Portugal
Portugal
Portugal
veintisiete Estados soberanos que forman la Unión Europea, constituido como un Estado
de derecho democrático. Es un país transcontinental. Su capital y ciudad más poblada
es Lisboa. Está ubicado en el suroeste de Europa, en la península ibérica. Limita al este y
al norte con España, y al sur y oeste con el océano Atlántico. Comprende también los
archipiélagos autónomos de las Azores y Madeira, situados en el hemisferio norte del
océano Atlántico.
El nombre de Portugal probablemente derive del antiguo nombre de Oporto, del latín
«Portus-Galliae» —puerto de Galia, debido a que las naves galas frecuentaban este puerto
— o, más probablemente, de «Portus-Cale» —topónimo atestiguado en la Chronica del
historiador del siglo V Hidacio—, por un amarradero existente en un lugar fortificado
llamado «Cale».78
Portugal ha sido un testigo histórico de un flujo constante de diferentes civilizaciones
durante los últimos 3100
años. Tartesios, celtas, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, germanos (suevos y visig
odos), musulmanes, judíos y otros pueblos han dejado huella en la cultura, historia, lengua
y etnia. Durante los siglos XV y XVI, Portugal fue una potencia económica, social y cultural
mundial, así como un imperio que se extendía desde Brasil hasta las Indias Orientales.
Posteriormente, sobre todo tras las guerras napoleónicas y la independencia de
Brasil entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, Portugal empezó a vivir periodos
convulsos. Con la Revolución de 1910, terminó la monarquía, después de haber tenido, de
1139 a 1910, 34 monarcas. El país vivió bajo una dictadura entre 1933 y 1974, cuando
cayó tras una revuelta conocida como la Revolución de los Claveles. En 1986 ingresó en
la Unión Europea y, desde 2001, forma parte de la eurozona.
Es un país desarrollado,9 con un índice de desarrollo humano (IDH) considerado como
«muy alto»,10 y con una alta tasa de alfabetización.11 El país está clasificado como el 19.º
con mejor calidad de vida, tiene uno de los mejores servicios sanitarios del planeta y es
considerado una nación globalizada y pacífica.12 Asimismo, es el 18.º destino turístico
mundial en volumen de visitantes. Culturalmente pertenece a la Europa Latina; es miembro
de la ONU, la Unión Europea (incluyendo la eurozona y el espacio Schengen), la OTAN,
la OCDE y la CPLP, entre otros. También participa en las fuerzas de paz de las Naciones
Unidas.
Etimología[editar]
Historia[editar]
Artículo principal: Historia de Portugal
Primeros pobladores[editar]
Artículos principales: Pueblos ibéricos prerromanos (Portugal), Conquista de
Hispania, Lusitania, Invasiones germanas y Árabes.
Guimarães es considerado la cuna de Portugal pues allí fue donde nació y se bautizó el
primer rey portugués, Alfonso Enríquez.26
Mucho antes de que Portugal lograra su independencia hubo algunos intentos para
alcanzar una mayor autonomía, e incluso la independencia, por parte de los condes que
gobernaban las tierras del condado de Galicia y de Portucale. Con la idea de acabar con
este clima independentista de la nobleza local en relación con el dominio leonés, el
rey Alfonso VI de León entregó el gobierno del condado de Galicia, que en aquel momento
incluía las llamadas «tierras de Portucale», al conde Raimundo de Borgoña. Tras muchos
fracasos militares de Raimundo contra los árabes, Alfonso VI decidió dar en 1096 al primo
de este, el conde Enrique de Borgoña, el gobierno de las tierras más al sur del condado de
Galicia fundándose así el condado Portucalense. Con el gobierno del conde Enrique de
Borgoña, el condado conoció no solo una política militar más eficaz en la lucha contra los
árabes, sino también una política independentista más activa.
Tras su muerte y la llegada al poder de su hijo Alfonso Enríquez, Portugal consiguió la
independencia con la firma en 1143 del tratado de Zamora y reconocida por el papa
Alejandro III en la bula Manifestis Probatum en 1179. Posteriormente, conquistó
localidades importantes como Santarém, Lisboa, Palmela y Évora.27 Una vez acabada
la Reconquista portuguesa en 1249, la independencia del nuevo reino fue puesta en
entredicho varias veces por el reino de Castilla. En una de estas situaciones de conflicto
con el reino de Castilla, el rey Dionisio I de Portugal firmó junto al rey Fernando IV de
Castilla (que era representado, al ser menor de edad, por su madre la reina María de
Molina) el Tratado de Alcañices, en el cual se estipulaba que Portugal suprimía los
tratados acordados en contra del reino de Castilla por el apoyo al infante Juan de Castilla.
En este tratado se establecía entre otras cosas la delimitación fronteriza entre los entonces
reinos de Portugal y de León, en la que se incluía la cuestionada localidad de Olivenza. La
primera fue debida a la crisis sucesoria abierta tras la muerte de Fernando I de Portugal,
que acabó con la victoria portuguesa en Aljubarrota en 1385.28
La Era de los Descubrimientos y la dinastía felipina[editar]
Aclamación de Juan IV
La unión con España acabó el 1 de diciembre de 1640. La nobleza nacional, tras haber
vencido a la guardia real en un repentino golpe de Estado, depuso a la duquesa
gobernadora y virreina de Portugal Margarita de Saboya y coronó a Juan IV como rey de
Portugal.33 Se inició así la Guerra de Restauración portuguesa, que se prolongó hasta
1668, año en que se firmó el tratado de Lisboa, por el cual el rey español Carlos
II reconoció la independencia de Portugal.34
Restauración, absolutismo y liberalismo[editar]
Artículos principales: Restauración de la Independencia de Portugal, Terremoto de Lisboa de
1755 e Historia de Portugal (1834-1910).
El final del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII fueron testigos del florecimiento de
la minería en Brasil: el descubrimiento de oro y piedras preciosas convirtió a la corte
de Juan V en una de las más opulentas de Europa. Estas riquezas sirvieron para pagar
productos importados, en su mayoría de Inglaterra, ya que no existía industria textil en el
reino y las telas eran importadas de las islas británicas. El comercio exterior se basaba en
la industria del vino y los esfuerzos para invertir la situación con grandes reformas
mercantiles del marqués de Pombal, ministro entre 1750 y 1777, impulsaron el desarrollo
económico durante el reinado de José I. Fue durante este reinado cuando
un terremoto devastó Lisboa y el Algarve, el 1 de noviembre de 1755.35
Para no romper la alianza con Inglaterra, Portugal rechazó unirse al bloqueo continental,
por lo que fue invadida por los ejércitos napoleónicos en 1807. La corte de la familia real
se refugió en Brasil y la capital se trasladó a Río de Janeiro hasta 1821. Ese año, Juan VI,
desde 1816 rey del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve, regresó a Lisboa para jurar
la primera constitución portuguesa. Al año siguiente, su hijo Pedro fue
proclamado emperador de Brasil y declaró su independencia con respecto a la
metrópolis.36
Durante el resto del siglo XIX Portugal vivió períodos de enorme perturbación política y
social, como la guerra civil y las repetidas revueltas y pronunciamientos militares como
la revolución de Septiembre, la de Maria da Fonte, la de Patuleia, etc. Gracias al Acto
Adicional a la Carta Constitucional de 1852 fue posible un periodo de paz interna así como
el inicio de las políticas de obras públicas lideradas por Fontes Pereira de Melo.37 A finales
del siglo XIX las ambiciones imperiales portuguesas chocaron con las inglesas, lo que
provocó el ultimátum británico de 1890.38 La cesión a las exigencias británicas y los
crecientes problemas económicos causaron a la monarquía un descrédito creciente, que
culminó con los asesinatos de Carlos I y el príncipe heredero Luis Felipe el 1 de febrero de
1908. La monarquía se mantuvo en el poder durante dos años más, encabezada
por Manuel II, pero fue abolida el 5 de octubre de 1910, instaurándose una república.39
República, Estado Nuevo y democracia[editar]
Artículos principales: Revolución del 5 de octubre de 1910, Primera República
Portuguesa, Estado Nuevo y Revolución de los Claveles.
Véanse también: Portugal en la Primera Guerra Mundial y Portugal en la Segunda Guerra
Mundial.
Gobierno y política[editar]
Véase también: Elecciones generales de Portugal
Fachada del palacio de São Bento, sede de
la Asamblea de la República
En Portugal la ley principal es la constitución, que data del año 1976 y que regula todas las
demás. El resto de leyes relevantes del estado luso son el Código Civil (1966), el Código
Penal (1982), el Código de Comercio (1888), el Código de Proceso Civil (1961), el Código
de Proceso Penal y el Código del Trabajo. Todos estos códigos han sido revisados desde
que se publicaron originalmente.52
Existen cuatro órganos de soberanía que son el presidente de la república, la Asamblea de
la República, el gobierno y los tribunales. El país tiene un régimen semipresidencialista,
que en las sucesivas reformas constitucionales ha ido reduciendo el poder del presidente
de la República.53
El presidente de la República es el jefe de Estado, elegido por sufragio universal para un
mandato de cinco años. Ejerce una triple función: controla la actividad del gobierno, es
comandante supremo de las fuerzas armadas y representa formalmente el estado
portugués en el exterior. Reside oficialmente en el palacio de Belém, en Lisboa.54
La Asamblea de la República, que se reúne en el palacio de São Bento en Lisboa, se elige
para un mandato de cuatro años. Está compuesta por 230 diputados, pero puede variar
entre 180 y 230. El país está dividido en 22 circunscripciones electorales y los diputados
son elegidos mediante un sistema de representación proporcional. El presidente de la
República es el encargado de disolver el parlamento, convocar nuevas elecciones.54
El gobierno está dirigido por el primer ministro, que ha sido siempre el líder del partido más
votado en cada elección legislativa y es designado por el presidente de la República para
formar gobierno. El primer ministro nombra también a los restantes ministros54 y vive en la
residencia oficial del primer ministro, cerca del palacio de São Bento en Lisboa.55
Los tribunales administran la justicia en nombre del pueblo, defienden los derechos e
intereses de los ciudadanos, impiden la violación de la legalidad democrática y dirimen los
conflictos de interés que pueden existir entre las diferentes instituciones. La constitución
portuguesa establece los siguientes tribunales: el Tribunal Constitucional, el Supremo
Tribunal de Justicia y los tribunales judiciales de primera instancia (Tribunales de
Comarca) y de segunda instancia («Tribunal de Relación»); el Supremo Tribunal
Administrativo y los tribunales administrativos y fiscales de primera y segunda instancia
(Tribunales Centrales Administrativos) así como el Tribunal de Cuentas.54
Desde 1975, el panorama político portugués ha estado dominado por dos partidos:
el Partido Socialista (PS) y el Partido Social Demócrata (PSD). Estos partidos gobiernan la
mayor parte de los municipios desde la instauración de la democracia. No obstante,
partidos como el Partido Comunista Portugués (PCP), que dirige algunos municipios y
tiene gran influencia en el movimiento sindical, o el Centro Democrático Social-Partido
Popular (CDS-PP), que ha gobernado el país coaligado tanto con el PS como con el PSD,
también detienen cierta importancia. Además de estos, tienen representación
parlamentaria el Bloco de Esquerda (BE) y el Partido Ecologista «Los Verdes» (PEV).56
Las últimas elecciones legislativas se celebraron el 4 de octubre de 2015. La participación
fue del 55,86 % y los resultados fueron los