1922 Klein Melanie 02 Inhibiciones y Dif
1922 Klein Melanie 02 Inhibiciones y Dif
1922 Klein Melanie 02 Inhibiciones y Dif
la Pu be r t a d
M e la n ie Kle in
Melanie Klein”
“Inhibiciones y dificultades en la pubertad”
Es bien sabido que al entrar en la pubertad los niños presentan con mucha
frecuencia dificultades psicológicas y notables cambios en su personalidad.
Mis reflexiones, en este trabajo, se centrarán sobre los problemas de los
varones, dejando para otra ocasión los problemas del desarrollo en las
niñas.
Las dificultades de los varones pueden adecuadamente ser atribuidas a la
falta de un equipamiento psíquico necesario para manejar su maduración
sexual y los cambios físicos que implica. Abrumado por su sexualidad, se
siente a merced de sus deseos y de impulsos que no puede satisfacer. Debe
soportar una pesada carga psicológica. Pero esta explicación es insuficiente
para una completa comprensión de las preocupaciones y problemas
profundos y variados que encontramos en esta edad.
Algunos varones que tenían un carácter confiable y alegra se tornan de
pronto, o bien gradualmente, desafiantes, misteriosos, se rebelan en el
hogar o en la escuela y permanecen inmunes tanto a la ternura como a la
severidad. Algunos pierden la ambición y el placer de aprender y sus
fracasos escolares son motivo de preocupación, así como otros preocupan
por sus malsanos accesos de aplicación. Los maestros con experiencia
conocen que, tras ambas conductas, hay una autoestima tambaleante o
dañada.
La pubertad pone de relieve un gran número de conflictos de variada
intensidad, muchos de los cuales ya existían tenuemente y por ello
permanecían ocultos; ahora pueden aparecer en forma extrema e incluso
alcanzar manifestaciones tales como el suicidio o actos criminales. Si
además tanto padres como maestros no son capaces de responder a las
aumentadas exigencias de este periodo, el daño que sufre el púber será aun
mayor. Muchos padres serán permisivos con sus hijos cuando lo que
necesitan es que se les pongan límites, o bien fallarán al no alentarlos
cuando buscan su apoyo. Muy a menudo ciertos maestros, que sólo toman
en cuenta el éxito en los exámenes, descuidan investigar las causas de los
fracasos y carecen de comprensión frente al esfuerzo que éstos significan.
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“Inhibiciones y dificultades en la pubertad”
No hay duda de que los adultos comprensivos facilitan el progreso del niño,
pero también es un error sobrestimar los efectos del ambiente en la
resolución de las dificultades. Todos los esfuerzos de los padres más
amantes y comprensivos pueden fracasar debido a la ignorancia de qué es
lo que atormenta al niño; del mismo modo, los maestros más
experimentados y hábiles se verán desorientados si no saben qué es lo que
subyace tras los problemas del adolescente.
Por lo tanto, resulta urgente investigar más allá de los acontecimientos
físicos y mentales obvios, en áreas que son desconocidas tanto para el
adulto como para el propio niño; en otras palabras, se deben descubrir las
causas inconscientes mediante la inapreciable ayuda del psicoanálisis, que
tanto nos ha enseñado al respecto.
Freud reconoció, al tratar adultos neuróticos, la enorme importancia de la
neurosis infantil. Tanto él como sus discípulos recogieron, a lo largo de
muchos años de tratar adultos, pruebas convincentes de que la etiología de
la enfermedad mental debe buscarse en la temprana infancia. Es en esa
época cuando se forma el carácter y se establecen los factores patológicos
que más tarde provocan la enfermedad, cuando determinadas situaciones la
desencadenan actuando sobre una estructura psíquica inestable. Es así como
niños que parecían sanos o a lo sumo algo nerviosos pueden sufrir después
serios quebrantos en condiciones de cierta exigencia. En esos casos se pone
de manifiesto que la frontera entre "sano" y "enfermo", "normal" y
"anormal" nunca ha sido bien definida. Esta fluidez de los límites es un
carácter general que constituye uno de los más importantes descubrimientos
de Freud, quien estableció que la diferencia entre "normal" y "anormal" es
sólo cuantitativa y no de estructura, hallazgo empírico constantemente
confirmado en nuestro trabajo.
Como consecuencia de nuestro prolongado desarrollo cultural, estamos
dotados desde el nacimiento de la capacidad de reprimir los instintos, los
deseos y su imaginería, es decir, radiarlos de la conciencia y hundirlos en
nuestro inconsciente. Allí permanecen vivos y activos, con toda su
potencialidad de provocar, si la represión fracasa, una amplia variedad de
enfermedades. Las fuerzas de la represión actúan principalmente sobre los
instintos más prohibidos, especialmente los sexuales. La "sexualidad" debe
ser comprendida en su sentido más amplío, tal como la ha definido el
psicoanálisis. La teoría de Freud nos enseña que la sexualidad es activa
desde el comienzo de la vida, buscando el placer en sus comienzos
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Notas
(1) Meta Schoepp en su libro My book and I (Berlín, Conkordia, Deutsch Verlaganstalt, 1910; Mein
Junge und Ich) nos ha brindado un hermoso ejemplo del romance de un niño con su madre y de sus celos
del padre. Un tema similar aparece en The Book of my little brother de Geiretam (Berlín, Verlag Fischer,
Das Buch vom Buederchen).
"Si el pequeño salvaje fuese librado a sus impulsos y pudiese integrar la fuerza de su pasión de los treinta
con la sinrazón de la infancia, mataría a su padre y deshonraría a su madre" (Diderot: El sobrino de
Rameau).
"Llamé a las puertas de su henchido corazón: la castidad decreta que se deben rechazar los deseos de la
Naturaleza, ser el rival del padre, ser el amante de la madre" (Lessing: Graugir)
Eckerman consideraba en Conversaciones con Goethe, 1827, que sólo el amor de una niña por su hermano
puede ser puro y asexual. "Creo, dijo Goethe, que el amor de dos hermanas es aun mas puro y casto. Por
lo que sabemos pueden haber existido innumerables instancias de inclinaciones sensuales entre hermanos
y hermanas que pueden haber sido conscientes o desconocidas para ambos".
"Amada... ¿cómo llamarte? Necesitaría una palabra que incluyera el significado de Amiga, Hermana,
Adorada, Novia y Esposa" (Carta a la Condesa Auguste zu Stolberg, 26/1/1775).
Estas citas han sido tomadas del libro de Otto Rank, Das Inzestmotiv in Dichtung und Sage, Liepzig y
Viena, Deutike, 1912. En él trata exhaustivamente la influencia del complejo de Edipo en la mitología y la
poesía.