Tema 3. La Edad Moderna
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La Edad Moderna
Introducción
Sin embargo, el reinado también tuvo sus sombras. La política de homogenización religiosa
condujo a la intolerancia y al fanatismo doctrinario cuyas consecuencias fueron la introducción
del tribunal de la Inquisición en Castilla (1478) y el decreto de expulsión de la comunidad
judía en 1492. Por otra parte, todavía se mantuvieron reminiscencias medievales tanto en las
instituciones como, y especialmente, en la concepción patrimonialista de la monarquía.
3.1. Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno. La Guerra de
Granada.
El reinado de Enrique IV, se había caracterizado por la inestabilidad política y las intrigas
nobiliarias que auguraban un problema sucesorio. Una parte de la nobleza, opuesta a
Enrique, apoyó el derecho al trono de su hermana Isabel, que fue reconocida como
heredera por el rey Enrique, en el acuerdo de los Toros de Guisando (1468), en un
intento de cerrar la crisis.
Cuando murió Enrique IV en 1474, Isabel se proclamó reina de Castilla y comenzó una
Guerra de Sucesión (1475-1478), contra su sobrina Juana . Las fuerzas isabelinas
acabaron imponiéndose y en 1478, por el tratado de Alcaçovas, se reconocía a Isabel
como reina de Castilla. Un año después, en 1479, Fernando heredaba la corona de
Aragón al suceder a su padre Juan II, por lo que quedaban unidas las coronas de Castilla
y de Aragón y se hacía efectiva la unión dinástica.
El reinado de los Reyes Católicos representa la transición entre el estado medieval y el estado
moderno. Tomaron medidas para reforzar la autoridad de la monarquía (monarquía
autoritaria) como:
A finales del S. XV en Europa se dieron las condiciones para iniciar una época de exploraciones
y de expansión por el océano Atlántico. Los reinos de Portugal y de Castilla, estratégicamente
posicionados, fueron pioneros en la expansión ultramarina.
Cristóbal Colón convenció a los Reyes Católicos de que era posible llegar a la tierra de las
especias (la India y el Lejano Oriente), navegando hacia el oeste a través del Atlántico . En
enero de 1492 se firmaban las Capitulaciones de Santa Fe, un acuerdo por el que se le
autorizaba a llevar a cabo una expedición que partió del puerto de Palos de la Frontera el 3 de
agosto de 1492. El primer viaje de Colón estuvo compuesto por tres naves (las carabelas La
Pinta y La Niña, y la nao Santa María) y una tripulación de unos 90 hombres. Tras diversas
vicisitudes alcanzaron tierra el 12 de octubre de 1492, desembarcando en la isla de Guanahaní,
del archipiélago de las Lucayas o Bahamas. Colón creyó haber alcanzado las costas asiáticas
(las Indias), aunque en realidad había descubierto un nuevo continente: América.
Los Reyes Católicos consiguieron del Papa Alejandro VI derechos de conquista y evangelización
sobre las nuevas tierras (bula Inter Caetera). Sin embargo, las demandas portuguesas obligaron
a firmar el tratado de Tordesillas (1494), entre Castilla y Portugal por el que se establecía una
línea imaginaria de demarcación situada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Esta
división permitió a Portugal controlar la costa africana y la de Brasil, mientras Castilla se
aseguraba el dominio del Caribe y el resto de las tierras por descubrir (América y el Pacífico).
El dominio español se inició en las Antillas (La Española, Cuba), que sirvieron de base a la
conquista continental durante el reinado de Carlos I. Las hazañas de exploración y conquista
más relevantes fueron:
- Vasco Núñez de Balboa recorre el istmo de Panamá y descubre el mar del Sur
(océano Pacífico) en 1513.
- Conquista del imperio Azteca o Mexica (Méjico) por Hernán Cortés (1519- 1521).
- Expedición de circunnavegación terrestre de Magallanes y Juan Sebastián Elcano
(1519-1522). Pasando del Atlántico al Pacífico por el estrecho de Magallanes,
cruzando el Pacífico para llegar a Asia y rodeando el continente africano para llegar a
España.
- Conquista del imperio Inca (Perú) por Francisco Pizarro, entre 1527 y 1533.
- Hernando de Soto, exploración de la Florida y del río Mississippi <<<(1539-1541).
- Exploración del río Marañón o Amazonas, por Francisco de Orellana en 1541.
- Valdivia conquista Chile.
Carlos I de Castilla (Carlos V, como emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico), era
hijo de Felipe de Habsburgo (el hermoso) y de Juana I de Castilla (la loca), heredó un enorme
imperio que le convirtió en el rey más importante de su época.
Nacido y formado en Gante (Flandes, Países Bajos), Carlos ascendió al trono de Castilla y de
Aragón en 1516, con sólo 16 años de edad sin conocer nada de Castilla. Su ambición por
convertirse en emperador (fue coronado en 1519) le llevó a convocar las Cortes castellanas
para imponer nuevos impuestos. Esto y el nombramiento de flamencos para ocupar cargos
políticos en Castilla, provocaron conflictos en Castilla y Valencia:
Carlos tuvo problemas externos: con Francia a los que venció en Pavía, ocupando Milán; con el
Papa (Saqueo de Roma, 1527); los turcos (defensa de Viena) y con los Luteranos alemanes
(aunque tuvo que reconocer la libertad religiosa en la Paz de Augsburgo, 1555).
Felipe II, nacido en Valladolid en 1527, actuará como un rey español y residirá en
España estableciendo su corte y capital en la villa de Madrid en 1561.
Conflictos internos:
a) Francia que fue derrotada en la batalla de San Quintín en 1557 firmándose la Paz de
Cateau-Cambrésis.
b) La rebelión de los Países Bajos en especial de las provincias del norte (Holanda) y de
Flandes. Sublevadas contra el rey por su política autoritaria y por la libertad religiosa al
extenderse la Reforma calvinista. El conflicto se inició en 1566 y Felipe II decidió
resolverlo por la fuerza enviando al ejército al mando del duque de Alba. Sin embargo
los Países Bajos acabaron dividiéndose en dos: el norte protestante (Holanda) que
acabó independizándose y el sur católico (Flandes) que siguió bajo soberanía española.
c) Los turcos otomanos que amenazaban con extender su dominio por el Mediterráneo
fueron frenados por la alianza (la Santa Alianza) de Venecia, el Papado, Génova y
Felipe II. Ambas fuerzas se enfrentaron en la batalla naval de Lepanto en 1571,
considerada como una gran victoria de las fuerzas cristianas.
d) Inglaterra las relaciones con Inglaterra fueron empeorando con la subida al trono de
Isabel I y su firme apoyo al protestantismo. La política inglesa de hostigamiento a los
galeones españoles procedentes de América y la ayuda prestada a los rebeldes de los
Países Bajos colmaron la paciencia de Felipe II que decidió invadir Inglaterra, en 1588,
por medio de una gran flota conocida como la Armada Invencible. El proyecto acabó
en un gran fracaso al ser interceptados y naufragar la mayor parte de los barcos.
Uno de los mayores éxitos de su reinado fue el de incorporar la corona de Portugal a los reinos
hispánicos en 1580, con la que se conseguía la ansiada Unión Ibérica. La desaparición del rey
portugués D. Sebastián permitió a Felipe II hacer valer sus derechos sucesorios consiguiendo
ser proclamado rey de Portugal por las cortes de Tomar, pese a la oposición de muchos
portugueses. La incorporación del imperio portugués a los dominios de Felipe II reunió un
imperio inmenso que hizo acuñar la expresión de que en sus dominios nunca se ponía el sol.
Los virreyes, eran los representantes del rey en los territorios con categoría de reino fuera de
Castilla: Aragón, Sicilia, Nápoles, Nueva España, Perú…, mientras los territorios de menor
rango( Países Bajos, Franco Condado, Milán), estaban dirigidos por un Gobernador.
El sistema creó una burocracia en la que adquirieron una gran importancia los oficiales, los
escribanos y, en especial, los secretarios, que actuaban en nombre del rey en cada uno de los
consejos.
3.4. Los Austrias del siglo XVII: política interior y exterior.
Felipe III (1598-1621), inició la práctica del valimiento. El privado, favorito o valido, aunque
no tenía un cargo oficial, actuaba como un primer ministro. Los validos actuaron al margen de
los órganos de gobierno y, generalmente, utilizaron su cargo para enriquecerse. El valimiento
se convirtió en un rasgo permanente de la monarquía española a lo largo de todo el siglo XVII.
Felipe III, delegó el poder en Francisco de Sandoval Duque de Lerma, su amigo personal.
Político de gran ambición que generó una etapa de corrupción que provocó su destitución.
Lerma fue sustituido por su hijo Cristóbal de Sandoval, Duque de Uceda.
En política interior, el hecho más destacado del reinado de Felipe III fue la expulsión de los
moriscos en 1609, por el rechazo de la población cristiana hacia ellos y el temor a una
invasión turca de la península. Casi 300.000 moriscos abandonaron España lo que supuso una
notable pérdida en especial en Valencia y Aragón, donde realizaban una gran labor en la
agricultura y la artesanía.
Las reformas proyectadas por el Conde Duque y los desastres que provocaba la guerra de los
30 años dieron origen a una crisis interna que tuvo su momento más crítico con las
rebeliones de Cataluña y de Portugal en 1640. Ambos territorios temían perder su autonomía
y fueros.
La rebelión catalana
La independencia de Portugal
A lo largo del siglo XVII, España perdió su hegemonía en Europa y parte de su imperio.
El rey Felipe III, forzado por la crisis económica, mantuvo una política pacifista firmando una
paz con Inglaterra en 1604 y una tregua con las Provincias Unidas (Holanda) en 1609.
Sin embargo, Felipe IV acabó involucrando a la corona española en la Guerra de los Treinta
años (1618-1648).
Al principio la guerra tenía implicaciones religiosas al enfrentar a los reinos protestantes del
centro y norte de Europa (principados alemanes, Dinamarca y Suecia), contra los Habsburgo
austriacos. Sin embargo, la entrada de Francia y de Holanda del lado de los protestantes
convirtió a este conflicto en una lucha por la hegemonía en Europa y acabó implicando a
España.
La guerra provocó las derrotas españolas en las batallas de Las Dunas y, en especial, en Rocroi,
tras las cuales España se vio obligada a firmar la Paz de Westfalia (1648) por la que se
reconocía la independencia de Holanda.
El conflicto contra Francia todavía se prolongó hasta finales del S. XVII, durante el reinado de
Carlos II, teniendo como consecuencia la sucesiva pérdida de territorios por parte de la corona
española y su anexión a la corona francesa:
a) Paz de los Pirineos (1659) Francia se anexiona los ducados catalanes de Rosellón y
Cerdaña. La frontera hispano-francesa queda establecida en los Pirineos.
b) Paz de Aquisgrán (1668) Francia ocupa Lille y se reconoce la independencia
portuguesa.
c) Paz de Nimega (1678) España cede a Francia el Franco Condado.
Carlos II (1665-1700), Hijo de Felipe IV, quedó huérfano con cuatro años por lo que su madre
Mariana de Austria asumió la regencia hasta que en 1675, con catorce años fue declarado
mayor de edad. Enfermizo y débil (fue conocido como el hechizado), tuvo diversos validos a lo
largo de su reinado: el jesuita austriaco Nithard, confesor de su madre; Valenzuela, su
hermanastro Juan José de Austria, el duque de Medinaceli. La Corte era un hervidero de
intrigas y luchas por el poder que se acentuaron al final del reinado, cuando se planteó el
problema por la sucesión.
3.5. Sociedad, economía y cultura de los siglos XVI y XVII
El S. XVII fue una etapa de depresión económica y demográfica en España y en toda Europa.
Las continuas guerras y sus secuelas de hambre y epidemias provocaron una crisis económica y
un descenso demográfico. Los aspectos más sobresalientes de la crisis fueron:
En el aspecto social se mantuvo el modelo estamental con una nobleza fortalecida por los
favores que recibieron de los reyes. Las clases altas urbanas también se beneficiaron de la
situación al comprar tierras y títulos nobiliarios colmando su aspiración de integrarse en la
nobleza. La crisis afectó, especialmente, a las clases menos favorecidas. Los campesinos
soportaron malas cosechas y subidas de precios e impuestos por lo que tuvieron que recurrir a
préstamos económicos que les endeudaban, obligándoles a vender sus tierras y a emigrar. La
situación de miseria provocó el aumento del bandolerismo y de la mendicidad que se
convirtieron en una forma de vida.
Por otro lado, la cultura española estuvo fuertemente influida por la Contrarreforma católica, lo
que significó que esta tuviera una fuerte influencia religiosa y fueran perseguidas otras
manifestaciones culturales y artísticas.
Sin embargo este periodo es conocido como “El Siglo de Oro” de la cultura hispana, debido al
esplendor artístico y cultural alcanzado en diferentes ámbitos. En literatura (tanto en prosa,
como en poesía o teatro), destacan figuras trascendentales como Lope de Vega, Miguel de
Cervantes, Francisco de Quevedo o Luis de Góngora. Otro de las disciplinas más importantes fue
la pintura, con artistas tan relevantes como Diego de Velázquez, José de Ribera, Zurbarán,
Murillo o “El Greco”. Además, en el ámbito del pensamiento político y social cabe destacar a la
Escuela de Salamanca, con relevantes autores como Francisco Suárez o Francisco de Vitoria.
3.6 La Guerra de Sucesión Española y el sistema de Utrecht. Los Pactos de Familia.
Favorecieron al Archiduque y a Inglaterra. Felipe V era reconocido como rey de España pero el
Imperio español se fragmentaba y se perdían las posesiones europeas:
Desde ese momento la política exterior de los Borbones estará condicionada por las
consecuencias del Tratado de Utrecht. Esa política girará sobre dos ejes:
El segundo pacto de familia (1743) recuperó el ducado de Parma para el infante Don Felipe.
El tercer pacto de familia (1761) involucró a España en las guerras coloniales en América.
Sin embargo, los intentos militares y diplomáticos que se hicieron por recuperar Gibraltar
fueron infructuosos y sigue siendo posesión británica.
3.7 La nueva monarquía Borbónica. Los Decretos de Nueva Planta. Modelo de Estado y
alcance de las reformas.
Con Felipe V se inicia la dinastía de los Borbones y comienza una nueva organización del
Estado que tiene como referente a la monarquía francesa e impondrá las instituciones
castellanas a todo el territorio. Se pone fin al sistema de consejos y a la política de pactos
propia de la dinastía de los Habsburgo (en el que cada territorio mantenía instituciones
propias) y se impone una etapa de unificación y centralización del poder político y de la
administración.
- Entre 1707 y 1716 se promulgan los Decretos de Nueva Planta por los que se
suprimían los fueros, leyes e instituciones propias de los territorios de la Corona
de Aragón, por su apoyo al Archiduque. Sólo los mantienen Navarra y País Vasco.
- El rey ejerce un poder absoluto y suprime la convocatoria a Cortes.
- Castilla se convierte en el eje del Estado y su idioma en el único oficial . El Consejo de
Castilla se convierte en Consejo de Estado.
Con la llegada de la dinastía de los Borbones al trono español tras la Guerra de Sucesión,
comenzaron a implementarse reformas importantes no solo en la península sino en las
colonias americanas durante todo el siglo XVIII, fundamentalmente en las dos divisiones
territoriales principales: los Virreinatos de Nueva España y Perú. La intención principal de
estas reformas era reforzar el poder de la monarquía (coincidiendo con el auge del
absolutismo) y mejorar la situación económica en un momento en el que otras potencias
(como Francia o Gran Bretaña) buscaban acabar con el dominio español en el comercio
americano.
Durante el siglo XVIII, la población española creció desde los siete millones de habitantes de
1680 a más de diez millones en 1797 (según el censo de Godoy). A esa expansión contribuyó la
menor incidencia de las epidemias y la mejora de las condiciones económicas. Sin embargo, la
estructura social seguía siendo la propia del Antiguo Régimen, con una división entre
estamentos privilegiados (nobleza y clero) y no privilegiados. Dentro de la nobleza existía una
división entre la gran aristocracia, poseedora de tierras y cargos políticos; y los hidalgos, es
decir, la baja nobleza empobrecida. Una situación similar se daba dentro de la Iglesia (alto y
bajo clero). En algunas ciudades, comienza a cobrar cierta importancia la burguesía, aunque
España en el siglo XVIII sigue siendo un país fundamentalmente rural, con una inmensa
mayoría de la población dedicada al campo.
La agricultura seguía siendo la base de la actividad económica pero era una agricultura de
rendimientos muy bajos. El principal obstáculo para el desarrollo agrícola era el régimen de
propiedad. La mayor parte de las tierras cultivables estaban en manos de la nobleza y del clero
y estaban infrautilizadas, eran tierras amortizadas. Parte de esas tierras en régimen señorial
eran arrendadas a campesinos que, normalmente, no tenían beneficios para mejorarlas.
Durante el reinado de Carlos III, se hicieron proyectos de mejora (arrendamiento de tierras
municipales; colonización de nuevas tierras; proyecto de una Ley Agraria de Jovellanos), pero
sus logros fueron escasos pues no querían atentar contra los intereses de los estamentos
privilegiados.
La producción industrial se vio incentivada por el crecimiento de la población y la política
industrial dirigida por la monarquía que se centró en tres medidas: proteccionismo de la
industria española; creación de industrias de lujo conocidas como manufacturas reales (vidrio,
porcelana, tapices) y fomento de la construcción naval (Cádiz, Ferrol).
El comercio nacional interno era escaso pero el comercio con América recibió un gran
impulso. Cádiz sustituyó a Sevilla como puerto de embarque a América. Se crearon compañías
comerciales como la Compañía Guipuzcoana de Caracas siguiendo el modelo de Holanda e
Inglaterra. Se fue liberalizando progresivamente sustituyendo el sistema de flotas por el
sistema de registros (los particulares podían enviar mercancías a América sin esperar a que se
organizase una flota). A partir de 1778 se autorizó a cualquier puerto peninsular a comerciar
con América.
En el aspecto cultural, fue la Ilustración el cambio más significativo. Este fue un movimiento
ideológico que se desarrolló en Europa en el S. XVIII, que pretendía alcanzar el bienestar y la
felicidad de los individuos por medio de los avances en el conocimiento y en el desarrollo de
las artes técnicas. Fue definido como el “Siglo de las luces” y del culto a la razón. Su principal
foco estuvo en Francia y su difusión en España estuvo alentado y protegido por la propia
monarquía.
La Ilustración española tuvo unos rasgos propios y diferenciadores del resto de Europa:
- Fue un movimiento muy minoritario que prendió entre unos pocos intelectuales
de la nobleza y de la burguesía (Campomanes, Jovellanos, Olavide). Sus ideas se
difundieron en tertulias y en sociedades locales como las Sociedades Económicas
de Amigos del País.
- Fue fomentado y amparado por la propia monarquía (Fernando VI, Carlos III), por
lo que no se le puede considerar un movimiento revolucionario. No plantea
cambios ni sociales ni políticos.
- Bajo el patronazgo real los ilustrados impulsaron las expediciones científicas y la
creación de Academias como las de la Lengua, las Bellas Artes, Historia y
Medicina.
- Tuvo una gran influencia de la iglesia católica (algunos de sus miembros más
relevantes, como el padre Feijoo, pertenecían al clero), por lo que rechaza el
ateísmo y pretende hacer compatible racionalismo y religión.
- Fue un movimiento, fundamentalmente, de las regiones periféricas Cataluña, País
Vasco, Asturias.
Un modelo de rey ilustrado fue Carlos III (1759-1788), convertido en rey de España por la
muerte, sin descendencia, de Fernando VI. La experiencia que había adquirido como rey de
Nápoles y el interés por los avances científicos y técnicos que permitiesen mejorar las
condiciones de vida de sus súbditos, le convertirán en el monarca más representativo del
Despotismo Ilustrado en España.