DINAMICA La Ventana de Johari

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La ventana de Johari

En primer lugar necesitarás coger un papel, o abrir un software de dibujo


(Paint, Freehand, el que más os guste) y dibujar un rectángulo o un
cuadrado. A continuación escribirás un 0 en la esquina superior izquierda,
un 100 en la esquina inferior izquierda y otro 100 en la esquina superior
derecha, debe quedar así:

Como ya puedes imaginarte la línea superior y la izquierda actúan como si


fueran escalas del 0 al 100.
Primera Pregunta: ¿Cuánto me importa lo que digan o lo
que piensan los demás de mi?

Ahora responde de manera absolutamente sincera esta pregunta. En una


escala de 0 a 100 ¿Cuánto me importa lo que piensan los demás de mi?.

Por supuesto comprendemos que no te afecta igual lo que piense una


persona cercana, que alguien que ves solo muy de vez en cuando, por lo
que te tendrás que centrar en un término medio. No te centres en tu mejor
amigo pero tampoco en alguien al que solo has visto unas 2 veces en tu
vida. En conclusión, para que te hagas una idea de la escala:

Si escribes 100

Vives constantemente pensando y haciendo caso a todo lo que te dicen y


sueles pensar que es muy importante todo lo que opinen los demás sobre
tí. Todos esos consejos que te den los valoras, a veces demasiado, por eso
al final no sueles saber a quién deberías hacerle caso.

Si escribes 0

Te da absolutamente igual lo que la gente diga de ti, no te importa si te


aconsejan, tu no le haces caso nunca a nadie. No te importa para nada lo
que alguien pueda opinar de ti, lo que puede conducirte a límites realmente
no muy recomendables.

Si escribes 50

Este número suele ser muy raro, lo usual es que tu resultado se encuentre
por debajo o por encima de esa cifra, sin embargo si estás absolutamente
seguro de que este es el número correcto, adelante.
Nosotros pondremos el 74, ya que nos parece apropiado y es un número
bonito, podríamos colocar el 75 o el 70, pero como esto es solo un
experimento, hemos decidido que el 74 está bien. Tu puedes poner el
número que se ajuste más a tu propio pensamiento.

Lo puedes marcar en tu rectángulo para que quede así:

Segunda Pregunta ¿A menudo digo lo que pienso?

En una misma escala del 0 al 100 valora si sueles decir a menudo lo que
piensas sin importarte demasiado cómo será recibido o si es políticamente
adecuado. Es importante que realices el mismo esfuerzo que antes, ten en
cuenta tu relación solo con gente promedio, no con tus familiares directos
ni con alguien a quien solo le dices “hola” por la calle. Sé sincero contigo
mismo.

Si escribes 100

No puedes callarte ni una, te da exactamente lo mismo las consecuencias


de lo que puedas llegar a decir.

Si escribes 0

No dices mucho por el simple hecho de no ofender, como mucho eres capaz
de decirle algo específico a alguien muy cercano, siempre y cuando no sea
algo ofensivo.

Si escribes 50

En este test no existen términos medios, vuelve a pensarlo y escribe una


respuesta realmente honesta.

Una vez que hayas decidido cuál es el número que se acerca más a tu
manera de actuar escríbelo en la línea izquierda donde corresponda como
en la siguiente imagen:
Aquí hemos puesto el 30 porque nos ha parecido nuestro número
adecuado. Como ya te habíamos dicho antes esto es un simple ejemplo.
Ahora vamos a continuar con el último paso: Traza unas líneas que
atraviesen el rectángulo de manera perpendicular a los números que hayas
señalado y que se crucen entre sí. Te debería quedar algo parecido a esto:
Perfecto, ahora lo único que falta es analizar los resultados presentados.

Interpretando los resultados

Ahora que La ventana de Johari ha quedado dividida en 4 cuadrantes de


diferente tamaño, te explicamos que cada uno de estos cuadrantes
representa una parte de nuestra compleja personalidad, uno de nuestros
yo. Estas zonas son nombradas como el Yo libre, el Yo negado, el Yo
secreto y el Yo oculto.
Todas y cada una de las personas en este mundo tenemos estos 4 aspectos
diferentes de nuestra personalidad, es lo más normal. Los dos recuadros de
arriba representan las partes que los demás suelen conocer, el Yo libre y el
Yo negado son de tipo público, cualquiera que me conoce los puede ver, la
única diferencia es que el primero es el que yo deseo mostrar y el segundo
es el que suelo mostrar sin querer.

En cambio, los cuadrantes del sector de abajo son los que las demás
personas no logran percibir, en este caso el Yo secreto es el que uno no
desea mostrar y el Yo oculto es el que ni siquiera uno mismo conoce. La
ventana que hemos hecho aquí posee este aspecto:
Como podemos ver, no hay demasiado por explicar sobre las referencias, el
gráfico nos muestra la personalidad de nuestro sujeto. Denota tener un yo
oculto de grandes magnitudes, pero nada realmente alarmante. El mejor de
los casos, según los expertos es el que se puede ver a continuación:
Por el otro lado, este cuadro correspondería a una persona muy abierta,
que posee pocos secretos y que se conoce lo suficientemente bien. Igual
que le sucede a todo el mundo, hay cosas que se dicen por ahí sobre él que
no le interesa saber para nada. Intentando explicar este cuadro es bastante
probable que esa persona lleve una bastante feliz y plena.

En contraposición, veamos cuál sería el cuadro que representaría el peor de


los casos:
Debemos decir que este es un cuadro bastante perturbador, en el cuál
podemos ver que posee una gran parte desconocida que ni siquiera él
mismo ha podido conocer. Es una persona realmente reservada, que da su
opinión en muy contadas ocasiones. Esta ventana suele ser muy típica en
personas maltratadas, reprimidas, gente con depresión, etc… No es
necesario explicar que con un ventana así no se puede ser feliz de ninguna
manera.

Si mi ventana ha salido mal ¿cómo lo arreglo?

Desde un principio debemos comprender que no todos vamos a mostrar


una ventana perfecta, ni siquiera cercana a la perfección, sin embargo si
queremos arreglar un poco nuestra representación para que se asemeje un
poco más al cuadro perfecto solo debemos de seguir unos pasos sencillos.
Cómo trabajar en la linea de ¿A menudo digo lo que pienso?.

Esta línea es la más sencilla, solo debes animarte a decir un poco más lo
que piensas, eso sí, teniendo siempre en cuenta que cada opinión que des
puede suscitar una reacción diferente en cada una de las demás personas,
por lo que debes de estar dispuesto a “Pagar el posible precio” de sus
respuestas y reacciones.

Recuerda que esto no quiere decir que necesites ser cruel ni nada parecido.
Si alguien te consulta algo y sabes de antemano que la respuesta no será
demasiado agradable para esa persona, puedes maquillarlo un poco o
decirlo de otra manera. Muchas veces, la ofensa no está en lo que se dice
sino en la manera en la que se dicen las cosas.

Cómo trabajar en la linea de ¿Cuánto me importa lo que digan de


mi?.

Con el objetivo de arreglar esta ventana solo debes aprender a escuchar.


Esto no significa que debas obedecer todo lo que otras personas te digan ni
someterte a las diferentes opiniones de los demás, sin embargo, debes
aprender a valorar un poco más y a realizar una constante autocrítica con
el fín de descubrir si realmente tiene razón o no esa persona con sus
palabras. Ejemplo: Si te dicen tonto, tu lo escuchas, lo que no significa que
debas afirmarlo de manera categórica.

 Te cuestionas esas afirmación y piensas: “Pues sí, tal vez soy un


poco tonto a veces”.
Entonces contestas: “Sí, a veces soy un poco tonto.”
 Si la otra persona insiste: “Pero eres muy tonto a veces.”
 Tú te cuestionas: “¿De verdad soy tan tonto? no, creo que no.”

Es ahí entonces cuando puedes llegar a la conclusión de que no eres tonto


solo porque una persona te lo diga, es tan solo una proyección de él, tú le
has escuchado, le has analizado y has visto que no tenía razón. De esta
manera has trabajado en mejorar tu atención a lo que dicen los demás y
has realizado tus propias conclusiones.

Es una buena práctica el hecho de hacer varias ventanas, en el trabajo, con


tus amigos, en casa, etc. Este proceso te hará ver cómo debes actuar en
cada grupo y ver qué cosas eres capaz de mejorar.

Recuerda siempre que las ventanas están absolutamente conectadas, lo


que significa que variando solo uno de los parámetros, los otro 3 se ven
afectados de manera intrínseca.

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