Via Crucis 2024

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 17

Parroquia San Clemente de Pisco

CUARESMA
2024

El camino diario resulta a veces un pequeño vía crucis.


Recorrer este camino con Jesús, mediante la oración del
Vía Crucis, puede ser una manera de acercarse el
sufrimiento de Jesús, ofrecerle el dolor presente en la
propia vida, y asumir - ofrecer, como Jesús el dolor de
otras personas.
Al acompañar a Jesús en el Vía Crucis, uno recorre con una
lucidez dolorosa el propio camino diario de la cruz. Un
camino que se recorre a veces sin ganas y en plena
oscuridad. Pero lo importante es seguir caminando y
siguiendo a Jesús, confiando en él porque sólo él es el
sentido y el Camino.
La confianza del discípulo está depositada en la promesa
del Maestro: Yo soy la luz del mundo, el que me siga no
caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la
vida (Jn 8,12). En los momentos oscuros, Jesús les pide a
sus apóstoles que no se confundan y que tengan
confianza en él: No se inquieten. Crean en Dios y crean
también en mí (cf. Jn 14,1), porque yo soy el Camino, la
Verdad y la Vida (Jn 14, 6a). Jesús es el único camino para
descubrir lo verdad profunda que conduce a la auténtica vida.

1
Oración inicial
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.

Oremos
Mira, Padre santo, la sangre que brota del costado
traspasado del Salvador; mira la sangre derramada por
tantas víctimas del odio, de la guerra, del terrorismo,
y concede, benigno, que el curso de los
acontecimientos del mundo se desarrolle según tu
voluntad en la justicia y la paz, y que tu Iglesia se
dedique con serena confianza a tu servicio y a la
liberación del hombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

2
1a Estación
Jesús es condenado a muerte
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio según san Marcos (15,14-15)
Pero ellos gritaron con más fuerza. “¡Crucifícalo!” Entonces
Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y
entregó a Jesús, después de azotarlo, para que fuera crucificado.
Jesús no engaña a nadie: Si el mundo los odia, sepan
que a mí me ha odiado antes que a ustedes. Si fueran
del mundo, el mundo amaría a lo suyo; pero, como no
son del mundo, porque yo al elegirlos los he sacado
del mundo, por eso los odia el mundo (Jn 15,19).
Por consiguiente, asumir el estilo de Jesús implica
también ser rechazado por los criterios de la sociedad: la
sencillez y la sinceridad no cuadran con la mentira y la
apariencia; la bondad y la misericordia no caben en un
ambiente de ascenso social a toda costa; la pobreza y la
desposesión chocan con el afán de consumo y riqueza.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

3
2a Estación
Jesús con la cruz a cuestas
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio según san Marcos (15,20)
Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púrpura, le
pusieron sus ropas y lo sacaron fuera para crucificarlo.
En el madero vertical se pueden colocar los espacios
del dolor (casa, familia, trabajo, parroquia, iglesia,
comunidad, etc.), mientras en el madero horizontal
los tiempos del dolor (tiempos de duda, de tentación,
de tristeza, de soledad, de sinsentido). Pero estos dos
maderos se cruzan y aparece la figura de Jesús en la
cruz. Llevar la cruz solo, resulta insoportable, pero
con Jesús al lado y al frente se encuentra la paz.
Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados, y yo
los aliviaré (Mt 11,28).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

4
3a Estación
Jesús cae por primera vez
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del libro del profeta Isaías (53,4-6)
Y con todo, eran nuestras dolencias las que el llevaba y
nuestros dolores las que soportaba. Nosotros le tuvimos par
azotado, herido de Dios y humillado. Él ha sido herido por
nuestras rebeldías, molido par nuestras culpas. El soportó el
castigo que nos trae la paz, y con sus llagas hemos sido
curados. Todos andábamos errantes como ovejas, cada uno
por su camino, y Yaveh descargó sobre él la culpa de todos
nosotros.
Es el peso de la convivencia con uno mismo; es el
aceptarse a uno mismo. Las propias contradicciones,
miedos, dudas desconciertan y quitan el entusiasmo.
Con los compromisos reiterados, pero no cumplidos;
con la afectividad abierta al otro, pero también
quejosa y reclamante; con todo lo que uno es y tiene
de positivo y negativo, es preciso levantarse y retomar
el camino.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

5
4a Estación
Jesús se encuentra con su Madre
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio según san Lucas (2,34.35.51)
Simeón dijo a María, su madre: "Este está puesto para caída
de muchos en Israel, y a para ser señal de contradicción -¡y a
ti misma una espada te atravesará el alma!- a fin de que
queden al descubierto las intenciones de muchos corazones".
Su madre conservaba cuidadosamente todas estas cosas en
su corazón.
El dolor de la impotencia al mirar el sufrimiento de
seres queridos; el dolor de aquellos que sufren por
uno; el dolor de aquellos que lo rodean a uno; el dolor
propio y ajeno. Es el momento de confiar sin hacer
preguntas que no siempre tienen respuesta.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

6
5a Estación
Simón de Cirene ayuda a cargar la cruz a Jesús
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio según san Marcos (15, 21-22)
Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que
volvía del campo, el padre de Alejandro y Rufo, a que
llevara la cruz. Lo condujeron al Lugar del Gólgota, que
quiere decir Calvario.
lgota, que quiere decir Calvario.
En la vida uno descubre verdaderos amigos que saben
compartir el propio dolor. Hay personas que le ayudan a
uno a llevar la propia y pesada cruz. Ser sacerdote no
significa negar las propias debilidades; aún más, son
también esas vulnerabilidades, asumidas con humildad
y actitud de superación, las que lo acercan a la gente y
hacen creíble la palabra pronunciada. A veces, es el
orgullo el que impide el grito de ayuda, que se necesita
el apoyo de la comunidad y de los compañeros en el
ministerio. Por otra parte, no siempre se es cirineo con el
otro porque no aceptamos el propio dolor y entonces el
del otro se hace aún menos soportable.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

7
6ª Estación
La Verónica enjuga el rostro de Jesús
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del libro del profeta Isaías (53,2-3)
No tenía apariencia ni presencia; y tenía aspecto que
pudiésemos estimar. Despreciable y desecho de hombres,
varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante
quien se oculta el rostro.
No siempre se puede quitar el dolor del otro, pero
siempre es posible enjugar su rostro para que pueda ver
mejor el camino. Las lágrimas impiden ver el camino y
existe el peligro de desviarse y perderse. Cada vez que
alguien limpia el rostro fatigado del otro, es preciso dejar
impresa la imagen del propio agradecimiento y la
imagen de la reconciliación.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

8
7ª Estación:
Jesús cae por segunda vez
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del libro de las Lamentaciones (3,1-2.9. 16)
Yo soy el hombre que ha visto la miseria bajo el látigo del
furor. Él me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y
sin luz... Ha cercado mis caminos con piedras macizas, ha
torcido mis senderos...; ha quebrado mis dientes con una
piedra, me ha revolcado en la ceniza.
La primera caída es fruto del dolor que uno encuentra en
sí mismo; la segunda caída es la cruz con que se soporta
al otro. Es el dolor por ser hermano en un mundo que no
entiende de fraternidad. Es la cruz de las relaciones
interpersonales que a veces se ven entorpecidas por
incomprensiones y prejuicios mutuos. Si la primera caída
es el resultado de la propia vacilación, la segunda es
fruto del empujón provocado por el otro.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

9
8ª Estación
Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio según san Lucas (23,28-3 l)
Jesús, volviéndose a ellas, dijo: "Hijas de Jerusalén, no
lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.
Porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles,
las entrañas que no engendraron y los pechos que no
amamantaron! Entonces se podrá decir a los montes: Caigan
sobre nosotros. Y a las colinas: Cúbrannos. Porque si con el
leño verde hacen esto, con el seco ¿qué se hará?"
Estas mujeres se golpeaban el pecho y gritaban,
lamentándose por Jesús. Pero él les dice: No lloren por mí,
lloren más bien por ustedes (Lc 23,28). Existe el dolor
extremo de quejas, rabietas, lamentaciones: del
descontento porque los otros no piensan como uno y
tampoco son como uno quisiera que fueran. Es el dolor
que se queda con lo teórico y reside en la fantasía de uno.
Pero ¿es esto lo fundamental? ¿No sería mejor mirarse
con sinceridad para detectar las propias inconsistencias e
injusticias, el divorcio existente entre la palabra
pronunciada y la vida diaria?
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

10
9a Estación
Jesús cae por tercera vez
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del libro de las Lamentaciones (3,27-32)
Bueno es para el hombre soportar el yugo desde la juventud.
Que permanezca solitario y silencioso, cuando el Señor se lo
impone: que ponga su boca en el polvo: quizá haya esperanza;
que ponga la mejilla a quien le hiere; que se harte de oprobios.
Porque el Señor nunca rechaza para siempre... si llega a afligir,
se apiada luego según su inmenso amor.
La primera caída se produce por el hecho de ser Persona,
la segunda por ser hermano, y la tercera por ser hijo de
Dios. Es el dolor del vacío, de sentir pura ausencia, de
creer sin ver, de esperar sin tener, de dar sin recibir. El
dolor trente al miedo de perder la vida, de entregar la
propia libertad, de apostar siempre en él. La tercera
caída es el tropiezo con la tierra dura y seca, una tierra
sin cielo, sin luz, sin Dios.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

11
10a Estación
Jesús es despojado de sus vestiduras
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio según San Marcos (15,24)
Lo crucificaron y se repartieron sus vestidos, echando a suertes
a ver qué se llevaba cada uno.
Ir a la muerte despojado, sin cubrirse, sin ninguna
defensa. Ir a la muerte lleno sólo de amor por la
humanidad. Es el dolor de la pobreza y de la desposesión.
Es la hora de la verdad.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

12
11a Estación
Jesús es clavado en la cruz
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio según san Marcos (15,25-27)
Era la hora tercia cuando lo crucificaron. Y estaba puesta la
inscripción de la causa de su condena: “El Rey de los judíos”.
Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a
su izquierda.
Cada uno tiene su cruz y, también, cada uno clava su
cruz. Y, ¿por qué no decirlo?: cada uno clava una cruz
para otro, queriéndolo o no, consciente o
inconscientemente, con intención o sin intención. Una
cruz sin Cristo no tiene ningún sentido porque es tan
sólo un peso que cansa y agobia. Es preciso que Jesús
está clavado en la cruz de uno; es preciso creer que Jesús
quiere estarlo. En el momento en que Cristo está clavado
en la vida de uno, entonces el patíbulo se convierte en
altar, el sacrificio en ofrenda, el vacío en entrega, al
abandono en confianza.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

13
12a Estación
Jesús muere en la cruz
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio según san Marcos (15,33-34.37.39)
Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta
la hora nona. A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: “Eloí,
Eloí ¿lama sabactaní?”, que quiere decir. “¡Dios mío, Dios
mío! ¿Por qué me has abandonado? “Jesús lanzó un fuerte
grito y expiró. Al ver el centurión, que estaba frente o él, que
había expirado de esta manera, dijo. “Verdaderamente este
hombre era hijo de Dios "
Se rasga el velo del Santuario, tiembla la tierra y se abren
las rocas (Cf. Mt 27,51). Sólo la Cruz queda estable y
firme. Esta tierra, estremecida y convulsa, que andaba a
la deriva, queda de pronto anclada para siempre en el
cielo. La Cruz de Cristo es el ancla. Como un ancla
recortada sobre el cielo del Calvario. Es el ancla que
desde la tierra se ha crecido hacia el cielo haciendo un
puente transitable. La Cruz de Cristo es esperanza de
sentido en medio del sin sentido. La Cruz de Cristo es
esperanza de horizonte y de luz en medio de la
confusión y la oscuridad. No es la cruz, sino la presencia
de Cristo en la cruz la que invita a la confianza, porque el
Jesús de la Cruz es ya el Señor Resucitado (cf. Hch 2,36).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

14
13a Estación
Jesús en brazos de su Madre
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste el mundo.
Del evangelio según san Marcos (15,42-43.46)
Y ya al atardecer... vino José de Arimatea, miembro del
respetable Consejo, que esperaba también el reino de Dios...
quien, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz.
En María está la compasión frente al dolor. La Pasión
se hace compasión. El propio dolor se hace fuente de
compasión para otros. Por una parte, el mismo Jesús
regala a su propia Madre para acompañar la
humanidad en su caminar histórico (Mujer, ahí tienes a
tu hijo: Jn 19,25-27); por otra parte, Jesús invita a la
Iglesia a ser no tan sólo la Maestra, sino también la
Madre de la humanidad.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

15
14a Estación
Jesús es puesto en el sepulcro
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos
R/. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
Del evangelio según san Marcos (15,46-47)
José de Arimatea... lo envolvió en la sábana y lo puso en el
sepulcro que estaba excavado en la roca; luego, hizo rodar una
piedra sobre la entrada del sepulcro. María Magdalena y
María, la de José se fijaban dónde era puesto.
El silencio de Dios. El dolor oculto, desconocido,
enterrado. ¿No será el momento para colocarlo en el
sepulcro, pero consciente de ello? Es también la
siembra humilde, dispersa, pero que espera el día de la
cosecha. Son las largas horas de escucha pastoral, de
atención pastoral, de entrega pastoral que, sin apuro
ni impaciencia, esperan el futuro cuando llega el Señor
y golpea la puerta.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Canto

16
Oración final
Señor Jesús:
Te hemos acompañado en el duro “camino de la Cruz”
con fe, amor y esperanza. Hemos entendido cuánto te ha
costado ofrecerte a nosotros como Camino para hacernos
llegar al Padre.
Concédenos saber ser testigos de la Esperanza en medio
de nuestra sociedad. Danos tu Santo Espíritu que nos
hace santos, y renueva en nosotros la conciencia feliz de
ser “hijos” de tu Padre celestial; hijos en tu Hijo,
enviados al mundo “para reconciliar a todos los hijos
dispersos de Dios”. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos.
R/ Amén.

17

También podría gustarte