Batalla de Junín
Batalla de Junín
Batalla de Junín
El Ejército Real del Perú: liderado por el general español José de Canterac.
Contaba con 6.500 soldados de infantería, 1.300 jinetes y nueve cañones.
El Ejército Unido Libertador: integrado por fuerzas venezolanas, colombianas,
ecuatorianas y chilenas y un escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo
de Buenos Aires. Contaba con unos 8.000 soldados de infantería, 1.000 de
caballería y seis piezas de artillería. Estaba comandado por el libertador
venezolano Simón Bolívar.
La batalla, que duró apenas 45 minutos, finalizó con el triunfo de las fuerzas
independentistas y la derrota de los realistas, que pocos meses después fueron vencidos
definitivamente en la batalla de Ayacucho.
Contexto histórico
A principios de 1824 se supo en el Perú que el rey de España, Fernando VII, había restaurado
la monarquía absoluta. Esta noticia provocó la división de los realistas peruanos
entre liberales y absolutistas.
En ese contexto, el general Pedro Olañeta se rebeló contra el virrey José de la Serna. Esta
rebelión debilitó la defensa del Virreinato del Perú, ya que obligó al virrey a destinar unos 5.000
hombres para luchar contra los rebeldes.
Cuando Bolívar se enteró de la división de las fuerzas realistas, decidió aprovechar la
oportunidad, por lo que en junio de 1824 dirigió su ejército hacia la sierra central del Perú. Su
objetivo era aislar a las fuerzas comandadas por el general Canterac y derrotarlas antes de que
pudieran unirse a otras unidades realistas.
La caballería patriota tuvo que marchar en columnas por un espacio angosto situado entre un
pantano y un cerro. Cuando logró salir de ese sendero fue embestida por la caballería realista,
que llegó al lugar antes de que todos los jinetes patriotas pudieran desplegarse en la llanura.
Los realistas perdieron cohesión al lanzarse en persecución de un enemigo que creían vencido
y no vieron que dos escuadrones de los «Húsares del Perú» se encontraban en la retaguardia
patriota.
Al advertir que los realistas presentaban un flanco expuesto a su izquierda, el mayor peruano
José Andrés Rázuri se presentó ante su comandante, el teniente coronel Isidoro Suárez, y le
comunicó una supuesta orden de Bolívar de cargar a la caballería enemiga.
Suárez ordenó un ataque sable en mano que tomó por sorpresa a los realistas, que detuvieron
su avance. Esta circunstancia fue aprovechada por el grueso de la caballería patriota para
regresar y envolver al enemigo.