De Dama de Honor A Novia!.PDF Versión 1

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 142

DE DAMA DE HONOR A… NOVIA!

Anastacia Reed
CAPITULO 1.

Había comenzado mis vacaciones finalmente, debía descansar de todas


esas personas y sus problemas. Amo mi trabajo, amo lo que hago y sé que
soy buena en eso pero es muy estresante a veces escuchar todas esas
discusiones porque a veces me es imposible no ponerme en el lugar de
algunas personas y evitar ser imparcial, también soy una persona y además
también tengo una vida, es imposible no involucrarme con algunas historias
porque son parecidas a la mía.
Así que, aquí estoy con mi café y mis libros de novelas cursis en mi
departamento mirando hacia afuera un día lluvioso de la ciudad pensando en
planes de viaje por mis vacaciones. Me había tomado dos meses de
vacaciones, dos meses. Podría hacer un tour por todo el continente o visitar
otro pero aún no me decidía donde ir o como hacerlo. Mi vida tan solitaria
daba pena, siempre tenía el control de todo pero eso cuando seguía
minuciosamente una agenda, ahora no la tenia porque eran mis malditas
vacaciones.
Con todo eso en mente pienso en llamar a una de mis amigas quisiera
salir o mínimo juntarnos a ver una película en mi departamento pero ninguna
estaba, para mi desgracia estaban felizmente casadas y de vacaciones o con
sus familias o con sus novios. Y yo aquí sola. Que triste.
Tan sumida como estaba no pude darme cuenta en el primer timbrazo de
mi celular pero lo escuche ya tarde cuando había dejado de sonar no le
presté atención pero nuevamente sonó y esta vez lo escuché así que corrí
hacia él, confío en que sería algún tipo de cliente que no le llegó el mensaje
que me tomaría algunos días.
—¿Si? Habla Julia Blanco
—¿Julia eres tú, habla Ximena te acuerdas de mi?
—¿Ximena Reyes? Eres tú realmente hace mucho no sabía nada de ti.
—Si lo sé, desde que abandonaste el país y te fuiste.
Era verdad, de eso ya han pasado 5 años. Hace tanto que decidí dejar
todo atrás y largarme para empezar de nuevo, olvidar mis penas y tristeza,
sacarme de la cabeza al estúpido que me rompió el corazón. Aunque eso
significaba dejar a mi mejor amiga que era como una hermana para mi.
Desde entonces no la veía, tampoco habíamos vuelto a hablar lo que sabía
de ella era lo que veía en las redes sociales pero ahora me había llamado
estaba al teléfono y eso me ponía feliz.
—Si bueno ya sabes porque lo hice. —ambas suspiramos al mismo
tiempo—. Ahora dime, ¿Qué ocurre? Supongo que llamas porque ocurrió
algo.
—Siempre tan directa, amé eso de ti desde la primera vez.
—Creo que por eso fuimos amigas desde el Kínder, me amaste porque era
la única que no te temía para decirte lo feas que eran tus muñecas.
Ambas reímos de eso, recuerdo las de veces que nos peleamos por eso,
mi sincerisidio y sus muñecas espantosas eran un problema a los cuatro años
pero eso nos sirvió para poder fortalecer una amistad increíble.
—Escúchame, me casaré. Y antes de que me digas algo, se que las bodas
no te gustan pero es la mía y quiero que seas mi Dama de Honor, no podría
hacer esto sin ti a mi lado y además aún no conoces a Mason, es increíble.
—Ximena...
—Por favor amiga, no te he llamado en 5 años porque sabía y respetaba
el hecho de que querías alejarte de todo pero es mi día especial, por favor
acepta.
—Ok, tú ganas. Iré, solo dime cuando y donde será.
—Bueno, será este fin de semana y lo festejaremos en la casa de campo
de mi familia. No te preocupes por los preparativos ya esta listo, se que
como Dama debías ocuparte de algunas cosas pero sabía a quien quería
como Dama y sabía que estaba lejos así que me ocupe de todo y tengo tu
vestido.
—Dime que no es espantoso
—No —contesta y la escucho reírse, desde pequeñas dijimos que no
haríamos sufrir a nuestras damas con vestidos ridículos y espantosos—. Es
de color champagne y con brillo, mucho brillo. Es hermoso te gustará.
Cuando colgué con mi mejor amiga había acordado que iría en el primer
vuelo de mañana rumbo a Argentina nuevamente donde festejaría su boda y
de donde había escapado hace 5 años. Debía de preparar mi maleta y mi
pasaporte además de obvio prepararme a mi misma. Cuando dije que quería
disfrutar de mis vacaciones, viajar y hacer algo productivo jamás pensé que
volvería al lugar donde tanto daño me hicieron pero lo haría, lo iba hacer
solo por la mujer más importante que tenía, la que estuvo para mi siempre en
todo momento y la que aceptó mi silencio por estos 5 años porque sabía que
era lo que necesitaba.
Llamé a mi secretaría para avisarle que me iría del país por cierto tiempo
que no estaba segura cuando volvería pero que me mandara mail si surgía
algo. También la pobre con todo y ganas me reservó los vuelos para el otro
día ya que la llamé a las 8 p.m. cuando se supone que descansaba de mi y
eso sin decir que también era sus vacaciones.
¡Dios no podía simplemente explicar lo nerviosa que estaba!
Volvería, si que lo haría y me encontraré con esas personas nuevamente,
las que había querido olvidar. Sabía que quizás me dolería pero en algún
momento los debía de enfrentar, lo gracioso es que lo haría en el casamiento
de mi mejor amiga, pensar que todo esto sucedió cuando yo me iba casar con
el supuesto amor de mi vida y que luego me haya dejado plantada en el altar.
Pero lo que me destruyó no fue eso con exactitud, no digo que no me haya
dolido ¿A que mujer le gustaría quedarse sola en el altar frente a todos sus
invitados y con su hermoso vestido de diseñador? Obviamente me dolió pero
lo que hizo falta para que mi corazón se rompa fue enterarme que la persona
que creí me amaba me había sido infiel pero que lo más triste es que la
mujer que era su amante estaba embarazada y a punto de dar a luz. Iba tener
un hijo, por Dios Santo. Un hijo.
CAPITULO 2.

Mi llegada a Buenos Aires había tomado su tiempo pero ahora esperaba


el siguiente vuelo que llevaría a San Luis donde se encontraba la casa de
campo de los Reyes que es donde decidieron celebrar una pequeña
ceremonia, me encontraba tan nerviosa temía con quien me podía encontrar
porque aunque parezca la ciudad era pequeña, en realidad el mundo es
pequeño y quizás tenía tanta suerte y me cruzaba con alguien no deseado.
Durante todo el viaje había pensado que decirles a algunas de las
personas que sabía los vería y algunas de ellas fueron algunas de las razones
por las que me fui en un primer momento. Aún así tenía que enfrentar algunos
de mis temores y llegar a esa casa llena de gente que no veía años era una de
ellas.
Otra preocupación era el regalo de bodas para mi mejor amiga, era difícil
regalarle algo a la mujer que lo tenía todo. Una de las razones por las que
odio las bodas o los cumpleaños o cualquier cosa que involucra regalos
justamente es elegirlos. Es mi mejor amiga, se supone debería ser fácil pero
claramente no lo era.
Entonces pensé en algo que soñábamos de pequeñas y era algo que
claramente una dama de honor haría y aunque sabía que ella ya había hecho
el trabajo pesado aún tenía tiempo en esta semana antes de la boda. Estaba
segura que lo amaría y era simplemente perfecto.
Estuve todo el tiempo mientras esperaba para embarcar planeando mi
regalo de bodas pero momentos antes de subir se me ocurrió buscar una
bebida, ansiaba un café ya pasé mucho tiempo sin mi dosis de cafeína. En la
cafetería había un pequeña fila por lo que mientras esperaba le eché un
vistazo a mis redes sociales hasta que sentí algo frío muy frío sobre mi
cabeza y luego por todo mi cuerpo y cuando me di cuenta de lo que era
resulta que un estúpido había chocado contra mi y había volcado sobre mi
todo su frapuccino.
—¿Eres estúpido?
—Lo siento mucho! No te vi..
—Eso me queda claro, ¡Dios ahora tendré que cambiarme!
—Ven, te compraré ropa nueva —es lo menos que puede hacer, creo se ha
percatado de mi mirada severa porque su cara de preocupación se hace más
notorio—. Ven mira, hay un local enfrente. De verdad lo lamento!
Observo su rostro lleno de consternación como no sabiendo que decir que
me causaba un poco de gracia. Pero ahora que le prestaba más atención era
un hombre muy atractivo en sus treinta y tanto con un cabello claro que
contrastaba con su piel bronceada y dueño de unos ojos grises tan profundos
que era fácil perderte en ellos. Después de un momento de silencio él se
había dado cuenta que lo estaba mirando muy fijamente que me sonrió y no
pude evitar molestarme con esa sonrisa cínica.
—Es lo menos que puedes hacer, mira como quedé y tengo un vuelo que
sale en unos minutos.
—Muy bien vayamos a ver que conseguimos y de nuevo, lamento lo que
te hice. Por cierto —Dice algo curioso mirándome desde arriba ya que es
bastante más alto que yo y para mirarlo a los ojos tengo que levantar un poco
la cabeza—. ¿Cómo te llamas?
—¿Julia y tu? —contesto ahora también curiosa por saber quien era ya
que atractivo es; además de que claramente no era de por aquí, tenía un
acento raro su español no era horrible pero tampoco perfecto, mi curiosidad
se había activado.
—Ryan Ryder. Es un gusto conocerte lamento la forma.
No puedo evitar no sonreír porque a pesar de ser un estúpido por volcar
toda su bebida sobre mí, se ha portado muy bien conmigo y ha sido bastante
atento.
—Mejor vayamos que mi vuelo ya saldrá en un rato.
—Si el mío igual.
Cuando la chica del local nos ve llegar supo adivinar que había ocurrido
supongo por mi apariencia que ha de ser horrible. Ryan se sienta en uno de
los sillones de espera mientras la joven me trae algunos outfits para elegir.
Luego de probarme algunos y creo que aburrir hasta el cansancio al pobre de
Ryan me decidí por unos jeans negros y una remera básica blanca junto con
unas botas por el tobillo y una campera de cuero.
—¡Wow! Ese outfit me gusta, creo que realza tu color de pelo que por
cierto es genial.
—Gracias! —Sonrío, es realmente alguien muy dulce—. Bien, ahora
vengo. Pagaré por esto y luego te invitaré un café.
—El que no pude tomar porque alguien me baño en frapuccino mocca con
chips, que creo aún tengo alguno dando vueltas en el pelo.
Ríe mientras va hacia la cajera a pagar mientras acomodo la ropa sucia
en un bolsa que las chicas me supieron dar además de apiadarse de mi y
prestarme el baño para poder sacarme lo más posible toda la crema del pelo.
Me eché una cantidad espantosa de perfume ya que olía a vómito de bebé
aún con la ropa limpia. Increíble día la mía pero puedo decir que rescato
algo bueno de esto y es que el mismo estúpido que me dejó oliendo así es el
mismo guapo hombre quien me invita un café.
—Bueno ya esta, vamos por el café. ¿Aún tienes tiempo no? —Me dice
cuando vuelve con una sonrisa que me deja algo tonta por unos segundos.
—Si, se supone que dentro de 15 minutos deberían de llamar.
—¿Dónde vas? Si es que no te molesta que pregunte no.
—Para nada, voy al casamiento de mi mejor amiga en San Luis, Merlo.
Estoy muy emocionada, soy su dama de honor.
Se queda por unos minutos pensando, creí que quizás no me haya
entendido porque hablé muy rápido por la emoción pero cuando estaba por
preguntarle sonríe, me quedo algo confundida ya veo que tanta es mi suerte y
le falta un par de amiguitos en la cabeza. Luego para mi intranquilidad larga
una carcajada. ¡Dios esto ya me preocupa! Creo que desistiré del café.
—Creo que el destino es maravilloso —dice luego de su ataque de risa,
si en definitiva esta loquito—. Te parecerá asombroso o algo muy psicópata,
depende de como lo veas. —me dice observándome fijamente, esto ya me da
miedo—. Pero resulta que yo también viajo a San Luis por la boda de mi
mejor amigo y soy el padrino, y juraría que es la misma boda a la que vas tú.
CAPITULO 3.

Me había quedado mirándolo por lo sorprendida que estaba, en definitiva


el mundo era muy muy pequeño. Vaya manera de conocer a la persona que
caminaría conmigo en el altar acompañando a nuestros amigos.
¿De dónde vendrá? Mi instinto de curiosa me puede, me maneja por
completo y no puedo evitar abrir la boca.
—¿De dónde eres? Porque de aquí no, tu acento es muy notorio no quiero
decir que tú español es horrible pero te delata.
Me mira curioso, sonríe a pesar de haber quedado como una loca. El ser
curiosa es útil muchas veces en mi trabajo pero en lo que se refiere en la
vida cotidiana no mucho, a veces las personas lo toman a mal.
—Eres muy curiosa. —me dice achinando los ojos hacia mi. Pero yo aún
me quedo a la espera de que me diga de dónde viene—. Australia, crecí en
Sídney como Mason.
¿Australia? Viajó desde tan lejos solo para esta boda ¡Wow! Bueno, yo no
tengo mucho más que decir.
—¡Wow! —digo asintiendo con la cabeza no sabiendo mucho que decir,
odio las conversaciones casuales porque no tengo mucho más para decir.
—¿Wow? Estabas tan curiosa y me dices eso —ríe con una pequeña
carcajada. ¿A este que le pasa?
—Quería saber de dónde eras y ahora ya lo sé, que más puedo decir.
—Mejor vayamos por ese café.
Sonríe mientras vamos hacia la cafetería por un segundo intento de
comprar un café, no voy a negarlo, es bastante guapo además de simpático y
amable y más aún después de haberlo llamado idiota. Tiene un muy buen
aspecto pero aprendí gracias a mi experiencia personal y laboral que cuanto
más guapos más idiotas y embusteros son.
Descubrí luego de la espera en la cafetería y nuestra charla esperando el
avión que es un amante de la cafeína al igual que yo pero bastante sereno,
tranquilo y calculador y ahí es donde diferimos ya que soy todo lo contrario
vivo a mil por hora, mientras hablo por teléfono puedo estar haciendo dos
cosas más pero porque para mí el tiempo es oro. Lo cual, le ha parecido
bastante gracioso porque mientras hablábamos estuve mandando mails ya
que mis clientes no entienden el concepto de vacaciones. Obviamente
aquello le pareció alarmante, aún más cuando me preguntó si tenía una
secretaria y le dije que también se había tomado unos días la pobre.
—Pero entonces quien atiende tus asuntos.
—Bueno, por eso es que con tiempo avisé a todos mis clientes que no me
encontraría en el despacho y que mi Secretaria tampoco ya que nos íbamos
de vacaciones. Pero claro, existe la gente que no entiende y se piensa que me
se sus expedientes de memoria.
—Pero, no entiendo porque no dejarla a ella?
—Porque prefiero que el Despacho quede cerrado mientras no estoy pero
cuando esté tenerla a ella porque sino mi vida sería una locura.
Asiente dándome la razón.
—Es muy comprensible, en mi caso siempre hay una de reemplazo.
—Yo no se qué haría sin ella, desde que llegué a España ha sido mi mano
derecha y me ha acompañado en todo pero gracias a eso también su carrera
está en pleno ascenso.
Estuvimos un buen tiempo más charlando, cuando llaman a embarcar.
Cuando íbamos viendo nuestros asientos por casualidades del destino
estábamos uno a lado del otro, ya que los asientos de primera clase eran de a
dos pero eran bastante más amplios.
—La vida de alguna u otra forma nos iba juntar
Lo miro sorprendida por ese comentario, si es de esos tipos melosos
moriría si fuera el caso. No soportaría tenerlo cerca creyendo que el destino
nos unió, el destino es una porquería.
—La vida o destino cómo le dicen es una tontería.
—Fuertes declaraciones para alguien que es Dama de Honor en una boda.
—Claramente lo hago por el amor que le tengo a mi amiga, porque si
fuera por mí ni volvería a este país.
Me mira completamente confundido, listo ahora sí cree que soy una loca
desquiciada.
—Quieres hablar del asunto? —me dice en tono suave tan solo audible
para mí, me conmovió el hecho de que no me haya lanzado la pregunta cómo
yo se lo había hecho a él.
—Quizás deberías de preguntarme en la fiesta cuando tenga varias copas
de más —contesto acomodándome en el respaldo cerrando los ojos. No
quería hablar del asunto estando sobria, es más jamás he hablado de esto
desde aquella vez.
Me despierto porque siento una leve sacudida, cuando abro los ojos veo
el rostro anguloso de Ryan sobre mi y es cuando me percato que estaba mi
cabeza en su regazo y una de sus manos en mi cabello acariciándome. Me
levanto rápidamente de un salto, ¿Cómo es que terminé ahí?
—Tranquila, es que te dormiste e ibas cayendo de apoco hacia un costado
que preferí que te recostaras directamente en mi o te despertarías con una
contractura horrible.
Lo observo un momento porque me pareció un gesto agradable algo que
hacía tiempo nadie hacia por mi, el último hombre que medianamente hizo
cosas como estas me dejó plantada y con un corazón roto en el altar.
—Gracias. —fue lo único que se me ocurrió decir y rápidamente me
acomodé derecha en mi asiento. No podía verlo a la cara, sentía... La verdad
no sabía lo que sentía.
"Señores pasajeros le habla su piloto pedimos que se abrochen los
cinturones porque nos encontramos próximo al aterrizaje. Muchas gracias"
Estamos llegando, se había pasado muy rápido el vuelo. Menos mal
porque está situación tensa de no saber que decir no me agrada, es un
hombre muy atento pero hacía mucho no dejaba que nadie tuviera esas
consideraciones conmigo, me había cerrado por completo a las citas y me
enfoque en lo único que me apasiona realmente, mi trabajo.
Tratando de liberar mis pensamientos sobre eso, decido mirar por la
ventana para ver las nubes pero me encuentro con que no son blancas más
bien grises, eso significaba que abajo estaba lloviendo odio los vuelos con
tormentas. En realidad me aterran las tormentas, en una de esas veo un haz de
luz brillar y truenos sonar que de inmediato bajo la ventanilla para no verlo.
—Estás bien? —Ryan me observa preocupado—. Estás pálida. Pediré
agua.
Tocó el timbre y en segundos apareció una azafata a quien le pidió un
vaso de agua, al rato volvió y se lo entrego el cual me lo ofreció, yo tan solo
podía mirarlo, era atento y sabía que algo me ocurría me gustaba eso pero
me aterrorizaba también, no sabía que era lo que más me preocupaba en
estos momentos la tormenta o Ryan. Pero al sentir una sacudida del avión
supe que era la tormenta.
—Gracias, debo confesar que odio las tormentas, nunca las he superado.
—lo veo que me mira fijamente y sonríe—. Adelante búrlate pero de verdad
las odio.
—No me burlaré, sonrío porque no tienes por qué temer, yo las he
superado y me tienes a mi. —al finalizar esas bellas palabras toma mi mano
entre las suyas y las acerca a su boca besándola, no puedo describir la
descarga eléctrica que sentí por la espina dorsal. Pero si puedo el nivel de
sonrojo que tenía en estos momentos que era similar al de un tomate.
Le devuelvo la sonrisa algo incómoda ya que descubrí que si es un
hombre atento pero con una dosis de cursilería también pero eso no le
robaba atractivo es más lo sumaba y eso era preocupante. Simplemente no
pensaría en esto ahora, primero lo primero era llegar a tierra entera.
Luego de dar unas vueltas y ver el momento oportuno para atravesar la
tormenta y con un mini infarto de por medio estábamos en tierra a salvo de
todo. Ryan tuvo que desabrochar mi cinturón porque yo aún me encontraba
muy alterada, me ayudó a levantarme y con su ayuda iba bajando el avión. El
único momento que se separó de mi fue cuando tomo su bolso y luego los
míos para colocarlos en el carro, sabíamos que nadie iría a recogernos ya
que ambos habíamos dicho que alquilaríamos un coche pero ahora
alquilaremos uno solo ya que Ryan lo vio más oportuno porque aún no me
encontraba del todo bien. De verdad odiaba las tormentas y lo peor fue
atravesar esa con el avión queriendo descender.
—¡Bonita ven! Ya nos trajeron el auto.
¿Lo escuché bien? Luego hablaremos sobre eso, ahora tan solo quería
llegar y tomar algo caliente.
De camino a la casa de campo íbamos con la radio encendida que casi ni
hablábamos, la estancia con Ryan era pacífica y de una manera increíble
lograba comprender lo que quería y se había dado cuenta que ahora mis
nervios quizás no eran por la tormenta más bien por el reencuentro con mi
pasado.
Estábamos a unos 100 metros de la entrada al lugar donde decía Estancia
Reyes que me sorprendió que aparcara el auto en un costado para luego
apoyar la cabeza en el respaldo y observarme.
—¿Qué sucede? —pregunto algo confundida—. ¿Porque te detienes?
—Aunque no me hayas hablado del asunto supe que volver aquí era
difícil para ti, quería darte un tiempo para que te prepares y saber si estás
bien.
Lo miro y no lo creo, algo en mi se aflojó por completo por primera vez
desde hace años me había cerrado por completo a todos y este hombre con
un mínimo de esfuerzo logró tirar todas mis barreras en ¿Cuánto? Dos horas
y media.
Sin poder frenarme a mi misma no pude darme cuenta en qué momento me
desabroché el cinturón y me incline hacia él plantándole un beso. Un beso.
Por amor al cielo está no era yo.
—Lo lamento no se que me sucedió. Yo... —no sabía que decir, abro la
puerta del auto y bajo necesitaba aire. Al segundo escucho que él también
bajo, no quería levantar la vista me encontraba muy avergonzada, yo no era
así soy alguien sería y fuerte ante los impulsos pero ahora...
—Julia, no lo lamentes. Te juro he querido hacerlo desde hacía rato yo...
Por favor, mírame.
¿El había querido besarme antes? Lo miro a los ojos y me pierdo en ellos,
ya mis muros habían caído no podía hacer más nada más aún sabiendo que él
había querido besarme también, nos conocimos hace 3 horas y ya existía está
atracción.
—Eres hermosa, y aún más con un Frapuccino de chocolate y chips en la
cabeza. —Río ante eso, lo tenía cerca muy cerca pero aunque me haya
retirado un poco para atrás con sus brazos me había apresado entre el auto y
él—. Me volviste loco desde el momento uno y ese beso me dice que yo
produzco cosas en ti. Sabes que si, y juro que no puedo estarme un rato más
quieto, no quiero. Lo único que si quiero es volverte a besar, dime qué si.
—Hazlo
Fue lo único que pude decir y lo que él necesito para hacerlo, no puedo
evitar sentir que volaba entre este hermoso paisaje y con este hombre
atractivo mi día aquí había comenzado muy bien y era lo que necesitaba para
poder traspasar ese portón e ir a enfrentarme a la gente de mi pasado con el
hombre que me ha robado el aliento.
—¿Julia? —esa voz, ¡oh no era él!
CAPITULO 4.

<<!Esa maldita voz!>>


No importa el tiempo que pase dónde fuera la reconocería. Esteban
Reyes, el hermano de mi mejor amiga y mi ex prometido. El idiota que
rompió mi corazón y me dejó literalmente plantada en el altar. Esperaba
tener un poco más de tiempo antes de cruzármelo. La vida es asquerosa. Lo
dije y lo vuelvo a decir.
Ryan gruñe ante mi reacción y creo que yo también, aunque debo admitir
que me pone feliz saber que nos vio besándonos por lo menos verá que no
estoy muerta por dentro por culpa suya.
—¿Julia, lo conoces? —me susurra Ryan mientras nos separamos unos
centímetros y queda observándome mientras supongo saca sus conclusiones
ante mi reacción.
No iba mentirle, no después de ese beso. No después de que haya
significado tanto y más que se trate de alguien que conocí hace solo unas
horas. No dejaré que se me escape.
—Es mi ex prometido, el idiota por el que me fui de este país y abandoné
todo.
Siento como se tensa, su mirada cálida cambio a una totalmente gélida. Se
aparta de mi y yo atemorizada porque no quería que se fuera veo como da
dos pasos al frente y esa mirada cargada de frialdad se la dirige a Esteban.
—Disculpa pero te agradecería que durante nuestra estadía aquí no le
dirijas la palabra si no es absolutamente necesario y ahora no lo es. Te
veremos en la casa.
Voltea nuevamente y esta vez me abraza tan fuerte que me sentí entera y
completa. Tan solo escuché las ruedas del auto de Esteban irse, no me había
permitido verlo, no podía. ¿Cómo podría? Él era un idiota y Ryan era el
mejor hombre del mundo.
—Quieres irte al centro a buscar un bar y emborracharnos un poco o
quieres ir a la casa ya y que muchas personas te abracen y besen.
—Tu me has abrazado y besado...
—Pero como yo no habrá otro, soy especial y no cuento. —ríe mientras
besa mi frente.
—No, los tengo que enfrentar en algún momento. Ya tendremos tiempo de
emborracharnos.
—Ahora entiendo porque dijiste que te preguntara después de unos tragos
de más.
<<Lo recuerda ¡Wow!>>
Volvimos al auto pero antes de avanzar ese camino tan corto, me incline
en él para besarlo otra vez y admito no puedo evitarlo, era como una droga
la cual acabo de descubrir.
<< Se fuerte Jul, Ryan está a tu lado. Tu eres fuerte. Sonrisa todo el
tiempo. >>
Mi nuevo mantra me lo repetía unas varias veces mientras íbamos
llegando. Mis nervios iban aún más en aumento y con más razón cuando
divisé la casa y en la entrada de este vi como la familia Reyes recibía a
Esteban, esposa e hijo mientras nos observan llegar.
—Julia!!!! —el grito de mi amiga hizo que solo pudiera enfocarme en ella
mientras bajaba del auto—. Amiga no lo puedo creer estás aquí!!!
Nos abrazamos y lloramos y volvimos a abrazarnos más, hasta que luego
una tos detrás mío hizo que nos diéramos vuelta a ver y la cara de confusión
de mi mejor amiga fue estupendo.
—¿¿Ryan?? ¿Vinieron juntos? ¿¿¿Acaso se conocen??? ¡¡¡No puede ser!!!
—Creo que se conocen muy bien ya que estaban a los besos en la entrada
de la Estancia. —maldito seas Esteban, quien pidió tu maldita opinión.
Ahora toda la familia sabrá que me bese con uno que conocí hace apenas
unas horas. Genial.
—Aunque creo que eso fue poco caballeroso es así, —continúa Ryan
luego de dirigirle una mirada de odio a Esteban mientras ahora observaba el
rostro de mi amiga con todo el cariño del mundo—. A Julia la conocí hace
unos años por amigos, luego nos alejamos y hoy cuando nos volvimos a
reencontrar fue revelador ya que ninguno olvidó al otro.
—¡Que hermoso! —decían los miembros de la familia Reyes. Lo besaría
aquí y ahora por haber mentido así por mi, es como si lo adivinara. Como si
supiese que me avergonzaba el que descubran que lo conocí hace unas horas
y ya lo había inspeccionado.
Esteban no supo decir nada más así que tuvo que llevar a su esposa e hijo
adentro mientras nosotros saludábamos a todos los presentes. La verdad me
alegraba el verlos otra vez, los padres de Xime eran los mejores y mas
buenas personas que pude conocer, en su momento cuando ocurrió lo
ocurrido estuvieron conmigo odiando a su hijo por lo que me hizo. Así
también con los tíos y primos de mi amiga que ya estaban presentes.
—Julia querida, tus padres llegarán mañana. Estarán muy contentos de
volver a verte. —la señora Reyes es muy amiga de mi madre, fueron a la
secundaria y luego a la universidad juntas. Es por ellas que la amistad que
tenemos con Xime es tan fuerte.
—¿Y mi amigo donde está?
—Es verdad, donde está el novio? Aun no lo conozco debo ponerme en el
papel de la amiga acosadora e investigarlo en los días que quedan antes de
la boda, espero no espantarlo.
—Créeme amiga, no lo espante yo... Tu no lo harás. —me dice
carcajeándose Xime—. Fue a buscar a sus padres que se perdieron. Y su
hermano llegará mañana, te lo iba presentar pero veo ya estas ocupada —me
dice esto último con la intensión de que solo yo lo escuche.
Entre risas y anécdotas fuimos metiendo las cosas en la casa, mientras
Ximena que era igual de loca que yo organizando todas sus cosas comenzó a
seleccionar cabañas para todos. La Estancia Reyes era enorme pero además
de la casa principal contaba con pequeñas cabañas en los alrededores de la
misma, según tengo entendido mis padres y sus suegros ocuparan la más
grande. Esteban y familia con otro primo más que también tiene hijos en otra
cabaña. A nosotros con Ryan, el hermano incógnita de Mason y Daniela la
colega de Xime en la cabaña más alejada pero de mis favoritas ya que es la
única con una vista increíble a un pequeño estanque. Así también organizó
dos cabañas más con mas familiares y algunos otros invitados que no cabían
en cabañas fueron colocados en las habitaciones de la casa principal.
La recepción iba contar con los invitados justos, los mas importantes para
ambos, dentro de todo no éramos muchos aunque agradecía el estar en la
cabaña mas alejada porque quiero mi espacio cuando me sienta muy
sobrecargada. Aunque no estoy tan segura cuan en paz estaría ya que no
conozco al hermano de Mason y no se cuan fastidioso podría ser. A Dani la
conozco de la universidad mientras estudiaba con Xime, somos amigas
aunque cuando me alejé de todo no sabría decir cuan bien quedaron las
cosas.
<<Toc Toc>>
—Adelante. —digo tumbándome por fin luego de terminar de ordenar mi
placard—. Amiga muero por ver ese horrendo vestido que seguro has
elegido.
—¡Wow! Como dama de honor eres de lo peor.
—¿¡Que...!? —sorprendida levanto la cabeza y lo veo parado en la puerta
de mi habitación, un hermoso colorado de ojos verdes y pequitas tiernas en
la cara mirándome con los brazos cruzados—. ¿Quién eres?
—Jesse Alexander, hermano del novio y uno de los padrinos. Quise
conocerte ya que estaremos en la misma cabaña además me han contado que
eres una temible abogada en España. Casualmente trabajo allí.
Mi cerebro había muerto, no había duda. Es que quedé impactada, el
cuñado de mi amiga era un bombón con todas las letras, es que estas
vacaciones se tratará de chicos calientes saliendo de todas partes. ¡Wow!
<<Contesta algo no seas ridícula>>
Ah si es verdad, había dicho algo que cosa era...
—Tu llegabas mañana... —Oh bravo cerebro! Fue lo único que se me
ocurrió decir—. Perdón, es que yo... Es un placer conocerte.
Me levanto y me siento en mi cama aún viéndolo con cara de estúpida.
—Jess no te asustes si empieza a cuestionarte todo en 5 segundos es así
no lo puede evitar. —Mas sorprendida veo como Ryan va a abrazar al
bombón de Jesse—. Hermano cuanto hacia que no te veía!!!
—Adelante usurpen todo lo que quieran mi habitación. —digo sarcástica
mientras me recuesto nuevamente.
—¿Cuál es su problema?
—¡Te escucho Weasley! —digo sonriente por el estúpido apodo que le di,
¿ya dije que soy un asco cuando estoy nerviosa?
—No te preocupes a mí me dijo idiota antes de Hola.
<<Tiene razón>> Sonrío recordando. No ha pasado 24 hs de eso y siento
que lo conozco de años ¿Así de cómodos hace que se sienta uno con unos
besos? No puede ser.
—Julia —me dice Ryan y siento que la cama se hunde a mi lado, abro los
ojos y lo veo recostado a mi lado mirándome—. Quieres ir a tomar algo
cerca del estanque y así ver si hacemos algo con tu mal humor y conoces más
a Jess.
—Me gusta la idea —contesta el colorado sexy.
—Bueno. Pero tomaremos mate, probarán lo bueno de este país y si ya lo
probaron no importa lo harán otra vez.
CAPITULO 5.

Habíamos pasado el resto de la tarde muy bien, al final se nos unieron


todos, excepto Esteban y su nueva familia. Para alegría mía y Ryan que
parecía atento a que se aparezca éste en cualquier momento.
Alicia, la madre de Xime. Organizo una cena en la casa principal como
una bienvenida para todos, sabíamos al día siguiente habría otra ya que
faltan aún más personas por llegar. Finalmente en la cena conocería al
prometido de mi amiga que había llegado muy tarde junto con sus padres y
directamente fue a descansar antes de encontrarnos en el comedor. El pobre
había pasado toda la tarde buscándolos porque no sabían donde se habían
metido.
También conocí un poco más a Jesse, el sexy cuñado de mi amiga que por
cierto cada que podía coqueteaba con quién se encontraba más cerca, era
todo un Don Juan de primera. Conmigo tuvo sus momentos pero mi amiga le
informó de mi supuesto reencuentro con Ryan y eso lo calmó bastante aparte
de que éste último lo miraba feo cada que decía algo lascivo.
En la cabaña estábamos los tres ya que Dani llegaba recién mañana, Ryan
me acompañó hasta la puerta de mi habitación y con un beso en la mejilla
prometió que iríamos juntos a cenar.
Con la idea de que allí me encontraría con Esteban y su mujer me propuse
en buscar algo casual pero elegante, y tenía el vestido perfecto y las chatitas
perfectas, con el cabello en una coleta alta estaba más que lista, opte por no
maquillarme ya que estuve todo el día sin eso lo veía poco necesario para
luego de unas horas volvérmelo a sacar.
—Estás hermosa —me dice Ryan cuando abro la puerta.
Antes de que pudiera decir más entra a mi habitación y cierra la puerta
tras de él para luego plantarme un beso que me dejó sin habla y sin aire.
—Listo podemos ir, estuve toda la tarde queriendo hacer esto pero ahora
ya no lo soporte.
Que podía decir, nada. Tomé mi celular y como si nada nos encaminamos
hacia la casa principal donde todos ya estaban bebiendo de sus copas algo
espumoso.
—Vaya que se ven bien juntos —exclamó Xime cuando nos vio llegar en
eso lo acompaña un hombre alto de buen ver con una camisa blanca y unos
jeans negros, supe que se trataba de Mason—. Dime amor, no se ven bien?
Son perfectos.
—Déjalos aunque sea que lleguen, buenas noches. Tu debes ser la
Abogada Julia Blanco. Es un placer por fin ponerle un rostro al nombre.
—Igualmente. Me alegro que mi amiga haya encontrado a alguien que la
valore y la ame como se lo merece.
—Amigo —exclaman juntos Mason y Ryan. Se abrazan mientras nosotras
con Xime les damos su espacio y vamos a por una bebida.
En ese recorrido saludo a los padres de Xime y los demás que ya estaban
allí, quedamos que mañana nos volveríamos a juntar cerca del estanque a
tomar mate y jugar algunos juegos, que mi amiga por cierto ya los tenía
preparados.
—Por favor vayamos acomodándonos en la mesa ya que la cena será
servida. —anunció Alicia emocionada, amaba estas cosas y ser anfitriona en
la boda de su hija es la mismísima gloria, lo fue cuando nos íbamos a casar
con Esteban pero mejor no hablar de eso.
Ya todos ubicados en sus lugares los meseros contratados iban sirviendo
a los comensales presentes mientras una conversación variada dominaba la
mesa hasta que los padres de Mason curiosos por la vida en España
comenzaron una conversación conmigo que al parecer llamo la atención de
todos en la mesa.
—Julia, ¿a qué te dedicabas? —pregunta la Señora Alexander con un
español un poco tosco—. Disculpa es que Alicia lo dijo pero no entendí
bien.
—Abogada especialista en Divorcios.
—Y una de las buenas —responde mi amiga—. Todos los hombres en
España temen que ella esté en el caso.
Todos en la mesa expresaban su asombro al escuchar eso, los únicos
infelices que no dirigían palabra alguna era Esteban y la estúpida esposa
hueca. Quizás suene como de resentida pero esa mujer era espantosa, esas
fachas de fulana más parecía sacada recientemente de un cabaret que de una
señora que lleva casada 5 años, porque sí, se casaron después de yo
quedarme plantada en pleno altar.
—La verdad es que si es así, generalmente me dedico a situaciones dónde
las mujeres enfrentan infidelidades, abusos, abandonos esos dramas dónde
son realmente las víctimas, digamos que puedo permitirme elegir casos
dónde trabajar ya que mi cartera de clientes es extensa.
—No te dedicas a casos dónde los hombres puedan ser tus clientes —me
pregunta Mason todo curioso. Creo que algo de mi amiga se le pegó.
—Si pero casos muy particulares, los hombres son más propensos a
mentir y victimizarse quizás la mujer no tanto como la mayoría cree.
—Además tu ya lo viviste, sabes lo que se siente el ser engañada y
puedes pelear mejor por aquellos que ya no sienten amor.
Silencio.
Todos en la mesa quedaron mudos, todas las respiraciones eran
escuchadas y ningún tenedor estaba en movimiento. El único comentario que
pudo haber hecho lo tuvo que hacer justamente hacia mi y diciendo aquello.
No puede ser. Todos quedaron a la expectativa viéndome a mi y aquella
mujer. Yo aún tenía la vista clavada en Ximena quien estaba enfrente mío.
Ryan que sostenía mi mano lo presionó un poco más fuerte creo para
comprobar que aún estaba lúcida.
—Si me disculpan, siento un pequeño malestar. Buenas noches.
Me levanto de la mesa y bajo la atenta mirada de todos camino lo más
normal posible, necesito aire. No quería que notarán mis lágrimas apunto de
dejar mis ojos. Ese comentario aún dicho por aquella parásito me dañó y
mucho.
—Espera.
No puede ser. Él también.
Esteban estaba allí sosteniendo mis muñecas mientras yo observaba esos
ojos grises luego de tantos años. Esos ojos dónde por años me sentí amada,
completa y dónde veía mi futuro. Unos ojos que me han perseguido por unos
largos 5 años. Unos ojos que me recordaron lo infeliz que pude ser.
—Discúlpala es que se siente abrumada por ti.
Y es que acaso aquello me tiene que importar, la estúpida fue la amante
embarazada por la cual mi prometido me abandonó maldita sea, que se
olvide de mi lástima y más después de lo que me dijo, porque nadie me saca
de la cabeza que ese comentario fue con toda y la mala intensión del mundo.
—La verdad no me interesa y quiero que me sueltes, a esa mesa no
volveré y si vine a pasar esta semana aquí fue por Ximena porque ni por mi
familia volví.
—Debemos hablar. Sabes que quise ponerme en contacto contigo después
de ese día, yo...
—Nada Esteban, ¿qué dirás? Me engañaste quien sabe por cuanto tiempo
luego la embarazaste y me dejaste por lo menos fuiste lo suficientemente
hombre como para hacerte cargo de tu hijo. ¡Maldita sea Esteban! No quiero
verte más y tampoco escuchar tus malditas disculpas y tus absurdas excusas
ni nada de eso.
—Ya la oíste, aléjate. Te advertí idiota que no te acercaras a ella.
¡Ryan!
Esteban al escucharlo me suelta para poder enfrentarlo frente a frente.
Ryan se veía realmente enfadado, nuevamente esa mirada fría en sus ojos. Sé
que si Esteban lo enfrenta Ryan no pensará dos veces y lo golpeará y aunque
quiera ver a Esteban con un maldito ojo morado estamos en la semana más
importante de nuestros amigos y no quiero amargarlo con una pelea.
—Ryan, me acompañas por favor. No me siento bien.
—Le diré a mi madre que te acompañe, este que hará por ti. —Es que este
idiota no sabe mantener la boca cerrada.
—Hará lo que tu no imbécil, quererme como su maldito ser más
importante en el mundo. —Ryan no dijo absolutamente nada tan solo sonreía
mientras me miraba impresionado, nuevamente mi carácter de loca salió a la
luz, la misma que él vivió esta mañana pero esta vez dirigido al bastardo que
si se lo tenía merecido.
Me acerqué a Esteban y con mi dedo índice lo empujé del pecho
gritándole todo lo que por 5 años lo había contenido.
—Eres una maldita sanguijuela Esteban, quiero que de una vez por todas
entiendas que mi perdón no lo tendrás nunca pero no te creas que muero por
lo que me hiciste, no. Estoy agradecida porque me libre de un estúpido ser
arrogante y egoísta como tú. ¡Dios! Y pensar que un día soñé formar una
maldita familia contigo no eres más que una cucaracha que anda detrás de la
mugre para poder alimentarse. Espero y seas algún día encuentres la
felicidad de verdad porque, pobre, eres un maldito infeliz.
Lo dejé completamente paralizado y cuando terminé de decir todo aquello
sentí unas manos conocidas tomando las mías y apretándolas, se lo que
quería lograr con eso, hacerme volver a la realidad y recordarme que debo
estar lúcida. Sin decir nada más Esteban nos abandonó allí ni siquiera volteo
a vernos, con la cabeza gacha fue hasta desaparecer en la casa y fue allí que
pude volver a respirar nuevamente. Lo había hecho al fin, se lo había dicho
todo y mi corazón estaba feliz.
—No quiero verte llorar.
Ryan estaba acariciando mi rostro siguiendo con sus yemas las lágrimas
que había derramado pero las había hecho sin darme cuenta de eso, en mi
interior me encontraba libre y feliz pero por lo visto aún me faltaba llorar
más.
—Quiero que me saques de aquí, llévame al estanque. Necesito llorar por
última vez todo porque aunque no lo creas me siento feliz y libre de todo el
pasado.
CAPITULO 6.

Ryan había descubierto el día anterior la vieja hamaca de madera donde


cuando éramos chicas Xime y yo nos contábamos secretos, y ese era nuestro
lugar especial ya que se encontraba oculto del otro lado del estanque. Era lo
bastante amplia que allí los dos pudimos acomodarnos muy bien, él me
sostuvo contra su pecho hasta quedar completamente dormida mientras
lloraba en silencio ya que ni Ryan dijo nada y yo tampoco. Al final, ambos
dormimos ahí.
Al día siguiente Xime nos encontró y por su rostro supe que nos estaba
buscando desde hacia rato pero cuando me vio vi como su felicidad
aumentaba, estaba feliz por mí, aún cree que de verdad Ryan y yo habíamos
tenido un romance y muero por decirle la verdad pero que si, desde un
primer momento había flechado mi corazón por completo. Y no puedo
evitarlo me siento mal por sentir estas cosas porque ¡No lo conozco! pero
me siento completa con él. Su tacto lo es todo hace que toque tierra y vuelva
a la realidad, lo sé porque lo ha hecho ya varias veces.
Pero cuando pienso en esas cosas lindas que siento por este hombre no
puedo evitar pensar que ya tiene cierto poder sobre mi pero si decide
romperme el corazón no me creo capaz de componerme como antes, esto es
diferente él es por completo diferente. No quiero salir lastimada otra vez
pero mantenerme lejos de él no es una opción.
—Yo toda preocupada por ustedes y estaban aquí en nuestro lugar secreto
Julia! —se que esta bromeando pero logro conseguir una mirada consternada
de Ryan que aún seguía manteniéndome fuerte sobre su pecho.
—Lo ha encontrado él solo, cuando le pedí que me sacara de la casa fue
al lugar donde me trajo. Quería escapar y sin saber nos trajo a nuestro lugar
¿Recuerdas?
—¿Es chiste? obvio que si. —contesta mi amiga como perdida en el
pasado recordándonos.
—Alguna me quiere explicar por favor. —preguntan Ryan más
confundido.
—Este era nuestro lugar donde nos contábamos secretos de pequeñas,
como siempre terminaban encontrándonos sentadas en el suelo nuestros
padres decidieron fabricarnos esta hamaca para poder sentarnos cómodas
sin nadie que nos moleste.
—Bueno es mejor que nos demos una ducha y luego busquemos café,
créeme lo necesitamos —digo mientras me retiro de Ryan sin ganas, no lo
negaré estaba cómoda y más luego de la noche de llanto que tuve.
En la cabaña descubrimos que Dani había llegado y que estaba en su
cuarto acomodándose por lo que fui directo a saludar pero increíblemente
alguien me había ganado. Jesse. ¿Qué hacía tan temprano levantado? No creo
que haya escuchado que nuestra última compañera de cuarto llegó y se haya
levantado a recibirla.
—¡No puedo creerlo! ¡Miren lo que trajo el viento! —Exclamó Dani en
cuanto me vio y mis dudas si estaba enfadada conmigo desaparecieron, era
la misma vivaz y feliz mujer de hace 5 años—. ¡Dios! cuando Xime me dijo
que venías no lo podía creer, tenía que verlo para creerlo.
—Créeme aún ni yo me lo creo que este aquí. —La abrazo fuertemente—.
Te extrañaba, las extrañaba a ambas mi única amiga allá es mi asistente que
de lo único de lo cual habla es trabajo. Extrañaba esas noticias chismosas de
Hollywood o cosas así.
Ambas reímos mientras recordábamos los viejos tiempos. Todo esto bajo
la atenta mirada de Jesse quien nos observada desde un rincón de la
habitación pero lo extraño es que no se encontraba con la misma cara jovial
y llena de picardía de ayer, estaba serio con unas arrugas en el entrecejo.
—Y a ti que mosca te picó? Porque estás con cara de fastidiado, qué te
hicimos?
—No le des importancia, cuando se comporta como un nene es así luego
se le pasará.
Es que me perdí de algo, ¡Wow! ¿Acaso estos dos tuvieron historia? Me
muero, el mundo es tan pequeño sin dudas.
—Me iré a dar una ducha y en busca de café me alegro que estés aquí
espero que luego de que logres descansar podamos pasar unas horas juntas,
ah por cierto tengo una sorpresa de Dama de Honor a la novia que lo
tenemos que llevar a cabo nosotras.
—Como digas, muero por saber de que se trata.
Me fui de allí pensando en aquella sorpresa planeada y en como la aptitud
de Jess era extraña como también la familiaridad que manejan entre ambos.
Esta semana aquí hará que historias salgan a la luz de eso no hay dudas.
Pensando en ello decidí darme un baño porque de verdad mi cara era la
de una momia y necesitaba ese bendito café. Además debía de prepararme
mentalmente para verla a la estúpida de Florencia a la cara y además
reencontrarme con mis padres después de 5 años sin verlos y sin hablar con
ellos. Hoy sería un día intenso, al estar ya todos presentes se debía de
arreglar los últimos detalles de la cena de ensayo y la boda.
El baño fue rápido aunque quisiera haberme tomado más tiempo, me
decidí luego por un enterizo corto negro y nuevamente la coleta alta pero
esta vez si con un poco de maquillaje ya que Florencia se siente abrumada
por mi y mi presencia bueno, le daré motivos. Que vean todos en que tipo de
mujer me convertí en estos años, alguien con un nombre con un poder que
supe conseguir.
Con la autoestima más alta que ayer por la noche, salí a la cocina en
busca de mi café y me encontré a Jess sentado con una taza frente suyo y una
cara de pocos amigos, a su lado Ryan con una notebook inmerso en el, quizás
cosas de trabajo.
—Buen día, vaya sus rostros dan pena, más el tuyo Jesse nos dirás que te
ocurre.
—Déjalo ha estado así desde que vine a desayunar, quizás hoy no es su
día.
—Vamos! Estamos a nada de una boda debemos estar felices. Bueno
como sea si no quieres allá tu. —digo tomando asiento con una taza y mi
celular, desde que llegué no hay revisado mis mails y mensajes. Era
momento.
Luego de media hora revisando todo y contestando algunos que eran
importantes lavé mi taza y decidí ir a la casa principal ambos chicos estaban
inmersos en sus cosas así que los dejé no tenía tiempo de lidiar con las
emociones de un chico. Suficiente con la emociones que sentía ella misma.
Ya en la casa fue directo a la cocina sabía que estarían allí, y así fue en el
desayunador se encontraban los señores Reyes y los señores Alexander,
Mason estaba al teléfono con su ceño fruncido y Xime estaba con un
cuaderno y la notebook viendo unas cosas de la boda. Hice un saludo general
y me acerque a mi amiga tendría que ayudarle ya con la organización
faltante.
Estuvimos más de una hora con eso, terminamos de organizar los juegos
de esta tarde los que por cierto mi amiga organizó pensando que era su
despedida lo que no sabe es que tengo un plan. Luego, vimos lo de los
vestidos y acordamos que la modista vendría en estos días para arreglar
detalles de los vestidos de las damas. Vimos las flores del ramo y las de los
centros de mesa nos encantaron las flores de durazno son de un color rosa
tan delicadas y cálidas. Esta tarde vendrían los del catering para probar
algunos de los platos que servirían en la cena de ensayo. Y tener una idea de
como sería en la boda.
Contentas por los avances que hicimos y más por poder organizar todo
este día preparamos un itinerario que entregaríamos a todos los presentes
para que sepan organizarse, los juegos empezarían hoy y la gran cena de
bienvenida aún más importante que la de anoche donde todos los invitados
estarían presentes.
—Bueno terminamos, dices que nos odiarán por consumir toda su tarde.
—pregunta mi amiga con los itinerarios en las manos.
—Que agradezcan que hoy es solo después del mediodía tienen la mañana
para descansar de nosotras. Además debemos esperar que lleguen todos, mis
padres por ejemplo, no han dicho nada aún no?
Mientras limpiábamos todo donde habíamos estado los señores Reyes
vienen junto a nosotras con una sonrisa en el rostro.
—Julia querida —me dice Alicia toda alegre me toma por los hombros y
me abraza—. Tus padres están por llegar, tu madre esta feliz muy feliz de
saber que estas aquí. No quieres ir a recibirla? Se podrán muy contentos si te
ven.
—Por supuesto, pero ¿sola? No quiero ir sola, es que...
—Te encuentras algo nerviosa no es así. —me dice el padre de mi amiga
—. No te preocupes ellos te aman y saben y entienden por que te fuiste hace
5 años, todos entendemos eso.
—Sabes Ryan puede acompañarte, yo iría pero tengo que pasar más
tiempo con mis suegros y tengo que poner al tanto a todos del itinerario.
La idea de buscar a mis padres y verlos después de 5 años junto con Ryan
se hacia menos abrumador, así que fui y lo busqué. Cuando le mencioné lo de
mis padres sin chistar me ha dicho que si. El recorrido al centro de la ciudad
no era tan cercano nos encontrábamos algo retirados, y estar los dos juntos
en tan reducido espacio hacia que la química que sentíamos se palpara en el
ambiente.
—Puedo preguntar algo que me ha estado dando vueltas en la cabeza.
—Claro. —digo algo confundida. No entiendo se ha puesto serio de
repente—. Me tienes un poco nerviosa es que ha ocurrido algo.
—No tienes porque, es que quería preguntarte algo pero no se como
hacerlo para que no suene mal.
—Dilo de una vez.
—Tu estando allá en España, salías con alguien o veías a alguien
ocasionalmente? De verdad quiero que esto sea real, esos momentos juntos
me hicieron querer tener una relación con alguien por primera vez y quiero
tener la certeza de que estas sola.
Me había tomado por completo por sorpresa, no sabia que decir, hace un
momento la tensión era la chispa que teníamos ahora era otra y no me esta
agradando. No quiero mentir, está claro que no salgo con nadie pero si tengo
algunos "amigos" que a veces nos encontrábamos tan solo para eso. Como se
supone que debo decírselo.
—Julia se que fue muy repentino lamento si te espanté, es que hasta estos
momentos hemos estado tan...
—Lo sé no te disculpes, pero no quiero mentirte pero tampoco quiero que
tengas una mala imagen de mi. La verdad es que no salgo con nadie en plan
serio desde... bueno ya sabes pero si tengo ciertos amigos a los que veo
ocasionalmente para pasar el rato.
—Entiendo, bueno yo solo he tenido dos novias en toda mi vida. Con la
última terminamos hace dos años, y también tengo "amigas" con quienes paso
el rato. No tengo porque juzgarte ni verlo mal. Pero si quieres arriesgarte
conmigo —dice mientras estaciona el auto a la orilla del camino para
mirarme a los ojos y con una sonrisa sexy en sus labios—. Quiero que sepas
que no comparto lo que es mío con nadie.
—Créeme soy la más indicada para decirte que no me gusta compartir. Si
quieres empezar algo, yo estoy dispuesta pero hagámoslo lentamente si? La
última vez que confié en alguien no me ha salido muy bien que digamos.
—Bien —Dice esta vez acercándose a mi.
Ahora nuestras respiraciones se hicieron más intensas, esa electricidad
puede sentirse nuevamente en el aire. Sus manos que acarician cada
centímetro de mi rostro y sus labios que ya entre abiertos buscan a los míos
desesperados. Hacen que todo yo tiemble bajo la espera de lo que sucederá
pero el bastardo no me besa tan solo se acerca lo suficiente para susurrarme
en el oído que más tarde tendremos nuestro momento y que lo bueno se hace
esperar.
¡Vaya! Que sorpresas me esperarán.
CAPITULO 7.

Luego de nuestro arranque frenético que no llegó a ninguna parte, para mi


desgracia. Tuvimos que continuar camino ya que mis pobres padres
esperaban por nosotros, Alicia dijo que no le diría nada a mi madre así que
será toda una sorpresa para ellos verme llegar a mi y por supuesto
acompañada de Ryan, que por cierto ahora me siento confundida no se como
presentarlo ya que no se en que quedamos. Dijimos de intentar algo y que lo
queríamos enserio pero no dijimos nada que desde cuando tenía vigencia.
Odio no tener el control de esto, la razón por la que no me encuentro en
una relación sería desde que Esteban me abandonó no solo fue por la tristeza
sino por mi entera necesidad de tener mi vida bajo control total. Ahora el
permitirme esto hace que mi necesidad se contenga aunque me cueste
infinitamente pero creo que él lo vale.
Increíblemente la ciudad estaba abarrotada de gente, los turistas habían
arrasado por completo que me había olvidado que estábamos en época de
vacaciones. Se podía apreciar de todo tipo de nacionalidades con diferentes
idiomas y me sentía dichosa de decir que este era mi país, que yo pertenecía
a esto. Aunque ahora gracias a la compañía de Ryan es que mi país es
especial otra vez.
—Mira, justo un avión esta aterrizando puede que sean ellos. —dice Ryan
tomando mi mano y esquivando personas mientras vamos lo más rápido que
se nos permite para esperarlos.
Pero al parecer ese no era el avión de mis padres ya que apenas entramos
dentro del lugar en una mesita estaban las dos personas más importantes en
el mundo para mi, sentados bebiendo el "cortadito" infaltable de la mañana.
Sabía que mi padre no bebería nada por el terror que siente cada que sube a
un avión y el viaje dura una hora y 15 minutos así que estuvo toda la mañana
esperando por su café. No los molestaría porque si me veían se olvidarían
por completo de su café y se que es una costumbre necesaria que tienen.
—Míralos hace 5 años que no los veía ni hablaba con ellos. Y verlos
haciendo exactamente eso que hacen por años me trae tantas nostalgias.
—Son adorables pero si los extrañas por que no vamos con ellos.
—Mi padre acostumbra levantarse y a las 8 de la mañana tomar su
"cortado" pero cuando viajan en avión él no lo hace porque teme viajar y
descomponerse pero siempre que aterrizan y les da el tiempo se sientan en
algún lugar y sin falta se toma su café.
—Me encanta. Mira la hora son las 10.30 de la mañana y hace un calor
infernal y aún así lo beben ahora entiendo tu locura por la cafeína. —me dice
carcajeándose mientras me da un beso en la cabeza.
Al parecer su risa llama la atención de las dos personas a quienes
observábamos que cuando ambos fijaron su vista en mi prácticamente el
tiempo se detuvo. Mi madre sollozaba, mi padre había bajado la taza
nuevamente y yo les sonreía sin poder moverme pero un apretón en la mano
hizo que volviera a la realidad. Ryan nos conducía hasta ellos porque al
parecer ninguno de los tres podía tan solo moverse.
—Buenos días Señora, Señor. Es un gusto conocerlos, soy Ryan Ryder,
padrino del novio y novio de su hija.
<<Que hermoso como sonó eso>> Espera, ¡¿Que?! Que cosa acaba de
decir. Oh por Dios! Acaba de presentarse él solo como mi novio frente a mis
padres a quienes aún no pude dirigir palabra alguna.
Ya basta, me tengo que comportar.
Me acerco a mi madre y la abrazo mientras comienza un sollozo de parte
de las dos y escucho como mi padre balbucea unas palabras a Ryan, que
lejos de ofenderse porque nadie se presentó adecuadamente sonreía mientras
veía como padres e hija se volvían a reencontrar.
—¡¡Ay Hija!! Cuanto hace que quise abrazarte nuevamente, te necesitaba
tanto me alegra que hayas venido. —mi madre me miraba con unos ojitos que
me daban pena y alegría a la vez ya que podía ver todos los días de tristeza
que ha tenido que pasar por mi ausencia.
—Mamá no hubo un día que no me hiciera falta tus abrazos. Papá... —
digo abrazando a mi padre también que solo nos observaba mientras
derramaba algunas lágrimas—. También te he extrañado tanto, los estuve
observando aún mantienen esa costumbre del café después del avión y no
pude evitar recordar tantas cosas.
—Me alegra tanto que Xime haya podido hacer que volvieras pero veo
que quizás no haya sido la única involucrada. —dice esto último guiñándome
un ojo con respecto a Ryan.
—¡¡Papá!!
Por fin cuando la emoción había mermado un poco más mis padres lo
saludaron a Ryan como debía mi madre por supuesto no paraba de decir lo
apuesto que era mientras que mi padre sin pelos en la lengua le previno que
si por su culpa me desaparecía otros 5 años más él mismo lo mataría. Pero
dejando eso atrás íbamos bien.
Durante el viaje de regreso a la Finca les conté de mi trabajo a mis
padres y de como había logrado hacerme de un nombre, ellos habían estado
siguiendo mis progresos también ya que mi padre también es un abogado
prestigioso en la Capital. Luego empezaron con las preguntas a Ryan pero
que me dijeron más cosas de él de las que yo misma sabía.
Sus padres manejaban la empresa donde ahora él era el Presidente
Ejecutivo pero al parecer no era algo que lo apasionaba entonces su padre
había tomado de pupilo a Mason hasta que desafortunadamente en un
accidente ellos fallecieron dejándolo a cargo de todo el imperio familiar y
ha tenido que renunciar a mucho para mantener a flote todo lo que sus padres
habían construido. Por supuesto todo con la ayuda del único familiar que le
quedaba Mason y su familia que fueron quienes lo apoyaron en todo. Ahora
luego de varios años es un empresario con renombre de quien nadie más
duda de sus habilidades.
Ciertamente nos parecemos, hemos tenido que vivir grandes cambios en
nuestras vidas para poder ser quienes somos ahora pero además en el
proceso hemos olvidado de vivir la vida manteniendo esa chispa que nos
hace ser únicos, al igual que yo desde que asumió el mando de todas las
empresas jamás se había tomado vacaciones y si no fuera por este gran
momento jamás hubiera venido, en eso coincidimos y le doy gracias a la
maldita vida por hacer que sea un descuidado y torpe que si no hubiera sido
por eso jamás un extraño habría terminado con su Frappe de chips de
chocolate sobre mi cabeza.
De verdad volver a mi querida tierra se ha hecho especial otra vez.
CAPITULO 8.

Mis padres durante todo el viaje de regreso a la finca no pararon de


hablar sobre todo lo que me perdí en estos 5 años. Yo tan solo sonreía
porque la verdad no eran cosas de las cuales lamentaba habérmelas perdido
pero el momento incómodo pasó cuando mi madre mencionó lo feliz que
estaba de que había recapacitado y había vuelto para quedarme. Ese
comentario nos llevó a un silencio sepulcral pero finalmente decidí aclarar
las cosas antes de llegar ya que allí se encontraba mucha gente las cuales no
tengo intensiones de que conozcan las discusiones familiares que no les
incumben.
—Mamá no se que pensarás pero no vine para quedarme, estoy de
vacaciones y vine porque Xime me lo pidió, más bien me lo rogó. Entiendan,
tengo mi vida allá, mi trabajo y mi casa. No volveré al lugar del cual
justamente escapé para tener una vida mejor.
—Pero Julia, creí que te quedarías con nosotros. Tu padre puede hacerte
un lugar en su despacho. Puedes trabajar con el.
Mi madre miraba desesperada hacia mi padre y luego hacia mi.
Esperando que alguno dijera algo pero cuando miré a los ojos a mi padre me
di cuenta que él no me diría nada, no me trataría de convencer de quedarme
porque entendía sabía que él si me entendía.
—Por favor Ryan dile algo, convéncela de que se quede con su familia
que es donde pertenece.
—No puedo, lo lamento. Su hija sabe lo que quiere y no puedo hacer nada
con respecto a eso, pero puedo vivir con eso.
Mi madre estaba descolocada por completo, no esperaba aquello estaba
claro pero era la realidad y era mejor que lo supiera ahora antes que
después.
—Muy bien querida. Suficiente, Julia tomo su decisión y como lo dijo el
joven hay que vivir con ello.
Me alegre tanto escuchar que mi padre me defendía y que aceptaba mi
nueva vida. Se que el está feliz por mi y mis logros, pero la verdad es que
los extrañaba y ya que di el primer paso en venir esta vez quizás vendría más
seguido y no esperaría otros 5 años.
El regreso a la casa no tardó mucho más, mi madre se había enfurruñado
pero sabía que se le pasaría, mi padre venía conversando con Ryan acerca
de cosas triviales y yo culminaba los últimos detalles en mi mente para el
regalo de novia que tenía pensado para mi amiga. Sabía que necesitaría la
ayuda de Dani pero contaba con ella seguro.
—Mi querida amiga has llegado —finalmente mi madre al ver a su amiga
había cambiado la actitud que traía y había olvidado por completo todo lo
que la fastidiaba, me alegraba eso.
Los señores se habían apartado ya que aprovecharían que sus mujeres
habían ido a tomar jugo a la cocina, que no era otra excusa más que para
chismosear todas las cosas que tenían para contarse una a la otra. Aproveché
ese momento para buscar a mi cómplice en mi esperanza de regalo perfecto,
aunque primero tuve que persuadir a Ryan de buscar a los chicos y el
encargarse también del regalo para el novio. Ya que tuve que comentarle que
era lo que tramaba.
—¿¿Dani, estás??
La cabaña estaba en un completo silencio, me imaginé que ella estaría
durmiendo ya que había llegado muy temprano pero casi era mediodía debía
despertar pronto.
Sigilosamente abrí la puerta de su habitación y metí la cabeza para mirar
si estaba durmiendo pero vaya la sorpresa que me llevé.
¿Es que no podían esperar aunque sea que esté aquí un poco más de 12
horas?
¡Wow! Esto se lo tenía que contar a Xime ya, y ella debe de contarme está
historia.
Yo ya lo había presentado esta mañana pero creía que todo estaba mal no
que estaba así de bien, Jesse estaba casi desnudo tan solo con sus boxers en
la cama con Dani comiéndose a besos y apunto de hacerlo. Si bien lo
recuerdo él estaba de mal humor y ella lo estaba fastidiando y ahora ¿se
revolcaban en la cama?.
<<Esta semana sin duda será genial>>
—Ey que haces? —el susurro de Ryan casi hace que azotara la puerta e
interrumpa ese momento. ¡Que inoportuno maldita sea!
—¡Mierda Ryan! Me asustaste.
—¿Qué ocurre ahí dentro? —pregunta curioso.
—Cosas... Cosas de adultos. —contesto picaronamente—. Cómo es que
nadie me había dicho de que Dani y Jesse tenían una aventura o lo que sea
que fuera eso? Veo que no somos los únicos padrino y dama enredados.
Ryan sonríe muy seductoramente que me dice que me calle mientras me
arrastra a su habitación donde todo huele a él y me deja como boba por unos
segundos, es que aún no me acostumbro a ese olor tan él que hace girar mi
cabeza.
—¿Qué hacemos aquí? —pregunto fingiendo inocencia.
—Ya que el otro padrino está ocupado con la otra Dama creo que no
podemos organizar lo que teníamos planeado, que te parece si ocupamos
nuestro tiempo en lo mismo que ellos
¡Dios! Mis piernas están como gelatina, el miserable me susurra estás
cosas al oído y encima me besa el cuello y no se da cuenta del maldito efecto
que tiene en mi.
—Ya ca.. casi es la hora del almuerzo —digo sin poder pronunciar bien
las palabras.
—Y eso qué? Seremos rápidos —beso en el cuello—. Además me tienes
loco desde que te vi en el aeropuerto —beso en la clavícula—. Acaso me
puedes culpar, eres hermosa!
Listo perdí todo tipo de cordura, tuve que sujetarme de sus brazos porque
sentí que mis piernas ya no podían con mi peso y al parecer el se percató
porque me tomo de la cintura con un solo brazo y me levantó dirigiéndonos
directamente a la cama.
Me besaba con fervor demostrando todo lo que sentía en ese beso, hacia
que viajara a las estrellas y volviera tan solo para nuevamente subir. Y me
entregué, por completo.
En estos 5 años he tenido mis aventuras pero nadie que besara con el
mismo ímpetu que lo hacía él, nadie demostraba todo en un solo beso. Ryan
sin embargo, hacia que volara por la nebulosa disfrutando de su boca como
si fuera el mejor manjar del mundo y mierda si no lo era!
—¡Quiero que seas mía!
CAPITULO 9.

Aún no podía conciliar el hecho de que esto había pasado, con él. ¡Oh
Dios! Fue increíble. Ryan era increíble y puedo afirmar que jamás nadie me
hizo sentir como él logró hacerlo.
Rememoraba en mi cabeza cada beso, caricia que me ha dado y puedo
decir que me siento plena de una manera fabulosa. Si no fuera porque me
encontraba en su pecho recostada mientras el hacia círculos en mi espalda
mientras pensaba esto, diría que fue solo un sueño.
—¿Dime qué piensas?
—Qué? —digo confundida había escuchado su voz pero no las palabras,
así de extasiada me encontraba.
—Puedo ver desde aquí como los engranajes de tu cabeza se mueven, en
qué piensas?
Sonrío, había sido tan transparente para él desde el momento uno que
sabía leerme tan bien que me sorprendía siempre.
—Nada solo recordaba esto. Gracias por aparecer en mi vida, si no te
agradezco el baño de batido en la cabeza pero del resto estoy feliz.
Suelta una carcajada. Toma mi rostro y hace que lo mire a los ojos. No
hagas eso Ryan, que me pierdo en ellos y no soy coherente.
—Yo estoy feliz de haberte encontrado y la manera en la que lo hicimos,
somos únicos y nuestra relación es única y siempre lo será.
Cómo hace una para contenerse antes esas palabras. Quería sentir sus
labios otra vez. Pero cuando lo estaba por hacer alguien muy inoportuno toca
nuestra puerta.
—¡Ey degenerados! Dejen eso y vayamos a almorzar aunque ustedes ya
comieron suficiente...
Ximena se reía a carcajadas mientras iba y tocaba la otra puerta de la
habitación y gritaba lo mismo.
Me había olvidado de nuestras familias, que vergüenza. Ahora imagino la
cara de diversión de Xime volviendo a la casa y contando a todos en que
situación se encontraban sus damas y padrinos.
—¡Maldita sea! Había olvidado el almuerzo. —comenta Ryan vistiéndose
—. Nena, ¿es necesario ir? Quedemos aquí...
Yo ya estaba colocándome los zapatos, apenas la escuché había brincado
de la cama para comenzar a cambiarme.
—Ryan, estás mis padres no los veo desde hace 5 años quiero compartir
el almuerzo con ellos y nuestra familia. Vamos!
De mala gana comienza a vestirse y yo solo lo miro deleitándome con
cada parte de él. En definitiva la vida ha Sido generosa conmigo al darme un
hombre tan guapo como él.
Ya listos y presentables, íbamos saliendo de la habitación y vemos que
Dani y Jesse hacían lo mismo. La cara sonrojada de Dani lo dijo todo, estaba
avergonzada sin embargo el rostro de Jesse estaba por entero serio.
¿Dónde había quedado el chico jodon de ayer? El casanova tenía una
debilidad al parecer y era ella.
—¡Hola chicos! Vaya ustedes también fueron interrumpidos —comenta
Ryan todo sonriente, en su cara nada más faltaba un letrero que dijera " La
hice mía hoy" con una flecha apuntándome. Su sonrisa de nene contento lo
delataba.
—En realidad quienes nos interrumpieron fueron ustedes y el barullo que
hicieron ahí dentro. —nos dice Jesse con una ceja levantada y una sonrisa
ladeada—. Picarones.
—Mejor aceleremos el paso que sino Xime nos vendrá a buscar y no solo
dirá que estuvimos haciendo eso sí no más bien que tuvimos una orgía o algo
peor.
Ya en la mesa todos hablaban con todos sobre varios temas. Mi padre, el
señor Reyes y el señor Alexander no paraban de preguntarme acerca de mis
casos y como es que los ganaba cuando pareciera que fuera un caso perdido.
—Tan solo busco información, saben nadie es tan santo como creen.
Algún sucio secreto tienen que puede ser usado para poner en duda a los
jurados y presentar el caso.
—Eres muy inteligente eso claramente lo heredaste de tu padre.
—Muchas gracias señor Alexander.
El almuerzo se había llevado a cabo muy amenamente sin ningún mal
entendido y tampoco comentarios mordaces. La querida esposa de Esteban y
el mismo habían entendido que se debían de comportar. Me alegraba eso, mi
padre había estado preocupado por eso me ha preguntado unas 5 veces como
había reaccionado él al verme y yo también.
Le comenté acerca de todo y estaba con unas ganas de decirles que se
retirará, yo sabía que si mi padre hacia eso iba lograr que los Reyes
comprendieran el porque pero no quería que mi amiga se casara sin tener a
un miembro de su familia aquí, aunque ese miembro fuera el hermano
embustero que embarazó a otra y dejó plantada en el altar a la mejor amiga.
—Bueno, atención familia. —Xime se había puesto en pie para llamar la
atención de todos. Sabía que estaría poniendo en marcha el calendario de la
tarde y también la del día de mañana dónde se ponía mejor la cosa—. Como
saben hemos estado planificando para la tarde unos juegos. Les envié el
cronograma del día de hoy a partir del almuerzo, también está adjunto la de
mañana dónde arrancamos con las pruebas de vestidos, iremos viendo el
tema de los lugares y esas cosas ya lo irán viendo.
Todos asentían mientras miraban sus teléfonos.
—Bueno yo les quería agradecer por venir y acompañarnos en esta
semana previa tan importante para nosotros. —nos dice Mason mientras
levanta su copa entonces se me ocurrió algo.
—Atención familia es mi turno. —digo mientras me levanto de mi asiento
y voy hasta donde se encuentra mi amiga, con la copa en la mano miro hacia
la mesa donde todos nos observaban—. Un brindis, propongo un brindis por
esta hermosa pareja. Les quiero agradecer por hacernos parte de este
hermoso momento, por reunirnos como familia por hacernos partícipes de su
amor. Brindo por ustedes y por la hermosa familia que formarán.
Xime se abraza a mi con lágrimas en los ojos y me susurra débilmente
"Gracias por volver". Entonces entendí que no me alejaría nunca más de
ellos.
—¡Mucho sentimentalismo, que empiecen los juegos! —dice Dani
aplaudiendo.
Nos fuimos al patio donde ya nos habían preparado bebidas frías y
algunas cosas para picar para cuando tengamos hambre, frutas para aquellos
que deseaban postre.
—Bueno escuchen los jefes de grupo serán los novios y cada uno elegirá
a quien formará parte del suyo y luego comenzaremos con algo fácil. —nos
instruye Dani que ya estaba al tanto de todo lo organizado.
Por supuesto fui la primera a quien eligió Xime y la segunda fue Dani.
Ryan y Jesse claramente fueron con Mason. Tuve la mala suerte de que
Florencia estuviera en mi equipo pero la prefiero antes que Esteban. Perdí a
mi padre y a mi madre que fueron con Mason pero tenemos al Señor Mason y
a la madre de Xime que no hay mujer más competitiva que ella. Algunos
otros primos y amigos estaban también. Cuando ya teníamos todo organizado
comenzaron los juegos el primero y más fácil carrera de huevos en cucharas.
Una barbaridad un caos y era juego fácil no ganó nadie ya que todos los
huevos terminaron en todas partes menos en la cuchara, continuamos con
estirar la soga por supuesto ganamos nosotros.
Para alivio de hombres, un fútbol mixto que terminamos casi muertos
vencidos por el grupo de Mason pero al quemado lo ganamos nosotros.
La tarde se había pasado volando había conseguido un par de arañadas y
moretones pero voy bien. Terminamos todos en la piscina ya que moríamos
de calor.
—Bueno creo que esto fue un empate no? —preguntan, al final no
sabíamos quien llevaba la delantera ya que el final fue devolver golpes que
nos habían dado.
Éramos muy competitivos claramente.
Lo único seguro era que está noche dormiríamos como troncos del
cansancio que teníamos.
La cena de Bienvenida que la señora Reyes quería organizar la había
propuesto para el otro día ya que nadie tenía ganas de moverse de su
habitación, cada uno en lo único que pensaba era en dormir.
Mason y Xime habían venido a nuestra cabaña después del baño
reparador que necesitábamos y los 6 quedamos en ver una película y come
frituras. Quizás salir al estanque más tarde ya que nos encontrábamos
cansados pero no teníamos sueño.
Por supuesto vimos una de acción. Comimos papas fritas con mucha
cerveza pero el sueño nos pudo a todos aunque no lo queríamos que dijimos
de ir a dormir.
Ryan había querido dormir conmigo pero le pedí que esa noche me dejara
durmiendo sola ya que estaba muy cansada, no le agrado pero aceptó.
Al día siguiente a las 8 de la mañana había sonado mi despertador, con
todas las fuerzas renovadas me levanté me pegue una ducha y fui a preparar
café. Con la idea de darle una sorpresa a Ryan, la sorpresa me la di yo.
—¿Qué mierdas significa esto? —Grité apenas entré.
<<No puede ser, ¿Él también? Es que tenía un letrero en la puta frente que
decía "Háganme una cornuda">>
CAPITULO 10.

<< No puede ser, ¿Él también? Es que tenía un letrero en la puta frente
que decía "Háganme una cornuda">>
En definitiva lo tenía porque este idiota también y lo ha hecho a metros de
mi.
Gracias a mis gritos todos en la cabaña se levantaron, Jesse venía en
calzoncillos, Dani con la bata a medio cerrar. Por lo visto Xime y Mason
también habían decidido dormir aquí porque ellos venían con batas puestas.
Todos acudieron a mis gritos y el único que no había movido músculo alguno
fue Ryan, sin embargo la mujer que tenía desnuda en su cama está
despabilándose.
—¿Qué? ¿Quienes son ustedes?
—¡ES UN MALDITO CHISTE! ¿QUIEN ERES TU? —grito yo con la
idea ya de ir y estrangularla por ser una zorra atrevida.
—Quien eres tú qué entra y grita en una habitación que no es tuya —dice
mientras sin pudor porque estemos todos viéndola se levanta tranquila a
buscar su ropa estando en... Nada.
—La voy a matar —susurro y trato de ir hacia ella pero Jesse me sostiene
mientras Dani trata de calmarme.
—Escucha zorra de cuarta ella es la novia del muerto ese que está en la
cama y tú quien eres para venir aquí es mi casa, ¿Cómo diablos entraste?
—Me llamaron quisieron mis servicios y aquí estoy.
Eso fue suficiente, me deshice de Jesse y le di el más fuerte golpe que
pude dar en mi vida en su estúpida cara de zorra pero no me contente con eso
solo, con la ayuda de mis amigas la sacamos en tanga fuera de la casa para
que se fuera de una vez por todas.
Cuando volvimos en la habitación, los chicos querían hacer que Ryan
despertara yo lo único que quería era matarlo, esta vez no seria yo quien
saldría corriendo.
—Julia, mierda mira esto —me dice Dani mostrándome un típico
paquetito de cocaína.
<<Se estuvo drogando? No puede ser >>
Ryan seguía medio inconsciente hasta que de la frustración que tenía
cargué agua en una fuente y se la tire en la cara. Y con eso pudo comenzar a
hablar incoherencias. Los chicos nos pidieron que salgamos que ellos se
encargarían de despertarlos y cuando eso pase que nos darían tiempo para
hablar.
Yo no quería hablar en lo único que pensaba era en lo estúpida que me
vería. Otro más que me engaña y este lo hizo en la misma casa donde nos
encontrábamos estando yo aquí y todos nuestros amigos, estaba mi familia y
encima a días del casamiento de nuestros mejores amigos. Maldito sea.
Fui a mi habitación a llorar como una Magdalena, las chicas fueron
conmigo hasta que les pedí que fueran a la casa grande hicieran como si nada
que no dijeran nada sobre esto, hicieron que pensara mejor en las cosas que
haría en como las manejaría pero no quería que nadie en la familia se
enterase de esto.
Quedé sola llorando en silencio, buscando alguna posible razón de haber
hecho esto. Anoche me había dicho que quería dormir conmigo acaso ¿No
podía soportar el hecho de no tener sexo conmigo esa noche?
Tenía la esperanza de que me dijera algo que lo pudiera excusar. Ryan no
parecía del tipo que si no puede acostarse con una lo hace con la otra,
además conocía mi historia sabe lo mal que me hizo el engaño de Esteban y
¿Va y me hace lo mismo? No, no creo que haya estado disimulando ser una
buena persona.
Luego de unas dos horas siento que me llaman y me tocan el hombro. Me
había quedado dormida después de tanto llanto, apenas abro los ojos veo el
rostro de Jesse.
—¿Julia, despertaste?
—Qué sucede Jess? Acaso ya ha recobrado consciencia o esta muerto.
—Ya esta mejor pero no sabe decir exactamente qué pasó. Dice que no
recuerda llamar una puta y mucho menos haberla metido aquí ni tampoco
drogarse. Deben hablar está muy mal por ti
¿Mal por mi? Cómo lo tenía que interpretar a eso???
—Ok, dile que si puede que venga. No podré verlo ahí en la misma
habitación donde estuvo con esa mujer.
—Cariño estoy aquí. —su voz, se notaba la pena en él pero eso no
respondía mis preguntas ni tampoco borraba el hecho de encontrarlo con una
mujer.
—Los dejo —me dice Jess apretando mi mano antes de irse y al cruzar a
Ryan se para junto a él—. Trata de no cagarla más.
Nos quedamos los dos mirándonos. Yo seguía en mi cama hecha una bola
mientras estaba parado en la puerta. Sabía que no avanzaría si yo no sé lo
pedía.
Que estúpido.
Sabía que no haría aquello pero no sabía si fue o no capaz de engañarme
apenas habiéndonos declarado nuestros sentimientos hacia un día.
—Ven, quiero escucharte.
—Lamento lo que te hecho pasar, se lo que significa para ti esto y de
verdad espero me creas no sería capaz de jamás hacerte algo así, te amo y
con locura.
—Entonces dime, que ocurrió. Porque hoy estabas drogado y con una
zorra a tu lado.
—Mira tampoco se con exactitud que ocurrió, anoche cuando dijimos de
acostarnos luego de unos minutos tocaron la puerta, sabía que nadie abriría.
Los chicos estaban en la suya y tu sé que dormirías con los tapones en el
oído, así que fui y abrí la puerta y allí lo único que recuerdo es un golpe y un
olor extraño y nada más, lo último que tengo presente es que esta mañana tu
gritabas y tenía a todos mirándome.
Me quedé congelada, no sabía si reír por lo estúpido que sonaba o
mandarlo a la mierda por la mentira tan asquerosa que había estado
inventando. No sabía que creer, si entendía el que los chicos estuvieran en su
mundo porque fuimos los únicos que no dormimos juntos el resto durmió con
su pareja y yo duermo con los tapones. No sé que hacer con esto creer o no
dependía de mi pero también puedo ver en sus ojos la sinceridad con la que
me esta hablando pero quien me dice que no es un simple acto para poder
convencerme.
Lo gracioso de todo esto es que cuando se trata de mi trabajo puedo
contar con mi sexto sentido que lo sabe todo, esa facilidad de descubrir las
artimañas de las personas. Pero cuando se trata de mi vida personal y
amorosa soy un completo fracaso, porque maldita sea que me han visto la
cara. Claramente no puedo ser objetiva con las personas que forman parte de
mi vida por el cariño que existe de por medio.
—Ryan... no se que decirte. No se si creerte o no porque siempre me
equivoco con la gente de mi alrededor y lo sabes.
—Julia, yo jamás he consumido droga. Jamás y eso se lo puedes
preguntar a Mason. Es más, le pediré ayuda a Dani y Xime para que me
ayuden a investigar de donde salió esa mujer. Y verás que yo no miento y
que alguien esta queriendo hacernos daño.
CAPITULO 11.

Luego de la conversación con Ryan decidimos que ambos investigaríamos


en el asunto con la ayuda de los chicos pero que no mencionaríamos nada a
nadie más. Al final, había decido confiar en él ya que algo dentro mío me
decía que Ryan no era Esteban y que por lo menos el si me amaba y no haría
algo que me dañara.
Entonces acudimos a la casa para encontrarnos con los demás pero
haciendo de cuenta que nada había ocurrido. Eso mismo me decía en la
cabeza constantemente para no sentirme tan mal, además podía sentirlo tenso
también a mi lado y eso no me hacía más fácil las cosas.
—Chicos creí que había ocurrido algo con ustedes —nos dice Alicia
abrazándonos apenas entramos en el comedor donde la mayoría se
encontraba tomando el desayuno—. Xime nos dijo que estaban hablando y
creí lo peor.
—Tranquila mamá, no porque hablen significa que ya se están peleando.
—Tranquila señora, tenemos una sorpresita para los novios que ambos
como padrinos estábamos terminando de organizar.
—Ves mujer, haces una tormenta en un vaso de agua. —comenta el señor
Reyes, mientras se acerca a Alicia y la abraza para que nos deje de insistir.
No sabe cuanto se lo agradecemos, pensaba yo—. Bueno porque mejor no se
sientan y toman algo. Xime estaba por darnos los horarios para hoy.
Después de compartir el desayuno bajo la atenta mirada de todos y más
con las miraditas de Florencia y Esteban, puedo decir que me sentí
incómoda. Como si todos esperarán que realmente algo ocurriera entre
nosotros, lo único que agradecía era que mis padres no estuvieran en la mesa
porque quizás y después la tenía a mi madre encima preguntándome de todo.
Xime nos dió los horarios para el día y finalmente hoy era la excursión
que tanto quería Mason para conocer un poco más la provincia, él y sus
padres estaban felices por conocer nuevas culturas. Eso si, para mañana era
exclusivamente día de chicas ya que vendrían las flores para el día esperado
así elegir las que nos guste, la modista también vendría por la tarde para
ajustar los vestidos y trajes de todos. Nada más faltaría que vengan los del
catering que para ello necesitaríamos la tarde entera y la ayuda de todos.
Esto dejaba a los chicos desocupados todo el día.
Cuando por fin nuestros padres fueron a reunirse en la patio a charlar y
jugar sus juegos de viejos como le dice Xime. En ese momento
aprovechamos a ir a la cabaña con los chicos y por fin pedirles lo de
investigar acerca de la mujer de anoche. Ya tenía unos temitas donde
empezar.
—A ver ahora si, queremos saber que paso. —pregunta Dani mirando a
Ryan con una cara de pocos amigos.
Ryan relata nuevamente todo lo que ocurrió hasta queperdió la
consciencia, podía ver el rostro de Xime y Dani activarse en modo
periodista porque la intriga que tenían la entendía porque yo también lo
tenia.
—Miren, Ryan quiere investigar todo acerca de esa mujer y lo primero es
ver quien la dejó entrar.
—Tranquila ayudaremos, pero creo que no deberíamos ni mencionarlo
por las dudas así no alertamos a nadie de que estamos investigando.
—Eso justo lo estábamos pensando Jess.
—Bueno vamos viendo e investigando mientras hagamos lo que teníamos
planeado para hoy.
—Hay otro asunto —dice Ryan con una enorme sonrisa estampada en la
cara—. Tenemos en nuestras manos la despedida de solteros de ambos y por
supuesto teníamos en mente algo por separado pero lo pensamos mejor y
después queríamos juntar ambas despedidas al final. Les parece??
—Eso suena genial pero da miedo lo que tienen pensado —contesta Xime
sonriente.
—Y que día lo tienen previsto, recuerden que la loca del orden lo tiene
todo planeado para todos los días. Hasta mi placard lo tiene ordenado por
día. ¡¡Au!! —chilla Mason después del codazo que recibió de parte de Xime.
Ya que habíamos visto lo de investigar a la mujer y pensar en un día para
la despedida, decidimos continuar con lo que teníamos previsto para la
mañana. Xime había dispuesto ir de excursión así que debíamos de arreglar
la canasta para la merienda además de nuestras cosas para la caminata y el
arroyo.
Xime fue a recordarle a nuestros padres que se comiencen a arreglar ya
que a las 11 saldríamos de aquí, comeríamos algo en una parrilla del lugar
que ya habían reservado lugar para todos y debíamos llegar con tiempo.
—Amor quieres que te ayude con tus cosas? —Ryan me miraba con esa
cara de perrito mojado que me daba mucha pena, sabía que se encontraba
muy preocupado por todo lo ocurrido y buscaba la manera de permanecer
cerca de mi para estar seguro de nosotros.
—Por supuesto, y luego voy y te ayudo con lo tuyo si?- me acerco a él y
le doy un beso, se que se moría por un beso pero él solo no se lanzaría. —
Hagamos de cuenta que todo lo de anoche no pasó quiero que disfrutemos
del día con nuestra familia y aprovechamos de arreglar lo de la despedida de
los novios.
—Yo también quiero que disfrutemos del día y de nosotros. No quiero
que los primeros días de nuestra relación se echen a perder por culpa de
otros.
Lo abrazo con fuerza, ahora siento más real toda su verdad porque me doy
cuenta que nuestra relación de verdad le interesa y esto hace que de verdad
me olvide de todo.
—Bueno arreglemos las mochilas porque debemos de salir de aquí en un
ratito.
CAPITULO 12.

Eran las 11 a.m. y había gente que seguía dando vueltas, por ejemplo
Esteban y su bendita familia desorganizada, todos ya estábamos en la entrada
en los micros para ir pero seguíamos esperándolos. Sabía que Esteban no
era sinónimo de puntualidad y orden pero siempre las mujeres tendemos a
serlo pero su querida esposa era un desastre. Xime la estaba insultando en
todos los idiomas posibles porque ella lo tenia todo planeado y si no
llegábamos a horario perdíamos la reservación en la parrilla donde
comeríamos.
—No lo puedo creer, les juro que estoy tentada en dejarlos e irnos
directamente.
—No harás eso Ximena, es tu hermano. —contesto Alicia algo frustrada,
conocía las mañas de su hijo pero odiaba que se pelearan con Xime aunque
era habitual.
—Mamá es mi semana y me importa muy poco el dejarlos y que se
ofendan.
Cuando estábamos por largarnos ya los vemos aparecer, la cara de la
mujer con total disgusto. Claramente habían discutido. Ryan permanecía a mi
lado, ambos ya sentados en el micro, ninguno decía nada tan solo
mirábamos. Sabía que estaba pensando un montón de cosas la primera como
pude haber querido casarme con un tipo así, la verdad ni yo lo sabía. Ahora
me avergonzaba.
—¿Estás bien? —Ryan había permanecido callado mucho tiempo pero me
imaginaba que en cualquier momento hablaría, pero desde que se movió el
micro hace unos 20 mint. Se había recostado en mi hombro y finalmente
ahora emitía palabra alguna.
—¿Porque lo preguntas?
—Estas muy callada, pensabas mucho. Lo sé te estuve observando.
—Tu también pensabas, y yo pensaba lo que estarías pensando.
—¿Qué es qué?
—Que como pude querer casarme con un tipo así.
Ryan tan sólo me miró confundido y sonriendo se acerco para darme un
beso fugaz.
—Yo no pensaba eso. —me dice dándome otro beso—. Tan solo pensaba
en lo afortunado que soy al tenerte conmigo. Y me puse a pensar en que no
quiero perderte y más con esto que ocurrió, aún pienso en eso y en lo cerca
que estuve de hacerlo.
—Ya ni lo pienses somos mas fuerte que eso y además lo averiguaremos.
Lo amaba y eso que aún no se lo he dicho pero lo amo como nunca lo
había hecho. Era esa persona, la persona. El indicado y no permitiría que
vengan y nos dañen.
—Preparen sus cosas todos estamos llegando!!! No quiero retrasos y no
se olviden de nada que una vez que comamos iremos a la caminata y no
tenemos tiempo de volver por nada.
Mi amiga estaba mas insufrible que nunca pero la entiendo quiere que
todo salga perfecto y esta excursión es muy importante ya que la familia de
Mason esperaba con ansías conocer el lugar.
Una vez que el micro se aparcó en el estacionamiento en la entrada de los
Pasos Malos donde se encontraba la parrilla donde su especialidad eran los
chivitos asado, todos descendimos y por ordenes de Xime ocupábamos
lugares en la mesa.
El almuerzo fue muy divertido y lleno de nostalgia. Volver a comer un
asado argentino después de muchos años me transportó en los días que era
pequeña y mi familia se reunía con más familiares y algunas familias amigas
los domingos dónde la mesa era larga y las conversaciones eran variadas
pero la pasábamos bien. Extrañaba eso, lo quería nuevamente por lo tanto
esos recuerdos me afirmaron más las ganas de volver seguido a visitar mi
país y ahora aprovecharlo al máximo.
—Tienes esa mirada pérdida, ¿qué piensas?
Ryan me miraba curioso. Sonreí para que estuviera tranquilo y no se
imaginara que se trataba de algo malo.
—El asado, me hizo recordar momentos cuando la pasábamos en familia
los domingos.
—Cómo no extrañar a tu familia si te alejaste tanto tiempo. Yo los
extraño, a los míos digo.
Lo miro porque su comentario hizo que mi corazón se hiciera añicos.
Había olvidado que había perdido a su familia y la única que le había
quedado fueron los Mason pero a pesar de eso no era lo mismo.
Tomé su mano por debajo de la mesa y me acerque a su oído para
hablarle y que nadie escuchara.
—Juntos formaremos nuestra propia familia. Entonces, ninguno volverá a
sentirse solo.
—Te amo. Me vuelves completamente loco me siento tan afortunado al
tenerte.
—¡Por fin alguien que te valora de verdad amiga! —dice medio gritando
Dani, la quería matar. Todos giraron para observarnos. Algunos
preguntándose porque ese comentario ya que las palabras de Ryan lo
escucharon muy pocos—. El chico acaba de decirle que se sentía afortunado
en tenerla. Yo creo que es muy inteligente.
—¡¡Dani!! —digo queriendo cerrarle la boca.
—No la hagas callar, tiene razón. Y espero que toda la familia lo
escuche. Me siento completamente locamente enamorado de esta mujer y me
considero malditamente afortunado por tenerla.
Todos aplaudieron contentos, mis padres estaban tan sonrientes que me
alegraba ser el motivo. Pero lo que no me agradaba era ser el centro de
atención ya que todos nos miraban. Esteban y Florencia eran los únicos que
no aplaudían y podía jurar que Florencia maldecía a los mil demonios en
este instante. ¿Que? Ahora me envidiaba otro novio? ¡Lo único que me
faltaba! Que la estúpida por la que mi prometido me dejó plantada en el altar
me quiera robar el novio OTRA VEZ.
Igual estaba tranquila, entendí que Ryan me amaba de verdad y no haría
esas cosas. Pero ahora algo en mi se encendió, una duda. Y tenía mucho que
ver con la mujer que encontré en la habitación de Ryan.
Mi sexto sentido de abogada se había despertado.
Habíamos terminado de almorzar y antes de que pudiéramos bajar la
comida Ximena y su locura de cumplir horarios nos hizo ponernos en marcha
hacia el arroyo. El guía que nos acompañaría creo que está a punto de
mandarnos a todos al carajo para volverse porque Xime no lo dejaba
descansar, obviamente aprovechamos cada momento vergonzoso suyo para
grabar y luego pensamos en un vídeo para el gran día.
Nos sacamos un montón de fotos, grabamos videos como para que nadie
se olvide de esta excursión ya que aprovechamos cada momento vergonzoso
de todos para tenerlo registrado. Los padrinos claramente nos ganamos el
título porque no dejamos a nadie a fuera. Teníamos videos e imágenes de
todos.
Al llegar donde se supone haríamos un pequeño camping y nos
acomodaríamos a tomar sol, charlar, tomar mate y demás. Los cuatro
padrinos nos hicimos a un lado para charlar acerca de mi regalo de bodas.
La muy esperada "Despedida de soltera/o". Obviamente cada quien
organizaba el suyo, las madrinas el suyo y el padrino el otro. Pero como ya
lo teníamos planeado al final ambas despedidas se unirían y tenía la idea
perfecta.
Ryan quedó horrorizado por mi idea súper genial que había planeado en
el vuelo mientras veníamos para acá que me dolía la panza de tanto reír
porque según él " No me tenía así" Si supiera la de cosas que planee en la
secundaria, era la mente maestra de todos los desastres que hubo. Pero el
pobre tuvo que no decir nada porque al final no tenía nada planeado fuera de
lugar como para ofender al novio.
Pero lo único que dejé claro es que habría Strippers. Porqué sin Strippers
no era despedida de soltera.
Ya que podíamos estar retirados de la gran mayoría de los demás
aprovechamos también para conversar acerca de la mujer misteriosa. Según
Xime, quien junto con Mason se unieron a nosotros cuando el otro asunto
quedó zanjado, estuvo viendo las cámaras de seguridad de la finca y la mujer
tuvo ayuda desde dentro el problema estuvo que la persona quien la metió
sabía exactamente dónde se ubicaban cuestión que con la ayuda de la noche
fue fácil esquivarlas y quién aparecía en toma siempre era la otra mujer pero
según sospechaba era adrede porque miraba las cámaras sabiendo dónde
estaban.
Dani también había hecho lo suyo y habló con la seguridad de la entrada.
Según él una persona de la finca llamó diciendo que no había problemas que
era su hermana. Y que al dejarla entrar alguien se acercó a la entrada pero
no tanto como para el de seguridad saber de quién se trataba y como vestía
un buzo negro no supo definir si se trataba de un hombre o mujer.
Había quedado pendiente el registro de llamada del teléfono y ahora con
más razón sabiendo que alguien hizo una llamada interna para avisar acerca
de la llegada de la mujer a la finca. De esto me ocuparía yo ya que quizás
con la ayuda de las leyes puedan agilizar más las cosas aunque debería de
refrescar mi memoria primero con los estatutos del país.
Para que los demás no dijeran que los novios no compartían con ellos
nuestros amigos tuvieron que retirarse, Dani y Jesse quisieron tener un
momento juntos para "charlar". Aunque sabíamos que lo que menos harían
era eso, en verdad era lo que necesitaban ya que debían de poner en orden
sus cosas. Pero ambos eran grandes y hasta que se dieran cuenta queda solo
estar para ellos.
Mientras tanto con Ryan también quisimos tener un momento para
nosotros en que se basaba en acostarnos y abrazarnos que fue lo que hicimos.
Y puedo decir que jamás estuve tan relajada como en este momento.
Sentirme con mi familia, amigos y con la persona que tan rápidamente se
había metido en mi piel era la mejor sensación que estaba experimentando
después de muchos años, aunque admito que lo que siento con Ryan jamás lo
había sentido. Sabía que estaba perdida en él, que era ese sentimiento del
cual uno no puede negarse. Y estaba feliz. Me sentía plena.
Esa tarde volvimos mucho más tarde de lo que teníamos planeado pero
habíamos pasado un día hermoso, me había sentido tan feliz que me había
olvidado de absolutamente todo, todas mis tristezas y todas mis inquietudes.
Estos días me he encontrado viajando en la nebulosa disfrutando como nunca
antes.
—Hermosa que te parece si esta noche cenamos juntos, tengamos una cita.
—No te parece que ya tuvimos una cita todo el día.
—Quiero una cita de verdad, una cita romántica.
Me encanta, me encanta que tenga esos detalles conmigo. Es un hombre
dulce pero que sabe como hacer sentir a una mujer especial.
—Ok, esta noche tendremos una cita romántica.
CAPITULO 13.

Una cita, iría a una cita con Ryan. La verdad es que estaba emocionada
como una niña pequeña, una adolescente. Este revoltijo en el estómago no lo
sentía desde hacia años, desde que me fui del país no había tenido ni ganas
ni tiempo para salir y tener la paciencia de sentarme y charlar con alguien.
Ahora la emoción que estaba manejando era increíble a pesar del cansancio
ya que hoy fue un día agotador.
Luego de llegar a la cabaña e ir a mi habitación para prepararme me
había sentado frente al tocador a mirar a la nada misma por unos minutos, me
di cuenta entonces que no era capaz de enfocarme porque estaba con todos
los pensamientos revueltos en la mente. La única forma de centrarme era si
tenía a mis amigas conmigo, así que no me quedó de otra que pedirles ayuda,
estaba tan emocionada al punto que no sabía ni que ponerme, era
desesperante y más para alguien como yo que siempre lo tiene todo bajo
control.
—Ay chicas gracias por venir. —las vi entrar a las dos con una sonrisa
enorme en sus rostros.
—No puedo creer que mi amiga, la demente que controla toda su vida con
una maldita agenda no sepa que hacer para una cita. —dice Xime
carcajeándose de mi.
—Bueno pongámonos manos a la obra ya. —nos dice Dani con una toalla
en la mano—. Y lo primero amiga, date un baño. No puedo creer que aún no
lo hayas hecho.
—Es que de verdad no sabía que hacer, hacia tanto que no iba a una cita.
—Y allá no salías con hombres acaso —pregunta Dani toda curiosa ya en
plan cotilla.
—Tenía mis aventurillas pero nada serio. No tenía tiempo para esas
cosas.
Mis amigas estaban sorprendidas pero era la verdad, muchas de las
personas cuando sufren algún tipo de ruptura o engaño siempre busca la
forma de desahogar sus penas enrollándose con otros tipos pero mi forma de
sobrellevar todo fue meterme de lleno a mi trabajo y olvidarme de todo.
Ahora tenía la suerte de volver a confiar en el amor y era lo que hacia pero
esta vez tenía la seguridad que el hombre era el correcto.
Tras insistencias de mis amigas me metí al baño y una vez dentro mientras
el agua tibia recorría con plenitud mi cuerpo había tenido tiempo para
ordenar mi mente y volver a aclararlo para estar lúcida en la cita. Sabía que
lo nuestro avanzaba rápidamente pero todo nosotros no era normal fue algo
así como amor a primera vista y lo sabíamos la cuestión es que nadie más lo
sabía. Mientras me enjuagaba el pelo recordaba lo que había ocurrido ese
primer día y sonreí pensando que se veía tan lejano pero no fue tanto que
ocurrió.
Salí de la ducha con la toalla en la cabeza, en mi cama vi algunos
vestidos, zapatos y carteras que mis amigas habían preparado como
opciones, sabía que llamarlas fue la mejor decisión. En el momento que
ambas me vieron salir me sentaron en frente al tocador, Dani con secador en
mano comenzó a darle forma a mi pelo admirando la valentía que había
tenido al teñírmelo de gris. Xime mientras tanto daba color a mi rostro en
tonos suaves ya que buscaba llegar a un nude delicado casi natural.
Finalmente como no teníamos idea de lo que Ryan tenía planeado las tres
llegamos a la conclusión de que un vestido negro casual pero delicado junto
con unas sandalias no tan altas de tacón cuadrado blancas y una cartera de
mano también del mismo color.
—No puedo creer lo que lograron, les agradezco mucho.
—Eso si amiga —dice Dani picarona—. Queremos los detalles más
minuciosamente contados.
—Daniela! —La regaña Ximena pero yo sabía que ella también esperaba
esos detalles.
Las chicas se habían marchado mientras yo me quedé dando vueltas en la
habitación, estaba por hacer un maldito agujero en el maldito suelo
esperando a que Ryan venga por mi. Habíamos quedado que vendría por a
las 9.30 p.m. y eran las 9.00 pero mi ansiedad no me permitía quedarme
quieta. Como ya no sabía que más hacer y aún faltaba algunos minutos decidí
abrir mi mail para estar al tanto, sabía que tendría alguno de los clientes que
no entendían de que me encontraba de vacaciones entonces vería cuales eran
sus dudas aunque resolverlas no creía poder.
<<Toc. Toc>>
Finalmente había llegado, dejé olvidado el mail mientras me retocaba un
poco frente al espejo antes de abrir la puerta. Quería que no se me notase en
la cara los nervios que tenía pero creo que no soy buena actriz así que
desistí y fui a ver quien era.
—Creí que ya dormías —me dice Ryan mientras me planta un beso fugaz
—¡Wow! Estás hermosa.
—Y tú estás muy guapo.
Y si que lo estaba, esa tez bronceada que presumía junto con ese cabello
rubio todo desprolijo hacia que me cayera babita además el jean azul oscuro
que tenía puesto marcaba cada parte de los músculos de sus piernas y la
remera blanca era perjudicial para cualquier mujer. Si que me había sacado
la lotería cuando me lo encontré porque ahora era todo mío.
—Maldita sea, siempre que salgamos tendré que espantar buitres. Eres
malditamente guapo.
Comienza a reír mientras me agarra por la cintura y reparte besos por
todo mi cuello.
—El que debería de preocuparse soy yo, sabes en las peleas que me
meteré por defender mi lugar como tu novio.
—No digas estupideces. ¿Nos vamos?
—Ansiosa? —pregunta aún sin soltarse, estábamos frente a frente él
mantenía fuertemente su agarre mientras nuestros labios estaban a
centímetros de cada una que cada que hablábamos se rozaban entre ellas.
—Mucho es que aún no caigo en que estemos juntos.
—Bueno más vale que lo creas porque pretendo que estemos juntos
durante mucho tiempo.
Ryan a duras penas había decido soltarme e irnos a esa cita que tanto
estuve esperando. Y bastante fue mi sorpresa cuando vi que salíamos de la
Estancia, en un momento había creído que se limitaría en una cena en los
alrededores de la estancia, que había encontrado algún lugar especial pero
lejos de eso nos encontrábamos yendo al centro de la ciudad. Mientras él
conducía admiraba el paisaje que iba viendo además obvio del que ya tenía
adentro del auto porque el maldito era toda una obra de arte.
Luego de casi una hora de viaje en la que más o menos a mitad de ella
simplemente observaba al hombre que tenía a mi lado, habíamos llegado a
un hermoso lugar. Un restaurante pequeño rústico pero delicado, con unas
lámparas de botellas y las paredes con ladrillos a la vista. Al ingresar al
lugar supe apreciar a Frank Sinatra de fondo, a este lugar sin dudas ya lo
amaba.
—¡Buenas noches! ¿Puedo ofrecerles una mesa?
—De hecho ya tenemos una reservación, a nombre de Ryan Ryder.
¿En qué momento había reservado en este lugar? ¿Cómo es que lo había
encontrado? Cada día me sorprendía con sus detalles, era todo un caballero
y no lo podía negar. Se aseguraba cada día de enamorarme con todo lo que
hacía y la verdad es que lo lograba.
—Por supuesto. —nos dice el chico que nos había atendido—. Por favor
síganme.
En un principio creí que nos dirigíamos hacia una mesa común pero
resulta que nos tenían preparado un lugar mucho más reservado pero lo que
lo hacia especial es que el lugar se encontraba en la terraza del restaurante
donde normalmente habrían más mesas pero esta noche solo se encontraba
nuestra mesa y luego en una zona más apartada un diván que a su lado había
una mesita con unas copas puestas. Supongo que serán las de champagne que
servirán después de la comida.
La verdad era que me había quedado fascinada, la pulcritud con la que
había organizado todo esto me llegó al corazón. Por primera vez sentía que
alguien realmente me valoraba por lo que valía, por lo que era yo en verdad.
Me sentía amada y descubro que también yo puedo ser capaz de amar de esa
forma también.
—Gracias, por esto. Es hermoso. —digo luego de que terminamos la
cena.
—Gracias a ti por dejarme ser parte de tu vida. Y por lo tanto quiero que
hagamos las cosas bien. —me dice mientras deja su servilleta a un lado y se
pone de pie para acercarse donde estaba yo.
—¿Qué haces? —digo sorprendida, lo veo que saca una caja roja
mientras se arrodilla frente a mi y mi corazón se detuvo por unos segundos
—. ¿Qué estás haciendo?
—Tranquila no me estoy apresurando más de lo debido. Simplemente
quiero hacer las cosas mejor.
Al momento que termina de decir esto, abre la cajita roja que resulta tenía
una nota pegada en la parte superior de la misma, una nota que decía
"Quieres ser mi novia?" y entonces vi el collar que venía con la nota y no
pude evitar reír. El collar era de plata bastante simple, fino y delicado de el
colgaba un dije en forma de un batido de Starbucks y lo que hizo que se
cayera una lagrimilla fue que detrás del vaso estaban nuestras iniciales.
—Amor dime que lloras pero de felicidad.
Sonreí y lo abrace llorando y si, de felicidad porque era tierno pero cursi
a la vez y yo estaba derretida por este bombón. No lo iba a negar lo amaba
como una loca, lo amaba y sabía que me tenía en sus manos.
—Te amo. Te amo. Y nuevamente te digo que si y te advierto no te dejaré
ir pero ni en mis más locos sueños.
—Ni tampoco lo quiero. —responde, mientras nos levantamos y Ryan
hace que me gire para ponerme el collar.
A pesar de que ya lo había colocado, sus manos seguían en mi cuello que
luego lentamente bajaba por mi espalda a la misma vez sentía su respiración
en mi cuello para después sentir sus labios acariciar mi piel muy lentamente
tan dolorosamente. Mi respiración fallaba, no lograba concentrarme no
podía frenar por más tiempo mis gemidos. El maldito sabía donde presionar
sus labios, donde colocar sus manos para que mis malditas piernas
flaquearan.
Entre besos y caricias hizo que caminara hacia el sillón tipo diván,
cuando mis piernas tocaron el mueble sentí como sus manos bajaban las tiras
del vestido y sus labios rápidamente ocupaban su lugar. Podía sentir que su
respiración también era entrecortada la excitación que se sentía en el aire
era enorme. Mi mente no podía pensar en otra cosa más que en lo que
ocurría en este momento en la terraza, ni tan solo me podía preocupar en si
en los alrededores no se encontraba algún mozo o personal alguno del
restaurante. Toda yo estaba pendiente tan solo en Ryan y sus mágicas
caricias.
—Dime si quieres que pare y lo haré.
¿Está loco? No iba decirle tal cosa.
—No quiero. Ni siquiera lo pienses. —respondo y siento como sonríe en
mi piel
—Me alegra escuchar eso —dice mientras me gira para que nuestros
rostros se encuentren enfrentados, yo ya me encontraba con la parte superior
del vestido enrollado en la parte del estómago completamente expuesta para
él—. Por cierto, no te preocupes que ordené que nadie más nos
interrumpiera luego de servirnos la cena y este lugar es todo nuestro hasta la
hora que queramos.
Sonrío y ya sabiendo que nadie subirá y sin nada más que me frene me
lanzo a atacar su boca deseosa de que me bese con todas estas ganas que
sentía que llevaba el también. Sabía que esta noche iba ser larga lo único
que agradecía era las horas que pasé en el gimnasio ya que ahora pondría en
evidencia la resistencia que tenía mi cuerpo luego de todo un día de
excursión y ahora la noche que me esperaba.
CAPITULO 14.

Luego de nuestra estupenda cita, en la mañana siguiente Ryan y yo tuvimos


que dejar el restaurante muy temprano para nuestra fortuna no nos
encontramos con ninguno del personal. Era muy temprano y no tenía ganas de
sentir vergüenza muy de mañana, no digo que no haya disfrutado todo eso
pero era muy temprano como para andar pidiendo disculpas o diciendo
alguna estupidez. Y yo no soy de esas.
Apenas llegamos a casa Ryan quiso ir directo a la cama seguía exhausto
pero yo no quise volver a dormir ya estaba bastante despierta decidí darme
un baño preparar café y luego tomar la portátil para poder investigar a la
mujer del otro día. Tenía un contacto a pesar de que desaparecí por mucho
tiempo que podría ayudar a conseguir la orden necesaria para pedir las
grabaciones de esa noche a la compañía de teléfonos, el problema es que
esas ordenes solo son dadas por un juzgado cuando la causa es grave y de
suma importancia. Debía de armar una estrategia bastante convincente para
que un juez firme esa orden.
No se por cuanto tiempo trabajé perdí por completo la noción de la hora,
ponerse al día con las leyes de otro país es bastante difícil y lleva su tiempo
además la persona que esta ayudando también tiene lo suyo y no pudo estar
mucho tiempo en la videoconferencia. De todas formas me encontraba tan en
lo mío que no presté atención a nada a mi alrededor, había pasado mucho
tiempo que no hacia eso, enfrascarme tanto en mi trabajo que olvido todo.
Me di cuenta de donde me encontraba cuando la vi a Xime mirándome desde
el otro lado de la mesa y con una sonrisa en la cara.
—¡Amiga! No te sentí para nada —digo sorprendida
—Jamás cambiaste, siempre que te concentras mucho pierdes la noción
de todo.
—Si lo sé. Estaba trabajando en lo que ya sabes pero ¿Qué haces tan
temprano aquí? ¿Qué hora es?
—Traje algo para desayunar, iba despertar a Dani como se que ayer
estuvieron hasta tarde te iba dejar dormir. Son las 9 a.m.
—Ok, cierro todo esto y la despertamos. Tengamos una mañana de chicas.
Ambas fuimos a despertar a nuestra amiga, iba ser nuestra primera
mañana juntas sin hombres y sin ningún otro familiar cerca. Planearíamos el
día y lo que falta hasta la boda, de todas formas Ximena ya tenía la mayor
parte preparada.
Aunque nuestra amiga tardó y protestó en levantarse lo logramos.
Decidimos armar una mesa cerca del sillón colgante del otro lado de la
laguna para poder estar solas sin que nadie nos moleste. Allí nos deleitamos
primeramente con los bocadillos que trajo Xime, claramente yo ya estaba
bastante despierta como para empezar a coordinar la agenda pero mis
amigas están muy dormidas todavía así que trate de darles un momento
aunque estaba viendo el cuaderno de pendientes y ya iba teniendo una idea.
—Bueno chicas me alegro que hayamos podido ponernos de acuerdo.
Ahora debemos de pasar esta lista a todos en la casa y nosotras las mujeres
esperar a la modista que viene a ver el tema de los vestidos. —nos dice
Xime mientras se levanta dando por finalizado todo.
—¡Buenos días! —digo entrando a la habitación esperando ver a Ryan
todavía en la cama pero me lo encuentro saliendo del baño en toalla—.
¡Wow! Me alegras la vista.
—Mmmmm quizás tu también deberías de alegrarme a mi también la
vista. —me dice acercándose mientras me agarra de la cintura y me arrastra
hasta la cama.
—¡Basta! Tenemos que ir con la modista dentro de poco. Tengo un
vestido de dama de honor que todavía no lo vi, confío en mi amiga pero aún
temo que no me guste. —digo riendo mientras me escapo del agarre de Ryan
y busco otro atuendo para el día.
Ya que el día se trataba básicamente de prueba de vestidos, elegir el ramo
adecuado, definir el arreglo de flores y definir el catering estábamos a salvo
de alguna actividad deportiva y por fin hoy evitaré las malditas calzas
deportivas, las odio. Con un delicado vestido de verano y un poco de
maquillaje estaba feliz de volver a ser yo.
—¡Estás hermosa! —me dice Ryan quien también estaba más guapo que
nunca con unos pantalones de color beige y una remera blanca básica—. ¿Es
necesario que ya te vayas?
Justo en ese momento mi teléfono suena anunciando una llamada en eso
también veo que me había llegado un mail, en la pantalla apareció el nombre
de Ximena si me llamaba era porque la modista llegó y mi amiga estaba
como loca porque no me veía ahí. La conozco bastante bien entonces por eso
no dejé que me hablara, simplemente le dije que ya estaba yendo.
—Era Xime y no tienes idea como odia la gente impuntual me va matar si
me retraso más de lo debido. —le digo mientras le doy un beso de pasada
mientras me llevo conmigo la portátil ya que ese mail que me había llegado
era algo que nos incumbe a todas.
Esta mañana no les había comentado tanto de la situación ya que no tenía
nada seguro y no acostumbro adelantar mi trabajo cuando la información no
está completa, eso generalmente daña el caso además de al cliente ya que le
da esperanzas cuando a veces ni las hay.
Al llegar en la habitación de invitados donde mi amiga dispuso a la
modista con todos los vestidos me sorprendí porque encontré a todas las
mujeres de la familia, había creído que solo éramos la novia y las damas.
Para mi desagrado también se encontraba Florencia, ya compartir de vez en
tanto algunos momentos que eran en familia me resultaban insoportables. Esa
mujer era todo lo repulsivo que se podía esperar de una zorra como ella.
—¡Amiga llegaste! —me recibe Dani—. Por fin, ya no la soportaba más a
la estúpida cuñada de Xime —me susurra esto último.
—Bueno señoritas, ¿Quién comienza? —nos dice la modista entrando a la
habitación.
Por supuesto todas las señoras quisieron que la novia fuera la primera
pero nosotras tres deseábamos que fuera Florencia. De todas formas tuvimos
que disfrutar ver a nuestra amiga con su hermoso vestido de novia que era de
ensueño sin dudas. El corsé estaba repleto de cristales, sabía que mi amiga
amaba los brillos y llamar la atención y como no iba llamar la atención el
día más importante de su vida. Estaba completamente de acuerdo con ella.
Luego de ver a Xime y a su madre llorando de felicidad emocionadas al
punto que nos emocionamos todas, mi amiga decidió que luego lo hicieran
las señoras, Florencia y luego las demás chicas.
—Julia querida, cuéntanos ¿Cómo van las cosas con Ryan? —me pregunta
la señora Alicia.
<< Señora que tiene que venir a preguntarme justo cuando estoy
investigando a una mujer que se metió en la cama de mi chico además
estando Florencia presente >>
—Bien, volver a encontrarnos y darnos la oportunidad y que este
funcionando es grato. Estamos tratando de hacer todo como si esto fuera la
primera vez.
Todas las mujeres en la habitación suspiraban ilusionadas contentas de
escuchar eso pero Florencia hacia unas caras de asco que creía que yo no me
daba cuenta pero lo que no sabía ella es que yo no la pierdo de vista.
—Nos alegra tanto que hayas encontrado a un hombre que te ame de
verdad. —Escuchar eso de parte de Alicia me daba cierta gracia, sabía que
la mujer odiaba las decisiones tomadas por hijo. Siempre me ha querido
como a una hija pero me alegro conocer lo estúpido que es su hijo.
Bueno después de lo que pareció una eternidad finalmente quedamos
nosotras tres juntas, nadie se había marchado hasta que la última no se
probara su vestido y eso llevó a que yo también me probara el bendito
vestido frente a todas y me encantó. Porque pude apreciar el odio que
emanaba al verme con el vestido, pero con razón. El vestido de dama de
honor era una bomba, era de un color champagne de tiritas en la parte
superior una tela de paillette con un escote en V profundo en los lados de
atrás y adelante, en la parte de abajo una tela de tul bordado de un color
champagne pero de un tono un poco más claro. La verdad es que era un
vestido muy sexy que no dejaba nada a la imaginación y justamente las
damas de honor no eran simples esqueletos, ambas éramos mujeres
curvilíneas que tenían con que llenar cada parte del vestido.
—Bueno ya di lo que tienes atragantado, desde que llegaste estuviste con
unas ganas de charlar que parecía que explotabas.
—Bueno, les dije que había comenzado mis investigaciones con respecto
a la mujer, bueno. Conseguí que un conocido de mi padre me ayude con la
orden y hoy antes de entrar con la modista recibí un mail. Tenemos un juez
que nos firmará la orden y en cualquier momento me llegará la orden cuando
pase eso me pondré en contacto con el servicio de telefonía.
—Eso es genial. Cuando pase quiero que nos cuentes. Pero tengo una
duda, como conseguiste que el juez firmara una orden.
—Bueno, mi padre es abogado de tu familia. Temporalmente estoy
contratada por el despacho así que oficialmente soy tu abogada y el pedido
lo esta haciendo la familia y con juez que conoce a nuestras familias pude
lograrlo.
Mis amigas quedaron observándome fijamente y luego estallaron en risas.
—Wow! Amiga enserio tienes ganas de saber quien era esa mujer.
—Bien Sherlock, vamos que el almuerzo ya va estar y después nos queda
ver el ramo, definir los arreglos de flores y lo más asombroso el catering
para la merienda. Así que ponte en el papel de dama y deja la lupa mientras.
CAPITULO 15.

El almuerzo se llevó acabo con toda la familia presente, había tenido la


esperanza de que fuera solo nosotras pero nuestras madres han organizado
todo y era imposible decirles que no. De igual forma manteníamos la charla
en pequeños grupos, los chicos charlaban sobre el partido de fútbol que
organizaron para la tarde ya que ellos si tenían la tarde completamente libre.
Las madres hablaban del jardín y recetas que se pasarían entre ellas; y la
"simpática" cuñada de mi amiga estaba muy concentrada con su celular, era
la única que estaba por completo aislada porque hasta las primas de Xime
charlaban con nosotras.
De todas formas había algo que llamaba mi atención generalmente no
demostraba ninguna preocupación alguna pero desde esta mañana me he
dado cuenta que está ansiosa por algo ha estado pendiente de su teléfono y en
la mesa estuvo completamente enfocada en el. Me carcomía la duda, quería
saber que era aquello que la había preocupado pero haré lo que querían mis
amigas pensaré en eso después, hoy me enfocaré en ser una muy buena dama
de honor y mañana continuaré investigando todo esto.
—¿Qué tanto piensas? —la voz de Ryan me sorprendió, se encontraba
detrás mío vestido con un equipo de fútbol que me sorprendió bastante.
—¡Que bien te ves! —digo mientras me inclino para recibir un beso suyo
—. No pensaba en nada en concreto, estaba en blanco.
—Iré a jugar con los chicos más tarde entonces me preparé debidamente.
¿Te gusta? —asiento y veo como sonríe—. ¿Tu que harás?
—Tenemos toda la tarde con deberes de dama de honor y hay una lista
que debemos de seguir.
—Una lista? No me sorprende, siempre hay una lista —dice mientras se
ríe y me da un beso en la cabeza antes de marcharse.
Cuando vuelvo a mirar a las chicas en la mesa veo como ellas sonríen
con esa cara de melosas, por poco no les salen corazones de los ojos.
—¿Qué tanto suspiran? —pregunto.
—Es que ustedes dos son tan bonitos y tiernos. Serán los próximos en
casarse no?
Pero que esta diciendo esta mujer ¡Dios!
—Dani no será que Jesse y tú serán los próximos, tal parece que ustedes
tienen más historia que nosotros dos.
¡Ja! La dejé petrificada, sin dudas la sorprendí por completo.
—Nosotros no estamos juntos.
—No oficialmente pero sabemos que ustedes dos andan. —dice Xime
guiñándole el ojo a Dani quien ya nos mira con un aire de frustración.
—¿Por qué mejor no vamos viendo las cosas que tenemos pendiente en la
lista de damas de honor? —nos dice poniéndose en pie y tomando una fruta
de la mesa.
Ya que, teníamos que seguir. Era verdad que teníamos una lista extensa e
interesante. Todas nos levantamos de la mesa tomando una fruta para el
camino y nos despedimos de las otras chicas en la mesa que ellas si
decidieron seguir conversando mientras esperan que les sirvieran el café.
—Disculpe señorita Ximena, la mujer encargada del ramo la esta
esperando. —era una de las chicas que trabajaba en la organización de la
boda quien pobre la viene aguantando a mi amiga desde el momento uno.
—Genial ya vamos, ¿donde está?
—La esta esperando en el jardín.
Mientras nos dirigimos a donde se encontraba esta mujer iba pensando en
lo que Dani dijo acerca de ser los próximos en casarnos. Me había
descolocado y tomado por sorpresa, nadie sabía que en realidad Ryan y yo
nos habíamos conocido de camino hacia aquí y no como los habíamos hecho
creer. No teníamos en realidad una relación bien afianzada como para andar
pensando en una boda. Por lo menos no aún, ya tuve una mala experiencia
antes y no iba precipitarme.
—¡Julia no estas escuchando! ¿Qué tanto piensas?
La voz irritada de Xime me hizo volver a la realidad, estaba
observándome con un ceño en la frente, odiaba dejar de ser el centro de
atención y claro que toda esta semana ella lo era.
—Disculpa, sabes que tengo la costumbre de perderme en mis
pensamientos. —digo sonriendo y viendo como su frustración desaparece—.
Bueno dime, ¿que decías?
—Les estaba comentando como tenia planeado el ramo, quiero algo que
no sea del todo habitual. —Mi amiga nunca quiere algo habitual siempre
quiere algo llamativo así que esto ya me lo esperaba.
—Y yo le estaba diciendo que conociéndola no esperaba algo simple y
común.
—Eso es verdad —digo apoyando el comentario de Dani, yo lo había
pensado pero bueno Daniela nunca tuvo pelos en la lengua ella siempre
habla antes que nada.
—Bueno basta de charla, apurémonos que tenemos que definir el ramo y
el los arreglos florales que es más tedioso.
Cuando llegamos al jardín quedamos realmente asombrada, la mujer
había elegido el lugar donde generalmente prepara la mesa ya que el suelo es
bien plano y además cuenta con un techo que ayuda a mantener a salvo de los
rayos de sol en este momento, a las flores. A quien se le ocurrió la idea, la
verdad lo pensó bien ya que ninguna de nosotras había tenido en cuenta esto.
—Buenas señorita, disculpe que la moleste en el almuerzo.
—No hay nada que disculpar ya habíamos terminado y estaba ansiosa por
ver los increíbles ramos que preparó.
La mujer rondaba los 40 años y se podía ver que era una mujer llena de
paciencia y que amaba su trabajo ya que en su rostro se podía observar la
forma cariñosa en la que veía a Xime, está claro que ha acompañado a
muchas novias en sus días más felices. Y pensar que luego soy yo quien las
acompaña cuando ellas deciden terminar con eso que las hizo feliz algún día.
—Bueno tengo preparado para usted algo...
—¡Ay por favor! No me digas usted, trátame de tú.
—Genial, como quieras. Te decía que preparé algo de acuerdo a las
cosas que me dijiste y creo que logré hacer realidad tus deseos.
La veo a la mujer sonreír satisfecha por lo que veo mi amiga se la puso
difícil pero logró entenderla, de la mesa que dispusieron para las flores veo
que toma una de las cajas, una que esta envuelta completamente diferente
pero más elegante de un color rosa pastel muy delicado. De allí dentro sacó
un ramo, no, debo decir EL RAMO ya que era algo increíble y totalmente
fuera de serie. Por supuesto que mi amiga no querría uno común, y ese ramo
no lo era. Estaba conformado por unas orquídeas azules y unas calas blancas
y en la base de estas flores donde se unía el ramo una tela blanca muy fina
adornada con unas perlas. Era realmente hermoso y perfecto nunca me
imagine que elegiría un color tan fuerte como ese pero en las tradiciones de
las bodas el azul trae suerte y supongo que su decisión se debió a eso.
—¡Mira lo que es eso!! —gritaba de emoción, sin lugar a dudas mi amiga
era de esas novias muy volátiles que pasaba del enojo a la felicidad en un
segundo—. No puedo creer Mary lo hermoso que quedó, has logrado captar
todo lo que te pedí. Eres la mejor.
—La verdad que si, es perfecto y delicado. Muy apropiado para la boda
en el campo, es un ramo fuera de lo común y colorido.
—Verdad que si Dani? Es hermoso, ya saben ustedes dos cuando decidan
casarse Mary hace milagros y si logró entender lo que quería entonces a
ustedes también.
—La verdad Mary te admiro porque entender los gustos de mi amiga no
es nada fácil. —digo abrazando a Xime viendo como su ceño fruncido
vuelve aparecer—. Bueno chicas, lo más importante y hermoso ya esta
aprobado por la novia y sus damas ahora viene lo difícil, las flores para los
arreglos.
Y era verdad lo tedioso de esto no era el ramo ya que eso es más decisión
de la novia que otra cosa además de ser algo pequeño en comparación con
las otras cosas. Ahora quedaba definir los arreglos de flores para el altar, el
pasillo donde la novia hará la marcha nupcial, los arreglos generales de la
estancia y los jarrones que se usaran como centro de mesa. Habían un sin fin
de lugares que debían de ser pensados muy claramente, era una boda de un
estilo campestre lo más importante era resaltar la naturalidad de todo y es lo
que todas buscábamos. Y así fue como se nos pasó la mitad de la tarde entre
flores y volviéndonos locas nosotras, Mary y la pobre asistente de la
organizadora de bodas.
Luego de salir con unos dedos pinchados de espinas y tomar varios litros
de limonadas ya que hacia un calor de locos. Terminamos con eso pero la
lista seguía aunque finalmente llegó lo que estuve esperando desde hacia
rato, la merienda. Desde el almuerzo que no habíamos probado bocado y
tenía un hambre terrible además en todo el día había dejado espacio para la
tarde ya que ahora tenemos la degustación de catering. Xime lo había
planeado para la merienda sabiendo que tendríamos un día agotador y que
tendríamos hambre y así comer hasta saciarnos ya que incluso luego
podríamos saltarnos la cena para no sentirnos tan culpables por comer tanto.
—Amiga no puedo decirte el hambre que tengo, ya quiero probar todas
las cosas que tendrán preparados para nosotras.
—Dani, amiga no eres la única. Yo también muero por comer algo. Pedí
que dispusieran todo cerca del lago donde la hamaca ya que allí nadie podrá
molestarnos.
Me alegraba saber que estaremos aisladas y podremos hablar libremente,
aún tenía mis dudas con muchas cosas por más ocupada que estuve de todas
formas no logré sacarme de la mente a la estúpida de Florencia. Puede
parecer que sea por una cuestión de resentimiento por así decirlo, pero no lo
es. No sentía resentimiento por haberse quedado con el estúpido que algún
día pensé que quería y que me quería, a decir verdad me salvó de un peso
más en mi vida. Más allá de eso una cosa no cambia la otra, esta mujer
escondía algo que claramente en ese momento la estaba preocupando y mis
sentidos no me fallaban. Sabía que si mis dudas las compartía con mis
amigas ellas lo entenderían sé cuanto les llama una historia.
Al dirigirnos hacia la cabaña nos encontramos con los chicos que estaban
descansando en la cabaña y merendando con algunas de las delicias que
probaríamos nosotras en un ratito. Entonces me percaté que con ellos
también se encontraba Esteban aunque más alejado pero estaba ahí, no creí
que iría con ellos a jugar pero por lo visto no pudo negarse ya que hasta
nuestros padres fueron. Podía ver el rostro asqueado de Ryan que al verme
rápidamente dirigió sus ojos hacia él, podía percatarme de lo incómodo que
se encontraba.
—Bueno chicas, vayamos que un gran festín nos espera.
Cuando llegamos quedé asombrada, estaba preparada una mesa larga con
todas las comidas más deliciosas que uno puede imaginar, postres exóticos
cosas que hacían rugir el estomago de cualquiera. Al parecer mi amiga y la
organizadora pensaron en absolutamente todo, en platillos y postres acordes
al estilo del evento. Podía ver los elegantes y perfectos que eran, el modo de
presentación eran increíbles.
—Buenas tardes señoritas —Una mujer joven con el típico traje de chef
aparece ante nosotras, tal parece que es quien lleva la batuta en la cocina ya
que detrás de ella podíamos ver a los meseros quienes seguían trayendo
algunos otros platillos—. Tomen asiento por favor, seguiremos el protocolo
para un evento como este. Empezaremos con la copa de bienvenida la cual
habrá 7 opciones de cócteles básicos.
¿Cócteles? ¡Que rico! Ya quiero probar algunas de esas opciones.
Tres meseros se acercaron a nuestra mesa y a cada una nos trajeron las 7
opciones de cócteles el primero era un Martini, el segundo una margarita, el
tercero un daiquiri de fresa, el cuarto un manhattan, el quinto un negroni, el
sexto un mojito y el último un pisco sour. Obviamente fuimos degustando de
a traguitos porque sino a la tercera ya estaríamos mirando estrellas, aunque
debo admitir que más animadas estábamos.
—Deliciosos todos —dijimos las tres al unisonó, la joven chef sonreía
con satisfacción
—Me alegro, ahora que ya estamos más tranquilos pasaremos a lo que se
servirá en la recepción. Contamos con algunas variedades típicas del país.
Sándwich de miga de distintos gustos, tartaletas, tabla de quesos y fiambres,
medialunas con jamón y queso, albóndigas, fosforitos y canapés. Además de
algunas otras bebidas varias como gaseosas, jugos y algunos otros.
Probamos todo parecíamos unas gordas comiendo y haciendo ruiditos de
satisfacción ya que todo estaba más que bueno, entendía porque los chicos se
veían tan contentos comiendo estas cosas. Pero como sabíamos que aún
faltaban más decidimos no abusar ya que estos los podíamos comer más
tarde.
—Bueno tal parece que les gustó podemos continuar con las entradas que
según el pedido que me hicieron, las hicimos frescos y livianos pero con un
estilo único. Les presentamos tres platillos a base de aguacate o avocado
como mejor prefieran llamarlo. —Los meseros se acercaron y nos sirvieron
el primero de los tres platillos—. El primero ensalada de capas de cangrejo
con aguacate.
La presentación era exquisita, un plato simple pero elegante y poco visto.
¡Magnífico!
—El segundo plato, aguacates rellenos con ensalada de huevo duro. —
Otro más que lo disfrutamos tanto y nos deleitamos con la presentación en el
plato—. Y por último Crostini de aguacate, es un platillo que cuenta con
tostadas de pan con aguacate, verán que es algo simple pero exquisito.
Luego de las entradas pudimos continuar con el buffet que era a base de
carne roja con guarniciones de vegetales y los postres, mi debilidad, fueron
lo mejor de todo. Terminé completamente satisfecha, al final ese momento de
aislamiento que había creído que lo usaríamos para charlar la usamos para
engordar como las mejores ya que no tuvimos tiempo de hablar de mis
dudas.
Terminamos la tarde de damas aprobando cada plato que nos sirvieron
tomándonos un té porque habíamos comido demás y antes de enfermarnos del
estómago la joven chef nos sirvió unos té para la digestión y finalmente nos
dejaron solas.
—Bueno chicas creo que comimos tanto que comimos hasta enfermarnos
que desgracia. —nos dice Xime—. Creo que ninguna irá a la cena.
—Yo no quiero ver ningún tipo de comida por lo menos hasta mañana. Ya
no doy más. —digo.
—Que les parece si organizamos una noche de película, les pedimos a los
chicos que vengan con nosotras, ya estuvimos todo el día sin ellos. Quien no
los extraña?
—¿No que no tenían nada serio tu y Jesse?
—¡Ay cierra la boca Julia!
CAPITULO 16.

Cuando volvimos de la degustación hablamos con los chicos de la idea de


quedarnos en la cabaña y pedir que preparen algo allí porque realmente
estábamos todos muy cansados. Todos tuvimos día agotadores, nosotras
estuvimos ocupadas con las labores de damas y los chicos con la tarde de
juego, apenas se los comentamos estuvieron más que gustosos de quedarse
viendo una película.
Por supuesto nuestros amigos que se la pasaban más en nuestra cabaña
que en su habitación a final decidieron que sería mejor acondicionar una
habitación para ellos, al final decidimos que Ryan y yo dormiríamos juntos
en una misma habitación y la habitación que quedaba libre la usarían Mason
y Ximena. Los que aún no admitían el hecho de que estaban juntos eran
Daniela y Jesse que se seguían escondiendo para verse, lo triste es que los
veíamos.
—Bueno, atención que veremos? —anuncia Xime apoyando el bol de
papas fritas que comeríamos viendo la película.
—Por favor que no sea algo tan cursi —pide Mason, me imagino que la
conoce tan bien a mi amiga que ya adivina que pedirá alguna película
gomosa.
—Yo prefiero una de acción —opino y veo que los chicos asienten
apoyando la moción
—Creo que aunque yo también sea partidaria de las novelas románticas
prefiero esta noche una de acción. —Dice Dani con una buena cantidad de
papas en la boca. Aunque comimos como nunca ella siempre tiene hambre.
—Bueno veremos una maratón de Rápido y Furioso. —Concreta Ryan
mientras toma el control ya buscando la película y no dando tiempo de
pensarlo dos veces.
Ya nos conoce, sabe que ante cualquier cosa estamos varios minutos
discutiendo y decidiendo. Esta vez no nos dieron tiempo ni para dudarlo. Ya
que no teníamos más opción nos conformamos con esa película que los seis
nos acomodamos en la sala donde corrimos los sillones y dispusimos unas
mantas en el suelo donde estábamos todos para poder disfrutar de nuestra
noche. Donde comimos, vimos la película y en algún momento nos quedamos
dormidos.
Al día siguiente estábamos todos súper dormidos cuando sentimos que
alguien llamaba a la puerta ¡Que reverendo idiota nos despertaba tan
temprano! Debía de ser algo muy importante para que nos molestaran,
cuando ya era imposible dormir y mi mal humor estaba al máximo, vi que
ninguno estaba con la idea de ver de quien se trataba no tuve otra que
levantarme yo. De paso me fijé la hora y eran las ¡9:00 de la mañana! Bueno,
era temprano pero a decir verdad estos días veníamos despertando más
temprano, tal parece que finalmente nuestros cuerpos nos cobraba el
cansancio.
—¿Si? —Digo abriendo la puerta importándome un comino mi apariencia
ya que quería que viera que me acaba de despertar.
—¡Buen día! Disculpa creo que te desperté.
No reconocí la voz así que parpadee un par de veces para ver de quien se
trataba y claramente no era alguien que haya visto en la casa antes, así que
debe ser alguien nuevo. Pero ¿De donde salió? Y ¿Porque carajos nos
despertaba?
—¿Quien eres y porque nos despiertas? —digo con mi tono más amargo
posible, su rostro estaba avergonzado pero seguía sonriendo y eso me ponía
aún más de mal humor—. Bueno dime o cerraré la puerta y seguiré
durmiendo.
Frustrada estaba por cerrar la puerta en su cara, esta chica aunque joven
pero con un aire más maduro sostuvo la puerta antes que la cerrara.
—Disculpa, entiendo que estés enojada porque los desperté pero me
mandaron a buscarlos. Los señores dijeron que deseaban que asistieran al
desayuno ya que anoche llegaron invitados que confirmaron un poco tarde su
asistencia y como ustedes estaban cansados para la cena la señora desea que
nos acompañen en el desayuno.
Invitados que confirmaron a último momento? Creí que ya habían llegado
todos los que vendrían, Xime no nos habló de gente que faltaban. ¿Entonces?
Quienes serán estos invitados.
—Aún no me has dicho quien eres. Y tampoco estaba enterada de
invitados que faltaban llegar. —contesto molesta cruzándome de brazos
porque cada vez menos la toleraba, había algo en ella que no me gustaba.
—Que impertinente, soy Ángela niñera de la familia Martinelli. —
Quienes eran esa familia y porque me sonaban mucho—. ¿Tú quien eres? No
te conozco de antiguas reuniones familiares.
Una niñera con muchas atribuciones que me habla de tal forma, nunca fui
de esas que dividían a sus empleados por rango social, todo lo contrario mi
asistente podría decirse que es mi única amiga verdadera en España. Con
ella jamás hubo diferencias siempre trabajamos a la par como iguales
porque lo éramos pero esta mujer tenía cierto aire de superioridad que no le
correspondía en lo absoluto.
—Soy una de las damas y amiga de toda la vida de la familia, no me viste
porque soy una abogada muy conocida en España por lo que no cuento con
mucho tiempo como para andar en ciertas reuniones.
Listo. Cuando quiero se me sale lo bruja.
—Por cierto, Ángela avisa a nuestros padres que estaremos pronto allí.
Gracias —y sin darle tiempo de decirme nada más cierro la puerta
esperando esta vez que no lo volviera a abrir.
Suspiro una vez dentro mientras me recargo en ella. Cuando levanto la
vista los veo a todos mirando con sus mejores caras de idiotas.
—¡Wow! A quien es que traste tan mal —pregunta Dani frotándose los
ojos—. Aún puedo ver como destilas el veneno por tus poros.
—¿Y que quieres? Nos vino a despertar, sabes como se pone cuando la
despiertan tan bruscamente. —me defiende Xime mientras se acerca a mirar
por la ventana—¿ Por cierto quien es? No la reconozco.
—Seguro que ella si te reconocería de alguna "reunión pasada" —digo
esto último haciendo las comillas con los dedos y con una cara de asco que
no lo puedo disimular —Es una niñera de la familia... Martinelli que creo
que llegó anoche
—¿¿¿Martinelli dijiste??? —Dicen asombradas Dani y Xime juntas al
unísono.
—¿Si porque? Me dijo que los señores querían vernos en el desayuno ya
que anoche no tuvimos la oportunidad de darles la bienvenida. Que eran
invitados que confirmaron muy tarde que vendrían. ¿Quienes son?
Ambas se miraban con una cara de asombro pero a la vez interrogantes,
ahora tenía curiosidad.
—Esa familia es la familia de Florencia. Los invitamos pero los padres
habían dicho que no podrían asistir ya que tenían un viaje pendiente en un
crucero. Por lo visto no fueron.
—¿La familia de Florencia? —Es que no era suficiente tener que soportar
su asquerosa presencia que además debía de aguantar a la familia entera.
Cuando supieran quien era yo que dirán. —Saben de mi y de la historia de la
relación de su hija.?
—La familia de la estúpida lo sabían todo desde un principio
absolutamente todo, ellos estaban felices de que su hija mayor lograra
casarse con un hombre de "prestigio"
—De prestigio no tendrá ni las bolas. —nos dice Dani sacando una risa a
los chicos que seguían en silencio observando y escuchando atentamente
—Bueno vayamos a espantar a unas personas no deseadas. Además tengo
entendido que una hija que nunca conocí ya llegó de un internado donde
había estudiado toda su infancia.
Ximena tenía razón en algo, eran personas no deseadas pero al final de
cuenta forman parte de la familia. Así que otra opción no teníamos. Nos
vestimos y cada quien con su chico fuimos llegando al gran comedor donde
estaban llegando todos los miembros de la familia. Mi padre y madre ya
estaban presentes y en sus rostros podía ver el desagrado, los entendía,
estaba viendo la cara de la familia que sin importarles nada ayudaron a
arruinar mi vida en unos pocos minutos.
—¡Buenos días! Chicos me alegro tanto que pudieran venir. Anoche no
quería molestarlos pero esta mañana era necesario que estuvieran ya que
tenemos invitados de último momento.
—No te preocupes mamá, ya nos avisaron. Aunque hubiera deseado
poder dormir más. —la sonrisa sarcástica de mi amiga ya decía todo, era
claro que si dependía de ella deseaba directamente que no estuvieran
presentes—. Señor y señora Martinelli me alegra poder verlos. Recuerdan a
mi prometido Mason, aunque no haya estado en muchas reuniones familiares
lo han cruzado en alguna. Y mis damas y padrinos, Daniela Rivera, Jesse
Alexander, Ryan Ryder y a quien conocen muy bien Julia Blanco. —Los
rostros de ambos quedaron sorprendidos al verme y saber quién era yo, no
se habían esperado verme, que gusto me da—. Bueno chicos, ellos son los
padres de Florencia.
—Que gusto conocerlos —Dice atentamente Ryan ya que fue el único que
digno a cruzar palabra con esa estúpida familia.
Me sorprendió solo verlos a ellos, había creído también vería la horrenda
cara de la esposa de Esteban pero al parecer aún no se ha levantado, que
indignación es a ella a quien tendrían que haber despertado primero.
—Buenos días a todos. —Una voz muy alegre y fastidiosa entraba al
comedor. Era una voz nueva, supuse seria la hermana de la que había
hablado Xime antes.
—Bue... —Xime quien había levantado la mirada para saludar a la mujer
en cuestión quedó atónita. Había perdido la voz y había quedado
sorprendida, cuando me volteé a ver la razón no pude evitar ponerme de pie
de un salto.
—¿Quien eres? —la pregunta salió de mi sin darme cuenta.
—Es mi hija menor, Alexis. ¿Hay algún problema? —la señora Martinelli
también se había puesto en pie y nos miraba a todos con un ceño muy
fruncido—. ¿Qué ocurre?
—No puedo creerlo. —dice Xime quien ya se encontraba a mi lado,
entonces sentí las manos de Ryan que trataba que me tranquilice—. Amiga,
¿qué quieres hacer? —Susurra en mi oído Xime.
—Descuida puedo manejarlo. —la veo como me observa atentamente
entonces la vuelve a mirar a Alexis y vuelve a su asiento—. Disculpen es
que la vi y me recordó a una cliente que perdí.
No sabía que más decir, no les di tiempo a que siquiera pensaran que
comencé a servirme el desayuno mientras aún sentía como esa mujer se había
quedado mirándome también, muy sorprendida. Fue peor ver la cara de
espanto de Florencia al vernos a todos en la mesa y también a su hermana.
Ahora entendía la razón de su angustia, con que escondía esto. No había
estado tranquila arruinando una de mis relaciones que ahora involucra a su
hermana.
Alexis, la mujer que había encontrado en la habitación con un Ryan
drogado hasta los pelos era la hermana pequeña de la querida que me robó a
mi prometido y de quien se embarazó en el proceso. No para de darme malos
momentos esta familia.
CAPITULO 17.

La tenía prácticamente enfrente, mirándome mientras yo también lo hacía.


Era bonita, tenía buenos rasgos no podía decir que fuera hermana de
Florencia pero de todas formas lo era. Y ambas habían confabulado para
nuevamente dañar una relación mía y era algo que no lo podía creer. ¿Tanto
es el odio que sienten hacia mi? ¿Porqué?
Mis amigos seguían observando la situación quizás creerían que en
cualquier momento la calma me abandonaría y la atacaría desprevenida, lo
deseo. Pero tengo una buena educación y se que soy mejor que eso, aunque
ya había decidido que hablaría con esta mujer y sin importar si su querida
madre o hermana estén de acuerdo. Primero tenía que confirmar mis
sospechas luego vería como llevar todo esto.
—¿Chicos no se quedan para el postre? —nos dice Alicia mientras mis
amigos y yo nos vamos retirando de la mesa, ninguno toleraba más fingir.
—Disculpa mamá pero tenemos cosas pendientes que nos quedaron ayer.
Nos vemos más tarde, permiso.
Sin esperar escuchar nada más nos fuimos de allí, a los pocos segundos
escucho que me llega un mensaje y era mi madre.
"Me alegro que tu si puedas escapar de esta asquerosa familia, nosotras
con Alicia estamos presa aguantando a esta incordiosa mujer. Disfruta tu
día"
Es verdad que ellas debían de aguantarla, las compadecía. Supongo que
Alicia está acostumbrada a huir de ella o anular sus palabras luego de
muchos años compartiendo algunas reuniones pero mi madre sabiendo que
esta mujer formó parte de todo lo ocurrido la traería entre ceja y ceja.
Caminamos un buen rato alejándonos todo lo posible de la casa. Todos en
un absoluto silencio pero el que me preocupaba era Ryan. Veníamos tomados
de la mano y podía sentir que por momentos me sujetaba más fuerte y luego
se tranquilizaba, sabía que el ver a esa mujer lo perturbó bastante ¡Mierda!
Yo también lo estaba, estoy a punto de arrancarme el cuero cabelludo de lo
estresada que me encuentro.
—Bueno ya basta. ¿Podemos hablar de eso? Es que le doy vueltas al
asunto y termino en la misma conclusión.
—Créeme Dani, yo igual. —dice Xime ahora poniendo toda su atención a
mi—. No puedo creer lo tolerante que te has vuelto. Creí por un segundo que
te volverías loca y la atacarías allí mismo pero me alegra que por lo menos
una de nosotras se ha vuelto competente.
—¡Dios sabe que lo quería hacer! Pero no iba darle el gusto, además me
percaté de algo, Florencia estaba más consternada que nosotras al ver a su
hermana compartiendo mesa sin tener ninguna pelea. Ahora entiendo porque
ayer estaba bastante al pendiente del celular, sabía que venía.
—¿Y ahora que haremos? —nos dice Mason, que siempre está en silencio
pero pendiente de todo—. Echarla no podemos, quien aguantará a la madre
después.
—No —contesto yo, ya tenía algo en mente y las chicas ya lo sabían a
medias era hora que los chicos también lo supieran—. Ya estuve
investigando, es hora de que sepan que ocurre.
Les conté sobre las cosas que había llegado a investigar y la táctica que
había implementado para conseguir de la compañía de teléfonos las
grabaciones de la llamada de aquella noche, que lo más seguro es que
estuvieran llegando pronto. También les conté a todos la idea que tenía, una
vez que descubra o mejor dicho reafirme las sospechas de quien fue la
cómplice de Alexis aquella noche hablaría con ella para aclarar cosas y
dejarlas bien en claro.
Ambas acudimos a una fiesta de casamiento y ninguna lo puede abandonar
más vale que me escuche o verá lo implacable que puedo llegar a ser. Ella y
todo su séquito que tiene de familia.
Luego de contarles lo que tenía en mente lo aceptaron. Aún algo
conmocionados decidimos que esta mañana haríamos cada quien nuestras
cosas ya que los ánimos un poco habían bajado, Jesse tenía algunas cosas
del trabajo que quería ver al igual que Daniela que nos dijo que un
informante se puso en contacto con ella y que aprovecharía para llamarlo.
Ximena y Mason aprovecharían para montar juntos como una cita antes de
ser marido y mujer. Mientras que nosotros con Ryan quedamos solos
mirándonos uno al otro sin saber que decir.
—Julia... yo.
—¡Ey! No estés así, nada de esto es tu culpa. En realidad podría decirse
que es más culpa mía que tuya, recuerda que a quien odian es a mi.
Ryan sonríe mientras niega con la cabeza y me abraza. Entonces sentí que
estábamos bien, más allá de todo estábamos bien. Y eso era lo más
importante, estaba feliz de haber encontrado a alguien que fuera así tan
compañero a pesar de llevar días de habernos conocido pareciera que fueron
meses o años. Ya conocía sus gestos, sus sonrisas y cada día lo quería un
poco más.
—Bueno, dime que podemos hacer mientras.
Lo miro porque tenía una sonrisa traviesa en la cara.
—Y si seguimos el ejemplo de nuestros amigos... —digo tocándole el
rostro mientras veo como sonríe más pícaramente.
—Dices el ejemplo de Jesse y Dani que según ellos van a "Trabajar" pero
en realidad sabemos lo que harán.
Suelto una carcajada porque realmente no me esperaba eso. Aunque
pensándolo bien fui tan ingenua que en su momento no se me cruzó por la
cabeza que harían eso, yo creí que realmente irían a trabajar. La ingenuidad.
—Aunque no lo creas, creí que realmente irían a trabajar. Pero no,
hablaba de tener un cita pero quien dice que no terminemos como Jesse y
Dani después. Que dices?
Inmediatamente Ryan me toma de la cintura y me levanta en el aire
haciendo que me aferre a su cuello mientras ambos reímos. Supongo que si
tendremos nuestra cita.
Luego de pensar donde podríamos escapar decidimos no ir muy lejos de
la casa ya que después estarían preocupados y estábamos pensando en la
tarde reunirnos y terminar de organizar la despedida que será en dos días.
Encontramos un lugar hermoso dentro del terreno de los Reyes, bajo un
árbol antiguo enorme y hermoso. Allí pusimos una manta y ambos nos
recostamos. Habíamos dicho que hablaríamos de nosotros, nos contaríamos
cosas para poder conocernos mejor, yo quería saber más de él.
—Comienza con tu cuestionario, se que te estás conteniendo desde hace
rato. —me dice pellizcando mi nariz. Es increíble desde el día uno supo
darse cuenta mi manera de ser y cada día me sorprende y asusta a la vez lo
rápido que va acostumbrándose a mí.
—Bueno, ya que insistes. Quiero que empieces por el principio. Sabes
que quiero saber todo de ti.
Me coloco de lado en la manta, con su brazo de almohada y viéndolo de
perfil puedo decir que es la vista más sexy que he tenido en mi vida. Su
cabello claro, su tez un poco bronceada sus ojos claros ¡Suspiro, por que no
puedo controlarme!
—Basta si me sigues mirando así no puedo concentrarme.
—¡Shh! Estoy disfrutando la vista —aprovecho y le doy un beso pequeño
en la mejilla.
—Bueno para empezar sabes que Mason y yo nos queremos como
hermanos. Mi padre fue su tutor por años cuando recién comenzaba y desde
entonces mejores amigos. Cuando mis padres fallecieron me costó mucho
encontrar el ritmo en la empresa y él estuvo a mi lado. Su familia
prácticamente me adoptó y sus padres se volvieron mis segundos padres.
<< Aunque para ser franco, mi padre y yo no congeniamos nunca. Él
quería cosas para mí que yo no quería. Amaba la playa el surf y ser libre
mientras mi padre me atormentaba la vida comparándome con los demás
diciéndome que siendo su hijo debía ser mejor, que la gente esperaba mucho
de mí y yo en su momento le creí todas esas cosas absurdas y me auto exigía
mucho hasta que me di cuenta que debía vivir mi propia vida. Le di la gracia
de estudiar en la universidad administración de empresas pero hasta que no
falleciera jamás había formado parte de la empresa familiar. Me costó tuve
que abandonar todo para dedicarme al imperio familiar, no lo iba arruinar
sabia que mi padre había luchado toda su vida por algo para mi y era mi
turno de cuidar de lo que fue suyo. >>
Me mira y sonríe melancólicamente. En sus ojos podía ver tristeza y
muchos momentos vividos sin nadie a su lado.
—Nunca tuve una novia estable, lo intenté pero siempre fue difícil se
acercaban a mi por el dinero. Así que básicamente siempre peleé mis
batallas solo. Ahora el tenerte es como un respiro para mi aunque debo
admitir que a veces me asusta.
Lo miro sorprendida, lo asusta ¿porqué?
—Dime... —lo incentivo, quería saber.
—No quiero perderte.
—No lo harás.
Esa necesidad de demostrárselo se apoderó de mi y no pude detenerme.
Lo besé con fuerza, pasión y con un anhelo de mostrarle lo que me hacía
sentir. Su boca me correspondía con esa misma urgencia sus manos pasaban
de mi cintura a mis nalgas y sujetando fuerte me levantó sobre él hasta
quedar a horcajadas. Nos habíamos olvidado por completo el donde
estábamos y sin importarnos nada nos entregamos por completo hasta que un
disimulo de tos nos paró en seco.
—¡Disculpen ¡Wow! No quería interrumpir.
¡Oh no! ¡Otra vez la estúpida niñera!
—¿Y ahora que quieres? —dije instintivamente mi mal humor y toda la
rabia que había acumulado en mi desde hoy a la mañana explotó—. Es que
eres la persona más inoportuna del mundo. No puede ser que siempre estés
fastidiando.
—No voy a permitir que me hable así. —me dice enfrentándome—. Ni
que fuera la dueña de la casa para tratarme de tal forma. No es más que la ex
prometida del señor Esteban a quien dejaron plantada.
Ok, eso fue suficiente. No lo iba tolerar más. No sé como pero me puse en
pie tan rápido que Ángela claramente no espero aquella sonora cachetada
que le di. Mis modales y mi paciencia terminaron en la basura pero no iba
permitir que ningún miembro más de esa familia me insulte de ninguna otra
manera.
—Mira lo diré solo una vez, seré la ex prometida del estúpido ese y
agradezco no ser la esposa. Pero no dejaré que una simple empleada se tome
las atribuciones como las haces tú, no se que libertades te darán esa familia
pero aquí respetaras a quien debes.
—No me hagas reír bruja amargada. No eres nadie y no vales nada con
razón te vieron la cara.
¡Estúpida!
Quería darle la vuelta la cara otra vez y cuando estaba por hacerlo siento
como Ryan me sujetaba de la cintura diciendo que me calme.
—Hazle caso o será otro más al que espantas veremos cuanto tiempo te
dura este.
—¡La mataré! ¡ Suéltame Ryan!
Por lo visto los gritos se habían escuchado porque podía ver a Xime y
Mason cabalgando al galope hacia nuestra dirección.
—No se que problema tienes con ella pero si quiero dejar las cosas
claras. Es mi mujer y no voy a permitir que la sigas insultando a ella y a mi.
¿Quién eres tú para hablar sobre la durabilidad de mi relación? Vete,
aprovecha ahora y vete de esta casa porque no te va gustar enfrentarte ni a
ella ni a mi y mucho menos a Ximena.
—No me iré, de esta no me iré. Esteban me defenderá y ustedes son los
que se irán de aquí. —dijo esto último yéndose con la cara que comenzaba a
tomar color del golpe que le di.
—Amor tranquila —Ryan me coloco de frente a él pero yo aún seguía
escuchando esa horrible voz gritándome—¡Ey! Jul mírame!
—No me sueltes —dije y no supe que más ocurrió después ya que todo a
mi alrededor se tornó negro.
Escuchaba gritos lejanos pero no podía hacer o decir nada la negrura me
absorbió y caí en él sin parar.
CAPITULO 18.

Después de esa caída en el espiral de la oscuridad mi mente se había


sumergido en un silencio total en una calma completa que aunque quisiera no
pudiera alterarme porque donde me encontraba me lo impedía. Me dejé
llevar y me sentía volar en una oscuridad hasta que luego de lo que
parecieron horas comencé a oír murmullos, aunque toda yo no podía emitir
ruido alguno o tan siquiera moverme. ¿Porqué ocurrían estas cosas?
Comenzaba a desear volver a casa todo esto se había convertido en un
infierno y quisiera poder escapar de aquí. ¿Porqué no puedo despertar de
una vez?
—¿Julia? ¿Puedes oírme? —Esa voz, era el señor Alexander. —
Tranquila, tomate tu tiempo para abrir los ojos, tuviste una fuerte caída.
—Agua... —Fue lo único que pude decir, la garganta me impedía hablar
lo sentía reseco y rasposo.
El señor Alexander me comprendió y me dio de beber, gracias a eso pude
recuperar el habla. Aunque sentía una leve punzada en la cabeza.
—¿Qué me paso? —digo ahora que podía hablar bien, observé mi
alrededor y pude darme cuenta que estaba en la cabaña aunque no veía a
nadie más. —Dónde están los demás?
—Tranquila todos están preocupados esperando a fuera, eran tantos y
hacían mucho murmullo así que les pedí que esperaran fuera.
Luego de que el señor Alexander haya corroborado que mis signos vitales
estaban bien y que era capaz de soportar a todos decidió ir a dar aviso, en
cuestión de segundos tenía a mi madre abrazándome mientras lloraba y mi
padre queriendo controlarla. También estaban presentes los señores Reyes y
la señora Alexander, mis amigas y los chicos entraron revolucionando todo.
—Tranquilos todos, estoy mejor. No hagamos un drama, no es necesario.
—Dime cariño, la niñera de los Martinelli fue la que causó todo esto, la
pondré fuera de esta casa en cuestión de segundos.
—Alicia no, no es necesario causar más problemas. Ahora cuando me
encuentre mejor hablaré con ella y aclaremos todo, no te preocupes.
—Como quieras. Nos iremos y te dejaremos descansar.
—Si, Ryan quiero que la supervises y cualquier cosa me avises.
—Nosotras también nos quedaremos a cuidarlas señor Alexander. No se
preocupe.
Luego que todos se fueran y nos hayan dejado solos ya las tenía a Xime y
Dani sentadas en la cama junto a mi. Podía ver que estaban ansiosas por
preguntar cosas además veía que tenían esa mirada de cotilla tan
característico de las periodistas.
—¿Qué ocurre con ustedes? —pregunto.
—Queremos saber que ocurrió con Ángela y porque no quisiste que mi
madre la sacara a patadas.
—Espera, aun no. Los chicos fueron a preparar un poco de té.
Luego de unos minutos los chicos llegaron con una bandeja y varias tazas
para acompañarme ya que el señor Alexander me recomendó una taza de té
de tilo para mis nervios. Ya con la taza en la mano les conté a las chicas todo
lo ocurrido palabra por palabra.
—Entonces no comprendo por qué no quisiste que Alicia la echara de la
casa —pregunta Mason.
—Recuerdan que les comenté que estaba por conseguir los audios de la
llamada de aquella noche? Bueno, esta tarde mi contacto me dijo que las
tendría además esa chica dijo algo que me alertó por completo con algo.
—Que cosa —Dice Ryan confundido, él estaba presente conocía las
palabras de Ángela de aquella discusión pero tal parece que el sexto sentido
de una mujer solo es capaz de percibir entre líneas.
—Miren, en algún momento dijo algo así como que Esteban la defendería.
Me llamó la atención la naturalidad con la que hablaba de él, la confianza, es
extraño. No me extrañaría esa confianza con Florencia siempre las mujeres
adquieren rápidamente esa conexión pero ¿Esteban? Es la persona más fría y
antipática, no tiene la gracia como para caerle bien a alguien.
—¿Entonces que estás queriendo decir?
—Algo ocurre entre ellos dos pero a la vez creo que también tiene que
ver con Alexis y Florencia. No se aún no termino de armar el rompecabezas
por eso no quería que ella se fuera de la casa.
—¡Wow! Tus instintos dan miedo pero es increíble que teniendo un pico
de presión y un golpe fuerte hayas tenido tiempo para pensar en todo eso. —
me dice Jesse mientras le hace señas a Ryan—. Hermano te compadezco,
elegiste a la más conspirativa.
—Ya basta. Déjenla dormir un poco, necesita descansar y todos la están
volviendo loca. Tenemos tiempo a esperar a que lleguen esos audios pero
hasta entonces debes dormir.
Ryan a empujones los echó de la habitación para luego acomodar la cama
para que pueda dormir un poco. Me encontraba un poco desilusionada no
quería quedarme sola, ya me encontré sola durante mi desmayo y no quiero
volver a sentir así nunca más.
—¿Ryan? dime tu también te acostarás conmigo, no quiero quedarme sola.
—Obvio amor, no iba dejarte ni un solo segundo. Me tenías loco, no voy
a dejar que te apartes de mi. No hasta que estemos seguros de que no tienes
nada.
Ryan se acomodó conmigo en la cama, sentirme en sus brazos era
sentirme protegida. Me tenía rodeada con su abrazo mientras mi cabeza
descansaba en su pecho, podía sentir su corazón latir fuerte y claro. Y con
ese latir constante pude tranquilizarme, sabía que esta vez no me encontraba
sola. Dormir ya no me aterraba.
¡No! Ese maldito sonido. ¿Quien diablos llamaba?
—Maldita sea —Escucho que Ryan maldice mientras trata de no moverse
tanto, aun me encontraba yo en su pecho.
No estaba del todo despierta pero si lo suficiente como para acostarme en
la cama y dejar que contestara el teléfono.
—¿Hola? Si, ella esta dormida en estos momentos habla su novio.
Ok, cuando despierte le aviso. Muchas gracias!
Luego de eso, colgó y nuevamente se acomodó a mi lado y entonces volví
a caer en un profundo sueño.
—¡Julia! Despierta, debes comer algo. Ya es tarde.
¡No! Quería seguir durmiendo pero tenía razón ya he dormido bastante el
problema es que no me sentía con las fuerzas necesarias.
—¿Qué hora es? —pregunto.
—Ya son las tres de la tarde.
Mierda! ¿Tanto? He dormido un montón perdí todo el día. ¡El audio! Ya
tendrían que haberlo mandado. Rápidamente me levanto dejando
sorprendido a Ryan, busqué mi teléfono por todas partes pero no lo
encontraba.
—¿Qué buscas? No deberías de agitarte tanto.
—¿Mi teléfono, donde está? —pregunto
—Lo dejé bajo la almohada, hace un rato habían llamado sobre el asunto
del audio.
—¡¡Que!! No me dijiste nada
—Quería que siguieras descansando. No puedes culparme estabas mal y
sigues algo débil.
Comprendía su preocupación y la verdad no estaba muy lejos de la
realidad. Aunque el audio era lo que necesitaba para saber la verdad y poder
estar aclarar todo esto.
Fui a buscar mi teléfono necesitaba saber a quien fue a quien llamo
aquella noche y aclarar las cosas con las personas que quieren dañar mi
relación. Además de que tenía que saber que se traían entre manos Esteban y
Ángela, esos dos me daban mala espina.
Cuando encuentro el mail que me mandó mi contacto donde ya tenía el
audio de aquella llamada, me puse los auriculares para poder escuchar
mejor. Antes veo que Ryan me había dado mi espacio y había dejado la
habitación así que no había nada que pueda desconcentrarme. Viendo que ya
nada me detenía puse play.
" Hola? Llegaste? Estas con ella?"
"Si estoy con ella"
"Bien, pásame con ella... ahora le diré a tu hermana que vaya a buscarte,
quiero que te comportes y hagas las cosas bien"
"No quiero ir. No quiero arriesgarme."
"Irás o sabes lo que va pasarte. Escucha bien Alexis sabes que me lo
debes"
¿Esteban? Que diablos! ¿La estaba amenazando? Y la otra mujer, estaba
segura que era la estúpida niñera pero no estoy segura. Eso solo quiere decir,
que Ángela y Esteban aunque también puede que Florencia hayan forzado a
Alexis a que haga lo que hizo esa noche. Aunque ahora que lo pienso bien la
actitud de Florencia, esa angustia era extraño pero Esteban, él no había
reaccionado para nada y si ambos estaban al tanto de que Alexis venía a la
boda debió de temer algo.
Al parecer estaba lo bastante seguro de que Alexis no diría nada, ¿Qué
tendría en su contra? Eso debería de dejarlo a mis amigas para que lo
investiguen ellas, a mi lo que mas me importaba saber era que carajos se le
cruzó a Esteban en la cabeza para tratar de frustrar mi relación. ¡Maldita sea,
me dejó en el altar! Como mas me quería dañar la vida.
Lo único que quedaba era hablarlo con los chicos primeramente, ver
como reacciona Ryan ya que desde que se enteró quien era además de lo que
me hizo lo único que quería hacer era partirle la cara de un golpe pero no lo
hizo por respecto a nuestros amigos pero ahora con esto nadie lo culparía si
lo hacía. ¡Oh vaya! Lo que me espera. Esto más que una boda era una cacería
de brujas.
CAPITULO 19.

Los chicos estaban bastante sorprendidos y muy furiosos, habían


reproducido el audio unas quinientas veces porque nadie daba crédito a lo
que oían. Ryan estaba echo una furia había comenzado a patear cosas y a
maldecir, la verdad me preocupaba su reacción pero no creí que sería así.
Mason quien lo conocía mejor trató de calmarlo y lo apartó de nosotras
para poder hablar con él y ver si podía guardar la calma. Mientras mis
amigas seguían pataleando de la furia y ahora si Ximena estaba como loca
con su hermano y la niñera y todos los miembros de esa familia.
—Amiga, debemos hablar con él. Quiero saber que tiene para decir,
necesitamos una explicación ¡Mierda! Yo necesito una explicación, no puede
ser que esté arruinando mi boda queriendo dañar a mi mejor amiga ¡A quien
no veo desde hace 5 años!
—Debemos enfrentarlo que nos diga porqué y luego ponerlo patitas para
la calle.
—Esperen voy por unos tragos, estamos todos muy alterados y lo
necesitamos. Ya estoy mejor así que no me regañen —Fui por unos vasos y
la botella de whisky todo esto ya nos estaba descontrolando.
Ambas estaban locas pero ¿Quien no? Yo también sentía que todo estaba
mal y dando vueltas, todo se había complicado. Las vacaciones de una
semana donde esquivaría cualquier tipo de problemas resulta que desde un
comienzo todo fue un embrollo, mi relación con Ryan, mi papel de dama y
hasta la mujer que resultó ser hermana de Florencia. Esto se volvió una
locura sin lugar a dudas, pensar que lo único que me preocupaba era poder
organizar una despedida de soltera inolvidable pero ahora la verdad mi
cabeza se encontraba en todas partes pero en ninguna cosa a la vez.
—¡Chicas! ¡Basta! Créame yo también quiero arrancarles la cabeza a toda
esa familia incluido tu hermano Ximena pero no sabemos que es lo que
realmente esta ocurriendo. No sabemos que tiene Esteban en contra de
Alexis como para obligarla a hacer estas cosas, no sabemos porque
Florencia permite que Esteban amenace a su hermana quizás también sea una
víctima como no, no sabemos que tiene que ver Ángela en todo esto. Porque
no me creo que solo sea un simple peón. Ocurre algo más y si vamos a sacar
todo esto a la luz debemos de hacerlo bien.
—Tienes razón no lo había pensado así. —contesta Xime, esta vez más
calmada y hasta más animada porque tenía en su rostro una sonrisa amplia—.
¡Esto es genial! A pesar de todo en la semana de mi boda tenemos un
misterio por resolver, lamento que se las hayan ensañado contigo amiga pero
¡Es el mejor regalo de bodas! Resolver un misterio familiar todas juntas, es
sin duda genial.
Nadie había dicho nada, todos nos quedamos observando a la loca
demente que tengo como amiga. Estaba feliz, la desquiciada estaba feliz
porque teníamos todo un misterio en su semana de bodas donde se supone
todo trata sobre ella pero no, tenemos a la loca familia de su cuñada y al
hermano psicópata que no se porque razón quiere arruinar mi vida. Si, sin
dudas es algo que la alegraría solo a ella pero bueno tal parece que logré un
buen regalo de bodas a pesar de no haberlo planeado.
—Bueno, entonces señorita emoción. ¿Qué tienes en mente? —Ryan! Me
sorprendí al verlo, al parecer escuchó a Xime y su muy demente felicidad.
—Buena pregunta. Ya sabemos quienes son los involucrados, ahora
debemos de averiguar que une a cada quien. Sabemos que Alexis esta bajo
amenaza y que Esteban posiblemente sea la cabeza de todo esto. Nos queda
saber que es eso que tiene de Alexis y saber porque Florencia no hace nada
por su hermana. Además de que Ángela, no sabemos que papel juega dentro
de todo esto.
—Tengo una idea —nos dice Jesse, quien había estado en silencio hasta
este momento. Tal parece que estuvo usando la cabeza para idear algo—.
Soy el único que básicamente no se encuentra en una relación formal. ¡Auch!
—exclama por el golpe de advertencia que Dani le acaba de dar.
—No, déjalo terminar. Creo que algo voy entendiendo —digo ya que una
idea se ha formado en mi cabeza.
—Bueno. Pensaba en que puedo acercarme a alguna de esas mujeres
tratando de conquistarlas y ver que pueden decirme. Por ejemplo, Alexis
sabemos que lo hace porque esta bajo presión puedo decirle que desde que
la vi aquí aquella vez había quedado con ganas de probarla. Quizás pueda
decirme algo de ese día.
—No me gusta. —dice Dani, roja de la rabia que sentía.
—Pero debes de admitir que es una buena idea —dice Xime analizando
la cuestión—. Incluso partiendo como base de esa idea tuya Jess, se me ha
ocurrido algo.
¡Oh no! Cuando a Xime se le ocurren ideas generalmente estas ideas son
de otro mundo y pueden que incluso sean bastante locas que algo pueda salir
mal.
—Dilo —La incita Ryan quien la observaba fijamente
—Porque ustedes dos no discuten. Ya que la idea de todo esto es que
básicamente la relación de ustedes se vaya al tacho porque no les damos el
gusto, cuando Esteban vea que Julia se encuentra sola y triste yo creo que se
animará a acercarse. Es lo que quería desde el primer día pero Ryan que
siempre estaba alrededor no se lo permitía. Puedes decirle que Alexis
desencadenó toda la discusión y que Ángela con las cosas que te dijo esta
mañana terminó de rematar todo y al final decidieron ponerle un fin hasta que
las cosas estén un poco más frías. Luego, tú ya sabes como manipular a mi
hermano, vas sacándole información como puedas.
¡Vaya! Esa idea era un poco loca si, pero parecía una gran idea. Aunque
el ceño fruncido de Ryan no me decía lo mismo.
—Y yo que? Mientras tengo que ver que ese idiota se vuelve acercar a ti
mirándote como te mira.
—Tu mi querido Ryan mientras puedes tratar de llegarle a Ángela. Eres
un hombre guapo, rico y quien podría sacarla de la vida de ser una simple
niñera a ser dueña y señora de todo un imperio empresarial. No creo que se
resista.
Debía de admitir que mis amigas a veces me daban miedo, la idea que
acaba de decir Daniela era perfecta. Ángela no podría negarse a la gran
oportunidad de subir peldaños en la escala social, hoy vi cuanto la molestó
cuando le dije que debía de respetar su lugar estaba claro que quería ser
alguien más y Ryan era una gran oportunidad. Ahora el problema era, como
dar inicio y que parezca real todo esto.
Esteban era un psicópata, un idiota pero muy estúpido no era. Podría
darse cuenta que todo esto es una trampa además Florencia, Ángela y Alexis
eran mujeres. Las mujeres siempre tenemos un sexto sentido para todo esto.
—Ok, escuchen. —digo teniendo algo en mente que quizás podría dar
comienzo a todo esto—. Evaluando todas las ideas me parecen que son muy
acertadas además de que no tenemos otras. Y se me ha ocurrido que a partir
de hoy podemos darle inicio aprovechando que la discusión con Ángela esta
muy reciente. Pero cada uno debe de seguir el plan correctamente y
tendremos una forma segura de comunicarnos entre nosotros para no poner
en riesgo todo esto. Nuestro canal de comunicación serán ustedes dos Mason
y Xime ya que ustedes seguirán como si nada pero sus padrinos y damas ya
no más. Hasta no tener lo que queremos o hasta ver que todo esto fue una
estupidez lo haremos bien. ¿Ok?
Con todos de acuerdo comencé a exponer mi gran idea que desde el
momento que termine de explicarlo comienza a estar en vigencia. Solo nos
daremos unos minutos como para que podamos despedirnos de nuestras
parejas ya que acordamos no tener encuentros mientras dure todo esto. Será
difícil pero así podremos darle un fin a toda esta locura y exponer a Esteban
con todas las verdades y secretos que saldrán a la luz.
CAPITULO 20.

—¡Me tienes cansada! Sigues dudando de mi, además prefieres dejarte


guiar por las palabras de una desconocida ¿Qué ocurre contigo Ryan?
Los gritos se escuchaban en toda la finca ya que nuestra pelea se había
traslado fuera de la cabaña. Al principio había sido en la habitación luego en
la sala para terminar en el patio por que Ryan lo único que quería era
"Espacio" y no enfrentarme como un hombre.
—Sabes que? Quieres espacio, quieres alejarte de mi un tiempo... —digo
mientras me meto nuevamente a la cabaña y voy a la habitación. Traigo
conmigo todas las perchas con la ropa de Ryan que tan meticulosamente se lo
había ordenado yo y se las tiré afuera—. ¡Aquí tienes toda tu maldita ropa y
te puedes ir bien al carajo! ¡Lejos de mi! No quiero estar cerca de un hombre
que no cree en mi y prefiere escuchar a otras personas ¡Vete, terminamos!
Me volví a meter a la cabaña para seguir sacando toda la ropa de Ryan
mientras se lo seguía tirando al suelo. Estoy echa una furia que nadie podía
calmarme, mis amigas querían intervenir que salieron corriendo porque
empecé a gritarles, luego vinieron mi madre y el señor Alexander
preocupados que tuviera otro episodio con la presión pero cuando oyeron
nuestra discusión quedaron alejados. Toda la familia se había enterado de
nuestra pelea.
—¡Me voy! Me doy cuenta que estas por completo loca!
Estas fueron las últimas palabras de Ryan antes de marcharse, Xime
dispuso un cuarto para él en la casa ya que en la cabaña no lo quería más. No
toleraría su presencia ante mi sin necesidad alguna.
—Mamá, señor Alexander me encuentro perfectamente así que no hay
nada de que preocuparse. Iré a dar una vuelta por el campo, necesito pensar.
—No Julia. Ya es tarde dentro de poco se meterá el sol.
—Mamá necesito estar sola, necesito pensar prometo volver y avisarte.
Solo déjame ir.
Y así con un montón de cosas que pensar, agarre mis zapatillas de correr,
una campera ligera ya que estaba comenzando a refrescar porque se hacía
tarde además de que solo llevaba puesto un vestido y me llevé el celular.
Colocándome los auriculares y poner música para olvidarme de todo salí a
correr por el campo. Vi que habían unos espectadores merodeando por ahí
curiosos por conocer los por menores de la discusión pero no les di
importancia y me marché de allí.
Conseguí llegar al lugar con la mejor vista de todas, también uno de mis
lugares favoritos que debo decir que llegué a extrañar mientras no estuve
aquí. Era un lugar donde siempre que veníamos aquí escapaba cada que
necesitaba pensar y hoy era uno de esos momentos, y aquí me encontraba
frente a un hermoso campo de girasoles. Eran unas flores magníficas que te
transmitían paz, harmonía y felicidad, puedo decir que es una de mis flores
favoritas.
Estuve sentada en el pasto observando como los girasoles con el
atardecer se iban mirando entre ellas hasta que caían por completo como si
se quedaran dormidas hasta que un ruido me sobresaltó, cuando giré me
encontré con la persona que quizás estaba esperando que me siguiera pero al
final de cuentas no había creído que se animaría a tal cosa.
—Esteban —digo suspirando volviendo mi rostro hacia, el ahora oscuro,
campo de girasoles.
Traía consigo una linterna y al parecer estaba un poco agitado. Se colocó
a mi lado y sentándose algo inseguro de si, veía que estaba como en una
encrucijada entre hablarme o no. Decidí calmar su mente ya que parecía
estallar en cualquier momento.
—¿Qué haces aquí?
—Fui a buscarte a la cabaña porque nadie sabía nada de ti y tu celular
directamente iba al buzón —ah es verdad mi celular se había quedado sin
batería por haber escuchado música y haber sacado un sin fin de fotos —
Luego de no encontrarte hice memoria de cuales eran tus lugares y fui a la
hamaca del otro lado del estanque pero no te encontré entonces recordé este
lugar. Supuse que vendrías a pensar después de todo lo que ocurrió hoy.
Interiormente estaba feliz, tal parece que todo está resultando bastante
bien. Claro que en vez de haber sido abogada podría haberme dedicado a la
actuación tranquilamente. Era muy creíble todo mi drama.
Me quedé observándolo pensando en cuál sería mi siguiente movimiento,
lo conocía muy bien y para mi desgracia él también me conocía por eso
debía de estar con mucho cuidado a su alrededor porque no era ningún tonto
un patán eso si pero con cerebro.
—Porque viniste a buscarme Esteban, deberías estar con tu flamante
esposa. Ahora quizás te estará buscando.
Veo como arruga la nariz ante la mención de su esposa y allí se
encendieron mis alarmas, sentía curiosidad. Así que no le agradaba que le
platique sobre ella.
—Florencia de seguro no me buscará. —Bueno eso si que llamo mi
atención, ¿Cómo está tan seguro de que no lo buscará?
—Es que sabe que estas conmigo, imagino que enterarse de ello no le
agradará mucho. No parece tenerme mucha estima. —digo, soy la mejor
cuando de agregarle leña al fuego se refiere.
—No lo sabe aunque si lo supiera créeme que estaría más feliz. —Ok,
eso si que me interesó. Me senté de lado a él observando su perfil esperando
que siguiera hablando—. No se si te has percatado pero las cosas con ella
no están del todo bien. Y todo empeoró cuando llegamos y estabas aquí.
Sabe que entre nosotros hay historia y como que eso terminó de arruinarlo
más. Aunque veo que no soy el único que está teniendo problemas en casa
con el amor.
Con esto último el también se da vuelta y me enfrenta cara a cara. No
sabía aún que responder lo que me dijo me dejó un poco sorprendida aunque
para ser franca no sabia si creer o no en sus palabras. Conocía lo
manipulador que podría ser cuando se lo proponía.
—Vaya creo que me dejaste sorprendida, creí que entre ustedes estaban
bien las cosas.
—Yo creí que tu estabas bien con el tipo ese. —podía percibir el
desprecio con el que se refería a Ryan, la verdad no me sorprende pero no
creí que tan pronto ya hablaríamos de él—. Aunque debo admitir algo Julia y
quizás te molestes conmigo.
¡Wow! ¿Me dirá que fue el quien convenció a su cuñada a meterse a la
cama de Ryan? No, no creo que lo vaya a ser es un ser sin escrúpulos.
—Dime. Créeme que ya no tengo fuerzas como para molestarme con
alguien más hoy.
—Bueno, la verdad es que estoy feliz de que ustedes hayan terminado.
¿Porque terminaron no? Desde el día uno cuando te vi con el en la entrada a
la finca me di cuenta que no era un buen tipo para ti, tiene cara de mujeriego.
Los grandes empresarios como él siempre lo son. Y no quería que te
volvieran a lastimar, ya tienes suficiente con lo que te hice en el pasado.
¡No puedo creer esto! Con lo que me hizo en el pasado? Y ahora en el
presente acaso no me hizo nada? Pretendía arruinar mi relación ¡Maldita sea!
Es un terrible patán.
Bueno pero debo de tranquilizarme ya que esto recién comienza. Así que
debo de reprimir toda esta ira que hace emerger en mi, más allá de todo
necesito saber la verdad.
—Disculpa no debí decirte esto, sabía que te molestaría. —me dice
queriendo acercarse a mi pero no estando seguro de esto se aleja nuevamente
para luego levantarse—. Creo que te dejaré sola aunque deberías ir yendo
pronto alguien se preocupará demás. Yo... no debí venir.
Cuando vi que estaba por marcharse tuve que morderme la lengua para no
insultarlo en ese momento además de tranquilizar mi rostro para hacer más
creíble lo que tenía para decir ahora.
—¡Esteban! No te vayas. —digo viendo como vuelve la cabeza hacia mi
para mirarme a los ojos—. Es verdad me lastimaste pero debo admitir que
eres el único que me conoce más que bien y sabe como soy y que es mejor
para mi. Lamento el que las cosas vayan mal con Florencia aunque para ser
sincera no lo lamento tanto.
Termino de decir esto ya con la cabeza a gachas no pudiendo ver sus
ojos, sabía que aunque sonaba convincente mis ojos no lo dirían igual ya que
podía sentir el asco que hacía girar mi estómago.
—¿Esto quiere decir que hay esperanzas? —Dice esto débilmente. Me
obligo a levantar la mirada para ver sus ojos y en ellos me sorprendí de ver
eso que el dijo, esperanza.
¿Realmente tendría esperanzas de volver conmigo? ¿Creía realmente que
lo perdonaría? Es por esto que hizo y hace todas estas cosas. No puede ser,
esta enfermo.
Sonrío y trato de hacer que esta sonrisa llegue a mis ojos para luego
responder algo que en realidad no quería decir ni en chiste pero era
necesario que lo escuchara de mi.
—Eso es lo que exactamente quiero decir.
CAPITULO 21.

No pude evitar sentir tanta repulsión por una persona. Esteban era capaz
de sacar mi peor cara cuando se lo proponía, siempre fue así pero antes era
tonta e ingenua además de enamorada. No podía verlo con claridad, no como
lo hago ahora.
Luego de darle esperanzas intencionadamente pude ver como todo su
comportamiento cambiaba. Me miraba diferente hasta ese miedo de
acercarse había desaparecido. Tuve que aclararle que no intentara nada por
ahora porque aún estaba dolida por las cosas que él me hizo, por Ryan y
obviamente, por verlo feliz con su esposa e hijo. Aunque lo último no fuera
cierto y solo lo haya utilizado para nuevamente comprobar que cuando
mencionaba su familia todo su cuerpo y cara se contraía, como si los
detestara. ¿Será eso posible?
Lo increíble fue que acepto y dijo que comprendía mi posición lo cual se
lo agradecí. Luego de eso utilice como excusa que debía volver o
preocuparía a los demás pero que iría a mi cabaña ya que no quería
cruzarme con Ryan. Por supuesto como creí, Esteban me acompañó hasta la
puerta comportándose en todo momento como anteriormente lo hacía años
atrás. Simplemente la que estaba lejos de ser la misma chica ilusa era yo,
esta vez me tocaba a mi ser la manipuladora.
—¡Amiga! ¿Ese era quien creo que era?
—¡Daniela cállate! —le digo ya que no había siquiera cerrado del todo la
puerta que ya estaba gritando—. ¡Por Dios como eres!
—¡Quiero que me cuentes todo! Ximena no lo podrá creer cuando se lo
contemos ¡Que emoción! —La verdad era que ni yo creía que todo estuviera
resultando de maravilla.
—Bueno, ahora te contaré todo pero dime, ¿estás sola? ¿Jesse?
—Ya que has completado lo que diríamos la fase 1, digamos que Jess fue
a poner en práctica la fase 2.
Me quedé mirándola con una expresión seria, ella estaba emocionada por
todo esto aunque debo admitir internamente que yo también pero no podía
decirlo alguien debía de comportarse como la seria del grupo ya que hasta la
propia novia estaba feliz por todo esto. Aunque la realidad es que todos
estábamos queriendo solucionar todas las incógnitas de esta familia antes de
que termine la semana.
Esa noche aunque había dicho de no ir a cenar decidí ir a la casa ya que
Ximena y Mason estaban con los demás miembros de la familia y amigos
compartiendo. Cuando estaban por servir el postre fue cuando llegué, me
encontré con la mirada de Esteban que estaba sentado a un costado de su
mujer quien se encontraba con una cara de pocos amigos. ¿Es que esa mujer
nunca esta feliz?
—¡Julia! ¿Cómo estas niña? Tu madre nos dijo que no vendrías a cenar
porque no te sentías muy bien. —la señora Alicia como siempre es muy
cariñosa conmigo. Me llevó hasta mi asiento justo a lado de su hija y un
lugar vacío, ese lugar correspondería a Ryan quien no se encontraba.
—La verdad es que si pero me aburría sola.
—Bueno llegaste justo para el postre.
Todo estaba armonioso y calmo, a pesar de la cara tan amarga de
Florencia y las miraditas de Esteban. Sin contar los comentarios venenosos
que lanzaba su suegra.
—Bueno, nosotros los mayores ya nos retiramos a dormir pero quédense
ustedes que son jóvenes pueden continuar con una ronda de tragos. Adrián es
muy bueno haciendo eso. —Alicia y sus grandiosas ideas, esta vez sin querer
nos estaba ayudando con nuestro fantástico plan ya que la idea era aún estar
aquí en la casa cuando llegaran los demás.
Por suerte Adrián, uno de los primos de mi amiga estuvo más que feliz de
prepararnos unos tragos y declaramos oficialmente noche de primos/amigos.
Además queríamos darle forma a la idea de Ximena de hacer una fiesta de
despedida unificada con los chicos. Y bueno había que darle el gusto a la
novia y mi idea de organizarle la mejor fiesta de despedida se fue al tacho.
De todas formas tenía un regalo de bodas para ellos que se me ocurrió a
último a momento.
Increíblemente Florencia y Esteban estuvieron de acuerdo con todo lo que
hablábamos además de que se quedaron compartiendo con nosotros, creo
que con ayuda del alcohol hasta el peor se hace amigo de cualquiera.
Florencia hasta reía con algunas de las novias de los primos. Increíble.
Pero la mejor parte estaba por pasar, para mi suerte había llegado la hora
porque esto de socializar ya no me gustaba. A eso de las 12 escuchamos
risas y más risas, tal parecía que esa gente estaba más tomada que nosotros.
De inmediato Ximena, Mason, Dani y yo cruzamos miradas sabíamos
quiénes eran y que veríamos pero el verlos fue peor. Aunque supiéramos lo
que veríamos la idea no se compara con la realidad y la realidad era que,
Ryan estaba a los besos con la niñera estúpida y Jesse estaba tratando de
sobarle el culo a la hermana de Florencia mientras la sujetaba mientras
caminaba. Eran un asco.
—Alexis, Ángela ¿Qué carajos? —Florencia gritó arrastrando las
palabras también ya que estaba un poco alcoholizada.
Aunque claramente aún estaba lo bastante lúcida como para ver el
espectáculo de su hermana y niñera y sentirse avergonzada porque mierda,
hasta yo sentía vergüenza ajena.
—Heeeermanitaaa ¡If! —dice hipando—. También tuvieron una fiesta! Y
no nos invitaron! —dice esto último haciendo un puchero. Aunque luego
comienza a reír—. Aunque el nuestro fue mejor, nuestros nuevos amigos
necesitaban olvidarse de toda la mierda de aquí y nos fuimos a divertirnos
¡If!
—Jesse deja de tocarle el culo maldita sea! Eres un asco, que se supone
que haces con ella? —Daniela o actuaba bastante bien o de verdad estaba
muy dolida por la situación.
—Cariiiñooo! Hola bebé, sabes que no estamos en nada serio así que...
puedo hacer lo que quiiieraa! Y con quien quiera!
—Hoy duermes afuera, porque a la cabaña no entras. —dice esto último
tomando lo que quedaba en su vaso mientras junta sus cosas y se larga de
allí.
La borrachera que cargábamos nosotras también no ayudaba mucho con la
situación aunque a decir verdad hacia que todo fuera real.
—¡Ey perra! Tu aún no dices nada, ves que razón tenía yo, tus relaciones
son un chiste. Duran lo que tarda uno en ponerse un calzón. Ahora tengo a tu
hombre toditito para mi, porque sabes que me contó. Que estabas loca! Y ya
no te aguantaba más.
Dios! Esta era de las que se emborrachan y les sale lo buscapleitos del
alma. Por suerte aún estaba en condiciones para reformular una buena
oración y así largarme de una vez, porque por más actuado que este esto, me
dolía y mierda que si.
—Sabes que, tienes razón pero para mí suerte mis relaciones aunque sea
duran un poco más de los que duras tu en abrirte de piernas al primero que
se desocupe.
Una carcajada se escucha bien alto y para sorpresa de todos era la de
Florencia quien estaba con todo el alcohol a flor de piel.
—Para que abra las piernas no es necesario que este libre, no es así
Esteban?
—¡Oh mierda! —se escuchó los murmullos de algunos que también
estaban atentos a todo lo que ocurría.
—Florencia, ve ahora mismo a la habitación. —Esteban estaba de todos
los colores, podía ver que estaba mucho más que furioso. Había cierta aire
sombrío alrededor suyo que por un momento me aterrorizó—. ¡Carajo
Florencia ve ya!
—No. Dormiré en otra parte.
La ira que emanaba Esteban de verdad daba miedo, intento acercarse a
Florencia pero con Ximena lo detuvimos. Su rostro estaba desfigurado de la
rabia y la de ella tenía cierto temor dibujado. Y de a poco creo que iba
entendiendo como era todo esto. Al final las revelaciones iban dándose
mucho más rápido de lo que me imaginé.
—Esteban ve a tu habitación tu solo. Florencia está noche se quedará con
nosotras. —dije con la voz más clara posible por si aún le quedaba dudas de
lo que estaba diciéndole.
—Protegerás a la mujer con quien te engañe? Que ridícula.
—La protegeré porque quien mejor que yo para poder entenderla. Como
lo dijiste, me hiciste lo mismo.
—Tú... creí que estábamos bien.
—Pues creíste mal, ahora vete.
Algunos de los chicos presentes lo acompañaron hasta la puerta y Adrián
quien justo compartía la cabaña con él dijo que lo llevaría hasta su
habitación y se aseguraría que no saliera de allí.
Ximena de un solo tirón zafó del cuello de Ryan a Ángela y lo mismo con
Alexis y tirándoles un vaso de agua en la cara a cada una les grito que se
fueran a dormir y que ya mañana vería que hacer con ellas. Mason habló con
Ryan y Jesse quienes luego se fueron dando tumbos.
—Bueno familia buenas noches. Descansen ya veremos que ocurre con
todos.
Ximena y yo ayudamos a Florencia para que pueda caminar. Mientras
íbamos hasta la cabaña ella no dijo nada, solo cada tanto soltaba un sollozo.
Dani al vernos llegar con compañía se sorprendió y le contamos todo lo
ocurrido desde que se marchó mientras arropábamos a Florencia en su
habitación ya que ella dormiría en la de Jesse ya que él claramente no
dormiría allí.
—Julia... yo.
—Tranquila Florencia. Mañana hablaremos cuando estemos mejor.
Descansa.
—Gracias por todo. No saben de lo que me salvaron.
Sorprendidas por sus palabras las tres nos fuimos a dormir, había
ocurrido tantas cosas en muy poco tiempo que parecía irreal que ya no
esperábamos que se terminara el día. En especial yo.
CAPITULO 22.

—No entiendo. Como es que saben todo esto.


Florencia estaba completamente sorprendida. Desde que despertó esta
mañana sobresaltada porque recordaba la mitad de las cosas estuvimos las
tres queriendo explicarle todo lo sucedido. Además fuimos diciéndole que
sabíamos de la estratagema de Esteban en contra mía cuando mando a Alexis
a drogar y meterse en la cama de Ryan. Y también de mis sospechas de que
Esteban y Ángela se traían algo en manos.
Estaba claro que el enterarse que estábamos al tanto de todo la
sorprendió por completo que ahora nos observaba de una manera
aterrorizada.
—Lo investigamos. Pude conseguir la grabación de la llamada de esa
noche. Algunas cosas las deducimos otras eran sospechas simplemente
fuimos conectando los hilos. Lo que no entendíamos que creo que ahora sí,
es como aceptabas todo esto. Pero creo que ahora lo comprendo.
—¿Qué es lo que entiendes Julia? —dice bajando la cabeza para no
vernos a la cara a todas.
—Que el te maltrata físicamente además de psicológicamente. Es así
como te tiene controlada para que no cuentes nada, es por eso que estabas
alterada antes que llegara tu familia. Dinos algo, porque tu hermana se presta
para esto.
Eso fue la única incógnita que no pudimos averiguar. Es una ficha que en
el tablero quedó estancado. Queríamos comprensión, comprensión para
poder salvarla de toda esta tortura y que pueda realmente vivir.
Era a esto a lo que me dedicaba, a salvar a aquellas mujeres de sus
matrimonios donde la vida les jugó una mala pasada, donde terminaban
infelices y completamente solas. Mi deber, era darles voz y poder lograr
darles todo lo que sus maridos les arrebató. A pesar de que la felicidad y
esas noches de llantos son imposibles de borrar por lo menos darles una
vida cómoda y digna.
—¡Yo... Wow! Jamás creí que lo averiguaran. Xime lamento arruinar esta
semana que es tuya.
—No te disculpes que esto de hacer de Sherlock Holmes me encanta. —
responde alegre.
—Tranquila Florencia cuéntanos todo por favor, sabes que podemos
ayudarte y no temas por el que dirán lo importante aquí eres tú y tu hijo.
—Ok, pero Julia te aviso que esto comienza desde cuando Esteban estaba
contigo.
Me preparé mentalmente para lo que iba escuchar, lo conocía sabia que
no debería de sorprenderme lo que escucharía pero eso no impedía el hecho
de que probablemente me dolería.
—Bueno, ustedes ya lo saben pero tu hermano Ximena es un completo
bastardo. Mucho antes que se comprometiera con Julia lo conocí en una de
esas salidas con sus amigos, me dijo que estaba en una relación pero nada
serio, cada quien tenía lo suyo. Al principio era lo más dulce que existía,
luego cuando me enteré que se había comprometido estalle de los nervios
pero mis padres me decían que debía de jugar mejor mis cartas que era un
hombre que no se debía de perder, que si lo hacía era una inútil. Me hicieron
sentir horrible, no quise involucrarme entre ustedes y mucho menos arruinar
tu boda, resulta que mi madre había urdido un plan. Reemplazo todas mis
pastillas anticonceptivas y al mes quede embarazada, se lo conté pero estaba
dispuesto a hacerse del desentendido así que mi madre nuevamente pensó en
un plan.
Mi hermana era una adolescente y como todas estaba perdidamente
enamorada del "novio" de la hermana, así que mi madre la incentivó a que
sedujera a Esteban, como el imbécil no le daba asco nada también se acostó
con ella sin saber que era virgen, luego mis padres lo amenazaron. Si no te
abandonada y se hacia cargo del niño casándose conmigo ellos lo
denunciarían por violación infantil. Por supuesto con lo cobarde que es,
espero hasta el último momento.
Desde entonces vive rencoroso conmigo aunque se lo he dicho miles de
veces que no fue mi intención quedarme embarazada así que se desquita
golpeándome mientras que a mi hermana la usa a su antojo porque aún se
sigue acostado con ella pero amenazándola de que si no lo hace me matará.
Ahora Ángela es su nueva amante, ella está segura de que me abandonará
y se casará con ella aunque lo que no sabe es que si lo hace, si se divorcia
de mi. Mi padre le sacará todo lo que tiene y quedará en la nada, ya que tus
padres luego de todo el escándalo le dieron una parte que necesitaba para
iniciar su negocio pero advirtiéndole que jamás nunca volviera a pedirles
nada, el socio mayoritario allí es mi padre pero Estaban se hace cargo de su
parte. No querrá perder todos los lujos que se ha ganado.
Todas quedamos sorprendidas con la boca bien abierta. Era claro que
ninguna se esperaba semejante declaración. Era claro que ni Ximena ni yo
conocíamos a Esteban como creíamos que conocíamos, realmente era un
terrible bastardo. De los peores.
La ira inundaba mi ser, temblaba recordando todo lo ocurrido en esos
tiempos con la ilusión de que me amaba mientras se revolcaba con quien
sabe cuántas, el problema es que se encontró con una persona más retorcida
que el, la madre de Florencia tal parece que no va con rodeos.
—No puedo creer lo que escucho. Y ahora esos imbéciles están en mi
casa. Lo lamento por ti Florencia pero tus padres y Esteban ya no son
bienvenidos. Julia se encargará de la cuestión legal pero esta locura acaba
hoy.
Mi amiga ardía en llamas por la ira que emanaba. La comprendía
totalmente, años odiando a su cuñada por cosas que ella ni tan siquiera
quería cometer, las artimañas de su madre más el abuso de Esteban eran los
culpables. Hasta yo me sentía culpable por haberla odiado en su momento
sin saber en realidad la verdadera historia. El martirio que habrá pasado en
estos años no quería imaginarlo. Pensar que me salvé de todo esto, y gracias
a mi sufrimiento que ahora veo nada se compara con la de Florencia, hoy soy
la mujer que soy. Por eso debo ayudarla es mi deber.
—Adelante has lo que te parezca mejor, ya es momento que todos sepan
la verdad y por fin conseguir mi libertad.
Florencia también estaba decidida. Las cuatro mujeres nos pusimos en
pie, era temprano 8.30 de la mañana unos pocos eran los que estaban
levantados pero de seguro mis padres y los de mi amiga ya lo estarían.
Hablaremos con ellos primeramente y luego deshacernos de los bastardos
que invadían nuestra paz.
Fuimos hasta el lugar en el jardín donde estaba dispuesta la mesa de
desayuno que tanto Alicia amaba. Allí estaban nuestros padres como
creíamos. Los cuatro se sorprendieron al vernos con Florencia, se habrán
preguntado que cosa tan loca ocurrió para que estemos juntas.
—¡Buenos días! Que les ocurre están como si no hubieran pegado un ojo
en toda la noche. —dice Alicia quien nos miraba a la cara a cada una.
—Es que no lo hicimos, tenemos que hablar mamá.
Florencia volvió a relatar todo lo que nos comentó a nosotras además de
que nosotras les contamos a nuestros padres lo ocurrido la noche anterior,
nuestras sospechas y nuestros planes. Todos quedaron sorprendidos tanto
que les tomó un momento procesar toda la información, en el momento en el
que lo hicieron las caras de enojo empezaron a fluir.
—Esto tiene que ser una broma. Ese hijo de... —mi padre estaba
sulfurado de los nervios y se percató en el ultimo momento que estaba por
insultar a Esteban y a Alicia—. Disculpen es que... no...
No tenía palabras.
—Tranquilo no te desesperes entendemos perfectamente tu enojo y yo más
que nadie sabiendo que es mi propio hijo. —el padre de Ximena se mostraba
comprensivo pero en sus ojos podía ver la rabia—. Alicia debemos arreglar
esto. Quiero a todos, cuando digo es todos a todos en el comedor. Dejaremos
las cosas bien claras.
—¿Qué harás padre? —dijo Ximena, preocupada por la reacción de su
padre que generalmente manejaba la cordura como un caballero.
—Le pondré un fin a esa familia que tanto daño hizo hasta a sus propias
hijas, y a tu hermano le espera lo peor. Lo desconozco como hijo, esto fue la
gota que rebasó el vaso.
Muy bien creo que esta semana se está poniendo aún más interesante.
Como puede ser que una semana tan linda de repente se haya ido al infierno,
lo lamentaba por mi amiga pero esto era superior a todo.
CAPITULO 23.

Nadie entendía nada, nadie comprendía que cosa había pasado. Algunos
aún estaban semis dormidos y es que a la mayoría le ha tocado despertarse y
venir porque aún era muy temprano y con la fiestita de ayer como que los
tragos noquearon a un par.
Jesse y Ryan también venían bajando bastante sorprendidos por toda la
revuelta que se había armado. Y mucho más fue la sorpresa que se llevaron
cuando nos vieron junto a Florencia y nuestros padres allí presentes.
—¿Bueno ya estamos todos? —pregunta Alicia mientras le indica a una
de las personas de servicio que traiga mas café y algunas cosas para comer.
—¿De qué trata esto madre? Porque nos levantan tan temprano.
—Ya sabrás de que trata esto Esteban, así que te sientas y te callas.
Wow! Alicia es bastante muy comprensiva con todos pero cuando se la
toma con alguien, es brava. Y vaya que lo está siendo con su hijo y enfrente
de todos. El muy desgraciado con el regaño de la madre se quedó quieto en
su lugar y con una vergüenza encima que se le notaba como la cara se le teñía
de rojo.
Yo estaba en mi salsa.
Una vez que todos estaban reunidos y que las chicas del servicio trajeran
los cafés y bocadillos para el desayuno, los Reyes dieron comienzo la
reunión.
—Bueno familia se que es temprano y que bueno muchos de ustedes
estuvieron ayer hasta tarde. Pero esto es muy importante y no hay forma de
que lo dejemos pasar.
—Y tío que es eso tan importante, no podemos esperar a que termine la
boda?
—Lamentablemente no sobrino, porque las cosas que me he enterado
daña por completo la moralidad de la familia y no pienso tolerar un momento
más y quiero que todos sepan.
—Me parece que le estamos dañando la semana tan linda a tu hija Alicia,
no lo crees? —dice María, la bruja de madre que tienen Alexis y Florencia.
—Usted se calla señora que todo esto tiene que ver con su horrible
familia. —le dice Ximena, mi amiga estaba que le saltaba en la yugular a
alguien.
—Como que con nosotros, porque dice que nuestra horrible familia. Me
estas ofendiendo Alicia.
—Ay mamá no te hagas que ya saben todo. Ya conté todo, y cuando digo
todo es todo. —Florencia por fin había decidido en hablar y ponerle un alto
a su madre.
Creo que por fin esta armándose de valor para poder ponerle un alto a
todos en la vida que en algún momento pasaron de alto lo que ella pensaba.
Era momento de alzar la voz y dejar en claro sus pensamientos. Cambiar su
vida era algo que debía de aprender a hacerlo pero era algo de pasito a
pasito.
—Así es, María conozco todos los chanchullos que hicieron para separar
a Esteban de Julia además de usar a tu hija que era menor de edad en ese
momento para amenazarlo, lo juro es algo que no me entra en la cabeza. Solo
una persona muy demente lo haría.
Todos estaban muy confundidos, nadie comprendía nada. Todos los
rostros estaban en la familia Martinelli, en Esteban y en nosotras. Para que
todos pudieran entender la situación debíamos de explicarlo desde el
comienzo. Florencia ya estaba en un duelo de miradas con su madre y Alexis
que no sabía que diablos pasaba.
—Amiga quieres contarles por favor, te juro que no puedo repetir todo lo
que Florencia nos contó y ella también está bastante muy afectada.
Ximena entendiendo la situación y apiadándose de mi se dispuso a contar
todo.
—Bueno familia. Empecemos por el comienzo porque toda la mierda esta
no solo se la lleva la familia Martinelli porque deben saber que Esteban fue
quien tiene la mayor culpa en esta mierda. El engañaba a Julia mucho antes
de que se comprometieran, en una de esas vueltas con sus amigos conoció a
Florencia pero nunca le dijo que estaba con alguien. Cuando se hizo público
ella lo iba dejar y ahí es donde entra la bruja de madre que tiene Florencia.
—¡Oye niña!
—Tu cierra la boca madre, porque como dice Ximena eres una maldita
bruja que nos arruinaste la vida a tus dos hijas por ambiciosa.
—María no quiero escuchar nada de su boca. —El señor Reyes estaba
muy furioso por toda la situación. Y el que la haya callado significa que su
paciencia estaba rozando el límite.
—Para que sepan obligó a su hija a embarazarse y cuando Esteban no
quiso hacerse cargo. Hizo que su hija menor conquistara al imbécil de mi
hermano para que se acostaran y así amenazarlo con denunciarlo por meterse
con una menor de edad que encima era virgen. Así logró que mi hermano se
casara con su hija. Aaah pero lo peor no es solo eso, sino que el estúpido de
mi hermano la tiene como un saco de boxeo y poniéndole los cuernos cada
que puede además de eso sigue abusando de Alexis a su antojo y
amenazando que si no se entrega quien la va pagar es Florencia. Y la pobre
por su hermana hacia lo que sea, como meterse en la cama del novio de mi
amiga para dañarle nuevamente su felicidad no contento con haberla dejado
plantada en el altar hace 5 años.
¡Wow! Las caras sorprendidas de todos era épico poco a poco fueron
digiriendo la información hasta que los primos de Ximena se encabronaron
tanto que lo fueron a agarrar a Esteban y algunos un par de golpes le dieron
hasta que el señor Reyes pidió que lo dejarán.
—Ah pero falta una partecita —continuo yo, más valiente pero a la vez
más furiosa por todo—. Lo peor es que cuando logró "separarme" de Ryan
no dudó en volver a acercarse sin importar su esposa y su hijo. Ohh vos no
sabías eso mi querida Ángela —digo mientras la busco con la mirada, ella
toda chiquita escondida detrás de todos—. Ah esa es otra que no sabían,
Ángela la niñera de la familia Martinelli es la amante de Esteban y su
cómplice en los maltratos con su esposa y su cuñada, pero la pobre toda
ingenua pensando que él un día la va dejar a Florencia para irse con ella. Te
aviso querida, que eso nunca iba a pasar porque sino el "empresario" pierde
todos sus beneficios porque esa es una condición impuesta por la familia de
Florencia si se separa de ella pierde todo lo que tiene y por supuesto que el
idiota no quiere eso.
—¡Es mentira! Esteban la esta por dejar, es cuestión de tiempo.
—Pero serás ingenua —le dice Florencia quien la enfrenta—. Lo que
tienes de bruja lo tienes de boba porque él jamás me iba dejar. Tiene un
documento firmado por mis padres donde dice que si nos divorciamos todos
los bienes son míos y él se queda con lo que era suyo al principio por lo que
la empresa casi en su totalidad es todo mío.
Ángela lloraba de los nervios y gritaba que eso era mentira. La bruja de
María Martinelli se reía a carcajada mientras se acercó a ella y la abofeteó
enfrente de todos nosotros.
—Serás malagradecida con que te involucraste con ese estúpido y
quisiste dañar el matrimonio de mi hija. Estas equivocada si pensaste que la
iba dejar.
—Basta! —el señor Reyes le gritó—. Usted no le levanta la mano a nadie
en esta casa, aquí las víctimas de todo son sus hijas quienes tuvieron la
desgracia de tenerla como madre. Pero se acabó porque ellas ahora tienen el
poder de decidir por ellas mismas.
—Así es, con la ayuda de Julia me voy a divorciar de ese estúpido. Pero
eso no es todo, los voy a denunciar a ti y a mi padre por haberme hecho
pasar por todas las que viví y mi hermana también lo hará así que vayan
preparándose. Porque ahora si no quiero saber nada de ustedes, quiero ser
libre y criar a mi hijo lejos de toda esta locura.
—Tu no puedes hacernos eso...
—Claro que si madre —por fin Alexis tuvo la fuerza para hablar—. Es
momento que podamos ser felices, porque tu no te hagas sabías o tenías idea
de las cosas que pasábamos pero jamás dijiste nada.
—Ahora que ya se sabe la verdad, no los quiero ver aquí en mi casa. Ni a
ustedes y tampoco a ti sinvergüenza que ya no puedo seguir viéndote como
mi hermano. No has hecho otra cosa más arruinar la vida de todos. ¡Te vas!
Te vas y no quiero que vuelvas nunca más.
Todos los chicos de la familia, los primos de mi amiga con Mason, Jesse
y Ryan lo sacaron a patadas a Esteban de la casa. El idiota tuvo la cara dures
de decir que los denunciaría por violencia porque algunos aprovecharon
para darle uno que otros golpes.
Por fin nos habíamos librado de este que tanto daño nos hizo a todos
porque al final lo que me hizo a mi no se compara con lo que le hizo a
Florencia y Alexis. Ellas si fueron las verdaderas víctimas que la sufrieron
todas pero ahora serán felices.
CAPITULO 24.

Ahora todo había terminado finalmente, solo quedaba acompañar a estas


mujeres para que puedan superar todo lo ocurrido en sus vidas. Ser la
familia que les hacia falta desde siempre. Darles el amor y el apoyo que
necesitan para continuar. No era fácil pero éramos una familia quizás no de
sangre pero somos familia y la familia era lo más importante.
Desde que los Martinelli abandonaron la casa luego que los personales
de servicio ya les trajeran todas las maletas listas que, mientras la reunión se
llevaba acabo ellos siguiendo órdenes habían empacado todo. Mi padre y yo
nos reunimos con Florencia y Alexis para tranquilizarlas y darles seguridad
de que la demanda en contra de Esteban y en contra de sus padres sería
efectivamente posible y que ellas tenían todas las de ganar, por lo pronto
quedamos que luego de la boda nos reuniríamos para poner sobre la mesa
las evidencias de los maltratos, infidelidades y amenazas ya que al parecer a
lo largo de los años, ambas con la ilusión de algún día poder liberarse
fueron juntando pruebas y sumando con las que podríamos obtener
interviniendo teléfonos teníamos un caso armado.
—Descuiden mi padre es un buen abogado de familia, él se ocupará de la
demanda en contra de sus padres. En cuanto a Esteban me ocuparé yo, tu
divorcio lo llevaremos por ambos lados la infidelidad y el maltrato físico y
mental que has recibido en estos años. Creo que tú sabiendo algunos de los
nombres de las amantes que tuvo podremos hablar con ellas y ver si pueden
testificar y bueno también unir con lo de Alexis. Eso si, lo de ella será una
demanda por amenaza y violación, eso que ha hecho con ustedes quien sabe
si lo viene haciendo con otras mujeres.
—Pero ahora lo han dejado marcharse luego de que lo echaran a la calle.
Tendrá tiempo en salir del país.
—Tranquila Alexis, Daniel se ha encargado de llamar y dar aviso a la
policía de todo esto mucho antes de que comenzara la reunión, eso si. Tus
padres no pudieron ser arrestados ya que sin el conocimiento de las pruebas
que tenían no existía los motivos suficientes y palabras nada más no sirven.
Pero no podrán salir del país ya que en todas partes hay un alerta. Ustedes
tranquilas, disfruten de lo que resta que luego de esto nos pondremos a
trabajar.
—Gracias señor Blanco, agradecemos tanto su apoyo.
Yo me sentía orgullosa de mi padre, siempre ha sabido manejar a las
víctimas de violencia familiar, para mi eran las más duras ya que es una
realidad que muchos niños viven y en estos casos niños ya crecidos que
luego de mucho se animan a hablar. Es difícil ya que buscan ponerle fin a eso
que tanto daño les hizo que la prisa de ver como acaba los desespera.
Ya más relajada después de nuestra charla con ellas supe que tenía una
charla pendiente con alguien más. Alguien a quien había estado esquivando
ya que no sabía que decirle. No puedo negarlo, me sentía avergonzada ya
que el enojo que sentí ayer fue absurdo, fue mi idea, fue mi plan y solo lo
había llevado acabo. Básicamente yo había hecho lo mismo con Esteban
pero la diferencia es que él no nos vio. Me había dolido verlo y creo que eso
fue lo más me molestó en verdad.
No sabía donde debía de poder estar, fui a la cabaña con la ilusión de que
volviera allí con sus cosas pero encontré silencio. La habitación seguía fría
y desolada sin él allí. Me entristeció saber que él no me había buscado
¿Estará molesto? En ese momento recibo un mensaje, Ximena:
"Hay un hermoso y guapo hombre esperándote en nuestro lugar. Ve y no
seas tonta. Te amo amiga"
Nuestro lugar. Ya sabía donde estaba, la hamaca colgante al costado de la
laguna. Fue donde pasamos la primer noche juntos, abrazados.
Fui corriendo hasta allí, en mi salida escuché que una discusión se
llevaba acabo en la habitación de Dani. Al parecer ellos también están
solucionando temas. Mi plan aunque brindó sus frutos hizo que nosotros no
estuviéramos bien con nuestras parejas y no pude evitarme sentir culpable
por eso.
Al llegar a nuestro lugar lo vi, estaba de espaldas a mi y me detuve a
observarlo un segundo. Estaba guapísimo como siempre, estaba pensante con
la vista perdida que ni se había percatado de mi llegada. ¡Increíble! Días
hace días que lo he conocido pero me tiene completamente loca y rendida de
amor, es peligroso esto que siento pero no hay dudas. Lo amo y debe
saberlo. Solo quiero que me ame de la misma manera, quiero liberarme de
estos miedos de estas locuras que me persiguen y no me han dejado ser feliz.
Quiero ser libre para amar y ser amada por primera vez.
—¡Julia! —finalmente me había visto pero era yo ahora quien se había
perdido en sus pensamientos.
—Ryan... —digo pero me detengo, no se que decir exactamente.
—Yo... estaba pensando en que decirte. Quería hablar contigo, me siento
fatal.
—No sigas —digo dando esos pasos que me alejaban de él, tome sus
manos y lo invité a sentarnos en la hamaca—. Ryan no quiero que por nada
del mundo te sientas mal ni nada eso. En todo caso yo soy la que se siente
fatal, fue mi idea y yo los incentive en hacerlo. No debí molestarme por eso
anoche yo...
Las lágrimas salían solas de mis ojos mientras caían en mis mejillas.
Ryan trazaba el camino de mis lágrimas con sus dedos y me hacía temblar en
todo mi cuerpo. Esa sensación de hormigueo que siento cuando me toca
jamás desaparecerá.
—Se que te dolió verme con ella. Lo sé porque lo vi en tus ojos. Lamento
tanto eso y por favor no fue tu culpa. Fue algo que decidimos entre todos,
simplemente nos dolió ver y saber que el otro estaba con otra persona.
—Lo sé, se que también estas dolido porque sabes que hubo un momento
con Esteban pero mi amor, eres tu a quien quiero. Fui tan egoísta, lo lamento
tanto.
Ryan me abrazó y sentí que estaba en donde debía estar nuevamente. esa
sensación de estar entre sus brazos era lo que había extrañado en este
pequeño tiempo que no lo tuve conmigo. Me había dado cuenta que si
nuevamente me rompieran el corazón esta vez no lo toleraría, no podría. Mi
relación con Ryan es la mejor que pude haber tenido, las cosas que siento
jamás ante las sentí ni cuando tenía 15 años.
Podía notar que Ryan también estaba roto de muchas maneras posibles, lo
veía en sus ojos. Solo que con los años ha aprendido a ocultarlo de los
demás pero de mi no lo ha podido ocultar ya que se ha encontrado con otra
persona igual de rota que él. Hemos vivido muchas desilusiones que nos
merecemos un poco de felicidad, nos merecemos amar y ser amados.
—Hagamos como si esto nunca pasó, que dices? Continuemos con lo que
queda de los días disfrutando y prepararnos para esta noche.
—¿Esta noche? ¿Qué hay esta noche? —pregunto, no sabía nada de esta
noche, no estaba al tanto de nada.
—Xime dijo que esta noche se haría la despedida de ambos.
—Esta noche? Yo como no lo escuché. No sabia nada hay mucho por
organizar. —Digo pensando en las cosas que había que pedir y comprar.
Debíamos buscar un bar, porque mi amiga decide las cosas así a lo loco.
—Ey tranquila, no empieces a psicopatear —dice riéndose mientras me
daba un beso en la frente y nos sentábamos en la hamaca—. Lo dijo cuando
tu padre y tú estaban con las mujeres Martinelli reunidos. Pero dijo que lo
primero que debían hacer sus damas era reconciliarse con los padrinos
porque sino no seria una despedida divertida.
Reí. Ximena haciendo de cupido buscando que también tengamos a
nuestros príncipes es algo que sabía lo haría. Siempre fue así, cada que
conseguía un novio también quería que tuviera uno. Deseaba que cuando ella
era feliz los demás también lo sean.
—Ok, pero estamos seguros que estamos bien, ya reconciliados?
—Si a no ser que pensaras en otra forma de rectificarlo.
—Mmmm se me ocurren de varias maneras posibles
Ryan sonríe entendiendo mis insinuaciones y comienza torturándome con
sus caricias y los besos en el cuello hasta que me habla suavemente.
—Que te parece si nos reconciliamos en nuestra habitación.
Su aliento en mi cuello, sus caricias infernales que cada vez iban
ascendiendo en mis piernas y sus labios en mis lóbulos de la oreja hacían
que no piense con claridad. Con sus besos hacia que todo se volviera nada y
tan solo importábamos nosotros.
—En la cabaña estaban Jesse y Dani creo que ellos también se están
reconciliando. —digo entre suspiros.
—No importa, quiero nuestra habitación y disfrutar de los dos sin prestar
atención de los demás.
—Ok, vamos.
Entre besos fuimos caminando a la cabaña esperando el momento de
sucumbir al deseo y estar juntos nuevamente.
CAPITULO 25.

La reconciliación salió como mi amiga lo había querido, todas sus damas


nuevamente tenían a su príncipe azul. Nuevamente las tres estábamos en la
burbuja rosa de ensueño, nada impedía que pensáramos nada más que en la
boda que se llevaría acabo en dos días. Pero ahora lo que consumía nuestra
atención era la despedida, que al final se acordó que se harían ambas
despedidas juntas.
Llevó tiempo hacernos entender a las tres que los chicos querían
encargarse de buscar el bar donde se realizará la despedida. Nos dijeron que
seguramente el bar que busquemos sería ideal para mujeres pero que no
tendría nada de divertido para los hombres, y bajo ese reproche no pudimos
discutir ya que ellos tienen razón además de que nosotras no teníamos idea
de que cosas divierten a los hombres.
De lo que si nos debíamos de encargar era de las bebidas y de la comida.
Además de que con Daniela teníamos planeado algo que al parecer lo
llevaremos acabo con los dos ya que Jesse y Ryan estuvieron de acuerdo
pero de estas cosas nos encargamos las mujeres. Teníamos muy poco tiempo
y todo debía de salir perfecto.
—Bueno, veamos chicas. —Ximena tenia la lista donde habíamos
apuntado todas las cosas para hacer y comprar.
Con la ayuda de las mujeres Martinelli, Carolina e Ivana primas de
Ximena nos pudimos repartir las cosas de la lista, decidí ir con Florencia
para poder hacer las cosas que me tocaban para así poder comprar las cosas
de la sorpresa. Daniela se encargaría de lo más difícil, mantener distraída y
ocupada con su parte de la lista a nuestra querida novia.
—¡Wow! Esto de ocuparse de una despedida es muy estresante. —digo
mientras nos dirigimos con Florencia a comprar las cosas que nos
encargaron.
—Yo jamás había organizado una despedida, ni siquiera tuve uno. Cuando
me case fue casi tan fugaz y luego estaba la cuestión de que el novio era
"Robado". —me dice en un tono gracioso pero amargo.
—Entiendo, ya tendrás la oportunidad de casarte con una persona que se
merezca estar casado contigo. —le digo y veo como sonríe tristemente —Ey!
Eres joven tienes la oportunidad de conocer a alguien más que te quiera
como te mereces, ten confianza.
—¡Gracias!
Luego de nuestras compras y la rápida organización la hora había llegado.
Los chicos habían encontrado el lugar perfecto, un bar/karaoke donde
además tenían juegos como el metegol y mesas de billar. Nos encontraríamos
allí. Cada grupo se encargaría de llevar al novio y novia por su lado.
Nosotras por nuestra parte tenemos planeado algunas locuras para el camino
como por ejemplo el regalo de las damas a la novia, un trencito de la
felicidad con varios personajes, un bar con bebidas de todos los colores y
luces locas.
—¿Chicas están listas? Nuestro transporte está por llegar.
La cabaña, donde habíamos decidido que las mujeres nos cambiaríamos,
era un loquero, un gallinero como diría mi abuela. Todas las mujeres de la
familia estaban aquí a excepción de nuestras madres que dijeron estar muy
mayores para estas andadas pero que horas antes nos ayudaron a
maquillarnos y peinarnos, lo único que nos quedó por hacer fue vestirnos y
entre todas nos ayudábamos ya que habíamos decidido en disfrazarnos pero
los malditos corsé eran difíciles de poner.
Finalmente cuando todas estábamos listas salimos de la cabaña y en la
entrada frente a la casa grande estaba nuestro vehículo esperando. La música
estaba sonando fuerte y los personajes que venían disfrazados en sus manos
nos tenían preparado unos cócteles con unos vasos largos y sorbetes
coloridos. Nos despedimos de nuestros padre y ellos nos dijeron que los
chicos ya hacia rato se había ido.
—¡¡Vamos chicas Wooohh!! —gritábamos mientras íbamos subiendo.
—¡¡Disfruten, beban y enloquezcan!!
El trencito partió y nosotras cantando y gritando. Recorrimos toda la
ciudad, elegimos el camino más largo para llegar al bar, todas las personas
que nos veían gritaban y saludaban mientras pasábamos. A nuestra novia la
teníamos con un velo en la cabeza y una tiara y a su alrededor bailábamos
nosotras.
Al llegar al bar en la puerta los chicos que estaban en shorts de playa y
con unos dibujos en todo el cuerpo, nos esperaban también súper enfiestados
igual a nosotras. Ya algo borrachos.
—¿A dónde están nuestras nenas? —gritan a todo pulmón.
Nos ayudaron a bajar ya que para ese momento con todas bebidas de
colores que tomamos estábamos más ebrias que nunca. Cuando los novios se
encontraron se abrazaron y se dieron un beso fogoso que todos quedamos
flipando. Entonces aprovechamos sacar las cosas que teníamos oculto en el
auto de Ryan, unas serpentinas de colores, espumas y unos sprays de colores.
Cada uno tomo varias cosas y comenzamos a tirarnos entre nosotros las
espumas y las serpentinas, Ximena y Mason quedaron sorprendidos pero
rápidamente ubicaron las cosas y fueron por algunas para unirse a la guerra
de espumas.
—¡¡Vayamos adentro gente!! Quiero más bebidas de colores.
Todos gritaron aprobando lo que dije y fuimos entrando mientras nos
seguíamos lanzando espumas. Allí dentro un sector del bar era todo nuestro,
teníamos un escenario y una barra toda para nosotras, de todas formas el
lugar era inmenso y habían más personas que nos miraban y reían mientras
nos observaban. Pobres, por nuestra culpa quedaron sin escenario.
—Deberíamos dejar que se unan a nosotros y así cantan en el escenario
—dice Ximena mientras se tambaleaba.
—Ellos tienen su escenario, pero más tarde quizás los dejemos. —dice
Mason mientras la abraza por detrás—. Bueno familia, ¡¡que empiece la
fiesta!!
La primera en subir a cantar fue Daniela que asombrosamente
encontrándose en el estado en el que estaba lo hizo de maravilla. Hizo que
todos nos pusiéramos a bailar, luego fuimos subiendo de a turnos y en
parejas. Bailamos y cantamos hasta no poder más, podía decir que hasta
desgaste la suelas de mis zapatos.
—¡¡Dios no doy más!! No siento los pies! —digo mientras me siento en el
regazo de Ryan.
—¡Amiga, tranquila ya nos iremos! Ya nos pasamos de hora, nos echaran
en cualquier momento. —dice Ximena mientras se saca los zapatos.
Comenzamos a prepararnos para volver a casa ya eran las 6 a.m.
buscamos las pocas cosas que teníamos y a todos los miembros de nuestro
grupo. Aunque faltaban Alexis e Ivana pero pronto las vimos enrolladas con
unos tipos que conocieron en el bar. Aunque quisimos que vinieran nos
aseguraron que vendrían más tarde, aunque no nos agradó la idea sabíamos
que eran mayores y lo suficientemente responsables.
Al llegar a casa nuestros padres aún no estaban despiertos, en silencio
fuimos a la cocina porque moríamos de hambre todos, bebimos un montón y
no había suficiente comida ya que no creímos que comeríamos tanto. Para
nuestra suerte la gente de la cocina estaban levantándose así que cuando
entramos en ella varios ya estaban tomando el desayuno, algo apenados por
molestarlos tan temprano.
—Discúlpenos pero acabamos de llegar y teníamos hambre. —les dice
Ryan a los del servicio que estaban comenzando a levantarse rápidamente al
vernos—. No se levanten continúen en la suya, nosotros podemos buscar
algo para comer, es muy temprano coman tranquilos.
—¿Seguro señor? Podemos prepararles la mesa y algunos bocadillos.
—No se preocupe señora Cecilia. Nos podemos arreglar tranquilamente.
—la calma Ximena mientras busca en la heladera algunas cosas y entre todos
vamos viendo que picar.
CAPITULO 26.

Luego de unas pocas horas de sueño logramos reponernos lo suficiente


como para continuar el día, el día más estresante posible para todos ya que
todos nos encontrábamos ansiosos, faltaba nada más que un día para la gran
boda y había miles de cosas que debíamos de arreglar o supervisar para
mañana. Además esta tarde recibiríamos nuestros vestidos de la modista y si
estaban mal no había tiempo de arreglarlas.
El estrés que manejábamos todas en la casa tenía a todos los hombres
escondidos en los rincones sin querer atravesarse en nuestros caminos.
Nunca había creído que era peor ser la dama de honor que la novia, ni en mi
boda frustrada pasé tantos nervios.
—¡Bueno chicas. Hora de los tragos! —Alexis viene entrando con una
bandeja hasta la habitación llena de vasos largos con colores brillantes y
sombrillitas.
—¡¡Mujer estás viva!! —gritamos todas, ya que hasta ese momento no
habíamos visto rastro alguno de ella.
—Bueno chicas, el chico que me encontré ayer! Pff no saben lo que fue!
—Bueno nos contarás pero primero póntelo que queremos ver como te
queda. —Xime intercambió el vestido por la bandeja con Alex.
Ella nos contó todo lo que había ocurrido ayer con el chico y la verdad
que la veíamos muy entusiasmada, al parecer quedaron en tener una cita
luego de la boda. Lo único que le deseamos todas era que funcionara, lo
esperábamos de verdad y compartíamos su felicidad.
—¡Oficialmente niñas todo está listo para mañana! —grité feliz porque
realmente estaba cansada—. Necesitaremos más tragos de estos y un tiempo
de mascarillas, ¿qué dicen?
Todas estuvieron de acuerdo.
Luego de los vestidos fuimos a merendar algo liviano, básicamente el
estrés nos tenía con el estomago cerrado pero como le estábamos dando al
trago como nunca ya que eso nos mantenía a raya, era necesario comer algo.
Fuimos en la cabaña ya que decidimos que lo que quedaba de tarde nos
mimaríamos con mascarillas faciales y nos arreglaríamos las uñas, además
miraríamos películas con temáticas de bodas. Plan perfecto para esperar el
ansiado día.
Faltaban solo horas y estábamos rebosando de felicidad todas, nadie
podía creerlo, una semana de locura en la que pasó de todo en donde sin
querer las vidas de todas cambiaron. Nueva libertad, nuevos amores, nuevas
amigas y una nuevos integrantes en la familia.
No me arrepentía el haber decidido venir de vacaciones aquí luego de
tantos años, si no lo hubiera hecho no lo tendría a Ryan en mi vida. No
habría podido cerrar ciclo de alguna manera con Esteban, no me hubiera
reencontrado con mis amigas y no habría hecho algunas nuevas. Pero lo más
importante no habría podido acompañar a mi mejor amiga y hermana de toda
la vida en su glorioso día viéndola comenzar una nueva etapa de su vida.
Quiero creer que ahora yo también tendría nuevamente esa oportunidad,
la que una vez creí perdida. Siempre quise formar una familia con alguien
que me quiera de verdad, con alguien que me acompañaría para toda la vida
siendo mi compañero en el crimen y la locura. Antes creí estar segura de que
lo había encontrado, claramente me equivoqué pero esta vez estoy más que
segura, siento en mi ese algo que me dice que esta vez es verdadero. Es el
tipo de amor que uno no dejaría escapar ni estando loca.
Ya era tarde, faltaban menos horas para el gran día y faltaba menos para
volver a casa lo cual un pensamiento se había instalado en mi mente. Qué
pasaría entre Ryan y yo? Durante nuestra estadía aquí no habíamos hablado
acerca del asunto, desde que llegamos todo era color de rosa pero que
pasaría luego. Deberíamos volver a nuestras vidas.
Necesitaba pensar y alejarme del bullicio de mis amigas no quería
arruinarles la felicidad por estar pensando en el futuro. Debía respirar un
poco.
Fui a caminar cerca del estanque y recordé nuestra primera vez aquí.
Tantas cosas habían ocurrido y tantos nuevos sentimientos tenía. Aquella
promesa de nunca más enamorarme parecía absurda en estos momentos.
—¿Julia? —me giré para ver de quién se trataba.
Ryan me miraba con una enorme sonrisa que no podía pasar inadvertido
ni siquiera en la oscuridad.
—¿Qué haces? ¿Piensas? —preguntó. Asentí y lo invité a sentarse a mi
lado—. ¿En que piensas?
—En nosotros —contesto y entonces es cuando lo miro a los ojos y veo
que sonríe—. Pienso en que haremos luego de esta semana luego de mañana.
Como será nuestras vidas de ahora en adelante? No habíamos hablado del
asunto.
Ryan continúa observándome hasta que por fin contesta. Mis nervios no
podían con esto, no quería escuchar lo que dijera.
—Es verdad no lo habíamos hecho pero quiero que sepas que te seguiré
donde vayas. Ya dejé cosas por ocupar el lugar en las empresas pero no
dejaría que me separe de ti nunca. Si debo mudar todo lo haré vivas donde
vivas, la cuestión es, ¿quieres volver a España o quieres quedarte aquí?
Mi mente quedó nublada ante eso, no lo había pensado estuve tan
concentrada en que pasaría con Ryan y conmigo que no pensé que pasaría
con mi trabajo y conmigo. No quiero alejarme como antes, cerré ciclo y
deseo recuperar a mi familia y amigos pero también tengo toda mi vida allá.
Soy feliz con mi trabajo y con mis clientes y siento que hago algo realmente
importante.
—La verdad aún no lo sé. —respondo—. Creo que debería de ver bien
mis opciones no quiero alejarme de mi familia otra vez. Quiero disfrutar de
todo y disfruto de mi trabajo también.
—Encontraremos la forma no te preocupes mientras aprovechemos el
momento.
—Lo hemos hecho desde que llegamos
Lo abrazo fuerte completamente segura de una cosa. Lo quiero, lo amo y
es la persona que siempre desee para mi. Y estoy segura que quiero estar el
resto de mis días con él.
CAPITULO 27.

Toda la casa era una locura, habíamos despertado a las 6.30 a.m. porque
a pesar de todo el alboroto los novios querían desayunar una vez más todos
en familia. Que podíamos hacer, era el gran día de la pareja y debíamos
consentirlos. Aunque la realidad es que todo estábamos eufóricos y felices
porque esta semana nos cambió la vida totalmente y puedo decir que a mi me
transformó y por primera vez en años me siento completo.
—¿Chicas? Creen que el collar de la abuela me quedará muy ostentoso o
exagerado.
—¡Ximena! Ya tienes un collar no lo cambies a último momento. —le
dice su madre desde el otro lado de la mesa.
Las chicas eran las que más alborotadas estaban y lo que no podía
comprender era como lograban seguir cuerdas luego de que pasaron
básicamente toda la noche despiertas. Luego de nuestro momento con Julia
en el estanque tuvimos que volver a la cabaña ya que todas las chicas
estaban allí y sabía que se preocuparían por ella si no volvía, la cuestión es
que me echaron de mi propio lugar porque esa noche sería solo de chicas.
Tuve que pasar la noche con los demás chicos en la cabaña de los primos ya
que todas sus mujeres también estaban con las demás mujeres. Lo triste fue
tener que escuchar a Mason preguntarse si Ximena no se arrepentiría en el
último y cosas así. Lo bueno es que nos emborrachamos un poco y nos
dormimos luego.
—Crees que en todo el día no nos veremos o en algún momento podemos
cruzarnos y estar un ratito juntos. —le digo en el oído a Julia quien estaba en
silencio mientras aún se despertaba por completo, creo que era la única que
aún no emitía palabra.
—Probablemente como Dama de Honor Xime me tenga para todos lados,
además las estilistas vendrán a peinarnos desde temprano. —me dice
mientras se recuesta en mi hombro y me mira con esos ojitos de gatito.
Estos últimos días estuve con algo en mente y ahora en el gran día de mi
mejor amigo me doy cuenta que esta idea que me estuvo rondando tiene
sentido más que nunca. Esta mujer logró hacer que mi corazón vibrara de
felicidad cosa que nunca había ocurrido, por lo menos no con esta
intensidad. Y mi decisión esta tomada, esta idea loca y absurda se enfatizó
anoche luego de que Julia hablara sobre en futuro que nos esperaba y la
verdad es que todo lo que le había dicho anoche era tan real. La seguiría
donde fuera no podría olvidar toda esta semana y volver a mi vida sin ella.
No lo soportaría.
—Bueno te disculparé por eso pero solo si luego de todo esto tenemos
nuestro momento a solas.
Se acerca aún más y me da un pequeño beso.
—Perfecto, ya estoy ansiosa. ¡Bueno gente! Atención a todos, en sus
teléfonos encontrarán el itinerario del día, el gran día. Recuerden mujeres
sean puntuales ya que las estilistas tienen mucho trabajo, además deben estar
listas a tiempo porque nos tomarán algunas fotos antes, señores ustedes por
favor anuden bien sus corbatas estén presentables para las fotos. —ok... La
chica loca de los itinerarios y las listas ya estaba al 100% después de su
café, ya la daba por pérdida aunque para lo que tenia pensando era ideal,
sabría exactamente donde se encontraría durante todo en día.
—¡Bueno gente que esperan! ¡Muévanse! —grita Ximena echando a todos
de la mesa.
Para mi grata sorpresa la cabaña estaría libre todo el día ya que
dispusieron un saloncito de la casa principal donde todas las mujeres
asistirían para los peinados y maquillajes además que tendrían habitaciones
donde se vestirían y sabía que Julia y Dani estarían cambiándose donde
Ximena así que la cabaña la tenía solo para mi.
—Señor Blanco —digo corriendo un poco para alcanzar a los padres de
Julia quienes por suerte salieron mucho después que su hija y las otras
chicas lo hicieran—. Disculpen puedo hablarles unos minutos por favor.
—¡Hijo! ¡Si por supuesto! Por favor dime Darío somos familia —me dice
mientras palmea mi espalda
—Es verdad estamos en confianza, puedes llamarnos por nuestros
nombres. —me dice la señora Blanco muy dulcemente—. Quieres hablar
aquí o prefieres un lugar un poco más privado.
—La verdad es que prefiero un lugar lejos de las chicas. —contesto muy
sincero.
—Vayamos a nuestra cabaña, sabemos que nadie irá para allá —me dice
Darío mientras caminamos.
Ambos eran unos padres increíbles, en los pocos momentos que compartí
con ellos supe ver lo realmente unidos que eran y lo orgullosos que se
encontraban por la hija que tenían, eso alegraba un poco más mi corazón ya
que conocía ese tipo amor por los Alexander quienes me tratan como un hijo
más desde que perdí a mis padres, me alegraba que Julia tuviera eso en su
vida a pesar de que estuvo muchos años fuera alejada de ellos. Por otro
lado, cuando los míos aun vivían no estaban orgullosos del hijo que se
negaba a ocupar su lugar y se encontraba feliz viviendo su vida diferente a lo
que se suponía debía ser. Eso logró en mi cierto trauma ya que luego de
perderlos he buscado la forma de ser lo más perfecto posible en todo lo que
me proponía para así poder hacer sentir orgullosos a los padres que la vida
me había dado como segunda oportunidad y creo ahora que como regalo por
haber elegido a la mujer correcta me gane otros padres más.
—Bueno Ryan, toma asiento y dinos de que querías hablar.
Bueno ahora que los tenía frente a mi los nervios me invadían, ellos no
conocían la historia real, no sabían que en realidad conozco a su hija hace
tan solo una semana pero que estaba completamente enamorado de ella. Si lo
supieran sería probable que me dijeran que no a lo que estaba a punto de
preguntarles.
—Debo admitir que tengo el corazón desbocado, esto parecía fácil en mi
mente pero ahora parece imposible. —confieso mientras ambos me miran
atentamente—. La verdad es que amo a su hija con locura y jamás creí amar
a alguien de esta manera, nunca creí encontrar a alguien que me
complementara de esta forma, que me entendiera y comprendiera tanto a
pesar de que aún falte conocernos más.
<< Y la razón por la que este casi a punto de un infarto es que la amo y no
soy capaz de pensar una vida donde no este ella a mi lado, no soy capaz de
volver a mi vida después de esto sin ella a mi lado. ¡cielo santo! Quiero
pedirles la mano de su hija para poder así pedirle que se case conmigo, sé
que quizás este un poco reacia a los casamientos, ¡Dios, la mujer vive
ayudando a las mujeres a divorciarse! —digo sin darme cuenta en voz alta
—. Perdón, se que estoy hablando muy rápido y diciendo muchas cosas. Pero
quiero casarme con su hija y quiero correr el riesgo de que me diga que no
luego de la experiencia tan horrible que tuvo pero la amo tanto que quiero
que todos los sepan de la misma manera que esta semana mi mejor amigo
estuvo demostrándonos a todos que ama a Ximena. Pero quise hacer las
cosas bien, pedirles a ustedes primeramente su permiso y saber si tenemos
su bendición.
Decidí cerrar la boca, había dicho tanto en tan poco y muy rápido que
creo espante a los padres de mi novia, porque ambos me miraban casi
atónitos y sin decir nada. La expresión de Marissa se había suavizado más
pero la de Darío aún seguía sería y eso me intimidaba un poco aunque hacia
todo lo posible por no demostrarlo.
—¿Cariño tienes algo que decir? —dice Marissa llamando la atención de
su marido que aún me seguía observando—. ¿Quieres decirle algo tu primero
o quieres que lo haga yo?
—Dile tu primero. —contesta seriamente, mi corazón en ese momento se
detuvo por completo ya que no sabía si el asunto de que no me dijera algo él
primero no querría decir que estaba en desacuerdo con mi idea de casarme
con su hija.
—Bueno Ryan —comienza la madre de Julia que me mira con los mismos
ojos marrones que pueden decirte el secreto del universo—. Mira nos
tomaste un poco por sorpresa, imagina que no habíamos visto a nuestra hija
durante 5 largos años luego de que un imbécil la haya abandonado en el altar
y cuando finalmente la tenemos otra vez otro hombre quiere volver a
desposarla. Tranquilo, no te compararía con Esteban ni estando loca porque
en estos días que te conocimos puedo decir con seguridad que eres todo lo
que siempre quise para mi hija. Y lo veo, lo veo en tus ojos en tus palabras
cuanto la amas y para tu tranquilidad infinita quiero decirte que si, tienes mi
bendición.
La mujer se pone en pie e inmediatamente lo hago yo también ya que
luego ella me abrazó con tanto cariño que sentía como el aire volvía mis
pulmones.
—Ryan —dice Darío llamando mi atención, ahora él también estaba de
pie. ¡Nervios al ataque!—. Puedo estar de acuerdo con Marissa con que
vemos que realmente amas a nuestra hija de tal manera que puedo estar
tranquilo por que sé que no le romperías el corazón pero debo decir que
quien me preocupa en verdad eres tú. Mira muchacho, mi hija es de esas
mujeres que nunca pueden cerrar la boca y hablan todo el tiempo pero
cuando se trata de expresar sentimientos es más dura que una piedra, le
cuesta. Y la verdad es que no sabría decir como la veo luego 5 años
queriendo superar el trauma de su vida que la llevo a cruzar todo un océano.
No digo que no la vea feliz a tu lado, todo lo contrario desde que la vi ha
estado radiante como nunca pero temo que reaccione de alguna forma que no
deseas cuando se lo propongas, pero bueno lo has dicho estas dispuesto a
arriesgarte y eso lo valoro y lo admiro tanto. ¿Cómo no darte mi bendición?
—dice esto último riendo y extendiendo los brazos para un abrazo—. ¡Suerte
chico! Y si mi hija acepta casarse contigo sé que habrá tomado la mejor
decisión de su vida.
—¡Gracias señor! No sabe lo feliz que me pone saber que me aceptan y
que realmente crean todo eso de mi. Espero poder ser todo y más de lo que
su hija necesita. Muchas gracias, ahora debo ir a pedir que me devuelvan un
anillo que estuvo esperando tantos años la mujer perfecta —digo mientras
salgo disparado del lugar.

HORAS MAS TARDE...


Había corrido durante casi todo el día tuve que ir a pedirle a mi madre el
anillo que le había pertenecido a mi madre biológica y que antes de ella era
de mi abuela, ese anillo significaba tantas cosas para mi que era el indicado
para proponérselo sabía que no me equivocaba aunque sabía que era
precipitado pero esto era amor real y no lo dejaría pasar.
Finalmente mis cómplices fueron los hombres de la familia y Xime para
la gran propuesta, ya que no confiaba en el silencio de nadie más y
necesitaba a una mujer si o si que me ayudara. Al principio lo dude ya que
no paraba de hacer ruidos raros aunque logró controlarse y me explicó que
eran gritos silenciosos, como sea, la mujer era una locura total pero una
grandiosa amiga.
Con el permiso de Mason y la novia de acaparar un poco de atención en
su boda planeamos todo rápidamente en detalle para que fuera inolvidable.
Y lo sería, de una manera graciosa pasaría a ser de Dama de Honor... a
Novia!
Mas tranquilo sabiendo que todo estaba en su lugar, me encontraba un
tanto nervioso pero muy feliz tomándonos las fotos pertinentes. Desde hacía
media hora el fotógrafo nos tenía a todos por todas partes y con las
exigencias de Xime de que todo fuera perfecto esto se hacia eterno. Lo
gracioso es que los novios aun no se vieron, faltan las fotos con la pareja ya
casada. Pero como dije, hoy era el gran día en donde cada capricho se les
daría.
—Buenas tardes a todos, les pedimos que vayan tomando asiento ya que
la ceremonia esta por comenzar. —La voz de la organizadora de bodas sonó
por los altavoces e hizo que todos se movilizaran.
Todos tomaron su lugar quienes venían de lado del novio y los que
vinieron por la novia. A nosotros los padrinos nos mandaron a esperar en el
altar junto con el novio quien estaba más nervioso y no dejaba de dar vueltas
y vueltas hasta que finalmente la marcha nupcial había comenzado a sonar
fue entonces que todo se puso en absoluto silencio y además las caminatas de
Mason terminaron para luego quedarse petrificado en su lugar observando
con cara de bobo la gran entrada de la novia. Pero mis ojos no estaban con
la novia, mis ojos seguían a una de sus damas la cual me tenía soñando
despierto.
La ceremonia se llevó a cabo de la mejor manera, todas las mujeres se
habían puesto a llorar ya que los votos de Ximena conmovieron a todos.
Luego cuando intercambiaron los anillos todos se pusieron en pie a darles un
cálido aplauso después de que el pastor los uniera como esposos. Todos los
presentes esperaron que ambos recorrieran la alfombra donde todos
lanzamos arroz y pétalo de rosas hasta que por fin pudimos abrazarlos y
felicitarlos.
—¡¡Amigo felicidades!! No puedo creer que lo hayas logrado ¡Te casaste!
—le digo a Mason quien estaba lagrimeando de la felicidad.
—Si lo hicimos, creí que moría de la angustia antes del si. ¿Por cierto
estas listo? No te arrepientes cierto.
—Estoy más seguro que nunca. Verlos a ustedes me da más seguridad,
solo espero escuchar lo que deseo.
—Lo harás tranquilo.
Fuimos cada quien a ocupar las mesas correspondientes mientras
esperábamos a que la pareja hiciera su entrada en la carpa donde se había
dispuesto todas las mesas y la pista de baile. Para mi alegría sabía que a
partir de este momento estaría con Julia, no la había visto desde el desayuno.
—Por fin te veo. —me dice mientras toma lugar a mi lado—. Amor no te
he visto desde la mañana. ¿Qué has estado haciendo?
—Nada cosas de padrino, calmar al novio —digo mientras sonrío y veo a
Mason que bailaba el vals de entrada con su ahora esposa—. ¿Quieres
bailar?
—Por supuesto
Ya algunas parejas acompañaban a los novios en la pista, ambos fuimos
con ellos mientras en el proceso me bebí de un trago una copa de
champagne.
—Te ves increíble —me dice mientras la veo observarme con esos ojos
marrones —Siempre pensé que eras alguien que nació para los trajes.
Me río por esa ocurrencia aunque era algo que mi madre siempre le decía
a mi padre cuando creían que no escuchaba. Faltaba poco para la gran
sorpresa que tenía preparado y solo esperaba con ansías que esta bella mujer
me dijera que si.
—Tu te ves hermosa, la verdad temía que Ximena hiciera que usaras algo
espantoso. Pero debo decir que este vestido es perfecto. —Y la verdad
aunque no sabía nada de vestidos supe que este vestido era perfecto para
Julia. Pero no puedo negar que anhelaba con todo mi corazón verla vestida
de blanco.
—Por favor pasemos a la mesa dentro de unos minutos serviremos los
primeros platos. —nuevamente todos seguimos las órdenes de la
organizadora de bodas quien seguía el itinerario al pie de la letra como
Ximena y Julia le habían indicado.
Mientras pasaban la historia de ambos en fotos servían el plato de entrada
y todos reían y disfrutaban de la tarde noche tan hermosa que hacia. Pero yo
lo único que podía pensar era en el momento en que dijera aquella pregunta
que posiblemente cambiaría mi existencia.
CAPITULO 28.

Todo se estaba desarrollando de la mejor manera posible, todo lo


planeado se estaba cumpliendo tal cual se había dicho y me alegraba que la
mujer fuera bastante más organizada de lo que había pensado. La estábamos
pasando genial y lo mejor de todo este día tan ocupado finalmente puedo
pasar tiempo junto a Ryan, no lo había visto ni un solo minuto desde el
desayuno es como si me estuviera evitando todo el día aunque lo cierto es
que el papel de dama de honor era muy laborioso.
La pista de baile estaba ya repleta de gente bailando y disfrutando de la
noche, todos habían comido y bebido lo suficiente como para desinhibirse
por completo para este momento. Aunque a quien si notaba tenso era Ryan,
actuaba de tal forma que parecía incómodo con algo, no quería ser
inoportuna y preguntarle porque, quizás estuviera molesto porque lo he
tenido un tanto abandonado.
—¡Chicas es hora del ramo!! —anunció feliz Ximena.
Todas las mujeres corrimos para el gran momento que todas esperábamos
con ansías. Ximena estando un poco ebria se balanceada para todos lados
mientras sujetaba el ramo de espaldas. Todas nos juntamos en un pequeño
grupo y estábamos a la expectativa hasta que finalmente la novia ebria lanzó
el ramo y la afortunada que la atrapó fue Daniela. Lo que casi genera un paro
cardiaco para Jesse, podría decirse que ambos se veían increíblemente
tiernos juntos y probablemente esta boda logró que maduraran más.
—¿Triste? —escucho el murmullo de Ryan en mi oído. Me giro para
verlo y lo noto sonriente
—Es que quería el ramo —digo y él se acerca y me besa muy
tiernamente.
—Yo creo que quizás tengas suerte con las cintas —y es verdad quedaba
eso nunca había podido sacar el anillo, en realidad nunca tuve suerte con
ninguna de esas cosas pero tenía la esperanza de ganar el ramo en el
casamiento de mi mejor amiga, ya veo que no—. Bueno quieres tomar algo
mientras.
—Si supongo necesito las destrezas del alcohol para poder tener suerte y
sino para no estar tan triste.
Ryan solo se ríe y arruga un poco el entrecejo mientras me acerca una
copa en eso se disculpa y veo como se retira rápidamente sin darme tiempo
de preguntar donde iba. Tan solo se alejó, me daba cierta inseguridad su
comportamiento temía que después de nuestra conversación de la otra noche
lo hubiera espantado o forzado demasiado que ahora pretenda alejarse de
mi. La verdad no se que haría si me dijera que quería terminar, llevamos 1
semana de conocernos pero es como si lo conociera de meses o incluso
años, su compañía se ha vuelto necesario para mi su calidez me brinda la
tranquilidad que necesito para vivir. Me perdería si lo pierdo a él, no me
recuperaría fácilmente incluso sería peor que lo ocurrido con Esteban. Solo
espero que lo que sea que ocurre solo sea pasajero y se deba a la boda.
—¡Julia! Estás muy sola y pensativa ¿Dónde esta el bobo de mi amigo?
—¡Mason! Estaba tan pérdida en mis pensamientos que no me di cuenta
que estabas a mi lado —digo acomodándome el pelo mientras lo veía.
Seguía lo más pulcro posible, aún no comprendía como él y Ryan nacieron
para los trajes. Se ven fantásticos—. Tu amigo... no se que sucede con él,
¿Habló contigo sobre nosotros? Es que creo que lo espante la otra noche y
ahora estoy preocupada. Estábamos hablando de cuánto quería el ramo de
Xime y se fue. Creo que lo volví hacer.
Veo como ríe con ganas y eso un poco me desespera. No comprende mis
nervios y mi preocupación por perder al mejor hombre que pude haber
conocido.
—¡Julia tranquila! Conozco a Ryan muy bien y se que el pobre está
babeando por ti como nunca en su vida. Si esta "raro", lo cual no lo creo
porque lo he visto babear por ti hoy como siempre, es solo porque esta boda
lo está abrumando. Tranquila. Mira —me dice mientras vemos como la
organizadora se coloca al costado de la torta y va llamando a todos a
reunirse para las cintas y luego que los novios corten el primer pedazo—.
Ven vamos. Consiguieron a un monstruo del orden igual que ustedes que
sigue todo al pie de la letra.
—Vamos —digo algo triste porque ya había llegado el momento y Ryan
no volvió a aparecer. ¿Dónde había ido?
—Bueno señoritas, por favor ya saben lo que viene. Cada una por favor
tome una. Y como cambio de último momento la novia dispuso que ella les
daría a cada una que cintas sostendrán. ¡Wow! Algo nunca visto y no
planeado —es verdad eso no estaba previsto. La miro a Ximena y veo en su
rostro algo que me dice que tiene planeado algo.
—¡¡Lista chicas!!! —Grita eufórica y a la cuenta de tres todas estiran de
su cinta y no puede ser!
Serpentinas volando por todas partes, todas las chicas en lágrimas
mientras me observaban. Un chico alto con traje sosteniendo un cartel en sus
manos y un ramo de girasoles y en mis manos la única cinta que no voló por
las serpentinas más bien sostenían de la punta un anillo tan bello, fino y
delicado no podría ser de utilería. ¿QUE SIGNIFICA ESTO?
—¿Amiga estás bien? Di algo. —Daniela estaba a mi lado tratando de
llamar mi atención sabia que debía decir algo pero no sabía que. Todos a la
expectativa de mis palabras no se me pudo haber ocurrido otra cosa que
lanzar el anillo al suelo y salir corriendo.
—¡¡¡Julia!!! —todos gritaban mientras salí tan rápido como pude del
lugar.
Mi mente no estaba en sus 5 sentidos, correr y alcohol no es algo que
sumen tan bien. Me sentía mareada al extremo, lo único que podía agradecer
era el viento fresco que corría. La noche estaba estrellada y muy bonita ¿Qué
había pasado allí dentro? Al principio todo parecía irreal pero ahora que lo
analizaba mejor, lo era. Era real.
—¡Ay no! ¡Soy una tonta! —me digo a mi misma en voz alta al darme
cuenta lo que acabo de hacer.
—Probablemente una muy tonta de hecho.
Me sobresalte al escuchar la voz de mi padre en la oscuridad detrás mío.
No me había percatado de que me había seguido. No había pensado en la
posibilidad de que lo hiciera alguien.
—¡Papá! —exclamo y voy a abrazarlo. Me recibió con los brazos
abiertos como cuando era niña y me sentía perdida, siempre había sido mi
sostén y mi fuerza para continuar. Un modelo a seguir sin dudas, por el fue
que me convertí en abogada.
—¡Ay mi niña! Temía que pudieras reaccionar así, se lo dije al pobre
muchacho pero dijo que se arriesgaría. Estuvo todo el día como Alma que le
lleva el diablo corriendo para todos lados tratando de tener todo listo para
esta noche y además de que no te enterarás de nada.
—¿Qué? —digo sorprendida. Mi padre sabía de esto? Corriendo todo el
día?—. ¿Es por eso que no lo vi en todo el día hoy? Me estuvo esquivando
para yo no darme cuenta de lo que hacía.
Me hizo sentirme aún peor por lo que le había hecho que llore aún más
fuerte en el hombro de mi padre.
—¿Cómo pude hacerle esto? Lo dejé allí plantado. Lance el anillo al
suelo y salí corriendo. Soy lo peor papá, no puedo volver así como así.
—¡Julia! —me dice algo brusco logrando que cierre la boca y termine
con el parloteo—. Escucha bien. Ryan sabe perfectamente por lo que has
pasado, comprende que esto quizás no sea fácil para ti, corrió el riesgo a
pesar de saber que existía la posibilidad que le dijeras que no. Él lo sabía.
—Pero papá! —Ahora soy yo quien lo hace callarse—. El problema es
que no quería decirle no, en realidad no dije nada. Pero a lo que voy es que
Si quiero, Papá! ¡Quiero ser su esposa! Lo gracioso es que estuve pensando
toda la velada que él estaba raro porque pensaba dejarme no que quería
pedirme que me case con él.
—En definitiva entonces eres una tonta —me doy vuelta al escuchar las
voces de mis amigas quienes también habían venido.
—¡Chicas!
—No puedo creer que dejaste a terrible hombrezote allí parado como
idiota con un cartel en la mano que lo hizo el mismo junto con todos los
hombres de la familia y dice muy claramente cásate conmigo y salgas
corriendo para decir que en realidad quieres casarte pero que creíste que iba
a dejarte.
Ahora que lo decía así hacía me sentirá como una ridícula y
probablemente lo sea.
—¡Que esperas mujer!! Ve y dile que si —me dice Xime mientras me
pasa la cinta con el anillo en él.
Coloco el anillo en el dedo correspondiente y nuevamente salgo
corriendo hacia Ryan para decirle que sería su esposa.
Al entrar en la carpa donde estaban todos murmurando lo encontré en una
mesa donde todos los chicos y nuestras madres estaban con él, cuando todos
voltearon a verme Ryan rápidamente se puso de pie.
—¡SI! —dije gritando lo más fuerte que podía—. LAMENTO TANTO
SER UNA ESTUPIDA POR SALIR CORRIENDO Y PENSAR QUE IBAS
A DEJARME PERO MALDITA SEA SI ACEPTO SER TU ESPOSA!
Ryan al escuchar mis palabras corrió hasta mi para subirme con sus
brazos y hacerme girar por los aires de la felicidad infinita que sentíamos
ambos. Podía ver lo feliz que estaba y lo feliz que se encontraban todos.
—Espera —me dice mientras vuelva a colocarme en el piso—. ¿Como es
eso que pensaste que iba a dejarte?
—Nada no me hagas caso solo bésame.
CAPITULO 29.

Había transcurrido 6 meses de la boda de Ximena, desde que mi vida dio


un giro de 360º, desde que conocí el verdadero amor a primera vista. Habían
pasado 6 meses desde que Ryan y yo nos comprometimos. ¡Todo era de
película! Aunque no negaré que la vuelta a la vida real nos costo un poco a
ambos.
Ryan tan seguro como estaba de seguirme donde fuera no fue el problema,
más bien la que hizo las cosas un tanto difíciles fui yo. Amaba España
aunque extrañaba a mi familia y no deseaba dejar ninguna de ellas, mi
trabajo de por medio también hacia difícil tomar la decisión, pero gracias al
apoyo de mi familia logré encontrar un equilibrio. Mis padres tomaron la
decisión de fusionar ambos despachos la de mi padre y la mía para hacerla
internacional, un tanto arriesgado pero se pudo lograr, aunque el debía
mantenerse como director en la sede Argentina y yo en España, la fusión
lograba que por negocios viajara más seguido. Además ayudo que el
despacho tuviera más renombre y nuestra cartera de clientes aumentara
teniendo que aumentar también el personal.
Ryan por otro lado, la sede que se encontraba algo abandonada en España
él la ocupó y lo hizo funcionar tanto así que incluso trabaja mejor que la
central de Australia, por lo que se decidió convertirla en la nueva central.
Verdaderamente nuestras respectivas vidas laborales eran increíbles y
habían crecido mucho más. Ambos decidimos comprar un departamento
donde vivíamos cómodos y felices. El problema comenzó cuando nuestros
padres y amigos insistían en organizar la bendita boda; juntos habíamos
dicho de esperar aunque sea un año y medio para transitar no tan
apresuradamente nuestro noviazgo/ compromiso el asunto es que nadie
conocía el porque, hasta que todo se volvió incontrolable que no nos
quedaba de otra que contarlo. Y lo haríamos esta noche.
Nos reunimos simplemente mejores amigos, Ximena y Mason, Jesse y
Daniela que casualmente todos se encontraban en el país ya que los chicos
estaban trabajando en un proyecto juntos, ya que Jesse también comenzó a
trabajar para la compañía de Ryan. Mientras que las chicas estaban
persiguiendo una historia.
Las tres parejas habíamos logrado fortalecernos mucho más desde el
casamiento de Mason y Ximena, y gracias a eso nos volvimos inseparables a
pesar de que cada pareja estuviera del otro lado del mundo, siempre nos
manteníamos en contacto y nuestra amistad se estrechó aún más.
Puedo decir que muchas cosas habían cambiado también para nuestros
amigos, por ejemplo estoy tan orgullosa de Jesse y Daniela que finalmente
lograron madurar la relación que tienen y están buscando departamentos aquí
y en Argentina para poder mudarse juntos. A pesar de lo duro que era verse
entre ellos por los trabajos que tenían vieron que Mason y Ximena lo
llevaban bien ellos decidieron dar el siguiente paso, espero muy pronto ver
un anillo en el dedo de Dani también.
—Bueno debo decir que me encanta el departamento —dice Ximena
tomando de su copa de vino mientras recorre la sala observando toda la
estancia—. Es amplio, sofisticado y con ese aroma tan hogareño que ni en
casa de mis padres lo siento.
Todos reímos con ese comentario. La verdad es que era mi culpa el que el
departamento oliera tan bien.
—Gracias Xime. El aroma se lo debemos a tu amiga que se la pasa
cocinando galletas y panes casi todos los días. No deja que el aroma de las
cosas recién horneadas desaparezca que ya esta cocinando alguna otra cosa.
Creo que ni tu madre Mason nos cocinaba tanto.
—¿Cocinas? —preguntaron nuestros amigos al mismo tiempo, sonaban
muy sorprendidos—. ¿Cuando ocurrió eso?
—¡Aprendí chicos, por favor! Me ofenden —digo y me río—. La verdad
es que quiero tener la costumbre de tener tiempo para estar en mi casa,
descansar del trabajo y hacer estas cosas prepararme para cuando seamos
padres y así nunca privar a nuestros hijos de la comida casera hecha en casa.
—Ya están pensando en hijos pero no en organizar la boda —maldita sea,
¿Porqué mencioné los hijos? Ahora no había forma de cambiar el tema de
conversación.
Había sido cuidadosa hasta ahora para evitar las preguntas y llegar a este
tema pero por lo visto sería imposible. No quedaba otra se lo teníamos que
decir, al final de cuentas eran nuestros amigos y veían el amor que nos
teníamos. Comprenderían.
—Miren —comienza Ryan mientras me mira para ver si estaba de
acuerdo en decirles de una vez, asiento y entonces él continua—. Les
diremos porque estamos relajados con el asunto del casamiento. Ya no
queremos secretos y menos con ustedes pero por favor escuchen y no digan
nada.
—Bueno di lo que tengas que decir —lo anima Mason quien estaba igual
de curioso que los demás.
—Bueno empecemos por lo obvio. Ustedes tienen una versión de la
historia de como nos conocimos un poco diferente de como pasó en realidad.
La verdad es que nos conocimos ese mismo día que llegamos a la casa.
—¿Qué? —dicen todos al unísono.
Todos habían activado sus caras de curiosos y hambrientos por querer
conocer toda la historia apoyaron sus vasos en la mesita mientras nos
observaban atentos.
—Nos conocimos en Buenos Aires cuando esperábamos el avión para ir
a San Luis. El señor Ryder lanzó todo su batido de chips de chocolate sobre
mi especialmente en mi cabeza. —Ambos reímos recordando aquel momento
—. Me acompañó a conseguir ropa nueva y limpia además de ayudarme a
limpiar mi pelo. Cuando subimos al avión descubrí que además de que
íbamos como compañeros de viaje íbamos a la misma boda.
—Me babeó durante el camino porque durmió todo el viaje, y cuando
llegamos decidimos alquilar un solo auto ya que íbamos al mismo lugar y fue
entonces que se encendió aún más las cosas, en la entrada a la estancia de tus
padres nos besamos y para nuestra "suerte" creo, Estaban nos vio. Para
evitar que dijera o hiciera alguna estupidez en su contra inventamos que nos
habíamos conocido desde antes y que nos volvimos a reencontrar.
Todos quedaron mirándonos en silencio procesando cada cosa que
habíamos dicho. Pronto se sintió un tanto incómodo todo que tomé la botella
de vino y me serví un poco mucho y lo bebí casi de un trago ya que esperaba
que dijeran algo. Lo que si no esperaba fue la reacción de Daniela que pegó
un chillido un poco de repente y luego gritó muy fuerte " ¡No puede ser!"
comenzando a carcajearse contagiándonos a todos la risa. Fue inevitable, el
alivio que sentí reconfortó mi ser, se que no irían a juzgarme aunque la duda
estaba pero ahora se que les sorprendió más que nada toda la historia y lo
maravilloso que todo fue desarrollándose.
—Necesitábamos tiempo para conocernos más, ver hasta donde
llegaríamos en la vida cotidiana, dar pequeños pasos después de dar un salto
tan alto. —digo mientras mis amigos miraban sonrientes y con ternura.
—¡No puede ser! —vuelve a decir Daniela tan sonriente que se le veían
todos los dientes—. Realmente encontraste el amor a primera vista.
—Así es —contesto mientras observo el bonito anillo de plata con la
enorme piedra que adornaban mis manos desde hace 6 meses —Pasé de
Dama de Honor... a Novia! en una semana!
—No sabes lo feliz que soy porque seas mi prometida. —me dice Ryan
mirándome con esos ojos que hacía que todo a mi alrededor desapareciera.
—No puedo creer lo perfectos que son el uno para el otro. Tómense todo
el tiempo que quieran para dar el si frente a todos nosotros ya ustedes lo
hicieron entre ustedes en el momento que empezaron esta loca aventura el
día que se conocieron arriesgándolo todo.
—Gracias amiga. Y gracias por haberme insistido aquel día cuando
llamaste para que regresara debo decirles que gracias a su boda soy la mujer
más feliz del mundo.
EPÍLOGO.

—¡Viva los novios! —gritamos todos. Veíamos a los padres de mi mejor


amiga sonreír alegres mientras se daban un beso frente a todos nosotros.
Los señores Reyes habían decidido renovar sus votos justo una semana
antes de Navidad y fue la excusa perfecta para reunirnos a todos nuevamente.
Pero esta vez las damas de honor ¡Estaban embarazadas! Como un guiño de
la vida las tres nos enteramos que estábamos embarazadas casi al mismo
tiempo. Todas nos llevábamos 3 semanas de diferencia entre cada una.
Sabíamos que la primera en dar a luz sería Daniela, luego continuaría yo y la
última Ximena que ya iba por su segundo bebé.
Clara había cumplido 5 años hace 4 meses atrás. Para entonces habíamos
viajado Ryan y yo desde España para ver a nuestra sobrina favorita. Allí
nuestros amigos Jesse y Daniela confesaron el embarazo y nosotros hicimos
lo mismo. Quien nos volvió a sorprender semanas después fue Ximena
diciéndonos que lo habían estado buscando ya que quieren un varón.
Las 3 estábamos frenéticas con la idea de que nuestros bebés crecerían
juntos. Serian amigos y compartirían todas sus aventuras como nosotras lo
hacíamos. Era una idea futura muy emocionante.
—¡Dios! Necesito comer algo dulce los antojos no me dejan en paz.
—Ahora iré a buscar algo para ti.
Ryan me complacía con cada cosa que se me ocurría comer además de
que siempre me acompañaba preocupado cuando devolvía todo hasta el
cansancio. Comprendió finalmente que los vómitos eran algo normal, si fuera
por él estaríamos instalados en la clínica todo el tiempo. De todas formas
comprendía su preocupación ya que el médico quien me está acompañando
en mi embarazo nos dijo que probablemente sería un caso de riesgo y que
debería de estar en alerta ante cualquier tipo de dolor que podría surgir. Más
teniendo en cuenta que aún no cumplía las semanas donde el riesgo común de
todo embarazo pasaba.
En realidad quien ya había cumplido las semanas establecidas donde el
riesgo disminuía era Daniela, con Ximenaéramos las dos quienes aún
estábamos en riesgo de cualquier cambio, pero sabíamos que Xime tenía
bandera blanca del médico más aún no siendo mamá primeriza. La que tenía
los puntos negativos era yo. De todos modos me encontraba positiva ante la
situación, amo la idea de ser madre y tener un hijo de Ryan y mío es algo que
había añorado desde el momento que nos casamos hace 2 años atrás.
—Hija que sucede estas distraída, ¿Te molesta algo? —mi madre quien
se había percatado que me encontraba en una esquina sentada me observaba
con el semblante preocupado, sabía lo preocupada que estaba desde que
supo los riesgos de mi embarazo.
—Tranquila ma, Ryan fue a buscarme algo dulce. El pequeño tiene
antojos —río al ver la cara de mi madre alegrarse con mi comentario.
—Otra vez con esa idea de que será un niño, aún no sabemos.
—Lo sé pero tengo la convicción de que será un él. Ya lo verás.
Esa noche nos retiramos pronto ya que entre Ryan y mi madre no querían
que me agitara tanto, habíamos festejado desde el mediodía el gran
acontecimiento de los señores Reyes que no me había dado cuenta hasta que
me di un baño y me encontraba recostada en la cama el cansancio que tenía
encima. Aún con las pocas semanas de embarazo todo me costaba el doble,
comprendía a que se refería el médico cuando dijo que no sería lo mismo
que una mujer común. Veía a mis amigas y ellas estaban mejor que nunca
mientras yo sentía que cargaba el mundo en mis hombros, aunque no me
quejaba. Sabía que la vida me daba estas pruebas por alguna razón y
agradecía que mis amigas no sufrieran estas cosas.
—Te veo agotada amor. Estuviste mucho tiempo sin descansar, debes
cuidarte sabes que cuando sientes que se te complica un poco las cosas
debes parar.
—Lo sé Ryan, es que de la felicidad que sentía por vernos todos juntos
otra vez no me di cuenta de lo cansada que estoy hasta ahora.
—Quieres algo? —me dice mientras recostado de lado en la cama me
observaba y acariciaba la cabeza—. ¿Un té?
—Solo agua. Siento que no doy más quiero dormir y espero estar más
recuperada mañana.
—Perfecto.
Al día siguiente nos levantamos gracias a los ruidos que hacían Jesse y
Daniela, nuevamente compartíamos cabaña nosotros cuatro pero esta vez sin
Mason y Ximena ya que ellos al tener a Clara se complicaba un poco más el
descansar mejor y en privacidad, la niña era un terremoto.
—Que se supone que hacen tan temprano arriba. —Ryan odiaba
levantarse temprano los días de descanso, eran las 7.30 a.m. y nuestros
compañeros de cuarto ya estaban despiertos picando el bicho del malhumor
de mi querido esposo.
—Ya que estamos levantémonos a disfrutar del día.
Ambos nos levantamos y ya con la bata puesta y los dientes limpios
fuimos a ver que tanto hacían esos dos. ¡Y vaya sorpresa! El olor a café
recién hecho, huevos revueltos, hotcakes y jugo recién exprimido despertó el
hambre en mi, no podía creer la abundante comida toda servida en la mesa y
a mis amigos con el delantal puesto mientras uno terminaba de servir los
hotcakes en el último plato, el otro terminaba de poner la mesa.
—¡Wow! —digo llamando la atención de ambos—. ¿Qué diablos pasó
aquí?
—Cocinamos un poco. —dice Jesse mientras su esposa lo miraba
juguetonamente.
—Jesse está decidido en alimentarnos bien a mi y a la bebé entonces
todas las mañanas comemos el desayuno en este horario antes de nuestra
caminata matutina.
—La nueva rutina de maternidad de Daniela, dicha por el médico.
Ambos con Ryan nos quedamos observándolos como si tuvieran tres
cabezas, estaban dementes. ¿Cómo podían tener tantas ganas en la mañana?
Nosotros con Ryan nos la pasamos durmiendo siempre que podemos, como
vivo cansada entonces Ryan vive preocupado y al final ambos quedamos
muertos en cualquier momento.
—¿A ustedes el médico no les dijo que salieran a caminar muy temprano?
—pregunta Daniela al ver nuestros rostros confundidos.
—Todo lo contrario, por mi situación nos dijeron que debía mantener
reposo y esforzarme lo menos posible.
—Ya ves, te dije que no todos los embarazos eran iguales. No debimos
cocinar todo esto tan temprano, mañana iremos a comer en la casa grande. —
Daniela enojada lo reprendía a Jesse que con la espátula en mano sonreía
avergonzado.
Tratando de evitar que nuestro amigo se sienta peor e incomodo por la
situación arrastre a Ryan a sentarse en la mesa conmigo mientras olía lo
delicioso que se sentía todo.
—No te preocupes, no te imaginas el hambre que me dio al ver todo esto.
—Creí que debía cocinarte también ya que igualmente debes alimentarte
bien.
—¡Gracias amigo por la atención, pero no sabía de estas cualidades
tuyas! —Ryan lo miraba burlón ya que aún vestía el delantal cuando se
acercó a dejar el plato en la mesa.
—Pues aprendí. Por cierto el café es descafeinado, se que las
embarazadas deben evitar todo eso.
Disfrute del mejor desayuno del mundo y no podía evitar estar muy
emocionada ya que las emociones de nuevamente estar con ellos aquí en la
cabaña donde todo había comenzado, estaban a flor del piel. Más aún
teniendo en cuentas las hormonas que las tenía súper revolucionadas.
—Iremos a dar nuestra caminata, quieren acompañarnos —nos dice Jesse
que ya vestía unos shorts deportivos y esperaba a su embarazada esposa que
saliera del baño.
—Te agradecemos Jesse pero Julia no puede además aún nos debemos
duchar.
Nuestros amigos se retiraron y mientras tanto aprovecharía a lavar los
platos y la cocina mientras Ryan se duchaba. Aunque me costó convencerlo
que fuera y que nada iba pasarme finalmente lo hizo.
Con la idea de despejar mi mente de todo lo demás puse play a mi
reproductor de música mientras recogía las cosas de la mesa y las llevaba a
lavarlos, fue luego de unos minutos que me arrepentí de haberme quedado
sola ya que sentí que todo a mi alrededor giraba y que rápidamente todos los
sonidos desaparecían, la oscuridad me arrastraba hacía la profundidad del
abismo mientras sentía como las fuerzas de todo mi cuerpo desaparecían e
iba cayendo al piso. Lo último que vi antes que toda esa oscuridad me
sumergiera fue cuando sin dolor alguno mi cuerpo ya se encontraba en el
piso ya que podía ver las baldosas blancas de la cocina. Después de eso
todo se oscureció.
Murmuros. Eso oía, sentía que dentro de mi cabeza habían personas que
murmuraban. No comprendía lo que decían pero sabía que estaban exaltados,
¿Porqué? ¿Porque escuchaba eso? No quería seguir escuchando esos
insoportables Murmuros.
Silencio.
Las voces pararon, en que momento no recuerdo pero puedo sentir mi
cuerpo otra vez, esa oscuridad aplastante ya no se impone ante mi. ¿Qué me
pasó? Sentía los parpados pesados pero quería abrirlos, costaba pero iban
cediendo.
Luz, mucha luz. ¿Dónde estaba? Porque todo olía a desinfectante. Quise
hablar decir alguna palabra pero de mi boca salió un ruido rasposo como un
gruñido. Sentía la garganta seca.
—¿Julia? —Ryan! Era su voz, no lo veía comencé a gruñir más ya que
hablar era imposible en ese momento—. Aquí estoy amor, tranquila. No te
muevas tanto.
Lo vi aparecerse, todo mi cuerpo estaba adolorido por lo que moverme
era algo imposible. Me tomó la mano mientras veía en sus ojos amor y
miedo. Lo asusté pero no sabía que pasó, que había ocurrido conmigo
realmente aunque ahora mucho no importaba la sed no me dejaba pensar con
claridad.
Gruñí y le señalé como pude la garganta y para mi suerte me comprendió.
—Tienes sed... ahora iré a decirle al médico que despertaste y traigo
agua. Te amo. —me dice esto último sujetando con sus dos manos mi rostro.
Ryan tardó solo unos minutos que nuevamente regresó con una jarra de
agua fría y detrás un médico y dos enfermeras. El médico que rondaba los 50
me sonreía mientras veía como me abalanzaba por el agua, mi garganta pedía
a gritos hidratarse.
—Bueno señora Ryder, ¿cómo se siente?
—Entumecida —respondo aún con la voz rasposa pero entendible y sin
dolor para mi—. ¿Qué me pasó?
—¿Qué? ¿No recuerdas? —Ryan estaba eufórico a mi lado.
—Lo último que recuerdo es haber estado en la cocina y luego el suelo y
nada más oscuridad.
El médico comenzó a revisarme los ojos y ver cómo reaccionaba con la
luz mientras pedía a la enfermera que nuevamente me hicieran más estudios.
—Bueno mire cuando llegó hicimos algunos estudios para ver sus
lesiones y no apareció nada. De todas formas haremos más para ver si no
tiene alguna contusión en la cabeza pero de todas formas es normal. Lo que
si puedo decirle es que tuvo un subidón de presión arterial lo cual hizo que
se sobresature y se desmaye. Cuando llego tuvo sangrado de nariz pero
descuide su bebé esta bien.
Había notado el médico que cuando dijo sangrado había creído lo peor.
Sostuve mi vientre con fuerza. No quiero perder a mi pequeño.
—Por favor póngale al tanto de todo es una mujer que necesita todos los
detalles o no estará en paz. —le menciona Ryan.
—Tendrá que tomar medicamentos bloqueadores para la presión. Es
peligroso si no es tratado, junto con su obstetra con quien estuve en
comunicación llegamos a un acuerdo mientras esta embarazada tomara esta
pastilla a la mañana. —dice colocando frente a mi una de las enfermeras una
caja de pastillas—. Luego cuando ya su bebé nazca y deje de amamantar si
es que lo hace tomara otro medicamento ya que este es solo para el proceso
de Natalidad.
—Comprendo.
—Perfecto haremos unos estudios más dependiendo de cómo den podrán
volver a casa esta tarde.
Podre regresar, menos mal. No quería amargar las vidas de todos porque
me encontraba en el Hospital. Habíamos venido aquí para descansar y estar
tranquilos pasándolo con la familia. Me sentía fatal por el susto que les
habré causado.
—¿Ryan? —digo. Él me toma de las manos y me mira con esos ojos que
demuestran todo el amor que siente por mi y amaba verlo siempre —Dime
nuestra familia? Están en la casa?
Ryan sólo sonríe y busca su teléfono donde me enseña una foto que me
deja sorprendida por completo.
—Amor, todos estaban tan preocupados por ti y por el bebé que no
estarían tranquilos esperando noticias en la casa.
—Y todos decidieron venir aquí? Están invadiendo toda la sala de espera
—exclamo sorprendida aunque debo admitir que me encontraba feliz porque
mi familia en verdad me ama.
Luego de que grupos de 3 pasaran a verme y cerciorarse por ellos mismos
que me encontraba bien todo el batallón decidió volver a la casa a esperar
que pudiéramos salir del Hospital. Según el médico aún teníamos unas horas
pero que hasta el momento todo estaba en regla.
Finalmente luego de un par de horas fuimos libres para volver junto a
nuestra familia. Estábamos más tranquilos ya que según nuestro obstetra
quien estaba en continua comunicación con el médico que me atendió
llegaron a la conclusión que de ahora en más debía estar medicada para la
presión arterial pero que los medicamentos y una dieta estricta donde
eliminaría varios factores que impedirían el mantener estable la presión me
encontraría mejor y podría sobrellevar el embarazo mucho mejor de lo que
me esperaba. De todas formas debía cuidarme.
Según parece el enterarme cual era el problema en si que tenía mi cuerpo
ante la revolución de hormonas hacia que mi vida como embarazada fuera un
poco más fácil. El médico explicó que muchas veces algunas cuestiones
biológicas despiertan en la mujer cuando el embarazo revoluciona todo
nuestro interior por lo tanto una de las cosas que despertaron en mi fue el
problema con la presión arterial.
—Vaya susto que nos diste amiga.
—Ni que lo digas pensamos que te envenamos o algo con la comida.
—Tranquilos ustedes dos. Resulta que mi cuerpo y las hormonas
descubren como hacer un poco más complicada mi existencia nada más.
Estábamos todos reunidos en el patio mientras merendábamos y la familia
se quedaba tranquila de que ahora si me encontraba mejor.
—Bueno familia ahora charlemos sobre las Fiestas dentro de unos días
será navidad debemos organizar la cena y comprar regalos.
Recordarles eso fue perfecto ya que me dieron un respiro de tantas
preguntas y estuvieron concentrados ahora en los regalos para navidad.
—Yo ya tengo mi regalo perfecto —me susurra Ryan al oído—. Soy tan
feliz contigo a mi lado.
—La dicha que siento porque eres el marido perfecto, el padre
maravilloso que se que serás, que digo. ¡Que ya eres! No puedes imaginar la
felicidad que siento. Soy tan agradecida por haberte conocido.
—Esta será una muy feliz navidad para nosotros una más que atesorar por
siempre. —me dice mientras acaricia mi vientre.
—El próximo año será una Navidad también especial. Seremos tres
Ryder's en la familia.
Ryan me abraza y besa mi cabeza muy cariñosamente se que en su mente
se reproduce la imagen de nosotros dos con nuestro pequeño en brazo frente
a un árbol de navidad porque yo también imagino aquello mismo y unas
lagrimillas caen por mi rostro. Amaba aquella imagen y amaba esta también.
Ambos abrazados y en medio nuestro pequeño que crecía cada día aún más.
Una familia, es lo que éramos y es el mejor regalo de Navidad que
podríamos haber pedido.

FIN.

También podría gustarte