El Descubrimiento de América
El Descubrimiento de América
El Descubrimiento de América
Los navegantes debían también aprender a regir los nuevos tipos de barcos
que sustituían a la antigua galera mediterránea: la carabela castellana y el
barinel portugués. Estas embarcaciones, mucho más ligeras y equipadas con
los modernos instrumentos de navegación, podían aprovechar cualquier viento
y resistían mejor los embates de las mareas y los vendavales, siendo
especialmente aptos para largos trayectos. Con todo ello, los marinos podían
alejarse considerablemente de la costa, hasta perderla de vista, sin desconocer
su situación; sin embargo, se precisaba una dosis adicional de arrojo y de
intuición para alejarse de las inexploradas costas africanas, y más aún para
aventurarse por el ignoto Atlántico.
Enrique el Navegante
Los portugueses, más adelantados que los españoles, fueron los primeros y
principales impulsores de la expansión europea. Enrique el Navegante
estableció un centro de estudios náuticos en el cabo San Vicente, donde reunió
a los más destacados geógrafos, cosmógrafos y marinos. Allí se examinaron
todas las teorías geográficas en boga, con la esperanza de alcanzar, por mar,
territorios lejanos para difundir la religión católica, ensanchar los territorios del
reino y aumentar sus recursos. Sus esfuerzos se vieron recompensados con
numerosos descubrimientos y con el establecimiento de prósperas colonias en
los archipiélagos atlánticos y en las costas de África, y culminarían, casi
cuarenta años después de su muerte, con la expedición de Vasco da Gama
(1497-1499), quien, al alcanzar la India bordeando el continente africano, abrió
para los portugueses una nueva ruta comercial entre Europa y Asia.
Toscanelli situó Catay y Cipango (China y Japón) a una distancia asequible en carabela
Con unas cartas para el Gran Kan y las instrucciones para organizar la armada,
Colón se marchó al puerto de Palos de la Frontera, enclave que fue elegido
como punto de partida por contar con una buena flota y con marineros
experimentados en navegaciones atlánticas.
El descubrimiento de América
Lo que Colón halló en este segundo viaje fue, en realidad, la ruta más rápida y
segura para navegar a América. En sólo veintiún días consiguieron llegar a las
islas Deseada y Dominica, y descubrir a continuación Guadalupe, Monserrat y
Puerto Rico. En la costa norte de Haití, donde se hallaba el fuerte La Navidad,
Colón supo que los treinta y nueve hombres que había dejado en el primer
viaje habían sido asesinados, según le dijeron, por el cacique Caonabó y sus
compañeros. El 6 de enero de 1494 Colón fundó en ese lugar La Isabela,
primera población española en América. Desde ella mandó algunas
expediciones en busca de oro, del que remitió algunas muestras a España, y
propuso a la corona que autorizara el intercambio de ganado y vituallas por
esclavos indios caribes. En abril se trasladó a Cuba y poco después a Jamaica.
Tercer viaje
Cuarto viaje