12 - Las Plantas
12 - Las Plantas
12 - Las Plantas
EL FRUTO: Después de la fecundación, se comienza a formar la semilla (que lo contendrá), y a la vez también se
inicia la transformación de las paredes del ovario para formar el fruto, en cierto grupo de plantas superiores. Se
puede considerar al fruto como el órgano que contiene a la semilla hasta el final de su maduración. Es un ovario
maduro con algunas partes añadidas como el receptáculo, cáliz y brácteas. El fruto no sólo protege sino que
también ayuda a la dispersión de la semilla, bien de forma activa o pasiva. Algunas semillas no pueden germinar a
no ser que hayan pasado antes por el tracto digestivo de un animal.
Figura 1
El pericarpio o pericarpo es la parte del fruto que recubre su semilla y consiste en el ovario maduro, después
de la fecundación; el pericarpo, es en realidad el fruto, excluyendo a las semillas que contiene. El pericarpo está
formado por: exocarpio, mesocarpio y endocarpio. El exocarpio recubre al fruto y el endocarpio a la semilla. Entre
ambos se encuentra el mesocarpio, que está formado por parénquima de reserva o esclerénquima (figura 2, 3 y 4)
Para sintetizar en el pericarpio pueden distinguirse tres capas, de afuera hacia adentro son:
● El epicarpio que es normalmente una capa delgada coloreada que aunque endurecida no suele ser leñosa.
● El mesocarpio suele estar construido por muchas células grandes y suele ser la parte suculenta de las frutas.
● El endocarpio puede bien tener una consistencia parecida a la del mesocarpio o endurecerse mucho.
Figura 2
Figura 3 y 4
Hay un tipo de frutos cuyo pericarpio está fusionado con el tegumento de la semilla en una sola capa
llamados cariópside. Estos suele llamarse cereales y algunos ejemplos son el trigo, el maíz y el arroz, los tres
cereales más cultivados del mundo (figura 5 y 6)
Figura 5
Fig. 6
Clasificación de los frutos: un fruto simple está compuesto por un carpelo, o por varios carpelos fusionados
de una misma flor. Por ejemplo, el melocotón o el tomate. Un fruto agregado es aquel que consta de varios
carpelos separados, todos de la misma flor. Por ejemplo, la fresa, las rosas, y las frutillas. Un fruto múltiple o
compuesto es aquel que se forma de la fusión de diversos carpelos de varias flores ( se forma a partir de un
conjunto de flores, en donde cada flor produce un fruto, pero éstas maduran en una sola masa) tales como los
frutos de la piña y del higo. En algunas plantas intervienen otras partes de la flor la en la formación del fruto,
además del ovario, como las manzanas y los pepinos, en los cuales el fruto está formado por el pericarpio más
otros tipos de tejidos de la flor.
En otra clasificación, los frutos se denominan dehiscentes si se abren en algún momento dejando libre las
semillas (como las arvejas, amapola, etc. de la figura 7) o indehiscentes si el pericarpio está firmemente adherido
a la semilla (no se abre para liberar la semilla) hasta que termina por descomponerse (girasol, timbo colorado,
etc. de la figura 8)
Las tres capas del pericarpio varían en estructura y dimensiones dependiendo del tipo de fruto, pero en
general podemos diferenciar dos tipos de frutos según su consistencia: los secos y los carnosos.
Frutos secos: el pericarpio es membranoso o coriáceo, poco desarrollado y poco hidratado. Hay frutos secos
dehiscentes como las vainas, cápsulas, etc., y frutos secos indehiscentes como la cipsela y el cariópside, como es
el caso de la mayoría de las gramíneas
Frutos carnosos: el pericarpio presenta consistencia carnosa (Figura 10 y 11). En general el exocarpo y el
endocarpo son delgados (una sola capa de células) y el mesocarpo es parenquimático, muy hidratado y en general
suculento. Hay cuatro tipos principales de frutos carnosos: la baya, (como la uva o el tomate), la drupa, (como el
melocotón),el pomo (como la manzana), el hesperidio, como los cítricos.
Fig.10
Fig.11
Los frutos han de hacerse atractivos para los animales que se alimentan de ellos, pero no antes de que las semillas
estén desarrolladas. La maduración es el proceso por el que los frutos pasan de su periodo de desarrollo a estar
disponibles para ser aprovechados por los animales. Durante este proceso la clorofila se degrada y se sintetizan
nuevos pigmentos responsables del color del fruto (rojos, ocres, naranjas, etcétera). Al mismo tiempo la parte
carnosa del fruto se vuelve más blanda mediante la acción de enzimas que digieren las pectinas de la pared
celular, sobre todo de la lámina media.
LA SEMILLA
La semilla se forma a partir de tejidos localizados en el ovario de las flores, tras producirse la fecundación, gracias
a la gameta masculina aportada por los granos de polen. La semilla es el componente del interior fruto que
alberga el embrión vegetal, que puede derivar en una nueva planta. La formación de las semillas es esencial para
la supervivencia de la mayoría de las especies vegetales.
Formación de la semilla (fig.12): Cuando el tubo polínico alcanza el saco embrionario del rudimento seminal, en el
ovario del gineceo, se produce la fecundación doble. Uno de los núcleos generativos del tubo polínico se
fusionará con el óvulo y el otro con la célula central. Óvulo y célula central pertenecen al gametofito femenino.
Se produce por tanto una doble fecundación, que es una de las características más destacadas de la fecundación
de las angiospermas. El zigoto, resultante de la fusión del óvulo con un núcleo generativo dará lugar
al embrión (comenzará entonces la fase esporofito), mientras que el otro núcleo generativo más los dos núcleos
polares de la célula central darán lugar al endospermo (o albumen), que por tanto es un tejido nutritivo triploide.
El endospermo es un tejido para el almacén de sustancias de reserva que se emplearán durante la germinación.
La auxina es la hormona necesaria para un desarrollo adecuado del endospermo.
Fig 12
La semilla está formada por el embrión, la cubierta seminal o epispermo y el tejido nutritivo de reserva (figura
13).
Figura 13
El embrión está compuesto por un eje embrionario en cuyos extremos se encuentran una radícula y una
plúmula, y por uno o dos cotiledones. Tiene su origen en la fusión de un núcleo generativo del grano de polen con
la ovocélula que se encuentra en el saco embrionario. La célula diploide resultante de la fecundación comienza
dividirse por mitosis para formar el embrión. En el caso de las semillas dicotiledóneas la célula que forma
inicialmente el embrión se divide en dos por medio de un tabique longitudinal, separando los futuros cotiledones.
Los cotiledones pueden almacenar sustancias de reserva para la germinación y entonces suelen tener un aspecto
carnoso. La porción del eje que queda apical al punto de inserción de los cotiledones, hacia la plúmula, se
denomina epicótilo, mientras que la que queda por debajo se denomina hipocótilo. El desarrollo de los embriones
de monocotiledóneas es similar al de dicotiledóneas, pero con el embrión más alargado, debido sobre todo a la
presencia de un solo cotiledón.
El tejido nutritivo o endospermo (también llamado albumen), se encuentra ubicado a un lado del embrión o
rodeándolo. El endospermo es un tejido de reserva que proporciona nutrientes al embrión y a las primeras fases
del desarrollo de la planta.
Figura 14
La dormancia es un estado de la semilla en el cual la tasa metabólica, o tasa de reacciones químicas dentro
de la célula, disminuye, por lo que necesita muy poca energía, oxígeno o agua. Las semillas pueden mantenerse
en este estado durante mucho tiempo, en algunas especies durante muchos años. Una combinación de factores
externos como luz, agua, temperatura y sustancias químicas pueden terminar el periodo de dormancia.
La dispersión de la semilla: para favorecer la dispersión algunas semillas poseen modificaciones de sus
cubiertas tales como espinas, alas o paracaídas. Otro mecanismo de dispersión es cuando los animales las
ingieren pero no las digieren, por ejemplo, cuando comen los frutos (figuras 15, 16). Las semillas son liberadas
junto con las heces.
Figura 15
fig.16
La germinación (figura 17): es el proceso mediante el cual el embrión de la semilla se activa, se desarrolla y
crece hasta la emisión de una radícula. La germinación se inicia normalmente con una entrada de agua a través
del micropilo. Se produce entonces un aumento del tamaño de las células del embrión, para lo que tienen que
relajar sus paredes celulares. La expansión lleva a la ruptura de la testa y es tanto logitudinal como radial, lo que
crea presión en todas las direcciones. Le sigue una activación del metabolismo y una nueva fase de incorporación
de agua acompañada de la emisión de la radícula, donde se considera que la germinación se ha completado.
Durante la germinación el embrión emplea el material de reserva almacenado en el endospermo o en los
cotiledones. La germinación ocurre en condiciones determinadas, las cuales dependen de la especie de planta.
fig.17