Leyendas de La Flora y Fauna Argentina Parte 2
Leyendas de La Flora y Fauna Argentina Parte 2
Leyendas de La Flora y Fauna Argentina Parte 2
Centro
Perdido como………….en
tuco la neblina
¿Quien quiere leer?
La leyenda del Cardón
Kehuaillu y Pasakana, se habían
criado en la misma aldea. Siempre estaban
juntos reían, jugaban, ante cualquier peligro
Kehuaillu corría a protegerla y la abrazaba,
al hacerlo se sentía el muchacho mas
afortunado y a Pasakana no había nada que
la pusiera mas feliz. Fueron creciendo y su
amistad se convirtió en profundo y sincero
amor.
Un día decidieron pedir permiso a
sus mayores para unirse. Pero el padre de
ella, cacique de la tribu, tenía otros planes,
quería casarla con el hijo del cacique de la
tribu cercana para así ampliar sus dominios.
Para ello, los guerreros se apostaron en puntos claves por donde pasarían los
conquistadores, esperando la orden de atacarlos por sorpresa, pero esta orden
nunca llegó pues los chasquis enviados fueron capturados en el camino y “El
Inca” fue capturado, torturado y muerto.
Se dice que hoy estos estoicos vigías siguen velando por la felicidad de los
habitantes del lugar donde se encuentran.
El protagonista de estas leyendas es:
El cardón
(Echinopsis atacamensis)
Más de 10 metros
Más de 300 años
El fruto dorado
¿Quien quiere leer?
El combate duró mucho, demasiado, y el hambre y el cansancio fueron
agotando a los comechingones. Ipachi Naguan consultó a los sabios y estos le
aconsejaron que otorgara descanso a su pueblo, de lo contrario, todo se perdería.
El cacique decidió guiar a su gente hacia un bosque de altos y tortuosos árboles.
Les costó mucho llegar, no solo estaban exhaustos y hambrientos sino tristes y
desolados.
El algarrobo
(Prosopis alba)
Takku (quechua): El Árbol
Ibopé-para (guaraní): Árbol puesto en el camino para comer
Pata (diaguitas)
Algarrobo abuelo, 800 años.
Merlo (San Luis):según la tradición oral, este dios vegetal fue testigo de la euforia de Juan Facundo Quiroga y sus
llaneros, antes de ir por el 'Manco' Paz, y del abrazo entre este general unitario y el Chacho Peñaloza.
500 años
…a su sombra, Vitipoco, cacique
de los omahuacas, reunió a las
tribus de la región para organizar
la lucha contra los españoles en
el año 1700.
Barranca Yaco (Córdoba): en esa localidad se encuentra un enorme algarrobo
bajo el cual fue ejecutado Facundo Quiroga junto a seis compañeros en el año
1853.
Olta (La Rioja) : viejo algarrobo donde fue colgado el caudillo Angel Vicente
"Chacho" Peñaloza en el año 1863 por el Mayor Irrazábal.
Cruz del Eje (Córdoba) : antiguo algarrobo donde San Martín solía descansar
en la siesta y donde se cree que gestó el Ejército de los Andes.
El coyuyo
(Quesada gigas)
El Coyuyo (La Cigarra)
• Del Quechua: Coyú (Silbar)
• Las hembras ponen sus huevos y mueren poco después.
• Los insectos jóvenes (o ninfas) caen al suelo y penetran en la tierra.
• Las ninfas viven dentro de la tierra de 2 a 17 años (dependiendo de
la especie) y se alimentan de la savia de las raíces.
• Después de ese período, cavan túneles, suben a los árboles y sufren
una muda, transformándose en adultos con alas y genitalia
desarrollada listos para el apareamiento.
• El apareamiento tiene lugar generalmente durante los meses
cálidos, aunque la época varía según la especie y la región. Varias
especies se aparean en una misma época lo que produce un
fenómeno sonoro peculiar, durante unas dos semanas de cantos
ensordecedores, apareamientos y puesta de huevos.
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¿Quien quiere leer?
LA LEYENDA DEL CRESPIN
El crespín
(Tapera naevia)
Familia Cuculidae – Cosmopolita – 125/13
En zonas rurales, para muchas personas el canto es augurio de muerte y desgracia, asociando el
canto con la muerte de alguien cercano o cualquier otra tragedia. Al ser un animal tan tímido,
muchas veces pasa inadvertido y el canto toma así un tinte aún más misterioso.
El protagonista de estas leyendas es:
El burgo
(Momotus momota)
¿Quien quiere leer?
COQUENA Y LAS VICUÑAS (DE JUAN CARLOS DÁVALOS)
La vicuña
(Vicugna vicugna)
Mama Sara: Madre Maíz
DIGO LA MAZAMORRA
El jume
(Salicornia ambigua)
Jume: Allenrolfea vaginata
El protagonista de esta historia es:
La monjita salinera
(Xolmis salinarum)
“Así dicen las perdices, Sirviñaco
Te propongo sirviñaco,
si tus tatas dan lugar
p'a l'alzada del tabaco
vámonos a trabajar.
¿La perdíz?
NO
El inanmbú
(Familia Tinamidae)
Existen 15 especies en nuestro país, conocidas como:
inambúes, martinetas, tataupaés o quiulas
El protagonista de esta historia es:
El cebil colorado
(Anadenanthera colubrina)
Martín Miguel de Guemes
Cebil Colorado
¿Quien quiere leer?
Cuenta una leyenda sobre un gaucho vandido, que asaltaba en
los caminos de noche, dando sustos de muerte a los ocupantes
de las carretas.
El Atajacaminos
(Chordeiles sp.)
14 especies en Argentina
Creencia: a quien robe huevos del nido de esta ave le producirá
una modorra rayana casi en la inconciencia.
Los pillos
¿Quien quiere leer?
Cuento de la chuña y el zorro
Era la hora de la siesta y el zorro andaba por el monte dando vueltas,
hablando solo, buscando qué comer. Tenía tanta hambre que le sonaba la panza.
El ave era muy buena guardiana, se pasaba todo el día vigilando los
movimientos de la casa. Cada vez que él aparecía gritaba fuerte y lo sacaba
corriendo.
“Qué bien, nos estamos haciendo amigos. Ya estoy más cerca del
gallinero.” Algunos días después, se encontraron bajo el nido de la chuña. Ahí
vio que la cena estaba servida en una vasija de cuello fino.
Refranes
Canillas flaca como chuña.
Cuando la chuña canta viento seguro.
Ladrona como chuña.
La Urpillita
El zorro
El hornillero
Los protagonistas de este cuento son:
El Zorro
(Familia Canide)
5 especies en Argentina
El Hornero
(Furnarius rufus)
Cuenta la vieja leyenda que en plena caída el dios bueno los convirtió en
esas hermosas y simpáticas avecillas que empleando su habilidad para modelar
construyen cantando su nido de barro, así nació el Hornero.
“Cuando los horneros
cantan a dúo,
se soluciona un problema”
Hornerito copetón
(Furnarius cristata)
Y hablando de lindos
nidos, hay algunos que
no aprendieron a
hacerlo…
“Haragán y robanidos
al tordo suelen llamar
el tordo escucha y calla
porque sabe que es verdad.”
¿Quien quiere leer?
Cuento del tero y las vizcachas
Dicen que en lejanas épocas los teros eran señores muy ricos que desde
hacía tiempo tenían instalado un negocio de ventas de ropas.
Ganaban mucho con sus ventas y tenían como principales clientas a las
vizcachas, señoras bien coquetas que estrenaban trajes todos los días.
Las deudas se hicieron tan abultadas, que los pobres teros sin poder
cobrar esas enormes cuentas, se vieron obligados a cerrar el negocio, volviéndose
"más pobres que una laucha", como dice el refrán.
Entre tanto, a las vizcachas se les habían terminado los vestidos, ¡hacía
tanto que no compraban! La verdad es que andaban tan rotosas tan desarregladas
que sólo salían de sus casas a la noche.
No querían ser vistas tan rotosas, tampoco el padre de ellas, que sentía
mucha vergüenza y reprendía a su mujer y a sus hijas diciéndoles: "Vizcachas
rotosas, no tienen vergüenza, no tienen vergüenza".
Los pastizales
¡Despierten montes,
que llega la primavera!
El protagonista de esta leyenda es :
El espinillo o aromito
(Acacia caven)
El protagonista de esta poesía es es:
El benteveo
(Pitangus sulphuratus)
El Tala: de Juan Carlos Chebez
El protagonista de esta poesía es :
El tala
(Celtis ehrenbergiana)
Patagonia
El regalo de Nguenechén el pueblo pehuenche
¿Quien quiere leer?
El invierno extremadamente crudo, estaba
durando demasiado, y la tribu se había quedado sin
recursos. Los ríos estaban helados, los pájaros y el resto
de los animales habían migrado o se encontraban bien
ocultos en sus inaccesibles madrigueras y los árboles
esperaban desnudos el regreso de la primavera.
El Pehuén
(Araucaria araucana)
El cóndor no siempre usó la golilla que lleva tan elegantemente en el cuello. Se acostumbró a su uso
después de haber sido derrotado, luego de una vergonzosa lucha, en la que lidió con un diminuto rival.
La cosa ocurrió así : Don Cóndor había bajado al valle en ocasión de unas ¨chinganas¨ (fiestas populares
que se hacen en los arrabales) y que se celebran con motivo de la Semana Santa.
En uno de los tantos bodegones instalados cerca de una plaza Don Cóndor conoció a un compadrito
charlatán y pendenciero, muy conocido en el pago por su apodo de ¨Chusclín ¨ se trataba nada menos
de un vulgar chingolo.
Luego de una entretenida charla en la que don Cóndor y el Chusclín alardeaban de hazañas
pendencieras y famosas ¨chupaderas¨, como fin de la charla formularon entre sí una singular apuesta
Se desafiaron a beber vino, el que chupara más sin curarse o emborracharse ganaría la apuesta y el
perdedor, es decir el que se embriagara primero pagaría el vino consumido y la vuelta para todos. Don
Cóndor de buena fe trataba de agotar el líquido de una sentada sin reparar que Chusclín cada sorbo que
bebía lo arrojaba al suelo sin que don Cóndor lo notara.
Como Don Cóndor no estaba acostumbrado al vino pronto empezó a sentir dolor de cabeza y para
atenuarlo se ató un pañuelo de vincha. Cuando don Cóndor advirtió el juego de Chusclín se le fue
encima, Chusclín veterano peleador lo esperó sereno y confiado. Poco duró la pelea porque Chusclín con
un certero golpe sangró la nariz de su contrincante que solo atinaba a defenderse. En el entrevero, el
pañuelo que don cóndor tenía atado a la cabeza se le cayó quedándole en el cuello y desde entonces lo
lleva allí.
Vultur gryphus, llamado comúnmente cóndor andino,
cóndor de los Andes, o simplemente cóndor (del quechua kuntur)
Alcanza la madurez sexual a los 5 o 6 años y anida entre los 1000 y 5000 msnm,
generalmente en formaciones rocosas inaccesibles.
Posee una tasa de reproducción muy baja y un huevo cada dos años.
Es una de las aves más longevas, pudiendo alcanzar la edad de 50 años.
El Pingüino de
Magallanes
(Spheniscus magellanicus)
- Don Inodoro, sabe usté que el pingüino es
compañero de una sola pingüina de por vida.
- ¿Y por qué cree que le dicen Pájaro Bobo?
Roberto Fontanarrosa
Su cuerpo compacto, y la gruesa capa de grasa que lo envuelve más el
plumaje muy compacto colaboran para conservar la perdida de calor.
La cachaña
(Enicognathus ferrugineus)
¿Quien quiere leer?
Hubo un tiempo en que las hojas del bosque eran siempre verdes. En
ese entonces el joven selk’nam Kamshout partió en un largo viaje para
cumplir con los ritos de iniciación de los klóketens. El joven iniciado
tardó tanto en volver que el resto del grupo lo dio por muerto.
Nadie creyó la historia, ya que allí los árboles siempre estaban verdes,
y la gente se rió de Kamshout quien, completamente enojado, se
marchó al bosque y volvió a desaparecer.
Luego de una corta incursión por el bosque, Kamshout reapareció
convertido en un gran loro, con plumas verdes en su espalda y rojas en
su vientre. Era otoño y Kamshout volando de árbol en árbol fue
tiñendo todas las hojas con sus plumas rojas. Así coloreadas, las hojas
empezaron a caer y todo el mundo temió la muerte de los árboles. Esta
vez la risa fue de Kamshout.
Desde entonces los loros se reúnen en las ramas de los árboles para
reírse de los seres humanos y así vengar a Kamshout, su antepasado
mítico.
Los protagonistas de esta leyenda son :
Tres días duró el terrible enojo, hasta que Kóoch fue informado por el Sol. Este
les prometió que si la nube desaparecida tenía un hijo este sería más poderoso
que su padre. El viento se encargo de informar a todos la promesa realizada.
La Nube Teo también escuchó la buena nueva y le anunció al gigante que su hijo,
el que habría de hacer justicia según la promesa del poderoso Kóoch, ya latía en
su vientre. Esta revelación aterrorizó al gigante, quien no sabía cómo alejar ese
peligro. Sentado en la entrada de su cueva, meditaba en tanto que Teo dormía,
ajena a los terribles proyectos que bullían en la cabeza de Nóshtex.
Hacia el anochecer llegó Máip, uno de los tres Malos Espíritus, arrastrándose
entre los matorrales y sopló su aliento helado sobre un pajarillo posado en una
rama. El ave cayó muerta, y el gigante al ver eso, resolvió que se desharía de
Teo.
Antes de morir, el ave puso un huevo, y el gigante se dio cuenta de que aun
cuando la Nube muriese, bien podría quedar vivo su hijo. Ya a la luz de la Luna,
pasó un zorro y al ver al pajarillo muerto se lo comió de un bocado; husmeando
entre los pastizales encontró el huevo y se lo engulló también. El gigante ya sabía
qué hacer: mataría a la Nube Teo y devoraría a su propio hijo para terminar con la
promesa de Kóoch.
Cuando finalmente el gigante Nóshtex terminó con la vida de Teo, y temiendo que
pudiera ser encontrada la madre del niño, decidió arrojarla al cielo.
Nóshtex regresó dispuesto a devorarse a su hijo pero por más que lo buscó, la
criatura había desaparecido misteriosamente.
Ya Elal estaba a salvo, bajo la protección de Terr-Werr. A partir de aquel entonces,
Terr-Werr se convirtió en algo así como la "abuela" del niño. Terr-Werr no tardó en
darse cuenta de que aquel no era un niño común. A los dos meses de vida ya
sabía comer solo y al año, conversaba fluidamente con la "abuela".
A los tres años, Elal salió de la cueva y se encontró con el gigante Nóshtex quien
hizo el intento de atraparlo, pero Elal era más rápido y escurridizo que su padre.
Nóshtex bramaba su desgracia en lo más profundo de su caverna.
Tanto gritó el gigante que toda la isla tembló. Tons, la Oscuridad, escuchó los gritos
de su hijo y esa misma noche se acercó a la cueva del monstruo. Ella estaba
dispuesta a todo con tal de impedir que se cumpliera la promesa del todopoderoso
Kóoch. Tons jamás permitiría la victoria de Elal sobre el gigante Nóshtex.
Kíken, el Chingolo, fue el primer colaborador que tuvo el Tucotuco cuando inició las
consultas con los demás animalitos y fieras de la isla.
Mientras se dirigía a la laguna del lugar, Terr-Werr le pidió al Chingolo que volara
hasta donde estaba nadando el Cisne, y que lo llamara sigilosamente. El sencillo
Kíken cumplió eficazmente su misión, con gran alegría de la "abuela" del niño.
Ya en la laguna, Terr-Werr debatió con sus amigos los pasos a seguir para salvar a
Elal.
El debate se interrumpió con la llegada de Kíus, el Chorlo, quien traía la solución
esperada. Sugirió a los asistentes a la asamblea que Elal debía ser llevado a
una lejana tierra "cubierta de nieve y hielo". El Chorlo era la única ave que
conocía la existencia de aquella tierra. Todos los presentes se alteraron
sobremanera ante la ocurrencia de dejar abandonado a su suerte a ese pequeño
niño milagroso, en una tierra desconocida y lejana. Surgió entonces la idea de
acompañarlo.
En aquella memorable reunión, Goin, el Puma, fue una de las fieras que rehusó
colaborar en la preparación de la fuga de Elal, actitud que imitaron los gatos, por
esa razón estos animales fueron considerados como enemigos de todos los
seres. Aunque no colaboraron, tampoco entorpecieron la huida.
Terr-Werr dispuso que los animales que quisieran ir con el niño debían estar
junto a la laguna a la mañana siguiente, ya que no había tiempo que perder.
El Tucotuco envió a cuatro mensajeros a buscar a las aves que realizarían el
vuelo con el pequeño Elal y su "abuela".
El Zorrino fue uno de los elegidos por Terr-Werr, quien lo despachó en procura
del Cauquén, al cual debía informarle que el niño mágico ya estaba listo para
emprender el viaje y alejarse de la isla.
Alegre partió el Zorrino, y un gigante, molesto de verlo tan contento lo detuvo para
preguntarle los motivos de tanta alegría. Wékeshka, como se llamaba entonces el
Zorrino, asustado, tras algunas vacilaciones, sintió miedo al cerrarse la noche y
confesó al monstruo los motivos de su contento y la misión que la "abuela" de Elal
le había encomendado.
Mientras contaba los pormenores de la fuga proyectada, fue oído por la Lechuza,
que acababa de retirarse de la asamblea, disgustada con el Tucotuco por no
haberla elegido para llevar al niño divino a su nuevo hogar.
Apenas Elal se enteró del episodio, el pequeño y hermoso Zorrino fue rodeado de
ese insoportable olor que delata su presencia a grandes distancias. Desde aquel
triste episodio todos huyen de él, y por esa causa no tiene un solo amigo.
Arrepentido de su falta, Wékeshka trata de saldar su deuda y por ello, a pesar de
su insignificante tamaño, es el único animal que enfrenta al hombre y lo ataca
tratando de hacerle llegar su nauseabunda rociada, convencido de que vuelve a
encontrarse con un gigante que le intercepta el paso hacia el Cauquén.
En aquellos momentos cruciales para la vida de Elal, otra ave fue designada para
remontar el vuelo junto al legendario héroe: Mexeush, el Choique.
Para ubicarlo fue enviado Pátenk, el Zorro. Por entonces, el Choique podía volar al
igual que el Cóndor y las demás aves. Con alas grandes y poderosas surcaba el
cielo con gran belleza.
Sin embargo, perdió ese privilegio porque en vez de remontar vuelo cuando el
Zorro le avisó que Elal lo aguardaba en la orilla de la laguna, el Choique decidió ir
en ayuda del niño utilizando sus piernas en vez de sus alas. Sucedió así porque le
tenía miedo a uno de los gigantes que lo observaban.
El gigante, molesto por el hermoso canto del ave, le arrojó una espina que fue a
hundirse en medio del pecho del pájaro. Su grito de dolor fue oído por Elal y
cuando Kápenk-och llegó a la laguna con el pecho ensangrentado, la divina
criatura no sólo curó la terrible herida, sino que también hizo que las plumas del
pecho, manchadas de sangre, conservaran para siempre su hermoso color que,
desde entonces, lo destaca de las demás avecillas.
La partida de Elal, Terr-Werr y los colaboradores del héroe, comenzaba.
Tras el cisne volaron el resto de los pájaros, los peces los siguieron por el agua y
los animales terrestres cruzaron el océano a bordo de unos y de otros.
Cuenta esta historia que el Cisne, la más hermosa de las aves de esta tierra,
detuvo su vuelo en la cumbre del majestuoso Chaltén y Elal descendió de las
espaldas del ave, admirado del fantástico panorama que se ofrecía ante su vista,
rodeado de los animales que lo acompañaron en la fuga.
Estuvo tres días y tres noches contemplando la nueva tierra cubierta de hielo y
nieve. Al tercer día, la divina criatura descendió de la gran torre del Chaltén y
golpeando unas piedras dio origen al fuego que ahuyentó al hielo y la nieve.
Así la nueva tierra reverdeció y fue poblada con los animales que acompañaron a
Elal en su huída. Así nació la Patagonia.
Cada una de las especies que habitan nuestro país, las plantas,
los insectos, los peces, los anfibios, los reptiles, las aves, los
mamíferos, todos, tienen valor en sí mismos.
Esperamos que este curso les haya servido para conocer el valor
cultural, que el mismo hombre ha puesto sobre algunas de las
especies de nuestra flora y fauna nativas, que sea replicado y
que sirva para lograr que volvamos a posar nuestra mirada y
corazónes sobre la naturaleza toda y luchar por su conservación.