Hora Santa Mes de Junio
Hora Santa Mes de Junio
Hora Santa Mes de Junio
Señor Jesús:
en esta hora de la tarde queremos adorar tu Presencia Eucarística. Tú, que eres
Profeta, haz que tu Palabra resuene en nuestro corazón y nuestra palabra sea
eco de la tuya. Tú, que eres Sacerdote, haz que nuestra ofrenda y oración
lleguen al Padre, como incienso, y le ofrezcamos el gozo y el llanto de la
humanidad de hoy. Tú, que eres Rey, haz que nuestra entrega a Ti sea servicio
generoso a nuestros hermanos necesitados.
San Pablo, que ha expresado en esas dos palabras toda la obra redentora de
Jesús: "Me amó y se entregó por mí”23, ha definido [...] al Corazón de Jesús,
del modo que puede ser definido con palabras de la tierra: "El que me amó y
se entregó a sí mismo por mí". ¡Así! ¡Sin adverbios que limiten, condicionen
o califiquen la acción inmensa de esos dos verbos! El Evangelio es el relato
de una vida y de una doctrina, no sólo de un Jesús que pasó, que hizo, que
dijo..., sino de un Jesús que está viviendo en el cielo y en los Sagrarios de la
tierra, en su Cuerpo místico, la Iglesia, y en el alma de los justos. […]
Ese libro, en suma, escrito ayer, cuenta con palabra infalible lo que Jesús hizo
y dijo ayer, amándome y entregándose por mí. Lo que hace y dice hoy. Y lo
que hará y dirá mañana y eternamente, conjugando los mismos verbos: amar y
entregarse. Este aspecto del Evangelio me regala esta gratísima noticia: Por él
yo puedo sentir las palpitaciones del Corazón de Jesús, no ya durante un
período de su acción o de su vida, sino de todos los períodos y de toda su vida
mortal, celestial, eucarística, mística y eterna. [...]
Como el agua del arroyo exhala frescura y humedad, aunque nadie se acerque
a sus riberas, como la rosa exhala perfumes, aunque nadie se incline a olerla,
así el Corazón de Jesús que vive en el Sagrario está siempre exhalando virtud,
abandonado y solo……Pero, ¿en dónde me encontraré con Él? ¡Soberana
realidad de los Sagrarios cristianos, ven a dar a mi alma la respuesta y la
seguridad de su dicha! Dile que sí, que el Jesús de la virtud aquella vive
todavía y vive muy cerca de mí, junto a mi casa, ¡en el Sagrario!
Di a mi alma y di a todas las almas que quieran oír, que en el Sagrario vive el
mismo Jesús de Jerusalén y Nazaret, con su mismo Corazón tan lleno, tan
rebosante de virtud de sanar y tan abierto para que salga perennemente en
favor de todos... (...)
¡JESÚS SACRAMENTADO! En esa oscuridad, en que el abandono de los
hombres te tiene sumergido, te confieso Luz de la luz de Dios y única Luz del
mundo.
En ese silencio, a que voluntariamente te has reducido ahí, yo te proclamo
Palabra substancial de Dios y única Palabra creadora, restauradora,
glorificadora y deificadora.
En esa inmovilidad, a que te has obligado ahí, yo te reconozco Vida de Dios y
única Vida de todo lo que vive.
SILENCIO MEDITATIVO
Canto: Ya
HORA SANTA: SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Introducción: Señor, aquí estamos ante ti. Queremos buscarte con amor. Nuestra alma tiene
sed de ti, todo nuestro ser suspira por ti. Queremos orar con el corazón, con toda nuestra
atención puesta en ti Jesús, hacia tu corazón, por eso danos la ayuda, la fuerza de tu Espíritu
Santo. En esta hora vamos a orar desde el corazón, desde nuestro pequeño corazón
humano, pero que cuando se une a tu Corazón manso y humilde es ilimitado, no se puede medir,
es infinito... como el tuyo.
Reflexión: Nadie ha visto a Dios tal como es en sí mismo. Y, sin embargo. Dios no es del todo
invisible para nosotros, no ha quedado fuera de nuestro alcance. Dios nos ha amado
primero, dice la Carta de Juan, y este amor de Dios ha aparecido entre nosotros, se ha hecho
visible, pues “Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él” (1Jn 4,9).
Dios se ha hecho visible: en Jesús podemos ver al Padre. La Eucaristía ha brotado del Corazón
de Jesús. Es el mayor regalo del Corazón de Jesús en la Última Cena. La eucaristía tiene su
centro en el amor, y el amor proviene del corazón. En la Eucaristía se encuentra palpitante el
Corazón de Cristo, que ama intensamente al Padre y a los redimidos por su muerte y
resurrección. La eucaristía es el corazón vigilante, atento y amoroso de Jesús, que nos ve,
escucha, atiende, espera, ama, consuela, anima y alimenta.
fiesta.¡Corazón de Jesús! ¿Qué podremos decirte hoy que o te hayamos dicho ya muchas
veces? ¿Qué ofrecerte de lo nuestro que no sea ya tuyo?¡No tenemos nada nuevo!Y después de
todo ¿quién ha dicho que el amor se pague de novedades?Es verdad, Señor; todavía te seguimos
buscando en donde nadie te busca. Y te decimos con el corazón lleno de amor y de compasión:
Aunque todos... nosotras no.Canto (escuchado)-El Corazón de Jesús está aquíEso es estar el
Corazón de Jesús en el sagrario, poner en actividad infinita un amor y una paciencia.-El Corazón
de Jesús está mirándome¡Sí, Él me sigue con su mirada!-El Corazón de Jesús está escuchandoY así
sigue viviendo en el Sagrario: escuchando a todos y todo.-El Corazón de Jesús está sembrandoEs
la pureza, la humildad en persona, la abnegación y la bondad por excelencia, las que van a
ser sembradas.-El Corazón de Jesús está dando el mayor amorTú dijiste: “Nadie tiene mayor
amor que el que da su vida por sus amigos...”, a no ser el que ha inventado la Eucaristía para
darla todos los días y todas las horas. ¡Este sí que es el mayor amor perpetuado en una
locura!-El Corazón de Jesús está llamando a los que quiereTe puse: para que fueras la mana que
siempre señalara hacia mi, la voz que de mi siempre hablara, el pie que hacia mi siempre se
dirigiera, el corazón que siempre me quisiera... En una palabra: te puse para contar contigo.