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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES LETICIA ROMAGNOLI

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES 32267989


CARRERA DE SOCIOLOGÍA
2º CUATRIMESTRE 2009
Cátedra: Christian Castillo

MATERIA: SOCIOLOGÍA DE LOS PROCESOS REVOLUCIONARIOS

2º Parcial Domiciliario
a ser desarrollado en el marco del 2º cuatrimestre de 2009

Consignas:

1) Analice uno de los procesos revolucionarios vistos en la segunda fase de la materia.


Posibilidades: Revolución china de 1925-27; Revolución China de 1949; Revolución boliviana de
1952; Revolución cubana de 1959; Revolución húngara de 1956 y/o otros procesos de
“revoluciones políticas”.

Para el análisis del mismo tome en cuenta los siguientes conceptos y problemas (la redacción
del trabajo no tiene por qué seguir este orden sino que debe ser libre, a elección del estudiante)

a- Características que definen al proceso revolucionario: carácter del mismo, contenido social,
tareas sociales y políticas que se plantea la revolución (Lenin, Trotsky, Scokpol, Barrigton
Moore)
b- Características que adopta la dualidad de poderes o soberanía múltiple (Trotsky, Lenin, Tilly)
c- Características que adopta la estrategia político-militar en la revolución (Lenin, Trotsky,
Deutscher, Moreno, Mao, Guevara, entre otros)
d- Indique cuál es el resultado del proceso revolucionario.

2) Luego de la revolución rusa de octubre de 1917 se inicia un proceso de burocratización que


Trotsky caracteriza como “termidor soviético”, concepto en el que se ponen en juego las
similitudes y diferencias entre el proceso de reacción dentro de la revolución francesa del siglo
XVII y la revolución Rusa de 1917.

a- Indique las principales condiciones históricas que dan origen al proceso termidoriano ruso.
b- Indique cuál es la principal diferencia que lo separa de su antecedente francés.
1)

b.-

Hungría: Fin de la guerra y lucha por el poder

Los consejos y la revolución política contra la burocracia

La revolución húngara de 1956, fue un movimiento espontáneo nacional contra el gobierno


stanilista de la República Popular de Hungría y sus políticas impuestas por la URSS, en el que
surgieron consejos revolucionarios, a nivel nacional, que asumieron la autoridad gubernamental
local, llegando a negociar y sofocar la actividad de las milicias revolucionarias, así como también
la ocupación soviética.

Ahora bien, este abierto, nítido y explosivo poder dual se desarrollaba entre el poder de la
burocracia (base de los partidos comunistas, unificados en la Guardia Nacional de Budapest,
cuyo máximo dirigente era Imre Nagy) y el poder obrero, representado por comités en cada
aldea y consejo fabril, haciéndose cargo tanto de la continuidad de las medidas de lucha como
de mantener la producción en las fábricas, tendían a aglutinar a toda la Hungría obrera y
popular, concentrando todas sus reivindicaciones; y cuya triple meta era: independencia
nacional, estructura política democrática civil y conservación de los logros sociales.

Sin embargo, La razón fundamental de que no se haya impuesto el poder obrero, ha sido la
falta de un partido revolucionario. La carencia de una dirección revolucionaria le quitó
centralización, homogeneidad y objetivos precisos al movimiento. En Hungría estaba planteada
la revolución política, la lucha no sólo contra la opresión soviética, sino también contra la
burocracia nacional. Pero las debilidades del movimiento obrero mundial se deben también a
que la clase obrera mundial no llegó a comprender más que débilmente el verdadero carácter de
la revolución húngara, y su carácter difuso facilitó la subsistencia del gobierno de Nagy así como
fueron las tremendas vacilaciones las que hicieron posible la represión del Ejército Rojo.

El desarrollo de los consejos obreros es el elemento subjetivo más avanzado del proceso
húngaro. Habiendo surgido como una iniciativa de la burocracia de los sindicatos y de la
administración de los complejos industriales para conservar el control sobre los obreros, los
consejos son rápidamente transformados en organismos centralizadores de la lucha de masas
por el proletariado, que desplaza a los burócratas y elige sus propios representantes.
Los delegados obreros de las distintas secciones componían el consejo de fábrica. Éstos se
coordinaban a través de consejos de distritos. Así surgirá el Consejo Central del Gran -
Budapest, jugando un papel de avanzada ante la ausencia de un organismo de verdadero
alcance nacional. Los reclamos de los consejos, eran retiro de las tropas soviéticas, elecciones
mediante escrutinio secreto en base al sistema multipartidario, formación de un gobierno
democrático, propiedad realmente socialista de las fábricas y de ninguna manera capitalista,
mantenimiento de los consejos obreros, restablecimiento de los sindicatos independientes
respeto al derecho de huelga, libertad de prensa, de reunión, de religión, en suma todos los
grandes objetivos de la revolución.

El surgimiento de la dualidad de poderes planteaba la siguiente alternativa: o el proletariado y


las masas oprimidas llevaban el proceso revolucionario hasta el final, barriendo a la burocracia e
instaurando la democracia obrera de los consejos; o el núcleo duro de la burocracia del PC
húngaro, apoyándose en las bayonetas soviéticas le generaba una derrota a la clase obrera,
recrudeciendo el dominio burocrático y a la vez que expropiaba por arriba algunas demandas del
movimiento. Finalmente se impuso la segunda alternativa.

De esta manera los consejos quedarían imposibilitados de resolver la dualidad de poderes a


favor del proletariado. Este déficit estratégico del gran proceso revolucionario está directamente
relacionado con la inexistencia de un partido revolucionario que se diera una estrategia
independiente de todas las fracciones de la burocracia, impulsara la extensión y centralización
nacional de los consejos obreros y se planteara la conquista del poder para restablecer la
democracia obrera sobre la base de la economía planificada (proceso que Trotsky denominaba
de revolución política), con la perspectiva de conquistar una nueva trinchera de la revolución
internacional.

2)

a y b.

La Burocratización del estado obrero soviético

Hemos analizado en la primera parte de la materia, que los resultados concretos de la


revolución de 1917 no eran ni socialistas ni burgueses sino capitalistas de Estado.

Era la creencia de Trotsky que Stalin destruiría la naturaleza capitalista-estatal de la economía a


favor de una economía burguesa. De esto iba a tratarse el Termidor; en referencia al 9 Termidor
de 1794, cuando el ala de derechas de los jacobinos se alió con el centro para derrocar a
Robespierre, iniciando así el camino de la reacción política que acabó con la dictadura
bonapartista de Napoleón.

En sus artículos de 1929, Trotsky explica la situación de la siguiente manera:

"Me refiero principalmente al problema del Termidor y, por esa misma razón, al carácter de
clase del Estado soviético. La fórmula del Termidor es, desde luego, como toda analogía
histórica, condicional. (...) El Termidor señala la primera etapa victoriosa de la contrarrevolución,
es decir, la transferencia directa de poder de manos de una clase a otra: esta transferencia,
aunque viene acompañada inexorablemente de guerra civil, queda, no obstante, oculta
políticamente por el hecho de que la lucha se libra entre dos fracciones de un partido que hasta
ayer estaba unido. (...) Indica el pasaje directo del poder a manos de otra clase, tras lo cual la
clase revolucionaria sólo puede recuperar el poder mediante una insurrección armada. Esta, a
su vez, exige una nueva situación revolucionaria, cuyo comienzo depende de un complejo de
causas locales e internacionales". (Trotsky, Escritos 1929-30, pp.386-7).

Por extensión, se puede considerar Termidor como aquel punto en una revolución en que
empieza a notarse cierto cansancio, reflejándose en una retirada que prepara el camino para la
reacción abierta. Se pueden achacar entonces los orígenes de la reacción estalinista en Rusia a
un estado de ánimo difuso entre los funcionarios soviéticos y la pequeña burguesía al final de la
guerra civil de que ya era hora de parar las innovaciones revolucionarias y ponerse a
"restablecer el orden". Así de lo que se trataba era de una serie de contrarrevoluciones políticas
sobre las mismas relaciones de propiedad burguesas. Utilizando esta analogía por comparación,
Trotsky revela el carácter y la dinámica del estalinismo, no como un sistema de explotación de
una nueva clase, sino como parasitismo social en el Estado obrero.

La contrarrevolución política de la burocracia liquidó completamente el régimen de democracia


obrera soviética, pero no destruyó las nuevas relaciones de propiedad establecidas por la
revolución de octubre. La burocracia, elevándose por encima de los trabajadores, intentó regular
estas contradicciones en su propio interés. Al final, estableció un régimen de absolutismo
burocrático, en el que se había expropiado a la clase obrera de sus derechos y su voz en la
dirección de la sociedad.

La burocratización de la URSS no correspondió a la influencia de la burocracia del aparato


estatal zarista, sino que se realizó merced a la paulatina degeneración del propio partido
bolchevique. Fue, pues, la burocracia del partido, la nueva burocracia surgida en su mismo
seno, la que gracias a su ejercicio del poder pudo burocratizar el Estado también nuevo. Sus
causas son múltiples, la primera su abandono de toda perspectiva revolucionaria internacional
para acogerse a la engañosa teoría del socialismo en un solo país, resultando esencialmente
contrarrevolucionaria. Y al igual que toda contrarrevolución siguió un proceso de violencia, como
atestigua la destrucción y aniquilamiento físico de los mejores cuadros del bolchevismo.

La vanguardia revolucionaria del proletariado fue absorbida en parte por los servicios del Estado
y poco a poco desmoralizada, en parte fue destruida en la guerra civil; y en parte, fue eliminada
y aplastada. Las masas fatigadas y desengañadas sólo sentían indiferencia por lo que pasaba
en los medios dirigentes. El cansancio de las masas y la desmoralización de los cuadros
contribuyeron también en el siglo XVIII a la victoria de los Termidorianos sobre los jacobinos. Sin
embargo, la principal diferencia con el Termidor de 1794 es que en éste, se produjo el traspaso
del poder de algunos grupos de la Convención a otros, de uno a otro sector del “pueblo”
victorioso. El cambio social que se dio entre 1789 y 1793 fue de carácter burgués. En esencia se
redujo a la sustitución de la propiedad feudal fija por la “libre” propiedad burguesa. La
contrarrevolución “correspondiente” a esta revolución tendría que haber significado el
restablecimiento de la propiedad feudal. Pero el Termidor ni siquiera intentó tomar esta
dirección. Robespierre buscó apoyo entre los artesanos, el Directorio entre la burguesía
mediana. Bonaparte se alió con los banqueros. Todos estos cambios, que por supuesto no sólo
tenían un sentido político sino también un sentido social, se dieron sin embargo sobre la base de
la nueva sociedad y el nuevo estado de la burguesía. El Termidor fue la reacción actuando
sobre los fundamentos sociales de La Revolución.

Nuevamente, en la Revolución Francesa, no se trataba de restaurar las viejas formas de


propiedad o el poder de los antiguos sectores dominantes sino de dividir las ganancias del
nuevo régimen social entre los distintos sectores del victorioso “Tercer Estado”. La burguesía se
fue haciendo dueña de mayores posesiones y de más poder (ya sea directa e inmediatamente o
a través de agentes especiales como Bonaparte), pero no atentó en lo mas mínimo contra las
conquistas sociales de la Revolución;
Bibliografía.

Los peligros profesionales del poder, CH Rakovski


http://www.marxists.org/espanol/rakovski/1928/08-1928.htm

Qué es la URSS?, Trotsky, L


http://www.marxists.org/espanol/trotsky/1930s/rt/09.htm

Tesis de la revolución permanente, Trotsky, L


http://www.marxists.org/espanol/trotsky/revperm/rp10.htm

La actualidad del análisis de Trotsky frente a las nuevas (y viejas) controversias sobre la
transición al socialismo
por : Claudia Cinatti
http://www.ft-ci.org/article.php3?id_article=118

Pierre Broué, La revolución húngara de los consejos obreros, pp75

http://www.ceip.org.ar/HungriaInterior.pdf

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