Semana 10 1.2
Semana 10 1.2
Semana 10 1.2
FILOSOFÍA
Periodo antropológico
PERIODO ANTROPOLÓGICO
En el siglo V a. C., la vida intelectual de Grecia se trasladó de sus colonias a la tierra natal. Atenas llega
a ser el centro de la vida intelectual griega. Es el siglo de Pericles, tiempo de paz, de grandes riquezas,
de la ciencia y del arte. Tiempo de Sófocles, Eurípides, Aristófanes, Fidias, etc.
La mentalidad griega cambia profundamente en esta época: conjuntamente con la adquisición de mayor
profundidad, toma nuevos rumbos.
Ahora la atención de los pensadores griegos se concentra en el hombre y su problemática. De esta
manera se pasa del periodo cosmológico al periodo antropológico. Los sofistas y Sócrates son los re-
presentantes de este nuevo periodo.
En el periodo cosmológico no había ciencias especiales fuera de la filosofía. La filosofía abarcaba todo.
El periodo antropológico ofrece un gran desarrollo de las ciencias particulares; matemáticas, astrono-
mía, medicina, historia, etc.
Fue imposible que el volumen de todos estos conocimientos fuese abarcado por un solo hombre. Dichas
circunstancias obligaron a los filósofos a limitar el campo de sus estudios.
LOS SOFISTAS
Los sofistas fueron los primeros en dar el nuevo matiz a la filosofía. Por vocación fueron maestros y
educadores que se dedicaban a preparar a la juventud ateniense para la vida pública; sin embargo los so-
fistas enseñaban también a las personas maduras. Les enseñaban a hablar y a actuar. Ellos mismos apa-
recían como oradores y dirigentes. Podríamos decir que cumplían la misión que hoy en día desempeñan
los publicistas y las Universidades populares. Los grandes dirigentes de Grecia, la elite intelectual, los
grandes políticos, los escritores buscaban las enseñanzas de los sofistas.
prohibida su venta
La actitud de los griegos frente a los sofistas, experimentó con gran rapidez un profundo cambio. Las
causas fueron varias, ante todo, la aristocracia ateniense les echó en cara que enseñaban por el pago que
recibían, cosa que el griego juzgaba que era rebajar la actividad intelectual; al mismo tiempo les han salido
al paso los conservadores, afirmando que destrozaban las tradiciones y la fe existente en Grecia.
Esta fue la razón por la cual el término “sofistas”, que primariamente tenía sentido positivo. Pues, sig-
nificaba “docto”, pasó a significar “pseud-docto”, pues, la sofística cambió de pronto en “erística”, vale
decir, arte de argumentar de tal manera que permitía hacer aparecer una afirmación falsa como verdadera
y viceversa. No cabe duda que los sofistas abusaron de la dialéctica, pero todos lo hacían en aquel tiempo.
PROTÁGORAS
Entre los sofistas la mentalidad más profunda y filosófica fue: Protágoras. Formuló una serie de princi-
pios en nombre de los cuales actuaban los sofistas. Vivió del 482 al 411 a.C. Provenía de Abdera. Fue el
primer filósofo del nuevo estilo; fue más profesor que investigador; se destacó como orador y populiza-
dor. En edad ya madura llegó a Atenas y perteneció al grupo de los amigos de Pericles.
Su escrito más importante es el tratado “Acerca de la verdad y el ser”. Otra de sus obras es “Acerca de
los Dioses”.
prohibida su venta
SÓCRATES (469 - 399 a. C.)
Nació en Atenas donde pasó su vida. Unió en su persona a un gran pensador con un gran hombre de ac-
ción. Cuando las condiciones lo exigían sabía servir a su país ya sea como soldado, ya sea de empleado.
Durante la guerra se comportó como un gran héroe. Durante el tiempo de paz, dio muestra de un criterio
muy maduro, unido al gran valor cívico, presentándose frente a las muchedumbres para combatir sus
actitudes irracionales.
Se consagró totalmente a la enseñanza. La mayor preocupación de Sócrates fue enseñar a los hombres
la Virtud, mejor dicho instruirlos para llevarlos luego por este camino. En esta actividad centralizó el
sentido de su vida, a tal punto que se olvidaba de sí mismo, viviendo pobremente junto a su familia.
Aparecía siempre allí donde podía encontrar a alguien para dialogar con él. Tuvo grandes admiradores.
Los más destacados jóvenes atenienses lo seguían:
Alcibíades, Cricias, Jenofontes, Platón, etc. Como todo gran hombre, tuvo también muchos adversarios.
El pueblo veía en él a un hombre extraño. No podía comprender que se despreocupara de sus propios
intereses para preocuparse de los demás. Sin embargo, durante todo el tiempo que enseñó, nadie le ata-
có en forma efectiva. Solamente cuando tenía 70 años, fue acusado de activista perjudicial. Lo acusaron
que era responsable de la impiedad e inmoralidad de la juventud ateniense.
SU DOCTRINA: Se ocupó casi exclusivamente del hombre. En él le absorbió lo que consideraba como
lo más importante y lo más valioso: los problemas éticos. No le interesó estudiar la naturaleza.
Trabajó básicamente en dos campos: En el Campo Ético y en el Campo Lógico, consideraba que la
lógica era indispensable para la ética.
La misión de Sócrates es fundar filosóficamente la vida moral griega en disolución.
Por un lado acepta con los sofistas que el hombre es la medida de todas las cosas y por lo tanto también
de la conducta moral, pero difiere en ellos de que los impulsos inferiores del hombre puedan intervenir
en la determinación de la validez de los principios morales. Sócrates sostiene que es el intelecto que
debe pronunciarse sobre los principios morales.
Sócrates busca la ciencia e intelectualiza los principios morales. Para resolver el problema moral pro-
clama por consiguiente el principio: “El éxito de la vida depende de una comprensión racional de los
intereses en pugna”. De aquí que el conocimiento haga apto e idóneo al hombre para la vida. De donde
fluye lógicamente la necesidad que el hombre conozca con total exactitud las cosas a que dirige su ac-
ción y sobre todo resalta la necesidad del auto conocimiento por parte del hombre. Dicha necesidad la
prohibida su venta
sintetiza con su imperativo: “Conócete a ti mismo”.
Para Sócrates por lo tanto, el conocimiento de lo bueno basta para obrar con rectitud, es decir, virtuo-
samente. La virtud implica ciencia. Todo el mal proviene de la ignorancia. Nadie comete a propósito y
conscientemente el mal. No puede ser de otra manera, pues, el bien es útil y garantiza la felicidad. No
hay por lo tanto razón alguna para que conociendo el bien no se lo realice. Sócrates identifica la ciencia
con la virtud. Es lo mismo saber lo que es justo y ser justo.
Siendo el conocimiento universalmente válido, el individuo, por la introspección, debe buscar en su
propia conciencia la ley de la vida, y determinar su vida en conformidad a dicha ley. Las leyes que rigen
la vida moral, más que “inscritas” en un código, se encuentran en la conciencia misma del hombre. La
justicia, el valor y el dominio de sí mismo; son cualidades humanas en todas partes y lo serán siempre.
Las virtudes morales son el bien supremo del hombre. Todo lo demás que los hombres juzgan como bie-
nes, por ej.: La salud, las riquezas, la gloria, muchas veces en sus consecuencias aparecen como males.
El hombre debe preocuparse y realizar el bien supremo, sin tomar en cuenta que ello a veces implica
grandes sacrificios. Debe desafiar en este caso aun la misma muerte. Para la conquista y conservación
del bien moral, debería el hombre sacrificar todos los demás bienes inferiores.
prohibida su venta
prohibida su venta
B) espiritualismo. C) Sócrates.
C) humanismo. D) Gorgias.
D) relativismo. E) Platón.
E) idealismo.
06. Al sostener que el ser no existe, es incog-
03. Nadie nace para servir o para mandar. noscible y es incomunicable, Gorgias de
Todo lo que concierne al hombre es Leontinos presentó una posición princi-
producto de acuerdos entre los hombres palmente contraria a las propuestas de
mismos, manifestó Gustavo, mostran-
do así una actitud compatible con las A) Parménides.
posiciones B) Sócrates.
C) Platón.
A) idealistas. D) Protágoras.
B) sofísticas. E) Heráclito.
C) milesias.
A) puede cambiar.
B) es inmutable.
C) no tiene realidad.
prohibida su venta
D) refleja a las cosas.
E) es verdadera.