La Isla de Los Milagros
La Isla de Los Milagros
La Isla de Los Milagros
LA ESCLAVITUD
En cuanto amaneció los pobladores se formaron
en hileras y se les ordenó caminar hasta el Valle
sagrado, cargando las enormes sierras para dos
hombres, hachas y serruchos. Los cochoiras iban
en silencio, pero comunicándose mentalmente a
cada paso y debatiendo entre ellos de qué modo
podrían evitar la tragedia de dar muerte a los
árboles.
Ese primer día no pudieron evitar aserrar varios
árboles y los chacales les reclamaron más
rapidez en el trabajo. Esa noche llegaron
cansados y llorando de angustia al imaginar cada
día subsiguiente y el tremendo daño de esa tala
criminal.
Sin embargo, las aves de la Santa Selva, que
conocían el idioma, habían comunicado a otros
animales lo que estaba ocurriendo.
En pocos días se corrió la voz y las serpientes
del desierto de Oro, los monos, topos y zorros del
Médano de Oro se organizaron y quedaron
esperando alertas al llamado de las águilas.
Mientras los pobres esclavos eran obligados a
cortar los árboles y revisar las raíces para
comprobar si se trataba de la entrada al núcleo
sagrado, la abuela chamana de Nau, caminó
hasta la Cueva de los Misterios junto al Jefe de la
comunidad. Allí elevaron un canto extraño,
convocando a los animales.
Ese atardecer llegó el águila líder, los monos,
zorros y todas las aves de la selva se colocaron a
su alrededor. El Águila les explicó el plan para
liberarse de los canallas.
LA LIBERACIÓN