Tema 15
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TEMA 15
A.- Desde una delimitación negativa, se excluyen del concepto de acto administrativo
las siguientes categorías:
• Los actos materiales o de pura ejecución.
• Los actos de la Administración cuando actúa como persona jurídica de Derecho
Privado.
• Los contratos celebrados por la Administración.
• Los actos políticos del Gobierno.
• Los actos de los administrados.
• Los Reglamentos.
B.- Desde una delimitación positiva, es clásica la definición de Zanobini, según la cual el
acto administrativo es “cualquier declaración de voluntad, de deseo, de conocimiento o de
En todo caso, todo acto administrativo ha de contar con una serie de elementos o
conjunto de circunstancias para que sea válido, es decir, que produzca todos y solo sus
efectos normales. Entrena Cuesta señala que son los siguientes elementos: el subjetivo, el
objetivo, el causal, el teleológico y el formal.
Que vendría constituido por el contenido del acto, es decir, el efecto práctico que con
dicho acto se propone conseguir por parte del órgano administrativo.
Distinguiéndose dentro del acto administrativo tres clases de contenido:
a) Un contenido esencial, que es aquél sin el cual el acto no tiene existencia, por lo que
necesariamente forma parte del mismo y lo diferencia de los demás.
b) Un contenido natural, que es el que se entiende incluido en el acto, aunque la
Administración guarde silencio sobre el particular, por ser propio del acto en virtud de su
regulación por el Derecho Positivo.
c) Un contenido eventual, que el órgano administrativo puede introducir en uso de facultades
discrecionales, como son el término, la condición y el modo.
Constituido por el fin perseguido con el acto. Pudiéndose distinguir entre un fin
inmediato (el efecto práctico que realmente se pretende con el mismo) y un fin remoto (que
es siempre el interés público al que está abocada toda la actuación de la Administración).
Existiendo, según el artículo 70 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la
Jurisdicción Contencioso-administrativa, desviación de poder cuando se produzca “el
ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de los fijados por el ordenamiento
jurídico”. Siendo, como ya se señaló, según el artículo 48.1 de la LPAC, anulables los actos
dictados en desviación de poder.
Y en este segundo sentido la regla general será la forma escrita a través de medios
electrónicos, como se desprende de la redacción del artículo 36.1 de la LPAC: “Los actos
administrativos se producirán por escrito a través de medios electrónicos, a menos que su
naturaleza exija otra forma más adecuada de expresión y constancia.”
entre otros aspectos, en que éstos por regla general no son impugnables (solamente cabe
recurso de alzada contra los actos de trámite cuando deciden directa o indirectamente el
fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento, producen
indefensión o perjuicio irreparable a derechos e intereses legítimos -la oposición a los
restantes actos de trámite podrá alegarse por los interesados para su consideración en la
resolución que ponga fin al procedimiento-), y los actos definitivos si lo son, como señala el
artículo 112.1 de la LPAC.
Existiendo, asimismo, actos definitivos que no ponen fin a la vía administrativa contra
los que cabría el recurso de alzada. Mientras que existen actos que ponen fin a la vía
administrativa, que son los señalados en el artículo 114 de la LPAC:
a) Las resoluciones de los recursos de alzada.
b) Las resoluciones de los procedimientos de impugnación a que se refiere el
artículo 112.2
c) Las resoluciones de los órganos administrativos que carezcan de superior
jerárquico, salvo que una Ley establezca lo contrario.
d) Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideración de
finalizadores del procedimiento.
e) La resolución administrativa de los procedimientos de responsabilidad
patrimonial, cualquiera que fuese el tipo de relación, pública o privada, de que derive.
f) La resolución de los procedimientos complementarios en materia
sancionadora a los que se refiere el artículo 90.4 de la LPAC, que se tramitarán cuando en
un expediente sancionador no hubiera quedado determinada la cuantía destinada a
indemnizar los daños o perjuicios causados a la Administración.
g) Las demás resoluciones de órganos administrativos cuando una disposición
legal o reglamentaria así lo establezca.
Actos que ponen fin a la vía administrativa que según el artículo 123 de la LPAC
podrán ser recurridos potestativamente en reposición ante el mismo órgano que los hubiera
dictado o ser impugnados directamente ante el orden jurisdiccional contencioso-
administrativo.
6.4. Y, por último, cuando un acto administrativo, que en principio era recurrible, no
puede ser impugnado en vía administrativa ni en vía contenciosa, salvo la eventualidad del
recurso extraordinario de revisión, se le califica de acto firme, mientras que los actos en los
que no concurre esta circunstancia se dice que todavía no han adquirido firmeza.
Como hemos señalado la forma general de los actos administrativos será la escrita a
través de medios electrónicos, como se desprende de la redacción del artículo 36.1 de la
LPAC: “Los actos administrativos se producirán por escrito a través de medios electrónicos,
a menos que su naturaleza exija otra forma más adecuada de expresión y constancia.”
Junto con la forma escrita, los actos administrativos requieren de otros elementos
formales como son la motivación, la notificación y, en su caso, la publicación.
La motivación consiste en razonar los motivos por los que se produce el acto.
Señalando el artículo 35 de la LPAC los actos administrativos que “serán motivados, con
sucinta referencia de hechos y fundamentos de derecho”. Así serán motivados:
a) Los actos que limiten derechos subjetivos o intereses legítimos.
b) Los que resuelvan procedimientos de revisión de oficio de disposiciones o actos
administrativos, recursos administrativos y procedimientos de arbitraje y los que declaren su
inadmisión.
c) Los que se separen del criterio seguido en actuaciones precedentes o del dictamen de
órganos consultivos.
d) Los acuerdos de suspensión de actos, cualquiera que sea el motivo de ésta, así como
para la adopción de medidas provisionales para asegurar la eficacia de la resolución que
pudiera recaer en los procedimientos.
e) Los acuerdos de aplicación de la tramitación de urgencia, de ampliación de plazos y de
realización de actuaciones complementarias.
f) Los actos que rechacen pruebas propuestas por los interesados.
g) Los actos que acuerden la terminación del procedimiento por la imposibilidad material de
continuarlo por causas sobrevenidas, así como los que acuerden el desistimiento por la
Administración en procedimientos iniciados de oficio.
h) Las propuestas de resolución en los procedimientos de carácter sancionador, así como
los actos que resuelvan procedimientos de carácter sancionador o de responsabilidad
patrimonial.
i) Los actos que se dicten en el ejercicio de potestades discrecionales, así como los que
deban serlo en virtud de disposición legal o reglamentaria expresa.
Las notificaciones que, conteniendo el texto íntegro del acto, omitiesen alguno de los
demás requisitos señalados anteriormente surtirán efecto a partir de la fecha en que el
Con independencia del medio utilizado, las notificaciones serán válidas siempre que
permitan tener constancia de su envío o puesta a disposición, de la recepción o acceso por
el interesado o su representante, de sus fechas y horas, del contenido íntegro, y de la
identidad fidedigna del remitente y destinatario de la misma. La acreditación de la
notificación efectuada se incorporará al expediente.
Cuando el interesado fuera notificado por distintos cauces, se tomará como fecha de
notificación la de aquélla que se hubiera producido en primer lugar.
Provincia, en el tablón de edictos del Ayuntamiento del último domicilio del interesado o del
Consulado o Sección Consular de la Embajada correspondiente. Las Administraciones
Públicas podrán establecer otras formas de notificación complementarias a través de los
restantes medios de difusión, que no excluirán la obligación de publicar el correspondiente
anuncio en el «Boletín Oficial del Estado».
4.- La publicación.
Los actos administrativos serán objeto de publicación cuando así lo establezcan las
normas reguladoras de cada procedimiento o cuando lo aconsejen razones de interés
público apreciadas por el órgano competente.
La publicación de los actos se realizará en el diario oficial que corresponda, según
cual sea la Administración de la que proceda el acto a notificar.
El plazo máximo en el que debe notificarse la resolución expresa será el fijado por la
norma reguladora del correspondiente procedimiento. Este plazo no podrá exceder de seis
meses salvo que una norma con rango de Ley establezca uno mayor o así venga previsto
en el Derecho de la Unión Europea.
Cuando las normas reguladoras de los procedimientos no fijen el plazo máximo, éste
será de tres meses.
Todos estos plazos se contarán:
- En los procedimientos iniciados de oficio, desde la fecha del acuerdo de iniciación.
- En los iniciados a solicitud del interesado, desde la fecha en que la solicitud haya tenido
entrada en el registro electrónico de la Administración u Organismo competente para su
tramitación.
En todo caso, las Administraciones públicas informarán a los interesados del plazo
máximo establecido para la resolución de los procedimientos y para la notificación de los
actos que les pongan término, así como de los efectos que pueda producir el silencio
administrativo, incluyendo dicha mención en la notificación o publicación del acuerdo de
iniciación de oficio, o en la comunicación que se dirigirá al efecto al interesado dentro de los
diez días siguientes a la recepción de la solicitud iniciadora del procedimiento en el registro
electrónico de la Administración u Organismo competente para su tramitación. En este
último caso, la comunicación indicará además la fecha en que la solicitud ha sido recibida
por el órgano competente.
Mientras que son anulables de acuerdo con el artículo 48.1 de la LPAC los actos de
la Administración que incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la
desviación de poder. Entendiéndose por desviación de poder, según el artículo 70 de la ley
29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa, “el
ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de los fijados por el ordenamiento
jurídico”.
es decir, tiene efectos ex tunc, mientras que, en la anulabilidad los efectos de la declaración
son ex nunc, desde el momento en que se lleva a efecto.
Finalmente, el acto incurre en irregularidad cuando adolece de algún otro vicio que
no le hace incurrir en nulidad de pleno derecho ni en anulabilidad. En este sentido pueden
apuntarse los defectos de forma y la realización extemporánea de actuaciones
administrativas, ya que según el artículo 48 de la LPAC, en sus párrafos 2 y 3, señala que:
“No obstante, el defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuando el acto
carezca de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la
indefensión de los interesados.
La realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para ellas
sólo implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o
plazo.”
Asimismo, según el párrafo segundo del artículo 109 “Las Administraciones Públicas
podrán rectificar, en cualquier momento, de oficio o a instancia de los interesados, los
errores materiales, de hecho o aritméticos existentes en sus actos.”
GAEFYC
Agosto 2016