Bloque Constitucional

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Delimitación del bloque de

constitucionalidad en el caso
guatemalteco

Delimitation of the constitutional bloc in the Guatemalan case

Ana Isabel Calderón Cristal


Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogada y Notaria
Maestranda en Derecho Constitucional, Universidad Rafael Landívar
Letrada de Magistratura de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala.
anaisacalderon3580@yahoo.com
https://doi.org/10.37346/opusmagna.v16i01.9

Fecha de recepción:
07/10/2019 Fecha de
aceptación: 20/02/2020

SUMARIO
Introducción
1. Consideraciones preliminares
2. El bloque de constitucionalidad en el ámbito guatemalteco
3. Determinación de los instrumentos que conforman
el bloque de constitucionalidad

- 193
Opus Magna Constitucional
Corte de Constitucionalidad – Instituto de Justicia Constitucional
ISSN: 2707-9856 opusmagna.cc.gob.gt Guatemala Tomo XVI abril 2019 – marzo 2020

Reflexiones finales
Bibliografía
Resumen Abstract
El presente trabajo constituye un
This work constitutes an attempt to
intento de profundizar en el tema del
delve deeper into the issue of the
bloque de constitucionalidad en el
constitutional bloc in the
contexto guatemalteco, incursionando
Guatemalan context by entering into
en el campo de la delimitación de los
the field of the delimitation of the
instrumentos internacionales que, a
international instruments. Some of
través de la jurisprudencia de la Corte
these have been considered by the
de Constitucionalidad de Guatemala,
Constitutional Court of Guatemala
han sido considerados como integrantes
as part of the constitutional bloc
de esa figura, a partir del
through express recognition in case
reconocimiento expreso que, de esta
law. It intends to advance in the
última, efectuara el alto tribunal.
identification of the norms that are
Pretende, pues, avanzar en la
currently of constitutional hierarchy
identificación del elenco normativo que
and are capable of being constituted
ostenta actualmente jerarquía
as a parameter of the
constitucional y es susceptible de
constitutionality control of acts and
constituirse como parámetro del control
laws. Additionally, it reflects some
de constitucionalidad de los actos y
considerations about the important
leyes. Además, dejar plasmadas
practical implications that the
algunas reflexiones sobre las
inclusion of international
importantes implicaciones prácticas que
instruments in the bloc has. The
la inclusión de instrumentos
previous in relation to the duty of
internacionales en el bloque posee con
compliance of the international
relación al deber de cumplimiento de
commitments acquired by the State
los compromisos internacionales
of Guatemala and the protection of
adquiridos por el Estado de Guatemala
the human rights of its inhabitants
y la protección de derechos humanos de
that affect all state organs, as well
sus habitantes, y que tocan a la
as the individuals. This is based on
totalidad de órganos estatales, así como
the reinforced level of binding force
a los particulares. Esto, a partir del
that is given to the aforementioned
nivel reforzado de vinculatoriedad que
instruments by providing them with
se brinda a los aludidos instrumentos, al
the normative force that
dotarlos de
la fuerza normativa que caracteriza a characterizes the constitutional
las disposiciones constitucionales. Se provisions. It also highlights the
resalta, además, la necesidad de need to seek increasingly clear lines
procurar líneas cada vez más claras when referring to the constituent
cuando se aluda a los elementos elements of this notion, in such a
integrantes de esta noción, a efecto de way that the figure can be
que la figura sea difundida de maneras disseminated in more precise ways

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Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

más precisas en los distintos campos de in the various fields of legal


aplicación jurídica. application.
Palabras clave: Derecho Procesal Keywords: Constitutional
Constitucional, bloque de Procedural Law, constitutional
constitucionalidad, control de bloc, constitutional control,
constitucionalidad, jerarquía constitutional hierarchy,
constitucional, instrumentos international human rights
internacionales en materia de derechos instruments, Constitutional Court of
humanos, Corte de Constitucionalidad. Guatemala.

ABREVIATURAS
C 169 Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo sobre
pueblos indígenas y tribales en países independientes
CADH Convención Americana sobre Derechos Humanos
CC Corte de Constitucionalidad de Guatemala

Corte IDH Corte Interamericana de Derechos Humanos


INTRODUCCIÓN
El presente trabajo no tiene otra pretensión más que la de avanzar en la
tarea de perfilar el bloque de constitucionalidad en el contexto guatemalteco.
No busca ahondar en los orígenes de la figura o realizar un ejercicio de
derecho comparado que dé cuenta de su tratamiento en otras latitudes. Baste
realizar algunas breves referencias de los extremos mencionados, que sirvan
como introducción para el abordaje del asunto principal que busca ser
desarrollado. Pese a que la noción del bloque ya ha sido abordada en algunos
trabajos locales precedentes, el presente se constituye como un intento de
profundización, mediante la incursión en el campo de la delimitación de los
instrumentos internacionales que por vía pretoriana han sido considerados
como integrantes del bloque a partir del reconocimiento expreso que, de esta
figura, realizó el tribunal constitucional. No es ajena la complejidad de lograr
un alto grado de precisión en una labor de sistematización de la jurisprudencia
del tribunal constitucional guatemalteco como la que se procura,
principalmente ante el gran cúmulo de asuntos que son sometidos a su
conocimiento y en los que son invocados materiales jurídicos internacionales,
así como la no siempre clara delimitación realizada en los fallos
constitucionales. A pesar de lo anterior, se considera necesario el

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emprendimiento de esa tarea, ante las importantes implicaciones prácticas que


posee el empleo de figuras como el bloque de constitucionalidad y,
estrechamente relacionado, el control de convencionalidad.

El recorrido inicia, pues, con una serie de consideraciones preliminares


que hacen mención del origen de la figura y su recepción en el continente
latinoamericano. Posteriormente, serán incluidos aspectos generales que van
caracterizando al bloque de constitucionalidad en el ámbito local. En un tercer
segmento, será abordado el criterio de la determinación de los instrumentos
que conforman el bloque en el contexto nacional, así como la serie de
materiales jurídicos que pueden ser considerados incluidos en este.
Finalmente, las consideraciones efectuadas permitirán concluir sobre la
importancia de establecer, con claridad, cuáles instrumentos internacionales
ostentan actualmente jerarquía constitucional y resultan ser susceptibles de
constituirse como parámetro del control de constitucionalidad de los actos y
leyes. Además, reflexionar sobre la repercusión que ello posee en la tarea que
a cada uno de los entes públicos corresponde en el cumplimiento de los
compromisos internacionales adquiridos por el Estado de Guatemala.

Para lograr el objetivo trazado, el presente trabajo se vale del análisis


realizado sobre diversos pronunciamientos emitidos por el alto tribunal
constitucional en los que quedó plasmada la invocación de la noción del
bloque de constitucionalidad, proveniente de la labor argumentativa realizada
por las partes o por la mencionada Corte, a partir de los cuales se
seleccionaron aquellos que, a juicio de la autora, permiten identificar la
utilización del contenido de ciertos materiales jurídicos, distintos al texto
formal de la norma suprema, en la labor de control de constitucionalidad
ejercida por el Tribunal.

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Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

1. Consideraciones preliminares

Al tratar el tema de los orígenes de la noción de bloque de


constitucionalidad, surge imperativamente la necesidad de hacer referencia a
la labor efectuada por el Consejo Constitucional francés, que cuando estudia
la constitucionalidad de una disposición legal frente a la Constitución
francesa de 1958 [decisión 71-44 DC, de 1971] hace remisión a la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 y al
preámbulo de la Constitución francesa de 1946. El referido Consejo acudió a
tales documentos debido a que en la norma constitucional vigente no existe
un catálogo expreso de derechos, como sí existía en otros instrumentos. Ese
vacío es superado atendiendo el tenor literal del preámbulo del texto
fundamental,1 que el Consejo entiende dotado de fuerza vinculante. La
doctrina francesa acuña el término bloque de constitucionalidad para explicar
la técnica empleada por el Consejo Constitucional, inspirada en lo que en
derecho administrativo era denominado bloque de legalidad, que evocaba a
todas las reglas de origen variado que se imponen a la administración en
virtud del principio de legalidad. El vocablo es un término acuñado
doctrinalmente, pues hasta ese entonces, el Tribunal francés, al designar el
conjunto de disposiciones situadas a nivel constitucional, cuyo respeto se
impone a la ley, prefería expresiones como la de principios y reglas de valor
constitucional (Favoreau, 1990).

A partir de entonces, la utilización de la figura del bloque de


constitucionalidad se ha expandido en numerosos países, tanto en Europa
como en América; sin embargo, perfila un contenido diferente en cada
continente, pues en el ámbito europeo, su empleo se encuentra vinculado a la
remisión de normas nacionales que sirven como parámetro de
constitucionalidad; en contraste, la región americana ha utilizado el bloque en
estrecha relación con las cláusulas constitucionales de apertura al derecho
internacional de los derechos humanos.

1 El preámbulo establece: “El pueblo francés proclama solemnemente su adhesión a los


derechos humanos y a los principios de la soberanía nacional tal y como fueron
definidos por la Declaración de 1789, confirmada y completada por el Preámbulo de la
Constitución de 1946…” (Constitución, 1958). Actualmente, producto de una reforma
realizada en 2005, el preámbulo también hace referencia a los derechos y deberes
definidos en la Carta de Medio Ambiente de 2003.

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Así lo explica Góngora Mera (2014) cuando nota, en un estudio de


derecho comparado, que en Estados como Francia, España e Italia, el bloque
de constitucionalidad hace referencia al conjunto de normas que conforman el
parámetro de constitucionalidad, incluyendo a la constitución stricto sensu y
una serie de normas de origen nacional, que no pertenecen al texto
constitucional y que pueden tener formalmente el mismo rango de las normas
cuya constitucionalidad es discutida. Mientras que en el caso francés,
mediante el bloque de constitucionalidad se integran normas de derechos
humanos reconocidos en instrumentos nacionales previos a la Constitución
vigente, en España e Italia la figura es empleada primordialmente en la
distribución de competencias entre el Estado y las autoridades regionales. 2

Luego de un repaso del bloque de constitucionalidad en el ámbito


latinoamericano, el citado autor asevera que la adopción de esta figura supone
que varios tratados internacionales de derechos humanos han adquirido rango
constitucional en distintos países, lo que ha generado una convergencia
normativa en el derecho constitucional de varios Estados. Concluye que, pese
a la heterogeneidad respecto de las normas que efectivamente se integran al
bloque, la expansión intra-regional de su doctrina ofrece un potencial muy
significativo para la convergencia de estándares normativos en materia de
derechos humanos y, consecuentemente, para la construcción colectiva de un
ius constitutionale commune en América Latina.

Las breves anotaciones efectuadas dan cuenta de la dificultad de


efectuar delimitaciones conceptuales cuando al bloque de constitucionalidad
se refiere. De cualquier forma, se estima conveniente señalar que este
concepto refiere, en términos generales, al conjunto de disposiciones
contenidas textualmente en la norma fundamental, y aquellas que aun no
siendo dispuestas de esa forma, por remisión del mismo texto supremo, o
bien, producto de construcciones jurisprudenciales a cargo de los órganos que
ejercen jurisdicción constitucional, adquieren jerarquía constitucional y

2 Al parecer de Góngora Mera, la adaptación en la región americana de la figura del


bloque de constitucionalidad a las condiciones propias de cada país obedeció a distintos
factores de la coyuntura político institucional, dentro de los que se enlistan los procesos
de democratización y las reformas constitucionales desde finales de los ochenta, que
incluyeron referencias explícitas a diversos instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos, universales y regionales, así como la creación, en varios casos, de
cortes constitucionales independientes.

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pueden ser utilizadas como parámetro para efectuar el control de


constitucionalidad. En su versión latinoamericana, el bloque de
constitucionalidad ha sido empleado primordialmente como técnica de
apertura al derecho internacional de los derechos humanos.

2. El bloque de constitucionalidad en el ámbito guatemalteco

En Guatemala, la constitución no consagra explícitamente la jerarquía


constitucional de instrumentos internacionales en materia de derechos
humanos, como sí sucede en otros países, por ejemplo, en Argentina
(Congreso Nacional Constituyente, 1994), donde la norma fundamental,
enumera instrumentos claramente definidos a los que asigna ese rango. Sí
incluye la constitución guatemalteca, empero, el precepto siguiente: “Artículo
46. Preeminencia del Derecho Internacional. Se establece el principio general
de que en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones
aceptados y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho
interno”. Asimismo, el artículo 44 establece: “Derechos inherentes a la
persona humana. Los derechos y garantías que otorga la Constitución no
excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a
la persona humana…” (Asamblea Nacional Constituyente, 1985).

Aunque pudiera deducirse, prima facie, que el derecho interno incluye


también a la norma fundamental guatemalteca, sobre la cual, el derecho
internacional también tendría preeminencia, conforme el artículo 46 ibídem,
tal apreciación ha sido discutida. En una postura inicial, expresada dentro del
expediente 280-90, la CC consideró que la jerarquización a la que hace
alusión el artículo 46 debía entenderse respecto a la legislación ordinaria o
derivada, pero no podía reconocerse sobre la Constitución, porque si derechos
no incluidos expresamente en ella (pero cuya protección es reconocida por vía
del artículo 44 constitucional) entraran en contradicción con sus preceptos, su
efecto sería modificador o derogatorio, lo cual provocaría conflicto con las
cláusulas constitucionales que garantizan su rigidez y superioridad, y con la
disposición que únicamente el poder constituyente o el refrendo popular,
según sea el caso, tienen facultad reformadora de la Constitución (Corte de
Constitucionalidad, 1990).

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Posteriormente, el citado tribunal constitucional determinaría, dentro de


los expedientes 334-95 y 131-95, que de existir conflicto entre normas de
derecho interno y tratados internacionales sobre derechos humanos,
prevalecerían estos últimos, sin embargo, también afirmaría que estos no son
parámetros de control constitucional (Corte de Constitucionalidad, 1996,
1997).

Un poco más adelante, la CC variaría su interpretación al reconocer,


implícitamente, que los tratados internacionales en materia de derechos
humanos constituyen parámetro de constitucionalidad de los actos de poder
público y leyes. Ejemplificativo de lo anterior, es el pronunciamiento
proferido dentro del expediente 1042-97 (Corte de Constitucionalidad, 1998).
A partir de entonces, paulatinamente, la CC iría incorporando, en su tesis
argumentativa, la figura del bloque de constitucionalidad.

Imprescindible, al momento de tratar el tema del bloque de


constitucionalidad, resulta el fallo emitido dentro del expediente 1822-2011,
en que el tribunal constitucional estima importante hacer un esfuerzo por
perfilar con mayor nivel de precisión la figura objeto de estudio. En esa
oportunidad consideró:

… para dar respuesta a la problemática acerca de la recepción en el


orden interno de los tratados en materia de derechos humanos, otros
ordenamientos han acudido a la figura del bloque de constitucionalidad,
el que ha sido parte de anteriores pronunciamientos de la Corte de
Constitucionalidad, (verbigracia los expedientes 90-90, 159-97,
30042007, 3878-2007, auto de 4 de octubre de 2009, expediente 3690-
2009, 1940-2010 y 3086-2010, entre otros), aunque en ninguno de
éstos se ha definido su contenido y alcances.

Luego de efectuar algunas consideraciones sobre la evolución de la que


ha sido objeto la figura del bloque de constitucionalidad en el derecho
comparado, la CC dictaminó:

…por vía de los artículos 44 y 46 citados, se incorpora la figura del


bloque de constitucionalidad como un conjunto de normas
internacionales referidas a derechos inherentes a la persona, incluyendo

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Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

todas aquéllas libertades y facultades que aunque no figuren en su texto


formal, respondan directamente al concepto de dignidad de la persona,
pues el derecho por ser dinámico, tienen reglas y principios que están
evolucionando y cuya integración con esta figura permite su
interpretación como derechos propios del ser humano. El alcance del
bloque de constitucionalidad es de carácter eminentemente procesal, es
decir, que determina que los instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos que componen aquél son también parámetro para
ejercer el control constitucional del derecho interno. Así, a juicio de
esta Corte, el artículo 46 constitucional denota la inclusión de los
tratados en el bloque de constitucionalidad, cuyo respeto se impone al
resto del ordenamiento jurídico, exigiendo la adaptación de las normas
de inferior categoría a los mandatos contenidos en aquellos
instrumentos. El contenido del bloque de constitucionalidad está
perfilado por la Constitución, y esta Corte, como máximo intérprete de
la norma suprema, cuyas decisiones son vinculantes a los poderes
públicos, es la competente para determinar, en cada caso, qué
instrumentos se encuentran contenidos en aquél (Corte de
Constitucionalidad, 2012).

El tribunal guatemalteco ha afirmado expresamente, verbigracia, en el


expediente 5237-2013, la utilización del bloque de constitucionalidad en el
control constitucional de leyes, señalando que: “La acción de
inconstitucionalidad procede contra las normas jurídicas vigentes que
contengan vicio total o parcial de inconstitucionalidad, en aras de que el
ordenamiento jurídico esté integrado solamente por disposiciones que se
enmarquen en los postulados del bloque de constitucionalidad.” (Corte de
Constitucionalidad, 2015).

Sin embargo, resulta de importante mención el hecho que, desde los


primeros fallos subsiguientes al emitido dentro del expediente 1822-2011
precitado (por ejemplo, en los expedientes acumulados 5909-2013, 5985-
2013, 48-2014 y 439-2014, 2404-2014, acumulados 5341-2015 y 5350-2015,
y 19072017) puede advertirse que el empleo del bloque de constitucionalidad
perfilado por la CC no se limita al control de normas jurídicas, sino que,
además, de los actos del poder público. En los siguientes términos se ha
manifestado, en cuanto a la posibilidad de cuestionar violaciones o amenazas

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de violación de derechos humanos por medio de la garantía del amparo: “…el


amparo se circunscribe a intervenir ante la amenaza o lesión a los derechos
que la Constitución, el bloque de constitucionalidad o el resto del orden
jurídico reconocen y garantizan...” (Corte de Constitucionalidad, 2015)
(Corte de Constitucionalidad, 2016) (Corte de Constitucionalidad, 2016)
(Corte de Constitucionalidad, 2018).

Esta última acotación resulta de importante mención, pues como señala


Casal (2010) al referirse a las funciones de la jurisdicción constitucional, se
observa un desplazamiento en el tratamiento dogmático de esa jurisdicción,
que en una primera etapa giró en torno al control constitucional de las leyes,
pero posteriormente, ha desembocado en una intensificación de las tareas de
control sobre los jueces ordinarios, mediante mecanismos como el amparo, lo
que ocurre en Alemania y España. Lo anterior conlleva, para el citado autor,
la necesidad de realizar un reexamen de las funciones de la jurisdicción
constitucional, que suelen perfilarse centrándose en la revisión de leyes, pese
a que esta no es, en muchos ordenamientos, el principal campo de actuación
de esa jurisdicción.

El citado tribunal nacional también ha señalado que la interpretación de


las normas jurídicas debe efectuarse observando los principios contenidos en
la Constitución y el resto de normas que conforman el bloque de
constitucionalidad, con lo cual vincula no solamente al órgano legislativo –y
demás autoridades con potestad regulatoria– en la producción de las
disposiciones normativas, sino a todos los órganos estatales e, incluso, a los
particulares. De esta forma lo apuntó, dentro de los expedientes 3137-2015 y
3370-2015:

Así, esta Corte ha sostenido que la interpretación jurídica en un Estado


Constitucional de derecho debe realizarse de forma sistemática,
teniendo presente la necesaria sujeción del orden jurídico interno a los
preceptos de la Constitución, lo que implica que tanto los órganos del
Estado, como los particulares o gobernados, están obligados a
interpretar las normas jurídicas en coherencia con los principios y
postulados que emanan de la Ley Fundamental y del resto de normas
que conforman el bloque de constitucionalidad (Corte de
Constitucionalidad, 2015) (Corte de Constitucionalidad, 2016).

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De la misma forma, la Corte ha afirmado que la interpretación del texto


de la Constitución debe realizarse de forma integral, observando los
principios y normas del resto de instrumentos que integran el bloque de
constitucionalidad, aseveración que atañe a todos los órganos que se
constituyen como tribunales constitucionales, incluso a la CC misma, como
intérprete última del texto fundamental. En ese sentido, dentro del expediente
4076-2016, expresó lo siguiente: “…la interpretación de la Constitución
Política de la República de Guatemala debe ser de forma integral, analizando
y ponderando todas las normas y principios del bloque de constitucionalidad”
(Corte de Constitucionalidad, 2016).

3. Determinación de los instrumentos que conforman el bloque


de constitucionalidad

Previo al fallo proferido dentro del expediente 1822-2011 arriba aludido


(17 de julio de 2012), el tribunal constitucional, dentro del expediente
38782007, empleó como criterio determinante para considerar a un
documento multilateral incluido dentro de la figura, su ratificación por parte
del Estado de Guatemala. De la siguiente forma se expresó:

Como puede advertirse, el consentimiento y/o la ratificación de lo


dispuesto en los documentos multilaterales antes enumerados supone
para el Estado de Guatemala, en síntesis, el compromiso internacional
de asumir una posición definida acerca del derecho de consulta de los
pueblos indígenas, expresada en varios componentes: (i) su
reconocimiento normativo propiamente dicho y, por ende, su inserción
al bloque de constitucionalidad como derecho fundamental, por virtud
de lo establecido en los artículos 44 y 46 de la Carta Magna… (Corte
de Constitucionalidad, 2009)

Esa postura variaría en el pronunciamiento emitido en el expediente


1822-2011, en el que la CC indicó que sería ese tribunal el que iría
estableciendo los instrumentos que se encontrarían contenidos en el bloque,
de lo que puede entenderse que la sola manifestación de consentimiento del
Estado no resultaría suficiente para considerar a un instrumento como
integrante de la figura. Este criterio de selección de los instrumentos por parte
del máximo tribunal constitucional como mecanismo para la conformación de

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la noción de bloque fue reiterado expresamente en diversas oportunidades


subsiguientes.

Debe advertirse, no obstante lo anterior, sobre la existencia de


sentencias, también posteriores, no del todo claras con relación a la adopción
de ese último criterio. En apoyo de tales pronunciamientos, se puede asumir
una u otra postura, dado que la CC no es expresa en señalar la circunstancia a
partir de la cual considera que los instrumentos internacionales que emplea
tienen aptitud para servir como parámetro del control constitucional, en
contraste con otras oportunidades, en la que sí indica que la observancia de
cierto instrumento obedece a su inserción al bloque, por parte del mismo
Tribunal, en fallos precedentes. Además, se registran ocasiones en las que la
Corte, sin hacer alusión explícita a la figura del bloque, sí realiza una labor de
parificación entre normas o actos y fuentes internacionales, razón por la que
estas decisiones se incluyen dentro del grupo de sentencias en el que no es
posible la identificación del criterio empleado.

A continuación, una figura que contiene los pronunciamientos ubicados,


dispuestos en orden cronológico y en atención a los criterios de inclusión
utilizados por la Corte.

Figura 1
Línea jurisprudencial del mecanismo adoptado para determinar la
conformación del bloque de constitucionalidad
Manifestación Sentencia de 21 Sentencia de 30 de Inclusión del
de de diciembre de mayo de instrumento,
consentimiento 2009, expediente 2012, expedientes por parte de
del instrumento 3878-2007 acumulados 401-2012 la CC
internacional y 489-2012
por parte del
Estado de Sentencia de 17
Guatemala de julio de 2012,
expediente
Manifestación Sentencia de 30 de 18222011

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de octubre de 2012, Sentencia de 7 de Inclusión del


consentimiento expediente 1240- agosto de 2013, instrumento,
del instrumento 2012 expediente por parte de
internacional 14972013 la CC
por parte del Sentencia de 15 de
Estado de mayo de 2013,
Guatemala expediente 4793-
2012 Sentencia
de 19 de
marzo de 2014,
expediente 1552-
2013
Sentencia de 22 de
noviembre de 2013, Sentencia de 26
expediente 1094- de febrero de
2013 2015,
expedientes a c u
m u l a d o s
3308-2014 y
3347-2014

Sentencia de 25 de
marzo de 2015,
expedientes
acumulados 156-2013
y 159-2013

Sentencia de 13 de
agosto de 2015,
expediente 1732-
2014

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Sentencia de 8 de
septiembre de 2015,
expedientes
acumulados 2-2015,
151-2015, 298-2015
y 1045-2015

Sentencia de 10 de
septiembre de 2015,
expediente 1149-
2012

Sentencia de 21 de
octubre de 2015,
expediente 5290-
2014

Sentencia de 12 de
enero de 2016,
expediente 411-2014

Sentencia de 12 de
enero de 2016,
expediente 3753-
2014
Sentencia de 26
Sentencia de 5 de de noviembre de
julio de 2016, 2015, expediente
expedientes 1006-2014
acumulados
47832013, 4812-2013
y 4813-2013

Sentencia de 7 de
julio de 2016,
expediente 5711-
2013

Sentencia de 6 de
febrero de 2017,
expediente 4136-
2016

Sentencia de 14 de Sentencia de 8 de
febrero de 2017, noviembre de
expediente 1490- 2016, expediente
2016 3438-2016

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Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

Sentencia de 26 de
mayo de
2017, expedientes
acumulados 90-2017,
91-2017 y 92-2017
Manifestación Sentencia de 21 de Sentencia de 7 de Inclusión del
de junio de 2017, diciembre de instrumento,
consentimiento expediente 943-2017 2017, expediente por parte de
del instrumento 2841-2017 la CC
internacional Sentencia 29 de junio
por parte del 2017, expediente
Estado de 3120-2016
Guatemala
Sentencia de 20 de
julio de 2017,
expediente 1264-
2017

Sentencia de 12 de
octubre de 2017,
expediente 2709- Sentencia de 26
2017 de junio de 2018,
expediente
34482017

Sentencia de 24 de
octubre de 2017, Sentencia de 24
expediente 6276- de enero de 2019,
2016 expediente
17052017

Sentencia de 7 de Sentencia de 29
febrero de 2018, de enero de 2019,
expediente 4221- expediente
2017 32392017

Sentencia de 22 de
mayo de 2018,
expediente 5024-
2017

Sentencia de 8 de
agosto de 2018,
expediente 858-2016

Sentencia de 25 de
octubre de 2018,

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expediente 5614-
2016

Como puede observarse, la Corte no ha sido conteste en la expresión de


los motivos que la llevan a apreciar que un instrumento internacional puede
ser considerado parte del bloque de constitucionalidad. Pese a ello, existen
razones para sostener que la escogencia de los materiales jurídicos que
pueden considerarse insertos al bloque corresponde al máximo tribunal
constitucional guatemalteco. Estas serían: i) en la sentencia proferida dentro
del expediente 1822-2011, el Tribunal se atribuyó de forma explícita esa
potestad; ii) existen diversas resoluciones que reiteran ese criterio, y iii) no
fue ubicado pronunciamiento posterior al emitido dentro del expediente 1822-
2011 del que pueda extraerse, sin lugar a dudas, el empleo del criterio
anterior, contenido en la sentencia dictada dentro del expediente 3878-2007,
por virtud del cual se sostenía que los instrumentos internacionales
automáticamente integraban el bloque al ser ratificados por el Estado.

Expresado lo anterior, resulta pertinente examinar, desde la mirada del


criterio que sostiene que la CC es la competente para determinar los
instrumentos que se encuentran contenidos en él, cuáles materiales jurídicos
pueden considerarse, en efecto, incluidos en el bloque, sea por su
incorporación expresa o tácita en los casos analizados.

La Corte ha afirmado en reiteradas ocasiones que es dable esgrimir lo


preceptuado por la CADH como parámetro para establecer la legitimidad
constitucional de una disposición infraconstitucional, así como en el
enjuiciamiento de actos del poder público. También dispuso la CC, cuando se
intentó cuestionar la constitucionalidad de precepto contenido en la CADH,
que esa disposición, al formar parte del bloque de constitucionalidad, no
podía ser objeto de un planteamiento de esa naturaleza.

Otros instrumentos internacionales que pueden ser considerados como


parte del elenco del bloque de constitucionalidad, conforme el criterio del que
se ha hecho mención, lo son: la Declaración Universal de Derechos Humanos,
el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos
en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de

208 - Ana Isabel Calderón Cristal


Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención contra la Tortura


y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y su Protocolo
Facultativo, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura, la Convención sobre los Derechos del Niño y, con un menor grado de
determinación, los estándares internacionales protectores de los derechos de
niños, niñas y adolescentes, la Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
“Convención de Belém do Pará”, la Convención sobre la Nacionalidad de la
Mujer Casada y, de forma general, los tratados internacionales en materia de
derechos de la mujer, las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las
medidas no privativas de la libertad (Reglas de Tokio), la Convención sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad, el Convenio 98 de la
Organización Internacional de Trabajo sobre el derecho de sindicación y de
negociación colectiva, el Convenio 154 de la Organización Internacional de
Trabajo sobre la negociación colectiva, la Convención Internacional sobre la
Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y sus
Familiares y la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas.

Con relación al C 169, la jurisprudencia de la CC no ha sido


contundente sobre si esa normativa, en su totalidad, forma parte del bloque de
constitucionalidad. Aunque inicialmente el tribunal no parecía tener una
postura clara respecto de si las disposiciones de ese cuerpo normativo podían
condicionar actos públicos, particularmente, la formación de leyes, 3 son
3 Cuando, dentro del expediente 1008-2012, se impugnó de inconstitucional la Ley de
Minería, pues en su contenido no se contempló el derecho de consulta; además, se
afirmó que como medida legislativa debió ser sometida a consulta antes de ser
formulada, según los lineamientos contenidos en el C 169. En sus consideraciones, la
CC refirió: “… es preciso mencionar que el proceso de formación y sanción de la ley en
Guatemala, se encuentra establecido a nivel constitucional, en los artículos 174 al 181 de
la norma suprema, procedimiento utilizado para la emisión de la Ley que se cuestiona,
sin que pueda apreciarse en el reproche que se formula se refiera al incumplimiento de
las etapas previstas en la normativa antes indicada. Si bien, se cuestiona que a juicio de
los accionantes, debió darse cumplimiento a la previsión contenida en el Convenio 169
de la Organización Internacional del Trabajo, a juicio de este Tribunal en el proceso de
formación y sanción de la ley deviene aplicable la normativa antes indicada, por lo que
no resulta acogible el citado argumento”. Sin embargo, más adelante, el Tribunal
plasmaría apreciaciones sobre la forma en que, en cada caso concreto, según interpretó,
podía darse cumplimiento a la obligación de consulta contenida en el referido
instrumento. Nótese que la sentencia a la que se ha hecho referencia es posterior a la
emitida dentro del expediente 1822-2011 (de 17 de julio de 2012), en la que se abordó

Ana Isabel Calderón Cristal - 209


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halladas oportunidades en la que fue explícita en indicar que el citado


convenio constituye parte integrante del bloque. 4 Existe también abundante
jurisprudencia en la que se reitera que el derecho de consulta, previsto en esa
normativa, es parte del bloque, y casos en los que ha empleado disposiciones
del C 169, distintas a aquellas relacionadas al derecho de consulta, como
parámetro para la verificación de la constitucionalidad, en algunas ocasiones,
sin referir con claridad que el cuerpo normativo integra el bloque, pero sí
haciéndolo, respecto de los estándares internacionales en materia de derechos
humanos.

Sobre la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los


Pueblos Indígenas, es importante mencionar que la CC ha señalado, en alguna
ocasión, que esta forma parte del bloque de constitucionalidad, invocándola
para efectuar la labor de control,5 pero, en otros casos, principalmente la ha
reconocido como pauta interpretativa que da sentido y alcance a los derechos
contenidos en los otros instrumentos internacionales, en consonancia con la
manifestación que el Estado de Guatemala efectuó en el voto favorable que,
en su oportunidad, emitiera para su aprobación en la Asamblea General de las
Naciones Unidas.6

Por otra parte, en algunos pronunciamientos, el tribunal constitucional


precisó que al estar Guatemala sometida a la jurisdicción de la Corte IDH,
resultaba de obligatoria observancia las sentencias emitidas por ese Tribunal,
aunque en estas no figure el Estado de Guatemala como parte, ya que

de forma expresa el reconocimiento del bloque de constitucionalidad (Corte de


Constitucionalidad, 2013).
4 Por ejemplo, dentro de los expedientes acumulados 90-2017, 91-2017 y 92-2017,
cuando señaló: “No está demás subrayar que el derecho de los pueblos indígenas a estar
plenamente informados, se deriva del derecho de estos pueblos a determinar y elaborar
las prioridades y estrategias de desarrollo o la utilización de sus tierras o territorios y
otros recursos. Artículo 7.1, del Convenio 169 de la OIT, instrumento que como ya se ha
mencionado con antelación forma parte de la Constitución Política de la República como
consecuencia de su incorporación a la misma como Bloque de Constitucionalidad.”
(Corte de Constitucionalidad, 2017). Otro ejemplo es hallado dentro de los expedientes
acumulados 401-2012 y 489-2012 (Corte de Constitucionalidad, 2012).
5 En tal sentido, el fallo emitido dentro de los expedientes acumulados 4783-2013,
48122013 y 4813-2013 (Corte de Constitucionalidad, 2016).
6 En esa línea, las sentencias dentro de los expedientes 943-2017 y 1467-2014 (Corte de
Constitucionalidad, 2017) (Corte de Constitucionalidad, 2016).

210 - Ana Isabel Calderón Cristal


Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

contienen la interpretación del contenido de las normas de la Convención. 7


Sin embargo, en fallos más recientes, la Corte daría un paso adelante al
reconocer expresamente que la jurisprudencia de la Corte IDH también forma
parte del bloque de constitucionalidad.

Sobre la posibilidad de que normas de carácter local puedan integrar el


bloque de constitucionalidad en el ámbito guatemalteco, conviene señalar que
la CC ha traído a colación, en sus pronunciamientos, la opinión doctrinal que
refiere que las leyes de carácter constitucional –Ley de Emisión del
Pensamiento, Ley Electoral y de Partidos Políticos, Ley de Orden Público, y
Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad– forman parte
del bloque de constitucionalidad;8 sin embargo, esta referencia es utilizada por
el Tribunal, no con el objeto de establecer que esas normativas ostentan
jerarquía constitucional y puedan fungir como parámetro de control de
constitucionalidad, sino únicamente a fin de realizar consideraciones sobre la
posición preferente que ocupan respecto de la norma ordinaria y su especial
proceso de reforma, así como de la competencia de la Corte para realizar un
control preventivo y vinculante respecto a proyectos de reformas que sobre
ellas se intenten. Por lo tanto, se considera que el enfoque que, del concepto
de bloque de constitucionalidad, refiere el tribunal en los fallos citados, es
distinto al analizado en el presente trabajo.

Otro punto conveniente de mencionar, lo es la consideración de si los


Acuerdos de Paz signados entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad
Revolucionaria Nacional Guatemalteca forman parte del bloque. 9 Hasta donde

7 Ver fallos emitidos dentro de los expedientes 3340-2013 y 1006-2014 (Corte de


Constitucionalidad, 2014) (Corte de Constitucionalidad, 2015).
8 Resoluciones emitidas dentro de los expedientes 4708-2012 y 919-2016 (Corte de
Constitucionalidad, 2013) (Corte de Constitucionalidad, 2017). Mismos enfoques son
encontrados en los expedientes 90-90 y 159-97 (Corte de Constitucionalidad, 1990)
(Corte de Constitucionalidad, 1998).
9 En el caso colombiano, la intención de que el Acuerdo Final para la Terminación del
Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, suscrito entre el Gobierno de
Colombia y la guerrilla, se calificara expresamente en el ordenamiento constitucional
como acuerdo especial bajo derecho internacional humanitario y como parte integrante
en estricto sentido del bloque de constitucionalidad, no prosperó; la Corte Constitucional
colombiana tampoco conoció el fondo de la solicitud que le fue dirigida para ese efecto
(Amaya-Villarreal y Guzmán Duarte, 2017).

Ana Isabel Calderón Cristal - 211


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alcanza la información, este tema no ha sido objeto de tratamiento por parte


del tribunal guatemalteco.

Por otro lado, resulta interesante la determinación si, en alguna


ocasión, la CC ha excluido la posibilidad, expresamente, de que un
instrumento internacional forme parte del bloque de constitucionalidad.
Esto se registra, por lo menos, en una ocasión, en la que el tribunal
constitucional, dentro del expediente 143-2013 , señaló que la Convención
de Viena sobre Derecho de los Tratados no forma parte del mencionado
bloque, considerando que:

…ello no implica que [la Convención de Viena sobre Derecho de los


Tratados], se convierta en un Instrumento Internacional de Derechos
Humanos y por ende le amerite ser parte del bloque de
constitucionalidad antes aludido y que pueda ser parámetro de
constitucionalidad del marco jurídico nacional. La intención del
legislador constituyente, plasmada en los artículos 44 y 46
constitucionales, fue respecto de los tratados cuyo contenido sea
precisamente en materia de Derechos Humanos, lo que no concurre en
la Convención de Viena que el accionante trata de utilizar como marco
de referencia o parámetro de constitucionalidad… (Corte de
Constitucionalidad, 2013).

Habiendo quedado señalado lo anterior, en la siguiente tabla se presenta


el listado de instrumentos internacionales y la jurisprudencia que, conforme el
análisis realizado en el presente trabajo, permite calificarlos como integrantes
del bloque de constitucionalidad.

Tabla 1
Instrumentos incluidos dentro del bloque de constitucionalidad
Declaración Universal de Sentencia de 8 de septiembre de 2015,
Derechos Humanos expedientes acumulados 2-2015, 151-2015,
298-2015 y 1045-2015; sentencia de 5 de
julio de 2016, expedientes acumulados
4783-2013, 4812-2013 y 4813-2013.

212 - Ana Isabel Calderón Cristal


Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

Sentencias emitidas por la Corte de


Instrumento internacional
Constitucionalidad
CADH Sentencia de 15 de mayo de 2013,
expediente 4793-2012; sentencia de 22 de
noviembre de 2013, expediente 1094-2013;
sentencia de 26 de febrero de 2015,
expedientes acumulados 3308-2014 y 3347-
2014; sentencia de 13 de agosto de 2015,
expediente 1732-2014; sentencia de 26 de
noviembre de 2015, expediente 1006-2014;
sentencia de 8 de noviembre de 2016,
expediente 3438-2016; sentencia de 20 de
julio de 2017, expediente 1264-2017;
sentencia de 24 de enero de 2019,
expediente 1705-2017; sentencia de 29 de
enero de 2019, expediente 3239-2017.
Protocolo Adicional a la Sentencia de 8 de septiembre de 2015,
Convención Americana sobre expedientes acumulados 2-2015, 151-2015,
Derechos Humanos en materia 298-2015 y 1045-2015; sentencia de 21 de
de Derechos Económicos, octubre de 2015, expediente 5290-2014;
Sociales y Culturales sentencia de 20 de julio de 2017, expediente
1264-2017.
Pacto Internacional de Derechos Sentencia de 13 de agosto de 2015,
Civiles y Políticos expediente 1732-2014; sentencia de 26 de
noviembre de 2015, expediente 1006-2014;
sentencia de 5 de julio de 2016, expedientes
acumulados 4783-2013, 4812-2013 y 4813-
2013.
Pacto Internacional de Derechos Sentencia de 8 de septiembre de 2015,
Económicos, Sociales y expedientes acumulados 2-2015, 151-2015,
Culturales 298-2015 y 1045-2015; sentencia de 10 de
marzo de 2016, expediente 1467-2014;
sentencia de 5 de julio de 2016, expedientes
acumulados 4783-2013, 4812-2013 y
48132013; sentencia de 21 de junio de 2017,
expediente 943-2017.
Convención contra la Tortura y Sentencia de 17 de julio de 2012, expediente
otros Tratos o Penas Crueles, 1822-2011; sentencia de 7 de agosto de
Inhumanos o Degradantes 2013, expediente 1497-2013; sentencia de
19 de marzo de 2014, expediente 15522013;

Ana Isabel Calderón Cristal - 213


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sentencia de 7 de diciembre de 2017,


expediente 2841-2017.

Sentencias emitidas por la Corte de


Instrumento internacional
Constitucionalidad
Protocolo Facultativo de la Sentencia de 7 de agosto de 2013,
Convención contra la Tortura y expediente 1497-2013; sentencia de 19 de
otros Tratos o Penas Crueles, marzo de 2014, expediente 1552-2013;
Inhumanos o Degradantes sentencia de 7 de diciembre de 2017,
expediente 2841-2017.
Convención Interamericana para Sentencia de 17 de julio de 2012, expediente
Prevenir y Sancionar la Tortura 1822-2011.
Convención sobre los Sentencia de 26 de noviembre de 2015,
Derechos del Niño y estándares expediente 1006-2014; sentencia de 5 de
internacionales protectores de julio de 2016, expedientes acumulados
los derechos de niños, niñas y 47832013, 4812-2013 y 4813-2013;
adolescentes sentencia de 12 de octubre de 2017,
expediente 2709-2017; sentencia de 24 de
octubre de 2017, expediente 6276-2016;
sentencia de 22 de mayo de 2018,
expediente 5024-2017; sentencia de 8 de
agosto de 2018, expediente 858-2016.
Convención sobre la Eliminación Sentencia de 26 de noviembre de 2015,
de todas las Formas de expediente 1006-2014; sentencia de 29 de
Discriminación contra la Mujer enero de 2019, expediente 3239-2017.
Convención Interamericana para Sentencia de 30 de octubre de 2012,
Prevenir, Sancionar y Erradicar expediente 1240-2012; sentencia de 6 de
la Violencia contra la Mujer febrero de 2017, expediente 4136-2016.
“Convención de Belém do Pará”
Convención sobre la Sentencia de 29 de enero de 2019, expediente
Nacionalidad de la Mujer Casada 3239-2017
Tratados internacionales en Sentencia de 7 de febrero de 2018,
materia de derechos de la mujer, expediente 4221-2017.
de forma general
Reglas Mínimas de las Naciones Sentencia de 25 de octubre de 2018,
Unidas sobre las medidas no expediente 5614-2016.
privativas de la libertad (Reglas
de Tokio)
Convención sobre los Derechos Sentencia de 6 de febrero de 2017,

214 - Ana Isabel Calderón Cristal


Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

de las Personas con expediente 4136-2016.


Discapacidad

Sentencias emitidas por la Corte de


Instrumento internacional
Constitucionalidad
Derecho de consulta Sentencia de 21 de diciembre de 2009,
expediente 3878-2007; sentencia de 25 de
marzo de 2015, expedientes acumulados
156-2013 y 159-2013; sentencia de 10 de
septiembre de 2015, expediente 1149-2012;
sentencia de 12 de enero de 2016,
expediente 3753-2014; sentencia de 12 de
enero de 2016, expediente 411-2014;
sentencia de 7 de julio de 2016, expediente
5711-2013; sentencia 29 de junio 2017,
expediente 3120-2016.
C 169 y estándares Sentencia de 30 de mayo de 2012,
internacionales protectores de expedientes acumulados 401-2012 y 489-
los derechos humanos de 2012; sentencia de 10 de marzo de 2016,
pueblos indígenas y expediente 14672014; sentencia de 5 de julio
sus miembros de 2016, expedientes acumulados 4783-
2013, 48122013 y 4813-2013; sentencia de
26 de mayo de 2017, expedientes
acumulados 90-2017, 91-2017 y 92-2017;
sentencia de 21 de junio de 2017, expediente
943-2017.
Declaración de Naciones Unidas Sentencia de 5 de julio de 2016, expedientes
sobre los Derechos de los acumulados 4783-2013, 4812-2013 y
Pueblos 48132013.
Indígenas
Jurisprudencia de la Corte IDH Sentencia de 24 de octubre de 2017,
expediente 6276-2016; sentencia de 22 de
mayo de 2018, expediente 5024-2017;
sentencia de 26 de junio de 2018, expediente
3448-2017.
Convenio 98 de la Organización Sentencia de 14 de febrero de 2017,
Internacional de Trabajo sobre expediente 1490-2016.
el derecho de sindicación y de
negociación colectiva
Convenio 154 de la Sentencia de 14 de febrero de 2017,

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Organización Internacional de expediente 1490-2016.


Trabajo sobre la negociación
colectiva
Convención Internacional sobre Sentencia de 29 de enero de 2019, expediente
la Protección de los Derechos de 3239-2017.
Todos los Trabajadores
Migratorios y sus Familiares
Convención sobre el Estatuto de Sentencia de 29 de enero de 2019, expediente
los Apátridas 3239-2017.
REFLEXIONES FINALES
Conforme las delimitaciones conceptuales plasmadas en la sentencia
dictada dentro del expediente 1822-2011, el bloque de constitucionalidad no
alude, en el ámbito guatemalteco, a un conjunto de normas previamente
identificadas. El mecanismo dispuesto por la CC para ir delimitando los
instrumentos que lo integran, implica que, a partir del conocimiento de cada
caso en concreto, el Tribunal iría determinado cuál material sería considerado
como parte integrante. En esa tarea de escogencia, la Corte ha ido incluyendo,
a lo largo de su desarrollo jurisprudencial, importantes instrumentos
internacionales de protección de derechos. Ahora bien, partiendo del
contenido del artículo 46 constitucional, la Corte pudo haber optado por
señalar que conformaban la noción, de forma general, los tratados ratificados
por Guatemala en materia de derechos humanos. Esta vía no ha sido la
elegida.

De lo señalado, merece ser indicado que, por una parte, exista la


posibilidad de que tratados de carácter internacional que reconozcan derechos
no sean dotados de valor constitucional de forma contundente, como podría
suceder, por ejemplo, con el C 169 de la OIT, respecto del cual existe una
jurisprudencia ondulante.

A pesar de lo anterior, también debe considerarse que el sentido abierto


que ha preferido la CC brinda una oportunidad que se valora como positiva, y
es la de incluir, dentro del bloque, instrumentos internacionales distintos a los
tratados, que podrían entenderse como no comprendidos en los alcances del
artículo 46 constitucional.10
10 Sobre el tema, se explica que si bien, el artículo 46 precitado refiere la preeminencia de
los tratados y convenciones sobre el derecho interno, para efectos del derecho

216 - Ana Isabel Calderón Cristal


Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

En este último campo se inscriben las declaraciones o la jurisprudencia


de tribunales internacionales. En ese sentido, la Corte ha proferido fallos de
los que puede extraerse que la Declaración Universal de Derechos Humanos,
la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas11 y las Reglas de Tokio forman parte del bloque. Además, en al
menos tres pronunciamientos, ha incluido dentro de la figura del bloque a la
jurisprudencia de la Corte IDH, tema que, por la importancia de sus
implicaciones, será abordado con mayor detenimiento más adelante.

Otro aspecto que se estima de importante mención es el evento de que


normativa interna distinta al texto formal de la constitución pueda ser parte
del bloque. Valdría discutir, por ejemplo, la conveniencia de que los
Acuerdos de Paz (el último suscrito en 1996) obtuvieran el reconocimiento de
instrumentos de valía constitucional, atendiendo a la importancia de los
compromisos adquiridos como ruta para la reconciliación nacional y los bajos
índices de cumplimiento reportados;12 esa situación encontraría, de ostentar
tales acuerdos un estatus especial, un mecanismo de exigibilidad reforzado a
través de la justicia constitucional.

internacional, las convenciones se enmarcan dentro de la figura del tratado, conforme el


artículo 2, literal a) de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados –
instrumento que ya había sido firmado y entrado en vigor internacionalmente al
aprobarse la actual Constitución–. Tratado incluiría, indistintamente, términos como
convención, convenio, protocolo, pacto, carta, constitución, estatuto, acuerdo u otras
denominaciones exclusivas de tratados internacionales bilaterales. Además, se señala
que los tratados se diferencian de las declaraciones de voluntad, de las cuales ha sido
dicho que si bien pueden ser alcanzadas por los sujetos de derecho internacional,
únicamente constituyen manifestaciones de voluntad política. Un ejemplo sería la
Declaración Universal de Derechos Humanos (Ríos, 2013).
11 Sobre la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas es afirmado, de manera general, que, aun no teniendo carácter formalmente
vinculante, contiene derechos como la libre determinación y la no discriminación que se
enuncian en el derecho convencional internacional de derechos humanos de carácter
vinculante e incluso consuetudinario. Esto obedece a un consenso mundial sobre los
derechos en mención. (Naciones Unidas, 2013).
12 Aunque fue emitida la Ley Marco de los Acuerdos de Paz, decreto 52-2005 del
Congreso de la República, con el objeto de plasmar en una ley específica las normas y
mecanismos que garantizaran la continuidad del proceso, dándose así reconocimiento
jurídico a los Acuerdos como compromisos estatales, transcurridos 20 años desde la
firma de los Acuerdos de Paz, se reportó que 50,4% de los acuerdos siguen sin aplicarse,
particularmente los relacionados con la desigualdad y la no discriminación (Oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 2019).

Ana Isabel Calderón Cristal - 217


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El bloque de constitucionalidad ciertamente potencializa la efectividad


de los instrumentos internacionales que lo conforman. La observancia de
estos ya no sería exigible únicamente a través de la invocación del contenido
de los artículos 26, 27 y 31.1 de la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados (1969) –referentes a los principios de pacta sunt servanda y
buena fe, así como la improcedencia de invocar disposiciones de derecho
interno como justificación del incumplimiento de un tratado– y el artículo 149
constitucional –referente a la forma en que el Estado de Guatemala normará
sus relaciones con otros Estados–13 sino además, por medio de la construcción
jurisprudencial que, con base en los artículos 44 y 46 constitucionales, ha
efectuado el Tribunal Constitucional y que les asigna rango constitucional.

Los instrumentos internacionales son dotados, por lo tanto, de la fuerza


normativa que caracteriza a las disposiciones constitucionales, con lo cual, no
pueden ser ya considerados como meras declaraciones cuya eficacia se
supedite al criterio discrecional de los órganos estatales. Lo indicado se
traduce en que lo normado en materia de derechos humanos en el ámbito
internacional, junto con lo dispuesto expresamente en el texto supremo,
condiciona la producción de leyes y, desea resaltarse, también de los actos
que provienen de los órganos públicos; además, que situaciones jurídicas que
se aparten de lo dispuesto en esas normatividades puedan ser sujetas a control
de constitucionalidad, en resguardo del principio de supremacía
constitucional.

Conviene destacar que la misma CC ha sido clara en señalar que la


interpretación de las normas jurídicas debe realizarse, tanto por los órganos
del Estado (preponderantemente, se agrega, a través del papel que fungen los
jueces), como por los particulares, de forma coherente con los instrumentos
que se incluyen en el bloque de constitucionalidad. Esta consideración
envuelve que la misma Constitución, como también lo ha expresado el alto
tribunal constitucional, sea interpretada en análisis y ponderación de los
materiales jurídicos contenidos en el bloque.

13 “Artículo 149. De las relaciones internacionales. Guatemala normará sus relaciones con
otros Estados, de conformidad con los principios, reglas y prácticas internacionales con
el propósito de contribuir al mantenimiento de la paz y la libertad, al respeto y defensa
de los derechos humanos, al fortalecimiento de los procesos democráticos e instituciones
internacionales que garanticen el beneficio mutuo y equitativo entre los Estados.”.

218 - Ana Isabel Calderón Cristal


Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

Asociando lo indicado con la distinción que realiza Sagüés (2015) en el


plano del control de convencionalidad, respecto de los papeles represivo y
constructivo o positivo que derivan de su práctica, 14 la Corte, con tales
consideraciones, remarca que el efecto del bloque de constitucionalidad no se
agota en que esta figura se constituya como parámetro para la expulsión o
inaplicación de preceptos a cargo de los órganos jurisdiccionales dotados con
competencia para ello (que, emulando lo señalado por Sagüés, constituiría el
papel represivo), sino involucra a la totalidad de autoridades estatales y
particulares, quienes poseen un rol positivo, consistente en el deber, al aplicar
el derecho nacional, de realizar una interpretación conforme a la normatividad
constituida como bloque.

Otra implicancia de la introducción del bloque de constitucionalidad


debe observarse a la luz de su estrecha relación con el deber de aplicación del
control de convencionalidad. Mucho se ha discutido sobre el grado de
exigencia del deber de los Estados en la aplicación del referido control y la
operatividad que la figura pueda tener en el interior de cada país. Ambas
cuestiones se encuentran relacionadas con las distintas modalidades de
incorporación del derecho internacional en los ordenamientos jurídicos de los
Estados parte de la CADH. Se condicionan, consecuentemente, por las
normas referentes a la jerarquía normativa de la Convención, tratados del
Sistema Interamericano e interpretaciones de la Corte IDH, o bien, su
incorporación al bloque de constitucionalidad. En su facultad legítima de
decidir el nivel de incorporación de las fuentes del derecho internacional
como derecho nacional, los Estados pueden disponer, por ejemplo, si tales
interpretaciones poseen rango constitucional –como es el caso de Costa Rica–
o bien, constituyen un criterio hermenéutico relevante, no necesariamente
decisivo –como en el caso de Colombia– (González Domínguez, 2017).

En Guatemala, la CADH y otros instrumentos que pertenecen al corpus


iuris interamericano, así como las interpretaciones realizadas por la Corte
IDH, forman parte del bloque de constitucionalidad, según fue denotado en
párrafos precedentes. Esto conlleva que las autoridades estatales deban

14 El primero, concebido desde el Caso Almonacid Arellano vs. Chile (2006), consiste en
la inaplicación de reglas del derecho interno opuestas a la CADH (y en general, de los
tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por un Estado, según aclara

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el mismo autor) y la doctrina sentada por la Corte IDH; el segundo, perceptible con
claridad a partir del Caso Radilla Pacheco vs. México, hace alusión a la necesidad de
que las interpretaciones constitucionales y legislativas locales se adecuen a los
principios establecidos por la jurisprudencia del tribunal regional lo que, en definitiva,
implica realizar la “interpretación conforme” del derecho local con la CADH y la
jurisprudencia de la Corte IDH.
concebir la aplicación del control de convencionalidad en un grado reforzado
de vinculatoriedad, ya no solo a partir de los fundamentos que típicamente
sustentan su aplicación (artículos 1.1, 2 y 29 de la CADH, así como de los ya
citados artículos de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados), sino además, en atención a los instrumentos que componen el
bloque de constitucionalidad. El valor decisivo de la jurisprudencia que
emana de la Corte regional en la aplicación del derecho, como consecuencia
de su visualización como parámetro de constitucionalidad, resulta relevante,
pues otorga la posibilidad de aumentar el nivel de protección en favor de las
personas; además, las autoridades estatales guatemaltecas poseen una mejor
posición para defender el empleo del producto hermenéutico del tribunal
interamericano a través de ese cause.

Las consecuencias jurídicas que acarrea la incorporación del bloque de


constitucionalidad a las que se ha hecho mención en apartados precedentes,
denotan la necesidad de procurar, por un lado, una línea jurisprudencial
conteste sobre el criterio definido para considerar a un instrumento como
parte del bloque de constitucionalidad, y por el otro, claridad cuando se aluda
a los elementos integrantes de esta noción. Vale notar la importancia de que,
por ejemplo, cuando se haga referencia a la inclusión, en el bloque, de
estándares internacionales o tratados internacionales en general, como ha
acontecido en temas de derechos de niños, niñas y adolescentes, mujeres y
pueblos indígenas, se delineen con mayor precisión los instrumentos que
pueden ser considerados como aludidos.

Además, es necesaria la consolidación de criterios doctrinarios,


teniéndose un área de oportunidad, por ejemplo, en lo concerniente a los
instrumentos internacionales de protección de colectividades e individuos
indígenas. Esto, no porque se considere que, a raíz de la falta de una inclusión
contundente, proceda alegar que las obligaciones a las que se suscribió el
Estado de Guatemala en esos documentos jurídicos no le son exigibles. Más
bien, su propósito radicaría en que la Corte asuma posturas que contribuyan a
reafirmar la necesidad de garantizar el goce de los derechos de tales sujetos en

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Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

aquellos ámbitos en los que el despliegue de la normatividad interna no ha


sido suficiente, impregnando de contenido constitucional los instrumentos que
brinden una mejor protección y, por tanto, construyendo vías que refuercen la
exigibilidad de los compromisos existentes.

Es importante referir en este punto que la inexistencia de una decisión


en la que el tribunal constitucional haya incorporado explícita o tácitamente
determinado tratado internacional al bloque no debe verse en lo absoluto
como una disminución del nivel de vinculatoriedad que ese tratado posee, ni
concebirse como argumento que justifique la inobservancia de las
obligaciones correlativas a los derechos que la normativa internacional
reconozca. En otras palabras, el reconocimiento de la valía constitucional de
ciertos instrumentos no debe apreciarse como una limitación a la exigencia de
los deberes de respeto, protección y garantía de los derechos contenidos en
tratados internacionales que aún no han sido insertos al bloque, puesto que
esos derechos ya poseen reconocimiento constitucional a partir del artículo 44
del texto supremo.

Así, el principal beneficio que se aprecia del mecanismo definido por la


CC es el de brindar la oportunidad para que materiales jurídicos
pertenecientes a categorías distintas a la que prevé el artículo 49 de la norma
suprema puedan ser dotados de mayor fuerza jurídica. Por lo tanto, es
conveniente concebir el bloque, de la manera en que lo ha configurado el
tribunal constitucional, no como una figura limitante de la observancia de los
derechos humanos, sino un cauce que, junto con otras posibilidades
interpretativas, como el principio pro persona, permita superar
argumentaciones tendientes a dar una preferencia inmóvil a una u otra fuente,
según su pertenencia al ordenamiento nacional o internacional, o bien, que
resten vinculatoriedad a importantes instrumentos internacionales, posturas
que, en algún evento, pudieran conllevar incumplimiento de compromisos
internacionales o redundar en una protección menos favorable para el
tutelado.

Apuntadas las significativas implicancias de la figura en comento,


conviene señalar que, dado el número considerable de casos en los que la
noción del bloque de constitucionalidad es invocada, representaría una
herramienta invaluable la sistematización que, de parte del mismo seno del

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tribunal constitucional, pudiera realizarse, respecto a los pronunciamientos


emitidos, con el objeto de que la figura pueda ser mejor comprendida y se
difunda de maneras más precisas en los distintos campos de aplicación
jurídica.

Finalmente, no se desea pasar por alto que, de la mano del adecuado


desarrollo del bloque, la caracterización multinivel de la protección de
derechos humanos requiere, como ya fue adelantado, de la observancia del
principio pro persona –con una visión no circunscrita al continente de los
instrumentos que conforman el bloque–, como otro mecanismo armonizador
de los distintos niveles de normatividades y autoridades existentes. Ambos
elementos favorecen a la concepción del derecho internacional de los
derechos humanos y lo decidido por los órganos supranacionales, como
insumo para el perfeccionamiento del derecho interno y de las
interpretaciones efectuadas por los órganos locales.

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Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

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2013, 5985-2013, 48-2014 y 439-2014. Amparo en única instancia . Guatemala.

______ (26 de mayo de 2017). Sentencia dentro de los expedientes acumulados 90-2017,
91-2017 y 92-2017. Apelación de sentencia en amparo . Guatemala.

______ (5 de julio de 2016). Sentencia dentro de los expedientes acumulados acumulados


4783-2013, 4812-2013 y 4813-2013. Apelación de sentencia en amparo .
Guatemala.

______ (26 de noviembre de 2015). Sentencia dentro del expediente 1006-2014.


Inconstitucionalidad general parcial . Guatemala.

______ (28 de febrero de 2013). Sentencia dentro del expediente 1008-2012.


Inconstitucionalidad general total . Guatemala.

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______ (8 de septiembre de 1998). Sentencia dentro del expediente 1042-97. Apelación


de sentencia en amparo . Guatemala.

______ (12 de marzo de 1997). Sentencia dentro del expediente 131-95.


Inconstitucionalidad general parcial . Guatemala.

______ (6 de agosto de 2013). Sentencia dentro del expediente 143-2013.


Inconstitucionalidad general parcial y total . Guatemala.

______ (10 de marzo de 2016). Sentencia dentro del expediente 1467-2014. Apelación de
sentencia en amparo . Guatemala.

______ (20 de mayo de 1998). Sentencia dentro del expediente 159-97.


Inconstitucionalidad general parcial . Guatemala.

______ (17 de julio de 2012). Sentencia dentro del expediente 1822-2011.


Inconstitucionalidad general parcial por omisión . Guatemala.

______ (17 de julio de 2018). Sentencia dentro del expediente 1907-2017. Amparo en
única instancia . Guatemala.

______ (28 de junio de 2016). Sentencia dentro del expediente 2404-2014. Amparo en
única instancia . Guatemala.

______ (19 de octubre de 1990). Sentencia dentro del expediente 280-90. Guatemala.

______ (23 de diciembre de 2015). Sentencia dentro del expediente 3137-2015.


Apelación de sentencia en amparo . Guatemala.

______ (18 de diciembre de 2014). Sentencia dentro del expediente 3340-2013.


Apelación de sentencia en amparo . Guatemala.

______ (26 de marzo de 1996). Sentencia dentro del expediente 334-95.


Inconstitucionalidad general parcial . Guatemala.

______ (14 de marzo de 2016). Sentencia dentro del expediente 3370-2015. Apelación de
sentencia en amparo . Guatemala.

______ (21 de diciembre de 2009). Sentencia dentro del expediente 3878-2007.


Apelación de sentencia en amparo . Guatemala.

______ (17 de noviembre de 2016). Sentencia dentro del expediente 4076-2016.


Inconstitucionalidad de ley en caso concreto . Guatemala.

______ (24 de abril de 2013). Sentencia dentro del expediente 4708-2012. Amparo en
única instancia . Guatemala.

______ (4 de febrero de 2015). Sentencia dentro del expediente 5237-2013.


Inconstitucionalidad general total . Guatemala.

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Delimitación del bloque de constitucionalidad en el caso guatemalteco

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