Tomasa Unidad 4 14
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LICENCIATURA: DERECHO.
CUATRIMESTRE: TERCERO.
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ÍNDICE
ÍNDICE………………………………………………………………………………….. 2-7
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………… 8
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UNIDAD V: “EL DERECHO INTERNACIONAL Y EL DERECHO INTERNO”
TEMAS
5.1 NORMAS EJECUTABLES (SELF- EXECUTING) Y NORMAS NO
EJECUTABLES (NON SELF- EXECUTING)………………………………….......30-32
5.2 LAS TESIS MONISTAS……………………………………………………............ 32
5.3 LAS TESIS DUALISTAS…………………………………………………………… 32
5.4 LAS TESIS CONCILIADORAS……………………………………………………..33
5.5 EL SISTEMA JURÍDICO MEXICANO………………………………………… 33-34
5.5.1. ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL………………………………………...... 34
5.5.2. LEY PARA LA CELEBRACIÓN DE TRATADOS…………………………...34-37
5.5.3. LA JERARQUÍA DE LOS TRATADOS EN MÉXICO……………………... 37-39
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UNIDAD VII: “EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS MARES”
TEMAS
7.1 MAR TERRITORIAL……………………………………………………………..52-53
7.2 AGUAS INTERIORES…………………………………………………………...53-55
7.3 ZONA CONTIGUA Y ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA……………………..55-56
7.4 PLATAFORMA CONTINENTAL Y ALTA MAR…………………………………56-57
7.5 ESTRECHOS Y CANALES INTERNACIONALES……………………………57-58
7.6 PRINCIPIOS Y LIBERTADES DEL MAR………………………………………….59
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12.1.3. TIPOS DE ASILOS…………………………………………………………..91-92
12.1.4. INSTRUMENTOS INTERNACIONALES RELATIVOS AL ASILO………92-93
12.2 CONCEPTO DE REFUGIADO………………………………………………..93-94
12.2.1. INSTRUMENTOS INTERNACIONALES RELATIVOS A LA PROTECCIÓN
DE LOS REFUGIADOS……………………………………………………………...94-95
12.2.2. EJEMPLOS HISTÓRICOS DE REFUGIADOS EN EL SIGLO XX……..95-96
12.3 LA EXTRADICIÓN………………………………………………………………….96
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13.3.5. BLOQUEO PACIFICO……………………………………………………113-114
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INTRODUCCIÓN
Posteriormente para dar inicio a esta investigación recopilamos información de
diferentes fuentes para establecer los conceptos de derecho público y privado de
manera clara y concisa, así mismo estableceremos ejemplos y situaciones para
mejorar su comprensión de los hechos. Verificaremos de manera práctica qué es el
derecho público y el derecho privado; de igual manera cómo es que se desarrolla
en la sociedad actual a través de diferentes aspectos. ¿Qué tan importante es el
derecho internacional en la vida?, ¿Cuál es su principal función?, deducir los
diversos aspectos en los que interviene.
El Derecho Internacional Privado es la rama del derecho que se ocupa del estudio
del llamado derecho de gentes o derecho que regula la situación jurídica de las
personas en el ámbito internacional.
Es el conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones de los Estados,
establece los derechos y deberes de los Estados en la comunidad internacional;
determina las competencias de cada Estado y reglamenta las organizaciones e
instituciones de carácter internacional.
El objeto de estudio del derecho internacional privado son sus normas internas.
Estados en materia civil, tratados, convenios y acuerdos internacionales entre
naciones y el papel de las agencias Normativa internacional sobre
derechos de la persona.
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UNIDAD IV: “EL DERECHO DE LOS TRATADOS”
Lo más común es que tales acuerdos se realicen entre Estados, aunque pueden
celebrarse entre Estados y organizaciones internacionales. Los primeros están
regulados por la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969;
los segundos, por la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados
celebrados entre Estados y Organizaciones Internacionales o entre Organizaciones
Internacionales de 1986.
Los acuerdos entre empresas públicas de un Estado y Estados no son Tratados
internacionales. La Corte Internacional de Justicia tuvo la oportunidad de
pronunciarse acerca de esta cuestión en el caso Anglo-Iranian Oil (1952). Irán había
firmado un acuerdo con la empresa Anglo-Iranian Oil para la explotación de los
recursos petrolíferos. Este acuerdo tenía dos caras: era un acuerdo de concesión y
al mismo tiempo tenía la naturaleza de un Tratado entre Irán y el Reino Unido. Esta
tesis no fue aceptada por la Corte Internacional de Justicia porque los Tratados
internacionales solo pueden tener lugar entre estados y porque los acuerdos con
empresas se rigen por las normas del derecho internacional privado.
Los tratados internacionales deben realizarse por escrito, aunque pueden ser
verbales. En este último caso, no se regirían por la Convención de Viena de 1969.
Su denominación es indiferente pues, si se dan las condiciones anteriores, nos
encontramos ante un Tratado internacional independientemente del nombre que
reciba
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4.2 TIPOS DE TRATADOS.
Los tratados pueden clasificarse atendiendo a diversos criterios:
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4.3 LA CONCLUSIÓN DE LOS TRATADOS.
Los libros de texto de derecho internacional público enseñan que la conclusión de
los tratados atraviesa por tres fases: la negociación, la firma y la ratificación. Desde
ahora se advierte que éstos son los momentos principales, pero existen en realidad
otras etapas o subfases durante el proceso de celebración. Los ejemplos son
variados. La firma puede estamparse con un carácter provisional sujeta a
confirmación, de ahí las figuras de la rúbrica y de la firma ad referéndum. Asimismo,
en las convenciones multilaterales alumbradas en una conferencia internacional, el
texto suele votarse para su adopción antes de la firma. En este sentido, la
Convención de Viena relativa a las organizaciones internacionales, específicamente
previene dos posibilidades para ello: la adopción del texto de un tratado debe
efectuarse por consentimiento de todos los Estados y de todas las organizaciones
internacionales o, según el caso, de todas las organizaciones participantes en su
elaboración. Esto es, se contempla como regla, en principio, la unanimidad de los
agentes participantes, pero la práctica diplomática ha enseñado que es ilusorio
alcanzar la unanimidad y por ello deja a las partes negociadoras determinar el
procedimiento y el porcentaje de votos. Si no existe acuerdo al respecto, o alguna
otra fórmula concertada, prevalece la regla de dos tercios de los participantes y
votantes para la adopción de un tratado en una conferencia internacional.
En esta misma línea de subfases, debe tenerse presente que la ratificación
comprende por regla general una aprobación legislativa interna. En nuestro caso, la
aprobación está encomendada al Senado y la ratificación propiamente dicha, que
se realiza en el plano internacional y manifiesta la voluntad final del Estado para
obligarse, es responsabilidad del presidente de la República. En el orden interno, y
teniendo en mente el sistema mexicano, se requiere la promulgación y la publicación
del mismo con el fin de imprimirle plena eficacia jurídica. La Ley sobre Tratados de
1992 aclara lo siguiente: "los tratados para ser obligatorios en el territorio nacional
deberán haber sido publicados previamente en el Diario Oficial de la Federación".
Por otra parte, la entrada en vigor del instrumento puede ocurrir en una fecha
posterior a la ratificación, puesto que es posible pactar una fecha adelante en el
tiempo para este efecto o, en el caso de las convenciones multilaterales es común
sujetarlas al depósito de un número determinado de ratificaciones. Así, acuerdos
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internacionales de primerísimo relieve han tardado lustros para entrar en vigor a
partir del depósito de la primera ratificación realizada por un Estado.
Son diversos los momentos del procedimiento de maduración de un tratado, sin
embargo, los presentes comentarios se ajustan a las tres fases clásicas enunciadas
al principio: negociación, firma y ratificación. Nuestra carta magna no las regula por
separado, y se refiere únicamente a la celebración de los tratados a cargo del
presidente de la República y de su aprobación por parte del Senado. Sin embargo,
la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, ley suprema de la Unión,
distingue y regula estas fases y otros aspectos de la compleja mecánica de la
contratación entre los sujetos de derecho internacional; acontece lo mismo, pero en
forma menos pormenorizada, con la Ley mexicana sobre Tratados de 1992.
4.3.1 NEGOCIACIÓN.
La negociación comprende el inicio de los contactos entre las partes interesadas, el
señalamiento de la materia objeto del tratado, su acotamiento temático, la redacción
del texto, tarea de elevada complejidad en el laborioso camino de allanar posiciones
e intereses naturalmente contrapuestos. Ciertos tratados, como la Convención de
las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, tardó nueve años de negociaciones,
transcurrir dificultoso que pone en evidencia la complejidad del proceso.
La dificultad de la negociación se observa en la determinación del idioma o los
idiomas que asumirán valor probatorio, lo que conlleva complicaciones para
homogeneizar o armonizar términos jurídicos en lenguas distintas y a menudo
pertenecientes a sistemas jurídicos de extracción diferente. En un entorno
internacional de disparidades fácticas y de niveles de poder desiguales, cada
palabra y cada frase, pueden dar pie a interpretaciones elásticas y disparatadas.
En esta fase inicial se siembran los cimientos normativos de un régimen
convencional futuro. La negociación de un tratado culmina con la adopción del texto,
pero al adquirir su vigencia en caso de esclarecimiento necesario, la voluntad de las
partes o el fin del tratado son escudriñados por el intérprete en los trabajos
preparatorios y en los documentos preliminares. La negociación mantiene,
consecuentemente, una importancia mayor a la ya de por sí relevante finalidad de
concluir un texto.
De ahí que, al elaborarse un texto, sea imprescindible darle autenticidad y no dejarlo
al arbitrio de los negociantes que podrían estarlo modificando en todo su contenido.
Esto no excluye la posibilidad de que, firmado el tratado, durante su aprobación
legislativa o al momento de ratificarse, se introduzcan modificaciones o reservas
sujetas a la autorización de los demás Estados, o bien, que se decida el rechazo
total del texto acordado en un principio. Lo cierto es que la elaboración del texto
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demanda autenticidad, que ocurre con la firma y anuncia el propósito del Estado de
proseguir en la confección jurídica del acuerdo.
En nuestro sistema constitucional, la negociación es atribución del presidente de la
República, aunque, como se anticipó, no se utiliza este término. Entre las facultades
y obligaciones del presidente de la República se encuentra: "Dirigir la política
exterior y celebrar tratados internacionales, sometiéndolos a la aprobación del
Senado". Debe subrayarse que es una facultad propia del Ejecutivo federal y no es
compartida con otro poder, como lo previene la Constitución norteamericana que en
su artículo 2o., segunda sección, inciso 2, al referirse a las atribuciones del
presidente de los Estados Unidos, señala: "tendrá facultad, con el consejo y
consentimiento del Senado, para celebrar tratados, con tal de que den su anuencia
dos tercios de los senadores presentes...". El consejo del Senado implica la
participación de esta cámara en la fase negociadora, lo que limita el libre accionar
del Ejecutivo en la etapa preliminar de las negociaciones. En México, desde el
Constituyente del 1857, a propuesta de Zarco, se rechazó la posibilidad de control
legislativo durante esta fase. Resulta obvio que en virtud de la importancia de ciertos
tratados y las demandantes presiones de la opinión pública, las negociaciones son
sometidas a escrutinio público, sin embargo, jurídicamente hablando es ésta una
atribución exclusiva del Ejecutivo, a la luz de los antecedentes y del texto
constitucional. Cabe reiterar que la participación del Senado en México es a
posteriori de la negociación y de la firma.
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➢ Que se prepare el instrumento de ratificación o adhesión, esto es, una carta
oficial sellada donde se explique la decisión, firmada por la autoridad
responsable del Estado, y se deposite ante el Secretario General de las
Naciones Unidas en Nueva York.
La Convención de Viena sobre el derecho de los Tratados, en el artículo 77,
establece las funciones del depositario. El secretario general de las Naciones
Unidas, en virtud del artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, tiene la función
de depositario, examina si se cumplen los requisitos formales, registra los textos y
notifica todos los actos pertinentes a las partes interesadas. Muchos tratados
multilaterales modernos contemplan la adhesión, incluso durante el periodo en que
están abiertos a la firma.
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tratados sólo requieren de la aprobación del Senado, sin que sea necesaria la
intervención de otro órgano para que el presidente pueda ratificarlos o adherirse a
ellos en el ámbito internacional.
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4.6 LAS DECLARACIONES INTERPRETATIVAS.
El término “convención” (o convenio) puede tener un significado tanto genérico
como específico.
a) Convención como término genérico: en el apartado a) del párrafo 1 del artículo
38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia se hace referencia a las
“convenciones internacionales, sean generales o particulares” como fuente de
derecho, además de la costumbre internacional y los principios generales del
derecho internacional, y como fuente secundaria las decisiones judiciales y las
doctrinas de los publicistas de mayor competencia. El uso genérico del término
“convención” abarca todos los acuerdos internacionales, de la misma forma que el
término genérico “tratado”. El derecho positivo también se suele denominar
“derecho convencional”, para distinguirlo de otras fuentes de derecho internacional,
como el derecho consuetudinario o los principios generales de derecho
internacional. Por consiguiente, el término genérico “convención” es sinónimo del
término genérico “tratados”.
b) Convención como término específico: mientras que en el siglo pasado el término
“convención” se empleaba habitualmente para los acuerdos bilaterales, actualmente
se utiliza en general para los tratados multilaterales formales con un gran número
de partes. Normalmente cualquier miembro de la comunidad internacional, o un gran
número de Estados, pueden ser parte de una convención. Los instrumentos
negociados bajo los auspicios de una organización internacional suelen
denominarse convenciones o convenios (por ejemplo, el Convenio sobre la
Diversidad Biológica de 1992, la Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar de 1982 o la, Convención de Viena sobre el derecho de los tratados
de 1969). Lo mismo ocurre con los instrumentos aprobados por un órgano de una
organización internacional (por ejemplo, el Convenio de 1951 de la Organización
Internacional del Trabajo relativo a la igualdad de remuneración entre la mano de
obra masculina y la mano de obra femenina por un trabajo de igual valor, aprobado
por la Conferencia Internacional del Trabajo, o la Convención de 1989 sobre los
Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas).
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Regulación de la entrada en vigor de los Tratados Internacionales:
Convención de Viena.
La entrada en vigor de los tratados se encuentra regulada en el artículo 24 de la
Convención de Viena, que establece como regla general (art 24.1) el respeto de la
voluntad de los negociadores expresada en el tratado o en un acuerdo aparte,
simultáneo o posterior. Si los negociadores no se pronuncian el tratado entrará en
vigor, según la regla residual de la Convención de Viena tan pronto como haya
constancia del consentimiento de todos los Estados negociadores en obligarse por
el tratado. Pero si se hace un análisis de la puesta en práctica de esta regla no se
aplica de hecho, ya que todos contienen cláusulas expresas acerca de su entrada
en vigor. Hay que señalar que se pone en práctica un mecanismo, que es el umbral
mínimo, para que la entrada en vigor sea lo más rápida posible, este consiste en lo
siguiente: un umbral bajo facilita una rápida entrada en vigor que puede ser ejemplar
y estimulante para el resto de Estados en los que aún no ha entrado en vigor el
tratado, esto es lo que ocurre con los con los principales convenios del Derecho
Internacional Humanitario.
Tratados bilaterales: Consentimiento y entrada en vigor.
En los tratados bilaterales suele darse una simultaneidad entre el perfeccionamiento
del consentimiento y la entrada en vigor, pues los sujetos son contratantes y partes
al mismo tiempo. En cambio, en los tratados multilaterales es normal que exista una
separación entre el perfeccionamiento del consentimiento y la entrada en vigor.
Mientras hay un goteo de contratantes a la espera de pasar a ser partes.
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4.10 EFECTOS DE LOS TRATADOS.
Efecto general: La obligatoriedad y su fundamento.
Los acuerdos internacionales son una fuente del Derecho internacional mediante la
cual se crean derechos y obligaciones que, debido a su origen, se conocen como
derecho convencional.
La norma pacta sunt servanda implica que la actitud de buena fe ha de prevalecer
durante la ejecución de un Tratado en vigor. Esta norma satisface una necesidad de
seguridad jurídica y ha sido transmitida a través del tiempo como una verdad
evidente y universalmente aceptada.
El art. 26 del Convenio de Viena, según el cual “todo tratado en vigor obliga a las
Partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe”, consagró la norma pacta sunt
servanda como regla general en lo relativo a los efectos generales del Tratado (su
obligatoriedad entre las Partes), conectándola con el principio de la buena fe, básico
en las tareas de interpretación y ejecución de los tratados.
Efectos específicos
A) En el tiempo
Debemos hacer referencia a los efectos específicos de los tratados ratione temporis,
es decir, cuáles son los momentos inicial y final en que un Tratado empieza o deja
de producir sus efectos.
Si el momento inicial suele coincidir con la entrada en vigor, el término final de los
Tratados, es decir, aquel en que deja de ser aplicable y, consiguientemente, deja
también de surtir sus efectos, salvo excepciones, suele estar previsto en el propio
Tratado. Lo normal es que se estipulen por un plazo determinado (cinco, diez o más
años) o bien por tiempo indefinido, salvo denuncia expresa. También dejan de surtir
efectos por otras causas (nulidad, terminación y suspensión).
B) En el espacio
Tenemos que hacer igualmente referencia a los efectos específicos de los tratados
ratione loci, es decir, cuál es el espacio físico o territorial al que alcanzan los efectos
del Tratado.
El principio general en esta materia, que reconoce la Convención de Viena en su
art. 29, es el de la obligatoriedad en “la totalidad del territorio” de cada una de las
Partes, entendiéndose por tal el territorio terrestre, las aguas interiores, el mar
territorial y el espacio aéreo. No obstante, esta regla general puede sufrir
excepciones:
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➢ Existen casos en que un Tratado no se aplica a determinadas partes del
territorio estatal, a dependencias insulares, a colonias dependientes, etc.
➢ El Tratado puede tener una aplicación fuera del territorio de los Estados
Partes, ya sea porque contiene estipulaciones respecto a terceros Estados,
ya sea porque se pretende regular un espacio que se encuentra fuera de la
jurisdicción de los Estados (alta mar, espacio ultraterrestre, etc.).
➢ Determinados tratados pueden tener también efectos fuera del territorio del
Estado cuando en ellos se prevé que obligarán a los Estados parte respecto
de las personas que se encuentren bajo su jurisdicción, ya sea en su territorio
o fuera de él. Es el caso, por ejemplo, de la aplicación de los tratados de
derechos humanos ratificados por un Estado en los territorios sometidos a
ocupación de ese Estado.
C) Respecto de otros Tratados
Otro tema que debemos revisar es el de los efectos de los Tratados ratione
materiae, consistente en determinar, primero, la compatibilidad e incompatibilidad
entre un Tratado anterior y otro posterior sobre la misma materia y, segundo, en qué
medida los efectos del primero pueden quedar limitados por el segundo.
Para la exposición seguiremos el mismo orden del art. 30 de la Convención de
Viena, diferenciando cuatro supuestos:
• Supuesto contemplado en el art. 30.1 del Convenio de Viena.
• Supuesto excepcional del art. 103 de la Carta de las Naciones Unidas El art.
103 de la Carta de las Naciones Unidas establece que “En caso de conflicto
entre las obligaciones contraídas por los Miembros de las Naciones Unidas
en virtud de la presente Carta y sus obligaciones contraídas en virtud de
cualquier otro Convenio internacional, prevalecerán las obligaciones
impuestas por la presente Carta”.
• Supuesto contemplado en el art. 30.2 del Convenio de Viena
• El art. 30.2 del Convenio de Viena establece que “Cuando un tratado
especifique que está subordinado a un tratado anterior o posterior o que no
debe ser considerado incompatible con ese otro tratado, prevalecerán las
disposiciones de este último”.
• Supuesto contemplado en el art. 30.3 del Convenio de Viena
• Un tercer supuesto es el de dos Tratados sucesivos sobre la misma materia
entre las mismas Partes, si el segundo no prevé que su conclusión
determinará la terminación o suspensión del primero. En este caso se
aplicarán las normas del Tratado anterior sólo en la medida en que sean
compatibles con el Tratado posterior. Se trata de una aplicación parcial del
principio lex posterior derogat priori.
• Supuesto contemplado en el art. 30.4 del Convenio de Viena
• Se plantea un cuarto supuesto cuando las Partes en los dos tratados no son
las mismas. De acuerdo con el art. 30.4 de la Convención:
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• En las relaciones entre los Estados que sean Partes en ambos tratados, se
aplica la regla que rige en el supuesto c) anterior.
• Las relaciones entre un Estado Parte en ambos tratados y otro que sólo sea
Parte en uno de ellos se regirán por el tratado en el que los dos Estados sean
Partes.
D) Entre las Partes y respecto de Estados terceros
Otro problema que se suscita es el de los efectos de los Tratados ratione personae.
Debemos plantearnos si los tratados sólo producen efectos respecto a las partes en
el mismo o si crean derechos u obligaciones para terceros Estados.
Los Tratados producen plenos efectos entre las Partes. Sólo las partes pueden
limitar estos efectos mediante una estipulación en el propio Tratado o por medio de
las reservas. Por “Parte” debemos entender aquel sujeto internacional que ha
consentido en obligarse por el Tratado y con respecto al cual el Tratado está en
vigor.
Un problema especial es el relativo a si los Tratados pueden producir obligaciones
y derechos respecto a terceros Estados. Se entiende por terceros Estados aquellos
que no son Partes en un Tratado.
La regla general está formulada en el art. 34 de la Convención de Viena, que
establece que “un Tratado no crea obligaciones ni derechos para un tercer Estado
sin su consentimiento”. No obstante, esta norma general o principio admite las
siguientes excepciones:
A. Tratados que establecen obligaciones para terceros Estados.
➢ En principio, no es posible crear obligaciones para terceros Estados, salvo
que se den determinadas condiciones:
➢ Que las Partes en el Tratado tengan la intención de crear una obligación
para el Tercer Estado.
➢ Que el Tercer Estado acepte de forma expresa y por escrito la obligación.
B. Tratados que creen derechos a favor de terceros Estados.
➢ Por excepción a la regla general, pueden crearse derechos a favor de
terceros, siempre que se cumplan determinados requisitos:
➢ Que exista la disposición en el Tratado. Se entiende en forma expresa.
➢ Que los Estados Partes hayan tenido intención de conferir un derecho a un
tercer Estado, a un grupo o a todos los Estados.
➢ Que el tercer o terceros Estados asientan al beneficio concedido.
➢ Que el Tercer Estado cumpla las condiciones que para el ejercicio del
derecho se estipulen en el Tratado o que posteriormente se establezcan
sobre la base del mismo.
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Tratados como origen de una costumbre
Un efecto especial de los Tratados es la posibilidad de que a través de ellos se creen
costumbres internacionales. El art. 38 de la Convención de Viena establece que “Lo
dispuesto en los arts. 34 a 37 no impedirá que una norma enunciada en un tratado
llegue a ser obligatoria para un tercer Estado como norma consuetudinaria de
Derecho internacional reconocida como tal”.
Referencia a la cláusula de Nación más favorecida
Esta cláusula es una institución mediante la cual el Estado que la otorga se obliga
a extender al Estado beneficiario de la misma todas las ventajas que concedió o
concederá en el futuro a un tercer Estado (llamado el Estado más favorecido) en los
mismos términos que a este último y sin que sea preciso ningún nuevo acuerdo para
ello. La cláusula tiene un contenido variable y relativo, ya que el beneficio concedido
depende de los que se hayan concedido o concedan al Estado más favorecido y
depende también de que se mantengan o no o de que varíen o no los beneficios
otorgados.
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puede ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional
general que tenga el mismo carácter”
La nulidad relativa o anulabilidad. La nulidad relativa o anulabilidad supone la
existencia de una causa de nulidad del Tratado, pero respecto del que cabe la
posibilidad que se vea convalidado por un acuerdo expreso entre las partes o por
un comportamiento tal que equivalga a una aquiescencia.
Las causas de nulidad relativa son las siguientes:
a) La manifestación del consentimiento en violación manifiesta de una norma
de importancia fundamental del Derecho interno relativa a la competencia
para celebrar Tratados.
b) Cuando el representante del Estado tenía una restricción específica de sus
poderes para manifestar el consentimiento del Estado.
c) En caso de error sobre una situación que sea base esencial del
consentimiento, siempre que el Estado que lo alega no contribuyera con su
conducta al error o las circunstancias fueran tan evidentes que estuviera
advertido de él.
d) En los casos de dolo, entendiéndose por tal el que deriva de una conducta
fraudulenta de otro Estado negociador.
e) En los casos de corrupción del representante de un Estado, efectuada directa
o indirectamente por otro Estado negociador.
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condiciones basadas en el principio de la buena fe y en el respeto al resto de
Partes en el Tratado:
➢ Notificación expresa al depositario o, en su ausencia, al resto de Partes en el
Tratado.
➢ Preaviso de un cierto plazo temporal.
➢ Explicación de los motivos de la denuncia.
c) Por abrogación tácita. Cuando todas las Partes celebren posteriormente otro
Tratado sobre la misma materia y conste o se deduzca la intención de las
Partes de regirse por el tratado posterior. También en los casos en que los
Tratados sean incompatibles o no aplicables simultáneamente.
d) Violación grave. Como consecuencia de una violación grave del Tratado se
faculta a la otra Parte en los Tratados bilaterales y a las otras Partes
unánimemente en los multilaterales para darlo por terminado.
e) Imposibilidad de cumplimiento. Por imposibilidad de subsiguiente
cumplimiento, como consecuencia de la desaparición o destrucción
definitivas de un objeto indispensable para dicho fin.
f) Cambio fundamental de circunstancias. Por un cambio fundamental de las
circunstancias existentes en el momento de la celebración del Tratado no
previsto por las Partes. Esta causa es conocida como cláusula rebus sic
stantibus y ha sido objeto de un amplio desarrollo y debate doctrinal. En este
caso deben darse las siguientes condiciones:
✓ Que la existencia de dichas circunstancias constituya una base esencial del
consentimiento.
✓ Que dicho cambio tenga por efecto modificar radicalmente las obligaciones
que aún deben cumplirse.
✓ Que el Tratado no establezca una frontera.
✓ Que el cambio de circunstancias no resulte de una violación de la Parte que
lo alega.
g) Norma de ius cogens. La aparición de una nueva norma imperativa del
Derecho internacional general (ius cogens) hará que todo Tratado existente
que se oponga a la misma se convierta en nulo y se dé por terminado.
B) Circunstancias excluidas en la Convención de Viena como causas de
terminación.
Conforme a las disposiciones de la Convención de Viena, no son causas de
terminación de un Tratado:
a) La reducción del número de Partes hasta un número inferior al necesario
para la entrada en vigor (art. 55).
b) La ruptura de relaciones diplomáticas o consulares (art. 63).
C) Circunstancias no contempladas en la Convención de Viena como causas
de terminación.
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El término final. Es causa de terminación la llegada al término final, cuando el
Tratado haya sido estipulado para una duración determinada. No obstante, esta
causa puede considerarse englobada en la determinación conforme a las
disposiciones del Tratado, prevista en el art. 54.a) de la Convención.
La guerra. La guerra, como causa de terminación de los Tratados, ha sido una
cuestión discutida y que ha dado origen a una amplia bibliografía.
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4.14 DEPOSITO DEL TRATADO
Cuando un tratado ha sido concertado, los instrumentos escritos que aportan la
prueba formal del consentimiento en obligarse por el tratado, así como las reservas
y las declaraciones se ponen bajo la custodia del depositario. Salvo que el tratado
disponga otra cosa, los instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación o
adhesión harán constar el consentimiento de un Estado en obligarse por un
tratado. En el caso de los tratados que no engloban más que a un número reducido
de Estados, el depositario será el gobierno del Estado en cuyo territorio se ha
firmado el tratado. A veces, se nombra como depositarios a varios Estados. En los
tratados multilaterales, normalmente se nombra como depositario a una
organización internacional o al secretario general de las Naciones Unidas. El
depositario debe recibir todas las notificaciones y documentos relacionados con el
tratado, custodiar el texto original, comprobar que se han cumplido todas las
formalidades, registrar el tratado y notificar a las partes de todos los actos que les
puedan interesar.
[Arts. 16, 76 y 77, Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969]
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que algunos sistemas constitucionales exigen que antes de poder aplicar como
derecho interno cualquier disposición de un tratado (aun cuando éste ya haya sido
ratificado con la aprobación del Poder Legislativo) debe ser incorporado al derecho
interno mediante la correspondiente legislación. Éste es un sistema dualista en el
que los tribunales del ordenamiento jurídico interno solo aplican la legislación interna
aprobada para poner en vigor el tratado y no el tratado mismo, y pueden hacerlo
únicamente en tanto dicha legislación esté vigente. Esta es la situación en el Reino
Unido por lo menos formalmente. La doctrina judicial distingue entre tratados que
son directamente aplicables como derecho y tratados que no son directamente
aplicables, y cuando una Corte sostiene que un Tratado es del grupo non-self
executing está actuando de un modo nacionalista en “protección” del sistema legal
doméstico frente a la influencia de las normas jurídicas de carácter internacional.
Generalmente la doctrina judicial ha permitido cierta discrecionalidad para
determinar que tratados son self-executing y cuales non-self executing. Ello ha
hecho que las cortes o tribunales nacionales ejerciten a menudo su discrecionalidad
en el sentido de considerar a muchos tratados en la categoría de no directamente
aplicables (non-self executing); sin embargo, las cortes o tribunales transnacionales
o internacionales se han inclinado en catalogar a la mayoría de los tratados dentro
de la categoría de aplicables directamente (self executing).
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De esta manera una norma convencional es ejecutable por sí misma cuando esa ha
sido la intención de los Estados parte, teniendo la intención de conceder un derecho
definido y exigible por el individuo que solicita la aplicación de dicha norma en su
favor ante un juez u otra autoridad. Ejemplo de estas normas son las cláusulas de
la nación más favorecida, los tratados con normas sobre libertad de establecimiento,
extradición, doble tributación y sobre todo las normas relativas a derechos humanos.
El mismo Jiménez de Aréchega señala que existe una presunción a favor del
carácter ejecutable de las disposiciones convencionales pues se ha considerado
que la disposición de un tratado es ejecutable por sí misma “a menos que contenga
una estipulación expresa de ejecución por medio de una ley o pertenezca a una
categoría excepcional de tratados a los que no se puede por su propia naturaleza
dar efecto como derecho ex propio vigore”. Es por ello que, como señala Michel
Virally, muchas de las Constituciones modernas actualmente disponen que los
tratados debidamente celebrados tendrán la vigencia del derecho interno y
obligarán directamente tanto a las personas como a los tribunales. Este tipo de
disposiciones convierten a los tratados celebrados por el Estado en una fuente
también del derecho interno.
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5.4 LAS TESIS CONCILIADORAS.
Estas tesis parten, al igual que las monistas, de la unificación de ambos sistemas
jurídicos (internacional e interno), pero se diferencian en que las relaciones entre
ambos son de coordinación y no de subordinación. Ahora bien, por lo que se refiere
al sistema de incorporación del derecho internacional al derecho interno, son los
propios derechos internos los que establecen en última instancia si se requiere o no
un acto especial de incorporación. De esta forma, hay Estados que incorporan
automáticamente el derecho internacional al derecho interno. Por el contrario, otros
Estados incorporan al derecho interno las normas del derecho internacional, previo
acto especial de incorporación mediante alguna norma. Así, con respecto a lo
anterior podemos decir que la integración de las normas internacionales en el
sistema interno plantea, fundamentalmente, tres problemas:
1. En primer lugar, es preciso determinar los procedimientos técnicos mediante los
que las normas internacionales pasan a formar parte del derecho interno (el tema
de la incorporación).
2. Después, y una vez incorporado ese derecho internacional en el orden interno,
hay que determinar el rango que a las normas internacionales corresponde, en el
esquema del derecho de cada Estado (el tema de la jerarquía).
3. Por último, encontramos el tema referente a la cuestión de la aplicación por los
órganos del Estado de las normas internacionales ya incorporadas al sistema
jurídico interno.
P á g i n a 33 | 128
➢ Constitución
➢ Tratados Internacionales
➢ Legislación
De acuerdo con el artículo 89X de la Constitución, el presidente tiene el poder y el
deber de conducir la política exterior y celebrar tratados internacionales que deben
ser ratificados por el Senado.
El artículo 133 de la Constitución dispone que la Constitución, las leyes emanadas
del Congreso de conformidad con la misma, y todos los tratados ratificados por el
Senado, serán la ley suprema de la tierra; y los jueces en cada estado estarán
sujetos a ellas, con independencia de la existencia de normas contrarias en las
constituciones y las leyes de los estados de la federación.
P á g i n a 35 | 128
obligatorios en el territorio nacional deberán haber sido publicados previamente en
el Diario Oficial de la Federación.
Artículo 5o.- La voluntad de los Estados Unidos Mexicanos para obligarse por un
tratado se manifestará a través de intercambio de notas diplomáticas, canje o
depósito del instrumento de ratificación, adhesión o aceptación, mediante las cuales
se notifique la aprobación por el Senado el tratado en cuestión.
Artículo 6o.- La Secretaría de Relaciones Exteriores, sin afectar el ejercicio de las
atribuciones de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal,
coordinará las acciones necesarias para la celebración de cualquier tratado y
formulará una opinión acerca de la procedencia de suscribirlo y, cuando haya sido
suscrito, lo inscribirá en el Registro correspondiente.
Artículo 7o.- Las dependencias y organismos descentralizados de la Administración
Pública Federal, Estatal o Municipal y la fiscalía general de la República, deberán
mantener informada a la Secretaría de Relaciones Exteriores acerca de cualquier
acuerdo interinstitucional que pretendan celebrar con otros órganos
gubernamentales extranjeros u organizaciones internacionales. La Secretaría
deberá formular el dictamen correspondiente acerca de la procedencia de
suscribirlo y, en su caso, lo inscribirá en el Registro respectivo. La fiscalía general
de la República se coordinará con la Secretaría de Relaciones Exteriores para la
celebración de los acuerdos interinstitucionales que se relacionen con sus
atribuciones.
Artículo 8o.- Cualquier tratado o acuerdo interinstitucional que contenga
mecanismos internacionales para la solución de controversias legales en que sean
parte, por un lado, la Federación, o personas físicas o morales mexicanas y, por el
otro, gobiernos, personas físicas o morales extranjeras u organizaciones
internacionales, deberá:
I.- Otorgar a los mexicanos y extranjeros que sean parte en la controversia el mismo
trato conforme al principio de reciprocidad internacional;
II.- Asegurar a las partes la garantía de audiencia y el debido ejercicio de sus
defensas; y
III.- Garantizar que la composición de los órganos de decisión asegure su
imparcialidad.
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Artículo 10o.- De conformidad con los tratados aplicables, el presidente de la
República nombrará, en los casos en que la Federación sea parte en los
mecanismos internacionales para la solución de controversias legales a los que se
refiere el artículo 8o. a quienes participen como árbitros, comisionados o expertos
en los órganos de decisión de dichos mecanismos.
Artículo 11.- Las sentencias, laudos arbitrales y demás resoluciones jurisdiccionales
derivados de la aplicación de los mecanismos internacionales para la solución de
controversias legales a que se refiere el artículo 8o., tendrán eficacia y serán
reconocidos en la República, y podrán utilizarse como prueba en los casos de
nacionales que se encuentren en la misma situación jurídica, de conformidad con el
Código Federal de Procedimientos Civiles y los tratados aplicables.
P á g i n a 38 | 128
exclusiva del Senado, puesto que toda ley, forzosamente, debe ser aprobada por
ambas Cámaras.
Norberto Bobbio resume que el concepto político-jurídico del término “sirve para
indicar el poder de mando en última instancia en una sociedad política y, por
consiguiente, para diferenciar a ésta de otras asociaciones humanas, en cuya
organización no existe tal poder supremo, exclusivo y no derivado”. Así, la idea de
poder supremo define a la soberanía y su presencia es inherente a la aparición del
Estado. Con las revoluciones burguesas el concepto pasó de la idea del poder
supremo del Estado a la del poder supremo de la voluntad general del pueblo o la
nación.
Entre las principales características que describen a la Soberanía es que es
absoluta, perpetua, indivisible, inalienable e imprescriptible. Es absoluta porque
define a un poder originario que no depende de otros ni está limitada por las leyes,
es perpetua porque su razón trasciende a las personas que ejercen el poder y a
diferencia de lo privado es imprescriptible e inalienable.
Otra descripción del término se puede entender desde tres ópticas de su carácter:
1) limitada, 2) absoluta y, 3) arbitraria. La primera concibe la soberanía como Locke,
la cual tiene límites naturales en el contrato del que surge (Constitución) y por el
pueblo, de quien es un mandatario; la segunda, pregonada por Hobbes y Rousseau,
contempla que el poder soberano no tiene límites jurídicos pero su poder obedece
P á g i n a 39 | 128
a una racionalidad técnica o moral (voluntad general); y la tercera que considera
que el Poder Soberano es la expresión en ley del interés del más fuerte.
P á g i n a 41 | 128
vulnerando el principio de discrecionalidad, no siendo viable por tanto una
institucionalización del reconocimiento a través de organizaciones internacionales.
Otra cuestión es el reconocimiento interesado realizado por únicamente un país,
normalmente, con objeto de influenciar en la realidad política exterior, ejemplo de
ello es el «Estado chipriota turco», reconocido únicamente por Turquía o los
Bantustanes creados artificialmente por Sudáfrica para sustentar el apartheid.
P á g i n a 42 | 128
Pero hay que subrayar que, pensamos, aquí no se está reviviendo la doctrina
Estrada, que murió hace rato con los gobiernos panistas.
Por otra parte, el caso de Venezuela tiene esos componentes de manipulación
política alrededor del reconocimiento. Nos encontramos ante una situación difícil,
complicada para nuestro continente, y otra vez, como fue en algún momento de la
historia de nuestro país, en un momento muy delicado.
P á g i n a 43 | 128
Evidentemente se está produciendo con Venezuela una tensión internacional en
donde las grandes potencias del siglo XXI se enfrentan como en los viejos tiempos
de la Guerra Fría.
Además, al interior de Venezuela se está dividiendo más a la población y la pone en
el precipicio de una guerra civil o una invasión de los Estados Unidos. Desde el
punto de vista del análisis de las relaciones internacionales, es posible prever que
Estados Unidos busque un nuevo escenario de guerra, después de sacar su ejército
de Siria, en donde supuestamente venció a ISIS, por eso no es descabellado pensar
que ese escenario de guerra pueda ser Venezuela.
Es por eso que la postura diplomática de México ahora es fundamental. En buen
momento nuestro país se hizo a un lado de la corriente dominante del Grupo de
Lima, que más que ser un grupo que busca resolver el conflicto que existe en el país
sudamericano, parece avivarlo. Por eso la iniciativa de las últimas horas, hecha
junto con Uruguay, abre en este momento una rendija en donde está un hilo de luz
en la oscuridad del conflicto venezolano.
En efecto, después del rápido reconocimiento de Donald Trump, vía mensaje de
Twitter, a Juan Guaidó, la histeria entre los críticos al gobierno del presidente
mexicano se manifestó, exigiendo que el gobierno de AMLO reconociera a Guaidó,
alegando los derechos humanos; y es precisamente que para proteger a la
población venezolana es necesario que la disputa por el poder se resuelva por vías
pacíficas y democráticas y no en un baño de sangre como se vislumbra. De ahí la
importancia de la mesura y la sabiduría con que actúe el gobierno actual.
P á g i n a 44 | 128
b) cada Estado goza de los derechos inherentes a la plena soberanía;
c) cada Estado tiene el deber de respetar la personalidad de los demás Estados;
d) la integridad territorial y la independencia política del Estado son inviolables;
e) cada Estado tiene el derecho a elegir y a llevar delante libremente su sistema
político, social, económico y cultural;
f) cada Estado tiene el deber de cumplir plenamente y de buena fe sus obligaciones
internacionales y de vivir en paz con los demás Estados.
En ese orden de ideas, Colombia como Estado soberano y en el marco de su política
migratoria en materias como la expedición de visas y el registro de extranjeros, ha
reglamentado esta situación mediante el Decreto 4000 de 2004, que prevé en lo
pertinente:
Artículo 1. Es competencia discrecional del Gobierno Nacional, fundado en el
principio de la soberanía del Estado, autorizar el ingreso y la permanencia de
extranjeros al país.
Corresponde al Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la Dirección del
Protocolo y del Grupo Interno de Trabajo que el ministro de Relaciones Exteriores
determine, de las Misiones Diplomáticas y Oficinas Consulares de la República,
según el caso, otorgar, negar o cancelar visas.
Los requisitos para el otorgamiento de todas y cada una de las clases y categorías
de visas se establecerán y modificarán mediante resolución Ministerial.
El Ministerio de Relaciones Exteriores podrá, mediante acto administrativo, ampliar
o limitar la facultad concedida a las Misiones Diplomáticas y a las Oficinas
Consulares para expedir visas.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados internacionales, el ingreso, permanencia
y/o salida de extranjeros del territorio nacional, se regirá por las disposiciones de
este decreto y por las políticas establecidas por el Gobierno Nacional.
Por otra parte, es preciso señalar que en la actualidad obran los siguientes
instrumentos internacionales vigentes en materia migratoria con la República de
Argentina, “Acuerdo entre Colombia y Argentina relativo a la supresión de visado en
pasaportes diplomáticos y oficiales”, suscrito en Bogotá el 12 de septiembre de 1964
y el Canje de Notas para la supresión reciproca de la obligación para visa para el
ingreso como turista y sobre otorgamiento de facilidades a sus nacionales, que
viajen al otro país para ejercer actividades de índole cultural-, Bogotá D.C. 27 de
marzo de 1969.
Conforme con lo anterior, jurídicamente resultaría viable proceder a iniciar
negociaciones dirigidas a la suscripción de un instrumento internacional en el que
se manifieste por los Estados la reciprocidad pretendida, o dado que ya obra este
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trato frente a los colombianos por parte de la República de Argentina, se sugiere
que en coordinación con la Dirección de Asuntos Consulares se proyecte un acto
administrativo.
También podemos encontrar a los Mini-Estados soberanos, que son los Estados
que cuentan con un territorio reducido, escasa población, o que tienen un número
reducido de recursos naturales. Es por esta situación que aun cuando tienen un
territorio definido, un gobierno y una población, no cuentan con capacidad plena
para establecer relaciones internacionales para lo cual necesitan del apoyo de otro
Estado. Otro Estado atípico es la Santa Sede, que es la reunión de del Romano
Pontífice y de los organismos superiores de la Curia Romana, dicho de otra forma,
la Santa Sede se compone de las congregaciones, tribunales y oficios de los cuales
el Sumo Pontífice se vale para gobernar a la Iglesia Católica. Este sujeto atípico
puede participar en la celebración de tratados y algunos otros negocios jurídicos
internacionales con otros Estados en materia religioso-administrativa.
El Estado de la Ciudad del Vaticano es otro sujeto atípico. Cuenta con un territorio
de 44 hectáreas, otorga la nacionalidad de acuerdo con los cargos eclesiásticos de
su población y funge como el asiento territorial de la Santa Sede. A diferencia de la
Santa Sede, no cuenta con representación diplomática, pero sí puede realizar
tratados y ser miembro de organismos internacionales. La Santa Sede se encarga
de sus relaciones diplomáticas y tampoco cuenta con funcionarios para relaciones
consulares. Por su parte, la Soberana Orden de Malta realiza actividades
estrechamente vinculadas con la misión humanitaria, cuenta con representación en
96 países. La Orden de Malta es un sujeto atípico neutral, apolítico e imparcial en
el plano de la política internacional, actuando como mediadora cuando algún Estado
requiera de su intervención para la solución de conflictos.
P á g i n a 46 | 128
También está el caso de los beligerantes e insurrectos. El reconocimiento de
beligerancia se otorga a un grupo rebelde que domina una parte importante del
territorio en un Estado y que ejerce un dominio efectivo. El grupo rebelde se
constituye en un movimiento insurreccional en conflicto con el Estado central,
además de que puede ser reconocido como beligerante por terceros Estados.
Cuando obtienen este reconocimiento, decimos que adquieren subjetividad jurídica
internacional temporal.
De cierta forma, los insurrectos constituyen una aproximación a los beligerantes,
con la diferencia que los insurrectos sólo poseen algunos elementos materiales para
la rebelión sin contar con el dominio del territorio. Los insurrectos sólo gozan de
subjetividad internacional si consiguen apoyo territorial, y de obtenerlo se
transformarían en beligerantes.
Son también sujetos atípicos las colonias y los territorios autónomos. Debemos
entender que el colonialismo se refiere al movimiento por el cual un Estado ha
incorporado a su territorio y régimen interno a terceros países, a diferencia que los
territorios autónomos el Estado metropolitano retienen las relaciones o la defensa
siendo el preámbulo a una independencia pacífica.
Estos son algunos ejemplos o formas de clasificar los sujetos atípicos de acuerdo
con lo establecido por la doctrina. Finalmente, es importante destacar la
trascendental participación de los sujetos atípicos en las relaciones internacionales
sin demeritarlos por la falta de alguno de los elementos que integran a los sujetos
típicos del derecho internacional.
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6.2.1. LA SANTA SEDE.
La Santa Sede (en latín: Sancta Sedes) también conocida como Sede Apostólica,
Sede de Pedro o Sede de Roma, entre otras variantes es la sede del obispo de
Roma, el papa, la cual ocupa un lugar preeminente entre las demás sedes
episcopales, constituye el gobierno central de la Iglesia católica, por quien actúa y
habla, y es reconocida internacionalmente como una entidad soberana. La Santa
Sede es a su vez la expresión con la que se alude al papa y a los organismos de la
curia romana, que lo asisten en su responsabilidad al frente de la Iglesia católica.
El papa se sirve de la Curia y tramita por medio de ella los asuntos eclesiales, por
lo que esta realiza su labor en nombre y bajo la autoridad del sumo pontífice, para
el correcto funcionamiento de la Iglesia y el logro de sus objetivos. La Curia Romana
está compuesta por un grupo de instituciones, entre las que se encuentran la
Secretaría de Estado, los dicasterios, los organismos de justicia y organismos
económicos, y otras oficinas.
La Curia Romana tiene la función de ayudar al papa en su gobierno de la Iglesia
universal y de las Iglesias particulares; no tiene, sin embargo, una misión pastoral
específica para la diócesis de Roma, por lo que para las necesidades espirituales
de la diócesis existe el vicariato de Roma, frente al que se sitúa el cardenal vicario,
que gobierna el territorio italiano de dicha diócesis con potestad vicaria del sumo
pontífice. Para el territorio concreto de la Ciudad del Vaticano, dentro de la misma
diócesis, existe otro vicariato a cuyo frente se encuentra un vicario general.
La personalidad jurídica de la Santa Sede le permite mantener relaciones
diplomáticas con otros Estados, firmar tratados y enviar y recibir representantes
diplomáticos, algo que se remonta a varios siglos atrás. Ya desde finales del
siglo XV comenzó a recibir con cierta estabilidad enviados diplomáticos, y en el
siglo XVI empezaron a constituirse representaciones permanentes. En la
actualidad, además, participa en organismos internacionales como las Naciones
Unidas.
La Santa Sede posee plena propiedad y soberanía exclusiva sobre la Ciudad del
Vaticano, un Estado establecido en 1929, tras la firma de los Pactos de Letrán, con
el objeto de ser instrumento de la independencia de la Santa Sede y de la Iglesia
católica respecto a cualquier otro poder externo. De forma abstracta, además de ser
la Santa Sede el supremo gobierno y representación de la Iglesia, también lo es de
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la Ciudad del Vaticano. Otros territorios fuera de la Ciudad del Vaticano también
cuentan con estatus de extraterritorialidad en favor de la Santa Sede.
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da el soporte temporal y soberano (sustrato territorial) para la actividad de la Santa
Sede.
La máxima autoridad del Vaticano y jefe de Estado del mismo es el papa de la Iglesia
católica, por lo que puede considerarse la única teocracia y la última monarquía
absoluta de Europa. El sumo pontífice delega las funciones de gobierno en el
secretario de Estado.
El conjunto arquitectónico e histórico-artístico que conforma la Ciudad del Vaticano
fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, siendo el único
caso en que se extiende a un Estado (país) completo.
P á g i n a 50 | 128
sus súbditos). Este reconocimiento tiene el efecto de dar a los terceros Estados la
posibilidad de acusar a dicha comunidad por los daños sufridos ante las
organizaciones internacionales pertinentes. Antes del reconocimiento, los terceros
Estados deben observar prescindencia, o sea la posibilidad de ayudar abierta o
encubiertamente al Estado o a la comunidad beligerante. Luego del reconocimiento
los terceros Estados deben observar neutralidad.
El levantamiento en armas de parte de la población contra el gobierno establecido
es un asunto de jurisdicción interna si dicho gobierno controla la situación y
responde por los daños causados a otros estados.
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6.4 LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES.
Un organismo internacional u organización intergubernamental (OI) se define como
"todo grupo o asociación que se extiende más allá de las fronteras de un Estado
particular, y que adopta una estructura orgánica permanente". También puede
usarse el término organización internacional, sin embargo esta última denominación
podría interpretarse como abarcando genéricamente cualquier organización
(incluidas aquellas privadas) con integrantes, objetivos, o presencia internacional,
mientras que lo que se designa como organismo internacional siempre es de
naturaleza pública. Para evitar posibles confusiones, algunas veces se usan los
términos organismo internacional gubernamental u organismo internacional público.
Cabe destacar que no todas las organizaciones internacionales buscan la
integración y cooperación en todas sus dimensiones económica, política y social.
P á g i n a 52 | 128
Sin embargo, en el siglo XVIII Cornelius van Bynkershoek logró sentar el principio
según el cual el mar adyacente a las costas de un país quedaba bajo su soberanía.
La extensión de esta franja marina cercana al borde costero quedó entregada, en
general, a la capacidad de control que el Estado podía ejercer sobre ella. Por ello,
el criterio utilizado para fijar su anchura fue la posibilidad de control desde la costa,
que permitió el surgimiento de la norma de las tres millas marinas, basada en la
«regla del alcance de la bala de cañón» (de Ferdinando Galiani).
En el siglo XX muchos Estados expresaron la necesidad de extender el mar
territorial, con el fin de proteger los recursos pesqueros y mineros y aplicar medidas
de control y fiscalización para evitar la contaminación del área.
Esta situación fue reconocida por la Sociedad de las Naciones y por la Conferencia
de La Haya sobre codificación del derecho internacional de 1930. En esta
conferencia no se logró ningún acuerdo para establecer la anchura para el mar
territorial, aunque se reconoció la existencia de una zona contigua, de una extensión
máxima de doce millas marinas.
P á g i n a 53 | 128
Por el contrario, la «línea de base recta» es una línea artificial que puede ser trazada
por el Estado ribereño para unir ciertos puntos de la costa en aquellos «lugares en
que la costa tenga profundas aberturas y escotaduras o en los que haya una franja
de islas a lo largo de la costa situada en su proximidad inmediata» (art. 7.1).
Igualmente, se podrán trazar líneas de base recta para cerrar la desembocadura de
un río y para cerrar las bahías tal y como son definidas por la Convención.
En definitiva, las líneas de base recta permiten al Estado ribereño realizar un trazado
homogéneo de sus líneas de base teniendo en cuenta las peculiaridades de una
costa especialmente recortada. Se trata de un sistema comúnmente empleado por
los países nórdicos, en atención a la existencia de los fiordos, y que se ha extendido
con carácter general a todos los Estados.
No obstante, ha de tenerse en cuenta que el trazado de las líneas de base recta
modifica el trazado natural del mar territorial, permitiendo al Estado ribereño
convertir en aguas interiores una columna de agua que hasta ese momento sería
mar territorial. Por ello, la Convención impone ciertas condiciones al Estado ribereño
para trazar líneas de base recta, a saber: i) sólo podrá trazar líneas de base rectas
en los casos en que las zonas de mar situadas dentro de las citadas líneas estén
«suficientemente vinculadas al dominio terrestre», es decir, a la tierra; ii) el trazado
de las líneas rectas «no debe apartarse de una manera apreciable de la dirección
general de la costa» (art. 7.3); iii) no podrán trazarse líneas de base recta tomando
como punto de apoyo elevaciones que emerjan únicamente en baja mar, salvo que
sobre las mismas se hayan construido faros u otras instalaciones permanentes que
estén en todo momento sobre el nivel de las aguas, y iv) en el tema de las bahías
la línea de base recta que encierran la bahía no podrá tener en ningún caso una
extensión superior a veinticuatro millas marinas. Por su parte, los puertos están
sometidos a un régimen especial que permite situarlos siempre dentro de las aguas
interiores; y a tal fin, de conformidad con la Convención, «las construcciones
portuarias permanentes más alejadas de la costa que formen parte integrante del
sistema portuario se considerarán parte de ésta» (art. 11), lo que permite utilizarlas
como puntos de apoyo a los efectos de trazar las líneas de base recta.
El trazado de líneas de base normales o rectas depende, pues, de criterios técnicos
que son definidos por la propia Convención de 1982 y que, en lo esencial, dependen
de la propia morfología de la costa. Por ello, la Convención permite que los Estados
ribereños utilicen un sistema mixto de trazado de líneas de base que integre tanto
líneas de base normales como líneas de base recta, en atención a las distintas
configuraciones de sus costas. Esta potestad ha sido ejercida por España, cuya Ley
10/1977, de 4 de enero, que lleva por título «Reglamentación española sobre su
mar territorial», contempla la posibilidad de que se empleen tanto líneas de base
normales (de bajamar escorada) como líneas de base recta, siendo competencia
del Gobierno establecer estas últimas.
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Las aguas interiores forman parte integrante del territorio soberano del Estado y por
ello el Estado ribereño ejerce la plenitud de su soberanía sobre las mismas, sin
ningún tipo de limitación, ni siquiera las que se aplican en el mar territorial a efectos
de la navegación.
Este régimen de soberanía plena tan sólo encuentra una excepción en aquellos
supuestos en que el trazado de líneas de base recta tenga como consecuencia
«encerrar como aguas interiores aguas que anteriormente no se consideraban
como tales», en cuyo caso en las aguas encerradas los buques extranjeros, a los
efectos de la navegación, gozarán del derecho de paso inocente típico del mar
territorial.
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general, cualquier punto dentro de un área de superposición se sitúa por defecto en
el estado más cercano.
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Al amparo de lo antes mencionado se han dado casos muy particulares de evasión
de leyes de los gobiernos establecidos, ya que estos no poseen jurisdicción alguna
en esta zona, por ejemplo, el barco clínica de abortos Aurora, o los casinos flotantes.
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Canal de Suez
Este canal ha sido el foco de atención después del varamiento del Ever Given y las
dificultades logísticas que esto ha representado a nivel global. (Ve nuestra nota)
Este canal es el principal medio de conexión entre Oriente y Occidente.
Por sus aguas, navegan anualmente 1.2 millones de toneladas de carga. Es de gran
importancia porque facilita que la carga marítima de medio oriente llegué a Europa
sin tener que rodear el continente africano.
Dentro de las mercancías más importantes que pasan por este canal, se encuentra
el petróleo. Se calcula que más de dos millones de barriles de crudo transitan el
Canal de Suez.
Además, es paso para el 12% de toda la carga que se mueve a nivel mundial, lo
cual lo convierte en una arteria principal para el comercio internacional.
Estrecho de Malaca
Se encuentra ubicado entre el océano Índico y el Pacífico. En su punto más estrecho
justo frente a Singapur, tiene una anchura de 2.7 KM.
Lo navegan 87,000 barcos anualmente y esto representa el 25% del comercio
mundial, ¡Es impresionante!
Desafortunadamente, debido al alto nivel de congestionamiento que llega a tener,
existen actividades de piratería y los países de la zona se encuentran estudiando
rutas alternas.
Estrecho de Gibraltar
Su misión es la de comunicar al mar Mediterráneo con el océano Atlántico. Favorece
la continuación natural para la mayor parte de la carga que llega desde Medio
Oriente, por el canal de Suez. Adicionalmente por este estrecho, transita la
mercancía originada en el mar Mediterráneo con destino al norte de Europa y
América.
Su paso, vigila el traslado de todo tipo de carga desde: Aceite de oliva, grúas torre,
tapetes decorativos, hasta insumos médicos y más dentro de contenedores de
carga.
Por sus aguas transitan más de 100,000 embarcaciones cada año. Lo que se
traduce en el 10% del volumen total de carga a nivel global.
Debido a su ubicación estratégica podría considerarse una de las principales rutas
marítimas en la logística internacional.
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7.6 PRINCIPIOS Y LIBERTADES DEL MAR.
La libertad de los mares constituye uno de los dos pilares fundamentales sobre los
que se ha basado el Derecho Internacional del Mar desde el inicio de la Edad
Moderna. La historia reconoce al dominico español Francisco de Vitoria la
paternidad de la formulación del principio a través de su famoso ius
communicationem.
La Convención de 1982 dedica su Parte VII al alta mar dividida en dos secciones,
con un total de 35 artículos, del 86 al 120, ambos inclusive. Conforme al artículo
87, «la alta mar está abierta a todos los Estados, sean ribereños o sin litoral. La
libertad de la alta mar se ejercerá en las condiciones fijadas por esta convención y
por otras normas de Derecho Internacional. Comprenderá, entre otras, para los
Estados ribereños y los Estados sin litoral: a) la libertad de navegación; b) la
libertad de sobrevuelo; c) la libertad de tendido de cables y tuberías submarinos,
con sujeción a las disposiciones de la Parte VII; d) la libertad de construir islas
artificiales y otras instalaciones permitidas por el Derecho Internacional, con
sujeción a las disposiciones de la Parte VI; e) la libertad de pesca (véase esta
voz), con sujeción a las condiciones establecidas en la sección 2; f) la libertad de
investigación científica, con sujeción a las disposiciones de las Partes VI y XIII. 2.
Estas libertades serán ejercidas por todos los Estados teniendo debidamente en
cuenta los intereses de otros Estados en su ejercicio de la libertad de la alta mar,
así como los derechos provistos en esta Convención con respecto a las
actividades en la zona».
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UNIDAD VIII: “EL ESPACIO ULTRATERRESTRE Y LAS ZONAS POLARES”
8.1 LIMITES ENTRE EL ESPACIO AÉREO Y EL ESPACIO ULTRATERRESTRE.
Los Estados reconocen la existencia de un espacio aéreo y de un espacio
ultraterrestre, que si bien, han sido regulados internacionalmente, no se ha llegado
a determinar precisamente cuáles son sus límites físicos. La importancia de la
delimitación entre ambos espacios reside en la diversidad de sus regímenes
jurídicos. En efecto, mientras en el espacio aéreo impera el principio de soberanía,
en el espacio ultraterrestre predomina el principio de libertad. El espacio aéreo está
sometido a soberanía estatal completa y exclusiva, mientras que el espacio
ultraterrestre no.
La falta de una definición o delimitación del espacio aéreo puede dar lugar a una
incertidumbre jurídica respecto al derecho a aplicar: el Derecho Aeronáutico o el
Derecho Espacial. Ni la Convención de París de 1919, ni el Convenio sobre Aviación
Civil Internacional (Convenio de Chicago de 1944) definen o señalan los límites de
soberanía o las fronteras. Así el Artículo 1º del Convenio sobre Aviación Civil
Internacional (Convenio de Chicago de 1944), ratificado por nuestro país establece
la soberanía plena y exclusiva de los Estados en el espacio aéreo situado sobre su
territorio, mientras que el Artículo 2º del citado instrumento se refiere a los límites
horizontales de la soberanía estatal, pero no a los verticales.
Tampoco el Tratado sobre los principios que gobiernan las actividades de los
Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la luna y
otros cuerpos celestes, conocido como Tratado del espacio de 1967, delimita el
espacio aéreo, ya que no se definen los límites del espacio ultraterrestre. Desde
1983, el tema de la delimitación entre ambos espacios, viene siendo estudiado en
la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos
(COPUOS por sus siglas en inglés).
La Sub-Comisión de Asuntos Jurídicos de dicho organismo, en su 43º período de
sesiones celebrado en Viena del 29 de marzo al 8 de abril de 2004, fue de la opinión
de que la definición y delimitación del espacio ultraterrestre continuaba siendo un
tema importante, en consideración de la existencia de diferentes regímenes
jurídicos y de los continuos avances tecnológicos, teniendo en cuenta los principios
de soberanía y libertad que los diferencia. Doctrinariamente se han establecido
límites al espacio aéreo y al espacio ultraterrestre en base a criterios técnicos y
científicos, los cuales han fracasado al igual que los criterios jurídico-políticos a los
que se arribaría mediante una delimitación convencional.
Los criterios técnicos o científicos más conocidos se basan en la composición de la
atmósfera, la densidad del aire como elemento de sustentación de las aeronaves,
la delimitación tomando en cuenta la órbita de un satélite artificial de la tierra, la
Línea Von Karman (100-118 km de altura) y la delimitación en función de los efectos
de la gravedad, entre otros.
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La fijación de una altura para ubicar el plano divisorio entre los dos espacios irá
cambiando con los adelantos tecnológicos, salvo que se tome una altura
determinada y se resuelva por la vía convencional.
Al no existir criterios tecnológicos y científicos uniformes, y dado que los mismos no
brindaban certidumbre en la fijación de la frontera, muchos autores desecharon esta
forma de delimitación y se inclinaron a buscar una solución normativa, intentando
lograr un criterio jurídico de delimitación por la vía de un acuerdo internacional.
Para los criterios jurídico-políticos, lo importante no son tanto los límites entre los
espacios aéreo y ultraterrestre, sino la extensión de la soberanía en sentido vertical,
tendiendo a determinar el concepto de frontera aérea en relación con el principio de
soberanía de los Estados en el espacio aéreo. Las posiciones relacionadas con la
extensión del poder estatal respecto del espacio aéreo van desde la tesis de la
soberanía extendida hasta al infinito llegando a aquella que se inclina por la
abolición del principio de soberanía, ya que entiende que la navegación aérea exige
la necesidad de la libertad del aire, puesto que a medida que nacen nuevos Estados,
se multiplican los espacios aéreos sometidos a soberanía, lo que complicaría la
navegación aérea en cuanto se negasen permisos de sobrevuelo que obligarían a
las aeronaves a tomar otras rutas.
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Esto supone que la exploración y el uso del espacio ultraterrestre deben llevarse a
cabo en beneficio e interés de todos los países y que la Luna y otros cuerpos
celestes no pueden ser objeto de apropiación nacional o reivindicación de
soberanía.
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Desde finales de los años 50 hasta finales de los años 70 se elaboró un importante
paquete de instrumentos internacionales. Entre la abundante normativa creada,
destacamos la siguiente:
Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la
exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos
celestes - Londres, Moscú, Washington, 27 de enero de 1967.
Convenio sobre responsabilidad internacional por daños causados por objetos
espaciales - Londres, Moscú, Washington, 29 de marzo de 1972.
Acuerdo que debe regir las actividades de los Estados en la Luna y otros cuerpos
celestes - Nueva York, 5 de diciembre de 1979.
La anterior regulación debería haber ido ampliándose y concretándose a medida
que los avances de la ciencia y la tecnología espaciales siguen permitiendo alcanzar
resultados que poco a poco han ido convirtiendo la ciencia ficción en realidad. En
este sentido, Gutiérrez Espada ha señalado que frente a la rapidez y “volumen” del
éxito alcanzado en sus primeras etapas por el Derecho del espacio, se va a producir,
a partir fundamentalmente de 1979, una ralentización del proceso de producción
normativa y, por tanto, una situación de crisis de esta “rama” del Derecho
Internacional Público, tal como lo demuestra el hecho de que a partir de esa fecha
no se haya alumbrado en esta materia sino Declaraciones de Principios contenidas
en Resoluciones puramente recomendatorias de la Asamblea General de las
Naciones Unidas.
8.2 EL ÁRTICO.
El Ártico es una región polar ubicada en la parte más septentrional de la Tierra. El
Ártico está formado por el Océano Ártico, los mares adyacentes y partes de Alaska
(Estados Unidos), Canadá, Finlandia, Groenlandia (Dinamarca), Islandia, Noruega,
Rusia y Suecia. La tierra dentro de la región ártica tiene una capa de nieve y hielo
que varía estacionalmente. El permafrost (hielo subterráneo permanentemente
congelado) contiene predominantemente tundra sin árboles. Los mares árticos
contienen hielo marino estacional en muchos lugares.
La región ártica es un área única entre los ecosistemas de la Tierra. Las culturas de
la región y los pueblos indígenas del Ártico se han adaptado a sus condiciones frías
y extremas. La vida en el Ártico incluye zooplancton y fitoplancton, peces y
mamíferos marinos, aves, animales terrestres, plantas y sociedades humanas.
Clima actual del Ártico
El Ártico se caracteriza por inviernos fríos y veranos frescos. Su precipitación viene
principalmente en forma de nieve y es baja, y la mayor parte del área recibe menos
de 50 cm. Los fuertes vientos a menudo levantan nieve, creando la ilusión de
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nevadas continuas. Las temperaturas medias de invierno pueden bajar hasta -40 °
C, y la temperatura más fría registrada es de aproximadamente -68 ° C. Los climas
costeros árticos están moderados por influencias oceánicas. Tienen temperaturas
generalmente más cálidas y nevadas más intensas que las áreas interiores más
frías y secas.
El Ártico se ve afectado por el calentamiento global actual, lo que provoca la
contracción del hielo marino de la zona. Además, provoca la disminución del hielo
en la capa de hielo de Groenlandia y la liberación de metano en el Ártico a medida
que se derrite el permafrost. El derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia
está relacionado con la amplificación polar. Debido a la migración hacia los polos de
las isotermas del planeta, la región ártica se está reduciendo actualmente.
Hablamos de alrededor de 56 km por década durante los últimos 30 años como
consecuencia del calentamiento global.
El estudio
El estudio es el primero que ha combinado observaciones de indicadores de clima
físico como la masa de nieve, con impactos biológicos como la falta de coincidencia
en el momento de floración de las flores y el funcionamiento de los polinizadores.
Estos indicadores climáticos son esenciales en la información que aportan, dado
que capturan la esencia de un sistema. Por ejemplo, la extensión del hielo marino
en un mes determinado resume los efectos de la temperatura del aire, los vientos,
el calor de los océanos y otras variables. De hecho, Walsh asegura que nunca se
había reunido tantos indicadores del Ártico en un solo estudio.
8.2.1. LA ANTÁRTIDA.
La Antártida, también denominado Continente Antártico o Antártica, es un continente
que circunda el Polo Sur. La definición más común comprende como Antártida los
territorios al sur del paralelo 6.
Es el continente más elevado de la Tierra, con una altura promedio de 2.000 metros
sobre el nivel del mar (msnm). Alberga alrededor del 80% del agua dulce del planeta.
Es también el continente con el promedio de humedad más bajo de la Tierra, el de
temperatura promedio más baja y el de elevación sobre el nivel del mar promedio
más alta.
0º S, que coincide con la zona bajo el Tratado Antártico. Atendiendo más a la
geografía física, el límite estaría en la Convergencia Antártica, incluyendo por
ejemplo las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur (cerca del continente
americano). Tiene una forma casi circular de 4.500 km de diámetro y presenta dos
pronunciados entrantes que forman una angosta península en forma de "S",
proyectada sobre el extremo austral de Sudamérica.
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El monte Erebus es un volcán activo de la Antártida situado en la costa oriental de
isla de Ross. Su elevación es de 3.794 msnm. El punto más alto del continente es
el Macizo Vinson, con 4.892 msnm.
La mayor parte de la Antártida se encuentra cubierta por un gigantesco inlandsis
(calota o capa de hielo); el espesor promedio del hielo que cubre el continente es
de 2.500 m; el máximo espesor registrado es de 4.776 m, en la Tierra Adelia
(69°54′S 135°12′E, 135.2), lo que equivale a casi 5 km de hielo sobre algunos
lugares de la estructura rocosa de la Antártida. Al inlandsis o calota glaciar de la
Antártida corresponde aproximadamente el 90% de la criosfera del planeta Tierra.
En ciertas zonas, la calota glaciar supera ampliamente los límites del continente,
formando extensas barreras sobre las grandes bahías del Océano Glaciar Antártico.
Las más importantes son la barrera de hielo de Ross, la barrera de Ronne, la barrera
de Filchner y la barrera de Larsen A (la Barrera de hielos Larsen B literalmente se
fundió en el 2002 debido al calentamiento global). En ciertas zonas de contacto del
límite exterior de las mencionadas barreras se forman zonas de aguas oceánicas
superficiales relativamente cálidas, llamadas polinias. Este fenómeno se debe a la
surgencia de las corrientes cálidas que se sumergen en la Convergencia Antártica,
pero que, al chocar con las barreras, se encuentran forzadas a resurgir. De las
polinias, la más conocida es la ubicada en el Mar de Weddell.
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de inmunidad precisamente por el hecho de pactar internacionalmente que
cualquier modificación del statu quo imperante en cada Estado, debía ser reprimida
y repelida mediante la intervención de los otros. Ejemplo claro de esta política
internacional lo constituye la expedición de los "cien mil hijos de San Luis" mediante
la cual Carlos IX de Francia recurre en auxilio de su pariente Fernando VII,
invadiendo España para garantizar el poder absoluto del monarca frente a los
intentos de sancionar una constitución de tinte liberal y democrático. Es así
entonces que desde esta óptica la inmunidad de cada Estado en orden a decidir sus
propios asuntos internos dentro de su territorio, nace a partir de una experiencia de
política internacional. Existen excepciones a la jurisdicción territorial que son las
inmunidades y los tratamientos especiales otorgados a Estados extranjeros,
impuestos desde antiguo por el derecho internacional consuetudinario y, en la
actualidad mediante convenciones multilaterales.
El tema de la inmunidad jurisdiccional de los Estados adquiere cada vez mayor
importancia en la medida que el Estado participa más en relaciones internacionales
privadas de naturaleza comercial e industrial y de que aumenten las necesidades
estatales en materia financiera y tecnología que lleva a los países a recurrir a la
contratación con entidades extranjeras; surge cuando existe una disputa sobre la
cual el Tribunal local tiene jurisdicción por la materia pero no puede ejercerla porque
una de las partes es un Estado soberano que tiene una excepción en razón de la
persona. La inmunidad jurisdiccional del Estado puede definirse como el atributo de
todo Estado soberano, que impide que otros Estados ejerzan jurisdicción sobre los
actos que realice en ejercicio de su potestad soberana, o bien sobre los bienes de
los cuales es titular o utiliza en ejercicio de dicha potestad soberana. Así, la
inmunidad de jurisdicción se invoca por los Estados cuando ante un tribunal nacional
se presenta una demanda contra un Estado extranjero o contra un organismo que
le es dependiente, también cuando existe la pretensión de adoptar una medida
coactiva, como la ejecución de una sentencia contra los bienes pertenecientes a un
Estado situados en territorio de otro Estado. El Estado extranjero no está exento de
cumplir con la ley del Estado territorial pero no puede ser sometido a la jurisdicción
de sus tribunales La Inmunidad o excepción de jurisdicción como se pudiera
denominar más acertadamente no es sino una consecuencia del principio de
igualdad de los Estados. Un Estado no es competente para juzgar si las leyes
internas de otros o su aplicación son o no adecuadas.
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UNIDAD X: “LOS ÓRGANOS ESTATALES DE LAS RELACIONES
INTERNACIONALES Y LA POLÍTICA EXTERIOR DE MÉXICO.
10.1 EL JEFE DE ESTADO.
El jefe de Estado es la autoridad suprema de un Estado. Representa su unidad y
continuidad ante el Estado mismo e internacionalmente.
Las funciones específicas de los jefes de Estado varían de acuerdo con el sistema
político de cada Estado. Al ser la máxima personificación del Estado, su título
determina de por sí la forma de gobierno estatal de que se trata. Principalmente se
agrupan en dos, o bien una monarquía si es un monarca, o bien una república si es
un presidente.
Tipos de sistemas
➢ En regímenes democráticos
➢ En un sistema presidencialista, el jefe de Estado (el presidente) es también
el jefe de Gobierno, siendo la cabeza del poder ejecutivo del país.
➢ En un régimen semipresidencialista, como en Francia, el jefe de Estado (el
presidente) es elegido por sufragio universal. En cambio, el jefe de Gobierno
(el primer ministro) depende del Parlamento.
➢ En un régimen parlamentario, el jefe de Estado (que no tiene poder ejecutivo
alguno) puede ser un presidente elegido por el parlamento o un monarca
hereditario. En este último caso, normalmente es un rey, pero también puede
ser un príncipe, como en el caso de Mónaco, un emperador como en Japón
u ostentar otro título nobiliario. En cambio, el jefe de Gobierno (llamado
usualmente primer ministro, presidente del Gobierno o canciller) es elegido
por el parlamento del que depende.
Las funciones del jefe de Estado varían de acuerdo a la forma de gobierno que
establece la Constitución de cada país. Es decir, tiene competencias diferentes
según el ordenamiento de cada Estado.
o En los casos en que el cargo es electivo, por lo general su legitimidad es
equiparable al del jefe de Gobierno, y la constitución suele otorgarle ciertas
atribuciones o poderes. Existen casos muy especiales, tanto en el sistema
de elección, como en sus atribuciones, como en el caso de Ciudad del
Vaticano.
o En los casos en los que el cargo no es electivo, sus funciones pueden ser
meramente representativas y con un poder básicamente simbólico (en
monarquías parlamentarias como España, Países Bajos, Dinamarca,
Noruega, Suecia o Reino Unido), o puede reunir gran cantidad de poderes
(Marruecos o ciertos países asiáticos).
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10.2 EL SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES.
La Secretaría de Relaciones Exteriores tiene como misión conducir la política
exterior de México mediante el diálogo, la cooperación, la promoción del país y la
atención a los mexicanos en el extranjero, así como coordinar la actuación
internacional del Gobierno de la República.
La Secretaría de Relaciones Exteriores tiene como visión hacer de México un país
con una presencia constructiva en el mundo, a través de una política exterior
responsable y activa que promueva el cumplimiento de las Metas Nacionales desde
una institución fortalecida e innovadora.
Para tal efecto, la Secretaría cuenta con las siguientes unidades administrativas:
o Subsecretaría de Relaciones Exteriores
o Subsecretaría para América del Norte
o Subsecretaría para América Latina y el Caribe
o Subsecretaría de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos
o Oficialía Mayor
o Consultoría Jurídica
o Agencia Mexicana de Cooperación Internacional
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Para el ejercicio de sus funciones con eficacia y libertad, los agentes diplomáticos
son beneficiarios de una serie de privilegios e inmunidades que disfrutan, en tanto
que agentes diplomáticos y, por consiguiente, en tanto que órganos del Estado, que
es el verdadero titular de los mismos. A la luz de la Convención de Viena, los
privilegios se concretan en la libertad de circulación y tránsito por el territorio del
Estado receptor (art. 26), la exención de ciertos impuestos y gravámenes
personales o reales (art. 34) y la exención del derecho de aduanas sobre objetos
para uso del agente diplomático y su familia (art. 36). Por lo que se refiere a las
inmunidades, éstas se concretan en la inviolabilidad, no pudiendo ser objeto de
detención o arresto (art. 29); la inmunidad de jurisdicción penal, civil y administrativa
(art. 31), y la exención en el Estado receptor de cualquier prestación personal, de
todo servicio público y de las cargas militares de toda índole (art. 35). Los miembros
de la familia de un agente diplomático que formen parte de su casa gozarán de estos
privilegios e inmunidades siempre que no sean nacionales del Estado receptor.
Asimismo, gozarán de estas inmunidades y privilegios los miembros del personal
administrativo y técnico de la misión, y los miembros de sus familias que formen
parte de sus respectivas casas, siempre que no sean nacionales del Estado receptor
ni tengan en él residencia permanente, a excepción de la inmunidad de la
jurisdicción civil y administrativa que únicamente se extenderá a los actos realizados
en el desempeño de sus funciones. Por lo que se refiere a los miembros del personal
de servicio de la misión que no sean nacionales del Estado receptor ni tengan en él
residencia permanente, gozarán de inmunidad por los actos realizados en el
desempeño de sus funciones, y de exención de impuestos y gravámenes sobre los
salarios que perciban por sus servicios y de la exención de disposiciones de la
Seguridad Social.
Las funciones del agente diplomático pueden ser muy diversas, dependiendo tanto
de la categoría que posea, como del tipo de misión diplomática en la que tenga que
desarrollar su trabajo. El inicio de las funciones del agente diplomático se producirá
a partir del momento en que se comunique su llegada al Estado receptor. El fin de
las funciones del agente diplomático, se puede producir por muy diversas causas
vinculadas esencialmente con el poder de organización del Estado que envía; sin
embargo, ha de llamarse la atención sobre la potestad que tiene el Estado receptor
de provocar el fin de la misión de un agente mediante la calificación como persona
non grata, lo que obliga al Estado que envía a removerle de sus funciones en la
misión.
Jefe de repartición consular, designado en un Estado extranjero, a quien
corresponde velar por los intereses de los nacionales de su país ahí residentes o en
tránsito, ejerciendo funciones notariales y comerciales, fiscalizando y autenticando
documentos.
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10.4 LA SECRETARIA DE RELACIONES EXTERIORES.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) es una de las diecinueve
secretarías de Estado que, junto con la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal,
conforman el gabinete legal del presidente de México. Es el despacho del poder
ejecutivo federal con funciones de ministerio de asuntos exteriores.
Es la encargada de diseñar, planear, ejecutar y coordinar las políticas públicas en
materia de relaciones exteriores. Lo anterior incluye, coordinar al resto del
gabinete cuando, en el ámbito de sus propias responsabilidades, se traten de
asuntos fuera del país; hacer valer los principios gubernamentales en las
relaciones internacionales, que están marcados por el párrafo X del artículo 89
constitucional; representar al gobierno mexicano en los foros y organismos
mundiales y regionales; dirigir el servicio exterior, y las embajadas, consulados,
oficinas de negocio y misiones permanentes; operar los procesos de
documentación para mexicanos que viajan al exterior y aquellos de naturalización
para extranjeros residentes; encabezar cualquier tipo de negociación que trate de
controversias o acuerdos vinculados a los límites territoriales; colaborar con la
Fiscalía General de la República en los procesos de extradición.
Su más directo antecedente fue la Secretaría de Estado y del Despacho de
Relaciones Exteriores e Interiores, fundada el 8 de noviembre de 1821. Fue hasta
1867 cuando adquirió su actual nombre, aunque durante la etapa de transición
posrevolucionaria volvió a llamarse Departamento del Exterior.
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10.6 LOS 7 PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE MÉXICO.
Solución pacífica de controversias.
El arbitraje ha sido utilizado por México, las californias, el Chamizal e isla de la
pasión. Cumplió puntualmente con sus obligaciones. Ha concluido tratados en los
cuales las diferencias que surjan deben ser sometidos a un tribunal de arbitraje, el
primero fue el TLCAN.
Por primera vez México ha recurrido a un procedimiento judicial internacional para
resolver una controversia jurídica, en enero de 2003 presento una demanda ante la
Corte Internacional de Justicia de la Haya, argumentando la violación por parte de
E.U.A. de las obligaciones impuestas por la Convención de Viena sobre Relaciones
Consulares.
La corte decidió a favor de México en marzo de 2004, reafirma la facultad del estado
para proteger a sus nacionales cuando sus derechos han sido violados por un tercer
estado que no cumple con los principios del debido proceso con extranjeros que son
arrestados y sometidos a juicio sin la protección consular.
No intervención.
México ha demostrado un sometimiento a las vías pacíficas de controversias. La
Carta de la ONU estipula que es una obligación de los estados miembros que
arreglen sus diferencias “de manera que no se pongan en peligro ni la paz y la
seguridad internacionales ni la justicia”. Así como lo señala en el art. 33
1. Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en
peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales tratarán de
buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la
mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o
acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección.
2. El Consejo de Seguridad, si lo estimare necesario, instará a las partes a que
arreglen sus controversias por dichos medios
Cooperación internacional para el desarrollo.
Uso de la fuerza
Una serie de injerencias injustificadas en nuestro país nos llevó a integrarla como
unos de los principios, así como en tratados multilaterales, la no intervención
consagrada en la Carta de la Organización de Estados Americanos estipula: Art. 19
Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir, directa o
indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de
cualquier otro. El principio anterior excluye no solamente la fuerza armada, sino
también cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de la
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personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo
constituyen.
La Corte Internacional de Justicia se pronunció de igual manera en 1986. El derecho
convencional en los tratados multilaterales, la practica continua, así como las
decisiones de la Corte Internacional de Justicia y la resolución de la Asamblea
General de la ONU ratifican la vigencia de un derecho internacional que prohíbe la
intervención.
La lucha por la paz y la seguridad internacionales.
Es una forma fundamental que se vincula en forma íntima con la soberanía estatal
y su independencia. Guarda relación con la competencia legal y política de un
pueblo para definir su naturaleza y la forma de su gobierno.
En México se remonta desde la formación del estado nación, ante la comunidad
internacional con la proclamación de la independencia y sentimientos de la nación,
donde el pueblo genuinamente decida su destino sin sujeción a potencias
extranjeras y con capacidad para formar propiamente su gobierno.
Para complementar este sistema, existen un cumulo de tratados, declaraciones y
decisiones judiciales que definen la vigencia en las relaciones entre los estados y el
seno de la comunidad internacional.
"La política exterior de México, fundada en la limpia tradición de sus principios
y en su conducta internacional, debe concentrarse principalmente en tres
finalidades”:
Mantener intactas la soberanía y la independencia del país;
Buscar cooperación entre nuestras amistades internacionales para acelerar el
progreso económico, social y cultural de México sobre bases mutuamente
ventajosas, y cooperar nosotros mismos, en la medida de nuestras posibilidades
prácticas, al desarrollo de todos los países que pudieran requerir nuestra ayuda;
Contribuir sin límite al logro de toda buena causa que favorezca el mantenimiento
de la paz y la seguridad internacionales".
Auto determinación de los pueblos
Es el primer principio rector de la conducción de la política exterior, Las finalidades
de la política exterior de México han sido definidas por el presidente López Mateos
en su V Informe ante la Nación:
La elaboración de principios de una política exterior permite definir los códigos de
conducta que un estado habría de cumplir en su comportamiento exterior,
proporcionan un marco de referencia para determinar estrategias, objetivos e
intereses.
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Y no solo en México, sino que es un factor internacional en las economías
domésticas de Latinoamérica por ello, México se ha interesado en la conformación
de un orden económico internacional justo y estable. Carta de Derechos y Deberes
Económicos de los Estados (1975) y la realización de la Reunión de Cancún. (1981)
en la que participaron 22 jefes de estado con la idea de resolver los problemas que
afectaban al sistema económico.
Pero las distintas crisis que ha sufrido México ilustran la manera en que los factores
externos influyen en los intereses mexicanos. 1994 se presentó un desequilibrio en
la balanza de pagos que trajeron una economía débil además de una necesidad de
acudir a un auxilio internacional. Es por ello que una de las finalidades de la política
exterior es atraer más mercados, atraer volúmenes de inversión foránea o suscribir
acuerdos regionales de libre comercio.
Desde hace unos años México ha tenido una participación mayor en los asuntos
políticos y económicos internacionales, ahora se conoce más de las ventajas que
se pueden tener en una relación internacional.
Ahora se habla de un mundo más globalizado, de las influencias que recibe del
exterior que muchas veces condicionan el comportamiento político, económico y
cultural.
El respeto a los derechos humanos es uno de ellos y que atañen a la comunidad
internacional. El combate al narcotráfico es una cuestión de salud pública, la
corrupción y la seguridad nacional. Uno de los temas que tienen gran relevancia son
los créditos internacionales contratados por México desde inclusive el inicio de su
vida independiente.
En 1956, Jorge Castañeda señalaba, “México no tienes intereses directos de
carácter político, territorial, estratégico o siquiera económico allende sus fronteras,
como ocurre con todas las grandes potencias, no ejerce hegemonía sobre otras
regiones ni tiene intereses propios y directos que proteger en las zonas que hoy son
foco de tensión internacional.”
Tiempo después habría que revisar dicha declaración, México y en particular el
sistema internacional ha sufrido una transformación, esa transformación ha
significado que México ahora tenga intereses directos que proteger, aunque no sean
iguales a los atribuidos a las grandes potencias.
4o. México ha sabido resolver admirablemente el problema de sus fuerzas armadas,
que quedan reducidas a un contingente casi simbólico destinado a garantizar al país
contra la agresión exterior a mantener el orden interior y asegurar la estabilidad de
las instituciones; pero el ejército no constituye en la vida política mexicana un grupo
de presión México es uno de los pocos países en que el ejército es una institución
al servicio del pueblo y no una institución que utiliza al pueblo para sus propios fines.
P á g i n a 74 | 128
Desde 1988 como resultado de un consenso político, se reformo el art 89
constitucional fracción X, surgió la necesidad de reconocer y validar los 7 principios
que guardan la esencia de los intereses nacionales. Asimismo, son parte del
derecho internacional aceptado por los estados y asimilados por el orden jurídico
mexicano.
3o. El respeto por el derecho internacional, probado por el hecho de que en los
arbitrajes principales a que México se ha sometido (el de las islas Clipperton, el de
los fondos piadosos de California, y el del Chamizal)
Igualdad jurídica de los estados
Circunstancias que explican en gran manera su posición internacional
Es clave en la defensa del derecho internacional para México, como elemento de la
soberanía. Es de mucha ayuda ante las desigualdades de capacidad militar y
económica ya que se contrapone a las desigualdades de poder. Aquí descansa la
naturaleza de la ONU que no se constituye como una organización supranacional
sino se basa en una igualdad de los estados miembros, una igualdad ante la ley.
Pero, la igualdad ante la ley no trae una igualdad de derechos y obligaciones, por
ejemplo, los 5 miembros del Consejo de Seguridad permanentes tienen
responsabilidades especiales, como el veto que puede bloquear el proceso de toma
de decisiones del consejo, su deber es mantener la paz y la seguridad internacional,
deber que le fue delegado por los estados miembros.
México ha impulsado instituir un sistema de rendición de cuentas por parte de los
miembros de dicho consejo a fin de comprobar, tal vez, por la asamblea general que
los poderes de las 5 potencias se ejerzan con responsabilidad en beneficio colectivo
y no para obtener ventajas por parte de su estado.
Los estados miembros se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza
contra la integridad territorial o a la independencia política de un estado. El art 51
de la carta rige la excepción al uso de la fuerza en legítima defensa.
Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima
defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las
Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las
medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las
medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa
serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en
manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente
Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin
de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales.
d) El "Tratado de Tlatelolco" de 1967
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e) El "Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares", igualmente ya
mencionado.
f) La "convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el
almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxicas y sobre su
destrucción", firmado el 10 de abril de 1972; también por México, que depositó los
instrumentos de ratificación el 8 de abril de 1974.
g) La "Convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas
convencionales que pueden considerarse excesivamente nocivas, firmada el 10 de
abril de 1981, por treinta y cuatro países, entre ellos México y ratificada por México
el 11 de febrero de 1982.
h) El "Tratado sobre prohibición de emplear armas nucleares y otras armas de
destrucción en masa en los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo", del 11 de
febrero de 1971, del que México estuvo sin formar parte hasta fines de 1983.
México se había negado a firmar a mediados de 1984 es la "Convención sobre la
prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares u otros
fines hostiles", del 18 de mayo de 1977.
a) El "Protocolo relativo a la prohibición del empleo en la guerra de gases
asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos", firmado en Ginebra el
17 de junio de 1925 al que México prestó su adhesión el 15 de marzo de 1932.
b) El "Tratado por el que se prohíben los ensayos con armas nucleares en la
atmósfera, el espacio ultraterrestre y debajo del agua", firmado en Moscú el 5 de
agosto de 1963 por las tres potencias (EE.UU. URSS y Gran Bretaña) y por México
el 8 de agosto de ese año, y depositados los instrumentos de ratificación el siguiente
27 de diciembre.
c) El "Tratado sobre los principios que deben de regir las actividades de los Estados
en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la luna y otros
cuerpos celestes', abierto a la firma el 27 de enero de 1967, firmado por México ese
mismo día y depositados los instrumentos de ratificación el 31 de enero del año
siguiente.
1o. México es un país que no tiene ambiciones territoriales
Del 15 al 22 de marzo de 1965, se celebró en México la reunión de la comisión
preparatoria para la desnuclearización de América Latina finalmente firmado el día
14 de febrero de 1967 y ratificado el 20 de septiembre, por México.
El Tratado para la no proliferación de las armas nucleares, México lo firmó el 26 de
julio de 1968, y depositó la ratificación el 31 de enero de 1971. También debemos
recordar que México es favorable a que se extienda la prohibición de realizar
pruebas nucleares para incluir también a las subterráneas.
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Según México ha manifestado en diversas ocasiones. El desarme debe ser
universal y completo En la tercera Asamblea General, México propuso fue
aceptado que se dirigiera un llamamiento a todas las potencias para que
zanjaran sus diferencias y establecieran, sobre una base de comprensión, una
paz duradera.es importante referirse a una declaración hecha por la
delegación de México, el 15 de abril de 1953, en respuesta a una propuesta de
Polonia
La carta de naciones unidas es el primer tratado de carácter universal que estipula
“desarrollar las relaciones amistosas entre las naciones basadas en el respeto del
principio de la igualdad de derechos y de libre determinación de los pueblos”.
México es un estado libre y soberano, el derecho a su libre determinación es una
cuestión política esencial y ha actuado de manera activa en contra de la
intervención, un impulsor del movimiento de descolonización.
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11.1.1. ELEMENTOS DEL ACTO ILÍCITO INTERNACIONAL.
Elemento subjetivo o elemento de la atribución del hecho ilícito internacional
Consiste en la posibilidad de atribuir el hecho o comportamiento a un sujeto
determinado. Ese hecho puede ser una acción o una omisión. Cuando hablamos de
atribuir, hablamos de imputar a un Estado una conducta reputada de ilícita según el
Derecho Internacional.
Según Vedross, el problema consiste en determinar si el comportamiento del órgano
únicamente puede ser imputado al estado cuando ha incurrido en el supuesto ilícito
de modo culposo, intencionada o negligentemente, o si, por el contrario, la simple
violación objetiva del Derecho Internacional por un órgano del Estado hace incurrir
a éste en responsabilidad.
Por la conducta de órganos puestos a disposición del Estado por otro Estado
o por una Organización Internacional.
En cuanto al daño, hay que decir que puede ser un factor decisión a la hora de medir
el alcance de la responsabilidad y que en ciertos casos no basta el simple
comportamiento para que haya violación de una obligación internacional, sino que
se requiere un acontecimiento exterior de carácter perjudicial. La Comisión de
Derecho Internacional estima que el daño es inherente a toda violación de una
obligación internacional.
P á g i n a 80 | 128
11.1.2. EL FACTOR TEMPORAL.
El factor temporal tiene relevancia en dos planos: el de la condición de la vigencia
de la obligación internacional respecto del Estado y el de la determinación del
momento y la duración de la violación de la obligación internacional en los distintos
tipos de hechos ilícitos internacionales.
CUESTIÓN DE LA CULPA
La precedente relación de elementos constitutivos se complementa con un
elemento subjetivo adicional: la falta o culpa del Estado. Otro criterio sostiene que
lo relevante no es la actitud psicológica de los individuos como órganos del Estado,
sino la conducta objetiva del Estado: el Estado es responsable por la violación de
sus obligaciones sin necesidad de identificar una falla psicológica en sus agentes.
Para determinar la responsabilidad internacional, un Estado se considera
responsable, por errores de juicio de sus agentes, aun si dichos errores se han
cometido bona fide y están libres de cualquier elemento de malicia o negligencia
culpable. La responsabilidad del Estado no requiere la existencia de un acto de
malicia, negligencia o descuido por cualquier agente individual; puede consistir en
un defecto general o falla en la estructura del Estado o su administración pública, y
estar separado de toda intención subjetiva. Puede radicar en la "insuficiencia" de
los poderes legales del gobierno.
P á g i n a 81 | 128
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERNACIONAL EN RELACIÓN CON LA
CULPA
Después de determinar la existencia de una obligación jurídica basada en ciertos
principios generales y bien reconocidos, la Corte llegó a la conclusión de que era
posible que dichas autoridades previnieran a las embarcaciones. La prueba es de
importancia decisiva en materia de responsabilidad, ya que siempre es de difícil
producción por la parte perjudicada. El traslado de la carga de la prueba del
demandante al demandado o el establecimiento de presunciones que tienen el
mismo efecto, son instrumentos importantes usados por el derecho interno para
promover la evolución del derecho de la responsabilidad con base en los conceptos
del riesgo o de la responsabilidad absoluta.
P á g i n a 82 | 128
11.3 ACTOS CAUSANTES DE PERJUICIOS O DAÑOS JUSTIFICABLES.
Existen circunstancias en razón de las cuales un acto que causa perjuicios o daños
puede ser justificable.
CONSENTIMIENTO, LEGÍTIMA DEFENSA, REPRESALIAS Y OTRAS
SANCIONES
I. Consentimiento. En el derecho internacional, muchas violaciones de los derechos
de un Estado pueden resultar legitimadas por su consentimiento. Debe prestarse
con anterioridad o simultáneamente a la violación. Si es retroactivo constituiría una
renuncia al derecho de reclamar la reparación, estaría viciado por error, coacción o
fraude.
II. Legítima defensa. El derecho internacional reconoce que ciertos actos,
normalmente ilegales, en defensa propia son legítimos y no dan lugar a la
responsabilidad.
III. Represalias y otras sanciones. La aplicación de una sanción autorizada es un
acto legítimo que no da lugar a la responsabilidad del Estado por las pérdidas que
ocasione.
DOCTRINA DE LA NECESIDAD
Si un Estado, por la necesidad de salvarse de un peligro grave e inminente que no
ha ocasionado y que no puede evitar de otro modo, comete un acto que viola un
derecho de otro, no da lugar a su responsabilidad internacional. Ese peligro tiene
que ser de tal índole "que llegue a amenazar la existencia del Estado, su estatuto
territorial o personal, su gobierno o su forma de gobierno, o limite o aun haga
desaparecer su independencia o su personalidad internacional". De acuerdo con los
principios generales de derecho no existe responsabilidad si el evento dañino ocurre
independientemente de la voluntad del agente del Estado y como resultado de forcé
majeure.
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ÓRGANOS LEGISLATIVOS
La posición de los órganos legislativos no difiere de los otros órganos del Estado.
En la Conferencia de Codificación de La Haya, todos los Estados aceptaron el
principio de que un Estado incurre en responsabilidad internacional "como
resultado, bien de la promulgación de una legislación incompatible con sus
obligaciones internacionales, o bien de la falta de legislación necesaria para el
cumplimiento de dichas obligaciones". La legislación interna no proporciona una
medida adecuada del cumplimiento, por parte del Estado, de sus obligaciones
internacionales. No basta promulgar una buena ley, pero fallar en su aplicación; y a
la inversa. Cuando la ley causa daño directo a un Estado, su mera aprobación puede
servir de base para una queja, aun ante un órgano judicial.
DENEGACIÓN DE JUSTICIA
Existe denegación de justicia "cuando un fallo no puede obtenerse dentro de un
tiempo razonable", existe una "defi de justice" cuando, el fallo se ha dictado en forma
manifiestamente contraria al derecho". Es una negativa a permitir a los sujetos de
un Estado extranjero que reclamen o afirmen sus derechos ante tribunales
ordinarios, y al distinguir entre el caso de dicha denegación y el de un fallo injusto y
parcial. El resultado desfavorable de un proceso no es nunca, una denegación de
justicia. Es la negativa a dar acceso a los extranjeros a los tribunales nacionales
para la protección de sus derechos.
P á g i n a 85 | 128
VIOLENCIA DE LAS TURBAS
Los principios referidos rigen la responsabilidad de los Estados en relación con los
daños causados por personas privadas, individualmente o en grupo. A ningún
gobierno se le puede hacer responsable por el acto de los grupos de hombres
sublevados, cometidos en violación de la autoridad de éste, cuando el gobierno
mismo no ha cometido infracción alguna contra la buena fe ni ha demostrado
negligencia al reprimir la insurrección. Al gobierno no puede considerársele un
asegurador de vidas y propiedades. La no-responsabilidad de ningún modo excluye
el deber de emplear vigilancia. Queda comprometida la responsabilidad del Estado
si se puede probar evidentemente que el gobierno o sus agentes actuó en
complicidad con los autores de los disturbios.
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11.6 FORMAS DE REPARACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL.
La responsabilidad internacional del Estado genera la obligación de reparación,
pero esto no obsta a que el Estado deba cumplir con la obligación originalmente
violada. Para hacerse cargo del daño que ha ocasionado el Estado con su conducta
violatoria de derechos humanos, el Derecho Internacional Público ha desarrollado
una serie de modalidades de reparación. En los casos de derechos humanos, este
es el punto de partida para determinar las formas en que se busca reparar a las
víctimas.
Las modalidades de reparación son: restitución, compensación, satisfacción y
garantías de no repetición. Cada uno de estos remedios, concordados con el
alcance propio del sistema de derechos humanos, es el que motivará el estudio de
este curso.
Analizaremos respecto de cada modalidad de reparación, el alcance del remedio y
las particularidades que adquiere en materia de protección de derechos humanos.
Además, abordaremos las discusiones que surgen en la jurisprudencia de la Corte
Interamericana, que es la instancia jurisdiccional internacional que más ha
avanzado en materia protección jurisdiccional de los derechos humanos.
Durante estos años de trabajo contencioso, la Corte Interamericana ha dado un
contenido y alcance a los remedios internacionales que están directamente
vinculados con las distintas violaciones de derechos humanos que se producen en
la región. Dentro de estas, las garantías de no repetición alcanzan un rol esencial
en la jurisprudencia de la Corte. Por ello, prestaremos especial atención a las
medidas que la Corte ha denominado “Actuaciones en el Ámbito Interno” y que dicen
relación con la obligación de los Estados de investigar y sancionar las violaciones
que la Corte ha considerado “graves”.
11.6.1. RESTITUCIÓN.
El propósito es restablecer la situación que hubiera existido de no haber ocurrido el
acto u omisión ilícitos, mediante el cumplimiento de la obligación que el Estado dejó
de cumplir; la revocación del acto ilícito; o la abstención de una actuación inicua
adicional.
11.6.2. INDEMNIZACIÓN.
Los daños se refieren a las afectaciones sufridas por alguien en su persona,
propiedad o bienes. Por otro lado, los perjuicios hacen referencia a las ganancias
legítimas que se dejan de obtener o los gastos ocasionados por la acción u omisión
de otra persona.
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En términos legales, estos conceptos juntos implican una compensación que busca
restituir o reparar, en la medida de lo posible, los daños y perjuicios causados.
Los daños y perjuicios pueden surgir en diversos contextos legales, como en casos
de responsabilidad civil, incumplimiento de contratos, negligencia, agravios o daños
causados por productos defectuosos, entre otros.
En México la indemnización por daños y perjuicios es obligatoria sin importar que el
daño se realice de forma ilícita o no.
El artículo 1910 del Código Civil Federal dice que aquel que cause daño a otro de
manera ilícita o contraria a las buenas costumbres tiene la obligación de repararlo,
a menos que pueda demostrar que el daño fue resultado de la culpa o negligencia
inexcusable de la víctima.
11.6.3. COMPENSACIÓN.
En algunos casos, se ha impuesto una forma moderada de sanción para inducir al
gobierno que incurrió en el acto ilícito a mejorar su administración de justicia. No
llega más allá del concepto de la responsabilidad civil y no implica la responsabilidad
penal.
11.6.4. SATISFACCIÓN.
Es adecuada para el perjuicio no material o daño moral a la personalidad del Estado.
La Corte Permanente de Arbitraje declaró: "Si una potencia dejara de cumplir sus
obligaciones hacia otra potencia, la determinación de este hecho, especialmente en
un laudo arbitral, constituye por sí misma una grave sanción".
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La petición de asilo se realiza a un segundo o tercer país que ofrezca las garantías
de seguridad y protección que el Estado del que procede el solicitante no está en
condiciones de brindar. Generalmente, este país realiza un estudio pormenorizado
de la solicitud y, al final del proceso, emite un veredicto positivo o negativo.
En la actualidad, las cifras de solicitudes de asilo son directamente proporcionales
a las crisis humanitarias que se registran en algunas regiones, como por ejemplo en
África u Oriente Medio. Diferentes organizaciones humanitarias, entre las que se
encuentra ACNUR, calculan que el año pasado había más de 2 millones de
solicitantes de asilo en el mundo.
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Evaluación Médica de Médicos autorizados para practicar medicina en los Estados
Unidos (evaluación de cicatrices, o evidencia de daño pasado).
Evaluaciones psicológicas relacionadas con Post Traumatic Stress Disorder (PTS).
Fotos del país de origen (para probar la persecución, el envolvimiento en un partido
o grupo político etc).
Evidencia de arrestos, condenas realizadas en el país de origen donde el daño o el
miedo a un futuro daño existe).
Declaraciones de testigos (que puedan verificar la persecución, o el envolvimiento
político del aplicante)
Otra documentación específicamente conectada con la situación del aplicante.
Documentación que permita probar la conexión causa o motivación para la
persecución:
Documento de Identificación o de membresía mostrando la afiliación a un grupo
determinado y la posición que se ocupa dentro de ese grupo.
Cartas o declaraciones juradas de líderes y miembros de ese grupo.
Publicidad (periódicos, revistas, artículos, panfletos o boletines, comerciales etc.)
Fotos probando el grupo social al que se pertenece, el partido político, el grupo
religioso
Libros o artículos escritos por el aplicante.
Declaraciones juradas o cartas de testigos que puedan verificar la afiliación del
aplicante al grupo social, político y religioso del aplicante.
Certificados de reconocimiento, premios otorgados como resultado del
envolvimiento del aplicante al partido político, grupo social o religioso.
Documentación del gobierno o privada que demuestre el envolvimiento del aplicante
con el grupo político, social o religioso.
Cualquier otra evidencia que sea relevante y creíble que conecte el daño sostenido
o del cual se teme ser víctima en el futuro con una de las causales para aplicar para
asilo, a) raza, b) religión, c) nacionalidad d) opinión política e) miembro
perteneciente a un grupo social particular.
Evidencia de las condiciones actuales del país de Nacionalidad:
Documentación de daño a personas similarmente situadas donde el aplicante
(ejemplo, daño a los miembros del grupo sindical al cual el aplicante pertenece, a
miembros de la entidad religiosa, miembros de la raza étnica minoritaria a la cual el
aplicante pertenece, etc.)
P á g i n a 90 | 128
Documentación de daño o lesión a miembros de la familia del aplicante u otros en
situación similar a la del aplicante.
Evidencia de que las condiciones del país no han mejorado.
Cartas, declaraciones juradas de expertos en política, sociología y religión en el país
de origen.
Reporte sobre los Derechos Humanos, reportes gubernamentales, periódicos y
revistas.
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En todos los casos tanto en el proceso afirmativo como el defensivo las personas
tienen derecho a un abogado. Sin embargo, a diferencia del sistema de justicia
penal en EE.UU., en casos de inmigración el gobierno no proporciona abogados
defensores, aunque las personas no tengan los medios para contratar a un abogado
por su cuenta.
Este último instrumento tuvo por objeto primordial extender el ámbito geográfico y
temporal de la Convención de 1951, de manera a abarcar nuevas situaciones de
desplazamientos forzados ocurridos con posterioridad a la 2ª Guerra Mundial en
distintas partes del globo.
Este último instrumento tuvo por objeto primordial extender el ámbito geográfico y
temporal de la Convención de 1951, de manera a abarcar nuevas situaciones de
desplazamientos forzados ocurridos con posterioridad a la 2ª Guerra Mundial en
distintas partes del globo.
Por su parte, y aunque existen diferencias entre el asilo a nivel interamericano vis a
vis el asilo o refugio reconocido por los instrumentos universales, es importante
señalar que en el ámbito regional se cuenta con una tradición de asilo que precede
a la adopción de los instrumentos universales, y que se remonta hasta incluso antes
de la creación de la OEA en 1948. Esta tradición ha sido plasmada en importantes
instrumentos internacionales que forman parte del acervo jurídico interamericano.
Así, pueden mencionarse los siguientes instrumentos relacionados al tema: Tratado
sobre Derecho Penal Internacional (Montevideo, 1889), Convención sobre Asilo (La
Habana, 1928), Convención sobre Extradición (Montevideo, 1933), Convención
sobre Asilo Político (Montevideo, 1933), Tratado sobre Asilo y Refugio Político
(Montevideo, 1939), Convención sobre Asilo Territorial (Caracas, 1954) y
Convención sobre Asilo Diplomático (Caracas, 1954). Posteriormente, la
Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombres (1948) y la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (1969) recogen expresamente el derecho de
buscar y recibir asilo, como ya se ha señalado.
P á g i n a 93 | 128
▪ Que ha huido de su país porque su vida, seguridad o libertad han sido
amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los
conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos u otras
circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público.
Una persona refugiada podría haber vivido de manera directa, o sentirse en riesgo
de vivir a futuro en alguna de las siguientes situaciones:
✓ Extorsión, hostigamiento, acoso, violencia física o sexual por parte de
pandillas o grupos armados:
✓ Por negarse a colaborar o formar parte de éstos.
✓ Por negarse a pagar impuestos de guerra o derecho de piso.
✓ Por negarse a convertirse en pareja de personas vinculadas a grupos
criminales
✓ Por haber sido testigo de un delito cometido por éstos.
✓ Discriminación, amenazas, agresiones físicas por su religión o creencia, sus
ideas políticas, su nacionalidad o etnia.
✓ Golpes, hostigamiento, violencia sexual a causa de su identidad de género,
su orientación sexual o las expresiones de género. Por ejemplo, las personas
lesbianas, gay, bisexuales, transgénero o intersexuales de un colectivo
(LGBTI).
✓ Acoso, amenazas, golpes o violencia sexual por parte de la pareja, ex pareja,
familiares u otras personas.
✓ Ser víctima de ocupación/usurpación de vivienda, despojo de tierra o de otros
bienes.
✓ Haber sido obligado a prostituirse o contraer matrimonio contra su voluntad.
✓ Su vida, libertad o seguridad están amenazadas por conflictos armados,
situaciones graves de violencia e inseguridad.
En México, el organismo encargado de recibir y tramitar las solicitudes de refugio
es la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
Este último instrumento tuvo por objeto primordial extender el ámbito geográfico y
temporal de la Convención de 1951, de manera a abarcar nuevas situaciones de
desplazamientos forzados ocurridos con posterioridad a la 2ª Guerra Mundial en
distintas partes del globo.
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Este último instrumento tuvo por objeto primordial extender el ámbito geográfico y
temporal de la Convención de 1951, de manera a abarcar nuevas situaciones de
desplazamientos forzados ocurridos con posterioridad a la 2ª Guerra Mundial en
distintas partes del globo.
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La aparición de la figura del refugiado
Este giro se vio acelerado por la I Guerra Mundial y la revolución rusa de 1917.
Estos dos acontecimientos históricos dieron lugar a las primeras crisis de refugiados
de Europa. En 1923 la segregación de pueblos entre Grecia y Turquía obligó a
traslados en ambas direcciones de 1,7 millones de personas.
Los años de entreguerras también presenciaron el desarrollo de las primeras
normativas e instituciones para gestionar el fenómeno de los migrantes apátridas:
un Alto Comisionado para los Refugiados y la expedición de los pasaportes Nansen.
La Segunda Guerra Mundial: 40 millones de refugiados
Pero esa primera marea humana fue eclipsada por la oleada de miseria que se
produjo durante la II Guerra Mundial y después de ésta. Durante los primeros cuatro
años de guerra, Alemania y la URSS desarraigaron, trasplantaron, expulsaron,
deportaron y dispersaron a unos 30 millones de personas.
En mayo de 1945 había más de 40 millones de refugiados en Europa, sin techo,
desarraigados y huyendo.
12.3 LA EXTRADICIÓN.
Artículo 53. En caso de presentarse una solicitud de extradición de un extranjero
que hubiese solicitado el reconocimiento de la condición de refugiado o de un
refugiado, la Secretaría de Relaciones Exteriores notificará a la Secretaría en un
plazo no mayor a cinco días hábiles, a partir de la fecha en que reciba la solicitud
de extradición.
Para efectos de lo señalado en el párrafo anterior, la Secretaría deberá remitir a la
Secretaría de Relaciones Exteriores, el listado de los solicitantes y refugiados de
conformidad con el reglamento.
En el caso a que se refiere el primer párrafo de este artículo la Secretaría, durante
el procedimiento de extradición, deberá emitir su opinión a la Secretaría de
Relaciones Exteriores, respecto de si la solicitud de extradición es acorde o no con
la salvaguarda del principio de no devolución y, en su caso, las acciones que fuesen
procedentes a su juicio, para cumplir con dicho principio.
Dicha opinión se hará llegar al Juez de conocimiento, por conducto de la Secretaría
de Relaciones Exteriores, para su consideración, antes de que emita la opinión
jurídica a que se refieren los artículos 28 y 29 de la Ley de Extradición Internacional.
Cuando una solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado se encuentre
pendiente de resolución, la Secretaría deberá resolver sobre el reconocimiento de
la condición de refugiado en un plazo no mayor a diez días hábiles, sin perjuicio de
lo dispuesto por los artículos 18, 19, 20, 21, 22 y 23 de esta Ley.
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UNIDAD XIII: “LOS MEDIOS PACÍFICOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS
Y LA APLICACIÓN FORZOSA DEL DERECHO INTERNACIONAL”.
13.1 MEDIOS DIPLOMÁTICOS.
La llamada Protección Diplomática es el acto por el cual un Estado decide amparar
a uno de sus nacionales cuando el mismo sufre perjuicio en sus derechos o en su
patrimonio, a consecuencia de una acción u omisión de otro Estado violatorio de las
normas internacionales, tanto de derecho internacional general como de derecho
internacional particular. La doctrina general y la jurisprudencia son contestes en que
para que un Estado pueda otorgar dicha protección es esencial que se cumplan
varios requisitos: a) Que la persona física o jurídica afectada por el hecho tenga un
vínculo jurídico real y efectivo con el Estado que le brinda su protección; b) Que la
parte afectada haya interpuesto y agotado todos los recursos judiciales sin lograr la
reparación del daño causado y ; c) Que el afectado haya actuado transparentemente
y no haya incurrido en un acto ilícito que pudiera justificar en alguna forma una
represalia legítima de parte del Estado. En síntesis, que haya actuado de buena fe
y sin violentar el ordenamiento legal he ingratas memorias dejó a muchas de las
naciones de nuestra región. Se pasó así del uso de la fuerza y de la arbitraria
práctica de la autoayuda a la del uso de una institución revestida de ciertos
requisitos formales y de un examen objetivo por parte de tribunales arbitrales o de
Cortes Internacionales competentes y que con el tiempo ha dado origen a nuevas y
creativas doctrinas y a la elaboración de una vasta jurisprudencia en el ámbito
internacional.
13.1.2. LA NEGOCIACIÓN.
Es el más conveniente, se basa en el contacto directo entre los Estados que motivan
la controversia. Siempre constituye el primer paso en todo proceso de arreglo
diplomático. Incluso la Carta de las Naciones Unidas determina que no puede
someterse un asunto a consideración del Consejo de Seguridad si de manera previa
no se ha hecho uso de la negociación. Consiste en la negociación directa en el
momento en que se presenta la controversia, los países manifiestan su posición
sobre un asunto específico que los enfrenta, procuran llegar a un arreglo en el que
sus intereses no se vean seriamente afectados por las concesiones que tienen que
otorgar; es un método informal y es el método diplomático más antiguo.
Desafortunadamente, es ineficiente para el manejo de controversias complejas.
P á g i n a 97 | 128
13.1.3. LOS BUENOS OFICIOS Y LA MEDIACIÓN.
Se habla de “buenos oficios” cuando un país, al advertir que existe una controversia,
procura aproximar a las partes contendientes por medio de la diplomacia. La
intervención de este tercer país puede darse de manera espontánea o a solicitud de
los países involucrados en la disputa. Los buenos oficios proceden incluso cuando
ya se ha desencadenado un conflicto. El tercer Estado puede exhortar a las partes
a que inicien o reinicien negociaciones, o intenten usar otro método para solucionar
la controversia. La diferencia existente entre los Buenos Oficios y la Mediación es
que en el primero de estos métodos no existe una "propuesta" para resolver la
controversia, solo se intenta aproximar a las partes a que lleguen a una solución.
Por otro lado, en la Mediación puede mediar una propuesta para solucionar el
conflicto, aunque dicha propuesta no es obligatoria para las partes en litigio.
13.1.5. LA CONCILIACIÓN.
Tiene un aspecto semi-judicial porque se basa en la metodología usada en el
proceso de arbitraje. La comisión encargada de conciliar tiene que elucidar los
hechos, oír a las partes y proponer soluciones que no necesariamente obligan a las
partes, pero la decisión última no tiene el peso de una determinación jurídica. Es
más formal y menos flexible que la mediación; tiene un procedimiento más riguroso
con normas metodológicas, el manejo de las conclusiones es más estricto; si las
propuestas de un mediador no se aceptan, puede formular nuevas opciones hasta
que las partes estén satisfechas. El conciliador tiende a generar un solo informe,
que de no ser aceptado se desecha, con lo que concluye el proceso de conciliación
en un fracaso. Este proceso se debe reiniciar con nuevas reglas y nuevos
conciliadores que satisfagan a las partes. Cuando la disputa versa sobre asuntos
difíciles, la conciliación toma un rumbo parecido al arbitraje, con la única diferencia
de que las partes no están obligadas a aceptar los términos de acuerdo del
conciliador.
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13.2 MEDIOS JURÍDICOS.
El artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas establece como medios para
procurar la solución pacífica de controversias: la negociación, la investigación, la
mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o
acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección. Esta norma no hace
mención de los buenos oficios, el cual constituye un medio de bastante aceptación
internacional.
Las partes en conflicto son libres de elegir el medio con el cual se pretenda dar
solución a las controversias. Esa libertad de elección puede convertirse en arma de
doble filo, pues, así como facilita que se elija el medio idóneo para solucionar una
situación conflictiva, una extrema libertad de elección del medio puede provocar el
estancamiento del proceso de solución.
El plan original que estipulaba la participación de un órgano de la ONU para elegir
el medio de solución apropiado, en caso de estancamiento, ha sido suplantado por
lo que en la resolución 2625 de la Asamblea General se ha dado en llamar el
"principio de libre elección de los medios", que se considera como un corolario de
la igualdad soberana de los Estados.
La historia ha demostrado, en la mayoría de las veces, que la solución de
controversias ha sido lograda mediante el ejercicio del poder (de la fuerza) cuando
una parte impone su voluntad a otra. Ese método es jurídicamente ilegítimo, toda
vez que, salvo lo estipulado en el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,
referido a las acciones que el Consejo de Seguridad debe tomar en caso de
amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o caso de agresión, existe
prohibición del uso de las armas para dar solución a problemas existentes entre los
distintos sujetos del Derecho Internacional (debe tenerse presente que en el artículo
51 del capítulo VII se considera a la legítima defensa como excepción a la
prohibición del uso de la fuerza).
Afortunadamente, también, existen ejemplos de soluciones a controversias logradas
mediante el ejercicio del derecho (por medio de la aplicación de normas jurídicas a
casos concretos), e igualmente, se ha logrado la solución mediante el acuerdo de
las partes, quienes mediante el uso de métodos legítimos han buscado reconciliar
las diferencias en pugna.
Respecto a los medios legítimos de solución de controversias, la doctrina suele
hacer distinción entre los medios diplomáticos y los jurisdiccionales. Los medios
diplomáticos o procedimientos no jurisdiccionales se caracterizan porque la solución
se logra con el acuerdo de las partes. Los medios jurisdiccionales se caracterizan
porque la decisión tiene carácter obligatorio y es dictada por un tercero
independiente quien tiene, o a quien se le otorgó temporalmente, funciones
jurisdiccionales.
P á g i n a 99 | 128
13.2.1. EL ARBITRAJE INTERNACIONAL.
El arbitraje internacional es una fórmula muy eficaz a la que podemos recurrir
cuando tengamos algún conflicto con una empresa extranjera o cuando se
produzcan controversias entre empresas de distintos países.
El arbitraje internacional es una vía extrajudicial sencilla y eficaz, que ofrece la
ventaja de su rapidez frente la justicia ordinaria, donde hay que averiguar
previamente de qué país debe ser el tribunal que juzgue la causa, lo que retrasa
mucho el proceso.
Se trata de un procedimiento voluntario por las dos partes, que alcanzan un acuerdo
para determinar: a qué órgano arbitral van a acudir, cuál va a ser el tribunal y su
sede, cuántos jueces lo van a componer, incluso cuáles van a ser las reglas del
procedimiento.
Está basado en un contrato, el convenio arbitral, que compromete a las partes y es
un tribunal arbitral el que se encarga de resolverlo.
El arbitraje no es una mediación ni una negociación, sino que es un procedimiento
que tiene sus propias normas y que produce un laudo ejecutable y con fuerza de
cosa juzgada, es decir, que tendrá que ser aceptado y no podrá ser recurrido ante
ningún tribunal ordinario.
Regulación
La resolución de controversias comerciales internacionales sienta sus bases en la
Convención de Nueva York de 1958, en la que se establecen normas comunes para
la ejecución de laudos arbitrales en los que concurra algún elemento extranjero,
como pueden ser las normas procesales de otro país. El arbitraje internacional se
puede celebrar en cualquier lugar acordado por las partes y ofrece la ventaja de
tener una gran flexibilidad y autonomía, tanto en la elección de la sede, como las
reglas, el procedimiento o los árbitros.
Uno de los puntos que debemos tener más claros a la hora de recurrir al arbitraje
internacional es la sede que vamos a elegir, ya que el lugar en que se celebre vincula
el arbitraje al sistema jurídico del país en que esté, estableciendo las leyes
nacionales de ese país que serán de aplicación al procedimiento arbitral. Los
tribunales nacionales juegan un papel de apoyo y control sobre el arbitraje, aunque
no todos los estados apoyan el arbitraje de igual manera.
La Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional
(Uncitral en sus siglas en inglés) es el principal órgano jurídico del sistema de las
Naciones Unidas en el ámbito del derecho mercantil internacional.
P á g i n a 100 | 128
Se creó tras reconocer que las disparidades entre las leyes nacionales que regían
en el comercio internacional creaban obstáculos para ese tipo de comercio, y
consideró que Naciones Unidas podría desempeñar un papel más activo en la
reducción o eliminación de obstáculos.
Procedimiento
Previamente al arbitraje, las partes deben haber intentado resolver el conflicto,
dejando constancia escrita de ese trámite previo.
Al establecerse la relación comercial, las partes deben haber firmado el convenio
arbitral, un documento en el que conste por escrito el acuerdo conforme al cual se
obligan a someter a arbitraje todas las diferencias que puedan surgir de su relación
comercial.
El convenio arbitral designará también aspectos importantes como el idioma en el
que se producirá el arbitraje internacional; la sede del mismo, que supondrá la ley
aplicable al arbitraje, según el país en que se celebre; o el número de árbitros y
método.
El órgano arbitral podrá admitir o rechazar la solicitud de arbitraje, exponiendo los
motivos en caso de no aceptarla.
Tras designarse el órgano arbitral, se establece una fecha y un lugar para la
audiencia, que se puede celebrar de manera presencial, por escrito o por
videoconferencia. El arbitraje concluye con una resolución denominada laudo, que
obliga a las dos partes a su cumplimiento y es ejecutivo desde su notificación. En
caso de que una de las partes incumpla el laudo, la otra puede solicitar su ejecución
ante un juez.
El Convenio de Nueva York estableció la ejecución y el reconocimiento de los laudos
internacionales por parte de todos los países intervinientes.
P á g i n a 101 | 128
El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia forma parte integral de dicha Carta,
situada en su capítulo XXV. En virtud del artículo 30 del Estatuto, la Corte adoptó el
14 de abril de 1978 un Reglamento mediante el cual se determinó la manera de
ejercer sus funciones y, en particular, sus reglas de procedimiento.
Los idiomas oficiales de la Corte son el francés y el inglés.
Pueden recurrir a la Corte, en materia contenciosa, todos los Estados que sean
parte en su Estatuto, lo que incluye automáticamente a todos los Miembros de las
Naciones Unidas. Un Estado que no sea Miembro de las Naciones Unidas puede
llegar a ser parte en el Estatuto de la Corte en las condiciones que en cada caso
determine la Asamblea General, por recomendación del Consejo de Seguridad.
Nauru es el único Estado no Miembro que es parte en el Estatuto. Otros Estados,
no Miembros de las Naciones Unidas y no partes en el Estatuto, pueden
encomendarle casos en las condiciones que establezca el Consejo de Seguridad
según la Resolución 9 del 15 de octubre de 1946. Además, el Consejo puede
recomendar que un litigio se remita a la Corte.
Tanto la Asamblea General como el Consejo de Seguridad pueden solicitar una
opinión consultiva de la Corte sobre cualquier cuestión jurídica. Otros órganos de
las Naciones Unidas y los organismos especializados, con autorización de la
Asamblea General, pueden solicitar opiniones consultivas sobre cuestiones
jurídicas que correspondan al ámbito de sus actividades.
Ninguna persona individual, física o jurídica, podrá recurrir a la Corte, ni en la vía
contenciosa ni en la consultiva.
Solamente los Estados pueden ser parte en los asuntos contenciosos planteados a
la Corte Internacional de Justicia. La jurisdicción de la Corte está limitada a los
asuntos en los que ambas partes han sometido su disputa a la Corte. Cada parte
debe cumplir las obligaciones que le incumban como consecuencia del juicio emitido
por la Corte, el Consejo de Seguridad puede ser invitado a "hacer recomendaciones
o decidir sobre medidas" si así lo estima pertinente.
La Corte está integrada por 15 magistrados elegidos por la Asamblea General y el
Consejo de Seguridad, en votaciones independientes. Se los elige por sus méritos
y no por su nacionalidad, y se intenta que estén representados en la Corte los
principales sistemas jurídicos del mundo. No puede haber dos magistrados que
sean nacionales de un mismo Estado. Los magistrados cumplen mandatos de
nueve años y pueden ser reelegidos. No pueden dedicarse a ninguna otra
ocupación mientras dure su mandato. No pueden tampoco participar en la decisión
de ningún asunto en que hayan intervenido anteriormente como agentes,
consejeros o abogados de cualquiera de las partes, o como miembros de un tribunal
nacional o internacional o de una comisión investigadora, o en cualquier otra
calidad. Un tercio de la Corte es elegido cada tres años. Cada uno de los cinco
miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Francia, el Reino Unido, la
P á g i n a 102 | 128
República Popular de China, Rusia y los Estados Unidos) tiene siempre un juez en
la Corte Mundial.
La elección se realiza a través de un régimen de doble escrutinio. Para que una
persona sea elegida para integrar la Corte, es necesario que haya contado con una
mayoría absoluta de votos en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en el
Consejo de Seguridad.
13.2.2.1. ANTECEDENTES.
El Derecho Internacional es la rama jurídica que regula las relaciones entre Estados
y particulares, siempre que tengan un componente internacional, con el objetivo de
evitar conflictos. Se puede aplicar a dos niveles: en las relaciones que se producen
entre dos o más países y en las relaciones jurídicas de ciudadanos que tengan
carácter internacional.
El Derecho Internacional surge de la necesidad de establecer un marco que
regulase conflictos frecuentes entre países. Por ejemplo, los derechos para explotar
aguas que podían ser dominio de varios territorios o el establecimiento de fronteras.
Los antecedentes del Derecho Internacional se remontan a tratados de paz como el
de Westfalia de 1648, que puso fin a la Guerra de los 30 años en Alemania y a la de
los 80 años entre España y Países Bajos. Más adelante, declaraciones como la de
París de 1853 sobre la guerra en el mar o los Convenios de Ginebra sobre el
derecho internacional en cuestiones humanitarias, han sido muy relevantes para
sentar las bases de este corpus normativo internacional.
P á g i n a 103 | 128
En relación a la naturaleza de la función consultiva de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, algunos autores destacan que «... La función consultiva que
confiere a la Corte el art. 64 de la Convención es única en el derecho internacional
contemporáneo. Como la Corte ya lo ha expresado en otra oportunidad, ni la Corte
Internacional de Justicia ni la Corte Europea de Derechos Humanos han sido
investidas con la amplia función consultiva que la Convención ha otorgado a la Corte
Interamericana...» 243.
Efectivamente, la Corte Internacional de Justicia, órgano judicial principal de las
Naciones Unidas, sólo puede recibir pedidos de Opinión Consultiva directamente,
por parte de la Asamblea General de la Organización o del Consejo de Seguridad;
e indirectamente (es decir con la autorización de la Asamblea General), del resto de
órganos y organismos especializados de las Naciones Unidas 244.
De forma tal, que los Estados miembros de las Naciones Unidas, no pueden solicitar
una Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia.
Si comparamos la tarea llevada adelante por el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, veremos que el
desarrollo de las opiniones consultivas ha sido más rico y abundante en el órgano
interamericano 245.
En el sistema europeo, la legitimación activa para solicitar opiniones consultivas,
está restringida al Comité de ministros del Consejo de Europa, y vedada a los
Estados Partes del Tratado de Roma 246.
En cuanto al objeto de una Opinión Consultiva, también es más restringida la esfera
de acción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que aquella que
corresponde a la Corte Interamericana, debido a que el Tribunal Europeo, sólo
puede interpretar la Convención Europea de Derechos Humanos y sus Protocolos
247.
Finalmente, a diferencia del sistema interamericano, un Estado parte del Convenio
Europeo, no puede solicitar al Tribunal Europeo una Opinión Consultiva sobre el
grado de compatibilidad entre su legislación interna, y los instrumentos
internacionales de protección de los derechos humanos 248.
Berta Santoscoy-Noro, considera que a pesar de la amplitud de la función
consultiva, el artículo 64 de la Convención Americana, no permite la posibilidad de
que algún órgano de la OEA pida una opinión sobre la compatibilidad de una ley de
algún Estado miembro y los instrumentos internacionales de derechos humanos «...
A pesar de la vasta competencia de la Corte, el segundo parágrafo del artículo 64
le impone una limitación al indicar que solo los Estados miembros de la
Organización están facultados para solicitar una opinión sobre la compatibilidad de
cualquiera de sus leyes internas y los instrumentos internacionales que describe el
párrafo 1 del mismo artículo...» 249 .
P á g i n a 104 | 128
Las Opiniones Consultivas, no tienen el efecto obligatorio que poseen las sentencias
contra Estados establecidas por la Corte en ejercicio de su función contenciosa; sin
embargo, algunos autores subrayan su importancia «... En la práctica las opiniones
de la Corte pueden gozar de gran autoridad y llenar una importante función como
medio de protección de los derechos humanos, en especial si se tienen en cuenta
las dificultades con que ha tropezado el ejercicio de su jurisdicción contenciosa...»
250 .
Volviendo al sistema interamericano, podemos afirmar inicialmente que dentro de
los alcances de su función consultiva y en el desarrollo jurisprudencial de la misma,
la Corte Interamericana ha fortalecido el objetivo de favorecer el respeto a los
derechos humanos 251.
P á g i n a 105 | 128
Héctor Gros Espiell aclara que el sometimiento de un caso a la Corte
Interamericana, no constituye una apelación; ya que el Tribunal «... no actúa en vía
de apelación o como forma atípica de un recurso de casación, de revisión o de
nulidad, sino en ejercicio de una función jurisdiccional propia...» 257.
La víctima o sus representantes, no pueden actualmente ser partes en un caso
contencioso de la Corte Interamericana (no poseen el llamado «locus standi»),
aunque sus abogados actúan como «asesores de la comisión» en los casos. En
efecto, Juan Antonio Carrillo Salcedo y Ana Salado Osuna hacen notar que, desde
el primer caso sometido a la Corte Europea de Derechos Humanos, la Comisión
Europea permitió al abogado de la víctima a intervenir como asesor de su
delegación, y que igual práctica ha sido seguida en el sistema interamericano, desde
el caso Velásquez Rodríguez 258.
Pero en el desarrollo del sistema interamericano, no se ha alcanzado aún un
instrumento como el Protocolo IX Anexo al Convenio Europeo para la Protección de
los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, y menos aún, se plantea
la posibilidad de seguir los pasos del Protocolo XI que, como ya mencionamos,
revoluciona a todo el mecanismo establecido dentro del Consejo de Europa 259.
De la falta de acceso directo del individuo al Tribunal, o de la posibilidad de defender
su caso por sí («locus standi») ante la Corte Interamericana pueden derivarse
situaciones de indefensión; creemos que «... La imposibilidad de la víctima o de sus
representantes de acceder por sí a la Corte Interamericana, ha tenido
consecuencias negativas para la protección a los derechos humanos en el sistema...
La legitimación activa del individuo delante de las jurisdicciones internacionales, en
particular los tribunales de derechos humanos, es un paso necesario para garantizar
la eficacia de cualquier sistema de protección..." 260.
Al menos, tal como el destacado profesor Cançado Trindade afirma al respecto: «...
La preocupación de la Corte en asegurar un proceso equitativo y justo debe
necesariamente abarcar la cuestión de asegurar igualmente alguna forma de locus
standi de las presuntas víctimas (o sus representantes legales) ante la propia Corte,
en casos que ya le hayan sido enviados por la Comisión» 261.
En igual sentido, Juan Méndez sostiene que «... El desarrollo progresivo de la
protección de los derechos humanos en el plano internacional exige que se
considere seriamente la ampliación del ámbito procesal de las víctimas en los
procesos de responsabilidad estatal, como ya lo está haciendo el Consejo de
Europa...».262
Se ha dado un importante paso, con la última reforma integral al reglamento de la
Corte Interamericana, por medio de la cual, en lo que nos ocupa aquí, la víctima o
sus representantes tendrán plena participación en la etapa de reparaciones, hecho
que sucede desde la entrada en vigencia de dicha modificación substancial, el 1 de
enero de 1997.
P á g i n a 106 | 128
Si la Corte Interamericana, concluye que un Estado ha violado alguno de los
derechos o libertades protegidos por la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, dispone que se garantice al lesionado (cuando ello es posible) el derecho
o libertad de que se trate 263.
Asimismo, en su sentencia, la Corte determina que se reparen las consecuencias,
de la medida o situación que ha configurado la vulneración de esos derechos, y
establece el pago de una justa indemnización para la parte lesionada 264.
En cuanto al contenido que puede tener la indemnización que disponga el tribunal,
la propia Corte Interamericana ha sostenido en sus sentencias que «... La
reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación internacional
consiste en la plena restitución (restitutio in integrum), lo que incluye el
restablecimiento de la situación anterior y la reparación de las consecuencias que
la infracción produjo y el pago de una indemnización como compensación por los
daños patrimoniales y extrapatrimoniales, incluyendo el daño moral...» 265 .
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha realizado diferentes
aplicaciones legales del Derecho Internacional, y recurriendo a distintas fuentes
para la determinación de indemnizaciones que contemplen el principio de la
«reparación integral» 266.
La Corte Interamericana, en su función contenciosa, ha dictado muchas
resoluciones y sentencias valiosas; es dable señalar, en este sentido, a las
decisiones tomadas en dos de los casos hondureños (Velásquez Rodríguez y
Godínez Cruz), que han sentado jurisprudencia respecto a muchos aspectos, tanto
procedimentales, como de fondo.
Otro de los fallos técnicamente ricos de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, es la sentencia sobre reparaciones dictada en el caso Aloeboetoe;
particularmente en los aspectos referentes a la determinación de la indemnización,
la aplicación normativa, y los modos de cumplimiento de aquella 267.
La Convención Americana sobre derechos humanos, también determina que la
parte del fallo que disponga indemnización compensatoria, se podrá ejecutar en el
respectivo país, por medio del procedimiento interno vigente, para la ejecución de
sentencias contra el Estado 268.
La disposición citada, en palabras de Víctor Rodríguez Rescia, no tiene analogía
con ninguna otra de la Convención Europea sobre Derechos Humanos, y es la que
«... permite materializar en última instancia el cumplimiento del fallo indemnizatorio
y de allí su viabilidad...» 269.
P á g i n a 107 | 128
13.2.2.3. PROCEDIMIENTO.
Cuando se quiere averiguar el contenido del Derecho internacional procesal cabe la
posibilidad de optar por la vía nominalista o la empírica. En el primer caso, el
Derecho internacional procesal se configura como derecho del proceso
internacional y en el segundo, como parte de la realidad internacional concreta.
No es lugar oportuno para teorizar al respecto y, por ello, asumiendo el riesgo de
simplificar excesivamente la cuestión, puede sostenerse que es un error intentar
reconducir toda la idea del Derecho internacional procesal al proceso internacional,
pues el contenido de esta disciplina, como se podrá apreciar a lo largo de las
páginas que conforman éste trabajo, no se limita única y exclusivamente a éste, si
bien es la piedra angular sobre la que debe de construirse el concepto de Derecho
procesal en general(8) y de Derecho internacional procesal en particular. El proceso
internacional no es el único concepto importante de la disciplina; otros
fundamentales a tener en cuenta son los de jurisdicción internacional y
procedimiento. Por tanto, cuando menos, el Derecho internacional procesal tiene
por objeto de estudio el proceso internacional, el procedimiento (contencioso y
consultivo, en el caso del Tribunal Internacional de Justicia) y la jurisdicción
internacional.
Desde la perspectiva empírica, el Derecho internacional procesal tiene como objeto
de estudio las diferentes normativas que regulan la denominada justicia
internacional en el ámbito de la sociedad internacional en un momento determinado.
Una sola ojeada permite apreciar que las mismas no solamente regulan la institución
del proceso, sino también otros institutos y figuras procesales, tales como la
jurisdicción internacional y los procedimientos. Como puede observarse, ambas
vías, aunque el origen sea diferente, conducen a un resultado idéntico: el Derecho
internacional procesal comprende el estudio de la actividad jurisdiccional
internacional, el estudio del proceso internacional y, por último, el estudio de los
procedimientos internacionales.
Una vez determinado en sentido amplio cuál es el contenido del Derecho
internacional procesal, en función del resultado obtenido, debe establecerse el
contenido concreto, es decir, qué normas pueden ser adscritas en la esfera de dicho
Derecho. Estas son susceptibles de clasificarse en los siguientes grupos:
1.Normas configuradoras de la potestad jurisdiccional internacional.
2.Normas reguladoras de la organización jurisdiccional internacional:
a') Normas relativas a la ordenación de la estructura del órgano jurisdiccional interna
cional.
b') Normas que contemplan el estatuto del personal jurisdiccional.
c') Normas que contemplan el estatuto del personal auxiliar.
P á g i n a 108 | 128
3. Normas relativas a la tutela jurisdiccional.
4. Normas reguladoras del proceso internacional.
Ahora bien, una vez indicado el conjunto de normas integrantes del Derecho
internacional procesal, debe observarse que no todas ellas tienen un carácter
procesal, sino que hay otras de carácter orgánico.
Las normas procesales son las que regulan el ejercicio de la actividad jurisdiccional
que tienen atribuida los órganos judiciales internacionales. Por su parte, las
orgánicas son las que tienen por finalidad la constitución de los órganos judiciales
internacionales y el estatuto jurídico del personal jurisdiccional y del personal
auxiliar.
En consecuencia, las normas contenidas en el Derecho internacional procesal son
las encargadas de regular la estructura y funciones de los órganos jurisdiccionales
internacionales; los presupuestos y efectos de la tutela jurisdiccional y la forma y
contenido de la actividad jurisdiccional.
P á g i n a 109 | 128
El tema de la pena capital es y ha sido motivo de controversia para Estados Unidos
frente a la comunidad internacional, la cuestión se torna particularmente sensible
cuando la pena capital es designada a nacionales extranjeros ya que, además, se
involucran toda una serie de consideraciones ajenas al proceso penal según la ley
interna. En el caso del Estado extranjero, se debe brindar atención consular a los
nacionales arrestados según la convención de Viena, así como informa al país de
donde provengan los nacionales si no sucede así se estaría cometiendo una
infracción al artículo 36 de la Convención de Viena sobre las relaciones consulares.
Dos casos relacionados con las mismas circunstancias y similitudes en sus orígenes
son el caso Breard y el caso La Grand que si bien cerraron su caso de manera
distinta tienen la particularidad de haber presentado la infracción antes mencionada
ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
P á g i n a 110 | 128
13.3.1. USO DE LA FUERZA.
El uso de la fuerza por los Estados se regula tanto por el Derecho internacional
consuetudinario como en tratados internacionales. El artículo 2.4 de la Carta de las
Naciones Unidas afirma que:
Aunque en ocasiones se ha interpretado que esta norma sólo prohíbe el uso de la
fuerza dirigido contra la integridad territorial o la independencia política de los
Estados, la opinión más extendida es que estas expresiones sólo pretenden
intensificar el sentido de la disposición, y que el artículo implica una prohibición
absoluta que tiene como únicas excepciones las previstas en la propia Carta de las
Naciones Unidas: la legítima defensa y el sistema de seguridad colectiva atribuido
al Consejo de Seguridad en el Capítulo VII. Esta interpretación es más acorde con
el contexto histórico en el que se redactó la Carta. Su Preámbulo señala
expresamente que uno de los principales objetivos de la Organización de las
Naciones Unidas es "preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra
que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos
indecibles".
Se considera en la actualidad que el principio de la prohibición del uso o amenaza
de la fuerza forma parte del Derecho internacional consuetudinario, y tiene como
únicas excepciones los dos supuestos autorizados por la Carta de las Naciones
Unidas. En primer lugar, el Consejo de Seguridad, de acuerdo con los artículos 24
y 25 y el Capítulo VII de la Carta, puede autorizar acciones colectivas para mantener
o restablecer la paz y la seguridad internacionales. En segundo lugar, el artículo 51
reconoce el derecho de legítima defensa al afirmar que "Ninguna disposición de
esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o
colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas".
Algunos Estados defienden la legitimidad de la intervención humanitaria, la toma de
represalias y la protección de los nacionales que se encuentren en el extranjero: se
trata de cuestiones polémicas.
13.3.2. RETORSIÓN.
Una medida de retorsión constituye un acto inamistoso, pero que no es violatorio
del derecho internacional. Ésta es la característica primordial que la diferencia de
las represalias, actos que, en principio, son ilegales conforme al derecho
internacional, pero que están permitidos excepcionalmente como respuesta ante la
violación de un derecho por parte de otro Estado.
Visto que las medidas de retorsión buscan inducir al otro Estado a cesar su acto
ilegal o inamistoso, también pueden entenderse como sanciones. Adicionalmente,
este tipo de medidas son manifestaciones del principio de reciprocidad en sentido
P á g i n a 111 | 128
negativo y suponen un riesgo de posible agravamiento de un conflicto entre dos o
más países.
Las formas más comunes de medidas de retorsión son conocidas porque han
surgido frecuentemente durante los últimos años de la crisis venezolana. Por
ejemplo, la cancelación de visitas de Estado, la llamada a consulta de embajadores
(incluyendo por tiempo indefinido), la declaración de un funcionario diplomático o
consular como persona non grata, la degradación de intercambios diplomáticos, la
limitación de las relaciones, la imposición de sanciones unilaterales, la suspensión
o terminación de un tratado, la falta de reconocimiento internacional de eventos
internos o el retiro de una organización internacional como forma de protesta.
13.3.3. REPRESALIAS.
El acto de castigar a otro por alguna lesión que este último causó. Entre las Líneas
En términos del derecho internacional, una represalia es la toma forzosa, en tiempo
de paz, por el gobierno de un país de la propiedad o territorio que pertenece a otro
país o que pertenece a los ciudadanos del otro país, como reparación destinada a
satisfacer una reclamación.
Las represalias en contextos de derecho internacional se definieron claramente en
el Caso Naulilaa (Portugal c. Alemania), 2 Informes de la ONU de laudo arbitral, en
el contexto del convenio arbitral (véase qué es, su concepto jurídico; y también su
definición como “award” en el derecho anglosajón, en inglés) internacional 1012
(Tribunal arbitral mixto portugués-alemán, 1928): “Una represalia es un acto de
autoayuda… por el estado lesionado, respondiendo, después de una demanda
insatisfecha, a un acto contrario al derecho internacional cometido por el estado
infractor… Su objeto es efectuar una reparación del estado infractor por el delito o
un regreso a la legalidad para evitar nuevos delitos.” La Asamblea General de la
ONU en su Declaración de 1970 sobre los principios del derecho internacional
declaró: “Los Estados tienen el deber de abstenerse de actos de represalia que
impliquen el uso de la fuerza”. Resolución 2625 (XXV).
Existe una buena distinción entre una “represalia legal” y un acto de venganza o
represalia, que siempre son ilegales según el derecho internacional. Si bien las
represalias son actos que normalmente se considerarían ilegales, las circunstancias
pueden llevarlos al ámbito de lo legítimo. Para ser considerado legítimo, se deben
tomar represalias en respuesta a ataques ilegales anteriores. Una represalia es una
forma de defensa propia y solo se puede utilizar como último recurso; debe
ejecutarse con el fin de restablecer un sentido de equilibrio en las relaciones
internacionales (más detalles sobre relaciones internacionales y las tensiones
geopolíticas en nuestra plataforma) y garantizar el cumplimiento futuro de las
normas legales.
P á g i n a 112 | 128
La noción de proporcionalidad es importante en las represalias. Cualquier respuesta
de un país agravado debe ser proporcional a la lesión que sufrió. Por ejemplo, si un
enemigo usa un arma ilegal como una ojiva química, el concepto de represalia
permitiría el uso de armas que “de otro modo serían ilegales para obligar al enemigo
a que cese su violación previa”.
13.3.4. AUTODEFENSA.
En derecho penal, la legítima defensa, defensa propia o autodefensa es una causa
que justifica la realización de una conducta sancionada penalmente, eximiendo de
responsabilidad a su autor, y que en caso de cumplirse todos sus requisitos, permite
reducir la pena aplicable a este último. En otras palabras, es una situación que
permite eximir o, eventualmente, reducir la sanción ante la realización de una
conducta generalmente prohibida.
En otros términos, la defensa propia es el contraataque o repulsa de una agresión
actual, inminente e inmediata con el fin de proteger la integridad o bienes jurídicos
propios o ajenos.
La legítima defensa es un instituto jurídico de carácter universal, y que ha sido
reconocido por todas las legislaciones del mundo, a tal punto que el Papa Juan
Pablo II, en su encíclica Evangelium Vitae (El Evangelio de la Vida), de 25 de marzo
de 1995, la define claramente como El derecho a la vida y la obligación de
preservarla.
P á g i n a 114 | 128
UNIDAD XIV: “LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES”.
14.1 LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU).
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), también conocida simplemente
como Naciones Unidas (NN. UU.), es la mayor organización internacional existente.
Se creó para mantener la paz y seguridad internacionales, fomentar relaciones de
amistad entre las naciones, lograr la cooperación internacional para solucionar
problemas globales y servir de centro que armonice las acciones de las naciones.1
Su sede está en Nueva York (Estados Unidos) y está sujeta a un régimen de
extraterritorialidad. También tiene oficinas en Ginebra (Suiza), Nairobi (Kenia) y
Viena (Austria).
La ONU se rige por la Carta de las Naciones Unidas, que entró en vigor el 24 de
octubre de 1945 y se firmó el 25 de junio del mismo año en la ciudad estadounidense
de San Francisco, por 51 países, pocos meses antes del final de la Segunda Guerra
Mundial. En el preámbulo de la Carta se mencionan explícitamente las dos guerras
mundiales.
La ONU se financia por las contribuciones voluntarias de los Estados miembros.
Sus principales objetivos son garantizar el cumplimiento del derecho internacional,
el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos
humanos, lograr el desarrollo sostenible de las naciones y la cooperación
internacional en asuntos económicos, sociales, culturales y humanitarios.
Los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas y otros organismos vinculados
deliberan y deciden acerca de temas significativos y administrativos en reuniones
periódicas celebradas durante el año. Los principales órganos de la ONU son la
Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, la
Secretaría General, el Consejo de Administración Fiduciaria y la Corte Internacional
de Justicia.
14.1.2. ANTECEDENTES.
Cuando la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de terminar en 1945, las
naciones estaban en ruinas y el mundo quería la paz. Representantes de 50 países
se reunieron en San Francisco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Organización Internacional del 25 de abril al 26 de junio de 1945. Durante los
siguientes dos meses, procedieron a redactar y luego firmar la Carta de la ONU,
que creó una nueva organización internacional, las Naciones Unidas, que, se
esperaba, evitaría otra guerra mundial como la que acababan de vivir.
Cuatro meses después de la finalización de la Conferencia de San Francisco, las
Naciones Unidas empezaron a existir oficialmente el 24 de octubre de 1945,
P á g i n a 115 | 128
después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética, el
Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios.
Ahora, 77 años más tarde, las Naciones Unidas siguen trabajando para mantener
la paz y la seguridad internacional, brindar asistencia humanitaria a quienes la
necesitan, proteger los derechos humanos y defender el derecho internacional.
Al mismo tiempo, las Naciones Unidas están desempeñando una nueva labor que
sus fundadores no habían previsto en 1945. La Organización se ha fijado objetivos
de desarrollo sostenible para 2030, con el fin de lograr un futuro mejor y más
sostenible para todos nosotros. Los Estados Miembros de la ONU también han
acordado acciones climáticas para limitar el calentamiento global.
Con numerosos avances en el pasado, las Naciones Unidas miran hacia el futuro,
hacia los desafíos que necesitan más que nunca de la ONU para promover
acuerdos globales.
P á g i n a 116 | 128
14.1.4. ESTRUCTURA.
o Asamblea general.
o Consejo de seguridad.
o Consejo económico y social.
o Consejo de administración fiduciaria.
o Corte internacional de justicia.
o Secretaria.
P á g i n a 117 | 128
14.1.4.3. CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL.
El Consejo Económico y Social es el encargado de tratar los asuntos económicos,
sociales y medioambientales, mediante la revisión de las políticas que se adaptan,
su coordinación y la creación de recomendaciones. También vela por el
cumplimiento de los objetivos de desarrollo acordados de manera internacional.
Además, sirve como mecanismo central para las actividades del sistema de la ONU
y sus agencias especializadas en campos económicos, sociales y
medioambientales, ya que supervisa los cuerpos subsidiarios y de expertos. La
Asamblea General elige a los 54 Miembros del Consejo para períodos superpuestos
de tres años. Es la plataforma central de las Naciones Unidas para la reflexión, el
debate y el pensamiento innovador acerca del desarrollo sostenible.
P á g i n a 118 | 128
14.1.5. APORTACIONES Y ACTUALIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se creó en 1945 con el firme
propósito de fomentar la paz y la seguridad internacional después del horror de la
Segunda Guerra Mundial. Desde su fundación, la ONU ha abordado un sinfín de
áreas de trabajo y se ha organizado en un organigrama complejo. Tiene cinco
órganos principales: la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo
Económico y Social, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría General. Sin
embargo, el sistema de Naciones Unidas incluye un amplio número de comités,
agencias, programas y fondos especializados que reportan periódicamente a los
órganos principales. Esta complejidad es posiblemente uno de los mayores retos
que afronta la organización Para tratar de mejorar el funcionamiento de la misma,
el secretario general Antonio Gutiérrez impulsa desde hace años una reforma de la
estructura que busca una mejor integración de los pilares de la ONU: paz, desarrollo
y derechos humanos.
En estos 75 años de búsqueda de la paz y cooperación internacionales, la ONU ha
impulsado marcos legales que sirvan para el entendimiento entre los países. Entre
muchos otros, se pueden mencionar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares
de 2017 o la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional. La ONU
también ha facilitado a la comunidad internacional mecanismos de solución pacífica
de disputas, como la Corte Internacional de Justicia, cuyas resoluciones son de
obligado cumplimiento. Todo ello sin dejar de dar importancia a la lucha por el
respeto de los derechos humanos o contra la pobreza.
P á g i n a 119 | 128
14.2. LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS (OEA).
La Organización de los Estados Americanos (OEA) es una organización
internacional panamericanista de ámbito regional y continental creada el 30 de abril
de 1948, con el objetivo de ser un foro político para la toma de decisiones, el diálogo
multilateral y la integración de América. La declaración de la organización dice que
trabaja para fortalecer la paz, seguridad y consolidar la democracia, promover los
derechos humanos, apoyar el desarrollo social y económico favoreciendo el
crecimiento sostenible en América. En su accionar busca construir relaciones más
fuertes entre las naciones y los pueblos del continente. Los idiomas oficiales de la
organización son el español, el portugués, el inglés y el francés. Sus siglas en
español, portugués y francés son OEA y en inglés OAS (Organization of American
States).
La OEA tiene su sede en la Casa de las Américas, Distrito de Columbia (Estados
Unidos). También posee oficinas regionales en los distintos países miembros. La
organización está compuesta de 35 países miembros. En el trigésimo noveno
período ordinario de sesiones de la Asamblea General, realizada del 1 al 3 de junio
de 2009 en San Pedro Sula (Honduras), en su Resolución AG/RES. 2438 (XXXIX-
O/09) señala que la Resolución VI adoptada el 31 de enero de 1962 en la Octava
Reunión de Consulta de ministros de Relaciones Exteriores, mediante la cual se
excluyó al gobierno de Cuba de su participación en el sistema interamericano,
queda sin efecto en la Organización de los Estados Americanos; a partir de esa
fecha quedó sin efecto dicha exclusión (pero Cuba no se ha reincorporado). La OEA
es uno de los organismos regionales más antiguos y el segundo más extenso
después del Diálogo de Cooperación de Asia.
14.2.1. ANTECEDENTES.
Los propósitos de la Organización de los Estados Americanos (OEA) son los
siguientes: afianzar la paz y la seguridad del Continente; prevenir las posible causas
de dificultades y asegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre
los Estados Miembros; organizar la acción solidaria de éstos en caso de agresión:
procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos que se
susciten entre el los, y promover, por medio de la acción cooperativa, su desarrollo
económico, social y cultural.
Para el logro de sus finalidades la OEA actúa por medio de la Asamblea General; la
Reunión de Consulta de ministros de Relaciones Exteriores: los tres Consejos (el
Consejo Permanente, el Consejo Interamericano Económico y Social y el Consejo
Interamericano para la Educación, la Ciencia y la Cultura): el Comité Jurídico
Interamericano; la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; la Secretaría
General; las Conferencias Especializadas, y los Organismos Especializados.
P á g i n a 120 | 128
La Asamblea General se reúne ordinariamente una vez por año y
extraordinariamente en circunstancias especiales. La Reunión de Consulta se
convoca con el fin de considerar as untos de carácter urgente y de interés común,
y para servir de Órgano de Consulta en la aplicación del Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca (TIAR), que es el principal instrumento para la acción solidaria
en caso de agresión. El Consejo Permanente conoce de los asuntos que le
encomienda la Asamblea General o la Reunión de Consulta y ejecuta las decisiones
de ambas cuando su cumplimiento no haya sido encomendado a otra entidad, vela
por el mantenimiento de las relaciones de amistad entre los Estados Miembros así
como por la observancia de las normas que regulan el funcionamiento de la
Secretaría General, y además, en determinadas circunstancias previstas en la carta
de la Organización, actúa provisionalmente como Órgano de Consulta para la
aplicación del TIAR. Los otros dos Consejos, que tienen sendas Comisiones
Ejecutivas Permanentes, organizan la acción interamericana en sus campos
respectivos y se reúnen ordinariamente una vez por año. La Secretaría General es
el órgano central y permanente de la OEA. La sede tanto del Consejo Permanente
como de la Secretaría General está ubicada en Washington, D.C.
La Organización de los Estados Americanos es la asociación regional de naciones
más antigua del mundo, pues su origen se remonta a la Primera Conferencia
Internacional Americana, celebrada en Washington, D.C., la cual creó, el 14 de abril
de 1890, la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas. Cuando se
estableció la Organización de las Naciones Unidas se integró a él la con el carácter
de organismo regional. La Carta que la rige fue suscrita en Bogotá en 1948 y luego
modificada mediante el Protocolo de Buenos Aires, el cual entró en vigor en febrero
de 1970. Hoy día la OEA está compuesta de treinta y dos Estadas Miembros.
ESTADOS MIEMBROS: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Commonwealth
de las, Barbados, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Dominica,
Commonwealth de, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Grenada, Guatemala,
Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República
Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las granadinas,
Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela.
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Ha sido reformada por:
➢ Protocolo de Buenos Aires (27 de febrero de 1967)
➢ Protocolo de Cartagena de Indias (5 de diciembre de 1986)
➢ Protocolo de Washington (14 de diciembre de 1992)
➢ Protocolo de Managua (10 de junio de 1993)
Países americanos que han firmado la Carta de la OEA (ordenados según año de
ingreso)
o Argentina (1948)
o Bolivia (1948)
o Brasil (1948)
o Chile (1948)
o Colombia (1948)
o Costa Rica (1948)
o Cuba (1948) - Por resolución de la Octava Reunión de Consulta de Ministros
de Relaciones Exteriores (1962) el actual gobierno de Cuba está excluido de
participar en la OEA. Pero el 6 de junio, se derogó el artículo primero de esa
resolución que apuntaba a la exclusión del gobierno de Cuba.
o Ecuador (1948)
o El Salvador (1948)
o Estados Unidos de América (1948)
o Guatemala (1948)
o Haití (1948)
o Honduras (1948)
o México (1948)
o Nicaragua (1948)
o Panamá (1948)
o Paraguay (1948)
o Perú (1948)
o República Dominicana (1948)
o Uruguay (1948)
o Venezuela (1948)
o Antigua y Barbuda (1967)
o Barbados (1967)
o Trinidad y Tobago (1967)
o Jamaica (1969)
o Granada (1975)
o Surinam (1977)
o Dominica (1979)
o Santa Lucía (1979)
o San Vicente y las Granadinas (1981)
o Bahamas (1982)
o San Cristóbal y Nieves (1984)
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o Canadá (1990)
o Belice (1991)
o Guyana (1991)
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En caso de ataque armado al territorio de un Estado americano o dentro de la región
de seguridad que delimita el tratado vigente, el presidente del Consejo Permanente
reunirá al Consejo sin demora para determinar la convocatoria de la Reunión de
Consulta, sin perjuicio de lo dispuesto en el Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca (TIAR) por lo que atañe a los Estados Parte en dicho instrumento.
El secretario general Adjunto actúa como secretario de la Reunión de Consulta de
ministros de Relaciones Exteriores cuando así lo disponga el Reglamento de la
Reunión.
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o Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI)
El Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI) es un órgano de la
Organización que depende directamente de la Asamblea General, con capacidad
decisoria en materia de cooperación solidaria para el desarrollo integral, que se
estableció con la entrada en vigencia del Protocolo de Managua el 29 de enero de
1996 (Capítulo XIII). Cuenta con los siguientes órganos dependientes: la Agencia
Interamericana para la Cooperación y el Desarrollo (AICD), las Comisiones
Especializadas No Permanentes (CENPES), las Comisiones Interamericanas y las
Comisiones Permanentes del CIDI.
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La Secretaría General desempeña además las siguientes funciones:
a) Transmitir ex oficios a los Estados miembros la convocatoria de la Asamblea
General, de la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores,
del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral y de las Conferencias
Especializadas;
b) Asesorar a los otros órganos, según corresponda, en la preparación de los
temarios y reglamentos;
c) Preparar el proyecto de programa-presupuesto de la Organización, sobre la
base de los programas adoptados por los consejos, organismos y entidades
cuyos gastos deban ser incluidos en el programa-presupuesto y, previa
consulta con esos consejos o sus comisiones permanentes, someterlo a la
Comisión Preparatoria de la Asamblea General y después a la Asamblea
misma;
d) Proporcionar a la Asamblea General y a los demás órganos servicios
permanentes y adecuados de secretaría y cumplir sus mandatos y encargos.
Dentro de sus posibilidades, atender a las otras reuniones de la
Organización;
e) Custodiar los documentos y archivos de las Conferencias Interamericanas,
de la Asamblea General, de las Reuniones de Consulta de ministros de
Relaciones Exteriores, de los consejos y de las Conferencias Especializadas;
f) Servir de depositaria de los tratados y acuerdos interamericanos, así como
de los instrumentos de ratificación de los mismos;
g) Presentar a la Asamblea General, en cada período ordinario de sesiones, un
informe anual sobre las actividades y el estado financiero de la Organización,
y
h) Establecer relaciones de cooperación, de acuerdo con lo que resuelva la
Asamblea General o los consejos, con los Organismos Especializados y otros
organismos nacionales e internacionales.
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CONCLUSIÓN
A través de la presente investigación pudimos analizar y deducir que tanto el
derecho internacional público; como el privado se dividen en diferentes áreas, lo
cual no deja de tener importancia en el mundo político, ya que las normas
establecidas son un estado, cada una de las cuales es un factor esencial a seguir
en ambos aspectos, tanto el derecho internacional público como el derecho
internacional privado son derechos supranacionales, que poseen gran relevancia
en la actualidad, dada la globalización del derecho y los sistemas de integración que
generan cada día nuevas y distintas categorías jurídicas supranacionales y nuevas
jerarquías que modifican las jerarquías tradicionales; para conocer los derechos
supranacionales debemos regresar al derecho romano y a su aplicación, tanto a
nacionales como a extranjeros, además de reconocer la gran influencia del derecho
natural sobre estos. sin embargo, también nos refleja el comportamiento de los
individuos antes de las nuevas evoluciones en curso de la soberanía y las
constituciones establecidas, en conclusión el derecho internacional juega un papel
importante en la vida cotidiana de las personas o grupos sociales y es relevante
para cualquier país o nación que tenga relaciones internacionales que deben regirse
por las normas que rigen ese país; es la base fundamental sobre la cual pueden
tener lugar el comercio y los tratados internacionales entre las potencias mundiales.
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