ISSN 1988-6047 DEP.

LEGAL: GR 2922/2007 Nº 45 AGOSTO DE 2011

“ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA CON EL

ALUMNADO CON TRASTORNO POR DÉFICIT DE
ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD - TDAH”
AUTORÍA
DOLORES MARÍA RAMÍREZ SÁNCHEZ
TEMÁTICA
ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD, NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES Y ATENCIÓN AL
ALUMNADO CON TRASTORNO POR DÉFICIL DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD- TDAH.
ETAPA
EI, EP y ESO.

Resumen

A lo largo del presente artículo, pretendo hacer un resumen de cuáles son las características que
suelen presentar los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad - TDAH así como
mostrar algunas pautas educativas que pueden ser utilizadas tanto por padres como por maestros y
otros profesionales que trabajen con el niño y que nos ayudarán a prestarles la atención educativa
individualizada que necesitan estos alumnos y así para poder ayudarles desde la familia y la escuela.

Además, intento mostrar la importancia de la comunicación entre la familia y la escuela y la

necesidad de establecer pautas educativas comunes para mejorar la educación de nuestro alumnado
con este tipo de trastorno. En la actualidad, el TDAH supone un reto para padres y educadores ya que,
en muchos casos, no se establecen unas pautas claras de intervención y adaptadas a cada niño de
forma individualizada.

Palabras clave

ƒ Atención a la diversidad.
ƒ Necesidades educativas especiales.
ƒ Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad- T.D.A.H.

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1. ¿QUÉ ES EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD - TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual con
bases neurobiológicas y un fuerte componente genético, que se define como la incapacidad para
mantener la atención y controlar la actividad al nivel esperado para la edad del niño.

Es el trastorno del comportamiento que más se diagnostica en la infancia o en la adolescencia y

se calcula que afecta de un 5% a un 7% de los niños en edad escolar. Se debe a una alteración global
del funcionamiento cerebral, con alteraciones que afectan a las funciones cognitiva, conductual y
motora. Representa entre el 20 y el 40% de las consultas en los servicios de psiquiatría infanto-juvenil.

Se trata de un trastorno neurológico del comportamiento caracterizado por distracción moderada

a severa, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas
impulsivas.

Este trastorno se confunde con niños que simplemente son revoltosos; tienen mal
comportamiento; presentan trastornos de aprendizaje, de ansiedad, afectivos... El TDAH es mucho más
que eso, el principal problema de estas personas reside en sus dificultades de autocontrol, en la falta de
concentración y los problemas que ello causa en el rendimiento escolar.

Estos niños suelen ser etiquetados como molestos, distraídos, vagos, etc., por lo que es
importante que los profesores sepan, qué son niños con TDAH para que tengan una visión distinta del
problema. Debemos distinguir entre la mala conducta voluntaria y la mala conducta involuntaria.

La mala conducta voluntaria es intencional y causa problemas cuando los niños deciden no
comportarse de acuerdo a lo que se les ha pedido. La mala conducta involuntaria causa problemas que
resultan del TDAH que tiene el niño. El TDAH es un desorden en el cual los problemas son accidentales
y requiere de técnicas y estrategias educativas adecuadas, tanto por parte de los educadores como de
los padres.

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2. SINTOMATOLOGÍA DE LOS ALUMNOS CON TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON

HIPERACTIVIDAD – TDAH.

Según el DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), se considera

con T.D.A.H. al niño que cumple los requisitos que se definen a continuación:

• DIFICULTADES DE ATENCIÓN:

Para que un niño pueda ser diagnosticado de T.D.A.H. tiene que presentar, al menos, seis de los
siguientes síntomas durante un período de tiempo mínimo de seis meses.

- Tiene dificultades para focalizar la atención en tareas escolares y presenta muchos errores por
descuido.
- Dificultades para mantener la atención en un juego o en una tarea que se prolongue en el tiempo.
- Se comporta como si tuviera dificultades para oír los mensajes.
- Le cuesta seguir las instrucciones y no finaliza las tareas que empieza y no es por falta de
voluntad o porque no haya entendido las consignas.
- Tiene dificultades para organizar cualquier tipo de tarea o actividad.
- Le resulta imposible desarrollar una tarea que requiere un esfuerzo mental sostenido.
- A menudo pierde los instrumentos necesarios para desarrollar sus tareas.
- Se distrae fácilmente por cualquier estímulo irrelevante.
- Se olvida de las actividades cotidianas.

• HIPERACTIVIDAD:

Se considera que existe un predominio de hiperactividad e impulsividad si presenta, como

mínimo, seis de los siguientes signos por un período mínimo de seis meses.

- Muestra una marcada inquietud motora de manos y pies.

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- Abandona la postura de sentado y se levanta cuando debería permanecer quieto.

- Se mueve y corre en exceso en situaciones que son inapropiadas.
- Muestra dificultades para mantener la quietud en juegos estáticos.
- Constantemente se muestra muy acelerado.
- Siempre está activo y movido, sin ningún tipo de tregua.
- Habla excesivamente y sin control.

• IMPULSIVIDAD

- Contesta a las preguntas antes de que hayan terminado de preguntarle.

- Tiene dificultades para mantener las reglas de un juego y los turnos de participación en una
actividad grupal.
- Frecuentemente, interrumpe en actividades que están realizando otros.

Para que se considere con T.D.A.H. los síntomas tienen que haber aparecido antes de los 7
años.

Estos síntomas tienen que afectar la conducta del niño en dos o más ambientes de los que
frecuenta: familia, escuela, grupo de ocio y tiempo libre, actividades extraescolares, etc.

Tiene que haber una clara, evidente y significativa presencia clínica de estos síntomas en
distintos ámbitos y los síntomas tienen que entorpecer claramente su evolución.

3. CARACTERÍSTICAS DE LOS ALUMNOS CON TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON

HIPERACTIVIDAD – TDAH.

Aunque todas las personas que lo padecen tienen unas características comunes, la cantidad de
síntomas y la expresión de los mismos pueden ser diferentes en cada niño. Por ello, debemos tratar a
cada alumno de forma individual y adaptar nuestro proceso de enseñanza a sus características propias.

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No todos los niños presentan las mismas características que, a continuación, se describen pero
las dificultades de hiperactividad, impulsividad y falta de atención son rasgos comunes que presentan:

• Comportamientos físicos
- Presenta dificultad en quedarse sentado.
- Siempre se está moviendo, no puede estarse quieto.
- Hace ruidos, canta, silba, etc.

• Comportamientos cognitivos
- Deficiencia cognitiva para parar y pensar antes de actuar.
- Problemas en la autorregulación de la conducta.
- Falta de verbalizaciones internas que le recuerden cómo hacer una tarea.
- Dificultad para seguir las órdenes e instrucciones que les dan o para realizar lo que se les pide.
- Les cuesta resolver problemas incluso los interpersonales.
- No analizan las alternativas de respuesta a los problemas.
- Déficit de memoria, incluso con C.I. alto.
- Grandes dificultades de aprendizaje como consecuencia de todas las dificultades cognitivas.

• Comportamientos con respecto a la enseñanza

- Quizás no escuche las instrucciones. Puede comenzar a trabajar incluso antes de terminar de
escuchar o de leer las instrucciones. No lee las instrucciones o problemas con cuidado y no
entiende qué es lo que tiene que hacer.
- Tienen dificultad para seguir instrucciones orales.
- Empieza una actividad sin haber terminado la anterior. Cambian de actividad con mayor
frecuencia que la mayoría.
- Presenta una mala letra.
- Tiene problemas de exactitud o limpieza en sus trabajos escritos.
- Puede perder libretas, papeles, lápices y otros materiales.
- Olvida llevar todo lo que necesita a la escuela.
- Puede hacer preguntas que no tengan nada que ver con lo que se está tratando en clase.
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- Puede darte respuestas inesperadas.
- Ocasionalmente, centra su atención en los tópicos que le gustan y le cuesta trabajo cambiar de
actividad.
- Empiezan cosas y no las terminan.
- Son muy desorganizados.
- Se rinden fácilmente.
- Se distraen fácilmente cuando las tareas no son interesantes.
- Tienen dificultad para retomar una tarea o actividad una vez que se distraen.
- Hablan sin parar.
- Dicen cosas sin pensar en las consecuencias, les falta tacto.
- Responden en clase sin esperar su turno.
- Son muy impacientes, no pueden esperar a que las cosas pasen.
- Prefieren que se les de un premio pequeño de inmediato a que les den un premio más grande
después.

• Comportamientos Sociales
- Puede mostrarse “mandón” con otros niños.
- Interrumpe las conversaciones, juegos y actividades de otros.
- Tiene problemas para esperar su turno y no cumple las normas establecidas.
- Puede ignorar a los demás o simplemente alejarse durante una conversación.

• Comportamientos Emocionales
- Repentinos y, algunas veces, drásticos cambios de humor.
- Tiene un auto-concepto negativo de sí mismo debido a que se les suele castigar frecuentemente.
- Se pueden herir sus sentimientos con facilidad.
- Se frustran fácilmente.
- Tiende a reaccionar de forma excesiva cuando se le corrige o se le critica. En algunos, casos se
puede mostrar agresivo al sentirse rechazado o por impotencia.

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4. ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA CON TRASTORNO POR DÉFICIT DE

ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD - TDAH

A continuación, se explican algunas estrategias de intervención educativa con los alumnos con
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad – TDAH desde el punto de vista didáctico, para
aumentar la autoestima y modificar el comportamiento y desde el punto de vista emocional y social.

Las orientaciones que se presentan han de ubicarse en el contexto del grupo-clase y del Centro
escolar y pueden beneficiar tanto al aprendizaje de los niños con TDAH como al de los otros niños del
aula.

Es imprescindible que los maestros y profesionales implicados adopten actitudes favorables y

positivas, y diseñen un sistema de aprendizaje escolar que tenga en cuenta las habilidades, destrezas y
limitaciones que presentan estos alumnos.

• Desde el punto de vista didáctico

- Sentarlo cerca para poder controlar mejor su grado de atención, su trabajo, su actitud, su
conducta... Prestarle una atención lo más individualizada posible se hace imprescindible. Es
recomendable que no esté sentado al lado de la puerta o de las ventanas para evitar que se
distraiga.
- Mantenga el tiempo de la clase estructurado y tenga reglas claras, bien definidas y concisas para
que todos los alumnos sepan exactamente qué se espera de ellos.
- Proporcionar un ambiente sereno, cálido, ordenado y organizado. Los horarios deben ser
rutinarios y fijos en lo posible. Las actividades han de ser planificadas con antelación.
- Rodéalo de niños con buen comportamiento.
- Darle de vez en cuando “un respiro” y encomendarle “tareas de responsabilidad dentro del grupo”
(recoger, repartir, abrir/cerrar la puerta, la pizarra...). Le servirá para “moverse” y canalizar su
energía de forma positiva y también para “destacar” en el grupo de forma positiva.
- Formularle preguntas, dirigirse a él, hacerle saber que le tenemos en cuenta, que queremos
comunicarnos con él... el desarrollo del lenguaje y la comunicación en el niño le ayudará a
autorregular su conducta. Podemos mantener la clase alerta con preguntas.
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- Crea un área reducida de estímulos para los estudiantes. Podemos animar a los padres a crear
un espacio similar en casa, con tiempos establecidos y rutinas para el estudio, que los padres
revisen que la tarea esté completa y revisiones periódicas a los cuadernos y a la organización en
la mochila.
- Use la agenda para la comunicación diaria con los padres.
- Establezca contacto visual tan seguido como sea posible durante las lecciones para mantener la
atención de cada niño.
- Ponga límites y asegúrese de que todos los niños comprenden qué es lo que se espera de ellos
y cuál es el comportamiento aceptable y cuál no.
- Plantearle tareas “fáciles”, cortas, variadas, secuenciadas en pasos, de tal manera que sea
reforzado cada paso.
- Ayudarle a ser ordenado, organizado en sus tareas y actividades... teniendo en cuenta que
necesita supervisión frecuente pero sin “agobiarle”.
- Realizar actividades y juegos en los que debe esperar turno, seguir reglas de juego, etc.
- Ejercitar su atención, memoria, organización mental, capacidad de análisis, etc.
- Llevar a cabo actividades en las que aprenda a “escuchar” (cuentos, poesías, canciones, etc.).
- Explicar en voz alta, paseando por la clase y con apoyos visuales y auditivos novedosos.
- Elija a un encargado de supervisar las tareas y la agenda.
- Divida las actividades largas en varias actividades cortas.
- La memoria es, frecuentemente, un problema en estos niños. Enséñeles pequeños trucos, como
reglas mnemotecnias, etc.
- Use esquemas. Enseñe a esquematizar, enseñe a subrayar.
- Probablemente sea necesario que revises su trabajo con mayor frecuencia que el de los demás
estudiantes.
- De las instrucciones con cuidado.
∗ Mantén el contacto visual durante la comunicación de la instrucción verbal.
∗ Haz las instrucciones claras, concisas y consistentes y simplifica las instrucciones complejas.
∗ Asegúrate que los estudiantes verdaderamente entendieron las instrucciones antes de iniciar
una tarea.
∗ Repite las instrucciones calmada y pacientemente, cuando se necesite.
- Practicar ejercicios de relajación, respiración, musicoterapia, deportes...

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• Aumentando la autoestima y modificando el comportamiento

- Déles un pequeño descanso cuando se cambia de actividad.

- En lo posible, asígneles responsabilidades.
- Exprésese en forma clara y determinante.
- Provea supervisión y disciplina calmadamente.
- Evitar amenazarle con castigos que no se cumplirán así como sermones frecuentes, llamarle
repetidamente...
- Preestablezca las consecuencias para el mal comportamiento y administre las consecuencias de
inmediato.
- Pon las reglas de la clase en un lugar visible y repítelas de vez en cuando.
- Siempre que sea posible, deje de atender un comportamiento para reducir o evitar que éste se
repita. Será necesario felicitarlo y elogiarlo cuando muestre otras conductas diferentes a las que
estamos extinguiendo.
- Es importante considerar que los premios usados pierden su efecto de refuerzo rápidamente y
deben ser cambiados o rotados con frecuencia.
- Si se usa algún castigo, es más eficaz si es inmediato a la conducta inadecuada y, en lo posible,
directamente proporcional y relacionado con ella.
- Cuando haya que castigar la conducta agresiva, por su gravedad, hazlo de una forma:
∗ Natural y serena, sin gritos ni estridencias.
∗ Racional y sistemática, siendo constante y no castigando en función de nuestro estado de
ánimo, del momento o de la persona.
∗ Adecuada, proporcionada y relacionada de forma directa con la conducta.
∗ Explicarle lo que esperamos de él y si no sigue estas normas cumplir siempre lo que se
advirtió.
- Tutorías individualizadas de unos 10 minutos. Estas tutorías sirven para indicar al niño qué se
espera de él y para marcar los límites o normas básicas de comportamiento dentro del aula. Para
los chicos mayores son útiles los contratos.
- Usa procedimientos de “tiempo fuera” para malos comportamientos.
- Dale la palabra sólo cuando haya levantado la mano apropiadamente.
- Premiar siempre el esfuerzo realizado y no sólo los resultados obtenidos.

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- Es fundamental reforzar siempre sus logros, sus conductas adecuadas, su actitud positiva, etc.
Es necesario que el niño tenga siempre conocimiento de todo lo que hace bien, de sus
progresos, de sus cualidades...
- Favorecer siempre su autoestima y un adecuado autoconcepto, evitando las etiquetas negativas.
Evitar compararle, ridiculizarle, etc.

• Desde el punto de vista emocional y social

- Evitar evaluar siempre negativamente al niño.

- Utilizando métodos que permitan que él visualice sus avances (por ejemplo, permitir que
compare un dictado correcto actual con otro anterior pero con un mayor número de fallos, etc.).
- Hazle notar cuando tiene un comportamiento social apropiado.
- Asígnale responsabilidades especiales al estudiante en presencia de sus compañeros, para que
otros observen al estudiante bajo una luz positiva.
- Observar y anotar a través de un registro diario las conductas disruptivas, reacciones del resto de
compañeros, intensidad, frecuencia, momentos, etc., e intentar definir estas conductas para
poder intervenir sobre cada una de ellas.
- Enseñarle a resolver los conflictos: habrá que ayudarle a analizar e interpretar adecuadamente la
situación de conflicto y a responder adecuadamente, dándole opciones para resolver los
problemas. Enseñarle a expresar sus sentimientos sin enfadarme, a disculparse, a dar las
gracias...
- Evitar una sobreprotección excesiva favoreciendo su autonomía personal y social. Desarrollar su
responsabilidad.

5. COMUNICACIÓN ENTRE LOS MAESTROS Y LOS PADRES DEL ALUMNO CON TRASTORNO
POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD – TDAH.

Es preciso llevar a cabo pautas de enseñanza comunes entre los padres, todos los maestros y
otros profesionales que atienden a los alumnos con TDAH para que las estrategias metodológicas, la
respuesta educativa, las líneas de trabajo e intervención educativa y las normas aplicadas sean las
mismas por todas las personas que trabajan con el alumno y se puedan generalizar los aprendizajes
realizados en la escuela.
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Los padres conocen a sus hijos y pueden informar al profesorado de las conductas que presenten
en otros contextos diferentes al colegio por lo que es preciso mantener reuniones frecuentes para
intercambiar información y establecer acuerdos. Esto permitirá diseñar una enseñanza individualizada a
las características del alumno que le permita alcanzar éxitos de forma constante, lo motive, capte su
atención, sea gratificante y no le provoque ansiedad.

Debemos tener en cuenta las diferencias de estos alumnos, la diversidad de estilos de aprendizaje
y darles la oportunidad de mostrar lo que saben hacer bien.

6. VALORACIÓN

Aunque todavía no está demasiado divulgado, en los últimos años hemos visto cómo ha
aumentado de manera significativa el número de publicaciones, estudios y monográficos centrados en
el TDAH.

El gran vacío teórico con el que se enfrentaron tanto profesionales como las propias familias, está
dando paso a un mayor conocimiento del trastorno y a un mejor diseño de estrategias educativas
específicas para estas personas.

La finalidad de este artículo es que los maestros y los padres conozcan algunas de las
características que, con mayor frecuencia, presentan los alumnos con TDAH y ofrecer al profesorado y
a los padres pautas que favorezcan el proceso de aprendizaje de estos alumnos.

Se han pretendido mostrar estrategias que favorezcan la inclusión del alumno en el aula y que
permitan una respuesta educativa ajustada a sus posibilidades y a sus intereses.

7. BIBLIOGRAFÍA

- Orjales Villar, Isabel (2000). Déficit de Atención con Hiperactividad. Manual para padres y
educadores. Madrid: CEPE.
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- Orjales Villar, I. y Polaino Lorente, A. (2002). Programas de intervención cognitivo conductual

para niños con déficit de atención con hiperactividad. Madrid: CEPE.
- Puig, C. y Balés, C. (2002). Estrategias para entender y ayudar a niños con trastorno por déficit
de atención con o sin hiperactividad (TDA/H). Madrid: Ediciones CEAC.
- Gargalllo López, B. (2005). Niños hiperactivos (TDA- H): Causas, identificación, tratamiento: Una
guía para educadores. Madrid: Ediciones CEAC.
- Vallés Arándiga, A. (2006). Alumnos con Inatención, Impulsividad e Hiperactividad. Madrid:
Editorial EOS.
- Mena Puyol, B. y Otros (2006). El alumno con TDAH. Guía Práctica para Educadores. Barcelona:
Ediciones Mayo.
- VV.AA. (2010). Manual de atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo
educativo derivadas de trastornos graves de conducta. Sevilla: Consejería de Educación. Junta
de Andalucía.

Autoría
ƒ Nombre y Apellidos: Dolores María Ramírez Sánchez
ƒ Centro, localidad, provincia: C.E.I.P. “Miguel Berrocal”, Villanueva de Algaidas (Málaga)
ƒ E-mail: dollyrsa@hotmail.com

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