La Manía

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La fase maníaca presenta síntomas como la elevación del estado de ánimo

(pensamientos de euforia, expansivos, impulsivos o apresurados,


hiperactividad, incremento de la energía, falta de autocontrol), autoestima
elevada (delirios de grandeza, creencias falsas en habilidades especiales),
compromiso exagerado en las ...

Kraepelin, sin embargo, dividió los "estados maníacos" en cuatro formas :


hipomanía, manía aguda, manía delirante y manía delirante , y señaló que su
observación revelaba "la aparición de transiciones graduales entre los distintos
estados". En una línea similar, Carlson y Goodwin, en su elegante artículo de
1973, dividieron un...

En el episodio maníaco, típicamente, se va desarrollando durante 1 o 2


semanas un humor eufórico o irritable, junto con otros síntomas como ideas de
grandiosidad, disminución de la necesidad de dormir, aceleración del habla e
hiperactividad.

¿Cuál es la diferencia entre un episodio maníaco y un episodio psicótico?


Los episodios maníacos provocan euforia, aumento de energía y actividad y
falta de sueño. Los episodios psicóticos pueden ocurrir durante la depresión o
la manía y pueden hacer que una persona se vuelva delirante o alucine.

¿Qué es manía sin síntomas psicóticos?


1 manía sin síntomas psicóticos: exaltación del humor sin relación con las
circunstancias ambientales, acompañado de aumento de la vitalidad y varios de
los siguientes síntomas: logorrea, disminución de las necesidades del sueño,
optimismo excesivo y en algunos casos proyectos extravagantes, gastar dinero
de forma ...

Factores de tipo psicológico, como el estrés o los acontecimientos vitales negativos,


pueden desencadenar un episodio maníaco o depresivo en una persona vulnerable a la
enfermedad. Hay que tener en cuenta que los episodios positivos, también pueden
desencadenar un episodio.
Diferencia entre manía e hipomanía
A diferencia de los que padecen manía, aquellos con sistemas hipomaníacos son
plenamente funcionales, e incluso son de hecho a menudo más productivos de lo
normal. Específicamente, la hipomanía se distingue de la manía por la ausencia de
síntomas psicóticos2 y por su menor grado de impacto en la funcionalidad. Un episodio
hipomaníaco no es un trastorno psicopatológico en sí, sino que en ocasiones, podría ser
una característica de otros cuadros como la ciclotimia y el trastorno bipolar tipo II
(según el DSM-IV-TR: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, en
su cuarta edición). Tal y como consta en la actual tercera edición del CIE-10-ES (enero
de 2020), la hipomanía (F30.8) puede en muchas ocasiones sencillamente tratarse de un
caso de "excitación reactiva por traumatismo psicológico".

Los síntomas de la hipomania pueden ser:

 Leve euforia.
 Un torrente de ideas.
 Energía inacabable.
 Verborrea (hablar en exceso, hasta cansar al otro).
 Deseo e impulso por el éxito.
 Autoestima o grandiosidad excesivamente alta.
 Irritabilidad.
 Disminución de la necesidad de sueño.
 Otros síntomas de aceleración del pensamiento.
 Déficit de atención.

La hipomanía es un estado más leve de la manía que no llega a afectar la funcionalidad


ni la calidad de vida.7 Este mismo podría, de hecho, incrementar la productividad y
creatividad. En la hipomanía, hay menor necesidad de dormir y el comportamiento
enfocado en una meta y el metabolismo incrementan. Aunque el estado de ánimo
elevado y el nivel de energía típico de la hipomanía podrían ser vistos como un
beneficio, la manía por sí misma generalmente tiene muchas consecuencias
indeseables, como lo son las tendencias suicidas; la hipomanía podría ser, si el estado
de ánimo prominente es la irritabilidad y no la euforia, una experiencia desagradable.
Para ser clasificado como un episodio maniaco, durante el estado de ánimo perturbado y
el incremento de actividad orientada a un objetivo o el aumento de energía, deben estar
constantemente presentes al menos tres (o cuatro si sólo está presente la irritabilidad) de
los siguientes:

1. Autoestima alzada o grandiosidad


2. Decremento de la necesidad por dormir (puede sentirse descansado con sólo 3
horas de sueño)
3. Más hablador de lo habitual o presiona para seguir una conversación
4. Fuga de ideas o la experiencia subjetiva de que los pensamientos son
acelerados
5. Aumento de las actividades dirigidas a un objetivo o aceleración psicomotriz
6. Distraibilidad (es fácilmente atraído por estímulos externos poco importantes)
7. Se relaciona excesivamente en actividades que potencialmente tienen
consecuencias peligrosas o riesgosas (comprar excesivamente, proyectos
comerciales improbables, hipersexualidad).12
Wikipedia (Manía)
El sistema de clasificación de la Organización Mundial de la Salud define al episodio
maniaco como un estado de ánimo que es más alto que lo que la situación justifica y
puede variar de un espíritu elevado hasta exuberancia casi incontrolable, acompañado
de hiperactividad, una compulsión por hablar, se reduce la necesidad de dormir,
dificultad para mantener la atención y distraibilidad en aumento. Frecuentemente se
agranda la autoestima y la confianza, mientras que ideas grandes y extravagantes son
expresadas. El comportamiento que está fuera del carácter y que es riesgoso,
insensato o inapropiado pueden resultar de la pérdida de la limitación de las normas
sociales.2

Los estados maniacos son siempre relativos al estado normal de intensidad de un


individuo afectado; por ello, los pacientes que ya son irritables por naturaleza pueden
llegar a perder contra su temperamento con más facilidad; asimismo, una persona que
es académicamente competente podría, durante un estado hipomaniaco, adoptar las
características de un “genio”, así como la habilidad de interpretar y articular a un nivel
más allá de lo que sería capaz durante la eutimia (estado de ánimo normal). Un muy
simple indicador de un estado maniaco podría ser si una persona con un anterior
diagnóstico clínico de depresión de pronto se vuelve inesperadamente energético,
jovial, agresivo o híper alegre. Otros, menos obvios, elementos de la manía incluyen
delirios (comúnmente de grandeza o persecución, dependiendo del si se es eufórico o
irritable), hipersensibilidad, hipervigilancia, hipersexualidad, híper religiosidad,
hiperactividad o impulsividad, una compulsión por sobre-explicar (usualmente
acompañado de verborragia), planes o ideas ‘grandiosas’, poca necesidad de dormir;
en caso del último síntoma, es posible que los ojos de estos pacientes se vean y sientan
anormalmente “grandes” o “abiertos” y que raras veces parpadeen, lo cual contribuye
las creencias erróneas de algunos clínicos sobre que estos pacientes están bajo la
influencia de alguna droga estimulante, siendo que el paciente no está usando ninguna
sustancia que altere su mente, o, de hecho, está utilizando alguna droga del tipo
depresivo, en un intento incorrecto de contrarrestar algún síntoma de la manía.
Algunos individuos, en ocasiones, pueden experimentar reacciones fuera de su
personalidad durante algún episodio, tal como transacciones cuestionables de
negocios, despilfarro de mucho dinero, actividad sexual riesgosa, abuso de sustancias
recreacionales, apuestas excesivas, comportamiento descuidado (conducir acelerado,
comportamiento temerario), interacción social anormal (manifiestos, conversaciones
con extraños) o que participen mucho en discusiones. Dicho comportamiento puede
aumentar el estrés en las relaciones personales y puede generar problemas en el área
laboral, así como incrementar el riesgo del rompimiento de las leyes. Se aumenta el
riesgo de participar impulsivamente ene actividades que pueden ser potencialmente
peligrosas para sí mismo u otros.1617

La manía se asocia con convulsiones, especialmente por lesiones situadas en el


hemisferio derecho del cerebro.2021 También se han descrito casos inducidos por
infecciones virales como la gripe.22 La estimulación cerebral profunda del núcleo
subtalámico en la enfermedad de Parkinson es, de igual manera, asociado con la manía,
especialmente cuando se sitúan los electrodos en los núcleos subtalámicos
ventromediales. Un mecanismo propuesto involucra que entra un gran potencial que
excita esta zona del subtálamo hasta el núcleo dopaminérgico.23
Cómo identificar un episodio maníaco
Identificar un episodio maníaco puede ser difícil, ya que a menudo
se confunde con otros trastornos psiquiátricos, como puede ser la
esquizofrenia o la bipolaridad. Sin embargo, hay algunas señales de
advertencia que pueden ayudar al entorno de la persona afectada
y a los médicos a diagnosticar correctamente este trastorno.
Algunas de ellas incluyen:
1. Estado de ánimo elevado: aparecen sensaciones de
euforia y optimismo anormal.
2. Energía excesiva: se aprecia un exceso de energía y
seguridad.
3. Hablar demasiado rápido: su forma de hablar puede
generar dificultades en la comprensión de esta.
4. Dormir muy poco o nada en absoluto: este síntoma
puede durar varios días seguidos.
5. Tomar riesgos excesivos: la persona puede
involucrarse en comportamientos peligrosos o
arriesgados, como gastar demasiado dinero o consumir
drogas, todo depende de la situación en la que se
encuentre en el momento.
6. Cambios de humor extremos: se puede pasar de la
euforia a la ira en cuestión de segundos.
manía sin síntomas psicóticos: exaltación del humor sin relación con las circunstancias
ambientales, acompañado de aumento de la vitalidad y varios de los siguientes
síntomas: logorrea, disminución de las necesidades del sueño, optimismo excesivo y en
algunos casos proyectos extravagantes, gastar dinero de forma…

Tanto los episodios maníacos como los hipomaníacos comprenden tres o más de los
siguientes síntomas: Episodios anormales de optimismo, nerviosismo o tensión.
Aumento de actividad, energía o agitación. Sensación exagerada de bienestar y
confianza en sí mismo (euforia)

¿Qué tipos de comportamientos pueden exhibir las personas con trastorno bipolar
durante un episodio maníaco?

Durante un episodio maníaco, las personas con trastorno bipolar pueden exhibir
comportamientos que son inusuales para ellos. Estos pueden incluir hablar muy rápido,
saltar rápidamente de una idea a otra, tener pensamientos grandiosos, mostrar una
energía inusualmente alta y participar en comportamientos de alto riesgo, como el gasto
excesivo, el sexo sin protección o el consumo de drogas.
F30.1 Manía sin síntomas psicóticos

En este trastorno existe una exaltación del humor sin relación con las
circunstancias ambientales, que puede variar desde una jovialidad descuidada
hasta una excitación casi incontrolable. La euforia se acompaña de aumento de
vitalidad con hiperactividad, logorrea y una disminución de las necesidades de
sueño. Hay una pérdida de las inhibición social normal, una imposibilidad de
mantener la atención y gran tendencia a distraerse. La estimación de sí mismo
crece desmesuradamente y se expresan sin inhibiciones ideas de grandeza o
extraordinariamente optimistas.

Pueden presentarse trastornos de la percepción tales como una apreciación de los


colores en forma especialmente vívida (y por lo general hermosa), o bien una
preocupación con los detalles finos de las superficies o texturas así como
hiperacusia subjetiva. El individuo se puede embarcar en proyectos extravagantes
e impracticables, gastar dinero de forma descabellada o tornarse excesivamente
agresivo, cariñoso o chistoso en circunstancias inadecuadas. En algunos episodios
maníacos, el humor es irritable y receloso más que exaltado. La primera
manifestación tiene lugar con mayor frecuencia entre los 15 y los 30 años de edad,
pero puede presentarse a cualquier edad desde el final de la infancia hasta la
séptima u octava década de la vida.

Pautas para el diagnóstico

El episodio debe durar al menos una semana, debe ser lo suficientemente grave
como para alterar la actividad laboral y social de forma más o menos completa. La
alteración del humor debe acompañarse de un aumento de la vitalidad y varios de
los síntomas descritos en el apartado previo (en particular la logorrea, la
disminución de las necesidades del sueño, las ideas de grandeza y el optimismo
excesivo).

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