SESIÓN 2. Relaves y Las Operaciones Unitarias

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE

LOS ANDES
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA
AMBIENTAL Y RECURSOS NATURALES

Tratamientos de relaves y residuos


mineros
Tema: Relaves y las operaciones
unitarias
Dr. Anderson Núñez Fernández
Relave
Corresponde al residuo, mezcla de mineral
molido con agua y otros compuestos, que
queda como resultado de haber extraído
los minerales sulfurados en el proceso de
flotación. Este residuo, también conocido
como cola, es transportado mediante
canaletas o cañerías hasta lugares
especialmente habilitados o tranques,
donde el agua es recuperada o evaporada
para quedar dispuesto finalmente como
un depósito estratificado de materiales
finos (arenas y limos).
En una planta de concentración, una cantidad superior
al 95% del mineral procesado pasa a constituir el
relave, que es la parte del mineral que se descarta por
no tener valor económico. Éste se descarta en forma de
pulpa, que es una suspensión de sólido y agua, en la
que el sólido se presenta molido a un tamaño muy fino,
inferior a 0,5 mm.
En la pequeña minería, el relave se conduce a
obras denominadas depósitos de relaves, que
pueden ser embalses o depósitos conocidos
como tranques.
Caso Antamina

https://www.youtube.com/watch?v=
Relaves caso las Bambas VHPsjGAkOoM&ab_channel=Anta
mina
https://www.youtube.com/watch?
v=BTVRgBUSLbo&ab_channel=
MiltonCesarAracaBerrios https://www.youtube.com/watch?v=v
cVw-
kU1rf4&ab_channel=SUTRACOMA
SAOFICIAL
PARTICIPACIÓN (ACTITUDINAL)

https://padlet.com/anunezf/tratamiento-de-relaves-y-
residuos-mineros-hv4n4a88tzab8ss6
Los embalses son obras similares a un embalse de
agua, con un muro construido totalmente de material
de empréstito, compactado e impermeabilizado su
talud interior y parte o todo de su coronamiento. Los
relaves se depositan completos en la cubeta sin
necesidad de clasificación, y a través de un sistema
interior de evacuación se eliminan las aguas claras de
la laguna que se forma.
Los depósitos tipo tranques de relaves son los
más comunes, y son aquellos que utilizan la
parte gruesa de los relaves (arenas) para la
construcción del muro perimetral. En tanto,
la parte fina (lamas) se descarga en el
interior de la obra.
Conceptualmente, la construcción del muro se
puede hacer con tres formas de crecimiento: “aguas
arriba”, “aguas abajo” y “eje central o mixto”. Por
razones de seguridad, se recomienda el método
“aguas abajo”, siendo también aceptable la de “eje
central o mixto”. La forma de crecimiento “aguas
arriba” no es aceptada.
Ubicación de un Depósito de Relave

Existiendo lugares alternativos donde


construir un depósito de relaves, las
mejores condiciones se presentan cuando:

Las características topográficas permiten


construir el muro de contención con una
menor cantidad de arenas, quedando los
relaves soportados principalmente por
muros naturales.

El suelo es resistente y con buenas


características de impermeabilidad.
No hay viviendas o centros poblados
aguas abajo del sitio

El sitio está alejado de caminos u otras


obras públicas, cursos de agua
permanentes o esporádicos o cuerpos de
aguas subterráneas.
Depósito de Relaves con Crecimiento del
Muro Aguas Abajo

La construcción se inicia con un


pequeño muro de partida de
material de empréstito
compactado, a partir del cual se
inicia el levantamiento del muro
con la arena del relave. Es
importante considerar una buena
impermeabilización del muro de
partida, con el fin de evitar
infiltraciones en la base del muro
de arenas y ayudar a la
estabilidad de éste.
La forma más eficiente de
separar las arenas de las
lamas es utilizando un
hidrociclón, al que debe llegar
la pulpa de relave de manera
continua y con una presión
determinada. Una vez
realizada la separación, las
arenas se depositan hacia el
lado del talud aguas abajo del
muro inicial, mientras que las
lamas se depositan hacia el
lado del talud aguas arriba.
Forma de Operar el Depósito

El depósito de relaves
debe operarse de tal
forma que evite o
prevenga riesgos como la
falla del muro con
vaciamiento de material,
o descarte de las aguas
claras al medio ambiente
por rebase o infiltración.
Las precauciones básicas de
operación son las siguientes:

La pulpa de relave desde la planta debe


ser los más estable posible en flujo y
contenido de sólidos (normalmente entre
un 30 y 40%), de manera que el
hidrociclón pueda operar eficientemente.

Se debe controlar la cantidad y calidad


de las arenas (no más de un 20% de
finos) para mantener una altura y
ángulos de talud que maximicen la
estabilidad del muro. Una buena
estabilidad se alcanza con un talud de
proporción H:V = 3:1.
Disposición de Relaves

El desnivel entre el coronamiento del


muro y la altura de la laguna de
aguas claras, llamada revancha,
debe tener una altura mínima de 2
metros.

El agua clara de la laguna debe


recuperarse para su recirculación a la
planta de tratamiento, a través de torres
de captación o bombas de superficie.
También debe considerarse la
recuperación de aguas en puntos de
captación ubicados al pie del muro.
Se debe realizar un control rutinario
para detectar posibles deformaciones o
asentamientos, filtraciones anormales en
el muro, presencia de grietas, entre otros.
Durante la operación se debe reparar
todas las fisuras o grietas, ya que éstas
constituyen puntos débiles que afectan la
estabilidad de la obra.

Es importante mantener la práctica de


compactar el talud exterior a lo largo del
muro de arenas usando rodillos lisos
vibratorios o algún equipo pesado, de
manera de conservar una compactación
adecuada. Cuando ésta sea deficiente, el
depósito tiene mayor probabilidad de
colapsar ante un movimiento sísmico.
Depósito de Relaves con
Crecimiento del Eje Centra

Este método de construcción se inicia al


igual que el método aguas abajo. La
diferencia radica en que una vez
completado el vaciado de arenas y lamas
correspondiente a la primera etapa, el
levantamiento del hidrociclón sigue el
mismo plano vertical de la berma de
coronamiento del muro de partida. Si bien
este método ocupa una menor cantidad de
arenas, los muros quedan con suficiente
estabilidad.
Disposición de Ripios

El proceso de lixiviación se realiza en Pilas


Permanentes o Pilas Dinámicas. Las primeras se
construyen levantando terrazas, que una vez
lixiviadas sirven de base para levantar la
siguiente terraza. Con este método, los ripios
quedan dispuestos en el mismo lugar. Las
segundas consisten en pilas que se remueven
cuando el mineral alcanza la calidad de ripios,
transportando el material a un sector que se
identifica como botadero de ripios.
Para disponer los ripios de lixiviación se
utilizan normalmente sitios preparados e
impermeabilizados, con el objetivo de
evitar el escurrimiento de soluciones,
generalmente ácidas.

El terreno elegido debe estar libre de sustancias


orgánicas, y presentar una suave pendiente que
permita el escurrimiento de posibles filtraciones
de soluciones.

Se debe proteger el terreno con una capa


impermeable de arcilla en la base.
Sobre la capa de arcilla se instalan
tuberías corrugadas de conducción, con
el fin de captar posibles filtraciones. En
caso de que ocurran, éstas se conducen
hacia una piscina de recolección

En algunos casos, la capa de arcilla se


cubre con geotextil (HDPE), permitiendo
–transcurrido cierto tiempo– efectuar un
regadío a los ripios.
La situación anterior también es
válida para zonas de fuertes
lluvias.

Los canales de conducción y


pozos recolectores deben ser
impermeabilizados con geotextil
para evitar la presencia de
fugas.
Disposición de Ripios
Medidas Generales DE SEGURIDAD

El borde del botadero de estéril debe


tener implementado un cordón de
seguridad del mismo material, con
una altura mínima del 50% del
tamaño del neumático del equipo o
vehículo que realizará las descargas.

El piso cercano al borde del botadero


debe inspeccionarse frecuentemente, con
el objetivo de verificar que el sector
donde se está trabajando no esté
agrietado. Si así fuera, debe informarse
al responsable de la faena para la
realización de trabajos de compactación y
cambiar el punto de descarga.
El piso del botadero debe mantenerse lo más
parejo y compacto posible, evitando desniveles
pronunciados que puedan generar el
volcamiento del camión o cargador mientras
maniobra y/o descarga el material estéril.

Al llegar al sector del botadero, el


conductor debe hacerlo a una velocidad
prudente y teniendo como guía el cordón
de seguridad, el que nunca debe usarse
como freno.
La operación de descarga (levantando y girando el
balde del cargador, o levantando la tolva del camión),
debe hacerse de manera lenta hasta la descarga total
del material estéril. Posteriormente, se debe bajar la
tolva del camión o el balde del cargador, antes de
trasladarse nuevamente al lugar de carguío u otro
lugar de destino.

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