Actuaciones Antes Del Juicio Intimacion de Honorarios

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SALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp. AA20-C-2021-000111

Magistrado Ponente: HENRY JOSÉ TIMAURE TAPIA

En el juicio por estimación e intimación de honorarios profesionales


de abogado, incoado ante el Juzgado de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
estado Guárico, con sede en la ciudad de Valle de la Pascua, por los
ciudadanos JOSÉ GREGORIO CABEZA VIETTRY y MARIELA
ZULEIMA RAMÍREZ HERRERA, de nacionalidad venezolana,
abogados, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad
Nros. V-8.569.676 y V-9.591.365 en ese orden, e inscritos en el
I.P.S.A. bajo los Nros. 37.554 y 37.476 respectivamente, actuando
su propio nombre, y en su carácter de apoderados judiciales del
ciudadano EDGAR JOSÉ ESQUEDA, de nacionalidad venezolana,
abogado, mayor de edad, titular de las cédulas de identidad N° V-
15.100.003, e inscrito en el I.P.S.A. bajo el N° 167.631,
representados judicialmente a su vez por los ciudadanos abogados
Antonio Anato y Ramón Oscar Carmona, inscritos en el I.P.S.A.
bajo los Nros. 47.556 y 27.072 respectivamente, contra el ciudadano
RAFAEL ANTONIO PÉREZ ZARAZA, venezolano, titular de la
cédula de identidad N V-11.634.214, representado judicialmente por
los abogados Roger Eladio Rondón, Armando David Guiñan, García
y Celso Rafael Moreno, inscritos en el I.P.S.A. bajo los Nros.
51.427, 93.081 y 80.290 respectivamente; el Juzgado Superior en lo
Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del estado Guárico, con sede en la ciudad de San Juan de los
Morros, dictó sentencia en fecha 23 de octubre de 2020, mediante la
cual declaró:

“…PRIMERO: La inepta acumulación de las pretensiones de


conformidad con los artículos 78 y 341 del Código de Procedimiento
Civil y en consecuencia se declara INADMISIBLE la demanda,
interpuesta por los ciudadanos CABEZA VIETRY (sic) JOSÉ
GRERGORIO, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad N° V-8.569.676 y MARIELA RAMÍREZ, venezolana,
mayor de edad, titular de la cédula de identidad N° V-9.591.365, en
contra del ciudadano RAFAEL ANTONIO PÉREZ ZARAZA,
Venezolano, mayor de edad, titular (sic) 11.634.212, SEGUNDO:
Se REVOCA el fallo del Tribunal de Primera Instancia Civil,
Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado
(sic) Guárico, con sede en la ciudad de Valle de la Pascua.

TERCERO: Se Anula el auto de admisión de la demanda y se


ordena la reposición de la causa al estado que el Juzgado de Primera
Instancia Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial
del Estado (sic) Guárico, con sede en la ciudad de Valle de la
Pascua, se pronuncie sobre la admisión del libelo y declare la
inadmisibilidad de la demanda y así se determina. CUARTO: Por la
naturaleza del fallo no hay expresa condenatoria en costas y así se
establece…”. (Destacado de lo transcrito).-

Contra la referida decisión de alzada, la representación judicial de


los demandantes anunció recurso extraordinario de casación, en
fechas 3 de noviembre de 2020, 30 de diciembre de 2020 y 13 de
abril de 2021, siendo admitido mediante providencia del día 14 de
abril de 2021, y remitido el expediente a esta Sala.

En fecha 24 de mayo de 2021, la representación judicial de los


demandantes recurrentes formalizó el recurso extraordinario de
casación propuesto tempestivamente. Hubo impugnación.

Se dio cuenta en Sala en fecha 9 de julio de 2021.


Por cuanto en fecha 26 de abril de 2022, tomó posesión en su cargo
el Magistrado Dr. Henry José Timaure Tapia; designado en esa
misma fecha por la Asamblea Nacional de la República Bolivariana
de Venezuela, por un período constitucional de doce (12) años; se
reconstituyó la Sala de Casación Civil, de la manera siguiente:
Presidente, Magistrado Dr. Henry José Timaure Tapia;
Vicepresidente, Magistrado Dr. José Luis Gutiérrez Parra;
Magistrada Dra. Carmen Eneida Alves Navas.

Mediante auto de fecha 16 de mayo de 2022, fue reasignada la


ponencia de la presente causa al Magistrado Dr. Henry José Timaure
Tapia, quien con tal carácter suscribe este fallo.

Cumplidas las formalidades de ley, pasa la Sala a dictar sentencia,


bajo la ponencia del Magistrado que con tal carácter la suscribe, en
los términos siguientes:

-I-

Conforme a lo señalado en fallos de esta Sala de Casación Civil,


Nros. RC-254, expediente N° 2017-072, y RC-255, expediente N°
2017-675, de fecha 29 de mayo de 2018; reiterados en sentencias
Nros. RC-156, expediente N° 2018-272, del 21 de mayo de 2019, y
RC-432, expediente N° 2018-651 y RC-433, expediente N° 2019-
012, de fecha 22 de octubre de 2019, y nuevamente ratificado en
decisiones Nros. RC-152, expediente N° 2019-507, de fecha 24 de
septiembre de 2020, RC-483, expediente N° 2021-028, de fecha 30
de septiembre de 2021, y RC-133, expediente N° 2018-348, de fecha
16 de marzo de 2022, entre muchas otros decisiones de esta Sala, y
en aplicación de lo estatuido en decisión N° RC-510, expediente N°
2017-124, del 28 de julio de 2017 y sentencia de la Sala
Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia, N° 362,
expediente N° 2017-1129, del 11 de mayo de 2018, CON EFECTOS
EX NUNC y ERGA OMNES, A PARTIR DE SU PUBLICACIÓN,
esta Sala FIJÓ SU DOCTRINA SOBRE LAS NUEVAS
REGULACIONES EN EL PROCESO DE CASACIÓN CIVIL
VENEZOLANO, dado que se declaró conforme a derecho la
desaplicación por control difuso constitucional de los artículos 320,
322 y 522 del Código de Procedimiento Civil, y la nulidad del
artículo 323 eiusdem, y por ende también quedó en desuso el
artículo 210 ibídem, y en conformidad con lo previsto en el artículo
320 del Código de Procedimiento Civil, QUE EN SU NUEVA
REDACCIÓN SEÑALA: “…En su sentencia del recurso de
casación, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia, se pronunciará sobre las infracciones denunciadas,
PUDIENDO EXTENDERSE AL FONDO DE LA
CONTROVERSIA Y PONERLE FIN AL LITIGIO…”, y dado,
QUE SE ELIMINÓ LA FIGURA DEL REENVÍO EN EL
PROCESO DE CASACIÓN CIVIL, como regla, y lo dejó sólo de
forma excepcional cuando sea necesaria LA REPOSICIÓN DE LA
CAUSA, esta Sala pasa de dictar sentencia en atención a dicha
reforma judicial incorporada al proceso de casación civil, en los
términos siguientes:

-II-

PUNTO PREVIO

CUESTIÓN DE DERECHO CON INFLUENCIA DECISIVA


SOBRE EL MÉRITO O CUESTIÓN JURÍDICA PREVIA

Primeramente es necesario referir lo que esta Sala ha establecido de


manera pacífica y reiterada, en relación a la carga que tiene el
formalizante de atacar en forma previa o en primer término a
cualquier otro particular del juicio, la cuestión de derecho con
influencia decisiva sobre el mérito o cuestión jurídica previa, en la
cual se fundamente una sentencia, tal como ocurre en este caso con
la decisión recurrida, donde la alzada declaró la inadmisibilidad de
la demanda por la inepta acumulación de pretensiones en el presente
juicio; tal y como se observa de la sentencia (hoy recurrida), la cual
señaló:

“…Visto lo anterior, esta superioridad, observando que la presente


controversia se centra en el cobro de unos honorarios de abogados,
los cuales, la demandante los define como judiciales, aun cuando
una parte de estos honorarios reclamados se devengaron en
actividades anteriores a la existencia de actuaciones en juicios y que
los denomina extraprocesales y a los que a su vez considera que la
vía para su cobro es la que le corresponde a los honorarios
judiciales.

(…Omissis…)

Volviendo al caso bajo estudio, los profesionales del derecho, en


general y en especial los que administramos justicia tenemos que
entender que cuando citamos una jurisprudencia no sucede como
sucedía en la roma (sic) arcaica, en la que, nos cuenta Kunkel W, los
pontífices tenían poderes mágicos, en nuestro caso debemos
materializar toda la actividad probatoria, alegar, probar, en la
oportunidad idónea y no esperar que de forma misteriosa y mágica
la actividad probatoria que se dio en el curso procesal que culmino
(sic) en esa jurisprudencia que hoy citamos surta los esperados
efectos en nuestro caso en particular, en consecuencia, es obligante
para quien aquí suscribe declarar que no quedo probado en autos que
las actuaciones aquí abordadas fueron indispensables y necesarias y
por tanto extra procesales y así decide. Cúmplase.

Ahora bien, esas actuaciones fuera de los juicios que la demandante


efectuó debemos catalogarlas, nos enseña bello H. (2003; 42) que
los honorarios extrajudiciales, desde la perspectiva del artículo 22 de
la Ley de Abogados, “…son aquellos producidos por las actuaciones
realizadas por el profesional del derecho, fuera del decurso de un
proceso jurisdiccional…”

Visto lo anterior, no queda otro remedio que catalogarlas de


extrajudiciales, ¿por que? Fueron actuaciones que se materializaron
antes de toda la actividad judicial que la demandante desplegó a
favor de su anterior cliente hoy demandado. Y así se hace.
Cúmplase.

(…Omissis…)

El cobro de honorarios judiciales debe tramitarse según el


procedimiento previsto en el artículo 607 del CPC, mientras que el
cobro de los honorarios extrajudiciales deben tramitarse por el
procedimiento breve bajo el sustento de los artículos 881 y
siguientes del CPC, es indiscutible que los referidos procedimientos
resultan incompatibles entre sí. Y así se decide.

Al respecto el artículo 78 del CPC explana:

(…Omissis…)

Visto que la anterior disposición es de orden público, considerando


que la jurisprudencia patria es inveterada, pacífica y reiterada y está
perfectamente coordinada con el referido artículo 78 del CPC es
imperioso para este tribunal declarar, en esta causa, la inepta
acumulación de pretensiones y así se decide.

Como consecuencia del anterior pronunciamiento, en estricta


sujeción al artículo 78 del CPC en concordancia con el 341 se
revoca el fallo, se anulan todas las actuaciones y se declara
inadmisible la demanda, finalmente habiéndose detectado de oficio
la inepta acumulación quien aquí juzga considera que es inoficioso
entrar a conocer y revisar los alegatos de fondo. Así se establece…”.
(Destacados de la Sala).
Al efecto, esta Sala en torno a la existencia de una cuestión de
derecho con influencia decisiva sobre el mérito o cuestión jurídica
previa, en la cual se fundamenta la sentencia, en su fallo N° RC-235,
de fecha 10 de mayo de 2018, expediente N° 2017-406, caso:
Virgilio Vieira Felipe contra Agregados y Premezclado La Ceiba
C.A., bajo la ponencia del mismo Magistrado que suscribe la
presente decisión; que ratifica lo establecido en sentencia N° RC-
504, de fecha 17 de septiembre de 2009, expediente N° 2007-900,
caso: Chee Sam Chang contra Manuel Lorenzo Benítez González y
otra, que refiere al fallo Nº RC-306, de fecha 23 de mayo de 2008,
expediente Nº 2007-904, caso: Representaciones Valeri Fashion F.,
C.A., contra las sociedades mercantiles Administradora Alegría,
C.A. y Centro Importador Abanico, C.A., que fue reiterada en fallo
N° RC-824, de fecha 9 de diciembre de 2008, expediente N° 2008-
095, caso: La Rinconada C.A., contra los ciudadanos Gladys
Gubaira de Matos y otros, estableció lo siguiente:

“…Ahora bien, sobre la cuestión jurídica previa en la sentencia de


mérito, la Sala ha establecido de forma reiterada, entre otras, en
sentencia de fecha 25 de mayo de 2000, Caso: Rose Marie Convit de
Bastardo y otros c/ Inversiones Valle Grato C.A. que:

‘(…) cuando el Juez resuelve una cuestión de derecho con influencia


decisiva sobre el mérito del proceso, debe el recurrente, en primer
término, atacarla en sus fundamentos esenciales, pues si los hechos
invocados y la norma jurídica que le sirve de sustento legal no
existen o ésta fue mal aplicada, o por el contrario, tienen otros
efectos procesales distintos a los establecidos en la Alzada, o en el
caso, por el Tribunal de Reenvío, el recurrente está obligado a
combatirlos previamente; y si tiene éxito en esta parte del recurso,
podrá, en consecuencia, combatir el mérito mismo de la cuestión
principal debatida en el proceso…’.

En igual sentido, este Alto Tribunal estableció en decisión de fecha


24 de septiembre de 2003, Caso: Construcciones y Mantenimiento S
Y P C.A., c/Rasacaven S.A., que:

‘(…) el formalizante omitió impugnar, a través de su denuncia de


actividad, la cuestión jurídica previa establecida por la recurrida…
Sobre la carga del formalizante de atacar la cuestión jurídica previa
establecida, la Sala de Casación Civil ha señalado lo siguiente: ‘…
Como previamente fue establecido, en el caso bajo estudio, el Juez
de la recurrida se basó en una cuestión jurídica previa para declarar
sin lugar la demanda…´, que de conformidad con la doctrina de esta
Sala ha debido ser atacado en forma previa por el formalizante ya
sea bajo el amparo de denuncias por defectos de forma o por
defectos de fondo…’.(Mayúsculas y cursivas del texto).

Es claro, pues, que el recurrente ha debido combatir el


pronunciamiento del Juez Superior…”. (Destacado de la Sala).

En consecuencia, dado que el juez basó su decisión, en una cuestión


de derecho con influencia decisiva sobre el mérito o cuestión
jurídica previa, como lo es la inadmisibilidad de la demanda por la
inepta acumulación de pretensiones en el presente juicio; ya que esta
tiene fuerza suficiente para descartar cualquier otro pronunciamiento
sobre los alegatos y pruebas vinculadas al fondo o mérito de la
controversia; esta Sala por consiguiente conocerá de las denuncias
contenidas en el escrito de formalización, si el recurrente ataca con
prioridad, dicho pronunciamiento previo de derecho. Así se
establece.

-III-

DEL RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACIÓN

PUNTO PREVIO

En este caso esta Sala considera necesario, por razones


metodológicas o de metodología, alterar el orden de conocimientos
de las denuncias presentadas en el escrito de formalización del
recurso extraordinario de casación, y procede a analizar la denuncia
única por infracción de ley, contenida en el escrito de formalización;
todo ello, de conformidad con lo estatuido en la doctrina pacifica,
reiterada y diuturna de esta Sala, reflejada en sus fallos N° RC-394,
de fecha 20 de junio de 2017, expediente N° 2017-281, caso:
Colegio Humboldt C.A., contra Inversiones AZM 44, C.A., y otra,
N° RC-686, de fecha 13 de diciembre de 2018, expediente N° 2017-
766, caso: Efigenia Del Carmen Hernández Romero contra Otto
Séiler Lazarvic y otra, y N° RC-175, de fecha 22 de junio de 2022,
expediente N° 2019-311, caso: FM POWER Materiales Eléctricos,
C.A. contra Importadora USY C.A., entre muchas otras, que permite
a esta Sala entrar a conocer de forma directa después de un estudio
minucioso del escrito de formalización de una denuncia de
infracción de ley que vicie de nulidad el fallo recurrido, en atención
a los principios expectativa plausible, confianza legítima, estabilidad
de criterio y tutela judicial efectiva o eficaz, en una interpretación de
la ley en forma estable y reiterativa, para una administración de
justicia idónea, responsable, con transparencia e imparcialidad,
evitando cualquier reposición inútil que genere un retardo y desgaste
innecesario de la jurisdicción, conforme a lo estatuido en los
artículos 2, 21, 26, 49, 51 y 257 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que adoptan un Estado Democrático y
Social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la
libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la
responsabilidad social, que garantice el derecho a la defensa y un
debido proceso, y en general, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo político; el derecho de igualdad
para acceder a la justicia, de petición, a la tutela judicial efectiva de
los derechos, de forma equitativa, sin formalismos inútiles, en un
proceso como instrumento fundamental para la realización de la
justicia. Así se declara.

DENUNCIA POR INFRACCIÓN DE LEY

ÚNICA:

Con fundamento en el ordinal 2°, del artículo 313 del Código de


Procedimiento Civil, se denuncia en la recurrida la infracción de los
artículos 78 y 361 eiusdem, por haber incurrido el juez ad quem en
el vicio de falsa aplicación, con base en la siguiente argumentación:

“…Como fuera expuesto la recurrida soporta su decisión sobre la


inepta acumulación en la naturaleza extraprocesal de ciertas
actuaciones intimadas.

Refiere en el sentido indicado que:

‘…Ahora bien, esas actuaciones fuera de los juicios que la


demandante efectuó debemos catalogarlas, no (sic) enseña Bello H
(2003; 42) que los honorarios extrajudiciales. (sic) Desde la
perspectiva del artículo 22 de la Ley de Abogados ‘…son aquellos
producidos por las actuaciones realizadas por el profesional de
derecho, fuera del decurso de un proceso jurisdiccional…’

Visto lo anterior, no queda otro remedio que catalogar de


extrajudiciales, ¿Por qué? Fueron actuaciones que se materializaron
antes de toda la actividad judicial que la demanda desplegó a favor
de su anterior cliente hoy demandado. Y así se hace. Cúmplase.’

El dislate anterior es contrario a la doctrina que tiene establecida al


efecto esta Sala de Casación, que en efecto indica:

‘En efecto, de acuerdo con el criterio del formalizante, sólo


constituirían actuaciones judiciales aquellas realizadas y reflejadas
en el expediente más no aquellas que teniendo relación directa con
el expediente no aparecen allí.

Es criterio de este Máximo Tribunal que todas aquellas operaciones


necesarias para la instauración del juicio o para poder obtener la
satisfacción de las pretensiones mediante una sentencia favorable o a
través de un acto de autocomposición procesal, son actuaciones
judiciales.

No puede concebirse la idea del ejercicio de una acción si antes no


se estudió el asunto y se redactó el correspondiente libelo, así como
tampoco se puede aspirar a que se recabe y prepare el material
probatorio, que se informe al patrocinado del curso del proceso o
que se lleven a cabo reuniones con la contraparte o con sus
representantes, de manera totalmente desvinculada del litigio en
cuestión.

Considera la Sala que las labores indicadas por el recurrente como


extrajudiciales, participan más bien de la naturaleza de
extraprocesales por cuanto no se realizaron en el expediente, mas no
extrajudiciales, desde luego que todas las actividades que sean
necesarias o indispensables para la existencia del juicio o para la
mejor defensa de los derechos del patrocinado o para acceder a un
acto de autocomposición procesal o que sean consecuencia
inmediata y directa del juicio deben ser consideradas como
judiciales aun cuando se consumen extraproceso.

En mérito de lo anterior, debe concluirse que las actividades


indicadas por el recurrente pueden ser extra procesales, pero no por
ello extrajudiciales y, por tal razón no existió la inepta acumulatio
invocada por el formalizante…’.

Como queda en evidencia la casación tiene instaurada dos categorías


claras de honorarios de abogados, judiciales y extrajudiciales, siendo
que los judiciales, son relacionados con el juicio, sean derivados de
actuaciones procesales o extraprocesales, lo que significa, que no es
un tema de si la actuación del abogado se realizó dentro o fuera del
proceso, si no si era necesario o indispensable para este.

Lo anterior, pone de relieve que la discusión no depende de un


hecho específico o una prueba en particular, sino de la condición, de
necesario o indispensable, que reviste la actuación, y eso,
Ciudadanos Magistrados, no es un hecho, es una calificación
jurídica que debe hacer el Juez (sic).
La recurrida para evadir la discusión central se ampara en una
fórmula vaga e imprecisa, como se cita: “…es obligante para quien
aquí decide declarar que no quedó probado en autos que las
actuaciones fueran indispensables y necesarias y por tanto
extraprocesales y así se decide.”.

Lo que ocurre es que la recurrida, no se percata que la condición de


indispensables y necesarias de las actuaciones intimadas es un tema
de calificación, y no de hecho, lo que se traduce que era menester
que el juez hiciera la calificación, cosa que no hizo y sobre la cual
no hay pronunciamiento (como fuera denunciado anteriormente).

A partir de aquí la recurrida se limita a soportar su decisión es una


errada calificación jurídica, como es la de considerar como
extraprocesales las actuaciones intimadas, lo que la lleva a incurrir
en una falsa aplicación de los artículos 78 y 361 del Código de
Procedimiento Civil.

(…) en el presente caso, la recurrida incurrió en falsa aplicación de


los artículos 78 y 361 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto
dichas normas, tal como ya señalamos, no eran las llamadas a
resolver la discusión, pues en el caso de marras, se trataba de
actuaciones judiciales extraprocesales, por ser necesarias e
indispensables para el juicio.

Lo anterior, significa que la recurrida aplicó unas normas jurídicas a


una situación de hecho que no es la contemplada en dichos artículos.

Dichas infracciones son determinantes en el dispositivo del fallo ya


que, la falsa aplicación de dichas normas llevó a la recurrida a
concluir que en el presente caso había un supuesto de inepta
acumulación y declaró inadmisible la demanda, porque según ella,
esas actuaciones ‘extraprocesales’ eran actuaciones extrajudiciales
de los Abogados (sic), errando la calificación al darla por sentada y
tomándolas como que no eran en efecto ni indispensables ni
necesarias, lo que es un error como aquí se denuncia (o una omisión
de pronunciamiento como se denuncia en la delación anterior)…”.
Destacado de los transcrito.

Para decidir, la Sala observa:

Los intimantes recurrentes delatan que el juez de la recurrida


incurrió en la falsa aplicación de los artículos 78 y 361 del Código
de Procedimiento Civil, al declarar la inepta acumulación de
pretensiones, considerando que las actuaciones generadoras de
honorarios cuya intimación y estimación se demandaron, eran
extrajudiciales por haberse materializado antes de que iniciaran los
procesos judiciales en los que los hoy intimantes representaron
judicialmente al accionado, aun y cuando, según la propia doctrina
de esta Sala, consideraba que todas las actuaciones necesarias para
la instauración del juicio se consideran actuaciones judiciales
(extraprocesales), indistintamente de si fueron generados fuera del
proceso judicial para el cual son requeridas.

Al respecto, expresan los recurrente, que el juez ad quem debía


establecer si las actuaciones alegadas realizadas fuera del proceso
judicial fueron o no necesarias e indispensables para los juicios en
los que el intimado fue representado y asistido por los intimantes,
agregando que si bien el juez declaró que no se pudo probar la
naturaleza judicial de las actuaciones extraprocesales alegadas, con
base en que no se podía determinar si las mismas resultaron
indispensables y necesarias para el juicio, su deber consistía en
calificarlas correctamente, por lo cual su decisión se fundamenta en
una errada calificación jurídica que infringe los artículos 78 y 361
del Código de Procedimiento Civil, lo cual resulta determinante en
el dispositivo del fallo, ya que, al considerar que las actuaciones que
motivaron la presente acción, son de naturaleza incompatible,
concluye que en el presente caso había una inepta acumulación de
pretensiones, y por ende inadmisible la demanda.

Ahora bien, respecto al vicio por falsa aplicación de una norma, la


misma sucede cuando el juez aplica una determinada norma jurídica
a una situación de hecho que no es la contemplada en ella, es decir,
se trata del error que puede provenir de la comprobación de los
hechos o del error en la calificación jurídica de la hipótesis concreta.
(Cfr. Fallo N° RC-162, de fecha 11 de abril de 2003, expediente N°
2001-305, caso: Jorge Tacoronte contra Arturo Brito).

De manera que, si el juez aplica falsamente una determinada norma


jurídica a una situación de hecho no contemplada en ella, está
dejando de aplicar aquella que contiene el supuesto abstracto en el
que puede ser subsumida la referida situación; por ello, el
formalizante está obligado a señalar expresamente cuál es la norma
jurídica que la alzada debió aplicar y no aplicó, debiendo alegar y
fundamentar las razones para su aplicación. (Cfr. Sentencia N° RC-
809, de fecha 18 de noviembre de 2016, expediente N° 2016-179,
caso: Elba María Angarita Rodríguez contra Inversora Mendi Eder,
C.A.).
En ese sentido, las normas denunciadas en esta oportunidad,
sostienen lo siguiente:

“…Del Código de Procedimiento Civil

“…Artículo 78.- No podrán acumularse en el mismo libelo


pretensiones que se excluyan mutuamente o que sean contrarias
entre sí; ni las que por razón de la materia no correspondan al
conocimiento del mismo Tribunal; ni aquéllas cuyos procedimientos
sean incompatibles entre sí.

Sin embargo, podrán acumularse en un mismo libelo dos o más


pretensiones incompatibles para que sean resueltas una como
subsidiaria de otra, siempre que sus respectivos procedimientos no
sean incompatibles entre sí…”.

“…Artículo 361.- En la contestación de la demanda el demandado


deberá expresar con claridad si la contradice en todo o en parte, o si
conviene en ella absolutamente o con alguna limitación y las
razones, defensas y excepciones perentorias que creyere conveniente
alegar.

Junto con las defensas invocadas por el demandado en la


contestación podrá éste hacer valer la falta de cualidad o la falta de
interés en el actor o en el demandado para intentar o sostener el
juicio y las cuestiones a que se refieren los ordinales 9 º, 10 y 11 del
artículo 346, cuando estas últimas no las hubiese propuesto como
cuestiones previas.

Si el demandado quisiere proponer la reconvención o mutua petición


o llamar a un tercero a la causa, deberá hacerlo en la misma
contestación…”.

Ahora bien, con el objeto de evidenciar la naturaleza de las


actuaciones cuyos honorarios pretenden demandar los intimantes, la
Sala considera oportuno transcribir un extracto del escrito libelar,
que riela en los folios 1 al 57 de la primera pieza del expediente:

“…Nosotros, JOSÉ GREGORIO CABEZA VIETTRY, y


MARIELA ZULEIMA RAMIREZ (sic) HERRERA (…) actuando
en este acto en nuestro propio nombre y en ejercicio de nuestros
propios derechos, así como en representación del abogado, EDGAR
JOSÉ ESQUEDA (…) respetuosamente ocurrimos, a los fines de
ESTIMAR E INTIMAR, al ciudadano RAFAEL ANTONIO PÉREZ
ZARAZA (…) por concepto de HONORARIOS
PROFESIONALES, que han sido causados en diversos juicios,
procedimientos e incidencias, donde ejercimos su defensa y
representación, los cuales se identificarán a lo largo de este libelo,
cuestión que procedemos a hacer, en los siguientes términos:

CAPÍTULO I

DE LOS ANTECEDENTES JUDICIALES DE DONDE DIMANA


EL DERECHO AL COBRO DE LOS HONORARIOS QUE SE
RECLAMAN.-

Ciudadano Juez (sic), las actuaciones y actividad profesional


desplegada por nosotros a representar al ciudadano RAFAEL
ANTONIO PÉREZ ZARAZA, antes identificado, se realizaron y
desplegaron en dos (2) procesos jurisdiccionales, a saber:

1.- En el procedimiento contentivo de separación de bienes por la


administración irregular de uno de los cónyuges (en este caso de
PÉREZ ZARAZA) (…).

Una vez iniciado los trámites citatorios correspondientes en este


proceso judicial, nos dimos por citado, y como sus APODERADOS
JUDICIALES debidamente constituidos, dimos formal contestación,
(…) a la demanda incoada en su contra, alegando y argumentado
todas las excepciones y defensas que fueron convenientes oponer en
resguardo de su derecho a la defensa, y entre estas opusimos la falta
de cualidad e interés tanto de la demandante cuanto del demandado,
para intentar y sostener ese juicio (…) (LA DEFENSA ANTERIOR
FUE DECLARADA CON LUGAR EN TPDAS SUS PARTES
POR EL JUZGADO DE LA PRIMERA INSTANCIA).

(…Omissis…)

Como se observa, ciudadano Juez (sic) el Tribunal (sic) de la causa,


dictó sentencia definitiva, declarando inadmisible la pretensión
incoada en contra de PÉREZ ZARAZA, tal como esta
representación judicial lo había peticionado.

(…Omissis…)

En este proceso, igualmente se suscitó discusión y contradicción en


sede cautelar, decretándose una serie de medidas típicas e
innominadas a solicitud de la demandante, según consta en AUTO
de este Tribunal (...) contra el mismo, en la oportunidad legal
prevista para ello, ejercimos oposición (…) y este Tribunal,
acogiendo nuestros alegatos, (…) dictó sentencia (…) declarando
CON LUGAR la oposición formulada, y en consecuencia,
REVOCÓ la totalidad de las medidas típicas e innominadas
decretadas en su contra.

(…Omissis…)

2.- En el marco del procedimiento contentivo de solicitud de


divorcio ex-artículo 185-A del Código Civil, que peticionaran
PÉREZ ZARAZA junto para ese entonces cónyuge YESSICA
CAROLINA VILLEGAS SOLER (…) y en donde fuera declarado
disuelto el vínculo conyugal entre ellos, según consta de sentencia
de fecha proferida el día 02 de mayo de 2012, la mentada ciudadana
YESSICA CAROLINA VILLEGAS SOLER, solicitó la NULIDAD
de dicha sentencia de divorcio, en fecha 10 de octubre de 2017.

El TRIBUNAL DE MUNICIPIO que decretó el divorcio, en fecha


16 de octubre de 2017, DECLINÓ LA COMPETENCIA, (…) así
tenemos, que fue el JUZGADO SEGUNDO (2do) DE
SUSTANCIACIÓN, MEDIACIÓN Y EJECUCIÓN DE
PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO GUÁRICO (…) a
quien le correspondió conocer el asunto (…) y es dicho Órgano (sic)
Jurisdiccional (sic) el que (…) asume la competencia del caso
respecto a las Instituciones (sic) Familiares (sic) de la menor hija
matrimonial, y planteando conflicto negativo de competencia
respecto a la citada solicitud de nulidad de la sentencia de divorcio
proferida por el Tribunal (sic) de Municipio, remitiendo las
actuaciones correspondientes del expediente a la SALA PLENA
DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA.

Así vemos, que ante la sede jurisdiccional de los TRIBUNALES DE


LOPNNA, se realizaron en defensa de los derechos e intereses de
PÉREZ ZARAZA, por lo menos SEIS (6) actuaciones judiciales
(…).

(…Omissis…)

3.- En el marco del procedimiento del conflicto negativo de


competencia suscitado, que cursó y dirimió la SALA PLENA DEL
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, esta ex - representación
judicial, actuó solicitando una serie de peticiones basado en
argumentos tanto fácticos cuanto jurídicos y jurisprudenciales, que
fueron acogidos por esa Máxima Instancia, en decidir sobre la
competencia (…).

(…Omissis…)
CAPÍTULO II

DE LAS ACTUACIONES EXTRAPROCESLES Y JUDICIALES


PROPIAMENTE DICHAS REALIZADAS, QUE SE ESTIMAN E
INTIMAN EN ESTE PROCEDIMIENTO

Ciudadano Juez (sic), es el caso, que PÉREZ ZARAZA, nos


contacta personalmente en el mes de noviembre de 2017; (…) a
objeto de requerir nuestros servicios profesionales de abogado, ante
lo cual, decidimos, luego de haber ponderado el asunto, aceptar su
patrocinio, en los procedimientos incidencias señalados ut-supra.

En efecto, tanto en los días que comprendieron el mes antes


indicado, en que fueron requeridos nuestros servicios profesionales
de abogado, cuanto los días previos a la fecha de nuestros primeros
actos judiciales en su defensa e interés (OPOSICIÓN CAUTELAR
(…)) (…) y luego, incluso antes y después, en que fueron dictadas
las sentencias a su favor (en sede preventiva como de fondo del
litigio), fue menester no sólo programar, sino concertar y realizar
múltiples actuaciones, reuniones y entrevistas de trabajo, de nosotros
en conjunto o separadamente con nuestro cliente, relacionadas
íntimamente con el objeto de la defensa encomendada; así, en
efecto, se efectuaron y sostuvieron variadas reuniones y entrevistas
de trabajo como dijimos, con PÉREZ ZARAZA personalmente, en
Zaraza (…) ora nuestra residencia familiar, en donde tenemos
nuestro Despacho (…), ora en su residencia (…), los días: Lunes 11
de diciembre (…) siendo un total de 32 días de realizar múltiples
actuaciones, reuniones y entrevistas de trabajo.

Aparte, a los fines del ejercicio de la defensa se hizo un estudio tanto


doctrinal como jurisprudencial del asunto, se examinó las diferentes
alegaciones, argumentos, defensas y excepciones a ejercerse,
tomando en consideración la importancia del caso, su cuantía, y las
diferentes variables legales que pudiesen presentarse, para sí, no
solo definir la estrategia procesal a acometerse, sino efectivamente a
implementarla (…).

Así, ciudadano Juez (sic), como se observa, no solo antes de


proceder a darnos pro citados en nombre de PÉREZ ZARAZA, y dar
contestación a la demanda que cursó en este Tribunal (sic), sino
también en los demás procedimientos e incidencias referidas e
indicadas precedentemente, realizamos una serie de actividades,
labores, entrevistas, reuniones y actuaciones, que la doctrina y
jurisprudencia han dicho que son de naturaleza extraprocesal, ya
que, aun cuando, no se realizaron ni patentizan en los respectivos
expedientes e incidencias de dichas causas, no por ello, en ningún
caso, deben considerarse como actuaciones extrajudiciales; sino, que
según lo ha definido la jurisprudencia patria, deben al contrario,
considerarse como actuaciones netamente judiciales aun cuando
fueron consumadas extraproceso, a los que tenemos derecho de
cobrar y se nos paguen por el obligado, y así respetuosamente
pedimos lo considere este Juzgado (sic) en su oportunidad.

En apoyo de lo anterior, citamos e invocamos aplicable, sentencia


del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación Civil, en
fecha 27 de abril de 2000 (…).

(…Omissis…)

Por lo expuesto precedentemente y haciendo nuestro el criterio


sustentado por nuestro Máximo (sic) Tribunal (sic), las actuaciones
extraprocesales indicadas en párrafos anteriores, precedentes a las
actuaciones propiamente judiciales realizadas en los citados
procedimientos e incidentes (sic) DEBEN CONSIDERARSE
ACTUACIONES JUDICIALES y así lo alegamos, en espera de que
dicho criterio casacional, lo haga suyo este Órgano
Jurisdiccional…”. (Destacados de los transcrito).

De lo anteriormente expuesto se puede observar que los intimantes


en su escrito libelar, desde un primer momento, pretendieron la
estimación e intimación de honorarios profesionales causados en “…
en diversos juicios, procedimientos e incidencias…” en los cuales
representaron y defendieron al ciudadano Rafael Antonio Pérez
Zaraza, hoy intimado en el presente juicio.

Lo anterior queda evidenciado, puesto que de la misma estructura


del referido escrito de la demanda, los intimantes dedican su primer
capítulo a los antecedentes judiciales que generaron el derecho al
cobro de los honorarios profesionales, en el cual especifica que los
mismos se produjeron con ocasión de un primer juicio por
separación de bienes en el que el referido ciudadano Rafael Antonio
Pérez Zaraza era parte demandada y un segundo juicio por divorcio,
específicamente luego de que contra éste se intentara la nulidad de
sentencia de divorcio.

Asimismo, se observa que los intimantes, en el segundo capítulo de


su escrito libelar, titulado “…DE LAS ACTUACIONES
EXTRAPROCESALES Y JUDICIALES PROPIAMENTE
DICHAS REALIZADAS, QUE SE ESTIMAN E INTIMAN EN
ESTE PROCEDIMIENTO…”, fundamentaron en doctrina de esta
Sala de Casación Civil, su pretensión de exigir el pago de los
honorarios profesionales derivado de las actuaciones realizadas
dentro de ambos procesos judiciales, así como también del pago de
aquellas actuaciones, específicamente reuniones y entrevistas de
trabajo, ocurridas con anterioridad y posterioridad a dichos juicios,
las cuales calificaron como actuaciones “…extraprocesales…” que,
si bien no se realizaron en los respectivos expedientes, deben
igualmente considerarse como actuaciones judiciales.

En tal sentido, los intimantes insisten en que fueron contactados en


el mes de noviembre de 2017, por el ciudadano Rafael Antonio
Pérez Zaraza, para representarle y defenderle precisamente en los
procedimientos e incidencias ocurridos en los juicios anteriormente
señalados.

Ahora bien, en relación con la pretensión de los intimantes, el juez


de alzada estableció lo siguiente:

“…MOTIVA

Manifiestan los demandantes que su derecho surge por virtud de la


defensa técnica profesional que le propiciaron al demandado en dos
procesos jurisdiccionales, en ese sentido enumeran y describen todas
la (sic) actuaciones dentro de los referidos procesos y otras, que a
pesar de estar fuera de esos procesos, por cuanto consistieron en
reuniones, conferencias y llamadas telefónicas, los demandantes
piden sean consideradas judiciales y, desde su particular perspectiva,
las denominan ‘extraprocesales’.

(…Omissis…)

Considerando que la demandada insiste en que se ha materializado


inepta acumulación por cuanto esas actividades de asistencia y
defensa fuera de un juicio las definen como extra judiciales y para
cobrar estas el procedimiento a seguir es incompatible con el
procedimiento para el cobro de honorarios judiciales.

Este tribunal para decidir observa: como se expreso (sic) antes, la


demandante pretende estimar e intimar honorarios profesionales de
abogado que se originaron en ‘por lo menos 32 entrevistas y
reuniones de trabajos que se realizaron con nuestro ex cliente
PÉREZ ZARAZA en el período comprendido desde el mes de
noviembre de 2017, en que fueron requeridos nuestros servicios
profesionales de abogado…’

La demandante expuso que para el cobro de estas actuaciones se


debía utilizar el procedimiento para el cobro de honorarios
judiciales, aun cuando esas ‘…32 entrevistas…’ se materializaron
fuera de un proceso judicial estas no debían considerarse
extrajudiciales, más bien las consideran extraprocesales y se deben
cobrar, desde su particular enfoque, utilizando la misma vía procesal
que se utiliza para la estimación e intimación de honorarios
judiciales.

La demandada fundó su particular petición en el fallo N° 134, de


fecha 27-04-2000, proferido por el Tribunal Supremo de Justicia
(TSJ) en Sala de Casación Civil. El fallo citado, entre otros aspectos,
expone: ‘…todas aquellas operaciones necesarias para la
instauración del juicio o para poder obtener la satisfacción de las
pretensiones mediante una sentencia favorable o a través de un acto
de autocomposición procesal son actuaciones judiciales…’

El ad (sic) quo acogió el referido criterio, lo remarco (sic) utilizando


el fallo N° RC. 000544, proferido en fecha 24-09-2013 por el TSJ en
Sala de Casación Civil. El referido fallo explana: ‘…todas aquellas
operaciones y actuaciones realizadas para la interposición del juicio,
con el fin de obtener la satisfacción de las pretensiones a través de la
sentencia favorable o por medio de un acto de autocomposición
procesal, se consideran actuaciones judiciales y extraprocesales…’

Sustentado en el fallo anterior el ad (sic) quo no permitió que


prosperara la inepta acumulación de pretensiones alegada por la
demandada en la cuestión previa opuesta y adquirió para sí la
argumentación del demandante.

En resumen, el criterio de quienes elaboraron los fallos citados por


la demandante y el ad quo (sic), relativos a las actuaciones
extraprocesales, se resume en que todas aquellas actuaciones que se
materializan fuera de un proceso judicial, pero que son actividades
indispensables, necesarias, para defender los derechos, plantear un
juicio, lograr la autocomposición procesal, que sean una
consecuencia del juicio, deben ser consideradas extraprocesales y
tienen conferido el carácter de actuaciones judiciales, por tanto, la
vía para su cobro debe ser la utilizada para cobrar los honorarios
judiciales.

El artículo 1.354 del Código Civil Venezolano (CCV) expresa:

(…Omissis…)

En esa misma óptica el artículo 506 del Código de Procedimiento


Civil (CPC) plantea:

(…Omissis…)
Este sentenciador, bajo la óptica de los artículos citados debe
verificar si en efecto la demandante probó que las actividades que
ella denomina extraprocesales fueron necesarias e indispensables
para instaurar los juicios y defender los derechos de su cliente hoy
aquí demandado.

Luego de la revisión del escrito de pruebas de la demandante, que es


el acto idóneo, de carácter preclusivo, en el que se debe probar lo
alegado en autos, se verifico (sic) que las actuaciones judiciales
están detalladamente descritas y pormenorizadas, no así, las
actuaciones que la demandante denomina extraprocesales.

Es importante remarcar que esas actuaciones denominadas, por el ad


(sic) quo y la demandante extraprocesales deben ser; desde la
perspectiva de los fallos (…) proferidos por el TSJ en Sala de
Casación Civil; indispensables y necesarias para la instauración del
juicio, la defensa de los derechos, la materialización de actos de
autocomposición procesal y unas actividades con ese especial
carácter son susceptibles de ser probadas mediante la utilización de
una importante variedad de medios de prueba. Y así se decide.

El ad (sic) quo en su fallo no hizo el ejercicio intelectual de valorar


las pruebas que lograrán el convencimiento de que esas actuaciones
fuera del proceso judicial estuvieran caracterizadas por ser
indispensables y necesarias para la instauración del juicio, la defensa
de los derechos, la materialización de actos de autocomposición
procesal, al respecto solo se limito (sic) a expresar:

(…Omissis…)

Este juzgado superior no comparte esa simplicidad en los


argumentos del ad quo (sic), era necesario que este explicara por que
(sic) fueron necesarias e indispensables y debía señalar en cuales
(sic) elementos, de los aportados por la demandante, afincaba ese
convencimiento que expreso tener. Y así se resuelve.

(…Omissis…)

Volviendo al caso bajo estudio, los profesionales del derecho, en


general y en especial los que administramos justicia tenemos que
entender que cuando citamos una jurisprudencia no sucede como
sucedía en la roma (sic) arcaica, en la que, nos cuenta Kunkel W,
los pontífices tenían poderes mágicos, en nuestro caso debemos
materializar toda la actividad probatoria, alegar, probar, en la
oportunidad idónea y no esperar que de forma misteriosa y mágica
la actividad probatoria que se dio en el curso procesal que culmino
(sic) en esa jurisprudencia que hoy citamos surta los esperados
efectos en nuestro caso en particular, en consecuencia, es obligante
para quien aquí suscribe declarar que no quedo probado en autos que
las actuaciones aquí abordadas fueron indispensables y necesarias y
por tanto extra procesales y así decide. Cúmplase.

Ahora bien, esas actuaciones fuera de los juicios que la demandante


efectuó debemos catalogarlas, nos enseña Bello H. (2003; 42) que
los honorarios extrajudiciales, desde la perspectiva del artículo 22 de
la Ley de Abogados, ‘…son aquellos producidos por las actuaciones
realizadas por el profesional del derecho, fuera del decurso de un
proceso jurisdiccional…’

Visto lo anterior, no queda otro remedio que catalogarlas de


extrajudiciales, ¿por que (sic)? Fueron actuaciones que se
materializaron antes de toda la actividad judicial que la demandante
desplegó a favor de su anterior cliente hoy demandado. Y así se
hace. Cúmplase.

La jurisprudencia invocada, pacífica del Tribunal Supremo de


justicia en la sala de casación civil (sic), reiterada por este fallo N°
RC.000555, de fecha 10-08-2017 expresa que:

(…Omissis…)

El cobro de honorarios judiciales debe tramitarse según el


procedimiento previsto en el artículo 607 del CPC, mientras que el
cobro de los honorarios extrajudiciales deben tramitarse por el
procedimiento breve bajo el sustento de los artículos 881 y
siguientes del CPC, es indiscutible que los referidos procedimientos
resultan incompatibles entre sí. Y así se decide.

Al respecto, el artículo 78 del CPC explana:

(…Omissis…)

Visto que la anterior disposición es de orden público, considerando


que la jurisprudencia patria es inveterada, pacífica y reiterada y está
perfectamente coordinada con el referido artículo 78 del CPC, es
imperioso para este tribunal declarar, en esta causa, la inepta
acumulación de pretensiones y así se decide.

Como consecuencia del anterior pronunciamiento, en estricta


sujeción al artículo 78 del CPC en concordancia con el 341 se
revoca el fallo, se anulan todas las actuaciones y se declara
inadmisible la demanda, finalmente habiéndose detectado de oficio
la inepta acumulación quien aquí juzga considera que es inoficioso
entrar a conocer y revisar los alegatos de fondo…”. (Negritas del
texto).

De la sentencia parcialmente transcrita se observa que el juez de la


recurrida indicó que, si bien es cierto que los intimantes alegaron
que su derecho al cobro de honorarios profesionales surge en virtud
de la defensa propiciada la parte hoy intimada, en dos procesos
judiciales, también reclama el pago de los honorarios generados por
actuaciones extraprocesales, básicamente por las reuniones
realizadas con el demandante de manera previa y posterior a su
participación en juicio como representantes de aquella.

Asimismo, el juez ad quem señaló que, si bien es cierto que todas


aquellas actuaciones que se materializan fuera de un proceso
judicial, pero que resulten indispensables y necesarias para defender
los derechos de las parte, y para plantear adecuadamente el juicio,
son actuaciones extraprocesales que deben calificarse como
actuaciones judiciales, también es cierto que, de conformidad con el
artículo 1354 del Código Civil y 506 del Código de Procedimiento
Civil, quien pida la ejecución de una obligación tiene la carga
procesal de probarla, y, en tal sentido, consideró que los intimantes
lograron probar las obligaciones derivadas de las actuaciones
judiciales alegadas, mas no logró probar que las actuaciones
extraprocesales alegadas en el libelo resultaron indispensables y
necesarias para la instauración del juicio, aunado a que en el escrito
de pruebas promovido por los intimantes no fueron detalladamente
identificadas.

En consecuencia, se observa que el juez de alzada las calificó como


actuaciones extrajudiciales por considerar que se trata de
actuaciones que se materializaron antes de que iniciara la actividad
judicial que los hoy intimantes desplegaron en favor de quien, para
ese entonces, fue su cliente.

Ahora bien, en relación con la calificación de las actuaciones


judiciales que se materialicen, por abogados en representación y
defensa de sus clientes, antes de que inicien los respectivos juicios
para los cuales son contratados, esta Sala de Casación Civil,
mediante sentencia N° 134 de fecha 27 de abril de 2000, caso: José
Ramón Rodríguez García contra Vittorio Piaccentini Pupparo,
expediente N° 1999-886, estableció lo siguiente:

“…Considera la Sala que las labores indicadas por el recurrente


como extrajudiciales, participan mas bien de la naturaleza de
extraprocesales por cuanto no se realizaron en el expediente, mas no
extrajudiciales, desde luego que todas las actividades que sean
necesarias o indispensables para la existencia del juicio o para la
mejor defensa de los derechos del patrocinado o para acceder a un
acto de autocomposición procesal o que sean consecuencia
inmediata y directa del juicio deben ser consideradas como
judiciales aun cuando se consumen extraproceso…”. (Destacado de
la Sala).-

Criterio el cual fue ratificado mediante sentencia N° RC-032 de


fecha 16 de febrero de 2007, caso: Rafael Benito Monagas Escalona,
contra Productores Integrados, C.A., (PROINCA), en el expediente
N° 2006-480, en la cual se estableció:

“…No deben confundirse las actuaciones extra-procesales, que son


aquellas que no se han realizado en el expediente, con las
extrajudiciales, pues todas las actividades que sean necesarias o
indispensables para la existencia del juicio o para la mejor defensa
de los derechos del patrocinado o para acceder a un acto de
autocomposición procesal o que sean consecuencia inmediata y
directa del juicio deben ser consideradas como judiciales aun cuando
se consumen extra-proceso. (Sentencia N° 134, del 27 de abril de
2000, caso: José R. Rodríguez G. contra Vittorio Piaccentini
Pupparo, exp. N° 99-896)…”. (Destacado de la Sala).-

Por último reitera esta Sala, en sentencia N° RC-544, de fecha 24 de


septiembre de 2013, caso: Marly Altuve Uzcátegui y otra, contra
Hugo Antonio Márquez Angulo, expediente N° 2012-214, en la cual
igualmente se señaló:

“…De acuerdo con la doctrina de la Sala, las actuaciones, realizadas


antes del juicio pero con miras a preparar el proceso judicial, no
pueden ser consideradas extrajudiciales sino extraprocesales pero
“necesarias e indispensables para la existencia del juicio…”.
(Destacado de la Sala).

De conformidad con los criterios anteriormente indicados, todas


aquellas actuaciones materializadas por los abogados antes del inicio
de un juicio pero cuyo objetivo sea el de preparar el proceso judicial,
o el de optimizar la defensa de los derechos del patrocinado, no
pueden ser consideradas extrajudiciales sino extraprocesales por
cuanto son necesarias e indispensables para la existencia del juicio.

Ahora bien, en el presente caso el juez de la alzada consideró que las


actuaciones alegadas como extraprocesales resultaron ser de
naturaleza extrajudicial, no solo porque ocurrieron antes de la
instauración de los juicios en los que los hoy intimantes
representaron y defendieron al ciudadano Rafael Antonio Pérez
Zaraza, sino también por considerar que los intimantes no
cumplieron con la carga probatoria de demostrar que dichas
actuaciones extraprocesales, vale decir, las reuniones privadas entre
los abogados y su cliente, fueran necesarias e indispensables para la
existencia del juicio.

No obstante lo anterior, esta Sala considera que el juez de la


recurrida erró al atribuir la calificación de extrajudiciales a las
reuniones indicadas por los intimantes, por cuanto del contenido del
escrito libelar se evidencia que la presente acción está orientada a
satisfacer el derecho que considera existe en su favor, en virtud de la
representación y defensa que ejercieron los hoy intimantes en
nombre del accionado en dos procedimientos judiciales, incluyendo
los derechos derivados de las actuaciones, que si bien no ocurrieron
dentro del proceso eran necesarias para la instauración del juicio así
como para la satisfacción de las respectivas pretensiones del
intimado.

En este sentido, se reitera que es criterio de esta Sala que todas


aquellas operaciones necesarias para la instauración del juicio o para
poder obtener la satisfacción de las pretensiones mediante una
sentencia favorable o a través de un acto de autocomposición
procesal, son actuaciones judiciales.

En consecuencia, bien podían los intimantes hacer valer sus


derechos mediante la presente acción, para cuya interposición fue
necesario el estudió de las causas y la celebración de reuniones con
su entonces representado, las cuales por ser extraprocesales no
implica una desvinculación con el litigio en cuestión.

En tal sentido, si bien las reuniones calificadas por el juez de alzada


como “…extrajudiciales…”, son de la naturaleza de extraprocesal
por cuanto no se realizaron dentro del expediente judicial, las
mismas conservan su carácter de judiciales, pues dichas actividades
resultan necesarias o indispensables para la existencia del juicio, así
como para la mejor defensa de los derechos del entonces
patrocinado por lo cual deben ser consideradas como judiciales aun
cuando se produzcan extraproceso, lo cual evidencia que el juez ad
quem incurrió en una falsa aplicación de los artículos 78 y 361 del
Código de Procedimiento Civil, al considerar la existencia de una
inepta acumulación de pretensiones, siendo que las referidas
reuniones en efecto se corresponden con actuaciones judiciales
extraprocesales, por cuanto resultaban de carácter indispensable y
necesarias para el futuro establecimientos de los juicios que
reclaman los hoy intimantes, por lo cual se declara procedente la
presente denuncia. Así se decide.-

En consideración de todo lo antes expuesto y ante la detección del


anterior vicio, que presenta la sentencia de la alzada, revisada por
esta Sala, se CASA TOTAL y SIN REENVÍO, en consecuencia se
DECRETA SU NULIDAD ABSOLUTA y, se pasa a decidir el
recurso de apelación ejercido por la representación judicial del
intimado Rafael Antonio Pérez Zaraza, así como la apelación
ejercida por los intimantes, referida únicamente “…indeterminación
objetiva que adolece la misma, al no fijar expresamente la cantidad
(quantum) del monto de los honorarios profesionales intimados…”,
conforme al nuevo proceso de casación civil venezolano, en los
siguientes términos:

SENTENCIA DE MÉRITO

Punto previo. De las cuestiones previas opuestas.

En la oportunidad de dar contestación a la solicitud de estimación e


intimación de honorarios profesionales de abogado, el intimado
opuso las cuestiones previas contenidas en los ordinales 1° y 6° del
artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, relativas a: i) la
falta de competencia del juez ad quem, por considerar que los
intimantes pretenden la referida estimación e intimación de
actuaciones judiciales llevadas a cabos en tribunales de distintas
materias como lo son los “los tribunales de Protección del Niño,
Niña y Adolescente” y la “Sala Plena del Tribunal Supremo de
Justicia”; así como, ii) por haberse hecho la acumulación prohibida
o inepta acumulación de pretensiones del artículo 78 eiusdem.

Ahora bien, en relación con la forma en que deben tramitarse las


cuestiones previas en el procedimiento especial de estimación e
intimación de honorarios profesionales de abogado, la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N°
1163 de fecha 1° de agosto de 2007, expediente N° 06-1005,
estableció lo siguiente:

“…Ahora bien, la jurisprudencia ha señalado que el juicio de


intimación y estimación de honorarios profesionales, constituye en
realidad, un juicio autónomo, no una mera incidencia inserta dentro
del proceso principal, aun cuando se sustancie y decida en el mismo
expediente, a tenor de lo establecido en el artículo 607 del Código
de Procedimiento Civil. (Vid. Sentencia de la Sala Constitucional N°
3.005 del 14 de diciembre de 2004, caso: “José Manuel Navarro
Blanco” y sentencias de la Sala de Casación Civil N° 67 del 5 de
abril de 2001, caso: “Ada Bonnie Fuenmayor Viana” y N° 188 del
20 de marzo de 2006, caso: “Asociación Civil Marineros de Buche”)
…”.

De conformidad con dicho criterio transcrito, el juicio de


estimación e intimación de honorarios profesionales de abogado, es
un juicio autónomo que habrá de ser sustanciado de conformidad
con el procedimiento especial, establecido en el artículo 607 del
Código de Procedimiento Civil, el cual establece lo siguiente:

“...Si por resistencia de una parte a alguna medida legal del Juez, por
abuso de algún funcionario, o por alguna necesidad del
procedimiento, una de las partes reclamare alguna providencia, el
Juez ordenará en el mismo día que la otra parte conteste en el
siguiente, y hágalo ésta o no, resolverá a más tardar dentro del tercer
día, lo que considere justo; a menos que haya necesidad de
esclarecer algún hecho, caso en el cual abrirá una articulación por
ocho días sin término de distancia.

Si la resolución de la incidencia debiere influir en la decisión de la


causa, el Juez resolverá la articulación en la sentencia definitiva; en
caso contrario decidirá al noveno día…”.

En tal sentido, la pretensión de intimación y estimación de


honorarios profesionales judiciales deberá intentarse ante el juez
competente, quien en ese mismo día fijará para el día siguiente la
realización del acto de contestación para luego decidir al tercer día
sobre dicha solicitud, salvo que sea necesario abrir una articulación
probatoria por ocho días.

Asimismo, en relación con la forma correcta de oponer cuestiones


previas en el marco de dicho procedimiento especial, la referida
decisión de la Sala Constitucional, citada ut supra igualmente
estableció lo siguiente:

“…Por ello, al tratarse el juicio de estimación e intimación de


honorarios profesionales de un juicio propio, considera la Sala que
el intimado podrá proponer acumulativamente con la oposición
todas las defensas que estime pertinentes, inclusive, las cuestiones
previas establecidas en el artículo 346 del Código de Procedimiento
Civil, todo a los fines de garantizar el supremo derecho a la defensa.
En tal sentido, aquellas cuestiones previas que pongan fin al juicio y
no sean subsanables por la parte deberán ser resueltas en la
definitiva, mientras que aquellas que sean subsanables deberán ser
resueltas inmediatamente de conformidad con lo establecido en los
artículos 884 y siguientes del Código de Procedimiento Civil
aplicable por analogía.

En efecto, siendo que el fallo objeto de la presente acción de amparo


constitucional no resolvió las cuestiones previas opuestas por el
quejoso, por considerar que no eran oponibles, en tal sentido, se
verifica igualmente la violación del derecho constitucional al debido
proceso, a tenor de lo establecido en el artículo 4 de la Ley Orgánica
de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, y así se
decide…”.

De conformidad con lo anteriormente transcrito, en los juicios por


intimación y estimación de honorarios profesionales, la parte
intimada podrá proponer acumulativamente en la oportunidad de dar
contestación a la demanda las cuestiones previas establecidas en el
artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, que estime
convenientes, todo con el objeto de garantizar su supremo derecho a
la defensa y al debido proceso.

Así, en efecto, se puede verificar que en fecha 14 de agosto de 2019,


el intimado, en la oportunidad de dar contestación a la demanda,
opuso las cuestiones previas reguladas en los ordinales 1° y 6° del
346 del Código de Procedimiento Civil, escrito que consta en los
folios 14 al 20 de la segunda pieza del expediente judicial, y de cual
se desprende lo siguiente:

“…1.- En relación a las cuestiones previas establecidas en el


numeral 1° del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil:

(…Omissis…)

El primer supuesto se refiere a la falta de jurisdicción o


incompetencia del Juez para conocer el asunto, en el caso concreto
bajo análisis se evidencia que la parte actora pretende que en la
presente causa le sean estimados y condenados honorarios
profesionales correspondientes a actuaciones judiciales llevados a
cabos en procedimientos distintos, esto es, el procedimiento de
separación de bienes (…) Actuaciones llevadas a cabo en la sede de
los Tribunales (sic) de LOPNNA (sic) (…) en el asunto principal
signado con la nomenclatura JP41-V-2017-000228 (…) y
actuaciones realizadas en el Tribunal Supremo de Justicia en el
expediente número AA10-L-2018-000010, llevado por la Sala Plena
en el marco del conflicto negativo de competencia planteado.
(…) no puede pretender la parte actora que se procesal (sic) a la
estimación y cuantificación de honorarios profesionales llevados a
cabo en Tribunales (sic) de distintas materias (…) por lo cual a todas
luces resulta procedente la incompetencia por razón de la materia
señalada en el primer supuesto establecido en el artículo 346 del
texto subjetivo procesal.

(…Omissis…)

2.- Sobre la inepta acumulación de pretensiones:

(…Omissis…)

Conforme a lo anterior, en el caso bajo examen debe considerarse


que todas las actuaciones extra judiciales indicadas en el escrito
libelar contentivas de reuniones y entrevistas realizadas en la
residencia de mi mandante, así como el viaje realizado por los
abogados accionantes en compañía de mi representado deben ser
consideradas actuaciones extra judiciales que deben ventilarse en un
procedimiento que resulta incompatible con el presente asunto…”.

De conformidad con lo transcrito, como ya se indicó anteriormente,


el intimado opone la cuestión previa de la falta de competencia del
tribunal que conoció de la presente causa por haberse demandado la
intimación y estimación de honorarios profesionales de actuaciones
judiciales realizadas en dos procedimientos distintos tramitados ante
distintos tribunales, así como la inepta acumulación de pretensiones,
y, siendo que, según el criterio transcrito ut supra, en este tipo de
procedimientos, aquellas cuestiones previas que pongan fin al juicio
y no sean subsanables por la parte deberán ser resueltas en la
definitiva, la Sala procede resolverlas de la siguiente manera:

Los honorarios profesionales del abogado generados durante el


juicio deben ser determinados mediante el juicio de estimación e
intimación de honorarios profesionales de abogado, regulado en la
Ley de Abogados, la cual en su artículo 22, señala lo siguiente:

“…Artículo 22. El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a


percibir honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales que
realice, salvo en los casos previstos en las Leyes.

Cuando exista inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto


al monto de honorarios por servicios profesionales extrajudiciales, la
controversia se resolverá por la vía del juicio breve y ante el
Tribunal Civil competente por la cuantía. La parte demandada podrá
acogerse al derecho de retasa en el acto de la contestación de la
demanda.
La reclamación que surja en juicio contencioso acerca del derecho a
cobrar honorarios por parte del abogado, será sustanciada y decidida
de conformidad con lo establecido en el artículo 386 del Código de
Procedimiento Civil y, la relación de la incidencia, si surgiere, no
excederá de diez audiencias…”. (Subrayado y negrillas de esta
Sala).

De conformidad con la norma transcrita y en virtud de que el


ejercicio de la profesión otorga al abogado el derecho a percibir
honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales realizados a
favor, representación o asistencia de su cliente, la acción destinada a
satisfacer la pretensión de cobro de honorarios judiciales por parte
de dichos profesionales del derecho, sería sustanciada y decidida de
conformidad con lo establecido en el artículo 386 del Código de
Procedimiento Civil, que por estar actualmente derogado desde
1987, hoy se corresponde con el artículo 607 del Código Adjetivo
Civil vigente, conforme ya lo ha dejado establecido este máximo
tribunal.

En tal sentido, el artículo 607 del Código de Procedimiento Civil,


establece lo siguiente:

“…Artículo 607: Si por resistencia de una parte a alguna medida


legal del Juez, por abuso de algún funcionario, o por alguna
necesidad del procedimiento, una de las partes reclamare alguna
providencia, el Juez ordenará en el mismo día que la otra parte
conteste en el siguiente, y hágalo ésta o no, resolverá a más tardar
dentro del tercer día, lo que considere justo; a menos que haya
necesidad de esclarecer algún hecho, caso en el cual abrirá una
articulación por ocho días sin término de distancia. Si la resolución
de la incidencia debiere influir en la decisión de la causa, el Juez
resolverá la articulación en la sentencia definitiva; en caso contrario
decidirá al noveno día...”.

Según los artículos supra citados, el abogado que demande el cobro


de honorarios profesionales por actuaciones judiciales presentará su
solicitud ante el juez, el cual ordenará a la contraparte que efectué su
respectiva contestación al día siguiente, pretensión que deberá ser
resuelta dentro del lapso de tres días, salvo que, por necesidad de
establecer hechos controvertidos, se deba abrir articulación
probatoria, para luego decidir al día siguiente.

Por su parte, el artículo 21 del Reglamento de la Ley de Abogados, a


su vez, señala:
“…Artículo 21: Lo señalado en el segundo aparte del artículo 22 de
la Ley, debe entenderse sin perjuicio de que el Abogado pueda
estimar sus honorarios en cualquier estado y grado de la causa, antes
de sentencia y pedir que se le intimen a su cliente, quien podrá
ejercer el derecho de retasa de conformidad con el procedimiento
establecido en el artículo 24 y siguientes de la Ley…”.
En tal sentido, la referida norma amplifica el contenido de las
anteriores para establecer que el abogado o la abogada podrán
estimar los honorarios profesionales de naturaleza judicial en
cualquier estado y grado de la causa en la que se hayan generado,
para solicitar seguidamente le sean intimados a sus clientes, quienes,
a su vez, podrán ejercer el derecho de retasa de conformidad con el
procedimiento establecido en el artículo 24 y siguientes de la Ley de
Abogados.

La referida norma de carácter reglamentario, eventualmente adquirió


jerarquía legal, al entrar en vigencia el actual Código de
Procedimiento Civil, en cuyo artículo 167, expresamente señala:

“…Artículo 167.- En cualquier estado del juicio, el apoderado o el


abogado asistente, podrán estimar sus honorarios y exigir su pago de
conformidad con las disposiciones de la Ley de Abogados…”.

Ahora bien, en relación con la naturaleza del procedimiento de


estimación e intimación de honorarios profesionales de abogado, la
Sala Constitucional de este alto tribunal, en sentencia N° 1663 de
fecha 1° de agosto de 2007, estableció lo siguiente:

“…Ahora bien, la jurisprudencia ha señalado que el juicio de


intimación y estimación de honorarios profesionales, constituye en
realidad, un juicio autónomo, no una mera incidencia inserta dentro
del proceso principal, aun cuando se sustancie y decida en el mismo
expediente, a tenor de lo establecido en el artículo 607 del Código
de Procedimiento Civil. (Vid. Sentencia de la Sala Constitucional N°
3.005 del 14 de diciembre de 2004, caso: “José Manuel Navarro
Blanco” y sentencias de la Sala de Casación Civil N° 67 del 5 de
abril de 2001, caso: “Ada Bonnie Fuenmayor Viana” y N° 188 del
20 de marzo de 2006, caso: “Asociación Civil Marineros de
Buche”).

Por ello, al tratarse el juicio de estimación e intimación de


honorarios profesionales de un juicio propio, considera la Sala que
el intimado podrá proponer acumulativamente con la oposición
todas las defensas que estime pertinentes, inclusive, las cuestiones
previas establecidas en el artículo 346 del Código de Procedimiento
Civil, todo a los fines de garantizar el supremo derecho a la defensa.
En tal sentido, aquellas cuestiones previas que pongan fin al juicio y
no sean subsanables por la parte deberán ser resueltas en la
definitiva, mientras que aquellas que sean subsanables deberán ser
resueltas inmediatamente de conformidad con lo establecido en los
artículos 884 y siguientes del Código de Procedimiento Civil
aplicable por analogía…”.

De conformidad con lo anteriormente transcrito, el presente


procedimiento es considerado un juicio autónomo, aun y cuando se
tramite dentro del procedimiento en el que se realizaron las
actuaciones que generaron los honorarios, reclamados, por lo que,
consecuencialmente, en aras de garantizar el derecho a la defensa, la
parte intimada podrá oponer las cuestiones previas previstas en el
Código de Procedimiento Civil, en la misma oportunidad de dar
contestación a la demanda de intimación.

Asimismo, en relación con las fases del procedimiento de estimación


e intimación de honorarios profesionales de abogado, esta Sala,
estableció lo siguiente:

“...El procedimiento por estimación e intimación de honorarios


profesionales judiciales de abogados, de acuerdo con lo establecido
en el artículo 22 de la Ley de Abogados, tiene carácter autónomo y
puede comprender dos etapas: una declarativa y una ejecutiva, según
la conducta asumida por el intimado. En la etapa declarativa, cuya
apertura se produce cuando el intimado impugna el cobro de los
honorarios estimados, el trámite se realiza de conformidad con lo
previsto en el artículo 607 del Código de Procedimiento Civil, y la
sentencia definitiva establece si el abogado intimante tiene o no
derecho a cobrar los honorarios profesionales. Mientras que en la
etapa ejecutiva se inicia con la sentencia definitivamente firme que
declara la procedencia del cobro de los honorarios estimados o,
como fase única con el sólo ejercicio del derecho de retasa, por parte
del intimado...”.

(Sentencia dictada el 16 de marzo del 2000, en el expediente. Nº 98-


677, juicio por intimación de honorarios profesionales seguido por
las abogadas Iris Medina de García y Tamara Succurro González
contra la Administradora MYT S.R.L.)…”.

Aunado a lo anterior, en sentencia de esta Sala, de fecha 7 de marzo


del 2002, dictada en el juicio por intimación y estimación de
honorarios profesionales, en el caso: Yajaira Pereira de Pirela contra
Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico
(CADAFE), se ratificó el criterio según el cual:
“...Acorde con ello, en sentencia de fecha 19 de septiembre de 1996,
señaló que: ‘...en el procedimiento de intimación de honorarios
profesionales, existe una división de actividades procesales que la
jurisprudencia ha venido determinando desde antaño en forma
absolutamente pacífica y uniforme. La función del tribunal que
examina el derecho al cobro de honorarios es solamente ésa,
determinar si se tiene derecho o no al cobro de honorarios. La del
tribunal de retasa es analizar el monto y retasarlo...’. El primero es
un tribunal de derecho y el de retasa es el juzgador de los hechos y
su pronunciamiento debe ser exclusivamente sobre el problema que
se le somete...’. (Caso: Eduardo Meza c/ Aracayú, C.A.).

De conformidad con los criterios anteriormente expuestos, la


primera etapa del procedimiento de estimación e intimación de
honorarios profesionales de abogado, se encuentra destinada
únicamente al establecimiento del derecho al cobro de honorarios
profesionales por aquél que los reclama, mientras que la segunda
etapa, inicia luego de reconocido el derecho a cobrar los honorarios
profesionales, y cuyo objeto es garantizar el derecho de la parte
intimada a revisar la estimación de tales honorarios, en caso de
considerarla exagerada la estimación que de ellos haya hecho el
solicitante. En tal sentido, el intimado tiene el derecho a que un
tribunal de retasa revise el monto de los honorarios profesionales.

En consecuencia, para que pueda comenzar la segunda etapa, es


necesario que el titular del derecho a percibir honorarios
profesionales conforme a la declaración judicial realizada por el juez
de la primera fase, haya estimado aquéllas actuaciones que le han
sido reconocidas, con el objeto de que, una vez intimadas al
obligado, éste último pueda manifestar si se acoge al derecho de
retasa. A diferencia de la primera etapa, las decisiones que se dicten
en esta fase, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 28 de la
Ley de Abogados, son inapelables y, por tanto, tampoco tienen
concedido el recurso de casación.

Ahora bien, en el caso concreto, la parte intimada, en la oportunidad


de dar contestación al demanda, presentó cuestiones previas, por un
lado opuso la incompetencia del juez de la causa, en virtud de que en
la presente demanda se pretende el pago de honorarios profesionales
causados en dos causas distintas.

Al respecto, en efecto, se observa que en el escrito libelar, el cual


corre inserto en los folios 1 al 57 de la primera pieza del expediente,
los intimantes solicitaron la estimación e intimación de honorarios
causados en “diversos juicios”, en los cuales representaron al
ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza, vale decir, en primer lugar,
en el juicio que por separación de bienes intentara la ciudadana
Yessica Carolina Villegas Soler contra éste, el cual fue conocido
ante el mismo juzgado de primera instancia de la Circunscripción
Judicial del estado Bolivariano de Guárico, que conoció de la
presente causa (juicio que para la fecha de interposición de la
demanda se encontraba a la espera de decisión del juez de alzada); y,
en segundo lugar, en el juicio de nulidad de la sentencia de divorcio
del hoy demandado con quien fuese su cónyuge, la ya señalada
ciudadana, Yessica Carolina Villegas Soler, intentado ante el
Juzgado de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los
Municipios Aragua, Arthur Mc Gregor y Santa Ana de la
Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui, en donde fuera
disuelto declarado el vínculo matrimonial y el respectivo conflicto
negativo de competencia suscitado entre el referido tribunal de
municipio y el Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción
Judicial del estado Guárico, que la Sala Plena declaró inadmisible.

Ahora bien, en relación con la competencia para conocer de los


juicios de estimación e intimación de honorarios profesionales de
abogado por actuaciones judiciales, esta Sala de Casación Civil del
Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 13 de marzo de 2003, en el
caso Antonio Ortiz Chávez contra Inversiones 1600, C.A., en el
expediente N°01-702, estableció lo siguiente:

“…De esta forma es claro que, la reclamación por concepto de


honorarios profesionales extrajudiciales, será resuelta por vía del
juicio breve. Sin embargo, en lo atinente a la reclamación surgida en
juicio contencioso no existe una remisión expresa, a un
procedimiento propio, sino que lo vincula y concentra al juicio
contencioso donde se genera la actuación del profesional del
derecho…”. (Negritas y subrayado del texto, cursivas de la Sala).

De lo anteriormente expuesto se observa que la competencia para


conocer de los juicios de estimación e intimación de honorarios
profesionales de abogado, está vinculada estrechamente al juicio
contencioso en el cual fueron generadas las actuaciones que
generaron dichos honorarios. Ello es así, al punto de que la referida
sentencia, a la hora de fijar criterio sobre la competencia de los
juzgados que habrán de conocer tales demandas, expresamente
agregó lo siguiente:

“…1) Para el primer supuesto, es decir, cuando el juicio en el cual se


pretende demandar los honorarios profesionales causados, se
encuentre en un tribunal de primera instancia, la reclamación de los
mismos, se realizará en ese proceso y por vía incidental.
2) Por lo que respecta al segundo supuesto, el cual se presenta
cuando, se haya ejercido el recurso ordinario de apelación y éste fue
oído en el efecto devolutivo, por lo que el expediente se encuentra
aún en el tribunal de cognición, remitiendo a la alzada, sólo copias
certificadas, la reclamación de los honorarios profesionales
judiciales, se realizará, igual que en el caso anterior, en ese mismo
juicio y en primera instancia.

3) En el tercer supuesto, el cual se materializa, cuando ejercido el


recurso ordinario de apelación en un determinado juicio, éste fue
oído en ambos efectos, motivo por el cual el juzgado de primera
instancia, ha perdido la jurisdicción con respecto a ese
procedimiento, no obstante, la reclamación de los honorarios
profesionales judiciales causados en ese juicio que ahora está en un
Juzgado Superior, deberá ser intentada de manera autónoma y
principal ante un tribunal civil, competente por la cuantía, todo esto
con la finalidad dicha de salvaguardar tanto el principio procesal del
doble grado de jurisdicción, a la parte que resulte perdidosa en la
fase declarativa del juicio de cobro de honorarios profesionales
judiciales, como los derechos constitucionales de defensa y al
debido proceso establecidos en el artículo 49 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela.

4) El último de los supuestos planteados sea tal vez el de menos


complicación, pues basta que el juicio haya quedado definitivamente
firme, con lo cual sólo quedará instar la demanda por cobro de
honorarios profesionales si es el caso, ya que el artículo 22 de la Ley
de Abogado dice: “...la reclamación que surja en juicio
contencioso...”, denotándose que la preposición “en” sirve para
indicar el lugar, el tiempo, la situación, el modo, lo que significa,
dentro del contexto del artículo mentado, la clara necesidad de que
el juicio no haya concluido y se encuentre en los casos 1 y 2 antes
referidos, es decir, dentro del juicio sin que éste haya terminado,
para que pueda tramitarse la acción de cobro de honorarios
profesionales vía incidental en el juicio principal. Así se
establece…” (Negrillas y subrayado del texto).

De conformidad con el criterio señalado ut supra, cuando el juicio


en el cual se pretende demandar los honorarios profesionales
causados, se encuentra en grado de primera instancia o en grado de
apelación en un solo efecto, dicha demanda será propuesta por vía
incidental en ese mismo juicio, por lo que en tales casos, es evidente
que la competencia se encuentra directamente vinculada al juez que
conoció de ese juicio en el que el intimante representó y asistió al
intimado.
De igual modo, en aquellos casos en el que el juicio en los que se
brindó la asistencia o representación que generaron los honorarios
profesionales intimados, se encuentre en grado de apelación en
ambos efectos, la reclamación de los honorarios profesionales
judiciales causados en el mismo, sometido a conocimiento de un
juzgado superior, la demanda de estimación e intimación deberá ser
intentada de manera autónoma y principal ante un tribunal civil
competente por la cuantía, con la finalidad de salvaguardar el
principio procesal del doble grado de jurisdicción a la parte que
resulte perdidosa en la fase declarativa del juicio intimatorio o
monitorio, como los derechos constitucionales de defensa y al
debido proceso, observándose que en tales casos, la vinculación
competencial está sujeta a la cuantía del juicio en el cual fueron
generados los honorarios profesionales.

Finalmente, cuando el juicio en el que se hayan realizado las


actuaciones cuyos honorarios profesionales que intima el abogado,
haya quedado definitivamente firme, se deberá proponer la demanda
de manera autónoma, es decir, no por vía incidental.

Ahora bien, en relación con el criterio anteriormente desglosado, la


Sala Plena de este Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia N° 60,
de fecha 19 de junio de 2008, añadió lo siguiente:

“…Aplicando los criterios expuestos al caso de autos, se observa


que la abogada demandante indicó que el juicio penal en el que
realizó las actuaciones judiciales en las que fundamenta su
pretensión de cobro de honorarios profesionales, concluyó mediante
decisión dictada el 17 de abril de 2006 por la Sala N° 8 de la Corte
de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, que confirmó el fallo expedido por el Juzgado
Decimoctavo de Primera Instancia en lo Penal en funciones de
Control de ese mismo Circuito Judicial Penal que declaró desistida
la querella presentada por el abogado Javier Iranzo Heinz, en su
carácter de apoderado judicial de los ciudadanos Antonio Mongiovi,
María Katiuska Testamarck de Mongiovi, Alberto Leggio y Lorena
Amaro, de conformidad con lo establecido en el artículo 297
numeral 3 del Código Orgánico Procesal Penal, y en consecuencia
los condenó al pago de las costas.

De modo pues que tratándose de un juicio totalmente concluido en


el que no hubo fase de ejecución por haber sido declarado el
desistimiento de la querella, y visto que la demanda de honorarios
fue estimada en la cantidad de ciento cinco millones de bolívares
(Bs. 105.000.000,00), ahora ciento cinco mil bolívares fuertes (Bs.
F. 105.000,00), esta Sala Plena concluye que es aplicable el cuarto
supuesto a que se refieren las sentencias parcialmente transcritas,
por lo que el conocimiento de la causa corresponde al Juzgado Sexto
de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas. Así se
decide…”.

De conformidad con lo anteriormente expuesto, en relación con los


supuestos en los cuales el juzgado de la causa en la que se generaron
los honorarios profesionales intimados haya dictado sentencia que
adquirió el carácter de definitivamente firme, el juzgado competente
para conocer de la demanda de intimación y estimación de los
mismos es el tribunal civil. En estos casos, la vinculación de la
competencia se da ya no por el tribunal que conoció de la causa sino
por la naturaleza civil de la acción.

En caso de marras, según consta en el escrito libelar, los intimantes


reclaman el pago de los honorarios profesionales generados, por un
lado, en un juicio de separación de bienes intentado ante el mismo el
tribunal de la presente causa, en la que, en representación del hoy
intimado, se dieron por citados, dieron contestación a la demanda,
tramitaron en dos instancias una incidencia cautelar, opusieron la
falta de cualidad e interés activa y pasiva las cuales fueron
declaradas con lugar en primera instancia, decisión que fue apelada,
y que, como ya se indicó, para el momento de la interposición de la
presente demanda se encontraba en grado de apelación a la espera de
que el juzgado de alzada dictara el fallo sobre el fondo, tal y como
consta en las copias consignadas en los folios 61 al 107 de la
primera pieza del expediente judicial.

Por otro lado, también se observa que los intimantes reclaman el


pago de los honorarios profesionales causados en un juicio de “…
nulidad…” de una sentencia definitiva de divorcio intentado ante
primera instancia, en el que representaron y asistieron al intimado
con motivo de la nulidad que la ex cónyuge del mismo solicitara de
dicha sentencia definitiva de divorcio, juicio el cual cursa ante el
Juzgado Segundo de Sustanciación, Mediación y Ejecución de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción
Judicial del estado Guárico y el cual se encuentra en primer grado de
conocimiento de la causa, cuyo estado para el momento de la
interposición de la presente demanda se puede constatar en los folios
260 al 270 de la primera pieza del expediente.

Ahora bien, en este caso particular se observa que la Sala Plena


declaró inadmisible la regulación de competencia planteada en
virtud del conflicto negativo de competencia suscitada entre el
Tribunal Primero de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación
y Ejecución de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del estado Guárico, con sede en San Juan
de los Morros y el Tribunal Primero de Municipio Ordinario y
Ejecutor de Medidas de los Municipios Aragua, Sir Arthur Mc
Gregor y Santa Ana de la Circunscripción Judicial del estado
Anzoátegui, en el juicio que por “nulidad” de sentencia intentara la
ex cónyuge del hoy intimado y en el cual los abogados intimantes
ejercieron la representación y asistencia de éste.

En este sentido, la Sala estima necesario aclarar que aun cuando se


trata de una acción destinada a atacar la validez de una decisión
definitiva en un juicio de divorcio, al haberla interpuesto ante un
juzgado de primera instancia varios años después de que la decisión
atacada adquiriera el carácter de definitivamente firme, los
intimantes intentaron una acción autónoma que se encuentra en
grado de conocimiento de primera instancia, en virtud de la remisión
que hiciera al tribunal de municipio con competencia civil y
mercantil, la Sala Plena de este Alto Tribunal, luego de declarar
inadmisible la regulación de competencia planteada, razón por la
cual, de conformidad con el criterio de competencia establecido por
esta Sala de Casación Civil, la demanda de estimación e intimación
de honorarios profesionales de abogado derivados de las actuaciones
realizadas por los intimantes, debe intentarse de manera incidental
en el juicio de nulidad de sentencia en el que asistieron al intimado,
el cual, para el momento de la interposición de la presente demanda,
se encuentra en primera instancia según lo alegado por los
intimantes.

En consecuencia de la anterior, resulta forzoso concluir que si bien


es cierto, las actuaciones cuyos honorarios profesionales reclaman
los intimantes son de eminente naturaleza judicial, tal y como se
estableció en la resolución de la denuncia anteriormente decidida, el
juzgado de la presente causa resulta competente únicamente para
conocer de la solicitud de intimación y estimación por las
actuaciones realizadas en el juicio de separación de bienes, en virtud
de que, tal y como lo alegó igualmente la parte demandante, al
encontrarse el mismo en grado de apelación a la espera de que el
juzgado de alzada dictara decisión sobre el fondo de la controversia,
la demanda debía presentarse de manera autónoma ante el juzgado
con competencia civil, que en el presente caso, es el mismo que
conoció del juicio por separación de bienes, por lo que el tribunal de
la causa sí resulta competente para conocer de dicha pretensión en
virtud de lo cual se declara improcedente la cuestión previa regulada
en el ordinal 1° del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil.
Así se decide.-
Asimismo, el intimado opuso la cuestión previa relativa a la inepta
acumulación de pretensiones por pretender los actores la intimación
de honorarios derivados de actuaciones extrajudiciales y judiciales
en un mismo procedimiento.

Ahora bien, tal como se indicó al momento de resolver la denuncia


por infracción de ley de los intimantes recurrentes, en el recurso
extraordinario de casación propuesto, lo cual se da por reproducido,
en el presente caso se observa del contenido del escrito libelar que la
presente acción es de intimación y estimación de honorarios
profesionales generados por la representación y defensas que
ejercieron los intimantes en nombre del intimado mediante
actuaciones procesales y extraprocesales de eminente naturaleza
judicial, por lo que mal podría establecerse la existencia de una
inepta acumulación de pretensiones derivada de la naturaleza de las
actuaciones que generaron los honorarios hoy reclamados por los
intimantes, como ya fue resuelto por esta Sala.

En consecuencia, se declara improcedente la cuestión previa


regulada en el ordinal 6° del artículo 346 del Código de
Procedimiento Civil opuesta por el intimado. Así se decide.-

DEL MÉRITO DE LA CONTROVERSIA

ALEGATOS DE LOS INTIMANTES

Del contenido del escrito libelar, el cual corre inserto en los folios 1
al 57 de la primera pieza del expediente, se observa que los
intimantes alegaron lo siguiente:

- Que el ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza contactó a los


abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez
Herrera en noviembre de 2017 y, desde entonces, dichos abogados
realizaron una serie actuaciones y actividad profesional en
representación aquél en dos procesos judiciales.

- Que en los días del mes indicado, vale decir, en los días previos a
la fecha en que se realizaron los actos “judiciales”, e incluso
después, se programaron, concertaron y realizaron “…32 reuniones
y entrevistas de trabajo…” de naturaleza extraprocesal, pero
judiciales, relativas al procedimiento de separación de bienes cuyo
expediente es de N° 19.466, incluidos viajes, ya de manera conjunta
o separada con el cliente hoy intimado, con el objeto de informarle
al éste cuáles serían los medios y defensas que ejercerían en su
beneficio durante el iter procesal de los procedimientos en curso y,
en tal sentido, las identifican como realizadas en las siguientes
fechas: lunes 11 de diciembre de 2017, miércoles 13 de diciembre de
2017, jueves 14 de diciembre de 2017, viernes 15 de diciembre de
2017, lunes 18 de diciembre de 2017, viernes 29 de diciembre de
2017, sábado 30 de diciembre de 2017, martes 6 de febrero de 2018,
miércoles 14 de marzo de 2018, sábado 12 de mayo de 2018, lunes
14 de mayo de 2018, viernes1 de junio de 2018, sábado 2 de junio
de 2018, lunes 11 de junio de 2018, viernes 15 de junio de 2018,
sábado 16 de junio de 2018, sábado 7 de julio de 2018, miércoles 18
de julio de 2018, jueves 19 de julio de 2018, sábado 21 de julio de
2018, viernes 27 de julio de 2018, domingo 29 de julio de 2018,
lunes 30 de julio de 2018, martes 13 de agosto de 2018, viernes 17
de agosto de 2018, domingo 26 de agosto de 2018, jueves 6 de
octubre de 2018 y un viaje a la ciudad de San Juan de los Morros y a
la de Caracas del 18 al 22 de junio de 2018, actividades que
estimaron en la cantidad de doscientos veinticuatro mil dólares de
los Estados Unidos de América. ($ 224.000,00). (Folio N° 27 de la
primera pieza del expediente).

- Que uno de los juicios en los que ejercieron representación de la


parte hoy intimada fue en el de separación de bienes intentado en
contra del mencionado Rafael Antonio Zaraza, su ex cónyuge.

- Que el referido juicio fue tramitado ante el mismo tribunal de la


presente causa, en el expediente N° 19.466, el cual, para la fecha de
interposición de la demanda, estaba sometido a conocimiento, en
grado de apelación, ante el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y
Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Guárico.

- En tal sentido, señalan que las actuaciones procesales relacionadas


con la incidencia cautelar del juicio de separación de bienes fueron:
6.1 Escrito presentado en fecha 25 de junio de 2018, según el cual,
los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima
Ramírez Herrera, consignan instrumento poder que acredita su
representación a favor del ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza y
en el cual se dan expresamente por citados y también formulan
oposición a las medidas preventivas típicas y atípicas decretadas,
actuación que estiman en la cantidad de cuarenta mil dólares
estadounidenses ($40.000,00). (B1) 6.2 Escrito presentado en fecha
26 de junio de 2019 mediante el cual los abogados José Gregorio
Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez Herrera, consignan
instrumento poder que acredita su representación a favor del
ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza y en el cual se dan
expresamente por citados y también formulan oposición a las
medidas preventivas típicas y atípicas decretadas, actuación que
estiman en la cantidad de treinta mil dólares estadounidenses
($30.000,00), (B2) 6.3 Diligencia consignada en fecha 26 de junio
de 2018, mediante la cual la abogada Mariela Zuleima Ramírez
Herrera solicita copia certificada de los folios 137 al 141 del
cuaderno de medidas; actuación que estiman en la cantidad de mil
dólares estadounidenses ($ 1.000,00). (B3) 6.4 Diligencia de fecha 4
de julio de 2018, mediante la cual, los abogados José Gregorio
Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez Herrera consignaron
escrito de promoción de pruebas en la incidencia cautelar; actuación
que estiman en la cantidad de mil dólares estadounidenses ($
1.000,00) (B4). 6.5 Escrito de promoción de pruebas en incidencia
cautelar, presentado el 4 de julio de 2018, por los abogados José
Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez Herrera;
actuación que estiman en la cantidad de veinte mil dólares
estadounidenses ($ 20.000,00) (b5). 6.6 Diligencia consignada en
fecha 13 de julio de 2018, mediante la cual el abogado José
Gregorio Cabeza Viettry solicita copia certificada de los folios 182
al 204 del cuaderno de medidas; actuación que estiman en la
cantidad de mil dólares estadounidenses ($ 1.000,00) (b6). 6.7.
Diligencia consignada en fecha 22 de mayo de 2019, mediante la
cual los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima
Ramírez Herrera, solicitan copia certificada de los folios que allí se
señalan de la primera y segunda pieza del expediente; actuación que
estiman en la cantidad de mil dólares estadounidenses ($ 1.000,00)
(b7).

- Asimismo, señalan que las actuaciones procesales realizadas en el


cuaderno principal del juicio por separación de bienes fueron: 7.1
Escrito de contestación de la demanda, consignado el 16 de julio de
2018 por los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela
Zuleima Ramírez Herrera actuación que estiman en la cantidad de
ciento cincuenta mil dólares estadounidenses ($ 150.000,00) (A1).
7.2 Escrito de fecha 2 de agosto de 2018, mediante el cual los
abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez
Herrera insisten en la declaratoria de falta de cualidad alegada en la
contestación de la demanda, en el cual solicitan igualmente mayor
celeridad así como la declaración de fraude procesal; actuación que
estiman en la cantidad de treinta mil dólares estadounidenses
($30.000,00) (a2). 7.3 Diligencia consignada en fecha 2 de agosto de
2018 por el abogado José Gregorio Cabeza Viettry, mediante la cual
solicita copia certificada de los folios 43 al 48 del cuaderno principal
de dicho expediente; actuación que estiman en la cantidad de mil
dólares estadounidenses ($ 1.000,00) (a3). 7.4 Diligencia de fecha 9
de agosto de 2018, mediante la cual el abogado José Gregorio
Cabeza Viettry solicita copia certificada y simple de los folios 169 al
180 del cuaderno principal del expediente; actuación que estiman en
la cantidad de mil dólares estadounidenses ($ 1.000,00). (a4) 7.5
Diligencia de fecha 22 de mayo de 2019, mediante la cual los
abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez
Herrera solicitan copia certificada de las actuaciones cursantes en los
folios que allí se señalan de la primera y segunda pieza del
expediente; actuación que estiman en la cantidad de mil dólares
estadounidenses ($ 1.000,00). (a5).

- Alegan también los intimantes que ejercieron representación del


intimado Rafael Antonio Pérez Zaraza, en el procedimiento de
nulidad de la sentencia de divorcio dictada el 2 de mayo de 2012,
tramitado por ante el Juzgado de Municipio Ordinario, y Ejecutor de
Medidas de os Municipios Aragua, Arthur Mc Gregor y Santa Ana
de la Circunscripción judicial del estado Anzoátegui, procedimiento
que fue iniciado el 10 de octubre de 2017 por su ex cónyuge,
Yéssica Carolina Villegas Soler. En tal sentido, destacan que la
sentencia de divorcio, fue dictada en el marco de un juicio de
divorcio conforme al contenido del artículo 185-A.

- Que, en virtud de la declinatoria de competencia del juzgado de


municipio, en la solicitud de nulidad de sentencia, ante los
Tribunales de Sustanciación, Mediación y Ejecución de Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del
estado Guárico (Expediente N° JP41-V-2017-000288 / Cuaderno de
medidas: JI42-X-2017-000054), el cual, a su vez, planteó el
conflicto negativo de competencia, fueron remitidas las actuaciones
a la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia.

- Que, en relación con el trámite de regulación de la competencia


ante la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, se presentaron
una serie de peticiones que fueron acogidas por dicha Sala al dictar
una decisión favorable para el hoy intimado, en su decisión de fecha
21 de noviembre de 2018.

- Señalan que las actuaciones procesales relacionadas con este juicio


fueron: 11.1 Diligencia de fecha 19 de diciembre de 2017, mediante
la cual, el abogado José Gregorio Cabeza Viettry, consigna copia
simple, previa verificación de su original, de poder otorgado por el
ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza; actuación que estiman en la
cantidad de dos mil dólares estadounidenses ($ 2.000,00) (c1). 11.2
Diligencia de fecha 19 de diciembre de 2017, mediante la cual, el
abogado José Gregorio Cabeza Viettry, consigna dos informes
suscritos en fecha 22 de agosto de 2017, por Nilsa Manzano de
González, especialista en terapia de conducta elaborados al
ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza; actuación que estiman en la
cantidad de dos mil dólares estadounidenses ($ 2.000,00) (c2). 11.3
Escrito consignado 6 de febrero de 2018, mediante el cual el
abogado Edgar José Esqueda, solicitó la apertura de una incidencia
probatoria relacionada con el régimen de convivencia familiar de la
niña producto del matrimonio de su cliente con su ex cónyuge,
actuación que estiman en la cantidad de cinco mil dólares
estadounidenses ($ 5.000,00) (c3). 11.4 Asistencia y representación
en la audiencia de ejecución voluntaria del régimen de convivencia
familiar celebrada en fecha 15 de febrero de 2018, ante el Juzgado
Segundo de Sustanciación, Mediación y Ejecución de Protección del
Niño, Niña y Adolescente de la Circunscripción Judicial del estado
Guárico, en el expediente JP41-V-2017-000288, cuaderno de
medida JI42-X-2017-000054; actuación que estiman en la cantidad
de quince mil dólares estadounidenses ($ 15.000,00). 11.5 Escrito
consignado por el abogado Edgar José Esqueda, en fecha 5 de marzo
de 2018, mediante el cual solicita modificación del régimen de
convivencia familiar; actuación que estiman en la cantidad de ocho
mil dólares estadounidenses ($ 8.000,00) (c4). 11.6 En fecha 18 de
junio de 2018 el abogado José Gregorio Cabeza Viettry solicita
copia certificada de los folios que indica en el escrito; actuación que
estiman en la cantidad de dos mil dólares estadounidenses ($
2.000,00) (c5).

- A su vez en relación con la regulación de competencia suscitada en


dicho procedimiento, específicamente ante la Sala Plena del
Tribunal Supremo de Justicia, los intimantes alegan que realizó la
siguiente actuación: 12.1. Consignación en fecha 19 de diciembre de
2017, del escrito por medio del cual solicita se declare la
inadmisibilidad de la solicitud de nulidad de la sentencia de divorcio
y de reposición planteadas por la demandante de aquél juicio, así
como la declaratoria de improcedencia de las medidas cautelares
solicitadas en contra de su cliente.

Al respecto, la Sala observa que la parte demandante, si bien alega


haber realizado tal actuación y, en tal sentido, la identifica como
prueba consignada bajo la nomenclatura de anexo D, luego de la
revisión del acervo probatorio, esta Sala no pudo constar su
existencia en autos, por cuanto la prueba que fue marcada como
anexo D, se trata de la copia certificada de la sentencia dictada por el
Juzgado Superior Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Guárico, con sede en San Juan
de los Morros, en el juicio por separación de bienes, en el expediente
signado con el N° 8.130-18, según la numeración llevada por dicho
tribunal de alzada y signado bajo el N° 19.466 según la
nomenclatura llevada por el juzgado de primera instancia, mediante
la cual se declaró sin lugar la apelación interpuesta por la parte
demandante contra la decisión de primera instancia que declaró con
la oposición contra medidas cautelares interpuesta por los abogados
José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Ramírez de Cabeza. (Ver
folios 205 al 221 de la primera pieza del expediente). Así se decide.-

- Los intimantes igualmente alegan que pese a las reiteradas


gestiones personales como de intercomunicación personal vía
Whatsapp y mensajes que intentaron sostener con el intimado para
lograr el cobro de los honorarios profesionales reclamados, éste se
ha negado a pagarlas, producto de su desacuerdo injustificado,
llegando incluso a revocar los poderes que les fueron otorgados sin
consultarles previamente, lo cual, a su parecer, constituye razón
suficiente para reclamar honorarios profesionales.

DE LAS PRUEBAS CONSIGNADAS POR LOS INTIMANTES


CONJUNTAMENTE CON EL LIBELO DE LA DEMANDA:

Primer anexo marcado A: Contentivo de poder autenticado otorgado


por el abogado Edgar José Esqueda a los abogados José Gregorio
Cabeza Viettry y Mariela Ramírez de Cabeza, para que éstos lo
representen en el juicio por cobro de honorarios profesionales
intentado contra el ciudadano Rafael Pérez Zaraza.

Segundo anexo marcado A: Contentivo de copia certificada de actas


del cuaderno principal del Expediente N° 8.141-18 (numeración
llevada por el Juzgado Superior Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Guárico, en el cual se apela de la
decisión definitiva de primera instancia cuyo expediente cursó en
dicha instancia bajo el N! 19.466), en el juicio por separación de
bienes, el cual se puede desglosar de la siguiente manera (folios °61
al 106 de la primera pieza del expediente): Anexo A-1: Copia del
escrito de contestación de la demanda, consignado el 16 de julio de
2018 por los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela
Zuleima Ramírez Herrera. (Folios 70 al 79 de la primera pieza del
expediente) Anexo A-2: Copia certificada de escrito de fecha 2 de
agosto de 2018, mediante el cual los abogados José Gregorio Cabeza
Viettry y Mariela Zuleima Ramírez Herrera insisten en la
declaratoria de falta de cualidad alegada en la contestación de la
demanda, en el cual solicitan igualmente mayor celeridad así como
la declaración de fraude procesal. (Folios 79 al 87 de la primera
pieza del expediente) Anexo A-3: Copia certificada de diligencia
consignada en fecha 2 de agosto de 2018 por el abogado José
Gregorio Cabeza Viettry, mediante la cual solicita copia certificada
de los folios 43 al 48 del cuaderno principal de dicho expediente.
(Folio 88 de la primera pieza del expediente) Anexo A-4: Copia
certificada de la diligencia de fecha 9 de agosto de 2018, mediante la
cual el abogado José Gregorio Cabeza Viettry solicita copia
certificada y simple de los folios 169 al 180 del cuaderno principal
del expediente (Folio 103 de la primera pieza del expediente).
Anexo A-5: Copia certificada de la diligencia de fecha 22 de mayo
de 2019, mediante la cual los abogados José Gregorio Cabeza
Viettry y Mariela Zuleima Ramírez Herrera solicitan copia
certificada de las actuaciones cursantes en los folios que allí se
señalan de la primera y segunda pieza del expediente (Folio 103 de
la primera pieza del expediente).
En relación con los anexos antes referidos, por tratarse dichas
pruebas de copias certificadas de documentos privados que emanan
de un tribunal de instancia y dado que las mismas no fueron
impugnadas ni desconocidas se les da valor de conformidad con el
contenido del artículo 429 del Código de Procedimiento Civil en
concordancia con los artículos 1361 y 1363 del Código Civil, y se
establece, a través de dichos instrumentos, que los intimantes
realizaron actuaciones de naturaleza judicial en el juicio de
separación de bienes intentado contra el intimado por la ciudadana
Yessica Villegas Soler. Así se decide.-

Anexo marcado B: contentivo de copia certificada del cuaderno de


medidas del expediente N° 8.130-18 (numeración llevada por el
Juzgado Superior Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Guárico, en el cual se apela de la
decisión definitiva de primera instancia cuyo expediente cursó en
dicha instancia bajo el N° 19.466) en el juicio por separación de
cuerpos, el cual se puede desglosar de la siguiente manera: Anexo
B1: Copia certificada de escrito presentado en fecha 25 de junio de
2018 según el cual, los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y
Mariela Zuleima Ramírez Herrera, consignan instrumento poder que
acredita su representación a favor del ciudadano Rafael Antonio
Pérez Zaraza y en el cual se dan expresamente por citados y también
formulan oposición a las medidas preventivas típicas y atípicas
decretadas (folios 108 al 127 de la primera pieza del expediente).
Anexo B2: Copia certificada del escrito presentado en fecha 26 de
junio de 2019 mediante el cual los abogados José Gregorio Cabeza
Viettry y Mariela Zuleima Ramírez Herrera, consignan instrumento
poder que acredita su representación a favor del ciudadano Rafael
Antonio Pérez Zaraza y en el cual se dan expresamente por citados y
también formulan oposición a las medidas preventivas típicas y
atípicas decretadas (folios 131 al 149 de la primera pieza del
expediente). Anexo B3: Copia certificada de diligencia consignada
en fecha 26 de junio de 2018, mediante la cual la abogada Mariela
Zuleima Ramírez Herrera solicita copia certificada de los folios 137
al 141 del cuaderno de medidas (Folio 103 de la primera pieza del
expediente). Anexo B4: Copia certificada de diligencia de fecha 4 de
julio de 2018, mediante la cual, los abogados José Gregorio Cabeza
Viettry y Mariela Zuleima Ramírez Herrera consignaron escrito de
promoción de pruebas en la incidencia cautelar (Folio 151 de la
primera pieza del expediente). Anexo B5: Copia certificada del
escrito de promoción de pruebas en incidencia cautelar, presentado
el 4 de julio de 2018, por los abogados José Gregorio Cabeza Viettry
y Mariela Zuleima Ramírez Herrera (Folio 152 al 156 de la primera
pieza del expediente). Anexo B6: Copia certificada de la diligencia
consignada en fecha 13 de julio de 2018, mediante la cual el
abogado José Gregorio Cabeza Viettry solicita copia certificada de
los folios 182 al 204 del cuaderno de medidas (Folio 180 de la
primera pieza del expediente). Anexo B7: Copia certificada de la
diligencia consignada en fecha 22 de mayo de 2019, mediante la
cual los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima
Ramírez Herrera solicita copia certificada de los folios que allí se
señalan de la primera y segunda pieza del expediente (ver folio 182
de la primera pieza del expediente).

En relación con dichas pruebas, por tratarse de copias certificadas de


documentos privados que emanan de un tribunal de instancia y dado
que las mismas no fueron impugnadas ni desconocidas se les da
valor de conformidad con el contenido del artículo 429 del Código
de Procedimiento Civil, en concordancia con los artículos 1361 y
1363 del Código Civil, y se establece, a través de dichos
instrumentos, que los intimantes realizaron actuaciones de
naturaleza judicial en el juicio de separación de bienes intentado
contra el intimado por la ciudadana Yessica Villegas Soler. Así se
decide.-

Anexo marcado C: contentivo de copia certificada del expediente


signado bajo el N° 8.130-18, según la numeración llevada por el
Juzgado Superior Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Guárico (el cual contiene las
actuaciones del expediente N° 19.466 según la nomenclatura
asignada por el juzgado de primera instancia, así como las actas del
cuaderno de medidas). (Según el folio 18 estos anexos se
corresponden con el expediente JP41-V-2017-000288 LOPNNA)
Anexo C-1: copia certificada de la diligencia de fecha 19 de
diciembre de 2017, mediante la cual, el abogado José Gregorio
Cabeza Viettry, consigna copia simple, previa verificación de su
original, de poder otorgado por el ciudadano Rafael Antonio Pérez
Zaraza (Folio 185 de la primera pieza del expediente). Anexo C-2:
Copia certificada de diligencia de fecha 19 de diciembre de 2017,
mediante la cual, el abogado José Gregorio Cabeza Viettry, consigna
dos informes suscritos en fecha 22 de agosto de 2017, por Nilsa
Manzano de González, especialista en terapia de conducta
elaborados al ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza (Folios 190 al
191 de la primera pieza del expediente). Anexo C-3: Diligencia de
escrito consignado en fecha 6 de febrero de 2018, mediante el cual
solicitó la apertura de una incidencia probatoria relacionada con el
régimen de convivencia familiar de la niña producto del matrimonio
de su cliente con su ex cónyuge (Folios 194 al 195 de la primera
pieza del expediente). Anexo C-4: Copia certificada de escrito
consignado por el abogado Edgar José Esqueda, en fecha 5 de marzo
de 2018, mediante el cual solicita modificación del régimen de
convivencia familiar (Folios 197 al 198 de la primera pieza del
expediente). Anexo C.-5: Copia certificada de diligencia de fecha de
18 de junio de 2018, mediante la cual el abogado José Gregorio
Cabeza Viettry solicita copia certificada de los folios que indica en
el escrito (Folio 202 de la primera pieza del expediente).

En relación con dichas pruebas, aun y cuando se trata de copias


certificadas de documentos privados que emanan de un tribunal de
instancia que, además, no fueron impugnadas ni desconocidas, se les
niega valor probatorio, por cuanto dichas actuaciones se realizaron
en el juicio por nulidad de decisión, que esta Sala no puede entrar a
conocer tal y como se estableció al momento de resolver las
cuestiones previas opuestas por el intimado, señaladas ut supra. Así
se decide.-

Anexo marcado D: contentivo de copia certificada de la sentencia


dictada por el Juzgado Superior Civil, Mercantil, Bancario y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Guárico, con sede
en San Juan de los Morros, en el juicio por separación de bienes, en
el expediente signado con el N° 8.130-18, según la numeración
llevada por dicho tribunal de alzada y signado bajo el N° 19.466
según la nomenclatura llevada por el juzgado de primera instancia,
mediante la cual se declaró sin lugar la apelación interpuesta por la
parte demandante contra la decisión de primera instancia que
declaró con la oposición contra medidas cautelares interpuesta por
los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Ramírez de
Cabeza (Folio 205 al 221 de la primera pieza del expediente).

Ahora bien, en el escrito de demanda, específicamente en su folio 8


de la primera pieza del expediente, los intimantes señalan haber
consignado como anexo marcado D, copia certificada del expediente
N° 8.130-18, específicamente sobre las actas relacionadas con el
cuaderno de medidas, para, posteriormente, indicar en los folios 19 y
20 del libelo, que, bajo dicha nomenclatura D, consignan escrito de
fecha 19 de diciembre de 2017, según el cual, el abogado José
Gregorio Viettry, pretende la declaratoria de inadmisibilidad de la
solicitud de nulidad de sentencia de divorcio así como la reposición
de la causa; al respecto, de la revisión del acervo probatorio
incorporado por la parte, se observa, por un lado, que la prueba
marcada como Anexo D, la cual se encuentra inserta, como ya se
indicó, en los folios números 205 al 221 de la primera pieza,
realmente se corresponde con la sentencia dictada por el referido
juzgado superior, en la cual decide la incidencia cautelar en el juicio
de separación de bienes y, por otra parte, no se puede verificar
dentro de las pruebas promovidas consignadas la existencia del auto
de fecha 19 de diciembre de 2017, mediante el cual el abogado José
Gregorio Cabeza Viettry solicita la inadmisibilidad de la solicitud de
nulidad de la sentencia; en todo caso, se reitera que por ser
actuaciones realizadas en el juicio por nulidad de sentencia, tal como
ha sido señalado en acápites anteriores esta Sala no las puede
conocer, por lo que las desecha. Así se decide.-

Anexo marcado E: contentivo de la copia certificada del instrumento


poder de fecha 15 de diciembre de 2017, conferido a los abogados
José Gregorio Cabeza Viettry, Jesús Antonio Anato y Edgar José
Esqueda, inscritos en el I.P.S.A. bajo los Nros. 37.554, 90.906 y
167.631 respectivamente, otorgado por ante la Oficina de Registro
Público del Municipio Pedro Zaraza, anotado bajo el N° 17, Tomo
23, Folios 66 al 67, de los Libros de Autenticaciones llevados por
dicha oficina (folio 186 y 187 de la primera pieza del expediente).

En relación con dicha prueba, por tratarse de copias certificadas de


documentos privados y dado que el mismo no fue impugnado ni
desconocido se le da valor probatorio de conformidad con el
contenido del artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, en
concordancia con los artículos 1361 y 1363 del Código Civil, y se
establece, a través de dicho instrumento, que los intimantes José
Gregorio Cabeza Viettry y Edgar José Esqueda, contaban con
poderes de representación del intimado desde el 15 de diciembre de
2017. Así se decide.-

Anexo marcado F: copia certificada del instrumento poder de fecha


22 de junio de 2018, mediante el cual el ciudadano hoy intimado le
confiere poder a los abogados José Gregorio Cabeza Viettry,
Mariela Zuleima Ramírez Herrera, Ramón Oscar Carmona Jorge y
Antonio Anato, inscritos en el I.P.S.A. bajo los Nros. 37.554,
37.478, 27.072 y 47.556 respectivamente, otorgado por ante la
Oficina de Registro Público con funciones notariales del Municipio
Aragua del Estado Anzoátegui, quedando anotado bajo el N° 36,
Tomo Ocho (VIII), Folios 107 al 109, de los Libros de
Autenticaciones del año 2018. (Folio 222 al 224 de la primera pieza
del expediente).

En relación con dicha prueba, por tratarse de copias certificadas de


documentos privados y dado que el mismo no fue impugnado ni
desconocido se le da valor probatorio de conformidad con el
contenido del artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, en
concordancia con los artículos 1361 y 1363 del Código Civil, y se
establece, a través de dicho instrumento, que la intimante, Mariela
Zuleima Ramírez Herrera contaba con poder de representación del
intimado desde el 22 de junio de 2018. Así se decide.-

Se observan dos pruebas marcadas con la misma nomenclatura G,


vale decir:
Anexo marcado G (1): copia certificada de la revocatoria del poder
otorgado por el ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza a los
abogados José Gregorio Cabeza Viettry, Mariela Zuleima Ramírez
Herrera, Ramón Oscar Carmona Jorge y Antonio Anato, por la
Oficina de Registro Público con Funciones Notariales del Municipio
Aragua de Barcelona del Estado Anzoátegui, autenticado en fecha 8
de noviembre de 2018, acta en la cual se observa en original el sello
del Juzgado Superior Civil, Mercantil, Bancario y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Guárico, consignado justamente
después de la sentencia de fondo dictada por el juzgado superior en
el juico por separación de bienes (ver folios 226 al 228 de la primera
pieza del expediente).

En relación con dicha prueba, por tratarse de copia certificada de


documentos privados y dado que la misma no fue impugnada, ni
desconocida se le da valor probatorio de conformidad con el
contenido del artículo 429 del Código de Procedimiento Civil en
concordancia con los artículos 1361 y 1363 del Código Civil, y se
establece, a través de dicho instrumento, que los intimantes José
Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez Herrera,
perdieron sus poderes de representación del intimado a partir del 8
de noviembre de 2018. Así se decide.-

Anexo marcado G (2): copia certificada de la revocatoria del poder


otorgado en fecha 15 de diciembre de 2017, ante el Registro Público
del Municipio Pedro Zaraza del estado Guárico, por el ciudadano
Rafael Antonio Pérez Zaraza a los abogados José Gregorio Cabeza
Viettry, Jesús Antonio Anato y a Edgar José Esqueda, acta en la cual
se observa en original el sello del Circuito de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado
Guárico (Folios 203 y 204 de la primera pieza del expediente).

En relación con dicha prueba, por tratarse de copia certificada de


documento privado y dado que la misma no fue impugnada, ni
desconocida se le da valor probatorio de conformidad con el
contenido del artículo 429 del Código de Procedimiento Civil en
concordancia con los artículos 1.359 y 1.360 del Código Civil, y se
establece, a través de dicho instrumento, que el intimante Edgar José
Esqueda perdió su poder de representación del intimado a partir del
el 7 de noviembre de 2018. Así se decide.-

Anexo marcado H: Copia certificada del acta de ejecución


voluntaria en la audiencia de ejecución voluntaria del régimen de
convivencia familiar celebrada en fecha 15 de febrero de 2018,
levantada por el Juzgado Segundo de Sustanciación, Mediación y
Ejecución de Protección del Niño, Niña y Adolescente de la
Circunscripción Judicial del estado Guárico. (Folio 232 de la
primera pieza del expediente).

En relación con dicha prueba, aun y cuando se trata de una copia


certificada de un documento público que emana de un tribunal de
instancia que, además, no fue impugnada ni desconocida, se le niega
valor probatorio, por cuanto dicha actuación fue realizada en el
juicio por nulidad de decisión, tal como ha sido señalado en acápites
anteriores, dado que esta Sala no puede entrar a conocer como fue
señalado al resolver las cuestiones previas señaladas ut supra. Así se
decide.-

PRUEBAS DE LOS INTIMANTES CONSIGNADAS EN LA


OPORTUNIDAD DE PROMOCIÓN DE PRUEBAS:

En fecha 24 de septiembre de 2019, en la oportunidad de presentar


escrito complementario de promoción de pruebas, los intimantes,
adicionalmente consignaron las siguientes pruebas:

- Copia de la sentencia del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil,


Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado
Guárico, de fecha 2 de agosto de 2019, dictada en la incidencia de
medidas del procedimiento de separación de bienes, intentado contra
el hoy intimado; prueba promovida con el objeto de demostrar la
eficacia y el éxito del patrocinio que brindaron los actores contra el
demandado.

- Copia de la sentencia dictada por la Sala Plena del Tribunal


Supremo de Justicia de fecha 21 de noviembre de 2018, dictada con
motivo del conflicto de competencia en uno de los juicios en los que
los hoy demandantes patrocinaron al demandado. Prueba promovida
con el objeto de demostrar la eficacia y el éxito del patrocinio que
brindaron los actores contra el demandado.

Ambas pruebas se declaran impertinentes por cuanto el objeto del


presente juicio no es el tasar el monto de las actuaciones, para lo
cual sí habría que medir el grado de éxito de las mismas, sino
simplemente el de establecer la existencia o no del derecho al cobro
de honorarios. Así se decide.-

ALEGATOS DEL INTIMADO:

En la oportunidad de dar contestación a la demanda, el intimado


opuso únicamente las cuestiones previas establecidas en los
ordinales 1° y 6° del artículo 346 del Código de Procedimiento
Civil, correspondientes a la falta de competencia del juez de la causa
y a la inepta acumulación de pretensiones respectivamente, sin
alegar ninguna defensa relacionada con el fondo de la presente
controversia, tal y como se desprende del escrito inserto en los folios
14 al 20 de la segunda pieza del expediente.

Al respecto, la Sala reitera que los alegatos relacionados con las


cuestiones previas opuestas, ya fueron resultas ut supra, sin que
conste en autos que la parte demandada haya esgrimido algún nuevo
alegato sobre la pretensión de cobro de honorarios profesionales. Así
se establece.-

PRUEBAS CONSIGNADAS POR EL INTIMADO:

De las actas procesales del presente expediente, no consta que la


parte demandada haya consignado en su debida oportunidad sus
respectivas pruebas, sin embargo, del contenido de la decisión de
primera instancia, se observa que al momento de motivar su decisión
el a quo señaló que en el presente caso, el intimado consignó
pruebas de su respectivo pago en el cuaderno de medidas, las cuales,
como ya se indicó, no constan el presente expediente.

En este sentido esta Sala considera necesario traer a colación


sentencia de fecha 19 de diciembre de 1968, ratificada el 24 de
febrero de 1994, mediante decisión Nº 48, expediente Nº 1992-87,
caso: Banco de Lara C.A. contra Agropecuaria La Ñapa C.A.,
reiterada nuevamente mediante fallo N° RC-148 del 30 de marzo de
2009, expediente N° 2008-714, caso: Rubia Elena Núñez Sánchez
viuda de Quintero contra Oleida Rosa Hernández Delgado, en
casación de oficio, en torno a la independencia de trámite del
cuaderno de medidas y el juicio principal, en la cual expresó que:
“…El decreto que acuerda dichas medidas y la oposición que
eventualmente se fórmula contra ellas, constituirán incidencias
autónomas. Dicho decreto y oposición correspondiente se sustancian
y deciden en cuaderno separado; no suspenden el curso de la causa
principal la articulación sobre dichas medidas; no influyen así
mismo, sobre la cuestión de fondo a decidir, ya que allí lo discutido
es una materia diferente a la del juicio principal….” y más adelante
agrega que “…las sentencias dictadas en las oposiciones u otras
incidencias sobre medidas preventivas, son interlocutorias que tiene
claramente fuerza de sentencias definitivas, en cuanto al fundamento
de la oposición misma…”, por lo que por cuanto no constan en el
presente expediente, no existe medio probatorio sobre el cual
pronunciarse. Así se establece.-

MOTIVACIONES PARA DECIDIR

De conformidad con lo anteriormente expuesto, en el presente caso


esta Sala establece que en efecto, el ciudadano Rafael Antonio Pérez
Zaraza contactó a los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y
Mariela Zuleima Ramírez Herrera, en el mes de noviembre de 2017,
por cuanto, a partir de esta fecha se observa que comenzaron los
intimantes a realizar actuaciones de patrocinio judicial en su
nombre, en el juicio por separación de bienes que contra el hoy
intimado intentara su ex cónyuge y que si bien, los intimantes
también pretenden el pago de honorarios profesionales por las
actuaciones realizadas en el procedimiento de nulidad de sentencia
de divorcio, sobre éste la Sala declara que el tribunal de la causa no
era competente para conocerlo, por lo cual el reclamo de dichas
actuaciones resulta improcedente. Así se decide.-

Ahora bien, en relación con las “…32 reuniones y entrevistas de


trabajo de naturaleza extraprocesal…”, relacionadas con el
procedimiento de separación de bienes, en el expediente es de N°
19.466, incluidos los viajes alegados, y que los intimantes estimaron
en la cantidad de doscientos veinticuatro mil dólares de los Estados
Unidos de América (US$ 224.000,00), las mismas no lograron ser
demostradas, por cuanto no existe materia probatorio que así lo
acredite, en consecuencia su reclamo se declara improcedente. Así
se decide.-

Asimismo, con respecto a las actuaciones procesales relacionadas


con la incidencia cautelar del juicio de separación de bienes, los
intimantes lograron demostrar que realizaron las siguientes
actuaciones:

a) Escrito presentado en fecha 25 de junio de 2018, según el cual,


los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima
Ramírez Herrera, consignan instrumento poder que acredita su
representación a favor del ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza y
en el cual se dan expresamente por citados y también formulan
oposición a las medidas preventivas típicas y atípicas decretadas,
actuación que estiman en la cantidad de cuarenta mil dólares
estadounidenses ($40.000,00), razón por lo cual, su reclamo se
considera procedente. Así se establece.-

b) Escrito presentado en fecha 26 de junio de 2019 mediante el cual


los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima
Ramírez Herrera, consignan instrumento poder que acredita su
representación a favor del ciudadano Rafael Antonio Pérez Zaraza y
en el cual se dan expresamente por citados y también formulan
oposición a las medidas preventivas típicas y atípicas decretadas,
actuación que estiman en la cantidad de treinta mil dólares de los
Estados Unidos de América (US$ 30.000,00), razón por lo cual, su
reclamo se considera procedente. Así se establece.-
c) Diligencia consignada en fecha 26 de junio de 2018, mediante la
cual la abogada Mariela Zuleima Ramírez Herrera solicita copia
certificada de los folios 137 al 141 del cuaderno de medidas;
actuación que estiman en la cantidad de mil dólares de los Estados
Unidos de América (US$ 1.000,00), razón por lo cual, su reclamo se
considera procedente. Así se establece.-

d) Diligencia de fecha 4 de julio de 2018, mediante la cual, los


abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez
Herrera consignaron escrito de promoción de pruebas en la
incidencia cautelar; actuación que estiman en la cantidad de mil
dólares de los Estados Unidos de América (US$ 1.000,00), razón
por lo cual, su reclamo se considera procedente. Así se establece.-

e) Escrito de promoción de pruebas en incidencia cautelar,


presentado el 4 de julio de 2018, por los abogados José Gregorio
Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez Herrera; actuación que
estiman en la cantidad de veinte mil dólares de los Estados Unidos
de América (US$ 20.000,00), razón por lo cual, su reclamo se
considera procedente. Así se establece.-

f) Diligencia consignada en fecha 13 de julio de 2018, mediante la


cual el abogado José Gregorio Cabeza Viettry solicita copia
certificada de los folios 182 al 204 del cuaderno de medidas;
actuación estimada en la cantidad de mil dólares de los Estados
Unidos de América (US$ 1.000,00), razón por lo cual, su reclamo se
considera procedente. Así se establece.-

g) Diligencia consignada en fecha 22 de mayo de 2019, mediante la


cual los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima
Ramírez Herrera, solicitan copia certificada de los folios que allí se
señalan de la primera y segunda pieza del expediente; actuación que
estimada en la cantidad de mil dólares de los Estados Unidos de
América (US$ 1.000,00), razón por lo cual, su reclamo se considera
procedente. Así se establece.-

Asimismo, en relación con las actuaciones procesales realizadas en


el cuaderno principal del juicio por separación de bienes fueron
demostradas las siguientes actuaciones:

a) Escrito de contestación de la demanda, consignado el 16 de julio


de 2018, por los abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela
Zuleima Ramírez Herrera, actuación estimada en la cantidad de
ciento cincuenta mil dólares de los Estados Unidos de América (US$
150.000,00) razón por lo cual, su reclamo se considera procedente.
Así se establece.-
b) Escrito de fecha 2 de agosto de 2018, mediante el cual los
abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez
Herrera insisten en la declaratoria de falta de cualidad alegada en la
contestación de la demanda, en el cual solicitan igualmente mayor
celeridad así como la declaración de fraude procesal; actuación
estimada en la cantidad de treinta mil dólares de los Estados Unidos
de América (US$30.000,00) razón por lo cual, su reclamo se
considera procedente. Así se establece.-

c) Diligencia consignada en fecha 2 de agosto de 2018, por el


abogado José Gregorio Cabeza Viettry, mediante la cual solicita
copia certificada de los folios 43 al 48 del cuaderno principal de
dicho expediente; actuación estimada en la cantidad de mil dólares
de los Estados Unidos de América (US$ 1.000,00), razón por lo
cual, su reclamo se considera procedente. Así se establece.-

d) Diligencia de fecha 9 de agosto de 2018, mediante la cual el


abogado José Gregorio Cabeza Viettry solicita copia certificada y
simple de los folios 169 al 180 del cuaderno principal del
expediente; actuación estimada en la cantidad de mil dólares de los
Estados Unidos de América (US$ 1.000,00), razón por lo cual, su
reclamo se considera procedente. Así se establece.-

e) Diligencia de fecha 22 de mayo de 2019, mediante la cual los


abogados José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez
Herrera solicitan copia certificada de las actuaciones cursantes en los
folios que allí se señalan de la primera y segunda pieza del
expediente; actuación que estiman en la cantidad de mil dólares de
los Estados Unidos de América (US$ 1.000,00), razón por lo cual,
su reclamo se considera procedente. Así se establece.-

Finalmente, en relación con el alegato de los intimantes, según el


cual, se intentaron comunicar con el intimado en varias
oportunidades, mediante gestiones personales y digitales frente a las
cuales el mismo se negó a pagarles, nada se logró demostrar en tal
sentido por lo que tal hecho no queda establecido. Así se decide.-

En virtud de todo lo antes expuesto concluye esta Sala, que los


intimantes José Gregorio Cabeza Viettry y Mariela Zuleima Ramírez
Herrera, en efecto, tienen el derecho a cobrar los honorarios
profesionales derivados de las actuaciones judiciales declaradas
procedentes. Así se decide.-

En consecuencia, al haber sido declarada la procedencia en derecho


de la pretensión de estimación e intimación de honorarios
profesionales de abogado, en contra del ciudadano Rafael Antonio
Pérez Zaraza, se debe condenar al demandado intimado a pagar la
suma de doscientos setenta y siete mil dólares de los Estados Unidos
de América (US$ 277.000,00), o su equivalente en bolívares a la
tasa de cambio oficial para el momento del pago efectivo, siendo
dicho quantum que se fija en la fase declarativa, objeto de
impugnación mediante el procedimiento de retasa, en el cual de
acogerse a dicho derecho el intimado, los jueces retasadores
designados al efecto, determinarán el monto definitivo de la
condena. Así se decide.-

Finalmente, respecto a los alegatos realizados por el intimado en su


escrito de informe ante la alzada correspondientes al fondo de la
controversia, relativos a:

i) Que los intimantes no demostraron que haya sido pactado entre las
partes el pago de las actuaciones demandadas en moneda extranjera.

ii) Que no se especifican los montos de las cantidades ordenadas a


descontar de la valoración ambigua, incurriendo el a quo en el vicio
de inmotivación por silencio de pruebas.

Al respecto ha señalado esta Sala, que de forma excepcional existen


alegatos de los informes u observaciones que deben ser resueltos
obligatoriamente, y al respecto la doctrina expresa, que entre los
alegatos que se pueden esgrimir ante el juez de alzada en informes,
relacionados con los hechos del proceso, los cuales pueden incluso
sobrevenir a la contestación de la demanda y que pueden tener
influencia determinante en la suerte del proceso, ad exemplum
tenemos los siguientes: Los relacionados con la confesión ficta, la
cosa juzgada sobrevenida luego de celebrada la contestación, la
caducidad y prescripción opuestas en la contestación, que sólo puede
ser rebatida en los informes, la extemporaneidad de la apelación, la
falta de mandato o de representación del apelante, la falta de
cualidad sobrevenida del apelante, el fraude procesal, el
desistimiento de la acción o del procedimiento, la solicitud de
transacción o convenimiento, la violación del orden público, el
señalamiento de una actuación manifiesta injustamente por parte del
juez de la recurrida y la obstrucción grave del proceso. (Cfr. Fallo de
esta Sala N° RC-868, de fecha 15 de diciembre de 2017, expediente
N° 2016-074, caso: Importadora Radiante 10.000, C.A., contra Iván
Francisco Gorrín Parra, entre muchos otros).

De conformidad con el criterio antes señalado tenemos que los


alegatos supra referidos, no entran en las categorías de los alegatos
realizados en los informes ante la alzada que deben ser resueltos
obligatoriamente, asimismo es de hacer notar que, tal como se indicó
supra, el intimado no ejerció su facultad de contestar el fondo de la
demanda, sino que únicamente opuso las cuestiones previas de los
ordinales 1° y 6° del artículo 346 del Código de Procedimiento
Civil, razón por la cual, no puede presentar tales alegatos de fondo
en la etapa de informes ante la alzada, ya una vez delimitada la litis
de la presente controversia. Así se decide.-

En virtud de lo anteriormente señalado se declara sin lugar el


recurso de apelación ejercido por la representación judicial del
intimado Rafael Antonio Pérez Zaraza, así como procedente la
apelación de los intimantes, referida a la “…indeterminación
objetiva que adolece la misma, al no fijar expresamente la cantidad
(quantum) del monto de los honorarios profesionales intimados…”,
en consecuencia, se CONFIRMA EN LOS TÉRMINOS
EXPUESTOS el fallo dictado en fecha 6 de diciembre de 2019,
emanado del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Guárico, con
sede en la ciudad de Valle de la Pascua. Así se decide.-

DECISIÓN

Por las precedentes consideraciones, este Tribunal Supremo de


Justicia en Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre
de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley,
declara:

PRIMERO: CON LUGAR el recurso extraordinario de casación


anunciado y formalizado por la representación judicial de los
intimantes, contra la sentencia proferida por el Juzgado Superior en
lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del estado Guárico, con sede en la ciudad de San Juan de los
Morros, de fecha 23 de octubre de 2020, en consecuencia, CASA
TOTAL y SIN REENVÍO y se DECRETA LA NULIDAD
ABSOLUTA del fallo recurrido.

SEGUNDO: SIN LUGAR la apelación ejercida por la


representación judicial del intimado, contra la sentencia dictada por
el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito
de la Circunscripción Judicial del estado Guárico, con sede en la
ciudad de Valle de la Pascua, en fecha 6 de diciembre de 2019.

TERCERO: CON LUGAR la apelación ejercida por la


representación judicial de los intimantes, contra el fallo antes
referido, en consecuencia se CONFIRMA EN LOS TÉRMINOS
EXPUESTOS de conformidad con lo dispuesto en la motiva de la
presente decisión.

CUARTO: PARCIALMENTE CON LUGAR la demanda por


estimación e intimación de honorarios profesionales de abogado,
intentada por los ciudadanos JOSÉ GREGORIO CABEZA
VIETTRY, MARIELA ZULEIMA RAMÍREZ HERRERA y
EDGAR JOSÉ ESQUEDA, contra el ciudadano RAFAEL
ANTONIO PÉREZ ZARAZA.

QUINTO: SE CONDENA al ciudadano RAFAEL ANTONIO


PÉREZ ZARAZA, a pagar sólo a los ciudadanos JOSÉ GREGORIO
CABEZA VIETTRY y MARIELA ZULEIMA RAMÍREZ
HERRERA, la suma intimada ya señalada en este fallo, o la cantidad
que determine el Tribunal de Retasa, en caso de ser constituido.

NO HA LUGAR a la condenatoria al pago de las COSTAS


procesales del recurso y del juicio, dada la naturaleza de la presente
acción de estimación e intimación de honorarios profesionales de
abogado, que no permite dicha condenatoria a ninguna de las partes
intervinientes, dado que no pueden generarse sucesivos juicios
intimatorios por el mismo concepto, pues se harían interminables los
procedimientos de esta índole, convirtiéndose en una condena
perpetua, conforme a la doctrina de esta Sala reflejada en sus fallos
Nos. RC-512, del 9 de agosto de 2016. Exp. Nº 2015-770; RC-952,
del 15 de diciembre de 2016, Exp. Nº 2016-282; y, RC-538, del 7 de
agosto de 2017, Exp. Nº 2017-190, entre muchos otros.

Queda de esta manera CASADA la sentencia impugnada.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente al tribunal de la


causa, Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Guárico, con sede
en Valle de la Pascua. Particípese la presente decisión al juzgado
superior de origen antes mencionado, de conformidad con el artículo
326 del Código de Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Tribunal


Supremo de Justicia, en Sala de Casación Civil en Caracas, a los
doce (12) días del mes de agosto de dos mil veintidós. Años: 212º de
la Independencia y 163º de la Federación.

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