.
DESC AMPARO
DESC CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC GOBERNADORES
DESC JEFES DE ESTADO
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MEDIOS DE COMUNICACION
DESC REFERÉNDUM
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
175
112
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Pleno y ante sus Salas Constitucional,
Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional intentada por la ciudadana
Ana Beatriz Agelvis, contra la presunta omisión imputada al
Fiscal General de la República.
FRAGMENTO
177
DESC AMPARO
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC PETICIÓN
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DESC SILENCIO ADMINISTRATIVO
178
113
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía ante el Tribunal Supremo de Justicia en FTTSJSPSCPAE
Sala Plena y ante sus Salas Constitucional, Político
Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional ejercida por los ciudadanos
Ángel Jurado Machado, Ninfa Díaz Bermúdez y Gabriel
Costanzo, contra la Presidenta del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, abogada Alicia
García De Nicholls.
FRAGMENTO
179
las limitaciones de acceso a dichas instalaciones no es óbice para que se
restrinja el acceso físico, por cuanto, también se restringe el derecho a la
asistencia jurídica en todo estado y grado de la investigación y del
proceso, establecido en el artículo 49, numeral 1 de la Carta Magna y, más
grave aún se obstruye el buen funcionamiento de la administración de
justicia, que implica la intervención de órganos como el Ministerio Público y
de la Defensa Pública para la actuación en el proceso penal. Por último, el
Ministerio Público exhorta a esa Sala respetuosamente, en aras de
preservar el orden constitucional, se ordene publicar la presente decisión,
con el objeto de que la Presidencia del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, como las demás
presidencias de los Circuitos Judiciales Penales, se abstengan de restringir
el acceso a las instalaciones de los tribunales y, así pido respetuosamente
sea declarado por esa Sala…”.
180
114
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad parcial por razones de inconstitucionalidad
e ilegalidad, contra los artículos 3, numeral 4, 31 y 39,
numerales 1, 3, y 5 de la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y
la Familia, sancionada en fecha 19 de agosto de 1998, publicada
en Gaceta Oficial N° 36.531 de fecha 3 de septiembre de 1998,
posteriormente reimpresa en Gaceta Oficial N° 36.576 del 06 de
noviembre de 1998.
FRAGMENTO
182
Público insiste en que la medida cautelar contenida en el numeral 3 del
artículo 39 de la ley cuya nulidad parcial se solicita, es contraria a lo
consagrado en el numeral 1 del artículo 44 del Texto Fundamental y las
disposiciones legales contenidas en los artículos 243, 244, 246 y 247 del
Código de Orgánico Procesal Penal…”.
DESC ARRESTO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DETENCION
DESC FAMILIA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC ILEGALIDAD
DESC LEYES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MUJER
DESC NULIDAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
183
115
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional ejercida por los apoderados
judiciales de la Federación Médica Venezolana, en defensa de
los derechos e intereses difusos de la sociedad y en particular
del gremio médico, contra la conducta omisiva de la Ministra de
Salud y Desarrollo Social y el Presidente del Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales.
FRAGMENTO
184
general todo lo relacionado al servicio de salud, lo cual afecta la calidad de
vida del venezolano, (…). Como derecho cívico que es la salud, la
justificación de su existencia es el bien común, cuyo contenido gira
alrededor de prestaciones exigibles bien al Estado o a los particulares, que
deben favorecer a toda colectividad sin hacer distingos en cuanto a edad,
sexo, religión entre otras, por cuanto, en la medida en que el derecho a la
salud se vea afectado, indirectamente se está afectando el derecho
fundamental a la vida. (…) estima el Ministerio Público que la lesión al
derecho a la salud, como garantía fundamental del individuo, comporta la
restricción del derecho de todo hombre al acceso a los servicios que
permiten el mantenimiento o restauración de su bienestar físico, mental y
social, lo cual (…) lesiona su calidad de vida, razón por la cual, es deber
del Estado (…) velar porque el derecho a la salud, se proteja
efectivamente, cuyo incumplimiento es el objeto del presente acción de
amparo constitucional. Considera el Ministerio Público que (…) hay
suficientes indicios que permiten colegir el incumplimiento por parte de las
autoridades señaladas como agraviantes del deber que tienen de
promover y desarrollar las políticas orientadas a elevar la calidad de vida,
el bienestar colectivo y el acceso a los servicios de salud, incumplimiento
que tiene como consecuencia inmediata poner en riesgo la salud y la vida
de los habitantes del país, por lo que la presente acción de amparo debe
ser declarada con lugar, ordenándose a los agraviantes la adopción de las
medidas conducentes a fin de solventar las insuficiente dotación de los
insumos, equipos médicos y mantenimiento de la infraestructura
hospitalaria a nivel nacional, con la intermediación de la Defensoría del
Pueblo, cuya función (…) la de velar porque los servicios públicos
funcionen perfectamente y que sean dotados, en lo posible, para amparar
y proteger los intereses legítimos, colectivos o difusos de los ciudadanos,
contra las arbitrariedades, desviaciones de poder y errores cometidos en la
prestación de los servicios públicos…”.
DESC AMPARO
DESC ASISTENCIA SOCIAL MEDICA
DESC HOSPITALES
DESC INSTITUTO VENEZOLANO DE LOS SEGUROS SOCIALES
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC MEDICOS
DESC NEGLIGENCIA
DESC PODER EJECUTIVO
DESC SALUD
185
116
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional contra las omisiones y vías de
hecho presuntamente realizadas por la empresa Eleoriente y
Elecentro.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC ELECTRIFICACION
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC NEGLIGENCIA
187
117
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad,
intentado por el ciudadano Henry Pereira Gorrín, actuando en
nombre propio y el ciudadano Pedro Carmona Estanga,
actuando en su carácter de Presidente de Fedecamaras,
respectivamente, contra los Decretos Leyes dictados por el
Presidente de la República en Consejo de Ministros, en
ejecución de la ley que lo autoriza para dictar los decretos con
rango y fuerza de ley, publicada en Gaceta Oficial N° 37.036 del
13 de noviembre de 2000.
FRAGMENTO
188
violentando de ese modo las disposiciones contenidas en los artículos 136 y 137
del Texto Fundamental, donde se consagra por una parte, el principio de
separación de poderes según el cual, cada rama del Poder Público tiene sus
funciones propias y se establece, por otra, que sólo la Constitución y la Ley
definen las atribuciones del Poder Público y a éstas normas debe sujetarse su
ejercicio. (…) el Ministerio Público insiste en que el ciudadano Presidente de la
República no se excedió ni incumplió con los términos de la delegación de la Ley
Habilitante, de fecha 13 de noviembre de 2000, por cuanto, la Constitución no
limita ni su contenido ni la calificación de dichos decretos, únicamente que estén
conformes con la ley fundamental. En función de lo antes expuesto, esta
representación del Ministerio Público considera que el vicio de usurpación de
funciones alegado por (…) (FEDECAMARAS), debe ser igualmente desechado
por esa Sala (…). De seguidas el Ministerio Público se pronuncia sobre lo
(…)relativo a la violación al derecho de participación, (…) en los siguientes
términos: (…) el Ministerio Público se formula la siguiente pregunta: ¿Puede la
delegación legislativa al Presidente de la República configurarse como un
mecanismo para eludir el cumplimiento de esta obligación constitucional de
consulta en el proceso de elaboración de los Decretos leyes respectivos?
Obviamente la respuesta debe ser negativa, dado que no puede eliminarse este
derecho constitucional en el procedimiento de formación de las leyes, por el
simple hecho de que se le haya conferido poderes para legislar, a través de una
Ley Habilitante. En efecto, los proyectos de Decreto-Ley impugnados, debían
haberse sometido a consulta por parte del Ejecutivo Nacional, en la misma forma
indicada en la Constitución, antes de su adopción en Consejo de Ministros, para
promover la participación ciudadana en la gestión pública, (…) Efectivamente, el
contenido del artículo 137 de la Ley Orgánica de la Administración Pública, (…) es
del tenor siguiente:
(…) Por otra parte, el artículo 4 de la Ley Habilitante de fecha 13 de noviembre de
2003, efectivamente consagró la obligación del Ejecutivo Nacional de informar a la
Asamblea Nacional sobre los proyectos de decretos con fuerza de ley, ‘ …por lo
menos diez (10) días antes de su publicación en Gaceta Oficial…’ , lo cual es
demostrativo de que la Ley Habilitante estableció fórmulas adicionales de control,
como la presentación de los decretos con fuerza de ley legislativo a la Asamblea
Nacional antes de su publicación. Ahora bien, el Ministerio Público aprecia que
cursa a los autos, comunicación suscrita por el Presidente de la Asamblea
Nacional de la época, de fecha 18 de diciembre de 2002 (…), por medio del cual
remite (…) copia del Acta de Sesión de Clausura de fecha 13 de diciembre de
2001, en la cual se ‘ …designa una Comisión Especial de veinticinco miembros
(…), para que en un plazo que no exceda del 31 de enero de 2002 evalúe, en una
amplia consulta con todos los sectores nacionales, los contenidos de los decretos
dictados en cumplimiento de la Ley Habilitante y presente a la plenaria un informe
que sirva a la Asamblea para tomar las decisiones que resulten convenientes…’ y,
particularmente sobre cumplimiento del control parlamentario consagrado en el
artículo 4 de la Ley Habilitante, informa que ‘ …la Comisión Especial que se
designó es la que indicamos en el punto 1 de este escrito, ya que la Comisión
Especial que se menciona (…) no se ha designado…’ . (…) se observa que la
Asamblea Nacional, durante la vigencia de la Ley que autorizó al Ejecutivo
Nacional para dictar Decretos con rango y fuerza de ley, (…) no constituyó la
Comisión Especial a la cual alude el artículo 4 ejusdem. Más comprometedor
resulta aún, el hecho admitido por el Presidente de la Asamblea Nacional para
época, según el cual en fecha 13 de diciembre de 2001, se instituyó una Comisión
Especial diferente a la consagrada en la Ley Habilitante, cuya misión era evaluar
el contenido de los Decretos dictados por el Ejecutivo Nacional en cumplimiento
de la misma, lo cual representa que se conformó efectivamente un (1) mes
después de la expiración de la Ley Habilitante. Incluso pudo constatar esta
representación del Ministerio Público, que el informe elaborado por la mencionada
Comisión Especial, (…), contiene reclamaciones formuladas por (…)
(FEDECAMARAS), relacionadas con la violación del derecho de participación,
consagrado en los artículos 62 y 211 del Texto Fundamental. Vistas las
189
consideraciones que anteceden, es forzoso concluir que el Ejecutivo Nacional
efectivamente transgredió el derecho de participación, consagrado en los artículos
62 y 211 del Texto Fundamental, como el control parlamentario consagrado en el
artículo 4 de la Ley Habilitante, alegado por los accionantes, razón por la cual,
debe esa Sala declarar su procedencia y así pido respetuosamente sea declarado.
Por los razonamientos antes expuestos, esta representación del Ministerio
Público, considera que la presente acción de nulidad por razones de
inconstitucionalidad, debe ser declarado parcialmente con lugar…”.
190
118
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por la ciudadana
Celeste Liendo Liendo, contra sentencia dictada en fecha 2 de
mayo de 2002, por la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo. (Expediente N° 2002-2680).
FRAGMENTO
192
CRBV art:26
CRBV art:49
CRBV art:257
CRBV art:334
CRBV art:335
LOCSJ art:135
LOADGC art:4
SCPCA Nº 279
13-04-2000
SCPCA 31-07-2001
SCPCA 06-12-2001
SCPCA 02-05-2002
TCA 08-03-1999
DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC EXCESO DE PODER
DESC JUSTICIA
DESC NOTIFICACIONES
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TERMINOS JUDICIALES
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
193
119
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por los
apoderados judiciales de la sociedad mercantil HANOVER PGN
COMPRESSOR C.A., contra las decisiones judiciales: i)
Sentencia de fecha 8 de agosto de 2002, dictada por la Corte
Primera de lo Contencioso-Administrativo;
ii) Sentencia de fecha 2 de mayo de 2002, dictada por el
Juzgado Superior Civil y Contencioso-Administrativo de la
Circunscripción Judicial del la Región de Los Andes; iii) auto
dictado por ese Juzgado Superior en fecha 6 de febrero de
2003; iv) Oficio Nº 176, de fecha 7 de febrero de 2003, emanado
de dicho Juzgado Superior; v) auto de fecha 14 de abril de 2003,
por el cual se ordena la ejecución forzosa y; vi) ejecución
forzosa de la sentencia efectuada el 6 de mayo de 2003, por el
Tribunal Ejecutor de Medidas del Municipio Barinas de la
Circunscripción Judicial del Estado Barinas, todas dictadas en
el recurso contencioso-administrativo de nulidad interpuesto
por el ciudadano Heriberto José Mora Justy, ante ese Juzgado
Superior, contra la providencia administrativa Nº 65 del 27 de
diciembre de 1999, dictada por la Inspectoría del Trabajo del
Estado Táchira, que declaró sin lugar su solicitud de
reenganche y pago de salarios caídos.
FRAGMENTO
195
cantidades que estime, aún se le adeuden.’ (s.SPA del 20-11-01, Nº
02762)…’ . Aplicando la tesis jurisprudencial parcialmente transcrita, se
colige que el trabajador no podía pretender la nulidad de la providencia
administrativa N° 65 de fecha 27 de diciembre de 1999, emanada de la
Inspectoría del Trabajo del Ministerio del Trabajo del Estado Táchira, ante
la jurisdicción contencioso administrativa, para solicitar su reincorporación
y consecuente pago de salarios dejados de percibir, por cuanto, de los
autos se desprende que éste había recibido el pago de su prestación de
prestaciones sociales, lo cual implica que aceptó tácitamente la finalización
o ruptura de la relación de trabajo, dado el carácter de cosa juzgada del ‘
Acta de Homologación N° 14’ , de fecha 11 de enero de 2000. En
consecuencia, el Ministerio Público estima que lo decidido por la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo, como por el Juzgado Superior
Civil y Contencioso-Administrativo de la Circunscripción Judicial del la
Región de Los Andes y los consiguientes actos de ejecución, no se
ajustaron adecuadamente al ejercicio de sus facultades jurisdiccionales,
por cuanto, no respetaron el orden jurídico preestablecido y, realizaron
apreciaciones sesgadas omitiendo la verdad procesal que devenía de los
autos, obrando ‘ fuera de su competencia’ que constituye un abuso de
poder y una grave extralimitación de funciones generando así, la violación
directa de los derechos y garantías constitucionales de la empresa
relativos al debido proceso y a la defensa, consagrados en el Texto
Fundamental (…) y así lo solicito respetuosamente de esa Sala…”.
DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC BARINAS (MUNICIPIO)
DESC COSA JUZGADA
DESC EJECUCIÓN
DESC EXCESO DE PODER
DESC EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC PRESTACIONES SOCIALES
DESC REINCORPORACION AL TRABAJO
DESC RELACION DE TRABAJO
DESC RENUNCIA
DESC SALARIOS
DESC SENTENCIAS
196
120
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de Justicia FTTSJSPSCPAE
en Sala Plena y ante sus Salas Constitucional, Político
Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad e
ilegalidad, intentado por los apoderados judiciales de las
empresas Baker Hughes, S.R.L. y, Schlumberger Venezuela,
S.A., contra diversos artículos contenidos en las Ordenanzas
de Aprobación del Convenio entre los Municipios Ribereños del
Lago de Maracaibo para la Unificación de Tarifas y
Procedimientos de Recaudación del Impuesto Sobre
Actividades Económicas de Industria, Comercio, Servicio o de
Índole Similar, por actividades realizadas en dicho Lago,
emanadas de diversos Municipios del Estado Zulia.
FRAGMENTO
198
CRBV art:179-2
CRBV art:183-1
CRBV art:183
CRBV art:187-1
CRBV art:187-1
CRBV art:304
CRBV art:317
OACMRLMUTPRISAEICSIS art:2
DESC IMPUESTOS
DESC LAGO DE MARACAIBO
DESC LEGALIDAD
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
199
121
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Demanda por intereses colectivos interpuesta en fecha 3 de
septiembre de 2004, por el ciudadano Horacio Serrano,
Presidente de la Fundación Oftalmológica Venezolana y de la
Asociación Civil Banco de Ojos de Caracas para Toda
Venezuela y actuando en representación de “…los intereses
colectivos y difusos del pueblo venezolano (…) que padecen
enfermedades visuales (…) necesitan trasplantes de córnea…”
y de los ciudadanos Alexis López, Chevance Kerhaema Gerard
y Lourdes Fernández de Fernández, “…contra la omisión
proveniente del Ministerio de Interior y Justicia…”.
FRAGMENTO
201
expuesto y, siguiendo la naturaleza del proceso oral, regido por el principio
de inmediación, recogido en el artículo 860 del Código de Procedimiento
Civil, que implica que ‘ …el juez que va a decidir debe presenciar tanto el
debate como la incorporación de las pruebas de las cuales obtendrá su
convencimiento, elementos probatorios que le servirán para fijar los
hechos en el fallo definitivo...’ (…), es razón suficiente para que el
Ministerio Público acuerde diferir -hasta la oportunidad de la audiencia oral
definitiva-, la presentación del dictamen o informe en el presente juicio, por
cuanto, requiere obtener elementos suficientes de convicción, como
consecuencia de la celebración del presente debate oral preliminar y por
supuesto, de la evacuación de las pruebas formuladas por las partes
involucradas y, así se pido respetuosamente sea considerado por esa
Sala…”.
202
122
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante sus Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de amparo constitucional interpuesta por el ciudadano
José Emilio Jiménez Mendía, en su carácter de Síndico
Procurador del Municipio Iribarren del Estado Lara, contra la
sentencia dictada por la Corte Primera de lo Contencioso-
Administrativo, en fecha 3 de julio de 2003, por la supuesta
violación de los derechos a la defensa, al debido proceso y a la
tutela judicial efectiva, así como al principio de seguridad
jurídica, consagrado en los artículos 26 y 49 del Texto
Fundamental.
FRAGMENTO
204
procedente las denuncias efectuadas por el ciudadano José Emilio
Jiménez Mendía, en su carácter de Síndico Procurador del Municipio
Iribarren del Estado Lara, sobre violaciones a los derechos
constitucionales relativos a la tutela judicial, al debido proceso y al derecho
a la defensa consagrados en los artículos 26 y 49 del Texto Constitucional
y, a los principios de seguridad jurídica y sujeción al ordenamiento jurídico
de los órganos que ejercen el Poder Público, consagrado en los artículos
22 y 137 del Texto Constitucional, dado que el fallo impugnado dictado por
la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo en fecha 3 de julio de
2003, fue proferido en total sujeción al ordenamiento jurídico…”.
DESC AMPARO
DESC COSA JUZGADA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC MUNICIPIOS
DESC PRESTACIONES SOCIALES
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA
DESC RENUNCIA
DESC SEGURIDAD JURIDICA
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
205
123
TDOC /sin identificar/
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Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad ejercido por el ciudadano José Gersón
Renavales, contra Resolución N° DGR -00252, de fecha 14 de
junio de 2001, emanada del Ministerio de Relaciones Exteriores.
FRAGMENTO
207
124
TDOC /sin identificar/
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Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Conflicto de autoridades suscitado en el Municipio Simón
Rodríguez del Estado Anzoátegui, planteado por la ciudadana
Marleny Salgar Barrios, en su carácter de Contralora Municipal.
FRAGMENTO
DESC ALCALDES
DESC CONFLICTO ENTRE AUTORIDADES
DESC CONTRALORIA
DESC MUNICIPIOS
209
125
TDOC /sin identificar/
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Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur de sentencia de fecha 20 de diciembre
de 2000, dictada por el Tribunal de Distrito de la 11
Circunscripción Judicial del Condado de Dade, Florida, Estados
Unidos de América, que declaró disuelto el vínculo matrimonial
entre la solicitante Mariela Josefina Marini Veracierto y el
ciudadano Luis Alejandro Blanco Uribe.
FRAGMENTO
DESC DIVORCIO
DESC ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA
DESC EXEQUÁTUR
DESC SENTENCIAS
211
126
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur de sentencia de fecha 11 de octubre de
1999, dictada por el Juzgado Primero de Familia de la
Circunscripción Judicial de Lisboa, República de Portugal, que
declaró disuelto el vínculo matrimonial existente entre la
solicitante Giuseppina Gentile y el señor Luis Guerreiro Pereira.
FRAGMENTO
212
fecha 11/10/99…’ , revistiendo formalidades externas necesarias para ser
considerada auténtica, por cuanto se encuentra debidamente legalizada y
contiene Apostilla (…) 3.- Que no versa sobre derechos reales respecto a
bienes inmuebles situados en la República, ni se le arrebató a Venezuela
la Jurisdicción para conocer del negocio. 4.- El Tribunal Primero de Familia
de la Circunscripción Judicial de Lisboa, República de Portugal, tenía
jurisdicción para conocer de la causa, toda vez que, el último domicilio
conyugal de la pareja fue el lugar donde el Tribunal tiene jurisdicción
(Lisboa, República de Portugal), por lo cual se demuestra que existía una
vinculación efectiva con dicho territorio. 5.- Que se dio cumplimiento a las
formalidades requeridas, por cuanto se lee de la sentencia cuyo pase se
solicita ‘ …no compareció la demandada, quien fue debidamente citada…’
. 6.- Que del objeto de la presente solicitud de exequátur, no se desprende
que sea incompatible con sentencia de fecha anterior que tenga autoridad
de cosa juzgada, ni que se encuentre pendiente en los tribunales de
Venezuela, algún juicio que verse sobre el mismo objeto y entre las
mismas partes, iniciado previamente a que se hubiese dictado la sentencia
extranjera que nos ocupa. En fuerza a las consideraciones anteriores,
estima el Ministerio Público que es procedente la solicitud de exequátur de
la sentencia de fecha 11 de octubre de 1999, dictada por el Tribunal
Primero de Familia de la Circunscripción Judicial de Lisboa, República de
Portugal, mediante la cual se declaró disuelto el vínculo matrimonial entre
la solicitante Guiseppina Gentile y el señor Luis Guerreiro Pereira…”.
DESC DIVORCIO
DESC EXEQUÁTUR
DESC PORTUGAL
DESC SENTENCIAS
213
127
TDOC /sin identificar/
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Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
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Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur de sentencia de fecha 6 de febrero de
1956, dictada por el Tribunal Regional de Innsbruck,
Departamento 7, Austria, que declaró la nulidad del matrimonio
entre el solicitante Angelo Martín Conedera y la señora Edith
Guschelbauser.
FRAGMENTO
214
y traducida por interprete Público del idioma alemán al castellano,´…Ha
quedado comprobada la competencia del Tribunal conforme párrafo 76 (3)
(…) igualmente conforme Aparte 1, ya que ambos esposos tenían su
domicilio y su residencia común hasta ahora en la ciudad de Innsbruck…’ ,
por lo cual se demuestra que existía una vinculación efectiva con dicho
territorio. 5.- Si bien no se desprende del texto de la sentencia ni de los
recaudos acompañados cuál fue el medio utilizado para practicar la
citación, ni existe forma alguna de verificar si el empleado fue el correcto,
esta representación del Ministerio Público estima que el fin último de la
comparencia en juicio del demandado es garantizar su derecho a la
defensa, el cual se entiende convalidado al haber sido el demando quien
ocurriera ante esa Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia a solicitar el exequátur de la sentencia bajo análisis. 6.- Que del
objeto de la presente solicitud de exequátur, no se desprende que sea
incompatible con sentencia de fecha anterior que tenga autoridad de cosa
juzgada, ni que se encuentre pendiente en los tribunales de Venezuela,
algún juicio que verse sobre el mismo objeto y entre las mismas partes,
iniciado previamente a que se hubiese dictado la sentencia extranjera que
nos ocupa. En fuerza a las consideraciones anteriores, estima el Ministerio
Público que es procedente la solicitud de exequátur de la sentencia de
fecha 06 de febrero de 1956, dictada por el Tribunal Regional de
Innsbruck, Departamento 7, Austria, que declaró la nulidad del matrimonio
el solicitante Angelo Martin Conedera y la señora Edith Guschelbauser de
nacionalidad Austriaca…”.
DESC AUSTRIA
DESC DIVORCIO
DESC EXEQUÁTUR
DESC SENTENCIAS
215
128
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad intentado por el apoderado judicial de la
empresa Seguros La Seguridad, C.A., contra la decisión tácita
denegatoria, emanada del Ministro de Hacienda que denegó el
recurso jerárquico intentado contra la Resolución Nº 0001258,
de fecha 6 de noviembre de 1997, dictada por la
Superintendencia de Seguros, mediante el cual se le sancionó
con multa por la cantidad de tres millones ochocientos mil
bolívares (Bs. 3.800.000,00).
FRAGMENTO
216
que la omisión del acta a la cual alude el artículo 420 ejusdem, representa un
elemento procedimental esencial que pueda lesionar el derecho a la defensa de la
empresa hoy recurrente, ya que, del expediente administrativo que cursa a los
autos, se desprende que la Superintendencia de Seguros inició un procedimiento
que cumplió con todos los extremos legales, preservándole en el mismo su
participación. En consecuencia, el Ministerio Público considera que no se constata
la ausencia del procedimiento legalmente establecido, (…) ni tampoco se le
transgredió su derecho a la defensa, ni los principios al contradictorio, ni de
globalidad de los actos administrativos, ni de la presunción de inocencia (…) Por
lo que atañe al vicio de falso supuesto de hecho alegado (…) relativo a la elusión
o retardo en el cumplimiento de la obligación de indemnizar por parte de la
aseguradora, se observa lo siguiente: (…) Ahora bien, en el caso bajo examen, no
emerge del acto administrativo impugnado, el vicio de falso supuesto de hecho
alegado, ello en virtud de que, la propia Ley de Empresas de Seguros y
Reaseguros contempla en su artículo 175, Parágrafo Segundo, el momento en el
cual debe ser pagado el siniestro, para lo cual dispone que la empresa
aseguradora tendrá un plazo máximo de treinta (30) días hábiles para pagar el
siniestro cubierto, una vez que el reclamante haya demostrado su derecho a la
indemnización. En efecto, la empresa hoy recurrente -como consecuencia del
reclamo formulado en fecha 26 de septiembre de 1996-, emitió la correspondiente
carta aval a favor del Centro Médico de Caracas y en tiempo oportuno pagó el
siniestro correspondiente, razón por la cual, no puede hablarse de elusión o
retardo por lo que respeta a éste reclamo, pero posteriormente le exigió al
asegurado la devolución de la suma cancelada, en virtud de que, consideró que se
trataba de una enfermedad preexistente de la asegurada, sin demostrarlo en sede
administrativa. (…) Por tal razón, el Ministerio Público estima que el informe
médico presentado por la empresa recurrente no constituye plena prueba, ello por
cuanto, era necesario que se acompañarán los correspondientes exámenes
médicos practicados a la beneficiadora de la póliza, por lo que resulta ajustado a
derecho la calificación realizada por la Superintendencia de Seguros,(…) Aunado
lo anterior, en el presente caso, tenemos que la enfermedad de la asegurada
estaba amparada en dos pólizas celebradas con la aseguradora, lo cual sin duda,
comporta su continuidad dado que el asegurado al finalizar su relación laboral con
la empresa contratante Black and Decker, en fecha 13 de marzo de 1996, contrató
una póliza individual para mantener la vigencia del contrato, (…) En consecuencia,
el Ministerio Público estima que no se constata el vicio de falso supuesto de hecho
alegado por la parte accionante, razón por la cual, debe ser desestimado (…). En
relación al vicio de falso supuesto de derecho esgrimido por la empresa
recurrente, según el cual la Superintendencia de Seguros interpretó y aplicó
erróneamente el artículo 175 de la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros, el
Ministerio Público precisa lo siguiente: (…) Del artículo (…) emerge la potestad del
Estado -a través de la Superintendencia de Seguros- de sancionar con multas a
las empresas aseguradoras que incumplan injustificadamente con las obligaciones
contraídas con sus asegurados, bien por retardo o elusión en el pago de la
indemnización, lo cual ocurrió en el presente caso, si consideramos que la
empresa hoy recurrente, no logró desvirtuar en sede administrativa la
preexistencia de la enfermedad de la beneficiaria. En consecuencia, el Ministerio
Público estima que el vicio de falso supuesto de derecho alegado por la empresa
recurrente, debe ser desestimado (…). Por último, en cuanto al vicio de
usurpación de funciones esgrimido por la actora, según la cual, la
Superintendencia de Seguros no podía intervenir en resolución de controversias
de carácter subjetivo, que a su juicio es privativo de los órganos jurisdiccionales,
como consecuencia de la interpretación de la potestad discrecional que le otorga
el tantas veces mencionado artículo 175 de la Ley de Empresas de Seguros y
Reaseguros, se observa lo siguiente: (…) el Ministerio Público considera que el
acto administrativo hoy impugnado, fue dictado respetando en todo momento el
principio de competencia, así como el principio de legalidad, por cuanto, la
Superintendencia de Seguros en ejercicio de sus funciones legales de control,
vigilancia e inspección y, específicamente en uso de la potestad discrecional
217
conferida por la norma in comento, estableció que la empresa aseguradora eludió
o retardó el cumplimiento de sus obligaciones legales y contractuales, luego de
haber culminado la sustanciación del procedimiento administrativo
correspondiente. De allí que, no puede sostener que la actuación de la
administración haya invadido la esfera de actuación del Poder Judicial, toda vez
que en ningún momento su averiguación va dirigida a resolver el conflicto entre las
partes sobre la procedencia o no del pago reclamado, ni muchos menos obliga a
cumplir con la obligación de indemnización solicitada, que si es competencia de
los órganos jurisdiccionales, sino más bien se limitó a determinar si las empresas
sujetos de la ley especial, incurren o no injustificadamente en una falta o infracción
sancionable, tal como lo dispone la norma in comento. En consecuencia, el
Ministerio Público estima que debe ser desestimado el alegato del vicio de
usurpación de funciones alegado por la empresa hoy recurrente (…) En virtud de
las razones expuestas anteriormente, considera el Ministerio Público que el
presente recurso de nulidad, debe ser declarado sin lugar…”.
218
129
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscalía Tercera ante el Tribunal Supremo de FTTSJSPSCPAE
Justicia en Sala Plena y ante las Salas
Constitucional, Político Administrativa y Electoral
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Político TSJSPA
Administrativa
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Solicitud de exequátur de sentencia de fecha 30 de marzo de
2000, dictada por el Tribunal Municipal Popular de Artemisa,
República Socialista de Cuba, que declaró disuelto el vínculo
matrimonial existente entre el solicitante Pedro Andrés Posada
Leal y la señora María Teresa Cintado Fuentes.
FRAGMENTO
219
versa sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la
República, ni se le arrebató a Venezuela la Jurisdicción para conocer del
negocio. 4.- El Tribunal Municipal Popular de Artemisa, República de
Cuba, tenía jurisdicción para conocer de la causa, toda vez que, el último
domicilio conyugal de la pareja fue el lugar donde el Tribunal tiene
jurisdicción, por lo cual se demuestra que existía una vinculación efectiva
con dicho territorio. 5.- Que se dio cumplimiento a las formalidades
requeridas, por cuanto se lee de la sentencia cuyo pase se solicita ‘…que
admitida la demanda y emplazado en forma legal el demandado, éste no
se apersonó dentro del plazo señalado, por lo que se dio por contestada la
demanda a su perjuicio se le declaró rebelde y se abrió el proceso a
pruebas…’ . 6.- Que del objeto de la presente solicitud de exequátur, no se
desprende que sea incompatible con sentencia de fecha anterior que tenga
autoridad de cosa juzgada, ni que se encuentre pendiente en los tribunales
de Venezuela, algún juicio que verse sobre el mismo objeto y entre las
mismas partes, iniciado previamente a que se hubiese dictado la sentencia
extranjera que nos ocupa. Finalmente, en la sentencia cuyo pase se
solicita en relación a los dos menores hijos, estableció ‘ …Que los
menores quedan al abrigo y cuidado de la madre, pudiendo el padre
visitarlos y sacarlos a pasear cundo lo desee el mismo le deberá pasar una
pensión alimenticia de veinte pesos mensuales para cada uno, haciendo
un total de cuarenta pesos mensuales, la patria potestad se le confiere a
ambos padres, no pensión para los esposos por tener medios propios de
vida; ni sobre la vivienda por no ser un bien común del matrimonio…’ .
Ahora bien, sobre el particular observa esta representación del Ministerio
Público que de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico la patria
potestad sobre los hijos la ejercen conjuntamente el padre y la madre
(artículo 261 del Código Civil) y, en caso de divorcio o separación de
cuerpos, solo se privará de ella cuando se fundamenten en las causales
contempladas en los ordinales 4°, 5° y 6° del artículo 185 ejusdem,
relativos a conato de corrupción o prostitución, condenación a presidio o
adicción alcohólica o fármacodependencia, razón por la cual, en el
presente caso, se observa que lo relacionado con la custodia y
manutención de los menores hijos nacidos del matrimonio disuelto, no
contraría el derecho público interno de Venezuela…”.
DESC CUBA
DESC DIVORCIO
DESC EXEQUÁTUR
DESC SENTENCIAS
220
130
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-12-75-2004 FECHA:20040115
TITL Los fiscales del Ministerio Público no son los únicos
funcionarios que pueden representar a la Institución.
La Circular N° DFGR-01, de fecha 15 de enero de 1998, y sus
ampliación, la Circular N° DGSJ-DCJ-98-12, del 20 de abril del
mismo año, se encuentran plenamente vigentes, y ambas les
son aplicables a todos los fiscales del Ministerio Público,
incluidos aquellos que dirijan investigaciones penales.
Estas circulares constituyen una normativa interna que puede
generar consecuencias disciplinarias para los fiscales que no
les den cabal cumplimiento, pero no les confieren a los
funcionarios allí mencionados ningún privilegio que éstos
puedan reclamar, pues sólo se trata de un trato deferente que la
Institución establece en razón de los usos sociales en relación
con este tipo de comunicaciones.
Conforme a tales circulares, si fuere necesario requerirle
información a un gobernador, siendo que el mandatario
regional es el funcionario de mayor jerarquía dentro de la
gobernación de cada Estado, sólo el Fiscal General de la
República podría dirigirle la solicitud respectiva.
FRAGMENTO
222
lo contrario -que los fiscales ejercen una función propia e
independientemente del Fiscal General de la República- sería tanto como
afirmar que existen tantos Ministerios Públicos como fiscales, lo cual es a
todas luces absurdo, tratándose de una Institución vertical o de estructura
piramidal.
Por su parte, la Ley Orgánica del Ministerio Público, ley a la que le
corresponde precisar quiénes son los representantes del Ministerio
Público, no le atribuye esa condición con exclusividad a los fiscales de la
Institución.
Se insiste entonces, en que el artículo 284 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela dispone que ´El Ministerio Público
estará bajo la dirección y responsabilidad del Fiscal o Fiscala General de la
República, quien ejercerá sus atribuciones directamente con el auxilio de
los funcionarios o funcionarias que determine la ley´.
Es notorio que la Carta Magna no se refiere a los fiscales como únicos
representantes del Ministerio Público. Más aún: no los menciona
expresamente cuando se refiere a los auxiliares del Fiscal General de la
República.
Como ya se indicó, la ley que debe determinar los funcionarios mediante
los cuales el Fiscal General de la República ejercerá sus atribuciones es
precisamente la Ley Orgánica del Ministerio Público, y ésta prevé las
Direcciones del Despacho del Fiscal General de la República y no limita
sus atribuciones al ámbito administrativo, pues el artículo 14 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, remite al Reglamento Interno la
determinación de las competencias de cada una de las dependencias que
integren aquel Despacho.
En efecto, es inherente a tales Direcciones el auxilio al Máximo
Representante de la Institución en el ejercicio de sus funciones y si pueden
o no actuar en procesos, dependerá del ámbito dentro del cual representen
al Fiscal General de la República.
Así, entonces, si sus atribuciones están relacionadas con la actuación
procesal de la Institución, lo consecuente es que puedan ejercer la
representación del Fiscal General de la República, si éste lo determina así
mediante un acto expreso.
De este modo, si el Fiscal General de la República le hubiere conferido la
representación de la Institución (´representación fiscal´, en lenguaje
coloquial), sería procedente su actuación dirigiéndoles solicitudes a
organismos públicos o a particulares, atendiendo por su puesto a la
jerarquía del funcionario al que deba oficiar.
Ahora bien, en el marco de las circulares en referencia debe respetarse la
jerarquía del funcionario a quien estaría dirigida la solicitud para precisar
cuál Dirección sería la llamada a dirigirle el respectivo oficio.
Partiendo de esta premisa, esta Dirección estima que a los máximos
jerarcas de los distintos organismos mencionados sólo puede dirigirse
directamente el Fiscal General de la República, pues la Circular N° DGSJ-
DCJ-98-12, de fecha 20 de abril de 1998, señala expresamente que
cuando se trate de solicitudes dirigidas entre otros a ´gobernadores de
Estados´ y los ´secretarios de gobierno´, ´lo conducente es que sea el
propio Fiscal General de la República, o los Directores de mi Despacho,
tomando en consideración el organigrama funcional de cada institución
oficial, quienes requieran la información o colaboración, de acuerdo a las
jerarquías que se ostenten´.
Luego entonces, si fuere necesario requerirle información a un gobernador,
223
siendo que el mandatario regional es el funcionario de mayor jerarquía
dentro de la gobernación de cada Estado, sólo el Fiscal General de la
República podría dirigirle la solicitud respectiva.
Por otra parte, a los fines de la mayor celeridad en las tramitaciones
respectivas, los Directores de adscripción bien podrían solicitar que los
fiscales les envíen en tales casos un proyecto de la comunicación que
sería suscrita por el Fiscal General de la República.
En cuanto a lo dispuesto en el artículo 108 del Código Orgánico Procesal
Penal, es falso que el mismo sirva de base a la afirmación de que la
Institución dirige la investigación ´sólo mediante sus fiscales (no de otros)´,
pues por el contrario, la norma se refiere expresamente a las ´Atribuciones
del Ministerio Público´ y antes de enumerarlas señala que ´Corresponde al
Ministerio Público en el proceso penal…´, quedando claro que se refiere a
la Institución y no a alguno de sus representantes en particular. En todo
caso, el Código Adjetivo Penal es una ley preconstitucional, de modo tal
que debe adaptarse a la Carta Magna y no podría establecer una exclusiva
representación a los fiscales del Ministerio Público, toda vez que la Carta
Magna remite esas precisiones a la ley respectiva, que no es otra sino la
Ley Orgánica del Ministerio Público.
En otro orden de ideas, es preciso destacar que el trámite previsto en las
circulares en cuestión no impiden ni perturban el desarrollo de la
investigación penal, y en cuanto a las posibles demoras que pudiera
ocasionar, se podrían adoptar mecanismos expeditos para los casos de
urgencia (por ejemplo: envío vía fax del respectivo proyecto de
comunicación).
Finalmente, tampoco se comparte la afirmación según la cual las circulares
serían simples instructivos sin carácter legal ni constitucional.
Al respecto le destaco, que las constituciones y leyes no son los únicos
instrumentos normativos, ya que existen instrumentos jurídicos de rango
sublegal que también son obligatorios dentro de su ámbito de aplicación.
En el presente caso es la propia Ley Orgánica del Ministerio Público la que
autoriza al Fiscal General de la República a dictar tales circulares, que
tienen carácter obligatorio en el ámbito interno de la Institución, razón por
la cual su incumplimiento generaría consecuencias de índole disciplinarias.
En tal sentido, es claro el artículo 5° de la citada ley, al disponer que ´El
Fiscal General de la República, mediante circular de carácter general,
podrá establecer criterios para informar el ejercicio de la acción penal o de
la renuncia al enjuiciamiento´.
El carácter obligatorio de esas circulares -como normativa interna- se
evidencia de los dispuesto en el artículo 6 eiusdem, conforme al cual “En el
ejercicio de sus funciones los fiscales del Ministerio Público no podrán ser
obligados por el Fiscal Superior a requerir o dictaminar en contra de su
interpretación en un asunto concreto, salvo lo dispuesto en el artículo
anterior”. En consecuencia, los fiscales del Ministerio Público deben dar
cabal cumplimiento a las circulares dictadas por el Fiscal General de la
República, cuyo carácter jurídico tiene asidero en las disposiciones legales
ya comentadas.
Distinto es afirmar, que las circulares in comento no les confieren a los
funcionarios allí mencionados ningún privilegio que éstos puedan reclamar,
pues sólo se trata de un trato deferente que la Institución establece en
razón de los usos sociales en relación con este tipo de comunicaciones.
Al margen de ello, el Fiscal General de la República si puede regular
internamente las actuaciones fiscales y ello es consecuencia de ostentar la
224
máxima jerarquía institucional, apoyada no sólo en el artículo 284 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, antes citado, sino
también en el artículo 1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, el cual
es enfático al disponer que ´autoridad del Fiscal General de la República
se extiende a todos los funcionarios del Ministerio Público, sea cual fuere
la jurisdicción a que pertenezcan´…”.
225
131
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-302-2004-9187 FECHA:20040125
TITL El fiscal del Ministerio Público solamente debe permitir el
acceso de las situaciones que conforman la investigación penal
a la Defensoría del Pueblo, en los casos en que se presuma la
participación de funcionarios de algún organismo de seguridad
del Estado, sobre la base de lo preceptuado en el segundo
aparte del artículo 304 del Código Orgánico Procesal Penal, a
menos que el representante fiscal haya dispuesto mediante acta
motivada, la reserva total o parcial de las actuaciones, en los
términos establecidos en el tercer aparte del mencionado
dispositivo legal.
FRAGMENTO
227
al fiscal del Ministerio Público, al imputado o su defensor y a la víctima;
sujetos fundamentales de la relación procesal penal, al igual que el juez,
pero con la discrepancia que éste último no recibe el calificativo de parte,
por ser el funcionario llamado por ley a resolver el conflicto sometido a su
consideración en forma imparcial y con los elementos del proceso, vistos
los alegatos esgrimidos por cada una de las partes y sometido siempre a la
Constitución y demás leyes, cualidad ésta de la cual adolece la Defensoría
del Pueblo.
Siendo esto así, tendríamos entonces que la Defensoría del Pueblo -
institución que forma parte de la organización del Poder Público Nacional-
debe someter el ejercicio de su funciones a lo previsto en el artículo 281 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ya que en caso
contrario, estaríamos en presencia de una usurpación de funciones, debido
al principio restrictivo de competencia consagrado en el Texto
Fundamental, en su artículo 137, según el cual ´Esta Constitución y la ley
definen las atribuciones de los órganos que ejercen el Poder Público, a las
cuales deben sujetarse las actividades que realicen´…”.
228
132
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-470-2004-13521 FECHA:20040316
TITL La sola particularidad de que el fiscal del Ministerio Público sea
uno de los sujetos fundamentales de la relación jurídico
procesal penal, vale decir, una de las partes, excluye la
capacidad subjetiva de ser testigo en un proceso del cual esté
conociendo, máxime aun cuando la facultad investigativa le
viene por mandato constitucional y procesal.
FRAGMENTO
233
133
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-667-2004 FECHA:20040420
TITL No existe impedimento legal para que las notificaciones
judiciales realizadas de conformidad con lo ordenado en el
artículo 132 del Código de Procedimiento Civil, sean recibidas
por las secretarias de los despachos fiscales, quienes
colocarán el sello húmedo de la respectiva fiscalía; el día y hora
en que dichas notificaciones sean recibidas, al igual que su
nombre y apellido de manera legible, quedando de esta manera
debidamente notificado el Ministerio Público.
FRAGMENTO
235
puede definirse en nuestro sistema, como el acto del juez por el cual se
llama al demandado para que comparezca a dar contestación a la
demanda dentro de un plazo determinado.
Siendo la citación, el acto que realiza en el proceso civil la garantía
constitucional de la defensa en el juicio, se comprende que la ley procesal
atribuya al requisito de la citación el carácter de formalidad necesaria (...)
Sin embargo por la trascendencia que tiene el acto de la citación para la
contestación, la ley consagra expresamente que se pondrá constancia en
el expediente de todas las diligencias practicadas (...) por el alguacil para
citar personalmente al demandado´.
Continúa dicha obra el comentario referente a la citación, en el siguiente
sentido: ´...Según la doctrina contenida en sentencia de fecha 18 de
octubre de 1990, con ponencia del Magistrado Adán Febres Cordero la
citación puede definirse como un acto del Juez, mediante el cual se llama
al demandado para que comparezca a dar contestación a la demanda,
dentro de un plazo determinado que se fijará según el procedimiento
ordinario o especial escogido al respecto. La orden de comparecencia
contenida en el acto formal de citación debe ser comunicada a su
destinatario a fin de que se perfeccione y alcance sus efectos jurídicos, a
cuyo objeto el legislador ha establecido una serie de formalidades para
alcanzarla´ (Sentencia del 30 de julio de 1991. C.S.J. Casación. Industrias
Vemar C. A. contra Constructora Parupa C.A.).
La citación se corresponde entonces con una orden emanada del órgano
jurisdiccional que tiene por finalidad que la parte citada concurra por ante
la sede del tribunal a los fines de realizar un acto específico, en cambio la
notificación consiste sólo en hacer del conocimiento de alguna de las
partes la realización de un acto o una resolución judicial.
La notificación no tiene necesariamente que ser realizada de manera
personal, sino, que el alguacil puede dejarla con quien lo atienda en el
lugar donde la misma sea practicada, dejando constancia de la identidad
de la persona que recibió la boleta de notificación -nombre, apellido y
número de cédula de identidad-, al contrario en la citación es
imprescindible agotar primeramente la vía de la citación personal antes de
acudir a la citación por carteles tal y como lo establece el Código de
Procedimiento Civil. Lo antes señalado constituye básicamente la
diferencia entre ambas instituciones.
Por otra parte el artículo 233 del Código de Procedimiento Civil, prevé que
“Cuando por disposiciones de la ley sea necesaria la notificación de las
partes para la continuación del juicio, o para la realización de algún acto
del proceso, (...) También podrá verificarse por medio de boleta librada por
el juez y dejada por el alguacil en el citado domicilio. De las actuaciones
practicadas conforme a lo dispuesto en este artículo dejará expresa
constancia en el expediente el secretario del tribunal”. Dada la
especialidad en materia de notificaciones en el proceso civil, ésta norma
debe prevalecer.
En cuanto a las notificaciones de las partes, es necesario destacar que en
fecha 22 de junio de 2001 en el Expediente N° 00-127, la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del
Magistrado Dr. Carlos Oberto Vélez Ledo, reexaminó el tema de las
notificaciones en juicio y al respecto ratifica que ´... la notificación es el
acto procesal dirigido a los sujetos procesales y que constituye un acto
comunicacional dirigido a éstas para que comparezcan al proceso,
conozcan lo que ha acontecido en el juicio e integren la relación jurídico
236
procesal conjuntamente con el juez y su contraparte. Deja claro la
sentencia que las notificaciones previstas en el artículo 233 del Código de
Procedimiento Civil, proceden entre otros casos, para la realización de
algún acto del proceso que así lo requiera y su exigencia reposa en la
obligación que tiene el Estado de garantizar a toda persona que se dirige a
la jurisdicción, en busca de su tutela jurídica y efectiva, una justicia
transparente e idónea. Igualmente, ratifica el criterio del fallo del 27 de
junio de 1996 en cuanto a que resulta improcedente que el secretario del
tribunal deje constancia de una actuación que la ley no le ha confiado,
siendo suficiente, a los efectos de lo dispuesto en el último aparte del
artículo 233, que el secretario autorice la diligencia que el Alguacil estampe
mediante la cual indica al juez y a las partes que dejó la boleta de
notificación en el domicilio procesal constituido por la parte, con lo cual se
entenderá que ésta -la notificación- quedó legalmente practicada...´.
Como se puede evidenciar, la norma expresamente menciona la
notificación de las partes que no son más que los sujetos de un proceso -
demandante y demandado-.
Según Couture, en el proceso civil -que es el que nos ocupa- ´la noción de
parte adquiere un significado específico y designa el atributo o condición
del actor, del demandado o tercero interviniente que comparecen ante los
órganos de la jurisdicción en materia contenciosa, requiriendo una
sentencia favorable a su pretensión´.
En este contexto, sostiene A. Rengel Romberg, que ´... la condición o
cualidad de parte se adquiere con abstracción de toda referencia al
derecho sustancial, por el sólo hecho, de naturaleza exclusivamente
procesal, de la proposición de una demanda ante el juez: la persona que
propone la demanda, y la persona contra la cual es propuesta, adquieren
sin más, la cualidad de las partes; aunque la demanda sea infundada o
inadmisible, ella basta para hacer surgir la relación procesal de la cual las
partes son precisamente los sujetos...´.
Por su parte señala el Código de Procedimiento Civil, en su artículo 129
´En el proceso civil el Ministerio Público interviene como parte de buena fe
en los casos permitidos por este código, por el Código Civil, por la Ley
Orgánica del Ministerio Público y por otras leyes especiales, en resguardo
de las disposiciones de orden público o de las buenas costumbres´.
Aunado a lo anterior, prevé la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente en su artículo 172, la intervención necesaria del fiscal del
Ministerio Público al señalar que ´la falta de intervención del Ministerio
Público en los juicios que la requieran implica la nulidad de éstos´.
Ahora bien, es el caso que el Ministerio Público en el procedimiento civil
tiene la particularidad de estar representado por funcionarios que actúan
en ciertas ocasiones en el proceso, pero que no tienen la facultad decisoria
del órgano jurisdiccional, ni están interesados en la controversia concreta
planteada entre las partes, y sin embargo, pueden tomar la iniciativa del
proceso o intervenir y ser llamados al juicio iniciados por aquellas. Es el
órgano encargado de cooperar con la administración de justicia, velando
por los intereses del Estado, de la sociedad y de los particulares mediante
el ejercicio de las acciones pertinentes, haciendo observar las leyes. Es
esencialmente una Institución imparcial cuya máxima finalidad es velar por
el imperio de la ley.
Como bien expresa Rengel Rombreg, ´... los funcionarios del Ministerio
Público están colocados así en el proceso, en una posición especial, en
una posición intermedia, podría decirse, entre el juez y las partes, porque
237
son órganos públicos, sin llegar a ser juzgadores, y ejercen en el proceso
actividades que le son propias de las partes, sin confundirse
completamente con éstas (...) En el proceso civil puede definirse el
Ministerio Público como el órgano de carácter nacional y autónomo que
ejercita la acción civil o interviene en el proceso ya iniciado, en los casos
establecidos por la ley, en resguardo de intereses vinculados al orden
público y social, esto es funciona como agente de la jurisdicción en unos
casos o como interviniente o requeriente, en otros, y en este desempeña
un papel muy cercano al de las partes, aunque no se identifica totalmente
con ellas (...) Si el Ministerio Público agente ejercita la acción civil en los
casos expresamente previstos por la ley en defensa del interés público o
social, en cambio el Ministerio Público interviniente se limita, en las causas
promovidas por otros en las cuales está interesado el orden público o
social (...) Las características principales del Ministerio Público interviniente
son: a) Actúa como parte de buena fe (...) b) Aunque es parte de buena fe
no puede establecerse una absoluta equiparación del concepto de parte
entre el actor, el demandado y el Fiscal del Ministerio Público, porque las
primeras son en rigor las partes verdaderas (dominus litis), entendidas
como las personas del pretensor y del contradictor en el juicio. El fiscal es
sólo parte formal, sui generis, que de buena fe interviene en el juicio con el
fin de procurar la exacta observancia de la ley sustantiva y procesal, en
materia que interesa al orden público o social, y con ese carácter no ha de
estar sino al lado de la justicia y la integridad de la moral pública. / Lo que
diferencia esencialmente a las partes privadas de la parte pública o de
buena fe, es que ésta no defiende intereses suyos propios, ni de las partes
privadas, sino de la colectividad (...) y los defiende procurando en el
proceso el exacto conocimiento de los hechos de la causa en procura de
una sentencia correspondiente a la verdad real y no meramente formal. Es
una parte imparcial, que actúa con los medios de la parte, aunque se
propone los fines del juez. Esto es, el Ministerio Público es parte por la
función que cumple, no por el interés que sirve; es un sujeto de la acción,
no un sujeto de la litis...´.
En este sentido Emilio Calvo Baca, sostiene que ´La función del Ministerio
Público no sólo se desarrolla por vía de acción, sino también, por vía de
intervención. Y la intervención puede ser necesaria o facultativa. Necesaria
es la intervención cuando el Ministerio Público debe intervenir bajo pena
de nulidad señalable de oficio. / Al respecto, Satta opina que ... Es
suficiente esta consecuencia para diferenciar netamente esta intervención
de la de la parte. Finalidad de la intervención es únicamente, en efecto,
asegurar que la actuación de la ley inter partes se produzca respetando el
interés general en el cual se inspira la norma al disciplinar la relación.
Función que también corresponde al juez, y que la presencia del Ministerio
Público estimula y refuerza...´.
De todo lo anterior, se evidencia que el Ministerio Público en el proceso
civil es una parte de buena fe, es una parte sui géneris, pero parte al fin y
como tal debe ser notificado en los juicios que así lo requieran. Dada la
especialidad del artículo 233 en lo referente a las notificaciones debe ser
éste el rector en lo que atañe al procedimiento que debe seguirse para
realizarlas y al respecto cabe resaltar que de conformidad con esta norma
en concordancia con lo establecido en el artículo 73 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, corresponderá al alguacil del tribunal trasladarse a la sede
de la fiscalía del Ministerio Público a la cual le corresponda conocer o
intervenir en el juicio a objeto de notificarlo del mismo.
238
Como bien señala en su comunicación, es cierto que los alguaciles suelen
dejar las boletas de notificación en las fiscalías a la espera de que la fiscal
principal firme dichas boletas, pero esta actuación no es obligatoria por
parte del alguacil quien en un amplio sentido de colaboración para con el
Ministerio Público realiza dicha práctica como algo que –según su dicho-
se ha convertido en algo rutinario. Esta práctica -según manifiesta- se hace
cada vez más engorrosa debido a ´... la distancia entre los tribunales y los
despachos fiscales, así como el incremento de la exigencia laboral de los
fiscales principales, lo que conlleva a que cada vez deban ausentarse con
mayor frecuencia de las oficinas, trayendo como consecuencia que, en
muchas oportunidades, al dirigirse el alguacil a consignar la boleta de
notificación al representante del Ministerio Público, éste no se encuentre
presente, lo que ocasiona que la misma no pueda ser firmada, debiendo
entonces, en algunos casos, ser dejada por el alguacil que la retira 2 ó 3
días después o incluso, mas grave aún, el traslado de esta persona que
constituye parte del tribunal, 2 y 3 veces por una misma boleta, tratando en
lo posible de lograr la firma de ésta por el fiscal principal del Despacho. /
Dicha situación genera gran preocupación en quien suscribe, por la
demora en que incurre el Ministerio Público ante tal práctica, ya hasta
cotidiana, del procedimiento de notificación...´.
Del contexto de lo antes transcrito, se desprende que las boletas de
notificación permanecen durante 2 ó 3 días en los despachos de los
representantes del Ministerio Público a la espera de ser firmadas por los
fiscales principales, que se encuentren realizando otras actuaciones
inherentes a sus funciones fuera de la sede de los mismos.
En este sentido llama poderosamente la atención de esta Dirección que un
fiscal del Ministerio Público amerite de 2 ó 3 días para firmar las
notificaciones judiciales, pues si bien es cierto que algunas de sus
actuaciones lo obligan a trasladarse fuera de la sede del despacho, no es
menos cierto que de conformidad con lo establecido en el artículo 65 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público en concordancia con el artículo 68
ejusdem y el artículo 100, numeral 1 del Estatuto de Personal del
Ministerio Público publicado en la Gaceta Oficial de la República de
Venezuela N° 36.654, de fecha 4 de marzo de 1999 que además funge
como Reglamento Interno, es un deber del fiscal acudir todos los días
hábiles a su oficina, por lo que en la práctica si le es imposible firmar las
notificaciones judiciales el mismo día que ingresan al despacho, por
encontrarse fuera del mismo debido a razones de servicio, nada impide
que al día siguiente al acudir a su oficina proceda a firmarlas, cuestión ésta
que no amerita más que los pocos minutos diarios que pueda dedicarse a
estos fines. Aunado a lo antes expuesto es de advertir que las
notificaciones judiciales procedentes de los diferentes tribunales, no suelen
llegar diariamente a los despachos fiscales, ni en cantidades tales que
impidan tal actuación en caso de que el fiscal principal considere que debe
firmar personalmente las notificaciones, cuestión ésta que no es
estrictamente necesaria.
Sumado a lo anterior, una práctica errada del Ministerio Público no puede
ni debe causar un retraso en los órganos jurisdiccionales encargados de
administrar justicia, violentando así lo previsto en el artículo 26 ´... El
Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita,
sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles´.
Por su parte, la norma referida a las notificaciones nada expresa con
239
relación a la obligación por parte del alguacil de dejar las boletas de
notificación en la sede del despacho fiscal a la espera de que el fiscal
principal las firme para que puedan ser consignadas en las actas del
expediente y considerar debidamente notificado al Ministerio Público, al
contrario pareciera que basta con que el secretario del tribunal autorice la
diligencia que el alguacil estampe, mediante la cual indica al juez y a las
partes que dejó la boleta de notificación en el despacho del representante
del Ministerio Público a los fines de considerar a éste notificado. Si esto es
así, entonces basta con que el alguacil acompañe a la diligencia que
estampe en el expediente, copia de la boleta de notificación donde conste
el sello húmedo correspondiente a la fiscalía notificada, la fecha de la
notificación, la hora de la misma, así como la identificación de la secretaria,
es decir, su nombre y apellido legibles, a los efectos de que pueda
considerarse debidamente notificado al Ministerio Público. No se debe
argumentar en contra de este procedimiento el posible extravío de alguna
boleta de notificación que sea recibida en la representación del Ministerio
Público o el posible olvido por parte de la secretaria del despacho de hacer
del conocimiento del fiscal principal o auxiliar las notificaciones judiciales
recibidas, pues es un deber de todo empleado del Ministerio Público,
cumplir cabal y responsablemente las tareas que le sean asignadas.
En virtud de lo hasta aquí expuesto, bastará con que el representante del
Ministerio Público una vez notificado acuda diligentemente al tribunal y
constate que las actuaciones que conforman las actas del expediente se
encuentran ajustadas al procedimiento establecido para el juicio del cual
sea notificado, lo que se traduce en que no se haya violentado el debido
proceso. En caso contrario, deberá hacer las observaciones, oposiciones o
ejercer los recursos que considere necesarios a los fines de cumplir
cabalmente con las atribuciones que constitucional y legalmente tiene
establecidas.
Las razones antes señaladas se fundamentan en la naturaleza de la
notificación judicial, pero no comparte esta Dirección el criterio que
sustenta ese Despacho en la última parte de su comunicación cuando
expresa ´... las secretarias que conforman el despacho fiscal son
empleadas del Ministerio Público, integrando así un todo único e
indivisible...´.
Respecto al criterio de unidad e indivisibilidad del Ministerio Público, este
Despacho en fecha 26 de agosto mediante Comunicación N° DCJ-2-1293-
2002, se pronunció en el siguiente sentido ´... En cuanto al principio de
unidad e indivisibilidad, aparece consagrado legalmente en el artículo 3 de
la Ley Orgánica que rige nuestra Institución: El Ministerio Público es único
e indivisible y ejercerá sus funciones través de los órganos establecidos
por la ley. Los fiscales señalados en esta ley lo representan íntegramente´
. / De conformidad con tal principio debe entenderse que todos sus
representantes integran un solo órgano, jurídicamente cada uno de ellos
son considerados como si fueran una sola persona, por lo que al emitir
cualquier parecer lo hacen a título institucional y no personal. / El Ministerio
Público es uno e indivisible en el sentido de que la función forma un
todo,... en otros términos, la personalidad de los miembros desaparece
dentro de la función, los diferentes funcionarios o sustitutos pueden
reemplazarse y son ‘ intercambiables’ dentro del conjunto del mismo
proceso y en sus diferentes etapas. / Lo que cuenta no es el hombre sino
la función . / Tal concepto, de vieja data, ha sido -inclusive- objeto de
tratamiento por nuestra jurisprudencia, siendo oportuno traer a colación lo
240
señalado por la extinta Corte Superior Tercera en lo Penal de la
Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda, a saber: En
cumplimiento de su misión el Ministerio Público es único e indivisible... La
acción que ejercita uno de sus miembros es por decirlo así, la acción de la
entidad, que aún continuada por cualquiera de ellos, persiste idéntica a sí
misma obedeciendo a la impulsión que le fuera dada, con independencia
de los miembros que en un momento determinado la ejercitan o la
continúen; ... Cuando un miembro del Ministerio Público habla o interviene,
no lo hace a título personal; es el Ministerio Público el que habla o actúa,
por tanto es la función la que está en juego, en nada incide el cambio de
persona...”.
“Es decir, que el criterio de unidad e indivisibilidad del Ministerio Público
aplicable a los fiscales del Ministerio Público, no se extiende a otros
funcionarios y empleados de la Institución, por lo tanto mal podría aplicarse
dicho razonamiento para sustentar el hecho de que las secretarias de los
despachos tienen la facultad de recibir y firmar las notificaciones judiciales
quedando en consecuencia notificado el Ministerio Público.
Con ocasión de lo expuesto por usted en el sentido de que el permitir que
las boletas de notificaciones sean recibidas por las secretarias del
despacho, redundaría en beneficio de los fiscales titulares o sus auxiliares
quienes podrían entonces revisar con detenimiento aquellos casos en los
cuales están siendo `partícipes´, y de esta manera emitir su opinión ´en
caso de que la misma sea vinculante´, es conveniente destacar qué
significa a los fines procesales que una opinión sea vinculante y al
respecto señalamos que según la Enciclopedia Jurídica Opus, vincular es
´...asegurar, atar con prisiones (...) Atar o fundar una cosa en otra (...)
Someter la suerte o el comportamiento de alguien o de algo a los de otra
persona o cosa...´, en consecuencia, vinculante es aquella opinión que es
acogida en la sentencia definitiva en los mismos términos en que ha sido
expuesta, es decir, el juez acoge en toda y cada una de sus partes la
opinión emitida por el representante del Ministerio Público, lo cual en
ningún caso es cierto pues si bien existen opiniones fiscales cuya emisión
es de carácter obligatorio -adopción, administración de bienes
pertenecientes a niños, niñas o adolescentes, artículo 185-A del Código
Civil, entre otras- esto no significa que dichas opiniones sean
determinantes en la decisión del juez, ni que las mismas sean
reproducidas en la definitivas, ya que el juzgador puede apartarse del
criterio del Ministerio Público, en cuyo caso quedará a criterio del fiscal que
emitió la opinión desechada, ejercer el recurso que considere pertinente.
Asimismo, estima quien suscribe que los fiscales especializados deben
revisar todos los expedientes contentivos de los juicios en que sean
notificados, a objeto de cumplir con las obligaciones que constitucional y
legalmente tienen asignadas, tales como garantizar la celeridad y buena
marcha de la administración de justicia así como el debido proceso.
En virtud de todo lo señalado en la presente comunicación, considera esta
Dirección de Consultoría Jurídica que no existe impedimento alguno para
que las secretarias adscritas a los diferentes despachos fiscales reciban
las notificaciones provenientes de los tribunales, y procedan a colocar el
sello húmedo de la fiscalía, así como el día y la hora en que las reciben al
igual que su nombre y apellido de manera legible, quedando de esta
manera notificado el Ministerio Público, evitando así las demoras
innecesarias atribuibles a la espera de que el fiscal principal firme las
mismas y proceda luego el alguacil a consignarlas en los expedientes
241
respectivos.
Corresponderá posteriormente al fiscal notificado, revisar los respectivos
expedientes a los fines de garantizar la celeridad y buena marcha de la
administración de justicia así como el debido proceso…”.
242
134
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-932-2004-22306 FECHA:20040422
TITL Concebido estructuralmente el Ministerio Público en forma
piramidal, los fiscales del Ministerio Público sólo deben rendir
cuentas de sus actuaciones al Fiscal General de la República,
como máximo ductor o en su defecto a cualesquiera de los
directores, los cuales actúan por su delegación, ello sin
perjuicio de la observancia de los deberes que con motivo de
sus actividades deben rendir mensualmente a sus superiores
inmediatos, de conformidad con lo establecido en la ley
orgánica que rige a la Institución.
FRAGMENTO
244
Delegados de la Defensoría del Pueblo del Estado Carabobo, ciudadanos
Fabio Moretti y Alberto Ramírez, pudiera considerarse como una injerencia
en la actividad que de conformidad con la ley lleva a cabo el Ministerio
Público, el cual se encuentra personificado en el presente caso por esa
representación fiscal, toda vez que concebido estructuralmente este
Organismo en forma piramidal, los fiscales del Ministerio Público sólo
deben rendir cuentas de sus actuaciones al Fiscal General de la
República, como máximo ductor o en su defecto a cualesquiera de los
Directores, los cuales actúan por su delegación, ello sin perjuicio de la
observancia de los deberes que con motivo de sus actividades deben
rendir mensualmente a sus superiores inmediatos, de conformidad con lo
establecido en la ley orgánica que rige a esta Institución.
De otra parte se considera oportuno destacar, que una de las
particularidades especiales que caracterizan al Ministerio Público es su
independencia en relación con las demás ramas que conforman el Poder
Público, naturaleza autónoma que le viene dada en los términos
establecidos en el artículo 2 de la ley orgánica que rige a la Institución,
según el cual ´El Ministerio Público es autónomo e independiente de los
demás órganos del Poder Publico y en consecuencia, no podrá ser
impedido ni coartado en el ejercicio de sus funciones por ninguna otra
autoridad´.
Adicional a ello cabe advertir, que los sujetos procesales que llevan a
conocimiento del órgano jurisdiccional la controversia a dilucidar se
denominan partes. Este vocablo, en nuestro ordenamiento jurídico incluye
al fiscal del Ministerio Público; al imputado o su defensor y a la víctima;
sujetos fundamentales de la relación procesal penal, al igual que el juez,
pero con la discrepancia que éste último no recibe el calificativo de parte,
por ser el funcionario llamado por ley a resolver el conflicto sometido a su
consideración, en forma imparcial y con los elementos del proceso, vistos
los alegatos esgrimidos por cada una de las partes y sometido siempre a la
Constitución y demás leyes, cualidad ésta de la cual adolece la Defensoría
del Pueblo.
Las partes para cumplir a cabalidad con sus funciones deben orientar sus
actuaciones sometidas siempre a la Carta Magna y demás leyes,
observando para ello, entre otros particulares, el postulado constitucional
del debido proceso el cual debe ser aplicado a toda actuación judicial y
administrativa, en los términos establecidos en el artículo 49
Constitucional, y desarrollado en el código adjetivo penal, en el artículo 1,
como uno de los principios orientadores del proceso penal.
Siendo esto así se tiene entonces, que la Defensoría del Pueblo -
institución que forma parte de la organización del Poder Público Nacional-
debe someter el ejercicio de su funciones a lo previsto en el artículo 281 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, no debiendo
subrogarse en las funciones que como máximo doctor del Ministerio
Público le corresponde al propio Fiscal General de la República, y a los
Directores que conforman su Despacho, ni mucho menos de las que son
propias del órgano jurisdiccional que va a asegurar el cometido del aludido
principio constitucional del debido proceso, mandato de ineludible
acatamiento por parte de los jueces o juezas de la República dentro del
ámbito de su competencia, visto su compromiso de asegurar la integridad
de la Constitución, ya que de ser así estaríamos en presencia de una
usurpación de funciones, debido al principio restrictivo de competencia
consagrado en el Texto Fundamental, en su artículo 137 según el cual
245
´Esta Constitución y la ley definen las atribuciones de los órganos que
ejercen el Poder Público, a las cuales deben sujetarse las actividades que
realicen´.
Por tales argumentos, considera esta Dirección de Consultoría Jurídica
que el fiscal del Ministerio Público no está en la obligación de dar cuenta
en los términos como le fue requerido en el presente caso por la
Defensoría del Pueblo del Estado Carabobo, de sus actuaciones que de
conformidad con lo establecido en el ordenamiento jurídico ejerce en el
proceso penal.
Sin embargo, atendiendo al régimen de colaboración que debe existir entre
los órganos que ejercen el Poder Público, el cual tiene por finalidad la
mejor consecución de los fines generales del Estado, y en resguardo de la
armonía que debe existir entre las instituciones que conforman el Poder
Ciudadano, se estima conveniente una respuesta al ciudadano Fabio
Moretti, Defensor Adjunto de la Defensoría del Pueblo del Estado
Carabobo, en la que se indique que la apreciación de la acusación
presentada y el debate entre las partes corresponde al órgano
jurisdiccional, de conformidad con lo establecido en nuestro ordenamiento
jurídico…”.
246
135
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-1199-2004 FECHA:20040628
TITL El fiscal del Ministerio Público por el hecho de intervenir
activamente en el desarrollo de la fase preparatoria del proceso
penal en cumplimiento de sus múltiples funciones
encomendadas en el ordenamiento jurídico, no por ello
adquiere la condición de testigo, toda vez que la sola
particularidad de ser parte excluye la capacidad subjetiva de ser
testigo en un proceso del cual esté conociendo o que haya
conocido e intervenido, máxime aun cuando la facultad
investigativa le viene dada por mandato constitucional y
procesal.
FRAGMENTO
248
No deben los representantes del Ministerio Público, al ser citados por los
órganos jurisdiccionales, negarse a atender tal citación. Lo conducente
sería enterarse del motivo de la citación y si la misma es para rendir
declaración como testigo en un proceso en el cual han intervenido en
representación del Ministerio Público, deberán negarse a ello, aduciendo
que no pueden ser testigos y partes a la vez…´.
Para terminar únicamente nos resta resaltar, que a través Circular N° DCJ-
36-82, de vieja data, y de la cual le adjunto copia, el Fiscal General de la
República, giró instrucciones a los representantes del Ministerio Público en
torno a la admisión de determinada prueba, instrumento que aun cuando
fue elaborado bajo la vigencia del extinto Código de Enjuiciamiento
Criminal, aún mantiene su vigor, amén de que su contenido hace
referencia a la imposibilidad legal que tiene el fiscal del Ministerio Público
de prestar declaración en aquellos casos cuyos hechos hubiese conocido
en pleno ejercicio de sus funciones…”.
249
136
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-2-1534-2004-43026 FECHA:20040708
TITL El Ministerio Público no es órgano consultivo de particulares,
funcionarios públicos, o cualquier ente del poder público, en
virtud de que la orientación que realiza a través de sus
dictámenes podría derivar en un adelanto de opinión, dadas las
múltiples funciones que conforme al ordenamiento jurídico
corresponden a esta Institución.
FRAGMENTO
250
están llamados a conocer…’ (artículo 52 –actual 73- de la citada ley)…´.
En tal sentido dispone textualmente el artículo 73 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público:
Artículo 73. ´Los Fiscales del Ministerio Público se abstendrán de adelantar
opinión respecto de los asuntos que están llamados a conocer´.
En virtud de lo señalado, siendo que la orientación que pudiera dar el
Despacho en cuanto a la interpretación institucional sobre el artículo 550
del Código Orgánico de Justicia Militar en relación con lo que establece el
Reglamento de Clasificación de la Documentación de las Fuerzas
Armadas Nacionales, podría derivar en un adelanto de opinión -lo cual se
encuentra expresamente prohibido por el reproducido artículo 73 de la ley
que rige a esta Institución- dadas las múltiples funciones que conforme al
ordenamiento jurídico corresponden al Ministerio Público, lamento decirle
que resulta imposible proveer lo solicitado por usted…”.
DESC CONSULTAS
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
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137
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2113-2004-048460 FECHA:20040726
TITL La Dirección de Consultoría Jurídica tiene por norte al evacuar
consultas, el compromiso de ser orientadora de la actividad de
los fiscales del Ministerio Público en el tratamiento de los
problemas jurídicos de carácter general, sin que ello los exima,
de resolver según su criterio y con pleno apego a la legalidad y
a la doctrina institucional imperante en relación con el asunto
correspondiente, la situación jurídica sometida a su
consideración, sin supeditar su resolución al análisis o
pronunciamiento por parte de cualesquiera de las dependencias
que conforman el Despacho del Máximo Director de este
Organismo.
FRAGMENTO
253
138
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2386-2004 FECHA:20041227
TITL Los fiscales del Ministerio Público en cumplimiento de la misión
institucional además de rendir cuentas de sus actuaciones al
Fiscal General de la República, como máximo ductor, así como
a los Directores que conforman el Despacho que actúan por su
delegación, están en la obligación de suministrar la información
que acorde con el cumplimiento de sus deberes les sea
requerida por el fiscal superior, sin que tal actuación deba ser
entendida como una subordinación de orden jerárquico.
FRAGMENTO
“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Memorándum N° DFS-1-782-2004, de fecha
12 de abril de 2004, y anexos, a través del cual requiere un dictamen con relación ´…a la
discrepancia en la interpretación de los artículos 51° (sic) de la Constitución (…) y el 304
del Código Orgánico Procesal Penal, surgida entre el Fiscal Primero (…) de la
Circunscripción Judicial del Estado Guárico (…) Héctor Francisco Martínez y la Fiscal
Superior de la misma Circunscripción Judicial (…) Mirlenys Guevara Baute, en virtud de la
negativa del Fiscal Primero, en aportar algunas informaciones relacionadas con una
investigación penal´.
Expresa en ese sentido, que en presencia de tal eventualidad se demanda establecer si las
normas en mención ´…menoscaban las atribuciones conferidas en los artículos 540 del
Código Orgánico Procesal Penal en concordancia con el artículo 27 y 31 ordinal 3°, de la
Ley Orgánica del Ministerio Público, relativas a la creación en cada Circunscripción Judicial
de un fiscal con rango superior al de los demás fiscales del Ministerio Público, que coordina
y supervisa las actuaciones de los mismos´.
La pretensión en referencia surge, toda vez que en fecha 10 de julio de 2003 compareció
por ante la Fiscalía Superior del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Guárico, la ciudadana Yaritza Inmaculada Oropeza Acosta, en su condición de víctima en la
causa N° 12 F1-215-03, cursante por ante la Fiscalía Primera del Ministerio Público de la
Entidad Federal en mención, y abierta con ocasión a la presunta comisión de uno de los
delitos previstos y sancionados en la Ley Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia.
Con ocasión a dicha comparecencia, la citada fiscalía superior solicitó información sobre la
ya mencionada causa al ciudadano Héctor Francisco Martínez, Fiscal Primero del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado Guárico, quien en su debida oportunidad
proveyó. Posterior a ello, en fecha 17 de julio de 2003, la ciudadana Yaritza Inmaculada
Oropeza Acosta compareció nuevamente por ante la referida fiscalía superior, y solicitó una
medida de protección, requerimiento ante el cual dicho órgano procedió en reiteradas
oportunidades a solicitar información al citado fiscal del proceso sobre la aludida causa,
quien en comunicación N° 12F1 0379 04, de fecha 25 de febrero de 2004, le respondió con
las expresiones siguientes:
´…En relación con lo solicitado (…) se desconoce por su comunicación si dicho
requerimiento se hace por iniciativa propia o por requerimiento de alguien interesado, por
cuanto la víctima no ha mostrado ante esta representación (…) el menor interés…/...las
fiscalías superiores, hasta donde alcanza mi conocimiento no tienen competencia en
materia de dirección del proceso penal, siendo así un tercero en la causa, salvo cuando por
mandato constitucional, legal o delegarlo así el ciudadano Fiscal General de la
República…/...le imploro para que oriente correctamente a las personas que acudan a su
despacho para que soliciten directamente la información, ante la fiscalía de proceso
correspondiente, por otra parte si la intención del requirente es denunciar, la investigación
previa le corresponde a la Dirección de Inspección y Disciplina, y si lo que requiere es una
representación le corresponde a la Dirección de adscripción, a donde debería remitirla…´.
Ante esta situación, y una vez analizado el planteamiento sometido a consideración de este
órgano asesor, se procede a emitir el dictamen correspondiente en los términos siguientes:
El Ministerio Público está concebido estructuralmente de forma piramidal. Dicha
254
organización jerárquica dimana del contenido del encabezamiento del artículo 284 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y del artículo 1 de la Ley Orgánica
que rige a la Institución; en ese sentido, el Fiscal General de la República es su máximo
rector y por tanto, su autoridad se extiende a todos los funcionarios del Ministerio Público.
En el sentir de José I. Cafferata Nores, la estructura jerárquica del Ministerio Público se
lleva a efecto ´…mediante instrucciones que impartirá a los de inferior rango,
proporcionándoles pautas uniformes, no sólo para la aplicación de los criterios de
oportunidad que ya existen en la legislación penal (…) sino también instruyendo sobre la
priorización de tratamiento de los casos penales. Con el mismo propósito también podrá
impartir instrucciones en casos particulares, que siempre deberán estar enmarcados en la
legalidad (…) y enderezadas a la mayor eficacia del desempeño fiscal en un tema
concreto´.
Para el cabal cumplimiento de sus funciones, el Despacho del Fiscal General de la
República cuenta con las Direcciones necesarias. Así, tendrá ´…la Dirección General
Administrativa, las Direcciones Sectoriales y las unidades de apoyo, de servicios técnicos y
administrativos que sean necesarias para el cumplimiento de sus deberes y
atribuciones…´, dependencias éstas que actúan por órgano de su Director, por delegación
del Fiscal General de la República, y en ese sentido podrán impartir instrucciones de
carácter particular a sus dependientes para el desempeño de las labores que la ley otorga
al cuerpo.
En este orden de ideas, el Fiscal General de la República ejerce las atribuciones que le
asignan los distintos cuerpos normativos directamente o por conducto de los demás
funcionarios auxiliares señalados en la Ley Orgánica del Ministerio Público, como lo son
entre otros, los fiscales del Ministerio Público, funcionarios que de conformidad con lo
establecido en el artículo 3 del citado cuerpo normativo, representan a este Organismo
íntegramente.
Según la ley que organiza funcionalmente a esta Institución los fiscales del Ministerio
Público ejercen las funciones de fiscales superiores; fiscales ante el Tribunal Supremo de
Justicia; fiscales de proceso; de ejecución de la sentencia; de los derechos y garantías
constitucionales; en el sistema de protección del niño, el adolescente y la familia; en el
sistema penal de responsabilidad del adolescente y de auxiliares, todo ello conforme lo
señale el máximo jerarca de la Institución, de conformidad con la atribución que le confiere
el numeral 4, del artículo 21, de la Ley Orgánica del Ministerio Público.
Además de lo anterior, en el cuerpo normativo antes citado en capítulos separados, se les
confirió a su vez a los referidos funcionarios deberes-atribuciones, diferenciándose de esta
forma la competencia que les corresponde según las especialidades anteriormente
mencionadas, lo cual se encuentra en plena correspondencia con los requerimientos de
racionalidad administrativa.
Señala en ese contexto, Allan R. Brewer Carias que dentro de las exigencias de
racionalidad administrativa ´…la ley exige que se determinen, con precisión, las
competencias, y las funciones de los diversos funcionarios en la estructura jerárquica, a los
efectos de la determinación de responsabilidades…´.
En ese orden de ideas tendríamos entonces que, con relación a los fiscales superiores en
el artículo 31 de la Ley Orgánica del Ministerio Público se define sus funciones en los
términos siguientes:
´Son atribuciones y deberes de los Fiscales Superiores:
1° Ejercer las funciones del Ministerio Público en la Circunscripción Judicial
correspondiente;
2° Dirigir la Oficina de Protección a la víctima;
3° Coordinar y supervisar la actuación de los Fiscales del Ministerio Público en la respectiva
Circunscripción Judicial;
4° Tomar las decisiones que en relación a los procesos, lo son atribuidas por el Código
Orgánico Procesal Penal;
5° Elevar consultas al Fiscal General de la República cuando lo juzgue necesario para el
mejor desempeño de sus funciones;
6° Las demás que le asignen las leyes´.
Por otra parte, se le asigna al Fiscal General de la República como supremo director del
Ministerio Público la atribución de determinar ´…en el Reglamento Interno que dicte, las
direcciones, unidades, divisiones, departamentos, oficinas, comisiones y servicios de
conformidad con esta Ley y señalará sus respectivas competencias…´.
Es así como, debido a dicha facultad y en justa correspondencia con lo previsto en el
numeral 2, del artículo 540 del Código Orgánico Procesal Penal, dictó el Reglamento de la
Unidad de Atención a la Víctima, así como el Reglamento Interno que define las
competencias de las demás dependencias que integran el Despacho del Fiscal General de
la República, publicados en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela
255
números 37.099 y 5.511, en fechas 14 y 20 de diciembre de 2000, respectivamente.
En este último instrumento se desarrollaron las mismas atribuciones que la Ley Orgánica
del Ministerio Público le confiere a los fiscales superiores –específicamente en el artículo
18- las cuales deben desplegar en el ámbito de sus respectivas jurisdicciones.
Es importante subrayar que la unidad de atención a la víctima como dependencia que
funcionalmente se encuentra adscrita a los despachos de los fiscales superiores del
Ministerio Público de cada Circuito Judicial Penal, está bajo la dirección y responsabilidad
de este funcionario, y tiene como objetivo el prestar a las víctimas de delitos, los servicios
de protección, asesoría, apoyo, información y educación de sus derechos para garantizar
su correcta y oportuna intervención en el proceso, a tenor de lo previsto en los artículos 85
y 4, de la Ley Orgánica del Ministerio Público y del Reglamento de la Unidad de Atención a
la Víctima, respectivamente.
Cabe advertir que, tomando en cuenta la estructura organizativa del Ministerio Público -
reflejada en el organigrama- los fiscales denominados superiores, no se encuentran en un
nivel más elevado que los fiscales del Ministerio Público sino en un mismo rango. Pero sus
particulares funciones de coordinar y supervisar las actuaciones de los mismos en la
respectiva Circunscripción Judicial demanda el deber por parte de los representantes
fiscales de corresponder a los requerimientos que los fiscales superiores le realicen con
motivo de la observancia de las labores encomendadas por la ley, atribuciones que ejerce
como se acotó ut supra, conforme a lo establecido en el ordinal 3°del artículo 31 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, y numeral 3 del Reglamento Interno que define las
competencias de las dependencias que integran el Despacho del Fiscal General de la
República.
Dentro de este contexto, los vocablos ´coordinar y supervisar´ bajo la acepción de la Gran
Enciclopedia Larousse significan lo siguiente:
Coordinar. (…) ´Disponer cosas metódicamente (…) concertar esfuerzo, medios, etc., para
una acción común´.
Supervisar. (…) ´Ejercer la vigilancia o inspección general o superior de una cosa´.
En este marco conceptual, José Peña Solís sostiene que la coordinación es una fórmula
organizativa que tiene por finalidad ´…lograr la unidad de dirección de órganos y entes
dotados de autonomía, en ejercicio de determinadas actividades…/…en este marco
conceptual la figura de la coordinación excluye la de la jerarquía, o dicho en otros términos,
resultan incompatibles jerarquía y coordinación, pues la primera supone (…) una estructura
piramidal donde existe una competencia material general única, razón por la cual a los
jerarcas para lograr el fin de la organización, sólo les basta impartir órdenes, instrucciones y
directivas, basados precisamente en la potestad derivada de la relación de jerarquía que se
instaura entre los órganos…/…Cabe precisar que la coordinación implica que el órgano
coordinador tiene el poder de impartir directivas a los coordinados, y éstos el deber de
ajustarse a ellas, salvo razones plenamente justificadas…´.
Es oportuno resaltar, que la incorporación a la organización del Ministerio Público de la
figura del fiscal superior tuvo su origen en tendencias de desconcentración funcional del
Organismo con el objeto de ´…agilizar la toma de decisiones en un proceso caracterizado
por la celeridad´.
En el sentir de Héctor Cardoze Rangel, la creación de los aludidos representantes fiscales
obedece a ´…un loable propósito de desconcentración de funciones, que es sin embargo,
perfectamente conciliable con los propósitos de unidad e indivisibilidad que caracterizan a
la institución. A estos (…) se les asigna la misión de coordinar la gestión del Ministerio
Público en el ámbito de cada Circunscripción Judicial, estableciéndose relaciones de
dependencia funcional de los demás Fiscales del Ministerio Público y Procuradores de
Menores para con él, así como de las Unidades Administrativas y de Atención a la Víctima´.
Siendo ello así, los fiscales del Ministerio Público en cumplimiento de la misión institucional
además de rendir cuentas de sus actuaciones al Fiscal General de la República, como
máximo ductor, así como a los Directores que conforman el Despacho que actúan por su
delegación, están en la obligación de suministrar la información que acorde con el
cumplimiento de sus deberes les sea requerida por el fiscal superior, sin que tal actuación
deba ser entendida como una subordinación de orden jerárquico.
Lo expuesto deriva de la necesidad de que miembros de un mismo cuerpo colaboren entre
sí, máxime aun cuando se esté en el supuesto de dar cumplimiento con una de las
atribuciones conferidas por ley a uno de estos funcionarios, como lo es en el presente caso,
la atribuida al fiscal superior del Ministerio Público de solicitar al juez competente que tome
las medidas conducentes a garantizar la integridad de la víctima y su libertad o bienes
materiales, bien sea por iniciativa propia o por solicitud del interesado o su representante.
De tal manera que, lejos de existir una discrepancia de interpretación en cuanto al
contenido de los artículos 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela -
derecho de representar o dirigir peticiones ante cualquier autoridad y de obtener oportuna y
256
adecuada respuesta- y 304 del Código Orgánico Procesal Penal -referido al carácter
reservado para los terceros de todos los actos de la investigación- lo que se advierte en el
caso bajo análisis es una falta de colaboración entre miembros de un mismo cuerpo, lo cual
incide negativamente en la obtención de los objetivos comunes que la ley le otorga a la
Institución.
En tal sentido, debe destacarse que a diferencia de la relación vertical existente entre el
Fiscal General de la República y las dependencias que le están subordinadas, la facultad
conferida al fiscal superior del Ministerio Público de coordinar y supervisar las actuaciones
de los representantes fiscales en la respectiva Circunscripción Judicial, bajo ningún
concepto constituye subordinación de éstos hacía aquél, toda vez que a través del ejercicio
de las aludidas atribuciones lo que se pretende es la unidad de acción de funcionarios que
prestan servicio en un mismo cuerpo, y que además de ello demanda -en el cumplimiento
de determinadas funciones conferidas por el ordenamiento jurídico- la consecución de un
objetivo común, como lo es el cabal desempeño del preponderante cometido encomendado
al Ministerio Público.
Teniendo en consideración lo precedentemente expuesto, considera esta Dirección de
Consultoría Jurídica -siguiendo el orden jerárquico- que corresponderá a ese Despacho
cuyo perfil es altamente operativo, dar las instrucciones pertinentes al fiscal del Ministerio
Público cuya actuación se cuestiona -sin perjuicio de las directrices que a bien pudiera girar
la Dirección de adscripción del representante fiscal- ya que con independencia de la tarea y
función que se le confiere al fiscal del Ministerio Público en los diversos textos legales, los
funcionarios en mención deben colaborar unos con otros, en el cumplimiento de la misión
que cada área en concreto persiga, máxime aún cuando se trata de cumplir a cabalidad con
los deberes-atribuciones asignados por el ordenamiento jurídico, observando el fiscal
superior del Ministerio Público en todo caso, lo establecido en el artículo 6 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público…”.
257
139
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:20040217
TITL La hora de espera que por razones de índole práctico suele
estilarse en la práctica forense, más que una obligación a ser
atacada por las partes en el proceso penal, podría considerarse
como una deferencia del órgano jurisdiccional para con las
mismas, toda vez que el legislador en el código adjetivo penal
no reguló esta formalidad como un deber para este operador de
justicia.
FRAGMENTO
259
La hora de espera que por razones de índole práctico suele estilarse en la
práctica forense, y a la cual alude la ciudadana Beatriz Josefina Ruiz
Marín, Juez Segundo en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal de
la entidad federal en referencia, más que una obligación a ser acatada por
las partes en el proceso penal, podría considerarse como una deferencia
del órgano jurisdiccional para con las mismas, toda vez que el legislador
en el código adjetivo penal no reguló esta formalidad como un deber para
este operador de justicia, prerrogativa cuyo origen deviene del extinto
Código de Procedimiento Civil de 1916, que en la parte correspondiente a
la contestación de la demanda fijaba una hora para la apertura del acto y
se convenía la hora de espera al demandado, pasada la misma si no
comparecía, se le consideraba confeso ficto.
Refiere en ese contexto, Yury Naranjo C. que ´…el viejo Código estipulaba
que la contestación de la demanda debía tener lugar a una hora
determinada del décimo día hábil siguiente a la citación, pero que sólo se
consideraba que quedaba confeso el reo cuando no concurría al tribunal
dentro de la hora siguiente a la fijada. Es decir, se estipulaba una hora de
espera (…) Tal como lo concibe el nuevo Código de Procedimiento Civil,
ya no es menester que el actor se haga presente en tal oportunidad, ni
tampoco se le fija al demandado una hora determinada...´.
Siendo ello así, mal podría el Ministerio Público -garante de la legalidad-
girar a los representante fiscales, por conducto de su Máxima Autoridad,
unas instrucciones que no se encuentran acordes con nuestro
ordenamiento jurídico, en los términos que pretende la ciudadana Beatriz
Josefina Ruiz Marín, Juez Segundo en Funciones de Juicio del Circuito
Judicial Penal del Estado Guárico…”.
DESC AUDIENCIAS
DESC DEMANDAS (DERECHO PROCESAL)
DESC HORA DE ESPERA
DESC JUICIO ORAL
DESC JUECES
260
140
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DFGR-DGAJ-DCJ-8-2004- FECHA:20040302
10466
TITL El supuesto especial de oportunidad en el artículo 39 del
Código Orgánico Procesal Penal procede mientras el tribunal de
control no se haya pronunciado sobre la admisión de la
acusación, y el imputado decide delatar a otras personas que
hayan participado en la comisión del correspondiente hecho
punible.
FRAGMENTO
262
quiebran la seguridad jurídica (legalidad) y la igualdad, porque a comportamientos iguales
se les da tratamientos diferente; en efecto, no puede afirmarse que todos están en
condiciones de delatar y obtener beneficios, pues hay quienes, por ser inocentes, no saben
nada, en tanto que hay responsables que saben más que otros y tienen mayor información
por estar más compenetrados con las organizaciones criminales; estas personas están en
condiciones de delatar a sus compañeros de delincuencia y contribuir, si es el caso, a
desarticular tales organizaciones; por el contrario, quienes no forman parte de las mismas
nada saben o saben poco y, por consiguiente, no pueden, así lo quieran, delatar, y quedan
entonces en situación desventajosa con relación a aquéllos, lo que pone de manifiesto el
trato discriminatorio, pues la igualdad en tal caso es simplemente formal´.
En primer lugar, para poder considerar la procedencia de este supuesto especial de
oportunidad contemplado en el artículo 39 del Código Orgánico Procesal Penal, debe
tenerse muy en cuenta todas las exigencias establecidas por el mismo, siendo dicho
artículo del siguiente tenor:
´Supuesto especial. El fiscal del Ministerio Público solicitará al juez de control autorización
para suspender el ejercicio de la acción penal, cuando se trate de 1) hechos producto de la
delincuencia organizada o de la criminalidad violenta y el imputado 2) colabore eficazmente
con la investigación, aporte información esencial para evitar que continúe el delito o se
realicen otros, ayude a esclarecer el hecho investigado u otros conexos, o proporcione
información útil para probar la participación de otros imputados, siempre que 3)la pena que
corresponda al hecho punible, cuya persecución se suspende, sea menor o igual que la de
aquellos cuya persecución facilita o continuación evita.
El ejercicio de la acción penal se suspende en relación con los hechos o las personas en
cuyo favor se aplicó este supuesto de oportunidad, hasta tanto se concluya la investigación
por los hechos informados, oportunidad en la cual se reanudará el proceso respecto al
informante arrepentido.
El juez competente para dictar sentencia, en la oportunidad correspondiente, rebajará la
pena aplicable, a la mitad de la sanción establecida para el delito que se le impute al
informante arrepentido, cuando hayan sido satisfechas las expectativas por las cuales se
suspendió el ejercicio de la acción, lo cual deberá constar en el escrito de acusación.
En todo caso, el Estado adoptará las medidas necesarias para garantizar la integridad
física del informante arrepentido´.
Como puede observarse la norma transcrita, exige el cumplimiento de tres requisitos para
poder considerar viable este supuesto al cual nos estamos refiriendo, y los mismos
consisten en:
1. Que el hecho delatado debe ser producto de la delincuencia organizada o de la
criminalidad violenta, haciéndose necesario definir que se puede entender por cada uno de
éstos, sin perder de vista que dichos conceptos son conceptos jurídicos indeterminados, lo
cual hace un tanto compleja su interpretación y aplicación en la práctica, generando cierta
inseguridad jurídica.
A nivel internacional -doctrina y jurisprudencia- se considera que la delincuencia organizada
abarca materias muy diversas como lo son por ejemplo: el tráfico de drogas, de armas, de
órganos humanos, la legitimación de capitales, la corrupción administrativa e incluso el
robo, hurto y tráfico de vehículos.
Es así como la ONU, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo -
PNUD-, ha definido la delincuencia organizada como el conjunto de personas que se
agrupan para dedicarse a un actividad delictiva, de manera más o menos constante, bajo el
caparazón de compañías, proporcionando bienes y servicios ilícitos o bienes lícitos que han
sido obtenidos por medios ilícitos como el hurto, el robo o el fraude.
Por otra parte, por criminalidad violenta, podemos entender, siguiendo a los investigadores
colombianos Camacho y Guzmán (1990), a ´todas aquellas actuaciones de individuos o
grupos que ocasionen la muerte de otros o lesionen su integridad física, con lo cual
estamos hablando fundamentalmente de homicidios, lesiones personales, atracos, robos,
tentativas de homicidio, secuestros, violación, maltrato familiar (o violencia doméstica) y
muertes y lesiones en el tránsito terrestre´ (p.26).
En base a lo anteriormente expuesto, surge por parte de usted como representante fiscal la
misión de determinar si los hechos delatados son el producto de los conceptos a los cuales
hemos hecho referencia, para luego poder determinar la procedencia a no de tal supuesto
de oportunidad.
2. Como segundo requisito, encontramos el referido a la eficacia de la información
proporcionada por el delator, para lo cual se deja en manos del fiscal del Ministerio Público,
evaluar de manera exclusiva, si considera o no de utilidad la información proporcionada por
el delator. Este requisito es sumamente criticado por la doctrina ya que constituye una
intervención demasiado subjetiva por parte del Ministerio Público, aparentemente no sujeta
a control jurisdiccional, por lo cual lo más sano sería que hubiera una motivación por parte
263
del fiscal en relación a la eficacia o no de la información suministrada, aun cuando esta
motivación no sea un requisito exigido por el legislador.
3. Como tercer aspecto a evaluar se encuentra el relativo a la pena, ya que la pena por el
delito cuya persecución se suspende (desvalijamiento de vehículo automotor, artículo 3 de
la Ley sobre el hurto y robo de vehículo automotor), debe ser menor o igual a la del hecho
punible que se ha delatado. En esta previsión relacionada con la pena, actualmente se ven
incluidos el coautor y el cómplice necesario, quienes habían sido obviados antes de la
última reforma del Código Orgánico Procesal Penal, al preverse que se suspendía el
ejercicio de la acción cuando la pena correspondiente al delito ejecutado por el delator era
menor a la del hecho delatado.
Ahora bien, en el caso concreto existe una circunstancia en favor de la aplicación del
supuesto en cuestión, ya que a pesar de haberse presentado la acusación, el tribunal de
control difirió el acto (audiencia preliminar) en espera de la respuesta del Ministerio Público,
acerca de la situación a la cual se ha venido haciendo referencia.
Así las cosas, no pareciera incompatible con este supuesto especial de oportunidad, el
hecho de haberse presentado la acusación, ya que se debe tener muy presentes los
propósitos de política criminal del Estado que justifican esta figura, y primordialmente en
este caso, que el hecho de suspender el ejercicio de la acción penal en contra del delator
no implica impunidad por su conducta, ya que el proceso se suspende hasta obtenerse los
resultados por los hechos que fueron informados y luego se retoma el mismo, el cual
concluirá -de haber sido provechosa para el fiscal del Ministerio Público dicha información-
con una rebaja de pena correspondiente a la mitad de la que debía imponérsele.
Por lo tanto, al encontrarse las razones que motivan la aplicación de este supuesto de
oportunidad relacionadas directamente con la política criminal del Estado, y vista la
dificultad en la aplicación práctica de este supuesto especial, no debería desperdiciarse la
ocasión que se presenta en éste caso para lograr su aplicación, ya que en la práctica no
luce atractivo para el imputado delatar, ya que a diferencia de la norma consagrada antes
de la última reforma del Código Orgánico Procesal Penal, aquí no se extingue la acción
penal respecto de quien delata, sino que simplemente obtendrá una rebaja de pena,
siempre y cuando el Ministerio Público estime que su colaboración fue eficiente.
Por otra parte, cuando el juez de control se ha pronunciado acerca de la acusación,
admitiéndola total o parcialmente, no debería proceder la aplicación de tal supuesto de
oportunidad, pues en ese caso el imputado para ese momento conocería la apreciación del
órgano jurisdiccional de control, acerca de la acusación presentada en su contra por el
fiscal del Ministerio Público e incluso, ya tendría conocimiento de los medios de prueba a
través de los cuales se buscaría probar su autoría o participación en los hechos a ser
discutidos en el juicio oral y público.
En conclusión, esta Dirección no encuentra obstáculos para la aplicación del supuesto
especial de oportunidad -delación- en el caso planteado, ya que una vez verificados todos y
cada uno de los requisitos exigidos por el legislador, y encontrándose el proceso en la
oportunidad de celebrarse la audiencia preliminar y señalando el artículo 329 del Código
Orgánico Procesal Penal, que es éste el momento para que el juez informe acerca de las
alternativas a la prosecución del proceso y no habiéndose pronunciado acerca de la
admisión de la acusación o por lo menos esta circunstancia no se señala en la
comunicación de la Fiscal 3ª del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Guárico y por ende no habiéndose dictado auto de apertura a juicio, pareciera ser el
momento propicio para que el imputado que quiere convertirse en delator sea objeto de la
aplicación de dicho supuesto…”.
264
DESC ACCION PENAL
DESC ACUSACIÓN
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC CONSULTAS
DESC DELACIÓN
DESC DELINCUENCIA ORGANIZADA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IGUALDAD
DESC PENAS
DESC PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
265
141
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:20040412
TITL Sólo por disposición expresa del legislador manifestada en los
diversos cuerpos normativos de carácter penal, la acción para
conseguir determinados delitos es privada y ante tal
circunstancia el representante fiscal deberá limitar su
intervención, ya que este órgano atendiendo a su función
delegada no puede actuar sino de acuerdo con la competencia
que le ha conferido el ordenamiento jurídico.
FRAGMENTO
270
142
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General de Apoyo Jurídico DGAJ
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-706-2004 FECHA:20040422
TITL En el ejercicio de sus funciones el fiscal del Ministerio Público
debe observar el postulado constitucional del debido proceso
por ser de obligatorio acatamiento por parte de los distintos
operadores que conforman el sistema de justicia.
FRAGMENTO
DESC ACUSACION
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC JUSTICIA
DESC LEGALIDAD
DESC LESIONES
DESC PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
275
143
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-995-2004-22297 FECHA:20040422
TITL La prescripción de la acción penal aplicable a los delitos contra
el patrimonio público que hayan sido penetrados antes del 30
de diciembre de 1999 será la prevista en el artículo 102 de la Ley
Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, por ser la ley
vigente para el momento de su comisión, no operando el
principio de retroactividad, por resultar menos favorable lo
contemplado al respecto en el texto constitucional. Asimismo,
la responsabilidad civil nacida de la penal durará como las
obligaciones civiles con sujeción a las reglas del derecho civil,
en ese sentido, la prescripción por el resarcimiento del daño al
que es condenado un encausado, con ocasión de la acción civil
intentada por el Ministerio Público, opera a los veinte años.
FRAGMENTO
277
necesidad de hacer referencia a que tanto la acción penal como la pena se
extinguen por la prescripción.
La prescripción penal no es más que la extinción, por el transcurso del
tiempo, del ius puniendi del Estado, es decir, la pérdida del poder estatal
en sus dos manifestaciones: la de perseguir los hechos punibles
(prescripción de la acción penal) y la de penar los delincuentes
(prescripción de la pena).
En ese mismo sentido, Jorge Villamizar Guerrero señala que, ´...la
prescripción es el transcurso del tiempo en determinadas condiciones, sin
que el delito sea perseguido o sin que la pena sea ejecutada...´.
Al respecto, es importante destacar que la eficacia de la ley se encuentra
restringida entre otras circunstancias, por razones de orden temporal,
referidas al período de existencia de las normas. La vigencia limitada en el
tiempo hace que surjan los diferentes planteamientos que se presentan
con la sucesión de leyes. Cuando una ley que regula determinadas
situaciones de hecho se extingue por la sustitución de otra, donde quedan
por tanto regulados dichos hechos, se plantea la sucesión de leyes y con
ello la ley que debe aplicarse a los hechos realizados bajo la ley derogada.
Hay sucesión de leyes, según el Dr. Jorge Sosa Chacín, ´...cuando la ley
anterior pierde su poder por entrar en vigencia la posterior..´”.
Toda ley tiene un proceso de formación que culmina según lo determina la
Constitución y el Código Civil con la correspondiente publicación en la
Gaceta Oficial, con la excepción del señalamiento de un término para que
la misma comience a regir, lo que produce la llamada vacatio legis, durante
la cual rige la ley precedente.
La ley penal describe conductas jurídicamente vinculantes desde su
promulgación hasta su extinción, por lo que no puede ser aplicada a
hechos pasados, es decir no tiene efecto retroactivo. El principio de la
irretroactividad constituye la regla general que rige en nuestro
ordenamiento jurídico el problema de la sucesión de leyes.
Como complemento del mismo, se enuncia ´la no ultractividad de la ley
penal´, en virtud del cual una norma penal no puede aplicarse a hechos
ocurridos después del momento de la cesación de su vigencia.
Sin embargo, a pesar de que el principio de la irretroactividad de la ley
constituye la regla general, el propio ordenamiento jurídico por razones de
defensa social consagra la excepción a dicha regla, al admitir en los
artículos 2 y 24 del Código Penal y la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela respectivamente, la retroactividad de la nueva
ley, cuando ésta resulte más favorable al reo. Por lo tanto existe
retroactividad cuando se aplica la ley vigente para el momento de
pronunciarse el fallo a un caso acontecido durante la vigencia de una ley
ya derogada, y ultractividad cuando se aplica la ley vigente para el
momento de la perpetración de los hechos, a pesar que esté derogada
para el momento de dictarse el pronunciamiento.
La extractividad de la ley en sus dos formas, es decir tanto la retroactividad
como la ultractividad delimitan la validez de la ley penal en el tiempo,
rigiendo su aplicación por el principio supremo tempus regit actum, en
fuerza del cual la eficacia de la norma incriminadora queda circunscrita al
tiempo durante el cual está en vigencia.
Sin embargo, el prenombrado artículo 24 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, además de contemplar la excepción
al principio de la irretroactividad cuando la disposición legislativa imponga
menor pena, consagra las reglas de aplicación para las leyes de
278
procedimiento, disponiendo que deben ser aplicadas a partir del momento
mismo de entrar en vigencia aún en los procesos que se hallaren en curso.
En cuanto a la prescripción de la acción penal, el texto sustantivo la regula
de manera expresa en sus artículos 108, 109 y 110, los cuales deben ser
concatenados en este caso específico, por haber ocurrido el hecho antes
de la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y la Ley Contra la Corrupción y, con lo establecido en el artículo
102 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, con
ocasión del perjuicio ocasionado al Estado venezolano por parte de un
funcionario público en el ejercicio de sus funciones.
La referida ley especial a diferencia del Código Penal, fija un lapso de
prescripción de cinco (5) años para todos los delitos contemplados en ella,
los cuales se contaban siguiendo las reglas establecidas en el referido
código; sin embargo, cuando el infractor fuere funcionario público, la
prescripción comenzará a contarse desde la fecha de cesación en el cargo
o función, y si se tratare de funcionarios que gocen de inmunidad se
contará desde el momento en que ésta hubiere cesado o haya sido
allanada.
A tal efecto cabe recordar como bien usted señala en su comunicación,
que el constituyente consagró en el artículo 271 de la Carta Fundamental
de 1.999, que las acciones judiciales dirigidas a sancionar los delitos
contra el Patrimonio Público, son imprescriptibles; no obstante, debemos
señalar que en nuestro ordenamiento jurídico domina, la máxima tempus
regit actum a la que se hizo referencia, según la cual los hechos se regulan
por la ley vigente para el momento de su realización, siendo como ya se
señaló, una de sus vertientes, el principio de la irretroactividad de la ley, en
virtud del cual ésta no puede aplicarse a los hechos ocurridos con
anterioridad a su entrada en vigencia, salvo que la nueva ley sea más
favorable, supuesto en el que tendría efecto la retroactividad.
En consecuencia, es criterio de este Despacho, que en el caso que los
delitos contra el Patrimonio Público hayan sido perpetrados antes del
treinta de diciembre de mil noventa y nueve (30-12-1999), será aplicable la
prescripción de la acción penal contenida en el artículo 102 de la Ley de
Salvaguarda del Patrimonio Público, por ser la ley vigente para el momento
de su comisión, no operando la retroactividad de la ley por resultar menos
favorable lo contemplado al respecto en el texto constitucional.
Ahora bien, se observa del contenido de la comunicación, que sobre la
causa seguida contra el ciudadano José de la Cruz Madrid pesa sentencia
definitiva, por lo que en dicho caso no forma parte de la diatriba, el
dilucidar la ley a aplicar en lo relativo a la materia de la prescripción de la
acciones judiciales, ya que al haber sido juzgado el hecho se evidencia
que la acción para perseguir el delito se encontraba imperante, por lo que
dicho proceso se rigió bajo la vigencia de la Ley Orgánica de Salvaguarda
del Patrimonio Público y el Texto Constitucional de 1961.
No obstante, en cuanto a la responsabilidad civil derivada de delito, es
importante señalar la independencia de la misma con respecto a la
responsabilidad penal consagrada en el artículo 113 del Código Penal bajo
los siguientes términos: ´La responsabilidad civil nacida de la penal no
cesa porque se extinga ésta o la pena, sino que durará como las
obligaciones civiles con sujeción a las reglas del derecho civi´. En ese
sentido, el artículo 1.977 del Código Civil advierte en su parte in fine que
´...la acción que nace de una ejecutoria se prescribe a los veinte años...´.
Sin embargo, la influencia de fallo penal en la reclamación civil es
279
concluyente, toda vez que el sentenciado penalmente es igualmente
condenado a resarcir el perjuicio económico ocasionado. A ese respecto,
el encabezamiento del citado artículo 113 señala que ´Toda persona
responsable criminalmente de algún delito o falta, lo es también
civilmente...´, en esa misma línea de pensamiento el legislador estableció
en el artículo 115 ejusdem que ´Las demás personas exentas de
responsabilidad criminal lo están también de responsabilidad civil´.
En el caso que nos ocupa, a pesar de no señalar en su escrito la fecha
cierta en que la sentencia condenatoria quedó firme, refiere que la misma
fue dictada en el año 1990, de lo que se deduce que hasta la presente
fecha no ha transcurrido el tiempo necesario para que opere la
prescripción del resarcimiento del daño al que fue condenado el ciudadano
José de la Cruz Madrid, con ocasión de la acción civil intentada por el
Ministerio Público; de lo que se concluye que se encuentra vigente el
poder estatal que faculta el derecho de castigar, toda vez que no está dado
el supuesto requerido -transcurso del tiempo- para que se extinga la
responsabilidad civil declarada en juicio…”.
280
144
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-913-004 FECHA:20040517
TITL Los representantes del Ministerio Público con competencia en
régimen penitenciario y ejecución de sentencias están en el
deber de recibir las notificaciones y emplazamientos que con
motivo de las decisiones dictadas les sean remitidas por los
tribunales de ejecución de sentencias, dentro del margen de su
competencia.
FRAGMENTO
283
145
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Despacho del Fiscal General de la República DFGR
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-12-1141-2004 FECHA:20040618
TITL El artículo 283 del Código Orgánico Procesal Penal impone un
deber de actuación al Ministerio Público, cuyo incumplimiento
no puede provenir de un órgano distinto.
Si el órgano policial descarta “motu propio” la comisión de
algunos hechos punibles y afirma la presunta comisión de
otros, excede con ello sus limitadas funciones como órgano
auxiliar del Ministerio Público en las investigaciones penales.
Cuando órganos distintos al Ministerio Público asumen la
función de dirigir la actividad investigativa penal en forma
independiente, a tal punto que descartan la responsabilidad de
algunos de los involucrados, ello implica la usurpación de
atribuciones exclusivas del Ministerio Público.
La inexistencia de la dirección de la investigación por parte del
Ministerio Público es un vicio de nulidad absoluta de las
actuaciones.
La investigación debe iniciarse si se produce efectivamente la
imputación pública, siempre que no exista una investigación
iniciada anteriormente por el Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC ARMAS
DESC AVERIGUACION
DESC DENUNCIA
DESC DESPIDO
DESC DIRECCION DE INTELIGENCIA MILITAR
DESC DROGAS
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INVESTIGACIÓN
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC POLICIA
DESC POLICIA JUDICIAL
DESC RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC SALVAGUARDA DEL PATRIMONIO PUBLICO
DESC USURPACIÓN DE ATRIBUCIONES
293
146
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-12-1206-2004 FECHA:20040628
TITL En la Ley Orgánica de la Seguridad de la Nación no se tipifica
como hecho punible, a la concesión ilegal de autorizaciones
para la realización de actos en zonas de seguridad.
Quien formule una denuncia debe asumir las responsabilidades
que se deriven de dicho acto, conforme a lo previsto en el
artículo 291 del Código Orgánico Procesal Penal. Escritos
genéricos y sin precisión de delito alguno no permitirían hacer
efectiva la responsabilidad del denunciante que actúe de mala
fe, es decir, que sería necesaria la mención expresa de que se
realiza una denuncia, con la expresión clara del hecho
denunciado, para exigirse la responsabilidad del denunciante.
La denuncia es un acto mediante el cual se señala de forma
manifiesta que se ha conocido la comisión de un hecho punible.
El cuestionamiento a la legalidad de un acto, sin la aseveración
de que el mismo constituye delito y sin que se aporte
información sobre la efectiva comisión de hechos punibles,
carece de la entidad para calificarlo como denuncia.
Si en una aparente denuncia no se afirma efectivamente la
comisión de un hecho punible, no debe dársele al escrito que la
contenga la tramitación inherente a las denuncias penales.
Las razones por las cuales aún existiendo una denuncia o una
querella regulares, es procedente rechazar el inicio de la
investigación, son aún más valederas frente a noticias o
escritos que pretenden motorizar el inicio de la investigación
penal, auque no puedan calificarse como denuncias o querellas.
Cuando se requiere formalmente el inicio de la actividad
investigativa sin formular realmente una denuncia, lo
procedente sería aplicar por analogía las reglas de la
desestimación de dicho acto, pero sin atender a las limitaciones
temporales de la figura previstas en el artículo 301 del Código
Orgánico Procesal Penal, ya que dicho límite tiene sentido sólo
cuando se afirma la comisión de un delito.
Sería manifiestamente absurda la realización de una
investigación cuando en una presunta denuncia no se afirme
que se ha cometido delito ni surjan sospechas fundadas acerca
de su perpetración, pues no conduciría a resultado alguno,
salvo el desperdicio de recursos públicos.
FRAGMENTO
295
Asimismo se observa, que en la actualmente vigente Ley Orgánica de la
Seguridad de la Nación no se tipifica como hecho punible, a la concesión
ilegal de autorizaciones para la realización de actos en Zonas de
Seguridad.
Por otra parte, esta Dirección estima que el permiso concedido no es
ilegal, por cuanto no es cierto que el decreto que declara como Zona de
Seguridad el área donde se encuentra ubicada la Plaza Madariaga,
establezca que las autorizaciones para realizar actos públicos dentro de
los límites de la respectiva Zona deba expedirlos necesariamente el
Ministro de la Defensa.
Por el contrario, el artículo 2° del aludido decreto establece que:
´“El Ministerio de la Defensa queda encargado de la administración,
supervisión, control y vigilancia de la Zona de Seguridad que se declara en
el artículo 1° de este Decreto, sin perjuicio de las competencias atribuidas
a otros organismos´.
En este sentido es de destacar, que el mencionado decreto contiene sólo
una norma prohibitiva, pero la misma no está dirigida a cualquier tipo de
reuniones o concentraciones. En efecto, de acuerdo con el artículo 3° de la
citada ley: ´Se prohíbe la realización de actividades y eventos que
amenacen la integridad física y moral de las personas, bienes y servicios
dentro de los límites de la zona de seguridad declarada en el artículo 1° de
este Decreto´.
Por su parte, el General Villegas Solarte y el Director de Política del
Ministerio de la Defensa no menciona en modo alguno que la reunión
convocada por un colegio de abogados amenazara la integridad física y
moral de las personas, bienes y servicios.
Así entonces, debe descartarse que se haya cometido algún delito
conforme a la ley vigente cuando ocurrieron los hechos y por ello, resulta
improcedente la apertura de una investigación, pues ésta sería
evidentemente inoficiosa y supondría el gasto de recursos tanto materiales
como humanos por parte del Ministerio Público, en desmedro de la gran
cantidad de causas a cargo de la Institución y que en la práctica desbordan
su capacidad de respuesta.
No obstante, exclusivamente con fines comparativos se han analizado las
disposiciones de la Ley Orgánica de la Seguridad de la Nación,
actualmente vigente, luego de lo cual se puede concluir que en la citada
ley sólo se tipifica un hecho punible relacionado con la violación del
régimen inherente a las Zonas de Seguridad, estando previsto en el
artículo 56 eiusdem, en el cual no podría encuadrarse la situación fáctica
narrada, pues específicamente dispone que:
´Cualquiera que organice, sostenga o instigue a la realización de
actividades dentro de las zonas de seguridad, que estén dirigidas a
perturbar o afectar la organización y funcionamiento de las instalaciones
militares, de los servicios públicos, industrias y empresas básicas, o la vida
económico social del país, será penado con prisión de cinco (5) a diez (10)
años´.
Como se puede observar esa norma no castiga cualquier tipo de actividad
grupal dentro de las Zonas de Seguridad.
Así entonces, como quiera que el General Villegas Solarte no señala que
haya existido organización, sostenimiento ni instigación de actividades
dirigidas a perturbar o afectar la organización y funcionamiento de
instalaciones militares, servicios públicos, industrias y empresas básicas o
la vida económico social, puede concluirse que lo narrado en el oficio del
296
mencionado funcionario castrense no encuadraría en el citado artículo 56
(en el supuesto negado de que fuera aplicable al presente caso, ya que no
lo es por ser la norma posterior a los hechos), además de que sería
contrario al principio de la irretroactividad de la ley penal, consagrado en el
artículo 49, numeral 6, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Ello es así, porque en la referida comunicación sólo se afirmó que el
Secretario de
Política de la Alcaldía Mayor del Distrito Metropolitano autorizó al Colegio
de Abogados de Caracas ´para realizar un acto cívico el día 2 de
noviembre de 2002,
desde las 10:00 AM hasta las 07:00 PM, en la Plaza Madariaga del
Paraíso Caracas´, y seguidamente se señala que la aludida autorización
´fue concedida en forma ilegal´ y sin el debido conocimiento del Ministro de
la Defensa, por cuanto según se afirma sería este funcionario quien podía
otorgarla.
Resulta claro entonces, que la actividad que se autorizó no fue
cuestionada en sí misma, pues incluso se le denomina ´acto cívico´ y de
ningún modo se señala que la misma pudiera atentar contra la seguridad
dentro de la respectiva zona.
Incluso, cuando el Director General de Coordinación Policial del Ministerio
del Interior y Justicia, según el Oficio DGCP-CCCP-N° 8270 de fecha 1 de
noviembre de 2002, le informó al General Villegas Solarte acerca de la
concesión del respectivo permiso por la autoridad municipal, se refirió a la
actividad que se llevaría a efecto, calificándola como ´acto cívico´,
indicando que fue notificado de la autorización concedida por el Secretario
de Política de la Alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas, mediante el
Oficio 002771 de fecha 1 de noviembre de 2002.
De igual modo consta que mediante el Oficio DGCP-CCCP-N° 8271 de
fecha 1 de noviembre de 2002, el mencionado Director del Ministerio del
Interior y Justicia le manifestó al Secretario de Política de la Alcaldía del
Distrito Metropolitano de Caracas, que ´ese tipo de autorización debe ser
hecha del conocimiento al ciudadano G7B (EJ) José Luis Prieto, Ministro
de la Defensa, por ser éste la autoridad competente para autorizar la
permisología en esta materia cuando se realicen en la zonas (sic) de
seguridad´.
Con relación a esta afirmación, considera este Despacho que el Ministro
de la Defensa sólo estaba legitimado para solicitar que no se realizara el
acto cívico en referencia, pero para ello ha debido estimar y manifestar
expresamente que ese acto implicaba algún riesgo para la seguridad de
bienes y personas dentro de la respectiva Zona de Seguridad.
En razón de las anteriores consideraciones se estima, que el oficio suscrito
por el General de Brigada (EJ) Jesús Ramón Villegas Solarte no se
enmarca en la figura jurídica de la ´denuncia´.
Sobre este punto, es preciso traer a colación la definición de la denuncia
aportada por Eric Lorenzo Pérez Sarmiento, en su obra ´Comentarios al
Código Orgánico Procesal Penal´. Expresa dicho autor que:
´La denuncia es la comunicación hecha por un particular a la autoridad
competente de un hecho que a su juicio reviste caracteres de delito…´.
En cuanto al presente caso llama la atención, que el referido funcionario
militar no identifica a su escrito como ´denuncia´, no estándole permitido al
Ministerio Público suplir ésta omisión, la cual reviste suma importancia, ya
que todo aquel ciudadano que formule una denuncia debe asumir con ello
297
las responsabilidades que se deriven de dicho acto, conforme a lo previsto
en el artículo 291 del Código Orgánico Procesal Penal, al cual no se
ajustan los escritos genéricos y sin precisión de delito alguno, porque no
permitirían hacer efectiva la responsabilidad del denunciante que actúe de
mala fe, es decir, que sería necesaria la mención expresa de que se
realiza una denuncia, con la expresión clara del hecho denunciado, para
exigirse la responsabilidad del denunciante.
En segundo lugar, como ya se indicó, en ninguna de las expresiones del
funcionario en referencia se afirma la comisión de hecho punible alguno,
siendo ello necesario para que pudiera aplicarse lo previsto en el artículo
285 del Código Orgánico Procesal Penal relativo a la ´denuncia´.
En este sentido le destaco, que la naturaleza de una denuncia penal
dimana de la propia ley. La misma constituye un acto mediante el cual se
señala de forma manifiesta que se ha conocido la comisión de un hecho
punible.
Cualquier otro acto, en virtud del cual por ejemplo, se manifiesten
cuestionamientos a la legalidad de un acto, sin la aseveración de que el
mismo constituye delito y sin que se aporte información sobre la efectiva
comisión de hechos punibles, carece de la entidad para calificarlo como
denuncia y no debería ser hecho del conocimiento del Ministerio Público
sino de las autoridades de policía, a fin de que realicen las
correspondientes actividades previas de pesquisa policial.
Por lo tanto, no es tramitable por el Ministerio en calidad de denuncia, una
afirmación en la cual se indique que ´en la casa X del sector Y se realizan
actividades ilegales´ o ´reñidas con la moral pública´, pues en tal caso no
se afirma la comisión de un hecho punible.
Al respecto se aprecia, que si cualquier información, aunque fuere
genérica o ambigua, bastara para obligar al Ministerio Público a ordenar el
inicio de una investigación, sólo con sintonizar los noticieros de radio y
televisión o con revisar la prensa escrita, la Institución tendría que iniciar
un número desmesurado e inmanejable de investigaciones penales, de las
cuales muy probablemente la gran mayoría no llevaría a resultado alguno,
salvo el gasto (o desperdicio) de los recursos del Estado.
En efecto, dispone el artículo 300 del Código Orgánico Procesal Penal,
que:
´…Interpuesta la denuncia o recibida la querella, por la comisión de un
delito de acción pública, el Fiscal del Ministerio Público, ordenará, sin
pérdida de tiempo, el inicio de la investigación, y dispondrá que se
practiquen todas las diligencias para hacer constar las circunstancias de
que trata el artículo 283…´.
La norma no se refiere genéricamente a la ´denuncia´ o a la ´querella´,
sino que las reviste de un sentido material, en tanto que tales actos deben
hacer mención de ´…la comisión de un delito de acción pública…´.
Así entonces, el objeto de la denuncia penal es hacer del conocimiento del
Ministerio Público que se ha cometido un delito, razón por la cual, si en
una aparente denuncia no se afirma efectivamente la comisión de un
hecho punible, como ocurre en el presente caso, no debe dársele al escrito
que la contenga la tramitación inherente a las denuncias penales.
Resolución del caso Ahora bien, aunque el oficio bajo análisis no debe ser
calificado como una denuncia, pues no cumple con las formalidades
contempladas en el Código Orgánico Procesal Penal, dicha comunicación
contiene una petición de apertura de investigación penal que debe ser
objeto de un pronunciamiento por parte de la Institución.
298
Respecto a esta solicitud es notorio que no existe previsión legal expresa,
pero asimismo lo es que no se correspondería con el espíritu del citado
código, que aún frente a un escrito con tales deficiencias, el Ministerio
Público decidiera por cuenta propia y sin control judicial, abstenerse de
iniciar una investigación penal cuando esa apertura le haya sido solicitada
expresamente.
Esta negativa es posible, como seguidamente se verá, pero debe estar
sujeta al control jurisdiccional.
En este orden de ideas estima este Despacho, que las razones por las
cuales aún existiendo una denuncia o una querella regulares, es
procedente rechazar el inicio de la investigación, son aún más valederas
frente a noticias o escritos que pretenden motorizar el inicio de la
investigación penal, auque en estricto sentido no puedan calificarse como
denuncias o querellas.
En este orden de ideas, es preciso traer a colación los argumentos
utilizados por Eric Lorenzo Pérez Sarmiento para justificar la figura de la
desestimación de la denuncia o la querella, pues su contundencia es aún
mayor respecto a aquellas informaciones que ni siquiera alcanzan a la
categoría de denuncia. Señala el referido autor:
´La desestimación es una institución destinada a la depuración del proceso
penal, pues éste no debe incoarse si no existen bases serias para ello.
Pero la desestimación no pende de ninguna comprobación sustancial del
hecho denunciado o querellado, es decir, como bien dice Cabrera Romero,
no necesita de mayor prueba sino fundamentalmente de máximas de
experiencia o sentido común, pues se trata de establecer del mero análisis
de la fuente de la notitia criminis, si el hecho es típico y, de serlo, si la
acción penal está evidentemente prescrita o si hay algún obstáculo legal
que impida perseguirlo´.
Distinto sería el caso de un escrito en el cual el solicitante someta ´a la
consideración´ o al ´criterio´ del Ministerio Público si se apertura o no la
investigación, pues la petición sería satisfecha tanto con la negativa como
con la orden de inicio de la investigación, ya que lo requerido sería
simplemente el análisis del caso.
Por el contrario, cuando como ocurre en el presente caso, se requiere
formalmente el inicio de la actividad investigativa, lo procedente sería
aplicar por analogía las reglas de la desestimación de la denuncia, sin
atender a las limitaciones temporales de la figura, previstas en el artículo
301 del Código Orgánico Procesal Penal.
Al respecto es preciso puntualizar que si se aplicara el término previsto en
la citada norma, no habría lugar a la solicitud de desestimación de la
denuncia, por cuanto luego de la recepción del oficio suscrito por el
General Jesús Ramón Villegas Solarte y antes de su remisión a este
Despacho, transcurrieron muchos más que los quince días establecidos
como lapso dentro del cual se puede ´mediante escrito motivado´, solicitar
la desestimación de denuncias.
En todo caso se reitera, que debe descartarse la posibilidad de abrir una
averiguación sin fundamento alguno conforme a la pretendida denuncia y
sus anexos, si los hubiera, como lo sería la que se iniciara sin que se
afirme la comisión de un hecho punible ni se evidencie que el mismo haya
acaecido, por cuanto en ese supuesto, aplicable al caso en estudio, no
existiría delito alguno que investigar y no tendría sentido por ejemplo, que
se realizaran entrevistas o que se requirieran documentos a pesar de la
inconducencia manifiesta de esas diligencias.
299
Luego entonces, sería manifiestamente absurda la realización de una
investigación cuando en una presunta denuncia no se afirme que se ha
cometido delito ni surjan sospechas fundadas acerca de su perpetración.
Sería diferente que el denunciante manifestase que sí ha ocurrido un delito
y no se requiera la desestimación dentro del lapso de ley. Es este
supuesto el de una denuncia que llena las formalidades establecidas en la
legislación adjetiva penal, respecto a la cual por consiguiente, debe operar
la limitación temporal a la que se refiere el artículo 301 del Código
Orgánico Procesal Penal.
En efecto, no sería en ese caso inoficioso el inicio de una investigación,
pues para iniciarla no es preciso que el fiscal del Ministerio Público esté
convencido de que se ha perpetrado un delito, pues basta que haya
recibido la noticia de su comisión, entendida ésta como la puesta en
conocimiento del Ministerio Público del supuesto acaecimiento de hechos
que están tipificados en la ley como punibles, independientemente de que
se aporten o no elementos de convicción que apoyen esa tesis.
Así entonces, si bien el Código Orgánico Procesal Penal no prevé las
consecuencias de que no se solicite la desestimación de la denuncia
dentro de los quince días a los que se refiere el artículo 301 del Código
Orgánico Procesal Penal, este Despacho estima que el fenecimiento de
dicho lapso genera consecuencias jurídicas sólo para las denuncias
interpuestas de conformidad con la ley.
Este planteamiento es de suma importancia, por cuanto si erróneamente
se le otorgase al escrito del funcionario informante el carácter de denuncia,
no sería posible su desestimación, como ya se dijo, por cuanto
transcurrieron los quince días posteriores a su presentación contemplados
en el artículo 301 del Código Orgánico Procesal Penal. En efecto, cuando
fue recibido en esta Dirección el oficio del General Villegas Solarte en
fecha 19 de febrero de 2003, remitido mediante el Memorándum N° CR5-
EM-DI:1287 de fecha 18 de febrero del mismo año, hacían ya tres (3)
meses y trece (13) días de su recepción en la Dirección actualmente a su
cargo, toda vez que allí había sido recibida el día 5 noviembre de 2002.
Ahora bien, dado que el comentado escrito no constituye una denuncia
propiamente dicha, se le podría desestimar aunque se haya producido el
fenecimiento del lapso legal previsto para que se requiera la desestimación
de la denuncia regular, porque en el presente caso sería improcedente que
se diera impulso a una actividad investigativa infundada e inoficiosa.
Por consiguiente, sólo si la denuncia cumple con las formalidades de ley,
el agotamiento del lapso para pedir su desestimación sin que ello se haya
pedido, implicaría la necesidad de dar inicio a una investigación, es decir,
que únicamente frente a una denuncia regular, el Ministerio Público estaría
obligado a practicar las diligencias necesarias para establecer si lo
afirmado por quien denuncia es cierto o no por tratarse de delitos, sobre
los cuales está obligado a investigar.
En cambio, a los escritos como el analizado al no ser realmente denuncias,
dada su falta de regulación, se les podría aplicar el régimen previsto para
las verdaderas denuncias, sólo en cuanto tal normativa se ajuste a la
naturaleza de aquellas seudo denuncias.
Ahora bien, dado el carácter sui géneris del escrito bajo estudio y lo
novedoso que resultaría la tesis de la aplicación al mismo de la figura de la
desestimación, esta Dirección opina que una eventual solicitud en este
sentido debe estar muy bien motivada y señalar expresamente que se trata
de una aplicación analógica de la ley en cuanto a la figura de la
300
desestimación, porque no se estaría solicitando con relación a una
denuncia, sino a la de un acto diferente no previsto por la ley penal,
respecto al cual no opera el lapso preclusivo de quince días contemplado
en el artículo 301 del Código Orgánico Procesal Penal, en razón de que no
se afirma que se haya cometido un hecho sancionable penalmente…”.
DESC DENUNCIA
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INVESTIGACION
DESC MANIFESTACIONES
DESC RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES
DESC SEGURIDAD Y DEFENSA
DESC ZONAS DE SEGURIDAD
301
147
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-1764-2004-42167 FECHA:20040706
TITL El aseguramiento de los objetos activos del delito, en los
términos establecidos en el ordenamiento jurídico no siempre
procede de oficio por parte del fiscal del Ministerio Público que
conduzca la investigación sino que para ciertos casos se exige
la autorización del órgano jurisdiccional, bien sea a solicitud del
representante fiscal o a solicitud directa del órgano de policía
de investigaciones penales, en casos de necesidad y urgencia,
previo siempre en esta hipótesis, a la aprobación del Ministerio
Público.
FRAGMENTO
307
148
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-1765-2004-42288 FECHA:20040706
TITL La decisión interlocutoria sin fuerza de definitiva dictada bajo el
imperio del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal, a
través de la cual el órgano jurisdiccional acordaba proseguir
con la averiguación sumarial imponía la necesidad de continuar
con la investigación, y como corolario la práctica de
determinadas diligencias o actuaciones.
FRAGMENTO
308
en virtud que los referidos ciudadanos alegan en la causa en cuestión que
sobre ellos ya existe cosa juzgada y no es posible dictar un acto conclusivo
que establezca su responsabilidad.
Esbozado lo anterior, este Despacho una vez analizado el contenido de su
comunicación, como punto previo le advierte lo siguiente:
La Dirección de Consultoría Jurídica como órgano asesor del Despacho
del Fiscal General de la República tiene por norte al evacuar consultas, el
compromiso de ser orientadora de la actividad de los fiscales del Ministerio
Público en el tratamiento de los problemas jurídicos de carácter general y
no particular.
En tal sentido, los funcionarios en mención, en fiel cumplimiento con sus
deberes-atribuciones expresamente regulados en el ordenamiento jurídico,
deben resolver según su criterio y con pleno apego a la legalidad y a la
doctrina institucional imperante en el punto correspondiente, la situación
jurídica sometida a su consideración, sin supeditar su resolución al análisis
o pronunciamiento por parte de cualesquiera de las dependencias que
conforman el Despacho del Máximo Director de este Organismo.
De no aceptarse tal posición, tendríamos que admitir que mientras el
representante fiscal no reciba las directrices o instrucciones
correspondientes, se abstendrá de cumplir con sus deberes,
contraviniendo así con una de sus atribuciones como lo es el de cumplir
con sus funciones con objetividad, diligencia y prontitud, y más aún en un
proceso penal en el cual los lapsos procesales son tan breves.
La excepción la constituiría, la circunstancia de que el representante fiscal
tenga una comisión para actuar en determinado proceso, y con ocasión a
ello, del trabajo coordinado con la Dirección comitente, considere
necesario solicitar instrucciones sobre las actuaciones que le corresponda
efectuar.
A lo señalado debe agregarse, que su escrito no cumple con las pautas
establecidas por el Fiscal General de la República a través de la Circular
N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1- 99-20, de fecha 29 de septiembre de 1999,
intitulada ´Procedimiento para solicitar instrucciones y elevar consultas´
cuya observancia al igual que la de todas las circulares es de obligatorio
acatamiento, instrumento en el cual se establece entre otros particulares,
que en la comunicación remitida con ese fin, el fiscal del Ministerio Público
debe dar su opinión debidamente motivada.
No obstante lo antes acotado, este órgano consultivo del análisis
efectuado a la documentación remitida observa lo siguiente:
Conoció el extinto Tribunal Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público
de la incidencia surgida -recurso de hecho- en el expediente instruido con
ocasión a las presuntas irregularidades ocurridas en la realización de los
XI Juegos Deportivos Nacionales Juveniles Trujillo ´96´ -JUDENATRU 96-,
el cual fue interpuesto por los ciudadanos Jhonny Enrique Araujo Paredes
y Oscar Linares Angulo, en su carácter de defensores provisorios de los
ciudadanos Antonino Di Bartolomeo Sonsini; Humberto Corómoto Méndez
Medina; José Armando Perdomo Albornoz y César Augusto Alban Borjas,
en razón del auto dictado en fecha 11 de enero de 1999, por el suprimido
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del
Patrimonio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Trujillo,
mediante el cual negó los recursos de apelación introducidos en contra de
los autos de detención dictados en data 23 de octubre de 1998.
Los fallos emanados fueron dictados por el Juzgado de Primera Instancia
en lo Penal supra mencionado, contra los ciudadanos:
309
- Emirson Ferrini, por los delitos de corrupción, malversación genérica y
tráfico de influencias, previstos y sancionados en los artículos 60, 67 y 72
de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público;
- Miguel Eduardo Briceño Lugo y Antonino Di Bartolomeo, por los delitos
de corrupción; concierto de funcionarios y tráfico de influencias, previstos y
sancionados en los artículos 67, 70 y 72 de la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público; y
- Humberto Coromoto Méndez Medina; César Augusto Alban Borjas, y
José Armando Perdomo Albornoz, por el delito de peculado culposo,
previsto y sancionado en el artículo 59 de la ya citada ley orgánica.
En este orden, la interposición del recurso de hecho acarreó como
corolario jurídico que mediante decisión de data 20 de junio de 1999, el
eliminado Tribunal Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público, dictara
el siguiente pronunciamiento:
- Declaró con lugar el recurso de hecho introducido por los abogados
Jhonny Enrique Araujo Paredes y Oscar Linares Angulo, contra el auto
dictado por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Penal y de
Salvaguarda del Patrimonio Público de la Circunscripción Judicial del
Estado Trujillo, en el cual negó los recursos de apelación interpuestos en
contra de los autos de detención dictados;
- Revocó, los autos de detención dictados por el referido Juzgado de
Primera Instancia, en contra de los ciudadanos Humberto Corómoto
Méndez Medina; César Augusto Alban Borjas, y José Armando Perdomo
Albornoz, por la comisión del delito de peculado culposo, previsto y
sancionado en el artículo 59 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del
Patrimonio Público, por considerar que no se encontraban llenos los
extremos legales exigidos en el artículo 182 del derogado Código de
Enjuiciamiento Criminal, acordando en su lugar proseguir con lo
investigación; y - Revocó el auto de detención dictado por el ya
mencionado Tribunal de Primera Instancia en lo Penal, en contra del
ciudadano Antonino Di Bartolomeo por la comisión de los delitos de
corrupción, concierto de funcionarios y tráfico de influencias, previstos y
sancionados en los artículos 67, 70 y 72 de la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público, por considerar que no estaban
satisfechos los extremos legales señalados en el artículo 182 del derogado
Código de Enjuiciamiento Criminal, y en su lugar acordó proseguir con la
averiguación sumarial ´…ello con la finalidad de que se esclarezcan
hechos que hasta la presente fecha no fueron dilucidados, y los cuales se
citaron en la parte motiva de la presente decisión´.
Como es bien sabido, la figura procesal denominada ´auto de prosecución
de la averiguación´ fue ideada en el ámbito judicial penal, toda vez que la
misma no se encontraba consagrada en el ordenamiento jurídico procesal
penal. En ese sentido, a criterio del extinto Tribunal Superior de
Salvaguarda del Patrimonio Público, dicho término era un ´…derivado por
la doctrina patria de la expresión contenida en el artículo 75-H del Código
de Enjuiciamiento Criminal, también sugerido por el encabezamiento del
artículo 206 ejusdem…´.
De esta manera, cuando el órgano jurisdiccional correspondiente dictaba
tal determinación bajo el imperio del derogado Código de Enjuiciamiento
Criminal, no era porque los hechos investigados no revistiesen carácter
penal o porque la acción penal estuviese evidentemente prescrita, sino
porque a su criterio y acorde con las actuaciones cursantes en autos,
consideraba que no se encontraban satisfechos los extremos legales
310
establecidos en el artículo 182 del abolido código adjetivo penal,
dispositivo legal que exigía la comprobación de la perpetración de un
hecho punible que mereciese pena corporal; que la acción penal no
estuviese ciertamente prescrita, y adicional a ello, que existiesen plurales y
concordantes indicios de culpabilidad en contra de alguna persona.
En opinión de José Erasmo Pérez España, la institución procesal en
estudio prosperaba cuando se presentaba ´…una situación en la que se
sabe que se ha cometido un hecho punible: una lesión, por ejemplo, pero
no está en los autos, el informe médico-legal para precisar la magnitud o a
la entidad de la lesión, para el momento en el que se debe dictar la
decisión principal o central o en la que se debe pronunciar acerca de otros
hechos que son parte de la misma averiguación. O también, cuando se
advierte en la instrucción sumaria, una situación con características que
podrían llegar a configurar un delito, pero sin una definición cierta todavía;
entonces, el juez (…) como medida profiláctica contra una eventual
impunidad, acuerda en ese aspecto, proseguir la averiguación…´.
El resultado de la determinación judicial en comento no era otro -como de
su mismo término se infería- que la continuación de la averiguación, a tal
punto que podía ocasionalmente el juez decretar de nuevo auto de
detención contra el investigado, en el supuesto de que aparecieren nuevos
elementos de convicción, que aunado con los cursantes en autos lo
llevaran al convencimiento de que esa persona era el autor del hecho
punible cometido.
En apoyo de lo señalado es importante reproducir, parte del voto salvado
del Magistrado Ángel Betancourt Ríos, integrante del suprimido Juzgado
Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público, en sentencia de fecha 18
de febrero de 1988 -ya citada con antelación- en los términos siguientes:
´…el nombre de auto que acuerda continuar la averiguación o de
continuación de la averiguación debe, por el contrario, reservarse para el
pronunciamiento que emite un tribunal cuando, al conocer, mediante algún
recurso interpuesto u ope-legis, de la decisión de un tribunal inferior, que
declaró terminada la averiguación (…) acordó mantener abierta la
averiguación sumarial (…) o decretó auto de detención o de sometimiento
a juicio (…) considera que no están comprobados los fundamentos propios
de alguna de esas decisiones y, revistiendo carácter penal los hechos que
dieron origen a la averiguación sumarial, considera que la averiguación
debe seguir y, en consecuencia, debe revocar las referidas decisiones; de
modo que cuando se dicta el auto que acuerda continuar la averiguación
existe un pronunciamiento de otro tribunal y un juzgamiento sobre las
actas procesales; en consecuencia, el tribunal que lo emite no puede dictar
después, sobre la base de las mismas actuaciones, aquellas decisiones
revocadas; por ello, ese auto no puede considerarse como de mera
sustanciación, sino como interlocutorio sin fuerza de definitiva y, en tal
virtud, apelable por las partes, sino lo dictó la segunda instancia (…)
ambos autos postulan la necesidad de la práctica de otras diligencias o
actuaciones…´.
En íntima relación con lo antes reproducido se encuentra el fallo bajo
análisis, toda vez que a través del ejercicio de un recurso de hecho se
revocaron varios autos de detención dictados por el suprimido Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del
Patrimonio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Trujillo,
acordando en su lugar el Juzgado ad-quem -Juzgado Superior de
Salvaguarda del Patrimonio Público- proseguir con la averiguación
311
sumarial.
A todo ello se une el hecho que en la motivación de la decisión, el Juzgado
Superior en mención, demandó la necesidad de la práctica de otras
diligencias o actuaciones, en los términos que de seguidas procedemos
parcialmente a transcribir de la manera siguiente:
´…considera este Tribunal Superior que fueron analizados una serie de
elementos por el Tribunal de la Causa para dictar auto de detención, a los
procesados anteriormente identificados, pero no es menos cierto que de
los mismos no se infieren indicios suficientes que le permitan hasta el
presente momento llegar a la convicción a este Tribunal Superior que se
ha cometido un ilícito penal establecido en la Ley Orgánica de Salvaguarda
del Patrimonio Público, ni en otras leyes, los cuales podrían emerger de
una mas exhaustiva investigación, toda vez que a lo largo de la presente
averiguación se pudo apreciar que hubo fallas a nivel administrativo, tal y
como se evidencia de los Informes realizados por la Unidad de Inspección
de Fiscalización de la Contraloría General del Estado Trujillo, en los que se
concluyeron entre otras cosas que hubo un desorden a nivel
administrativo; lo que llevó al Gobernador de ese estado a decretar la
emergencia (…) por tal razón ante la insuficiencia de los elementos
probatorios hasta ahora analizados (…) lo procedente (…) es revocar la
decisión dictada por el Tribunal de la Causa, mediante la cual decretó la
detención judicial de los ciudadanos Humberto Coromoto Méndez Medina
(…) por la presunta comisión del delito de peculado culposo (…) y en
consecuencia se ordena continuar con la averiguación.
(omissis)
Ahora bien en vista al informe que se ha recibido con posterioridad, este
Tribunal Superior considera que es necesario ahondar en las
investigaciones, toda vez que de las conclusiones del informe presentado
por la Comisión Permanente de la Contraloría de la Cámara de Diputados,
se presume que de por sí tal investigación fue incompleta puesto que la
misma experticia practicada no fue del todo clara en relación a las
presuntas irregularidades del manejo de los bienes para la celebración de
los juegos (…) razón por la cual en relación a los hechos así como las
personas que fueron citadas en el precitado informe del Congreso (…)
considera este Tribunal Superior procedente continuar con la averiguación,
y a tal respecto entre otros elementos probatorios que puede recabar el
Tribunal de la Causa, se permite citar entre otros (omissis) 4.- Así como
todas aquellas diligencias necesarias y tendentes a esclarecer los hechos
objeto de la presente averiguación (…).
(omissis)
En cuanto al procesado Antonino Di Bartolomeo (…) por el cual el tribunal
de la causa le dictara auto de detención por la comisión de los delitos de
corrupción, concierto de funcionarios y tráfico de influencias (…) este
Tribunal Superior considera que a lo largo de la presente averiguación
sumaria se pudo apreciar que no existe en su contra plurales indicios que
lo comprometan en la comisión de los delitos antes mencionados, toda vez
que este al momento de suscribir todos los contratos de obras (…) lo hizo
basado en las atribuciones que le confiere la Ley de la Procuraduría del
Estado (…) toda vez que si analizamos el fondo de la denuncia (…) la
misma se circunscribe a los informes parciales levantados por la unidad
temporal de Inspección y Fiscalización del la Contraloría (…) razón por la
cual este Tribunal Superior que ante la insuficiencia de indicios lo
procedente (…) es revocar la decisión dictada por el Tribunal de la Causa,
312
mediante la cual decretó la detención (…) del ciudadano anteriormente
identificado (…) ello en virtud de no encontrarse llenos los extremos
legales exigidos en el artículo 182 del Código de Enjuiciamiento Criminal y
en su lugar se acuerda proseguir con la averiguación sumarial hasta el
total esclarecimiento de los hechos, las cuales entre otras fueron
enumeradas ut supra´.
De lo reproducido se advierte fácilmente, que el sentir del sentenciador era
que para ese momento no existían elementos suficientes que sustentaran
una medida de detención judicial en contra de los ciudadanos Humberto
Corómoto Méndez Medina; César Augusto Alban Borjas; Armando
Perdomo Albornoz y Antonino Di Bartolomeo Sonsini, pero que
eventualmente podrían surgir de una más exhaustiva indagación; de allí
que en relación a las mencionadas personas se imponía la necesidad de
continuar con la investigación.
En tal sentido yerran los ciudadanos Humberto Córomoto Méndez Medina
y Antonino Di Bartolomeo Sonsini, cuando afirman que en el proceso
seguido en su contra operó el postulado constitucional y procesal relativo a
la cosa juzgada –apreciación que se desprende de su comunicación-
según el cual ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos
hechos en virtud de los cuales hubiese sido juzgada con anterioridad,
habida cuenta que en el presente caso estamos en presencia de una
decisión interlocutoria sin fuerza de definitiva que demandó la continuación
de la averiguación, y como corolario de ello la práctica de determinadas
diligencias o actuaciones.
En palabras de Arminio Borjas, conforme al principio del ne bis in idem
´…nadie puede volver a ser juzgado por el mismo delito que fue objeto de
una sentencia ejecutoriada anterior (…) la excepción de cosa juzgada
debe producir el efecto de no darle entrada al nuevo juicio, por haber sido
decidida antes y haberse extinguido así la acción penal que con él se
pretende deducir nuevamente. / La fuerza de cosa juzgada atribuida a todo
fallo firme se descompone en dos resultados: uno positivo, la fuerza
ejecutoria, o sea la actio judicati; y otro negativo, o sea la exceptio rei
judicati. El primero tiene por objeto hacer proceder a la ejecución del fallo:
el segundo impedir que se pueda instaurar un nuevo procedimiento que,
por el mismo delito, persiga la imposición del castigo correspondiente a
una misma persona´,
Situación ésta que como antes se acotó no ocurrió en el caso de marras.
Llegados a este punto se puede señalar, que tomando en consideración el
alcance del fallo emitido por el suprimido Juzgado Superior de
Salvaguarda del Patrimonio Público, en criterio de este órgano consultivo
del Despacho del Fiscal General de la República, resulta procedente emitir
un acto conclusivo en relación con la actuación de los ciudadanos
Humberto Córomoto Méndez Medina y Antonino Di Bartolomeo Sonsini,
dada la investigación penal sustanciada en su contra por la presunta
comisión de delitos previstos y sancionados en la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público.
Siendo esto así, se estima que corresponderá a esa representación del
Ministerio Público -no a esta Dirección de Consultoría Jurídica- determinar
el pronunciamiento que conforme a derecho sea pertinente emitir con
relación a los precitados ciudadanos, sobre la base de las actuaciones
cursantes en el Expediente N° 01-FMP- 23NN-0029-02, y con fundamento
a las atribuciones que le confiere el ordenamiento jurídico.
Por último cabe advertir que la opinión expresada en el caso analizado,
313
tiene como única finalidad orientarlo de tal manera que pueda usted
formarse un mejor criterio sobre el asunto planteado, quedando de esta
manera en definitiva bajo su responsabilidad la emisión del acto conclusivo
correspondiente, dando de esta manera cumplimiento a las atribuciones
que le impone el ordenamiento jurídico…”.
314
149
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-1388-2004 FECHA:20040722
TITL Corresponde al fiscal del Ministerio Público determinar, acorde
con las actuaciones que posea, cuál es el organismo
competente por la materia al que le concierne la devolución de
los productos perecederos, que hayan sido retenidos por ser
considerados elementos u objetos probatorios de delitos
ambientales, ya que mal podrían ser devueltos al infractor de la
norma ambiental, quien precisamente sería la persona que se
encontraría incursa en el presunto hecho punible o en la
averiguación administrativa correspondiente.
FRAGMENTO
316
se ha perpetrado una infracción de carácter forestal o una contravención
pesquera, de acuacultura, y las que le fueren conexas.
Así, para el caso de productos que estén expuestos a pérdida, deterioro,
corrupción o depreciación, dispone el segundo aparte del artículo 203, del
ya citado Reglamento que ´…el funcionario podrá sacarlos a remate o
disponer de ellos en otra forma según lo que disponga la Dirección
General Sectorial de Administración del Ambiente, aún antes de haberse
decidido definitivamente el comiso´.
En igual sentido se pronuncia la Ley de Protección a la Fauna Silvestre,
cuando en su Título V, Capítulo II, consagra un procedimiento penal
administrativo para los casos de infracciones al referido texto, disponiendo
a ese efecto en su artículo 122 que ´Al practicarse la retención de animales
silvestres o de sus productos mientras se decide el comiso, el Ministerio de
Agricultura y Cría los guardará en la forma que determine al efecto. En
caso de que dichos animales o productos estén expuestos a pérdidas o
deterioro, dispondrá de ellos en la forma que considere conveniente…´.
Por otra parte, la necesidad de preservar bienes fundamentales que
conforman el ambiente, aunado al hecho que la propia Ley Orgánica del
Ambiente demandó en su artículo 36 la regulación de normas penales en
garantía de los bienes jurídicos tutelados en la misma, conllevó que a
través de un cuerpo normativo denominado Ley Penal del Ambiente, se
tipificaran y sancionaran los delitos ambientales o tipos penales
ambientales, los cuales a juicio de José Francisco Martínez Rincones son
definidos como ´…comportamientos típicos, antijurídicos, culpables y
sancionables punitivamente por atentar contra los bienes ambientales o
ecológicos´.
El objeto de la Ley Penal del Ambiente es tipificar como delitos ´…aquellos
hechos que violen las disposiciones relativas a la conservación, defensa y
mejoramiento del ambiente, y establece (sic) las sanciones penales
correspondientes. Así mismo determina (sic) las medidas precautelativas,
de restitución y de reparación a que haya lugar´.
En palabras de Isabel De Los Ríos, la ut supra citada ley especial trata
solamente los ´…delitos y deja las infracciones administrativas a las leyes
especiales que la contemplan y cuyas sanciones corresponden al
Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, a otros
despachos del Ejecutivo y a otros organismos con capacidades
sancionatorias. / Los delitos allí contemplados son de peligro, en los cuales
basta la simple amenaza al bien jurídico para perfeccionar el delito. Si
efectivamente se produjere el daño, la sanción se agrava…´.
Como es bien sabido, para los hechos punibles que violen las
disposiciones relativas a la conservación, defensa y mejoramiento del
ambiente, deberá el fiscal del Ministerio Público seguir el sistema de
normas contenidas en el Código Orgánico Procesal Penal, por ser el
procedimiento rector, a los fines de descubrir el delito y la responsabilidad
de sus autores.
Dentro esta normativa consagrada en el referido texto adjetivo penal, se
encuentra la referente a la facultad atribuida al representante fiscal, de
restituir en la fase de investigación lo antes posible -previo la práctica de
las experticias correspondientes-los objetos recogidos o incautados,
siempre y cuando los mismos no sean imprescindibles para la
investigación; calificación de prescindibilidad que efectuará el Ministerio
Público tomando en cuenta la correlación existente entre el objeto del
proceso -hecho punible perpetrado- con los elementos del aseguramiento
317
de los bienes tanto activos como pasivos del delito relacionados con la
consumación del mismo, y que podrían tener un significado probatorio en
el transcurso del proceso penal.
En el sentir de Jesús Eduardo Cabrera Romero, si consta su ocupación, el
bien ´…tiene que haber sido objeto de algún medio de prueba, cuyo
resultado positivo o negativo debe estar recogido en acta. Si el resultado
es negativo indudablemente que no es un bien imprescindible para la
investigación; pero si es positivo, si es necesario para el juicio, y pensamos
que no puede ser sustituido por el acta o dictamen que contiene los
resultados del examen, sino que debe guardarse para fundar los alegatos
de la acusación…´.
La devolución de objetos recogidos o incautados en la fase de
investigación del proceso penal lo encontramos regulado en el Libro
Segundo ´Del procedimiento Ordinario´, Capítulo III ´Del Desarrollo de la
Investigación´, artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal, en los
términos siguientes:
´El Ministerio Público devolverá lo antes posible los objetos recogidos o
que se incautaron y que no son imprescindibles para la investigación. No
obstante, en caso de retraso injustificado del Ministerio Público, las partes
o los terceros interesados podrán acudir ante el juez de control solicitando
su devolución, sin perjuicio de la responsabilidad civil, administrativa y
disciplinaria en que pueda incurrir el Fiscal si la demora le es imputable. /
El Juez o el Ministerio Público entregarán los objetos directamente o en
depósito con la expresa obligación de presentarlos cada vez que sean
requeridos…´.
Establecido ello así, quedará a criterio del representante fiscal que
conduzca la investigación, determinar -sobre la base de las actas que
conforman la investigación- la procedencia o no de la devolución de los
objetos reclamados a la persona que acredite ser el propietario de los
mismos; actuación que deberá realizar el aludido funcionario con la
celeridad que el caso amerita, so pena de incurrir en retraso injustificado;
situación ésta que podría acarrear que las partes o terceros interesados
acudan ante el órgano jurisdiccional competente -juez de control- a los
fines de poder hacer efectiva dicha pretensión, sin perjuicio de las
responsabilidades en que pudiera incurrir el representante fiscal si la
demora le es atribuible, de conformidad con lo establecido en la citada
norma jurídica.
En ese sentido, el Máximo Tribunal de la República en Sala Constitucional,
fijó posición en los siguientes términos:
´Las medidas sobre los bienes y derechos de las personas pueden atender
a la instancia del Ministerio Público o a órdenes de los jueces penales./Con
relación al Ministerio Público, la vigente Constitución en su artículo 285,
numeral 3, le atribuye el aseguramiento de los objetos activos y pasivos
relacionados con la perpetración del delito./La captura de estos elementos
activos y pasivos pueden ser el resultado de una actividad propia, oficiosa,
del Ministerio Público, o de una efectuada previa autorización judicial. Tal
posibilidad dimana de la letra del Código Orgánico Procesal Penal; y la
aprehensión de los bienes, tanto por impulso del Ministerio Público como
por el juez penal, se ejecutará mediante varias figuras de aseguramiento
de bienes mencionados en la Ley Adjetiva Penal (…) ./Sobre los bienes
recolectados, algunos con fines probatorios, como se desprende del
artículo 319 del Código Orgánico Procesal Penal, así como los incautados
conforme al artículo 233 eiusdem, el Ministerio Público puede devolverlos
318
a los interesados,siempre que no sean imprescindibles para la
investigación, lo que destaca el carácter probatorio de algunas de esas
medidas asegurativas./ Igualmente el juez de control podrá ordenar la
devolución de los bienes cuando ante él sean reclamados y siempre que
no estime necesario su conservación´.
De allí que tanto el Ministerio Público como el órgano jurisdiccional estén
legitimados para efectuar la devolución de los objetos incautados o
decomisados en la fase de investigación; operadores de justicia ante
quienes podrán acudir las partes o los terceros interesados y plantear la
aludida pretensión.
Llegados a este punto considera esta Dirección de Consultoría Jurídica
que en el caso bajo análisis, la actuación a asumir por parte del Ministerio
Público una vez que la Guardia Nacional en sus funciones de investigación
de delitos en el ámbito de sus atribuciones legales u otro órgano de policía
de investigación penal, ponga a su disposición productos o recursos
naturales perecederos, y retenidos por ser considerados elementos u
objetos probatorios de delitos ambientales -los cuales son todos de acción
pública- no podrá ser otra que la de ordenar el inicio de la investigación,
sobre la base de la atribución que le confiere los artículos 285, numeral 3;
34, ordinal 5°, y 283 y 300, de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, de la Ley Orgánica del Ministerio Público y del Código
Orgánico Procesal Penal, respectivamente.
Lo contrario a dicha actuación estaría representado por el hecho de que el
representante fiscal, en el ámbito de su autoridad solicite al juez de control,
dentro
de los quince días siguientes a la recepción de la denuncia o querella, su
desestimación, por cuanto de la revisión efectuada a las actuaciones
recibidas se desprenda que el hecho no reviste carácter penal o cuya
acción esté evidentemente prescrita, o exista un obstáculo legal para el
desarrollo del proceso, de conformidad con lo preceptuado en el artículo
301 del Código Orgánico Procesal Penal.
Tanto en uno como en otro caso, la actuación del fiscal del Ministerio
Público tomando en cuenta la naturaleza de esos productos perecederos -
los cuales son definidos como aquellos poco durables, que han de perecer
o acabarse-retenidos por ser considerados elementos de delitos
ambientales, deberá estar orientada a devolverlos una vez practicadas las
experticias de rigor, al Organismo competente por la materia, ya que mal
podrían ser devueltos al infractor de la norma ambiental, quien
precisamente sería la persona que se encontraría incursa en el presunto
hecho punible o en la averiguación administrativa correspondiente.
Se dice organismo competente por la materia, toda vez que el Ministerio
del Ambiente y de los Recursos Naturales, no es el único ente
gubernamental que tiene asignada competencia en materia ambiental, ya
que como antes se acotó, existen otros organismos que la ostentan, en
virtud de la complejidad de la actividad en referencia, como sería el caso
de las infracciones contempladas en la Ley de Pesca y Acuacultura, cuyas
sanciones corresponde aplicarlas al Instituto Nacional de la Pesca y
Acuacultura, en proporción a la gravedad que implique la falta cometida
por el infractor, en los términos establecidos en el artículo 84.
Así entonces, corresponderá al fiscal del Ministerio Público determinar,
acorde con las actuaciones que posea, cuál es el organismo al que le
compete la devolución de los productos perecederos, que hayan sido
retenidos por ser considerados elementos u objetos probatorios de delitos
319
ambientales…”.
320
150
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-1919-2004 FECHA:20041019
TITL Siendo el fiscal del Ministerio Público el único funcionario
obligado por la ley para solicitar el enjuiciamiento de la persona
incursa en un hecho punible denominado falta, el desempeño
de la autoridad policial deberá circunscribirse sólo a dejar
constancia en un acta del día en que se suscitaron los hechos,
la identificación de sus autores, partícipes y demás personas
que puedan proporcionar información, del aseguramiento de
los objetos activos y pasivos y la descripción de las
circunstancias de utilidad, que sirvan al Ministerio Público para
fundar la acusación, así como prestar su auxilio para la práctica
de la correspondiente citación; ya que en caso contrario, se
extralimitaría en el ejercicio de sus funciones.
La medida cautelar prevista en el numeral 3 del artículo 39 de la
Ley sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, que implica
la restricción de la libertad personal impuesta por una autoridad
administrativa, resulta inconstitucional, ya que viola no sólo el
derecho a la libertad personal a la que se ha hecho referencia
sino también el derecho al debido proceso, contenido en el
artículo 49 de Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
FRAGMENTO
322
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra entre
sus derechos civiles, el derecho a la libertad personal. Al respecto, el
artículo 44 señala que la libertad personal es inviolable, en consecuencia,
el numeral 1 de la disposición antes citada consagra como regla
procedimiental -el juicio en libertad- por lo que ninguna persona puede ser
arrestada o detenida sino:
- en virtud de una orden judicial, o
- cuando sea sorprendida in fraganti.
En los sistemas acusatorios la detención del imputado está sometida al
control de la autoridad judicial, siendo el órgano jurisdiccional el que debe
decidir sobre la procedencia o no de la detención y de las diversas
medidas cautelares.
El artículo 250 del Código Orgánico Procesal armoniza en su
encabezamiento con el ordinal 1° del artículo 44 del Texto Constitucional,
en el sentido de que aparte de los casos de flagrancia, para que pueda
practicarse la detención del imputado como medida cautelar, es necesario
que el juez expida previamente una orden de aprehensión, a solicitud del
Ministerio Público; siempre que se cumplan de manera acumulativa los
tres requisitos exigidos en los numerales que integran la disposición en
referencia.
Sólo de esta manera la persona que es objeto de una investigación puede
ser arrestada o detenida, para que le sea decretada la privación judicial
preventiva de libertad, siguiendo el procedimiento previsto en el artículo
255 del Código Adjetivo, que establece que cuando el imputado sea
aprehendido deberá ser informado acerca del hecho que se le atribuye y
de la autoridad que ha ordenado la medida a cuya orden será puesto
Ahora bien, la medida cautelar prevista en el numeral 3 del artículo 39 de
la Ley Sobre La Violencia Contra La Mujer y La Familia, que implica la
restricción de la libertad personal impuesta por una autoridad
administrativa, resulta inconstitucional, ya que viola no sólo el derecho a la
libertad personal a la que se ha hecho referencia sino también el derecho
al debido proceso, contenido en el artículo 49 de Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
En ese sentido, cuando la ley cuya aplicación se pida colidiere con el Texto
Fundamental, los tribunales deberán atenerse a la norma constitucional
(artículos 19 del Código Orgánico Procesal Penal y 334 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela), ya que todo acto dictado en
ejercicio del Poder Público que menoscabe o viole los derechos
garantizados en la Constitución y la ley es nulo; todo ello en virtud de la
supremacía de nuestra Carta Magna.
Señala igualmente el Texto Constitucional, que las leyes de
procedimientos se aplicarán desde el momento mismo de entrar en
vigencia, aún en los procesos que se hallaren en curso y cuando haya
dudas se aplicará la norma que más beneficie al reo o rea.
En tal sentido, el artículo 516 del Código Orgánico Procesal Penal
establece entre otros aspectos, que quedarán derogados cualesquiera
otras disposiciones de procedimiento penal que se oponga al mencionado
texto adjetivo, y como quiera que la medida cautelar contemplada en el
numeral 3 del artículo 39 de la Ley Sobre Violencia Contra la Mujer y la
Familia, forma parte del procedimiento seguido con ocasión a la comisión
de delitos y faltas constitutivas de violencia a la que refiere la aludida ley,
debe entenderse que por estar contemplada dicha medida de privación
preventiva de libertad en el nuevo Código Procedimental bajo una
323
perspectiva más garantista para el imputado, resulta incompatible con la
ley anterior, por lo que se hace necesario señalar lo inapropiado de la
postergación del dogma sostenido por el principio inquisitivo, el cual nació
emplazado en la rigidez que invertía el principio de la afirmación de
libertad, consagrando la detención como la regla y la libertad como la
excepción.
En esa misma línea de pensamiento se observa, que si bien el proceso
penal tiene por finalidad la búsqueda de la verdad, la misma no debe
obtenerse infringiendo principios fundamentales; por ello el legislador
consideró necesario plasmar positivamente una serie de garantías para los
sujetos procésales intervinientes.
A tal efecto, el artículo 9 del Código Orgánico Procesal Penal ratifica el
principio conforme al cual la libertad durante el proceso es la regla y su
privación es la excepción, toda vez que dicha norma establece: ´Las
disposiciones de este Código que autorizan preventivamente la privación o
restricción de libertad o de otros derechos del imputado, o su ejercicio,
tienen carácter excepcional, sólo podrán ser interpretadas restrictivamente,
y su aplicación debe ser proporcional a la pena o medida de seguridad que
pueda ser impuesta./ Las únicas medidas preventivas en contra del
imputado son las que este Código autoriza conforme a la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela´, de allí se infiere la necesidad de
regular cuidadosamente la mayor ingerencia que el derecho puede
reconocer al juez, esto es, decidir sobre la restricción o limitación de
alguno de los Derechos Constitucionales debiendo interpretarse
restrictivamente todas las disposiciones que restrinjan la libertad del
imputado o limiten sus facultades y las que definen la flagrancia.
Expuestas las consideraciones que anteceden, esta Dirección de
Consultoría Jurídica estima pertinente advertir que en fecha 26-8-2003 el
Fiscal General de la República solicitó por ante la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, la nulidad parcial por inconstitucionalidad e
ilegalidad de los artículos 3 numeral 4, 31 y 39, numerales 1, 3 y 5 de la
Ley Sobre La Violencia contra la Mujer y la Familia…”.
324
COPP art:386
COPP art:387
COPP art:388
COPP art:389
COPP art:390
COPP art:516
IFGR 2001, T.II, R.2.16
325
151
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2004-074116 FECHA:20041020
TITL El fiscal del Ministerio Público por mandato constitucional y
procesal ejerce la acción penal en los delitos de acción pública,
y vista la separación de las funciones de investigación y
juzgamiento, debe ejercitar con independencia su labor
investigativa, salvo las restricciones jurisdiccionales previstas
en el ordenamiento jurídico; función que desplegará a todo
evento con estricta sujeción a la constitución, los tratados
internacionales y las leyes.
FRAGMENTO
327
actuaciones a los fines de que permanezcan en la sede del tribunal hasta
tanto se produzca la aprehensión del acusado o se verifique su deceso, ya
una vez presentado el acto conclusivo, el Ministerio Público cumplió con
sus funciones contenidas en los 327 (sic) y siguientes del Código Orgánico
Procesal Penal, más aún cuando le es imputable exclusivamente al órgano
jurisdiccional otorgarle su libertad a un acusado sin tomar las medidas
mínimas para garantizar que este (sic) cumplirá con las obligaciones
contraídas con el tribunal´.
Dentro de ese marco, se considera oportuno apuntar que en fecha 22 de
enero de 2004, el Juzgado de Primera Instancia en Funciones de Juicio N°
19 del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, acordó
revocar al ciudadano Wilfredo Leonardo Pérez, el beneficio de suspensión
condicional del proceso otorgado en data 11 de julio de 2001, y
consecuencialmente, el régimen de prueba impuesto, acordando en su
lugar reanudar el proceso seguido en su contra, y librar su correspondiente
orden de captura, para así, una vez aprehendido por la División de
Capturas del Cuerpo de Investigaciones Penales, Científicas y
Criminalísticas, se efectué su traslado al respectivo tribunal para notificarlo
de la decisión dictada y de esta manera poder convocar al juicio oral y
público; orden librada al Jefe de la División Nacional de Captura del citado
cuerpo de investigación penal, mediante Oficio N° 060-2004, en fecha 22
de enero de 2004, tal y como se colige del folio 66 al 67 de las actuaciones
remitidas.
Esbozado lo anterior, este órgano consultivo del análisis efectuado a la
documentación remitida procede a emitir el dictamen correspondiente en
los términos siguientes:
El proceso penal está conformado por un conjunto de actos sucesivos con
sus respectivas fases que imponen a cargo de los distintos operadores de
justicia que intervienen en el desarrollo del mismo, diferentes funciones
que les asigna la ley, todo ello orientado a la investigación y
esclarecimiento del hecho punible, así como establecer la responsabilidad
de sus autores; de tal manera que, con cada actuación desplegada se va
dejando atrás aspectos que forman parte de esa actividad, para así llegar
a la solución del conflicto generado por el delito.
En este sentido, una de las características del sistema acusatorio es la
separación en órganos autónomos, de la actividad de persecución penal y
de juzgamiento, vale decir, órgano instructor -Ministerio Público- y órgano
juzgador -juez-. Así, el juez en su función delegada -el Estado establece su
pretensión punitiva a través de sus órganos jurisdiccionales- como órgano
del Poder Judicial, le corresponde conocer de las causas y asuntos de su
competencia a través de los procedimientos que determinen las leyes, así
como ejecutar o hacer ejecutar sus sentencias, en los términos
establecidos en los artículos 253, primer aparte; 5, encabezamiento, 55; 2
y 10 del Texto Fundamental, Código Orgánico Procesal Penal, y Ley
Orgánica del Poder Judicial, respectivamente.
En íntima relación con lo antes expuesto se pronunció el Tribunal Supremo
de Justicia, en Sala Constitucional, cuando en fallo dictado en fecha 9 de
diciembre de 2003, expresó lo siguiente:
´En el procedimiento de corte acusatorio se encomienda la investigación –
que no es una función jurisdiccional propiamente tal, sino una especie de
fase preparatoria para ella- al Ministerio Público, un órgano técnico
profesional especializado; y el juzgamiento a un tribunal. / Esta separación
de las funciones de investigación y juzgamiento expresa una característica
328
fundamental del procedimiento acusatorio, como es la racionalización del
sistema procesal penal (…) el sistema acusatorio es superior al mixto
desde el punto de vista de las garantías y de la racionalización del sistema.
En efecto, permite, mediante la institución del juez de garantías, controlar
la investigación realizada por el Ministerio Público y asegurar, además, la
imparcialidad del tribunal en lo atinente a la adopción de medidas
cautelares que, como la prisión preventiva, entre otras, afectan
intensamente los derechos del imputado…´.
En este contexto, la principal y más importante misión del juez no es otra
que la de resolver la controversia suscitada entre las partes, mediante el
establecimiento de la verdad de los hechos por las vías jurídicas y la
justicia en la aplicación del derecho, cumpliendo con ello con la finalidad
del proceso, pudiendo en ejercicio de sus facultades jurisdiccionales en
casos de necesidad, imponer durante el transcurso del proceso, medidas
de coerción debidamente fundadas, que restrinjan la libertad del imputado,
salvaguardando así el postulado constitucional del debido proceso.
En el sentir de Manuel de Jesús Flores, la función jurisdiccional sólo
´…puede actuarse a través del proceso como vía legal que debe estar
preestablecida, con el propósito de que el Órgano Jurisdiccional, al amparo
de las normas jurídicas pueda en ejercicio del poder público, tutelar el
derecho. / La función jurisdiccional traducida al campo penal, sólo puede
actuarse a través del proceso correspondiente, sucesivos, preestablecidos
y preclusivos, que tiene como finalidad la determinación de los hechos, en
base a lo cual el Estado a través de dicho órgano competente, ejercita su
poder sancionador para contrarrestar las conductas antisociales sin
distingos, contra quien haya violado la norma sustantiva penal y formaliza
la sanción, a través de la sentencia´.
En este orden de ideas, el texto adjetivo penal establece en su normativa
que la distribución de las funciones entre los distintos jueces penales se
establecerá conforme a lo consagrado en él, la ley y los reglamentos
internos. Dentro de ese marco, la fase de juzgamiento en el proceso penal
se la encomienda a los tribunales de juicio, los cuales se integrarán ´…con
jueces profesionales que actuarán solos o con escabinos, según el caso,
conforme a lo dispuesto en este Código, y se rotarán
anualmente…(omissis)…Los tribunales competentes para conocer del
procedimiento abreviado, de las faltas, y el de ejecución de sentencia
serán unipersonales. / El tribunal unipersonal estará constituido por un juez
profesional. /
Los tribunales unipersonales y mixtos se integrarán con el juez profesional,
con los escabinos y con el secretario que se les asigne´.
De esta manera, el aludido operador de justicia durante el desarrollo de la
fase de juzgamiento tiene múltiples funciones que desempeñar. En
concreto, tiene el compromiso de dirigir el debate, y ejercer la facultad
disciplinaria en el mismo –artículo 341-; fijar la fecha para la celebración
del juicio oral o audiencia pública, debiendo para ello ordenar la citación de
todos los que deban asistir a dicho acto, tales como el acusado quien debe
ser citado por los menos con diez días de anticipación a la realización de la
audiencia, atribuciones todas éstas que se coligen del contexto del Título
III ´Del Juicio Oral´, del Libro Segundo del Código Orgánico Procesal
Penal.
Según Gómez Colomer, citado por Frank E. Vecchionacce L., estos actos
se denominan poderes de dirección del juez presidente, y los mismos se
clasifican en dos grupos: ´…«actos de dirección formal» y comprende
329
todos los actos relativos al orden externo y a la forma de la vista principal,
como, por ejemplo, la apertura. Son medidas contra las cuales no hay
recurso. El segundo grupo está integrado por los «actos de dirección
material» que son los que sirven directamente a la obtención de la
sentencia, como el interrogatorio del acusado…´”.
“A este poder jurisdiccional, según asienta Alberto M. Binder aluden tanto
…las teorías ‘ objetivas’ de lo jurisdiccional -que hacen radicar la esencia
de la función en la facultad de solucionar un conflicto-, como las teorías ‘
subjetivas’ de lo jurisdiccional- que explican la función por la potestad de
aplicar el Derecho al caso concreto. Para una y otra, el juez es un
funcionario del Estado con poder para solucionar un litigio que otras
personas llevan a su consideración. Por otra parte, no se trata de ‘
cualquier solución’ , sino de aquella solución prevista por el orden jurídico
para ese conflicto (…) Lo importante es el hecho de que lo jurisdiccional
tiene un contenido sustantivo, que no se puede identificar sin más con el
poder de decisión, puesto que el juez tiene también otras facultades:
ciertas facultades coercitivas, ciertas facultades ordenatorias dentro del
proceso, ciertas facultades disciplinarias…".
“Frente a lo anterior, los fiscales por su parte en el proceso penal tienen
entre otras, la función de ordenar y dirigir la investigación penal por la
perpetración de los hechos punibles de acción pública, así como ejercer la
acción penal en dichos casos; atribuciones que ejerce sobre la base de lo
consagrado en los artículos 285, numerales 3 y 4 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela; 11, numerales 4 y 6, 34, ordinales 3°,
5°, 7° y 8°, de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y 108 numerales 1 y
4, y 300, ambos del Código Orgánico Procesal Penal.
La actividad investigativa implica la obtención de elementos de convicción
todos ellos tendentes a acreditar o desvirtuar la hipótesis planteada,
actuación que podrá ser efectuada por el propio fiscal o con el apoyo de
los órganos de policía de investigaciones científicas, penales y
criminalísticas, quienes deben cumplir siempre sus órdenes vista la
dependencia funcional que tiene en relación con el Ministerio Público en lo
relativo a la investigación de los hechos punibles, sin perjuicio de la
autoridad administrativa a la cual estén sometidos, todo ello de
conformidad con lo preceptuado en los artículos 114 del Código Orgánico
Procesal Penal, 19 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y 3 del
Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas; fase de carácter preparatoria de la investigación
preliminar que termina, de conformidad con lo previsto en el texto adjetivo
penal, con la presentación por parte del representante fiscal, del
correspondiente acto conclusivo, actuación que efectuará ante el órgano
jurisdiccional competente, y en la oportunidad procesal que señale el
legislador en el código rector del procedimiento penal.
Dispuesto ello así, incumbe a los órganos de investigaciones científicas,
penales y criminalísticas, bajo la dirección del Ministerio Público, la
práctica de las diligencias tendentes a la determinación de los hechos
punibles y a la identificación de sus autores y partícipes, constituyendo ese
el propósito de la ley que reglamenta su actuación.
Llegados a este punto se puede indicar, que el sistema acusatorio impone
la necesidad de la separación de la actividad de persecución penal -
acusación- a cargo de un órgano estatal -Ministerio Público- y la función de
juzgamiento, en potestad también de otro órgano estatal -juez- funciones
diferenciadas que deben ser desplegadas por los operadores de justicia en
330
referencia en el proceso penal, apegados siempre a los principios de
legalidad, independencia y objetividad.
Concebido ello así, tenemos que en el caso bajo análisis el acusado
Wilfredo Leonardo Pérez, se encuentra a la orden del Juzgado de Primera
Instancia en Funciones de Juicio N° 19 del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, tribunal al que fueron remitidas las presentes
actuaciones, visto que en fecha 11 de mayo de 2001, el Juzgado de
Primera Instancia en lo Penal en Funciones de Control N° 47 del mismo
Circuito Judicial Penal, en el acto de la audiencia de calificación de
flagrancia, ordenó la remisión de las actuaciones al juez unipersonal de
juicio para que directamente convocara al juicio oral y público, de
conformidad con lo previsto en ese entonces en el artículo 374, aparte
primero –hoy segundo aparte del artículo 373- del Código Orgánico
Procesal Penal.
Así las cosas, en dicha oportunidad procesal -acto de la audiencia del
juicio oral y público- el ciudadano Augusto José Zapata, en su condición de
Fiscal Auxiliar de la Fiscalía Sexagésima Sexta del Ministerio Público (E)
del Área Metropolitana de Caracas, presentó formal acusación contra el
encausado Wilfredo Leonardo Pérez, por la comisión del delito de
desvalijamiento de vehículo automotor, previsto y sancionado en el
artículo 3 de la Ley Sobre Hurto y Robo de Vehículo Automotor,
cumpliendo de esta forma el Ministerio Público, en la oportunidad procesal
prevista por el legislador en el texto adjetivo penal, con la atribución que le
confiere el ordenamiento jurídico.
Por ello consideramos que, interpretar que por el hecho que el Ministerio
Público sea el funcionario llamado por ley para dirigir la investigación
penal, así como por tener a su cargo funcionalmente a los órganos de
policía de investigaciones penales, en cuanto al desarrollo de la
investigación, tenga que practicar una serie de diligencias en la causa N°
19-J-091-01, seguida contra el ciudadano Wilfredo Leonardo Pérez, tales
como ´…verificar sus datos filiatorios; indagar en lugares de su residencia
habitual, con sus familiares, en su trabajo, en los registros civiles (…)
identificar situaciones tales como: si el mismo vive o ha fallecido, si ha sido
denunciado como desaparecido, si se encuentra en estado de incapacidad
mental, si fue objeto de otra detención etc.…´, todas ellas tendentes a
lograr la aprehensión del acusado en mención, es un criterio, a nuestro
juicio equivocado de la ciudadana Renée Moros Troccoli, Juez de Primera
Instancia en Funciones de Juicio N° 19 del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas.
Dicha aseveración se sustenta en el argumento que el encausado de autos
no se encuentra a la orden del Ministerio Público sino del citado órgano
jurisdiccional, único facultado para decretar en ejercicio de su poder
jurisdiccional medidas de coerción debidamente fundadas, que restrinjan la
libertad del imputado, y consecuencialmente, a los fines de hacer ejecutar
sus decisiones, llevar a cabo, vista la advertencia de los motivos de su
procedencia, la captura del ciudadano Wilfredo Leonardo Pérez.
Complementa lo antes expresado, el hecho que en el presente caso
estamos en presencia de actuaciones que deben ser llevadas a cabo por
el propio órgano policial al cual de hecho el juez le encomendó la misión
de hacer efectiva la aprehensión del precitado acusado, a quien en data 22
de enero de 2004, acordó reanudarle el proceso, visto el incumplimiento
del régimen de prueba impuesto por el órgano jurisdiccional con ocasión al
otorgamiento de una de las formas alternativas a la prosecución del
331
proceso, como lo es la suspensión condicional del proceso (la acusación
en el caso de marras fue presentada por el representante fiscal en el acto
de la audiencia del juicio oral y público, celebrada por ante el citado
tribunal en fecha 6 de julio de 2001).
En efecto, en fecha 22 de enero de 2004, la ciudadana Renée Moros
Troccoli, en su condición de Juez de Primera Instancia en Funciones de
Juicio N° 19 del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
a través comunicación N° 060-2004, dirigida al Jefe de la División Nacional
de Captura del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y
Criminalísticas, le remitió adjunto, orden de
captura a nombre del acusado Wilfredo Leonardo Pérez, a los fines de que
´…sea ubicado, y trasladado con carácter de inmediatez a la sede de este
Juzgado…´, tal y como se colige a los folios 66 y 67 del expediente.
Siendo ello así, mal pudo la juez en mención remitir el Expediente N° 19-J-
091-01, seguido contra el ciudadano Wilfredo Leonardo Pérez, por la
presunta comisión del delito de desvalijamiento de vehículo automotor,
previsto y sancionado en el artículo 3 de la Ley Sobre Hurto y Robo de
Vehículo Automotor, a la sede de esa representación fiscal, a los fines
antes señalados, ya que no le es dable al Ministerio Público practicar las
diligencias ordenadas mediante Resoluciones Judiciales de fechas 13 y 31
de agosto de 2004, sino al cuerpo de policía de investigaciones penales al
cual la referida juez le encargó la captura del acusado en mención,
haciendo uso de su poder jurisdiccional; amén de que las mismas forman
parte de las diligencias que debe realizar el Cuerpo de Investigaciones,
Científicas, Penales y Criminalísticas, a los fines de hacer efectiva la orden
confiada.
Por otro lado, en la hipótesis de que la ciudadana Renée Moros Troccoli,
en su condición de Juez de Primera Instancia en Funciones de Juicio N°
19 del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, le
solicitara directamente al cuerpo policial en referencia la práctica de dichas
actuaciones, bajo ningún concepto tal solicitud comprometería, a criterio de
este órgano consultivo, la imparcialidad del citado órgano jurisdiccional,
toda vez que dicha orden no constituye una intromisión en las facultades
investigativas del Ministerio Público, sino por el contrario las mismas
forman parte de las denominadas facultades ordenatorias que tiene el juez
dentro del proceso penal, y a las cuales le debe fiel cumplimiento, vista su
condición de tutor de la correcta aplicación de las leyes.
En concreto, habida cuenta que el fiscal del Ministerio Público por mandato
constitucional y procesal ejerce la acción penal en los delitos de acción
pública, y vista la separación de las funciones de investigación y
juzgamiento –característica fundamental del sistema acusatorio- éste
funcionario debe ejercitar con independencia su labor investigativa, salvo
las restricciones jurisdiccionales previstas en el ordenamiento jurídico;
función que desplegará a todo evento con estricta sujeción a la
Constitución, los tratados internacionales y las leyes.
En términos similares se pronunció la Comisión Legislativa del Congreso
de la República -hoy Asamblea Nacional- en el Informe presentado sobre
el Proyecto de Código Orgánico Procesal Penal, al señalar lo siguiente:
´En el sistema propuesto en el Proyecto de Código, aprobado por la
Comisión, la titularidad de la acción penal corresponde al Ministerio
Público que, en su carácter de tal, conduce la investigación
preparatoria…/…En dicha fase se establece un control jurisdiccional que
obliga a que cualquiera actuación de investigación que implique alguna
332
restricción a un derecho fundamental requiera la autorización del juez de
control, quien actuará a solicitud del fiscal y decidirá sólo en consideración
a si la medida planteada está prevista en la ley. Se trata así de crear un
adecuado balance entre la eficacia de la investigación y la necesaria
protección de los derechos de los ciudadanos. Si la prueba es obtenida de
manera ilegal ella no puede se utilizada´.
Como colofón de lo anterior, la doctrina extranjera se manifiesta con las
palabras siguientes:
´La investigación de los hechos punibles y el ejercicio de la acción y
acusación públicas, así como la promoción del proceso en todas sus fases
hasta su fenecimiento, sólo será posible al Ministerio Público, sí su
actuación está respaldada con plena y real independencia funcional y
económica, sin supeditaciones ni interferencias, salvo las excepciones en
cuanto al control de la investigación y la acusación, a cargo de los Jueces
de Primera Instancia´.
Ante estas consideraciones, se sugiere que esa representación fiscal
devuelva el Expediente N° 19-J-091-01, seguido contra el ciudadano
Wilfredo Leonardo Pérez, por la presunta comisión del delito de
desvalijamiento de vehículo automotor, al juzgado de Primera Instancia en
Funciones de Juicio N° 19 del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, por considerar que el mismo debe reposar en
dicho recinto tribunalicio, a la espera que el órgano de policía de
investigaciones penales comisionado en el presente caso, haga efectiva la
orden de captura a nombre del precitado ciudadano, y para tales fines le
remito adjunto, la causa en referencia constante de noventa y tres (93)
folios útiles.
Asimismo, se propone con el fin de mantener el equilibrio armónico entre
los órganos que integran el Poder Público, que tal actuación se haga del
conocimiento del Juez Presidente del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas -sin obviar que el mismo no puede interferir en
las actuaciones de los jueces- por representar al Circuito ante las
instituciones públicas y privadas, en los términos establecidos en el
numeral 5, del artículo 534, del Código Orgánico Procesal Penal.
Por último, hago de su debido conocimiento que la revisión efectuada a las
actas procesales que integran el expediente de marras, estuvo dirigida de
manera exclusiva a la materia sometida a nuestra consideración por esa
representación del Ministerio Público, por lo que este Despacho no entró a
analizar otros aspectos jurídicos relacionados con las mismas…”.
333
COPP art:108-14
COPP art:114
COPP art:116
COPP art:300
COPP art:327
COPP art:373
COPP art:534-5
LOMP art:11-4
LOMP art:11-6
LOMP art:19
LOMP art:34-1
LOMP art:34-3
LOMP art:34-5
LOMP art:34-7
LOMP art:34-8
LOMP art:34-10
LOPJ art:2
LOPJ art:10
LPIP art:3
STSJSCO 09-12-2003
334
152
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2886 -2004-78777 FECHA:20041101
TITL El precepto comprendido en el artículo 12 de la Ley para el
Desarme, contentivo de la violación de una regla de conducta
que acarrea la consecuente aplicación de una sanción de multa
como mecanismo coercitivo del Estado, constituye una
infracción de índole administrativa.
FRAGMENTO
“Me dirijo a usted, con ocasión al contenido del Oficio N° LAR-7-3351 03,
mediante el cual eleva a consideración de este Despacho una serie de
interrogantes que guardan relación con la Ley para el Desarme, las cuales
se encuentran formuladas de la forma siguiente:
¿Es la normativa contenida en el artículo 12 de la Ley Para el Desarme un
tipo penal o una infracción administrativa?;
¿Incurrirá en el delito de porte ilícito de armas aquel ciudadano que
detente un arma de fuego poseyendo vencida la permisología emanada de
la Dirección Nacional de Armas y Explosivos del extinto Ministerio de
Relaciones Interiores, o sólo debe considerarse una infracción
administrativa?, y ¿Cómo deben ser tramitadas estas infracciones y ante
cuál órgano? Ante tales expectaciones, este órgano consultivo del
Despacho del Fiscal General de la República, procede a emitir el dictamen
correspondiente en los términos siguientes:
En sintonía con el Texto Fundamental, la ley es el acto sancionado por la
Asamblea Nacional como cuerpo legislador, y la misma se clasifica en
orgánicas, y habilitantes; en tanto que los instrumentos normativos que
reúnan sistemáticamente disposiciones relativas a determinadas materias
reciben el calificativo de códigos”.
“En palabras de José Peña Solís, en el campo doctrinario se estila emplear
las calificaciones... ‘ leyes formales’ y ‘ leyes ordinarias’ (…) En realidad
todas las leyes emanadas del Congreso Nacional -hoy Asamblea Nacional-
son formales (…) y dentro de este género las ordinarias constituyen el tipo
más común, o mayoritario de toda la producción normativa emanada de
dicho órgano legislativo. / En efecto, de conformidad con el texto
constitucional la otra clase de leyes formales está constituida por las
orgánicas (…) de tal manera que en forma reductiva se puede sostener
que son leyes formales ordinarias todas las emanadas del Congreso
Nacional, excluyendo a las calificadas como orgánicas, ya sean por
denominación constitucional o por investidura parlamentaria”
“Continúa expresando el citado autor, que el vocablo ley desde el punto de
vista jurídico suele ser usado ´…en sentido amplísimo, como sinónimo de
derecho, o mejor dicho de norma jurídica, escrita o no; por tanto será
correcto llamar ley tanto a la Constitución como a la costumbre; en sentido
amplio como norma escrita, cualquiera que sea su rango y fuente de
producción. Luego, será ley tanto el reglamento Ejecutivo o el autónomo,
dictado por el Presidente de la República en Consejo de Ministro, como
una ley sancionada por el Congreso (…) y; finalmente, en sentido
335
restringido, como ley formal, que es el acto dictado por las Cámaras
actuando como cuerpos colegisladores, siguiendo el procedimiento
establecido en la Constitución…´.
En términos generales, el ordenamiento jurídico se compone de la suma
de distintos cuerpos normativos, unos de los cuales son autónomos, y
otros se hallan coordinados, integrándose o excluyéndose entre sí.
Algunos de dichos instrumentos, regulan preceptos jurídicos con la
consecuencia inmediata de la aplicación de una pena o la imposición de
una multa, bien sea por estar en presencia de una conducta denominada
delito; de una falta o de un precepto administrativo”.
“Sobre este punto, refiere Francisco Muñoz Conde, que para saber cuándo
estamos en presencia de un delito o de una falta hay que …ver (…) la
pena que en el precepto penal correspondiente se asigne al hecho en
cuestión (consideración abstracta). Esta distinción entre delito y falta es,
por consiguiente, puramente cuantitativa (…) Es, pues, una cuestión de
política legislativa el que un hecho se considere como delito o como una
falta. Normalmente las faltas suelen ser delitos en miniatura, ‘ delitos
veniales’ (…) y no difieren mucho de los delitos. Pero otras veces son más
bien puras infracciones administrativas, que sólo por la tradición se
incluyen en el Código Penal…/…La distinción entre delito y falta tiene
consecuencias de orden material (así, por ejemplo, en lo relativo a la
punición de la tentativa (…) prescripción (…) reglas de aplicación de la
pena (…) y de orden procesal (distinta competencia judicial y distinto
procedimiento)...”.
“En este orden de ideas, dentro de este amplio conglomerado de leyes
encontramos aquéllas que aluden a la materia administrativa, cuyo control
está a cargo de la administración en su carácter de tuteladora del interés
colectivo, y que castigan con la imposición de una sanción denominada
multa la vulneración de determinados preceptos contenidos en ellas, y
cuya delimitación del derecho penal es debido a ciertas particularidades,
tales como, la relativa al órgano que va a imponer la sanción -órgano
jurisdiccional, administración- distintos procedimientos y diferencias en
cuanto a la sanción a imponer por la transgresión de una regla de
conducta.
Tal es la posición adoptada por el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, cuando en fallo proferido en data 22 de julio de 2003,
asentó lo siguiente:
´…Como la administración está encargada de velar porque la sociedad
logre la satisfacción de sus necesidades, para ello puede quedar habilitada
para sancionar a quienes infrinjan las normas que permitirían ese
bienestar, siempre que la violación sea de escasa entidad y la sanción se
corresponda precisamente con esa ausencia de gravedad. En el resto de
los casos -conductas graves que merecen sanciones severas- sólo el
legislador nacional y los jueces podrían actuar, el primero para reglar la
situación y el segundo para castigar al culpable según la tipificación
previa…/…en materia penal no sólo existe el límite indicado-tipificación por
ley nacional-, sino que únicamente los jueces pueden imponer la sanción.
En materia administrativa no es así: aparte de que los órganos
deliberantes estadales y locales están habilitados para la tipificación,
dentro de sus competencias respectivas, la imposición de la sanción le
está permitida a la propia Administración estadal y local, sin necesidad de
acudir a los órganos jurisdiccionales. Igual ocurriría con la Administración
nacional: la falta debe preverla una Ley de la Asamblea, pero su sanción
336
toca al Poder Ejecutivo…´.
Sintetizando lo expuesto en los párrafos anteriores, podemos decir, sin
obviar la importancia de la tipificación de la norma por ley nacional, estadal
o local dentro de sus competencias respectivas, que lo determinante para
distinguir el derecho penal del derecho administrativo sancionador, es lo
concerniente al órgano encargado de aplicar la sanción así como la
gravedad o nimiedad de la penalidad a imponer, como corolario de la
infracción del mandato.
En el sentir de Jesús-María Silva Sánchez, lo decisivo es la finalidad que
persiguen el derecho penal y el administrativo sancionador, habida cuenta
que ´El primero persigue proteger bienes concretos en casos concretos y
sigue criterios de lesividad o peligrosidad concreta y de imputación
individual de un injusto provecho.
El segundo persigue ordenar, de modo general, sectores de actividad
(reforzar, mediante sanciones, un determinado modelo de gestión
sectorial). Por eso no tiene que seguir criterios de lesividad o peligrosidad
concreta, sino más bien, de afectación general, estadística; asimismo no
tiene que ser tan estricto en la imputación, ni siquiera en la
persecución…/…el Derecho administrativo sancionador es el refuerzo de
la ordinaria gestión de la Administración. Así cabría afirmar que es el
derecho sancionador de conductas perturbadoras de modelos sectoriales
de gestión. Su interés reside en la globalidad del modelo, en el sector en
su integridad, y por eso tipifica infracciones y sanciona desde perspectivas
generales…/…el Derecho administrativo sancionador no precisa, para
sancionar, que la conducta específica, en sí misma concebida, sea
relevantemente perturbadora de un bien jurídico, y por ello tampoco es
necesario un análisis de lesividad en el caso concreto…´.
Dentro de este marco de análisis, esta Dirección de Consultoría Jurídica
considera que en el caso sometido a estudio estamos en presencia de un
instrumento normativo de índole netamente administrativo -Ley para el
Desarme- toda vez que la misma esta conformada por reglas reguladoras
de determinada conducta cuyo control está a cargo de la administración -
Poder Ejecutivo, representado por la Dirección de Armamento de la Fuerza
Armada Nacional- en su carácter de tuteladora del interés colectivo, con el
fin de garantizar el objeto de utilidad general de la actividad pública.
La utilidad general de la actividad pública en el caso de marras no es otra,
que el ´…desarme de las personas que porten, detenten u oculten armas
de fuego de manera ilegal, a los fines de salvaguardar la paz, la
convivencia, la seguridad ciudadana y de las instituciones, así como la
integridad física de las personas y de sus propiedades´, constituyendo éste
el objeto del citado cuerpo, en los términos establecidos en su artículo 1°.
Complementa tal tesis, el hecho de que el instrumento en comento
sanciona con la imposición de multas -equivalente a veinte unidades
tributarias (20 U.T.) -de cara a la inobservancia por parte de los
particulares de determinados deberes contenidos en ella -artículos 11 y 12-
peculiaridad que constituye otra de las características del campo
sancionador administrativo, cuyo marco de actuación le corresponde al
Poder Ejecutivo, por conducto de la Dirección de Armamento de la Fuerza
Armada Nacional, tal y como se colige del propio cuerpo normativo en
estudio.
Subraya el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, en
pronunciamiento dictado en fecha 30 de marzo de 2004, que tanto la
doctrina como la jurisprudencia han reconocido que:
337
´...el objeto y estudio del Derecho Administrativo Sancionador se configura
en el ejercicio de la potestad punitiva realizada por lo (sic) órganos del
Poder Público actuando en función administrativa, requerida a los fines de
hacer ejecutables sus competencias de índole administrativa, que le han
sido conferidas para garantizar el objeto de utilidad general de la actividad
pública. Esto se debe la necesidad de la Administración de contar con los
mecanismos coercitivos para cumplir sus fines, ya que de lo contrario la
actividad administrativa quedaría vacía de contenido, ante la imposibilidad
de ejercer el ius puniendi del Estado frente a la inobservancia de los
particulares en el cumplimiento de las obligaciones que les han sido
impuestas por ley, de contribuir a las cargas públicas y a las necesidades
de la colectividad´.
A lo señalado, se suma el hecho de que la propia Ley para el Desarme
remite expresamente en su artículo 13, a las disposiciones del Código
Penal, específicamente a lo dispuesto en el Título V, del Libro Segundo, a
los fines de sancionar el comercio; la entrega a otra persona de un arma
de fuego ilegal, o a quien la oculte.
Por todo lo antes expuesto se puede afirmar, que el precepto previsto en el
artículo 12 de la Ley para el Desarme, contentivo de la violación de una
regla de conducta que acarrea la consecuente aplicación de una sanción
de multa como mecanismo coercitivo del Estado, constituye a criterio de
este órgano consultivo una infracción de índole administrativa.
En cuanto a la interrogante de que si incurre en el delito de porte ilícito de
arma el ciudadano que detente un arma de fuego poseyendo vencida la
permisología emanada de la Dirección Nacional de Armas y Explosivos del
extinto Ministerio de Relaciones Interiores, o sólo debe considerarse una
infracción administrativa, este Despacho considera que existe
responsabilidad tanto penal como administrativa por el hecho de ´portar´
armas sin la debida autorización expedida por el órgano correspondiente
de conformidad con lo establecido en la Ley para el Desarme, ello debido a
las distintas formas que reviste la responsabilidad jurídica, y dado que las
mismas no se excluyen entre sí.
Hildegard Rondón De Sansó, refuerza lo antes dicho en los términos
siguientes:
´De un solo hecho es posible que deriven distintas consecuencias
desfavorables para un mismo sujeto. De un acto ocasionado con intención
de daños (dolo) puede desprenderse para su autor la responsabilidad
penal, la patrimonial, la disciplinaria. /Es conveniente señalar igualmente la
situación contraria, esto es, la de que de un hecho derive sólo un tipo de
responsabilidad, con prescindencia de las demás. De allí que convenga
enunciar la regla con toda claridad en el sentido siguiente: de un mismo
hecho pueden derivar diferentes responsabilidades, lo cual no implica que
siempre sea así, ya que tal hecho puede ser simplemente la fuente de
alguna de ellas específicamente, con prescindencia de las demás. / Es el
anterior el llamado ‘ principio de la independencia de cada tipo de
responsabilidad frente a los restantes’ enunciado en la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público, en su artículo 32 –hoy Ley Contra la
Corrupción- respecto a la responsabilidad administrativa frente a la
responsabilidad civil y penal…´.
Por último resta señalar, que por tratarse el cuerpo normativo en comento,
de una ley especial de corte administrativo, lo concerniente a la
responsabilidad que acarrea la inobservancia de los preceptos contenidos
en ella, debe ser tramitada por la autoridad competente en los términos
338
indicados en el texto jurídico en referencia…”.
DESC ARMAS
DESC DELITOS
DESC DESARME
DESC FALTAS
DESC LEYES
DESC RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC SANCIONES LEGALES
339
153
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Fiscalías Superiores DFS
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2941-2004-79329 FECHA:20041102
TITL Mediante la inclusión del artículo 261 constitucional, se
descartó cualquier posibilidad de interpretación, al instituirse
claramente que el conocimiento de las infracciones de
naturaleza militar compete exclusivamente a los tribunales
castrenses, en tanto que los delitos comunes deben ser
juzgados por los tribunales ordinarios.
FRAGMENTO
340
fiscalía militar llevan implícito una declaración de competencia de parte de
los tribunales militares porque en caso negativo hubiesen planteado la
declaratoria de incompetencia de conformidad con el artículo 77 del
Código Procesal Penal, es de resaltar que esta fiscalía ordinaria para
dirigirse ante un tribunal debería realizar algún acto conclusivo, lo cual es
imposible en los actuales momentos y no podremos hacerlo antes de que
venza el plazo del 7-11-2004, fecha en que debe presentar la Fiscalía
Militar Cuarta la acusación ante el tribunal militar´ .
Informa asimismo, que la Fiscalía Militar calificó de manera inmediata los
hechos suscitados como delito de rebelión militar, conforme a lo previsto
en el artículo 476, numeral 1, del Código Orgánico de Justicia Militar, y la
preocupación de dicho organismo por obtener las evidencias efectuadas
por la fiscalía del Ministerio Público; elementos de convicción éstos que
podrían ser utilizados en contra del ciudadano Jhoel Alfonso Rojas, a quien
le fue imputado el delito en mención.
En tal sentido considera ´…pertinente plantear la excepción (…) prescrita
en el ordinal 2° del artículo 28 del COPP, y se despliega (sic) en ese orden
el tramite (sic) de la misma conforme a lo señalado en el artículo 29
ejusdem, en forma de incidencia por estar inmersos actualmente en la fase
preparatoria, por escrito debidamente fundada (sic) ante el Juez de
Control´.
Ante tales planteamientos este órgano consultivo procede a emitir el
dictamen correspondiente en los términos siguientes:
Acorde con lo preceptuado en el Texto Fundamental en su artículo 261, los
delitos comunes deben ser juzgados por los tribunales ordinarios, mientras
que los delitos de naturaleza militar son de la competencia exclusiva de los
tribunales militares a cuya actuación deben limitarse.
En efecto, reza dicha disposición lo siguiente:
´La jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder Judicial, y sus
jueces o juezas serán seleccionados o seleccionadas por concurso. Su
ámbito de competencia, organización y modalidades de funcionamiento se
regirán por el sistema acusatorio y de acuerdo con lo previsto en el Código
Orgánico de Justicia Militar. La comisión de delitos comunes, violación de
derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, serán juzgados por los
tribunales ordinarios. La competencia de los tribunales militares se limita a
delitos de naturaleza militar…´.
Como se advierte, mediante la inclusión de esta norma el constituyente de
1999 descartó cualquier posibilidad de interpretación, al instituir claramente
que el conocimiento de las infracciones de naturaleza militar compete
exclusivamente a los tribunales castrenses, en tanto que los delitos
comunes deben ser juzgados por los tribunales ordinarios.
Así lo ha desarrollado el Tribunal Supremo de Justicia en insistida
jurisprudencia, al solucionar conflictos de competencia por la materia
surgidos entre las jurisdicciones ordinaria y militar, sobre la base de lo
establecido en el citado artículo 261 Constitucional, dentro de las cuales
cabe citar las siguientes:
- Fallo proferido por la Sala de Casación Penal, en fecha 23 de octubre de
2001, mediante el cual declaró competente para conocer de la causa
instruida contra el ciudadano Tte. (EJ) Alejandro Dario Sicat Torres, por la
comisión de los delitos de homicidio y lesiones personales, cometidos en
perjuicios de los ciudadanos Jesús Alberto Febres; Jesús Alberto Vásquez
Álvarez y Jorge Luis Araiza Coronado, al Tribunal Tercero de Control del
Circuito Judicial Penal del Estado Aragua, y consecuencialmente, declaró
341
la nulidad de todo lo actuado y ordenó al Consejo de Guerra Permanente
con sede en Maracay, enviar el expediente al Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial Penal correspondiente.
En la aludida decisión, el Máximo Tribunal de la República señaló lo
siguiente:
´Establece el artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que los delitos comunes serán juzgados por los tribunales
ordinarios y la competencia de los tribunales militares se limitará a las
infracciones de naturaleza militar. En consecuencia debe entenderse por
éstos delitos aquellas infracciones que atenten a los deberes militares. La
Constitución resuelve, en esta forma las viejas dudas existentes al
respecto y lo hace aplicando el principio de la igualdad: no existe fuero
castrense en razón de las personas que cometan o sean víctimas de
delitos, sino que la jurisdicción sigue a la naturaleza de la infracción,
siendo procedente declarar que el tribunal competente para conocer de la
causa, seguida al ciudadano Tte. (EJ) Alesandro Sicat Torres, lo es el
Tribunal Tercero de Control del Circuito Judicial Penal del Estado
Aragua…´.
Se considera importante resaltar que el conflicto de competencia de
conocer en dicho caso, fue generado a solicitud de declaratoria que
efectuara en tal sentido, el Fiscal Sexto del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Aragua, al Tribunal Tercero de Control
del Circuito Judicial Penal de la entidad federal en mención.
- Pronunciamiento dictado en fecha 13 de mayo de 2004 por la Sala de
Casación Penal, a través del cual declaró competente al Tribunal Primero
de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, para conocer de los
hechos ocurridos el 30 de marzo del presente año, en la sala disciplinaria
´…del 105 BING CARLOS SOUBLETTE ubicado en Fuerte Mara…´ en los
cuales los ciudadanos Ángel Enrique Medina; Mauricio Pulgar Parra; Jesús
Mena Torres; Eusebio Reyes Galué; César Cambar Tatys y Alcides
Martínez Velásquez, resultaron lesionados y fallecido con posterioridad, el
ciudadano que en vida respondiera al nombre de Ángel Ciro Pedreáñez, y
en consecuencia ordenó remitir el expediente al tribunal declarado
competente.
Tuvo como fundamento dicha decisión entre otros particulares, lo referido
por la Sala Constitucional en cuanto a la jurisdicción militar, en los términos
que de seguidas se procede a transcribir:
´…Comparte esta Sala Constitucional el referido criterio de la Sala de
Casación Penal, puesto que conforme al dispositivo expreso del artículo
261 de la Constitución, los delitos comunes cometidos por los militares,
aun cuando sea en ejercicio de funciones militares, en actos de servicio,
en comisiones o con ocasión de ellas o encontrándose dentro o fuera de
las instalaciones militares, deben ser juzgados por los tribunales
ordinarios, sin que pueda establecerse ninguna excepción en este sentido,
y la jurisdicción militar se limita al juzgamiento de los delitos militares
tipificados en las leyes especiales que regulan esta materia, de forma tal
que es la naturaleza del delito lo que determina en todos los casos la
jurisdicción que debe juzgarlo…´.
En esa línea de razonamiento se considera oportuno acotar que en
materia de fuero de atracción, el Código Orgánico Procesal Penal es claro
al disponer en el encabezamiento de su artículo 75, que ´Si alguno de los
delitos conexos corresponde a la competencia del Juez ordinario y otros a
la de los jueces especiales, el conocimiento de la causa corresponderá a la
342
jurisdicción penal ordinaria…´.
Concatenando lo antes expuesto con el caso sometido a estudio, se tiene
forzosamente que llegar a la conclusión que por estar en presencia de un
delito común previsto y sancionado en el código sustantivo penal,
corresponderá al fiscal del Ministerio Público que conduce la investigación
N° 04-F3-743-04, iniciada con ocasión a los hechos acaecidos en el sector
denominado Mata de Caña, Parroquia Urdaneta Jurisdicción del Municipio
Páez del Estado Apure, ejecutado presuntamente por las Fuerza Armadas
Revolucionarias de Colombia -FARC- y donde perdieron la vida los
ciudadanos: Subteniente (Ej) Carlos Pérez Fernández; Sargento Segundo
(Ej) Julio Alberto Castro Sanguino; Cabo Primero (Ej) Rafael Ilzazi
Ildemaro; Cabo Primero (Ej) Luis Alexander Rojas González; Cabo Primero
(Ej ) Jean Narváez Valdez, y Ana Laura Carrasco, solicitar a un Juez de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado Apure una declaratoria de competencia, sobre la base de los
estatuido en el artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela; operador de justicia éste al cual corresponde pronunciarse
sobre su competencia para conocer de los hechos.
Ahora bien, en la solicitud de opinión dirigida en esta ocasión, se indica el
criterio del fiscal del proceso sobre la oportunidad en que a su juicio
corresponde plantear un conflicto de competencia, señalando al efecto que
´...esta fiscalía ordinaria para dirigirse ante un tribunal debería realizar
algún acto conclusivo…´.
Discrepa esta Dirección de tal criterio por considerar que aún en fase
preparatoria debe plantearse judicialmente el conflicto de competencia
cuando exista motivo para ello, pues dicha etapa procesal al igual que las
demás es controlada por el órgano jurisdiccional; además de ser materia
de orden público. Postura ésta que ha sido doctrina de esta Institución.
Efectivamente, mediante opinión DCJ-2-1626-2003, de fecha 9 de junio de
2003, este Despacho se pronunció de la forma siguiente:
´…es jurídicamente procedente el planteamiento de un conflicto de
competencia durante la fase preparatoria; y en segundo lugar, que el
planteamiento de un conflicto de competencia en esta fase no puede
sujetarse a la previa producción de algún acto conclusivo, pues además de
no disponerlo así la ley, tal fase por ser judicial desde su inicio se
encuentra sometida al control del órgano jurisdiccional…´.
Por otra parte, concluye usted en su requerimiento que nos encontramos
en el supuesto contenido en el numeral 2, del artículo 28 del Código
Orgánico Procesal
Penal, por lo que ´…considera pertinente plantear la excepción citada (…)
y se despliega (sic) en ese orden el tramite (sic) de la misma conforma a lo
señalado en el artículo 29 ejusdem (sic) en forma de incidencia por estar
inmersos actualmente en la fase preparatoria…´.
Nuevamente disiente este órgano consultivo de tal criterio por carecer el
mismo de toda argumentación jurídica, en virtud de que el ciudadano
Víctor Argenis García Flores, Fiscal Duodécimo del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Apure, es incompetente para actuar en
la jurisdicción militar, no teniendo en consecuencia la cualidad de parte
para hacerlo.
Como colofón, esta Dirección de Consultoría Jurídica estima que el citado
representante fiscal en ejercicio de sus funciones constitucionales y
procesales debe requerir a un Juez de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Estado Apure, que se declare
343
competente para conocer del proceso iniciado con ocasión a los hechos
ocurridos en data 17 de septiembre de 2004, en el sector denominado
Mata de Caña, Parroquia Urdaneta Jurisdicción del Municipio Páez del
Estado Apure, y donde perdieron la vida los ciudadanos: Subteniente (Ej)
Carlos Pérez Fernández; Sargento Segundo (Ej) Julio Alberto Castro
Sanguino; Cabo Primero (Ej) Rafael Ilzazi Ildemaro; Cabo Primero (Ej) Luis
Alexander Rojas González; Cabo Primero (Ej ) Jean Narváez Valdez, y
Ana Laura Carrasco…”.
344
154
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2046-2004 FECHA:20041108
TITL Los fiscales del Ministerio Público para el régimen de
transición, no tienen la facultad de decretar el archivo fiscal.
FRAGMENTO
346
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 5.569, de
fecha 31 de diciembre de 2001, le amplió la competencia para las causas
penales a los ´fiscales auxiliares interinos´ y ´fiscales auxiliares´, adscritos
a las fiscalías de las distintas Circunscripciones Judiciales del Territorio
Nacional.
Tal ampliación de competencia a los mencionados representantes fiscales
está circunscrita, de conformidad con lo establecido en el artículo 1 de la
citada Resolución N° 517, a las atribuciones contenidas en los ordinales
del 2° al 4°, 6° al 8°, numerales del 10 al 14, 24 y 25 del artículo 34 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público, referido a los deberes y atribuciones
de los fiscales del Ministerio Público, y las mismas les fueron asignadas y
atribuidas de manera excepcional y provisoria para el ejercicio de sus
funciones con el carácter de accidental y ad-hoc de fiscales especiales
para el proceso de transición, tal y como se evidencia de los artículos 1° y
2 de la resolución en comentario.
Dentro de esta asignación de deberes y atribuciones no se encuentra la
concerniente a la facultad de dictar el archivo de las actuaciones como
acto conclusivo de la investigación, figura procesal que de conformidad
con lo previsto en el artículo 315 del Código Orgánico Procesal Penal
procede cuando el resultado de la investigación resulta insuficiente para
acusar.
Cabe advertir con relación a dicha institución, que con su aplicación no se
concluye la investigación, ya que de acuerdo con lo previsto en el
encabezamiento de la norma jurídica citada ut supra, ésta se puede reabrir
por el fiscal del Ministerio Público cuando aparezcan nuevos elementos de
convicción o cuando así lo solicite la víctima indicando a ese efecto las
diligencias conducentes.
Como se observa, la provisionalidad es la característica principal de dicho
acto, por lo que cabe señalar que el archivo fiscal en otras legislaciones se
conoce bajo la acepción de sobreseimiento provisional, por configurar
ambas instituciones un aplazamiento del proceso.
En ese contexto, se pronuncia el autor de la obra ´El Proceso Penal´
Fernando Gómez de Liaño González, en los términos siguientes: ´…se
incluyó en el texto actual para resolver aquellos casos en que existiendo
indicios razonables de haberse perpetrado un delito, no hubiese pruebas
suficientes para mantener una acusación, y mientras esas pruebas no
apareciesen la causa se sobreseerá provisionalmente…´.
En tal sentido, tomando en consideración que la reapertura de la
investigación está supeditada a motivos fácticos que surjan o no en el
proceso en el transcurso del tiempo, mal podría atribuírsele a los fiscales
del Ministerio Público para el Régimen de Transición la facultad de
decretar el archivo de las actuaciones; toda vez que la asignación de las
referidas competencias les fue atribuida de manera excepcional y
provisoria sólo para el proceso de transición hasta tanto se culmine el
descongestionamiento del cúmulo de expedientes penales que se
encuentren en esa fase.
No obstante ello, no se puede pasar por alto la previsión contenida en el
artículo 522 del Código Orgánico Procesal Penal, en el cual el legislador
de manera expresa previó como uno de los actos conclusivos para las
causas bajo el régimen procesal transitorio en la etapa sumarial, la
institución del archivo de las actuaciones a ser aplicado por el fiscal del
Ministerio Público, lo cual resulta acertado habida cuenta de la existencia
de casos, aún en materia de transición, en los que podría resultar
347
procedente la aplicación de ésta figura procesal.
Ante esta situación y habida cuenta del alcance de la competencia que
provisionalmente fue conferida por el Fiscal General de la República a los
denominados ´fiscales auxiliares interinos´ y ´fiscales auxiliares´ en la
respectiva Circunscripción Judicial, no les sería dable decretar el archivo
de las actuaciones, y menos aún podrían reaperturar la investigación, cuyo
marco de procedencia sólo sería factible en el supuesto de que aparezcan
nuevos elementos de convicción o cuando así lo solicite la víctima
debiendo en este caso indicar las diligencias conducentes, en los términos
establecidos en el encabezamiento del artículo 315 del Código Orgánico
Procesal Penal Ahora bien, centrándonos en el caso bajo análisis esta
Dirección de Consultoría Jurídica considera improcedente el archivo fiscal
decretado en fecha 30 de junio de 2000 por la Fiscalía Militar Superior ante
el Consejo de Guerra Permanente de San Cristóbal, en el Expediente N°
1644 (CM-1874), en el cual figuran como imputados los ciudadanos José
Ramón Zerpa Poveda; Florencio Javier López, y Huber Bayona Ríos, por
la presunta comisión del delito de homicidio intencional.
Tal apreciación emerge, del hecho de que el numeral 2, del artículo 522
del código adjetivo penal, relativo al Régimen Procesal Transitorio para las
causas en etapa sumarial, establece que ´En los procesos en los cuales no
se haya ejecutado el auto de detención o de sometimiento a juicio, el Juez
diligenciará la ejecución del auto, y una vez ejecutado y firme, remitirá la
causa al fiscal del Ministerio Público correspondiente, para que proceda
como se indica en el numeral siguiente…´.
Lo que quiere decir que si el órgano jurisdiccional no ejecuta el auto de
detención o el auto de sometimiento a juicio, no le sería dable al fiscal del
Ministerio Público dictar algún acto conclusivo; previsión ésta que en el
presente caso no se observó, vista la existencia de autos de detención sin
ejecutar dictados en data 30 de diciembre de 1988, por el Consejo de
Guerra Permanente de San Cristóbal, en contra de los ciudadanos José
Ramón Zerpa Poveda; Florencio Javier López, y Huber Bayona Ríos, por
la presunta comisión del delito de homicidio intencional, tal y como se
colige de la documentación remitida.
De cara a este escenario, considera esta Dirección de Consultoría Jurídica
que lo procedente en el presente caso es que el Ministerio Público solicite
ante un Juez de Primera Instancia en Funciones de Control, la declaratoria
de nulidad del decreto de archivo fiscal, acordado en fecha 30 de junio de
2000 por la Fiscalía Militar Superior ante el Consejo de Guerra
Permanente de San Cristóbal, en el Expediente N° 1644 (CM-1874), en el
que figuran como imputados los ciudadanos José Ramón Zerpa Poveda;
Florencio Javier López, y Huber Bayona Ríos, por la presunta comisión del
delito de homicidio intencional, de conformidad con lo establecido en los
artículos 190 y 195, ambos del Código Orgánico Procesal Penal, y de esta
manera pueda el órgano jurisdiccional dar cumplimiento con lo prescrito en
el numeral 2, del artículo 522, ejusdem.
Lo señalado se impone, habida cuenta que la misión del proceso penal no
es otra que la realización del derecho penal, y dicho decreto -archivo de
las actuaciones por parte de la Fiscalía Militar Superior ante el Consejo de
Guerra Permanente de San Cristóbal- lejos de propulsar la acción de la
justicia lo que conlleva es a un aplazamiento del proceso, toda vez que
dicha medida impide el impulso procesal ineludible, tendente a lograr la
captura de los ciudadanos José Ramón Zerpa Poveda; Florencio Javier
López, y Huber Bayona Ríos, y las diligencias subsiguientes a éste.
348
Dicho en otras palabras, aceptar la validez del citado decreto de archivo
fiscal implica desconocer la vigencia de los autos de detención dictados en
contra de los precitados ciudadanos por el Consejo de Guerra Permanente
de San Cristóbal, toda vez que el efecto inmediato de la figura procesal en
comentario es la cesación de ´…toda medida cautelar decretada contra el
imputado a cuyo favor se acuerda el archivo…´, en los términos
establecidos en el encabezamiento del artículo 315 del código adjetivo
penal.
Por otro lado, en cuanto a su interrogante sobre si ´…el presente caso
debe seguir por la vía penal ordinaria, aún con un acto conclusivo, como lo
es el Archivo Fiscal…´, le comunico lo siguiente:
Acorde con lo preceptuado en el Texto Fundamental en su artículo 261, los
delitos comunes deben ser juzgados por los tribunales ordinarios, mientras
que los delitos de naturaleza militar son de la competencia exclusiva de los
tribunales militares a cuya actuación deben limitarse.
En efecto, reza dicha disposición lo siguiente:
´La jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder Judicial, y sus
jueces o juezas serán seleccionados o seleccionadas por concurso. Su
ámbito de competencia, organización y modalidades de funcionamiento se
regirán por el sistema acusatorio y de acuerdo con lo previsto en el Código
Orgánico de Justicia Militar. La comisión de delitos comunes, violación de
derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, serán juzgados por los
tribunales ordinarios. La competencia de los tribunales militares se limita a
delitos de naturaleza militar…´.
Como se advierte, mediante la inclusión de esta norma el constituyente de
1999 descartó cualquier posibilidad de interpretación, al instituir claramente
que el conocimiento de los tribunales castrenses queda reducido
estrictamente a las infracciones de naturaleza militar, en tanto que los
delitos comunes deben ser juzgados por los tribunales ordinarios.
Así lo ha desarrollado el Tribunal Supremo de Justicia en insistida
jurisprudencia, al solucionar conflictos de competencia por la materia
surgidos entre las jurisdicciones ordinaria y militar, sobre la base de lo
establecido en el citado artículo 261 Constitucional, dentro de las cuales
cabe citar las siguientes:
Fallo proferido por la Sala de Casación Penal, en fecha 23 de octubre de
2001, mediante el cual declaró competente para conocer de la causa
instruida contra el ciudadano Tte. (EJ) Alejandro Dario Sicat Torres, por la
comisión de los delitos de homicidio y lesiones personales, cometidos en
perjuicios de los ciudadanos Jesús Alberto Febres; Jesús Alberto Vásquez
Álvarez y Jorge Luis Araiza Coronado, al Tribunal Tercero de Control del
Circuito Judicial Penal del Estado Aragua, y consecuencialmente, declaró
la nulidad de todo lo actuado y ordenó al Consejo de Guerra Permanente
con sede en Maracay, enviar el expediente al Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial Penal correspondiente.
En la aludida decisión, el Máximo Tribunal de la República señaló lo
siguiente:
´Establece el artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que los delitos comunes serán juzgados por los tribunales
ordinarios y la competencia de los tribunales militares se limitará a las
infracciones de naturaleza militar. En consecuencia debe entenderse por
éstos delitos aquellas infracciones que atenten a los deberes militares. La
Constitución resuelve, en esta forma las viejas dudas existentes al
respecto y lo hace aplicando el principio de la igualdad: no existe fuero
349
castrense en razón de las personas que cometan o sean víctimas de
delitos, sino que la jurisdicción sigue a la naturaleza de la infracción,
siendo procedente declarar que el tribunal competente para conocer de la
causa, seguida al ciudadano Tte. (EJ) Alejandro Sicat Torres, lo es el
Tribunal Tercero de Control del Circuito Judicial Penal del Estado
Aragua…´.
Pronunciamiento dictado en fecha 13 de mayo de 2004 por la Sala de
Casación Penal, a través del cual declaró competente al Tribunal Primero
de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, para conocer de los
hechos ocurridos el 30 de marzo del presente año, en la sala disciplinaria
´…del 105 BING CARLOS SOUBLETTE ubicado en Fuerte Mara…´ en los
cuales los ciudadanos Ángel Enrique Medina; Mauricio Pulgar Parra; Jesús
MENA Torres; Eusebio Reyes Galué; César Cambar Tatys y Alcides
Martínez Velásquez, resultaron lesionados y fallecido con posterioridad, el
ciudadano que en vida respondiera al nombre de Ángel Ciro Pedreáñez, y
en consecuencia ordenó remitir el expediente al tribunal declarado
competente.
Tuvo como fundamento dicha decisión entre otros particulares, lo referido
por la Sala Constitucional en cuanto a la jurisdicción militar, en los términos
que de seguidas se procede a transcribir:
´…Comparte esta Sala Constitucional el referido criterio de la Sala de
Casación Penal, puesto que conforme al dispositivo expreso del artículo
261 de la Constitución, los delitos comunes cometidos por los militares,
aun cuando sea en ejercicio de funciones militares, en actos de servicio,
en comisiones o con ocasión de ellas o encontrándose dentro o fuera de
las instalaciones militares, deben ser juzgados por los tribunales
ordinarios, sin que pueda establecerse ninguna excepción en este sentido,
y la jurisdicción militar se limita al juzgamiento de los delitos militares
tipificados en las leyes especiales que regulan esta materia, de forma tal
que es la naturaleza del delito lo que determina en todos los casos la
jurisdicción que debe juzgarlo…´.
A todo ello se une el hecho de que en materia de fuero de atracción, el
Código Orgánico Procesal Penal es claro al disponer en el
encabezamiento de su artículo 75, que ´Si alguno de los delitos conexos
corresponde a la competencia del Juez ordinario y otros a la de los jueces
especiales, el conocimiento de la causa corresponderá a la jurisdicción
penal ordinaria…´.
En síntesis, concatenando lo antes expuesto con el caso sometido a
estudio, este órgano consultivo forzosamente llega a la conclusión que por
estar en presencia de un delito común previsto y sancionado en el código
sustantivo penal, y a la luz de lo preceptuado en nuestra Carta Magna y
demás normas que conforman el ordenamiento jurídico, el conocimiento de
la Causa N°1644 (CM-1874) en el cual figuran como imputados los
ciudadanos José Ramón Zerpa Poveda; Florencio Javier López, y Huber
Bayona Ríos, por la presunta comisión del delito de homicidio intencional,
corresponde a la jurisdicción ordinaria…”.
350
COPP art:322
COPP art:522
COPP art:522-2
CJM art:334-5
CJM art:351-u.apt
CJM art:397-1
CJM art:397-7
LOMP art:34-2
LOMP art:34-3
LOMP art:34-4
LOMP art:34-6
LOMP art:34-7
LOMP art:34-8
RSMP Nº 517
13-09-2001
RSMP art:517-1
13-09-2001
RSMP Nº 517-2
13-09-2001
STSJSCP 23-10-2001
STSJSCP 13-05-2004
351
155
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-5-2975-2004-86240 FECHA:20041122
TITL Siendo el juez de control el llamado a vigilar durante la fase
preparatoria e intermedia, el cumplimiento de los principios y
garantías establecidos en la Constitución de la República, el
Código Orgánico Procesal Penal, tratados, convenios o
acuerdos internacionales, debe restituir las actuaciones
originales que conforman la investigación, una vez decidida la
incidencia surgida, al despacho fiscal que instruye el proceso,
para que éste pueda continuar o concluir dicha investigación.
FRAGMENTO
DESC ACUSACION
DESC ARCHIVOS
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC INVESTIGACIÓN
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC PROCESOS (DERECHO)
356
156
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-3393-2004-97252 FECHA:20041228
TITL En el caso del procedimiento de faltas, el juez sólo deberá
admitir las acusaciones formuladas por el fiscal del Ministerio
Público; ya que los órganos de policía no poseen legitimación
alguna para solicitar el enjuiciamiento del infractor.
FRAGMENTO
DESC ACUSACIÓN
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES
DESC FALTAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUNICIPIOS
DESC POLICIA
358
157
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-2-3374-2004-97250 FECHA:20041228
TITL Sobre la base de lo establecido en el artículo 551 del Código
Orgánico Procesal Penal, resulta clara la atribución de los
representantes del Ministerio Público de requerir, en el curso de
las investigaciones penales que conducen, la aplicación de las
medidas cautelares nominadas e innominadas previstas en el
Código de Procedimiento Civil.
FRAGMENTO
359
1-99-20 de fecha 29-9-1999, titulada ´Del procedimiento para solicitar
instrucciones y elevar consultas´, de manera expresa advierten lo
siguiente:
´…conforme a los lineamientos antes señalados, y en virtud de que la
brevedad de los términos procesales vigentes impiden que las actuaciones
fiscales del Ministerio Público se sujeten a consultas previas, las
instrucciones impartidas por vía de consulta, no podrán preceder a una
determinada actuación…´.
No obstante ello, este órgano consultivo tomando en consideración el
alcance de la materia jurídica elevada a nuestra consideración, estima
necesario realizar las siguientes consideraciones:
El Ministerio Publico en la fase de investigación del proceso penal tiene
como una de sus atribuciones -una vez que esté conocimiento de la
perpetración de un hecho punible de acción pública- el aseguramiento de
los objetos activos y pasivos que guarden relación con el mismo, sobre la
base de lo preceptuado en los artículos 285, numeral 3, de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela; 108, numeral 11 y 283 del
Código Orgánico Procesal Penal.
Respecto de tales objetos acota José Luis Tamayo Rodríguez, que en
cuanto se refieren a cosas que de alguna manera guardan relación con la
perpetración del hecho punible, integran la noción amplia de cuerpo del
delito.
Agrega el mismo autor -siguiendo a Aguilera De La Paz y De La Oliva
Santos- que el cuerpo del delito responde a una concepción netamente
objetiva y está constituido por todos aquellos instrumentos de los que se
vale el autor para cometerlo (objetos activos) así como por el producto
obtenido por su comisión (objeto pasivo) y las huellas, vestigios o rastros
dejados por la perpetración (piezas de convicción).
En este orden de ideas, los objetos activos del delito son aquéllos que se
utilizan para la comisión del delito, o dicho de otra manera, son los
instrumentos con los cuales se delinque; en tanto que los objetos pasivos
del delito, en palabras de Máximo Febres Siso, ´…comprenden todo lo que
constituye el objeto material del delito, que va desde las personas mismas
hasta los bienes sobre los cuales recae la acción del sujeto que son
consecuencia o producto de ella, directa o indirectamente…´.
En relación con esta materia, el máximo Tribunal de la República a través
de su Sala Constitucional se ha pronunciado, señalando:
´Las medidas de aseguramiento en general, tienen por finalidad la
aprehensión de los objetos activos y pasivos del delito. Son activos
aquellos que se utilizan para perpetrar el delito, mientras que son pasivos
los que se obtienen como consecuencia directa o indirecta del delito, es
decir: el producto del mismo, como se desprende del artículo 320 –hoy
312- del Código Orgánico Procesal Penal, que prevé la devolución a sus
dueños de los bienes hurtados, robados o estafados; o la entrega de los
bienes ocupados a quien el tribunal considere con mejor derecho a
poseerlos, sin perjuicio de los reclamos que correspondan ante los
tribunales competentes (artículo 368 -hoy 367- eiusdem)´.
´El aseguramiento de los objetos pasivos del delito obedece a una doble
finalidad:/ 1) asegurar los efectos del fallo, en el sentido de que la víctima
pueda en lo posible recuperar los bienes que le hayan desposeído, si ese
fuese el caso; y, / 2) recabar elementos de prueba, si es que los bienes
asegurados pueden relacionarse con la comisión del delito, y por tanto,
sirven de prueba del cuerpo del delito, y según las circunstancias, de
360
evidencia sobre la culpabilidad del imputado…´.
Como se observa, el aseguramiento de dichos objetos -cuya finalidad
como se ha podido apreciar está dirigida a garantizar las resultas del juicio-
por lo general, se logra mediante la ocupación penal, actuación que
normalmente se produce durante las inspecciones, los registros y los
allanamientos practicados durante la fase preparatoria del proceso penal.
Tales medidas, de acuerdo con lo que establece nuestro ordenamiento
jurídico, como lo ha expresado esta Dirección, no siempre proceden de
oficio por parte del fiscal del Ministerio Público que conduce la
investigación, sino que en determinados casos se requiere de la
autorización del órgano jurisdiccional.
Por otra parte cabe destacar, que dentro de las atribuciones del Ministerio
Público se encuentra la referida a ´Requerir del tribunal competente las
medidas cautelares y de coerción personal que resulten pertinentes´, en
los términos establecidos en el numeral 10 del artículo 108 del Código
Orgánico Procesal Penal.
En conexión con ello conviene subrayar, la limitación que antes de la
última reforma del citado cuerpo adjetivo penal, existía en cuanto a la
aplicación en el proceso penal de las medidas cautelares de naturaleza
civil, debido a la ausencia de normas en aquél cuerpo legal que
permitieran la remisión al Código de Procedimiento Civil, como si lo hacía
el artículo 20 del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal.
A propósito de esto, cabe precisar, que la reforma del 14 de noviembre de
2001 del Código Orgánico Procesal Penal, vino a cambiar radicalmente
esta situación, mediante la inclusión del actual artículo 551, norma que
dispone lo siguiente:
´Artículo 551. Remisión. Las disposiciones del Código de Procedimiento
Civil relativas a la aplicación de las medidas preventivas relacionadas con
el aseguramiento de bienes muebles e inmuebles, serán aplicables en
materia procesal penal´.
En relación con esa norma José Luis Tamayo Rodríguez comenta lo
siguiente:
´… 1°) Se incorpora este nuevo artículo con el fin de suplir la omisión del
Código derogado en materia de medidas cautelares reales o de coerción
real, a cuyo efecto se hace remisión expresa a las Medidas Preventivas
contempladas en el Código de Procedimiento Civil (Arts. 585 y ss). La
ausencia de regulación sistemática de las medidas de coerción real en el
COPP generó múltiples inconvenientes de tipo práctico, que se agravaron
ante la imposibilidad de aplicar supletoriamente el Código de
Procedimiento Civil, lo que ahora si es legalmente posible con este nuevo
artículo 551. / 2°) Este Artículo 551 viene a ejercer la misma función
supletoria que cumplía el artículo 20 del derogado Código de
Enjuiciamiento criminal; y, en tal sentido, los jueces pueden ahora
ampararse en esta nueva disposición a los fines de dictar –cuando ello sea
procedente- las medidas preventivas (nominadas -embargo, secuestro y
prohibición de enajenar y gravar- e innominadas) contempladas en el
Código de Procedimiento Civil, tendentes al aseguramiento de bienes
relacionados con la perpetración del delito´.
Lo señalado anteriormente pone de relieve la viabilidad jurídica de solicitar
en el transcurso de una investigación penal, la aplicación de las medidas
cautelares nominadas e innominadas previstas en el Código de
Procedimiento Civil relacionadas con el aseguramiento de bienes muebles
e inmuebles, claro está, cuando las circunstancias del caso así lo hagan
361
procedente.
Precisado lo anterior y circunscribiéndonos al caso particular que nos
ocupa, se advierte que el planteamiento elevado al conocimiento de esta
Dirección resulta impreciso en la medida en que adolece de la información
suficiente que permita abordar con precisión el asunto.
En efecto, esa representación fiscal, por lo que al proceso penal en que se
produce la solicitud de una ´medida cautelar de secuestro judicial´, se
limita a referir la existencia de una investigación penal iniciada ante la
presunta comisión del delito de usura, previsto y sancionado en el artículo
108 (hoy 126) de la Ley de Protección al Consumidor y al Usuario, sin
siquiera referir su estado actual, vale decir, no indica hacia dónde se
orienta la investigación y si en la misma, a su criterio –como conductor de
tal proceso- existen suficientes elementos de convicción que permitan
fundamentar una medida como la señalada.
Así, los señalamientos por usted realizados en cuanto a las razones que
harían procedente la solicitud de tal medida ante el órgano jurisdiccional,
más que estar apoyados en los resultados de la investigación adelantada
por ese Despacho, parecen encontrar fundamento exclusivamente en las
afirmaciones realizadas por la víctima-denunciante, aseveraciones que
precisamente constituyen el objeto de tal investigación penal.
En tal sentido, se hace necesario reproducir parte de lo expuesto en su
comunicación a los fines de evidenciar lo señalado; esto es:
´En el caso particular que nos ocupa, la víctima denunciante manifestó en
su escrito de solicitud de medida cautelar, que el denunciado le había
prestado un dinero a interés superior al previsto en la ley, dando en
garantía la maquinaria de su negocio, lo cual corroboró con documentos
autenticados consignados con su denuncia -entiéndase venta con pacto de
retracto- , y que conjuntamente suscribió un cúmulo de letras de cambio
que afianzarían los intereses presumiblemente usurarios. Alegó que el
denunciado le había cobrado el doble del dinero que le facilitó en
préstamo, y que además lo presionó a firmar un contrato para darle más
tiempo para que pagara la deuda que a decir del denunciado, aún no había
se había (sic) amortizado ningún pago a capital, más sólo a intereses.
Agregó que tal contrato resultó ser un comodato que trasmitía la propiedad
al prestamista, mientras la víctima seguía pagando dinero en razón de
intereses superiores al fijado legalmente.
Añadió que el denunciado de marras se había presentado en su negocio,
de los comúnmente denominados ‘ Cauchera’ , con la intención de
despojarlo de sus bienes, a través de un embargo que haría su abogado y
que se encontraba presente el día de tales amenazas -catorce (14 ) de
junio de dos mil tres (2003)-, quien a decir de la víctima era el mismo
abogado que rellenó alguna (sic) de las letras que serían utilizadas para
garantizar los intereses presuntamente usurarios y que había hecho los
contratos de venta con pacto de retracto y de comodato.
Por otra parte, la víctima alegó el cumplimiento de los requisitos para que
procedan medidas preventivas, para su caso particular, anexando un
justificativo de testigos, donde declara el abogado y un funcionario policial
de los presentes el día de las presuntas amenazas que impetró el
denunciado contra la víctima, consistentes en que lo despojaría de la
maquinaria en comento, para probar con todo ello el fumus periculum in
mora, de ser despojado de sus pertenencias, que al parecer de este
despacho fiscal son el objeto sobre las cuales pudiera estar recayendo el
delito de usura continuada.
362
Por otra parte, para probar el fumus boni iuris, la víctima consignó el
documento de propiedad por el cual adquirió la maquinaria que dio en
préstamo bajo un presunto contrato de venta con pacto de retracto, con el
que presumiblemente se oculta la celebración de un contrato de préstamo,
lo cual se corrobora con las letras de cambio anexadas a las denuncias
(sic) y presuntamente rellenas algunas por el abogado redactor de los
documentos y que al parecer presenta sus servicios al denunciado. Al
mismo fin consignó copia del Contrato de Venta de Retracto mencionado,
como el aducido contrato de comodato.
De lo observado de las actuaciones fiscales, específicamente de los
documentos consignados por el presunto agraviado, maquinarias de su
propiedad, parecen ser el provecho o ventaja injusta y desproporcionada,
que persigue el denunciado de la víctima, hecho que podría llegar a
enmarcarse a la culminación de la investigación en la comisión del delito
de usura continuada (…)
Por lo expuesto, visto que los objetos sobre los cuales presumiblemente
recae un delito continuado, se encuentran en posesión de la víctima
denunciante, siendo los mismos su medio de trabajo, este representante
fiscal, solicita a la Dirección de Consultoría Jurídica se tramite consulta
sobre la legalidad de la acción a interponer por el Ministerio Público con el
fin de obtener la medida instrumental…´
Siendo tal la situación planteada, esta Dirección de Consultoría Jurídica
carece de los elementos de juicio necesarios para afirmar la procedencia
de la “medida cautelar de secuestro judicial” demandada en el presente
caso.
En efecto, si bien en el caso que nos ocupa, la víctima aduce la identidad
de la maquinaria que se intenta proteger, con parte del provecho injusto
que presuntamente proyectaría procurarse el denunciado, no es menos
cierto que es necesaria la existencia de elementos de convicción
recabados durante la investigación penal, que permitan respaldar lo
sostenido por el denunciante; máxime si existe, como se afirma en su
escrito, un contrato de venta con pacto de retracto –cuya nulidad no
parece haber sido demandada- en atención al cual, de acuerdo con lo
preceptuado en el artículo 1536 del Código Civil ´Si el vendedor no ejerce
el derecho de retracto en el término convenido, el comprador adquiere
irrevocablemente la propiedad´.
Así pues, sobre la base de lo establecido en el artículo 551 del código
adjetivo penal, resulta clara la atribución de los representantes del
Ministerio Público de requerir, en el curso de las investigaciones penales
que conducen, la aplicación de las medidas cautelares nominadas o
innominadas previstas en el Código de Procedimiento Civil; para lo cual,
deberán contar con el respaldo de suficientes elementos de convicción,
habida cuenta que, por lo general, su concreción afecta el derecho de
propiedad que también es objeto de protección constitucional.
Señalado lo anterior, sólo resta agregar que corresponderá al
representante fiscal que conduzca el proceso penal de que se trate,
determinar en cada caso y con fundamento en las actuaciones que
conformen la investigación penal, la procedencia o no de solicitar al órgano
jurisdiccional competente las medidas de aseguramiento sobre bienes
muebles o inmuebles, toda vez que aun cuando es al órgano jurisdiccional
al que en definitiva le corresponderá evaluar si dicta o no la medida
solicitada, el efectuar peticiones destinadas a obtener un pronunciamiento
positivo al respecto, sin la base suficiente para ello, podría generar, como
363
usted mismo lo asoma, consecuencias en cuanto a la responsabilidad
personal de los fiscales del Ministerio Público como funcionarios públicos,
a tenor de lo que disponen los artículos 139 del texto constitucional y 64 de
la ley orgánica que rige nuestra Institución…”.
364
158
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL El hecho de que se deba realizar un nuevo juicio oral y público,
dentro del mismo proceso, no puede afectar la objetividad del
representante fiscal ni perjudicar de esa manera la
imparcialidad con que debe actuar todo representante de la
justicia.
FRAGMENTO
365
misma, toda vez que ello conllevaría a la absurda conclusión, que después
de formulada una acusación o ejercido algún recurso por parte de la
representante fiscal, ésta ya no podría realizar ninguna otra actuación
dentro de ese proceso debido a que estaría incurso en la causal antes
indicada; cuando por el contrario debe interpretarse, que esa causal se
refiere a expresiones referentes al caso investigado, efectuadas extra
procesalmente o fuera de las oportunidades previstas en la ley, ya que ello
si pondría en duda su imparcialidad.
En consecuencia, se considera procedente y ajustado a derecho declarar
sin lugar la inhibición planteada por la ciudadana Lyudmila Franco, Fiscal
Centésima Primera del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, en la causa signada con el N° F-920.776”.
DESC ACUSACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INHIBICION
DESC JUICIO ORAL
DESC RECUSACION
366
159
TDOC Resolución
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Se declara sin lugar la inhibición planteada por la Fiscal
Septuagésima del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, por no aportar
suficientes fundamentos de hecho para que se pueda
configurar la causal 8° del artículo 86 del Código Orgánico
Procesal Penal.
FRAGMENTO
367
fundamente su pretensión, de conformidad con lo establecido en la Ley
Orgánica del Ministerio Público.
En tal sentido, se aprecia que las razones de hecho aducidas por la
representante fiscal no pueden subsumirse en la causal de inhibición
invocada, toda vez que se inhibe principalmente porque ´..dicha ciudadana
logró que me alterara, ya que trató de lograr una entrega de un vehículo,
cuando esta (sic) no cumplía los requisitos establecidos en la circular
emanada del Fiscal General de la República... ´ hecho éste que no puede
considerarse como un motivo grave que pudiera afectar la imparcialidad y
objetividad de la referida representante fiscal; además, tampoco se
observa en el escrito de inhibición analizado, ningún elemento que permita
presumir que éstas se encuentren alteradas.
Por todo lo antes expuesto, se considera procedente y ajustado a derecho
declarar sin lugar la inhibición planteada por la ciudadana Malva Moreno,
Fiscal Septuagésima del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, en la causa signada con el N° 029-
2004. Háganse las correspondientes notificaciones”.
368
160
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DFGR-DGAJ-DCJ-8-1608- FECHA:20040618
2004-38403
TITL Cuando un fiscal del Ministerio Público se ha desempeñado en
la misma circunscripción judicial como juez, es viable su
inhibición en aquellas causas de las cuales tuvo conocimiento
como integrante del órgano jurisdiccional, para garantizar la
imparcialidad y la objetividad que deben caracterizar a los
representantes fiscales.
FRAGMENTO
370
161
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Para la realización de un allanamiento es imprescindible contar
con la autorización del órgano jurisdiccional, ya que de lo
contrario podrían materializarse violaciones a derechos
constitucionales, las cuales deben hacerse valer a través del
régimen de nulidades contemplado en el Código Orgánico
Procesal Penal y no por medio del mecanismo de la recusación.
FRAGMENTO
DESC ALLANAMIENTO
DESC BIENES
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC INVESTIGACION
DESC JUECES
DESC NULIDAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PROPIEDAD
DESC RECUSACION
375
162
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL La realización de un reconocimiento en rueda de individuos
como prueba anticipada, no conlleva la actuación parcializada
del fiscal del Ministerio Público y no configura causal de
recusación alguna, en razón de que para poder llevarse a cabo
dicha prueba deben llenarse los extremos exigidos por el
artículo 307 del Código Orgánico Procesal Penal, entre los
cuales se encuentra el pronunciamiento de admisibilidad del
órgano jurisdiccional.
FRAGMENTO
378
163
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL La medida de prohibición de salida del país no constituye un
pronunciamiento sobre el fondo de la causa por parte del fiscal
del Ministerio Público y mucho menos la imposición de una
pena anticipada, por lo cual no se configura ninguna de las
causales de recusación previstas en el Código Orgánico
Procesal Penal.
FRAGMENTO
379
ciudadana fiscal tiene el movimiento migratorio de Thomas Reyes y mal
puede señalar que desconocía esta situación...´.
Como fundamento de derecho para sustentar la interposición de la
presente recusación señala lo dispuesto por los ordinales 4°, 6°, 7° y 8° del
artículo 86 del Código Orgánico Procesal Penal, los cuales establecen
como causales de recusación lo siguiente:
Ordinal 4°: ´Por tener con cualquiera de las partes amistad o enemistad
manifiesta´;
Ordinal 6°: ´Por haber mantenido directa o indirectamente, sin la presencia
de todas las partes, alguna clase de comunicación con cualquiera de ellas
o de sus abogados, sobre el asunto sometido a su conocimiento´;
Ordinal 7°: ´Por haber emitido opinión en la causa con conocimiento de
ella, o haber intervenido como fiscal, defensor, experto, intérprete o testigo,
siempre que, en cualquiera de estos casos, el recusado se encuentre
desempeñando el cargo de Juez´; y
Ordinal 8°: ´Cualquiera otra causa, fundada en motivos graves, que afecte
su imparcialidad´.
En fecha 6 de agosto de 2004, de conformidad con lo establecido en el
artículo 60 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y en los artículos 97 y
109 del Código Orgánico Procesal Penal, se designó al Fiscal Décimo del
Ministerio Público de esa Circunscripción Judicial, para continuar
conociendo del proceso mientras se resolvía la incidencia. De igual forma
se procedió a notificar a la Fiscal Sexta del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, de la recusación propuesta
en su contra y se le remitió copia del escrito para su debida consideración.
Ahora bien, antes de pronunciarse acerca de la admisibilidad, este
Despacho observa lo siguiente:
Ha sido doctrina reiterada, el considerar que la recusación constituye una
de las expresiones de la garantía de imparcialidad otorgada a las partes en
un determinado proceso; es un mecanismo procesal que se le confiere a
las mismas, al cual pueden acudir en aquellos casos en los que existan
dudas acerca de la imparcialidad de un funcionario, para solicitar su
separación del conocimiento de la causa, previa presentación de un escrito
donde expongan tanto la razones de hecho como de derecho que lo
fundamentan; todo esto acorde con las exigencias establecidas por el
legislador; ello con la finalidad de evitar retardos en los procesos al
presentarse recusaciones o inhibiciones sin fundamento alguno, lo cual no
se correspondería con el principio de celeridad que se propugna dentro del
proceso penal.
Según la opinión doctrinaria, entre ellas la del maestro Claus Roxin, la
recusación de los funcionarios judiciales en el proceso penal se equipara a
la de los representantes del Ministerio Público, y al respecto sostiene que:
´la solicitud de reemplazo de un fiscal, dirigida por el imputado al superior
en el servicio, debe ser acogida favorablemente cuando exista un motivo
de los que conducen a la exclusión del juez o cuando, desde la perspectiva
del imputado, esté justificado el temor de parcialidad´.
El mencionado autor -al igual que la doctrina mayoritaria- fundamenta la
posibilidad de interponer recusación en la existencia de un ´temor de
parcialidad´, razón ésta suficiente como para justificar la desconfianza
sobre la imparcialidad del funcionario, pero para ello se exige que
realmente sea parcial, porque derivar ese temor de la pura visión subjetiva
del recusante atentaría contra el equilibrio procesal.
Respecto a esta incidencia es importante considerar la posición de la
380
doctrina española, según la cual ´...el instituto de la recusación responde a
la finalidad de asegurar la imparcialidad de la resolución y el prestigio de la
administración de justicia, pero la ley no excluye al juez porque sea parcial,
sino porque puede temerse que lo sea -iudex suspectus-, en virtud de unas
determinadas relaciones extraprocesales taxativa y legalmente
enumeradas´. (Sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo
Español de fecha 28 de noviembre de 1997).
Como uno de los fundamentos fácticos de la presente recusación, destaca
la solicitud de prohibición de salida del país que realizara la recusada
contra los imputados, y que fuera acordada por el tribunal, lo cual según
manifiesta el recusante, es un pronunciamiento sobre el fondo del asunto
del cual se encuentra conociendo y a la vez constituye una pena impuesta
en la fase de investigación.
Al respecto debe aclararse, que la solicitud realizada por la representante
fiscal no representa la imposición de una pena anticipada, ya que como lo
afirma el Doctor Alberto Arteaga Sánchez, ninguna de las medidas
cautelares son castigos que se imponen a una persona por el delito
cometido. ´Se trata, simplemente de instrumentos o medios de cautela que
se consideran imprescindibles a los fines de la determinación de una
verdad procesal que establecerá la culpabilidad o la no culpabilidad de un
procesado, no pudiendo anticiparse un castigo que no tiene ninguna razón
de ser, siendo así que se ha de presumir la inocencia del
imputado,mientras una sentencia definitiva no establezca su culpabilidad´.
En este sentido es importante insistir, en que el fundamento de las
medidas cautelares sustitutivas, es el de evitar la aplicación de una medida
más severa como lo es la de privación de libertad, persiguiéndose en todo
momento asegurar las resultas del proceso, garantizando el sometimiento
del imputado al proceso y a una eventual sentencia condenatoria, y como
lo expresa el Doctor Cafferata Nores, ´Si estos objetivos pudieran
asegurarse con el mero compromiso del imputado asumido al efecto, más
aún la pretensión de encerrarlo en una cárcel. En síntesis, cuando no sea
necesario el encarcelamiento preventivo, es necesario evitarlo o hacerlo
cesar, manteniendo o dejando libre al imputado y asegurando, mediante
garantías económicas o simple promesa, su sometimiento al proceso y a la
ejecución de la pena´.
Ahora bien, agrega el recusante que la representante fiscal solicitó una
medida de aprehensión sin haber oído al imputado, a pesar de estar en
conocimiento de que el ciudadano Thomas Reyes no se encontraba en el
país, con lo cual se evidenciaría su parcialidad.
Al respecto hay que resaltar que la solicitud de la medida de privación de
libertad se encuentra sometida a una serie de controles, ya que no sólo
deben llenarse los requisitos establecidos en la ley (artículos 250 y 251 del
Código Orgánico Procesal Penal), sino que también debe ser objeto de
control por parte del órgano jurisdiccional, el cual verificará las
circunstancias objetivas y subjetivas que rodean la solicitud en cuestión,
para luego pronunciarse acerca de su viabilidad.
En el mismo sentido debe destacarse el papel que desempeña la defensa
del imputado en el desarrollo del proceso, ya que en el presente caso,
manifiesta el recusante que la representante fiscal intenta justificar la
solicitud de la medida privativa de libertad solicitada contra el ciudadano
Thomas Reyes, en virtud de haberlo citado a sabiendas de que el mismo
no se encontraba en el país, situación ésta que debió hacerse valer ante el
órgano jurisdiccional e incluso a través del ejercicio del respectivo recurso
381
de apelación contra el auto que acordó tal medida.
En cuanto a la fundamentación de derecho invocada, en primer lugar se
hace referencia a la contenida en el ordinal 4° del artículo 86 del Código
Orgánico Procesal Penal, con ocasión de la cual, el recusante considera
que la misma se configura en razón de haber interpuesto una anterior
recusación, sin haber recibido notificación acerca de la respectiva decisión,
´constituyendo retardo procesal la falta de pronunciamiento; lo que
determina infaliblemente enemistad manifiesta entre la Fiscal sexta del
ministerio (sic) Público del Circuito Judicial del estado (sic)Carabobo y
nuestra persona por cuanto que no es un secreto el grado de
animadversión que siente para con nosotros...´.
Así las cosas, es necesario puntualizar, que existe una gran dificultad para
determinar cuándo se está en presencia de una relación de enemistad, al
ser ésta un concepto jurídico indeterminado. La doctrina extranjera ha
referido una serie de requisitos para considerar su existencia y así
tenemos que Joan Picó I Junoy señala las siguientes reglas, las cuales
comparte este decisor totalmente:
1. ´...la enemistad debe ser extraprocesal, es decir, ha de surgir al margen
de la existencia de un proceso´.
2. ´...el sentimiento de enemistad ha de ser personal del juez, esto es,
debe existir en su esfera emocional, por lo que es indiferente la enemistad
que le pueda profesar alguna de las partes si el juzgador no lo concibe
como enemigo´.
3. ´...es necesario que dicha enemistad sea manifiesta, esto es, haya sido
exteriorizada a terceras personas (...) entendemos <manifiesta> debería
equipararse como sinónimo de grave, ya que puede haber una enemistad
real y grave pero oculta y, a la inversa, una enemistad poco grave pero
conocida´.
En este sentido y teniendo presente los anteriores señalamientos en
referencia a la relación de enemistad, se estima que lo expuesto por el
recusante no puede ser considerado como una fundamento fáctico para
tener por configurada la causal de derecho en cuestión, ya que en primer
lugar el hecho de la falta de notificación de las resultas de la primera
recusación que interpusiera, no le es imputable a la representante fiscal y
por lo tanto, se estima como no materializada la situación de enemistad
manifiesta alegada por el recusante.
Por otra parte, en lo que respecta al resto de las causales invocadas
(ordinales 6°, 7° y 8° del artículo 86 del Código Orgánico Procesal Penal),
el recusante no hace mención alguna a cuáles de los hechos narrados, se
encuadran en dichas normas, por lo cual, este decisor, no puede suplir una
carga propia del recusante como lo es el de subsumir los hechos que
alega en la norma de derecho invocada, más aún teniendo en cuenta, que
la recusación es una incidencia que debe cumplir con una serie de
requisitos tanto de forma como de fondo exigidos por el legislador; así por
ejemplo en el artículo 57 de la Ley Orgánica del Ministerio Público se
dispone lo siguiente:
´La recusación podrá ser presentada por cualquiera de las partes ante el
Fiscal General de la República, o ante el Fiscal Superior, según el caso,por
escrito razonado, con indicación de las causales en que se fundamente.
En el caso de que haya sido presentada ante el Fiscal Superior, éste la
remitirá al Fiscal General de la República, dentro de un lapso no mayor de
doce horas, a los fines del establecimiento establecido en el Código
Orgánico Procesal Penal y esta ley´.
382
En consecuencia, sobre la base de todas las consideraciones expuestas
anteriormente, este Despacho considera que lo procedente y ajustado a
derecho es declarar inadmisible la recusación interpuesta por el ciudadano
Ángel Jurado Machado, en su carácter de apoderado judicial de los
ciudadanos Thomas Reyes Oliva y María de Lourdes Rivera de Reyes,
imputados en la causa N° D-141.253, contra la ciudadana Rossana
Marcano Lares, Fiscal Sexta del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Carabobo”.
DESC JUECES
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PROHIBICIÓN DE SALIDA DEL PAIS
DESC PRUEBA
DESC RECUSACION
383
164
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-269-2004 FECHA:20040220
TITL Es procedente la colocación familiar de niños y/o adolescentes
en algunos casos en los cuales los supuestos difieran de los
previstos en el artículo 397 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, por no ser éstos de
carácter taxativos.
FRAGMENTO
384
respetarse las garantías del debido proceso. Las partes tienen derecho a
participar, a ser escuchados y a emitir opinión en la toma de la decisión,
especialmente en lo referente a la opinión de los niños y adolescentes
involucrados en la situación.
Por su parte, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece
en su artículo 75: ´El Estado protegerá a las familias como asociación natural de la
sociedad y como espacio fundamental para el desarrollo integral de las personas.
Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes, la
solidaridad, el esfuerzo común, la comprensión mutua y el respeto recíproco entre
sus integrantes (…) Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir, ser
criados o criadas y a desarrollarse en el seno de su familia de origen. Cuando ello
sea imposible o contrario a su interés superior, tendrán derecho a una familia
sustituta, de conformidad con la ley…´.
Conteste con el instrumento supranacional y el constitucional, la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, prevé lo referente a la familia
sustituta y sus modalidades en el artículo 128: ´La colocación es una medida de
carácter temporal dictada por el juez competente y que se ejecuta en familia
sustituta o en entidad de atención´.
En concordancia, el artículo 394 ejusdem señala: ´Se entiende por familia sustituta
aquella que no siendo la familia de origen, acoge, por decisión judicial, a un niño o
a un adolescente privado permanente o temporalmente de su medio familiar, ya
sea por carecer de padre y de madre, o porque éstos se encuentran afectados en
la titularidad de la patria potestad o en el ejercicio de la guarda´.
Asimismo, en el artículo 396 ibidem se lee: ´La colocación familiar o en entidad de
atención tienen por objeto otorgar la guarda de un niño o de un adolescente, de
manera temporal y mientras se determina una modalidad de protección
permanente para el mismo…´.
De lo antes señalado se colige, que la colocación familiar como modalidad de
familia sustituta es una medida de protección temporal que se decide
exclusivamente por vía judicial y tiene por objeto, que un niño o un adolescente
privado de su familia de origen sea acogido por otra familia que pueda
proporcionarle un ambiente familiar, en donde sea tratado como un miembro más
del núcleo familiar mientras dure su separación de sus padres o se determine una
modalidad de protección permanente para él. La temporalidad de la medida
dictada dependerá del tanto y el cuanto varíen las causas que la originaron.
En cuanto a su otorgamiento, sólo corresponde al órgano jurisdiccional
competente, o sea, a la Sala Unipersonal del Tribunal de Protección del Niño y del
Adolescente que esté conociendo de la solicitud en cuestión, una vez comprobada
la amenaza o violación del derecho del niño o del adolescente a ser criado en el
seno de su familia de origen, consagrado en al artículo 75 de nuestra Carta Magna
y en el artículo 26 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente. Esta exclusividad en cuanto a la competencia del órgano
jurisdiccional se corresponde con lo establecido en el artículo 177, literal ´e´ del
Parágrafo Primero.
Se reserva esta materia a los jueces y se excluye de los órganos administrativos –
Consejos de Protección- debido a que las actuaciones de los mismos conducen a
determinar la persona o personas a quienes se les va a confiar la responsabilidad
de los aspectos más importantes de la vida y de los intereses de aquellos niños o
adolescentes, que no disponen de sus progenitores o que están impedidos para
velar por ellos y asumir su crianza, su representación jurídica y la de sus bienes.
Estos criterios se ven recogidos en las sentencias de la Corte Superior del
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, que expresan: ´(Omissis) La Colocación
Familiar es una medida de protección mediante la cual se persigue que el niño o
adolescente desprovisto de su familia de origen sea protegido por una familia
sustituta, garantizándole de esta manera su derecho a vivir, ser criado y
desarrollarse en una familia; se trata de una medida de carácter temporal mientras
se decide otra modalidad de protección permanente, como es la adopción o
regresa nuevamente al cuidado de sus progenitores, es al Juez de Protección a
385
quien corresponde decretarla en atención a lo dispuesto en el artículo 128 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente mediante el
procedimiento contencioso en asuntos de familia y patrimoniales…´ .
La institución familiar analizada, si bien es cierto que sólo puede ser decidida por
el juez, no es menos cierto que éste se apoya en los informes técnicos que sean
aportados por el equipo multidisciplinario del tribunal, es decir, por aquellos
profesionales a quienes compete realizar y presentar al tribunal las resultas de los
estudios -informes sociales, médicos, psicológicos, psiquiátricos, entre otros- que
el juzgador considere pertinentes a los fines de tomar la decisión que recaiga
sobre la solicitud presentada. Queda entonces consagrado el derecho del niño a
no ser separado de su medio familiar de origen cuando no sea el más conveniente
para su cabal desarrollo y formación a discrecionalidad del juez, y que una vez
evaluada objetivamente la situación que se plantee en el caso concreto, se revele
que la permanencia en su familia de origen es perjudicial para su formación
integral.
Al respecto, la Corte Superior del Tribunal de Protección del Niño y del
Adolescente de esta Circunscripción Judicial, en la Sentencia N° C-031485
(36760) de fecha 13 de noviembre de 2003 -a la cual se hizo referencia
anteriormente- señaló lo siguiente: ´… (Omissis) el medio idóneo con el que
cuentan los Juzgados de Protección del Niño y del Adolescente, es el Equipo
Multidisciplinario del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente, por lo que
resulta procedente es que sea este ente quien realice la evaluación integral con el
fin de aportar la información, que adminiculada a otros elementos probatorios,
ilustraran al juez en la toma de sus decisiones…´.
Como se observa, toda la normativa que rige la materia, destaca que el niño o el
adolescente tiene derecho a ser criado en el seno de su familia de origen, salvo en
aquellos casos en que la autoridad competente determine que tal permanencia es
imposible o contraria a su interés superior, por lo cual resulta pertinente
puntualizar lo que debe entenderse como el interés superior del niño o del
adolescente.
Respecto al interés superior del niño y del adolescente, el artículo 8 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, prevé:
´El Interés Superior del Niño es un principio de interpretación yaplicación de esta
ley, el cual es de obligatorio cumplimiento en la tomade decisiones concernientes
a los niños y adolescentes. Este principio está dirigido a asegurar el desarrollo
integral de los niños y adolescentes, así como el disfrute pleno y efectivo de sus
derechos y garantías.
Parágrafo Primero: Para determinar el interés superior del niño en una situación
concreta se debe apreciar:
a) La opinión de los niños y adolescentes;
b) La necesidad de equilibrio entre los derechos y garantías de los niños y
adolescentes y sus deberes;
c) La necesidad de equilibrio entre las exigencias del bien común y los derechos y
garantías del niño o adolescente;
d) La necesidad de equilibrio entre los derechos de las demás personas y los
derechos y garantías del niño o adolescente;
e) La condición específica de los niños y adolescentes como personas en
desarrollo.
Parágrafo segundo: En aplicación del Interés Superior del Niño, cuando exista
conflicto entre los derechos e intereses de los niños y adolescentes frente a otros
derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros´.
De todo lo antes transcrito se desprende que el concepto del interés superior del
niño constituye el fundamento obligatorio de todo pronunciamiento, cualquiera que
sea su naturaleza en materia de niños, niñas y adolescentes.
De esta noción, expresa Georgina Morales en su ponencia intitulada ´Caminos de
búsqueda del Interés Superior del Niño´ lo siguiente:
´… En verdad todos damos por sentado qué es lo mejor para el niño y emitimos
criterios rectores bajo la perspectiva de los adultos, convencidos como estamos de
tener la verdad sobre lo que más le favorece: en su formación educativa, en su
386
comportamiento social y ciudadano, en su proyección profesional, ¡hasta en la
búsqueda de su propia felicidad! Y preferimos guiarlos y conducirlos en la vida
bajo la convicción, aún inconsciente, de que se trata de su bien, es decir, de su
interés. / Cuando invocamos el concepto ‘ interés superior del niño’ , elaboramos
una suerte de predicción de cómo visualizamos su futuro y tomamos decisiones
que en nuestro criterio son lo mejor para él. Ahora bien, si nos conformamos con
una visión abstracta del concepto, nos arriesgamos a permanecer en un exclusivo
marco teórico, que resultaría etéreo o impráctico (…) La ley no lo define, se trata
de un concepto jurídico indeterminado (…) cuya indeterminación le otorga una
gran carga de subjetividad. La ley se limita a expresar supuestos generales de
contenido que el intérprete debe analizar y resolver frente a la situación de hecho
que se le presente para encontrar el ‘ buen pronóstico’ para el niño (…) La
aproximación al estudio del ‘ interés superior del niño’ pareciera que nos lleva a
dos lecturas, o mejor dicho, a dos tipos de interés superior: una primera versión
del concepto que lo podemos identificar como de carácter abstracto o genérico,
que responde a una lógica jurídica y que se vincula preferentemente a derechos
consagrados en la ley y, por otra parte, una aproximación de carácter concreto
que responde más bien a una lógica factual, dirigida a evaluar hechos o
situaciones del niño en específico. /
Desde el punto de vista normativo, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
el Adolescente es el instrumento jurídico que mejor nos conduce en la búsqueda
del interés superior del niño, tanto para la versión en abstracto como para el
encuentro de lo más beneficioso del niño en específico…´.
A objeto de ratificar su opinión, Georgina Morales cita a Francisco Rivero
Hernández: ´El interés del menor constituye, en efecto, en nuestro sistema jurídico
y en otros, un concepto jurídico indeterminado, por medio del cual la ley se refiere
a una realidad cuyos límites no precisa con exactitud, pero con lo que intenta
definir o delimitar un supuesto concreto que permita que sea precisado luego en el
momento de su aplicación. Se trata, en este caso como en otros en que el
legislador recurre a standards o conceptos indeterminados (la buena fe, la
negligencia, la diligencia de un buen padre de familia) de conceptos de valor o de
experiencia referidos a realidades que inicialmente no permiten una mayor
precisión o concreción, pero que, trasladadas a situaciones específicas, a
supuestos determinados, su aplicación conduce a una solución y no a otras (…) El
hallazgo de esa solución, la única adecuada, sólo es posible al trasladar el
concepto indeterminado, en la aplicación de la ley, a la realidad y circunstancias
concretas del caso´.
Asimismo, Carmen Luisa Reyna de Roche sostiene que ´… Este elemento de la
definición del Interés Superior del Niño es quizás el que permite discernir con más
claridad en qué consiste ese interés. La finalidad que debe buscarse en todo
momento, por considerar que en ello se sitúa el interés del niño, es asegurar su
desarrollo integral, por una parte, y, por la otra lograr el disfrute efectivo de sus
derechos. En caso de dudas, entonces, habrá que preguntarse de qué manera,
con la información de que se dispone respecto de esos niños o adolescentes, en
ese caso y circunstancias concretas, se puede tomar la decisión que mejor
asegure su desarrollo integral y el goce de sus derechos (…) Se señala la
necesidad de apreciar la condición específica de los niños y adolescentes como
personas en desarrollo, lo que se vincula con la finalidad del principio mismo del
Interés Superior del Niño. Ello supone tomar especialmente en cuenta que se trata
de personas que, por estar en etapa de desarrollo, tienen necesidades
particulares que derivan de esa realidad y que esa circunstancia debe orientar la
decisión en el caso concreto con el fin de asegurar las condiciones que permitan
el desarrollo integral del niño o adolescente de que se trate, lo que implica además
evitar situaciones que podrían obstaculizar o amenazar ese desarrollo (…) Se
replantea el problema de la aplicación del principio en los casos concretos y de la
necesidad de encontrar un equilibrio para producir soluciones justas que redunden
en beneficio de los niños y adolescentes…´.
Por otro lado, en cuanto a los requisitos de procedencia, el artículo 397 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente prevé que ´La colocación
387
familiar o en entidad de atención procede cuando: / a) Transcurrido el lapso
previsto en el artículo 127 de esta ley, no se haya resuelto el asunto por vía
administrativa; / b). Sea imposible abrir o continuar la tutela; / c) Se haya privado a
sus padres de la patria potestad o ésta se haya extinguido´. Dada la redacción de
la norma, pareciera que la colocación familiar sólo procede cuando se da alguno
de los tres supuestos señalados y no en otros casos distintos a ellos.
En este sentido Marcos R. Carrillo Perera, en su ponencia ´Consideraciones
hermenéuticas sobre la normativa de la Ley Orgánica para la Protección del Niño
y del Adolescente en materia de conciliación: Los casos de patria potestad,
guarda, obligación alimentaria y régimen de visitas´, señala con relación a la
interpretación de la mencionada ley: ´… Es dentro de este marco regulatorio
(ciertamente complejo, completo y sometido a una cantidad de normas no
relajables en principio, que procuran el desarrollo y la protección de la infancia y la
adolescencia) donde se debe desenvolver toda actividad relacionada con los niños
y adolescentes en nuestro país. / Esto produce un problema a la hora de
pretender interpretar de forma coherente algunas de las instituciones establecidas
en la ley (…) la denominada ‘interpretación literal de la norma’ es un método de
interpretación que adolece de infinidad de problemas teóricos y prácticos
relacionados con los límites de los conceptos desde un punto de vista lingüístico y
con la intención de la norma (que no del legislador) la cual puede conllevar
lecturas inadecuadas de las disposiciones contenidas en un cuerpo normativo. /
En el caso concreto de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y el
Adolescente, como se tratará de probar a lo largo de este ensayo, seguir ‘ la letra
de la ley’ conlleva contradicciones dentro del mismo cuerpo normativo y sus
principios que pueden ser subsanadas usando otras herramientas interpretativas
más adecuadas. En este sentido debe asumirse una interpretación integrativa del
texto, pues sólo a través de esta se puede entender el contenido del cuerpo
normativo en el marco de los principios jurídicos, políticos y morales que dan
origen a las disposiciones de la ley…´.
El caso que nos ocupa, se trata de la posible colocación familiar a favor del niño
M.A. de un (1) año de edad a ser ejecutada en la casa de la tía materna, la
ciudadana C.C.R., pues el ciudadano M.P., presunto padre del niño dio muerte de
manera accidental -según su dicho- a la ciudadana A.C.N.R., madre de M.A. El
citado ciudadano reconoció la autoría del hecho señalado, en el despacho de la
Fiscal consultante y la averiguación penal se sigue en la Fiscalía Quincuagésima
Sexta del Ministerio Público de esta misma Circunscripción Judicial.
Aunado a esto, en el caso de marras, el niño sólo tiene legalmente establecida la
filiación materna, pues la abuela materna procedió a realizar las gestiones
necesarias para su reconocimiento, post-mortem de la madre. Por su parte, el
presunto padre del niño manifestó su decisión de reconocerlo voluntariamente,
pero es el caso que a la fecha de evacuar esta consulta se desconoce si existe tal
reconocimiento. En el supuesto de que aún no exista tal reconocimiento por parte
del presunto padre, la filiación paterna no está legalmente establecida, en
consecuencia carece éste de la titularidad de la patria potestad de manera
unilateral prevista en el artículo 262 del Código Civil.
Tal y como señala la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
en su artículo 347 ´… el ejercicio de la patria potestad comprende la guarda, la
representación y la administración de los bienes de los hijos sometidos a ella´.
A su vez el artículo 358 ejusdem, respecto al contenido de la guarda prevé que
´La guarda comprende la custodia, la asistencia material, la vigilancia y la
orientación moral y educativa de los hijos (omissis) por tanto, la facultad para
decidir acerca del lugar de la residencia o habitación de éstos´.
A pesar de desconocerse si el niño tiene o no la filiación paterna legalmente
establecida, el niño convive junto al presunto padre en la casa de la abuela
paterna, decidiendo de hecho con relación al lugar de residencia o habitación del
niño, sin tener la facultad que de conformidad con el artículo señalado -artículo
358 LOPNA- sólo le está otorgado a quien o quienes tengan la guarda y custodia
de sus hijos.
En otro contexto, el caso que aquí nos ocupa se trata de la solicitud de colocación
388
familiar a favor de un niño a ser ejecutada en la casa de su tía materna, por lo que
considera conveniente quien suscribe, hacer mención del contenido de la
sentencia N° 02-1288 de fecha 2 de octubre de 2002, emanada de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia con ponencia del Magistrado
Pedro Rafael Rondón Haaz, quien con relación a una medida provisional de
colocación familiar a favor de una adolescente en la casa de la tía materna
(solicitante de la misma) sin que se cumplieran los supuestos del artículo 397 de la
ley especial, sostiene:
´… Así considera esta Sala que el procedimiento aplicable a la solicitud de la
ciudadana (…) (tía materna) corresponde al de colocación familiar, por cuanto
éste, además de permitir su participación, está en concordancia con los principios
para determinación de la modalidad de familia sustituta y la finalidad de la
colocación familiar (artículos 395 y 396 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente). Pero, aún más importante, considera esta Sala, tal como
lo hizo la Corte Superior de Apelaciones que el procedimiento aplicable es el de
colocación familiar, por cuanto éste permite inspección y vigilancia más
exhaustivas de aquellas personas, distintas a los padres, que ejerzan la guarda o
representación de los niños o adolescentes que se le haya confiado. / A este
respecto, señala la Profesora Haydée Barrios, corredactora de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, en su artículo ‘ Colocación Familiar
o en Entidad de Atención en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y el
Adolescente’ , lo siguiente: / ‘ Resulta conveniente que existan vínculos de
parentesco, sea por consanguinidad o por afinidad, entre el niño o adolescente y
la persona o personas que puedan constituirse en familia sustituta. Este principio
nos lleva a conectar la familia de origen con la familia sustituta, ya que si bien es
cierto que, de conformidad con el artículo 345 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y el Adolescente, la familia de origen está constituida por el
padre o la madre, o por uno de ellos y sus descendientes, ascendientes y
colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad, correspondiéndole a estas
personas una serie de obligaciones conforma a la ley (como por ejemplo, lo que
establece en materia de obligación alimentaria, el artículo 368 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y el Adolescente), cuando se trata de asumir por parte
de estas personas (abuelos, hermanos, tíos) especiales facultades de decisión y
responsabilidad sobre la persona del niño o adolescente, como lo serían las que
entrañan las modalidades de familia sustituta (colocación familiar, tutela,
adopción), estos parientes por consanguinidad se constituirán, además, a los
efectos legales en familia sustituta. Sólo así podría hacérseles las especiales
exigencias de cuidado y protección que conlleva una concesión de guarda o de
representación, concedida a personas distintas de los padres’ .
(Barrios Haydée, Colocación Familiar o en Entidad de Atención en la LOPNA,
UCAB, Caracas, 2000, p. 302)…”. Pág. 210
“En el extracto de la sentencia transcrita, el Máximo Tribunal de la República no
objeta que la solicitud de la medida de protección denominada colocación familiar,
solicitada a favor de una adolescente, sea ejecutada en la casa de la tía materna,
por el contrario, considera que esta situación ´… está en concordancia con los
principios para determinación de la modalidad de la familia sustituta y la finalidad
de la colocación familiar…´.
Como se observa, de conformidad con este criterio es procedente el otorgamiento
de la colocación familiar en supuestos distintos a los previstos en el tantas veces
mencionado artículo 397 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, en consecuencia, los contenidos en esa norma no son taxativos,
siempre y cuando la medida sea otorgada por el órgano jurisdiccional competente,
se respete la garantía del debido proceso y se dicte en beneficio del interés
superior del niño o del adolescente a favor de quien se solicite, tomando en
consideración que este interés superior es concreto en cada caso en particular tal
y como se dejó asentado en punto previo a este.
Por otra parte se observa, que en su comunicación destaca en el punto ´1´ de sus
consideraciones: ´… salvo que, para la presente fecha, el presunto padre no haya
procedido a realizar el reconocimiento voluntario, caso en el cual podríamos
389
encontrarnos frente al literal b del citado artículo, vale decir, apertura la tutela...´,
criterio del cual discrepa esta Dirección de Consultoría Jurídica, pues ésto
implicaría esperar las resultas del juicio de tutela, el cual por sí mismo no
constituye un procedimiento expedito, de resultados rápidos tal y como la situación
particular requiere.
En este aspecto, Haydée Barrios en su ponencia ´La colocación familiar:
principios y requisitos de procedencia´, presentada durante las Terceras Jornadas
sobre la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, sostiene: ´La
colocación familiar se inicia mediante sentencia judicial (…) La razón por la cual se
dispuso la aplicación de un procedimiento contencioso para decidir lo relativo a la
colocación familiar, es que dicho procedimiento resulta más adecuado para dirimir
las controversias que puede suscitarse entre la persona que viene ejerciendo la
guarda de derecho o de hecho sobre un niño o adolescente y aquella otra que
solicita que se dicte, como medida de protección, dicha colocación. / En tal
sentido, podemos observar que la colocación familiar puede decidirse por vía
subsidiaria, como medida a aplicar dentro de otro procedimiento judicial (…) Sería
absurdo (…) que el tribunal tenga que esperar que curse un nuevo procedimiento
para decidir la colocación del respectivo niño o adolescente en familia sustituta,
mientras cesan las circunstancias que originaron la decisión o se dicta una medida
de protección permanente. En estas circunstancias, la colocación formaría parte
de lo decidido por el juez…´.
Asimismo, en el punto ´3´ de sus consideraciones destaca lo siguiente: ´Por otra
parte el artículo 396 de la supra citada ley, nos indica que la colocación familiar
tiene por objeto otorgar la guarda de un niño o de un adolescente de manera
temporal´, mientras que el artículo 405 ejusdem menciona que dicha figura jurídica
puede ser revocada por el Juez en cualquier momento, si el interés superior del
niño así lo requiere, previa solicitud, entre otros, del padre afectado en la patria
potestad o en el ejercicio de la guarda.”
“El artículo 405 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
prevé lo referente a la revocatoria de la colocación y reza: ´La Colocación familiar
o en entidad de atención puede ser revocada por el juez; en cualquier momento
(…) y de cualquier persona que tenga conocimiento directo de los hechos o
circunstancias que lo justifiquen´.
Dentro de los hechos o circunstancias justificadas por las cuales se puede revocar
una colocación familiar, se encuentra el que la filiación esté determinada
legalmente, en cuyo caso el progenitor puede acudir al juez que dictó la medida y
solicitar la revocatoria de la misma. Aplicando esto al caso de marras, una vez que
el padre haya reconocido voluntariamente al niño, podrá solicitar la revocatoria de
la medida de colocación familiar que el juez haya dictado a favor de su hijo para
que sea ejecutada en la casa de la tía materna.
Comparte esta Dirección su preocupación en cuanto a lo especialísimo del caso
en que se encuentra el niño M.A. de apenas un (1) de edad, así como la
necesidad de determinar hasta qué punto opera el hecho de separar al niño de su
familia de origen, dado que para la fecha sólo existe en contra del ciudadano M.P.,
una averiguación penal por la presunta comisión de un hecho punible cometido en
contra de la madre del niño -hoy occisa-.
Asimismo, compartimos que es realmente conveniente agotar las investigaciones
a que haya lugar, incluidos los informes a los cuales hace referencia, ´a objeto de
canalizar la problemática expuesta sin incurrir en una acción que pueda
menoscabar los derechos del niño de criarse en un hogar sano y armonioso, no
obstante sin poner en riesgo su situación psicológica y moral´.
En este sentido, es necesario recordar que la medida de colocación familiar objeto
del presente estudio, sólo puede ser dictada por el órgano jurisdiccional
competente, el cual ordenará al equipo multidisciplinario la realización de los
informes técnicos que el juzgador considere pertinentes a los fines de decidir en
beneficio del interés del niño M.A. y la Ley Orgánica para la Protección el Niño y
del Adolescente, le confiere al ciudadano M.P. quien dice ser el padre del niño, la
posibilidad de solicitar en cualquier momento la revocatoria de la medida de
colocación familiar dictada a favor del niño, a ser ejecutada en la casa de la tía
390
materna.
En virtud de lo expuesto, considera esta Dirección de Consultoría Jurídica que los
supuestos contenidos en el artículo 397 no son taxativos y en consecuencia puede
solicitarse una colocación familiar en un caso controvertido como es el que nos
ocupa, pues su otorgamiento es una atribución legal que compete al Juez
Unipersonal del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente que conozca de
la causa, apoyándose para la toma de la decisión en los informes que a juicio del
juzgador deba practicar el equipo multidisciplinario del tribunal, siempre en
consideración al interés superior del niño…”.
DESC ADOLESCENTES
DESC COLOCACIÓN FAMILIAR
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC FAMILIA SUSTITUTA
DESC JUECES
DESC NIÑOS
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PROTECCIÓN DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
391
165
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-728-2004 FECHA:20040426
TITL En los casos de alteraciones del orden público ocasionados por
las manifestaciones estudiantiles, se debe aplicar la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente a los
fines de sancionar a los adolescentes a quienes se les impute la
comisión de hechos punibles con ocasión de su participación
activa en el desarrollo de las mismas.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTUDIANTES
DESC FLAGRANCIA
DESC LEGALIDAD
DESC MANIFESTACIONES
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC ORDEN PUBLICO
396
DESC POLICIA
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC SANCIONES LEGALES
397
166
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General de Apoyo Jurídico DGAJ
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-1628 -2004 FECHA:20040614
TITL Resulta improcedente la aplicación supletoria a la que hace
referencia el artículo 537 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, del efecto suspensivo consagrado
en el artículo 374 del Código Orgánico Procesal Penal, en
aquellos procesos seguidos contra adolescentes, ya que sólo
son recurribles las decisiones judiciales por los medios y en los
casos establecidos expresamente por la ley, y entre las
señaladas de manera taxativa en el artículo 608 de la ley que
rige la materia, no se contempla la que acuerde la libertad del
adolescente.
FRAGMENTO
399
demás personas y las exigencias del bien común, lo que permitirá
asegurar el desarrollo integral de los niños y adolescentes, así como el
disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías.
Así las cosas, al establecer de manera inequívoca el artículo 537 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente que ´...En todo lo
que no se encuentre expresamente regulado en este título, debe aplicarse
supletoriamente la legislación penal sustantiva y procesal y, en su defecto
el Código de Procedimiento Civil´, cabe recordar que entre las decisiones
recurribles previstas de manera taxativa en el artículo 608 del citado
instrumento legal no se contempla la que acuerde la libertad del
adolescente, por lo que al ser sólo recurribles las decisiones judiciales por
los medios y en los casos establecidos expresamente en la ley, resulta a
todas luces inaplicable por supletoriedad, el efecto suspensivo al que hace
referencia el artículo 374 del Código Orgánico Procesal Penal…”.
DESC ADOLESCENTES
DESC APELACION
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DETENCION
DESC FLAGRANCIA
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
400
167
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-1303-2004 FECHA:20040712
TITL Es procedente la aplicación de la sanción penal prevista en el
artículo 272 del la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, cuando el retenedor ilegítimo del niño o del
adolescente es cualquier persona diferente del progenitor que
tiene legalmente atribuida la guarda y custodia, aun cuando
sean familiares a quienes de conformidad con lo señalado en el
artículo 388 ejusdem se puede extender el régimen de visita
fijado a favor del niño o adolescente.
FRAGMENTO
DESC CONCILIACION
DESC CUSTODIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RETENCION
403
168
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General de Apoyo Jurídico DGAJ
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-9-1727-2004 FECHA:20040927
TITL La competencia conferida en el literal ´b´ del artículo 170 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, no
es una atribución excluyente que impida, que el fiscal
especializado asuma la totalidad de la competencia cuando se
esté en presencia de un hecho punible donde concurran
víctimas adultos con niños o adolescentes, ya que su ausencia
en procesos de estas características, atentaría contra la
especial atención que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y demás leyes otorga a los niños y
adolescentes.
FRAGMENTO
405
consolidación del principio de la legalidad administrativa, en los siguientes
términos: ´...La ley precisa el carácter sub-legal de la actividad y acción
administrativa; es decir, que la actividad administrativa, dentro de las
actividades del Estado, es una actividad que se desarrolla vinculada y
sometida a la Ley, por debajo de la ley...´.
Por ello, establecido como ha sido el marco organizativo del orden jurídico,
determinado por la jerarquía de las leyes que lo conforman, debe
atenderse ahora a su prevalencia en el ámbito de aplicación.
Las consideraciones expuestas en materia de niños y adolescentes, se
encuentran orientadas a justificar la adaptación del legislador a la
concepción moderna de la Doctrina de Protección Integral, que exige de
las instancias competentes, la efectividad del ejercicio y disfrute de los
derechos reconocidos a todos los niños y adolescentes del territorio
nacional, por lo que se observa que la competencia conferida en el literal
´b´ del artículo 170 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, no es una atribución excluyente que impida, que el fiscal
especializado asuma la totalidad de la competencia cuando se esté en
presencia de un hecho punible donde concurran víctimas adultos con niños
o adolescentes, independientemente de su número; ya que su ausencia en
procesos de estas características, atentaría contra la especial atención que
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y demás leyes
otorga a los niños y adolescentes, toda vez, que la Carta Fundamental
dispone en el régimen especial previsto en su artículo 78, que los niños,
niñas y adolescentes estarán protegidos por la legislación, órganos y
tribunales especializados, los cuales respetarán, garantizarán y
desarrollarán los contenidos de la Constitución, la Convención sobre los
Derechos del Niño y demás tratados internacionales que en esta materia
haya suscrito y ratificado la República.
En el supuesto planteado, cuando en la perpetración de un hecho punible
concurran víctimas adultos y niños o adolescentes, debe privar la
presencia del órgano especializado, es decir, del fiscal especializado para
la protección del niño y del adolescente con competencia en materia penal
ordinario, a fin de que ejerza las acciones a que hubiere lugar para hacer
efectiva la responsabilidad penal de quienes incurran en el delito.
Así las cosas, considera este Despacho que la Dirección Integral de
Protección a la Familia, en cumplimiento de las facultades que le fueron
conferidas en el Reglamento Interno que define las competencias de las
dependencias que integran el Despacho del Fiscal General de la
República, debe ejercer por conducto de los fiscales del Ministerio Público
con competencia en las materias propias de la Dirección, las facultades
señaladas en las leyes especiales, todo ello, sin menoscabo de la
participación de la Dirección de Derechos Fundamentales, a los efectos de
que ésta comisione a un fiscal de proceso en materia de derechos
fundamentales a fin de que ejerza la acción civil, administrativa y
disciplinaria a que hubiere lugar por los hechos que en violación de los
derechos humanos cometan los funcionarios públicos en el ejercicio de sus
funciones o por razón de su cargo, bien contra niños y adolescentes,
únicamente o en el caso de presentarse concurso de agraviados, es decir,
mayores y menores…”.
406
LOPNA art:170
LOPNA art:170-b
LOPNA art:648
RSMP Nº 610-art:7-c
05-09-2000
RSMP Nº 610-art:7-f
05-09-2000
DESC ADOLESCENTES
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FUNCIONARIOS DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC LEGALIDAD
DESC LEYES
DESC NIÑOS
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TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-2321-2004 FECHA:20041220
TITL En aquellos delitos cometidos por adolescentes, en los cuales
el sujeto pasivo es la colectividad o el Estado venezolano, el
Ministerio Público debe abstenerse de promover la conciliación
en el proceso mediante el cual se determina la responsabilidad
penal del adolescente.
FRAGMENTO
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Público promoverá la conciliación. Para ello celebrará una reunión con el
adolescente, sus padres, representantes o responsables y la víctima, presentará
su eventual acusación, expondrá y oirá proposiciones.
Parágrafo Primero: En caso de hechos punibles que afecten intereses colectivos o
difusos propondrá la reparación social del daño.
Parágrafo Segundo: Si se llega a un preacuerdo, el fiscal, lo presentará al Juez de
Control, conjuntamente con la eventual acusación´.
La propia norma señala las personas que intervienen en la conciliación, es decir,
el fiscal especializado promoverá la reunión entre las partes en la cual expondrá la
eventual acusación, además oirá al adolescente, sus padres, representantes o
responsables y a la víctima. En este caso, el representante del Ministerio Público
actúa como un verdadero mediador, tratando de lograr un acuerdo entre las partes
involucradas en aquellas materias sobre las cuales se puede transigir. Esta figura
le ofrece al adolescente una solución alternativa, que puede tener carácter
compensatorio frente a lo que significaría la intervención del Derecho Penal.
Asimismo, resalta como presupuesto de procedencia de la conciliación que el
hecho punible no sea de aquellos que conlleven como sanción la privación de
libertad, expresamente consagrada en el parágrafo segundo del artículo 628
ejusdem, que reza:
Artículo 628. ´Privación de libertad. Consiste en la internación del adolescente en
establecimiento público del cual sólo podrá salir con orden judicial.
(Omissis)
Parágrafo Segundo: La privación de libertad sólo podrá ser aplicada cuando el
adolescente:
a) Cometiere alguno de los siguientes delitos: homicidio, salvo el culposo; lesiones
gravísimas, salvo las culposas; violación; robo agravado; secuestro; tráfico de
drogas, en cualesquiera de sus modalidades; robo o hurto sobre vehículos
automotores.
b) Fuere reincidente y el hecho punible objeto de la nueva sanción prevea pena
privativa de libertad que, en su límite máximo, sea igual o mayor a cinco años.
c) Incumpliere, injustificadamente, otras sanciones que le hayan sido impuestas.
En este caso la privación de libertad tendrá una duración máxima de seis meses´.
Por su parte, Alejandro Perillo Silva equipara la conciliación al acuerdo reparatorio
previsto en el artículo 40 del Código Orgánico Procesal Penal, en los cuales existe
entre la víctima y el imputado un acuerdo de reparación prestado en forma libre y
voluntaria, del cual se notifica al Ministerio Público a los fines de que emita su
opinión, previa a la aprobación de dicho acuerdo por parte del juez. En este caso
no es el representante del Ministerio Público quien promueve el acuerdo entre las
partes.
En este sentido, ambas figuras -la conciliación y el acuerdo reparatorio- están
fuertemente ligadas a la reparación del daño producido en los bienes e intereses
de una determinada persona, por lo cual comparte esta Dirección su opinión en el
sentido de que es de fácil aplicación la conciliación en el sistema de
responsabilidad del adolescente, cuando existe una víctima individualizada.
En otro contexto, expone en su comunicación la dificultad que se presenta para la
aplicación de la conciliación, cuando el delito se trata de aquellos en los cuales el
sujeto pasivo es la colectividad o el Estado ya que es al representante del
Ministerio Público a quien le está atribuida legalmente la conducción del proceso y
en caso de hallar suficientes elementos productos de la investigación, ejercer la
acción penal pública.
Tal aseveración es compartida por esta Dirección de Consultoría Jurídica, pues en
el Sistema de Responsabilidad del Adolescente, el representante del Ministerio
Público está en el deber de promover la conciliación cuando se trate de tipos
penales que no entrañen como sanción una medida de privación de libertad,
mediante una reunión entre las partes comportándose en estos casos como un
verdadero mediador que tratará de lograr la conciliación entre ellas llegando a un
preacuerdo que será presentado por ante el juez de control, conjuntamente con la
eventual acusación.
Aunado a lo antes señalado, es deber del Ministerio Público el velar por los
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intereses de las víctimas en el proceso y, en los delitos objeto de la presente
consulta, la víctima estará representada por el Ministerio Público fusionándose en
estos casos actuaciones disímiles -acusar y promover la conciliación- en una
misma persona, lo que a todo evento luce contradictorio.
Por lo antes expresado comparte igualmente esta Dirección de Consultoría
Jurídica su posición al respecto, considerando en consecuencia que en aquellos
delitos en los cuales el sujeto pasivo sea la colectividad o el Estado venezolano,
debe el Ministerio Público abstenerse de promover la conciliación en el proceso
mediante el cual se determina la responsabilidad penal del adolescente…”.
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TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-3375-2004-96106 FECHA:20041222
TITL El objeto de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente es proteger de manera integral los niños, niñas y
adolescentes, por lo que resulta contradictorio asumir que el
artículo 379 del Código Penal ha sido derogado tácitamente por
el artículo 260 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente.
FRAGMENTO
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TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-2385-2004 FECHA:20041227
TITL En virtud del fuero atrayente, la causas vinculadas con
asuntos laborales en los cuales estén involucrados niños y/o
adolescentes, deben ser conocidas por el Tribunal de
Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción
Judicial correspondiente, salvo los procedimientos
administrativos laborales, que se regirán por las normas
adjetivas contenidas en la Ley Orgánica del Trabajo y la Ley
Orgánica de Tribunales y Procedimientos del Trabajo.
FRAGMENTO
417
territorio y la doctrina, agrega una adicional denominada competencia
funcional, en razón del grado del órgano al que le corresponde conocer.
Expresaba el autor Piero Calamandrei en su obra Instituciones del
Derecho Procesal Civil que del aspecto objetivo de la causa extrae la
Ley dos Índices distintos de competencia: Unas veces toma en
consideración en el objeto y el título de la causa los caracteres
cualitativos atinentes a la naturaleza jurídica de la relación controvertida
o de la providencia requerida (competencia por razón de la materia),
otras veces toma como relevantes, independientemente de la naturaleza
jurídica de la relación, los caracteres cuantitativos de la causa, es decir,
el importe económico del objeto del cual se contiende (competencia por
el valor)’ .
El cuerpo normativo en estudio, la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, pareciera atender a una competencia
esencialmente funcional, en razón de un fuero personal atrayente dados
los individuos a los que va dirigida, que mediante un sistema integral de
políticas, programas, y órganos y procedimientos garanticen el goce y
disfrute de los derechos e intereses de los niños y adolescentes.
Igualmente, esta competencia se hace patente por el contenido de la
Resolución 159, ut supra transcrita, que dispone que aquellas causas
donde estén involucrados niños y adolescente (...) sean transferidas a los
Juzgados de Protección (...) Expresa la exposición de motivos y el
cuerpo normativo de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente que la finalidad esencial de ésta última se circunscribe a la
necesidad de garantizar a los sujetos a los cuales se oriente la
protección integral, mediante la introducción de cambios en el
procedimiento y en los principios generales que rigen la nueva ley,
asegurarles el ejercicio pleno y disfrute efectivo de los derechos y
garantías a través de la protección del estado, la familia y la sociedad
para contribuir a su desarrollo integral (...) Es en virtud de esta protección
y el reconocimiento de los derechos de las personas menores de 18
años, por lo que se crean los Tribunales de Protección del Niño y del
Adolescente como órganos jurisdiccionales con competencia especial
para la resolución de todas las causas que afecten directamente a los
niños y adolescentes, criterio que fue acogido por el legislador cuando
señala, en la exposición de motivos de la ley, que:
‘ Puntual del nuevo sistema es la concepción del Tribunal de Protección
del Niño y del Adolescente, órgano jurisdiccional especializado para
conocer de todos los asuntos que afecten directamente la vida civil de
niños y adolescentes, en materia de la familia, patrimoniales y laborales
(...) Esto evidencia la magnitud de la importancia del tribunal, diseñado
para una especial, integral y cabal protección’ (Omissis)... Esta
protección se materializa cuando pudieren verse afectados intereses
directos de los niños y adolescentes, sin que para ello se tome en
consideración la naturaleza de los hechos pretendidos, lo cual deriva sin
lugar a dudas en que la competencia atribuida a estos Juzgados atiende
a un criterio exclusivamente funcional, en razón del interés del individuo
al cual se procura resguardar (...) Debe entenderse que esta protección
se materializa cuando pudieren verse afectados intereses directos de los
niños y adolescentes, sin que para ello se tome en consideración la
naturaleza de los hechos pretendidos, lo cual deriva sin lugar a dudas en
que la competencia atribuida a estos Juzgados atiende a un criterio
exclusivamente funcional, en razón del interés del individuo al cual se
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procura resguardar (...) Cuando exista la necesidad jurisdiccional de
proteger los derechos y garantías que directamente afecten a los sujetos
tutelados, es decir, niños y adolescentes, efectivamente corresponderá
en virtud del fuero de atracción personal, el conocimiento de los
Juzgados de Protección, que están previstos en el artículo 177 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente...´.
Este criterio jurisprudencial, fue reiterado por la misma Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 18 de diciembre de
2000, en la Sentencia Nº 00-033 con ponencia del mismo magistrado,
quien manifiesto en esa oportunidad:
´... se reitera el criterio ya establecido según el cual la competencia tanto
material como funcional conferida a los Juzgados de Protección, viene a
configurar una competencia especial (...) en la cual, cuando exista
necesidad jurisdiccional de proteger los derechos y garantías que
directamente afecten a los sujetos tutelados, es decir, niños y
adolescentes, efectivamente corresponderá en virtud del fuero de
atracción personal, el conocimiento de los asuntos propios sometidos al
conocimiento de los Juzgados de Protección, que están previstos en el
artículo 177 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente...´.
Por todo lo antes expuesto, esta Dirección de Consultoría Jurídica,
comparte lo explanado por ese Despacho a su cargo en la comunicación
que dio orígen a la presente consulta, en el sentido de que en virtud del
fuero de atracción personal, todas aquellas causas vinculadas con
asuntos laborales en las cuales están involucrados niños y/o
adolescentes deben ser conocidas por el Tribunal de Protección del Niño
y del Adolescente de la Circunscripción Judicial correspondiente, de
conformidad con lo previsto en el artículo 177, parágrafo segundo de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente…”.
DESC ADOLESCENTES
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC CONSULTAS
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC NIÑOS
DESC TRABAJO DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTES
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
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TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-2391-2004 FECHA:20041228
TITL No constituye delito la lesión causada por un animal en
cautiverio, pero de dicho acto se deriva la responsabilidad civil
por la comisión de este hecho ilícito para quien lo tenga bajo su
guarda o vigilancia. Dicha acción debe ser interpuesta por la
propia víctima ante el órgano jurisdiccional competente.
El Ministerio Público, por conducto de los fiscales
especializados para actuar en las materias civil, familia y
protección con fundamento en el artículo 170, literal “a” de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, es
uno de los legitimados activos para incoar la correspondiente
acción de protección, a los fines de lograr el adecuado
acondicionamiento de las instalaciones donde la fauna se
encuentra en cautiverio.
FRAGMENTO
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daño, comporta la violación de una norma jurídica derivada de una relación
de derecho privado (...) Produce como efecto fundamental para el agente
la obligación de reparar el daño causado (...). Para que exista un hecho
ilícito, es necesario la producción de un daño; de no existir éste, nada
habrá que indemnizar y por lo tanto no procederá la responsabilidad civil
(...)El agente del hecho ilícito queda obligado a reparar los daños
causados no sólo por el hecho propio sino también por el hecho ajeno, así
ocurre con la responsabilidad del padre, madre y tutor por el hecho ilícito
de los hijos menores (...) y también con el guardián por las cosas y
animales que tiene bajo su guarda o vigilancia.
Aunado a lo antes señalado, el artículo 192 de la ley sustantiva civil,
establece que ´El dueño de un animal o el que lo tiene a su cuidado, debe
reparar el daño que éste cause, aunque se hubiese perdido o
extraviado...´.
En el presente caso, se deduce de conformidad con lo señalado por la
fiscal consultante y del contenido de los anexos, que existe una
responsabilidad civil que recae sobre la Corporación Venezolana de
Guayana -CVG-, por ser esta empresa el ente que tutela dicho parque
zoológico, y que presuntamente de manera imprudente y negligente ha
inobservado el contenido de la Resolución por la cual se dictan las Normas
Generales para el Registro y Funcionamiento de Parques Zoológicos y
Acuarios, publicadas en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº
36.314, de fecha 16 de octubre de 1997, incurriendo de esta manera en la
comisión de un hecho ilícito.
Con relación a la acción por responsabilidad civil derivada del hecho ilícito,
ésta tiene un marcado carácter privado por lo que debe ser interpuesta por
la propia víctima ante los órganos jurisdiccionales. En el presente caso, los
legitimados activos para incoarla son los padres del niño A.C.C.E.en su
carácter de representantes legales del mismo, no ostentando en
consecuencia el Ministerio Público la capacidad de subrogarse en el
derecho de los particulares a los fines de intentar la citada acción.
En punto, considera pertinente quien suscribe traer a colación el contenido
del artículo 5 de la Ley para la Protección del Niño y del Adolescente, que
es del siguiente tenor ´La familia es responsable, de forma prioritaria,
inmediata e indeclinable, de asegurar a los niños y adolescentes el
ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías. El padre y
la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo
que respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos...´. En
esta norma, el concepto de familia se extiende a toda la estructura familiar
incluyendo la familia ampliada.
Es necesario acotar que no es propósito de esta Dirección, que tal
señalamiento sea interpretado como el posible despliegue de una
conducta negligente en la vigilancia del niño lesionado por parte de sus
padres, pero no puede obviarse la manifestación de los mismos contenida
en su comunicación dirigida a la Corporación Venezolana de Guayana en
fecha 30 de junio de 2004, en la cual señala entre otros particulares los
siguientes:
´... ante la visita que dispensaban mi esposa, Milagros Espejo de Carpio,
con mis tres (3) hijos (…), y en compañía de mi cuñado Víctor Espejo.
Mientras realizaban el paseo, mi menor hijo (...) se acercó a la jaula de los
Tigres, a saludar a los felinos (...) y en un descuido el felino lo agarró por
los dedos hasta llevarle todo el brazo derecho (...) Como puede advertirse,
mi mejor hijo (...) es un niño especial con una limitación que podría
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describirse como un retardo mental de severidad con trastorno mixto de
lenguaje receptivo-expresivo...´.
Tal manifestación se traduce en que, el tantas veces mencionado niño
A.C.C.E. requiere de un cuidado o vigilancia en extremo especial por parte
de la persona con quien se encuentre en un momento determinado.
En otro orden de ideas, manifiesta la representante del Ministerio Público
que al carecer el referido zoológico de las medidas de seguridad
necesarias, se ponen en peligro los derechos colectivos y difusos de los
niños y adolescentes que visitan las instalaciones en cuestión,
considerando por lo tanto procedente interponer la correspondiente acción
de protección contra la Corporación Venezolana de Guayana -CVG-.
A ese respecto, establece la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, en sus artículos 63 y 64, el derecho al descanso,
recreación, esparcimiento, deporte y juego que tienen todos los niños y
adolescentes, así la creación y conservación de espacios e instalaciones
públicas destinadas a tales actividades.
Igualmente, esta ley especial define y señala la finalidad de la acción de
protección en los artículos que a continuación se transcriben:
Artículo 276. ´Definición. La acción de protección es un recurso judicial
contra hechos, actos u omisiones de particulares, órganos e instituciones
públicas o privadas que amenacen o violen derechos colectivos o difusos
del niño y del adolescente´.
Artículo 277. ´Finalidad. La acción de protección tiene como finalidad que
el tribunal haga cesar la amenaza, ordene la restitución del derecho,
mediante la imposición de obligaciones de hacer o de no hacer´.
Los intereses colectivos y difusos, fueron conceptualizados por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia Nº 656 del
31 de Junio de 2001 en los términos siguientes:
´... Con los derechos e intereses difusos o colectivos, no se trata de
proteger clases sociales como tales, sino a un número de individuos que
pueda considerarse que representan a toda o a un segmento
cuantitativamente importante de la sociedad, que ante los embates contra
su calidad de vida se sienten afectados, en sus derechos y garantías
constitucionales destinados a mantener el bien común, y que en forma
colectiva o grupal se van disminuyendo o desmejorando, por la acción u
omisión de otras personas (...) El derecho o interés difuso, debido a que la
lesión que lo infringe es general (a la población o a extensos sectores de
ella), vincula a personas que no se conocen entre sí, que individualmente
pueden carecer de nexo o relaciones jurídicas entre ellas, que en principio
son indeterminadas, unidas sólo por la misma situación de daño o peligro
en que se encuentran como miembros de una sociedad, y por el derecho
que en todos nace que se le proteja la calidad de vida, tutelada por la
Constitución...´.
Sobre las nociones ´colectiva´ y ´difusa´ de los intereses o derechos,
considera la doctrina que:
´... El derecho o interés difuso se identifica por corresponder a sujetos de
un grupo indeterminado. Mientras que los derechos de incidencia colectiva
reconocen y definen a un sector particular del gravamen (...) En el primer
grupo hallamos aquellos derechos que no tienen un titular efectivo, sino
varios que tienen algo así como cuotas indeterminadas de interés que
persiguen (V. gr.: medio ambiente, ecología, salubridad, etc.).
Mientras que son colectivas los que pueden protegerse a través de
asociaciones o grupos que asumen la representación correspondiente del
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interés agraviado (V. gr.: derechos del consumidor, defensa de la
competencia, discriminación, etc.)...´.
Con base a lo antes expuesto, los derechos presuntamente violados a los
niños y adolescentes que visitan el Parque Zoológico Leofing, por la falta
de seguridad en las estructuras donde pernocta la fauna en cautiverio en la
instalación son derechos colectivos, toda vez que atañe a un grupo
determinado, como es el de los niños y adolescentes que acuden a dicho
parque.
Este razonamiento comporta que el Ministerio Público, por conducto de un
fiscal especializado con competencia para actuar en las materias civil,
familia y protección, puede incoar la correspondiente acción de protección
con fundamento en el artículo 170, literal ´a´, de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente.
Resta señalar que en la comunicación de la Fiscal Octavo del Ministerio
Público del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado
Bolívar, se observa que la misma indica que queda ´... en la espera de que
se giren las instrucciones que a bien tenga cumplir este Despacho, y
solicitando orientación sobre las llamadas recibidas por la Corporación
Venezolana de Guayana -CVG-...´. (sic).
Cabe advertir con relación a este particular, que los representantes del
Ministerio Público no deben supeditar el cumplimiento de sus funciones en
un determinado caso del cual estén conociendo, a instrucciones o
autorizaciones previas por parte del Despacho, ya que sus atribuciones-
deberes se encuentran expresamente reguladas en el ordenamiento
jurídico las cuales deben cumplir a cabalidad, interviniendo y ejerciendo las
acciones correspondientes, todo ello según su criterio y de acuerdo con la
doctrina institucional imperante al momento.
De no aceptarse tal posición, se tendrá que admitir, que mientras el fiscal
del Ministerio Público no reciba directrices o instrucciones provenientes del
Despacho, se abstendría de cumplir con sus funciones, contraviniendo así
una de sus atribuciones como lo es el de cumplir con sus funciones con
objetividad, diligencia y prontitud.
La excepción a lo antes expuesto, lo constituiría la circunstancia de que el
representante del Ministerio Público tenga una comisión para actuar en
determinado proceso y con ocasión a ello, de sus actuaciones coordinadas
con la Dirección comitente, estime necesario solicitar instrucciones con
relación a las gestiones que le corresponda realizar.
Adicional a ello, en la Circular N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20 de fecha 29
de septiembre de 1999, contentiva del ´Procedimiento para solicitar
instrucciones y elevar consultas´ impartida a todos los representantes del
Ministerio Público, el Fiscal General de la República señaló entre otros
particulares, lo siguiente ´...conforme a los lineamientos antes señalados y
en virtud de que la brevedad de los términos procesales vigentes impiden
que las actuaciones de los fiscales del Ministerio Público se sujeten a
consultas previas, las instrucciones impartidas por vía de consulta (...)
tendrán que referirse a eventuales situaciones...´.
Para concluir, esta Dirección de Consultoría Jurídica, considera que lo
procedente en el caso planteado por la Fiscal Octavo del Ministerio Público
del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, es
que los padres del niño A.C.C.E., interpongan la acción de responsabilidad
civil derivada del hecho ilícito en contra de la Corporación Venezolana de
Guayana -CVG-, en virtud de las lesiones sufridas por su hijo.
Asimismo, puede el representante del Ministerio Público con competencia
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para actuar en las materias civil, familia y protección de conformidad con el
artículo 170, literal ´a´ de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, interponer la respectiva acción de protección en contra de la
mencionada corporación a objeto de lograr el adecuado acondicionamiento
de las instalaciones del Parque Zoológico Leofing, para los fines a las que
están destinadas. Igualmente, pueden intentar la referida acción de
protección el Consejo Nacional de Derechos del Niño y del Adolescente, el
Consejo Estadal de Derechos del Niño y del Adolescente, o el Consejo
Municipal de Derechos del Niño y del Adolescente, legitimados activos por
la ley especial…”.
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173
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría de Consultoría DCJ
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-3432-2004-98138 FECHA:20041230
TITL En virtud de que la disposición general contenida en el artículo
218 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente es aplicable tanto a todas las sanciones -civiles y
penales- previstas en esta ley especial, pueden los fiscales
especializados del Ministerio Público, con fundamento en el
artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y el artículo 8 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, solicitar en los casos de abuso
sexual a niños, la aplicación del artículo 377 del Código Penal, a
objeto de lograr una efectiva protección integral al niño.
FRAGMENTO
427
contemporáneos o progresivos hasta conseguir el fin libidinoso...´.
Igualmente, Gonzalo Himiob Santomé, define los actos lascivos como ´...
todas aquellas manifestaciones físicas de naturaleza y finalidad eróticas
que no son un acto carnal, es decir, que no suponen penetración genital,
anal u oral del órgano sexual o de parte del mismo en otra persona pero
que involucran contacto físico entre la víctima y el victimario...´.
Asimismo, señala la Enciclopedia Jurídica Opus, que los actos lascivos
son ´... las acciones que tienen por objeto despertar el apetito de lujuria, el
deseo sexual, a excepción de la conjunción carnal (...) Tales actos para
que constituyan delitos, deben ser determinados por la intención del
agente de excitar el apetito carnal en sí mismos o en otros (...) La
circunstancia de que el Código mencione tales actos en plural -actos
lascivos- no significa que deben ser varios; con uno sólo se ejecuta el
delito...´.
Según Jurisprudencia -sin identificar- citada en esta misma obra, ´...acto
lascivo es la acción ejecutada por el individuo en directa relación con el
sexo, sea en forma normal, anormal o aberrante...´.
Ahora bien, en el mismo tratado se lee con relación a los actos lascivos
violentos, que ´... se trata de aquellos actos para cuya ejecución el agente
se vale de los medios y se aprovecha de las condiciones y circunstancias
que se indica en el artículo 375 del C.P. Así, para que el acto lascivo sea
punible, se requiere que se haya cometido mediante violencia o amenazas,
o sin mediar éstas, en personas menores de doce años (...) o en la que no
estuviese en capacidad de resistir por causa de enfermedad física o
mental que padezca, por otro motivo independiente de la voluntad del
sujeto activo, o a consecuencia del empleo de medios fraudulentos o de
sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya valido. La
violencia, física o moral, debe estar dirigida a vencer la oposición de la
víctima...´.
Con relación a este tipo delictual señala Alberto Arteaga Sánchez, que ´...
es el delito cuya esencia está en la realización, con violencia real o
presunta, sobre otra persona, del mismo sexo o de otro, de actos
libidinosos o lujuriosos que no consistan en el ayuntamiento carnal ni
puedan ser sancionados en relación a este fin...´.
A su vez, el Código Penal, sanciona en el artículo 377 la conducta de
quien sirviéndose de la violencia o amenaza, o de cualquiera de las
condiciones previstas en el artículo 375 ejusdem, numerales 1 y 4, ejecute
en otra persona actos lascivos. Estos especiales medios de comisión -
violencia o amenazas- y condiciones -incapacidad de resistencia por
enfermedad física o mental o como consecuencia del empleo de medios
fraudulentos, sustancias narcóticas o excitantes- no están explícitamente
contemplados en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, la cual considera que el solo hecho de ser un niño la persona
ofendida -menor de doce años de edad- es condición suficiente para la
configuración del delito.
Respecto al artículo 377 de la ley sustantiva penal, expone en su
comunicación la fiscal consultante que:
´... si bien es cierto, pareciera ser más específico el contenido del artículo
377 en su último aparte del Código Penal en cuanto a la conducta
sancionada, no es menos cierto que este tipo penal está a su vez
contemplado en el artículo 259 de la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, encontrándose entonces ante dos normas
jurídicas que contienen el mismo tipo penal, por cuanto la violencia
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reflejada por el legislador al referirse a los actos libidinosos (que no tienen
por objeto la consumación del acto sexual, sino la satisfacción de la lujuria)
contra niños menores de doce años en el Código en comento, es una
violencia presunta enfocada desde el punto de vista de la incapacidad de
comprender la magnitud o consecuencias derivadas del mismo acto, y no
desde el punto de vista de la violencia física (...) por otro lado la disyuntiva
más relevante, está referida a la sanción a aplicarse, puesto que en el
Código Penal dicha conducta establece una pena privativa de libertad de
dos (2) a seis (6) años de presión (sic), a diferencia de la Ley Especial que
contempla una pena a aplicar de uno (1) a tres (3) años de prisión, lo que
conlleva por mandato constitucional a que deba aplicársele al imputado la
ley que le sea más benigna, de conformidad con lo establecido en el
artículo 24 de la Constitución Nacional (...) se debe aplicar la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, con primacía, en todos los
casos cuyas conductas infringidas por el sujeto activo, se encuentren
previstas en la Sección Cuarta, Capítulo IX de las Sanciones Penales,
puesto que al utilizar la normativa contenida en el Código Penal, en el caso
de los actos lascivos violentos, no sólo se lesionaría la Garantía
Constitucional, referida a que debe aplicarse la Ley que le sea más
favorable al imputado, sino que además se estaría violentando el orden
jerárquico que tienen las leyes...´..
Tal aseveración por parte de la Fiscal Trigésima Quinta del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial de Estado Zulia, se corresponde con
lo que la doctrina define como un aparente concurso de leyes, en virtud de
lo cual se hacen necesarias las siguientes reflexiones:
Sostiene Santiago Mir Puig, al respecto que ´... se habla de concurso de
leyes cuando uno o varios hechos son incluibles en varios preceptos
penales de los que sólo uno puede aplicarse, puesto que su estimación
conjunta supondría un bis in ídem. Ello sucede siempre que uno de los
preceptos basta por si sólo para aprehender todo el desvalor del hecho o
hechos concurrentes (...) la concurrencia de los distintos preceptos es sólo
aparente, puesto que una correcta interpretación de los mismos pone de
manifiesto que, desde un principio, en realidad sólo concurre uno de ellos.
/ Los principios de solución de un concurso de leyes. / La decisión de
cuándo existe un concurso de leyes (y un solo delito) y no un concurso de
delitos, así como, en su caso, la cuestión de que una norma es preferente
y cuál debe quedar desplazada, dependen de la interpretación de las
distintas normas penales en juego.
Pero existen distintos principios que la doctrina ha ido elaborando para
orientar dicha interpretación y que resultan válidos a condición de que se
admita que no suelen ofrecer soluciones automáticas (...) Según el
principio de especialidad, existe concurso de leyes cuando de los varios
preceptos aparentemente concurrentes uno de ellos contempla más
específicamente el hecho que los demás, y tal concurso de leyes debe
resolverse aplicando sólo la ley más especial (lex specialis derogat legem
generalem: la ley especial deroga la general) (...) Todo aquel hecho que
realiza el precepto especial realiza necesariamente el tenor literal del
general, pero no todo hecho que infringe el precepto general realiza el
tenor literal del especial...´.
En este mismo contexto, Luis Jiménez de Asúa, señala que ´... el principio
de especialidad puede formularse diciendo que en el caso en que una
misma materia sea regulada por dos leyes o disposiciones de ley, la ley o
la disposición especial será la aplicable: Lex specialis derogat legi
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generale. / Se dice que dos leyes o dos disposiciones legales se hallan en
relación de general y especial, cuando los requisitos de tipo general están
todos contenidos en el especial (...) Es preciso que ambas leyes estén
vigentes contemporáneamente en el instante de su aplicación, porque, en
el supuesto contrario, no sería un caso de concurso, sino que presentaría
un problema en orden a la ley penal en el tiempo...´.
En cuanto al objeto de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, la misma, en su artículo 1 establece que el objetivo de la
misma es garantizar a todos los niños y adolescentes, que se encuentren
en el territorio nacional, el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo de sus
derechos y garantías que van desde el derecho a la educación; derecho a
mantener relaciones personales y contacto directo con los padres; derecho
a un nivel de vida adecuado; derecho a la vida; derecho a la integridad
personal; derecho a ser protegidos contra el abuso y la explotación sexual,
entre otros.
Ahora bien, de nada valdría consagrar derechos y darles contenido, sin
crear las vías idóneas para garantizarlos, y es así como esta ley especial
concibe el denominado Sistema de Protección del Niño y del Adolescente,
consagrado en el Título III que dedicó el Capítulo IX al establecimiento de
un conjunto de medidas sancionatorias para quienes estando obligados a
ellos, no garanticen, amenacen o violen, los derechos y garantías
consagrados a los niños y adolescentes, es así como este Capítulo
contiene las disposiciones sancionatorias.
Dicho Capítulo, a su vez está subdividido en cuatro dispositivos: Sección
Primera: Disposiciones Generales; Sección Segunda: Infracciones y
Sanciones; Sección Tercera: Multas y Cuarta: Sanciones Penales.
En este punto, a los fines de interpretar adecuadamente las ideas que se
desarrollarán más adelante es necesario definir el término infracción, el
cual según el Diccionario Enciclopédico Grijalbo, significa ´contravención
de una ley, tratado o norma. Acción u omisión que produce un mal al orden
social y se sanciona con una pena´”.
Por su parte, la Enciclopedia Jurídica Opus, la define como:
“Contravención de una ley, tratado o norma. Acción u omisión que produce
un mal al orden social y se sanciona con una pena. Acción y efecto de
violar una prohibición legal o de realizar un acto contrario al deber
impuesto por una norma, orden legítima o convención.
Según Escriche: ‘ Es la transgresión, violación o quebrantamiento de una
ley, pacto o tratado’ . Para José Buxade, tratadista español, la infracción
es: ‘ Contravención de lo dispuesto en la ley, contrato u obligación de
observancia forzosa...”, es decir, latus sensus, la infracción es toda
violación a una ley, tratado o norma que produce un mal, el cual es
sancionable”.
“Una vez señalado lo anterior, cabe resaltar que el legislador en la Sección
Primera del Capítulo en estudio ofrece seis (6) artículos contentivos de las
Disposiciones Generales, dentro de las cuales merece especial atención el
artículo 218, que reza:
´Cuando una Ley establezca sanciones más severas a las previstas como
infracciones en esta Ley, se aplicará con preferencia a las aquí
contenidas´.
Si se interpreta que la aplicación preferente del artículo 218, está
destinada sólo a las infracciones contenidas en la ley especial, quedan
entonces excluidas todas aquellas conductas que ésta no considere como
tales sino como delitos, por lo que aunque el tipo delictual descrito por la
430
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente esté previsto
en otro cuerpo normativo que sancione dicha actuación con una pena más
severa, no se podrá aplicar, pues el artículo 218 sólo se considera referido
a las infracciones y no a los delitos.
La propia Exposición de Motivos de la ley in comento reconoce el sacrificio
en lo atinente a la técnica legislativa, y Leopoldo Palacios, en lo referente a
las disposiciones generales de toda ley, señala que ´... se hace necesario
recoger bajo esta denominación los principios rectores del proyecto de ley,
ya no para evitar equívocos sino más bien para no tener que repetir en
cada caso una misma norma o un mismo principio... (...) Las leyes
especiales son el caballito de batalla del legislador venezolano, se utilizan
para regular cualquier materia o actividad (...) Como su nombre lo indica y
así lo tiene consagrado el Código Civil (Artículo 14), estas leyes deben ser
especiales; es decir reguladoras de una sola materia en particular (...) Si
en los códigos es recomendable utilizar un Título Preliminar, no sucede así
cuando se trata de Leyes Orgánicas o Especiales, en las cuales dicha
primera parte debe cubrirse con un título bajo la denominación de
Disposiciones Generales o Disposiciones Fundamentales...´.
Aunado a lo anterior, continúa la Exposición de Motivos expresando ´...El
Proyecto contempla un conjunto de sanciones, tanto civiles como penales,
aplicables en caso de infracciones contra los bienes jurídicos más
relevantes consagrados a favor de los niños y adolescentes...´.
Al respecto, Belkys Vethencourt de Escobar en su ponencia ´Las
Infracciones a la Protección Debida y las Sanciones en la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente´, sostiene que:
´... el Título III de la LOPNA, en el cual se define y norma la actuación del
Sistema de Protección del Niño y del Adolescente, además de establecer
las estrategias, actores, órganos, instancias, procedimientos y fuentes de
recursos para lograr el objetivo de la protección integral, dedicó capítulo
aparte al establecimiento de un conjunto de medidas sancionatorias para
quienes, estando obligados a ello, no garanticen, amenacen o violen los
derechos y garantías consagrados a los niños y adolescentes. / El capítulo
IX del Título III es el que contiene las disposiciones sancionatorias
aplicables cuando en la realidad se produzca una infracción a la protección
debida a dichos niños y adolescentes. En este sentido, este capítulo IX
contiene cuatro secciones: Una dedicada a las disposiciones generales,
las cuales son aplicables tanto a las sanciones penales como a las de
carácter civil; otra dedicada a la enumeración de las conductas ilícitas que
conllevan a la imposición de una sanción; una tercera contentiva de la
forma de calcular las multas impuestas según la sección anterior; y la
última, dedicada a la enumeración de las conductas que conforman un
ilícito penal...´.
De lo precedentemente expuesto, se colige latus sensus que infracción es
toda violación a una ley, tratado o norma que produce un mal, el cual es
sancionable, y que dicho vocablo puede ser utilizado para referirse tanto a
acciones de índole penal como civil.
Siendo ello así, no es dable interpretar que la disposición de carácter
general contenida en el artículo 218 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente -aplicación preferente- sólo es aplicable para
las infracciones previstas en la Sección Segunda del Capítulo IX del
referido cuerpo normativo, toda vez que dicho artículo debe ser tomado en
consideración para las demás secciones que conforman el aludido
capítulo, en virtud de contemplar un conjunto de sanciones –civiles y
431
penales- aplicables en caso de contravenciones contra los bienes jurídicos
más relevantes consagrados a favor de niños y adolescentes.
Adicionalmente, resulta incomprensible que el contenido del referido
artículo sólo es aplicable para aquellos hechos denominados a la luz de la
esta ley especial como infracción, cuya trasgresión deriva en una sanción
pecuniaria -multa- y no así para aquellos actos antijurídicos que la misma
ley consagra como delitos, cuya perpetración acarrea la aplicación de una
pena corporal -prisión-.
Tal afirmación se concilia con lo destacado en la Exposición de Motivos de
la ley especial en los siguientes términos: ´... Se decidió denominarla ley y
no código porque no es un dispositivo cerrado, aun cuando este proyecto
recoge la mayoría de las normas aplicables a niños y adolescentes y
contiene principios y disposiciones programáticas, sustantivas y
procedimentales de aplicación preferente frente a otras leyes que rigen la
materia. En efecto, hay materias que se seguirán regulando por otras
normas, como por ejemplo el Código Civil...´.
Concordante con lo antes señalado, José Luis Irazú Silva sostiene que:
´... La ley trae algunas disposiciones de carácter general, relativas a las
sanciones penales, que se estimaron necesarias en pro de una cabal
protección al niño y al adolescente entre las cuales cabe destacar la
declaratoria de acción pública de todos los hechos punibles cuyas víctimas
sean niños o adolescentes; la consagración como circunstancia agravante
de todo hecho punible a los efectos del cálculo de la pena que la víctima
sea un niño o un adolescente; la disposición de privilegiar la aplicación del
tipo más gravoso, ante la concurrencia de varios tipos penales que definan
y castiguen la misma conducta en perjuicio de un niño o de un
adolescente. / Se entiende por concurso de tipos el fenómeno en virtud del
cual una misma conducta parece subsumirse, a la vez, en diversos tipos
penales de tal manera que el juez, no pudiendo aplicarlos correctamente
sin violar el principio del non bis in ídem, debe resolver concretamente a
cual de ellos se adecua el comportamiento. / En virtud del principio
comentado, la LOPNA soluciona el problema al ordenar, si el conflicto de
leyes es real, aplicar como ley especial, la que mejor protege a niños y
adolescentes, que es la que mayor pena imponga a quienes delincan en
su perjuicio...´.
En otro orden de ideas, cabe advertir que la ley penal describe conductas
vinculantes desde su promulgación hasta su extinción, por lo que no puede
ser aplicada a hechos pasados, es decir, no tiene efectos retroactivos. El
principio de la irretroactividad constituye la regla general que rige nuestro
ordenamiento jurídico.
Sin embargo, a pesar de que este principio constituye la regla general, el
propio ordenamiento jurídico por razones de defensa social consagra la
excepción a dicha regla, al establecer en el artículo 2 del Código Penal; 24
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y 680 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, la
retroactividad de la nueva ley cuando ésta resulte más favorable al reo.
La extractividad en sus dos formas, es decir, tanto la retroactividad como al
la ultractividad, delimitan la validez de la ley penal en el tiempo, rigiendo su
aplicación el principio tempus regit actum, en fuerza del cual la eficacia de
la norma incriminadora queda circunscrita al tiempo durante el cual está en
vigencia.
De tal manera que es en protección de los derechos del niño y del
adolescente definidos como prioridad absoluta del Estado y como sujetos
432
estratégicos para el desarrollo sustentable tal y como se desprende de la
Exposición de Motivos de la Carta Magna, y desarrollado en su artículo 78
-interés superior- que los fiscales del Ministerio Público especializados
deben acatar lo dispuesto en el ya citado artículo 218 de la ley especial,
tomando en consideración para ello la previsión contenida en el artículo 24
de la norma fundamental.
Para concluir, esta Dirección de Consultoría Jurídica considera que en
virtud de la
interpretación del artículo 218 de la ley especial que se desarrolla en la
presente opinión, pueden los fiscales especializados del Ministerio Público,
con fundamento en el artículo 78 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y el artículo 8 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente solicitar en los casos de abusos
sexuales a niños, la aplicación del artículo 377 de la ley sustantiva penal.
Asimismo, en caso de que la decisión emanada del órgano jurisdiccional
competente sea contraria a la imputación formulada, podrán agotar la vía
recursiva a fin de que prive una efectiva protección integral al niño...”.
433
174
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-406-2004 FECHA:20040315
TITL Conforme al principio del equilibrio patrimonial que debe privar
entre las partes que lleven a cabo una contratación el Ministerio
Público, debe reconocer a sus contratistas las variaciones en
los precios producto del fenómeno inflacionario, siempre y
cuando estos últimos justifiquen su solicitud a satisfacción de
la Institución.
FRAGMENTO
434
Se acompaña al memorandum en referencia, comunicación suscrita por el
representante de la sociedad mercantil Otal C.A, de fecha 4 de diciembre
de 2003, en la cual presenta una nueva oferta al Ministerio Público, para el
suministro e instalación de los equipos en referencia, por la cantidad de
trescientos nueve millones cuatrocientos treinta y tres mil trescientos ocho
bolívares con treinta y dos céntimos (Bs. 309.433.308,32).
II. Del pronunciamiento: El caso que nos ocupa se circunscribe a
determinar la procedencia o no de que el Ministerio Público, le reconozca a
la sociedad mercantil Otal C. A, el incremento en el monto de la oferta
efectuada por ésta última a los fines del suministro e instalación de los
equipos de aire acondicionado en la sede del organismo ubicada en la
ciudad de Maracaibo del Estado Zulia, y sobre la cual ya el Ministerio
Público había otorgado la buena pro.
1. Punto previo: Es de advertir que este Despacho, mediante
Memorandum N° DCJ-6-1872-2003, de fecha 1 de diciembre de 2003, se
pronunció sobre un anterior planteamiento efectuado por la sociedad
mercantil Otal C.A, en el mismo sentido, vale decir, sobre un ajuste en la
oferta presentada por la compañía motivado en esa oportunidad a la
supuesta dificultad que se le presentó para adquirir la divisa
norteamericana a través de la Comisión de Administración de Divisas -
CADIVI-. El ajuste en la oferta consistía en que el Ministerio Público, le
reconociera a la sociedad mercantil OTAL C.A, el precio de los equipos a
ser suministrados a una tasa de cambio significativamente superior a la
oficial, en concreto a razón de Bs. 2.700,00 por dólar de los Estados
Unidos de Norteamérica.
Esta Dirección de Consultoría Jurídica ante tal solicitud, entre otros
particulares señaló, que el hecho de que en la actualidad exista un control
de cambio de divisas, no imposibilitaba el cumplimiento de las obligaciones
asumidas por la compañía frente al Ministerio Público, dado que no
estamos en presencia de alguna disposición prohibitiva o imperativa
emanada del Estado por razones de interés público general que deba ser
acatada por ésta y que por ello, la contratista, en este caso la sociedad
mercantil OTAL C.A, debía mantener el monto de la oferta que presentó al
Ministerio Público para el suministro e instalación de equipos de aire
acondicionado en la sede del organismo en la ciudad de Maracaibo del
Estado Zulia.
Por otra parte este Despacho señaló que el Decreto de Reforma Parcial de
la Ley de Licitaciones publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 5.556 Extraordinaria de fecha 13 de
noviembre de 2001, no prevé en sus disposiciones norma alguna que
faculte al contratante, en este caso el Ministerio Público, a autorizar un
ajuste de precios una vez que se hubiese otorgado la buena-pro en una
licitación. Se indicó que no le estaría permitido a la Institución reconocer un
diferencial cambiario para la adquisición de los equipos de aire
acondicionado diferente y considerablemente superior al establecido de
manera oficial y que rige de manera obligatoria en todo el territorio de la
República.
Asimismo está Dirección, refirió que sin entrar en contradicción con lo
expresado, tal y como lo ha manifestado en anteriores oportunidades, es
viable que en los casos de órdenes de compra o de servicios generados
por adjudicación directa o procesos licitatorios, se les debe reconocer a los
proveedores del Ministerio Público, las variaciones en los precios producto
de las diferencias entre el valor del Bolívar frente al Dólar de los Estados
435
Unidos de Norteamérica, siempre y cuando los primeros justifiquen su
solicitud a satisfacción del Ministerio Público.
Dicho reconocimiento está fundamentado en el principio del equilibrio
patrimonial que debe privar entre las partes contratantes y en el hecho de
que en las relaciones entre particulares y el Estado, en este caso
representado por el Ministerio Público, ambos sujetos actúan en un plano
de igualdad en sus relaciones comerciales. Sin embargo, dicha variación
de precios y su consecuente reconocimiento, tendría lugar solamente si se
produjese una modificación oficial del valor del bolívar frente al dólar
norteamericano que incremente su valor; como por ejemplo, cuando la
paridad cambiaria fue ajustada de Bs. 1600,oo a Bs 1.920,00. Este
supuesto implicaría que el Ministerio Público reconocería el diferencial
cambiario a que hubiere lugar desde el momento de la presentación de la
oferta por parte del contratista hasta la oportunidad en que haga efectiva la
entrega de los bienes y/o servicios mediante algún documento (nota de
entrega o factura).
En este orden de ideas se destacó el hecho de que los bienes y/o servicios
sujetos a éste ajuste serán única y exclusivamente los que contengan
componentes importados, dado que son éstos los que están sujetos a la
incidencia de la política cambiaria en cuanto a su valor.
Ahora bien, una vez señalado lo expresado mediante el Memorándum N°
DCJ-6- 1872-2003, de fecha 1 de diciembre de 2003, esta Dirección de
Consultoría Jurídica pasa a pronunciarse sobre los nuevos planteamientos,
en los siguientes términos:
2. Del ajuste de precios una vez otorgada la buena pro en un proceso
licitatorio: Esta Dirección reitera, que conforme al principio de legalidad
administrativa, el cual puede ser enunciado en el sentido de que todos los
actos emanados de los órganos del poder público deben realizarse en
completa armonía con las reglas del derecho, lo cual significa no sólo la
subordinación de los actos del poder público a las leyes sino también a los
reglamentos, ordenanzas y demás actos normativos e implica para las
autoridades administrativas ceñir sus decisiones a lo que se ha
denominado ´el bloque jurídico´, esto es el conjunto de reglas jurídicas
preestablecidas, contenidas en la Constitución, las leyes normativas, los
decretos leyes, los tratados, los reglamentos, las ordenanzas y demás
fuentes escritas del derecho y los principios que informan al ordenamiento
jurídico, y de acuerdo con lo dispuesto en el Decreto de Reforma Parcial
de la Ley de Licitaciones publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 5.556 Extraordinaria de fecha 13 de
noviembre de 2001, no es posible que el Ministerio Público, autorice un
ajuste de precios una vez otorgada la buena pro en un procedimiento
licitatorio.
Si se analiza con detenimiento el texto de la mencionada Ley Especial, se
observa que la intención del legislador fue la de establecer la obligación
del ente contratante de otorgar la buena pro a la oferta que en un proceso
licitatorio resulte ganadora, según los criterios de evaluación que hayan
sido adoptados y que cumpla los requisitos y condiciones establecidos en
los pliegos de licitación, tal y como se establece en el artículo 90, pero no
así permitir la modificación de la oferta una vez que es presentada.
En este sentido, si se toma como referencia lo dispuesto en el artículo 54
eiusdem, se puede evidenciar que al ente contratante no se le permite con
respecto al oferente, pedirle o aceptarle modificar condiciones de la oferta,
distintas a su plazo de validez en aquellos casos en que solicite su
436
prorroga.
En efecto, la norma en referencia señala que: ´El ente contratante puede
solicitar a los oferentes que prorroguen la validez de sus ofertas. Los
oferentes que accedan a prorrogar la validez de la oferta, proveerán lo
necesario para que la garantía de sostenimiento de la oferta se mantenga
vigente durante el tiempo requerido en los pliegos de licitación más la
prorroga. Con ocasión de la solicitud de prórroga de validez de las ofertas,
no se pedirá ni permitirá modificar condiciones de la oferta, distintas a su
plazo de validez´.
Por otra parte, el artículo 86 ibidem se encuentra redactado en el mismo
sentido, ya que no permite la modificación de la oferta presentada por el
oferente. Así tenemos que según lo dispone la norma, en caso de que el
participante adjudicatario no mantenga su oferta, se niegue a firmar el
contrato, no suministre la fianza de fiel cumplimiento o le sea anulada la
Buena Pro, por haber suministrado información falsa, existe la obligación
del ente contratante de otorgar la buena pro a los oferentes que hubieren
merecido la segunda y tercera opción, en este mismo orden. El referido
precepto legal textualmente señala: ´Los oferentes que hubieren merecido
la segunda y la tercera opción tienen, en ese mismo orden, el derecho a
que le sea otorgada la buena pro, en caso de que el participante
adjudicatario no mantenga su oferta, se niegue a firmar el contrato, no
suministre la fianza de fiel cumplimiento o le sea anulada la buena pro, por
haber suministrado información falsa´.
Circunscribiéndonos al caso en concreto, tenemos que el Ministerio
Público, le otorgó la Buena Pro a la sociedad mercantil OTAL C.A, por
haber cumplido con los requisitos establecidos en el procedimiento de
licitación y presentar la oferta más beneficiosa para el organismo,
circunstancia ésta que hizo del conocimiento de esa empresa mediante
oficio N° 52098 de fecha 31 de octubre de 2003, dirigido por la Directora
de Administración al representante de la sociedad mercantil OTAL C.A, y
en el cual además le señalaba a este último que ya se había emitido la
correspondiente orden de compra signada con el N° 381.
En consecuencia sobre la base de lo anteriormente expresado, esta
Dirección de Consultoría Jurídica es del criterio, que el Ministerio Público
por el hecho de haber otorgado la buena pro a la sociedad mercantil OTAL
C.A, dentro del proceso licitatorio para la adquisición de equipos de aire
acondicionado para la sede del organismo ubicada en la ciudad de
Maracaibo del Estado Zulia, se encuentra ante la imposibilidad legal de
reconocerle a la referida compañía, el incremento en el monto de la oferta
que ésta última solicita.
3. De la variación de los precios producto del fenómeno de la inflación:
Este Despacho es de la opinión y así lo ha manifestado en anteriores
oportunidades, que ciertamente en los casos de ordenes de compra o de
servicios generados por adjudicación directa o procesos licitatorios, se les
debe reconocer a los contratistas del Ministerio Público, las variaciones en
los precios producto del fenómeno inflacionario, siempre y cuando los
primeros justifiquen su solicitud a satisfacción del Ministerio Público. Dicho
reconocimiento está fundamentado en el principio del equilibrio patrimonial
que debe privar entre las partes que llevan a cabo una contratación y en el
hecho de que en las relaciones entre los particulares y en este caso la
administración representada por el Ministerio Público, ambos sujetos
actúan en un plano de igualdad en sus relaciones comerciales.
Pudiera ser que desde el momento en que el contratista pactó la obligación
437
con el Ministerio Público, hasta el momento de su efectivo cumplimiento,
se hubieren producido una serie de modificaciones en los precios de los
materiales, equipos, suministros, mano de obra y otros insumos, así como
variaciones en el valor real de la moneda, lo que es conocido jurídicamente
como perturbaciones económicas apreciables en situaciones
contractuales, siendo que en tales condiciones evidentemente queda roto
el equilibrio contractual originalmente convenido entre las deudas
asumidas por una y otra parte. Una vez reconocida la procedencia de las
perturbaciones económicas, lo conducente es determinar la forma en la
cual se ajustarán las obligaciones.
En este sentido, el Índice de Precios al Consumidor del Área Metropolitana
de Caracas, publicado por el Banco Central de Venezuela, es el
instrumento a considerar para tales fines.
III. Conclusión: Sobre la base de lo expresado, esta Dirección de
Consultoría Jurídica estima que lo procedente en el caso que nos ocupa,
es reconocerle a la sociedad mercantil OTAL C.A, un ajuste sobre la
totalidad del monto originalmente presupuestado para la ejecución de la
obra, para lo cual se deberá tomar como factor de cálculo la variación del
Índice de Precios al Consumidor del Área Metropolitana de Caracas,
publicado por el Banco Central de Venezuela. El periodo a considerar para
efectuar el ajuste en comentario, abarca desde la fecha de la presentación
de la oferta por parte del contratista hasta la fecha en que el contratista a
través de la documentación correspondiente haga efectiva la entrega de la
obra.
Es entendido que de no existir la disponibilidad presupuestaria para el
pago del referido ajuste, el mismo se cancelará en el siguiente ejercicio
fiscal previo reconocimiento administrativo de la acreencia por parte del
Ministerio Público…”.
438
175
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General Administrativa DGA
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-661-2004 FECHA:20040420
TITL El Ministerio Público cada vez que emita o utilice órdenes de
pago, cheques, transferencias o cualquier otro medio de pago a
favor de sus contratistas se encuentra en la obligación de
gravar el monto que corresponda con el impuesto del 1x1000,
establecido en el artículo 9 de la ordenanza de timbre fiscal del
Distrito Metropolitano de Caracas, publicada el 12 de noviembre
de 2003 en la Gaceta Oficial N° 0015 de dicho distrito
metropolitano, impuesto éste, que la Institución deberá enterar
al tesoro metropolitano.
FRAGMENTO
440
encuentra contenida en su artículo 9 del Capítulo IV, mediante la cual se
establece un impuesto que ingresará al Tesoro Metropolitano, cuando se
configure el supuesto allí establecido.
En este orden de ideas, el mencionado artículo 9 de la varias veces
mencionada Ordenanza de Timbre Fiscal del Distrito Metropolitano de
Caracas, establece un impuesto del uno por mil, (1 X 1000) que grava la
emisión de órdenes de pago, cheques, transferencias o cualesquiera otros
medios de pago por parte de entes u
órganos del sector público nacional, estadal, distrital y municipal ubicados
en la jurisdicción del Distrito Metropolitano de Caracas, cuyo monto sea
igual o superior a cincuenta unidades tributarias (50 UT), que sean
realizados en calidad de anticipos, pagos parciales o pagos totales a favor
de contratistas, derivados de contratos de ejecución de obras, de
prestación de servicios o de adquisición de bienes o suministros.
En el caso del Ministerio Público resulta claro que lo dispuesto en la
mencionada norma le es aplicable por cuanto: (1) forma parte del ´sector
público nacional´, en concreto, es un órgano del Poder Ciudadano, (2)
consuetudinariamente emite o utiliza los diferentes medios de pago
previstos en la norma por montos iguales o superiores a cincuenta
unidades tributarias (50 U.T), para honrar las obligaciones parcial o
totalmente según el caso, que asume con los contratistas que le ejecutan
obras, le prestan servicios o le suministran bienes, y (3) la emisión o
utilización de dichos medios de pago tiene lugar en jurisdicción del Distrito
Metropolitano de Caracas.
Por ello, esta Dirección de Consultoría Jurídica, considera que el
Organismo cada vez que emita o utilice dichos medios de pago a favor de
sus contratistas se encuentra en la obligación de gravar el monto que
corresponda con el impuesto del 1 X 1000, establecido en el artículo 9 de
la Ordenanza de Timbre Fiscal del Distrito Metropolitano de Caracas,
publicada el día 12 de noviembre de 2003 en la Gaceta Oficial N° 0015 de
dicho Distrito Metropolitano, impuesto éste, que la Institución deberá
enterar al tesoro metropolitano.
Es de señalar, que el Director de Recaudación de Tasas e Impuestos de la
Alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas, en el escrito que enviara a
la Directora de Administración del Ministerio Público, advierte que el
enteramiento de este impuesto en el tesoro metropolitano, ´no podrá
efectuarse a través de la denominada forma 16, emitida por el Servicio
Nacional Integrado de Administración Tributaria -SENIAT-, por cuanto la
misma carece de validez para realizar el pago de tributos de competencia
del Distrito Metropolitano de Caracas´, e indica que hasta tanto el Distrito
Metropolitano de Caracas no emita sus propias Planillas ´especiales de
pago´, éste deberá ser pagado directamente a través de la CUENTA
CORRIENTE N° 01050632831632005034, del BANCO MERCANTIL, a
nombre de ADMC INGRESOS FISCALES año 2001.
Por otra parte, el referido funcionario indica en su escrito que dentro de los
cinco (5) primeros días de cada mes, se le debe remitir a la Alcaldía del
Distrito Metropolitano de Caracas, las planillas que acrediten que el
Ministerio Público efectuó el depósito bancario en cuestión, acompañadas
de la siguiente información: fecha de la operación, número del documento
o serial, nombre del contribuyente, cédula de identidad o Registro de
Información Fiscal -RIF-, monto de la operación, monto del impuesto,
número de planilla de pago de impuesto y Municipio donde se ejecutó la
obra, prestó el servicio o adquirió bienes o insumos, para lo cual
441
acompañó a su comunicación una fotocopia del formato a ser utilizado
para el suministro de la mencionada información, el cual se anexa al
presente memorando…”.
442
176
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Administración DA
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-404-2004 FECHA:20040315
TITL En los casos de suscripción de contratos de obras se le debería
exigir al contratista la constitución de una fianza laboral, en
garantía del cumplimiento de las obligaciones de tal naturaleza
y en resguardo de los intereses patrimoniales del Ministerio
Público. Asimismo, antes de suscribir el referido contrato se le
deberá exigir al contratista una póliza de seguro de
responsabilidad civil para garantizar el cumplimiento de las
obligaciones derivadas de daños y perjuicios a bienes y/o
personas, con vigencia durante todo el tiempo de ejecución de
la obra y cuyo monto deberá ser determinado según cada caso
en particular.
FRAGMENTO
444
maquinarias que utilice; por lo que deberá mantener estricta vigilancia
tomando las precauciones necesarias para evitar que se causen daños a
la obra o a terceros, debiendo además proteger tanto las propiedades y
bienes de la República como la de los particulares y el ambiente en
general y que el artículo 79 eiusdem, señala que el contratista se obliga a
evitar que sean causados daños o perjuicios de cualquier naturaleza a
terceras personas, con motivo de la ejecución de las obras objeto del
contrato y que en todo caso, procurará que los derechos y bienes de las
personas no sean afectados sino en el mínimo compatible con la normal
ejecución de las obras, este Despacho es de la opinión de que ciertamente
se debe garantizar que el contratista cumpla con tales obligaciones.
Sin embargo, esta Dirección estima que más que una fianza es preferible
que el contratista antes de suscribir el contrato, garantice el cumplimiento
de las obligaciones derivadas de daños y perjuicios a bienes y/o personas,
a través de una póliza de seguro de responsabilidad civil cuyo beneficiario
sea el Ministerio Público, con vigencia durante todo el tiempo de ejecución
de la obra cuyo monto deberá ser determinado según cada caso en
particular…”.
445
177
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección de Administración DA
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-1363-2004 FECHA:20040720
TITL En los casos de órdenes de compra se les debe reconocer a los
proveedores del Ministerio Público, las variaciones en los
precios producto de las diferencias entre el valor del bolívar
frente al dólar de los Estados Unidos de Norteamérica, siempre
y cuando los primeros justifiquen su solicitud a satisfacción del
Ministerio Público y se trate de bienes que contengan
componentes importados que para su adquisición se requieran
divisas, lo cual incluye el incremento de los gastos de aduana
(arancel de aduana, servicio de aduana tsa/tss, servicios de
verificación y agente aduanal), que se hubiere generado con
ocasión de la importación.
FRAGMENTO
447
accesorios para equipos de computación y video y Bs.100.464.948,96 por concepto de IVA,
para un total de Bs.728.370.879,96 y las condiciones son las siguientes: Garantía de
cartuchos HP, tendrán una vigencia mínima de 18 meses. Asimismo, refleja la cantidad de
Bs.42.048.425,00 por concepto de artículos de oficina y Bs.6.727.748,00 por concepto de
IVA, para un total de Bs.48.776.173,00´. Esta oferta dio lugar a la orden de Compra N° 498
de fecha 19 de diciembre de 2003, por la cantidad de Bs.392.843. 437,36.
En cuanto a la Licitación General N° 13/2003, se indicó: ´La oferta presentada por la
sociedad mercantil TELEMULTI C.A,... refleja la cantidad de Bs. 51.150.000,00 por
concepto de faxes y Bs.8.184.000,00 por concepto de IVA, para un total de
Bs.59.334.000,00´. Esta oferta dio lugar a la orden de compra N° 559 de fecha 18 de
diciembre de 2003 por la cantidad de Bs.59.334.000,00.
Por último en lo que se refiere a la Licitación Selectiva N° 14/2003, expresó:
´La oferta presentada por la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, refleja la cantidad de
Bs.54.446.320,00 por concepto de cámaras de video y Bs.8.711.411, 20 por concepto de
IVA, para un total de Bs.63.157.731,20 y las condiciones son las siguientes: Tiempo de
entrega: 30 días hábiles contados a partir de la firma de la orden de compra, Lugar de
entrega: Los bienes serán entregados en el almacén del Ministerio Publico, ubicado en el
Edificio Sede del Ministerio Publico, Pele el Ojo a Misericordia, Avenida Universidad
Caracas, Forma de Pago: Emisión de cheque de gerencia u orden de pago emitida a
nombre de TELEMULTI C.A, Anticipo: Solicitamos anticipo del 20% a la firma del contrato
contra la presentación de la fianza de anticipo. 80% restante contra entrega y acta de
aceptación definitiva de los bienes, Validez de la Oferta: Cuarenta y cinco días (45)
calendarios, contados a partir de la fecha de consignación de la misma´. La orden de
compra emitida por el Ministerio Público fue la signada con el N° 560 de fecha 18 de
diciembre de 2003 por la cantidad de Bs.63.157.731,20.
(iii) Del pronunciamiento: Expresado lo anterior este Despacho procede a emitir su
pronunciamiento sobre el asunto que nos ocupa en los términos siguientes:
Del reconocimiento del diferencial cambiario y del incremento de los gastos por concepto
de aduana en la Licitación General N° 09/2003: Como se mencionó en el punto anterior, el
Ministerio Público estableció como ´Bases de licitación´, para el oferente el que indicara en
el ´Formulario de Oferta y Lista de Precios´, los precios unitarios y el precio total de los
bienes y servicios conexos que se proponía suministrar, cotizados en dólares, con
indicación de la tasa de cambio oficial fijada por el ente emisor con respecto al dólar de los
Estados Unidos de Norteamérica para la fecha de presentación de la oferta.
Asimismo, en las referidas ´Bases de licitación´, el Organismo indicó que los precios de los
bienes que le fueran facturados y entregados por el oferente de conformidad con ´la orden
de compra, no diferirán de los que se hayan cotizado en la oferta´, lo que expresado en
otras palabras equivale a decir, que la Institución a los fines de efectuar el correspondiente
pago en principio se obligaría a reconocer en todos sus términos y condiciones, las
cantidades que por el suministro de dichos bienes hubiere ofertado el proveedor.
La oferta presentada por la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, desglosó los precios de
los bienes a entregar al Ministerio Público, y los totalizó indicando que estaban cotizados a
la tasa oficial de cambio de Bs. 1.600 por 1US$, pero en el entendido de ´que en caso de
presentarse un comunicado oficial de liberación o incremento de la tasa cambiaria, se
deberá tomar en cuenta el reconocimiento del diferencial cambiario". Señaló además que
"Todos los gastos de transporte, seguros, derechos, arancelarios, servicios de gestoria
aduanal y cualquier otro gasto en que se incurra para la entrega de los equipos en puerta,
están incluidos en nuestra oferta´.
La aceptación de dicha oferta por parte del Ministerio Público, materializada mediante el
otorgamiento de la Buena Pro y la emisión de la Orden de Compra N° 379 de fecha 15 de
octubre de 2003 por la cantidad de Bs.1.933.364.355,60, obliga al Organismo a cumplir con
el condicionamiento en ella contenido, vale decir, el reconocimiento del diferencial
cambiario en el precio de los bienes en el caso de producirse ´el incremento de la tasa
cambiaria´, lo cual ciertamente tuvo lugar por cuanto de acuerdo al Convenio Cambiario
vigente la tasa de cambio oficial, varió de Bs.1600 por 1 US$ a Bs.1.920 por 1 US$.
Sobre la base de todo lo anteriormente expresado, esta Dirección de Consultoría Jurídica
puede afirmar que la solicitud efectuada por el representante de la compañía TELEMULTI
C.A., mediante comunicación de fecha 22 de marzo de 2004, en el sentido de que le sea
reconocido el diferencial cambiario con relación a la factura N° 0244 de fecha 15 de
diciembre de 2003, correspondiente a la Licitación General N° 09/2003 es procedente,
razón por la cual de existir la disponibilidad de recursos económicos en el presente ejercicio
fiscal se debe proceder a cancelarlo, en caso contrario el Ministerio Público le deberá
reconocer administrativamente a la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, la diferencia
cambiaria en cuestión , la cual se le cancelará con cargo al siguiente ejercicio fiscal.
Por otra parte, este Despacho estima igualmente procedente el pago del incremento de los
448
gastos de aduana (arancel de aduana, servicio de aduana TSA/TSS, servicios de
verificación y agente aduanal), solicitado por la empresa TELEMULTI C.A. En este sentido,
tenemos que esta afirmación tiene como fundamento el hecho de que el reconocimiento del
diferencial cambiario resulta aplicable sobre la totalidad del precio de los bienes que fueron
ofertados por la referida empresa y es el caso que dentro de dicho precio se encuentran
incluidos los gastos de aduana que se generan con ocasión de la importación de los bienes
y que para efectos de su cálculo se toma en cuenta en valor del bolívar frente al dólar de
los Estados Unidos de Norteamérica que informa el Banco Central de Venezuela.
Del reconocimiento del diferencial cambiario y del incremento de los gastos por concepto
de aduana en Licitación General N° 12/2003, N° 13/2003 y la Licitación Selectiva N°
14/2003: En los procesos licitatorios que nos ocupan no se le exigió a los oferentes que
indicaran los precios unitarios y el precio total de los bienes y servicios conexos que se
proponían suministrar, cotizados en dólares, con indicación de la tasa de cambio oficial
fijada por el Banco Central de Venezuela, por el contrario, era requerido que dichos precios
los presentarán expresados en bolívares e incluyeran el monto correspondiente al Impuesto
al Valor Agregado -IVA-.
Dentro de las ´Bases de licitación´, y en lo que se refiere al precio de los bienes que le
fueran facturados y entregados al Ministerio Público, este último no estableció ningún
condicionamiento para prever una posible variación de los mismos. En este sentido, en lo
que respecta a la Licitación General N° 12/2003 y N° 13/2003, se observa que el
Organismo indicó que realizaría el pago del precio que correspondiera contra entrega y
aceptación definitiva de los bienes por parte del proveedor y en cuanto a la Licitación
Selectiva N° 14/2003, que la Institución pagaría el precio de los bienes en dos partes, un
cincuenta por ciento (50%) al momento de la firma de la orden de compra y el restante
cincuenta por ciento(50%) contra entrega y aceptación definitiva de los bienes.
En lo que respecta a las ofertas presentadas en los diferentes procesos licitatorios en
comentario, en ninguna de ellas la empresa TELEMULTI C.A, señaló como si lo hizo en la
Licitación General N° 09/2003, que en caso de presentarse un incremento de la tasa oficial
de cambio, se debería tomar en cuenta a los fines del reconocimiento del diferencial
cambiario. En este sentido, tenemos que la sociedad mercantil TELEMULTI C.A.,
solamente en el caso de la Licitación Selectiva N° 14/2003, estableció algunos
condicionamientos pero en este caso referidos al tiempo de la entrega de los bienes, al
lugar de entrega, a la forma de pago mediante cheque de gerencia u orden emitida a favor
de la empresa, al anticipo a serle otorgado y a la validez de la oferta.
No obstante, con independencia de lo anteriormente expresado, es un hecho cierto que
desde el momento en que en estos procesos licitatorios fue otorgada la Buena Pro y
emitidas las correspondientes órdenes de compra, hasta la oportunidad en que el
representante de la sociedad mercantil Telemulti C.A, presentara la solicitud de
reconocimiento que nos ocupa, se produjo una diferencia entre el valor del Bolívar frente al
Dólar de los Estados Unidos de Norteamérica. En este sentido, tenemos que cuando fueron
emitidas las Órdenes de Compra N° 498 de fecha 19 de diciembre de 2003, por la cantidad
de Bs.392.843.437,36, N° 559 de fecha 18 de diciembre de 2003 por la cantidad de
Bs.59.334.000,00 y N° 560 de fecha 18 de diciembre de 2003 por la cantidad de
Bs.63.157.731,20, la tasa oficial de cambio era de Bs.1.600,00 por un 1US$ pero a partir de
febrero de 2004 pasó a ser de Bs.1.920,00 por un 1US$ para la compra de esta divisa.
Esta Dirección de Consultoría Jurídica ha señalado que ciertamente en los casos de
órdenes de compra o de servicios generados por adjudicación directa o procesos
licitatorios, se les debe reconocer a los proveedores del Ministerio Público, las variaciones
en los precios producto de las diferencias entre el valor del Bolívar frente al Dólar de los
Estados Unidos de Norteamérica, siempre y cuando los primeros justifiquen su solicitud a
satisfacción del Ministerio Público y se trate de bienes que contengan componentes
importados que para su adquisición se requieran divisas. Dicho reconocimiento está
fundamentado en el principio del equilibrio patrimonial que debe privar entre las partes
contratantes y en el hecho de que en las relaciones entre particulares y el Estado, en este
caso representado por el Ministerio Público, con ocasión de la adquisición de bienes o
servicios, ambos sujetos actúan en un plano de igualdad en sus relaciones comerciales.
En el caso en concreto, la sociedad mercantil TELEMULTI C.A, mediante la ya referida
comunicación de fecha 22 de marzo de 2004, le está solicitando al Ministerio Público, el
reconocimiento del diferencial cambiario y del incremento de los gastos de aduana en la
factura N° 255 de fecha 18 de diciembre de 2003 referida a la Licitación General N°
12/2003, la factura N° 252 de fecha 18 de diciembre de 2003 emitida con ocasión de la
Licitación General N° 13/2003 y las facturas N° 253 y 256 correspondientes a la Licitación
Selectiva N° 14/2003 respectivamente, anexando a tales fines los correspondientes
documentos.
Ahora bien, este Despacho considera que para poder determinar si efectivamente la
449
solicitud de reconocimiento del diferencial cambiario y del incremento de los gastos de
aduanas efectuada por el representante legal de la empresa TELMULTI C.A, resulta
procedente en su totalidad o en parte de ella, o que por el contrario no tendría lugar, resulta
imprescindible que la Dirección de Administración sobre la base de la documentación
aportada por dicha compañía verifique si efectivamente los bienes suministrados al
Organismo en atención a las ordenes de compra que fueron emitidas en los procesos
licitatorios en comentario, y reflejados en las facturas antes señaladas fueron adquiridos a
razón de una tasa oficial de cambio de Bs.1.920,oo por 1US$ y no a la de Bs.1.600,00 por
1 US$.
En este sentido, si del resultado de dicho análisis resulta justificada la solicitud que nos
ocupa, se debe proceder a verificar si existe disponibilidad de recursos económicos en el
presente ejercicio fiscal para proceder a cancelar el diferencial cambiario y el incremento de
los gastos de aduana y en caso contrario reconocerlos administrativamente para pagarlos
con cargo al siguiente ejercicio fiscal…”.
450
178
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-1404-2004 FECHA:20040726
TITL El artículo 78 del decreto de reforma parcial de la Ley de
Licitaciones, no resulta aplicable a la contratación de obras por
parte del Ministerio Público, cuyo monto no supere las once mil
quinientas unidades tributarias (11.500 u.t).
FRAGMENTO
452
(iii) Del pronunciamiento: En el caso que nos ocupa, como anteriormente
se mencionó, se plantea la posibilidad de requerirle a los oferentes en los
casos de ejecución de obras cuyos montos no superen las 11.500 UT, la
presentación conjuntamente con su oferta de una caución o garantía para
´asegurar la celebración del contrato´, tomando en consideración lo
dispuesto en el artículo 78 del Decreto de Reforma Parcial de la Ley de
Licitaciones vigente.
En este sentido, conforme al análisis anteriormente efectuado, esta
Dirección de Consultoría Jurídica puede afirmar que tal requerimiento no
es factible debido a que la contratación de toda obra por parte del
Ministerio Público, cuyo monto no supere las 11.500 U.T, se realiza
mediante la figura de la Adjudicación Directa, y como quedó establecido en
el punto anterior a ésta última, no le resulta aplicable lo dispuesto en el
artículo 78 del Decreto Ley varias veces mencionado.
En todo caso, el procedimiento a seguir para las Adjudicaciones Directas
es el que se describe de forma resumida en el memorando que nos ocupa,
consistente en ´la solicitud de por lo menos 3 ofertas en sobres cerrados,
los cuales se aperturan ante el Comité de Apertura de Sobres, se realiza el
análisis técnico y se recomienda al ciudadano Fiscal General de la
República mediante Punto de Cuenta, la contratación de la empresa que
presenta la mejor oferta técnico-económica”, el cual fue aprobado por
nuestra máxima autoridad jerárquica mediante punto de cuenta…´”.
453
179
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin remitente/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-6-1409-2004 FECHA:20040726
TITL Conforme a la Ley Orgánica de la Administración Financiera del
sector público, el Ministerio Público no está facultado para
adquirir compromisos para los cuales no existan créditos
presupuestarios, ni disponer de créditos para una finalidad
distinta a la prevista, como tampoco para ordenar ninguna
erogación que no sea para pagar obligaciones válidamente
adquiridas.
FRAGMENTO
455
abonar el aumento del valor adquirido por el inmueble como resultado de
la incorporación.
(iv) Nuestra opinión: Sobre la base de lo anteriormente expresado, este
Despacho emite su opinión de la forma siguiente:
Conforme a la normativa contenida en la Ley Orgánica de la
Administración Financiera del Sector Público, el Ministerio Público no
estaría facultado para adquirir compromisos para los cuales no existan
créditos presupuestarios, ni disponer de créditos para una finalidad distinta
a la prevista, en consecuencia de no disponer el Organismo en el presente
ejercicio fiscal, de una partida destinada a cubrir gastos como el que le es
planteado a esta Dirección de Consultoría Jurídica, no sería posible
realizar los trabajos de ampliación del inmueble que nos ocupa.
Sin embargo, de existir tal disponibilidad presupuestaria, tal y como se
menciona en el Memorando N° DGA-DIE-852-2004, en comentario se
pudieran llevar a cabo dichos trabajos de adecuación en el entendido de
que conforme a la normativa contenida en el Código Civil:
a) De ser adquirido el inmueble por el Ministerio Público, el costo de los
trabajos de ampliación efectuados sobre el mismo debería ser reconocido
por el Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria -FOGADE-.
Este convenimiento debe quedar evidenciado mediante la suscripción del
correspondiente documento.
b) De no ser adquirido el inmueble por el Ministerio Público, el Fondo de
Garantía de Depósitos y Protección Bancaria -FOGADE-, deberá abonar al
Ministerio Público, el precio de los materiales, el valor de la mano de obra
y demás gastos inherentes a la ampliación efectuada al inmueble, lo cual
al igual que en el caso anterior deberá quedar convenido de forma escrita
mediante la suscripción del respectivo documento…”.
456
180
TDOC Memo Rápido
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCA
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° 116 FECHA:20040413
TITL La imputación se dirige personalmente al ciudadano objeto de
ella, debiendo especificarse el hecho punible por el cual se le
investiga.
El delito de desacato de mandamiento de amparo, previsto en el
artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, constituye una desobediencia
cualificada por la naturaleza de la decisión que se incumple. La
falta prevista en el artículo 485 del Código Penal
(“desobediencia a la autoridad”) es abarcada por el delito
previsto en la citada ley orgánica, el cual contiene otros
elementos típicos como el órgano y la decisión específica.
El concurso ideal de delitos sólo opera cuando pueden
diferenciarse idealmente las distintas conductas implícitas en
un mismo hecho, pero no se produce dicho concurso cuando
una conducta es abarcada y superada en especificidad por la
otra.
No habrá concurso ideal cuando deba elegirse entre dos tipos
que presenten semejanzas y en tal caso deberá optarse por
aquél que se identifique en mayor grado con el hecho
investigado.
El delito de desacato de mandamiento de amparo es un delito
de naturaleza permanente, ya que no se agota si permanece la
actitud de rebeldía ante el órgano jurisdiccional.
Un breve retraso en el cumplimiento no basta para estimar que
se ha cometido el delito de desacato de mandamiento de
amparo, pues con ello quedaría evidenciado que no habría
existido intención de incumplir la respectiva orden judicial.
El mandamiento de amparo es una decisión de ejecución
inmediata, es decir que para hacerlo efectivo no es necesario
esperar por el agotamiento de las vías impugnativas existentes,
las cuales no producen el efecto suspensivo que normalmente
opera con la impugnación, ello en aras de efectividad inherente
a la institución del amparo constitucional. El destinatario del
mandato del juez constitucional no podrá negarse a cumplir con
el pretexto de la pendencia de medios de impugnación contra el
pronunciamiento judicial.
El desacato se producirá frente al incumplimiento del
mandamiento de amparo, independientemente de que se
produzca o no una decisión confirmatoria del mandamiento de
amparo constitucional, pues el precepto penal contenido en el
artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, repudia la rebeldía frente a una
decisión judicial cuyo cumplimiento no admite dilaciones.
Sólo excepcionalmente cuando se declara la nulidad absoluta
457
del mandamiento de amparo, lo que inicialmente se consideró
un incumplimiento de mandato de amparo constitucional se
dejaría de estimar como tal, caso en el cual no habría comisión
de delito alguno.
FRAGMENTO
459
En consecuencia, nada obsta para que el tribunal que decrete la medida
cautelar de amparo disponga lo que considere conveniente y oportuno a fin
de hacer ejecutar dicha decisión. Más aún si se está ante un mandamiento
de amparo constitucional, ya que en definitiva lo que se pretende es la
tutela efectiva de la carta de derechos y garantías constitucionales. Por
ello, en el presente caso, no puede la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo declarar improcedente la solicitud de ejecución interpuesta
por la parte actora. / Por otra parte la Sala debe precisar nuevamente que
con la presente decisión no cambia su criterio expuesto en sentencia N°
789 de fecha 7 de noviembre de 1995, citada anteriormente, sino que la
misma se complementa ya que una cosa es la sanción a la que se refiere
el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, la cual como se ha expuesto, por ser privativa de la
libertad, corresponde a la jurisdicción penal y otra cosa es la ejecución en
sí misma del mandamiento de amparo constitucional, que sin duda
corresponde al tribunal que lo dictó ya que de no procurar la ejecución de
la misma estaría incumpliendo con su deber de juzgar y ejecutar lo
juzgado, elemento fundamental de la tutela judicial efectiva consagrado por
nuestro constituyente y por consiguiente, como se ha indicado, el juez
constitucional estaría no sólo vulnerando los derechos que a través del
mandamiento de amparo se han reconocido, sino también se estarían
violando otros derechos constitucionales…´.
Luego entonces, frente al incumplimiento del mandamiento de amparo, el
órgano jurisdiccional debe instar al Ministerio Público a los fines de que se
inicie la respectiva investigación. Así lo sostuvo la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo en sentencia de fecha 18 de septiembre de
2002, en la cual se expresó que:
´… una vez verificado el incumplimiento del amparo ordenado, debe esta
Corte pronunciarse sobre la sanción derivada del artículo 31 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el cual
dispone: / Artículo 31.- Quien incumpliere el mandamiento de amparo
constitucional dictado por el juez, será castigado con prisión de seis (6) a
quince (15) meses . / Dicha norma establece el tipo delictivo descrito por
tratadistas y estudiosos del Derecho, como el delito configurado por el
hecho de ofender de cualquier modo en su dignidad o decoro a un
funcionario público, a causa del ejercicio de sus funciones o al tiempo de
practicarlas. (Manuel Ossorio, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y
Sociales. Editorial Heliasta. 1996). / Ahora bien, tratándose de un tipo
delictual, la verificación de sus elementos configuradores e imposición de
pena, corresponden al juez penal, en virtud de la extensión del ius
punendi, poder exclusivo de la jurisdicción penal. / Así, ante el
incumplimiento del mandamiento de amparo dictado por esta Corte, y a fin
de determinar si se ha configurado o no el desacato al fallo dictado por
este Órgano Jurisdiccional, se estima procedente remitir copias
certificadas del presente expediente al Ministerio Público, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 294 del Código Orgánico Procesal Penal,
vista las atribuciones previstas en los numerales 1, 2 y 5 del artículo 285
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, según las
cuales corresponde a dicho Órgano garantizar en los procesos judiciales el
respeto a los derechos y garantías constitucionales, la celeridad y la buena
marcha de la Administración de Justicia´.
2. No se ha realizado la imputación formal.
Según se desprende de las actuaciones analizadas, en el caso en estudio
460
aún no se ha realizado la imputación formal del ciudadano Manuel
Rosales, Gobernador del Estado Zulia, a pesar de que el Fiscal 5° del
Ministerio Público de la respectiva Circunscripción Judicial solicita el inicio
del procedimiento para la eventual solicitud de antejuicio de mérito contra
el mencionado funcionario.
Así entonces, el mencionado oficio de fecha 25 de julio de 2002, que el
representante del Ministerio Público a cargo de la investigación le dirigiera
al máximo mandatario regional del Estado Zulia, no constituye un acto de
imputación, pues mediante el mismo únicamente le advierte del desacato
que estarían cometiendo sus funcionarios subalternos y le solicita el
cumplimiento de la sentencia ya varias veces mencionada, indicando que
tal petición se hace ´de conformidad con lo establecido en los artículos 29
y 31, de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en concordancia con el ordinal 1, del artículo 285
ejusdem (sic), y 485, del Código Penal´, con lo cual se le advirtió en el
sentido de que el incumplimiento del aludido fallo judicial implicaría la
comisión por su parte del delito de desacato de mandamiento de amparo.
En efecto, el representante del Ministerio Público se dirige al Gobernador
de Estado Zulia en su condición de mandatario regional, y es por ello que
su oficio no fue respondido de manera personal por el referido funcionario,
sino que la contestación está suscrita por el Procurador del Estado Zulia, si
bien el mandatario regional también le dirigió personalmente una
comunicación al Fiscal General de la República para dar respuesta a los
señalamientos hechos en su contra.
Existe una clara diferencia entre la verdadera imputación y el aludido oficio
del Fiscal 5° del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Zulia, pues aquélla está dirigida de manera personal al ciudadano que
corresponda, debiendo especificar el hecho punible por el cual se investiga
al sujeto que se imputa, y aunque su destinatario ostente el cargo de
Gobernador estadal, no le corresponderá a la respectiva Procuraduría del
Estado darle respuesta a la imputación, sino que deberá hacerlo el
interesado personalmente o a través de un defensor designado de
conformidad con las previsiones del Código Orgánico Procesal Penal.
Por consiguiente, esta Dirección estima que, previa autorización del Fiscal
General de la República en el presente caso debería realizarse
formalmente la imputación del ciudadano Manuel Rosales, indicándosele
que se le investiga por el delito previsto en el artículo 31 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
3. Apreciación fiscal sobre los delitos objeto de la investigación.
En la supuesta imputación, que como ya se dijo no es tal, el Fiscal 5° del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia hace
referencia a los artículos 29 y 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales e igualmente hace mención del
artículo 485 del Código Penal, el cual contempla la falta constituida por la
desobediencia a la autoridad, con lo cual pareciera asumir que pueden
cometerse con el mismo hecho tanto el delito previsto en el artículo 31
antes citado, como el tipificado en la citada norma del código adjetivo
sustantivo, pero ello no es cierto, ya que para que se tratase de un
concurso ideal de delitos, con un mismo hecho tendrían que haberse
transgredido distintos preceptos penales; diferentes no sólo por estar
previstos en normas disímiles sino principalmente porque castiguen
conductas diferenciables que en un caso específico puedan confluir en un
solo hecho. Por lo tanto, el concurso no opera cuando uno de los hechos
461
punibles se subsume en el otro.
En efecto, en el presente caso sólo sería imputable el delito de desacato
de mandamiento de amparo, previsto en el artículo 31 de la Ley Orgánica
de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, pues se trata de
una desobediencia cualificada por la naturaleza de la decisión que se
incumple, es decir, que la falta prevista en el Código Penal es abarcada en
el delito previsto en la ley especial, pero con el agregado de otros
elementos típicos como el órgano y la decisión específica, ello en razón de
la primordial importancia de los derechos y garantías que con ella se
protegen.
La imputación simultánea de los dos hechos punibles implicaría pretender
que se castigue doblemente la misma conducta, desnaturalizando la
institución del concurso ideal de delitos, la cual opera sólo cuando pueden
diferenciarse idealmente las distintas conductas implícitas en un mismo
hecho, todo lo contrario al presente caso, en el cual una conducta es
abarcada y superada en especificidad por la otra. Así, el concurso ideal de
delitos se encuentra definido en el artículo 98 del Código Penal, conforme
al cual:
´El que con un mismo hecho viole varias disposiciones legales, será
castigado con arreglo a la disposición que establece la pena más grave´.
No habrá entonces concurso ideal cuando debe elegirse entre dos tipos
que presenten semejanzas, es decir, que compartan el núcleo que define
la acción delictiva, y en tal caso deberá optarse por aquél que se
identifique en mayor grado con el hecho investigado.
Al respecto, Alberto Arteaga Sánchez al referirse al concurso ideal de
delitos, afirma que:
´Se trata así de un supuesto en el cual realmente no hay pluralidad de
delitos, ya que se da un solo hecho, pero idealmente existe tal pluralidad
por implicar este hecho la violación de varias disposiciones legales, esto
es, por resultar abarcado el mismo hecho por diversas disposiciones que
no se excluyen entre sí, exclusión que se da en el denominado concurso
aparente de normas, en el que cada norma, como lo observa Antolisei,
comprende por entero el hecho y excluye la aplicación de la otra norma
que pugna por abarcarlo…´ .
En el presente caso, tanto el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales como el artículo 485 del
Código Penal están referidos al incumplimiento de una orden dictada por
una autoridad legítima, pero la primera norma citada es más específica al
referirse al desacato de un mandamiento de amparo, que es una decisión
dictada por un órgano jurisdiccional en un procedimiento especialísimo,
resultando por lo tanto aplicable la citada ley especial a los hechos objeto
de investigación, referidos precisamente al incumplimiento de una mandato
de amparo constitucional, excluyéndose así la aplicación de la citada
norma del código sustantivo penal, que se refiere a cualquier tipo de orden,
incluso las dictadas por autoridades administrativas.
4. No ha preescrito la acción penal para perseguir el delito de desacato de
mandamiento de amparo.
En relación con la inquietud planteada sobre la eventual prescripción de la
acción penal, este Despacho estima que ello no ha ocurrido, dado que por
la naturaleza jurídica del hecho delictivo investigado, la prescripción no ha
comenzado a correr aún, pues para los delitos permanentes, como es el
caso del que se comenta, el lapso de prescripción comienza a correr
desde el momento en el cual cesa la ejecución del hecho punible.
462
Además, en cuanto atañe al ciudadano Manuel Rosales, visto que para su
eventual enjuiciamiento se requiere la previa realización de un antejuicio
de mérito por ordenarlo así el artículo 266, numeral 3, de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, en el presente caso la
prescripción se encuentra en suspenso, en atención a lo previsto en el
único aparte del artículo 109 del Código Penal, según el cual: ´Si no
pudiere promoverse o proseguirse la acción penal sino después de
autorización especial o después de resuelta una cuestión prejudicial
diferida a otro juicio, quedará en suspenso la prescripción y no volverá a
correr hasta el día en que se dé la autorización o se define la cuestión
prejudicial´.
Como se indicó, respecto a la naturaleza del hecho, este Despacho
considera que el desacato de mandamiento de amparo es un delito
permanente, lo que implica que la prescripción sólo comienza a
computarse una vez que se extinga la conducta delictiva, tal y como lo
prevé el encabezamiento del citado artículo, al expresar que:
´Comenzará la prescripción(…) para las infracciones continuadas o
permanentes, desde el día en que cesó la continuación o permanencia del
hecho ´.
Por consiguiente, en razón de que hasta la presente fecha no se ha dado
cabal cumplimiento del mandamiento de amparo dictado por el Juzgado
Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Occidental,
la comisión del hecho delictivo permanece en el tiempo, lo que implica que
no ha comenzado a correr la prescripción de la acción penal.
En efecto, el desacato frente a la autoridad no se agota si todavía se
mantiene la actitud de rebeldía ante la autoridad jurisdiccional. Por el
contrario, se hace mucha más grave la afrenta en tanto se dilate el periodo
de incumplimiento. Sólo cuando se da cabal cumplimiento a la orden en
principio desacatada termina la comisión del delito.
Sin embargo, debe aclararse que en el caso del ciudadano Manuel
Rosales, se observa que el mismo fue notificado por el Juzgado Superior
en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Occidental, mediante
oficio de fecha 19 de junio de 2001, entregado el día 21 del mismo mes y
año, por lo cual aún en el supuesto negado de que estuviese corriendo la
prescripción, la acción penal se podría extinguir en el mes de junio de
2004.
El referido juzgado le notificó al Fiscal General de la República, en fecha
17 de julio de 2001, que ´ordenó notificarlo por auto de fecha 9 de julio de
2001, acerca de la solicitud de apertura del correspondiente procedimiento
por desacato en contra de la parte vencida en la presente acción de
amparo, conforme al artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales´, es decir, que para esta última
fecha ya el mencionado órgano jurisdiccional estimaba que se había
cometido desacato.
Ciertamente, tal y como más adelante se explicará, el mandamiento de
amparo es una decisión de cumplimiento inmediato, razón por la cual en
principio el desacato habría operado desde el mismo momento en el que
se notificó y no se cumplió de inmediato la orden judicial, salvo que se
hubiere acordado un plazo para cumplir.
Así entonces, este Despacho estima que la reincorporación formal del
ciudadano Pablo Segundo Bencomo a la nómina de la Gobernación del
Estado Zulia, debió ordenarla el mandatario regional el día 21 de junio de
2001, y en cuanto al pago de lo adeudado, debió ordenar lo conducente en
463
esa misma fecha, independientemente de que los trámites presupuestarios
implicaran el diferimiento de la fecha en la cual se hiciera efectivo el pago.
Debe aclararse que si se hubiera producido sólo un breve retraso en el
cumplimiento, no se estimaría cometido el delito de desacato de
mandamiento de amparo, pues con ello quedaría evidenciado que no
habría existido intención de incumplir la respectiva orden judicial. Sin
embargo, corresponderá al juzgador establecer según su criterio razonado,
cuál plazo haría presumir que se ha desacatado la autoridad judicial.
6. La ejecución del mandamiento de amparo debe ser inmediata. Ni el
ejercicio del recurso de apelación ni la consulta de ley producen efecto
suspensivo.
El mandamiento de amparo es una decisión de ejecución inmediata, es
decir que para hacerlo efectivo no es necesario esperar por el agotamiento
de las vías impugnativas existentes. Al contrario de lo que ocurre en
general con la impugnación de decisiones judiciales, el efecto suspensivo
no opera en el caso del mandamiento de amparo. Ello implica que el
destinatario del mandato del juez constitucional no podrá negarse a
cumplir con el pretexto de la pendencia de medios de impugnación contra
el pronunciamiento judicial.
Así entonces, la tramitación de la revisión de la decisión contentiva de un
mandamiento de amparo, por haberse ejercido recurso de apelación o por
la consulta obligatoria prevista en la ley, no suspende la ejecución del
pronunciamiento judicial. Ello se desprende claramente de lo previsto en el
artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, según el cual ´Contra la decisión dictada en primera
instancia sobre la solicitud de amparo se oirá apelación en un solo efecto´,
es decir, que el recurso tendrá únicamente efecto devolutivo.
La no suspensión de los efectos del mandamiento de amparo tiene plena
justificación en la necesidad del restablecimiento de la situación jurídica
infringida, dada la grave vulneración del ordenamiento jurídico
constitucional que implica la violación de derechos y garantías inherentes a
todas las personas.
Por su parte, el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales dispone que: ´Quien incumpliere el
mandamiento de amparo constitucional dictado por el juez, será castigado
con prisión de seis (6) a quince (15) meses´. Es de hacer notar, que esta
norma no sujeta la comisión del delito a que se resuelva en segunda
instancia confirmando el mandamiento de amparo, precisamente porque
se trata de una decisión de ejecución inmediata.
Más aún, el artículo 29 eiusdem señala expresamente que el desacato de
la orden del restablecimiento de la situación jurídica infringida por parte de
las autoridades de la República, implica desobediencia a la autoridad.
En virtud de ello, la citada norma establece textualmente que: ´El juez que
acuerde el restablecimiento de la situación jurídica infringida ordenará, en
el dispositivo de la sentencia, que el mandamiento sea acatado por todas
las autoridades de la República, so pena de incurrir en desobediencia a la
autoridad´.
Luego entonces, el desacato se producirá frente al incumplimiento,
independientemente de que se produzca o no una decisión confirmatoria
del mandamiento de amparo constitucional, pues el precepto penal
contenido en el artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, repudia la rebeldía frente a una decisión
judicial cuyo cumplimiento no admite dilaciones, porque es inadmisible que
464
una parte se convierta en el juez de su propia impugnación y decida según
su criterio particular cumplir o no con la sentencia.
En este orden de ideas, resulta razonable que la revisión del mandamiento
de amparo no tenga efecto suspensivo, pues en caso contrario se
despojaría de efectividad a la institución del amparo constitucional, que es
por su propia naturaleza una medida urgente dada la gravedad inherente a
la violación de derechos y garantías constitucionales.
Cuando una sentencia es ejecutable, quien deba cumplirla no puede
alegar su ilegalidad para no acatarla, pues ello implicaría el
desconocimiento de la autoridad judicial. No hay otro medio distinto a la
impugnación para oponerse a los fallos judiciales, y en caso de que no
opere el efecto suspensivo de los recursos, debe acatarse cabalmente la
decisión de la cual se trate, sin perjuicio de las acciones que se puedan
ejercer posteriormente en caso de error judicial.
Tal como se ha expresado, el efecto devolutivo es el único que se produce
con el ejercicio de la apelación y/o con la tramitación de la consulta
obligatoria de la decisión dictada en el procedimiento de amparo
constitucional. Al respecto señalan Brewer-Carías y Ayala Corao que:
´La revisabilidad de las sentencias de amparo, ya sea mediante la
apelación o la consulta, no impide la inmediata ejecución del mandamiento
de amparo. De lo contrario, se haría nugatorio el principio constitucional de
restablecimiento inmediato de la situación jurídica infringida, mediante un
procedimiento breve y sumario...´ .
Y añaden que:
´La revisión (apelación o consulta) de las sentencias de amparo en primera
instancia es oída en un solo efecto (devolutivo), por lo que no impide la
inmediata ejecución del mandamiento de amparo o habeas corpus´.
Incluso, así como el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales regula lo relativo al amparo en
general, el artículo 43 eiusdem se refiere a la consulta en materia de
habeas corpus, y dispone en su único aparte que ´La consulta no impedirá
la ejecución inmediata la de la decisión´.
De esta manera, está claro que una vez notificada la decisión que acuerda
el amparo constitucional, aquél o aquéllos a quiénes la misma esté dirigida
deberán acatar el mandamiento de amparo, independientemente de las
vías recursivas existentes.
En conclusión, si quien debe cumplir el mandamiento de amparo no lo
acata de forma voluntaria, es procedente su ejecución forzosa, pero
además se configuraría la comisión del delito de desacato de
mandamiento de amparo, independientemente de que haya habido una
ejecución forzosa o de que se pretenda cumplirse a destiempo.
Ahora bien, si bien el incumplimiento de un mandamiento de amparo
implica la comisión del referido hecho punible, independientemente de la
vía impugnativa existente, se contempla un supuesto excepcional que
implicaría que lo que inicialmente se consideró un incumplimiento luego
deje de estimarse como tal, y por consiguiente no habría comisión de delito
alguno; es el caso de la declaratoria de nulidad absoluta del mandamiento
de amparo, pues dado que los efectos de esta última decisión operan
hacia el pasado, debe reputarse que el mandamiento de amparo nunca
existió.
Fuera de esta excepción, todo incumplimiento de un mandamiento de
amparo conlleva a la comisión del comentado delito.
Así por ejemplo, si luego de dictado el mandamiento de amparo la alzada
465
revoca la decisión por motivos de fondo –por ejemplo, por considerar que
no se amenazó ni vulnero garantía constitucional alguna- la existencia
jurídica del mandamiento de amparo antes de su revocación no se ve
afectada; su ejecutoriedad habría producido efectos jurídicos y por
consiguiente sí se habría cometido el delito de desacato de mandamiento
de amparo, pues lo que se castiga no guarda relación con que el autor
tenga o no razón en cuanto al fondo de la decisión sino que se sanciona el
desconocimiento de la autoridad de un órgano jurisdiccional actuando en
sede constitucional, debido a que como ya se indicó, la imperatividad de
sus decisiones no debe depender del criterio de ninguna de las partes.
En el sentido indicado, jurisprudencialmente ya se ha establecido que el
incumplimiento del mandamiento de amparo supone per se la comisión del
delito analizado. En efecto, sobre el aspecto tratado se ha pronunciado la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, reconociendo que
incluso si luego de producida una sentencia condenatoria por el delito en
referencia, se declara la nulidad absoluta del mandamiento de amparo, si
la condena se produce antes de la nulidad, el juez de juicio actúa conforme
a Derecho, sin perjuicio de que su sentencia pierda validez jurídica. En tal
sentido, en su Sentencia N° 1526, de fecha 13 de agosto de 2001, el
mencionado órgano jurisdiccional expresó que:
´Esta Sala ha sostenido que los fallos de amparo son de ejecución
inmediata, motivo por el cual las apelaciones de amparo se oyen en un
solo efecto, conforme al artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales. / En este sentido, el Tribunal de
Juicio que decidió en Primera Instancia resolvió ajustado a derecho, ya
que para la fecha existía un desacato. Pero la base de ese desacato fue la
sentencia dictada por el Juez de Primera Instancia del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Vargas, la cual quedó anulada, y al
suceder ello, la fuente del desacato dejó de existir, motivo por el cual,
sobrevenidamente quedó eliminada./ Observa la Sala, que lo que se
discute en el presente caso no es la ejecutoriedad inmediata de la
sentencia de amparo, pues ella está garantizada en el artículo 31 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
De lo que se trata es de la existencia o no de la sentencia cuya
ejecutoriedad se alega, pues al ser anulada, su principal consecuencia son
sus efectos ex tunc, es decir, que tocan o atacan el origen o nacimiento
mismo del objeto de la anulación. De tal suerte que sólo podía gozar de
ejecutoriedad la sentencia efectivamente proferida por el órgano
competente, y no participa de esta condición la sentencia cuya anulación
fue declarada ab initio por la Sala´.
Sin embargo se reitera, que sujetar la comisión del delito de desacato de
mandamiento de amparo al agotamiento de las vías recursivas, sería tanto
como ignorar que se trata de una decisión de ejecución inmediata, además
de que despojaría de toda fuerza disuasiva a la previsión del referido
hecho punible, pues no sería sino luego del pronunciamiento de la alzada y
eventualmente luego de una decisión del Máximo Tribunal de la República
si se ejerciera el recurso de casación, que podría estimarse cometido el
delito in comento. Ello sería contrario a la finalidad de la mencionada
categoría delictiva, la cual no es otra que apoyar la ejecutoridad de las
decisiones que acuerden el amparo de derechos y garantías
constitucionales. El legislador, sin privar al presunto agraviante de los
medios de impugnación respectivos, ha establecido un delito pensando en
el ciudadano cuyo derecho o garantía, luego de obtenida una tutela
466
constitucional, no puede quedar sujeto a los engorrosos trámites de los
recursos ordinarios y extraordinarios.
7. Conclusión
Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, en criterio de esta
Dirección, el fiscal del Ministerio Público a cargo de la investigación, antes
de realizar la imputación tal y como se ha indicado, deberá verificar el
estado del procedimiento de amparo en fase de revisión, a objeto de
descartar que se haya producido la nulidad del mandamiento respectivo.
Luego de realizada la imputación respectiva y de que se le otorgue al
imputado la oportunidad de ejercer su derecho a la defensa, y practicadas
como hayan sido las actuaciones complementarias que considere
necesarias, el respectivo representante de la Institución deberá elevar un
informe al Fiscal General de la República proponiendo la solicitud de
antejuicio de mérito, de conformidad con lo previsto en el artículo 36 del
Código Orgánico Procesal Penal.
Igualmente, si el Máximo Representante del Ministerio Público resuelve
interponer la correspondiente querella de conformidad con lo previsto en el
artículo 377 del código citado, se estima prudente una revisión previa del
respectivo expediente en el órgano jurisdiccional en el cual se encuentre, a
objeto de dejar constancia en el escrito acusatorio del estado de la causa
de amparo al momento de la solicitud de antejuicio de mérito…”.
DESC AMPARO
DESC ANTEJUICIO DE MERITO
DESC CONCURRENCIA DE DELITOS
DESC DESACATO
DESC DESOBEDIENCIA A LA AUTORIDAD
DESC EJECUCIÓN
DESC ESTADO ZULIA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC GOBERNADORES
DESC IMPUTABILIDAD
DESC PRESCRIPCION
467
DESC JUSTICIA
DESC SENTENCIAS
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
468
181
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-12-1140-2004 FECHA:20040617
TITL La pena del delito de rebelión militar es la establecida por el
artículo 479 en relación con el ordinal 1° del artículo 477 del
Código Orgánico de Justicia Militar.
FRAGMENTO
470
militar y conspiración.
Por lo que respecta al delito de sedición, se aprecia que el mismo no está
tipificado con esa denominación en la legislación penal venezolana. Sin
embargo, la noción de ese hecho punible podría encuadrar en alguna de
las hipótesis del delito de rebelión previstas legalmente en nuestro país.
De esta manera, atendiendo a su naturaleza, la sedición -como variante de
la rebelión- no es un delito militar, por cuanto es evidente que el bien
jurídico tutelado trasciende la esfera de los valores militares e incluso
puede ser cometido sin que exista participación alguna de funcionarios
castrenses.
En el derecho comparado pueden traerse a colación los siguientes
ejemplos:
En México, el artículo 130 del Código Penal para el Distrito Federal en
materia del Fuero Común y para toda la República en materia del Fuero
Federal, dispone que:
´Se aplicará la pena de seis meses a ocho años de prisión y multa hasta
de diez mil pesos, a los que en forma tumultuaria, sin uso de armas,
resistan o ataquen a la autoridad para impedir el libre ejercicio de sus
funciones con alguna de las finalidades que se refiere el artículo 132.
A quienes dirijan, organicen, inciten, compelan o patrocinen
económicamente a otros para cometer el delito de sedición, se les aplicará
la pena de cinco a quince años de prisión y multa hasta de veinte mil
pesos´.
El sujeto activo es por consiguiente indiferenciado y no está vinculado de
manera exclusiva a la esfera castrense. Informe Anual del Fiscal General
de la República Por su parte, el Código Penal colombiano diferencia los
delitos de rebelión, sedición, asonada y conspiración, en sus artículos 467,
468, 469 y 471, respectivamente.
En cuanto a la sedición, el mencionado artículo 468, dispone que: ´Los que
mediante el empleo de las armas pretendan impedir transitoriamente el
libre funcionamiento del régimen constitucional o legal vigentes, incurrirán
en prisión de dos (2) a ocho (8) años y multa de cincuenta (50) a cien (100)
salarios mínimos legales mensuales vigentes´.
Apréciese que en este caso a diferencia de lo previsto en la legislación
mexicana, que lo excluye, se hace referencia la ´empleo de armas´. Esto
pone de relieve que como ha sido observado con anterioridad, la
tipificación del delito de sedición debe analizarse conforme a la legislación
concreta de cada país.
En el caso venezolano, el Código Penal prevé en el Capítulo II, Título I,
Libro Segundo, ´los delitos contra los Poderes Nacionales y de los
Estados´.
El artículo 144, que es el primero del referido Capítulo, prevé el delito de
Rebelión.
A su vez, los artículos 145, 146 y 147 prevén conductas que no se
corresponden con la noción de la sedición, pues ésta no tiene la magnitud
ni la organización que son propias de la rebelión, y que en términos
sencillos podría afirmarse que constituyen especies de alzamientos
aislados de un grupo de ciudadanos contra una autoridad, alzamientos que
en individualmente no constituyen una rebelión, pero que podría tener
como fin que esta última se produzca.
En efecto, ello es lo que sugiere el significado literal de la palabra sedición,
pues según la Enciclopedia Jurídica Opus se entiende por tal:
´…Del Lat. seditio, onis. Desunión, discordia, sublevación. Acción de
471
alzarse en armas con los mismos propósitos que en la rebelión, pero en
relación con las constituciones y los poderes públicos locales.
Para estos casos son aplicables los conceptos de la rebelión (V.). Dícese
del levantamiento multitudinario y agresivo en contra de las autoridades,
para obligarlas a realizar determinados propósitos o abstenerse de cumplir
sus funciones o ciertas disposiciones legales en los ámbitos legislativo,
ejecutivo o judicial…´ .
Es de hacer notar, que el artículo 144 del Código Penal, dispone que:
´Serán castigados con presidio de doce a veinticinco años: /1° Los que se
alcen públicamente en actitud hostil, contra el Gobierno legítimamente
constituido o elegido, para deponerlo o impedirle tomar posesión del
mando. /2° Los que, sin el objeto de cambiar la forma política republicana
que se ha dado la Nación, conspiren o se alcen para cambiar
violentamente la Constitución Nacional… / 3° Los que promuevan la guerra
civil entre la Unión y los Estados o entre éstos´.
En esta norma -ajena a la legislación penal castrense- se consagra el
delito de rebelión -distinta a la militar- en sus distintas modalidades, en la
cual podría encuadrarse la denominada sedición, que no sería más que
uno de los supuestos de la rebelión no militar o rebelión civil.
Caso distinto sería que quienes incurrieran en sedición fueren funcionarios
militares, pues para ellos está prevista una norma especial. En efecto, si la
rebelión fuere de funcionarios castrenses se aplicaría lo previsto en el
artículo 476 del Código Orgánico de Justicia Militar, lo cual no quiere decir
que la competencia para conocer del mismo corresponda a los tribunales
militares, pues como más adelante se apreciará, el delito de rebelión no
puede considerarse un delito de naturaleza militar.
Pero además resulta determinante, que como ya se ha visto la sedición
constituye un delito perteneciente al derecho común, cuyo conocimiento
corresponde a los tribunales ordinarios, razón por la cual en virtud del
fuero de atracción previsto en el artículo 75 del Código Orgánico Procesal
Penal, dichos tribunales también conocerían de los delitos conexos que en
principio debieran ser conocidos por otros tribunales. En efecto, establece
la citada norma, que:
´Fuero de atracción. Si alguno de los delitos conexos corresponde a la
competencia del juez ordinario y otros a la de jueces especiales, el
conocimiento de la causa corresponderá a la jurisdicción penal ordinaria. ´.
Por otra parte debe tomarse consideración, que si bien el Código Orgánico
de Justicia Militar prevé concretamente el delito de instigación a la rebelión
militar, del tipo que lo establece se evidencia claramente que sólo puede
ser cometido por funcionarios militares. Así entonces, establece el artículo
481 del mencionado código, que:
´La instigación a la rebelión se castigará:/Con prisión de cinco a diez años
y expulsión de las Fuerzas Armadas, a los oficiales y clases; y prisión de
cuatro a ocho años a los individuos de tropa o de marinería´.
En otro orden de ideas, se descarta también la comisión del delito de
instigación a la sublevación previsto en el citado código -aunque no fue
alegado por los denunciantes- por cuanto tal hecho punible no sería
aplicable, en razón de que no supone el desconocimiento del Gobierno
Nacional, que es precisamente lo que pretenderían los manifestantes
según el decir de los denunciantes y además debería ser cometido por un
oficial de la Fuerza Armada Nacional. Ello queda claro de lo dispuesto en
el artículo 497 del código citado, según el cual:
´El oficial que subleve la tropa a sus órdenes u otra fuerza armada, sin
472
cometer los delitos de rebelión o motín, será castigado con presidio de
ocho a dieciséis años.´.
Resta por analizar lo concerniente al delito de instigación a delinquir,
respecto al cual esta Dirección estima que este delito sí es compatible con
el de sedición, pues los presuntos sediciosos, si efectivamente fueren
tales, también podrían haber pretendido que funcionarios castrenses
incurrieran en el delito de rebelión contemplado en el Código Orgánico de
Justicia Militar.
Ahora bien, según se afirma en la denuncia comentada, los ciudadanos a
quienes se señala en la misma, habrían actuado ´con la intención velada
de entregar un documento y sublevar a los militares acantonados en la
misma e iniciar una posible rebelión militar contra el régimen Constitucional
que impera en nuestra nación´.
Como ya se expresó, de acuerdo con el mismo contexto de lo denunciado,
en realidad no se afirma la instigación de una sublevación, pues la
conducta de los presuntos agentes no habría pretendido provocar una
simple desobediencia circunstancial sino -según se afirma- el
desconocimiento del gobierno nacional.
Por otra parte, no se indica cuál es el contenido del documento que iban a
entregar dichos ciudadanos, el cual se supone debía conocerse -y
consignarse- para fundamentar adecuadamente la denuncia. Además
debe aclararse que el Derecho Penal no castiga intenciones -y mucho
menos si éstas son veladas- por lo cual en el presente caso, el análisis
deberá reducirse a analizar el delito en el cual directamente podrían haber
incurrido los manifestantes, es decir, el delito de sedición.
Así entonces se afirma también, que ´los manifestantes intentaron ingresar
a la instalación militar antes mencionada´, y aunque no se señala
expresamente cuáles serían los fines de esa tentativa, pareciera sugerirse
que la misma pretendía igualmente provocar el alzamiento de los efectivos
castrenses destacados en el sitio.
Sobre este particular, le destaco que intentar ingresar a una instalación -
civil o militar- no está tipificado como delito, así que a lo sumo podría
tratarse de parte del iter criminis de otro delito, lo cual no está planteado en
el presente caso.
Por otra parte, los manifestantes habrían conminado al contingente del
mencionado componente de la Fuerza Armada Nacional ´a que
desconocieran la autoridad de su Comandante en Jefe y que se revelaran
contra el régimen´. Con esto, los agentes sí podrían haber cometido el
delito de instigación a delinquir, previsto en el artículo 284 del Código
Penal, el cual establece, que:
´Cualquiera que instigare, públicamente, a otro a cometer una infracción
determinada, por el solo hecho de la instigación será castigado: / 1°. Si se
trata de un delito para el cual se ha establecido pena de presidio, con
prisión de diez a treinta meses. / 2°. Si se trata de un delito cuya pena sea
de prisión, con prisión de tres a doce meses. /3°. En todos los demás
casos, con multa de cincuenta a mil bolívares, según la entidad del hecho
instigado´.
En este orden de ideas, se enmarcaría lo supuestamente afirmado por el
ciudadano Elías Santana, acerca de un supuesto documento vinculado a
un alzamiento ´cívico-militar´.
Como ya se expresó, los delitos militares, únicos respecto a los cuales
deben conocer los tribunales con competencia penal militar, son aquéllos
cometidos por funcionarios castrenses y que atenten contra bienes
473
jurídicos pertenecientes al ámbito militar.
Así entonces, no basta con que un delito esté previsto en el Código
Orgánico de Justicia Militar, para que pueda ser juzgado por los tribunales
militares, pues es preciso que se trate de un delito de naturaleza militar, en
atención a lo previsto en el artículo 261 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
Esta Dirección ha opinado con anterioridad sobre los delitos de naturaleza
militar y la restricción de la mal llamada ´jurisdicción´ penal militar al
conocimiento exclusivo de delitos de naturaleza militar, según lo dispone el
artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Como se verá seguidamente, la nueva Carta Magna ha consagrado un
criterio sustancial en cuanto a los delitos que pueden ser conocidos por los
tribunales con competencia penal militar, de tal manera que no bastaría ni
siquiera que una disposición legal denominara algún hecho punible como
delito militar, pues es necesario que ostente naturaleza militar, y en caso
de que una ley calificase erróneamente a un delito como militar, habría que
atender a la verdadera naturaleza del hecho punible y desaplicar la norma
respectiva, de conformidad con lo previsto en el artículo 334, primer
aparte, del texto fundamental.
Así entonces, al diferenciar entre los delitos comunes y los de naturaleza
militar, esta Dirección expresó en el Memorándum N° DCJ-12-1465-2001,
dirigido a la Vice Fiscal General de la República en fecha 26 de diciembre
de 2001, lo siguiente:
´… respecto a los delitos de naturaleza militar, cabe resaltar que los
mismos son un ejemplo claro de hechos punibles especiales, lo que lleva
implícita la existencia de un sujeto activo especial que actúa en una
situación de deber que le es particular…/… no necesariamente porque un
hecho punible esté calificado como delito militar en el Código Orgánico de
Justicia Militar, será de naturaleza militar, es decir, que no debe partirse de
una orientación formal, sino que debe atenderse a un criterio material,
según el cual sólo pertenecerán a esa categoría aquellos hechos punibles
que reúnan las características especiales que les son inherentes…/… la
trasgresión de los deberes de subordinación y de obediencia, así como de
los deberes de respeto a los subordinados … se ubican efectivamente en
el ámbito de los ilícitos militares, de forma tal que los delitos tipificados en
estas materias serán en principio de naturaleza militar, más si implican la
comisión de delitos comunes, tanto éstos como aquellos serán
competencia de la jurisdicción ordinaria, pues ésta es el fuero de atracción,
según lo establecido en el artículo 75 del Código Orgánico Procesal
Penal…/ … el delito de naturaleza militar sólo tendrá lugar en el ámbito
interno de la Fuerza Armada Nacional, y se presenta como una infracción
de valores específicos de la Institución Armada, es decir, los que incumban
principalmente a ésta…/… constituirá una guía fundamental lo establecido
por el Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia de su Sala Penal,
en la cual definió los límites de la denominada jurisdicción militar de
acuerdo con lo establecido en el artículo 261 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, que la restringe al enjuiciamiento de
delitos de naturaleza militar./ En dicha decisión, el Máximo Tribunal de la
República interpretó el referido criterio material previsto por la Carta
Magna, en el sentido de que será la esencia del hecho y no la cualidad del
autor la que determinará si un delito es o no de naturaleza militar. Ello
quiere decir que no es concluyente que el hecho sea cometido por un
militar, sino más bien que el mismo materialice el incumplimiento de
474
deberes específicamente militares. Puede expresarse gráficamente con el
siguiente ejemplo: Así como en materia de salvaguarda del patrimonio
público, no todo delito cometido por un funcionario público es un delito de
la especialidad que corresponde a dicha materia, puesto que lo serán
únicamente aquellos vinculados con sus funciones, sea que se produzcan
durante su ejercicio o por razón del cargo que ocupen, y que además
afecten al patrimonio público, no todo los delitos cometidos por militares
tienen naturaleza militar, aunque para ser considerados tales deben
necesariamente ser cometidos por funcionarios castrenses, pues sólo
estos podrían encontrarse en las especiales condiciones que configuran
esta categoría de hechos punibles./ Asimismo, atendiendo entonces a este
criterio sustancial, no basta con que un hecho punible esté previsto en el
Código Orgánico de Justicia Militar para considerar que es de naturaleza
militar, como tampoco sería suficiente que el mencionado código así lo
denominara, pues siempre privará la determinación de si el mismo ostenta
o no naturaleza militar de conformidad con lo establecido en el artículo
261 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.…/ …
que la jurisdicción penal militar sólo puede juzgar a militares, deviene del
principio del juez natural, y ello ha sido claramente expresado por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, como lo reseña Carlos M. Ayala
Corao, quien expresa que:/ ‘ La CtIDH ha interpretado la garantía del juez
natural frente a jurisdicciones especiales, afirmando que los tribunales
militares no son competentes para juzgar a civiles. En este sentido, CtIDH
ha mantenido que la jurisdicción militar tiene por fin mantener el orden y la
disciplina dentro de las fuerzas armadas, por lo cual los únicos sujetos que
pueden estar sujetos a su jurisdicción son los militares por delitos de
función castrense. Además, en la mayoría de los sistemas de organización
de la justicia militar, sus órganos (tribunales) no son independientes, ni
imparciales ni judiciales. Por todo ello, CtIDH ha determinado que la
justicia militar no es la justicia natural aplicables a los civiles. En este
sentido, CtIDH ha determinado que el juzgamiento de civiles por tribunales
militares, constituye una violación del artículo 8.1 de la CADH (Sentencia
de fecha 30-5-99, CDT, caso Castillo Petruzzi y otros contra Perú, Párr.
(sic) 128 a 132)…´.
En el presente caso, además, sólo se encontrarían involucrados civiles
como presuntos autores de los delitos denunciados, lo que excluye su
sometimiento a los tribunales con competencia penal militar.
Asimismo, es de hacer notar que el delito de rebelión -militar o no- no tiene
como núcleo central un atentado contra bienes jurídicos intrínsecos de la
institución castrense, pues el orden constitucional que es en última
instancia el objeto de la protección penal, trasciende evidentemente al
ámbito de los principios e intereses de la Fuerza Armada Nacional.
No obstante, en criterio de este Despacho ninguno de los delitos que se
podrían haber cometido en presente caso -sedición e instigación a
delinquir- está previsto en la legislación penal militar, motivo por el cual no
debería existir duda en cuanto a la competencia de los tribunales
ordinarios.
Por consiguiente, en criterio de esta Dirección el Ministerio Público es
competente para adelantar, si fuere procedente, la investigación sobre los
hechos denunciados.
Por otra parte, de acuerdo con lo anteriormente expuesto, el único delito
cuya comisión podría presumirse, sería el de instigación a delinquir,
previsto en el artículo 284 del Código Penal, respecto a lo cual considera
475
este Despacho que el delito instigado sería el de rebelión militar,
contemplado en el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia Militar.
La pena aplicable a dicho delito es la contemplada en el artículo 479 en
relación con el ordinal 1° del artículo 477 del citado código, disponiendo la
primera norma citada que esta será de ´… veinticuatro a treinta años de
presidio para las personas comprendidas en el ordinal 1 del artículo 477 ´.
´Por tratarse de una pena de presidio, la pena aplicable a la instigación
sería la prevista en el ordinal 1° del artículo 284 del Código Sustantivo
Penal, es decir, de prisión de diez a treinta meses.
Hay que advertir, que para que exista instigación a la rebelión, se debe
partir de que este delito es sancionable penalmente´.
En tal sentido se aprecia que si bien como antes se indicó, esta Dirección
estima que el delito de rebelión militar sí está previsto y sancionado por la
ley, es importante hacer referencia a la sentencia dictada en el caso de los
militares involucrados en los sucesos acaecidos en abril del año 2002, en
la cual se adujo que por cuanto el artículo 476 del Código Orgánico de
Justicia Militar no establece una pena, sería una norma incompleta, por lo
cual no sería punible la conducta en ella descrita. En el mencionado fallo
judicial del 14 de agosto de 2002 se establece, que:
´Esta conducta ha sido denominada rebelión propia y su tipo, en este caso
específico, tiene como acciones rectoras las de promover o ayudar
cualquier movimiento armado para alterar la paz interior de la República o
para impedir o dificultar el ejercicio del gobierno en cualquiera de sus
poderes. / Para que una determinada conducta del hombre pueda
reprocharse en el mundo del derecho penal, es menester que esa
conducta pueda subsumirse perfectamente en el supuesto de hecho o
descripción del tipo que la ley ha dado. Es decir, esa conducta debe
encajar milimétricamente, tal y como casa el tornillo en la tuerca, el dedo
en la sortija, la bala en el calibre, en el supuesto de hecho que el órgano
legislativo ha establecido como criminoso. / En efecto, es de todos sabido
que la norma jurídica está compuesta por un supuesto de hecho y una
consecuencia jurídica. En el Derecho Penal, regido por el principio de la
legalidad de los delitos y las penas, es preciso, para que pueda existir
delito, que previamente a la acción u omisión del hombre, esa conducta
haya sido reconocida como criminosa y que, igualmente, de manera previa
se haya tarifado la sanción a que se hace acreedor el responsable de esa
conducta. / En este orden de ideas, advierte la Sala que la defensa de los
imputados hizo valer el argumento de que el delito de rebelión militar no
tiene pena establecida en el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia
Militar, o lo que es lo mismo, que dicha norma es una de aquellas que se
conocen como imperfectas, por cuanto si bien establece una conducta
reprochable, no consagra el castigo que deba tener como consecuencia
del ejercicio de esa acción. / Es de tal importancia ese argumento que la
Sala Plena se siente obligada a hacer, de inmediato, su previa
consideración y resolución y pasa a hacerlo en los términos siguientes: / El
ciudadano Fiscal General solicitó la declaratoria de mérito para el
enjuiciamiento de los ciudadanos General de División (EJ) Efraín Vásquez
Velasco, General de Brigada (Av) Pedro Pereira Olivares, Vicealmirante
Héctor Ramírez Pérez y Contralmirante Daniel Lino José Comisso
Urdaneta, identificados en autos, por el delito de rebelión militar. El Fiscal
fundamentó su solicitud en el artículo 476, ordinal 1, del Código Orgánico
de Justicia Militar. / Dicho código, efectivamente, no contiene previsión de
pena respecto a la conducta descrita. / El delito de rebelión militar, en su
476
forma propiamente dicha, que consistiría en la existencia de un movimiento
armado para alterar la paz interior de la República o para impedir o
dificultar el ejercicio del gobierno, no existe en nuestra legislación
castrense. Esta legislación reconoce formas cualificadas o agravadas del
delito y el delito de rebelión impropia (sin alzamiento colectivo armado),
como lo serían la instigación a la rebelión (artículo 481 del Código
Orgánico de Justicia Militar) y, en el ámbito del derecho común, la
conspiración (artículo 144, ordinal 2°, del Código Penal). No obstante,
estos delitos no son materia de la presente decisión. La tipificación
delictiva que estableció el Código de Justicia Militar y Naval de 1933 era
distinta a la del código vigente por cuanto, en el mismo, estaban
dispuestas las penas para los casos de rebelión propia (artículos 116, en
relación con el 117 eiusdem). / En nuestro derecho rige el principio de
legalidad, según el cual la única fuente de los delitos y de las penas es una
ley que dicte el Poder Legislativo Nacional. En este sentido, nuestra
legislación recoge el principio contenido en el clásico apotegma nullum
crimen nulla poena sine lege y que tanto el Código Penal como el de
Justicia Militar lo reconocen cuando expresan: Nadie podrá ser castigado
por un hecho que no estuviere expresamente previsto como punible por la
ley, ni con penas que ella no hubiere establecido previamente (artículo 1°
del Código Penal) y Nadie puede ser enjuiciado militarmente sino por lo
hechos calificados y penados por este Código (artículo 6 del Código
Orgánico de Justicia Militar). Está generalmente admitido que estos
principios se consideran básicos para el estado de derecho. / El artículo
476 del Código Orgánico de Justicia Militar define dos supuestos de hecho
para la rebelión militar: el primero es promover, ayudar o sostener
cualquier movimiento armado para alterar la paz interior de la República o
para impedir o dificultar el ejercicio del Gobierno en cualquiera de sus
poderes . El segundo es cometer, durante una guerra civil, para favorecer
al enemigo de la legalidad, cualquiera de los hechos enumerados en los
ordinales 26, 27, 28 y 29 del artículo 464, en cuanto sean aplicables . / El
artículo 464 se refiere al delito de traición a la patria y los supuestos de
hecho contenidos en los mencionados ordinales, es decir, poner en
peligro la independencia de la Nación o la integridad de su territorio (26);
inducir o decidir a potencia extranjera a hacer la guerra contra la Nación o
atentar en cualquier forma contra la soberanía nacional (27); haber sido
causa de la derrota de las fuerzas nacionales (28) e impedir que una
operación de guerra produzca las ventajas que debía producir. Estas
hipótesis son enteramente distintas, tanto en sus elementos estructurales
como temporales, a los que establece el ordinal 1 del mencionado artículo
476. / El ordinal 2 del mencionado artículo 476 define un supuesto de
hecho distinto e independiente del que contiene en el ordinal 1 señalado,
cuya acción consiste en comisión (elemento objetivo) durante una guerra
civil (elemento temporal), para favorecer al enemigo de la legalidad
(elemento subjetivo y normativo). Resulta procedente recordar, como se ha
dicho, que el tipo penal debe aparecer necesariamente conformado por el
supuesto de hecho (parte objetiva y subjetiva de la conducta) y por la pena
como consecuencia jurídica. Si falta cualquiera de estos dos enunciados
normativos de la disposición referida en primer término, llamados a
estructurar el tipo básico propiamente dicho, no se configura una conducta
punible. / Los artículos 477, 478 y 479 eiusdem, conforman, pues, tipos
autónomos de rebelión, los llamados cualificados o agravados, que deben
partir de una descripción básica (precepto), destinada a establecer
477
conductas, igualmente distintas y autónomas con caracteres y penalidades
propias´.
Así, el artículo 477 requiere, en su primera parte, el componente típico que
está dado por la expresión presencia del ‘ enemigo extranjero’ (referencia
objetiva) y la ‘ adhesión a la rebelión’ . El artículo 478 hace referencia a la ‘
presencia del enemigo rebelde’ (elemento normativo) y el artículo 479
establece textualmente: ‘ en todos los demás casos de rebelión militar la
pena será de veinticuatro (24) a treinta (30) años de presidio para las
personas comprendidas en el ordinal 1 del artículo 477 y de veintidós (22)
a veintiocho (28) años de presidio para las comprendidas en el ordinal 2°
del citado artículo’ . Como puede verse, esta norma no se refiere para
nada al ordinal 1° del artículo 476 citado. / En este mismo orden de ideas,
la Sala observa lo siguiente: / a / El artículo 476 del CÓDIGO ORGÁNICO
DE JUSTICIA MILITAR, al describir el tipo legal de la rebelión militar,
silenció la materialización del reproche a través de la expresión de su
efecto jurídico más importante, esto es, la pena.} / b/ No obstante, estima
esta Sala que el artículo 479 eiusdem resulta inaplicable en concordancia
con el artículo 476, ordinal 1, ibidem, por cuanto entre ambas
disposiciones legales falta una identidad esencial como lo es la de la
incriminación. En efecto, al remitirse al artículo 477 del CÓDIGO
ORGÁNICO DE JUSTICIA MILITAR, el artículo se está refiriendo,
necesariamente a quienes actúan en calidad de iniciadores, directores o
jefes de la rebelión, en tanto que el artículo 476 ordinal 1° eiusdem
describe como supuestos de hecho los de ‘ promover, ayudar o sostener
cualquier movimiento armado para alterar la paz interior de la República o
para impedir o dificultar el ejercicio del Gobierno en cualquiera de sus
poderes’ . En otros términos, vistos los verbos rectores de los supuestos
de hecho en una y otra disposición se concluye que son acciones que no
sólo no son equivalentes sino que, en el caso específico de la ayuda a la
cual se refiere el artículo 476 ordinal 1°, sería más bien un supuesto de
complicidad (Código Penal artículo 84, ordinales 1° y 3°), y ello es
francamente antitético con una actividad de dirección o jefatura. En este
orden de ideas y para reforzar el criterio de la inaplicabilidad de las penas
que dispone en el artículo 479 del CÓDIGO ORGÁNICO DE JUSTICIA
MILITAR a los tipos legales del artículo 476 ordinal 1° eiusdem, bastaría
con preguntarse ¿cuál sería la pena aplicable a quién ayude pero no sea
iniciador, director, ni jefe de la rebelión? / Por lo que cabe la conclusión,
como consecuencia de todo lo anterior, de que ninguno de los delitos
señalados está en discusión en el presente caso. / Desde luego que tal
vacío legal de la disposición referida (artículo 476, ordinal 1) no puede ser
subsanado por interpretación analógica por cuanto ello entraría en colisión
con el principio de legalidad antes señalado, el cual supone, además, que
los componentes punibles sean concebidos en forma precisa. Lo contrario
conduciría a una aplicación analógica in malam partem, en condiciones
similares a las establecidas en el Código soviético de 1926 y nacional
socialista alemán de 1935. / En todo caso la existencia de concepciones
antitéticas o contradictorias en relación con el problema en estudio, es
ciertamente significativo que, en relación con la existencia o inexistencia
de pena para los delitos de rebelión tipificados, total o parciales, según el
criterio que se acoja, en el artículo 476 del CÓDIGO ORGÁNICO DE
JUSTICIA MILITAR existe una duda grave y razonable, lo cual debería
conducir necesariamente a la aplicación del principio pro libertatis o favor
libertatis establecido en el artículo 24 in fine de la Constitución de la
478
República Bolivariana de Venezuela. / No puede olvidarse que nuestro
actual sistema procesal penal es acusatorio y que el juez no puede
sustituir al Ministerio Público en el ejercicio de la acción penal. En
consecuencia, como no contiene pena o sanción alguna el comportamiento
que describe el referido ordinal 1° del artículo 476, único en el cual el
ciudadano Fiscal General de la República fundamentó su calificación
jurídica, no puede ser procedente la declaratoria de mérito para el
enjuiciamiento penal que solicitó dicho funcionario. Así se declara.
Respecto a esta sentencia, salvó su voto el Dr. Alejandro Angulo
Fontiveros (Magistrado de la Sala de Casación Penal). De su voto salvado
se estima pertinente resaltar lo referente al delito de rebelión militar.
Expresa el mencionado juez del más Alto Tribunal de la República, al
criticar que en la sentencia de la cual desisten se utiliza el argumento ´de
que no existe el delito de REBELIÓN MILITAR porque no tiene pena´, que:
“Semejante despropósito se alegó y la sentencia lo acogió religiosamente,
pese a que la pena está establecida en el artículo 479 del Código Orgánico
de Justicia Militar respecto al artículo 476 del mismo código, como también
sucede a veces en la sistemática penal. Así lo expresé durante la
discusión que hubo al respecto en la presentación de mi ponencia: que
podría afirmarse que la pena ya estaba establecida en el artículo 479, ya
que el reenvío (de la pena) es respecto a las personas mencionadas en los
numerales (‘ ordinales’ dice ese código) 1 y 2 de dicho artículo, es decir,
los ‘ iniciadores, directores o jefes de la rebelión, cualquiera sea su
jerarquía militar conforme a la ley’ , y ‘ quienes no estando comprometidos
en el caso anterior se adhieran a la rebelión en cualquier forma que lo
hagan’ . Mas ese reenvío no incluye la agravación (relativa a la ‘ presencia
del enemigo extranjero’ y como creí cuando hice la ponencia) y por lo tanto
no impide que se considere que efectivamente la pena del artículo 476 del
Código Orgánico de Justicia Militar está fijada en el artículo 479 ‘ eiusdem’
(24 a 30 años de presidio y 22 a 28 años de presidio, respectivamente);
pero si en el futuro procesal (congruo momento para decidir en todo juicio
si hay delito y cuál es la pena aplicable) no pareciera ésta la solución
adecuada, se podría aun hacer uso de la interpretación analógica ‘ in
bonam partem’ , esto es, en beneficio (grande por lo demás) de los
eventualmente condenados. / Se pretende que el delito de rebelión militar,
tipificado en el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia Militar, ¡no
tiene pena establecida! Y que por esto ¡no existe como delito! Y esto se
pretende pese a que el artículo 479 ‘ eiusdem’ , aparte de fijar la pena para
los casos comprendidos en el artículo 476 ‘ eiusdem’ , fulmina penas ¡para
todos los casos del delito de rebelión militar”.
“Frente a la aludida sentencia, igualmente salvaron su voto los cinco
magistrados de la Sala Constitucional. Sin embargo, en principio no
corresponde a dicha Sala sino a la Sala de Casación Penal, la
interpretación de las normas jurídico penales de carácter legal, respecto a
lo cual es de destacar como ya se refirió, que sólo uno de los magistrados
de la última Sala mencionada salvó su voto; el magistrado Alejandro
Angulo Fontiveros, mientras que los magistrados Blanca Rosa Mármol de
León y Rafael Pérez Perdomo la suscribieron en su integridad y por lo
tanto estuvieron de acuerdo con su contenido.
De los votos salvados por los Magistrados de la Sala Constitucional,
conviene traer a colación lo expresado por el Magistrado Eduardo Cabrera
Romero acerca de la tipificación del delito de rebelión militar, cuyos
argumentos comparte este Despacho. El mencionado magistrado expresó,
479
que:
´… Especial mención merece la inaplicabilidad declarada en el fallo, del
artículo 476.1 del Código Orgánico de Justicia Militar, para concluir que no
hay mérito./ Es cierto que el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia
Militar, invocado por el Fiscal, describe en qué consiste la rebelión militar,
sin señalar su pena. / Esta es una técnica poco usual, pero no extraña en
materia penal, donde a veces la pena no está integrada de una vez al tipo,
sino a otra norma. Pero no por ello -sin acudir a la analogía que estaría
prohibida en esta materia- se hace imposible determinarla, como pretende
el fallo al referirse a la imputación fiscal (página 20 en adelante de la
sentencia). / El Código Penal en sus artículos 201, 212, 225, 229, 270,
272, 282 y 283, por ejemplo, describen delitos y se remiten a otras normas
para la fijación de la pena. Está también es la situación del artículo 476 del
Código Orgánico de Justicia Militar, el cual aunque no hace expresamente
la remisión, no por ello el tipo que describe carece de pena. Igual técnica la
repite el Código Orgánico de Justicia Militar para tipificar el motín (artículo
488), el espionaje (artículo 471) y la traición a la patria (artículo 464) y
¿cómo puede sostenerse que dichos delitos no existen por no aparecer la
pena junto al tipo, sino en otra norma? / El artículo 476 describe la
rebelión, en qué consiste; y con base en ese marco, sin necesidad de
nueva descripción, los siguientes artículos (477 y 478), dando por sentado
en qué consiste la rebelión que describió el artículo 476, señalan las penas
para las diversas facetas que puede tener el delito. / La conducta que
tipifica la rebelión la contiene el artículo 476 citado, esa es su naturaleza
jurídica, pero las penas que genera tal conducta, aparecen recogidas en
otros artículos que necesariamente parten de ella (de lo descrito). / Las
variantes, con sus penas, las contemplan los artículos 477 (presencia del
enemigo extranjero), 478 (presencia del enemigo rebelde), 481 (instigación
a la rebelión) o las otras variantes del artículo 486. / Ahora bien, el artículo
479 señala sanciones para los demás casos de rebelión militar; es decir,
para quienes se encuentren en el tipo del artículo 476, pero que no actúan
ante la presencia de enemigos extranjeros o de enemigos rebeldes, ya que
esas conductas fueron descritas y además penadas. / En esos demás
casos de rebelión, distintos a los de rebelión ante enemigo extranjero, o
ante enemigo rebelde, si se obra como iniciador, director o jefe de la
rebelión, que es la conducta tomada en cuenta por el numeral 1 del
artículo 477 del Código Orgánico de Justicia Militar, la pena será de 24 a
30 años de presidio; y si se está en el tipo del numeral 2 del artículo 477
eiusdem: es decir, ser adherente en cualquier forma a la rebelión, la pena
será de 22 a 28 años de presidio. / Como la ley no se interpreta a lo
absurdo, a juicio de quien disiente, esa es la interpretación correcta del
artículo 479 del Código Orgánico de Justicia Militar, y por lo tanto el delito
de rebelión está penado en dicho Código. / El artículo 479 citado, se
remitió a las conductas de los numerales 1 y 2 del artículo 477 del Código
Orgánico de Justicia Militar, independientemente del supuesto de dicha
norma:
Rebelión militar en presencia del enemigo extranjero. / Las personas que
se rebelen por cualquier causa distinta a la de los artículos 477 y 478
eiusdem, pero cuya conducta se subsume en la tipificada en los numerales
1 y 2 del artículo 477 (que fueron los tomados en cuenta por el artículo
479) serán penadas. / Por ello, quien disiente no entiende la aseveración
del fallo de que se trate de un delito sin pena. Se trata de un delito (artículo
476) que siempre irá concordado con las penas que aparecen en los otros
480
artículos´.
Así entonces, el fiscal a cargo de la investigación debe sopesar los
criterios encontrados y adoptar uno de ellos.
Ahora bien, esta Dirección debe referirse a la solución a casos en los
cuales, como sucede en el que se analiza, debió darse inmediatamente
inicio a la investigación, pero en lugar de ello transcurrió un significativo
tiempo sin que ello ocurriera.
En tales casos estima esta Dirección, siempre que estén satisfechos los
requisitos de ley para la apertura de la investigación, la misma deberá
ordenarse, pero el fiscal que la dicte deberá dejar a salvo que para el
momento de la interposición de la denuncia era procedente la emisión de
la orden de inicio de la actividad investigativa, y que lo que se está
haciendo es subsanar la omisión respectiva.
Otra posibilidad sería la de configurar un inicio tácito de la investigación,
mediante la ordenación de diligencias investigativas, asumiendo que
vencido el plazo para desestimar la investigación debe tenerse por iniciada
y en consecuencia el proceso sólo puede concluirse a través de los actos
contemplados por el Código Orgánico Procesal Penal.
Así entonces, a pesar de que este Despacho es conteste en cuanto a la
existencia jurídica del delito de rebelión militar -lo que hace posible su
instigación y por consiguiente el inicio de la investigación- la decisión
acerca de si se investiga o no el mismo quedará al criterio del fiscal a
quien se le asigne el caso, para lo cual puede servir como orientación el
presente dictamen, sin que esté permitido -dado su carácter reservado-
que copia del mismo sea consignada en órganos jurisdiccionales ni que se
le alegue como fundamento de la actuación fiscal.
En efecto, la labor de la Dirección de Consultoría Jurídica al darle
respuesta a las consultas consiste en prestar asesoría interna, más no a
girar instrucciones a los fiscales del Ministerio Público…”.
481
1933
CP art:1
CP art:84-1
CP art:84-3
CP art:144
CP art:144-2
CP art:145
CP art:146
CP art:147
CP art:201
CP art:212
CP art:225
CP art:229
CP art:270
CP art:272
CP art:282
CP art:283
CP art:284-1
COPP art:75
COPP art:300
CPDFM art:130
CPCO art:467
CPCO art:468
CPCO art:469
CPCO art:471
MMP Nº DCJ-12-1465-2001
26-12-2001
LACADH art:8.1
SCADH 30-05-1999
482
182
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-2-3010-2004-83516 FECHA:20041115
TITL Lo que permite considerar una pistola FN Browning, calibre 9
milímetros Parabelum, con un cañón de longitud de 118
milímetros, como un arma de fuego de largo alcance y por lo
tanto como un arma de guerra, de acuerdo con el artículo 3 de
la Ley sobre Armas y Explosivos, es su característica de
superar fácilmente los 50 metros de distancia.
FRAGMENTO
483
los fiscales del Ministerio Público: .../... Ejercer la acción penal pública, de
conformidad con el Código Orgánico Procesal Penal...´.
Dispone a ese efecto el Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo
11, que ´La acción penal corresponde al Estado a través del Ministerio
Público, quien está obligado a ejercerla, salvo las excepciones legales´.
La excepción a este deber no sería otra que el principio de oportunidad,
una de las medidas alternativas a la prosecución del proceso, previsto en
el artículo 37 (anterior artículo 31) del Código Orgánico Procesal Penal, y
definido como aquella facultad conferida al Ministerio Público para
prescindir total o parcialmente del ejercicio de la acción penal, o limitarla a
alguna de las personas que intervinieron en los hechos en las situaciones
expresamente previstas por la ley, previa la conformidad del juez de
control.
Esta institución constituye una excepción al principio de oficialidad y
legalidad procesal, incorporado en nuestro ordenamiento jurídico penal por
razones de política criminal. Mediante la misma, el Estado se abstiene de
perseguir determinadas conductas con la finalidad de contribuir con la
simplificación y agilización de la administración de justicia penal, al
descongestionarla de la pequeña y mediana criminalidad, al mismo tiempo
que se propende con su aplicación, evitar los efectos criminógenos de las
penas cortas de privación de libertad y al ofrecimiento de una oportunidad
de inserción social a la persona que perpetró el delito, tal y como se
evidencia de la Exposición de Motivos del Código Orgánico Procesal
Penal.
En el presente caso se observa, que la Fiscal Auxiliar de la Fiscalía
Quincuagésima Octava del Ministerio Público de esta Circunscripción
Judicial, solicitó autorización para prescindir del ejercicio de la acción penal
con relación al delito de porte ilícito de arma de fuego, previsto y
sancionado en el artículo 278 del Código Penal, el cual dispone ´El porte,
la detentación o el ocultamiento de las armas a que se refiere el artículo
anterior, se castigará con pena de prisión de tres a cinco años´. Ello, por
considerar que el hecho objeto de la investigación se subsume en lo que
establecía el modificado artículo 31 (actual 37), en su ordinal 4°, aplicable
conforme a lo que dispone el artículo 553 del Código Orgánico Procesal
Penal, por cuanto el delito imputado pudiere comportar la imposición del
´beneficio de suspensión condicional de la ejecución de la pena´.
Opuesta a la calificación realizada por la citada Fiscal Auxiliar de la
Fiscalía Quincuagésima Octava del Ministerio Público de esta
Circunscripción Judicial, esa Fiscalía Superior califica el hecho como porte
ilícito de arma de guerra, conforme a lo que establece el artículo 275 del
Código Penal; calificación jurídica ésta considerada adecuada por esta
Dirección.
A tal afirmación se llega, tomando en consideración el ´Dictamen Pericial
Balístico´ sobre el arma retenida, realizada por los funcionarios Víctor
Aguilar y Alexander Tineo, adscritos a la Policía del Municipio Sucre del
Estado Miranda, en el cual se dejó constancia de sus características, esto
es, una pistola marca FN Browning, calibre 9 milímetros Parabelum,
fabricada en Bélgica, con un cañón de longitud de 118 milímetros.
Al respecto, explica Hartink, refiriéndose a este tipo de pistola, lo siguiente:
´Pistolas Browning / La pistola Browning High Power HP-35, conocida en
Francia como la Grand Puissance (GP-35), fue desarrollada por Moses
Browning en 1926, por la fábrica de armas de fuego belga Fabrique
Nationale (fábrica nacional), en Lieja, una vez obtenidos los derechos de
484
patente. Como la pistola fue adoptada en 1935 por el ejército belga, se le
añadieron las cifras ‘ 35’ . A lo largo de los años se introdujeron en el
modelo diversos cambios. (…) Después de 1945, la producción en Bélgica
de la FN continuó con el nombre de H-Power. La pistola se ha usado como
arma de reglamento por el ejército y la policía en muchos países.
(…) Los modelos más recientes de la Browning son la BDA (Browning
Double Action) y la BDM (Browning Double Mode), siguiendo la actual
tendencia en las pistolas de gran calibre´.
A lo señalado debe agregarse, que lo que realmente determina el poder y
la distancia, en un arma de fuego, es el tipo de munición empleada. En tal
sentido, tomando en consideración que en presente caso -de acuerdo con
los resultados de la experticia- el arma en cuestión es ´calibre 9 milímetros
parabellum´, es importante destacar siguiendo al mismo autor, lo siguiente:
´Al 9 mm Parabelum se le llama oficialmente el calibre 9 X 19 mm y, en los
Estados Unidos, con el nombre de 9 mm Luger; es el cartucho de arma
más famoso y más frecuente utilizado en todo el mundo. No hay apenas
un ejército o una unidad de policía que no estén equipados con armas de
este calibre. (…) La indicación Parabelum (que, a veces, se abrevia
escribiendo Para) se deriva de las últimas dos palabras de la frase en latín
si vis pacem para bellum: Si quieres la paz, prepárate para la guerra…´.
En atención a lo señalado y siendo usual que la pistola en cuestión, por ser
calibre 9 milímetros, cuyo cañón tiene una longitud de 118 milímetros,
supere con facilidad los cincuenta (50) metros de distancia, lo que permite
definirla como un arma de largo alcance, es que esta Dirección de
Consultoría Jurídica estima que la misma debe ser considerada como un
arma de guerra, a tenor de lo que dispone el artículo 3 de la Ley sobre
Armas y Explosivos, que dispone:
´Artículo 3. Son armas de guerra todas las que se usen o puedan usarse
en el Ejército, la Guardia Nacional y demás Cuerpos de Seguridad, para la
defensa de la Nación y resguardo del orden público, tales como: cañones,
obuses, morteros, ametralladoras, fusiles-ametralladoras, fusiles,
carabinas y mosquetones; pistolas y revólveres de largo alcance; y, en
general, todas aquellas armas que pudieren ser útiles en la guerra, de
todas clases y calibres, de un tiro, de repetición, automáticas y
semiautomáticas y sus respectivas municiones y aparejos para ponerlas
en actividad; sables, espadas, espadines, lanzas y bayonetas; aparatos
lanzallamas; bombas, granadas de mano; gases y sustancias agresivas,
así como las armas y dispositivos que puedan arrojarlos o los envases que
puedan contenerlos.
Quedan comprendidas entre las armas de guerra a que se refiere este
artículo, todas las que sean de la misma especie de las que son propiedad
actual de la Nación y de las que figuran en armamentos de guerra de otras
Naciones, aun cuando no existan en el Parque Nacional´.
Establecido lo anterior, cabe advertir que en el presente caso la norma
aplicable es la contenida en el modificado artículo 31 (ahora 37) del Código
Orgánico Procesal Penal, vista la remisión que a tales fines ordena el
artículo 553 eiusdem; y en atención a su interpretación, resulta
improcedente la aplicación del principio de oportunidad, toda vez que el
numeral 4, invocado por la ciudadana Sonia Angarita, para ese entonces,
Fiscal Auxiliar de la Fiscalía Quincuagésima Octava del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, debe ser
interpretado en armonía con lo que establece el numeral 1, ambos del
citado artículo 31.
485
Al respecto, en apoyo a lo antes señalado, corresponde reproducir parte
del contenido de la circular que respecto de tal institución emanó del
Despacho del Fiscal General de la República, en la cual se señala lo
siguiente:
´... Con relación al cuarto supuesto, inherente a las oportunidades en las
cuales el juez está autorizado para suspender condicionalmente la
ejecución de la pena, el Código Orgánico Procesal Penal nada dice al
respecto. Sin embargo, los requisitos que se deben cumplir son aquellos
establecidas (sic) en el Capítulo IV, De la Suspensión Condicional de la
Ejecución de la Pena, de la Ley de Beneficios sobre el Proceso Penal,
vigente en lo que a esta materia se refiere ./ Sin embargo, es evidente que
si se trata de un delito cuya pena en su límite máximo excede de los cuatro
años de restricción de libertad, pese a que para la suspensión condicional
de la pena, esta pueda superar dicha cifra, el principio de oportunidad
resulta inaplicable, atendiendo a lo previsto en el primer supuesto aquí
analizado ...´.
En virtud de lo señalado, siendo como ha quedado establecido que la
correcta tipificación del hecho investigado es la de porte ilícito de arma de
guerra, previsto y sancionado en el artículo 275 del Código Penal, a criterio
de esta Dirección de Consultoría Jurídica, resulta inaplicable en el
presente caso, el suprimido supuesto consagrado en el numeral 4 del
artículo 31 (ahora 37) del Código Orgánico Procesal Penal, toda vez que la
conducta incriminada en dicha norma se sanciona con una pena de prisión
de cinco (5) a ocho (8) años, penalidad ésta que a la luz de lo contemplado
en el numeral 1 de la citada norma jurídica, excede de los cuatro (4) años,
marco de referencia obligatorio para determinar la procedencia o no, de la
aplicación de la figura procesal del principio de oportunidad.
Por último, en cuanto al señalamiento realizado por usted en uno de los
párrafos contenidos en la consulta formulada a esta Dirección,
concerniente a la pena, según el cual ´excede el límite previsto por el
legislador en el ordinal 1° del artículo 31 del Código Orgánico Procesal
Penal, aumentada de tres a cinco años en la reforma parcial efectuada al
Código Penal en fecha 20 de octubre de 2000, la cual sin embargo, no
sería aplicable en caso que nos ocupa, en virtud de principio de
irretroactividad de la Ley, que prevé como única excepción cuando
favorezca al reo, siendo la nueva pena prevista mas severa que la
anterior´, este Despacho discrepa de su contenido, por las consideraciones
que se señalan a continuación:
En primer lugar, resulta contradictorio con el criterio manifestado y que
como ya fuera señalado es compartido por esta Dirección, toda vez que la
referencia a la pena realizada en esta parte se ajusta al delito de porte
ilícito de arma consagrado en el artículo 278 eiusdem, y no a la establecida
para el porte ilícito de arma de guerra, de conformidad con lo que
establece el artículo 275 del mismo cuerpo normativo, calificación ésta que
se considera ajustada a derecho, como ya fuera expresado; y en segundo
lugar, tal afirmación resulta inaplicable al presente caso, habida cuenta que
los hechos objeto de la presente investigación -de acuerdo con la
información suministrada- ocurrieron el día 8-12-2000, es decir,
bajo la vigencia de la citada reforma y no antes, con lo cual pierde sentido
entrar a realizar consideraciones sobre la aplicación del principio de
irretroactividad de la ley penal…”.
486
CRBV art:285-4
LAE art:3
CP art:275
CP art:278
COPP art:31
COPP art:37
COPP art:553
COPP art:553-4
LOMP art:34-3
CMP DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
29-09-1999
CMP DFGR-DGSSJ-DCJ-1-2000-3
13-04-2000
487
183
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Observaciones al Proyecto de Tratado de Asistencia Jurídica en
materia Penal entre la República Bolivariana de Venezuela y la
República del Perú.
FRAGMENTO
489
mientras que lo relativo a la ´comparecencia de testigos, peritos y
expertos´ está regulado en el artículo 9 del presente proyecto de Acuerdo y
lo concerniente a ´procesados e imputados´ en el artículo 11 del mismo.
Por lo tanto, se estima conveniente conservar este artículo para regular
solamente lo relativo a las ´Notificaciones, Citaciones y Entrega de
Documentos´. Para la cual se sugiere añadir al texto del artículo lo
siguiente:
´La autoridad competente de la Parte requerida tomará todas las medidas
necesarias para efectuar notificaciones, citaciones o entrega de
documentos relacionados, total o parcialmente, con una solicitud de
asistencia efectuada por la autoridad competente de al Parte Requirente,
con arreglo a las disposiciones del presente Acuerdo´.
En lo relativo al artículo 9 titulado ´Comparecencia de Testigos, Peritos o
Expertos´, se estima conveniente antes de referirse a los aspectos
puntuales expresados en el mismo, incluir al comienzo un ordinal que
contemple de manera genérica el tipo de asistencia particular a que éste
hace referencia.
En tal sentido, proponemos el siguiente numeral:
´1. A solicitud de la Parte requirente cualquier persona que se encuentre
en la Parte Requerida será citada a comparecer conforme a la legislación
del Estado requerido ante la autoridad competente para prestar testimonio
o aportar documentos, antecedentes o elementos de prueba.
Asimismo, cuando la parte requirente solicite la comparecencia de una
persona en su territorio para prestar testimonio o rendir informe, la Parte
requerida invitará al testigo o perito a comparecer en forma voluntaria ante
la autoridad competente de la parte requirente y sin utilizar medidas
conminatorias o coercitivas. Si se considera necesario, la Autoridad
Central del Estado requerido podrá registrar por escrito el consentimiento
de la persona a comparecer en el Estado requirente. La Autoridad Central
de la Parte requerida informará con prontitud a la Autoridad Central del
Estado requirente de dicha respuesta´.
En cuanto al artículo 14 se sugiere añadir al inicio del título la palabra
´Forma´, para referirse a la ´Forma y contenido de las Solicitudes de
Asistencia Jurídica´.
Finalmente, se sugiere incorporar al texto del proyecto de Acuerdo, un
artículo referente a los ´gastos´. A tal efecto se propone la siguiente
redacción:
´La Parte Requerida se encargará de los gastos ordinarios de
diligenciamiento de la solicitud. La Parte Requirente pagará los gastos y
honorarios correspondientes a los peritos, así como los gastos
extraordinarios en que haya que incurrir para el cumplimiento de la
solicitud y los gastos de viaje de las persones que se trasladen a la Parte
requerida a los fines de presenciar la práctica de la actuación
requerida´…”.
490
PTAJMPRBVRP art:5-b
PTAJMPRBVRP art:5-g
PTAJMPRBVRP art:5-h
PTAJMPRBVRP art:7
PTAJMPRBVRP art:8
PTAJMPRBVRP art:9
PTAJMPRBVRP art:11
PTAJMPRBVRP art:14
COPP art:201
LOMP art:108-17
DESC PERU
DESC ROGATORIA INTERNACIONAL
DESC TRATADOS INTERNACIONALES
491
184
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Consultoría DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Observaciones al proyecto de “Convenio entre el gobierno de
la República Bolivariana de Venezuela y el gobierno de la
Federación de Rusia sobre el traslado de personas
condenadas”.
FRAGMENTO
493
185
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Observaciones al proyecto de “Tratado sobre Extradición entre
el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y el
gobierno de la Federación de Rusia”.
FRAGMENTO
DESC EXTRADICIÓN
DESC MINISTERIO DE INTERIOR Y JUSTICIA
DESC RUSIA
DESC TRATADOS INTERNACIONALES
495
186
TDOC Oficio
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DFGR-DVFGR-DGAJ-DCJ- FECHA:20040802
11-20-2004-50664
TITL No se concederá la extradición de ningún extranjero cuando el
delito que se le impute en el país requirente sea castigado con
pena de muerte o privativa de libertad a perpetuidad, a menos
que dicho estado se comprometa a no imponer pena superior a
treinta años.
FRAGMENTO
496
está cometido:
1. contra el ascendiente o descendiente;
2. con el medio de sustancias venenosas, o con otro medio tramposo;
3. con premeditación;
4. con el concurso de algunas de las circunstancias indicadas en los
números 1 y
4 del artículo 61.
La pena es de la reclusión de veinticuatro a treinta años, si el hecho es
cometido en contra del consorte, del hermano o de la hermana, del padre o
de la madre adoptivos, o el hijo adoptivo, o contra un afín en línea recta´.
Del análisis de la normativa precedente se desprende, que los hechos
atribuidos al ciudadano Francesco Salerno no revisten carácter político ni
conexo con éste, pues los mismos se subsumen en el delito de homicidio
intencional simple y homicidio intencional calificado, previstos y
sancionados en los artículos 407 y 408 del Código Penal venezolano, con
lo cual se cumple con el requisito de la doble incriminación, en virtud del
cual, sólo se concederá la extradición del solicitado cuando el hecho que
se le impute en el país requirente constituya delito en el país requerido.
Artículo 407 del Código Penal:
´El que intencionalmente haya dado muerte a alguna persona será penado
con presidio de doce a dieciocho años´.
Artículo 408 del Código Penal:
´En los casos que se enumeran a continuación se aplicarán las siguientes
penas: 1°- Quince a veinticinco años de presidio a quien cometa el
homicidio por medio de veneno o de incendio, sumersión u otro de los
delitos previstos en el Título VII de este Libro, con alevosía o por motivos
fútiles o innobles, o en el curso de la ejecución de los delitos previstos en
los Artículos 453, 454, 455, 457, 460 y 462 de este Código.
2°- Veinte a veintiséis años de presidio si concurrieren en el hecho dos o
más de las circunstancias indicadas en el numeral que antecede.
3°- Veinte a treinta años de presidio para los que lo perpetren:
a) En la persona de su ascendiente o descendiente, legítimo o natural, o
en la de su cónyuge.
b) En la persona del Presidente de la República o de quien ejerciere,
aunque fuere interinamente, las funciones de dicho cargo´.
Tercero: Asimismo se observa, que la presente solicitud de extradición
cumple con la tramitación prevista en el artículo 395 del Código Orgánico
Procesal Penal, el cual establece lo siguiente:
Artículo 395 del Código Orgánico Procesal Penal:
´Extradición pasiva. Si un gobierno extranjero solicita la extradición de
alguna persona que se halle en territorio de Venezuela, el Poder Ejecutivo
remitirá la solicitud al Tribunal Supremo de Justicia con la documentación
recibida´.
Cuarto: Entre los Estados Unidos de Venezuela y el Reino de Italia existe
un Tratado de Extradición y de Asistencia Judicial en Materia Penal,
suscrito por las Partes el 23 de agosto de 1930, con aprobación legislativa
del 23 de junio de 1931, y por consiguiente hay que acudir a lo convenido
entre las Partes contratantes.
En tal sentido, el artículo 1º del referido Tratado de Extradición, establece:
Artículo 1° del Tratado de Extradición entre Venezuela e Italia:
´Las Altas Partes Contratantes se comprometen a hacer buscar, arrestar y
entregarse recíprocamente las personas que, sindicadas o condenadas
por la competente autoridad judicial de uno de los dos Países, por alguno
497
de los delitos indicados en el artículo siguiente, se encontraren en el
territorio del otro´.
Quinto: De las actas procesales que conforman el presente expediente se
evidencia, que contra el ciudadano Francesco Salerno existe una
sentencia condenatoria a pena perpetua, emitida por el Tribunal de lo
Criminal de Milán, Sección I, de fecha 29 de enero de 2001, por la
comisión del delito de homicidio de los ciudadanos Mario Iaccio, Vincenzo
Morelli y Mauricio Barbone, previsto y sancionado en los artículos 575 y
577 del C.P. Asimismo, consta en el expediente, la decisión emanada del
Tribunal de lo Criminal de Apelación de Milán, Tercera Sección, de fecha
15 de abril de 2002, mediante la cual se reforma parcialmente la sentencia
del 29 de enero de 2001, reduciendo a 22 años de reclusión la pena
impuesta al ciudadano Francesco Salerno por el homicidio del ciudadano
Iaccio Mario. De igual forma consta, copia del auto emanado del Tribunal
de lo Criminal de Apelación de Milán, en fecha 23 de febrero de 2003,
declarando como cosa juzgada desde el 30 de octubre de 2002, la
sentencia dictada contra el ciudadano Francesco Salerno.
Según se evidencia de lo anterior, la pena impuesta al ciudadano Franceso
Salerno por el delito cometido contra el ciudadano Mario Iaccio, no es de
muerte ni privativa de la libertad a perpetuidad, lo cual concuerda
perfectamente con nuestra legislación vigente en la materia, según lo
preceptuado en el numeral 3 del artículo 44 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y al artículo 94 del Código Penal.
Artículo 44, numeral 3, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela:
´La libertad personal es inviolable, en consecuencia:
3.La pena no puede trascender de la persona condenada. No habrá
condenas a penas perpetuas o infamantes. Las Penas privativas de la
libertad no excederán de treinta años´.
Artículo 94 del Código Penal venezolano:
´En ningún caso excederá del limite máximo de treinta años la pena
restrictiva de libertad que se imponga conforme a la Ley´.
Sin embargo, por lo que respecta al homicidio de los ciudadanos Vincenzo
Morelli y Mauricio Barbone, la pena impuesta por el Tribunal de lo Criminal
de Milán, Sección I, al ciudadano Franceso Salerno, es de prisión
perpetua, y ello colide con el ordenamiento jurídico venezolano, según el
cual, no se concederá la extradición de ningún extranjero cuando el delito
que se le impute en el país requirente sea castigado con pena de muerte o
privativa de libertad a perpetuidad, a menos que dicho Estado se
comprometa a no imponer pena superior a treinta años.
No obstante, se considera que la presente solicitud se encuentra apegada
a las leyes venezolanas que rigen la materia, en virtud de que consta en el
expediente el compromiso efectuado por la Fiscalía ante el Tribunal de
Apelación de Milán, en fecha 9 de abril de 2004, mediante el cual ese
Despacho teniendo en cuenta la norma prevista en el artículo 16 del
Tratado de Extradición entre Venezuela e Italia, suscrito el 23 de agosto de
1930, señala que si el mencionado ciudadano fuera detenido y extraditado
desde Venezuela, la pena que se le ha impuesto será
sustituida de derecho por la pena de 25 años de prisión.
Artículo 16 del Tratado de Extradición y de Asistencia Judicial en materia
penal:
´El individuo entregado por el Gobierno de Venezuela al Gobierno de Italia,
sindicado de delito punible con pena de muerte o prisión perpetua no
498
podrá, a consecuencia del proceso que se le siga, ser condenado a
ninguna de dichas penas, las cuales deben sustituirse con la de reclusión
por los términos de 30 y 25 años, respectivamente´.
Sexto: Por otra parte, en cuanto a la detención preventiva con fines de
extradición en nuestro país, del ciudadano Francesco Salerno, se advierte
que este Despacho en los actuales momentos efectúa los trámites
correspondientes a tal efecto, sobre la base de la copia certificada del
expediente de extradición remitida por esa Sala para la emisión de la
respectiva opinión.
En virtud de lo expuesto, el Ministerio Público a mi cargo, dirección y
responsabilidad, opina que la solicitud de extradición del ciudadano
Francesco Salerno, de nacionalidad italiana, solicitada por el gobierno de
la República de Italia, se encuentra ajustada a derecho, debiendo ser
declarada con lugar”.
DESC EXTRADICIÓN
DESC EXTRANJEROS
DESC HOMICIDIO
DESC ITALIA
DESC PENAS
DESC TRATADOS INTERNACIONALES
499
187
TDOC Oficio Circular
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-11-20-2051-2004- FECHA:20040823
56730
TITL Se informa a todos los fiscales superiores del Ministerio
Público sobre el procedimiento para el trámite de cartas
rogatorias y solicitudes de asistencia legal mutua en materia
penal, con ocasión de la designación del Ministerio Público
como autoridad central en los acuerdos que rigen la materia y
en los que la República Bolivariana de Venezuela es parte.
FRAGMENTO
500
188
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica DCJ
DEST Dirección General de Apoyo Jurídico DGAJ
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-1413-2004 FECHA:20040726
TITL En aquellos casos tipificados en la Ley Sobre la Violencia
Contra la Mujer y la Familia que se hayan conocido antes del 21
de julio de 2003, en los cuales la medida cautelar dictada sea
alguna de las contenidas en los ordinales 1°, 3° y 5° del artículo
39 de dicha ley especial, debe permitirse a la persona afectada,
recuperar sus instrumentos de trabajo o documentos de
identificación, pues dichos bienes personales no pueden estar
comprometidos en ninguna medida que prive al dueño de su
posesión.
FRAGMENTO
502
en situaciones como las que dieron origen a esta consulta, puede implicar
falta de precaución en las actuaciones del representante del Ministerio
Público, al no advertir a las partes que los bienes de esas características
no pueden estar comprometidos en las medidas cautelares que de
conformidad con la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia se
dicten, por encontrarse dentro de la categoría de bienes personales, los
cuales el interesado tiene derecho a poseer…”.
DESC BIENES
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC DOCUMENTACIÓN
DESC IDENTIFICACIÓN
DESC FAMILIA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC ILEGALIDAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC MUJER
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
DESC VIOLENCIA
503
189
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Consultoría Jurídica Dcj
DEST Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
UBIC Ministerio Público MP N° DCJ-4-2322-2004 FECHA:20041220
TITL Cuando un adolescente sea responsable por la comisión de uno
de los delitos previstos en la Ley sobre la Violencia contra la
Mujer y la Familia, se procurará la conciliación prevista en el
artículo 564 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, y en la medida de su culpabilidad será sancionado
con alguna de las medidas previstas en esta ley especial,
debiendo cumplirlas conforme a las reglas establecidas en ella.
FRAGMENTO
505
involucradas en la problemática, a fin de que sean capaces de encontrar
soluciones derivadas de su manifestación de voluntad con la intervención
de un tercero.
De lo precedentemente expuesto, se colige que ante una situación como la
descrita en donde el sujeto activo es un adolescente, se debe recurrir a la
aplicación de la ley concebida para determinar la responsabilidad que
pueda derivarse de su conducta, por ser los destinatarios del sistema de
responsabilidad consagrado en la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente.
Por último, cabe advertir, que el adolescente que sea declarado
responsable de la comisión de las conductas antijurídicas de las señaladas
en la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia, responderá por el
hecho en la medida de su culpabilidad y será sancionado con las medidas
previstas en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
debiendo cumplirlas conforme a las reglas establecidas en ella”.
506
190
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP DGAJ-DCCA-7-2004-0003 FECHA:20040102
TITL Participación ciudadana en la Ley de Regulación de la Tenencia
de la Tierra.
FRAGMENTO
507
191
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D-2004-4841 FECHA:20040202
TITL Los Fiscales del Ministerio Público en los procesos de
licitación.
FRAGMENTO
508
192
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D-2004-5098 FECHA:20040203
TITL Consejos locales de planificación pública.
FRAGMENTO
509
193
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004-5418 FECHA:20040204
TITL Atribuciones constitucionales de la Defensoría del Pueblo.
FRAGMENTO
510
194
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004-6904 FECHA:20040211
TITL Intervención del Fiscal General de la República en materia
contencioso electoral.
FRAGMENTO
512
195
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-7421 FECHA:20040216
TITL Intervención del fiscal del Ministerio Público en acción de
amparo constitucional cuando el presunto agraviante es un
fiscal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
“Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo del oficio N°
137-2004, de fecha 11 de febrero de 2004, dirigida al Fiscal Superior del
Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas, mediante el cual se
notifica al Ministerio Público de la admisión de la acción de amparo
constitucional incoada por el abogado Alejandro R. Yermes, en su carácter
de defensor del ciudadano Alexis Escobar, contra la decisión del fiscal de
disponer la reserva total de las actas y actos de investigación dispuesta
por el Fiscal Décimo Séptimo del Ministerio Público del Área Metropolitana
de Caracas, acción de amparo que cursa bajo el Expediente Nº J-9-266-
04. / En atención a su requerimiento, esta Dirección muy respetuosamente,
pasa a hacer las siguientes consideraciones. / La solicitud de designación
de un representante del Ministerio Público para que participe en la
audiencia oral y pública, en el presente caso, es en criterio de este
Despacho, improcedente habida cuenta que el denunciado como presunto
agraviante es un fiscal del Ministerio Público, y al respecto hay que
recordar que de conformidad con lo establecido en el artículo 3 de la Ley
Orgánica que rige las funciones de esta Institución, el Ministerio Público es
único e indivisible, y por tanto, tiene un interés evidente en la defensa de la
posición jurídica de la fiscal señalada como agraviante. / En consecuencia,
la intervención de otro representante del Ministerio Público distinto al
señalado como presunto agraviante, podría conducir a una violación del
derecho a la defensa y a la igualdad, previstos en los artículos 49 y 21 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de quien se
considera lesionado en sus derechos constitucionales, en la causa sub
exámine. / La anterior posición tiene su basamento, en la modificación del
procedimiento que con carácter vinculante, estableció la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la Sentencia Nº 7 de
fecha 1º de febrero de 2000, que regula el procedimiento judicial del
amparo constitucional. / La intervención del Ministerio Público, conforme al
artículo 15 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en los procedimientos de acciones de amparo
constitucional contra sus representantes o ejercidas por éstos, fue
regulada por la propia Sala Constitucional en la Sentencia Nº 3.255, de
fecha 13 de diciembre de 2002, caso Francisco Javier Álvarez, César
Mirabal y otros, por lo cual, sobre este punto, dejó de tener aplicación, lo
establecido en la Sentencia Nº 7, de fecha 1º de febrero de 2002. / Con
base a lo establecido por el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, el Ministerio Público se abstiene de designar un fiscal del
Ministerio Público para que de conformidad con lo establecido en el
artículo 15 de la ley antes citada, actúe en el presente caso, habida cuenta
513
que Representantes de esta Institución han sido señalados como
presuntos agraviantes por los quejosos en amparo constitucional”.
DESC AMPARO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IGUALDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC INDIVISIBILIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS
DESC UNIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
514
196
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004-8165 FECHA:20040217
TITL Actos de autorización en materia de tránsito.
FRAGMENTO
515
197
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-8751 FECHA:20040219
TITL Recurso Jerárquico. Debido proceso.
FRAGMENTO
516
198
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040225
9289
TITL Intervención del Ministerio Público en inspecciones oculares en
procedimientos administrativos.
FRAGMENTO
517
199
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040308
11830
TITL Presupuesto Público.
FRAGMENTO
519
200
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-12038 FECHA:20040309
TITL Arresto disciplinario
FRAGMENTO
521
se exige en los procedimientos administrativos disciplinarios ordinarios’. /
Lo antes expuesto, conduce al Ministerio Público a solicitar al Juzgado a
su digno cargo, que se revoque el dispositivo del fallo que ordena al
Ministerio Público a sustanciar un procedimiento para la imposición de la
sanción de arresto disciplinario contra el abogado Mario Trivella, en virtud
que tal competencia no corresponde a esta Institución. / No obstante lo
anterior, hago de su conocimiento que con el fin de determinar si la
conducta del ciudadano Mario Trivella podría constituir un hecho punible
que ameritara la imposición de una sanción de carácter penal, se remitió la
copia certificada de la sentencia a la Dirección de Delitos Comunes del
Despacho del Fiscal General de la República para que disponga lo
conducente”…
DESC ABOGADOS
DESC AMPARO
DESC ARRESTO
DESC COLEGIOS DE ABOGADOS
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC JUECES
DESC JURISDICCION
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PODER JUDICIAL
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
522
201
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-13399 FECHA:20040315
TITL Falso supuesto de hecho y desviación de poder.
FRAGMENTO
524
202
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-2004- FECHA:20040316
13587
TITL Desobediencia a la autoridad.
FRAGMENTO
526
203
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-11-2004- FECHA:20040317
13869
TITL Competencias de la Defensoría del Pueblo.
FRAGMENTO
528
204
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040318
14268
TITL Ejercicio del voto en proceso electoral para desempeñar el
cargo de alcalde.
FRAGMENTO
530
incorporarse en calidad de concejales principales al Concejo Municipal
del Municipio Carirubana. /En cuanto a su denuncia sobre el ciudadano
Ramón González, quien supuestamente perdió su investidura como
concejal, en fecha 2 de julio de 2001, según Acuerdo de Cámara
publicado en Gaceta Municipal GM.019, observa este Despacho, que
dicho Acuerdo fue suscrito por el ciudadano José Luis Maduro como
Vicepresidente del Concejo Municipal, siendo que en la sentencia de fecha
30 de octubre de 2001, dictada por la Sala Político-Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, declaró que el Vicepresidente del Municipio
Caribubana es el concejal Carlos Tremont. /Por otra parte, es importante
resaltar la situación del Alcalde del Municipio Carirubana, en vista que el
mismo se encuentra sometido a proceso penal por la presunta comisión de
delitos previstos y sancionados en la derogada Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público, hoy Ley Contra la Corrupción, por
hechos presuntamente irregulares ocurridos en la Alcaldía de ese
Municipio. /En este sentido este Despacho considera importante destacar
que de acuerdo a lo previsto en los artículos 54 y 76 de la Ley Orgánica de
Régimen Municipal, el Alcalde, debe ser sustituido por el Concejo o
Cabildo cuando en su contra obre una medida privativa de libertad,
producto de un proceso penal en que se le señale como presunto
responsable de hechos punibles previstos en la ley, y a su vez el artículo
163 eiusdem establece el procedimiento para la adopción de las
decisiones de la Cámara Municipal. En consecuencia, es competencia del
Concejo del Municipio Carirubana, sesionar para designar por mayoría
absoluta el sustituto del Alcalde, en virtud que el Juzgado Segundo de
Primera Instancia de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Falcón,
decretó orden de aprehensión en fecha 11 de agosto de 2003, en contra
del ciudadano Luis Eduardo Marcano Rubio. / A mayor abundamiento, es
menester señalar que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, mediante decisión de fecha 20 de enero de 2004, decidió lo
siguiente: ‘1.- CON LUGAR la apelación ejercida contra la decisión del 9
de septiembre de 2003, dictada por la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Falcón, que declaró inadmisible por inepta
acumulación, la acción de amparo constitucional interpuesta por los
abogados Amer Richani y Wilmer Antonio Bracho Pérez, en su condición
de apoderados judiciales del ciudadano Luis Eduardo Marcano Rubio,
contra el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Control del mismo
Circuito Judicial Penal y el Fiscal Superior (E) del Ministerio Público
del Estado Falcón. 2.- Anula la decisión recurrida proferida por la citada
Corte de Apelaciones, el 9 de septiembre de 2003; 3.- REPONE la causa
al Estado en que la citada Corte de Apelaciones se pronuncie sobre la
acción de amparo incoada contra el Juzgado Segundo de Primera
Instancia de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Falcón,
extensión Punto Fijo, prescindiendo de los vicios observados en este
fallo; y 4.- improcedente la declaratoria de nulidad de todos los actos
procesales desde el inicio de la investigación, por haber sido
ordenados por una autoridad del Ministerio Público manifiestamente
incompetente en usurpación técnica de funciones, así como, también, la
nulidad de los actos subsiguientes, por haber sido sustanciados y
decididos por un tribunal en funciones de control incompetente; la solicitud
de libertad plena del mencionado ciudadano y la reincorporación al
cargo de alcalde del Municipio Carirubana del Estado Falcón, así como
la revocatoria de las medidas cautelares otorgadas a su favor, por el
531
citado Juzgado Segundo de Control, el 1° de octubre de 2003. Queda en
los términos expuestos, resuelta la apelación ejercida.’ /De acuerdo a lo
anteriormente expuesto, la Sala Constitucional declaró improcedente la
solicitud de libertad plena del ciudadano Luis Eduardo Marcano Rubio y la
reincorporación al cargo de Alcalde del Municipio Carirubana. /Por último,
este Despacho no puede pronunciarse por el estado del proceso penal que
se le sigue al ciudadano Luis Eduardo Marcano Rubio, por no ser de la
competencia de esta Dirección, sino de los fiscales designados en ese
caso”.
DESC ALCALDES
DESC AMPARO
DESC CARIRUBANA (MUNICIPIO)
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC EJECUCION
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC PODER JUDICIAL
DESC REPOSICION
DESC SENTENCIAS
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC VOTO
532
205
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004- FECHA:20040330
16738
TITL Competencia para imponer sanciones por infracciones de
tránsito.
FRAGMENTO
534
numeral 4 y la Disposición Transitoria Tercera de la Ley de Tránsito y
Transporte Terrestre en concordancia con los artículos 407, 408 y 409 del
Reglamento respectivo, que atribuyen al Poder Ejecutivo Nacional , por
órgano del Ministerio de Infraestructura la rectoría del Tránsito y
Transporte Terrestre, y al Instituto Nacional de Tránsito y Transporte
Terrestre la atribución de coordinar y homologar las policías municipales.
(Dichas) (…) normas (…) indican que el ejercicio de las competencias de
las policías municipales en materia de tránsito debe hacerse con la
interpretación concatenada y armónica de las normas constitucionales,
legales y reglamentarias aplicables en la materia que nos ocupa. / Por
tanto, el Ministerio Público considera necesario resaltar que en el Oficio
signado DGAJ-DCCA-3-2003-10792, y fechado 25-3-2003, no se objetó
la competencia de los municipios para dictar las medidas que estime
necesarias para la ordenación del tránsito de vehículos y personas, la cual
ciertamente encuentra su cobertura normativa en los artículos
constitucionales y legales citados en su escrito. Lo que sí dejó claro el
Ministerio Público es que el ejercicio de las potestades sancionatorias por
parte de los Municipios, en materia de tránsito terrestre, requiere la
autorización previa por parte del órgano rector, a través de la
homologación, tal y como lo disponen las normas vigentes, antes
mencionadas, las cuales por formar parte del ordenamiento jurídico deben
ser acatadas por todos los ciudadanos y órganos del Poder Público. En
caso de inconformidad con tales dispositivos normativos, el Municipio
puede ejercer las acciones tendentes a su declaratoria de nulidad. / (…) la
observación principal del Ministerio Público, recae sobre la imposición de
sanciones de multa por infracciones de tránsito, por los funcionarios de los
policías municipales en este caso del Municipio Chacao del Estado
Miranda, sin haberse cumplido con el condicionante contenido en el
artículo 16, numeral 4, del Decreto N° 1.535 de fecha 8 de noviembre de
2001, con fuerza de Ley de Tránsito y Transporte Terrestre (publicado en
la Gaceta Oficial N° 37.332 de fecha 26 de noviembre de 2001) legislación
dictada por el Poder Público Nacional y por tanto rectora de la materia de
tránsito en todo el territorio del país. / (…) por considerar que estamos en
presencia de una potestad legalmente conferida al Instituto Nacional de
Transporte y Tránsito Terrestre para que éste autorice, a las policías con
competencia para el control y vigilancia del tránsito y transporte terrestre, a
través del acto administrativo denominado homologación, la potestad de
ejecución de las sanciones por infracciones de tránsito, acto sin el cual la
actuación de la autoridad policial, es susceptible de ser anulable, por
cuanto la atribución no se ha perfeccionado, esto es que no se ha
cumplido con la condición que la misma norma establece y el
Constituyente consagró como un limitante”.
535
CRBV art:336-1
CRBV art:336-9
LTTT art:6
LTTT art:14
LTTT art:16-4
RLTTT art:407
RLTTT art:408
RLTTT art:409
STSJSCO 13-03-2001
536
206
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040412
19299
TITL Legitimación para impugnación de reglamento de ley.
FRAGMENTO
538
207
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040415
20363
TITL Derecho de petición y oportuna respuesta.
FRAGMENTO
540
208
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-11-2004- FECHA:20040421
21985
TITL Competencia del Ministerio Público en materia laboral.
FRAGMENTO
“…solicita la intervención del Ministerio Público para arbitrar en la problemática planteada referida
a (…/…) los siguientes puntos:
1.- Con respecto a lo atinente al primer punto y al tercero: ‘se le solicita la posibilidad de ARBITRAR
para que sean estudiadas nuestras liquidaciones, las cuales fueron efectuadas hace nueve (9)
años, muy mal calculados, violando la Ley Orgánica del Trabajo y los contratos colectivos’. (sic)./ ´se
solicita la posibilidad de arbitrar para que nos sea entregado nuestro dinero, por los años en que fueron
mal calculados los intereses anuales por el Fideicomiso de las prestaciones sociales...‘. (sic) /…le
informo que el artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo vigente, contempla que todas las acciones
provenientes de la relación de trabajo tales como: prestaciones sociales, diferencia de las mismas,
conceptos a salarios, horas extras, días domingos y feriados entre otros, prescribirán al cumplirse un
(1) año contado desde la terminación de la prestación de sus servicios(…/…) usted y los
extrabajadores in comento debieron en su oportunidad, es decir, dentro del año siguiente a la
terminación de la relación de trabajo, haber interpuesto la demanda por diferencia de prestaciones
sociales ante el Juez de Primera Instancia del Trabajo./ En lo atinente al punto 2, donde señala: ‘la
posibilidad de ARBITRAR para que nos sea concedida la tan ansiada Jubilación a los extrabajadores
jubilables...’. (sic) /…la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia en Sentencia de
fecha 24 de enero de 2001, con ponencia del Magistrado Omar Alfredo Mora Díaz, caso Basilo R.
Vásquez, Expediente N° 00286, estableció entre otros aspectos, lo siguiente: ‘Las acciones
personales son aquellas que derivan de las obligaciones de crédito. Todas las acreencias de un
trabajador respecto de su patrono son obligaciones de crédito, de allí que se califiquen como acciones
personales. Disuelto el vínculo de trabajo en virtud de haber adquirido y habérsele reconocido
al trabajador su derecho a la jubilación, ya entre las partes, jubilado, y patrono, media un vínculo de
naturaleza no laboral, que se califica en consecuencia como civil, lo que hace aplicable el artículo 1980
del Código Civil, que señala que prescribirán a los 3 años...’./ Del extracto de la sentencia trascrita,
se desprende que el trabajador, tenía tres (3) años, siguientes a la terminación del vínculo laboral,
para demandar su derecho a la jubilación./ Con respecto al arbitraje solicitado, le informamos que,
el mismo, no le es conferido al Ministerio Público; (…) la Constitución prevé dentro de los
principios rectores del Poder Judicial y el Sistema Judicial, que el arbitraje corresponde al juez, juzgar
y fallar de acuerdo con las reglas de la equidad, y conforme a las disposiciones legales
señaladas en la Constitución y las leyes / No obstante, el Ministerio Público estima que es la
Defensoría del Pueblo a la que corresponde mediar en la situación planteada y por tanto remitiremos a
ese órgano su planteamiento”.
541
209
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-23269 FECHA:20040427
TITL Intervención del Ministerio Público en querella funcionarial.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC MUNICIPIOS
DESC NOTIFICACIONES
DESC NULIDAD
DESC QUERELLA
542
210
TDOC Oficio
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-4-2004 FECHA:2004
TITL Solicitud de credenciales como funcionario de los Derechos
Humanos.
FRAGMENTO
543
211
TDOC Oficio
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-4-2004 FECHA:2004
TITL Intervención del Ministerio Público en actos de revocación de
inscripción de una Fundación.
FRAGMENTO
DESC BIENES
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC DENUNCIA
DESC FUNDACIONES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC UNIVERSIDADES
545
212
TDOC Ofico
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-24979 FECHA:20040504
TITL Actuación del Ministerio Público en relaciones jurídicas de
derecho privado.
FRAGMENTO
547
presuntamente ha cerrado un paso o un camino que accede o atraviesa
su inmueble, lo cual, no es contrario a la ley a menos que ya existieren
derechos de servidumbres constituidas conforme a la ley. Por el contrario,
si el propietario efectúa el cierre de un paso por su predio, el mismo sería
completamente legítimo según lo dispuesto en el artículo 551 del Código
Civil. / (…) / En lo que respecta a la presunta violación del artículo 78 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de las
disposiciones de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, este Despacho observa lo siguiente: / Esta norma
constitucional en general lo que establece es que los niños, niñas y
adolescentes son sujetos plenos de derecho y deben estar protegidos por
la legislación, los tribunales y demás órganos del estado. Asimismo,
establece que el estado, la familia y la sociedad deben asegurar con
prioridad, la protección integral de los niños tomando en cuenta su interés
superior en las decisiones y acciones que les conciernan. (…) / Pero no
podemos obviar que los entes del Estado incluyendo las entidades
municipales están sometidas al principio de legalidad, conforme al cual
todas sus actuaciones deben realizarse de conformidad con las normas
preestablecidas. / (…) / Ahora bien, no podemos dejar a un lado que el
artículo 115 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
reconoce los atributos de la propiedad privada y consagra la garantía de
que ‘toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus
bienes’ y que ‘sólo por causa de utilidad pública o interés social, mediante
sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización, podrá ser
declarada la expropiación de cualquier clase de bienes.’ / De manera pues,
que mal puede un ente de la Administración Pública, en este caso del
nivel Municipal, violar el derecho a la propiedad y el principio de legalidad,
ambos constitucionales, al reconocer mediante un Acuerdo la existencia
de un ‘paso de servidumbre’, cuando la ley ha reservado esa facultad a
los tribunales de la República. En tal caso los propietarios de los predios
interesados, deben ocurrir a esa vía mediante el ejercicio de la acción
confesoria, que es el medio para tutelar las servidumbres cuando se
discuta su existencia o cuando se impida u obstaculice su ejercicio. (…) /
La alternativa que le quedaría entonces al Municipio sería la de atenerse a
las disposiciones previstas en la Ley de Expropiación por Causa de
Utilidad Pública de fecha 1 de julio de 2002, que regula la expropiación
forzosa por causa de utilidad pública o de interés social, de los derechos y
bienes pertenecientes a los particulares. / A todo evento, (…) el Ministerio
Público estima pertinente que el planteamiento sobre el equilibrio entre el
derecho del propietario del fundo y la pretensión de los vecinos de obtener
paso por dicho fundo, sea sometido a la consideración de la Defensoría del
Pueblo como órgano del Poder Ciudadano con competencia para mediar y
conciliar en situaciones de conflicto entre particulares, según lo dispuesto
en los artículos 280 y 281 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (…) el Ministerio Público concluye, su intervención en el
presente caso, reservándose cualquier actuación eventual de conformidad
con sus atribuciones”.
548
CRBV art:281
CRBV art:285
CC art:551
CC art:644
CC art:645
CC art:665
CC art:709
CC art:720
CC art:1920-2
CC art:1924
549
213
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004- FECHA:20040506
26610
TITL Actuación del Ministerio Público cuando se trata de relaciones
jurídicas de derecho privado.
FRAGMENTO
551
214
TDOC Oficio
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Administrativo
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-11-2004- FECHA:20040506
26737
TITL Competencias del Poder Judicial.
FRAGMENTO
553
215
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-2004- FECHA:20040507
26862
TITL Competencias del Ministerio Público.
FRAGMENTO
555
216
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-10-2004- FECHA:20040601
32980
TITL Competencias del Ministerio Público. Derecho de Petición.
FRAGMENTO
557
217
TDOC Oficio
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UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-4-2004- FECHA:20040616
37592
TITL Inconstitucionalidad del Decreto Nº 2001-008 emanado de la
Alcaldía de ese Municipio.
FRAGMENTO
“Me dirijo a usted, de conformidad con lo previsto en los artículos 136, 285
y 333 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con lo establecido en los artículos 1, 11 y 21 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, con el objeto de someter a su
consideración el siguiente planteamiento. / El Ejecutivo Municipal en aras
de preservar la conservación del ambiente, el ornato y los bienes públicos
o privados en el referido municipio, dictó el Decreto N° 2001-008, de fecha
18 de mayo de 2001, que a juicio del Ministerio Público, previo el estudio y
análisis, detectó que el referido acto administrativo adolece de vicios de
inconstitucionalidad y de ilegalidad, a saber: / Análisis de la situación
planteada / El acto objeto del presente análisis, fue dictado por el
Despacho a su cargo, invocando para ello lo previsto en los artículos 3, 74,
ordinal 3° de la Ley Orgánica de Régimen Municipal, en concordancia con
lo estipulado en el artículo 36, ordinales 12 y 13 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y el Adolescente, cuyo texto es del tenor siguiente: /
‘Decreto 2001- 008 / (…) / Considerando / Que dentro de las
atribuciones legales que confiere la Ley Orgánica del Régimen
Municipal, en donde es competencia del Municipio, promocionar toda
clase de actividades, para satisfacer las necesidades y aspiraciones de la
comunidad, comprendiendo dentro de los mismos servicios de limpieza
y protección de los bienes municipales del dominio público y privado. /
Decreta / Artículo 1: Quien arroje, bote, lance o deje en la vía pública,
desperdicios de cualquier naturaleza, que atente contra la conservación
del ambiente y el ornato, bienes públicos o privados, o los lance desde un
vehículo en circulación. Será sancionado con multa, del equivalente de 15
a 30 unidades tributarias o arrestos proporcional a la misma. / Artículo 2:
Quien apagase por cualquier medio y sin causa justificada el alumbrado
de una vía o lugar de acceso pública (sic) o donde tuviere (sic) lugar una
reunión pública será sancionado, con arresto de 24 horas. / Artículo 3:
Quien condicionase el paso de los transeúntes por una vía, mediante
el ejercicio de algún tipo de coacción, o la exigencia de alguna
contraprestación física, moral, o económica; será sancionado con arresto
de 24 horas. / La sanción será de 48 horas en caso de reincidencia dentro
del lapso de 6 meses, al hecho en que contrae el presente artículo. /
Artículo 4: La Jefatura Civil y la Dirección de la Policía Municipal quedan
encargados del cumplimiento del presente Decreto. / Dado firmado y
sellado en el Despacho del Alcalde en Sierra Imataca a los dieciocho
días del mes de mayo del 2001, 191° años de la Independencia y 142°
de la Federación.’ / El referido Decreto, fue dictado dentro del marco de
competencias asignadas al Municipio, con la finalidad de promocionar toda
558
clase de actividades y satisfacer las necesidades y aspiraciones de la
comunidad del Municipio Autónomo Casacoima, Sierra de Imataca del
Estado Delta Amacuro, específicamente las referidas a los servicios de
limpieza y protección de los bienes municipales del dominio público y
privado. / De acuerdo con los artículos 1, 2 y 3 del referido Decreto, se
establecen sanciones de multa y arresto a los ciudadanos que dentro del
ámbito de la jurisdicción del municipio, arrojen, boten, lancen o dejen en
la vía pública, desperdicios de cualquier naturaleza, que atenten contra la
conservación del ambiente y el ornato, bienes públicos o privados, o los
lancen desde un vehículo en circulación. Igualmente, se establecen como
causales de sanción, a quien apagase por cualquier medio y sin causa
justificada el alumbrado de una vía o lugar de acceso público o donde
tuviere lugar una reunión pública. Finalmente, también se establecen como
causales de sanción quien condicionase el paso de los transeúntes por
una vía, mediante el ejercicio de algún tipo de coacción, o la exigencia de
alguna contraprestación física, moral, o económica. / Ahora bien, el
Ministerio Público en su carácter de máximo garante de la Constitución y
las leyes, estima oportuno hacer de su conocimiento que el acto antes
descrito es contrario a disposiciones constitucionales y legales que hacen
necesaria su revisión a fin de adecuarlo a la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela./ De los vicios del acto administrativo / a) De la
usurpación de funciones / Para el Ministerio Público, al dictar el Decreto en
comento, en su condición de Primera Autoridad Civil del referido Municipio,
usurpó atribuciones del Poder Público Nacional, ya que la materia relativa
a los derechos y garantías constitucionales es competencia del Poder
Público Nacional, según lo dispuesto en el artículo 156, numeral 32 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. A mayor
abundamiento, dentro del elenco de materias que el Texto Fundamental
confiere al Municipio como competencias exclusivas, no se encuentran
consagradas las que fueron reglamentadas a través del Decreto 2001-008.
/ En este mismo orden de ideas, se advierte que en su carácter de Alcalde
del Municipio Casacoima al dictar el precitado acto, también incurre en el
vicio de usurpación de funciones, por cuanto la materia de derechos y
garantías constitucionales sólo puede ser objeto de regulación por ley
formal que debe ser dictada por el Poder Legislativo Nacional, a través de
la Asamblea Nacional. En efecto, el acto administrativo establece
limitaciones a los derechos constitucionales a la libertad personal (Art. 44
constitucional), a la defensa y al debido proceso (Art. 49 constitucional), a
ser juzgado por sus jueces naturales, entre otros, materia que sólo
puedan ser desarrolladas por ley nacional. / De lo anterior se colige que el
Decreto objeto de análisis se encuentra viciado de inconstitucionalidad por
contrariar los artículos 137, 156 numeral 32 y 187 numeral 1 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / b) De la violación
del derecho a la libertad personal / En cuanto a las sanciones de arresto
que establece el mencionado Decreto, es necesario destacar que la
libertad personal es inviolable, en consecuencia ninguna persona puede
ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que
sea sorprendida infragante. / De lo anterior se advierte que sólo a través
de orden judicial puede ordenarse la restricción del derecho constitucional
a la libertad personal, no estando autorizado ningún acto administrativo de
rango sublegal, para establecer sanciones de arresto, ya que ésta, según
lo dispuesto en el ordinal 3° del artículo 9 del Código Penal, es una pena
corporal. Por tal motivo, estima el Ministerio Público que las sanciones de
559
arresto contempladas en el Decreto analizado son violatorias del derecho a
la libertad personal, previsto en el artículo 44 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. / c) Violación del derecho al debido
proceso y a la defensa / Las sanciones establecidas en el Decreto 2001-
008 pueden ser impuestas sin la apertura de procedimiento alguno, visto
que el texto del acto administrativo no contiene referencia alguna al inicio
de investigación previa al sancionado para determinar si incurrió o no, en
la conducta prohibida por la norma, tampoco prevé el acto dictado por el
Ejecutivo Municipal, las posibilidades de defensa, los recursos que
proceden contra las sanciones y tampoco la autoridad administrativa o
judicial ante la cual pueden ejercerse, ni los plazos para ello, todo lo cual
se traduce en una violación del derecho a la defensa y al debido proceso
de quienes vayan a ser objeto de sanciones con base en este acto. / En
razón de lo anterior estima la Dirección que el acto está viciado de
inconstitucionalidad por violación del derecho a la defensa y el debido
proceso, previstos en el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. / d) Violación del derecho a ser juzgado por sus
jueces naturales / Tal y como se desarrollara anteriormente, sólo el Poder
Judicial puede imponer medidas restrictivas a la libertad personal, por lo
que la facultad atribuida por el Decreto al Alcalde y al Director de la Policía
Municipal, viola el derecho que toda persona tiene a ser juzgada por sus
jueces naturales en la jurisdicciones ordinarias especiales, con las
garantías establecidas en la Constitución en el artículo 49 numerales 1 y 4
y en la ley. / d) Otras observaciones: / El Decreto también se encuentra
viciado por falso supuesto de derecho, habida cuenta que la norma
invocada por el Alcalde, como fundamento jurídico del acto, no se
corresponde con las situaciones fácticas llamadas a regular, por cuanto el
artículo 36 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, no posee ordinales tal como lo señala el Decreto 2001-008
objeto del presente estudio y además se refiere a los derechos culturales
de los menores, y no a la tipificación de alguna conducta que pudiera dar
lugar a la autoridad competente a imponer alguna sanción relativa a su
comportamiento; menos aún le concede a la autoridad municipal el
subrogarse tales atribuciones. / En tal sentido, la Sala Político
Administrativa de la Corte Suprema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de
Justicia, en sentencia de fecha 22 de octubre de 1992, caso: Casa Paris,
S.A. Vs. Ministerio de Fomento decidió lo siguiente: / (…) / Por su parte, el
autor Jorge Enrique Ayala Caldas, en su texto ‘Elementos de Derecho
Administrativo General’, página 208, respecto a la falsa motivación señala
que: / (…) / De lo antes expuesto, se evidencia que debe existir una
finalidad de interés público en las manifestaciones de voluntad de la
Administración, de igual manera debe existir estrecha vinculación entre la
finalidad y la norma que la autoriza, intención que debe privar en el
funcionario al hacer uso de su facultades. / La antes Corte Suprema de
Justicia, hoy día, Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Político
Administrativa, en decisión de fecha 17-3-1990, caso: Varios Vs.
República (Ministerio de Educación) dispuso: / (…) / Ahora bien, por
cuanto corresponde al Ministerio Público velar por la exacta observancia
de la Constitución y las leyes, conforme lo contemplan los artículos 333 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el 1 y 11,
numeral 1, de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y con el objeto de
reestablecer el orden constitucional vulnerado por el acto administrativo
antes analizado, lo exhorto para que en uso de la potestad de autotutela
560
administrativa prevista en el artículo 83 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos, el Ejecutivo Municipal proceda a
reconocer la nulidad absoluta del Decreto 008-2001, emanado del
Despacho a su cargo, el 18 de mayo de 2001”.
561
DESC POLICIA
DESC PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SERVICIOS PUBLICOS
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
562
218
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
Ministra del Trabajo MT
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-2004- FECHA:20041104
80293
TITL Derecho a oportuna respuesta.
FRAGMENTO
“Tengo a bien dirigirme a usted con el objeto de hacer de su conocimiento que en fecha 31-
3-2004, los ciudadanos Julio Gómez y Elida Blanco, miembros de la ONG Prodefensa de
los Derechos de los Trabajadores, Empleados y Obreros del Congreso Nacional, solicitaron
la intervención del Ministerio Público para que se les garantice su derecho constitucional a
la oportuna y adecuada respuesta, consagrado en el artículo 51 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
En tal sentido, los peticionarios alegaron que se han dirigido a diferentes organismos
públicos buscando una solución satisfactoria a la reclamación que han venido formulando
ante la Asamblea Nacional para que este Organismo Legislativo les reconozca algunos
beneficios laborales, que afirman, les son adeudados por ese Organismo Legislativo.
Señalaron haberse dirigido al Despacho a su digno cargo, en fechas 20-9-2000; 4-10-2001
y 3-2-2004.
El Ministerio Público, atendiendo a la solicitud de los mencionados ciudadanos, y en
ejercicio de su función de garante de la constitucionalidad y legalidad de todos los actos del
Poder Público, considera que el derecho previsto en el artículo 51 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, comporta una obligación para todos los órganos que
ejercen el Poder Público, de asegurar su goce y ejercicio irrenunciable, según lo
establecido en el artículo 19 eiusdem.
La satisfacción del derecho constitucional de petición, significa que la respuesta emitida
debe ser ajustada a derecho, sin que ello signifique un sometimiento de la Administración a
lo propuesto, es decir no necesariamente debe acordarse siempre lo pedido.
Por lo antes expuesto y atendiendo al Principio de colaboración entre los órganos del Poder
Público, previsto en el artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, solicito su valiosa colaboración, para que siempre que sea procedente, ordene
lo conducente para que se dé oportuna y adecuada respuesta a las peticiones de los
miembros de la ONG Prodefensa de los Derechos de los Trabajadores, Empleados y
Obreros del Congreso Nacional.
Finalmente, hago propicia la ocasión para manifestarle la disposición del Ministerio Público
de cooperar con el Ministerio a su cargo en la consecución de los fines del Estado”.
563
219
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Presidente del Instituto Venezolano de los Seguros PIVSS
Sociales
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D-69302 FECHA:20041104
TITL Derecho de petición y seguridad social.
FRAGMENTO
565
220
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ–DCCA-D-2004- FECHA:20040906
60563
TITL Competencias del Ministerio Público en procedimientos
administrativos sancionatorios.
FRAGMENTO
“Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo del escrito
presentado en fecha 17 de agosto de 2004, y recibido por la Dirección de la
Secretaría General del Despacho del Fiscal General de la República, en fecha 20
de agosto de 2004, mediante el cual solicita la nulidad absoluta del acto
administrativo dictado por la Junta Evaluadora de Ascensos de la Policía
Metropolitana, fecha 13 de julio de 2004, orden del día Nº 196, correspondiente a
la resolución Nº 034, y la investigación de las Direcciones involucradas, en dar
oportuna respuesta a la solicitud realizada. / Al respecto, este Despacho, una vez
revisados los recaudos por usted consignados, y analizados los alegatos
esgrimidos, pasa a dar respuesta en los siguientes términos: / Señala que
dándose cumplimiento a la Orden del Día emitida por la Dirección General de la
Policía Metropolitana, se emite oficio de fecha 7 de noviembre de 2003, signado
con el Nº DISE-DA-601030-1460, donde se encuentra postulada, signada con el
Nº1, en el concurso para ascender a la jerarquía superior inmediata la cual
corresponde a la de Cabo 2do, todo esto en vista de que reúne los méritos
requeridos y el tiempo previsto para ascender. / Indica que en su desenvolvimiento
dentro del Cuerpo de Policía de Metropolitana, lo cual se evidencia de su
expediente personal, no tiene reposos médicos, boletas, amonestaciones escritas,
ni informe alguno que aperture procedimiento de índole administrativo o
disciplinario. / Refiere así que, en fecha 11-2-2004, solicitó Carta de Buena
Conducta con fines de estudio pero la misma le fue negada, lo cual se evidencia
del escrito que se desprende del oficio signado con el número DRH-DD-166-04,
de fecha 25 de febrero de 2004, dirigido al ciudadano Comisario Jefe (PM)
Ricardo Núñez Liscano, Director del D.I.S.E que textualmente expresa: ‘No se le
puede tramitar la carta de buena conducta, ya que la misma estuvo involucrada en
el conflicto de esta Institución en el mes de Octubre de 2002’ de lo cual nunca le
envió respuesta formal, y de la que tienen conocimiento ‘…por copia simple que
pude obtener por vía paralela.’ / Aduce que a la presente fecha debería haber sido
notificada sobre los hechos que la involucran en un conflicto del cual no tiene
conocimiento y en ningún momento ha tenido acceso a soporte legal alguno
donde haya quedado establecido o aperturado un procedimiento de investigación
en el que se encuentre involucrada. / Posteriormente luego que fuera emanada la
orden del día con los ascensos ya referidos, su jefe superior, Comisario Ricardo
José Núñez Liscano, Director de los Servicios Especiales -DISE- le participó
verbalmente que su ascenso no procedía, dirigiéndose así a la Comandancia de la
Policía Metropolitana y solicitando audiencia con la Junta Evaluadora. / Al
entrevistarse con la Junta la cual estaba a cargo de la Comisario Jefe Luzmila
Ochoa, esta le participó verbalmente que no ascendería en esta oportunidad
debido un informe que presentó el Comisario (PM) José Rafael Linares Carta,
quien era el Jefe de la División de Adquisiciones, unidad a la cual se encontraba
adscrita cuando se suscitaron los hechos de toma de la Policía Metropolitana en el
año 2002. Debido a que la División de Adquisiciones esta ubicada en la
Comandancia y que para la fecha aún continúa en el mismo lugar, asociado a esto
se debía su presencia en el lugar y la del resto del grupo de adquisiciones. /
566
Señala que solicitó a la Comisario Jefe (PM) Luzmila Ochoa, le permitiera
observar el supuesto informe, ya que nunca se le notificó la existencia del mismo,
de lo cual nunca obtuvo respuesta, cercenándosele de esa forma su derecho
constitucional de acceso a la información que involucra sus intereses y derechos
personales y legítimos. / Posteriormente, al observar la negativa de la Junta
Evaluadora a darle respuesta, solicitó audiencia ante el ciudadano Sub-director de
la Policía Metropolitana Comisario General Orlando Gutiérrez, quien le atendió y
recibió tanto la Síntesis curricular como las fotocopias de las felicitaciones,
nombramiento y reconocimiento que ha recibido, efectuando así llamada
telefónica al día siguiente y recibiendo como respuesta que su ascenso no
procedía, que la Junta Evaluadora ya había decidido. / Indica que en todo
momento ha procedido por la vía regular y que en virtud de lo establecido en la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, en sus disposiciones legales
números 2, 3, 4, 5 y 6 ha solicitado por escrito mediante oficios ante los
funcionarios competentes respuesta sobre la negativa a su ascenso de ley,
evidenciado esto en la orden del día y resolución referidos. / Refiere que a los
actuales momentos no ha recibido respuesta formal de ninguno de los oficios,
verificándose al silencio administrativo, que pone en detrimento su derecho de
petición y de información. / Solicita así sea considerado en su caso el principio
proteccionista del debido proceso. / Igualmente como consecuencia de la violación
alegada solicita a través de este acto la nulidad absoluta e investigación del acto
administrativo dictado por la Junta Evaluadora de Ascensos de fecha 13 de julio
de 2004, de orden del día Nº 196 correspondiente a la Resolución Nº 034, de
conformidad con lo establecido en el artículo 19 de la Ley orgánica de
Procedimientos Administrativos, además de la investigación de todas las
direcciones y funcionarios involucrados en dar oportuna respuesta. / Conforme a
lo expuesto, considera necesario el Ministerio Público hacer algunas
consideraciones relativas a la interposición de recursos en lo concerniente al área
contencioso administrativo funcionarial. / Al respecto, el artículo 92 de la Ley del
Estatuto de la Función Pública establece: / (…) / Así, la orden del día Nº 196, de
fecha 13-7-2004, dictada por el Director General de la Policía Metropolitana,
Comisario General Lazaro José Forero López, corresponde a un acto dictado por
el funcionario con la más alta competencia para hacerlo, siendo ello así, tal acto
debe entenderse como definitivo, que causa estado y por lo cual, mal podría el
Fiscal General de la República, atribuirse la potestad de revisar, convalidar o
anular, un acto definitivamente firme, emanado de la administración. / Asimismo,
corresponde al Poder Judicial el conocimiento de las causas y asuntos de su
competencia, mediante los procedimientos establecidos en la ley. Es por ello que,
el acto dictado por el Director General de la Policía Metropolitana, generador de
una derivativa consecuencial, como lo es el agotamiento de la vía administrativa,
es materia a ser conocida por los órganos jurisdiccionales competentes en materia
contencioso administrativa. Ello en base a lo establecido en el artículo 253
constitucional en concordancia con el artículo 11 Ley Orgánica del Poder Judicial.
/ En este sentido, el artículo 93 y 94 de la ya referida Ley del Estatuto de la
Función Pública establece la correspondencia para conocer y decidir la materia
dentro de la cual se enmarca el acto motivo de impugnación, en los siguientes
términos: / (…) / Aunado a ello, en relación con la vía recursiva legítima para la
impugnación del acto administrativo objeto del presente escrito, el artículo 95 de
la Ley del Estatuto de la Función Pública señala: / (…) / De lo anterior, advierte el
Ministerio Público que existe una vía procesal idónea del cual puede valerse el
administrado en todos los conflictos que deriven de las materias relacionadas con
la ley señalada. Por lo antes expuesto, el Ministerio Público carece de
competencia y cualidad para declarar la nulidad del acto administrativo dictado por
el Director General de la Policía Metropolitana, relativo a la orden del día Nº 196,
de fecha 13 de julio de 2004, ya que corresponde a los Tribunales con
Competencia en lo Contencioso Administrativo decidir acerca de el acto en
cuestión y es frente a ellos que debe ser ejercido el Recurso Contencioso
Administrativo Funcionarial señalado ut supra. / No obstante, a pesar del ejercicio
impropio del recurso de reconsideración para la obtención de la respuesta a la
567
petición formulada, el Ministerio Público advierte que subsiste la facultad para
ejercer la querella funcionarial prevista para el caso en la Ley de Estatuto de la
Función Pública. / Igualmente, dado que debido al derecho de acceso a la
jurisdicción y el derecho de petición, queda pendiente aún la respuesta de la
Dirección General de la Policía Metropolitana en torno al planteamiento efectuado,
por medio del cual se solicita respuesta con relación a la averiguación que
presuntamente se lleva a cabo en su contra, relativa a los sucesos de la toma de
la policía en octubre del año 2002, esta representación, en aras de velar por el
cumplimiento de la ley y los derechos establecidos en la Constitución, designará al
Fiscal Trigésimo Tercero a Nivel Nacional con competencia en materia
Contencioso Administrativo y Contencioso Especial Inquilinario, para que se
traslade al referido organismo policial, verifique lo denunciado, y en caso de
constatar su veracidad, promoverá ante la autoridad competente, el cumplimiento
del artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así
como la articulación del debido proceso, según las reglas del artículo 49 eiusdem.
La dirección del Despacho fiscal es Av. Urdaneta, edificio Interbank, piso 8. / Por
otra parte, y en el supuesto que ejerza la querella funcionarial, el Ministerio
Público intervendrá en la causa una vez que sea notificado para ello, por el
Tribunal competente, o en su defecto, cuando así le sea requerido por solicitud de
las partes, para asegurar el respeto a los derechos y garantías constitucionales en
el proceso judicial…”.
568
221
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-73161. FECHA:20041014
TITL Intervención del Ministerio Público en los procesos de amparo
constitucional cuando es señalado como legitimado activo o
pasivo de la acción.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC AUDIENCIAS
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IGUALDAD
DESC INDIVISIBILIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NOTIFICACIONES
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
DESC UNIDAD DEL MINISTERIO PUBLICO
570
222
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-64053 FECHA:20040923
TITL Alcances de la intervención del Ministerio Público en los
procesos judiciales.
FRAGMENTO
572
Constitucionales, en el caso en referencia, en lo atinente al derecho al
debido proceso, celeridad procesal y tutela judicial efectiva, consagrados
en los artículos 49, 285 numeral 2, y 26 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, ello en concordancia con los principios
tendentes a la observancia del correcto funcionamiento del aparato judicial,
materializados estos en atribuciones que por disposición taxativa le son
conferidas al Ministerio Público, establecido ello en el artículo 11 de la ley
Orgánica del Ministerio Público./Sin otro particular, es propicia la ocasión
para reiterarle la disposición del Ministerio Público en cooperar con usted,
para asegurar una recta y sana administración de justicia, en cumplimiento
de los fines del Estado…”.
573
223
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-80227 FECHA:20041104
TITL Intervención del Ministerio Público en ejecución de decisiones
judiciales.
FRAGMENTO
“Tengo a bien dirigirme a usted, con el objeto de acusar recibo del oficio N°
04-401 de fecha 8 de octubre de 2004, dirigido al Fiscal General de la
República, mediante el cual solicita la designación de funcionarios
debidamente capacitados a fin de coordinar junto con el tribunal a su
cargo, las acciones a tomar, para la práctica de la medida de secuestro
decretada por el Juzgado Noveno de Primera Instancia en lo Civil y
Mercantil Bancario con Competencia Nacional y sede en la ciudad de
Caracas, en el juicio que por reivindicación sigue Banco Federal, C.A.,
contra los ciudadanos Lino Páez, Ángel Donado, Morales Gilbert, Sierra
Miguel, Sierra Rubén, González Ernesto, Marcos León y otros, a
ejecutarse el día 9 de noviembre de 2004, a las 09:00 a.m., en la
jurisdicción de la Parroquia El Valle del Municipio Bolivariano Libertador del
Distrito Metropolitano de Caracas en el lugar denominado Turmerito,
señalando que el referido inmueble se encuentra invadido./Al respecto, me
permito informarle que conforme a lo establecido en el artículo 11, numeral
7 de la Ley Orgánica que rige las funciones de esta Institución, el
Ministerio Público, a través de los fiscales que lo representan, es
competente para supervisar la ejecución de las decisiones judiciales
cuando éstas se relacionen con el orden público o las buenas costumbres.
/ En el caso planteado por usted, se trata de la práctica de la medida
cautelar de secuestro, prevista en el artículo 599 del Código de
Procedimiento Civil, en el marco de un juicio de naturaleza privada, habida
cuenta que se trata de una acción reivindicatoria sobre un bien inmueble,
presuntamente propiedad de una entidad bancaria, en el cual, el interés de
las resultas, tanto del juicio principal como de la incidencia cautelar,
concierne exclusivamente a las partes en litigio, por lo que no se
corresponde con el tipo de decisiones en las cuales deba el Ministerio
Público ejercer la competencia de supervisión que le confiere la ley
orgánica que rige sus funciones. En consecuencia, no es procedente la
designación de fiscales del Ministerio Público para que intervengan en
dicho acto judicial./Ahora bien, como quiera que informa que el inmueble
sobre el cual ha de ejecutarse la medida cautelar de secuestro se
encuentra presuntamente invadido, el Ministerio Público considera que
debe solicitarse la intervención de la Defensoría del Pueblo, para que este
órgano del Poder Ciudadano, en ejercicio de la competencia establecida
en el artículo 15, numeral 4 de la Ley Orgánica de la Defensoría del
Pueblo, ejerza labores de mediación y conciliación, como método alterno
de resolución de conflictos a fin de evitar situaciones que pongan en riesgo
la integridad de los funcionarios llamados a ejecutar la decisión judicial así
como de las partes y sus representantes judiciales./Sin otro particular, es
propicia la ocasión para manifestarle la disposición del Ministerio Público
574
en colaborar con usted, en una sana y recta administración de justicia…”.
575
224
TDOC Memorandun
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-6-134-2004 FECHA:20040225
TITL Información relacionada con el criterio actualmente sostenido
por el Ministerio Público, en cuanto a la competencia de los
fiscales del Ministerio Público y fiscales superiores para ejercer
la acción de amparo constitucional como parte agraviada.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IGUALDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PRESUNCION
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
577
225
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-127-2004 FECHA:20040225
TITL Adecuación del organigrama estructural y atribuciones
correspondientes a la Dirección en lo Constitucional y
Contencioso Administrativo, establecidas en el Reglamento
Interno.
FRAGMENTO
FRAGMENTO
580
227
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-178-2004 FECHA:20040315
TITL Trámites que debe ordenar un representante del Ministerio
Público cuando tiene conocimiento del delito de desacato de
amparo constitucional.
FRAGMENTO
582
228
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-3-169-2004 FECHA:20040311
TITL Ejecución de amparo constitucional ejercido por el Ministerio
Público ante el Tribunal Primero de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil, Tránsito, Trabajo y Menores de la
Circunscripción Judicial del Estado Delta Amacuro en
protección de los derechos de 250 ciudadanos indígenas de la
etnia Warao, albergados en la casa Yakariyene bajo condiciones
sanitarias de insalubridad, promiscuidad y alcoholismo.
FRAGMENTO
583
CPC art:523
LOADGC art:48
LOADGC art:48
LOPJ art:11
DESC AMPARO
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC DESACATO
DESC EJECUCION
DESC ESTADO DELTA AMACURO
DESC INDÍGENAS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS
584
229
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D192-2004 FECHA:20040319
TITL Seguridad social. Contingencia por Paro Forzoso.
FRAGMENTO
“…en la cual solicita opinión con relación a la posición que debería asumir
el Ministerio Público, en relación con el descuento que se continúa
efectuando a los trabajadores por concepto de Paro Forzoso y el aporte
patronal que realiza la Institución. / Al respecto, esta Dirección (…) emite
su criterio sobre lo planteado, en los siguientes términos: / El núcleo
central de la problemática planteada, está referido a la vigencia de los
instrumentos legales que rigen la contribución parafiscal del Seguro de
Paro Forzoso, toda vez que la denuncia de las empresas que motivó la
acción de amparo constitucional estaba referida a que el Instituto
Venezolano de Seguros Sociales está pretendiendo el cobro de tributos sin
base legal alguna, infringiendo el artículo 317 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, así como el artículo 115 eiusdem. /
Las normas constitucionales señalan dos principios fundamentales de
nuestra Carta Magna como son el principio de legalidad tributaria (artículo
317 constitucional) según el cual no puede cobrarse o pretender el cobro
de cualquier tributo que no se encuentre consagrado legalmente y el
principio del respeto al derecho de propiedad de los ciudadanos (artículo
115 constitucional), según el cual, las contribuciones, restricciones y
obligaciones que puedan imponerse a la propiedad, deben siempre estar
fundamentadas en una ley. / En el caso concreto, se trata de examinar si
efectivamente la contribución parafiscal del Seguro de Paro Forzoso, tiene
basamento legal, luego de entrada en vigencia de la novísima Ley
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, publicada en Gaceta Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela N° 37.600 del 30-12-2002. / Luego
del análisis de las disposiciones legales que rigen la materia, esta
Dirección advierte que la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social,
establece en su artículo 138: / ‘Derogatoria del Decreto con Rango y
Fuerza de Ley que regula el Subsistema de Paro Forzoso y Capacitación
Laboral / Artículo 138. Se deroga el Decreto con Rango y Fuerza de Ley
que regula el Subsistema de Paro Forzoso y Capacitación Laboral,
publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela N° 5.392,
Extraordinario, de fecha 22 de octubre de 1999.’ / La anterior disposición
legislativa, efectivamente deroga la base legal del cobro de la contribución
parafiscal del Seguro de Paro Forzoso, el cual tuvo inicialmente, una
regulación de rango sublegal, a través de Decretos dictados por el Poder
Ejecutivo Nacional desde el año 1985, alcanzando por primera vez su
consagración legal, en el Decreto con Rango y Fuerza de Ley N° 2963 de
fecha 21 de octubre de 1998, que reguló el Subsistema de Paro Forzoso y
de Capacitación Profesional, publicado en la Gaceta Oficial N° 36.373 de
fecha 5 de noviembre de 1998, el cual fue derogado y sustituido por el
Decreto con Rango y Fuerza de Ley N° 366 de fecha 5 de octubre de
1999, publicado en la Gaceta Oficial N° 5.392 Extraordinario del 22 de
585
octubre de 1999, instrumento jurídico derogado por el artículo 138 antes
citado. / Igualmente, advierte la Dirección que la Ley Orgánica del Sistema
de Seguridad Social, sustituye el régimen del paro forzoso por el régimen
prestacional de empleo, cuya finalidad es la de asegurar una atención
integral al trabajador, cuando ha perdido su empleo por causas no
imputables a él o se encuentra en situación de desempleo. / (…) El
régimen prestacional de empleo, como sustitutivo del seguro de paro
forzoso, comporta necesariamente unas indemnizaciones y contribuciones
parafiscales, cuya base legal, debe ser desarrollada por la Ley Orgánica
del Sistema de Seguridad Social y por la Ley del Régimen Prestacional de
Empleo, que hasta la fecha no ha sido promulgada. / En este orden de
ideas, es necesario recalcar que la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad
Social no contempla las tasas de cotización para los patronos y empleados
y menos aún la base imponible para el cálculo de las contribuciones a este
régimen especial, por cuanto los mismos son delegados a la ley especial
que ha de regir este régimen especial. / De allí que para el Ministerio
Público, en la actualidad las contribuciones, tanto de los trabajadores como
de los patronos, al régimen destinado a enfrentar las contingencias de la
pérdida de empleo, carecen de base legal, por tanto su exigibilidad,
vulnera el principio de legalidad tributaria, establecido en el artículo 317 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / La opinión ante
sustentada ha sido compartida por los Tribunales de la Jurisdicción
Contencioso Tributaria, vale citar entre otras decisiones, la dictada por el
Tribunal Superior Séptimo de lo Contencioso Tributario del Área
Metropolitana de Caracas (caso Sincrudos de Oriente, C.A.), la dictada por
el Tribunal Superior Quinto de lo Contencioso Administrativo del Área
Metropolitana de Caracas (caso OTEPI Consultores, C.A.), con ocasión a
acciones de amparo constitucional ejercidas por el cobro del seguro de
paro forzoso. / 3.- Alternativas que podría asumir el Ministerio Público / (…)
esta Dirección considera las siguientes opciones: / a) Solicitud de
extensión de efectos de decisión de amparo constitucional / En principio, la
sentencia que declara con lugar una acción de amparo constitucional sólo
tiene efectos inter partes, esto es entre el presunto agraviante y el
presunto agraviado. / Sin embargo, la jurisprudencia ha admitido la
posibilidad de la aplicación de los efectos de una decisión de amparo
constitucional, sobre sujetos distintos a la relación procesal planteada
originariamente, exigiendo como condición que se encuentren en idéntica
situación jurídica. Así, en la decisión de fechas 17-12-2001 (caso Haydee
Margarita Parra), ratificada por la sentencia de fecha 24-2-2003 (caso
Domitila Isabel Mújica), la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, (lo) afirmó (...) / Recientemente, en decisión de fecha 1-12-2003
(caso Bingo Fortuna, Bingo Star Queen y otros), la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, declaró la procedencia de la declaratoria con
lugar de la extensión de efectos de amparos constitucionales a sujetos
distintos de los que inicialmente intervinieron en el proceso judicial (...) / En
el caso concreto, el Ministerio Público, en la persona del Fiscal General de
la República podría solicitar al Tribunal Superior Noveno en lo Contencioso
Tributario, la aplicación de los efectos extensivos de la sentencia dictada
en fecha 17 de noviembre de 2003 (Exp.2115), en la acción de amparo
constitucional ejercida, por el contribuyente SPE PRODUCCIONES, C.A.
contra el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, en la que se
ordenó al referido Instituto Autónomo, abstenerse de liquidar o cobrar en lo
sucesivo la contribución parafiscal por concepto de la contingencia del
586
Seguro de Paro Forzoso. / Más recientemente, en decisión que fuera
notificada al Ministerio Público el pasado 19 de marzo de 2004, el Tribunal
Superior Sexto de lo Contencioso Tributario de la Región Capital dictó en
fecha 16 de enero de 2004, sentencia mediante la cual declaró con lugar la
acción de amparo constitucional incoada por la Sociedad Mercantil
MARAMBIO GONZÁLEZ & ASOCIADOS contra el Instituto Venezolano de
los Seguros Sociales (Expediente 2.299) / La similitud de la situación
jurídica que haría procedente dicha solicitud, estaría constituida por la
inexistencia de base legal del tributo, en los términos expuestos en el
presente escrito, que harían improcedente la emisión de la facturación
respectiva por este concepto y por tanto inexigible la cancelación de la
obligación tributaria al Ministerio Público, así como la identidad del
presunto agraviante, esto es, el Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales. /Esta solicitud debe hacerse, mediante escrito fundamentado el
cual debe presentarse ante el Tribunal que dictó la sentencia cuyos efectos
extensivos se solicitan. / b) Interposición de recurso contencioso
administrativo de nulidad / En segundo lugar, y aun cuando la contribución
parafiscal, efectivamente carece, en criterio de la Dirección, de base legal,
el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, ha venido oponiendo
como defensa en los procesos judiciales de amparo constitucional el
Decreto Nº 2870 de fecha 25 de marzo de 1993, publicado en la Gaceta
Oficial Nº 35.183, que estableció el Reglamento del Seguro Social a la
Contingencia del Paro Forzoso, el cual, de acuerdo con el criterio del
mencionado instituto autónomo, continúa vigente ya que considera que ni
el Decreto con Rango y Fuerza de Ley que Regula el Subsistema de Paro
Forzoso y Capacitación Laboral, publicado en la Gaceta Oficial de la
República de Venezuela Nº 5.392 Extraordinario, de fecha 22 de octubre
de 1999 ni la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social (vigente
actualmente), publicada en Gaceta Oficial Nº 37.600 de fecha 30 de
diciembre de 2002, lo derogaron expresamente. / En este orden de ideas,
esta Dirección considera que el Fiscal General de la República en ejercicio
de la competencia que le asigna el artículo 21, numeral 7, de la Ley
Orgánica del Ministerio Público en concordancia con el artículo 112 de la
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, puede solicitar la nulidad
del citado Reglamento por establecer el cobro de una contribución
parafiscal sin que exista ley que la establezca. / c) Ejercicio de una acción
de amparo constitucional / Por último, el ciudadano Fiscal General de la
República, con base en los artículos 1, 2 y 5 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales podría ejercer una
acción de amparo constitucional contra el Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales para que se ordene a éste, abstenerse de emitir
facturaciones por concepto de Seguro de Paro Forzoso y abstenerse de
efectuar acciones de cobro de dicha contribución. / La base constitucional
de la mencionada acción sería la amenaza de violación de los derechos
constitucionales, establecidos en los artículos 115 y 317 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, relativos al derecho de
propiedad y a la violación del principio de legalidad presupuestaria”.
587
LOADGC art:5
LOMP art:21-7
LOSSS art:138
LOCSJ art:112
STSJSCO 17-12-2001
STSJSCO 24-02-2003
STSJSCO 01-12-2003
STSSCTRC 16-01-2004
DESC AMPARO
DESC INSTITUTO VENEZOLANO DE LOS SEGUROS SOCIALES
DESC LEGALIDAD
DESC NULIDAD
DESC PROPIEDAD
DESC SEGURIDAD SOCIAL
DESC SEGURO DE PARO FORZOSO
588
230
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-217-2004 FECHA:20040331
TITL Juicio de divorcio en el cual el juez de la causa, habiendo
declarado sin lugar la demanda incoada, en ejercicio del poder
discrecional que ostenta, declaró la disolución del vínculo
matrimonial.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC CONYUGES
DESC DIVORCIO
DESC JUECES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC SENTENCIAS
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
590
231
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-10-330- FECHA:20040524
2004
TITL Observaciones al Proyecto de Reforma de la Ley Orgánica
Sobre la Justicia de Paz.
FRAGMENTO
592
de Justicia’. Comentarios y Sugerencias: Las materias contenidas en los
numerales 2 y 5 del artículo 15, constituyen asuntos de orden público que
exceden de la competencia que pudiera tener atribuida un juez de paz,
toda vez que el interés del Estado y del colectivo, se encuentran presente
en dichos asuntos. En el caso de la violencia intrafamiliar, se genera
incluso responsabilidad penal, tal y como lo señala la Ley sobre Violencia
contra la Mujer y la Familia. En materia de protección de menores, niños,
medio ambiente y derechos humanos, existe tribunales y fiscales con
competencia en dichas áreas, motivo por el cual, no puede un juez de paz,
entrar a conocer de casos vinculados con estos aspectos. De allí que se
recomienda cambiar la redacción del mencionado artículo, en lo
concerniente a la protección y preservación de los derechos del niño y del
adolescente, de la mujer y de la familia, del medio ambiente y de los
derechos humanos, disponiendo que el Juez de Paz en caso de tener
conocimiento de un hecho que los infrinja, los remita a la jurisdicción
competente./ ‘Artículo 16.Los Jueces o Juezas no podrán decidir por vía de
equidad aquellos conflictos o controversias sobre hechos de orden público
o asignados a otra jurisdicción especial, por lo que deberán remitir sus
actuaciones a la autoridad competente. Los Jueces de Paz tienen
prohibido conciliar y fallar asuntos relativos al vínculo matrimonial, nulidad
y anulabilidad de actos jurídicos o contratos, declaratoria de herederos,
derechos sucesorios, testamentos, derechos constitucionales y aquellos
que expresamente señala la ley, salvo el reconocimiento voluntario de
hijos extramatrimoniales. No tendrán competencia para conocer de las
acciones constitucionales y contencioso – administrativo’./ Comentarios y
Sugerencias: Se recomienda eliminar de este artículo, lo relativo al
reconocimiento voluntario de hijos extramatrimoniales, primordialmente
porque el estado y la capacidad de las personas se encuentran excluidos
del ámbito de actuación de los jueces de paz, tomando en consideración
que es materia de orden público. Además, tal mención colide con los
dispuesto en el artículo 63, numeral 5 y el artículo 66 de la Ley de Registro
Público y de Notariado que establecen lo tocante con las funciones del
Registro Civil, así como cuáles son los órganos encargados de informar al
Registro Civil todo aquel hecho que afecte el estado civil de las personas,
por tanto, se concluye que la presente norma del proyecto bajo estudio
estaría viciada de ilegalidad. Artículo 20. ‘Los Jueces y Juezas de Paz,
cuyo juzgado se encuentra a más de diez kilómetros de distancia de una
Notaria Pública, tienen las siguientes funciones notariales: 1- Títulos
Supletorios y registros de bienhechurias.- Llevar un registro en el que
anota, mediante acta la fecha de presentación de la minuta, el nombre,
apellido, estado civil, nacionalidad, ocupación, domicilio y documentos de
identidad de los otorgantes y de sus cónyuges, la naturaleza del acto o
contrato, el derecho o cosa a que se refiere, su valor si se lo anuncian, el
monto de los impuestos pagados y derechos cobrados, acotándose fecha
y numero de los recibos correspondientes. Anota asimismo su apreciación
sobre la capacidad de los otorgantes. El Acta es firmada por el juez, los
otorgantes y dos testigos mayores de edad y vecinos del lugar. Las actas
se extienden en estricto orden cronológico, una a continuación de otra sin
dejar espacios libres. Asentada y firmada el acta el juez devuelve la
escritura a los interesados, dejando constancia del folio y libro así como la
fecha de inscripción en su registro. 2- Protestos.- Efectuar el protesto de
letras de cambio y demás documentos susceptibles de esta diligencia con
las formalidades establecidas en la ley de la materia. De la diligencia se
593
asienta un acta en el registro al que se refiere el inciso anterior, en estricto
orden cronológico. El juez imprime el sello ‘protesto’ o dicha palabra en
cualquier otra forma, en el documento objeto de la diligencia. 3
Legalizaciones.- Legalizar las firmas de un documento cuando el otorgante
lo solicite y se halla en su presencia. Asentar el acta respectiva en libro
referido en los incisos anteriores y poner la constancia en el documento
firmado. Los Jueces y Juezas de Paz podrán cobrar una tarifa básica por
las funciones notariales, la cual será utilizada en el mantenimiento del
Juzgado de Paz. La tarifa a cobrar por funciones notariales deberá ser
menor en por lo menos un cincuenta por ciento (50%) de las tarifas por
servicios similares prestados por la notaria más cercana’. Comentarios y
Sugerencias: La norma del Proyecto atribuye a los jueces de paz,
competencias notariales y registrales, lo cual, en opinión de esta Dirección,
excede las facultades de dichos funcionarios, ya que la función de Notarios
y Registradores es dotar de fe pública los actos que presencien, cualidad
que no puede ser atribuida a quien no se le exige formación jurídica
profesional como se pretende en los requisitos para ser juez de paz. (…)
por lo cual, la norma del proyecto aquí analizado, contraría el artículo 74
numerales 1 y 4, del Decreto Ley del Registro Público y del Notariado, los
cuales disponen las competencias de los Notarios dentro del ámbito de su
jurisdicción; así como el artículo 79 eiusdem, el cual define que se
entiende por documento notarial. Por otra parte, El Decreto sobre
Organización de la Administración Central, asigna competencia en materia
registral y notarial al Ministerio del Interior y Justicia, competencia que se
vería alterada o sería de imposible ejercicio, ya que los jueces de paz, son
supervisados por el Tribunal Supremo de Justicia en cooperación con los
municipios, conforme a lo establecido en el proyecto, por tanto, se sugiere
suprimir las competencias notariales y registrales del proyecto./ ‘Artículo
55. En caso de incumplimiento de las disposiciones del artículo anterior, el
Juez o Jueza de Paz podrá conmutar cada día de trabajo comunitario por
un día de arresto. Asimismo, el Juez o Jueza de Paz, podrá imponer en
aquellos casos donde la gravedad así lo amerite de uno (1) a siete (7) días
de arresto preventivo. Los cuerpos policiales serán los responsables de
coadyuvar al cumplimiento a las medidas adoptadas por los Jueces y
Juezas de Paz’./ Comentarios y Sugerencias: La norma proyectada
establece para los jueces de paz, una facultad sancionatoria que la Ley
Orgánica del Poder Judicial atribuye a los jueces profesionales para
mantener el orden y la compostura de la sede del tribunal. De lo anterior, el
proyecto vulnera el principio de legalidad de las sanciones ya que no
define con claridad cuales son las situaciones concretas que ameritarían la
imposición de esta sanción. Además, en criterio de la Dirección, el plazo
de privación de libertad, excede del límite constitucional previsto en el
artículo 44 de la Carta Magna, por lo que se sugiere suprimir la norma del
proyecto”.
594
PRLOJP art:55
LRP art:63-5
LRP art:66
PRLOJP art:20
LRPN art:74-1
LRPN art:74-4
LRPN art:79
595
232
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-299-2004 FECHA:20040512
TITL Ejecución de sentencia.
FRAGMENTO
597
jurídica. (.../...) De ser cierta la denuncia, acerca de la omisión en que
habría incurrido la Corte de Apelaciones del Estado Bolívar, en remitir
dentro del lapso establecido para la consulta de ley, la sentencia que
declaró sin lugar el amparo constitucional propuesto por el ciudadano
Jaime Samper Molinares, estaría infringiendo normas de orden público y
además estaría incurriendo en una violación al debido proceso del
condenado, lo que haría procedente una intervención del Ministerio
Público, conforme a lo previsto en el artículo 285, numerales 1 y 2 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia
con lo establecido en los artículos 11, numerales 1 y 2; 34, numerales 16 y
20, de la Ley Orgánica del Ministerio Público. En razón de lo anteriormente
expuesto, y por cuanto este Despacho no tiene adscritos fiscales con
competencia en materia de Derechos y Garantías Constitucionales en esa
región del país, que puedan solicitar a la Corte de Apelaciones la remisión
del expediente a la Sala Constitucional y por cuanto el restablecimiento de
derechos constitucionales es una atribuciones común a todos los
representantes del Ministerio Público, esta Dirección recomienda que se
requiera la colaboración del Fiscal Superior del Estado Bolívar, para que
designe un fiscal, que inste a la Corte de Apelaciones de ese Circuito
Judicial Penal a remitir el expediente a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia para que éste a través de la consulta obligatoria,
efectúe la revisión del fallo”.
DESC ALLANAMIENTO
DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DROGAS
DESC EJECUCIÓN
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC ORDEN PUBLICO
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
598
233
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-418-2004 FECHA:20040628
TITL Revocatoria de nacionalidad venezolana.
FRAGMENTO
600
CRBV art:285-2
LOMP art:11
LOMP art:34
LN art:11-1
LN art:11-2
LN art:11-3
LN art:11-4
LN art:11-5
LN art:11-6
LN art:13-7
DOFAPC art:2-5
601
234
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-463-2004 FECHA:20040708
TITL Reclusión de adolescentes en centros de adultos.
FRAGMENTO
603
ejercicio de esta acción tiene su fundamento en el orden público
involucrado, cuando las violaciones constitucionales denunciadas afectan
a una parte de la colectividad o al interés general más allá de los intereses
particulares. / Para el ejercicio de la referida acción de amparo
constitucional, debe indicarse en el libelo de la acción, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, entre otros aspectos, el derecho
constitucional infringido o amenazado de violación. En el caso concreto, el
artículo 272 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
señala que (…). De lo anterior, estima esta Dirección que se desprende la
existencia de un derecho constitucional de los penados a cumplir su
sanción en establecimientos con infraestructuras adecuadas, (…) / Si el
objeto de la acción de amparo constitucional, no es el restablecimiento de
los derechos de un colectivo efectivamente vulnerados o amenazados de
violación, sino la obtención por parte del Estado, de una prestación
concreta destinada a asegurar el disfrute de un derecho colectivo que aún
no se encuentra amenazado o no ha sido objeto de violación, lo
procedente no sería la acción de amparo constitucional, sino la acción de
protección de intereses colectivos o difusos, desarrollada por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, hasta tanto se dicte la ley
respectiva, en la sentencia de fecha 22 de agosto de 2002 caso
ASODEVIPRILARA. / Para determinar si la acción procedente es el
amparo constitucional o la acción de protección de intereses colectivos se
requiere examinar la situación concreta, a los fines de precisar si el
colectivo de los jóvenes en la situación descrita, son determinados o
determinables, si todos se encuentran en el supuesto de hecho descrito,
cuanto de ellos han sido trasladados a sitios de reclusión en los cuales no
se les ha separado de los mayores de edad, y cuantos de ellos se
encuentran amenazados de traslado sin garantías de ser separados de la
población adulta, todo ello con el fin de asegurar el restablecimiento de sus
situaciones, a través del ejercicio del amparo constitucional por derechos
colectivos. / 3.- Conclusiones / (…) / Advierte la Dirección a mi cargo que
en el ordenamiento jurídico venezolano es aceptado que mediante amparo
constitucional se restablezcan derechos colectivos que hayan sido
vulnerados o que estén siendo amenazados de violación, por algún acto,
hecho u omisión de particulares, personas jurídicas u órganos del Estado.
(…) / En lo relativo a la legitimación, tal y como lo expresa en su
comunicación, el artículo 280 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, confiere a la Defensoría del Pueblo la defensa y
vigilancia de los derechos y garantías establecidos en la Constitución,
además de la defensa de los intereses legítimos, colectivos y difusos de
los ciudadanos, y de acuerdo con las decisiones dictadas por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de fechas 30 de junio de
2000 y 19 de febrero de 2002, (…) no así el Ministerio Público. / Ahora
bien, si el objeto de la acción es obtener por parte del Estado, una
prestación concreta destinada a asegurar el disfrute de un derecho
colectivo que aún no se encuentra amenazado o no ha sido objeto de
violación, lo procedente sería la acción de protección de intereses
colectivos o difusos, desarrollada por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, hasta tanto se dicte la ley respectiva, en la sentencia
de fecha 22 de agosto de 2002 caso ASODEVIPRILARA. / Así, para
determinar si la acción procedente es el amparo constitucional o la acción
de protección de intereses colectivos se requiere examinar la situación
604
concreta, a los fines de precisar si el colectivo de los jóvenes en la
situación descrita, son determinados o determinables, si todos se
encuentran en el supuesto de hecho descrito, cuanto de ellos han sido
trasladados a sitios de reclusión en los cuales no se les ha separado de los
mayores de edad, y cuanto de ellos se encuentran amenazados de
traslado sin garantías de ser separados de la población adulta, todo ello
con el fin de asegurar el restablecimiento de sus situaciones, a través del
ejercicio del amparo constitucional por derechos colectivos. / Otro de los
mecanismos que pudieran intentarse para lograr que el Poder Ejecutivo
Nacional de cumplimiento a la Ley de Régimen Penitenciario, es el
ejercicio de un recurso en carencia o por abstención, previsto en la actual
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia en su artículo 5.26”.
DESC ADOLESCENTES
DESC AMPARO
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC PENITENCIARIAS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RECURSO DE ABSTENCION
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
605
235
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-545-2004 FECHA:20040728
TITL Reseva legal. Usurpación de funciones.
FRAGMENTO
607
conformidad con lo dispuesto en el artículo 19.4 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos”.
608
236
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP DGAJ-DCCA-556-2004 FECHA:20040802
TITL Recurso de queja contra fiscal del Ministerio Público.
FRAGMENTO
610
‘4. Coordinar, supervisar y ejercer el control de gestión sobre la actividad
de las Fiscalías Superiores’, sin embargo, dichas competencias fueron
delegadas, por el ciudadano Fiscal General de la República a la Dra.
Lesbia Margarita Morales Castillo, en la oportunidad en que fue designada
Directora de Fiscalías Superiores, según Resolución Nº 051 de fecha 19
de febrero de 2004, emanada del Despacho del Fiscal General de la
República. De lo anterior, se desprende que la Directora de Fiscalías
Superiores es el superior jerárquico de la Fiscal Superior del Estado Delta
Amacuro, quien ha omitido resolver, de manera expresa el recurso de
reconsideración ejercido por el Fiscal 5° de ese Estado./ Conclusiones
(…)El derecho de queja, se enmarca dentro del derecho constitucional a la
oportuna y adecuada respuesta, consagrado en el artículo 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuyo objeto es
permitir a los interesados el acceso ante los órganos de la Administración
Pública, estando ésta obligada a solventar la petición de los solicitantes,
por tanto, se infiere que el derecho de queja es un medio administrativo
garantizador, que se emplea para asegurar que la administración cumpla
con la obligación de resolver las peticiones de los administrados. / De la
revisión de los recaudos se advierte, que el Fiscal 5° del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del Estado Delta Amacuro, en fecha 17 de
junio de 2004 con fundamento a lo dispuesto en los artículos 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; 2, 49, 86 y 94 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, interpuso ante la Fiscal
Superior del Estado Delta Amacuro, en su condición de superior
inmediato, recurso de reconsideración, el cual de conformidad con lo
establecido en el artículo 94 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos debió ser resuelto, dentro de los quince (15) días hábiles
siguientes después de la interposición del recurso. / Ahora bien, ante la
omisión de pronunciamiento de la Fiscalía Superior del Estado Delta
Amacuro, el Fiscal 5° del Ministerio Público de esa Circunscripción
Judicial, optó por esperar la respuesta de la Administración, haciendo uso
del mecanismo del recurso de queja, para emplazar al superior inmediato,
a que emita el acto administrativo que resuelve el recurso, a tenor de lo
dispuesto en el artículo 3 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, en razón de ello el fiscal envió ante su Despacho, escrito
de queja, procediendo a remitirlo a esta Dirección, en virtud de la petición
formulada por el fiscal solicitante, antes identificado. / En tal sentido, el
artículo 4 del Reglamento Interno que define las competencias de las
dependencias que integran el Despacho del Fiscal General de la
República, estipula que la Dirección General de Actuación Procesal es la
facultada de. ‘4. Coordinar, supervisar y ejercer el control de gestión sobre
la actividad de las Fiscalías Superiores’, dichas competencias fueron
delegadas, por el ciudadano Fiscal General de la República a la Dra.
Lesbia Margarita Morales Castillo, en la oportunidad en que fue designada
Directora de Fiscalías Superiores, según Resolución Nº 051 de fecha 19
de febrero de 2004. / De lo anterior, se desprende que la Directora de
Fiscalía Superiores es el superior jerárquico de la Fiscal Superior del
Estado Delta Amacuro, quien ha omitido solventar, de manera expresa el
recurso de reconsideración ejercido por el Fiscal 5° del Estado Delta
Amacuro, por tanto, es la llamada a resolver el recurso de queja
planteado...”.
611
CRBV art:26
CRBV art:51
CRBV art:141
LOPA art:2
LOPA art:3
LOPA art:4
LOPA art:49
LOPA art:86
LOPA art:94
RSMP Nº 051
19-02-2004
612
237
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:20040831
TITL Procedencia de acción de amparo constitucional.
FRAGMENTO
614
Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Yaracuy no era el
idóneo, infringió la norma constitucional del debido proceso, toda vez que
la fiscal interpuso el recurso de apelación pertinente, tomando en
consideración la naturaleza de la decisión adoptada por el mencionado
órgano jurisdiccional. / Debe precisarse que, el Ministerio Público como
titular de la acción penal, si determina en el transcurso de un juicio
infracciones directas, inmediatas y flagrantes de derechos de rango
constitucional o previsto en los instrumentos internacionales sobre
derechos humanos como hemos afirmado en otras oportunidades, en su
condición de parte agraviada y, siempre y cuando haya agotado las vías
ordinarias, puede ejercer la acción de amparo constitucional, de
conformidad con lo previsto en el artículo 27 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. / En consecuencia, para la Dirección
a mi cargo, la Fiscal 9° del Ministerio Público con competencia en materia
de Responsabilidad Penal del Adolescente de la Circunscripción Judicial
del Estado Yaracuy, en la causa que sigue contra el adolescente infractor
(…), hizo uso del medio de impugnación adecuado contra la sentencia del
Tribunal de Control Nº 1 de la Sección Penal del Adolescente del Circuito
Judicial Penal de ese estado, por quebrantar la garantía constitucional al
debido proceso, al negarle la posibilidad que un tribunal superior conociera
de la apelación propuesta./ Conclusiones. / En este orden de ideas, la
Dirección a mi cargo comparte el criterio expuesto por la fiscal accionante,
en cuanto a que se produjo una violación de su derecho al debido proceso,
ya que el tribunal de control agraviante, con base a lo previsto en los
artículos 374 y 447 del Código Orgánico Procesal Penal, estaba obligado a
tramitar conforme a derecho la apelación ejercida y aplicar el efecto
suspensivo a fin de evitar la libertad del menor infractor, hasta tanto la
Corte de Apelaciones del Estado Yaracuy, se pronunciara sobre el recurso
interpuesto. / El Ministerio Público como titular de la acción penal, en su
condición de parte, al determinar en un proceso judicial la infracción
directa, inmediata y flagrante de preceptos de rango constitucional o de
aquellos contenidos en los instrumentos internacionales sobre derechos
humanos, puede ejercer la acción de amparo constitucional, prevista en el
artículo 27 constitucional. / La fiscal del Ministerio Público, en su condición
de agraviada, goza de la cualidad legal requerida para ejercer este tipo de
pretensión, criterio reiterado la Sala Constitucional del más Alto Tribunal de
la República(…/…)concluye esta Dirección que es procedente la acción de
amparo constitucional, incoada por la citada representante del Ministerio
Público contra el fallo dictado por la Dra. Myrian Rojo de Arambulo, Juez
del Tribunal de Control Nº 1 de la Sección Penal del Adolescente del
Circuito Judicial Penal de el Estado Yaracuy. / En cuanto a los requisitos
formales se observa la omisión en cuanto a los datos del agraviante, lo
cual podría dar lugar a que el tribunal que haya de conocer y en uso del
despacho saneador previsto en el artículo 19 de la ley que rige la
institución del amparo, devuelva la acción para la debida corrección dentro
del lapso de 48 horas...”.
615
COPP art:374
COPP art:444
COPP art:447
STSJSCO 15-03-200
STSJSCP Nº 106
19-03-2003
DESC ADOLESCENTES
DESC AMPARO
DESC APELACION
DESC FLAGRANCIA
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC ESTADO YARACUY
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC SENTENCIAS
616
238
TDOC Memorandum
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-647-2004 FECHA:20040831
TITL La imputación penal como limitación para la concesión de
ascensos militares.
FRAGMENTO
618
nulidad absoluta del mismo, por violar lo previsto en los artículos 152 y 158
de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales. A tales efectos,
se sugiere requerir al Fiscal Superior del Estado Bolívar un informe acerca
de la causa en la que fue imputado el citado oficial militar./ III.-
Conclusiones: 1.- El Fiscal Superior del Estado Bolívar, con base en una
información de prensa ha solicitado a la Dirección un pronunciamiento
acerca del presunto ascenso de un oficial de la Guardia Nacional quien se
encuentra imputado en una causa penal. / 2.- Las informaciones de
prensa, salvo que constituyan lo que la jurisprudencia ha denominado
como hecho notorio comunicacional, no pueden ser consideradas como el
instrumento que acredite la veracidad y fiabilidad de una situación como la
que se examina. / 3.- No obstante, de haberse producido tal situación,
supondría la infracción de los artículos 155 y 158 de la Ley Orgánica de las
Fuerzas Armadas Nacionales, que podría legitimar al Fiscal General Militar
para que solicite la revisión del acto a fin de procurar el reconocimiento de
su nulidad absoluta, con base en lo establecido en el artículo 19, ordinal 1°
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, en concordancia
con lo previsto en el artículo 83 eiusdem…”.
619
239
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-D-672-2004 FECHA:20040909
TITL Razgos de Insconstitucionalidad del artículo 91 del Estatuto de
la Función Pública.
FRAGMENTO
621
a temerse. Tal concepto, no presenta así carácter coactivo desde una
perspectiva sancionadora, siendo precisamente un ejercicio de medios que
responden a una finalidad de guarda. / De este modo, resulta la medida
cautelar un prolegómeno necesario que reacciona frente a una necesidad
preventiva, que tiende a evitar un riesgo, esto con el fin de que no quede
burlado el derecho y a su vez devenga en un revestimiento de efectividad
tutelar. / Por argumento al contrario, no puede considerarse como cautelar,
la disposición normativa que restringe o afecta derechos, con carácter de
definitivo, ya que se desnaturaliza la esencia de la cautela, que tal como se
ha venido desarrollando, no es otra que una prevención, una protección
para asegurar las resultas de un proceso. / Ahora bien, el Código Penal en
su estructura normativa, ha dado carácter de pena, a determinadas
medidas cuya finalidad es la sanción, según el grado de la responsabilidad
penal de algún individuo, las cuales se encuentran desarrolladas en los
artículos 10 y siguientes del citado texto normativo. / Esto ha generado,
como una consecuencia directa, la determinación expresa de que ciertas
situaciones materiales queden revestidas de una naturaleza condenatoria
y por lo tanto se encuentren subsumidas dentro del carácter coactivo y
punible que conlleva toda sanción. / Así, el artículo 10 del Código Penal
establece: ‘Artículo 10: Las penas no corporales son: 1.- Sujeción a la
vigilancia de la autoridad pública.2.- Interdicción civil por condena penal;
3.- Inhabilitación Política; 4.-Inhabilitación para ejercer alguna profesión,
industria o cargo; 5.- Destitución de empleo; 6.- Suspensión del mismo; 7.-
Multa; 8.- Caución de no ofender o dañar; 9.- Amonestación o
apercibimiento 10.- Pérdida de los instrumentos o armas con que se
cometió el hecho punible y de los efectos que de el provenga; 11.- Pago de
las costas procesales’ / Igualmente, el artículo 27 eiusdem, señala:
‘Artículo 27: la suspensión del empleo impide al penado su desempeño
durante el tiempo de la condena, con derecho, terminada esta, a continuar
en el, si para su ejercicio estuviera fijado, un período que corriera aún. /
Parágrafo único. Esta pena y la del artículo anterior pueden imponerse
como principales o como accesorias’. / Así, el Código Penal ha establecido
de manera expresa que la suspensión del empleo es una pena, que se
encuentra dentro de las calificadas penas no corporales, que puede ser
impuesta tanto de manera principal como de manera accesoria y
revistiendo por ello carácter condenatorio Por tanto, para esta Dirección,
es claro que la referida ‘medida cautelar administrativa’, es de naturaleza
sancionatoria y no preventiva cautelar. / Esto conlleva a la configuración de
un choque conceptual entre lo que se entiende por medida preventiva y la
definición de sanción, encontrándose en el artículo 91 de la Ley del
Estatuto de la Función Pública la fijación de un hecho como lo es la
suspensión del empleo y el goce de sueldo dentro de un supuesto
categórico de índole cautelar, cuando expresamente se encuentra
establecido en el Código Penal que tal situación se configura como una
sanción; está calificada inclusive dentro de las llamadas penas no
corporales, y por lo tanto resulta imposible de enmarcar dentro de una
medida preventiva. / De manera tal que, la norma in comento nos coloca
frente a una situación, en donde se evidencia la imposición de una
sanción sin la previa determinación de los supuestos de hecho o
situaciones materiales que, en cuanto a su grado de responsabilidad,
devienen en consecuencias jurídicas, establecidas en la ley, para el hecho
que se le impute. / Por otra parte, si bien es cierto que la norma señalada
plantea una situación extra procesal (ello porque plantea un supuesto fuera
622
del espectro dentro del cual se desarrolla el proceso) como lo es la
suspensión del cargo y del sueldo pertenecientes a un funcionario que se
vea sujeto a una medida preventiva de privación de libertad, no es lo
menos que para el momento en que el mismo incursa dentro de la
jurisdicción a fin de que determine su responsabilidad y grado de
culpabilidad, ya viene con una sanción impuesta, fijada por el órgano
administrativo. / Tal sanción colide con lo preceptuado en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela relativo al derecho a la defensa,
en lo atinente al derecho de toda persona a ser oída en cualquier clase de
proceso, con las debidas garantías y dentro del plazo razonable
determinado legalmente, antes de que se emita cualquiera acto jurídico,
capaz de afectar su situación jurídica subjetiva. / Lo planteado lleva en sí
una finalidad procesal, traducida a su vez en garantía constitucional. Tal
finalidad se encuentra en el hecho de poder decidir cada proceso con una
providencia final producto de una labor investigativa, no al comienzo y
previo al inicio del proceso en base a una suposición, si no al final, en la
sentencia definitiva, conforme a lo alegado y probado en autos, en base a
la pretensión procesal fijada en el thema decidemdum. / Siendo así, una
suposición previa que establece a su vez una sanción, todo ello fuera de
los procedimientos legales y sin las garantías procesales que suponen los
mismos, tal como está planteado dentro de los términos expuestos en el
artículo 91 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, supone una
contradicción inevitable entre un principio constitucional que sirve de
fundamento al proceso y una norma que, excediéndose en los poderes de
la Administración y dejando a un lado presupuestos normativos
considerados como vitales para la función jurisdiccional, fija sanciones e
impone consecuencias a determinadas situaciones materiales. / En
relación con la presunción de inocencia, este principio encuentra su base
legal en el numeral 2 del artículo 49 constitucional relativo al derecho a la
defensa y al debido proceso. / La presunción de inocencia se desprende
del forzoso requerimiento previo de una demostración de culpabilidad.
Ninguna persona puede ser considerada ni tratada como culpable mientras
no haya en su contra una sentencia definitivamente firme, dictada en un
proceso regular que lo declare como tal, deviniendo esto en consecuencia
directa de la superación de aquella presunción. / De este modo, el derecho
a la presunción de inocencia sólo puede ser desvirtuado, cuando el juicio
de culpabilidad se encuentre apoyado en pruebas que han sido legalmente
practicadas y evacuadas. / En este sentido la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia N° 113 de fecha 27-3-2003
señaló: ‘El derecho constitucional a la presunción de inocencia, sólo puede
ser desvirtuado cuando se determina definitivamente la culpabilidad del
sujeto incriminado, luego de un procedimiento contradictorio.’ / Siendo ello
así, en virtud del estado de inocencia que se presume en fase primaria, no
es el acusado quien debe probar su falta de culpabilidad, sino los órganos
encargados de ejercer la acción penal, en nombre del Estado, a través de
la acusación. La libertad, sólo puede restringirse de manera cautelar y
extraordinaria para garantizar los fines del proceso, valga decir, para
prevenir que el acusado o imputado, eluda la acción de la justicia o
obstaculice la comprobación de hechos, tal y como de manera clara señala
el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, en cuanto a los
requisitos para la medida de privación judicial de la libertad, pero nunca
invocándose la gravedad de los delitos o de las pruebas que existan en su
contra, precisamente porque el estado de inocencia veda de modo
623
absoluto el tenerlo, directa o presuntamente, por culpable. / Corresponde
pues, la carga material de la prueba, de manera exclusiva, al acusador,
quien ha de probar en juicio los hechos constitutivos de la pretensión, sin
que se pueda constitucionalmente exigir a la defensa una probatio
diabólica de lo hechos negativos. / Aunado a ello, es menester resaltar que
la presunción de inocencia está recogida como derecho fundamental
dentro de la Constitución, por ser considerada un derecho inherente a la
persona humana. Por tanto, al ser reconocido por la Carta Magna, donde
se encuentra apoyada toda la legitimidad institucional, se desprende que el
resto de la legislación interna le está subordinada, tal y como
expresamente lo reconoce el artículo 7 de la novísima Constitución de
1999. Esta particularidad le da a la presunción de inocencia un carácter
fundamental que no puede menoscabarse en sistemas normativos de
menor jerarquía. / De este modo, el mandato constitucional que se
desprende del derecho a la presunción de inocencia, debe tener desarrollo
legislativo en toda la actividad estatal que comprometa la responsabilidad
del hombre, penal y administrativa. Es este un mandato que por su
naturaleza resulta superior, por ende, se traduce en un poder que obliga a
los estamentos subordinados a la difusión de los preceptos en ella
establecidos. / Asimismo, en base al concepto de separación de poderes y
las competencias fijadas dentro del rango de potestades atribuidos a los
órganos que ejercen el Poder Público, corresponde al Poder Judicial, a
través de los órganos jurisdiccionales, el conocimiento de todas aquellas
controversias que se susciten bien sea por particulares entre sí como por
éstos frente al Estado, siempre que las mismas presenten trascendencia
jurídica y sean susceptibles de tutela, sin más limitaciones que las
establecidas en la ley, derivándose de ello, un acto (sentencia) al final del
proceso que, entendido éste como un documento público que pone fin al
conflicto planteado, materializa en él, una de las potestades que tiene el
Poder Judicial como lo es el de administrar justicia. / En base a lo
expuesto, advierte esta Dirección que la Ley del Estatuto de la Función
Pública, en su artículo 91, contraría disposiciones fundamentales relativas
a la condición de inocente, del ciudadano procesado, ya que adelanta el
veredicto de culpabilidad, al separar al funcionario del cargo que ostentaba
y además privarlo del salario a que tiene derecho, sin la articulación de un
proceso administrativo previo, lo que ocasiona, su entrada al proceso
penal, sufriendo las consecuencias de una sanción preestablecida, lo cual
implica dejar a la jurisdicción, como función potestad del Estado,
desprovista de una de sus principales atribuciones como lo es la
administración de justicia, y en segundo lugar, la inconstitucional
aplicabilidad de una sanción a un supuesto material fijado con total
prescindencia de una sentencia que así la determine, emanada de un
procedimiento legalmente establecido. / Conclusión / 1.- El artículo 91 de la
Ley del Estatuto de la Función Pública, establece para el supuesto de la
determinación de una medida preventiva de libertad, una restricción
material basada en la suspensión del ejercicio del cargo sin goce de
sueldo. / 2.- Las medidas cautelares responden a una naturaleza de
guarda y protección cuya finalidad se centra en el mantenimiento del
derecho y la posibilidad de tutela judicial efectiva. / 3.- La suspensión de
sueldo, es una sanción calificada de no corporal por parte del artículo 10
del Código Penal, y puede ser impuesta de manera principal o accesoria. /
4.- La suspensión del ejercicio del cargo y goce de sueldo establecida en
el artículo 91 de la ley en referencia, contraría los principios tendentes a la
624
fijación de medidas en base a una carácter protector de índole cautelar, ya
que la misma es una sanción y por lo tanto reviste naturaleza
condenatoria, tal como lo establece el Código Penal, contraviniendo así lo
preceptuado en las normas constitucionales relativas al derecho al debido
proceso y a la presunción de inocencia. /
De lo anteriormente expuesto considera esta Dirección en lo Constitucional
y Contencioso Administrativo, que el artículo 91 objeto de análisis,
presenta rasgos de inconstitucionalidad debido a extralimitación en el
alcance de la norma, puesto que el precepto normativo, determinante en
la consecuencia jurídica, colide con principios fundamentales establecidos
dentro de la Constitución, resultando evidente la imposibilidad de
aplicación del mismo. En fuerza de lo anterior, este Despacho somete a su
consideración, la posibilidad de plantear al Fiscal General de la República,
el ejercicio de un recurso de nulidad por motivos de inconstitucionalidad en
contra del artículo 91 de la Ley del Estatuto de la Función Pública…”.
DESC JUICIO
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC LEYES
DESC LIBERTAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC NULIDAD
DESC PRESUNCION
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SALARIOS
625
240
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-64055 FECHA:20040923
TITL Intervención del Ministerio Público en el proceso de formación
de los actos administrativos en materia tributaria.
FRAGMENTO
627
de manera específica cuales son los atributos que debe reunir un acto,
para que, en el supuesto de la negativa de recepción de la notificación del
contribuyente, se active la intervención del Ministerio Público. / Tales
atributos son: que produzca efectos individuales, y que dichos efectos
aseguren la eficacia del acto, entendida ésta como la cualidad de la
voluntad de la Administración, que permite su oponibilidad al administrado
y facilita su ejecución (AYALA CALDAS, Jorge Enrique. Elementos de
Derecho Administrativo General. Ediciones Doctrina y Ley Ltda. Santa Fé
de Bogotá. 1999, p.238). / Con base a lo anterior, advierte la Dirección
que la intervención del fiscal del Ministerio Público en los casos previstos
en el parágrafo único del artículo 162 del Código Orgánico Tributario, se
refiere a la notificación de actos administrativos eficaces, ello como
consecuencia del efecto jurídico administrativo que causa en el particular,
derivado del carácter definitivo que trae consigo. / En estos casos, la
presencia del Ministerio Público, tiene fundamento en la disposición
constitucional del artículo 285, numerales 1 y 2, basado en la naturaleza
garante y de control de legalidad de los procesos judiciales y
procedimientos administrativos que revisten la actuación fiscal. / En otras
palabras, cuando la norma objeto de análisis prevé la intervención del
Ministerio Público en el marco de un procedimiento de naturaleza
tributaria, le está asignando al fiscal del Ministerio Público la función de
control de la veracidad y autenticidad de la actuación administrativa
tributaria, siempre en función de los actos eficaces y definitivos emanados
de la misma y no de los simples actos de mero trámite, ya que la
naturaleza de los primeros de los nombrados, la que se corresponde con la
función establecida por disposición constitucional al Ministerio Público, de
garantizar en los procesos el respeto a los derechos y garantías
constitucionales, así como la buena marcha de la administración de
justicia, el juicio previo y debido proceso, en razón que los mismos afectan
situaciones jurídicas subjetivas del contribuyente. / Cabe destacar que otro
de los requisitos para que proceda la intervención del Ministerio Público en
los casos previstos en el parágrafo único del artículo 162, del Código
Orgánico Tributario es que ciertamente se haya producido la negativa del
contribuyente a recibir la notificación, lo que acarrea la necesidad por parte
del Ministerio Público de exigir a la Administración Tributaria las pruebas
que demuestren los intentos que ha efectuado para notificar al
administrado y sus resultas. Sin el cumplimiento de dichas formalidades,
resulta inconveniente la designación de un fiscal para que acompañe a la
administración tributaria a la práctica de la notificación por cuanto ello
puede ser visto o interpretado como actos de intimidación en el cual el
Ministerio Público sea utilizado como instrumento de coerción. / De este
modo, considera este Despacho, que la intervención del Ministerio Público
en los actos de mero trámite emanados de la Administración Tributaria, no
se corresponden con la naturaleza fiscalizadora y garante de legalidad que
determina al Organismo, ya que tales actos responden a una finalidad
específica, están destinados a llevar el procedimiento a su fase final y por
ende no resultan ser los llamados a la observación y control de legalidad,
por cuanto carecen de carácter dispositivo y por ende no son susceptibles
de modificar, extinguir o crear realidades jurídicas…”.
628
CRBV art:285-2
COT art:161
COT art:162
LOMP art:1
LOMP art:11-1
LOMP art:11-2
629
241
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-64056 FECHA:20040923
TITL Lapso para la interposición de la acción de amparo
constitucional contra la negativa de los patrones a acatar las
providencias administrativas emanadas de las Inspectorías del
Trabajo que ordenen el reenganche y pago de salarios caídos.
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC CADUCIDAD
DESC CONSULTAS
DESC DESACATO
DESC NULIDAD
DESC PRESCRIPCION
DESC REINCORPORACION AL TRABAJO
DESC SALARIOS
DESC SANCIONES LEGALES
633
242
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-820-2004 FECHA:20041027
TITL Abstención del Consejo Nacional de Derechos a la
alternabilidad de los cargos directivos.
FRAGMENTO
635
o carencia, que conduciría a un pronunciamiento de la jurisdicción
contencioso-administrativa sobre la obligatoriedad para la Administración
de producir un determinado acto o de realizar una actuación concreta en
vista de un imperativo legal expreso y específico que, según demuestra el
recurrente, ella se niega a cumplir. / 3) Que la jurisprudencia ha venido
exigiendo como condiciones para la procedencia de dicho recurso: a) que
la omisión provenga de un órgano del Poder Público, lo cual abarca a los
órganos que ejercen el Poder Público Nacional, Estadal y Municipal, así
como el Poder Legislativo, el Ejecutivo, el Judicial, el Ciudadano y el
Electoral; b) que se trate de una obligación específica establecida en una
ley en sentido formal. / En ese sentido, se observa que dichos supuestos
se encuentran presentes en el caso objeto de consulta, ya que el Consejo
Nacional de Derechos es un Instituto Autónomo Nacional, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 134 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente y por otra parte, tal como se advirtió
anteriormente, la obligación de designar a un nuevo presidente cada seis
meses se encuentra contemplada en el artículo 154 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, además de encontrarse
relacionada con los principios de alternabilidad y corresponsabilidad que
tanto la propia ley como la Carta Magna establecen como principios a regir
a los Poderes Públicos. / 4) El Fiscal General de la República se encuentra
plenamente legitimado para la interposición del referido recurso, de
conformidad con las atribuciones que le confiere el artículo 285, numeral 6
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con los artículos 1 y 11, numeral 1 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público. / Tratándose de un recurso por abstención, se
aplicarían las reglas procedimentales establecidas para los recursos de
nulidad contra actos de efectos particulares, tal como ha establecido la
jurisprudencia, en virtud de lo cual, su legitimación estaría expresamente
consagrada en el aparte octavo del artículo 21 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia, considerando que es manifiesto el interés
público involucrado, que en este caso, se refiere a la protección especial
que el artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece a favor de los niños y los adolescentes, cuyo interés
superior se encontraría afectado por el incumplimiento de sus obligaciones
por la Comisión Nacional de Derechos, interés que por demás se protege a
través del efectivo cumplimiento de la normativa contenida en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. / 5) La
competencia para conocer el recurso por abstención indicado
correspondería a las Cortes de lo Contencioso Administrativo, de
conformidad con el criterio establecido por la Sala Político Administrativa
del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N° 1605 del 29 de
septiembre de 2004, en el caso ‘Junta Liquidadora del Instituto Nacional de
Hipódromos’, tomando en cuenta que el Consejo Nacional de Derechos es
una autoridad nacional que no se encuentra entre los supuestos
contemplados en el artículo 45 de la Ley Orgánica de la Administración
Pública ni el artículo 5, numeral 26 de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia...”.
636
CRBV art:285-6
LOPNA art:4
LOPNA art:6
LOPNA art:133
LOPNA art:134
LOPNA art:135
LOPNA art:136
LOPNA art:154
LOMP art:1
LOMP art:11-1
LOTSJ art:21
LOTSJ art:5-26
LOAP art:45
STSJSPA Nº 1605
29-09-2004
DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC RECURSO DE ABSTENCION
637
243
TDOC Oficio
REMI Dirección en lo Constitucional y Contencioso DCCA
Administrativo
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-7-859-2004 FECHA:20041111
TITL Acciones judiciales por desaplicación judicial del artículo 379
del Código Penal.
FRAGMENTO
639
sobre la vigencia de la norma del Código Penal, en aquellas situaciones no
contempladas en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente el cual tipifica el delito de acto carnal con menor…”.
640
244
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional TSJSC
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Principio de Separación de Poderes, Principio de la Legalidad.
Reserva Legal: Usurpación de Funciones.
Recurso de nulidad por razones de inconstitucionalidad
interpuesto por el Fiscal General de la República en fecha 17
de marzo de 2004, contra los artículos 25 y 43 al 58 de la Ley
sobre el Régimen para la Comparecencia de Funcionarios
Públicos o Funcionarias Públicas y los o las Particulares ante
el Consejo Legislativo del Estado Lara o sus Comisiones, de
fecha 11 de diciembre de 2001, publicada en la Gaceta Oficial
del Estado Lara Ordinaria Nº 320, de fecha 9 de enero de 2002.
Admitido por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia en fecha 30 de marzo de 2004.
FRAGMENTO
642
inmediata siguiente. De ser aprobado el informe, se abrirá el
procedimiento, remitiéndose a la Consultoría Jurídica con sus respectivos
recaudos quien deberá instruir el expediente respectivo para la
continuación del procedimiento y el Presidente o Presidenta del Consejo
Legislativo del Estado Lara, procederá a la notificación del interesado
dentro de los dos (2) días hábiles siguientes, contados a partir de la fecha
en que fue aprobado en sesión. / Parágrafo Único: Cuando el
incumplimiento sea a la citación para comparecer ante el Consejo
Legislativo del Estado Lara, se hará constar en el acta correspondiente la
inasistencia del citado y se remitirá con los respectivos recaudos a la
Consultoría Jurídica del Ente Legislativo, continuándose con el
procedimiento establecido en el presente título. / Artículo 52.- Notificado
el interesado, deberá comparecer por ante la Consultoría Jurídica del
Consejo Legislativo del Estado Lara, dentro de los ocho (8) días hábiles
siguientes al recibo de la notificación, a exponer los argumentos que
considere en su descargo y promueva y evacue las pruebas pertinentes.
Cuando los alegatos sean presentados en forma oral la Consultaría
Jurídica dejará constancia por escrito de lo alegado. / Artículo 53.- Al
vencimiento del lapso establecido en el artículo anterior, la Consultoría
Jurídica, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes producirá un
informe y lo enviará a la Secretaría quien procederá dentro de los dos (2)
días hábiles siguientes a distribuirlo a los Diputados y Diputadas del
Consejo Legislativo del Estado Lara. / Artículo 54.- Vencido el lapso de
distribución, en la segunda sesión se considerara el informe emitido por
la Consultaría Jurídica y se decidirá por mayoría de los Diputados
presentes, la imposición o no de la multa correspondiente. Acordada la
aplicación de la multa se emitirá la correspondiente Resolución
debidamente motivada. / Artículo 55.- El Presidente o Presidenta del
Consejo Legislativo del Estado Lara notificará al interesado, de la sanción
de la cual fue objeto, indicándole que dispondrá de quince (15) días
hábiles para ejercer el recurso de revisión ante el Consejo Legislativo del
Estado Lara. Este recurso agota la vía administrativa. / Artículo 56.- Firme
la sanción, el Presidente o Presidenta del Consejo Legislativo del Estado
Lara notificará al interesado para que proceda en un plazo no mayor de
quince (15) días continuos al pago de la multa en la Tesorería del
Estado o en sitio o lugar que ella indique. Asimismo, el Presidente o
Presidenta del Consejo Legislativo del Estado Lara notificará a la
Contraloría General del Estado y a la Tesorería General del Estado para
que proceda a la elaboración de la planilla de pago correspondiente. /
Artículo 57.- La Tesorería General del Estado Lara dentro de los cinco (5)
días hábiles siguiente al vencimiento del plazo para el pago de la multa
informará al Presidente o Presidenta del Consejo Legislativo del Estado
Lara sobre el cumplimiento o incumplimiento de la obligación por parte
del multado. / Artículo 58.- En el caso de que el multado no cumpliere con
la obligación de pago de la multa, el Presidente o Presidenta del Consejo
Legislativo del Estado Lara notificará al Ministerio Público y le enviará
todos los recaudos relacionados con el caso, a fin de que se proceda a la
aplicación de la pena de arresto proporcional mencionada en el Título III
de la presente ley.’ / De la inconstitucionalidad de las normas
impugnadas por violación de los principios de separación de poderes, de
la legalidad y de la reserva legal: usurpación de funciones / A juicio del
Ministerio Público, los citados artículos de la Ley sobre el Régimen para
la Comparecencia de Funcionarios Públicos o Funcionarias Públicas y los
643
o las Particulares ante el Consejo Legislativo del Estado Lara y sus
Comisiones, violentan los principios de la Separación de Poderes y de la
Legalidad, establecidos en los artículos 136 y 137 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, los cuales son del tenor siguiente: /
‘Artículo 136. El Poder Público se distribuye entre el Poder Municipal, el
Poder Estadal y el Poder Nacional. El Poder Público Nacional se divide
en Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral. / Cada una de
las ramas del Poder Público tiene sus funciones propias, pero los
órganos a los que incumbe su ejercicio colaborarán entre sí en la
realización de los fines del Estado. Artículo 137. Esta Constitución y la ley
definen las atribuciones de los órganos que ejercen el Poder Público, a
las cuales deben sujetarse las actividades que realicen.’ / En Sentencia
Nº 1182 del 11 de octubre de 2000, la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia expresó: ‘En el sistema constitucional venezolano la
competencia es materia de orden público, en virtud de lo cual las
funciones estatales están distribuidas entre diversas autoridades, cada
una de ellas con una función propia y especial que están llamadas a
cumplir dentro de los límites que la Constitución y las leyes les señalan…’
‘Conforme a lo anterior, cuando el artículo 136 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela dispone que ‘El Poder Público se
distribuye entre el Poder Municipal, el Poder Estadal y el Poder Nacional’,
significa que cada ente político territorial del Poder Público, solamente
tiene competencia para dictar sus leyes y actos dentro de los límites de
los respectivos territorios que le asignan la Constitución y las leyes, y
dependiendo de las materias que cada uno de ellos esté llamado a
regular. Con tal manifestación -como antes se expresó- la Constitución no
hace otra cosa que consagrar un elemento esencial del Derecho Público,
como lo es el principio de la competencia de los funcionarios y los
órganos públicos, precepto según el cual todas las actuaciones de la
Administración están subordinadas a la ley, de modo que ésta sólo puede
hacer lo que la ley le permite, de allí que, la nulidad sea la consecuencia
jurídica de la inobservancia del aludido principio…’ Resulta claro
entonces, que los Estados son favorecidos constitucionalmente por el
principio de autonomía para organizar sus Poderes Públicos, sin
embargo, debe entenderse que tal autonomía es relativa y por tanto está
sometida a diversas restricciones establecidas en la Constitución y en la
ley…’. / En ese orden de ideas, en criterio del Ministerio Público, el
Consejo Legislativo del Estado Lara incurrió en el vicio de usurpación de
funciones al incluir entre los órganos sujetos a su control al fiscal superior
de ese Estado y por haber tipificado una serie de conductas como delito,
estableciendo incluso penas privativas de la libertad, así como el
procedimiento para su aplicación. / La usurpación de funciones supone
una violación del esquema de distribución de competencias
constitucionales por alguno de los Poderes Públicos reconocidos por la
Carta Magna, que trae como consecuencia, la emisión de actos para los
cuales no ha sido autorizado por la norma suprema y por ende, viciados
de nulidad absoluta. / De acuerdo con la jurisprudencia, el referido vicio
se manifiesta ‘…cuando una autoridad legítima, dicta un acto invadiendo
la esfera de competencia de un órgano perteneciente a otra rama del
Poder Público, violentando de ese modo las disposiciones contenidas en
los artículos 136 y 137 del Texto Fundamental, en virtud de los cuales se
consagra, por una parte, el principio de separación de poderes, según el
cual cada rama del Poder Público tiene sus funciones propias y se
644
establece, por otra, que sólo la Constitución y la ley definen las
atribuciones del Poder Público y a estas normas debe sujetarse su
ejercicio./ Se trata, entonces, la ‘usurpación’ de ‘funciones’, de un vicio
que afecta el elemento subjetivo del acto administrativo, de manera que
al invadirse la esfera de atribuciones que es propia de otro órgano del
Poder Público, se estaría incurriendo en una incompetencia manifiesta, la
cual traería como consecuencia inmediata la nulidad absoluta del acto
impugnado.’ (Sentencia de la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia Nº 2716 del 20 de noviembre de 2001, Expediente
Nº 16059. / De acuerdo a lo anteriormente expuesto, el Consejo
Legislativo del Estado Lara transgredió las atribuciones que le son
conferidas a los Consejos Legislativos Estadales por el artículo 162 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual dispone:/
‘Artículo 162. El Poder Legislativo se ejercerá en cada Estado por un
Consejo Legislativo (…). El Consejo Legislativo tendrá las atribuciones
siguientes: / 1. Legislar sobre las materias de la competencia estadal. /
2.Sancionar la Ley de Presupuesto del Estado. / 3. Las demás que le
atribuya esta Constitución y la ley. / (…omissis…) La ley nacional
regulará el régimen de la organización y el funcionamiento del Consejo
Legislativo.’. / En ese sentido, como puede observarse en la citada
norma, así como de su lectura concordada con el artículo 174 de la Carta
Magna, que establece las materias de la competencia exclusiva de los
Estados, los Consejos Legislativos carecen de competencia, tanto para el
ejercicio de la función de control sobre el Ministerio Público y sus
órganos, como para la creación de delitos y procedimientos de cualquier
naturaleza. / La función de control de los Consejos Legislativos de los
Estados se encuentra regulada en el Capítulo VI, de la Ley Orgánica de
los Consejos Legislativos de los Estados, en cuyo articulado se
circunscribe el ámbito subjetivo para su ejercicio, en los siguientes
términos: / ‘Artículo 42. Obligación de comparecencia. (…omissis…) /
Todos los funcionarios o funcionarias públicos estadales están obligados
u obligadas, bajo las sanciones que establezca la ley, a comparecer ante
el respectivo Consejo Legislativo o sus comisiones y a suministrarle las
informaciones y documentos que requieran para el cumplimiento de sus
funciones…’./ ‘Artículo 43. Invitaciones a funcionarios públicos
nacionales. A los efectos de las investigaciones que se adelanten, los
funcionarios responsables de las delegaciones regionales de los
organismos de la Administración Pública Nacional, están obligados en las
materias de su competencia, a comparecer cuando le sea requerido por
los Consejos Legislativos de los Estados.’ / Como se observa en las
normas citadas, los Consejos Legislativos de los Estados tienen
efectivamente atribuidas funciones de control, pero éstas pueden recaer
únicamente sobre los funcionarios estadales y los funcionarios
responsables de las delegaciones regionales de los organismos de la
Administración Pública Nacional. / En ese sentido, no pueden
considerarse incluidos en ninguna de las referidas categorías los fiscales
del Ministerio Público, ya que independientemente de que éstos se
encuentran distribuidos por todo el territorio nacional, a los fines del
eficiente ejercicio de sus funciones, también debe considerarse, que tal
como establece el artículo 3 de la Ley Orgánica del Ministerio Público: ‘El
Ministerio Público es único e indivisible y ejercerá sus funciones a través
de los órganos establecidos por la ley. Los fiscales señalados en esta ley
lo representan íntegramente’. / La doctrina del Ministerio Público ha
645
desarrollado el aspecto antes mencionado, en los siguientes términos: /
‘…En efecto, lo que hacen los fiscales del Ministerio Público es
representar al Ministerio Público en esa circunscripción geográfica, por lo
que cuando un Parlamento del nivel regional o municipal pretende
interpelar a un fiscal del Ministerio Público, estaría a su vez pretendiendo
interpelar al Fiscal General de la República, puesto que el fiscal del
Ministerio Público que labora en una región o localidad es el
representante del Fiscal General de la República en esa circunscripción
geográfica. Todo fiscal del Ministerio Público es un funcionario
perteneciente al servicio del Ministerio Público y por ende también del
Poder Público y por vía de consecuencia del Poder Público Nacional,
correspondiéndole el carácter, nivel y tratamiento del funcionario
nacional. / De tal manera que, aunque un fiscal del Ministerio Público
desarrolle sus funciones en un determinado Estado y tenga competencia
para actuar dentro de esa circunscripción geográfica, ello no le sustrae
de la condición y nivel propio del Ministerio Público que detenta como
organismo nacional, que le otorga a ese fiscal el carácter de funcionario
nacional, todo lo cual es corroborado por el hecho de que el fiscal del
Ministerio Público está adscrito al Ministerio Público y no a un organismo
estadal, siendo el Fiscal General de la República quien lo designa, de
conformidad con el numeral 3 del artículo 21 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público…’. (Informe Anual del Ministerio Público. Año 2001.
Tomo III. pp. 134-143). / Así pues, el Ministerio Público forma parte del
Poder Público Nacional específicamente del Poder Ciudadano, tal como
lo prevé el artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, citado ut supra, en virtud de lo cual, los Consejos Legislativos
de los Estados mal podrían atribuirse funciones de control sobre sus
órganos, ya que los fiscales del Ministerio Público no son funcionarios
regionales ni pueden considerarse representantes de las delegaciones
regionales de órganos de la Administración Pública Nacional, puesto que,
actúan en representación y por delegación del Fiscal General de la
República, ya que de acuerdo al artículo 284 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela ‘El Ministerio Público estará bajo la
dirección y responsabilidad del Fiscal General de la Republica, quien
ejercerá sus atribuciones directamente o con el auxilio de los funcionarios
o funcionarias que determine la ley (…)’. Situación ésta que no sólo
ocurre en el Ministerio Público venezolano, puesto que también es común
denominador en la mayoría de los Ministerios Públicos del mundo (USA,
Francia, Alemania y otros), que hasta la fecha han venido adoptando el
modelo alemán de 1933, que en sus líneas fundamentales, prevé para el
Ministerio Público una estructura monocrática y jerárquica, que ocasiona
que los miembros del mismo, en el ejercicio de sus funciones, sean
representantes del titular de dicha Institución y por tanto se considera que
éstos no actúan con poder propio. / De lo precedentemente expuesto, se
puede decir que el Ministerio Público tiene una naturaleza
predominantemente monocrática. / De allí la atribución normativa al
Fiscal General de la República de los poderes de representación,
dirección, fiscalización, ejecución y responsabilidad del Ministerio Público.
Naturaleza, que plenamente reconoce, con tal sentido, el artículo 284
constitucional y cuyo contenido normativo, ha sido en Venezuela, de
tradicional estirpe legislativa y de noble abolengo constitucional, y que ha
hecho que histórica y jurídicamente se considere que todo el Ministerio
Público, de manera monocrática, está a cargo y sujeto a la dirección y
646
responsabilidad del Fiscal General de la República. / En ese orden de
ideas, de acuerdo al artículo 187, numeral 1 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela: ‘Corresponde a la Asamblea
Nacional: 1. Legislar en las materias de la competencia nacional y sobre
el funcionamiento de las distintas ramas del Poder Nacional…’ y en
adición a ello, los numerales 31 y 32 del artículo 156 eiusdem establecen
que: ‘Es de la competencia del Poder Público Nacional: (….) 31. La
organización y administración nacional de la justicia, del Ministerio
Público y de la Defensoría del Pueblo. 32. La legislación en materia de
derechos, deberes y garantías constitucionales; (…) la de organización y
funcionamiento de los órganos del Poder Público Nacional y demás
órganos e instituciones nacionales del Estado; y la relativa a todas las
materias de la competencia nacional…’. / De allí se evidencia la
existencia de una reserva legal cuyo titular es el Poder Público Nacional,
respecto a la regulación del Ministerio Público, así como una
competencia exclusiva en sus manos, en relación al el ejercicio de
facultades de control sobre éste. / En general, corresponde a la
Asamblea Nacional, de conformidad con el numeral 3 del artículo 187 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: ‘Ejercer
funciones de control sobre el Gobierno y la Administración Pública
Nacional, en los términos consagrados en esta Constitución y en la
ley…’, sin embargo, tomando en cuenta que el Ministerio Público no
forma parte del gobierno ni de la Administración Pública Nacional, en
sentido estricto, éste no se encontraría sometido a dicho control, sin
perjuicio de la información que pudiere suministrar esta Institución a la
Asamblea Nacional o a cualquiera de los órganos de los demás Poderes
Públicos, en virtud del Principio de Colaboración entre los Poderes
Públicos, consagrado en el único aparte del artículo 136 de la Carta
Magna. / En ese sentido, ratifica lo expresado la Ley sobre el Régimen
para la Comparecencia de Funcionarios y Funcionarias Públicos y los o
las Particulares ante la Asamblea Nacional o sus Comisiones, la cual en
su artículo 12, como manifestación del Principio de Colaboración entre
los Poderes Públicos, incluye al Fiscal General de la República entre los
funcionarios a quien puede citarse a comparecer ante dicho Cuerpo. / En
todo caso, el control del Ministerio Público se ejerce fundamentalmente
sobre su titular y corresponde exclusivamente a la Asamblea Nacional y
al Tribunal Supremo de Justicia, conforme lo dispone el último aparte del
artículo 279 del Texto Constitucional, en lo siguientes términos: ‘Artículo
279. (…) Los o las integrantes del Poder Ciudadano serán removidos o
removidas por la Asamblea Nacional, previo pronunciamiento del Tribunal
Supremo de Justicia, de acuerdo con lo establecido en la ley.’ / La
evidente violación a los principios de separación de poderes, de la
legalidad y de la reserva legal respecto al ejercicio de la función de
control, que se manifiesta en la usurpación de funciones en que incurrió
el Consejo Legislativo del Estado Lara, igualmente se evidencia respecto
a la creación de delitos y la regulación de procedimientos de naturaleza
punitiva que realiza la Ley sobre el Régimen para la Comparecencia de
Funcionarios Públicos o Funcionarias Públicas y los o las Particulares
ante el Consejo Legislativo del Estado Lara y sus Comisiones, en sus
Títulos III y IV, ya que la regulación de dicha materia corresponde
igualmente al Poder Público Nacional y en ese sentido, es de estricta
reserva legal. / Así pues, el artículo 156 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, tal como expresamos con
647
anterioridad, establece en su numeral 32, como una competencia
exclusiva del Poder Público Nacional: ‘La legislación en materia de
derechos, deberes y garantías constitucionales; la civil, mercantil, penal,
penitenciaria, de procedimientos y derechos internacional privado…’, lo
que evidentemente incluye la previsión de delitos y procedimientos para
la imposición de sanciones de cualquier naturaleza del ámbito penal. / En
concordancia con dicha norma, el numeral 1 del artículo 187 preserva la
garantía de la reserva legal en la materia, expresando que: ‘Corresponde
a la Asamblea Nacional: 1. Legislar en las materias de la competencia
nacional y sobre el funcionamiento de las distintas ramas del Poder
Nacional...’. / En ese mismo orden de ideas, el numeral 6 del artículo 49
del Texto Constitucional establece entre las garantías que conforman el
debido proceso, el principio de la legalidad en materia penal y
sancionatoria, en los siguientes términos: / ‘Artículo 49. El debido
proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas;
en consecuencia: / (…omissis…) / 6. Ninguna persona podrá ser
sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos como delitos,
faltas o infracciones en leyes preexistentes…’. . /De lo anteriormente
expuesto, se evidencia que los Consejos Legislativos de los Estados
carecen de competencia para legislar en materia de delitos y
procedimientos penales, lo que comprueba la usurpación de funciones en
que incurrió el Consejo Legislativo del Estado Lara, al regular dichas
materias en los artículos 43 al 58 de la Ley sobre el Régimen para la
Comparecencia de Funcionarios Públicos o Funcionarias Públicas y los o
las Particulares ante el Consejo Legislativo del Estado Lara y sus
Comisiones. / Petitorio / En virtud de las anteriores consideraciones, el
Ministerio Público solicita a esa digna Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, que de conformidad con los artículos 335 y 336,
numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
declare la nulidad por inconstitucionalidad de los artículos 25 y 43 al 58
de la Ley sobre el Régimen para la Comparecencia de Funcionarios
Públicos o Funcionarias Públicas y los o las Particulares ante el Consejo
Legislativo del Estado Lara y sus Comisiones, de fecha 11 de diciembre
de 2001, publicada en la Gaceta Oficial del Estado Lara Ordinaria N° 320,
de fecha 9 de enero de 2002, considerando que el Consejo Legislativo de
dicho Estado incurrió en extralimitación y usurpación de funciones del
Poder Público Nacional, en manifiesta violación de los artículos 136; 137;
156, numerales 31 y 32; 187, numerales 1 y 3 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, así como de los artículos 49 y 279,
eiusdem, conforme a los cuales corresponde al Poder Público Nacional,
la regulación y control del Ministerio Público, así como la previsión de
delitos y procedimientos de naturaleza punitiva. / De conformidad con lo
establecido en el artículo 135 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, se solicita que la presente causa sea tramitada sin relación ni
informes, considerando que se trata de un asunto de mero derecho, ya
que no existen hechos controvertidos a probar sino que se trata de un
litigio que únicamente requiere la confrontación entre normas legales y
constitucionales. (…) / Igualmente, de conformidad con el artículo 131 de
la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia solicito que esa Sala
declare la nulidad de las disposiciones impugnadas con efectos ex nunc o
hacia el pasado, ya que éstas se encuentran viciadas de nulidad
absoluta”.
648
Disposiciones legales contenidas en el documento:
CRBV art:49-6
CRBV art:136
CRBV art:137
CRBV art:156-31
CRBV art:156-32
CRBV art:162
CRBV art:174
CRBV art:187-1
CRBV art:187-3
CRBV art:279
CRBV art:284
CRBV art:335
CRBV art:336-1
LOCLE art:42
LOCLE art:43
LRCFPFPPCLELC art:7
LRCFPFPPCLELC art:25
LRCFPFPPCLELC art:43
LRCFPFPPCLELC art:44
LRCFPFPPCLELC art:45
LRCFPFPPCLELC art:46
LRCFPFPPCLELC art:47
LRCFPFPPCLELC art:48
LRCFPFPPCLELC art:49
LRCFPFPPCLELC art:50
LRCFPFPPCLELC art:51
LRCFPFPPCLELC art:52
LRCFPFPPCLELC art:53
LRCFPFPPCLELC art:54
LRCFPFPPCLELC art:55
LRCFPFPPCLELC art:56
LRCFPFPPCLELC art:57
LRCFPFPPCLELC art:58
CP art:37
LOMP art:3
LOMP art:21-3
LOCSJ art:131
LOCSJ art:135
IFGR 2001, T.III., pp.134-143
STSJSCO Nº 1182
11-10-2000
STSJSPA Nº 2716
20-11-2001
STSJSCO 30-03-2004
649
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC LEGALIDAD
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SENTENCIAS
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
650
245
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa, incoada
por el ciudadano Baudilio Rafael Jiménez Ortega, actuando en
su carácter de Concejal del Cabildo Metropolitano de Caracas,
contra la Asamblea Nacional por no cumplir con el mandato del
constituyente, en aprobar la ley que desarrolla la hacienda
pública estadal, dentro del lapso establecido en el Texto
Constitucional. (Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, Exp. Nº 03-2023).
FRAGMENTO
656
246
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia
TSJ Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-723 FECHA:20040107
TITL Acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa, incoada
por el ciudadano José Isael Hernández, en su condición de
legislador, Presidente del Consejo Legislativo del Estado
Trujillo, contra el Poder Legislativo Nacional, por no haber
dictado, dentro del primer año contado a partir de la instalación
de la Asamblea Nacional, “el régimen legal sobre municipios y
en general la legislación que desarrolla los principios
constitucionales sobre el régimen municipal a que se contrae el
numeral 7, de la disposición transitoria cuarta del texto
constitucional”, afectando así la creación del Municipio “La
Puerta”, en el Estado Trujillo. (Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, Exp. Nº 03-1510).
FRAGMENTO
658
hayan dejado de dictar o se hayan dictado en forma incompleta; y, 2) Que
dichas normas o medidas sean indispensables para garantizar el
cumplimiento de la Constitución. / En sentencia N° 1556, de fecha 9 de
julio de 2002, en el caso: Alberto Albornoz Niño y Gloria de Vicentini, la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, se refirió a la acción
de inconstitucionalidad por omisión haciendo mención a la doctrina
extranjera, y en tal sentido expresó lo siguiente: / ‘…En un sentido amplio,
la acción de inconstitucionalidad por omisión es concebida por la doctrina
extranjera como una institución jurídica procesal mediante la cual se
demanda la declaratoria de inconstitucionalidad de un órgano del Poder
Público que ha omitido (control posterior) cumplir un deber concreto
(conducta debida, esperada y jurídicamente establecida) que la
Constitución directamente, implícita o explícitamente, le asigna, de manera
que el precepto constitucional resulta, total o parcialmente, ineficaz, por
falta de desarrollo, con lo cual se produce la vulneración constitucional./
(…) En sentido restringido, el instituto es concebido como la acción
mediante la cual se demanda la declaratoria de inconstitucionalidad del
órgano legislativo que ha permanecido inactivo en el cumplimiento de su
obligación concreta de dictar leyes ordinarias que desarrollen preceptos
constitucionales de obligatorio desarrollo, de manera tal que dichos
preceptos o uno de uno de ellos, se hace ineficaz, con lo cual se produce
la vulneración constitucional. El presupuesto de hecho necesario será la
abstinencia, inercia o inactividad del órgano legislativo, en cumplir, dentro
de un plazo razonable, o dentro de un plazo predeterminado, una
obligación o encargo concreto a él atribuido por la norma fundamental, de
manera que se imposibilite la ejecución de las disposiciones o garantías
contenidas en ella. La ausencia de desarrollo del precepto constitucional
que, por ello, se haya hecho ineficaz al estar impedida su aplicación, podrá
ser parcial o total, produciéndose, en el primer caso, una infracción de la
garantía de trato igualitario y no discriminatorio.’ / Con base a los criterios
jurisprudenciales expuestos por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, el Ministerio Público considera que la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela vigente desde el 30 de diciembre
de 1999 ha previsto un régimen transitorio para evitar el vacío jurídico
hasta tanto, sean dictadas y entren en vigencia las leyes que la propia
Constitución ha establecido para desarrollar y reglamentar las nuevas
instituciones y los derechos constitucionales previstos en ella. / En
complemento a lo anterior, la Asamblea Nacional Constituyente dictó el
Decreto del Régimen de Transición del Poder Público, publicado en
Gaceta Oficial N° 36.859 de fecha 29 de diciembre de 1.999, el cual
integra el régimen constitucional que ha de regular la transitoriedad hasta
tanto la Asamblea Nacional dicte las leyes necesarias para reglamentar la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / La Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia N° 180 del
28 de marzo de 2000, en el caso: Estatuto Electoral del Poder Público,
expresó: / ‘El régimen de transición del poder público se proyecta hacia el
futuro, no sólo hasta la instalación de la Asamblea Nacional, sino aún más
allá; ya que el artículo 3 de dicho régimen, señala: ´Cada disposición del
régimen de transición del Poder Público tendrá vigencia hasta la
implantación efectiva de la organización y funcionamiento de las
instituciones previstas por la Constitución aprobada, de conformidad con la
legislación que a los efectos apruebe la Asamblea Nacional´, por lo que
mientras tales legislaciones no se aprueben, las normas y actos emanados
659
de la Asamblea Nacional Constituyente tienen plena vigencia, hasta que
de conformidad con la Constitución se establezca el régimen legal que
vaya derogando la provisionalidad, y vaya dejando sin efectos las normas
y actos emanados de la Asamblea Nacional Constituyente. Ese régimen
legal es el ordinario que corresponde a la Asamblea Nacional, y el que le
ordena adelantar las Disposiciones Transitorias que como parte integrante
del texto constitucional, se publicaron con él.’ / Por tanto, es de interés
público que el Poder Legislativo Nacional dicte tales leyes, máxime cuando
para su sanción, es la propia Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, la que ha establecido el lapso en que deban ser sancionadas.
/ Con base en las anteriores premisas, el Ministerio Público pasa a
analizar si en la omisión legislativa denunciada, se verifican los requisitos
de procedencia establecidos en la Constitución de 1999, para su
declaratoria de inconstitucionalidad. / Así, tenemos que el accionante
argumenta, que el Poder Legislativo Nacional ha omitido la obligación de
dictar la legislación a que alude la Disposición Transitoria Cuarta, numeral
7, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, dentro del
plazo de un (1) año contado a partir de la instalación de la Asamblea
Nacional, lo cual ocurrió en fecha 14 de agosto de 2000, sin que hasta el
11 de junio de 2003, fecha en que se interpuso la acción que da lugar al
presente dictamen, se haya cumplido con dicho mandato. / De acuerdo
con el tratadista Fernández Segado, para la determinación de la existencia
de la omisión constitucional, los extremos a ponderar serían: la
trascendencia de la mediación legislativa conectada con el elemento
temporal, parámetros-ambos-decisivos para precisar la razonabilidad del
tiempo por el que se prolonga la inacción legislativa. / Aprecia el referido
tratadista, que de este modo se puede entender que la mera no
realización normativa de un mandato constitucional abstracto, engendra
simplemente un ‘incumplimiento de las exigencias constitucionales’, que no
obstante ser criticable, no es suficiente para convertirla en omisión
legislativa inconstitucional, conclusión a la que se arribaría cuando deja de
ser ‘razonable’ la inercia admitida hasta ese momento como discrecional
del legislador. (Fernández Segado, Francisco: ‘Los nuevos retos del
Estado social para la protección de los derechos fundamentales’, Año
XXXII, N° 8545, Rep. Arg; 25 de julio de 1994, p. 4). / De acuerdo con lo
planteado, la sola violación de un mandato constitucional abstracto no es
suficiente para comprobar la omisión legislativa inconstitucional, sino que
es necesario considerar el criterio de razonabilidad del tiempo transcurrido.
Así se desprende, no sólo de la posición doctrinaria más reconocida, sino
de la propia Exposición de Motivos de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que establece que la inconstitucionalidad por
omisión se producirá ‘por la falta de desarrollo por parte del Poder
Legislativo, durante un tiempo excesivamente largo, de aquellas normas
constitucionales de obligatorio y concreto desarrollo, de forma tal que
impida su eficaz aplicación…’. / En relación con el referido requisito
temporal, es preciso distinguir, cuando estamos frente a una disposición
constitucional que contempla un mandato abstracto al legislador, sin prever
un lapso expreso para su cumplimiento, del caso en que se establece un
mandato concreto, a cumplirse dentro de un determinado lapso. / En el
primer caso, la razonabilidad del plazo vendría determinada por criterios
tales como: el fallo estructural del sistema, la cantidad de trabajo, la
necesidad de la ley, su dificultad de estudio e incluso, la etapa dentro del
proceso de elaboración en que se encuentra; en el segundo caso, ante la
660
previsión expresa de un lapso para cumplir la obligación, el tiempo
razonable es determinado por el Constituyente, de manera que
transcurrido el mismo, debe considerarse la existencia de una omisión
legislativa inconstitucional. / En el caso concreto, se observa que de
conformidad con el encabezamiento de la Disposición Transitoria Cuarta,
las leyes en cuestión debían ser dictadas por la Asamblea Nacional:
‘Dentro del primer año, contado a partir de su instalación…’, es decir, el
Constituyente estableció el lapso dentro del cual, a su juicio, el legislador
podía razonablemente cumplir con dicha obligación, de manera que en
criterio del Ministerio Público, la ‘razonabilidad’ de la inercia del Poder
Legislativo Nacional en dictar la legislación que desarrolle los principios
constitucionales sobre el régimen municipal, no requiere de examen a
objeto de determinarla, puesto que ya fue valorada por el Constituyente al
haber apreciado como límite máximo para el impedimento del ejercicio de
la referida competencia por parte de los Estados, el lapso de un año,
contado a partir de la fecha de instalación de la Asamblea Nacional. De
modo que, una vez fenecido el lapso que a su juicio era el razonable para
la aprobación de dicha legislación, evidentemente dejó de ser justificable la
inactividad atribuida al Poder Legislativo Nacional. / De allí que en opinión
del Ministerio Público, el primero de los requisitos exigidos por el numeral 7
del artículo 336 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela se ha verificado plenamente, ya que la instalación de la
Asamblea Nacional ocurrió en fecha 14 de agosto de 2000, siendo que
hasta la fecha en que se emite el presente dictamen, el órgano legislativo
nacional no ha cumplido con su obligación constitucional. / En cuanto al
segundo de los requisitos, es decir, que se trate de una norma
indispensable para el cumplimiento de la Constitución, señala el
accionante, que la omisión del Poder Legislativo Nacional, cuya
inconstitucionalidad solicita sea declarada, ha impedido el desarrollo y
creación de un nuevo municipio en el Estado Trujillo, específicamente el
Municipio ‘La Puerta’. / Al respecto, la Disposición Transitoria Cuarta,
numeral 7 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
ordena a la Asamblea Nacional, el dictado de ‘La legislación que desarrolle
los principios constitucionales sobre el régimen municipal’ y señala
además, que de conformidad con tal legislación, es que los Estados
procederán a sancionar los instrumentos normativos relativos a los
municipios, demás entidades locales, y a la división político - territorial de
cada jurisdicción. / Como se observa, la anterior competencia fue atribuida
con carácter de exclusividad por el Constituyente a los Estados a través
del artículo 164, numeral 7 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. La cual, a su vez, debe ser ejercida a través de los
Consejos Legislativos de los Estados, por corresponderle a dichos órganos
según lo preceptuado en el artículo 162, numeral 1 eiusdem, ‘legislar sobre
las materias de la competencia estadal’. / Sin embargo, tal y como se
afirmó anteriormente, su ejercicio está condicionado a que el Poder
Legislativo Nacional apruebe, dentro del año siguiente a su instalación, la
ley orgánica nacional que desarrolle los principios constitucionales sobre el
régimen municipal. / En ese sentido la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en oportunidad de decidir la solicitud de
interpretación de las Disposiciones Transitorias Cuarta, numeral 7, y
Decimocuarta de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, expresó: / ‘…desde el inicio de la vigencia de una Constitución
todo órgano creado por ella, en principio, está facultado para ejercer sus
661
poderes, existen casos en que por previsión especial ello no es así. Es lo
que ocurre en este caso, pues la Disposición Transitoria Cuarta, numeral
7, ha limitado el poder de los Estados, ejercitable por sus Consejos
Legislativos, de manera que se les impide organizar su territorio mientras
la Asamblea nacional no sancione una ley general sobre el régimen
municipal. / (…) En el caso de los mandatos al legislador que no han sido
atendidos, esas Disposiciones Transitorias siguen en vigor, y la Asamblea
nacional debe cumplir lo que se le ordena, así su plazo se encuentre
ampliamente superado. Lo anterior, que es predicable respecto de todos
los mandatos similares, tiene especial relevancia en el caso del numeral 7
de la Disposición Transitoria Cuarta, toda vez que en ella se contempla
una inmovilización ausente en otros supuestos. Por tanto, la prohibición a
los Estados para ejercer su poder constitucional a organizarse
territorialmente debe encontrar rápido fin’. (Sentencia de fecha 27 de
mayo de 2003. Exp. 03-1167). / Trasluce de lo anterior, que la legislación
que se le encomienda dictar al Poder Legislativo Nacional a través de la
Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7, es de aquellas imprescindibles
para el cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, porque sin ella, los Estados no podrán ejercer competencias
que constitucionalmente le fueron atribuidas. / Ahora bien, el Ministerio
Público considera que la ley orgánica nacional cuya omisión legislativa fue
denunciada por el recurrente, es indispensable desde el mismo momento
que el Constituyente atribuyó, con carácter de exclusividad a los Estados,
ejercer su potestad organizadora con respecto a los municipios y demás
entidades locales, así como a su división político territorial. / Sin embargo
el carácter temporal es el que ha de tomarse en cuenta para la declaratoria
de inconstitucionalidad de tal omisión. / Al respecto señaló la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que: / ‘…La omisión de la
Asamblea Nacional en el cumplimiento de su deber no hace ´derogar´ la
norma que lo prevé, pero sí le coloca en una situación de violación al
ordenamiento supremo, lo que en casos como el de autos es doblemente
grave, desde el momento en que su inacción impide a entes
constitucionalmente creados actuar conforme a su poderes. / (…) Decidido
lo anterior, observa esta Sala que el poder constitucionalmente reconocido
a los Estados no puede quedar en suspenso indefinido a causa de la
inactividad de la Asamblea Nacional, pues ello sería desconocer la
vigencia misma de la Carta Magna’ (Sentencia de fecha 27 de mayo de
2003. Exp. 03-1167) / Con base en los razonamientos precedentes, en
criterio del Ministerio Público, el segundo requisito para que sea
procedente la declaratoria de inconstitucionalidad por omisión legislativa,
se encuentra igualmente satisfecho en el presente caso, por lo cual, lo
procedente y ajustado a derecho sería la declaratoria con lugar de la
presente acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa. / Ahora
bien, el Ministerio Público considera de importancia destacar que en fecha
6 de noviembre de 2003, ese Máximo Tribunal de la República, actuando
en Sala Constitucional, mediante Sentencia Nº 3118, resolvió la pretensión
contenida en el Expediente Nº 03-1167, concerniente al recurso de
interpretación de la Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7, y
Decimocuarta de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, ejercido por los ciudadanos Henry Ramírez y Martha Ariza. /
En dicha causa, esa honorable Sala Constitucional, luego de examinar el
informe que en fecha 27 de mayo de 2003, mediante Sentencia Nº 1347
solicitare a la Asamblea Nacional, con el propósito de conocer las razones
662
por las cuales aún no se había dictado la ley a que alude la Constitución
en su Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7, la cual a su vez constituye
el objeto de la presente acción de inconstitucionalidad por omisión
legislativa, sentenció lo siguiente: / ‘…Por lo expuesto, esta Sala declara
que la falta de sanción de la ley sobre régimen municipal dentro del plazo
previsto en la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución constituye
una violación del Texto Fundamental, a la que debe dársele pronta
terminación. En atención a ello, esta Sala ordena a la Asamblea Nacional
preparar, discutir y sancionar, dentro del plazo máximo de tres (3) meses
contados a partir de la notificación de este fallo, una ley sobre régimen
municipal que se adapte a las previsiones del Capítulo IV del Título IV de
la Constitución y, en especial, a los principios contenidos en su artículo
169. Así se declara.’. / En consonancia con la motivación precedente, la
Sala Constitucional decidió que: / ‘…Por las razones expuestas, esta Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia e
nombre de la República, por autoridad de la ley declara la
inconstitucionalidad de la omisión de la Asamblea Nacional, por no haber
dictado, dentro del plazo fijado por el constituyente de 1999, una ley sobre
régimen municipal y, en consecuencia, ordena a la Asamblea Nacional
que, dentro de un plazo máximo de tres (3) meses contados a partir de la
notificación que se le haga del presente fallo, prepare, discuta y sancione
una ley sobre régimen municipal que se adapte a las previsiones del
Capítulo IV del Título IV de la Constitución.’ / Pues bien, en el fallo al cual
se ha hecho referencia anteriormente, la Sala Constitucional, aun cuando
resuelve una solicitud de interpretación de las Disposiciones Transitorias
Cuarta, numeral 7, y Decimocuarta de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, expresamente se pronuncia sobre la pretensión
formulada por el ciudadano José Isael Hernández, en el escrito libelar
contentivo de la presente acción de inconstitucionalidad por omisión
legislativa ejercida contra la Asamblea Nacional e incluso fija un plazo
para que la Asamblea Nacional dicte las normas cuya omisión fue
denunciada por el accionante, lo que coincide con lo planteado en su
petitorio. / En consecuencia, estando satisfecha la pretensión aducida por
el ciudadano José Isael Hernández, con el dictado de la Sentencia Nº
3118, tantas veces mencionada, el Ministerio Público es del criterio que en
la actualidad no hay materia sobre la cual decidir en la presente causa,
puesto que ya está declarada la omisión legislativa e igualmente el plazo
en el cual el órgano legislativo nacional deberá dictar la ley respectiva. /
Conclusión / En virtud de las consideraciones anteriormente expuestas, el
Ministerio Público es del criterio que en la acción de inconstitucionalidad
por omisión legislativa del Poder Legislativo Nacional, interpuesta por el
ciudadano José Isael Hernández, en su condición de Presidente del
Consejo Legislativo del Estado Trujillo, no existe materia respecto a la cual
decidir, en virtud que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, mediante sentencia Nº 3118 de fecha 6 de noviembre de 2003,
declaró la omisión legislativa del Poder Legislativo Nacional y estableció el
plazo para que la Asamblea Nacional dicte las normas exigidas por la
Disposición Transitoria Cuarta, numeral 7 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, y así respetuosamente solicita lo
declare ese Supremo Tribunal de la República”.
663
CRBV Disp.tran.4-6
CRBV Disp.tran.4-7
CRBV Disp.tran.14
CRBV art:156-10
CRBV art:162-1
CRBV art:164-7
CRBV art:169
CRBV art:336-7
LOCSJ art:116
DRTPP art:3
STSJ 27-05-2003
STSJSCO 30-12-1999
STSJSCO 28-03-2000
STSJSCO Nº 1556
09-07-2002
STSJSCO Nº 3118
06-11-2003
664
247
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-9778 FECHA:20040227
TITL Recurso de nulidad que por motivos de inconstitucionalidad,
incoaren los abogados Alejandro González Valenzuela y
Ezequiel Zamora Presilla, en su carácter de apoderados
judiciales de la sociedad mercantil Distribuidora Samtronic de
Venezuela, C.A., contra los artículos 42 ordinal 29, y
parcialmente el 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, aprobada en fecha 26 de julio de 1976 por el extinto
Congreso de la República, y publicada en la Gaceta Oficial N°
1.893 Extraordinario, de fecha 30 de julio de 1976. (Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, Exp. Nº 02-
0893).
FRAGMENTO
666
grado superlativo al interés público y social o necesidad de restablecer el
orden en algún proceso judicial que así lo amerite en razón de su
trascendencia e importancia.’ / Para el Ministerio Público, es el tratamiento
que de esta institución se efectúe, el que puede producir eventualmente
una violación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
como sería el caso en que sea subvertido el procedimiento
jurisprudencialmente establecido o desconocidos los supuestos de
procedencia establecidos igualmente por vía jurisprudencial, o cualquier
otra circunstancia que se apartara de los principios contenidos en la Carta
Fundamental. / Sin embargo, hay que destacar que la norma por si misma
sólo encierra una facultad que interpretada y aplicada debidamente no
resulta incompatible con el Texto Fundamental, habida cuenta que su fin
último es la ordenación o corrección de errores en un proceso, que sean
capaces de lesionar derechos y garantías constitucionales, debido al mal
funcionamiento del servicio de justicia. / En este orden de ideas, es
necesario señalar que para el Ministerio Público no hay violación al
derecho constitucional al juez natural, ya que la Sala del Tribunal Supremo
de Justicia, que por vía de avocamiento, entre a conocer de una causa,
forma parte de la estructura del Poder Judicial, es un tribunal que existe
con anterioridad a la causa, es imparcial y objetivo y su fin último es
corregir las fallas del procedimiento o errores que generen injusticias, y
siempre dentro del ámbito de competencias por la materia afín con el
proceso judicial que se trate. Todos estos atributos conforman la noción
del juez natural a los cuales se ajusta el artículo 42, ordinal 29 de la Ley
Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, de allí que en criterio de este
Despacho, no se configura violación constitucional de lo previsto en el
artículo 49, numeral 4 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. / En cuanto a la denuncia de violación del derecho a la doble
instancia, advierte el Ministerio Público que la facultad de ordenación del
proceso implícita en el avocamiento, no supone sustraer de la competencia
del tribunal de la causa, los actos procesales o la continuación del proceso,
lo que dejaría intacta la posibilidad de recurrir ante las instancias
superiores del tribunal ordinario que venga conociendo del caso en el cual
se ha avocado la Sala del Tribunal Supremo de Justicia, que de acuerdo
con la materia entre a revisar. / A manera de ejemplo quiere este
Despacho invocar el contenido de la sentencia de avocamiento dictada por
la Sala de Casación Penal en fecha 23 de julio de 2002 (caso ‘Richard
Peñalver, Rafael Cabrices y otros’) en la cual la Sala de Casación Penal,
una vez declarada la nulidad de los actos procesales considerados como
injustos y contrarios a derecho, remitió la causa al tribunal correspondiente
para la continuación del proceso penal, lo que dejó a salvo la competencia
de los tribunales superiores para revisar las decisiones de los tribunales
inferiores. Salvaguardando así el principio de la doble instancia. / No
obstante, aún en aquellos casos excepcionales en los cuales alguna de las
Salas del Tribunal Supremo de Justicia resuelva sobre el fondo de la
controversia, apartándose de la interpretación de principios o normas
constitucionales, el interesado puede acudir a la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia para solicitar la revisión del fallo, a tenor de
lo dispuesto en el artículo 336, numeral 10 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, lo que evidencia que en modo alguno
se está violando el principio de la doble instancia, como fuere denunciado
por los apoderados judiciales de la impugnante. / Por tanto, en criterio del
Ministerio Público la facultad contenida en el ordinal 29 del artículo 42 de la
667
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia no viola los principios
constitucionales al juez natural y al debido proceso, denunciados por la
recurrente. / En todo caso, para el Ministerio Público, la
inconstitucionalidad se produce a partir de la exclusividad que a dicha
facultad le atribuye o asigna el artículo 43 de la misma ley, cuando
discrimina las competencias por Salas, sobre lo cual ya se pronunció este
Máximo Tribunal, en sentencia precedentemente citada. / Conclusión / En
virtud de las consideraciones de hecho y de derecho anteriormente
expuestas, el Ministerio Público considera que en el recurso de nulidad
que por motivos de inconstitucionalidad fuere interpuesto por los abogados
Alejandro González Valenzuela y Ezequiel Zamora Presilla, en su carácter
de apoderados judiciales de la sociedad mercantil Distribuidora Samtronic
de Venezuela, C.A., contra el artículo 42 ordinal 29, de la Ley Orgánica de
la Corte Suprema de Justicia, y parcialmente contra el artículo 43 eiusdem
deben emitirse los siguientes pronunciamientos: / Primero: Declararse sin
lugar, la denuncia de inconstitucionalidad contra el artículo 42, ordinal 29
de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia; / Segundo: Declararse
que no hay materia sobre la cual decidir, en lo que respecta a la petición
de nulidad parcial del artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema
de Justicia, y así solicita muy respetuosamente el Ministerio Público, que
sea declarado por esa honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia”.
DESC AVOCAMIENTO
DESC CONGRESO DE LA REPUBLICA
DESC CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DESC LEYES
DESC NULIDAD
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SOCIEDADES MERCANTILES
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TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-9179 FECHA:20040225
TITL Colisión de normas legales. Inadmisibilidad por incumplimiento
de los requisitos del libelo de la demanda previstos en el
artículo 113 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia.
Recurso de colisión intentado por el Juez Temporal Segundo de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Lara, ciudadano Rafael
Albahaca Mendoza, entre el artículo 680 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, de fecha 3 de
septiembre de 1998, publicada en la Gaceta Oficial de la
República de Venezuela Nº 5.266 Extraordinario de fecha 2 de
octubre de 1998 y la Resolución N° 159, de fecha 12 de abril de
2000, dictada por la Comisión de Funcionamiento y
Reestructuración del Poder Judicial, publicada en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 36.931 de
fecha 12 de abril de 2000. (Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, Exp. Nº 01-1391).
FRAGMENTO
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Constitucional. / En consecuencia, el presente recurso de colisión
interpuesto por el Juez Temporal Segundo en lo Civil, Mercantil y Tránsito
de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, debe ser declarado
inadmisible, por cuanto no se encuentran cubiertos los requisitos de
admisibilidad a que alude el artículo 113 de la ley que rige las funciones de
este alto Tribunal, y así solicito sea declarado. / No obstante, en el
supuesto de que esa honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia considere la admisibilidad del recurso de colisión interpuesto
por el Juez Temporal Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, el Ministerio
Público pasa a dictaminar sobre la procedencia de la colisión denunciada,
en los siguientes términos: / El pretendido recurso de colisión ha sido
intentado a los fines que el Tribunal Supremo de Justicia, en atención a la
competencia que tiene atribuida conforme al ordinal 6º del artículo 42 de la
Ley Orgánica que rige sus funciones, establezca si existe la colisión entre
el artículo 680 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela
N° 5.266 Extraordinario, de fecha 2 de octubre de 1998, con vigencia a
partir del 1 de abril de 2000, y la Resolución N° 159 de fecha 12 de abril de
2000, dictada por la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del
Poder Judicial, publicada en la Gaceta Oficial N° 36.931, de fecha 12 de
abril de 2000, y determine, mediante sentencia declarativa, cual de ellas
debe prevalecer. / La colisión de leyes, como situación que genera un
recurso judicial cuya competencia corresponde al Tribunal Supremo de
Justicia, consiste en la regulación de manera contradictoria o excluyente,
por parte de dos o más normas legales vigentes, de un mismo supuesto de
hecho, de manera que la vigencia de una impide la aplicación de la otra. /
En este orden de ideas, el propio Tribunal Supremo de Justicia, a través
de jurisprudencia pacífica y reiterada, ha delimitado los alcances de la
figura de la colisión de leyes precisando que: / ‘...la colisión de
norm as parte de la existencia de dif erentes disposiciones que
est én destinad as a regul ar en f orma di f erente una m isma
hipótesis. De allí que, este recurso im pl ica la aplicación de l os
siguientes criterios int erpretati vos: / a) Puede plantearse cuando la
presunta colisión se da entre cualquier tipo de normas, e incluso tratarse
de diferentes disposiciones de un mismo texto legal. / b) El conflicto de
normas se manifiesta cuando la aplicación de una de las normas implica la
violación del objeto de la otra norma en conflicto; o bien, cuando impide la
ejecución de la misma. / c) No se exige que exista un caso concreto de
conflicto planteado, cuya decisión dependa del predominio de una norma
sobre otra; sino que el conflicto pueda ser potencial, es decir, susceptible
de materializarse en cualquier momento en que se concreten las
situaciones que las normas regulan. / d) No debe confundirse este recurso
con el de interpretación, previsto en el numeral 6 del artículo 266 de la
Constitución de 1999 y en el ordinal 24 del artículo 42 de la Ley Orgánica
de la Corte Suprema de Justicia. / e) No se puede pretender que a través
de este mecanismo se resuelvan cuestiones de inconstitucionalidad.’
(Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia N°
889, de fecha 31 de mayo de 2001. Caso: ‘Carlos Brender’. Ponente:
Pedro Rafael Rondón Haaz. Expediente N° 00-1235). / Del cri terio
j urisprudencial t rans cri to supra, así como del propio numeral 8
del artículo 336 d e la Constit ución de l a República Bolivari ana
de V ene zuela, se col ige que en el re curso de colisión de leye s
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l a f unción del órgan o jurisdiccional se reduce c oncretam ente a
est abl ecer una comparación de las nor m as legales sobre l as
cuales vers a el rec urso, y, en el ca so de que ese órgano
j urisdi ccional esti me que se plantea una colisión entre ell as,
declarar c uál de be preval ec er. / En este ord en de ide as,
resulta nec esario s eñalar, que la coli sión de le ye s no debe
conf undirse con el recurso contencio so adm inistrativo de
nul idad, cu ya f inali dad es la de terminaci ón de la
i nconstit uci onalidad o ilegalidad d e la norm a impugnada a los
f ines de su anul ació n. Cuando una norma de menor j erarquí a
contradice o r egula contradictoriamente un s upu esto previ st o
en otra ley de s up erior jerarquía, se produc e un vi cio de
i legali dad por violación del pri ncipio de jerarquí a de las
norm as. / Por el contrari o, l a coli sión de leyes supone la
coexi stencia de dos o m ás norm as legal es que sin contrari ar
l a Constituci ón de l a Repúbli ca Bolivariana de V ene zuela o
una l e y de sup erior jerarquía, r egul an de m anera
contradictoria un m ism o supuesto de hecho. / De allí que, en
un s entido r estringid o, la ide a d e c olisión qu edaría reduci da a
l os cas os de i nc ompatibi lidad e ntre u na le y c ualquier a y otra
de igual o su peri or categoría, de vi gencia posterior. / En
f unción de lo anterior el Mini sterio Públi co es del criterio, que
neces ariam ent e la colisión se pro duce entre norm as legales
de un m ism o rango, porque obviam ent e, si coli de con una
norm a de rango superior, ya no es colisión, porque las normas
de rango inf erior tienen qu e som eterse a las de rango
superior, en virtud de l a teoría de la ordenación del dere c ho
por grad os del maestro austriaco Hans Kel sen, conocida como
principio de la pirá mi de jurí dica. / La posi ción ant erior se
encue ntra ref lejada en la norm a del artículo 42, numeral 6, de
l a Ley Org ánica de la Corte Supr ema de Justicia, al
est abl ecer: / ‘Artículo 42. Es de la competencia de la Corte como más
alto Tribunal de la República: / (...omissis...) / 6. Resolver las colisiones
que existan entre diversas disposiciones legales y declarar cuál de ellas
debe prevalecer…’. / Igualm ente, el art ículo 336, num eral 8 de l a
Constituci ón de l a República Bolivariana de Venezuela, señal a
l a com petencia de la Sala Consti tucional del Tribunal Supremo
de Justi cia para resolver las col isi ones entre diver s as
disposiciones legale s. / En criterio del Mini sterio Público, la
contradicción e n la regulaci ón de un m ism o supuest o de
hecho, sólo pued e darse entre norm as de rang o legal. / As í
l as cosas, es pre ci so anali zar las nor m as denunciadas en
col isi ón para dete rminar si procede la decl ar at oria de
prevalenci a por part e de la Sal a Consti tuci onal del T ribunal
S uprem o de Justicia. / La norm a cont eni da en el artículo 680
de la Ley Org ánica para la Prot ecci ón del Niño y de l
A dol escente es una norm a de ran go legal, pert eneci ent e a una
l ey org ánica di cta da por el Poder Le gislativo Nacional en
ejercicio de la f unción le gi slativa que le atribuye la
Constituci ón de la R epública Bolivariana de Venezuela. / Por
su parte, la Resoluci ón N° 159 de fecha 12 de abril de 2000, dictada
por la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Sistema
Judicial, publicada en la Gaceta Oficial N° 36.931, de fecha 12 de abril de
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2000, es un acto administrativo, de rango sublegal, dictado por un órgano
administrativo encargado de la función disciplinaria, mientras, se crea la
legislación que regule la jurisdicción disciplinaria y se creen los tribunales
correspondientes, según lo dispuesto en el artículo 30 de la Normativa
sobre la Dirección, Gobierno y Administración del Poder Judicial, dictada
por el Tribunal Supremo de Justicia en f echa 2 de agos to de 20 00 ,
publicada en la Gac et a Of icial de la Repúbl ica Boli variana de
V ene zuel a N° 37014 de f echa 15 d e agosto de 2000. / En
consecuen cia, la supuest a colisión que pla ntea el Juez
T em poral Segund o en l o Civil, Mercantil y Tránsit o d e l a
Ci rcunscripci ón Judi cial del Estado Lara, es sobre dos n orm as
de di f erentes rangos, una de rango legal com o lo es la Ley
Orgánica para el Niño y el A dol escente y otra d e rango
sublegal , que es la Resoluci ón em anada de la Com isi ón de
Reestructuraci ón y Funci onam iento del Poder Ju dicial, acto
adm inist rativo de c onteni do norm ativo, lo que co nduc e al
Ministerio Público a concl uir, q ue por tratarse de
disposiciones normativas de distint as cat egorías, no existe ta l
col isi ón; por tant o, la ref eri da acción no es proced ente, y a sí
sol ici to sea d eclarado por e se Máxi mo Tribunal. / Fi nalmente,
a juicio del Ministerio Público, el recurrente lo que pretende es que a través
del recurso de colisión planteado entre el artículo 680 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente y la Resolución N° 159,
emanada de la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del
Sistema Judicial, esa honorable Sala se pronuncie respecto a la
regulación de la competencia surgida en el Expediente N° 97-19655,
decidida por el Juez Superior Segundo en lo Civil, Mercantil y Menores de
la Circunscripción Judicial del Estado Lara; es decir, que su pretensión es
obtener una decisión por parte de esa Sala Constitucional, contraria a la
emitida por el juez superior, que en definitiva lo releve de continuar
conociendo de la aludida causa. / Advierte el Ministerio Público que la
pretensión del recurrente supone una subversión de las reglas procesales
existentes, a través de la indebida utilización de los mecanismos
procesales existentes para la resolución de problemas de competencia
judicial, sobre los cuales incluso ya existía un pronunciamiento judicial
definitivo. / En consecuencia, estima el Ministerio Público que esta
honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia debe
advertir al recurrente de evitar incurrir en actuaciones como la descrita,
que afectan la sana administración de justicia. / Conclusión / Por las
razones precedentemente expuestas, el Ministerio Público considera que
el recurso de colisión intentado por el Juez Temporal Segundo de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial
del Estado Lara, ciudadano Rafael Albahaca Mendoza, entre el artículo
680 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, de
fecha 3 de septiembre de 1998, publicada en la Gaceta Oficial de la
República de Venezuela Nº 5.266 Extraordinario, de fecha 2 de octubre de
1998 y la Resolución N° 159, de fecha 12 de abril de 2000, dictada por la
Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Poder Judicial,
publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela
Nº 36.931 de fecha 12 de abril de 2000, debe ser declarado inadmisible,
en virtud de no haber llenado los extremos de los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 113 de la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia. / Sin embargo, en el supuesto de que esa honorable
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Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia no comparta la
declaratoria de inadmisibilidad propuesta, este Despacho es del criterio
que el presente recurso de colisión debe ser declarado improcedente, por
la inexistencia de la colisión denunciada y, así lo solicita a este Alto
Tribunal”.
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TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP N° DGAJ-DCCA-2004-9779 FECHA:20040227
TITL Recurso de colisión entre el Decreto N° 1.511 con Fuerza de Ley
de Los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas, publicado en la Gaceta Oficial N° 5.551 de fecha
9 de noviembre de 2001, y la Ley del Estatuto de la Función
Pública, publicada en la Gaceta Oficial N° 37.522 de fecha 6 de
septiembre de 2002, incoado por el ciudadano Marcos José
Chávez, actuando en su carácter de Director General Nacional
del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas. (Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, Exp. Nº 03-2027).
FRAGMENTO
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criterio expuesto por la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, la colisión entre los
artículos 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas y 21 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, lo cual no ha
lugar en cuanto a derecho, por las razones expuestas, si advierte el Ministerio Público que
existe una contradicción, pero no en la forma expuesta por el denunciante, sino entre el
artículo 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la Función Pública y el ya citado
artículo 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas. / Para el Ministerio Público, en su carácter de máximo garante de
la exacta observancia de la Constitución y las leyes, según lo dispuesto en el artículo 11,
numeral 1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, la contradicción entre las normas antes
mencionadas es de evidente orden público, por cuanto encierra valores supremos del
ordenamiento jurídico, como son la igualdad, la justicia, la legalidad, según lo establecido
en el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que esta
Institución debe defender y resguardar, según lo dispuesto en los artículos 7, 19, 23 y 285
eiusdem. / En consecuencia, el Ministerio Público, de oficio, expone a continuación su
criterio sobre la colisión entre los artículos 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la
Función Pública y 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, para que sea resuelta con una decisión de fondo, en
los siguientes términos: / El artículo 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la Función
Pública, establece: / ‘Artículo 1. La presente Ley regirá las relaciones de empleo público
entre los funcionarios y funcionarias públicos y las administraciones públicas nacionales,
estadales y municipales, lo que comprende: / (…omissis…) / Parágrafo Único: Quedarán
excluidos de la aplicación de esta ley: / Los funcionarios y funcionarias públicos al servicio
del Poder Legislativo Nacional; / Los funcionarios y funcionarias públicos a que se refiere la
Ley Orgánica del Servicio Exterior; / Los funcionarios y funcionarias públicos al servicio del
Poder Judicial; / Los funcionarios y funcionarias públicos al servicio del Poder Ciudadano; /
Los funcionarios y funcionarias públicos al servicio del Poder Electoral; / Los obreros y
obreras al servicio de la Administración Pública; / Los funcionarios y funcionarias públicos al
servicio de la Procuraduría General de la República; / Los funcionarios y funcionarias
públicos al servicio del Servicio Nacional Integrado de la Administración Aduanera y
Tributaria -SENIAT-; / Los miembros del personal directivo, académico, docente,
administrativo y de investigación de las universidades nacionales.’ / De acuerdo con la
norma antes trascrita, sólo el catálogo de funcionarios allí descritos están excluidos del
ámbito de la aplicación de la Ley del Estatuto de la Función Pública, no advirtiéndose
mención alguna a los órganos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas. / Por su parte el artículo 40 del Decreto con Fuerza de Ley de los Órganos
de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas anteriormente trascrito, excluye a
los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, de la
aplicación de la Ley del Estatuto de la Función Pública, lo que ciertamente permite apreciar
un conflicto entre normas, por cuanto, ambas regulan de manera diferente e incluso
contradictoria un mismo supuesto de hecho. / La contradicción entre las normas
mencionadas se concreta en que mientras la Ley del Estatuto de la Función Pública define
con precisión cuales funcionarios están excluidos de su ámbito de aplicación, no
mencionando a los funcionarios de los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas, por lo que por argumento en contrario, dichos funcionarios están incluidos
dentro del ámbito de aplicación de la referida ley, el Decreto con Rango y Fuerza de Ley de
los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, por el contrario,
establece que tales funcionarios están excluidos de la Ley del Estatuto de la Función
Pública. / Antes de aplicar las normas relacionadas al conflicto de leyes, estima el Ministerio
Público necesario exponer algunas consideraciones sobre la naturaleza jurídica de los
Órganos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. / El artículo
332, numeral 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece: /
‘Artículo 332. El Ejecutivo Nacional, para mantener y restablecer el orden público, proteger
a los ciudadanos y ciudadanas, hogares y familias, apoyar las decisiones de las
autoridades competentes y asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos
constitucionales, de conformidad con la ley, organizará: / 1. Un cuerpo uniformado de
policía nacional. / 2. Un cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas. / 3.
Un cuerpo de bomberos y bomberas y administración de emergencias de carácter civil. / 4.
Una organización de protección civil y administración de desastres. / Los órganos de
seguridad ciudadana son de carácter civil y respetarán la dignidad y los derechos humanos,
sin discriminación alguna. / La función de los órganos de seguridad ciudadana constituye
una competencia concurrente con los Estados y Municipios en los términos establecidos en
esta Constitución y en la ley.’ / De acuerdo con la propia norma constitucional el Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, es un órgano de seguridad
ciudadana y no de seguridad de Estado. / En consecuencia, los funcionarios del Cuerpo de
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Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, en el Texto Constitucional no están
contemplados como organismo de seguridad del estado, sino como órganos auxiliares de
administración de justicia o cuerpo de seguridad ciudadana. / Siendo así, la seguridad
ciudadana como actividad tendente a mantener y restablecer el orden público, proteger a
los ciudadanos y ciudadanas, hogares y familias, apoyar las decisiones de las autoridades
competentes y asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos constitucionales es
una función propia de la Administración Pública, razón por la cual, el vínculo de
subordinación que se establece con los funcionarios llamados a ejercerla, debe
necesariamente inscribirse dentro de una relación de carácter estatutaria con el
reconocimiento de algunos derechos a los mismos. / Es por ello que el legislador no
excluyó de la aplicación de la Ley del Estatuto de la Función Pública a los funcionarios del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, y de allí que, la
disposición establecida en el Decreto Nº 1.511 de fecha 9 de noviembre de 2001, entre en
contradicción con el artículo 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la Función
Pública, debiendo la Sala Constitucional establecer cuál de estas normas debe prevalecer. /
Para el Ministerio Público, en la resolución del presente conflicto de normas, debe aplicarse
el principio que la ley posterior deroga la anterior, considerando que ambas leyes tienen el
mismo rango, y además que ambas regulan el régimen jurídico aplicable a los funcionarios
públicos, al servicio de los órganos de investigaciones científicas, penales y criminalísticas,
al no haber sido excluidos, de manera expresa, del ámbito de aplicación del artículo 1 de la
Ley del Estatuto de la Función Pública. / Es preciso destacar que el Decreto N° 1.511, con
Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, fue
dictado por el Presidente de la República en Consejo de Ministros, en ejercicio de la
potestad legislativa que le fuera delegada mediante Ley Habilitante N° 4, publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 37.076, de fecha 13 de
noviembre de 2000, mediante la cual la Asamblea Nacional delegó en el Presidente de la
República la potestad de dictar Decretos con Fuerza de Ley en las materias mencionadas
en el artículo 1°, numeral 4, literal b) y el mismo fue publicado en la Gaceta Oficial N° 5.551
de fecha 9 de noviembre de 2001, por su parte, la Ley del Estatuto de la Función Pública,
fue aprobada por la Asamblea Nacional y publicada en la Gaceta Oficial N° 37.522 de
fecha 6 de septiembre de 2002, de manera tal, que se trata de dos normas de rango legal y
aplicando el criterio de ley posterior deroga a la anterior, es evidente que la Ley del
Estatuto de la Función Pública es posterior al Decreto N° 1.511 con Fuerza de Ley, y en
ese sentido, debería prevalecer sobre la anterior. / Conclusión / De conformidad con los
razonamientos anteriormente expuestos, el Ministerio Público considera que en el recurso
de colisión de normas, entre los artículos 40 del Decreto N° 1.511 con Fuerza de Ley de los
Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y 21 de la Ley del
Estatuto de la Función Pública, intentado por el ciudadano Marcos Chavéz, en su carácter
de Director General Nacional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas, debe declararse que no hay colisión entre las normas denunciadas, en
virtud que ambas regulan supuestos de hecho diferentes, sin que exista contradicción entre
ellos. / No obstante lo anterior, el Ministerio Público en ejercicio de su función de garante de
la exacta observancia de la Constitución y las leyes, según lo dispuesto en el artículo 11,
numeral 1 de la Ley Orgánica que rige sus funciones, considera, de oficio, que ha lugar a la
colisión entre el artículo 1, Parágrafo Único de la Ley del Estatuto de la Función Pública y el
artículo 40 del Decreto Nº 1.511 con Fuerza de Ley de los Órganos de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, por cuanto ambos regulan de manera contradictoria
un mismo supuesto de hecho, es decir el régimen jurídico aplicable a los funcionarios de los
Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. / Para la resolución del
conflicto planteado, el Ministerio Público estima que en aplicación del criterio ley posterior
deroga la anterior, debe prevalecer la normativa prevista en la Ley del Estatuto de la
Función Pública y así solicita lo declare esa honorable Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia”.
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TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Derecho a la participación política y soberanía popular.
Referéndum revocatorio de cargos municipales.
Dictamen consignado por el Fiscal General de la República,
mediante Oficio Nº DGAJ-DCCA-2004-11946, de fecha 9 de
marzo de 2004, en relación con el recurso de nulidad que por
motivos de inconstitucionalidad incoaren en fecha 21 de marzo
de 2002, los abogados Juan Carlos Chacin Flores y Leoner
Enrique Chacin Flores, actuando en su carácter de apoderados
judiciales del ciudadano Mario Antonio Urdaneta Inciarte,
Alcalde del Municipio Autónomo Dr. Jesús Enrique Lossada del
Estado Zulia, contra el artículo 69 de la Ley Orgánica de
Régimen Municipal, sancionada en fecha 9 de agosto de l988, y
publicada en Gaceta Oficial de la República de Venezuela N°
4.054, Extraordinario, de fecha 10 de octubre de 1988, siendo
reformada parcialmente en fecha 14 de junio de 1989, y
publicada en Gaceta Oficial de la República de Venezuela, N°
4.109, Extraordinario, de fecha 15 de junio de 1989. (Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia Exp. Nº 02-
0660).
FRAGMENTO
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la sociedad…’ (Exposición de Motivos de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela N° 5.453 de fecha 24 de marzo de 2000). / Ello indica, que el
modelo democrático electivo, participativo y protagónico instaurado en
Venezuela a partir de la entrada en vigencia de la Constitución de 1999,
concibe a la gestión pública y la preservación y fomento del bien común
como un proceso en el cual se establece una comunicación permanente
entre gobernantes y ciudadanos, entre los representantes y sus
representados, lo cual implica una modificación radical, a saber, de raíz, en
la orientación de las relaciones entre el Estado y la sociedad, en la que se
devuelve a esta última su legítimo e innegable protagonismo, a través del
ejercicio de sus derechos políticos fundamentales, enunciados en el
Capítulo IV del Título III de la Carta Magna. / Este proceso que permite la
profundización de la idea de democracia del pueblo venezolano, como
consecuencia del proceso constituyente y de la entrada en vigencia de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se ve además
reforzado en sus propósitos por el marco jurídico internacional, suscrito y
ratificado por la República Bolivariana de Venezuela, en materia de
derechos humanos, y al respecto, cabe citar lo dispuesto en los artículos
21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; XX de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes de Hombre; 25 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 23 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que forman parte del bloque de la
constitucionalidad de acuerdo con el artículo 23 del Texto Fundamental. /
Sobre la base de los principios de Estado democrático y social,
establecidos en el artículo 2 constitucional; y de soberanía, establecido en
el artículo 5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
así como en su Preámbulo, donde se señala como fin supremo ‘establecer
una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y
pluricultural’, surge el principio de participación, el cual informa a la
estructura y la actuación del Estado y sirve como herramienta para
legitimar al poder, así como también hace más funcional el concepto de
soberanía ya que amplía los mecanismos constitucionales para la
adopción de decisiones que interesan a la colectividad que permiten la
incorporación de los grupos sociales que hacen vida en el país. / El
principio de participación política, como se apuntó, es una consecuencia
del nuevo concepto de soberanía subyacente en el Texto Constitucional y
se corresponde con la concepción de Estado Social de Derecho y de
Justicia, concebido por el Constituyente de 1999, como diseño del nuevo
Estado venezolano. / Para el constitucionalista patrio Ricardo Combellas: /
‘…El constituyente se compromete con un modelo de Estado que
conceptualiza como Estado democrático y social de derecho y de justicia.
Se trata de una síntesis en la cual confluyen un conjunto de ideas-fuerza,
que han terminado por cristalizar en el contemporáneo constitucionalismo
democrático. Para su mejor comprensión analicemos separadamente sus
notas definitorias: / a) La nota democrática. En un Estado democrático que
se rige por el principio democrático participativo, con las notas distintivas
señaladas supra. Es de recalcar que el Estado democrático que prescribe
la Constitución no se circunscribe a su fuente de legitimidad, pues además,
por una parte, tiene como presupuesto y obligación el coadyuvar al
establecimiento de una sociedad democrática, y por la otra, debe abrir su
estructura burocrática a la participación ciudadana (vid. artículos 141 y 143
CB).’ (Combellas Ricardo. Derecho Constitucional. Una introducción al
682
estudio de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Ediciones Mc Graw Hill. Caracas. 2001. p.35). / Indudablemente, que la
participación política aparte de ser un principio que informa la estructura y
la actividad del Estado, es además un derecho fundamental reconocido
jurisprudencialmente (Véase sentencia de la Sala Plena de la extinta Corte
Suprema de Justicia del 5 de diciembre de 1996, caso: Ley de División
Político-Territorial del Estado Amazonas) y consagrado en el artículo 62 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual dispone
que ‘…todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar
libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus
representantes elegidos o elegidas’, y por tanto es un derecho susceptible
de tutela judicial en caso de violación o amenaza -provenga del Estado o
de particulares- en su ejercicio, de conformidad con el artículo 26 eiusdem.
/ Se trata de un derecho político, pues considera al individuo en tanto que
miembro de una comunidad política determinada, con miras a tomar parte
en la formación de una decisión pública o de la voluntad de las
instituciones públicas. Se trata, pues, de un derecho del ciudadano como
parte integrante del Estado, diferente de los derechos de libertad que se
exigen frente al Estado y de los derechos sociales y prestacionales. / El
principio de participación influye en otros derechos políticos establecidos
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como los
derechos al sufragio (artículo 63), de petición (artículo 51), de acceso a
cargos públicos (artículo 62), de asociación política (artículo 67), de
manifestación (artículo 68), y a ser informados oportuna y verazmente por
la Administración Pública (artículo 143), así como también opera en
derechos sociales, como el derecho a la salud (Artículo 84); derechos
educativos (Artículo 102) y derechos ambientales (Artículo 127, primer
aparte). / Si bien, participar en los asuntos públicos no es igual a decidir en
los mismos, tal derecho implica, necesariamente, la apertura de vías que
permitan al ciudadano o ciudadana, de manera activa y responsable
involucrarse en la toma de decisiones que abarquen las materias de
especial trascendencia. / La democracia, como forma de gobierno en la
que el poder político es ejercido por el pueblo, permite la concurrencia de
mecanismos para la toma de las decisiones que involucren al colectivo. /
Para la realización del principio de soberanía popular inherente a la
democracia, ésta se vale de mecanismos en los cuales los ciudadanos
expresan directamente su voluntad (democracia participativa y
protagónica), así como de otros, en los que dicha voluntad es expresada a
través de representantes (democracia representativa). / Así, el encabezado
del artículo 62 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
establece que ‘todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de
participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de
sus representantes elegidos o elegidas’, de lo que se desprende que la
participación puede ser en un sentido directo o en un sentido indirecto. /
Desde esta perspectiva la democracia participativa no se opone a la
democracia representativa, por el contrario, aquélla no implica sino el
perfeccionamiento o complemento de ésta, a través de la creación de
distintos y eficaces medios de participación en lo político, en lo económico,
en lo social, en lo cultural, etc., de tal manera que la responsabilidad de la
conducción de la vida nacional, estadal o local, no sólo sea exclusiva de
los representantes o de la Administración, sino también de todos quienes
integran la comunidad política afectada por la regulación o decisión. /
Dentro de esta idea de democracia, en la que los mecanismos directos y
683
representativos son necesarios, el artículo 70 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, establece algunos medios de
participación política, como la elección de cargos públicos, el referendo, la
consulta popular, la revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa,
constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de
ciudadanos ‘cuyas decisiones serán vinculantes’. / Basado en las
reflexiones anteriormente expuestas, pasa el Ministerio Público a analizar
las denuncias de inconstitucionalidad propuestas por el recurrente y a tales
efectos advierte. / La Ley Orgánica de Régimen Municipal se dictó bajo la
vigencia de la Constitución de 1961, desarrollándose por ende bajo sus
postulados. En consonancia con lo anterior, el Texto Fundamental de 1961
propugnaba una forma de gobierno fundamentalmente representativo, por
lo que la actuación del pueblo se limitaba a la mera elección de los
funcionarios del gobierno; se entendía que la soberanía la ejercía el pueblo
mediante el sufragio y el esquema representativo servía de base para el
otorgamiento de la autonomía plena de los representantes, ante la
ausencia de mecanismos de partición del electorado. En consonancia con
el sistema de gobierno formulado por la Carta Magna de 1961, la Ley
Orgánica de Régimen Municipal estableció en su artículo 69, de manera
precursora, un mecanismo de referendo para revocar el mandato de los
alcaldes, una vez improbada su memoria y cuenta por la cámara municipal
con la mayoría calificada de las tres cuartas (3/4) partes de sus
integrantes. / De manera que, bajo el imperio de la otrora Constitución de
1961, la iniciativa para la realización de un referendo debía partir en
principio, del concejo o cabildo y no del electorado, en consonancia con el
sistema de gobierno representativo que disponía. Además, conforme esta
disposición era posible que en un mismo período de mandato se
produjeran varias convocatorias a referendo, ya que la norma sólo hacía
referencia a su procedencia cada vez que se improbara la memoria y
cuenta de la gestión anual del alcalde. Finalmente, cabe agregar, que no
establecía el número de electores que se requerían para la revocatoria del
mandato del alcalde, lo cual suponía sólo la exigencia de mayoría simple. /
Tal concepción de control de la gestión gubernamental, bajo el predominio
del principio representativo, sería parcialmente reemplazada con la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, la cual en
su artículo 6, propugna al gobierno de las entidades políticas que
componen a la República como democrático, participativo, electivo,
descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos
revocables. / Esta democracia participativa permite a los electores una
efectiva participación y protagonismo político permanente mediante
múltiples medios, tales como: el referendo, la consulta popular, la
revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y
constituyente, el cabildo abierto, asamblea de ciudadanos y otras formas
de participación en lo social y económico. De esta forma, según el principio
de participación política y gestión pública, hay materias con respecto a las
cuales los electores no necesitan representantes para actuar en el ejercicio
de los Poderes Públicos, sino que pueden hacerlo por sí mismos, tal y
como sucede con las que son objeto del referéndum, medio a través del
cual se puede disponer, entre otras, de la abrogación de las leyes o de su
promulgación, de la revocación de los cargos y magistraturas de elección
popular, conformándose como medio de participación ciudadana para
delinear la gestión del Estado. / De esta manera, tenemos que
particularmente el artículo 72 de la Carta Magna constitucionaliza la figura
684
del referendo popular para la revocatoria del mandato de todos los cargos
y magistraturas de elección popular, como es el caso de los alcaldes,
sentando, a su vez, las condiciones para su procedencia, cabe destacar
que la norma constitucional citada es del tenor siguiente. / ‘Artículo 72.
Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. /
Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o
funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o
electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la
convocatoria de un referéndum, para revocar su mandato. / Cuando igual o
mayor número de electores o electoras que eligieron al funcionario o
funcionaria hubieren votado a favor de la revocación, siempre que haya
concurrido al referendo un número de electores o electoras igual o superior
al veinticinco por ciento de los electores o electoras inscritos o inscritas, se
considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la
falta absoluta conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley. / La
revocación del mandato para los cuerpos colegiados se realizará de
acuerdo con lo que establezca la ley. / Durante el período para el cual fue
elegido el funcionario o funcionaria no podrá hacerse más de una solicitud
de revocación de su mandato.’ / Según la disposición constitucional
trascrita, los requisitos de procedencia para el referéndum revocatorio son
los siguientes: / 1. Que se trate de cargos y magistraturas de elección
popular, como es el caso de los alcaldes, de conformidad con el artículo
174 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / 2. Que
haya transcurrido la mitad del período para el cual fue electo el funcionario.
/ 3. Que un número no menor del veinte por ciento (20%) de los electores
inscritos en la correspondiente circunscripción soliciten la convocatoria del
referendo revocatorio. / 4. Que en la oportunidad de celebrarse el
referendo revocatorio igual o mayor número de electores que eligieron al
funcionario voten a favor de la revocatoria de su mandato. / 5. Que
concurra al referendo un número de electores igual o superior al veinticinco
por ciento de los electores inscritos. / 6. Durante el período para el cual fue
elegido el funcionario no podrá hacerse más de una solicitud de revocación
de su mandato. / Como se observa, la figura del referéndum revocatorio
delineada por la vigente Carta Magna, contempla requisitos de
procedencia que no son más que una manifestación del principio de
participación política y gestión pública al cual hemos hecho referencia, por
lo que cabe hacer la obligatoria diferenciación con los previstos en la Ley
Orgánica de Régimen Municipal, la cual se emitió fundamentándose en
una forma de gobierno representativo, que colocaba en manos del Concejo
o Cabildo la convocatoria al referéndum, en franca contradicción con lo hoy
dispuesto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
que le otorga dicha iniciativa al electorado, bajo el predominio de la
participación popular protagónica. / Asimismo, el texto legal orgánico en
referencia autoriza la realización de varias convocatorias a referéndum
revocatorio, toda vez que supedita dicha posibilidad a la oportunidad en la
cual el Concejo o Cabildo impruebe la memoria y cuenta de la gestión
anual del Alcalde, lo cual se puede producir hasta tres veces, a partir
incluso del primer año de mandato del jefe del ejecutivo municipal. Dicha
norma, a todas luces, contraviene lo dispuesto por el actual Texto
Constitucional que establece categóricamente en primer lugar, que durante
el período para el cual fue electo el funcionario no podrá hacerse más de
una solicitud de revocatoria de su mandato y en segundo lugar, exige para
su procedencia que haya transcurrido la mitad del período para el cual fue
685
electo. / Finalmente, mientras la Ley Orgánica en referencia exige mayoría
simple de votantes para que se pueda producir la revocatoria del mandato
del Alcalde, contrariamente, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela requiere que igual o un mayor número de electores que
eligieron al funcionario hubieren votado a favor de la revocatoria, siempre
que haya concurrido al referendo un número de electores igual o superior
al veinticinco por ciento (25%) de los inscritos, de forma tal que se exige un
número representativo de votos. / Como se observa, estamos entonces en
presencia de la inconstitucionalidad sobrevenida del artículo 69 de la Ley
Orgánica de Régimen Municipal, toda vez que dicha norma fue dictada
bajo los principios y postulados establecidos por la derogada Constitución
de 1961 y no se encuentra en consonancia con la democracia participativa
que propugna la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
por lo que, el artículo 69 de dicha Ley está comprendido dentro de la
disposición derogatoria única del Texto Fundamental, que establece la
vigencia del resto del ordenamiento jurídico en todo lo que no contradiga la
Constitución. En consecuencia, el artículo 69 de la Ley en referencia
contraviene lo dispuesto en el artículo 72 de la Carta Magna, por lo que se
encuentra viciado de nulidad absoluta por inconstitucionalidad. /
Conclusión / En atención a los fundamentos antes expuestos, el Ministerio
Público considera que el recurso de nulidad por motivos de
inconstitucionalidad, intentado por los abogados Juan Carlos Chacin Flores
y Leoner Enrique Chacin Flores, actuando en su carácter de apoderados
judiciales del ciudadano Mario Antonio Urdaneta Inciarte, contra el artículo
69 de la Ley Orgánica de Régimen Municipal debe ser declarado con
lugar, y así solicito respetuosamente lo declare esa honorable Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia”.
686
CRBV art:141
CRBV art:143
CRBV art:166
CRBV art:168
CRBV art:174
CRBV art:182
CRBV art:184
CRBV art:185
CRBV art:204
CRBV art:211
CRBV art:253
CRBV art:270
CRBV art:279
CRBV art:295
CRBV art:299
CRBV art:326
LOCSJ art:116
LORM art:69
DIMP Nº DGAJ-DCCA-2004-11946
09-03-2004
DUDH art:21
DADDH art:20
LACADH art:23
LAPIDCP art:25
SCSJSPL 05-12-1996
SCSJSPA 19-01-1999
DESC ALCALDES
DESC ASAMBLEA CONSTITUYENTE
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC ESTADO AMAZONAS
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC MUNICIPIOS
DESC NULIDAD
DESC PARTICIPACIÓN POLÍTICA
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC REFERENDUM
DESC SOBERANIA
DESC SUFRAGIO
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
687
251
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Atribuciones constitucionales del Poder Público Nacional y del
Poder Público Estadal. Usurpación de funciones.
Dictamen consignado por el Fiscal General de la República,
mediante Oficio Nº DGAJ-DCCA-2004-13582, de fecha 16 de
marzo de 2004, en relación con el recurso de nulidad ejercido
conjuntamente con acción de amparo constitucional por el
abogado José Moronta, en su carácter de apoderado judicial de
la ciudadana Elizabeth Margarita Zambrano Trujillo, contra los
artículos 60 al 67 de la Ley de Policía del Estado Carabobo,
sancionada por la extinta Asamblea Legislativa del mencionado
Estado, en fecha 11 de noviembre de 1976, publicada en la
Gaceta Oficial del Estado Carabobo, Extraordinario N° 172, de
fecha 24 de enero de 1977. (Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia Exp. Nº 01-1391).
FRAGMENTO
DESC AMPARO
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC ASAMBLEAS LEGISLATIVAS
DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
DESC DERECHO CIVIL
DESC ESTADO CARABOBO
DESC INTERDICTO
DESC LEYES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC POLICIA
DESC POSESION
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
691
252
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Derecho a la igualdad previsto en el artículo 21 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Dictamen consignado por el Fiscal General de la República,
mediante Oficio Nº DGAJ-DCCA-2004-13581, de fecha 16 de
marzo de 2004, en el recurso de nulidad por razones de
inconstitucionalidad intentado por el ciudadano Adolfo José
López Fernández, contra el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, sancionado por el extinto Congreso
Nacional en fecha 5 de diciembre de l985, y publicado en la
Gaceta Oficial Nº 3.694 Extraordinario, de fecha 22 de enero de
1986, siendo reformado parcialmente por el extinto órgano
legislativo, reformas que fueron publicadas en las Gacetas
Oficiales números 3.694 y 4.209 Extraordinarios, de fechas 13
de marzo de 1987 y 18 de septiembre de 1990, respectivamente.
(Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia Exp. Nº
00-2726).
FRAGMENTO
693
por haberse consumado la perención en dicho recurso, de conformidad
con el artículo 86 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, y
así solicita el Ministerio Público sea declarado. / Ahora bien, aun cuando,
de los autos se evidencia que el accionante no cumplió con las cargas
procesales para demostrar la actualidad de su interés procesal y por ende
la vigencia de su pretensión, lo que hace que opere la perención de la
instancia, el Ministerio Público considera que la materia que dio origen a la
presente causa es de evidente orden público, por cuanto encierra valores
supremos del ordenamiento jurídico, como son la igualdad, la justicia, la
prohibición de la discriminación, según lo establecido en el artículo 2 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que esta
Institución debe defender y resguardar, según lo dispuesto en los artículos
7, 19, 23 y 285 eiusdem. / En consecuencia, el Ministerio Público, de oficio,
expone a continuación su criterio sobre la inconstitucionalidad de la norma
del artículo 324 del Código de Procedimiento Civil para que sea resuelta a
través de una decisión de fondo. / El presente recurso de nulidad se
circunscribe a analizar si efectivamente, el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, referido a la legitimación especial que deben cumplir
los abogados para ejercer el recurso extraordinario de casación, viola los
artículos 21, 26, 253 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. / Al respecto, es preciso hacer las siguientes
consideraciones con respecto a este recurso extraordinario: / El Título VIII
del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil regula todo lo relativo
al procedimiento del recurso extraordinario de casación en materia civil,
cuya finalidad ha sido concebida principalmente, como un medio de control
de la recta aplicación de la ley, y para mantener la unidad del derecho
objetivo y la uniformidad de la jurisprudencia. / Se trata efectivamente de
un recurso extraordinario de impugnación de sentencias de última o única
instancia que se encuentren viciadas por los motivos expresamente
previstos en la ley procesal, buscando con ello evitar que dichas
sentencias alcancen la autoridad de cosa juzgada. Por ende, esta
institución procesal podría comprenderse como prácticamente una
demanda de nulidad contra el fallo viciado de última instancia, y es por ello
que, aunado a su complejidad y los efectos anulatorios que persigue, el
legislador estableció la importancia de que dicho recurso sea interpuesto
por abogados competentes que posean determinada pericia y
conocimientos sobre la materia. / En efecto, el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, cuya nulidad se solicita, dispone los requisitos que
deben llenar los abogados para poder formalizar y contestar el recurso de
casación, así como para intervenir en los actos de réplica y de
contrarréplica, lo que pone de manifiesto la intención del legislador de
considerar imprescindible que este recurso sea interpuesto por abogados
que gocen de una verdadera noción, entendimiento y práctica del derecho.
/ Ahora bien, en el derogado Código de Procedimiento Civil de 1916, no
existía una norma que impusiera una serie de requisitos a los abogados
para poder formalizar el recurso de casación. De hecho, en el artículo 441
del Código derogado, se establecía que el apoderado ya constituido en el
pleito no necesitaría un nuevo poder para anunciar o formalizar dicho
recurso, ni para cualquier otro acto relativo al mismo. / De esta forma, el
mandato conferido al apoderado judicial en la causa, era válido para
representar a su cliente en todas las instancias del proceso, lo que se
traducía en que no había que otorgar un nuevo poder ni una autorización
especial para intervenir en todos los actos relacionados con el recurso
694
extraordinario de casación. Para tratadistas como Arminio Borjas, esta
posición simplificaba el procedimiento, evitaba gastos y guardaba relación
con los demás textos que para esa época regían la materia de casación,
‘…especialmente con la disposición que declara obligatorio hacer el
anuncio del recurso ante el tribunal que dictó la sentencia accionada,
dentro del breve término de diez días, y la que permite presentar ante esa
misma autoridad judicial el escrito de formalización del recurso. Ello no
sería a veces posible, o fácil por lo menos, si fuese indispensable, como lo
exigen otras legislaciones, conferir un poder especial al abogado o
procurador que hubiese de interponer y gestionar el recurso. (Borjas,
Arminio. Comentarios al Código de Procedimiento Civil Venezolano, Tomo
IV, Ediciones Sales, Caracas, 1964, p. 236) / No obstante, algunos
doctrinarios ya empezaban a asomar la posibilidad de un cambio de
criterio sobre los abogados en casación, por considerar que la redacción
del escrito de formalización, así como su contestación, suponía poner a
prueba la experiencia, la técnica y la sabiduría de estos profesionales. /
Una posición intermedia sobre este tema la sostuvo el destacado
procesalista Humberto Cuenca, quien consideraba que a pesar de que en
nuestro país para ese entonces la sola condición de abogado bastaba para
ejercer el recurso de casación ante la Suprema Corte, -a diferencia de
otros países donde ser abogado en casación constituía un nivel más
elevado del ejercicio común de la profesión e incluso se había creado una
casta privilegiada-, sin embargo, al mismo tiempo sostenía que ‘…somos
opuestos a semejante discriminación en Venezuela, entre abogados de
instancia y abogados de casación (…). Se ha sugerido un certificado que
habilite para actuar en casación mediante condiciones especiales, como
algún tiempo de práctica profesional o exámenes sobre la materia, pues se
observa cierta deficiencia en cuanto a la técnica del recurso,
especialmente entre los abogados jóvenes.’ (Cuenca, Humberto. Curso de
Casación Civil, Tomo II, Facultad de Derecho, Universidad Central de
Venezuela, Caracas, 1963, p. 174). / Pues bien, es a partir de la
promulgación del Código de Procedimiento Civil de 1987 que se incorpora
esta nueva norma contenida en el artículo 324. Al respecto, en la
Exposición de Motivos de dicho código se justificó la inclusión de ese
cambio de posición con relación a los requisitos que debían ahora cumplir
los abogados para actuar en casación, de la siguiente manera: / ‘…Se ha
establecido, en obsequio de la categoría jurídica y fines de este recurso,
condiciones especiales en los abogados encargados de su tramitación.
Esto obedece a la idea general de mantener en el más elevado plan sus
consecuencias y al respeto, distancia y decoro que se debe al más alto
Tribunal de la República, así como al sano principio y presunción de que si
la Constitución Nacional ha exigido condiciones especiales a sus
miembros, también debe exigirlas la ley a quienes de él se valen. Esto
persigue elevar, en el futuro, la calidad de las opiniones acerca de la
interpretación del Derecho Positivo, y no choca con nuestros principios de
igualdad y fraternidad.’ (Congreso de la República, Comisión Legislativa.
Exposición de Motivos y Proyecto de Código de Procedimiento Civil,
Imprenta del Congreso de la República, Caracas, 1984, p. 31) / La mayoría
de la doctrina, desde un principio, se mostró conteste con esta nueva
posición que se asumía en la reforma del Código de Procedimiento Civil.
En este sentido, cabe citar la posición del procesalista José Román Duque
Sánchez quien afirmaba la importancia de la nueva norma, basada en que
para la formalización del recurso de casación se requiere una técnica que
695
no es posible adquirir en los tribunales de instancia, además de sostener
que los abogados podían ser buenos litigantes ante los tribunales de
mérito, pero malos recurrentes en el Supremo Tribunal de Casación.
(Duque Sánchez, José Román. El Recurso de Casación. La nueva
Casación Civil Venezolana, Editorial Jurídica Alba, Caracas, 1987, p. 41) /
Incluso, la Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia,
en el año 1991, interpretó el artículo 324 del Código de Procedimiento Civil
de forma más restrictiva, realizando un cambio de jurisprudencia, pues
antes se permitía que los abogados que no llenaban los requisitos
señalados en la mencionada norma, actuaran ante la Corte Suprema de
Justicia, en defensa de los derechos de sus representados, haciéndose
asistir de otros abogados que sí cumplían dichos requisitos para poder
efectuar las actuaciones ante el Alto Tribunal. De esta forma, la Sala de
Casación Civil señaló: / ‘…Si bien la Sala pudiera haber aceptado esta
situación, en otras oportunidades, sin embargo, penetrada de serias dudas
acerca de la legalidad de tal actuación, decide modificar su doctrina, en lo
atinente a no aceptar formalizaciones e impugnaciones ni como realizados
los actos de réplica y contrarréplica, si en los mismos aparece actuando el
apoderado judicial de cualquiera de las partes, asistido, a su vez, por un
profesional del Derecho que sí esté habilitado para actuar ante esta Corte.
/ (…) En estos casos, a falta de la habilitación requerida por la normativa
procesal, conviene que la misma parte se haga representar o asistir por
abogados que si llenen los requisitos del artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, pero nunca que el apoderado judicial que la ha
representado en la instancia, actúe ante la Corte asistido de un profesional
del Derecho que sí tenga especial capacidad de postulación. / Es por ello
que, a partir de esta fecha, en casos como éstos la Corte tendrá como no
presentado el escrito de formalización o de impugnación o como no
realizados los actos de réplica o contrarréplica, declarando, en el primer
supuesto, perecido el recurso de casación.’ (Sentencia de la Sala de
Casación Civil del 11 de noviembre de 1991, con ponencia del Magistrado
Dr. Aníbal Rueda, en el juicio de Erasmo Herminio Herrera Hernández y
otra contra Jorge Alberto Araque Dávila y otra, en el Expediente N° 91-
266. Pierre Tapia, Oscar. Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia,
año XVIII, Editorial Pierre Tapia, S.R.L., Caracas, 1991, p. 315). / Sin
embargo, a pesar de la posición sentada por la Sala de Casación Civil, y
de una gran parte de la doctrina a favor de la norma objeto de la presente
impugnación, otro sector criticó las exigencias de los requisitos para poder
litigar en casación, por considerar que se trata de una discriminación
injustificada. Al respecto, el doctrinario patrio José Román Duque Sánchez
expresaba que incluso se ha llegado a afirmar que ‘un abogado de muchos
años de ejercicio no siempre es más competente ni conocedor del
derecho, que el abogado de pocos años, pero estudioso y preocupado’, lo
que él consideraba que podría ser cierto en determinados casos, pero que
a los primeros los amparaba una presunción que habría la necesidad de
desvirtuar. (Ob. cit., p. 42). / Ahora bien, independientemente de las
distintas opiniones que se pueden apreciar a favor o en contra de la norma
objeto de impugnación, es imprescindible destacar que todas las citadas
por esta Institución que represento, se hicieron bajo la vigencia de la
Constitución de 1961. / Por lo tanto, se hace necesaria la revisión del
artículo 324 del Código de Procedimiento Civil a la luz de los preceptos de
la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. / Lo
anterior, es motivado a que la mayoría de la doctrina nacional, consideraba
696
que dicha norma no constituía una violación al derecho de igualdad y, por
lo tanto, no era discriminatoria, al amparo de las normas establecidas en la
Constitución de 1961 derogada. Al respecto, Ricardo Henríquez La Roche
expresaba: / ‘…Se ha considerado si esta norma es inconstitucional por
desconocer el principio de igualdad que debe haber entre las personas,
particularmente entre las que gozan del mismo título de abogados. La
respuesta a esta duda está en el sentido que debe dársele al concepto de
igualdad ante la ley. El argumento de inconstitucionalidad no tiene, a
nuestro modo de ver, fundamento válido: no se debe confundir la igualdad
esencial del hombre y del ciudadano -que es la protegida por el artículo 61
de la Constitución- con la igualdad existencial (igualitarismo), ni preterir las
exigencias periciales que requiere el artículo 82 de la Carta Fundamental.
Ésta se atiene a esa igualdad radical del hombre cuando censura sólo las
discriminaciones fundadas en causas concernientes a la dignidad humana:
la raza, el sexo, el credo, la condición social. Luego, diferencias
impositivas fundadas en razones distintas, justificadas en el debido uso
que debe dársele a un medio judicial, no afectan el principio constitucional
de la igualdad ciudadana...’ (Henriquez La Roche, Ricardo. Código de
Procedimiento Civil, Tomo II, Centro de Estudios Jurídicos del Zulia,
Caracas, 1995, p. 602). / En efecto, la Constitución de 1961 se limitaba a
establecer el derecho a la igualdad, sólo desde el punto de vista de
prohibirse toda discriminación basada en la raza, el sexo, el credo y la
condición social. De igual forma, dicho Texto Fundamental incluía el
artículo 82, el cual también se tomaba en cuenta para justificar la norma
objeto de la presente impugnación, y el cual era del tenor siguiente: /
‘Artículo 82. La ley determinará las profesiones que requieren título y las
condiciones que deben cumplirse para ejercerlas. / Es obligatoria la
colegiación para el ejercicio de aquellas profesiones universitarias que
señale la ley.’ / Sin embargo, con la entrada en vigencia de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, se hace necesario contrastar el
artículo 324 del Código de Procedimiento Civil con la norma que ahora
contempla el principio de igualdad, para así poder concluir si dicho artículo
es o no inconstitucional; ello en virtud de lo dispuesto en el artículo 7 del
Texto Fundamental, mediante el cual se establece la supremacía del
mismo al expresar que: / ‘Artículo 7. La Constitución es la norma suprema
y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los
órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución.’
Este carácter de norma fundamental o lex superior que se le otorga a la
Constitución, es lo que le asegura, en palabras del maestro español
Eduardo García de Enterría, una ‘…preeminencia jerárquica sobre todas
las demás normas del ordenamiento, producto de los poderes constituidos
por la Constitución misma, obra del superior poder constituyente. Esas
demás normas sólo serán válidas si no contradicen, no ya sólo el sistema
formal de producción de las mismas que la Constitución establece, sino, y
sobre todo, el cuadro de valores y de limitaciones del poder que en la
Constitución se expresa’. (García de Enterria, Eduardo. La Constitución
como norma y el Tribunal Constitucional, Civitas Ediciones, Madrid, 1985,
p. 50). / De lo expuesto, se infiere que una de las consecuencias lógicas
de la promulgación de una nueva Constitución, es la imposición de que
toda norma que colida con la misma, deberá ser reformada con atención a
los valores y principios en ella establecidos o, en todo caso, deberá ser
declarada su nulidad por inconstitucionalidad por el Máximo Tribunal de la
República. / Esta es la razón por la que, y siguiendo al maestro García de
697
Enterria, ‘…la supremacía de la Constitución sobre todas las normas y su
carácter central en la construcción y en la validez del ordenamiento en su
conjunto, obligan a interpretar éste en cualquier momento de su aplicación
(...) en el sentido que resulta de los principios y reglas constitucionales,
tanto los generales como los específicos referentes a la materia de que se
trate.’ (García de Enterria, Eduardo, Ob. Cit., p. 95). / Con relación al caso
subiúdice, el Ministerio Público estima necesario, previo a cualquier
pronunciamiento, analizar la forma en que es concebido dentro de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el principio de
igualdad, denunciado por el recurrente como vulnerado por el artículo 324
del Código de Procedimiento Civil. Al respecto, el artículo 21 del Texto
Fundamental expresa: / ‘Artículo 21. Todas las personas son iguales ante
la ley; en consecuencia: / 1. No se permitirán discriminaciones fundadas
en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general,
tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades
de toda persona. / 2. La ley garantizará las condiciones jurídicas y
administrativas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva;
adoptará medidas positivas a favor de personas o grupos que puedan ser
discriminados, marginados o vulnerables; protegerá especialmente a
aquellas personas que por alguna de las condiciones antes especificadas,
se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta y sancionará los
abusos o maltratos que contra ellas se cometan... (Omissis)’ / De la norma
constitucional anteriormente trascrita, se colige que existe una diferencia
entre la actual concepción del principio de igualdad, en comparación con la
que se establecía en el artículo 61 de la Constitución derogada, puesto
que no sólo se limita a prohibir la discriminación que tenga como base la
raza, el credo, el sexo o la condición social, sino que también incluye
cualquier situación que pueda anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos o libertades
inherentes a las personas. / Como lo consagra la propia Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela en su artículo 2 y lo recoge la
doctrina, efectivamente la igualdad es entendida como un valor superior
del ordenamiento jurídico que, incluso sirve de soporte al desarrollo de los
derechos humanos. Es por ello que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en su artículo 21 anteriormente transcrito,
‘impone a la ley la exigencia de garantizar las condiciones jurídicas y
administrativas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva. Se
puede hablar, entonces, del principio de igualdad en la ley, es decir la
obligación legal y reglamentaria de dar trato igual a personas en la misma
situación, distinto del principio de igualdad en la aplicación de la ley, de
acuerdo a lo cual los aplicadores de la ley deben velar por la efectiva
igualdad de trato a las personas, tal como lo garantiza la ley.’ (Combellas,
Ricardo, Derecho Constitucional. Una introducción al estudio de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, McGraw-Hill
Interamericana de Venezuela, Caracas, 2001, p. 71). / Sin lugar a dudas,
el tratamiento que recibe este valor de la igualdad y sus implicaciones,
debe estar referido a cada caso concreto y ser, por lo tanto, estudiado de
forma cuidadosa, ya que la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela proclama en su artículo 2 al Estado como democrático y social
de Derecho y Justicia, propugnando a la igualdad como uno de los valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación. / Es por ello que
si una norma contempla algún tipo de discriminación, ésta deberá estar
698
razonablemente justificada. / Al respecto, la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia ha expresado: / ‘...Nuestro ordenamiento
constitucional acogió (...) el derecho de igualdad (artículo 21), conforme al
cual, todos los ciudadanos deben considerarse iguales ante la ley. En
desarrollo de este último derecho existe, igualmente, un principio de
igualdad procesal, que si bien no tiene carácter absoluto, y por tanto, es
relativo a la condición que la ley determina para un mismo grupo de
individuos (Cuenca, Humberto. Derecho Procesal Civil, Tomo I), sólo
puede regularse diferenciadamente por el Legislador de forma justificada,
excepcional y restringida para no violentar la igualdad que debe regir como
principio fundamental...’. (Sentencia Nº 2935 del 28 de noviembre de
2002). / De igual forma, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, estableció las condiciones para que una situación no sea
interpretada como una violación a la cláusula de igualdad establecida en el
artículo 21 del Texto Fundamental, en los siguientes términos: / ‘...observa
esta Sala que el derecho subjetivo a la igualdad y a la no discriminación,
es entendido como la obligación de los Poderes Públicos de tratar de igual
forma a quienes se encuentren en análogas o similares situaciones de
hecho, es decir, que este derecho supone, en principio, que todos los
ciudadanos gocen del derecho a ser tratados por la ley de forma igualitaria,
y se prohíbe por tanto, la discriminación. / Ahora bien, no todo trato
desigual es discriminatorio, sólo lo será el que no esté basado en causas
objetivas y razonables, pero el Legislador puede introducir diferencias de
trato cuando no sean arbitrarias, esto es, cuando estén justificadas por la
situación real de los individuos o grupos, es por ello, que el derecho a la
igualdad sólo se viola cuando se trata desigualmente a los iguales, en
consecuencia, lo constitucionalmente prohibido es el trato desigual frente a
situaciones idénticas. / Como conclusión de lo antes expuesto, esta Sala
considera necesario señalar, que la cláusula de igualdad ante la ley, no
prohíbe que se le confiera un trato desigual a un ciudadano o grupo de
ciudadanos, siempre y cuando se den las siguientes condiciones: a) que
los ciudadanos o colectivos se encuentren real y efectivamente en distintas
situaciones de hecho; b) que el trato desigual persiga una finalidad
específica; c) que la finalidad buscada sea razonable, es decir, que la
misma sea admisible desde la perspectiva de los derechos y principio
constitucionales; y d) que la relación sea proporcionada, es decir, que la
consecuencia jurídica que constituye el trato desigual no guarde una
absoluta desproporción con las circunstancias de hecho y la finalidad que
la justifica. Si concurren las condiciones antes señaladas, el trato desigual
será admisible y por ello constitutivo de una diferenciación
constitucionalmente legítima...’. (Sentencia Nº 1197 del 17 de octubre de
2000). / Para el Ministerio Público, antes de determinarse si una norma del
ordenamiento jurídico crea situaciones inconstitucionales de desigualdad,
ha de tenerse cuidado en establecer con claridad que el trato diferente
para situaciones también diversas, debe fundarse necesariamente en
motivos razonables que justifiquen la diferencia, con el objeto de no
eliminar de plano la igualdad por una apreciación exagerada de
características distintas que no sean suficientes para enervar la siempre
preponderante equiparación entre seres sustancialmente iguales. / De la
misma forma, dicho tratamiento legal desigual tendrá siempre como límite
a este principio de no discriminación establecido en nuestra Constitución.
Con relación a lo anterior, la doctrina constitucional ha elaborado el
concepto de ‘juicio de razonabilidad’, que se desprende de la interpretación
699
judicial del valor de la igualdad, en virtud de lo cual, como lo destaca el
tratadista español Enrique Álvarez Conde: ‘ya no se trata de demostrar que
el ordenamiento jurídico conlleva unas consecuencias jurídicas diferentes
para dos o más personas, sino que el problema consiste en justificar que
esas consecuencias son distintas por ser ello razonable, lo cual plantea la
cuestión de la desigualdad en los supuestos de hecho, la desigualdad en
las consecuencias jurídicas y la relación de proporcionalidad que debe
existir entre los medios empleados y la finalidad perseguida.’ (Combellas,
Ricardo, Ob. Cit., p. 70). / En virtud de lo anteriormente expuesto, es
indispensable estudiar los motivos bajo los cuales se redactó el artículo
324 del Código de Procedimiento Civil, a los fines de determinar si
efectivamente dicha norma, considerada como discriminatoria por el
recurrente, ha sido razonablemente justificada y, si por lo tanto, no pudiese
considerarse contraria al artículo 21 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. / Tal como ha sido expuesto anteriormente, la
Exposición de Motivos del Código de Procedimiento Civil, justificó el
establecimiento de las condiciones especiales que se les imponen a los
abogados en la norma impugnada, basándose en la categoría jurídica y los
fines que persigue el recurso de casación. De igual forma, el Legislador
argumentó acerca del respeto y decoro que se debe a ese Tribunal
Supremo de Justicia, por considerarse éste como el más alto de la
República, buscándose como finalidad ‘elevar, en el futuro, la calidad de
las opiniones acerca de la interpretación del Derecho Positivo’. / De lo
anterior puede entenderse que básicamente existen dos motivos
principales por los cuales se redactó la norma impugnada: 1) Por la
categoría que representa el Máximo Tribunal y los Magistrados que lo
componen; y 2) Por el carácter extraordinario del propio recurso de
casación y las consecuencias que él mismo comporta. / En lo que respecta
al primer motivo, debe destacarse que actualmente el Tribunal Supremo de
Justicia mantiene el mismo criterio, al señalar que el artículo 324 del
Código de Procedimiento Civil: / ‘...tiene justificación en la importancia y
complejidad de los asuntos que se someten a la consideración del Máximo
Tribunal de la República, a quien corresponde velar por la integridad de la
ley y la uniformidad de la jurisprudencia...’. (Sentencia Nº 339 de la Sala de
Casación Civil del 31 de octubre de 2000). / El Ministerio Público comparte
la posición de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia,
en torno al elevado grado de importancia y el lugar que ocupa el Tribunal
Supremo de Justicia, no sólo como máximo órgano de dirección, de
gobierno y de administración del Poder Judicial en la República Bolivariana
de Venezuela, sino también por su papel de vigilante de la integridad de la
ley y la uniformidad de la jurisprudencia. / Ahora bien, para el Ministerio
Público, el argumento de la majestad del Tribunal Supremo de Justicia y la
investidura de los honorables Magistrados, presenta cierta inconsistencia,
habida cuenta que ante el Máximo Tribunal de la República, se ejercen
acciones de naturaleza diversas, pero de igual grado de importancia y
complejidad que incluso, en el caso de la Sala Constitucional, constituyen
escenarios para interpretaciones vinculantes de la propia Carta Magna,
verbigracia las acciones de amparo constitucional, los recursos
extraordinarios de interpretación constitucional, recursos de colisión legal,
recursos de inconstitucionalidad por omisión legislativa, entre otros, sin
que se exija a los abogados, otro requisito adicional que el de haber
obtenido el título respectivo y estar inscrito en el Instituto de Previsión
Social del Abogado, así como en el respectivo Colegio Profesional. /
700
Aunado a lo anterior, hay que resaltar que en muchas de las acciones que
anteriormente se enunciaron, se debaten cuestiones de capital importancia
para la entrada en vigencia plena de las normas legales que han de
desarrollar el diseño previsto por el Constituyente en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, como lo es el caso de la acción de
inconstitucionalidad por omisión legislativa que ha llevado al Tribunal
Supremo de Justicia a resolver situaciones trascendentales para el país,
como fue la reciente designación de los rectores del Consejo Nacional
Electoral. / En consecuencia, en criterio del Ministerio Público no es
suficiente para justificar la norma del artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, el argumento acerca de la majestad del Tribunal
Supremo de Justicia y la investidura de los honorables Magistrados que lo
integran, que permita un trato distinto a los abogados que accionan en
áreas del derecho, distintas de la casación civil. / En lo que respecta al
segundo motivo, esto es, la naturaleza extraordinaria del recurso de
casación, ello en razón de su complejidad y los fines anulatorios que
persigue, debe destacarse que, con la entrada en vigencia de la nueva
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la consiguiente
creación de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, han
surgido nuevos mecanismos de impugnación y de acción ante el Máximo
Tribunal de la República, que también tienen naturaleza de recurso
extraordinario sin que para su ejercicio se exija a los abogados, requisitos
adicionales como los establecidos en el cuestionado artículo 324 del
Código de Procedimiento Civil. / A mayor abundamiento, quiere el
Ministerio Público indicar que recursos tales como el de interpretación
constitucional (artículo 335 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela), el de inconstitucionalidad por omisión legislativa (artículo
336, numeral 7 eiusdem) y la potestad extraordinaria de revisión de
sentencias definitivamente firmes (artículo 336, numeral 10 de la Carta
Magna), también adolecen del carácter de recurso extraordinario, en virtud
de la gran importancia que generan las consecuencias que comportan,
cuando son declarados con lugar. / A manera de ejemplo, el Ministerio
Público considera relevante, argumentar lo referente a la potestad
extraordinaria de revisión de sentencias definitivamente firmes, la cual se
encuentra establecida en el numeral 10 del artículo 336 del Texto
Constitucional, en los siguientes términos: / ‘Artículo 336. Son atribuciones
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia: / (…omissis…)
/ 10. Revisar las sentencias definitivamente firmes de amparo
constitucional y de control de constitucionalidad de leyes o normas
jurídicas dictadas por los Tribunales de la República, en los términos
establecidos por la ley orgánica respectiva. (…omissis…)’. / La Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, ha establecido y
desarrollado este medio extraordinario hasta tanto se dicte la Ley Orgánica
respectiva, a través de su jurisprudencia interpretativa, tal como es el caso
de las sentencias de fecha 20 de enero de 2000 (caso: ‘Emery Mata
Millán’) y de fecha 6 de febrero de 2001 (caso: ‘Corpoturismo’). En ésta
última decisión, la Sala Constitucional expresó: / ‘...es incuestionable la
potestad discrecional y extraordinaria de esta Sala para revisar aquéllas
sentencias específicamente establecidas en el numeral 10 del artículo 336
de la Constitución, es decir, las sentencias definitivamente firmes de
amparo constitucional y de control de la constitucionalidad de normas
jurídicas dictadas por los tribunales de la República (…/…) esta Sala
posee la potestad de revisar, en forma extraordinaria y excepcional, y
701
dentro de los límites antes indicados, las decisiones definitivamente firmes
de amparo constitucional y de control de la constitucionalidad de normas
jurídicas dictadas tanto por los demás tribunales de la República, como por
las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia (.../…)Sólo de manera
extraordinaria, excepcional, restringida y discrecional, esta Sala posee la
potestad de revisar lo siguiente: / 1. Las sentencias definitivamente firmes
de amparo constitucional de cualquier carácter, dictadas por las demás
Salas del Tribunal Supremo de Justicia y por cualquier juzgado o tribunal
del país. / 2. Las sentencias definitivamente firmes de control expreso de
constitucionalidad de leyes o normas jurídicas por los tribunales de la
República o las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia. / 3. Las
sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás
Salas de este tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país
apartándose u obviando expresa o tácitamente alguna interpretación de la
Constitución contenida en alguna sentencia dictada por esta Sala con
anterioridad al fallo impugnado, realizando un errado control de
constitucionalidad al aplicar indebidamente la norma constitucional. / Las
sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás
Salas de este tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país que
de manera evidente hayan incurrido, según el criterio de la Sala, en un
error grotesco en cuanto a la interpretación de la Constitución o que
sencillamente hayan obviado por completo la interpretación de la norma
constitucional. En estos casos hay también un errado control
constitucional...’. / De lo anterior se desprende la relevancia que comporta
la potestad extraordinaria de revisión de sentencias que le ha sido
otorgada a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, por la
propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual,
contiene ciertas semejanzas con el recurso de casación. / En efecto, y aun
cuando ha quedado establecido en varias sentencias, que la Sala
Constitucional no se encuentra en la obligación de pronunciarse sobre
todos y cada uno de los fallos que son remitidos para su revisión, como si
ocurre con el recurso de casación que no es potestativo de las respectivas
Salas conocer o no del mismo, los fines que persigue el primero son los
mismos que el segundo: la revisión, corrección o posible anulación de
sentencias definitivamente firmes. / Con lo anterior, quiere el Ministerio
Público significar que, existiendo en la Sala Constitucional la potestad
extraordinaria de revisar e incluso anular las sentencias a las que se
refiere el numeral 10 del artículo 336 del Texto Fundamental, entre ellas,
las dictadas por las otras Salas que integran el más alto Tribunal de la
República y en los términos dispuestos por su jurisprudencia interpretativa,
se observa que para presentar el recurso que permite a la Sala
Constitucional, el ejercicio de tal potestad, no se exige a los abogados,
cumplir con una serie de requisitos, como si ocurre con el recurso de
casación en materia civil, aun cuando a pesar de las diferencias que se
presentan entre ambos, persiguen las mismas consecuencias. / Por otra
parte, estima el Ministerio Público que es mayor la incongruencia, en torno
al artículo 324 del Código de Procedimiento Civil, si se toma en
consideración que para el ejercicio del recurso de casación, en materia
penal, no se exige otro requisito adicional, que el haber sido parte en el
proceso penal como defensor, fiscal, querellante privado o acusador
privado. / Lo anteriormente expuesto, permite afirmar que a juicio del
Ministerio Público, los requisitos establecidos para el ejercicio del recurso
extraordinario de casación en materia civil, se traducen en una
702
discriminación en contra de los abogados, ya que, habiendo cumplido por
igual los requisitos que se han establecido para poder ejercer su profesión,
cuentan con el acceso para poder litigar ante el Tribunal Supremo de
Justicia, en lo que respecta a todos los recursos, demandas y acciones,
con la única excepción del recurso de casación en materia civil. / Por otra
parte, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, contempla
el artículo 105, el cual concuerda con el 82 de la Constitución derogada, y
expresa que: / ‘Artículo 105. La ley determinará las profesiones que
requieren título y las condiciones que deben cumplirse para ejercerlas,
incluyendo la colegiación.’ / Sin embargo, el Ministerio Público considera
necesario acotar, que la norma transcrita en el caso concreto que se
estudia, debe interpretarse como el establecimiento del régimen de las
profesiones, siendo que cuando se menciona que la ley determinará las
condiciones que deberán cumplirse para ejercer las distintas profesiones,
en el caso de los abogados, se entiende que se refiere a los requisitos que
éstos profesionales deberán llenar para poder efectuar la práctica de su
profesión, como sería, el registro del título expedido por la respectiva
Universidad, la inscripción en el Colegio de Abogados que les corresponda
y en el Instituto de Previsión Social del Abogado. / Lo que no puede
pretenderse es utilizar dicha norma para justificar la imposición de
requisitos diferentes, para que los abogados puedan ejercer un
determinado recurso sólo ante un determinado tribunal, como es el caso
del recurso extraordinario de casación, en materia civil, ante el Tribunal
Supremo de Justicia. / Ahora bien, como ya ha sido establecido, debe
tomarse en cuenta el rango jerárquico que posee la Constitución de la
República de Venezuela, dentro de la cual se ha propugnado además,
como uno de los valores superiores del ordenamiento jurídico y de la
actuación de todos los Poderes Públicos que la integran, a la igualdad,
valor que es desarrollado en el artículo 21 constitucional -cuyo contenido
es más amplio que el dispuesto en el artículo 61 de la Constitución
derogada-, al prohibir la discriminación en los términos por él expuesto. /
Siendo la igualdad un valor de rango constitucional, así como un derecho
subjetivo, el trato desigual se considera la excepción que sólo puede ser
considerada constitucional cuando concurran las circunstancias
establecidas por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y
que ya fueron citadas anteriormente. En virtud de ello, ‘ninguna norma
subordinada -y todas lo son para la Constitución- podrá desconocer ese
cuadro de valores básicos y todas deberán interpretarse en el sentido de
hacer posible con su aplicación el servicio, precisamente, a dichos
valores.’ (García de Enterria, Eduardo, Ob. Cit., p. 98). / También ha
quedado determinado que las razones que fundamentaron la redacción del
artículo 324 del Código de Procedimiento Civil, no se consideran contestes
con los principios y valores del Texto Constitucional vigente, además de
señalarse que los requisitos para el ejercicio de la profesión de los
abogados, no se han creado para su actuación ante el Tribunal Supremo
de Justicia, sino sólo para el recurso de casación. / Aunado a lo anterior,
se ha expresado lo relativo al fundamento de lo extraordinario de dicho
recurso por los fines anulatorios que persigue, el cual el Ministerio Público
tampoco considera suficiente, ya que como se indicó, existen actualmente
otros recursos que se pueden intentar ante la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia y aunque tienen la misma consecuencia
procesal, no se han establecido condiciones especiales para que los
abogados puedan ejercerlos. / Sin embargo, esta Institución comparte el
703
criterio de que los abogados deben tener cierta técnica y conocimientos
jurídicos para poder formalizar el recurso de casación, pero tales
exigencias no deberían traducirse en una norma que en la actualidad se
presenta como discriminatoria por los motivos ya expuestos, sino que tal
técnica y conocimientos deben ser objeto de revisión sólo en cuanto al
cumplimiento de ciertas formalidades en la preparación del escrito de
formalización, las cuales se encuentran consagradas en el artículo 317 del
Código de Procedimiento Civil. / Con relación a lo anterior, cabe señalar
que dicho Código de Procedimiento Civil contempla una sanción procesal
para aquellos escritos que carezcan de una adecuada técnica casacional.
Sobre este aspecto la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia, ha indicado lo siguiente: / ‘... no hay posibilidad jurídica para la
Sala de declarar la inadmisibilidad de un escrito de formalización, ya que
no existe en nuestra ley adjetiva civil, la previsión acerca de no admitir un
escrito de formalización de un recurso de casación por falta de debida
técnica. / Lo viable sería sentenciar al recurso de casación perecido por
falta de técnica, a tenor de lo dispuesto en el artículo 325 del Código de
Procedimiento Civil, el cual preceptúa: / ‘Se declarará perecido el recurso,
sin entrar a decidirlo, cuando la formalización no se presente en el lapso
señalado en el artículo 317, o no llene los requisitos exigidos en el mismo
artículo...’. (Sentencia Nº 457 del 16 de noviembre de 2000). / En virtud de
todo lo expuesto, el Ministerio Público considera que la norma impugnada
contraría lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, además de no justificarse en la actualidad el
trato discriminatorio que representa para los abogados en el ejercicio de su
profesión, por lo que considera que el artículo 324 del Código de
Procedimiento Civil, debe ser declarado inconstitucional por esa honorable
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. / Conclusión / Por los
fundamentos antes expuestos, el Ministerio Público considera que en el
recurso de nulidad por inconstitucionalidad intentado por el abogado Adolfo
José López Fernández, en contra de la norma contenida en el artículo 324
del Código de Procedimiento Civil, debe declararse la perención de la
instancia, en virtud del tiempo transcurrido sin actividad procesal por parte
del accionante, a tenor de lo dispuesto en el artículo 86 de la Ley Orgánica
de la Corte Suprema de Justicia. / Ahora bien, como quiera que el asunto
de fondo del presente recurso comporta materia de orden público
constitucional, el Ministerio Público, en ejercicio de las atribuciones
consagradas en los numerales 1 y 2 del artículo 285 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el artículo
333 eiusdem y de acuerdo a lo preceptuado en el artículo 11, numeral 1 de
la Ley Orgánica del Ministerio Público considera que el artículo 324 del
Código de Procedimiento Civil, es inconstitucional por ser contrario a lo
establecido en los artículos 21 y 26 de la Carta Magna y así solicito lo
declare, de oficio, esta honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia”.
704
CRBV art:61
CRBV art:82
CRBV art:105
CRBV art:253
CRBV art:257
CRBV art:285
CRBV art:285-1
CRBV art:285-2
CRBV art:333
CRBV art:335
CRBV art:336-7
CRBV art:336-10
CR art:61
CR art:82
LOCSJ art:86
LOCSJ art:116
CPC art:317
CPC art:324
LOMP art:11-1
DIMP Nº DGAJ-DCCA-2004-13581
16-03-2004
STSJ Nº 1197
17-10-2000
STSJ 20-01-2000
STSJSCC 31-10-2000
STSJ Nº 457
16-11-2000
STSJSCO 06-02-2001
STSJ 28-11-2002
SCSJSCC 11-11-1991
DESC ABOGADOS
DESC CASACION
DESC CODIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL
DESC DISCRIMINACION
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC IGUALDAD
DESC JUSTICIA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC OMISION LEGISLATIVA
DESC ORDEN PUBLICO
DESC PERENCION
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC SENTENCIAS
DESC TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
705
253
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJA
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Inconstitucionalidad por omisión legislativa.
Dictamen consignado por el Fiscal General de la República,
mediante Oficio Nº DGAJ-DCCA-2004-22989, de fecha 26 de
abril de 2004, en relación con la acción de inconstitucionalidad
por omisión legislativa, incoada por los abogados María Elena
Rodríguez y Marino Alvarado, actuando en su carácter de
apoderados judiciales de la Organización Programa Venezolano
de Educación Acción en Derechos Humanos -PROVEA-, contra
la Asamblea Nacional por haber promulgado la Ley Orgánica
del Sistema de Seguridad Social, publicada en la Gaceta Oficial
de la República Bolivariana de Venezuela en fecha 30 de
diciembre de 2002, sin contemplar el régimen de transitoriedad
que regule los porcentajes correspondientes a las cotizaciones
de patronos y trabajadores por concepto de contribución
especial al Régimen Prestacional de Empleo. (Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, Exp. Nº 03-
1100).
FRAGMENTO
706
cumplimiento de esta Constitución, o las haya dictado en forma
incompleta; y establecer el plazo y, de ser necesario, los lineamientos de
su corrección’. / Esta Institución referida a la acción de inconstitucionalidad
por omisión legislativa, tiene su origen en el sistema yugoslavo y
portugués, y posteriormente se desarrolló en países como Argentina,
Costa Rica, Brasil, Hungría y Angola; tesis doctrinaria que fue acogida por
el Constituyente venezolano de 1999. / El objeto de esta acción es verificar
los casos en los cuales no se han emitido las leyes o actos ejecutivos
requeridos para hacer que las normas constitucionales sean plenamente
aplicables, de manera que, pudiera evitarse, que se continúen presentando
situaciones similares a la ocurrida, durante casi treinta años, con la
legislación en materia de amparo constitucional, que a pesar de haber sido
regulada en el artículo 49 de la derogada Constitución de la República de
Venezuela de 1961, no fue desarrollada legislativamente. / A través de la
norma supra señalada, se consagra por primera vez en el derecho
venezolano, la institución de la declaratoria de inconstitucionalidad de la
omisión en que incurra el Poder Legislativo cuando no ha dictado las
normas o medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de la
Constitución. / En efecto, la citada norma le atribuye directa e
inequívocamente a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, la competencia para el conocimiento de la acción de
inconstitucionalidad por omisión, determinando ella, la inconstitucionalidad,
por la inactividad en que haya incurrido algún órgano del Poder Legislativo
al no adecuar su conducta, en absoluto o parcialmente, al cumplimiento de
la obligación de dictar una norma o una medida indispensable para
garantizar el cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. / Desde el punto de vista de la doctrina las omisiones se
clasifican en: absolutas y relativas. / Las omisiones absolutas se presentan
cuando falta cualquier disposición de desarrollo legislativo de las normas
constitucionales; mientras que las omisiones relativas del legislador, se
producen cuando existe el desarrollo legislativo de la norma constitucional
pero en forma parcial o incompleta; es decir, cuando se regulan sólo
algunos supuestos de hecho o situaciones. / Esta clasificación dada por la
doctrina, se puede verificar a través de los requisitos para la procedencia
de la declaratoria de inconstitucionalidad por omisión legislativa y los
efectos de la sentencia que se produzca o que declare la omisión, los
cuales son: / 1) Cuando haya dejado de dictar normas o medidas
indispensables para garantizar el cumplimiento de la Constitución. / 2)
Cuando las normas o medidas se hayan dictado en forma incompleta. /
Cabe resaltar que, sobre este tema, apenas se han establecido algunos
lineamientos básicos en sentencia emanada de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 9 de julio de 2002, caso: Alfonso
Albornoz Niño y Gloria de Vicentini, con ponencia del Magistrado Jesús
Eduardo Cabrera, en la cual además de hacer un análisis sobre la doctrina
extranjera relacionada con esta acción, se estableció que la misma puede
ser considerada como una subespecie, de reciente creación, de la acción
popular de inconstitucionalidad, por lo que cualquier persona, natural o
jurídica, posee legitimación para ejercerla, como se desprende del ejercicio
de una acción popular de inconstitucionalidad. / En este orden de ideas,
refiere el tratadista Fernández Segado, que para la determinación de la
existencia de la omisión inconstitucional, los extremos a ponderar serán la
trascendencia de la mediación legislativa conectada con el elemento
temporal, parámetros decisivos para precisar la razonabilidad del tiempo
707
por el que se prolonga la inacción legislativa. / Señala el citado autor, que
de este modo es como puede entenderse que la mera realización
normativa de un mandato constitucional abstracto engendra simplemente
un ‘incumplimiento de las exigencias constitucionales’, que no obstante ser
criticable, no es suficiente para convertirla en omisión legislativa
inconstitucional, calidad a la que arribará, cuando dejara de ser ‘razonable’
la inercia admitida hasta ese momento como discrecional del legislador.
(Fernández Segado, Francisco. Los nuevos retos del Estado social para la
protección jurisdiccional de los derechos fundamentales”, Año XXXII, N°
8545, Rep. Arg; 25 de julio de 1994, p.4). / En criterio del Ministerio Público
y de acuerdo con lo planteado, la sola violación de un mandato
constitucional abstracto, no es suficiente para comprobar la omisión
legislativa inconstitucional, para ello es necesario tomar en cuenta el
criterio de la razonabilidad del tiempo transcurrido. / En consecuencia, el
elemento temporal cobra fuerza a la hora de determinar la existencia de
una omisión legislativa inconstitucional. Este argumento no sólo se
desprende de la posición adoptada por la doctrina reconocida, sino
además, de la Exposición de Motivos de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, cuando establece que la inconstitucionalidad
por omisión se producirá ‘por la falta de desarrollo por parte del Poder
Legislativo, durante un tiempo excesivamente largo, de aquellas normas
constitucionales de obligatorio y concreto desarrollo, de forma tal que
impida su eficaz aplicación…’. / Adicionalmente, cabe destacar que el
artículo 336, numeral 7, del Texto Constitucional, sólo establece como
condición para declarar la inconstitucionalidad por omisión legislativa, que
el órgano del Poder Legislativo que se trate, haya dejado de dictar normas
o medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de la
Constitución, o las haya dictado en forma incompleta. / Con fundamento en
lo expuesto, advierte el Ministerio Público que son dos los elementos
definitorios de la omisión legislativa inconstitucional, el primero, el aspecto
temporal; es decir, el margen de tiempo durante el cual se ha mantenido la
omisión del legislador, y en segundo lugar, el requisito según el cual, las
normas omitidas deben ser indispensables para garantizar el cumplimiento
de la Constitución. / Con relación al primer aspecto, es preciso distinguir
dos escenarios, uno, cuando estamos frente a una disposición
constitucional que contempla un mandato abstracto al legislador, en el cual
no se prevé un lapso determinado dentro del cual dicho órgano debe
cumplir con su obligación de dictar la ley. / En el primer supuesto, ante la
ausencia de un plazo determinado, debe considerarse un plazo razonable
para que el legislador cumpla con su obligación, atendiendo a criterios,
tales como el fallo estructural del sistema, la cantidad de trabajo, la
necesidad de la ley, su dificultad de estudio, e incluso, la etapa dentro del
proceso de elaboración en que se encuentra. Atendiendo a todas estas
circunstancias, el órgano jurisdiccional decidirá si está frente a una omisión
legislativa inconstitucional o si el lapso transcurrido es razonable y por
ende, no se está en presencia de una omisión legislativa inconstitucional. /
En el segundo supuesto, cuando se trata de un mandato concreto, el
tiempo razonable es determinado por el Constituyente; es decir, es éste el
que decide cuál es el plazo que se le concede al órgano legislativo para
dictar una ley o norma. Fuera de dicho lapso, se entiende que el legislador
ha excedido el tiempo razonable de omisión y en consecuencia, se está
frente a una omisión legislativa inconstitucional. / Ahora bien, en el caso
particular, el Ministerio Público, advierte que el legislador dictó la Ley
708
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, en virtud del mandato
constitucional previsto en el artículo 86 del Texto Fundamental, el cual es
del tenor siguiente: / ‘Artículo 86.- Toda persona tiene derecho a la
seguridad social como servicio público de carácter no lucrativo, que
garantice la salud y asegure protección en contingencias de maternidad,
paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas,
discapacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de
empleo, desempleo, vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas
de la vida familiar y cualquier otra circunstancia de previsión social. El
Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de este derecho,
creando un sistema de seguridad social universal, integral, de
financiamiento solidario, unitario, eficiente, y participativo, de
contribuciones directas o indirectas. La ausencia de capacidad
contributiva no será motivo para excluir a las personas de su protección.
Los recursos financieros de la seguridad social no podrán ser destinados a
otros fines. Las cotizaciones obligatorias que realicen los trabajadores y las
trabajadoras para cubrir los servicios médicos y asistenciales y demás
beneficios de la seguridad social podrán ser administrados sólo con fines
sociales bajo la rectoría del Estado. Los remanentes netos del capital
destinado a la salud, la educación y la seguridad social se acumularán a
los fines de su distribución y contribución en esos servicios. El sistema de
seguridad social será regulado por una ley orgánica especial.’ / Como
puede observarse, el mandato constitucional fue cumplido por el legislador
al haber dictado la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social, dentro
de un lapso razonable, a pesar de no habérsele establecido un plazo
expreso; es decir, estamos frente a una disposición constitucional que
contempla un mandato abstracto al legislador, en el cual no se prevé un
lapso determinado dentro del cual dicho órgano debía cumplir con su
obligación de dictar la ley. / En cuanto al argumento del recurrente, que el
legislador desarrolló la norma constitucional, pero en forma incompleta, por
cuanto al derogar en el artículo 138 de la Ley Orgánica del Sistema de
Seguridad Social, el Decreto con Rango y Fuerza de Ley que Regula el
Subsistema de Paro Forzoso y Capacitación Laboral, no estableció el
régimen de transitoriedad que regulara los porcentajes correspondientes a
las cotizaciones de patronos y trabajadores por concepto de contribución
especial al Régimen Prestacional de Empleo; el Ministerio Público advierte
que el legislador nacional consagró el régimen de transitoriedad que regula
los porcentajes correspondientes a las cotizaciones de patronos y
trabajadores por concepto de contribución especial al Régimen
Prestacional de Empleo, en el artículo 132 de la Ley Orgánica del Sistema
de Seguridad Social, cuyo texto es del tenor siguiente: / ‘Artículo 132.-
Hasta tanto se aprueben las leyes de los regímenes prestacionales, el
cálculo de las cotizaciones del Seguro Social Obligatorio se hará tomando
como referencia los ingresos mensuales que devengue el afiliado, hasta un
límite máximo equivalente a cinco (5) salarios mínimos urbanos vigentes,
unidad de medida que se aplicará a las cotizaciones establecidas en la Ley
del Seguro Social. / Esta disposición deroga lo establecido en el artículo
674 de la Ley Orgánica del Trabajo en lo que al cálculo de las
contribuciones y cotizaciones de la seguridad social se refiere.’ / Del
contenido de la norma trascrita, se observa que el legislador consagro un
nuevo tope salarial para la base contributiva que deberá tenerse en cuenta
para el cálculo de las cotizaciones y retenciones que deban efectuarse
dentro del sistema de seguridad social, y, en tal sentido, dispone que hasta
709
tanto se aprueben las leyes de los regímenes prestacionales, el cálculo de
las cotizaciones del Seguro Social Obligatorio se hará tomando como
referencia los ingresos mensuales que devengue el afiliado, hasta un límite
máximo equivalente a cinco salarios mínimos urbanos vigentes, unidad de
medida que se aplicará a las cotizaciones establecidas en la Ley del
Seguro Social. / La referida norma derogó expresamente la disposición
contenida en el artículo 674 de la Ley Orgánica del Trabajo, que fijaba
temporalmente como unidad de medida, en sustitución de cada unidad de
salario mínimo, la cantidad de quince mil bolívares (Bs. 15.000,00) a los
fines del cálculo de las contribuciones, garantías, sanciones pecuniarias o
cualquier otra estipulación prevista en cualquier instrumento legal distinto a
la mencionada Ley. / La disposición contenida en el artículo 132 de la Ley
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, comporta dos (2)
consecuencias, a saber: / (a) La primera, que las cotizaciones a la
seguridad social deberán hacerse con base en el ‘ingreso mensual’ del
trabajador, término éste mucho más amplio que el de ‘salario’ utilizado por
la antigua Ley del Seguro Social, y el de ‘salario normal’ mencionado en el
parágrafo cuarto del artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo. / (b) La
segunda consecuencia, es que el tope salarial para el cálculo de las
contribuciones debidas a la seguridad social será ahora de un millón
doscientos treinta y cinco mil quinientos veinte bolívares (Bs.
1.235.520,00) mensuales, en lugar de cuatrocientos cincuenta mil
bolívares (Bs. 450.000,00) mensuales cantidad que venía utilizando a esos
fines el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Esta suma de un
millón doscientos treinta y cinco mil quinientos veinte bolívares (Bs.
1.235.520,00) es el equivalente a cinco (5) salarios mínimos urbanos
vigentes, que fueron establecidos mediante decreto ejecutivo en la
cantidad de doscientos cuarenta y siete mil ciento cuatro bolívares (Bs.
247.104,00). / Al ser una ley de contenido social las disposiciones de la
Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social tienen aplicación inmediata,
por lo que la cotización en referencia tiene vigencia plena desde la fecha
en que dicha ley entró en vigor. En ese sentido, las empresas
contribuyentes deberán retener a sus trabajadores las cotizaciones que se
causen a partir de enero de 2003 inclusive, y hacer sus propios aportes,
con base en el artículo 132 de la mencionada ley. / Cabe destacar, que de
conformidad con el artículo 116 de la Ley Orgánica del Sistema de
Seguridad Social, la base contributiva para el cálculo de las cotizaciones
tendrá como límite inferior el monto del salario mínimo urbano -que
actualmente asciende a la suma de doscientos cuarenta y siete mil ciento
cuatro bolívares (Bs. 247.104,00)- y como límite superior diez (10) salarios
mínimos urbanos, es lo cierto que ese tope de diez (10) salarios mínimos
no podrá aplicarse hasta tanto no sean dictadas las leyes que regulen
cada uno de los regímenes prestacionales previstos en la mencionada ley.
/ Ello en razón de lo establecido en el artículo 132 de la Ley Orgánica del
Sistema de Seguridad Social que dispone que hasta tanto no sean
aprobadas las Leyes de los Regímenes Prestacionales de Salud, Previsión
Social, Vivienda y Hábitat, el cálculo de las cotizaciones del seguro social
obligatorio se hará tomando como referencia los ingresos mensuales que
devengue el afiliado, hasta un límite máximo equivalente a cinco salarios
mínimos urbanos vigentes, lo que actualmente equivale a la cantidad de un
millón doscientos treinta y cinco mil quinientos veinte bolívares (Bs.
1.235.520,00). / Así, en definitiva, hasta tanto no sean sancionadas las
referidas leyes, la base de cálculo de dichas cotizaciones deberá
710
efectuarse de conformidad con lo establecido en el artículo 132 de la Ley
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, esto es, tomando como
referencia los ingresos mensuales que devengue el afiliado, hasta un límite
máximo equivalente a cinco salarios mínimos urbanos vigentes. Por lo
tanto, estima el Ministerio Público que el régimen transitorio que regula las
tasas de cotización para patronos y trabajadores, y la base imponible para
el cálculo de las contribuciones al Régimen Prestacional de Empleo,
denunciado por los accionantes como omitido, fue contemplado por la
Asamblea Nacional en el artículo 132, razón por la cual, en criterio del
Ministerio Público, lo procedente y ajustado a derecho es declarar no ha
lugar, la acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa. / Conclusión
/ Por los razonamientos anteriormente expuestos el Ministerio Público
considera que la acción de inconstitucionalidad por omisión legislativa
ejercida por los abogados María Elena Rodríguez y Marino Alvarado,
actuando en su carácter de apoderados judiciales de la Organización
Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos -
PROVEA-, contra la Asamblea Nacional por haber promulgado la Ley
Orgánica del Sistema de Seguridad Social, publicada en la Gaceta Oficial
N° 37.600, de fecha 31 de diciembre de 2002, , sin contemplar un régimen
de transitoriedad que regule los porcentajes correspondientes a las
cotizaciones de patronos y trabajadores por concepto de contribución
especial al Régimen Prestacional de Empleo, debe ser declarada
improcedente por esa honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia”.
711
254
TDOC Dictamen
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Reserva legal.
Dictamen consignados por el Fiscal General de la República
mediante Oficio N° DGAJ-DCCA-2004-047488 de fecha 22-7-
2004, en el recurso de nulidad parcial por razones de
inconstitucionalidad e ilegalidad ejercido conjuntamente con
acción de amparo constitucional, por los abogados Evelyn Del
Valle Ramírez Brito y Carlos Valdivia Sánchez, en su carácter de
apoderados judiciales de los ciudadanos Nicolás Castellanos
Gómez, Maribel Martínez Cruz y Omaira María Sánchez Ramírez,
contra el artículo 180 y las Disposiciones Transitorias Séptima,
Octava y Novena de la Constitución del Estado Táchira,
publicada en la Gaceta Oficial del Estado Táchira N° 764
Extraordinario de fecha 2 de febrero de 2001, y reimpresa en la
Gaceta Oficial del mismo Estado N° 778 Extraordinario, del 9 de
febrero de 2001. (Exp. Nº 2003-998).
FRAGMENTO
713
ausente en otros supuestos. Por tanto, la prohibición a los Estados para ejercer su poder
constitucional a organizarse territorialmente debe encontrar rápido fin’. / Con base en los
argumentos expuestos, advierte el Ministerio Público que el Consejo Legislativo del Estado
Táchira estaba impedido de establecer, en la Constitución de ese estado, normas relativas
al Régimen Municipal por cuanto hasta la presente fecha la Asamblea Nacional no ha
dictado las normas correspondientes al nuevo régimen municipal, por lo cual, en criterio del
Ministerio Público, las normas impugnadas están viciadas de inconstitucionalidad por
usurpación de funciones. / Por otra parte, estima el Ministerio Público necesario emitir
pronunciamiento acerca de las atribuciones que conforme al impugnado artículo 180 se le
atribuyen al Alcalde o Alcaldesa de los Municipios de ese estado, específicamente en lo
atinente a la de coordinar y velar por el correcto manejo de los libros de registro civil en su
jurisdicción. Igualmente, es necesario a los efectos del presente análisis, traer a colación lo
establecido en la disposición transitoria séptima, impugnada, según la cual, ‘Hasta tanto el
Consejo Nacional no asuma la función del Registro Civil y no se dicte la legislación nacional
que desarrolle lo relativo a esta materia para el cumplimiento del mandato constitucional ...
los bienes y recursos presupuestarios y de personal al servicio de las Prefecturas de
Municipios y de Parroquias serán transferidos por el Ejecutivo Estadal a las Alcaldías. (...)’ /
Sobre el particular, observa el Ministerio Público que la norma impugnada establece
regulaciones relativas al registro civil, que son competencia del Poder Nacional,
específicamente del Poder Electoral, lo que incluso es reconocido por la norma
cuestionada, pero de manera inexplicable establece un régimen transitorio, sin que el
Constituyente le haya conferido tal atribución. No obstante lo anterior, es necesario afirmar
que los Alcaldes, de acuerdo con lo previsto en el artículo 174 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, fungen de primera autoridad civil, lo que les facultaría
para llevar los libros del registro civil, según lo previsto en el Código Civil. / En este orden
de ideas, advierte el Ministerio Público que con relación al registro civil, efectivamente la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, introdujo cambios profundos y
significativos al establecer en los artículos 292 y 293, numeral 7, que dentro de la
competencia del Poder Electoral está, la de mantener, organizar, dirigir y supervisar el
Registro Civil y Electoral, para lo cual se crea una Comisión de Registro Civil y Electoral. /
Sin embargo, y en lo atinente a la competencia de los Alcaldes en materia de los libros de
registro civil, esta honorable Sala Constitucional, a través de la Sentencia Nº 2.651 de fecha
2 de octubre de 2003, con ponencia del Magistrado Antonio J. García García, con ocasión
de dos recursos de interpretación acumulados de oficio, uno interpuesto por el abogado
Ricardo Delgado, sobre la interpretación del artículo 174 del Texto Fundamental, y otro
interpuesto, por los abogados Ramón Crassus, Jesús Alberto Díaz y otros, sobre la
interpretación de los artículos 174, 292 y 293, numeral 7, eiusdem. En dicha sentencia
la Sala interpretó las disposiciones constitucionales sobre el Registro Civil y Electoral, en
los siguientes términos: / ‘…Así, si la Constitución se refirió a un Registro Civil y Electoral,
cuando bien pudo decir sólo Electoral si hubiera pretendido mantener el régimen previo, la
razón debió ser la convicción acerca de la necesidad de unir, en uno solo, ambos registros,
y dejar en el pasado la dualidad. Esa solución además, encuentra acogida en diversos
ordenamientos y se justifica por razones indiscutibles, que guardan relación con la
necesidad de transparencia de las elecciones…(omissis). Lo esencial, para respetar la
norma suprema, es que sea el Poder Electoral, a través de su Comisión de Registro Civil y
Electoral, el que centralice y controle ese Registro, el cual deberá ser único (…omissis...) /
Por lo expuesto, esta Sala enumera las siguientes conclusiones, para dar respuestas a las
interrogantes de los recurrentes: / 1 .A partir de la Constitución de 1999, el Registro Civil y
Electoral, como registro único, es competencia del Poder Electoral, a través de la Comisión
de Registro Civil y Electoral, a tenor de lo dispuesto en sus artículos 292 y 293, numeral 7. /
2.Ahora bien, sin eliminar esa atribución, reconocida de manera expresa por el Texto
Fundamental, que no la concede a ningún otro órgano, el legislador puede válidamente
regular la manera como se llevará efectivamente ese Registro, es decir, la forma como se
harán los asientos correspondientes a los diferentes aspectos de relevancia sobre el estado
de las personas. / 3. Para ello, bien puede mantener el sistema tradicional o instaurar uno
nuevo. Actualmente ha escogido lo primero, según se ha indicado, por lo que los libros del
Registro Civil corresponde llevarlos a la primera autoridad civil de los Municipios, quien
deberá actuar de conformidad con el Código Civil y la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente. / 4. Como la primera autoridad civil de un Municipio es el Alcalde,
de acuerdo con el artículo 174 de la Constitución, es él quien debe llevar los registros
correspondientes, y ya no los Prefectos ni Jefes Civiles, antiguas primeras autoridades de
Municipios y parroquias. Ello, sin perjuicio de las reglas para casos especiales que fijó el
Código Civil. / 5. Esa primera autoridad civil de los municipios, si bien anteriormente tenía el
control total del Registro Civil, ahora debe actuar sólo como colaborador con el órgano que
constitucionalmente tiene el poder de centralización del Registro: la Comisión de Registro
714
Civil y Electoral, por lo que debe atenerse a lo que, al respecto, dispone la Ley Orgánica del
Poder Electoral. / 6. En consecuencia, los Estados, quienes los llevaban por medio de
Prefectos y Jefes Civiles el Registro Civil, deben entregar los Libros respectivos –aquéllos
que regula el Código Civil- a los Alcaldes, quienes, en lo sucesivo, actuarán de la manera
como antes los hacían Prefectos y Jefes Civiles. Ello no excluye, según lo indicado, la
competencia para que otros funcionarios, en los casos expresamente ordenados por la ley,
lleven libros especiales, tales como los de matrimonios en Concejos Municipales o ante
otros funcionarios habilitados para presenciar esos actos. En todo caso, todos esos Libros
pasan a ser centralizados por el Poder Electoral, y no deben ser entregados a los Registros
Principales, pues las disposiciones al respecto se encuentran derogadas por la
Constitución. / 7. Está parcialmente derogado el artículo 447 del Código Civil, en lo que se
refiere al establecimiento de un poder a cargo de los Concejos Municipales respecto del
control de los libros de nacimientos, matrimonios y defunciones. De esta manera, no son
los Concejos Municipales los que entregarán ahora a los Alcaldes los Libros respectivos.
Además, esos Libros no necesitan ir firmados por el Presidente del Concejo Municipal, que
no es otro que el propio Alcalde. En la actualidad los libros deben provenir de la Comisión
de Registro Civil y Electoral y estar firmados por su Director. Por supuesto, ello no incluye
el caso de los libros que ya están iniciados, preparados conforme a la normativa previa. / 8.
Los Alcaldes, recibidos los actuales Libros-que les entregarán los Estados, una vez
recuperados de Prefectos y Jefes Civiles-, deberán de inmediato poner en conocimiento a
la Comisión de Registro Civil y Electoral de toda la información contenida en ellos. Esa
información deberá ser procesada por la referida Comisión y mantenerse continuamente
actualizada, de manera de que no haya disparidad entre la información que reposa en
los Libros que llevan los Alcaldes y la que mantiene la Comisión de Registro Civil y
Electoral.’. / En consecuencia, del fallo al cual se ha hecho referencia, se observa que la
Sala Constitucional de ese Máximo Tribunal de la República, aun cuando expresamente se
pronuncia sobre la solicitud de interpretación de la Disposición Transitoria Cuarta, numeral
7, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, resolvió lo denunciado por
los recurrentes, en cuanto a que efectivamente les corresponde a los alcaldes o alcaldesas
de los municipios, como primera autoridad civil, llevar los libros del Registro Civil, y actuar
como colaborador con el órgano que constitucionalmente tiene el poder de centralización
del Registro, como lo es, la Comisión de Registro Civil y Electoral, por lo que debe atenerse
a lo que, al respecto, dispone la Ley Orgánica del Poder Electoral; por lo tanto, para el
Ministerio Público lo dispuesto en el artículo 180, en cuanto a la competencia de los
Alcaldes en materia de registro civil, no vulnera la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, ya que de acuerdo a lo señalado en el artículo 174 eiusdem, les
corresponde en su carácter de primera autoridad civil del Municipio, dicha función. /
Finalmente, aun cuando no fue denunciado por los recurrentes, advierte el Ministerio
Público que la Disposición Transitoria Octava, se encuentra viciada de inconstitucionalidad,
por cuanto dispone que en materia de justicia de paz, los municipios deben dictar las
respectivas ordenanzas, sin tomar en consideración que conforme a lo previsto en el
artículo 178, numeral 7 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, esta
competencia está limitada por la ley nacional que regule la justicia de paz y que establezca
los parámetros para el ejercicio de la competencia por parte de los municipios, ley nacional
que aun no ha sido dictada. / Por lo expuesto, considera el Ministerio Público que la
Disposición Transitoria Octava está viciada de inconstitucionalidad por cuanto, aún no ha
sido dictada la norma que habilite a los municipios para dictar las ordenanzas en materia de
justicia de paz, conforme a lo previsto en el numeral 7 del artículo 178 de la Constitución,
no estando autorizado el legislador estadal legislar en dicha materia. / Conclusión / Por los
razonamientos anteriormente expuestos, el Ministerio Público considera que en el recurso
de nulidad parcial por motivos de inconstitucionalidad e ilegalidad incoado, por los
abogados Evelyn Del Valle Ramírez Brito y Carlos Valdivia Sánchez, actuando con el
carácter de apoderados judiciales de los ciudadanos Nicolás Castellanos Gómez, Maribel
Martínez Cruz y Omaira María Sánchez Ramírez, contra el artículo 180 y las Disposiciones
Transitorias Séptima, Octava y Novena de la Constitución del Estado Táchira, publicada en
la Gaceta Oficial del Estado Táchira N° 764 Extraordinario de fecha 2 de febrero de 2001, y
reimpresa en la Gaceta Oficial del mismo estado N° 778 Extraordinario, del 9 de febrero de
2001, deben emitirse los siguientes pronunciamientos: / Con lugar: La solicitud de nulidad
parcial del artículo 180 de la Constitución del Estado Táchira, excepto las atribuciones
relativas a la de ‘Coordinar y velar por el correcto manejo de de registro civil en su
jurisdicción’, por cuanto la misma de manera sobrevenida está acorde con la interpretación
vinculante de los artículos 174, 292 y 293, numeral 7 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, contenida en la Sentencia Nº 2.651 de fecha 2 de octubre de
2003, con ponencia del Magistrado Antonio J. García García, emitida por esta honorable
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de acuerdo con la potestad
715
interpretativa de la Constitución que le confiere el artículo 335 del Texto Fundamental. /
Con lugar: La solicitud de nulidad por motivos de inconstitucionalidad de las Disposiciones
Transitorias Octava y Novena de la Constitución del Estado Táchira. / Sin lugar: La solicitud
de nulidad por motivos de inconstitucionalidad de la Disposición Transitoria Séptima de la
Constitución del Estado Táchira, por cuanto la misma de manera sobrevenida está acorde
con la interpretación vinculante de los artículos 174, 292 y 293, numeral 7 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, contenida en la Sentencia Nº 2.651
de fecha 2 de octubre de 2003, con ponencia del Magistrado Antonio J. García García,
emitida por esta honorable Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de
acuerdo con la potestad interpretativa de la Constitución que le confiere el artículo 335 del
Texto Fundamental”.
DESC ALCALDES
DESC AMPARO
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC ASAMBLEAS LEGISLATIVAS
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC CONSEJOS LEGISLATIVOS
DESC CONSTITUCIONES
DESC ESTADO TACHIRA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC GOBIERNO LOCAL
DESC ILEGALIDAD
DESC JUSTICIA DE PAZ
DESC MATRIMONIO
DESC MUNICIPIOS
716
DESC NULIDAD
DESC PARROQUIAS
DESC PODER ELECTORAL
DESC RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
DESC REGISTRO CIVIL
DESC REGISTRO ELECTORAL
DESC SENTENCIAS
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
717
255
TDOC /sin identificar/
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Superior en lo Contencioso Administrativo TSCA
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Recurso de nulidad intentado por el Fiscal General de la
República conjuntamente con medida cautelar innominada,
contra el Decreto N° 0341, de fecha 25 de octubre de 1999,
dictado por el ciudadano Enrique Mendoza D´Ascoli, cuando se
desempeñaba como Gobernador del Estado Miranda, publicado
en la Gaceta Oficial del Estado Miranda N° 3058 del 30 de
octubre de 1999, por la violación de los Valores Superiores del
Ordenamiento Jurídico, Derecho a La Libertad Personal,
Derechos al Debido Proceso y a la Defensa, Derecho al Juez
Natural, Principio de la Reserva Legal y Usurpación de
Funciones.
FRAGMENTO
719
conceder a los particulares, la posibilidad de alegar y probar todo cuanto
les favoreciere antes de la imposición de la sanción, esto es, ejercer de
manera efectiva y eficaz sus derechos constitucionales al debido proceso y
a la defensa. / Efectivamente, los artículos del Decreto N° 0341,
establecen conductas que a juicio del entonces Gobernador del Estado
Miranda son sancionables de privación de la libertad mediante arresto,
pero se omite el lugar donde debe cumplirse la sanción así como la
indicación de las autoridades para aplicarlas. / Ahora bien, para el
ordenamiento constitucional venezolano resulta inconcebible, la existencia
de un Decreto que confiera una potestad sancionatoria que no esté ceñida
a la exigencia de un procedimiento previo, bien de naturaleza
administrativa o de naturaleza judicial, ello obedece a que el Estado
venezolano está concebido como un Estado de derecho y de justicia,
cuyas actuaciones se inspiran en la preeminencia de los derechos
humanos. / El artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999, consagra el derecho constitucional al debido proceso,
a la defensa, a la asistencia jurídica, a la presunción de inocencia, al
acceso al expediente, como instrumentos que permiten a las personas
hacer valer sus pretensiones frente al poder sancionador del Estado, los
cuales constituyen derechos de obligatorio respeto y promoción, por parte
de los órganos del Poder Público, según lo establecido en el artículo 19 de
la Carta Fundamental. / Sobre el particular, es oportuno traer a colación la
decisión de fecha 17 de mayo de 2000, dictada por la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, mediante la cual estableció entre otros
aspectos, lo siguiente: / ‘...En relación al derecho a la defensa y debido
proceso reconocido en el artículo 49 constitucional, denunciado como
violado por el recurrente, el mismo se aplica no sólo a todo tipo de
actuación judicial sino también administrativa. En este sentido, entiende la
Sala que el debido proceso emana de la Constitución para las
actuaciones administrativas debe garantizar el derecho a la defensa a
todo administrado, esto es, el ejercicio libre del derecho a ser oído,
adjuntar escritos al expediente en cualquier momento, entre otros. Cuando
los administrados se les niega u obstaculiza el acceso al expediente o se
les impide alegar argumentos y probanzas a su favor se entiende que se
ha producido indefensión en su contra...’ . En consecuencia, cualquier acto
sancionatorio que se dicte en ausencia de un procedimiento previo,
impidiendo que el interesado ejerza sus derechos y realice actividades
probatorias, es nulo por violar el derecho a la defensa y al debido
proceso, los cuales han sido reconocidos por la Carta Fundamental como
garantías inherentes a la persona humana. / Al Ministerio Público,
conforme a lo dispuesto en el artículo 285 del Texto Fundamental, le
compete la vigilancia de las garantías procesales que hagan efectivo el
derecho constitucional a la defensa y al debido proceso, así como a la
libertad personal, y con base a este cometido constitucional, advierte que
el Decreto N° 0341, es violatorio del derecho a la defensa y del debido
proceso, por cuanto prevé sanciones que limitan y privan el derecho a la
libertad y seguridad personal, sin que disponga un procedimiento que
garantice los atributos mínimos de la defensa, como es el estar informado
del hecho que se le imputa, la posibilidad de ser oído, tener acceso al
expediente y presentar las pruebas de su defensa, entre otras. / En ese
sentido, valga citar con ahínco los acertados argumentos sostenidos por la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en la decisión de
fecha 7 de agosto de 2001, mediante la cual declaró la nulidad por
720
inconstitucionalidad del Código de Policía del Estado Bolívar, donde dejó
por sentado que: / “...debiéndose destacar por lo demás que en la
aplicación de dichas medidas existe una verdadera ausencia de
procedimiento, no ofreciéndose en consecuencia, garantías suficientes de
defensa para los sancionados, razón por la cual no sólo son
inconstitucionales las medidas correctivas privativas de libertad impuestas,
sino también, todas aquellas medidas relativas a la aplicación de tales
sanciones, resultando en consecuencia arbitrarias y contrarias a derecho. /
A juicio de esta Sala Constitucional, las disposiciones objeto del presente
recurso de nulidad resultan inconstitucionales, visto que a través de la
imposición de las sanciones que contiene el Código de Policía del Estado
Bolívar se generan diversos abusos en su aplicación, sin la tramitación de
un procedimiento debido…”. En consecuencia, los artículos contenidos en
el Decreto N° 0341, violan lo previsto en los artículos 2, 3, 7, 19, 23 y 49
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por lo que en
aplicación de lo contemplado en el artículo 25 constitucional, el Ministerio
Público solicita se declare su nulidad. / 3.- Violación del derecho
constitucional a la libertad personal / La libertad personal, principio
esencial en el cual descansa las relaciones del Estado con los ciudadanos,
constituye un derecho humano objeto de protección especial y de
obligatorio respeto y promoción por parte de los órganos del Poder
Público, según se desprende de lo establecido en los numerales 1 y 2 del
artículo 44 del Texto Constitucional. / La premisa anterior con basamento
en los artículos 2, 3, 19, 23 y 44 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, impone que los actos que limiten o afecten la
libertad personal deben estar fundados estrictamente en pronunciamientos
judiciales, de interpretación restrictiva. / A título de ejemplo, los artículos 9
y 247 del Código Orgánico Procesal Penal señalan: / ‘Artículo 9°.
Afirmación de la libertad. Las disposiciones de este Código que autorizan
preventivamente la privación o restricción de la libertad o de otros
derechos del imputado, o su ejercicio, tienen carácter excepcional, sólo
podrán ser interpretadas restrictivamente, y su aplicación debe ser
proporcional a la pena o medida de seguridad que pueda ser impuesta
(...omissis...)’ / ‘Artículo 247. Interpretación restrictiva. Todas las
disposiciones que restrinjan la libertad del imputado, limiten sus facultades
y las que definen la flagrancia, serán interpretadas restrictivamente.’ / En
este sentido, de acuerdo con el Texto Fundamental sólo el Poder Judicial
puede imponer medidas restrictivas de la libertad, previa investigación o
proceso, en el que se respeten las garantías establecidas por la
Constitución. / Las sanciones restrictivas de la libertad personal previstas
en el Decreto N° 0341, no se fundan en decisiones judiciales que
estén precedidas por una investigación y un procedimiento contradictorio,
sino que son sanciones de carácter administrativo dictadas por el
Gobernador del Estado Miranda, sin un procedimiento previo que las
sustente y basadas en conceptos genéricos y ambiguos tales como orden
público y social, seguridad y paz colectiva, cuya interpretación queda al
criterio del funcionario a quien le ha sido atribuida tal facultad. / Tales
medidas además, no tienen previsto el mecanismo de defensa del
administrado que ha sido detenido, ni están previstos los procedimientos
que le permitan comunicarse de inmediato con su familiares, abogados o
personas de su confianza, a fin de interceder en todo lo que le favorezca
para hacer cesar la detención. / Estas garantías establecidas en los
numerales 1 y 2 del artículo 44 de la Constitución deben preverse en las
721
leyes que el Poder Público dicte para imponer sanciones a los
administrados. / Por tanto, no sólo las violaciones constitucionales
mencionadas anteriormente motivan reconocer la inconstitucionalidad de
las normas del Decreto N° 0341, sino que de igual modo merece atención
la contravención del artículo 44 del Texto Fundamental; norma que
prescribe: ‘La libertad personal es inviolable; en consecuencia: 1. Ninguna
persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden
judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti..’.. Por lo cual, la única
autoridad constitucionalmente facultada para privar de la libertad personal
a un ciudadano es el órgano jurisdiccional (entiéndase: Juez con
competencia en materia penal). En estricto sentido debe entenderse, que
ni las normas reglamentarias, ni los actos de la administración, pueden
imponer sanción alguna que implique restricción de la libertad individual, y
mucho menos suponer la limitación de derecho o garantía constitucional.
Nuevamente la sentencia citada supra comenta con acierto: / ‘...la
imposición de las sanciones que contiene el Código de Policía del Estado
Bolívar se generan diversos abusos en su aplicación, sin la tramitación de
un procedimiento debido, trayendo como consecuencia la ilegal restricción
de la libertad personal de los particulares sujetos a dichos procedimientos,
por lo que observa esta Sala que en efecto la aplicación de las
disposiciones contenidas en el referido Código configuran la violación del
principio de legalidad en sus dos vertientes - la legalidad penal y la
legalidad administrativa-, así como la violación del derecho al debido
proceso (contentivo de la presunción de inocencia) y del principio non bis
in ídem. / En este sentido, al estar los artículos impugnados destinados a
producir actos dirigidos a coartar o condicionar la esfera de los derechos y
garantías de los administrados, y al establecer toda una tipología infractora
para proceder a imponer sanciones privativas de libertad, potestad para la
que -por demás- no estaba facultada la Asamblea Legislativa del Estado
Bolívar, atentando en consecuencia contra el principio de la legalidad e
invadiendo la materia reservada al Poder Legislativo Nacional, se
consagran las violaciones que conducen por consiguiente a la declaratoria
de inconstitucionalidad de los artículos impugnados, y así se declara…’ /
Como corolario de todo lo anterior, imperioso es concluir que los arrestos
administrativos contemplados en el Decreto N° 0341, cuya nulidad se
solicita en el presente recurso, desconocen el mandato impuesto por el
artículo 44, numeral 1, constitucional, resultando inconstitucionales por
vulnerar el derecho a la libertad personal consagrado en la aludida norma.
/ 4.- Violación del derecho a ser juzgado por el juez natural / La
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece en el
numeral 4, del artículo 49, que toda persona tiene derecho a ser juzgada
por sus jueces naturales en las jurisdicciones ordinarias o especiales,
siempre que sea un tribunal competente, independiente e imparcial
establecido con anterioridad, con las garantías establecidas en la
Constitución y en la ley. / Esta garantía constitucional indica, que cuando lo
que se encuentra en juego son los valores de la libertad, el juzgamiento de
las personas corresponde a los funcionarios a quienes la Constitución les
ha atribuido la potestad de administrar justicia, es decir son los jueces,
como órganos del Poder Judicial, quienes deben garantizar la integridad
de la Carta Magna, cuando se pronuncien acerca de las limitaciones y
restricciones de los derechos y garantías en ella consagrados. Por tanto
resulta inaceptable que los funcionarios de la Administración Pública que
no integran el Poder Judicial, juzguen y apliquen sanciones privativas de la
722
libertad a los administrados, en abierta violación de la Constitución. / Con
relación a esta garantía constitucional, la Corte Suprema de Justicia en
Pleno dictó sentencia en fecha 25 de mayo de 1999, en la que declaró sin
lugar la demanda de nulidad intentada por la Federación de Colegio de
Abogados de Venezuela contra el Código Orgánico Procesal Penal, en la
cual estableció lo siguiente: / ‘...el principio de juez natural puede
entenderse desde un punto de vista positivo como el derecho
fundamental que asiste a todo ciudadano a ejercer su derecho de acción
e interponer su pretensión ante órganos jurisdiccionales para la defensa de
sus derechos e intereses, instituidos previamente por el Poder Judicial; y
desde el punto de vista negativo, en la medida en que nadie puede ser
juzgado sino por sus jueces naturales; con ello se evita la creación de
fueros o privilegios...’ / Visto lo anterior, resulta inaceptable que según la
normativa contenida en el Decreto impugnado otorgue potestad a los
funcionarios de la Administración Pública, quienes no integran el Poder
Judicial, para que juzguen y apliquen sanciones privativas de la libertad a
los administrados, en abierta violación de la Constitución. / En este
sentido, siendo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico, sustentado
por la existencia de un sistema de justicia Constitucional, el artículo 334
del Texto Constitucional confiere a los jueces, en el ámbito de sus
competencias y conforme a lo previsto en la Constitución y la Ley, la
obligación de asegurar la integridad de la Constitución, y por tanto, es el
Poder Judicial quien debe pronunciarse acerca de las limitaciones y
restricciones de los derechos y garantías constitucionales, no siendo
atribución de los funcionarios que integran el Poder Ejecutivo Regional,
tales restricciones. / En consecuencia, de conformidad con lo establecido
el artículo 25 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
el Decreto N° 0341, deviene en nulo por inconstitucional, al permitir -como
ya se ha dicho- la imposición de sanciones privativas de libertad por parte
de funcionarios distintos al Poder Judicial, por cuanto en determinados
supuestos de hecho se estatuyen verdaderas contravenciones, cuyas
consecuencias jurídicas devienen incluso, en la imposición de medidas de
arresto dictadas directamente por el Gobernador del Estado respectivo, así
como otros funcionarios adscritos al Poder Público Estadal, en flagrante
violación de lo establecido en el artículo 44, numeral 4 de la Carta
Constitucional que consagra la garantía del juez natural, ya que, la única
autoridad constitucionalmente facultada para privar de la libertad personal
a un ciudadano es el órgano jurisdiccional. / 5.- Violación al principio de
legalidad y tipicidad de los delitos, faltas e infracciones / En adición a lo
anterior se acentúa el hecho de que nadie ‘podrá ser sancionado por actos
u omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas e infracciones en
leyes preexistentes’. Nuevamente la sentencia que declaró la nulidad del
Código Policía del Estado Bolívar, señaló que: / ‘En los artículos antes
enunciados, se prevén sanciones privativas de libertad, tales como el
arresto, sin que exista la especificidad de la conducta a sancionar, creando
además previsiones genéricas de carácter subjetivo y de difícil
determinación, como son el orden moral, la decencia, la seguridad social,
la paz; configurándose la violación al principio de tipicidad de las penas y
sanciones, en vista de una ausencia de lex previa, que se identifica con el
principio de legalidad y de una lex certa, que supone una ley escrita previa
que describa explícitamente los supuestos de hecho que constituyen la
falta y su consecuente sanción administrativa. / Se destaca también, que
723
dichos artículos dejan a la discrecionalidad de elección del funcionario la
imposición de la sanción aplicable, conllevando por lo tanto a que se viole
necesariamente el derecho a la libertad, derecho este sobre el cual se
organiza todo el Estado de Derecho, lo cual impone que las conductas
sancionables sean exactamente determinadas cumpliéndose así el respeto
a la seguridad jurídica, permitiendo el grado de certeza suficiente para que
los administrados puedan predecir las consecuencias de sus actos. / (...)
De lo expuesto, se puede colegir que efectivamente al existir una serie de
disposiciones que crean sanciones que no están tipificadas, ni definen el
ámbito dentro del cual pueden ejercer su potestad los funcionarios
llamados a imponer las sanciones por el Código de Policía del Estado
Bolívar, las disposiciones impugnadas violan el principio de tipicidad de los
delitos y faltas y el principio de legalidad que son en definitiva los que
marcan el límite del ejercicio de las potestades públicas. En consecuencia
al no contener dichos artículos la determinación de los tipos de
infracciones que llevarían a la aplicación de las sanciones en ellas
consagradas se produce una violación evidente y flagrante de la Carta
Fundamental…’ / Las menciones contenidas en el Decreto que se
impugna, relativas al mantenimiento y conservación del orden público y
social; la de impedir por todos los medios posibles los actos atentatorios
contra las personas o contra la propiedad; los factores de riesgos para el
desencadenamiento de conductas irresponsables o violentas, capaces de
comprometer la seguridad y la paz colectiva; constituyen conceptos
ambiguos y generalidades que no precisan los hechos o conductas
sancionables, según el artículo 83 eiusdem, por lo que es menester que
las leyes deban redactarse en forma clara a fin de evitar duda,
incertidumbre o confusión en el momento de interpretarlas para su
aplicación, por lo que son violatorias del artículo 49, numeral 6, de la Carta
Fundamental. / De allí que para el Ministerio Público, el Decreto
impugnado es inconstitucional por violar el principio de legalidad en
materia de delitos, faltas e infracciones contemplado en el artículo 49,
numeral 6, de la Carta Fundamental, por cuanto se evidencia con claridad
de la lectura del Decreto en referencia, que se establecen sanciones de
arresto contra cualquier ciudadano que porte o detente cualquier clase de
arma de fuego que no haya sido autorizado por el ente competente, el uso
indebido de las mismas y los reincidentes, conductas que han sido
previamente calificada como falta, delito o infracción, por ley preexistente,
es decir por una ley nacional, ya que los artículos 278 y 282 del Código
Penal establecen el porte ilícito de armas de fuego como hecho punible
sancionado con una pena de tres a cinco años. / 5.- De la violación al
principio de la reserva legal y del vicio de usurpación de funciones / En
criterio del Ministerio Público, las faltas -y por supuesto sus respectivas
sanciones- establecidas en el Decreto N° 0341 cuya nulidad se solicita,
fungen como francas violaciones a postulados constitucionales
neurálgicos, entre ellos la garantía de la Reserva Legal, principio
fundamental que advierte que el único mecanismo viable para la creación
de tipos y sanciones penales es en razón de una Ley Nacional (y nunca un
Decreto). / En efecto, de conformidad con lo previsto en el artículo 156 del
Texto Constitucional, el cual establece: / ‘Artículo 156. Es de la
competencia del Poder Público Nacional: / (...omissis...) / 32. La legislación
en materia de derechos, deberes y garantías constitucionales; la civil,
mercantil, penal, penitenciaria, de procedimientos (...omissis...).’. / De
acuerdo con la Carta Magna, es el Poder Público Nacional por intermedio
724
de la Asamblea Nacional, el que debe dictar las normas que regulen los
derechos y garantías constitucionales, así como las normas penales
tendentes a sancionar las conductas prohibidas por el ordenamiento
jurídico. / El Poder Público Estadal por el contrario, tiene su ámbito de
competencias definidos en los artículos 162 y 164 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, sin que le esté asignado dictar
normas que restrinjan derechos o que versen sobre la materia penal. / Al
respecto, el entonces Gobernador del Estado Miranda estableció en el
Decreto impugnado, normas que imponen sanciones de arrestos, contra
cualquier ciudadano que porte o detente algún tipo de armas de fuego que
no haya sido autorizada por el ente competente, así como también al que
hiciere uso indebido de las mismas; conductas que se encuentran
previstas en el Código Penal, en sus artículos 278 y 282, usurpando las
atribuciones de la Asamblea Nacional como órgano del Poder Nacional. /
Por tanto, reitera el Ministerio Público que en el Decreto N° 0341, se
encuentran tipificadas faltas así como sanciones corporales, cuya
regulación corresponde al Código Penal y al Código Orgánico Procesal
Penal, como instrumentos legislativos dictados por el Poder Nacional para
regular la materia penal, conforme lo prevé la Carta Magna. / Así pues, a
juicio del Ministerio Público, el Decreto impugnado incurre en una violación
del principio de la Reserva Legal en materia sancionatoria, lo que va
estrechamente vinculado a una evidente violación al principio del Debido
Proceso, expuesto anteriormente. / En consecuencia, el Decreto
impugnado se encuentra afectado por el vicio de usurpación de funciones,
en primer lugar, en la medida en que el Poder Ejecutivo Estadal ha
ejercido una función que es del Poder Público Nacional, como es el dictar
normas penales y sanciones que restringen derechos constitucionales, y
en segundo lugar, porque el Decreto impugnado establece normas que se
encuentran contempladas en el Código Penal dictado por el Poder
Legislativo Nacional, órgano competente para ello por orden constitucional.
/ La jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia ha definido el vicio de
usurpación de funciones en los siguientes términos: / ‘…cabe señalar que
la doctrina de este Alto Tribunal ha sido reiterada en afirmar que se incurre
en usurpación de funciones cuando una autoridad legítima, dicta una acto
invadiendo la esfera de competencia de un órgano perteneciente a otra
rama del Poder Público, violentando de ese modo las disposiciones
contenidas en los artículos 136 y 137 del Texto Fundamental, en virtud de
los cuales se consagra, por una parte, el principio de separación de
poderes, según el cual cada rama del Poder Público tiene sus funciones
propias, y se establece, por otra, que sólo la Constitución y la ley definen
las atribuciones del Poder Público y a estas normas debe sujetarse su
ejercicio’. / En ese sentido, nuevamente es oportuno transcribir algunos
extractos de la decisión ya varias veces mencionada, emitida por la Sala
Constitucional cuando declaró la nulidad por inconstitucionalidad del
Código de Policía del Estado Bolívar, que sirven como respaldo a lo
anteriormente expuesto en este escrito recursivo, por cuanto se sostuvo
que: / ‘Es por ello que el Código de Policía del Estado Bolívar, no podía
regular sino las áreas que la ley le permite de modo que no puede suplirla
allí donde la norma legal es necesaria para producir determinado efecto o
regular un cierto contenido. Este cierto contenido la norma constitucional lo
reservó para el Poder Legislativo Nacional y a éste pertenece la
determinación de conductas infractoras y de las sanciones que las
castigan. Es la ley la que puede definir el delito o falta sin que pueda
725
señalar infracciones genéricas a ser tipificadas y complementadas tal
como lo hace el Código impugnado. / De allí que la Asamblea Legislativa
del Estado Bolívar no sólo violentó el principio de legalidad al establecer la
imposición de sanciones privativas de libertad lo cual le estaba vedado,
sino que usurpó funciones legislativas del Poder Legislativo Nacional al
crear dichas sanciones…’ / Y posteriormente agrega: / ‘Ha querido nuestro
constituyente lograr de esta manera que la materia relativa a la libertad
personal sea regulada a través de la forma más rigurosa posible, para
salvaguardar así uno de los valores capitales del individuo dentro del
Estado de Derecho. Por ello exige la estructuración de un sistema en el
cual se fije sólo a través de la ley formal tanto las obligaciones cuyo
incumplimiento pueda ocasionar sanciones de esa naturaleza, como la
definición y alcance preciso de la sanción misma, para contribuir así a
reducir al máximo la arbitrariedad de los agentes públicos…’ / En
conclusión, el Ministerio Público considera que el Decreto N° 0341, está
viciado de inconstitucionalidad por violación de los artículos 136 y 137 del
vigente texto Constitucional, en los cuales se consagra el Principio de
Separación de Poderes y de Legalidad, respectivamente, en concordancia
con el artículo 156 eiusdem, violando de esta manera el principio de la
reserva legal e incurriendo en el vicio de usurpación de funciones, por lo
cual se considera procedente la solicitud de su declaratoria de nulidad. /
PETITORIO / Por todas las consideraciones de hecho y de derecho
previamente expuestas y con base en lo dispuesto en el artículo 336,
numeral 2, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
en concordancia con el artículo 25 eiusdem, solicito a ese honorable
Tribunal que declare la nulidad por razones de inconstitucionalidad del
Decreto N° 0341, de fecha 25 de octubre de 1999, dictado por el
ciudadano Enrique Mendoza D´Ascoli, cuando se desempeñaba como
Gobernador del Estado Miranda, publicado en la Gaceta Oficial del Estado
Miranda N° 3058 del 30 de octubre de 1999, por violar los dispositivos
constitucionales contemplados en los artículos 2, 3, 7, 19, 44, 49, 50 y 156
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y por violar
los principios de separación de los poderes públicos y de legalidad y de
competencia, previstos en los artículos 136 y 137 eiusdem,
respectivamente…”.
726
CRBV art:162
CRBV art:164
CRBV art:285
CRBV art:334
CRBV art:336-2
CP art:278
CP art:282
COPP art:9
COPP art:247
DGEM 0341
25-10-1999
STSJSCO 17-10-2000
STSJSCO 07-08-2001
SCSJSPL 25-05-1999
DESC ARMAS
DESC ARRESTO
DESC ASAMBLEA NACIONAL
DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC ESTADO MIRANDA
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FLAGRANCIA
DESC GOBERNADORES
DESC GOBIERNO ESTADAL
DESC IGUALDAD
DESC JUECES
DESC JUSTICIA
DESC LEGALIDAD
DESC LEYES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC NULIDAD
DESC ORDEN PUBLICO
DESC POLICIA
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PROPIEDAD
DESC SEPARACIÓN DE PODERES
DESC TIPICIDAD
DESC TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
DESC USURPACIÓN DE FUNCIONES
727
256
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP Nº DRD-14-196-2004 FECHA :20040420
TITL La base legal que faculta al Ministerio Público para presentar la
acusación y a la que debe hacer referencia en el escrito
respectivo, la conforman las disposiciones legales contenidas
en los siguientes artículos: 285 numeral 4 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, 34 numeral 11 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, 108 numeral 4 y 326 ambos del
Código Orgánico Procesal Penal.
FRAGMENTO
“En la base legal de actuación la fiscal mencionada no señala de forma exhaustiva los
fundamentos legales aplicables que le otorgan competencia para actuar en un caso
específico, procediendo a acusar a un determinado sujeto con apego a la legislación
vigente. En este sentido, se expresa que el fundamento legal aplicable en el caso del
escrito de acusación, es el previsto en los artículos 285 numeral 4 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, 108 numeral 4 y 326 del Código Orgánico Procesal
Penal, 34 numeral 11 de la Ley Orgánica del Ministerio Público. Asimismo, se observa que
la fiscal del Ministerio Público sólo indica como base legal de actuación los artículos 326 del
Código Orgánico Procesal Penal y el artículo 34 de la Ley Orgánica del Ministerio Público,
sin indicar el resto de las normas legales señaladas con anterioridad, es decir, omite citar la
normativa constitucional aplicable en este caso, y el artículo 108 numeral 4º de la ley
procesal penal vigente.
La base legal de actuación es la que faculta al Ministerio Público para actuar en un caso
concreto, dándole la posibilidad de opinar jurídicamente respecto a determinados hechos
que ha conocido. Esta base legal exteriorizada en normas jurídicas, son las que atribuyen
competencia al fiscal del Ministerio Público, la cual debe ser entendida en dos sentidos,
como facultad y deber al mismo tiempo, ya que, dados los presupuestos legales para
actuar, el fiscal del Ministerio Público está facultado y se encuentra en la obligación de
proceder conforme a derecho. La base legal de actuación, no es más que el ámbito dentro
del cual puede y debe actuar el fiscal del Ministerio Público, siendo que la competencia no
sólo concede la facultad de actuar, sino que también constituye una obligación y un límite
dentro del cual puede actuar el fiscal. Uno de los requisitos de la competencia, es que debe
estar expresamente prevista en la Constitución, en la ley y demás fuentes de legalidad o
derivarse de alguno de los principios generales de Derecho Público”.
DESC ACUSACIÓN
DESC ESCRITO DE ACUSACIÓN
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
728
257
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL Se incumple con el numeral 1 del artículo 326 del Código
Orgánico Procesal Penal, al no indicar el domicilio o residencia
del defensor del imputado.
FRAGMENTO
DESC ACUSACIÓN
DESC AUDIENCIAS
DESC DEFENSORES
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DOMICILIO
729
258
TDOC Memoranudm
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL El fiscal del Ministerio Público, debe indicar fecha en que
ordenó el inicio de la investigación, lo cual es necesario para
conocer cuándo comenzó el proceso penal.
FRAGMENTO
“El fiscal del Ministerio Público omite la indicación de la fecha en que ordenó el
inicio de la investigación, la cual representa un requisito indispensable para
establecer que efectivamente se tuvo conocimiento de la comisión de un
hecho punible de acción pública (puesto que es la manifestación de la
actuación del fiscal al respecto) y la posterior determinación de las
circunstancias que le dieron origen, para con ello establecer la prontitud con la
que el representante del Ministerio Público ordenó la práctica de las
diligencias de investigación necesarias para la obtención de los elementos de
convicción que llevarán a la efectiva demostración de la comisión del hecho
punible, y con ello dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 300 del
Código Orgánico Procesal Penal según el cual:
`Artículo 300. Inicio de la Investigación. Interpuesta la denuncia o recibida la
querella, por la comisión de un delito de acción pública, el fiscal del Ministerio
Público, ordenará sin pérdida de tiempo, el inicio de la investigación, y
dispondrá que se practiquen todas las diligencias necesarias para hacer
constar las circunstancias de que trate el artículo 283. Mediante esta orden el
Ministerio Público dará comienzo a la investigación de oficio…/`.
En consecuencia, la indicación de la fecha de inicio de investigación, como
forma de manifestación del inicio de ésta, dicta el comienzo del proceso penal
y con ello de la actividad del fiscal del Ministerio Público, la cual ha de ser
eficaz y eficiente a los fines de establecer la veracidad de los hechos cuando
ha tenido conocimiento de la comisión de un delito de acción pública... “.
730
259
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL La narración de los hechos, debe consistir en la descripción
detallada (modo, tiempo y lugar), de los hechos atribuidos al
imputado, a objeto de no menoscabar el derecho a la defensa
del imputado.
FRAGMENTO
732
260
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL No basta que el fiscal del Ministerio Público realice una simple
enumeración de los elementos que, según su criterio, resultan
de convicción, es decir, conducentes a la determinación de los
hechos punibles y a la identificación de los autores y partícipes,
es necesario que motive la relación de los mismos, con la
imputación realizada.
FRAGMENTO
733
´resumen del acervo de diligencias de investigación que constituyeron la
presunción de culpabilidad con proyección abierta hacia la ilustración y
desarrollo de los elementos de la teoría del delito que justificarían la
solicitud de condena (ius puniendi estricto).´, de modo que si el
representante del Ministerio Público omite la indicación de la convicción
que obtuvo de las mismas, no sólo estaría creando un vacío en la
acusación, lo que haría injustificado el ejercicio de la acción penal toda vez
que no habría elementos para ello, sino que además estaría
menoscabando el derecho a la defensa del imputado, quien desconocería
cuáles fueron las circunstancias que dieron lugar a su aprehensión y
posterior acusación, lo que en definitiva devendría en una violación
flagrante del debido proceso, garantía prevista en nuestra Carta Magna, al
señalar:
´Artículo 49. El Debido Proceso se aplicará a todas las actuaciones
judiciales y administrativas y, en consecuencia: 1. La defensa y asistencia
jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la
investigación y del proceso. Toda personas tiene derecho a ser notificada
de los cargos por los cuales se le investiga…/´.
En consecuencia, la labor investigativa del Fiscal, así como su correcta
indicación en el escrito de acusación, es de suma importancia, ya que de
ello dependerá la convicción que obtendrá el juez respecto a si
efectivamente se cometió un delito, así como si el imputado fue autor o
partícipe del mismo; pero además implica la garantía de los derechos del
imputado y la efectiva correlación de los hechos y el delito imputado...”.
DESC ACUSACIÓN
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESCRITO DE ACUSACIÓN
DESC IDENTIFICACION
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACIÓN
DESC PROCESOS (DERECHO)
734
261
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL Los elementos de convicción deben estar debidamente
motivados, a fin de ofrecer certeza respecto de la comisión del
hecho y de la participación del imputado en el mismo.
FRAGMENTO
“En el mismo orden de ideas, observa quien suscribe, que la fiscal en el capítulo
referente a los fundamentos de la imputación, se limita a enunciar parte de las
diligencias de investigación practicadas por ese despacho fiscal, sin embargo, de
la lectura de las mismas, no se desprende cuál es la convicción que de ellas
obtuvo, en consecuencia, considero pertinente analizar cada uno de tales
elementos en forma separada:
1.- ´La denuncia hecha ante la Fiscalía Tercera de este estado, por el ciudadano
J.C.R., en su carácter de Gerente General de las citada empresa; en la cual
manifestó lo ocurrido en la Empresa desde hace más de un año y en donde ya se
estaba observando el faltante de mercancía por un monto de más de diez
millones de bolívares, según se desprende claramente de las facturas que
consigno (sic) en el acto y que fueron objeto de experticias contables de parte de
Funcionarios del Cuerpo Técnico de Policía Judicial, en su calidad de expertos
contables´. No obstante, se observa que no indica la fiscal cuál es la vinculación
que tiene el presente elemento de convicción con los imputados de autos, es
decir, cuál es el fundamento que para la acusación tiene la declaración del
denunciante, o cuáles son los hechos que con ella se ven demostrados.
2.-´El Acta Policial, cursante al folio 23, suscrita por los funcionarios del Cuerpo
Técnico de Policía Judicial en la cual citan al ciudadano C.M.H., y posteriormente
en el folio 24, declara el mismo y manifiesta lo investigado, indicando que en
efecto la ciudadana T.M., le había propuesto entregarle mercancía de más, sin
tener documentos contables que lo respalden a la señora M N, ya que esta era la
informante y ella recibía de L.P., y luego se lo dividían en partes iguales; esta
señora (M.N.), fue la persona que ayudó a descubrir el faltante y es por ello que
actuó como puente para poder averiguar el caso´. R e s pe c t o a e st e p un t o, n o
s e ex t r a e d e l a a c u s a c ió n fiscal, si el elemento de convicción ofrecido por la
fiscal del Ministerio Público es la declaración del ciudadano C.M.H., circunstancia
que sería repetitiva, ya que representa el elemento de convicción indicado en el
n ú me r o t r es ; o s i po r e l c o n t r a r i o s e r e f i e r e al Acta Policial que deja
constancia de su citación; en este sentido, el Acta Policial mediante la cual se deja
constancia de la práctica de una citación no representa elemento de convicción
alguno, toda vez que constituye sólo una acción policial en la práctica de una
diligencia de investigación, cuya eficacia se verificará una v e z q u e la p er s o n a
c it a d a c o mp ar e zca y se a e n t r ev is t a d a , siendo ésta última la que podrá,
de acuerdo al dicho del entrevistado, c o ns t i t u ir u n e le me n t o de
c o nv ic c ión e n co nt r a de los i m p ut a d o s . No o bs t a n t e , en e l
p r e s e nt e c as o la f is ca l n o i n d ic a d e f or ma c lar a q ué f u e l o
ma n if es t a d o p o r e l c iu d a d an o C . M. H. , por el contrario, remite a los folios
del expediente a los fines de poder pr e c i sa r l o pl as m a d o e n e l es c r it o de
a c us ac ió n. A s i m ism o , se o bs e r v a q u e e l pr e s en t e e le m e nt o d e
c o nv ic c ión sólo podría representar fundamento en la acusación respecto a la
ciudadana L.P., no así para el resto de los imputados.
3.-`La declaración del señor C.M.H., quien fue la persona que detectó la
irregularidad tal y como consta al folio 25 del expediente´. Se observa que la fiscal
del Ministerio Público se limita a indicar que dicha declaración se encuentra en el
735
folio 25 del expediente, obligando al juez y a la defensa a ir necesariamente al
expediente para comprender la acusación fiscal; en consecuencia este elemento
de convicción incumple lo previsto en numeral 3 del artículo 326 del Código
Orgánico Procesal Penal, puesto que no señala cuál es el fundamento que extrae
de la información indicada respecto a la efectiva materialidad del hecho o a la
responsabilidad de los imputados en el mismo.
En consecuencia, se observa que los elementos de convicción indicados por la
fiscal, no se encuentran motivados, en tal sentido, no son capaces de ofrecer
certeza respecto a que existan fundamentos o no para la acusación fiscal.
Asimismo, la representante de la vindicta pública omitió señalar en forma
específica y por separado, cuáles de los elementos de convicción señalados
representaban fundamento serio para acusar a cada uno de los imputados, ya que
se requiere individualizar el grado de participación de los imputados en el hecho
punible investigado, a los fines de garantizar el derecho a la defensa del que
gozan cada uno de ellos.
Del mismo modo, sobre este requisito de la acusación se ha dicho que consiste en
el ´resumen del acervo de diligencias de investigación que constituyeron la
presunción de culpabilidad con proyección abierta hacia la ilustración y desarrollo
de los elementos de la teoría del delito que justificarían la solicitud de condena (ius
puniendi estricto).´, de modo que si el representante del Ministerio Público omite la
indicación de las mismas, no sólo estaría creando un vacío en la acusación, lo que
haría injustificado el ejercicio de la acción penal toda vez que no habría elementos
para ello, sino que además estaría menoscabando el derecho a la defensa del
imputado, quien desconocería cuáles fueron las circunstancias que dieron lugar a
la investigación que se le sigue y posterior acusación, lo que en definitiva
devendría en una violación flagrante del debido proceso.
Igualmente, respecto a la obligación que tiene el fiscal de fundamentar su
acusación, a través del señalamiento de los elementos de convicción, se ha
pronunciado la Doctrina del Ministerio Público de la manera siguiente:
´Una acusación sin el fundamento requerido por la ley, se traducirá en una fallida
pretensión por parte del fiscal del Ministerio Público, en tanto que la correcta
presentación de las evidencias o elementos de convicción servirá para determinar
los hechos, comprobar la existencia de un delito y sus respectivas circunstancias,
e imputar su comisión a una persona determinada. De no hacerse así su
pretensión acusatoria resultaría inútil, pudiendo producirse un pronunciamiento
judicial a favor del sobreseimiento de la causa…/ la motivación y fundamentación
de los escritos fiscales es un requisito que no puede ser obviado, toda vez que ella
determina el que la actuación del fiscal esté o no ajustada a derecho´…/...”.
736
262
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL Deben señalarse los preceptos jurídicos de una manera lógica y
concordada con los hechos acaecidos, toda vez que los
mismos constituyen las razones de derecho por las cuales es
solicitado el enjuiciamiento de una persona.
FRAGMENTO
738
CP art:77-11
CP art:83
CP art:99
CP art:455-1
739
263
TDOC Memorandum
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL El fiscal del Ministerio Público debe indicar la necesidad y
pertinencia del medio probatorio a fin de evitar el menoscabo
del derecho a la defensa del imputado.
FRAGMENTO
741
264
TDOC Memorandum
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL Sólo pueden incorporarse al juicio por su lectura los
testimonios recibidos conforme a las reglas de la prueba
anticipada. Debió la fiscal del Ministerio Público ofrecer como
medios de prueba el testimonio de los funcionarios policiales
que realizaron las diligencias indicadas como elementos de
convicción.
FRAGMENTO
Por otra parte, se advierte que la fiscal ofrece como medio probatorio la
declaración del ciudadano J.M.B., padre del niño S.M., alegando que le ha sido
imposible ver a su hijo. En relación con esta prueba se realizan los siguientes
señalamientos:/ a. No indica la representante del Ministerio Público la fecha en la
cual se rinde la entrevista respectiva, ello a los fines de dejar constancia de su
efectiva realización durante la investigación;/b. Este medio probatorio se ofrece de
conformidad con el artículo 339 numeral 2 del Código Orgánico Procesal Penal,
que establece: “Artículo 339. Lectura. Sólo podrán ser incorporados al juicio por su
lectura: /(…)/ 1. Los testimonios o experticias que se hayan recibido conforme a
las reglas de la prueba anticipada./(…)/ 2. La prueba documental o de informes, y
las actas de reconocimiento, registro o inspección, realizadas conforme a lo
previsto en este Código…”, lo cual es incorrecto por cuanto no se tiene constancia
de haber recibido el testimonio conforme a las reglas de la prueba anticipada,
asimismo, el testimonio propiamente considerado no es una prueba documental,
ni es una prueba de informes, ni un acta de reconocimiento, de registro o de
inspección, de modo que se considera que este medio no puede ofrecerse
alegando la norma antes señalada. /c. Esta declaración no se establece entre los
elementos de convicción presentados por la fiscal del Ministerio Público, lo cual
habría resultado más lógico, es decir, la entrevista propiamente dicha se establece
en el escrito de acusación como elemento que ha llevado a la convicción del fiscal
del Ministerio Público, acerca del incumplimiento por parte de la imputada de una
determinada orden judicial, y el testimonio que habrá de rendir el declarante en
juicio, es aquel que se incluirá entre los medios de prueba, a fin de preservar la
vigencia de los principios de oralidad y contradicción, por cuanto según las
previsiones del Código Orgánico Procesal Penal (artículos 18, y 355 al 357) es en
el juicio oral en donde estos principios adquieren su plena vigencia, ya que las
partes tienen oportunidad de escuchar y alegar lo que consideren pertinente, a
través de los medios de prueba que se promueven en juicio.
El autor Juan Montero Aroca, haciendo referencia al principio de contradicción
íntimamente ligado al derecho a la defensa, ha señalado:
742
tienen por objeto intervenir en la decisión final, que habrá de llegar por medio de la
sentencia definitiva´.
El principio de contradicción permite a las partes influir en el criterio del juzgador a
fin de que emita una determinada decisión en uno u otro sentido, ello, por cuanto
la contradicción se realiza en la presencia real del órgano jurisdiccional, quien
juzgará apegado a las previsiones constitucionales y legales, y de conformidad
con lo observado durante el desarrollo del debate en el cual se ejerce a plenitud el
contradictorio.
Sin embargo, respecto de este medio probatorio, debe resaltarse que dado el
contexto del caso analizado, en donde hubo ausencia de investigación, como de
seguidas se desarrollará, todo apunta a considerar que la fiscal del Ministerio
Público, en fase de investigación y previo a la presentación del escrito de
acusación, no entrevistó al ciudadano J.M.B., y es por ello que no lo incluye como
elemento de convicción, pero si lo incorpora como testigo a ser promovido en el
juicio a ser celebrado. No obstante ello, de cualquier manera resultaba incorrecto
alegar el artículo 339 del Código Orgánico Procesal Penal, como antes se indicó.
Por último, se observa que no ofrece la fiscal del Ministerio Público como medios
probatorios, el testimonio de los funcionarios policiales que realizan las diligencias
indicadas como elementos de convicción, a saber: el testimonio del funcionario
detective D.C., que suscribe un acta policial relacionada con los hechos; y el
testimonio de la Sub-comisario M.E.C., quien realiza una diligencia policial en el
presente caso. Estima este Despacho que la fiscal del Ministerio Público debió
ofrecer el testimonio de los funcionarios antes identificados, a fin de que las partes
puedan ejercer la debida contradicción dentro del proceso penal, a la que tienen
derecho de conformidad con la ley vigente, además por cuanto se considera que
es un elemento relevante que demuestra el incumplimiento de la decisión...”.
743
265
TDOC Memorandum
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL No puede el fiscal del Ministerio Público solicitar la imposición
de la condena en su escrito de acusación, ya que en esta fase la
pretensión del Estado no es otra que el enjuiciamiento del
imputado. Adicionalmente, el representante del Ministerio
Público en su escrito de acusación, al mencionar a la persona
sobre la cual recae la imputación, debe referirse al “imputado”
y no al “acusado”.
FRAGMENTO
744
COPP art:329
DESC ACUSACIÓN
DESC CONDENA
DESC CULPABILIDAD
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESCRITO DE ACUSCION
DESC IMPUTABLIDAD
DESC PRESUNCION
745
266
TDOC Memorandum
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-27-022-2004 FECHA:20040123
TITL El incumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 326
del Código Orgánico Procesal Penal podría traer consigo el
sobreseimiento de la causa de conformidad con lo establecido
en el artículo 28 ordinal 4° literal i. El carácter de buena fe que
debe tener el fiscal del Ministerio Público no se contrapone a su
deber de acusador, sino que debe acompañarlo no sólo en la
acusación, sino también en todos los actos del proceso.
FRAGMENTO
746
´Artículo 34.- Son deberes y atribuciones de los fiscales del Ministerio
Público: …/ 2° Proteger el interés público, actuar con objetividad, teniendo
en cuenta la situación del imputado y de la víctima y prestar atención a
todas las circunstancias pertinentes del caso;…´.
DESC ACUSACION
DESC AUDIENCIAS
DESC BUENA FE
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACION
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC VICTIMA
747
267
TDOC Memorandum
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL La solicitud de las medidas cautelares sustitutivas, no debe
concretarse a una simple enumeración de los requisitos legales
exigidos para su procedencia. Se requiere fundamentar cada
uno, tomando en cuenta las circunstancias presentes en el
caso, acreditando además la existencia del peligro de fuga o de
obstaculización.
FRAGMENTO
“En la parte final del escrito de acusación analizado, la fiscal solicita las
medidas cautelares sustitutivas previstas en los numerales 3 y 4 del
artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal, sin embargo, no
fundamenta debidamente su solicitud, es decir, simplemente se limita a
realizar una enumeración de los requisitos legalmente exigidos para la
procedencia de las medidas cautelares, sin motivar la razón por la cual se
producen en la práctica cada uno de estos requisitos, obviando señalar si
se produce en el caso concreto, bien sea un peligro de fuga, o un peligro
de obstaculización en la búsqueda de la verdad, ello por cuanto el artículo
256 del Código Orgánico Procesal Penal exige para la procedencia de las
medidas cautelares sustitutivas, la verificación de los supuestos necesarios
para que se acuerde la privación judicial preventiva de libertad, en donde
figura el peligro de fuga y el peligro de obstaculización. En este sentido, la
Doctrina institucional establece:
`(...) debe el representante del Ministerio Público, solicitar el decreto de
privación judicial preventiva de libertad del imputado, mediante escrito
debidamente razonado, con apoyo a los requisitos establecidos en el
artículo 259 del Código Orgánico Procesal Penal, teniendo en cuenta
especialmente las circunstancias señaladas en el artículo 260 ejusdem./
(...) / Configura un escrito deficiente, solicitar el representante del
Ministerio Público al juez de control, la aplicación para el imputado de las
medidas cautelares sustitutivas, (...) sin la debida explicación del motivo de
su invocación´.
´La solicitud de cualquiera de las medidas previstas en el artículo 265 del
Código Orgánico Procesal Penal, implica una debida fundamentación que
contenga las razones de su aplicación, teniendo en cuenta la
proporcionalidad de la misma, de tal modo que garantice las resultas del
proceso´.
Asimismo, el Tribunal Supremo de Justicia ha expresado que a fin de
dictar una medida cautelar sustitutiva es necesario que se verifiquen los
elementos exigidos para la procedencia de una privación judicial
preventiva de libertad, a saber:
´A juicio de la Sala, el estado de libertad deviene de la inviolabilidad del
derecho a la libertad personal. De allí, que toda persona a quien se le
impute la participación en un hecho punible tiene derecho a permanecer en
libertad durante el proceso, excepto por las razones determinadas por la
ley y apreciadas por el juez en cada caso. Dichas excepciones nacen de la
748
necesidad del aseguramiento del imputado durante el proceso penal,
cuando existan fundados elementos en su contra de la comisión de un
delito, así como el temor fundado de la autoridad de su voluntad de no
someterse a la persecución penal. Estas dos condiciones constituyen el
fundamento del derecho que tiene el Estado de perseguir y solicitar
medidas cautelares contra el imputado´.
Se observa de la decisión antes transcrita, que en el caso de aplicación de
medidas cautelares en general -en las cuales deben entenderse incluidas
la privación judicial preventiva de libertad y las medidas cautelares
sustitutivas-, deben cumplirse los extremos legales establecidos en el
artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, entre los cuales se
encuentran el peligro de fuga y el peligro de obstaculización, los cuales no
fueron debidamente fundamentados y acreditados en el escrito objeto de
análisis...”.
DESC ACUSACION
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC FUGA
DESC LIBERTAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
749
268
TDOC Memorandum
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-28-153-2004 FECHA:20040323
TITL No puede existir contradicción entre la motivación contenida en
la solicitud de sobreseimiento, y la norma invocada en el
petitorio respectivo. En este caso, la fundamentación de la
solicitud de sobreseimiento versó acerca de la imposibilidad de
atribuirle el hecho a los imputados y en la atipicidad del hecho
(artículo 318, numerales 1º primer supuesto, y 2º primer
supuesto del Código Orgánico Procesal Penal), mientras que se
invocó el numeral 4 del artículo 318 ejusdem, referido a la
imposibilidad racional de incorporar nuevos datos a la
investigación por lo cual no puede solicitarse el enjuiciamiento
del imputado.
Decretado el sobreseimiento porque los hechos no son
constitutivos de delito, es imposible que sobre esos mismos
hechos y respecto del mismo imputado, se pueda iniciar otra
averiguación.
FRAGMENTO
751
información que haga revestir de carácter penal el hecho y por tanto se
inicie otra investigación, pues los únicos motivos de excepción al principio
de única persecución están expresamente establecidos en la ley, por lo
que resultaría violatorio del carácter de cosa juzgada el reanudar en contra
de un sujeto ´parcialmente´ imputado, una nueva respecto a los mismos
hechos de la ya culminada.
Tampoco es cierto que un hecho que no sea típico pueda serlo
posteriormente. La única excepción a ello, sería que por ley posterior a la
comisión del hecho, se tipifique éste, pero entonces no sería aplicable
retroactivamente a los imputados. Por otra parte, si lo que los fiscales
quisieron indicar, es que pueden surgir nuevos elementos de convicción
desconocidos para el momento de la solicitud de sobreseimiento, y
determinar la tipicidad del hecho que fuera objeto del sobreseimiento
inicial, ello nunca podría ser alegado para fundar una nueva persecución
respecto del mismo imputado, pues -como se indicó-, ese hecho, respecto
de ese imputado no puede ser nuevamente investigado, aunque surjan
nuevos elementos de convicción desconocidos para la fecha de la decisión
de sobreseimiento.
Como ya se mencionó con anterioridad, el sobreseimiento establecido en
el artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal, tiene fuerza definitiva
que extingue el proceso y genera cosa juzgada. Aunado a ello es
personal, pues se dicta en favor de los sujetos, y además la cosa juzgada,
entre sus elementos existenciales, requiere de la identidad de personas.
Es aquí cuando cobra mayor importancia la necesidad de identificación
plena de todos los ciudadanos en cuyo favor se solicita el sobreseimiento.
Resulta pertinente recordar lo sostenido por Binder en el sentido que no
existe una cosa juzgada en abstracto, pues, para dicho autor, su efecto,
bien se trate de una sentencia, o sobreseimiento, o cualquier tipo de
resolución que ponga fin al proceso, siempre tendrá una referencia directa
a una persona que ha sido involucrada. Dice Binder, refiriéndose al non bis
in idem, que ´lo importante es tener en cuenta que se trata de una garantía
personal que juega a favor de una determinada persona´(1993:143).
Finalmente, considera necesario esta Dirección aclarar que cuando el
fiscal del Ministerio Público se dirige al órgano jurisdiccional y solicita el
sobreseimiento de la causa, su objetivo es obtener una resolución judicial
mediante la cual se dicte la finalización del proceso penal respecto a los
hechos y sujetos involucrados en su solicitud, por lo que no le será posible
iniciar o continuar otra investigación sobre los mismos hechos, pues,
repetimos, la misma ya ha sido finalizada judicialmente.
No desconoce esta Dirección que resulta difícil en algunos casos lograr
determinar cuando se está en presencia de hechos de la misma naturaleza
que imposibiliten iniciar otra investigación. Para Binder, es suficiente que
se mantenga la misma estructura básica de la hipótesis fáctica para que
opere la garantía de non bis in idem, o se haya ejercido el poder penal con
suficiente intensidad y además, haya existido la posibilidad de completar
adecuadamente la descripción del hecho, aunque no se haya producido
por carencias de la propia investigación, pues incluir cualquier detalle o
circunstancia que ofrezca una pequeña variación en la hipótesis delictiva,
sería burlar la garantía (1993:167).
Considera la Dirección que solicitar el sobreseimiento bajo el argumento
presentado por ambos representantes fiscales, carece de sentido lógico y
jurídico, pues resulta claro que luego de dictado el sobreseimiento operará
la garantía de la cosa juzgada y por consiguiente la imposibilidad de reabrir
752
la investigación...”.
753
269
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-185-2004 FECHA:20040412
TITL La identificación plena del imputado es requisito indispensable
de toda solicitud de sobreseimiento.
FRAGMENTO
754
270
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-185-2004 FECHA:20040412
TITL Son los hechos contenidos en la solicitud de sobreseimiento
los que van a ser ponderados por el juez, por lo que no basta
una exposición indiferenciada de los mismos, se requiere su
descripción, precisando claramente su relación con cada uno
de los imputados, según sea el caso, lo que permitirá
determinar cuándo y cómo fue cometido el hecho investigado, o
contrariamente, concluir que el mismo no llegó a realizarse, o si
habiéndose realizado, el mismo no es típico, además de
determinar el alcance de la solicitud de sobreseimiento.
FRAGMENTO
“El hecho por el cual se apertura la presente investigación, tuvo lugar en fecha 11
de septiembre de 2002, cuando aproximadamente a las 12.30 de la noche, el
ciudadano C.A.G.P., viajaba en su vehículo en compañía de los ciudadanos
L.E.D., J.L.G.V. y N.A., en dirección Caracas-Guarenas, cuando a la altura de la
autopista en las inmediaciones de Guarenas, se encontraron con los funcionarios
policiales PM y CM, los cuales les ordenaron que pararan el vehículo y se bajaran
del mismo, procediendo los funcionarios policiales a realizarles una requisa
personal y una inspección al vehículo, en donde se encontraron seis (6) envases
de cervezas vacías, lo que motivó la detención de los mismos, por lo que fueron
trasladados en la unidad policial hasta el Comando Policial de la Región N° 6 con
sede en Guatire, quedando detenidos por un lapso de ocho (8) horas en una celda
que tiene de diámetro 4mx2,80m de ancho, lugar donde había aproximadamente
30 personas durmiendo, debiendo permanecer parados en las letrinas de la
referida celda, por lo que el denunciante considera, fueron humillados, se puso en
peligro sus vidas y fueron lesionados sus derechos, pues no les fueron leídos; en
consecuencia, se violó el procedimiento establecido en el artículo 44 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 243 y
siguientes del Código Orgánico Procesal Penal, por lo que el denunciante imputó
a los funcionarios aprehensores la comisión de los delitos de abuso de autoridad,
pesquisa personal arbitraria, privación ilegítima de libertad y atropellos contra
personas detenidas, previstos y sancionados en los artículos 204, 182, 177 y 179,
respectivamente del Código Penal.
Esta Dirección observa, al cotejar los tipos penales imputados por el denunciante,
con el escrito de solicitud de sobreseimiento interpuesto por la representante del
Ministerio Público, que en dicha solicitud no se realizó una descripción clara,
precisa y circunstanciada, que comprendiera lugar, tiempo, modo y demás
elementos que configuran los tipos penales imputados por el denunciante, razón
por la que no podemos determinar con certeza si tales aspectos fueron objeto de
la debida investigación, o si dichas circunstancias habiéndose investigado, no
fueron reflejadas en la descripción del hecho realizado por la representante del
Ministerio Público, teniendo dicha descripción relevancia a los efectos de poder
establecer con certeza la calificación jurídica del hecho, siendo esta descripción la
que ulteriormente permitirá determinar si el precepto jurídico invocado se
encuentra o no ajustado a derecho.
Es importante tener presente, que son los hechos contenidos en el escrito de
solicitud de sobreseimiento, los que van a ser ponderados por el juez, por lo que
se advierte que no basta con hacer una exposición indiferenciada de los mismos.
Por el contrario, se requiere que éstos sean descritos, precisando claramente su
755
relación con cada uno de los imputados, según fuere el caso, lo que permitirá
determinar cuándo y cómo fue cometido el hecho investigado, o contrariamente,
concluir que el mismo no llegó a realizarse, o si habiéndose realizado, el mismo no
es típico, además de determinar el alcance de la solicitud de sobreseimiento.
Consideramos que cuando la investigación tenga como objeto diversas conductas
que puedan ser encuadradas dentro de diferentes tipos penales, tal como ocurrió
en el presente caso, cada una de ellas debe ser analizada por separado,
explicando detalladamente los hechos que fueron objeto de la investigación,
exponiendo de una forma motivada la configuración o no de los delitos imputados
y su relación con la norma procesal penal invocada, siendo ello lo que servirá
como fundamento al juez para responder de acuerdo con lo solicitado por el fiscal.
Precisamente, de esta descripción del hecho investigado que debe hacer el
representante del Ministerio Público en su escrito de solicitud de sobreseimiento,
dependerá también la actuación de las partes y, si tal descripción de los hechos
no logra bastarse a sí misma, cualquiera de ellas podría alegar la violación de su
derecho a la defensa y al debido proceso, toda vez que no estaría en capacidad
de determinar en forma precisa, si los hechos denunciados fueron objeto de la
debida investigación.
Se le objeta a la representante del Ministerio Público, que el acta policial levantada
al efecto por los funcionarios policiales, la denuncia interpuesta por el ciudadano
C.AG.P. y las entrevistas realizadas a los ciudadanos N.A.G. y J.L.G.V., quienes
junto con el denunciante fueron privados de su libertad por los funcionarios
aprehensores, tan sólo fueron interpretadas, y no dio a conocer mediante su
trascripción, los aspectos relevantes que podrían estar contenidos en las mismas,
aspectos éstos que de haber sido revelados mediante su trascripción y no
mediante su propia interpretación, habrían permitido advertir si los supuestos de
hecho son los mismos que contemplan los artículos invocados.
La fundamentación realizada por la representante del Ministerio Público para
sustentar su solicitud de sobreseimiento, se basó en un análisis doctrinario de los
tipos penales imputados por el denunciante, los cuales relacionó con el artículo 5
del Decreto N°159 de la Gobernación del Estado Miranda y con la interpretación
que hizo del acta policial, de la denuncia y de las entrevistas realizadas. Siendo
éstos elementos los que consideró determinantes para concluir que los hechos
objeto del proceso no se realizaron y que los mismos no son típicos.
Ahora bien, del análisis realizado a la solicitud de sobreseimiento, se advierte que
el artículo 5 del Decreto N° 159 de la Gobernación del Estado Miranda, invocado
por los funcionarios policiales inicialmente, y luego por la representante del
Ministerio Público, no es aplicable a los hechos objeto del proceso, ya que se
evidencia del escrito analizado, que el denunciante y sus acompañantes no fueron
sorprendidos de manera flagrante consumiendo bebidas alcohólicas en la vía
publica, simplemente, los funcionarios policiales localizaron seis (6) envases
vacíos de cerveza dentro del vehículo propiedad del denunciante, razón por la que
surgen numerosas dudas que no fueron esclarecidas en la solicitud analizada.
Por otra parte, estima esta Dirección que el artículo 5 del Decreto N° 159 de la
Gobernación del Estado Miranda, tiene vicios de inconstitucionalidad por cuanto el
mismo colide con el artículo 44 numeral 1 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
En este sentido, trae luces la Doctrina del Ministerio Público, la cual nos
permitimos transcribir:
´El sobreseimiento es uno de los actos que el Ministerio Público, puede asumir
como pretensión una vez finalizada la llamada fase preparatoria de investigación,
y por tratarse de un acto conclusivo a esta fase, como tal, está controlado por los
órganos jurisdiccionales, en este caso, competencia del juez de control,
generando consecuencialmente efectos atinentes a cada una de las partes, e
impidiendo la prosecución del proceso. Ahora bien, en toda solicitud, se requiere
básica y necesariamente la fundamentación de la misma, para que sea admitida
por el juez, consciente de que lo planteado se encuentra ajustado a derecho.´
(Informe Anual del Fiscal General de la República, Año 1999, Tomo II, p. 76).
Por todo lo anteriormente descrito, considera esta Dirección, que la representante
756
del Ministerio Público incurrió en error al solicitar el sobreseimiento en la presente
causa con base a los hechos descritos supra. En este sentido, para solicitar el
respectivo acto conclusivo, el representante del Ministerio Público debe tener la
plena seguridad que los hechos objeto de su investigación en la fase preparatoria,
encuadran en alguna de las causales del sobreseimiento; cuestión ésta que no se
verifica con mucha claridad, ya que de los elementos en los cuales se basó el
Ministerio Público para formular su petición, no se desprende con certeza que los
funcionarios policiales hayan actuado apegados al ordenamiento jurídico y los
deberes inherentes a su cargo...”.
757
271
TDOC Memorandum
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-185-2004 FECHA:20040412
TITL Es un error invocar simultáneamente como supuestos en la
solicitud de sobreseimiento, que el hecho objeto del proceso no
se realizó, y que el hecho imputado no es típico, por resultar
ambas circunstancias excluyentes entre sí. Frente a un error de
prohibición, procede la solicitud de sobreseimiento, por la
concurrencia de una causa de inculpabilidad (Artículo 318,
numeral 2 del Código Orgánico Procesal Penal).
FRAGMENTO
758
estructurado conceptualmente el numeral 2 del señalado artículo, para
cuya correcta aplicación es menester que el fiscal del Ministerio Público se
adentre en la Teoría General del Delito, y más íntimamente en su
conformación como tal, analizando previamente de forma concienzuda el
hecho que se le presenta y todas sus circunstancias, constatando si se
encuentra en presencia de todos los elementos estructurales del hecho
punible.
El delito está conformado por una serie de elementos positivos que hacen
posible su existencia, tales como: acción-típica, antijuricidad y culpabilidad.
Dichos elementos del delito, a su vez, tienen como contraparte una faz
negativa, ante cuya presencia el delito deja de existir, pierde su cariz, su
existencia real. Estas circunstancias son: la atipicidad, las causas de
justificación, las causas de inculpabilidad y las causas de no punibilidad.
Podemos entonces estar en presencia de un hecho y del sujeto a quien se
le atribuye, pero si ese hecho no está revestido de ciertas características
básicas, descritas en nuestra ley penal como delito, no podremos nunca
hablar de hecho punible, ya que para que exista tipicidad, el hecho debe
adecuarse a la descripción legal prevista en la norma respectiva. En caso
contrario, nos encontraríamos en presencia de un hecho atípico.
Asimismo, si media en el hecho típico una causa de justificación, como
serían por ejemplo la legítima defensa, el cumplimiento de un deber o el
estado de necesidad justificante, entre otras, estaremos en presencia de
un hecho típico jurídicamente viable. Lo mismo podría decirse respecto de
la culpabilidad, en donde los elementos que la excluyen, a saber: la
inimputabilidad, el error de prohibición y la no exigibilidad de otra conducta,
dan como resultado la no imputación personal del hecho y por ende la
inexistencia del hecho punible.
En conclusión, en el caso de marras, esta Dirección es de la opinión que la
conducta desplegada por los funcionarios policiales constituye una acción-
típica, antijurídica y culpable, para lo cual se permite hacer la siguiente
disertación: si bien es cierto que la representante del Ministerio Publico
encuadró su solicitud de sobreseimiento en los ordinales 1° y 2° del
artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal, lo hizo de manera
errada, toda vez que la conducta de los funcionarios actuantes era
subsumible en el tipo penal de privación ilegítima de libertad, previsto y
sancionado en el articulo 179 del Código Penal, debido a que las causas
que excluyen la tipicidad en ningún momento operaron a favor de dichos
funcionarios; en este sentido, es necesario destacar que el tipo penal está
compuesto por una parte objetiva y una parte subjetiva, y en lo que
respecta a su parte objetiva, la misma se excluye si no concurren
determinadas circunstancias externas. Por ejemplo: si estamos en
presencia de un delito de resultado material, para que se pueda configurar
su parte objetiva, es necesario que la conducta del agente esté descrita en
un tipo penal, y además, debe darse una relación causal entre la actuación
del sujeto activo y el resultado que dicha conducta produjo.
Finalmente, una vez constatada esa relación causal, es necesario
determinar si esa conducta se le puede imputar al agente como producto
de su obra, es decir, si se le puede atribuir dicho resultado. Sin embargo,
es preciso destacar que en el caso que nos ocupa no estamos en
presencia de un delito de resultado material, sino ante la presencia de un
delito de mera actividad -privación ilegitima de libertad-, en los cuales la
doctrina ha señalado de manera unánime, que los mismos están
desprovistos de la relación causal, por lo que en este tipo de delito lo único
759
que hay que determinar es, si dicho resultado se le puede imputar al autor,
como producto de su propia obra.
Ahora bien, la Dogmática Jurídico Penal moderna, en lo que se refiere al
punto de determinar cuándo se le puede imputar un resultado a una
determinada conducta, ha tomado como parámetro de medición la idea del
riesgo permitido. En tal sentido, Mir Puig indica que ´...en los delitos de
mera actividad la realización del tipo debe suponer la imputación objetiva´.
Es decir, en vista que en este tipo de delito no opera una relación de
causalidad, como si ocurre en los delitos de resultado, la sola conducta
desplegada por el autor debe ser necesaria para la realización del verbo
rector tipo objetivo, toda vez que la misma desbordaría el riesgo permitido
en el ámbito de protección de la norma jurídico penal. En el caso de
marras, la conducta desplegada por los agentes policiales, al detener a los
ciudadanos denunciantes, debe considerarse suficiente a los efectos de
desbordar el riesgo permitido en el ámbito de protección de la norma, del
artículo 179, que prevé la privación ilegitima de libertad.
En lo que se refiere a la parte subjetiva del tipo, hay que destacar que la
misma se excluye a causa del error de tipo. Asimismo, Arteaga Sánchez
indica lo siguiente: ´...El error, como se sabe, es el falso conocimiento de
algo, una noción falsa sobre algo. Cuando se da la ausencia de toda
noción sobre algo, se habla de ignorancia´. En el caso que nos ocupa,
habrá error de tipo cuando el agente desconozca algunos o todos los
elementos del tipo respectivo. En este sentido, considera quien suscribe,
que dichos funcionarios en ningún momento tuvieron un falso conocimiento
sobre los elementos fácticos y normativos que contiene dicha disposición
legal –privación ilegitima de libertad-, toda vez que ellos actuaron con
pleno conocimiento de los elementos fácticos y normativos que prevé la
aludida norma penal.
Por otra parte, podría aducirse la procedencia de una causa de
justificación como lo es el cumplimiento de un deber, sin embargo, estima
este Despacho, que esa justificante no opera en el presente caso, ya que
de manera reiterada la Doctrina dominante ha referido que para la
materialización de las causas de justificación, éstas deben estar
permitidas por el ordenamiento jurídico en conjunto, cuestión ésta que no
se da en el caso que nos ocupa, toda vez que el mencionado Decreto N°
159 dictado por la Gobernación del Estado Miranda es totalmente contrario
a la Constitución, debido a que contraviene la disposición contenida en el
artículo 44 del la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En fin, como se señaló anteriormente, nos queda sólo por analizar la
categoría relativa a la culpabilidad o imputación personal, y dentro de las
causas que la excluyen, al denominado error de prohibición. En lo que a
este punto se refiere, la Doctrina ha manifestado que el error de
prohibición -a diferencia del error de tipo-, no versa sobre los elementos y
circunstancias del hecho típico, sino sobre la antijuricidad o ilicitud del
hecho. Es decir, para que la conducta del agente pueda ser considerada
culpable, se requiere que el sujeto actúe sabiendo que realiza algo que
está prohibido. Cuando tal conocimiento no se da, nos encontramos
precisamente ante el error de prohibición. Por ejemplo: en el caso de quien
cree erróneamente que concurre una causa de justificación que legitima su
acto, y que dicha causa no exista realmente en el ordenamiento jurídico.
Considera quien n suscribe, que los mencionados agentes
policiales -tomándose aquí en cuenta la totalidad de los hechos objeto de
la presente solicitud- actuaron bajo la creencia errónea de que estaban
760
amparados por un Decreto permitido por el ordenamiento jurídico, cuando
en realidad aquél es evidentemente violatorio de los principios
contemplados en nuestra carta magna. En tal sentido, si la fiscal consideró
-como en efecto lo hizo- que los imputados actuaron bajo la creencia
errónea de que estaban amparados por el Decreto N° 159 de la
Gobernación del Estado Miranda, debió alegar como causal del
sobreseimiento, el numeral 2 del artículo 318, pero no por atipicidad, sino
por falta de culpabilidad, toda vez que la misma quedaría excluida si se
produjere un error de prohibición de tipo invencible.
Ahora bien, a los efectos de fundamentar debidamente la solicitud de
sobreseimiento por la existencia de una causa de inculpabilidad,
específicamente del error de prohibición, es preciso acreditar claramente
que este error era invencible, pues de lo contrario, es decir de
encontrarnos frente a un error vencible, ello nos dará como resultado, la
subsistencia de la responsabilidad penal de manera atenuada...”.
761
272
TDOC Memorandum
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DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-12-370-2004 FECHA:20040701
TITL La solicitud de sobreseimiento definitivo establecida en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, debe
concatenarse con los supuestos de procedencia del
sobreseimiento establecidos en el artículo 318 del Código
Orgánico Procesal Penal.
FRAGMENTO
“En otro orden de ideas, la Ley para la Protección del Niño y del
Adolescente, consagra en su artículo 561, literal d, el sobreseimiento
definitivo, que procederá cuando resulte evidente la falta de una condición
necesaria para imponer la sanción. Esa falta de condición o supuestos de
aplicación, no fueron regulados por la ley especial, lo cual pudiera dar
lugar a solicitudes de sobreseimiento basadas en visiones subjetivas de
los hechos no contempladas en el derecho adjetivo, lo cual evidentemente
crearía inseguridad jurídica y violaría el principio de legalidad y lesividad,
consagrado en el artículo 529 ejusdem.
Por lo antes expuesto, conforme al artículo 537 de la referida ley especial,
se hace necesario que el representante del Ministerio Público cuando
solicite el sobreseimiento definitivo estipulado en la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, concatene el mismo con los
supuestos de procedencia del sobreseimiento, establecidos en el artículo
318 del Código Orgánico Procesal Penal, cuestión ésta que fue obviada
por la representante del Ministerio Público cuando hizo la respectiva
solicitud...”.
DESC ADOLESCENTES
DESC LEGALIDAD
DESC NIÑOS
DESC PRINCIPIO DE LESIVIDAD
DESC SOBRESEIMIENTO
762
273
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-588-2004 FECHA:20041011
TITL La correcta fundamentación de todo escrito de sobreseimiento,
es necesaria a los fines de una cabal comprensión del
razonamiento técnico-jurídico realizado por el fiscal del
Ministerio Público -compuesto por la perfecta consunción del
contenido fáctico del caso, con el derecho aplicable al mismo- a
los fines de clausurar definitivamente el curso de la
investigación.
FRAGMENTO
763
desarrollada y concluida de una manera coherente y correcta, de manera
que se garantice a todos los ciudadanos no ser perseguidos injustamente,
llevados ante tribunales y sometidos a proceso sin fundamento, lo cual
contradice la existencia de un Estado de Derecho.
Partiendo de las anteriores premisas, se debe señalar que la calidad de la
investigación realizada se ve plasmada en el elemento que constituye el
ápice de la misma, estando constituido aquél por los actos conclusivos.
Entonces, para lograr apreciar de manera diáfana que dicha investigación
se condujo apegada a la ley y a las formas procesales, y que su
culminación estuvo ajustada a Derecho, dichos actos conclusivos deben
necesariamente encontrarse fundamentados.
En tal sentido, debe señalarse que una adecuada fundamentación de todo
acto conclusivo, no debe entenderse como una sencilla enumeración de
los elementos de convicción recabados, ni mucho menos suponer la
trascripción total del resultado obtenido de cada diligencia practicada; por
el contrario, consiste por una parte, en hacer constar expresamente en el
propio texto de dichos actos, una vez agotada la investigación, los
elementos de convicción recabados que funjan como sustento de la
decisión fiscal; y por la otra, en analizar exhaustivamente cada uno de
esos elementos de convicción, y extraer de dicho análisis las posibles
implicaciones de aquéllos en la definición del rumbo que tomará el
proceso, que puede ser, tal como se indicó anteriormente, proseguir a
través de la acusación, terminarse con el auto de sobreseimiento, o
paralizarse a través del archivo fiscal de las actuaciones. En pocas
palabras, debe examinarse a cabalidad la relevancia jurídica de cada uno
de dichos elementos, y plasmarse en el acto respectivo tal análisis, así
como también las conclusiones derivadas de éste.
El sobreseimiento se acuerda cuando, una vez agotadas todas las
diligencias investigativas pertinentes -de acuerdo a cada caso en
particular- se hayan recabado durante la averiguación suficientes
elementos de convicción que apunten el convencimiento del fiscal
respectivo hacia algunas de las causales del artículo 318 del Código
Orgánico Procesal Penal.
En pocas palabras, la oportunidad procesal en la cual tiene lugar el
sobreseimiento, es una vez realizadas todas las diligencias ordenadas por
el MINISTERIO PÚBLICO, tendientes a la recolección de elementos de
convicción, y que el representante fiscal haya obtenido la convicción de
que resulta procedente alguna de las causales de sobreseimiento
contenidas en el artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal. De allí
que sea de suma importancia que el fiscal cuente con las resultas de todas
y cada una de las diligencias ordenadas practicar, las cuales, una vez
analizadas y adminiculadas unas con otras, traerán como consecuencia la
falta de elementos necesarios para demostrar adecuadamente el hecho
punible o la participación de alguna persona en su comisión.
Cabe destacar, que el sobreseimiento, por constituir efectivamente un acto
procesal que concluye la investigación, no escapa a la imperiosa
necesidad de encontrarse debidamente fundamentado en lo que a los
elementos de convicción se refiere, por lo que la Doctrina del Ministerio
Público ha establecido lo siguiente:
´...Todo escrito de solicitud de sobreseimiento de la causa, debe contener
una adecuada motivación, basada en la descripción de los hechos y en el
conocimiento de cada una de las actuaciones practicadas, ajustándola al
numeral correspondiente de los comprendidos en el artículo 325 (actual
764
318) del Código Orgánico Procesal Penal./ No hacerlo así, conduce a la
impugnación del acto de solicitud de sobreseimiento por deficiencia
sustancial, por impedir el cumplimiento de lo pautado en el artículo 326
(actual 323) del Código Orgánico Procesal Penal...´.
Por otra parte, la obligación de fundamentar correctamente todo escrito de
sobreseimiento, es susceptible de concebirse como un mecanismo que
coadyuva a garantizar la adecuada terminación de la fase preparatoria del
proceso. En tal sentido, dicha fundamentación es necesaria a los fines de
una cabal comprensión del razonamiento técnico-jurídico realizado por el
fiscal del Ministerio Público -compuesto por la perfecta consunción del
contenido fáctico del caso, con el derecho aplicable al mismo- a los fines
de clausurar definitivamente el curso de la investigación. En pocas
palabras, una adecuada motivación del escrito de sobreseimiento,
garantiza en cierta forma la transparencia de la terminación de la
investigación”.
765
274
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-589-2004 FECHA:20041011
TITL No es adecuado a derecho que el fiscal del Ministerio Público
alegue conjuntamente en una solicitud de sobreseimiento los
numerales 1, 3 y 4 del artículo 318 del Código Orgánico
Procesal Penal, por contener los mismos supuestos
contradictorios.
FRAGMENTO
767
debe dictarse con relación a personas y no a hechos (salvo el caso de la
prescripción de la acción penal, en el cual, por razones prácticas, resulta
inoficioso determinar el autor del delito, y paralizar innecesariamente una
causa, a sabiendas que ya no existe posibilidad alguna de materializar la
persecución penal); 4.- Se encuentra revestida de la autoridad de la cosa
juzgada -siempre que se den todos los presupuestos-, por lo cual
materializa el principio del non bis in idem; y 5.- Es recurrible, en virtud de
que constituye una providencia judicial que le pone fin al proceso, por lo
que puede ser impugnado, a causa de ese agravio causado, mediante los
mecanismos establecidos en la ley.
Por otra parte, en lo que se refiere a las causales de procedencia alegadas
por la fiscal del Ministerio Público, cabe señalar que ellas presentan una
absoluta diferenciación tanto en su contenido como en su estructura
conceptual.
En tal sentido, el primer numeral se refiere a que el hecho objeto del
proceso no se haya realizado o no pueda atribuírsele al imputado. En este
supuesto se dan dos circunstancias que operan en forma independiente.
La primera se refiere a que el hecho objeto del proceso no se haya
realizado, es decir, nunca llegó a cometerse aun cuando inicialmente se
practicaron diversas actuaciones de investigación y los hechos tenían
apariencia de ilícitos penales, demostrándose posteriormente que tal
eventualidad nunca se sucedió. Esta circunstancia ostenta un carácter
objetivo, en virtud de que está referida al hecho contenido en la
imputación, siendo por ello de naturaleza netamente fáctica. Así, Clariá
Olmedo señala que ´afirmar que el hecho no se ha cometido, significa
aceptar definitivamente que la conceptualización fáctica en la cual se
apoya el elemento objetivo de la imputación no se ha mostrado de ninguna
manera en la realidad, sea como hecho consumado, tentado o frustrado.
Se elimina la materialidad del objeto procesal al demostrarse la
inexistencia del acontecimiento histórico o cambio en el mundo exterior
que la alimentaba como una posibilidad´.
La segunda circunstancia del mencionado numeral se verifica cuando,
habiéndose producido el hecho se determine que el imputado no es el
responsable de él, ésto es, no es autor ni partícipe en el hecho de que se
trate, razón por la cual procede la conclusión del proceso a través de la
figura del sobreseimiento. Cabe señalar que esta causal es de naturaleza
subjetiva, en razón de que se refiere a al elemento personal de la
imputación. Específicamente, se centra esta circunstancia en la
imposibilidad de atribuirle materialmente el hecho al imputado.
Por otra parte, el numeral tercero en su primer supuesto, contiene una
causal de sobreseimiento motivada a causas surgidas con posterioridad a
la comisión del hecho punible, las cuales tienen como efecto extinguir la
acción penal, y en consecuencia la acción penal. En el presente caso
resulta aplicable esta causal, específicamente la que se refiere a la
prescripción, que no es otra cosa que el transcurso del tiempo sin que el
delito sea perseguido, lo cual origina la extinción de la acción penal para
perseguir dicho ilícito jurídico-penal. Esta última causal (prescripción)
ostenta una naturaleza extintiva, en virtud de que constituye una condición
negativa para la punibilidad del hecho (pero con efectos distintos a las
excusas absolutorias), porque impide o interrumpe de manera definitiva,
toda actividad acusatoria y jurisdiccional que apunte hacia un
pronunciamiento sobre la punibilidad del hecho.
Por último, el numeral cuarto establece la posibilidad de declarar el
768
sobreseimiento cuando en el caso concreto, a pesar de la falta de certeza,
no exista razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos datos a la
investigación, y no haya bases para solicitar fundadamente el
enjuiciamiento del imputado. En otras palabras, este ordinal implica que de
todas las investigaciones pertinentes, no surgen elementos de convicción
que hagan posible una acusación con bases sólidas, en contra de la
persona señalada como autor de un hecho punible y que, ni siquiera,
surgen suficientes elementos que hagan posible determinar su
participación cierta en el delito. Este supuesto ostenta dos caras, siendo la
primera la que se refiere a la duda que subsiste respecto a la comisión del
delito y/o a la participación del imputado en él; y la segunda, la que se
traduce en la certeza de que no se podrán incorporar nuevos datos a la
investigación, es decir, la certeza negativa propia del sobreseimiento.
En este sentido, Moreno Brant señala que ´se basa esta causal en que la
investigación realizada no proporciona fundamento serio para el
enjuiciamiento público del imputado y a pesar de esa falta de certeza no
existe razonablemente la posibilidad de recabar nuevos elementos de
convicción que permitan en tal sentido el esclarecimiento de los hechos´.
Entonces, visto lo anterior, cabe afirmar que existen incompatibilidades
entre las distintas causales de sobreseimiento, invocadas por la
representante fiscal a los fines de fundamentar la solicitud del señalado
acto conclusivo. En tal sentido, en primer término, entre los numerales 1 y
4 del artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal, existe una
diferencia sustancial, la cual radica en que el primero-específicamente en
su primera modalidad, alegada aquí por la Fiscal- implica certeza, es decir,
la certidumbre o convencimiento de la inexistencia del hecho punible, o la
participación del imputado en ese hecho; mientras que por el contrario, el
ordinal 4 constituye un supuesto de duda respecto a la existencia del
hecho o bien a la participación del imputado, no existiendo bases
suficientes para canalizar un eventual enjuiciamiento de aquél,
presentándose entonces la imposibilidad cierta de materializar dicho
enjuiciamiento.
Sobre el particular, el señalado autor indica lo siguiente:
´...Resulta igualmente contradictoria la fundamentación en esta causal
[numeral 4] de manera conjunta con la prevista en el ordinal. 1, aplicada,
por su parte, sin distinción alguna entre las dos situaciones excluyentes ya
explicadas, vale decir, la inexistencia del hecho punible, o el no poder
atribuírselo al imputado, pues, la causal prevista en el ordinal. 4, se refiere
precisamente a la falta de certeza acerca de tales extremos, o en otras
palabras, a la imposibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación
pese a la falta de certeza y no tener bases para solicitar fundadamente el
enjuiciamiento del imputado, mientras en la primera, existe certeza de que
el hecho no se realizó; o bien que sí se realizó, pero no puede atribuírsele
al imputado.
Por otra parte, también se observa que es incorrecta- por ser
contradictoria- la invocación conjunta de los numerales 3 y 4 del señalado
artículo 318 eiusdem. Esencialmente, si la acción penal para perseguir el
delito se encuentra prescrita, obviamente ya no es necesario darle
continuación a la investigación -independientemente que de las resultas se
deriven autores o partícipes-, en virtud de que ello resulta inoficioso al no
poder ejercer el Estado el poder de castigar una o varias conductas, por
haberse producido la preclusión de la oportunidad que la Ley establece
para ello, por lo tanto, mal podría en estas condiciones incorporar el
769
Ministerio Público nuevos datos a la investigación...”.
770
275
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-023-2004 FECHA:20040123
TITL Análisis del régimen aplicable a las medidas cautelares en el
proceso penal venezolano.
¿Puede el representante del Ministerio Público, solicitar una
medida de privación judicial preventiva de libertad, estando
vigente o en curso una medida cautelar sustitutiva de libertad,
que se esté cumpliendo correctamente? Análisis de la medida
solicitada.
El objeto de las medidas cautelares es tender a la protección de
derechos e intereses fundamentales, necesarios a los fines del
establecimiento de la verdad y la búsqueda de la justicia a
través del proceso penal.
La privación judicial preventiva de libertad esta sometida a
unos determinados límites objetivos y subjetivos.
La negativa del tribunal de revocar o sustituir la medida
privativa de libertad no tendrá apelación.
Aun cuando no se encuentra expresamente previsto en el
Código Orgánico Procesal Penal existe la posibilidad de
solicitar una privación judicial preventiva de libertad existiendo
una medida cautelar sustitutiva, siempre que se den los
supuestos legalmente establecidos para ello.
FRAGMENTO
“El Código Orgánico Procesal Penal establece en los artículos 250 al 264
la regulación correspondiente al régimen aplicable a las medidas
cautelares.
1. Objeto y Finalidad
772
privación de libertad. Igualmente, este artículo 244 permite que
excepcionalmente se solicite por parte del fiscal del Ministerio Público y el
querellante una prórroga, que no podrá exceder de la pena mínima
prevista para el delito. La duración de la prórroga será fijada por el juez de
control, teniendo en cuenta el principio de proporcionalidad.
La privación judicial preventiva de libertad tiene unos límites objetivos
perfectamente determinados:
1. No podrá exceder de la pena o el límite mínimo previsto para cada delito
(artículo 244);
2. No podrá exceder del plazo de dos (2) años (artículo 244);
3.No procede la privación de libertad cuando el delito merece una pena
inferior a tres (3) años, y el imputado ha tenido buena conducta
predelictual (artículo 253);
4.Si el juez acuerda la privación judicial preventiva de libertad durante la
fase preparatoria, el fiscal del Ministerio Público debe presentar la
acusación, sobreseer o archivar, dentro de los treinta (30) días siguientes a
la decisión del juez, este lapso podrá extenderse por quince (15) días, si
así lo acuerda el juez de control (artículo 250).
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante decisión
número 2075, de fecha 5 de agosto de 2003, Expediente N° 2002-01918,
con ponencia del magistrado Antonio J. García G., hace extensiva la
aplicación del lapso establecido en el artículo 250 del Código Orgánico
Procesal Penal, al procedimiento abreviado, a saber:
´… En el orden de esa idea, encontramos que el artículo 373 del Código
Orgánico Procesal Penal establece que una vez que es presentado el
imputado ante el Juez de Control, éste podrá, previa solicitud del Ministerio
Público, estimar la existencia de la flagrancia del delito y la prosecución del
proceso por el procedimiento abreviado, que se refiere grosso modo, en la
remisión de las actuaciones al tribunal de juicio unipersonal para que
celebre la audiencia de juicio oral y pública ‘dentro de los diez a quince
días siguientes’, una vez que reciba el expediente. Igualmente, señala esa
disposición normativa que el Juez de Control puede decretar, en esa
oportunidad, la privación judicial preventiva de libertad del imputado,
cuando considere que los supuestos de su procedencia se encuentran
satisfechos y que el fiscal y la víctima presentarán la acusación
directamente en la audiencia de juicio oral y público. / (…) / Por otro lado,
¿qué sucede cuando ha transcurrido, en ese procedimiento abreviado,
más de quince (15) días sin que el Ministerio Público hubiese presentado
acusación y el imputado se encuentre privado judicialmente de su
libertad?. En efecto, si nos atenemos al contenido del Título II del Libro
Tercero del Código Orgánico Procesal Penal, que se refiere al
procedimiento abreviado, no encontramos ninguna disposición normativa
que nos señale con precisión la procedencia de la libertad o la imposición
de la medida cautelar sustitutiva cuando no se haya presentado acusación
fiscal contra el imputado en los términos antes referidos. / No obstante, el
artículo 371 de ese Código Penal Adjetivo dispone que en lo no previsto en
los procedimientos especiales –en el cual se incluye el procedimiento
abreviado- y siempre que no se opongan a ellos, se aplicará las reglas del
procedimiento ordinario, por lo que conforme al contenido de esa norma,
es posible aplicar supletoriamente lo señalado en el artículo 250 del
Código Orgánico Procesal Penal, cuando se refiere al lapso de treinta (30)
días, y su prórroga, contados a partir de la privación judicial preventiva de
libertad, para que el Ministerio Público presente la acusación. / En efecto,
773
se precisa que si han transcurrido más de treinta (30) días, o su prórroga
en caso de haberse acordado, sin que el Ministerio Público hubiese
presentado acusación en el procedimiento abreviado, el juez que conozca
de la causa deberá acordar, de Memo, la libertad del imputado o imponerle
una medida cautelar sustitutiva, como lo señala el artículo 250 del Código
Orgánico Procesal Penal´.
De lo anteriormente expresado se observa que uno de los postulados
fundamentales de las medidas cautelares es la temporalidad. Estas
medidas son accesorias del proceso principal, por cuanto el mismo puede
desarrollarse con o sin ellas, dependiendo de las circunstancias del caso;
las mismas tienden a la protección -como antes se indicó-, de las resultas
del proceso, evitando que el imputado se evada y entorpezca el sano
desarrollo del proceso, de modo que la duración de las mismas estará
determinada por la necesidad de su existencia.
En tanto y en cuanto el proceso requiera de una medida cautelar, la misma
estará vigente –con las limitaciones antes señaladas-, pero en el momento
en que la misma se haga inútil, innecesaria y perjudicial para los derechos
del sujeto pasivo de la misma, ésta deberá cesar.
Esta medida tiene también unos límites subjetivos establecidos en el
artículo 245 del Código Orgánico Procesal Penal, por cuanto no puede
decretarse la privación judicial preventiva de libertad para personas
mayores de setenta (70) años, para mujeres durante los tres (3) últimos
meses de embarazo, para las madres durante la lactancia de sus hijos con
un límite de seis meses después del nacimiento, y para las personas
afectadas con una enfermedad terminal, que esté debidamente
comprobada.
Entre los límites a las medidas cautelares puede mencionarse la
interpretación restrictiva, prevista en el artículo 247 del Código Orgánico
Procesal Penal, que dispone:
´Artículo 247. Interpretación restrictiva. Todas las disposiciones que
restrinjan la libertad del imputado, limiten sus facultades y las que definen
la flagrancia, serán interpretadas restrictivamente´.
Esta interpretación restrictiva, tiende a la protección de la libertad del
imputado como principio fundamental del proceso y derecho inherente a
todo sujeto. En el nuevo proceso penal la libertad debe ser la regla, es
decir, que si se presenta la factibilidad de desarrollar un proceso sin tener
que detener preventivamente al sujeto, pues esta opción debe
implementarse, a los fines del mantenimiento del necesario estado de
libertad en el que debe encontrarse el imputado durante el proceso.
Ese estado de libertad es protegido por el Código Orgánico Procesal Penal
en sus artículos 9, referido a la afirmación de la libertad, como garantía
fundamental de nuestro proceso, y 243 que prevé el estado de libertad
dentro del proceso. Estas normas disponen lo siguiente:
´Artículo 9. Afirmación de la libertad. Las disposiciones de este Código que
autorizan preventivamente la privación o restricción de la libertad o de
otros derechos del imputado, o su ejercicio, tienen carácter excepcional,
sólo podrán ser interpretadas restrictivamente, y su aplicación debe ser
proporcional a la pena o medida de seguridad que pueda ser impuesta. /
Las únicas medidas preventivas en contra del imputado son las que este
Código autoriza conforme a la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Artículo 243. Estado de Libertad. Toda persona a quien se le impute
participación en un hecho punible permanecerá en libertad durante el
774
proceso, salvo las excepciones establecidas en este Código. / La privación
de libertad es una medida cautelar, que sólo procederá cuando las demás
medidas cautelares sean insuficientes para asegurar las finalidades del
proceso´.
Se observa, que la libertad viene a constituir una máxima dentro del
proceso penal, un derecho que debe ser preservado en todo caso, salvo
que sea necesario restringirla o limitarla, por cuanto la eventual libertad del
imputado puede perjudicar el sano desarrollo del proceso, en cuyo caso se
procederá a dictar bien sea una privación judicial preventiva de libertad o
una medida cautelar sustitutiva.
Se considera igualmente, que este carácter restrictivo, debe extenderse
hasta las previsiones de los artículos 251 y 252, que prevén los
parámetros a considerar para resolver acerca del peligro de fuga o de
obstaculización. De manera que el juez para decidir al respecto, deberá, -
tal como lo señala expresamente la norma-, tener en cuenta
´especialmente´ las circunstancias allí previstas. Por tanto, cualquier otra
circunstancia alegada como peligro de fuga o peligro de obstaculización,
debe analizarse –primordialmente- a la luz de los lineamientos previstos en
los artículos antes citados.
La doctrina nacional, ha señalado sobre este punto:
´Por lo demás, tratándose de elementos destinados a servir de orientación,
a los efectos de la medida de privación judicial preventiva de la libertad,
éstos deberán interpretarse restrictivamente y, en consecuencia, esas
sospechas sobre posibles acciones dirigidas a obstaculizar la averiguación
de la verdad, deben asentarse en circunstancias objetivas, relativas al
delito que se averigua y sus implicaciones (gravedad del hecho punible y
expresiones concretas de su comisión), o en circunstancias subjetivas
(modus operandi y comportamiento del imputado desde el inicio de la
investigación)´.
Siempre las circunstancias a ser tomadas en cuenta por el órgano
jurisdiccional, en el ámbito del peligro de fuga y de obstaculización,
deberán partir de las previamente señaladas en la ley de forma expresa,
ya que todas las normas relativas a la libertad son de interpretación
restrictiva.
4. Posibilidad de Revocación.
El artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal establece la posibilidad
para el imputado de solicitar la revocación o sustitución de la medida de
privación judicial preventiva de libertad, cuantas veces lo considere
conveniente. La negativa del tribunal de revocar o sustituir la medida no
tendrá apelación, ello debido a la facultad antes advertida de solicitar las
veces que lo considere pertinente, la revocación o sustitución de la
privación judicial preventiva de libertad.
Dicho criterio se establece en una decisión de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado José M.
Delgado O., de fecha 3 de julio de 2003, Expediente N° 02-2716, en los
siguientes términos:
´Ciertamente, el 4 de septiembre de 2002, la juez de control N° 2 negó tal
pedimento, mediante una decisión que no es susceptible de ser apelada.
Sin embargo, de acuerdo con la norma transcrita, no hay limitación alguna
a la posibilidad de solicitar al juez que revoque o sustituya la medida de
privación judicial preventiva de la libertad por otra menos gravosa para el
imputado, como una vía ordinaria para lograr tal propósito; y en todo caso,
el juzgador debe revisar cada tres (3) meses la necesidad de mantener la
775
medida cautelar´.
Por su parte, el artículo 262 del Código Orgánico Procesal Penal, prevé la
revocatoria realizada de oficio por el juez o a solicitud del Ministerio
Público, por incumplimiento de las medidas cautelares sustitutivas, en tres
casos determinados legalmente: cuando el imputado se encuentre fuera
del lugar donde debe permanecer, cuando no comparezca
injustificadamente ante la autoridad designada, cuando incumpla
injustificadamente una de las presentaciones a que está obligado.
Ambas revocatorias, tanto la de la privación judicial preventiva de libertad
como la de las medidas cautelares sustitutivas se decretan por el juez de
control, sin embargo, se observa que la solicitud de revocatoria de la
privación judicial preventiva de libertad procede cuando el imputado lo
considere conveniente, tal y como lo indica el artículo 264 del Código
Orgánico Procesal Penal, no indicándose causales para solicitarla,
mientras que en el caso de las medidas cautelares sustitutivas, la
revocatoria procede en unos determinados casos establecidos legalmente,
como antes se indicó.
5. Examen de las Medidas Cautelares.
El artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal, establece la
obligatoriedad para el juez de examinar la necesidad del mantenimiento de
las medidas cautelares cada tres meses, sustituyéndolas por otras menos
gravosas cuando lo considere pertinente.
Este examen se establece para todas las medidas cautelares sin
distinción, ya que podría suceder que una medida resulte muy gravosa en
relación con la conducta del imputado y las condiciones del proceso en
particular, afectándose derechos fundamentales protegidos por nuestro
ordenamiento procesal penal y por la Constitución, tales como, la libertad
personal, la integridad personal, entre otros.
Una vez que se ha establecido el objeto y finalidad de las medidas, las
condiciones o presupuestos, límites, posibilidad de revocación, y examen
de las medidas cautelares, se observa, que si en el caso concreto resulta
necesario dictar una privación judicial preventiva de libertad contra el
imputado por requerir éste de su aplicación, aun cuando ya se ha dictado
una medida cautelar sustitutiva con anterioridad, ello será perfectamente
factible y ajustado a derecho, siempre que se cumplan los requisitos
establecidos en el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, que
dicha medida resulte necesaria para asegurar las finalidades del proceso,
tal y como señala el artículo 243 en su único aparte, y que hayan
cambiado las condiciones del proceso.
Aun cuando no se encuentra expresamente previsto en el Código Orgánico
Procesal Penal la posibilidad de solicitar una privación judicial preventiva
de libertad existiendo una medida cautelar sustitutiva, de conformidad con
lo anteriormente expuesto, es perfectamente factible solicitarla siempre
que se den los supuestos legalmente establecidos para ello.
Alberto Arteaga señala en cuanto a la posibilidad antes indicada, lo
siguiente:
´…vinculado a la provisionalidad y temporalidad, la doctrina señala,
adicionalmente, el principio o regla rebus sic stantibus, la cual impone que
las medidas de coerción personal se mantengan vigentes durante el
proceso, tomando en cuenta la permanencia o variación de las condiciones
que le sirvieron de fundamento, de forma tal que solamente, en tanto y en
cuanto no hayan variado las circunstancias que tienen que ver con la
adopción de una medida de coerción, ésta se mantendrá igual… / Por lo
776
tanto, las medidas cautelares que vamos a enunciar no son sustitutivas de
la privación de libertad, sino principales, ya que la privación de libertad
podría sustituirlas, cuando éstas no sean suficientes para garantizar el
sometimiento a la justicia´...”.
DESC APELACION
DESC FUGA
DESC INVESTIGACION
DESC JUICIO ORAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
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276
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DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-023-2004 FECHA:20040123
TITL El artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal, no faculta
al Ministerio Público, para dictar medida de arresto, sino para
aprehender al ciudadano que entorpece el cumplimiento de un
acto determinado. Son los órganos jurisdiccionales, los que
tienen potestad para acordar arrestos o detenciones.
FRAGMENTO
“Sin embargo, es preciso acotar que la fundamentación alegada por el fiscal del
Ministerio Público -artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal-, no tiene
asidero jurídico-fáctico, ya que, dicha norma está referida a unas determinadas
facultades del Ministerio Público, a saber:
´Artículo 309. Facultades del Ministerio Público. El Ministerio Público puede exigir
informaciones de cualquier particular o funcionario público, emplazándolos
conforme a las circunstancias del caso, y practicar por sí o hacer practicar por
funcionarios policiales, cualquiera clase de diligencias. Los funcionarios policiales
están obligados a satisfacer el requerimiento del Ministerio Público. / El Ministerio
Público puede ordenar la aprehensión de personas que perturben el cumplimiento
de un acto determinado y mantenerlas detenidas hasta su finalización. La
aprehensión no podrá durar más de seis horas. En el acta respectiva constará la
medida y los motivos que la determinaron, con indicación de la fecha y horas de
su comienzo y cesación´.
Observa esta Dirección que, la aplicación de esta norma, tiene lugar en virtud de
la necesidad de contrarrestar una conducta que obstruye o entorpece un acto de
investigación, y con pleno apoyo y justificación en la salvaguarda del interés de la
justicia como valor constitucional, en casos de procedencia sobre el bien individual
de libertad, por lo cual el fiscal justificará su conducta en el deber de obtener y
asegurar los elementos necesarios para la investigación, pero dicho deber no lo
excusa de la plena observancia de los requisitos legales que fundamentan su
actuación. Tales deberes son los siguientes:
Que la persona esté efectivamente obstaculizando el acto.
Que la aprehensión sea hasta que finalice el acto, no pudiendo tener la misma
una duración superior a seis (6) horas.
Que se haga constar la medida y sus motivos, así como la fecha y hora de su
comienzo y cesación.
Sobre el primer aspecto, resulta necesario que durante la realización del acto el
sujeto esté perturbando su realización. Ni antes del acto ni después de realizado
éste se puede justificar la aprehensión del sujeto.
También se debe tomar en cuenta que los actos que realiza el sujeto en procura
de obstaculizar la labor del Ministerio Público, no deben ser típicos y merecer
pena privativa de libertad, pues de ser así, lo que procederá es la aprehensión del
sujeto y su presentación ante el juez de control. Sólo cuando el hecho no es típico,
procederá lo previsto en el artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal, y ello
si no existen otras formas menos gravosas de evitar el entorpecimiento del acto.
Otro aspecto importante es que el artículo 309 del Código Orgánico Procesal
Penal se refiere a la ´aprehensión´ del sujeto perturbador, lo que quiere decir que
los funcionarios que deben realizar el acto no pueden ordenar el arresto del sujeto,
ya que ello implica su traslado a un centro especial de detención. Sólo le está
permitido al fiscal del Ministerio Público la aprehensión del sujeto lo que implica
coger, asir, prender a una persona en el mismo acto, y mantenerlo así mientras se
778
realiza el mismo.
De igual importancia es entender que la justificación de la aprehensión es con la
única finalidad de lograr el cumplimiento del deber que tiene el Ministerio Público
de investigar los hechos relacionados con un delito, a lo que debemos concluir
que el ´acto que se perturbe´ debe estar relacionado con una investigación
criminal, y tener como finalidad la búsqueda, identificación o aseguramiento de
elementos de convicción. Sólo el actuar con tales precedentes, la aparente
´inconstitucionalidad´ de la retención de la libertad, adquiere legitimidad ante la
necesidad de resguardar elementos indispensables para la investigación. La
perturbación de cualquier otro acto no justifica la aprehensión.
Respecto a la duración de la aprehensión, sólo procederá desde el momento en
que el sujeto comenzó a entorpecer el acto y hasta la finalización del mismo,
tomando en cuenta que la aprehensión nunca podrá durar más de seis horas, así
el acto aún no haya concluido.
Finalmente, como exigencia formal, debe confeccionarse un acta que recoja la
medida adoptada y sus motivos, la fecha y hora de su comienzo y cesación. La
hora de cesación no se puede fijar con anticipación, pues como la detención sólo
es durante el acto, la hora se determina una vez finalizado éste, por lo tanto, en el
acta debe dejarse constancia de la hora en que comenzó la aprehensión, y luego
de finalizado el acto se podrá saber con exactitud la hora de cesación y de ella se
dejará constancia. Debemos destacar que el momento de finalización del acto
marca la duración de la aprehensión, no pudiendo el Ministerio Público ordenar
aprehensiones por tiempos determinados a priori, por ejemplo: aprehensión desde
las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde, pues como ya se dijo, la
finalización de la aprehensión tiene su límite en el justo momento de la finalización
del acto. Aunque la actividad del Ministerio Público dure más de seis horas, la
aprehensión no puede tener la misma duración, ya que seis horas es el segundo
límite legal de tiempo.
El artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal, no faculta al Ministerio
Público para dictar arrestos, sino a aprehender al ciudadano que entorpece la
.
investigación Sólo los órganos provistos de potestad jurisdiccional (potestad de
administrar justicia), son los que cuentan con la potestad para acordar arrestos o
detenciones, y así lo dispone la Constitución.
Además, sobre este particular, el artículo 9 del Código Penal, al referirse a las
penas corporales menciona al arresto como una de ellas, razón por la cual, no es
concebible su imposición, por una parte, por órganos de naturaleza administrativa
y por la otra, sin que ello comporte necesariamente la realización previa de un
procedimiento de ley, que garantice al afectado el ejercicio de los derechos que la
norma constitucional le consagra. Al respecto, tal como lo señala nuestra
Constitución, sólo es posible detener a un ciudadano por dos razones; la primera
es por encontrarnos ante un delito flagrante según lo indicado en al artículo 248
del Código Orgánico Procesal Penal, la segunda, por orden de detención de
carácter jurisdiccional, siempre y cuando se verifiquen los extremos de ley.
Pérez Dupuy, siguiendo a Borrego, indica que el presupuesto fáctico de toda
detención es necesariamente la comisión de un delito. Agrega Pérez Dupuy que
un límite a la privación de libertad lo impone el principio de legalidad, tanto del
delito y de la pena, como procesal, pues sólo debe proceder en supuestos -
previa y precisamente determinados-, que comporten una pena privativa de
libertad mayor de tres años y siguiendo el procedimiento legalmente establecido.
Concluye esta autora en el mismo sentido que Borrego, diciendo que sólo será
legítima la orden de detención o de arresto si emana de un órgano jurisdiccional,
contra un ciudadano imputado de la comisión de un delito, y cualquier causa
distinta será violatoria de la norma constitucional recogida en el artículo 44 ordinal
1°, salvo los casos de delitos flagrantes.
En este caso concreto no consta en los recaudos analizados, que el fiscal del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, estuviera exigiendo alguna información, o que se estuviera practicando
alguna diligencia (supuestos previstos en el artículo 309 comentado), sino que se
practicó la detención de un sujeto imputado mediando una orden de aprehensión,
779
emitida por un órgano jurisdiccional.
Tampoco se tiene constancia de la verificación del otro supuesto establecido en el
único aparte del artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal, es decir, no
consta que el imputado haya estado perturbando el cumplimiento de algún acto,
por el contrario, de las circunstancias manifestadas en el acta levantada por el
fiscal del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas, se desprende que
el imputado se presentó de forma espontánea ante la sede de la fiscalía del
Ministerio Público, de modo que la mención del artículo 309 del Código Orgánico
Procesal Penal no tiene razón de ser, luego del análisis realizado a las
actuaciones enviadas.
De conformidad con el artículo 44 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, la detención procede en virtud de orden judicial, o en casos de
flagrancia, de modo que en el caso concreto era procedente conforme a derecho
la detención realizada, por cuanto estaba fundamentada en una orden de
aprehensión judicial, todo ello de conformidad con el artículo 285 numerales 1 y 2
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, entre otros, ya que
ante la presencia de un sujeto imputado deben preservarse los derechos
constitucionalmente consagrados, entre los cuales se encuentran los de la víctima,
y velar por la buena marcha de la administración de justicia, reteniendo al sujeto
imputado, e informando de manera inmediata a los funcionarios policiales, para
que realicen la detención del mismo, hasta que sea presentado ante el juez de
control, dando cumplimiento al principio de legalidad procesal...”.
DESC ARRESTO
DESC DETENCION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC FLAGRANCIA
DESC INVESTIGACION
DESC LEGALIDAD
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC POLICIA JUDICIAL
780
277
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL La no comparecencia de la imputada ante el tribunal de control,
pese habérsele librado dos citaciones con anterioridad y en
diferentes fechas, da a lugar a su conducción por la fuerza
pública, siendo procedente la solicitud de privación judicial
preventiva de libertad, por el peligro de fuga existente.
FRAGMENTO
782
ante el juez a quienes desacaten sus órdenes, está extensamente
reconocido en el Código Orgánico Procesal Penal (véanse, entre otros, los
artículos 184, 203, 226, 332, 357 del mismo) y no es más que el desarrollo
del referido artículo de la Ley Orgánica del Poder Judicial. / Luego, a juicio
de esta Sala, la garantía de la justicia idónea, expedita y sin dilaciones
indebidas que establece el artículo 26 constitucional, así como el derecho
de las partes a ser oídos dentro de un plazo razonable, sin quedar sujetos
a lo que otros, con el deber de concurrir, se presenten o no, lleva a la Sala
a interpretar el artículo 327 del Código Orgánico Procesal Penal, o
cualquier otra norma que produjera una situación como la comentada, por
aplicación de los artículos 26 y 49.3 constitucionales, a que el juez que
preside el acto, si no existe causa justificada que amerite un máximo de
dos suspensiones, haga comparecer a los citados o notificados mediante
el uso de la fuerza pública, y debido al abuso de derecho que hacen los
incomparecientes al derecho a ser juzgados en libertad y que surge de su
actitud, se les decrete medida privativa de libertad, ya que de facto, en
relación al que obra de mala fe en el proceso, existe peligro de fuga. / Los
derechos que los artículos 26 y 49.3 constitucionales otorgan a las partes,
tampoco pueden dejar de aplicarse cuando el co-imputado se fuga o se
esconde y no puede ser hallado´.
En consecuencia, y habida cuenta de las precisiones asumidas por el
Tribunal Supremo de Justicia, resulta forzoso acotar, que la solicitud
presentada por la representante del Ministerio Público se encontraba
ajustada a derecho. Una vez libradas dos citaciones por la autoridad
judicial (a saber, en fechas 18 de marzo de 2002 y 23 de abril de 2004), a
los efectos de la comparecencia de la ciudadana C.A.N.M., y
materializada, en modo evidente, su actitud contumaz, su conducción por
la fuerza pública resultaba plenamente justificada.
Así pues, reconoce esta Dirección la posibilidad de solicitarse una
privación judicial preventiva de libertad, aun cuando se verifiquen los
supuestos del artículo 253 referido a la improcedencia de dicha medida,
siempre que se demuestre la existencia de un peligro de fuga, o de un
peligro de obstaculización del proceso, a partir de circunstancias fácticas
concretas, siempre que las exigencias del proceso penal en desarrollo así
lo exijan y a los fines de preservar garantías fundamentales, a saber:
Debido Proceso, artículo 1, y Finalidad del Proceso, artículo 13, ambos del
Código Orgánico Procesal Penal.
No obstante ello, es preciso hacer énfasis en que la solicitud de privación
de libertad en el supuesto supra referido, sólo podrá realizarse cuando
sea estrictamente necesaria a las finalidades del proceso, atendiendo al
principio de interpretación restrictiva, o pro libertate, que implica que la
regla en el proceso penal vigente es mantener la libertad del imputado,
salvo que surjan elementos en virtud de los cuales sea procedente solicitar
la privación judicial preventiva de libertad...”.
783
COPP art:226
COPP art:253
COPP art:256-3
COPP art:256-4
COPP art:327
COPP art:332
COPP art:357
LOPNA art:270
LOPJ art:11
DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC CITACION
DESC DESACATO
DESC DETENCION
DESC FUGA
DESC IMPUTABILIDAD
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
784
278
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-11-021-2004 FECHA:20040123
TITL El reconocimiento en rueda de individuos del imputado es una
diligencia propia de la investigación penal, que le es útil al
representante del Ministerio Público, para sustentar la
acusación.
FRAGMENTO
786
COPP art:11
COPP art:24
COPP art:230
COPP art:231
COPP art:232
COPP art:233
COPP art:283
787
279
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-26-139-2004 FECHA:20040318
TITL La falta de firma del representante del Ministerio Público en la
orden de inicio de la investigación, no necesariamente
constituye causa de nulidad absoluta de las actuaciones
practicadas durante la fase preparatoria.
FRAGMENTO
792
280
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-26-139-2004 FECHA:20040318
TITL No es causa de nulidad absoluta, que el representante del
Ministerio Público en el escrito de presentación de
aprehendidos, dé a los hechos una precalificación jurídica, sin
especificar el supuesto correspondiente al artículo invocado.
FRAGMENTO
DESC AUDIENCIAS
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DETENCION
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC ESTAFA
DESC FIRMAS
DESC FLAGRANCIA
DESC HURTO
DESC INVESTIGACION
DESC NULIDAD
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVADE LIBERTAD
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC REPRESENTANTES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC TIPICIDAD
794
281
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-26-139-2004 FECHA:20040318
TITL Para la interceptación telefónica, el Ministerio Público, solicitará
razonadamente al juez de control del lugar donde se realizará la
intervención, la correspondiente autorización con expreso
señalamiento del delito que se investiga, el tiempo de duración,
que no excederá de treinta días, los medios técnicos a ser
empleados y el sitio o lugar desde donde se efectuará. Artículo
220 del Código Orgánico Procesal Penal.
FRAGMENTO
795
técnicos a ser empleados, los cuales tampoco fueron señalados por el
fiscal del Ministerio Público 4.- El sitio o lugar desde donde se efectuará,
asimismo, no fue indicado por la representación fiscal(...)/ ...por todos los
razonamientos antes expuestos(...)este tribunal... NIEGA La Solicitud De
Interceptación Telefónica...´.
La solicitud del Ministerio Público carecía de toda fundamentación y
motivación; adicionalmente, se omitió la base legal de actuación y la
especificación del delito investigado (y su respectivo fundamento, es decir,
la adecuación de los hechos a los elementos típicos de la conducta
criminosa alegada). En fin, la solicitud del Ministerio Público deviene en
una actuación arbitraria, ajena a los principios y postulados que imperan
en el vigente sistema procesal penal.
Una solicitud carente de argumentación es sinónimo de incertidumbre y
arbitrariedad. El representante del Ministerio Público debió satisfacer
todos los parámetros legales que justificaban un acto de investigación tan
delicado como la interceptación de llamadas telefónicas. Como bien
señala el profesor Borrego en sus comentarios:
´Otros de los derechos individuales que escoge la Constitución para su
protección positiva es el respeto a la fluidez comunicacional en el orden
privado, por ello, el resguardo va en función de cualquier forma de
intercambio, con lo cual se hace referencia a la correspondencia de todo
género que conlleve a ese propósito. Además este derecho a la privacidad
de las comunicaciones se vincula con la protección a la intimidad, vida
privada, honor y reputación del ciudadano en los términos
constitucionales...´.
796
282
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-154-2004 FECHA:20040323
TITL Es incorrecto que el representante del Ministerio Público,
ordene la entrega de un vehículo automotor a una persona
distinta a su propietario, mediante la presentación de una
autorización simple, requiriéndose para ello en este caso, de un
poder especial legalmente otorgado por el propietario del
vehículo.
El fiscal del Ministerio Público antes de realizar la entrega del
vehículo debe verificar la existencia de dos extremos: a.
Establecer de manera inequívoca la identificación del bien, y b.
Determinar si quien reclama el vehículo automotor, realmente
es su propietario.
FRAGMENTO
798
insuficiente al no garantizar la identidad de quien suscribe el documento, ni
acreditar que en dicho acto estuvo presente el propietario del vehículo, tal
como lo establece el artículo 74 numeral 2 del Decreto con fuerza de Ley
del Registro Público y del Notariado. Por tanto, en criterio de este
Despacho, lo ajustado a derecho en el presente caso, habría sido exigirle
al ciudadano J.M. la exhibición de un poder especial otorgado con las
formalidades de ley, por la ciudadana C.L.R.M., quien para el momento se
atribuía la propiedad sobre el vehículo, mediante el cual se le autorizara a
retirarlo del citado Despacho fiscal. Verificada entonces la propiedad sobre
el vehículo y el debido otorgamiento del poder antes aludido, era
procedente su entrega. No obstante, tal eventualidad no pareciera haberse
confirmado, incluso, tampoco se advierte de los recaudos remitidos, que la
propiedad sobre el bien se encuentre enteramente acreditada, en
consecuencia de no ser ello así, no debió haberse entregado, pues
evidentemente, una autorización desprovista de toda formalidad legal, no
puede ser tomada en consideración a los fines de transferir la
disponibilidad de un bien como si se tratara de su legítimo propietario...”.
DESC HURTO
DESC PODERES
DESC PROPIEDAD
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC ROBO
DESC VEHICULOS
799
283
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-154-2004 FECHA:20040323
TITL Es improcedente la entrega de un vehículo, si luego de
practicársele dos experticias, éstas resultan disímiles, pues no
es posible otorgarle credibilidad al resultado de una sola de
ellas.
FRAGMENTO
DESC PROPIEDAD
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC VEHICULOS
801
284
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-7-154-2004 FECHA:20040323
TITL El representante del Ministerio Público, puede acordar la
entrega del vehículo al promitente comprador, valiéndose éste,
de la presentación de un documento de opción a compra,
siempre que conjuntamente exhiba un poder especial, otorgado
por quien para el momento de la solicitud, ostente o acredite la
propiedad sobre el vehículo.
FRAGMENTO
802
considera que la devolución del vehículo, sería procedente siempre que se
exhiba un poder especial, otorgado por quien para el momento de la
solicitud ostente y acredite la propiedad sobre el vehículo, que esté
debidamente notariado, cumpliendo con las formalidades de ley, y
mediante el cual se autorice a retirar el vehículo en cuestión del Despacho
fiscal correspondiente.
Aunado a lo anterior, es necesario hacer énfasis y reiterar, que el
representante del Ministerio Público, al momento de proceder a la entrega
de un vehículo, debe corroborar de manera eficaz la titularidad sobre el
bien solicitado por los medios establecidos en la ley, requisito éste de
primordial cumplimiento, que no podrá ser soslayado bajo ninguna
circunstancia, y sólo una vez satisfecho, se procederá a la entrega del
vehículo, previa realización de las experticias de rigor, cuyas resultas
tampoco dejaran margen a error en torno a la identificación del bien.
El criterio antes señalado no sólo se colige de las disposiciones legales
que regulan la materia, éste igualmente se encuentra reforzado en
sentencia emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en Ponencia del Magistrado Antonio José García, de fecha 23 de
marzo de 2001, en la cual, entre otros aspectos, se señaló lo siguiente:
´...Por ello considera esta Sala que una vez comprobada, sin que medie
duda alguna, la titularidad del derecho de propiedad que posee un
ciudadano sobre el objeto que se reclama en el proceso penal, el juez
deberá ordenar la entrega del vehículo correspondiente....´.
Finalmente resulta importante acotar, que las consideraciones realizadas
en la presente comunicación, encuentran su fundamento básico, en las
normativas legales vigentes y en la Circular DFGR/DVFGR/DGAJ/DCJ-5-
9-2004-1, de fecha 2 de enero de 2004, emanada de la Dirección de
Consultoría Jurídica, relativa al procedimiento a seguir en los casos de
solicitudes de entrega o devolución de vehículos recuperados, que
presenten irregularidades en sus seriales y/o documentos, cuyo contenido,
hasta la fecha de recepción de su comunicación, no era del conocimiento
de los representantes del Ministerio Público...”.
803
285
TDOC /Memorandum/
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-14-196-2004 FECHA:20040420
TITL La falta de investigación previa a la presentación del escrito de
acusación, y la ausencia tanto de la citación en condición de
imputada, como de la imputación, constituyen francas
violaciones del debido proceso, que dan lugar a su nulidad
absoluta.
FRAGMENTO
“El juez en funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, en decisión de fecha 18 de junio de 2002, derivada de la celebración
de la audiencia preliminar en la misma fecha antes indicada, establece:
´A los solos efectos de que este Honorable Tribunal pueda hacerse un mejor
criterio respecto a la situación fáctica que constituye el objeto de su conocimiento,
nos permitimos relatar brevemente las circunstancias de modo, lugar, y tiempo, en
las que se han desenvuelto los hechos que originaron la conducta de la fiscal del
Área Metropolitana de Caracas, violatoria de derechos que permiten afirmar que la
investigación, acusación y solicitud de privación de libertad, se encuentran
viciados de nulidad absoluta. (…) En fecha 13 de marzo de 2002 la Fiscal del Área
Metropolitana de Caracas acusó, sin haber realizado ningún acto de
procedimiento, incluida la ausencia de citación de la ciudadana C.A, ni de su
imputación, ni del señalamiento por parte de la fiscalía de que debía estar asistida
de un abogado. Es más, jamás se enteró de ese proceso de investigación porque
nunca se lo notificaron. / Como podemos ver, en menos de dos meses, sin realizar
ninguna actividad de investigación y, lo que es peor, sin ni siquiera tomarle
declaración a la ciudadana C.A ni como testigo, ni como imputada, se procedió a
acusar, lo que constituye flagrante violación al debido proceso. (…) Primero:
Rechaza la acusación presentada (…) por ser contraria a las observancias y
condiciones previstas en este Código, la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, tratados, convenios y acuerdos internacionales, suscritos por
nuestra República, según el principio regular contenido en el artículo 190 del
Código Orgánico Procesal Penal (…) se deja sin efecto los pedimentos (…) del
representante del Ministerio público atinente a la medida cautelar de Privación
Judicial Preventiva de Libertad, de la hoy sobreseída y decreta el sobreseimiento
de la Causa, con fundamento en el artículo 330, ordinal 3º del Código Orgánico
Procesal Penal, en relación con el ordinal 1º del artículo 318 ejusdem, así como
también con fundamento en el artículo 1º (sic) y 190, 191 ibidem´.
Este Despacho se pronunciará en cuanto a las supuestas omisiones en las que -
de acuerdo a lo señalado por el tribunal-, incurrió la fiscal del Ministerio Público, a
saber: falta de investigación previa a la presentación del escrito de acusación, y
ausencia tanto de la citación en condición de imputada, como de la imputación en
el presente caso, lo cual resultaba fundamental.
Las consideraciones que a continuación se realizarán en lo que corresponde a las
actuaciones de la fiscal del Ministerio Público, que eventualmente podrían
constituir violaciones al debido proceso, tienen como referencia acerca de su
existencia, lo alegado por el órgano jurisdiccional en la decisión antes citada, pero
no el hecho de haber tenido acceso al expediente en este caso.
Una vez realizada la anterior aclaratoria, se procede a señalar lo siguiente:
La ausencia de investigación, y la falta de citación y de imputación en el caso
concreto, constituyen dos elementos, que en criterio del juzgador vician de
nulidad absoluta tanto la acusación interpuesta, como la privación judicial
804
preventiva de libertad solicitada.
1. Respecto a la falta de investigación por parte de la fiscal del Ministerio Público:
El artículo 191 del Código Orgánico Procesal Penal establece:
´Artículo 191. Nulidades absolutas. Serán consideradas nulidades absolutas
aquellas concernientes a la intervención, asistencia y representación del imputado,
en los casos y formas que este Código establezca, o las que impliquen
inobservancia o violación de derechos y garantías fundamentales previstos en
este Código, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes y
los tratados, convenios o acuerdos internacionales suscritos por la República”.
La ausencia de investigación del fiscal del Ministerio Público constituye una causal
de nulidad absoluta en lo atinente a la inobservancia o violación de derechos y
garantías fundamentales, a saber: la garantía de una investigación objetiva,
imparcial y apegada a derecho (artículos 285 numeral 3 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y 108 numeral 1 del Código Orgánico
Procesal Penal), presunción de inocencia (artículos 49 numeral 2 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 8 del Código Orgánico
Procesal Penal), y en general el debido proceso (artículos 49 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y 1° de la ley procesal penal) como una
garantía que abarca a las dos anteriores.
2. Acerca de la falta tanto de citación de la imputada, como de la imputación en
el caso concreto.
La supuesta omisión de la fiscal del Ministerio Público en omitir la citación y
consecuente imputación en el presente caso, constituye causal de nulidad
absoluta en lo que respecta a la intervención del imputado durante el proceso,
vulnerándose en una primera instancia el derecho a la defensa (artículos 49
numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 12 del
Código Orgánico Procesal Penal), el derecho de toda persona a ser oída en
cualquier clase de proceso (artículo 49 numeral 3 del Texto Fundamental), y
presunción de inocencia (artículos 49 numeral 2 de la Carta Magna y 8 del Código
Orgánico Procesal Penal), todos estos derechos considerados como componentes
del debido proceso previsto en el artículo 49 antes citado, y por último el derecho
a la igualdad previsto en el artículo 21 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, aplicable en este caso específicamente el numeral 1.
Tanto la no motorización de la investigación penal, como el hecho de no informar
debidamente al imputado de los hechos que se investigan, constituyen omisiones
gravísimas que atentan contra derechos fundamentales del proceso penal, y
deben ser por ello consideradas como formas procesales indispensables, como
indica el autor Orlando Monagas R., citando al autor Luis Alberto Maurino,
exponiendo lo siguiente:
´En la doctrina existe la tendencia a considerar que son indispensables las formas
del proceso, fundamentalmente si con ello se afecta el orden público, a pesar de la
dificultad de determinar el concepto de orden público. Sin embargo, en este
sentido, siempre se han de tener en cuenta las garantías constitucionales y la
necesidad de asegurar el derecho a la defensa y por consiguiente se han de
considerar irrenunciables, como lo ha expresado la doctrina alemana, las formas
que tienden a la preservación de la bilateralidad del contradictorio y en general a
la garantía del debido proceso´.
La necesidad de llevar a cabo una investigación por parte del fiscal del Ministerio
Público, no sólo se establece en las normas antes señaladas, sino que la ley penal
adjetiva vigente establece un conjunto de normas legales dirigidas a regular de
cierta forma el desarrollo de esta investigación, como lo son el artículo 108
numerales 2 y 3, en donde se le da la atribución el Ministerio Público de ordenar y
supervisar las actuaciones de los órganos de policía de investigación, y la facultad
de requerir de organismos públicos y privados la práctica de exámenes
especializados requeridos por la investigación; artículos 111 al 114, en donde se
concede al Ministerio Público la dirección de la investigación en el proceso penal;
artículo 280, referido a la fase preparatoria; artículo 281, contentivo del principio
de objetividad del Ministerio Público; artículo 283, encargado de regular la práctica
de actuaciones de investigación cuando el Ministerio Público tenga conocimiento
805
de la comisión de un delito de acción pública, todos estos artículos del Código
Orgánico Procesal Penal.
El artículo 49 numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece el derecho de toda persona a ser notificada de los cargos por
los cuales se le investiga, y preparar debidamente su defensa, en el artículo 125
numeral 1 del Código Orgánico Procesal Penal, se establece el derecho del
imputado a ser informado específica y claramente de los hechos que se le
imputan. A fin de ejercer debidamente estos derechos, es necesario que el fiscal
del Ministerio Público cite al imputado, y le informe acerca de los hechos que le
son atribuidos en la investigación. Una vez que ha sido citado e imputado,
corresponde permitir su respectiva declaración que además de ser un derecho
consagrado constitucionalmente, se encuentra asimismo reconocido en el Código
Orgánico Procesal Penal, en sus artículos: 125 numerales 6 y 9; 130 que
reconoce el derecho del imputado a declarar ante el Ministerio Público; 131 en
donde se establece que la declaración es un medio para su defensa; 329 referido
a la declaración del imputado en la audiencia preliminar; 347 referido a la
declaración del imputado en juicio oral y público; se observa que el imputado
puede declarar en todas las instancias del proceso, de modo que si no se niega a
ello, por cuanto su declaración es una facultad y no una obligación, el fiscal del
Ministerio Público está en el deber de citarlo, a fin de imputarlo y tomarle la
respectiva declaración -si así lo decide el imputado-, para que exponga lo que
considere pertinente.
El Tribunal Constitucional Chileno ha establecido en cuanto a la citación del
imputado lo siguiente:
´Se trata, pues, con dichos actos de comunicación de garantizar la defensa de los
derechos e intereses legítimos de las partes, de modo que, mediante la puesta en
conocimiento del acto o resolución que los provoca, tengan aquellas la
oportunidad de disponer lo conveniente para defender en el proceso sus derechos
e intereses, de tal manera que su falta o deficiente realización, siempre que se
frustre la finalidad con ellos perseguida, coloca al interesado en una situación de
indefensión que es lesiva al derecho fundamental citado´.
Asimismo, sobre este particular, nuestro Tribunal Supremo de Justicia estableció a
través de una decisión de la Sala Constitucional, que la acción requerida para que
pueda interponerse la acusación, no procede si en la formación de dicho acto
conclusivo se han violentado derechos y garantías constitucionales, en los
siguientes términos:
´…después de la reforma del Código Orgánico Procesal Penal, una petición de
inconstitucionalidad atinente a la acusación fundada en la indefensión de los
imputados por haberle el Ministerio Público negado el acceso a la investigación,
se convierte, a juicio de esta Sala, en el incumplimiento de un requisito de
procedibilidad de la acción, ya que ésta -diferente a la acusación- pero incoada
mediante ella, no debería proceder si se basa en actividades inconstitucionales de
quien la ejerce. Quien tortura y obtiene una supuesta prueba y en ella funda una
acusación, está pidiendo la intervención jurisdiccional en base a la violación de
derechos fundamentales del acusado, y lo lógico -a juicio de esta Sala- no es sólo
anular las pruebas, sino rechazar la acción, ya que ella no puede fundarse en
violaciones constitucionales. Aceptar tal situación, conduce a que sería lícito que
la acción se utilice para crear procesos instrumentales cuya finalidad es el fraude
a pesar de que ello viola el orden jurídico constitucional. / En consecuencia, los
vicios de inconstitucionalidad que afecten a los actos procesales los anulan, y
considera esta Sala que la acusación, como actuación que da lugar a la fase
intermedia, debe reunir las condiciones señaladas, no sólo en el artículo 326 del
Código Orgánico Procesal Penal, sino haber cumplido previamente para su
elaboración, con los pasos procesales ceñidos a la Constitución; por lo que la
acción no procede si en la formación de la acusación no se han cumplido los
derechos y garantías constitucionales. Así como no procede una acción para
instrumentar un fraude, igualmente, no debe proceder una acción que se funda en
la indefensión del imputado, y los alegatos en ese sentido deben ser resueltos por
el Juez de Control antes de admitir o negar la acusación. / No es que se esté
806
confundiendo el escrito de acusación con la acción, sino que para utilizar el
derecho de accionar, de poner en marcha a la jurisdicción, es necesario que ella
se ejerza, habiendo respetado derechos y garantías constitucionales de los
accionados´.
La imposibilidad para el imputado de conocer las imputaciones que en su contra
se formulan, se traduce en la violación del derecho al debido proceso y dentro de
esta garantía, la violación del derecho a la defensa y de la presunción de
inocencia como elementos conformadores del debido proceso, lo que constituye
para el Fiscal del Ministerio Público el incumplimiento de un requisito de
procedibilidad de la acción.
Se observa en este sentido, que el debido proceso constituye un bloque
constitucionalmente consagrado, dirigido a regular todas las actuaciones
procesales en desarrollo, y en lo que respecta al proceso penal, el postulado
constituido por el debido proceso, viene a salvaguardar los derechos de cada una
de las partes, limitando el ejercicio del ius puniendi, en este caso ejercido por el
representante del Ministerio Público, quien es el titular de la acción penal, y en
virtud de ello, el encargado de desarrollar la investigación y formular la acusación
en caso de haber lugar a ello; es decir, el fiscal del Ministerio Público es el
funcionario que adelanta el proceso penal y en gran medida de su actividad
dependerá que efectivamente el mismo se desarrolle de conformidad con los
derechos y garantías procesales consagradas en el ordenamiento jurídico.
El autor Carlos Mario Molina Arrubla, ha señalado respecto del debido proceso lo
siguiente:
´El debido proceso sustancial, alude a la necesidad de respeto de ciertos
derechos, garantías o libertades, que operan antes (el derecho a no ser
incomunicado, y a contar con un abogado que lo asista desde las diligencias
preliminares; el derecho a la no auto incriminación; el derecho al reconocimiento
de la libertad, en caso de captura ilegal, etc.) durante (derecho a la defensa y a la
contradicción, no sólo probatoria sino también respecto de las providencias
judiciales; la presunción de inocencia; el derecho a ser informado de la acusación;
el derecho a un proceso sin dilaciones injustificadas, etc.) y después del proceso
(el derecho a la apelación, el derecho a no ser juzgado dos veces por los mismos
hechos y el derecho a que no se impongan penas crueles, inhumanas o
degradantes o, en todo caso, inusuales)´.
Una vez que se han expuesto las anteriores ideas, debe concluirse que la falta de
investigación por parte de la fiscal del Ministerio Público, la falta de citación del
imputado y su correspondiente imputación durante el proceso (lo cual era
obligación de la fiscal del Ministerio Público), constituyen francas violaciones del
núcleo esencial del debido proceso derecho reconocido constitucionalmente,
razón por la cual, de ninguna forma podía admitirse una acusación formulada en
esos términos, tal como lo advirtió el juez de control en la decisión producida en la
audiencia preliminar...”.
808
286
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-17-286-2004 FECHA:20040528
TITL La incautación supone la destrucción, inutilización o uso
excepcional de los bienes objeto del delito; mientras que el
comiso constituye la aplicación de una pena accesoria, sobre
bienes que serán devueltos a su tenedor o propietario, una vez
satisfechas las exigencias de la investigación.
FRAGMENTO
DESC ALIMENTOS
DESC BIENES
DESC COMISO
DESC DROGAS
DESC INCAUTACIÓN
DESC INVESTIGACION
DESC MEDICAMENTOS
DESC PRUEBA
810
287
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-289-2004 FECHA:20040528
TITL El fiscal del Ministerio Público no puede disponer de la acción
penal derivada de los delitos de acción pública.
Resulta improcedente solicitar el sobreseimiento de la causa
por que el hecho no puede ser atribuido al imputado, una vez
iniciado el debate del juicio oral y público.
FRAGMENTO
811
tribunal que decide ha abierto el procedimiento principal. Por consiguiente, si el
procedimiento penal pende ya ante un tribunal y éste ha dispuesto su apertura, la
fiscalía ya no puede sustraerlo del tribunal (de lo contrario la obligación de acusar
carecería de valor)´.
Todo ello obedece a que ´el Ministerio Público no actúa en nombre propio sino en
representación de intereses públicos y en tal sentido, no puede disponer de la
acción penal. Por tanto, si el ius puniendi pertenece al Estado una vez admitida la
acusación y explanada en el juicio oral y público no podría el Ministerio Público
disponer de ella en orden a plantear su retiro´.
En este orden de ideas, se observa, que el Ministerio Público no podrá retirar su
acusación una vez admitida por el órgano jurisdiccional. No obstante, resulta
necesario aclarar, que en el presente caso no se trata de un retiro o revocatoria de
la acusación, ni que el fiscal del Ministerio Público se hubiere retractado de su
ejercicio, en el caso objeto de análisis lo que se verificó fue la solicitud del
sobreseimiento de la causa por parte de la fiscal del Ministerio Público, de
conformidad con lo establecido en el ordinal 1° del artículo 318 del Código
Orgánico Procesal Penal, lo cual realizó por el surgimiento posterior de una
circunstancia que, si bien debió conocerse antes de la presentación de la
acusación, implicaba para el representante del Ministerio Público que iniciado el
juicio, una vez acreditada esa nueva circunstancia que desvirtúa su imputación
inicial, tuviere que solicitar -de acuerdo al caso- bien la continuación del debate y/o
la absolución del imputado, pero no el sobreseimiento de la causa, lo cual será
explicado infra.
Al respecto, el Código Orgánico Procesal Penal establece de forma taxativa los
supuestos por los cuales puede ser solicitado el sobreseimiento de la causa en la
etapa de juicio, a saber:
´Artículo 322. Sobreseimiento durante la etapa de juicio. Si durante la etapa de
juicio se produce una causa extintiva de la acción penal o resulta acreditada la
cosa juzgada, y no es necesaria la celebración del debate para comprobarla, el
tribunal de juicio podrá dictar el sobreseimiento./ Contra esta resolución podrán
apelar las partes´.
Sobre las causas de extinción de la acción penal, encontramos que las mismas se
encuentran previstas en el artículo 48 del Código Orgánico Procesal Penal, de la
manera siguiente:
´Artículo 48. Causas. Son causas de extinción de la acción penal: /1° La muerte
del imputado./ 2° La amnistía./ 3° El desistimiento o el abandono de la acusación
privada en los delitos de instancia de parte agraviada/4° El pago del máximo de la
multa, previa la admisión del hecho, en los hechos punibles que tengan asignada
esa pena;/ 5° La aplicación de un criterio de oportunidad, en los supuestos y
formas previstos en este Código;/ 6° El cumplimiento de las obligaciones y del
plazo de suspensión condicional del proceso, luego de verificado por el juez, en la
audiencia respectiva./ 8° La prescripción, salvo que el imputado renuncie a ella´.
Se observa entonces, que el supuesto previsto en el artículo 318 ordinal 1°,
referido a que el hecho punible no se haya cometido o no pueda ser atribuido al
imputado, no se encuentra dentro de las causales de extinción de la acción penal,
razón por la cual, bajo el supuesto del artículo 322 al cual anteriormente hicimos
referencia, la solicitud fiscal sería improcedente; no obstante, y tomando en cuenta
todas las posibilidades previstas en la ley, señalaremos además, las excepciones
que establece el Código Orgánico Procesal Penal, que pueden ser oponibles en la
fase de juicio, previstas en el artículo 31 como sigue:
´Artículo 31. Excepciones oponibles durante la fase de juicio oral. Trámite. Durante
la fase de juicio oral, las partes sólo podrán oponer las siguientes excepciones: 1°
La incompetencia del tribunal, si se funda en un motivo que no haya sido
dilucidado en las fases preparatoria e intermedia;/ 2° La extinción de la acción
penal, siempre que esta se funde en las siguientes causas: a) La amnistía y; b) La
Prescripción de la acción penal, salvo que el acusado renuncie a ella;/ 3° El
indulto; y 4° Las que hayan sido declaradas sin lugar por el juez de control al
término de la audiencia preliminar´.
Como se ha indicado, la norma precedentemente citada establece de manera
812
específica, las únicas excepciones que pueden ser oponibles dentro de la fase de
juicio, las cuales además en sí mismas vienen a restringir las causas de extinción
de la acción penal que pueden ser indicadas por las partes en dicha fase del
proceso, lo cual evidentemente lo que persigue es asegurar que el ejercicio de la
acción penal, tenga como norte el encuentro de la verdad y que el aparato
jurisdiccional no se vea inútilmente utilizado, por cuanto los representantes del
Ministerio Público, antes de presentar su acusación, deben contar con los
elementos suficientes para comprometer la responsabilidad del imputado; y para
que sea admitida la misma, debe cumplir con una serie de requisitos que
aseguren su eficacia, ya que luego de intentada la acción no puede ser revocada;
en consecuencia, en el caso in comento, no le estaba dado al fiscal del Ministerio
Público, luego de iniciado el debate del juicio oral y público, solicitar el
sobreseimiento de la causa porque el hecho no podía ser atribuido al imputado,
pues en ese supuesto lo procedente habría sido solicitar, luego de desarrollado el
debate, una sentencia absolutoria.
Ciertamente, un fiscal del Ministerio Público, puede solicitar luego de iniciado el
debate del juicio oral y público el sobreseimiento de la causa, pero sólo bajo las
causales que establece el Código Orgánico Procesal Penal, atendiendo al
principio de legalidad que no sólo rige su actuación, sino que dicta las pautas
sobre las cuales será desarrollado el proceso, toda vez que existen -como bien se
ha mencionado-, las excepciones y causas de inadmisibilidad de la acción, las
cuales impiden el ejercicio de la misma, pero que sólo podrán ser promovidas en
la oportunidad procesal correspondiente, tal como se señaló supra...”.
DESC ABSOLUCION
DESC ACCION PENAL
DESC ACCION PUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUICIO
DESC JUICIO ORAL
DESC LEGALIDAD
DESC PRINCIPIO DE IRRECTRACTABILIDAD
DESC PRINCIPIO DE OFICIALIDAD
DESC SOBRESEIMIENTO
813
288
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REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
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UBIC Ministerio Público MP N° DRD-26-361-2004 FECHA:20040630
TITL Pocedencia de la figura del mandato de conducción en el
ordenamiento jurídico procesal penal.
FRAGMENTO
“El artículo 310 del Código Orgánico Procesal Penal, en su acápite, dispone
claramente de la siguiente fórmula: ´El tribunal de control, a solicitud del Ministerio
Público, podrá ordenar que cualquier ciudadano sea conducido por la fuerza
pública en forma inmediata ante el funcionario del Ministerio Público... a fin de ser
entrevistado por aquel sobre los hechos que se investigan...´. En principio -y valga
el siguiente aserto como una reflexión obligada- el ´mandato de conducción´ funge
como la concreción definitiva de un clamor tardíamente satisfecho en favor de los
representantes del Ministerio Público. Lo anterior no es una afirmación exagerada,
ni ajena a la dinámica acelerada del sistema de justicia actual.
La ´vindicta pública´ carecía de mecanismos idóneos, efectivos a los efectos de
procurar la recolección definitiva de un cúmulo suficiente (necesario) de elementos
de convicción, susceptibles de esclarecer los hechos objeto de investigación. Así
pues, el ´mandato de conducción´ -figura inserta en el Código Adjetivo Penal con
ocasión de la última reforma a la que fue sometido dicho texto en noviembre de
2001- emerge como una genuina medida de coerción personal; como mecanismo
de coacción tendente a hacer efectivo el traslado de determinados sujetos a la
fase investigativa del proceso, con el objeto de aportar elementos capaces de
orientar una solución respecto a hechos específicos.
No resulta una tarea intrincada discernir en el Código Orgánico Procesal Penal las
normas que fungen como legítima licencia a las ´autoridades judiciales´ para
procurar la comparecencia de determinados sujetos procesales, utilizando la
coacción o intervención por la fuerza pública. Así pues, a modo de ejemplo,
apelamos al artículo 226 del texto Adjetivo Penal, norma que prescribe en su
acápite: ´Si el testigo no se presenta a la primera citación, se le hará comparecer
por medio de la fuerza pública...´. De igual modo, en esa misma dirección, el
artículo 184 ejusdem dispone textualmente: ´las víctimas, expertos, intérpretes y
testigos, podrán ser citados por medio de la policía o por el alguacil del tribunal
siempre mediante boleta de citación... En el texto de la boleta o comunicación se
hará mención... (a) la advertencia de que si la orden no se obedece, sin perjuicio
de la responsabilidad correspondiente, la persona podrá ser conducida por la
fuerza pública...´.
La nota en común en los preceptos legales aludidos es la autoridad que ordena la
comparecencia. En efecto, corresponde al órgano judicial ordenar la concurrencia
efectiva y perentoria de la víctima, testigos o expertos -si así lo estima necesario-
advirtiendo previamente que en el supuesto de negarse a comparecer de modo
espontáneo, podrán ser compelidos por la fuerza pública con el objeto de
materializar su presencia ante la autoridad judicial competente. Por vía de
consecuencia, la comparecencia es ante el órgano judicial que la ordena y no ante
otra institución u órgano.
El artículo 310 del Código Orgánico Procesal Penal -norma que cobija el
examinado mandato de conducción- dispone claramente: ´El Tribunal de Control,
a solicitud del Ministerio Público, podrá ordenar que cualquier ciudadano sea
conducido(...) en forma inmediata ante el funcionario del Ministerio Público que
solicitó la conducción...´. Por tanto, -si bien es cierto que la orden de
comparecencia es avalada por un tribunal de control, no es menos dado reconocer
que la referida solicitud es producto de la necesidad de investigación que recae
814
sobre los representantes del Ministerio Público; la comparecencia propiamente
dicha (lo cual incluye, consecuencialmente, la recepción de las deposiciones del
conducido), es ante el funcionario fiscal que solicita la conducción y no ante la
autoridad judicial que la decreta.
Así pues, por lo que respecta a este primer inciso, es indispensable dejar por
sentado que el ´mandato de conducción´ es solicitado por los representantes del
Ministerio Público, y las deposiciones efectuadas por las personas conducidas
serán realizadas ante éstos y no ante la autoridad judicial que ordena la
comparecencia, situación que diferencia esta institución procesal de las demás
normas que facultan la utilización de la fuerza pública para garantizar la
presentación de algún sujeto procesal…
(omissis)
3. Nauraleza jurídica
En principio, resulta imperioso concluir que el ´mandato de conducción´ es una
facultad de los fiscales del Ministerio Público; un mecanismo para procurar la
comparecencia obligada de un determinado sujeto cuya entrevista se considera
significativa a la luz de los hechos objeto del proceso. El profesor José Luis
Tamayo sostiene, a modo de complemento, que el ´mandato de conducción´,
como mecanismo de investigación, se erige en una innegable medida de coerción
personal que estipula el Código Orgánico Procesal Penal.
Tamayo entiende que las medidas de coerción personal son susceptibles de ser
escindidas conforme sus destinatarios. Entre aquellas que se dirigen
concretamente contra el imputado, resaltan, obviamente, las dispuestas en los
artículos 248, 250 y 256 del Código Adjetivo Penal. No obstante, es perfectamente
factible discernir otro catálogo de normas contentivas de genuinas medidas de
coerción personal, que aun cuando le son aplicables al imputado, también
proceden contra la víctima y terceros que intervienen en el proceso penal. Es el
caso del artículo 310 del Código Orgánico Procesal Penal (Mandato de
Conducción) y el artículo 357 ejusdem, dirigido expresamente contra los testigos.
En consecuencia, valga acotar que la institución procesal in commento es una
medida de coerción personal, dirigida contra el imputado, la víctima, testigos,
expertos, u otros sujetos cuya declaración se estima significativa e indispensable a
propósito de las resultas de la investigación. En pocas palabras, es una vía
jurídica que coadyuva en el establecimiento de la verdad como finalidad del
proceso, y que por ende constituye una clara materialización de lo dispuesto en el
artículo 13 del Código Orgánico Procesal Penal.
(omissis)
Como corolario de todo lo expuesto, el ´mandato de conducción´ es un
mecanismo de sujeción de cualquier ciudadano (incluso al imputado), adoptado en
la fase de investigación del proceso, que representa una medida de coerción
personal en razón de la utilización de la fuerza pública para compeler a
determinado sujeto, que debidamente citado, se rehúsa a comparecer a los
efectos de su entrevista. El ´mandato de conducción´ dispone sobre la libertad del
conducido, lo cual soporta y sostiene las conclusiones anteriores.
4. El régimen de entrevistas en el Código Orgánico Procesal Penal
Pérez Sarmiento, refiriéndose al ´mandato de conducción´ como institución
procesal, argumenta con reconocible acierto lo siguiente:
´Este artículo también es clave para la actuación del Ministerio Público como
director de la investigación de fase preparatoria… Es de destacar que éste es el
único artículo del Código Orgánico Procesal Penal donde se oficializa la
denominación eufemística y diferenciadora de <entrevista> que se atribuye a la
declaración de testigos durante la fase preparatoria para distinguirla de la
declaración que debe rendir la misma persona en el juicio oral, cuya principal
diferencia estriba en que ésta última se hace bajo juramento y la primera no´.
Resulta forzoso compartir las anteriores conclusiones. El artículo 309 del Código
Orgánico Procesal Penal contempla las denominadas ´entrevistas´ - facultad de
los representantes del Ministerio Público durante la fase de investigación-, cuyo
propósito único supone la apreciación de la información aportada por
determinados sujetos cuyos conocimientos se estiman fundamentales a los
815
efectos de la investigación.
No por coincidencia la norma que refugia el mandato de conducción se encuentra
ubicada inmediatamente después del artículo 309 del Código Orgánico Procesal
Penal. Precisamente, éste último precepto legal -antes de la reciente reforma de
2001- representaba el sustento jurídico de las ´entrevistas´ que motorizaban los
representantes del Ministerio Público en la fase preliminar.
(omissis)
5. Procedencia del mandato de conducción
Por último, sirva este apartado para dilucidar los límites que sujetan la aplicación
de la figura procesal en comentario. Del artículo 310 del Código Adjetivo Penal,
discernimos los siguientes presupuestos de procedencia:
El tribunal de control es el órgano encargado de acordar el ´mandato de
conducción´./2.-La solicitud de aplicación del ´mandato de conducción´
corresponde al representante del Ministerio Público./3.-El ciudadano conducido
será ´entrevistado´ sobre los hechos objeto de la investigación por el órgano que
solicitó su comparecencia (Ministerio Público)./4.- La conducción del ciudadano a
entrevistar, debe efectuarse de manera inmediata, en un plazo que no excederá
de ocho horas contadas a partir de la conducción por la fuerza pública./5.-La
procedencia del mandato de conducción merece la efectiva citación previa del
ciudadano requerido.
Sobre este último requerimiento se harán algunas precisiones medulares. No
obstante, en armonía con las conclusiones abordadas supra, y sobre la base de
una premisa obligada, reiteramos en convenir que el ´mandato de conducción´
funge como un mecanismo de coacción dirigido a no dejar ilusorio lo dispuesto en
el artículo 309 del Código Orgánico Procesal Penal.
En principio, pese no existir en el ordenamiento jurídico venezolano norma alguna
que regule la periodicidad de las citaciones, resulta razonable y prudente sostener
que una vez citado determinado ciudadano, al menos en dos (2) oportunidades, y
éste, a su vez, persistiera en su rebeldía o contumacia a los efectos de su
comparecencia, es perfectamente factible solicitar la aplicación del ´mandato de
conducción´ en cabeza de los representantes del Ministerio Público; haciendo
hincapié en lo expuesto supra, la figura en estudio únicamente debe ser entendida
como un mecanismo de coacción indispensable para coadyuvar con la fase
investigativa del proceso penal.
Reiterando en lo dispuesto por el Manual del Fiscal publicado por el Ministerio
Público de la República de Guatemala, refiriéndose a la ´conducción´, valga
subrayar lo siguiente:
´La conducción es el acto mediante el cual una persona es llevada por la fuerza
pública ante el juez o el fiscal, debido a que su presencia es indispensable para
practicar un acto o notificación../ La conducción es subsidiaria de la citación: para
ordenar la conducción es requisito que previamente se haya realizado citación y
que el citado no haya acudido sin causa justificada..´.
Delimitar los presupuestos que condicionan la procedencia del ´mandato de
conducción´, obliga precisar el momento procesal, en el cual, es admisible su
solicitud. En efecto, el artículo 310 del Código Orgánico Procesal Penal encuentra
refugio en el Capítulo III, del Título I, del Libro Segundo de nuestro Código
Adjetivo Penal, referidos éstos a la fase preparatoria o de investigación del
procedimiento ordinario. Es precisamente en esta fase del proceso donde los
representantes del Ministerio Público pueden materializar efectivamente la
solicitud de conducir por la fuerza pública a determinado sujeto con el objeto de
que sea entrevistado sobre los hechos objeto de la investigación.
Como corolario de todo lo anterior, debe concluirse que la ubicación del artículo
310 no es casual; responde a una intención explícita del legislador: la dirección de
la fase de investigación corresponde a los representantes del Ministerio Público,
órgano encargado de recabar los elementos de convicción necesarios para
sustentar una ulterior imputación fiscal. Asimismo, si convenimos en asentar que
la figura procesal in commento es un mecanismo de coerción que tiene por objeto
no dejar de ilusorio el propósito de las ´entrevistas´ (artículo 309 del Código
Orgánico Procesal Penal), debemos entender que la procedencia del mandato de
816
conducción únicamente es admisible durante la etapa investigativa del proceso.
Aunque es el órgano judicial el encargado de acordar la aplicación del mandato de
conducción, no es menos importante subrayar que corresponde al representante
del Ministerio Público recibir las deposiciones del sujeto entrevistado, situación
que avala las conclusiones expuestas supra; el Ministerio Público es el ente
director de la fase preliminar del proceso, y únicamente en esta etapa es
pertinente la solicitud del ´mandato de conducción´…”.
DESC CITACION
DESC DECLARACION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INTERPRETES PUBLICOS
DESC INVESTIGACION
DESC MANDATO DE CONDUCCIÓN
DESC MEDIDAS DE COERCION PERSONAL
DESC PROCESOS (DERECHO)
DESC PRUEBA PERICIAL
DESC TESTIGOS
DESC VICTIMA
817
289
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-26-456-2004 FECHA:20040810
TITL El “allanamiento” previsto en el artículo 110 de la Ley de
Hacienda Pública Nacional, tiene como propósito la
persecución de ilícitos administrativos (contravenciones
fiscales), susceptibles de atentar contra el Fisco Nacional.
FRAGMENTO
“Por otra parte, prescribe el numeral 5, del artículo 110 de la Ley Orgánica
de Hacienda Pública Nacional, que son atribuciones del Resguardo
Nacional, la práctica de allanamientos y visitas de inspección (de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 57 del referido cuerpo
normativo), con el objeto de perseguir contravenciones fiscales y ejercer la
vigilancia.
El artículo 57 aducido, prescribe literalmente lo siguiente:
´Artículo 57. Todas las industrias o actos gravados con alguna contribución
nacional, los establecimientos o locales destinados a la producción, venta
o depósito de especies o materiales gravadas y el comercio, el transporte y
el consumo de dichas especies o materias, están sujetos a la vigilancia de
la Contraloría, a la fiscalización por parte de los empleados competentes y
a visita de inspección y verificación de los mismos, quienes, con arreglo a
la Ley y Reglamentos especiales, podrán practicar en todos los lugares,
edificios, establecimientos, vehículos, libros y documentos requeridos, las
investigaciones y reconocimientos que fueren necesarios para el ejercicio
de las funciones de inspección y fiscalización de las rentas, pudiendo
apremiar a los que se opusieren al cumplimiento de estas funciones con
las penas que se establezcan´.
No es un despropósito reconocer que la utilización del término
´allanamiento´ en las disposiciones aludidas supra, crea un desasosiego
justificado. El contenido y alcance de la referida atribución legal, merece un
tratamiento detenido, acorde con el desenvolvimiento propio de la función
corriente que ejercen los órganos de la Administración Pública en aras de
la incolumidad del Fisco Nacional.
El artículo 1 de la Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional, no vacila
en advertir, que la Hacienda Pública Nacional comprende todos los bienes,
rentas y deudas que forman el activo y pasivo de la Nación, así como los
demás bienes y rentas cuya administración corresponde al Poder
Nacional. Adicionalmente, se deja por sentando, que La Hacienda,
considerada como persona jurídica, recibe el nombre de Fisco Nacional.
Como se colige de todo lo anterior, la referida ley tiene por objeto un
propósito bien diáfano o evidente: la recaudación, administración y
custodia de los bienes pertenecientes al Fisco Nacional. La imposición de
tasas arancelarias, la recaudación de impuestos y la necesidad de gravar
las rentas obtenidas (entre otras cargas impositivas), constituyen el grueso
de la actividad fiscal que despliega necesariamente la Administración
Pública (Nacional, Estadal y Municipal).
Pero esa competencia fiscalizadora no entendería su materialización, si la
Administración no contase con suficientes recursos y procedimientos que
818
permitiesen detectar aquellos agentes rebeldes contra el principio de
igualdad ante las cargas públicas. Precisamente en esa dirección apuntan
las consideraciones del artículo 57 de la Ley Orgánica de Hacienda
Pública Nacional, cuando advierte vehementemente que los
establecimientos o locales destinados a la producción, venta o depósito de
especies o materiales gravadas y el comercio, el transporte y el consumo
de dichas especies o materias, están sujetos a la vigilancia de la
Contraloría, a la fiscalización por parte de los empleados competentes y a
la visita de inspección y verificación de los mismos, quienes, con arreglo a
la ley y reglamentos especiales, podrán practicar en todos los lugares,
edificios, establecimientos, vehículos, libros y documentos requeridos, las
investigaciones y reconocimientos que fueren necesarios para el ejercicio
de sus funciones de inspección y fiscalización de las rentas.
Por vía de consecuencia, esa potestad fiscalizadora entiende su plena
justificación, mucho más cuando convenimos en reconocer que la
persecución y juzgamiento de los ilícitos administrativos, corresponde a
entes con competencia estrictamente administrativa (la cual escapa,
necesariamente, del conocimiento propio de instancias penales).
Los ilícitos administrativos difieren sustancialmente de los tipos penales,
particularmente en lo que refiere al órgano legitimado para castigar la
contravención reprobada. Sobre lo enunciado, el maestro Santiago Mir
Puig ha sido incisivo al sostener lo siguiente:
´...lo único seguro es que las sanciones administrativas se distinguen de
las penas por razón del órgano llamado a imponerlas: si la sanción ha de
decidirla un órgano de la Administración Pública -como un Alcalde,
Subdelegado del Gobierno o Ministro-, se tratará de una sanción
administrativa... mientras que será una pena la que imponga un Juez o
Tribunal judicial en una condena penal...´.
Lo realmente claro es que existen ilícitos administrativos (como por
ejemplo, la publicidad falsa o el comercio fraudulento) cuyo conocimiento
es propio de instancias administrativas (las cuales, tramitarán su
juzgamiento con atención a las garantías y procedimientos que inspiran el
derecho administrativo sancionador). Pero no sólo eso, coexisten
adicionalmente ilícitos penales (como ejemplo, el contrabando o la
defraudación fiscal), cuya constatación, investigación y juzgamiento,
necesariamente se encuentra sometido a los parámetros establecidos en
el Código Orgánico Procesal Penal.
Una de las diligencias de instrucción susceptibles de configurarse en el
proceso penal, es precisamente el allanamiento de una morada, o
establecimiento comercial en sus dependencias cerradas. El problema es
determinar, si la Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional, cuando
alude al término ´allanamiento´, lo hace en idéntico sentido al Código
Orgánico Procesal Penal.
En criterio de este Despacho, la respuesta dimana de la propia redacción
del artículo 110 de la Ley de Hacienda Pública Nacional. El Resguardo
Nacional está efectivamente facultado para practicar allanamientos y
visitas de inspección en cualquier establecimiento comercial, no obstante,
tales actuaciones tienen como único propósito la persecución de ilícitos
administrativos (contravenciones fiscales) susceptibles de atentar contra el
Fisco Nacional.
Consecuencialmente, tales actuaciones se encuentran comprendidas
dentro del catálogo de actuaciones inherentes a la competencia
fiscalizadora de la Administración, y en nada contravienen con las
819
diligencias de investigación susceptibles de ser motorizadas por el
Ministerio Público, de conformidad con las pautas establecidas en el
Código Orgánico Procesal Penal.
Lo que si debe dejarse por sentando, es que en aquellos supuestos, donde
el Resguardo Nacional promueva visitas fiscalizadoras, y efectivamente
atine con objetos o muebles cuyo comercio devenga en un eventual ilícito
penal, la notificación perentoria al Ministerio Público se erigirá en un
imperativo insoslayable (único órgano facultado para instaurar y motorizar
una ulterior imputación penal). Así las cosas -y a título a ejemplo- cuando
la Administración inspecciona un determinado establecimiento comercial, y
constata la existencia de un cúmulo de mercancía ajena a los trámites
impositivos instaurados por el Fisco, la imposición de una sanción
administrativa es perfectamente factible (ajustada, por supuesto, al iter
procedimental establecido en la ley que regule el ilícito administrativo
investigado); no obstante, ello no será óbice para notificar inmediatamente
al Ministerio Público, a los efectos de instruir un procedimiento penal, en el
cual se investigue la materialización eventual de un hecho punible
determinado (como por ejemplo, el contrabando).
Como corolario de todo lo abordado supra, y en sintonía con las
atribuciones inherentes al Resguardo Nacional (como órgano de la
Administración Pública encargado de velar por la recolección y
administración de las rentas nacionales), resulta forzoso concluir, que las
facultades prescritas en el artículo 110 de Ley Orgánica de Hacienda
Pública Nacional, no contradicen en lo absoluto, los postulados básicos
que inspiran el recién estatuido sistema acusatorio (de conformidad con las
pautas impuestas por el Código Orgánico Procesal Penal).
Consecuencialmente, las disposiciones que instauran la institución del
Resguardo Nacional -y sus consecuentes atribuciones-, no resultaron
derogadas en virtud de la promulgación del novísimo Código Adjetivo
Penal; tales normas se encuentran arropadas (legítimamente) por el
cúmulo de competencias que le son inherentes a los órganos encargados
de velar por la incolumidad del Fisco Nacional...”.
DESC ALLANAMIENTO
DESC CONTRABANDO
DESC DELITOS CONTRA EL ORDEN ECONOMICO
DESC FRAUDE
DESC HACIENDA PUBLICA
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC RENTAS PUBLICAS
DESC RESGUARDO ADUANERO
DESC SANCIONES (DERECHO ADMINISTRATIVO)
820
290
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Puede el fiscal del Ministerio Público adoptar dentro de un
mismo proceso un acto conclusivo distinto al anterior, siempre
que se verifiquen nuevas circunstancias que así lo justifiquen.
FRAGMENTO
“Del cambio de acto conclusivo. Existe la llamada ´doctrina de los propios actos´,
la cual impide que, especialmente el Ministerio Público, pueda actuar en franca
contradicción o desconocimiento de actos anteriores, o realice variaciones al acto
de tal magnitud que impliquen una clara incoherencia. Dicha doctrina ´veda
desplegar una actividad procedimental que se reveló incompatible en una
anterior´, pues ´nadie puede válidamente ir contra sus propios actos´.
De ambos escritos fiscales sometidos al estudio de esta Dirección, no se puede
sino evidenciar contradicción, que sólo puede tener explicación en una incompleta
investigación. Como ya se mencionó, para acusar se requiere de suficientes
elementos de criminalidad objetiva, entonces, si el Ministerio Público ya ha
acusado, se supone que dichos elementos existen y de ellos debe haber
constancia en el escrito acusatorio, de esta manera ¿cómo se puede archivar si ya
se fundamentó una acusación?, ¿cómo poder fundamentar posteriormente un
decreto de archivo fiscal?, ¿Cómo se puede decir en fecha posterior que dichos
elementos ya no son suficientes?.
La respuesta está en haber hallado nuevas circunstancias que hagan evidente y
justa la razón para dictar otro acto conclusivo distinto al ya emitido. Esta es la
única razón por la cual el Ministerio Público puede cambiar su decisión de concluir
una investigación con otro acto distinto al inicial. Ejemplo: Si un fiscal acusa pero
luego surgen nuevos testigos -desconocidos para el momento en que se presentó
la acusación-, que permitan concluir razonadamente que el imputado no tiene
relación con el delito, o bien teniendo relación se hace evidente una causal de
justificación, u otro motivo que impida al Ministerio Público ejercer la acción, sería
absurdo pretender continuar con la acusación y aumentar el perjuicio para el
imputado, y más aún si el Ministerio Público debe actuar de buena fe y la persona
se encuentra cumpliendo una medida de coerción personal. Claro está, el margen
de discrecionalidad es mínimo, y son, como se verá más adelante, circunstancias
absolutamente excepcionales las que justificarán el cambio de acto conclusivo.
Debemos tomar esta posibilidad como una extrema excepción...”.
821
291
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-466-2004 FECHA:20040812
TITL La prueba pericial se incorpora al proceso mediante la
exhibición del dictamen respectivo al experto que lo elaboró,
quién debe ratificarlo con su testimonio.
FRAGMENTO
823
292
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-32-595-2004 FECHA:20041013
TITL El artículo 339 en sus ordinales 1º y 2º del Código Orgánico
Procesal Penal se alega a los fines de incorporar pruebas
preconstituidas, pero al tratarse de una experticia como prueba
simple, la misma debe promoverse de conformidad con los
artículos 242 y 356 ejusdem.
FRAGMENTO
Para Julio Maier, el ofrecimiento de la prueba representa uno los actos -conforme
a las pautas legales- para introducir en el proceso un medio de prueba. Es decir,
es el acto procesal formal de las partes, mediante el cual, se proponen los medios
de prueba que se presentarán y examinarán en el juicio oral a los fines de
acreditar los hechos alegados.
Sobre el particular, es preciso resaltar dos aspectos: el primero, relacionado con la
licitud de las pruebas ofrecidas por la fiscal del Ministerio Público en su escrito de
acusación; y el segundo, vinculado con la necesidad, pertinencia y conducencia
de los medios de prueba.
En cuanto a la licitud de la prueba, el Código Orgánico Procesal Penal establece
en su artículo 197, lo siguiente:
´Art. 197. Licitud de la Prueba. Los medios de convicción sólo tendrán valor si han
sido obtenidos por un medio lícito e incorporados al proceso conforme a las
disposiciones de este Código. No podrá utilizarse información obtenida mediante
tortura, maltrato, coacción, amenaza, engaño, indebida intromisión en la intimidad
del domicilio, en la correspondencias en las comunicaciones, los papeles y los
archivos privados, ni la obtenida por otro medio que menoscabe su voluntad o
viole los derechos fundamentales de las personas. Asimismo, tampoco podrá
apreciarse la información que provenga directa o indirectamente de un medio o
procedimiento ilícito´.
En este sentido, sólo son admisibles como medios de prueba, aquellos cuya
obtención e incorporación al proceso se haya producido con sujeción a las
disposiciones establecidas en el Código Orgánico Procesal Penal. Igualmente, el
profesor Jesús Eduardo Carrera ha señalado lo siguiente:
´…el medio ilícito o ilegítimo es aquel que se obtiene o se crea por cualquiera de
las partes, a través de un acto prohibido por la ley, y agrega que lo es también el
que se incorpora al proceso infringiendo las disposiciones del código…´ .
En consecuencia, de la revisión del escrito de acusación que se analiza, se
observa que algunos de los medios de prueba que la representante del Ministerio
Público ofrece -en opinión de este Dirección-, son promovidos en franca
contradicción con las pautas contempladas en el Código Orgánico Procesal Penal
en materia de promoción de pruebas. Así, se observa, que ofrece la declaración
de los expertos forenses que practicaron el reconocimiento medico legal
(ginecológico) a la víctima V.G.G.S., de conformidad con el artículo 339, ordinales
1º y 2º, en relación con los artículos 358, 197 y 198.
Es de destacar, que el artículo 339, ordinales 1º y 2º, del Código Orgánico
Procesal Penal, contemplan supuestos distintos. El primero: menciona la
posibilidad de incorporar ´los testimonios o experticias que se hayan recibidos
conforme a las reglas de la prueba anticipada…´. El segundo: ´se refiere a la
incorporación de medios de prueba preconstituido, como lo es la prueba
documental´.
Dentro de este contexto de ideas advertimos, que la Doctrina, entre ellos, Manuel
824
Jean Vallejo, señala que para que se pueda hablar de una prueba anticipada se
deben cumplir determinados requisitos:
´1.- Materiales: se refieren a su imposibilidad de reproducción en el momento del
juicio./ 2.-Subjetivos: la necesaria intervención del juez de instrucción./.-3
Objetivos: la posibilidad de contradicción, para la cual se debe proveer de
imputado acompañado de su abogado defensor./4.-Formales: la introducción en el
juicio oral a través de las pautas legales´.
El hecho de haber incorporado las experticias conforme el artículo 339 del Código
Orgánico Procesal Penal, como si se tratara de una prueba anticipada, es
totalmente errado; en tal sentido, para que opere este tipo de prueba -prueba
anticipada-, se requiere un riesgo de probabilidad cierta de pérdida subjetiva -por
ejemplo: un testigo en estado de gravidez- u objetiva, -por ejemplo: peligro en que
desaparezca el objeto material, como ocurre en el caso de sustancias
estupefacientes- de la prueba. Por lo cual, todo esto nos lleva a la conclusión que
siempre que no haya este peligro de pérdida -objetiva y subjetiva- de la prueba, su
práctica debe de realizarse de la manera comúnmente utilizada para la práctica de
los medios de pruebas simples.
Sin embargo, debe señalarse que la doctrina, en cuanto a materia de medios de
pruebas se trata, ha dividido los mismos, en medios de ´pruebas simples´-
testimonio y la experticia-, y medios de ´pruebas complejos o preconstituidos´ -
prueba documental-. En cuanto a los medios de pruebas simples, la doctrina los
ha definido como aquellos que se forman intraproceso, es decir, requieren
constitución procesal -´evacuación´- siempre y cuando, en su formación operen
los cuatros principios cardinales que rigen el juicio oral, a saber: principios de
oralidad, contradicción, inmediación y publicidad. En cuanto a los medios de
pruebas preconstituidos, la doctrina ha señalado, que son aquellos medios de
pruebas que se han formado o se han constituido con antelación al proceso, por lo
cual, los mismos entran directamente probando al juicio.
En consecuencia, son medios de prueba (preconstituidos), aquellos que llegan al
proceso ya formados, y lo único que requieren para ser valorados es su
incorporación al proceso. Ahora bien, con base a la diferenciación señalada up
supra por la doctrina, considera esta Dirección que la prueba de experticia, ´es un
medio de prueba simple´, por lo cual, la misma para poder adquirir la categoría de
prueba, debe formarse o constituirse dentro del proceso. Es decir, necesita que su
práctica o evacuación se lleve a cabo en un juicio oral y público, cumpliendo con
los principios capitales, a saber: publicidad, inmediación, contradicción y control.
De manera pues, que la citada norma del artículo 339, ordinales 1º y 2º, dispuesta
en el Código Orgánico Procesal Penal, prevé la posibilidad de incorporar medios
de pruebas preconstituidos -prueba anticipada y prueba documental, etc.-, al
señalar, que sólo podrán ser incorporados al juicio por su lectura:
´1. Los testimonios o experticias que se hayan recibido conforme a las reglas de la
prueba anticipada, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la
comparecencia personal del testigo o experto, cuando sea posible./2 La prueba
documental o de informes, y las actas de reconocimientos, registro o inspección,
realizadas conforme a lo previsto en este Código...´ .
Continua señalando el mencionado artículo, en su único aparte lo siguiente:
´Cualquier otro elemento de convicción que se incorpore por su lectura al juicio, no
tendrá valor alguno, salvo que las partes y el tribunal manifiesten expresamente su
conformidad en la incorporación.
De lo anteriormente señalado, se desprende con toda claridad, que la norma en
referencia, se refiere a la incorporación de medios de pruebas preconstituidos -
documento o una prueba anticipada que puede ser: tanto una experticia o un
testimonio-. Igualmente, se infiere -de la citada norma- que si llegado a la etapa
del juicio oral, y no se ha concretado la pérdida -subjetiva u objetiva- del medio de
prueba, la misma puede ser evacuada en el juicio oral, lo cual refuerza más aún la
tesis de que los medios de pruebas testimoniales y experticiales son medios de
pruebas simples; por lo cual, sólo se anticipa su constitución o formación en caso
de peligro de probabilidad cierta de pérdida de la prueba.
Por tanto, en caso de no existir esa posibilidad cierta de pérdida de la prueba de
825
testimonio o de experticia, las mismas deberán practicarse y constituirse, de la
manera comúnmente utilizada para los medios de prueba simples. Igualmente, en
lo que respecta al numeral segundo, el Código Orgánico Procesal Penal, señala
una serie de medios que son considerados por la doctrina de manera unánime de
naturaleza preconstituida -por ejemplo: los documentos-.
Por todo lo anteriormente dicho, esta Dirección considera que la prueba de
experticia, es evidentemente una prueba simple que necesita constituirse y
formarse dentro del proceso -es decir, necesita de evacuación-. Sin embargo, la
doctrina no es unánime en lo que se refiere a cómo se debe constituir la misma.
En este sentido, un sector considera que la prueba de experticia empieza a
formarse con la práctica de la misma por los expertos en la fase preparatoria, y
que culmina su constitución cuando es evacuada en el juicio oral, público,
inmediato y contradictorio. Otro sector señala, que la prueba de experticia queda
constituida o formada cuando se practica por los expertos en la fase preparatoria.
Esta Dirección, toma partido por la primera tesis, ya que considera que para que
un medio de prueba simple se convierta en verdadera prueba, debe evacuarse en
un juicio oral, público, contradictorio y controlado. Es decir, no sólo se forma, con
su sola práctica -a través de los expertos-, en la fase preparatoria, sino que
necesita ser evacuada en juicio, cumpliendo así con los cuatros principios aludidos
anteriormente.
En definitiva, sea que la prueba de experticia se forme en la fase preparatoria con
su sola práctica, o se constituya con su práctica y posterior evacuación en el juicio
oral -tesis que esta Dirección comparte plenamente-, lo cierto es que necesita
formarse dentro del proceso, que en definitiva cuenta, es lo que la caracteriza
como prueba simple. Por lo cual, si la norma prevista en el artículo 339, ordinales
1º y 2º, se refiere a la incorporación de medios de pruebas preconstituidos, la
fiscal del Ministerio Público no debió incorporar el testimonio de los expertos a
través de dicha norma, sino que debió ofrecer la experticia conforme al artículo
242 del Código Orgánico Procesal Penal, para ser ratificado en juicio a través del
artículo 356 eiusdem.
Como se ha indicado anteriormente, lo ajustado a derecho es promover la prueba
de experticia conforme al artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, que
señala:
´Los documentos, objetos y otros elementos de convicción incorporados al
procedimiento podrán ser exhibidos al imputado, a los testigos y a los peritos, para
que reconozcan o informen sobre ellos´.
Señala la citada norma, que los elementos de convicción -entiéndase: todo
elemento de convicción (práctica de la prueba de experticia), recabado en la fase
preparatoria, es considerado una verdadera prueba, después que es evacuada en
un juicio oral, público y contradictorio- incorporados al procedimiento, podrán ser
exhibidos ´…a los peritos, para que reconozcan o informen sobre ellos´. En
conclusión, considera esta Dirección que si la prueba de experticia es una prueba
simple, que necesita para formarse plenamente de su evacuación en juicio oral, lo
ajustado sería incorporarla conforme al artículo 242 del Código Adjetivo Penal,
para que luego los peritos los reconozcan o informen sobre ello en el juicio oral.
Igualmente, la representante del Ministerio Público, cuando ofrezca la prueba de
experticia, debe hacer alusión al artículo 356 eiusdem, el cual, señala:
Después de juramentar e interrogar al experto o testigo sobre su identidad
personal y las circunstancias generales parar apreciar su informe o declaración, el
juez presidente le concederá la palabra para que indique lo que se sabe acerca
del hecho propuesto como objeto de prueba.
Ahora bien, como se ha dicho, si se considera que dicha prueba necesita de dos
momentos para su constitución, ese último momento para su evacuación se vería
satisfecho, cuando en el juicio oral se incorpore la expertita a través de la
deposición del perito experto, con respecto a la experticia que practicó en la fase
preparatoria (tomando en cuenta, que es aquí, en ésta etapa, donde
verdaderamente operan los principios conformadores de la prueba, a saber:
oralidad, publicidad, contradicción, inmediación).
Igualmente, se observa en ese capítulo cuarto, en el cual la fiscal del Ministerio
826
Público denominó ´Del Ofrecimiento de Pruebas´, que la fiscal incorpora, conforme
al artículo 339, ordinales 1º y 2º, del Código Orgánico Procesal Penal, la
declaración de los funcionarios policiales que suscribieron el acta policial, donde
dejan constancia del procedimiento policial; la declaración de la Licenciada Nelly
González, en su condición de psicólogo clínico, con su respectivo informe Médico
Psicológico; la declaración de la ciudadana Carmen Rodríguez, en su condición de
Técnico Trabajador Social, con su informe social. Reitera esta Dirección, que la
fiscal al ofrecer los aludidos medios de prueba conforme al artículo 339, ordinales
1º y 2º, del Código Adjetivo Penal, incurre en un craso error, toda vez que los
mismos son medios de convicción, que necesitan ser evacuados en juicio, para
así, de esta manera adquirir la categoría de una verdadera prueba. Por lo cual, lo
más ajustado sería ofrecer los aludidos elementos de convicción, conforme al
artículo 242, del Código Orgánico Procesal Penal, en concordancia con el artículo
356 eiusdem, por las razones sobradamente argumentadas up supra...”.
827
293
TDOC Oficio
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-28-71677 FECHA:20041011
TITL A los fines de la procedencia del procedimiento abreviado en el
caso de delitos flagrantes, el fiscal del Ministerio Público debe
contar con suficientes elementos de convicción que atribuyan
el delito cometido al imputado en el caso concreto.
FRAGMENTO
829
corporal, debe calificar jurídicamente ese hecho y verificar si están dadas
todas las referencias típicas del mismo. Igualmente, debe verificar si
existen suficientes elementos de convicción que le permitan presumir con
fundamento que el sorprendido es el autor del delito, elementos éstos que
extraerá del acta de detención en situación de flagrancia.
Por ello afirmamos que, aunque el Ministerio Público solicite la aplicación
del procedimiento abreviado, dependerá de varias circunstancias ajenas a
la Institución las que tornen posible su acuerdo.
Pero respecto a la labor del Ministerio Público en este tipo de situaciones,
hemos insistido en todo lo anterior, no solamente por la importancia de
respetar el derecho a la defensa del imputado, también por la importancia
de evitar que el Ministerio Público se pronuncie de manera contradictoria
respecto de una misma causa, o lo que es peor, presente una acusación a
sabiendas de que no cuenta con los suficientes elementos para
sostenerla...”.
830
294
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-12-656-2004 FECHA:20041111
TITL No todo incumplimiento de una forma procesal genera la
nulidad del acto, pues se debe atender a si efectivamente se
atentó contra el principio.
FRAGMENTO
“No pueden comenzar estas líneas sin antes aludirse -a modo de preludio-
a una máxima neurálgica asomada por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en sentencia signada en fecha 13 de noviembre de
2001, con ponencia de la Magistrada Blanca Rosa Mármol, en la cual, de
manera muy lacónica y acertada, se conviene en el siguiente aserto:
´La conjugación de los artículos 26 o 257 de la Constitución, obliga al juez
interpretar las instituciones procesales al servicio de un proceso cuya meta
es la resolución del conflicto de fondo, de manera imparcial, idónea,
transparente, independiente, expedita y sin formalismos o reposiciones
inútiles...´.
Valga también iniciarnos en el presente apartado diferenciando justamente
a los principios de las garantías, pues de la violación de unos u otros
dependerá la consecuente nulidad.
Los principios son considerados como el núcleo central de un Estado de
Derecho, y de allí que hayan sido constitucionalizados y consagrados en
todos los pactos internacionales de derechos humanos (como por ejemplo,
el derecho a la defensa).
Las garantías están, como su nombre lo indica, para garantizar la vigencia
de los principios. Carocca, citando a Gelsi, puntualiza genéricamente el
significado de ´garantía´ y explica que es un ´medio para asegurar, para
lograr con seguridad o certidumbre determinado fin´, además agrega que
´está de más demostrado que el sólo reconocimiento de una norma
constitucional no es suficiente para conseguir su real vigencia... pues tales
declaraciones serán meramente retóricas, si no van acompañadas de
medios adecuados para conseguir su cumplimiento´. Nuevamente
Carocca, citando a Hart, concluye afirmando que los derechos
fundamentales no trascienden sin la vigencia de sus respectivas garantías.
Como corolario de lo expuesto, podemos afirmar que las garantías son el
medio para ´garantizar´ el cumplimiento o la vigencia de los principios (en
palabras corrientes: las garantías son el medio y los principios el fin), pues
de nada vale tener una catálogo infinito de derechos fundamentales
constitucionalizados, o consagrados en convenios o tratados
internacionales, si no se estatuyen normas que tiendan a asegurar el pleno
respeto de tales principios.
Concluye Binder que para garantizar el cumplimiento del principio, se
establecen requisitos para los actos procesales o se regulan secuencias
entre actos llamados ´formas procesales´; cuando no se cumple una
forma, es decir, se incumple un requisito legal o se interrumpe una
secuencia necesaria, la actividad procesal deviene en inválida
(defectuosa), precisamente por ello Binder advierte que ´las formas son la
garantía´.
831
No obstante, esta Dirección debe advertir que no todo incumplimiento de
una forma procesal genera la nulidad del acto, pues se debe atender a si
efectivamente se afectó el principio. Sólo si se ha afectado al principio que
protege la forma procesal, el acto será nulo, de lo contrario se debe
procurar su subsanación, de no haberse convalidado con anterioridad.
Resulta perentorio un enfoque distinto de las nulidades en nuestro proceso
penal; deben abandonarse los meros formalismos por el simple hecho de
que los derechos fundamentales no son necesariamente identificados con
una norma procedimental en concreto, sino que cada garantía aparece
reflejada en muchas disposiciones legales que van regulando su respeto
en el mismo momento procesal en que están siendo aplicadas. La
apreciación de una violación del derecho fundamental debe estar orientada
en la mayoría de las situaciones a una evaluación de lo sucedió en el
proceso, sin hacer jamás un equivalente a priori entre la violación de una
norma procedimental (garantía) con la violación de un derecho
fundamental.
Actualmente, y a raíz de la progresiva importancia que han adquirido los
principios constitucionales relacionados el Sistema de Justicia Procesal
Penal, se imponen criterios antiformalistas, que obligan a tener en cuenta
circunstancias distintas a la mera infracción de la norma procedimental.
Consecuencialmente, es perfectamente factible acoger la siguiente
fórmula: ´no toda violación de una forma trae como consecuencia la
nulidad del acto, pero toda violación de un principio acarrea nulidad´. La
violación de una forma lo que trae como consecuencia es una advertencia
sobre el posible irrespeto a un principio, que de verse afectado, sin lugar a
dudas amerita la nulidad de acto viciado.
Orlando Monagas, siguiendo a Couture, enseña que la nulidad por la
nulidad misma no es admisible, pues ´las nulidades no tienen por finalidad
satisfacer pruritos formales, sino enmendar los perjuicios efectivos que
pudieran surgir de la desviación de los métodos de debate cada vez que
esta desviación suponga restricción de las garantías a que tienen derecho
los litigantes´
Así pues, a título de conclusión, para determinar que un principio
fundamental no ha sido menoscabado pese la violación de una forma
procesal, es menester evaluar, en primer lugar, qué tanto una formalidad
procesal salvaguarda a un principio, o en otras palabras, qué tan efectiva
es la forma para garantizar la vigencia del principio. Y en segundo lugar, es
perentorio el examen de cada caso en concreto, pues a pesar de la
violación de una forma procesal (garantía) es perfectamente admisible que
se hayan adoptado otras previsiones para tutelar el principio que se
pretende proteger.
Ahora bien, en cuanto al caso en estudio, como se mencionó, el registro de
morada no se realizó en la dirección que contiene la solicitud, ni tampoco
en la que contiene la orden. Ello viola una de las garantías establecidas en
el Código Orgánico Procesal Penal, como lo es la establecida en el artículo
211 ordinal 2°, que exige ´El señalamiento concreto del lugar o lugares a
ser registrados´.
Esta Dirección ratifica que la sola violación de la garantía relativa a la
especificación de la dirección exacta del domicilio al que se ingresa, no
necesariamente debe conllevar a la nulidad de la orden y del registro, pues
sólo si tal violación afecta el principio de la inviolabilidad del domicilio sería
nula. En estos casos, el Ministerio Público debe justificar la entrada al
domicilio en lugar distinto. Por ejemplo: Si la orden fue expedida para
832
ingresar a una casa sin nombre, de rejas verdes, ubicada al lado de una
tienda de motocicletas en la calle 01, del caserío X, y una vez en el lugar
se enteran que en dicha calle 01, sólo hay una tienda de motocicletas y
una casa, pero esta es de rejas negras, el Ministerio Público debe explicar
tal situación y de ingresar, no existiría problema alguno, pues se entiende
que estamos ante un error material que no afecta la práctica del registro.
Distinto resulta si en la mencionada calle 01 existen varias tiendas de
motocicletas, y no hay como justificar el cambio del color de las rejas. En
estos casos debe el Ministerio Público rectificar el error solicitando otra
orden de allanamiento.
En el caso sometido a nuestro análisis, esta Dirección observa que no
existe en el acta levantada con ocasión del allanamiento, razonamiento
alguno que permita justificar el ingreso a un lugar distinto al señalado en la
orden. Si bien se nota un error en cuanto al color de las rejas y la ubicación
del lugar no se describe en el acta ningún detalle que justifique el ingreso,
es decir, no se menciona el por qué se decidió ingresar al inmueble, aún
sabiendo que la dirección de la orden no se correspondía con el lugar y
tampoco se deja constancia con precisión de la dirección exacta del
inmueble donde se ingresa, ya que la solicitud especificaba que se
solicitaba el ingreso al galpón N° 01, y en el acta no se menciona el galpón
al cual se ingresó. Distinto hubiese sido, si en el acta se mencionara que el
único galpón que existía en el lugar era al que ingresaron, pero ello no fue
aclarado.
Por ello, esta Dirección no puede dictaminar si el acta es nula por el solo
ingreso a un sitio distinto al que la orden indicaba, pero sí puede afirmar,
que por carecer el acta de justificativo para el ingreso en una dirección
diferente a la señalada en la autorización judicial, el registro se torna
nulo.En conclusión, el ingreso a un lugar distinto al descrito en la orden de
allanamiento, sin dejar constancia de justificativo alguno, ocasiona que las
actuaciones realizadas sean nulas por violación a la garantía establecida
en el artículo 211 ordinal 2° del Código Orgánico Procesal Penal...”.
DESC ALLANAMIENTO
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DOMICILIO
DESC GARANTIAS CONSTITUCIONALES
DESC NULIDAD
DESC PROCEDIMIENTO PENAL
DESC REPOSICION
833
295
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-26-451-2004 FECHA:20040809
TITL El decreto de archivo fiscal debe quedar reducido a los
supuestos en donde existe alguna posibilidad real y concreta
de reanudar la investigación penal.
De conformidad con el artículo 317 del Código Orgánico
Procesal Penal el Fiscal Superior debe cumplir la orden
emanada de la autoridad judicial, en el sentido de enviar las
actuaciones a otro fiscal de proceso, para que decida lo
pertinente.
FRAGMENTO
836
296
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL No es posible aplicar una agravante genérica a un delito que
tiene previsto en su configuración típica tales circunstancias
agravantes.
FRAGMENTO
837
297
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-368-2004 FECHA:20040701
TITL Al no invocar todos los artículos referidos a la calificación
jurídica y a las circunstancias agravantes aplicables, el
representante del Ministerio Público incurre en falta de
aplicación de normas jurídicas.
FRAGMENTO
“Por otra parte, y a pesar de que no se cuenta con el expediente completo que
nos permita realizar una opinión más precisa en cuanto a la calificación jurídica
(lesiones u homicidio frustrado), se observa de los hechos narrados en el escrito
objeto de análisis, que la representante del Ministerio Público, debió alegar la
aplicación del artículo 420 del Código Penal, relacionado con el artículo 408
ejusdem, por cuanto de los autos se desprende, que los hechos imputados se
ejecutaron con alevosía, ya que se realizaron con ausencia de riesgo para los
autores, amparándose en la imposibilidad de defensa o de reacción de la víctima,
es decir, actuaron sobreseguros, porque, al parecer, fueron tres contra uno los
sujetos agresores, por estar armados con bates en sus manos con los cuales
acometieron a la víctima y la dejaron en completo estado de indefensión,
circunstancia ésta que agrava las lesiones imputadas, por lo que al configurarse la
alevosía en el presente caso, debió subsumir los hechos dentro del artículo 420
del Código Penal relacionado con el artículo 408 ejusdem.
Asimismo, se observa que debió invocar la aplicación de la agravante genérica
establecida en el artículo 217 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, por cuanto, tal y como se desprende de los autos, los hechos se
cometieron en contra de un adolescente, el cual para el momento de los hechos
contaba con catorce (14) años de edad, circunstancia que no fue desvirtuada y
como agravante debió ser ponderada en el presente capítulo, por lo que
consideramos que al no invocar los artículos y circunstancias agravantes
señaladas, la representante del Ministerio Público incurrió en falta de aplicación de
normas jurídicas, en el presente caso, el artículo 420 relacionado con el artículo
408 del Código Penal, así como el artículo 217 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, realizando en consecuencia una errónea
aplicación del artículo 417 del Código Penal”.
DESC ADOLESCENTES
DESC ALEVOSIA
DESC CALIFICACIÓN JURÍDICA
DESC CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
DESC HOMICIDIO
DESC LESIONES
FRAGMENTO
840
que el agente obtenga un provecho ilícito, para lo cual debe mantener en
error al agraviado por medio del engaño. Como corolario de lo anterior, se
torna imperioso un estudio detenido de los elementos del tipo penal en
comentario.
Entiende esta Dirección que todo hecho calificado como punible supone la
satisfacción de determinadas exigencias que configuran la definición de la
figura delictiva examinada. Tales exigencias merecen ser asumidas en su
totalidad con el propósito único de atribuir plena vigencia a los principios
centrales de legalidad y tipicidad que inspiran el Sistema de Justicia
actual. Pero no sólo eso, las normas penales entienden una interpretación
estricta; su aplicación no es gratuita sino comporta una adecuación
racional y objetiva a los presupuestos previamente dispuestos en la ley.
Precisamente por ello, el examen de los elementos típicos del delito de
estafa presume relevancia, todo ello en conjunción con los alegatos
expuestos por los abogados defensores, así como por los asertos
asomados en el escrito de acusación, ambos documentos analizados por
este Despacho.
Elementos constitutivos del delito de estafa.
El primer elemento del tipo de estafa viene constituido por la ´La utilización
por parte del sujeto activo de artificios o medios de engaño capaces de
sorprender la buena fe´ de otra persona. Sin pretender una suerte de
estudio dilatado sobre el particular, conviene una aproximación conceptual
de este primer elemento del tipo penal in commento.
En doctrina es posible discernir intentos por diferenciar los artificios (o
ardides) de los medios engañosos. La fórmula del Código Penal es obvia:
el sujeto activo utiliza artificios o medios engañosos con el único propósito
de sorprender la buena fe del sujeto pasivo. En consecuencia, pareciera
que la propia letra del texto normativo impone una diferenciación
semántica y conceptual de cada mecanismo de defraudación. Sin
embargo, esta Dirección hace eco de lo sostenido por el maestro Arteaga
Sánchez, quien asevera que:
´...a pesar de que reconocemos que, desde el punto de vista lingüístico,
son expresiones diferentes, no encontramos razones suficientes para
insistir en tal distinción, la cual, más que aclarar, contribuye a crear
confusiones en un tema de por sí complejo y de innumerables escollos.
Preferimos, por ello, una noción amplia y de conjunto que traduzca lo más
fielmente posible la voluntad de la ley, aunque no responda exactamente a
las exigencias lingüísticas”. Seguidamente, este mismo autor orienta con el
siguiente aserto: “haciendo alusión, concretamente, a las disposiciones
vigentes, hemos de señalar que la ley penal venezolana, al utilizar la
expresión ‘con artificios o medios capaces de engañar’, quiere hacer
referencia al proceder engañoso y astuto, que se vale de tretas, ficciones o
fingimientos, trampas, dobleces, disimulos o simulaciones, o de
cualesquiera otros medios de la misma índole´.
Tal y como afirma Grisanti Aveledo los procedimientos estafatorios son
incontables. La noción legal de ´artificios o medios capaces de engañar´ es
sumamente amplia, y la intención del legislador es referirse a cualquier
comportamiento engañoso y astuto. Así pues, acciones u omisiones,
asertos, mentiras e incluso el silencio del sujeto activo, puede fungir como
mecanismo idóneo para engañar o inducir al error a la víctima del delito.
En principio, resulta necesario asimilar que un contrato civil (un convenio
entre particulares) es un mecanismo perfectamente idóneo para engañar o
sorprender la buena fe de otro. De allí que las conductas denunciadas
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como engañosas podría encontrar pleno refugio en un convenio privado
(entiéndase: un contrato de sociedad).
Conforme los hechos objeto del proceso delimitados por los
representantes del Ministerio Público en el escrito de acusación, la
consumación del delito de estafa pareciera desprenderse de la celebración
de un contrato entre las partes (contrato civil que funge como artificio o
medio) capaz de inducir en error a la víctima, y en consecuencia, procurar
un provecho injusto en favor de los imputados.
No obstante, debe acotarse que el delito de estafa supone la existencia de
un ánimo de lucro por parte del sujeto activo. No basta discernir el
mecanismo idóneo capaz de engañar y sorprender la buena fe de otro,
sino es indispensable la comprobación del dolo, la intención de engañar,
de procurarse un provecho injusto. Por tanto, pese a advertir que es
perfectamente factible que convenios entre particulares (entiéndase:
contratos civiles o mercantiles) funjan como medio de engaño o ardid
fraudulento, ello no es suficiente, sino merece un estudio particular de la
intención del sujeto activo de lucrarse ilícitamente del negocio. En palabras
corrientes, el hecho se materializa y consuma cuando se emplea un medio
susceptible de engañar siempre y cuando se pretenda efectivamente
defraudar a la víctima del delito. Consecuencialmente, el delito de estafa,
merece el examen de presupuestos subjetivos, plenamente demostrados,
que determinen visiblemente el ánimo de engañar y procurarse un
provecho injusto.
En comentarios del Código Penal Español resultan pertinentes las
siguientes conclusiones:
´En el ilícito penal de la estafa, el sujeto activo sabe desde el mismo
momento de la concreción del contrato, que no podrá o no querrá cumplir
con la contraprestación que le corresponde en compensación del valor o
cosa recibidos, y que se enriquecerá con ellos. Esta doctrina, (es)
conocida como la de los contratos civiles o mercantiles criminalizados...´.
La estafa entiende un dolo inicial al contratar; aquellos supuestos donde el
medio para defraudar se materialice en la celebración de un contrato entre
las partes, el dolo no es sobrevenido, sino que desde el inicio de la
celebración del convenio existe en cabeza del sujeto activo la intención de
lucrarse ilícitamente, de engañar al otro contratante. Lo anterior es
precisamente el elemento distintivo de la estafa respecto de la apropiación
indebida. En esa dirección apuntan las enseñanzas del profesor Grisanti
Aveledo cuando entiende que: ´La estafa se caracteriza por el dolo inicial o
dolo al comienzo. En otros términos, el dolo es anterior a la tenencia o
recepción de la cosa´.
Los representantes del Ministerio Público no acreditan (en el escrito de
acusación) elemento alguno que evidencie la intención del sujeto activo de
lucrarse ilícitamente, de engañar al otro contratante. No aparece
demostrado el ánimo de defraudar; conforme los documentos sometidos a
la consideración de esta Dirección, únicamente se infiere la celebración de
un contrato de sociedad, de un convenio privado donde se pacta la
adquisición de un conjunto de acciones de la ´SM ILLCC C.A´., y la
manera de cancelación de las mismas. En consecuencia, la verosimilitud
del dolo o la intención de defraudar es difusa, nublada e imprecisa. Tal y
como se convino supra, un convenio de naturaleza mercantil – como bien
lo sería un contrato de sociedad – podría devenir en un mecanismo
idóneo de engaño; no obstante, dicha cualidad no es ostentada per se,
sino merece el examen de otra circunstancia que avale tal calificación.
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Sostener lo contrario, implicaría una interpretación extensiva (exagerada)
del tipo penal de estafa, tolerando su aplicación incluso cuando se
verifique el simple incumplimiento de cualquiera cláusula contractual
convenida. En consecuencia, esta Dirección advierte que únicamente se
presume la celebración de un convenio privado, cuyo (in)cumplimiento es
materia propia de ser planteada ante otras instancias (ajenas al ámbito
penal).
Tal y como se sostuvo en líneas precedentes, el delito de estafa
presupone la satisfacción de específicos elementos estructurales del tipo
penal. Valga reiterar la fórmula utilizada por el Código Penal cuando
estipula:
´Artículo 464. El que, con artificios o medios capaces de engañar o
sorprender la buena fe de otro, induciéndole en error, procure para sí o
para otro un provecho injusto con perjuicio ajeno, será penado...´.
Pues bien, corresponde en este apartado referirnos al ´error´, a la falsa
representación de la realidad en la víctima como producto de los artificios o
engaños desplegados por el agente delictivo.
El profesor Grisanti Aveledo concluye con lo siguiente:
´La consecuencia del empleo de los medios fraudulentos ha de ser inducir
en error a la víctima. Error es una falsa representación de la realidad... Hay
una sucesión de nexos causales: el artificio provoca el error y éste, a su
vez, determina la prestación perjudicial. La estafa no se concibe sin el error
de la víctima´.
Por su parte, el maestro Sebastián Soler es mucho más claro cuando
expone:
´Dentro del proceso sucesivo de los hechos que integran una estafa, la
situación del error podría decirse que es central. Debe ocupar un lugar
intermedio entre el ardid y la disposición patrimonial y con ambos debe
mantener una estrecha relación de razón suficiente. El ardid debe haber
determinado el error y este a su vez, debe haber determinado la
prestación´.
El error constituye el efecto o consecuencia del engaño, es el éxito de la
maquinación. Este elemento juega un doble papel, ya que en principio
debe ser la consecuencia del acto engañoso, y en segundo lugar, debe
motivar la disposición patrimonial que causa un perjuicio.
Como corolario de todo lo anterior, imperioso es concluir que el ´error´ es
la falsa representación de la realidad, la falsa noción sobre algo. La estafa,
como hecho punible, entiende la utilización de mecanismos engañosos
capaces de inducir en error a la víctima; el engaño es el presupuesto del
error, se trata de un proceso sucesivo, de un vínculo de dependencia
donde aquel es antecedente obligatorio de éste. De no patentarse dicha
reciprocidad tampoco se materializaría el delito en examen.
Entre los ciudadanos E.A. y A.M., existe un convenio privado, un ´contrato
de sociedad cuyo objeto entiende la enajenación de unas cuotas de
participación de la SM ILLCC, C.A. No pretende este espacio un estudio
profundo de los contratos como fuentes de las obligaciones, no obstante,
es imprescindible subrayar algunas disposiciones del Código Civil que en
mucho pueden contribuir con las conclusiones que se pretenden infra. En
efecto, el artículo 1141 del referido texto legal dispone:
´Las condiciones requeridas para la existencia del contrato son:/1.
Consentimiento de las partes; /2. Objeto que pueda ser materia del
contrato; y 3. Causa lícita´.
Seguidamente, el artículo 1142 ejusdem advierte:/ ´El contrato puede ser
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anulado: 1. Por incapacidad legal de las partes o de una de ellas; y 2. Por
vicios del consentimiento´.
Si se conviene en la existencia de un ´contrato de sociedad´, indispensable
es hondear en los requisitos de validez y eficacia que predisponen el
régimen contractual. Éstos son:
El consentimiento presuntamente plasmado en documento autenticado
con fecha 26 de enero de 2000, donde constan las respectivas firmas de
ambos contratantes.
El ´objeto´ del contrato es ´posible, lícito y determinado´, es decir, la
enajenación de determinado número de acciones; dicha operación otorga
plena cualidad de accionista al ciudadano A.M.
Y por último, la ´causa´ del contrato merece ser lícita; la finalidad de la
sociedad no puede contravenir el orden jurídico, lo pretendido debe
ajustarse a la ley (en el caso que nos ocupa es la participación en un
proyecto inmobiliario, a saber, en la SM ILLCC, C.A.).
Pues bien, procurando un orden en lo expuesto, es perfectamente factible
que el consentimiento, como presupuesto de validez contractual, se
encuentre viciado al momento de su formación. Los vicios del
´consentimiento´ han sido identificados en doctrina como: el dolo, la
violencia y el error. Los dos primeros no merecen estudio alguno, sin
embargo, el ´error´ (como elemento estructural del tipo penal analizado: la
estafa) impone una pausa justificada.
Valga reproducir en este momento lo concluido en líneas acotadas supra:
el error supone una falsa representación de la realidad, la falsa noción que
se tiene sobre determinada cosa. Sobre el particular, mayúscula
importancia merece lo expuesto por el profesor Arteaga Sánchez:
´En la estafa, como ya lo hemos señalado, como consecuencia de un
engaño, una persona es inducida a error, lo cual determina la disposición
patrimonial. Ahora bien, el error padecido por la víctima puede versar
sobre la naturaleza, condiciones causas o motivos de un determinado acto,
sobre las condiciones o cualidades de una determinada persona, o sobre
la naturaleza o cualidades de una determinada cosa. Así por ejemplo,
puede un sujeto padecer un error relativo al acto que realiza, como creer
que vende, cuando en realidad está haciendo una donación; o creer que
entrega determinada cantidad a una persona, tratándose de otro impostor;
o creer que compra algo de mucho valor cuando en realidad se trata de un
objeto despreciable y sin ningún valor´.
Conforme los alegatos sometidos a la consideración de este Despacho, no
es posible aseverar tajantemente que nunca hubo un ´error´ inducido en el
ciudadano A.M., sin embargo, los representantes del Ministerio Público, en
el escrito de acusación, no refieren en espacio alguno las circunstancias
que determinaron el error inducido en la víctima; no especifican cuál fue el
engaño provocado, ni mucho menos la falsa representación de la realidad
que produjo en el sujeto pasivo. Simplemente se evidencia que ambos
contratantes consentían en la celebración de un ´contrato de sociedad´; el
objeto del convenio era la enajenación de cierto número de acciones con el
propósito lícito de adquirir la cualidad de accionista en la empresa
constituida. No podía materializarse un error in personae, toda vez que
cada contratante conocía plenamente las cualidades de su contraparte. Y
no era dable argüir error respecto a cosa o bien alguno; existía un contrato
mercantil cuyo objeto era obtener la participación en la SMI LLCC C.A.
En principio, de acuerdo a los documentos en análisis, podría asumirse un
simple incumplimiento de condiciones contractuales cuya resolución es
844
propia de instancias judiciales civiles; este Despacho (bajo un examen a
priori) no discierne el ´error´ inducido en la víctima capaz de materializar
por completo los elementos estructurales del tipo de estafa.
Pretende este apartado un examen conjunto de la siguiente fórmula: “el
que procure para sí o para otro un provecho injusto con perjuicio ajeno”. La
estafa supone por medio del engaño la obtención de un provecho
inmerecido con ocasión de un perjuicio patrimonial de la víctima.
Nuevamente Grisanti Aveledo orienta con sus conclusiones:
´Provecho injusto es cualquier beneficio, económico o moral, que el sujeto
activo deriva de u conducta, para sí o para otro, sin tener motivo legítimo
para ello. Por tanto, no hay estafa cuando el acreedor logra, mediante
artificios, que el deudor le entregue lo que le debe(...) perjuicio ajeno es el
daño económico, jurídicamente apreciable y correlativo al provecho
obtenido, causado a otro´.
Y Núñez Tenorio complementa con lo siguiente:
´Como se desprende la norma legal que informa este comentario, el
provecho debe ser injusto, esto es, debe estar integrado por un lucro al
cual no tenía derecho el agente, o lo que es lo mismo, que el provecho no
sea legítimo, pues cuando es así, no existe delito de estafa´.
Los abogados denunciantes resumen en su escrito los siguientes
argumentos:
´El Ministerio Público, irreflexivamente, consideró delictivo el sólo hecho
que el ciudadano E.A., recibiera cantidades de dinero por parte de A.M.,
omitiendo observar, adrede, que dichas cantidades de dinero tienen su
causa en el pago del precio de acciones de propiedad del primero, y que a
raíz de la referida compra de participación accionaría A.M., es actualmente
socio de EA, en dos compañías y además miembro de la Junta Directiva
de una de ellas´.
En criterio de esta Dirección, el monto pactado no constituye un ´provecho
injusto´. Se convino en la existencia de un ´contrato de sociedad´
perfectamente consentido entre las partes cuyo objeto era la adquisición
de unas cuotas de participación. Pues bien, la contraprestación debida por
la enajenación de las acciones nunca podría suponerse como un
´provecho injusto´; al contrario, se trata de un monto lícitamente debido al
propietario de la sociedad mercantil. En el caso que nos ocupa, no se
evidencia -en principio- el incumplimiento de la obligación en sí. Si lo
pactado no se entiende ajustado a los parámetros y lineamientos que rigen
dicha relación societaria, nada es óbice para acudir a instancias judiciales
civiles y exigir el cumplimiento efectivo de lo pactado, junto con las
especificaciones del caso. En consecuencia, no existe un ´provecho
injusto´ en favor del ciudadano E.A.; existe un monto acordado como
contraprestación de las acciones enajenadas, circunstancia que legitima el
provecho obtenido.
Por otra parte, Arteaga Sánchez aclara acertadamente:
´Pero no basta, para que se configure el delito de estafa, la obtención de
un provecho injusto; la ley exige además un correlativo perjuicio o daño
ajeno. Ahora bien, ha de tratarse, obviamente de un perjuicio o daño de
carácter patrimonial. Y si entendemos por patrimonio el conjunto de los
valores económicos de una persona, como lo señala Mezger, se hablará
de perjuicio patrimonial cuando haya habido una disminución de ese
conjunto de valores, esto es, cuando haya empeorado o sufrido algún
deterioro la situación económica general de su sujeto, bien sea por una
redacción del activo o por un aumento del pasivo, tomándose en cuenta
845
tanto el daño emergente como el lucro cesante´.
Cuando el artículo 464 del Código Penal exige la producción de un
perjuicio material entiende un daño económico, una merma patrimonial que
sufre el sujeto pasivo, como consecuencia del erróneo acto de disposición
patrimonial realizado a favor del sujeto activo.
Después de todo lo expuesto supra no merece mayor detenimiento el
estudio de este elemento estructural del tipo penal de estafa. En párrafos
recientes se sostuvo que el dinero acordado como contraprestación de las
acciones adquiridas por el ciudadano A.M., no podía ser interpretado como
un provecho injusto en favor del imputado; consecuencialmente, la merma
económica -de haberse materializado en el patrimonio de la víctima- no
puede considerarse un perjuicio ilegítimamente causado, sino el efecto
inmediato producto de la relación societaria convenida...”.
DESC CONTRATOS
DESC ESTAFA
DESC VIOLENCIA
846
299
TDOC memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-591-2004 FECHA:20041011
TITL Diferencias entre el hurto agravado previsto en los ordinales 1º
y 8º del artículo 454 del Código Penal.
FRAGMENTO
“Por otra parte, resulta sumamente llamativo que la fiscal subsumiera los
hechos en el artículo 454.8 del Código Penal, cuando lo realmente
correcto, vistas las circunstancias particulares que rodean este caso,
habría sido encuadrarlos en el artículo 454.1 eiusdem. El fundamento de
esta afirmación radica en que los supuestos de ambas normas resultan
totalmente distintos, siendo varios los parámetros de diferenciación de los
dos preceptos jurídicos en estudio. En primer término tenemos, el
elemento espacial, el cual cobra suma relevancia en el presente caso, en
virtud de que en el supuesto del artículo 454.8, el sitio donde se ejecuta el
hurto debe ser un establecimiento que por sus características debe
exponer la cosa al alcance de cualquier persona, es decir, debe tratarse de
un lugar público (aceras, plazas, entre otros) o abierto al público (por
ejemplo, las iglesias); mientras que en la norma del artículo 454.1 debe
tratarse de un establecimiento público propiamente dicho (por ejemplo, las
sedes de los organismos públicos).
En segundo lugar, debe considerarse el elemento real, que se refiere a la
naturaleza de la cosa hurtada, en razón de que en el precepto contenido
en el artículo 454.8 se protegen objetos comunes que son dejados en un
lugar público o abierto al público, en razón de la costumbre o por su propia
naturaleza intrínseca (por ejemplo, los objetos ofrecidos a la venta en los
mercados al aire libre); mientras que la norma del artículo 454.1 tutela la
propiedad sobre objetos destinados a un fin de utilidad pública,
especialmente cosas que funjan como medios para la prestación de un
servicio público.
Es de resaltar que el objeto material del delito en el presente caso estaba
constituido por tres (3) barras de aluminio que formaban parte del cuarto
riel de la vía férrea del Metro de Caracas, las cuales constituyen objetos
cuyo uso estaba destinado a la utilidad pública, en razón de que además
de pertenecer a una empresa estatal, se encontraban en un
establecimiento público fungiendo como elementos imprescindibles para la
realización de la actividad propia de dicho establecimiento,
específicamente, se trataba de partes del sistema ferroviario del metro de
la ciudad de Caracas, el cual es una sociedad mercantil cuya titularidad
pertenece al Estado venezolano, y que tiene por finalidad primordial
prestar un servicio público a la colectividad. En tal sentido se debe
recordar que la naturaleza jurídica del Metro de Caracas es la de ser una
empresa estatal, por lo cual puede ser considerado como un ente
descentralizado funcionalmente, es decir, un sujeto de Derecho que se
encuentra incardinado en la estructura organizacional de la Administración
Pública Descentralizada Funcionalmente.
Entonces, partiendo de las premisas consistentes en que las mencionadas
barras de aluminio sí son bienes de utilidad pública, y que la Compañía
847
Anónima Metro de Caracas es un establecimiento público, en caso que el
hurto se consume dentro del recinto de éste, y a su vez recaiga sobre
aquéllas, a todas luces se tratará de un hurto agravado cuyo
encuadramiento deberá recaer necesariamente en el artículo 454.1 del
Código Penal.
Hacia esta línea de criterio apunta la Doctrina institucional, la cual sobre el
punto señala lo siguiente:
´En los delitos de hurto agravado señalado en el artículo 454 ordinal 1 del
Código Penal debe estar plenamente comprobado que el sujeto pasivo de
la acción sea un ente público, quedando incluido dentro de ese a las
figuras de derecho privado de capital absolutamente estata´l.En este orden
de ideas, se aprecia que el criterio de la fiscal anteriormente identificada
resulta desatinado, en virtud de que a pesar que el hecho constituye un
hurto agravado, aquélla lo encuadró erróneamente en el artículo 454.8 del
Código Penal, el cual -tal como se indicó anteriormente- regula la figura del
hurto sobre objetos que se mantienen expuestos a la confianza pública,
cuyo fundamento es a todas luces distinto al que sustenta la agravante
contenida en el artículo 454.1 eiusdem”.
848
300
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-32-633-2004 FECHA:20041101
TITL Puede imputarse el delito de homicidio previsto en el artículo
407 del Código Penal, a título de comisión por omisión, al
profesional de la medicina que ostentando una posición de
garante respecto del paciente, haya omitido la atención
requerida.
FRAGMENTO
850
previsto en el artículo 407 del Código Penal a título de comisión por
omisión, si se toma en cuenta la ´teoría de las funciones´, ya que de la
narración de los hechos se desprende que el médico H.R.G.D., con su no
actuación al no querer atender al niño J.P.R.S., configuró la relación
material entre el sujeto y el bien jurídico.
Consecuencialmente, el médico al conocer del grave estado de salud en
que se encontraba el niño, y al no propender su atención médica por
carecer éste de los recursos económicos suficientes, configuró la relación
material existente entre un sujeto y el bien jurídico, o, sea, entre el médico
y el niño (hoy occiso); en opinión de esta Dirección, el médico habría
aumentado el riesgo latente (es decir, la vida del niño se encontraba en
peligro, y así lo habían detectado los profesionales de la medicina que lo
habían atendido) al omitir la atención que la víctima requería para ese
momento; pero adicionalmente, podría colegirse, de igual manera, una
relación de dependencia personal entre el médico y el bien jurídico en
peligro (entiéndase: la vida del niño), pues el omitente (sic) (médico), en
este caso, podía haber estado personalmente obligado a evitar que el
riesgo advertido deviniera efectivamente en un daño. Así pues, de un
menudo examen de los hechos ocurridos, podría presumirse la
satisfacción de las dos ideas centrales que patentizan la fuente de garante
en este caso...”.
DESC AUTOPSIA
DESC DELITOS POR OMISION
DESC HOMICIDIO
DESC MEDICOS
DESC NIÑOS
DESC RESPONSABILIDAD LEGAL DEL MEDICO
851
301
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-466-2004 FECHA:20040812
TITL El concepto de norma jurídico-penal y el principio de legalidad
en el derecho penal, deben tomarse en consideración a la hora
de identificar la existencia de hechos típicos en el ordenamiento
jurídico penal.
FRAGMENTO
853
específicas (juicios de valor), como lo son las valoraciones negativas
realizadas sobre determinadas conductas que el Derecho penal considera
como socialmente dañosas, valoraciones positivas de bienes jurídico-
penales y otros intereses jurídicos, etc. En el primer supuesto (imperativos)
nos encontramos ante normas de determinación, es decir, normas que
imponen un deber específico. En el segundo caso (valoraciones), nos
encontramos ante normas de valoración, las cuales materializan un juicio
de valor sobre determinados elementos. Con relación a la ubicación
sistemática de estas dos últimas categorías, cabe afirmar que la norma de
valoración (juicio de valor) encuentra su sede lógicamente en la norma
primaria, contenida a su vez tácitamente en el núcleo de la norma jurídico-
penal; y la norma de determinación (imperativo) encuentra su sede tanto
en la norma primaria (deber impuesto al ciudadano) como en la norma
secundaria (deber impuesto al juez), dado que ambas implican
imperativos.
En conclusión, debe acotarse que la valoración debe anteceder
necesariamente al imperativo, es decir, en primer lugar el Derecho Penal
debe valorar (negativamente) ciertas conductas, así como también debe
valorar (positivamente) ciertos bienes jurídicos-penales; acto seguido, una
vez determinado el carácter dañoso de esas conductas y la importancia de
esos bienes jurídicos, debe pasarse a prohibir (norma primaria) al
ciudadano dichas conductas en virtud del daño o peligro que pueden
representar para esos bienes jurídicos, y establecer el deber para el juez
(norma secundaria) de imponer una pena determinada en caso que el
ciudadano infrinja esa prohibición. Todo este complejo de elementos y
operaciones lógicas que necesariamente deben concurrir, es lo que le da
composición a la norma jurídico-penal.
En lo que respecta al escrito de acusación objeto del presente análisis,
vemos que uno de los preceptos jurídicos en los cuales se fundamentó es
el artículo 51 de la mencionada Ley de Tránsito Terrestre. Dicho precepto,
a pesar de que efectivamente es una norma jurídica, no constituye de
ninguna manera una norma jurídico-penal, en razón de que su estructura
no reúne los elementos anteriormente explicados, es decir, contiene
simplemente un mandato dirigido a las autoridades administrativas a los
fines de que éstas garanticen que la circulación peatonal y vehicular sea
fluida, conveniente, segura y sin impedimentos, así como también un
mandato dirigido a los ciudadanos de no impedir, afectar u obstruir el libre
tránsito de personas y vehículos, pero el legislador no ha incardinado en
su enunciado una sanción penal en caso de incumplimiento, de lo que se
evidencia que el legislador no tuvo la voluntad de tipificar como delito tal
conducta directamente en la anterior ley.
En pocas palabras, apreciamos que hay en cierta forma una norma
primaria, constituida por una determinación específica y por una valoración
positiva del concepto de libre tránsito, pero falta la norma secundaria, es
decir un mandato dirigido al juez para que imponga una sanción penal
determinada en caso de incumplimiento de la anterior determinación.
Además, dicha norma se encuentra incluida en el Título III de la señalada
ley (el cual contiene lo referido al tránsito terrestre), específicamente en el
capítulo referido al régimen administrativo de la circulación en las vías
públicas (Capítulo V), por lo que mal podría incluir dicho capítulo un tipo
penal, el cual en tal caso se encontraría en el Capítulo II del Título VI de la
ley, el cual se refiere a la responsabilidad derivada de los accidentes de
tránsito, y allí no lo está.
854
En conclusión, la naturaleza de norma jurídica in commento, tanto por su
estructura lógica como por su ubicación sistemática en la ley (criterio de la
sede legislativa), es la de ser un precepto que establece una de las bases
fundamentales para la regulación administrativa del tránsito peatonal y
vehicular, por lo cual pertenece al campo del derecho de tránsito y por
ende al Derecho Administrativo, pero nunca al del Derecho Penal, en
razón de que no contiene un tipo penal.
Por otra parte, en lo concerniente al principio de legalidad en el Derecho
Penal, valga acotar que aquél constituye uno de los pilares fundamentales
para el efectivo mantenimiento del Estado de Derecho. Esencialmente, su
formulación se traduce en que todo el régimen de los delitos y las penas,
debe estar regulado necesaria y únicamente en los actos que por
excelencia son dictados por el órgano legislativo del Estado, a saber, en
las leyes. Por lo tanto, su configuración formal básica se traduce en el
aforismo nullum crimen, nulla poena sine lege.
Cabe resaltar que fue Beccaria uno de los primeros pensadores que
desarrolló sustancialmente dicho principio, quien sobre el particular señaló
de manera lapidaria que ´...sólo las leyes pueden decretar las penas de los
delitos, y esta autoridad debe residir únicamente en el legislador, que
representa toda la sociedad unida por el contrato social. Ningún
magistrado (que es parte de ella) puede con justicia decretar a su voluntad
penas contra otro individuo de la misma sociedad´.
Partiendo de lo anterior, se aprecia que el contenido de esta institución
jurídica se desglosa en cuatro aspectos estructurales. En tal sentido, se
habla en primer lugar de una garantía criminal, la cual implica que el delito
se halle previamente establecido por la ley (nullum crimen sine lege); de
una garantía penal, por la cual debe necesariamente ser la ley la que
establezca la pena que corresponda al delito cometido (nulla poena sine
lege); de una garantía jurisdiccional, en virtud de la cual la comprobación
del hecho punible y la ulterior imposición de la pena deben canalizarse a
través de un procedimiento legalmente regulado, y materializarse en un
acto final constituido por la sentencia; y por último, de una garantía de
ejecución, por la que la ejecución de la pena debe sujetarse a una ley que
regule la materia.
Como desarrollo de lo anteriormente expuesto, se debe señalar que en el
ámbito de nuestro Derecho positivo, los dos primeros postulados del
principio de legalidad encuentran refugio en el artículo 49 numeral 6 de la
Constitución Nacional, que prescribe “El debido proceso se aplicará a
todas las actuaciones judiciales y administrativas, en consecuencia: (...) 6.
Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no
fueren previstos como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes”,
y en el artículo 1 de nuestro Código Penal, que establece ´Nadie podrá ser
castigado por un hecho que no estuviese previsto como punible en la ley,
ni con penas que ella no hubiere establecido previamente´. Por otra parte,
los otros dos postulados del señalado principio están contenidos en el
artículo 1 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual prescribe ´Nadie
podrá ser condenado sin un juicio previo, oral y público, realizado sin
dilaciones indebidas, ante un juez o tribunal imparcial, conforme a las
disposiciones de este Código y con salvaguarda de todos los derechos y
garantías del debido proceso, consagrados en la Constitución de la
República, las leyes, los tratados, convenios y acuerdos internacionales
suscritos por la República´
Con base en lo anterior, podemos resaltar como características
855
fundamentales de dicha institución, en primer lugar, que constituye
una exigencia de seguridad jurídica, en el sentido de que se tome la
existencia y conocimiento previo de los delitos y de las penas, como
presupuesto para la imposición de un determinado castigo, y en
segundo lugar, que constituye una garantía política, que se traduce
en que el ciudadano no pueda ser sometido por el Estado a cumplir
penas cuyo establecimiento no haya sido aceptado por el pueblo.
En el presente caso, si observamos el proceder de la fiscal a la luz de los
planteamientos anteriormente explanados, vemos que la imputación
formulada por ésta, con relación al artículo 51 de la Ley de Tránsito y
Transporte Terrestre, no está ajustada a Derecho, por constituir una
flagrante vulneración del principio de legalidad, en lo que se refiere a la
garantía criminal. El fundamento de esta afirmación estriba en que la fiscal
ha hecho formal imputación de un delito (obstrucción del libre tránsito) que
no se encuentra contenido en el señalado artículo 51 -por las razones
anteriormente expuestas- ni en ningún otro rincón de nuestro
ordenamiento jurídico, es decir, es un ilícito penal jurídicamente
inexistente, por lo cual, mal podría la representante de la ´vindicta pública´,
tomando como base normativa ese precepto jurídico-administrativo y no
jurídico-penal, atribuir a varios ciudadanos la comisión de tal ´delito´, y por
consecuencia que también se condenase a éstos a cumplir las medidas
estipuladas en los literales b), d), y e) del artículo 620, en concordancia
con los artículos 626, 627 y 624, respectivamente, de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente.
En segundo lugar, con relación a la imputación del delito de incendio de
vegetación natural, tipificado en el artículo 50 de la Ley Penal del
Ambiente, y a la falta denominada traslado indebido de materiales
explosivos, contenida en el artículo 517 del Código Penal, esta Dirección
observa que aun cuando esos hechos punibles fueron mencionados
expresamente en el encabezado del escrito de acusación interpuesto, tal
señalamiento no se realizó en la sección relativa a los preceptos jurídicos
aplicables, así como tampoco en la correspondiente al petitorio. Tal
proceder de la representante del Ministerio Público, genera un alto grado
de incertidumbre, en virtud de que no se sabe a ciencia cierta si se están
imputando efectivamente tales hechos punibles, y por otra parte, no se
sabe cuál es el capítulo de la acusación que se debe tomar en cuenta, sea
a los fines del ejercicio del derecho a la defensa (por parte del imputado),
en el sentido de determinar qué es lo que eventualmente se debería
atacar; sea al momento de decidirse la admisión de la acusación fiscal, a
objeto de que el juez sepa con claridad cuáles son las imputaciones debe
tomar en consideración para efectuar tal acto procesal.
Por último, considera quien suscribe, que con relación al resto de los
delitos imputados, la calificación jurídica efectuada por la fiscal estuvo
ajustada a Derecho, salvo en lo que se refiere al delito de detentación
indebida de arma de guerra, en el cual la fiscal debió ser más específica,
en el sentido de que no concatenó la norma por ella invocada, a saber, el
artículo 273 del Código Penal, con el artículo 275 eiusdem, en virtud de
que la primera es una norma genérica referida a varios tipos penales,
mientras que la segunda es el tipo específico aplicable al caso... “.
DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC ARMAS
DESC AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
DESC CALIFICACIÓN JURÍDICA
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC INCENDIOS
DESC LEGALIDAD
DESC LEYES
DESC TIPICIDAD
DESC TRANSITO
857
302
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-03-26-623-2004 FECHA:20041025
TITL Para la configuración de un delito culposo debe verificarse,
entre otros elementos, la infracción de una norma de cuidado.
FRAGMENTO
859
cometida./ 3. Cuando el resultado se haya causado por la conducta
imprudente, pero se hubiese causado igual con otra conducta no
imprudente (casos de comportamiento alternativo correcto)´.
Los supuestos de conductas alternativas conforme a derecho, han sido
calificados por Roxin como ´el problema más discutido desde la
postguerra´. Básicamente, el escenario aquí planteado, demanda dilucidar
si se debe imputar un resultado, cuando un comportamiento alternativo
correcto hubiera evitado (con seguridad, o posiblemente) la causación del
resultado dañoso. Apelemos a un ejemplo para clarificar mejor lo
esbozado: Un determinado conductor quiere adelantar a un ciclista en
plena carretera; no obstante, se comprueba que al emprender dicha
conducta, no guarda la distancia requerida legalmente.
Complementariamente, se determina que el ciclista iba fuertemente
bebido, y en el momento del adelantamiento, gira la bicicleta (por una
reacción de cortocircuito, producto del alcohol ingerido), y por vía de
consecuencia, cae bajo las ruedas traseras del automóvil (deviniendo en la
muerte del ciclista). A los efectos de la eventual responsabilidad penal del
conductor, se acredita ulteriormente, que con toda probabilidad
(posibilidad), el accidente también se hubiese producido aunque se
hubiera guardado la distancia legalmente exigida. La pregunta es evidente:
¿puede imputarse objetivamente el resultado al actuar imprudente del
conductor?.
En el ejemplo referido, el automovilista infringe el deber objetivo de
cuidado que predeterminaba su conducta (entiéndase: procurar la
distancia requerida a los efectos del adelantamiento). No obstante, la
propia víctima (ciclista) coadyuva con el desenlace fatal, al maniobrar la
bicicleta en estado de ebriedad. La cuestión es determinar, si el conductor,
acatando los dispositivos legales que regían el acto del adelantamiento,
hubiese podido evitar la producción del resultado.
Sobre el particular -y en función del objeto de la presente opinión-,
conviene reseñar las disertaciones del profesor Mir Puig al respecto:
´La doctrina dominante exige aquí, para la imputación del resultado, que
hubiese sido seguro o prácticamente seguro(...)que si la acción no hubiese
sido imprudente no se hubiera producido el resultado (in dubio pro reo).
Para otro sector basta, en todo caso, que la imprudencia elevara
considerablemente el riesgo para que el resultado sea imputable a la
misma (teoría del incremento del riesgo)...´.
Bacigalupo aduce en idéntico sentido lo siguiente:
´La cuestión de la imputación objetiva del resultado será problemática en
los casos en que el objeto de la acción ya estaba expuesto a un peligro
capaz de producir el mismo resultado que la acción ha producido, pues en
estos casos podría ponerse en duda que el peligro jurídicamente
desaprobado creado por el autor se haya concretado en el resultado. Aquí
habrá que distinguir según el grado de probabilidad con que se hubiera
producido el resultado... (Para algunos) el resultado será objetivamente
imputable si la acción representa una contribución al peligro que se
concretó en el resultado (principio de la elevación del riesgo). Desde este
punto de vista no se deberá requerir que conste con seguridad que el
comportamiento adecuado al deber hubiera evitado el resultado. Por el
contrario, hay quienes partiendo del principio del in dubio pro reo estiman
que sólo podrá imputarse el resultado si se prueba con seguridad que el
mismo no se hubiera producido de ejecutarse la acción adecuada al
deber...´.
860
Conforme lo anterior, son dos los planteamientos que gravitan en doctrina
a propósito de los casos de ´comportamiento alternativo conforme a
derecho´, en los cuales no se sabe (con seguridad) si el resultado
constituyó la realización del riesgo típico o, por el contrario, se debió a otro
factor imprevisible. Aquellos que se sustentan en el principio in dubio pro
reo, abogan por la absolución del inculpado, en todos aquellos casos
donde no se demuestre, con seguridad, que un eventual comportamiento
diligente del agente, hubiese desencadenado en la no producción del
resultado.
Otros egregios autores (entre ellos, el maestro Claus Roxin), inspirados en
el ejemplo precitado, han sostenido con ahínco: en el caso del ejemplo...
es obligada la imputación, porque una conducción correcta habría salvado
la vida del ciclista, cierto que no con seguridad, pero si posiblemente, y por
tanto la superación del riesgo permitido por no guardar la distancia de
separación... ha incrementado de modo jurídicamente relevante la
posibilidad de un accidente mortal´. El nombrado autor concluye con los
siguientes asertos:
´...Si a pesar de guardar la distancia requerida el ciclista hubiera muerto,
también se habría realizado en ese curso del hecho un riesgo como el que
siempre existe en los adelantamientos; pero de ese riesgo le hubiera
liberado al conductor el legislador al autorizarlo, por lo que el resultado no
sería imputable. Si por el contrario el autor rebasa el riesgo permitido y se
produce entonces el resultado como consecuencia del peligro existente en
el adelantamiento, el mismo es imputable como realización de un peligro
prohibido. No existe entonces ningún motivo para liberar también aquí al
autor del riesgo y absolverle, pues el límite máximo del riesgo tolerable lo
traza la distancia legal de separación lateral. Y todo incremento de ese
riesgo hace recaer las consecuencias sobre el autor´ .
Los planteamientos defendidos por Roxin responden a la ´Teoría del
incremento del Riesgo´, promovida por este mismo autor, y acogida por un
número considerable de adeptos. No obstante, Mir Puig, en respuesta (en
objeción) al aducido criterio, argumenta (con acierto, en criterio de este
Despacho) lo siguiente:
´...cuando resulta dudoso que el resultado fuera la realización (ex post) del
riesgo típico de la conducta descuidada, debe distinguirse claramente de la
que se plantea cuando ex ante era dudoso que la observancia de
determinadas precauciones fuera a servir para evitar el resultado. En este
otro caso la norma de cuidado obligaba a observar las precauciones si sin
ellas era seguro ex ante que se elevaba en forma relevante el riesgo de
producción del resultado. Ello sucederá cuando no se sepa seguro ex ante
si determinadas precauciones van a evitar el resultado, pero sí parezca
seguro que con ellas es mucho menos probable que éste se produzca. Si
las precauciones pese a ello no se adoptan y ex post se prueba que el
resultado realizó efectivamente el riesgo que implicaba su no adopción, el
principio in dubio pro reo no se opondrá al castigo. Pero no bastará la
elevación del riesgo ex ante si no se confirma ex post que se ha realizado
el resultado./ Esto último impide admitir con carácter general la teoría de la
elevación del riesgo que, formulada por Roxin, considera suficiente para
castigar, en los casos de duda acerca de si el resultado constituye o no
realización del riesgo típico de la conducta, que se compruebe un
incremento del riesgo... ello sólo puede hacerlo a costa de manejar un
concepto de riesgo ex post que, aparte de no hallarse claramente
diferenciado del riesgo ex ante, ya no constituye un verdadero concepto de
861
riesgo efectivo, sino de probabilidad estadística que puede fallar en el caso
concreto...´..
En criterio de esta Dirección, y como corolario de todos los argumentos
esbozados supra, el resultado dañoso será imputable (objetivamente) a la
realización de la conducta imprudente, únicamente cuando pueda
determinarse, indefectiblemente, que la motorización de la acción, en
resguardo del cuidado debido, no hubiese tenido como desenlace la
producción del daño. En obsequio del principio del in dubio pro reo, la
absolución de inculpado deviene en una necesidad, en función,
precisamente, de la no posibilidad de prever ex ante, la realización del
riesgo...”.
862
303
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-19-694-2004 FECHA:20041202
TITL Diferencias entre el dolo eventual y la culpa consciente o con
representación.
FRAGMENTO
865
304
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-19-694-2004 FECHA:20041202
TITL El procedimiento lógico a fin de darle resolución a los casos
penales, se materializa en dos momentos, a saber: 1. La
subsunción, y 2. La argumentación.
FRAGMENTO
867
a través de la motivación que deben realizar aquellos para sustentar sus
actos jurídicos (en nuestro caso los actos conclusivos).
En este sentido, debe resaltarse la importancia de la motivación de los
actos del Ministerio Público (y del Estado en general), en virtud de que
ésta constituye un mecanismo fundamental para darle fijeza a la garantía
del debido proceso y al derecho a la defensa de las partes dentro del
proceso penal -y especialmente del imputado, como en el presente caso-,
mecanismo que se traduce en una barrera que coadyuva a la efectiva
interdicción de las posibles arbitrariedades del Estado.
En el caso específico de la acusación, por ser ésta el acto por excelencia
para la canalización del ius puniendi, ella amerita, además del
cumplimiento de los requisitos de forma contenidos en el artículo 326 del
Código Orgánico Procesal Penal, una delicada y cuidadosa motivación, a
los fines de garantizar a la persona en ella imputada la efectiva protección
de sus derechos fundamentales, sobre todo en nuestro actual sistema
procesal penal, en el que la corriente del garantismo penal tiene una
acentuada vigencia.
Por lo tanto, la motivación de todo escrito fiscal, debe traducirse en la
exposición concisa de los fundamentos de hecho y de derecho, con el
objeto de verificar la racionalidad del pedimento en él contenido.
Específicamente, el capítulo relativo a la calificación jurídica del escrito de
acusación interpuesto por el fiscal auxiliar, establece que ´De los hechos
antes narrados esta representación fiscal observa que la conducta
desplegada por el imputado J.R.A.R., se adecua en el tipo penal previsto y
sancionado en el artículo 411 del Código Penal´.
Visto lo anterior, se observa que en el escrito de acusación antes
mencionado, sólo se indicó que la conducta desplegada por el imputado se
adecuaba en el tipo penal previsto y sancionado en el artículo 411 del
Código Penal, omitiendo la indicación del nombre jurídico -nomen iuris- del
delito imputado, es decir, el homicidio culposo, así como también se omitió
la imputación del delito de porte ilícito de arma de fuego.
Por otra parte, el capítulo respectivo del proyecto de escrito de acusación
elaborado por la fiscal, reza lo siguiente:
´De los hechos antes narrados esta representación fiscal observa que la
conducta desplegada por el imputado J.R.A.R., se adecua en el tipo penal
previsto y sancionado en los artículos 408 ordinal 3 literal a, 278 del Código
Penal, con la agravante prevista en el Artículo 217 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, es decir, homicidio calificado y
porte ilicito de arma de fuego´.
De la lectura de lo anterior, se desprende que la representante fiscal se
limitó a señalar que la conducta desplegada por el ciudadano J.R.A.R., era
susceptible de ser encuadrada en los tipos penales previstos en los
artículos 408.3.a) del Código Penal y 278 eiusdem, vale decir, homicidio
calificado y porte ilícito de arma de fuego, con la agravante prevista en el
artículo 217 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente.
Entonces, una vez expuesto lo anterior, se observa que en el escrito de
acusación interpuesto en el marco del proceso penal seguido contra el
ciudadano J.R.A.R.,-así como también en su proyecto-, no se ha efectuado
motivación alguna respecto a las imputaciones en él contenidas, lo cual se
evidencia de la lectura del capítulo referido a los preceptos jurídicos
aplicables, en el cual el representante fiscal se limitó a señalar las normas
sustantivas aplicables a los hechos. Este proceder del fiscal auxiliar antes
868
identificado, demuestra que éste no ha llevado a cabo la subsunción de
esos hechos en la norma penal respectiva, ni que tampoco ha estructurado
la argumentación necesaria para justificar las soluciones dadas a esos
casos. En otras palabras, el fiscal no ha elaborado una justificación que
haga plausible la procedencia de tales imputaciones, justificación que se
nutriría del análisis de los hechos que rodean el caso a la luz de los
postulados del Derecho penal...”.
DESC ADOLESCENTES
DESC ARMAS
DESC CULPABILIDAD
DESC DELITOS
DESC ESCRITO DE ACUSACIÓN
DESC HOMICIDIO
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC PROCEDIMIENTO PENAL
DESC TIPICIDAD
869
305
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-4-748-2004 FECHA:20041229
TITL Estructura del tipo penal. Teoría de la Imputación Objetiva.
Diferencias entre Autoría Directa y Autoría Mediata.
FRAGMENTO
DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC AUTORES
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC CULPABILIDAD
DESC DOLO
DESC IMPUTABILIDAD
DESC LESIONES
DESC RESPONSABILIDAD LEGAL DEL MEDICO
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC TIPICIDAD
DESC VICTIMA
874
306
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-29-367-2004 FECHA:20040701
TITL A los fines de la prescripción de la acción penal, debe tomarse
en cuenta el término medio de la pena aplicable.
FRAGMENTO
875
307
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-404-2004 FECHA:20040715
TITL Las normas relativas a la prescripción de la acción penal y de la
pena, no deben considerarse “leyes de procedimiento” a los
efectos del artículo 24 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
FRAGMENTO
877
humanitarios, lo que impone poner un término a la persecución penal,
considerando extinguido el delito o la pena. El olvido del hecho y sus
consecuencias, la desaparición de las pruebas, el cese de la conmoción
social y, lo que es más importante, poner un límite al poder del Estado que
no puede mantener sine die una amenaza de sanción sobre el ciudadano,
ya que ello viola su seguridad y el derecho a que la acción penal se
materialice y resuelva en un lapso breve determinado…´.
Ahora bien, respecto al caso que aquí se analiza, el Fiscal Auxiliar de la
Fiscalía 116° del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, consideró que el imputado LLRMG incurrió en
el delito previsto en el artículo 377 del Código Penal (actos lascivos), sin
embargo, no señaló en cuál de las modalidades típicas previstas en ese
artículo incurrió el mismo, lo cual nos ubica en una situación insalvable
puesto que no conocemos a exactitud la edad del sujeto pasivo del delito,
a los efectos de determinar si la imputación se basa en el último supuesto
del referido artículo, el cual prevé una pena de prisión de dos a seis años.
En todo caso, sobre lo que parece haber certeza es que el imputado obró
con abuso de confianza, por lo cual, la pena aplicable en este caso seria la
de prisión de uno a cinco años.
Entonces, en caso que se utilice la normativa contenida en el Código
Penal, si partimos del primero de los supuestos anteriormente señalados,
debemos darle aplicación a lo previsto en el artículo 108 ordinal 5° de
nuestro Código Penal, lo cual conllevaría a que la acción penal
prescribiese a los tres (3) años, contados desde el momento de la
perpetración del delito (diciembre de 1999). En cambio, si partimos de la
base del segundo supuesto, aplicable al presente caso según se
desprende del escrito aquí analizado (que el sujeto pasivo del delito para el
momento de la comisión del mismo no tuviese doce años de edad),
debería aplicarse lo dispuesto en el artículo 108 ordinal 4° eiusdem, por lo
que la acción prescribiría a los cinco (5) años.
Por otra parte, si se toma en cuenta lo previsto en el artículo 615 Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, el lapso de
prescripción de la acción penal en este caso sería, en principio, de seis
meses ya que según lo dispuesto en el 380 del Código Penal, el artículo
377 es un delito de instancia privada. Sin embargo, tenemos que indicar
que de acuerdo a lo previsto en el artículo 216 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente son de acción pública todos los
hechos punibles cuyas víctimas sean niños o adolescentes y, por tanto,
podría decirse que el lapso de prescripción en este caso es de tres años
(artículo 615 ejusdem).
Con respecto a esto último cabe plantearnos una interrogante similar a la
anterior: ¿este delito en concreto y en las circunstancias del caso aquí
ventilado (delito cometido en diciembre de 1999, -antes de la entrada en
vigencia de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente)
puede considerarse como un delito de acción pública o de acción privada?
Con respecto a esto, es conveniente señalar que no es sencilla cualquier
toma de posición en este aspecto vinculado al caso en concreto, sin
embargo, nos inclinamos por la aplicación del principio de irretroactividad
de la ley penal en este caso, con la salvedad de la excepción expuesta
(favorabilidad). En todo caso, es preciso tener presente lo dispuesto en el
único aparte del artículo 24 de la Constitución de 1999, según el cual
cuando haya dudas se aplicará la norma que beneficie al reo.
Por lo tanto, partiendo que la prescripción constituye un instituto de
878
naturaleza sustantiva, y por lo tanto, que la aplicación retroactiva de la
normativa contenida en la Ley Orgánica Para la Protección del Niño y del
Adolescente, por las razones anteriormente señaladas, resulta más
favorable que la contenida en el Código Penal, considera quien suscribe
que lo más correcto es aplicar el lapso de tres años para prescripción de la
acción penal en el presente caso, aspecto en el cual coincidimos con la
decisión tomada por el fiscal en el caso que aquí se analiza. En tal
sentido, es más favorable para el imputado el lapso previsto por el artículo
615 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, y no
el establecido en el Código Penal...”.
879
308
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-263-2004 FECHA:20040521
TITL Condiciones para la procedencia del delito de omisión impropia
(comisión por omisión).
FRAGMENTO
DESC ARMAS
DESC DELITOS POR OMISION
DESC DROGAS
DESC HOMICIDIO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC NEGLIGENCIA
881
DESC NIÑOS
DESC SUICIDIO
DESC VICTIMA
882
309
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-25-27-013-2004 FECHA:20040116
TITL Procede la aplicación de la agravante contenida en el artículo
217 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, cuando la víctima del hecho punible cometido,
sea un niño o adolescente.
FRAGMENTO
DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC CALIFICACIÓN JURIDICA
DESC CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
DESC ESCRITO DE ACUSACION
DESC HOMICIDIO
DESC NIÑOS
DESC VICTIMA
883
310
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-27-365-2004 FECHA:20040701
TITL La aplicación de la sanción por violación a la confidencialidad
prevista en el artículo 227 de la Ley Orgánica para la Protección
del Niño y del Adolescente, debe solicitarse al tribunal de
protección del niño y del adolescente, y el conocimiento de
estos hechos corresponde a los fiscales del Ministerio Público
con competencia en el Sistema de Protección del Niño, el
Adolescente y la Familia (materia civil, instituciones familiares y
protección).
FRAGMENTO
“El Título III Capítulo IX de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, se refiere a las Infracciones a la Protección Debida,
dividido el mismo por Secciones distribuidas de la manera siguiente:
´Sección Primera. Disposiciones Generales, Sección Segunda.
Infracciones y Sanciones, Sección Tercera. Multas, y Sección Cuarta.
Sanciones Penales´.
Ahora bien, la Sección Primera de dicho Capítulo establece las
disposiciones generales respecto al manejo de las Infracciones a la
Protección Debida, refiriéndose el artículo 214 de manera específica, a la
forma en que se distribuirán las competencias y los procedimientos de
acuerdo al tipo de sanción de que se trate. Así prevé el artículo 214:
´Competencia y procedimiento. La jurisdicción penal ordinaria es
competente para imponer las sanciones penales, siguiendo el
procedimiento penal ordinario. El tribunal de protección del niño y del
adolescente es competente para imponer las sanciones previstas en la
sección de este capítulo, siguiendo el procedimiento previsto en el capítulo
XII de este Título´.
De ello se desprende que la aplicación de la sanción por la violación a la
confidencialidad (en aquellos casos que la hubiere) deberá ser solicitada al
tribunal de protección del niño y del adolescente, ya que es éste el
competente para conocer de ello. Asimismo, el artículo 215 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente establece quienes
son los legitimados para iniciar y sostener el procedimiento para la
aplicación de sanciones ´civiles´, las personas a las que se refiere el
artículo 291 de dicha ley, indicando que son interesadas para iniciar e
intervenir en dichos procedimientos, el propio niño cuyos derechos son
amenazados o violados, su familia y todos los integrantes del Sistema de
Protección del Niño y del Adolescente. Así lo señala Pret Gentil de la
manera siguiente:
´Los Procedimientos Administrativos…/La Legitimación…/El artículo 291
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
considera que para iniciar o intervenir en los procedimientos
administrativos, son interesados los siguientes: Los integrantes del
Sistema de Protección del Niño y del Adolescente, señalados en el artículo
119 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente…´.
884
Ahora bien, el Capítulo XII del Título III de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente es el referido al Procedimiento
Judicial de Protección, según el cual se tramitarán mediante este
procedimiento especial administrativo, los asuntos previstos en los
parágrafos tercero y quinto del artículo 177 ejusdem.
En este sentido, el parágrafo tercero del artículo 177 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente establece en su literal ´e´
que se tramitarán de esta forma los asuntos provenientes de los Consejos
de Protección que impliquen ´la aplicación de sanciones a particulares,
instituciones públicas o privadas, excepto las previstas en la Sección
Cuarta de este Capítulo´, a saber las sanciones penales.
Asimismo, se observa que la denuncia en el caso que nos ocupa fue
interpuesta ante el Consejo de Protección del Niño y del Adolescente el
cual constituye un órgano administrativo, de esta manera lo reconoce Pret
Gentil al indicar:
´En la rama Ejecutiva, ubicamos las distintas autoridades administrativas,
con competencia en materia de niños y adolescentes. Éstas se encuentran
previstas en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
de la siguiente manera:…/El Consejo Nacional de Derechos…/Los
Consejos Estadales de Derechos…/ Los Consejos Municipales de
Derechos y los Consejos de Protección…/ Las Autoridades Administrativas
que conforman el Sistema Integral de Protección…/El Consejo de
Protección del Niño y del Adolescente son órganos administrativos,
permanentes, con autonomía funcional, que actúan en cada municipio y
por mandato de la sociedad, encargados de asegurar la protección en
caso de amenaza o violación de los derechos y garantías de uno o varios
niños o adolescentes, individualmente considerados (artículo 158 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente)´.
En consecuencia, atendiendo a todo lo antes expuesto, podemos afirmar
que la violación a la confidencialidad, y la violación al derecho al honor,
reputación, propia imagen, vida privada e intimidad familiar, constituyen
conductas que ameritan la apertura de un procedimiento de carácter
administrativo, cuyas sanciones son de naturaleza civil, y la competencia
para conocer de las mismas le corresponde a los Consejos de Protección,
a los tribunales de Protección del Niño y del Adolescente y a los fiscales
del Ministerio Público con Competencia en el Sistema de Protección del
Niño, el Adolescente y la Familia (materia civil, instituciones familiares y
protección), ya que desde la entrada en vigencia de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, específicamente por mandato de
su artículo 169, los antes denominados procuradores de menores
desaparecen y deben ser creadas fiscalías especializadas en materia de
niños y adolescentes, donde cada fiscal ´está legitimado para intervenir en
acciones judiciales y administrativas, no sólo como acusador, sino como
tercero, como simple garante o parte de buena fe, como solicitante y hasta
como representante de intereses colectivos y difusos´.
Por tanto, y atendiendo a lo antes expuesto, el conocimiento de los
hechos objeto del presente análisis le corresponde a los Fiscales del
Ministerio Público con Competencia en el Sistema de Protección del Niño,
el Adolescente y la Familia (materia civil, instituciones familiares y
protección)...”.
885
LOPNA art:169
LOPNA art:177
LOPNA art:214
LOPNA art:215
LOPNA art:227
LOPNA art:291
DESC ADOLESCENTES
DESC CONFIDENCIALIDAD
DESC DELITOS CONTRA EL HONOR
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
886
311
TDOC Memorandum
REMI Dirección de revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-27-421-2004 FECHA:20040722
TITL La figura de la conciliación únicamente será procedente cuando
el delito no amerite pena privativa de libertad como sanción.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONCILIACIÓN
DESC DETENCION
DESC DOCTRINA DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC DROGAS
DESC HOMICIDIO
DESC HURTO
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC LESIONES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MOTIVO (DERECHO)
DESC NIÑOS
DESC PENAS
DESC ROBO
DESC SECUESTRO
DESC SOBRESEIMIENTO
DESC VEHICULOS
DESC VICTIMA
DESC VIOLACION
888
312
TDOC Memorandum
REMI Direción de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-26-465-2004 FECHA:20040812
TITL El artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, concebido como remedio procesal a los
efectos de privar preventivamente la libertad del imputado, debe
entenderse sujeto a los parámetros y presupuestos
establecidos en el artículo 250 y siguientes del Código Orgánico
Procesal Penal.
FRAGMENTO
Del artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente. La representante del Ministerio Público solicita que se
acuerde ´la detención como medida cautelar´, con fundamento en lo
dispuesto en el artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño
y del Adolescente; la norma en cuestión, faculta la privación de libertad del
adolescente vinculado con la comisión de un hecho punible, únicamente a
los efectos de asegurar su comparecencia a la audiencia preliminar.
Valga reproducir lo dispuesto en el precepto legal aducido:
´Artículo 559. Detención para Asegurar la Comparecencia a la Audiencia
Preliminar. Identificado el adolescente, el Fiscal del Ministerio Público
podrá solicitar su detención para asegurar su comparecencia a la
audiencia preliminar. A tal efecto, lo conducirá ante el Juez de Control
dentro de las veinticuatro horas siguientes a su ubicación y aprehensión. El
juez oirá a las partes y resolverá inmediatamente. Sólo acordará la
detención si no hay otra forma posible de asegurar su comparecencia´.
Como bien se advierte en el preludio de este inciso, el artículo 559 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, cobija una
genuina medida de coerción personal.
Alberto Binder, en su excelsa obra, reitera la excepcionalidad de las
medidas de coerción personal como mecanismos de aseguramiento del
imputado, arguyendo que la utilización de la prisión preventiva debe ser
mucho más restringida aún, con ocasión de la restricción inevitable de la
libertad como garantía medular del entorno social. El proceso penal exige
la adopción de medidas de coerción personal, precautelativas, destinadas
a evitar que se vean frustradas las exigencias de justicia y que inciden,
necesariamente, en la libertad de movimiento del imputado; la adopción de
tales providencias encuentra legítimo interés en la salvaguarda del sistema
persecutorio penal, y en la necesidad de evitar la posible evasión del
imputado de las consecuencias intrínsecas de una probable decisión
condenatoria ulterior.
Pero no sólo eso, en doctrina, las finalidades de la prisión preventiva son
susceptibles de ser reseñadas en dos criterios terminantes: por una parte,
garantizar la presencia del imputado, y por otra, asegurar el éxito de la
investigación.
La presencia del imputado en audiencia se erige como un fin intrínseco
que valida la existencia del proceso mismo, pues como ya es sabido, no
está permitido el juicio en ausencia, es decir, no se puede adelantar un
889
proceso a espaldas del sujeto sobre el cual recae la acción penal. La
finalidad aludida no trascendería de un ideal intangible, si el proceso no
dispusiera de mecanismos cautelares tendentes a hacer efectivo el
Sistema de Administración de Justicia Penal, entre ellos las medidas de
coerción personal.
Y en cuanto a la motorización de la instrucción penal, es sabido que con
ella se procura la ubicación, identificación y aseguramiento de los
elementos de convicción que sustentan una imputación penal (y probable
sentencia). En este sentido, la prisión preventiva supone la sujeción del
imputado, sustentada en el peligro de que pueda obstaculizar la labor
investigativa del Ministerio Público, manipulando las fuentes de prueba en
procura de su impunidad.
En criterio de este Despacho, el artículo 559 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente no es ajeno a las anteriores
consideraciones. Como innegable medida de coerción personal
(entiéndase: la efectiva privación de libertad del imputado), su adopción
debe necesariamente sujetarse a los parámetros y limitaciones que rigen
toda medida de aseguramiento cautelar. Así pues, se erige en un mandato
aludir a lo dispuesto en el artículo 537 del mismo cuerpo normativo en
estudio:
´Artículo 537. Interpretación y Aplicación. Las disposiciones de este Título
deben interpretarse y aplicarse en armonía con sus principios rectores, los
principios generales de la Constitución, del Derecho Penal y Procesal
Penal, y de los tratados internacionales, consagrados a favor de la persona
y especialmente de los adolescentes./ En todo lo que no se encuentre
expresamente regulado en este Título, deben aplicarse supletoriamente la
legislación penal, sustantiva y procesal y, en su defecto el Código de
Procedimiento Civil´.
De la letra del Código Orgánico Procesal Penal, interesa recurrir al
Capítulo III, del Título VIII, del Libro Primero, referido a los principios
generales (y reglas procesales) que rigen la privación de libertad como
medida de aseguramiento cautelar. Precisamente el artículo 250 del
Código Adjetivo Penal, regula los presupuestos de procedencia de la
prisión preventiva, estableciendo los límites obvios que sujetan a los
operarios de justicia para su respectiva solicitud y consecuente (eventual)
acuerdo.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en
disposición alguna, hace referencia a los presupuestos de procedencia de
la privación judicial preventiva de libertad, entendida como medida
cautelar. La única norma análoga (entiéndase: al artículo 250 del Código
Orgánico Procesal Penal) encuentra amparo en el artículo 581 de la
referida ley especial, cuyo contenido reza textualmente:
´Artículo 581. Prisión Preventiva como Medida Cautelar. En el auto de
enjuiciamiento el Juez de Control podrá decretar la prisión preventiva del
imputado, cuando exista:/ a) Riesgo razonable de que el adolescente
evadirá el proceso;/b) Temor fundado de destrucción u obstaculización de
pruebas;/c) Peligro grave para la víctima, el denunciante o el
Testigo./Parágrafo Primero: Esta medida procederá sino en los casos en
que, conforme a la calificación jurídica dada por el juez, sería admisible la
privación de libertad como sanción, de acuerdo a lo dispuesto en la letra a)
del Parágrafo Segundo del artículo 628. Se ejecutará en centros de
internamiento especializados, donde los adolescentes procesados deben
estar separados de los ya sentenciados./Parágrafo Segundo: La prisión
890
preventiva no podrá exceder de tres meses. Si cumplido este término el
juicio no ha concluido por sentencia condenatoria, el juez que conozca del
mismo la hará cesar, sustituyéndola por otra medida cautelar´.
Como se colige de la simple lectura de la disposición transcrita, en este
caso, la prisión preventiva se concibe como una medida cautelar
susceptible de acordada en el auto de enjuiciamiento emitido por un juez
de Control, lo cual conlleva a concluir, lógicamente, que su acuerdo es
posterior a la celebración de la audiencia preliminar.
En fase de investigación, la adopción de la prisión preventiva no se
entiende sujeta a lo dispuesto en el artículo 581 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente. En criterio de esta Dirección, el
artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, entiende su aplicación
supletoria cuando el objeto del pedimento fiscal, suponga la privación de
libertad del imputado. Tal y como lo advierte el artículo 537 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, todo lo no
regulado por ella (respecto la responsabilidad penal del adolescente),
demanda la aplicación supletoria del Código Orgánico Procesal Penal. En
consecuencia, el artículo 559 de dicha ley especial, concebido como
remedio procesal a los efectos de privar preventivamente la libertad del
imputado, debe entenderse sujeto a los parámetros y presupuestos
establecidos en el artículo 250 (y siguientes) del Código Adjetivo Penal.
Así pues, valga transcribir perentoriamente lo dispuesto en el acápite del
artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal:
´Artículo 250. Procedencia. El juez de control, a solicitud del Ministerio
Público, podrá decretar la privación preventiva de libertad del imputado
siempre que se acredite la existencia de:/ Un hecho punible que merezca
pena privativa de libertad y cuya acción penal no se encuentre
evidentemente prescrita; / 2. Fundados elementos de convicción para
estimar que el imputado ha sido autor o partícipe en la comisión de un
hecho punible; / 3. Una presunción razonable, por la apreciación de las
circunstancias del caso particular, de peligro de fuga o de obstaculización
en la búsqueda de la verdad respecto de un acto concreto de
investigación...´.
La ´privación preventiva de libertad´, como medida de coerción personal,
sólo es susceptible de ser solicitada por el representante del Ministerio
Público cuando acredite fundadamente:
La existencia de un hecho punible que merezca como sanción pena
privativa de libertad, siempre y cuando la acción penal no se encuentre
prescrita.
Suficientes y motivados elementos de convicción que hagan presumible la
autoría o participación del imputado en los hechos objeto de la
investigación.
La presunción consolidada de dos presupuestos alternativos, a saber, el
peligro de fuga y de obstaculización del proceso.
Como corolario de lo transcrito, se erige en un mandato referirnos al fumus
boni iuris y al periculum in mora como presupuestos de procedencia de la
medida cautelar en estudio. Monagas complementa con acierto:
´Decir que la privación de libertad es una medida cautelar, la sujeta al
cumplimiento de unos presupuestos que deben concurrir para convertirla
en una medida viable. Esos presupuestos son: / 1. El fumus bonis iuris, o
apariencia de derecho, que en el proceso penal se traduce en que el
hecho investigado tenga carácter de delito y la probabilidad de que el
imputado hubiese participado en su comisión. / 2. El periculum in mora o
891
peligro por la demora, que en el proceso penal significa que el imputado,
abusando de su libertad, impida el cumplimiento de los fines del proceso. /
3. La proporcionalidad entre la posible pena aplicable y el tiempo de
privación de libertad que pueda sufrir el imputado´.
El fumus boni iuris constituye el primer requisito que debe verificar el juez
al enfrentarse a la obligación de dictar una providencia cautelar. Se trata
de la indagación que hace el órgano judicial sobre la posibilidad
cualificada, sobre la apariencia cierta, de que el derecho involucrado por el
solicitante de la medida cautelar en la realidad exista y que, en
consecuencia, será efectivamente reconocido mediante la sentencia
definitiva. En palabras sencillas, se traduce en la existencia de un juicio o
razonamiento donde el órgano jurisdiccional encargado de decretarla,
prevé las probabilidades sólidas de que el solicitante de la medida será
beneficiado por lo dispuesto en la resolución judicial definitiva.
No obstante, en materia procesal penal la perspectiva de lo planteado
cambia radicalmente. Como bien afirma Gimeno Sendra: ´...considerando
que tanto las medidas cautelares personales como las patrimoniales y en
lo que al responsable criminal se refieren, más que un juicio o
razonamiento positivo respecto a una previsible resolución final favorable a
quien solicita la medida cautelar, exigen la razonable atribución a una
persona determinada de la comisión del hecho punible”. O en palabras
propias de Ortells Ramos, la imposición de una providencia cautelar
depende de: “un juicio sobre la responsabilidad penal del sujeto pasivo de
la medida y, en consecuencia, sobre la futura imposición al mismo de una
pena´.
Precisamente por ello, el profesor Tamayo antes de referirse al fumus boni
iuris, prefiere hablar de ´suficientes indicios de culpabilidad´ (junto con el
periculum in mora) como presupuesto fundamental de las medidas
asegurativas cautelares. Trátese de indicios de culpabilidad o de indicios
de criminalidad, ambas expresiones son amparadas por las conclusiones
de la autora Aragüena Fanego:
´... expresión ésta que circunscribe o acota el objeto sobre el cual deberá
recaer la valoración del órgano jurisdiccional, radicalmente diverso al
objeto civil, y que conlleva además, como sabemos, una doble alteración
con respecto a este ámbito relativa, de un lado, al sujeto que va a ser
centro de tal valoración judicial (el favorecido por la medida, en el civil; el
gravado con ella, en el penal) y, de otro, al signo que debe arrojar tal
valoración (positivo, en el civil; negativo, en el penal). / Concluimos
sosteniendo, por tanto, la validez del fumus en el proceso penal, aún
cuando entendido de modo radicalmente opuesto al civil, ya que aquí,
habida cuenta de las acusadas diferencias existentes, entendemos que
más que de fumus boni iuris habría que hablar del fumus mali iuris o, como
propone Guariniello de fumus commisi delicti...´.
En cuanto al periculum in mora, ya Chiovenda advertía en su momento
que el tiempo invertido en la motorización de un proceso no podría devenir
en perjuicio para quien ostentara la razón. Este segundo presupuesto no
es otra cosa que la referencia al riesgo de que el retardo natural del
proceso pueda neutralizar la acción de la justicia, ante la posible fuga del
imputado o la obstaculización, por su parte, de la búsqueda de la verdad.
Consecuencialmente, el periculum in mora viene representado por el
peligro de fuga y obstaculización del proceso como presupuestos
susceptibles de ser atribuidos al imputado -preestablecido en los artículos
251 y 252 del Código Orgánico Procesal Penal- cuya ausencia no sólo
892
imposibilita el desenvolvimiento natural del iter procedimental, sino también
la efectiva aplicación de la pena si ulteriormente llegase a imponerse...”.
DESC ADOLESCENTES
DESC DETENCION
DESC IMPUTABILIDAD
DESC INVESTIGACION
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC NIÑOS
DESC PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
893
313
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Revisión y Doctrina DRD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP N° DRD-30-591-2004 FECHA:20041011
TITL Los escritos de acusación realizados de conformidad con la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, deben
necesariamente indicar los datos del defensor del imputado,
aunque ello no esté expresamente previsto en el artículo 570
ejusdem.
FRAGMENTO
“Cabe señalar que la fiscal no indica en ninguno de los doce (12) escritos
de acusación -examinados por este Despacho-, que los imputados se
encuentran asistidos por abogados defensores (y por ende omite indicar la
identificación y el domicilio procesal de dichos defensores), lo cual resulta
atentatorio del derecho a la defensa del imputado, ya que como bien lo
establece el artículo 125 del Código Orgánico Procesal Penal –aplicable
supletoriamente a la materia de responsabilidad de niños y adolescentes,
en virtud de lo previsto en el artículo 537 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente-, entre los derechos del imputado
figura la posibilidad de ser informado específica y claramente de cada uno
de los hechos que se le imputan (numeral 1), lo cual se verifica cabalmente
a través de la intervención del defensor del imputado, que es quien clarifica
y explica detalladamente el significado de la imputación realizada
previamente por el representante del Ministerio Público, indicando a su
defendido el alcance jurídico-práctico del presunto delito que ha sido
previamente atribuido, efectos de la imputación, beneficios procesales
aplicables, pena aplicable, es decir, consecuencias jurídicas en general.
Asimismo, el numeral 2 de manera más específica, establece el derecho a
comunicarse con su abogado de confianza, a los fines de informar sobre
su detención; y el numeral 3 del artículo antes citado, indica que el
imputado tiene derecho a ser asistido desde el comienzo del proceso, por
un defensor que él designe, todo ello a los fines de poder ejercer
plenamente su derecho a la defensa, lo cual implica disponer del tiempo
necesario y de los medios apropiados para ejercer dicha defensa, tal y
como lo establece el numeral 1 del artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
Luego de haber expresado lo anterior, debe aclararse que aun cuando
dentro de un orden lógico procesal, una vez interpuesta la acusación, se
supone que el imputado ha tenido conocimiento de los hechos que se le
han imputado, la indicación, identificación y dirección del defensor sigue
siendo primordial a los fines de poner al órgano jurisdiccional en
conocimiento de la existencia de dicho defensor, bien sea público o
privado, quien es el encargado de preservar el derecho a la defensa del
imputado a lo largo del proceso, e igualmente permitir la efectiva
localización y posterior notificación del mismo, a fin de contar con su
presencia en cada uno de los actos del proceso subsiguientes a la
presentación –para su admisión- de la acusación ante el juez de control,
por cuanto sin su presencia no es factible, de conformidad con las
previsiones de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
894
Adolescente, celebrar actos primordiales establecidos en la ley, como lo
constituye el acto de audiencia preliminar artículo 570 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente.
En el caso de los defensores privados -en comparación con los defensores
públicos- resulta de mayor importancia el señalamiento de los extremos
anteriormente señalados, y en especial forma su domicilio procesal, por
cuanto éste es totalmente desconocido por el órgano jurisdiccional,
impidiendo la respectiva notificación del defensor respectivo, como antes
se indicó, a diferencia de los defensores públicos, por cuanto la sede de la
Defensoría Pública se encuentra actualmente en la propia sede de los
tribunales con competencia en materia penal...”.
DESC ACUSACION
DESC ADOLESCENTES
DESC DEFENSORES
DESC DEFENSORIA PUBLICA
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC DOMICILIO
DESC ESCRITO DE ACUSACIÓN
DESC IDENTIFICACION
DESC IMPUTABILIDAD
DESC NOTIFICACIONES
DESC NIÑOS
895
314
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Agente de Estado para los Derechos Humanos ante AEDHSII
el Sistema Interamericano e Internacional
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-14-0439-3511 FECHA:20040126
TITL Medidas provisionales de protección.
FRAGMENTO
897
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
iniciándose la investigación el día 27-6-2003.
En virtud de la medida provisional dictada por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, el Fiscal Superior del Ministerio Público del Área
Metropolitana de Caracas, solicitó al Juzgado 42° en Funciones de Control
de este Circuito Judicial Penal, la ampliación de la medida de protección, a
favor de la ciudadana Marta Colomina, la cual fue acordada el día 30-10-
2003, haciéndose extensiva a la ciudadana Liliana Velásquez y
designándose a la Policía Metropolitana la responsabilidad del
cumplimiento de dicha decisión, toda vez que el día 11-8-2002 dicho
juzgado había otorgado medida de protección a diversos periodistas,
entres ellos a la ciudadana Marta Colomina.
Finalmente, en el caso de las ciudadanas Liliana Ortega, Iris Medina, Hilda
Páez, Maritza Romero, Aura Liscano, Alicia de González y Carmen Alicia
Mendoza, todas integrantes de la Organización No Gubernamental
denominada Comité de Familiares de Víctimas de los Sucesos de Febrero-
Marzo de 1989 -COFAVIC-, se comisionó a las Fiscales del Ministerio
Público 24º con Competencia Plena a Nivel Nacional, y 44º del Área
Metropolitana de Caracas, quienes en fecha 15-5-2002, iniciaron la
investigación correspondiente.
La medida de protección en cumplimiento de la provisional otorgada por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos a los miembros de la
referida Organización No Gubernamental, está siendo cumplida por
funcionarios adscritos a la Policía Metropolitana, quienes han brindado una
protección ininterrumpida, vigilando la sede del mencionado comité, y
especialmente preservando la seguridad personal de la ciudadana Liliana
Ortega.
Esperando que la información suministrada sea de utilidad y reiterándole la
disposición de cooperar con usted en la consecución de los fines del
Estado, le saluda”.
898
315
TDOC Oficio
REMI Direcciòn de Protecciòn de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Red de Apoyo por la Justicia y la Paz RAJP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-14-PROMO.1437- FECHA:20040219
8785
TITL Exposición sobre la Práctica de la Tortura en Venezuela y la
Obligación del Estado de Prevenir y Sancionar la Tortura,
correspondiente al período 1999- 2003.
FRAGMENTO
“Me dirijo a ustedes en la oportunidad de acusar recibo del Informe elaborado por
esa Organización No Gubernamental sobre la Práctica de la Tortura en Venezuela
y la Obligación del Estado de Prevenir y Sancionar la Tortura, correspondiente al
período 1999-2003, en virtud del cual les significaré la actuación desempeñada
por el Ministerio Público en las situaciones que en dicho documento se describen
como inherentes a él.
En el texto contentivo del trabajo presentado a ésta Institución, se evidencia la
preocupación de la Red de Apoyo en relación a los casos de varios ciudadanos
que presuntamente fueron víctimas de abuso y tratos crueles e inhumanos por
parte de funcionarios policiales adscritos a los diferentes cuerpos de seguridad de
la nación, por lo que hago de su conocimiento que todos los casos allí señalados
están siendo investigados por el Ministerio Público.
Así pues, le referiré el caso del ciudadano Luis Francisco Buitriago, en el cual se
comisionó al Fiscal 3° del Ministerio Público del Estado Apure, a fin de que
realizara una investigación exhaustiva, tendiente al esclarecimiento de los hechos
denunciados y determinar las responsabilidades a que hubiere lugar.
Una vez que dicho representante fiscal, realizó todas las gestiones inclinadas a la
obtención de tales fines, logró determinar que ciertamente el mencionado
ciudadano había sido detenido por una comisión del Ejército Venezolano, por
encontrarse presuntamente colaborando con secuestradores del Estado Apure,
más no fue hallada evidencia alguna de que el mismo hubiere sido torturado, ya
que aun cuando se le practicaron dos reconocimientos médico legales, uno en su
ingreso y otro a su salida, ninguno de ellos reflejó el hallazgo de lesión alguna.
Por otra parte, está el hecho que aunque el ciudadano Luis Francisco Buitriago,
rindió declaración en presencia del mencionado fiscal, no denunció haber sido
torturado mientras estuvo detenido.
Otro de los casos mencionados en el informe es el del ciudadano José Francisco
Matheus, en ésta causa se comisionó al Fiscal 11º del Ministerio Público del
Estado Zulia, quien luego de efectuar la investigación pertinente al acaso, acusó a
los ciudadanos Luis Curriel Fernández, Ingribeth Morales Ramírez, Wilmer
Ballesteros Ortigoza, Arquímedes Terán, Jefry Ríos Mavarez, José Pirela Torres
Hedí Larrazabal Alvarado, José Quintero Barreto y Alberto Lubo Selem, por la
comisión de los delitos de lesiones intencionales gravísimas y abuso de autoridad,
donde el Juzgado 11º de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, en
ocasión a la celebración de la audiencia preliminar, acordó el sobreseimiento de la
causa, siendo apelada dicha decisión por el referido representante fiscal, estando
para la presente fecha a la espera del pronunciamiento de la Corte de Apelaciones
del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia.
Asimismo, referiré la causa del ciudadano Juan De La Cruz Bravo, respecto a la
cual le informo que esta Dirección sólo tiene conocimiento de una investigación
en la que dicho ciudadano aparecía como imputado por la comisión del delito de
homicidio calificado y porte ilícito de arma de fuego, de la que conoció el Fiscal 3º
del Ministerio Público del Estado Apure, y en la cual fue absuelto. Sin embargo,
899
este Despacho a mi cargo no maneja información de alguna causa donde aquel
aparezca como víctima de maltratos, abusos o torturas, por lo que mucho sabría
agradecerle que de poseer algún dato de interés sobre los abusos que
presuntamente recibió el mencionado ciudadano fuese informado a este
Despacho, específicamente si el hecho que nos ocupa fue denunciado ante
alguna autoridad.
Igualmente señalan en el informe, las causas donde aparecen como víctimas los
ciudadanos: Gabriel, Alí y Reinaldo Verenzuela (de la cual conoce el Fiscal 48º del
Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas), Nicolás Eduardo Rivera (de
la cual conoce el Fiscal 127º del Ministerio Público del Área Metropolitana de
Caracas), y Miguel Arraiza, (donde se encuentra comisionado el Fiscal 2º del
Ministerio Público del Estado Miranda).Todos estas se encuentran en etapa de
investigación.
En la tercera parte de su informe titulada ´Educación, Formación y Acceso a la
Justicia´, se afirma que: ´… los que funcionarios del Ministerio Público irrespetan
y menosprecian a las víctimas que acuden a presentar una denuncia…´. Con
respecto a tal aseveración ésta Dirección estima necesario, respetando la posición
de la Red de Apoyo, que la misma debe ser fundamentada con denuncias
específicas, ya que de ser cierto dicho señalamiento, es preciso imponer los
correctivos necesarios a fin de prevenir nuevas situaciones similares que pudieran
traer consigo situaciones adversas y perjudiciales a las víctimas y que repercuten
negativamente en la labor de hacer justicia.
En todo caso, los agraviados podrán interponer en la Dirección de Inspección y
Disciplina de la Fiscalía General de la República, las denuncias
correspondientes, ya que tal Dependencia tiene entre sus atribuciones, la función
de investigación disciplinaria para la sustanciación de las averiguaciones previas y
de los procedimientos disciplinarios instruidos a los fiscales titulares, fiscales
auxiliares, abogados adjuntos del despacho y personal profesional.
En esa misma parte del informe, se expresa que existen en el Ministerio Público
pocas estrategias de capacitación de sus funcionarios en materia de Derechos
Humanos. Con base a este señalamiento es preciso hacer de su conocimiento
que la Fiscalía General de la República, a través de Instituto de Estudios
Superiores, ha intensificado sus acciones en pro de la enseñanza, adiestramiento
y capacitación de su personal en ésta materia, ejemplo de ello son los siguientes
eventos ya realizados los cuales fueron dirigidos a fiscales y abogados adjuntos
de esta Institución:
Cursos sobre Derechos Humanos, con el apoyo del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo -PNUD-
Cursos sobre delitos contra los Derechos Humanos.
Seminario Internacional sobre el Estatuto de Roma.
Cursos intitulados ´Ministerio Público y los Derechos Humanos´.
Seminario sobre ´Sistema Interamericano de Protección´.
Seminario intitulado ´El Ministerio Público en el Primer Encuentro de Reflexión y
Análisis sobre la Situación en Venezuela de los Refugiados, Asilados y Personas
en Tránsito´.
Cursos sobre ´Derechos de las Víctimas´.
Cursos sobre ´Tipología de los Derechos Humanos´.
Cursos sobre ´Proceso Penal en Materia de Derechos Fundamentales´.
Por otra parte, con respecto a los señalamientos relativos a la insuficiencia de
fiscales del Ministerios Público para conocer los casos de tortura, agradecemos
su loable preocupación e igualmente le informamos que el Ministerio Público ha
hecho grandes esfuerzos en aras de atender los casos de violaciones a los
Derechos Humanos y hacer justicia, así pues se han venido creando nuevas
representaciones fiscales en todo el territorio nacional, a fin de tramitar
exclusivamente los casos de trasgresiones de los Derechos Fundamentales.
En su informe también se realizan recomendaciones a esta Institución, tal que en
primer término, se nos solicita sancionar a los fiscales que nieguen el acceso a
las víctimas de maltrato y tortura, y sus familiares a la información relativa al
proceso investigativo.
900
En tal sentido es de hacer notar que con la entrada en vigencia del Código
Orgánico Procesal Penal, y la creación de un nuevo sistema acusatorio, es un
derecho adquirido por las partes en el proceso penal tener acceso a las actas que
conformen la causa y siendo la víctima parte en el proceso, mal podría negársele
información vinculada al caso de interés. Esta circunstancia es conocida por todos
los fiscales del Ministerio Público, quienes tienen que velar por el cumplimiento de
la ley, por lo que no tengo conocimiento que exista algún representante del fiscal
que de manera negligente haya incurrido en esta falta.
En el caso de los familiares, sólo son parte en un proceso penal el cónyuge o la
persona con que se haga vida marital por más de dos años, hijo o padre adoptivo,
parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, y el
heredero, en los delitos cuyos resultados sea la incapacidad o la muerte del
ofendido; y en todo caso cuando el delito sea cometido en perjuicio de un incapaz
o de un menor de edad. Así las cosas, fuera de estos casos un fiscal de Ministerio
Público no tiene la obligación de permitir el acceso a las actas de un expediente a
una persona que no posea la cualidad de parte afectada en el proceso.
Partiendo de dichos supuestos, si algún representante fiscal en inobservancia de
la ley, negare el acceso a las actas a una persona parte en el proceso, dicho
hecho debe ser denunciado en la Dirección e Inspección y Disciplina de la Fiscalía
General de la República, la cual tal y como lo señalé con anterioridad, es la
encargada de conocer de éstos casos.
La segunda recomendación que se le hace a la Fiscalía General de la República
es la referida a permitirles a las víctimas de maltrato y tortura y a los familiares de
éstas, escoger un médico particular que practique o presencie la autopsia o los
reconocimientos Médico-Forenses.
Con respecto al primer supuesto, el de garantizarle a la víctima o a sus familiares
que un médico de su confianza le practique bien la autopsia, o bien un
reconocimiento Médico-legal, es menester hacerles saber que ésta no es en forma
alguna una obligación del Ministerio Público, puesto que tal petición carece de
asidero legal, ya que los mencionados exámenes sólo pueden realizarlo médicos
que no sólo tienen que estar adscritos a algún organismo de investigaciones del
Estado que lo faculte legalmente para realizar esa labor, sino que además esté
especializado en la materia, es el caso de las autopsias que sólo pueden ser
realizada por un médico anatomopatólogo forense facultado para ello, de lo
contrario dicho examen no poseería valor alguno, por lo que mal podría un
particular elegir algún profesional de la medicina que aún siendo de su confianza,
no tendría ni la facultad legal ni la profesional para efectuar tales reconocimientos.
En relación al segundo supuesto, el de que las víctimas se hagan acompañar por
un médico de su confianza al momento de que se le practique alguno de los
exámenes antes mencionados, el Código Orgánico Procesal Penal en su artículo
209, establece la posibilidad de que en principio, el imputado pueda ser
acompañado por una persona de su confianza cuando sea necesario que se le
efectúe un examen corporal y/o mental, pudiéndosele aplicar también este
supuesto a cualquier otra persona, entre ellas las víctimas, mas siempre y cuando
sea absolutamente indispensable para descubrir la verdad.
En razón a las dos últimas observaciones (las signadas con los números 17 y 18),
la significo que el Ministerio Público tiene la obligación de investigar los hechos
que hicieran presumir la comisión de algún tipo penal de acción pública, debiendo
solicitar la práctica de todas y cada una de las diligencias tendientes a investigar y
a hacer constar su comisión, tal como lo establece la Ley Orgánica del Ministerio
Público y la Ley Penal Adjetiva vigente, por lo que siempre que un fiscal del
Ministerio Público tenga conocimiento de algunas del las situaciones plasmadas
en sus últimas observaciones, deberá iniciar una investigación en el caso, para así
determinar las responsabilidades a que hubiera lugar y hacer justicia como fin
esencial del proceso.
Finalmente, es importante resaltar que esta Dirección de Protección de Derechos
Fundamentales valora los innumerables esfuerzos que realiza, como Organización
No Gubernamental de Derechos Humanos, la Red de Apoyo por la Justicia y la
Paz, en la labor de acompañamiento a víctimas de abuso policial y/o militar, así
901
como a sus familiares...”.
902
316
TDOC Oficio
REMI Direcciòn de Protecciòn Integral de la Familia DPIF
DEST Ministerio de Interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-12-CTC-04-6700-04 FECHA:20040615
TITL Problemática existente en el Centro de Tratamiento Comunitario
Fabián Rubio, el Centro de Tratamiento Comunitario Francisco
Canestri y los Centros de Pernota Agustín Méndez Uroza, Dra.
Elena Aray y Padre Olaso.
FRAGMENTO
904
casos, permisos para conducir vehículos de carga y taxis, lo cual
está totalmente prohibido legalmente, sin que exista formalidad
alguna contra tales irregularidades que al final provocan una
degeneración de los beneficios establecidos en la Ley de Régimen
Penitenciario, debiendo además cumplirse con el requisito estricto de
ser tomadas en cuenta las opiniones de todos los expertos
responsables de la conducta diaria de los penados, ante la existencia
de las normas internas impuestas por las diferentes autoridades que
dirigen dichos Centros de Tratamientos, y Centros de Pernocta las
cuales también son irrespetadas.
En cuanto al ´Centro de Tratamiento Comunitario Méndez Uroza´:
905
gestione lo conducente, con la urgencia que el caso amerita, a fin de que
se de una inmediata solución a la crisis existente en los prenombrados
Centros, evitándose así que la pena prevista en nuestro ordenamiento
jurídico lejos de lograr la reincersión a la sociedad de esos ciudadanos, se
convierta en un instrumento de degradación y empobrecimiento, ante los
cuales el Estado ha asumido un compromiso de protección y corrección a
través de la progresividad...”.
906
317
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Ministerio de Interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-12-El Rodeo-6197- FECHA:20040602
04
TITL Problemática que se viene suscitando en el Internado Judicial
“Rodeo I”.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSION
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC HUELGAS
DESC NIÑOS
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS
908
318
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección de Derechos Fundamentales DPDF
DEST Ministerio de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº PDF-1-19-FP-803-04-3057 FECHA:20040331
TITL Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial”, específicamente, en lo que
respecta a la población indígena que se encuentra separada
dentro de las instituciones carcelarias.
FRAGMENTO
DESC DISCRIMINACIÓN
DESC INDÍGENAS
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS
909
319
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección de Derechos Fundamentales DPDF
DEST Ministerio de Interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP DPDF-19-Ag-3459-04 FECHA:20040416
TITL Problemática que se viene suscitando en las instalaciones de la
Penitenciaría General de Venezuela, ubicada en San Juan de
los Morros, Estado Guárico, debido a la falta de vigilancia que
se le debe prestar a los penados que se encuentran allí,
específicamente a los llamados destacamentarios.
FRAGMENTO
910
320
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Embajador de la República Bolivariana de ERBVP
Venezuela en Portugal
UBIC Ministerio Público MP Nº DFGR-DVFGR-DGAP- FECHA: 20040824
DPDF-16-57302
TITL Investigaciones adelantadas por el Ministerio Público, en el
caso donde aparecen como víctimas el ciudadano Narciso
Barrios y varios miembros de su familia.
FRAGMENTO
DESC AMENAZAS
DESC DETENCION
DESC ESTADO ARAGUA
DESC INVESTIGACIÓN
DESC POLICIA
911
321
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Facultad de derecho de la Universidad Católica FDUCAB
Andrés Bello
UBIC Ministerio Público MP DFGR-DVFGR-DGAP-DPDF- FECHA:20040806
16-052211
TITL Hechos de violencia presuntamente cometidos contra medios
de comunicación y periodistas.
FRAGMENTO
DESC AGAVILLAMIENTO
DESC COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
DESC CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INSTIGACION A DELINQUIR
DESC LESIONES
DESC MANIFESTACIONES
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC MEDIOS DE COMUNICACIÓN
DESC MILITARES
DESC ORDEN PUBLICO
DESC PERIODISTAS
DESC POLICIA
DESC TELEVISION
DESC TESTIGOS
DESC VEHICULOS
DESC VIOLENCIA
921
322
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Agente del Estado Venezolano en materia de AEVMDH
Derechos Humanos
UBIC Ministerio Público MP Nº DFGR-DVFGR-DGAP- FECHA:20040518
DPDF-16-28763
TITL Se suministra información acerca de las investigaciones
adelantadas por el Ministerio Público en las causas donde
aparecen como víctimas los ciudadanos Mauro Acosta Padrón,
Julio Rodríguez García, Laorwins Rodríguez, Luis Fernández
Rodríguez, Randolfo Blando y Sol Vargas, todos trabajadores
del canal de televisión conocido como Venevisión.
FRAGMENTO
922
fecha para actuar en el lugar donde presuntamente ocurrieron los hechos.
Asimismo, el precitado representante fiscal, mediante oficio dirigido a la
Consultoría Jurídica de la empresa Corporación Venezolana de Televisión
´Venevisión´, ordenó la citación de varias trabajadores de ese medio de
comunicación social, a fin de que los mismos comparezcan a la sede de su
Despacho, los días 31 de mayo, 1 de junio, 2 de junio y 3 junio del año en
curso, respectivamente; todo ello con el objetivo de sostener con éstos, las
entrevistas correspondientes.
Le reitero nuestra disposición de colaborar con el Despacho a su cargo en
la consecución de los fines del Estado”.
923
323
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Ministro de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº DFGR-DVFGR-DGAP- FECHA:20040722
DPDF-14
TITL Se suministró información acerca de la actuación realizada por
el Ministerio Publico, con ocasión a las medidas provisionales
acordadas por la Corte Interamericana de los Derechos
Humanos a favor de trabajadores y sedes de los diarios El
Nacional y Así es la Noticia.
FRAGMENTO
925
324
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Director de Custodia y Rehabilitación del Recluso DCRR
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-19-IJ-PGV-4856-04- FECHA:20040519
28799
TITL Problemática existente con el sistema de alumbrado en la
Penitenciaria General de Venezuela.
FRAGMENTO
926
325
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Ministerio de interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-19-FP-5808-04- FECHA:20040820
10041-04-56300
TITL Se plantea y solicita tome correctivos en relación a la
problemática existente en los Centros de Tratamiento
Comunitario del Estado Zulia, donde entre otras cosas existe
carencia casi total de alimentos.
FRAGMENTO
DESC ALIMENTOS
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS
927
326
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección de Derechos DPDF
Fundamentales
DEST Ministerio de Interior y Justicia MIJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPDF-19-FP-5811-04- FECHA:20040618
6809-04
TITL Deficiencias existentes en los dos Centros de Tratamiento
Comunitarios que funcionan en el Estado Monagas.
FRAGMENTO
DESC ALIMENTOS
DESC DERECHOS HUMANOS
DESC EDUCACION
DESC ELECTRIFICACION
DESC MISION RIBAS
DESC MISION ROBINSON
DESC PENITENCIARIAS
DESC PRESOS
928
327
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP 2004
TITL Operación Caroní 2004.
FRAGMENTO
929
los artículos 34 de la Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y
Psicotrópicas, y 278 del Código Penal, en relación con el encabezamiento del
artículo 83 ejusdem; a los ciudadanos Manuel Tránsito Garces Mosquera, Jorge
Alegría Torres, Juan Manuel Casquete, Jhon Kennedy Baron Chacón, por
considerarlos responsables de la comisión de los delitos de ocultamiento de
sustancias estupefacientes y psicotrópicas en grado de complicidad y
ocultamiento de arma de fuego, tipificados y penados respectivamente en los
artículos 34 de la Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas,
en relación con el ordinal 3° del artículo 84 del Código Penal, y 278 ejusdem; a los
ciudadanos Jaime Alberto Piedrahita Rodríguez, por considerarlo responsable de
la comisión de los delitos de ocultamiento de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas en grado de complicidad y porte ilícito de arma de fuego, tipificados
y penados respectivamente en los artículos 34 de la Ley Orgánica Sobre
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, en relación con el ordinal 3° del
artículo 84 del Código Penal, y 278 ejusdem. En lo que respecta a Hermes José
Santana Maneiro, solicitaron la aplicación de las medidas cautelares sustitutivas a
la privación de libertad, específicamente las contempladas en los ordinales 3° y 4°
del artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal, consistente en una
presentación periódica ante el tribunal, y prohibición de salida del país, en virtud
de que se está a la espera de las resultas de las diligencias ordenadas, siendo las
mismas determinantes para la investigación, y la conclusión de que el nombrado
Hermes José Santana Maneiro, tiene o no responsabilidad penal en el
mencionado hecho punible. El Juez 1° del Primer Circuito, otorgó la medida
cautelar sustitutiva de libertad del acusado John Kenedy Baron, de conformidad
con lo establecido en el artículo 256 numerales 3°, 4° y 8 del Código Orgánico
Procesal Penal, ya que a su juicio al imputársele el delito en grado de complicidad,
las circunstancias habían variado. Asimismo, se acusó a Hermes Santana, por
encontrarlo incurso en la comisión del delito de ocultamiento intencional de datos
que debe contener la Declaración Jurada de Patrimonio, previsto y sancionado en
el artículo 76 de la Ley Contra La Corrupción. Igualmente se solicitó sea revocada
la medida cautelar sustitutiva”.
DESC ARMAS
DESC COOPERADOR EN DELITO
DESC DROGAS
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC PATRIMONIO DE FUNCIONARIOS
DESC TIPICIDAD
930
328
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP 2004
TITL Tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, en la
modalidad de ocultamiento.
FRAGMENTO
DESC APELACION
DESC ARMAS
DESC DROGAS
DESC POLICIA JUDICIAL
931
329
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP 2004
TITL Tráfico de estupefacientes, agavillamiento y ocultamiento de
arma de guerra.
FRAGMENTO
DESC AGAVILLAMIENTO
DESC ARMAS
DESC DROGAS
DESC FUERZAS ARMADAS
933
330
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP 2004
TITL Incautación de aproximadamente 2.700 Kg. de cocaína.
FRAGMENTO
DESC ALLANAMIENTO
DESC ARMAS
DESC DROGAS
935
331
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Drogas DD
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP
TITL Tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas en la
modalidad de transporte.
FRAGMENTO
DESC DROGAS
DESC FUERZAS ARMADAS
936
332
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Presidenta de la Comisión Contra el Uso Ilícito de PCONACUID
las Drogas
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Problemática de pérdida y sustitución de droga.
FRAGMENTO
DESC COMISO
DESC DROGAS
DESC EVIDENCIAS
DESC POLICIA
937
333
TDOC Oficio
REMI Dirección de Drogas DD
DEST Fiscales Superiores del Ministerio Pùblico FSMP
UBIC Ministerio Público MP
TITL Entregas vigiladas.
FRAGMENTO
DESC AVERIGUACION
DESC DROGAS
DESC JUECES
DESC POLICIA JUDICIAL
938
334
TDOC /sin identificar/
REMI Dirección de Delitos Comunes DDC
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Violación y privación ilegítima de libertad
FRAGMENTO
DESC ARMAS
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC INVESTIGACION
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MILITARES
DESC ROBO
DESC VIOLACION
939
335
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidenta del Instituto Nacional del Menor PINM
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-4-0-285-2004 FECHA:20040126
TITL Problemática ocasionada por el ingreso de adolescentes
detenidos preventivamente como medida cautelar en el centro
C. U. III, toda vez que el mismo está destinado para los que se
encuentran en fase de ejecución.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSION
DESC INSTITUTO NACIONAL DEL MENOR
DESC JUECES
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
941
336
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Juez de Ejecución de Adolescentes del Circuito JEACJPEF
Judicial Penal del Estado Falcón
UBIC Ministerio Público MP N°: DPIF-12-16-5074-2004 FECHA:20041116
TITL Funciones del Juez de Ejecución de Adolescentes establecidas
en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC HOMICIDIO
DESC JUECES
DESC NIÑOS
942
337
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidenta del Instituto Nacional del menor PINAM
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-8-0-5091-2004 FECHA:2004116
TITL Se tomen los correctivos necesarios para solventar la situación
que se ha venido confrontando con los Centros destinados al
cumplimiento de medidas de privación de libertad, para
preservar el espíritu, propósito y razón de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC NIÑOS
943
338
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal de Rentas del Servicio Autónomo Municipal FRSAMATAB
de Administración Tributaria de la Alcaldía de Baruta
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-299-2004 FECHA:20040127
TITL Competencia acerca de la presencia de adolescentes en centros
prohibidos por ley, es competencia del Consejo de Protección.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC BARUTA (MUNICIPIO)
DESC COMERCIO
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DROGAS
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC POLICIA
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y ADEL ADOLESCENTE
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
945
339
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidente del Consejo Nacional de Derechos del PCNDNA
Niño y del Adolescente
UBIC Ministerio Público MP Nº Nº DPIF-13-10-0-714-2004 FECHA:20040226
TITL Comportamiento de los niños al jugar con las barajita “YU-GI-
OH”.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC JUEGOS DE AZAR
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC TELEVISION
947
340
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Consejo de Protección CP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2018-04 FECHA:20040528
TITL Comunicación dirigida a un miembro del Consejo de
Protección, en virtud a la solicitud de intervención de un fiscal
especializado en la problemática surgida entre éste y un
representante del Ministerio Público.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DERECHO DE DEFENSA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC IDENTIFICACIÓN
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
949
341
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidenta del Tribunal de Protección del Niño y del PTPNACJAMC
Adolescente de la Circunscripción Judicial del Area
Metropolitana de Caracas
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-0-2297-2004 FECHA:20040615
TITL Falta de notificación al Ministerio Público en las causas de
medidas de protección, detectado en los distintos informes que
presentan los fiscales del Ministerio Público, a la Dirección de
Protección Integral de la Familia.
FRAGMENTO
“Me dirijo a usted, en la oportunidad de comunicarle, que las fiscales del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas con competencia para actuar en el Sistema
de Protección del Niño y del Adolescente, quienes de conformidad con el artículo 199 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, tienen la obligación de inspeccionar las
entidades de atención, mediante los informes respectivos, han puesto en conocimiento de esta
Dirección situaciones que se han venido presentando con los jueces de las diferentes Salas de Juicio
del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas.
Al practicar las inspecciones a las entidades de atención los fiscales del Ministerio Público, han podido
verificar que la mayoría de las medidas de protección dictadas a niños y/o adolescentes por los jueces
de las diferentes Salas de Juicio del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de esta
Circunscripción Judicial, no son debidamente notificadas a los representantes del Misterio Público, así
como tampoco son notificados de las respectivas modificaciones o revocatorias de dichas medidas.
Es por las razones antes expuestas, que solicito sus buenos oficios a los fines de que gestione lo
conducente para que los jueces del mencionado tribunal de protección, cumplan lo establecido en el
Parágrafo Tercero, del artículo 461 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
que señala que de la admisión de la demanda, en el Procedimiento Contencioso en Asuntos de Familia
y Patrimoniales, por el cual se tramitan la colocación familiar o colocación en entidad de atención, debe
notificarse al Ministerio Público.
Asimismo, el artículo 497 de la mencionada ley dispone que de toda solicitud de adopción el juez
notificará al representante del Ministerio Público…”.
DESC ADOLESCENTES
DESC COLOCACION FAMILIAR
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC NOTIFICACIONES
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
950
342
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Alcalde de Caracas AC
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-0-3205-2004 FECHA:20040802
TITL Deber de proveer los recursos necesarios, para lograr la
expedición de las actas de nacimiento.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC IDENTIFICACION
DESC NACIMIENTO
DESC NIÑOS
DESC PARTIDA DE NACIMIENTO
DESC REGISTRO CIVIL
952
343
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Directora Ejecutiva del Consejo Nacional de DECNDNA
Derechos del Niño y del Adolescente
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-3882-2004 FECHA:20041004
TITL Trámites que deben seguirse cuando el Concejo Municipal
niega el registro de cualquier entidad de atención.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONCEJOS MUNICIPALES
DESC CONSEJO DE DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC FUNDACIONES
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
954
344
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidente del Consejo Estadal de Derechos del PCEDNA
Niño y del Adolescente
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-5672-2004 FECHA:20041217
TITL Ministerio Público dentro de la estructura del Estado no es
órgano consultivo, y que los reglamentos internos que regulan
a cada organismo deben ser revisados por la dependencia
interna con competencia para ello.
FRAGMENTO
DESC CONSULTAS
DESC MINISTERIO PUBLICO
955
345
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Juez Rectora de la Circunscripción Judicial del Area JRCJAMC
Metropolitana de Caracas
UBIC Ministerio Público MP Nº N°: DPIF-10-0-299-2004 FECHA:20040127
TITL Boletas de notificaciones a Fiscales Especializados en el
Sistema de Protección del Niño, el Adolescente y la Familia.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC JUECES
DESC NIÑOS
DESC NOTIFICACIONES
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
FRAGMENTO
957
347
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Coordinador de Derechos Colectivos y Difusos del CDCDCMDNAML
Consejo Municipal de Derechos del Niño y del
Adolescente del Municipio Libertador
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-712-2004 FECHA:20040317
TITL Hechos no constitutivos de delitos.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC DELITOS
DESC DEPORTES
DESC INSTITUTO NACIONAL DE DEPORTES
DESC NIÑOS
958
348
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Presidenta del Consejo Metropolitano de Derechos PCMDNNA
de los Niños, las Niñas y los Adolescentes del
Distrito Metropolitano de Caracas
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-0-720-2004 FECHA:20040227
TITL Proyecto de propuestas para el análisis del Sistema de
Adopciones Nacionales del Distrito Metropolitano de Caracas.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC ADOPCIÓN
DESC NIÑOS
959
349
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2019-04 FECHA:20040528
TITL Retardo procesal de un caso ventilado ante el órgano
jurisdiccional.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CELERIDAD PROCESAL
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC TRIBUNALES
960
350
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-11-0-2147-2004 FECHA:20040607
TITL La actuación del Ministerio Público se circunscribe a los
hechos suscitados en el territorio nacional.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CHILE
DESC NIÑOS
DESC REGIMEN DE VISITAS
961
351
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Cónsul de la Embajada Británica CEB
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-11-0-3431-2004 FECHA:20040813
TITL Tramitación de un régimen de visitas internacional a favor de un
ciudadano británico.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC DESACATO
DESC GRAN BRETAÑA
DESC NIÑOS
DESC REGIMEN DE VISITAS
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
963
352
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF FECHA:20040825
TITL Solicitud de privación de guarda a la madre.
FRAGMENTO
965
Consejo de Protección mencionado anteriormente, ya que en esa
audiencia la Dirección le indicó que como el niño no es imputable de sus
actos y de conformidad con lo previsto en el artículo 532 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, cuando un niño se
encuentre incurso en un hecho punible, sólo se le aplicarán medidas de
protección, de acuerdo con lo previsto en dicha ley. Asimismo, el artículo 2
del citado cuerpo legal, establece que se entiende por niño, toda persona
con menos de doce años de edad…”.
966
353
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Ministerio de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-4171-2004 FECHA:20040930
TITL Solicitud de aplicación de la Convención de La Haya, Sobre los
Aspectos Civiles de la Sustracción de Menores.
FRAGMENTO
DESC COLOMBIA
DESC CONCILIACION
DESC CUSTODIA
DESC PATRIA POTESTAD
DESC REGIMEN DE VISITAS
968
354
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Ministerio de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-4815-2004 FECHA:20041102
TITL Las resultas obtenidas en la solicitud de aplicación de la
Convención de La Haya, Sobre los Aspectos Civiles de la
Sustracción de Menores, en un caso de restitución de guarda.
FRAGMENTO
“Me dirijo a usted, en la oportunidad de informarle que el Abg. C.R.P., fiscal (…) del
Ministerio Publico de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva Esparta, quien fuera
comisionado a fin de transmitir ante el órgano jurisdiccional competente la petición de la
ciudadana R.B., madre del niño C. F.B. relativa a la restitución a España del mismo, hizo
del conocimiento de este Despacho a mi cargo que, el Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil del Tránsito y de Menores de la Circunscripción Judicial de dicho estado, procedió
a dictar sentencia en el caso que nos ocupa en fecha 6 de octubre del año en curso, en
donde se confirma en todas y cada una de sus partes el fallo apelado dictado en fecha 16
de mayo de 2002 por la Jueza Unipersonal N° (…) de la Sala Única de Juicio del Tribunal
de Protección del niño y del adolescente del estado Nueva Esparta, declarando sin lugar el
recurso de apelación interpuesto por el fiscal del Ministerio Publico ya identificado.
La sentencia se fundamentó, en la facultad que le confiere al tribunal la Ley Aprobatoria de
la Convención de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de
Menores en sus artículos 12 y 13.
La misma menciona entre otras cosas, que el hoy adolescente ingresó a Venezuela en el
año 1998, contando con apenas 6 años de edad, que convivió con su padre y abuelos
paternos hasta el año 2001 cuando su progenitor fallece, quedando entonces con estos
últimos, que siendo oído el niño, manifestó ante el tribunal a quo que no quería volver a
España ni vivir con su mamá.
Por todo lo antes expuesto, se puede determinar que de ambas sentencias se desprende
que el requerimiento formulado por la progenitora del adolescente no fue acordado por el
órgano jurisdiccional que conoció del mismo.
Cabe resaltar que en lo que respecta a la situación jurídica de C.F.B., el mismo se
encuentra con sus abuelos A.F.F. y B.L.V., bajo la figura de colocación familiar.
En ese sentido le significo que el fiscal comisionado, solicitó revisión de la medida
impuesta, así como que se libre la correspondiente rogatoria para la localización de R.B., lo
cual fue acordado por el tribunal, por lo que la misma será oportunamente remitida por el
órgano competente para ello a objeto de que se tramite lo conducente por ante la
Cancillería.
Con la presente información hago de su conocimiento la decisión jurisdiccional en cuanto a
la pretensión de la progenitora del referido adolescente de restituirlo a España, lugar donde
ésta reside…”.
DESC ADOLESCENTES
DESC APELACION
DESC COLOCACIÓN FAMILIAR
DESC CUSTODIA
DESC ESPAÑA
969
355
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Ministerio de Relaciones Exteriores MRE
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-5673-2004 FECHA:20041217
TITL La eficacia de los actos emanados de una autoridad extranjera,
y las posibles responsabilidades de los funcionarios que no
den cumplimiento a los pasos establecidos en el ordenamiento
jurídico sobre adopción.
FRAGMENTO
DESC ADOPCIÓN
DESC EXEQUATUR
DESC FUNCIONARIOS PUBLICOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NULIDAD
DESC RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
DESC RUSIA
971
356
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Consejo Nacional de Derechos del Niño y del CNDNA
Adolescente
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-1248-2004 FECHA:20040412
TITL Irregularidad del ingreso de jóvenes adultos en establecimiento
de mayores de edad.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC AMPARO
DESC DEFENSORIA DEL PUEBLO
DESC INTERESES DIFUSOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PENITENCIARIAS
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
973
357
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Dirección Ejecutiva de la Magistratura DEM
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-2636-0-2004 FECHA:20040708
TITL Creación de equipos multidisciplinarios adscritos a la Sección
del Tribunal Penal, a los fines de dictar las sanciones
adecuadas, según el perfil psicológico del adolescente y el
hecho punible que se trate.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC TRIBUNALES
975
358
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público de la FSMPCJEA
Circunscripción Judicial del Estado Aragua
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-9-O-515-2004 FECHA:20040212
TITL Validez que debiera dársele a los reconocimientos médicos,
realizados en hospitales, ambulatorios y clínicas, en los casos
de violencia intrafamiliar, en fase administrativa.
FRAGMENTO
977
359
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal de Proceso del Estado Miranda FPED
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-9-O-967-2004 FECHA:20040319
TITL Audiencias de conciliación, en materia de violencia contra la
mujer y la familia, a realizarse los fines de semana.
FRAGMENTO
DESC AUDIENCIAS
DESC CONCILIACIÓN
DESC FAMILIA
DESC MUJER
DESC VIOLENCIA
978
360
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal de Proceso FP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-9-O-918-2004 FECHA:20040324
TITL Pautas a seguir cuando se tramitan denuncias de violencia
intrafamiliar.
FRAGMENTO
980
361
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº N°: DPIF-10-0-564 al 568- FECHA:20040216
2004
TITL El trámite y la competencia de los casos de retención de un
hijo, el cual no debe confundirse con la sustracción de niño o
adolescente, establecido en el artículo 272 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONCILIACION
DESC CUSTODIA
EESC DAÑOS Y PERJUICIOS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
982
362
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2139-0 FECHA:20040604
TITL Incumplimiento de deberes por parte de Fiscal del Ministerio
Público.
FRAGMENTO
DESC CONCILIACION
DESC FIRMAS
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC NEGLIGENCIA
DESC NIÑOS
DESC PENSION ALIMENTARIA
984
363
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-2526-2004 FECHA:20040706
TITL Procedimiento cuando se aplica la Convención Sobre los
Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores.
FRAGMENTO
DESC CONSULTAS
DESC NIÑOS
DESC REGIMEN DE VISITAS
DESC TRATADOS INTERNACIONALES
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
986
364
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-5186-2004 FECHA:20041122
TITL Restitución de guarda.
FRAGMENTO
DESC CUSTODIA
DESC NIÑOS
DESC RESTITUCIÓN DE NIÑOS Y/O ADOLESCENTES
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
987
365
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-737-2004 FECHA:20040303
TITL Se comisiona a Fiscal del Ministerio Público para que solicite
medidas de protección a los niños de un centro de atención.
FRAGMENTO
988
366
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-11-0-914-2004 FECHA:20040317
TITL Irregularidades reportadas en una visita de inspección.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
989
367
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-964-2004 FECHA:20040319
TITL Irregularidades en un centro de atención.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
990
368
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2213-04 FECHA:20040609
TITL Niños y/o adolescentes internados en centros de atención.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PERSONAS CON DISCAPACIDAD
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC SIDA
992
369
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-0-3184-2004 FECHA:20040719
TITL Informes relacionados con las visitas de inspección.
FRAGMENTO
994
las medidas que van a determinar en parte la situación jurídica.
De los informes de inspección identificados con los números 312 y 260, el
primero de fecha 7-6-2004 y el segundo 12-3-2004, efectuados en la
Asociación Civil CMlN ubicada en la población de Calabozo, se desprende
que esa representación fiscal no constató la situación jurídica de los
albergados, pues se evidencia que internos presentes al momento de la
inspección eran trece (13) y no once (11) como lo indica en el informe, el
ingreso de los siguientes albergados: T.A.M.R., L.E.A. y H.M.C. datan los
dos primeros desde 1995 y la tercera desde 1991, y señala que se está en
la espera de medidas, cabe señalarle que para esa fecha no había entrado
en vigencia la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
y de las situaciones de peligro de conformidad con la situación irregular
conocían los extintos tribunales de menores, por lo que al momento de
entrar en vigencia la precitada ley, estos expedientes fueron declinados al
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción
Judicial del Estado Guárico para su distribución, es decir, que en los
actuales momentos un juez de protección, ya se avocó al conocimiento de
los mismos y debió haber actualizado la situación jurídica (…), pues la
medida correspondiente de conformidad a la doctrina integral en que se
fundamenta nuestra ley, es la colocación en entidad de atención por
cuanto ellos debieron haber tenido sentencias de declaratoria de estado de
abandono, por lo que este Despacho le insta revisar los respectivos
expedientes diligenciar para se dicte la medida si no se hubieren
decretado, de haberse dictado las mismas solicitar que el órgano
jurisdiccional notifique la modificación de las medidas al responsable de la
entidad, puesto que esta materia es de orden público.
Por último, le significo que la labor de inspección constituye un deber de
fiscalización que le viene dado al Ministerio Público de conformidad con lo
establecido en los artículos 170 literal e, 199 y 212 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente, con la finalidad de asegurar el
adecuado funcionamiento de las entidades de atención, centro de
cumplimiento de medidas y defensorías del niño y del adolescente, por
cuanto esa facultad de inspección debe entenderse como una función
ordinaria y recurrente en beneficio de los sujetos tutelados como son los
niños y adolescentes privados de su familia de origen, así como aquellos
adolescentes que hayan infringido la ley penal y se encuentran privados de
su libertad.
Del real y efectivo cumplimiento de esta atribución se puede ejercer el
control en la actuación funcionarial de las entidades de atención, centros
de cumplimiento de medidas y defensoría del niño y del adolescente, en
consecuencia según sea el caso pueden generarse acciones para hacer
efectiva la responsabilidad administrativa, civil y penal de las personas a
cargo de las entidades de atención, centros de cumplimiento de medidas y
defensorías del niño y del adolescente. Asimismo, le recuerdo que la
inobservancia de las instrucciones dadas por este Despacho en la Circular
N° DPIF-1-0-C-898-2004, de fecha 19-3-2004, la cual recoge todas las
demás instrucciones suministradas en la materia, puede considerarse
como una falta sancionada disciplinariamente, conforme a lo establecido
en el artículo 90 numeral 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público…”.
995
LOPNA art:170-e
LOPNA art:184-b
LOPNA art:184-d
LOPNA art:199
LOPNA art:212
LOMP art:90-2
CMP Nº DPIF-1-0-C-898-2004
19-03-2004
DESC ADOLESCENTES
DESC CIRCULARES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DROGAS
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INDIGENTES
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC POBREZA
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROTECCION DEL ANIÑO Y DEL ADOLESCENTE
996
370
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-5017-2004 FECHA:20041119
TITL Devolución de expediente al Tribunal de Protección del Niño y
del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado
Bolívar.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC DROGAS
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSION
DESC EXPEDIENTE
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC TRIBUNALES
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
998
371
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-5333-2004 FECHA:20041202
TITL Contenido y desarrollo de un programa que ha venido siendo
ejecutado por una entidad de atención, el cual se ajusta a los
requisitos exigidos por la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, y redunda en beneficio de una gran
población infantil.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC ALIMENTOS
DESC ASISTENCIA SOCIAL MEDICA
DESC EDUCACION
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSIÓN
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
1000
372
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-869-2004 FECHA:20040310
TITL Correcto vaciado del resumen mensual de actuaciones.
FRAGMENTO
1001
373
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal Superior del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-0-1057-2004 FECHA:20040325
TITL Necesidad de creación de otro Tribunal de Juicio cuando se
cuenta con un solo juez en el circuito.
FRAGMENTO
1002
374
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-12-0-4913-2004 FECHA:20041105
TITL Carencia de contenido por parte de un Fiscal del Ministerio
Público al rendir un informe de su actuación al Fiscal General
de la República.
FRAGMENTO
Dicho informe no reúne los requisitos que debería tener una comunicación
dirigida al ciudadano Fiscal General de la Republica, toda vez que sólo se
limitó a enunciar experticias y entrevistas, que nada aportan al receptor al
momento de leer su contenido.
Le recuerdo que usted como representante del Ministerio Público, debe ser
acucioso al realizar minutas informativas para el Fiscal General de la
República y los superiores que se las requieran.
Los informes deben contener una síntesis de cuál es el hecho que se
investiga y los antecedentes más relevantes del mismo. Asimismo, debe
indicar en forma resumida el resultado de las experticias y entrevistas
realizadas que hayan arrojado significativos elementos de convicción a la
investigación.
Finalmente es su obligación dejar constancia, de la etapa en la cual se
encuentra el proceso, y las diligencias o estrategias trazadas para lograr el
esclarecimiento del hecho…”.
DESC DOCUMENTACION
DESC FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INFORMES
1003
375
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-11-0-2446-2004 FECHA:20040706
TITL Vaciado del resumen mensual de actuaciones.
FRAGMENTO
DESC ESTADISITICA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC RESUMEN DE ACTUACIONES
1005
376
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-5-O-2623-04 FECHA:20040708
TITL Actuación del personal administrativo de los despachos
fiscales en los actos conciliatorios.
FRAGMENTO
DESC ABOGADOS
DESC CONCILIACIÓN
1006
DESC CONSEJO DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC FUNCIONARIOS DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC PENSION ALIMENTARIA
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC REGIMEN DE VISITAS
1007
377
TDOC Oficio
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-O-4160-2004 FECHA:20040929
TITL Trámite para la supresión de una de las partidas de nacimiento
de una niña presentada dos veces.
FRAGMENTO
1009
378
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-11-O-4164-2004 FECHA:20040930
TITL Revisión de régimen de visitas.
FRAGMENTO
1011
interviniendo activamente en el mismo, a objeto de evitar la trasgresión de
normas de orden público; independientemente de que en dichas causas
las partes se encuentren representadas por abogado particular.
En espera de que tenga a bien considerar la presente comunicación y en
la seguridad que responderá oportunamente a nuestros requerimientos,
todo lo cual redundará en beneficio del Despacho a su cargo, queda de
usted…”.
1012
379
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-O-4829-2004 FECHA:22041102
TITL Nulidad de partida nacimiento, estando pendiente una
prejudicialidad penal.
FRAGMENTO
DESC FALSEDAD
DESC NACIMIENTO
DESC NULIDAD
DESC PARTIDA DE NACIMIENTO
DESC REGISTRO CIVIL
1013
380
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-15-0-5647-2004 FECHA:20041216
TITL No procedencia del requerimiento que le hiciera un particular
con relación a la posible acción de inquisición de paternidad,
donde lo que cabría es efectuar un reconocimiento voluntario.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC CONCILIACION
DESC FILIACIÓN
DESC INQUISICIÓN DE PATERNIDAD
DESC NIÑOS
DESC RECONOCIMIENTO
1015
381
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-O-8-5328-2004 FECHA:20041129
TITL No es oportuno solicitar aclaratoria a la decisión que dirimió el
conflicto de competencia con ocasión al cumplimiento de
sanciones de un adolescente, por cuanto el servicio militar no
es sanción ni el Fuerte es una entidad de atención.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC FUERZAS ARMADAS
DESC SERVICIO MILITAR
1016
382
TDOC Oficio Circular
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio PúblicO FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-1-0-C-898-2004 FECHA:20040412
TITL Visitas de inspección a Entidades de Atención y Defensorías del
Niño y del Adolescente.
FRAGMENTO
1021
LOPNA art:206
LOPNA art:212
LOMP art:90-2
EPMP art:91
EPMP art:117
EPMP art:118
DESC ADOLESCENTES
DESC ASISTENCIA SOCIAL MEDICA
DESC CONSEJO DE DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC DEFENSORIA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC ESTABLECIMIENTOS DE RECLUSION
DESC FISCALES SUPERIORES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC REGISTRO CIVIL
DESC RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
DESC TRIBUNALES DE PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
1022
383
TDOC Oficio Circular
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público DPIF
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-15-O-C-1585 - FECHA:20040517
2004
TITL Notificaciones efectuadas por el Órgano Jurisdiccional al fiscal
del Ministerio Público.
FRAGMENTO
1024
384
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales Superiores del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-C-9-0-2961-2004 FECHA:20040720
TITL Pautas para la aplicación de la Ley Orgánica Sobre la Violencia
Contra la Mujer y la Familia.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC AUDIENCIAS
DESC CONCILIACION
DESC DENUNCIA
DESC FAMILIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC INVESTIGACION
DESC MEDICINA LEGAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC MUJER
DESC VIOLENCIA
1027
385
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-C-4194-2004 FECHA:20040923
TITL Detención para asegurar la comparecencia a la audiencia
preliminar.
FRAGMENTO
1029
mora. El primero se trata de la indagación que hace el órgano judicial
sobre la posibilidad cualificada, sobre la apariencia cierta, de que el
derecho involucrado por el solicitante de la medida cautelar en la realidad
exista y que en consecuencia, será efectivamente reconocido mediante la
sentencia definitiva. En cuanto al periculum in mora, es el riesgo de que el
retardo natural del proceso pueda neutralizar la acción de justicia, ante la
posible fuga del imputado o la obstaculización, por su parte de la búsqueda
de la verdad.
En materia penal de responsabilidad del adolescente, la privación de
libertad, entendida como medida de aseguramiento cautelar, sólo es
susceptible de ser aplicada cuando se cometiere alguno de los delitos
contemplados en el literal a) del parágrafo segundo del artículo 628 de la
ley especial, a saber: homicidio, salvo el culposo; lesiones gravísimas,
salvo las culposas; violación; robo agravado; secuestro; tráfico de drogas,
en cualquiera de sus modalidades y el robo o hurto de vehículos
automotores.
En consecuencia, cualquier solicitud fiscal que tenga por objeto la
aplicación del artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, necesariamente deberá atender a los límites impuestos
por el artículo 628 ejusdem.
Igualmente la Dra. Nelly Mata, en la ponencia antes citada indica la
procedencia de dicha medida cautelar en dos situaciones:
Cuando el adolescente haya sido aprehendido en flagrancia y el fiscal
solicite que la causa continúe por el procedimiento ordinario, siempre
que el fiscal precalifique el hecho punible cometido en alguno de los
supuestos del artículo 628 ejusdem.
1030
LOPNA art:581
LOPNA art:628
COPP art:250
RSMP Nº 979-art:17-9
15-12-2000
DESC ADOLESCENTES
DESC AUDIENCIAS
DESC DETENCION
DESC INVESTIGACION
DESC LIBERTAD INDIVIDUAL
DESC MEDIDAS CAUTELARES
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
1031
386
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-12-C-4537-2004 FECHA:20041013
TITL Procedimiento a seguir cuando tienen conocimiento de
manifestaciones estudiantiles violentas.
FRAGMENTO
1033
Protección del Niño y del Adolescente, prevé derechos para los niños y
adolescentes, pero también les establece deberes, puesto que para la
correcta formación ciudadana es indispensable exigir que el adolescente
responda por sus actos cuando incumpla sus deberes, quebrantando la ley
y violando el derecho de los demás, cometiendo delitos o faltas y haciendo
víctimas.
Con el objetivo de unificar los criterios de actuación de los fiscales
especializados, lo instruyo a dar cumplimiento a las presentes
instrucciones, que persiguen lograr una adecuada aplicación de la ley y en
los casos en los cuales se este en presencia de una manifestación
violenta, sea aplicado el procedimiento establecido en La Ley Orgánica
Para la Protección del Niño y del Adolescente cuando se trate de un hecho
punible, o el Código Orgánico Procesal Penal cuando la conducta
constituye una falta…”.
DESC ADOLESCENTES
DESC ESTUDIANTES
DESC MANIFESTACIONES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NOTIFICACIONES
DESC ORDENANZAS MUNICIPALES
DESC ORDEN PUBLICO
DESC RESPONSABILIDAD PENAL
DESC VIOLENCIA
1034
387
TDOC Oficio
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales del Ministerio Público FMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-1-3-C-5584-200 FECHA:20041214
TITL Sustracción y retención de niños y/o adolescentes.
FRAGMENTO
1036
Sobre la base de lo antes indicado, la mencionada Dirección considera que
el espíritu del artículo 272 de la ley especial, no fue incluir a los padres
biológicos cuya filiación no ha sido establecida, como a los sujetos activos
del delito, sino a terceros diferentes a ellos que no tienen atribuida la
guarda, máxime cuando en la práctica generalmente ambos progenitores
reconocen la filiación aun cuando ésta no haya sido legalmente
establecida.
Conviene concluir que el fiscal especializado debe ser sumamente
cuidadoso al tratar tales asuntos y debe oír acuciosamente a la persona
que reclama la restitución del niño o adolescente, puesto que el supuesto
que nos ocupa se trata de un conflicto de índole familiar –restitución de
guarda- el cual debe intentarse solventar por la vía de la conciliación,
tratando de evitar con ello la ruptura de las relaciones paterno-filiales en
interés superior del niño. La mediación familiar es la mejor alternativa para
lograr acuerdos que atiendan las necesidades de los protagonistas en
disputa.
Por último, cabe señalar que dichas situaciones exigen del Ministerio
Público una actuación diligente, expedita, efectiva, evitando las
innecesarias remisiones de casos entre sus diferentes representantes,
especialmente cuando se sabe que el tiempo que transcurre sin haber
intentado las acciones pertinentes, va en detrimento del verdadero
afectado por la situación que no es otro que el niño y/o adolescente
involucrado en el incidente…”.
DESC ADOLESCENTES
DESC CONCILIACION
DESC CUSTODIA
DESC DAÑOS Y PERJUICIOS
DESC FILIACION
DESC NIÑOS
1037
388
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Presidente de la Organización Internacional para los POICMDN
Congresos Mundiales sobre Derechos del Niño
UBIC Ministerio Público MP Nº FGR-VF-DGAP-DPIF- FECHA:20040422
1543-2004
TITL Creación de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe
del Observatorio Internacional de Justicia.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC OBSERVATORIO INTERNACIONAL DE JUSTICIA
DESC PRESUPUESTO
1039
389
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-0-987-2004 FECHA:2004
TITL Reforma de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, el procedimiento del Sistema Penal de
Responsabilidad del Adolescente, tomando en consideración la
experiencia de los 4 años de la ley.
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC LEYES
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RESPONSABILIDAD PENAL DEL ADOLESCENTE
1040
390
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Tribunal Supremo de Justicia TSJ
UBIC Ministerio Público MP
TITL Confusión existente, en virtud de las actuaciones propias de los
abogados en ejercicio que vienen desempeñando en algunos
estados del país los Defensores Públicos de Protección.
FRAGMENTO
“Me dirijo a usted, a fin de comunicarle que el Despacho a mi cargo ha tenido conocimiento
a través de los fiscales del Ministerio Público Especializados en el Sistema de Protección
del Niño, el Adolescente y la Familia, de la situación de confusión reinante, a propósito de
las actuaciones propias de abogados en el libre ejercicio de la profesión que han venido
realizando en algunos estados del país los Defensores Públicos de Protección
dependientes del Servicio Autónomo de la Defensa Pública.
Lo anterior tiene su origen, en la falta de previsión legal expresa de las referidas figuras
como integrantes del Sistema de Protección del Niño y del Adolescente y menos aún se
encuentran señaladas sus atribuciones.
Resulta de gran importancia indicarle, que la situación arriba descrita es del conocimiento
del Dr. Carlos Arturo Craca Gómez, Director General del Servicio Autónomo de la Defensa
Pública, a través de sendas comunicaciones enviadas por la Dirección de Protección
Integral de la Familia del Ministerio Público. En dichas comunicaciones se le solicitaba
información respecto a la descripción, límites y alcances de las atribuciones conferidas a
los supra mencionados funcionarios, no obteniéndose hasta los actuales momentos
respuesta positiva alguna a los planteamientos formulados por esta Institución que
represento.
Ahora bien, las circunstancias se han ido tornando cada vez más complejas para los
fiscales del Ministerio Público Especializados en el Sistema de Protección del Niño, el
Adolescente y la Familia, toda vez que se ha tenido conocimiento de casos tramitados por
ante los órganos jurisdiccionales, en los cuales éstos funcionarios Defensores Públicos
intervinieron realizando en gran medida actividades que le son propias a los representantes
del Ministerio Público.
En atención a lo señalado, solicítole intervenga interponiendo sus buenos oficios y
gestionando lo conducente a objeto de que la indicada problemática sea resuelta a la
brevedad posible, todo lo cual habrá de redundar en beneficio del Sistema de Protección y
muy especialmente de los niños y adolescentes venezolanos cuyo interés superior impone
el trabajo articulado.
Seguro de obtener una respuesta positiva en torno a lo aquí expuesto”.
DESC ABOGADOS
DESC ADOLESCENTES
DESC COMPETENCIA JUDICIAL
DESC DEFENSORIA PUBLICA
DESC FAMILIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC MEDIDAS DE PROTECCION
DESC NIÑOS
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
1041
391
TDOC Oficio
REMI Fiscal General de la República FGR
DEST Presidente de la Asamblea Nacional PAN
UBIC Ministerio Público MP N°: DFGR/VFGR/DGAP/DPIF- FECHA:2004
10-O-4863-2004
TITL Proceso de transferencia de las entidades de atención,
programas y servicios dependientes del Instituto Nacional del
Menor a los estados y municipios.
FRAGMENTO
1042
Disposiciones legales contenidas en el documento:
LOPNA art:672
LOPNA art:673
STSJSCS 09-08-2002
1043
392
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Direcciones y Coordinaciones del Ministerio Público DCMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-10-11-15-214-2004 FECHA:20040130
TITL Libros que debe vaciar un despacho fiscal con competencia en
materia Civil, Protección e Instituciones Familiares.
FRAGMENTO
DESC FAMILIA
DESC FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
DESC LIBRO DIARIO
DESC LIBROS DE LOS DESPACHOS FISCALES
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC SISTEMA DE SEGUIMIENTO DE CASOS
1045
393
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Coordinación de Análisis y Evaluación de Medios del CAEM
Ministerio Público
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-4-299-2004 FECHA:20040211
TITL Actuación del Ministerio Público en la investigación aperturada
con ocasión al uso del anestésico denominado ´Sevorane´ .
FRAGMENTO
DESC INVESTIGACIÓN
DESC MEDICAMENTOS
DESC MINISTERIO PUBLICO
DESC NIÑOS
DESC RESPONSABILIDAD LEGAL DEL MEDICO
1047
394
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscal General de la República FGR
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-13-662-2004 FECHA:20040330
TITL Recusación en contra de una Fiscal en materia Civil, Familia,
Protección e Instituciones Familiares, solicitada por un
particular.
FRAGMENTO
1049
395
TDOC Memorandum
REMI Dirección de Protección Integral de la Familia DPIF
DEST Fiscales Superiores del Ministerio Público FSMP
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-9-934-2004 FECHA:20040514
TITL Informes estadísticos en los casos de violencia.
FRAGMENTO
DESC ESTADÍSTICA
DESC FUNDACIONES
DESC MUJER
DESC VIOLENCIA
1050
396
TDOC Memorandum
REMI Dirección de protección Integral de la Familia DPIF
DEST Dirección de Inspección y Disciplina DID
UBIC Ministerio Público MP Nº DPIF-3-10-1101-04 FECHA:20040601
TITL Poder correctivo de los padres y el ilícito de trato cruel.
FRAGMENTO
1052
397
TDOC /sin identificar/
REMI /sin remitente/
DEST /sin destinatario/
UBIC Ministerio Público MP FECHA:2004
TITL Amenaza o violación de derechos y garantías constitucionales
de los niños y adolescentes con ocasión de las medidas
judiciales de desalojo de los trabajadores en conflicto con la
empresa Petróleos de Venezuela, S.A. -PDVSA-
FRAGMENTO
DESC ADOLESCENTES
DESC DESAHUCIO
DESC DESPIDOS MASIVOS
DESC NIÑOS
DESC PARO PETROLERO
DESC PETROLEOS DE VENEZUELA, S.A.
DESC PROTECCION DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
DESC RELACION DE TRABAJO
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