Bolilla 11 Penal

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BOLILLA 11 – DELITOS CONTRA LA LIBERTAD

1. Bien jurídico protegido:


La libertad se protege en un doble aspecto: en su manifestación de libre actividad de la persona para
decidir lo que quiere hacer y para hacer lo que ha decidido, y en su manifestación de la reserva de una zona
de intimidad de la que el individuo tiene derecho a excluir toda intromisión de terceros.

Delitos contra la libertad, bien jurídico protegido:


La libertad personal constituye un bien innato del hombre, que como tal ha de ser valorado por el
ordenamiento jurídico; que con el nace y solo con el término de su existencia se extingue. El ser humano es
libre porque nace libre. La ley solo ratifica su condición y le confiere protección por medio del precepto
normativo.
La protección penal de la libertad abarca tanto el libre despliegue de la conducta humana como las zonas
más íntimas y espirituales del hombre. La libertad es un valor fundamental de nuestra existencia humana.
Podemos concebir la libertad personal como la facultad de todo individuo de poder conducirse de un modo
o de otro, o de abstenerse de hacerlo, conforme con sus propias determinaciones, así como el derecho a
que nadie interfiera arbitrariamente o ilegítimamente en la esfera de reserva o de intimidad personal, con
la imitación que imponen el ejercicio de la libertad del otro y el imperio de la ley.

Enunciado de los distintos tipos:


- La libertad de su actividad material,
- El abuso de las acciones de los funcionarios públicos con competencia para restringir la libertad de las
personas y,
- La libre disposición de los menores por parte de quienes tienen derecho a disponer de ellos, aunque en
este último grupo se plantean problemas.

2. Reducción a servidumbre o condición análoga:


ARTICULO 140. - Serán reprimidos con reclusión o prisión de cuatro (4) a quince (15) años el que redujere a
una persona a esclavitud o servidumbre, bajo cualquier modalidad, y el que la recibiere en tal condición
para mantenerla en ella. En la misma pena incurrirá el que obligare a una persona a realizar trabajos o
servicios forzados o a contraer matrimonio servil.
Son dos tipos diferentes los que están contenidos en el artículo: el de reducción de una persona a
servidumbre o condición análoga, y el de recepción de una persona que ya esté en esas condiciones para
mantenerla en ellas.
• Reducción de servidumbre: puede existir con la presencia de la víctima en el lugar habitual donde se
encontraba antes de ella. El delito es el de cambiar la condición de hombre libre por la de siervo. La
servidumbre es una situación de hecho.
Núñez y Soler coinciden en que la servidumbre constituye un estado en el que el sujeto activo dispone de
la persona del sujeto pasivo como si fuese su propiedad, hay una completa subordinación de la voluntad
del sujeto pasivo a la del activo.
Reducción a condición análoga a la servidumbre: la doctrina no ha elaborado con precisión el concepto de
lo que se entiende por condición análoga. Podemos decir que es toda aquella en la que la víctima, sin servir
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a la gente, se encuentra sometida a él con la misma intensidad que en la servidumbre; por ejemplo, el
mantenimiento en un estado de abyección, siendo tratada como bestia.
Consumación y tentativa: el delito se consuma cuando efectivamente se ha logrado reducir a la persona a
servidumbre o condición análoga. Admite tentativa.
• Recepción de persona para mantenerla en servidumbre o condición análoga: El delito requiere, que se
haya cometido el delito anterior y que sus efectos no hayan cesado: el sujeto pasivo tiene que estar ya
reducido a servidumbre o condición análoga en el momento de la recepción.
Recibe el que toma la persona de manos del agente que la ha reducido a servidumbre o condición análoga.
Elemento subjetivo: El sujeto pasivo tiene que actuar con una específica intención al tomar a la víctima:
recibirla en la condición en que se encuentra para mantenerla en ella. Si la recepción está motivada por
otro designio, no se da el delito por ausencia del elemento subjetivo.
Consumación y tentativa: Se consuma cuando el agente entra en la tenencia de la víctima reducida a
servidumbre o condición análoga; no es suficiente haber adquirido el “derecho” a tenerla. La tentativa que
es admisible, debe referirse a los actos concretos de transferencia de la tenencia de la persona que no se
logra completar.
Tipo subjetivo, ambos: Solo es compatible con el dolo directo.
Penalidad: reclusión o prisión de cuatro (4) a quince (15) años.

3- Privación ilegítima de la libertad:


ARTICULO 141. - Será reprimido con prisión o reclusión de seis meses a tres años; el que ilegalmente privare
a otro de su libertad personal.
La libertad mentada por la norma tiene un sentido corporal. Es el menoscabo de la libertad corporal lo que
constituye el fundamento de la punibilidad.
Para esta es suficiente que se restrinja cualquier libertad del movimiento, aunque quede a disposición de la
víctima cierto grado de libertad ambulatoria. La anulación de cualquier manifestación de la libertad
corporal queda, comprendida en el tipo.
1. Elementos normativos: Objetivamente requiere que la privación resulte un verdadero ataque a la libertad
por no mediar el consentimiento del sujeto pasivo.
Subjetivamente es necesario el conocimiento del carácter abusivo de la privación de la libertad de la
víctima por parte del agente y la voluntad de restringirla en esa calidad.
2. Consumación y tentativa: Es un delito material que se consuma cuando el impedimento físico a la libre
actividad corporal de la víctima se ha producido con suficiente significación. Admite tentativa.
3. Sujetos: El consentimiento de la víctima elimina el tipo. El sujeto pasivo tiene que tratarse de una persona
con capacidad para determinarse con libertad, es decir, con posibilidades de formar y expresar su voluntad.
4. Tipo subjetivo: El dolo exige el consentimiento de la ilegalidad de la privación de libertad y la voluntad de
asumir la acción en cuanto arbitraria; “obrar con la conciencia de que su conducta es sustancial y
formalmente arbitraria” (Núñez).
Agravante:
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ARTICULO 142. - Se aplicará prisión o reclusión de dos a seis años, al que privare a otro de su libertad
personal, cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes:
1. Si el hecho se cometiere con violencias o amenazas o con fines religiosos o de venganza;
2. Si el hecho se cometiere en la persona de un ascendiente, de un hermano, del cónyuge o de otro individuo
a quien se deba respeto particular;
3. Si resultare grave daño a la persona, a la salud o a los negocios del ofendido, siempre que el hecho no
importare otro delito por el cual la ley imponga pena mayor;
4. Si el hecho se cometiere simulando autoridad pública u orden de autoridad pública;
5. Si la privación de la libertad durare más de un mes.

1. Violencia sobre el cuerpo de la víctima o sobre las personas que tratan de impedir o pueden impedir el
hecho. Y como amenaza a cualquiera de los sujetos mencionados.
2. No se funda aquí en el vínculo de sangre, sino en la existencia de un deber de respeto que el sujeto pasivo
tiene que observar con la víctima.
3. El daño debe resultar de la privación de libertad. El daño tiene que ser grave. También opera en concurso
real con la figura básica.
4. La autoridad pública que se tiene que simular es la que está dotada de poder para privar de la libertad a las
personas ej. Policía, juez.
5. La privación de la libertad tiene que pasar del mes cualquiera que sea el lapso que trascienda de ese
tiempo.
ARTICULO 142 bis. - Se impondrá prisión o reclusión de cinco (5) a quince (15) años, al que sustrajere,
retuviere u ocultare a una persona con el fin de obligar a la víctima o a un tercero, a hacer, no hacer, o
tolerar algo contra su voluntad. Si el autor lograre su propósito, el mínimo de la pena se elevará a ocho (8)
años.
La pena será de diez (10) a veinticinco (25) años de prisión o reclusión:
1. Si la víctima fuese una mujer embarazada; un menor de dieciocho (18) años de edad; o un mayor de
setenta (70) años de edad.
2. Si el hecho se cometiere en la persona de un ascendiente; de un hermano; del cónyuge o conviviente; o de
otro individuo a quien se deba respeto particular.
3. Si se causare a la víctima lesiones graves o gravísimas.
4. Cuando la víctima sea una persona discapacitada, enferma o que no pueda valerse por sí misma.
5. Cuando el agente sea funcionario o empleado público o pertenezca o haya pertenecido al momento de
comisión del hecho a una fuerza armada, de seguridad u organismo de inteligencia del Estado.
6. Cuando participaran en el hecho tres (3) o más personas.
La pena será de quince (15) a veinticinco (25) años de prisión a reclusión si del hecho resultara la muerte de
la persona ofendida, como consecuencia no querida por el autor.
La pena será de prisión o reclusión perpetua si se causare intencionalmente la muerte de la persona
ofendida.
La pena del partícipe que, desvinculándose de los otros, se esforzare de modo que la víctima recupere la
libertad, sin que tal resultado fuese la consecuencia del logro del propósito del autor, se reducirá de un
tercio a la mitad.
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Agravan por la calidad del sujeto pasivo, las que agravan por los resultados de la acción del agente y las que
lo hacen por sus motivaciones y finalidades.
Sujeto pasivo: la victima de la privación ilegítima puede ser la misma a quien se coacciona u otra distinta.
Esto último ocurre cuando la privación de libertad tiene por objeto conseguir un hacer o un omitir de una
persona que no es la privada de libertad.
Atenuante:
Esta normativa impone una limitación a la concesión del beneficio: solo podrán gozarlo los informantes
que, aun cuando sean miembros de la banda que ha privado ilegítimamente de libertad a la víctima,
posean una responsabilidad penal inferior que la de las personas a quienes identificasen. Solo podrán
acceder a este beneficio de pena los cómplices secundarios y encubridores en su forma simple, no así los
autores, coautores y participes primarios.

4- Sustracción, retención u ocultamiento de personas:


ARTICULO 146.- Será reprimido con prisión o reclusión de 5 a 15 años, el que sustrajere a un menor de 10
años del poder de sus padres, tutor o persona encargada de él, y el que lo retuviere u ocultare.
1. Acción típica: El delito consiste en sustraer, retener u ocultar al menor. Son acciones diferentes, pero las
dos últimas carecen de autonomía propia, para que resulten típicamente punibles, se deben cometer con
relación a un menor que ya ha sido sustraído por un tercero.
La sustracción supone un despojo intencionalmente dirigido a la apropiación del menor, sea en forma
temporaria, momentánea o definitiva.
La retención implica tener, mantener o guardar al menor dentro de un espacio físico determinado.
El ocultamiento consiste en esconderlo de la vista de quien tiene la titularidad de su tenencia.
2. Sujetos: sujeto activo, puede ser cualquier persona. El padre y la madre no pueden ser sujetos activos ya
que los padres legítimos aun cuando hayan sido privados de los derechos que derivan de la patria potestad,
siguen siendo “los padres” del menor.
Ofendidos por el delito solo pueden ser los padres, tutores o personas encargadas del menor, que la
tenencia se posea por ley, por resolución judicial, o por una situación de hecho. Sujeto pasivo, es la persona
menor de 10 años.
3. Tipo subjetivo: la infracción es dolosa, el dolo es directo sin posibilidad de dolo eventual.

ARTICULO 147. - En la misma pena incurrirá el que, hallándose encargado de la persona de un menor de
diez años, no lo presentara a los padres o guardadores que lo solicitaren o no diere razón satisfactoria de su
desaparición.
ARTICULO 148. - Será reprimido con prisión de un mes a un año, el que indujere a un mayor de diez años y
menor de quince, a fugar de casa de sus padres, guardadores o encargados de su persona.
ARTICULO 148: bis: Será reprimido con prisión de 1 (uno) a (cuatro) años el que aprovechare
económicamente el trabajo de un niño o niña en violación de las normas nacionales que prohíben el trabajo
infantil, siempre que el hecho no importare un delito más grave.
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Quedan exceptuadas las tareas que tuvieren fines pedagógicos o de capacitación exclusivamente.
No será punible el padre, madre, tutor o guardador del niño o niña que incurriere en la conducta descripta.
Agravante:
ARTICULO 149. - Será reprimido con prisión de un mes a un año, el que ocultare a las investigaciones de la
justicia o de la policía, a un menor de quince años que se hubiere substraído a la potestad o guarda a que
estaba legalmente sometido.
La pena será de seis meses a dos años, si el menor no tuviera diez años.
Es preciso que dicha acción se lleve a cabo con un propósito determinado: para frustrar las “investigaciones
de la justicia o de la policía”. El mero ocultamiento sin esta finalidad no configura delito.
El tipo requiere:
- Un menor fugado
- Una investigación (judicial o policial) en curso tendiente a lograr su paradero
- Su ocultamiento por parte de un tercero con la finalidad de impedir que se lo descubra
Tipo subjetivo: es admisible el dolo eventual, debido a que el autor puede dudar acerca de si existe
realmente una investigación en curso para ubicar el paradero del menor.
El delito se agrava elevando la pena de seis meses a dos años de prisión, si el menor no tiene los 10 años
cumplidos.
Amenazas y coacciones: el bien jurídico protegido es la libertad individual en su esfera psíquica, es decir en
el ámbito de la facultad que toda persona tiene de obrar conforme a su propia voluntad, o bien de optar.
En el delito de coacciones se ataca directamente la libertad de determinación del sujeto pasivo, sustituir su
voluntad por la del agente.
ARTICULO 149 bis. - Será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que hiciere uso de amenazas
para alarmar o amedrentar a una o más personas. En este caso la pena será de uno a tres años de prisión si
se emplearen armas o si las amenazas fueren anónimas.
Será reprimido con prisión o reclusión de dos a cuatro años el que hiciere uso de amenazas con el propósito
de obligar a otro a hacer, no hacer o tolerar algo contra su voluntad.
ARTICULO 149 ter. - En el caso del último apartado del artículo anterior, la pena será:
1) De tres a seis años de prisión o reclusión si se emplearen armas o si las amenazas fueren anónimas;
2) De cinco a diez años de prisión o reclusión en los siguientes casos:
a) Si las amenazas tuvieren como propósito la obtención de alguna medida o concesión por parte de cualquier
miembro de los poderes públicos;
b) Si las amenazas tuvieren como propósito el de compeler a una persona a hacer abandono del país, de una
provincia o de los lugares de su residencia habitual o de trabajo.
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1. Acción típica: El delito no consiste en amenazar a otro sino en “hacer uso” de esa amenaza para infundirle
miedo o temor.
Hacer uso quiere decir emplear la amenaza con el fin de producir ej. El sujeto pasivo un estado de temor,
intranquilidad o desazón espiritual.
Así como la violencia es energía física consumada, la amenaza es energía física anunciada.
2. Sujetos: cualquier persona puede ser sujeto activo. Sujeto pasivo, también puede ser cualquier persona,
siempre que pueda comprender el significado y alcance de la amenaza que se le profiere.
3. Tipo subjetivo: la infracción es dolosa, la norma exige la concurrencia de un elemento subjetivo especifico,
consiste en usa la amenaza con la finalidad de infundir temor en la victima. No resulta admisible ni el dolo
eventual ni las formas imprudentes.
4. Consumación y tentativa: se consuma cuando la amenaza llega a conocimiento del sujeto pasivo,
independientemente de su atemorizacion. La tentativa resulta admisible.
5. Agravantes:
La amenaza se agrava solo en dos supuestos: cuando se emplearan armas o si fueran anónimas.
A) Empleo de armas: quedan comprendidas “armas propias” (el destino es de la defensa de la persona) como
las “impropias” (pueden ser usadas como tales”. La agravante exige el empleo del arma por lo tanta no
basta con llevarla encima; sino que debe ser usada como tal.
B) Amenazas anónimas: son anónimas cuando el sujeto pasivo ignora realmente de quien provienen, o
cuando resulta imposible o muy dificultoso individualizar a su autor.
C) Coacción: es un delito que atenta contra el libre desenvolvimiento de la voluntad a través de la libre
elección de una conducta entre varias posibles
El tipo exige, que el autor obre con el propósito de obligar al sujeto pasivo a hacer, no hacer o tolerar algo.
Tipo subjetivo: dolo directo.
Consumación y tentativa: se consuma cuando la amenaza llega al conocimiento de la víctima,
independientemente de que esta realice o no un determinado obrar. La tentativa es admisible.
5- Delitos cometidos por funcionarios públicos:
ARTICULO 143. - Será reprimido con reclusión o prisión de uno a tres años e inhabilitación especial por doble
tiempo:
1º. El funcionario que retuviera a un detenido o preso, cuya soltura haya debido decretar o ejecutar;
2º. El funcionario que prolongare indebidamente la detención de una persona, sin ponerla a disposición del
juez competente;
3º. El funcionario que incomunicare indebidamente a un detenido;
4º. El jefe de prisión u otro establecimiento penal, o el que lo reemplace, que recibiera algún reo sin
testimonio de la sentencia firme en que se le hubiere impuesto la pena o lo colocare en lugares del
establecimiento que no sean los señalados al efecto;
5º. El alcaide o empleado de las cárceles de detenidos y seguridad que recibiere un preso sin orden de
autoridad competente, salvo el caso de flagrante delito;
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6º. El funcionario competente que teniendo noticias de una detención ilegal omitiere, retardare o rehusare
hacerla cesar o dar cuenta a la autoridad que deba resolver.
1. Es un delito de comisión por omisión: comisión puesto que la acción se describe como la de retener y
omisión ya que esa retención proviene de no haberse dispuesto la libertad o de no haberse ejecutado la
orden impartida por un funcionario competente). (el Sujeto Activo es el funcionario con competencia para
disponer la soltura por sí mismo) (se consuma en el momento que surge la obligación. No admite tentativa,
dado el carácter del delito. Culpabilidad es compatible con el dolo eventual.
2. Se consuma cuando vencido el plazo para poner al detenido a disposición del juez competente, el
funcionario no ha cumplido con esa obligación. No es admisible la tentativa.
3. Incomunica indebidamente a un detenido el funcionario que impide que se comunique con terceros
cuando carece de la competencia para disponer la incomunicación y no existe un orden legalmente
expedida en tal sentido; o cuando poseyendo esa competencia, dispone la incomunicación en los casos en
que la ley no la admite, o prolonga la incomunicación en los casos en que la ley no lo admite.) (se consuma
cuando se hace efectiva la incomunicación. Si admite tentativa en algunos casos.
4. Sujeto activo es el jefe de prisión que intervino en la recepción o el funcionario que está obligado a
comprobar la presentación del testimonio y su correspondencia con la persona que se le entrega. Se
consuma cuando la persona queda alojada sin cumplir el requisito formal indicado, aunque se trate de un
condenado. Admite tentativa.
5. Consumación y tentativa igual que el anterior. Sujeto activo el jefe del establecimiento de detenidos, a
quien la ley designa con la denominación de alcaide. El error puede eliminar la culpabilidad.
6. Sujeto activo es el funcionario que posea la competencia o el deber enunciado, mientras no haya sido el
quien asumió carácter de autor o participe de la detención ilegal. Culpabilidad el dolo pide el conocimiento
cierto, el error puede excluir la culpabilidad. Se consuma con la omisión, el retardo o la negativa y no
parece posible la tentativa.
Restringen indebidamente la libertad personal de la víctima. Se trata de abusos funcionales, el autor tiene
que ser un funcionario público con competencia para disponer o ejecutar restricciones a dicha libertad.
Agravante:
ARTICULO 144. - Cuando en los casos del artículo anterior concurriere alguna de las circunstancias
enumeradas en los incisos 1, 2, 3 y 5 del artículo 142, el máximo de la pena privativa de la libertad se
elevará a cinco años.

6- Vejaciones, apremios ilegales y tormentos:


ARTICULO 144 bis. - Será reprimido con prisión o reclusión de uno a cinco años e inhabilitación especial por
doble tiempo:
1. El funcionario público que, con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley,
privase a alguno de su libertad personal;
2. El funcionario que desempeñando un acto de servicio cometiera cualquier vejación contra las personas o
les aplicare apremios ilegales;
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3. El funcionario público que impusiere a los presos que guarde, severidades, vejaciones, o apremios
ilegales.
Si concurriere alguna de las circunstancias enumeradas en los incisos 1, 2, 3 y 5 del artículo 142, la pena
privativa de la libertad será de reclusión o prisión de dos a seis años.

El art 144 bis inc. 2 y 3, toma en cuenta ciertos procedimientos que, por la mortificación que imponen al
sujeto pasivo, atacan su LIBERTAD, la cual se manifiesta en el derecho que todo individuo tiene a no sufrir
procedimientos de parte de los funcionarios públicos que tienen en sus manos el poder que les otorga la
función, o a no ver agravada con ellos la privación de libertad que ya sufren.
✓ Severidades: es todo trato riguroso que incide sobre el cuerpo de la persona (castigos, privación de
alimentos), que tiene una secuela de sufrimiento físico o le exige un esfuerzo anormal, o de prohibición de
las actividades que tiene derecho a realizar o que importen restricciones indebidas (aislamiento, privación
de visitas).
✓ Vejaciones: es todo trato humillante que mortifica moralmente a la persona, atacando su sentimiento de
dignidad o de respeto que merece como tal y con el que espera ser tratada.
✓ Apremios ilegales: es un procedimiento coaccionante que tiene una finalidad trascendente a el mismo:
lograr una determinada conducta en el apremiado (tradicionalmente una manifestación sobre un hecho
ocurrido). Se puede constituir por atentados físicos sobre la persona del sujeto pasivo, por severidades o
vejaciones también realizadas de otros modos (amenazas intimidaciones).
• Privación ilegal con abuso de funciones o sin las formalidades legales (inc. 1):
Esta disposición importa un refuerzo al art.18 de la constitución cuyo texto consagra la garantía de que
nadie puede ser arrestado sino en virtud de una orden escrita de autoridad competente. Uno de los actos
comprendidos consiste en privar a alguien de su libertad con abuso de función pública, el otro en privar a
alguien de su libertad sin abuso de función pero al margen de las formalidades legales.
- La privación de libertad con abuso funcional se tipifica cuando el funcionario público carece de facultad
para detener a una persona o cuando, teniéndola, hace uso excesivo o arbitrario de ella.
- Actúa al margen de las formalidades legales, el funcionario que procede a la detención de una persona sin
contar con la orden escrita emitida por autoridad competente o, cuando teniendo dicha orden, no la
exhibe al sujeto pasivo, cuando tiene defectos formales o cuando está referida a un caso distinto. Según las
disposiciones procesales, la orden debe ser escrita y contener los datos personales del imputado (u otros
que sirvan para identificarlo), la indicación del hecho que se le atribuye, debiendo ser notificado en el
momento de su aprehensión o inmediatamente después. Se puede proceder a la detención sin una orden,
cuando se halle a la persona intentado o perpetrando un delito, o cuando se haya fugado estando
legalmente preso.
• Vejación o apremios ilegales en actos de servicio (inc. 2):
Sujetos: activo, la figura se caracteriza porque ocurre en un acto de servicio. El agente debe estar actuando
como funcionario. Pasivo, cualquier persona.
• Severidades, vejaciones y apremios ilegales sobre detenidos (inc.3):
1. Fundamento de la punibilidad: la lesión a la libertad reside aquí en el agravamiento que significa, para la
situación del privado de libertad, que se sumen a ella los tratamientos aflictivos.
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2. Ilegalidad del tratamiento: la característica de la ilegalidad del tratamiento destaca su carácter anómalo
con relación a lo establecido por la ley o un reglamento. Esa ilegalidad puede estar constituida por la
inobservancia de las formas legales o la incompetencia del funcionario (por ejemplo: imponer un castigo al
interno sin la intervención necesaria del tribunal disciplinario). O por la improcedencia del tratamiento.
Todo tratamiento, aunque tenga contenido mortificante, que se encuentre legal o reglamentariamente
previsto como propio del cumplimiento de la detención o de la pena privativa de la libertad, queda
marginado de la tipicidad.
3. Sujetos (limitados por el tipo): activo, son los funcionarios públicos que custodian presos, es decir, aquellos
que directa (celadores) o indirectamente (alcaides, jefes) tienen a la persona de la víctima a su disposición,
de modo que pueden imponerle el tratamiento mortificante u ordenar que se lo impongan. Si el que
imponga el maltrato fuera alguien que no está a cargo de la víctima, queda cubierto por el inc. 2. Pasivo:
solo pueden serlo los presos guardados por el funcionario que impone el tratamiento mortificante.
4. Concurrencia de tratamientos mortificantes: si en el mismo hecho concurren varios tratamientos
mortificantes, no se multiplica la delictuosidad.
5. Tipo subjetivo: presenta las mismas características que la figura anterior aunque hay que señalar que el
error iuris puede llegar a excluirla (por ejemplo: una mala interpretación del reglamento).
6. Circunstancias de agravación: Si concurriere alguna de las circunstancias enumeradas en los incs.1º, 2º, 3º y
5º del Artículo 142, la pena privativa de la libertad será de reclusión o prisión de dos a seis años.

7- Tortura:
- Primera etapa: la ley 14.616 no definió la tortura. Solo hizo una referencia al castigar al funcionario público
que impusiera a los presos bajo su guarda cualquier especie de tormento. La opinión más extendida
considero que la tortura era el maltrato material o moral infligido intencionalmente para torturar a la
víctima, sea como medio de prueba respecto de sospechados y testigos, sea para ejercer venganza o
represalias, sea con finalidad malvada.
- Segunda etapa: con la sanción de la ley 23.097 se introdujo el concepto de tortura al código penal diciendo
que por tortura se entenderá no solamente los tormentos físicos, sino también la imposición de
sufrimientos psíquicos, cuando estos tengan gravedad suficiente.
- Tercera etapa: en 1994 se incorporó a la constitución la Convención contra la tortura y otros tratos o penas
crueles, inhumanas o degradantes; la cual define la tortura en su Art. 1:
A los efectos de la presente Convención, se entenderá por el término “tortura” todo acto por el cual se
inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el
fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya
cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por
cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean
infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya,
o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean
consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas.
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ARTICULO 144 ter.- 1. Será reprimido con reclusión o prisión de ocho a veinticinco años e inhabilitación
absoluta y perpetua el funcionario público que impusiere a personas, legítima o ilegítimamente privadas de
su libertad, cualquier clase de tortura.
Es indiferente que la víctima se encuentre jurídicamente a cargo del funcionario, bastando que éste tenga
sobre aquélla poder de hecho.
Igual pena se impondrá a particulares que ejecutaren los hechos descritos.
2. Si con motivo u ocasión de la tortura resultare la muerte de la víctima, la pena privativa de libertad será
de reclusión o prisión perpetua. Si se causare alguna de las lesiones previstas en el artículo 91, la pena
privativa de libertad será de reclusión o prisión de diez a veinticinco años.
3. Por tortura se entenderá no solamente los tormentos físicos, sino también la imposición de sufrimientos
psíquicos, cuando éstos tengan gravedad suficiente.

1. Acción típica: es imponer, a la víctima cualquier clase de tortura, es decir, aplicarle procedimientos
causantes de intenso dolor físico o moral. La intensidad del sufrimiento es una de las características de la
tortura, que la distingue objetivamente de las severidades o vejaciones; la explicación está dada por el inc.
3. Es indiferente la finalidad perseguida.
2. Sujetos: activo: en primer lugar, un funcionario público; como la ley no hace distinciones cualquiera que
revista aquella calidad, cualquiera sea la repartición a la que pertenezca (siempre que tenga competencia
para privar de la libertad). Basta que tenga poder de hecho sobre la víctima. En segundo lugar, la ley
considera sujeto activo a los particulares que impusieran tortura a la persona privada de la libertad legítima
o ilegítimamente; pero para que ocurra, tiene que infligirle la tortura a quien puede ser víctima del delito.
Si el sujeto pasivo no reúne esa cualidad, encuadra en otras figuras.
Pasivo: una persona privada de la libertad, legitima o ilegítimamente; pero no cualquier privación convierte
a la persona en víctima, sino la que tiene su origen en una relación funcional.
3. Agravante: figura del inciso 2.

Figura omisiva:
ARTICULO 144 quater. - 1º. Se impondrá prisión de tres a diez años al funcionario que omitiese evitar la
comisión de alguno de los hechos del artículo anterior, cuando tuviese competencia para ello.
2º. La pena será de uno a cinco años de prisión para el funcionario que en razón de sus funciones tomase
conocimiento de la comisión de alguno de los hechos del artículo anterior y, careciendo de la competencia a
que alude el inciso precedente, omitiese denunciar dentro de las veinticuatro horas el hecho ante el
funcionario, ministerio público o juez competente. Si el funcionario fuera médico se le impondrá, además,
inhabilitación especial para el ejercicio de su profesión por doble tiempo de la pena de prisión.
3º. Sufrirá la pena prevista en el inciso 1º de este artículo el juez que, tomando conocimiento en razón de su
función de alguno de los hechos a que se refiere el artículo anterior, no instruyere sumario o no denunciare
el hecho al juez competente dentro de las veinticuatro horas.
4º. En los casos previstos en este artículo, se impondrá, además, inhabilitación especial perpetua para
desempeñarse en cargos públicos. La inhabilitación comprenderá la de tener o portar armas de todo tipo.

• Omisión de evitar el delito (art. 144 quater, inc. 1):


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Solo puede ser sujeto activo el funcionario que tiene competencia para hacer cesar la aplicación del
tormento. El funcionario tiene competencia cuando tiene una jerarquía funcional con respecto a los
autores del hecho, que le otorga atribuciones para disponer del cese de su actividad delictiva. La omisión
comprende la tentativa, la consecución o la prosecución de la actividad delictiva.
Se trata de un delito especial propio, en razón de la calidad de autoría exigida por el tipo (funcionario). Es
un delito de omisión impropia, doloso y de peligro concreto, que se consuma con la actitud pasivos del
agente. No es admisible la tentativa.
• Omisión de denunciar el delito (art. 144 quater, inc. 2):

El autor debe ser un funcionario público que carece de competencia para evitar la aplicación del tormento.
La autoría abraca tanto a quien ha tomado conocimiento del hecho mientras se llevaba a cabo como
también después de su consumación.
No cualquier funcionario público queda comprendido en el tipo, sino solo aquel que toma conocimiento
del hecho en razón de sus funciones. Por lo tanto quedan fuera de la tipicidad aquellas omisiones cuando
aún el hecho no ha tenido principio de ejecución, cuando el conocimiento se adquiere en forma particular,
extraoficialmente, fuera de la propia función o en ocasión de ella y por razones de secreto profesional.
La estructura del tipo admite una diversidad de hipótesis que resultan punibles: omite tanto quien no ha
denunciado el hecho de acuerdo con las exigencias de la ley como quien no lo hace fundado en que otra
persona ya lo hizo, cuando frente a varios hechos solo se denuncia uno solo de ellos, o se formula denuncia
ante una autoridad incompetente. Ahora bien, si hay error sobre la competencia del funcionario que recibe
la denuncia, el delito no se configura.
Se trata de un delito especial propio, de pura omisión, de peligro, que se consuma al producirse el
vencimiento del plazo de 24 horas que establece la norma para denunciar el hecho. No parece admisible la
tentativa.
• Punibilidad especial para los médicos (parte 2 del inc. 2 del art. 144 quater):

Se debe tener presente que de ningún modo importa la derogación de los principios generales, ya que no
en todos los casos el medico que es funcionario público queda marginado de la obligación de guardar el
secreto profesional; cuando tenga que observarla no podrá ser autor del delito.
• Omisión de persecución calificada (art. 144 quater, inc. 3):

La norma contiene requisitos de mayor exigencia típica: el conocimiento se reduce al que el juez haya
adquirido en razón de su actividad funcional específica. Además, el juez debe tener competencia para
instruir sumario por el delito del art 144 ter.

Surge el problema de saber si comete la omisión el juez que, siendo competente, no está asignado a la
causa por razón de turno. El turno no es en realidad una regla de competencia sino de mero ordenamiento
de materia. El juez, en principio, no se relevara de responsabilidad por aquella circunstancia, salvo en los
casos en que la intervención del juez de turno pueda realizarse con la suficiente celeridad como para evitar
la puesta en peligro del BJP.
BOLILLA 11 – DELITOS CONTRA LA LIBERTAD

• Omisión de denuncia calificada (inc. 3, art. 144 quater):


La ley quiere que el hecho sea denunciado por el juez incompetente al juez competente. Pero en caso de
que el primero lo ponga en conocimiento del ministerio fiscal (quien en muchos regímenes procesales es el
único habilitado para promover la investigación), la omisión es típica pero no punible, puesto que si
encuadra dentro de la regulación procesal, no podrá imputarse como delito lo que es cumplimiento de la
ley.
• Negligencia funcional permisiva:

ARTICULO 144 quinto.- Si se ejecutase el hecho previsto en el artículo 144 tercero, se impondrá prisión de
seis meses a dos años e inhabilitación especial de tres a seis años al funcionario a cargo de la repartición,
establecimiento, departamento, dependencia o cualquier otro organismo, si las circunstancias del caso
permiten establecer que el hecho no se hubiese cometido de haber mediado la debida vigilancia o adoptado
los recaudos necesarios por dicho funcionario.
Lo que aquí se pune es la omisión de la debida vigilancia o de la adopción de recaudos que, de haberse
observado o existido, hubiesen impedido la perpetración del ilícito en la sede del organismo o por personal
del él fuera su sede. La amplitud autoral encuentra una limitación: tiene que haber ocurrido en virtud de
las comisiones del funcionario; las circunstancias de aquel delito deben demostrar con certeza que él se
perpetro porque su comisión fue permitida por la situación creada en el organismo por las omisiones o
directamente a raíz de una específica omisión concreta.
La extensión autoral podría alcanzar a todos los que ejercen funciones de dirección o control. La necesaria
limitación entonces, se establece por vía de causalidad: de todas las omisiones imputables a dichos
funcionarios, solo serán penalmente las que hayan dado lugar de manera directa a que el delito se
cometiese.
Responsabilidad del funcionario a cargo de la repartición:
El funcionario a cargo es sujeto activo de la repartición en cuyo ámbito se ha cometido el delito, ya sea que
se trate de la persona directamente titular del cargo como de quien hace de reemplazante por delegación
de la función (sea temporal o no). Lo que importa es que, en el momento del hecho, se encuentre a cargo
de la repartición.
8- Conducción fuera de las fronteras:
ARTICULO 145. - Será reprimido con prisión de dos a seis años, el que condujere a una persona fuera de las
fronteras de la República, con el propósito de someterla ilegalmente al poder de otro o de alistarla en un
ejército extranjero.

1. Fundamentos de la punibilidad: lo que determina la punibilidad es el atentado a la libertad del sujeto


pasivo constituido por el sometimiento.
El consentimiento del sujeto pasivo: el delito se apoya en la falta de consentimiento, en el vencimiento de
la voluntad quebrantada por medios coactivos, o en el logro de su consentimiento viciado alcanzado
mediante el error suscitado por medios engañosos.
BOLILLA 11 – DELITOS CONTRA LA LIBERTAD

2. Acción típica: se trata de conducir a una persona fuera de la Republica (no de sacarla); el delito ya lo
comete quien lleva a la persona hacia la frontera, aunque no haya conseguido hacer que la traspase.
3. Elemento subjetivo: el agente tiene que actuar con el propósito de someter a la víctima al poder de otro o
alistarla en un ejército extranjero. El poder al que se quiere someter a la víctima es el ejercido por cualquier
persona u organismo, público o privado, que importe un dominio material sobre la persona de la víctima.
Tiene que tratarse de un sometimiento que no constituya una reducción a servidumbre o condición
análoga, puesto que eso constituiría una tentativa del delito previsto por el artículo 140.
El ejército extranjero es una de las formas que puede asumir el poder al que se trata de someter a la
víctima, entendiéndose por tal todo conjunto militarmente estructurado, estatal o no, ajeno a la soberanía
de la república.
La conducción puede ser legal o ilegal, lo que resultaría ilegal seria pretender un sometimiento cuando el
agente carece de potestad para imponerlo o cuando lo hace sin observar las formalidades que para ese
acto exigen las leyes nacionales.
4. Consumación y tentativa: el delito se consuma cuando se comienza a conducir a la persona, desde
cualquier punto del país, hacia la frontera, con la finalidad típica.
Parte de la doctrina admite la tentativa, que se presenta cuando se despliegan procedimientos destinados
a tratar de conducir a la persona con la finalidad típica.
5. Tipo subjetivo: dolo debe ser directo, ya que el tipo reclama como presupuesto el conocimiento de la
ilegalidad del sometimiento que se pretende. El error sobre tal circunstancia elimina no solo la
culpabilidad, sino también el elemento subjetivo, con lo cual queda descartado el tipo.

9- Sustracción, retención y ocultamiento de menores:


Los artículos 164 a 149 regulan figuras cuyo objeto es la persona de un menor. Se indica que el ataque no
está dirigido de manera directa contra la libertad individual del menor, sino contra la tenencia de el por
parte de quienes la ejercían legítimamente; por lo que se dice que se trata de ofensas a la familia del
menor. La justificación de la ubicación de los delitos en este título es que el menor se encuentra en una
situación de dependencia de “otra voluntad”, y el autor lo que hace es usurpar esta.
El menor como objeto de los delitos: en primer lugar, antes que sujeto pasivo del delito, el menor es objeto
de la acción. En consecuencia, es indiferente que medie o no el consentimiento del menor sobre la acción
del agente.

• Sustracción de menores:

ARTICULO 146.- Será reprimido con prisión o reclusión de 5 a 15 años, el que sustrajere a un menor de 10
años del poder de sus padres, tutor o persona encargada de él, y el que lo retuviere u ocultare.

1. Acción típica: las acciones son las de sustraer y retener u ocultar al menor sustraído.
En la sustracción, el agente se apodera del menor, despojando del el a quien lo tenía en su poder,
apartándolo de los lugares donde ejercía su tenencia, logrando que el mismo menor se aparte, impidiendo
BOLILLA 11 – DELITOS CONTRA LA LIBERTAD

que el legítimo tenedor vuelva a la tenencia del menor cuando aquella se ha interrumpido por cualquier
causa.
Retiene el que guarda al menor sustraído; lo oculta el que lo esconde, ambos impidiendo el conocimiento
de su ubicación por parte del legítimo tenedor. Ambas acciones tienen que referirse a un menor sustraído
por la actividad de un tercero; esas acciones desplegadas por el mismo agente que sustrae al menor
carecen de relevancia en orden a la punibilidad.
2. Consumación y tentativa: el delito se consuma cuando se ha desapoderado al legitimo tenedor de la
persona del menor o se ha impedido que se reanude la vinculación interrumpida, aunque el agente no haya
consolidado su tenencia sobre aquel (por ejemplo: induce al menor a la fuga y una vez que ella se produce,
no lo retiene), o cuando se han realizado los actos de ocultación o retención de un menor sustraído por
otro. Todas las conductas admiten tentativa.
3. Sujetos: activo, puede ser cualquier persona, sin embargo se discute si comete este delito el padre o madre
del menor que lo sustrae de la tenencia que legítimamente ejercía el otro cónyuge o un tercero por el: la
doctrina y jurisprudencia argentinas han negado que esas personas pudieran ser autores del delito,
apoyándose en que este es una pura ofensa a los derechos familiares de patria potestad o a los nacidos de
la tutela o guarda; aunque puedan constituir otros delitos (como el de desobediencia). Pasivo, es quien de
manera legítima ejerce la tenencia del menor de la que es despojado. Dicha legitimidad puede estar
fundada en un derecho reconocido legalmente (patria potestad), en un acto voluntario por quien tiene
potestad para producirlo (tutela dativa), en una sentencia que lo haya conferido (entrega de la guarda) o
en un hecho no contrario a la ley (institución que se hace cargo de un expósito).
4. Tipo subjetivo: aunque se sostiene que el dolo de este delito requiere la intención de apropiarse del menor,
ello no sería del todo exacto; basta con que se quiera desapoderar al legítimo tenedor. Cuando el delito
está constituido por las acciones de retener u ocultar al menor sustraído por otro, el agente tiene que
conocer esta circunstancia; en este caso la duda equivale al saber.

ARTICULO 147. - En la misma pena incurrirá el que, hallándose encargado de la persona de un menor de
diez años, no lo presentara a los padres o guardadores que lo solicitaren o no diere razón satisfactoria de su
desaparición.

• Inducción a la fuga:
ARTICULO 148. - Será reprimido con prisión de un mes a un año, el que indujere a un mayor de diez años y
menor de quince, a fugar de casa de sus padres, guardadores o encargados de su persona.

ARTICULO 148: bis: Será reprimido con prisión de 1 (uno) a (cuatro) años el que aprovechare
económicamente el trabajo de un niño o niña en violación de las normas nacionales que prohíben el trabajo
infantil, siempre que el hecho no importare un delito más grave.
Quedan exceptuadas las tareas que tuvieren fines pedagógicos o de capacitación exclusivamente.
No será punible el padre, madre, tutor o guardador del niño o niña que incurriere en la conducta descripta.

1. Acción típica: Inducir significa aconsejar seriamente al menor para que se fugue, no es suficiente la simple
manifestación a él formulada de la conveniencia de que lo haga: el agente tiene que desplegar toda una
BOLILLA 11 – DELITOS CONTRA LA LIBERTAD

actividad destinada a persuadir al menor para que se fugue, es decir, abandone el lugar donde se
encuentra (sea la casa de sus padres, tutores, encargados o guardadores) o un domicilio distinto en que se
encuentra a disposición de ellos o con su anuencia (por ejemplo: el colegio). No constituye el delito
inducirlo a que salga de allí por lapsos más o menos prolongados, pero con la voluntad de volver, pues tal
conducta no constituye el abandono propio de la fuga.
2. Consumación y tentativa: el delito se perfecciona con la actividad de persuadir desplegada por el agente
sobre el menor, resultando indiferente, que el menor lleve o no a cabo la fuga. Lo que se pune es el peligro
que constituye la inducción con respecto a la de un delito formal. No admite tentativa.
3. Tipo subjetivo: solo admite el dolo directo. El error exculpante puede funcionar en ciertas circunstancias,
como sería la edad del menor a quien se induce.
4. Sujetos: sujeto activo puede ser cualquier persona. Sujeto pasivo solo puede ser una persona mayor de 10
años y menor de 15.

• Ocultamiento de un menor:
ARTICULO 149. - Será reprimido con prisión de un mes a un año, el que ocultare a las investigaciones de la
justicia o de la policía, a un menor de quince años que se hubiere substraído a la potestad o guarda a que
estaba legalmente sometido.
La pena será de seis meses a dos años, si el menor no tuviera diez años.

1. Acción típica: es la de ocultar a las investigaciones de la justicia o de la policía.


Lo que el agente debe ocultar es la persona del menor, con el propósito de frustrar esas investigaciones.
No constituye el delito la actitud de quien oculta a un menor que no es buscado ni por la policía ni por la
justicia.
El objeto de la ocultación es un menor de quince años y un mayor de diez que se hubiere sustraído de la
potestad o guarda a la que estaba legalmente sometido. La ocultación de un menor que no estaba
sometido a una tenencia de tal naturaleza no constituye este delito.
2. Tipo subjetivo: el dolo requiere conocimiento de la situación en que se encuentra el menor y el de la
existencia de investigaciones judiciales o policiales que se realizan para dar con él, aunque hay que señalar
que la duda sobre estas equivale al conocimiento. Por esa causa, la figura admite dolo eventual.

10- Coacciones y amenazas:


Estos delitos tienen en común el producir una crisis en la tranquilidad espiritual del individuo. Tanto en uno
como en otro caso, el BJP es la libertad individual en su esfera psíquica (ámbito de la facultad que toda
persona tiene de obrar conforme a su propia voluntad, libre de injerencias externas).
Para distinguir entre uno y otro delito, en el delito de coacciones se ataca directamente la libertad de
determinación del sujeto pasivo, procurando sustituir su voluntad por la del agente; mientras que en las
amenazas la atacan de manera indirecta quebrantando la situación espiritual dentro de la cual el sujeto
puede determinarse sin trabas de ninguna naturaleza.
• Amenazas:
BOLILLA 11 – DELITOS CONTRA LA LIBERTAD

Es una manifestación de voluntad del agente de ocasionar o de concurrir a ocasionar al sujeto pasivo el
daño futuro de que se trate. Queda fuera la simple expresión de deseos (“ojala que te maten”).
1. Contenido de la amenaza: el contenido es un daño, en cuanto a lesión o detrimento de un bien o interés de
una persona; de carácter ilegitimo (el paciente no está obligado a soportarla) y futuro, ya que solo de ese
modo puede constituir un peligro potencial para la víctima, capaz de perturbar su normalidad vital: no es
típica la mención de un mal que hubiera podido ocurrir en el pasado (“te hubiera matado”) o de un mal
presente que se está sufriendo, pero si lo puede ser el anuncio de la renovación de un mal que se ha
sufrido o se está sufriendo.
El daño amenazado puede recaer sobre el sujeto pasivo (persona o bienes) como sobre la persona o bienes
de terceros (vinculados o no con la victima).
2. Seriedad de la amenaza: esto abarca que el daño que se anuncia sea posible. Es también una exigencia
implícita la gobernabilidad del daño; como mínimo tiene que mostrarse como dependiente de la voluntad
de quien formula la amenaza. Las amenazas falsas pueden llegar a ser típicas en casos en que la víctima no
conozca la imposibilidad de su producción por voluntad del autor.
3. Gravedad e injusticia de la amenaza: las amenazas tienen que ser injustas, lo cual se da cuando el daño
amenazado no tiene por qué ser soportado por el sujeto pasivo a raíz de una imposición jurídica, ni el
agente tiene derecho a inferirlo. Las amenazas son graves cuando el mal amenazado tiene suficiente
entidad para producir una efectiva vulneración de la libertad, creando un estado de alarma o temor y eso
ocurre cuando aquel puede afectar derechos o intereses jurídicamente protegidos.
4. Idoneidad de la amenaza: se refiere a la capacidad de la amenaza para crear el estado de alarma o temor.
Es indudable que cuando el estado de alarma ha sido comprobado como procedente de la amenaza, su
idoneidad no podrá ser puesta en tela de juicio. Pero cuando el estado de amedrentamiento no se ha
producido en el receptor de la amenaza, entonces es necesario acudir a criterios de razonabilidad,
relacionándolo con el concepto de hombre común en las particulares circunstancias en que se encontró el
sujeto pasivo, y será en esos supuestos donde la amenaza inidónea queda al margen de la tipicidad.
5. Medios y modalidades: la amenaza puede ser verbal (oral o escrita), real (ademanes) o simbólica (signos).
6. Consumación y tentativa: el delito se consuma cuando surge el peligro de que el anuncio del mal alarme al
sujeto pasivo, lo que pasa cuando llega a su conocimiento de tal modo que capte el carácter amenazador
de ese anuncio. La tentativa es posible en los medios por escrito o simbólicas, cuando no llegan al
destinatario por causas ajenas a la voluntad del agente.
7. Sujetos: activo, puede ser cualquier persona, incluso quien va a compartir el daño con la victima (el
condómino que amenaza con incendiar el condominio), hasta se admite que lo sea aquel sobre el cual va a
recaer exclusivamente el daño (el hijo amenaza al padre con suicidarse). Se admiten todas las formas de
participación. Pasivo: puede ser cualquier persona que tenga suficiente capacidad de intelección para
entender que se la amenaza. Por lo tanto, no pueden serlo quienes carezcan de capacidad para captar el
sentido de la amenaza (por insuficiencias psíquicas o físicas) siempre que la captación sea totalmente
imposible; no deja de ser sujeto pasivo quien puede sustituir su incapacidad por otros medios que le
permitan captar la amenaza.
Debe tratarse de un sujeto pasivo determinado o que pueda determinarse.
8. Tipo subjetivo: es un delito que solo admite el dolo directo. El error puede llegar a excluir la culpabilidad.
9. Elemento subjetivo: la amenaza tiene que ser usada para alarmar o amedrentar al sujeto pasivo. Alarma es
la situación en que el sujeto espera algo que puede ocurrir y serle dañoso. Temor es el sentimiento de
BOLILLA 11 – DELITOS CONTRA LA LIBERTAD

miedo suscitado por la alarma. Cabe destacar que este carácter no se da cuando el anuncio del daño no
persigue la finalidad de suscitar alarma o temor (por ejemplo, la finalidad expositiva), aunque en la victima
se haya producido aquel resultado.

• Agravantes:
Empleo de armas:
Se fundamenta en el mayor poder intimidatorio de la acción realizada con el instrumento. No es
indispensable que la potencialidad del arma responda de manera estricta a la que verdaderamente tienen
las de su tipo, siendo suficiente que pueda aumentar la intimidación de la víctima por desconocer esta las
diferencias de aquellas (pistola descargada).
Agravante genérica: Artículo 41 bis. - Cuando alguno de los delitos previstos en este Código se cometiera
con violencia o intimidación contra las personas mediante el empleo de un arma de fuego la escala penal
prevista para el delito de que se trate se elevará en un tercio en su mínimo y en su máximo, sin que ésta
pueda exceder el máximo legal de la especie de pena que corresponda. Este agravante no será aplicable
cuando la circunstancia mencionada en ella ya se encuentre contemplada como elemento constitutivo o
calificante del delito de que se trate.

Amenazas anónimas:
La agravante se fundamenta por el mayor temor o alarma que producen estas especies de amenazas al no
poderse conocer su origen, lo cual dificulta tomar las medidas necesarias para evitar el daño amenazado.
Modos de anonimato: el anonimato reside en la imposibilidad o en las graves dificultades para descubrir la
identidad del autor. En la amenaza oral se produce por la ausencia del sujeto (por teléfono) o, si se realiza
en su presencia por medio de cualquier procedimiento que deforme la voz, la imagen (disfraz) o no permita
ver al agente (ocultándose). En la escrita puede darse por medio de la ausencia de la indicación del
remitente, o firmando con un seudónimo desconocido por el receptor, atribuyéndose la identidad de una
persona distinta o usando la denominación de un grupo o asociación.

• Coacciones (párrafo 2 del art. 149 bis.):


La coacción es un delito que atenta contra el libre desenvolvimiento de la voluntad a través de la libre
elección de una conducta entre varias posibles.
1. Acción típica: consiste en hacer uso de amenazas para obligar al sujeto pasivo a hacer, no hacer o tolerar
algo en contra de su voluntad.
2. Tipo subjetivo: dolo directo.
3. Elemento subjetivo: es el propósito del agente de obligar a otro a hacer, no hacer o tolerar algo contra su
voluntad. La amenaza tiene que constituir para el agente el medio de obtener una determinada conducta
de la víctima. El contenido de la imposición tiene que ser una conducta determinada, si no lo es, cabe como
amenaza. Si lo que se exige es la comisión de un delito, el coaccionante responde como autor mediato del
delito tentado o consumado.
BOLILLA 11 – DELITOS CONTRA LA LIBERTAD

4. Consumación y tentativa: el delito es de pura actividad, y se consuma cuando la amenaza llega a


conocimiento de la víctima, independientemente de que esta realice o no un determinado obrar. Es posible
la tentativa.
5. Agravante:

ARTICULO 149 ter. - En el caso del último apartado del artículo anterior, la pena será:
1) De tres a seis años de prisión o reclusión si se emplearen armas o si las amenazas fueren anónimas;
2) De cinco a diez años de prisión o reclusión en los siguientes casos:
a) Si las amenazas tuvieren como propósito la obtención de alguna medida o concesión por parte de
cualquier miembro de los poderes públicos;
b) Si las amenazas tuvieren como propósito el de compeler a una persona a hacer abandono del país, de
una provincia o de los lugares de su residencia habitual o de trabajo.

Fundamentos: en la formula vigente, las agravantes de las coacciones responden a una doble orientación.
En unas, el legislador ha tenido en cuenta la mayor eficacia intimidatoria del medio empleado; en otras, la
importancia del modo con que se vulnera la libertad de la víctima a tenor del contenido de las exigencias
del agente.

• Coacciones agravadas por el mayor poder intimidatorio del medio empleado (149 ter, inc. 1)
• Coacciones agravadas por los propósitos perseguidos por el autor:
✓ Coacciones a miembros de los poderes públicos: el propósito que agrava es el de obtener alguna medida o
concesión de un miembro de los poderes públicos. Para que se dé la agravante, el sujeto pasivo tiene que
ser un miembro de los poderes públicos en cuanto tengan la posibilidad de disponer, resolver u otorgar lo
que se exige de ellos.
✓ Compelimiento al abandono del país, de una provincia o de los lugares de residencia habitual o de trabajo:
debemos entender como abandono al alejamiento más o menos definitivo o relativamente prolongado.

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