Conversando Con Tununa Mercado

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Foro 147

Andrea Pagni
Tununa Mercado
conversando con Tununa Mercado ha publicado los siguientes libros:

Itinerarios de la memoria, Celebrar a la mujer como una pascua. Bue-


trazos de la escritura nos Aires: Jorge Álvarez 1967 (Men-
ción Casa de las Américas).
Canon de alcoba. Buenos Aires: Ada Kom
1988 (Premio Boris Vian).
En estado de memoria. Buenos Aires: Ada
Conocí a Tununa Mercado personal- Kom 1990.
mente en Eichstiitt, por mayo de 1993, con La letra de lo mínimo. Rosario: Beatriz Vi-
motivo de un congreso que reunió a escri- terbo 1994.
, . .
tores y crtttcos argentinos, uruguayos y La madriguera. Buenos Aires: Tusquets
alemanes para reflexionar sobre lo que se Editores 1996.
escribía entonces a ambas orillas del Río
de la Plata. Volvimos a vemos en Buenos
Aires al año siguiente, y nos encontramos Desde el noveno piso del edificio don-
a tomar un café en el bar La Paz, sobre Co- de ella vive con los suyos, el paisaje de
rrientes. Cuando el año pasado leí el traba- azoteas y techos de Buenos Aires aparecía
jo de Alberto Giordano que aparece publi- iluminado con el último sol; separado por
cado en este mismo número, le escribí a un angosto abismo, al otro lado de la ven-
Tununa Mercado contándole que íbamos a tana se levantaba el muro del edificio ve-
publicar ese artículo sobre En estado de cino. Esa tarde del 6 de octubre nos inte-
memoria, y proponiéndole una entrevista. rrumpió la conferencia de prensa en la que
Habíamos acordado reunimos una tar- Chacho Alvarez renunciaba indeclinable-
de, durante mi viaje a Buenos Aires, para mente a la vicepresidencia de la nación, y
hablar sobre la memoria. Por no llegar tar- sentadas frente al televisor, decidimos
de a la cita llegué media hora antes y me continuar la charla unos días más tarde.
senté a dejar que transcurriera en un bar Todo esto que puede parecer, como in-
frente a la plaza Rodríguez Peña, dedicada troducción, bastante banal, no es sino un
a releer las últimas páginas de En estado intento de transmitir, mínimamente, la at-
de memoria y a pensar en esa plaza. Por- mósfera en que fueron hilvanadas las
que la de Rodríguez Peña no es una plaza palabras que siguen, en esas tardes, en
cualquiera, es una caja de resonancias lite- aquel lugar que estas líneas evocan ahora.
rarias. Allí había descubierto la narradora
a Andrés, habitante de un banco, que usa AP: Hay, en tu libro En estado de memo-
de almohada un ejemplar de La historia ria, una reflexión insistente sobre la
de Perón, la novela de Tomás Eloy Mar- carencia, el despojo, el desamparo
t ínez. Y " la escritora Tununa Mercado, como condición estructurante de la
que tenía la costumbre de caminar con su narradora y de la escritura. ¿Podrías
perro a esas horas tardías, se cruzó con él hablar sobre el lugar desde el que te --
...
[un personaje de Santa Evita, de donde fue posible o necesario empezar a
cito, del mismo Tomás Eloy Martínez] en escribir ese libro?
la plaza Rodríguez Peña. [... ]A Tununa la TM: Hay una coherencia bastante notable
han conmovido siempre los hombres que entre todos estos núcleos del despo-
viven en esa plaza, a la intemperie." jo. No sólo ser despojada de la pro-
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pia escritura cuando se es una escri- humor, de chistes, con la familia,


tora fantasma sino también del cuer- con los amigos. Y me dije: si puedo
po en relación con la ropa, y una llorar y reírme de este modo, tengo
insatisfacción muy grande alrededor que volver.
de eso que va a cubrir el cuerpo, así Después, en el 86, cuando vinimos a
como también desamparo y decep- hacer la prueba, toda esa proyección
ción frente a la propia imagen en el a futuro -"hacer pie en Buenos
espejo. Otras señales del desamparo Aires", "un lugar donde sentarnos
son la intemperie, el no estar en la para ir viendo"-, de pronto convier-
lista. Es el despojo de la escritura te el regreso en el cierre para un
que se hace presente en el momento recomienzo. La figura es un círculo
en que uno se pone a escribir. En que, en el punto en que cierra, se
realidad, ponerse a escribir es ser relanza: a partir de ahí empieza otra
totalmente pobre. Sólo después, en etapa de mi vida. Necesito hacer ese

la escritura, se va poblando ese cterre, me parece que es como una
desierto o se va vistiendo esa desnu- resolución que tiene que tener todo
dez; y aun así, cuando ya se posee exilio, el regreso.
algo, comienza el desposeimiento: Surge entonces la fantasía de que
quitar, podar, corregir. iba a poder escribir. Era una fantasía
AP: Ese despojo fundamental tiene, en el también espacial, la de ordenar o
caso de la escritura de En estado de armar la casa: tener un telar, porque
memoria, también una circunstancia entretanto había aprendido a tejer
histórica precisa, la vuelta a la Ar- -cosa que aparece en algunos textos
gentina después del exilio en Mé- míos- y, enfrentada, una mesa con

XlCO ... la máquina de escribir.
TM: Fue por etapas: una puesta a prueba Pero se produjo un descenso a los
inicialmente, porque hasta entonces infiernos. Fue tan fuerte el reen-
no había cobrado forma la decisión cuentro con la Argentina que la ima-
de volver. Es como si hubiese habi- gen ideal de esa alternancia entre
do un descreimiento total de que la telar y máquina de escribir dejó de
situación pudiera cambiar alguna ser un sueño para convertirse en una
vez en la Argentina. Cuando vengo solución terapéutica. Como quien
por primera vez, ya en democracia, obedece a un mandato empecé a
en el 84, lo histórico, anecdótico, es escribir la primera escena del libro,
un viaje a Córdoba, la ciudad en que fue escrito como un flujo desde
donde nací y de la que me fui sin ese primer capítulo hasta el final.
darme cuenta de que tal vez ése ya AP: Quiere decir que no tenías un plan
era un "exilio". Mi padre había prevto ...

-oo...... muerto estando yo en México, en TM: No, la estructura se dio sola, al es-
N
plena dictadura y la visita al cemen- cribir, no hubo capítulos que tuviera
terio fue realizar que esa muerte se que acomodar, no, de modo que es
~

......
- "
había producido, hacer real el vacío un azar que uno de los textos, "Cel-
que había dejado mi padre. Y des- dillas", que es el más inasible y abs-
pués, el contacto con el mundo de tracto esté justo en el centro. Algo se
Córdoba. Todo era llorar y reírse. había desencadenado, esa escritura
Porque había también un tipo de tenía que hacerse; yo tenía en aquel
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tiempo urgencia por venir a casa y modos del recordar, imágenes que
ponerme a escribir. Alguien podría son a veces de almacenamiento
pensar que se trataba de una especie -baúles, carpetas, roperos- pero
de catarsis, pero yo creo que no, era también imágenes de impronta, de
francamente un duelo, una instancia huellas, de marcas ...
sobre la que era incapaz de pensar TM: Esa noción de atesoramiento está en
aun cuando la estuviera viviendo. La madriguera desde el título. La
AP: Tu escritura es evocadora. El trabajo madriguera empieza por la cons-
de escritura como ficcionalización trucción del espacio: se entra al libro
es también, en tu caso, un trabajo de desde el zaguán de una casa que es
la memoria. Quiero decir: la escritu- algo así como la casa de la escritura
ra está haciendo el trabajo de duelo y la casa de la memoria. Desde allí
a partir de una recuperación, recons- se da una proyección hacia el inte-
trucción, reinvención del recuerdo. rior y hacia el pasado, un mundo
TM: La evocación pareciera ser el gesto. que ha permanecido oculto, como el
Cuando me pongo a escribir, siem- de los objetos que se esconden en
pre se produce esa vuelta a un pasa- los juegos infantiles con la perspec-
do para recuperar algo que se ha tiva de que en el futuro van a ser
perdido. En ese gesto se puede reco- descubiertos. Al entrar y al abrir ese
nocer lo que decías acerca del des- recinto lo que apareció fue mi pr-o-
pojo, un estado de pérdida que bus- pia historia. Si primero, en En esta-
ca auxilio en la recuperación de do de memoria, lo que se abrió fue
aquello que pueda restablecer ese la Argentina, después yo entré, con
imposible "lleno" que es la sustan- La madriguera, más en la dimen-
cia de la pérdida: la vida vivida, la sión personal, la que se guarda en
infancia, tiempos que transcurrieron los roperos ...
y que el exilio exacerbaba. AP: En muchos de los textos de En esta-
AP: ¿Y cuál es la disposición para poder do de memoria aparecen la ciudad y
escribir, para ese trasvasamiento? el cuerpo como medios a través de
TM: Aunque parezca contradecir la idea los que la memoria se va procesan-
de un flujo más o menos libre y la do. Me refiero a los modos en que la
facilidad que esto implica, hay repre- ciudad emite mensajes, a los sínto-
sión. Escribir el dolor, por ejemplo, mas que el cuerpo itinerante produ-
exige una mutilación: "no puedo ce. También en La madriguera apa-
decir tal cosa, no puedo decir tal rece el tema del regreso a ciertos
otra". Tengo que quitar, ceñir, no lugares, el tema de los itinerarios ...
puedo melodramatizar, no puedo TM: Como si fuera una especia de "fla-
"hacer literatura", rellenar espacio neuse" cordobesa, con perdón de la
con efectos. La exigencia mayor y la atribución de flanerie, tan prestigia-
más difícil de seguir es la que dicta da. En La madriguera la reapropia-
-
,-...,.
o
o
~
la propia sintaxis del texto, que ción del espacio se hace a partir de --..
reclama ser respetada al mismo ese cubo del zaguán; ese es el núcleo
tiempo que necesita crecer libre- que desencadena la escritura. Se me
mente. ocurre que ese movimiento tiene
AP: Me llamaron la atención todas esas que ver con espacios femeninos: la
imágenes que tienen que ver con los casa, el lugar cerrado, el cuarto,


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todas las historias parten de allí. analizar, cuando se está, justamente,


Además, para retomar lo de los iti- en estado de memoria.
nerarios, en esas travesías está la AP: Mi pregunta inicial se refería al
recuperación de la memoria. Como lugar desde el que te fue posible
si hubiera una relación entre quien empezar a escribir ese libro que es
camina, su ritmo, los hitos de esa un libro sobre el despojo. Al final, la
travesía, que son los lugares en los imagen del muro que "se filtró sobre
que la historia ocurrió -bares, una su línea fundante, como un papel
calle, una casa- y el transcurso mis- que se desliza vertical en una ranu-
mo del relato a medida que se escri- ra" remite a una transformación del
be. Los lugares, los objetos, convo- aislamiento en 1 por la escritura,
can, y su llamado se multiplica en pero la caída del muro connota tam-
señales al caminar en círculo alrede- bién una desprotección. ¿Qué impli-
dor de la plaza, en esa búsqueda de có haber escrito En estado de memo-
Andrés, el vagabundo. Se persigue ria? ¿Dirías que escribir La ma-
siempre un objeto. driguera fue posible desde ese lugar
AP: Ese objeto ¿está ahí para ser apresado recuperado que al comenzar a escri-
en la escritura, o se va creando más bir En estado de memoria no exis-
bien a medida que la escritura fluye?
J
tía?
TM: Esos objetos, esas cosas, esos seres, TM: Sí, "El muro", que se armó así, da
que se han acumulado sobrevalora- un final pero al mismo tiempo un
dos, como si se los ~ubiera visto a recomienzo. Es inesperado como
través de un vidrio de aumento, texto, no me imaginé que podía deri-
empiezan a "decir"., Después hay var ast, se Impuso como un cterre,
, o o

una descarga en la d\s critura; creo pero paradójicamente quedó en el


que ése es más o men\b s el mecanis- resquicio un núcleo para que yo des-
mo con el que escribo. Es un andar pués retomara La madriguera.
que se encabalga sobre la memoria y AP: Hay un trabajo de duelo realizado
va soltando, com\o si decantara, la sobre la experiencia del exilio en En
materia del relato. estado de memoria, hay otra escritu-
AP: Hablabas en La madriguera de re- ra de duelo en La madriguera. ¿Tie-
servas ... ne fin el trabajo de duelo de tu escri-
TM: En La madriguera los encierros se tura?
abren -desde ellítulo mismo- y TM: Alguna vez se me ocurrió decir "es-
dejan en libertad objetos minúscu- cribo Córdoba", y creo que estaba
los, una estampita, un diente de diciendo "escribo la pérdida". Los
perro, percepciones que se han des- duelos no cesan en la escritura, están
trabado y vuelven en el momento de allí en una producción permanente.
escribir. Tengo la impresión de que No son una motivación, ni un moti-
-oo
,..-.._

todo ese material de la infancia es vo, sino una extraña manera de


N

--
'-"

n
una reserva como la que mantiene la recomponer la relación con la escri-
memoria de la lengua en sus trasfon- tura, de escribir lo que está escondi-
dos, para no hablar del inconsciente, do, de despertar las zonas de dolor,
ese mundo subterráneo latente, que acaso para que duelan de una mane-
emerge cuando se pone en funciona- ra diferente, ya sobre la hoja de
miento la máquina del recordar o de papel. Sé que es ilusorio ese deseo,


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pero sólo escribiendo se restaura el Like President Clinton, George W.


eros. Bush will be faced with the thorny issue
ofwinning fast-track negotiating authority
Buenos Aires, 6 y 11 de octubre de 2000 from the US Congress. If he drops all ref-
erence to labour and environmental stand-
ards, he may just be able to win approval
from the small Republican majority. This
might seem the logical step to take. How-
Victor Bulmer-Thomas ever, it goes against the trend of recent US
trade policy. The recently concluded free
trade agreement with Jordan includes la-
Perspectives on bour and environmental standards not as
US Latin American Policy side agreements (as in NAFTA), but as
clauses in the main text. The same will
happen in the free trade agreement with
Chile, on which negotiations are about to
With the election ( or should we say begin. Thus the President-elect may prefer
judicial selection?) of a new president in to win fast-track authority with sorne ref-
the United States (US) out ofthe way, it is erence to labour and environmental stand-
an opportune moment to consider how US ards, knowing that for every Republican
policy towards Latin America and the defector he may be able to recruit at least
Caribbean (LAC) might change in the one Democrat.
next few years. A successful meeting in Buenos Aires
George W. Bush, the president-elect, would indicate that the FTAA is on track
is no stranger to Latino politics in the Uni- to be launched by 2005 (sorne LAC coun-
ted States. A (modest) Spanish-speaker tries are suggesting that the timetable be
himself, with a Mexican sister-in-law and brought forward). This would be very
a brother who govems Florida with its di- helpful for President Bush (as he will then
verse range of immigrants from LAC be known) as he heads to Ottawa in April
countries, George W. Bush has leamt from 2001 for the next Summit ofthe Ameri-
the voters in Texas about the main issues cas. The Canadians, as the hosts, control
of interest to Latin America and has aire- the agenda, but the Canadian govemment
ad y made it clear that bringing the Free is very interested in hemispheric integra-
Trade Area of the Americas (FTAA) to a tion and will no doubt use the occasion to
successful conclusion will be one of his push ahead to try and remove the remai-
highest priorities. ning obstacles.
This is good news for the 32 LAC Canada, however, is also likely to in-
countries that are currently negotiating elude on the agenda the normalisation of
with the US and Canada. Although a draft relations between Cuba and the United
text of a treaty will be available for dis- States. This will be much more problema-
-o
--.
o
t!-
cussion at the meeting oftrade ministers tic for George W. Bush. The business inte- --
in March 2001 in Buenos Aires, there is a rests that funded bis campaign are interes-
n

widespread feeling that progress will not ted in gaining access to the Cuban market
be made in ironing out the points of disa- before other foreign companies become
greement without a demonstration of US too deeply entrenched. Yet Bush's narrow
leadership. · electoral victory owed much to the overw-

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