Ensayo Final D Y R - Javiera Cardenas

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Seminario: Diferencia y Repeticiòn

Javiera Cárdenas R.

1- ¿En qué sentido, según lo elaborado por Deleuze tanto en la Introducción como en
el Capítulo 1 de Diferencia y repetición, el ‘teatro de la repetición’ no puede
analogarse a la ‘representación órgica? Considere también en su respuesta el lugar
que el «eterno retorno» ocupa en estas secciones de la obra.

Respecto a el “Teatro de la Repetición” Deleuze quiere trasformar, más bien revitalizar,


desconfigurar ese teatro – teatro de la representación- que se da en la polis griega, el cual se
entendía bajo el arte imitativo o exclusivamente imaginativo en relación directa con la
“verdadera” forma de esa realidad. Deleuze quiere hacer un nuevo tratamiento del “Teatro
de la repetición”, que tiene de por sí miras a llegar o concebir una ontología diferente al ya
heredado por Platón.

Autores como Nietzsche o Artaud – autores que estrenan el teatro y el cine- postulan un
teatro sin condiciones, es decir, ellas mismas se van dando, se van fabricando. Nietzsche
como aquel que se le toma como primer persecutor, pero el cual propone Deleuze, se
empeña en exponer un nuevo teatro de la repetición, uno que busque subvertir el teatro
representacional, que busque alterar el esquema, se busca invertir el platonismo
fundacional, es decir, busca abandonar el arte mimético, sacar a la luz “El verdadero sujeto
de la repetición -el cual se haya o es- la máscara”1 para Deleuze la máscara es un elemento
fundamental para representar el concepto en sí de simulacro, el cual la repetición aquí ya no
es idéntica, sino que es una repetición creativa, porque no, revolucionaria, subversiva,
generando así un carácter esencial y no incidental o como mero accesorio, definitivamente
aquí se desplaza esa lógica aristotélica de teatro que se le caracteriza por estar bajo norma y
ley, que está determinada, determina por libretos, directores, coordinadores de la puesta en
escena que ordena y determina un esquema narrativo, donde definitivamente se define por
un encuadre2 se desplaza esta forma que solo mediaba la tragedia, ahora el coro, la danza
1
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.45
2
Es la selección del campo abarcado por el objetivo en el que se tiene en cuenta el tipo de plano, el ángulo, la
altura, y la línea de corte de los sujetos y/u objetos dentro del cuadro, y su precisa colocación en cada sector,
para lograr la armonía de la composición y la fluidez narrativa con que se habrá de montar posteriormente. Es
decir, la forma de organizar la toma. Es uno de los momentos más delicados e importantes de la filmación ya
que en él se tiene en cuenta el tipo de plano, la colocación de objetos y actores, la ubicación de la cámara y
son las protagonistas, donde claro hay norma y ley, pero como mencionábamos con
anterioridad, pero ahora estas son inventivas, que se van gestando, no hay cabida para un
precursor. En definitiva, el teatro de la repetición sería un teatro de la diferencia, que
busque y se asiente en el devenir mismo, devenir proceso creativo, que genere diferencia y
singularidad en relación de imitar ya lo mismo, que se entienda como un acto performativo,
que explore, que rompa esquemas preestablecidos. “En el teatro de la repetición se
prueban fuerzas puras, trayectorias dinámicas en el espacio que actúan sobre el espíritu
sin intermediarios, y que lo unen directamente a la naturaleza y a la historia, un lenguaje
que habla antes de las palabras, máscaras antes que las caras, espectros y fantasmas antes
que el personaje; todo el aparato de la repetición como “potencia terrible”.3 de esta
manera lo único que hay es disfraz, cambio, movimiento del alma4, no hay cuerpos
desnudos, sino sólo cuerpos disfrazados.

Dentro de la filosofía platónica y, por ende, su filosofía de la representación donde se


encuentran las copias - iconos, y platón con su mandato de expulsar las artes del estado, -
cual mandato sugiere derrocar los simulacros para que no aparezcan las representaciones-
tiene a trabajar un proyecto político fundado en seleccionar al mejor pretendiente que guie
la polis, En definitiva - “Se trata de producir la diferencia. Distinguir la «cosa» misma y
sus imágenes, el original y la copia, el modelo y el simulacro” 5,- distinguir al filósofo del
sofista, distinguir el falso pretendiente del auténtico, ese distinguir se sitúa en dar cuenta
cual es el pretendiente correcto para representar la Idea como aquella que cumple un
criterio selectivo, la cual se sintetiza en expulsar la diferencia. La tarea del simulacro no es
ser una copia, sino dar por tierra con todas las copias, haciendo lo mismo también con los
modelos: Todo pensamiento se convierte en una agresión6. De esta manera el simulacro se
presentaría como una desemejanza, se forja bajo una disparidad, sobre una diferencia,
interioriza una disimilitud, por eso no puede definirse como aquel que está en relación con
el modelo que impone las copias, ese modelo de lo Mismo, del cual directamente obtiene

todos los puntos de vista que se requerirán para iniciar la toma.


Consultado en: https://educomunicacion.es/cineyeducacion/glosariocine.htm
3
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P34
4
“Sólo reparo en los movimientos” he aquí una frase de director de escena, que plantea el más agudo
problema teatral, el problema de un movimiento que llegaría directamente al alma y que sería el del
alma. Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.32
5
Deleuze, G. (1989). “Lógica del sentido”, p.255
6
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.17
esa semejanza de las copias. De esta manera Deleuze ya lo dice en “Lógica del sentido” si
el simulacro llegara a tener un modelo, es un modelo diferente, un modelo de lo Otro, una
desemejanza interiorizada. El simulacro sería esa subversión de la representación, ese
carácter anárquico, de aquí podría resultar la relación que se contiene entre el eterno retorno
y el teatro de la repetición, el teatro de la repetición como el simulacro de la desemejanza,
de un modelo diferente, revolucionario, inventivo y subversivo, el simulacro como la
diferencia en esa repetición, sería lo que se comprende al eterno retorno, ya que en este se
subvierte ese mundo representacional, el eterno retorno sería aquel que no puede significar
el retorno de lo idéntico, retornar es el ser, pero solo el ser del devenir, en el eterno retorno
no retorna lo mismo, es puro cambio, retorna algo que pero no en su totalidad, ya que
precisamente lo que no hace retornar es lo de lo Mismo y lo Semejante, la repetición en el
eterno retorno sería en pensar lo mismo a partir de lo diferente, “ La rueda en el eterno
retorno es a la vez producción de la repetición a partir de la diferencia, y selección de la
diferencia a partir de la repetición”7

Por otro lado, se encuentra – y aquí el versus- en Diferencia y repetición son la


representación órgica de lo infinitamente pequeño y la representación órgica de lo
infinitamente grande. La primera remite a Leibniz, la segunda a Hegel. La representación
órgica tiene el fundamento como principio y el infinito como elemento, de esta manera lo
que vuelve la determinación pensable y seleccionable es lo infinito, ahí aparece la
diferencia, como la representación órgica de la determinación, pero, aun así, a pesar de que
tiene al infinito como elemento, la determinación finita no ha desaparecido, sino “La
representación órgica sólo puede descubrir en sí lo infinito si deja subsistir la
determinación finita, más aún, diciendo lo infinito de esta determinación finita misma,
representándola no como desvanecida o desaparecida, sino como evanescente y a punto de
desaparecer, y, por lo tanto, como engendrándose en lo infinito”8 se necesitan
simultáneamente o se hace en la otra, la noción de limite cambia, ya no hay algo así como
las fronteras que delimiten lo finito, la determinación finita no deja de desaparecer y de
nacer, de envolver y desplegarse en lo órgico, hay convergencia, “(…) no ya la distinción

7
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.80
8
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P. 83
de las formas sino la correlación de lo fundado con el fundamento; no ya el detenimiento
de la potencia, sino el elemento en el cual la potencia es efectuada y fundada”9

El teatro de la repetición y la representación órgica no pueden ser analógicas, porque el


teatro de la repetición de Deleuze propone el cambio, no tiene fundamento, ley, es pura
desemejanza, devenir subversivo, en cambio la representación órgica toma al infinito como
fundamento, en el intento por hacer emerger la diferencia Hegel y Leibniz intentan una
nueva forma de repetición, de someterla al infinito, pero construyen o retornan a un teatro
más sutil10 porque en el estado del teatro donde se imbrica con Los simulacros y su
condena es ese estado que posee, el estado de diferencias libres, oceánicas, de
distribuciones nómades, de anarquías coronadas11 la cual pone en duda el modelo y la
copia.

“(…) en Leibniz, por qué la embriaguez y el aturdimiento son en él menos fingidos, la


oscuridad mejor captada; y más próximas, en realidad, las orillas de Dionisos.”12

9
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.83
10
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición, p. 378
11
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición, p.393
12
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición, p.392
2- En la Introducción de Diferencia y repetición encontramos dos modulaciones en torno al
problema de la repetición: por un lado, tenemos la ‘repetición por identidad del concepto’,
y por otro, la ‘repetición por diferencia y exceso de la Idea’. Según lo discutido en el
seminario y la lectura misma del libro, exponga detalladamente las diferentes articulaciones
de ambos modos de la repetición comentando al menos 2 ejemplos que se utilicen en el
libro para detallar el funcionamiento de ambas (1 ejemplo por c/u).

“Una repetición material y pura (como repetición de lo Mismo) no aparece más que en el
sentido en que otra repetición se disfraza en ella, constituyéndola y constituyéndose ella
misma mediante el disfraz”

Deleuze. G

Deleuze en “Diferencia y repetición” da cuenta de dos formas de repetición, por un lado, se


encuentra la repetición por identidad del concepto y, por otro lado, la repetición por
diferencia y exceso de la idea; del problema que surge entre ambas modulaciones, nos dice
– respecto a la repetición- que, dentro de los elementos discretos, vale decir, los objetos
repetidos, la misión inicial sería distinguir un sujeto secreto que se repite a través de ellos,
verdadero sujeto de repetición13, de esta manera Deleuze dice que debemos distinguir, entre
los objetos repetidos, un sujeto que se repite a través de ellos: “Pues no hay repetición sin
repetidor, nada repetido sin alma repetidora”14. De esta manera da paso al proceso de
distinción, pero de la cual más adelante nos daremos cuenta que esa “distinción” no se da
de manera independiente15

La primera forma de repetición que se encuentra es: La repetición por identidad del
concepto, se puede articular como aquella que plantea simplemente como exterior al
concepto, como diferencia entre objetos representados bajo el mismo concepto, que caen
en la indiferencia del espacio y del tiempo 16; esta repetición sería la repetición de lo Mismo
o lo Uno17, y se caracteriza por ser: Negativa, por defecto del concepto; es hipotética; es

13
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.53
14
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.53
15
“Las dos repeticiones no son independientes. Una es el sujeto singular, el corazón y la interioridad de la
otra, la profundidad de la otra”- Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, p.54
16
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.54
17
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.349
estática; es repetición en el efecto; es extensión; es ordinaria; es horizontal; está
desarrollada, explicada; es revolutiva; es de igualdad, de conmensurabilidad, de simetría; es
material; inanimada; es una repetición desnuda; es de exactitud. 18 Esta repetición sería la
envoltura exterior, el efecto abstracto de la repetición por diferencia y exceso de Idea.

Ejemplo ejemplar para retratar a la repetición por identidad del concepto y como se
diferencia con la repetición que le sigue, y así dar mayor énfasis a su diferencia, pero a la
vez complicidad sería el caso de los estudios sobre el Ritmo o sobre la simetría, las cuales
confirman la dualidad. En este caso le corresponde a la repetición por Identidad, “La
repetición-medida”, la cual sería una simetría aritmética, que remite a una escala de
coeficientes enteros o fraccionarios, esta se destaca por ser una simetría estática, de tipo
cubico o hexagonal. La repetición-medida sería algo así como la división regular del
tiempo, una recurrencia isócronica de elementos idénticos 19, es decir, por ejemplo, en la
isometría como aplicación matemática, sería que entre dos espacios métricos se conserva la
distancia entre los puntos, es decir, preserva la distancia entre los puntos y los ángulos entre
las líneas, lo isócronico o la isometría es una operación en la que la rotación, traslación y
reflexión no alteran las longitudes ni las formas de las figuras geométricas 20; en la música y
la ritmologia, sí la isometría tendría que ver con procesos en el cual ocurren intervalos de
tiempo u ondas, que son iguales y constantes en el tiempo, dentro de los 4/4 ( cuatro
cuartos), que sería el típico ritmo un, dos, tres, cuatro, un, dos, tres, cuatro, eso sería
siempre constante, a menos que ocurre un alteración en el pulso, pero el pulso y la
distancia que hay entre sí del conteo del pulso, es siempre igual. Entonces la medida no es
más que la envoltura de un ritmo, y de una relación de ritmos 21, esta sería una repetición
material y pura ( como repetición de lo Mismo).

Otro ejemplo para retratar la repetición por Identidad del concepto sería el ejemplo del
motivo de la Decoración, la cual también consiste en desmembrar la causalidad para
distinguir en ellas los dos tipos de repetición. Una – Repetición por identidad- se refiere
solamente al efecto total abstracto, es una repetición estática – lo cual al igual que el ritmo
estático en cuanto siempre pulsado al compás-, esta resulta de la obra y remite a un mismo
18
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.54
19
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P-49,50
20
Consultado en: https://es.wikipedia.org/wiki/Isometr%C3%ADa
21
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.49-50
concepto, que solo deja subsistir una diferencia exterior entre los ejemplares ordinarios de
una figura, es decir, yuxtapone ejemplares de la figura.

La segunda forma de repetición que se encuentra es: La Repetición por diferencia y exceso
de Idea, esta comprende la diferencia, y se comprende a sí misma en la alteridad de la
22
idea, en la Heterogeneidad de una “apresentaciòn” , esta repetición es representada bajo
“lo Otro”; y se caracterizaría por ser: Afirmativa, por exceso de la idea; es categórica; es
dinámica; repetición en la causa; es intensiva; es notable y singular; es vertical; está
envuelta y debe ser interpretada; es evolutiva; se funda sobre lo desigual, lo
inconmensurable o lo disimétrico; es espiritual, aun en la naturaleza y en la tierra; posee el
secreto de nuestras muertes y de nuestras vidas, de nuestros encadenamientos y de nuestras
liberaciones, de lo demoniaco y de lo divino; repetición vestida, que se forma a sí misma
vistiéndose, enmascarándose, disfrazándose; tiene como criterio la autenticidad. 23 Esta
repetición sería como sujeto singular, como el corazón, la interioridad y profundidad de la
repetición por Identidad del concepto.

Ejemplo de esta repetición – siguiendo con la distinción dentro del mismo ejemplo de
“Ritmo y simetría”- sería la “Repetición- Ritmo” sería algo así como aquella que tendría
simetría geométrica, fundada en proporciones o relaciones irracionales, simetría dinámica,
de tipo pentagonal, que se manifiesta en un trazado en espiral o en una pulsación en
progresión geométrica, en una palabra, en una “evolución” viva y mortal24

Respecto al ritmo en este caso los valores tónicos e intensivos actúan, por el contrario, -de
lo isócronico de elementos idénticos- creando desigualdades, inconmensurabilidades, en
duraciones o espacios métricamente iguales. Crean puntos relevantes, instantes
privilegiados que marcan siempre una polirritmia, es decir, la polirritmia sería el conjunto
de dos o más ritmos diferentes que suenan al mismo tiempo, vale decir, es el uso
simultaneo de dos o más ritmos que no se perciben fácilmente como derivados uno del otro,
25
o como simples manifestaciones de la misma métrica, juntos crean un ritmo más
dinámico, aquí, lo desigual es lo más positivo. La reiteración de puntos de desigualdad, de

22
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.54
23
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.54
24
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.54
25
Consultado en: https://en.wikipedia.org/wiki/Polyrhythm y https://blog.landr.com/es/polirritmia/
puntos de flexión, de acontecimientos rítmicos, es más profunda que la reproducción de
elementos ordinarios homogéneos 26– la repetición por identidad-.

Otro ejemplo – y continuando con la distinción misma dentro de otro- es el ejemplo sobre
el motivo por Decoración, la cual – en primera instancia- remite a como la repetición no se
deja explicar por la forma de la identidad, de esta forma reclama un sentido positivo
superior, el cual debe apuntar al conjunto de conceptos de Naturaleza y Libertad, el cual
remite directamente a la repetición por Diferencia y exceso de Idea, esta se trata de aquella
figura que se encuentra reproducida bajo un concepto absolutamente idéntico ... Pero, en
realidad, el artista no procede así. No yuxtapone ejemplares de la figura, sino que
combina, cada vez, un elemento de un ejemplar con otro elemento del ejemplar siguiente.
Introduce en el proceso dinámico de la construcción un desequilibrio, una inestabilidad,
una disimetría, una suerte de abertura, que no serán conjurados más que en el efecto
total.27 Juega con la figura bajo la forma de otras figuras, las combina hasta que la figura
original o primera se des-figura, pero siempre en ella, con ella, Y así nos lo dice Levi-
Strauss: “Estos elementos se imbrican trabándose los unos a los otros y es sólo al final que
la figura encuentra una estabilidad que confirma y desmiente a la vez el procedimiento
dinámico según el cual ha sido ejecutada.”28

Para finalizar me gustaría dejar en claro la operación de no independencia o del “haz


conmigo” del cual nos hablaba Deleuze sobre las dos repeticiones, sobre ese que resulta
ser la verdad de lo desnudo (R. Identidad) es la máscara, lo disfrazado, lo simulado (R.
Idea). Y ello es necesario, puesto que la repetición no es ocultada por otra cosa, sino que
se forma al tiempo que se disfraza, (la R. Idea necesita a la R. Identidad para
disfrazarse) no preexiste a sus propios disfraces, y, al formarse, constituye la repetición
desnuda en la cual se envuelve29

Las dos repeticiones no son independientes, la repetición de disimetría (R. Idea) se oculta
en los conjuntos o los efectos simétricos (R. Identidad), es decir, lo Otro en la repetición
de lo Mismo, la repetición por diferencia y exceso de Idea es la repetición secreta, es el

26
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.54
27
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.47
28
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.47-48
29
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.54.55
verdadero sujeto de la repetición, es la más profunda: solo ella da la razón de la otra, la
razón del bloqueo de los conceptos.30

La repetición enmascarada, aquella que implica desplazamientos, precipitaciones,


aminoraciones en su marcha, es decir, la repetición por exceso de Idea, como operación
solo, única se le lleva muy lejos, debe ser puesta en mixtura con la repetición por Identidad,
porque sería erróneo reducirla a una diferencia que recae en la exterioridad (identidad),
bajo la forma de lo Mismo (identidad) en el concepto, sin advertir que puede ser interior a
la Idea y poseer en sí misma todos los recursos del signo, del símbolo y de la alteridad que
rebasan el concepto como tal.31

Deleuze dice que en toda estructura repetitiva coexisten estas instancias, ya que la primera
– por Identidad- no desarrolla sus consecuencias más que en la segunda – por exceso de
Idea-, pues si se limita a plantear la repetición de manera abstracta, vaciándola de su
interioridad, seremos incapaces de comprender por qué un concepto puede ser bloqueado
naturalmente y dejar aparecer una repetición que no se confunde con la generalidad. A la
inversa, cuando descubrimos el interior literal de la repetición, tenemos el medio no sólo
de comprender la repetición de exterioridad con 1a cobertura, sino también de recuperar
el orden de la generalidad”32 De esta manera la repetición, es lo que se disfraza a medida
que se constituye, lo que no se constituye más que disfrazándose, el verdadero sujeto de la
repetición es la máscara,33 es así que la repetición difiere de la representación, lo repetido
no puede ser representado, debe ser siempre significado, enmascarado por lo que significa.

“En otro nivel, el héroe repite la primera, la del Antes, como en un sueño y en e1 cierto
modo desnudo, mecánico, estereotipado, que constituye lo cómico;( R. Identidad) y, sin
embargo, esa repetición no sería nada si ya no remitiera como tal a algo escondido,
disfrazado en su propia serie, capaz de introducir en ella contracciones como un Habitus
hesitante donde madura la otra repetición.( R. Idea) Esa segunda repetición del Durante
es aquella donde el héroe se apodera del disfraz mismo, reviste la metamorfosis que le
restituye de un modo trágico, con su propia identidad, el trasfondo de su memoria y de

30
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, p.54
31
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.54-55
32
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.55
33
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, P.45
toda la memoria del mundo, que él pretende, convertido en capaz de actuar, igualar al
tiempo entero. Por consiguiente, he aquí que, en ese segundo nivel, las dos repeticiones
retoman y reparten a su manera las dos síntesis del tiempo, las dos formas, desnuda y
vestida, que las caracterizan.” 34

Bibliografía

I. Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, Buenos Aires, Ediciones


Amorrortu.

II. Deleuze, G. (1989). “Lógica del sentido”, Barcelona, Paidós.

34
Deleuze, G. (2002). “Diferencia y repetición”, 435

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