El abuelo Joe era el más anciano de los cuatro abuelos. Con sus 92 años, era un hombre de gran sabiduría y experiencia. Su rostro arrugado contaba historias de décadas pasadas, y su mirada tranquila irradiaba una calidez que atraía a todos a su alrededor.
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El abuelo Joe era el más anciano de los cuatro abuelos. Con sus 92 años, era un hombre de gran sabiduría y experiencia. Su rostro arrugado contaba historias de décadas pasadas, y su mirada tranquila irradiaba una calidez que atraía a todos a su alrededor.
Título original
El abuelo Joe era el más anciano de los cuatro abuelos
El abuelo Joe era el más anciano de los cuatro abuelos. Con sus 92 años, era un hombre de gran sabiduría y experiencia. Su rostro arrugado contaba historias de décadas pasadas, y su mirada tranquila irradiaba una calidez que atraía a todos a su alrededor.
El abuelo Joe era el más anciano de los cuatro abuelos. Con sus 92 años, era un hombre de gran sabiduría y experiencia. Su rostro arrugado contaba historias de décadas pasadas, y su mirada tranquila irradiaba una calidez que atraía a todos a su alrededor.
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El abuelo Joe era el más anciano de los cuatro abuelos.
Tenía noventa y seis años y medio, y ésa
es una edad muy respetable para cualquiera. Era débil y delicado como toda la gente muy anciana y hablaba muy poco a lo largo del día. Pero por las noches, cuando Charlie, su adorado nieto, estaba en la habitación parecía, de una forma misteriosa, volverse joven otra vez. Todo su cansancio desaparecía y se ponía tan ansioso y excitado como un niño. —¡Qué hombre es este señor Willy Wonka! — gritó el abuelo Joe—. ¿Sabías, por ejemplo, que él mismo ha inventado más de doscientas nuevas clases de chocolatinas, cada una de ellas con un relleno diferente, cada una mucho más dulce, suave y deliciosa que cualquiera de las que puedan producir las demás fábricas de chocolate? —¡Es la pura verdad! —gritó la abuela Josephine—. ¡Y las envía a todos los países del mundo! ¿No es así, abuelo Joe? —Así es, querida mía, así es. Y también a todos los reyes y a todos los presidentes del mundo. Pero no sólo fabrica chocolatinas. ¡Ya lo creo que no! ¡El señor Willy Wonka tiene en su haber algunas invenciones realmente fantásticas! ¿Sabías que ha inventado un método para fabricar helado de chocolate de modo que éste se mantenga frío durante horas y horas sin necesidad de meterlo en la nevera? ¡Hasta puedes dejarlo al sol toda una mañana en un día caluroso y nunca se derretirá!