El Cosmos Viviente

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El Cosmos Viviente

Después de Galileo y especialmente de Copérnico, hemos desarrollado una nueva visión de nuestro Universo y de nuestro
lugar en él. De una posición egocéntrica nos dimos cuenta que no éramos el centro del sistema solar, ni estamos el
centro de la galaxia, y que nuestra galaxia es una de miles de millones. Somos parte de un vasto universo de extensión
inimaginable no sólo en el espacio, sino también en el tiempo.

En la evolución del Universo se distinguen ciertos hechos fundamentales:

Hace 13.800 millones de años ocurrió un evento que se conoce como el big bang donde, de una zona muy densa y
concentrada del espacio, nació el universo y el tiempo.

En el planeta Tierra surgió y evolucionó la vida hace unos 3.800 millones de años.

Después de 2.000 años, Demócrito y Leucipo primero especularon que si alguien divide, y divide la materia, tenía que
llegar finalmente a algo que llamaron átomos. Toda la variedad de cosas que observamos, de todo lo que vemos,
incluyéndonos, somos producto de tan sólo combinaciones de elementos químicos que a su vez son combinaciones de
tres cosas fundamentales: electrones, protones y neutrones.

Con el avance de la geología, pudimos medir la edad de las rocas y mediante estudios de radiactividad hemos
constatado que ocupamos una infinitesimal porción del tiempo desde que se formó la Tierra. Ni siquiera estamos hechos
de lo que más abunda en el universo, pues recientemente somos conscientes de que existe una gran cantidad de materia
oscura, que parece no estar hecha de lo que nosotros estamos hechos.

Si pensamos de dónde vienen los átomos que vemos en una tabla periódica ordenados por el número de protones que
tienen en el núcleo. El hidrógeno, que es simplemente un protón, el átomo más sencillo y el más común en el universo, el
carbono, nitrógeno y oxígeno, porque de estos átomos, quizá con pequeñas tasas de algunos otros, estamos hechos
nosotros. El helio, que es el átomo que sigue al hidrógeno en complejidad, y que fue descubierto en el sol. Cuando uno
hace un estudio del entorno del sistema solar, y de otras estrellas, e intenta ver la abundancia relativa de los diferentes
elementos, descubre que no todos los elementos de la tabla periódica tienen la misma abundancia. Hay muchísimo más
hidrógeno que todos los demás elementos juntos. Carbono, nitrógeno y oxígeno son los que le siguen en abundancia
cósmica típica en el universo. El hierro es muy común, y también vemos que hay como una dicotomía, ya que después
del hierro y el níquel hay una gran cantidad elementos que están muy por debajo de los anteriores, en factores de
millones, de promedio en el universo. Cuando alguien ve algo así, se pregunta por qué estos elementos son comunes y
esos otros no. Por de pronto es curioso que nosotros, que vivimos en un planeta mayormente hecho de silicio, hierro,
aluminio y magnesio, en realidad no estamos hechos de esos elementos, sino que nosotros, la vida, los organismos,
estamos hechos de los elementos más abundantes en el universo. Esto nos conecta con las estrellas, de las cuales hay
miles de millones, en configuraciones que se llaman galaxias. En términos físicos nuestro lugar en el universo es muy
pequeño. Están verdaderamente muy lejos unas estrellas de otras; cada año luz corresponde a esta cantidad
impronunciable de kilómetros y por eso se utiliza por los astrónomos; como comparación, digamos que la luz del sol
tarda aproximadamente ocho minutos en llegar hasta la tierra. La estrella más cercana está a cuatro años luz y
cualquier estrella típica va a estar a cien o a mil años luz de nosotros. Nuestra estrella más cercana es el Sol y es la
fuente de vida en nuestro planeta. En el Sol se ha convertido un elemento en otro, hidrógeno a helio, helio en carbono.
Tres núcleos de helio que producen carbono, un carbono podría chocar con otro carbono y producir neón, el oxígeno
puede producir silicio, el silicio convierte a níquel, etc. Hoy en día se conocen una gran cantidad de cadenas de
reacciones nucleares que ocurren en el interior de las estrellas a muy alta temperatura producen energía y en las que los
productos son todos los otros elementos de la tabla periódica.

El secreto de las estrellas es no sólo que pueden producir copiosamente energía durante miles de millones de años y
brillar como las vemos el cielo, sino que nos explican de dónde vienen los elementos químicos con gran detalle, cuáles
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son las reacciones que producen más o menos energía, y esos detalles son los que explican estas diferencias que hay
entre proporción de unos elementos y otros. Cuando la estrella llega a un punto en que ya ha producido todos los
elementos que puede llegar a producir dada su masa y su temperatura, muere. Las estrellas nacen y mueren, y muchas
veces hay un proceso por el cual la estrella lanza sus capas atmosféricas superficiales hacia el espacio, conteniendo los
elementos que antes no había en él. Es decir, la estrella produce carbono, nitrógeno, oxígeno, calcio, magnesio y al morir
los manda hacia el espacio en lo que podríamos decir que es una fertilización del mismo.

En las estrellas pequeñas, el proceso de fusión sólo llega hasta el carbono. No tienen fuerza para continuar. Por eso el
carbono abunda tanto en el Cosmos. Sin embargo, en las grandes estrellas masivas la cadena de fusión continúa. La
fusión de protones continúa, cada vez más rápidamente, hasta llegar al hierro, en forma de gas. Cuando el núcleo de la
estrella se convierte en hierro, la explosión es inminente. Cuando una supernova explota, todos los gases y materiales
pesados de su núcleo salen despedidos al espacio con una violencia inimaginable. Los elementos de la vida se dispersan
por todo el Cosmos.

Se forman los elementos básicos para la vida: además del hidrógeno y el carbono que ya teníamos, se forman el
nitrógeno y el oxígeno. El agua, tan importante para la vida, es la combinación de hidrógeno y oxígeno. También se
forma en el interior de las supernovas, que luego la desprenden en forma de vapor cuando explotan.

Así pues, si empezamos con un universo de hidrógeno nada más, necesitamos a las estrellas para que se vaya
acumulando el material necesario para, eventualmente, poder formar finalmente estrellas con sistemas planetarios
capaces de llegar a generar el proceso de la biología. Cuando la estrella llega a generar un elemento clave, que es el
hierro las reacciones cambian, y pasan de producir energía, a requerirla. Una estrella que se encuentra en ese punto
pasa a una muerte catastrófica, a un colapso que lleva a una explosión que llamamos supernova.

En una imagen del telescopio espacial Hubble podemos ver restos de una supernova que ocurrió en el año 1054 y que
fue observada por astrónomos chinos. En estos procesos de la supernova se producen los elementos de la tabla
periódica más pesados que el hierro. Eso refleja el diferente proceso en que se forman los elementos. En la muerte de
una estrella por una explosión violenta se producen los elementos más pesados que el hierro, como el oro o el platino,
los materiales que son escasos justo por eso. Es la única forma en que sabemos que es posible producir estos elementos.

En 1992 se descubrió el primer sistema planetario alrededor de otras estrellas en nuestra galaxia. Hoy se han
descubierto ya más de 3400. La forma en que se descubren estos sistemas planetarios se basa en los efectos que tienen
los planetas sobre su propia estrella.

Cuando miramos la biología, vemos que un 98% de la materia viva se compone de los mismos materiales que son los
más abundantes del universo. Además, cuando miramos y comparamos los organismos, vemos que tienen una similar
bioquímica, usan los mismos materiales, los mismos 20 aminoácidos, el mismo código genético se utiliza en casi todos
los organismos, las mismas cinco bases para el DNA y el RNA. Hay una unicidad en la gran diversidad que observamos;
es el mismo proceso que observamos en el mundo material reducido a átomos; el mundo biológico se reduce a una
cantidad de reacciones del mismo tipo, los mismos procesos, y las mismas estructuras. Todo lo cual sugiere un único
origen para la vida, tal como la conocemos nosotros en la Tierra. El registro fósil es la ventana principal de la historia de
la vida en el planeta, y nos ha enseñado muchas cosas. Entre ellas, que la vida ha evolucionado: había formas de vida en
el pasado que no hay en el presente, y hay formas de vida del presente que no existían el pasado. Particularmente, lo
más normal sobre la tierra es que en las especies se extingan; viven por un tiempo y después desaparecen del registro.
También sabemos que ha habido episodios de extinciones masivas, la última es la famosa en que desaparecen los
dinosaurios, y da lugar al surgimiento de los mamíferos. No sabemos cómo surgió la vida, pero sí que vemos un proceso
en el cual se comienza con organismos unicelulares, células primitivas, células más complejas, y luego organismos
multicelulares; y en algún momento aparecen los humanos.
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La propia ciencia resultado de nuestra curiosidad es el descubrimiento más importante de la ciencia. El hecho de ser
científicos es resultado de un proceso evolutivo y adaptativo. Este conocimiento científico es producto del esfuerzo de
figuras como Galileo, Newton, Maxwell, Einstein, Planck, Darwin. Nuestra supervivencia depende y dependerá de la
ciencia y la tecnología al servicio del ser humano.

Lo único que nos diferencia del resto de compañeros de vida de este planeta es que somos conscientes de que existimos,
y naturalmente pensamos y hacemos cosas que no debiéramos hacer: quizá lo que necesitamos estos días no es sólo
inteligencia, sino también sabiduría, que parece que nos falta. Pero hay que ponerlo en perspectiva: homo sapiens tiene
unos 200.000 años sobre la tierra, y por otro lado la ciencia moderna que nos enseña estas cosas corresponde quizá al
1% de nuestra existencia. Es decir, quizá no somos tan avanzados como pretendemos: estamos muy cerca de lo
primitivo, y nos cuesta desprendernos de esa herencia de 200.000 años de proceder de cierta forma.

No debiéramos preocuparnos de un impacto con un asteroide sino de la explosión que ocurre en la Tierra. Es la lenta
explosión demográfica que pasará de unos 7.000 millones de humanos en el año 2011 a unos 9.500 millones en el año
2050 y 10.900 millones el 2100.

El producto de toda la actividad humana es un incremento del contenido atmosférico de gases de invernadero, en
particular el dióxido de carbono, lo que ha llevado a un alza de la temperatura media del planeta.

“No heredamos la tierra de nuestros padres, sino que la tomamos prestada de nuestros hijos”. "Nous n'héritons pas de
la terre de nos ancêtres, nous l'empruntons à nos enfants" proverbio africano citado en "Terre des Hommes" de Saint-
Exupéry (1939).

Somos, literalmente, hijos de las estrellas. El hierro que en este momento corre por nuestra sangre, el calcio de los
huesos que nos mantiene en pie, el carbono de nuestro ADN, el oxígeno que respiramos... todo, nació de la fusión de
protones en el interior de alguna estrella.

Nuestros antepasados miraban a las estrellas con reverencia y temor. Les hacían ofrendas y les levantaban
monumentos. De algún modo, sentían su vida ligada a ellas. Somos la primera generación en la historia de la humanidad
que ha perdido las estrellas. Con la contaminación lumínica y ambiental dejamos de verlas. Y de mirarlas. Hemos perdido
el recuerdo de que somos materia estelar, hijos de las Estrellas.

Nosotros hablamos en nombre de la Tierra. Debemos nuestra obligación de sobrevivir no sólo a nosotros sino también a
este Cosmos, antiguo y vasto, del cual procedemos“ Carl Sagan. Somos el resultado de miles de millones de años de
evolución del Universo….Hasta lo que sabemos somos ”El Cosmos mismo viviente, consiente de sí mismo y de su
evolución!” ….por cuánto tiempo más? Existirán en algún lugar de este Universo otras muestras de esta evolución?

El calendario cósmico es una escala en la que el periodo de vida del universo se extrapola a un calendario anual; esto es,
el Big Bang tuvo lugar en el 1 de enero cósmico, exactamente a medianoche y el momento actual es la medianoche del
31 de diciembre. En este calendario, el sistema solar aparece recién el 9 de septiembre, la vida en la Tierra surge el 30 de
ese mes, el primer dinosaurio aparece el 25 de diciembre y los primeros primates el 30. Los más primitivos Homo sapiens
aparecen diez minutos antes de medianoche del último día del año, y toda la historia de la humanidad ocupa solo los
últimos 21 segundos.

“A veces me pregunto por qué paso las noches solitarias soñando con una canción…La melodía despierta mi recuerdo y
estoy una vez más de nuevo contigo, cuando nuestro amor era nuevo, y cada beso una inspiración…pero eso fue mucho
tiempo atrás, y ahora mi consuelo está en el polvo de estrellas de una canción” (Polvo de estrellas; Hoagy Carmichael –
Mitchell Parish)

Mario Flores, Ingeniero Civil Químico, Universidad de Chile, 30 nov 2016

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